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Cultura política de la democracia en Nicaragua y en las Américas, 2012:

Hacia la igualdad de oportunidades

Por:

John A. Booth, Ph. D. University of North Texas

Mitchell A. Seligson, Ph.D. Coordinador científico y editor de la serie

Vanderbilt University

Este estudio se realizó gracias al patrocinio otorgado por el programa de Democracia y Gobierno de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional. Las opiniones expresadas en este estudio

corresponden a sus autores y no necesariamente reflejan los puntos de vista de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional.

Abril 2013

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Índice

Página | iii

Índice

Lista de tablas ...................................................................................................................................... vii

Lista de gráficos ................................................................................................................................... vii

Presentación ........................................................................................................................................ xiii

Prólogo: Antecedentes del estudio ....................................................................................................... xv

Agradecimientos ................................................................................................................................. xxv

Resumen ejecutivo ............................................................................................................................. xxix

Explicación de los gráficos que aparecen en este estudio ........................................................... xxxvii

Parte I: La igualdad de oportunidades y la democracia en las Américas ....................................... 1

Capítulo Uno: La igualdad de oportunidades económicas y sociales en las Américas .................... 3

I. Introducción ...................................................................................................................... 3 

II. Antecedentes: La igualdad de oportunidades sociales y económicas en las Américas ........................................................................................................................ 5 

III. La igualdad de oportunidades sociales y económicas en Nicaragua: una perspectiva desde el Barómetro de las Américas ........................................................ 13

¿Quién reporta ser discriminado? ......................................................................... 27 

La opinión pública sobre la desigualdad racial y de género ................................ 29 

IV. La opinión pública hacia propuestas comunes de políticas públicas .......................... 34 

Transferencias condicionales de dinero en efectivo y programas de asistencia pública ................................................................................................................... 36

Acción afirmativa ................................................................................................... 39 

V. Conclusión .................................................................................................................... 41 

Cuadro 1. Informe especial: Logros educativos y color de piel ........................................ 43 

Cuadro 2. Informe especial: Crisis económica, color de piel y riqueza en el hogar ......... 44 

Cuadro 3. Informe especial: Apoyo al matrimonio interétnico ......................................... 45 

Capítulo Dos: La igualdad en la participación política en las Américas ......................................... 47

I. Introducción .................................................................................................................... 47 

II. Participación en las Américas en 2012 ......................................................................... 50 

Participación electoral .......................................................................................... 50 

Más allá de la participación electoral ................................................................... 53 

III. Opinión pública acerca de oportunidades y actitudes discriminatorias ....................... 61 

Opinión pública hacia el liderazgo de las mujeres ............................................... 62 

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | iv

Opinión pública hacia el liderazgo de grupos raciales/étnicos marginalizados .. 64 

La opinión pública hacia la participación política de los homosexuales ............. 66 

La opinión pública hacia la participación de las personas con discapacidad ..... 67 

IV. La opinión pública hacia propuestas comunes de políticas públicas .......................... 68 

Cuotas de género ................................................................................................... 69 

El voto obligatorio ................................................................................................. 70 

Disminución de la desigualdad económica y social .............................................. 71 

V. Conclusión .................................................................................................................... 71 

Cuadro 4. Informe especial: Participación política y género ............................................. 73 

Cuadro 5. Informe especial: Cuotas de género y participación política de las mujeres ......................................................................................................................... 74 

Cuadro 6. Informe especial: Voto obligatorio y desigualdad en la participación política ......................................................................................................................... 75 

Capítulo Tres: El efecto de la desigualdad de oportunidades y la discriminación en la legitimidad política y la participación ................................................................................... 77

I. Introducción .................................................................................................................... 77 

II. Desigualdad, eficacia y percepciones sobre la representación ..................................... 79 

III. Apoyo al sistema y compromiso con la democracia ................................................... 87 

IV. Participación en protestas ............................................................................................ 91 

V. Conclusión .................................................................................................................... 94 

Cuadro 7. Informe especial: Conocimiento político y la división urbano-rural ................ 96 

Cuadro 8. Informe especial: Discriminación y apoyo al sistema ...................................... 97 

Cuadro 9. Informe especial: Apoyo a la democracia e información electoral ................... 98 

Parte II: Gobernabilidad, compromiso político y sociedad civil en las Américas ........................ 99

Capítulo Cuatro: Corrupción, delincuencia y democracia ............................................................. 101

I. Introducción .................................................................................................................. 101 

II. Corrupción .................................................................................................................. 103 

Percepción de corrupción .................................................................................... 105 

Victimización por corrupción .............................................................................. 108 

¿Quiénes son más propensos a ser víctimas de la corrupción? .......................... 110 

III. Percepción de inseguridad y victimización por delincuencia ................................... 112 

IV. Victimización por delincuencia ................................................................................. 115 

¿Quiénes son más propensos a ser víctimas de la delincuencia? ....................... 118 

V. El impacto de la delincuencia, la inseguridad y la corrupción en el apoyo al sistema político .......................................................................................................... 120 

VI. Apoyo al Estado de derecho y el impacto de la delincuencia y la inseguridad ......... 122 

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Índice

Página | v

VII. Conclusión ................................................................................................................ 126 

Capítulo Cinco: Legitimidad política y tolerancia .......................................................................... 129

I. Introducción .................................................................................................................. 129 

II. Apoyo al sistema político ............................................................................................ 132 

III. Tolerancia política ..................................................................................................... 135 

IV. La estabilidad democrática ........................................................................................ 140 

V. La legitimidad de otras instituciones democráticas .................................................... 144 

VI. Apoyo a la democracia .............................................................................................. 148 

VII. Conclusión ................................................................................................................ 151 

Capítulo Seis: Gobiernos locales ....................................................................................................... 153

I. Introducción .................................................................................................................. 153 

II. Participación a nivel local ........................................................................................... 156 

Asistencia a reuniones municipales ..................................................................... 156 

Presentación de solicitudes a los gobiernos locales ........................................... 158 

III. Satisfacción y confianza en los gobiernos locales ..................................................... 163 

Satisfacción con los servicios locales .................................................................. 164 

Confianza en los gobiernos locales ..................................................................... 171 

IV. Impacto de la satisfacción con los servicios locales y el apoyo al sistema ............... 172 

V. Conclusión .................................................................................................................. 174 

Parte III: Más allá de la igualdad de oportunidades ...................................................................... 177

Capítulo Siete: Juventud Nicaragüense ............................................................................................ 179

I. Introducción .................................................................................................................. 179 

II. Características de la juventud nicaragüense ................................................................ 180 

III. Necesidades percibidas de los jóvenes nicaragüenses ............................................... 184 

IV. Actitudes políticas ..................................................................................................... 190 

V. Participación Política .................................................................................................. 204 

VI. Contexto regional y estabilidad de las actitudes democráticas de los jóvenes .......... 207 

VII. Conclusión ................................................................................................................ 210 

Capítulo Ocho: Las mujeres nicaragüenses ..................................................................................... 213

I. Introducción .................................................................................................................. 213 

II. Características de las mujeres nicaragüenses .............................................................. 213 

III. Necesidades percibidas y experiencias de las mujeres nicaragüenses ....................... 220 

Problemas percibidos .......................................................................................... 221 

Experiencias con la delincuencia y la corrupción .............................................. 223 

Delitos .................................................................................................................. 223 

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | vi

Corrupción ........................................................................................................... 226 

IV. Actitudes Políticas y Opiniones ................................................................................. 228 

Cuestiones relacionadas con el género ............................................................... 229 

Otras actitudes políticas ...................................................................................... 230 

Las actitudes sociales de discriminación e inclusión .......................................... 235 

Las actitudes y experiencias de facilitar el compromiso con el sistema político 236 

V. Participación política .................................................................................................. 237 

VI. Activismo de la sociedad civil ................................................................................... 239 

VII. Influencias en la participación política de las mujeres ............................................. 241 

VIII. Conclusión .............................................................................................................. 244 

Capítulo Nueve: Elecciones: actitudes, participación, evaluaciones .............................................. 247

I. Introducción .................................................................................................................. 247 

II. Participación Política .................................................................................................. 248 

III. Poder votar ................................................................................................................. 249 

IV. Opciones partidistas y elecciones .............................................................................. 255 

Identificación partidista ....................................................................................... 255 

Una proyección sobre la próxima elección presidencial .................................... 259 

Las Elecciones Municipales de Noviembre de 2012 ........................................... 261 

Ideología y Partido Político ................................................................................ 262 

V. Percepción de la calidad de las elecciones .................................................................. 266 

VI. Confianza en las Elecciones ...................................................................................... 269 

VII. Satisfacción con la democracia nicaragüense .......................................................... 272 

VIII. Conclusión .............................................................................................................. 277 

Anexos ................................................................................................................................................. 281

Anexo A. Formulario de consentimiento informado ....................................................... 283 

Anexo B. Diseño muestral ............................................................................................... 285 

Anexo C. Cuestionario ..................................................................................................... 291 

Anexo D. Tablas de Regresión ........................................................................................ 325 

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Lista de tablas y gráficos

Página | vii

Lista de tablas

Tabla 1. La relación entre el apoyo al sistema y la tolerancia política ................................................. 132 Tabla 2. Características de las mujeres (Comparadas con los hombres)* ............................................ 215 Tabla 3. Problemas percibidos entre las mujeres nicaragüenses (Comparado con los hombres)* ....... 222 Tabla 4. Victimización por delincuencia y experiencias relaciones entre las mujeres

nicaragüenses ...................................................................................................................... 223 Tabla 5. Actitudes democráticas y autoritarias de las mujeres nicaragüenses (Comparada con los

hombres)* ........................................................................................................................... 231 Tabla 6. Expectativas y evaluaciones del gobierno entre las mujeres nicaragüenses (Comparados

con los hombres)* ............................................................................................................... 233 Tabla 7. Confianza en instituciones específicas entre las mujeres nicaragüenses (Comparado con

los hombres)* ..................................................................................................................... 234 Tabla 8. Actitudes relacionadas con el Estado de derecho entre las mujeres nicaragüenses

(Comparado con los hombres)* .......................................................................................... 234 

Lista de gráficos

Gráfico 1. Índices de Gini por región del mundo ..................................................................................... 5 Gráfico 2. Desigualdad en las Américas ................................................................................................... 6 Gráfico 3. Posicionamiento de ciudadanos de cuatro países en la distribución global del ingreso .......... 7 Gráfico 4. Cambios en la desigualdad en cuatro países de las Américas ................................................. 8 Gráfico 5. Índice de Desarrollo Humano ajustado por la desigualdad en seis regiones del mundo ......... 9 Gráfico 6. Pérdida general en el potencial del desarrollo humano debido a la desigualdad .................. 10 Gráfico 7. IDH a nivel municipal (cálculos propios) según el tamaño del lugar de residencia en

Nicaragua .............................................................................................................................. 11 Gráfico 8. Origen familiar y logro educativo en las Américas ............................................................... 12 Gráfico 9. Impacto del Índice del Desarrollo Humano Municipal (IDHM) sobre los ingresos y la

educación en Nicaragua ........................................................................................................ 13 Gráfico 10. Paleta de colores usada en el Barómetro de las Américas ................................................... 16 Gráfico 11. Determinantes del nivel de educación en Nicaragua ............................................................ 18 Gráfico 12. Los factores asociados al nivel de educación en Nicaragua ................................................. 19 Gráfico 13. El nivel de educación de la madre como determinante del nivel de educación del

entrevistado en Nicaragua ................................................................................................. 20 Gráfico 14. Determinantes del ingreso personal en Nicaragua entre los que trabajan ........................... 21 Gráfico 15. El ingreso del entrevistado en comparación con el de su pareja en Nicaragua entre

los entrevistados que trabajan ........................................................................................... 22 Gráfico 16. Factores asociados al ingreso en Nicaragua ......................................................................... 23 Gráfico 17. El color de la piel y el ingreso personal entre los nicaragüenses que trabajan ..................... 23 Gráfico 18. El nivel de educación materno como determinante del ingreso personal en

Nicaragua, entre los entrevistados que trabajan .............................................................. 24 Gráfico 19. Determinantes de la inseguridad alimentaria en Nicaragua ................................................. 25 Gráfico 20. Factores asociados a la inseguridad alimentaria en Nicaragua ............................................ 26 

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | viii

Gráfico 21. Nivel de educación e inseguridad alimentaria en Nicaragua ............................................... 27 Gráfico 22. Discriminación autorreportada en el lugar de trabajo por país ............................................ 28 Gráfico 23. Determinantes de la discriminación autorreportada en el lugar de trabajo en in

Nicaragua .......................................................................................................................... 29 Gráfico 24. Acuerdo con que los hombres deben tener preferencia en el mercado laboral en los

países de las Américas ......................................................................................................... 31 Gráfico 25. Acuerdo con que los hombres deben tener preferencia en el mercado laboral en

Nicaragua ............................................................................................................................. 32 Gráfico 26. Porcentaje que está de acuerdo con que la pobreza de las personas de piel oscura se

debe a su “cultura” en los países de las Américas ............................................................... 33 Gráfico 27. Determinantes de las actitudes hacia la pobreza entre las personas con piel oscura ........... 34 Gráfico 28. Nivel de acuerdo con que el estado debería reducir la desigualdad en los países de las

Américas ............................................................................................................................... 35 Gráfico 29. Recepción de asistencia pública por transferencias en los países de las Américas .............. 37 Gráfico 30. Creencia en los países de las Américas que los receptores de asistencia pública son

vagas ................................................................................................................................... 39 Gráfico 31.Apoyo a la acción afirmativa en los países de las Américas ................................................. 41 Gráfico 32. Género y participación electoral en los países de las Américas ........................................... 51 Gráfico 33. Factores sociodemográficos y participación electoral en Nicaragua ................................... 52 Gráfico 34. Participación en la comunidad en los países de las Américas .............................................. 55 Gráfico 35. Factores sociodemográficos y participación comunitaria en Nicaragua .............................. 56 Gráfico 36. Factores sociodemográficos y porcentaje de personas con un rol de liderazgo

comunitario en Nicaragua ................................................................................................. 56 Gráfico 37. Participación en campañas políticas en los países de las Américas ..................................... 58 Gráfico 38. Factores sociodemográficos e intentos de persuadir a otros ................................................ 59 Gráfico 39. Factores sociodemográficos y trabajar en una campaña política en Nicaragua ................... 59 Gráfico 40. Roles de género y participación en Nicaragua ..................................................................... 60 Gráfico 41.Color de piel y participación en Nicaragua ........................................................................... 61 Gráfico 42. Creencia de que los hombres son mejores líderes políticos que las mujeres en los

países de las Américas ........................................................................................................ 63 Gráfico 43. Creencia de que los políticos de piel oscura no son buenos líderes en los países de las

Américas ............................................................................................................................... 65 Gráfico 44. Apoyo la postulación a cargos públicos de personas homosexuales en las Américas ......... 66 Gráfico 45. Apoyo a la postulación a cargos públicos de personas con discapacidad en los países

de las Américas ..................................................................................................................... 68 Gráfico 46. Apoyo a las cuotas de género en las Américas ..................................................................... 70 Gráfico 47. Eficacia interna en los países de las Américas ..................................................................... 81 Gráfico 48. Determinantes de la eficacia interna en Nicaragua .............................................................. 82 Gráfico 49. Factores asociados con la eficacia política en Nicaragua ..................................................... 83 Gráfico 50. Eficacia externa y percepciones sobre la representatividad de los partidos políticos en

los países de las Américas .................................................................................................... 84 Gráfico 51. Determinantes de la eficacia externa en Nicaragua .............................................................. 85 Gráfico 52. Determinantes de la creencia en la representatividad de los partidos políticos en

Nicaragua ............................................................................................................................ 85 Gráfico 53. Factores asociados con la eficacia externa en Nicaragua ..................................................... 86 Gráfico 54. Factores asociados con la representatividad de los partidos políticos en Nicaragua ........... 87 Gráfico 55. Determinantes del apoyo al sistema político en Nicaragua .................................................. 88 

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Lista de tablas y gráficos

Página | ix

Gráfico 56. Factores asociados con el apoyo al sistema político en Nicaragua ...................................... 89 Gráfico 57. Determinantes del apoyo a la democracia en Nicaragua ...................................................... 90 Gráfico 58. Factores asociados con el apoyo a la democracia en Nicaragua .......................................... 91 Gráfico 59. Participación en protestas en los países de las Américas ..................................................... 92 Gráfico 60. Determinantes de la participación en protestas en Nicaragua .............................................. 93 Gráfico 61. Factores asociados con la participación en protestas en Nicaragua ..................................... 94 Gráfico 62. Percepción de corrupción en los países de las Américas ................................................... 106 Gráfico 63. Percepciones de corrupción a lo largo del tiempo en Nicaragua ........................................ 107 Gráfico 64. Porcentaje de victimización por corrupción en las Américas ............................................ 108 Gráfico 65. Número de instancias de ser victimizado por corrupción en Nicaragua ............................ 109 Gráfico 66. Porcentaje victimizado por corrupción a lo largo del tiempo en Nicaragua ...................... 110 Gráfico 67. Determinantes de la victimización por corrupción en Nicaragua ...................................... 111 Gráfico 68. Factores demográficos y victimización por corrupción en Nicaragua ............................... 112 Gráfico 69. Las percepciones de inseguridad en los países de las Américas ........................................ 113 Gráfico 70. Percepción de inseguridad a lo largo del tiempo en Nicaragua .......................................... 114 Gráfico 71. Percepción de inseguridad en las regiones de Nicaragua .................................................. 114 Gráfico 72. Victimización por delincuencia personal y en el hogar en las capitales de los países

de las Américas ................................................................................................................. 116 Gráfico 73. Localización del acto delincuencial más reciente del que fue víctima en Nicaragua ........ 117 Gráfico 74. Victimización por delincuencia según la región en Nicaragua .......................................... 117 Gráfico 75. Victimización por delincuencia a lo largo del tiempo en Nicaragua .................................. 118 Gráfico 76. Determinantes de la victimización por delincuencia personal en Nicaragua ..................... 119 Gráfico 77. Factores sociodemográficos y victimización por delincuencia en los hogares en

Nicaragua ........................................................................................................................ 120 Gráfico 78. Determinantes del apoyo al sistema político en Nicaragua ................................................ 121 Gráfico 79. Crimen, corrupción y apoyo al sistema .............................................................................. 122 Gráfico 80. Porcentaje que apoya al Estado de derecho en los países de las Américas ........................ 123 Gráfico 81. Porcentaje que apoya al Estado de derecho a lo largo del tiempo en Nicaragua ............... 124 Gráfico 82. Determinantes del apoyo al Estado de derecho en Nicaragua ............................................ 125 Gráfico 83. Factores asociados al apoyo del Estado de derecho en Nicaragua ..................................... 126 Gráfico 84. Apoyo al sistema político en los países de las Américas ................................................... 133 Gráfico 85. Componentes del apoyo al sistema político en Nicaragua ................................................. 134 Gráfico 86. Apoyo al sistema político a lo largo del tiempo en Nicaragua ........................................... 135 Gráfico 87. Tolerancia política en los países de las Américas .............................................................. 136 Gráfico 88. Componentes de la tolerancia política en Nicaragua ......................................................... 137 Gráfico 89. Tolerancia política a lo largo del tiempo en Nicaragua ...................................................... 138 Gráfico 90. Determinantes de la tolerancia política en Nicaragua ........................................................ 139 Gráfico 91. Factores asociados con la tolerancia política en Nicaragua ............................................... 139 Gráfico 92. Actitudes conducentes a una democracia estable en los países de las Américas ............... 141 Gráfico 93. Actitudes de democracia estable a lo largo del tiempo en Nicaragua ................................ 142 Gráfico 94. Determinantes de la democracia estable en Nicaragua ...................................................... 143 Gráfico 95. Factores asociados con las actitudes de democracia estable en Nicaragua ........................ 144 Gráfico 96. Confianza en las instituciones en Nicaragua ...................................................................... 145 Gráfico 97. Confianza en las instituciones a lo largo del tiempo en Nicaragua .................................... 147 Gráfico 98. Apoyo a la democracia en los países de las Américas ....................................................... 149 Gráfico 99. Apoyo a la democracia a lo largo del tiempo en Nicaragua ............................................... 150 Gráfico 100. Determinantes del apoyo a la democracia en Nicaragua .................................................. 151 

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | x

Gráfico 101. Participación en reuniones municipales en los países de las Américas ............................ 157 Gráfico 102. Participación en reuniones municipales a lo largo del tiempo en Nicaragua ................... 158 Gráfico 103. Presentación de solicitudes a los gobiernos locales de los países en las Américas .......... 159 Gráfico 104. Presentación de solicitudes a los gobiernos locales a lo largo del tiempo en

Nicaragua ....................................................................................................................... 160 Gráfico 105. Resolución de las peticiones realizadas a los gobiernos locales en Nicaragua ................ 161 Gráfico 106. Determinantes de las peticiones a los gobiernos locales en Nicaragua ............................ 162 Gráfico 107. Factores asociados con la solicitud de peticiones al gobierno local en Nicaragua .......... 163 Gráfico 108. Satisfacción con los servicios de los gobiernos locales en los países de las Américas .... 165 Gráfico 109. Evaluación de los servicios del gobierno local en Nicaragua .......................................... 166 Gráfico 110. Evaluación de los servicios del gobierno local a lo largo del tiempo Nicaragua ............. 166 Gráfico 111. Satisfacción con las carreteras en los países de las Américas .......................................... 168 Gráfico 112. Satisfacción con las escuelas públicas en los países de las Américas .............................. 169 Gráfico 113. Satisfacción con los servicios de salud en los países de las Américas ............................. 170 Gráfico 114. Confianza en el gobierno local en los países de las Américas ......................................... 172 Gráfico 115. Satisfacción con los servicios locales como determinante del apoyo al sistema

político en Nicaragua ..................................................................................................... 173 Gráfico 116. Satisfacción con los servicios locales y apoyo al sistema en Nicaragua .......................... 174 Gráfico 117. Distribución de los nicaragüenses por cohorte de edad, 2012 .......................................... 180 Gráfico 118. Educación por cohortes de edad ....................................................................................... 181 Gráfico 119. Riqueza por cohortes de edad ........................................................................................... 181 Gráfico 120. Percepciones de la Economía Nacional y Personal por edad .......................................... 182 Gráfico 121. Número de hijos por menores de 13 años por edad y género ........................................... 183 Gráfico 122. Educación por edad y por niveles del índice de desarrollo humano municipal ............... 184 Gráfico 123. El mayor problema nacional mencionado por los encuestados de acuerdo a las

cohortes de edad ............................................................................................................ 185 Gráfico 124. Principales riesgos que enfrentan los jóvenes nicaragüenses ........................................... 186 Gráfico 125. Programas recomendados para abordar los problemas que enfrentan los jóvenes ........... 187 Gráfico 126. Propuestas para mejorar las escuelas públicas locales ..................................................... 188 Gráfico 127. Victimización por delincuencia y asuntos conexos .......................................................... 189 Gráfico 128. Las actitudes sobre los roles y responsabilidades del Gobierno ....................................... 191 Gráfico 129. Actitudes democráticas por edad ...................................................................................... 192 Gráfico 130. Las actitudes autoritarias y antidemocráticas por edad .................................................... 194 Gráfico 131. Actitudes relacionadas con el Estado de derecho por edad .............................................. 196 Gráfico 132. Satisfacción con la vida, confianza y eficacia política por edad ...................................... 197 Gráfico 133. Apoyo a las instituciones y a que el país está en el camino correcto según la edad ........ 199 Gráfico 134. Evaluación de Políticas Específicas del Gobierno Actual según la edad ......................... 200 Gráfico 135. Actitudes hacia temas sociales ......................................................................................... 201 Gráfico 136. Intereses políticos y sociales según la edad ...................................................................... 202 Gráfico 137. Espectro ideológico según la edad ................................................................................... 204 Gráfico 138. Participación política según la edad ................................................................................. 205 Gráfico 139. Activismo en la sociedad civil y liderazgo según la edad ................................................ 206 Gráfico 140. Parte A-Impacto del contexto municipal en el apoyo al sistema ..................................... 208 Gráfico 140. Parte B-Impacto del contexto municipal en la tolerancia política…………………….209 Gráfico 141. Ingresos propios frente a los ingresos de la pareja ........................................................... 215 Gráfico 142. Inseguridad Alimentaria según género y según Índice de Desarrollo Humano

Municipal ..................................................................................................................... 216 

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Lista de tablas y gráficos

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Gráfico 143. Dependencia del encuestado del ingreso de su pareja según género y nivel desarrollo municipal ................................................................................................... 217 

Gráfico 144. Nivel de vida según género y según nivel de desarrollo humano municipal .................. 218 Gráfico 145. Suficiencia del ingreso familiar según género ................................................................. 219 Gráfico 146. Aumento o disminución de los ingresos familiares según el género ............................... 220 Gráfico 147. El mayor problema de Nicaragua según el género .......................................................... 221 Gráfico 148. Tipo de victimización por crimen según género ............................................................. 225 Gráfico 149. Localización del acto de victimización según género ..................................................... 226 Gráfico 150. Experiencia y percepción de corrupción según el género ............................................... 227 Gráfico 151. Porcentaje de solicitudes de soborno por institución ...................................................... 228 Gráfico 152. Cuestiones relacionadas con el género según el género .................................................. 230 Gráfico 153. Actitudes hacia la discriminación social y la inclusión ................................................... 235 Gráfico 154. Participación política de las mujeres respecto a los hombres .......................................... 237 Gráfico 155. Participación política por género ..................................................................................... 239 Gráfico 156. Activismo en la sociedad civil por género ...................................................................... 241 Gráfico 157. Factores individuales que influyen en la participación política de las mujeres

nicaragüenses ............................................................................................................... 244 Gráfico 158. Participación Política ....................................................................................................... 248 Gráfico 159. Posesión de Cédula de Identidad según edad .................................................................. 250 Gráfico 160. Inscripción en el padrón de la junta donde normalmente vota en el 2011 ...................... 251 Gráfico 161. Si usted estuvo en el censo electoral en si Junta Receptora de votos en el 2011 ¿Lo

dejaron votar? ................................................................................................................ 252 Gráfico 162. Elegibilidad y participación electoral según simpatía partidista ..................................... 253 Gráfico 163. Factores que influyen en la participación electoral en el 2011 ....................................... 255 Gráfico 164. Identificación partidista a lo largo del tiempo ................................................................. 256 Gráfico 165. Elecciones de partidos en las elecciones del 2011 .......................................................... 257 Gráfico 166. Distribución de la asistencia social entre los nicaragüenses según factores

sociodemográficos 2012 ............................................................................................... 258 Gráfico 167. Proyecciones de las votaciones si las elecciones presidenciales fueran esta semana ...... 260 Gráfico 168. Determinantes en la intención declarada de votar si las elecciones presidenciales

fueran esta semana ......................................................................................................... 260 Gráfico 169. Factores asociados a la intención de voto ........................................................................ 262 Gráfico 170. Distribución de la ideología de acuerdo a las posiciones medias de los

simpatizantes de los partidos ..................................................................................... 263 Gráfico 171. Distribución de la ideología de acuerdo al voto presidencial en 2011 ............................ 264 Gráfico 172. Ubicación ideológica en la escala izquierda-derecha según identificación partidista ..... 265 Gráfico 173. Orientación ideológica a lo largo del tiempo en Nicaragua ............................................ 266 Gráfico 174. Irregularidades observadas en las Elecciones Naciones de 2011 .................................... 267 Gráfico 175. Irregularidades electorales observadas en 2011 según identificación partidista y

voto presidencial ............................................................................................................ 269 Gráfico 176. Confianza en el Consejo Supremo Electoral a lo largo del tiempo ................................. 270 Gráfico 177. Confianza en el Consejo Supremo Electoral según FLSN a lo largo del tiempo ............ 271 Gráfico 178. Elecciones e influencias partidistas sobre el apoyo institucional .................................... 273 Gráfico 179. Elecciones y factores relacionados con los partidos y apoyo al sistema ......................... 274 Gráfico 180. Determinantes de una visiónpositiva de la democracia nicaragüense ............................. 275 Gráfico 181. Factores que influyen en la visión positiva de la democracia nicaragüense ................... 277 

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Presentación

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Presentación

La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) se enorgullece de apoyar al Barómetro de las Américas. Si bien el objetivo principal de este proyecto es dar a los ciudadanos la oportunidad de alzar su voz en una amplia variedad de temas importantes, las encuestas realizadas son también un instrumento crucial para el diseño de programas de USAID, y son asimismo de utilidad para quienes diseñan políticas de diversa índole en toda la región de Latinoamérica y el Caribe.

Los funcionarios de USAID utilizan los resultados del Barómetro de las Américas para priorizar la distribución de recursos y como guía para el diseño de sus programas. Las encuestas son herramientas de evaluación, a través de la comparación de los resultados nacionales con sobremuestras en regiones específicas. En este sentido, el Barómetro de las Américas está a la vanguardia en la recolección de datos de alta calidad que puedan ser utilizados para evaluaciones de impacto, en consonancia con las recomendaciones de la Academia Nacional de Ciencias hechas a USAID en el año 2008 y con la nueva política de evaluaciones establecida por USAID en el 2011. El Barómetro de las Américas también alerta a los diseñadores de políticas públicas y a otras agencias de ayuda internacionales acerca de potenciales áreas problemáticas en cada país, y también informa a los ciudadanos acerca de las experiencias y valores democráticos en sus respectivos países en comparación con las tendencias regionales.

El Barómetro de las Américas construye capacidad local a través del trabajo que realiza con

instituciones académicas en cada país y a través de la capacitación de investigadores locales. El equipo de análisis de Vanderbilt University, que se denomina “LAPOP Central,” desarrolla inicialmente el cuestionario después de una cuidadosa consulta con los equipos asociados en los países del estudio, USAID, y otros donantes del proyecto. Luego se envía la versión inicial del cuestionario a las instituciones colaboradoras para que ofrezcan sus opiniones con el propósito de mejorar el instrumento. Posteriormente, el cuestionario se pilotea en muchos países hasta que se elabora la versión casi final del cuestionario. En este punto del proceso, el cuestionario se distribuye a los países colaboradores para que éstos puedan agregar módulos de preguntas dirigidas específicamente a los entrevistados de su país y que son del interés especial del equipo y/o de USAID y otros donantes. Seguidamente se hacen las últimas pruebas piloto del cuestionario en cada país y se capacita a los encuestadores, tarea que está a cargo de profesores y personal de LAPOP Central y de las instituciones asociadas en cada país. Para los países que tienen poblaciones que no hablan el idioma mayoritario, se hacen traducciones del cuestionario y se preparan varias versiones del mismo. Es sólo entonces cuando los encuestadores locales comienzan a realizar las entrevistas casa por casa según los requisitos del diseño muestral común a todos los países participantes. En varios países se registran las respuestas directamente en “smartphones” para minimizar los errores. Una vez que se recolectan los datos, el equipo de Vanderbilt revisa la calidad de los mismos. Mientras tanto, investigadores en Vanderbilt también elaboran el marco teórico para los informes nacionales. Posteriormente, cada equipo local de investigación realiza el análisis específico por país.

Aunque USAID sigue siendo el principal donante de fondos para el Barómetro de las Américas, la Facultad de Artes y Ciencias de Vanderbilt University y la Fundación Tinker también ayudan continuamente a financiar las encuestas. Además, en esta ronda de encuestas el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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Mundial, la Embajada de Suecia en Bolivia, el Consejo Nacional de Investigaciones de Brasil (CNPq), Duke University, Algonquin College, Florida International University, University of Miami, y Princeton University también ayudaron a financiar las encuestas. Gracias al apoyo generoso de todas estas instituciones se pudo realizar el trabajo de campo en todos los países casi simultáneamente, permitiendo así precisión y rapidez en la generación de los análisis comparativos.

USAID agradece el liderazgo del Dr. Mitchell Seligson y la Dra. Elizabeth Zechmeister en el

Barómetro de las Américas. También agradecemos profundamente a los extraordinarios estudiantes de doctorado de todo el hemisferio y a los diversos académicos de la región e instituciones nacionales que han contribuido a esta importante iniciativa. Vanessa Reilly Especialista en Democracia y Derechos Humanos Oficina para América Latina y el Caribe Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional

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Prólogo

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Prólogo: Antecedentes del estudio

Mitchell A. Seligson, Ph.D.

Profesor Centennial de Ciencia Política, Profesor de Sociología, y Director del Proyecto de Opinión Pública de América Latina (LAPOP)

Vanderbilt University y

Elizabeth Zechmeister, Ph.D. Profesora Asociada de Ciencia Política y Subdirectora de LAPOP

Vanderbilt University

Nos complace presentar los resultados de la quinta ronda del Barómetro de las Américas, la

encuesta principal del Proyecto de Opinión Pública de América Latina (LAPOP, por sus siglas en inglés) de Vanderbilt University. En esta ronda se aborda un problema social, político y ético fundamental en las Américas: las enormes brechas que existen en términos de las oportunidades experimentadas y de los recursos disponibles para los ciudadanos de la región. Aunque estas desigualdades son evidentes en las diferencias en los niveles de desarrollo económico entre países, el presente estudio se concentra en las desigualdades dentro de los países de las Américas. Se realizan preguntas tales como: ¿hasta qué punto se distribuyen equitativamente las oportunidades sociales y políticas entre los grupos sociales definidos por sexo, raza, y clase social?, ¿hasta qué punto los ciudadanos de las Américas tienen actitudes discriminatorias hacia la participación política y económica de los grupos históricamente marginalizados? y ¿hasta qué punto apoyan los ciudadanos las políticas públicas usualmente propuestas para remediar las desigualdades? Finalmente, ¿hasta qué punto las diferentes oportunidades que tienen los ciudadanos afectan el apoyo al sistema político y el compromiso con el mismo?

LAPOP fue fundado hace más de dos décadas y actualmente está ubicado en Vanderbilt

University, institución que brinda un generoso apoyo al programa. LAPOP se inició con un estudio de valores democráticos en un país, Costa Rica, en una época en la cual la mayor parte de América Latina se encontraba bajo el control de regímenes represivos que prohibían los estudios de opinión pública (además de violar sistemáticamente los derechos humanos y las libertades civiles). Hoy, afortunadamente, dichos estudios pueden ser llevados a cabo abiertamente y con libertad virtualmente en todos los países de la región. El Barómetro de las Américas es un esfuerzo realizado por LAPOP para medir los valores y comportamientos democráticos en el continente, utilizando muestras nacionales probabilísticas de adultos en edad de votar. En el año 2004 se llevó a cabo la primera ronda sistematizada de encuestas, en la cual participaron 11 países; la segunda ronda se efectuó en el 2006 e incorporó a 22 países del hemisferio. En el año 2008 se realizó la tercera ronda, que también abarcó a 22 países a lo largo del continente americano. Finalmente, en el año 2010 el número de países se incrementó a 26. Al igual que en el 2010, la ronda del 2012 incorpora todos los países independientes continentales de las Américas y a muchos países del Caribe. Las rondas de 2010 y el 2012 del Barómetro de las Américas constituyen las encuestas más extensas de valores democráticos jamás llevadas a cabo.

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) ha sido la fuente principal de financiamiento para estos estudios, además del generoso y continuo apoyo de Vanderbilt University y de la Fundación Tinker. Otros donantes en el año 2012 incluyen al Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial, la Embajada de Suecia en Bolivia, el Consejo Nacional de Investigaciones de Brasil (CNPq) y Duke University. Florida International University, University of Miami, Algonquin College y Princeton University también apoyaron el esfuerzo de investigación en diversas formas.

Nuestra selección del tema de igualdad de oportunidades y marginalización es el resultado de numerosas conversaciones con nuestros asociados en la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), incluyendo a Eric Kite y Vanessa Reilly, así como muchos funcionarios encargados de la oficina de Democracia y Gobernabilidad en las misiones de USAID en las Américas. Nuestro interés en el tema de la igualdad de oportunidades también proviene de los hallazgos de la última ronda de encuestas. En el 2010 se investigaron los impactos sociales y políticos de la crisis económica que en aquel momento afectaba a la región. Como se indicó en nuestra publicación de la serie Perspectivas No. 76, aunque en muchos países la crisis era moderada, ésta afectó de manera desproporcionada a ciertos grupos de ciudadanos, en particular a aquellos con pocos recursos, a aquellos de tez más oscura, y a las mujeres (véase el informe especial en el Cuadro 1). Estos hallazgos nos convencieron de la necesidad de indagar de manera más profunda el tema de la igualdad de oportunidades y la marginalización.

Si bien los datos que se presentan aquí fueron recolectados durante los primeros meses de 2012,

este informe representa la culminación de dos años de trabajo de miles de personas y de un gran número de instituciones y organizaciones en 26 países de las Américas. Los preparativos de la ronda del 2012 del Barómetro de las Américas comenzaron en el último trimestre de 2010, mientras se terminaban los análisis y la preparación de los informes de las encuestas de la ronda de 2010, y continuaron de lleno durante todo el año 2011. Durante el primer trimestre de 2011 se invitó a varios académicos destacados que estudian temas relacionados con la igualdad de oportunidades en América Latina y el Caribe a que nos visitaran y conversaran con nosotros en Nashville. Queríamos que nos dijeran qué preguntas, en su opinión, deberían incluirse en el cuestionario. Agradecemos a Lisa Baldez de Dartmouth University, a Jana Morgan de University of Tennessee en Knoxville, a Michelle Taylor-Robinson de Texas A&M University y a Leslie Schwindt-Bayer de University of Missouri por sus valiosas contribuciones durante nuestros intercambios. También recibimos valiosos aportes de Edward L. Telles de Princeton University durante todo el periodo de planificación del Barómetro de las Américas. Conforme escuchábamos a los académicos que han dedicado sus carreras al estudio de la igualdad de oportunidades en la región, íbamos formulando nuevas preguntas para el cuestionario, convirtiendo sus preocupaciones en un formato que nos permitiese recolectar datos comparables, precisos y confiables de los ciudadanos a lo largo de las Américas.

El diseño de la encuesta se llevó a cabo en tres fases de desarrollo y de pruebas piloto durante

un año entero. Fue un proceso muy participativo que implicó miles de horas de trabajo de un sinnúmero de personas. Entre febrero y septiembre de 2011 nuestro personal altamente capacitado para el trabajo de campo integrado por María Fernanda Boidi y Patricia Zárate, dirigió la primera fase de las pruebas piloto en Uruguay y Perú. El enfoque en esta etapa fue el desarrollo de nuevas preguntas para el cuestionario. También se recibieron importantes comentarios de Abby Córdova, Daniel Montalvo y Daniel Moreno quienes llevaron a cabo las pruebas piloto en El Salvador, Ecuador y Bolivia. A medida que iban señalando qué preguntas servían y cuáles necesitaban ajuste, se empezó a generar un grupo de

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Prólogo

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preguntas clave que permitirían examinar muchas de las facetas de la igualdad de oportunidades y la marginalización a lo largo de las Américas. Fuimos muy minuciosos en los detalles cortando ambigüedades de algunas frases para desarrollar preguntas que fueran lo más cercanas posibles a un significado común para todos los entrevistados en todos los sitios.

Al mismo tiempo se escogió un conjunto de preguntas que se usaron en 2010 y en otras rondas

anteriores que se preguntarían de nuevo en 2012. Esta repetición permite que se mantengan ciertas preguntas a lo largo de una década o más (por ejemplo, algunas series temporales en ciertos países de América Central se remontan a principios de la década de 1990), mostrando las actitudes y experiencias personales de los ciudadanos a lo largo de las Américas. Este “núcleo reducido” de preguntas fue evaluado por nuestros socios académicos en las Américas, los funcionarios y personal de las misiones de USAID en la región, y nuestro Comité Internacional de Asesores. Basándonos en sus recomendaciones, reintegramos algunas preguntas y eliminamos otras.

Para principios de octubre de 2011, después de una larga serie de reuniones internas en las

cuales se debatió cada pregunta del cuestionario, se había terminado el primer borrador del cuestionario en su totalidad. El borrador incluía preguntas nuevas y otras que ya se usaron en las rondas previas. Enviamos el borrador a las misiones de USAID y a nuestros colaboradores académicos en cada uno de los países para que nos dieran sus opiniones. A finales de octubre se realizó la Conferencia Preparatoria del Barómetro de las Américas 2012 en Miami, con el apoyo de University of Miami y Florida International University, en donde pudimos escuchar opiniones de funcionarios de USAID y de nuestros socios académicos. Después de esta conferencia realizamos 1,016 cambios al cuestionario durante los tres meses siguientes.

En la Conferencia Preparatoria de la ronda 2012 se pudo reunir al extenso equipo de LAPOP

para unificar criterios con relación a los objetivos comunes y los procedimientos a emplearse durante el próximo año. La Dra. Fernanda Boidi, directora de la oficina de LAPOP en Uruguay y la Dra. Amy Erica Smith de LAPOP Central se hicieron cargo de organizar la reunión. Antes del inicio de la Conferencia Preparatoria, por primera vez, se llevó a cabo una conferencia pública para la comunidad académica y los diseñadores de políticas públicas en Miami. La Conferencia denominada “La marginalización en las Américas”, fue posible gracias a la colaboración que recibimos del Miami Consortium, una asociación entre el Centro de Estudios de América Latina de University of Miami y el Centro de América Latina y el Caribe de Florida International University, y tuvo lugar en University of Miami. Las ponencias presentadas en la conferencia se centraron en el tema escogido para el 2012, habiéndose presentado hallazgos relacionados con la igualdad de oportunidades y la marginalización en las Américas en la encuesta realizada en 2010. Estamos especialmente agradecidos por la labor de Rubí Arana, quien dirige nuestra oficina de Miami en University of Miami; ella se hizo cargo de todas las gestiones locales para la Conferencia sobre Marginalización y para la Conferencia Preparatoria del Barómetro de las Américas.

En noviembre de 2011 comenzó una segunda fase de desarrollo y piloteo del cuestionario: la

creación de los cuestionarios específicos que serían administrados en cada uno de los 26 países. En primer lugar se adaptaron los cuestionarios a las condiciones locales. Por ejemplo, se ajustaron los nombres de los cuerpos legislativos nacionales, se insertaron los nombres de los presidentes de cada país, y se ajustaron los términos usados en cada país para referirse al soborno. En segundo lugar, se añadieron nuevas preguntas específicas para cada país, las cuales fueron diseñadas por las respectivas misiones de USAID y los miembros de los equipos académicos de cada país. Se piloteó de manera

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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rigurosa cada cuestionario específico para asegurar que las preguntas comunes y las nuevas preguntas se entendiesen en contextos locales, teniendo en cuenta las expresiones idiomáticas de cada país.

Durante la tercera fase de desarrollo del cuestionario y pruebas piloto se adaptaron los

cuestionarios en papel para que pudieran usarse con “smartphones”. En la actualidad en muchos países se administran los cuestionarios usando “smartphones” en vez del tradicional cuestionario en papel. La Universidad de Costa Rica y nuestro asociado Jeisson Hidalgo Céspedes desarrollaron y mejoraron el programa EQCollector que se usa con la plataforma Windows Mobile y crearon el formato para la ronda de encuestas de 2012. En Bolivia, Daniel Moreno colaboró con un equipo de ingenieros informáticos en el diseño de un programa alternativo de ejecución del cuestionario a través de la plataforma Android. Esta plataforma es la más sofisticada creada hasta la fecha, y se usará extensamente en la próxima ronda de encuestas. En 2012, se pudieron usar “smartphones” en 16 países. Estos “smartphones” hacen más eficiente la entrada de datos, evitan que se omitan preguntas, y ayudan a maximizar la calidad y a minimizar el número de errores en los datos de encuesta.

Un beneficio adicional del uso de “smartphones” es el poder cambiar a otro idioma, incluso a la

mitad de una pregunta, en los países que usan cuestionarios multilingües. Para los países que tienen poblaciones indígenas grandes, se tradujeron los cuestionarios a sus idiomas, por ejemplo, quechua y aymará en Bolivia. También se hicieron versiones del cuestionario en inglés para los angloparlantes del Caribe, y para los Estados Unidos y Canadá; así como versiones en francés, también para Canadá, una versión en francés criollo para Haití, y una versión en portugués para Brasil. Para Surinam se hizo una traducción al holandés y al sranan tongo. En total, se produjeron versiones del cuestionario en 13 idiomas distintos. Todos esos cuestionarios pueden consultarse en el sitio web del Barómetro de las Américas www.americasbarometer.org. También se encuentran en los anexos de los estudios de cada país.

Por último, el trabajo de campo se inició en enero de 2012 y se terminó en los últimos países a

principios de mayo. Se escucharon las opiniones de más de 41.000 ciudadanos de las Américas, desde el norte de Canadá hasta la Patagonia chilena, desde Ciudad de México hasta las tierras altas rurales de los Andes. En 24 de los 26 países se administró el cuestionario por medio de entrevistas cara a cara en los hogares de los entrevistados. En los Estados Unidos y Canadá se hizo por medio de Internet debido al alto costo de llevar a cabo las entrevistas en persona en esos dos países. En la ronda de 2010 se utilizó este mismo proceso. Todos estos ciudadanos colaboraron con el proyecto compartiendo con nosotros sus actitudes hacia sus sistemas políticos y sus gobiernos así como sus experiencias relacionadas con la delincuencia y la corrupción entre otros temas.

Un diseño muestral común ha sido crucial para el éxito de este esfuerzo comparativo. Se usó un

diseño común para construir la muestra probabilística estratificada multi-etápica (con cuotas a nivel de hogar) de aproximadamente 1.500 individuos en cada país. Los detalles de la muestra se encuentran en los anexos de cada publicación nacional. En 2012 se modificaron ligeramente las muestras y se continuó con la práctica acostumbrada de estratificar las regiones en cada país. Sin embargo, esta vez el municipio es la unidad primaria de muestreo y se selecciona según la probabilidad proporcional al tamaño (PPS, por sus siglas en inglés), teniendo cada municipio un tamaño estándar dentro de un determinado país. Las únicas excepciones son las ciudades grandes, las cuales se pueden haber subdividido en sectores, cada uno con su propio conjunto de entrevistas. Todas las ciudades capitales fueron autoseleccionadas, al igual que otras ciudades principales.

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Prólogo

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Otra característica importante de las encuestas de 2012 es la medición objetiva del color de piel. Después de la colaboración exitosa en la ronda de 2010, el Prof. Edward Telles, Director del Proyecto de Et-nicidad y Raza en América Latina de Princeton University, de nuevo apoyó el uso de las paletas de colores en 24 países de las Américas. Las paletas, las cuales se describen en la publicación del Barómetro de las Américas Insights, No. 73, ayudan a los encuestadores a registrar el color de la piel de los entrevistados en una escala de 11 puntos, siendo el 1 el tono más claro y el 11 el más oscuro. En el este informe, se usan las clasificaciones para determinar de qué manera se asocia el color de piel con la igualdad de oportunidades y la marginalización en las Américas.

Las encuestas de LAPOP utilizan un formulario de “consentimiento informado” común. El

Comité de Revisión Institucional (IRB, por sus siglas en inglés) de Vanderbilt University aprobó el uso de sujetos humanos en las investigaciones. Todos los investigadores involucrados en este proyecto estudiaron el material sobre la protección de los sujetos humanos utilizado por Vanderbilt y posteriormente tomaron y aprobaron los exámenes de certificación. Los datos públicos de este proyecto han sido desidentificados para garantizar el anonimato de todos los entrevistados. El formulario de consentimiento informado aparece como anexo en cada estudio.

Cuando se terminaron de recolectar los datos de cada país, se realizó un proceso riguroso de

entrada de datos y de verificación con el propósito de minimizar los errores. Estos procedimientos están en consonancia con las prácticas internacionalmente más reconocidas, lo cual nos da más confianza en la validez de las conclusiones analíticas derivadas de los datos. En primer lugar se utilizó un esquema de codificación común para todas las preguntas de cuestionario. En segundo lugar, se realizó una revisión rigurosa para minimizar los errores en la entrada de datos en los países que utilizaron cuestionarios en papel. La entrada de datos se llevó a cabo en los respectivos países y se verificó (por ejemplo por entrada doble), excepto en los casos en los que se usaron “smartphones”, en cuyo caso los datos se ingresaron dentro de las casas de los entrevistados, directamente en los dispositivos. Cuando LAPOP recibía cada uno de los archivos, se seleccionaban al azar 50 números de identificación de los cuestionarios y se le pedía al equipo que los enviaran por correo urgente a LAPOP para una auditoría. Si se encontraba un número alto de errores se tendría que repetir la entrada datos de toda la base y volver a realizar el proceso de auditoría. Por último, las bases de datos se combinaron para generar un solo archivo multinacional, y se enviaron copias a todos los equipos para que pudieran realizar análisis comparativos con el archivo entero. Todos los equipos recibieron también una base con los datos de 2012 de su respectivo país, así como una base de datos conteniendo la encuesta de 2012 más los datos de todas las encuestas anteriores del Barómetro de las Américas realizadas en ese país, a efecto de que pudieran hacer comparaciones longitudinales.

Seguidamente comenzó una nueva etapa del proyecto. En el tercer y cuarto trimestre de 2012 se

empezó a generar un gran número de informes por país y otros informes. LAPOP considera que los informes deben ser accesibles y comprensibles para lectores no técnicos, por lo que se utilizan extensamente gráficos bivariados. Pero también se reconoce la importancia del análisis multivariado (regresión linear o regresión logística) para que el lector más informado técnicamente pueda tener la seguridad de que las variables individuales incluidas en los gráficos son (o no son) predictores estadísticamente significativos de la variable dependiente que se está estudiando.

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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También se creó un formato de gráfico común basado en los programas para STATA 10/12. Estos programas generan gráficos que presentan los intervalos de confianza teniendo en cuenta el “efecto de diseño” de la muestra.1 Tanto los análisis bivariados y multivariados como también los análisis de regresión en el estudio toman en cuenta el efecto del diseño de la muestra. Este método representa un avance en la presentación de los resultados de las encuestas porque permite un mayor nivel de certeza de que las tendencias halladas sean estadísticamente significativas.2

Por último, en diciembre de 2012 se pusieron a disposición del público las bases de datos.

Desde entonces, y por primera vez, los usuarios del mundo entero pueden descargar los archivos de las bases datos de cada país sin costo alguno. Al mismo tiempo, siguiendo un cambio reciente en la política de LAPOP, se puso a disposición de los suscriptores institucionales e individuales una base con datos de los 26 países, así como también apoyo técnico del equipo de LAPOP.

El informe que tiene frente a usted, es por lo tanto, producto del intenso trabajo de un equipo enorme de investigadores altamente motivados, expertos en diseños muestrales, supervisores de campo, encuestadores, personal que se encargó de la entrada de datos, y, por supuesto, de los 41.000 entrevistados en la encuesta. Todo este esfuerzo habrá valido la pena si los resultados del estudio pueden coadyuvar a los diseñadores de políticas públicas, a los ciudadanos, y a los académicos a fortalecer la democracia en las Américas.

Los siguientes cuadros muestran las instituciones que han contribuido al proyecto:

1 El efecto del diseño se deriva de la estratificación, conglomerados, y ponderación en muestras complejas. Este efecto puede aumentar o reducir el error estándar de una variable, lo que a su vez afectará a los intervalos de confianza. Aunque el uso de la estratificación tiende a disminuir el error estándar, el grado de homogeneidad dentro de los conglomerados y el uso de la ponderación tienden a aumentarlo. Por lo tanto, fue necesario tomar en cuenta la naturaleza compleja de nuestras encuestas y no asumir, como se suele suceder en otros estudios de opinión pública, que los datos se han recolectado usando un muestreo aleatorio simple. 2 Todas las muestras del Barómetro de las Américas son autoponderadas con excepción de Honduras, Nicaragua, Panamá, Bolivia, Chile, Haití, Trinidad & Tobago, Estados Unidos y Canadá. Los usuarios de las bases de datos encontrarán un variable denominada “WT” que pondera los datos de cada país, lo cual significa que en las bases auto-ponderadas el peso de cada entrevistado es igual a 1. Los archivos también contienen una variable llamada “WEIGHT1500” que pondera el archivo de cada país a un tamaño de 1.500 para que en el análisis comparativo todos los países tengan el mismo peso.

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Prólogo

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País Instituciones México y Centroamérica

Costa Rica

El Salvador

Guatemala

Honduras

México

Nicaragua

Panamá

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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El Caribe

Belice

República Dominicana

Guyana

Haití

Jamaica

Surinam

Trinidad & Tobago

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Prólogo

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Andes/Cono Sur

Argentina

Bolivia

Brasil

Chile

Colombia

Ecuador

Paraguay

Perú IEP Instituto de Estudios Peruanos

Uruguay

Venezuela

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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Canadá y Estados Unidos

Canadá

Estados Unidos

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Agradecimientos

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Agradecimientos

Este estudio pudo llevarse a cabo gracias al generoso apoyo de muchas instituciones, principalmente la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). Vanessa Reilly y Eric Kite colaboraron generosamente en todos los aspectos del proyecto. Agradecemos el apoyo de la Fundación Tinker, y, en especial, a Rente Rene por su ayuda continua a todo el emprendimiento LAPOP. Le damos las gracias a Heraldo Muñoz, Rafael Fernández de Castro, y Freddy Justiano, del PNUD, por su importante respaldo durante la ronda de 2012 del Barómetro de las Américas. En el BID, les estamos especialmente agradecidos a Eduardo Lora y a Fabiana Machado por darnos su valioso apoyo y orientación intelectual. A Norbert Feiss del Banco Mundial le agradecemos sus entusiastas y valiosas contribuciones. Agradecemos enormemente a Nat Stone de Algonquin College por obtener el financiamiento para la encuesta en Canadá, por asignar asistentes de investigación para ayudar en la elaboración del informe de Canadá y también por brindarnos su apoyo con la traducción al francés del cuestionario. Gracias también a François Gélineau por su ayuda con la traducción del cuestionario al francés. Por su generoso apoyo y colaboración en la ronda de 2012 en Canadá, le damos las gracias también a Keith Neuman del Environics Institute. Queremos hacer una mención especial de la ayuda brindada por la Embajada de Suecia en Bolivia a nuestro equipo en Bolivia, y también darle las gracias a Daniel Moreno por la redacción de la propuesta de subvención para este proyecto y por conseguir el financiamiento para el mismo.

Numerosas instituciones contribuyeron también en este proyecto. Recibimos apoyo y

orientación importante del China Research Center de Duke University; agradecemos en particular a John Aldrich, Liu Kang, y Alexandra Cooper. También agradecemos a Florida International University y al United States Naval Postgraduate School por sus importantes contribuciones al estudio, al igual que a Lucio Renno de la Universidad de Brasília quien proporcionó un generoso apoyo con su subvención del CNPq para expandir la encuesta en Brasil. El profesor Ed Telles de Princeton University extendió el acuerdo iniciado con nosotros en el 2010 y apoyó nuevamente la inclusión de las paletas de colores para la codificación del color de piel en la ronda de encuestas de 2012. Agradecemos al Miami Consortium, una asociación entre el Centro de Estudios Latinoamericanos de University of Miami y el Centro de América Latina y el Caribe de Florida International University, por auspiciar la conferencia “La marginalización en las Américas” en Miami en octubre de 2011. Estamos especialmente agradecidos con los profesores Ariel Armony de University of Miami y Cristina Eguizábal de Florida International University por su patrocinio, y con Jordan Adams e Israel Alonso de University of Miami por su apoyo logístico altamente competente.

También agradecemos la colaboración de Jeisson Hidalgo Céspedes del CCP de la Universidad

de Costa Rica por el diseño del programa EQ Mobile para los “smartphones”. Jeisson trabajó incansablemente durante largos días para proveer apoyo durante los meses de preparación del cuestionario y del trabajo de campo. Además, el ojo avizor de Jeisson pudo detectar problemas en el diseño del cuestionario en varias ocasiones.

En Vanderbilt University, el estudio no hubiera sido posible sin la generosidad, la colaboración,

y el arduo trabajo de muchas personas. La Facultad de Artes y Ciencias proporcionó un apoyo vital al proyecto. John Geer, Jefe del Departamento de Ciencia Política de Vanderbilt ha proporcionado un apoyo constante y liderazgo. Los profesores Jon Hiskey, Zeynep Somer-Topcu y Efrén Pérez del Departamento de Ciencia Política aportaron muchos consejos útiles durante el proceso de

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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investigación. Tonya Mills, la Administradora de Subvenciones de LAPOP, fue la columna vertebral de los aspectos financieros del proyecto, administró detalles financieros extraordinariamente complejos de un sinnúmero de contratos y acuerdos de consultoría. Patrick D. Green, Director Auxiliar Ejecutivo de la Oficina de Administración de Contratos e Investigación realizó un gran trabajo en el manejo de los numerosos detalles de los contratos del proyecto. El abogado Jeffrey K. Newman, Director Asociado de la Oficina de Administración de Contratos e Investigación, manejó hábilmente los complicados asuntos legales relacionados con los contratos que abarcan todo el hemisferio. La abogada Dahlia M. French, Directora de Servicios Internacionales e Impuestos Internacionales de Vanderbilt manejó los múltiples asuntos relacionados con visados e impuestos.

Fernanda Boidi fue nuestra directora de operaciones del trabajo de campo; manejó y registró el

progreso del proyecto en los 26 países a través de un sistema increíblemente complejo de hojas de cálculo. También supervisó las pruebas piloto y la capacitación, y con gran ecuanimidad actuó como enlace entre los miembros de los equipos de los países del estudio, las misiones de USAID y LAPOP. Amy Erica Smith tomó el mando de muchas de las tareas de la ronda de 2012: desarrolló el cuestionario, planificó y coordinó la Conferencia Preparatoria en Miami, trabajó con Fernanda en la supervisión de las operaciones de la encuesta, y desarrolló las directrices de los informes regionales y nacionales. Rubí Arana se encargó de la compleja tarea de sincronizar las múltiples versiones de los cuestionarios de cada país y del núcleo común. Sin su atención a los detalles, no nos hubiéramos dado cuenta de muchos errores menores pero críticos en las traducciones y en la adaptación de los cuestionarios a cada país. Y como en las rondas anteriores, Abby Córdova proporcionó importantes comentarios relacionados con el diseño del cuestionario; su discernimiento se echará de menos en LAPOP. Hugo Salgado ayudó competentemente en muchos aspectos técnicos del programa y colaboró con las pruebas piloto y la capacitación de los encuestadores en varios países. De igual manera, Georgina Pizzolitto participó en las pruebas piloto y en la capacitación en varios países y también proporcionó ideas útiles y ayudó en algunas áreas del desarrollo del cuestionario.

Nuestro especialista en computación, el profesor Adrian Lauf, configuró la infraestructura informática en la que trabajamos. El profesor Lauf construyó nuestro sistema bibliotecario de datos en línea a través del cual usuarios de todo el mundo pueden descargar nuestras bases de datos; también construyó el cargador de datos a través del cual los equipos pueden exportar archivos de datos enormes con facilidad. Además, el profesor Lauf fue nuestro asesor para la nueva plataforma de Android “smartphone” y arregló nuestras computadoras cuando hizo falta.

Finalmente, queremos mencionar a todos los estudiantes en el programa de doctorado en

Vanderbilt University quienes dieron un valioso aporte para que esta ronda de encuestas fuera la mejor de todas: Marco Araujo (Brasil), Frederico Batista Pereira (Brasil), Mollie Cohen (EEUU), Margarita Corral (España), Ted Enamorado (Honduras), Arturo Maldonado (Perú), Alejandro Díaz Domínguez (México), Brian Faughnan (EEUU), Jordyn Haught (EEUU), Matt Layton (EEUU), Whitney López-Hardin (EEUU), Trevor Lyons (EEUU), Mason Moseley (EEUU), Juan Camilo Plata (Colombia), Mariana Rodríguez (Venezuela), Guilherme (Gui) Russo (Brasil), y Daniel Zizumbo-Colunga (México). Las directrices de este informe fueron diseñadas por un equipo de estudiantes graduados coordinados por Amy Erica Smith con revisiones sustanciales de los profesores Seligson y Zechmeister así como de la profesora Smith. Los autores y analistas de datos del grupo de estudiantes graduados son Frederico Batista Pereira, Mollie Cohen, Arturo Maldonado, Mason Moseley, Juan Camilo Plata, Mariana Rodríguez, y Daniel Zizumbo-Colunga. Mollie Cohen escribió todos los Informes Especiales en los cuadros, con excepción del número uno.

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Agradecimientos

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La cooperación de muchas personas e instituciones en los países del estudio contribuyó enormemente al éxito de este proyecto. A continuación presentamos sus nombres sus países y sus afiliaciones institucionales.

País/ Institución

Investigadores (ubicados en el país del estudio a menos que se indique lo contrario)

Vanderbilt University, Nashville, TN, Estados Unidos LAPOP Central

●Dr. Mitchell Seligson, Director de LAPOP, y Centennial Professor de Ciencia Política ●Dra. Elizabeth J. Zechmeister, Subdirectora de LAPOP y Profesora Asociada de Ciencia Política ●Dra. Susan Berk-Seligson, Profesora de Lingüística Española, del Departamento de Español y Portugués ●Dra. María Fernanda Boidi, Coordinadora de Operaciones de Campo de LAPOP, Uruguay ●Dra. Amy Erica Smith, anteriormente Coordinadora de Investigaciones de LAPOP y actualmente Profesora Asistente en Iowa State University

Grupo de México y Centroamérica

México ●Pablo Parás García, Presidente de DATA Opinión Pública y Mercados ●Dr. Vidal Romero, Profesor de Ciencia Política, Instituto Tecnológico de México (ITAM)

Guatemala ●Dra. Dinorah Azpuru, Profesora Asociada de Ciencia Política en Wichita State University, Estados Unidos y Socia de ASIES en Guatemala ●Diseño de la muestra y coordinación del trabajo de campo: Juan Pablo Pira, ASIES

El Salvador ●Dr. Miguel Cruz, Profesor Visitante de Florida International University, Estados Unidos ●Dr. Ricardo Córdova, Director Ejecutivo de FUNDAUNGO

Honduras ●Dr. Orlando J. Pérez, Profesor y Jefe del Departamento de Ciencia Política en Central Michigan University, Estados Unidos

Nicaragua ●Dr. John Booth, Regents Professor de Ciencia Política, University of North Texas, Estados Unidos

Costa Rica ●Dr. Jorge Vargas, Subdirector del proyecto Estado de la Nación, Costa Rica ●Ronald Alfaro Redondo, estudiante de doctorado, University of Pittsburgh, e Investigador del proyecto Estado de la Nación, Universidad de Costa Rica

Panamá ●Dr. Orlando J. Pérez, Profesor y Jefe del Departamento de Ciencia Política en Central Michigan University, Estados Unidos

Belice ●Georgina Pizzolitto, Coordinadora de Estudios Especiales, LAPOP Central

Grupo del Caribe República Dominicana

●Dra. Jana Morgan, Profesora Asociada de Ciencia Política, University of Tennessee. ●Dra. Rosario Espinal, Profesora de Sociología, Temple University, Filadelfia.

Guyana ● Everette Cleveland y Marciano Glasgow, Development Policy and Management Consultants ● Mark Bynoe, Director, Development Policy and Management Consultants

Haití ●Dra. Amy Erica Smith, anteriormente Coordinadora de Investigación de LAPOP y actualmente Profesora Asistente en Iowa State University, Estados Unidos ●Dr. François Gélineau, Profesor Asociado de Ciencia Política, Université Laval

Jamaica ● Balford Lewis, Instructor de Métodos de Investigación, Departamento de Sociología, Psicología y Trabajo Social, University of the West Indies, Mona

Surinam ●Dr. Jack Menke, Profesor de Ciencias Sociales en University of Suriname Trinidad & Tobago

●Dr. Marlon Anatol, Institute of International Relations, The University of the West Indies. St. Augustine

Grupo de los Andes y el Cono Sur Colombia ●Dr. Juan Carlos Rodríguez-Raga, Profesor Asociado de Ciencia Política, Universidad de los Andes,

Bogotá, Colombia ●Dr. Miguel García, Profesor Asistente de Ciencia Política, Universidad de los Andes, Bogotá, Colombia

Ecuador ●Dr. Juan Carlos Donoso, Profesor Asistente, Universidad de San Francisco de Quito ●Dr. Daniel Montalvo, Profesor Asistente, Universidad de San Francisco de Quito

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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País/ Institución

Investigadores (ubicados en el país del estudio a menos que se indique lo contrario)

Perú ●Dr. Julio Carrión, Profesor Asociado en la University of Delaware, Estados Unidos e Investigador del Instituto de Estudios Peruanos, Lima ●Patricia Zárate Ardela, Investigadora, Instituto de Estudios Peruanos, Lima

Bolivia ●Dr. Daniel Moreno, Ciudadanía, Comunidad de Estudios Sociales y Acción Pública, Cochabamba ●Vivian Schwarz, Ciudadanía, Comunidad de Estudios Sociales y Acción Pública, Cochabamba y candidata doctoral, Departamento de Ciencia Política, Vanderbilt University

Paraguay ●Manuel Orrego, CIRD ●Álvaro Caballero, CIRD

Chile ●Dr. Juan Pablo Luna, Profesor Asociado de Ciencia Política, Instituto de Ciencia Política, Pontificia Universidad Católica de Chile

Uruguay ●Dra. María Fernanda Boidi, Coordinadora de Operaciones de Campo de LAPOP, Uruguay ●Dra. María del Rosario Queirolo, Profesora Asistente de Ciencia Política, Universidad de Montevideo

Brasil ●Dr. Lucio Renno, Profesor Asociado de Ciencia Política, Universidade de Brasília ●Dr. Mathieu Tourgeon, Profesor Asociado de Ciencia Política, Universidade de Brasília

Argentina ●Dr. Germán Lodola, Profesor Asistente, Universidad Torcuato Di Tella

Venezuela ●Dra. Damarys Canache, CISOR Venezuela y Profesora Asociada de Ciencia Política, University of Illinois, Estados Unidos

Grupo de América del Norte

Estados Unidos

●Dr. Mitchell Seligson, Director de LAPOP y Profesor Centennial de Ciencia Política, Vanderbilt University (Director del Proyecto) ●Dra. Elizabeth J. Zechmeister, Subdirectora de LAPOP y Profesora Asociada de Ciencia Política, Vanderbilt University ●Dra. Amy Erica Smith, anteriormente Coordinadora de Investigación de LAPOP y actualmente Profesora Asistente en Iowa State University

Canadá

● Nat Stone, Profesor, Marketing and Business Intelligence Research Program, School of Business, Algonquin College ●Dra. Simone Bohn, Profesora Asociada de Ciencia Política, York University ●Dr. François Gélineau, Profesor Asociado de Ciencia Política, Université Laval ●Dr. Keith Neuman, The Environics Institute

Por último, deseamos agradecer a los más de 41.000 residentes de las Américas que brindaron

su valioso tiempo para contestar nuestras preguntas. Sin su cooperación, este estudio habría sido imposible.

Nashville, Tennessee Verano de 2012

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Resumen ejecutivo

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Resumen ejecutivo

Las enormes diferencias en las circunstancias y oportunidades de los ciudadanos de las Américas constituyen un problema muy importante para la región. El primer capítulo de este informe ilumina varios retos significativos que enfrenta Nicaragua como un país muy pobre y con una alta desigualdad en bienes y en ingresos. El desarrollo humano (medido con el Índice de Desarrollo Humano – IDH) de Nicaragua está muy por debajo del promedio regional. A pesar de que su IDH ha mejorado, Nicaragua aún está por detrás de sus vecinos de la región en la reducción de la desigualdad. Estimamos que un 27 % de la potencialidad de desarrollo humano de los nicaragüenses se pierde debido a la desigualdad. Encontramos que la desigualdad interna afecta profundamente las oportunidades de la población nicaragüense. Los nicaragüenses residentes en comunidades pobres tienden a tener ingresos insuficientes y menor educación que el resto de la población.

Aunque la variable género no afecta la distribución de la educación entre la población, otros

factores y circunstancias como el hecho de ser mayor de edad, tener piel de color más oscura, vivir en una comunidad rural, y ser hijo de una madre con poca educación formal, sí tienden a reducir la educación obtenible. Hoy en día los nicaragüenses gozan de un promedio de 4 años más de estudios aprobados que los que lograron sus madres, hecho que revela que la expansión del acceso a la educación ha reducido el déficit educativo padecido por las generaciones anteriores. Por otro lado, si bien el color de la piel no tiene impacto evidente sobre el ingreso familiar, factores como ser residente rural, ser mujer, ser mayor de edad, o ser hijo de una madre con baja educación, tienden a deprimir el ingreso de las familias. De la misma manera, las mujeres, los mayores de edad, y los nicaragüenses cuyas madres tuvieron poca escolaridad experimentan mayor inseguridad alimentaria que el resto de la población.

Muy pocos nicaragüenses dicen experimentar discriminación en el empleo, hecho que

trasciende diversos grupos y estratos sociales. En cuanto a sus actitudes hacia la igualdad de oportunidades, más de la mitad de los nicaragüenses no aprueba preferencias en el empleo para los hombres por encima de las mujeres en épocas de dificultades económicas. De la misma manera, sólo uno de cinco nicaragüenses afirma opiniones que revelan prejuicios raciales. Los nicaragüenses apoyan firmemente que el gobierno reduzca la desigualdad y la pobreza, y se muestran a favor de la acción afirmativa de reservar cupos en las universidades a favor de estudiantes de color. Tampoco ven como perezosos a los beneficiarios de la ayuda social.

A pesar de la reducción de las desigualdades en décadas recientes, el segundo capítulo revela

que persisten desniveles de participación política en las Américas. En el caso de los nicaragüenses encontramos que las mujeres participan más que los hombres en ciertos asuntos comunales, pero que lo hacen bastante menos cuando se trata de actividades propias de los partidos políticos y de campañas electorales. Por otro lado, los datos muestran que el color de la piel ni privilegia ni desfavorece a los nicaragüenses en la participación política. Sin embargo, tener más educación formal aumenta la participación en todas sus formas.

Los nicaragüenses tienden a tener actitudes no discriminatorias hacia ciertos grupos

potencialmente en desventaja social. Así, aprueban como líderes políticos a las mujeres y a personas de color, y apoyan cuotas femeninas en las listas de candidatos para cargos públicos. En el contexto de

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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las Américas, los nicaragüenses expresan menos prejuicios que el promedio regional contra las mujeres, las personas de color, y los discapacitados, aunque son menos tolerantes hacia los homosexuales.

El tercer capítulo considera si las desigualdades afectan a las percepciones de los nicaragüenses

en cuanto a varios factores, como sus capacidades como ciudadanos, su sentido de que el gobierno atienda a sus intereses, su apoyo al sistema político y a la democracia, y a sus protestas. Con pocas excepciones, encontramos que las desigualdades existentes y la discriminación percibida no afectan sus percepciones de eficacia política, apoyo institucional, actitudes democráticas, ni protesta. Por el contrario, la discriminación gubernamental eleva la eficacia interna (como creer entender los problemas nacionales) de los nicaragüenses. En contraste, percibirse discriminado por el gobierno baja la percepción de que a los funcionarios les importa qué piensa la gente. La mayoría de las desigualdades exploradas (sea de género, color de piel, bienestar económico, ser ama de casa, tamaño de la comunidad de residencia, y la discriminación por actores no-gubernamentales) no influencian ningún tipo de eficacia política. Más que la desigualdad, el involucrarse en la política, tener interés en asuntos políticos, y participar en organizaciones comunales aumentan en los nicaragüenses el sentido de que el sistema político responde a ellos y que son eficaces.

El alto apoyo de los nicaragüenses al sistema político en el contexto hemisférico y su nivel

moderado de protestas en comparación con la región, no proviene de la desigualdad sino que tiene que ver mucho más con las preferencias políticas personales, la afiliación partidista, y la participación en la propia comunidad. En términos absolutos los nicaragüenses apoyan firmemente la democracia como el mejor sistema de gobierno. Este sentimiento se distribuye de manera igualitaria entre personas activas y no-activas en la política, así como entre los beneficiarios y víctimas de la desigualdad y la discriminación.

El cuarto capítulo estudia los efectos de la victimización por la delincuencia y por la

corrupción, así como sus percepciones, sobre el apoyo al sistema político y al Estado de derecho. En comparación con el resto de América Latina y especialmente con los países del Norte, en Nicaragua la corrupción, la delincuencia y la percepción sobre ellas, son relativamente bajas y han estado en descenso. Estos problemas prevalecen más entre los residentes de Managua y sus alrededores metropolitanos que en las comunidades más pequeñas y que en otras regiones.

La victimización por la corrupción y por la delincuencia es más común entre los nicaragüenses

que poseen más bienes, así como entre los varones que entre las mujeres. En contraste, la percepción de corrupción y de inseguridad personal se distribuye de manera igual entre todos sectores demográficos. El color de la piel y la edad influyen muy poco sobre el apoyo al sistema político y al Estado de derecho. Tanto la experiencia de la corrupción como la victimización por la delincuencia disminuyen el apoyo de los nicaragüenses al sistema político. Ser víctima de la delincuencia socava el apoyo al Estado de derecho. En balance, los bajos niveles de delincuencia y de corrupción en Nicaragua minimizan su impacto sobre el apoyo al estado de derecho y al sistema político. Al fin de cuentas, aun los nicaragüenses víctimas de la delincuencia y de la corrupción están a favor del Estado de derecho y dan su apoyo al sistema político.

Un hallazgo llamativo es que los nicaragüenses más educados apoyan menos al Estado de

derecho que los otros. Normalmente se espera que a más educación formal haya mayor tolerancia y otras actitudes democráticas, pero esta expectativa resulta incorrecta. Este padrón también se

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Resumen ejecutivo

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manifiesta en la muestra de 26 países del hemisferio. Las elites de mayor influencia en general, incluyendo empleados públicos y líderes nacionales, provienen de manera desproporcionada de los sectores más educados. Por eso preocupa encontrar que los ciudadanos mejor entrenados y mejor informados de Nicaragua y del hemisferio no se aferren al estado de derecho.

El quinto capítulo traza dos actitudes vistas como contribuyentes importantes a la estabilidad

democrática – el apoyo a las instituciones. La legitimidad institucional ha subido desde 2006. En comparación con los ciudadanos de otros países del hemisferio, los nicaragüenses revelan un nivel de apoyo institucional alto, pero en cuanto a tolerancia política sólo se encuentran en el décimo lugar. Los nicaragüenses aprueban los derechos a protestar y a votar de los críticos del sistema, pero expresan menor apoyo a que los críticos puedan postularse para cargos públicos o a tener acceso a los medios para comunicar sus criterios. La tolerancia política en Nicaragua ha fluctuado erráticamente desde 2004, terminando con un pequeño descenso en 2012. Entre los nicaragüenses, la simpatía con cualquier fracción Liberal y afirmar la importancia de la religión en la vida personal aumentan la tolerancia, mientras que la reducen la simpatía con el FSLN y el género femenino.

Casi un tercio de los nicaragüenses expresa la combinación de actitudes que da lugar a una

“democracia estable” (alta tolerancia con alto apoyo institucional), hecho que los coloca en medio de la distribución hemisférica. Ese porcentaje que da lugar a la democracia estable bajó de 2004 a 2008, pero ha subido desde entonces. Expresar interés en la política, aprobar el desempeño del Presidente, y percibir bajos niveles de corrupción, elevan la probabilidad de guardar la combinación de alto apoyo institucional y alta tolerancia. Como pronosticaba nuestra teoría, entre los nicaragüenses la combinación “democracia estable” se asocia con mayor apoyo para la democracia como el mejor sistema de gobierno.

En casi todos los rubros los nicaragüenses en 2012 muestran incrementos sobre niveles

anteriores en su apoyo a instituciones específicas. Afirman promedios altos de confianza en el Ejército, la policía, los medios de comunicación, y las instituciones religiosas, y menor confianza, pero aún positiva, para otras instituciones.

El capítulo seis demuestra que los nicaragüenses se colocan cerca del promedio hemisférico en

asistencia a sesiones de gobierno municipal, y en pedir ayuda del gobierno local. Reportes de los niveles de asistencia a reuniones municipales y de demandas a los gobiernos locales bajaron de 2004 a 2006, pero ambos se han mantenido estables desde entonces. De los que piden cosas del gobierno local solo un tercio afirma la resolución de sus demandas. Los que demandan cosas del gobierno municipal perciben sus situaciones económicas como positivas. Además, los demandantes asisten más a sesiones de sus gobiernos municipales que otras personas.

Los nicaragüenses promedian una evaluación modestamente positiva en cuanto a los servicios

proporcionados por sus gobiernos locales. Sin embargo, con esto se colocan en el quinto lugar más positivo de las Américas. La mayoría de los nicaragüenses dan evaluaciones indiferentes de los servicios de los gobiernos municipales. Sin embargo más del triple de personas los evalúan más positivamente que negativamente. Incluimos por fines comparativos la evaluación de las carreteras, los servicios de salud pública, y la educación. Hacemos hincapié que la provisión de estos servicios no corresponde a los gobiernos municipales nicaragüenses, sino al gobierno central. Los En cuanto a las percepciones de servicios específicos, los nicaragüenses juzgan las carreteras y el servicio de salud pública positivamente, pero por poco (un puntaje abajo de cincuenta en una escala que asciende a 100).

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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Marcan a la educación pública en 62, colocando su evaluación en el tercer lugar del hemisferio. Esta alta posición probablemente se deriva de recientes mejoras en la accesibilidad de la educación, en vez de los comparativamente bajos logros individuales de los nicaragüenses en el campo educativo.

Este capítulo comenzó con la hipótesis de que la satisfacción con los servicios locales

contribuiría a niveles más altos del apoyo al sistema político. Los nicaragüenses en general nos informan tener un nivel medio de satisfacción con los servicios locales (56 de 100) y de confianza en el gobierno local (52). Su aprobación a los servicios del gobierno local se correlaciona positivamente con su apoyo para el sistema nacional. Sin embargo, cuando se introduce al modelo analítico un control sobre la confianza en el gobierno municipal, dicha asociación se esfuma.

El capítulo siete considera la juventud de Nicaragua, personas de los 16 a 25 años, que

constituye un cuarto de la población adulta – fracción que parece en descenso debido a una reducción de la fertilidad en recientes décadas. Los cohortes de 16 a 25 tienen el promedio mayor de educación formal acabada. La juventud es un poco más próspera que los nicaragüenses mayores, y expresan mayor optimismo en cuanto a la economía. Sin embargo, sus perspectivas varían mucho según el contexto local, observándose peores resultados en las regiones menos desarrolladas del país.

Un patrón importante del estudio es que los jóvenes se distinguen muy poco de los

nicaragüenses mayores en la mayoría de sus opiniones políticas y sociales. Los nicaragüenses consideran que los mayores riesgos que enfrenta la juventud son las drogas (49%), el alcohol (21%) y las maras (15%). Como propuestas de soluciones para estos problemas, sugieren deportes, creación de empleo, la educación, y programas de trabajo voluntario. Los nicaragüenses cambiarían de sus centros educativos locales lo siguiente: mejorar la infraestructura (33%), mejorar la parte académica 22%), mejorar los docentes (11%), y aumentar actividades recreativas y deportivas (10%). Casi nadie (1.4%) menciona problemas de politización en las escuelas. Los efectos de la delincuencia son muy semejantes entre jóvenes y mayores.

Las actitudes políticas de la juventud de Nicaragua son muy semejantes a las de sus

conciudadanos mayores, con unas pocas excepciones interesantes. Manifiestan diferencias en estos asuntos: los jóvenes son más receptivos que los mayores a la posibilidad de un hipotético golpe de estado militar. Ideológicamente, los jóvenes son más dados a los extremos, y algo más derechistas que los mayores. Finalmente, hay variación en la participación política. Comparados con los mayores de edad, la juventud se inscribe a votar, vota, y hace menos contactos con funcionarios oficiales. La juventud utiliza el Internet más que los mayores. En la sociedad civil, los jóvenes son más activos en grupos deportivos, pero no en otro tipo de asociación. La clara tendencia de la juventud es participar menos y asumir menos liderazgo que sus mayores.

El contexto regional, medido en términos del índice de desarrollo humano municipal (IDHM) y

voto presidencial en las elecciones de 2011, ejerce poco efecto sobre el apoyo al sistema político y la tolerancia política de la juventud. El único pero modesto efecto contextual detectado por un análisis multinivel es que la juventud que vive en las zonas más desarrolladas (IDHM) expresa menos tolerancia a los críticos del sistema. Especulamos que este fenómeno se debe a la concentración de empleados públicos y simpatizantes del FSLN en la Nicaragua urbana.

Tal como concluimos en el informe de 2010, nuestros hallazgos dan poca evidencia de que la

juventud nicaragüense de 2012 quisiera desestabilizar el sistema político. Aunque un tanto más

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Resumen ejecutivo

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inclinados hacia la derecha ideológica y más dados a apoyar golpes de estado hipotéticos, los jóvenes son también menos activos políticamente. Una parte de su comparativamente reducida participación electoral pudiera deberse a que no recibieron a tiempo sus cédulas de identidad, requisito para votar, antes de las elecciones nacionales de 2011.

El octavo capítulo revela que las mujeres de Nicaragua tienen muy pocas diferencias con los

varones en sus opiniones y actitudes, pero que algunas diferencias son muy importantes, especialmente su vulnerabilidad y dependencia económica, ausencia de ciertas actitudes y experiencias que apoyan el involucramiento en la política, y sus niveles inferiores de participación política y en la sociedad civil. Pese a las diferencias significativas, en balance encontramos que las mujeres y los hombres nicaragüenses generalmente comparten la misma cultura política y opiniones que los hombres.

Las mujeres de Nicaragua tienen un promedio de solo 6.3 años de educación, algo que

indisputablemente retrasa sus oportunidades económicas. Dos tercios de las mujeres casadas o que viven en pareja dependen del compañero doméstico para todo su ingreso. Esto explica por qué las mujeres tienen un 50% más de inseguridad alimentaria que los hombres, y por qué son más pesimistas en cuanto a sus situaciones económicas que los hombres. La pobreza femenina es más aguda en las municipalidades menos desarrolladas, y menos en las más desarrolladas y urbanizadas. Las mujeres mencionan cuestiones económicas como los problemas nacionales más importantes, mucho más que los hombres, probablemente debido a su relativa dependencia económica.

Entre las mujeres, un 13.5% se describe como víctima de la delincuencia en los últimos doce

meses; tienen menor probabilidad de experimentar robos violentos o asaltos físicos que los hombres, pero mayor probabilidad de experimentar un robo en casa. Por la bajísima frecuencia reportada, creemos que las nicaragüenses no siempre han informado a nuestros encuestadores si han sido víctimas n de un asalto sexual. Las mujeres que experimentan actos de violencia dicen tres veces más que los hombres que ese acto ocurrió en casa, y un tercio menos que los hombres, que dicho acto pasó en la calle. Aproximadamente un tercio de las nicaragüenses percibe que las maras constituyen un problema en su barrio y se siente insegura. Solo un 7.3% de las mujeres nicaragüenses dice que han experimentado la corrupción en los últimos 12 meses la mitad del nivel experimentado por s hombres.

Las mujeres nicaragüenses comparten con los hombres niveles casi idénticos en la mayoría de

sus actitudes y opiniones. Aun las diferencias significativas entre los géneros tienden a ser muy pequeñas, hasta en actitudes relacionadas al género como el apoyo a cuotas femeninas en las listas de nominación de los partidos. Las mujeres definitivamente se oponen más a la idea de dar preferencias en el empleo a los hombres en tiempos económicos difíciles, y dudan que los hombres sean mejores líderes políticos que ellas. En contraste, las mujeres nicaragüenses creen que un hombre manejaría mejor la economía nacional que una mujer. En general, los nicaragüenses están a favor de la equidad de género. Solo un 9% de los nicaragüenses, hombre o mujer, apoya el aborto terapéutico, alineándose con la ley nacional correspondiente.

Las nicaragüenses apoyan la democracia por amplio margen, y también la reelección múltiple

de un presidente eficaz. Se oponen a los golpes de estado, ya sean ejecutados por militares o por el Ejecutivo. Creen ampliamente que el Estado tiene una responsabilidad importante en el bienestar social, pero se dividen igualmente sobre la cuestión de si el Estado debe ser dueño de las empresas más importantes. Confían en el gobierno, pero no tan ampliamente. Las mujeres apoyan al sistema político más que los hombres, pero en esta actitud, como muchas otras, sus criterios no varían mucho de los de

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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los hombres. Las mujeres, tanto como los hombres en Nicaragua, se inclinan por la inclusión y la tolerancia hacia los discapacitados, gente de color, y homosexuales (aunque el apoyo al matrimonio gay es muy bajo).

Ciertas actitudes y comportamientos que facilitan la participación política exhiben mayor

diferencia entre los dos géneros en Nicaragua. En comparación con los hombres, las nicaragüenses prestan menos atención a las noticias, tienen menos información política, confían menos en otros, se creen menos informadas sobre las cuestiones de importancia nacional, y simpatizan menos con cualquier fracción Liberal. Las mujeres son más activas en grupos de tipo religioso y educativo que los hombres, pero menos en grupos de índole económico o deportivo. Los géneros empatan en su nivel de actividad en grupos pro-mejoras comunales y de los CPC, el involucramiento en la sociedad civil en general, y en su ejercicio de liderazgo en grupos comunales.

La comunicación de los intereses de las mujeres al sistema político depende de la participación

política. En varias áreas las diferencias de la participación entre los géneros son pequeñas, pero las mujeres nicaragüenses participan menos que los hombres en la solución de problemas comunales, en convencer a otros cómo votar, y en la participación política en general. Por ende, las mujeres proyectan sus intereses en la arena pública menos de lo que lo hacen los hombres, lo que probablemente las pone en desventaja de influenciar políticas públicas. La participación política de las mujeres de Nicaragua aumenta cuanto más educación tienen, mayor sentimiento de eficacia personal, interés en la política, simpatía Sandinista, y residencia en un contexto de pobreza. Más que nada, el involucrarse en la sociedad civil (las organizaciones) en todas sus formas es lo que moviliza a las nicaragüenses a participar en la política.

El noveno capítulo explora la participación en elecciones, el tipo más común de participación

de los nicaragüenses. Hallamos una fuente de desigualdad importante en varias barreras para poder ejercer el voto en Nicaragua. A inicios de 2012 entre un 4,4% y un 6% de los nicaragüenses en edad de votar no tenían el primer requisito para votar, como es la cédula de identidad. El problema afectaba más a los que tenían entre 16 y 20 años de edad, a un tercio de los cuales les faltaba la cédula. El segundo requisito para votar es aparecer en el padrón electoral de la junta receptora de votos de donde se vive. Nuevamente en este caso los jóvenes eran los más afectados. Un 5% de los ciudadanos mayores de 25 se describen como excluidos del padrón electoral, en comparación con el 29% de los comprendidos en las edades entre 16 y 20 años, y un 13% de los que estaban en edades de 21 a 25. Tercero, a casi un 4% de los cedulados e inscritos no los dejaron votar en su junta receptora en la elección de 2011. Sumando estos efectos acumulativos, estimamos que entre un 16% y un 23% de los nicaragüenses en edad de votar no pudieron hacerlo en las elecciones nacionales del 2011. Hay que notar que las barreras para votar no afectan de manera igual a todos los nicaragüenses. Los simpatizantes del FSLN informan que les afectan estos problemas en niveles significativamente inferiores que a los otros nicaragüenses. A pesar de los problemas mencionados, la participación en las elecciones de 2011 fue vasta y se distribuyó uniformemente entre diversos sectores demográficos.

Un 48% de los nicaragüenses profesa no simpatizar con ningún partido político, seguido por un

44% de simpatizantes del FSLN y un 7% de seguidores de todas las fracciones Liberales sumadas. La simpatía con el FLSN se ha duplicado desde 2008, mientras la simpatía Liberal se ha contraído hasta la mitad. El voto presidencial ha seguido una tendencia semejante con respecto a las grandes tendencias Sandinistas y Liberales. La extensión del cambio observado en simpatía partidista sugiere que en Nicaragua se ha venido operando una transformación de un sistema político competitivo de dos

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Resumen ejecutivo

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partidos dominantes, a un sistema de un partido dominante con oposición partidista débil. A inicios de 2012, la respuesta a una pregunta sobre una hipotética elección presidencial llevada a cabo “esta semana” indica que el Frente Sandinista se beneficia de una percepción de un buen manejo económico por parte del gobierno, y también de la aprobación del desempeño del Presidente.

La intención de voto en las elecciones municipales de 2012 (82%) fue parecida a niveles

pasados de votación nacional. Probablemente se infló por varias razones: primero, hay una tendencia ampliamente observada en encuestas de inflar la intención de votar. Es más, cuando las elecciones locales no ocurren en la misma fecha que las nacionales, condición de las elecciones municipales de noviembre de 2012, suelen acudir menos personas a las urnas. Por ende es dudoso que un 82% votara en noviembre. (De hecho, los resultados provisionales de la elección del 4 de noviembre de 2012 indican una abstención del 45%.) Las personas con mayor probabilidad de acudir a las urnas en noviembre de 2012 incluían los simpatizantes del FSLN y los activistas de los CPC. Los que estaban menos dispuestos a votar incluían a quienes dijeron haber observado irregularidades en el voto de 2011, y a personas con baja confianza en el Consejo Supremo Electoral.

Los nicaragüenses se polarizan entre la izquierda y la derecha. Casi la mitad se coloca o en la

extrema izquierda (29%) o la extrema derecha (20%), comparados con un 33% que se coloca en el centro ideológico. La posición ideológica promedio de los nicaragüenses – actualmente un tanto a la izquierda del centro – se ha movido hacia la izquierda porque el número de personas que se auto posicionan a la derecha se ha reducido mientras que ha aumentado la fracción de los que se auto colocan en la izquierda.

Aproximadamente un cuarto de los nicaragüenses dicen haber observado o experimentado

irregularidades en la elección presidencial de 2011. Mencionan incidentes de doble votación, expulsión de fiscales de las juntas electorales, e intimidación en el lugar de votación. En otro ejemplo de desigualdad partidista, estos problemas son mencionados tres veces más por las personas que no votaron por el FSLN en 2011 que los que mencionan los votantes pro-sandinistas.

A pesar de las irregularidades percibidas y de los muchos comentarios críticos en los medios en

cuanto a las elecciones de 2008 y 2011, los nicaragüenses declaran tener más confianza en las elecciones y en el Consejo Supremo Electoral, si se comparan los resultados entre la encuesta de 2010 y la de 2012. Atribuimos este resultado a (1) un efecto del incremento generalizado de la confianza en las instituciones gubernamentales, y (2) a las alteraciones en los padrones de identificación partidista. En otra división según criterios partidistas, los simpatizantes del FSLN, quienes ven positivamente el CSE, han aumentado en números absolutos y relativos en los años recientes.

El apoyo al sistema político en Nicaragua viene más que nada de la aprobación del desempeño

del Presidente actual, y de la confianza en el CSE. Los nicaragüenses que evalúan positivamente el desempeño presidencial y que confían en el CSE también incrementan la satisfacción con la democracia en Nicaragua. En el lado negativo, la evaluación de la democracia nicaragüense baja entre los más tolerantes, los testigos de irregularidades electorales, y las personas que manifiestan intención de votar en contra del FSLN en el voto hipotético presidencial. Resalta mucho la asociación partidista en la evaluación de las instituciones y de la democracia nicaragüense. En esta nación polarizada, las evaluaciones de la democracia y de las instituciones nacionales – sean buenas o malas – se derivan notablemente de las posiciones con respecto al gobierno de Ortega y del CSE. En esencia, los nicaragüenses de diferentes partidos se dividen sobre los criterios para evaluar a sus instituciones y a la

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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democracia. Los simpatizantes Sandinistas, que admiran el sistema y sus elecciones, aumentan en número y son más activos políticamente que los demás nicaragüenses. Encontramos que el sistema político nicaragüense actual proporciona más fácilmente el acceso a los simpatizantes y votantes del FSLN que a los restantes. Los simpatizantes de otros partidos o de ningún partido culpan al sistema electoral más que lo hacen los Sandinistas, y probablemente experimentan desaliento de participar de lleno a causa de los obstáculos que perciben.

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Explicación de los gráficos del estudio

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Explicación de los gráficos que aparecen en este estudio

Los datos del Barómetro de las Américas se basan en una muestra representativa deciudadanos obtenida en cada país; naturalmente, todas las muestras producen resultadosque contienen un margen de error. Es importante que el lector comprenda que cadaestimación puntual de algún valor (por ejemplo, la confianza promedio de un país en suspartidos políticos) tiene un intervalo de confianza, expresado en términos de un rangopredeterminado. La mayoría de gráficos en este estudio muestran un intervalo de confianzadel 95% que toma en cuenta el hecho de que las muestras utilizadas en este estudio son“complejas” (es decir, son estratificadas y por conglomerados). En los gráficos de barraseste intervalo de confianza aparece como un bloque gris y en los gráficos que presentan losresultados de modelos de regresión aparece como una línea horizontal corta. El punto queaparece en el centro de los intervalos de confianza representa el promedio estimado (en losgráficos de barras) o el coeficiente (en los gráficos de regresión).

En el primer caso, los números que aparecen junto a cada barra en los gráficos debarras, representan los valores de dichos puntos. Cuando dos estimaciones tienen intervalosde confianza que se traslapan, esto significa que la diferencia entre los dos valores no esestadísticamente significativa (es decir, no son distinguibles entre sí) y que el lector debeignorar dicha diferencia.

En el caso de los gráficos que muestran los resultados de una regresión se incluyeuna línea vertical en el número “0.” Cuando el coeficiente estimado de una variable seubica a la izquierda de esta línea vertical, ello indica que la variable tiene un impactonegativo sobre la variable dependiente (la actitud, comportamiento o característica que sequiere explicar); cuando se ubica a la derecha, significa que tiene un impacto positivo en lavariable dependiente. Se puede tener un 95% de seguridad de que dicho impacto esestadísticamente significativo cuando el intervalo de confianza no atraviesa la líneavertical.

Por favor tener en cuenta que los datos presentados y analizados en este informeestán basados en una versión de la encuesta 2012 del Barómetro de las Américas previa a laque se puso a disposición del público.

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Parte I: La igualdad de oportunidades y

la democracia en las Américas

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Capítulo Uno

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Capítulo Uno: La igualdad de oportunidades económicas y sociales en las Américas

Con Mariana Rodríguez, Frederico Batista Pereira y Amy Erica Smith

I. Introducción

Las definiciones de democracia consideran casi siempre la igualdad de oportunidades como algo esencial. La idea de igualdad de condiciones de acceso está presente en quienes defienden la democracia en cualquier lugar del mundo. Las oportunidades en la vida que tienen las personas se ven altamente influidas por las posibilidades que tengan de estudiar en buenas escuelas, recibir atención médica de buena calidad, o tener acceso al crédito, entre otras cosas. De hecho, las oportunidades en la vida de los niños dependen en buena medida de la posición social y económica de sus padres al punto que sus logros futuros están a menudo condicionados y pueden verse limitados o ampliados según las circunstancias de su juventud. Las condiciones en la vida que afectan el éxito están influidas también por los niveles de prejuicio en la sociedad y por las normas relacionadas con el papel de los grupos en la sociedad, ya que estas actitudes pueden limitar las oportunidades económicas y la participación política.

¿En qué medida han sido exitosos los países de América Latina y el Caribe en hacer realidad el

ideal de la igualdad de oportunidades? Prestar atención a las desigualdades económicas es un buen punto de partida. Acotando momentáneamente el análisis a América Latina, durante mucho tiempo este conjunto de países ha sido conocido como la región con mayor desigualdad en la distribución de ingresos y riqueza del mundo. En años recientes, sin embargo, la desigualdad de ingresos, aunque no la desigualdad en la riqueza, ha ido disminuyendo gradualmente en algunos países latinoamericanos que históricamente tenían niveles altos de desigualdad.1 Más significativa aún es la disminución en los niveles de pobreza en algunos países.2

Estas señales alentadoras de disminución en los niveles de desigualdad y pobreza no significan,

sin embargo, que el problema de la desigualdad de oportunidades en las Américas se haya superado. Todo lo contrario, la reciente mínima disminución en la desigualdad de ingresos parece haber resaltado la imagen general de la persistente desigualdad económica. Además, diferentes investigaciones han demostrado que los altos niveles de desigualdad económica aminoran el crecimiento económico y limitan que se continúe reduciendo la pobreza.3 En términos sociales, por ejemplo, la desigualdad suele ir acompañada de un aumento en la criminalidad y la violencia (Fajnzylber et al. 2002).4

1 Ingresos y riqueza se relacionan entre sí, pero aun así son términos conceptualmente diferentes. Por ejemplo, el Barómetro de las Américas contiene preguntas acerca de los ingresos (la suma de fondos que recibe un hogar cada mes por concepto de trabajo o remesas) y pregunta asimismo acerca de riqueza en términos de bienes existentes en el hogar. 2 López-Calva, Luis Felipe, y Nora Claudia Lustig. 2010. Declining Inequality in Latin America: A Decade of Progress? Washington, D.C.: Brookings Institution Press and United Nations Development Program. 3 De Ferranti, David, Guillermo E. Perry, Francisco H.G, Ferreira, y Michael Walton. 2004. Inequality in Latin America: Breaking with History? Washington, DC: The World Bank. 4 Fajnzylber, Pablo, Daniel Lederman, y Norman Loayza. 2002. “Inequality and Violent Crime.” Journal of Law and Economics 45: 1-39.

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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La desigualdad de ingresos no es solo un problema social o económico, sino también, y por varias razones, un problema político. En primer lugar, entre los “desposeídos” de la región, la desigualdad frecuentemente fomenta malestar e insatisfacción, lo que afecta la participación política y la estabilidad de los gobiernos. Diversas investigaciones señalan que la desigualdad crea descontento entre la ciudadanía,5 promueve la inestabilidad y la violencia,6 y disminuye la confianza en la democracia.7 Las investigaciones de LAPOP han demostrado que la desigualdad merma la confianza interpersonal, pegamento que mantiene unida una sociedad democrática.4 En segundo lugar, la desigualdad es un problema que los gobiernos buscan resolver a través de políticas públicas, y los candidatos políticos compiten sobre la base de cómo proponen resolver este problema. En tercer lugar, en la medida en que los sistemas políticos prestan más atención a las voces de algunos segmentos de la ciudadanía (aquellos con recursos para hacer demandas), esto aumenta los retos de la consolidación democrática.

Es evidente que aún en situaciones de gran igualdad de oportunidades no se podrían evitar

todas las desigualdades, ya que cada individuo está dotado por naturaleza con diferentes fortalezas que producen diferentes resultados durante el transcurso de la vida.8 Pero este no es el caso en América Latina y el Caribe donde la brecha extremadamente amplia entre los ricos y los pobres es muestra evidente de que las oportunidades no están distribuidas igualitariamente. Más importante aún es que la desigualdad se refuerza a sí misma. Los recursos distribuidos de manera inequitativa, aunque provengan en esfuerzos y habilidades, afectan las oportunidades futuras de éxito económico. Por ejemplo, un estudio reciente del Banco Mundial indica que en siete países analizados, aproximadamente el 10 por ciento de la desigualdad de ingresos en América Latina puede atribuirse a las diferencias en los logros académicos de la madre.9 Es más, la igualdad de oportunidades se extiende más allá de las condiciones económicas e incluye la participación política y el acceso. Estas desigualdades agravan el círculo vicioso en el cual aquellas personas que nacieron con mayores oportunidades establecen reglas de juego que les ayudan a mantenerse a ellos y a sus hijos en posiciones de riqueza y poder.

¿En qué medida se traducen el género, la raza, la etnicidad, la clase social, y la orientación

sexual en barreras para la igualdad de oportunidades, y por lo tanto, se constituyen en fuentes de marginalización a largo plazo en las Américas? ¿Y cómo afectan dichas desigualdades la opinión pública hacia el sistema político? En la ronda del Barómetro de las Américas de 2012 se mide la marginalización económica, social, y política. Se crean medidas objetivas basadas en desigualdades experimentadas por los entrevistados, y además, indicadores subjetivos que incluyen medidas de prejuicio y de normas hacia los diferentes grupos. En todo el estudio se presta especial atención a múltiples fuentes de marginalización. Luego se evalúa en qué medida y cómo la marginalización puede estar socavando los valores claves necesarios para la existencia de una cultura política democrática.

5 De Ferranti et al., 2004, Ibid. 6 Uslaner, Eric. M. y Mitchell Brown. 2005. “Inequality, Trust, and Civic Engagement.” American Politics Research 33: 868-894. 7 Córdova, Abby B. 2008. “Divided We Failed: Economic Inequality, Social Mistrust, and Political Instability in Latin American Democracies.” Tesis Doctoral, Vanderbilt University. 8 Przeworski, Adam. 2010. Democracy and the Limits of Self-Government, Cambridge Studies in the Theory of Democracy. New York: Cambridge University Press 9 Barros, Ricardo Paes de, Francisco H. G. Ferreira, José R. Molinas Vega, y Jaime Saavedra Chanduvi. 2009. Measuring Inequality of Opportunities in Latin America and the Caribbean. Washington, D.C.: The World Bank.

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Capítulo Uno

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En este capítulo se examina la magnitud de la desigualdad económica y social en las Américas. En primer lugar, en la Sección II del capítulo, se sintetizan las investigaciones previas sobre la desigualdad económica y social en Nicaragua y en las Américas, analizándose los datos y hallazgos de investigadores académicos y de instituciones internacionales. En la Sección III con datos del Barómetro de las Américas de 2012, se examina la igualdad de oportunidades económicas y sociales en la región. Después de evaluar las disparidades objetivas en los resultados económicos y sociales, se analiza la opinión pública. Se explora quiénes perciben que están siendo discriminados y se examina qué piensa la ciudadanía acerca de la desigualdad económica y social en la región. Por último, se discuten posibles soluciones a través de políticas públicas, analizando preguntas tales como quién apoya las cuotas raciales en la educación.

II. Antecedentes: La igualdad de oportunidades sociales y económicas en las Américas

En esta sección se examinan trabajos previos sobre la desigualdad en Nicaragua y en las Américas, basándose en varias medidas objetivas de desigualdad. Investigadores del Banco Mundial han comparado los niveles globales de desigualdad existentes en América del Norte, Centroamérica y América del Sur y el Caribe con los de otras regiones del mundo. El Gráfico 1 muestra la desigualdad tanto dentro de los países como entre los países de una región.10 El eje horizontal (X) presenta los niveles promedio de desigualdad dentro de cada país en la región, mientras el eje vertical (Y) presenta las diferencias en los niveles de ingreso entre países en una misma región. América Latina y el Caribe se destacan en ambas dimensiones. Por un lado, los niveles medios de desigualdad dentro de los países de la región son sorprendentemente altos, siendo los más altos del mundo. Por otro lado, la región es relativamente homogénea cuando se comparan los niveles de ingreso entre un país y otro.

Gráfico 1. Índices de Gini por región del mundo

10 Véase Milanovic, Branko y Shlomo Yithaki. 2001. “Decomposing World Income Distribution: Does the World Have a Middle Class?” World Bank: Policy Research Working Paper 2562

África

Asia

Europa del Este/Antigua Unión Soviética

Ámerica Latina & el Caribe

Europa O./América del N/Oceanía

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20

30

40

50

Índic

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0 10 20 30 40 50

Índice de GINI dentro de cada paísFuente: Milanovic y Yitzhaki (2001)

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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El Gráfico 2 muestra la distribución de la riqueza en la región, comparando los coeficientes Gini en América del Sur, América Central, América del Norte y la región del Caribe.11 Se puede observar que los niveles promedio de desigualdad son mucho más altos en América Central y América del Sur que en América del Norte y el Caribe.

Gráfico 2. Desigualdad en las Américas

Otra forma de evaluar la desigualdad en el ingreso es examinar las posiciones relativas de los

ciudadanos de diferentes países en la distribución de ingreso global. El Gráfico 3 muestra resultados de investigadores que han evaluado los niveles de vida de la población en cuatro países del mundo por ventiles dentro de cada país (un ventil incluye 5% de la distribución del ingreso).12 El gráfico compara Brasil, un país prototipo de la desigualdad en la región, con otros tres países: Francia, Sri Lanka y el área rural de Indonesia, y permite observar las condiciones dramáticamente desiguales de vida en Sudamérica y Centroamérica. El 5% más pobre de los ciudadanos brasileños está peor que el 5% más pobre en Sri Lanka o Indonesia, y se sitúa muy cerca del percentil más bajo de la distribución de ingreso del mundo. Sin embargo, el 5% de los brasileños más ricos está tan bien como el 5% de los más ricos en Francia, y mucho mejor que los que se sitúan en el ventil más rico de Sri Lanka o del área rural en Indonesia, y de los que están en el percentil más alto de la distribución global del ingreso. El

11 El índice de Gini mide hasta qué punto la distribución del ingreso (o en algunos casos, de los gastos de consumo) entre individuos u hogares en una economía se desvían de una distribución perfectamente equitativa. Un índice de Gini de 0 representa una igualdad perfecta mientras que un índice de 100 implica una desigualdad perfecta. El índice de Gini promedio se calcula en cada región con base en la entrada más reciente de datos del Banco Mundial para cada país desde el año 2000. Varios países (Guyana, Surinam, Belice, Haití, Trinidad & Tobago, y los Estados Unidos) fueron eliminados por no haber reportado su índice de Gini desde 2000. 12 Milanovic, Branko. 2006. “Global Income Inequality: What It Is and Why It Matters.” World Bank Policy Research Working Paper 3865.

50.34 50.72

46.35

40.20

30

35

40

45

50

55

América delSur

AméricaCentral

Caribe América delNorte

Fuente: Base de datos del Banco Mundial,Año más reciente disponible (2004-2010)

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Capítulo Uno

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Banco Mundial reporta un índice de Gini de 52,3 para Nicaragua en 2005, un valor por encima en la media para América Central en el Gráfico 213.

Gráfico 3. Posicionamiento de ciudadanos

de cuatro países en la distribución global del ingreso

Sin embargo, los niveles de desigualdad en la región están cambiando. Al mismo tiempo que se

observan diferencias a lo largo de las Américas, también se encuentra evidencia de convergencia en los niveles de desigualdad. Un informe reciente de Brookings Institution revela que desde el año 2000 la desigualdad ha estado mejorando en algunos de los países tradicionalmente más desiguales en la región.14 El Gráfico 4 presenta una serie temporal de resultados del índice de Gini para cuatro países entre 2005 y 2009. Mientras la desigualdad ha disminuido en alguna medida en Brasil y Honduras, históricamente conocidos por su falta de igualdad, ha crecido o se ha mantenido igual en los dos países históricamente con niveles más bajos de desigualdad: Costa Rica y Uruguay.

La información sobre la desigualdad del ingreso en Nicaragua es escasa. El Instituto Mundial

de Investigaciones de Economía del Desarrollo (WIDER) reporta un valor de la desigualdad del ingreso promedio para 1993, de 54,7, para 1998, de 54,2, para 2001 de 54,4, y 52,3 para el 200515. Esta

13 World Institute for Development Economics Research (WIDER), 2008.World Income Inequality Database V2.0c May 2008, United Nations University, Helsinki, Finland. www.wider.unu.edu/research/Database/en_GB/database/, consultado el 10 de Julio de 2012. 14 López-Calva, Luis Felipe, y Nora Claudia Lustig. 2010. Declining Inequality in Latin America: A Decade of Progress? Washington, D.C.: Brookings Institution Press y United Nations Development Programme. 15 El valor aquí indicado es la media de los índices de Gini de desigualdad de ingresos para esos años listados en la base de datos del WIDER V2.0c de mayo de 2008. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe reporta una tendencia similar, pero con un poco más de desigualdad (aproximadamente 4 puntos para cada uno de los mismos años). Estadísticas

Fuente: Milanovic (2006)

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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serie de valores sugiere que la desigualdad de ingresos en Nicaragua tiende a ser estable y algo más alta que el promedio para América Central. La disminución de aproximadamente dos puntos para los datos más recientes (2005), en comparación con los valores anteriores, sugiere que la desigualdad de ingresos ha disminuido ligeramente, pero sigue estando por encima de la media regional (Gráfico 2).

Gráfico 4. Cambios en la desigualdad en cuatro países de las Américas

¿Cómo evolucionará la desigualdad en las Américas durante la próxima década? Esta es una

pregunta difícil de abordar porque los cambios en los niveles de desigualdad son atribuibles a diversos factores, tales como el crecimiento económico nacional, el entorno económico internacional, y las políticas públicas adoptadas en cada país. Por tanto, los cambios en la desigualdad en cada caso dependen de la economía nacional, regional, y mundial, incluyendo las economías de China, Estados Unidos y Europa16. Desde el 2006, Nicaragua ha buscado reducir la desigualdad distribuyendo ciertos beneficios a los ciudadanos más pobres17. Estos programas tienen cierto potencial para reducir la desigualdad de ingresos y mejorar las condiciones de vida de los pobres. Además pueden continuar en el mediano plazo debido a la reelección en 2011 de la administración del presidente Daniel Ortega hasta el 2016.

de América Latina y El Caribe, 2012, acceso 10 de Julio de 2012, http://websie.eclac.cl/sisgen/ConsultaIntegradaFlashProc.asp#. 16 Powell, Andrew. 2012. The World of Forking Paths: Latin America and the Caribbean Facing Global Economic Risks. Washington, DC: Inter-American Development Bank. 17 John A. Booth, Christine J. Wade, y Thomas W. Walker. 2010. Understanding Central America: Global Forces, Rebellion and Change, Boulder, CO: Capítulo 5.

45

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2005 2006 2007 2008 2009

Fuente: Banco Mundial

Brasil

Costa Rica

Honduras

Uruguay

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Capítulo Uno

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La desigualdad económica va de la mano con marcadas desigualdades sociales en las Américas. América Latina y el Caribe normalmente muestran niveles de desarrollo humano medios o altos, según el Índice de Desarrollo Humano (IDH).18 Sin embargo, desde 2010 las Naciones Unidas también han producido un Índice de Desarrollo Humano Ajustado a la Desigualdad (IDH-D) el cual “rebaja” cada dimensión del IDH según el nivel de desigualdad de cada país. El Gráfico 5 muestra las diferencias entre el IDH y el IHD-D en varias regiones del mundo. En términos absolutos y relativos, la diferencia en América Latina y el Caribe entre el promedio del IDH y del IDH-D es la más grande del mundo. El IDH reportado de Nicaragua para 2011 es de 0,59 (puesto 129 en el rango mundial), y su IDH-D es de 0,43. En ambos casos, Nicaragua está muy por debajo del promedio regional en el índice de desarrollo humano19. A pesar de elevar su IDH de 0,46 en 1980 a 0,59 en 2011, Nicaragua ha caído ligeramente por detrás de los países de desarrollo humano medio que han mejorado su IDH a un ritmo más rápido en el mismo período de tiempo.

Gráfico 5. Índice de Desarrollo Humano ajustado por la desigualdad en seis regiones del mundo

18 El Índice de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas (IDH) es un índice entre 0 y 1 que mide el promedio de los logros de un país en tres dimensiones del desarrollo humano: la esperanza de vida, la educación, y el ingreso (calidad de vida). Los cálculos se basan en los datos de UNDESA (2011), Barro y Lee (2010), el Instituto de Estadísticas de UNESCO (2011), el Banco Mundial (2011a) y el FMI (2011). 19 Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo. 2102. Indicadores sobre Desarrollo Humano, Informe Nacional sobre Desarrollo Humano para Nicaragua, http://hdrstats.undp.org/en/countries/profiles/NIC.html, consultado el 10 de Julio de 2012.

0.73

0.64

0.46

0.55

0.67

0.75

0.54

0.47

0.30

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0.53

0.66

0.20

0.30

0.40

0.50

0.60

0.70

0.80

AméricaLatina y el

Caribe

EstadosÁrabes

África Sub-Sahariana

Asia del Sur Asia del Este yel Pacífico

Europa y AsiaCentral

Fuente: Base de datos del PNUD

Índice de Desarrollo Humano (IDH) 2011 IDH Ajustado por la Desigualdad 2011

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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El Gráfico 6 presenta la pérdida total de desarrollo humano debido a la desigualdad en la región, calculada como la diferencia porcentual entre los datos del IDH y el IDH-D. Según esta medida, la región de América Latina y el Caribe ha perdido el 26 por ciento de su potencial de desarrollo humano a causa de la persistente desigualdad. En Nicaragua, para el 2011 el valor correspondiente es del 27% de pérdida del desarrollo a causa de la desigualdad, un punto porcentual más que para América Latina y el Caribe en general (Gráfico 6).

Gráfico 6. Pérdida general en el potencial del desarrollo humano debido a la desigualdad

Sin embargo, estas medidas del IDH y el IDH-D oscurecen diferencias importantes en los

niveles de desarrollo humano en todo el país. Como no hay disponible un Índice de Desarrollo Humano Municipal (IDHM) para Nicaragua, se calculó un índice propio para los municipios en el estudio basado en los datos del censo de 200520. El Gráfico 7 presenta la media de IDHM según el tamaño de la comunidad de residencia. Esto ilustra claramente un patrón clave de la distribución desigual de las oportunidades de vida y el desarrollo humano en Nicaragua. Cuanto más grande es la comunidad en la que se reside, mayor es el índice medio de desarrollo humano municipal. Los residentes de las zonas rurales, en promedio, viven en municipios con un IDHM de 0,4, mientras que los residentes en la capital del país disfrutan de un ambiente mucho más rico en recursos con una media de 0,9. Para cada tipo de comunidad nicaragüense, los municipios pequeños tienen significativamente puntajes más débiles que las comunidades grandes.

20 El índice calculado va desde 0 para las municipalidades en la muestra con el IDHM menor a 1.0 para aquellos con la mayor IDHM. Estos indican la desigualdad relativa dentro de los municipios de estudio y no desigualdades absolutas. Así, un IDHM de 1,0 simplemente indica la mayor igualdad observada, no una igualdad perfecta.

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Capítulo Uno

Página | 11

Gráfico 7. IDH a nivel municipal (cálculos propios)

según el tamaño del lugar de residencia en Nicaragua

Ahora nos preguntamos qué diferencia hace el contexto. El Gráfico 8 permite discernir las

diferencias en la probabilidad de completar el sexto grado en tiempo normal para los niños de familias aventajadas (barras en verde claro) y familias desaventajadas (barras en verde oscuro) en algunos países de América.21 Por ejemplo, el gráfico muestra que en Jamaica un estudiante proveniente de una familia en desventaja tiene una probabilidad algo mayor al 80% de completar el sexto grado a tiempo, mientras que la probabilidad de un estudiante proveniente de un entorno más favorable solo se incrementa ligeramente (cerca del 90%). Sin embargo, las cifras muestran que los niños de familias en desventaja en Brasil, Nicaragua, Guatemala y Perú tienen la menor probabilidad de terminar el sexto año de estudios. Al mismo tiempo, la mayoría de los países de América Central y América del Sur se destacan como altamente desiguales. En Nicaragua, el Gráfico 8 muestra que un estudiante de entornos desfavorecidos tiene sólo un 8% de probabilidad de completar el sexto grado a tiempo, mientras que su compañero con un entorno aventajado tienen mayores probabilidades de (cercanas al 90%) completar el sexto grado a tiempo.

21 Barros, Ricardo Paes de, Francisco H. G. Ferreira, José R. Molinas Vega, y Jaime Saavedra Chanduvi. 2009. Measuring Inequality of Opportunities in Latin America and the Caribbean. Washington, D.C.: The World Bank.

0.9

0.7

0.6

0.5

0.4

0

.2

.4

.6

.8

1

Capital nacional Ciudad pequeña Área ruralCiudad grande Ciudad medianaTamaño del lugar de residencia

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 12

Gráfico 8. Origen familiar y logro educativo en las Américas

Otros efectos de un contexto social desigual en Nicaragua se destacan en el Gráfico 9. La mitad

superior del Gráfico presenta el nivel de educación de los nicaragüenses en 2012 según el nivel de IDHM. Las diferencias son notables. En los primeros municipios IDHM (los que puntuaron entre 0,75 y 1), la escolaridad promedio alcanzada es de 8,5 años, en contraste con los sólo 4,4 años de escolaridad en los municipios con mayor puntuación del IDHM (puntuación de 0 a 0,25). La mitad inferior del Gráfico 9 compara las respuestas promedio de los nicaragüenses a la pregunta: "¿su sueldo y el de su familia les (1) alcanza bien y les permiten guardar, (2) proveer lo suficiente sin grandes dificultades, (3) no proporciona lo suficiente y hay dificultades, o (4) no proporciona lo suficiente y hay grandes dificultades?". En los primeros municipios la puntuación media es de 2,6, que cae cerca de la mitad de las respuestas posibles entre 2 (sólo lo suficiente) y 3 (no más que suficiente). En contraste, el promedio para todos los ciudadanos de los grupos de los municipios con menor IDHM es significativamente más bajo, con un promedio cerca de la respuesta de 3 "insuficiente". Así, en Nicaragua como para la región en general, el contexto socio-económico influye directamente en el bienestar y el rendimiento de las personas.

Fuente: Barros, et al. (2009)

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Capítulo Uno

Página | 13

Gráfico 9. Impacto del Índice del Desarrollo Humano Municipal (IDHM)

sobre los ingresos y la educación en Nicaragua

III. La igualdad de oportunidades sociales y económicas en Nicaragua: una perspectiva desde el Barómetro de las Américas

En la sección anterior se hizo una breve revisión del estado de la desigualdad económica y social en las Américas. Pero cabe ahora preguntarse quiénes son los más afectados por la desigualdad y qué piensan los ciudadanos de las Américas acerca de la igualdad y la desigualdad de oportunidades en la región. Algunas preguntas incluidas en la ronda de 2012 del Barómetro de las Américas nos permiten evaluar hasta qué punto ciertas mediciones de oportunidad tales como el nivel de ingreso y la educación varían según la raza, el género, y el tipo de familia de la que provienen los entrevistados. Se evalúa además la opinión de los entrevistados para saber quiénes sienten que han sido discriminados, en qué medida éstos perciben que las desigualdades son naturales o deseables, y qué políticas públicas aprobarían para rectificar las desigualdades.

Los estudios sobre la discriminación en las Américas buscan documentar hasta qué punto a las

personas con las mismas destrezas y la misma educación, pero que son miembros de diferentes grupos

8.5

5.8

7.2

4.4

2.6

2.9

3.0

2.9

0 -.25 (bajo)

.25 - .50

.50 - .75

.75 - 1.0 (alto)

0 -.25 (bajo)

.25 - .50

.50 - .75

.75 - 1.0 (alto)

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

¿cuál fue el último año de educación que usted completó o aprobó?

salario/sueldo alcanza bien (1)... no alcanza [hay] grandes dificultades (4)

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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sociales, se les paga de manera desigual o si éstos tienen diferentes oportunidades de empleo.22 Tal discriminación puede ocurrir a causa de actitudes negativas hacia el grupo discriminado o por la llamada “discriminación estadística,” es decir, los empleadores concluyen que los miembros de ciertos grupos marginalizados tienen niveles inferiores de destrezas deseables o de capital humano. Tales estudios sobre discriminación indican que por lo general se les paga menos a las mujeres que a los hombres con características similares, en especial a las mujeres de grupos étnicos y raciales marginalizados.23 Sin embargo, una serie reciente de estudios experimentales y observacionales sugiere que algunas formas de discriminación manifiesta en el mercado laboral pueden ser menores de lo que comúnmente se piensa en muchos países de Latinoamérica.24

La primera división social que se examina en este estudio es la existente entre hombres y

mujeres. Según los expertos en materia de desigualdad de género en las Américas, aunque aún persiste una brecha, la desigualdad en la participación en la fuerza laboral se empieza a atenuar.25 La región ha experimentado también una creciente igualdad entre géneros en términos de la composición de clase.26 Además, ha disminuido considerablemente la distancia entre géneros en los niveles de educación.27 Por lo tanto, según la mayoría de los estudios, hay una tendencia a la reducción de la discriminación por género.

Seguidamente se examinan las divisiones entre grupos raciales y étnicos. Según estudios

académicos recientes las minorías raciales, étnicas, y lingüísticas en la región experimentan de manera continua situaciones de desigualdad de índole económica y social, en particular en términos de las diferencias salariales y de los tipos de empleo y ocupación.28 Este tipo de discriminación suele ser mayor en las regiones de bajo nivel de desarrollo socioeconómico. Además, la discriminación por

22 Para una reseña de la literatura, véase Ñopo, Hugo, Alberto Chong y Andrea Moro, eds. 2009. Discrimination in Latin America: An Economic Perspective. Washington, D.C.: Inter-American Development Bank. 23 Lovell, Peggy A. 2000a. “Race, Gender and Regional Labor Market Inequalities in Brazil.” Review of Social Economy 58 (3): 277 – 293; Lovell, Peggy A. 2000b. “Gender, Race, and the Struggle for Social Justice in Brazil.” Latin American Perspectives 27 (6) (Noviembre 1): 85-102. Ñopo, Hugo. 2004. “The Gender Wage Gap in Peru 1986-2000. Evidence from a Matching Comparisons Approach.” Económica L (1-2). 24 Bravo, David, Claudia Sanhueza, y Sergio Urzúa. 2009a. “Ability, Schooling Choices, and Gender Labor Market Discrimination: Evidence for Chile.” En Discrimination in Latin America: An Economic Perspective, ed. Hugo Ñopo, Alberto Chong, y Andrea Moro. Washington, D.C.: Inter-American Development Bank; Bravo, Sanhueza, y Urzúa. 2009b. “An Experimental Study of Labor Market Discrimination: Gender, Social Class, and Neighborhood in Chile.” En Discrimination in Latin America: An Economic Perspective; Cárdenas, Juan-Camilo, Natalia Candelo, Alejandro Gaviria, Sandra Polanía, y Rajiv Sethi. 2009. “Discrimination in the Provision of Social Services to the Poor: A Field Experimental Study.” En Discrimination in Latin America: An Economic Perspective; Petrie, Ragan y Máximo Torero. 2009. “Ethnic and Social Barriers to Cooperation: Experiments Studying the Extent and Nature of Discrimination in Urban Peru.” En Discrimination in Latin America: An Economic Perspective. 25 Abramo, Laís y María Elena Valenzuela. 2005. “Women’s Labour Force Participation Rates in Latin America.” International Labour Review 144 (Diciembre): 369-399; De Ferranti et al., 2004, Ibid. 26 Hite, Amy Bellone, y Jocelyn S. Viterna. 2005 “Gendering Class in Latin America: How Women Effect and Experience Change in the Class Structure.” Latin American Research Review 40 (2): 50–82. 27 Duryea, Suzanne, Sebastian Galiani, Hugo Ñopo, y Claudia C. Piras. 2007. “The Educational Gender Gap in Latin America and the Caribbean.” SSRN eLibrary (Abril). http://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=1820870. 28 De Ferranti et al., 2004, Ibid; Patrinos, Harry Anthony. 2000. The Cost of Discrimination in Latin America. Studies in Comparative International Development 35, no. 2 (Junio): 3-17.

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Capítulo Uno

Página | 15

razón de raza o etnicidad es más común que la discriminación por razón de género en las Américas.29 Sin embargo, es difícil medir la discriminación por motivos de raza y etnicidad con precisión debido a la insuficiencia de datos confiables.30

Finalmente, se examina la manera en que el tipo de familia y la clase social influyen en las

oportunidades sociales y económicas en las Américas. Desde hace mucho tiempo se ha considerado que las diferencias entre las clases sociales han sido la fuerza impulsora de la desigualdad en Latinoamérica y en otras partes del continente, más aún que la raza o el género. Estudios recientes, incluyendo muchos de los que se citaron en el párrafo anterior, han mostrado cada vez más la importancia de esos otros factores en las oportunidades de vida. Sin embargo, los análisis estadísticos continúan señalando que el origen familiar se mantiene como la característica social que de manera más fuerte afecta el acceso a las oportunidades en las Américas.31

Se comienza el análisis de los datos del Barómetro de las Américas de 2012 examinando qué

dijeron los ciudadanos de Uruguay de diversos grupos raciales, de distinto género y clase social, así como los que viven en zonas urbanas versus aquellos que viven en zonas rurales, acerca de sus recursos económicos y sociales. El cuestionario utilizado por el Barómetro de las Américas en 2010 y 2012 contiene varias preguntas que permiten establecer a qué grupos sociales pertenecen los entrevistados. Se evalúan los grupos raciales y étnicos de los entrevistados de varias maneras.32 La pregunta ETID interroga simplemente a los entrevistados si se identifican como blancos, mestizos, indígenas, afrodescendientes o negros, mulatos u otros. Adicionalmente, a partir del Barómetro de las Américas 2010 y gracias al apoyo del Profesor Ed Telles de Princeton University, se emplea la innovadora paleta de colores.33 Al final de cada entrevista, se pide al encuestador que valore discretamente el color de piel de la cara del entrevistado en una escala de 1 (más claro) al 11 (más oscuro) según la paleta de colores (véase el Gráfico 10). Los datos de 2010 relacionados con la variable COLORR, ayudaron a entender las diferentes experiencias de los ciudadanos de los varios grupos de la región (véase, por ejemplo, los Informes especiales señalados en los Cuadros 1 y 2). Gracias al continuo apoyo del Profesor Telles, se ha podido usar la paleta de colores de nuevo en la ronda de 2012.34

29 Branton, Regina P., y Bradford S. Jones. 2005. Reexamining Racial Attitudes: The Conditional Relationship between Diversity and Socioeconomic Environment. American Journal of Political Science 49, 2: 359-72. 30 Telles, Edward Eric. 2004. Race in Another America: The Significance of Skin Color in Brazil. Princeton: Princeton University Press. 31 Véase, e.g., Barros et al., 2009, Ibid; Telles, Edward, y Liza Steele. 2012. “Pigmentocracy in the Americas: How is Educational Attainment Related to Skin Color?” AmericasBarometer Insights 73. Vanderbilt University: Latin American Public Opinion Project (LAPOP). 32 El texto completo de todas las preguntas del cuestionario aparece en el Anexo C. 33 Telles, Edward, y Liza Steele. 2012. Ibid. 34 En 2012, se utilizó la paleta de colores de la piel en 24 países, con excepción de los Estados Unidos y Canadá. En 2010 la paleta se usó en 23 países, excluyendo también a Haití.

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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Gráfico 10. Paleta de colores usada

en el Barómetro de las Américas

También se incluyeron en el cuestionario de 2012 algunas preguntas acerca de los recursos

sociales y económicos de los entrevistados. Como se ha hecho en encuestas anteriores se incluyeron preguntas sobre el nivel de educación, los ingresos de la familia, y los bienes existentes en el hogar (por ejemplo si hay agua potable en la casa, televisores de pantalla plana, o vehículos). Este último grupo de preguntas, que se encuentran en la serie R, se usó para crear un índice de riqueza en el hogar de cinco quintiles, el cual está estandarizado a lo largo de las áreas urbanas y rurales en cada país.35

En la encuesta de 2012 se incluyeron también nuevas preguntas sobre los recursos sociales y

económicos. Por primera vez se preguntó a los entrevistados que dijeron tener trabajo al momento de la entrevista acerca de sus ingresos personales (Q10G). La pregunta GEN10 indaga sobre las desigualdades en el ingreso dentro del hogar de los entrevistados casados o que viven con su pareja.

GEN10. Pensando solo en usted y su pareja y en los salarios que ganan, ¿cuál de las siguientes frases describe mejor sus salarios? [Leer opciones] (1) Usted no gana nada y su pareja gana todo; (2) Usted gana menos que su pareja; (3) Usted gana más o menos lo mismo que su pareja; (4) Usted gana más que su pareja; (5) Usted gana todos los ingresos y su pareja no gana nada. (6) [NO LEER] Ningún ingreso salariar

35 Esta variable aparece como QUINTALL en la base de datos fusionada de 2012. Para más información sobre esta variable, véase Córdova, Abby. 2009. “Methodological Note: Measuring Relative Wealth Using Household Asset Indicators”. AmericasBarometer Insights 6. Vanderbilt University: Latin American Public Opinion Project (LAPOP).

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Capítulo Uno

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Además de las mediciones de riqueza en el hogar, el Barómetro de las Américas 2012 incluyó varias preguntas relacionadas con los orígenes familiares. La pregunta ED2 pide información sobre el nivel de educación de la madre del entrevistado. Además, la auto identificación de clase social se mide con la pregunta MOV1, la cual pide al entrevistado identificar a qué clase social cree pertenecer –clase alta, clase media alta, clase media, clase media baja, o clase baja.36

Por último, se incluyen en todos los países dos preguntas nuevas sobre la inseguridad

alimentaria desarrolladas originalmente por el equipo de LAPOP en México en colaboración con Yale University: FS2 y FS8.37 En conjunto, estas medidas permiten examinar cómo se distribuyen los recursos sociales y económicos en todos los países de la región.

Ahora le voy a hacer unas preguntas relacionadas con la alimentación No Sí DK DA N/A FS2. En los últimos 3 meses, por falta de dinero u otros recursos, alguna vez ¿en su hogar se quedaron sin alimentos?

0 1 88 98 99

FS8. En los últimos 3 meses, por falta de dinero u otros recursos, alguna vez, ¿usted o algún adulto en su hogar solo comió una vez al día o dejó de comer todo un día?

0 1 88 98 99

Mediante un análisis de regresión38 se evalúa cómo el género, la raza, la edad y el estatus

urbano-rural afectan al nivel educativo. El Gráfico 11 indica que a medida que aumenta la edad, disminuye el logro educativo. Esto refleja el cambio sustancial en las oportunidades educativas en Nicaragua desde la década de 1980, cuando el país realizó una importante inversión en la alfabetización y dotación de las escuelas. Los nicaragüenses en los grupos de edad mayores han tenido muchas menos oportunidades de obtener una educación formal que las generaciones más jóvenes. En comparación con el grupo de referencia, es decir la cohorte de edad más joven (16 a 25), cada grupo de edad mayor tiene menos educación. El color de la piel tiene un efecto moderado en el rendimiento escolar, los nicaragüenses con piel más oscura tienen menos escolaridad. Las mujeres tienen un nivel de educación un poco menor que los hombres, pero la diferencia no es significativa. Los habitantes rurales tienen mucha menor educación que quienes viven en zonas urbanas en Nicaragua. Esto viene de la distribución de las escuelas, especialmente de los colegios secundarios, que son menos comunes en las comunidades urbanas.

36 Álvarez-Rivadulla, María José y Rosario Queirolo. 2013. Inequality Matters: The Role of Education in Defining Social Class in Colombia vs. Uruguay. AmericasBarometer Insights Series, 86. Vanderbilt University: Latin American Public Opinion Project (LAPOP). 37 Estas preguntas se preguntaron a una muestra dividida en cada país, es decir, solo la mitad de los entrevistados recibieron estas preguntas. 38 Para facilitar la interpretación, todos los informes de LAPOP presentan los resultados del análisis multivariado gráficamente. Cada variable independiente incluida en el análisis se incluye en el eje vertical. El punto representa el impacto de la variable y la barra representa el intervalo de confianza. Cuando la barra no se cruza con la línea vertical “0”, dicha variable es estadísticamente significativa. Ello quiere decir que puede tenerse confianza en que existe una relación entre la variable independiente y la variable dependiente que no se debe al azar. Para mayor información acerca de los gráficos y figuras, favor ver página xxxviii.

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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Gráfico 11. Determinantes del nivel de educación en Nicaragua

El Gráfico 12 muestra estos efectos en la educación. El efecto del sexo es muy pequeño y no es

significativo, lo que demuestra que Nicaragua ha reducido la desventaja educativa tradicional de las mujeres. Por el contrario, la diferencia en la educación entre la población urbana y rural es dramática, los ciudadanos de zonas urbanas tienen una ventaja promedio de 3,3 años en la escuela. La diferencia de edad es también dramática, cada cohorte más joven que tiene una clara ventaja. Los nicaragüenses mayores de 65 años tienen en promedio sólo 3 años de educación formal, mientras que aquellos de16 a 25 años cuentan con un promedio de 8,7 años. El color de la piel también es importante. Los nicaragüenses con piel más clara tienden a disfrutar de una ventaja educativa sobre aquellos que con piel más oscura. Aunque este patrón se rompe en uno de los grupos más oscuros de piel (este último fenómeno, conocido como artefacto estadístico, surge por el número tan pequeño de personas en la categoría de color de piel 11).

R-cuadrado =0.277F=72.621N =1682

Mujer

Color de piel

26-35 años

36-45 años

46-55 años

56-65 años

66 años o más

Urbano

-0.40 -0.20 0.00 0.20 0.40

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Uno

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Gráfico 12. Los factores asociados al nivel de educación en Nicaragua

Se evalúa a continuación la medida en que el tipo de familia u origen familiar afecta al nivel de

educación en Nicaragua. No se incluyó en el modelo de regresión anterior el ítem ED2, que mide los orígenes familiares, porque esta pregunta se hizo solamente a la mitad de la muestra.39 Esto reduciría la capacidad inferencial relacionada con los efectos en las otras variables. El Gráfico 13 que incluye los años de educación del entrevistado (eje y) según el nivel de educación de la madre (eje x) muestra que el nivel de educación de la madre tiene una clara incidencia en el nivel educativo de los hijos. Los nicaragüenses cuyas madres no tuvieron educación tienen una media de tan sólo 4 años de escolaridad, pero aquellos cuyas madres asistieron a la universidad tienen un promedio de 12,8 años de escolaridad. En términos relativos, el hecho de que los hijos de madres sin educación formal se ubiquen en una media de cuatro años de estudio pone de manifiesto el progreso intergeneracional en Nicaragua respecto a las oportunidades educativas que se han ampliado desde 1980. Del mismo modo, los hijos de madres con educación media sólo lograron un nivel primario de escolaridad (7,8 años). La ventaja relativa va disminuyendo para los niños de la escuela secundaria y de madres con educación universitaria (Gráfico 13).

39 En la ronda de 2012 del Barómetro de las Américas, muchas de las nuevas preguntas se hicieron solo a la mitad de la muestra con el fin de maximizar el espacio en el cuestionario.

6.9 6.8

0

5

10

15

os

de

ed

uc

ac

ión

Hombre MujerGénero

8.1

4.9

0

5

10

15

os

de

ed

uc

ac

ión

Urbano RuralUrbano/rural

8.7 7.96.9

5.84.2

3.0

0

5

10

15

os

de

ed

uc

ac

ión

16-25 26-35 36-45 46-55 56-65 66+Edad

8.0 6.8 7.4 7.46.8 6.1

6.9 6.0

2.7

8.2

0

5

10

15

os

de

ed

uc

ac

ión

1 2 3 4 5 6 7 8 9 11Color de piel

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 20

Gráfico 13. El nivel de educación de la madre como determinante

del nivel de educación del entrevistado en Nicaragua

Cabe ahora preguntarse si los mismos factores que están relacionados con el nivel de educación

del entrevistado están también relacionados con el nivel de ingreso. ¿Cómo varía el ingreso según la edad, raza, género, lugar de residencia urbana-rural y el origen familiar en Nicaragua? El Gráfico 14 evalúa mediante un análisis de regresión lineal, los determinantes del ingreso personal entre los entrevistados que dijeron tener empleo en el momento de la entrevista.40

40 El ingreso (tanto Q10NEW, ingreso familiar, como Q10G, ingreso personal) está codificado en una escala que va de 0 a 16, cada categoría de respuesta corresponde a un rango superior en la distribución del ingreso. Véase el cuestionario en el Apéndice C para más información.

4.0

7.8

10.3

12.8

0

5

10

15

os

de

ed

uc

ac

ión

Ninguna Primaria Secundaria UniversidadEducación de la Madre

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Uno

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Gráfico 14. Determinantes del ingreso personal

en Nicaragua entre los que trabajan

El gráfico anterior sugiere que las mujeres tienen ingresos personales inferiores a los hombres

en Nicaragua. El efecto del género es menor que el de la residencia urbana o rural, pero es mayor que el de la edad. Como se explicó anteriormente, el ítem GEN10 pregunta a los entrevistados casados o que conviven con su pareja sobre su ingreso personal comparado con el ingreso de su pareja. El Gráfico 16 muestra las diferencias en los ingresos solamente entre los hombres y las mujeres que dijeron tener empleo. La mayoría de los hombres reportó ganar más que su pareja (65%), mientras que un porcentaje similar de mujeres dijo ganar menos que su pareja. En el Gráfico 17 se observan las diferencias de ingresos personales entre hombres y mujeres según el color de su piel (se incluye solamente a los que tienen empleo). Entre los hombres que trabajan y que se encuentran en pareja, el 40,8% gana todos los ingresos de la pareja en comparación con sólo el 2,0% de las mujeres que ganan todos los ingresos de la pareja. Entre los hombres, otro 25,0% gana más de sus mujeres, mientras que entre las mujeres sólo el 3,8% gana más que sus maridos. El desequilibrio es también grande en el otro extremo de la escala de ingresos. Entre los hombres que trabajan sólo el 12,1% no gana ingresos, mientras que entre las mujeres con pareja, el 71,0% no ganan ningún ingreso.

R-cuadrado =0.121F=21.604N =1587

Mujer

Color de piel

26-35 años

36-45 años

46-55 años

56-65 años

66 años o más

Urbano

-0.20 -0.10 0.00 0.10 0.20 0.30 0.40

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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Gráfico 15. El ingreso del entrevistado en comparación con el de

su pareja en Nicaragua entre los entrevistados que trabajan

El Gráfico 16 muestra el efecto en los resultados de los tres principales factores significativos

identificados en el Gráfico 14. Los residentes de las zonas urbanas tienen un nivel de ingresos de 1,5 sobre 16 unidades de ingresos más que los residentes rurales. Los hombres tienen un ingreso promedio de 6.1, que es de 1,1 unidades de ingresos más que las mujeres. El impacto de la edad es más complejo. Con el aumento de la edad de 16 a 25 años y de 36-45 el ingreso también aumenta. A partir de entonces, sin embargo, el ingreso declina para los grupos de mayor edad - incluso cae por debajo de los niveles similares a los de 16 a 25 años de edad41. Este modelo identifica un área de vulnerabilidad de los ingresos entre los nicaragüenses mayores de 56 años.

Por último se evalúa hasta qué punto los orígenes familiares afectan el ingreso personal en

Nicaragua. En el Gráfico 17 se encontró evidencia de que el color de la piel tiene efectos relativamente modestos sobre los ingresos, pero con una excepción notable, tanto para hombres como para mujeres. Para los hombres de los dos tonos más claros, el ingreso es de uno a dos puntos (de un total de 16 unidades de "ingresos") mayor que entre los hombres con piel más oscura. Pero el ingreso para el resto de tonos de piel en el caso de los hombres varía poco. Para las mujeres, las que se sitúan en la segunda categoría más clara de piel disfrutan de ingresos tres veces superiores que las mujeres en cualquier otra parte de la escala de color de piel.

41 Véase la nota 11 de la página 13 para obtener más información sobre la interpretación de la escala de ingresos.

12.1%

6.6%

15.6%

25.0%

40.8%

71.0%

13.6%

9.6%

3.8%2.0%

0%

20%

40%

60%

80%

100%

Hombre MujerFuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

No gana ingreso

Gana menos que esposo(a)

Gana igual que esposo(a)

Gana más que esposo(a)

Gana todo el ingreso

Ganancias de uno contra las de esposo(a)

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Capítulo Uno

Página | 23

Gráfico 16. Factores asociados al ingreso en Nicaragua

Gráfico 17. El color de la piel y el ingreso personal

entre los nicaragüenses que trabajan

6.5

4.9

0

2

4

6

8

Ing

reso

pe

rso

na

l

Urbano RuralUrbano/rural

6.15.1

0

2

4

6

8

Ing

reso

pe

rso

na

l

Hombre MujerGénero

5.45.9

6.4 6.15.0 5.2

0

2

4

6

8

Ing

reso

pe

rso

na

l

16-25 26-35 36-45 46-55 56-65 66+Edad

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Hombre

Mujer

0

5

10

15

Ing

reso

pe

rso

na

l

1 2 3 4 5 6 7 8 11Color de piel

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 24

El Gráfico 18 muestra una influencia clara y positiva de los logros educativos de la madre en los niveles de ingresos posteriores de los hijos en edad de votar que respondieron nuestra encuesta. Los hijos de madres sin educación ganan un ingreso promedio de 5,4 de las 16 unidades de ingresos posibles. Tener una madre con educación primaria o secundaria, eleva el ingreso significativamente, por ejemplo, los que tienen madres con educación universitaria tienen un ingreso promedio de 8. Si fuera posible para los nicaragüenses viajar atrás en el tiempo para seleccionar a sus propios padres, este hallazgo sugeriría elegir una madre con educación universitaria debido a que las circunstancias ventajosas de su vida elevarían sus ingresos futuros muy por encima de los ingresos que tendrían los hijos de madres con menor nivel educativo.

Gráfico 18. El nivel de educación materno como determinante del

ingreso personal en Nicaragua, entre los entrevistados que trabajan

5.4

6.5

6.8

8.0

0

2

4

6

8

10

Ing

reso

pe

rso

na

l

Ninguna Primaria Secundaria UniversidadEducación de la Madre

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Uno

Página | 25

Podría decirse que el recurso básico más importante que los ciudadanos necesitan es tener acceso a la comida. Se observa que el ingreso de las personas no se distribuye de manera perfectamente igualitaria en Nicaragua. ¿Qué sucede con respecto al acceso a la comida? En el Gráfico 19 se hace un análisis de regresión lineal para establecer los determinantes de la inseguridad alimentaria. Se sumaron las repuestas a las preguntas FS2 y FS8 para crear un índice que va de 0 al 2. Los números altos reflejan un nivel mayor de inseguridad alimentaria.42 El Gráfico 19 muestra que, en comparación a los nicaragüenses menores de 36 años, los nicaragüenses mayores son más propensos a sufrir inseguridad alimentaria. Lo mismo ocurre con las mujeres. El color de la piel y el tipo de residencia urbana o rural no tienen impacto en la inseguridad alimentaria.

Gráfico 19. Determinantes de la inseguridad alimentaria en Nicaragua

42 Recuerde que todas estas preguntas se realizaron a la mitad de los entrevistados.

R-cuadrado =0.035F=3.818N =837

Color de piel

Mujer

26-35 años

36-45 años

46-55 años

56-65 años

66 años o más

Urbano

-0.10 -0.05 0.00 0.05 0.10 0.15 0.20

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 26

El Gráfico 20 proporciona un ejemplo de los efectos de las dos condiciones importantes que influyen en la inseguridad alimentaria en Nicaragua. Los nicaragüenses mayores tienden a tener menor seguridad alimentariamente que los jóvenes. El problema es especialmente acuciante para los nicaragüenses que tienen 66 años o más. Sin duda, el problema de inseguridad alimentaria afecta a las personas mayores más que aquellas en cualquier otra cohorte de edad. Las mujeres sufren de mayor inseguridad alimentaria que los hombres. El Gráfico 21 presenta el impacto de la educación en la inseguridad alimentaria. Los nicaragüenses con educación universitaria, por ejemplo, disfrutan de una mejor situación que los que no tienen educación formal, ya que estos últimos experimentan diez veces más inseguridad alimentaria que los primeros.

Gráfico 20. Factores asociados a la inseguridad alimentaria en Nicaragua

0.40.5

0.7 0.7

0.7

0.8

0

.2

.4

.6

.8

1

Inse

gu

rid

ad

alim

en

tari

a

16-25 26-35 36-45 46-55 56-65 66+Edad

0.4

0.6

0

.2

.4

.6

.8

1

Inse

gu

rid

ad

alim

en

tari

a

Hombre MujerGénero

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

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Capítulo Uno

Página | 27

Gráfico 21. Nivel de educación e inseguridad alimentaria en Nicaragua

¿Quién reporta ser discriminado? Otro modo de ver la discriminación social y económica es desde el punto de vista de la víctima

de discriminación. En 17 países de las Américas se preguntó a los entrevistados si percibieron haber sido víctimas de la discriminación. La serie de preguntas usadas por primera vez en la ronda de encuestas de 2008 fue ligeramente modificada e incorporada como ítems opcionales en cada país:

Y ahora, cambiando de tema y pensando en sus experiencias en el último año, ¿alguna vez se ha sentido discriminado/a, o sea, tratado peor que a otras personas, en los siguientes lugares? Sí No NS NR

DIS2. En las oficinas del gobierno [juzgados, ministerios, alcaldías]

1 2 88 98

DIS3. En el trabajo o la escuela o cuando ha buscado trabajo

1 2 88 98

DIS5. En lugares públicos, como en la calle, la plaza, tiendas o el mercado?

1 2 88 98

En el Gráfico 22 aparece el porcentaje de entrevistados que dijo haber sido víctima de la

discriminación en su lugar de trabajo o en la escuela en los países en los cuales se hizo la pregunta DIS3. Se encontró que los rangos de discriminación se ubican entre un mínimo de 3,6% en Venezuela a un máximo del 23,4% en Trinidad y Tobago. Hay tres niveles de discriminación percibida, un grupo reducido de 7 países por debajo del 10%, un nivel intermedio entre el 10% y el 14% con seis países, y un nivel más alto de los cuatro países por encima del 16%. Los nicaragüenses, con un 8,0%, reportan el segundo nivel más bajo de percepción de discriminación en el trabajo en la región.

39.1%

13.6%

47.3%

62.1%

9.7%

28.2%

73.8%

7.5%

18.7%

85.7%

9.5%

4.8%

0%

20%

40%

60%

80%

100%

Ninguna Primaria Secundaria SuperiorFuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

Baja

Media

Alta

Inseguridad alimentaria

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 28

Gráfico 22. Discriminación autorreportada en el lugar de trabajo por país

En el Gráfico 23 se muestran los resultados de un análisis de regresión logística para examinar

los determinantes de la victimización por discriminación en el lugar de trabajo o escuela según fue reportada por los entrevistados en Nicaragua. Destaca de manera especial que en el Gráfico 22 pocos nicaragüenses reporten discriminación en el trabajo o escuela. El género, la raza y residir en una zona rural no afectan a la discriminación percibida en el lugar de trabajo. La edad revela algunos efectos, pero son parciales y negativos. Los nicaragüenses de 66 y más años de edad informan no haber experimentado discriminación en el trabajo, y las dos cohortes inmediatamente más jóvenes también afirman de manera significativa que no experimentaron discriminación. En resumen, en Nicaragua el

3.6%

8.0%

8.0%

8.2%

8.8%

8.8%

9.5%

10.9%

11.2%

11.4%

12.7%

12.8%

13.3%

16.8%

17.1%

21.6%

23.4%

Venezuela

Nicaragua

Argentina

Chile

Belice

Paraguay

Brasil

Honduras

Costa Rica

Uruguay

Surinam

Rep. Dom.

Colombia

Bolivia

Trinidad y Tobago

México

Haití

0 5 10 15 20 25

Porcentaje que experimenta discriminación en el lugar de trabajo

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Uno

Página | 29

único factor que influye en el bajo nivel de percepción de discriminación en el trabajo es la edad, y por lo menos la probabilidad de haber experimentado aumenta para los de más edad. Tal vez la percepción de la discriminación no está necesariamente muy relacionada con la discriminación medida de manera objetiva43, pero la evidencia sugiere aquí que algunos nicaragüenses forman sus puntos de vista a partir de su propia experiencia.

Gráfico 23. Determinantes de la discriminación

autorreportada en el lugar de trabajo en in Nicaragua

La opinión pública sobre la desigualdad racial y de género Las secciones anteriores han mostrado que los recursos económicos y sociales no están

distribuidos por igual entre los nicaragüenses en los grupos definidos por género, raza, estatus urbano/rural y orígenes familiares. Sin embargo, no se han definido claramente las razones por las cuales persisten las desigualdades; en particular, en qué medida se pueden atribuir las diferencias en los resultados socioeconómicos a las normas sociales o a las actitudes discriminatorias existentes en la sociedad. El Barómetro de las Américas de 2012 incluyó en sus encuestas varias preguntas para evaluar de qué manera las desigualdades económicas se relacionan con las actitudes generales con respecto al rol de los hombres y las mujeres en la economía y con relación a los logros económicos de los diferentes grupos raciales.

43 Ñopo, et al. 2009. Ibid.

F=3.354N =1557

Mujer

Color de piel

26-35 años

36-45 años

46-55 años

56-65 años

66 años o más

Urbano

-1.50 -1.00 -0.50 0.00 0.50

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 30

En primer lugar, se estudian las normas sociales relativas al trabajo desempeñado por los hombres frente al trabajo de las mujeres. Muchos estudios sugieren que a lo largo de las Américas persiste la actitud de que el rol de los hombres y las mujeres en el ámbito laboral es distinto.44 En 2012 se preguntó a los entrevistados, en una escala del 1 al 7, si estaban de acuerdo o no con la siguiente afirmación:

GEN1. Cambiando de tema de nuevo, se dice que cuando no hay suficientes trabajos, los hombres deben tener más derecho a los trabajos que las mujeres. ¿Hasta qué punto está de acuerdo o en desacuerdo?

El Gráfico 24 presenta el promedio de aceptación de esta idea en las Américas. Se ajustaron las

respuestas a una escala del 0 a 100 para facilitar la comparación con otras variables. Se observa que el rango de opiniones sobre la preferencia de los hombres en el mercado laboral es muy amplio, desde un mínimo acuerdo con 21,7 en Uruguay (similar a los EE.UU y Canadá) y un máximo nivel de acuerdo con 54,9 puntos en República Dominicana. Con un nivel de acuerdo medio de 42,0 sobre 100, el rango de los nicaragüenses se ubica en el tercio superior del gráfico, convirtiéndolo en unos de los países que mayor aprueba la preferencia por los hombres en el mercado laboral cuando no hay suficiente trabajo. Este promedio es estadísticamente igual al de cuatro países centroamericanos (Guatemala, El Salvador, Belice y Honduras), y sólo un poco más alto que para los costarricenses y panameños.

44 Morgan, Jana y Melissa Buice. 2011. “Gendering Democratic Values: A Multilevel Analysis of Latin American Attitudes toward Women in Politics.” Presentado en la conferencia Marginalization in the Americas, Miami, FL; Inglehart, Ronald, y Pippa Norris. 2003. Rising Tide: Gender Equality & Cultural Change Around the World. Cambridge: Cambridge University Press.

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Capítulo Uno

Página | 31

Gráfico 24. Acuerdo con que los hombres deben tener preferencia

en el mercado laboral en los países de las Américas

Los niveles medios de acuerdo con esta afirmación oscurecen la variación sustancial entre los

nicaragüenses. En el Gráfico 25 se examinan sus respuestas con más detalle, volviendo a la original escala de 1-7. Es importante tener en cuenta que, a pesar de su posición comparativa, los nicaragüenses se oponen en promedio a darles preferencia a los hombres en el mercado laboral, con un 44,6% fuertemente en desacuerdo con la idea y el 53% mostrando desacuerdo (Gráfico 25). Mientras tanto, sólo un 22,7% está muy de acuerdo con que los hombres reciban preferencia en el mercado laboral cuando los trabajos son escasos. Un 39,3% estuvo de acuerdo en general.

20.7

21.0

21.7

26.1

31.1

32.0

35.0

36.3

36.3

36.4

36.5

36.7

36.7

37.2

37.7

37.8

38.2

38.5

39.8

42.0

42.5

42.6

44.5

48.6

51.8

54.9

Estados Unidos

Uruguay

Brasil

Trinidad y Tobago

Argentina

Costa Rica

Venezuela

Surinam

Ecuador

Colombia

Jamaica

El Salvador

Belice

Honduras

Guatemala

Nicaragua

Chile

Bolivia

Paraguay

Guyana

Rep. Dom.

Canadá

Panamá

México

Perú

Haití

0 10 20 30 40 50 60

Los hombres deberían tener prioridad para conseguirun trabajo

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 32

Gráfico 25. Acuerdo con que los hombres deben tener

preferencia en el mercado laboral en Nicaragua

El Barómetro de las Américas de 2012 también preguntó acerca de las percepciones sobre las

razones por las cuales existen desigualdades raciales y étnicas. En esta ronda se hizo la siguiente pregunta en todos los países de las Américas.45

RAC1CA. Según varios estudios, las personas de piel oscura son más pobres que el resto de la población. ¿Cuál cree usted que es la principal razón de esto? [LEER ALTERNATIVAS, SÓLO UNA RESPUESTA] (1) Por su cultura, o (2) Porque han sido tratadas de manera injusta (3) [No leer] Otra respuesta

En el Gráfico 26, se puede ver el porcentaje de entrevistados que indicó estar de acuerdo con

que la pobreza se debe a la “cultura” de las personas de piel oscura. Se podría argumentar que la expresión de este punto de vista es una forma codificada de sesgo racial. La opinión de las Américas varía ampliamente entre un puntaje mínimo del 12,4% de los uruguayos que creen que la pobreza de las personas de piel oscura se debe a su “cultura” y hasta un máximo porcentaje del 33,3% en Guatemala. Nicaragua se ubica en el medio de las naciones del hemisferio.

45 Se hizo esta pregunta a la mitad de la muestra.

1 muy en desacuerdo44.6%

23.0%

34.5%

48.1%

58.8%

67.3%

7 muy de acuerdo23.8%

Cuando no hay suficientes trabajos, los hombres debentener más derecho a ellos que las mujeres

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Uno

Página | 33

Gráfico 26. Porcentaje que está de acuerdo con que la pobreza de las

personas de piel oscura se debe a su “cultura” en los países de las Américas

El Gráfico 27 presenta un análisis de las fuentes de la creencia de que la desigualdad entre los

nicaragüenses se debe a la "cultura" de las "personas de piel oscura". Sin embargo, hay poca claridad en los resultados. El único factor significativamente relacionado con este sesgo, y vinculado negativamente, es estar entre los 56 y 65 años de edad. En definitiva esta visión, sostenida por uno de cada cinco nicaragüenses, está ampliamente distribuida al azar entre la población y no está vinculada a la raza, el sexo, el lugar de residencia, el nivel de educación, o la riqueza relativa.

12.4%

15.8%

16.1%

17.0%

17.2%

18.6%

18.7%

19.4%

19.5%

19.8%

19.8%

20.6%

22.3%

22.4%

22.6%

23.3%

24.1%

25.1%

25.2%

25.4%

28.3%

31.3%

31.7%

33.3%

Uruguay

Venezuela

Chile

Paraguay

Ecuador

Brasil

Jamaica

Surinam

Honduras

Argentina

Nicaragua

Colombia

El Salvador

Guyana

Belice

Bolivia

Costa Rica

Rep. Dom.

Trinidad y Tobago

Guatemala

Panamá

México

Haití

Perú

0 10 20 30 40

La pobreza se debe a la cultura95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 34

Gráfico 27. Determinantes de las actitudes hacia

la pobreza entre las personas con piel oscura

IV. La opinión pública hacia propuestas comunes de políticas públicas

¿Qué acciones deben tomar los gobiernos de las Américas, si es que deben tomar alguna, respecto a las amplias desigualdades sociales y económicas que enfrentan sus ciudadanos? Dar respuesta a esta pregunta va más allá del alcance de este informe, y contestarla con soluciones precisas requeriría, en parte, tomar posiciones sobre los debates normativos e ideológicos implícitos, lo cual incumbe a la ciudadanía más que a los autores de este estudio. Sin embargo, se discute aquí a grandes rasgos algunas de las propuestas de políticas públicas más comunes en cuanto a la opinión del público entrevistado.

En 2010 y 2012, el Barómetro de las Américas preguntó la opinión de la ciudadanía sobre el rol

del estado en la reducción de la desigualdad. La pregunta ROS4 busca saber si los entrevistados están de acuerdo o no, en una escala de 1 a 7 puntos, con la siguiente afirmación:

ROS4. El Estado nicaragüense debe implementar políticas firmes para reducir la desigualdad de ingresos entre ricos y pobres. ¿Hasta qué punto está de acuerdo o en desacuerdo con esta frase?

Las respuestas a esta pregunta muestran a simple vista en qué medida la ciudadanía está de

acuerdo, en términos abstractos, con que la desigualdad constituye un problema de política pública que los gobiernos deben tratar de resolver. Aquí se presenta el nivel promedio de acuerdo con esta frase para cada país de la región. Al igual que se hace a lo largo de este informe, se recodificaron las respuestas a una escala de 0 (“muy en desacuerdo”) a 100 (“muy de acuerdo”). En todo el continente americano (con excepción de los Estados Unidos) existe un acuerdo firme que va desde un mínimo de 65,4 en Haití hasta un máximo de 86,3 en Nicaragua y la República Dominicana. En promedio, los

F=1.140N =791

Quintiles de riqueza

Mujer

Color de piel

26-35 años

36-45 años

46-55 años

56-65 años

66 años o más

Años de educación

Urbano

-0.60 -0.40 -0.20 0.00 0.20 0.40

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Uno

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nicaragüenses están de acuerdo en un nivel de 86,3 puntos en la escala de cero a 100, lo que indica un fuerte sesgo cultural a favor de que el gobierno trabaje para reducir la desigualdad de ingresos. Comparativamente, los nicaragüenses están en la parte superior de la escala de acuerdo con que el Estado debe trabajar firmemente para reducir la desigualdad, pero también se encuentran en un empate estadístico con varios países. Los encuestados estadounidenses difieren considerablemente de los latinoamericanos, caribeños y canadienses en este sentido, situándose en un promedio de 47,2 en esa misma escala.

Gráfico 28. Nivel de acuerdo con que el estado debería

reducir la desigualdad en los países de las Américas

47.2

65.4

68.3

71.3

72.2

72.3

73.0

75.8

76.7

77.6

77.8

78.5

78.6

80.8

81.1

82.0

82.1

83.3

83.5

84.4

85.1

85.4

85.6

85.7

86.3

86.3

Estados Unidos

Honduras

Venezuela

Bolivia

Guatemala

Belice

Ecuador

Jamaica

Trinidad y Tobago

Costa Rica

Guyana

Colombia

Brasil

Chile

El Salvador

Argentina

Surinam

Uruguay

Paraguay

Rep. Dom.

Nicaragua

Haití

Canadá

Perú

México

Panamá

0 20 40 60 80 100

El Estado debería implementar políticas firmes para reducir la desigualdad de ingresos entre ricos y pobres

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 36

Transferencias condicionales de dinero en efectivo y programas de asistencia pública Durante las últimas dos décadas, muchos gobiernos de la región han trasformado sus programas

de asistencia social, proporcionando asistencia condicionada a sus ciudadanos más necesitados a cambio de su participación en los programas de salud pública y de que sus hijos asistan a la escuela.46 Los programas de mayor magnitud y los más conocidos son “Oportunidades” en México, “Bolsa Família” en Brasil, “Familias en Acción” en Colombia, y la “Asignación Universal por Hijo” en Argentina. Al mismo tiempo, muchos gobiernos en la región han expandido programas de asistencia no condicionados. En general los programas de trasferencias condicionas de dinero en efectivo (TCDE) en América Latina son vistos como estrategias efectivas para ayudar a la población más pobres en la región. Además de haber tenido efectos positivos en los niveles de matriculación y asistencia a la escuela, “los programas TCDE han incrementado el acceso a servicios preventivos de salud y de vacunación, han aumentado las visitas a los centros de salud y reducido la tasa de enfermedades, a la vez que han aumentado el consumo en general y el consumo de alimentos, con resultados positivos en los grupos y en el peso de los niños, especialmente entre los más pequeños”.47 Sin embargo, estudios recientes también han encontrado que la efectividad de éstos y otros programas similares depende en gran parte, de cómo están diseñados y cómo son ejecutados en países específicos, dejando clara la necesidad de desarrollar programas bien diseñados y efectivos.48 De todas maneras, estos programas de asistencia social y de TCDE han ayudado en gran medida a reducir la desigualdad y la pobreza en alguno de los contextos históricamente más desiguales en la región.

En 2012, el Barómetro de las Américas midió los niveles de recepción de asistencia pública y

de los programas TCDE en la región con una nueva pregunta: CCT1NEW. ¿Usted o alguien en su casa recibe ayuda mensual en dinero o en productos por parte del gobierno? (1) Sí (2) No (88) NS (98) NR Los niveles de recepción de asistencia social y de los TCDE varían enormemente a lo largo de

la región. En el Gráfico 29 se presenta el porcentaje de entrevistados que en cada país de la región dijo que alguien en su hogar recibe asistencia pública. Bolivia tiene la tasa más alta de asistencia social con un 54,9%. El resto de los países van desde el 22,6% en la República Dominicana, a sólo un 4,9% en Honduras. Los países centroamericanos (excepto Costa Rica) tienden a caer en el grupo de nivel más bajo, con menos de un 11% que reportó ingresos de programas sociales. Sólo el 7,7% de los nicaragüenses informaron que recibieron asistencia social del gobierno sobre una base mensual, colocándoles cerca de la parte inferior del grupo de las Américas. Nicaragua tiene un pequeño programa denominado Usura Cero (Usura Cero), un programa de pequeñas donaciones a las mujeres y

46 Barrientos, Armando, y Claudio Santibáñez. 2009. “New Forms of Social Assistance and the Evolution of Social Protection in Latin America.” Journal of Latin American Studies 41(1): 1-26; Bruhn, Kathleen. 1996. “Social Spending and Political Support: The ‘Lessons’ of the National Solidarity Program in Mexico.” Comparative Politics 28(2): 151-177; Fiszbein, Ariel, y Norbert Schady. 2009. Conditional Cash Transfers: Reducing Present and Future Poverty. Washington, D.C.: The World Bank; Layton, Matthew L., y Amy Erica Smith. 2011. “Social Assistance and the Presidential Vote in Latin America.” AmericasBarometer Insights 66. Vanderbilt University: Latin American Public Opinion Project (LAPOP). 47 Valencia Lomelí, Enrique. 2008. “Conditional Cash Transfers as Social Policy in Latin America: An Assessment of their Contributions and Limitations.” Annual Review of Sociology 34: 475-499. p. 490 48 Lindert, Kathy, Emmanuel Skoufias y Joseph Shapiro. 2006. “Redistributing Income to the Poor and Rich: Public Transfers in Latin America and the Caribbean.” Social Protection Working Paper #0605. The World Bank.

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Capítulo Uno

Página | 37

a los pequeños productores que operaba a través de una base conectada con el FSLN y dirigido por la esposa del presidente, con financiamiento de Venezuela. Otros programas de asistencia a los pobres incluían Hambre Cero. En julio de 2012, la Asamblea Nacional creó un nuevo Ministerio de la Familia, Comunidad y Economía Cooperativa que absorberá Usura Cero, Hambre Cero, y algunos otros organismos de desarrollo. El financiamiento provendrá de préstamos y donaciones del gobierno de Suiza, del Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas y del Banco Interamericano de Desarrollo49.

Gráfico 29. Recepción de asistencia pública por

transferencias en los países de las Américas

49 Gutiérrez, Alejandro. “The Disconcerting ‘Success’ of Nicaragua’s Anti-Poverty Programs,” The Tricontinental Centre (CETRI), consultado el 9 de septiembre, 2012, ; Mendez, Margaret, “National Assembly approves new Family Economy Ministry,” The Nicaraguan Bugle, 14 de Julio, 2012, consultado el 9 de dseptiembre de 2012, http://www.nicaraguanbugle.com/2012/07/14/national-assembly-approves-family-economy-ministry/.

4.9%

7.3%

7.7%

7.7%

7.9%

8.2%

9.2%

9.4%

10.5%

14.7%

14.7%

15.4%

15.9%

16.2%

16.5%

16.9%

17.4%

19.5%

19.5%

19.9%

20.2%

22.3%

22.6%

54.9%

Honduras

Paraguay

Nicaragua

Guatemala

Venezuela

Belice

El Salvador

Argentina

Chile

Costa Rica

Colombia

Ecuador

Uruguay

Brasil

Trinidad y Tobago

Guyana

Jamaica

Surinam

Rep. Dom.

Bolivia

Perú

Panamá

México

Haití

0 10 20 30 40 50 60

Recibe asistencia pública

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 38

El Barómetro de las Américas 2012 ofrece la oportunidad de evaluar las opiniones de la ciudadanía sobre los programas de TCDE y otros programas de asistencia pública. Aunque la encuesta no preguntó directamente sobre el apoyo a tales programas, la pregunta CCT3 indagó sobre las actitudes hacia los que reciben este tipo de asistencia.50

CCT3. Cambiando de tema…. Algunas personas dicen que la gente que recibe ayuda de los programas sociales del gobierno es haragana o vaga. ¿Hasta qué punto usted está de acuerdo o en desacuerdo?

Las respuestas fueron codificadas en una escala del 1 al 7 en la cual el 1 representa “muy en

desacuerdo” y el 7 “muy de acuerdo.” El Gráfico 30 presenta los niveles de acuerdo con esta afirmación en las Américas. Las respuestas se recodificaron en una escala del 0 al 100 para facilitar la comparación con otras preguntas de opinión pública.

Esta actitud varía desde un promedio bajo de 28,3 en Guyana (10 puntos por debajo del

penúltimo país, Haití), al promedio alto de 63,7 en Argentina. La media para el conjunto de la muestra de 26 naciones es de 46,6. Existe una correlación negativa muy leve entre la recepción social y la visualización de los destinatarios de la ayuda como perezosos. Los nicaragüenses ocupan el cuarto lugar a la hora de definir como perezosos a los ciudadanos que reciben ayuda, con un promedio de 40. Es importante recordar que sólo un nicaragüense de cada trece informa que recibe esos pagos.

50 Una muestra dividida de entrevistados contestó esta pregunta.

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Capítulo Uno

Página | 39

Gráfico 30. Creencia en los países de las Américas que los receptores de asistencia pública son vagas

Acción afirmativa Otra posible solución de política pública que ha despertado el interés en algunos lugares en

Latinoamérica es la acción afirmativa. Aunque en los Estados Unidos la acción afirmativa tiene una historia de varias décadas, en América Latina es un fenómeno más reciente, y sólo ha sido seriamente

28.3

39.2

39.4

39.6

40.0

40.5

40.8

41.7

42.6

44.0

45.7

46.8

46.9

46.9

47.1

47.1

47.1

48.8

48.9

49.5

50.2

50.2

52.4

54.5

57.5

63.7

Guyana

Brasil

Surinam

Nicaragua

Jamaica

El Salvador

Rep. Dom.

Estados Unidos

Colombia

Bolivia

Costa Rica

Guatemala

Belice

Trinidad y Tobago

Ecuador

Paraguay

Honduras

Venezuela

Chile

Uruguay

Argentina

Haití

Panamá

México

Perú

Canadá

0 20 40 60 80

Los que reciben ayuda social son perezosos95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 40

considerada como una opción de política pública en algunos países para el caso de las cuotas femeninas de representación política o con mayor porcentaje de afrodescendientes.51

En la ronda de 2012 del Barómetro de las Américas, se preguntó sobre el apoyo a la acción

afirmativa de los entrevistados en cada país de la región. La pregunta RAC2A se realizó a la mitad de los entrevistados de cada país, a quienes se les preguntó en qué medida están de acuerdo o en desacuerdo con la siguiente afirmación, en una escala del 1 al 7:

RAC2A. Las universidades deberían reservar cupos para los alumnos de piel más oscura, aunque tengan que excluir a otros alumnos. ¿Hasta qué punto está de acuerdo o en desacuerdo?

En el Gráfico 31 se examina el apoyo a la acción afirmativa en las Américas. Las respuestas se

recodificaron a una escala del 0 a 100 para facilitar la comparación con otras preguntas de opinión pública. Dentro de América Latina y el Caribe, las medias nacionales de apoyo a la acción afirmativa en las admisiones universitarias para estudiantes con piel oscura varían ampliamente entre un máximo de 69,8 en Paraguay a un mínimo de 30,5 en Trinidad y Tobago. Se observó que el apoyo más bajo para tal acción afirmativa está en Canadá (28,8) y Estados Unidos (25,7). Los nicaragüenses promedio se ubican en los 58,4 puntos en la escala de acción afirmativa. Esto ubica a Nicaragua en el tercio superior de los países en materia de ayuda para la acción afirmativa en las admisiones universitarias.

51 Para más información sobre el apoyo a la acción afirmativa en Brasil véase Smith, Erica Amy. “Who Supports Affirmative Action in Brazil?” AmericasBarometer Insights 49. Vanderbilt University: Latin American Public Opinion Project (LAPOP).

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Capítulo Uno

Página | 41

Gráfico 31.Apoyo a la acción afirmativa en los países de las Américas

V. Conclusión

Las grandes diferencias en las circunstancias de la vida y en las oportunidades de los ciudadanos de las Américas constituyen uno de los problemas más serios de índole política, social, y económica para los gobiernos de las Américas. Si bien la desigualdad ha disminuido recientemente en muchos países de las Américas que históricamente han tenido los niveles más altos de desigualdad, se ha visto que persisten importantes diferencias en las oportunidades y en los recursos disponibles para

25.7

28.8

30.5

35.9

39.2

42.2

43.7

46.9

49.3

49.4

50.2

51.2

51.5

51.9

52.1

54.3

57.1

57.3

58.4

59.2

62.6

62.7

69.8

Estados Unidos

Trinidad y Tobago

Surinam

El Salvador

Belice

Brasil

Costa Rica

Venezuela

Guatemala

Colombia

Ecuador

Bolivia

Rep. Dom.

Uruguay

Chile

Nicaragua

Argentina

Honduras

Paraguay

Canadá

Perú

México

Panamá

0 20 40 60 80

Apoyo a la acción afirmativa95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 42

los ciudadanos dependiendo de sus características y de dónde éstas características los ubican en el espacio social de su país.

Nicaragua enfrenta retos importantes con respecto a algunas desigualdades. La desigualdad de

ingresos es alta, y por encima del promedio en una región de gran desigualdad de ingresos. Alguna evidencia sugiere un modesto descenso en la desigualdad de ingresos, pero los datos son insuficientes para discernir una tendencia duradera. En términos de desarrollo humano, Nicaragua está muy por debajo de la media regional, a pesar de la mejora de las puntuaciones del IDH a través del tiempo, y ha quedado un poco por detrás de sus vecinos del hemisferio donde la mejoría ha sido mayor. Se estima que el 27% del potencial de desarrollo humano de Nicaragua se pierde a causa de la desigualdad. Al ahondar en la desigualdad en el país, se desarrolló una medida de nivel municipal IDH (IDHM) para los municipios de nuestra muestra de 2012 en Nicaragua. Las profundas desigualdades en el IDHM influyen en gran medida en las oportunidades de vida de los nicaragüenses: los residentes de las comunidades pequeñas tienen un peor logro educativo e ingresos familiares insuficientes.

El género no tiene efecto en términos del logro educativo. Esto probablemente refleja los

esfuerzos del gobierno por distribuir acceso a la educación. Por el contrario, el ser mayor, tener un color más oscuro de piel, y vivir en las zonas rurales de Nicaragua se relaciona con tener menor nivel educativo. La educación de la madre también afecta fuertemente el logro educativo entre los nicaragüenses. Dicho esto, se encontró que aquellos cuyas madres no tenían educación formal tienen un promedio de 4 años de escolaridad. Esto revela que expandir las oportunidades educativas significa reducir las desigualdades en materia de educación a través de las generaciones. El color de la piel no tuvo ningún efecto en los ingresos familiares en Nicaragua, que parece proporcionar igualdad de oportunidades a las diferentes razas. Sin embargo, residir en una zona rural, ser mujer y mayor y tener una madre con poca educación formal parece estar relacionado con menores ingresos entre los encuestados. Las mujeres, lo mayores y aquellos con madres con bajos niveles de educación experimentan mayor inseguridad alimentaria.

Un dato alentador es que muy pocos nicaragüenses reportaron discriminación en el lugar de

trabajo, un hecho que se da en diversos grupos y estratos sociales. En las actitudes hacia la igualdad de oportunidades, más de la mitad de los nicaragüenses desaprueba dar a los hombres mayores derechos que a las mujeres en la búsqueda de trabajo en tiempos difíciles. Sólo uno de cada cinco nicaragüenses cree que la pobreza entre los ciudadanos de piel oscura se debe a "su cultura", una opinión que puede interpretarse como indicativa de bajos niveles de prejuicio racial. Los nicaragüenses apoyan firmemente los esfuerzos del Estado para reducir la desigualdad y la pobreza, en general apoyan la acción afirmativa en el caso estudiantes universitarios de piel oscura, y se encuentran entre los que menos ven a los beneficiarios de asistencia social como perezosos en las Américas.

En definitiva, en términos de desigualdades estructurales, Nicaragua se enfrenta a grandes

desafíos en cuanto a la pobreza y la desigualdad. Los puntos más brillantes en el retrato de la desigualdad son que las mujeres y los hombres disfrutan de igual logro educativo, los bajos niveles de discriminación autorreportada en el lugar de trabajo, y los efectos modestos del color de la piel sobre la educación y los ingresos. En sus actitudes, los nicaragüenses están entre los que menos expresan prejuicios raciales o de clase en las Américas.

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Página | 43

Cuadro 1. Informe especial: Logros educativos y color de piel

Este cuadro resume los hallazgos del informe de la Serie Perspectivas desde el Barómetro de las Américas No. 73 por Edward L. Telles y Liza Steele. Se puede acceder a este informe y a todos los demás en

http://www.vanderbilt.edu/lapop/insights.php.

Para poder determinar las relaciones entre raza y logros sociales, los encuestadores del Barómetro de las Américas 2010 registraron de forma discreta el color de la piel de los entrevistados.1 Podría decirse que en esta forma se mide con más objetividad el color de piel en vez de preguntarle directamente al entrevistado que identifique su raza. El gráfico indica que en casi todos los países a lo largo de las Américas hay diferencias significativas en los años de educación entre las personas de tez más clara y las de tez más oscura, con excepción de Panamá, Surinam, Belice y Guyana. Se realizó un análisis de regresión multivariado para controlar por las diferencias en clase social y otras variables sociodemográficas relevantes. Este análisis indica que el color de piel tiene un efecto independiente sobre los logros educativos. En Brasil, México, Colombia, Ecuador, Perú, y la República Dominicana el color de piel del entrevistado tiene un impacto notable en el nivel de logros educativos. Este efecto es aún mayor en Bolivia y Guatemala, países que tienen un alto porcentaje de población indígena. Estos resultados sugieren que, contrario a lo que algunos estudios señalan, en América Latina el color de la piel sí importa. Además, los resultados de Bolivia y Guatemala son consistentes con las investigaciones que muestran que los grupos indígenas están especialmente marginalizados en varios países de América Latina.

1 La variable que se usa para medir el color de piel de los entrevistados es el COLORR. Los años autorreportados de estudios se miden con la variable ED.

Diferencias en el logro educativo por color de piel en las Américas

12.59.0

12.010.0

11.810.8

10.611.5

11.59.8

11.59.0

11.410.1

9.811.2

11.19.5

8.710.9

8.810.7

8.710.4

10.18.8

9.85.7

9.68.0

7.89.4

9.47.7

9.19.2

9.07.4

7.68.8

7.38.7

8.26.4

7.47.3

Piel OscuraPiel Clara

Piel OscuraPiel Clara

Piel OscuraPiel Clara

Piel OscuraPiel Clara

Piel OscuraPiel Clara

Piel OscuraPiel Clara

Piel OscuraPiel Clara

Piel OscuraPiel Clara

Piel OscuraPiel Clara

Piel OscuraPiel Clara

Piel OscuraPiel Clara

Piel OscuraPiel Clara

Piel OscuraPiel Clara

Piel OscuraPiel Clara

Piel OscuraPiel Clara

Piel OscuraPiel Clara

Piel OscuraPiel Clara

Piel OscuraPiel Clara

Piel OscuraPiel Clara

Piel OscuraPiel Clara

Piel OscuraPiel Clara

Piel OscuraPiel Clara

Piel OscuraPiel Clara

0 5 10 15

0 5 10 1

Bolivia

Perú

Surinam

Panamá

Jamaica

Trinidad & Tobago

Chile

Venezuela

Ecuador

Colombia

Argentina

Paraguay

Uruguay

Guatemala

México

República Dominicana

El Salvador

Guyana

Costa Rica

Brasil

Nicaragua

Honduras

Belice

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Años de Escolaridad

Fuente: Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cuadro 2. Informe especial: Crisis económica, color de piel y riqueza en el hogar

Este cuadro resume los hallazgos del informe de la Serie Perspectivas desde el Barómetro de las Américas No. 76 por Mitchell A. Seligson, Amy Erica Smith, y Elizabeth J. Zechmeister. Se puede acceder a este

informe y a todos los demás en http://www.vanderbilt.edu/lapop/insights.php

Para medir el impacto de la crisis económica, el Barómetro de las Américas de 2010 preguntó a 43,990 ciudadanos a largo de las Américas si percibían que se estaba atravesando por una crisis económica, y de ser así, si pensaban que la crisis era seria.1 Si bien la mayoría de los ciudadanos sí percibía una crisis, en muchos países de la región el impacto de la misma fue sorprendentemente débil. Sin embargo, dicho impacto no se distribuyó de manera uniforme entre los subgrupos más importantes de la población. El reporte sobre las dificultades económicas varía de acuerdo al estatus racial y social. Como muestra el gráfico, la percepción de una severa crisis económica fue mayor entre los entrevistados de piel más oscura. En promedio en América Latina y el Caribe, entre el 40-45 por ciento de los entrevistados de piel más clara expresaron que percibían la crisis como muy grave. En el otro extremo de la escala, el 50 por ciento de aquellos de piel más oscura expresó que su país estaba pasando por una crisis económica severa. De manera similar, el gráfico muestra que los entrevistados de los hogares más prósperos tenían una probabilidad menor de percibir que la crisis económica fuera severa. Por último, se encontró evidencia limitada sobre el hecho de que las mujeres tuvieron más probabilidad de verse afectadas por la crisis. Mientras que el 44.5 por ciento de los hombres de las Américas percibieron la crisis como severa, el 48.1 por ciento de las mujeres la percibieron del mismo modo. Esta diferencia, aunque sea pequeña, es estadísticamente significativa. Se podría concluir que la crisis afectó de manera importante a las poblaciones más vulnerables; los que tenían menos recursos antes de la crisis experimentaron sus efectos negativos con más agudeza.

1 El variable que mide la crisis económica es CRISIS1.

Percepciones de una crisis muy grave, color de piel y riqueza en el hogar, Barómetro de las Américas 2010

40

45

50

55

60

Po

rcen

taje

de

pers

onas

qu

e pe

rcib

enu

na c

risi

s ec

onó

mic

a m

uy

gra

ve

2 3 4 5 6 7 8 9 10Más claro Más oscuro

Color de piel del encuestadoFuente: Barómetro de las Américas por LAPOP

50.5%

47.2%45.3%

42.3% 41.8%

0

10

20

30

40

50

Po

rce

nta

je d

e p

ers

ona

s q

ue p

erc

ibe

n u

na c

risi

s e

conó

mic

a m

uy

gra

ve

1 2 3 4 5Quintiles de riqueza

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cuadro 3. Informe especial: Apoyo al matrimonio interétnico

Este cuadro resume los hallazgos del informe de la Serie Perspectivas desde el Barómetro de las Américas No. 77 por Mollie Cohen del Barómetro de las Américas. Se puede acceder a este informe y a todos

los demás http://www.vanderbilt.edu/lapop/insights.php.

Para determinar los niveles de apoyo al matrimonio entre personas de diferentes grupos étnicos en los países que tienen grandes poblaciones de personas indígenas, el Barómetro de las Américas de 2010 preguntó a los entrevistados en Bolivia, México, Perú, y Guatemala en qué medida apoyarían el matrimonio hipotético de un hijo(a) con una persona indígena.1 El primer gráfico indica que en general la mayoría de entrevistados está de acuerdo con la idea de este tipo de matrimonio. Sin embargo, hay variación en las respuestas a esta pregunta.

El segundo gráfico muestra los resultados del análisis de regresión multivariada de los determinantes del apoyo al matrimonio entre personas de diferentes grupos étnicos. La etnicidad del entrevistado tiene un impacto estadísticamente significativo sobre el apoyo al matrimonio con personas indígenas: todos los grupos étnicos expresan niveles significativamente menores de apoyo que los entrevistados que se identifican como indígenas. Los miembros de los grupos privilegiados, en particular las personas que se identifican como blancos y personas de raza mixta, expresan el menor apoyo al matrimonio interétnico. Los factores sociodemográficos son irrelevantes a la hora de predecir el apoyo al matrimonio interétnico. Los coeficientes estadísticos para género, riqueza, nivel de educación, y el tamaño del lugar de residencia de los entrevistados (que no aparecen aquí por motivos de espacio) son estadísticamente no significativos. De manera interesante, la tolerancia política autorreportada y el rasgo de personalidad relativo a

1 La variable que mide el apoyo al matrimonio inter-étnico es RAC3B.

mostrarse abierto a nuevas experiencias predicen de manera positiva el apoyo al matrimonio interétnico, manteniendo el resto de factores constantes.    

Apoyo al matrimonio con indígenas en cuatro países de las Américas, y sus determinantes

13.4

47.1

39.5

11.124.2

61.7

39.350.0

10.7

9.229.2

61.6

Apoyo altoApoyo medio

Apoyo bajo

Apoyo alto

Apoyo medioApoyo bajo

Apoyo altoApoyo medio

Apoyo bajo

Apoyo alto

Apoyo medioApoyo bajo

0 20 40 60 80

Bolivia

México

Perú

Guatemala

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: Barómetro de las Américas por LAPOP

Capital del país (área metropolitana)

Ideología de izquierda

Ideología de derecha

Blanco

Mestizo

Negro

Mulato

Otra categoría étnica

Educación

Quintiles de riqueza

Tolerancia política

Abierto a nuevas experiencias

-0.2 -0.1 0.0 0.1 0.2

R-cuadrado =0.097F=16.461N =5624

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Capítulo Dos

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Capítulo Dos: La igualdad en la participación política en las Américas

Con Mason Moseley y Amy Erica Smith

I. Introducción

Este capítulo centra su atención en la política, examinando cómo el género, la raza y la pobreza afectan la participación y las oportunidades políticas en la región. El capítulo se divide en cuatro secciones. Primero se repasa de literatura sobre la desigualdad en la participación y se indica por qué este tema merece ser tenido en cuenta dado su impacto sobre la democratización y el desarrollo económico. En segundo lugar se examinan los niveles actuales de participación electoral y participación en grupos de la sociedad civil medidos por la encuesta del Barómetro de las Américas de 2012. Se busca saber el nivel de la desigualdad en la participación que existe en las Américas. Seguidamente se pasa al análisis de la opinión pública relativa a la participación de los grupos menos favorecidos en la política y en posiciones públicas. Por último, se revisan las posibles soluciones para reducir las desigualdades políticas que puedan existir en la región.

¿Por qué importa la desigualdad en la participación política? Partiendo del trabajo seminal de

Almond y Verba sobre “la cultura cívica,” los estudiosos de la ciencia política y la sociología han tratado de determinar quiénes participan en la política democrática y qué explica la variación en la participación entre diferentes grupos y contextos.1 Una consecuencia inevitable de esta literatura ha sido que los académicos han encontrado que ciertos grupos participan en la política más que otros y que dicha participación varía considerablemente de una sociedad democrática a otra. Las consecuencias de esta variación se manifiestan con frecuencia en la representación política y en los resultados de las políticas públicas, ya que es más probable que quienes participan vean sus intereses mejor representados en el gobierno.

En su discurso en la Asociación Americana de Ciencia Política en 1997, Arend Lijphart sugirió

que el próximo gran reto para las democracias en el mundo sería la desigualdad en los niveles de participación política.2 Enfocándose en la participación electoral en Europa y las Américas, Lijphart señala cuatro temas relacionados con la desigualdad en la participación política en las democracias modernas. En primer lugar, la desigualdad en la participación electoral está sesgada en contra los ciudadanos más pobres, ya que las personas de la clase media y la clase alta son las que tienen mayor probabilidad de participar. En segundo lugar, la baja participación electoral de los pobres conduce a una influencia política desigual, dado que las políticas públicas tienden a reflejar las preferencias de los ciudadanos que sí participan en las elecciones, más que las de aquellos que no participan. En tercer lugar, la participación en las elecciones regionales, locales, supranacionales, y a mitad de mandato tiende a ser baja, incluso si esas elecciones tienen un impacto importante en un amplio rango de áreas de política pública. En cuarto lugar, la participación electoral ha bajado en diversos países alrededor del mundo, y no hay indicios de un cambio en esta tendencia. Muchos de los argumentos de Lijphart

1 Almond, Gabriel A., y Sidney Verba. 1963. The Civic Culture: Political Attitudes and Democracy in Five Nations. Newbury Park, California: Sage Publications. 2 Lijphart, Arend. 1997. “Unequal Participation: Democracy’s Unresolved Dilemmas.” American Political Science Review 91 (1): 1-14.

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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han sido corroborados con evidencia empírica. Por ejemplo, se han visto los efectos dañinos de la desigualdad en la participación electoral en Suiza y los Estados Unidos donde la misma es considerablemente baja3.

La desigualdad en la participación electoral tiene ciertamente implicaciones inquietantes para la representación democrática de grupos tradicionalmente desaventajados. Desafortunadamente, la participación electoral sesgada parece ser la regla más que la excepción. Cabe preguntarse entonces qué sucede con otras modalidades de participación política. ¿Está la participación política más allá de las urnas electorales distribuida también de manera desigual entre los diferentes grupos sociales?

Según Verba et al., no es únicamente la participación electoral la que está sesgada, sino que

otras formas de participación política están aún más sesgadas en contra de ciertos grupos en la sociedad.4 Por ejemplo, aunque la brecha en la participación electoral entre ricos y pobres se sigue manteniendo, la misma se acentúa en otros tipos de participación tales como el envío de cartas a los representantes, los donativos a las campañas políticas y el trabajo voluntario con los partidos políticos o las organizaciones locales.5 En la actualidad, dado que el dinero se ha convertido en un factor importantísimo en las campañas políticas en todo el mundo, se evidencia que casi universalmente sólo un grupo selecto de personas pueden ejercer un excesivo poder político.

Las desigualdades en la participación no sólo existen entre ciudadanos de distinta clase social o

nivel socioeconómico, sino también se manifiestan entre géneros y grupos étnicos. A pesar de que el voto se ha nivelado entre hombres y mujeres, de manera que en muchos países las mujeres votan en unas tasas similares a los hombres, las mujeres permanecen subrepresentadas en muchas otras formas de participación.6 Brechas importantes en la participación persisten en otras áreas tales como ponerse en contacto con los representantes o trabajar en campañas políticas como voluntarios.7 Algunas investigaciones académicas han mostrado que gran parte de las desigualdades en participación política se deben a las desigualdades existentes en la división del trabajo dentro del hogar.8

3 Jackman, Robert W. 1987. “Political Institutions and Voter Turnout in the Industrial Democracies.” The American Political Science Review 81(2): 405-424. Powell, G. Bingham. 1986. “American Voter Turnout in Comparative Perspective.” American Political Science Review 80 (1): 17-43; Timpone, Richard J. 1998. “Structure, Behavior, and Voter Turnout in the United States.” American Political Science Review 92 (1): 145-158. 4 Para los EEUU, véase Verba, Sidney, Kay Lehman Schlozman, y Henry E. Brady. 1995. Voice and Equality: Civic Voluntarism in American Politics. Cambridge: Harvard University Press; Leighley, Jan E. y Arnold Vedlitz. 1999. “Race, Ethnicity, and Political Participation: Competing Models and Contrasting Explanations.” The Journal of Politics, Vol. 61, No. 4, pp. 1092-1114. Para América Latina véase Klesner, Joseph L. 2007. “Social Capital and Political Participation in Latin America: Evidence from Argentina, Chile, Mexico, and Peru.” Latin American Research Review 42 (2): 1-32. 5 Verba, Sidney, Kay Lehman Schlozman, y Henry E. Brady. 1995. Voice and Equality: Civic Voluntarism in American Politics. Cambridge: Harvard University Press. 6 Burns, Nancy, Kay Lehman Schlozman, y Sidney Verba. 2001. The Private Roots of Public Action: Gender, Equality, and Political Participation. Harvard University Press.; Desposato, Scott, y Barbara Norrander. 2009. “The Gender Gap in Latin America: Contextual and Individual Influences on Gender and Political Participation.” British Journal of Political Science 39 (1): 141-162; Kam, Cindy, Elizabeth Zechmeister, y Jennifer Wilking. 2008. “From the Gap to Chasm: Gender and Participation among Non-Hispanic Whites and Mexican Americans.” Political Research Quarterly 61 (2): 205-218. 7 Burns et al. 2001. Aviel, JoAnn Fagot. 1981. Political Participation of Women in Latin America. The Western Political Quarterly. Vol. 34, No. 1.pp. 156-173. 8 Iverson, Torben, y Frances Rosenbluth. 2010. Women, Work, and Politics: The Political Economy of Gender Inequality. New Haven: Yale University Press; Welch, Susan. 1977. Women as Political Animals? A Test of Some Explanations for Male-Female Political Participation Differences. American Journal of Political Science, Vol. 21, No. 4, pp. 711-730.

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Capítulo Dos

Página | 49

Las mayores desigualdades de género se observan en los tipos de participación más difíciles, tales como postularse como candidato en una elección y ocupar cargos públicos. Las desigualdades en las tasas de participación femenina en cargos públicos pueden agravar la brecha en la participación en otros niveles, dado que diferentes estudios señalan que la participación de las mujeres se ve fuertemente influida por el liderazgo de otras mujeres.9

Diversos trabajos académicos sugieren que la participación política ha sido históricamente

desigual entre diferentes grupos étnicos y raciales, aunque en este aspecto el contexto nacional parece jugar un papel importante. Incluso en los Estados Unidos, país que se ha caracterizado históricamente por grandes desigualdades en el acceso a los recursos políticos y en las oportunidades disponibles a los diferentes grupos étnicos, existen estudios que sugieren que las diferencias aparentes entre los grupos étnicos pueden atribuirse a las diferencias en los recursos económicos (o de otro tipo) y al estatus social.10 En América Latina, si bien las poblaciones indígenas han estado históricamente marginalizadas económica y culturalmente, la democratización generó importantes movimientos indígenas en muchos países de la región.11 No obstante, también existen evidencias de que las mujeres indígenas, en particular, parecen estar experimentando obstáculos especialmente difíciles para participar.12

La desigualdad en la participación política tiene importantes consecuencias para la

representación democrática. Cuando ciertos grupos están sobre representados en las urnas electorales, es de esperarse que sus intereses también estén sobre representados en las políticas públicas que los funcionarios electos pondrán en marcha. El estudio de Mueller y Stratmann sobre la participación y la igualdad en varios países revela que las sociedades más participativas son también las que tienen una distribución de ingresos más equitativa.13 En otras palabras, aunque una mayor participación política no necesariamente genera bienestar, sí puede afectar cómo se distribuye la riqueza en una sociedad y cómo se establecen las prioridades de política pública (por ejemplo, educación y programas de bienestar público). Para expresarlo de otra manera, altos niveles de participación democrática producen altos niveles de representación de los intereses de la ciudadanía en las políticas públicas, y por consiguiente, procesos de desarrollo más equilibrados.14

9 Burns, Nancy, Kay Lehman Schlozman, y Sidney Verba. 2001. The Private Roots of Public Action: Gender, Equality, and Political Participation. Harvard University Press. 10 Leighley y Vedlitz 2000, Ibid. Lien, Pei-Te. 1994. “Ethnicity and Political Participation: A Comparison between Asian and Mexican American.” Political Behavior, Vol. 16, No. 2, pp. 237-264; Verba, Sidney, Kay Lehman Schlozman, Henry Brady, Norman H. Nie. 1993. Race, Ethnicity and Political Resources: Participation in the United States. British Journal of Political Science, Vol. 23, No. 4, pp. 453-497. 11 Cleary, Matthew R. 2000. “Democracy and Indigenous Rebellion in Latin America.” Comparative Political Studies 33 (9) (Noviembre 1): 1123 -1153; Nagengast, Carole, y Michael Kearney. 1990. “Mixtec Ethnicity: Social Identity, Political Consciousness, and Political Activism.” Latin American Research Review 25 (2) (Enero 1): 61-91; Yashar, Deborah J. 2005. Contesting Citizenship in Latin America: The Rise of Indigenous Movements and the Postliberal Challenge. Cambridge: Cambridge University Press. 12 Pape, I.S.R. 2008. “This is Not a Meeting for Women”: The Socio-Cultural Dynamics of Rural Women’s Political Participation in the Bolivian Andes. Latin American Perspectives, 35(6): 41-62. 13 Mueller, Dennis C., y Thomas Stratmann. 2003. “The Economic Effects of Democratic Participation.” Journal of Public Economics 87: 2129–2155. 14 Véase también Bartels, Larry M. 2008. Unequal Democracy: The Political Economy of the New Gilded Age. Princeton University Press.

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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Otra posible consecuencia de la baja participación política de los grupos desaventajados es su falta de representación en los cuerpos legislativos. Cuando las mujeres, los grupos minoritarios y los pobres votan en forma masiva, tienden a elegir candidatos con características similares a las propias. Muchos estudios han demostrado que las representantes que son mujeres priorizan temas distintos a los de los hombres, igual que sucede con los representantes de ciertos grupos étnicos minoritarios.15 Además, tener representantes de las minorías en el cuerpo legislativo nacional podría también motivar la participación de los grupos minoritarios, generando así un efecto cíclico en el cuál la participación y la representación irían de la mano, retroalimentándose.16

En síntesis, los efectos de la participación desigual en el desarrollo social y económico son

múltiples y considerables, haciendo que las diferencias que se encuentren en las tasas de participación sean motivo de preocupación, y por el contrario que la ausencia de diferencias genere optimismo.

II. Participación en las Américas en 2012

En esta sección, se intenta medir qué tan desigual es la participación política en las Américas con los datos de la encuesta del Barómetro de las Américas 2012. Aunque los datos de estudios anteriores indican que hay disparidades considerables entre los diferentes grupos sociales, este análisis se lleva a cabo con una mente abierta con respecto a la desigualdad en la participación en las Américas. Especialmente, y dada la falta de evidencia empírica sobre este tema para América Latina y el Caribe, puede ser que las tasas de participación sean relativamente iguales en los diferentes grupos socioeconómicos y raciales, y entre hombres y mujeres.

Participación electoral

En primer lugar se examinan las desigualdades en la participación electoral en Nicaragua y en

las Américas. En el Barómetro, la participación electoral se mide con la pregunta VB2. En los países que tienen un sistema parlamentario, se modifica la pregunta y se pregunta sobre las elecciones generales más recientes. En países con sistemas de dos vueltas, se pregunta por la primera y por la segunda vuelta. Para comparar los resultados entre países, se toman las respuestas en relación a la primera vuelta.

VB2. ¿Votó usted en las últimas elecciones presidenciales de 2008? [EN PAÍSES CON DOS VUELTAS SE PREGUNTA POR LA PRIMERA VUELTA] (1) Sí votó [Siga] (2) No votó [Pasar a VB10]

15 Kenworthy, Lane, y Melissa Malami. 1999. “Gender Inequality in Political Representation: A Worldwide Comparative Analysis.” Social Forces 78(1): 235-268; Lublin, David. 1999. “Racial Redistricting and African-American Representation: A Critique of ‘Do Majority-Minority Districts Maximize Substantive Black Representation in Congress?’” American Political Science Review 93(1): 183-186; Schwindt-Bayer, Leslie A. 2006. “Still Supermadres? Gender and the Policy Priorities of Latin American Legislators.” American Journal of Political Science 50(3): 570-85. 16 Barreto, Matt A., Gary M. Segura y Nathan D. Woods. 2004. “The Mobilizing Effect of Majority-Minority Districts on Latino Turnout.” American Political Science Review 98(1): 65-75.

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Capítulo Dos

Página | 51

Gráfico 32. Género y participación electoral en los países de las Américas

El Gráfico 32 presenta la participación electoral por género en los países de la región

encuestados. En primer lugar, con respecto a la participación electoral existen grandes desigualdades entre los países de las Américas, de tal manera la participación electoral va del 50,7% en Honduras hasta el 90,7% en Perú. Es importante tener en cuenta que el voto es obligatorio en varios países de la región, mientras que es voluntario en los demás; estas diferencias institucionales ciertamente contribuyen a una parte de la variación entre países en la participación. El voto es voluntario en Nicaragua. En segundo lugar, de acuerdo con los datos de todos los veintiséis países incluidos en las encuestas del Barómetro de las Américas, parece que hombres y mujeres participan en las elecciones a

91.589.7

91.288.6

87.889.9 89.4

87.6

88.888.6

84.284.1

82.581.8

81.981.7

80.380.0

78.279.6

79.180.7 77.7

78.0

86.877.6 75.2

82.2

74.680.5

71.267.9

68.670.7 70.6

70.5

69.966.4 66.6

68.5

64.868.1

69.667.0

61.965.4

59.263.8

61.759.5

50.950.4

HombreMujer

HombreMujer

HombreMujer

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HombreMujer

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HombreMujer

HombreMujer

HombreMujer

HombreMujer

HombreMujer

HombreMujer

0 20 40 60 80 100 0 20 40 60 80 100

Perú Uruguay

Ecuador Brasil

Argentina Belice

Venezuela Bolivia

Nicaragua Guyana

Canadá Surinam

Estados Unidos Guatemala

Haití Trinidad y Tobago

Panamá Rep. Dom.

Chile México

Costa Rica El Salvador

Colombia Jamaica

Paraguay Honduras

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

ne

ro

Porcentaje que votó en las últimas elecciones

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 52

tasas similares, de hecho las mujeres cuentan con mayores tasas de participación que los hombres en toda la región. Este resultado refleja lo que los datos de encuestas realizadas en el mundo desarrollado han indicado en los últimos años en lo que respecta a la participación electoral de las mujeres, que en gran medida han cerrado la brecha con los hombres17. Basándonos en nuestra encuesta, la tasa de participación general de Nicaragua es del 80,1%, un 4% superior a la media para las Américas. A pesar de algún sobre-reporte, la tasa de participación de Nicaragua sigue siendo relativamente alta. No hay ninguna diferencia entre el índice de participación de hombres y mujeres, por lo que Nicaragua se ajusta al paradigma regional de que las mujeres han cerrado la brecha de participación electoral con los hombres.

Gráfico 33. Factores sociodemográficos y participación electoral en Nicaragua

Pasamos ahora a estudiar las desigualdades en la participación electoral en Nicaragua con

mayor detalle. En el Gráfico 33 se observa que la riqueza personal medida como quintiles tienen un modesto efecto positivo en la elección presidencial en Nicaragua con el rango de aumento de 76,8% entre el quintil más pobre al 83,8% entre los más ricos. El género no tiene impacto en la participación electoral en Nicaragua. El nivel educativo aumenta la participación sustancial entre el 75,8% reportado

17 Es importante tener en cuenta un caso anómalo de Estados Unidos en el Gráfico 32, donde los hombres auto reportaron una mayor participación con 86,8% que las mujeres con 77,6%. Se pueden observar dos anomalías aquí. En primer lugar, más mujeres votaron en las últimas elecciones de EE.UU que los hombres. En segundo lugar, existe un considerable sobre reporte en las últimas elecciones. Véase United States Census Bureau, “Voter Turnout Increases by 5 Million in 2008 Presidential Election, U.S. Census Bureau Reports,” July, 20, 2009, http://www.census.gov/newsroom/releases/archives/voting/cb09-110.html, consultado el 21 de Julio de 2012, y Allyson L. Holbrook y Jon A. Krosnick, Social Desirability Bias in Voter Turnout Reports: Tests Using the Item Count Technique,” febrero de 2009, , consultado el 21 de Julio de 2012.

76.881.2 79.9 79.3 83.8

0

20

40

60

80

100

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cc

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pre

sid

.

1 2 3 4 5Quintiles de Riqueza

80.1 79.6

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20

40

60

80

100

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75.8 79.1 79.886.7

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.

NingunaPrimaria

SecundariaSuperior

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20

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60

80

100

% v

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cc

ion

es

pre

sid

.

NingunaPrimaria

SecundariaSuperior

Educación de la Madre

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

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Capítulo Dos

Página | 53

entre aquellos sin educación hasta el 86,7% entre los que tienen una educación universitaria. En efecto, los tres peldaños más bajos de logro educativo están estadísticamente empatados en su influencia sobre el voto. El gran impacto proviene de aquellos con educación superior. El efecto del nivel educativo de las madres nicaragüenses en el voto no es lineal, ni es un efecto estadísticamente significativo. En suma, la riqueza y la educación (especialmente la educación universitaria) afectan la participación electoral en las elecciones presidenciales de Nicaragua en 2012.

Más allá de la participación electoral

La participación electoral no lo dice todo. Ciertamente existe un sinnúmero de maneras en que

los ciudadanos pueden involucrarse en el sistema democrático además de votar en las elecciones; la participación de diferentes grupos en otro tipo de actividades puede o no seguir las mismas tendencias observadas en la participación electoral. El Barómetro de las Américas incluye diversas preguntas que indagan sobre la participación de los ciudadanos en actividades políticas más allá del voto. Entre otros temas, estas preguntas indagan sobre cómo y con qué frecuencia los ciudadanos se comunican con sus representantes y si participan en ciertas organizaciones de la comunidad. Al analizar si los grupos difieren en su participación en estas actividades de índole política se puede obtener una perspectiva general acerca de la influencia, o falta de influencia, de algunos sectores sociales en el proceso político.

Durante muchos años, el Barómetro de las Américas de LAPOP ha incluido una serie de

preguntas que indagan sobre la frecuencia con que los ciudadanos participan en diferentes grupos de la comunidad. En 2012 también se incluyeron en la encuesta algunas preguntas para explorar si el entrevistado tenía un papel de liderazgo en dichos grupos. El enunciado de las preguntas de la serie denominada CP es el siguiente:

Voy a leerle una lista de grupos y organizaciones. Por favor, dígame si usted asiste a las reuniones de estas organizaciones: una vez a la semana, una o dos veces al mes, una o dos veces al año, o nunca. CP6. ¿Reuniones de alguna organización religiosa? Asiste… (1)una vez a la semana (2) una o dos veces al mes (3)una o dos veces al año (4) nunca (88)NS (98) NR CP7. ¿Reuniones de una asociación de padres de familia de la escuela o colegio? Asiste … (1)una vez a la semana (2) una o dos veces al mes (3)una o dos veces al año (4) nunca (88)NS (98) NR CP8. ¿Reuniones de un comité o junta de mejoras para la comunidad? Asiste … (1)una vez a la semana (2) una o dos veces al mes (3)una o dos veces al año (4) nunca (88)NS (98) NR

Después de cada pregunta, a los entrevistados que indicaron que participaban al menos una vez

o dos al año se les preguntó (CP6L, CP7L, y CP8L):

CP6L. ¿Y sólo asiste como miembro simple, o participa en la dirección del grupo? [Si dice “ambos”, marcar “líder”] CP7L. ¿Y sólo asiste como miembro simple, o participa en la dirección del grupo? [Si dice “ambos”, marcar “líder”] CP8L. ¿Y sólo asiste como miembro simple o participa en la dirección del grupo? [Si dice “ambos”, marcar “líder”]

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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El Gráfico 34 examina en qué medida la ciudadanía participa en grupos comunitarios. El lado izquierdo del gráfico presenta los niveles de participación de la comunidad en cada país de las Américas. La participación comunitaria se calcula como el promedio de respuesta a CP6, CP7, y CP8, y ha sido reajustada en una escala de 0 a 100, donde 0 representa no participa en ningún grupo, y 100 indica una participación frecuente en todos los grupos. En efecto, esto es una medida de la intensidad global de la participación de la sociedad civil. El lado derecho del gráfico presenta el porcentaje de los entrevistados para cada país que informaron que eran líderes de algún grupo.18

Para las Américas en su conjunto, el rango de participación de la comunidad es amplio, desde

un mínimo de 12,4 en la escala de 100 puntos en Uruguay a un máximo de 41,6 en Haití. Guatemala está ubicado en la parte superior con 40,5. La media para todos los países es de 26,3. Creemos que la alta tasa de Haití de la participación comunitaria se explica en gran medida como consecuencia del terremoto de enero de 2010, que generó una oleada de grupos y organizaciones de ayuda a las víctimas y de reconstrucción. Nicaragua ocupa el cuarto lugar en el hemisferio, con una puntuación media de 33,7 en la participación comunitaria. Las dos últimas administraciones presidenciales han movilizado la participación en la comunidad, pero el terremoto de 1973 y la revolución de 1979-1990 construyeron también una base dinámica para las organizaciones comunitarias. Como una nota comparativa, se encuentra que el promedio de participación en la comunidad tanto en los Estados Unidos (21 en la escala de 100) como en Canadá (12,7) se ubica en la mitad inferior de la distribución. En comparación con estos dos países, la mayoría de los países de América Latina y el Caribe muestran un mayor activismo de la sociedad civil.

Pasando al análisis del liderazgo en las organizaciones comunitarias, en el lado derecho del

Gráfico 34 se presenta el porcentaje de los que informan cualquier posición de liderazgo. El rango va desde un mínimo de 2,8% en Argentina hasta un máximo de 29,8% en Haití. En la mayoría de los países, uno de cada nueve adultos se auto definen como líderes comunitarios, siendo un porcentaje del 8,8%. Dentro de este conjunto, los nicaragüenses ocupan el séptimo lugar con un 12,7%.

18 La pregunta sobre el rol de los participantes en los grupos (en relación a si se trataba de simples miembros o de líderes) no se formuló ni en Canadá ni en Estados Unidos, por eso no hay datos para estos dos países en el gráfico de la derecha.

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Capítulo Dos

Página | 55

Gráfico 34. Participación en la comunidad en los países de las Américas

En los Gráfico 35 y 36 se examinan los resultados de Nicaragua en mayor detalle, mostrando el

promedio en los niveles de participación entre los nicaragüenses. Vemos que el factor con mayor impacto en la frecuencia de participación en la comunidad es el género, siendo las mujeres (37,1) más activas que los hombres (30,3). Este es uno de los pocos ámbitos en los que las mujeres están más comprometidas que los hombres. Hay una tendencia leve, pero no significativa estadísticamente, para los pobres, los menos educados y los que tienen madres con menor educación formal, a participar en la comunidad de forma más activa. Otros investigadores han observado que la participación en la comunidad tiende a ser más intensa entre los ciudadanos más pobres de América Latina que no suelen estar bien atendidos por parte de los gobiernos y que tienen necesidades que pueden ser abordadas a partir de su activismo.19

19 Véase por ejemplo, John A. Booth y Patricia Bayer Richard. 1996. "Repression, Participation, and Democratic Norms in Urban Central America,” American Journal of Political Science 40:4, 1205-1232; y John A. Booth y Patricia Bayer Richard. 2006. “Revolution’s Legacy: Residual Effects on Nicaraguan Participation and Attitudes in Comparative Context,” Latin American Politics and Society 48:2, 117-140; John A. Booth y Mitchell A. Seligson, “Inequality and Democracy in Latin America: Individual and Contextual Effects of Wealth and Poverty on Political Participation,” en Anirudh Krishna, ed., Poverty, Participation, and Democracy, New York: Cambridge University Press, 2008; y Mitchell A. Seligson y John A. Booth. 1979. eds., Political Participation in Latin America, Vol. II: Politics and the Poor, New York: Holmes and Meier Publishers.

12.4

12.7

14.2

17.9

18.0

19.5

20.8

21.0

21.6

22.0

22.6

24.1

24.3

24.8

26.5

27.7

27.9

28.6

31.5

32.9

32.9

33.4

33.7

35.9

40.5

41.6

Uruguay

Argentina

Chile

Surinam

Costa Rica

Estados Unidos

Belice

Guyana

Venezuela

Trinidad y Tobago

Brasil

Colombia

Ecuador

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El Salvador

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Rep. Dom.

Honduras

Nicaragua

Bolivia

Guatemala

Canadá

Panamá

México

Perú

Haití

0 10 20 30 40 50

Participación comunitaria95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

6.3%

7.2%

7.4%

7.7%

8.5%

8.9%

9.7%

10.0%

10.4%

10.6%

11.2%

11.6%

11.6%

12.5%

12.6%

12.7%

12.9%

13.5%

14.2%

15.1%

17.1%

17.5%

23.6%

29.8%

Argentina

Belice

Venezuela

Chile

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Jamaica

Honduras

Colombia

Costa Rica

Paraguay

Bolivia

Uruguay

Nicaragua

Surinam

Trinidad y Tobago

Guyana

Ecuador

Rep. Dom.

Guatemala

El Salvador

Panamá

México

Perú

Haití

0 10 20 30

Líder comunitario95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 56

Gráfico 35. Factores sociodemográficos y participación comunitaria en Nicaragua

Gráfico 36. Factores sociodemográficos y porcentaje de personas

con un rol de liderazgo comunitario en Nicaragua

35.231.5

34.2 34.0 32.5

0

10

20

30

40

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30

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NingunaPrimaria

SecundariaSuperior

Nivel de educación

32.2 32.032.6

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10

20

30

40

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n c

om

un

ita

ria

NingunaPrimaria

SecundariaSuperior

Educación de la Madre

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

8.28.5

11.8 10.813.2

-5

0

5

10

15

20

Líd

er

co

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1 2 3 4 5Quintiles de riqueza

10.6 10.3

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20

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Hombre MujerGénero

6.710.3 10.9

13.3

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0

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10

15

20

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NingunaPrimaria

SecundariaSuperior

Nivel de educación

8.912.2 10.4

9.1

-5

0

5

10

15

20

Líd

er

co

mu

nit

ari

o

NingunaPrimaria

SecundariaSuperior

Educación de la Madre

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

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Capítulo Dos

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Al examinar los efectos de las características sociodemográficas sobre quién informa haber asumido un papel de liderazgo en las organizaciones comunitarias en Nicaragua, vemos en el Gráfico 36 que ninguno de los principales factores arrojó diferencias estadísticamente significativas. Es decir, la riqueza, la educación, la educación de la madre o el género no influyen de manera estadísticamente significativa sobre el hecho de ocupar una posición de liderazgo en las organizaciones comunitarias. Esto indica que los roles de liderazgo en los grupos comunitarios nicaragüenses están igualmente distribuidos en las distingas categorías demográficas.

Además de ejercer su derecho al voto, muchos ciudadanos participan también en actividades de

campañas políticas. Las preguntas PP1 y PP2 tienen el propósito de medir la participación de los ciudadanos en este tipo de actividades.

PP1. Durante las elecciones, alguna gente trata de convencer a otros para que voten por algún partido o candidato. ¿Con qué frecuencia ha tratado usted de convencer a otros para que voten por un partido o candidato? [Leer alternativas] (1) Frecuentemente (2) De vez en cuando (3) Rara vez (4) Nunca (88) NS PP2. Hay personas que trabajan para algún partido o candidato durante las campañas electorales. ¿Trabajó usted para algún candidato o partido en las pasadas elecciones presidenciales de 2008? (1) Sí trabajó (2) No trabajó (88) NS

El Gráfico 37 muestra la participación en actividades relacionadas con campañas políticas en

las Américas. En el lado izquierdo del gráfico se presenta el porcentaje que dijo haber tratado de persuadir a los demás “frecuentemente” o “de vez en cuando.” El lado derecho presenta el porcentaje que dijo haber trabajado en una campaña política. El rango de este tipo de activismo electoral va desde el nivel más alto de 45,2% para los Estados Unidos, seguido por la República Dominicana con un 31,6%, hasta los porcentajes menores en Paraguay y México, con un poco más del 8% y en Bolivia con un 7,3%. El porcentaje medio para toda la muestra es del 16,7%. Los nicaragüenses se ubican en la mitad inferior de la matriz y muy por debajo de la media regional, con un 12,4% de ciudadanos que indican haber intentado convencer a otros sobre a quién votar.

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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Gráfico 37. Participación en campañas políticas en los países de las Américas

La parte derecha del Gráfico 37 se centra en el trabajo en campañas políticas para algún

candidato o un partido durante una elección. Una vez más el rango es muy amplio, y va desde un mínimo de 1,9% en Chile (Canadá le sigue con 3,9%) a un máximo de 17,9% en Surinam y Haití. El promedio regional es de 8,8%, aproximadamente la mitad de la tasa a la que la gente trató de persuadir a otros sobre cómo votar. Entre los nicaragüenses, el 11,1% reportó haber trabajado para algún partido o candidato a un nivel por encima de la media regional. Así, mientras que los nicaragüenses son menos propensos que el promedio regional en cuanto a tratar de persuadir a otros sobre cómo votar, son más propensos a participan en la campaña electoral.

A continuación, analizamos los resultados para Nicaragua con mayor profundidad. En el Gráfico 38 se recodifican las respuestas a la pregunta sobre los intentos de persuasión sobre cómo votar. Las mujeres nicaragüenses son mucho menos propensas que los hombres a tratar de convencer a otros de cómo votar (9,8% versus 14,8%). El nivel educativo tiene un modesto efecto positivo. Por el contrario, el impacto de la riqueza, aunque ligeramente positivo, es insignificante. El nivel educativo de la madre tiene un efecto errático e insignificante.

En contraste, en el Gráfico 39 se presenta el porcentaje de encuestados en los diferentes grupos

que dijeron haber trabajado para algún candidato o partido en las elecciones más recientes. En este caso, la actividad se distribuye de manera bastante uniforme entre los nicaragüenses en términos de su

7.3%

8.2%

8.5%

12.1%

12.1%

12.4%

12.7%

13.6%

13.6%

15.1%

15.2%

15.2%

15.7%

15.9%

16.3%

17.7%

17.9%

19.2%

19.4%

20.1%

22.8%

24.0%

25.2%

25.7%

31.6%

45.2%

Bolivia

Paraguay

Honduras

Venezuela

Nicaragua

Argentina

El Salvador

Chile

Costa Rica

Guatemala

Trinidad y Tobago

Uruguay

Jamaica

Ecuador

Colombia

Belice

Brasil

Surinam

Guyana

Rep. Dom.

Estados Unidos

México

Haití

Perú

Panamá

Canadá

0 10 20 30 40 50

Porcentaje que trató de convencer a otrospara que voten por un partido o candidato

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

1.9%

3.9%

4.2%

4.8%

4.8%

5.5%

5.7%

6.1%

6.7%

7.5%

7.6%

7.6%

7.9%

8.1%

8.1%

8.2%

9.3%

9.3%

10.8%

11.1%

11.6%

11.8%

13.3%

16.8%

17.9%

17.9%

Chile

Honduras

Bolivia

Trinidad y Tobago

Ecuador

El Salvador

Argentina

Guatemala

Venezuela

Belice

Estados Unidos

Jamaica

Colombia

Uruguay

Costa Rica

Nicaragua

Paraguay

Brasil

Guyana

Rep. Dom.

Surinam

Canadá

México

Perú

Haití

Panamá

0 5 10 15 20

Porcentaje que trabajó para partidos o candidatos95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Dos

Página | 59

educación, riqueza, género y educación de la madre – ninguno tiene un efecto estadísticamente significativo. El único rasgo demográfico que importa, y de manera significativa, es el logro educativo. Sólo el 2,2% de los nicaragüenses sin escolarización trabajan en una campaña electoral para un partido o candidato, mientras que la cifra se eleva al 19,9% para aquellos con educación universitaria.

Gráfico 38. Factores sociodemográficos e intentos de persuadir a otros

Gráfico 39. Factores sociodemográficos y

trabajar en una campaña política en Nicaragua

8.9

14.311.5 12.3

15.7

0

10

20

30

40

Tra

tó d

e c

on

ven

ce

r vo

to

1 2 3 4 5Quintiles de riqueza

14.59.8

0

10

20

30

40

Tra

tó d

e c

on

ven

ce

r vo

to

Hombre MujerGénero

6.712.5 11.3

19.7

0

10

20

30

40

Tra

tó d

e c

on

ven

ce

r vo

to

NingunaPrimaria

SecundariaSuperior

Nivel de educación

12.117.3

7.0

18.2

0

10

20

30

40

Tra

tó d

e c

on

ven

ce

r vo

to

NingunaPrimaria

SecundariaSuperior

Educación de la Madre

Source: © AmericasBarometer by LAPOP

95% Confidence Interval (Design-Effect Based)

9.3 9.4 11.214.1

12.0

0

5

10

15

20

25

30

Tra

ba

jó p

ara

pa

rtid

o/c

an

did

ato

1 2 3 4 5Quintiles de riqueza

13.09.3

0

5

10

15

20

25

30

Tra

ba

jó p

ara

pa

rtid

o/c

an

did

ato

Hombre MujerGénero

2.2

7.6

15.0

19.9

0

5

10

15

20

25

30

Tra

ba

jó p

ara

pa

rtid

o/c

an

did

ato

NingunaPrimaria

SecundariaSuperior

Nivel de educación

8.9

15.015.7

13.6

0

5

10

15

20

25

30

Tra

ba

jó p

ara

pa

rtid

o/c

an

did

ato

NingunaPrimaria

SecundariaSuperior

Educación de la Madre

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 60

El análisis anterior muestra la existencia de desigualdades en la participación por género sin considerar otras condiciones. Por ejemplo, es probable que los índices de participación varíen según la posición de las mujeres en el mercado laboral y en la familia.20 El Gráfico 40 presenta los niveles de participación según el género, y en el caso de las mujeres, según su posición familiar y en el mercado de trabajo. En Nicaragua, se observa un panorama desigual en estas cinco actividades dejando una impresión de una igualdad relativa en la participación en general. En tres de las cinco formas de participación (haber votado en la última elección presidencial, el liderazgo en las organizaciones comunitarias, y tratar de persuadir a otros sobre cómo votar) no hay diferencias significativas entre mujeres y hombres. Existen importantes diferencias en los dos tipos de participación restantes, pero hasta cierto punto se contrarrestan entre sí. Las mujeres son mucho más activas que los hombres en promedio en cuanto a la participación en la comunidad (pero no hay ninguna diferencia entre las mujeres casadas sin ingresos y otras mujeres). En contraste con la participación de la comunidad, las mujeres son mucho menos activas que los hombres a la hora de trabajar para un partido o candidato en una campaña electoral. Las mujeres casadas sin ingresos son menos activas que las otras mujeres en este campo, pero la diferencia entre ellas no es estadísticamente significativa.

Gráfico 40. Roles de género y participación en Nicaragua

20 Véase, por ejemplo, Iverson, Torben, y Frances Rosenbluth. 2010. Women, Work, and Politics: The Political Economy of Gender Inequality. New Haven: Yale University Press.

80.0

79.0

80.1

38.4

30.3

36.4

10.0

14.5

9.4

9.4

10.9

10.6

13.0

6.3

11.1

Hombre

Mujer (otra)

Mujer casada sin ingresos

Hombre

Mujer (otra)

Mujer casada sin ingresos

Hombre

Mujer (otra)

Mujer casada sin ingresos

Hombre

Mujer (otra)

Mujer casada sin ingresos

Hombre

Mujer (otra)

Mujer casada sin ingresos

0 20 40 60 80

% Votó elecciones presid.

Participación comunitaria

Trató de convencer voto

Líder comunitario

Trabajó para partido/candidato

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Dos

Página | 61

Estos resultados no dicen mucho acerca de la asociación entre raza y participación en Nicaragua. En el Gráfico 41 se presentan las tasas o niveles de cada forma de participación según los diferentes tonos del color de piel. Usando la variable recodificada color de piel, se observa una tendencia general en la que el color de piel no tiene un impacto en las tasas de participación. Las líneas tienden a ser planas. Dicho esto, hay algunos matices entre los nicaragüenses. La tasa más baja de votación se produce entre los que tienen un tono de piel en el número 3 y los porcentajes de participación electoral más altos se dan entre aquellos con tonos de piel por encima de 4. La tasa más alta de votación está entre quienes son de piel más oscura (8-11). En general, convencer a otros sobre cómo votar está al mismo nivel en la mayoría de categorías de color piel con un pequeño incremento entre los de piel más oscura. Trabajar para un partido y en campañas electorales tiende a ser más frecuente entre aquellos con tonos de piel medios y ligeramente menos frecuente en los dos extremos de la escala. La participación de la comunidad parece ser básicamente la misma a lo largo de la escala. La actividad comunitaria es algo mayor entre los nicaragüenses de piel más oscura. Pero a pesar de estas pequeñas variaciones, el Gráfico 41 indica que el color de la piel no afecta mucho la participación política en Nicaragua. Con respecto a la totalidad de la muestra de las Américas, las tasas de participación son también prácticamente planas para los diferentes tonos de piel. Nicaragua se ajusta al patrón general regional donde se observa un escaso impacto del color de la piel sobre el compromiso político.

Gráfico 41.Color de piel y participación en Nicaragua

III. Opinión pública acerca de oportunidades y actitudes discriminatorias

El apoyo a la igualdad de oportunidades tiene importantes y evidentes consecuencias. Las personas que creen que el lugar de la mujer está en el hogar, o que los miembros de ciertos grupos no son buenos líderes políticos, son menos propensos a tolerar la participación de esos grupos en la vida

0

20

40

60

80

100

3 4 5 6 71-2 8-11

Porcentaje que votó las últimas eleccionesPorcentaje que trató de convencer a otro para votar por un partido o candidatoPorcentaje que trabajó para partido o candidatoParticipación comunitaria

Líder comunitario

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 62

pública o a votar por tales candidatos. Por eso se indaga en el Barómetro de las Américas en qué medida hay apoyo a la igualdad de oportunidades para los grupos minoritarios. En esta sección se presentan los resultados de varias preguntas que buscan cuantificar la medida en que se discrimina a ciertos grupos de la población.

Debe señalarse que es probable que las respuestas a estas preguntas sean objeto de lo que los

estudiosos de la opinión pública denominan “el sesgo de la deseabilidad social”21, es decir, es menos probable que los ciudadanos muestren apoyo abierto hacia actitudes discriminatorias porque reconocen que los prejuicios son un tabú social.22 Esto quiere decir que aunque ciertos entrevistados en lo privado alberguen actitudes discriminatorias van a dar en la encuesta una respuesta “socialmente deseable” -no discriminatoria- para evitar dar una mala impresión al entrevistador. Como resultado, los niveles de apoyo hacia actitudes discriminatorias presentadas en este informe, basadas en estas preguntas de la encuesta, probablemente se muestren más bajos de lo que son en la realidad.23

Opinión pública hacia el liderazgo de las mujeres

El Barómetro de las Américas de 2012 hizo tres preguntas para medir las actitudes hacia las

mujeres en posiciones de liderazgo político, VB50, VB51, y VB52.24 Las preguntas son las siguientes:

VB50. Algunos dicen que en general, los hombres son mejores líderes políticos que las mujeres. ¿Está usted muy de acuerdo, de acuerdo, en desacuerdo, o muy en desacuerdo? (1) Muy de acuerdo (2) De acuerdo (3) En desacuerdo (4) Muy en desacuerdo VB51. ¿Quién cree usted que sería más corrupto como político: un hombre, una mujer, o ambos por igual? (1) Un hombre (2) Una mujer (3) Ambos por igual VB52. Y si le toca a un político o a una política manejar la economía nacional, ¿quién va a hacer el mejor trabajo; un hombre, una mujer o no importa? (1) Un hombre (2) Una mujer (3) No importa

El Gráfico 42 presenta los resultados de la pregunta VB50 basados en una escala de 0 a 100

puntos, donde los números más altos significan mayor apoyo a la idea de que los hombres son mejores líderes políticos que las mujeres. Los promedios varían desde un máximo en Guyana de 53,3 puntos hasta un mínimo en Uruguay con 26,6 puntos. Una perspectiva comparativa proviene del promedio en Estados Unidos de 30,1. La media regional para las Américas es 35,7, lo que indica que el ciudadano

21 Tourangeau, Roger, Lance J. Rips, y Kenneth Rasinski. 2000. The Psychology of Survey Response. Cambridge University Press. 22 Algunos trabajos recientes sobre Latinoamérica abordan el problema de la deseabilidad social en las encuestas de opinión pública cuando se trata del tema de la compra de votos a través del diseño de experimentos (véase por ejemplo Gonzalez-Ocantos, Ezequiel, Chad K., de Jonge, Carlos Meléndez, Javier Osorio, y Nickerson, David W. 2012 Vote Buying and Social Desirability Bias: Experimental Evidence from Nicaragua. American Journal of Political Science, 56: 202–217.) 23 Esta es una limitación general de la investigación en opinión pública que excede ampliamente al Barómetro de las Américas. No obstante, cabe destacar que todas las preguntas de la ronda 2012 fueron cuidadosamente diseñadas y exhaustivamente testeadas para minimizar el efecto de deseabilidad social (y, al mismo tiempo, para garantizar que las poblaciones respecto de las cuales se realizan estas preguntas no se sintieran ofendidas al ser indagadas al respecto). 24 Se administraron las preguntas VB51 y VB52 a una muestra dividida, es decir, solamente a la mitad de los entrevistados.

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Capítulo Dos

Página | 63

promedio no está de acuerdo con que los hombres son mejores líderes, siendo los guyaneses la única excepción.

Gráfico 42. Creencia de que los hombres son mejores líderes políticos

que las mujeres en los países de las Américas

Se consideró si tener o haber tenido una mujer presidenta tendería a bajar el grado de acuerdo

con que las mujeres no son tan buenas líderes. Para esto se examinaron los promedios en los seis países que han tenido presidentas (Chile, Panamá, Nicaragua, Costa Rica, Argentina y Brasil - los tres últimos tienen presidentas en la actualidad). Los seis países registran promedios por debajo de la media regional en esta visión sexista. Esto sugiere que puede haber algún mérito en el argumento de que tener

26.6

28.0

30.1

30.2

31.4

31.8

32.0

32.2

32.2

32.9

33.1

33.2

33.5

33.6

34.6

35.6

36.5

37.4

38.1

38.2

39.7

39.8

41.8

42.1

47.9

53.3

Uruguay

Brasil

Estados Unidos

Costa Rica

Colombia

Guatemala

Ecuador

Surinam

Argentina

Nicaragua

Chile

El Salvador

Paraguay

Honduras

Belice

Venezuela

Bolivia

Jamaica

Trinidad y Tobago

Rep. Dom.

Guyana

Panamá

México

Perú

Canadá

Haití

0 10 20 30 40 50 60

Los hombres son mejores líderes políticos95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 64

presidentas se asocia con menos machismo político, ya sea si la asociación refleja causa o efecto. Otra explicación posible es el género de los encuestados. Se esperaba que las mujeres apoyaran más a las mujeres como líderes. Esto resultó ser cierto para la región en su conjunto: los hombres muestran un promedio de 41,2 puntos sobre 100 en la escala, mientras que las mujeres tienen un promedio de once puntos menos, situándose en 30.4. Sin embargo, la diferencia entre los géneros en Nicaragua es menor que en el conjunto de las Américas, con los hombres nicaragüenses situados en 35,9 y las mujeres en 31puntos en la escala.

Opinión pública hacia el liderazgo de grupos raciales/étnicos marginalizados

El Barómetro de las Américas 2012 preguntó a los entrevistados sobre sus actitudes hacia la

gente de tez oscura en posiciones de liderazgo político, VB53.25

Ahora vamos a hablar sobre la raza o color de piel de los políticos. VB53. Algunos dicen que, en general, las personas de piel oscura no son buenos líderes políticos. ¿Está usted muy de acuerdo, de acuerdo, en desacuerdo, o muy en desacuerdo? [Encuestador: “piel oscura” refiere a negros, indígenas, “no blancos” en general] (1) Muy de acuerdo (2) De acuerdo (3) En desacuerdo (4) Muy en desacuerdo

El Gráfico 43 presenta la distribución de esta pregunta que creemos que suscita prejuicios

raciales en la arena política. Se invirtieron las categorías de respuesta y se recodificó a la usual escala de 0 a 100, de manera que una puntuación de 100 indica el mayor sesgo en contra de líderes políticos de piel oscura. Curiosamente, este tipo de prejuicio racial sobre los líderes políticos es más débil que en contra de las mujeres ocupando ese mismo rol. Las puntuaciones del índice para el hemisferio oscilan desde un mínimo de 15,4 puntos en Uruguay a un máximo de 34,3 en Chile (la media de la muestra es de 26,2). ¿De qué manera este prejuicio se distribuirá entre las personas de distinto color de piel? Observando la distribución para toda la región (no se muestra para ahorrar espacio) revela una relación curvilínea, las personas de piel más oscura y más clara son los que tienen un menor sesgo en contra de los líderes de piel oscura, mientras que el mayor sesgo racista en contra de los líderes de piel oscura está presente entre las personas en el medio de la escala de color de piel.

El promedio para los nicaragüenses se ubica en el 28,1 de la escala, un promedio en la parte de la escala que no muestra tendencias racistas, pero que se sitúa ligeramente por encima de la media regional. En contraste con el patrón regional, los nicaragüenses de piel más oscura tienen más probabilidad de ver a los líderes de piel oscura de manera más negativa que aquellos con piel más clara, y el sesgo aumenta de manera uniforme a lo largo de la escala de color de piel. Dicho esto, las diferencias no son estadísticamente significativas en la población de las muestras divididas de 750.

25 Se administró esta pregunta solamente a la mitad de los entrevistados.

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Capítulo Dos

Página | 65

Gráfico 43. Creencia de que los políticos de piel

oscura no son buenos líderes en los países de las Américas

15.4

17.0

19.3

21.3

22.8

23.1

24.5

24.8

24.8

24.9

25.7

27.2

27.8

28.1

28.2

28.3

28.8

28.9

29.6

30.7

31.6

32.9

34.3

Uruguay

Trinidad y Tobago

Brasil

Jamaica

Costa Rica

Argentina

Surinam

Rep. Dom.

Paraguay

Colombia

Nicaragua

El Salvador

Ecuador

Venezuela

Belice

Guatemala

Honduras

Bolivia

Chile

Panamá

Haití

México

Perú

0 10 20 30 40

Personas de piel oscura no son buenos líderes

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 66

La opinión pública hacia la participación política de los homosexuales Al igual que en 2010, el Barómetro de las Américas 2012 incluye la pregunta D5 sobre las

actitudes hacia los homosexuales que se postulan a cargos públicos.

D5. Y ahora, cambiando el tema, y pensando en los homosexuales. ¿Con qué firmeza aprueba o desaprueba que estas personas puedan postularse para cargos públicos?

Gráfico 44. Apoyo la postulación a cargos públicos

de personas homosexuales en las Américas

8.5

20.8

24.0

24.7

25.9

26.5

27.7

29.8

31.0

33.5

35.7

36.7

38.0

38.2

38.4

39.1

43.3

46.9

47.9

52.6

60.1

62.7

64.4

73.9

77.6

77.8

Jamaica

Guyana

Honduras

Belice

El Salvador

Guatemala

Rep. Dom.

Paraguay

Trinidad y Tobago

Bolivia

Venezuela

Ecuador

Nicaragua

Surinam

Costa Rica

Colombia

Argentina

Chile

Brasil

Estados Unidos

Uruguay

Haití

Panamá

Perú

México

Canadá

0 20 40 60 80

Los homosexuales pueden postularse paracargos públicos

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Dos

Página | 67

El Gráfico 44 presenta la distribución de los prejuicios en contra de los homosexuales que se postulan para cargos públicos, recodificados en la escala habitual de 0 a 100, en donde 100 es el máximo apoyo a que los homosexuales se postulen a cargos públicos. El promedio para toda América es de 41,6, en la escala. Pero el Gráfico 44 también muestra una de las mayores dispersiones de los promedios nacionales de todos los temas que hemos examinado en este estudio. En el extremo inferior, los haitianos muestran un promedio de sólo 8,5, mientras que en el extremo superior, los uruguayos y los canadienses están empatados en casi 80 años. Los países donde la aprobación de los homosexuales que buscan un cargo público es mayor incluyen varios países sudamericanos - Uruguay, Brasil, Chile y Argentina. El apoyo al derecho de los homosexuales a aspirar a un cargo tiende a ser bajo en la Cuenca del Caribe. El promedio para el caso de Nicaragua es de 39,1 en la escala de aprobación y que sitúa al país estadísticamente empatado con el promedio regional de 41,6.

La opinión pública hacia la participación de las personas con discapacidad

Por último, el Barómetro de las Américas 2012 incluyó una pregunta nueva sobre si se debe

permitir que las personas con discapacidad se postulen para cargos públicos.26

D7. ¿Con qué firmeza aprueba o desaprueba que se permita que las personas con discapacidad física se postulen para cargos públicos?

El Gráfico 45 presenta la distribución comparativa del grado de acuerdo con que las personas

con discapacidad se postulen para cargos públicos utilizando la tradicional escala en la se recodifican las respuestas originales, de manera que una puntuación de 100 es la posición más tolerante. Parece que la posición promedio para todos los encuestados en el Barómetro de las Américas de 2012 es una aprobación robusta (67,9). El rango va desde un máximo de 88,8 en los Estados Unidos y Uruguay, a un mínimo de 37 en Haití. Todos los países menos dos, Haití y Guyana, muestra. En Nicaragua, el promedio de aprobación es de 70,6, mostrando ciudadanos muy a favor de este aspecto de los derechos políticos de las personas con discapacidad.

26 Se administró esta pregunta a una muestra dividida, es decir, solamente a la mitad de los entrevistados.

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 68

Gráfico 45. Apoyo a la postulación a cargos públicos de personas

con discapacidad en los países de las Américas

IV. La opinión pública hacia propuestas comunes de políticas públicas

Desafortunadamente, en algunos de los indicadores relacionados con la participación política se registraron diferencias importantes en las tasas de participación entre los hombres y las mujeres, entre los distintos grupos raciales, y las diferentes clases sociales. Si bien estos resultados son motivo de preocupación para el avance democrático, también hay razones para sentir optimismo porque las democracias han logrado conquistas en el tema de la igualdad política. Además, se puede aprender de

36.8

43.3

52.9

53.6

56.0

56.8

57.9

63.5

64.3

64.8

65.8

65.9

67.5

68.5

69.5

70.6

70.8

72.1

74.0

74.2

76.0

78.0

83.1

87.0

88.8

88.8

Guyana

Belice

Honduras

Guatemala

Rep. Dom.

Jamaica

Bolivia

Venezuela

El Salvador

Surinam

Costa Rica

Nicaragua

Paraguay

Trinidad y Tobago

Colombia

Ecuador

Argentina

Chile

Brasil

Uruguay

Estados Unidos

Haití

Panamá

Perú

México

Canadá

0 20 40 60 80 100

Las personas con discapacidades físicaspueden postularse para cargos públicos

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Dos

Página | 69

los países donde la desigualdad en la participación no es tan marcada. A continuación y con base en los resultados de las encuestas del Barómetro de las Américas 2012, se examina la opinión pública hacia varias soluciones potenciales utilizadas para reducir la desigualdad en la participación política.

Cuotas de género

Una posible solución al problema de la desigualdad en la participación y la representación de

las mujeres es la adopción de cuotas de género, que han sido consideradas como una manera eficaz de incorporar las mujeres a la política.27 La idea general es que cuando más miembros de grupos marginalizados ven a personas como ellos en la boleta electoral y en el desempeño de cargos públicos, se ven más motivados a participar en la política. En América Latina, varios países han adoptado cuotas de género mediante leyes que requieren que las mujeres ocupen un porcentaje determinado de los escaños en el órgano legislativo nacional. Desafortunadamente, tal y como se señala en el Informe especial del Cuadro 5, la evidencia sobre si las cuotas de género reducen la desigualdad en la participación es mixta.

El Barómetro de las Américas 2012 incluye la pregunta GEN6, que permite medir el apoyo a

las cuotas de género a lo largo de las Américas.28

GEN6. El Estado debe exigir que los partidos políticos reserven algunos espacios para mujeres en sus listas de candidatos, aunque tengan que excluir o dejar afuera a algunos hombres. ¿Hasta qué punto está de acuerdo o en desacuerdo?

El Gráfico 46 muestra el apoyo a la adopción de cuotas de género en los países de las

Américas. La escala utilizada para medir estas actitudes se recodifica en una escala de 0 a 100, en la cual los valores más altos representan la mayor aprobación. El rango para las Américas va desde un mínimo de 46,4 en Trinidad y Tobago a un máximo de 81,3 en El Salvador. La media para el hemisferio es de 65,1 puntos, la cual implica una firme aprobación. El promedio de los nicaragüenses de 73,6 puntos, los ubica en la parte alta de la tabla.

27 Desposato, Scott W., y Barbara Norrander. 2009. “The Gender Gap in Latin America: Contextual and Individual Influences on Gender and Political Participation.” British Journal of Political Science; Campbell, David E., y Christina Wolbrecht. 2006. “See Jane Run: Women Politicians as Role Models for Adolescents.” Journal of Politics 68 (2): 233-47; Krook, Mona Lena. 2009. Quotas for Women in Politics: Gender and Candidate Selection Reform Worldwide. New York: Oxford University Press; Waring, Marilyn. 2010. “Women’s Political Participation.” http://idl-bnc.idrc.ca/dspace/bitstream/10625/43896/1/130393.pdf. 28 Se administró esta pregunta a una muestra dividida, es decir, solamente a la mitad de los entrevistados.

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 70

Gráfico 46. Apoyo a las cuotas de género en las Américas

El voto obligatorio Otra posible solución para reducir la desigualdad en la participación política que ha recibido

mucha atención en la literatura es el voto obligatorio.29 Mientras casi la mitad de los países de América Latina y el Caribe tienen algún tipo de ley sobre el voto obligatorio, la medida en que se hace 29 Lijphart. 1997, Ibid.; Jackman. 1987, Ibid.

46.4

47.3

53.0

57.6

58.2

59.9

60.0

60.8

61.7

62.3

63.0

64.2

65.7

66.0

67.4

68.4

69.2

69.8

70.4

73.1

73.6

76.1

77.6

78.5

81.3

Trinidad y Tobago

Brasil

Jamaica

Guatemala

Venezuela

Honduras

Surinam

Belice

Bolivia

Costa Rica

Ecuador

Guyana

Argentina

Chile

Colombia

Nicaragua

Uruguay

Paraguay

Rep. Dom.

El Salvador

Canadá

Haití

Perú

Panamá

México

0 20 40 60 80

Apoyo a las cuotas de género95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Dos

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cumplir la ley varía considerablemente de un país a otro. Costa Rica, por ejemplo, estableció una ley que casi no se aplica, mientras que en Perú el no votar puede limitar al acceso a ciertos servicios públicos a los ciudadanos que no emiten un sufragio.30 Podría esperarse que en los países en los cuales mucha gente ejerce su derecho al voto, la participación electoral sea más equitativa. Pero algunas investigaciones recientes, como la que aparece en el Informe especial del Cuadro 6, sugieren que el voto obligatorio no ha tenido el impacto que se esperaba en términos de disminuir las desigualdades en la participación electoral.

Disminución de la desigualdad económica y social

Por último, y tal vez de manera obvia, podría pensarse que la disminución en la desigualdad

socioeconómica y en la pobreza podría ser suficiente para cerrar la brecha en la participación política en la ciudadanía, porque uno de los determinantes más importantes de la participación en todo el hemisferio es la clase social a la que se pertenece. Además, si bien la participación de las mujeres en el mercado laboral puede tener un importante efecto positivo en la participación, el estatus socioeconómico y el nivel de educación podrían anular cualquier efecto de género o raza en las tasas de participación.31

A nivel agregado, los académicos han determinado que la participación política es menor en los

lugares que tienen los niveles más altos de desigualdad económica, lo cual tiene una relevancia particular en América Latina, la región más desigual del mundo.32 Aunque la relación entre el estatus socioeconómico difiere enormemente entre diferentes contextos políticos,33 la riqueza material y la educación producen un impacto positivo en la participación política en casi todas las democracias. De hecho, parece ser que el desarrollo económico no solo puede ayudar a disminuir las desigualdades económicas sino también las desigualdades en la participación.

V. Conclusión

A pesar de la reducción de la desigualdad en las últimas décadas, este capítulo ha puesto de manifiesto los aspectos importantes de la participación política, la cual siguen siendo desigual en las Américas. Se observa un panorama desigual entre los nicaragüenses en cinco importantes actividades políticas, el cual deja una impresión de relativa igualdad en cuanto a la participación en general. En tres de las cinco formas de participación (haber votado en la última elección presidencial, el liderazgo en las organizaciones comunitarias, e intentar persuadir a otros sobre cómo votar) no hay diferencias significativas entre hombres y mujeres. Existen notables diferencias de género para los restantes tipos de participación. Las mujeres nicaragüenses son mucho más activas que los hombres en la participación de la comunidad (pero no hay ninguna diferencia entre las mujeres casadas sin ingresos y el resto de mujeres). En contraste con la participación en la comunidad, las mujeres son mucho menos

30 Fornos, Carolina, Timothy Power, y Jason Garand. 2004. “Explaining Voter Turnout in Latin America, 1980 to 2000.” Comparative Political Studies 37(8): 909-940. 31 Iversen y Rosenbluth. 2010, Ibid; Morgan y Buice 2011, Ibid.; Verba et al., 1993, Ibid. 32 Uslaner y Brown. 2005, Ibid; Seawright, Jason. 2008. “Explaining Participatory Inequality in the Americas.” Documento de Trabajo. 33 Verba, Sidney, Norman Nie, y Jae-On Kim. 1978. Participation and Political Equality: A Seven Nation Comparison. Chicago: University of Chicago Press.

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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activas que los hombres a la hora de trabajar por un partido o candidato en una campaña electoral. Las mujeres casadas nicaragüenses sin ingresos son menos activas que el resto de mujeres en este campo, pero la diferencia entre ellas no es estadísticamente significativa. También se encontró que el color de piel influye muy poco en las tasas de participación política de los nicaragüenses, en otras palabras los porcentajes de participación varían poco a lo largo de la paleta de color de la piel. La variable que más afecta a todos los tipos de participación es la educación.

En general, y como en los demás países de las Américas, Nicaragua no muestra diferencias

significativas de género en la participación electoral y el liderazgo en la comunidad. Sin embargo, las mujeres son más activas en el activismo comunitario, mientras que los hombres participan más trabajando en campañas o para candidatos. Por último, Nicaragua es diferente a las Américas en general en que las mujeres son más propensas a tratar de convencer a otros de cómo votar al igual que los hombres, donde los hombres asumen más roles de liderazgo. En Nicaragua también se observa la ausencia de una influencia del color de la piel en la participación política como en el resto del continente americano en su conjunto. Si bien puede haber diferencias raciales o étnicas en la participación, cosa que aún no hemos explorado, el color de la piel no significa un privilegio o desventaja.

En lo que respecta a las actitudes hacia la participación política de algunos grupos

potencialmente desfavorecidos, se ha encontrado que los nicaragüenses tienden a tener actitudes no discriminatorias. Los nicaragüenses tienen una visión libre de prejuicios hacia las mujeres como líderes políticos, hacia los líderes políticos de piel oscura, y hacia las cuotas de género para las mujeres en los legislativos. En el contexto regional más amplio, los nicaragüenses expresan un sesgo algo menor en contra de todos estos grupos que los ciudadanos de las Américas en su conjunto. Los nicaragüenses se desvían de ese patrón cuando muestran su oposición a que los homosexuales se postules para cargos públicos. Por último, cabe señalar que, si bien los nicaragüenses muestran actitudes tolerantes, los nicaragüenses tienen más prejuicios contra las habilidades de las mujeres como líderes que contra los líderes de piel oscura, los discapacitados que buscan cargos públicos y las cuotas de género para las mujeres en el legislativo.

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Cuadro 4. Informe especial: Participación política y género

Este cuadro resume los hallazgos del informe de la Serie Perspectivas desde el Barómetro de las Américas No. 78 por Frederico Batista Pereira. Se puede acceder a este informe y a todos los

demás en http://www.vanderbilt.edu/lapop/insights.php.

A lo largo de las regiones de América Latina y el Caribe, los 40,990 entrevistados masculinos y femeninos del Barómetro de las Américas de 2010 reportaron diferentes niveles de participación en sus comunidades en respuesta a dos preguntas de la encuesta.1 En casi todos los países los hombres reportaron niveles considerablemente más altos de participación comunitaria que las mujeres. ¿Cuál es la razón de esta diferencia? En la parte superior del gráfico se observa que diversas variables en un modelo simple de participación política son significativas a la hora de determinar la participación en la comunidad. Tal como se esperaba, mayores niveles de educación, riqueza, eficacia externa, e interés en la política, se asocian con niveles más altos de participación comunitaria. Sin embargo, estas variables no explican las diferencias en la participación según el género. El género se mantiene como una variable siginificativa aún cuando se toman en cuenta las otras variables sociodemográficas y las relativas a la motivación. Se observa en la parte inferior del gráfico que la adherencia a los papeles tradicionales de género tiene un impacto considerable en los niveles de participación en la comunidad. Mientras que los hombres y mujeres sin hijos tienen tasas de participación más o menos similares, se observa una substancial diferencia en la participación entre los hombres y mujeres que tienen dos hijos; en este caso los hombres tienen mayor probabilidad de participar en los asuntos de la comunidad. De manera similar, se observa que aquellas personas cuyo trabajo principal es el cuidado de otros o ser ama de casa reportan una participación mucho menor en la comunidad en comparación con quienes no son amas de casa. Esto sugiere que las mujeres de Latinoamérica y el Caribe que tienen hijos o que

1 Se usaron las preguntas CP5 y CP8 para medir los niveles de participación en la comunidad.

desempeñan el papel de ama de casa enfrentan importantes limitaciones en su participación en la comunidad.

Efectos del género y variables de control sobre la participación y participación según los roles de género

16.40 16.24

18.98

17.35

15.51

14

15

16

17

18

19

20

21

22

Hombres en el

mercado laboral sin

hijos

Mujeres en el

mercado laboral sin

hijos

Hombres en el

mercado laboral

que tienen 2 hijos

Mujeres en el

mercado laboral

que tienen 2 hijos

Mujeres al cuidado

del hogar que tienen dos hijos

Fuente: Barómetro de las Américas por LAPOP

Intercepto y efectos fijospor país incluídos perono mostrados

Interés por la política

Conocimiento político

Eficacia externa

Confianza interpersonal

Mujer

Urbano

Edad

Quintiles de riqueza

Educación

Indígenas

-0.05 0.05 0.150.10-0.10 0.00

95% C.I. (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: Barómetro de las Américas por LAPOP

R-cuadrado =0.084F=56.744N =36963

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Cuadro 5. Informe especial: Cuotas de género y participación política de las mujeres

En este cuadro se resumen los hallazgos de Leslie Schwindt-Bayer, la ganadora del premio a la mejor investigación del Barómetro de las Américas 2011. El informe completo se puede acceder en

http://www.vanderbilt.edu/lapop/papers-ab-smallgrants.php.

Desde 1991 se han implementado cuotas de género en varios países de Latinoamérica. ¿Cuáles han sido los efectos, si es que los ha habido , de dichas cuotas en la participación femenina en la política, no solo a nivel de las élites sino también en la participación política a nivel ciudadano? Se utilizan los datos del Barómetro de las Américas Data de 2010 para explorar las diferencias entre la participación política de los hombres y las mujeres en los países con cuotas y sin cuotas de género a nivel de las élites. Tal y como muestra el gráfico en tres áreas de participación política—el interés en la política, el haber asistido a una reunión de algún partido político y el haber firmado una petición al gobierno— la división entre hombres y mujeres es menor en los países que han implementado las cuotas. Sin embargo, estas diferencias son pequeñas y no se extienden a otros tipos de participación tales como el voto, persuadir a otros para que voten, trabajar en campañas políticas, participar en protestas públicas, asistir a reuniones del gobierno local, y asistir a reuniones de grupos femeninos.1 Se hizo un análisis del caso de Uruguay con los datos de las rondas de 2008 y 2010, antes y después de la implementación de las cuotas de género para la elección de autoridades partidarias

1 Para estos análisis se utilizaron las preguntas siguientes: POL1 interés en la política; G11, G13, y G14 conocimiento político (en Uruguay solamente); PP1 persuadir a los demás; PP2 trabajar en una campaña política; PROT3 participar en una protesta pública; CP2, CP4A, CP4 trabajar en una campaña política; NP1 asistir a una reunión de gobierno; CP13 asistir a una reunión de un partido político; CP20 asistir a reuniones de grupo femeninos.

en ese país en 20092. Se encontró que hubo poco cambio entre los periodos anteriores y posteriores a 2009. La única brecha de género que se puede distinguir estadísticamente de cero es la variable relativa a hacer peticiones a los funcionarios del gobierno. Tanto en 2008 como en 2010 era más probable, en términos estadísticos, que las mujeres presentaran peticiones a los funcionarios del gobierno que los hombres. Entre todas las demás medidas de participación, ninguna alcanzó un efecto estadísticamente significativo, y con la excepción de la diferencia en el nivel de conocimiento político, en el cual las mujeres muestran un mayor conocimiento en 2010, la brecha de género favorece a los hombres uruguayos.

2 En 2014 habrá cuotas de género para elegir legisladores.

Probabilidades predichas de la participación de hombres y mujeres en América Latina

0.1

.2.3

.4

Interés Reuniones de Partidos Peticiones

No Cuota Cuota No Cuota Cuota No Cuota Cuota

Hombres Mujeres

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Cuadro 6. Informe especial: Voto obligatorio y desigualdad en la participación política

Este cuadro resume los hallazgos del informe de la Serie Perspectivas desde el Barómetro de las Américas No. 63 por Arturo L. Maldonado. Se puede acceder a este informe y a todos los demás en

http://www.vanderbilt.edu/lapop/insights.php.

Se ha señalado que el voto obligatorio afecta el perfil de los votantes, disminuyendo las diferencias socioeconómicas entre los votantes y los no-votantes. En un análisis estadístico, esto tendría como consecuencia que indicadores como educación o riqueza no serían predictores significativos de la participación electoral en los sistemas con voto obligatorio. Se puso a prueba esta proposición en las regiones de América Latina y el Caribe usando una pregunta (VB2) de la encuesta del Barómetro de las Américas de 2010. En concreto se les preguntó a los entrevistados de 24 países si habían votado en las más recientes elecciones presidenciales o generales. Se encontró que los determinantes clásicos del voto son significativos en los países de las Américas: las personas de más edad, los de mayor nivel socioeconómico, y los que tienen un nivel más alto de educación, reportaron haber votado en una proporción mayor en las elecciones más recientes en su país. De manera importante, los gráficos muestran que las diferencias en los perfiles de los votantes versus los no-votantes se mantienen iguales en los países que tienen sistemas de voto obligatorio y en los que no los tienen. Esto sugiere que, al contrario de lo que gran parte de la literatura en ciencia política argumenta, es posible que los cambios en las reglas de voto no afecten el perfil de los votantes ni el perfil de los políticos que se eligen. Aunque los niveles de participación electoral son más altos en los países que tienen voto obligatorio, es posible que el cambio de voto voluntario a voto obligatorio no afecte en realidad el perfil del ciudadano votante medio. Al contrario, los hallazgos reportados aquí sugieren la posibilidad de que las variables socioeconómicas como determinantes del voto entre los votantes y los no votantes persisten a pesar de los cambios en las reglas establecidas.

El impacto de las variables socioeconómicas y políticas sobre el voto

Países con votoobligatorio

Apoyo al sistema

Trabajó para un partido

Quintiles de riqueza

Nivel de educación

Edad

Mujer

Casado

Estudiante

Desempleado

Ama de casa

Jubilado

-0.4 -0.2 0.0 0.2 0.4 0.6 0.8

95% I.C. (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: Barómetro de las Américas por LAPOP, 2010

F=89.853N =19160

Países convoto voluntario

Apoyo al sistema

Trabajó para un partido

Quintiles de riqueza

Nivel de educación

Edad

Mujer

Casado

Estudiante

Desempleado

Ama de casa

Jubilado

-0.2 0.0 0.2 0.4 0.6 0.8

95% I.C. (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: Barómetro de las Américas por LAPOP, 2010

F=93.960N =18513

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Capítulo Tres

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Capítulo Tres: El efecto de la desigualdad de oportunidades y la discriminación en la legitimidad política y la participación

Con Amy Erica Smith

I. Introducción

Como se mostró en los capítulos anteriores, los recursos y las oportunidades económicas, sociales y políticas no están distribuidos de manera igualitaria en las Américas. Además, algunos segmentos de la ciudadanía reportan actitudes políticas y sociales que desfavorecen la participación de determinados grupos. Tales actitudes pueden reforzar la desigualdad en las oportunidades y en los recursos. En este capítulo se examinan las consecuencias que tienen estas actitudes para la democracia en las Américas y se evalúa cómo las desigualdades políticas y sociales afectan las percepciones de la ciudadanía acerca de sus propias capacidades. Además, se explora cómo dichas desigualdades afectan las percepciones acerca del sistema político y del régimen democrático, y si hay otras consecuencias para la estabilidad de los sistemas políticos de la región.

La discriminación puede afectar las actitudes políticas de los ciudadanos de distintas maneras.

Ser miembro de un grupo social y/o políticamente marginalizado puede incidir en “la eficacia política interna,” es decir la percepción del individuo sobre sus propias capacidades en su relación con la política. Esto puede suceder de dos maneras: por un lado, los grupos marginalizados pueden interpretar sus desventajas como una señal de valor social y desmerecer sus propias habilidades.1 De hecho, en un informe reciente de la serie Perspectivas de LAPOP se indica que en las Américas, las mujeres tienen menor eficacia interna, mientras las personas con más estudios y más riqueza la tienen mayor.2 Por otro lado, es posible que las personas que reconocen la discriminación como algo injusto reaccionen movilizándose e involucrándose en política. En este caso ser víctima de la discriminación podría aumentar la eficacia interna en algunas circunstancias. Por lo tanto, la relación entre marginalización y eficacia interna puede variar dependiendo del nivel de politización del grupo marginalizado.

La discriminación también puede afectar la denominada “eficacia externa,” es decir, las

percepciones sobre la receptividad de los mandatarios a tomar en cuenta las opiniones de la ciudadanía. Hay dos maneras en que las ventajas y desventajas de ciertos grupos sociales pueden afectar la eficacia externa. En toda sociedad hay grupos de ciudadanos, o sus amigos y familiares, que tienen vías de comunicación con los políticos. Entonces es posible que estas personas formen sus opiniones sobre la receptividad de los políticos en base a sus experiencias personales con políticos específicos, ya sean favorables o desfavorables.3 Si los políticos tratan a algunos grupos mejor que a otros, los mismos ciudadanos que han tenido contacto con los políticos sacarán sus conclusiones con base en sus propias

1 Lassen, David Dreyer, y Søren Serritzlew. 2011. “Jurisdiction Size and Local Democracy: Evidence on Internal Political Efficacy from Large-scale Municipal Reform.” American Political Science Review 105 (02): 238-258. Véase también Miller, Robert L., Rick Wilford, y Freda Donoghue. 1999. “Personal Dynamics as Political Participation.” Political Research Quarterly 52 (2): 269-292. 2 Borowski, Heather, Rebecca Reed, Lucas Scholl, y David Webb. 2011. “Political Efficacy in the Americas.” AmericasBarometer Insights 65. Vanderbilt University: Latin American Public Opinion Project (LAPOP). 3 Kahne, Joseph, y Joel Westheimer. 2006. “The Limits of Political Efficacy: Educating Citizens for a Democratic Society.” PS: Political Science and Politics 39 (2): 289-296

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experiencias, lo que conduce a una asociación entre los miembros del grupo y la eficacia externa. Es más, los ciudadanos con sentido de identidad colectiva, es decir, aquellos que tienen la creencia de que su destino es igual al de los demás miembros del grupo, pueden basar sus opiniones sobre la receptividad de los líderes políticos en las experiencias de otros con quienes comparten las mismas características.4

Si la discriminación disminuye la eficacia externa, también podría tener consecuencias futuras

para la legitimidad del sistema político en su conjunto, es decir, la percepción de que el sistema político es justo y correcto y merece ser obedecido.5 Los ciudadanos que creen que los políticos se preocupan por sus intereses y representan bien sus puntos de vista podrían corresponder ofreciendo su apoyo al sistema político. Sin embargo, los ciudadanos que perciben que han sido tratados de manera injusta, ya sea por sus conciudadanos o por los políticos, podrían ver este trato injusto como un indicador del fracaso general de la sociedad y de falta de efectividad de los líderes. Todo ello podría causar evaluaciones negativas del desempeño de los políticos y de lo que normalmente se denomina “apoyo específico del sistema,” o apoyo a las personas en puestos públicos.6 La disminución del apoyo específico puede tener consecuencias en el futuro, ya que puede disminuir el “apoyo difuso”, es decir, la confianza en el sistema político en general. No obstante es importante recordar que el apoyo difuso al sistema es un nexo relativamente estable. Por ejemplo, el análisis del Barómetro de las Américas de 2010 encontró que el apoyo difuso al sistema político no se vio afectado por la crisis económica en la región en años recientes.7

Estudios anteriores acerca de la relación entre discriminación y legitimidad muestran

resultados mixtos. En un extenso examen de los datos de Guatemala del Barómetro de las Américas 2006, Azpuru mostró que no existe una división étnica en cuanto a la legitimidad política entre los ladinos y los indígenas en ese país.8 Sin embargo, en un análisis de los datos del Barómetro de las Américas 2010, Moreno Morales encontró que haber sido víctima de la discriminación disminuye el apoyo al sistema.9

4 Ashmore, Richard D., Kay Deaux, y Tracy McLaughlin-Volpe. 2004. “An Organizing Framework for Collective Identity: Articulation and Significance of Multidimensionality.” Psychological Bulletin 130 (1): 80-114. 5 Gilley, Bruce. 2009. The Right to Rule: How States Win and Lose Legitimacy. New York: Columbia University Press; Booth, John A., y Mitchell A. Seligson. 2009. The Legitimacy Puzzle in Latin America: Political Support and Democracy in Eight Latin American Nations. Cambridge: Cambridge University Press; Lipset, Seymour Martin. 1959. “Some Social Requisites of Democracy: Economic Development and Political Legitimacy.” American Political Science Review 53 (1): 69-105; Weber, Max. 1919. “Politics as a Vocation.” En From Max Weber: Essays in Sociology, 77-128. New York: Oxford University Press. 6 Easton, David. 1965. A Systems Analysis of Political Life. New York: John Wiley; Easton, David. 1975. “A Re-Assessment of the Concept of Political Support.” British Journal of Political Science 5 (Octubre): 435-7. 7 Seligson, Mitchell A., y Amy Erica Smith. 2010. Political Culture of Democracy, 2010: Democratic Consolidation in the Americas During Hard Times: Report on the Americas. Nashville, TN: Latin American Public Opinion Project, Vanderbilt University. 8 Azpuru, Dinorah. 2009. “Perceptions of Democracy in Guatemala: an Ethnic Divide?” Canadian Journal of Latin America and Caribbean Studies 34 (67): 105-130. 9 Moreno Morales, Daniel. 2011. “The Social Determinants and Political Consequences of Discrimination in Latin America.” Presentado en la conferencia Marginalization in the Americas, University of Miami, Miami, FL, 28 de octubre. Además, en el contexto de los EEUU, Schildkraut encontró que entre los latinos no aculturados en los EEUU la discriminación produjo un aumento en la participación al mismo tiempo que disminuyó la legitimidad del sistema político. Véase Schildkraut, Deborah J. 2005."The Rise and Fall of Political Engagement among Latinos: The Role of Identity and Perceptions of Discrimination," Political Behavior, Vol. 27, No. 3, pp.285-312.

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Capítulo Tres

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Por último, la discriminación y la pertenencia a grupos marginalizados podrían afectar la participación en los movimientos sociales, con consecuencias para la democracia y los sistemas políticos en las Américas. Si los grupos discriminados reaccionan negativamente retirándose de la actividad política, podría encontrarse una disminución en los niveles de participación de dichos grupos en los movimientos sociales.10 Sin embargo, la discriminación también pude tener consecuencias en la otra dirección y convertirse en un agravante que cataliza la protesta de los grupos discriminados. Algunos ejemplos famosos son el movimiento de los derechos civiles en los Estados Unidos y los recientes movimientos por los derechos de los indígenas en la región de los Andes.11

Sin embargo, la evidencia sobre la relación entre discriminación y participación en protestas

públicas ofrece resultados mixtos. Por un lado, se encuentra que la relación entre discriminación y rebelión étnica es débil. Moreno Morales, por su parte, encontró con datos del Barómetro de las Américas que la percepción de haber sido víctima de la discriminación aumenta la probabilidad de participar en protestas públicas12. Algunos académicos argumentan que las desigualdades por razones socioeconómicas, de género, raza, o grupo social pueden servir como “gritos de guerra importantes” durante el proceso de democratización13, y aumentar “la probabilidad de que al menos algunos grupos puedan ser capaces de organizarse para una acción colectiva agresiva.”14 Sin embargo, parece ser que tendría que politizarse la identidad del grupo y crear una conciencia de grupo para transformar la discriminación por razones socioeconómicas, de raza, o género en activismo político.15

En este capítulo se evalúa cómo las experiencias con la marginalización afectan las actitudes hacia y el involucramiento con el sistema político. En primer lugar, se examinan las medidas de involucramiento, incluyendo la eficacia interna y externa. Luego se pasa al análisis de actitudes más generalizadas hacia el sistema político, prestando atención a cómo las percepciones sobre la representación afectan dichas actitudes más generales. Por último, se examina si la pertenencia a grupos marginalizados o discriminados afecta a la participación en protestas públicas y de qué modo.

II. Desigualdad, eficacia y percepciones sobre la representación

En la ronda 2012 del Barómetro de las Américas, se incluyeron una serie de preguntas relacionadas con la eficacia interna y externa, así como con la percepción de la representación de los partidos políticos.

10 Iverson y Rosenbluth Ibid. 11 Gurr, Ted Robert. 1970. Why Men Rebel. Princeton: Princeton University Press. 12 Cleary, Matthew. 2000. “Democracy and Indigenous Rebellion in Latin America.” Comparative Political Studies. 33 (9). pp.1123-53. Moreno Morales, Ibid. 13 Lovell, Peggy. 2000. Gender, Race and the Struggle for Social Justice in Brazil. Latin American Perspectives, Vol. 27, No. 6. pp. 85-102; Safa, Helen Icken. 1990. Women’s Social Movements in Latin America. Gender and Society, Vol. 4, No. 3, pp. 354-369. 14 Muller, Edward N. y Mitchell Seligson. 1987. “Inequality and Insurgency.” The American Political Science Review, Vol. 81, No. 2, pp. 425-452. 15 Nagengast, Carole y Michael Kearney. 1990. Mixtec Ethinicity: Social Identity, Political Consciousness and Political Activism. Latin American Research Review, Vol. 25, No. 2 pp. 61-91; Uhlaner, Carole, Bruce E. Cain, y D. Roderick Kiewiet. 1989.Political Participation of Ethnic Minorities in the 1980s. Political Behavior. Vol. 11 No.3. pp.195-231; Yashar, Deborah. 1998. Contesting Citizenship: Indigenous Movements and Democracy in Latin America. Comparative Politics, Vol. 31, No. 1, pp. 23-42.

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EFF1. A los que gobiernan el país les interesa lo que piensa la gente como usted. ¿Hasta qué punto está de acuerdo o en desacuerdo con esta frase? EFF2. Usted siente que entiende bien los asuntos políticos más importantes del país. ¿Hasta qué punto está de acuerdo o en desacuerdo con esta frase?

Ambas preguntas fueron codificadas a una escala de 7 puntos que va desde 1 ("muy en desacuerdo") a 7 ("muy de acuerdo"). Además, el Barómetro de las Américas en el 2012 pidió a los ciudadanos responder a la siguiente pregunta, EPP3, en una escala de 7 puntos que va desde 1 ("nada") a 7 ("mucho"). Las tres preguntas fueron recodificadas para el análisis de este capítulo a la tradicional escala de 0 a 100.16

EPP3. ¿Qué tanto los partidos políticos escuchan a la gente como usted?

Las preguntas que miden las características del grupo y la igualdad de oportunidades se han descrito en detalle en los Capítulos 1 y 2. Estas preguntas incluyen medidas de género, color de piel, clase, riqueza de los hogares y las desigualdades dentro del hogar por sexo, así como las tasas autorreportadas de victimización por discriminación en las oficinas gubernamentales, en lugares públicos, y en el trabajo o escuela.

Comenzamos considerando la distribución de la eficacia interna (la percepción sobre las

propias capacidades políticas), EFF2, a través de los países de las Américas. El Gráfico 47 presenta la gama de respuestas a la pregunta de eficacia interna a través de las Américas, utilizando nuestra tradicional escala de 0 a 100, donde 100 representa una alta percepción de la capacidad personal para comprender las cuestiones más importantes que enfrenta el país. Los dos países con los mayores niveles de eficacia interna en el hemisferio son Estados Unidos (67,6) y Canadá (60,0). En América Latina y el Caribe, los venezolanos registraron el nivel más alto con un promedio de 57,6. En el extremo inferior se sitúan los paraguayos con un promedio de 38,8. Los nicaragüenses ocupan el quinto lugar en las Américas, con una puntuación media de 54,6. Así, la mayoría de los nicaragüenses expresan una confianza en la comprensión de los temas importantes que enfrenta el país.

16 La pregunta se aplicó a una muestra dividida, es decir a la mitad de los encuestados en cada país.

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Capítulo Tres

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Gráfico 47. Eficacia interna en los países de las Américas

¿Cómo afectan las desigualdades sociales y las experiencias con la discriminación a la eficacia

interna? El Gráfico 48, a través de un análisis de regresión lineal, muestra la asociación entre la eficacia política interna y las características y experiencias personales. Se incluyeron tres variables adicionales que se cree pueden afectar a la eficacia interna, como son la identificación con un partido político, el activismo comunitario y el liderazgo en grupos de la comunidad. La razón detrás de su inclusión es que estas variables también representan una desigualdad en el compromiso político que puede contribuir al conocimiento de las cuestiones políticas.

38.8

39.4

41.2

42.5

42.8

43.4

44.2

44.8

45.5

45.8

46.9

46.9

47.5

47.6

49.7

50.6

52.1

52.6

52.7

52.7

53.3

54.6

56.7

57.6

60.0

67.6

Paraguay

Brasil

Honduras

Guatemala

Colombia

Bolivia

Costa Rica

El Salvador

Argentina

Ecuador

Jamaica

Rep. Dom.

Uruguay

Chile

Guyana

Surinam

Belice

Nicaragua

Trinidad y Tobago

Venezuela

Estados Unidos

Haití

Panamá

Perú

México

Canadá

0 20 40 60 80

Siente que entiende los asuntos más importantes del país95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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En el Gráfico 48 se observa que hay muchos factores examinados que no afectan el sentido de la eficacia interna de los nicaragüenses como el color de la piel, la riqueza, la edad, el tamaño de la propia comunidad, la discriminación por parte de actores no gubernamentales y la identificación partidista. Los factores que, en cambio, sí influyen son variados. Las mujeres reportan mucha menos comprensión de los asuntos de importancia nacional. En el lado positivo, las personas con altos niveles de interés por la política son mucho más propensas a reportar sentirse eficaces, es decir a entender los problemas políticos. Estar más comprometidos con las organizaciones comunitarias, tener más educación, y haber sido víctimas de la discriminación por parte del gobierno eleva la eficacia interna de los nicaragüenses.

Gráfico 48. Determinantes de la eficacia interna en Nicaragua

El Gráfico 49 muestra en mayor detalle cómo las características personales y la discriminación

se relacionan con la creencia de la ciudadanía en su habilidad para comprender el sistema político de Nicaragua. La diferencia entre hombres y mujeres es notable, con casi 11 puntos de ventaja de los hombres. Tener menos educación restringe claramente el sentido de la eficacia interna de los nicaragüenses con una diferencia de 10 puntos entre los que no tienen educación y los que tienen sólo educación primaria. Es más, la ventaja de eficacia interna aumenta a 61,8 puntos para las personas con educación superior. Aquellos con menor nivel educativo menos herramientas para informarse acerca de los problemas del país y por consiguiente reportan una baja confianza en lo que entienden.

La discriminación por parte del gobierno no reduce sino que eleva el sentido de eficacia interna

de los nicaragüenses. Tal vez, al percibir que el gobierno les discrimina identifican uno de los problemas nacionales a ser entendido. Los niveles inferiores y medios de participación en la comunidad influyen poco en la eficacia interna, pero los que son muy activos tienen 12 puntos más de eficacia que quienes están menos comprometidos. Por último, aquellos que no están interesados en la

R-cuadrado =0.112F=18.900N =1568

Simpatiza con partido

Participación comunitaria

Líder comunitario

Tamaño del lugar de residencia

Mujer

Mujer que es ama de casa

Edad

Años de educación

Quintiles de riqueza

Interés político

Color de piel

Discriminado por el gobierno

Discriminado en otro lugar

-0.20 -0.10 0.00 0.10 0.20 0.30

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Tres

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política tienen menor eficacia interna. El efecto es bastante grande, con una diferencia de 30 puntos entre los menos y los más interesados.

Gráfico 49. Factores asociados con la eficacia política en Nicaragua

A continuación se examinan dos variables que reflejan las percepciones de que los políticos y

los partidos políticos escuchan y representan a la ciudadanía. Las variables EFF1 y EPP3 aparecen descritas al principio de esta sección: una se refiere a la eficacia externa medida en la opinión de que a los gobernantes les interesa lo que piensa la gente, y la otra a la representatividad de los partidos medida con la pregunta de si los partidos escuchan a la gente. En el lado izquierdo del Gráfico 50 se clasifica comparativamente a los ciudadanos de todos los países en la encuesta del Barómetro de las Américas según el promedio de la creencia de que a los gobiernos les interesa lo que la gente piensa. Los resultados son algo sorprendentes. Todos los promedios de todos los países están por debajo del punto medio de la escala, por lo que en general hay escepticismo de que el sistema político preste atención a la gente. El promedio más bajo se encuentra entre los costarricenses, con 25,7 puntos, mientras que el más alto es el de los venezolanos con 48,7. Así, en América Latina, en Costa Rica, la democracia más antigua, los ciudadanos expresan la menor eficacia externa, mientras que en Venezuela, un país polarizado y revolucionario, hay un nivel más alto de la creencia de que el gobierno se preocupa por la opinión pública. A modo de comparación, los ciudadanos de los Estados Unidos ocupan el cuarto lugar de eficacia externa empezando por la parte inferior, con un promedio de 31,8. Los nicaragüenses son cuartos en este tipo de eficacia externa, con un promedio de 47,1 en la escala de 100 puntos.

59.849.2

020406080

Efi

ca

cia

inte

rna

Hombre MujerGénero

43.2 53.7 56.9 61.8

020406080

Efi

ca

cia

inte

rna

NingunaPrimaria

SecundariaSuperior

Nivel de educación

54.462.8

020406080

Efi

ca

cia

inte

rna

No SíDiscriminado por el gobierno

51.5 56.0 54.965.8

020406080

Efi

ca

cia

inte

rna

Muy bajo Bajo Alto Muy altoParticipación comunal

44.9 53.1 60.475.4

020406080

Efi

ca

cia

inte

rna

Muy bajo Bajo Alto Muy altoInterés político

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 84

Gráfico 50. Eficacia externa y percepciones sobre la representatividad

de los partidos políticos en los países de las Américas

En la parte derecha del Gráfico 50 se muestra la comparación del nivel de acuerdo con que los

partidos políticos "escuchan a la gente”. Curiosamente Costa Rica es de nuevo el país con el menor sentido de eficacia externa con 21,6 puntos. Los venezolanos también ocupan el primer lugar con 49 puntos en este aspecto de la eficacia externa. El promedio de los nicaragüenses se ubica, una vez más, en el cuarto lugar, con una puntuación de 42,7 puntos. Mientras que la clasificación de los países de menor a mayor eficacia externa no es idéntica, varios países, además de Costa Rica, figuran en el tercio inferior de desacuerdo con la idea de que a los partidos sí les importa lo que la gente piensa, como Trinidad y Tobago, Brasil, Guatemala y Honduras.

¿Quiénes en Nicaragua creen que los mandatarios del país se interesan por lo que piensan las

personas como ellos? y ¿quiénes están de acuerdo con la idea de que los partidos políticos los representan? En los próximos gráficos se realizan regresiones lineales para examinar las características personales y las experiencias que llevan la ciudadanía a reportar una eficacia política externa alta y una percepción positiva acerca de la representatividad de los partidos. Sólo cuatro factores parecen dar forma a la creencia que los partidos prestan atención a lo que la gente piensa. En Nicaragua, quienes reportaron haber sido discriminados por parte del Gobierno están menos de acuerdo con esta proposición. En el lado positivo, como indica el Gráfico 51, aquellos que están interesados en la política, participan en grupos de la comunidad y simpatizan con un partido político tienen una mayor eficacia política externa. Con respecto a la creencia de que los partidos escuchan a la gente, los

25.7

28.5

31.4

31.8

32.0

32.7

33.3

34.4

36.2

37.2

37.2

37.8

38.2

38.5

39.1

39.3

39.4

40.8

41.5

41.6

45.1

45.9

47.1

47.9

48.2

48.7

Costa Rica

Honduras

Brasil

Estados Unidos

Guatemala

Trinidad y Tobago

Paraguay

Colombia

Chile

Argentina

Guyana

Jamaica

Belice

Bolivia

El Salvador

Rep. Dom.

Ecuador

Nicaragua

Uruguay

Surinam

Venezuela

Panamá

Perú

México

Canadá

Haití

0 10 20 30 40 50

Los gobernantes están interesados enlo que piensa la gente

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

21.6

23.9

28.2

29.7

29.8

29.8

29.8

30.9

33.0

33.2

33.5

33.9

34.0

34.0

34.1

34.5

35.7

37.7

39.8

40.0

42.7

45.4

45.7

49.0

Costa Rica

Brasil

Trinidad y Tobago

Honduras

Colombia

Guatemala

Paraguay

Ecuador

Bolivia

Jamaica

Argentina

Rep. Dom.

El Salvador

Chile

Uruguay

Surinam

Nicaragua

Belice

Guyana

Venezuela

Haití

Perú

Panamá

México

0 10 20 30 40 50

Los partidos políticos escuchan a la gente95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Tres

Página | 85

simpatizantes partidistas y aquellos interesados en la política están de acuerdo con esta afirmación. Una vez más, se observa que las víctimas de la discriminación en oficinas del gobierno tienen opiniones negativas. Un hallazgo sorprendente es que los nicaragüenses más educados tienen una visión negativa de la representatividad de los partidos políticos.

Gráfico 51. Determinantes de la eficacia externa en Nicaragua

Gráfico 52. Determinantes de la creencia en la representatividad

de los partidos políticos en Nicaragua

R-cuadrado =0.088F=11.915N =1547

Simpatiza con partido

Participación comunitaria

Líder comunitario

Tamaño del lugar de residencia

Género

Mujer que es ama de casa

Edad

Años de educación

Quintiles de riqueza

Interés político

Color de piel

Discriminado por el gobierno

Discriminado en otro lugar

-0.20 -0.10 0.00 0.10 0.20 0.30

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

R-cuadrado =0.137F=10.406

N =792

Simpatiza con partido

Participación comunitaria

Líder comunitario

Tamaño del lugar de residencia

Género

Mujer que es ama de casa

Edad

Años de educación

Quintiles de riqueza

Interés político

Color de piel

Discriminado por el gobierno

Discriminado en otro lugar

-0.20 -0.10 0.00 0.10 0.20 0.30

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 86

Para una mejor comprensión de los factores asociados con estas dos actitudes, en los Gráficos 53 y 54 se evalúa cómo algunas de las variables que resultaron relevantes en el análisis de regresión se relacionan con la eficacia externa y las percepciones sobre la representatividad de los partidos políticos. En ambos gráficos se puede observar que estar interesado en la política es el determinante más fuerte de la eficacia externa. Aquellos que están interesados en la política creen en la capacidad de respuesta de los partidos. Al mismo tiempo, ser víctima de la discriminación en las oficinas del gobierno reduce ambos tipos de eficacia externa entre 9 y 14 puntos. La identificación con un partido político aumenta sustancialmente ambas formas de eficacia externa. La participación comunitaria aumenta en 20 puntos el nivel de acuerdo con que a los líderes les importa lo que la gente piensa. Finalmente, el Gráfico 54 muestra que el efecto de la educación sobre la evaluación de la capacidad de respuesta del partido es algo complejo, siendo mayor entre las personas con educación primaria y secundaria.

Gráfico 53. Factores asociados con la eficacia externa en Nicaragua

38.347.4

51.760.5

0

20

40

60

80

Efi

ca

cia

ext

ern

a

Muy bajo Bajo Alto Muy altoInterés político

48.339.3

0

20

40

60

80

Efi

ca

cia

ext

ern

a

No SíDiscriminado por el gobierno

42.248.3 47.6

68.1

0

20

40

60

80

Efi

ca

cia

ext

ern

a

Muy bajo Bajo Alto Muy altoParticipación comunal

36.8

55.6

0

20

40

60

80

Efi

ca

cia

ext

ern

a

No SíSimpatiza con partido

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

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Capítulo Tres

Página | 87

Gráfico 54. Factores asociados con la representatividad

de los partidos políticos en Nicaragua

III. Apoyo al sistema y compromiso con la democracia

Las experiencias con la marginalización y discriminación que sufre un individuo también pueden afectar sus actitudes políticas más abstractas. Como se describió anteriormente, la discriminación puede considerarse como un fallo del sistema político y podría disminuir el apoyo al sistema en general. En el Barómetro de las Américas 2012 se analizan las actitudes generales de la ciudadanía, siendo las más importantes el apoyo al sistema político y el apoyo a la democracia en términos abstractos. En el Capítulo Cinco se describe en detalle cómo se midieron estas actitudes y también la variación a través del tiempo en Nicaragua. En esta sección se examina cómo las características personales y las experiencias con la discriminación afectan a estas actitudes tan importantes para la estabilidad de la democracia.

El Gráfico 55 muestra un análisis de regresión lineal que examina las características y

experiencias reportadas por los entrevistados para ayudar a establecer sus niveles de apoyo político en Nicaragua. En primer lugar se observa que el apoyo al sistema político es relativamente alto en Nicaragua. Ocupa valores en un rango de 20 puntos, desde el mínimo de 41,4 en Honduras a un máximo de alrededor de 61 puntos en Belice y Surinam. Los nicaragüenses se ubican en un promedio de 60,7 puntos, clasificándose como terceros en las Américas, y ligeramente por encima de los canadienses con respecto al apoyo al sistema político.

31.4

41.7

50.258.0

0

10

20

30

40

50

60

Lo

s p

art

ido

s e

scu

cha

n

Muy bajo Bajo Alto Muy altoInterés político

44.530.8

0

10

20

30

40

50

60

Lo

s p

art

ido

s e

scu

cha

n

No SíDiscriminado por el gobierno

43.1 48.439.5 34.1

0

10

20

30

40

50

60

Lo

s p

art

ido

s e

scu

cha

n

NingunaPrimaria

SecundariaSuperior

Nivel educativo

34.8

49.1

0

10

20

30

40

50

60

Lo

s p

art

ido

s e

scu

cha

n

No SiSimpatiza con partido

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 88

Gráfico 55. Determinantes del apoyo al sistema político en Nicaragua

Como se observa en el Gráfico 55, entre los factores que influyen en el apoyo al sistema

político se encuentra haber sido discriminado por el gobierno, ser mayor, y tener más educación y riqueza. Los factores que elevan el apoyo al sistema son el interés en la política, la identificación con un partido político, la participación en organizaciones de la comunidad, y ser mujer. Muchos de los factores de desigualdad que se espera les dé ventajas o desventajas a los ciudadanos y afecten a su apoyo al sistema, no tienen ningún efecto significativo: el grupo racial y étnico, ser discriminado en otros lugares que no sean oficinas del gobierno, ser ama de casa, y el tamaño de su comunidad de residencia. Así vemos que el apoyo al sistema en Nicaragua no sólo es muy alto comparativamente, sino también que las desigualdades sociales tienen poco efecto sobre éste. Es decir, este grado relativamente alto de apoyo al sistema está ampliamente distribuido entre la población nicaragüense.

Para evaluar con mayor profundidad los factores más importantes que determinan el apoyo al

sistema político, en el Gráfico 56 se examinan las relaciones significativas entre una serie de características personales y experiencias y el apoyo al sistema. En cuando a la participación en grupos comunitarios, el apoyo al sistema aumenta de manera constante entre los menos activos (57,8) y los más activos (70). Aquellos que simpatizan con un partido tienen 11 puntos más en la escala de acuerdo que aquellos que no se identifican con un partido. Aquellos que experimentan discriminación por parte del gobierno caen 9 puntos por debajo en la escala de apoyo al sistema de quienes no fueron discriminados. Los nicaragüenses que menos se interesan en la política tienen un promedio de 54,4 puntos en el apoyo al sistema, un valor que se eleva de manera constante a 69,8 para los más interesados en la política. Las mujeres, ligeramente pero significativamente, apoyan más al sistema político que los hombres. Por último, el promedio de apoyo al sistema disminuye uniformemente a través de las cohortes de educación. Los nicaragüenses que no tienen educación formal se ubican en los 63,2 puntos, un valor que cae a 54,5 entre aquellos con educación superior. El apoyo al sistema

R-cuadrado =0.129F=13.487N =1578

Tamaño del lugar de residencia

Género

Mujer que es ama de casa

Edad

Años de educación

Quintiles de riqueza

Interés político

Indígena

Negro

Mestizo

Discriminado por el gobierno

Discriminado en otro lugar

Simpatiza con partido

Participación comunitaria

Líder comunitario

-0.20 -0.10 0.00 0.10 0.20 0.30

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Tres

Página | 89

parece estar mucho más determinado por el compromiso político entre los nicaragüenses que por la desigualdad.

Gráfico 56. Factores asociados con

el apoyo al sistema político en Nicaragua

Como referencia comparativa, el nivel de acuerdo con que la democracia es la mejor forma de

gobierno en las Américas, va desde un mínimo de 52,6 puntos en Honduras a un máximo de algo más de 85 puntos en Uruguay y Venezuela. Un interesante contraste en esta creencia de que la democracia es la mejor forma de gobierno se encuentra en Estados Unidos y Canadá, que aunque sigue siendo positivo, muestran un apoyo más débil con 76,4 y 76,3 puntos, respectivamente. Los nicaragüenses están en el medio de la distribución del apoyo a la democracia en general, con 73,8 puntos.

Las experiencias con la marginalización y discriminación también podrían tener efectos

indirectos sobre el apoyo a la democracia en abstracto. En el Gráfico 57 se realiza un análisis de regresión lineal para evaluar la forma en que el conjunto de rasgos personales se asocian con la creencia de que “la democracia puede tener problemas, pero es mejor que cualquier otra forma de gobierno”. El análisis de regresión revela que sólo una variable relacionada con la desigualdad, la percepción de ser discriminado por algún actor que no sea el gobierno, disminuye el apoyo al sistema.

57.8 61.6 61.970.0

020406080

Ap

oyo

al s

iste

ma

Muy bajo Bajo Alto Muy altoParticipación comunal

54.566.0

020406080

Ap

oyo

al s

iste

ma

No SiSimpatiza con partido

61.9 52.7

020406080

Ap

oyo

al s

iste

ma

No SíDiscriminado por el gobierno

54.4 60.7 65.7 69.8

020406080

Ap

oyo

al s

iste

ma

Muy bajo Bajo Alto Muy altoInterés político

63.2 62.0 60.4 54.5

020406080

Ap

oyo

al s

iste

ma

NingunaPrimaria

SecundariaSuperior

Nivel educativo

58.8 62.5

020406080

Ap

oyo

al s

iste

ma

Hombre MujerGénero

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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Gráfico 57. Determinantes del apoyo a la democracia en Nicaragua

En el Gráfico 58 se examina la variable identificada como importante en el análisis de

regresión anterior, la discriminación en otro lugar diferente a las oficinas del gobierno, así como algunos otros factores que se acercaron a la significancia estadística en el análisis de regresión. Se observa que los nicaragüenses discriminados por alguna entidad o actor que no sea el gobierno, están seis puntos por debajo en la escala de apoyo al sistema que aquellos que no lo fueron. Por lo tanto, la discriminación - incluso fuera de los canales gubernamentales - parece tener un efecto moderadamente corrosivo sobre el apoyo al sistema. Tal y como las partes restantes del gráfico muestran, los efectos de la educación, la identificación partidista y la discriminación en las oficinas del gobierno son más pequeños y no alcanzan una significancia estadística. Se puede concluir que los factores de desigualdad entre los nicaragüenses, aunque fuertes, tienen relativamente poco efecto sobre el apoyo al sistema político. Las desigualdades y desventajas tienen escaso efecto sobre el apoyo al sistema, el cual es relativamente robusto. La edad eleva el apoyo al sistema, al igual que el interés por la política. Por último, cuanto más pequeño es el tamaño de lugar de residencia mayor es el apoyo al sistema.

R-cuadrado =0.026F=2.684N =1550

Tamaño del lugar de residencia

Género

Mujer que es ama de casa

Edad

Años de educación

Quintiles de riqueza

Interés político

Indígena

Negro

Mestizo

Discriminado por el gobierno

Discriminado en otro lugar

Simpatiza con partido

Participación comunitaria

Líder comunitario

-0.15 -0.10 -0.05 0.00 0.05 0.10 0.15

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Tres

Página | 91

Gráfico 58. Factores asociados con el apoyo a la democracia en Nicaragua

IV. Participación en protestas

Como se indicó al principio de este capítulo, la marginalización y la discriminación pueden impulsar a algunos grupos, al menos a aquellos que están altamente politizados, a unirse a los movimientos sociales y a participar en protestas de índole política. Estudios previos de LAPOP han presentado evidencia sobre el hecho de que al menos en algunos países en las Américas, el acto de protestar puede estar convirtiéndose en un método “convencional” de participación política: “las personas que protestan están más interesadas en política y es probable que participen en actividades a nivel de la comunidad, es decir que combinan las formas tradicionales de participación con la protesta”.17 El Barómetro de las Américas 2012 realizó una serie de preguntas a los entrevistados sobre su participación en protestas políticas, la más importante de ellas es la PROT3.

PROT3. ¿En los últimos 12 meses ha participado en una manifestación o protesta pública? (1) Sí ha participado [Siga] (2) No ha participado [Pase a PROT6]

El Gráfico 59 presenta los niveles de participación en protestas en varios países de las Américas. Lo primero que se observa es que la participación es en la mayoría de los países un comportamiento político poco común. Sólo el 7,8% de los encuestados en las Américas indicaron haber participado en una protesta dentro de los doce meses anteriores. El rango de los porcentajes de protesta es muy amplio en el continente americano. El 2,3% de los jamaiquinos participaron en protestas, mientras que los bolivianos y los haitianos protestaron a niveles de un 17,7% y 16,8%,

17 Moseley, Mason y Daniel Moreno. 2010. “The Normalization of Protest in Latin America.” AmericasBarometer Insights 42. Vanderbilt University: Latin American Public Opinion Project (LAPOP).

72.4 76.771.5 73.0

0

20

40

60

80

Ap

oyo

a la

de

mo

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NingunaPrimaria

SecundariaSuperior

Nivel educativo

71.5 75.7

0

20

40

60

80

Ap

oyo

a la

de

mo

cra

cia

No SiSimpatiza con partido

74.4 68.4

0

20

40

60

80

Ap

oyo

a la

de

mo

cra

cia

No SíDiscriminado en otro lugar

73.6 74.5

0

20

40

60

80

Ap

oyo

a la

de

mo

cra

cia

No SíDiscriminado por el gobierno

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 92

respectivamente. En Estados Unidos y Canadá, el comportamiento político en protestas cae en el medio de la distribución con un 6,9% y 5,3%, respectivamente.

Gráfico 59. Participación en protestas en los países de las Américas

Los nicaragüenses reportan un promedio de 8,2% de participación en una protesta o

manifestación. Esto los ubica entre el tercio superior de los manifestantes en las Américas, pero este porcentaje es, sin embargo, la mitad del de los bolivianos y haitianos.

2.3%

3.6%

3.6%

3.7%

3.8%

3.8%

4.6%

4.9%

5.0%

5.3%

6.4%

6.9%

7.0%

7.3%

7.6%

7.8%

8.0%

8.1%

8.2%

8.7%

8.9%

11.1%

12.0%

13.1%

16.8%

17.7%

Jamaica

El Salvador

Venezuela

Surinam

Brasil

Costa Rica

Belice

Honduras

Estados Unidos

Ecuador

Guatemala

Uruguay

Trinidad y Tobago

Rep. Dom.

Argentina

Nicaragua

Colombia

Guyana

Chile

Paraguay

Bolivia

Panamá

México

Canadá

Perú

Haití

0 5 10 15 20 25

Participó en una protesta95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Tres

Página | 93

¿Quiénes son los que protestan en Nicaragua? En el Gráfico 60 se usó un análisis de regresión logística para determinar el efecto de la marginalización y la discriminación en la participación en protestas. Sólo cuatro factores contribuyen a explicar la protesta entre los nicaragüenses, y de éstos sólo uno está dentro de los factores de desigualdad que constituyen el núcleo del análisis de este capítulo. La discriminación por parte del gobierno eleva ligeramente la participación de los nicaragüenses en las protestas. El interés en la política y la simpatía por un partido tienen los mayores efectos. Esto sugiere que en Nicaragua las protestas no se deben a problemas de desigualdad, sino a intereses políticos y partidistas y a ser discriminados por el gobierno. Este último factor probablemente también tiene raíces partidistas, dada la fuerte polarización partidista en Nicaragua y las quejas sobre los problemas con las dos últimas elecciones nacionales en 2008 (municipales) y 2011 (presidenciales). Por último, los residentes de las comunidades más grandes son ligeramente más propensos a participar en protestas.

Gráfico 60. Determinantes de la participación en protestas en Nicaragua

El Gráfico 61 ilustra cómo se relaciona la participación en las protestas con una serie de

variables presentadas en el Gráfico 60. Vemos que los más educados son tres veces más propensos a participar en protestas que los menos educados. Las amas de casa nicaragüenses tienen sólo un 40% de probabilidades de participar en manifestaciones que las demás mujeres. Los que tienen un interés muy alto en la política son seis veces más propensos a protestar que los nicaragüenses con menor interés. Los que simpatizan con algún partido son cuatro veces más propensos a manifestarse que aquellos sin identificación partidaria. Por último, los nicaragüenses que se ven a sí mismos como víctimas de la discriminación, ya sea por el gobierno o alguna otra fuente, son el doble de propensos a protestar que aquellos que no se sienten discriminados.

F=7.853N =1582

Tamaño del lugar de residencia

Mujer

Mujer que es ama de casa

Años de educación

Quintiles de riqueza

Interés político

Color de piel

Discriminado por el gobierno

Discriminado en otro lugar

Participación comunitaria

Líder comunitario

Simpatiza con partido

-0.50 0.00 0.50 1.00

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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Gráfico 61. Factores asociados con la

participación en protestas en Nicaragua

V. Conclusión

Las preguntas de este capítulo fueron si las desigualdades afectan a las percepciones de los nicaragüenses sobre sus propias capacidades como ciudadanos, sobre si el gobierno pone atención a sus inquietudes, al apoyo a su sistema político, la democracia, y a su participación en protestas. En el Capítulo 2 se encontró poca evidencia de que la desigualdad racial y de género tengan un gran efecto sobre la participación de los nicaragüenses en la política, y de que los nicaragüenses tengan actitudes discriminatorias hacia las mujeres, las minorías, los discapacitados y las personas de piel más oscura en la política. En este capítulo ha surgido un patrón algo similar. Con pocas excepciones, las desigualdades y la discriminación percibida tienen poco o ningún efecto sobre el sentido de eficacia política de los nicaragüenses, sobre su apoyo al sistema político, a la democrática, o sobre la participación en las protestas.

La discriminación por el gobierno eleva el sentido de eficacia interna (creer que entienden los

problemas nacionales), al igual que tener más educación, mientras que las mujeres se creen menos eficaces. La discriminación por el gobierno, en cambio, reduce ambos tipos de eficacia externa de los nicaragüenses (la creencia de que a los funcionarios les importan lo que la gente piensa y que los partidos escuchen las personas). La mayor parte de las desigualdades que exploramos - género, color de piel, riqueza, edad, ser ama de casa, tamaño de la comunidad y ser discriminado por los actores no gubernamentales - no tienen ningún efecto significativo sobre la eficacia política en ninguna de las tres formas consideradas. Los factores más importantes en la conformación de la eficacia política de los nicaragüenses son el interés en la política, la identificación partidista y la participación comunitaria. Hasta el momento, más que la desigualdad, la participación política partidista, el activismo en las organizaciones comunitarias, y la preocupación por la política aumentan el sentido de los

4.5 7.6 8.712.3

05

10152025

Pa

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ció

n e

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NingunaPrimaria

SecundariaSuperior

Nivel educativo

9.93.9

05

10152025

Pa

rtic

ipa

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n e

n p

rote

sta

No SíMujer que es ama de casa

2.97.2

12.0

19.6

05

10152025

Pa

rtic

ipa

ció

n e

n p

rote

sta

Muy bajo Bajo Alto Muy altoInterés político

3.4

12.4

05

10152025

Pa

rtic

ipa

ció

n e

n p

rote

sta

No SíSimpatiza con partido

7.3

17.6

05

10152025

Pa

rtic

ipa

ció

n e

n p

rote

sta

No SíDiscriminado por el gobierno

7.3

15.7

05

10152025

Pa

rtic

ipa

ció

n e

n p

rote

sta

No SíDiscriminado en otro lugar

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

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Capítulo Tres

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nicaragüenses de sus propias capacidades políticas y de la capacidad de respuesta de su sistema político.

El apoyo de los nicaragüenses al sistema se incrementa ligeramente por ser mujer, y se reduce

al experimentar la discriminación del gobierno y tener más educación. El apoyo a la democracia como sistema de gobierno está distribuido uniformemente a través de la población nicaragüense, y se ve afectada (negativamente) sólo por un sentido de discriminación no gubernamental. La discriminación por parte del gobierno tiende a elevar las protestas entre los nicaragüenses. Por el contrario, casi ninguna de las desigualdades que hemos examinado afectan al apoyo al sistema, la preferencia por la democracia, o la participación en protestas. Una vez más, los factores de compromiso político ejercen una influencia mucho mayor (siempre positiva) en el apoyo al sistema y en la participación en las protestas que la desigualdad y la discriminación. El apoyo al sistema político nicaragüense (que es relativamente alto en comparación con la región en su conjunto) y la participación en protestas (moderada para la región) emergen mucho de las inclinaciones políticas y del compromiso partidista o comunitario que de las desigualdades que se han medido.

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Cuadro 7. Informe especial: Conocimiento político y la división urbano-rural

Este cuadro resume los hallazgos del informe de la Serie Perspectivas desde el Barómetro de las Américas No. 68 por Frederico Batista Pereira. Se puede acceder a este informe y a todos los demás en

http://www.vanderbilt.edu/lapop/insights.php.

A lo largo de la América Latina y el Caribe existen diferencias importantes en los niveles de conocimiento político entre los habitantes de las áreas urbanas y rurales, medidas a través de serie de preguntas del Barómetro de las Américas de 2010 sobre temas puntuales de la política del país, ¿Por qué existen estas diferencias?1 El segundo gráfico revela que tanto las oportunidades para involucrarse en política (medidas aquí usando factores socioeconómicos y variables educativas) así como la motivación para aprender sobre política (medida aquí usando preguntas sobre interés personal en la política y la exposición a los medios de comunicación) son importantes en el pronóstico del nivel de conocimiento político de los individuos. Sin embargo, las medidas de oportunidad son de mayor importancia a la hora de explicar la diferencia entre el conocimiento político de los habitantes de las zonas urbanas y rurales. Sobresalen dos variables—el acceso a los medios de comunicación en el hogar y el nivel de educación del individuo. Cuando en el análisis se incluyen controles con las variables relativas a las oportunidades, la diferencia entre los niveles de conocimiento político en las dos áreas (urbana vs. rural) disminuye considerablemente, lo cual indica que la variación se debe a las diferencias en las oportunidades en las áreas urbanas comparadas con las áreas rurales, en particular en el acceso a la educación y a los medios de comunicación en el hogar.

1 Para este informe las preguntas sobre conocimiento político están relacionadas con el nivel nacional, y son las preguntas G11, G13, y G14.

La división urbano-rural y las explicaciones de oportunidad versus motivación

71.364.1

0

20

40

60

80

Co

no

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RuralUrbano

Urbano/Rural

95% I.C. (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: Barómetro de las Américas por LAPOP, 2010

Mujer

Urbano

Exposición a los medios

Edad

Acceso a los medios en el hogar

Educación

Ingreso

Interés político

-0.1 0.0 0.1 0.2 0.3

95% I.C. (Efectos de diseño incorporados)

R-cuadrado =0.333F=378.724N =30381

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Cuadro 8. Informe especial: Discriminación y apoyo al sistema

Este cuadro resume los hallazgos del informe “Los determinantes sociales y las consecuencias políticas de la discriminación en América Latina,” por Daniel Moreno Morales, presentado en la Conferencia del Barómetro de las Américas sobre Marginalización y Discriminación en las Américas en la Universidad de Miami, 28 de

octubre de 2011.

¿Quiénes son más propensos a ser víctimas de la discriminación en América Latina y el Caribe? Usando datos del Barómetro de las Américas para ocho países de las rondas de 2006 y 2010, el autor encuentra que la discriminación por razones económicas, étnicas y de género es común en los países del estudio.1 Los gráficos a la derecha muestran que la discriminación prevalece a lo largo de los ocho países y que es más probable que los individuos respondan que han sido testigos de la discriminación más que haber sido víctimas de la misma. Análisis adicionales muestran que los que se identifican como negros o indígenas, así como las personas de piel más oscura son más propensas a informar haber experimentado discriminación. Sin embargo, las personas con mayores ingresos reportan haber experimentado discriminación en menor medida. Por último, el haber sido víctima o testigo de la discriminación disminuye el apoyo a la democracia y la confianza interpersonal, a la vez que aumenta la participación en protestas.2 Por lo tanto, la discriminación puede tener efectos perniciosos sobre la democracia.

1 Los países incluidos en este estudio son: Guatemala, Ecuador, Brasil, Colombia, República Dominicana, Perú, México y Bolivia. Las preguntas usadas para medir diferentes tipos de discriminación, tanto haberla experimentado como observado, son: DIS11, DIS12, DIS13, RAC1A, RAC1D, RAC1E del cuestionario de 2010. 2 Las preguntas para medir estas variables dependientes son: apoyo al sistema, B1, B2, B4, y B6; protesta, PROT3; confianza interpersonal IT1.

Experiencias con la discriminación en ocho países

 

14.7%

17.4%

18.6%19.1%

19.1%19.7%

20.2%

23.3%

0

5

10

15

20

25

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zón

Ecuador Colombia Guatemala Bolivia Rep. Dom.Perú MéxicoBrasil

95% Intervalo de confianza, (efecto de diseño incorporado)

Fuente: Barómetro de las Américas por LAPOP, 2010

39.8%40.9%

41.8%

46.9%

54.8% 55.3% 56.7%59.1%

0

10

20

30

40

50

60

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Guatemala Ecuador Colombia BoliviaRep. Dom.Brasil Perú México

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Cuadro 9. Informe especial: Apoyo a la democracia e información electoral

Este cuadro resume los hallazgos del informe de 2012 “Encuestas de base y de seguimiento del programa Democracia Activa-Perú: resultados descriptivos y comparativos” por Arturo Maldonado y Mitchell

A. Seligson.

El programa Democracia Activa-Perú (DAP), financiado por USAID/Perú y FHI 360, fue diseñado para promover actitudes positivas hacia el proceso democrático y animar a los ciudadanos peruanos en siete regiones a emitir un voto más informado. Este informe compara los resultados de la encuesta base realizada en 2010, la encuesta de seguimiento realizada en 2012, y los resultados del Barómetro de las Américas en diversos años. El punto más importante de los resultados del programa fue el impacto positivo en los niveles de apoyo a la democracia, una pregunta de las encuestas del DAP y del Barómetro de las Américas.1 Tal y como muestran las barras verdes en el primer gráfico, hay un aumento de 15 puntos de apoyo en una escala de 1 a 100 entre la encuesta de base y la encuesta de seguimiento. Este cambio es atribuible al programa DAP dado que ningún incremento similar se encontró en la encuesta del Barómetro de las Américas para el mismo periodo, tal y como indican las barras grises. El impacto del programa entre las mujeres es especialmente significativo. Tal y como muestra el segundo gráfico, antes del implementar el programa en 2010, se observaba que los hombres reportaban recibir información sobre los candidatos con más frecuencia que las mujeres. Sin embargo, después del programa de intervención, las mujeres reportaron niveles similares a los de los hombres en el acceso a información electoral; este porcentaje alcanza casi el 50% para ambos grupos en 2012. Este estudio demuestra algo muy relevante, que ciertas intervenciones con objetivos claros pueden ayudar a reducir la brecha

1 Esta pregunta pedía el grado de acuerdo con la siguiente afirmación: “La democracia puede tener problemas pero es mejor que cualquier otra forma de gobierno.”

en la participación política entre hombres y mujeres.

Apoyo promedio a la democracia, por año y encuesta

Porcentaje que recibió información sobre candidatos, por género y año

59.965.5

60.155.9

63.670.5

0

20

40

60

80

BA 2006 BA 2008 BA 2010 DAP 2010 BA 2012 DAP 2012

0

10

20

30

40

50

60

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33.8%

24.7%

Hombre Mujer

2010

49.3% 48.3%

Hombre Mujer

2012

Fuente: Encuesta de Línea de Base y de Seguimientopor LAPOP, 2010-2012

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

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Parte II: Gobernabilidad, compromiso político

y sociedad civil en las Américas

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Capítulo Cuatro

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Capítulo Cuatro: Corrupción, delincuencia y democracia

Con Mollie Cohen y Amy Erica Smith

I. Introducción

Dos de los mayores retos que enfrentan actualmente muchos países en las Américas son las altas tasas de delincuencia y la persistente corrupción en el sector público. Desde la década de 1990, después del final de la Guerra Fría y del movimiento global hacia la democracia, se han realizado muchos estudios sobre la corrupción y las iniciativas para combatir prácticas corruptas.1 La corrupción, definida frecuentemente como el uso de recursos públicos para beneficio particular, fue característica común de los antiguos regímenes autoritarios en varios países de las Américas. Sin embargo, dada la censura generalizada hacia los medios de comunicación y el peligro personal para aquellas personas que en ese entonces se atrevían a reportar la corrupción, era imposible determinar con exactitud su magnitud y las esferas públicas donde ocurría con más frecuencia.

Estudios realizados por economistas han mostrado el efecto dañino de la corrupción en el

crecimiento económico y en la distribución de la riqueza. La corrupción traslada fondos del sector público y los pone en manos de particulares, lo que a menudo resulta en un uso ineficiente de recursos y en una calidad inferior de los servicios públicos. Existe entre los investigadores un creciente consenso acerca de los efectos perniciosos de la corrupción en la economía de los países, así como de los retos que la corrupción genera para la gobernabilidad democrática, en especial, para la administración equitativa de la justicia.2

Existe amplia evidencia en los estudios de opinión pública de que las víctimas de la corrupción

son menos propensas a confiar en las instituciones y en los actores políticos de sus países, y estos efectos se ven en toda la región.3 Sin embargo, algunos autores indican que las opiniones sobre la corrupción no impactan necesariamente otras actitudes hacia la democracia en general. Algunos incluso sugieren que la corrupción a veces simplemente lleva a que los ciudadanos se desvinculen de la

1 Véase, por ejemplo, Schedler, Andreas, Larry Diamond, y Marc F. Plattner. 1999. The Self-Restraining State: Power and Accountability in New Democracies, Boulder, CO: Lynne Reinner Publishers. 2 Pharr, Susan J. 2000. Officials’ Misconduct and Public Distrust: Japan and the Trilateral Democracies. En Disaffected Democracies: What’s Troubling the Trilateral Countries?, editado por Susan J. Pharr y Robert D. Putnam. Princeton: Princeton University Press; Rose-Ackerman, Susan. 1999. Corruption and Government: Causes, Consequences, and Reform. Cambridge: Cambridge University Press; Meon, Pierre-Guillaume y Khalid Sekkat. 2005. “Does Corruption Grease or Sand the Wheels of Growth?” Public Choice (122): 69-97; Morris, Stephen D. 2008. “Disaggregating Corruption: A Comparison of Participation and Perceptions in Latin America with a Focus on Mexico.” Bulletin of Latin American Research (28) 2: 388-409; Fried, Brian J., Paul Lagunes, y Atheender Venkataramani. 2010. “Corruption and Inequality at the Crossroad: A Multimethod Study of Bribery and Discrimination in Latin America.” Latin American Research Review (45) 1: 76-97. 3 Seligson, Mitchell A. 2002. “The Impact of Corruption on Regime Legitimacy: A Comparative Study of Four Latin American Countries.” Journal of Politics (64) 2: 408-33; Seligson, Mitchell A. 2006. “The Measurement and Impact of Corruption Victimization: Survey Evidence from Latin America.” World Development (34) 2: 381-404; Booth y Seligson. 2009. The Legitimacy Puzzle in Latin America: Political Support and Democracy in Eight Latin American Nations. New York: Cambridge University Press; Weitz-Shapiro, Rebecca. 2008. “The Local Connection: Local Government Performance and Satisfaction with Democracy in Argentina.” Comparative Political Studies 41 (3): 285-308.

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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política, o que incluso puede ayudar a algunos gobiernos a mantener el apoyo del público.4 Otros sugieren que la victimización por corrupción podría erosionar el capital social, haciendo que aquellos quienes experimentan la corrupción confíen menos en sus conciudadanos.5

En tiempos recientes, los estudios académicos han prestado mayor atención al tema de la

percepción de la corrupción. Dos estudios recientes que utilizaron datos del Barómetro de las Américas mostraron que una alta percepción de corrupción se relaciona con la disminución de los niveles de confianza en las instituciones, independientemente de las experiencias de los individuos con la corrupción.6 Sin embargo, la experiencia directa con la corrupción no tiene una relación particularmente estrecha con una alta percepción de corrupción, y por lo tanto, LAPOP normalmente prefiere recopilar ambos, es decir datos de victimización por corrupción y de percepción de corrupción.

La delincuencia es otro serio problema que va en aumento en muchos países de las Américas.

La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Crimen (UNODC, por sus siglas en inglés) estimó que la tasa de homicidios en América Latina y el Caribe fue de 15,5 por cada 100.000 habitantes en 2011, más del doble de la tasa global de 6,9 por cada 100.000 habitantes, y casi cinco veces más que la tasa europea de 3,5 por cada 100.000.7 Mientras en América del Sur la tasa de homicidios ha seguido la tendencia mundial de descenso, las tasas en América Central y el Caribe han ido en aumento.

En el contexto de tasas de delincuencia extremadamente altas, es imprescindible que los politólogos y los diseñadores de políticas públicas entiendan los efectos que la victimización por delincuencia, y el temor o inseguridad que se asocia con la delincuencia tienen sobre la gobernabilidad y la estabilidad democrática. Es fácil entender cómo la victimización puede influir negativamente en el apoyo al sistema político, y aún más, en el apoyo a la democracia, dado que se puede culpar al sistema por no proveer seguridad a la ciudadanía.8 Además, los ciudadanos pueden perder la confianza y potencialmente la tolerancia hacia sus conciudadanos si han sido víctimas de la delincuencia o si tienen temor a la misma, lo que socava el capital social y conduce a una disminución en el apoyo a las libertades civiles y a las instituciones de la democracia liberal. La victimización por delincuencia podría incluso impulsar a muchos a emigrar a otros países.9 El temor a la delincuencia, o la experiencia

4 Davis, Charles L, Roderic Ai Camp, y Kenneth M. Coleman. 2004. “The Influence of Party Systems on Citizens’ Perceptions of Corruption and Electoral Response in Latin America.” Comparative Political Studies 37 (6): 677-703; Manzetti, Luigi, y Carole Wilson. 2007. “Why Do Corrupt Governments Maintain Support?” Comparative Political Studies; McCann, James A, y Jorge I Domı́nguez. 1998. “Mexicans React to Electoral Fraud and Political Corruption: An Assessment of Public Opinion and Voting Behavior.” Electoral Studies 17 (4): 483-503. 5 Seligson, Idem. 6 Morris, Stephen D. 2008. “Disaggregating Corruption: A Comparison of Participation and Perceptions in Latin America with a Focus on Mexico.” Bulletin of Latin American Research, (28) 2: 388-409; Salinas, Eduardo y John A. Booth. 2011. “Micro-social and Contextual Sources of Democratic Attitudes in Latin America. Journal of Politics in Latin America (3) 1: 29-64. 7 Global Study on Homicide. 2011. http://www.unodc.org/unodc/en/data-and-analysis/statistics/crime/global-study-on-homicide-2011.html 8 Bateson, Regina. 2010. “The Criminal Threat to Democratic Consolidation in Latin America.” Presentado en Annual Meeting of the American Political Science Association. Washington, D.C; Carreras, Miguel. De próxima publicación. “The Impact of Criminal Violence on System Support in Latin America.” Latin American Research Review. 9 Arnold, Alex, Paul Hamilton, y Jimmy Moore. 2011. “Who Seeks to Exit? Security, Connections, and Happiness as Predictors of Migration Intentions in the Americas.” AmericasBarometer Insights 64. Vanderbilt University: Latin American Public Opinion Project (LAPOP).

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Capítulo Cuatro

Página | 103

directa con la misma, también pueden provocar la disminución del apoyo y la confianza en ciertas instituciones políticas claves, en particular, la policía y el sistema de justicia.

No se ha aclarado qué tiene más efecto en la formación de las actitudes hacia el sistema

democrático, si la percepción individual de delincuencia o el experimentar la delincuencia directamente. Incluso en los lugares donde las tasas de delincuencia son altas comparadas con las cifras globales, la probabilidad de que un individuo sea asesinado o sea víctima de un crimen violento es baja en la mayoría de los países. Sin embargo, todas las personas pueden leer sobre los crímenes violentos en los periódicos, ver imágenes en la televisión, o conocer a personas que han sido víctimas de actos de delincuencia.

Este capítulo analiza el nivel de corrupción y delincuencia en las Américas y busca aclarar los

efectos de ambos en las actitudes democráticas y las opiniones hacia el Estado de derecho en toda la región.

II. Corrupción

LAPOP ha creado una serie de preguntas que miden la victimización por corrupción para el Barómetro de las Américas. Después de ponerlas a prueba en Nicaragua en 199610, las preguntas fueron refinadas y mejoradas. Dado que las definiciones de corrupción pueden variar de un país a otro, se evita la ambigüedad formulando preguntas tales como: “En el último año, ¿ha tenido usted que pagar un soborno a un funcionario del gobierno?” También se hacen preguntas similares sobre los sobornos pagados a nivel del gobierno local, a agentes de la policía, a militares, en las escuelas públicas, en el trabajo, en los tribunales de justicia, en los servicios de salud pública.11 La serie tiene dos ventajas. La primera es que facilita la determinación de los contextos sociales en los cuales ocurre la corrupción con más frecuencia. La segunda es que permite la elaboración de una escala de corrupción en la que se distingue a las personas que han experimentado la corrupción en un solo contexto de aquellas que han sido víctimas en múltiples instancias. Se entiende que, al igual que en el caso de la delincuencia, el haber sido víctima en más de una ocasión puede tener distintas implicaciones.

Mientras que la serie de preguntas mide la "experiencia" con la corrupción de manera muy

eficaz, ésta no mide a gran escala la corrupción. Es decir, lo que los nicaragüenses puedan saber o creer sobre corrupción a gran escala es probable que sólo lo puedan extraer de los escándalos que se han salido a la luz pública en la prensa, o de chismes. Un punto adicional que se presenta a continuación puede captar la percepción de corrupción a gran escala.

10 Seligson, Mitchell A. 1997. Nicaraguans Talk About Corruption: A Study of Public Opinion. Washington, D C., Casals and Associates, y Seligson, Mitchell A. 1999. Nicaraguans Talk About Corruption: A Follow-Up Study. Washington, D C., Casals and Associates 11 La pregunta EXC20, que trata de los sobornos pagados a los oficiales militares, su usó por primera vez en 2012.

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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INAP No trató o

tuvo contacto

No Sí NS NR

Ahora queremos hablar de su experiencia personal con cosas que pasan en la vida diaria...

EXC2. ¿Algún agente de policía le pidió un macuteo/soborno en los últimos 12 meses?

0 1 88 98

EXC6. ¿En los últimos 12 meses, algún empleado público le ha solicitado un macuteo/soborno?

0 1 88 98

EXC20. [No preguntar en Costa Rica y Haití; EN PANAMÁ USAR “FUERZA PÚBLICA”]¿En los últimos doce meses, algún soldado u oficial militar le ha solicitado un macuteo/soborno?

0 1 88 98

EXC11. ¿Ha tramitado algo en el ayuntamiento en los últimos 12 meses? Si la respuesta es No Marcar 99 Si la respuesta es Si Preguntar: Para tramitar algo en el ayuntamiento, como un permiso, por ejemplo, durante el último año, ¿ha tenido que pagar alguna suma además de lo exigido por la ley?

99 0

1

88

98

EXC13. ¿Usted trabaja? Si la respuesta es No Marcar 99 Sí la respuesta es Si Preguntar: En su trabajo, ¿le han solicitado algún macuteo/soborno en los últimos 12 meses?

99 0

1

88

98

EXC14. ¿En los últimos 12 meses, tuvo algún trato con los juzgados? Si la respuesta es No Marcar 99 Sí la respuesta es Si Preguntar: ¿Ha tenido que pagar un macuteo/soborno en los juzgados en este último año?

99 0

1

88

98

EXC15. ¿Usó servicios médicos públicos (del Estado) en los últimos 12 meses? Si la respuesta es No Marcar 99 Sí la respuesta es Si Preguntar: En los últimos 12 meses, ¿ha tenido que pagar algún macuteo/soborno para ser atendido en un hospital o en un puesto de salud?

99 0

1

88

98

EXC16. En el último año, ¿tuvo algún hijo en la escuela o colegio? Si la respuesta es No Marcar 99 Sí la respuesta es Si Preguntar: En los últimos 12 meses, ¿tuvo que pagar algún macuteo/soborno en la escuela o colegio?

99 0

1

88

98

Otro elemento que indaga por las percepciones más que por las experiencias con la corrupción

también se incluye en el cuestionario. Este artículo, creemos, puede captar la percepción de la corrupción en gran escala. La pregunta es la siguiente:

EXC7. Teniendo en cuenta su experiencia o lo que ha oído mencionar, ¿la corrupción de los funcionarios públicos en el país está: [LEER] (1) Muy generalizada (2) Algo generalizada (3) Poco generalizada (4) Nada generalizada

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Capítulo Cuatro

Página | 105

El lector debe tener mucho cuidado cuando se compara experiencia con la corrupción (pequeña escala y basada en la observación personal) con la corrupción percibida (probablemente una amalgama de escándalos públicos que los ciudadanos han aprehendido de los medios de comunicación, de chismes sobre los líderes y la forma en que viven, y el cinismo innato sobre la forma en que funciona el gobierno).

Percepción de corrupción

El Gráfico 61 muestra que la ciudadanía tiende a percibir niveles altos de corrupción en las

Américas; la media regional es alta, con un promedio de 70.4. Los países con mayores promedios reportados son Colombia y Trinidad y Tobago, con 81,7 y 80,9 puntos, respectivamente. Los países con los puntajes más bajos son Surinam (38,8), Canadá (58,3) y Uruguay (61,8). El nivel promedio de corrupción percibida de los nicaragüenses es el cuarto más bajo en el hemisferio, con 62,2, el cual es estadísticamente idéntico al de Uruguay. A modo de comparación, los ciudadanos estadounidenses perciben más corrupción que los nicaragüenses, mostrando un promedio de 66,3 puntos. El promedio de los nicaragüenses, aunque es relativamente bajo comparado con el resto de países del hemisferio, indica que perciben un alto nivel de corrupción. Como hemos señalado anteriormente, probablemente se relaciona con percepciones de corrupción a gran escala. Un ejemplo de este tipo de corrupción serían los actos de lavado de dinero y de malversación de fondos por los que el ex presidente Arnoldo Alemán fue condenado y encarcelado en 200312.

12 La condena del ex presidente Arnoldo Alemán fue anulada en 2009 por la Corte Suprema de Nicaragua de Justicia.

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 106

Gráfico 62. Percepción de corrupción en los países de las Américas

Al igual que con otros indicadores de este informe, se presentan los cambios en la percepción

de corrupción a lo largo del tiempo. El Gráfico 63 muestra las tendencias en la percepción de corrupción en Nicaragua durante los años en que estos datos fueron recopilados. Vemos que los niveles de percepción de corrupción en Nicaragua se han reducido significativamente en cada encuesta desde que alcanzó el máximo de 83,5 en 2006. El cambio neto en la percepción de la corrupción de 2006 a 2012, en nuestra escala de 100 puntos, fue de un descenso de 21,1 puntos.

38.8

58.3

61.8

62.2

64.9

65.4

65.6

66.3

66.4

67.5

68.1

68.2

69.0

73.0

74.0

75.2

75.3

76.5

76.7

76.9

78.1

78.4

79.4

79.5

80.9

81.7

Surinam

Uruguay

Nicaragua

Chile

Brasil

El Salvador

Estados Unidos

Belice

Ecuador

Bolivia

Guatemala

Paraguay

Costa Rica

Jamaica

Venezuela

Honduras

Rep. Dom.

Guyana

Argentina

Trinidad y Tobago

Colombia

Canadá

Haití

México

Perú

Panamá

0 20 40 60 80

Percepción de corrupción95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Cuatro

Página | 107

Gráfico 63. Percepciones de corrupción a lo largo del tiempo en Nicaragua

Es importante destacar que niveles altos de percepción de corrupción no siempre se

corresponden con elevados (o incluso crecientes) niveles reales de corrupción. Por lo tanto, aunque la percepción de corrupción (actos de corrupción a gran escala) sea alta, la victimización puede ser baja. En la siguiente sección se analiza la experiencia directa de los entrevistados con la corrupción.

71.9

83.5

74.3

67.5

62.4

0

20

40

60

80

Pe

rce

pc

ión

de

la c

orr

up

ció

n

2004 2006 2008 2010 2012Año

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 108

Victimización por corrupción Esta sección aborda hasta qué punto los ciudadanos nicaragüenses han sido víctimas de la

corrupción. El Gráfico 64 muestra el porcentaje de entrevistados por país que informaron que se les había exigido un soborno en por lo menos un lugar en el último año.

Gráfico 64. Porcentaje de victimización por corrupción en las Américas

El Gráfico 65 muestra una amplia variación en los índices de experiencia con la corrupción en

los diferentes países de la región. El porcentaje promedio regional de personas que han experimentado

3.4%

5.3%

5.8%

7.5%

8.2%

9.0%

11.3%

11.4%

11.5%

11.9%

11.9%

14.8%

15.3%

16.1%

19.2%

19.4%

20.7%

21.0%

21.7%

23.5%

25.8%

28.5%

31.2%

40.9%

44.8%

67.0%

Estados Unidos

Chile

Jamaica

Uruguay

El Salvador

Nicaragua

Brasil

Belice

Surinam

Trinidad y Tobago

Venezuela

Colombia

Argentina

Guyana

Costa Rica

Paraguay

Rep. Dom.

Guatemala

Honduras

Ecuador

Bolivia

Canadá

Panamá

Perú

México

Haití

0 20 40 60 80

Victimización por corrupción95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Cuatro

Página | 109

algún tipo de corrupción es del 11,7%. El rango en la región va desde los bajos porcentajes de 3,4% en Canadá, el 5,3% de Estados Unidos, y el 5,8% en Chile, hasta los altos porcentajes de Ecuador (40,9%), Bolivia (44,8%) y Haití (67,0%). Sólo el 11,4 por ciento de los nicaragüenses denunciaron haber experimentado la corrupción. Este porcentaje ubica a Nicaragua en el tercio inferior de los países en cuanto a la experiencia con la corrupción.

A algunos entrevistados se les exigió el pago de un soborno en más de un lugar, mientras que a

otros sólo en un lugar o en ninguno. A continuación se evalúa el número de instancias en que los entrevistados informaron haber sido víctimas de la corrupción en Nicaragua. Esta información se presenta gráficamente en El Gráfico 65. Nos encontramos con que el 88,6% no reporta ninguna experiencia con la corrupción en los últimos 12 meses, mientras que el 8,9% fue víctima en una ocasión, el 1,8% en dos, y sólo el 0,7% en tres o más instancias. En general, los nicaragüenses sufren menos solicitudes de soborno que la mayoría de los ciudadanos del hemisferio.

Gráfico 65. Número de instancias de ser

victimizado por corrupción en Nicaragua

Ninguna88.6%

Una8.9%

Dos1.8%

Tres0.6%

Cuatro0.1%

Instancias de victimización por corrupciónFuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 110

¿Cuáles han sido las variaciones en los niveles de victimización por corrupción en Nicaragua a lo largo del tiempo? El Gráfico 66 muestra el porcentaje de entrevistados que reportó cualquier tipo de victimización por corrupción en los distintos años señalados. Desde 2006 los nicaragüenses reportan una paulatina disminución en el número de solicitudes de sobornos. Los nicaragüenses reportan una disminución neta de 6,6 puntos porcentuales durante el período de 2006 a 2012. Las diferencias son estadísticamente significativas entre 2006 y 2010, y entre 2006 y 2012.

Gráfico 66. Porcentaje victimizado por

corrupción a lo largo del tiempo en Nicaragua

¿Quiénes son más propensos a ser víctimas de la corrupción? Con el fin de tener una imagen más clara de la victimización por corrupción, se llevó a cabo un

modelo de regresión logística para poder identificar las características socioeconómicas y demográficas que se asocian positiva y negativamente con la corrupción. El Gráfico 67 muestra los resultados de dicha regresión. El gráfico revela que a los nicaragüenses que son más prósperos, más jóvenes, y que residen en las ciudades más grandes se les piden más sobornos, mientras que a las mujeres se les solicitan menos. El color de piel, la educación y la situación económica familiar percibida no tienen ningún efecto aparente.

16.3

18.0

16.7

12.1

11.4

0

5

10

15

20

Vic

tim

izac

ión

po

r co

rru

pci

ón

2004 2006 2008 2010 2012Año

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Cuatro

Página | 111

Gráfico 67. Determinantes de la victimización por corrupción en Nicaragua

Para observar mejor el impacto de una variable independiente dada en la probabilidad de que

una persona haya sido víctima de la corrupción, se presentan los resultados bivariados en el Gráfico 68. Allí vemos que la diferencia en la solicitud de soborno es desigual en cada uno de los niveles de riqueza. Los nicaragüenses en el quintil más rico experimentan más solicitudes de soborno que las personas en cualquier otro quintil. Los hombres experimentan el doble de peticiones de soborno que las mujeres. Los nicaragüenses entre 26 y 45 años experimentan la mayoría de las solicitudes de soborno, mientras que los 66 años o más presentan el porcentaje más bajo.

Por último, los residentes de la capital, Managua, informaron que experimentaron

aproximadamente el doble de solicitudes de soborno (18,3%) que los residentes de las áreas rurales o ciudades pequeñas y medianas (menos de 10%). Los residentes del área metropolitana de Managua son significativamente más propensos a experimentar corrupción que los residentes de cualquier otra zona del país. El 17,4% de los residentes del área metropolitana de Managua informaron haber recibido solicitudes de sobornos, y el 10,6% dice que la solicitud provino de un oficial de policía. Así, más de la mitad de las solicitudes de soborno son el resultado de los encuentros con la policía en la capital. La incidencia de las solicitudes de sobornos por parte de la policía fue algo menor las otras ciudades grandes y mucho menor en los centros de población más pequeños. En resumen, si bien los nicaragüenses experimentan niveles relativamente bajos de corrupción a pequeña escala, y evalúan la Policía Nacional en términos positivos (véase el Capítulo Cinco), alrededor de la mitad de los actos de corrupción reportados tienen que ver con sobornos de funcionarios policiales, especialmente en el área de la capital.

F=8.235N =1677

Nivel de educación

Tamaño del lugar de residencia

Percepción de la situación económica familiar

Mujer

Edad

Quintiles de riqueza

Color de piel

-0.60 -0.40 -0.20 0.00 0.20 0.40

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 112

Gráfico 68. Factores demográficos y

victimización por corrupción en Nicaragua

III. Percepción de inseguridad y victimización por delincuencia

El Barómetro de las Américas busca medir el nivel de percepción de inseguridad de los ciudadanos formulando la siguiente pregunta:

AOJ11. Hablando del lugar o el barrio donde usted vive y pensando en la posibilidad de ser víctima de un asalto o robo, ¿usted se siente muy seguro(a), algo seguro(a), algo inseguro(a) o muy inseguro(a)? (1) Muy seguro(a) (2) Algo seguro(a) (3) Algo inseguro(a) (4) Muy inseguro(a)

Siguiendo la práctica del Barómetro, las respuestas fueron recodificadas en una escala de 0 a

100, donde valores más altos significan una percepción mayor de inseguridad. Dado que la mayor parte de los actos delictivos tienen lugar en las zonas urbanas, y de manera especial en las capitales naciones, decidimos presentar los datos de victimización por delincuencia para las capitales de 24 países de la muestra (no se incluye a Estados Unidos y Canadá debido a razones muestrales). El Gráfico 69 muestra los resultados para las capitales de cada país. Los residentes de Ciudad de México y Lima reportan la mayor sensación de inseguridad (54,7 y 53,9, respectivamente), mientras que el extremo inferior de la escala está ocupado por los ciudadanos de Puerto España y Kingston (alrededor de 30 en la escala). Los encuestados en Managua tienen un promedio de 41,1, lo que los sitúa en el tercio inferior del conjunto de capitales según los niveles de inseguridad percibida. En el istmo centroamericano, Managua aparece estadísticamente empatada en el extremo inferior con Tegucigalpa y Panamá, mientras que San José, San Salvador, y en especial Ciudad de Guatemala (con 53,9) tienen mayores promedios de inseguridad.

9.7%7.1%

10.6% 11.1%

17.7%

0

5

10

15

20

25

Vic

tim

iza

ció

n p

or

co

rru

pc

ión

1 2 3 4 5Quintiles de riqueza

15.4%

7.4%

0

5

10

15

20

25

Vic

tim

iza

ció

n p

or

co

rru

pc

ión

Hombre MujerGénero

11.4%14.6%14.1%

7.8%8.6%

6.2%

0

5

10

15

20

25

Vic

tim

iza

ció

n p

or

co

rru

pc

ión

16-2526-35

36-4546-55

56-6566+

Edad

9.9% 9.2% 9.2%

12.3%

18.3%

0

5

10

15

20

25

Vic

tim

iza

ció

n p

or

co

rru

pc

ión

Área ruralCd. pequeña

Cd. medianaCd. grande

Cd. capital

Tamaño del lugar de residencia

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

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Capítulo Cuatro

Página | 113

Gráfico 69. Las percepciones de inseguridad en los países de las Américas

El Gráfico 70 muestra cómo los niveles de inseguridad percibida han cambiado con el tiempo

en Nicaragua, utilizando datos de olas anteriores de las encuestas de LAPOP en las que a los encuestados se les hizo la misma pregunta. Los nicaragüenses en 2012 expresan una percepción de inseguridad considerablemente menor que en años anteriores. El nivel de inseguridad ha disminuido, pasando de un promedio de 45 en 2004 a un 32,9 en 2012. Hay varias razones que podrían explicar esta situación. En primer lugar, la policía de Nicaragua ha mantenido su fortaleza institucional y una reputación de eficacia en los últimos años. Las autoridades nicaragüenses también han tenido éxito a la hora de desviar el tráfico de drogas fuera de Nicaragua en los últimos años. Por último, Nicaragua ha experimentado mucha menos actividad relacionada con las pandillas que sus vecinos del norte. Los nicaragüenses por lo tanto pueden verse en términos absolutos y relativos más seguros que sus vecinos del norte.

29.0

32.7

37.1

37.3

37.5

38.1

41.1

41.2

41.7

42.6

43.4

44.4

44.4

45.4

45.7

46.4

46.6

47.4

49.6

51.7

51.9

53.2

53.9

54.7

Kingston (Jamaica)

Puerto España (Trinidad y Tobago)

Georgetown (Guyana)

Panamá (Panamá)

Paramaribo (Surinam)

Belmopán (Belice)

Managua (Nicaragua)

Brasilia (Brasil)

Bogotá (Colombia)

Santiago (Chile)

Quito (Ecuador)

Tegucigalpa (Honduras)

Buenos Aires (Argentina)

Santo Domingo (Rep. Dom.)

San José (Costa Rica)

Asunción (Paraguay)

San Salvador (El Salvador)

Montevideo (Uruguay)

La Paz (Bolivia)

Puerto Príncipe (Haití)

Caracas (Venezuela)

Ciudad de Guatemala (Guatemala)

Lima (Perú)

Ciudad de México (México)

0 10 20 30 40 50 60

Percepción de Inseguridad95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 114

Gráfico 70. Percepción de inseguridad a lo largo del tiempo en Nicaragua

¿En qué regiones del país se tiene mayor percepción de inseguridad? En el Gráfico 71 se

examina esta cuestión. La inseguridad percibida es estadísticamente igual en cinco de las seis regiones de Nicaragua. La única área donde los nicaragüenses tienen una percepción significativamente mayor de inseguridad es el área metropolitana de Managua.

Gráfico 71. Percepción de inseguridad en las regiones de Nicaragua

45.0

40.4

33.7

38.9

32.9

0

10

20

30

40

50

Pe

rcep

ció

n d

e in

seg

uri

da

d

2004 2006 2008 2010 2012Año

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

41.5

31.129.7

33.2

29.927.2

0

10

20

30

40

50

Pe

rcep

ció

n d

e in

seg

uri

da

d

Metropolitana Centro Norte Pacífico norte Pacífico sur CaribeEstrato primario de la muestra

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Cuatro

Página | 115

Una vez más, al igual que se señaló en el caso de la corrupción, es importante tener en cuenta que los altos niveles de percepción de inseguridad no necesariamente se corresponden con elevados niveles de criminalidad. De manera que la percepción de inseguridad puede ser alta a la vez que la victimización real es relativamente baja. En la siguiente sección se aborda el tema de la victimización por delincuencia.

IV. Victimización por delincuencia

Para comparar la percepción de inseguridad con las experiencias de inseguridad, el Barómetro de las Américas actualizó desde 2010 una serie de preguntas para medir la victimización por delincuencia:

VIC1EXT. Ahora, cambiando el tema, ¿ha sido usted víctima de algún acto de delincuencia en los últimos 12 meses? Es decir, ¿ha sido usted víctima de un robo, hurto, agresión, fraude, chantaje, extorsión, amenazas o algún otro tipo de acto delincuencial en los últimos 12 meses? (1) Sí [Siga] (2) No [Pasar a VIC1HOGAR] VIC2AA. ¿Podría decirme en qué lugar ocurrió el último acto delincuencial del cual usted fue víctima? [Leer alternativas] (1) En su hogar (2) En este barrio (3) En este municipio (4) En otro municipio (5) En otro país VIC1HOGAR. ¿Alguna otra persona que vive en su hogar ha sido víctima de algún acto de delincuencia en los últimos 12 meses? Es decir, ¿alguna otra persona que vive en su hogar ha sido víctima de un robo, hurto, agresión, fraude, chantaje, extorsión, amenazas o algún otro tipo de acto delincuencial en los últimos 12 meses? (1) Sí (2) No (88) NS

El Gráfico 72 presenta las respuestas de la pregunta VIC1EXT (gráfico de la izquierda) con el

porcentaje de entrevistados que dijo haber sido víctima de la delincuencia, y la respuesta a VIC1HOGAR (gráfico de la derecha) con el porcentaje de personas en el hogar que fue víctima de la delincuencia en las capitales de los países. Muestra que un rango amplio de personas ha sido víctima de la delincuencia, el cual va desde el 7,9% de Georgetown al 39,6% en Quito. En Managua un 26,2% señaló haber sido víctima de la delincuencia. Fijándonos en el lado derecho del Gráfico 72, el rango de la victimización por delincuencia en el hogar va desde el nivel más alto de Quito (45.3%) al más bajo de Panamá (6.4%). Managua muestra un porcentaje del 29%. El riesgo de victimización por delincuencia claramente varía mucho en todo el hemisferio.

Antes de proceder al análisis de las cifras es importante señalar que la encuesta se administra

solamente a personas adultas que hayan cumplido la mayoría de edad; por lo tanto es posible que la victimización de los menores de edad no siempre se reporte debido a que los familiares pueden no estar al tanto de lo sucedido. También hay que recordar que los entrevistados se auto-identifican como víctimas de la delincuencia. En algunos contextos, ciertos actos delincuenciales (especialmente

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 116

aquellos que son perpetrados casi exclusivamente contra grupos marginalizados) pudieran haberse normalizado y por lo tanto no son reportados con la misma frecuencia con que ocurren.13

Gráfico 72. Victimización por delincuencia personal y

en el hogar en las capitales de los países de las Américas

El Gráfico 73 muestra dónde ocurrieron los actos de delincuencia en Nicaragua, según los

encuestados. El mayor porcentaje (30,8%) de la victimización por delincuencia ocurrió en los hogares de los encuestados. Fuera de los hogares, el 28,5% tuvo lugar en el barrio de la víctima, el 26,6% en el municipio, y el 13,6% en un municipio diferente.

13 Además, puede que algunos delitos no lleguen a denunciarse por varias razones, incluyendo el estigma social o la vergüenza. Por ejemplo, casi no hay nicaragüenses que reportaron haber sido asaltados sexualmente en la encuesta de 2012. Tenemos la sospecha que no reportaron este tipo de delitos por parte de los encuestados.

7.9%

9.4%

12.5%

12.9%

13.0%

15.6%

16.1%

19.3%

20.2%

21.1%

22.3%

23.3%

24.9%

25.7%

26.2%

26.7%

29.5%

30.9%

33.5%

34.6%

34.7%

36.4%

36.5%

36.9%

Georgetown (Guyana)

Kingston (Jamaica)

Belmopán (Belice)

Panamá (Panamá)

Santiago (Chile)

Puerto España (Trinidad y Tobago)

Caracas (Venezuela)

Brasilia (Brasil)

Paramaribo (Surinam)

San José (Costa Rica)

Puerto Príncipe (Haití)

Santo Domingo (Rep. Dom.)

Asunción (Paraguay)

San Salvador (El Salvador)

Managua (Nicaragua)

Buenos Aires (Argentina)

Bogotá (Colombia)

Montevideo (Uruguay)

Lima (Perú)

Ciudad de México (México)

La Paz (Bolivia)

Ciudad de Guatemala (Guatemala)

Tegucigalpa (Honduras)

Quito (Ecuador)

0 10 20 30 40 50

Victimización por delincuencia95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Cuatro

Página | 117

Gráfico 73. Localización del acto delincuencial más reciente del que fue víctima en Nicaragua

¿En qué regiones de Nicaragua se producen más actos delincuenciales? El Gráfico 74 muestra los patrones regionales de la delincuencia. El área metropolitana de Managua tiene la tasa de victimización más alta con un 23,7%. Por el contrario, sólo el 12,5% de los ciudadanos de la región del Pacífico Norte han sido víctimas de la delincuencia, un nivel similar al 14,3% reportado en el Pacífico Sur. Las menores tasas de victimización se producen en el Caribe, en la zona central, y las zonas del norte, con porcentajes entre el 7,5% y el 8,3%.

Gráfico 74. Victimización por delincuencia según la región en Nicaragua

En su hogar30.8%

En este barrio o comunidad28.5%

En este municipio26.6%

En otro municipio13.6%

En otro paÌs0.5%

¿Dónde ocurrió el último acto delincuencial que le afectó?Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

7.5% 7.8% 8.3%

12.5%14.3%

23.7%

0

5

10

15

20

25

30

Víc

tim

a d

elin

cu

en

cia

Centro Caribe Norte Pacífico norte Pacífico sur MetropolitanaEstrato primario de la muestra

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 118

Por último, sería interesante saber cómo las experiencias con la delincuencia han cambiado según el tiempo. El Gráfico 75 ilustra las tendencias de victimización por delincuencia autorreportada en Nicaragua entre 2004 y 2012. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que el texto de las preguntas que miden la victimización por delincuencia cambió en 2010. Entre 2004 y 2008, LAPOP utilizó VIC1, que decía: "¿Ha sido víctima de algún acto de delincuencia en los últimos 12 meses?" En 2010 y 2012, esta pregunta fue reemplazada por VIC1EXT, que proporciona más detalles sobre los tipos de delitos que pueden haber ocurrido. Esta modificación tiene por objeto aumentar la validez de las respuestas. El cambio en la redacción de las preguntas de victimización por delincuencia podría explicar el aumento en la victimización reportada entre 2008 y 2010.

El Gráfico 75 muestra tasas de victimización estables en torno al 16% entre 2004 y 2008. El

aumento aparente en 2010 debe ser descartado por las razones expuestas anteriormente. Una disminución estadísticamente significativa, sin embargo, se produjo a partir de 2010, pasando de un 19,2% al 13,5% en 2012. En resumen, entonces, Nicaragua tiene índices de delincuencia relativamente bajos y nuestra evidencia sugiere que la tasa de criminalidad en el país está en una trayectoria descendente.

Gráfico 75. Victimización por delincuencia

a lo largo del tiempo en Nicaragua

¿Quiénes son más propensos a ser víctimas de la delincuencia? El Gráfico 76 muestra los resultados de un modelo de regresión logística para determinar quién

es probable que sea víctima de un delito en Nicaragua. En este y en todos los gráficos de regresión, se estandarizan todas las variables. Como en las regresiones anteriormente reportadas en este estudio, los coeficientes que miden el efecto de cada variable se indican con puntos, y los intervalos de confianza con las líneas horizontales que se extienden a la derecha e izquierda de cada punto. Si el intervalo de

15.2%

16.0%

16.5%

19.2%

13.5%

0

5

10

15

20

25

Vic

tim

izac

ión

po

r d

elin

cue

nci

a

2004 2006 2008 2010 2012Año

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Cuatro

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confianza no cruza la línea vertical en 0, la variable tiene un efecto estadísticamente significativo (p <0,05). Un coeficiente con un intervalo de confianza que cae completamente a la derecha de la línea de cero indica un efecto neto positivo y estadísticamente significativo sobre la variable dependiente. Por el contrario, un coeficiente con un intervalo de confianza a la izquierda de la línea de cero indica un efecto neto negativo y estadísticamente significativo.

Gráfico 76. Determinantes de la victimización

por delincuencia personal en Nicaragua

Los más propensos a ser víctimas de delitos en Nicaragua son los residentes del área

metropolitana de Managua, los cuales, como vimos anteriormente, reportan tasas de victimización que son el doble de las que reportan en el resto del país. Los hombres también son más a menudo víctimas de delitos. La victimización por delincuencia es mayor entre aquellos que perciben su situación económica como positiva y entre los de mayor riqueza.

Para ver mejor el efecto que cada variable independiente tiene sobre la victimización por

delincuencia en Nicaragua, el Gráfico 77 muestra las relaciones bivariadas entre cada una de las variables independientes que resultaron significativas en la regresión logística y la victimización por delincuencia en Nicaragua. La tasa de victimización por delincuencia es un 8% mayor entre los que se sitúan en el quintil más rico que entre aquellos en el quintil más pobre. La diferencia entre la mejor y la peor categoría de la variable relativa a la situación económica familiar percibida es sólo del 2,2%, pero en el modelo multivariado (Gráfico 76), al controlar por otros factores esta diferencia resulta significativa. Los hombres nicaragüenses experimentan un 4,3% más de delincuencia que las mujeres. Los jóvenes reportan mayor victimización que los mayores (Gráfico 77), pero en el modelo multivariado (Gráfico 76) esta diferencia no es significativa. Finalmente, la victimización por delincuencia es claramente mayor en las grandes ciudades. Los residentes en el área metropolitana de Managua presentan tasas de victimización tres veces superiores a las que experimentan los residentes de las zonas rurales, 2,5 veces más que los habitantes de ciudades pequeñas, más del doble de lo

F=9.894N =1676

Nivel de educación

Edad

Tamaño del lugar de residencia

Percepción de la situación económica familiar

Mujer

Quintiles de riqueza

Color de piel

-0.40 -0.20 0.00 0.20 0.40 0.60

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 120

reportado por los habitantes de las ciudades de tamaño medio, y casi el doble que la victimización en las grandes ciudades que no forman parte del área metropolitana.

Gráfico 77. Factores sociodemográficos y

victimización por delincuencia en los hogares en Nicaragua

V. El impacto de la delincuencia, la inseguridad y la corrupción en el apoyo al sistema político

¿Cuáles son los efectos de los altos niveles de victimización por delincuencia y corrupción, así como de la percepción generalizada de la corrupción o inseguridad en la legitimidad política en Nicaragua? Para contestar esta pregunta se realizó una regresión lineal multivariada que calcula el impacto que tienen la victimización y las percepciones de inseguridad y corrupción en el apoyo a la legitimidad del sistema político. El Gráfico 78 muestra el impacto de la percepción y de las experiencias con la delincuencia y la inseguridad en el apoyo al sistema.14 Comenzando con las variables de control incluidas en el modelo, el interés en la política, la identificación con un partido político y la participación en un grupo de la comunidad aumentan el apoyo al sistema. En Nicaragua, las mujeres apoyan más al sistema, pero las que tienen mayores niveles de educación lo apoyan menos. En términos de las variables clave que aquí se analizan, tres de las cuatro reducen significativamente el apoyo al sistema. Los nicaragüenses que perciben corrupción, que experimentan corrupción y que son

14 El apoyo al sistema se calcula como el promedio de las respuestas a cinco preguntas del entrevistado: B1 (la percepción de que los tribunales de justicia garantizan un juicio imparcial; B2 (respeto a las instituciones del país; B3 (creencia de que los derechos fundamentales de los ciudadanos están bien protegidos; B4 (orgullo de vivir bajo el sistema político del país); y B6 (creencia de que el individuo debe apoyar el sistema político del país). La variable relacionada con estas preguntas se recodifica a una escala del 0 al 100. Para más información, véase el Capítulo 5.

9.1%12.5% 12.1%

18.0% 16.8%

05

1015202530

Víc

tim

a d

e d

elin

cu

en

cia

1 2 3 4 5Quintiles de riqueza

15.4%11.4%

05

1015202530

Víc

tim

a d

e d

elin

cu

en

cia

Hombre MujerGénero

11.4% 14.2% 13.6%13.6%

05

1015202530

Víc

tim

a d

e d

elin

cu

en

cia

Gran dificultadNo alcanza

Alcanza justoAlcanza bien

Percepción de la situación económica familiar

8.7% 11.0% 12.6%14.5%

26.2%

05

1015202530

Víc

tim

a d

e d

elin

cu

en

cia

Área ruralCd. pequeña

Cd. medianaCd. grande

Cd. capital

Tamaño del lugar de residencia

15.9%14.1%13.4%12.2%11.1% 8.5%

05

1015202530

Víc

tim

a d

e d

elin

cu

en

cia

16-2526-35

36-4546-55

56-6566+

Edad

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

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Capítulo Cuatro

Página | 121

víctimas de la delincuencia reportan un apoyo al sistema más bajo. La percepción de inseguridad no tiene un efecto significativo en Nicaragua.

Gráfico 78. Determinantes del apoyo al sistema político en Nicaragua

Los Gráficos 80 y 81 ahondan más en los efectos de las variables independientes en el apoyo al

sistema y presenta las relaciones bivariadas entre el apoyo al sistema y la percepción y las experiencias con la delincuencia y la corrupción. Las víctimas de delitos en Nicaragua reportan 9 puntos menos de apoyo al sistema que las no víctimas, y las víctimas de corrupción 10 puntos de apoyo menos que las que no experimentaron corrupción. El efecto corrosivo de la corrupción es mayor cuando se trata de percepción que cuando se trata de victimización. Los que perciben altos niveles de corrupción dan un apoyo al sistema 15 puntos por debajo del que le otorgan aquellos que no perciben corrupción. Cabe destacar que los niveles promedio de los nicaragüenses de apoyo al sistema son relativamente altos en el contexto regional, y que la victimización por corrupción y por delincuencia es relativamente baja, por lo que el efecto neto sobre el apoyo al sistema es modesto. Incluso entre las víctimas de la delincuencia y la corrupción y entre los que perciben corrupción, el apoyo al sistema se mantiene por encima del punto medio de escala.

R-cuadrado =0.169F=27.153N =1545

Nivel de educación

Tamaño del lugar de residencia

Color de piel

Mujer

Percepción de inseguridad

Víctima delincuencia

Percepción de corrupción

Victimización por corrupción

Participación comunitaria

Simpatiza con partido

Interés político

-0.20 -0.10 0.00 0.10 0.20

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 122

Gráfico 79. Crimen, corrupción y apoyo al sistema

VI. Apoyo al Estado de derecho y el impacto de la delincuencia y la inseguridad

Esta sección aborda el tema del apoyo al Estado de derecho en las Américas. El Estado de derecho se conceptualiza normalmente como la aplicación universal de las leyes del estado, o la suposición de que ningún grupo tiene impunidad legal.15 Estudios previos de LAPOP encontraron una gran variación en las opiniones relacionadas con la disposición de la ciudadanía de las Américas a aceptar que la policía pueda violar la ley para capturar delincuentes. De conformidad con la hipótesis de la amenaza, aquellos que perciben que el nivel de la delincuencia es alto y aquellos que han sido víctimas del crimen serían más propensos a aceptar las violaciones al Estado de derecho.16 Para medir el apoyo al Estado de derecho se utiliza un ítem que capta en qué medida se cree que las autoridades deben respetar las leyes mientras buscan combatir la delincuencia.

AOJ8. Para poder capturar delincuentes, ¿cree usted que las autoridades siempre deben respetar las leyes o en ocasiones pueden actuar al margen de la ley? (1) Deben respetar las leyes siempre (2) En ocasiones pueden actuar al margen de la ley

El Gráfico 80 muestra el porcentaje de entrevistados que en 2012 expresó su apoyo al Estado

de derecho en cada país de las Américas frente a quienes creen que en ocasiones la policía y otras autoridades pueden actuar al margen de la ley. El mayor apoyo al Estado de derecho se encuentra en Jamaica (74,9%), mientras que el menor apoyo se encuentra en Bolivia (53,3%). Nicaragua cae ligeramente por encima de la media de esta distribución, con un 66,1% señalando que los funcionarios

15 Véase, O’Donnell, Guillermo A. 2004. Why the Rule of Law Matters. Journal of Democracy 15 (4): 32-46. 16 Cruz, José Miguel. 2009. Should Authorities Respect the Law When Fighting Crime? AmericasBaromenter Insights Series, 19. Vanderbilt University: Latin American Public Opinion Project (LAPOP).

59

60

61

62

63

Ap

oyo

al s

iste

ma

Muy segura Algo segura Poco segura Nada segura

Percepción de inseguridad

50

55

60

65

70

Ap

oyo

al s

iste

ma

Nada generalizadaPoco generalizada

Algo generalizadaMuy generalizada

Percepción de corrupción

61.8

53.1

0

10

20

30

40

50

60

Ap

oyo

al s

iste

ma

No Sí

Víctima delincuencia

61.8

51.4

0

10

20

30

40

50

60

Ap

oyo

al s

iste

ma

No Sí

Victimización por corrupción

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

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Capítulo Cuatro

Página | 123

deben cumplir con la ley. A modo de comparación, esto ubica a los nicaragüenses seis puntos por debajo de ciudadanos de Estados Unidos y seis puntos por encima de los canadienses con respecto al apoyo al Estado de derecho.

Gráfico 80. Porcentaje que apoya al Estado

de derecho en los países de las Américas

El Gráfico 81 muestra los niveles de apoyo al Estado de derecho a través del tiempo en

Nicaragua. Las tendencias son dramáticas. En el año 2004, el 71,1% de los nicaragüenses expresaron su apoyo a que las autoridades sigan la ley, pero éste porcentaje bajó más de 26 puntos porcentuales en

53.3%

54.8%

55.5%

57.7%

58.9%

59.7%

59.9%

60.5%

60.8%

61.3%

62.1%

63.6%

65.0%

65.8%

66.1%

66.4%

67.0%

69.7%

70.7%

71.8%

72.3%

72.7%

72.9%

74.0%

74.2%

74.9%

Bolivia

Ecuador

Trinidad y Tobago

Uruguay

El Salvador

Paraguay

Argentina

Honduras

Costa Rica

Chile

Surinam

Nicaragua

Guatemala

Guyana

Brasil

Colombia

Belice

Estados Unidos

Rep. Dom.

Venezuela

Jamaica

Perú

Canadá

México

Haití

Panamá

0 20 40 60 80

Apoyo al Estado de Derecho95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 124

las dos encuestas siguientes, situándose en niveles del 46,7% en 2008. Luego la tendencia se invirtió bruscamente al subir casi 8 puntos en 2010 y otros 12 puntos en 2012, hasta llegar a un nivel de 66,1%. Independientemente de los factores que erosionaron el apoyo al Estado de derecho entre 2004 y 2008, se ha dado una recuperación notable en el porcentaje de ciudadanos que están de acuerdo con la idea de que las autoridades deben obedecer la ley.

Gráfico 81. Porcentaje que apoya al Estado

de derecho a lo largo del tiempo en Nicaragua

Finalmente, esta sección concluye con el análisis de los determinantes de apoyo al Estado de

derecho en Nicaragua. El Gráfico 82 presenta los resultados del análisis de regresión logística que se utiliza para identificar estos factores. Las mujeres nicaragüenses muestran un apoyo ligeramente superior al Estado de derecho que los hombres. Aquellos con menor nivel educativo apoyan el imperio de la ley más que aquellos con más educación. Las víctimas de la delincuencia en Nicaragua están menos a favor de que las autoridades cumplan la ley para detener a los criminales que los que no han sido víctimas. Otros factores del modelo no tienen un efecto significativo: la ideología de izquierda a derecha, la confianza interpersonal, el color de la piel, el tamaño del lugar de residencia, la riqueza personal, y la victimización por corrupción. Por lo tanto, el apoyo al Estado de derecho está ampliamente distribuido a través de las diferentes características demográficas, con la excepción del género y la educación.

71.1%

52.1%46.7%

54.2%

66.1%

0

20

40

60

80

Ap

oyo

al E

sta

do

de

Der

ech

o

2004 2006 2008 2010 2012Año

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Cuatro

Página | 125

Gráfico 82. Determinantes del apoyo al Estado de derecho en Nicaragua

El Gráfico 83 profundiza en algunas de las variables independientes más importantes de este

análisis. Las mujeres nicaragüenses son un 4% más propensas que los hombres a apoyar el Estado de derecho, una diferencia que es significativa en el análisis multivariado. Las víctimas de la delincuencia apoyan al Estado de derecho un 11% menos que quienes no han sido víctimas. Por último, las personas con educación superior están un 16% menos a favor del imperio de la ley que los que no tienen educación formal. Esto es un poco preocupante porque sugiere que la elite de Nicaragua (definida por la educación) no ha interiorizado un valor que muchos creen que genera apoyo y estabilidad al sistema político y a la democracia.

F=2.968N =1445

Victimización por corrupción

Víctima delincuencia

Nivel de educación

Tamaño del lugar de residencia

Color de piel

Mujer

Quintiles de riqueza

Confianza interpersonal

Ideología

-0.40 -0.30 -0.20 -0.10 0.00 0.10 0.20

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 126

Gráfico 83. Factores asociados al apoyo

del Estado de derecho en Nicaragua

VII. Conclusión

Este capítulo analizó la magnitud y la relación entre la victimización por corrupción y delincuencia, la percepción de corrupción e inseguridad, y el apoyo al sistema político y al Estado de derecho. Las percepciones de los nicaragüenses de corrupción, la victimización por corrupción, la percepción de inseguridad y la victimización por delincuencia son relativamente bajos en comparación con el resto de América Latina. Es más, la corrupción percibida y experimentada, la victimización por delincuencia y la inseguridad percibida han ido disminuyendo entre los nicaragüenses en los últimos años. Cada uno de estos problemas es más frecuente entre los residentes de Managua y el área metropolitana que entre aquellos que viven en las comunidades más pequeñas u otras áreas de la nación.

La victimización por corrupción y delincuencia es más común entre los nicaragüenses más

ricos y entre los hombres. La percepción de la corrupción y la sensación de inseguridad son bastante homogéneas en todos los grupos demográficos. El color de la piel y la edad no ejercen prácticamente ninguna influencia en los modelos analizados en este capítulo. Con respecto a la influencia de las cuatro variables principales de interés sobre el apoyo al sistema y el apoyo al Estado de derecho, hemos visto que la percepción de inseguridad tiene poco efecto en ambas. La percepción de corrupción y la experiencia de corrupción, sin embargo, tienden a disminuir el apoyo de los nicaragüenses al sistema. La victimización por delincuencia disminuye tanto el apoyo al sistema, como el apoyo al Estado de derecho. En conjunto, estos factores tienen algunos de los efectos previstos en el apoyo al sistema y al Estado de derecho, aunque el hecho de que la corrupción y el crimen sean comparativamente bajos en Nicaragua reduce al mínimo su impacto. En promedio, los más afectados

64.3% 68.0%

0

20

40

60

80

Ap

oyo

al E

sta

do

de

De

rech

o

Hombre MujerGénero

73.6%69.2%

63.3% 57.3%

0

20

40

60

80

Ap

oyo

al E

sta

do

de

De

rech

o

NingunaPrimaria

SecundariaSuperior

Nivel de educación

67.6%56.4%

0

20

40

60

80

Ap

oyo

al E

sta

do

de

De

rech

o

No SíVíctima de delincuencia

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

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Capítulo Cuatro

Página | 127

por la delincuencia y la corrupción o los que percibe ambos problemas, todavía siguen apoyando tanto al sistema político nicaragüense y como al Estado de derecho.

Un hallazgo preocupante es la relación negativa observada en Nicaragua entre el nivel educativo y el apoyo al Estado de derecho. Normalmente se observa que el grado educativo se asocia positivamente con las actitudes democráticas y la tolerancia. El Estado de derecho es un principio para el que uno razonablemente esperaría encontrar apoyo entre los más educados, pero en Nicaragua no es así. Curiosamente, un análisis superficial revela que la relación negativa entre la educación y el apoyo a que las autoridades cumplan con ley también se observa en todos los 26 países en 2012. Las élites influyentes en general, los líderes políticos nacionales y los funcionarios públicos, en Nicaragua y en todo el hemisferio, vienen desproporcionadamente de las filas de los mejor educados. Uno debe preguntarse cuáles son las consecuencias para los derechos humanos y para la calidad del comportamiento de las autoridades cuando los ciudadanos mejor formados y mejor informados, no apoyan con fuerza al Estado de derecho.

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Capítulo Cinco

Página | 129

Capítulo Cinco: Legitimidad política y tolerancia

Con Daniel Zizumbo-Colunga y Amy Erica Smith

I. Introducción

Al menos desde los tiempos de Platón, filósofos y politólogos se han preguntado qué hace que una democracia funcione. El concepto de legitimidad ha sido central. Mientras que algunos politólogos han definido la democracia en términos de procedimientos,1 otros han mostrado que las actitudes de los ciudadanos y sus valores tienen un papel muy importante, destacando que la legitimidad es clave en la consolidación democrática.2 La legitimidad política es un indicador de la relación entre los ciudadanos y las instituciones del Estado, un concepto central en el estudio de la cultura política y clave para la estabilidad democrática.3

En los estudios de LAPOP usando los datos del Barómetro de las Américas se define la

legitimidad política en términos del apoyo de los ciudadanos al sistema político y la tolerancia a los derechos políticos y la participación de otros. Además, el apoyo al sistema tiene dos dimensiones principales: el apoyo difuso y el apoyo específico.4 Mientras que el apoyo específico se puede medir con preguntas sobre las autoridades actualmente en el poder, el apoyo difuso se refiere al nexo generalizado con un objeto más abstracto representado por el sistema político y los mismos cargos políticos. Aunque muchas de las medidas existentes tienden a confundir las dos dimensiones de la legitimidad, la medida creada por LAPOP (y operacionalizada a través de los datos de las encuestas del Barómetro de las Américas) captura la dimensión del apoyo difuso que es imprescindible para la sobrevivencia de la democracia.5 En este capítulo se examina la legitimidad política a lo largo de las Américas con el propósito de determinar y entender los factores que explican la variación en estas actitudes a nivel individual.

Mientras que algunos defienden la idea de que ciertas culturas tienen una mayor legitimidad

política por naturaleza, otros sugieren que el desarrollo económico o la cercanía de los políticos a las preferencias de políticas públicas de los ciudadanos tienen un efecto importante en las opiniones sobre

1 Schumpeter, Joseph A. 1942 Capitalism, Socialism, and Democracy, 3rd ed. New York: Harper Perennial, ; Przeworski Adam. 1999. “Minimalist Conception of Democracy: A Defense,” en Robert A. Dahl, Ian Shapiro, y Jose Antonio Cheibub. eds. The Democracy Sourcebook. Cambridge: The MIT Press; Huntington, Samuel P.1991., The Third Wave: Democratization in the Late Twentieth Century. Norman, OK: University of Oklahoma Press 2 Diamond, Larry. 1999. Developing Democracy: Toward Consolidation. Baltimore: The Johns Hopkins University Press; Seligson, Mitchell A. 2000. “Toward a Model of Democratic Stability Political Culture in Central America”. Estudios Interdisciplinarios de América Latina y el Caribe 11, no. 2: 5-29; Booth, John A. y Mitchell A. Seligson. 2009. The Legitimacy Puzzle in Latin America: Political Support and Democracy in Eight Nations, 1st ed. Cambridge: Cambridge University Press. 3 Véase también Almond, Gabriel Abraham y Sidney Verba. 1963 The Civic Culture: Political Attitudes and Democracy in Five Nations. Newbury Park, CA: Sage Publications, Inc. 4 Easton, David. 1975.“A Re-Assessment of the Concept of Political Support,” British Journal of Political Science 5, no. 4: 435-457; Seligson, Mitchell A. 2000. “Toward a Model of Democratic Stability Political Culture in Central America.” Estudios Interdisciplinarios de América Latina y el Caribe 11, no. 2: 5-29 5 Booth y Seligson. 2009. The Legitimacy Puzzle in Latin America.

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 130

el sistema político.6 Se ha demostrado que las variables institucionales también son determinantes importantes del apoyo al sistema. Algunos estudios han hallado, por ejemplo, que los sistemas que incorporan características que hacen más aceptables las derrotas electorales, es decir que disminuyen la desproporcionalidad, tienen un impacto positivo sobre el apoyo al sistema, en especial entre los perdedores en el juego de la democracia.7

Estudios previos de LAPOP han mostrado que el apoyo al sistema se asocia con variables tales

como la confianza ciudadana, la participación en los partidos políticos y la percepción de que los partidos representan los intereses de los ciudadanos.8 Además, las investigaciones han mostrado que el apoyo al sistema político se relaciona con la participación en la política a nivel local y nacional y con el apoyo al Estado de derecho.9

La tolerancia política es el segundo componente clave de la legitimidad y un pilar fundamental

para la sobrevivencia de la democracia. De acuerdo con los estudios anteriores de LAPOP, se define la tolerancia política como “el respeto de los ciudadanos a los derechos políticos de los demás, en especial, de aquellos con quienes no se está de acuerdo.”10 Gibson y otros autores han señalado los efectos nefastos de la intolerancia en la calidad de la democracia. La intolerancia tanto de los ciudadanos como de las élites se asocia con el apoyo a políticas que buscan limitar las libertades individuales y con la percepción de falta de libertad entre aquellos que son el blanco de la misma.11 Gibson ha encontrado que el racismo dentro de la comunidad se asocia con un sentido limitado de

6 Almond y Verba The Civic Culture; Inglehart, Ronald. 1988. “The Renaissance of Political Culture,” The American Political Science Review 82, no. 4 (Diciembre 1): 1203-1230. Przeworski, Adam et al., 2000. Democracy and Development: Political Institutions and Well-Being in the World, 1950-1990, 1st ed. Cambridge: Cambridge University Press; Acemoglu, Daron et al., 2008 “Income and Democracy,” American Economic Review 98, no. 3 : 808-842; Kotzian, Peter, 2011 “Public support for liberal democracy,” International Political Science Review 32, no. 1: 23 -41. Evans, Geoffrey y Stephen Whitefield. 1995. “The Politics and Economics of Democratic Commitment: Support for Democracy in Transition Societies,” British Journal of Political Science 25, no. 4 : 485-514. 7 Anderson, Christopher. 2007., Losers’ consent : elections and democratic legitimacy, [Reprinted]. Oxford: Oxford University Press; Anderson, Christopher J. y Christine A. Guillory. 1997. “Political Institutions and Satisfaction with Democracy: A Cross-National Analysis of Consensus and Majoritarian Systems,” The American Political Science Review 91, no. 1: 66-81. 8 Corral, Margarita. 2009. Participation in Meetings of Political Parties, AmericasBarometer Insights Series, 20. Vanderbilt University: Latin American Public Opinion Project (LAPOP); Corral, Margarita. 2008. Mis (trust) in Political Parties in Latin America. AmericasBarometer Insights Series, 2. Vanderbilt University: Latin American Public Opinion Project (LAPOP); Corral, Margarita. 2010. Political Parties and Representation in Latin America. AmericasBarometer Insights Series, 36. Vanderbilt University: Latin American Public Opinion Project (LAPOP). 9 Montalvo, Daniel. 2008. Citizen Participation in Municipal Meetings, AmericasBarometer Insights Series, 4: Vanderbilt University: Latin American Public Opinion Project (LAPOP); Cruz, José Miguel. 2009. Should Authorities Respect the Law When Fighting Crime?, AmericasBarometer Insights Series, 19. Vanderbilt University: Latin American Public Opinion Project (LAPOP); Maldonado, Arturo. 2011. Compulsory Voting and the Decision to Vote, AmericasBarometer Insights Series, 63. Vanderbilt University: Latin American Public Opinion Project (LAPOP). 10 Seligson, Mitchell. 2000. “Toward A Model of Democratic Stability Political Culture in Central America,” Estudios interdisciplinarios de América Latina y el Caribe 11, 2. 11 Gibson, James L. 1988. “Political Intolerance and Political Repression During the McCarthy Red Scare,” The American Political Science Review 82, no. 2: 511-529; Gibson, James L.2008. , “Intolerance and Political Repression in the United States: A Half Century after McCarthyism,” American Journal of Political Science 52 : 96-108; Gibson, James L.1998. “A Sober Second Thought: An Experiment in Persuading Russians to Tolerate,” American Journal of Political Science 42, no. 3: 819-850; Gibson, James L.1995. , “The political freedom of African-Americans: a contextual analysis of racial attitudes, political tolerance, and individual liberty,” Political Geography 14, no. 6-7 : 571-599

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Capítulo Cinco

Página | 131

libertad de expresión y que la intolerancia racial impacta negativamente en la libertad política tanto de las personas de piel blanca como de las de tez oscura.

¿Por qué se vuelven intolerantes las personas? Los académicos han encontrado muchos factores

que afectan la tolerancia, entre los que se incluyen la percepción que tengan algunos individuos de que existe un alto nivel de amenaza,12 una personalidad autoritaria13 o la religión.14 A nivel macro, los teóricos de la identidad social y del predominio social han propuesto que se investigue la intolerancia como una función de las dinámicas intragrupales y extragrupales y de las posiciones en la jerarquía social.15 Por último, las amenazas externas y las crisis de seguridad, así como los niveles de democratización también se relacionan con la tolerancia.16 Investigadores de LAPOP, usando datos del Barómetro de las Américas han encontrado que el apoyo o la falta de apoyo al derecho al matrimonio de personas del mismo sexo se relacionan no solamente con las denominaciones religiosas, sino también con la importancia de la religión en la vida de los individuos. Además, en los países más desarrollados se presentan niveles más altos de apoyo a este derecho.17

Las investigaciones de Golebiouwska revelan que el sexo del individuo tiene un impacto

directo en la tolerancia; las mujeres son más intolerantes que los hombres.18 El sexo de un individuo también tiene fuertes efectos indirectos porque las mujeres son más religiosas, perciben más amenazas, son menos propensas a tolerar la incertidumbre, están más inclinadas hacia el tradicionalismo moral, tienen menos experiencia política, y muestran menos apoyo a las normas democráticas que los hombres.

El apoyo al sistema y la tolerancia política tienen efectos importantes en la consolidación de la

democracia. Las democracias estables necesitan instituciones legítimas y ciudadanos que toleren y respeten los derechos de los demás. En la Tabla V.1 se resumen las maneras en las que la tolerancia y la legitimidad política pueden afectar la democracia estable, de acuerdo con los estudios anteriores del Barómetro de las Américas. Si la mayoría de los ciudadanos demuestran altos niveles de apoyo al sistema y una alta tolerancia, puede esperarse que la democracia se mantenga estable y se consolide. Por el contrario, si la mayoría de ciudadanos es intolerante y muestra desconfianza en sus instituciones, el régimen democrático puede estar en peligro. Existe una tercera posibilidad que puede denominarse

12 Marcus George E., W. Russell Neuman, y Michael MacKuen. 2000. Affective Intelligence and Political Judgment, 1st ed. Chicago: University Of Chicago Press; Merolla, Jennifer L. y Elizabeth J. Zechmeister. 2009. Democracy at Risk: How Terrorist Threats Affect the Public, 1st ed. Chicago: University of Chicago Press; Huddy, Leonie et al. 2005 “Threat, Anxiety, and Support of Antiterrorism Policies,” American Journal of Political Science 49, no. 3: 593-608; Brader, Ted, Nicholas A. Valentino, y Elizabeth Suhay. 2008. “What Triggers Public Opposition to Immigration? Anxiety, Group Cues, and Immigration Threat,” American Journal of Political Science 52, no. 4: 959-978. 13 Altemeyer Bob. 2007., The Authoritarians. 14 Postic, Robert K.2007, Political tolerance: The effects of religion and religiosity (ProQuest, 2007); Stouffer, Samuel A.1955, Communism, Conformity and Civil Liberties (John Wiley & Sons Inc,). 15 Sidanius, Jim y Felicia Pratto. 1999. Social Dominance: An Intergroup Theory of Social Hierarchy and Oppression, 1st ed. Cambridge: Cambridge University Press. 16 Peffley, Mark y Robert Rohrschneider. 2003 “Democratization and Political Tolerance in Seventeen Countries: A Multi-level Model of Democratic Learning,” Political Research Quarterly 56, no. 3 : 243 -257. 17 Lodola, Germán y Margarita Corral. 2010. Support for Same-Sex Marriage in Latin America. AmericasBarometer Insights 44. Vanderbilt University: Latin American Public Opinion Project (LAPOP). 18 Golebiouwska, Ewa. 1999. “Gender Gap in Political Tolerance”, Political Behavior, 21 (3): 443-464; Golebiouwska, Ewa. 2006. “Gender and Tolerance” en Gerson Moreno-Riano Ed. Tolerance in the 21st Century. Lanham, MD; Lexington Books.

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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de alta inestabilidad, si la mayoría demuestra altos niveles de tolerancia hacia otros ciudadanos pero concede poca legitimidad a las instituciones políticas. Por último, no es una buena señal para la democracia si en una sociedad los ciudadanos tienen un alto apoyo al sistema político pero bajos niveles de tolerancia, y en caso extremo, esto podría llevar a que el régimen cambie hacia un modelo más autoritario.

Tabla 1. La relación entre el apoyo al sistema y la tolerancia política

Alta tolerancia Baja tolerancia

Alto apoyo al sistema

Democracia estable Estabilidad autoritaria

Bajo apoyo al sistema

Democracia inestable

Democracia en riesgo

Cabe destacar que esta conceptualización ha encontrado apoyo empírico. Con los datos del

Barómetro de las Américas 2008, Booth y Seligson hallaron señales serias de la posibilidad de inestabilidad política en Honduras justo antes de que las fuerzas militares exilaran inconstitucionalmente a Costa Rica al entonces presidente Zelaya.19

II. Apoyo al sistema político

El índice de apoyo al sistema de LAPOP elaborado por el Barómetro de las Américas se calcula sacando el promedio de las respuestas a las siguientes preguntas de la encuesta del Barómetro de las Américas:

Voy a hacerle una serie de preguntas, y le voy a pedir que para darme su respuesta utilice los números de esta escalera. Recuerde que puede usar cualquier número. B1. ¿Hasta qué punto cree usted que los tribunales de justicia de Nicaragua garantizan un juicio justo? (Sondee: Si usted cree que los tribunales no garantizan para nada la justicia, escoja el número 1; si cree que los tribunales garantizan mucho la justicia, escoja el número 7 o escoja un puntaje intermedio) B2. ¿Hasta qué punto tiene usted respeto por las instituciones políticas de Nicaragua?

B3. ¿Hasta qué punto cree usted que los derechos básicos del ciudadano están bien protegidos por el sistema político nicaragüense? B4. ¿Hasta qué punto se siente usted orgulloso de vivir bajo el sistema político nicaragüense? B6. ¿Hasta qué punto piensa usted que se debe apoyar al sistema político nicaragüense?

Siguiendo las pautas del Barómetro de las Américas, se ajustó el índice resultante a una escala

de 0 a 100 en la que el 0 significa “nada de apoyo” al sistema político y 100 “mucho apoyo.”

19 Booth y Seligson. 2009. The Legitimacy Puzzle in Latin America: Political Support and Democracy in Eight Latin American Nations. New York: Cambridge University Press. Véase también Perez, Orlando J., John A. Booth y Mitchell A. Seligson. 2010. The Honduran Catharsis. AmericasBarometer Insights 48. Vanderbilt University: Latin American Public Opinion Project (LAPOP).

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Capítulo Cinco

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Gráfico 84. Apoyo al sistema político en los países de las Américas

¿Cómo varía el apoyo al sistema político a lo largo de los países de las Américas? En el Gráfico

84 se presentan los niveles de apoyo político en nuestro estudio en 2012. El promedio del apoyo al sistema varía desde un mínimo de 41,4 en Honduras, donde se produjo un golpe de Estado en 2009, a un máximo de 61,7 en Belice. Dos puntos interesantes de comparación son los promedios de los canadienses con 60,7 puntos, y de Estados Unidos con un nivel de apoyo de 53,5, lo que los ubica en el centro de la clasificación. Los nicaragüenses muestran un promedio de 60,7, lo que los coloca en cuarto lugar en el apoyo al sistema, estando estadísticamente empatados con los otros países de la parte superior de la clasificación. El apoyo al sistema general entre los simpatizantes del partido en el poder,

41.4

44.0

44.5

45.4

47.0

48.1

48.8

49.5

49.7

52.3

53.5

53.6

53.6

55.0

55.4

55.5

55.9

55.9

56.2

56.7

58.2

59.5

60.7

60.7

61.2

61.7

Honduras

Brasil

Paraguay

Bolivia

Rep. Dom.

Trinidad y Tobago

Guatemala

Estados Unidos

Jamaica

Ecuador

Chile

Argentina

Colombia

Costa Rica

Venezuela

El Salvador

Guyana

Uruguay

Nicaragua

Surinam

Belice

Panamá

Haití

Perú

México

Canadá

0 10 20 30 40 50 60

Apoyo al sistema95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 134

el Partido Sandinista, se encuentra 15 puntos por encima del apoyo que muestran los simpatizantes de otros partidos o del de aquellos que no se identifican con ningún partido.

El apoyo al sistema político es normalmente mayor en algunas de las dimensiones individuales

del índice que en otras. El Gráfico 85 presenta los niveles promedio de cada uno de los cinco componentes del apoyo al sistema político en Nicaragua. Las evaluaciones más bajas que expresan los nicaragüenses son las relativas a la imparcialidad de los tribunales (con un promedio de 51,3, justo por encima del punto medio de la escala). El promedio para la protección de los derechos básicos de Nicaragua también es relativamente bajo, con un 56,3. Más allá de estas evaluaciones específicas sobre los tribunales y los derechos, los nicaragüenses se sienten orgullosos de su sistema político (61,1), apoyan al sistema (65,2), y muestran un respeto generalizado a las instituciones de Nicaragua (68,8). Así, los nicaragüenses expresan un apoyo difuso (no específico) más alto que las evaluaciones que hacen de los tribunales y de los derechos.

Gráfico 85. Componentes del apoyo al sistema político en Nicaragua

El Gráfico 86 presenta la evolución del apoyo al sistema en Nicaragua desde 2004. Tras un

descenso inicial desde un promedio de 49,9 en 2004 a un 45,3 en 2006, las evaluaciones de los nicaragüenses del sistema se han recuperado a un ritmo cada vez mayor. La evaluación del sistema político aumentó más de 15 puntos entre 2006 y 2012, cuando se observa una puntuación de 60,6, es decir, en el extremo positivo de la escala de apoyo al sistema. Cuando se desglosa el apoyo del sistema según la identificación partidista a lo largo del tiempo (y que no se muestra para ahorrar espacio), se observa que para los simpatizantes del partido sandinista aumentó su apoyo al sistema 25 puntos entre 2006 y 2012, mientras que el apoyo entre los simpatizantes de otros partidos y entre los que no

51.3

56.3

61.1

65.268.8

0

20

40

60

80

Cortes garantizan un juicio justoDerechos básicos protegidos

Orgullo de vivir bajo el sistema políticoSe debería apoyar al sistema político

Respeto a las instituciones

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Cinco

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identifican con ningún partido aumentó sólo 8 puntos. Por lo tanto, el mayor apoyo al sistema se da principalmente entre los sandinistas.

Gráfico 86. Apoyo al sistema político a lo largo del tiempo en Nicaragua

III. Tolerancia política

El segundo componente que el Barómetro de las Américas utiliza para medir la legitimidad es la tolerancia política. Este índice se compone de las siguientes cuatro preguntas del cuestionario:

D1. Hay personas que siempre hablan mal de la forma de gobierno de Nicaragua, no sólo del gobierno de turno, sino del sistema de gobierno, ¿con qué firmeza aprueba o desaprueba usted el derecho de votar de esas personas? Por favor léame el número de la escala: [Sondee: ¿Hasta qué punto?] D2. ¿Con qué firmeza aprueba o desaprueba usted que estas personas puedan llevar a cabo manifestaciones pacíficas con el propósito de expresar sus puntos de vista? Por favor léame el número. D3. Siempre pensando en los que hablan mal de la forma de gobierno de Nicaragua, ¿Con qué firmeza aprueba o desaprueba usted que estas personas puedan postularse para cargos públicos? D4. ¿Con qué firmeza aprueba o desaprueba usted que estas personas salgan en la televisión para dar un discurso?

Como en el caso de todos los índices utilizados por el Barómetro de las Américas, se calcula el

promedio de las respuestas de cada persona a las cuatro preguntas anteriores. Luego se recodifica la variable resultante a una escala de 0 a 100, en la cual el 0 representa “nada de tolerancia” y 100 “mucha tolerancia.” El Gráfico 87 muestra que el rango de tolerancia en las Américas va desde el promedio de Honduras de 36,6 (muy por debajo del punto medio de la escala) hasta el de Estados Unidos de 72,6. Los canadienses ocupan el cuarto lugar en el hemisferio con un promedio de 67,6 puntos en la escala de tolerancia política. Los nicaragüenses se clasifican los décimos en el hemisferio,

49.9

45.348.0

51.7

60.6

0

10

20

30

40

50

60

Ap

oyo

al s

iste

ma

2004 2006 2008 2010 2012Año

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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con una media de 56,1, muy similar a los niveles de tolerancia que se encuentran en Chile y Brasil, y 3 puntos por encima del promedio de Costa Rica, la democracia más antigua de América Latina. La tolerancia tiende a ser menor en América Central y más alta en el Caribe y Uruguay.

Gráfico 87. Tolerancia política en los países de las Américas

El Gráfico 88 presenta los niveles de acuerdo con cada uno de los cuatro componentes de la

tolerancia en Nicaragua. Los nicaragüenses son menos tolerantes con el hecho que los críticos del sistema se postulen para cargos públicos (50,3) y con que expresen sus puntos de vista en la televisión (52,6). Por el contrario, el derecho de voto para los críticos del sistema recibe una puntuación media de

36.6

43.4

43.7

43.8

44.7

47.0

47.3

48.3

50.4

51.0

52.4

53.0

54.2

54.2

55.4

56.1

56.6

57.0

58.9

60.1

61.1

64.4

67.6

67.9

69.1

72.6

Honduras

Ecuador

El Salvador

Bolivia

Guatemala

Colombia

Paraguay

Costa Rica

Rep. Dom.

Venezuela

Surinam

Nicaragua

Chile

Brasil

Argentina

Jamaica

Belice

Uruguay

Guyana

Trinidad y Tobago

Estados Unidos

Perú

Haití

México

Panamá

Canadá

0 20 40 60 80

Tolerancia política95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Cinco

Página | 137

57,5 entre los nicaragüenses, mientras la que mayor tolerancia se da cuando se trata de que los críticos tengan derecho a protestar y manifestarse (64,3). El rango de apoyo para estos elementos de la tolerancia es similar al observado anteriormente en los componentes del apoyo al sistema.

Gráfico 88. Componentes de la tolerancia política en Nicaragua

¿Cómo ha evolucionado la tolerancia política con el tiempo en Nicaragua? En el Gráfico 89 se

muestran los niveles medios de tolerancia política en Nicaragua en cada ronda del Barómetro de las Américas desde 2004. La tolerancia política ha variado de manera un tanto errática en la historia de las encuestas del Barómetro. Se bajó de un promedio de 55,3 en 2004 a un 50,4 en 2008. La tolerancia luego aumentó casi 10 puntos en 2010, pero en 2012 volvió a disminuir de manera significativa hasta situarse en un 56,1. Por lo tanto, la tolerancia política para los críticos del sistema, fluctúa entre los nicaragüenses. Tal vez se trata de una respuesta a la alta polarización partidista y al polémico contexto político nacional, que se ha mantenido muy cargado debido a las maniobras constitucionales por parte del gobierno, a los problemas del sistema electoral, a las irregularidades alegadas en las elecciones de 2008 y 2011, y a las discusiones de todos ellos en el prensa nacional.

Resulta particularmente interesante seguir la tolerancia a través del tiempo según la simpatía

partidista (no se muestra para ahorrar espacio). En 2006 los simpatizantes sandinistas y todos los otros nicaragüenses reportaron niveles estadísticamente idénticos de tolerancia política. Sin embargo, para 2010 y 2012, la tolerancia entre los simpatizantes del partido sandinista disminuyó ligeramente, mientras que la tolerancia de todos los demás nicaragüenses aumentó significativamente por encima de los niveles de tolerancia de los sandinistas (por ejemplo, de 52 a 60 puntos 2012). El FSLN estaba fuera del poder en el momento de la encuesta de 2006, pero regresó al poder en 2007 y ahí permanece hasta el presente. Hay una lógica evidente en este patrón. Aquellos que no controlan las riendas del gobierno por lo general desean la libertad para criticar a aquellos en el poder, mientras que los que

50.352.6

57.5

64.3

0

20

40

60

80

Postularse para cargos públicosLibertad de expresión

Derecho al votoManifestaciones pacíficas

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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apoyan al partido que sostiene las riendas son menos propensos a aceptar las críticas de los contrincantes. Los patrones en Nicaragua revelan un cambio que sigue esta lógica.

Gráfico 89. Tolerancia política a lo largo del tiempo en Nicaragua

¿Qué factores afectan los niveles de tolerancia política en Nicaragua? En el Gráfico 90 se

presentan los resultados de un modelo de regresión lineal que responden a esta pregunta. Hay tres grupos de nicaragüenses que muestran niveles significativamente más altos de tolerancia política: los partidarios de la democracia, los que afirman que la religión es importante en sus vidas, y los simpatizantes de cualquiera de los partidos liberales. Mientras que otros dos grupos de nicaragüenses manifiestan menor tolerancia política: las mujeres y los simpatizantes del partido en el poder, el Frente Sandinista. Los resultados con respecto a la simpatía partidista y la tolerancia cobran sentido. Los sandinistas en el poder, están menos dispuestos a ver las críticas al sistema político. Mientras tanto, los liberales fuera del poder, que a menudo son los críticos del sistema, expresan más tolerancia hacia los derechos de los críticos del sistema a expresarse en la arena política.

El Gráfico 91 explora los resultados del Gráfico 90, mostrando las variables de mayor interés

teórico y las de más importancia en el análisis. Las mujeres en Nicaragua son unos 5 puntos menos tolerantes que los hombres. Los nicaragüenses que afirmaron que la religión es "muy importante" reportaron 5 o 6 puntos más de tolerancia política que los que atribuyen poca importancia a la religión. Los liberales tienen aproximadamente 15 puntos más de tolerancia que otros nicaragüenses, mientras que los simpatizantes sandinistas reportaron una tolerancia política alrededor de 20 puntos menos. El efecto más fuerte de todos sobre la tolerancia lo produce la actitud de "apoyo a la democracia como la mejor forma de gobierno", el cual añade 20 puntos a la tolerancia cuando se pasa del extremo más bajo al más alto de la misma.

55.353.5

50.4

60.0

56.1

0

10

20

30

40

50

60

To

lera

nc

ia

2004 2006 2008 2010 2012Año

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Cinco

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Gráfico 90. Determinantes de la tolerancia política en Nicaragua

Gráfico 91. Factores asociados con la tolerancia política en Nicaragua

R-cuadrado =0.076F=11.313N =1586

Percepción de la situación económica nacional

Percepción de la situación económica personal

Simpatiza con FSLN

Simpatiza cualquier partido Liberal

Percepción de inseguridad

Víctima de delincuencia

Frecuencia de asistencia a la iglesia

Importancia de la religión

Apoyo a la democracia

Nivel de educación

Quintiles de riqueza

Color de piel

Mujer

-0.20 -0.10 0.00 0.10 0.20 0.30

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

58.6 53.7

020406080

Tole

ran

cia

po

lÌtic

a

Hombre MujerGénero

57.6 52.3 51.5 51.5

020406080

Tole

ran

cia

po

lÌtic

a

Mucha Algo Poco NadaImportancia de religión

47.0 45.8 53.6 47.9 49.5 53.463.9

020406080

Tole

ran

cia

po

lÌti

ca

Muy bajo Mediano Muy altoApoyo a la democracia

59.6 51.8

020406080

Tole

ran

cia

po

lÌti

ca

No SíSimpatiza con FSLN

55.168.8

020406080

Tole

ran

cia

po

lÌtic

a

No SíSimpatiza cualquier partido Liberal

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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IV. La estabilidad democrática

Tal y como se detalla en la introducción de este capítulo, el apoyo al sistema y la tolerancia política son vitales para la estabilidad de la democracia. El Gráfico 92 muestra en qué medida la ciudadanía de las Américas muestra esta combinación de actitudes. Los datos son llamativos tanto por el rango que abarcan como por la puntación tan baja que se da en un país. El porcentaje de ciudadanos con una combinación de alta tolerancia y alto apoyo al sistema varía desde un máximo del 51,5% en Canadá a un mínimo de 7,2% en Honduras. Casi el 45% de los ciudadanos estadounidenses y uruguayos reporta la combinación de "democracia estable", lo cual los ubican en el tercer y cuarto lugar en el hemisferio, respectivamente. Los hondureños, por el contrario, están 41 puntos porcentuales por debajo de los canadienses. En la medida en que esta combinación de puntos de vista constriñe a las elites o al pueblo a la hora de atacar a las instituciones democráticas, se debe poner especial atención a las puntuaciones muy bajas y verlas con preocupación. En Costa Rica, la democracia más antigua de América Latina, el 31,5% tiene la combinación de estos puntos de vista - cuatro veces más que en Honduras. Otros países con muy bajas actitudes hacia la "democracia estable" son Haití (10,7%), Perú (15,8%) y Bolivia (15,6%).

En Nicaragua el 32,7% de los ciudadanos tienen una alta tolerancia y un alto apoyo al sistema,

lo que sitúa al país en la posición número once, cerca de la media del hemisferio. Nicaragua está estadísticamente empatada con su vecino del sur Costa Rica, y con Chile, Argentina, Trinidad y Tobago y Jamaica. Para un país tan polarizado políticamente como Nicaragua esta puntuación es alta.

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Capítulo Cinco

Página | 141

Gráfico 92. Actitudes conducentes a una

democracia estable en los países de las Américas

¿Cómo ha evolucionado el porcentaje de la ciudadanía en Nicaragua que muestra actitudes

favorables a la democracia estable a través del tiempo? El Gráfico 93 presenta el porcentaje de nicaragüenses con alto nivel de apoyo al sistema y alta tolerancia desde 2004. El porcentaje de nicaragüenses con la combinación de democracia estable se redujo significativamente del 28,3% en 2004 al 20,6% en 2008, pero desde entonces se ha recuperado y, de hecho se ha elevado por encima del nivel más alto observado anteriormente para llegar a un 32,7%. El mayor aumento (casi 9 puntos porcentuales) se produjo entre 2008 y 2010, pero la tendencia se mantuvo en 2012. Resulta muy interesante observar la combinación de actitudes hacia la "democracia estable" según la simpatía

7.2%

10.7%

15.6%

15.8%

18.6%

19.2%

19.8%

20.9%

22.7%

24.3%

24.5%

24.6%

24.7%

27.1%

31.5%

32.6%

33.6%

34.6%

34.9%

37.3%

39.0%

39.3%

42.6%

44.9%

45.5%

51.5%

Honduras

Bolivia

Paraguay

Ecuador

Brasil

El Salvador

Rep. Dom.

Venezuela

Guatemala

Colombia

Costa Rica

Nicaragua

Argentina

Chile

Trinidad y Tobago

Jamaica

Surinam

Belice

Uruguay

Estados Unidos

Guyana

Haití

Perú

Panamá

México

Canadá

0 10 20 30 40 50

Apoyo al sistema alto y tolerancia alta95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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partidaria a través del tiempo (no se muestra para ahorrar espacio). El incremento en el tiempo del apoyo al sistema proviene principalmente de los simpatizantes sandinistas. Este patrón se ve reforzado por el creciente número de simpatizantes del FSLN en el tiempo. En 2008 sólo el 19% de los nicaragüenses reportaron simpatía con el FSLN, mientras que en 2012 esa proporción había aumentado al 44%.

Gráfico 93. Actitudes de democracia estable

a lo largo del tiempo en Nicaragua

¿Cuáles son los factores que influyen para que los ciudadanos en Nicaragua tengan actitudes

conducentes a una democracia estable? El Gráfico 94 presenta los resultados del análisis de regresión logística. Los resultados indican que sólo dos factores tienen un impacto positivo significativo, el interés en la política y la aprobación del trabajo del presidente. Así, dos factores negativos aparecen, el tamaño del lugar de residencia y la corrupción percibida. Que otras variables políticas y demográficas no tengan influencia significativa indica que la combinación de tolerancia y de apoyo al sistema se distribuye uniformemente entre los diferentes grupos demográficos. Por otra parte, y lo más interesante, cuando otros factores se mantienen constantes casi no hay diferencia en la combinación de apoyo al sistema y tolerancia entre los simpatizantes del Frente Sandinista y los que simpatizan con cualquiera de los partidos liberales.

28.3%

24.9%

20.6%

29.1%

32.7%

0

10

20

30

40

Ap

oyo

al s

iste

ma

alto

y t

ole

ran

cia

alt

a

2004 2006 2008 2010 2012Año

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Cinco

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Gráfico 94. Determinantes de la democracia estable en Nicaragua

Para profundizar en los determinantes del apoyo al sistema político, en el Gráfico 95 se

examinan las relaciones bivariadas entre apoyo al sistema y las variables más importantes del análisis de regresión. Ahí vemos que los que perciben niveles altos de corrupción tienen hasta un 15% menos de probabilidades de mantener la combinación de actitudes hacia la democracia estable. Los residentes de la capital de Managua son un 10% menos propensos que los nicaragüenses de la zona rural a apoyar al sistema y ser tolerantes con los críticos del sistema. Los que tienen un alto interés político tienen un 12% más de probabilidades de ser tolerantes y de apoyar al sistema que aquellos que no tienen interés en la política.

Por último, los que expresan una alta aprobación del presidente Ortega tienen un 25% más de

probabilidades de tener la combinación de actitudes favorables a la democracia estable. El gran efecto positivo observado en el Gráfico 94 es la aprobación del desempeño del presidente, la cual elimina los efectos significativos de las dos variables de identificación partidista en el modelo. La aprobación del desempeño del presidente Ortega y ser simpatizante sandinista se superponen de manera significativa. La simpatía por FSLN por sí sola representa casi una cuarta parte de la aprobación del desempeño del presidente, y otro 6% (negativo) proviene de simpatizar con partidos liberales. Así, gran parte de lo que se mide aquí como actitudes democráticas estables entre los nicaragüenses en 2012 proviene de las opiniones que tienen los nicaragüenses (positivos o negativos) de la gestión presidencial después de controlar por los factores sociodemográficos, el interés político y la percepción de corrupción.

F=4.540N =1555

Víctima de delincuencia

Percepción de inseguridad

Victimización por corrupción

Percepción de corrupción

Percepción de la situación económica familiar

Mujer

Quintiles de riqueza

Edad

Nivel de educación

Tamaño del lugar de residencia

Aprobación del trabajo del presidente

Interés político

Simpatiza con FSLN

Simpatiza cualquier partido Liberal

-0.40 -0.20 0.00 0.20 0.40

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 144

Gráfico 95. Factores asociados con las actitudes

de democracia estable en Nicaragua

V. La legitimidad de otras instituciones democráticas

¿En qué medida apoya la población nicaragüense las principales instituciones sociales y políticas del país? En la ronda del Barómetro de las Américas 2012 se preguntó a los entrevistados sobre su confianza hacia diversas instituciones específicas. Se utilizó en la encuesta una escala de 1 a 7 en la que el 1 significa “nada de confianza” y 7 “mucha confianza”. Les pedimos a los ciudadanos responder a las siguientes preguntas:

B10A. ¿Hasta qué punto tiene confianza en el sistema de justicia? B11. ¿Hasta qué punto usted tiene confianza en JCE (Junta Central Electoral)? B12. ¿Hasta qué punto tiene confianza usted en las Fuerzas Armadas?

B13. ¿Hasta qué punto tiene confianza usted en el Congreso Nacional? B18. ¿Hasta qué punto tiene confianza usted en la Policía?

B20. ¿Hasta qué punto tiene confianza usted en la Iglesia Católica? B20A. ¿Hasta qué punto tiene confianza usted en las Iglesias Evangélicas? B21. ¿Hasta qué punto tiene confianza usted en los partidos políticos? B21A. ¿Hasta qué punto tiene confianza usted en el presidente? B31. ¿Hasta qué punto tiene usted confianza en la Corte Suprema de Justicia? B43. ¿Hasta qué punto se siente orgulloso de ser nicaragüense? B37. ¿Hasta qué punto tiene usted confianza en los medios de comunicación? B47A. ¿Hasta qué punto tiene usted confianza en las elecciones en este país?

El Gráfico 96 presenta los niveles de apoyo a cada una de las instituciones. Como se

acostumbra en los análisis del Barómetro de las Américas, se ajustan las respuestas originales de 1 a 7 a una escala de 0 a 100 para fines de presentación. La institución más confiable en Nicaragua en el año

25

30

35

40

Ap

oyo

al s

iste

ma

alt

o y

tole

ran

cia

alt

a

Muy bajo Bajo Alto Muy altoPercepción de corrupción

24

26

28

30

32

34

36

Ap

oyo

al s

iste

ma

alt

o y

tole

ran

cia

alt

a

Área ruralCd. pequeña

Cd. medianaCd. grande

Cd. capital

Tamaño del lugar de residencia

15

20

25

30

35

40

Ap

oyo

al s

iste

ma

alt

o y

tole

ran

cia

alt

a

Muy maloMalo

Ni bueno ni maloBueno

Muy bueno

Aprobación del trabajo del presidente

28

30

32

34

36

38

40

Ap

oyo

al s

iste

ma

alt

o y

tole

ran

cia

alt

a

Muy bajo Bajo Alto Muy altoInterés político

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Cinco

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2012 fue los medios de comunicación con 69,5 puntos en la escala, muchos de los cuales son partidistas y polarizados. Los nicaragüenses parecen estar satisfechos con lo que reciben de los medios de comunicación. El Ejército se encuentra en un empate estadístico con los medios de comunicación con 69,3 puntos. Las instituciones más fiables son, al igual que gran parte de los medios de comunicación, privadas -la "Iglesia Evangélica" (es decir, las numerosas denominaciones protestantes y congregacionales) con 64,4 en la escala, seguida por la Iglesia Católica con 62,7. El presidente viene a continuación, con una puntuación de 60,9, seguido en orden descendente por la policía (60,5), la "justicia" y las elecciones (54,5), la Corte Suprema de Justicia (52,8), la Asamblea Nacional (51,2), el Consejo Supremo Electoral (49,4), y los partidos políticos (39,8). Así, dos o tres instituciones tienen valoraciones muy bajas. La puntuación de la Asamblea Nacional de 51,2 está por encima del punto medio de la escala, pero no es significativamente diferente del punto medio. El puntaje del Consejo Electoral de 49,4 está por debajo del punto medio, pero no de manera significativa. La institución más débil son los partidos políticos, que caen por diez puntos en el extremo negativo de la escala con 39,8 puntos.

Gráfico 96. Confianza en las instituciones en Nicaragua

39.8

49.4

51.2

52.8

54.5

55.0

60.5

60.9

62.7

64.4

69.3

69.5

Partidos políticos

Consejo Supremo Electoral

Asamblea Nacional

Corte Suprema

Elecciones

Sistema de Justicia

Policía Nacional

Presidente

Iglesia Católica

Iglesia Evangélica

Ejército

Medios de comunicación

0 20 40 60 80

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 146

Hemos examinado además si la solicitud de una mordida podría afectar las evaluaciones de ciertas instituciones. Estos resultados no son concluyentes ya que los porcentajes de experiencia con la corrupción son bajos. El rango de la solicitud de sobornos va desde un mínimo de 1,4% para los "funcionarios públicos" a un máximo de 7,5% para los funcionarios municipales. Los porcentajes para otras instituciones fueron: militares (6,2%), la policía (5,4%), las clínicas de salud (4,1%), y las escuelas (3,4%). Tanto la policía como el ejército disfrutan de evaluaciones altas a pesar de estar entre las instituciones en las que más se piden sobornos. El análisis -no se muestra aquí para ahorrar espacio- revela que los nicaragüenses a los que les solicitaron sobornos en una institución la evalúan mucho peor que los que no tuvieron tal experiencia. Por ejemplo, la policía recibe 20 puntos menos en la escala de confianza entre quienes fueron víctimas de solicitudes de soborno (42 de 100) que entre los demás nicaragüenses, que aparecen con 62 puntos. Cuando se considera la simpatía partidista en esta relación, los no sandinistas reportan una confianza mucho menor para la policía que los simpatizantes del FSLN. Los no sandinistas que experimentaron un soborno policial reportaron una evaluación de 31 puntos en comparación con los 57 puntos de quienes simpatizan con el FSLN y que fueron víctimas de los sobornos. En general, la experiencia con la corrupción afecta poco a las evaluaciones institucionales en Nicaragua, pero la orientación partidista magnifica los efectos negativos de la corrupción en la legitimidad institucional. Sin embargo, comparado con otros países, la legitimidad de determinadas instituciones nicaragüenses se beneficia de las bajas tasas de corrupción a pequeña escala en el país.

¿Cómo se comparan estos resultados con los de años anteriores en Nicaragua? En el Gráfico 97

se presentan los resultados desde 2004. Un patrón notable es que varias instituciones retienen evaluaciones positivas a través del tiempo - los medios de comunicación, las instituciones religiosas, el Ejército y la policía -, mientras que otros, como la Asamblea Nacional, los partidos políticos, la Corte Suprema de Justicia, el Consejo Supremo de Elecciones, y el sistema de justicia ha ganado una desaprobación pública en gran parte del período examinado. También se puede observar un tercer patrón de divergencia entre los tipos de instituciones. Los medios de comunicación son parcialmente propiedad del gobierno y parcialmente independientes. Freedom House clasificó los medios de comunicación nicaragüenses como "parcialmente libres" en 2011. Entre los encuestados del Barómetro de las Américas, los medios de comunicación perdieron cerca de diez puntos de la escala en la aprobación de 2004 a 2006, pero recuperaron prácticamente el nivel de 2004 (69,5) en 2012. Las evaluaciones de los medios de comunicación aumentaron significativamente más entre los simpatizantes del FSLN, que entre el resto de nicaragüenses entre 2006 y 2012. Dos instituciones no gubernamentales, la Iglesia Católica y las iglesias evangélicas se mantuvieron estadísticamente estables con puntuaciones en los 60 puntos.

Un cuarto patrón es que las instituciones de gobierno ganaron estima entre la población

nicaragüense en los últimos años: el Ejército aumentó varios puntos desde 2004 hasta 2012 hasta llegar a los 69,3 puntos. La policía ganó 9 puntos en la escala entre 2006 y 2012. El sistema de justicia aumentó 14 puntos entre 2006 y 2012. La Asamblea Nacional registró un aumento de confianza de 11 puntos en 2012. En particular, la confianza en el presidente Daniel Ortega incrementó 28 puntos entre 2008 y 2012. Además, el aumento en la aprobación de estas instituciones gubernamentales con el tiempo fue significativamente mayor entre los simpatizantes sandinistas que entre otros nicaragüenses. Los simpatizantes del FSLN han aprobado más estas instituciones y ha aumentado la identificación partidista entre los nicaragüenses entre 2008 y 2012.

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Capítulo Cinco

Página | 147

Aunque el Gráfico 97 muestra que otras instituciones tuvieron cambios más complejos en el tiempo, en general la confianza en las instituciones también aumentó en 2012: El sistema de elección perdió terreno entre 2004 a 2006, pero se recuperó en 2008, volvió a disminuir en 2010, pero luego mostró una confianza de 13 puntos más en 2012. El Consejo Supremo de Elecciones perdió la confianza pública desde 2004 a 2010, pero se recuperó 9 puntos en 2012. Así, el CSE y las "elecciones" terminaron por encima del punto medio de la escala de confianza institucional en el 2012 a pesar de las denuncias de posibles irregularidades electorales en 2008 y 2011. La Corte Suprema perdió apoyo de 2004 a 2008, pero recuperó 16 puntos en la confianza de la población en el año 2012 para terminar ligeramente por encima del punto medio de la escala. Incluso los partidos políticos finalizaron con un alza de 9 puntos en 2012. La mayor parte del aumento de la aprobación de los partidos provino de los simpatizantes sandinistas (cuanto más son, mayor la aprobación) en comparación con otros nicaragüenses, entre ellos los simpatizantes de alguna de las facciones liberales. Los nicaragüenses, por lo tanto, manifiestan claramente un aumento en la confianza en el gobierno en 2012, pero gran parte de este crecimiento se produjo por la confianza que depositan los partidarios del FSLN.

Gráfico 97. Confianza en las instituciones a lo largo del tiempo en Nicaragua

70.159.2

65.265.3

69.5

20042006200820102012

Medios de comunicación

65.5

64.4

2010

2012

Iglesia Evangélica

63.164.5

60.563.2

62.7

20042006200820102012

Iglesia Católica

54.257.9

61.566.2

69.3

20042006200820102012

Ejército

54.252.3

53.854.7

60.5

20042006200820102012

Policía Nacional

48.240.5

45.641.7

54.5

20042006200820102012

Elecciones

33.341.8

60.9

200820102012

Presidente

45.040.941.4

43.755.0

20042006200820102012

Sistema de justicia

47.344.6

43.840.3

49.4

20042006200820102012

Consejo Supremo Electoral

43.338.3

36.240.3

52.8

20042006200820102012

Corte Suprema

37.138.7

36.539.5

51.2

20042006200820102012

Asamblea Nacional

29.032.8

24.930.3

39.8

20042006200820102012

Partidos políticos

200420062008201020120 20 40 60 80

Source: © Barómetro de las Américas por LAPOP

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 148

VI. Apoyo a la democracia

El apoyo a la democracia en sentido abstracto también se considera como requisito para la consolidación democrática. En el Barómetro de las Américas se evalúa el apoyo a la democracia con la pregunta que expresa una cita modificada de Winston Churchill,20 que surgió de un estudio de Rose y Mishler sobre el tema.21 Las respuestas a la pregunta ING4 usa la escala de 7 puntos; el 1 significa “muy en desacuerdo” y el 7 “muy de acuerdo.”

ING4. Cambiando de nuevo el tema, puede que la democracia tenga problemas, pero es mejor que cualquier otra forma de gobierno. ¿Hasta qué punto está de acuerdo o en desacuerdo con esta frase?

El Gráfico 98 muestra los niveles promedio de acuerdo con esta afirmación en los países de las

Américas. Con una excepción, los ciudadanos de las naciones de las Américas tienden a estar totalmente de acuerdo con que la democracia es la mejor forma de gobierno. Los hondureños, en el extremo inferior de la distribución, tienen un promedio de sólo 52,6 en la escala de 100 puntos. Hay una diferencia de entre 9 y 12 puntos entre los hondureños y los ciudadanos del grupo inmediatamente inferior de países (Guatemala, Bolivia, Perú, Ecuador y El Salvador), cuyas medias están estadísticamente empatadas, y que van de 61,7 a 65,6 puntos. En la parte superior de la distribución están los uruguayos y venezolanos con promedios de 86,5 y 85,3, respectivamente. Como referencia comparativa, el apoyo a la democracia como mejor forma de gobierno entre los ciudadanos de EE.UU. alcanza un promedio de 76,4, entre los canadienses de 76,3, y de 75,1 entre los costarricenses. El rango en el que se ubican los nicaragüenses está cerca de la mitad de la distribución del hemisferio con una media de 73,8. El promedio de apoyo a la democracia en Nicaragua está estadísticamente vinculado con más o menos doce naciones del hemisferio.

20 Las palabras de Churchill hacían referencia a la democracia como “la peor forma de gobierno con excepción de todas las demás.” 21 Rose, Richard y William Mishler. 1996. Testing the Churchill Hypothesis: Popular Support for Democracy and Its Alternatives. Journal of Public Policy 16 (1): 29-58.

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Capítulo Cinco

Página | 149

Gráfico 98. Apoyo a la democracia en los países de las Américas

¿Cómo ha cambiado el apoyo a la democracia en años recientes en Nicaragua? El Gráfico 99

presenta una perspectiva de los cambios en el apoyo a la democracia en las rondas del Barómetro desde 2004. En el 2004, los nicaragüenses tenían un promedio de 67,9, un valor que luego se redujo significativamente a 60,4 en 2006. En 2008, sin embargo, la puntuación de acuerdo con la opinión de Churchill de que la democracia es la mejor forma de gobierno, aumentó más de 12 puntos de la escala de los 70 puntos entre los nicaragüenses. Este nivel de apoyo se ha mantenido estadísticamente estable hasta el 2012.

52.6

61.7

61.8

63.6

64.2

65.6

68.0

68.3

69.1

70.0

70.4

70.5

71.9

73.8

73.8

73.9

74.0

74.6

74.9

75.1

75.1

76.3

76.4

83.2

85.3

86.5

Honduras

Guatemala

Bolivia

Ecuador

El Salvador

Colombia

Paraguay

Rep. Dom.

Brasil

Trinidad y Tobago

Jamaica

Nicaragua

Chile

Surinam

Belice

Costa Rica

Guyana

Estados Unidos

Argentina

Venezuela

Uruguay

Perú

México

Haití

Panamá

Canadá

0 20 40 60 80 100

Apoyo a la democracia95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 150

Gráfico 99. Apoyo a la democracia a lo largo del tiempo en Nicaragua

El Gráfico 100 presenta los resultados de un análisis de regresión de los determinantes del

apoyo a la democracia entre los nicaragüenses en 2012. Ninguna variable demográfica, excepto la edad, tiene influencia en el apoyo a la democracia como la mejor forma de gobierno. Esto revela que el apoyo a la democracia se distribuye uniformemente entre los nicaragüenses con respecto al género, la clase, la ubicación, la raza y la educación. Ni la simpatía con el FSLN ni con ninguno de los partidos liberales se asocia con un mayor apoyo a la democracia. Las dos variables que importan son aquellas predichas por nuestra teoría – el apoyo al sistema y la tolerancia política. La tolerancia tiene aproximadamente el doble de impacto en la preferencia por la democracia que el apoyo al sistema.

67.9

60.4

72.971.3

73.7

0

20

40

60

80

Ap

oyo

a la

de

mo

crac

ia

2004 2006 2008 2010 2012Año

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Cinco

Página | 151

Gráfico 100. Determinantes del apoyo a la democracia en Nicaragua

VII. Conclusión

En este capítulo se argumentó que el apoyo al sistema y la tolerancia política tienen efectos importantes en la consolidación de la democracia. Se ha demostrado que el apoyo difuso de los nicaragüenses al sistema político es más alto que su apoyo a instituciones específicas. La tendencia general de la legitimidad institucional ha sido ascendente desde 2006. Los nicaragüenses se ubican en un rango relativamente alto en el apoyo institucional, pero en el décimo lugar en el hemisferio con respecto a la tolerancia política. En general, están más a favor de los derechos de los críticos con el sistema a protestar y a votar que del derecho a aspirar a un cargo o a tener acceso a los medios de comunicación. El apoyo institucional ha aumentado más rápidamente entre los simpatizantes del FSLN, que también son cada vez más numerosos, que entre los simpatizantes de otros partidos o los que no profesan ninguna simpatía partidista. La tolerancia política entre los nicaragüenses ha fluctuado desde 2004 - disminuyendo de 2004 a 2008, aumentando casi 10 puntos en 2010, y de nuevo cayendo en 2012. La tolerancia es mayor entre los simpatizantes de los partidos de oposición que entre quienes se identifican con el partido sandinista. Entre los nicaragüenses, las fuentes positivas de tolerancia incluyen el apoyo a la democracia, ser simpatizante liberal, y ver la religión como importante en la vida. Por el contrario, ser mujer o identificarse con el FSLN se asocia con una menor tolerancia.

La combinación de actitudes favorables a la "democracia estable" es sostenida por casi un

tercio de los nicaragüenses, lo que los coloca en el centro de la clasificación de los países del hemisferio. El porcentaje de los que sostienen ese valor de democracia estable se redujo de 2004 a 2008, pero ha aumentado desde entonces. El aumento de las actitudes de democracia estable proviene principalmente del apoyo al sistema cada vez mayor entre los partidarios del FSLN en lugar de la tolerancia, que ha fluctuado durante cinco encuestas, pero que disminuyó entre los simpatizantes del partido en el poder entre 2010 y 2012. Entre las características asociadas con los nicaragüenses que

R-cuadrado =0.072F=9.220N =1604

Apoyo al sistema

Interés político

Aprobación del trabajo del presidente

Mujer

Edad

Años de educación

Quintiles de riqueza

Color de piel

Tamaño del lugar de residencia

Simpatiza con FSLN

Simpatiza cualquier partido Liberal

Tolerancia política

-0.10 0.00 0.10 0.20 0.30

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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apoyan a las instituciones y que tienen una alta tolerancia política se encuentra el interés por la política, una alta aprobación del desempeño presidencial, y una percepción de bajos niveles de corrupción. Entre los nicaragüenses, según lo predicho por la teoría, las actitudes favorables a una democracia estable se asocian con mayores niveles de apoyo a la democracia como sistema de gobierno.

La confianza de los nicaragüenses en el gobierno en 2012 aumentó en comparación con fechas anteriores. Los nicaragüenses en 2012 expresaron una alta confianza en el Ejército, la policía, los medios de comunicación y las instituciones religiosas. Sin embargo, la desconfianza prevalece en varias entidades gubernamentales entre 2004 y 2010 (el presidente, las elecciones, el sistema de justicia, el Tribunal Supremo y la Asamblea Nacional) pero se recuperan y pasan a terreno positivo en 2012. Así, nuestra encuesta revela un crecimiento generalizado en la aprobación pública de las instituciones nacionales. Sin embargo, también hemos identificado una desigualdad en el apoyo al sistema arraigado en la identificación con los partidos. El apoyo al sistema y el apoyo a instituciones nacionales específicas y a los medios de comunicación han aumentado sobre todo entre el creciente número de simpatizantes del partido gobernante sandinista, mientras que la aprobación del resto de nicaragüenses al sistema y a las instituciones específicas ha crecido mucho más lentamente o se ha mantenido estancada.

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Capítulo Seis

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Capítulo Seis: Gobiernos locales

Con Frederico Batista Pereira y Amy Erica Smith

I. Introducción

En este capítulo se investiga la relación entre las opiniones de la ciudadanía acerca de los gobiernos locales y sus experiencias con los mismos, así como sus orientaciones hacia la democracia. ¿En qué medida se relaciona la ciudadanía en América Latina y el Caribe con las autoridades locales? ¿Evalúan favorablemente estas interacciones? ¿Afecta la política a nivel local el apoyo al sistema a nivel nacional?

El poder de los gobiernos locales varía de país a país y funciona de diferentes maneras según el

sistema político. Algunas autoridades tienen más autonomía administrativa y fiscal que otras, mientras que el manejo de los gobiernos locales es más democrático en unos lugares que en otros. Con frecuencia, la interacción de la ciudadanía con el poder público no va más allá de las autoridades locales, por lo cual, el nivel de eficiencia de los gobiernos locales puede afectar las actitudes hacia la democracia en general.

Desde hace varios años se ha venido realizando, en diversos grados, un proceso de

descentralización en los países en desarrollo, siendo especialmente pronunciado en América Latina y el Caribe.1 Este proceso ha ocurrido paralelamente a “la tercera ola” de democratización en el hemisferio.2 Los ciudadanos en toda Latinoamérica y el Caribe experimentaron no solo el fortalecimiento de sus gobiernos locales, sino también han visto la adopción de procedimientos democráticos para la representación política a nivel local.

Las investigaciones sobre política local ofrecen perspectivas tanto entusiastas como de

escepticismo. Algunos autores defienden la noción de que la política local generalmente produce resultados positivos para la gobernabilidad y la democracia. El estudio de 1994 de Faguet sobre la descentralización en Bolivia indica que la política local cambió los patrones locales e internacionales de inversión, de manera que beneficiaron a los municipios que más necesitaban iniciar proyectos de educación, sanidad pública, y agricultura.3 Los hallazgos de Akai y Sakata también demuestran que la descentralización fiscal en varios estados de los Estados Unidos ha impactado positivamente en el crecimiento económico.4 Adicionalmente, las investigaciones de Fisman y Gatti en múltiples países revelan que, contrario a las conclusiones de varios estudios previos, la descentralización fiscal de los 1 Rondinelli, Dennis, John Nellis y Shabbir Cheema. 1983. Decentralization in Developing Countries: A Review of Recent Experience. World Bank Staff Working Paper 581, Management and Development Series (8): 1-99; p. 9. 1 Huntington, Samuel. 1991. The Third Wave: Democratization in the Late Twentieth Century. Norman: University of Oklahoma Press. 2 Huntington, Samuel. 1991. The Third Wave: Democratization in the Late Twentieth Century. Norman: University of Oklahoma Press. 3 Faguet, Jean-Paul. 2004. Does Decentralization Increase Responsiveness to Local Needs? Evidence from Bolivia [online]. London: LSE Research Online. 4 Akai, Nobuo y Masayo Sakata. 2002. “Fiscal Decentralization Contributes to Economic Growth: Evidence From State-Level Cross-Section data for the United States.” Journal of Urban Development 52: 93-108.

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 154

gastos del gobierno conduce a un nivel menor de corrupción, medida a través de varios indicadores.5 Sin embargo, otros argumentan que la política local no siempre produce resultados ni eficientes ni democráticos, y que puede ser problemática cuando los gobiernos locales y las comunidades no tienen suficiente preparación. Bardhan señala que con frecuencia los gobiernos locales en los países en desarrollo están controlados por élites que se aprovechan de las instituciones e impiden el suministro de servicios y el desarrollo en general.6 Willis et al. mostraron que en México la descentralización de poder administrativo y la expansión de la capacidad tributaria al nivel sub-nacional produjeron un deterioro de los servicios y un aumento de la desigualdad en los estados más pobres.7 Galiani et al. hallaron que al mismo tiempo que la descentralización produjo un aumento en el rendimiento académico en general de los estudiantes argentinos en la escuela secundaria, el rendimiento disminuyó en las escuelas de las áreas más pobres y en las provincias con poca capacidad técnica.8

¿Cómo afecta el rendimiento del gobierno local las actitudes hacia el sistema político en

general? Debido a que algunos ciudadanos se relacionan con el gobierno solamente a nivel local, puede que únicamente formen sus impresiones acerca de la democracia a partir de estas experiencias. Por lo tanto, una proporción considerable de los ciudadanos puede basarse en sus interacciones con el nivel local de gobierno a la hora de formular sus opiniones sobre la democracia y las instituciones democráticas. En un estudio acerca de Bolivia, Hiskey y Seligson demostraron que la descentralización puede aumentar el apoyo al sistema; sin embargo, el usar como base el rendimiento de los gobiernos locales para la evaluación del sistema en general puede resultar problemático cuando las instituciones locales no funcionan bien.9 Weitz-Shapiro también encontró que los ciudadanos argentinos consideran sus apreciaciones sobre los gobiernos locales cuando evalúan la democracia en general.10 Los ciudadanos hacen distinciones entre las diferentes dimensiones del rendimiento de los gobiernos locales: mientras que la percepción de la corrupción afecta a la satisfacción con la democracia, la percepción de la eficiencia burocrática no lo hace. Usando los datos del Barómetro de las Américas de 2010, West encontró que los ciudadanos que se relacionan más con los gobiernos locales y se sienten más satisfechos con los mismos tienen una mayor probabilidad de tener valores democráticos.11 Además, esta relación se observa más entre las minorías. Por lo tanto, la política local puede ser vital para la democratización y para la inclusión de sectores tradicionalmente marginalizados.

La relación entre la política local y la inclusión de las minorías es de mucha importancia. El

asunto primordial es si la descentralización puede aumentar la representación de los grupos

5 Fisman, Raymond y Roberta Gatti. 2002. “Decentralization and Corruption: Evidence across Countries.” Journal of Public Economics 83: 325-345. 6 Bardhan, Pranab. 2002. “Decentralization of Governance and Development.” Journal of Economic Perspectives 16 (4): 185–205. 7 Willis, Eliza, Christopher Garman y Stephen Haggard. 1999. “The Politics of Decentralization in Latin America.” Latin American Research Review 34 (1): 7-56. 8 Galiani, Sebastian, Paul Gertler y Ernesto Schargrodsky., 2005. “School Decentralization: Helping the Good Get Better, but Leaving the Poor Behind”, Working Paper. Buenos Aires: Universidad de San Andrés. 9 Hiskey, Jonathan y Mitchell Seligson. 2003. “Pitfalls of Power to the People: Decentralization, Local Government Performance, and System Support in Bolivia”. Studies in Comparative International Development 37 (4): 64-88. 10 Weitz-Shapiro, Rebecca. 2008. “The Local Connection: Local Government Performance and Satisfaction with Democracy in Argentina”. Comparative Political Studies 41 (3): 285-308. 11 West, Karleen Jones. 2011. “The Effects of Decentralization on Minority Inclusion and Democratic Values in Latin America” Papers from the AmericasBarometer Small Grants and Data Awards Receipients 2011. USAID – LAPOP, Vanderbilt University.

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Capítulo Seis

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históricamente marginalizados, como las mujeres y las minorías raciales. Las investigaciones académicas sobre este tema por lo general consideran a las instituciones locales como canales a través de los cuales las minorías pueden expresar sus intereses.12 Es más, los funcionarios públicos locales pueden ser más eficaces que los del gobierno nacional en la búsqueda de información sobre las preferencias de las minorías, y de esa manera pueden mejorar la representación de las mismas.13 Por lo tanto, si la descentralización puede contribuir a la representación de las minorías, también puede resultar en niveles más altos de apoyo al sistema y de satisfacción con la democracia, especialmente entre los grupos minoritarios14.

No obstante, las investigaciones sobre este tema han producido resultados mixtos.15 Patterson

encontró que la descentralización de las leyes electorales en Senegal en 1996 produjo un aumento en la participación de las mujeres en la política local, pero no llevó a que hubiera más políticas orientadas a las mujeres.16 West demuestra que la descentralización en América Latina no aumenta la inclusión de las minorías ni el acceso a los gobiernos locales.17 En este capítulo se busca aportar mayor evidencia al respecto en el contexto de la región en general.

En la próxima sección se examina hasta qué punto la ciudadanía de las Américas participa en

la política local y cómo evalúa las instituciones políticas locales. Se mira de cerca los indicadores de dos tipos de participación: la asistencia a las reuniones municipales y la presentación de peticiones a las oficinas de los gobiernos locales. Se compara la medida en que la ciudadanía de diferentes países participa en la política local a través de estos canales institucionales y se comparan además los resultados de todos los países en 2012 con los resultados de encuestas anteriores (2006, 2008, 2010). También se busca entender los determinantes principales de ambos tipos de participación prestando especial atención a la relación entre desigualdad racial y de género y la participación de la ciudadanía en la política local. Por último, se evalúa la medida en que la población de las Américas se siente satisfecha con sus gobiernos locales centrándose en la relación entre la satisfacción con los gobiernos locales y el apoyo al sistema político.

Trabajos anteriores que han utilizado los resultados de las encuestas del Barómetro de las

Américas han examinado en detalle algunos de estos fenómenos. Por ejemplo, Montalvo mostró que los determinantes de peticiones realizadas a los gobiernos municipales incluyen no solamente factores a nivel individual como la educación y la edad sino también la descentralización del gasto gubernamental18. De esta manera, la descentralización fiscal fortalece la conexión entre los gobiernos y las solicitudes de la ciudadanía19. En otro estudio, Montalvo encontró que la delincuencia y la 12 Hirschmann, Albert. 1970. Exit Voice and Loyalty: Responses to Decline in Firms, Organizations, and States. Cambridge, MA: Harvard University Press. 13 Hayek, Friedrich. 1945. “The Use of Knowledge in Society”. American Economic Review 35(4): 519-530. 14 West, ibid; p. 4. 15 West, ibid; Pape, I.R.S. 2008. “‘This is Not a Meeting for Women’: The Sociocultural Dynamics of Rural Women’s Political Participation in the Bolivian Andes”. Latin American Perspectives 35 (6): 41-62. Pape, I.R.S. 2009. “Indigenous Movements and the Andean Dynamics of Ethnicity and Class: Organization, Representation, and Political Practice in the Bolivian Highlands”. Latin American Perspectives 36 (4): 101-125. 16 Patterson, Amy. 2002. “The Impact of Senegal’s Decentralization on Women in Local Governance”. Canadian Journal of African Studies 36 (3): 490-529. 17 West, ibid. 18 Montalvo, Daniel. 2009a. “Demand-Making on Local Governments.” AmericasBarometer Insights 10. Vanderbilt University: Latin American Public Opinion Project (LAPOP). 19 Montalvo, ibid; p. 4.

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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victimización por corrupción se relacionan de manera negativa con la satisfacción con los servicios municipales, lo que demuestra que las percepciones de un rendimiento pobre a este nivel se deben con toda probabilidad a estos problemas20. Por último, Montalvo también demostró que la satisfacción con los servicios municipales, la participación en las actividades de la comunidad, y la confianza interpersonal están entre los determinantes principales de la confianza en los gobiernos municipales21.

II. Participación a nivel local

El Barómetro de las Américas de 2012 incluye una serie de preguntas que evalúan el compromiso de la ciudadanía con el sistema político local:

Ahora vamos a hablar de su municipio... NP1. ¿Ha asistido a un cabildo abierto o una sesión municipal o reunión convocada por el síndico durante los últimos 12 meses? (1) Sí (2) No (88) No Sabe (98) No Responde NP2. ¿Ha solicitado ayuda o ha presentado una petición a alguna oficina, funcionario, concejal o síndico del ayuntamiento durante los últimos 12 meses? (1) Sí [Siga] (2) No [Pase a SGL1] (88) NS [Pase a SGL1] (98) No responde [Pase a SGL1] MUNI10. ¿Le resolvieron su asunto o petición? (1) Sí (0) No (88) NS (98) NR

Asistencia a reuniones municipales El Gráfico 101 presenta el porcentaje de entrevistados en cada país que dijo haber asistido a

una reunión municipal durante el pasado año. El rango de la asistencia a reuniones del gobierno municipal en el hemisferio es relativamente pequeño (18 puntos porcentuales en total), en comparación con otras formas de participación. Es decir, en el extremo inferior sólo el 4,1% de los chilenos y el 4,3% de los argentinos afirmaron asistir a las reuniones del gobierno local, mientras que en el extremo superior el 21,2% de los ciudadanos de Haití y el 19,8% de los estadounidenses afirmaron asistir a dichas reuniones. Los nicaragüenses están en el medio de la distribución, el 10,5% dijo haber asistido a las reuniones del gobierno local en el año anterior.

20 Montalvo, Daniel 2009b. “Citizen Satisfaction with Municipal Services.” AmericasBarometer Insights 14. Vanderbilt University: Latin American Public Opinion Project (LAPOP). 21 Montalvo, Daniel. 2010. “Understanding Trust in Municipal Governments.” AmericasBarometer Insights 35. Vanderbilt University: Latin American Public Opinion Project (LAPOP).

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Capítulo Seis

Página | 157

Gráfico 101. Participación en reuniones

municipales en los países de las Américas

¿Cómo ha cambiado la participación de la ciudadanía en las reuniones municipales en los

últimos años en Nicaragua? En el Gráfico 102 se observan los niveles de la participación local desde 2004. A pesar de encontrar una tasa de asistencia más alta de lo normal en 2004 (16,4%), el porcentaje en los años posteriores oscila alrededor del 11%, no existe una diferencia estadísticamente significativa a lo largo del tiempo entre los nicaragüenses. Por otro lado, algunos expertos en el gobierno municipal en Nicaragua informaron al autor principal de este informe en conversaciones recientes que la disminución en la asistencia a reuniones locales en 2012 puede ser una señal temprana de la erosión de las instituciones formales del gobierno local. Su argumento es que el partido en el gobierno sandinista

4.1%

4.3%

5.1%

5.5%

6.4%

7.4%

9.0%

9.3%

9.6%

9.8%

10.5%

11.0%

11.2%

11.4%

12.0%

12.0%

12.2%

12.6%

13.2%

13.5%

13.9%

14.1%

15.2%

18.3%

19.8%

21.2%

Chile

Argentina

Costa Rica

Brasil

Uruguay

Paraguay

Bolivia

Colombia

Nicaragua

Ecuador

Jamaica

El Salvador

Belice

Guyana

Venezuela

Honduras

Surinam

Trinidad y Tobago

Guatemala

Rep. Dom.

Estados Unidos

Panamá

México

Perú

Canadá

Haití

0 5 10 15 20 25

Asistió a una reunión municipal95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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ha establecido Consejos de Poder Ciudadano (CPC) para promover la participación en el gobierno local. Los CPC también distribuyen beneficios a los ciudadanos que provienen de una fundación controlada por el partido gobernante. Estos expertos sostienen que los CPC socavan la autoridad formal del gobierno local al atraer la atención del público sobre ellos y alejarla de las autoridades municipales, quienes tradicionalmente se han ocupado de atender esas demandas.

Gráfico 102. Participación en reuniones municipales

a lo largo del tiempo en Nicaragua

Presentación de solicitudes a los gobiernos locales El Barómetro de las Américas 2012 permite no solamente examinar quiénes asisten a las

reuniones municipales, sino también quiénes presentan solicitudes o peticiones a sus gobiernos locales. El Gráfico 103 analiza las respuestas a la pregunta NP2 y presenta el porcentaje de entrevistados en las Américas que ha presentado solicitudes o peticiones a un funcionario de alguna agencia del gobierno local en el último año. Al igual que la asistencia a reuniones municipales, las demandas al gobierno local tienen un rango pequeño (de sólo 15 puntos porcentuales) comparado con otras formas de participación. Los que realizan el menor número de demandas a sus gobiernos locales son los panameños (6,3%) y ecuatorianos (7,2%). Mientras que quienes hacen la mayoría de las demandas son los ciudadanos de Haití (21,3%) y Uruguay (16,2%). (Tenga en cuenta que los ciudadanos haitianos también fueron los más activos asistiendo a las reuniones locales de gobierno municipal).

Los porcentajes de presentación solicitudes de ayuda a los gobiernos locales entre los

nicaragüenses son ligeramente superiores que los porcentajes de asistencia a sesiones de los consejos

16.4%

11.6%10.3%

11.8%

10.5%

0

5

10

15

20

Asi

stió

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reu

nió

n m

un

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al

2004 2006 2008 2010 2012Año

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Seis

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locales. El 13,6% de los nicaragüenses reportó haber buscado ayuda o hacer algún tipo de petición al gobierno municipal en los últimos doce meses, lo que les sitúa en el undécimo puesto en el hemisferio.

Gráfico 103. Presentación de solicitudes a

los gobiernos locales de los países en las Américas

¿Cómo ha evolucionado la presentación de solicitudes al gobierno local a lo largo del tiempo?

En el Gráfico 104 se examina el porcentaje de ciudadanos que presenta solicitudes a sus gobiernos locales desde 2004. Se puede observar que 2004 es el año en el que más nicaragüenses realizaron estas demandas, con un 18,3%. Luego, este porcentaje disminuyó varios puntos y se mantuvo bastante

6.3%

7.2%

9.5%

9.6%

9.6%

10.3%

10.4%

10.5%

11.2%

11.3%

11.5%

11.8%

12.0%

12.9%

13.1%

13.6%

13.9%

14.2%

14.3%

14.4%

15.3%

15.7%

15.7%

15.8%

16.2%

21.3%

Ecuador

Venezuela

Honduras

Costa Rica

Bolivia

Jamaica

Surinam

Brasil

Colombia

Paraguay

Rep. Dom.

Argentina

Belice

Nicaragua

Chile

Guatemala

Guyana

Trinidad y Tobago

Estados Unidos

El Salvador

Uruguay

Panamá

Canadá

México

Perú

Haití

0 5 10 15 20 25

Solicitó ayuda al gobierno municipal95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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estable entre 2006 y 2012. A partir de 2006 la solicitud de peticiones dirigidas a los gobiernos locales oscila entre un 11% y un 15%, variación que no es estadísticamente significativa y que no muestra una tendencia clara. Una vez más, los expertos en los gobiernos municipales sospechan que la pequeña disminución en esas tasas puede haber ocurrido porque los CPC han asumido la competencia de distribuir ciertos bienes a los ciudadanos.

Gráfico 104. Presentación de solicitudes a

los gobiernos locales a lo largo del tiempo en Nicaragua

Por último, el Barómetro de las Américas también preguntó a los entrevistados si sus

exigencias y peticiones fueron resueltas. Hay que destacar que esta pregunta sólo se hizo a las personas que informaron haber hecho una demanda o petición a su gobierno local. Las respuestas proporcionan información sobre la capacidad de respuesta que tienen los funcionarios locales, al menos desde el punto de vista de la ciudadanía. En el Gráfico 105 se examinan las respuestas a la pregunta MUNI10 en Nicaragua. En 2012, del 13,6% de los nicaragüenses que solicitó ayuda al gobierno municipal con respecto al año anterior, sólo el 36,0% afirma que sus solicitudes fueron resueltas. Aunque razonablemente se podría concluir que esto podría predecir cierta frustración con el gobierno local, gran parte del resto de este capítulo contará una historia diferente. El balance es que los nicaragüenses informan estar satisfechos con el gobierno local y los servicios que prestan.

18.3%

12.9%11.1%

14.8%

13.6%

0

5

10

15

20

25

So

licit

ó a

yud

a al

go

bie

rno

mu

nic

ipa

l

2004 2006 2008 2010 2012Año

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Seis

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Gráfico 105. Resolución de las peticiones

realizadas a los gobiernos locales en Nicaragua

¿Cuáles son los determinantes de realizar demandas a los gobiernos locales? El Gráfico 106,

presenta un modelo de regresión logística realizado para conocer los factores que pueden afectar la presentación de demandas a los gobiernos locales en Nicaragua. Las características sociodemográficas de los nicaragüenses no tienen un impacto en la solicitud de peticiones al gobierno municipal. Sólo dos grupos de personas tienden a hacer demandas. El primero corresponde a aquellos que asisten a las sesiones del consejo municipal. Esto cobra sentido dado que la asistencia a reuniones municipales acerca al ciudadano a las autoridades locales y ofrece oportunidades tanto formales como informales para hacer peticiones. El otro factor es la percepción de una situación económica positiva, la cual se asocia con un menor número de solicitudes, independientemente de la edad, educación, sexo o ingresos.

Sí36.0%

No64.0%

¿Le resolvieron su asunto o petición?Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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Gráfico 106. Determinantes de las peticiones

a los gobiernos locales en Nicaragua

En el Gráfico 107 se puede observar con más detalle las relaciones bivariadas entre realizar

peticiones a los gobiernos locales y las variables más importantes incluidas en el análisis de regresión logística. Vemos que los nicaragüenses que reportan que sus ingresos familiares les "alcanzan bien" realizan menos demandas al gobierno local, en una tasa que es tres veces menos que la de aquellos que tienen grandes dificultades económicas. Las personas que reportan haber asistido a reuniones del gobierno municipal tienen aproximadamente 3,5 veces más probabilidades de haber realizado alguna petición al gobierno local que los que no asistieron a las reuniones.

F=12.718N =1670

Confianza en el gobierno local

Asistió a una reunión municipal

Percepción de la situación económica familiar

Nivel de educación

Mujer

Edad

Quintiles de riqueza

Tamaño del lugar de residencia

-0.60 -0.40 -0.20 0.00 0.20 0.40 0.60

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Seis

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Gráfico 107. Factores asociados con la solicitud

de peticiones al gobierno local en Nicaragua

III. Satisfacción y confianza en los gobiernos locales

El Barómetro de las Américas también realiza varias preguntas a los entrevistados sobre la satisfacción y la confianza de los ciudadanos en sus gobiernos locales. La primera pregunta aparece en las encuestas de varias rondas anteriores.

SGL1. ¿Diría usted que los servicios que el ayuntamiento está dando a la gente son: (1) Muy buenos (2) Buenos (3) Ni buenos ni malos (regulares) (4) Malos (5) Muy malos (pésimos) (88) NS (98) NR

La ronda de 2012 hace tres preguntas nuevas para determinar el nivel de satisfacción con varios

servicios básicos que pueden ser suministrados por los gobiernos locales o nacionales: las carreteras, las escuelas públicas y los servicios médicos y de salud pública.

Es muy importante destacar que, con muy raras excepciones, estos servicios especiales no son

proporcionados por los gobiernos locales en Nicaragua, sino por el gobierno nacional. Los gobiernos municipales proporcionan sólo calles y caminos locales, mientras que las carreteras son responsabilidad del gobierno nacional. Las escuelas y los servicios de salud están completamente abastecidos y administrados por el gobierno nacional. Por supuesto, es probable que los gobiernos municipales erróneamente reciban parte del crédito o de las críticas de los ciudadanos por la calidad de estos servicios.

20.3

13.111.2

7.4

0

10

20

30

40

50

So

licit

ó a

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Gran dificultadNo alcanza

Alcanza justoAlcanza bien

Percepción de situación económica familiar

38.1

10.8

0

10

20

30

40

50

So

licit

ó a

yud

a a

l go

bie

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mu

nic

ipa

l

Sí NoAsistido cabildo abierto/sesión municipal

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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SD2NEW2. Y pensando en esta ciudad/área donde usted vive, ¿está muy satisfecho(a), satisfecho(a), insatisfecho(a), o muy insatisfecho(a) con el estado de las vías, carreteras y autopistas? (1) Muy satisfecho(a) (2) Satisfecho(a) (3) Insatisfecho(a) (4) Muy insatisfecho(a) (99) INAP (No utiliza) (88) NS (98) NR SD3NEW2. ¿Y la calidad de las escuelas públicas? (1) Muy satisfecho(a) (2) Satisfecho(a) (3) Insatisfecho(a) (4) Muy insatisfecho(a) (99) INAP (No utiliza) (88) NS (98) NR SD6NEW2. ¿Y la calidad de los servicios médicos y de salud públicos? (1) Muy satisfecho(a) (2) Satisfecho(a) (3) Insatisfecho(a) (4) Muy insatisfecho(a) (99) INAP (No utiliza) (88) NS (98) NR

La última pregunta, que se ha utilizado en muchas de las rondas previas, evalúa la confianza en

el gobierno local. Los ciudadanos responden a la pregunta en una escala del 1 al 7, siendo el 1 “nada” y el 7 “mucho.”

B32. ¿Hasta qué punto tiene usted confianza en su alcaldía?

Satisfacción con los servicios locales El Gráfico 108 presenta los niveles promedio de la satisfacción de la ciudadanía con los

servicios de los gobiernos locales en las Américas, derivados de las respuestas a la pregunta SGL1. Siguiendo el estándar del Barómetro de las Américas, las respuestas se recodificaron a una escala del 0 a 100 en la cual 0 es el nivel más bajo de insatisfacción y 100 el nivel más alto de satisfacción. El rango de satisfacción con los servicios del gobierno local se extiende 21 puntos desde el punto medio de la escala, lo que sugiere niveles medios de satisfacción. La mayor satisfacción es expresada por los canadienses (59,5), seguido por los argentinos con un 59,1. El nivel más bajo de satisfacción se encuentra entre los haitianos con un promedio de 37,6.

Los nicaragüenses destacan por un nivel relativamente alto de satisfacción con los servicios

locales. Su satisfacción media de 56,2 ocupa el tercer lugar entre los 26 países del hemisferio incluidos en el Barómetro de las Américas de 2012. El nivel de satisfacción de los nicaragüenses cae en el extremo positivo de la escala. Por lo tanto, a pesar de que un poco menos de un tercio de los nicaragüenses señalaron que sus peticiones fueron resueltas, en promedio los nicaragüenses aprueban los servicios públicos. Al examinar la relación entre la resolución de los problemas y la satisfacción, se observa que aquellos que indicaron que sus problemas se resolvieron expresan una puntuación de aprobación alrededor de 5 puntos más alta que los que no vieron resuelta su petición. Por lo tanto, como era de esperar, los nicaragüenses a los que no se les resolvió su petición, reportan niveles menores de satisfacción con los servicios municipales, pero la diferencia no es estadísticamente significativa.

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Capítulo Seis

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Gráfico 108. Satisfacción con los servicios

de los gobiernos locales en los países de las Américas

El Gráfico 109 presenta más información sobre el nivel de satisfacción o insatisfacción con los

gobiernos locales en Nicaragua. La mayoría de los ciudadanos expresan indiferencia ("ni bueno ni malo") en cuanto a su nivel de satisfacción con los servicios municipales. Los que reportaron buenas evaluaciones o muy buenas de los servicios públicos locales, sin embargo, representan el 41,8% de los encuestados, mientras que sólo el 16,8% describieron su evaluación como "mala" o "muy mala".

37.6

42.3

44.5

44.7

46.0

46.8

46.9

47.5

48.1

48.6

49.3

49.6

50.5

51.9

52.1

52.9

53.0

53.3

53.8

53.9

54.2

54.5

55.9

56.2

59.1

59.5

Jamaica

Surinam

Belice

Guyana

Trinidad y Tobago

Rep. Dom.

Brasil

Bolivia

Costa Rica

Venezuela

Honduras

El Salvador

Uruguay

Colombia

Paraguay

Guatemala

Estados Unidos

Chile

Ecuador

Nicaragua

Argentina

Haití

Perú

Panamá

México

Canadá

0 10 20 30 40 50 60

Evaluación de los servicios de los gobiernos locales95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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Gráfico 109. Evaluación de los servicios del gobierno local en Nicaragua

¿Cómo ha sido la satisfacción con los servicios del gobierno local en los últimos años? En el Gráfico 110 se examinan las tendencias de satisfacción desde 2004. En ese año, la puntuación media entre los nicaragüenses fue de 50,2. Ésta ha aumentado de manera constante y significativa desde entonces hasta llegar a una puntuación de 56,2 en el 2012.

Gráfico 110. Evaluación de los servicios del

gobierno local a lo largo del tiempo Nicaragua

Muy malo3.4%

Malo13.4%

Ni bueno ni malo41.8%

Bueno37.8%

Muy bueno3.6%

Evaluación de los servicios de los gobiernos localesFuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

50.253.4

49.2

55.6 56.2

0

10

20

30

40

50

60

Eva

luac

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s

2004 2006 2008 2010 2012Año

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Seis

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Es posible que los ciudadanos evalúen el suministro de algunos servicios locales más positivamente que otros. En los próximos tres gráficos examinamos los niveles de satisfacción con el estado de las carreteras y las escuelas, y la prestación de atención de salud en las Américas22.

El Gráfico 111 examina la satisfacción con las carreteras, con base en la pregunta SD2NEW2.

Como siempre, las respuestas han sido reajustadas a la escala de 0 a 100, donde 0 representa una muy baja satisfacción y 100 representa una satisfacción muy alta. Una vez más, insistimos que en su mayor parte las carreteras son responsabilidad del gobierno nacional, no del gobierno nacional.

El rango de satisfacción con las carreteras de las Américas es de 25 puntos, con la puntuación

media de 49,1, un punto por debajo del punto medio de la escala. Los jamaiquinos expresan la menor satisfacción con sus caminos (34,9) y los ecuatorianos expresan la satisfacción más alta (60,8). Los nicaragüenses ocupan el quinto lugar en el hemisferio sobre la satisfacción con las carreteras con un promedio de 54,3. Las carreteras y puentes han sufrido daños severos provocados por fenómenos meteorológicos adversos, como el huracán Mitch en 1998, la tormenta tropical Agatha en 2010, y otras tormentas. Mantener una satisfacción pública con la infraestructura básica de transporte representa un desafío en un país sometido a este tipo de catástrofes naturales.

22 Reconocemos que la responsabilidad de este tipo de prestación de servicios pueden provenir de diferentes niveles de gobierno en los países de las Américas.

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 168

Gráfico 111. Satisfacción con las carreteras

en los países de las Américas

En el Gráfico 112 se presenta la satisfacción con las escuelas públicas, con base en la pregunta

SD3NEW2. (En este caso, es importante recordar al lector que las escuelas públicas no son responsabilidad de los municipios, sino del gobierno nacional).

La satisfacción con las escuelas públicas en el hemisferio ocupa un rango de 20 puntos con

Chile en el punto más bajo, con un promedio de 42,8, y Costa Rica en el más alto con 64,1. El promedio regional es de 53,8. La satisfacción de los nicaragüenses en 2012 ocupa el tercer lugar en el hemisferio con 61,6 puntos. Destaca este resultado porque los nicaragüenses tienen en promedio 6,8 años de escolaridad, lo que significa 2,4 puntos menos que en otros países de la ronda del Barómetro

34.9

39.6

41.2

42.9

45.6

45.7

45.9

46.3

46.7

46.9

47.3

49.3

49.5

49.7

50.5

50.5

51.3

53.2

54.2

54.3

55.7

56.7

59.0

60.8

Jamaica

Trinidad y Tobago

Colombia

Venezuela

Guyana

Belice

Brasil

Bolivia

Uruguay

Guatemala

Honduras

Surinam

Costa Rica

Paraguay

Rep. Dom.

El Salvador

Chile

Nicaragua

Argentina

Ecuador

Haití

Perú

México

Panamá

0 10 20 30 40 50 60

Satisfacción con las carreteras95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Seis

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de las Américas 2012 (excluyendo a Estados Unidos y Canadá). Es más, los nicaragüenses ocupan un lugar muy cerca de la parte inferior del nivel educativo en el hemisferio. ¿Por qué estarán tan relativamente satisfechos? La respuesta probablemente proviene del cambio en el esfuerzo educativo realizado por los gobiernos de Nicaragua desde la revolución de 1979. Nicaragua ha hecho grandes inversiones en la educación y ha avanzado en la distribución de educación primaria, al menos de manera más amplia en las últimas décadas. Entre 2004 y 2008, se encontró un significativo aumento de 1,6 años en el logro educativo promedio entre los nicaragüenses. Los nicaragüenses probablemente están respondiendo al progreso en educación más que al logro relativo.

Gráfico 112. Satisfacción con las escuelas

públicas en los países de las Américas

42.8

44.7

44.8

47.3

48.9

49.1

49.5

51.8

52.2

53.6

53.7

53.9

54.7

55.3

55.5

55.9

56.3

56.9

57.0

58.0

60.4

61.6

62.2

64.1

Chile

Brasil

Guatemala

Trinidad y Tobago

Guyana

Uruguay

Colombia

Rep. Dom.

Honduras

Bolivia

Jamaica

Argentina

Surinam

Venezuela

Belice

El Salvador

Paraguay

Nicaragua

Ecuador

Costa Rica

Haití

Perú

México

Panamá

0 20 40 60 80

Satisfacción con las escuelas públicas95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 170

Por último, en El Gráfico 113 se evalúa la satisfacción con los servicios sanitarios públicos, con base en la pregunta SD6NEW2. (Una vez más recordamos al lector que los servicios públicos de salud son responsabilidad del gobierno nacional y no del gobierno local.) La satisfacción con la salud pública en el hemisferio es más baja que la satisfacción con las carreteras o las escuelas públicas, con un promedio regional de 47,9. El rango de 23 puntos de la escala va desde un mínimo de 33,3 en Trinidad y Tobago a un máximo de 56,8 en Costa Rica, que ha tenido un sistema de salud pública que ha dado cobertura a gran parte de la población durante varias décadas. Los nicaragüenses expresan una satisfacción relativa con su sistema de salud pública, ocupando el cuarto lugar en el hemisferio (con excepción de Estados Unidos y Canadá). El nivel de aprobación promedio entre los nicaragüenses está sólo cinco puntos por encima de la escala media, situándose en 55,7.

Gráfico 113. Satisfacción con los servicios

de salud en los países de las Américas

33.3

34.3

35.4

36.5

41.8

43.7

44.6

45.5

47.6

47.9

48.3

48.7

49.1

50.0

52.1

52.4

52.5

53.0

53.1

53.7

55.7

56.0

56.3

56.8

Trinidad y Tobago

Brasil

Chile

Colombia

Guatemala

Bolivia

Guyana

Jamaica

El Salvador

Rep. Dom.

Belice

Venezuela

Uruguay

Paraguay

Surinam

Argentina

Honduras

Nicaragua

Ecuador

Costa Rica

Haití

Perú

México

Panamá

0 10 20 30 40 50 60

Satisfacción con los servicios médicos y de salud públicos95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Seis

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Confianza en los gobiernos locales El Barómetro de las Américas 2012 no sólo preguntó a los encuestados si se sentían satisfechos

con sus gobiernos locales, sino también si confiaban en ellos. La respuesta a esta pregunta puede dar una perspectiva sobre las actitudes hacia los gobiernos locales que pueden provenir del presente o del pasado. En el Gráfico 114 se presentan los niveles promedio de confianza en los gobiernos locales a lo largo de las Américas. El rango de confianza en el gobierno local en todo el hemisferio es de aproximadamente 25 puntos de la escala y su media se sitúa aproximadamente en el punto medio de la escala. Es decir, las actitudes en las Américas acerca de la confianza en el gobierno municipal se dividen de forma equilibrada entre las evaluaciones positivas y negativas. Los países con los mayores niveles de confianza son El Salvador (60,9) y Venezuela (59,4), y el país con la menor confianza en el gobierno local es Haití (35,3). La puntuación media de Nicaragua está ligeramente por encima del punto medio de la escala, con un 52,2, la ubicación de los nicaragüenses queda empatada estadísticamente con la situación de los ciudadanos estadounidenses.

En Nicaragua la confianza en el gobierno municipal ha oscilado en torno al punto medio de la escala, cayendo a su nivel más bajo en 2008 (45,5), pero aumentando significativamente a 52,0 en 2012. En este patrón la confianza creciente en los últimos años, las actitudes de los nicaragüenses hacia los gobiernos locales se parecen a las instituciones gubernamentales hacia otras en que la confianza también se ha incrementado significativamente en los últimos años (véase el Capítulo Cinco). Al igual que en la evaluación de otras instituciones, la simpatía con el partido sandinista en general aumenta la confianza en el gobierno local. En 2012, por ejemplo, los simpatizantes del FSLN tienen mayor confianza en los gobiernos municipales que los demás nicaragüenses, con una diferencia de 15 puntos. Esta brecha se amplió notablemente después de 2006, cuando los sandinistas empezaron a expresar un mayor apoyo que los demás a partir del 2008.

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 172

Gráfico 114. Confianza en el gobierno local en los países de las Américas

IV. Impacto de la satisfacción con los servicios locales y el apoyo al sistema

Tal y como se argumentaba al inicio de este capítulo, muchas personas sólo tienen contacto con el gobierno local. Por lo tanto, las percepciones sobre estos gobiernos pueden influenciar las actitudes hacia el sistema político en general. En el Gráfico 115 se presenta un modelo de regresión lineal para determinar si la satisfacción con los servicios locales se asocia con el apoyo al sistema político en Nicaragua, mientras que el control de muchos otros factores puede afectar al apoyo al sistema. Hay tres factores que deprimen el apoyo al sistema, el tamaño de la residencia, la riqueza personal y la

35.3

41.2

41.9

42.5

43.6

44.9

45.5

46.6

47.9

48.0

49.3

49.6

49.9

50.7

51.1

52.2

53.9

54.3

54.6

54.7

54.7

55.9

56.1

58.4

59.4

60.9

Trinidad y Tobago

Brasil

Jamaica

Rep. Dom.

Honduras

Costa Rica

Bolivia

Guyana

Colombia

Ecuador

Estados Unidos

Uruguay

Nicaragua

Paraguay

Argentina

Guatemala

Belice

Surinam

Chile

Venezuela

El Salvador

Haití

Perú

Panamá

México

Canadá

0 10 20 30 40 50 60

Confianza en el gobierno local95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Seis

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educación, como ya se informó en el Capítulo Cinco. Ser mujer, mostrar interés por la política, y la aprobación del desempeño del presidente también puede aumentar el apoyo al sistema. En cuanto a la hipótesis principal de este capítulo, vemos que una evaluación positiva de los servicios locales de gobierno se asocia con una mayor confianza en el sistema político nacional, tal y como se esperaba23.

Gráfico 115. Satisfacción con los servicios locales como determinante

del apoyo al sistema político en Nicaragua

En el Gráfico 116, se presenta la relación bivariada entre la satisfacción con los servicios

locales y el apoyo al sistema político. Esto revela un aumento sustancial de 20 puntos en la escala de apoyo al sistema cuando aumenta la satisfacción con los gobiernos locales. Este hallazgo parece corroborar la hipótesis de este capítulo, pero como se ha señalado en la nota anterior, esta relación puede ser falsa. Nos quedamos con la duda de si en el caso de Nicaragua el apoyo del sistema generalizado es función de la satisfacción de los ciudadanos con los servicios municipales o simplemente del sentimiento de confianza en el gobierno local.

23 Bajo el supuesto de que la confianza en el gobierno local también podría influir en el apoyo al sistema nacional, y que la simpatía por el partido también podría influir en el apoyo al sistema (lo que hemos informado anteriormente), la re-estimación esta regresión se hizo de tres maneras, añadiendo primero la confianza en el gobierno municipal (B32R ) sin confianza en el gobierno local, luego simpatía tanto por el partido sandinista como por cualquier partido liberal y la confianza en el gobierno local. La identificación no tiene ningún impacto en la satisfacción con el gobierno local ni relación con la legitimidad del sistema, aunque ambos son importantes. Sin embargo, cuando la confianza en el gobierno municipal se introduce en la regresión, la correlación entre la satisfacción con los servicios del gobierno local y la confianza en el sistema político se desvanece. Así, esta cuestión permanece sin resolver en el caso de Nicaragua. La confianza en el sistema parece estar más vinculada con la confianza en los gobiernos locales que con su satisfacción con los servicios municipales.

R-cuadrado =0.273F=66.754N =1580

Evaluación de los servicios de los gobiernos locales

Aprobación del trabajo del presidente

Interés político

Percepción de situación económica familiar

Nivel de educación

Mujer

Edad

Quintiles de riqueza

Tamaño del lugar de residencia

-0.10 0.00 0.10 0.20 0.30 0.40

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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Gráfico 116. Satisfacción con los servicios locales y apoyo al sistema en Nicaragua

V. Conclusión

En términos comparativos en todo el hemisferio, el promedio de nicaragüenses que asisten a las reuniones del gobierno municipal es aproximadamente de una persona de cada nueve, y una persona de cada siete presenta solicitudes al gobierno local. La asistencia a las reuniones y presentar solicitudes al gobierno local se redujeron de 2004 a 2006, pero cada una se ha mantenido estable desde 2006. Es posible que los CPC dominados por los sandinistas estén socavando el gobierno local formal, mediante la creación de fuentes asistenciales que compiten con los gobiernos locales. De los que hacen peticiones al gobierno local, un poco más que la tercera parte afirmó que sus demandas fueron resueltas. Aquellos que hacen demandas a los gobiernos locales perciben su situación económica familiar como negativa. No es sorprendente que las demandas las hagan también los asistentes a las reuniones del gobierno municipal.

En cuanto a la satisfacción con los servicios del gobierno local, los nicaragüenses reportaron

una evaluación modestamente positiva que se ubicó en el quinto lugar en el hemisferio. Las evaluaciones de los nicaragüenses de los servicios públicos locales ha mejorado algo desde 2008, pero gran parte del aumento se debe a los simpatizantes del FSLN. La mayoría de las personas reportan evaluaciones indiferentes de los servicios públicos locales, hay el triple de nicaragüenses los evalúan más positivamente que negativamente. En cuanto a los servicios específicos, los nicaragüenses evalúan positivamente a las carreteras y a los servicios públicos de salud (por encima de 50 puntos), un rango relativamente alto dentro de las Américas en estas evaluaciones. Asimismo, los nicaragüenses son más positivos sobre la educación (62), y se ubican como el tercer país en el hemisferio en la evaluación de las escuelas públicas. Creemos que el alto rango para las escuelas públicas puede provenir más de las recientes mejoras en el acceso a la educación que de la consecución de educación de los nicaragüenses,

50

55

60

65

70

75

Ap

oyo

al s

iste

ma

Muy malo Malo Ni bueno ni malo Bueno Muy buenoEvaluación de los servicios de los gobiernos locales

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Seis

Página | 175

que sigue siendo muy baja en términos comparativos. El lector debe recordar que la mayoría de las vías interurbanas y todas las escuelas y los servicios públicos de salud son proporcionados por el gobierno nacional y no por los gobiernos locales.

En este capítulo se encontró que la satisfacción con los servicios del gobierno local contribuiría

a un mayor nivel de apoyo al sistema político. Los nicaragüenses en general presentan un nivel medio de satisfacción con los servicios del gobierno local (56) y de confianza en el gobierno local (52). En efecto, existe una correlación entre la satisfacción de los nicaragüenses con los servicios del gobierno local y el apoyo al sistema en general. Sin embargo, cuando el nivel de confianza en el gobierno local está incluido en el análisis, la asociación entre la evaluación de los servicios locales y el apoyo al sistema desaparece. Así que, para Nicaragua la relación sigue sin estar probada.

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Parte III: Más allá de la igualdad de oportunidades

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Capítulo Siete

Página | 179

Capítulo Siete: Juventud Nicaragüense

I. Introducción

En el informe de Nicaragua del Barómetro de las Américas de 2010, al comparar las características económicas y políticas de los jóvenes con las de los mayores, se encontraron más similitudes que diferencias. Los jóvenes nicaragüenses definidos en dos grupos de edad, de 16 a 20 y de 21 a 25 años, tienen aproximadamente los mismos niveles de información política y consumo de medios, de victimización por delincuencia, los mismos valores democráticos, e interés por la política y las mismas actitudes hacia los roles sociales del Estado. Algunas diferencias entre los jóvenes y adultos nicaragüenses fueron detectadas: en comparación con los adultos, los jóvenes nicaragüenses están económicamente mejor, tienen niveles más altos de educación, sostienen visiones más optimistas de la economía, tienen menos experiencia con la corrupción, evalúan al gobierno de manera más positiva, son más tolerantes con los homosexuales, apoyan más un hipotético golpe de Estado, son menos activos políticamente y están menos comprometidos con las organizaciones cívicas. Se consideró “poco probable que estas diferencias alteren el estilo de la política nacional, la identificación partidista o los patrones ideológicos o el comportamiento.”1

Nicaragua continua teniendo una población muy joven debido a su elevada –aunque en declive- tasa de fertilidad de 2,6 hijos por mujer en 2010.2 Como resultado, una gran parte de sus ciudadanos enfrentan problemas específicos. Debido a que los jóvenes nicaragüenses pueden empezar a votar a los 16 años y que casi un cuarto de los encuestados tenían 25 años o menos, hemos dividido a los más jóvenes en dos cohortes, de 16 a 20 y de 21 a 25. La distribución de la población según su edad en 2012 está ilustrada en el Gráfico 117. El grupo de 16 a 20 incluye a nuevos votantes, trabajadores y en algunos casos incluso a jefes de familia, y constituye el 14,9% de los encuestados. Aquellos entre 21 y 25 constituyen un 10,1% de la muestra. Así, aproximadamente una cuarta parte de la población electoral de Nicaragua se encuentra por debajo de los 26 años3.

1 John A Booth y Mitchell A. Seligson, 2011. Political Culture of Democracy in Nicaragua, 2010: Democratic Consolidation in the Americas in Hard Times. Nashville, Tennessee: Latin American Public Opinion Project-AmericasBarometer, Vanderbilt University, chapter VIII. 2The World Bank, 2012. World Development Indicators and Finance, accessed August 21, 2012, . 3 En el informe de 2010 sobre Nicaragua del Barómetro de las Américas, casi el 40% de la población de todas las encuestas desde 2004 a 2010 sitúan en el grupo de edad entre los 16 y los 25 años (Booth y Seligson 2011, Capítulo 7). El 25% de 2012 sugiere dos posibilidades: errores de muestreo, o que las cohortes jóvenes han disminuido de hecho en 2012. Ambas pueden estar ocurriendo simultáneamente. De hecho, un análisis más detallado revela una un aumento en el grupo de jóvenes en 2008 y 2010, seguida de una contracción en 2012. De hecho, el estudio del Banco Mundial antes citado revela una disminución en la tasa de fertilidad de Nicaragua 5,4 a 4,1 entre 1985 y 1995, la década en la que los votantes más jóvenes de nuestra encuesta habrían nacido, y un nuevo descenso significativo y continuando hasta 1997. Por lo tanto, se pude esperar una contracción en el tamaño de esta cohorte.

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 180

Gráfico 117. Distribución de los nicaragüenses por cohorte de edad, 2012

El propósito de este capítulo es examinar las diferencias entre los nicaragüenses jóvenes y

mayores con respecto a las características demográficas, la situación económica, la participación política, las experiencias y necesidades de los jóvenes. Éste concluye con un análisis del contexto socioeconómico de los jóvenes y sus actitudes políticas hacia el apoyo al sistema y tolerancia.

II. Características de la juventud nicaragüense

Comenzamos con un análisis de los recursos personales y económicos de la juventud nicaragüense en el Gráfico 118. Los encuestados del grupo de 16 a 20 años reportan un promedio de 8,7 años de educación, mientras que quienes están entre los 21 y 25 tienen 8,8 años de educación. Aquellos que se encuentran en la cohorte de edad entre 21 a 25 años no tienen un nivel educativo significativamente más alto que sus pares más jóvenes. Esto indica que la educación más allá de la secundaria sigue siendo poco frecuente entre los jóvenes nicaragüenses, y más bien puede constituirse en un posible cuello de botella para el desarrollo.

Seguidamente, la cohorte de 26 a 35 años de edad habrían sido los primeros nicaragüenses en

recibir por lo menos algún tipo de acceso a mayores oportunidades educativas iniciadas por el gobierno revolucionario en la década de 1980. En consecuencia, quienes se ubican en este rango reflejan una ventaja con una media de 8,6 años de escolaridad. El promedio de educación formal cae rápidamente y de manera significativa para quienes son mayores de 35 años. Se observa un promedio de sólo 3,7 años de educación para la cohorte de 56 años en adelante, que corresponde a los nicaragüenses que tuvieron menos de 23 años durante la era de Somoza, cuando las escuelas eran escasas y de mala calidad. En suma, los nicaragüenses jóvenes disfrutan hoy de una ventaja educativa sustancial sobre los ciudadanos de más edad que tuvieron muchas menos oportunidades educativas.

16 - 2014.9%

21 - 2510.1%

26 - 3523.1%

36 - 4518.6%

46 - 5516.0%

56 +17.3%

Cohortes de edadFuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Siete

Página | 181

Gráfico 118. Educación por cohortes de edad

El Gráfico 119 presenta la posición promedio de los nicaragüenses en los quintiles de edad por cohorte de edad. Este índice tiende a comprimir el rango de la escala debido a su construcción. No obstante, indica que la posición de los jóvenes nicaragüenses es en promedio un poco mejor que la de sus conciudadanos mayores. Ninguna diferencia es significativa entre los grupos de edad adyacentes, pero los nicaragüenses de 16 a 20 años de edad están significativamente mejor ubicados que los de 46 años o más.

Gráfico 119. Riqueza por cohortes de edad

8.7 8.6

7.9

6.9

5.8

3.7

0

2

4

6

8

10

os

de

ed

uc

ac

ión

16 - 20 21 - 25 26 - 35 36 - 45 46 - 55 56 +Cohortes de edad

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

3.2

2.9 3.02.9

2.62.7

0

1

2

3

4

Qu

inti

les

de

riq

uez

a

16 - 20 21 - 25 26 - 35 36 - 45 46 - 55 56 +Cohortes de edad

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 182

Buscando una perspectiva más personal, el Gráfico 120 representa gráficamente las percepciones medias del estado tanto de la economía personal como de la economía nacional según la edad. Los índices utilizados en cada caso son los que se describen en el Capítulo Uno y se convierten en escalas que van de 0 a 100 puntos, en donde 100 representa la respuesta más optimista o la lectura más favorable de las situación económica del encuestado. Las escalas están basadas en estos ítems:

SOCT1. Ahora, hablando de la economía… ¿Cómo calificaría la situación económica del país? ¿Diría usted que es muy buena, buena, ni buena ni mala, mala o muy mala?

IDIO1. ¿Cómo calificaría en general su situación económica? ¿Diría usted que es muy buena, buena, ni buena ni mala, mala o muy mala?

Gráfico 120. Percepciones de la Economía Nacional y Personal por edad

El Gráfico 120 muestra varios patrones. A pesar del relativo optimismo de la juventud acerca

de la economía nacional, los nicaragüenses en general son más pesimistas que optimistas. Quienes tienen entre 16 y 25 años de edad tienen la percepción más alta, situada en 50 puntos, los grupos del medio de la escala, y los grupos de edad sucesivos dan una evaluación peor. Tercero, en promedio los encuestados son varios puntos más positivos acerca de su propia situación que de la economía nacional para cada cohorte de edad. Sin embargo, la percepción media de la situación económica personal disminuye en grupos de edad sucesivos. Este descenso es más pronunciado en las evaluaciones de la economía que en la economía nacional a través de los cohortes de edad. En promedio, los nicaragüenses entre 16 y 20 años están en 58 puntos sobre 100, promedio que disminuye a 53 para quienes tienen entre 21-25 años de edad, y sigue cayendo a un promedio de aproximadamente 46 puntos entre quienes tienen 56 años y más. Las dos escalas casi convergen entre la cohorte de más edad. Los nicaragüenses mayores pueden tener opiniones negativas porque tienen mucha menos educación que los jóvenes y por lo tanto peores perspectivas económicas, debido a que

45

50

55

60

16 - 20 21 - 25 26 - 35 36 - 45 46 - 55 56 +Cohortes de edad

Percepción de la situación económica nacional

Percepción de la situación económica personal

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Siete

Página | 183

son más pobres que los jóvenes nicaragüenses, a vivieron durante los años complicados de la revolución y el embargo económico. Suponemos que tales experiencias podrían atemperar las evaluaciones que los encuestados más mayores hacen de la economía nicaragüense y sus expectativas.

Uno de los factores que afectan al bienestar de los jóvenes nicaragüenses es tener hijos y tener

que cuidar de ellos por la carga económica que eso significa. Debido a que la responsabilidad de la crianza de los hijos recae sobre todo en las mujeres, el Gráfico 121 presenta las diferencias por género de los encuestados que tienen hijos de menos de 13 años y que viven en la casa con ellos. Las mujeres entre 16 y 20 años tienen en promedio 1,2 hijos en la casa con ellas, mientras que sus homólogos masculinos reportan 0,8 hijos en casa. En las siguientes cohortes, la diferencia entre hombres y mujeres se vuelve cada vez más estrecha. El número promedio de hijos pequeños en casa aumentan, respectivamente, a 1,7 para las mujeres de entre 21 y 25, y a 1,5 para los hombres de la misma edad. Las mujeres entre 36 y 45 años continúan teniendo la carga más pesada de los hijos pequeños en el hogar que los hombres. Tenemos la sospecha de que la carga adicional de la crianza de los hijos para las mujeres jóvenes, las pone en desventaja para desarrollar su potencial y capacidad de participar como ciudadanas en comparación con los hombres de la misma edad. Esto puede constituir una fuente de desigualdad y una pérdida de la representación política de las mujeres más jóvenes basadas en oportunidades dispares. La disparidad también puede perjudicar a las mujeres mayores sobre la base de su socialización política marcada por años de oportunidades restringidas para la ciudadanía.

Gráfico 121. Número de hijos por menores de 13 años por edad y género

Un último vistazo a las características de los jóvenes nicaragüenses se concentra en el impacto

de la edad y la desigualdad regional en el logro educativo. En el primer capítulo, argumentamos que el contexto social puede imponer desigualdades a los ciudadanos, que a su vez condicionan sus posibilidades de vida. El Gráfico 122 muestra el impacto de la inequidad doméstica (diferentes niveles

Hombre

Mujer

0

.5

1

1.5

2

Hijo

s

16 - 20 21 - 25 26 - 35 36 - 45 46 - 55 56 +Cohortes de edad

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 184

de desarrollo humano dentro del país) en el logro educativo de los nicaragüenses. Como el índice de desarrollo humano municipal (IDHM) no estaba disponible para Nicaragua, hemos calculamos nuestro propio índice para los municipios en el estudio basados en los datos del censo del 2005. El índice tomó en cuenta la distribución del acceso a los servicios de salud, alfabetización, las oportunidades de educación e ingresos. Se observa que vivir en una comunidad con un bajo IDHM impone una desventaja de 2,5 años en el logro educativo de los jóvenes nicaragüenses en las dos primeras cohortes. La desventaja es aún mayor para algunos de los grupos de mayor edad, pero los datos pintan un cuadro vívido del costo de las desigualdades en la infraestructura social y de servicios de los nicaragüenses. El impacto de esta desventaja en el ingreso personal y el nivel de vida es probable que sea de gran alcance.

Gráfico 122. Educación por edad y por niveles

del índice de desarrollo humano municipal

III. Necesidades percibidas de los jóvenes nicaragüenses

Una manera de conocer las necesidades y preocupaciones de los jóvenes nicaragüenses es preguntando a los ciudadanos qué piensan sobre los problemas que afectan a la nación. Esta sección explora estos puntos de vista y opiniones. Empezamos con lo que los nicaragüenses ven como el principal problema que el país enfrenta, dividiendo las respuestas por edad. El Barómetro de las Américas incluyó esta pregunta:

A4. En su opinión ¿cuál es el problema más grave que está enfrentando el país?

El Gráfico 123 presenta el desglose de las principales categorías de respuesta a esta pregunta en

las primeras dos cohortes de nicaragüenses, los encuestados entre 16 y 25 años de edad y los de 26 años en adelante. Los problemas económicos son la principal preocupación tanto de los nicaragüenses

0-.25 (IDHM muy bajo)

.25 - .50 (IDHM bajo)

.50 - .75 (IDHM alto)

.75-1.0 (IDHM muy alto)

2

4

6

8

10

os

de

ed

uc

ac

ión

16 - 20 21 - 25 26 - 35 36 - 45 46 - 55 56 +Cohortes de edad

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Siete

Página | 185

más jóvenes como de los mayores en el mismo grado. Más de tres cuartas partes mencionan un problema económico (desempleo, la deuda, "la economía", la inflación, la pobreza, etc.); los jóvenes sólo mencionan a los problemas económicos un 1,4 % más que los adultos mayores, una diferencia insignificante. Las preocupaciones relacionadas con la seguridad (delincuencia, la seguridad personal, etc.) son más comunes, y son mencionadas por el 8,9% de los jóvenes y el 7,3% de los adultos mayores nicaragüenses. Los jóvenes nicaragüenses están menos preocupados (3,9%) que los mayores (6,4%) por los servicios básicos. Los adultos mayores mencionan con más frecuencia los problemas políticos (5,7%) que los jóvenes (4,4%). En conjunto, sin embargo, los problemas citados por los nicaragüenses jóvenes y mayores son bastante similares, en tanto la abrumadora mayoría se centró en los problemas económicos.

Gráfico 123. El mayor problema nacional mencionado por los encuestados de acuerdo a las cohortes de edad

En 2012, el Barómetro de las Américas hizo tres preguntas para consultar las opiniones de los

nicaragüenses sobre los principales riesgos y desafíos que enfrentan los jóvenes:

NICY10. ¿Cuál es el principal riesgo que enfrentan los jóvenes en su barrio/comunidad/ciudad? NICY11. ¿Cuál de los siguientes sería el programa que respondería mejor a las necesidades de los jóvenes en su barrio/comunicad/ciudad? NICY12. Pensando en educación, si pudiera mejorar algo en los centros educativos de su comunidad o ciudad, ¿qué mejoraría?

El Gráfico 124 muestra la opinión de todos los nicaragüenses según el ítem NICY10, el cual

pregunta: ¿Cuál es el principal reto (riesgo) que enfrentan los jóvenes en sus comunidades? Se incluyen las respuestas de todos los nicaragüenses, porque las diferencias entre los más jóvenes y los adultos mayores son insignificantes. Los jóvenes nicaragüenses y los adultos creen que las drogas

77.8%

8.9%

3.9%4.4%

4.9%

76.4%

7.3%

6.4%

5.7%

4.1%

0%

20%

40%

60%

80%

100%

16 a 25 26 +Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

Economía

Seguridad

Servicios básicos

Política

Otros

Problema más importante del país

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 186

(49,1%) y el alcohol (21,2%) son los dos principales problemas que enfrenta la juventud nicaragüense. Algunos mencionaron a las pandillas o maras (16%), seguido por la violencia (3,4%) y la falta de escuelas (2,7%).

Gráfico 124. Principales riesgos que enfrentan los jóvenes nicaragüenses

De los programas para combatir o responder a estos problemas percibidos (pregunta NICY11),

los encuestados de todas las edades sugieren los programas que se resumen en el Gráfico 125, sin diferencias reales entre los jóvenes y los adultos mayores. En primer lugar, nos recomendaron programas diseñados para la recreación y mejorar las perspectivas económicas. En concreto, los nicaragüenses recomiendan programas de deportes (40,5%), presumiblemente para proporcionar alternativas al aburrimiento y al uso de estupefacientes. Siguieron programas de creación de empleo con el 25,1%, luego programas de educación (13,3%), el servicio comunitario voluntario y programas de trabajo (9,0%), y por último, los programas religiosos o de formación (3,2%). El conjunto de las propuestas recomendadas por los nicaragüenses responden a propósitos más prácticos. Se centran en actividades físicas saludables y en el servicio voluntario, seguido por el capital humano y las recomendaciones de creación de recursos para la creación de empleo y oportunidades educativas. En cambio remedios tales como la salud, la cultura, la televisión o programas de radio quedaron rezagados.

0.2%

0.4%

0.4%

0.5%

0.6%

2.7%

3.4%

5.5%

16.0%

21.2%

49.1%

0 10 20 30 40 50

Trata de personas

Falta de acceso a la salud

Machismo

Narcotráfico

Enfermedades

Falta de escuelas

Violencia

Otro

Pandillas

Alcohol

Drogas

Principal riesgo para jóvenes en su comunidadFuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Siete

Página | 187

Gráfico 125. Programas recomendados para

abordar los problemas que enfrentan los jóvenes

En cuanto a las escuelas en particular, la pregunta NICY12 indagó sobre lo que a los

ciudadanos les gustarían cambiar de las escuelas públicas de su comunidad si pudieran mejorar algo en particular. El Gráfico 126 presenta las recomendaciones, las cuales varían ampliamente. Mejorar la infraestructura de las escuelas (edificios, mobiliario, etc.) fue la propuesta más común con un 32.5%. Las escuelas nicaragüenses, muchas construidas en la década de 1980, han experimentado un uso intensivo debido a que se hacen múltiples sesiones por día y están saturadas. Los siguientes cambios prioritarios que los nicaragüenses sugieren se relacionan con los asuntos académicos como el contenido del currículo y la calidad con un 21, 6 %. Entre otros cambios sugeridos se encuentran propuestas relacionadas con los maestros (10,9%), mejorar el recreo y las actividades deportivas (9,5%), el 3,7 % quiere más computadoras y clases para utilizarlas y el 3,0% cambiaría de lugar a las escuelas, suponemos aquí que se refieren a la distancia de las escuelas públicas. Sólo el 1,9% citó a los administradores como su sugerencia para cambiar. También las denuncias de politización del plan de estudios fueron muy poco frecuentes con un 1,4 %. Finalmente, el 3,5% respondió “nada” y un 4,7% respondió que “todo”.

0.2%

0.3%

0.5%

1.6%

3.2%

6.3%

9.0%

13.3%

25.1%

40.5%

0 10 20 30 40

Programas de radio

Programas de tv

Programas culturales

Salud

Programas religiosos

Otro

Programas de trabajovoluntario/comunitarios

Educación

Creación de empleo

Deportes

Programa que respondería mejor a necesidades de jóvenesFuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 188

Gráfico 126. Propuestas para mejorar las escuelas públicas locales

Entre las áreas de preocupación se encuentra la delincuencia y cómo ésta afecta a los jóvenes.

El Barómetro de las Américas hizo varias preguntas sobre la victimización por delincuencia y la percepción de inseguridad y sobre la policía. Se preguntó si las personas fueron víctimas de la delincuencia en el año anterior, si se sienten seguros o inseguros en sus barrios (0 a 100), si perciben las pandillas como un problema (0 es no y 100 es mucho), y si creen que la policía los protege (100), o están involucrados en el crimen (0), o ninguno de ellos (50).

El Gráfico 127 muestra las respuestas a estas preguntas por edad, mostrando los promedios

para aquellos en las cohortes de 16 y 25 años y de 26 años de edad en adelante. Comenzamos con el porcentaje real de encuestados que declararon haber sido víctimas de delitos en los últimos 12 meses. El 15% de los jóvenes nicaragüenses fueron víctimas de la delincuencia en comparación con el 12% de sus conciudadanos de más edad. Esta diferencia no es estadísticamente significativa, pero sugiere que los jóvenes son ligeramente más vulnerables a la delincuencia. En la percepción de seguridad y la opinión sobre la policía, no se observa ninguna diferencia significativa entre los nicaragüenses más jóvenes y el resto. La percepción media de inseguridad se sitúa en un modesto 33 de un total de 100. La percepción de que el barrio está afectado por las pandillas es ligeramente inferior, alrededor de 30 puntos. Por último, la percepción de la policía como protectores en vez de delincuentes se ubica en los 60 puntos, muy por encima del punto medio de la escala. La juventud es algo más positiva sobre la policía pero la diferencia no es significativa.

1.4%

1.9%

3.0%

3.5%

3.7%

4.7%

7.4%

9.5%

10.9%

21.6%

32.5%

0 10 20 30

Reducir politización

Directores

Ubicación

Nada

Computadoras(equipo/instrucción)

Todo

Otro

Deportes, actividadesrecreativas

Profesores

Lo académico(currículo, textos)

Infraestructura

¿Qué mejoraría en los centros educativos de su comunidad?Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Siete

Página | 189

Gráfico 127. Victimización por delincuencia y asuntos conexos

También se examinó si la experiencia con la corrupción o su percepción varían según la edad.

Por restricciones de espacio no se muestra el análisis, pero los jóvenes y adultos nicaragüenses no experimentaron diferencias significativas en las experiencias de sobornos por parte de la policía, funcionarios públicos, militares, funcionarios municipales, por los tribunales, los servicios de salud, las escuelas públicas, o en el trabajo. Como ya se ha señalado en el Capítulo Cuatro, Nicaragua es un país con tasas relativamente bajas de la corrupción oficial. Y en cuanto a la percepción de corrupción, los nicaragüenses como la mayoría de los ciudadanos en el hemisferio, perciben más corrupción de que la que experimentan. No hay ninguna diferencia significativa entre los jóvenes y los mayores en cuanto a la corrupción percibida.

68.4

62.6

33.0

32.8

33.0

28.7

12.6

16.0

16 a 25

26 +

16 a 25

26 +

16 a 25

26 +

16 a 25

26 +

0 20 40 60 80

Percibe que policía proteje bien

Percepción de inseguridad

El barrio está afectado por las pandillas

Víctima delincuencia

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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IV. Actitudes políticas

¿Cuál es el papel que los jóvenes nicaragüenses esperan que su gobierno juegue en la sociedad?

Varias preguntas de la encuesta 2012 del Barómetro de las Américas abordan esta pregunta. En las concepciones clásicas, el papel del Estado podría oscilar entre el socialismo completo, en el cual el gobierno podía poseer los medios de producción (ROS1), a menos funciones económicas del gobierno que aseguran el bienestar colectivo, la creación de empleos, la reducción de la desigualdad de ingresos y la prestación de servicios de salud (ROS2, ROS3 , ROS4, y ROS6). Hemos convertido las respuestas a la usual escala de cero a 100, donde 100 representa el nivel más alto de acuerdo con esta propuesta.

ROS1. El Estado nicaragüense), en lugar del sector privado, debería ser el dueño de las empresas e industrias más importantes del país. ¿Hasta qué punto está de acuerdo o en desacuerdo con esta frase? ROS2. El Estado nicaragüense, más que los individuos, debería ser el principal responsable de asegurar el bienestar de la gente. ¿Hasta qué punto está de acuerdo o en desacuerdo con esta frase? ROS3. El Estado nicaragüense más que la empresa privada, debería ser el principal responsable de crear empleos. ¿Hasta qué punto está de acuerdo o en desacuerdo con esta frase? ROS4. El Estado nicaragüense debe implementar políticas firmes para reducir la desigualdad de ingresos entre ricos y pobres. ¿Hasta qué punto está de acuerdo o en desacuerdo con esta frase? ROS6. El Estado nicaragüense, más que el sector privado, debería ser el principal responsable de proveer los servicios de salud. ¿Hasta qué punto está de acuerdo o en desacuerdo con esta frase?

El Gráfico 128 contrasta las opiniones de los jóvenes y adultos nicaragüenses sobre estos ítems

relativos al rol del Estado. El primer patrón que se puede observar es que no existen diferencias significativas entre los nicaragüenses más jóvenes y los adultos. En segundo lugar, el apoyo a la propiedad estatal de las empresas más importantes sólo se ubica en los 40 puntos, estando los jóvenes nicaragüenses ligeramente, aunque no significativamente, más de acuerdo que sus conciudadanos más mayores. En tercer lugar, existe un consenso casi total sobre los otros cuatro elementos. El nicaragüense promedio se ubica en los 91 puntos sobre el papel del Estado en la prestación de servicios de salud, en los 90 puntos en la creación de empleo, en los 86 puntos en la reducción de la desigualdad de ingresos, y en los 83 puntos a favor de que el Estado asegure el bienestar de la población. Así, los nicaragüenses muestran casi un consenso en su orientación hacia el Estado de Bienestar. Sin embargo, los nicaragüenses en promedio están ligeramente en desacuerdo con que el gobierno deba poseer las grandes empresas.

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Capítulo Siete

Página | 191

Gráfico 128. Las actitudes sobre los roles y responsabilidades del Gobierno

El Barómetro de las Américas 2012 incluye varias preguntas que indagan sobre las actitudes

democráticas y autoritarias. Estas preguntas se codifican en la tradicional escala de 0 a 100, siendo 100 el nivel más alto de preferencia democracia.

ING4. Puede que la democracia tenga problemas, pero es mejor que cualquier otra forma de gobierno. ¿Hasta qué punto está de acuerdo o en desacuerdo con esta frase? AUT1. Hay gente que dice que necesitamos un líder fuerte que no tenga que ser electo a través del voto popular. Otros dicen, que aunque las cosas no funcionen, la democracia electoral o sea, el voto popular es siempre lo mejor. ¿Usted qué piensa? (1) Necesitamos un líder fuerte que no tenga que ser elegido, o (2) La democracia electoral es lo mejor. DEM11. ¿Cree usted que en nuestro país hace falta un gobierno de mano dura, o cree que los problemas pueden resolverse con la participación de todos? (1) Mano dura (2) Participación de todos.

El Gráfico 129 presenta los niveles de acuerdo con las respuestas democráticas a esos tres ítems

entre los nicaragüenses en el 2012. El primer patrón que surge es que los nicaragüenses comparten fuertemente esas actitudes democráticas. Comenzando en la parte inferior del gráfico (e interpolando

90.9

91.4

89.6

90.4

86.6

85.4

82.4

84.9

47.1

51.4

16 a 25

26 +

16 a 25

26 +

16 a 25

26 +

16 a 25

26 +

16 a 25

26 +

0 20 40 60 80 100

Responsable de proveer los servicios de salud

Responsable de crear empleos

Políticas firmes para reducir la desigualdad de ingresos entre ricos y pobres

Responsable de asegurar el bienestar de la gente

Dueño de las empresas más importantes

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 192

entre los grupos más jóvenes y mayores para proporcionar una estimación aproximada de la media general), vemos que el promedio de los nicaragüenses está alrededor de los 73 puntos en la escala de apoyo a la idea de que la democracia es la mejor forma de gobierno. Los nicaragüenses prefieren un "gobierno de todos", en contraposición a un gobierno de mano dura. Los nicaragüenses prefieren también un líder elegido a uno no electo. Estos hallazgos ubican a los nicaragüenses al final del continuo con fuertes actitudes democráticas. Finalmente, el Gráfico 129 muestra que el nivel de actitudes democráticas promedio de los jóvenes nicaragüenses caen cuatro puntos abajo en la escala con respecto a sus conciudadanos de mayor edad. Sin embargo, estas diferencias no son estadísticamente significativas debido al tamaño de la muestra.

Gráfico 129. Actitudes democráticas por edad

Varios ítems sondean las actitudes autoritarias y antidemocráticas de la encuesta de 2012 del

Barómetro de las Américas. Aquí se examinan seis. La primera pregunta PRES1 pregunta si es aceptable que un presidente se reelija todas las veces que quiera si está haciendo bien su trabajo. Puede verse como una actitud antidemocrática porque tal principio va en contra del concepto de límites de mandato. Los límites en el mandato son típicamente impuestos como una protección constitucional en

90.2

86.9

80.2

83.9

74.7

70.9

16 a 25

26 +

16 a 25

26 +

16 a 25

26 +

0 20 40 60 80 100

Prefiere un líder electo sobre uno que no tenga que ser elegido

Prefiere un gobierno de todos a un gobierno de mano dura

Apoyo a la democracia como el mejor sistema de gobierno

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Siete

Página | 193

contra de una concentración excesiva de poder en manos de un ejecutivo que sostiene el poder por demasiado tiempo. Sin embargo, reconocemos que uno puede razonablemente argumentar que la reelección repetida de un líder efectivo apoyado por una mayoría de ciudadanos constituye una democracia. Esta cuestión cobra mucha relevancia en Nicaragua debido a la muy criticada decisión de la Corte Suprema de Justicia que permitió que el presidente Ortega pueda ser reelegido a pesar de las prohibiciones constitucionales contra explícitos mandatos consecutivos en el cargo. El Presidente Ortega se encuentra ahora en su segundo mandato consecutivo y en su tercer mandato en total.

Los siguientes tres ítems (JC1, JC10, JC13) preguntan a los nicaragüenses si creen que un

golpe de Estado podría justificarse bajo tres tipos de circunstancias: alto desempleo, una delincuencia elevada y alta corrupción. Esto explora la cuestión de si en un momento extremo los nicaragüenses admiten la intromisión militar inconstitucional en el gobierno. Las dos últimas preguntas (JC15A, JC16A) exploran las actitudes hacia un golpe de Estado del Ejecutivo en el que el presidente viola la Constitución para actuar solo. Estas preguntas se recodifican a una escala de 0 a 100, de modo que la opinión más autoritaria o antidemocrática tiene un valor de 100.

PRES1. Cuando un presidente está haciendo un muy buen trabajo, debe permitirse la reelección todas las veces que quiera. ¿Hasta qué punto está de acuerdo o en desacuerdo? Alguna gente dice que en ciertas circunstancias se justificaría que los militares de este país tomen el poder por un golpe de Estado. En su opinión se justificaría que hubiera un golpe de estado por los militares frente a las siguientes circunstancias…? JC1. Frente al desempleo muy alto. (1) Se justifica, (2) No se justifica. JC10. Frente a mucha delincuencia. (1) Se justifica, (2) No se justifica. C13. Frente a mucha corrupción (1) Se justifica, (2) No se justifica. JC15A. ¿Cree usted que cuando el país enfrenta momentos muy difíciles, se justifica que el presidente del país cierre la Asamblea Nacional y gobierne sin la Asamblea? (1) Se justifica, (2) No se justifica. JC16A. ¿Cree usted que cuando el país enfrenta momentos muy difíciles se justifica que el presidente del país disuelva la Corte Suprema de Justicia y gobierne sin la Corte Suprema de Justicia? (1) Se justifica, (2) No se justifica.

El Gráfico 130 presenta un análisis sobre estos puntos de vista que podrían llamarse autoritarios

o antidemocráticos. Comenzando en la parte superior del gráfico, se observa que con un promedio de aproximadamente 57 puntos los nicaragüenses están de acuerdo con que se debe permitir que un presidente exitoso sea reelegido. Esto concuerda con el resultado de las elecciones presidenciales de 2011, en la que el presidente Ortega ganó la reelección con el 62% de los votos. Así, los nicaragüenses que tienen una actitud altamente favorable hacia el presidente electo democráticamente expresan una aprobación a la reelección del presidente. (Más adelante se aborda el tema del voto y de la evaluación del desempeño del presidente Ortega en este capítulo y en el Capítulo Nueve). En promedio, entonces, los nicaragüenses han reconciliado los principios potencialmente contradictorios de apoyo a la democracia y al mismo tiempo de la reelección repetida. Es decir, en términos estadísticos, el nicaragüense promedio no considera estos valores como conflictivos. Por último, la diferencia entre los jóvenes y los mayores es estadísticamente insignificante.

Siguiendo con el tema de los poderes presidenciales, el Gráfico 130 examina las actitudes ante una crisis nacional hipotética y si un presidente debe suspender la Constitución y gobernar sin la Corte Suprema de Justicia o la Asamblea Nacional. Mientras que los nicaragüenses están dispuestos a reelegir a un presidente en el poder, rechazan el golpe de estado presidencial como se propone en los ítems JC15A y JC16A. En la escala de aprobación, el nicaragüense promedio tiene un nivel de aprobación sólo de 12 puntos para que el presidente cierre la Asamblea Nacional y sólo de 11 puntos

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 194

para el cierre de los tribunales y pueda gobernar sin ellos. Tanto los jóvenes como los adultos de mayor edad expresan un rechazo idéntico a la expansión del poder del ejecutivo sobre las demás ramas del poder público.

Gráfico 130. Las actitudes autoritarias y antidemocráticas por edad

La situación es menos clara con respecto a los golpes de estado militares. En los tres escenarios

hipotéticos, los nicaragüenses expresan desaprobación hacia la idea de un golpe de estado. La media de las tres preguntas es de 33 puntos sobre 100. Sin embargo, el promedio para un golpe justificado por altos niveles de corrupción es de 44 puntos sobre 100, el del apoyo al golpe del estado cuando hay una alta delincuencia es de 39 puntos, mientras en el caso del alto el desempleo el promedio es de sólo 17 puntos. Por lo tanto, el apoyo potencial a un golpe de estado militar, aunque es bajo, se acerca más al punto medio de la escala que cuando se trata de golpes por el ejecutivo. Cuando examinamos el Gráfico 130, surgen diferencias entre los jóvenes y el resto de nicaragüenses. Los nicaragüenses más jóvenes favorecen más, con diferencias significativas, los hipotéticos golpes que sus conciudadanos. Las diferencias son de 9 puntos en el escenario de alto desempleo, de 8 puntos cuando la delincuencia es alta y de 14 puntos cuando hay altos niveles de corrupción. Con respecto a este último punto, los

58.5

56.8

41.7

56.2

36.9

47.8

23.0

14.3

11.4

12.4

12.1

10.3

16 a 25

26 +

16 a 25

26 +

16 a 25

26 +

16 a 25

26 +

16 a 25

26 +

16 a 25

26 +

0 10 20 30 40 50 60

Debe permitirse la reelección repetida de un presidente exitoso

Golpe de estado justificado cuando hay mucha corrupción

Golpe de estado justificado cuando hay mucha delincuencia

Golpe de estado justificado cuando hay mucho desempleo

Tiempos muy difíciles justifican que Presidente cierre la Asamblea

Tiempos muy difíciles justifican que Presidente cierre la Corte Suprema

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Siete

Página | 195

jóvenes nicaragüenses registran una aprobación de 56,2 puntos. Aquí, encontramos una diferencia de actitud entre los jóvenes nicaragüenses y el resto. Los jóvenes nicaragüenses tal vez son menos conscientes que sus compañeros de más edad del papel nocivo de la Guardia Nacional de Nicaragua cuando ésta servía como instrumento de la dinastía de los Somoza, y en cambio tienden a ver a los militares con una visión más favorable cuando se trata de poner fin a un régimen corrupto o a una ola de delincuencia.

Otra área de actitudes políticas incluidas en la encuesta 2012 del Barómetro de las Américas se refiere a las opiniones de los ciudadanos sobre el Estado de derecho. ¿Los ciudadanos y los funcionarios deben cumplir con la ley? ¿Y hasta qué punto uno podría aprobar acciones de justicia por mano propia si el gobierno no castiga a los criminales?

E16. ¿Con qué firmeza usted aprobaría o desaprobaría que las personas hagan las siguientes acciones. Que las personas hagan justicia por su propia cuenta cuando el Estado no castiga a los criminales. ¿Hasta qué punto aprueba o desaprueba? 0=desaprobar firmemente, 100=aprobar firmemente AOJ8. Para poder capturar delincuentes, ¿cree usted que las autoridades siempre deben respetar las leyes o en ocasiones pueden actuar al margen de la ley? Deben respetar las leyes siempre (100), En ocasiones pueden actuar al margen de la ley (0)

El Gráfico131 presenta las puntuaciones medias de los índices para estas variables por edad.

Recordemos que en los elementos del Gráfico 130 se observa que los jóvenes nicaragüenses son más partidarios de los golpes de estado que los mayores. ¿Habrá diferencias similares en esta lista? ¿Serán los más jóvenes quienes registran un compromiso más débil con los procedimientos democráticos del Estado de derecho o apoyarán más que las comunidades tomen la ley en sus propias manos? Comenzando con el apoyo al imperio de la ley (la policía cumpliendo la ley), vemos que no hay una diferencia significativa entre los jóvenes y los adultos de más edad, con un nivel de aprobación de 60 puntos en la escala de 100. Por el contrario, la aprobación a tomar la ley por sus propias manos, en ausencia de la acción del Estado, recibe 38 puntos de los 100 posibles por parte de los jóvenes y sólo 31,3 puntos entre los mayores, una diferencia significativa. Así, los jóvenes están menos restringidos en esta actitud que sus mayores.

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 196

Gráfico 131. Actitudes relacionadas con el Estado de derecho por edad

Confianza, satisfacción con la vida y eficacia política son otras actitudes importantes que el

Barómetro de las Américas incluye en la encuesta 2012. La confianza interpersonal facilita la cooperación en los ámbitos económicos y políticos, y por lo tanto contribuye a la formación de organizaciones políticas, movimientos sociales, y a la utilización de las instituciones públicas. La satisfacción con la vida puede ser una actitud políticamente desmovilizadora, entre más satisfechos, menos activos políticamente. Un sentido de eficacia política interna (creencia en la propia capacidad) anima a los ciudadanos a ser más activos. Un sentido de eficacia externa representa el juicio del ciudadano sobre la probabilidad de ser eficaz basado en la receptividad del gobierno a su iniciativa o presión, y también puede generar activismo.

El Gráfico 132 presenta un desglose detallado de estos factores por edad. En primer lugar, no

hay ninguna diferencia significativa entre los jóvenes y los adultos de más edad en estos ítems. Extrapolando entre los jóvenes y los adultos mayores se obtiene un promedio aproximado para cada una de estas variables que nos permite observar algunos patrones comunes entre los nicaragüenses de todas las edades. Los nicaragüenses están satisfechos con sus vidas, mostrando un promedio de 80 puntos. En cuanto a la confianza interpersonal, los nicaragüenses tienen un promedio de 60 puntos, mostrando confianza en sus conciudadanos. Su sentido de eficacia política interna se ubica en los 54 puntos, ligeramente por encima del punto medio de la escala. Por último, los nicaragüenses muestran un promedio de 47 puntos en cuanto a la eficacia externa, lo que significa que dudan ligeramente que los funcionarios públicos se preocupen por lo que piensan.

67.2

31.3

38.0

62.7

Aprueba hacer justicia por cuenta propia si Estado no castiga

Apoya el Estado de derecho (que policía obedezca la ley)

Aprueba hacer justicia por cuenta propia si Estado no castiga

Apoya el Estado de derecho (que policía obedezca la ley)

0 20 40 60 80

26 +

16 a 25

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Siete

Página | 197

LS3. ¿En general, qué tan satisfecho está con su vida? ¿Usted diría que se encuentra… muy satisfecho(a) =100; algo satisfecho(a) =67; algo insatisfecho(a) =33; muy insatisfecho(a) =0? IT1. Ahora, hablando de la gente de por aquí, ¿diría que la gente de su comunidad es: muy confiable (100), algo confiable (67), poco confiable (33) o nada confiable (0)? EFF1. A los que gobiernan el país les interesa lo que piensa la gente como usted. ¿Hasta qué punto está de acuerdo o en desacuerdo con esta frase? Nada (0) de acuerdo (100) EFF2. Usted siente que entiende bien los asuntos políticos más importantes del país. ¿Hasta qué punto está de acuerdo o en desacuerdo con esta frase? Nada de acuerdo (0), … muy de acuerdo (100).

Gráfico 132. Satisfacción con la vida, confianza y eficacia política por edad

82.2

78.4

62.7

57.9

55.4

52.0

46.0

49.3

16 a 25

26 +

16 a 25

26 +

16 a 25

26 +

16 a 25

26 +

0 20 40 60 80

Satisfacción con la vida

Confianza interpersonal

Siente que entiende los problemas más importantes del país

Los gobernantes están interesados en lo que piensa la gente

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 198

En orden creciente de especificidad, los ciudadanos evalúan sus sistemas políticos en general, a los actores políticos de su gobierno, y las políticas específicas de sus gobiernos. El Barómetro de las Américas 2102 incluyó tales ítems. El PSA5 es un índice compuesto de cinco medidas: la creencia de que los tribunales dictan sentencias justas, el respeto por las instituciones políticas, la percepción de la protección de los derechos básicos, el orgullo de vivir en ese sistema, y un sentido de obligación de apoyar al sistema político (véase el Capítulo Dos para una descripción). Estos ítems se describen a continuación:

Y3. En su opinión, en términos generales, ¿el país se está encaminando en la dirección correcta o en la dirección equivocada? Correcta =100, equivocada =0). M1. Hablando en general acerca del gobierno actual, ¿diría usted que el trabajo que está realizando el Presidente Daniel Ortega es...?: muy bueno =100, bueno =75, ni bueno, ni malo =50, malo =75, o muy malo =0? M2. Hablando de la Asamblea Nacional y pensando en todos los diputados en su conjunto, sin importar los partidos políticos a los que pertenecen; ¿usted cree que los diputados de la Asamblea Nacional están haciendo su trabajo muy bien, bien, ni bien ni mal, mal, o muy mal? ...?: muy bueno =100, bueno =75, ni bueno, ni malo =50, malo =75, o muy malo =0? N1. ¿Hasta qué punto diría que el gobierno actual combate la pobreza? Nada=0…mucho =100. N3. ¿Hasta qué punto diría que el gobierno actual promueve y protege los principios democráticos? Nada=0…mucho =100. N9. ¿Hasta qué punto diría que el gobierno actual combate la corrupción en el gobierno? Nada=0…mucho =100. N11. ¿Hasta qué punto diría que el gobierno actual mejora la seguridad ciudadana? Nada=0…mucho =100. N15. ¿Hasta qué punto diría que el gobierno actual está manejando bien la economía? Nada=0…mucho =100.

El Gráfico 133 desglosa varias de esas actitudes por edad. Un primer gran patrón es que los

nicaragüenses aprueban estas cuatro partes de su sistema político. El apoyo al sistema político de los nicaragüenses alcanza un promedio por encima de los 61 puntos, su acuerdo con que el país está en la dirección correcta está en los 63 puntos, la aprobación del desempeño del presidente está justo por encima de los 66 puntos y su evaluación de la Asamblea Nacional, aunque por debajo, se ubica alrededor de los 54 puntos. El segundo gran patrón y el hallazgo más importante, es que no hay diferencias significativas en el apoyo al sistema, la dirección correcta del país, la aprobación presidencial y de la Asamblea Nacional. Por lo tanto, los nicaragüenses aprueban moderadamente a su gobierno, al presidente y a la Asamblea Nacional independientemente de la edad.

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Capítulo Siete

Página | 199

Gráfico 133. Apoyo a las instituciones y a que

el país está en el camino correcto según la edad

Con respecto a la serie N de ítems relacionados con las evaluaciones de los nicaragüenses del

desempeño del gobierno en las áreas de políticas específicas, el gráfico desglosa la des/aprobación por edad. En general, se puede observar que los nicaragüenses son positivos hacia estas políticas específicas. Así, consideran que el Gobierno combate la pobreza con un nivel de acuerdo de 65 puntos sobre 100, promueve los principios democráticos con 61 puntos, lucha contra la corrupción con 56 puntos, mejora la seguridad con un acuerdo de 63 puntos, y maneja bien la economía con un nivel de acuerdo de 59 puntos sobre 100. Una vez más, vemos que no existen diferencias estadísticamente significativas entre las evaluaciones de los nicaragüenses más jóvenes y los conciudadanos de más edad.

66.7

68.6

63.3

63.7

60.0

62.6

52.5

55.5

16 a 25

26 +

16 a 25

26 +

16 a 25

26 +

16 a 25

26 +

0 20 40 60 80

Aprobación del trabajo del presidente

El país se está encaminando en la dirección correcta

Apoyo al sistema

Aprobación del trabajo del Congreso

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 200

Gráfico 134. Evaluación de Políticas Específicas

del Gobierno Actual según la edad

En 2012, el Barómetro de las Américas formuló una serie de preguntas referentes a las

opiniones sobre temas sociales. Las respuestas se convirtieron a la escala habitual de 0 a 100 y los resultados se presentan en el Gráfico 135. Los detalles de la redacción de estos artículos fueron presentados en los Capítulos Uno y Dos y se pueden encontrar en el cuestionario en los Apéndices. Una vez más, no encontramos una diferencia significativa entre los nicaragüenses más jóvenes y los mayores en ninguno de los ítems. En concreto los nicaragüenses que se ubican alrededor de los 42 puntos sobre 100 (desaprobación modesta) a la hora de dar a los hombres preferencia cuando se trata de buscar trabajo en tiempos económicos difíciles, pero también apoyan firmemente las cuotas de género para la legislatura con 73 puntos. El apoyo a la acción afirmativa en favor de los estudiantes de "piel oscura" se ubica en 57 puntos. En conjunto, los nicaragüenses están a favor de permitir que los discapacitados se postulen para un cargo público, marcando un promedio de 70 puntos. Sin embargo, no están a favor de permitir que los homosexuales tengan los mismos derechos políticos, con un promedio de 39 puntos. Asimismo, los nicaragüenses expresan intolerancia ante el matrimonio homosexual dados los 13 puntos que alcanzan en la escala. En este último punto, los jóvenes

63.8

65.9

63.4

63.2

61.9

60.0

59.7

58.8

56.0

57.2

16 a 25

26 +

16 a 25

26 +

16 a 25

26 +

16 a 25

26 +

16 a 25

26 +

0 20 40 60 80

El gobierno combate la pobreza

El gobierno mejora la seguridad

El gobierno promueve los principios democráticos

El gobierno actual maneja bien la economía

El gobierno combate la corrupción

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Siete

Página | 201

nicaragüenses registran más aprobación que los adultos, pero como se ha señalado, la diferencia no es significativa.

Gráfico 135. Actitudes hacia temas sociales

En cuanto a la des/aprobación del aborto si la vida de la madre está en peligro, el puntaje

promedio nacional es de 9 puntos, un nivel de desaprobación muy fuerte.

Los últimos cuatro ítems se expresan en términos de desaprobación de ciertas circunstancias hipotéticas relativas a los vecinos. Una puntuación de cero indica que el tener de vecino a alguien del

73.873.6

69.671.3

59.555.5

42.041.8

38.740.9

17.016.1

10.615.2

8.89.3

0.40.4

0.10.1

0.10.1

16 a 2526 +

16 a 2526 +

16 a 2526 +

16 a 2526 +

16 a 2526 +

16 a 2526 +

16 a 2526 +

16 a 2526 +

16 a 2526 +

16 a 2526 +

16 a 2526 +

0 20 40 60 80

Apoyo a las cuotas de género

Los fisicamente descapacitados pueden postularse a cargos públicos

Apoyo a la acción afirmativa

Los hombres deberÌan tener prioridad para conseguir un trabajo

Los homosexuales pueden postularse para cargos públicos

No quiere como vecinos: gente de otros paÌses

Aprobación que parejas del mismo sexo pueden casarse

Se justifica aborto cuando peligra salud de la madre

No quiere como vecinos: homosexuales

No quiere como vecinos: afros/negros

No quiere como vecinos: indÌgenas

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 202

tipo hipotético no importaría en absoluto, mientras que una puntuación de 100 indica que importaría mucho. Se observó que los nicaragüenses no expresan ningún tipo de prejuicio sobre la mayoría de los vecinos hipotéticos. Los promedios son menores a 1 en una escala de 0 a 100 para los homosexuales, afro-nicaragüenses e indígenas. El único prejuicio registrado, y aun así sigue siendo bajo, es el de tener a extranjeros como vecinos, llegando a marcar un promedio por debajo de los 17 puntos sobre 100. De nuevo, para todas estas opiniones no se observan diferencias en función de la edad.

Gráfico 136. Intereses políticos y sociales según la edad

¿Qué tan diferentes son los jóvenes de los adultos en sus actitudes políticas y la participación

política? El Gráfico 136 presenta los resultados desglosados según los dos grupos de edad. Sólo en el ítem relacionado con internet se encontró una diferencia significativa. La frecuencia de uso de internet entre los nicaragüenses más jóvenes, aunque que baja en términos comparativos, es de 31,8 puntos sobre 100, mucho mayor que entre las cohortes de más edad, las cuales se sitúan en los 9,9 puntos. Como hemos visto, los jóvenes nicaragüenses son un poco más prósperos que los más mayores y muchos todavía están o han estado recientemente en la escuela. Tanto la educación como la prosperidad incrementarían el acceso a las computadoras y conexiones a Internet. Los jóvenes no

81.779.2

45.241.1

42.641.6

38.735.7

32.510.1

5.97.8

7.19.4

16 a 2526 +

16 a 2526 +

16 a 2526 +

16 a 2526 +

16 a 2526 +

16 a 2526 +

16 a 2526 +

0 20 40 60 80

Frecuencia de seguir las noticias

Simpatiza con FSLN

Nivel de información política

Interés político

Frecuencia de usar el Internet

Simpatiza cualquier partido Liberal

Recibe asistencia pública

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Siete

Página | 203

muestran diferencias estadísticas con los mayores en lo relacionado con el interés por la política, la frecuencia del seguimiento de las noticias, el nivel de información política, o la simpatía partidista, ya sea por el FSLN o cualquier partido Liberal. Por último, no hay diferencia estadística en la recepción de asistencia pública.

En cuanto a la ideología, les preguntamos a los nicaragüenses sobre las tendencias políticas de

apoyar a la izquierda o a la derecha. Este ítem se basa en una escala de diez puntos que va de la izquierda (1) a la derecha (10) y que se formuló de la siguiente manera:

L.1. En esta tarjeta tenemos una escala del 1 a 10 que va de izquierda a derecha, en la que el 1 significa izquierda y el 10 significa derecha. Hoy en día cuando se habla de tendencias políticas, mucha gente habla de aquellos que simpatizan más con la izquierda o con la derecha. Según el sentido que tengan para usted los términos "izquierda" y "derecha" cuando piensa sobre su punto de vista político, ¿dónde se encontraría usted en esta escala? Dígame el número.

Hemos recodificado esta pregunta mediante la combinación de cada par de puntos de la escala

de diez puntos para que sea más fácil de representar gráficamente. Así, se combinan en una categoría los puntos de la izquierda (originalmente 1 y 2), después los dos puntos siguientes (3 y 4), y así sucesivamente hasta llegar al extremo de la derecha (9 y 10), los cuales son similarmente combinados en uno. El resultado es una escala de 5 categorías que van desde muy de izquierda a moderadamente de izquierda, de centro (originalmente los puntos 5 y 6), de derecha moderada y muy de derecha. El Gráfico 137 muestra el porcentaje de nicaragüenses en cada posición ideológica por cada grupo de edad. Se observa que el porcentaje de quienes se ubican a la izquierda aumenta del 29,1% entre los 16 y 20 años al 31,3% entre 21 a 25 años, hasta un máximo del 33,0% entre los 26 a 35 años. El porcentaje se reduce gradualmente hasta el 29,2% entre los mayores de 56 años. Por lo tanto, los jóvenes nicaragüenses en edad de votar son un poco menos de izquierda que los dos siguientes grupos mayores, pero en realidad no son muy diferentes de cualquier otro grupo.

El patrón de la posición ideológica de derecha varía (Gráfico 137). El 31.4% de los jóvenes nicaragüenses entre 16 y 20 años se describen como derechistas, proporción que cae abruptamente al 23.8% entre los jóvenes de 21y 25 años de edad y continúa disminuyendo a través de todos los grupos de edad al punto que sólo el 17, 2% de quienes tienen 56 años o más se consideran de derecha. En un segundo patrón distintivo, el grupo de ideología moderada se hace más grande a través de las cohortes de edad ascendentes. Sólo el 24,1% de los de 16 a 20 años se ubican en el centro de la escala, pero esa proporción aumenta entre mayor es la edad – el 34% entre los 21-25 años, el 34,6% entre 36 a 45 años, y más aún al 40 % de los nicaragüenses mayores de 56 años de edad. Así, se observa que a medida que los nicaragüenses envejecen tienden a ubicarse en una ideología moderada. La proporción de nicaragüenses que se ven a sí mismos como derechistas disminuye con la edad. Tenemos la sospecha de que parte de esta disminución del conservadurismo extremo con la edad se puede explicar por la aversión hacia el régimen de Somoza, que muchos de estos adultos mayores vivieron cuando eran adolescentes o incluso ya eran adultos. Por último, los jóvenes nicaragüenses están más polarizados ideológicamente, es decir que se ubican más en los extremos que los de mayor edad.

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 204

Gráfico 137. Espectro ideológico según la edad

V. Participación Política

¿Cuánto participan los jóvenes nicaragüenses en política? ¿Se diferencian de los adultos mayores? El Gráfico 138 presenta los datos sobre la participación política desglosada según la edad. En el ámbito del comportamiento político (a diferencia de la opinión pública), se observan más diferencias por edad que lo que se encontró en las actitudes políticas. En primer lugar, el 95% de los adultos nicaragüenses tienen una cédula de identidad (DNI –Documento de registro de votantes), frente al 78, 9% de los jóvenes menores de 26 años. Naturalmente una parte de este grupo más joven no podría haber tenido la edad suficiente para tener derecho a una cédula en el momento de la encuesta, por lo que los de esta cohorte tienen una menor tasa que los más mayores. Sin embargo, hubo denuncias de que la emisión de tarjetas de identificación y compilación de las listas de electores (padrón electoral) fue lenta y les privó de votar. En 2012, el Barómetro de las Américas revela que esto fue más grave entre los jóvenes nicaragüenses. De hecho, el 29% de los nicaragüenses entre 16 y 20 años de edad informaron no haber estado en la lista electoral para las elecciones de 2011, y la mitad, el 13% de aquellos entre 21 y 25 años reportaron lo mismo. Por el contrario, sólo el 6,9% de los adultos más mayores, entre 26 y 35 años, denunciaron haber estado fuera del padrón y el 5,2% de los mayores de 35 años. Los jóvenes nicaragüenses en 2011 fueron, por lo tanto, claramente perjudicados por los problemas de registro en la lista de votantes que permite votar.

En cuanto al acto de votar en las elecciones presidenciales en 2011, el Gráfico 138 muestra que

el 67,5% de los nicaragüenses entre 16 y 25 años reportaron haber votado comparado con el 84,3% de adultos más mayores, lo que podría explicar algunas de estas diferencias. Sin embargo, algunos de ellos también podrían tener los mismos problemas de cedulación y empadronamiento mencionados anteriormente. Los porcentajes de los nicaragüenses que reportaron que no se les permitió votar por edad son los siguientes: el 5,7% de los nicaragüenses entre 16 y 20 años, el 5,8% de 21 a 25 años,

29.1%

9.1%

24.1%

6.4%

31.4%

31.3%

6.1%

34.0%

4.8%

23.8%

33.0%

7.3%

29.5%

6.7%

23.4%

32.5%

6.7%

34.6%

8.8%

17.3%

31.1%

6.8%

33.6%

8.9%

19.6%

29.2%

6.0%

40.0%

7.6%

17.2%

0%

20%

40%

60%

80%

100%

16 - 20 21 - 25 26 - 35 36 - 45 46 - 55 56 +Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

izquierda extrema

izquierda moderada

centro

derecha moderada

derecha extrema

Ideología

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Capítulo Siete

Página | 205

4,2% entre los 25 y 36, el 5,5% entre 36 y 45 años, y alrededor del 1,5% los mayores de 46 años de edad. Esta evidencia sugiere que una parte de los votantes más jóvenes no pudieron votar debido a estas dificultades en el 2011.

Con respecto a otros tipos de participación política, se observa en el Gráfico 138 que ponerse en contacto con los funcionarios públicos es significativamente menor (7,5%) entre los votantes más jóvenes que entre los mayores (11,2%). No se observaron diferencias significativas entre los nicaragüenses más jóvenes y los mayores en relación con la participación en campañas y actividad partidista (un 13%), la firma de peticiones (alrededor del 6,7%), o la participación en protestas (aproximadamente 8,2%). Los jóvenes nicaragüenses (19,9 puntos en la escala de 100) son menos activos en las organizaciones que sus conciudadanos mayores (23,5 puntos en la escala de 0 a 100).

Gráfico 138. Participación política según la edad

78.795.7

67.584.0

20.023.5

12.113.1

7.611.2

8.28.1

7.36.0

16 a 2526 +

16 a 2526 +

16 a 2526 +

16 a 2526 +

16 a 2526 +

16 a 2526 +

16 a 2526 +

0 20 40 60 80 100

Tiene cédula de identidad

Porcentaje que votó en las últimas elecciones

Activismo en la sociedad civil

Nivel de activismo en partidos y campañas

Contacto con oficiales del gobierno

Participación en protesta

Firmó una petición

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 206

El Gráfico 139 nos permite ahondar en el activismo de los jóvenes en la sociedad civil. Se observa que los jóvenes nicaragüenses sólo son más activos en los grupos deportivos que los más mayores, con 25,5 puntos frente a 9 puntos en la de escala de 100. Para dos tipos de grupos, los grupos de mejora de la comunidad y los Consejos de Poder Ciudadano (CPC), los jóvenes participan con la misma intensidad que los mayores. Para los demás grupos, los mayores son más activos que los jóvenes. Así, los primeros tienen una mayor participación en las reuniones de las escuelas que estos últimos (36.6 versus 18,7). Esto cobra sentido en tanto los nicaragüenses mayores son más propensos a tener hijos o más hijos y que los jóvenes. Los adultos mayores participan más en las organizaciones empresariales y profesionales (7,2) que los jóvenes (3,9). Esto también tiene sentido porque las personas mayores son más propensas que los jóvenes a dedicarse a la actividad profesional, empresarial y productiva que sus conciudadanos más jóvenes. Por último, en cuanto a su nivel de actividad de liderazgo, los adultos tienen una puntuación de 4.5 puntos de 100 en comparación con el 2,7 de los jóvenes.

Gráfico 139. Activismo en la sociedad civil y liderazgo según la edad

44.552.4

36.518.6

19.414.8

17.513.7

25.89.0

3.87.1

4.52.8

16 a 2526 +

16 a 2526 +

16 a 2526 +

16 a 2526 +

16 a 2526 +

16 a 2526 +

16 a 2526 +

0 10 20 30 40 50 60

Nivel de activismo en organización religiosa

Nivel de activismo en asociación de padres de familia

Nivel de activismo en comité de mejoras

Nivel de actividad en reuniones de un CPC

Nivel de activismo en un grupo deportivo

Nivel de activ. asoc. de profesionales, comerciantes, productores

Ejerce liderazgo en organizaciones comunales

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Siete

Página | 207

VI. Contexto regional y estabilidad de las actitudes democráticas de los jóvenes

Por último, nos preocupa si el contexto socio-político en el que los jóvenes nicaragüenses han vivido afecta a un par de actitudes claves, su tolerancia política (una norma democrática importante), y su apoyo al sistema (un componente de la estabilidad). (Véase el Capítulo Cinco para la justificación de este enfoque.) La pregunta importante aquí es si el nivel de apoyo político al gobierno, medido como el voto por el FSLN en las elecciones de 2011, y las oportunidades socioeconómicas, medido por el índice de desarrollo humano a nivel municipal (IDHM), afectan las actitudes de los jóvenes. En este sentido, cabe preguntarse: ¿vivir en un contexto de apoyo al sistema y pro-FSLN aumenta o reduce la tolerancia política de los jóvenes hacia los críticos del sistema?, ¿vivir en una zona de extrema pobreza y con servicios insuficientes disminuye la tolerancia entre los jóvenes?

Se encontró evidencia de que el contexto local influye para que tanto el apoyo al sistema como

la tolerancia sean fuertes. El Gráfico 140 presenta los niveles promedio de apoyo al sistema (gráfico de la izquierda) y tolerancia (gráfico de la derecha) por municipio en Nicaragua. El apoyo al sistema se extiende 17 puntos yendo del 78,3 al 50,9 en la escala de 100 para todos los municipios del estudio. La tolerancia política varía desde un máximo de 71,3 a un mínimo de 36,1. Estas dos actitudes están poco correlacionadas entre sí. Por ejemplo, los residentes del municipio de Waslala tienen la tolerancia política más alta, pero el apoyo al sistema más bajo. El desarrollo socioeconómico del país (IDHM) también varía ampliamente entre los municipios de Nicaragua. Asimismo, haber votado por el candidato del FSLN, Daniel Ortega, que va desde un máximo del 75,8% (en El Tuma / La Dalia y La Paz Centro) hasta un mínimo de 17,4% (en Bocana de Paiwas) en las elecciones de 2011.

Estas diferencias por municipio evidencia la necesidad de recurrir al análisis multinivel para determinar si el contexto influye en las actitudes clave entre los jóvenes. Cuando el análisis de regresión tradicional emplea tanto variables contextuales como de nivel individual, la repetición de los valores de las variables contextuales tiende a inflar su peso en el análisis. La solución adecuada para este problema es emplear un modelo jerárquico que pese correctamente los efectos a nivel del sistema. Hemos analizado el apoyo al sistema y la tolerancia política de la juventud, modelados en dos variables contextuales, IDHM y el porcentaje de votos en la elección presidencial de 2011. Los resultados (véase el Apéndice con los Modelos Jerárquicos Lineales A y B) no se muestran aquí por cuestiones de espacio. En resumen, ni la elección presidencial en 2011 ni el nivel de desarrollo humano afecta el apoyo al sistema entre la juventud nicaragüense. 4 Esto sugiere que el apoyo al sistema político de los jóvenes nicaragüenses no está condicionado ni por el contexto político (elecciones presidenciales recientes) ni por el índice de desarrollo humano a nivel municipal.

El contexto tiene un efecto un tanto diferente sobre la tolerancia política de los jóvenes. El

análisis de regresión jerárquica indica que, para el apoyo al sistema, las elecciones presidenciales no afectan la tolerancia política de los jóvenes hacia los críticos del sistema. 5 En contraste, el índice de desarrollo humano a nivel municipal tiene un efecto significativo en la actitud de los jóvenes, aunque es un efecto muy leve. El z-score (Apéndice XY) es -1,97 (p = 0,049), lo que revela una correlación negativa débil. Así, los jóvenes nicaragüenses tienden a ser menos tolerantes políticamente en contextos comunitarios más prósperos o desarrollados, incluso controlando por el género, ingresos y

4 Los z-scores para el voto presidencial y IDHM son, respectivamente, 0.28 (p=.299) y -1.04 (p=.778), indicando que no hay un efecto significativo. 5 Z = .084 (p=.399) (véase el Apéndice XY).

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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niveles de educación. Esto contradice las expectativas de que un mayor logro educativo - más presente en las zonas desarrolladas - se correlaciona positivamente con la tolerancia.

Gráfico 140. Parte A-Impacto del contexto municipal en el apoyo al sistema

Esto presenta un puzle interesante: ¿por qué las áreas desarrolladas y aventajadas tienen

jóvenes menos tolerantes? Observando la parte A y la parte B del Gráfico 140, se observa que la tolerancia política en general (Parte B) tiende a ser menor en las áreas urbanas relativamente desarrolladas de Managua (Distritos III, IV, V y VI), que pueden tener una mayor concentración de empleados públicos y simpatizantes sandinistas que en otros distritos (El FSLN normalmente gana en las elecciones en el centro metropolitano del país). Una forma de explorar indirectamente esta idea es examinando las tasas de identificación partidista por municipio. Como se esperaba, se encontró que los residentes de los distritos de Managua, III, IV y VI muestran una mayor identificación o simpatía con el FSLN que otras regiones. La correlación entre la tolerancia y la simpatía por el FSLN es -0,12 entre

50.951.2

51.353.3

53.454.1

54.955.2

55.455.6

56.156.2

56.256.4

56.556.6

57.358.0

58.058.158.1

58.558.5

58.759.5

59.960.4

60.761.1

61.161.3

61.662.3

62.663.8

64.365.4

65.866.6

67.267.3

67.367.7

69.669.9

70.170.3

70.376.8

78.3

WaslalaSan Carlos

Bocana de PaiwasDistrito VJuigalpa

DiriambaSan Pedro de Lóvago

JalapaTipitapa

El CuáLa Concepcion

MasayaDistrito IV

San Rafael del SurSan Marcos

Distrito II/ManaguaPotosí

TerrabonaMatagalpa

JinotegaNueva Guinea

Distrito IIIChinandega

MateareEl Viejo

Ciudad Sandino

Puerto CabezasSanto Tomás del Norte

Muelle de los BueyesLa Trinidad

La Paz CentroSan Lorenzo

Wiwili JinotegaSan Isidro

El RamaEl Tuma la Dalia

San LucasEsteliRivasLeón

Distrito VI

CorintoMatiguasGranada

TicuantepeSomoto

Santa María de PantasmaRosita

El JicaralChichigalpa

0 20 40 60 80

Apoyo al sistema95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Siete

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todos los nicaragüenses. Tal atmósfera partidista hacia el partido en el poder contribuye a que disminuya la tolerancia hacia los críticos del sistema. Suponemos que los jóvenes nicaragüenses que están en esas zonas pro-FSLN (como los distritos de la zona metropolitana) están siendo aparentemente socializados en un patrón de intolerancia.

Gráfico 140. Parte B-Impacto del contexto municipal en la tolerancia política

36.145.0

45.145.3

45.446.4

49.049.1

49.149.5

50.351.051.3

51.351.7

52.153.6

53.754.8

54.955.356.256.8

57.658.6

58.958.9

59.059.1

59.159.3

59.459.7

59.860.4

60.660.7

61.562.0

62.562.5

62.663.2

63.263.3

65.065.1

66.968.1

71.3

Puerto CabezasDistrito VI

San Pedro de LóvagoTicuantepe

ChinandegaJalapa

Santa María de PantasmaEl Tuma la Dalia

Distrito IIIDistrito IV

TerrabonaWaslala

Distrito VSan Lucas

Wiwili JinotegaMuelle de los Bueyes

El ViejoMateare

Nueva GuineaPotosí

Santo Tomás del NorteDistrito II/Managua

MatagalpaChichigalpaSan Carlos

SomotoEl JicaralJinotega

EsteliDiriambaJuigalpaTipitapaCorinto

La TrinidadCiudad Sandino

GranadaLa Paz Centro

San IsidroSan Rafael del Sur

RivasMasaya

LeónEl Rama

Bocana de PaiwasSan LorenzoSan Marcos

RositaMatiguas

La ConcepcionEl Cuá

0 20 40 60 80 100

Tolerancia política95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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VII. Conclusión

Una cuarta parte de la población nicaragüense tiene entre 16 y 25 años, una proporción que parece estar disminuyendo debido a una fertilidad baja. Aquellos que se encuentra en las cohortes de edad entre 16 y 20 años y entre 21 y 25 años son los ciudadanos con mayor nivel de educación en Nicaragua y son más optimistas sobre la economía. Las oportunidades de vida y las oportunidades educativas de los jóvenes nicaragüenses varían mucho en función del contexto socioeconómico local, observándose los peores resultados en las zonas menos desarrolladas del país.

Un patrón en los datos es que los jóvenes nicaragüenses difieren muy poco de los adultos

mayores en muchas opiniones políticas y sociales. Tanto los jóvenes como los adultos mayores, perciben los mismos problemas nacionales (economía para el 78%, la seguridad para el 9%). Entre las mayores amenazas para la juventud, los nicaragüenses mencionaron las drogas (49%), el alcohol (21%), y las pandillas (15%). Y como las respuestas a estas amenazas propusieron programas deportivos (41%), la creación de empleo (25%), educación (13%), y programas de voluntariado (9%). Asimismo, con respecto a las escuelas, los nicaragüenses sugirieron invertir en la infraestructura (33%), mejorar los aspectos académicos (22%), mejorar los profesores (11%) e incrementar las actividades de recreación y deportes (10%). De sus respuestas, se destaca la poca politización en la escuelas (sólo el 1,4% lo indicó como algo a mejorar). Los efectos de la delincuencia y el miedo al delito en el comportamiento son bastante similares entre jóvenes y mayores.

Las actitudes políticas de los jóvenes nicaragüenses son muy similares a las de sus

conciudadanos mayores pero se identificaron algunas excepciones interesantes. Todos los nicaragüenses ven los roles del Estado del mismo modo, todos abrazan fuertemente los valores democráticos básicos, apoyan moderadamente los diferentes aspectos del Estado de derecho y tienen los mismos niveles de confianza, satisfacción con la vida y eficacia política. Tanto los más jóvenes como los adultos más mayores expresan niveles similares y positivos de apoyo institucional, de aprobación al trabajo del presidente y de la Asamblea Nacional, e igualmente le dan buenas evaluaciones a la administración actual en varias políticas nacionales. Prácticamente no hay diferencia entre las diferentes edades en el conocimiento político, seguimiento de noticias, o la identificación con los partidos políticos. Una diferencia notable es que los jóvenes utilizan más internet que los viejos. Tanto los jóvenes como los adultos participan en campañas políticas, protestas y firman peticiones en tasas similares.

Las pocas diferencias que hemos detectado es que los jóvenes nicaragüenses están más

dispuestos a justificar hipotéticos golpes militares que sus conciudadanos más viejos. Ideológicamente, los jóvenes nicaragüenses son más extremos (concentrándose cerca de los extremos del espectro ideológico), y menos moderados que los grupos de más edad, y tienden a ser más de derecha. La moderación aumenta y la auto ubicación a la derecha disminuye entre quienes se encuentran las cohortes de mayor edad. Finalmente, algunas diferencias en la participación aparecieron: los jóvenes sólo son más activos en grupos de deportes, y en los demás tipos de organización, la tendencia es que son menos activos y reportan menos liderazgo. En comparación con los mayores, son menos los jóvenes que están registrados para votar, votan menos en conjunto y tienen poco contacto con los funcionarios públicos.

En suma, la edad conduce a pocas diferencias políticas entre los nicaragüenses. Los jóvenes

tienden a ser ligeramente más conservadores ideológicamente, más receptivos a la idea de un golpe de

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Capítulo Siete

Página | 211

Estado militar hipotético (aunque se opuso a los golpes de Estado en equilibrio), pero también son menos activos en los grupos y en la participación política en general. El contexto regional medido por los niveles de desarrollo humano a nivel municipal (IDHM) y el voto presidencial por el FSLN tienen poco efecto en el apoyo al sistema y la tolerancia política de los jóvenes. El único efecto que se sostiene bajo el análisis multinivel es que los jóvenes que viven en las zonas más desarrolladas son menos tolerantes políticamente hacia quienes son críticos con el régimen. Esto parece deberse a la presencia de muchos empleados públicos y simpatizantes del FSLN en el Nicaragua urbano.

En conclusión, y como se concluyó en el año 2010, se tiene una clara sensación de las bajas

posibilidades de que la juventud quiera desestabilizar el sistema político. Si bien los jóvenes son más conservadores y apoyan más los golpes de estado, al mismo tiempo son menos activos políticamente. En parte, su baja participación electoral puede provenir del problema reportado en la recepción de los documentos nacionales de identidad necesarios para votar en las elecciones presidenciales de 2011.

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Capítulo Ocho

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Capítulo Ocho: Las mujeres nicaragüenses

I. Introducción

El subdesarrollo económico persistente y la pobreza de sus habitantes tienen muchos y desafortunados efectos en Nicaragua. El subdesarrollo y la pobreza suponen cargas especiales sobre las mujeres. El compromiso político y la participación en organizaciones políticas en general ofrecen caminos para los desfavorecidos para luchar por mejorar sus vidas y sus comunidades.

La Revolución sandinista permitió a la mujer asumir roles previamente desconocidos -

organizadora, luchadora, dirigente, funcionaria pública - pero muchas mujeres se decepcionaron con el Frente Sandinista de Liberación Nacional porque pusieron los problemas de las mujeres en un segundo plano o las abandonaron en sus luchas. Irónicamente, fue una mujer conservadora, Violeta Barrios de Chamorro, quien alcanzó el puesto político más alto, el de la presidencia y ayudó a calmar las tensiones de la década de 1980. Ella podría haber cambiado la forma en que los nicaragüenses, hombres y mujeres, veían el potencial político y los roles de las mujeres. Nicaragua adoptó ley de cuotas para las mujeres en las listas de candidatos de los partidos, garantizando la permanencia de las mujeres en la vida política nacional. Dado que el FSLN se ha reconciliado con la Iglesia Católica, eventualmente podría prohibir los abortos en todos los casos.

El objetivo de este capítulo es examinar la situación de las mujeres de Nicaragua tal como se

revela en la información recogida en la encuesta del 2012 del Barómetro de las Américas. Dos preguntas principales dominarán la siguiente discusión: ¿son las mujeres nicaragüenses sustancialmente diferentes a los hombres en sus recursos, actitudes, experiencias y comportamientos en la sociedad política y civil?, ¿las mujeres nicaragüenses participan en la política lo suficiente como para presionar al gobierno con sus intereses y preocupaciones? Al responder a esta última pregunta, examinaremos los factores que le dan forma y movilizan la participación política de las mujeres nicaragüenses. En última instancia, se explorará cómo la participación en las organizaciones de la sociedad civil tiene una enorme influencia para que las mujeres se dediquen a la política.

II. Características de las mujeres nicaragüenses

Comenzamos la discusión sobre las mujeres nicaragüenses con la comparación de sus características socio-demográficas con las de los hombres. La Tabla 2 muestra una serie de características para las mujeres y los hombres e indica si las diferencias entre los sexos son estadísticamente significativas. Aquí, nuestra pregunta principal es hasta qué punto las ventajas y desventajas de las mujeres nicaragüenses hacen que su vida sea más fácil o más difícil con respecto a los hombres.

El 2012 se observa que las mujeres nicaragüenses tienen una educación promedio ligeramente

inferior (6,3 años) que los hombres (7,0), pero esta diferencia no es estadísticamente significativa. En cuanto a la educación de la madre, las mujeres también están más rezagadas que los hombres, pero de nuevo la diferencia, aunque más grande, no es significativa. En esencia, el promedio de educación de las madres de las mujeres equivale a dos o tres años menos de educación primaria que la que

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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recibieron las madres de los hombres. Existen pocas diferencias en el estado civil: el 29% de las mujeres son solteras frente al 35% de los hombres solteros. Sólo el 30,9% de las mujeres reportan estar casadas en comparación con el 35% de los hombres. Con una tasa de 7,1%, las mujeres tiene tres veces más probabilidades de ser viudas que los hombres (2,4%). El número de niños menores de 13 años que viven en el hogar (1,2) es el mismo para ambos sexos. Un 10,5% de las mujeres, casi un 3% más que los hombres, reportan recibir transferencias de dinero. Si bien esta diferencia en Usura Cero u otras transferencias no es estadísticamente significativa, se puede suponer que más hombres que mujeres viajan al extranjero para trabajar. Así, es más probable que los hombres envíen remesas a sus parejas. Esta suposición se ve reforzada por la diferencia significativa en el porcentaje de hombres que están considerando emigrar en busca de trabajo (24,3%) en comparación con las mujeres (15,7%).

La Tabla 2 presenta la información sobre la situación económica de las mujeres. Hemos

construido una medida del nivel de vida basado en la posesión de artefactos del hogar y servicios. Basados en el rango de 0 a 15, la mujer promedio cae en los 3,9 puntos en la escala de posesión de estos bienes, mientras que los hombres están en el 4,2, aunque esta diferencia carece de significancia estadística. Vale la pena recalcar que los nicaragüenses en conjunto reportan en promedio un poco más de cuatro de estos servicios básicos para el hogar, que incluyen servicios muy básicos como alcantarillado y conexiones de agua potable, un cuarto de baño interior, lavadora y teléfono, así como otros artículos de lujo y de comunicación . Este promedio nacional indica una situación económica muy pobre de los hogares nicaragüenses. Pero, ¿existen otras diferencias que podrían afectar la situación relativa de las mujeres? Se trata de un índice de inseguridad alimentaria, que va desde cero (inseguridad alimentaria muy baja) a 100 (inseguridad alimentaria muy alta - véase el Capítulo Uno) con base en dos preguntas sobre la falta de comida o pasar hambre. Las mujeres reportan significativamente mayor inseguridad alimentaria media (31,2) que los hombres (20,2), lo que indica una importante área de vulnerabilidad para las mujeres.

¿Por qué las mujeres tienen mayor inseguridad alimentaria? Tenemos la sospecha de que parte

del problema puede deberse a la dependencia económica que las mujeres tienen de los hombres con respecto a los ingresos de la familia. Los hombres pueden retener los ingresos de sus parejas para utilizarlos para sus propios fines, dejando a las mujeres que dependen de ellos en desventaja. El Gráfico 141 indica que esta explicación tiene validez. Se observa que entre los hombres, sólo el 11,2% no reporta ingresos, mientras que el cónyuge o pareja gana todos los ingresos. Para las mujeres la cifra es de 67,2% - seis veces más. Además, sólo el 6,1% de los hombres reportan ganar menos que sus esposas, en contraposición al 12,8% de las mujeres. En resumen, la gran discrepancia en los ingresos entre hombres y mujeres sugiere que las mujeres tienen menos recursos económicos para dedicarlos a la alimentación que sus contrapartes masculinas.

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Capítulo Ocho

Página | 215

Tabla 2. Características de las mujeres (Comparadas con los hombres)*

Variable

Mujeres

Hombres

Significativo at .05 (*)_

Años de educación 6.3 7.0 NS Educación de madre 1.1 1.4 NS Civil Status (%) Soltero 29.0 35.0 Casado 30.9 35.0 Unión libre 26.8 24.6 Divorciado 1.3 0.5 Separado 4.9 2.6 Viudo 7.1 2.4 Número de hijos viviendo en la casa con menos de 13 1.2 1.2 NS Recepción de transferencias (%) 10.5 7.6 NS Considera migrar en los próximos tres años 15.7 24.3 * Riqueza 3.9 4.2 NS Percepción de la economía personal 47.6 46.2 NS Inseguridad alimentaria 31.2 20.2 * Percibe mejor su economía que hace 1 año 23.5 26.5 NS

Gráfico 141. Ingresos propios frente a los ingresos de la pareja

Cabe preguntarse aquí dónde el problema de la inseguridad alimentaria entre las mujeres es

más severo dentro de Nicaragua. Tenemos la sospecha de que los niveles de desarrollo económico

11.2%

6.1%

14.4%

23.1%

37.7%

7.5%

67.2%

12.8%

9.1%

3.6%1.9%

5.5%

0%

20%

40%

60%

80%

100%

Hombre MujerFuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

Usted no gana nada y su pareja gana todo

Usted gana menos que su pareja

Usted gana más o menos lo mismo que su pareja

Usted gana más que su pareja

Usted gana todos los ingresos y su pareja no gana nada

Ningún ingreso salarial

Ganancias propias versus las de la pareja

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 216

pueden afectar a la discrepancia de inseguridad alimentaria entre hombres y mujeres. El Gráfico 142 lo confirma al mostrar la inseguridad alimentaria según los niveles municipales de desarrollo humano (IDHM), ordenando los municipios en cuatro estratos de desarrollo humano basados en los niveles de ingreso, educación, salud y servicios. Aparecen unos patrones muy interesantes: las mujeres reportan casi 20 puntos más en la escala de inseguridad alimentaria que los hombres en los municipios menos desarrollados, y entre 12 y 15 puntos más de inseguridad alimentaria en los dos niveles superiores de desarrollo municipal. De esta forma, la relación no es consistente para todos los niveles de desarrollo, las mujeres reportan menos inseguridad alimentaria que los hombres en el segundo grupo de municipios menos desarrollados. Sin embargo, la inseguridad alimentaria entre las mujeres es peor en tres de las cuatro categorías de desarrollo local. La inseguridad alimentaria entre las mujeres en los municipios menos desarrollados pone de manifiesto la gran desventaja de éstas frente a los hombres.1

Gráfico 142. Inseguridad Alimentaria según género

y según Índice de Desarrollo Humano Municipal

Continuando con la pregunta de por qué las mujeres reportan mayor inseguridad alimentaria

que los hombres y dónde el problema puede ser más severo, el Gráfico 143 presenta una medida de dependencia económica en las parejas. Se construyó un índice recodificando las respuestas a la

1 Para nuestra sorpresa, la inseguridad alimentaria promedio para los hombres y las mujeres es mayor en los tres grupos de municipios más desarrollados que en los de menor desarrollo. Tenemos la sospecha que la gente en los municipios menos desarrollados (principalmente en las áreas rurales) podrían tener más capacidad de producir sus propios alimentos en comparación con los residentes de las zonas más desarrolladas y por lo tanto más urbanas. Los residentes urbanos necesariamente se basan más en la compra de alimentos a través de los mercados y las provisiones de los productores a distancia y de cadenas de suministro. Los residentes rurales, en cambio, tienen mayor acceso a la producción local de alimentos, trueque y auto-cultivo. Esta diferencia podría contribuir a la inseguridad alimentaria aparentemente superior entre los residentes de las zonas más desarrolladas.

Hombre

Mujer

10

15

20

25

30

35

Inse

gu

rid

ad

alim

en

tari

a

0-.25 (IDHM muy bajo) .25 - .50 (IDHM bajo) .50 - .75 (IDHM alto) .75-1.0 (IDHM muy alto)Índice de desarrollo humano-municipal (IDHM)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Ocho

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siguiente pregunta en la tradicional escala de 0 a 100, en donde 0 representa la menor dependencia en los ingresos de la pareja y 100 la mayor dependencia. Sólo se incluyeron en la medida los encuestados con pareja.

GEN10. Pensando solo en usted y su pareja y en los salarios que ganan, ¿cuál de las siguientes frases describe mejor sus salarios? (1) Usted no gana nada y su pareja gana todo (=100) (2) Usted gana menos que su pareja; (=100) (3) Usted gana más o menos lo mismo que su pareja; (=50) (4) Usted gana más que su pareja;(=0) (5) Usted gana todos los ingresos y su pareja no gana nada. (=0) (6) Ningún ingreso salarial (=0)

Gráfico 143. Dependencia del encuestado del ingreso

de su pareja según género y nivel desarrollo municipal

El Gráfico 143 muestra un alto nivel de dependencia entre las mujeres en pareja en los ingresos

de los hombres en todos los niveles de desarrollo, que van desde 77,4 hasta 89,3 en la escala de 100 puntos. La dependencia de las mujeres es mayor en los dos municipios de nivel medio de desarrollo a

15.7

84.5

20.0

89.3

22.4

86.5

36.4

77.4

Hombre

Mujer

Hombre

Mujer

Hombre

Mujer

Hombre

Mujer

0 20 40 60 80 100

0-.25 (IDHM muy bajo)

.25 - .50 (IDHM bajo)

.50 - .75 (IDHM alto)

.75-1.0 (IDHM muy alto)

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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nivel municipal. Las mujeres son menos dependientes de sus parejas en los municipios (urbanos) más desarrollados (77,4), aunque todavía se observa un alto nivel de dependencia de los ingresos. La gran discrepancia en la dependencia económica de las mujeres en los municipios menos desarrollados (84,5 en la escala) en comparación con la de los hombres (15.7) puede dar cuenta de las grandes brechas de la inseguridad alimentaria de la que informaron las mujeres en las zonas menos desarrolladas del país. Los hombres son mucho más propensos a generar ingresos en efectivo que las mujeres, y por lo que estamos viendo son menos propensos a compartir con sus parejas, algunas de las cuales sufren inseguridad alimentaria a tasas muy elevadas.

Gráfico 144. Nivel de vida según género y

según nivel de desarrollo humano municipal

Otra indicación de las posibles fuentes de inseguridad alimentaria viene del Gráfico 144 que

representa gráficamente el estándar de vida por género y por nivel de desarrollo municipal. Aquí la evidencia es poderosa. Las mujeres y los hombres en los municipios con niveles de bajo desarrollo tienen un índice de estándar de vida (entre 0y 15), de aproximadamente 1,9 en la medida de bienes y servicios del hogar que indican la riqueza del hogar. La riqueza del hogar promedio aumenta de manera significativa para cada nivel de desarrollo municipal alcanzando un promedio de alrededor de 6.0 para los municipios más adelantados y tres veces más altos que los municipios menos

2.0

1.8

2.7

2.9

4.3

4.0

6.3

5.7

Hombre

Mujer

Hombre

Mujer

Hombre

Mujer

Hombre

Mujer

0 2 4 6 8

0-.25 (IDHM muy bajo)

.25 - .50 (IDHM bajo)

.50 - .75 (IDHM alto)

.75-1.0 (IDHM muy alto)

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Estandar de vida (por artefactos del hogar)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Ocho

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desarrollados. No hay diferencias significativas entre las los estándares de vida de los hombres y las mujeres en ninguno de los niveles de desarrollo. El punto principal a tener en cuenta en el Gráfico 144 es que los nicaragüenses (hombres y mujeres) en las zonas menos desarrolladas tienen el menor nivel de riqueza del hogar.

A continuación se presenta algunos otros indicadores que arrojan luces sobre la situación

económica relativa que enfrentan las mujeres frente a los hombres en Nicaragua. La Tabla 2 muestra que no hay diferencias significativas entre hombres y mujeres en cuanto a la forma en que perciben su propia situación económica, aunque el 26,5% de los hombres dicen que están mejor, en comparación con el 23,5% de las mujeres. El Gráfico 145 muestra que las mujeres perciben que sus ingresos son considerablemente escasos en mayor medida que los hombres encuestados. Casi un diez por ciento más de mujeres (23,6%) que de hombres (13,9%) dicen que su ingreso familiar es insuficiente y experimentan "grandes dificultades". Un cuarenta por ciento de los hombres reportan que sus ingresos son suficientes o que les permite ahorrar, en comparación con sólo el 28,3% de las mujeres. Las mujeres nicaragüenses por lo general llevan la carga de la gestión de la economía familiar, lo cual puede influir estas respuestas. Este hecho puede hacer a las mujeres más sensibles a las dificultades de la gestión de los ingresos del hogar. Sin embargo, al mismo tiempo puede ser cierto que, dado el papel desproporcionado de los hombres como principal fuente de ingresos de la familia, puede que no estén compartiendo todo lo que ganan con sus parejas. Los hombres también se pueden percibir a sí mismos como proveedores más eficaces que sus parejas.

Gráfico 145. Suficiencia del ingreso familiar según género

Una última mirada a la situación económica percibida por las mujeres nicaragüenses aparece en

el Gráfico 146. Se representan gráficamente las respuestas a la pregunta: ¿en los últimos dos años, su

5.1%

34.8%

46.1%

13.9%

4.5%

23.8%

48.1%

23.6%

0%

20%

40%

60%

80%

100%

Hombre MujerFuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

Les alcanza bien y pueden ahorrar

Les alcanza justo sin grandes dificultades

No les alcanza y tienen dificultades

No les alcanza y tienen grandes dificultades

Salario/sueldo del hogar alcanza o no

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 220

ingreso subió o no? Se observa que efectivamente el mismo porcentaje de mujeres y hombres (casi el 59%) no reportó ningún cambio. Sólo el 15,4% de las mujeres cree que sus ingresos habían aumentado en comparación con el 21,1% de los hombres. Por su parte, el 25,9% de las mujeres reportaron una disminución de los ingresos de la familia en comparación con el 20,5% de los hombres. Por lo tanto, aproximadamente un cuarto más de mujeres que de hombres reportaron una disminución de los ingresos familiares en los últimos dos años, mientras que aproximadamente un tercio menos de mujeres que de hombres reportaron un aumento de los ingresos familiares.

Gráfico 146. Aumento o disminución de los ingresos familiares según el género

III. Necesidades percibidas y experiencias de las mujeres nicaragüenses

En esta sección vemos cómo las mujeres nicaragüenses perciben los problemas que se les plantean y ciertas experiencias que tienen. Del mismo modo que antes, se contrastarán sus respuestas con las reportadas por los hombres para evaluar la diferencia entre las percepciones y experiencias por género. La sección anterior destacó que las percepciones de las mujeres nicaragüenses sobre la economía son diferentes y negativas en comparación con las de los hombres. Estas diferencias se pueden atribuir a la pobreza relativa de las mujeres, sus responsabilidades en la gestión del hogar, a su dependencia económica de sus parejas, y al contexto de subdesarrollo que afecta a muchos municipios nicaragüenses.

21.1%

58.5%

20.5%

15.4%

58.8%

25.9%

0%

20%

40%

60%

80%

100%

Hombre MujerFuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

aumentó?

permaneció igual?

disminuyó?

En los últimos dos años,¿ingreso del hogar aumentó o no

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Capítulo Ocho

Página | 221

Problemas percibidos En primer lugar, el Gráfico 147 presenta la distribución de las respuestas a la pregunta: ¿Cuál

es el problema más importante de Nicaragua? Dado que las mujeres sostienen peores percepciones de la economía que los hombres como se mostró en la sección previa (a pesar de la paridad en el nivel de vida y la educación), se espera que las mujeres estén más preocupadas con las cuestiones económicas que los hombres. En realidad esto es cierto. El 79,3% de las mujeres mencionan temas económicos como el problema más importante de Nicaragua, en comparación con el 66,5% de los hombres. Las mujeres también están más preocupadas por los problemas de seguridad (8,3%) que los hombres (5,5%). Los hombres citan la política como un problema nacional importante (13,4%), casi cuatro veces más frecuentemente que las mujeres (3,5%). Este último hallazgo sugiere que las mujeres nicaragüenses podrían estar menos comprometidas políticamente, cuestión que abordaremos en un apartado posterior.

Gráfico 147. El mayor problema de Nicaragua según el género

La encuesta de 2012 del Barómetro de las Américas también le preguntó a los nicaragüenses:

¿cuáles son los principales problemas o riesgos para los jóvenes en sus comunidades? La Tabla 3 desglosa las respuestas a las preguntas por género. Vemos que, si bien las diferencias no son estadísticamente significativas, las mujeres y los hombres coinciden en que las drogas y el uso de las drogas es el principal problema (mencionado por el 47,1% de las mujeres), seguido por el alcohol (23.4% de las mujeres), las pandillas (15,8% de las mujeres) y la violencia (4% de las mujeres). La encuesta de 2012 también les pidió a los nicaragüenses que sugirieran el mejor programa que podría solucionar estos problemas. La Tabla 3 presenta las principales respuestas, otra vez con diferencias insignificantes entre hombres y mujeres. El único programa que se mencionó con una diferencia

66.5%

5.5%

6.1%

13.4%

8.5%

79.3%

8.3%

5.7%3.5%

3.3%

0%

20%

40%

60%

80%

100%

Hombre MujerFuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

Economía

Seguridad

Servicios básicos

Política

Otros

Problema más importante del país

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 222

significativa fueron los programas deportivos, el 44,6% de los hombres en comparación con sólo el 36,3% de las mujeres. Otros programas que surgieron con frecuencia fueron la creación de empleo (25,4% de las mujeres), la educación (el 14,3% de las mujeres) y los programas de trabajo voluntario (el 10,5% de las mujeres).

En 2012, la encuesta del Barómetro de las Américas también les pidió a los nicaragüenses que dijeran lo que les gustaría cambiar para mejorar los centros educativos en sus comunidades. No se observaron diferencias significativas entre mujeres y hombres. Las cosas que los nicaragüenses cambiarían de los centros educativos sería la infraestructura (31,6% de mujeres). Las mujeres mencionaron problemas académicos, incluyendo programas de estudios y la formación relacionada con la informática (26,1%), el mejoramiento de los maestros (11,5%), y otras actividades deportivas y programas de recreación (7,3% de las mujeres, el 11,7% de los hombres).

En resumen, la Tabla 3 presenta un panorama de consenso sobre los principales problemas del país, los desafíos que enfrenta la juventud, los programas para hacer frente a estos desafíos, y para mejorar las escuelas. La mayor diferencia que se observó es que las mujeres mencionaron menos que los hombres, los deportes y programas de recreación, tanto en la comunidad como en las escuelas. Las actividades deportivas tienden a estar dominadas por los hombres, por lo que esta diferencia de énfasis no es sorprendente.

Tabla 3. Problemas percibidos entre las mujeres nicaragüenses (Comparado con los hombres)*

Variables

Mujeres

Hombres

Significativo at .05 (*)_

Principal riesgo que enfrenta la juventud en su vecindario (%)*

Pandillas 15.8 16.2 NS Drogas 47.1 51.1 NS Alcohol 23.4 19.0 NS Violencia 4.0 2.8 NS Propuestas de programas para responder a los problemas de la juventud (%)*

Programas deportivos 36.3 44.6 * Educación 14.3 12.4 NS Creación de empleos 25.4 24.7 NS Programas de trabajo voluntario 10.5 7.6 NS Cambios sugeridos a las escuelas (%)* Académicos 26.1 24.4 NS Infraestructura 31.6 33.3 NS Profesores 11.5 10.4 NS Más deportes y recreación 7.3 11.7 NS

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Capítulo Ocho

Página | 223

Experiencias con la delincuencia y la corrupción

Delitos Alrededor de una cuarta parte de los encuestados de la encuesta de 2012 en Nicaragua reportan

ser víctimas de delitos, o con una víctima en su hogar. Este es un nivel relativamente bajo de victimización por delincuencia en las Américas. Sin embargo, cabe preguntarse: ¿dónde se produce la delincuencia y cómo es percibida dentro del país? En general, para todos los nicaragüenses, donde la victimización por delincuencia individual y familiar es peor es en los estratos sociales más desarrollados, en términos del índice de desarrollo humano municipal. La delincuencia es también más alta en las zonas más urbanas. Alrededor del 42% de los residentes de la zona metropolitana de Managua informaron que al menos un miembro del hogar fue víctima de la delincuencia en el año anterior, seguido de un 28% en cada una de las áreas del Pacífico Norte y Sur. El Caribe, la región central y el norte tienen cerca del 14% total de victimización por delincuencia en el hogar. Las áreas en las que la gente reporta la actividad de pandillas en su barrio sigue un patrón muy similar. En contraste, la percepción de inseguridad a causa de la delincuencia es más generalizada que la victimización real. La percepción de inseguridad es mayor en el área metropolitana de Managua, como se esperaba teniendo en cuenta los índices de criminalidad más altos que se dan en las áreas urbanas (42 de 100). Todas las demás regiones, sin embargo, reportan significativamente una percepción de inseguridad más baja (del 27 al 33).

Pasamos ahora a las experiencias de las mujeres nicaragüenses con la delincuencia y la

corrupción, comparando sus respuestas con las de los hombres. La Tabla 4 presenta los datos de la encuesta 2012 del Barómetro de las Américas relacionados con estos temas. En primer lugar, se observa que el 13.5% de las mujeres nicaragüenses reportan haber sido víctimas de un delito en los últimos 12 meses, ligeramente, pero no significativamente menos que los hombres (14,7%). El nivel de delincuencia contra cualquier otro miembro del hogar del entrevistado es mayor (aunque en el 18,3% casi idéntico tanto para mujeres como para hombres).

Tabla 4. Victimización por delincuencia y experiencias relaciones entre las mujeres nicaragüenses

Variables

Mujeres

Hombres

Significativo at .05 (*)_

El encuestado fue víctima de un crimen en los últimos 12 meses (%)

13.5 14.7 NS

Alguna otra persona en el hogar fue víctima de un delito en los últimos 12 meses (%)

18.3 18.3 NS

Cualquier víctima de un delito en el hogar en los últimos 12 meses (%)

24.3 25.8 NS

Qué tanto cree que el barrio está afectado por pandillas 32.2 27.9 NS Qué tan inseguro siente su barrio 31.2 34.7 NS

¿Qué tipo de delitos sí reportan las mujeres nicaragüenses, y cómo se comparan con los delitos

que reportan los hombres? El gráfico presenta en detalle: las mujeres con el 28% tienen cinco puntos porcentuales más de probabilidad que los hombres de ser víctimas de un robo sin arma, agresión o

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 224

amenaza. Las mujeres (un 25,8%) reportan 11 puntos porcentuales menos de robos a mano armada que los hombres (36,8%). Las mujeres (un 4,3%) tienen menos probabilidades que los hombres de denunciar un asalto físico. Las mujeres (12,9%) son aproximadamente dos veces más propensas que los hombres a reportar el robo de sus residencias. Por último, sólo el 2,2% de las mujeres nicaragüenses reportaron haber sido víctimas de un asalto sexual (ningún hombre lo hizo). Creemos que esta cifra es demasiado baja, y se sospecha que algunas de las víctimas de agresión sexual no dan información a los entrevistadores debido a un sentido de la vergüenza. Por lo tanto, no creemos que este nivel reportado de asalto sexual de las mujeres nicaragüenses ofrezca una respuesta definitiva sobre esta cuestión. El asalto sexual ha sido ampliamente conocido por ser sub-reportado a las autoridades2.

En resumen, las mujeres nicaragüenses son más propensas a ser robadas sin el uso de un arma o

de la amenaza que los hombres, pero mucho menos propensas a ser víctimas del robo a mano armada. Las mujeres, menos activas en la calle y más presente en el hogar que los hombres por varias razones, sufren el doble de robos de sus hogares que los hombres.

¿Dónde se producen los crímenes contra las mujeres nicaragüenses? ¿Estos lugares de

victimización por delincuencia varían entre mujeres y hombres? Dado que los datos revelan que las mujeres nicaragüenses en promedio tienen una mayor responsabilidad en el hogar, mientras que los hombres tienen más empleo fuera del hogar, se espera que se den diferencias en los lugares de victimización entre mujeres y hombres. Entre las mujeres, el 42,9% reportó que el crimen ocurrió en su casa frente a un 22% de los hombres, el 24,2% de las mujeres dijeron que los crímenes ocurrieron en su barrio (frente al 31,7% para los hombres), el 24,2% mencionó que fueron en su municipio de residencia (28,5% para los hombres), y el 8,8% fuera de su municipio (17,9% para los hombres). El Gráfico 149 revela diferencias. Como era de esperar, entonces, las mujeres fueron mucho más víctimas de los delitos en sus hogares que los hombres nicaragüenses.

Le preguntamos una pregunta adicional sobre haber sido víctimas de un acto de violencia

distinto a los anteriores. En el Gráfico 149 se observa que el 69.3% de las mujeres nicaragüenses reportaron haber experimentado algún acto de violencia (el 8.9% de todas las mujeres en el estudio) y dijeron que el acto violento ocurrió en la casa, comparado con sólo el 26,1% de los hombres. Las mujeres nicaragüenses reportaron que el 13,3% de la violencia experimentada tuvo lugar en el barrio frente al 23,9% de los hombres. Sólo el 8% de las mujeres reportaron haber experimentado violencia "en la calle", en contraste con el 28,3% de los hombres. En suma, los crímenes contra las mujeres nicaragüenses tienden a tener lugar en el hogar e involucrar menos violencia, mientras que los delitos contra los hombres nicaragüenses tienden a ocurrir fuera del hogar y a menudo implican mayor violencia física o uso de armas. Es importante tener en cuenta que más del 69% de las mujeres víctimas de actos de violencia denuncian que estos hechos tuvieron lugar en sus hogares, en comparación con sólo el 42,9% de los crímenes contra las mujeres que tienen lugar en sus hogares. Por lo tanto, un 27% más de mujeres nicaragüenses que sufrieron algún acto violento dijeron que sucedió

2 La Red Nacional de Violación, Abuso e Incesto (RAINN), con sede en EE.UU. de la Oficina Federal de Investigaciones estadísticas, informa en un estudio (2006-2010) que en Estados Unidos el 54% de las violaciones no son denunciadas a la policía, véase http://www .rainn.org / get-información / estadísticas / informes-rates; consultado el 13 de septiembre de 2012. No estamos ofreciendo esta estadística como un análogo para Nicaragua o para denunciar las violaciones a los investigadores de la encuesta. Estamos simplemente citándolo como evidencia de que existen poderosas barreras emocionales para informar del asalto sexual, lo que subyace en nuestra suposición de que el 2,2% aquí es bajo.

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Capítulo Ocho

Página | 225

en sus casas que quienes dicen que los delitos experimentados pasaron en sus hogares. Es decir que existe aparentemente más violencia en los hogares de las mujeres que crímenes de cualquier tipo cometidos en los hogares de las mujeres, lo que implica que muchas mujeres nicaragüenses ni siquiera consideran la violencia doméstica como un acto criminal. Este hallazgo sugiere que puede haber una gran incidencia de la violencia doméstica no reportada que los nicaragüenses de ambos sexos no tienen en cuenta como actos delictivos. El progreso en la reducción de la violencia doméstica contra las mujeres, sospechamos, depende de la reducción de esta brecha mediante el aumento de la conciencia de que la violencia doméstica constituye una conducta criminal.

Gráfico 148. Tipo de victimización por crimen según género

23.2%

13.6%

36.8%

7.2%2.4%

6.4%0.8%

9.6%

28.0

14.0

25.8

4.3%1.1%

2.2%

12.9%

3.2%8.6%

0%

20%

40%

60%

80%

100%

Hombre MujerFuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

Robo sin arma, sin agresión o amenaza

Robo sin arma, con agresión o amenaza

Robo con arma

Agresión física sin robo

Violación o asalto sexual

Daño a la propiedad

Robo de la casa

Extorsión (o alguien le sobornó)

Otro

Tipo de delincuencia del que fue víctima

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 226

Gráfico 149. Localización del acto de victimización según género

Corrupción Sólo el 11,4% de los nicaragüenses informan de alguna experiencia con la corrupción en los

últimos 12 meses, siendo un bajo nivel el de la victimización por corrupción dentro de las Américas. Sin embargo, cabe preguntarse dónde ocurre y cómo es percibida la corrupción dentro de Nicaragua. En general, para todos los nicaragüenses, donde peor es la victimización por corrupción es en los estratos sociales más desarrollados (en términos de IDHM). La corrupción es más intensa en el área metropolitana de Managua, donde el 17,4% de los encuestados informaron al menos una incidencia. El resto de los promedios de los países se ubica en torno a un 9%. La percepción de la corrupción es un asunto diferente. Cuando se le preguntó qué tan generalizada consideran que se encuentra la corrupción en Nicaragua en la encuesta de 2012 del Barómetro de las Américas, el 65,7% respondió que es "generalizada" o "muy generalizada." Esta opinión varía mucho menos por región que la experiencia real de la corrupción en el país. En suma, los nicaragüenses experimentan relativamente pocos daños directos por los funcionarios públicos, pero creen que la corrupción está muy extendida, un patrón que se asemeja a la mayoría de los países de las Américas.

El Gráfico 150 presenta las diferencias en la percepción y en la experiencia con la corrupción

en Nicaragua desglosadas por género. En primer lugar, vemos que el índice de percepción de la corrupción es muy alto, y que las mujeres (60,0) y los hombres (64,3) no son diferentes estadísticamente. Los niveles de la corrupción actual están indicados en la parte inferior de los gráficos. Vemos que tanto si se mide como el porcentaje de cualquier experiencia con la corrupción o como un índice tomando en cuenta múltiples incidentes, las mujeres reportan mucho menos

26.1%

23.9%

2.2%

28.3%

3.3%

16.3

69.3

13.3

1.38.0

2.75.3

0%

20%

40%

60%

80%

100%

Hombre MujerFuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

En su casa

En su barrio

En un centro educativo

En la calle

En la casa de amigos o conocidos

En el lugar de trabajo

En otro lugar

Local de sufrir un acto de violencia

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Capítulo Ocho

Página | 227

experiencia con la corrupción que los hombres. Suponemos que esto se debe a los diferentes roles económicos y familiares de hombres y mujeres, que alejan a las mujeres de los funcionarios porque sus actividades tienen lugar menos en la plaza pública.

Gráfico 150. Experiencia y percepción de corrupción según el género

¿En qué áreas específicas este patrón de victimización por corrupción es menor entre las

mujeres que entre los hombres? El Gráfico 151 examina el contexto institucional específico en los que tiene lugar la corrupción según el género. Vemos que, debido a los números muy pequeños afectados (generalmente menos de un diez por ciento por institución) la única relación que alcanza una diferencia estadísticamente significativa es cuando la policía solicita un soborno. En ese caso, las mujeres reportan menos de un tercio de la corrupción reportada por los hombres. Un segundo patrón notable es que, en general, las mujeres nicaragüenses sufren menos solicitudes de soborno que los hombres. Los niveles reportados por las mujeres varían aproximadamente del uno a seis por ciento en todos los contextos institucionales, en comparación con el 4 al 10 por ciento para los hombres. El único ámbito en el que las mujeres (4,6%) reportan una solicitud de soborno superior a la de los hombres (2,9%) es en el trabajo (pero la diferencia no es significativa).

64.3

60.0

20.8

8.5

7.3

15.4

Hombre

Mujer

Hombre

Mujer

Hombre

Mujer

0 20 40 60 80

Percepción de corrupción

Índice del total de actos de corrupción experimentados

Ha experimentado un acto de corrupción

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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Gráfico 151. Porcentaje de solicitudes de soborno por institución

IV. Actitudes Políticas y Opiniones

Mujeres y hombres comparten la cultura política de la sociedad en que viven, y por lo tanto a menudo tienen similares actitudes políticas hacia muchos temas. Esperamos que esto sea cierto para Nicaragua. Sin embargo, en ciertos temas los intereses de las mujeres pueden diferir de los de sus homólogos masculinos. Esto podría llevar a las mujeres a tener actitudes diferentes de los hombres. Comenzamos esta sección mediante el examen de varios temas relacionados directamente con las funciones políticas y las expectativas acerca de las mujeres en la sociedad nicaragüense, para luego pasar a temas políticos más amplios.

6.26.2

4.62.9

4.210.4

8.32.5

2.56.1

4.62.4

0.92.0

HombreMujer

HombreMujer

HombreMujer

HombreMujer

HombreMujer

HombreMujer

HombreMujer

0 5 10 15

Militar pidió un soborno

Soborno en el trabajo

Soborno en la municipalidad

Policía pidió un soborno

Soborno en los hospitales

Soborno en la escuela

Empleado público pidió un soborno

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Ocho

Página | 229

Cuestiones relacionadas con el género Nuestro objetivo en esta sección es determinar si, en las cuestiones en que los intereses de las

mujeres pueden ser sin duda diferentes a los de los hombres en Nicaragua, existen diferencias observables en las opiniones según el género. ¿Las mujeres tienen puntos de vista similares a los hombres sobre estos temas sobresalientes, o se apartan de los hombres? El Gráfico 152 presenta varios puntos relativos a asuntos que creemos afectan a los intereses de las mujeres directamente. Por un amplio margen las mujeres y los hombres apoyan las cuotas de género para las mujeres en la elección de cargos públicos. Las mujeres nicaragüenses muestran un apoyo significativamente mayor a dichas cuotas (81,6 puntos en la escala de 100) que los hombres (71,6). Por el contrario, en la pregunta hipotética de si una mujer líder manejaría la economía nacional mejor que un hombre se ve que las mujeres apoyan esta idea por muy poco (51,4 por 100), mientras que los hombres tienen una visión más positiva que las mujeres (59,4). Las mujeres, al parecer, no confían en la capacidad de gestión económica de una mujer. Como ha sido ampliamente observado en otros países, las mujeres y los hombres están más a favor de las mujeres en los roles legislativos que en las funciones ejecutivas.

Como se observa en el Gráfico 152, los hombres y las mujeres nicaragüenses no están de

acuerdo con que una mujer política sería menos corrupta que un hombre. Ambos géneros expresan opiniones similares (32.3 puntos de acuerdo entre las mujeres, 35.3 para los hombres en la escala de 100). Cuando se le preguntó si los hombres son mejores líderes políticos que las mujeres, los nicaragüenses, en promedio, están de acuerdo con esa idea. Las mujeres no están de acuerdo con más fuerza (31,1 puntos en comparación con los hombres que se sitúan en los 36,1). En los países de América Latina que han tenido presidentas, como Nicaragua, esta visión positiva hacia las dirigentes políticas es más generalizada que en aquellos que carecen de la experiencia de un ejecutivo nacional femenino. Continuando con el Gráfico 152 vemos que los nicaragüenses de ambos sexos, en promedio, están de acuerdo con que los hombres deben tener prioridad en los puestos de trabajo durante tiempos económicos difíciles. Sin embargo, las mujeres sostienen esta opinión mucho más intensamente (32,8 puntos en la escala de 100) que los hombres (44,4).

El último tema de gran relevancia para las mujeres es la cuestión del apoyo a la interrupción del

embarazo si la salud de la madre está en peligro. Esta cuestión (aborto terapéutico – el cual era legal antes de octubre de 2006) se debatió ampliamente en Nicaragua en el período previo a las elecciones presidenciales de 2006. La Iglesia Católica nicaragüense tomó una fuerte posición en contra del aborto en cualquier circunstancia, y la Asamblea Nacional aprobó una ley contra el aborto terapéutico en octubre de 2006. Aunque la opinión estaba más dividida antes que ahora, podemos ver en el Gráfico 152 que los hombres nicaragüenses y mujeres de hoy tienen puntos de vista casi idénticos y fuertemente negativos hacia el aborto terapéutico. Sólo una persona de cada once apoya el aborto cuando peligra la salud de la madre.

En resumen, algunos de estos hallazgos sorprenden. En primer lugar, las mujeres y los hombres

nicaragüenses tienen muy poco desacuerdo en la mayoría de los temas de relevancia para las mujeres. En cuatro de las seis opiniones no se observan diferencias estadísticamente significativas, aunque las diferencias observadas entre mujeres y hombres son modestas. Los nicaragüenses de ambos sexos apoyan firmemente las cuotas de género en las listas de nominación para un cargo público, y están de acuerdo en que una mujer puede manejar la economía nacional mejor que un hombre (de hecho, los hombres mantienen esta posición con más fuerza que las mujeres). Las mujeres y los hombres nicaragüenses se oponen a que se les dé prioridad en el trabajo a los hombres en tiempos difíciles y no

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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están de acuerdo en que las mujeres políticas sean menos corruptas que los hombres, aunque no están de acuerdo con que los hombres sean mejores líderes políticos que las mujeres. Por último, ambos géneros se oponen muy fuertemente y de manera similar al aborto terapéutico. Hemos encontrado poca evidencia de una divergencia mujer-hombre.

Gráfico 152. Cuestiones relacionadas con el género según el género

Otras actitudes políticas

Hemos examinado exhaustivamente las actitudes políticas nicaragüenses en el Capítulo Siete,

como parte de la discusión de la juventud nicaragüense, por lo que se han establecido puntos de referencia para muchas actitudes políticas y las variables en cuestión se describen allí. En la siguiente discusión nos moveremos más rápidamente a través de los resultados, tomando nota de las grandes similitudes entre las actitudes políticas y sociales y las opiniones de las mujeres nicaragüenses.

81.6

71.6

51.4

59.4

44.4

32.8

35.3

32.3

36.1

31.1

9.2

9.1

Hombre

Mujer

Hombre

Mujer

Hombre

Mujer

Hombre

Mujer

Hombre

Mujer

Hombre

Mujer

0 20 40 60 80 100

Apoyo a las cuotas de género

Una mujer manejaría la economía nacional mejor que un hombre

Los hombres deberían tener prioridad para conseguir un trabajo

Una mujer sería menos corrupto que un hombre como político

Los hombres son mejores líderes políticos

Se justifica aborto cuando peligra salud de la madre

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Ocho

Página | 231

También vamos a emplear tablas que resumen los resultados en lugar de cifras, utilizando cifras sólo de vez en cuando para poner de relieve las conclusiones particularmente interesantes.

La Tabla 5 presenta las puntuaciones medias de las mujeres nicaragüenses (en comparación con

los hombres) en varias actitudes relacionadas con la democracia y las actitudes autoritarias o antidemocráticas. En primer lugar, vemos que sólo en una de cada diez de las variables presentadas hay una diferencia significativa entre hombres y mujeres. Esto indica que en esta área temática, las mujeres nicaragüenses y los hombres comparten actitudes prácticamente idénticas hacia la democracia. En segundo lugar, en los ítems etiquetados como actitudes democráticas vemos aparentemente un sólido apoyo a la democracia (los puntajes medios varían entre los 72 y 90 puntos). Las mujeres nicaragüenses (y hombres) sostienen firmes normas democráticas. El elemento en el que la puntuación del apoyo a la democracia es menor, la tolerancia con los derechos de participación de los críticos del sistema, presenta una diferencia estadísticamente significativa. Las mujeres (53,7) son menos tolerantes, con cinco puntos menos en la escala, que los hombres (58,6).

Tabla 5. Actitudes democráticas y autoritarias de las mujeres nicaragüenses (Comparada con los hombres)*

Variables

Mujeres

Hombres Significativas .05 (*)_

Actitudes democráticas Acuerdo con que la democracia es la mejor forma de gobierno

71.7 73.9 NS

Acuerdo con (gobierno de mano dura) (%) 82.2 83.4 NS Preferencia de una democracia directa (%) 88.3 90.2 NS Tolerancia de la participación política de la oposición 53.7 58.6 * Actitudes autoritarias Acuerdo de que un presidente se reelija repetidamente 60.0 56.3 NS Acuerdo que el alto desempleo puede justificar golpe militar

17.1 16.2 NS

Acuerdo que las altas tasas de criminalidad pueden justificar un golpe de estado militar

39.8 37.8 NS

Acuerdo que la corrupción alta puede justificar un golpe de estado militar

44.6 43.8 NS

Acuerdo con que el presidente cierre la Asamblea Nacional cuando el país a traviesa por momentos difíciles

12.2 12.3 NS

Acuerdo con que el presidente cierre la Corte Suprema de Justicia cuando el país a traviesa por momentos difíciles

12.0 10.9 NS

En la siguiente sección de la Tabla 5, se observa que los nicaragüenses apoyan la idea reelegir

a un presidente efectivo (mujeres 60, hombres 56.3). Esto se ha interpretado como un valor antidemocrático porque va en contra de las restricciones institucionales sobre el poder ejecutivo, pero se reconoció que también se puede ver razonablemente esta posición como democrática porque permitiría que la voluntad popular se exprese, incluso a través del continuismo. Como se señaló en el

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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Capítulo Siete, los nicaragüenses generalmente se oponen a los golpes militares. Los nicaragüenses se oponen fuertemente a un golpe de estado por el Ejecutivo dado de forma que el presidente cierre la Asamblea Nacional y el Tribunal Supremos de Justicia y gobierne sin ellos. No hay diferencias significativas en estos puntos de vista según el género.

La primera sección de la Tabla 6 examina las expectativas de las mujeres nicaragüenses sobre

el papel que el Estado debe desempeñar en la sociedad. Una vez más, no se observa ninguna diferencia estadísticamente significativa entre mujeres y hombres. Las mujeres nicaragüenses están divididas sobre sí el gobierno debería poseer las principales empresas e industrias, pero firmemente a favor del papel del Estado en la promoción del bienestar popular, la creación de empleo, la reducción de la desigualdad y la prestación de servicios de salud (todos los puntajes de 80 puntos sobre 100).

En la segunda sección, encontramos evaluaciones del desempeño del gobierno. En primer lugar, se encuentra que las mujeres reportan con 63 puntos un apoyo significativo más difuso o general a las instituciones nicaragüenses que los hombres con 59,3 puntos, aunque la diferencia absoluta es modesta. El 64,1% de las mujeres coinciden en que el país está "yendo en la dirección correcta". Las mujeres dan al presidente una aprobación positiva promedio de 68,4 puntos sobre 100, y a la Asamblea Nacional una aprobación de 54,9. Ninguna de las medias de estos tres últimos elementos es significativamente diferente a la de los hombres.

La tercera sección de la Tabla 6 incluye evaluaciones específicas del desempeño del actual

gobierno en varios ámbitos políticos para las mujeres. Todos estos son o positivos o moderadamente positivos, y no hay diferencias significativas entre hombres y mujeres. Las mujeres parecen más satisfechas con los esfuerzos del gobierno en combatir la pobreza, mejorar la seguridad ciudadana, y proteger los principios democráticos, pero las evaluaciones de la gestión económica del gobierno y el control de la corrupción son también positivas (por encima de los 50). Una vez más, el panorama emergente es que las mujeres nicaragüenses y los hombres comparten la misma cultura política y sostienen similares opiniones sobre los roles que el gobierno debe jugar.

La Tabla 7 desglosa las evaluaciones de las mujeres nicaragüenses de las instituciones nacionales específicas. La primera sección de la tabla proporciona evaluaciones de tres instituciones no gubernamentales. En la parte superior aparece la confianza en los medios de comunicación con una media de 71 puntos sobre 100 por parte de las mujeres nicaragüenses. Las opiniones acerca de la Iglesia Católica (62,7) y las iglesias evangélicas (64,1) también son firmemente positivas. Las opiniones de los hombres no varían significativamente. Todos estos valores muestran que las entidades no gubernamentales en general gozan de mayor confianza que las entidades gubernamentales y políticas.

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Capítulo Ocho

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Tabla 6. Expectativas y evaluaciones del gobierno entre las mujeres nicaragüenses (Comparados con los hombres)*

Variable

Mujeres

Hombres

Significativo .05 (*)_

Percepciones de los roles del Estado Acuerdo que el gobierno, no el sector privado, debería ser el dueño de los negocios más importantes.

49.6 46.9 NS

Acuerdo que el gobierno, no los individuos, debería asegurar el bienestar de la gente.

83.9 84.3 NS

Acuerdo que el gobierno, no la empresa privada, debería ser responsable de la creación de empleos

88.7 90.4 NS

Acuerdo que el gobierno debe implementar fuerte políticas para reducir la desigualdad entre ricos y pobres

86.1 86.4 NS

Acuerdo que el gobierno, más que el sector privado, debe ser el principal proveedor de servicios de salud.

91.7 90.6 NS

Evaluaciones del desempeño de los gobiernos Apoyo institucional 63.0 59.3 * Acuerdo de que el país va en la dirección correcta (%) 64.1 62.9 NS Evaluación del desempeño del presidente 68.4 66.6 NS Evaluación del desempeño de la Asamblea Nacional 54.9 51.9 NS Evaluación del desempeño del gobierno actual Hasta qué punto el gobierno combate la pobreza 64.8 64.6 NS

Hasta qué punto el gobierno promueve y protege los principios democráticos

62.1 59.3 NS

Hasta qué punto el gobierno lucha por la corrupción 58.3 56.4 NS Hasta qué punto el gobierno mejora la seguridad 63.2 63.5 NS Hasta qué punto el gobierno maneja la economía 59.7 59.2 NS

En cuanto a las instituciones gubernamentales en la parte inferior de la Tabla 7, se observa que

la institución con menos confianza es el Consejo Supremo Electoral. Las mujeres también evalúan las elecciones más favorablemente (56,6) que los hombres (53,7). Así, las elecciones nicaragüenses en general reúnen más mujeres (y hombres) que apoyan que el Consejo Supremo Electoral supervise todas las elecciones. A pesar de lo que se esperaría dada la controversia que gira alrededor de las elecciones en Nicaragua desde el año 2008, las evaluaciones de las elecciones y el CSE han aumentado modestamente pero significativamente desde 2010.

Las mujeres nicaragüenses expresan gran confianza en las Fuerzas Armadas con 66,7 puntos,

seguido del presidente con 60.7 puntos y la policía con 60.7. Los hombres confían ampliamente esas tres instituciones pero en un orden diferente. Los hombres confían en las Fuerzas Armadas significativamente más que las mujeres con 72.1 puntos y una diferencia de 5 puntos. Los hombres evalúan a la policía de forma idéntica a las mujeres y confían menos en el presidente que las mujeres con 59,6 puntos.

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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Tabla 7. Confianza en instituciones específicas entre las mujeres nicaragüenses (Comparado con los hombres)*

Variable

Mujeres

Hombres

Significativo .05 (*)_

Confianza en instituciones no gubernamentales Medios de comunicación 71.0 69.0 NS Iglesia Católica 62.7 63.1 NS Iglesias Evangélicas 64.1 64.5 NS Confianza en el gobierno y en las instituciones políticas

Sistema judicial 57.0 54.0 NS Elecciones 56.6 53.7 NS Consejo Supremo Electoral 53.0 47.0 * Fuerzas Armadas 66.7 72.1 * Policía Nacional 60.7 60.8 NS Asamblea Nacional 53.4 50.6 NS Presidente 62.2 59.6 NS Corte Suprema de Justicia 55.1 51.8 NS Partidos Políticos 41.5 39.4 NS

¿Hasta qué punto las mujeres nicaragüenses apoyan al Estado de derecho y las actitudes

relacionadas con él? La Tabla 8 presenta los datos sobre las actitudes de las mujeres sobre varias cuestiones de esta naturaleza, lo que nos permite comparar a las mujeres con los hombres. El primer patrón observable es que ambos géneros comparten opiniones similares sobre todo en las cuestiones del Estado de derecho. Las mujeres nicaragüenses apoyan menos el uso de la violencia para interrumpir las manifestaciones legales. Sólo alrededor de un tercio de los nicaragüenses que aprueban el vigilantismo (tomar la ley en sus propias manos si el Estado no castiga a los culpables).

Tabla 8. Actitudes relacionadas con el Estado de derecho entre las mujeres nicaragüenses

(Comparado con los hombres)*

Variables

Mujeres

Hombres

Significativo.05 (*)_

Creencia que la policía debe actuar bajo el Estado de derecho

68.6 64.6 NS

Aprobación de tomarse la justicia por sus propias manos (0=desaprueba… 100 aprueba)

33.7 32.7 NS

Aprobación de las personas que utilizan la violencia física para impedir las manifestaciones legales

16.6 18.7 NS

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Capítulo Ocho

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Las actitudes sociales de discriminación e inclusión ¿Qué tan diferentes son las mujeres y los hombres nicaragüenses con respecto a la inclusión o

la discriminación contra las personas de color de piel diferente, que son pobres o que son extranjeros? ¿Tienden a adoptar actitudes similares hacia la acción afirmativa para remediar las diferencias entre grupos sociales? Se ha mostrado en los capítulos anteriores que los nicaragüenses tienden a no discriminar y a apoyar la inclusión con remedios tales como las cuotas de género para las mujeres en las listas de nominación de los partidos. Suponemos que debido a que la pobreza y la raza trascienden el género, las mujeres no tienen opiniones diferentes sobre estos temas a las de los hombres.

Gráfico 153. Actitudes hacia la discriminación social y la inclusión

El Gráfico 153 desglosa las actitudes de los nicaragüenses hacia varias cuestiones sociales por

género. En primer lugar, se observa que las mujeres no sostienen visiones significativamente diferentes

72.165.9

60.450.7

38.133.1

30.027.5

25.323.4

15.018.5

13.111.4

10.37.7

8.010.1

HombreMujer

HombreMujer

HombreMujer

HombreMujer

HombreMujer

HombreMujer

HombreMujer

HombreMujer

HombreMujer

0 20 40 60 80

Los físicamente descapacitados pueden postularse para cargos públicos

Apoyo a la acción afirmativa

No quiere como vecinos: homosexuales

Personas de piel oscura no son buenos líderes

La pobreza de personas de piel oscura se debe a su cultura

No quiere como vecinos: gente de otros países

Aprobación que parejas del mismo sexo pueden casarse

No quiere como vecinos: indígenas

No quiere como vecinos: afros/negros

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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a las de los hombres en ningún de estos ítems como esperábamos. En cuanto a las actitudes individuales, sólo el 13,2% aprueban el matrimonio homosexual. Los nicaragüenses son más tolerantes en todas las cuestiones mencionadas en la encuesta del Barómetro de las Américas. Por ejemplo, el 65,3% de las mujeres están a favor de que los discapacitados puedan aspirar a un cargo público. Sólo el 50,4% de las mujeres apoyan la acción afirmativa en forma de reservar espacios en las universidades a las personas con piel oscura, 10 puntos porcentuales menos que los hombres. Sólo un tercio de las mujeres nicaragüenses prefieren no tener a homosexuales como vecinos, sólo el 30, 1% cree que la gente de piel oscura serían buenos líderes políticos y sólo una cuarta parte cree que la pobreza de las personas con piel oscura se debe a su pobreza. Menos del 19% de los nicaragüenses tienen actitudes discriminatorias o excluyentes hacia los extranjeros, negros o indígenas.

Las actitudes y experiencias de facilitar el compromiso con el sistema político

A pesar de las actitudes similares observadas en la mayoría de los ítems mencionados

anteriormente, encontramos que las mujeres están menos comprometidas en la vida pública fuera del hogar que los hombres, y tienen menos seguridad alimentaria. Es más, dejando al margen las actitudes similares, los roles sociales tradiciones de hombres y mujeres mantienen un fuerte control sobre los comportamientos de los nicaragüenses. Esta combinación de actitudes, roles sociales y diferencias económicas nos llevan a suponer que las mujeres no están en sintonía con la política que los hombres. Varias actitudes y experiencias que han sido identificadas en investigaciones previas tienden a promover una mayor participación política (el tema de la siguiente sección), por lo cual, aquí se exploran las diferencias de género en estos fenómenos. El Gráfico 154 desglosa nueve actitudes y experiencias de género. Cinco de ellos revelan diferencias significativas entre mujeres y hombres, y tienden a apoyar la idea de que los espacios sociales distintos y las responsabilidades ocupadas por las mujeres y los hombres condicionan sus niveles de preocupación por los asuntos políticos.

El Gráfico 154 demuestra que las mujeres siguen las noticias un poco menos que los hombres,

con 78,7 puntos y 83,4 puntos respectivamente. Como se ha mencionado anteriormente, la confianza funciona como un lubricante para la cooperación económica, cívica y política. Las mujeres nicaragüenses reportan una confianza interpersonal menor a la de los hombres (57,6 frente a 65,3 puntos). La información o conocimiento sobre el sistema político puede empoderar a los ciudadanos o motivarlos a participar en la búsqueda de sus intereses. Las mujeres nicaragüenses tienen un nivel mucho más bajo de información política que los hombres con base en nuestra medida (34,0 a 50,4 puntos sobre 100). Un sentido de eficacia política puede aumentar el compromiso de los ciudadanos y la participación en el sistema político. La eficacia puede ser conceptualizada como interna (en este caso la creencia de que entiende los temas principales en la política nacional) o externa (la creencia que a los funcionarios públicos les importa lo que piensas los ciudadanos). Las mujeres nicaragüenses reportan un nivel menor de eficacia interna que los hombres (49,3 a 59,7, respectivamente). No hay diferencia en la eficacia externa. Las mujeres se sienten menos competentes en la evaluación de los problemas nacionales debido a los roles tradicionales del género y debido a su menor información y participación en algunas áreas. Ciertos tipos de política no son "cosa de mujeres".

Una última diferencia significativa en el Gráfico 154 tiene que ver con la identificación con un

partido político o movimiento. Si un ciudadano se considera asimismo como partidista o se identifica con un partido es más probable que voten por ese partido en las elecciones y evalúen positivamente su desempeño cuando está en el poder. En comparación con los hombres (un 43,8%) las mujeres en Nicaragua reportan un porcentaje estadísticamente igual de identificación con el FSLN (45,4%). Por el

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Capítulo Ocho

Página | 237

contrario, las mujeres reportan una identificación partidista significativamente menor con cualquiera de los partidos liberales (considerados aquí todos juntos) con un 5,1% para las mujeres frente a un 9,7% para los hombres. El interés en la política también motiva la participación. Por último, recibir algún beneficio del gobierno puede fomentar la atención a la política. Preguntamos a los nicaragüenses si reciben beneficios mensuales de un organismo público. Nos encontramos con que el 8,3% de las mujeres y el 7,2% de los hombres reportan dicha ayuda pública (la diferencia no es significativa, y el porcentaje de los que reciben estas transferencias de dinero es pequeño).

Gráfico 154. Participación política de las mujeres respecto a los hombres

V. Participación política

Tener actitudes y opiniones es una cosa, pero la participación política –el comportamiento- afecta el sistema político de una manera en que las creencias no lo hacen. La forma más común de

83.578.7

65.357.7

49.259.8

46.746.9

44.843.5

50.634.1

34.138.7

8.27.2

5.19.6

HombreMujer

HombreMujer

HombreMujer

HombreMujer

HombreMujer

HombreMujer

HombreMujer

HombreMujer

HombreMujer

0 20 40 60 80 100

Frecuencia de seguir las noticias

Confianza interpersonal

Siente que entiende los asuntos más importantes del país

Los gobernantes están interesados en lo que piensa la gente

Simpatiza con FSLN

Nivel de información política

Interés político

Recibe asistencia pública

Simpatiza cualquier partido Liberal

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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participación es a través del voto, pero hay muchos otros casos. Las elecciones ofrecen un instrumento bastante contundente en Nicaragua, permitiendo sólo una gama muy limitada de opciones viables entre los candidatos o los partidos o visiones en contraste, o la posibilidad de escoger entre conservar o sustituir a un titular. Las comunicaciones más directas, en cambio, pueden ser mucho más específicas. El contacto directo con un funcionario público puede llevar a presentar una queja o hacer una demanda precisa. La protesta política le permite saber al gobierno a qué se oponen los ciudadanos. El trabajo con los vecinos para resolver un problema compartido puede construir confianza para la futura participación, informa a los ciudadanos sobre temas, y desarrolla la capacidad de organización que los hacedores de políticas y los políticos en busca de votos, notarán y responderán. En suma, la participación envía mensajes y presiona a los gobernantes.

Cómo participen las mujeres nicaragüenses afectará a la capacidad de respuesta del gobierno a

sus necesidades y preocupaciones. El gobierno responderá menos a las mujeres si las propias mujeres en realidad no contactan a los funcionarios públicos para expresar sus demandas, si no se acercan a los partidos políticos, a los burócratas o a sus conciudadanos. Estudios previos han encontrado que las mujeres son iguales que los hombres en la mayor parte de Centroamérica con respecto a su participación en las elecciones, pero están detrás de los hombres en otros tipos de participación. La votación se ha convertido en un rol de género aceptado para las mujeres, mientras que su aceptación en otras formas de participación política está rezagada con respecto a la votación. ¿Cuál es el estado de la participación de las mujeres de Nicaragua en el 2012?

El Gráfico 155 presenta los datos sobre la participación política de la encuesta de 2012 del

Barómetro de las Américas desglosada por género. Se observa que en Nicaragua, un país en el que las mujeres desempeñaron un papel importante en el movimiento revolucionario de la década de 1970, existen hoy pocos espacios en los que las mujeres son menos activas que los hombres. En comparación con los hombres, el 80% de las mujeres votan, el 21,5% asisten a las reuniones del partido, el 10,2% se han puesto en contacto con algún funcionario público, el 9,3% han trabajado para partidos y campañas políticas, el 6,8% han firmado peticiones y el 3,7% comparten información política a través de las redes sociales, porcentajes que son estadísticamente iguales que los de los hombres. Sin embargo, en varias de estas actividades, las mujeres participan un poco menos que los hombres - asistir a las reuniones del partido, trabajar para los partidos o candidatos, protestar y el uso de redes sociales. Mencionamos estas pequeñas diferencias debido a que tienen un efecto acumulativo en la participación general y reflejan continuas diferencias en los roles de género.

Existen dos tipos de participación en el que las mujeres nicaragüenses están muy por detrás de

los hombres. Las mujeres toman menos parte en los esfuerzos para resolver los problemas de la comunidad que los hombres con un 25,2% frente al 33,6%. El 10,1% de las mujeres tratan de persuadir a otros sobre cómo votar, menos frecuente que entre los hombres con 14,7%. Se ha calculado el promedio de estos nueve tipos de participación para crear un índice general de participación política (participación total). El Gráfico 155 muestra que el efecto acumulativo de estas las brechas significativas y no significativas entre mujeres y hombres produce un efecto neto de una menor participación de las mujeres (una tasa de participación del 19,3% frente al 22,2% para los hombres). Así que, en general, las mujeres son ligeramente menos activas políticamente que los hombres, a pesar de la paridad efectiva en muchos tipos de participación.

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Capítulo Ocho

Página | 239

Gráfico 155. Participación política por género

VI. Activismo de la sociedad civil

La participación en organizaciones formales o informales, o de la sociedad civil tiene efectos políticos y sociales importantes. Lo más importante, como se discutió en capítulos anteriores, mediante la articulación de intereses comunes y la socialización de sus miembros, un grupo puede dar forma a las actitudes de sus miembros, y más importante aún, puede dar forma a su comportamiento dentro del sistema político. Los académicos han encontrado repetidamente que el activismo de la sociedad civil moviliza a los ciudadanos para participar políticamente votando, participando en los partidos, en las campañas, haciendo demandas a los funcionarios o protestando. En esta sección se examinan los niveles de activismo de las mujeres nicaragüenses en la sociedad civil. ¿Cómo participan las mujeres nicaragüenses en las organizaciones sociales? ¿Las mujeres superan a los hombres en ciertos tipos de actividades?

79.680.1

33.725.4

24.621.1

19.222.2

10.310.2

14.59.8

9.313.0

7.06.9

9.76.7

6.73.8

HombreMujer

HombreMujer

HombreMujer

HombreMujer

HombreMujer

HombreMujer

HombreMujer

HombreMujer

HombreMujer

HombreMujer

0 20 40 60 80

Porcentaje que votó en las últimas elecciones

Participó en esfuerzos de solucionar problemas comunales

Asistencia a reuniones de un partido

Participación total en actividades políticas

Contacto con oficiales del gobierno

Porcentaje que trató de convencer a otros para que voten por un partido o candidato

Porcentaje que trabajó para partidos o candidatos

Firmó una petición

Participó en una protesta

Leyó o compartió información política en una red social

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 240

El Gráfico 156 presenta los datos del 2012 del Barómetro de las Américas sobre activismo de la sociedad civil desglosados por género. En este gráfico la mayoría de los ítems muestran información en la forma de un índice de frecuencia de asistencia a las reuniones de ciertos tipos de organizaciones, el rango está entre cero (no se compromete) a 100 (asiste a las reuniones una o dos veces por semana), por tanto las medidas no son porcentajes de individuos activos, sino que miden la intensidad promedio de la participación en grupos específicos de la ciudadanía nicaragüense. 3 Como punto de referencia se puede tomar el tercer ítem sobre activismo de la sociedad civil. El índice promedia la intensidad de la participación en grupos religiosos, de las escuelas, comités de mejoras, de grupos productivos y deportivos. Dada su importancia para este análisis, la actividad en las organizaciones de mujeres y en los Consejos del Poder Ciudadano –CPC- se tomarán como elementos separados. El nivel de activismo medio para los cinco tipos de grupos en este índice es el mismo para hombres y para mujeres, 22, 6 puntos, sin diferencia significativa entre los sexos.4

El Gráfico 156 muestra que los grupos religiosos tienen la mayor intensidad del activismo

seguidos en orden descendente por las reuniones de la escuela, los comités de mejoras, los CPC, de las empresas, los grupos las mujeres y las asociaciones deportivas recreativas, que tienen la actividad menos intensa. Las mujeres son desproporcionadamente más activas en grupos religiosos (55 de 100) en comparación con los hombres (45,5). Asimismo, las mujeres participan casi 13 puntos más que los hombres en las asociaciones de padres relacionadas con la escuela (38,6 a 25,7, respectivamente). Una vez más, probablemente influenciadas por los roles tradicionales de género, las mujeres quedan por detrás de manera significativa de los hombres en su participación en grupos de negocios o profesionales y en los grupos deportivos-recreativos, y están efectivamente empatadas con los hombres en los grupos de mejora de la comunidad y CPC. El entorno comunitario ofrece más espacio para las mujeres nicaragüenses. Un último punto en el Gráfico 156 presenta el porcentaje de personas que ejercen funciones de liderazgo en las organizaciones de la comunidad (escuela, iglesia, comunidad mejora). Las mujeres ocupan casi por igual que los hombres los roles de liderazgo en la comunidad del grupo (mujeres 4,0% y 4,2% hombres).

En general nos encontramos con una imagen dividida en cuanto a la participación de la

sociedad civil entre los nicaragüenses. Más mujeres participan, y participan con mayor intensidad en grupos de la iglesia y los relacionados con la escuela, arenas estrechamente vinculadas a la responsabilidad familiar y a la crianza de los hijos. Los hombres nicaragüenses dominan en las organizaciones económicas y recreativas. Las mujeres comparten con los hombres la misma intensidad de activismo en comités de mejoras y CPC.

3 Por grupos, el porcentaje de los nicaragüenses involucrados en cada uno de estos tipos de grupos es: grupos relacionados con la iglesia 38,7%, con la escuela 48,3%, grupos de mejora de la comunidad 28,9%, asociaciones de profesionales 11,1%, grupos de deportes y recreación 16,1%, CPC 24,1%, grupos de mujeres (entre las mujeres) 7,7%. 4 En términos porcentuales la proporción media de nicaragüenses involucrados en estos tipos de grupos es de 28,6%. Tal y como se señaló anteriormente, los grupos relacionados con las escuelas son los que involucran a mayor número de personas y los de negocios al menor número de gente.

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Capítulo Ocho

Página | 241

Gráfico 156. Activismo en la sociedad civil por género

En la siguiente sección se presta atención a cómo estas actitudes y comportamientos de las

mujeres nicaragüenses dan forma a su participación política.

VII. Influencias en la participación política de las mujeres

Nuestra pregunta final en este capítulo se refiere a los factores que influyen en la participación política de las mujeres. La participación política es la principal forma en que las mujeres transmiten directa y específicamente demandas al sistema político, por lo cual los factores que facilitan o retardan el proceso adquieren una importancia especial. En la medida en que esta encuesta nos lo permite, estamos tratando aquí de identificar los factores demográficos, actitudinales, experimentales y contextuales que favorecen o dificultan el activismo político de las mujeres. Se define la participación en términos amplios, como el conjunto de instrumentos con los que las mujeres se comprometen con el sistema político nacional (representado en el Gráfico 155 como la variable de participación global).

55.245.6

25.538.5

23.820.3

19.517.0

16.017.1

7.60.0

4.721.6

8.04.6

4.23.9

HombreMujer

HombreMujer

HombreMujer

HombreMujer

HombreMujer

HombreMujer

HombreMujer

HombreMujer

HombreMujer

0 10 20 30 40 50 60

Nivel de activismo en organización religiosa

Nivel de activismo en asociación de padres de familia

Nivel promedio de activismo en la sociedad civil

Nivel de activismo en comité de mejoras

Nivel de actividad en reuniones de un CPC

Nivel de activismo en asociación o grupo de mujeres

Nivel de activismo en un grupo deportivo

Nivel de activ. asoc. de profesionales, comerciantes, productores

Ejerce liderazgo en organizaciones comunales

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 242

Se realizó un análisis de regresión multivariada convencional sobre la variable de participación general. En una primera estimación del modelo se incluyó una amplia gama de características demográficas, conductas, experiencias y actitudes que parecían tener efecto en la participación política. Nos centramos en los recursos (por ejemplo, ingresos, educación, contacto con los medios, información política), en la victimización por delincuencia y corrupción, el activismo en la sociedad civil, y el tipo de compromiso con el sistema político, como se explica en las secciones anteriores de este capítulo. Muchos de estos factores, especialmente las variables actitudinales y la victimización por delincuencia y corrupción, no revelaron ninguna influencia sobre el activismo de las mujeres nicaragüenses en la política. Por lo tanto, se realizó una nueva estimación del modelo original recortando muchas de estas variables no significativas. El Gráfico 157 es el resultado gráfico del análisis de regresión múltiple. El modelo es de gran alcance, captura el 42% de la variación en la variable de participación política (R-cuadrado).

El Gráfico 157 muestra que las influencias más poderosas sobre la participación política de las mujeres son, en orden descendente, la intensidad del activismo en los CPC, el interés en la política, la identificación con el partido sandinista (FSLN), el activismo en la sociedad civil (excluyendo a los grupos de mujeres y los CPC), el nivel educativo, el sentido de la eficacia interna, el activismo en los grupos de mujeres y el liderazgo en organizaciones de la comunidad. La edad, la riqueza familiar, el color de piel, recibir transferencias de dinero, la información política, la eficacia externa, y seguir noticias no tienen ninguna influencia estadísticamente significativa.

Aquí el hallazgo más notable es cómo muchos aspectos de la sociedad civil afectan

profundamente la participación de las mujeres en la política – la participación en asociaciones en general, CPC y la pertenencia a grupos de mujeres y el liderazgo en organizaciones de la comunidad juegan un papel independiente. La identificación con el FSLN es otro factor importante. La parte que fomenta el compromiso político y busca movilizar la participación a través de las CPC y otros mecanismos. La identificación con el FSLN probablemente alienta a las mujeres a participar en política. El interés por la política, creer que comprenden bien la política, y la educación de la mujeres redondea el paquete. Otros recursos, como la riqueza, edad, información y contacto con los medios muestran que la participación política de las mujeres está ampliamente distribuida en todos los estratos sociales de Nicaragua en lugar de limitarse a una élite (aunque las mujeres se especializan más en unos ámbitos de participación). La movilización por participar en la sociedad civil, experimentada sobre todo a nivel local a través de organizaciones de la comunidad, y por tener simpatía por el partido en el poder atraen a las mujeres nicaragüenses a la arena política y pueden ayudar a romper las barreras sociales tradicionales para su participación política.

También consideramos si los factores contextuales podrían incidir en el grado en que las

mujeres participan en la política. Se realizó un modelo lineal jerárquico con efectos aleatorios. Además de las variables individuales, esta técnica considera la posible influencia de las unidades sociales por encima del individuo en el comportamiento individual, en nuestro caso dos factores medidos a nivel municipal.

Debido a que la simpatía por el FSLN influye en la participación femenina, se teoriza que

también puede haber un efecto agregado de influencia local del partido en la participación, que puede ser detectado mediante el porcentaje de los votos a los candidatos del FSLN en las elecciones de 2011. El supuesto es que tener una gran parte de los votantes sandinistas en una comunidad puede ser que impulse a más mujeres a la arena política por encima y más allá de sus simpatías individuales por el

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Capítulo Ocho

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partido. En otras palabras, puede haber presión social para involucrarse más. También proponemos que el nivel de desigualdad socioeconómica a nivel municipal puede influir para que las mujeres participen. Se sabe que las zonas privadas de recursos tienen un gran porcentaje de personas pobres, pero también que incluso las zonas más ricas en recursos tienen muchos pobres y por lo tanto un rango más amplio de desigualdad. Los estudiosos han informado de diferentes áreas del mundo en que los ciudadanos pobres son muy activos políticamente, a veces más comprometidos que los que están en mejor situación5. Los pobres de las comunidades pobres, por ejemplo, a menudo tratan de mejorar su situación con actividades de auto ayuda, con el cabildeo a funcionarios y aliándose con y votando por los partidos que los puedan ayudar. Así, nuestra hipótesis es que los nicaragüenses (en este caso las mujeres) de municipios desiguales (los más pobres y privados de recursos) se comprometen más en la política que aquellos en los municipios más ricos.

En el análisis se utilizó un modelo lineal jerárquico incorporando medidas de desigualdad

municipal y de voto en las elecciones presidenciales, junto con las demás variables discutidas en el modelo ordinario de nivel individual discutido arriba (Los resultados se presentan en el Apéndice, Modelo Lineal Jerárquico C). Este análisis confirma plenamente las conclusiones del Gráfico 157 para las variables de nivel individual. También es compatible con una de nuestras hipótesis contextuales, pero se cae en la otra. La votación por el FSLN en el 2011 no afecta la participación de las mujeres nicaragüenses en la política. Por el contrario, las puntuaciones z para el índice de desigualdad en el Apéndice demuestran que la reducción de la desigualdad contribuye modestamente, pero significativamente a la participación femenina en la política. Por lo tanto, independientemente de los recursos y de las experiencias individuales, la alta desigualdad (que en Nicaragua se correlaciona estrechamente con la pobreza extrema y bajos recursos medios por salud, ingresos y educación) es un contexto que alienta a las mujeres a participar en política.

5 Mitchell A. Seligson y John A. Booth. 1979 "Development and Political Participation by the Poor in Latin America", in Mitchell A. Seligson and John A. Booth, eds., Political Participation in Latin America, Vol. II: Politics and the Poor New York: Holmes and Meier; John A. Booth y Mitchell A. Seligson. 2008. “Inequality and Democracy in Latin America: Individual and Contextual Effects of Wealth and Poverty on Political Participation,” En Anirudh Krishna, ed., Poverty, Participation, and Democracy. New York: Cambridge University Press. Véase también otras contribuciones en ese volumen para numerosos ejemplos de América Latina, India y África.

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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Gráfico 157. Factores individuales que influyen en la participación

política de las mujeres nicaragüenses

VIII. Conclusión

Las mujeres nicaragüenses difieren de los hombres nicaragüenses en importantes formas, especialmente en su vulnerabilidad económica, en algunas actitudes y experiencias que apoyan la participación política y el activismo político y el activismo en la sociedad civil. Sin embargo, se encontró un balance en la mayoría de las actitudes de las mujeres nicaragüenses, compartiendo la misma cultura y opiniones de los hombres.

En promedio las mujeres nicaragüenses reportan 6,3 años de educación, lo que constituye un

verdadero lastre para las perspectivas económicas. Ellas tienen un 50% más de probabilidades de sufrir inseguridad alimentaria que los hombres y de ver su situación económica empeorar, dos tercios de las mujeres que tienen pareja, de hecho dependen de los ingresos de su contraparte masculina. La pobreza femenina es mayor en los municipios menos desarrollados socioeconómicamente, y mejora en zonas más desarrolladas y urbanizadas. Las mujeres mencionaron las cuestiones económicas como el problema más grave de Nicaragua con mucha más frecuencia que los hombres, probablemente debido a su dependencia económica. Entre las principales amenazas que ellas perciben para los jóvenes en sus comunidades se encuentran las drogas y el alcohol. Y citan la recreación y los deportes, la capacitación laboral y los programas de voluntariado en la comunidad como remedios para estas amenazas, y piden mejoras en la infraestructura y en los aspectos académicos en las escuelas de sus comunidades.

R-cuadrado =0.426F=28.896

N =769

Edad

Color de piel

Simpatiza con FSLN

Ultimo año de educación aprobado

Estandar de vida(por artefactos del hogar)

Nivel de actividad en reunionesde un CPC

Ejerce liderazgo enorganizaciones comunales

Recibe asistencia pública

Nivel de información política

Frecuencia de seguir las noticias

Interés político

Los gobernantes están interesadosen lo que piensa la gente

Siente que entiende los asuntosmás importantes del país

Nivel de activismo en asociacióno grupo de mujeres

Nivel promedio de activismoen la sociedad civil

-0.10 0.00 0.10 0.20 0.30

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Ocho

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El 13,5% de las mujeres nicaragüenses reportaron haber sido víctimas de la delincuencia en el último año, aunque son menos propensas a ser robadas o violentamente asaltadas que los hombres, tienen más probabilidades de ser robadas en su casa. Se intuye que las mujeres nicaragüenses reportaron menos agresiones sexuales a nuestros entrevistadores de las que en realidad se producen. Las mujeres que experimentaron violencia son tres veces más propensas a reportar que ocurrió en la casa que los hombres, y con un tercio menos de probabilidades que los hombres de experimentar la violencia en la calle. Alrededor de un tercio de las mujeres nicaragüenses perciben las pandillas como un problema en sus barrios y dicen sentirse inseguras allí. Sólo el 7,3% de las mujeres nicaragüenses denunciaron experiencias con la corrupción en el último año (la mitad del nivel experimentado por los hombres). Las mujeres y los hombres nicaragüenses perciben que la corrupción es generalizada, a pesar de los modestos números que sufren (éste es un fenómeno común en nuestras encuestas en todo el continente americano).

Las mujeres nicaragüenses comparten los mismos niveles en la mayoría de las actitudes

políticas que los hombres, y las diferencias observadas entre los sexos son pequeñas, incluso en las actitudes relacionadas con el género como el apoyo a las cuotas femeninas en las listas de los partidos. Las mujeres se oponen significativamente más a que los hombres tengan preferencia a la hora de obtener un trabajo (aunque los hombres también se oponen a ello) y no creen que los hombres sean mejores líderes que ellas. En contraste, las mujeres nicaragüenses creen que los hombres son mejores gestores de la economía nacional. Las actitudes generales nicaragüenses favorecen la equidad de género. En general, sólo el 9% de los nicaragüenses están a favor del aborto terapéutico como política pública.

Las mujeres nicaragüenses apoyan firmemente la democracia (así como el apoyo a múltiples

reelecciones de un presidente en el poder). Se oponen a los golpes tanto por los militares como por los ejecutivos en el poder. Asimismo, ellas creen que el Estado tiene la responsabilidad principal de dar bienestar social, pero están divididas en partes iguales sobre si el gobierno debería poseer grandes industrias. Las mujeres nicaragüenses evalúan al gobierno y su desempeño como moderadamente positivo, incluyendo la mayoría de las instituciones y el desempeño presidencial. Las mujeres apoyan más el sistema político que los hombres, pero en esto como casi todas estas actitudes, no están muy lejos de las de los hombres. Las mujeres apoyan el Estado de derecho y, en general se oponen a vigilantismo o a tomar la ley en sus propias manos. Las mujeres nicaragüenses, al igual que los hombres nicaragüenses, tienden hacia la inclusión y la tolerancia de las personas con discapacidad, las personas de piel oscura, e incluso hacia los homosexuales (aunque el apoyo al matrimonio de los homosexuales es muy bajo).

Las actitudes y comportamientos que facilitan la participación política varían más entre las

mujeres nicaragüenses. En comparación con los hombres, las mujeres nicaragüenses siguen las noticias menos, tienen mucha menos información política, confían menos en los demás, no creen que entienden los problemas políticos y se identifican menos con el Partido Liberal. (La identificación con el FSLN es varias veces más alta para ambos sexos). Las mujeres son más activas en las reuniones religiosas y en las relacionadas con las escuelas que a los hombres, quienes son más activos en los grupos económicos y deportivos o recreativos. Ambos géneros están empatados en la actividad en grupos comunitarios (incluyendo CPC), en su compromiso global con la sociedad civil y en el liderazgo de los grupos de la comunidad.

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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La capacidad de las mujeres para proteger sus intereses, necesidades y demandas en el sistema político depende de su participación política. Las diferencias de participación con los hombres son modestas en varios ámbitos, pero las mujeres participan menos en la solución de problemas comunitarios, intentan persuadir menos a otros sobre cómo votar, y en la participación en general. Por lo tanto, proyectan menos sus preocupaciones en la esfera pública y política que los hombres, lo que probablemente las pone en desventaja a la hora de influenciar políticas públicas. La participación política de las mujeres se debe a la educación, a su sentido de eficacia personal, a la simpatía con el FSLN, el interés por la política y la pobreza contextual. Pero, sobre todo, todas las formas de participación en la sociedad civil traen a la mujer nicaragüense a la política.

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Capítulo Nueve

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Capítulo Nueve: Elecciones: actitudes, participación, evaluaciones

I. Introducción

Este capítulo se centra en la participación de los ciudadanos en las elecciones, pero hemos visto en los capítulos anteriores que votar es sólo una de las formas de participación política, y para ciertos propósitos no es siquiera la mejor. Las elecciones proporcionan a los ciudadanos un sólido instrumento que sólo permite una limitada comunicación con los funcionarios públicos. El potencial votante tiene pocas opciones: puede votar y así influir mínimamente en la elección entre los candidatos, o abstenerse. Si se acude al puesto de votación, puede emitir un voto blanco o no válido como protesta, o realmente votar. Si vota, puede apoyar o rechazar a la persona en el poder o a su partido. Si vota en contra el candidato en el poder (si hay uno), ¿por cuál de las alternativas vota? En contraste a estas simples alternativas, los temas en las elecciones son usualmente complejos, los intereses de las personas son diversos, y las posiciones de los partidos en cada tema pueden no corresponder perfectamente con las preferencias de los votantes. Desde el punto de vista del servidor público o el político, la intención del votante cuando ejecuta cada uno de estos pasos sigue siendo oscura. Comparado con el voto, otras herramientas de participación permiten a los ciudadanos presentar sus demandas de forma directa y clara al gobierno –hacer demandas específicas al funcionario relevante, trabajar para partidos o para los candidato, organizarse con otros para incrementar su respaldo, protestar por políticas o situaciones insatisfactorias, o incluso rebelarse contra quienes ostentan el poder. Cada uno de estos puede tener sus limitaciones, pero con ellos se pueden transmitir mensajes específicos a los funcionarios públicos, comparado con lo que es posible con una elección.

Básicamente, votar es como tratar de reparar un reloj con un martillo: depositar el voto en una

elección aborda toda la complejidad de los temas y las preferencias de los ciudadanos de una forma bastante cruda. Dicho esto, en países democráticos, las reglas del juego se concentran principalmente en las elecciones y en los partidos políticos. Las elecciones constituyen el principal vehículo para permitir a los ciudadanos elegir quién gobierna a través de la votación. Las elecciones entonces tienen un enorme valor simbólico, y algunas veces tiene el potencial de cambiar profundamente la dirección cambiando la orientación de las políticas o “sacando a los bandidos”. En su corta historia democrática, Nicaragua ha tenido dos elecciones -1990 y 2006- que claramente cambiaron el curso de su política. Es un hecho que a pesar de sus imperfecciones, votar es de lejos el acto político en el que más personas participan. Así, la calidad del proceso electoral, la naturaleza de los partidos compitiendo por los votos, y la proporción de ciudadanos votando importa enormemente para evaluar la calidad de su democracia.

La encuesta del Barómetro de las Américas en 2012 contiene varias preguntas sobre estar

inscrito para votar, tener la cédula de identidad, acceso a los lugares de votación en 2011, sobre los observadores electorales en el proceso de 2011, comportamiento electoral, preferencias partidistas e ideológicas, entre otras. Esto no permite una revisión completa de las elecciones en Nicaragua, pero ofrecen importante información sobre cómo votan los ciudadanos, qué piensan sobre las elecciones y las instituciones nacionales.

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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II. Participación Política

Esta parte comienza con una revisión de la participación política en Nicaragua en 2012. El Gráfico 158 muestra el nivel de involucramiento en distintos tipos de actividad. Vemos que el 89,3% de los votantes reportan tener cédula, que es el documento de identificación. Otro 4,2% de los entrevistados reportó que habían tramitado su cédula pero que aún estaba en trámite. Continuando, el 80,1% reportó haber votado en las elecciones nacionales de 2011 para Presidente y la Asamblea Nacional de Diputados. El siguiente tipo más frecuente de participación entre los nicaragüenses es tratar de resolver los problemas comunales a través de algún tipo de acción colectiva (29,4%). Las siguientes opciones en el Gráfico 158 se relacionan con actividades partidistas o de campaña –asistir a reuniones de un partido (23%), intentar convencer a alguien de cómo votar (12,4%), y trabajar para un partido o candidato durante la campaña electoral (11,1%). Un 10,3% de los nicaragüenses reportaron haber tenido contacto con funcionarios de gobierno, y el 7,0% firmaron una petición, lo cual es otra forma de contactar a los gobernantes. Protestar es reportado por el 8,2% de los nicaragüenses, mientras que otro 5,2% reporta que busca o recibe información política a través de una red social electrónica.

Gráfico 158. Participación Política

5.2

7.0

8.2

10.3

11.1

12.4

23.0

29.4

80.1

89.3

Información política por red social

Firmó una petición

Participó en una protesta

Contacto con oficiales del gobierno

Trabajó para partido/candidato

Trató de convencer cómo votar

Asistió a reuniones de un partido

Trató de resolver problemascomunales

Votó en las últimas elecciones

Tiene cédula de identidad

0 20 40 60 80 100

95% Intervalo de confianza (efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barometro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Nueve

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En el Gráfico 158 no se muestra la participación en organizaciones de la sociedad civil, lo cual incluye a más de la mitad de la población. Por ejemplo, uno de cada dos nicaragüenses reportaron haber participado en un grupo asociado a una iglesia, y un tercio en organizaciones escolares, por mencionar los dos casos más importantes. En general, siete de cada ocho nicaragüenses reportaron algún tipo de actividad organizada (asistir al menos a una reunión de un grupo) por año. Aún más, participar en grupos es motiva otras formas de activismo político tales como votar y contactar a los funcionarios, como vimos en la discusión de los factores que definen la participación femenina en el Capítulo Ocho. La actividad en la sociedad civil, por lo tanto, es una forma de participación política en sí misma, incluso si las actividades organizacionales no buscan mantener, cambiar u obtener algo del gobierno.

III. Poder votar

Ahora nos centramos en el proceso de ser elegibles para votar y terminar finalmente votando. Antes de la elección se deben completar dos pasos: primero uno debe obtener el documento de identidad nacional (cédula de identidad). Segundo, los ciudadanos con cédula son elegibles para votar en un proceso en el que sus nombres son incluidos en el padrón electoral o en una lista de votantes para el área atendida por su junta receptora de votos. Una vez incluidos en la lista de votantes, los ciudadanos pueden intentar votar presentando la cédula en el lugar de votación en el día de elecciones. Una vez se pasa el obstáculo final, se puede obtener el tarjetón y marcarlo.

Los nicaragüenses tramitan la cédula cuando llegan a la edad constitucional para votar de 16

años. En el momento de nuestra encuesta no todos en la muestra habían obtenido su cédula o votaron en las elecciones de 2011. El Gráfico 159 presenta el porcentaje de ciudadanos con cédula por cohorte de edad. Vemos que para las cohortes más viejas de nicaragüenses, entre un 3,1% y 3,8% reportaron tener sus cédulas en proceso, y otro 1,1% a 2,8% dicen no tener su documento de identidad. Esto sugiere que entre el 4,4% y 6,0% de los nicaragüenses en 2012 no tenían cédula y no habrían podido votar en el momento de la encuesta (obviamente no hubo elecciones en ese momento, pero una tendría lugar en noviembre de 2012). Más interesante es la proporción sin cédula entre los nicaragüenses más jóvenes. El Gráfico 159 muestra que casi un 18% de aquellos entre 21 y 25 años, y un 34% de la cohorte más joven reportó no tener cédula cualquiera fuera la razón.

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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Gráfico 159. Posesión de Cédula de Identidad según edad

Otros análisis (no mostrados aquí) revelan que entre aquellos de 16 a 18 años, casi uno de cada

cinco reporta que su documento está en trámite, una proporción que disminuye para quienes tienen entre 19 a 25 años. El grupo que está en trámite era muy grande para quienes tienen 16 y 17 años (33.3% y 25%, respectivamente) cuando la encuesta tuvo lugar, y se mantiene entre el 7% y 16% incluso entre quienes tiene de 18 a 20 años. Esta información indica que el Consejo Supremo Electoral (CSE) tenía un retraso sustancial de cédulas para procesar en los primeros meses de 2012. No podemos afirmar sobre si esta situación fue resuelta para el momento de las elecciones en noviembre de 2012.

El Gráfico 160 trata el segundo tema relacionado con la elección. Se le preguntó a los

entrevistados: “¿su nombre aparecía en la lista de votantes de la junta donde usualmente vota?” en la elección nacional de 2011. Cerca de uno de cada 20 nicaragüenses con 36 o más años reportaron no estar en la lista de votantes para esa elección. Una imagen diferente emerge para las cohortes más jóvenes. Un 6,9% de los de edades entre 25 y 35 años y un 13% de los de 21 a 25 años dicen que no estaban en sus listas locales a pesar de tener de sobra la edad para votar en 2011, y a pesar de tener cédula. El número de excluidos crece al 13% entre 21 a 25 años y al 29% entre 16 y 20 años. Por supuesto, algunos de los que ahora tienen 16 o 17 años no tenían la edad necesaria para votar en 2011, pero todos los que tenían más de 18 años eran elegibles para votar, por lo menos por su edad, y aún así no estaban incluidos en el padrón electoral.

66.1%

19.1%

14.7%

83.5%

10.6%

5.9%

94.1%

3.1%

2.8%

93.9%

3.8%

2.2%

95.6%

3.3%

1.1%

95.5%

3.1%

1.4%

0%

20%

40%

60%

80%

100%

16 - 20 21 - 25 26 - 35 36 - 45 46 - 55 56 +

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

No

En trámite

¿Tiene usted cédula de identidad?

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Capítulo Nueve

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Gráfico 160. Inscripción en el padrón de la junta

donde normalmente vota en el 2011

¿Cuál fue la experiencia específica de los votantes potenciales más jóvenes en 2011? Un

análisis separado por cada año de edad (no mostrado) revela que el 37% de quienes tiene 18 años en 2011 dijeron que no estaban en el listado electoral. Para los nicaragüenses que actualmente tienen entre 19 y 24 años –todos ellos con edad de votar en 2011- entre el 10,3% y 19,4% reportaron exclusión de su lista electoral local para la votación de 2011. Estos resultados distinguen a una parte importante de los votantes jóvenes que dicen que no podrían ejercer su derecho en 2011. De nuevo, nuestros resultados sugieren firmemente que el CSE falló a la hora de incluir en los listados locales a muchos de los votantes jóvenes registrados a tiempo para las elecciones de 2011, o que muchos de estos jóvenes simplemente no tramitaron su documento de identidad nacional.

La siguiente pregunta es, a los que sí aparecían en los listados locales de sus juntas locales, ¿se

les permitió votar? Vemos en el Gráfico 161 que cerca del 6% de los votantes jóvenes cuyos nombres estaban en los listados locales reportaron que no se les permitió votar (no sabemos la razón). Entre un 4,2% y un 4,7% de los ciudadanos registrados entre 26 y 56 años de edad reportaron no haber podido votar en 2011, y cerca del 1,5% de aquellos con más de 56 años. Entonces, si nuestros entrevistados dieron respuestas precisas, la perdida de votantes potenciales entre las personas registradas (personas con una cédula y en el listado local) por no permitírseles votar en 2011 parece haber sido del 4%.1

1 La memoria, sin embargo es imperfecta. Seis nicaragüenses que afirmaron que no se les permitió votar en 2011 en su lugar puesto de votación tradicional, también dijeron que habían votado en esa elección. Esto es inexacto o se referían a una votación que no medimos. Diez veces estas personas dijeron que se les permitió votar por sus directivos locales en 2011, pero no lo hicieron. Estos probablemente se abstuvieron.

71.0%

29.0%

87.0%

13.0%

93.1%

6.9%

94.9%

5.1%

95.0%

5.0%

94.6%

5.4%

0%

20%

40%

60%

80%

100%

16 - 2021 - 25

26 - 3536 - 45

46 - 5556 +

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

No

Nombre en padrón de la junta donde vota

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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Gráfico 161. Si usted estuvo en el censo electoral en si

Junta Receptora de votos en el 2011 ¿Lo dejaron votar?

Aunque no podemos determinar con precisión cuantos nicaragüenses en edad de votar no

pudieron votar en 2011 cuando debían poder hacerlo por su edad, podemos decir algunas cosas. Entre el 9% y el 10% reportaron que no tenían cédulas a pesar de tener la edad para tramitar ese importante documento (la mitad de estos estaban en trámite), un problema más pronunciado entre los jóvenes. Adicionalmente, otro 7%-8% no apareció en los listados locales, excluyéndolos de la votación. Finalmente, cerca del 4% de aquellos que tenían la edad, tenían identificación, y estaban en los listados, aseguraron que no les permitieron votar. Aplicando un poco de aritmética a estas estimaciones tras descontar el error de muestreo sugiere que entre el 16% y el 23% de nuestra muestra de nicaragüenses en edad de votar pudieron no haber podido votar si las condiciones de no entrega de cédulas que detectamos a comienzos de 2012 hubieran existido antes de las elecciones de 2011. (Este podría no ser un supuesto razonable, por supuesto, dado que las condiciones bien pudieron ser mejores a finales de 2011 que a comienzos de 2012. El CSE habría trabajado para reducir su retraso en el procesamiento de documentos de identidad antes de la elección de 2011). Lo que nuestros datos sugieren, sin embargo, es que los nicaragüenses de 16 a 25 años –especialmente los muy jóvenes- cargan con el peso de la exclusión de los puestos de votación por los retrasos en el procesamiento y errores al compilar los listados de votantes.

Consideremos un punto adicional relacionado con quién puede votar y quién no. Algunos

observadores han sugerido que un sesgo partidista existe dentro del CSE. Argumentan que puede ocurrir un ocultamiento partidista o selección en el proceso de identificación de los votantes y la administración de las elecciones. Se han calculado los porcentajes de simpatizantes sandinistas (según su propia declaración) y de todos los demás entrevistados que no tenían cédulas, no estaban en los listados, y no pudieron votar, y se presentan en el Gráfico 162. Esto muestra que los simpatizantes

94.3%

5.7%

94.2%

5.8%

95.8%

4.2%

95.3%

4.7%

98.4%

1.6%

98.5%

1.5%

0%

20%

40%

60%

80%

100%

16 - 20 21 - 25 26 - 35 36 - 45 46 - 55 56 +Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

No

¿Le permitieron votar enesa junta receptora de votos?

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Capítulo Nueve

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sandinistas reportaron una ventaja de casi 7,5% sobre los simpatizantes de partidos diferentes al FSLN en el acceso al documento de identificación, una ventaja de 8,3% en la aparición en los listados, y una ventaja de 3,3% a la hora de que se les permitiera votar.

Gráfico 162. Elegibilidad y participación electoral según simpatía partidista

Aunque las diferencias absolutas en cada instancia son pequeñas, estas son significativas

estadísticamente. Cuando consideramos su efecto combinado, sin embargo, el impacto podría ser considerable cuando se ponen en la arena electoral (del 16% al 23% de los votantes jóvenes que no pudieron votar). Debemos enfatizar que no estamos afirmando que esta información sugiere –y mucho menos que pruebe- que el sistema está viciado, a pesar de la aparente ventaja que le da al FSLN. Mucha de la diferencia observada podría atribuirse a que el partido Sandinista tiene simpatizantes entusiastas y persistentes que buscan que sus nuevos simpatizantes obtengan su documentación más ágilmente que los otros nicaragüenses. El partido puede también desplegar un operativo en el terreno

98.0

94.7

95.6

88.1

86.4

94.7

No simpatiza

Simpatiza FSLN

No simpatiza

Simpatiza FSLN

No simpatiza

Simpatiza FSLN

0 20 40 60 80 100

Inscrito y permitido a votar en su junta receptora de votos

Tiene cédula de identidad

Nombre inscrito en lista de votantes de su junta receptora de votos

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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más efectivo para estimular a sus simpatizantes a que se registren y se aseguren de que sus nombres aparezcan en los listados, y tal vez aconsejen y apoyen esos esfuerzos. Finalmente, otros partidos han desplegado menos fiscales electorales que el FSLN. Su ausencia de las urnas pudo haber permitido mayores rechazos de los documentos de sus seguidores.

Finalmente, regresamos al punto original de la participación política. ¿Cuántos nicaragüenses

votan realmente? El Gráfico 158 arriba provee la respuesta usando los resultados de nuestra encuesta de 2012 para las elecciones presidenciales de 2011 –un 80,1% de toda la muestra en Nicaragua reportó haber votado. Para refinar esto un poco, cuando se elimina del cálculo a los más jóvenes (16 y 17 años) quienes podrían no estar habilitados, encontramos que un 81,9% reportó haber votado en 2011. El lector debe recordar que los entrevistados de la encuesta muestran una tendencia clara a sobre-reportar haber votado, entonces este valor revisado del voto reportado está aún unos puntos por encima de la participación real.

El Gráfico 163 presenta una regresión múltiple con los factores de nuestra encuesta que se

asocian con haber votado en las elecciones presidenciales de 2011 en Nicaragua.2 Se han incluido un gran número de actitudes, comportamientos, experiencias, y factores demográficos, así como evaluaciones del desempeño del gobierno. El Gráfico 163 muestra que los nicaragüenses de mayor edad y más educados reportan haber votado con mayor frecuencia. Ambos resultados son usuales alrededor del mundo. Es interesante que el nivel de vida familiar y el género no estén asociados con ir a votar. Esto indica cuan extendida está la votación en el sistema social y político de Nicaragua. Ricos y pobres reportan ir a votar en la misma proporción, así como hombres y mujeres.

El tamaño de la comunidad tiene un efecto pequeño y significativo en ir a votar. En la parte alta

del Gráfico 163 se observa que el activismo en grupos relacionados con las escuelas se asocia con una mayor participación electoral. Esto sugiere que las asociaciones de padres en los colegios podrían estimular el voto con el objetivo de presionar o apoyar a los políticos que podrían ayudarles con las escuelas locales. Las actividades en otros sectores de la sociedad civil no tienen efecto sobre la participación electoral, lo cual no esperábamos. Aquellos que aseguran tener mayores niveles de información política votan más, así como aquellos interesados en la política. Finalmente, la segunda asociación más fuerte es simpatizar con el partido Sandinista.

2 Debemos ser cautos aquí a la hora de atribuir causalidad por la simple razón de que todas las variables independientes o variables predictivas fueron medidas a comienzos de 2012, mientras que la votación tuvo lugar meses antes, en noviembre de 2011. Para efectos de la discusión asumiremos que los entrevistados recuerdan correctamente, y que los factores explicativos o asociados no han cambiado mucho entre la elección y la encuesta.

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Capítulo Nueve

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Gráfico 163. Factores que influyen en la participación electoral en el 2011

Para resumir, el modelo de quién acude a votar es menos complejo de lo esperado, y muchos

factores que se anticipaba estarían asociados con mayor asistencia a las urnas, tales como la evaluación de la economía y el desempeño del presidente, sencillamente no importan. Sólo seis factores están estadísticamente relacionados con votar en 2011 en Nicaragua –edad, educación, tamaño del lugar (negativamente), simpatizar con el FSLN, interés en la política, y activismo en grupos asociados con las escuelas.

IV. Opciones partidistas y elecciones

Identificación partidista ¿En dónde se ubican las simpatías partidistas? Hay varias formas de enfrentar la pregunta. Una

es la pregunta “¿En este momento [recuerde que es comienzos de 2011], simpatiza con algún partido político? [Si es así], ¿cuál?” Otra es preguntar por quién votó el entrevistado en las elecciones más recientes o por quién planea votar en una futura elección “si tuviera lugar hoy”

El Gráfico 164 revela que la identificación partidista o simpatías a comienzos de 2012. La

mayor categoría de simpatía partidista fue “ninguna” con un 48,3%. Cerca del 44,2% señalaron al FSLN como su partido. Esto ubica a los sandinistas en el primer lugar con más seguidores. La Alianza Partido Liberal Independiente (APLI) se mantiene en un 6,2%, seguido por el Partido Liberal Constitucionalista en un 1,2%, y un limitado 0,1% para “otros”. Ningún entrevistado declaró en favor de la Alianza por la República (APRE) o la Alianza Liberal Nicaragüense. Todas las tendencias liberales combinadas en 2012 suman un 7,4% de los ciudadanos que expresan simpatías liberales de

F=8.049N =1388

MujerEdad

Ultimo año de educación aprobadoEstandar de vida (por artefactos del hogar)

Tamaño del lugar de residenciaSimpatiza con FSLN

Simpatiza cualquier partido LiberalInterés político

Nivel de información políticaFrecuencia de seguir las noticias

Percepción de situación económica personalPercepción de situación económica nacional

Cree país se está encaminando en dirección correctaAprobación del trabajo del Presidente

El gobierno actual maneja bien la economíaApoyo a la democracia como el mejor sistema de gobierno

Participación para resolver problema comunalNivel de activismo en organización religiosa

Nivel de activismo en asoc. de padres de familiaNivel de activismo en comité de mejoras

Activismo asoc. de profs., negocios, productoresNivel de activismo en un grupo deportivo

Nivel de actividad en reuniones de un CPCLiderazgo en organizaciones comunales

-0.40 -0.20 0.00 0.20 0.40 0.60 0.80

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 256

cualquier tipo. Este es un descenso muy significativo en el apoyo ciudadano comparado con el movimiento liberal que ganó dos presidencias consecutivas en los noventas y a comienzos de los años 2000.

Gráfico 164. Identificación partidista a lo largo del tiempo

Para evaluar las trayectorias de la identificación con los partidos pasamos a la segunda mitad

del Gráfico 164, el cual muestra las simpatías políticas de los entrevistados en el Barómetro de las Américas desde 2004. El FSLN decrece en 2008 a cerca del 19% de identificación, pero ha crecido desde entonces hasta el actual 44,2%. En claro contraste, la identificación agregada con cualquier facción liberal muestra que este agregado (artificial) de los liberales tuvo un máximo en 2008 cerca del

48.3%44.2%

6.2%1.2% 0.1%

0

10

20

30

40

50

Ninguno FSLN APLI PLC OtroSimpatía por partido político

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

0

10

20

30

40

50

Pro

med

io

2004 2006 2008 2010 2012Año

Simpatiza FSLN Simpatiza algun partido Liberal

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Nueve

Página | 257

17%, lo cual no era muy diferente del apoyo al FSLN en ese momento. Desde 2008, sin embargo, la identificación con el agregado de los partidos liberales se ha deteriorado hasta el actual nivel de 7,5%. Así, la marca “Liberal” parece estar en una profunda depresión, ya sea por su fragmentación y rivalidades personales o por los escándalos.

Pasando a las elecciones más recientes para describir el apoyo a los distintos partidos en

Nicaragua, el Gráfico 165 presenta el voto reportado para las elecciones de presidente y la Asamblea Nacional en 2011. Los resultados confirman lo anterior. El FSLN, de acuerdo a la declaración de los entrevistados, ganó cerca de tres cuartos de los votos en las elecciones presidenciales y legislativas. Debido a una tendencia ampliamente observada en las encuestas de sobreestimar el apoyo para el ganador en la última elección, este es probablemente superior al verdadero voto por el FSLN. El resultado real (por el conteo de los votos) reportado por el CSE fue de 62,9% para el FSLN, aproximadamente un 10% menos que lo que reportaron en nuestra encuesta.

Gráfico 165. Elecciones de partidos en las elecciones del 2011

Las tendencias en las elecciones presidenciales por partido en el tiempo demuestran dos tipos

de dinámicas. En el lado liberal, en la medida que la suerte de Arnoldo Alemán decae, el PLC cayó desde el 25% del voto reportado en 2008/2010 a un 2,4% en 2012. Los Liberales Independientes en coalición (APLI) crecieron desde un único dígito en 2008/2010 a un 19,5% en tanto se convirtieron en la principal organización para los liberales en 2011. Desde cerca de un 20% de voto reportado en 2008/2010 la Alianza Liberal (ALN) se derrumbó hasta tener sólo un 0,2% en 2012. El voto combinado de los liberales pasó de tener más de un 40% en 2008/2010 (recuerde que este es voto reportado y no votos reales, y está claramente inflado) a tener un 23,9% en 2012. La suerte del partido Sandinista mejoró desde la segunda mitad de los veintes en 2008/2010 a un 76,3% en la elección de 2011. De nuevo, reiteramos que el voto reportado exagera la realidad puesto que estos suman más de 100%, pero el punto central aquí no es la precisión con que se recuerda el voto sino lo que revelan las tendencias.

¿Qué factores pudieron contribuir a la creciente identificación de los nicaragüenses con el

Frente Sandinista? Un factor obvio es el declive del movimiento liberal en general, que ha sido golpeado por el faccionalismo y el personalismo. A los ojos de algunos observadores los distintos

76.3%

19.5%

2.4% 1.6% 0.2%0

20

40

60

80

Ortega (FSLN)Gadeo (APLI)

Alemán (PLC)Ninguno

Quiñónez (ALN)

¿Por quién votó para presidente en 2011?Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

74.5

19.0

3.1 2.9 0.3 0.2 0.10

20

40

60

80

FSLN Alianza PLI Ninguno PLC ALN APRE Otro¿Por cuál partido votó para diputados en 2011?

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 258

partidos liberales han nominado candidatos presidenciales débiles o deficientes en 2006 y 2011. Un segundo factor en el crecimiento del FSLN es el reciente crecimiento económico de Nicaragua desde 2006. El PIB creció cerca de un 40% en dólares nominales entre 2006 y 2011,3 periodo que corresponde al gobierno del presidente Ortega y del FSLN. La significativa asistencia externa desde Venezuela para Nicaragua durante la presidencia de Ortega con certeza ha estimulado este rápido crecimiento económico. El presidente Ortega y el FSLN muy posiblemente han recibido crédito por estos resultados económicos, lo cual pudo haber atraído aún más seguidores al partido.

Gráfico 166. Distribución de la asistencia social entre los

nicaragüenses según factores sociodemográficos 2012

Un tercer factor que pudo haber contribuido al fortalecimiento de la base de simpatizantes del

FSLN incluye transferencias de recursos del gobierno a los ciudadanos. La administración Ortega ha empleado parte de la asistencia extranjera de Venezuela a través de una fundación controlada por actores privados para financiar programas de transferencias de recursos a los ciudadanos bajo la forma de microcréditos empresariales, y ayuda económica directa, entre otras. El Gráfico 166 presenta los patrones en la distribución de estos recursos, y el nivel de actividad al interior del Consejo de Poder Ciudadano (CPC). De acuerdo con los entrevistados por el Barómetro de las Américas en 2012, las transferencias de recursos van prioritariamente a familias con condiciones favorables, residentes de Managua, simpatizantes del FSLN, y activistas de bajo nivel del CPC (Gráfico 166). Por ejemplo, como promedio, un 11% de los simpatizantes del FSLN reportaron recibir transferencias de recursos,

3 Inter-American Development Bank, 2012, Latin American and Caribbean Macro Watch Data Tool, http://www. iadb.org/Research/LatinMacroWatch/lmw.cfm. consultado en noviembre 14, 2012.

6

7

8

9

10

11

Rec

ibe

asi

ste

nci

a p

úb

lica

(%)

Muy bajoBajo

MedianoMed. alto/alto

Nivel de bienestar del hogar

4

6

8

10

12

14

Rec

ibe

asi

ste

nci

a p

úb

lica

(%)

área ruralcd. pequeña

cd. medianacd. grande

cd. capital

Tamaño del lugar de residencia

5

6

7

8

9

10

11

Rec

ibe

asi

ste

nci

a p

úb

lica

(%)

no síSimpatiza con FSLN

6

8

10

12

14

16

Rec

ibe

asi

ste

nci

a p

úb

lica

(%)

muy bajo bajo alto muy altoNivel de actividad en reuniones de un CPC

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Nueve

Página | 259

mientras que sólo un 5% del resto de nicaragüenses dijo recibirlos. Y cerca del 11% de los nicaragüenses con niveles de ingreso medio-alto y alto reciben asistencia comparados con sólo el 6% de las familias más pobres. Estos patrones sugieren que la administración enfoca estos programas hacia sus simpatizantes, los empleados del gobierno central y participantes del CPC con un bajo nivel de compromiso.

En general, las fluctuaciones en las simpatías declaradas presentan un proceso muy importante.

Cuando los liberales se dividieron y permanecieron así, su apoyo combinado (una forma de estimar su base de respaldo sería que se unificaran) se deterioró desde casi un 20% hasta llegar a situarse por debajo del 10%. Mientras tanto el apoyo al FSLN creció fuertemente. Las bases del partido Sandinista (sus simpatizantes), probablemente estimulados por el acceso a los programas de asistencia, pasaron de ser menos de un tercio del electorado en el Barómetro de las Américas a comienzos de los 2000 a casi el 44%. Estos cambios son tan fuertes que uno podría argumentar que Nicaragua no es más un sistema dominado por dos partidos como lo fue durante casi dos siglos, sino que ahora es un sistema dominado por un partido. Nicaragua cada vez más se parece a México bajo el Partido Revolucionario Institucional (PRI) antes del 2000, cuando el PAN rompió el monopolio político del PRI. Uno debería preguntarse si otro partido puede aparecer y remplazar al liberalismo y a sus seguidores divididos en el sistema nicaragüense, así como el FSLN desplazó a los conservadores en los 80s y 90s.

Una proyección sobre la próxima elección presidencial

Una pregunta final para comprender el apoyo partidista consiste en pedirle a los entrevistados

que hagan una proyección de cómo sería su voto en la próxima elección presidencial. Si afirman que votarían por un partido diferente FSLN podría indicar la posible debilidad de su base de simpatizantes.

VB20. ¿Si esta semana fueran las próximas elecciones presidenciales, qué haría usted? (1) No votaría; (2) Votaría por el candidato o partido del actual presidente; (3) Votaría por algún candidato o partido diferente del actual gobierno; (4) Iría a votar pero dejaría la boleta en blanco o la anularía.

El Gráfico 167 muestra los resultados de este ejercicio. Se observa un electorado que anticipa

una división en tres partes si la próxima elección presidencial tuviera lugar “esta semana” (comienzos de 2012). Un 2,7% dice que votaría pero emitiría un voto no válido o no votaría (24,2%). Entonces, dos de cada siete nicaragüenses adultos expresa no estar interesado en votar por ningún candidato o partido para elegir presidente. Entre aquellos que votarían, los Sandinistas con 55,4% disfrutan una ventaja muy grande (37,8%) sobre un hipotético contrincante (17,6%). Por ahora podemos augurar un panorama positivo para el partido en el gobierno, pero mucho podría cambiar en los cuatro años que faltan antes de las elecciones presidenciales.

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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Gráfico 167. Proyecciones de las votaciones si

las elecciones presidenciales fueran esta semana

Gráfico 168. Determinantes en la intención declarada de votar si las elecciones presidenciales fueran esta semana

No votaría24.2%

Votaría por el candidato opartido del actual presidente

55.4%

Votaría por algún candidato opartido diferente del actual gobierno

17.6%

Iría a votar pero dejaría la boletaen blanco o la anularía

2.8%

¿Si esta semana fueran las próximas eleccionespresidenciales, qué haría usted?

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

F=19.422N =1254

Porcentaje que votó en las últimas eleccionesMujerEdad

Ultimo año de educación aprobadoEstandar de vida (por artefactos del hogar)

Tamaño del lugar de residenciaSimpatiza con FSLN

Simpatiza cualquier partido LiberalPercepción de situación económica personalPercepción de situación económica nacional

Cree país se está encaminando en dirección correctaAprobación del trabajo del Presidente

El gobierno actual maneja bien la economíaLa democracia es el mejor sistema de gobiernoParticipación para resolver problema comunal

Nivel de activismo en organización religiosaNivel de activismo en asoc. de padres de familia

Nivel de activismo en comité de mejorasActivismo asoc. de profs., negocios, productores

Nivel de activismo en un grupo deportivoNivel de actividad en reuniones de un CPC

Liderazgo en organizaciones comunales

-0.50 0.00 0.50 1.00 1.50

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Nueve

Página | 261

Las Elecciones Municipales de Noviembre de 2012 El tema final de esta sección es muy relevante actualmente –las próximas elecciones

municipales de noviembre de 2012. Un 82% de los nicaragüenses afirmaron a comienzos de 2012 su intención de votar en las elecciones municipales. ¿Quién tiene más probabilidades de votar en esta elección (basado en las intenciones expresadas a comienzos de 2012)?

El Gráfico 169 indica algunos de los factores que influenciaron la intención de voto expresada

por los nicaragüenses para estas elecciones meses antes de que tuvieran lugar. Lo que salta a la vista es una división partidista. El 95,2% de los simpatizantes del FSLN expresaron su intención de votar en las elecciones municipales, comparados con tan sólo un 70,3% de todos los demás nicaragüenses (es una diferencia significativa), pero ser simpatizante de los liberales no implica ninguna diferencia. Los activistas de los CPC expresaron una mayor intención de votar que aquellos sin actividad en los CPC. Los residentes de la región Norte expresaron menor intención de votar que los residentes de la región Metropolitana de Managua y el Pacífico Norte. Otros dos patrones interesantes pueden verse en la parte baja del Gráfico 169. Los nicaragüenses que reportaron que no observaron o experimentaron irregularidades en las elecciones presidenciales de 2011 manifestaron una mayor intención de votar (13%) que aquellos quienes sí vivieron esas irregularidades. Aparentemente experimentar u observar el fraude electoral puede desmovilizar el voto en adelante. Aquellos que tienen altos niveles de confianza en el Consejo Supremo Electoral (CSE) reportaron una mayor intención de votar (17%) que aquellos con los niveles más bajos de confianza en el CSE. Entonces parece que la desconfianza en las instituciones electorales tiene un alto potencial de desmovilizar a los nicaragüenses.

Si estos patrones se hubieran mantenido, el FSLN hubiera tenido muy buenos resultados en las

elecciones municipales del 4 de noviembre de 2012 porque sus simpatizantes expresaron una mayor intención de votar que los demás nicaragüenses, y ellos eran menos propensos al efecto desestimulante de perder la confianza en el CSE o de haber tenido experiencias de fraude en 2011. De hecho, los resultados reales reportados por la prensa nicaragüense muestran que el FSLN ganó el control de 134 de 153 municipios (88%), los Liberales Independientes ganaron 12 (8%), los Liberales Constitucionalistas ganaron dos, y la Alianza Liberal Nicaragüense sólo ganó uno. A nivel nacional el FSLN ganó el 68% de los 2.020.0250 de votos válidos de los 3,7 millones de votantes registrados. Así, el nivel de abstención llegó al 45%, un nivel históricamente bajo desde que las elecciones fueron re-establecidas durante la revolución en 1984.4 Estos resultados parecen indicar que el sistema electoral como fue diseñado por el FSLN desde mediados de los 2000s, cuyos efectos a nivel individual fueron descritos antes en este capítulo, sí desestimulan a los votantes que no apoyan al FSLN y a quienes experimentaron irregularidades en el pasado, y también amplía el voto por el FSLN en las elecciones municipales de noviembre 4 de 2012.

4 “Resultados oficiales de las elecciones municipales en Nicaragua 2012,” Star Media, http://noticias. starmedia.com/sociedad/resultados-oficiales-elecciones--municipales-Nicaragua-2012; y “CSE: FSLN gana 124 alcaldías,” El Nuevo Diario.com.ni, http://www.elnuevodiario.com.ni/elecciones-municipales-2012/ 268558-cse-fsln-gana-134-alcaldias; ambos consultados el 15 de noviembre de 2012. El Consejo Supremo de Elecciones no había publicado los resultados de las elecciones de 2012 en su página web el 15 de noviembre de 2012.

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 262

Gráfico 169. Factores asociados a la intención de voto

Ideología y Partido Político

El último punto que trataremos sobre las preferencias partidistas es la orientación entre

izquierda y derecha. Como hemos visto en capítulos anteriores, la gran mayoría de los nicaragüenses se pueden ubicar en una escala ideológica de izquierda-derecha. En 2010 los nicaragüenses se destacaban entre los ciudadanos más polarizados en el continente americano.5 Un gran porcentaje de nicaragüenses se ubicaron en o cerca del extremo izquierdo o el extremo derecho de este continuo. La polarización ideológica cuando es extrema tiende a jalar a los simpatizantes de los partidos en contienda hacia los extremos. En contraste, una gran parte de quienes tienen una posición de centro tiende a definir las posiciones de los partidos en el centro ideológico, especialmente en elecciones. ¿Qué tan polarizados ideológicamente estaban los nicaragüenses en 2012? ¿Cómo se refleja la orientación promedio de los simpatizantes de cada partido y los votantes de las elecciones presidenciales de 2011 con la distribución ideológica?

El Gráfico 170 muestra que, antes que el agrupamiento en el centro (las posiciones 5 y 6),

muchos nicaragüenses en 2012 tendían hacia los extremos ideológicos: casi un 29% señaló la posición de extrema izquierda (1), y casi un 20% la de extrema derecha (10). Otra gran porción de casi un 26% se ubicó en una posición de centro izquierda (5), con casi un 7% más en la posición de centro derecha. Hay más nicaragüenses que se ubican en el centro que en cualquiera de los extremos ideológicos, pero casi la mitad se ubicaron en uno u otro extremo.

5 John A. Booth y Patricia Bayer Richard, Political Culture and Democracy in Latin America, Washington, D.C.: Congressional Quarterly Press, en prensa.

70.395.2

020406080

100

No SíSimpatiza con FSLN

81.8 84.4

020406080

100

SíNoSimpatiza cualquier partido Liberal

78.588.7 93.2 93.7

020406080

100

33 670(Ninguna)

100(Muy alta)

Nivel de actividad en reuniones de un CPC

84.0 81.7 78.5 84.3 80.7 81.3

020406080

100

MetropolitanaCentro

NortePacífico Norte

Pacífico SurCaribe

Región

86.4 73.3

020406080

100

No SíObservó irregularidad en la elección pasada

72.2 83.2 89.4

020406080

100

Baja Mediana AltaNivel de confianza en CSE

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

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Capítulo Nueve

Página | 263

La posición ideológica promedio de los simpatizantes de cada partido y de los que no se identifican con ninguno se presentan en el Gráfico 170. Los simpatizantes del FSLN tienen un promedio de 3,8, y los no simpatizantes de 5,8 (justo por encima de la mitad de la distribución 5,5). Los simpatizantes de las dos facciones liberales tienen promedios de 7.5 (APLI) y 8.0 (PLI).

Gráfico 170. Distribución de la ideología de acuerdo a

las posiciones medias de los simpatizantes de los partidos

El Gráfico 171 repite el mismo ejercicio (la gráfica básica es la misma distribución ideológica

que el Gráfico 170) pero presenta la ideología promedio reportada por nuestros entrevistados según el voto presidencial de 2011. Atraer a muchos de los no simpatizantes más moderados a la elección presidencial mueve la posición promedio de los partidos en el Gráfico 171 hacia el centro en comparación con la posición de los simpatizantes (Gráfico 170). Así, los votos del FSLN en 2011 en el Gráfico 171 tienen una posición ideológica promedio de 4,1 (más cerca del centro que los simpatizantes del FSLN). Los votos en 2011 del PLC incluyeron suficientes votos moderados para mover su posición ideológica promedio al 6,9, es decir 1,1 puntos en la escala más cerca del centro. Los votantes del APLI en 6,9 atrajeron suficientes moderados para mover su promedio 0,6 puntos en la escala más cerca del centro.

28.8%

2.4% 3.4% 3.7%

25.7%

6.9%

3.3% 4.1%2.0%

19.8%

FSLN3.8

Ninguno5.8

APLI7.5

PLC8.0

0

5

10

15

20

25

30

1Izquierda

2 3 4 5 6 7 8 9 10Derecha

IdeologíaFuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 264

Gráfico 171. Distribución de la ideología de acuerdo al voto presidencial en 2011

El Gráfico 172 presenta una ilustración final de la relación entre ideología y partidos en las

mentes de los nicaragüenses en 2012. ¿Cómo es la distribución ideológica dentro de cada grupo de simpatizantes? Para esta gráfica hemos combinado las diez opciones de la escala ideológica L1 de izquierda a derecha en pares adyacentes para crear un arreglo en 5 categorías (para simplificar los resultados). Las posiciones de extrema izquierda 1 y 2 se combinan, las posiciones de izquierda moderada 3 y 4 también, las dos posiciones de centro 5 y 6 se combinan, y así sucesivamente. El Gráfico 172 es revelador. Los nicaragüenses no partidistas se ubican en el grupo de centro (5 y 6 en la escala original) y hay muchos menos extremistas entre ellos. Comparado con los que se identifican con el FSLN, sólo un 19,4% de ellos se ubican en el centro ideológico mientras que un 52,1% elige la extrema izquierda. Entre los que se identifican con el PLC el 63,2% se clasifica como de extrema derecha y sólo un 10,5% como centristas. De los simpatizantes del APLI, un 52,1% se identifican de extrema derecha y un 21.9% de centro.

28.8%

2.4% 3.4% 3.7%

25.7%

6.9%

3.3% 4.1%2.0%

19.8%

FSLN4.1

Ninguno5.6

APLI6.9

PLC7.0

0

5

10

15

20

25

30

1Izquierda

2 3 4 5 6 7 8 9 10Derecha

IdeologíaFuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Nueve

Página | 265

Gráfico 172. Ubicación ideológica en la escala

izquierda-derecha según identificación partidista

¿Cómo ha cambiado la orientación ideológica de los nicaragüenses en los años recientes? La

respuesta se encuentra en el Gráfico 173. Entre 2004 y 2012 la posición ideológica reportada promedio se movió del 6,2 (0,7 puntos en la escala a la derecha del punto medio), al promedio actual de 5,0. La posición actual está medio punto a la izquierda del punto medio. El proceso de desplazamiento a la izquierda ha seguido una trayectoria volátil. Un movimiento de 0,9 puntos a la izquierda ocurrió entre 2004 y 2006. Este cambio se revirtió parcialmente hasta el 5,7, otro cambio significativo. Otro cambio grande y significativo de 0,7 entre 2010 y 2012 puso la posición ideológica promedio reportada por los nicaragüenses una vez más ligeramente a la izquierda de la escala ideológica. En resumen, los nicaragüenses se han movido hacia la izquierda ideológica recientemente, dejando su posición ideológica ligeramente a la izquierda del centro.

¿Entre quienes ocurrió el movimiento a la izquierda? Examinando en detalle la distribución

ideológica en el tiempo (no se muestra) se descubre que el movimiento de derecha a izquierda entre 2004 y 2012 se debió principalmente a que más nicaragüenses señalaron ser de extrema izquierda. Ese grupo de extrema izquierda casi se ha triplicado desde un 10% a un 28% desde 2004. Una contracción de la extrema derecha ha ocurrido, pero a un ritmo menor en ese extremo del espectro. Se concluye que 6 años de gobierno del FSLN ha estimulado a que más nicaragüenses se identifiquen con la izquierda del espectro ideológico después del periodo anterior (dos periodos presidenciales) de control liberal. Esto no debe sorprender dado que el partido en el poder tiene una gran ventaja para hacer que su mensaje llegue al público. La administración de Ortega ha ganado evaluaciones positivas del público, como se ha reportado en capítulos anteriores. Aún más, otros factores han estimulado este movimiento, como pueden ser los programas del FSLN que muy posiblemente tienen acogida entre la inmensa población pobre en Nicaragua que tras muchos años experimentan alguna mejoría en sus condiciones

13.1%

7.4%

48.4%

8.7%

22.3%

10.5%

5.3%

10.5%

10.5%

63.2%

52.1%

7.0%

19.4%

5.5%

16.1%

9.4%

5.2%

21.9%

11.5%

52.1%

0%

20%

40%

60%

80%

100%

Ninguno PLC FSLN APLIFuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

Izquierda extrema

Izquierda moderada

Centro

Derecha moderada

Derecha extrema

Ideología

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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económicas. Finalmente, la administración Ortega ha administrado, primero a través de una fundación y eventualmente a través de un nuevo ministerio, programas de transferencia de recursos que han beneficiado a algunos nicaragüenses. Dada la naturaleza volátil de la identificación ideológica promedio reportada y su aparente correspondencia con el regreso de un gobierno de izquierda en 2006, se concluye que la orientación ideológica es maleable, y puede verse afectada por eventos políticos, las condiciones económicas, y las condiciones institucionales. Como tal, en un ambiente competitivo e ideológicamente polarizado como el de Nicaragua, la orientación ideológica entre izquierda-derecha puede fluctuar más de lo que lo haría en un ambiente con mayor cooperación interpartidista y menos conflicto. También puede ser el caso que el faccionalismo entre las tendencias políticas conservadoras, especialmente del gran movimiento liberal, contribuye a la volatilidad ideológica.

Gráfico 173. Orientación ideológica a lo largo del tiempo en Nicaragua

V. Percepción de la calidad de las elecciones

Pasamos ahora a la calidad de las elecciones. La principal forma de medir la percepción de los nicaragüenses de la calidad de las elecciones es la siguiente pregunta en el Barómetro de las Américas 2012:

NICELEC1. ¿Observó o experimentó usted una irregularidad durante la votación del 6 de noviembre pasado? ¿Qué tipo de irregularidad? (0) No, ninguno, (1) Doble (o múltiple) voto, (2) Tinta no aplicada después de votar, (3) Expulsión de Fiscales, (4) Intimidación en el centro de votación o en la junta receptora de votos, (5) Otra.

El gráfico 174 muestra que el 7% de los nicaragüenses reportaron haber observado eventos de

doble o múltiple voto, y 4,8% la expulsión de los observadores electorales de las juntas receptoras de

6.2

5.3

5.7 5.7

5.0

0

2

4

6

Ide

olo

gía

2004 2006 2008 2010 2012Año

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Nueve

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votos. Otro 4,1% reportó “intimidación” en los lugares de votación o dentro de la junta misma. No podemos especificar qué tipo de intimidación tuvo lugar, o qué es considerado como intimidación por la persona que la reporta. Un 0,2% reporta observar una falla en la aplicación de tinta en el dedo de los votantes después de depositar el voto. Otro 10,5% reportó “otras” irregularidades, lo cual puede incluir muchas cosas –fallas para abrir o cerrar las juntas a tiempo, la pérdida del material electoral, manipulación del conteo, fallas en el seguimiento riguroso de los protocolos de documentación, manejo incorrecto de los tarjetones después de que los puestos cierran, entre otros. Algunos problemas técnicos pueden ser menores y no afectan los resultados, pero otras irregularidades distorsionan la intención del votante.

Gráfico 174. Irregularidades observadas en las Elecciones Naciones de 2011

Estas observaciones por los nicaragüenses sobre lo que ellos experimentaron u observaron en

sus lugares de votación durante las elecciones presidenciales de 2011 son preocupantes. El nivel ideal de irregularidades en unas elecciones sería cero o casi ninguna. El CSE tiene una estructura dominada por los partidos políticos antes que por representantes no partidistas o neutrales. Los representantes de los partidos manejan todas las comisiones electorales de base y supervisan las elecciones. El CSE nacional ha sufrido por su conflictivo estatus constitucional (administradores cuyos periodos han expirado permanecen en el CSE debido a una disputa constitucional entre el presidente y la Asamblea Nacional). Diferentes medios y observadores han denunciado el manejo de las elecciones municipales de 2008 y de las elecciones nacionales de 2011 bajo este régimen del CSE. Nada de esto debe, creemos, construir confianza en la calidad de las elecciones o en el CSE. Esta falta de confianza puede desestimular a los votantes potenciales, especialmente aquellos no asociados con el partido de gobierno, y puede también debilitar la evaluación de los nicaragüenses sobre la democracia y las instituciones. Esta posibilidad se examina en la próxima sección.

Ninguna73.3%

Doble (o múltiple) voto7.4%

Tinta no aplicada después de votar

0.2%

Expulsión de fiscales4.9%

Intimidación en el centro de votación o en la junta receptora

4.1%

Otra10.1%

¿Observó o experimentó usted una irregularidaddurante la votación del 6 -11-12

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Una pregunta crítica sobre las irregularidades de las elecciones trata sobre quién las observó o experimentó. ¿Todos los nicaragüenses, independiente de sus simpatías políticas, experimentaron igualmente estas irregularidades? Esta no es una pregunta sencilla, y las posibles respuestas tienen complejas implicaciones. Consideremos que el ideal de una elección democrática no debería distorsionar la voluntad de los votantes intencionalmente o por incompetencia. Si los partidistas de todas las corrientes o los no partidistas observan irregularidades con la misma frecuencia, entonces puede ser que el sistema electoral funciona deficientemente, o varios actores están intentando distorsionar la voluntad del votante, o ambas. Si percibir irregularidades electorales ocurre con más frecuencia entre los simpatizantes de un partido, entonces una de dos cosas puede estar ocurriendo. Que el partido se comporta irregularmente y sus seguidores no quieren admitirlo, o sus simpatizantes pueden haber vivido menos actos inadecuados, o ambos. Segundo, en este escenario desbalanceado, si la oposición reporta más irregularidades puede ser preciso, o estos simpatizantes pueden estar expresando un prejuicio en contra del sistema electoral, causando un esfuerzo intencional por desacreditarlo con acusaciones de irregularidades infundadas. Esta última posibilidad parece menos probable que ocurra entre toda la población de simpatizantes del partido de oposición que entre sus seguidores. Nuestros entrevistados son una muestra nacional, así que podemos descartar esta última posibilidad. Una última posibilidad para explicar un resultado muy desequilibrado es que la cobertura de la prensa pudo haber creado narrativas que han moldeado u obscurecido la visión de los entrevistados sobre lo que experimentaron en el último año. La prensa en Nicaragua está dividida entre los pro y anti-régimen, entonces las narrativas pudieron haber diferido y reforzaron las percepciones de un buen o mal desempeño durante las elecciones de 2011. Entonces, el reporte de eventos recordados puede ser mejor o peor que la realidad del momento dependiendo de la orientación partidista de la persona.

En resumen, si encontramos evidencia de que la percepción de irregularidades no está

distribuida uniformemente entre los partidos y los no partidistas, lo que sabremos es que –como mínimo- el sistema electoral no está funcionando suficientemente bien para reflejar una percepción de equilibrio y probidad. Nuestros resultados no pueden definir si las irregularidades realmente ocurrieron o cuantas fueron, sólo si los nicaragüenses las percibieron.

El Gráfico 175 trata el tema de quien presenció o experimentó irregularidades durante las

elecciones en los comicios nacionales de 2011. El gráfico de la izquierda muestra que el 1,8% de quienes reportaron votar por el FSLN percibieron irregularidades comparado con el 30,4% de aquellos que reportaron haber votado por “ningún” partido, el 41,4% de los votantes del PLC, y el 67,2% de los votantes del APLI. El gráfico de la derecha repite este ejercicio entre quienes se definen como simpatizantes de un partido a comienzos de 2012. Sólo un 11,9% de los simpatizantes del FSLN reportaron haber visto o experimentado irregularidades en las elecciones, pero un 34,3% de aquellos sin afinidad con algún partido los reportaron, un 60,7% de los votantes del PLC, y un 69,8% de los votantes del APLI. Los resultados están altamente desequilibrados. Comparativamente muy pocos votantes y simpatizantes sandinistas reportaron irregularidades, pero todos los demás grupos reportaron muchos más problemas. Los votantes/simpatizantes sandinistas reportan irregularidades en las elecciones de 2011 entre dos y seis veces más que los sandinistas.

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Capítulo Nueve

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Gráfico 175. Irregularidades electorales observadas en 2011 según identificación partidista y voto presidencial

Por todas las razones mencionadas arriba esto prueba poco, excepto que los líderes en

Nicaragua han fallado en mantener el CSE y el sistema electoral nacional funcionando para mantener el ideal democrático de no distorsionar los resultados y percepción de los resultados. Muchos nicaragüenses por fuera del FSLN en el poder, y al menos una novena parte de los votantes y simpatizantes sandinistas también, vieron irregularidades en las elecciones de 2011 donde idealmente ellos no debieron ver ninguna.

Pasamos ahora a las implicaciones de estos resultados y preguntamos qué impacto ellos han

tenido en la confianza en las elecciones y las instituciones electorales en Nicaragua.

VI. Confianza en las Elecciones

Un cuarto de la población adulta en Nicaragua afirma haber presenciado o experimentado irregularidades en las elecciones nacionales del 2011. Estas percepciones están fuertemente concentradas entre quienes no simpatizan o no votaron por el partido de gobierno. Esta parece una señal de que el Consejo Supremo Electoral y su sistema de administración de las elecciones que, incluso si ninguna irregularidad ocurrió, sin embargo ha manejado un proceso que una porción significativa de la población percibe como distorsionada. ¿Cuáles implicaciones que esto tiene para la confianza de los nicaragüenses en el sistema electoral? ¿la confianza en las elecciones y el CSE ha decrecido o aumentado, y entre quién pudo haber cambiado?

13.5

41.4

44.9

67.2

FSLN

PLC

Ninguno

APLI

0 20 40 60 80

Porcentaje que observó/experimentó irregularidadesen voto de 2011

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

11.9

34.3

60.7

69.8

FSLN

Ninguno

PLC

APLI

0 20 40 60 80

Porcentaje que observó/experimentó irregularidadesen voto de 2011

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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El Gráfico 176 muestra que la confianza en el CSE se debilitó permanentemente de 2004 hasta 2010, cayendo significativamente desde un puntaje de 47,3 de 100 en nuestra escala de cero a 100, hasta un 40,3. Esto coincide con lo que uno esperaría dados los problemas reportados con las elecciones municipales en 2008 y las nacionales en 2011. Lo que parece anómalo, sin embargo, es que el apoyo al CSE después crece desde la parte baja de los 40s a un 49.6 en 2012, un cambio estadísticamente significativo en dos años. El lector debe recordar, obviamente, que el puntaje de 49.6 de 100 es, efectivamente, una división en partes iguales entre no confiar y confiar en el CSE, lo cual parece un pobre resultado. Otras instituciones del gobierno nicaragüense disfrutan de mayores niveles de confianza en 2012, entonces el CSE tiene una posición relativamente débil en el contexto del gobierno como conjunto. Sin embargo, debemos explorar el crecimiento de nueve puntos con el fin de verificar que no es una anomalía. Así, se ha calculado la confianza de los nicaragüenses en las elecciones en general. Asumimos que el CSE y las elecciones debieran seguir la misma tendencia en el tiempo. Nuestro análisis (no incluido para ahorrar espacio) muestra que la confianza en las elecciones era de 48,2 de 100 en 2004, cayó varios puntos entre 2006 y 2010, y luego creció 13 puntos en la escala hasta 54,5 en 2012. Esto sigue de forma aproximada la tendencia de la confianza en el CSE y confirma que el crecimiento entre 2010 y 2012 no es un extravío.

Gráfico 176. Confianza en el Consejo Supremo

Electoral a lo largo del tiempo

Por qué ocurre este incremento inesperado en la confianza en el CSE (y las elecciones) y a

quién puede atribuirse. Primero, hay que recordar de capítulos anteriores que la mayoría de las instituciones del gobierno nicaragüense ha disfrutado de mayores niveles de confianza en 2012 que en 2010. Entonces parte del cambio para el CSE es atribuible a una tendencia ascendente que arrastró al CSE también. Sin embargo, dado cuán extendida está la percepción de irregularidades en las elecciones y descubriendo que hay una desviación partidista para percibir irregularidades, podemos

47.3

44.6 43.8

40.3

49.6

0

10

20

30

40

50

Co

nfi

anza

en

el C

on

sejo

Su

pre

mo

Ele

cto

ral

2004 2006 2008 2010 2012Año

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Capítulo Nueve

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preguntarnos si alguno de estos factores pudo afectar la evaluación del CSE. El Gráfico 177 presenta desagregados los puntajes de confianza en el CSE desde 2006 a 2012 en el caso de que uno simpatizara con el FSLN o no. Un patrón evidente aparece. La confianza de los simpatizantes sandinistas crece constante y significativamente desde 47,8 a 64,4 entre 2006 y 2012, mientras que la confianza de los demás decrece significativamente varios puntos desde 43,4 hasta 37,7. Un análisis similar de la confianza en las elecciones en general revela el mismo patrón (no se muestra). En este periodo el número de simpatizantes del FSLN también crece, lo cual aumenta el peso de su opinión dentro del puntaje del conjunto de la población, aumentándolo aún más.

Gráfico 177. Confianza en el Consejo Supremo

Electoral según FLSN a lo largo del tiempo

Para resumir, la distorsión partidista para percibir las irregularidades electorales en 2011 no

afecta la evaluación promedio del CSE. La aparente anomalía realmente no es tal. Ocurre porque los crecientes simpatizantes del FSLN confiaban cada vez más en el desempeño del CSE. Estas evaluaciones positivas adicionales por seguidores del FSLN elevó la evaluación del CSE a pesar del debilitamiento de la confianza entre los otros nicaragüenses.

43.4

47.8

41.0

55.2

33.9

59.0

37.7

64.4

No/otro

Simpatiza FSLN

No/otro

Simpatiza FSLN

No/otro

Simpatiza FSLN

No/otro

Simpatiza FSLN

0 20 40 60 80

2006

2008

2010

2012

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)Nivel de confianza en el Consejo Supremo Electoral

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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VII. Satisfacción con la democracia nicaragüense

Ahora nos preguntamos qué implicaciones tiene el problema de la calidad de la elección, según lo perciben los ciudadanos, para el apoyo del sistema y para la satisfacción con la democracia en Nicaragua. Un sistema electoral viciado debería constituir un obstáculo significativo para un orden democrático puesto que existen distorsiones reales o percibidas en la conversión de la voluntad popular en liderazgos y políticas públicas. ¿Las irregularidades percibidas en las elecciones debilita el apoyo de los nicaragüenses por el sistema político o sus evaluaciones de su propia democracia? ¿las posiciones partidistas nublan la visión de la democracia?

A primera vista, el apoyo por el sistema político y tener una percepción positiva de la

democracia nicaragüense puede parecer ser la misma cosa, pero son diferentes. Como se explicó en los capítulos anteriores, el apoyo por el sistema político en general o el apoyo institucional es una medida amplia que incluye una mezcla de elementos asociados con el orgullo (cuanto respeto uno tiene por las instituciones políticas en Nicaragua, orgullo de vivir bajo el sistema político nicaragüense, y cuanto debería uno apoyar el sistema) con evaluaciones de cuán justo son las cortes y qué tanto se protegen los derechos básicos. Un nicaragüense puede estar orgulloso de las instituciones nacionales en general, pero no estar satisfecho con el funcionamiento del sistema democrático en un momento particular. Se hacen dos preguntas relacionadas con qué tan positivamente evalúan los ciudadanos la democracia en Nicaragua. Una pregunta está relacionada con la satisfacción con cómo la democracia funciona en Nicaragua y el otro con si se considera que Nicaragua es una democracia o no. Estas preguntas se relacionan lo suficiente entre ellas que las hemos combinado en un índice de evaluación de la democracia en Nicaragua. Este va de 0 a 100, donde los valores altos indican una visión muy positiva del sistema.

Pasamos ahora al Gráfico 178, el cual presenta un análisis de regresión múltiple de apoyo al

sistema. Examina qué percepciones de las elecciones y orientaciones partidistas moldean el apoyo por las instituciones. Cada resultado presentado en el gráfico representa la contribución individual de cada variable en particular en apoyo por el sistema tras controlar por el efecto de cada una de las otras variables. (Es importante recordar que en promedio los nicaragüenses marcan 60,7 de 100 en la escala de apoyo institucional, el cuarto más alto en las Américas en 2010). El Gráfico 178 revela que el generalizado apoyo al sistema político tiene muy pocos correlatos.6 Primero, la percepción de irregularidades en las elecciones de 2011 reduce apoyo por el sistema. La tolerancia también está asociada débil y negativamente. Interesantemente, una vez que los factores partidistas y demográficos son tenidos en cuenta, sólo tres variables tienen una influencia positiva. Ver la democracia como el mejor sistema de gobierno tiene un efecto positivo pero pequeño en apoyo por el sistema, aprobación del presidente un efecto algo mayor, y confianza en el CSE un efecto muy fuerte y positivo.

6 Para garantizar que la desigualdad y el partido político a nivel local no estuvieran afectando esta relación, ejecutamos una regresión multinivel usando la distribución municipal de votos en las elecciones de 2011 y nuestro índice de inequidad. Ningún factor tuvo un efecto significativo en la relación. Ver el apéndice, Modelo Jerárquico Lineal D.

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Capítulo Nueve

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Gráfico 178. Elecciones e influencias partidistas sobre el apoyo institucional

El Gráfico 179 desagrega en apoyo al sistema en cuatro variables claves para ilustrar la relación

que se acaba de identificar de manera más clara. El apoyo al sistema crece 46 puntos, desde 28,3 a 74,8, cuando comparamos los menos satisfechos con el presidente con aquellos más satisfechos. Aquellos con menos confianza en el CSE reportan un nivel de desaprobación de 43,5 puntos en la escala, que se eleva a un nivel positivo de 78,1 entre quienes confían más en el CSE. Esto indica una fuerte división partidista y pro-presidencialista en los determinantes de apoyo por el sistema. Aquellos que confían en el CSE y admiran al presidente Ortega expresan alto apoyo por el sistema político nicaragüense. Los nicaragüenses débilmente comprometidos con la democracia apoyan el sistema 12 puntos en la escala menos que aquellos que favorecen fuertemente la democracia. La tolerancia política está negativamente relacionada con el apoyo al sistema, indicando que aquellos que rodean el actual sistema como es están menos dispuestos a permitir que los críticos del sistema se expresen en su contra.

R-cuadrado =0.439F=67.106N =1352

Mujer

Edad

Tamaño del lugar de residencia

Simpatiza con FSLN

Simpatiza cualquier partido Liberal

Observó irreg. elección 2011

Aprueba desempeño presidente

Voto hipotét. candidato no-FSLN

No votó/voto nulo (hipotético)

Tolerancia política

Confianza en Consejo Supremo Electoral

La democracia es el mejor sistema de gobierno

Activismo sociedad civil

Participación total en actividades políticas

Último año de educación aprobado

Estándar de vida (por artefactos del hogar)

-0.10 0.00 0.10 0.20 0.30 0.40 0.50

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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Gráfico 179. Elecciones y factores relacionados con los partidos y apoyo al sistema

Pasamos ahora a la pregunta final en este capítulo, sobre si la cualidad de las elecciones y

factores asociados con los partidos influencian la creencia de los ciudadanos en la cualidad de la democracia nicaragüense. Se emplean dos preguntas del Barómetro de las Américas 2012 para medir la percepción de los nicaragüenses de la calidad de la democracia en el país.

PN4. Cambiando de tema, en general, ¿usted diría que está muy satisfecho(a), satisfecho(a), insatisfecho(a) o muy insatisfecho(a) con la forma en que la democracia funciona en Nicaragua? (1) Muy satisfecho(a), (2) Satisfecho(a), (3) Insatisfecho(a), (4) Muy insatisfecho(a). PN5. En su opinión, ¿Nicaragua es un país muy democrático, algo democrático, poco democrático, o nada democrático? (1) Muy democrático, (2) Algo democrático, (3) Poco democrático, (4) Nada democrático.

Estas variables se relacionan fuertemente entre ellas, lo que indica que capturan aspectos

diferentes del mismo fenómeno, el cual interpretamos como una evaluación de la calidad de la democracia en Nicaragua. PN5 captura la evaluación de los nicaragüenses de su sistema en un marco de referencia que les pide que evalúen qué tan democrático ha logrado ser Nicaragua. PN4 busca la evaluación o el nivel de satisfacción con la cantidad de democracia que ellos creen tener en el país. (Comparativamente, el promedio de los nicaragüenses en esta medida es 54,6, el décimo más alto en las Américas y mucho más alto que el puntaje de 47,5 alcanzado por los ciudadanos de Estados Unidos). Se han recodificado y combinado estas dos medidas en un índice de su evaluación de la democracia nicaragüense que va de 0 a 100, donde los puntajes más altos indican una visión muy positiva, y los puntajes bajos una mirada negativa. El puntaje promedio de los nicaragüenses en este índice es de 54,8, moderadamente alto pero expresa una alta aprobación. Puede ser que la polarización del sistema político informa esta mirada promedio.

28.343.1

51.5

65.274.8

0

20

40

60

80

Ap

oyo

al s

iste

ma

Muy maloMalo

Med.Bueno

Muy bueno

Aprueba desempeño presidente

64.1 62.456.9

0

20

40

60

80

Ap

oyo

al s

iste

ma

baja mediana altaTolerancia política

43.5

60.3

78.1

0

20

40

60

80

Ap

oyo

al s

iste

ma

baja mediana altaNivel de confianza en CSE

50.360.9 62.4

0

20

40

60

80

Ap

oyo

al s

iste

ma

baja mediana altaDemocracia es mejor sistema

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

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Capítulo Nueve

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El Gráfico 180 presenta un análisis de regresión múltiple del impacto de varias variables relacionadas con la calidad de las elecciones y la orientación partidista. Vemos ocho factores que tienen efectos significativos, cuatro en sentido negativo y cuatro de forma positiva. Los factores positivos son la participación política, la creencia que la democracia es la mejor forma de gobierno, y confianza en el CSE. El efecto positivo más fuerte viene de la aprobación del trabajo hecho por el presidente. En el sentido negativo, la tolerancia política hacia los críticos del gobierno contribuye a una visión negativa de la democracia en Nicaragua. Aún más, tres variables relacionadas con los partidos ejercen efectos negativos y significativos –presenciaron/experimentaron irregularidades en las elecciones (lo que es más común entre los no simpatizantes del FSLN), expresar la intensión de no votar o de depositar un voto nulo en unas elecciones presidenciales hipotéticas que tendrían lugar dentro de una semana, y tener la intensión de votar por un candidato de la oposición en la misma elección hipotética. Las mujeres reportan menor aprobación de la democracia nicaragüense que los hombres.7

Gráfico 180. Determinantes de una visiónpositiva de la democracia nicaragüense

Podemos examinar estos factores con mayor detalle en el Gráfico 180, donde la evaluación

promedio de los nicaragüenses de su democracia es desagregada por cada variable independiente. Cuatro de los seis efectos significativos vienen directamente de la calidad de las elecciones y la orientación partidista. El que la orientación partidista matice la evaluación de la democracia es sorprendente. Por ejemplo, aquellos que afirman tener la intensión de votar en unas elecciones presidenciales hipotéticas actúan en contra de cómo sus preferencias partidistas influyen su

7 Con el objetivo de garantizar que la desigualdad y los partidos a nivel local no afectan esta relación, de nuevo ejecutamos una regresión múltiple basada en la distribución municipal de votos en las elecciones de 2011 y nuestro índice de inequidad. Ningún factor tiene influencia significativa en la evaluación de los ciudadanos de la democracia en Nicaragua o en el modelo mostrado aquí. Ver el apéndice, Modelo Jerárquico Lineal E.

R-cuadrado =0.385F=58.138N =1341

Mujer

Edad

Tamaño del lugar de residencia

Simpatiza con FSLN

Voto hipotét. candidato no-FSLN

Observó irreg. elección 2011

Aprueba desempeño presidente

Tolerancia política

Confianza en Consejo Supremo Electoral

La democracia es el mejor sistema de gobierno

Participación total en actividades políticas

Último año de educación aprobado

Estándar de vida (por artefactos del hogar)

No votaría o voto nulo (hipotético)

-0.20 -0.10 0.00 0.10 0.20 0.30

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

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satisfacción con la democracia. Aquellos que votarían por un candidato anti-FSLN tienen una satisfacción promedio baja de 40,1 puntos de 100 comparados con los 58,4 de aquellos que no votarían en contra del candidato del FSLN.8 Aquellos que no votarían o anularían su voto muestran un promedio de 46,6 en la aprobación de la democracia en Nicaragua, mientras que todos los demás reportan un promedio y un apositiva aprobación de 58,3. La aprobación del desempeño presidencial divide fuertemente a los nicaragüenses en términos de su beneplácito con la democracia. Cuando se cruza con una baja evaluación del liderazgo de Daniel Ortega, la desaprobación de la democracia nicaragüense es intensa (un nivel bajísimo de 26,1). Mientras que para quienes más aprueban el desempeño presidencial la satisfacción con la democracia asciende a un nivel de 70,1.

Siguiendo con el Gráfico 181, el impacto de haber presenciado o experimentado irregularidades

en las elecciones nacionales de 2011 en la evaluación de la democracia nicaragüense sobresale. Aquellos que reportaron ver irregularidades registran una desaprobación moderada de la democracia en Nicaragua (41,9), mientras que aquellos que no las reportaron expresan una evaluación muy positiva que es casi 18 puntos más alta (59,6). Recordemos que los votantes y simpatizantes del FSLN percibieron muchas menos irregularidades que otros nicaragüenses, entonces este factor también incluye un desequilibrio partidista.

El Gráfico 181 revela una relación inversa entre la tolerancia por los críticos del sistema y la

evaluación que hacen los nicaragüenses de la calidad de su democracia. Aquellos que son menos tolerantes de los críticos del sistema evalúan la democracia nicaragüense significativamente mejor que aquellos que son más tolerantes. Para los menos tolerantes el puntaje promedio es 58,4, significativamente más alto que el de los más tolerantes de 51,5. Dicho de otra forma, los nicaragüenses satisfechos con cómo funciona la democracia en el país son menos tolerantes con los críticos del sistema que los ciudadanos insatisfechos.

Una asociación final con tener una evaluación positiva de la democracia en Nicaragua merece

ser explorada. Aquellos que son menos activos políticamente reportan sólo una evaluación media de la democracia (49). Los más activos son mucho más positivos con un nivel de 62,9 de 100. Esto sugiere dos explicaciones (ambas pueden ser ciertas). Primero, la participación política a través del voto, contactando funcionarios, trabajando en actividades de campañas o del partido, y protestando, pueden mejorar la precepción que los ciudadanos tienen de la democracia en Nicaragua. Aunque ahora esté fuertemente inclinado en la dirección de los sandinistas, el sistema político provee la oportunidad de expresar sus necesidades y opiniones a aquellos que lo quieran hacer, lo cual puede elevar su aprobación. Segundo, el partido de gobierno parece ser más efectivo movilizando sus seguidores dentro de la arena política. Así, los simpatizantes del sandinismo que aprueban el gobierno porque su partido está en el poder pueden recibir mayores estímulos del partido en el gobierno para que se involucren con el sistema con el objetivo de aumentar y conservar su ventaja política. Ciertamente, la evidencia en esta encuesta confirma que el partido de gobierno lidera en el nivel de participación. Aquellos que respaldan el FSLN tienen un promedio de 28 puntos en el índice de participación (va de 0 a 100) comparado con los 20 puntos de los liberales y los 14 de aquellos que no respaldan ningún partido. Aquellos más activos en política tienen a recibir más del sistema o a encontrarlo más receptivo que aquellos menos proactivos. Esto es muy posible que contribuya a una evaluación más positiva de la democracia en Nicaragua entre los activos seguidores del partido en el gobierno.

8 Este grupo incluye todos los no votantes, votos nulos, y votantes por el FSLN hipotéticos.

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Capítulo Nueve

Página | 277

Gráfico 181. Factores que influyen en la visión

positiva de la democracia nicaragüense

VIII. Conclusión

La participación en elecciones constituye una de las muchas formas de participación política, pero es la más practicada por aproximadamente 4 de cada 5 adultos en Nicaragua. Casi un tercio reportaron trabajar para resolver los problemas de la comunidad, más de un quinto asistió reuniones de partidos políticos. Al menos uno de cada diez intentó convencer a otros de cómo votar, trabajó en campañas políticas, y presentó peticiones al gobierno, y uno de cada doce protestó. Las actividades de la sociedad civil, aunque no sean directamente políticas sino un importante movilizador de la participación política, involucra a siete de cada ocho ciudadanos cada año aunque sea mínimamente.

Nuestros resultados muestran varias barreras para ser votante en Nicaragua, una de las más

fuertes fuentes de inequidad en este país, especialmente en un sistema que afirma practicar el sufragio universal. La participación es evidentemente alta, pero a comienzos de 2012 entre el 4,4% y el 6% de

58.4 55.8 51.5

020406080

baja mediana altaTolerancia política

59.641.9

020406080

no síObservó irreg. elección 2011

58.440.1

020406080

no síVoto hipotét. candidato no-FSLN

58.3 46.6

020406080

no síNo votó/voto nulo (hipotético)

49.6 52.5 62.9

020406080

bajo mediano altoNivel de participación política

49.7 53.9 56.2

020406080

baja mediana altaDemocracia es mejor sistema

43.1 54.966.3

020406080

baja mediana altaNivel de confianza en CSE

26.1 34.4 45.0 59.6 70.1

020406080

Muy maloMalo

Med.Bueno

Muy bueno

Aprueba desempeño presidente

Fuente: © Barómetro de las Américas por LAPOP

95% Intervalo de confianza (Efecto de diseño incorporado)

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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los nicaragüenses en edad legal de votar carecían del requisito inicial, una cédula de identidad. Esta falla afecta con mayor énfasis a los ciudadanos más jóvenes, aquellos entre 16 y 20 años, de los cuales casi un tercio no tenía cédula (casi la mitad de ellos reportaron que se encontraba en trámite). El segundo requisito para votar es que el nombre aparezca en el padrón electoral del lugar de votación en cada distrito. De nuevo los jóvenes son los más afectados. Cerca del 5% de los votantes de mayor edad reportan que no aparecen en el listado electoral, comparado con el 29% de quienes tienen entre 16 y 20 años y el 13% con 21 a 35 años. Tercero, a cerca del 4% de aquellos que aparecían en los listados electorales no se les permitió votar en su junta receptora de votos en las elecciones nacionales de 2011. Agregando estos efectos acumulados estimamos que entre un 16% y un 23% de los nicaragüenses en edad de votar no pudieron hacerlo en las elecciones nacionales de 2011 por estas barreras al sufragio. No todos los nicaragüenses experimentaron de la misma forma las barreras para votar. Los simpatizantes del FSLN en mucha menor medida estos problemas que el resto de nicaragüenses. A pesar de los problemas reportados, la participación electoral está bastante extendida y se distribuye uniformemente entre los diferentes grupos demográficos. Sólo seis factores incluyen la participación electoral en 2011 –edad, educación, simpatizar con el FSLN, interés por la política, activismo en grupos escolares (positiva) y el tamaño de la comunidad (negativo).

La mayoría de los nicaragüenses no simpatizan con ningún partido (48%), seguido de un 44%

que respalda al FSLN y un 7% a todas las facciones liberales combinadas. La identificación con el FSLN se ha duplicado desde 2008 y la identificación liberal se ha reducido a la mitad. El voto en las elecciones presidenciales sigue una tendencia similar, donde el voto por la facción liberal decrece y el voto por el FSLN crece. La magnitud del cambio sugiere un posible cambio histórico de Nicaragua dominado por un sistema de dos partidos a un sistema con un partido dominante. Una encuesta de preferencias presidenciales en 2012 sugiere que el FSLN se ha beneficiado de la percepción de éxito en el manejo de la economía y la alta aprobación del desempeño del presidente.

La intención de voto en las elecciones municipales de 2012 era del 82%, coincidiendo con el

nivel de participación de las elecciones anteriores. Aquellos con mayor intención de votar incluyen los simpatizantes del FSLN y activistas de los CPC. Aquellos con menores expectativas de votar reportan haber observado irregularidades electorales en 2011 y tienen poco nivel de confianza en el Consejo Supremo Electoral. Los resultados finales de las elecciones municipales en 2012 muestran que el FSLN capturó el 88% de las alcaldías, y ganó más del 67% del voto popular, confirmando nuestra “predicción” sobre quién participaría en las elecciones. Sin embargo, la abstención fue de 4 de cada 9 votantes registrados, lo cual es el máximo histórico para los últimos 25 años.

Los nicaragüenses están muy polarizados ideológicamente entre izquierda y derecha, en

términos absolutos y comparativamente –la mitad se ubican en el extremo izquierdo (29%) o el extremo derecho (20%) comparado con el 33% en el centro ideológico. La posición promedio de los nicaragüenses –ahora ligeramente a la izquierda del centro- se ha movido hacia la izquierda en tanto que la derecha se ha debilitado y la izquierda ha crecido con el tiempo.

Poco más de un cuarto reportó haber observado o experimentado irregularidades en las

elecciones nacionales de 2011. Estas incluyen duplicación de votos, expulsión de fiscales de las juntas, e intimidación en el lugar de votación. Muestra de otra forma de inequidad política, los votantes que no respaldaban al FSLN reportaron tres veces más este tipo de irregularidades en 2011 que los votantes del FSLN.

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Capítulo Nueve

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A pesar de estas irregularidades y muchos comentarios críticos en los medios de las elecciones de 2008 y 2011, los nicaragüenses declaran una creciente confianza en las elecciones y en el Consejo Supremo Electoral de 2010 a 2012. Nuestros resultados sugieren que esta aparente anomalía ocurrió en parte porque la evaluación de las instituciones públicas estaba mejorando en general, empujada por el creciente número de simpatizantes del FSLN y sus evaluaciones positivas.

El apoyo por el sistema político en Nicaragua se relaciona moderadamente con el apoyo a la

democracia, pero sobre todo con factores matizados por las simpatías partidistas –aprobación del desempeño del actual presidente y confianza en el CSE. Finalmente, la evaluación de los nicaragüenses del desempeño del presidente y del CSE también aumenta la satisfacción y la evaluación del funcionamiento de la democracia. En el lado negativo, la evaluación que hacen de la democracia en Nicaragua es débil entre los más tolerantes políticamente, aquellos que experimentaron irregularidades electorales, y aquellos que votarían en contra del FSLN en las elecciones presidenciales. Las diferencias dependiendo del partido político en la evaluación de las instituciones y la democracia en Nicaragua no puede ser más clara. En esta nación tan polarizada, la satisfacción con la democracia y el orgullo por las instituciones nacionales se definen dependiendo de sus visiones de la administración Ortega y del CSE.

En el fondo, los nicaragüenses de diferentes partidos divergen en los criterios usados para

evaluar sus instituciones y la calidad de la democracia. Los simpatizantes sandinistas admiran el sistema y sus elecciones, están creciendo en número, y son mucho más activos políticamente que otros nicaragüenses. Nuestra evidencia indica que el sistema que los seguidores del FSLN admiran proporciona condiciones más favorables para los votantes y simpatizantes sandinistas que para el resto. Aquellos que simpatizan con otros partidos o que no profesan ninguna simpatía partidista ven más fallas en el sistema electoral que los sandinistas y pueden perder el interés en participar en un sistema desequilibrado. Las elecciones municipales de 2012 confirman esta idea.

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Anexos

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Anexo A

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Anexo A. Formulario de consentimiento informado

Enero, 2012

Estimado señor o señora: Usted ha sido elegido/a al azar para participar en un estudio de opinión pública. Vengo

por encargo de la Universidad de Vanderbilt. El proyecto está financiado por la AID de los Estados Unidos. La entrevista durará unos 45 minutos.

El objetivo principal del estudio es conocer la opinión de las personas acerca de

diferentes aspectos de la situación de Nicaragua. Su participación en el estudio es voluntaria. Usted puede dejar preguntas sin responder o

terminar la entrevista en cualquier momento. Las respuestas que usted proporcione serán completamente confidenciales y anónimas. Usted no recibirá pago alguno por su participación, pero ésta tampoco le ocasionará gastos.

Si tiene preguntas respecto al estudio, puede comunicarse Borge y Asociados, al

teléfono 265 6860 ó 378 3932 con la Sra. Mara Miranda. El número IRB del estudio es 110627.

¿Desea Participar?

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Anexo B

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Anexo B. Diseño muestral

Diseño de muestra para la encuesta del Barómetro de las Américas 2012 en Nicaragua

I. Universo, población, unidad de observación

Universo: la encuesta provee una cobertura nacional de adultos en edad de votar,

concentrándose en las cuatro regiones principales estándar del país: región Metropolitana, Pacífico, Norte-Centro y Caribe. En el pasado, estos eran los estratos (ESTRATOPRI) para Nicaragua y continuarán siéndolo para 2012. El universo está compuesto por mayores de 15 años que viven en las áreas urbanas y rurales de los 153 municipios registrados en el censo de Nicaragua de 20051.

Población: la encuesta está diseñada para recopilar información de una muestra nacional

representativa de toda la población adulta en edad de votar. Únicamente son elegibles para participar en la encuesta aquellos adultos no institucionalizados. Por lo tanto, la muestra excluye a gente en internados, hospitales, academias de policía, cuarteles militares y reclusos en las cárceles del país.

II. Marco muestral El marco muestral cubre el 100% de la población elegible en Nicaragua. Esto significa que

cada persona elegible en el país tiene una oportunidad igual y conocida de ser incluida en la muestra de la encuesta. Esto implica también que ningún grupo étnico o área geográfica en particular serán excluidas del marco muestral.

Como marco muestral en este diseño de muestra se utiliza el listado de municipios, localidades,

segmentos censales y mapas de Nicaragua del censo de 2005 implementado por el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC).

Nicaragua se divide en 17 departamentos y se subdivide en alrededor de 153 municipios.

Dentro de cada municipio, el Instituto Nacional de Estadística y Censo estableció los segmentos censales y, dentro de estos, las viviendas constituyentes.

De acuerdo a los datos de 2005, Nicaragua tiene un total de 3.213.899 mayores de 15 años. El

59% de esa población vive en áreas urbanas y el 41% restante vive en lo que se categoriza como áreas rurales. La Tabla 1 muestra la distribución de la población de 15 años y mayores por departamento y áreas urbana y rural.

1 Fuente INEC Nicaragua 2005.

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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Tabla 1. Distribución de la población de 15 años y mayores por departamento, áreas urbana y rural

Región Departamento Urbano Rural Total Metropolitana (y Pacifico Sur) Managua 780.381 77.527 857.908 Centro Matagalpa 111.758 154.330 266.088 Centro Boaco 30.857 61.182 92.039 Centro Chontales 58.475 39.275 97.750 Norte Nueva Segovia 53.929 69.434 123.363 Norte Jinotega 44.051 137.231 181.282 Norte Madriz 26.338 54.371 80.709 Norte Estelí 79.203 54.058 133.261 Pacifico Norte Chinandega 147.273 88.655 235.928 Pacifico Norte León 144.737 103.670 248.407 Pacifico Sur Masaya 107.750 80.711 188.461 Pacifico Sur Granada 72.285 36.986 109.271 Pacifico Sur Carazo 69.636 39.874 109.510 Pacifico Sur Rivas 50.964 52.315 103.279 Caribe Río San Juan 14.034 39.077 53.111 Caribe RAAN 51.937 112.532 164.469 Caribe RAAS 68.101 100.962 169.063 Total 1911709 1302190 3213899

III. Método de muestreo El método de muestreo escogido toma en consideración una serie de elementos preestablecidos

por LAPOP. Los siguientes requerimientos para el diseño de muestra fueron determinados por LAPOP Central de antemano:

(a) Obtener muestras representativas para los siguientes estratos de estudio:

Tamaño de los municipios

1. Municipios con más de 75,000 habitantes. 2. Municipios de entre 25,000 y 75,000 habitantes. 3. Municipios con menos de 25,000 habitantes.

Estratos de la primera etapa: 1. Región metropolitana 2. Centro 3. Norte 4. Pacifico Norte 5. Pacifico Sur 6. Caribe

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Anexo B

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Estratos de la segunda etapa: 1. Área urbana 2. Área rural

(b) Calcular los errores de muestreo que corresponden a estos estratos (c) Minimizar el tiempo de viaje en las operaciones de campo. (d) Distribución óptima que permita un equilibrio razonable entre presupuesto, tamaño de

muestra y nivel de precisión de los resultados. (e) Usar el mejor y más actualizado marco muestral disponible. (f) Expectativa de 24 a 32 entrevistas por Unidad Primaria de Muestreo (UPM) o municipio

que permitan análisis multiniveles2 (g) Unidad final de muestreo de 6 entrevistas en áreas urbanas y rurales. Basándose en estos requerimientos, el método que se utiliza en Nicaragua corresponde a un

muestreo estratificado, multietápico por conglomerados. La muestra será estratificada con base en tres factores:

1) Tamaño de los municipios 2) Región: región Metropolitana, Centro, Norte, Pacifico Norte, Pacifico Sur y Caribe 3) Nivel de urbanización: áreas urbana y rural.

El muestreo estratificado asegura una mayor fiabilidad en nuestra muestra al reducir la varianza

de las estimaciones. La estratificación mejora la calidad de las estimaciones, con la única condición de que la unidad de muestreo completa pertenezca a un solo estrato y que la unión de los estratos conforme el total de la población. La estratificación también permite asegurar la inclusión en la muestra de las regiones geográficas más importantes del país así como de la dispersión de la muestra.

El diseño de la encuesta de Nicaragua sigue un proceso multietápico, tal como se muestra en la

Tabla 2 abajo.

1) La primera etapa, que corresponde a la selección de las Unidades Primarias de Muestreo (UPMs), consiste en la selección de municipios dentro de cada uno de los estratos definidos anteriormente con probabilidad proporcional a la población adulta en edad de votar del país (PPT). Cada UPM consta de 24 entrevistas.

Tabla 2: Muestreo estratificado, multietápico por conglomerados

Estratos Tamaño de los municipios, regiones, nivel de urbanización Unidad Primaria de Muestreo (UPM) MunicipiosUnidad Secundaria de Muestreo (USM) Segmentos censales o áreas de enumeración Unidad Terciaria de Muestreo (UTM) Bloques o manzanasUnidad Cuaternaria (UC) HogarUnidad Final Entrevistado

2 La recolección inicial de datos no cumplió originalmente con el requisito de al menos 24 casos por UPM. Por esta razón, a los 1536 casos originalmente planificados, se agregaron 150 casos para completar los 24 casos por UMP requeridos. De este modo, la muestra final del Barómetro de las Américas en Nicaragua es de 1686 casos. Para todos los análisis, no obstante, se establece igual peso de cada UPM a través de ponderación.

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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2) La segunda etapa del diseño de muestra consiste en la selección de segmentos censales o áreas de enumeración dentro de cada UPM usando la Probabilidad Proporcional al Tamaño (PPT).

3) En la tercera etapa, se seleccionan manzanas o bloques dentro de los segmentos censales. 4) En la cuarta etapa se selecciona aleatoriamente a los conglomerados de hogares dentro de cada

UPM. Un total de 6 entrevistas deberán llevarse a cabo en cada punto de muestreo tanto en áreas urbanas como en rurales. Los puntos de muestreo representan conglomerados de entrevistas, y estos conglomerados se mantuvieron relativamente pequeños para no incrementar el “efecto de diseño” de la muestra, así como para reducir los costos de transporte al permitir algún grado de concentración en un punto geográfico dado.

5) Finalmente, en la quinta etapa del diseño de muestra, se emplea una cuota de muestra por sexo y edad para seleccionar a un único entrevistado en cada hogar. El objetivo de la cuota de muestra es asegurar que la distribución de individuos por sexo y edad en la encuesta corresponda a las estadísticas poblacionales oficiales del país o a las reportadas por las oficinas de estadísticas y censos. Una selección completamente aleatoria dentro del hogar hubiera requerido múltiples intentos, elevando drásticamente los costos pero sin ninguna garantía de que se tendrá un balance correcto del sexo y edad.

IV. Estratificación La estratificación es el proceso por el cual la población se divide en subgrupos. El muestreo se

efectúa luego en cada subgrupo por separado. La estratificación permite que los subgrupos de interés sean incluidos en la muestra; por otro lado, en una muestra no estratificada, algunos de estos grupos podrían resultar excluidos debido a la naturaleza aleatoria del proceso de selección. En casos extremos, una muestra no estratificada puede, por el azar, excluir a la capital de un país o a su ciudad más grande. La estratificación permite a incrementar la precisión de la muestra y reduce el error de muestreo. En una muestra estratificada, el error de muestreo depende de la varianza de la población dentro de los estratos y no entre los estratos.

Ya que el muestreo se conduce de forma separada en cada estrato, es deseable e importante

asegurar que se cuenta con un número suficiente de personas en cada subgrupo para permitir análisis significativos.

La muestra de Nicaragua está estratificada por el tamaño de la población de los municipios,

regiones (región Metropolitana, Centro, Norte, Pacifico Norte, Pacifico Sur y Caribe) y nivel de urbanización (urbano, rural). La Tabla 3 muestra la distribución de las entrevistas dentro de cada región según nivel de urbanización y la Tabla 4 muestra la distribución de la muestra según el tamaño de los municipios.

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Anexo B

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Tabla 3. Distribución de la muestra por región y nivel de urbanización Región (Estrato) Urbano Rural TotalÁrea metropolitana 366 24 390Centro 114 138 252Norte 114 162 276Pacífico Norte 162 102 264Pacífico Sur 174 126 300Caribe 72 132 204 Total 1,002 684 1,686

Tabla 4. Distribución de la muestra por tamaño de los municipios

Región (Estrato)

Grande (más de 75,000

habitantes)

Mediano (entre 25,000 y 75,000)

Pequeño(Menos de

25,000) Total

Área metropolitana 336 54 0 390

Centro 0 102 150 252

Norte 0 120 156 276

Pacífico Norte 48 108 108 264

Pacífico Sur 0 144 156 300

Caribe 0 102 102 204

Total 384 630 672 1,686

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Anexo C

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Anexo C. Cuestionario

Nicaragua 2012, Versión # 10.0.1.3 IRB Approval:110627

El Barómetro de las Américas: Nicaragua, 2012

© Vanderbilt University 2012. Derechos reservados. All rights reserved.

PAIS. País: 01. México 02. Guatemala 03. El Salvador 04. Honduras 05. Nicaragua 06. Costa Rica 07. Panamá 08. Colombia 09. Ecuador 10. Bolivia 11. Perú 12. Paraguay 13. Chile 14. Uruguay 15. Brasil 16. Venezuela 17. Argentina 21. Rep. Dom. 22. Haití 23. Jamaica 24. Guyana 25. Trinidad y Tobago 26. Belice 40. Estados Unidos 41. Canadá 27. Surinam

05

IDNUM. Número de cuestionario [asignado en la oficina] ______________________ |__|__|__|__| ESTRATOPRI. (501) Metropolitana (502) Centro (503) Norte (504) Pacífico Norte (505) Pacífico Sur (506) Caribe

|__|__|__|

ESTRATOSEC. Tamaño de la municipalidad: (1) Grande (más de 75,000) (2) Mediana (Entre 25,000 y 75,000) (3) Pequeña (menos de 25,000)

|__|

UPM. (Unidad Primaria de Muestreo)_______________________ |__|__|__|

PROV. Departamento: ___________________________________ 5|__|__|

MUNICIPIO. Municipio: ________________________________________ 5|__|__|

NICDISTRITO. DISTRITO : _________________________________ |__|__|

NICSEGMENTO. SEGMENTO CENSAL: ____________________________________ |__|__|__|

NICSEC. Sector: ____________________________________________________ |__|__|__| CLUSTER. (Unidad Final de Muestreo o Punto Muestral): ______________________

[El cluster debe de tener 6 entrevistas] |__|__|

UR. (1) Urbano (2) Rural [Usar definición censal del país] |__|__|

TAMANO. Tamaño del lugar: (1) Capital nacional (área metropolitana) (2) Ciudad grande (3) Ciudad mediana (4) Ciudad pequeña (5) Área rural

|__|

IDIOMAQ. Idioma del cuestionario: (1) Español |__|

Hora de inicio: _____:_____ |__|__|__|__|

FECHA. Fecha de la entrevista día: ____ Mes:_______ año: 2012 |__|__|__|__|

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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¿Vive usted en esta casa? Si continúe No Agradezca y termine la entrevista ¿Es usted ciudadano nicaragüense o residente permanente de Nicaragua? Si continúe No Agradezca y termine la entrevista ¿Tiene por lo menos 16 años? Si continúe No Agradezca y termine la entrevista

ATENCIÓN: ES UN REQUISITO LEER SIEMPRE LA HOJA DE CONSENTIMIENTO INFORMADO ANTES DE COMENZAR LA ENTREVISTA

Q1. [Anotar, no preguntar] Género: (1) Hombre (2) Mujer

LS3. Para comenzar, ¿en general, qué tan satisfecho está con su vida? ¿Usted diría que se encuentra: [Leer alternativas] (1) Muy satisfecho(a) (2) Algo satisfecho(a) (3) Algo insatisfecho(a) (4) Muy insatisfecho(a) (88) NS (98) NR

Y3. En su opinión, en términos generales, ¿el país se está encaminando en la dirección correcta o en la dirección equivocada? (1) Correcta (2) Equivocada (88) NS (98) NR

CUESTIONARIOS PARES[LA SIGUIENTE PREGUNTA SE DEBE PREGUNTAR SOLO A LOS ENTREVISTADOS CUYO NÚMERO DE CUESTIONARIO TERMINE CON NÚMERO PAR (“0” “2” “4” “6” ú “8”)]

A4. En su opinión ¿cuál es el problema más grave que está enfrentando el país? [NO LEER ALTERNATIVAS; SÓLO UNA OPCIÓN]

|___|___|

Agua, falta de 19 Impunidad 61

Caminos/vías en mal estado 18 Inflación, altos precios 02

Conflicto armado 30 Los políticos 59

Corrupción 13 Mal gobierno 15

Crédito, falta de 09 Medio ambiente 10

Delincuencia, crimen, 05 Migración 16

Derechos humanos, violaciones de 56 Narcotráfico 12

Desempleo/falta de empleo 03 Pandillas 14

Desigualdad 58 Pobreza 04

Desnutrición 23 Protestas populares (huelgas, cierre de carreteras, paros, etc.)

06

Desplazamiento forzado 32 Salud, falta de servicio 22

Deuda Externa 26 Secuestro 31

Discriminación 25 Seguridad (falta de) 27

Drogadicción 11 Terrorismo 33

Economía, problemas con, crisis de 01 Tierra para cultivar, falta de 07

Educación, falta de, mala calidad 21 Transporte, problemas con el 60

Electricidad, falta de 24 Violencia 57

Explosión demográfica 20 Vivienda 55

Guerra contra terrorismo 17 Otro 70

NS 88 NR 98

INAP 99

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Anexo C

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SOCT1. Ahora, hablando de la economía… ¿Cómo calificaría la situación económica del país? ¿Diría usted que es muy buena, buena, ni buena ni mala, mala o muy mala? (1) Muy buena (2) Buena (3) Ni buena, ni mala (regular) (4) Mala (5) Muy mala (pésima) (88) NS (98) NR

SOCT2. ¿Considera usted que la situación económica actual del país es mejor, igual o peor que hace doce meses? (1) Mejor (2) Igual (3) Peor (88) NS (98) NR

IDIO1. ¿Cómo calificaría en general su situación económica? ¿Diría usted que es muy buena, buena, ni buena ni mala, mala o muy mala? (1) Muy buena (2) Buena (3) Ni buena, ni mala (regular) (4) Mala (5) Muy mala (pésima) (88) NS (98) NR

IDIO2. ¿Considera usted que su situación económica actual es mejor, igual o peor que la de hace doce meses? (1) Mejor (2) Igual (3) Peor (88) NS (98) NR

Ahora, cambiando el tema, hablemos de la alcaldía / municipio de esta comunidad.

MUNI5. ¿Ha participado usted en la elaboración del presupuesto del municipio? (1) Sí ha participado (2) No ha participado (88) NS (98) NR

MUNI6. ¿Qué grado de confianza tiene usted en el buen manejo de los fondos por parte de la alcaldía? [Leer alternativas] (3) Mucha confianza (2) Algo de confianza (1) Poca confianza (0) Nada de confianza (88) NS (98) NR

NICMUNI8. ¿Ha realizado usted algún trámite o solicitado algún documento en la alcaldía durante los últimos doce meses? (1) Sí [siga] (2) No [pase a CP2] (88) NS [pase a CP2] (98) NR [Pase a CP2]

NICMUNI9. ¿Cómo fue atendido en este trámite o solicitud? [Leer alternativas] (1) Muy bien (2) Bien (3) Ni bien, ni mal (Regular) (4) Mal (5) Muy mal (88) NS (98) NR (99) INAP

Ahora, para hablar de otra cosa, a veces la gente y las comunidades tienen problemas que no pueden resolver por sí mismas, y para poder resolverlos piden ayuda a algún funcionario u oficina del gobierno.

¿Para poder resolver sus problemas alguna vez ha pedido usted ayuda o cooperación ... [Lea cada opción y anote la respuesta]

Sí No NS NR

CP2. ¿A algún diputado de la Asamblea Nacional? 1 2 88 98 CP4A. ¿A alguna autoridad local como el alcalde, la municipalidad o concejales o gobernador?

1 2 88 98

CP4. ¿A algún ministerio, institución pública, u oficina del Estado? 1 2 88 98

Ahora vamos a hablar de su alcaldía... NP1. ¿Ha asistido a un cabildo abierto o una sesión del concejo municipal durante los últimos 12 meses? (1) Sí (2) No (88) No Sabe (98) No Responde

NP2. ¿Ha solicitado ayuda o ha presentado una petición a alguna oficina, funcionario, concejal o síndico de la alcaldía durante los últimos 12 meses? (1) Sí [Siga] (2) No [Pase a SGL1] (88) NS [Pase a SGL1] (98) No responde [Pase a SGL1]

MUNI10. ¿Le resolvieron su asunto o petición? (1) Sí (0) No (88) NS (98) NR (99) INAP

SGL1. ¿Diría usted que los servicios que la alcaldía está dando a la gente son: [Leer alternativas] (1) Muy buenos (2) Buenos (3) Regulares (4) Malos (5) Muy malos (88) NS (98) NR

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 294

Una vez

a la semana

Una o dos veces al mes

Una o dos

veces al año

Nunca NS NR

CP5. Ahora, para cambiar el tema, ¿en los últimos doce meses usted ha contribuido para ayudar a solucionar algún problema de su comunidad o de los vecinos de su barrio o colonia? Por favor, dígame si lo hizo por lo menos una vez a la semana, una o dos veces al mes, una o dos veces al año, o nunca en los últimos 12 meses.

1 2 3 4 88 98

Voy a leerle una lista de grupos y organizaciones. Por favor, dígame si usted asiste a las reuniones de estas organizaciones: una vez a la semana, una o dos veces al mes, una o dos veces al año, o nunca. [Repetir “una vez a la semana,” “una o dos veces al mes,” “una o dos veces al año,” o “nunca” para ayudar al entrevistado]

Un

a ve

z a

la

sem

ana

Un

a o

do

s ve

ces

al m

es

Un

a o

do

s ve

ces

al a

ño

Nu

nca

Asi

sten

te/

Mie

mb

ro

Líd

er/

Dir

ecti

vo

NS

NR

INA

P

CP6. ¿Reuniones de alguna organización religiosa? Asiste…

1 2 3 4 [ir a CP7]

88 98

CP6L. ¿Y solo asiste como miembro simple, o participa en la dirección del grupo? [Si dice “ambos”, marcar “líder”]

1 2 88 98 99

CP7. ¿Reuniones de una asociación de padres de familia de la escuela o colegio? Asiste…

1 2 3 4 [ir a CP8]

88 98

CP7L. ¿Y solo asiste como miembro simple, o participa en la dirección del grupo? [Si dice “ambos”, marcar “líder”]

1 2 88 98 99

CP8. ¿Reuniones de un comité o junta de mejoras para la comunidad? Asiste…

1 2 3 4 [ir a CP9]

88 98

CP8L. ¿Y solo asiste como miembro simple o participa en la dirección del grupo? [Si dice “ambos”, marcar “líder”]

1 2 88 98 99

CP9. ¿Reuniones de una asociación de profesionales, comerciantes, productores, y/u organizaciones campesinas? Asiste…

1 2 3 4 88 98

NICCP14. ¿Reuniones de un CPC, Consejo del Poder Ciudadano? Asiste…

1 2 3 4 88 98

CP13. ¿Reuniones de un partido o movimiento político? Asiste…

1 2 3 4 88 98

CP20. [SOLO A MUJERES] ¿Reuniones de asociaciones o grupos de mujeres o amas de casa? Asiste…

1 2 3 4 88 98 99

CP21. ¿Reuniones de grupos deportivos o recreativos?

1 2 3 4 88 98

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Anexo C

Página | 295

Para cambiar el tema, hay personas que experimentan actos de violencia. NICY13. En su caso personal, si usted ha sido víctima de algún acto de violencia durante los últimos 12 meses, ¿dónde ocurrió específicamente? [Leer alternativas] [Si dice varios lugares, escoger el último ocurrido] (1) En su casa (2) En su barrio (3) En un centro educativo (4) En la calle (5) En la casa de amigos o conocidos (6) En el lugar de trabajo (7) En otro lugar (88) NS (98) NR (99) INAP (No ha sido víctima de acto violento)

IT1. Ahora, hablando de la gente de por aquí, ¿diría que la gente de su comunidad es: [Leer alternativas] (1) Muy confiable (2) Algo confiable (3) Poco confiable (4) Nada confiable (88) NS (98) NR MIL6. Ahora, cambiando de tema otra vez, ¿qué tan orgulloso(a) está de las Fuerzas Armadas de Nicaragua? [Leer alternativas] (1) Extremadamente orgulloso(a) (2) Muy orgulloso(a) (3) Algo orgulloso(a) (4) Nada orgulloso(a) (5) O no le importa? (88) NS (98) NR MIL5. ¿Qué tan orgulloso(a) se siente de ser nicaragüense cuando escucha el himno nacional? [Leer alternativas] (1) Extremadamente orgulloso(a) (2) Muy orgulloso(a) (3) Algo orgulloso(a) (4) Nada orgulloso(a) (5) O no le importa? (88) NS (98) NR [ENTRÉGUELE AL ENTREVISTADO LA TARJETA “A”] L1. Cambiando de tema, en esta tarjeta tenemos una escala del 1 a 10 que va de izquierda a derecha, en la que el 1 significa izquierda y el 10 significa derecha. Hoy en día cuando se habla de tendencias políticas, mucha gente habla de aquellos que simpatizan más con la izquierda o con la derecha. Según el sentido que tengan para usted los términos "izquierda" y "derecha" cuando piensa sobre su punto de vista político, ¿dónde se encontraría usted en esta escala? Dígame el número.

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 NS 88

NR98

Izquierda Derecha

[RECOGER TARJETA “A”] PROT3. ¿En los últimos 12 meses ha participado en una manifestación o protesta pública? (1) Sí ha participado [Siga] (2) No ha participado [Pase a PROT6] (88) NS [Pase a PROT6] (98) NR [Pase a PROT6]

NICPROT9. ¿Cuál era el motivo de la manifestación o protesta? [No leer. Marcar solo una. Si participó en más de una, preguntar por la más reciente. Si había más de un motivo, preguntar por el más importante.] (01) Asuntos económicos (trabajo, precios, inflación, falta de oportunidades) (02) No le entregaron su cédula (03) Irregularidades en el proceso electoral (04) Educación (falta de oportunidades, matrículas altas, mala calidad, política educativa) (05) Asuntos políticos (protesta contra o a favor de leyes, partidos o candidatos políticos, exclusión, corrupción) (06) Problemas de seguridad (crimen, milicias, pandillas) (07) Derechos humanos (08) Derechos de la mujer (09) Temas ambientales (10) Falta de servicios públicos (11) Otros (88) NS (98) NR (99) INAP (No ha participado en protesta pública)

PROT4. ¿Cuántas veces ha participado en una manifestación o protesta pública en los últimos 12 meses? ______________________ (88) NS (98) NR (99) INAP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 296

PROT7. Y ¿en los últimos doce meses, ha participado en el bloqueo de alguna calle o espacio público como forma de protesta? (1) Sí, ha participado (2) No ha participado (88) NS (98) NR (99) INAP

PROT6. ¿En los últimos 12 meses ha firmado alguna petición? (1) Sí ha firmado (2) No ha firmado (88) NS (98) NR

PROT8. En los últimos doce meses, usted leyó o compartió información política por alguna red social de la web como Twitter, Facebook u Orkut? (1) Sí, ha hecho (2) No ha hecho (88) NS (98) NR

Ahora hablemos de otro tema. Alguna gente dice que en ciertas circunstancias se justificaría que los militares de este país tomen el poder por un golpe de Estado. En su opinión se justificaría que hubiera un golpe de estado por los militares frente a las siguientes circunstancias…? [Lea las alternativas después de cada pregunta]:

JC1. Frente al desempleo muy alto. (1) Se justificaría que los militares

tomen el poder por un golpe de Estado

(2) No se justificaría que los militares tomen el

poder por un golpe de Estado

NS (88)

NR (98)

JC10. Frente a mucha delincuencia. (1) Se justificaría que los militares

tomen el poder por un golpe de Estado

(2) No se justificaría que los militares tomen el

poder por un golpe de Estado

NS (88)

NR (98)

JC13. Frente a mucha corrupción. (1) Se justificaría que los militares

tomen el poder por un golpe de Estado

(2) No se justificaría que los militares tomen el

poder por un golpe de Estado

NS (88)

NR (98)

JC15A. ¿Cree usted que cuando el país enfrenta momentos muy difíciles, se justifica que el presidente del país cierre la Asamblea Nacional y gobierne sin Asamblea Nacional?

(1) Sí se justifica (2) No se justifica

(88) NS

(98) NR

JC16A. ¿Cree usted que cuando el país enfrenta momentos muy difíciles se justifica que el presidente del país disuelva la Corte Suprema de Justicia y gobierne sin la Corte Suprema de Justicia?

(1) Sí se justifica (2) No se justifica

(88) NS

(98) NR

VIC1EXT. Ahora, cambiando el tema, ¿ha sido usted víctima de algún acto de delincuencia en los últimos 12 meses? Es decir, ¿ha sido usted víctima de un robo, hurto, agresión, fraude, chantaje, extorsión, amenazas o algún otro tipo de acto delincuencial en los últimos 12 meses? (1) Sí [Siga] (2) No [Pasar a VIC1HOGAR] (88) NS [Pasar a VIC1HOGAR] (98) NR [Pasar a VIC1HOGAR] VIC1EXTA. ¿Cuántas veces ha sido usted víctima de un acto delincuencial en los últimos 12 meses? ___________[Marcar el número] (88) NS (98) NR (99) INAP VIC2. Pensando en el último acto delincuencial del cual usted fue víctima, de la lista que le voy a leer, ¿qué tipo de acto delincuencial sufrió? [Leer alternativas] (01) Robo sin arma, sin agresión o amenaza física (02) Robo sin arma, con agresión o amenaza física (03) Robo con arma (04) Agresión física sin robo (05) Violación o asalto sexual (06) Secuestro (07) Daño a la propiedad (08) Robo de la casa, ladrones se metieron a la casa mientras no había nadie (10) Extorsión [o alguien lo sobornó] (11) Otro (88) NS (98) NR (99) INAP (no fue víctima)

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Anexo C

Página | 297

VIC2AA. ¿Podría decirme en qué lugar ocurrió el último acto delincuencial del cual usted fue víctima? [Leer alternativas] (1) En su hogar (2) En este barrio o comunidad (3) En este municipio (4) En otro municipio (5) En otro país (88) NS (98) NR (99) INAP VIC1HOGAR. ¿Alguna otra persona que vive en su hogar ha sido víctima de algún acto de delincuencia en los últimos 12 meses? Es decir, ¿alguna otra persona que vive en su hogar ha sido víctima de un robo, hurto, agresión, fraude, chantaje, extorsión, amenazas o algún otro tipo de acto delincuencial en los últimos 12 meses? (1) Sí (2) No (88) NS (98) NR (99) INAP (Vive solo) ARM2. Si usted pudiera, ¿tendría un arma de fuego para su protección? (1) Sí (2) No (88) NS (98) NR Por temor a ser víctima de la delincuencia, en los últimos doce meses usted...

Sí No NS NR INAP

VIC40. ¿Ha limitado los lugares donde va de compras? (1) Sí (0) No (88) NS (98) NR

VIC41. ¿Ha limitado los lugares de recreación? (1) Sí (0) No (88) NS (98) NR

VIC43. ¿Ha sentido la necesidad de cambiar de barrio o colonia por temor a la delincuencia? [en zona rural utilizar “caserío” o “comunidad”]

(1) Sí (0) No (88) NS (98) NR

VIC44. Por temor a la delincuencia, ¿se ha organizado con los vecinos de la comunidad? (1) Sí (0) No (88) NS (98) NR

VIC45. En los últimos doce meses, ¿ha cambiado de trabajo por temor a la delincuencia? [Si no trabaja marque 99]

(1) Sí (0) No (88) NS (98) NR (99) INAP

Voy a leerle una serie de frases que se oyen en la calle o en los medios de comunicación cuando se habla de formas para combatir la delincuencia. Me gustaría que usted me dijera si está muy de acuerdo, algo de acuerdo, algo en desacuerdo o muy en desacuerdo con cada una de ellas. La mejor medida para enfrentar la delincuencia... Muy de

acuerdo Algo de acuerdo

Algo en desacuerdo

Muy en desacuerdo

NS NR

VIC101. es crear programas de prevención. Está usted: [LEER ALTERNATIVAS]

(1) (2) (3) (4) (88) (98)

VIC102. La mejor medida para enfrentar la delincuencia es hacer leyes más duras

(1) (2) (3) (4) (88) (98)

VIC103. La mejor medida para enfrentar la delincuencia es contratar seguridad privada

(1) (2) (3) (4) (88) (98)

A continuación, le voy a leer una serie de situaciones que usted podría presenciar en cualquier momento. Quisiera que me indicara para cada una de las reacciones, si usted la aprobaría, no la aprobaría pero la entendería o no la aprobaría ni la entendería.

Aprobaría No aprobaría

pero entendería

No aprobaría ni entendería

NS NR

VOL207. Suponga que para corregirlo y educarlo un padre le pega a su hijo cada vez que este le desobedece. ¿Usted aprobaría que el padre le pegue a su hijo, ó no aprobaría que le pegue pero lo entendería, ó no lo aprobaría ni lo entendería?

(3) (2) (1) (88) (98)

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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Aprobaría

No aprobaría pero

entendería

No aprobaría ni entendería

NS NR

VOL206. Suponga que un hombre le pega a su esposa porque ésta le ha sido infiel con otro hombre. ¿Usted aprobaría que el hombre le pegue a su esposa, ó no aprobaría que le pegue pero lo entendería, ó no lo aprobaría ni lo entendería?

(3) (2) (1) (88) (98)

VOL202. Suponga que una persona mata a alguien que le ha violado a una hija o hijo. ¿Usted aprobaría que mate al violador, ó no aprobaría que lo mate pero lo entendería, ó no lo aprobaría ni lo entendería?]

(3) (2) (1) (88) (98)

VOL203. Si hay una persona que mantiene asustada a su comunidad y alguien lo mata, usted. ¿Usted aprobaría que maten a esa persona que mantiene asustada a la comunidad, ó no aprobaría que lo maten pero lo entendería, ó no lo aprobaría ni lo entendería?

(3) (2) (1) (88) (98)

VOL204. Si un grupo de personas comienzan a hacer limpiezas sociales, es decir, matar gente que algunos consideran indeseable. ¿Usted aprobaría que maten a gente considerada indeseable, ó no aprobaría que la maten pero lo entendería, ó no lo aprobaría ni lo entendería?

(3) (2) (1) (88) (98)

VOL205. Si la policía tortura a un delincuente para conseguir información sobre un grupo de crimen organizado muy peligroso. ¿Usted aprobaría que la policía torture a un delincuente, ó no lo aprobaría pero lo entendería, ó no lo aprobaría ni lo entendería?

(3) (2) (1) (88) (98)

AOJ8. Para poder capturar delincuentes, ¿cree usted que las autoridades siempre deben respetar las leyes o en ocasiones pueden actuar al margen de la ley? (1) Deben respetar las leyes siempre (2) En ocasiones pueden actuar al margen de la ley (88) NS (98) NR AOJ11. Hablando del lugar o el barrio/la colonia donde usted vive y pensando en la posibilidad de ser víctima de un asalto o robo, ¿usted se siente muy seguro(a), algo seguro(a), algo inseguro(a) o muy inseguro(a)? (1) Muy seguro(a) (2) Algo seguro(a) (3) Algo inseguro(a) (4) Muy inseguro(a) (88) NS (98) NR

AOJ12. Si usted fuera víctima de un robo o asalto, ¿cuánto confiaría en que el sistema judicial castigara al culpable? [Leer alternativas] Confiaría… (1) Mucho (2) Algo (3) Poco (4) Nada (88) NS (98) NR AOJ17. ¿Hasta qué punto diría que su barrio está afectado por las pandillas? ¿Diría mucho, algo, poco o nada? (1) Mucho (2) Algo (3) Poco (4) Nada (88) NS (98) NR

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Anexo C

Página | 299

AOJ18. Algunas personas dicen que la policía en este barrio (pueblo) protege a la gente frente a los delincuentes, mientras otros dicen que es la policía la que está involucrada en la delincuencia. ¿Qué opina usted? [Leer alternativas] (1) La policía protege a la gente frente a la delincuencia, o (2) La policía está involucrada en la delincuencia (3) [No leer] Ninguna, o ambas (88) NS (98) NR AOJ20. Y pensando en su seguridad y la de su familia, ¿usted se siente más seguro(a), igual de seguro(a), o menos seguro(a) que hace cinco años? (1) Más seguro(a) (2) Igual de seguro(a) (3) Menos seguro(a) (88) NS (98)NRAOJ21. Voy a mencionarle algunos grupos y le voy a pedir que me indique cuál de ellos representa la amenaza más grande para su seguridad? [Leer alternativas. Marcar sólo una respuesta] (1) Vecinos de su barrio o comunidad (2) Pandillas (3) Policía o militares (4) Crimen organizado y narcotraficantes (5) Personas pertenecientes a su familia (6) Delincuentes comunes (7) [NO LEER] Otros (8) [NO LEER] Ninguno (88) NS (98) NR AOJ22. ¿En su opinión, qué hay que hacer para reducir la criminalidad en un país como el nuestro: implementar medidas de prevención o aumentar los castigos a los delincuentes? (1) Implementar medidas de prevención (2) Aumentar los castigos en contra de los delincuentes (3) [No leer] Ambas (88) NS (98) NR [ENTRÉGUELE AL ENTREVISTADO LA TARJETA “B”] En esta tarjeta hay una escalera con gradas numeradas del uno al siete, en la cual el 1 es la grada más baja y significa NADA y el 7 es la grada más alta y significa MUCHO. Por ejemplo, si yo le preguntara hasta qué punto le gusta ver televisión, si a usted no le gusta ver nada, elegiría un puntaje de 1. Si por el contrario le gusta mucho ver televisión me diría el número 7. Si su opinión está entre nada y mucho elegiría un puntaje intermedio. ¿Entonces, hasta qué punto le gusta a usted ver televisión? Léame el número. [Asegúrese que el entrevistado entienda correctamente].

1 2 3 4 5 6 7 88 98

Nada Mucho No sabe No responde

Anotar el número 1-7, 88 para los que NS y 98 para los NR

Voy a hacerle una serie de preguntas, y le voy a pedir que para darme su respuesta utilice los números de esta escalera. Recuerde que puede usar cualquier número. B1. ¿Hasta qué punto cree usted que los tribunales de justicia de Nicaragua garantizan un juicio justo? (Sondee: Si usted cree que los tribunales no garantizan para nada la justicia, escoja el número 1; si cree que los tribunales garantizan mucho la justicia, escoja el número 7 o escoja un puntaje intermedio) B2. ¿Hasta qué punto tiene usted respeto por las instituciones políticas de Nicaragua? B3. ¿Hasta qué punto cree usted que los derechos básicos del ciudadano están bien protegidos por el sistema político nicaragüense? B4. ¿Hasta qué punto se siente usted orgulloso de vivir bajo el sistema político nicaragüense? B6. ¿Hasta qué punto piensa usted que se debe apoyar al sistema político nicaragüense?

B10A. ¿Hasta qué punto tiene confianza en el sistema de justicia?

B11. ¿Hasta qué punto usted tiene confianza en el Consejo Supremo Electoral? B12. ¿Hasta qué punto tiene confianza usted en las Fuerzas Armadas nicaragüenses? B13. ¿Hasta qué punto tiene confianza usted en el Asamblea Nacional? B18. ¿Hasta qué punto tiene confianza usted en la Policía Nacional?

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 300

Anotar el número 1-7, 88 para los que NS y 98 para los NR

B20. ¿Hasta qué punto tiene confianza usted en la Iglesia Católica? B20A. ¿Hasta qué punto tiene confianza usted en la Iglesia Evangélica? B21. ¿Hasta qué punto tiene confianza usted en los partidos políticos?B21A. ¿Hasta qué punto tiene confianza usted en el presidente? B31. ¿Hasta qué punto tiene usted confianza en la Corte Suprema de Justicia? B32. ¿Hasta qué punto tiene usted confianza en su alcaldía? B43. ¿Hasta qué punto tiene usted orgullo de ser nicaragüense? B37. ¿Hasta qué punto tiene usted confianza en los medios de comunicación? B47A. ¿Hasta qué punto tiene usted confianza en las elecciones en este país? NICB49. ¿Hasta qué punto tiene usted confianza en los CPC, Consejos del Poder Ciudadano? NICB50. ¿Hasta qué punto tiene usted confianza en los concejales de su municipio? Ahora, usando la misma escalera [continúe con la tarjeta B: escala 1-7] NADA 1 2 3 4 5 6 7 MUCHO NADA 1 2 3 4 5 6 7 MUCHO

Anotar 1-7, 88 = NS, 98 = NR

N1. ¿Hasta qué punto diría que el gobierno actual combate la pobreza? N3. ¿Hasta qué punto diría que el gobierno actual promueve y protege los principios democráticos?

N9. ¿Hasta qué punto diría que el gobierno actual combate la corrupción en el gobierno? N11. ¿Hasta qué punto diría que el gobierno actual mejora la seguridad ciudadana? N15. ¿Hasta qué punto diría que el gobierno actual está manejando bien la economía?

CUESTIONARIOS IMPARES[LAS PREGUNTAS EPP1 Y EPP3 SE DEBEN PREGUNTAR SOLO A LOS ENTREVISTADOS CUYO NÚMERO DE CUESTIONARIO TERMINE CON NÚMERO IMPAR (“1” “3” “5” “7” ó “9”)] Y siempre usando la misma tarjeta, NADA 1 2 3 4 5 6 7 MUCHO

Anotar 1-7, 88 = NS, 98 = NR 99 = INAP

EPP1. Pensando en los partidos políticos en general, ¿Hasta qué punto los partidos políticos nicaragüenses representan bien a sus votantes? (99) INAPEPP3. ¿Qué tanto los partidos políticos escuchan a la gente como usted? (99) INAP

Ahora, usando la misma escalera [continúe con la tarjeta B: escala 1-7] NADA 1 2 3 4 5 6 7 MUCHO NADA 1 2 3 4 5 6 7 MUCHO

Anotar 1-7, 88 = NS, 98 = NR

MIL1. ¿Hasta qué punto cree que las Fuerzas Armadas nicaragüenses están bien entrenadas y organizadas?

MIL2. ¿Hasta qué punto cree que las Fuerzas Armadas de Nicaragua han hecho un buen trabajo cuando han ayudado a enfrentar desastres naturales?

B3MILX. ¿Hasta qué punto cree que las Fuerzas Armadas nicaragüenses respetan los derechos humanos de los nicaragüenses hoy en día?

MIL3. Cambiando un poco de tema, ¿hasta qué punto confía en las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos de América?

MIL4. ¿Hasta qué punto cree que las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos de América deberían trabajar junto con las Fuerzas Armadas de Nicaragua para mejorar la seguridad nacional?

[RECOGER TARJETA “B”] M1. Hablando en general acerca del gobierno actual, ¿diría usted que el trabajo que está realizando el Presidente Daniel Ortega es...?: [Leer alternativas] (1) Muy bueno (2) Bueno (3) Ni bueno, ni malo (regular) (4) Malo (5) Muy malo (pésimo) (88) NS (98) NR

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Anexo C

Página | 301

M2. Hablando de la Asamblea Nacional y pensando en todos los diputados en su conjunto, sin importar los partidos políticos a los que pertenecen; ¿usted cree que los diputados de la Asamblea Nacional están haciendo su trabajo muy bien, bien, ni bien ni mal, mal, o muy mal? (1) Muy bien (2) Bien (3) Ni bien ni mal (regular) (4) Mal (5) Muy Mal (88) NS (98) NR

SD2NEW2. Y pensando en esta ciudad/área donde usted vive, ¿está muy satisfecho(a), satisfecho(a), insatisfecho(a), o muy insatisfecho(a) con el estado de las pistas, caminos y carreteras? (1) Muy satisfecho(a) (2) Satisfecho(a) (3) Insatisfecho(a) (4) Muy insatisfecho(a) (99) INAP (No utiliza) (88) NS (98) NR

SD3NEW2. ¿Y la calidad de las escuelas públicas? [Sondee: está muy satisfecho(a), satisfecho(a), insatisfecho(a), o muy insatisfecho(a)?] (1) Muy satisfecho(a) (2) Satisfecho(a) (3) Insatisfecho(a) (4) Muy insatisfecho(a) (99) INAP (No utiliza) (88) NS (98) NR

SD6NEW2. ¿Y la calidad de los servicios médicos y de salud públicos? [Sondee: está muy satisfecho(a), satisfecho(a), insatisfecho(a), o muy insatisfecho(a)?] (1) Muy satisfecho(a) (2) Satisfecho(a) (3) Insatisfecho(a) (4) Muy insatisfecho(a) (99) INAP (No utiliza) (88) NS (98) NR

[ENTRÉGUELE AL ENTREVISTADO LA TARJETA “C”] Ahora, vamos a usar una escalera similar, pero el número 1 representa “muy en desacuerdo” y el número 7 representa “muy de acuerdo”. Un número entre 1 y 7, representa un puntaje intermedio. Anotar Número 1-7, 88 para los que NS y 98 para los NR

1 2 3 4 5 6 7 88 98

Muy en desacuerdo Muy de acuerdo NS NRAnotar un número 1-7, 88 para los que NS y 98 para los NR

Teniendo en cuenta la situación actual del país, usando esa tarjeta quisiera que me diga hasta qué punto está de acuerdo o en desacuerdo con las siguientes afirmaciones POP101. Para el progreso del país, es necesario que nuestros presidentes limiten la voz y el voto de los partidos de la oposición. ¿Hasta qué punto está de acuerdo o en desacuerdo? (88) NS (98) NR

POP107. El pueblo debe gobernar directamente y no a través de los representantes electos. ¿Hasta qué punto está de acuerdo o en desacuerdo? (88) NS (98) NR POP113. Aquellos que no están de acuerdo con la mayoría representan una amenaza para el país. ¿Hasta qué punto está de acuerdo o en desacuerdo? (88) NS (98) NR Continuamos usando la misma escalera. Por favor, dígame hasta qué punto está de acuerdo o en desacuerdo con las siguientes frases EFF1. A los que gobiernan el país les interesa lo que piensa la gente como usted. ¿Hasta qué punto está de acuerdo o en desacuerdo con esta frase?

EFF2. Usted siente que entiende bien los asuntos políticos más importantes del país. ¿Hasta qué punto está de acuerdo o en desacuerdo con esta frase?

Anotar un número 1-7, 88 para los que NS y 98 para los NR

ING4. Cambiando de nuevo el tema, puede que la democracia tenga problemas, pero es mejor que cualquier otra forma de gobierno. ¿Hasta qué punto está de acuerdo o en desacuerdo con esta frase?

DEM23. La democracia puede existir sin partidos políticos. ¿Hasta qué punto está de acuerdo o en desacuerdo con esta frase?

PRES1. Cuando un presidente está haciendo un muy buen trabajo, debe permitirse la reelección todas las veces que quiera. ¿Hasta qué punto está de acuerdo o en desacuerdo?

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 302

Ahora le voy a leer unas frases sobre el rol del Estado. Por favor dígame hasta qué punto está de acuerdo o en desacuerdo con ellas. Seguimos usando la misma escalera de 1 a 7. NS = 88, NR = 98 ROS1. El Estado nicaragüense, en lugar del sector privado, debería ser el dueño de las empresas e industrias más importantes del país. ¿Hasta qué punto está de acuerdo o en desacuerdo con esta frase?

ROS2. El Estado nicaragüense, más que los individuos, debería ser el principal responsable de asegurar el bienestar de la gente. ¿Hasta qué punto está de acuerdo o en desacuerdo con esta frase?

ROS3. El Estado nicaragüense, más que la empresa privada, debería ser el principal responsable de crear empleos. ¿Hasta qué punto está de acuerdo o en desacuerdo con esta frase?

ROS4. El Estado nicaragüense debe implementar políticas firmes para reducir la desigualdad de ingresos entre ricos y pobres. ¿Hasta qué punto está de acuerdo o en desacuerdo con esta frase?

ROS6. El Estado nicaragüense, más que el sector privado, debería ser el principal responsable de proveer los servicios de salud. ¿Hasta qué punto está de acuerdo o en desacuerdo con esta frase?

MIL7. Las Fuerzas Armadas deben participar en el combate del crimen y de la violencia en Nicaragua. ¿Hasta qué punto está de acuerdo o en desacuerdo?

CUESTIONARIOS IMPARES[LAS PREGUNTAS CCT3 – RAC2A SE DEBEN PREGUNTAR SOLO A LOS ENTREVISTADOS CUYO NÚMERO DE CUESTIONARIO TERMINE CON NÚMERO IMPAR (“1” “3” “5” “7” ó “9”)] CCT3. Cambiando de tema… Algunas personas dicen que la gente que recibe ayuda de los programas sociales del gobierno es vaga. ¿Hasta qué punto usted está de acuerdo o en desacuerdo? (99) INAP

GEN1. Cambiando de tema de nuevo, se dice que cuando no hay suficientes trabajos, los hombres deben tener más derecho a los trabajos que las mujeres. ¿Hasta qué punto está de acuerdo o en desacuerdo? (99) INAP Ahora quisiera saber hasta qué punto está de acuerdo con algunas medidas que le voy a mencionar. Quisiera que usted responda pensando en lo que cree que se debería hacer sin importar si se están aplicando o no actualmente. [Anotar Número 1-7, 88 para los que NS y 98 para los NR] GEN6. El Estado debe exigir que los partidos políticos reserven algunos espacios para mujeres en sus listas de candidatos, aunque tengan que excluir (dejar afuera) a algunos hombres. ¿Hasta qué punto está de acuerdo o en desacuerdo? (99) INAP RAC2A. Las universidades deberían reservar cupos para los alumnos de piel más oscura, aunque tengan que excluir a otros alumnos. ¿Hasta qué punto está de acuerdo o en desacuerdo? (99) INAP [Encuestador: piel más oscura refiere a negros, indígenas, no blancos en general]

[RECOGER TARJETA “C”]

CUESTIONARIOS IMPARES[LA SIGUIENTE PREGUNTA (W14A) DEBE PREGUNTARSE SOLO A LOS ENTREVISTADOS CUYO NÚMERO DE CUESTIONARIO TERMINE CON NÚMERO IMPAR (“1” “3” “5” “7” ó “9”)] W14A. Y ahora, pensando en otros temas. ¿Cree usted que se justificaría la interrupción del embarazo, o sea, un aborto, cuando peligra la salud de la madre? (1) Sí, se justificaría (2) No, no se justificaría (88) NS (98) NR (99) INAP

PN4. Cambiando de tema, en general, ¿usted diría que está muy satisfecho(a), satisfecho(a), insatisfecho(a) o muy insatisfecho(a) con la forma en que la democracia funciona en Nicaragua? (1) Muy satisfecho(a) (2) Satisfecho(a) (3) Insatisfecho(a) (4) Muy insatisfecho(a) (88) NS (98) NR PN5. En su opinión, ¿Nicaragua es un país muy democrático, algo democrático, poco democrático, o nada democrático? (1) Muy democrático (2) Algo democrático (3) Poco democrático (4) Nada democrático (88) NS (98) NR

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Anexo C

Página | 303

[ENTRÉGUELE AL ENTREVISTADO LA TARJETA “D”] Ahora vamos a cambiar a otra tarjeta. Esta nueva tarjeta tiene una escalera del 1 a 10, el 1 indica que usted desaprueba firmemente y el 10 indica que usted aprueba firmemente. Voy a leerle una lista de algunas acciones o cosas que las personas pueden hacer para alcanzar sus metas y objetivos políticos. Quisiera que me dijera con qué firmeza usted aprobaría o desaprobaría que las personas hagan las siguientes acciones.

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 88 NS

98 NR

Desaprueba firmemente Aprueba firmemente

1-10,

88=NS, 98=NR

E5. Que las personas participen en manifestaciones permitidas por la ley. ¿Hasta qué punto aprueba o desaprueba? E8. Que las personas participen en una organización o grupo para tratar de resolver los problemas de las comunidades. ¿Hasta qué punto aprueba o desaprueba?E11. Que las personas trabajen en campañas electorales para un partido político o candidato. ¿Hasta qué punto aprueba o desaprueba? E15. Que las personas participen en un cierre o bloqueo de calles o carreteras como forma de protesta. Usando la misma escala, ¿Hasta qué punto aprueba o desaprueba? E14. Que las personas invadan propiedades o terrenos privados como forma de protesta. ¿Hasta qué punto aprueba o desaprueba? E3. Que las personas participen en un grupo que quiera derrocar por medios violentos a un gobierno electo. ¿Hasta qué punto aprueba o desaprueba?

E16. Que las personas hagan justicia por su propia cuenta cuando el Estado no castiga a los criminales. ¿Hasta qué punto aprueba o desaprueba?

NICE17. Que las personas usen la violencia física para impedir manifestaciones pacíficas y permitidas por la ley. ¿Hasta qué punto aprueba o desaprueba?

Las preguntas que siguen son para saber su opinión sobre las diferentes ideas que tienen las personas que viven en Nicaragua. Por favor continúe usando la escalera de 10 puntos.

1-10, 88=NS, 98=NR

D1. Hay personas que siempre hablan mal de la forma de gobierno de Nicaragua, no sólo del gobierno de turno, sino del sistema de gobierno, ¿con qué firmeza aprueba o desaprueba usted el derecho de votar de esas personas? Por favor léame el número de la escala: [Sondee: ¿Hasta qué punto?]

D2. Con qué firmeza aprueba o desaprueba usted que estas personas puedan llevar a cabo manifestaciones pacíficas con el propósito de expresar sus puntos de vista? Por favor léame el número.

D3. Siempre pensando en los que hablan mal de la forma de gobierno de Nicaragua. ¿Con qué firmeza aprueba o desaprueba usted que estas personas puedan postularse para cargos públicos? D4. ¿Con qué firmeza aprueba o desaprueba usted que estas personas salgan en la televisión para dar un discurso? D5 Y ahora, cambiando el tema, y pensando en los homosexuales. ¿Con qué firmeza aprueba o desaprueba que estas personas puedan postularse para cargos públicos?

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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CUESTIONARIOS IMPARES[EL SIGUIENTE MÓDULO (D6-D8) SE DEBE PREGUNTAR SOLO A LOS ENTREVISTADOS CUYO NÚMERO DE CUESTIONARIO TERMINE CON NÚMERO IMPAR (“1” “3” “5” “7” ó “9”)] D6. ¿Con qué firmeza aprueba o desaprueba que las parejas del mismo sexo puedan tener el derecho a casarse? (99) INAP D7. ¿Con qué firmeza aprueba o desaprueba que se permita que las personas con discapacidad física se postulen para cargos públicos? (99) INAP

D8. ¿Con qué firmeza aprueba o desaprueba que el Estado tenga el derecho de prohibir que los periódicos publiquen noticias que le puedan producir daño político? (99) INAP

[Recoger tarjeta “D”] Voy a leerle una lista de varios grupos de personas. ¿Podría decirme si hay algunos de ellos que no le gustaría tener como vecinos? Menciona

[No los quiere de vecinos]

No menciona [No tiene

problema con tenerlos de

vecinos]

NS NR

DIS35A. Homosexuales. ¿No los quisiera tener de vecinos? 1 0 88 98 DIS35C. Gente de otros países 1 0 88 98 DIS35D. Afro- nicaragüenses/negros 1 0 88 98 DIS35E. Indígenas 1 0 88 98

DEM2. Ahora cambiando de tema, con cuál de las siguientes tres frases está usted más de acuerdo: (1) A la gente como uno, le da lo mismo un régimen democrático que uno no democrático (2) La democracia es preferible a cualquier otra forma de gobierno (3) En algunas circunstancias un gobierno autoritario puede ser preferible a uno democrático (88) NS (98) NR

DEM11. ¿Cree usted que en nuestro país hace falta un gobierno de mano dura, o cree que los problemas pueden resolverse con la participación de todos? (1) Mano dura (2) Participación de todos (88) NS (98) NR

AUT1. Hay gente que dice que necesitamos un líder fuerte que no tenga que ser electo a través del voto popular. Otros dicen, que aunque las cosas no funcionen, la democracia electoral o sea, el voto popular es siempre lo mejor. ¿Usted qué piensa? [Leer alternativas] (1) Necesitamos un líder fuerte que no tenga que ser elegido, o (2) La democracia electoral es lo mejor (88) NS (98) NR

NICY10. Ahora cambiando de tema, en su opinión, ¿cuál es el principal riesgo que enfrentan los jóvenes en su barrio/comunidad/ciudad? [NO LEER LAS ALTERNATIVAS. Anote solo una respuesta. Si menciona más que una, pregunte “¿Cuál es el riesgo más importante para los jóvenes?” Si la respuesta es general, sondee para recibir una respuesta más específica.] (01) Pandillas (02) Drogas (03) Alcohol (04) Violencia (05) Falta de escuelas (06) Enfermedades (07) Falta de acceso a la salud (08) Trata de personas (09) Prostitución (10) Machismo (11) Narcotráfico (12) Otro (88) No Sabe [Pase a NICY12] (98) No Responde [Pase a NICY12]

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Anexo C

Página | 305

NICY11. En su opinión, ¿cuál sería el programa que respondería mejor a las necesidades de los jóvenes en su barrio/comunidad/ciudad? [NO LEER LAS ALTERNATIVAS. Anote solo una respuesta. Si menciona más que una, pregunte “¿Cuál sería el programa más importante para los jóvenes?”] (01) Deportes (02) Salud (03) Educación (04) Programas de radio (05) Programas de TV (06) Programas religiosos (07) Creación de empleo (08) Programas de trabajo voluntario/comunitarios (09) Programas políticos (10) Programas culturales (11) Otro (88) NS (98) NR (99) INAP

NICY12. Si pudiera mejorar algo en los centros educativos de su comunidad o ciudad, ¿qué mejoraría? [NO LEER LA LISTA. Anote solo la primera respuesta o la que el encuestado considera más importante.] (01) Parte académica (currículo, textos) (02) Infraestructura (03) Directores (04) Profesores (05) Ubicación (06) Deportes, actividades recreativas (07) Computadoras (falta de equipo o instrucción) (08) La politización (09) Todo (10) Otro (11) No cambiaría nada. (88) No sabe (98) No responde

INAP

No trató o tuvo

contacto

No Sí NS

NR

Ahora queremos hablar de su experiencia personal con cosas que pasan en la vida diaria...

EXC2. ¿Algún agente de policía le pidió un soborno en los últimos 12 meses?

0 1 88 98

EXC6. ¿En los últimos 12 meses, algún empleado público le ha solicitado un soborno? 0 1 88 98

EXC20. En los últimos doce meses, algún soldado u oficial militar le ha solicitado un soborno? 0 1 88 98

EXC11. ¿Ha tramitado algo en la alcaldía en los últimos 12 meses? Si la respuesta es No Marcar 99 Si la respuesta es Si Preguntar: Para tramitar algo en la alcaldía, como un permiso, por ejemplo, durante el último año, ¿ha tenido que pagar alguna suma además de lo exigido por la ley?

99 0 1 88 98

EXC13. ¿Usted trabaja? Si la respuesta es No Marcar 99 Sí la respuesta es Si Preguntar: En su trabajo, ¿le han solicitado algún soborno en los últimos 12 meses?

99 0 1 88 98

EXC14. ¿En los últimos 12 meses, tuvo algún trato con los juzgados? Si la respuesta es No Marcar 99 Sí la respuesta es Si Preguntar: ¿Ha tenido que pagar un soborno en los juzgados en este último año?

99 0 1 88 98

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 306

INAPNo trató o

tuvo contacto

No Sí NS

NR

EXC15. ¿Usó servicios médicos públicos (del Estado) en los últimos 12 meses? Si la respuesta es No Marcar 99 Sí la respuesta es Si Preguntar: En los últimos 12 meses, ¿ha tenido que pagar algún soborno para ser atendido en un hospital o en un puesto de salud?

99 0 1 88 98

EXC16. En el último año, ¿tuvo algún hijo en la escuela o colegio? Si la respuesta es No Marcar 99 Sí la respuesta es Si Preguntar: En los últimos 12 meses, ¿tuvo que pagar algún soborno en la escuela o colegio?

99 0 1 88 98

EXC18. ¿Cree que como están las cosas a veces se justifica pagar un soborno? 0 1 88 98

EXC7. Teniendo en cuenta su experiencia o lo que ha oído mencionar, ¿la corrupción de los funcionarios públicos en el país está: [LEER] (1) Muy generalizada (2) Algo generalizada (3) Poco generalizada (4) Nada generalizada (88) NS (98) NR

EXC7MIL. Teniendo en cuenta su propia experiencia o lo que ha escuchado, la corrupción en las Fuerzas Armadas está… [Leer opciones] (1) Muy generalizada (2) Algo generalizada (3) Poco generalizada o (4) Nada generalizada? (88) NS (98) NR

Y ahora, cambiando de tema y pensando en sus experiencias en el último año, ¿alguna vez se ha sentido discriminado/a, o sea, tratado peor que a otras personas, en los siguientes lugares?

Sí No NS NR INAP

DIS2. En las oficinas del gobierno [juzgados, ministerios, alcaldías] 1 2 88 98 99

DIS3. En el trabajo o la escuela o cuando ha buscado trabajo 1 2 88 98 99

DIS5. En lugares públicos, como en la calle, la plaza, tiendas o el mercado?

1 2 88 98

VB1. ¿Tiene usted cédula de identidad? (1) Sí (2) No (3) En trámite (88) NS (98) NR

NICELEC1. ¿Observó o experimentó usted una irregularidad durante la votación del 6 de noviembre pasado? ¿Qué tipo de irregularidad? [Si menciona más que una, marque solo la primera] (0) No, ninguno (1) Doble (o múltiple) voto (2) Tinta no aplicada después de votar (3) Expulsión de Fiscales (4) Intimidación en el centro de votación o en la junta receptora de votos (5) Otra (88) NS (98) NR

NICELEC2. ¿Apareció su nombre en el padrón electoral de la junta receptora de votos donde usualmente vota? (1) Sí [Siga] (2) No [Pase a VB2] (88) NS [Pase a VB2] (98) NR [Pase a VB2]

NICELEC3. ¿Le permitieron votar en esa junta receptora de votos? (1) Sí (2) No (88) NS (98) NR (99) INAP

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Anexo C

Página | 307

VB2. ¿Votó usted en las últimas elecciones presidenciales de 2011? (1) Sí votó [Siga] (2) No votó [Pasar a VB10]

(88) NS [Pasar a VB10] (98) NR [Pasar a VB10]

VB3. ¿Por quién votó para Presidente en las últimas elecciones presidenciales de 2011? [NO LEER LISTA] (00) Ninguno (fue a votar pero dejó la boleta en blanco, arruinó o anuló su voto)

(501) Arnoldo Alemán (Partido Liberal Constitucionalista - PLC) (502) Daniel Ortega Saavedra (Frente Sandinista de Liberación Nacional – FSLN) (503) Enrique Quiñonez (Alianza Liberal Nicaragüense - ALN) (504) Fabio Gadeo Mantilla (Alianza Partido Liberal Independiente (PLI)

(505) Roger Guevara Mena (Alianza por la República - APRE) (77) Otro (88) NS (98) NR (99) INAP (No votó)

NICVB7. ¿Por cuál partido votó para diputados en las últimas elecciones de 2011? (00) Ninguno (fue a votar pero dejo boleta en blanco, o anuló su voto) (1) Partido Liberal Constitucionalista (PLC) (2) Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) (3) Alianza Liberal Nicaragüense (ALN) (4) Alianza Partido Liberal Independiente (PLI) (5) Alianza por la República (APRE) (77) Otro (88) NS (98) NR (99) INAP (no votó)

VB10. ¿En este momento, simpatiza con algún partido político? (1) Sí [Siga] (2) No [Pase a POL1] (88) NS [Pase a POL1] (98) NR [Pase a POL1]

VB11. ¿Con cuál partido político simpatiza usted? [NO LEER LISTA] (501) Partido Liberal Constitucionalista (PLC) (502) Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) (503) Alianza Liberal Nicaragüense (ALN) (504) Alianza Partido Liberal Independiente (PLI) (505) Alianza por la República (APRE) (77) Otro (88) NS (98) NR (99) INAP

POL1. ¿Qué tanto interés tiene usted en la política: mucho, algo, poco o nada?

(1) Mucho (2) Algo (3) Poco (4) Nada (88) NS (98) NR

VB20. ¿Si esta semana fueran las próximas elecciones presidenciales, qué haría usted? [Leer opciones] (1) No votaría (2) Votaría por el candidato o partido del actual presidente (3) Votaría por algún candidato o partido diferente del actual gobierno (4) Iría a votar pero dejaría la boleta en blanco o la anularía

(88) NS (98) NR NICPOLMUN. ¿Piensa votar en las próximas elecciones municipales del 2012? (1) Sí (2) No (88) NS (98) NR

PP1. Durante las elecciones, alguna gente trata de convencer a otros para que voten por algún partido o candidato. ¿Con qué frecuencia ha tratado usted de convencer a otros para que voten por un partido o candidato? [Leer alternativas] (1) Frecuentemente (2) De vez en cuando (3) Rara vez (4) Nunca (88) NS (98) NR

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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PP2. Hay personas que trabajan para algún partido o candidato durante las campañas electorales. ¿Trabajó usted para algún candidato o partido en las pasadas elecciones presidenciales de 2011? (1) Sí trabajó (2) No trabajó (88) NS (98) NR

VB50. Algunos dicen que en general, los hombres son mejores líderes políticos que las mujeres. ¿Está usted muy de acuerdo, de acuerdo, en desacuerdo, o muy en desacuerdo? (1) Muy de acuerdo (2) De acuerdo (3) En desacuerdo (4) Muy en desacuerdo (88) NS (98) NR

CUESTIONARIOS IMPARES[LAS PREGUNTAS VB51-RAC1CA SE DEBEN PREGUNTAR SOLO A LOS ENTREVISTADOS CUYO NÚMERO DE CUESTIONARIO TERMINE CON NÚMERO IMPAR (“1” “3” “5” “7” ó “9”)] VB51. ¿Quién cree usted que sería más corrupto como político: un hombre, una mujer, o ambos por igual? (1) Un hombre (2) Una mujer (3) Ambos por igual (ninguno) (88) NS (98) NR (99) INAP

VB52. Y si le toca a un político o a una política manejar la economía nacional, ¿quién va a hacer el mejor trabajo; un hombre, una mujer o no importa? (1) Un hombre (2) Una mujer (3) No importa (88) NS (98) NR (99) INAP

Ahora vamos a hablar sobre la raza o color de piel de los políticos. VB53. Algunos dicen que, en general, las personas de piel oscura no son buenos líderes políticos. ¿Está usted muy de acuerdo, de acuerdo, en desacuerdo, o muy en desacuerdo? [Encuestador: “piel oscura” refiere a negros, indígenas, “no blancos” en general] (1) Muy de acuerdo (2) De acuerdo (3) En desacuerdo (4) Muy en desacuerdo (88) NS (98) NR (99) INAP

RAC1CA. Según varios estudios, las personas de piel oscura son más pobres que el resto de la población. ¿Cuál cree usted que es la principal razón de esto? [LEER ALTERNATIVAS, SÓLO UNA RESPUESTA] (1) Por su cultura, o (2) Porque han sido tratadas de manera injusta (3) [No leer] Otra respuesta (88) NS (98) NR (99) INAP

CUESTIONARIOS IMPARES[EL SIGUIENTE MÓDULO (AB1-AB5) SE DEBE PREGUNTAR SOLO A LOS ENTREVISTADOS CUYO NÚMERO DE CUESTIONARIO TERMINE CON NÚMERO IMPAR (“1” “3” “5” “7” ó “9”)] Cambiando de tema y hablando de las cualidades que los niños deben tener, le voy a mencionar varias características y quisiera que me diga cuál es más importante para un niño o niña: AB1. (1) Independencia; o (2) Respeto a los mayores (3) [No leer] Ambos (88) NS (98) NR (99) INAP AB2. (1) Obediencia, o (2) Autosuficiencia (valerse por sí mismo) (3) [No leer] Ambos (88) NS (98) NR (99) INAP AB5. (1) Creatividad; o (2) Disciplina (3) [No leer] Ambos (88) NS (98) NR (99) INAP

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Anexo C

Página | 309

CUESTIONARIOS PARES[LAS PREGUNTAS SNW1A – SNW1B SE DEBEN PREGUNTAR SOLO A LOS ENTREVISTADOS

CUYO NÚMERO DE CUESTIONARIO TERMINE CON NÚMERO PAR (“0” “2” “4” “6” ú “8”)]

SNW1A. ¿Usted conoce personalmente a algún funcionario electo o a alguna persona que fue candidato en las últimas elecciones nacionales, departamentales o locales? (1) Sí (2) No [Pasar a FOR1] (88) NS [Pasar a FOR1] (98) NR [Pasar a FOR1] (99) INAP

CUESTIONARIOS PARES

SNW1B. ¿Y ese cargo es a nivel local, a nivel departamental, o a nivel nacional? (1) Local (2) Departamental (3) Nacional (4) Candidatos en más de un nivel (88) NS (98) NR (99) INAP

CUESTIONARIOS PARES[EL SIGUIENTE MÓDULO (FOR1 - FOR8) DEBE PREGUNTARSE SOLO A LOS ENTREVISTADOS CUYO NÚMERO DE CUESTIONARIO TERMINE CON NÚMERO PAR (“0” “2” “4” “6” ú “8”)] FOR1. Ahora vamos a hablar sobre sus opiniones respecto de algunos países. Cuando hablamos de “China” en esta entrevista, estamos hablando de China continental, la República Popular de China, y no de la isla Taiwán. ¿Cuál de los siguientes países es el que tiene más influencia en América Latina? [Leer opciones]

(1) China (2) Japón (3) India (4) Estados Unidos (5) Brasil (6) Venezuela (7) México (10) España (11) [No leer] Otro país (12) [No leer] Ninguno [Pasa a FOR4] (88) NS [Pasa a FOR4] (98) NR[Pasa a FOR4] (99) INAP

FOR2. Y pensando en [país mencionado en FOR1], ¿Cree usted que su influencia es muy positiva, positiva, negativa o muy negativa?

(1) Muy positiva (2) Positiva (3) [No leer] Ni positiva ni negativa (4) Negativa (5) Muy negativa (6) [No leer] No tiene ninguna influencia (88) NS (98) NR (99) INAP

FOR3. [Preguntar SOLO si país mencionado en FOR1 NO fue China] Y pensando en China y la influencia que tiene en América Latina. ¿Cree usted que esa influencia es muy positiva, positiva, negativa o muy negativa?

(1) Muy positiva (2) Positiva (3) [No leer] Ni positiva ni negativa (4) Negativa (5) Muy negativa (6) [No leer] No tiene ninguna influencia (88) NS (98) NR (99) INAP

FOR4. Y dentro de 10 años, en su opinión, ¿cuál de los siguientes países tendrá más influencia en América Latina? [Leer opciones]

(1) China (2) Japón (3) India (4) Estados Unidos (5) Brasil (6) Venezuela (7) México (10) España (11) [No leer] Otro país (12) [No leer] Ninguno (88) NS (98) NR (99) INAP

FOR5. En su opinión, ¿cuál de los siguientes países debería ser un modelo para el desarrollo futuro de nuestro país? [Leer opciones]

(1) China (2) Japón (3) India (4) Estados Unidos (5) Singapur (6) Rusia (7) Corea del Sur (10) Brasil (11) Venezuela, o (12) México (13) [No leer] Ninguno/Debemos seguir nuestro propio modelo (14) [No leer] Otro (88) NS (98) NR (99) INAP

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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CUESTIONARIOS PARES FOR6.Y pensando ahora sólo en nuestro país, ¿qué tanta influencia cree usted que tiene China en nuestro país? [Leer alternativas]

(1) Mucha (2) Algo (3) Poca (4) Nada [Pasar a FOR8] (88) NS [Pasar a FOR8] (98) NR [Pasar a FOR8] (99) INAP

FOR7. En general, la influencia que tiene China sobre nuestro país es [leer alternativas] (1) Muy positiva (2) Positiva (3) [No leer] Ni positiva ni negativa (4) Negativa (5) Muy negativa (6) [No leer] No tiene ninguna influencia (88) NS (98) NR (99) INAP

FOR8. Hasta qué punto está de acuerdo con la siguiente afirmación: “Los negocios chinos contribuyen al desarrollo económico de Nicaragua”? ¿Está usted [leer alternativas]…

(1) Muy de acuerdo (2) De acuerdo (3) Ni de acuerdo ni en desacuerdo (4) En desacuerdo (5) Muy en desacuerdo(88) NS (98) NR (99) INAP

CUESTIONARIOS PARES[EL SIGUIENTE MÓDULO (FOR9A – FOR9D) DEBE PREGUNTARSE SOLO A LOS ENTREVISTADOS CUYO NÚMERO DE CUESTIONARIO TERMINE CON NÚMERO PAR (“0” “2” “4” “6” ú “8”)] ¿Según lo que usted sabe o ha oído, los negocios chinos que están instalados en Nicaragua sufren algunos de los siguientes problemas? [Leer alternativas]

Es

problema No es

problema

No sabe/no

tiene opinión

NR INAP

FOR9A. Problemas laborales, tales como disputas con los empleados o con los sindicatos ¿Cree usted que es un problema o que no lo es, o no tiene opinión al respecto?

1 2 88 98 99

FOR9B. Problemas que surgen de la falta de entendimiento de la cultura o de las costumbres de Nicaragua.

1 2 88 98 99

FOR9C. Falta de conocimiento de las normas políticas, legales o reglas y valores sociales de Nicaragua.

1 2 88 98 99

FOR9D. Falta de comunicación con los medios de comunicación locales y con los residentes.

1 2 88 98 99

CUESTIONARIOS PARES[EL SIGUIENTE MÓDULO (MIL10A – MIL10E) SE DEBE PREGUNTAR SOLO A LOS

ENTREVISTADOS CUYO NÚMERO DE CUESTIONARIO TERMINE CON NÚMERO PAR (“0” “2” “4” “6” ú “8”)]

Ahora, quisiera preguntarle cuánta confianza tiene en los gobiernos de varios países. Para cada país por favor dígame si en su opinión, es muy confiable, algo confiable, poco confiable, nada confiable, o si no tiene opinión.

Muy confiable

Algo confiable

Poco confiable

Nada confiable

No sabe/no

tiene opinión

NR INAP

MIL10A. El gobierno de China. En su opinión, ¿es muy confiable, algo confiable, poco confiable, nada confiable, o no tiene opinión?

1 2 3 4 88 98 99

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Anexo C

Página | 311

MIL10B. El de Rusia. En su opinión, ¿es muy confiable, algo confiable, poco confiable, nada confiable, o no tiene opinión?

1 2 3 4 88 98 99

MIL10C. Irán. En su opinión, ¿es muy confiable, algo confiable, poco confiable, nada confiable, o no tiene opinión?

1 2 3 4 88 98 99

MIL10D. Israel. En su opinión, ¿es muy confiable, algo confiable, poco confiable, nada confiable, o no tiene opinión?

1 2 3 4 88 98 99

MIL10E. Estados Unidos. En su opinión, ¿es muy confiable, algo confiable, poco confiable, nada confiable, o no tiene opinión?

1 2 3 4 88 98 99

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 312

CUESTIONARIOS PARES[EL SIGUIENTE MÓDULO (MIL11A – MIL11E) SE DEBE PREGUNTAR SOLO A LOS

ENTREVISTADOS CUYO NÚMERO DE CUESTIONARIO TERMINE CON NÚMERO PAR (“0” “2” “4” “6” ú “8”)]

Ahora me gustaría preguntarle sobre las relaciones en general de nuestro país con otras naciones del mundo. Cuando usted piensa en las relaciones de nuestro país con China, ¿diría que en los últimos 5 años nuestra relación se ha hecho más cercana, más lejana, ha permanecido más o menos igual, o no tiene una opinión?

Más cercana

Más o menos igual

Más lejana

No sabe/no tiene opinión

NR INAP

MIL11A. China 1 2 3 88 98 99 MIL11B. Y la relación de nuestro país con Rusia, ¿diría que en los últimos 5 años nuestra relación se ha hecho más cercana, más lejana, ha permanecido más o menos igual, o no tiene una opinión?

1 2 3 88 98 99

MIL11C. Y con Irán, ¿diría que en los últimos 5 años nuestra relación se ha hecho más cercana, más lejana, ha permanecido más o menos igual, o no tiene una opinión?

1 2 3 88 98 99

MIL11D. Con Israel, ¿diría que en los últimos 5 años nuestra relación se ha hecho más cercana, más lejana, ha permanecido más o menos igual, o no tiene una opinión?

1 2 3 88 98 99

MIL11E. Finalmente, con Estados Unidos, ¿diría que en los últimos 5 años nuestra relación se ha hecho más cercana, más lejana, ha permanecido más o menos igual, o no tiene una opinión?

1 2 3 88 98 99

Pasando a otro tema… CCT1NEW. ¿Usted o alguien en su casa recibe ayuda mensual en dinero o en productos por parte del gobierno?

(1) Sí (2) No (88) NS (98) NR

ED. ¿Cuál fue el último año de educación que usted completó o aprobó?_____ Año de ___________________ (primaria, secundaria, universitaria, superior no universitaria) = ________

años total [Usar tabla a continuación para el código] 1

0 2

0 3

0 4

0 5

0 6

0

Ninguno 0

Primaria 1 2 3 4 5 6Secundaria 7 8 9 1

0 1

1 Universitaria 1

2 1

3 1

4 1

5 1

6 1

7+ Superior no universitaria 1

2 1

3 1

4 1

5

NS 88

NR 98

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Anexo C

Página | 313

CUESTIONARIOS IMPARES[LAS PREGUNTAS ED2 Y MOV1 DEBEN PREGUNTARSE SOLO A LOS ENTREVISTADOS CUYO NÚMERO DE CUESTIONARIO TERMINE CON NÚMERO IMPAR (“1” “3” “5” “7” ó “9”)] ED2. ¿Y hasta qué nivel educativo llegó su mamá? [NO LEER OPCIONES]

(00) Ninguno (01) Primaria incompleta (02) Primaria completa (03) Secundaria o bachillerato incompleto (04) Secundaria o bachillerato completo(05) Técnica/Tecnológica incompleta (06) Técnica/Tecnológica completa (07) Universitaria incompleta (08) Universitaria completa (88) NS (98) NR (99) INAP

MOV1. ¿Usted se describiría a sí mismo como perteneciente a la clase…? [LEER OPCIONES] (1) Alta (2) Media alta (3) Media (4) Media baja (5) Baja (88) NS (98) NR (99) INAP

Q2D-Y. ¿En qué día, mes y año nació usted? [Si se niega a decir el día y mes, pedir solo el año o preguntar edad y calcular luego el año.] Día: ________ Mes (01 = Enero): ______________ Año: ______ (Para Q2D y Q2M: 88 = NS y 98 = NR) (Para Q2Y: 8888 = NS y 9888 = NR)

|_|_|Q2D Día |_|_|Q2M Mes |_|_|_|_|Q2Y

año

Q3C. Si usted es de alguna religión, ¿podría decirme cuál es su religión? [No leer opciones]

[Si el entrevistado dice que no tiene ninguna religión, sondee más para ubicar si pertenece a la alternativa 4 u 11] (01) Católico (02) Protestante, Protestante Tradicional o Protestante no Evangélico (Cristiano, Calvinista; Luterano; Metodista; Presbiteriano; Discípulo de Cristo; Anglicano; Episcopaliano; Iglesia Morava). (03) Religiones Orientales no Cristianas (Islam; Budista; Hinduista; Taoísta; Confucianismo; Baha’i). (04) Ninguna (Cree en un Ser Superior pero no pertenece a ninguna religión) (05) Evangélica y Pentecostal (Evangélico, Pentecostal; Iglesia de Dios; Asambleas de Dios; Iglesia Universal del Reino de Dios; Iglesia Cuadrangular; Iglesia de Cristo; Congregación Cristiana; Menonita; Hermanos de Cristo; Iglesia Cristiana Reformada; Carismático no Católico; Luz del Mundo; Bautista; Iglesia del Nazareno; Ejército de Salvación; Adventista; Adventista del Séptimo Día, Sara Nossa Terra). (06) Iglesia de los Santos de los Últimos Días (Mormones). (07) Religiones Tradicionales (Candomblé, Vudú, Rastafari, Religiones Mayas, Umbanda; María Lonza; Inti, Kardecista, Santo Daime, Esoterica). (10) Judío (Ortodoxo, Conservador o Reformado) (11) Agnóstico o ateo (no cree en Dios) (12) Testigos de Jehová. (88) NS (98) NR

Q5A. ¿Con qué frecuencia asiste usted a servicios religiosos? [Leer alternativas] (1) Más de una vez por semana (2) Una vez por semana (3) Una vez al mes (4) Una o dos veces al año (5) Nunca o casi nunca (88) NS (98) NR

Q5B. Por favor, ¿podría decirme, qué tan importante es la religión en su vida? [Leer alternativas] (1) Muy importante (2) Algo importante (3) Poco importante o (4) Nada importante (88) NS (98) NR

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 314

MIL8. ¿Usted o su pareja o algún hijo suyo actualmente está en servicio en las Fuerzas Armadas o ha servido alguna vez en las Fuerzas Armadas? (1) Sí, actualmente sirviendo (2) Servía en el pasado (3) Nunca ha servido (88) NS (98) NR OCUP4A. ¿A qué se dedica usted principalmente? ¿Está usted actualmente: [Leer alternativas] (1) Trabajando? [Siga] (2) No está trabajando en este momento pero tiene trabajo? [Siga] (3) Está buscando trabajo activamente? [Pase a Q10NEW] (4) Es estudiante? [Pase a Q10NEW] (5) Se dedica a los quehaceres de su hogar? [Pase a Q10NEW] (6) Está jubilado, pensionado o incapacitado permanentemente para trabajar? [Pase a Q10NEW] (7) No trabaja y no está buscando trabajo? [Pase a Q10NEW] (88) NS [Pase a Q10NEW] (98) NR [Pase a Q10NEW]

OCUP1A. En su ocupación principal usted es: [Leer alternativas] (1) Asalariado del gobierno o empresa estatal? (2) Asalariado en el sector privado? (3) Patrono o socio de empresa? (4) Trabajador por cuenta propia? (5) Trabajador no remunerado o sin pago? (88) NS

(98) NR (99) INAP

[ENTRÉGUELE AL ENTREVISTADO LA TARJETA “F”]

Q10NEW. ¿En cuál de los siguientes rangos se encuentran los ingresos familiares mensuales de este hogar, incluyendo las remesas del exterior y el ingreso de todos los adultos e hijos que trabajan? [Si no entiende, pregunte: ¿Cuánto dinero entra en total a su casa al mes?] (00) Ningún ingreso (01) Menos de 670 (02) Entre 670 – 1,000 córdobas (03) Entre 1,001 – 1,340 córdobas (04) Entre 1,341 – 2,000 córdobas (05) Entre 2,001 – 2,670 córdobas (06) Entre 2,671 – 3,010 córdobas (07) Entre 3,011 – 3,350 córdobas (08) Entre 3,351 – 4,010 córdobas (09) Entre 4,011 – 5,010 córdobas (10) Entre 5,011 – 6,010 córdobas (11) Entre 6,011 – 8,020 córdobas (12) Entre 8,021 – 12,030 córdobas (13) Entre 12,031 – 16,040 córdobas (14) Entre 16,041 – 20,050 córdobas (15) Entre 20,050 – 24,060 córdobas (16) Más de 24,060 córdobas (88) NS (98) NR

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Anexo C

Página | 315

[PREGUNTAR SOLO SI TRABAJA O ESTÁ JUBILADO/PENSIONADO/INCAPACITADO (VERIFICAR OCUP4A)] Q10G. ¿Y cuánto dinero usted personalmente gana al mes por su trabajo o pensión? [Si no entiende: ¿Cuánto gana usted solo, por concepto de salario o pensión, sin contar los ingresos de los demás miembros de su hogar ni las remesas u otros ingresos?] (00) Ningún ingreso (01) Menos de 670 (02) Entre 670 – 1,000 córdobas (03) Entre 1,001 – 1,340 córdobas (04) Entre 1,341 – 2,000 córdobas (05) Entre 2,001 – 2,670 córdobas (06) Entre 2,671 – 3,010 córdobas (07) Entre 3,011 – 3,350 córdobas (08) Entre 3,351 – 4,010 córdobas (09) Entre 4,011 – 5,010 córdobas (10) Entre 5,011 – 6,010 córdobas (11) Entre 6,011 – 8,020 córdobas (12) Entre 8,021 – 12,030 córdobas (13) Entre 12,031 – 16,040 córdobas (14) Entre 16,041 – 20,050 córdobas (15) Entre 20,050 – 24,060 córdobas (16) Más de 24,060 córdobas (88) NS (98) NR (99) INAP (No trabaja ni está jubilado)

[RECOGER TARJETA “F”] Q10A. ¿Usted o alguien que vive en su casa recibe remesas, es decir, ayuda económica del exterior? (1) Sí (2) No (88) NS (98) NR

Q14. ¿Tiene usted intenciones de irse a vivir o a trabajar a otro país en los próximos tres años? (1) Sí (2) No (88) NS (98) NR

Q10D. El salario o sueldo que usted recibe y el total del ingreso de su hogar: [Leer alternativas] (1) Les alcanza bien y pueden ahorrar (2) Les alcanza justo sin grandes dificultades (3) No les alcanza y tienen dificultades (4) No les alcanza y tienen grandes dificultades (88) [No leer] NS (98) [No leer] NR

Q10E. En los últimos dos años, el ingreso de su hogar: [Leer opciones](1) ¿Aumentó? (2) ¿Permaneció igual? (3) ¿Disminuyó? (88) NS (98) NR

CUESTIONARIOS PARES[FS2 Y FS8 DEBEN PREGUNTARSE SOLO A LOS ENTREVISTADOS CUYO NÚMERO DE CUESTIONARIO TERMINE CON NÚMERO PAR (“0” “2” “4” “6” ú “8”)] Ahora le voy a hacer unas preguntas relacionadas con la alimentación. No Sí NS NR INAP FS2. En los últimos 3 meses, por falta de dinero u otros recursos, alguna vez ¿en su hogar se quedaron sin alimentos?

0 1 88 98 99

FS8. En los últimos 3 meses, por falta de dinero u otros recursos, alguna vez, ¿usted o algún adulto en su hogar solo comió una vez al día o dejó de comer todo un día?

0 1 88 98 99

Q11. ¿Cuál es su estado civil? [Leer alternativas] (1) Soltero [Pasar a Q12C] (2) Casado [Siga] (3) Unión libre (acompañado) [Siga] (4) Divorciado [Pasar a Q12C] (5) Separado [Pasar a Q12C] (6) Viudo [Pasar a Q12C] (88) NS [Pasar a Q12C] (98) NR [Pasar a Q12C]

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

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GEN10. Pensando solo en usted y su pareja y en los salarios que ganan, ¿cuál de las siguientes frases describe mejor sus salarios? [Leer opciones] (1) Usted no gana nada y su pareja gana todo; (2) Usted gana menos que su pareja; (3) Usted gana más o menos lo mismo que su pareja; (4) Usted gana más que su pareja; (5) Usted gana todos los ingresos y su pareja no gana nada. (6) [NO LEER] Ningún ingreso salarial (88) NS (98) NR (99) INAP

Q12C. ¿Cuántas personas en total viven en su hogar en este momento? ________________ (88) NS (98) NR

Q12. ¿Tiene hijos(as)? ¿Cuántos? _________________ (00 = ninguno Pasar a ETID) (88) NS (98) NR

Q12B. ¿Cuántos hijos menores de 13 años viven en este hogar? _______________________ 00 = ninguno, (88) NS (98) NR (99) INAP (no tiene hijos) ETID. ¿Usted se considera una persona blanca, mestiza, indígena, negra, mulata, u otra? [Si la persona entrevistada dice Afro-nicaragüense, codificar como (4) Negra] (1) Blanca (2) Mestiza (3) Indígena (4) Negra (5) Mulata (7) Otra (88) NS (98) NR

LENG1. ¿Cuál es su lengua materna o el primer idioma que habló de pequeño en su casa? [acepte una alternativa, no más] [No leer alternativas] (501) Español/ castellano (502) Inglés (503) Mískito (506) Sumo o Mayangna (Twahka, Panamahka o Ulwa) (507) Rama (508) Garífuna (504) Otro (nativo) (505) Otro extranjero (88) NS (98) NR

WWW1. Hablando de otras cosas, ¿qué tan frecuentemente usa usted el Internet? [Leer alternativas] (1) Diariamente (2) Algunas veces a la semana (3) Algunas veces al mes (4) Rara vez (5) Nunca (88) [No leer] NS (98) [No leer] NR

Por propósitos estadísticos, ahora queremos saber cuánta información sobre política y el país tiene la gente…GI0. ¿Con qué frecuencia sigue las noticias, ya sea en la televisión, la radio, los periódicos o el Internet? [Leer opciones] (1) Diariamente (2) Algunas veces a la semana (3) Algunas veces al mes (4) Rara vez (5) Nunca (88) NS (98) NR

Correcto Incorrecto No

Sabe No

Responde

GI1. ¿Cómo se llama el actual presidente de los Estados Unidos de América? [NO LEER: Barack Obama, aceptar Obama]

1 2 88 98

GI4. ¿Cuánto tiempo dura el período presidencial en Nicaragua? [NO LEER: 5 años] 1 2 88 98

GI7. ¿Cuántos diputados tiene la Asamblea Nacional? [ANOTAR NÚMERO EXACTO. REPETIR SOLO UNA VEZ SI EL ENTREVISTADO NO RESPONDE.]

Número: _________ 8888 9888

Para finalizar, podría decirme si en su casa tienen: [Leer todos] R1. Televisor (0) No (1) Sí R3. Refrigeradora (0) No (1) Sí R4. Teléfono convencional /fijo/residencial (no celular) (0) No (1) Sí

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Anexo C

Página | 317

R4A. Teléfono celular (0) No (1) Sí R5. Vehículo. ¿Cuántos? [Si no dice cuántos, marcar “uno”.]

(0) No (1) Uno (2) Dos (3) Tres o más

R6. Lavadora de ropa (0) No (1) Sí R7. Microondas (0) No (1) Sí R8. Motocicleta (0) No (1) Sí R12. Agua potable dentro de la casa (0) No (1) Sí R14. Cuarto de baño dentro de la casa (0) No (1) Sí R15. Computadora (0) No [Ir a R16] (1) Sí R18. Servicio fijo de internet (pagado mensualmente)

(0) No (1) Sí (99) INAP

R16. Televisor de pantalla plana (0) No (1) Sí R26. ¿Está conectada a la red de aguas negras/ desagüe/ drenaje?

(0) No (1) Sí

Estas son todas las preguntas que tengo. Muchísimas gracias por su colaboración.

COLORR. [Una vez salga de la entrevista, SIN PREGUNTAR, por favor use la Paleta de Colores, e indique el número que más se acerca al color de piel de la cara del entrevistado] ______

(97) No se pudo clasificar [Marcar (97) únicamente, si por alguna razón, no se pudo ver la cara de la persona entrevistada]

|___|___|

Hora en la cual terminó la entrevista _______ : ______ |__|__|__|

TI. Duración de la entrevista [minutos, ver página # 1 _____________

INTID. Número de identificación del entrevistador: ____________ |__|__|__|

SEXI. Anotar el sexo suyo: (1) Hombre (2) Mujer

COLORI. Usando la Paleta de Colores, anote el color de piel suyo________ |___|___|

Yo juro que esta entrevista fue llevada a cabo con la persona indicada. Firma del entrevistador__________________ Fecha ____ /_____ /_____ Firma del supervisor de campo _________________ Comentarios: ____________________________________________________________________________________ ____________________________________________________________________________________ [No usar para PDA] Firma de la persona que digitó los datos __________________________________ [No usar para PDA] Firma de la persona que verificó los datos _______________________________

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 318

Tarjeta A

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10Izquierda Derecha

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Anexo C

Página | 319

Tarjeta B

7 Mucho

6

5

4

3

2

Nada 1

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 320

Tarjeta C

7 Muy de acuerdo

6

5

4

3

2

Muy en desacuerdo 1

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Anexo C

Página | 321

Tarjeta D

10 Aprueba firmemente

9

8

7

6

5

4

3

2 Desaprueba firmemente 1

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 322

Tarjeta F

(00) Ningún ingreso (01) Menos de 670 (02) Entre 670 – 1,000 córdobas (03) Entre 1,001 – 1,340 córdobas (04) Entre 1,341 – 2,000 córdobas (05) Entre 2,001 – 2,670 córdobas (06) Entre 2,671 – 3,010 córdobas (07) Entre 3,011 – 3,350 córdobas (08) Entre 3,351 – 4,010 córdobas (09) Entre 4,011 – 5,010 córdobas (10) Entre 5,011 – 6,010 córdobas (11) Entre 6,011 – 8,020 córdobas (12) Entre 8,021 – 12,030 córdobas (13) Entre 12,031 – 16,040 córdobas (14) Entre 16,041 – 20,050 córdobas (15) Entre 20,050 – 24,060 córdobas (16) Más de 24,060 córdobas

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Anexo C

Página | 323

Paleta de Colores

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Anexo D

Página | 325

Anexo D. Tablas de Regresión

Capítulo1

Gráfico11.DeterminantesdeniveleducativoenNicaragua Coeficiente Errorestándar t P>tUrbano 0.353 0.027 13.080 0.000Mujer ‐0.018 0.018 ‐1.020 0.309Colordepiel ‐0.060 0.022 ‐2.710 0.00726‐35años ‐0.056 0.025 ‐2.270 0.02436‐45años ‐0.161 0.023 ‐6.870 0.00046‐55años ‐0.219 0.024 ‐9.020 0.00056‐65años ‐0.291 0.024 ‐12.360 0.00066añosomás ‐0.333 0.023 ‐14.810 0.000Constante 0.000 0.026 0.010 0.996R‐cuadrado 0.277 N.decasos 1682

Gráfico14.DeterminantesdelingresopersonalenNicaragua Coeficiente Errorestándar t P>tUrbano 0.290 0.031 9.340 0.000Mujer ‐0.160 0.020 ‐7.970 0.000Colordepiel ‐0.020 0.029 ‐0.710 0.47926‐35años ‐0.027 0.029 ‐0.940 0.34636‐45años ‐0.035 0.028 ‐1.220 0.22246‐55años ‐0.050 0.027 ‐1.870 0.06356‐65años ‐0.100 0.028 ‐3.570 0.00066añosomás ‐0.080 0.024 ‐3.300 0.001Constante 0.003 0.029 0.110 0.916R‐cuadrado 0.121N.decasos 1587

Gráfico19.DeterminantesdeinseguridadalimentariaenNicaraguaCoeficiente Errorestándar t P>t

Urbano ‐0.021 0.035 ‐0.620 0.539Colordepiel ‐0.011 0.034 ‐0.320 0.752Mujer 0.138 0.039 3.540 0.00026‐35años 0.010 0.039 0.260 0.79636‐45años 0.108 0.041 2.610 0.01046‐55años 0.098 0.040 2.470 0.01456‐65años 0.092 0.037 2.490 0.01366añosomás 0.125 0.043 2.910 0.004Constante ‐0.079 0.039 ‐2.030 0.043R‐cuadrado 0.035 N.decasos 837

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 326

Gráfico23.Determinantesdevictimizaciónpordiscriminaciónautorreportadaenelempleo Coeficiente Errorestándar t P>t

Urbano 0.161 0.093 1.730 0.085Mujer ‐0.084 0.092 ‐0.920 0.359

Colordepiel ‐0.085 0.082 ‐1.040 0.299

26‐35años ‐0.007 0.102 ‐0.070 0.943

36‐45años 0.028 0.105 0.270 0.787

46‐55años ‐0.334 0.133 ‐2.510 0.013

56‐65años ‐0.614 0.210 ‐2.920 0.004

66añosomás ‐0.677 0.275 ‐2.470 0.014Constante ‐2.715 0.134 ‐20.320 0.000N.decasos 1557

Gráfico27.Determinantesdeactitudesacercadelapobrezaentregentedecolor

Coeficiente Errorestándar t P>tQuintilesderiqueza ‐0.052 0.093 ‐0.560 0.575

Educación ‐0.009 0.118 ‐0.080 0.937

Urbano ‐0.042 0.101 ‐0.420 0.676

Mujer 0.048 0.108 0.450 0.655

Colordepiel ‐0.046 0.080 ‐0.570 0.569

26‐35años ‐0.168 0.098 ‐1.720 0.087

36‐45años ‐0.088 0.095 ‐0.930 0.352

46‐55años ‐0.066 0.101 ‐0.660 0.512

56‐65años ‐0.404 0.139 ‐2.910 0.004

66añosomás ‐0.155 0.102 ‐1.510 0.131

Constante ‐1.254 0.112 ‐11.240 0.000

N.decasos 791

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Anexo D

Página | 327

Capítulo3

Gráfico48.DeterminantesdeeficaciainternaenNicaragua Coeficiente Errorestándar t P>t

Simpatizaconpartido 0.036 0.027 1.350 0.178Participacióncomunitaria 0.077 0.024 3.230 0.001Lídercomunitario 0.014 0.023 0.600 0.552Tamañodellugarderesidencia ‐0.033 0.027 ‐1.200 0.230Mujer ‐0.138 0.028 ‐4.940 0.000Mujerqueesamadecasa 0.003 0.032 0.110 0.914Edad 0.050 0.028 1.770 0.078Añosdeeducación 0.119 0.032 3.690 0.000Quintilesderiqueza ‐0.001 0.027 ‐0.020 0.980Interéspolítico 0.221 0.025 8.710 0.000Colordepiel 0.010 0.027 0.390 0.699Discriminadoporelgobierno 0.070 0.027 2.600 0.010Discriminadoenotrolugar ‐0.015 0.025 ‐0.590 0.554Constante 0.009 0.025 0.350 0.726R‐cuadrado 0.112 N.decasos 1568

Gráfico51.DeterminantesdeeficaciaexternaenNicaragua Coeficiente Errorestándar t P>t

Simpatizaconpartido 0.179 0.028 6.300 0.000

Participacióncomunitaria 0.087 0.025 3.470 0.001

Lídercomunitario 0.004 0.024 0.160 0.874Tamañodellugarderesidencia ‐0.036 0.028 ‐1.290 0.198Mujer 0.017 0.027 0.610 0.543Mujerqueesamadecasa ‐0.017 0.029 ‐0.570 0.571Edad ‐0.083 0.027 ‐3.050 0.002Añosdeeducación ‐0.058 0.031 ‐1.860 0.064Quintilesderiqueza ‐0.003 0.028 ‐0.110 0.911

Interéspolítico 0.104 0.028 3.680 0.000Colordepiel 0.043 0.025 1.710 0.089Discriminadoporelgobierno ‐0.083 0.026 ‐3.190 0.002

Discriminadoenotrolugar 0.017 0.024 0.680 0.498

Constante 0.014 0.026 0.560 0.579R‐cuadrado 0.088 N.decasos 1547

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 328

Gráfico52.DeterminantesdelacreenciaenlarepresentaciónenNicaragua Coeficiente Errorestándar t P>t

Simpatizaconpartido 0.111 0.035 3.190 0.002Participacióncomunitaria 0.043 0.036 1.200 0.233Lídercomunitario 0.028 0.034 0.840 0.402Tamañodellugarderesidencia ‐0.080 0.036 ‐2.220 0.027Mujer 0.053 0.061 0.870 0.386Mujerqueesamadecasa ‐0.026 0.074 ‐0.350 0.730Edad ‐0.106 0.033 ‐3.170 0.002Añosdeeducación ‐0.151 0.041 ‐3.710 0.000Quintilesderiqueza ‐0.007 0.032 ‐0.200 0.838Interéspolítico 0.225 0.037 6.080 0.000Colordepiel ‐0.001 0.030 ‐0.020 0.981Discriminadoporelgobierno ‐0.137 0.034 ‐4.040 0.000Discriminadoenotrolugar 0.026 0.036 0.730 0.464Constante 0.025 0.042 0.600 0.550R‐cuadrado 0.137 N.decasos 792

Gráfico55.DeterminantesdeapoyoalsistemapolíticoenNicaragua Coeficiente Errorestándar t P>tTamañodellugarderesidencia ‐0.034 0.028 ‐1.220 0.223Mujer 0.078 0.031 2.510 0.013Mujerqueesamadecasa 0.004 0.031 0.130 0.897Edad ‐0.058 0.027 ‐2.110 0.036Añosdeeducación ‐0.089 0.032 ‐2.790 0.006Quintilesderiqueza ‐0.065 0.027 ‐2.450 0.015Interéspolítico 0.178 0.027 6.540 0.000Indígena 0.020 0.023 0.840 0.400Negro 0.009 0.023 0.380 0.707Mestizo 0.000 0.027 0.000 0.998Discriminadoporelgobierno ‐0.102 0.028 ‐3.690 0.000Discriminadoenotrolugar ‐0.030 0.026 ‐1.140 0.256Simpatizaconpartido 0.166 0.026 6.370 0.000Participacióncomunitaria 0.068 0.026 2.640 0.009Lídercomunitario ‐0.013 0.023 ‐0.560 0.577Constante 0.016 0.026 0.600 0.547R‐cuadrado 0.129 N.decasos 1578

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Anexo D

Página | 329

Gráfico57.DeterminantesdeapoyoalademocraciaenNicaragua Coeficiente Errorestándar t P>t

Tamañodellugarderesidencia ‐0.075 0.029 ‐2.580 0.010Mujer ‐0.014 0.030 ‐0.460 0.645Mujerqueesamadecasa ‐0.014 0.036 ‐0.380 0.704Edad 0.085 0.031 2.760 0.006Añosdeeducación 0.021 0.036 0.600 0.552Quintilesderiqueza ‐0.023 0.030 ‐0.750 0.455Interéspolítico 0.074 0.029 2.510 0.013Indígena 0.003 0.031 0.090 0.927Negro ‐0.008 0.026 ‐0.310 0.758Mestizo ‐0.025 0.027 ‐0.910 0.363Discriminadoporelgobierno 0.042 0.028 1.540 0.126Discriminadoenotrolugar ‐0.068 0.028 ‐2.460 0.014Simpatizaconpartido 0.036 0.028 1.270 0.205Participacióncomunitaria ‐0.037 0.028 ‐1.340 0.180Lídercomunitario ‐0.006 0.029 ‐0.210 0.836Constante 0.001 0.029 0.050 0.964R‐cuadrado 0.026 N.decasos 1550

Gráfico60.DeterminantesdelaparticipaciónenprotestasenNicaragua Coeficiente Errorestándar t P>t

Tamañodellugarderesidencia 0.205 0.096 2.130 0.034Mujer ‐0.017 0.104 ‐0.160 0.871Mujerqueesamadecasa ‐0.309 0.146 ‐2.120 0.035Edad 0.092 0.106 0.870 0.386Añosdeeducación ‐0.080 0.103 ‐0.780 0.436Quintilesderiqueza 0.450 0.099 4.560 0.000Colordepiel 0.161 0.098 1.640 0.102Discriminadoporelgobierno 0.260 0.086 3.020 0.003Discriminadoenotrolugar 0.122 0.095 1.280 0.200Participacióncomunitaria 0.123 0.100 1.240 0.217Lídercomunitario 0.059 0.081 0.720 0.471Simpatizaconpartido 0.493 0.133 3.720 0.000Constante ‐2.824 0.130 ‐21.800 0.000N.decasos 1582

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 330

Capítulo4

Gráfico67.DeterminantesdevictimizaciónporcorrupciónenNicaragua Coeficiente Errorestándar t P>t

Niveldeeducación ‐0.012 0.098 ‐0.120 0.904Tamañodellugarderesidencia 0.258 0.080 3.230 0.001Percepcióndelasituacióneconómicafamiliar ‐0.111 0.086 ‐1.290 0.199

Mujer ‐0.432 0.079 ‐5.500 0.000

Edad ‐0.215 0.077 ‐2.790 0.006

Quintilesderiqueza 0.216 0.093 2.320 0.021

Colordepiel ‐0.072 0.078 ‐0.920 0.358

Constante ‐2.174 0.087 ‐25.110 0.000

N.decasos 1677

Gráfico76.DeterminantesdeVictimizaciónporcrimenenNicaragua Coeficiente Errorestándar t P>t

Niveldeeducación 0.161 0.100 1.600 0.110

Edad ‐0.133 0.080 ‐1.670 0.097Tamañodellugarderesidencia 0.447 0.076 5.850 0.000Percepcióndelasituacióneconómicafamiliar ‐0.229 0.074 ‐3.080 0.002

Mujer ‐0.211 0.071 ‐2.950 0.003

Quintilesderiqueza 0.198 0.089 2.210 0.028Colordepiel ‐0.010 0.072 ‐0.140 0.891

Constante ‐2.001 0.080 ‐25.060 0.000

N.decasos 1676

Gráfico78.DeterminantesdeapoyoalsistemaenNicaragua Coeficiente Errorestándar t P>t

Niveldeeducación ‐0.081 0.025 ‐3.220 0.001Tamañodellugarderesidencia ‐0.012 0.026 ‐0.450 0.650Colordepiel 0.027 0.022 1.220 0.223Mujer 0.067 0.023 2.850 0.005Percepcióndeinseguridad ‐0.034 0.026 ‐1.330 0.184Víctimadelincuencia ‐0.097 0.026 ‐3.730 0.000Percepcióndecorrupción ‐0.172 0.025 ‐6.860 0.000Victimizaciónporcorrupción ‐0.098 0.028 ‐3.500 0.001Participacióncomunitaria 0.061 0.024 2.590 0.010Simpatizaconpartido 0.159 0.026 6.160 0.000Interéspolítico 0.171 0.027 6.450 0.000Constante 0.006 0.026 0.230 0.817R‐cuadrado 0.169 N.decasos 1545

Gráfico82.DeterminantesdeapoyoalEstadodederechoenNicaragua

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Anexo D

Página | 331

Coeficiente Errorestándar t P>tVictimizaciónporcorrupción 0.024 0.057 0.410 0.680Víctimadelincuencia ‐0.110 0.053 ‐2.070 0.040

Niveldeeducación ‐0.226 0.070 ‐3.210 0.001Tamañodellugarderesidencia ‐0.005 0.066 ‐0.080 0.939

Colordepiel ‐0.043 0.055 ‐0.780 0.438Mujer 0.113 0.051 2.240 0.026Quintilesderiqueza 0.074 0.067 1.100 0.270Confianzainterpersonal 0.073 0.054 1.350 0.177Ideología 0.047 0.055 0.860 0.392Constante 0.619 0.066 9.430 0.000N.decasos 1445

Capítulo5

Gráfico90.DeterminantesdelatoleranciapolíticaenNicaragua Coeficiente Errorestándar t P>t

Percepcióndelasituacióneconómicanacional ‐0.016 0.025 ‐0.640 0.521

Percepcióndelasituacióneconómicapersonal ‐0.003 0.027 ‐0.120 0.903

SimpatizaconFSLN ‐0.117 0.026 ‐4.480 0.000

Simpatizaconcualquierpartidoliberal 0.067 0.023 2.940 0.004Percepcióndeinseguridad ‐0.012 0.025 ‐0.490 0.628

Víctimadelincuencia 0.002 0.025 0.070 0.942Frecuenciadeasistenciaalaiglesia 0.007 0.028 0.250 0.803Importanciadelareligión 0.068 0.025 2.670 0.008Apoyoalademocracia 0.201 0.026 7.880 0.000Niveldeeducación 0.016 0.030 0.550 0.582Quintilesderiqueza 0.029 0.026 1.110 0.267Colordepiel 0.051 0.024 2.120 0.035Mujer ‐0.071 0.022 ‐3.210 0.001

Constante 0.004 0.024 0.160 0.871R‐cuadrado 0.076 N.decasos 1586

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 332

Gráfico94.DeterminantesdeactitudeshaciaunademocraciaestableenNicaragua Coeficiente Errorestándar t P>t

Víctimadelincuencia ‐0.046 0.058 ‐0.800 0.426

Percepcióndeinseguridad 0.076 0.058 1.320 0.188Percepcióndecorrupción ‐0.030 0.055 ‐0.540 0.588

Victimizaciónporcorrupción ‐0.151 0.059 ‐2.550 0.011

Percepcióndelasituacióneconómicafamiliar 0.103 0.061 1.680 0.094Mujer ‐0.020 0.053 ‐0.380 0.702Quintilesderiqueza ‐0.028 0.065 ‐0.430 0.670

Edad 0.026 0.065 0.400 0.690Niveldeeducación ‐0.055 0.073 ‐0.760 0.450

Tamañodellugarderesidencia 0.162 0.056 2.890 0.004Aprobacióndeltrabajodelpresidente 0.259 0.067 3.860 0.000Interéspolítico 0.145 0.062 2.330 0.020SimpatizaconFSLN ‐0.012 0.067 ‐0.180 0.857

Simpatizaconcualquierpartidoliberal ‐0.055 0.065 ‐0.850 0.398

Constante ‐0.721 0.054 ‐13.250 0.000N.decasos 1555

Gráfico100.DeterminantesdeapoyoalademocraciaenNicaragua Coeficiente Errorestándar t P>tToleranciapolítica 0.206 0.025 8.160 0.000Apoyoalsistema 0.099 0.028 3.520 0.001Interéspolítico 0.034 0.029 1.180 0.237Aprobacióndeltrabajodelpresidente 0.071 0.033 2.160 0.032Mujer ‐0.028 0.022 ‐1.250 0.214Edad 0.075 0.028 2.620 0.009Añosdeeducación 0.018 0.033 0.560 0.579Quintilesderiqueza ‐0.018 0.027 ‐0.670 0.505Colordepiel ‐0.021 0.022 ‐0.990 0.323Tamañodellugarderesidencia ‐0.053 0.027 ‐1.980 0.049SimpatizaconFSLN 0.017 0.028 0.610 0.539Simpatizaconcualquierpartidoliberal 0.031 0.027 1.140 0.254Constante ‐0.005 0.027 ‐0.200 0.844R‐cuadrado 0.072 N.decasos 1604

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Anexo D

Página | 333

Capítulo6

Gráfico106.FactoresasociadosconlapeticióndesolicitudesalgobiernolocalenNicaragua Coeficiente Errorestándar t P>t

Confianzaenelgobiernolocal 0.055 0.078 0.700 0.483Asistióaunareuniónlocal 0.502 0.061 8.290 0.000Percepcióndelasituacióneconómicafamiliar ‐0.334 0.090 ‐3.690 0.000

Niveldeeducación 0.054 0.096 0.560 0.574Mujer ‐0.063 0.077 ‐0.820 0.415Edad ‐0.031 0.077 ‐0.410 0.683Quintilesderiqueza 0.021 0.089 0.230 0.817Tamañodellugarderesidencia ‐0.184 0.091 ‐2.010 0.045

Constante ‐1.992 0.089 ‐22.450 0.000N.decasos 1670

Gráfico115.SatisfacciónconlosservicioslocalesyapoyoalsistemaenNicaragua Coeficiente Errorestándar t P>t

Evaluacióndelosserviciosdelosgobiernoslocales 0.158 0.024 6.600 0.000Aprobacióndeltrabajodelpresidente 0.376 0.023 16.260 0.000Interéspolítico 0.138 0.023 6.100 0.000Percepcióndelasituacióneconómicafamiliar 0.017 0.024 0.730 0.465Niveldeeducación ‐0.079 0.027 ‐2.920 0.004Mujer 0.060 0.022 2.780 0.006Edad ‐0.007 0.025 ‐0.280 0.782Quintilesderiqueza ‐0.087 0.025 ‐3.510 0.001Tamañodellugarderesidencia ‐0.061 0.026 ‐2.310 0.021Constante 0.002 0.024 0.100 0.921R‐cuadrado 0.273 N.decasos 1580

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Cultura política de la democracia en Nicaragua, 2012

Página | 334

Capítulo8

Gráfico157.Participaciónpolítica Coeficiente Errorestándar t P>t

Edad 0.003 0.030 0.100 0.923Últimoañodeeducaciónaprobado 0.111 0.042 2.670 0.008Estándardevida(porartefactosdelhogar) 0.040 0.037 1.080 0.280Colordepiel 0.051 0.028 1.830 0.068Nivelpromediodeactivismoenlasociedadcivil 0.150 0.029 5.150 0.000NiveldereunionesdeunCPC 0.251 0.034 7.320 0.000Niveldeactivismoenasociaciónogrupodemujeres 0.103 0.030 3.410 0.001Ejerceliderazgoenorganizacionescomunales 0.093 0.031 2.990 0.003SimpatizaconFSLN 0.151 0.028 5.300 0.000Recibeasistenciapública ‐0.016 0.027 ‐0.580 0.566Niveldeinformaciónpolítica 0.047 0.035 1.370 0.171Frecuenciadeseguirlasnoticias 0.005 0.023 0.200 0.842Interéspolítico 0.175 0.032 5.430 0.000Losgobernantesestáninteresadosenloquepiensalagente ‐0.036 0.027 ‐1.320 0.187Sientequeentiendelosasuntosmásimportantesdelpaís 0.108 0.028 3.910 0.000Constante ‐0.064 0.027 ‐2.360 0.019R‐cuadrado 0.426 N.decasos 769 Capítulo9

Gráfico163.Identificaciónpartidistaalolargodeltiempo Coeficiente Errorestándar t P>t

Mujer 0.063 0.086 0.740 0.461Edad 0.628 0.101 6.210 0.000Últimoañodeeducaciónaprobado 0.479 0.116 4.120 0.000Estándardevida(porartefactosdelhogar) 0.019 0.118 0.170 0.869Tamañodellugarderesidencia ‐0.216 0.102 ‐2.120 0.035SimpatizaconFSLN 0.560 0.093 6.020 0.000Simpatizaconcualquierpartidoliberal 0.013 0.071 0.190 0.852Interéspolítico 0.405 0.100 4.040 0.000Niveldeinformaciónpolítica 0.255 0.093 2.730 0.007Frecuenciadeseguirlasnoticias 0.027 0.074 0.360 0.716Percepcióndelasituacióneconómicapersonal ‐0.060 0.087 ‐0.700 0.486Percepcióndelasituacióneconómicanacional 0.142 0.088 1.620 0.107Creepaísestáencaminadoenladireccióncorrecta 0.004 0.085 0.050 0.962Aprobacióndeltrabajodelpresidente 0.002 0.092 0.020 0.980Elgobiernoactualmanejabienlaeconomía ‐0.026 0.093 ‐0.280 0.779Apoyaalademocraciacomomejorsistemadegobierno ‐0.016 0.076 ‐0.210 0.833Participaciónpararesolverproblemacomunal ‐0.023 0.091 ‐0.260 0.796Niveldeactivismoenorganizaciónreligiosa ‐0.035 0.078 ‐0.440 0.657Niveldeactivismoenasoc.depadresdefamilia 0.195 0.083 2.360 0.019Niveldeactivismoencomitédemejoras 0.192 0.099 1.940 0.054Activismoasoc.deprof.,negocios,productores 0.069 0.090 0.770 0.444Niveldeactivismoenungrupodeportivo ‐0.050 0.085 ‐0.590 0.556NiveldeactividadenreunionesdeunCPC 0.199 0.119 1.670 0.097Liderazgoenorganizacionescomunales 0.012 0.095 0.130 0.901Constante 1.795 0.104 17.310 0.000N.decasos 1388

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Anexo D

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Gráfico167.InfluenciassobrelaintencióndelvotoporelFSLNsilaelecciónfuera“lapróximasemana”

Coeficiente Errorestándar t P>tPorcentajequevotóenlasúltimaselecciones 0.471 0.098 4.810 0.000Mujer ‐0.002 0.093 ‐0.020 0.987Edad ‐0.079 0.115 ‐0.690 0.491Últimoañodeeducaciónaprobado ‐0.115 0.115 ‐1.010 0.315Estándardevida(porartefactosdelhogar) ‐0.029 0.125 ‐0.230 0.816Tamañodellugarderesidencia 0.039 0.115 0.340 0.733SimpatizaconFSLN 1.284 0.093 13.860 0.000Simpatizaconcualquierpartidoliberal ‐0.225 0.125 ‐1.790 0.074Percepcióndelasituacióneconómicapersonal ‐0.152 0.110 ‐1.380 0.167Percepcióndelasituacióneconómicanacional 0.079 0.102 0.770 0.442Creepaísestáencaminadoenladireccióncorrecta ‐0.006 0.102 ‐0.060 0.952Aprobacióndeltrabajodelpresidente 0.555 0.115 4.850 0.000Elgobiernoactualmanejabienlaeconomía 0.680 0.112 6.070 0.000Apoyaalademocraciacomomejorsistemadegobierno ‐0.321 0.089 ‐3.610 0.000Participaciónpararesolverproblemacomunal 0.035 0.095 0.360 0.717Niveldeactivismoenorganizaciónreligiosa 0.063 0.088 0.720 0.470Niveldeactivismoenasoc.depadresdefamilia 0.192 0.088 2.170 0.031Niveldeactivismoencomitédemejoras 0.116 0.112 1.030 0.302Activismoasoc.deprof.,negocios,productores ‐0.113 0.100 ‐1.130 0.259Niveldeactivismoenungrupodeportivo 0.027 0.102 0.260 0.792NiveldeactividadenreunionesdeunCPC 0.031 0.107 0.290 0.769Liderazgoenorganizacionescomunales ‐0.065 0.095 ‐0.690 0.493

Constante 0.264 0.094 2.810 0.005N.decasos 1254

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