CUESTIONES EBAU BLOQUES 1-2 Y 5. 1. La cultura de Tartessos y … · 2020. 11. 6. · esclavos....
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CUESTIONES EBAU BLOQUES 1-2 Y 5.
1. La cultura de Tartessos y las colonizaciones griega y fenicia.
2. La Romanización de la Península Ibérica:
3. La monarquía visigoda: Leovigildo y Recaredo
4. Modelos de Repoblación y su influencia en la estructura de la propiedad.
5. La Corona de Castilla en el Siglo XIII: organización política y expansión territorial.
6. Califato de Córdoba: Abderramán III y Almanzor
7. Almorávides y Almohades en la Península Ibérica
8. Los Reyes Católicos: Unión dinástica e integración de los reinos peninsulares
9. Expulsión de judíos (1492) y expulsión de moriscos (1609)
10. Conquista y Colonización de América: Leyes de Indias.
11. Política exterior de la monarquía hispánica de Felipe II
12. Conde Duque de Olivares, rebelión de Cataluña e independencia de Portugal
13. Decretos de Nueva Planta y Centralismo Borbónico
14. Carlos III y el despotismo ilustrado.
15. Semana Trágica, anticlericalismo y fin del gobierno largo de Maura (1909)
16. El protectorado español en Marruecos y el Desastre de Annual de 1921.
17. Sufragio censitario, Sufragio universal y consecución del voto femenino
18. Constitución del 78 y Estado de las Autonomías.
19. La integración de España en la Comunidad Económica Europa
20. “Puedo prometer y prometo”: Adolfo Suárez y la UCD en la Transición.
21. “Por el Cambio”: Felipe González y el PSOE en 1982.
1. LA CULTURA DE TARTESSOS Y LAS COLONIZACIONES GRIEGA Y FENICIA.
Hacia el año 1000 a.C, además de los descendientes de los celtas, vivían en la península múltiples
pueblos indígenas: Los pueblos del norte (cántabros, galaicos y astures) influidos por la cultura
celta y muy atrasados; los celtiberas de la Meseta norte y occidente, con influencia cultural
celta e ibera autores de las esculturas verraqueñas (Toros de Guisando); y los iberos (Levante y
sur, más avanzados e influidos por fenicios y griegos, con manifestaciones artísticas como la
Dama de Elche o la Dama de Baza.
Tartesos: Fue la civilización más desarrollada entre los pueblos indígenas, asentada en el
suroeste (con centro en el valle del Guadalquivir y posible capital en la provincia de Huelva) entre
el 1.000 y 500 a.C. Su economía dependía de la agricultura, la ganadería, y según la Biblia y los
fenicios también de la extracción de minerales y su comercialización. De su riqueza da idea el
Tesoro de Carambolo del 600-550 a.C. encontrado en Sevilla y el Tesoro de Aliseda en Badajoz.
Políticamente era una monarquía, con reyes míticos como Gárgoris, Habidis o Gerión, e históricos
como Argantonio. La sociedad se dividía en clases o castas: aristocracia de ricos comerciantes y
terratenientes, clases medias de comerciantes y agricultores, y un importante grupos de
esclavos. Sabemos que adoraban a dioses orientales de influencia fenicia, y que conocían la
escritura, aunque todavía no se ha podido descifrar.
Hacia el 1200 a.C. llegan inmigrantes indoeuropeos (celtas) que se instalan en el noreste (cultura
de los campos de urnas o recipientes para enterrar las cenizas del fallecido) y en Asturias-
Galicia (cultura castrense).
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Los colonizadores del mediterráneo oriental (fenicios y griegos) llegaron a Iberia buscando
mercancías con las que comerciar: Minería (hierro, cobre, estaño, oro y plata), salazones de
pescado, productos de orfebrería, sal, etc.
Los fenicios fueron los primeros, como demuestra el yacimiento de Mezquitilla en Málaga (s. IX
a.C.) y la fundación de Gades o Cádiz sobre el 800 a.C., y sus asentamientos en Sexi (Almuñecar),
y en la región de Huelva (minas de Riotinto) y el sureste peninsular, extendiendo la minería y
metalurgia del hierro. Los cartagineses, fenicios emigrados a Cartago (Túnez) al caer Tiro en
manos de los babilonios, continuarán la colonización fenicia al instalarse en Ibiza en el s. VI a.C.
y fundando Cartago Nova finalmente en el 247 A.C., disputándose el dominio peninsular con los
romanos en las guerras púnicas (Aníbal y Escipión).
Los griegos. Los primeros griegos pudieron llegar en el s. VIII A.C., estableciéndose en Rhodes,
aunque la colonización definitiva se producirá cuando los griegos focenses (Focia está en la actual
Turquía) se establecen en Massalia (Marsella) en el s. VII A.C., y desde allí se extienden hacia el
sur, fundando Ampurias en el 575 a.C. y más tarde Denia, Sagunto o Alicante. Muchas veces
ocuparán antiguas colonias fenicias, para dedicarse fundamentalmente al comercio.
Los colonizadores, fenicios y griegos, dejaron una enorme impronta, aunque centrada sobre todo
en la costa mediterránea y valle del Guadalquivir. Nos legaron nuevos cultivos (olivo, lino,
esparto), el torno de alfarero, técnicas metalúrgicas, la moneda fenicia, un notable impulso
urbanístico, la utilización de esclavos como mano de obra y objeto comercial, y los alfabetos
fenicio y griego.
2. LA ROMANIZACIÓN DE LA PENÍNSULA IBÉRICA:
Después de la conquista, desarrollada en 4 fases desde la Guerras Púnicas entre Roma y Cartago,
se produce la romanización, entendida como la introducción de los elementos propios de la
organización social, política y cultural romana, y su asimilación por los pueblos indígenas de la
Península, aunque ello no significa que desparecieran completamente las formas culturas iberas y
celtas, ya que en muchos casos convivieron, pero siempre predominando las formas romanas. El
éxito de la romanización se explica por:
Las ciudades como núcleos administrativos, económicos y culturales, contribuyen a difundir
las formas de vida romanas. En Extremadura se fundan Caurium (Coria), Norba Caesarina
(Cáceres), Turgalium (Trujillo), Capera (Cáparra), y Emerita Augusta o Mérida.
El Ejército: Los soldados licenciados se instalan en tierras hispanas extendiendo las
costumbres y cultura romana, y los soldados auxiliares hispanos reclutados también
“aprender” las formas romanas, que después difundirán en sus tribus de origen.
Implantación del sistema administrativo de Roma.
La religión politeísta romana (Júpiter, Saturno…) y el cristianismo después, contribuyó a
difundir el culto al Emperador y respeto a las instituciones romanas, y a impulsar la unidad
religiosa, aunque las creencias indígenas no desaparecieron totalmente.
Red de comunicaciones: La construcción de la Vía de la Plata o “Iter ab Emérita Asturicam”,
comunica Sevilla con Astorga, atravesando Extremadura y sus principales ciudades, y el
resto de Vías, contribuyó a difundir la economía romana, facilitar la administración y el
desplazamiento de tropas, y a permitir la circulación de ideas y formas culturales.
El latín, como lengua oficial, se impuso en todo el territorio, dando uniformidad cultural a
Hispania, y difundiendo las ideas y cultura latina.
El Derecho romano garantiza unas leyes comunes para regular las cuestiones económicas,
civiles y penales.
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En el Levante y sur, más evolucionados culturalmente, la romanización será más rápida y
profunda, y pronto surgen figuras como Séneca o Marcial. El primero difundió la filosofía estoica
(Ética orientada a la virtud y a la superación de las debilidades y pasiones) y se convirtió en un
personaje importante en la corte de Nerón: “La verdadera tranquilidad solamente se encuentra en la buena
conciencia”. “No hay viento favorable para el que no sabe dónde va”. La verdad y la virtud son una misma cosa”. “No es
pobre el que tiene poco, sino el que mucho desea”).
La Administración territorial: Hispania se dividió en provincias desde el s. II a.C. (Hispania
Citerior al norte e Hispania Ulterior al sur), hasta que en el siglo I a.C Augusto distingue entre
Provincias senatoriales o plenamente pacificadas (Bética, con capital en Corduba) y Provincias
imperiales sometidas a control militar (Tarraconensis, con capital en Tarraconensis-Tarragona, y
Lusitania con capital en Emérita Augusta-Mérida), y finalmente se dividirá en 5 provincias
(Lusitania, Bética, Tarraconensis, Cataginensis y Gallaecia). Al frente de cada provincia estaba un
procónsul o propretor, y cada provincia se dividía en conventus jurídicos (administración de
justicia y la recaudación de impuestos), y ciudades como células básicas de la administración y la
economía, y con un mayor grado de autonomía y privilegios cuanto mayor fuese su romanización.
La sociedad: La sociedad romana se dividía en libres y no libres o esclavos, que eran la base del
trabajo. Los libres se dividen en ciudadanos romanos y no ciudadanos, y los ciudadanos, a su vez,
se dividen en:
1. Patricios o nobleza: Orden senatorial (Los más ricos y poderosos políticamente por
pertenecer al Senado), orden ecuestre o caballeros (Nobleza de de clase media,
funcionarios, comerciantes, propietarios), y orden decurional o decuriones (Nobleza
provinciana que controlan riqueza y política de estas ciudades).
2. Plebeyos: Ciudadanos libros, carentes de riqueza, influencia y privilegios, aunque
participaban en los comicios y asambleas urbanas. Muchos eran soldados, artesanos,
agricultores, aunque había un gran número de pobres encomendados como clientes a familias
ricas que les daban trabajo o les protegían a cambio de fidelidad.
Los indígenas se integraron y mezclaron con los ciudadanos romanos, aunque de forma
discontinua y desigual, según las épocas y las zonas geográficas, siendo mayor en el sur y levante.
Durante la conquista, los que opusieron resistencia fueron esclavizados para trabajar en la
agricultura, minas u obras públicas, aunque después la mayoría fue liberada (manumitida). La
aristocracia indígena se integro, a la larga, en el patriciado romano, y el resto simplemente
fueron considerados plebeyos o peregrinos. Los emperadores romanos fueron concediendo a
familias indígenas y a ciudades enteras el derecho de ciudadanía latina o romana. En el 69 d.C.,
Vespasiano (69-79) extendió la ciudadanía romana a todos los hispanos libres, otorgándoles
importantes derechos y privilegios, y Caracalla decretó la ciudadanía para todos los habitantes
del imperio (212 d.C), permitiendo a muchos hispanos participar en la administración imperial.
Habrá emperadores de origen hispano, como Trajano, Adriano, o Teodosio.
En lo económico, los romanos extendieron la moneda, desarrollaron el comercio y convirtieron a
las ciudades en los núcleos económicos fundamentales. Hispania exportó minerales, aceite, vino,
garum, caballos…La agricultura incorporó la rotación trienal, el arado, los abonos y los regadíos
del Levante, Ebro y Andalucía, y se especializó en cereales, vid y olivo, mediante una explotación
basada en latifundios y trabajo esclavo en las grandes villas (Edificios campestres rodeados de
latifundios). Roma no impulsó tanto el desarrollo de la artesanía, para evitar la competencia con
la de la capital, pero fue notable la de cerámica, salazón y medios de transporte.
Roma dejará importantes obras artísticas, sobre todo escultóricas, arcos conmemorativos,
arquitectura religiosa y lúdica, y obras de ingeniería civil. Templos, teatros (destacando el de
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Mérida) y anfiteatros para luchas de gladiadores y fieras, (Tarragona y Mérida), calzadas o Vías,
puentes (Puente de Alcántara en Cáceres con seis arcos de medio punto y 48 metros. de altura);
termas, alcantarillado, embalses y acueductos para conducciones de agua (Segovia y Tarragona, y
el de Los Milagros de Mérida con 9 km. desde el embalse de Proserpina).
La etapa romana finaliza con la llegada de los pueblos barbaros, con la invasión de suevos,
vándalos y alanos en el 409, la llegada de los visigodos para expulsarlos. En el 476 desaparece el
Imperio Romano, y los visigodos crean la Monarquía visigoda de Toledo en el 507, al ser
expulsados de la Gallia por los francos, iniciándose así la Edad Media peninsular.
3. LA MONARQUÍA VISIGODA: LEOVIGILDO Y RECAREDO.
En el 409 d.C. los suevos se instalan en Galicia, los vándalos en la Bética y los alanos en la
Cartaginensis, y Roma pacta con los visigodos de Tolosa (Francia) la expulsión de estos pueblos
barbaros de Hispania a cambio de tierras en Hispania para los visigodos. El Imperio romano
desaparece en el 476 y los visigodos son derrotados en Vouillé en el 507 y expulsados de la Galia
por los francos. Esto les lleva a instalarse definitivamente en España y crear la monarquía
visigoda de Toledo.
Los visigodos tenían un derecho consuetudinario y una sociedad de base étnica con vínculos
personales de obediencia, pero mantuvieron la legislación, idioma y moneda romanos, para los
hispanos. Su estado era una monarquía electiva en la que el Rey era Juez Supremo, Jefe del
Ejército, y principal legislador. Gobernaba asistido por clientes que le juraban fidelidad y
ayudado por diferentes instituciones: Comes (Comes del Tesoro Real, Comes de administración
de las tierras de la Corona, Comes de recaudación de impuestos, etc.) dirigidos por Condes; Aula
Regia o Consejo del Rey, integrado por magnates y Obispos; y los Concilios de Toledo
integrados por magnates, eclesiásticos y jefes militares, para
tratar asuntos religiosos y civiles; y una administración
territorial en manos de funcionarios civiles y militares, como los
Duces provinciales (delegados del rey), Comites civitates
(jueces de las ciudades) y Gardingos (jefes militares
comarcales).
La sociedad era controlada por la minoría visigoda, que
controlaba la riqueza y el poder sobre una mayoría
hispanorromana: Estaban prohibidos los matrimonios mixtos,
existía el Código de Eurico para los visigodos y el Código romano reformado por Alarico II para
los hispanorromanos, y religión católica para hispanorromanos y arriana para visigodos.
La economía se basaba en una agricultura de subsistencia de grandes propietarios visigodos y
campesinos hispanorromanos sometidos. Escasa artesanía en las pocas ciudades y débil comercio.
Leovigildo (573-586) fue el Rey más notorio: Logró la unidad territorial (expulsión suevos de
Galicia, conquistó a los vascones y derrotó a los bizantinos), impuso la monarquía hereditaria con
su hijo Recaredo, autorizó los matrimonios mixtos, intentó integrar a los hispanorromanos en la
administración, y buscó la unidad religiosa bajo el arrianismo, lo que provocó la rebelión de su
hijo y heredero Hermenegildo (católico) hasta su derrota y ejecución. Recaredo, segundo hijo de
Leovigildo, reinó (586-601) e impuso el catolicismo como única religión. Chindasvinto (642-
649/53) y Recesvinto (653-672) lograron la unificación jurídica con el Liber Iudiciorum (Fuero
Juzgo), que se convierte en el Código de Leyes escrito único durante buena parte de la Edad
Media cristiano-peninsular. La muerte del rey Vitiza provoca una guerra civil entre el nuevo rey
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Rodrigo y los hijos de Vitiza, que piden ayuda a los musulmanes. En el 711 los musulmanes de
Tarik derrotan al rey Rodrigo (Guadalete) y ocupan Hispania, finiquitando la monarquía visigoda.
4. MODELOS DE REPOBLACIÓN Y SU INFLUENCIA EN LA ESTRUCTURA DE LA PROPIEDAD.
El término Reconquista tiene escaso rigor histórico, ya que no había interés en restaurar la
Monarquía visigoda anterior a 711, sino la necesidad de justificar el “derecho” cristiano a ocupar
territorios musulmanes en una relación que alterna períodos de paz y guerra. Desde el 722
(Batalla de Covadonga), hasta el 1492 (Conquista de Granada) habrá varias etapas: Entre s. VIII-
X creación reinos cristianos y avances hacia el valle del Duero y norte valle Ebro, en los siglos
XI-XII ocupación definitiva valles Duero, Tajo y Ebro; en s. XIII control valles Guadiana y
Guadalquivir, Valencia y Murcia; y finalmente ocupación de Baleares y Granada.
El termino repoblación hace referencia al proceso de colonización o de asentamiento de
población cristiana en las tierras reconquistadas, ya que la ocupación población permitirá
defender y explotar económicamente esas tierras. Habrá cuatro tipos de repoblación: 1. La Presura o aprisio (norte del Duero, norte de Navarra y norte de Cataluña) en los siglos VIII-X, que
permitía el libre asentamiento de campesinos libres, animados por nobles y monasterios, a cambio de
propiedades. Se asocia a pueblos de realengo (autoridad real), agricultura y ganadería de subsistencia,
poca actividad mercantil y escasa circulación monetaria, y dio lugar a propiedades pequeñas y medianas
en el norte.
2. La Repoblación concejil por Fueros, en los siglos XI-XIII entre el Duero y Montes de Toledo y valle
del Ebro y norte de Levante. Se dividía el territorio en alfoces (actuales términos municipales) y con
una villa en la que residía la población y que recibía un Fuero real fundacional con privilegios y normas
que protegían a sus habitantes. El Fuero permitía que la villa se gobernase por un Concejo de
ciudadanos (actual Ayuntamiento), la dotaba de tierras comunales, y podían tener derecho a celebrar
mercados semanales y ferias anuales, floreciendo así el comercio y la artesanía, además de la
agricultura. Serán famosos los fueros fundacionales de, Logroño, Burgos, Salamanca, Zaragoza,
Valencia, o Plasencia, a la que Alfonso VIII concede una Carta de Privilegio fundacional en 1189. Se
caracteriza por propiedades agrícolas medianas que han llegado hasta hoy.
3. Repoblación por Donadíos Reales en La Mancha, Baja Extremadura y Andalucía, en los siglos XIII y
XIV. El Rey cede grandes propiedades a Ordenes Militares (instituciones religiosas de monjes
guerreros, como los de las Ordenes de Calatrava, Alcántara, Santiago y Montesa), a la Iglesia o y a la
nobleza. Se asocia a un sistema de propiedad latifundista que llega hasta nuestros días, y dará lugar a
la ganadería de la oveja merina protegida por el Honrado Concejo de la Mesta fundado por Alfonso X
en 1273, una agricultura cerealícola, con gran número de siervos (futuros jornaleros
4. La Repoblación por Repartimiento se practica desde 1250 en el valle del Guadalquivir, Levante y
Granada. Consistía en repartir casas y propiedades conquistadas entre los participantes en la conquista
proporcionalmente a su notoriedad, dando lugar a grandes o pequeños propietarios según su
importancia social o su participación en la conquista.
5. LA CORONA DE CASTILLA EN EL SIGLO XIII: ORGANIZACIÓN POLÍTICA Y EXPANSIÓN TERRITORIAL.
La Corona de Castilla en el s. XIII incluía el viejo reino de Asturias, el reino de León, y el más
moderno reino de Castilla (antiguo condado de Castilla independizado de León con Fernán
González). Territorialmente ocupaba Galicia, Asturias, León, País Vasco, Castilla, y las conquistas
del s. XIII: Después de la victoria sobre los almohades en las Navas de Tolosa (1212), Alfonso
IX fundó la Universidad de Salamanca en 1219 y ocupó Cáceres, Badajoz y Mérida; Fernando III
el Santo unificó Castilla y León en 1230, finalizó la conquista de Extremadura, ocupó parte del
valle del Guadalquivir (Córdoba en 1219 y Sevilla en 1248), y conquista Murcia, y Alfonso X (1252-
1284), consolidó las conquistas de Andalucía y Murcia, y promulgó el Código de las Siete Partidas,
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aunque se enfrentará a una guerra civil por la sucesión entre sus nietos (Infantes de la Cerda) y
su segundo hijo Sancho IV.
No tenía una capital fija, pero era el reino más extenso, con muchas villas de realengo
(dependientes exclusivamente el Rey) con Fueros que incrementaban el poder real. Las Órdenes
Militares, Iglesia y nobleza acumulaban grandes propiedades, y las mercedes enriqueñas del s.
XIV (mayorazgos y señoríos jurisdiccionales) aumentarán más su poder, aunque la monarquía
castellana siempre será más autoritaria y con más poder personal que la aragonesa.
Las principales instituciones: La Curia Regia, órgano consultivo formado por nobles; las
Contadurías y el Mayordomo Mayor, administraban las cuentas e impuestos; existía un Ejército
semipermanente financiado por el Rey, pero precisaba de las mesnadas nobiliarias en caso de
guerra; y las Cortes, surgidas de la convocatoria de una Curia ex traordinaria en 1188 por
Alfonso IX de León, pero pronto serán adoptadas por Castilla como parlamento con
representación nobiliar, eclesiástica y de las ciudades, y convocadas para tratar sobre legislación
e impuestos, aunque en el s. XIX perderán notoriedad al limitarse a aprobar nuevos impuestos y
tomar juramento al nuevo Rey, reduciendo el número de ciudades con representación y
ausentándose los nobles al estar exentos de impuestos.
Alfonso X el Sabio, a pesar de tener que hacer frente a la rebelión de los nobles (López Díaz de
Haro), que se niegan a financiar su candidatura a la corona del Imperio Sacro Germánico, y a una
guerra por la sucesión entre sus nietos y su hijo Sancho IV, logrará imponer la supremacía del
Derecho Romano y la ley escrita contra los usos y costumbres, redactando las Siete Partidas
como Código de leyes fundamental, completado en 1348 con el Ordenamiento de Alcalá de
Alfonso XI (1312-1350). El Rey era el Juez Supremo, aunque la Audiencia desde 1369 y la
Chancillería desde 1442, administraban justicia en nombre el Rey desde Valladolid. El Honorable
Concejo de la Mesta, regulaba los pastos y cañadas de la ganadería lanar castellana.
La administración territorial se basaba en la división territorial en: Merindades, gobernadas por
un merino o adelantamientos en la frontera; municipios de realengo gobernados por Concejos
abiertos -asamblea de vecinos-, pero en el s. XIII la nobleza y burgueses ricos patrimonializan
los cargos de Regidores y relegan a los Concejos, lo que lleva al Rey a crear los Corregidores o
representante del Rey para evitar los abusos de la oligarquía. Muchos municipios escapaban a la
legislación real al encontrarse dentro de señoríos jurisdiccionales o territoriales, dependientes
de señores feudales.
6. CALIFATO DE CÓRDOBA: ABDERRAMÁN III Y ALMANZOR
Cuando los musulmanes llegan a la península en el 711 establecen el Emirato dependiente de
Damasco, (714-756), y sufren la derrota de Covadonga en el 722 y la de Poitiers en el 732,
además de diversas revueltas bereberes, hasta que Abd-al-Rahman I crea el Emirato
independiente de Bagdad (756-929), al adueñarse los abasíes del Califato y expulsar a los
Omeyas de Damasco.
Abd-al-Rahmán III (912-961) se convierte en Emir en el 912 y se proclama Califa en el 929,
después de sofocar la rebelión muladí de de Ibn Hafsun, encarcelar a los Banu Quasy
zaragozanos en Córdoba y derrotar a los cristianos en Valdejunquera. Se proclama Califa
independiente de Bagdad y asume el poder religioso, para contrarrestar el liderazgo del recién
proclamado califato fatimí del Magreb. Abd-al-Rhamán y su hijo Al-Hakam II consolidan el poder
cordobés gracias a su riqueza (Impuestos, comercio, parias cristianas), que les permite sostener
un funcionariado y un ejército fiel, compuesto por bereberes y profesionales bárbaros, capaz de
someter las ansias independentistas de la aristocracia árabe, derrotar a los cristianos, y
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competir con los fatimíes norteafricanos por las rutas comerciales de Siyilmasa. Finalizan la
construcción de la Mezquita de Córdoba y del palacio de Medina Azahara. Durante el período los
reinos cristianos estuvieron sometidos a Córdoba, pagando tributos y aceptando el arbitraje
cordobés en las disputas entre reinos cristianos, aunque la victoria cristiana en Simancas (Ramiro
II de Leon-Fernán González de Castilla-Reina Toda de Navarra) en el 939 estuvo a punto de
cambiar este equilibrio al principio del califato Durante el Califato, Mérida y Badajoz serán
capitales de provincia (koras), dependientes del Califato de Córdoba.
Almanzor “El victorioso” (976-1002) fue Hachib (Primer Ministro) del Califa Hisham II (976-
1012), imponiéndose como hombre fuerte, rodeado de una clientela de funcionarios eslavos o
amiríes (europeos antiguos esclavos o liberados) y de un ejército de mercenarios controlado por
los bereberes. Somete a los cristianos con más de 20 razzias, saqueando Barcelona, Santiago,
Burgos, Pamplona, León..., imponiéndoles tributos o parias, y extiende su influencia sobre el
Magreb occidental. Murió en 1002 por las heridas en la batalla de Calatañazor, y le suceden sus
hijos, pero la revuelta cordobesa del 1009 inició la Fitna o guerra civil entre eslavos amiríes,
bereberes y árabes, con el apoyo de los reinos cristianos según conveniencia y a cambio de
tributos. El Califa Sulayman reconoció la independencia política de los señores territoriales, y en
1031 desaparece el califato con Hisam III como último monarca, dando lugar a los reinos de
Taifas.
7. ALMORÁVIDES Y ALMOHADES EN LA PENÍNSULA IBÉRICA
La desintegración del califato a principio del s. XI divide Al-Ándalus en veinte Reinos de Taifas
(Taifa significa en árabe “facción” o “bandería”), débiles y sometidos por los cristianos al pago de
parias (tributos). Distinguimos tres tipos de taifas: árabes andalusíes (Sevilla, Córdoba, Toledo,
Badajoz, Zaragoza), eslavas (Tortosa, Valencia, Murcia) y bereberes (Granada, Málaga…). Con el
tiempo, algunas desaparecen conquistadas por los cristianos o por taifas más poderosas.
La incapacidad de las Taifas para detener el avance cristiano (Alfonso VI conquista Toledo en
1085)las obliga a pedir ayuda de los Almorávides, quienes habían creado un gran Imperio
bereber en el norte de África, con capital en Marraqués, y practicaban y una religión muy
radical. Derrotaron a los cristianos en Sagrajas (1086) y Uclés (1108), y unifican las Taifas bajo
el mando de Yusuf Ibn Tashufin, con la ayuda de los alfaquíes andalusíes descontentos con la
relajación religiosa, la pérdida de poder político del Islam y el aumento de impuestos. No logran
recuperar Toledo y pronto aparecen los descontentos contra su intransigencia religiosa. El Cid,
principal “héroe” cristiano, ocupará momentáneamente Valencia y Alfonso El Batallador de
Aragón acabará ocupado Zaragoza, mientras en África surge el Imperio Almohade, provocando la
derrota almorávide y la aparición de los Segundos Reinos de Taifas hacia la mitad del s. XI.
Los Almohades norteafricanos, liderados por Ibn Tumart desde 1147, con una religiosidad
también muy radical, vienen en ayuda de las Taifas hispanas cuando Alfonso VII ocupa Almería, y
derrotan a los cristianos en Alarcos (1191), y unifican todo Al-Ándalus bajo su mando, con capital
en Sevilla. Inician la construcción de la Alhambra, pero sus disensiones internas, las
discrepancias religiosas, y la derrota de 1212 en las Navas de Tolosa, provocará el fin del reino
almohade peninsular y las Terceras Taifas, a pesar del intento efímero de Ibn Hud, desde
Murcia, por reunificar Andalucía.
Después de las conquistas cristianas del s. XIII, sólo permaneció independiente el reino Nazarí
de Granada. Pasará por diferentes vicisitudes, pero desde el s. XIV quedará sometido a los
tributos a Castilla y continuamente tiene que aceptar la perdida de territorios, hasta que entre
1482-1492, los RR.CC ocupan definitivamente Granada para integrarla en el reino de Castilla.
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8. LOS REYES CATÓLICOS: UNIÓN DINÁSTICA E INTEGRACIÓN DE LOS REINOS PENINSULARES.
Enrique IV nombró heredera a su hermana Isabel en 1468 por el Tratado de los Toros de
Guisando, pero rectifica al descubrir el matrimonio secreto de Isabel con Fernando de Aragón en
1469 en Valladolid, y declaró heredera a su hija Juana la Beltraneja. Isabel tenía 18 años y
Fernando de Aragón 17 años cuando se casaron, y eran primos, por lo que precisaban una Bula del
Papa, que se negó, y parece que el Arzobispo de Toledo (Alfonso Carrillo) falsificó la Bula papal.
Al morir Enrique IV en 1474, Isabel se autoproclamó reina en Segovia, iniciándose una guerra
civil entre los partidarios de Juana la Beltraneja (Sus enemigos decían que era hija de Beltrán de
la Cueva), apoyada por Luis XI de Francia y su prometido Alfonso V de Portugal, e Isabel,
apoyada por Juan II de Aragón. El Tratado de Alcaçovas de 1479, después de las victorias
isabelinas en Toro y en La Albuera (cerca de Mérida), reconoce a Isabel como reina, mientras
Juana, que se había casado con Alfonso V de Portugal en Plasencia, será recluida en un convento.
La nobleza extremeña apoyó a Juana, por lo que sufrió el castigo posterior de Isabel. Ese mismo
año muere Juan II de Aragón y su hijo, Fernando, hereda la corona.
Isabel y Fernando firmaron la Concordia de Segovia en 1475, acordando que los dos tendrían los
mismos poderes en Castilla y Aragón mientras viviesen (“Tanto monta, monta tanto, Isabel como
Fernando”). Nace así la Monarquía Hispánica, compuesta por varios estados o reinos (Corona de
Aragón y Corona de Castilla), con soberanos o reyes comunes, pero concebida como unión
dinástica o familiar (Los Trastámara), no como unión política e institucional, ya que cada reino,
como decía la mencionada Concordia de Segovia, conservaría sus leyes, instituciones y fronteras.
En esta monarquía, Castilla ejercerá el liderazgo, por su tamaño población, geográfico y
económico.
Reforzaron su autoridad creando instrumentos de control e incorporando expertos
administradores en detrimento de la nobleza. En Castilla crearon una estructura de gobierno
llamada polisinodial, que con pocas variantes se mantendrá hasta el s. XVIII, y cuya base eran los
Consejos. Habrá Consejos encargados de territorios (Indias, Aragón) y consejos por áreas
(Hacienda, Ejército). Los más importantes eran el Consejo Real o de Castilla, el de Aragón, el de
Hacienda, y el de Indias. Cada consejo estaba compuesto por asesores, nobles, eclesiásticos y
letrados nombrados por el rey, que asesoraban y estudiaban las medidas a tomar, y una vez
aprobadas por el rey se encargaban de llevarlas a cabo. Se crearon los Secretarios Reales o
funcionarios con formación jurídica que intermediaban entre los consejos en nombre del Rey, así
como los cargos de Virrey para gobernar determinados territorios. Los municipios se gobernaban
por un Concejo y un Alcalde o Regidor, pero los reyes designaban a un Corregidor o
representante real. Centralizaron la administración de Justicia mediante las Audiencias y
Chancillerías (Valladolid y Granada) y racionalizaron la legislación con el llamado Ordenamiento de
Montalvo. En Aragón también establecieron la figura del Virrey y la elección de cargos
municipales por insaculación.
Los impuestos (comercialización lana, alcabala...) y la rentas (Rentas de las Órdenes Militares,
rentas Iglesia por el Patronato Regio y la Bula de Cruzada, 5% quinto real del comercio
americano), financiaban los gastos del gobierno y permitieron crear un Ejército permanente
(Tercios), compuesto por caballería e infantería, que cimentó su dominio sobre la nobleza y su
expansión territorial.
En las Cortes de Madrigal de 1476 crearon la Santa Hermandad (milicia popular pagada por los
municipios en pueblos de más de 50 habitantes), para vigilar caminos, perseguir delitos y el
bandidaje, e incorporarse al Ejército en caso de necesidad. Fue suprimida en 1498, aunque
pervivieron las hermandades locales como “policía rural”.
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En Aragón resolvieron el conflicto de los payeses de remensa (Los señores querían imponerles
malos usos y la obligación de pagar una remensa para abandonar la tierra) con la Sentencia
Arbitral de Guadalupe en 1486 favorable a los payeses, creando una clase media de campesinos
prósperos, preocupados por la mejora de sus explotaciones y el incremento de la producción, y
por una herencia cedida al hereu (primogénito). La rebelión irmandiña (campesinos gallegos) fue,
sin embargo, reprimida duramente.
Castigaron a los nobles favorables a Juana la Beltraneja, derribando sus torres de homenaje, y
restituyendo algunas ciudades a la jurisdicción real (Plasencia), aunque las Cortes de Toro de
1505 reconocen los mayorazgos y eliminan la autorización real para constituirlos, convirtiéndolo
en el principal elemento protector del patrimonio nobiliar. El Rey se convierte en Gran Maestre
de las Ordenes Militares, controlando las enormes rentas de estas instituciones.
Impusieron la unidad religiosa gracias a la Bula del Papa Sixto IV de 1478 para establecer la
Inquisición, que perseguirá a los falsos conversos judíos y malos católicos. El Tribunal del Santo
Oficio, dirigido por Torquemada, recoge denuncias (muchas veces anónimas y falsas) y obtiene
confesiones bajo tortura, confiscando bienes y condenando a multar o la muerte en la hoguera. El
31 de marzo de 1492 los RR.CC decretaron la expulsión de los judíos de Castilla y Aragón,y a a
pesar de las Capitulaciones de Granada en 1492, que obligaban a respetar la religión de los
musulmanes, en 1499 el Cardenal Cisneros impuso la conversión forzosa al cristianismo de los
musulmanes, y en 1609 Felipe III acabó expulsándolos.
Fernando ocupó militarmente Navarra en 1512, alegando una conspiración franco-navarra, y en las
Cortes de Burgos de 1515 proclamó su anexión a Castilla, pero conservando sus fueros e
instituciones propias, entre ellas las Cortes.
9. EXPULSIÓN DE JUDÍOS (1492) Y EXPULSIÓN DE MORISCOS (1609)
Para evitar conflictos religiosos optan por imponer una sola religión. La bula del Papa Sixto IV de
1478 les permite instaurar la Inquisición para perseguir a los falsos conversos judíos y malos
católicos. El Tribunal del Santo Oficio, dirigido por Torquemada, recoge denuncias (muchas veces
anónimas y falsas) y obtiene confesiones bajo tortura, confiscando bienes y condenando a multar
o la muerte en la hoguera.
El 31 de marzo de 1492 los RR.CC decretaron la expulsión de los judíos de Castilla y Aragón.
Aproximadamente 70.000 judíos tuvieron que abandonar, mientras que unos 50.000 decidieron
convertirse al cristianismo, pero la Inquisición, desconfiada de su buena fe, no dejará de
perseguirles acusándoles de practicar el judaísmo en secreto. Abandonaron sus hogares sólo con
parte de sus enseres, por lo que malvendieron casas y tierras, o les fueron confiscadas por la
corona. Su expulsión supuso una gran pérdida, ya que muchos eran médicos, artesanos,
comerciantes, prestamistas, etc. Se asentaron en Portugal y Marruecos inicialmente, formando
comunidades sefardíes que han conservado la lengua y tradiciones hasta hoy.
Las capitulaciones, firmadas tras la toma de Granada en 1492, eran muy tolerantes y respetuosas
con las costumbres y religión musulmana de los mudéjares, pero en 1499 el Cardenal Cisneros fue
nombrado Inquisidor e impuso la aprobación de los decretos de 1501 y 1502, que les obligaba a
convertirse al cristianismo o abandonar Castilla y Aragón. La mayoría se convirtió sin convicción,
pasando a llamarse moriscos, y fueron objeto de persecución por la Inquisición. La prohibición del
uso de la lengua árabe, el uso de vestimentas y apellidos árabes y la práctica de ceremonias y
costumbres musulmanas, provocó la rebelión de las Alpujarras con Felipe II en 1568, y fueron
derrotados en 1570 por D. Juan de Austria, decretando su dispersión por toda España. Felipe
III los expulsará del Reino de Valencia en 1609 y del resto en 1614, por el recelo que causaban
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sus sus costumbres, prácticas religiosas y supuestos contactos con piratas berberiscos. Unos
275.000 fueron trasladados por mar al norte de África, culminando así la política de unidad
religiosa de los RR.CC. Valencia y Aragón sufrirán una crisis agrícola por falta de mano de obra
capacitada en el cultivo de huertas y frutales.
10. CONQUISTA Y COLONIZACIÓN DE AMÉRICA: LEYES DE INDIAS.
La búsqueda de nuevas rutas hacia oriente para alcanzar los mercados de la seda y las especias, y
la necesidad de encontrar oro y plata para acuñar moneda, habían impulsado ya las expediciones
portuguesas hacia oriente y las castellanas hacia Canarias. La brújula, el astrolabio, los
cuadrantes, cartas marinas y las mejoras en la construcción naval, facilitaron la labor. Portugal,
con Bartolomé Díaz, bordeo África y por el Cabo de Buena Esperanza llegó a las islas Molucas en
1488. Castilla incorporó las Islas Canarias, sometiendo a los indígenas guanches y estableciendo
allí repobladores castellanos.
Cristóbal Colón, de origen genovés, convencido de la esfericidad de la Tierra, pretendía llegar a
las Indias por el oeste. Portugal rechazó su proyecto en 1484, y después de muchos intentos
logró convencer a los RR.CC. para financiar el proyecto y firmar las Capitulaciones de Santa Fe el
17 de abril de 1492: Colón sería Almirante, Virrey y Gobernador de todas las islas y tierras que
descubriese, y recibiría la décima parte de las riquezas obtenidas, a cambio de incorporar dichas
tierras a la soberanía de los RRCC. Con un centenar de hombres, una nao y dos carabelas,
partieron del puerto de Palos el día 3 de agosto de 1492 y arribó a las Antillas el día 12 de
octubre, regresando a la península en 1493. Hasta 1504 realizó tres viajes más, creyendo haber
llegado a Asia, y murió pobre y olvidado en Valladolid en 1506, después de ser hecho prisionero y
juzgado por abusos en América. Fue el navegante florentino Américo Vespucio quien confirmó
que Colón había descubierto un nuevo continente. Portugal y Castilla pactaron los límites de su
expansión:
a.- Tratado de Alcaçovas de 1479: Canarias y la costa africana situada enfrente, para Castilla.
Resto costa africana, islas Azores, Madeira y Cabo Verde, para Portugal.
b.- La bula Inter Caetera, del papa Alejandro VI, en 1493 reconoce el dominio de Castilla sobre
lo descubierto a cien leguas al oeste de las islas Azores y Cabo Verde, y al este para Portugal.
c.- Tratado de Tordesillas, 1494, ampliaba la línea divisoria a 370 leguas al oeste de las islas de
Cabo Verde, lo que explica el futuro dominio portugués sobre Brasil.
Durante los reinados de Carlos V y Felipe II se produce la conquista y colonización del territorio,
de forma rápida, gracias a: La falta de cohesión interna de los imperios precolombinos, formados por tribus enfrentadas entre sí. La sorpresa provocada por los caballos, perros de presa y las armas de fuego. La mortandad provocada por enfermedades como la viruela y la sífilis entre los indígenas. Los vaticinios indígenas sobre la llegada de dioses oceánicos que acabarían con sus imperios.
Muchos extremeños emigraron a las nuevas tierras, participando en su conquista y llevando
nuestra cultura, religión (culto a la Virgen de Guadalupe), costumbres y toponimia geográfica,
destacando figuras como: Vasco Núñez de Balboa, de Jerez de los Caballeros, descubre el Océano Pacífico en 1513. Hernán Cortes, de Medellín, partió de Cuba en 1519 para iniciar la conquista del imperio azteca. Francisco Pizarro, de Trujillo, conquista el Imperio Inca (Perú, Ecuador y Bolivia) en 1532 y funda Lima. Orellana, también trujillano, explora el Amazonas en 1541. Pedro de Valdivia, de Villanueva de la Serena, descubre y conquista Chile en 1540.
En 1519 el portugués Magallanes y el español Juan Sebastián Elcano partieron de Sevilla con
cinco navíos y 265 hombres, y después de atravesar el Cabo de Hornos, morir Magallanes en
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Filipinas, y regresar por el cabo de Buena Esperanza, llegan a Sevilla en 1522 (1 navío y sólo 18
hombres), demostrando la esfericidad de la tierra.
El sistema de colonización implicó numerosos abusos. El Papa Alejando VI concedió el derecho a
evangelizar esas tierras, y los conquistadores aprovecharon para esclavizar a los indios, a pesar
de la oposición de los reyes, provocando una gran mortandad por agotamiento, malos tratos y
enfermedades como la sífilis y la viruela. Los repartimientos (los indios se repartían entre los
colonos y éstos se comprometían a instruirlos), y después las encomiendas (Asignación de indios a
un colono para que lo evangelizase y educase), sirvieron para lograr mano de obra para
plantaciones y minas, a pesar de la prohibición real. Fray Bartolomé de las Casas consideraba a
los indios seres racionales, libres y responsables, y denuncio los abusos, que los enemigos de
España utilizaron para forjar la leyenda negra. En 1542 las Leyes Nuevas de Indias prohibían la
esclavitud de los indios, decretaba su libertad respecto a sus encomenderos, y obligaba a las
nuevas expediciones a incluir un religioso encargado de evangelizar y evitar abusos. Estas leyes
fueron difíciles de aplicar, y los conquistadores aplicaban el “Se obedece, pero no se cumple“.
Al tiempo que avanzaba la conquista y se organizaba la explotación, el oro y la plata empezó a
llegar a Sevilla desde minas como Potosí y Zacatecas, con dos flotas anuales trayendo y llevando
mercancías. La Casa de Contratación de Sevilla actuaba como aduana y garante del monopolio
castellano sobre el comercio con América. Estas riquezas financiarán las guerras de los austrias,
pagando los préstamos previamente concedidos por banqueros alemanes y genoveses. La
administración dependerá del Consejo de Indias (1524) desde Castilla, la creación de dos
Virreinatos en América divididos en Capitanías Generales, y la creación de cabildos equivalentes
a Ayuntamientos.
11. POLÍTICA EXTERIOR DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA DE FELIPE II
Felipe II no fue un jefe militar, sino un burócrata que trató de controlar hasta los menores
detalles de la administración, pero preservando los principios de su padre: Hegemonía en Europa,
lucha contra el turco en el Mediterráneo, y defensa de la ortodoxia católica. Francia dejó de ser
un problema después de su derrota en San Quintín y sus guerras civiles (religiosas), pero
surgieron otros rivales.
1. Sublevación en los Países Bajos (1566-1648): En Flandes (Bélgica, Holanda, Luxemburgo y
Artois) estalló una rebelión religiosa (calvinistas), popular (crisis económica) y política (deseos
independencia en torno a la familia Orange), desembocando en la llamada “Guerra de los 80
años”. Las acciones militares de D. Juan de Austria y el Duque de Alba no lograron acabar con
la rebelión, y sólo la combinación de fuerza y diplomacia de Alejandro Farnesio logró mantener
a Bélgica dentro del imperio, aunque no impidió la futura independencia de Holanda. En la PAZ
DE Westfallia de 1648 España reconoce la independencia holandesa oficialmente.
2. Los turcos (1570-1571): En 1570 la monarquía hispánica, Venecia y la Santa Sede forman la
Liga Santa y organizan una flota que bajo el mando de D. Juan de Austria conseguirá la
victoria de Lepanto, donde perdió un brazo Cervantes, frenará el avance turco.
3. La guerra contra Inglaterra (1585-1604): Felipe II fue rey consorte de Inglaterra, hasta
1558, pero su mujer, María Tudor, murió sin descendencia y subió al trono su hermana Isabel
(protestante). La rivalidad por el comercio Atlántico y la ayuda inglesa a los rebeldes
holandeses, provoco el enfrentamiento. En 1588 Felipe II envió la Armada Invencible, que
debía recoger el ejército de Flandes e invadir Gran Bretaña, pero la descoordinación, las
tormentas y el acoso de la armada inglesa, provocaron el desastre: Treinta y cinco barcos
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hundidos, 18.000 muertos por naufragios, hambre y enfermedades, y 1.400 muertos en
combate.
4. Expansión colonial: Se incorporaron las islas Filipinas y se fundó Manila por Legazpi en 1571,
convirtiéndose en un activo mercado.
12. CONDE DUQUE DE OLIVARES, REBELIÓN DE CATALUÑA E INDEPENDENCIA DE PORTUGAL
El Rey y su valido, el ambicioso e inteligente Conde-Duque de Olivares (Gaspar de Guzmán y
Pimentel, 1587-1645), intentaron recuperar el liderazgo hispano abordando importantes
reformas resumidas por Olivares en el “Gran Memorial” de 1624. En lo económico reducirá los
gastos, limitará la emisión de moneda de vellón, e impulsará la producción artesanal. La Unión de
Armas pretendía crear un ejército de 150.000 hombres sostenidos por todos los reinos de la
monarquía y no sólo por Castilla, como primera medida de un proyecto de centralización y
uniformización administrativa, que fortaleciese el poder absoluto de la Corona. El intento de
convertir a Felipe I en rey de España y no de una suma de reinos, termino en crisis (Quevedo dio:
“Toda España está en un tris/ y a pique de dar un tras”) por la oposición de los reinos que
conservaban sus instituciones y leyes propias, y el cese de Olivares en 1643.
Rebelión de Cataluña (1640-1652): El intento centralizador de Olivares, la Unión de Armas, y
la presencia de los Tercios en Cataluña, que obligaba a su alojamiento y manutención, provocó el
descontento. La rebelión estalló el 7 de junio de 1640 en el llamado “Corpus de Sangre”, cuando
los segadors, que habitualmente acudían a Barcelona para ser contratados, se sublevaron y
asesinaron al Virrey. Los rebeldes, liderados por el sacerdote Pau Claris, se sometieron a la
soberanía francesa y nombraron a Luis XIII Conde de Barcelona en 1641. El posterior
descontento con el absolutismo centralista francés y la campaña militar de Juan José de Austria
en 1652, acabó con la rebelión, ajusticiando a Pau Claris.
Rebelión e independencia de Portugal (1640-1668): Los mismos motivos, además de la
percepción de que los intereses coloniales portugueses no eran protegidos por España, provoco
esta rebelión y la proclamación del Duque de Braganza como rey (Juan IV). La Guerra de
Restauración se prolongó hasta 1668, cuando Carlos II reconoció la independencia portuguesa.
13. DECRETOS DE NUEVA PLANTA Y CENTRALISMO BORBÓNICO
Absolutismo, unificación, centralización, y uniformización, son los conceptos claves del
reformismo borbónico, presentando sus reformas como castigo a los derrotados (Aragón,
Decretos de Nueva Planta), premio para los aliados (Navarra y País Vasco, mantienen sus fueros),
y como modernización para todos.
1-Absolutismo y unificación. Impondrá el absolutismo de Hobbes (el hombre es un lobo para el
hombre y sólo la renuncia de los derechos individuales a favor de un soberano absoluto,
practicado por Luis XIV en Francia (“El Estado soy yo”), contra la diversidad aduanera, judicial y
administrativa de la Monarquía de los austrias. El Rey tiene soberanía divina y ejerce el poder
Legislativo, Ejecutivo y Judicial. La Ley Sálica de 1713 excluye a las mujeres, derogando la las
Siete Partidas de Alfonso X el Sabio, que permitía el reinado de mujeres en ausencia de varón.
2-Decretos de Nueva Planta y Uniformización: Habrá 4 Decretos de Nueva Planta (Valencia-
1707; Aragón-1711; Mallorca-1715; Cataluña-1716), que eliminarán los fueros locales, autonomía
municipal, Cortes, legislación, e impondrán el idioma, las leyes, la administración municipal, y las
instituciones castellanas en esos reinos. Uniformizaron política y jurídicamente España, y Felipe
V recurrió al derecho de conquista para imponerlos, presentándolos como un castigo para sus
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enemigos. Las instituciones, leyes, idioma y Cortes de Castilla, sustituyen a los particulares de
cada reino, menos en Navarra y País Vasco, y los virreyes son sustituidos por un Capitán General.
El avance en uniformización política, administrativa y jurídica, es innegable, aunque para todo el
reino, aunque se mantuvieron las monedas regionales, el Derecho Civil de Aragón y Cataluña, y
todavía no se impondrá un impuesto único. Cataluña consideró la Guerra de Sucesión y el Decreto
de Nueva Planta de 1717 en símbolos de agravio a su identidad nacional, al prohibir el catalán en
actos oficiales e imponerse la administración y lengua castellana.
3-Centralización administrativa: La Administración Central de los austrias se basaba en el
sistema de Consejos (Estado, Inquisición, Hacienda, Guerra, Aragón, Indias, etc.) a cargo de un
Secretario, y con el Consejo de Castilla como principal y Tribunal. Felipe IV conserva el de
Castilla (Gobernación y Tribunal Supremo), y sustituye el resto por Secretarías, dirigidas por
Secretarios de Despacho y con un cuerpo de funcionarios. Los Secretarios de Despacho
preceden a los actuales Ministros, y con el tiempo el Secretario de Despacho de Estado ejercerá
como una especie de Primer Ministro. Las Cortes de Castilla y Navarra tenían tres brazos
(nobleza, clero y pueblo llano), las convocaba el Rey y sólo se reúnen para coronar a un nuevo Rey
o para aprobar nuevos impuestos. .
La Administración Territorial: El territorio se dividirá en Intendencias desde 1718, cada una a
cargo de un Capitán General con autoridad política y militar, asesorado por los magistrados de la
Audiencia (Justicia), y asistido por un Intendente para atender los asuntos de Hacienda y
economía, siendo muy importantes para impulsar el desarrollo de cada región. La Intendencias se
dividen en municipios gobernados por Ayuntamientos con alcaldes y un Corregidor del Rey.
El Consejo de Indias y la Casa de Contratación de Sevilla (trasladada a Cádiz en 1717-18 y
disuelta en 1790) administran América desde la península. El territorio se divide en Virreinatos
(Nueva España, Perú, Nueva Granada creado por Felipe V, y el de Río de la Plata creado por
Carlos III), con un Ejército permanente desde Felipe V, y las Intendencias sustituirán a las
gobernaciones y corregimientos desde Carlos III.
4-Reforma de la Hacienda. La Hacienda de los Austrias dependían de los impuestos de Castilla,
al mantenerse las exenciones forales de los otros reinos, de intermediarios que adelantaban los
fondos a la Corona y después cobraban los impuestos con una prima, y de la llegada de la Flota
Americana. Los borbones reducen los gastos al librarse de Flandes e Italia, racionalizan gastos e
ingresos, y los Decretos de Nueva Planta obligaban a todos los reinos a contribuir con una
cantidad fija a los gastos (Catastro en Cataluña, equivalente en Valencia), única contribución en
Aragón y talla en Baleares.
14. CARLOS III Y EL DESPOTISMO ILUSTRADO.
Hijo de Felipe V e Isabel de Farnesio, renuncio al reino de Nápoles para suceder a su hermano
Fernando en la corona española. No pudo evitar firmar el Tercer Pacto de Familia con Francia y
entrar en la Guerra de los 7 Años en 1761. Algunos monarcas apostaron por el Despotismo
Ilustrado para fortalecer sus Estados con reformas ilustradas en lo económico, social y cultural,
para mejorar la situación de sus súbditos a través del “buen gobierno”, pero sin cuestionar el
absolutismo y la soberanía divina. Mejorando la educación, el comercio, el urbanismo, las
comunicaciones, la agricultura, y con el lema “Todo para el pueblo pero sin el pueblo”, pretendían
“hacer la revolución desde arriba para evitar una revolución desde abajo”. Carlos III fue uno de
los principales representantes del Despotismo Ilustrado europeo, junto con José I de Austria,
Federico de Prusia y Catalina la Grande de Rusia.
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1. Carlos III impulso las Sociedades de Amigos del País (Redactaron informes, crearon escuelas
de oficios, e impulsaron expediciones científicas y cartográficas como la de Jorge Juan), y
favoreció a pensadores, científicos y literatos, rodeándose de ministros ilustrados como
Olavide, Macanaz, Jovellanos, Ensenada, Esquilache, Aranda. El Motín de Esquilache de 1766,
provocado por la carestía de alimentos y las medidas de seguridad de Esquilache en Madrid,
fue aprovechado por el Rey para culpar a los Jesuitas, expulsarlos de sus territorios y así
entregar Sacramento a Portugal.
Las reformas más importantes del reinado se resumen en:
2. Modernizó y embelleció Madrid (Iluminación, alcantarillado, ensanchamiento de calles, Puerta
de Alcalá y Puerta de Toledo), finalizó las obras del Palacio de Aranjuez y Palacio de La Granja,
y abordó reformas urbanísticas en otras ciudades.
3. El Decreto sobre la honestidad de todas las profesiones y la creación de Escuelas de Artes y
Oficios impulsaban las actividades productivas.
4. Liberalizó el comercio con los Decretos sobre Libre Circulación de Granos, abolición de tasas
en 1765, y liberalización comercio con América en 1778. Impulsó la producción industrial con
los Decretos de 1761 y 1768, favoreció las Manufacturas o Fábricas Reales, y limitó los
derechos de la Mesta y los Gremios.
5. Las reformas hacendísticas incluyeron la creación del Banco de San Carlos en 1782, la Lotería
Nacional en 1763 para lograr fondos para la Hacienda Pública, y en 1780 emitió títulos de
Deuda o Vales Reales al 4% de interés (El comprador presta dinero al Estado por el tiempo y el
interés estipulado) para financiar los gastos y que acabarán utilizándose como papel moneda
hasta que el Estado dejo de pagar los intereses y se devaluaron completamente con Carlos IV.
6. En agricultura intentaron aumentar la superficie cultivable y la productividad, repartiendo
mejor la tierra: Campomanes propuso arrendar tierras de realengo a campesinos con medios
para trabajarlas en Extremadura (1766-Badajoz), Andalucía y La Mancha; Olavide apostó por
colonizaciones en Sierra Morena, Villarreal de San Carlos en Monfragüe, para asentar
campesinos a cambio de tierras y casa; y Jovellanos redactó el “Informe sobre la Ley Agraria ,
publicado en 1794, donde proponía la desamortización de tierras amortizadas y el reparto de
bienes municipales entre campesinos, y abolición de La Mesta, señoríos y gremios.
7. Se creó la Junta Suprema del Estado en 1787, se ampliaron las competencias del Consejo de
Castilla y de las Secretarías, la política Regalista permite a Carlos III nombrar Obispos y
controlar la Inquisición, la Reforma Municipal de Campomanes en 1766 mejora la participación
popular en los gobiernos municipales.
8. En América se crearon las Intendencias, el Virreinato de Río de la Plata en 1776, se liberalizó
el comercio, y el control centralista de Madrid excluyo a los criollos de cargos importantes,
provocando la rebelión criolla del Perú que derivó en la rebelión indígena de Tupac Amaru.
15. SEMANA TRÁGICA, ANTICLERICALISMO Y FIN DEL GOBIERNO LARGO DE MAURA
(1909).
Antonio Maura, líder del Partido Conservador desde 1903, protagonizará la llamada “revolución
desde arriba” e intentará atraer a las llamadas “masas neutras” (grupos sociales neutrales
ideológicamente) al sistema para evitar una revolución radical desde abajo. Promovió importantes
medidas regeneracionistas:
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1 Ley electoral de 1907: Sufragio universal masculino por oficios, obligatoriedad de votar,
proclamación directa de los candidatos si sólo se presentaba uno por distrito, y el Tribunal
Supremo decidiría sobre las actas sospechosas de adulteración electoral.
2 Ley de Administración local: Autonomía municipal y posibilidad de crear mancomunidades, como
concesión a las reivindicaciones del nacionalismo catalán.
3 Impulsa la economía con la Ley de Protección de la Industria Nacional y el Plan de
Reconstrucción Naval.
4 Mejoras sociales desde sus convicciones católicas, con la creación del Instituto Nacional de
Previsión en 1908 como origen de la futura Seguridad Social, regulación de la jornada laboral,
del trabajo de mujeres y niños, y con la Ley del descanso dominical.
Sus logros fueron notables, pero no consiguió desmontar el caciquismo, ni convencer a la
oposición liberal, nacionalista y republicana, que se opusieron violentamente a la Ley de
Administración local y consideraban que la Ley electoral sustituía el sufragio universal por un
sufragio corporativo (elecciones por oficios), mientras el obrerismo consideraba insuficientes las
reformas laborales.
Esta oposición se vio impulsada por los sucesos de 1909 (Semana Trágica de Barcelona del 26
de julio al 2 de agosto de 1909), donde confluyen la oposición antimilitarista, las
reivindicaciones obreristas, nacionalistas (contra la Ley de Jurisdicciones), anti-quintas, y el
anticlericalismo y la oposición a la Ley de Administración Local de los republicanos de Lerroux,
desencadenando la llamada Semana Trágica. Los ataques de los rifeños a los intereses españoles
en Marruecos obligaron al gobierno a reclutar reservistas para enviar al Protectorado, lo que
desencadenó una oleada de protestas populares anti quintas en toda España que se agravan en
Madrid al embarcar los reclutas en Atocha, y en Barcelona en la Semana Trágica (25 julio a 1 de
agosto de 1909), al tiempo que unos 1.200 soldados españoles eran masacrados en el Barranco del
Lobo el 26 de julio de 1909, cerca del Monte Arruit.
La revuelta, liderada por republicanos de Lerroux, y apoyada por los obreristas y nacionalistas,
deriva en incendios de iglesias, conventos, edificios públicos, y la convocatoria de huelga general
para el 26 de julio. Maura recurre al ejército para reprimir la revuelta. Se saldará con más de
100 muertos, 88 edificios religiosos incendiados, mil detenidos, varias condenas a muerte, y 5
ejecutados.
Se responsabiliza a los anarquistas y anticlericales de Lerroux como principales agitadores, y se
acusa a Francisco Ferrer Guardia (Líder anarquista y fundador de la Escuela Moderna de
Barcelona), de promover la revuelta, siendo juzgado y ejecutado, a pesar de las protestas
nacionales e internacionales. Las protestas, al grito de “!Maura no¡”, logran la dimisión del
Presidente del Gobierno, y la convocatoria de elecciones, la alianza republicano-socialista que
llevará al primer diputado socialista a las Cortes (Pablo Iglesias), y la victoria de los progresistas
de Moret y Canalejas en 1910.
16. EL PROTECTORADO ESPAÑOL EN MARRUECOS Y EL DESASTRE DE ANNUAL DE 1921.
La derrota marroquí en 1859 ante España supone la ampliación de los territorios españoles en
zona, y el tratado de fin de siglo con el Sultán acepta esa ocupación. Las Conferencias de
Algeciras de 1906 y 1911, y el tratado con Francia en 1912, resuelven a rivalidad de las grandes
potencias en la zona y evita la expansión alemana, acordando la división de Marruecos en dos
protectorados: El español al norte (Territorios norteños en el Rif y Yebala en torno a Ceuta y
Melilla, Tánger, y Juby en los límites del Sahara español) y el francés en el resto.
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España se compromete garantizar el dominio efectivo sobre la zona, pero le resulta difícil ante la
rebelión de los rifeños, tribus del Riff, que se rebelan contra la presencia hispana y asaltan
empresas mineras y ferroviarias cerca de Melilla. Maura decide enviar más tropas y decreta la
movilización de reservistas, con las consiguientes protestas como detonante de la Semana
Trágica barcelonesa desde el 26 de julio al 2 de agosto. El mismo día en que se inicia la revuelta
barcelonesa (26-VII-1909) se produce la derrota del Barranco del Lobo (cerca de Monte
Arruit), con la muerte de más de 1.200 soldados. La noticia de este desastre se suma al resto de
reivindicaciones de los manifestantes barceloneses (republicanos, nacionalistas, obreristas, anti
quintas…), provocando el fin del gobierno de Antonio Maura.
Posteriormente se vive un período de tensa calma en el Protectorado, con diversas acciones
guerrilleras, pero sin poner en peligro el dominio español, que sigue avanzando en la creación de
infraestructuras y de los órganos de gobierno. La I Guerra Mundial será un período de
crecimiento económico para España y de tranquilidad en su protectorado marroquí, pero no por
que hubiesen desaparecido los deseos de independencia marroquí ni sus líderes, sobre todo Abd-
el-Krim.
Al acabar la guerra, intenta fortalecer su dominio en la zona, para evitar que Francia, con la
excusa de la debilidad del control español sobre la región, ocupase esos territorios. En 1921 el
General Berenguer (en la parte occidental) y Silvestre (en la oriental), desencadenan una
ofensiva que provoca el contraataque de Abb-el-Krim desde Alhucemas y la recuperación de los
territorios conquistados por España después de infligir al Ejército hispano la derrota en Annual
el 22 de Julio de 1921: 12.000 soldados españoles muertos y 4.000 heridos.
Este desastre provoca una crisis política, protestas callejeras, el descubrimiento de una trama
de corrupción en los abastecimientos al ejército, que incluye al propio Rey, y la creación de una
Comisión que elabora el Informe Picasso sobre este asunto. La izquierda y el pueblo llano,
consideraban que esta larga guerra sólo beneficiaba a la oficialidad militar, a las empresas con
intereses en el ferrocarril y las minas marroquíes, a los suministradores y transportistas de
material para el Ejército, y a los comisionistas (corrupción) de contratas.
La crisis desencadena el golpe de estado del General Primo de Rivera, y Abd-el-Krim amenaza el
Protectorado francés, lo que provoca la alianza hispano-francesa en su contra en 1925. En
septiembre de 1925, tropas hispano-francesas, desembarcan en Alhucemas y derrotan a los
marroquíes, aunque oficialmente la guerra no finaliza hasta 1927. Por fin, se produce el dominio
efectivo de España sobre su Protectorado, que seguirá ligado a España hasta 1956
17. SUFRAGIO CENSITARIO, SUFRAGIO UNIVERSAL Y CONSECUCIÓN DEL VOTO
FEMENINO.
El sufragio o derecho a votar puede ser: Censitario (votan los varones mayores de edad que
pagan una determinada cantidad de impuestos); universal masculino (votan todos los hombres
mayores de edad); y universal (votan hombres y mujeres mayores de edad).
La consecución del derecho al sufragio pasa por diversas etapas:
Cortes de Cádiz: De los 301 diputados que formaron las Cortes, de los 360 que deberían haber
recogido su acta, fueron elegidos combinando métodos de designación del A. Régimen (7
representas de las Juntas de Provinciales, 37 representantes de las ciudades, y 67 de las
provincias de ultramar) y el sufragio universal masculino (varones mayores de 25 años con casa
abierta) e indirecto en 3 niveles por circunscripción electoral en la península (209 diputados, a
razón de 1 por cada 50.000 hbts.). Las elecciones a Cortes Ordinarias de 1812 se realizaran con
la normativa de la Constitución de 1812: sufragio universal masculino indirecto con tres niveles
17
(parroquia, partido y provincia), y los candidatos deberían disponer de una “renta proporcionada
procedente de rentas propias”.
Fernando VII derogó en 1814 el sufragio hasta que el Trienio liberal (1820-1823) restableció la
Constitución de 1812, para volver a derogarse en la Década Ominosa El Estatuto Real de 1834
incluyó el sufragio censitario (0,15% población) para elegir al Estamento de Procuradores
(mayores de 30 años con una renta anual de 12.000 reales), hasta que Mendizábal restablece la
Constitución de 1812, pero mantiene el sufragio censitario (0,6%) de la población.
Moderados y progresistas mantendrán el sufragio censitario (un poco más amplio en los
segundos) hasta 1868. La Constitución progresista de 1837 y la ley electoral posterior contemplo
un sufragio censitario para el 2’2% de la población (varones mayores de edad que pagasen 200
reales anuales de contribución), ampliándose hasta el 4’32 % en 1843. La Constitución moderada
de 1845 contempla el sufragio censitario para el al 0’8% de la población (400 reales anuales de
contibución, o 200 si se era doctor, licenciado o magistrado), elevado en 1857 al 1% por el Acta
Adicional a la Constitución de 1845, y al 2,67% por la Ley electoral moderada de1865
(profesionales liberales no tenían que demostrar un mínimo nivel de riqueza).
La “Revolución Gloriosa” de 1868 y la Constitución de 1869 establecen el sufragio universal
masculino (varones mayores de 25 años), vigente durante todo el Sexenio Democrático y
respetado por Cánovas en las elecciones a Cortes Constituyentes de 1875. La Constitución de
1876 y la futura Ley electoral de 1978 restablecen el sufragio censitario masculino.
La Ley Electoral de 26 de junio de 1890, definitivamente, aprueba el sufragio universal
masculino (varones mayores de 25 años), y Antonio Maura lo ratifica con la ley de de 1907, que
sirve de norma para las elecciones a Cortes Constituyentes republicanas en 1931, hasta que la
Constitución de 1931 reconoció el sufragio femenino.
La lucha femenina por la igualdad emerge desde la Revolución Industrial, para luchar con la
discriminación salarial y laboral de las mujeres, y con el Liberalismo que no contempla los
derechos políticos de la mujer. La lucha de las sufragistas por su derecho al sufragio, muy
importante en EE.UU y en Gran Bretaña (Emmeline Pankhurst), se une a otras reivindicaciones
sociales y económicas. El reconocimiento del sufragio femenino será escalonado: Algunos estados
norteamericanos (Wyoming, 1869; Utah, 1870; Colorado, 1893; Idaho, 1896), Nueva Zelanda
(1893), Australia (1902), Finlandia (1906), EE.UU (1920), y ¡Francia en 1946¡.
El sufragismo y feminismo español apareció algo más tarde, debido a la débil urbanización y
alfabetización, y al arraigo de las tradiciones conservadoras y católicas. Surgen, a principio de
siglo, organizaciones como la Unión Ibero-Americana de Madrid, la Lliga Patriótica de Dames, la
Agrupación Femenina Socialista en 1912 de Virginia González y Margarita Nelken, la Federación
Sindical de Obreras en 1912, y las católicas Sindicato de la Inmaculada y la Asociación Nacional
de Mujeres Españolas (ANME). Clara Campoamor, Victoria Kent, Margarita Nelken, reivindican la
educación femenina y el acceso de la mujer a la universidad y al funcionariado.
En 1907, 1912, y 1919, se presentan enmiendas en las Cortes sobre el derecho de la mujer al
sufragio, aunque prohibiendo las candidaturas femeninas o estableciendo dos días distintos para
votar hombres y mujeres. Primo de Rivera aprobó leyes de protección del trabajo femenino, creo Institutos Femeninos, facilitó su acceso a la universidad, y el Estatuto Municipal de1924
permitía el voto femenino (mujeres emancipadas mayores de 23 años y las casadas) y
candidaturas femeninas, y en 1926 votaron en un referéndum de adhesión al régimen.
Se mantuvo el sufragio universal masculino en las elecciones a Cortes Constituyentes de 1931,
pero se permitió el sufragio pasivo femenino (podían ser candidatas, pero no votar), que convirtió
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en diputadas a Margarita Nelken (PSOE), Clara Campoamor (Partido Republicano Radical) y
Victoria Kent (Partido Republicano Radical Socialista). El art. 36 de la Constitución de 1931
reconocía el voto femenino, con la oposición de algunos diputados de izquierdas y de Margarita
Nelken (Todavía no era diputada) y Victoria Kent, por el recelo a la influencia machista y de la
Iglesia para condicionar el voto femenino, y en contra de Clara Campoamor, que voto a favor del
sufragio femenino ya el 1 de Octubre de 1931: 161 si, 121 no y 188 abstenciones.
18. CONSTITUCIÓN DEL 78 Y ESTADO DE LAS AUTONOMÍAS.
El Rey aboga por “devolver España a los españoles” mediante un régimen constitucional que
superase las diferencias entre los diferentes sectores ye ideologías políticas. Se formó una
Comisión Constitucional de 7 diputados (Gabriel Cisneros, José Pedro Pérez Llorca, Miguel
Herrero y Rodríguez de Miñón –de UCD-, Jordi Solé Tura del PCE, Gregorio Peces Barba del
PSOE-, Fraga Iribarne de AP- , y Miguel Roca de CiU) que redactó el proyecto aprobado por las
Cortes el 31 de agosto de 1978. La Constitución fue aprobada en referéndum el 6 de diciembre,
con un 87,7% de votos favorables.
La Constitución crea un régimen monárquico parlamentario, un Estado descentralizado, el respeto
a los "derechos históricos" de algunos territorios, división de poderes, sufragio universal,
aconfesionalidad del Estado, parlamento bicameral, y un Estado de Derecho garantizado por los
tribunales.
En el preámbulo recoge los derechos y deberes fundamentales y la definición del Estado, y en el
título preliminar establece el principio de soberanía nacional y monarquía parlamentaria. En su
articulado desarrolla las principales libertades y derechos (Expresión, reunión, asociación,
residencia), la abolición de la pena de muerte, y la creación de la figura del Defensor del Pueblo
garantizar los derechos ciudadanos ante la administración. El Rey asume la Jefatura del Estado
de forma vitalicia y hereditaria (línea sucesoria masculina), subordinando sus poderes a la
Constitución y las Cortes, y con unos poderes muy limitados (sanción de las leyes, mando supremo
nominal de las Fuerzas Armadas, representación del Estado en el exterior, proponer candidato
Presidencia Gobierno).
En lo referente a la separación de poderes dice que el poder ejecutivo corresponde al Presidente
(Propuesto por el Rey y elegido por el Congreso) y a su Gobierno (Ministros nombrados por el
Presidente); el poder legislativo corresponde a las Cortes Generales formadas por el Congreso de
los Diputados (elegidos por sufragio universal) y el Senado (Una parte senadores elegidos por
sufragio y otra designados por las autonomías); el poder judicial corresponde a los jueces y
magistrados sometidos al Tribunal Supremo y al Tribunal constitucional.
La Constitución establece dos posibilidades de reforma: La que afecta a sus partes
fundamentales exige la aprobación de 2/3 de las Cortes y un referéndum, y la que afecta a
cuestiones particulares exige la aprobación de 3/5 partes de las Cortes. Hasta ahora se reformó
en 1992 para conceder el derecho al voto en las elecciones municipales a los ciudadanos de la
Unión Europea que viven en España, y en 2011 para reconocer la responsabilidad soberana de la
Deuda Pública, impuesta por las exigencias de la UE para hacer frente a la crisis económica.
El Estado de las autonomías. El tradicional Estado centralizado, con la excepción de las
autonomías de la II República, será sustituido por la descentralización de autonomías regionales,
lo que coloquialmente se denominó "café para todos". Ya antes de la Constitución de 1978 se
crearon los "entes preautonómicos" catalán (Restablecimiento Generalitat en 1977 con Josep
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Tarradellas), vasco (Creación Consejo General Vasco en 1978), y gallego (Xunta de Galicia
provisional). Se resolvía así el caso de las tres regiones “históricas”.
El art. 2 de la Constitución reconoce el derecho a la “a la autonomía de las nacionalidades y regiones
que integran la nación española ", y en el Ttítulo VIII regula el Estado autonómico, manteniendo las
provincias como distrito electoral y agrupación de municipios, pero estableciendo la nueva
realidad territorial en base a autonomías, aunque prohíbe la autodeterminación y la federación
de autonomías. Para satisfacer las reivindicaciones históricas vascas y catalanas se incluye el
término nacionalidad, en contra de los que pensaban que significaba una merma para el concepto
de nación española, y se opta por un modelo flexible y abierto que satisfaga las reivindicaciones
de las nacionalidades históricas (Cataluña, País Vasco y Galicia) y los de otras regiones, con dos
modelos de acceso a la autonomía: El artículo 143 o vía rápida, que implicada acceder a la mayoría
de las competencias básicas desde el principio (Las comunidades históricas), y el art. 151 o vía
lenta, que implicaba acceder a las competencias más gradualmente. Andalucía accederá
autonomía para el resto de las autonomñia151 y el 143. El art. 144 permitía la creación de
comunidades uniprovinciales (Murcia, Madrid, etc.) y establecer las ciudades autónomas de Ceuta
y Melilla.
Se crearon 17 autonomías y 2 ciudades autónomas, y cada autonomía debe contar con un Estatuto
(aprobado también por referéndum y posteriormente ratificado por las Cortes), y establecer sus
símbolos (bandera), ámbito territorial, e instituciones: Parlamento, Gobierno, Tribunal Superior
de Justicia, Defensor del Pueblo, etc. La Constitución regula las competencias entre el Estado y
las Comunidades Autónomas, y concede al Gobierno Central la exclusividad de las competencias
de Defensa, sistema monetario y Hacienda, relaciones internacionales, vías de comunicación
nacionales, Justicia, mientras que las Comunidades Autónomas irán integrando las competencias
de urbanismo, comunicaciones internas, enseñanza, sanidad, y orden público en algunos casos
(Ertzaintza, Mossos). La financiación también está regulada genéricamente en la Constitución,
aunque ha sufrido numerables retoques, pero esencialmente las comunidades se financian a
través de:
a. Impuestos cedidos por el Estado Central (Sucesiones, patrimonio, transmisiones
patrimoniales, juego, etc.).
b. Impuestos recaudados por el Estado pero de los que se entrega un porcentaje a la Autonomía
(50% IVA, 50% IRPF, etc.).
c. Los Fondos: El de garantía para asegurar una cantidad de recursos por habitante; el fondo de
suficiencia para garantizar los servicios generales; y el fondo de convergencia autonómica
para compensar las diferencias entre comunidades.
De esta financiación se excluyen País Vasco y Navarra, que tienen un concierto económico que les
permite gestionar casi todos los impuestos, incluidos el IRPF y el IVA, y un cupo que es la parte
que deben abonar al Estado para cubrir los gastos que el Estado tiene en el País Vasco y una
parte de los gastos comunes del Estado (Actualmente abona unos 1.300 millones de €)
El Estado descentralizado autonómico ha evolucionado, aunque no sin tensiones entre
centralistas y autonomistas. El café para todos ha sido cuestionado por muchos, y la
reivindicación de más competencias o de la autodeterminación siempre ha estado presente: La
violencia de ETA, el proceso Ibarretxe en el País Vasco, o el actual proceso catalán después de
las reformas estatutarias promovidas por José Luis Rodríguez Zapatero, con la aprobación del
Estatuto de Cataluña, y su posterior recorte por el Tribunal Constitucional en 2010.
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19. LA INTEGRACIÓN DE ESPAÑA EN LA COMUNIDAD ECONÓMICA EUROPEA.
El aislamiento internacional de Franco se rompió con el ingreso en la ONU, pero se le negó la
integración en la Europa democrática, representada por el Mercado Común surgido del Tratado
de Roma de 1956, que significaba el libre comercio entre los seis firmantes (Francia, países del
Benelux, Alemania, Italia). Con la transición, España se planteó la necesidad de abrirse al
exterior y participar en la globalización económica, incrementando su participación y su
protagonismo en organismos como la FAO (Organización para la Agricultura y la Alimentación), el
FMI (Fondo Monetario Internacional), la OCDE (Organización de Cooperación y Desarrollo
Económico); la OIT (Organización Internacional del Trabajo), la OMS (Organización Mundial de
la Salud); la UNESCO.
La definitiva integración en la UE vendrá precedida del polémico ingreso en la OTAN, después de
un referéndum muy ajustado que tuvo que convocar Felipe González, quien había ganado las
elecciones de 1982 con el No a la OTAN. El nuevo estado democrático español firma el Tratado
de adhesión a la C.E.E. (Comunidad Económica Europea) actual UE (Unión Europea) en 1985 e
ingresará en 1986.
La adhesión significó grandes sacrificios a corto plazo, sobre todo en lo referente a la
reconversión industrial y privatización de empresas públicas, recorte de producción agrícola
(leche, por ejemplo), y renuncia a una parte de la independencia económica y a la política
económica proteccionista. Fue necesario asumir las directrices de la UE en lo referente a sus
políticas agrícolas (PAC), supresión de aranceles aduaneros, e incluso ceder ante las exigencias
exageradas de los agricultores franceses apoyados por el Partido Comunista y Socialista francés.
Se dio un plazo de 7 años para que España armonizara su economía y su legislación a las
directrices comunitarias. La liberalización inicialmente fue un duro golpe para las empresas
españolas, pero luego se ha visto que modernizó y mejoró el tejido productivo español. Las
ayudas del FEOGA, FEDER, FS y Fondo de Cohesión han dejado en España miles de millones de
euros que han servido para reducir las distancias con las economías de la UE.
España se convertirá en uno de los miembros más proeuropeistas, apoyando en 1987 el Acta
Única Europea (integración económica, monetaria, social y política) y el Tratado de Maastricht de
1991 (ciudadanía europea, derecho a votar en elecciones municipales, coordinación en políticas de
justicia, emigración, terrorismo, más competencias para el Parlamento Europeo, etc.). España
también logrará, con gran esfuerzo, cumplir los requisitos para entrar en el euro en el 2002,
logrando amplia representación en la Comisión Europea, el gobierno de la UE, con dos miembros,
64 diputados españoles entree los 626 escaños del Parlamento Europeo.
A largo plazo los inconvenientes han sido notables, pero los beneficios también: El PIB per capita
ha pasado de un 75% de la media europea en 1970 a un 87% actualmente, crecimiento económico
importante, mejora infraestructuras, modernización, mayor importancia de la balanza comercial,
más proyección en el exterior. Todo esto sin olvidar los peligros de la globalización.
20. “PUEDO PROMETER Y PROMETO”: ADOLFO SUÁREZ Y LA UCD EN LA TRANSICIÓN.
Franco muere el 20 de noviembre de 1975 y el 22 las Cortes franquistas proclaman a D. Juan
Carlos rey de España y se abren tres posibilidades: Continuar con el franquismo de los
inmovilistas, abordar un proceso de ruptura creando un gobierno provisional apoyado por la
Junta Democrática, o una ruptura pactada hacia la democracia desde la reforma de las
instituciones y leyes franquistas como defendía la Plataforma de Convergencia Democrática y los
viejos Aperturistas. El Rey se inclina por la ruptura pactada con el franquismo y la creación de un
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régimen democrático, apoyándose en tres personajes claves: el teniente general Gutiérrez
Mellado, Torcuato Fernández-Miranda y Adolfo Suárez.
Arias Navarro mantendrá la presidencia de un gobierno (Diciembre 1975-Julio 1976) con algún
ministro aperturista (Fraga, Areilza, Garrigues...) y legalización partidos políticos (salvo
nacionalistas y comunistas), pero sin pasos firmes hacia la democratización. El Rey manifestó su
descontentó y Arias dimitió, permitiendo que el Rey convenciese al Consejo del Reino para
proponer como presidente al semidesconocido Adolfo Suarez el 3 de julio de 1976: Antiguo
militante falangista, Gobernador Civil, Director de RTVE, y Ministro Secretario General del
Movimiento. El rey había logrado colocar a Gutiérrez Mellado al frente del Ejército, Torcuato
Fernández Miranda en el Consejo del Reino) y Adolfo Suárez como Presidente del Gobierno, pero
inmovilistas y aperturistas le consideraban un segundón y los antifranquistas le consideran un
franquista. Su primer gobierno tendrá que formarlo con personajes de segunda fila y será
conocido como un gobierno de “penenes” (provisional).
El consenso (Negociación y adopción de acuerdos cediendo por las diferentes partes), será la
palabra clave durante este período. Suárez negociará con la oposición para reconocer los
nacionalismos, aprobar una amnistía, y liquidar las Cortes franquistas desde la legalidad. La Ley
de Reforma Política será aprobada por las Cortes franquistas el 16 de noviembre de 1976, por
429 votos a favor, 59 en contra y 13 abstenciones, y por un posterior referéndum el 15 de
diciembre de 1976. Permitía convocar elecciones a Cortes bicamerales e iniciar las reformas
necesarias. En febrero de 1917 se aborda la legalización de los partidos políticos todavía no
legalizados, la disolución del Movimiento Nacional (1 de abril) y, el domingo 9 de abril, la
legalización del Partido Comunista por sorpresa. Esta última decisión de Suarez y el Rey, como
paso para unas elecciones democráticas creíbles, provocará la oposición de los franquistas puros.
Por decreto se aprueba la Ley electoral (sufragio universal), derecho de huelga y libertad de
expresión, y convocatoria de elecciones constituyentes para el 15 de junio de 1977.
Don Juan, oficialmente, cede sus derechos a la corona a su hijo, se aprueba otra amnistía, se
reconoce a la Generalitat catalana con el regreso del exilio de Josep Tarradellas. Suarez deberá
afrontar la crisis económica, el terrorismo de ETA, GRAPO o FRAP, las amenazas de golpe de
estado militar, y el atentado de Atocha (La extrema derecha asesina a 5 abogados laboralistas).
A las elecciones concurrirán múltiples partidos: El ultraderechista Fuerza Nueva (FN) de Blas
Piñar, la derecha tradicional de Alianza Popular (AP) de Manuel Fraga Iribarne, Unión de Centro
Democrático (UCD) de Adolfo Suárez, el PSOE de Felipe González, el PSP de Tierno Galván, el
PCE de Santiago Carrillo coaligado en Cataluña con el PSUC; Euskadiko Ezquerra en el País Vasco,
y los nacionalistas (Pacte Democràtic per Catalunya que integraba a Convergencia Democrática
de Cataluña de Jordi Pujol, Esquerra Republicana de Catalunya, el PNV vasco, etc.). En las
elecciones participó el 78,7 % del electorado, con la victoria de la UCD con 6.400.000 votos y
165 diputados, seguido del PSOE con 5.371.000 votos y 118 diputados, el PCE-PSUC 20
diputados, la AP de Fraga 16 diputados, el Pacte Democratic per Catalunya con 11 diputados, Unió
Democrática de Catalunya 2, Esquerra Republicana de Catalunya 1, el PNV 8 diputados y EE 1
diputado.
Adolfo Suárez necesita 20 diputados para la mayoría absoluta y tiene que pactar la investidura
con los nacionalistas catalanes. Los objetivos eran redactar una constitución, mantener a raya a
los golpistas (Operación Galaxia en 1978) y terroristas, y combatir la crisis económica (inflación
del 40%, paro, déficit). Los Pactos de la Moncloa (15 de octubre de 1977) incluyeron a casi todos
los partidos, patronal y sindicatos, y la Comisión Constitucional de 7 diputados de diferentes
partidos políticos iniciará los trabajos de redacción de la Constitución.
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Los Pactos de la Moncloa reducirán el déficit y la inflación, sentarán las bases de la reforma
tributaria y de la Seguridad Social, devaluarán la peseta y reducirán el gasto energético, pero no
logran el crecimiento económico inmediato ni la reducción del paro. El Gobierno configuró 13
preautonomías y ya en septiembre de 1977 se restablece el Gobierno autonómico en Cataluña
presidido por Joseph Tarradellas, mientras en el País Vasco se restableció el Consejo General
Vasco en enero de 1978 y una Xunta de Galicia provisional en marzo.Con la aprobación de la
Constitución la transición parece finalizada técnicamente, pero muchos alargan la transición
hasta 1982, después del intento de golpe de Estado de Tejero.
21. “POR EL CAMBIO”: FELIPE GONZÁLEZ Y EL PSOE EN 1982.
Desintegración de la UCD.
Después de la victoria electoral de Suarez y la UCD en 1979, se inicio una crisis dentro de este
partido que llevó a la dimisión de Suarez en 1981, debilitado por la derrota en las elecciones
autonómicas y por la moción de censura del PSOE. Durante la elección de su sucesor, Leopoldo
Calvo Sotelo, se producirá el intento de golpe de Estado de Tejero. Calvo Sotelo gobernará un
año y medio, aprobando la <ley de Divorcio y la entrada de España en la >OTAN, y afrontando la
crisis econóica, terrorismo de ETA, el escándalo de la colza y la aparición del SIDA.
En las elecciones de 1982 el PSOE, liderado por Felipe González, obtiene mayoría absoluta (Más
de diez millones de votos y 202 diputados, iniciando su primera legislatura de 1982 a 1986.
Afronta la crisis económica con la devaluación monetaria, subida de tipos de interés, aumento de
impuestos, la reconversión industrial (Cierre de muchas empresas obsoletas o deficitarias de
Siderurgia o Astilleros), y la polémica expropiación de Rumasa (Ruíz Mateos). El ajuste disparó el
paro y el descenso en el nivel de vida, pero desde 1986 empezaron a verse sus efectos positivos.
Se reformó el Ejército (en 1985 se descubrió otra conspiración golpista), se reforzaron las
fuerzas de seguridad y la lucha contra ETA, se abordó la reforma educativa con la LODE, se
despenalizó el aborto, se desarrollaron las negociaciones para entrar en la CEE (Ingresamos el 1
de enero de 1986) y se produce el referéndum sobre el ingreso en la <otan en marzo de 1986
(Ahora el PSOE tiene que apoyarlo después de haberse opuesto en 1982).
El segundo gobierno del PSOE se desarrolla entre 1986-89, después de volver a obtener
mayoría absoluta y ante la crisis definitiva de UCE, la AP de Fraga, el PCE de Carrillo o el nuevo
partido de Suarez (CDS). Se consolida el Estado autonómico, la Seguridad Social universal, y un
período de crecimiento económico que permite, con los fondos de Europa, las mejoras de
infraestructuras (Autovías, AVE Madrid-Sevilla,…). El paro y la des la desigualdad social no
mejoraron tanto, por lo que en 1988 asistimos a la primera huelga general.
La tercera legislatura del PSOE, también con mayoría absoluta, se desarrolla entre 1989-1993.
La Expo de Sevilla, las Olimpiadas de Barcelona, el AVE, la Conferencia de Paz de Madrid sobre
Oriente Próximo, situarán a España en el mundo. Por el contrario, la crisis económica de 1993
paraliza las reformas disparando la inflación y el paro, y el terrorismo de ETA, a pesar del inicia
de la colaboración con Francia, provoca la aparición de los GAL formados por policías y
mercenarios que continua las prácticas ilegales contra el terrorismo iniciadas en los 70 por el
Batallón Vasco Español. La vinculación del GAL con el Ministerio del Interior y los asuntos de
corrupción (FILESA o financiación ilegal del PSOE, corruptelas atribuidas al hermano del
Vicepresidente Alfonso Guerra, y del Jefe de la Guardia Civil, Luis Roldan), explican el declive
del gobierno.
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La cuarta legislatura socialista (1993-1996), sin mayoría absoluta, precisa el apoyo del
nacionalismo y se caracteriza por los escándalos (Intervención de Banesto de Mario Conde,
corrupción de FILESA y huida de Luis Roldan, GAL con la aparición de los cadáveres de etarras
Lasa y Zabala), que forzaron la convocatoria de elecciones para 1996.