Cultura y Droga No18_completa

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CULTURA Y DROGA cult.drog. Manizales - Colombia Año 16 No. 18 334 p. enero - diciembre 2011 ISSN 0122-8455

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CULTURA Y DROGA

cult.drog. Manizales - Colombia Año 16 No. 18 334 p. enero - diciembre 2011 ISSN 0122-8455

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UNIVERSIDAD DE CALDASREVISTA CULTURA Y DROGAISSN 0122-8455Fundada en 1997Periodicidad AnualTiraje 300 ejemplaresAño 16 No. 18, 334 p.Enero - Diciembre, 2011Manizales - Colombia

RectorUniversidad de CaldasRicardo Gómez GiraldoVicerrectora AcadémicaLuz Amalia Ríos VásquezVicerrector de Investigaciones y PostgradosCarlos Emilio García DuqueVicerrector AdministrativoFabio Hernando Arias OrozcoVicerrectora de Proyección UniversitariaFanny Osorio GiraldoDecano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y SocialesEdgar David Serrano MoyaDirector del Departamento de Antropología y SociologíaFernando Cantor Amador

Director RevistaJorge Ronderos ValderramaSociólogo, M.Sc.Universidad de Caldas

COMITÉ EDITORIALTulio Marulanda MejíaMédico, M.Sc.Universidad de CaldasMaría Mercedes Molina H.Historiadora, Ph.D.Universidad Nacional de Colombia, Sede MedellínJosep M. Fericgla GonzálezAntropólogo, Ph.D.Societat d’Etnopsicologia Aplicada i Studis CognitiusAna Patricia Noguera de EcheverriFilosofa, Ph.D.Universidad Nacional de Colombia sede ManizalesCésar Moreno BaptistaDoctor en AntropologíaUniversidad de Caldas

COMITÉ CIENTÍFICOConstantino Manuel TorresArqueólogo, Ph.D.Universidad Internacional de la Florida, USA.Jonathan OttQuímico y EtnobotánicoNatural Products Company, Veracruz - MéxicoJim A. BaumlBiologist, Ph.D.Angeles Arboretum and Botanic Garden, USA.Ana María LlamazaresAntropóloga, M.Sc.Fundación desde América, Buenos Aires - ArgentinaManuel Villaescuza de los HerosPsicólogo, M.Sc.Societat d’Etnopsicologia Aplicada i Studis Cognitius

Joaquín Muñoz de MendozaAntropólogo, Ph.D.Fundación Eduard Seler, San Luis Potosí - MéxicoJorge Echeverri GonzálezFilósofo, M.Sc.Universidad de Caldas - Universidad Nacional de Colombia sede ManizalesJorge Eduardo Duque ParraNeurociencia y Comportamiento, Ph.D.Universidad de CaldasLuis Miguel ÁlvarezIngeniero Agrónomo, M.Sc.Universidad de CaldasBeatriz Acevedo HolguínGerencia y sistemas, Ph.D.University of Hull, UKGiorgio SamoriniEtnomicólogoDirector Revista Eleusis, ItaliaDanilo AntónGeógrafo, Ph.D.Consultor CREFAL, México.Montevideo, UruguayGuillherme OliveiraPh.D. Genomics and Computational Bilogy GroupFiocruz, Brasil

COMITÉ TÉCNICOJuan David Giraldo MárquezCoordinador Comité TécnicoRaúl Andrés JaramilloCorrección de estiloSilvia L. SpaggiariCorrectora de abstractsCarolina Gil PalaciosDiagramaciónCarlos Eduardo Tavera PinzónSoporte técnico

Diseño Ilustración PortadaSergio Gomez Laboratorio de Diseño Visual, Universidad de Caldas

Montaje Diseño de PortadaCarolina Gil Palacios

Editado por:Universidad de CaldasVicerrectoría de Investigaciones y Postgrados

Acceso en línea:http://culturaydroga.ucaldas.edu.co

VENTAS, SUSCRIPCIONES y CANJESVicerrectoría de Investigaciones y PostgradosUniversidad de Caldas - Sede CentralCalle 65 No 26 - 10Apartado Aéreo: 275Teléfonos: (+6) 8781500 ext. 11222-11622E-mail: [email protected]@ucaldas.edu.coManizales – Colombia

La responsabilidad de lo expresado en cada artículo es exclusiva del autor y no expresa ni compromete la posición de la revista.

El contenido de esta publicación puede reproducirse citando la fuente.

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Publicación anual del Grupo de Investigación Cultura y Droga de la Universidad de Caldas. Está adscrita al Departamento de Antropología y Sociología de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Caldas. Presenta artículos científicos e información de actualidad sobre investigación y desarrollo de conocimientos y experiencias referentes a las fuentes y aplicaciones culturales de drogas en sociedades humanas pasadas y presentes. Acoge artículos de diversas disciplinas: sociales y humanas, naturales, médicas, artísticas, filosóficas, botánicas. Igualmente, conocimientos indígenas tradicionales. Se divulga por medio de canje y actividades académicas de la Universidad.

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EditorialCultura y Droga: Miradas alternativas: bioética, salud, espiritualidad y etnicidadesJorge Ronderos Valderrama

INVESTIGACIÓN y ProduCCIÓN INTElECTuAl

MENOS CHOQUE Y MÁS TERAPIAJohn Ranard

POLÍTICA Y ESTÉTICA FOTOGRÁFICA: UNA DOCUMENTACIÓN CRÍTICA DE LA EPIDEMIA DE VIH ENTRE INYECTORES DE HEROÍNA EN RUSIA Y ESTADOS UNIDOSJeffrey Schonberg y Philippe Bourgois

ÉXTASIS: PRELIMINARES SOBRE SU CONSUMO EN EL CASO GUAYAQUILEÑOXavier Andrade Andrade

HISTORIA, POLÍTICA Y REFLEXIÓN: HACIA EL HOMBRE META-HISTÓRICO. PRIMERA PARTEJoaquín A. Muñoz Mendoza

EL SICARIO: MÉXICO-COLOMBIAUlises Pineda Miranda y Enrique David Martínez Castañeda

ETNOFARMACOGNOSIAS Y ESTADOS MODIFICADOS DE CONCIENCIA (EMC) COMO POTENCIAL COGNITIVO EN LAS DINÁMICAS INTERCULTURALESJorge Ronderos Valderrama

MEDICINA DE LA TIERRA: EL SENDERO DE LA MADRE ANCESTRALWilliam Torres

REVISIÓN DE LA LEGISLACIÓN REFERENTE A LAS DROGAS EN COLOMBIA DESDE 1920 HASTA 1994Federico Cárdenas Jiménez

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CoNtENidoPABLO AMARINGO. ANÁLISIS Y COMENTARIOS DE SU OBRAHugo Fernando Tangarife Puerta

CORRIDOS AL OLEOElina Chauvet

VI SImPoSIo INTErNACIoNAl CulTurA y droGA BIoéTICA, SAlud, ESPErITuAlIdAd y ETNICIdAdES mANIzAlES oCTuBrE 12 Al 14 dE 2011

PERFORMANCE BODY PAINT “EL CUERPO COMO VÍA DE EXPRESIÓN”

DROGAS ENTRE ADOLESCENTES DE PORTO ALEGRE, RIO GRANDE DO SUL, BRASIL-SOB O PONTO DE VISTA BIOÉTICOIvan Sérgio Feloniuk

CORPORALIDADES, FEMINIDADES Y DROGAS PROSCRITASJanis Tatiana Restrepo Duque

“LOS OJOS DE LA PASTORA” Y EL PODER DE LA ADIVINACIÓN. SALVIA DIVINORUM, Y “LA DROGA DE LA CULTURA YOUTUBE”John H. Arcia G.

CANTOS CURATIVOS CHAMÁNICOS QUE HACEN VER Y SU REPRESENTACIÓN PERFORMÁTICA INTERACTIVAMauricio Rivera Henao

PERFORMANCE “EL CÍRCULO M.A.R (MEDITACIÓN-ACCIÓN-REFLEXIÓN)” Y CORTOMETRAJE EXPERIMENTAL “VACÍO”James Delgado

ADICCIÓN Y TRANSFORMACIÓN ESPIRITUAL UNA INTRODUCCIÓN A LA IBOGAÍNAHoward Marks M.

REFLEJOS PSÍQUICOS Y VISIONARIOSHugo Fernando Tangarife, Duván Rivera Arcila

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CoNtENidoLA BIOÉTICA, NUEVA PERSPECTIVA DE CULTURAS Y DROGAS: UNA REFLEXIÓN NECESARIA Zoila Rosa Franco Peláez

LA EXPERIENCIA ORIGINARIA DE LO OTRO. UNA MIRADA HERMENÉUTICAAdolfo León Grisales Vargas

ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE LAS REPRESENTACIONES SOCIALES DEL CONSUMO DE DROGASMónica Aristizábal Gómez, Luisa Fernanda Gómez García y Óscar Hernando Gaviria Giraldo

EL ARTE COMO FORMA DE SANACIÓN. “EL SAHUMERIO”

COSMOVISIÓN SALUD-ENFERMEDAD Y CONTRADICTORIOS MARCOS LEGALES DE LA CORTE CONSTITUCIONALAlba Lucía Vélez Arango

¿ES POSIBLE LA INSTITUCIONALIZACIÓN DE LA MEDICINA DEL YAGÉ?Ricardo Díaz Mayorga

NorMaS EditorialES Author Guidelines

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Como es usual nuestra revista divulga y promueve la producción científica, intelectual y artística tanto de investigadores, profesores y estudiantes de postgrado, como la producción de estudiantes de pregrado, y desde luego las actividades académicas del grupo y la línea de investigación articuladas a la Maestría Culturas y Droga, además de los procesos que desarrollan en torno a su trabajo y proyección los semilleros: Visionari@s y Plantas y Arte. Ha sido vital para mantener la producción ordinaria de la revista, el apoyo de la Vicerrectoría de Investigaciones y Postgrados a través del programa de Revistas Científicas, y el apoyo de la Facultad de Ciencias jurídicas y Sociales. Invitamos a nuestros lectores a leer con atención y según sus preferencias, los artículos y demás escritos aquí publicados, en especial, a compartir sus apreciaciones y comentarios críticos con los autores o con la dirección de la revista.

Este número presenta dos secciones: 1) la producción investigativa y científica recibida y evaluada por los investigadores y artistas, y 2) los textos de las conferencias, ponencias, reseñas de performances, presentados en el marco del VI Simposio Internacional Cultura y Droga, cuya temática titula este editorial. Simposio realizado entre el 12 y 14 de Octubre de 2011 en la Universidad de Caldas, y que se ilustra con el programa desarrollado en la sección correspondiente. Igualmente, la imagen del simposio en la caratula y las secciones de la misma, es utilizada para la diagramación de la revista.

Editorial

CUltUra Y droGa:MiradaS altErNatiVaS: BioÉtiCa, SalUd, ESPiritUalidad Y EtNiCidadES

Jorge Ronderos Valderrama

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Destaco de la primera sección los artículos de Burgoux, y las ilustraciones del texto que fueron autorizadas por el artista Ranard, gracias a la mediación e interés manifestado a través de Xavier Andrade, antropólogo ecuatoriano coordinador de la Maestría en Antropología Visual de la FLACSO, quien además publica un artículo como resultado de sus trabajos etnográficos. Debe resaltarse la publicación de investigadores y artistas de México y Colombia, los cuales exploran dimensiones estéticas y espirituales a través de legados ancestrales, como el caso del antropólogo y líder espiritual de la maloca Nabi Nunhue, William Torres (Kajuyali Tsamani). Completan esta sección los artículos producto del desarrollo investigativo y curricular de la Maestría.

En la segunda sección, están los textos de conferencias y ponencias del VI Simposio Internacional Cultura y Droga, el cual contó con el apoyo del Instituto Colombiano de Crédito Educativo y Estudios en el Exterior: ICETEX, y en especial de la Universidad de Caldas, la decanatura de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, la Oficina de Internacionalización adscrita a la rectoría, la Vicerrectoría de Proyección Universitaria, Bienestar universitario, Oficina de prensa y sección de Servicios universitarios. Los textos están ordenados según los ejes temáticos del simposio: 1) Libertad, auto cuidado, consumo y adicción en el uso de sustancias psicoactivas. 2) Espiritualidad, arte y curación con enteógenos y/o sustancias psicoactivas visionarias en marcos rituales. 3) Salud, enfermedad, participación y atención básica en salud y medicinas ancestrales.

Los anteriores ejes se definieron a partir de los contenidos generales del simposio que aprobó la comisión académica del mismo: 1) Bioética como campo de conocimiento interdisciplinario en las dinámicas interculturales de salud y enfermedad. 2) Espiritualidad y arte en la salud y la enfermedad: los marcos rituales y las tradiciones ancestrales. 3) Culturas y drogas psicoactivas en sociedades multiétnicas. 4) El prohibicionismo de algunas drogas psicoactivas, vida en las sociedades contemporáneas y el medio ambiente.

A continuación resalto algunos apartes del texto de mi autoría leído en la apertura del VI Simposio Internacional Cultura y Droga, el 12 de Octubre de 2011, el cual apunta al título de este editorial.

¿Qué relación existe entre los estilos de vida diversos hoy en nuestras sociedades y la diversidad en la mente y la conducta humana y sociocultural en los diversos contextos de salud y enfermedad? ¿Cómo abordar los estilos de

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vida en relación con pautas, hábitos y conductas compulsivas (¿adicciones?) en diversos contextos étnicos? ¿Qué patrones éticos predominan? ¿Los dominantes en nuestra sociedad occidental puritanos y judeo-cristianos, son los más adecuados para interpretar en la relación culturas y drogas, la construcción y desarrollo de métodos pedagógicos de procesos comprensivos y solidarios, libertarios y autónomos en lo diverso, incluyentes en la defensa y legitimidad de la dignidad humana? ¿Acaso los fundamentalismos ideológicos homogenizantes y excluyentes, no constituyen nuevas “ídolas” u obstáculos, respecto al avance científico para investigar con mayor rigor y objetividad los efectos de las drogas prohibidas en la conducta y los conflictos humanos y sociales contemporáneos? ¿Cómo contextualizar estas relaciones y dinámicas socioculturales, en lo cual situamos a la ciencia y la tecnología, lo económico y lo político, en una sociedad supuestamente democrática y moderna y defensora de los derechos humanos?

Varios, por fortuna, han sido los abordajes y enfoques en las ciencias contemporáneas, pero es claro que los “hechos apuntan a que el sistema cultural de las sociedades modernas, aparece diversificado en varias pautas internamente congruentes, cada una de las cuales caracteriza a específicos segmentos de la sociedad... y hay cierto consenso en denominar estilos de vida a esas maneras diferenciales de vivir y con el menos grado de consenso, socio tipos a los respectivos segmentos sociales que se asocian a ello los estilos de vida pertenecen al ámbito de la cultura” y se acomodan a patrones de conocimiento, sentimientos, comunicación y conducta socialmente compartido... lo cual lo hace transcender al ámbito psicológico y tiene reflejos en las estructuras sociales (Salazar, 2004: 125).

La bioética es una reflexión crítica sobre los valores y principios que guían nuestras decisiones y comportamientos.

Es una parte de la ética, pero es también algo más que ética. Fenómeno social y actividad pluridisciplinar que procura armonizar el uso de las ciencias biomédicas y sus tecnologías con los derechos humanos, en relación con los valores y principios éticos universalmente proclamados, se encuentra hoy en la encrucijada entre la manipulación de la vida y la atención de la salud y el bienestar de las personas (Tinant, 2002).

A partir de estos conceptos se pueden interpretar elementos importantes dentro de la bioética, uno de ellos es la búsqueda de un camino alternativo de vida, donde exista

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un respeto sincero por la existencia del hombre y la naturaleza. Conviene resaltar los principios de la bioética: justicia, autonomía, beneficencia no maleficencia (no hacer daño). (…) Igual sus características: pluralidad, reconocimiento de la diversidad, interdisciplinariedad, tolerancia, respecto activo a la diferencia, secularidad (…).

En este contexto el tema de las drogas, en especial las psicoactivas: en sus aplicaciones y funciones, sus diversas modalidades de consumo, y en especial las proscritas, se han considerado como factores de alto riesgo, con peligrosos efectos para la salud pública, aunado a otros factores de tipo político, social, y económico, al punto que en Colombia, el Congreso modifica el artículo 49 de la Constitución Política (por medio del Acto Legislativo 002 de 2009). Generando diversas reacciones polémicas; unas de afirmación y apoyo a esta medida, para fortalecer el prohibicionismo coherente con las políticas emanadas de los programas de influencia estadounidense de la “guerra contra las dogas”, y la criminalización de los portadores o consumidores, obligándose de hecho, a definirse al consumidor judicializado como: adicto, enfermo o criminal; al derogarse, al parecer en la práctica (faltando aún las leyes reglamentarias) la sentencia de la Corte Constitucional C-221 de 1994, que favorecía la descriminalización y protegía el consumo de la dosis personal. Otras y recientes reacciones con base en múltiples y complejos estudios e investigaciones científicas y académicas, son contrarias y argumentan que esta modificación a la Carta Magna, viola el fundamento central de la individualidad moderna y la democracia, la libertad y dignidad humana. De hecho la reciente sentencia de la Corte Suprema de Justicia con base en la sentencia mencionada de la Corte Constitucional, la reconfigura como vigente.

El episteme cultura y droga, construido hasta ahora, se refleja en la estructura curricular de la Maestría en sus acciones investigativas, docentes y de extensión, con una relación conceptual en la que subyacen estos planteamientos: 1) las drogas constituyen un vehículo cultural que trasforma con diversos ritmos y tiempos pero profundamente, la cultura. Son parte integral de diversas formas en las relaciones sociales, según los contextos socio-históricos y políticos de nivel micro y macro. 2) Las drogas son dispositivos que asumen formas de socialización que modifican en los seres humanos, concepciones y formas de percibir la vida en relación con el placer, el dolor, la alegría, la angustia, la ansiedad y la trascendencia humana entre otros. 3) En ciertos contextos están asociadas a estrategias de sobrevivencia, adaptación, de cambios por parte de individuos y grupos sociales, pero también, apalancan

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relaciones económicas y dinámicas culturales de impacto político. 4) Las drogas al igual que los seres humanos, hacen parte integral de la naturaleza, emergiendo de los profundos y largos procesos filogenéticos de la VIDA.

Como ejes teóricos conceptuales de cultura y droga, como relación e interacción para su descripción, análisis e interpretación, en tanto fenómeno sociocultural se plantean las siguientes dicotomías básicas: vida y muerte, salud y enfermedad, espiritualidad y cognición, trabajo y medio ambiente. Lo anterior exige un entrelazamiento teórico entre ciencias, artes y saberes ancestrales, para superar los particularismos disciplinarios o filosóficos. La bioética podría contribuir y de hecho lo viene haciendo, a abrir estas nuevas perspectivas.

El contexto histórico de la bioética emerge en el marco de las dos guerras mundiales.

En medio de un escenario flanqueado por la Muerte, es decir, justo en el intervalo entre las dos Guerras Mundiales, donde Alemania jugó un papel determinante -verdugo, que igual es víctima-, brota inerme el aún incomprendido mensaje vitacéntrico de la Bioética contemporánea frente a su decidido mensaje inicial de protección a la vida, es curioso notar las innumerables polémicas que giran, todavía, en torno a la incapacidad actual para definir la Bioética, y el sentido que este conocimiento implica. No obstante, mientras el debate continúa, la vida es destruida sin descanso, de forma presurosa por sistemas económicos, políticos y culturales, sin contra discursos académicos lo suficientemente fuertes como para que la vida allí pueda refugiarse... (Roa & Bauer, 2010: 32-33).

El asunto es tan complejo, que en un evento mundial que fue convocado para definir a la bioética, fue imposible hacerlo.

La temprana aparición de la idea Bioética de Jahr (1927-1933) -que en alegórica oposición al Caos aparece en una revista titulada Kosmos- se desarrolla enmarcada en un paradójico contexto histórico similar al presente: hedonismo, libre comercio, embotamientos fratricidas, ideológicos y teóricos, materialismo, entendimiento de ciencia y técnica como única panacea humana, contracción de enormes deudas nacionales para sufragar pagos de otras obligaciones -que incluían honrar deudas previas, infraestructuras, desarrollos industriales y urbanos-, los cuales en conjunto, finalmente, terminan por avivar un cisma cultural que vio en lo natural el indeseado atraso (Roa & Bauer, 2010: 32-33).

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“Warren Reitcn edita la primera enciclopedia de Bioética (1978) aportando a la formalización de la disciplina y su estatus académico, conceptuándola como el estudio sistemático de la conducta humana en el área de las ciencias de la vida y el cuidado de la salud en cuanto dicha conducta es examinada a la luz de los principios y valores morales” (1). Moral y desarrollo humano en el proyecto vital de las sociedades. ¿Es posible esto en la sociedad actual y globalizada? Y Si es posible ¿cómo hacerlo? (Franco, 2011).

Cambio climático, hambrunas -en concomitancia social con desperdicios de alimentos y otros indiferentes excesos placenteros-, además de todas las otras formas de violencia, enfermedades agravadas y masificadas por comportamientos humanos, o el uso utilitarista de los seres vivos, componen fenómenos amplificados poblacionalmente, a un grado tal que han sido globalizados. Los trastornos ecológicos, con base comportamental humana, resultan de la incomprensión propiciada por una Caosvisión (visión tendiente al desequilibrio), regocijada ante la imposibilidad voluntaria para obtener consensos, como ocurrió con la misma Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos de la UNESCO. Sólo recordemos que no fue posible definir a la bioética para un documento mundial que así lo urgía, y que la ética más que con discursos se aprende con el ejemplo. El ácido desoxirribonucleico (ADN), o el ARN o RNA polimerasa (principal enzima del complejo enzimático con responsabilidad por transcripción del ADN en ARN) son uno, así sus arreglos varíen.

¿Las drogas en este contexto? ¿Y cómo abordar su conocimiento desde la cultura? ¿Qué cultura? ¿De dónde tomar componentes eficaces de conocimiento que retroalimente procesos y cambios? ¿Acaso el tema drogas no constituye un componente importante de lo ambiental? ¿Acaso no está asociado a la salud y la enfermedad, no solo de los seres humanos sino del planeta? ¿Por ejemplo el enfoque dominante de prohibir algunas drogas, especialmente psicoactivas y con ello la generación de diversos tipos de guerra no constituye un factor que incide? Dramas y sufrimientos humanos, además de guerras biológicas contra algunas plantas que han sido estigmatizadas, como si en sí mismas, ellas fueran las causantes únicas de enfermedades, sin comprenderse las multicausalidades de los fenómenos y los procesos dinámicos que están insertos en la vida del planeta. A nuestro juicio, el factor que mayormente incide en este drama de las guerras, es la ignorancia que existe sobre las mismas drogas y sus efectos en la vida humana. A lo cual se añade, como efecto de lo anterior, el miedo y el terror creado sobre algunas de ellas y sobre sus efectos en la salud, ecuación que no permite avanzar en despejar las dudas.

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Aportes desde el pensamiento ambiental que en cuanto episteme, contribuyen activamente hoy en nuestro país, además del impacto de otros escenarios, como el arte que sin duda es un potencial estético y de conocimiento que aproxima y proyecta, alertando también, los fundamentos de las cosmovisiones de las culturas ancestrales, pero que en el marco de su interacción cultural con el mundo y la cultura dominante del capitalismo, están en riesgo de mantenerse y cohesionarse, sin embargo, su fuerza llega y se proyecta en el occidente. Fundamento de la libertad y la autonomía, el auto cuidado y la responsabilidad.

¿Y esto que tiene que ver con la espiritualidad? Lo espiritual lo adoptamos teóricamente en su acepción batesoniana, como fenómeno que emerge en la vida humana, producto de complejos interactuantes sistemas en el pensamiento, en la evolución, en la ecología, en la vida, en el aprendizaje. En este contexto un espíritu es un agregado de partes o componentes inter-actuantes. Un proceso espiritual como lo define Bateson, es una secuencia de interacciones entre partes. La explicación de los fenómenos espirituales debe residir siempre en la organización e interacción de múltiples partes. El espíritu y lo espiritual son “totalidades”, a veces inexplicables desde la racionalidad lógica, en tanto el funcionamiento espiritual es inmanente a la interacción entre las partes diferenciadas. Las totalidades son constituidas por esa interacción combinada. Adquiere su forma como aquella pauta que conecta y genera movimientos y desencadena procesos.

Salud y espiritualidad como campos de acción de la curación y la sanación, estuvieron profundamente ligados en tiempos pasados, y se mantienen como proyección y herencia de las culturas ancestrales en el presente. La espiritualidad en cada contexto cultural. En cada momento de la historia.

Para no entrar en polémicas ideológicas de religiones, y fundamentado en desarrollos científicos este aporte de Bateson es esencial. La pauta que conecta la interacción de las partes y marcadas diferencias que generan procesos, como desarrollo de las leyes de la dialéctica que enseña la misma naturaleza, el movimiento permanente y cambiante, pero que toma según tipos de relaciones y condiciones materiales y subjetivas, direcciones o cambios de las mismas...

Las drogas emergieron y aparecieron millones de años en el planeta tierra antes que los humanos. Cuando emergieron las angiospermas y el cambio ecológico global que implicó para la vida (Marulanda T., 1999:111). Hoy en día, algunos humanos

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poderosos le declaran la guerra por desconocimiento y usos a veces inadecuados, y así, se estigmatizan simplemente como malas, al punto que encarnan simbólicamente el mal. Drogas como el alcohol, tanto etílico como metílico, sin intervención humana han sido registradas en el espacio. Esta misma droga resulta -sin intervención humana igualmente- simplemente como un proceso vital mismo, que se produce por acción del oxigeno, de la humedad, mediante la fermentación en los frutos que hemos adoptado como alimentos. De las frutas, las verduras y otros vegetales se pueden producir ciertos tipos de drogas, resultado de sus mismos procesos vitales, como parte de la cadena trófica de los seres vivos. Está documentado que más de 300 especies de animales no humanos se drogan, y no por casualidad, sino en el marco de sus conductas sociales. Como es sabido hoy, la socialidad emerge como parte de la vida misma de las diversas formas y especies que se han desarrollado en el planeta, originariamente, desde la célula eucariota y desde las bacterias; como dice el sociólogo Giner: lo social antecede al ser humano y este es humano no por serlo como tal, sino por su condición de animal. El tema de las drogas hay que contextualizarlo en el campo de lo social, es decir, en la dinámica de la vida. La “guerra contra la drogas”, es una guerra contra los mismos seres humanos y contra el planeta mismo. Antes que criminalizar y penalizar, cada día estamos más seguros que el camino para comprender y explicar sus usos y el consumo de ellas, es la investigación multidisciplinaria que incluye las ciencias sociales y humanas, pero también, las denominadas ciencias naturales, los conocimientos ancestrales de culturas y pueblos de los diversos continentes que han sobrevivido y conservan secretos de importancia.

El legado de los metafísicos griegos, proyectados a Occidente a través del cristianismo oficializado, y de la clasificación infortunada de lo bueno y lo malo, a partir de fuerzas e intereses de poder, ha conducido a un ordenamiento en la vida social que trae por consiguiente el drama ambiental. Los diferentes, los otros, es decir, los bárbaros y después también los llamados gentiles o herejes por sí mismo, eran los malos. Los imperios que conquistaron progresivamente territorios inicialmente ignorados, por el poder de sus armas creadas y desarrolladas como herramienta de destrucción sancionaron, como malos, a todos los nativos de los territorios de sus naciones originarias. Los otros, los étnicos, los infieles, eran los malos, y había que someterlos o matarlos, pero jamás reconocerlos, en tanto diferentes, como otros en el derecho a hacerlo, y por tanto iguales.

Parece que esta condición de juzgar en beneficio del poder, desde lo micro a lo macro, ha trascendido históricamente y ahora, con los desarrollos científicos y

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tecnológicos altamente sofisticados y cada vez más precisos y útiles en su aplicación, paradójicamente para la destrucción es lo que domina, no para la construcción de vida. Son buenos quienes proponen como alternativa productiva a la minería y otros sistemas productivos de extracción, producción, comercialización y consumo, es un sistema lineal que produce tóxicos y desechos que están llevando al límite a la vida, en la medida en que dejen riqueza y ganancia, sin importar sus consecuencias. Lo paradójico es que estas acciones contra la naturaleza no son tratadas como crímenes ecológicos, es decir, contra la vida, se consideran más bien como exitosos logros científicos y productivos. Son malos, los que valoran más el agua como riqueza y potencial de vida, que aquellos para quienes el oro o el petróleo, es el fin a conseguir sea como sea, sin importar que para extraer, por ejemplo un gramo de oro haya que usar y contaminar cientos de litros de agua. Son temas de análisis que el marco de la bioética, permite.

El desarrollo de nuestro complejo sistema nervioso central, de un tele encéfalo altamente desarrollado y el dedo oponible, de nuestra capacidad de llegar a caminar erguidos, pero también de soñar y recordar, nos condujo a tener esa enorme capacidad creativa, la cual nos brinda la opción de construir las posibilidades reales y condiciones para superar muchos obstáculos en el contexto de nuestra sociedad actual. Uno de estos retos tiene que ver con la superación de la actual situación dominante de haber convertido a ciertas dogas, en la causa de los problemas, en los flagelos de la humanidad. El camino de la investigación científica, de la educación y la formación humana para la vida, el del abordaje desde la prevención de la salud, es el camino que hemos adoptado para conocer en sus dimensiones sociales, biológicas y psíquicas, los usos y las prácticas de las drogas desde el contexto y relación epistémica cultura y droga. Aspiramos que esta revista aporte luces y dinamice procesos académicos y científicos, también culturales y por supuesto espirituales para encontrarnos con respeto y reconocimiento en las diferencias. Es misión desde la universidad contribuir a este proceso, desde su autonomía con responsabilidad y plena libertad y apertura de las ciencias y la creatividad de las artes.

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INVESTIGACIÓN Y PRODUCCIÓN INTELECTUAL

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Menos choque y más terapia

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JOHN RANARD2

Recibido: 4 de marzo de 2011Aprobado: 7 de julio de 2011

La generación de jóvenes rusos nacidos en la Unión Soviética durante el período de la glasnost de Gorbachov, entrados en la adolescencia durante la ejecución de la política de “terapia de choque” promulgada por Yeltsin, protagoniza la epidemia de VIH de mayor crecimiento a nivel mundial (UNAIDS/WHO, 2001). Este ensayo fotográfico examina la relación entre el consumo de drogas, y las fuerzas asociadas a la epidemia del VIH que se ha desatado en Rusia y sus Estados vecinos.

En gran medida, la epidemia actual del VIH, tiene sus raíces en las particularidades de la cultura rusa. Los gobiernos de la era soviética, lograron obstaculizar eficazmente la distribución de marihuana y hashish, cultivados en el sur. El precio de ambas drogas era prohibitivo en los pocos casos en que se lograba comercializar. En los años sesenta, mientras los hippies estadounidenses fumaban marihuana, la contracultura soviética se inyectaba, ya sea medicamentos líquidos adquiridos en el mercado negro, o cócteles caseros, entre ellos, un potente derivado del opio llamado: chornyi, o “negro”, un compuesto de amapolas de producción local y disolventes industriales. La práctica no era muy diferente a la antigua tradición de preparar samagonka, o vodka casero.

Hoy en día, los jóvenes rusos se sienten confundidos por la historia y las incertidumbres actuales. La heroína afgana, barata y pura, ha inundado el mercado ruso, y se ha vuelto fácil de obtener, desde San Petersburgo, hasta Irkutsk en Siberia. La tasa de infección del VIH entre los jóvenes rusos es verdaderamente alarmante, y se ha visto acelerada por la veloz difusión de la heroína y el consumo de drogas por vía intravenosa (Dehne, Khodakevich, Hamers & Schwartlander, 1999; Rhodes 1 Publicado originalmente con el título de: A little less shock and more therapy. In: International Journal of Drug

Policy 13, (2002) pp. 355-367. 2 Se especializa en fotografía documental social, en especial el uso de drogas y los problemas del VIH en Rusia,

además del boxeo y los presos, de Nueva York. Traducción de Fernando Montero Castrillo. Departamento de Antropologia, Universidad de Columbia. Fotografías autorizadas por el autor.

cult.drog. 16 (18): 21 - 28, 2011ISSN 0122-8455

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John Ranard

et. al, 1999). Antes de 1995, los casos del VIH entre los inyectores de drogas eran prácticamente nulos.

A partir de 1995, el número de casos del VIH en Rusia registrados por el Ministerio de Salud ha crecido de manera descomunal, en el año 2000 se registraron 56.630 nuevas infecciones, casi el doble del total de casos registrados entre 1987 y 1999; en el 2001, hubo 87.177 nuevas infecciones (Federal AIDS Centre, 2002). Más del 90% de los casos se atribuyen al consumo de drogas por vía intravenosa. Se espera que en los próximos años, dada la gran cantidad de trabajadoras del sexo que acostumbran inyectarse drogas, la transmisión del VIH por la vía del sexo cobre una mayor importancia (Ladnaya et. al, 1998).

Este proyecto de documentación fotográfica comenzó hace varios años, y ha seguido de cerca la evolución singular de la epidemia Rusa. En el verano de 1995, acompañé a un grupo de estudiantes de arquitectura de una universidad de Moscú que compartían jeringas para inyectarse una sustancia blanca, líquida y cristalina -una anfetamina de producción casera derivada del jarabe para la tos-. En ese entonces, había únicamente 900 casos del VIH en todo Rusia, casi todos ellos, niños pequeños infectados a finales de los años ochenta en hospitales pediátricos en el sur del país. Hoy en día, hay 180.000 personas registradas como seropositivas en el país (Federal AIDS Centre, 2002). Según los cálculos de la organización UNAIDS, el número real, es de cinco a diez veces mayor (UNAIDS/WHO, 2001). Numerosos estudios vinculan el consumo y la distribución de drogas caseras inyectables -como por ejemplo el chornyi (también conocido como hanka), y el vint (una metanfetamina que tiene como base la efedrina)- con el brote explosivo de infecciones del VIH en varias ciudades rusas y ucranianas (Rhodes et. al, 2002a; Khodakevich, Kobyshcha & Shcherbinskaya, 1997; Dehne et. al, 1999). Si bien, la epidemia del VIH está ligada a las cambiantes costumbres locales en torno al consumo de drogas, la reacción a la epidemia ha sido incuestionablemente Rusa.

Ahora bien, la respuesta, ha sido variable. Es común escuchar que la policía, impulsada por la ola de pánico entre el público ruso, detenga a los adolescentes con aspecto de narkomanie (narcómanos), para rastrearles el cuerpo en busca de cicatrices de inyección, y obligarlos a someterse a exámenes del VIH. A menudo, el temor a la agresión policial perjudica los intentos de minimizar los riesgos de la inyección de drogas, y estimula la práctica de compartir agujas y jeringas (Grund, 2002; Grund

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Menos choque y más terapia

et. al, 2001; Rhodes et. al, 2002b). Muchos puntos de inyección -espacios públicos abiertos, vestíbulos de edificios residenciales y casas de narcotraficantes- no cuentan con los recursos necesarios para asegurar una inyección higiénica (fig. 4).

Los inyectores en Palermo, un descampado en la ciudad ucraniana de Odessa, donde la venta y el consumo de drogas son comunes, acostumbran a limpiar las jeringas con su propia orina, pese a que el cloro sería más adecuado como instrumento de minimización de los daños (fig. 2).

El ambiente legal y político en la actualidad no es esperanzador. En abril de 1998, una ley federal determinó que cada oblast, y localidad, tiene el derecho de interpretar la provisión de implementos estériles para la inyección como una incitación al consumo de drogas (Grund et. al, 2001). Por consiguiente, las políticas de minimización de los daños varían considerablemente por cada región.

La ley federal prohíbe el tratamiento de rehabilitación con metadona, una intervención contra la drogadicción y la transmisión de enfermedades contagiosas, cuyo éxito se ha demostrado a nivel internacional. Por lo general, el tratamiento contra la adicción se limita a la desintoxicación en los hospitales (fig. 8), o bien, para quienes cuentan con los recursos económicos necesarios, para la rehabilitación en clínicas residenciales.

Las prisiones son ambientes claves de alto riesgo de contracción del VIH (Malinowska-Sempruch, 2002). Es posible acabar en la cárcel por poseer cantidades minúsculas de drogas. Una vez allí, las condiciones antihigiénicas, y el hacinamiento; se suman a la carencia de implementos estériles para la inyección, ya sea para ingerir sustancias ilícitas o terapéuticas, o para realizar tatuajes (figs. 1 y 6). Cerca del 20% de las personas infectadas con VIH en Rusia, están presos actualmente, o lo han estado anteriormente, y muchos de los presos seropositivos son aislados o segregados debido a su infección. Ni siquiera los hospitales son guaridas contra la propagación del VIH.

Las unidades de tratamiento del VIH, han reemplazado a numerosas unidades para la atención de la tuberculosis, que históricamente ha ocupado áreas segregadas en los hospitales. Los pacientes traen al hospital sus propias sábanas, toallas, medicinas y, puesto que los hospitales no cuentan con terapia de sustitución oral de los derivados del opio, también sus propias drogas e instrumentos de inyección capaces de transmitir el VIH (fig. 5).

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Al mismo tiempo, los programas de minimización de los daños -un concepto aún controversial en mi propio país, los Estados Unidos- han evolucionado he inventado soluciones pragmáticas con el fin de reducir los daños a los que se exponen los consumidores de drogas por vía intravenosa. Actualmente, existen cerca de cincuenta programas dedicados al intercambio de jeringas a lo largo y ancho de la Federación, así como numerosos proyectos de alcance a la comunidad, programas de educación administrados por antiguos y actuales narcómanos, y sedes móviles de intercambio de jeringas.

Por tal motivo, esta historia, es tanto acerca de la información, como de la creación de condiciones que logren reducir los riesgos que implica la inyección de drogas. Las fotografías reproducidas en las siguientes páginas muestran el modo en que los mitos y la ignorancia intensifican la epidemia del VIH. Estas fotografías, al igual que otras imágenes que tomé anteriormente (Ranard, 2001), ensanchan el debate en torno a las estrategias de minimización de los daños, y muestran que las respuestas gubernamentales efectivamente son capaces de alterar la trayectoria de la epidemia. Ahora bien, las fotografías no son abstractas: son imágenes de individuos expuestos a una enfermedad evitable capaz de utilizar la ignorancia para sus propios propósitos.

Figura 1. Este tatuaje muestra una jeringa y una amapola de opio.Colonia Penitenciaria Femenina de Krasnadar. Krasnadar, Rusia. 2001. Fotografía de John Ranard. © Ranard Family Estate.

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Figura 2. Un inyector de drogas que desconoce la eficacia del cloro como desinfectante, intenta limpiar una jeringa con orina.Odessa, Ucrania. 1997. Fotografía de John Ranard. © Ranard Family Estate.

Figura 3. Dos pacientes enfermos del VIH, de edad típica en relación con el grupo infectado, descansan en un “gabinete” privado en la unidad para el tratamiento de tuberculosis del Hospital de Enfermedades Infecciosas de Botkina.San Petersburgo, Rusia. 1998. Fotografía de John Ranard. © Ranard Family Estate.

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Figura 4. Estudiantes de la Universidad de Moscú se inyectan en el patio de un residencial. Moscú, Rusia. 1995.Fotografía de John Ranard. © Ranard Family Estate.

Figura 5. Un paciente enfermo del VIH se inyecta opio líquido de producción casera. La terapia de sustitución de la morfina con sustancias como la metadona no existe en su país. Ucrania. 1997.Fotografía de John Ranard. © Ranard Family Estate.

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Figura 6. Unidad segregada de atención médica del VIH en una cárcel rusa. Rusia. 1998.Fotografía de John Ranard. © Ranard Family Estate.

Figura 7. Los heroinómanos trituran píldoras contra la indigestión, y preparan colirios para contrarrestar la constricción de las pupilas que acompaña el consumo de heroína. Tal síntoma es suficiente para ser detenido.Cada estación del metro cuenta con una celda, y oficiales de policía para detener a los intoxicados. Suburbios de Moscú, Rusia. 2000. Fotografía de John Ranard. © Ranard Family Estate.

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Figura 8. Centro de desintoxicación en Kaliningrado, Rusia. 1998.Fotografía de John Ranard. © Ranard Family Estate.

Figura 9. Transformación de la pasta del opio en un líquido inyectable. Mientras que el chornyi casero aún suele prepararse en las zonas rurales, una variedad potente y asequible de heroína ha inundado la mayoría de las zonas metropolitanas. Omsk, Rusia. 2001.Fotografía de John Ranard. © Ranard Family Estate.

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PolÍtiCa Y EStÉtiCa FotoGrÁFiCa: UNa doCUMENtaCiÓN CrÍtiCa dE la EPidEMia dE

ViH ENtrE iNYECtorES dE HEroÍNa EN rUSia Y EStadoS UNidoS1

JEFFREY SCHONBERG

PHILIPPE BOURGOIS

Recibido: 22 de marzo de 2011Aprobado: 7 de julio de 2011

Para su cumpleaños, entregué a Hank, una copia de la imagen de sí mismo, tomada mientras se hallaba buscando el sitio preciso en su campamento para izar la bandera norteamericana (Figura 1). Ofrecí comprarle una bebida, pero la rechazó, insistiendo que él quería invitarme a mí, mientras me explicaba que ese día le habían pagado por ayudar a una mudanza. Nos sentamos encogidos sobre los talones, reposando contra el muro de ladrillo de la licorería de la esquina y bebimos de nuestras bolsas de papel -él, un vino alcoholizado, Cisco Berry; y yo, una cerveza-. Cuando le pasé la foto hizo silencio y la observó detenidamente. Pensé, preocupado, que no le había gustado o, peor aún, que lo había ofendido.

Finalmente, llevó su mano a la frente, cubriendo parcialmente sus ojos y dijo, “es ¡una vergüenza! Un maldito veterano de Vietnam, como yo. Maldición, Jeff, mira que flaco estoy. Me veo como un vietcong. Tú sabes, cuando me reponga, voy a ayudar a los vagabundos” (notas de campo de Jeff, Junio 1997).

Hank, es un vagabundo adicto a la heroína de 50 años de edad. Durante más de 6 años, realizamos una observación participante en San Francisco (California), entre una red social que oscila alrededor de 25 hombres y mujeres que viven en las calles. La mayoría de ellos sobrepasan los cuarenta años de edad y sus vidas giran en torno

1 El presente artículo fue publicado en su versión original en International Journal of Drug Policy 13, 2002, pp. 387-392. Este artículo es una respuesta al ensayo fotográfico y etnográfico de John Ranard (2002). “A little less shock and more therapy”. In: International Journal of Drug Policy 13, pp. 355-358. Traducción de Xavier Andrade Andrade Andrade (FLACSO) y Fernando Montero (UCSF). La traducción mantiene la numeración en las páginas del original para facilitar su referencia (nota del editor invitado).

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a la obtención de heroína. También, fuman crack y beben vino alcoholizado. Usando grabadoras de mano, notas de campo y fotografía, estamos documentando su lucha cotidiana por la dignidad y la sobrevivencia.

ViolENCia SiMBÓliCa

De partida, la respuesta de Hank nos sorprendió, a pesar de que, cada vez que Jeff muestra un retrato a alguno de los adictos vagabundos de nuestra red social, su primera reacción es expresar preocupación y hasta desmayo por verse tan poco saludables -flacos, viejos, arrugados, sucios, cansados, con el pelo descompuesto y la barba sin afeitar-. Lo que nos sorprendió esta vez, fue que Hank, se viera como una tercera persona, su clasificación de sí mismo, como ‘un maldito veterano de Vietnam’ y su disociada promesa de ‘ayudar a los vagabundos’. Por un lado, Hank, reconoció la intención de Jeff: el crear imágenes que puedan promover un compromiso social crítico a través de una estética emocional -empatía, horror, conciencia e ira- al documentar los niveles extremos del sufrimiento social en el corazón del sueño americano. De hecho, la reacción de Hank, fue casi un halago. Al mismo tiempo, sin embargo, quizás él, estaba practicando o ejerciendo lo que el sociólogo francés

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Pierre Bourdieu, identifica como “violencia simbólica”, al tratarse a sí mismo, como un objeto de cliché o de lástima -el vagabundo veterano de Vietnam- y al prometerse, indignado, una redención imaginaria para los vagabundos, por parte de sus propias manos.

La respuesta de Hank, ilustra como la fotografía adquiere sus significados a través del contexto en el que las imágenes son presentadas, vía la subjetividad del observador y las restricciones ideológicas de la sociedad más amplia. Las fotografías fuertes, obligan a los observadores a preguntarse qué sucede afuera de los bordes de la imagen -una sugestiva falta de información- puede proveer el ímpetu para un pensamiento crítico cargado de interpretaciones personales. La fuerza de la fotografía deriva de una respuesta visceral y emocional, y esto, la hace vulnerable a lo que el observador proyecta. Su habilidad para despertar Rorschachs, brinda a la fotografía su poder, así como le acarrea sus problemas. El peso del control se desplaza hacia los ojos del espectador. Por tanto, un pie de foto o un texto narrativo o analítico, pueden ser esenciales para promover un diálogo entre la imagen y el lector, clarificando los significados políticos, culturales y sociales. Muchos fotógrafos se rehúsan a asumir responsabilidades respecto a la utilización de sus imágenes. Algunos, hasta consideran que cualquier deseo de controlar a las imágenes es una forma de censura. Celebran la libertad de los observadores, absolviéndose a sí mismos de toda responsabilidad por las consecuencias de su trabajo.

la EStÉtiCa Y El arGUMENto dE raNard

El ensayo fotográfico y textual de John Ranard (2002), asume la responsabilidad de transmitir un mensaje claro, polémico e importante al denunciar el sufrimiento social causado por la represión policial de los inyectores de drogas en Rusia. Mediante una combinación de imágenes y texto, arguye persuasivamente, a favor de las políticas de reducción del daño y contra la criminalización. Su ensayo muestra que la destrucción innecesaria de miles de vidas jóvenes, se debe a las políticas punitivas de salud pública.

Un pasaje especialmente efectivo, es la foto de los jóvenes dilatando sus pupilas para evitar ser arrestados (Ranard, fig. 7 -ver pág. 27-). Vista sola, fuera de contexto, esta fotografía es confusa. Los dos hombres podrían estar luchando; uno podría estar apuñalando al otro en un ojo o tratando de inyectar cualquier droga a través de la membrana del ojo del otro.

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El pie de foto, sin embargo, clarifica efectivamente su sentido: “Colirios hechos de píldoras contra la indigestión triturados, son mezclados con agua para contrarrestar la constricción de las pupilas que acompaña el uso de la heroína. Tal síntoma, es suficiente para ser encarcelado por la policía. Cada estación del metro tiene una celda con policías para detener a los intoxicados”. El pie de foto hace que la imagen cobre vida. Interviniendo efectivamente, en un debate urgente sobre salud pública y también en una crisis ignorada sobre los derechos humanos. En vez del horror derivado de ver una jeringa clavada en el ojo de alguien, uno mira la solidaridad de dos jóvenes con miedo a la represión estatal contra el uso de las drogas. Además, existe una sensualidad erótica en la coreografía de los cuerpos de estos hombres que los humaniza y los hace algo más vulnerables. El observador gesticula dolorosamente en simpatía, anticipando la incomodidad del menjurje chorreando sobre sus propios ojos. Al mismo tiempo, el cigarrillo todavía prendido, pendiendo de los dedos del hombre joven que está por recibir el duchazo en sus ojos, sugiere la rutinización y normalización de esta estrategia de sobrevivencia -esto quiere decir que, en Ucrania, “el ‘Estado de emergencia’… no es la excepción, sino la regla” (Benjamin, 1968: 257).La multitud de significados en una fotografía hace riesgoso, podría decirse que hasta irresponsable, divulgar sin contextualizar fotografías de sufrimiento, marginalización y destrucción, a un público a veces insensato. Dejar a una imagen hablar por sus mil palabras, puede resultar en mil mentiras. Los pies de foto y los textos, como lo muestra efectivamente el ensayo de Ranard, son esenciales. Sin el texto, buena parte del significado de las fotografías estaría perdido o quizás hasta invertido. Esto es especialmente pertinente cuando las fotografías son estéticamente hermosas, tal como son las de Ranard. Sus imágenes nos envuelven. Queremos saber más acerca de los individuos en estas imágenes en blanco y negro, quienes viven bajo el velo de una silenciosa, pero a la vez evocativa soledad: un hombre joven se sienta pensativamente al borde de una bañera en el cuarto estéril de un sanatorio, su cara de perfil, sin expresión alguna, mientras que otro interno, está parado al frente de la ventana, como una anónima silueta (Ranard, fig. 3). Dos guardias, (¿están ahí para proteger o intimidar?) vigilan a los presos en una barraca de la prisión donde se mantienen segregados a los reos VIH seropositivos. Los prisioneros están sentados sobre sus camas, algo rígidos e inflexibles, casi extrañamente dóciles. En su calidad de enfermos terminales, espían a través de los marcos metálicos de sus camas que se han convertido en barras carcelarias (Ranard, fig. 6 -ver pág. 27-). Un hombre joven, se sienta solo sobre su cama de hospital, una jeringuilla entre sus dedos, las sábanas amontonadas a sus pies, mientras sus escuálidas piernas se preparan para una inyección. Junto a él, un vertedero institucional está lleno de vasos y platos sucios

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(Ranard, fig. 5 -ver pág. 26-). Todas las imágenes institucionales del sanatorio y de la prisión critican a los gobiernos rusos y ucranianos, que han impuesto la ficción de un orden a través de la represión en medio de un desenfreno que está causando sufrimiento a toda una generación de jóvenes nacidos bajo un gobierno democrático de orientación neoliberal (Ranard, figs. 5 y 6 -ver págs. 26, 27-).

UNa Foto-EtNoGraFÍa MoralMENtE rESPoNSaBlE

La fotografía hecha por fotoperiodistas o documentalistas es un medio que, combinando estética visual e información realista, ofrece miradas parciales hacia mundos muy distintos e inaccesibles. Es crucial, en consecuencia, que este tipo de fotografía sea sometida a un intenso escrutinio y una profunda sospecha, especialmente, cuando tiene un mensaje social acerca de sangre, sudor y lágrimas. Los fotógrafos, en tanto mensajeros, conducen relaciones de poder a través de diferentes mundos, así como a través de divisiones étnicas y de clase. Inevitablemente, ellos arriesgan convertirse en agentes de traición y colusión o simplemente, voyeristas pornográficos: la clase alta espiando con sus cámaras a la clase baja. Es mucho más fácil disparar hacia abajo, que hacerlo hacia arriba. Siguiendo los aportes del filósofo Michel Foucault, sobre el poder de la ingeniería social y la vigilancia a la manera del panóptico de Bentham en el siglo XVIII, el fotógrafo “mira todo sin ser visto nunca” (Foucault, 1995), con frecuencia al servicio de la dominación.

Estas contradicciones son imposibles de resolver, pero la confianza en el trabajo y las intenciones del fotógrafo, son esenciales para la posibilidad de una agenda progresista. Un correctivo es empujar la mano invisible del fotógrafo hacia la luz pública. Jeff (Schonberg), ha tratado de hacer esto al desarrollar una relación íntima de largo plazo con sus sujetos fotográficos, a través de la etnografía. Vemos cómo la naturaleza y el tenor de sus fotografías cambiaban, mientras él se convertía más en un etnógrafo, que en el fotógrafo que siempre ha sido. Muchos grandes fotógrafos dirán que las relaciones sociales o personales no hacen diferencia -una imagen habla por sí misma-. Aquí encontramos, sin embargo, que una relación etnográfica de larga duración que combina textos con fotografías, crea un medio que es mayor que la mera suma de sus partes, en términos analíticos, políticos y estéticos. Si la relación con el arte y la estética puede ser mantenida sin subordinar u objetivar la temática o los individuos representados en las fotografías, el trabajo se torna aún más efectivo.La teoría postmoderna ha desacreditado los discursos moralizantes del iluminismo, que han hegemonizado los últimos dos siglos y medio de arte y pensamiento intelectual.

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La civilización nos acarreó el colonialismo, los holocaustos y la política global neo-liberal. El tratamiento biomédico hiper-sanitizado de los adictos a las drogas, así como su represión moralista, son expresiones clásicas del pensamiento iluminista del siglo XIX. Manteniendo esto en mente, la fotografía siempre encerrará una tensión contradictoria e imposible, entre explotar, versus otorgar la voz; manipular, versus denunciar la injusticia; estigmatizar, versus dignificar; objetivar, versus humanizar; especialmente, otra vez, cuando se trata de imágenes que confrontan el sufrimiento social.

La fotografía documental está más comprometida con estas contradicciones y obviamente, tiene una larga y complicada historia. Nació de las bellas artes, el periodismo y la ciencia social activista -incluyendo la frenología, la fisionomía y la eugenesia- y la administración pública, incluyendo, tanto a la salud pública, como a la justicia criminal (Sekula, 1989; Tagg, 1988). La fotografía, en tanto vigilancia, identificación y clasificación humana, creó en su expresión más notable los archivos genocidas, desde los Nazis hasta el Khmer Rouge. Tomar el sufrimiento social e introducirlo en los museos y convertirlo en una de las bellas artes, como lo ejemplifica a nivel global la obra de Salgado (2000) o en las barriadas de los Estados Unidos por Richards (1994) y Goldberg (1995), es una contradicción en términos. Es también, sin embargo, un instrumento subversivo para provocar concientización. Por un lado, existe el peligro de la pornografía de la violencia donde “…la gente parece tener una enorme capacidad para absorber lo horroroso y continuar con su vida, continuar con sus asuntos como si nada -el terror como algo usual” (Scheper-Hughes & Bourgois).

Existe también una desmovilización -un ahogo de la acción-, al tiempo que los observadores piensan que han tomado una posición política (al observar este tipo de arte), por el hecho de haber ido a ver este arte. La campaña de publicidad de Benetton en el 2000, cuyas vallas mostraban a un enfermo terminal de SIDA, constituye un caso extremo de la manipulación de las imágenes del sufrimiento. Ellos, lo defendieron diciendo que la imagen sirvió, tanto para vender su producto, como para “infundir consciencia sobre un asunto importante y para infundir consciencia de que su compañía se preocupa sobre este asunto” (Simon, 2000). De igual manera, la campaña masiva de mercadeo de las computadoras Apple, ‘Piensa Diferente’, usaba retratos en blanco y negro del Dalai Lama, John Lennon, y el sindicalista César Chávez, del United Farmworker’s Union (Sindicato de Agricultores Unidos), junto a su mercadeable logo.

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Reconociendo estos escollos y contradicciones profundas para impedir nuestra paralización política, analítica y estética, abogamos humildemente, por practicar una versión de la foto-etnografía, “moralmente responsable”, siguiendo la llamada de la antropóloga Nancy Scheper-Hughes, por una “antropología moralmente responsable”, que permita un compromiso crítico frente a las violentas injusticias de la vida cotidiana, para hacer frente a las críticas paralizantes -y des-politizantes- del postmodernismo.

ViolENCia CotidiaNa E iNtiMidad EtNoGrÁFiCa

Las imágenes de dolor, soledad y el consumo de drogas en su entorno natural, requieren que el fotógrafo desarrolle relaciones de confianza, solidaridad y empatía. Nuestra primera reacción al tono de las imágenes de Ranard, fue la urgencia familiar, frenética, que atraviesa la vida diaria de los vagabundos que se inyectan heroína, los cuales estamos documentando en la ciudad de San Francisco. Los adictos en nuestra red social, se ven envueltos en un ajetreo constante para trabajar, robar o mendigar por drogas y dinero. Sus relaciones se balancean sobre una cuerda floja de solidaridad

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mutua y apuñalamiento por la espalda, usualmente, en el intento de buscar un lugar para dormir, escapar del abuso policial y conseguir su siguiente dosis de drogas o encontrar su próxima comida. Todo, está siempre matizado con una capa de suciedad, mugre y sufrimiento físico. Síndromes de abstinencia, abscesos, comezones y gripes, son omnipresentes. En contraste con los jóvenes estudiantes, los prisioneros aislados y las trabajadoras sexuales, jóvenes y tatuadas, de las fotos de Ranard, los vagabundos adictos a la heroína de nuestro entorno, han logrado escapar a la infección del VIH, a pesar de sus largas trayectorias inyectándose en las calles. Sin embargo, todos tienen hepatitis C y con frecuencia, son hospitalizados por semanas o inclusive meses, por enfermedades serias, a veces mortales, como: cirrosis del hígado o fascitis necrosa. Algunos de ellos, son atacados inclusive, por enfermedades geriátricas: cáncer de próstata, osteoporosis, enfisemas, enfermedades del corazón y demencia. Entre las personas que se inyectan en San Francisco, ya sean jóvenes o viejos, el asesino más común, es una sobredosis de heroína.

Refiriéndonos nuevamente a nuestra fotografía y viñeta inicial, el contexto etnográfico, e inclusive el significado del extracto de la nota de campo que las acompaña, se convierte en una crítica política más matizada cuando nos damos cuenta, mediante un detalle etnográfico más íntimo, que Hank, ha sido clasificado como 4F- “no apto para el servicio militar”. De acuerdo a su hermana: “él no quería ir al ejército. Se inyectó en sus dos manos justo antes de ir a la entrevista (risas). Fue con sus manos que se veían como balones”. Treinta años después, Hank, evoca con orgullo, el hecho de sufrir un desorden pos-traumático (PTSD), desde que batalló contra el vietcong. Nuestras historias orales de él, sugieren que su ‘PTSD’, deviene de las golpizas en su infancia propinadas por su padre alcohólico. La identidad más legítima en los Estados Unidos para los hombres blancos de mediana edad adictos a la heroína es la de Vietnam, veterano -es su única oportunidad para aplacar su estatus como parias-.

El aPartHEid UrBaNo EStadoUNidENSE EN BlaNCo Y NEGro

Fue solamente una hora antes de que saliéramos para el hospital a visitar a Petey, que Jesse, preguntó a Hank, si lo podía inyectar en el cuello (fig. 3). Jesse no tenía nada con qué inyectarlo: ni jeringuilla, ni agua, ni cocina, solamente la droga. Hank, tomó dos jeringuillas y le pasó una a Jesse. Luego empezó a cocinar la heroína mientras molestaba a Jesse, por ser “un bueno para nada”, por no tener lo necesario. Sin querer dejarme fuera de su economía moral para compartir, Hank, me lanzó una bolsa de

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galletas y empezó a trabajar sobre Jesse: “’Quieto ahora; correcto; estás listo. ¡Vamos! ¡Vamos!’, (murmuró Jesse)”. Yo froté mis ojos y alcancé a ver un chorro rojo de sangre fluyendo dentro de la jeringuilla que Hank estaba introduciendo en la yugular de Jesse.

“¡Moby Dick! Allí viene”. Hank, sonríe, mientras Jesse, cautelosamente saca el dedo de su boca, manteniéndolo firme y posado directamente en frente de sus labios, listo para empezar a soplar nuevamente, por si necesitaba contraer sus venas si la jeringuilla de Hank, se salía de su yugular.

Una vez que la inyectada es completada exitosamente, Jesse, masajea la zona y carraspea un suave gracias. Luego cierra sus ojos para apreciar el Speedball inicial -el rush de la mezcla heroína-cocaína-. Sus mejillas tensas, haciéndole casi imposible hablar. Apunta en cámara lenta hacia la tapa negra que ha servido recientemente como cocina, “Tú puedes quedarte con el algodón, Hank. Tómalo; es todo tuyo”. Desesperadamente, Hank, clava su jeringuilla en el filtro de algodón húmedo recientemente usado y contrae el émbolo de su jeringuilla. El residuo líquido restante de la inyección yugular de Jesse, solamente llena una pequeña esquina de la cámara

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de la jeringuilla de Hank -menos de 10 unidades-. Hank, alza el algodón con la punta de su jeringa y lo exprime furiosamente entre sus sucios dedos mientras que, al mismo tiempo, contrae suavemente el émbolo. Hank, está fijado en extraer hasta la última gota del precioso líquido desde el húmedo algodón y así, gana casi cinco unidades extras.

Hank, no se molestó siquiera en buscar una vena. Simplemente, clavó su aguja en la empuñadura en la parte alta de su brazo, atravesando su camiseta. Hizo una mueca de dolor mientras la cocaína del Speedball con heroína, quemaba su tejido muscular.

Una sirena de policía resonó a dos cuadras de distancia haciéndonos a todos sentarnos nerviosamente. Tan pronto como pasó, sin embargo, Hank, empezó a maldecir a Jesse, por no haberle dejado un algodón más húmedo y con más residuos y se quejó de haberse olvidado que la cocaína había sido añadida a la heroína. Cuando Hank, dejó el campamento descargó un montón de epítetos racistas. Tomé la oportunidad para dejarle que se explayara en detallar su entendimiento esencialista sobre las preferencias de drogas de acuerdo a la raza; de las inclinaciones a la generosidad según la raza; de las inclinaciones al crimen conforme a la raza; y hasta de las preferencias por inyección intravenosa, versus inyección intramuscular, por raza (notas de campo de Jeff y Philippe).

Contrario a toda intuición, esta es una fotografía de solidaridad social y tensión racial. Hank, está haciéndole un favor a Jesse al inyectarlo en la yugular y al permitirle el beneficio intravenoso completo del vuelo del Speedball de heroína-cocaína. Al final de la viñeta, sin embargo, el antagonismo racial se vuelve a afirmar. El apartheid de las zonas urbanas pauperizadas de los Estados Unidos, está encarnado en las prácticas diferenciales de inyección entre los blancos y los afroamericanos, quienes frecuentan los mismos campamentos para inyectarse.

Los observadores podrían reaccionar con disgusto y ver solamente una patología social autodestructiva en esta fotografía. Este tipo de juicio moral, ha sido una preocupación central de nuestro trabajo. ¿Van nuestras fotografías a alimentar una pornografía de la violencia y a exacerbar el estereotipo negativo? ¿Vamos a confirmar las polarizaciones puritanas entre los pobres que valen y los que no valen? ¿Podremos transmitir, contra todo absolutismo, la zona gris del sufrimiento social extremo que planteó el sobreviviente de Auschwitz -Primo Levi-, una zona en la que las víctimas

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sobrevivientes son también perpetradores (Levi, 1988)? Los juicios morales no son aplicables de una forma lineal a las zonas grises. ¿Podremos evocar simpatía y empatía por quienes se inyectan y explicar la lógica pragmática de la violencia cotidiana en ese contexto tan difícil, tan horrendo, sin caer en la condescendencia o en la beatificación? ¿Sin hacer de todo esto, un espectáculo?

Además, tenemos una preocupación inmediata, de corto plazo, que se deriva directamente de la represión policial y el estigma social. ¿Es demasiado peligroso enseñar las caras, inclusive cuando los vagabundos quieren que sus caras sean mostradas y sus nombres reales sean publicados? La primera vez que discutimos esto, con una de las personas que se inyecta en nuestra escena, ella respondió rápidamente, “si no puedes ver la cara, no puedes ver la miseria”.

Sería más seguro y hasta más cómodo “desinfectar” nuestras fotografías y nuestro texto. Tal acto, sin embargo, se siente demasiado, como una conclusión con el apático silencio sobre el sufrimiento social extremo en los Estados Unidos. En definitiva, ofusca más el entendimiento sobre un entorno social que ya es confuso e inaccesible y que merece ser tratado en sus propios términos -no reprimido ni ocultado-. John Ranard, con sus hermosas imágenes y corto texto, ha sido exitoso en el caso de quienes se inyectan heroína en Rusia. El autor establece un vínculo entre la violencia cotidiana, la celebración y el sufrimiento (en la calle, en la casa y en la institución), y el poder estatal y su política disfuncional. Ranard, persuade a los observadores a mirar de cerca el mundo oculto de la crisis del SIDA en Rusia, develando uno de los secretos públicos más atroces de ese país.

BiBlioGraFÍa

Benjamin, W. (1968). Illuminations: essays and reflections. New York: Schocken Books.Foucault, M. (1995). Discipline and punish: The birth of the prison. New York: Vintage Books.Goldberg, J. (1995). Raised by wolves. New York: Scalo.Levi, P. (1988). “The gray zone”. In: The drowned and the saved. New York: Simon and Schuster.Ranard, J. (2002). “A little less shock and more therapy”. In: International Journal of Drug Policy 13, pp.

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Jeffrey Schonberg y Philippe Bourgois

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of Massachusetts Press.

Nota del editor:Todas las imagenes de este artículo son de autoria de Jeff Schonberg.

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Éxtasis: preliminares sobre su consumo en el caso Guayaquileño

ÉXtaSiS: PrEliMiNarES SoBrE SU CoNSUMo EN El CaSo GUaYaQUilEÑo

XAVIER ANDRADE ANDRADE1

Recibido: 28 de marzo de 2011Aprobado: 7 de julio de 2011

rESUMEN

El presente artículo expone los resultados de una exploración virtual y preliminar realizada entre los años 2008-2009, para entender los mecanismos de consumo de MDMA (Metilenodioximetanfetamina), vislumbrando las dinámicas del mercado local de Guayaquil (Ecuador), desde una perspectiva metodológica antropológica se destaca la información obtenida mediante el método de entrevista a un informante.

Palabras clave: drogas, intercambio, MDMA, mercado, polivalencia.

EXtaSY: PrEliMiNarY NotES aBoUt itS CoNCUMPtioN iN tHE GUaYaQUilEÑo CaSE

aBStraCt

This article presents the results of a preliminary virtual exploration carried out in 2008-2009 in order to understand the MDMA (Metilenodioximetanfetamina), consumption mechanisms to discern the local market dynamics in Guayaquil (Ecuador). From the anthropological methodological perspective the obtained information is highlighted by means of the interview through an informer method.

KEY WordS: drugs, exchange, MDMA, market, polyvalence.

1 Ph.D. Antropología, The New School for Social Research. Coordinador programa de Antropología. FLACSO Ecuador. CE: [email protected]

cult.drog. 16 (18): 41 - 65, 2011ISSN 0122-8455

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Xavier Andrade Andrade

a MaNEra dE iNtrodUCCiÓN

Esta es una exploración preliminar iniciada virtualmente, y realizada entre diciembre de 2008 y enero de 2009. La finalidad de esta investigación fue la de entender los mecanismos de consumo del MDMA, y vislumbrar las dinámicas del mercado local. Los límites de la misma están en su acceso a una red de usuarios que corresponde a los estratos medios y altos de la ciudad de Guayaquil. La locación remitida es multi-sitiada: desde las ciudadelas, fortaleza de la nueva ecología constituida por los barrios de élite, hasta el circuito movible de fiestas rave, este último circuito incluye también determinadas playas ubicadas en la zona de influencia de la ciudad mencionada. Por razones de confidencialidad, todo nombre ha sido removido, y referencias a locaciones modificadas. Finalmente, es importante mencionar que, el hecho que la entrevista haya sido realizada virtualmente da cuenta de la distancia impuesta por una temática de investigación que demanda: (1) un grado de distancia dada la estructura cerrada de estas redes, las mismas que -aunque estrictamente constituidas por poliusuarios de drogas legales e ilegales, una de las cuales es el éxtasis- corresponde a sujetos de estratos sociales que, (2) básicamente, generan sus propios mercados de abastecimiento dada la facilidad de transportación y distribución de las drogas sintéticas. Estas particularidades del circuito del éxtasis hablan de la necesidad de investigaciones cualitativas más sostenidas y desarrolladas etnográficamente. La presente es una contribución preliminar que sitúa líneas de discusión para una agenda más sistemática. Este artículo subraya la información obtenida mediante la entrevista, e intercala en ella misma, entradas antropológicas puntuales que permiten situar líneas de trabajo a futuro. Debo dejar constancia expresa del agradecimiento a un informante a quien no conozco personalmente, por lo cual su tiempo y su esfuerzo por sistematizar sus propias experiencias y la de su red social adquieren redoblada importancia.

El punto de partida es el interés por reflexionar sobre un panorama en el que, mi informante clave estuvo expuesto, le resulta problemático dadas las consecuencias de poliusos que dan cuenta de la mezcla potencialmente riesgosa de algunas sustancias lícitas e ilícitas.

El acercamiento fue facilitado a partir del intercambio epistolar que espontáneamente surgió sobre el tema, por parte de un tercero, quien dos años atrás contactara virtualmente al investigador al responder a los artículos que ha publicado sobre el

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Éxtasis: preliminares sobre su consumo en el caso Guayaquileño

espacio urbano guayaquileño, los mismos que han tocado el tema del desarrollo espacial, y las consecuencias del establecimiento de fronteras físicas entre la juventud.

Un proceso que en antropología urbana es descrito como “ciudadelas fortaleza” para describir la nueva ecología creada y que, en los medios de prensa locales, ha dado lugar a la categorización de los jóvenes que crecen en la misma como: “chicos burbuja”, para describir una forma de relacionamiento social que fortalece redes homogéneas de clase y raza, auto-contenidas y claramente diferenciadas del resto social. El retrato mediático, no obstante, ha eludido la consideración del consumo de drogas legales e ilegales entre estas formaciones sociales. El interés sobre estos temas se refleja claramente con la predisposición del propio informante (UNO) para desarrollar una mirada reflexiva sobre la realidad que describe vívidamente. Así empieza este intercambio epistolar2:

PriMEr iNtErCaMBio: PaNorÁMiCa

“Como estás Xavier, me refirió Z (mi primo) por el tema del estudio que están realizando, y bueno, creo que en algo puedo aportar con cosas que se y he visto... y tal vez un par de contactos que sé podrían estar dispuestos a ayudar… y bueno, la primera pregunta sería de qué manera puedo acercarme a estas personas, o sea qué les puedo y qué no decir... porque es un medio muy complicado, al menos en guayaquil, es super hermético y bastante elitista...

Veamos: tuve acceso a ese mundo cuando me mudé solo (antes de casarme y venir a vivir a P) hace unos 3 o 4 años... compartí departamento con un amigo (aquí el informante menciona una ubicación estratégica en el complejo de “ciudadelas fortaleza” de las élites, y a continuación hace un listado con apellidos representativos de las élites políticas y sociales de Guayaquil, n.e.).

2 La ortografía original en este intercambio ha sido mantenida en ambas partes, debido a que da cuenta del manejo de los datos como parte de la correspondencia electrónica. Es importante, metodológicamente, señalar que la fluidez de este diálogo dependió del acceso a internet y que, por haberse realizado durante el mes de diciembre -que incluye prolongados descansos vacacionales y el inicio de la temporada playera en la región de influencia del Guayas- dicho intercambio supuso dos momentos: mayormente intenso al principio y luego más distanciado dadas las circunstancias de un obligatoriamente interrumpido intercambio de información y datos. Haber conservado el formato de transcripción que corresponde a los e-mails es importante adicionalmente en el sentido de remarcar la distancia impuesta por el acceso a informantes que el investigador no conoce de primera mano, pero que, sin embargo, dada la naturaleza de los intercambios previos y durante este proceso, y dado el conocimiento contextual para el consumo de drogas en Guayaquil, considera de enorme valor para abrir nuestra comprensión de consumos no estudiados previamente. La decisión de intercalar mi mirada, como investigador, sobre los datos a la par del intercambio original, brinda la posibilidad de contextualizar etnográficamente la información obtenida.

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a él, […] al estar de cierto modo vinculado con la cultura light […] accedió a un submundo dentro de la farándula, de personas “cultas” “cool” actuales... no le quedó mas remedio de utilizar sus dotes sociales y se convirtió en dealer exclusivo de estos grupos de personas...”.

Aquí, es importante destacar cual es el acceso a una cierta red social que garantiza inicialmente el desarrollo de mercados con redes cautivas de usuarios de clase alta. Es alguien quien goza de un reconocimiento social dentro de una estructura social claramente segmentada por la adscripción a ciertas familias, y su entorno social espacialmente inmediato, quien puede establecer inicialmente una red de distribución confiable y aceptada. Esta combinación entre filiaciones de clase y adscripciones espaciales, dan cuenta de una dinámica particular especialmente significativa para el Guayaquil contemporáneo.

Evidentemente, el hecho que haya una asociación entre nociones de “light”, o “cool”, y consumo de éxtasis, apunta hacia el otorgamiento de un cierto sentido de prestigio a este tipo de drogas sintéticas como complementarias a un estilo de vida, y una “escena” de socialización dados. Establecidas las bases del territorio sociológico y espacial del consumo, se continúa elaborando, sobre una serie de connotaciones descritas como “culturales” por el propio informante:

“haciendo un paréntesis, el acceso a cierto tipo de cultura se da por lo económico, ya sea la música, películas, arte o eventos con cierto alcance globalizado, son estas personas las que pueden sustentar día a día sus aficiones sin necesidad de trabajar... ellos son en sí una mini escena musical, devenida en la escena electrónica guayaca...”.

Esta “escena” se caracteriza igualmente por formas específicas de consumo de drogas, y la constitución de mercados cautivos que no necesariamente persiguen una dinámica motivada por el beneficio económico:

“hasta aquí todo bien... ellos mismos consumen sus propios productos: la mejor weed cultivada con semillas traidas de holanda, las mejores drogas de diseño conseguidas a través de contactos internacionales (Perú mas que nada), y que es parte de su cotidianidad, al ser personas de élite, con pasaportes especiales y cosas así, incluso traen pepas, puntos, ácidos y demás en sus bolsillos, y los ruedan en el mercado conformado por sus allegados...

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aquí entra mi amigo, él, tiene cierto olfato para estos negocios, se dedicó a conseguir y proveerles de la mejor droga (de todo tipo) a estas personas, inicialmente en salidas inocentes, en sus carros, en fiestas, en discotecas, nada complicado ni muy expuesto, por lo general los que venden lo hacen sin fin de lucro real, […]”.

Es importante subrayar la alusión final para tipificar adecuadamente a estos mercados: son intercambios económicos mediados por una economía moral específica, aquella, que se establece entre pares y la búsqueda del placer que, entre otras dinámicas, incluye el consumo de drogas sintéticas de naturaleza amplia, entre las que se incluyen: alucinógenos y estimulantes de diversa índole.

La capacidad de movilidad de usuarios que se convierten, aunque sea efímeramente en distribuidores de drogas importadas, es igualmente importante. Evidentemente, la mayoría de quienes importan sustancias sintéticas no derivan en su especialización como vendedores, y en ello, se asemejan al papel clave que juegan determinados usuarios en servir como parte de las cadenas de intermediación de otras sustancias ilícitas.

De hecho, la evidencia cualitativa recabada sobre otras drogas tanto en el caso ecuatoriano, como en otros contextos, da amplia cuenta del papel de usuarios claves en la expansión del saber sobre las sustancias, y de su rol de intermediación entre vendedores profesionales, y redes sociales de consumo (véase anexo 2). La diferencia con el caso de las drogas sintéticas estriba, por tanto, en que la forma de distribución es orientada a mercados específicos, y realizada simultáneamente, por una variedad de agentes, jugando allí, un papel fundamental los propios consumidores, hasta que aparecen mercados más consolidados.

Al mismo tiempo, no se trata de consumidores especializados exclusivamente en éxtasis. La polivalencia del uso de drogas es nuevamente remarcada por el informante:

“se oculta un consume lo mayor y peor en todo esto: la base de cocaína, o mas que nada el “tirado para atrás”, crack a secas... todas las ventas, todas las fiestas, todos los after parties terminan en encerrones...

es una especie de ritual, que empezaría con un día entero de “chillin”, haciendo música, viendo películas, fumando skunk (variedad de hierba), jugando videojuegos, yendo a comer a malls, dando vueltas en autos, todo bajo el influjo

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de la hierba, al acercarse la tarde empiezan los contactos (esto puede ser cualquier día) donde se bebe, consumen cocaína, y planean la noche... donde puedes arrancar con un mdma suave, de preli, para luego en las fiestas electrónicas irlo matizando y llevando hacia el éxtasis con heroína y speed...”.

El panorama emergente, por tanto, da cuenta de consumos múltiples vinculados a propósitos de recreación también específicos que guardan patrones más o menos establecidos (“ritual” en palabras del informante). Coexiste, tanto la vinculación a ciertas tareas productivas -por ejemplo, la producción de música electrónica-, y el consumo sistemático de drogas dentro de un espectro sumamente amplio, el mismo que incluye, preponderantemente marihuana, y distintas formas de cocaína.

La mención a las mezclas entre éxtasis y otras drogas requiere una discusión mayor. Debidamente contextualizada esta información, el informante, alude a las posibles mezclas que el éxtasis contiene al ser distribuido en la práctica. Si bien el mercado ilícito se caracteriza por la alteración sistemática de las sustancias, alteración que no es necesariamente realizada por los distribuidores finales, sino en distintas escalas de intermediación previas, especialmente para sustancias derivadas de la cocaína, en el caso del éxtasis la capacidad de adulteración es uno de los aspectos claramente identificados como problemáticos por parte de los usuarios, a pesar que constituyen una parte esencial de las prácticas múltiples de consumo. El “ritual”, que describe el informante al respecto es revelador, a la vez que enfatiza en un panorama de redes sociales cautivas, mayormente ajenas al mercado callejero:

“los contactos son los mismos djs. dueños de lugares, personas como mi amigo..., son un círculo muy cerrado, que no se expone a compras callejeras, es un consumo muy muy social... y bueno estas fiestas con consumo se extienden muchísimo, en los after, donde viene el bajón, se fuma mas hierba, y se intercala con coca y anfetaminas, y licor... lo único que puede parar este coctel es la triqui, las rocas, así que cada grupo se encierra en casas o departamentos y listo...

empieza un nuevo día....”.

La vinculación entre drogas legales e ilegales, da cuenta de la complementariedad de las sustancias, el uso de “triqui” (base de cocaína) y “rocas” (crack o, así llamada “cocaína tirada para atrás”, por su forma de obtención mediante la disolución del clorhidrato en bicarbonato de sodio y agua mediante destilación), da cuenta

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de la amplia difusión de los derivados de cocaína, corroborando las tendencias históricas del mercado ecuatoriano de las últimas décadas. De acuerdo a mis propias investigaciones sobre base, ésta se halla distribuida en un amplio espectro social en Guayaquil. Sobre este uso múltiple y su base social, el informante continúa:

“en la clase media también se ha generalizado, y el perfil es el mismo, solo que con drogas de menor calidad y con mas difícil acceso... ellos no tienen el circuito de consumo, solo son consumidores de fin de semana estrictamente en las fiestas electrónicas, en montañita, en cuenca....”.

La cualificación que el informante elabora sobre la especialización del mercado de distribución para ciertas clases sociales, no obstante, es preponderante y apunta, nuevamente, al carácter cerrado de dichas redes sociales, y a la mayor capacidad entre jóvenes de clase alta, dada su movilidad y acceso al mercado global, para consolidar una oferta más o menos regular de éxtasis. Existen, no obstante, vasos comunicantes que funcionan como parte de una escena social más amplia, aquella que guarda un vínculo con la conexión entre éxtasis, y contextos específicos de consumo alrededor de los circuitos festivos:

“hay canales de comunicación, todo el mundo (todos los segmentos) se enteran de drogas nuevas, empiezan los testeos con ciertas personas populares, incluso muestras gratis, y son las fechas como estas, cercanas a la navidad donde se ve un movimiento impresionante de vendedores de todo tipo, desde gente que bordea lo delincuencial, hasta personas que traen las pepas en sus autos luego de sus viajes de surf a máncora o demás pueblos peruanos... gozando de su casi inmunidad de apellido...

los precios se disparan, la gente se aprovisiona para este fin de año, y bueno, creo que el mejor trabajo de campo sería ir a [la playa, n.e.] este 31... se rumora que estará más encendido, más cargado, más dañado, hay nuevas drogas de diseño que vienen de farmacéuticas de Canadá, que aun las leyes internacionales no las determinan como tales, y que son sumamente baratas si las compras x frasco (200 o 300 dólares de las cuales podrías sacar 2000 o 3000 acá)...”.

Evidentemente, lo dinámico de este mercado -que implica a actores de distribución diferencialmente situados- reposa en varias condiciones: la facilidad de transportación, y las ventajas que permite el propio mercado farmacéutico, al ser legal y al producir constantemente nuevas formas de drogas sintéticas con fines inicialmente médicos,

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brinda la posibilidad del desarrollo de mercados más amplios, regularmente cercanos al circuito de fiestas rave.

La asociación con redes informales, o establecidas por distribuidores que importan las sustancias desde Perú es importante igualmente destacarse, aunque históricamente el mercado guayaquileño ha estado vinculado con los mercados peruanos de marihuana previamente, y este intercambio es resultado igualmente de la movilidad de la escena playera en un circuito que va desde Máncora en Perú hasta Montañita en la Provincia de Santa Elena; una movilidad que ha tenido como sus actores claves a artesanos, turistas extranjeros, y surfistas, y que forma parte del saber común sobre el mundo de las drogas, al punto que, en más de una ocasión, los medios masivos han retratado, para el caso ecuatoriano, a Montañita específicamente, como la panacea para el consumo variado de drogas, generalmente, siendo asociado a algún evento de crónica roja, que claramente apuntala una agenda moralista y prejuiciado sobre la dinámica social de un pueblo playero en expansión, que sirve como motor económico de una zona, de otra manera, bastante desatendida por el Estado, y el gobierno provincial.

Varias escenas han confluido históricamente en ésta área, y no todas ellas coinciden en el manejo de las mismas drogas, pero sí han facilitado la constitución de geografías permisibles, espacios relativamente seguros para el consumo de sustancias ilícitas a pesar de no hallarse libres de la interdicción y las redadas policiales, dado el marco prohibicionista que rige en ambos países.

El papel de recursos informales de difusión del conocimiento, como en el caso de los mercados de drogas ilícitas, es también clave: en base a “rumores”, los consumidores acceden a información estratégica que, dada la enorme flexibilidad de los sistemas de distribución, es particularmente efectiva para los fines de aprovisionamiento y uso recreativo.

Nuestro primer intercambio epistolar culmina con una ubicación del informante como ex-usuario, con una declaración, en la que muestra su interés por ampliar la visión de otros informantes situados más estratégicamente en su función de distribuidores de éxtasis, y a la vez, con la reiteración de los riesgos convenidos a los mercados ilícitos:

“y bueno, no soy consumidor, lo fui muy muy casual, pero estoi interesado en aportar lo que sea....

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lo que necesitaría para conversar con estas dos personas (con suerte el pana dealer) sería el método de acercamiento, el estímulo, el objetivo, al ser personas con cierto nivel cultural y proactividad tal vez les parezca interesante participar... o si lo ven peligroso o contraproducente puede resultar mal (por ej, hace poco denunciaron al T, famoso, antiguo, conocido y muy querido dealer de weed de gye, solo por referirlo a la compra de un hijo de un personaje de la farándula de tv)...

esto quedó medio largo, espero que sea de utilidad

estaré a la espera de esa información”.

Finalmente, sus intentos por ampliar una base de informantes fueron frustrados por temor a la exposición de los informantes mencionados. Ello habla, a su vez, adecuadamente, del carácter relativamente oculto de estas prácticas de consumo.

SEGUNdo iNtErCaMBio: MErCadoS Y CoNSUMidorES

XA: … para empezar muchisimas gracias por, sin conocernos siquiera, darme un panorama de lo que está ocurriendo. Mira, lo ideal sería conversar telefónicamente o inclusive conocernos. Yo estoy viajando de retorno a gye este fin de semana. El cuadro que pintas me lo imaginaba, aunque solo parcialmente. El uso paralelo o secuencial de otras sustancias es algo que me resultaba inesperado. Tenía la imagen de que los raves, mediatizados por el consumo de éxtasis, devenía en quizás uso adicional de weed para terminar la noche y listo pero, evidentemente, por lo general y por lo que describes no es el caso. En cuanto al acercamiento, difícil como bien sostienes tú, solamente tiene la finalidad de detallar el tipo de relato que has construido. Tengo montones de preguntas a partir de lo que tú adelantas. Si quieres las estructuro de mejor manera y continuamos el dialogo por esta vía si así te sientes más cómodo. Por lo pronto, te agradezco por tu ayuda. Te anticipo que el método es simplemente de entrevistas abiertas, ósea lo mismo que estamos haciendo por esta vía. Sobre el consumo, sobre el papel del éxtasis en la vida de la gente, sobre su relación con nociones de entretenimiento o de expansión de la conciencia, etc. Por lo pronto, la idea inicial es simplemente conocer a un par de contactos de una red de usuarios y hablar sobre aquello. La investigación es totalmente confidencial y solo tiene como objetivo hacer un diagnostico de la situación en los países andinos, incluido Ecuador (a través del

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Xavier Andrade Andrade

estudio de Guayaquil y Quito, aunque parecerías sugerir que Cuenca también tiene su escena, claro). Es un proyecto de investigación académica y de políticas públicas y no tiene vínculo alguno con las fuerzas represivas. En fin, voy a volver a revisar tu relato y te escribo con preguntas más puntuales. Te parece? Gracias de corazón, saludos, x.andrade.

El informante, en nuestro segundo intercambio, prefiere inicialmente intentar esclarecer temas relacionados con la constitución de los mercados del éxtasis. En este esfuerzo, emerge un escenario más clásico de distribución, aunque vuelve a remarcarse el carácter estratificado socialmente de los mismos, al hacer un contraste entre barrios como: la Alborada, una zona de clase media situada al norte de la ciudad; con una formación social que es descrita como “aniñados”, que corresponde regularmente a las zonas de ciudadelas fortaleza, tales como Samborondón.

“Los mercados: Sí existen, pero no para esta gente...

alguna vez me contaron algo de unos colombianos (típica cosa) que se movían desde la península... que incluso metían grandes cantidades para distribuir, que la policía conocía de esto, y justamente escogieron la península por lo manejable del asunto...

antes, según se, venían cargamentos grandes de Holanda, no se como , pero se empezaba a rumorar: oe vienen tales (rolex, skulls) y los dealers medianos iban a quito, venían por tierra o enviaban encomiendas y en gye empezaba la subdistribucion con los dealers de weed y coca, pero más de weed...

a veces la oferta “externa” era mejor que la de los panas cercanos, y habían estos mismos “iniciados” que recopilaban billete entre varios y tomaban el riesgo, moviéndose a zonas rojas, literalmente disfrazando su “aniñadez” para cargar con estas cantidades...

en Guayaquil por lo que se, es así, está bien delimitado, tal man de La Alborada […] que le vende a los del sector, jamás a los otros, aunque, si se mezclan los grupos… por ahí el pana skater, o el amigo del dj sabe de mejores precios y se mueve en las fiestas con compradores pre-pactados... 

bueno y como sabrás, los aniñados jamás se arriesgan, van a lo seguro, drogas caras, testeadas... las mejores, creo que mantienen sus canales dedicados...”.

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Nueva información sobre la volubilidad del mercado de las drogas sintéticas es aportada, lo cual amplifica el panorama hacia un uso diferencial, y de varias formas de éxtasis, así como, para propósitos recreativos tales como: las visitas a shopping malls, funcionales, y prácticas sexuales: 

“con respecto al uso, mmm pues es variado... depende de lo que haya, hay variedades relajantes (mdma, crystal) con fines ludicos o sexuales, pero bien específico, cada cual tiene su ritual o utilización específica...

las mujeres pueden avanzar sus días por “cuartitos” [un cuarto de pastilla, n.e.] cada tantas horas y se van de compras

están los músicos... que hacen lo mismo para tocar, ensayar, etc...

están las más duras, alucinógenas incluso, no se con que mezclas, que son específicamente para los raves, las bailables... y de eso las películas ya han dicho mucho, me atrevería a decir que incluso es una moda...”.

Una de las particularidades a considerar, no obstante, es la ausencia de vinculaciones entre sentidos “adicción”, y drogas sintéticas. Los usos problemáticos, nuevamente, nos devuelven al terreno del poli-uso de sustancias, como se conoce en patrones clásicos:

“ahora, por lo general los cuadros de adicciones específicas son raros, si hay mujeres que lo hacen para adelgazar, o para pasar los problemas (así de ridículo), donde ellas cumplen un rol específico, mientras más dañada sea, más drogadicta, más aniñada es, por lo general son las novias de los músicos o artistas...

los hombres adictos, lo son por general los adictos a todo, 24/7 que saltan de una a otra droga para mitigaro potenciar la anterior... 

pero en general, como te decía líneas arriba, depende de la variedad, época del año, actividad, realmente es una droga muy versátil por así decirlo, me atrevería a afirmar que para muchos es un estilo de vida... 

problemas reales, sólo por el X no se han visto, es más por el abuso de otros químicos, es que la gente realmente “embalada” no lo hace solo una droga x vez...”.

La coincidencia entre el circuito rave, y el consumo de éxtasis (o “X”, como es conocida en el círculo de éste informante, y más ampliamente celebrada), habla de mercados

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Xavier Andrade Andrade

restringidos a ciertos “estilos de vida”. Esta es una reiteración importante a la hora de pensar en políticas públicas, debido a que estamos hablando de formaciones sociales específicas que tienen acceso a amplias fuentes de conocimiento, que históricamente han constituido un saber sobre las formas apropiadas del uso de estas sustancias, a pesar del potencial riesgo resultante de las adulteraciones -al mismo tiempo que en dichos circuitos se traslapan múltiples drogas y formas de consumo-, por lo que una política de prevención efectiva tendría que considerar los riesgos del uso múltiple y asociado de drogas legales e ilegales, antes que los de una droga en particular:

“ahora, recientemente escuché un rumor, de que al contrario de antes, las fiestas electrónicas se arman específicamente para distribuir cargamentos, incluso se aplazan fechas de tocadas o de djs con ese fin, o se los hace coincidir, lo de cuenca creo es reciente, se ha venido elitizando rápidamente esa escena electrónica, y cierto segmento gye se mueve allá por la exclusividad... tranquilidad...

bueno, cualquier cosa que pueda seguir aportando me indicas”

La colusión sugerida entre fiestas de música electrónica, y el consumo del éxtasis, implica a su vez mecanismos de articulación directa entre organizadores y redes de distribución, aunque se relativiza por la amplia convocatoria, mayormente realizada por medios virtuales, que la mayoría de eventos de este tipo tiene. Más allá de ello, todavía cabe preguntarse, sobre la relativa constricción del mercado de drogas sintéticas de tipo éxtasis en esta clase de circuitos.

tErCEr iNtErCaMBio: MarCaS Y MEZClaS

XA: por lo que veo, la escena es mucho más compleja. A ver, abordemos el tema de las distintas variedades de “X” (hablas de un panorama que va de lo relajante a lo alucinógeno, por ejemplo), y mencionas tipos o marcas. Cómo se las vende, a propósito, ¿por marcas? Podrías por favor concentrarte en los dos temas que sugiero: 1) variedades, 2) “marcas” de comercialización ¿o tipos? Alguien me mencionaba del uso de marcas de autos, por ejemplo, para referirse a una sustancia u otra.

“ah ya claro:

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marcas no existen, son variedades según su mezcla o pureza: las que conozco, he probado o he escuchado mencionar son:

rolex (las mas comunes, el éxtasis genérico por así decirlo, les diré “bailables”)

micropuntos (contenido de anfetaminas, estado de euforia, alucinógenas, similares a los ácidos pero de un modo más controlado)

mdma (creo que es la descripción química, son supuestamente puras, estado de relax, tranquilidad, claridad, creo que su uso inicial fue médico) de ahí los nombres los pone creo el “diseñador” o incluso el vendedor, hay de varias formas y colores:

skulls (hasta donde se su “trip” es más oscuro y animoso, supuestamente con contenido de speed)

crystal (no son pastillas, son como cristales de algo que se van disolviendo, sensación de euforia, no las he probado)

y sí, hace tiempo circulaban las Toshiba, las Mitsubishi, pero eran básicamente éxtasis en su más general uso y composición solo que marcadas con diferente sello en bajo relieve, eran redondas, triangulares, en cápsulas, creo que ahora no la llaman así...

el problema con esas era que no sabías que te tocaba, habían muchos problemas porque uno buscaba algo y resultaba otra cosa, que se yo, mezcla con heroína o cocaína...

creo que es tan amplio, que es imposible de seguir, hay cápsulas con éxtasis y ácidos, con éxtasis y heroína, y estas mezclas son más caras y difíciles de conseguir, de este tipo son las que se mueven en los medios élite...

  info demasiado actual no te podría dar, porque siempre veía variaciones en mezclas, formas y colores, estoi casi seguro que al menos en el mercado gye se consume lo que se oferte

recapitulando, los nombres son meramente referenciales, croe que solo los dealers o testers saben a ciencia cierta que tiene cada cual y cual mover en raves, en la playa, en la ciudad, sus mezclas son x + heroína, x + speed, x + algún ácido , metanfetaminas, algún derivado de la cocaína...

hasta ahí, de ahí ya empezaría a especular”.

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La descripción elaborada por el informante respecto a las características de las modalidades de comercialización de las sustancias guarda semejanzas con otros mercados, como el de la heroína en Nueva York, escena que estudié durante los noventas, y que se caracterizaba por la constitución de mercados cautivos, y formas de distribución vía celular, para evitar la presencia de consumidores en zonas callejeras, y salvaguardar a los propios vendedores de los riesgos implícitos a un mercado abierto, por un lado.

La proliferación de marcas, por otro lado, habla de la agresividad mercantil, y la enorme inventiva y flexibilidad de la distribución en términos de producción constante de marcas, que son tomadas irónicamente de los fetiches de los mercados establecidos.

Finalmente, habla de un mercado particularmente problemático por la potencial susceptibilidad de modificación de la sustancia éxtasis con drogas particularmente potentes como la heroína o las metanfetaminas. Si bien, la indeterminación que brinda inicialmente el informante sobre las mezclas, o los cortes que se realizan, habla de un problema mayor (el que los usuarios de drogas ilegales están condenados por la norma prohibicionista, a consumir algo que no conocen a ciencia cierta de lo que se trata), subraya el hecho que estamos frente a un consumo potencialmente peligroso, que se agrava por la conjugación de varias sustancias al momento de consumir éxtasis.

En términos de políticas públicas, ello conlleva una enseñanza clave: valorizar el saber que emerge de estas propias comunidades sobre las sustancias, todo esto con la finalidad de relativizar los riesgos potenciales que subyacen a estas mezclas, al mismo tiempo que pone sobre el tapete la importancia de los “testers” -expertos que guardan prestigio entre los propios consumidores como gente conocedora y fiable-, como traductores especializados de la experiencia esperada, y de las expectativas que acarrea el consumo específico de éxtasis. Desde mi perspectiva, este tema de las mezclas requiere particular atención, por ende, se intento el siguiente intercambio, en aras de entender las dinámicas más prácticas del consumo, y el grado de conocimiento desarrollado internamente por las comunidades.

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CUarto iNtErCaMBio: MUCHoS EXtaSiS

XA: (1) aclárame del periodo histórico del que me estás hablando. Fue hace unos años, es una información relativamente reciente? (2) luego, por favor, aclárame la cuestión del precio: tienes algún sentido sobre si las mezclas que señalas varían efectivamente de acuerdo a su contenido (digamos si x y speed cuesta más o menos que x y heroína, por ejemplo). (3) si puedes expandir en el tema de las mezclas, seria interesante, puesto que, al juntar sustancias tan diferentes (heroína y cocaína) en una pastilla de x, los efectos podrían ser muy diferentes. ya lo señalas en tu tipología, pero si puedes profundizar en aquello seria interesante. (4) otra cosa, tu probaste de todo tipo o solamente de unas pocas de estas mezclas? disculpa tanta pregunta. Estoy pensando lo siguiente: que luego edito esta entrevista, la ordeno temáticamente y podemos avanzar de manera mas sistemática. por lo pronto, continuemos con este sistema de preguntas y respuestas que me ayudan a formularme una idea mas apropiada de consumos y mercados. gracias, x.andrade. 

“1. el período sería: consumo 2002-2005 -referencias por amigos y contactos directos 2000- inicios 2008 y ciertos contactos esporádicos con amigos que me cuentan las novedades vía mail...

2.no hay variaciones de precio significativas, hoy en día fluctúan entre los 10 y 20 dólares en los medios elitistas, mientras más pura o intencionalmente desarrollada mejor, las mezclas de dudosa procedencia de X con algo más tienen malos “bajones” así que no son apetecidas y por ende más baratas...

algo que si he notado, o intuido, por comentarios de amigos, es la constante búsqueda del dealer central, existe alguien o un grupo que maneja la mayor oferta y demanda, por ejemplo, estas fechas navideñas vienen precedidas de escasez, encarecimiento e incluso ausencia de eventos constantes...

3. 4. y sí, probé varias veces, inicialmente sólo en eventos, por medias o cuartos de cada unidad, inicialmente no había la opción de escoger, luego al estar cerca de este medio elitista logré acceso a más y mejor calidad, y la experiencia de mi amigo... 

me referiré estrictamente a mi experiencia personal, luego al saber la diversidad noté por ejemplo que el MDMA puro (pastillas blancas o rosadas, pequeñas, sabor amargo ligeramente agradable) podían consumirse en cualquier situación lúdica o de distracción, incluso su somatización es casi nula (no ojos rojos, no

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resequedad, no alteración del pulso, sólo efecto perceptual y sicológico, además de una sensación de calma/placer...

las mezcladas con ácidos (probé en una ocasión una cápsula con 1/4 de pastilla de MDMA con otro pedazo más de otro color que se suponía era ácido) se supone son más sensoriales, jamás experimenté la euforia de las veces iniciales (19-20 años) sólo una mayor amplitud de las percepciones de la música, predisposición a la conversación.... y experiencias luminosas-auditivas…

al menos mis preferencias eran estas y en circunstancias fuera de fiestas electrónicas mas bien viajes a la playa o sierra... con gente de confianza... muchas personas las consumen de igual manera

pero al inicio sí, el acercamiento de toda persona al menos en guayaquil se da en las fiestas, alguien se te acerca, conoces a un amigo de un amigo, nace la curiosidad, compartes el gasto con alguien y listo... todos buscan la sensación mediatizada de euforía y actividad constante... 

ahora una vez si probé esta variedad con speed, sin quererlo, un amigo consiguió, se dio el “no había más” y resultó ser este efecto de euforia, pupilas dilatadas, resequedad de la garganta, pero con un mal bajón similar a ciertos momentos de la cocaína, mandíbula chirriante, taquicardia... y creo que esto es sinónimo de mala calidad…por lo general no se debe mezclar con alcohol, pero con cerveza no pasa nada, se la potencia o calma con weed y algunos mezclan con cocaína para poder beber alcohol.

Ahora como otros datos bien aislados, se que se están filtrando en los colegios elitistas, con fines mas que nada sexuales, no se que variedad ni quien les provee pero podrían ser los hermanos de estas personas con acceso a la escena

bueno, cualquier otra pregunta no dudes en enviármela....

saludos”.

Evidentemente, la imagen emergente de las prácticas de los consumidores es compleja: no hay un solo “éxtasis” en abstracto, sino muchos éxtasis concretos, dependiendo de la oferta disponible en determinadas coyunturas y momentos. Además, existen múltiples expectativas envueltas en la experiencia del éxtasis. Esto tiene que ver

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Éxtasis: preliminares sobre su consumo en el caso Guayaquileño

con la capacidad de mezclar sustancias aparentemente divergentes (que van desde marihuana y alucinógenos, hasta estimulantes, ayudados estos últimos por alcohol), con el saber desarrollado para reducir los efectos no deseados de la experiencia. Como parte de las formas de normativización de la contravención (véase anexo 2), esta tipología da cuenta efectiva del grado de conocimiento que es desarrollado por los usuarios para optimizar el uso de las sustancias, y disminuir efectos que son descritos como desagradables.

La adulteración, nuevamente, otorga una ambigüedad al grado de conocimiento que los usuarios poseen. Esto es patente en las experiencias no deseadas o “bajón”. El hecho que el consumo de ciertas formas de éxtasis no acarrea signos visibles a ser detectados por los extraños, brinda la posibilidad de ser usado de manera más indiferenciada, y en contextos más amplios, tal como la imagen de mujeres consumidoras paseantes en shopping malls, y la tendencia hacia un consumo en un rango etáreo menor (compuesto por estudiantes de “los colegios elitistas”, aquellos que la prensa describe como “chicos burbuja”, véase anexo 1) lo revelan.

QUiNto iNtErCaMBio: PoSiCioNalidad

En un determinado momento, el informante me hizo llegar una información extraída de un chat sostenido con uno de aquellos contactos de su red social, pensando que podría colaborar con la investigación. El envío de dicho diálogo estuvo dirigido a ampliar ciertos aspectos no esclarecidos todavía en nuestro intercambio epistolar, principalmente, gracias a la multiplicidad de preguntas que emergieron como consecuencia de la amplia combinación de sustancias y las mezclas específicas del MDMA.

En el chat intercambian información sobre música, para luego adentrarse en el tema de las drogas. Su advertencia de confidencialidad al entregarme dicha información, me obliga a sintetizarla en función de ciertos aspectos claves sobre el denominado: “mercado pepero”, especialmente, por su caracterización alternativa como un mercado sumamente volátil y poco consolidado. Este intercambio brinda, una reinterpretación sobre la posicionalidad del consumidor en función de acceso a ciertos distribuidores puntuales, dada la ausencia de sistemas de distribución más establecidos; la principal queja en este sentido, es que el consumidor está supeditado a los vaivenes de la oferta,

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sin existir una base estable de marcas establecidas que corresponden a un tipo de éxtasis, además, de depender de la volatilidad de los eventos y los mercados.

Dado el carácter confidencial de dicho intercambio, no obstante, he preferido no citarlo literalmente para no violar un código ético básico en la investigación antropológica, el del consentimiento informado de todas las partes involucradas. Adicionalmente, el chat contenía información interesante sobre la necesidad de disminuir los riesgos asociados al consumo de éxtasis, proponiendo de alguna manera, su normalización, vendiéndolo bajo prescripción, un modelo de intervención que, si bien fue formulado de manera sarcástica, puede elevar una crítica a políticas anti-drogas que no diferencian apropiadamente los riesgos adjuntos a sustancias específicas, y que favorecen el manejo de discursos relacionados a “la droga” en abstracto.

SEXto iNtErCaMBio: traYECtoriaS

XA: colega, saludos. Tú reporte de consumo me lleva a una pregunta sobre la cual quizás puedas expandirte, antes yo de volver a preguntar sobre algunos de los datos que has tenido la fineza de enviarme. La pregunta es: porque consumiste x entre 2002 y 2005? fue por tu ingreso a una cierta red de amistades, universidad, peladas? y la segunda preguntas es: porque dejaste de consumirla? por favor detállame ambos temas, te lo agradeceria, cuando bien tengas tiempo. Agradezco por tu tiempo. x.

“Que tal X

Sí como no, espero que la pequeña conversación que te transcribí haya sido de utilidad... [se refiere a los datos contenidos en el chatm, n.e.]

mira, en el 99 entré en la universidad, y coincidió con el descubrimiento de la weed... pasaron los años, y eran populares los raves en donde hoy es [una discoteca, n.e.] los días miércoles, o fiestas en lugares alejados y cosas así, por el 2002 era ya una costumbre con los panas comprar varias pastillas entre varios y dosificarlas según la ocasión (para mi bastaba un 1/4 o media para estar bien) nunca he sido muy llevado por la algarabía excesiva....”.

En mi afán por aclarar los patrones y la trayectoria del consumo, el informante vislumbra algo comúnmente hallado entre formaciones sociales diversas: la

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marihuana como droga iniciática, probablemente vinculada a drogas legales como el alcohol. Su historia va desde la exploración eventual de una mayor exposición entre un circuito de usuarios de éxtasis, como parte de un modelo de consumo establecido y fundamentado, mayormente, en la necesidad de adscripción a un grupo social de afinidad, profesional y etárea. Estas agrupaciones, no obstante, son internamente heterogéneas en cuanto a prácticas de consumo:

“creo que la fecha de inicio se da por la oferta/demanda, dejó de ser algo muy under o tal vez yo accedí al under... no se... pero las veía más por todos lados

habían más tipos de pastillas, amigos de amigos ya vendían en los últimos años de universidad, pero jamás vinculé una cosa con la otra, para ese entonces 99-2000 ya me había mudado a la so-called Pelucolandia y la vida era una fiesta continua, creo que el factor desencadenante para la “regularización” del consumo (no mas de un año) fue que trabajaba en [el mundo de la producción audiovisual], salia tardísimo y la mayor parte de las veces directo a las fiestas

o me pasaban recogiendo los panas, y bueno en esos casos pega durísimo una pepita para levantar la moral (por así decirlo), mitigaba por esas horas el cansancio, había la predisposición de ánimo, y no, al menos en mi caso no era específicamente por chicas o sexo o fiestas electrónicas en sí.. era mas el dato camaradería .. ah porque por lo general, y ahora que lo noto si es importante, los consumos son costumbres grupales, con su presupuestación, eventos y fechas especiales, armas tu grupo, uno se acolita mutuamente y ahí las diferencias radican en las individualidades...

los más “farándulas” solo andan detrás de la diversión y placer en sí, pero con el dato social por encima...

otros lo hacen porque son en pocas palabras unos drogadictos de lo que sea... y pasan 24 horas saltando de una a otra droga...

otros, se alternan entre el trabajo, familia, para cerrar el día en el grupo de amigos íntimos, con los que te vas a la playa, con los que comes en caleta, cosas así...”.

A pesar de la heterogeneidad interna descrita, el éxtasis aparece como una droga de consumo eminentemente social: facilita la interacción grupal especialmente en contextos festivos, a la vez que amplía el sentido de comunidad bajo formas de comunicación que son potenciadas por la droga:

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“bueno retomando, el consumo de X (jaja de X tu nick) es variado, adaptable, pero a veces te da lo que la weed no te da, movimiento, la weed es chantada, personal, intimista, en cambio las pepas son para compartir....

retomando las fechas... bueno tengo unos pocos años de casado, un par de hijos pequeños, un puesto en una empresa en P, ya no vivo en Gye, y me he alejado por voluntad propia, por petición de mi esposa, por necesidad, tal vez por madurez o yo que se de “ese mundo”

creo que básicamente las drogas sociales llenan vacios existenciales, ósea no tienes nada que hacer, en casa, solo, un par de llamadas y ya estas haciendo algo con panas matizando la situación con algo... según la elección de cada cual…”.

SEPtiMo iNtErCaMBio: rEdES

XA: broder, espero no estar abombandote con tanta pregunta. Tengo dos niveles de discusión más:

Nada mas retomando tu anterior mensaje: cuál era la extensión de tu red social o redes sociales en las que se consumía X y otras drogas? eran varias redes sociales, era un núcleo más intimo, como lo sugieres en otros momentos? Y, la segunda, es si bien entiendo que X es una sustancia para consumo social, no aislado. Como explicas que -por lo menos de acuerdo a la conversación con tu pana- no haya mucha elaboración discursiva, conversaciones, etc.? que se comparte exactamente en una sesión de consumo de X. Finalmente, la gente habla de “sesiones” de X o esa no es una noción que se acepta para describir el tipo de uso que se hace de dicha sustancia. el tema de las “categorías nativas” -ósea de cómo la gente habla sobre los estados alterados de acuerdo a cada droga- es el siguiente tema que me gustaría abordar una vez que me aclares las preguntas que te estoy encamando. Muchas gracias de nuevo, abrazos, x.

“Respondiendo a la primera: mi red social estaba dividida por la gente de la universidad […] y la gente de [la zona específica donde el informante vivía, n.e.] le gente no es tan pelucona [en esa zona, n.e.] pero todo el mundo se conoce y conoce a los amigos de los amigos que tienen nexos con gente de otros niveles económicos más altos por los colegios o universidades...

“la gente se reúne en sus círculos íntimos para poder sistematizar el consumo, tener un dealer de confianza, ir todos a una fiesta, compartir...

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los otros momentos son en las simples fiestas, y el detalle desencadenante de los “otros momentos” serían lo que yo llamé “individualidades” porque por ej. El amigo con el que conversé (el del texto) pese a moverse en un círculo mezclado social (mas que nada por el colegio)... lo hace en los raves y más nada....

y bueno se consume x en todos los niveles, y todos de cierto modo están relacionados, tal vez mi caso o el de mi grupo sea mínimo ante los grupos sin ningún interés más que la diversión extrema, moda, roce social... 

en la conversación con mi pana, pues él es del tipo fiestero, la usa como estímulo ante la música, y la música electrónica + X es toda una cultura, la cultura raver... ahí es donde se mueven los djs y sus amigos […] y creo que a él solo lo mueve la diversión y exageración de los sentidos en el momento casi ritual del baile intoxicado...

lo de sesiones de X, mmm si he oído de eso, sería básicamente como mi caso con mis amigos, empezábamos los días en los que sabíamos habría fiesta con pedacitos de alguna variedad pasiva hasta llegar a la noche con una entera de alguna diferente o nueva que aparezca y que el dealer de confianza nos haya conseguido... 

a partir de hoy me conectaré esporádicamente, porque regreso a Gye y más pasaré en la calle, pero trataré de revisar siempre desde el cel y respónderte apenas pueda....

[…]

estamos en contacto.

Saludos”

oCtaVo iNtErCaMBio: dESPEdida

XA: … cuenta conmigo en lo que pueda respecto al proyecto de que me hablas, por supuesto, demás está decirte que aprecio enormemente tu esfuerzo de sistematización. Mira yo estoy viajando a gye también, aunque lo mas probable es que me vaya mañana a la playa por un par de días, se que estas fechas son complicadas para todos, de todas maneras, te seguiré molestando para avanzar en la sistematización de tus saberes, cualquier rato, si quieres me llamas al…, y avanzamos con lo del proyecto que me platicas, si prefieres manejarlo

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electrónicamente pues igual estare conectado de alguna manera […]. una de las cosas que hare, ahora que ya estoy libre de mis responsabilidades en […], es revisar detenidamente la entrevista que estamos llevando adelante para poder preguntarte cosas más puntuales. La pregunta inmediata que emerge de tu ultimo relato es respecto del “dealer de confianza”, favor ampliar respecto de esta figura (se trata de dealers especializados o de amigos que negocian entre redes de amigos. por lo menos aclárame respecto de tu propia red social. te lo agradezco. x.

“Estimado X

Que tal todo, aquí retomando la vida laboral... y presto para apoyar a la investigación.

Para responder la última pregunta, acerca del dealer de confianza, pues es simplemente forjado en la costumbre + precios + confianza + accesibilidad + cercanía, pero todo eso se va al carajo si cualquier detalle falla, o si deja de tener algo, o no aparece, o se “lampariza” (si es acosado o investigado por la policía o le vende a desconocidos)...

oferta y demanda más que nada...

Si hay dealers especializados, de todo, los de pepas exclusivamente se dan de igual modo según (y a través) de lo social, hay muchos casos de “chicos bien” que se hacen dealers por la facilidad de entrada y salida del país, por el acceso a los consumidores seguros y la nulidad de peligro en las transacciones...

al menos esto es lo que conozco...

pero por lo general, en las fiestas el dealer se “especializa” según la ocasión (o el peligro, o exposición del caso)... a veces coca, a veces pepas...

se que se lee un poco difuso, pero así es eso, o al menos lo que yo conozco....

Y bueno, sí ya tengo en mente el proyecto, está cristalizándose en mente, y apenas tenga algo esbozado o escrito de seguro lo compartiré contigo para ver en que nos podemos ayudar...

y bueno, este año se ve prometedor

saludos”.

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La fragmentariedad de la información avanzada hasta este punto mediante el intercambio descrito, da cuenta de la dificultad de brindar un panorama más preciso sin un acercamiento etnográfico frente al problema. Esto, tiene que ver menos con las limitaciones promovidas por un intercambio virtual sin que medie una interacción directa, que con la dinámica de un universo de consumo fragmentado por líneas de clase, género y edad. La información obtenida, no obstante, da cuenta de modelos de consumo establecidos alrededor de varias sustancias, en las que el papel del éxtasis es funcional para determinados momentos de rituales que precisan de distintos estadios.

La filiación del éxtasis con prácticas hedonistas, principalmente vinculadas a los circuitos de discotecas y fiestas organizadas comunalmente, va de la mano con usos más funcionales (especialmente en profesiones vinculadas con prácticas creativas, gráficas y música) o recreacionales. Si bien, se vislumbra una expansión del consumo de éxtasis hacia otras capas sociales, se establece claramente un panorama dependiente de la mayor accesibilidad de formaciones sociales elitistas hacia los flujos globales de las drogas sintéticas, fácilmente transportables y rápidamente distribuibles, una vez son aprovechados los nichos cautivos que, a su vez, son homogéneos en términos de clase y raza. Debo rescatar, finalmente, que este proceso de entrevistas virtuales fue facilitado por la propia necesidad que sentían mis contactos respecto de elaborar una racionalización sobre una escena mayormente oculta, que deviene en usos problemáticos de múltiples sustancias en las nuevas ecologías de una ciudad amurallada.

Es imprescindible, por tanto, dimensionar adecuadamente el rol que, a lo largo de la última década, ha venido desarrollando el éxtasis como parte de modelos tradicionales de consumo de otras drogas. En esta perspectiva, su asociación con el uso de alcohol y derivados de cocaína, resulta particularmente llamativo para las políticas públicas, así, como, el riesgo implícito a la adulteración arbitraria de las drogas sintéticas, práctica que es facilitada por la incapacidad de discernir en primera instancia, el contenido de las mismas a pesar de los mecanismos que desarrollan los usuarios para normalizar la contravención y potencializar los usos que desean obtener mediante las sustancias ilícitas. Hay muchas clases de éxtasis, dada los distintos niveles de manipulación y diseño de estas drogas, así, como las distintas formas de uso. Todos estos éxtasis, no obstante, se conjugan con otras sustancias. Una política pública responsable debe considerar el complejo panorama que emerge de este valioso y generoso relato.

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Desde la perspectiva de investigaciones cualitativas más sostenidas, el desafío que presenta un circuito auto-contenido, añadido al estrato social alto de este tipo de consumidores, plantea la necesidad de ampliar el conocimiento en base al reforzamiento de relaciones de confianza que, evacuando la mirada psicologista, o biomédica que tiende a estigmatizar toda forma de consumo como “adicción”, o “problema”, insista más bien, en la ética del trabajo investigativo, y en la necesidad de forjar un conocimiento que sea útil, primero para las comunidades involucradas, y luego para una comunidad académica, además de los organismos de políticas públicas que quieran afectar positivamente a la disminución de los usos dañinos de sustancias psicoactivas para los propios consumidores, antes que preocuparse en la prolongación de políticas prohibicionistas que han probado reiteradamente ser ineptas y esencialmente inadecuadas al entendimiento de las dinámicas de consumo.

Así mismo, queda pendiente entender los mecanismos a través de los cuales, los consumidores de éxtasis abandonan espontáneamente su práctica, sin un acceso a procedimientos formales de rehabilitación, además, de qué tipo de sustancias continúan o no formando parte de sus trayectorias individuales y sociales.

Finalmente, el último mensaje recibido por el informante luego de una primera lectura de este escrito con la finalidad de que editara datos que le resultaran potencialmente conflictivos, apuntalan a la necesidad de entender nuevas dinámicas emergentes, y la idea de fragmentariedad del conocimiento avanzado a través de esta misma entrevista:

“Y en general, el panorama para un lector no “iniciado” en el tema resulta claro, incluso como punto de partida para un estudio posterior desde lo social, me agrada el hecho de saber que pude aportar en algo... pero... creo que el hecho de tener solo una referencia cierra mucho el “marco” del estudio, lo ideal sería haber accedido a más personas, porque como te especifiqué ya no soy consumidor (aunque créeme las cosas no han cambiado mucho)...

En [una visita, n.e.] a la ciudad [visitando a gente de su antiguo circuito, n.e.] noté que se ha incorporado una nueva generación de consumidores de menos de 21 años, que no tienen todas estas características de “chilllin”, “camaradería”, “disfrute grupal”, en ellos ya se filtrado la moda y lo estrictamente social del consumo... si en mi entonces la cosa era superficial, ahora lo es más... puro goce, adicción específica en ciertos sujetos, mayor acceso a los dealers (en 2 años todo nuevo, en el grupo de ellos) y se mantiene ese aspecto de “cool”, “relajado”, “suave”, “tranquilizante”... 

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llegué a escuchar “relájate man, pégate una pepa, que no pasa nada”...

Es más usual, es más fácil conseguirlas, y el consumo en estos nuevos usuarios (intuyo) ya adquirió otros niveles de aceptación, se podría decir que es la nueva “weapon of choice” de ellos, por ser “limpia”, selectiva, social... pero individual (otra intuición: ahora es más segura, ya se puede conseguir cierta variedad para cierto momento, o sea el mercado está madurando o ya maduró)

Ahora, esto no quiere decir que nuestra conversación no vale, al contrario, marca un momento de partida para un mercado en rápido crecimiento, que sólo ahora pude advertir... pero definitivamente necesitas uno de estos nuevos consumidores para saberlo...”.

Creo que este comentario cierra decidoramente, por ahora, este proceso.

Nota al editorEl autor enunció anexos que no se incluyen e igualmente omite la bibliografía por su criterio.

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Historia, política y reflexión: hacia el hombre meta-histórico primera parte

HiStoria, PolÍtiCa Y rEFlEXiÓN: HaCia El HoMBrE MEta-HiStÓriCo PriMEra PartE

JOAQUÍN A. MUÑOZ MENDOZA1

Recibido: 26 de septiembre de 2011Aprobado: 7 de noviembre de 2011

Hace mucho tiempo, tengo claro que no debo ni puedo estar de acuerdo con todos aquellos que hablan de crisis cultural en tonos que van de lo trascendente, hasta lo apocalíptico, contemplando con pesimismo los últimos avatares del saber. La palabra crisis va de boca en boca últimamente. Como tantas palabras, ha dejado de significar gran cosa: el uso reiterativo acaba en la indefinición semántica. En cualquier caso, es una voz que califica la situación de desconcierto en que muchas cabezas pensantes se encuentran… poner un nombre a esta angustia, tranquiliza. El peligro parece exorcizado, la calma recuperada -mal andan los que tienen que acudir a estos hechizos-. De repente se dan cuenta que están metidos en pleno bosque y, perdida la noción de horizonte y perspectiva, no tienen otro recurso que buscar la protección de una cueva: el abandono.

Además, tengo claro que no debo ni puedo estar de acuerdo con el pesimismo con que algunos contemplan esta feria de palabras vacías, de sinsentidos, que parece ser la cultura actual. Y esto, debido precisamente a la constatación que estamos inmersos en una nube de discursos usados que ya nada significan para las personas, cosas, y situaciones nuevas, sin embargo, esto me parece tremendamente positivo. De nuestra situación actual, lo que se desprende, es una exigencia moral nueva, que va más allá de la exigencia nietzscheana de la crítica de valores, imponiéndonos la construcción de palabras nuevas, y de discursos nuevos. Y esta exigencia es ineludible, pero, para poderla cumplir, supone saber encontrar en las profundidades de los discursos viejos y usados, aquellos hilos, aquellas vías que han sido ocultadas y que conducen directamente a lo nuevo, a lo comprensible por las personas. La avasalladora monotonía de las “autopistas” del saber contemporáneo, que han intentado por

1 Doctor en Historia. Escuela de Educación Superior en Ciencias Históricas y Antropológicas. San Luis Potosí, México. Correo electrónico: [email protected].

cult.drog. 16 (18): 67 - 72, 2011ISSN 0122-8455

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Joaquín A. Muñoz Mendoza

todos los medios someternos a una cultura y a un saber unificadores, uniformadores y totalizantes, han intentado destruir toda una noble tradición cultural, toda una conciencia profunda, que a lo largo de los tiempos había ido posándose en nosotros, y que ha subsistido precisamente gracias al genio indomable de algunos pensadores singulares, que en los siglos XIX y XX, nunca quisieron saber ni de escuelas, ni de doctrinas, ni de saberes “poderosos”. Con ellos recuperamos el alma -en un sentido muy popular y nada de trascendente de la expresión-, que había sido secuestrada entre el espíritu y el cuerpo, y es ella la que hace renacer entre nosotros, esta percepción-consciencia de la “realidad”, tensión moral entre el yo y los otros.

Porque lo que está en crisis en el campo cultural es la unidad, la monotonía el método no negociable, la ordenación, el ismo, la receta para todo (que no sirve para nada): es decir un tipo de discurso que pide la adhesión ciega e incondicional y que promete a cambio la redención, ya sea en la tierra o en el cielo, teniendo respuestas impresas para todos y cada uno de los interrogantes y problemas, y sobre todo la respuesta más cómoda de todas: el hábito de no plantear cuestiones. Son los grandes sistemas cerrados del pensamiento contemporáneo. Pero, las utopías se han aplazado indefinidamente, las respuestas exigen mucha fe para ser creíbles, las promesas no se cumplen: surgen las zozobras. Algunos empezamos a entender que quizás el mundo no era tan simple, tan llano, tan liso, tan elemental: que quizás hay algo más que un juego de buenos contra malos. Y redescubrimos la contradicción, la complejidad y la angustia. La pérdida de puntos de referencia ha sido para muchos difícil de aceptar. Antes que asumir la inseguridad, la angustia, la contradicción (propia de nuestra condición) ha optado por el ingenuo exorcismos de palabras como crisis, el retorno mal consciente al cultivo del jardín o la única receta que resiste a tiempos de zozobra, la que se legitima en el más allá, la religiosa: no en vano, de Jomeini al Dalai Lama pasando por Woytila, estamos viviendo el retorno de los sacerdotes.

Sin embargo, sobre las cenizas de tanto discurso usado, renace la posibilidad del debate cultural rico y apasionado, de la búsqueda de ideas y palabras cargadas de contenido conceptual emancipador y potente, de la construcción de valores ciudadanos, de la recuperación de discursos perdidos, alejándonos de la confusión ignorante que implica construir agendas culturales que realmente son malos cronogramas de eventos sociales cargados de condescendientes brindis y pobreza confesional. Todo ello, en una circunstancia en la que realmente vale todo, en que hay que apostar fuerte, sin miedo, a decir lo que uno lleva adentro, con la tranquilidad además que,

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Historia, política y reflexión: hacia el hombre meta-histórico primera parte

las grandilocuentes excomuniones y descalificaciones que las grandes y vetustas ortodoxias siguen pronunciando ya no tienen valor moral, ya no impresionan a nadie. Las condiciones del debate cultural han ganado libertad, en la medida en que los anatemas han perdido eco. Es en este espíritu que propongo unas breves reflexiones sobre la consciencia de la historia y la democracia.

Uno de los más importantes acontecimientos de este siglo XXI en el campo del saber, es la mutación profunda que ha sufrido la conciencia de la historia en cada uno de nosotros, con efectos sin duda singulares en múltiples direcciones. En particular sobre la propia configuración del saber.

Después que la revolución copernicana de Kant (…la mente del hombre es no sólo centro de giro sino el espacio mismo y el fondo del universo…) abriera definitivamente las puertas de la contemporaneidad, aprendimos para siempre (Hegel) que somos Historia. En las conciencias pensantes, la historia se hizo proyecto de futuro, sobre un pasado que con frecuencia se contemplaba con conmiseración. Era el signo de los tiempos: para Condorcet, que creía ciegamente en la doctrina de la perfectabilidad indefinida de la especie humana, la historia de la humanidad tenía diez etapas, desde la simplicidad guerrera hasta la luz de la civilización, la última de las cuales –que empezaba con la Revolución Francesa- era la de …los progresos futuros del espíritu humano…. Para Fichte, la época contemporánea tendría que conducirnos del dominio ciego de la razón (obscuridad y coacción) al dominio vidente de la razón (claridad y libertad). Para Hegel: …la historia es el avance de la conciencia de la libertad… Como ha escrito Pierre Nora: no había intelectual sin idea del futuro, sin secreto del presente, sin saber del pasado.

Esta conciencia de la historia proyectada en el futuro, en el debate que siguió a la Revolución Francesa, se clarificó sustancialmente hasta tomar forma de modelos precisos. Para los intelectuales contemporáneos, el futuro podía ser restauración: retorno a un pasado mejor; progreso: desarrollo del individuo, de las riquezas y del medio; o revolución: expectativa de una sociedad nueva, construida sobre las ruinas del presente. En uno u otro caso, mirándose en el espejo del pasado, contemplando con fascinación los inacabables progresos de la razón y de la técnica, o esperando la superación de la contradicción de un mundo nuevo y feliz… la historia era vivida como camino hacia la construcción del mañana, como ilusión de futuro.

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Inevitablemente, esta forma de conciencia intelectual de la historia -y Marx lo entendió mejor que nadie- reclamaba, necesitaba del correlato automático de un modelo práctico de construcción del mañana: teoría y política iban inexorablemente de la mano. Pongámosles nombre: tradicionalismo (restauración), liberalismo (progreso) o socialismo (revolución), para indicar las tres formas en que a lo largo del XIX fue cristalizando la conciencia de la historia, en el encuentro entre el saber y el poder político.

Como consecuencia de ello, el intelectual se encontraba vinculado no sólo a las opciones, sino a las instituciones políticas -nunca como en ese período, se han desarrollado tanto los aparatos institucionales del saber-. El pensamiento de izquierdas, otorgará un nombre a esta forma de ejercicio de la función intelectual en integración directa con las propuestas políticas: el intelectual orgánico. El poder intelectual no era ninguna teoría… el positivismo fue la forma filosófica más precisa de encarnación de este nuevo tipo de saber y, de ejercer el saber.

El siglo XX, y el desarrollo tecnológicamente acelerado, junto con las dramáticas consecuencias de este peligroso “ménage”, entre la intelectualidad y la política, llevaron este proceso hasta sus formas de expresión más exacerbadas: politización generalizada de los intelectuales, legitimación institucional, burocratización del saber e incidencia de las mass media, fueron los fenómenos dominantes en la vida cultural. La construcción del futuro, poco a poco, se iba enturbiando como perspectiva, entre los claroscuros de un pasado que no era alternativa clara (Maurras), de un mañana que empezaba a aterrorizar (Huxley) o de un “happy end”, que ya sólo la utopía conseguía mantener como llama viva (Bloch).

La realidad de las cosas ha acabado dando al traste con el modelo: hoy la conciencia de la historia, ya no se apoya en un futuro en el que casi nadie cree, sino que simplemente, se aspira a vivirla, en la misma contradicción del presente. Pensamos menos en hacer la historia y más en que somos historia: poder y tiempo, diferencia y repetición. La consciencia de la historia se asume propiamente en el presente de la inmediatez. Y, naturalmente, la figura del intelectual ha cambiado: su relación con las propuestas políticas también. Actualmente, en este siglo XXI, el intelectual orgánico se está haciendo de nuevo autónomo. Ya no se espera de él, el rezo de una doctrina, la preparación analítica de una estrategia o la adivinación científica -tantas veces fallida- de pasado mañana. Simplemente, se quiere oír su voz; se le vuelve a reclamar

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Historia, política y reflexión: hacia el hombre meta-histórico primera parte

por la potencia de sus gestos, por la fuerza de sus actos: como creador o artista; por las enseñanzas de su saber; por la pedagogía de sus palabras: como profesor; por la independencia de su espíritu, por el carácter no falseador, no burocrático de su discurso; como conciencia crítica, aquello que no tenía que haber dejado de ser nunca.

El intelectual ya no es lo que era -ha perdido, felizmente, poder de Estado-; debe volver a ser lo que quizás alguna vez fue, y nunca dejó completamente de ser: el estilo que desde la marginación que durante años ha sido impuesta a su condición de intelectual autónomo y que mantuvieron vivo a lo largo de la época contemporánea hombres como: Kierkegaard o Baudelaire, o un señor tan ordenado como Thomas Mann. Sus voces vuelven a oírse estos días.

Este cambio profundo en la conciencia que nosotros tenemos de la historia es un acontecimiento singular, que sin duda afecta no sólo al saber, sino también, al hacer contemporáneos. Y esta mutación de sustancias de uno de los ejes de la episteme del saber más reciente (la conciencia de la historia) ha sido simultánea al de la figura que es su gran acompañante temporal: la categoría de hombre que corresponde a la analítica de lo humano. El hombre del progreso (el sujeto que vive, habla y trabaja, y que, como tal es analizado: biología, analítica del lenguaje, economía política, filosofía; el elemento de un conjunto de población susceptible de ser ordenado a partir de la información que nos da la probabilidad, la estadística y la informática), con la pérdida de una determinada conciencia de la historia, ha resucitado como individuo. En su rebeldía ha tomado conciencia de que el inconsciente (Freud) y el poder (Foucault) eran eternos, en el sentido de transhistóricos, y que -feliz contradicción- quizás sólo el Estado -el que Hegel veía como culminación de su conciencia de la historia, el que dio cobijo a los intelectuales que creían en el futuro- sea realmente perecedero.

Al llegar a este punto del proceso del saber, quizás estemos en condiciones de empezar a afirmar, sin miedo, que lo tradicionalmente llamado época contemporánea -y que ahora habrá que llamar de otra manera- ha terminado. La pérdida de la conciencia clásica de la historia, ha roto la estructura de un saber de doscientos años. Pero ella misma -Bobbio tenía razón cuando dice que la política de la “tábula rasa” es política de bárbaros- lleva en sí los gérmenes de una nueva configuración del saber que llamo metahistórico: de su propio seno sale el individuo dispuesto a asumir su amplia historia, más que proyectarla en conciencia de futuro. Aunque todo ello genere la

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inquietud de sentirnos con escaso saber del pasado, sin apenas secreto del presente y casi sin idea del futuro.

Nota al editorEste escrito es el planteamiento y la reflexión inicial que el autor desarrolla entorno a Hombre Meta-Histórico.

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El Sicario: México-Colombia

El SiCario: MÉXiCo-ColoMBia

ULISES PINEDA MIRANDAENRIQUE DAVID MARTÍNEZ CASTAÑEDA*

Recibido: 29 de mayo de 2011Aprobado: 7 de julio de 2011

rESUMEN

El sicario es un personaje que ha emergido recientemente a la luz pública en la sociedad mexicana, por medio de los medios de comunicación a partir de la “guerra contra el narcotráfico”, donde diariamente se contabilizan ejecuciones y enfrentamientos entre grupos armados, fuerzas policíacas y militares. El sicario es uno de los protagonistas más evidentes de esta cruenta lucha por el control del mercado. En la presente investigación se ofrece un análisis interpretativo a partir de audiovisuales (textos) que se encuentran en la red social YouTube, donde el actante principal es el sicario. Nuestra tarea ha sido inferir una representación de sí del sicario en México, y en las significaciones que subyacen en la construcción de su discurso.

Palabras clave: alteridad, identidad, sicario.

HirEd KillEr: MEXiCo-ColoMBia

aBStraCt

The hired killer is a character who has emerged recently into the public light in the mexican society., through the mass media thanks to the “war on drugs” in which daily executions and confrontations are counted between armed groups, and police and military forces. The hired killer is one of the most evident characters in this bloody fight for the market control. This research offers an interpretative analysis from audiovidual material (texts) found in the social network You Tube, in which the main actor is the hired killer. Our task has been to infer the hired killer own representation in Mexico and the significances underlying his discourse construction.

KEY WordS: otherness, identity, hired killer

* Magistrantes en Historia de la Universidad Autónoma Metropolitana de México. Licenciados en Comunicación Social Universidad Autónoma Metropolitana México. Correo electrónico: [email protected]

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Los sicarios mexicanos en el soporte de YouTube tienen que ser analizados contextualmente desde dos panoramas distintos: el primero, desde una perspectiva socio-política, y el segundo, desde las redes sociales (Internet).

La referencia histórica y social de la aparición del sicariato se ubicará en la sociedad colombiana, debido a que es ésta de que se tiene mayor referencia cultural. Así, es allí donde se empieza a construir la identidad del sicario a lo largo de la década de 1990. Este hecho nos permite hacer un acercamiento comparativo del sicario colombiano con el mexicano, como uno de los tantos actores del narcotráfico que aparece en México.

El segundo panorama desde el cual se contextualiza a nuestro sujeto de estudio es a partir de Internet, cabe mencionar que en la actualidad el uso y auge de las herramientas electrónicas que utilizamos para obtener información, o comunicarnos, genera que los vínculos de territorio se flexibilicen y se puedan crear redes y comunidades en las que la conexión geográfica es -en algunos casos- sustituida por afinidades, intereses comunes y objetivos compartidos.

La red social YouTube causó un impacto desde su aparición en el ciberespacio, y cómo estas nuevas formas de comunicación están presentes en lo público desde otra noción de tiempo y territorio, permiten que millones de sujetos transfieran información, en este sentido, audiovisual. Al hacerlo proyectan la realidad cultural y social de donde proviene cada caso particular; con ello también dan espacio a nuevas expresiones de las subjetividades.

oriGEN dE la FraSE “GUErra CoNtra El NarCotrÁFiCo” EN SU PErSPECtiVa GloBal

La frase “Guerra contra el narcotráfico” ha tenido dos momentos en situaciones de crisis política en los Estados Unidos para redefinir las acciones del gobierno estadounidense dentro de su sistema político interno y externo.

El primero de estos momentos fue con Richard Nixon, cuando inició su mandato con una crisis financiera y los resultados negativos de la Guerra de Vietnam. A partir de esta crisis política, originada por su partido (Republicano), y al tener dificultades para poder ganar las elecciones como presidente de E.U.A., Nixon acuñó su frase de

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campaña: “la mano dura contra el crimen” (Carlsen: 2007), para ganar la confianza del electorado.

Richard Nixon le dio mayor dimensión a un problema que justificó el uso de poderes extralegales, estos mismos le permitieron tener una mayor vigilancia de las actividades que realizaba la sociedad, creando diversas agencias que dependían del ejecutivo, sin pasar por la revisión de otros poderes. Es así como declaró la “guerra contra el narcotráfico” y creó el “Departamento para la Aplicación de las leyes antidroga, y después la DEA (…) la CIA y la Oficina contra el abuso de las drogas para coordinar esfuerzos locales y federales (ODALE)” (Carlsen: 2007).

Sin embargo, el momento en el cual el narcotráfico se centró como una política fundamental para E.U.A. fue a mediados de la década de 1980: ante el aumento del consumo de cocaína y crack, Ronald Reagan decidió emprender una campaña antidrogas que consistió en un plan para combatirlo al interior y exterior de E.U.A.; con ello, la lucha antidrogas se convirtió en una política prioritaria.

El uso geoestratégico de esta política se dimensionó externamente hacia América Latina en países como: Colombia, México, Perú, Bolivia, Ecuador y el Caribe (Younger), cuando George H. W. Bush, emprendió la denominada “Iniciativa Andina”, con la cual alentó a estos países para que su fuerza militar participara en la lucha contra las drogas.

En la década de 1990 se emprendieron acciones más explícitas de la militarización de la lucha antidrogas. E.U.A. supervisó de forma más directa los países de la región, otorgando recursos para el desarrollo y a la vez condicionando a ejercer una mayor “mano dura”, con la participación policiaca del ejército, además de implementar estrategias de cooperación jurídica como la extradición1.

El Plan Colombia ha sido una de las estrategias desarrolladas radicalmente para el combate contra el narcotráfico, iniciadas por medio del Presidente Andrés Pastrana (1998–2002), en éste, se aceptaron del Congreso Norteamericano 1.3 millones de dólares, además de asistencia militar2.1 Jimmy Carter (1976-1980), en e.u.a., presionó a las autoridades colombianas para que eliminaran los cultivos

de drogas ilegales y persiguieran a los narcotraficantes dentro de un marco legal, que incluía la posibilidad de extradición. Coletta, Op. cit. p.136.

2 Esto se da en el contexto del fracaso de las negociaciones de Pastrana con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (farc) y, por ende, una parte del Plan Colombia se vio dirigida con mayor rigor a las zonas de influencia

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Bolivia obtuvo asistencia militar por parte de E.U.A., violando significativamente su soberanía política con la intervención directa de efectivos militares norteamericanos en un operativo denominado Blast Furnace, en 1986. Después, el presidente Jaime Paz Zamora (1989-1993) firmó el Anexo III, que formalizaba la participación de las fuerzas armadas en la lucha contra el narcotráfico.

En Perú, la situación fue un poco sui generis. Al llegar al poder Alberto Fujimori, éste se mostró como un personaje endeble por carecer de experiencia en la política. Tuvo que negociar con las fuerzas militares, que planeaban asestar un golpe de Estado, después de tantos fracasos de los gobiernos civiles para contener al grupo Sendero Luminoso, que se había acercado al narcotráfico como herramienta para sostenerse económicamente.

México también participa dentro de este fenómeno de militarización, sólo que se ubicará más adelante para poder aproximarnos cada vez más a la identificación de nuestro sujeto de estudio, que va surgiendo tanto en el contexto colombiano como en el mexicano3.

MÉXiCo: “GUErra CoNtra El NarCotrÁFiCo”

Actualmente México se posiciona como uno de los mayores productores de “marihuana, amapola y metanfetaminas, y también es sede de las más poderosas organizaciones de la droga”4.

Al parecer, el asunto es indudablemente el resultado de la larga duración del fenómeno del narcotráfico en diversos países de América Latina, como se vio con anterioridad. Hasta antes de mediados de la década de 1980, México se distinguió como productor de marihuana y amapola para consumo de los estadounidenses; en ese entonces la

de la guerrilla en donde se cultivaba la coca (los Departamentos de Putumayo y Caquetá) por ser las regiones con mayor aporte financiero para la guerrilla. Las farc recibían ingresos por conceptos de impuestos de guerra del narcotráfico por 200 o 400 millones de dólares al año. Una fecha importante fue el 11 de septiembre de 2001, debido a que después de los atentados contra las Torres Gemelas en E.U.A., se calificó a las farc de narcoterroristas como parte de una campaña mundial para acabar con el terrorismo.

3 Sin embargo, se debe mencionar que el sicario colombiano es diferente en su génesis al sicario mexicano. En el caso colombiano no es la militarización la que da hincapié a que surja, sino el desarrollo social del fenómeno del narcotráfico, en México la militarización no es completamente la que hace surgir al sicario, sino que sólo es un efecto de tantos para que el sicario aparezca.

4 Datos reportados por la agencia Reuters. Novedades, México, 12 de abril de 2001, p. A10.

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actividad del narcotráfico estaba controlada solamente por familias. Incluso a finales de la década de 1970 el cultivo de la marihuana se vio desplazado hacia Colombia y a la costa del Atlántico, con los programas de “erradicación forzosa (...) mediante la fumigación de cultivos ilícitos” (Vargas, 1999).

En realidad, el fenómeno se volvió más complejo cuando, a mediados de la década de 1980, las políticas antidrogas de Norteamérica empezaron a llevarse a cabo; entonces se cerró el paso de Florida para la cocaína colombiana, haciendo que los cárteles de Colombia se acercaran a los grupos que en México, controlaban cierta parte de la producción de enervantes, y así poder pasar la cocaína a E.U.A.

Ante esta creciente demanda, los grupos de cárteles se dividieron el territorio nacional para trabajar de manera organizada. En una anécdota que Jesús Blancornelas contaba, éste mencionaba cómo sucedió la repartición de los territorios a finales de la década de 1980: Miguel Ángel Félix Gallardo, uno de los principales controladores del tráfico de drogas en México desde los años setenta, fue detenido por el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, “lo capturaron más por necesidad política”. Desde la cárcel decide dividir los territorios, sabiendo que jamás volvería a tomar el control del tráfico; entre quienes consideró sus “soldados”, entre ellos figuraban: Tijuana, Jesús Labra Avilés: “Don Chuy”, Sinaloa, Ismael Zambada: “El Mayo”, y Baltazar Díaz Vera: “El Balta”. Mexicali, Rafael Chao, agente de la Dirección Federal de Seguridad (Blancornelas, 2009: 23).

Así, el primer presidente mexicano que declaró “la guerra” al narcotráfico fue Miguel de la Madrid (1982-1988) en 1987, dos años después de que Ronald Reagan lo hiciera en su país.

Carlos Salinas (1988–2004), por primera vez en la historia nacional, hizo que el ejército participara en las actividades de erradicación del narcotráfico; con Ernesto Zedillo (1994-2000), el ejército participó de forma más directa, cuando sustituyó a mandos policiales en la Procuraduría General de la República (PGR) por personal militar5.

5 Fue con el plan piloto Chihuahua, con el cual ingresó personal militar a las filas de las policías federales, estatales y municipales. El General Gutiérrez Rebollo, fue nombrado director del Instituto Nacional para el combate a las drogas de la PGR. Younger A. Colleta. Op. cit. p. 344.

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Fue también con Ernesto Zedillo, que la participación de Washington resultó importante en la capacitación militar de personal. Miles de soldados mexicanos fueron entrenados a partir de un programa diseñado por el Pentágono para crear el Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (GAFES), quienes deberían actuar como “tropas de choque” contra el narcotráfico6.

En el siguiente sexenio (el de Vicente Fox), se aplicó una política de acercamiento militar de las instituciones policiacas.

El primero de diciembre de 2006 tomó la presidencia Felipe Calderón Hinojosa, en el marco de una crisis política y electoral que polarizó al país; después, en un ambiente hermético en el Auditorio Nacional, fijó su postura contra el problema del narcotráfico y dio pie a una lucha que derivó en una crisis social, principalmente en los estados del norte del país.

Después de haber militarizado completamente la lucha contra el narcotráfico en México, Felipe Calderón no ha podido ocultar que el problema alcanza diferentes niveles de la estructura estatal. Gracias a esta corrupción, el narcotráfico ha controlado la producción, distribución y domesticación de la droga en México. Lo anterior ha desatado una guerra entre cárteles por el control territorial.

El combate del narcotráfico por medio de la militarización del país no ha sido una vía efectiva para acabar con la violencia que se ha generado en algunos puntos del país, debido a que la violencia se ha desbordado y los ajustes de cuentas han incrementado: en el norte, en ciudades como Ciudad Juárez, Nuevo Laredo, Reynosa y Ciudad Victoria; en el centro, en Michoacán y el Estado de México; y en el sur, en Guerrero, Oaxaca; en el sureste, en Tabasco, Chiapas y Yucatán El periódico La Jornada denuncia que en la administración de Felipe Calderón han sucedido 16.500 ejecuciones.

Esto es hoy el contexto que vive el país, en el cual la violencia se vuelve parte de la cotidianeidad; es aquí donde nos acercamos al fenómeno del sicario en México, y que se ubica en una etapa coyuntural difícil en la escena política, social y económica del país.

6 Entre 1985 y 1995 México envió 1.448 efectivos para que estudiaran en academias militares de E.U.A. Entre 1997 y 1998 se capacitaron en la Escuela de las Américas más de mil militares para el programa gafe: “México se convirtió en el mayor receptor de asistencia militar de América Latina, mediante el programa de Educación y Capacitación Militar Internacional (IMET, por sus siglas en inglés). Younger A. Colleta. Op. cit, p. 348.

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El SiCario: UNa iNtrodUCCiÓN

El término sicario se desprende de sicarius, que significa asesino, homicida del sustantivo sica (secare=cortar) su significado es daga, puñal o cuchillo, formándose el nombre de oficio sicarius (…) implica la profesionalidad del usuario del puñal… una vez actualizada el arma, es ‘pistolero’. Sicarius etiam omnes vocamus qui caedme telo quocumque commíserint, dice Quintiliano: “llamamos sicarios a todos los que cometen asesinato con cualquier arma”7.

El sicariato existe desde el momento en que son rebasadas las instituciones y aparecen grupos de facto con fuerza extralegal coercitiva, el servicio del sicariato tiende a dos modalidades (Carrión, 2007: 350):

a) FreeLancer: opera a modo de “vengador social” como un ente independiente por medio de una oferta personalizada.

b) Tercerización: cuenta con una organización para operar en cualquier lugar “… privilegiando la demanda de alto nivel (narcotráfico)”.

Existe otro tipo de clasificaciones del sicariato que surgen de la realidad colombiana de finales de la década de los ochenta y mediados de los noventa, los cuales toman en cuenta los diferentes tipos de mercados: “por la cualidad de la víctima (juez, comerciante, vecino); la razón del contratante (venganza, soplón); el contexto del evento (vulnerabilidad, riesgo); las condiciones del sicario (FreeLancer o de tercerización); y el lugar donde se cometerá el acto (barrio, municipio o internacional)” (Carrión, 2007: 352).

Esto es una breve explicación acerca de sicariato como actividad que ofrece entre sus servicios “el ajuste de cuentas”, sin embargo, se debe tomar en cuenta que se desarrolla en Colombia y que si aparece la modalidad de tercerización, es en un contexto en el cual la actividad se emancipa de los grupos paramilitares y del propio narcotráfico, traspasándose a una dinámica de vida cotidiana de resolución de conflictos.

7 Estudio del léxico sicario encontrado en la página: El Almanaque de Mariano Arnal (Licenciado y profesor en latín y griego en Barcelona, España). En: http://www.elalmanaque.com/lexico/sicario.htm.

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El SiCariato, PaSaNdo Por ColoMBia

El sicario colombiano se vuelve parte fundamental de la estructura del narcotráfico a mediados de los años ochenta, para contrarrestar el ejercicio policiaco del Estado, del sistema político o de la sociedad.

El sicario se convirtió en una herramienta coercitiva básica para proteger territorios de mercado de enemigos externos, o contrarrestar la persecución de los capos por parte del Estado; Pablo Escobar fue fundamental para darle a las relaciones sicario-narcotráfico el sentido de éste como actor de “limpieza social” y de eliminación de enemigos (Carrión, 2007: 352).

Colombia es una experiencia violenta del fenómeno del sicario; el sicariato penetró en el imaginario social de los colombianos por medio de un género literario llamado “sicaresca”, el cual “se inscribe dentro de un tema central en la historia de Colombia: la violencia” (Olvera).

El sicario antioqueño se construye a partir de un origen confuso: mitad urbano-rural. A este individuo le agradan las novedades en el mercado (las nuevas tecnologías, sobre todo las relacionadas con el entretenimiento); aunado a lo anterior, la música punk es parte fundamental de su interconexión con el mundo y la velocidad, por su riesgo, es inherente al sicario por medio de la motocicleta.

El otro origen social del sicario antioqueño es innegable: el social, como resultado de “un sistema de justicia inoperante, la destrucción de la familia como núcleo social, la pobreza absoluta, la falta de educación”, un mal que se encuentra en la realidad de Latinoamérica, donde trágicamente la acción política del Estado olvidó a los jóvenes de las clases marginadas, que habitan en las periferias de las ciudades. Ellos, ante tal atrocidad, se integran a los ejércitos de la violencia que pagan con la promesa de un bienestar efímero, y valores éticos simbólicos para encontrar algún significado a su realidad apagada.

El SiCario EN MÉXiCo

En México, el término sicario se ubica en un contexto socio-histórico en el cual el gobierno federal utiliza como parte de su eje político la “guerra contra el narcotráfico (2006)” y ésta se polariza mediante los medios de comunicación.

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La bifurcación entre el sicario colombiano y el mexicano se da a partir de las políticas de asistencia militar a efectivos del ejército y policías federales mexicanos por parte de E.U.A.8, con lo cual se ha brindado mayor organización y preparación militar, consiguiendo un servicio más especializado a los cárteles del narcotráfico en México, cuando elementos de estas instituciones desertan y ofrecen sus servicios y conocimientos a éstos.

Es el caso de los Zetas (Martínez, 2009), antes brazo ejecutor del cártel del Golfo, ahora un cártel del narcotráfico, en 1998 desertaron del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales del Ejército, al igual que el Grupo Linces9 quienes, en conjunto con los brazos ejecutores de los cárteles de Sinaloa, Tijuana y Michoacán han reclutado militares o policías federales para trabajar con ellos. El sicario en México es parte de la estructura organizativa del narcotráfico, que delega funciones para optimizar su funcionamiento, porque grupos de militares o policías deciden prestar sus servicios a cambio de mayores sumas de dinero, pero también se encuentran jóvenes “desechables”, quienes no cuentan con preparación militar; éstos son adiestrados escuetamente para utilizar armas. Como menciona Carlos Monsiváis: “la emergencia del narco no es ni la causa ni la consecuencia de la pérdida de valores; es, hasta hoy, el episodio más grave de la criminalidad neoliberal”. La competencia se refleja hasta el extremo en el narcotráfico: los valores del capitalismo penetran hasta el límite de las sociedades marginadas que sueñan con el progreso inmediato y que lo encuentran en los rescoldos de la ganancia para ceder su posición a otro que busca ese sueño efímero violento.

laS rEdES SoCialES: YoUtUBE-BroadCaSt YoUrSElF (El “traNSMitirSE a SÍ MiSMo”)

YouTube: Broadcast yourself maneja, en primera instancia, el discurso de, créate a ti mismo y difúndete. El “yo” en auto-difusión se convierte en un espectáculo de sí mismo, en el cual subyace una construcción de identidad para colocarse en

8 En este punto cabe recordar el tema acerca del concepto “guerra contra el narcotráfico” en perspectiva global, el cual dio como resultado la preparación de más de 1.200 efectivos en la Escuela de las Américas, para crear en México al GAFES.

9 Trabajan para el cártel de la Línea, en Ciudad Juárez. Libran una “guerra” por la plaza con el cártel de Sinaloa. Entre sus víctimas se encuentran “funcionarios estatales, alcaldes y expresidentes municipales, policías ministeriales o municipales, narco-menudistas enemigos o con deudas, miembros del cártel de Sinaloa o también como se auto llaman Gente Nueva”. Gómez, Francisco. “Los Linces, narco-sicarios misteriosos”. El Universal, lunes 20 de julio de 2009.

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ese escaparate mediático. La finalidad de YouTube es el espectáculo, el “yo” como entretenimiento.

Esta característica es la que hace a este portal tan interesante e importante entre los usuarios de Internet, allí se puede reflejar nuestro entorno, nuestra visión, transmitir lo que somos, lo que queremos ser, cómo nos queremos ver, y cómo queremos que sea nuestro terreno.

A partir de estas evoluciones entre los medios y los usuarios, el nuevo escenario en el que se desenvuelve la comunicación está definido por una transformación de la estructura social comunicativa, convirtiéndola en una estructura fundada en un ejercicio individual. Y este modelo se perfila por la causa que lo hace posible; esto es, por la introducción en el circuito comunicativo de prácticas sociales en torno a valores, ideologías, estéticas o intereses de carácter individual que a su vez definen formas nuevas de comunicación.

Este es el caso del fenómeno del narcotráfico en México, estructura que actualmente utiliza estas ventajas comunicativas que actúan, si no dentro de la ley, tampoco fuera. Pero no es en general una estructura como ésta la que se hace cargo de la producción, sino específicamente, los sicarios; debido a que los usuarios de estas sociedades conectadas no sólo adaptan las nuevas tecnologías a sus condiciones e intereses personales, sino que además, se convierten en productores de contenidos y de servicios. Por tanto, son consecuencias naturales la invención de nuevos usos, de nuevos lenguajes y de nuevas finalidades, basados en una capacidad imaginativa que les permite superar obstáculos jurídicos y construir redes de información con objetivos que no habíamos concebido anteriormente.

Actualmente, los audiovisuales que nos presentan estos grupos por medio de YouTube llevan una gran carga ideológica, más allá de la cultura de la violencia, que -como ya se mencionó en apartados anteriores- indudablemente forma parte de éstos. En los videos citados podemos ver ciertos elementos que constituyen puertas a la interpretación, acompañados por canciones que, a su vez, reflejan una representación del sicariato; sabemos que las redes pueden ser un recurso que potencie al narcotráfico, o la adición de nuevo personal a sus filas. Ante esta posibilidad, Victoria Grand, directora de políticas de YouTube, responde: “YouTube elimina videos violentos y gráficos si otros usuarios los catalogan como ofensivos y

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no tiene propósitos documentales o educacionales, sí el video es claramente violento y el propósito es sacudir o disgustar, lo eliminamos”.

dEFiNiENdo UNa idENtidad

Los audiovisuales como producción discursiva, se ubicaron desde la red social YouTube. Desde esta perspectiva de Internet, se analiza la construcción del sicario para dilucidar elementos de su construcción identitaria.

Cuatro líneas de interpretación se entretejieron a partir del resultado de un proceso metodológico10 que tomaron como hilo conductor la construcción de la identidad como los plantea Ricoeur, y son las siguientes:

· Alteridad: sicario-militar.· Conflicto permanente con el otro.· El sí mismo encontrado mediante la confrontación con su destino.· Hacia un imaginario del sicario mexicano.

alteridad: sicario militar

El análisis se realiza a partir de tres rasgos que son: analogía de valores, ausencia de voluntad de ser y sentido vicario.

analogía de valores

En una imagen del video “Los zetas pesados” aparece el Z-1, quien fuera fundador del grupo paramilitar Los Zetas, posa para la cámara; posteriormente, le sucede otra imagen donde aparecen dos militares en medium close up, con boinas del ejército y los rostros camuflados, saludando con la mano derecha en la cabeza; mientras esto sucede simultáneamente el corrido narra lo siguiente:

(…) el jefe murió en la raya,su ejemplo tomen en cuenta

10 El proceso metodológico llevado a cabo fue un análisis iconográfico del video, a partir del sistema de análisis iconológico de Erwin Panofsky, que comprende tres niveles: 1) Nivel, pre-iconográfico o semiósico, 2) Nivel, iconográfico, y 3) Nivel, iconológico. El desarrollo de estos análisis dieron como resultado tres categorías: el imaginario, lo territorial y los objetos simbólicos.

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su puesto era Z-1y ese puesto se respeta,

lo que les dejó inculcadoser gente siempre derecha (…)11.

“Lo que les dejó inculcado, ser siempre gente derecha”, se habla de la lealtad como norma en su construcción, tomando en cuenta su fuerza ilocutiva de permanencia en el tiempo, mantenerse en la palabra dada. Este valor es compartido dentro del imaginario militar del deber ser. El militar es leal a las fuerzas armadas, “defiende” intereses nacionales y pasa a formar parte del discurso del narcotráfico de forma utilitaria para “defender” los intereses de su estructura.

Otro valor útil para el narcotráfico retomado de la disciplina militar es el trabajo en equipo:

(…) no van a poder tumbarlos,porque ellos son bien unidos.

El trabajo en equipo significa la resistencia, la trascendencia como grupo a partir de la unidad, cuando el corrido narra: “no van a poder tumbarlos”, infiere un sentido más profundo en el discurso, debido a que comparte el significado del logro por medio del imaginario de funcionamiento de las estructuras militares.

ausencia de voluntad de ser

(…) solamente una llamadaesperan para ir por ellos […]

solamente un objetivotienen los hombres de honor:

hay que matar o morirsin que haya ningún temor (…)12.

La ausencia de voluntad en el sicario lo convierte en un ente desechable dentro del grupo del narcotráfico, en el extracto anterior del corrido se encuentra una lectura acerca del imaginario del deber ser del mismo, aquél que acata órdenes, cumpliendo

11 Corrido “Los más buscados”, éste se presenta como música de fondo del video “Los zetas pesados”.12 Estrofas de la pista “Cuidando al jefe” del grupo Los sembradores de la sierra.

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con el valor del honor, acerca de una voluntad doblegada por un principio moral: “matar o morir sin ningún temor”, de manera que el actante queda encerrado entre ese sentido de voluntad doblegada en la subordinación de poder y moral.

Sentido vicario

La construcción de sí por medio del otro, donde la alteridad entre sicario y militar se convierte en un rasgo para la construcción de sí, el actante sicario proyecta su génesis, valores, ausencia de voluntad, en conjunto, su deber ser dentro del grupo.

El sentido vicario se da a partir de la re-significación de valores que construyen. Aunque el sicario se identifique con la imagen del militar es con éste con quien mantiene un conflicto permanente, de lucha y contradicción.

Conflicto permanente con el otro

Las herramientas utilizadas en el conflicto son: las armas, las alianzas, la unión del grupo y la solidaridad afectiva-efectiva. Esta última característica se genera a través de la interacción dentro del grupo, que origina lazos emocionales entre los miembros, en donde la mayor referencia se encuentra con la cabeza del cártel, entonces es el primer generador del conflicto, el sicario tiene que fielmente protegerlo y dar la vida por él.

Comenzando a definir al otro: “sobre advertencia no hay engaño”

Se identifica que el conflicto con el otro se refiere a dos tipos de actantes: uno es el Estado, visto en la totalidad de su institución (de forma directa con el aparato coercitivo, policial y militar); el otro actante, se encuentra en la misma esfera del narco.

El conflicto con los otros tiene la característica de ser violento, con tal de conseguir sus objetivos. La violencia como forma de expresión es la exageración de la capacidad de reacción (Jaén & Dyner, 2010), con la cual los sicarios responden al otro dentro del conflicto y como elemento empleado en la amenaza.

(…) no le atoren a la brava,de eso no hagan caso omiso,

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pueden salir muy dañadoso tal vez no salgan vivos13.

Las advertencias se encuentran inmanentes a lo largo de los videos analizados, a través de imágenes donde aparecen sujetos “ejecutados”, poder armamentístico que es ostentado incisivamente, entre otros; estos hacen del conflicto un factor permanente que mantiene la estructura de un grupo de narcotráfico y que permite renovarlo. A través de la protección al “jefe”, la defensa del territorio es la causa principal de la justificación de la lucha y el conflicto con el otro, que también defiende las mismas causas.

El SÍ MiSMo ENCoNtrado al CoNFroNtar SU dEStiNo

El sicario vive al límite de su existencia, su función como ejecutor en la estructura del narcotráfico lo hace ser la figura más frágil por su condición de elemento de desecho o reciclable; su identidad se forma a partir de la relación directa con la muerte, causalidad del deber ser, de la regla constitutiva (Ricouer, 1996: 155), constante de la permanencia en el tiempo.

(…) un objetivotienen los hombres de honor:

hay que matar o morirsin que haya ningún temor (…)

No le temen a la muerteporque la muerte son ellos (…)14.

Mediante las palabras: mantener, defender (la plaza), proteger, construyen el significado de su devenir. El ser para la muerte se tiene que analizar por el sentido que el sicario le da a su devenir: construye significados contradictorios acerca de la existencia en el mundo que se sabe perdido, a partir del contexto de las situación socio-históricas, su situación ínfima de “elemento desechable” y efímera por el paso de la organización. Sin embargo ¿cómo se podrían constituir esas reglas en la identidad del sí mismo?

13 Estrofa de la pista “Los más buscados” del grupo Los invasores de Nuevo León.14 Estrofas del corrido “Cuidando al Jefe” interpretado por Los sembradores de la sierra.

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Se responde al igual que Ricoeur lo explica valiéndose de la función de las reglas constitutivas como fuentes de significación y que, por tanto, llegan a regir conductas. No obstante, quien puede dar un cauce hacia el comportamiento ético del sicario es Nietzsche, cuando explica la voluntad de poder y la transmutación de los valores. Visto de esta forma, el sicario es un ser para la muerte desatado en hedonismo, un ser para la muerte en un nuevo sentido (si se le quiere inquirir, postmodernista) al igual que la concepción de Nietzsche sobre el nihilismo, que en el caso de nuestro actante, al final, termina trasmutando ciertos valores de la concepción cristiana sin terminar de resquebrajarlos del todo, es en esta situación límite en la cual el hombre ve reflejado el pesimismo de la razón, en su situación más consciente del mundo, que va construyendo por medio de voluntad de poder en valores utilitarios para su condición en el mundo.

Otra variante que nos explica la intención de este ser para la muerte es su causalidad de ser, que emerge de las condiciones del capitalismo, como anteriormente se había mencionado en el apartado contextual de la tesis, a partir de las palabras de Carlos Monsiváis: “la emergencia del narco no es ni la causa ni la consecuencia de la pérdida de valores; es, hasta hoy, el episodio más grave de la criminalidad neoliberal”. Los valores que nacen de la dinámica del narcotráfico como actividad capitalista pero que, a la vez, tienen un nivel secundario de actividad como el sicariato, cuyo mercado es quitar la vida, llegando a la expresión límite del sistema.

El destino es aceptado como una consecuencia de su asimilación como ente “desechable” y efímero, reconoce a un actante con identidad compleja, pero que se muestra el encontrarse a sí mismo dentro de una dinámica violenta y nihilista, de enfrentamiento constante con el otro y por consecuencia, su acercamiento a la muerte. Una identidad y una conciencia en el mundo totalmente utilitaria, en servicio de la acumulación por la acumulación, como espejo ulterior de lo establecido por el capitalismo y sus reglas de juego.

HaCia UN iMaGiNario dEl SiCario

Dentro de los audiovisuales analizados se hallan aspectos que constituyen elementos simbólicos de su mundo; entre ellos: su relación con el consumismo, la religiosidad, la pertenencia a un grupo y los objetos simbólicos. Tales aspectos de significación se tomaron como elementos transversales que emergen en mayor o menor grado

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en todos los videos de nuestro corpus, lo cual nos hace pensar en un imaginario del sicario mexicano.

…el dinero es pa´ gastarlo, no pa´ tenerlo guardado…

(…) Mario: si vinimos a este mundohay que disfrutar de él

dios mandó para gozarlola cerveza y la mujer (…)

(…) Valentín: la mujer que a mí me gustasiempre la tengo a mi lado

ya no sé ni cuantas tengo (…)

(…) Mario: El dinero es pa´ gastarlono pa´ tenerlo guardado,

porque cuando uno se muereno se lleva ni un centavo (…).

Mientras el corrido va avanzando aparecen dos personajes armados que disparan a un blanco, los dos ríen y entre carcajadas chocan sus manos, festejan alegremente. Se va construyendo una tríada de significaciones importantes: mujeres-dinero-muerte. Se descubre una posición frente a la vida: tener mujeres donde quiera que se vaya o donde se esté, derrochar el capital que se tiene en lo que se desee, a sabiendas que es efímero; y la posición frente a la muerte, que llega, y que uno “se va” como llegó a este mundo, sin un centavo.

La relación con lo material es contradictoria, si bien se tiene una concepción capitalista, de acumulación; no se tiene un arraigo: lo material se adquiere, se consume, y se desprende de ello, ya que al morir los actantes no se llevarán nada a la tumba, deshaciéndose así de todo lo que han obtenido. El dinero, las joyas y las mujeres son para la vida, no para después.

a PoNErSE BiEN PilaS CoMPaS…

Posan con las armas, con la cerveza, usando un lenguaje corporal retador, violento, valiente, seguros de sí, decididos, comparten una estética similar: cabello en casquete corto o rapado, delgados…

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Casi al inicio de la trama del video “La línea” aparece una imagen que da la idea de un equipo de futbol soccer llamado “Sicarios” y se conserva fija en un lapso de tiempo mayor que todas las demás imágenes subsecuentes; dicha imagen se ancla con el corrido de fondo:

(…) de Sinaloa hasta ChihuahuaJL ha controlado,

hay un grupo de sicariospor todos muy afamados,ellos son el grupo linces,

que al JL andan cuidando(…).

El trabajo en grupo representa una forma de camaradería, un elemento que -aunque es permanente en un sentido visual en gran parte de nuestro corpus- subyace el corrido y se cristaliza como la empatía entre los actantes, como una actividad esencial, que sirve también como un conocimiento y reconocimiento del “grupo” para una mejor eficacia laboral.

“En los extremos se han tocado la riqueza y la muerte”

Los elementos hallados como aspectos narrativos en las tramas analizadas dan cuenta de una enramada de identidad, producto de su trabajo, del contexto que vive el país, pero que no es ajeno a las concepciones periféricas sobre el capital, el consumo y la vida o, en su caso, la vida en función de la muerte. En este punto se puede reconocer un híbrido, quizá hasta una contradicción en esta religiosidad: la oposición de valores y la manera en la que los sustentan dan muestra de una marcada transvaloración religiosa, llevada de manera más pragmática y utilitaria, desplazando así una serie de conceptos históricos sobre la religión y su relación con la vida fiel que lleva.

la idENtidad SiGNiFiCada

Sigo la orden del jefe,secuestro, mato y entierro (...)

y siempre monitoreando y cazando al enemigo (...)“El ejecutor”, Larry Hernández.

Nuestro objeto de estudio, los sicarios (actantes), han producido un discurso audiovisual en el cual muestran una construcción de sí mismos. Debemos comprender

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la pertinencia de observar minuciosamente el sentido que tiene la construcción de sí mismos pensándose a partir de la red. En este caso, en una de las redes sociales más visitadas por usuarios en el mundo, donde la inmediatez de la información viaja en forma ilimitada, circulando diversos lenguajes construidos por medio de videos (con contenidos tanto sencillos como complejos).

Es en tal contexto donde observamos los videos de nuestros actantes, mostrándose, sabiendo que la red es un espacio donde confluyen distintos actores y posiciones. A partir de ello, podemos observar que la construcción de su discurso, si bien puede ser evidente, también mantiene elementos complejos y ocultos que solamente personas conocedoras del contexto podrían acercarse a descifrar del todo.

Se pudo realizar un análisis interpretativo de este fenómeno, un primer acercamiento hacia una construcción del sicario en México, mediante la red. Ello, desde los textos que nos narran una identidad, una construcción compleja que se comienza a desentrañar en nuestra sociedad.

El intercambio de los videos en este nivel, se da como reciprocidad de grupos que muestran su rostro seguros de sí mismos, con mensajes de lo que son, con quién tienen conflictos, en qué creen. Lo fundamental de todo ello es que encuentran el espacio para definirse y volverse habitantes de la red, librando una batalla informática por medio de un discurso elaborado.

Los elementos de este discurso se resumen en los siguientes puntos:

1). El arraigo al territorio es uno de los elementos que se muestra en principio por parte de los actantes y que, en su afán por defenderlo, marcan límites mediante la advertencia, no intimidando sino refiriéndose como grupos que son capaces de demostrar la violencia hasta sus últimas consecuencias, como podemos observar en el video “Michoacán”, la letra del corrido dice: “Nació en Peña Colorada, estado de Michoacán…”, al tiempo que esto sucede, aparece una imagen que muestra una placa de dicha entidad; después, el corrido refiere “valiente y muy decidido, se lo puedo comprobar”, “en Tamaulipas matamos”. En este texto se inquiere que el mercado es la principal causa de la lucha, se narra la advertencia y ésta se entiende por medio de la protección de la plaza, de manera que mantener el control de la región es trascendental en este conflicto.

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2). El tono de amenaza está presente en los mensajes construidos dentro de la situación de conflicto, dicha construcción es compleja; en su narrativa une elementos identitarios (concepción de sí mismo) y valores como sicario y del grupo al que pertenece, todo ello con recursos técnicos como el anclaje con el corrido, zooms y slow motion, además de la violencia envolvente, como imágenes de muertos, decapitados, armas, actitudes frente a la cámara (actitud “Vien Verga”(Loc. cit.) con el fin de conseguir la intimidación.

Forman una trama narrada con el objetivo de comunicarle a su adversario su posición dentro del conflicto permanente que se mantiene con él por medio de la amenaza; donde si lo respetan respeta y si lo ofenden responde. Dicha postura se transmite de manera audiovisual por la plataforma de YouTube; de esta manera, la amenaza dentro del conflicto transmite quién es él, de dónde viene, para quién trabaja y qué hace.

3). Los textos comienzan a definir una identidad del sicario mexicano, su relación con la vida y la muerte; su alteridad militar; el conflicto y la amenaza como elementos inherentes a él; su utilitaria religiosidad; y su concepción dual sobre lo material sin aprehenderse de ello, la adquisición y el consumo como elementos explícitos que no se arraigan, pero que se desprenden de ellos.

4). Sicario, es un término utilizado por los medios de comunicación para referirse a elementos integrantes de las organizaciones criminales del narcotráfico que eliminan a rivales de grupos contrarios o que se enfrentan a la fuerza del Estado. Dicho término se retomó de la historia colombiana por los medios de comunicación por ser el referente más inmediato de estos personajes, quienes se acercan a la coyuntura en México.

5). El sicario por su actividad, su lugar en la infraestructura del narcotráfico, es un sujeto desechable, reemplazable; hasta ahora, en nuestro país los antecedentes históricos de este fenómeno reflejan un creciente reclutamiento de jóvenes para dedicarse a estas actividades, y su vida dentro de la infraestructura es fugaz.

6). El sicario mexicano está consciente de su deber ser el cual es proteger los intereses de otros, ceder su voluntad en nombre del capital, así como pertenecer a un solo cártel y asumir su destino como ser para la muerte.

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7). Al vivir al límite, el sicario asume las consecuencias de la inmediatez de su existencia, debido a que, su labor lo pone muy cerca de la muerte a cada momento. Para poder analizar su estrecha relación con ella, se tiene que asumir como desarrollador de una actividad del capitalismo llevado hasta las últimas consecuencias y es ésta la que transforma el sentido de los valores de la religiosidad llevándolos a lo utilitario, modificándolos y también encontrándole un nuevo significado a la vida.

8). La creencia ha sido reemplazada, hay un desplazamiento en torno a la fe en Jesucristo o la Virgen María hacia la devoción a la Santa Muerte. La gente que ha vivido en este contexto ha visto en estos personajes una devoción agregada de chamanismo, en general, son jóvenes sin una formación religiosa, formando una “eficacia simbólica”: si ellos se encomiendan a él y resulta favorable, se apropia y se encomiendan a sus servicios.

9). En las armas se observa la combinación de la opulencia y la utilitaria religiosidad, así como la presencia constante y excesiva del dinero y la jerarquía. La contradicción se observa a partir del oficio de “ejecutar” a un contrario con un arma construida de elementos de la religión cristiana, de la cual solamente se toman los valores que pueden serle útiles en su andar de sicario y que no le impidan su labor sin excluirlo de su derecho a tener devoción en un ser supremo que los protege en el día a día.

10). La vida empieza a re-significarse por medio del pesimismo ante la situación límite de existencia; se proyecta entonces el hedonismo, la pérdida de la razón por el cambio de las funciones vitales, como se muestra en la siguiente frase del corrido “La tambora va a sonar”: “el dinero es pa´ gastarlo, no pa´ tenerlo guardado, porque cuando uno se muere, no se lleva ni un centavo”15. A partir de ello, se puede notar, que se sabe de lo efímero de la existencia y, por tanto, si bien existe un deseo de poseer, en éste no se observa arraigo con lo material, lo importante es tenerlo para gastarlo. En este contexto todo se vuelve consumible, incluso se toma a la mujer como un objeto de lujo: “la mujer que a mí me gusta siempre la tengo a mi lado”, experiencias que se vuelven expresión de una concepción de vida a partir de una actividad trágica y antagonista que finalmente expresa la misma dinámica de oferta y demanda del sistema capitalista, que es tocado hasta su última expresión: la muerte como mercancía.

15 Fragmento del corrido “La tambora va a sonar” interpretado por Valentín Elizalde y Mario Quintero.

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11). El sicario parte de la construcción de un sistema de valores, los cuales están arraigados desde su génesis como desertor del ejército o de las fuerzas policíacas. Dado lo anterior, se ve que los valores como la lealtad, el honor, la disciplina construyen un nuevo ethos en la identidad del sicario; por ejemplo, nos dicen en un corrido que “(...) Solamente un objetivo tienen los hombres de honor, hay que matar o morir, sin que haya ningún temor (…)”16. En este párrafo se encuentra el valor del honor, dentro de la narración del deber ser del sicario, en el corrido “Los más buscados”: “(…) el jefe murió en la raya, su ejemplo tomen en cuenta, su puesto era Z-1 y ese puesto se respeta, y lo que les dejó inculcado es ser siempre gente derecha (…)”17. Esta narración nos habla del valor de la lealtad y el respeto, los cuales permanecen en la identidad del sicario; esta permanencia se muestra por medio del corrido cuando se narra la disciplina y unión dentro del grupo: “(...) no van a poder tumbarlos, porque ellos son bien unidos (...)”18.

12). Otro elemento sustancial que encontramos en esta nueva construcción de identidad es la voluntad de ser, explicada por medio del corrido cuando se expresa: “(…) solamente una llamada esperan para ir por ellos, a quien se pase de lanza, lo despachan al infierno (…)”19. Es aquí donde la ausencia de voluntad de ser por parte del sicario genera una relación de poder, donde es dominado por otro, y sólo está a expensas de lo que se le ordene. Este elemento convierte al sicario en un ente desechable, que se subordina para cumplir con las órdenes de su superior.

13). En esta construcción de identidad existe el sentido vicario por la situación de identificarse con ciertos rasgos o valores militares-policíacos, pero también existe la contradicción en cuanto a la lucha permanente contra éstos mismos, por la lucha legal-ilegal. De esta manera vemos al militar como fuerza del Estado, mientras que el sicario es el brazo ejecutor del narcotráfico.

14). La deserción de las corporaciones policíacas es fundamental en esta lectura, se observa una construcción del discurso, sobre todo en lo visual. Un ejemplo de ello, lo constituyen imágenes como las del vídeo “Sicarios 2009”, en el cual la narrativa es construida mediante imágenes de militares y policías federales en un sentido

16 Extracto del corrido “Cuidando al jefe” de Los sembradores de la sierra. Video “Sicarios 2009”.17 Video “Los Zetas pesados”.18 Ibíd.19 Estrofa del video del corrido “Cuidando al jefe” interpretado por Los sembradores de la sierra, incluido en el video

“Sicarios 2009”.

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disfórico con la narración del corrido. Lo que se puede observar es la globalización de la violencia del Estado, que se sale de control para que grupos que funcionan como su contraparte hagan uso de estos conocimientos para ayudar a la transnacionalización del narcotráfico, así como también, a controlar cada vez más territorio y controlar el mercado.

Cuando estos personajes se observan en el otro como una composición de lo mismo a través del discurso construido en el audiovisual, emerge un significado trascendental sobre las creencias, lo permitido y no permitido, su deber y la posición frente a la vida y la muerte de un actor social que toma las redes de Internet para representarse; donde el problema de la violencia va y viene desde sus orígenes, que muestra a los aparatos represivos del Estado y su relación de conflicto y dualidad con éstos; y donde la aparición de estos audiovisuales cristaliza una identidad que pretende legitimarse cada vez más en la vida social mexicana.

BiBlioGraFÍa

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Etnofarmacognosias y estados modificados de conciencia (EMC)

EtNoFarMaCoGNoSiaS Y EStadoS ModiFiCadoS dE CoNCiENCia (EMC) CoMo PotENCial CoGNitiVo

EN laS diNÁMiCaS iNtErCUltUralES

JORGE RONDEROS VALDERRAMA1

Recibido: 10 de octubre de 2011Aprobado: 7 de noviembre de 2011

rESUMEN

Este artículo, hace parte de los avances teóricos y epistémicos multidisciplinarios, desarrollados por el autor en la línea de investigación: “Cultura y droga2”; específicamente, en el marco de las formas culturales relacionadas con el uso y significación de costumbres ancestrales con sustancias enteogénicas, incluyendo su inserción dinámica, la cual, es determinada por las relaciones sociales de producción capitalista, en sus formaciones sociales occidentales contemporáneas e interculturales; se parte de las acepciones más amplias de estos dos conceptos como desarrollo del trabajo investigativo, argumentando que, las ciencias en general, se desarrollan como procesos cognitivos en las sociedades humanas, que impactan y generan procesos culturales transformadores y en tanto acciones humanas históricas, trascienden las clasificaciones de naturales y sociales e incorporan, necesariamente, al arte, como experiencia estética creadora, para describir y fundamentar desde la experiencia humana, la ampliación de la conciencia (EMC) en diversos contextos, permitiéndonos explorar dimensiones esenciales y prácticas, para buscar, pautas de conexión de la “vida” con la Naturaleza y las sociedades humanas, planteando críticamente, una integración cognitiva y ecológica de manera más profunda, superando enfoques que afirman reductivamente, la separación cultural del conocimiento, el cual cada día más, propende por superar enfoques idealistas que desestructuran las interacciones procesuales de la naturaleza (la dialéctica de la naturaleza) y en ella, la vida humana, así, el campo de los estados modificados de conciencia, buena parte

1 Sociólogo, Esp., Mgr., Ph(c). Identidad y Relaciones Interétnicas, pasado y presente en América Latina. Profesor Titular. Departamento Antropología y Sociología. Universidad de Caldas, Manizales, Colombia. Correo Electrónico: [email protected]

2 “Cuando hablamos de drogas, nos referimos a lo que generalmente, se conoce como fármacos, definidos éstos, como todas aquellas sustancias capaces de modificar la sustancia viva. En este sentido, se consideran fármacos, “tanto el perfume (o si no ¿cómo nos podría gustar o disgustar?), como la cocaína, pasando por la aspirina o el té de tila” (Brailowsky, 1995:8).

Cultura: “producción de fenómenos que contribuyen mediante la representación o reelaboración simbólica a las estructuras materiales, a comprender, reproducir o transformar el sistema social, es decir, todas las prácticas e instituciones dedicadas a la administración, renovación y reestructuración del sentido” (García Canclini, 1986: 41).

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Jorge Ronderos Valderrama

de ellos, derivados de prácticas y conocimientos ancestrales, vigentes en la sociedad actual, prometen enfoques creativos y dinámicos, para crear campos y puentes bioéticos entre la ciencia occidental moderna y las diversas formas de conocimientos ancestrales.

Palabras clave: conciencia, etnofarmacognocia, estados modificados de conciencia, naturaleza, sociedades humanas.

EtNoPHarMaCoGNoStiC aNd altErEd StatES oF CoNSCioUSNESS (aSC) aS CoGNitiVE PotENtial iN

iNtErCUltUral dYNaMiCS

aBStraCt

This article is a part of the theoretical and multidisciplinary epistemic advances developed by the author in the research line “Culture and Drugs”, specifically in the framework of cultural forms related with the use and meaning of ancestral customs with entheogenic substances, including their dynamic insertion which is determined by capitalist production social relationships in its contemporary and intercultural occidental social formations. The article begins with the broadest meaning of these two concepts for the development of the research work, arguing that science in general develops as cognitive processes in human societies which impact and generate transforming cultural processes, and as historical human actions. It goes beyond the natural and social classifications and, necessarily incorporates art as a creative aesthetic experience in order to describe and support, from human experience, the conscience enlargement (ASC) in a diversity of contexts, giving us the opportunity of exploring essential and practical dimensions to find connection guidelines of “life” with nature and human societies, thus critically suggesting a cognitive and ecological integration in a deepest way and going beyond approaches which reductively affirm the cultural separation from knowledge which, every day more and more, tend to go beyond idealist approaches that deconstruct nature process interactions (nature dialectics) and in it , human life. In this way, the field of altered states of consciousness, a good part of them, derived from ancestral practices and knowledge and valid in today’s society, promise creative and dynamic approaches in order to generate bioethics fields and bridges between modern occidental science and the varied forms of ancestral knowledge,

Keywords: consciousness, etnopharmacognostic, altered states of consciousness, nature, human societies.

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Etnofarmacognosias y estados modificados de conciencia (EMC)

CiENCiaS, la GENÓMiCa, SoCiEdad Y NatUralEZa. Para ENtrar EN El tEMa

El conocimiento científico occidental, por principio y naturaleza, es abierto, no es cerrado y mucho menos dogmático. Tiene como último fin, contribuir al desarrollo, al progreso y en última instancia, a la felicidad y al desarrollo humano en su más amplia acepción. Por sus principios éticos y bioéticos, es humanista y ecológico; “conocimiento, convivencia y diferencia están asociados a la ciencia, la justicia y la cultura que no son otra cosa que acercamientos progresivos a la Bioética, la justicia sanitaria y la diversidad cultural” (Escobar, 2006: 15), sin distingos de enfoques o doctrinas filosóficas, debe servir a toda nuestra especie, como parte integral de la naturaleza, como hijos directos y legítimos de la Madre Tierra.

Por tal motivo, la ciencia en todos sus campos, incluida las contribuciones realizadas a través de la humildad y sencillez de los científicos para comprender y respetar la naturaleza (incluyendo a todos los humanos en ella), no debe continuar alimentando la soberbia y la ceguera de poder; poder que la explota como “recurso estrictamente económico”, utilizando su riqueza antropocéntricamente, a través de sistemas y modelos, de beneficio excluyente para clases sociales privilegiadas o al servicio de “pueblos elegidos”, que hoy dominan el mundo hegemónicamente, tomándose atribuciones por sí mismos -para lo cual, han dispuesto con base en los desarrollo científico-técnicos, de armas tecnológicas cada vez más sofisticadas para someter a los otros-, aquellos que han sido juzgados como “diferentes”, incluyendo en estas devastaciones, sus nichos ecológicos, por ende, ha sido un proceso histórico milenario repetitivo, cada vez más “científico y técnico” de barbarie y, que hoy visibilizamos y apreciamos globalmente -dramática y paradójicamente-, como fenómenos de cambio climático, calentamiento global, con un daño causado casi irreversiblemente; los procesos de entropía y consecuentemente, la destrucción ecológica que hoy padece el planeta (nuestra casa), nos coloca en riesgo real de extinción.

Nuevas ciencias, como: la física cuántica, la astrofísica, la biología, la genética y genómica; además de enfoques y campos multidisciplinarios y alternativos, como: la ecología y la bioética; las etnociencias, como: la etnopsicología, la etnografía y la etnología, la etnosociología, la socio-biología y la biosociología; todas ellas, a partir de desarrollos epistémicos, estrategias metodológicas, técnicas y un nuevo enfoque humanista, permiten al menos teóricamente a los habitantes del planeta, sin distingos

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Jorge Ronderos Valderrama

culturales, compartir la “vida” de una forma “natural”, con un volver sobre la sacralidad de los elementales de la Naturaleza misma, de la tierra, del agua, del viento y del aire, pero en especial, sobre nosotros los seres humanos, dada la responsabilidad que tenemos para propiciar e intentar cambiar el rumbo de destrucción actual del planeta. Pueden contribuir en estos procesos, la creación artística y las prácticas espirituales, según los contextos socioculturales, a nivel micro en especial. Temas tan centrales, que son abordados desde la bioética y que están en el centro del debate académico y político.

El gasto sanitario, la economía, lo justo, la eficiencia y la provisión de servicios; el impacto de los descubrimientos biomédicos, moleculares, cibernético, biónicos y atómicos, y la posibilidad, cada vez menos ficticia, de la elongación de procesos vitales, incluidas las éticas de principio y final de la vida (Zambrano, 2006: 32).

¿Cómo hacerlo? Son varios los caminos, depende de los individuos y los grupos humanos a los que pertenecen o se adscriben y, de sus contextos históricos y condiciones sociales particulares. Uno de ellos y sobre el cual privilegiamos, es el reconocimiento desde las mismas ciencias, es decir, por parte de los científicos, que en las sabidurías y prácticas ancestrales de la diversas culturas en todos los continentes, existen prácticas fecundas y propicias para valorar las enseñanzas de la misma naturaleza; además de reconocer las formas de conocimiento que posibilitan los intercambios cognitivos que ayudan a proteger la “salud de la vida” en su conjunto.

Existen diversos avances desde la ciencia occidental, que están en el mismo camino, para contribuir desde prácticas psicointegrativas (como los Estados Modificados de Conciencia), en diferentes culturas frente a los fenómenos de violencia y agresividad, mitigando lo que hasta ahora ha ocurrido a lo largo de miles de años, mediante la imposición de la exclusión y destrucción de los diferentes, de los “otros”; en este sentido, se debe privilegiar la dialéctica de las inclusiones en el marco de los derechos humanos y propiciar la creatividad artística, del respeto activo y las complementariedades de las diferencias políticas, de pensamiento, de credo religiosos, de etnia o de raza y de género. Lamentablemente, no ha sido así, a lo largo de la historia de la humanidad. Remito como insumo a este debate, la obra del investigador colombiano Mauro Torres, Lamento y elogio de la especia humana, el fin de la historia masculina.

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Lo ocurrido hasta el momento, es que los mayores avances científicos, de inmediato, han sido y son cooptados, comprados como mercancía, por intereses privados de los centros de poder económico y político y, muchos de ellos, dominantes, colocándose al servicio de la industria militar de la guerra y de los centros de exclusión. Parodiando a Saramago, ¿Cuál es la ceguera?

Un campo privilegiado para dicha exclusión, ha sido la ciencia. Conviene situarnos en el desarrollo de ésta y para el caso que nos obliga, en el marco de formulaciones innovadoras, sin perder de vista, lo específico de la actividad propiamente científica. Al respecto el antropólogo Fericgla, anota:

La ciencia avanza siguiendo dos procesos distintos y complementarios en ellos mismos: a) Por un lado, están las formulaciones paradigmáticas innovadoras, sugerentes, creadoras de nuevas y más amplias o más profundas formas de organizar y manipular la realidad (traidor concepto éste...) que permiten entenderla y pensarla en forma distinta al fin...; b) Un segundo paso en la actividad científica es aquel más regular, metódico, analítico, verificador de verdades fundamentales, al que podríamos llamar pensamiento estricto. Este quehacer científico es posterior al primero e imprescindible para robustecer la ciencia y comprobar, analizar, reforzar los pasos dados en la etapa creadora anterior… (1989: 3-4).

Por tanto, un campo de apertura que posibilita a la etnofarmacognosia y los EMC, es:

[…] en relación con las construcciones sociales y culturales de los pueblos… la relación sistemática eminente y primordial entre la cultura humana y el inconsciente individual y colectivo, relación perseguida por los seres humanos a través de muy diversificados sistemas, substancias y prácticas para alterar el estado ordinario de la consciencia (Ibíd.: 4-5).

La ciencia y la tecnología, en los últimos 200 años y muy especialmente, con la creación de los Estados nacionales burgueses y el sistema dominante, conocido como capitalismo y sociedades de mercado, ha creado mayores desequilibrios sociales, jamás vistos y sufridos sobre la historia vital del planeta. La idea positivista del siglo XIX, conocida como la ley del progreso (Comte, 1981: 126), fundamentada en un orden de la ciencia positiva, que debía garantizar, tanto la organización política, como el progreso “social” para los humanos, no lo ha logrado. No obstante, a los

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grandes logros en campos como: la física, la química, la farmacología y la biología, recientemente; paradójicamente, han dinamizado un proceso de desequilibrio social a nombre de la civilización, como cumbre cultural de la llegada de la sociedad humana a su más exquisita evolución y estado definitivo, la cual habría permitido superar aquellos estadios de salvajismo y barbarie, (Engels, 1976:), conceptos utilizados para referirse a sociedades más elementales y principalmente, organizadas en el campo y con unos pocos centros de concentración de vivienda.

Lo que sí ha sido cierto y proyectado históricamente desde la Dialéctica de la naturaleza (Ibíd.: 29), fue el gran avance de las ciencias naturales desde el siglo XIX, en una carrera de velocidad y de profundidad impensable en sus logros para esa época, en especial la física, la química y la biología, con lo cual, se cumpliría aquel sueño positivo de la superación del pensamiento religioso y especialmente, debilitar y extinguir el poder ideológico de la Iglesia católica. Hoy en día, el avance de las ciencias naturales es enorme, al punto que se ha creado una nueva realidad: el riesgo inminente de la existencia de la misma especie humana y otras especies que conviven en el planeta tierra, debido a las condiciones materiales creadas, relacionadas con los modelos de vida y adicionalmente, el peligro nuclear existente bajo el dominio de centros de poder militar de naciones y formaciones sociales, predominantemente capitalistas. También, es un hecho incontrovertible que el pensamiento religioso y la religiosidad espiritual no han desaparecido; incluso, resurgen formas y técnicas arcaicas de experiencias místicas y trascendentes que, predestinadas a desaparecer en la civilización, han vuelto a ser importantes para el ser humano, se han visibilizado, lo cual ha devenido en una comprensión y explicación científica de ciertos fenómenos humanos y naturales, catalogados por algunas ramas de la ciencia y profesiones modernas medicas y psiquiátricas, como fantasiosos y alucinantes estados mentales enajenados ¡Es una paradoja histórica!

El ser humano busca afanosamente tales estados de conciencia de trascendencia y visión, estados que renuevan la salud y en especial, brindan formas de conocimiento reveladoras. Los avances científicos tecnológicos de hoy en día, eran impensables hace un siglo y colocan al ser humano frente a un reto enorme e histórico, bien sea, para contribuir a que la ciencia esté en función de sociedades modernas realmente democráticas, plurales y al servicio de la humanidad en su salud y la “vida” del planeta o continúe en función de consolidar formas neocoloniales y neo-esclavistas, algunas de éstas, sustentadas en estilos y modelos de vida adictivos y consumistas, estilos geopolíticos de dominación, mediante el intervencionismo militar y político,

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que han debilitado a las soberanías y democracias nacionales, pretensión moderna y paradigmática. Tales avances logrados, nos permiten afirmar, que no hay límites en el conocimiento humano para trasformar la naturaleza y transformarse creativa y positivamente a sí mismo, pero también, para explotarla en forma tal, que la “vida” misma, esté en peligro, incluyendo, desde luego, a la misma especie humana, sometiéndola a estilos de maleficencia cada vez más generalizados. El fin de las guerras y las esclavitudes es la utopía presente e implica, necesariamente, cambiar los modelos y las estructuras vigentes de los sistemas basados en lógicas de poder imperantes.

Respecto a la ciencia, Mariano Sigman, en el prólogo a las conversaciones de Jorge Halperin con Jhon Sulston Edward, Premio Nobel conjunto en fisiología o medicina otorgado en el 2002, por la decodificación del edificio genético de la humanidad, señala:

Después de la teoría de la relatividad y la mecánica cuántica, los secretos de la esencia de la materia y la energía se volvieron trasparentes. Las consecuencias de esta gesta tan elemental fueron evidentes para un grupo de físicos emigrados de Europa a Estados Unidos y como corolario de sus avances resolvieron a plena conciencia el curso de una guerra y establecieron el derrotero del mundo. Pero algo más asombroso fue conocer que la mecánica de la vida era un instrumento de poder. Inglaterra y en menor grado Francia se convierten en la próxima cuna de la revolución: la biología molecular, en el laboratorio de biología molecular de la Universidad de Cambridge. Allí, James Watson y Francis Crick, descubrieron la mecánica de la herencia dilucidando la estructura de una molécula. Pocos años después Sidney Brenner y el mismo Crick, entendieron el lenguaje fundamental de la biología molecular, desencriptando el código por el cual los genes implementan, por medio de proteínas, lo que sea que es la vida. Allí, Cesar Milstein (argentino) y George Koheler, gestaron sus balas mágicas e hicieron posible la explosión tecnológica de la biología molecular (Sigman, 2005: 6).

Para esta época y como seguramente se expondrá en algunas otras referencias, el mismo científico sentenciaba que, los problemas clásicos de la biología molecular, estaban resueltos o serían resueltos en la siguiente década. Señalaba que el futuro de la biología molecular, estaba en la extensión de la investigación a otros campos de la biología y notablemente en el desarrollo del sistema nervioso. Brener, propuso el modelo para estudiar ambos problemas: un gusano. La imagen, evidentemente

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grotesca, hablaba del carácter a la vez maravilloso de la biología. Conocer las respuestas a las preguntas más fundamentales, estudiando, hasta el cansancio, la naturaleza de un gusano hermafrodita (Caenorhabditis elegans). Novecientas cincuenta y nueve células somáticas. Siempre las misma. Siempre el mismo proceso. Una célula que se reproduce en dos, luego en cuatro, que se diferencia, se multiplica, se convierte en distintos tejidos, en aparatos digestivos, músculos y sistemas nerviosos, para convertirse siempre en el mismo ser. Fue la tarea que Sulston asumió, utilizando un cuaderno y un lápiz para registrar el linaje celular, donde el merito tecnológico, había sido fijar el gusano a una gelatina. Sulston, comenzó a entender el sentido de los genes, de cada gen sobre sus efectos más o menos azaroso, lanzando cascotes contra el genoma e identificando los desperfectos que se sucedían: por ejemplo, el gusano no crecía o lo hacía de otra forma y volvía así, atrás, para identificar el gen responsable.

Fueron casi 20 años para entender el genoma del gusano y después al genoma humano. Pero, lo interesante de esto, es que fue una carrera contrarreloj del sector público (que se desarrolló entre 1993 y el año 2000), contra las empresas científicas privadas, la Celera Genomics, dirigida por el empresario investigador Crarig Venter. Empresa que quería patentar el conocimiento de nuestros genes.

Sulston, puso en evidencia en los medio de comunicación los siguientes interrogantes: ¿Cómo es posible que permitamos a una empresa estadounidense, a cualquier empresa, apropiarse de la herencia de todos y decir: “soy la única fuente de ADN, siempre y cuando usted pueda pagar? ¡Esto parece una locura!

La victoria de Sulston y su grupo, puso el conocimiento vital del edificio humano en manos de toda la humanidad (Halperin, 2005: 12).

De todo lo hasta aquí expuesto, espero que al lector le quede algo claro: la inteligencia de la vida está en la naturaleza, la naturaleza es inteligencia, en tanto es vida y es a ella, a quien nos debemos. La dialéctica de la naturaleza, como ciencia de la concatenación total, abrió en el siglo XIX, esta posibilidad de conocimiento, una creación humana, que posibilita la explicación de la “vida” a través de la materia, de la energía como realidad. Los humanos a través de cualquier método que sea útil y eficaz, son capaces de descubrir a través de la observación y la intervención en la naturaleza (monitoreándola, observándola y registrando con instrumentos y medios técnicos), las complejas y diversas relaciones que originan fenómenos y procesos vitales. La naturaleza en su movimiento expresa “trabajo”. Podría señalarse que la naturaleza

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como totalidad “trabaja” permanentemente, crea y transforma realidades, de hecho, cada especie como movimiento evolutivo, es creación de la misma naturaleza, incluidos nosotros los humanos. En el caso anteriormente mencionado sobre el descubrimiento del genoma humano: ¿quién fue el maestro? ¿El gusano? ¿El científico? ¿Quién cambió a quién? El conocimiento científico, como práctica humana y social, es una compleja relación que permite integrar y explicar relaciones procesuales de las formas de vida en constante cambio y transformación, para explicar, incluso guiar e intervenir, como ocurre con las biociencias y la biotecnología, la misma existencia de la vida, lo cual supone desde luego, comprender el ciclo inevitable de la evolución que los humanos categorizamos como vida y muerte. ¿Pero cuál es la pauta de las interconexiones vitales y entre ellas la inteligencia en su forma de espiritualidad?

Es sugerente el planteamiento que hace Bateson, a partir de una serie de criterios definidos como: proceso espiritual, señalando que, cualquier agregado de fenómenos, cualquier sistema... es el agregado, es un espíritu, para lo cual, define seis criterios que precisan el sistema del espíritu, refiriéndose a fenómenos como: “pensamiento”, “evolución”, “ecología”, “vida”, “aprendizaje”; relacionando fenómenos del pensamiento con sucesos materiales (Bateson, 2006: 103). Hilos teóricos delgados que relaciona este autor, con el enfoque materialista, con base en las leyes de la materia, de la energía, del movimiento dialéctico y permanente de la naturaleza y su relación con el proceso “co-evolutivo de la filogenia con la historia cultural” (Cole, 2003: 152), hipótesis y teorías, resultado del conocimiento científico que ayuda a explicar la relación entre naturaleza y sociedad humana. En esto, encontramos el saber de la naturaleza y, de nosotros los humanos, como resultado de ella, desde el australopithecus, pasando por el homo habilis y el homo erectus, hasta llegar al Homo sapiens y al actual Homo sapiens sapiens; por tanto, con base en el aprendizaje conseguido de ella y con ella, además del saber y conocimiento logrado, construimos la conciencia, que incide en nuestra práctica vital, como trabajo de transformación, pero también, en el conjunto de la materia, de la naturaleza. Es decir, hemos co-evolucionado como espíritu, planteado en términos de la hipótesis batesoniana, de la misma naturaleza, a partir de las diferencias como especie, resaltando lo que afirma el mismo Cole (citando a Liberman), que el lenguaje y el pensamiento, se inscriben materialmente en la naturaleza (Ibíd.: 141). Esto es muy profundo.

Lo cierto es que, la ciencia en la estructura social capitalista, constituye un capital cultural, que se traduce de un lado, en un medio de producción, pero también en

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ciertos procesos, en mercancía una vez ésta es privatizada como patente. Lo ocurrido con el genoma humano y relatado anteriormente, es una advertencia de lo que puede ocurrir y de hecho, está ocurriendo dramáticamente con la privatización de la naturaleza, de la “vida” misma. Hoy en día, se obliga a los científicos a repensar en términos políticos en su quehacer, para contribuir a evitar, desde la responsabilidad de los Estados, que el conocimiento científico, al convertirse en exclusiva propiedad de y para los centros de capital, especialmente, financiero, se traduzca en un medio eficaz y definitivo para aumentar los desequilibrios sociales al interior de las naciones, pero también entre unas naciones y otras.

Uno de los resultados más importantes de las ciencias genómicas para la medicina, a partir de descubrimientos como los antes mencionados, es que la información del genoma, podrá permitir una rápida mejora del tratamiento de la mayoría de los cánceres, como anota el mismo Sulston, porque el cáncer es un cambio en el ADN y ahora se conoce el centro del problema. Ahora bien, lo importante, es que estos avances científicos sirvan sin distinciones a toda la humanidad. ¿Es posible esto? Sí, pero no en el marco del modelo y la sociedad actual de inspiración ideológica neoliberal, la cual, por su estructura concentrada de poder, discrimina la vida humana, conduciendo a enormes cantidades de seres humanos a la marginalidad y a la pobreza.

Existe una serie de aspectos conexos en relación con el cáncer, que deben mencionarse para continuar con el mismo tema. Por ejemplo, la importancia, urgente y permanente, de investigar sobre los factores socioculturales que inciden en esta enfermedad y su conexidad con las condiciones ambientales, además de plantearse el cómo deben ser los estudios sobre condiciones y estilos de vida en los sectores de población de enfermos. De otro lado, urge la necesidad de indagar acerca de la forma en que los fármacos y medicamentos que se producen a partir de los avances científicos, realmente, son asequibles a los enfermos en condiciones de equidad, es decir, ¿sin distinción social o de cualquier factor discriminativo?

Por medio de la ciencia, hoy en día se sabe, cómo pueden curarse gran parte de los cánceres, pero ¿cómo lograr equidad en su atención? ¿Esto sería suficiente? Un caso aberrante ocurrido en el año 2009, en el sistema de salud colombiano, fue la exclusión de la atención a enfermos clasificados como “catastróficos”, derogado después por la Corte Constitucional, según la sentencia T-710 del mismo año, haciendo imperativo la salud, como un derecho y no sometido a condiciones de mercado o servicio público.

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Continuando, hay algo importante que debe precisarse teóricamente. Lo social, entendido como proceso de intercambio de energía de la vida en el planeta, no es algo especifico de lo humano, sino que incluye como concepto y realidad de existencia, el intercambio de información con otras especies de animales y seres vitales como los vegetales y los seres fúngicos, los microorganismos, con quienes hemos construido el proceso vital del planeta que hoy existe. Muchos de los seres y especies que existieron (no sabemos a ciencia cierta si eran un mayor número de especies a las que hoy existente), desaparecieron y en algunos casos se transformaron, mutaron, e incluso hoy, tienen apariencias diferentes, si nos atenemos a los hallazgos paleo-arqueológicos. Tema amplísimo y de gran curiosidad científica y humana en esencia, de lo cual, hay avances importantísimos que no se detienen. Todos los días encontramos algo nuevo.

dE la EtNoMEdiCiNa a la EtNoFarMaCoGNoSia Y laS MEdiCiNaS aNCEStralES

La etnomedicina o etnoiátrica, es un cuerpo de estudios interculturales, propio de los países en los cuales existe una generalizada (pero importante, agrego), presencia de conocimientos en medicinas tradicionales y en campos socio-médicos, con atención especial y general de enfermedades, con medios no compartidos con la medicina occidental contemporánea.

De acuerdo con Jon Foster, la etnonomedicina, puede considerarse como un conjunto de las instituciones sociales y la tradición cultural, vinculadas a la búsqueda de conocimientos para mejorar la salud. Así mismo, la etnofarmacognosia, es una ciencia interdisciplinar, que se ocupa del estudio de la procedencia, la clasificación e identificación, de artículos y productos para obtener medicación con base en las medicinas tradicionales.

Por ende, la etnofarmacognosia hace parte de la etnonomedicina, junto con: la etnofarmacología (un brazo de la medicina tradicional, que se ocupa de la acción, interacción y procesos terapéuticos de los remedios tradicionales), la etnobiología (especialización de la etnofarmacia, que se ocupa de la preparación de las recetas farmacéuticas) y la etnopsiquiatría, basada en el conocimiento de las sociedades tradicionales en prácticas, medicamentos y formas de interacción social destinados a la rehabilitación de personas con trastornos mentales. Se trata de un campo del conocimiento científico que, necesariamente, incorpora la etnofarmacología y la etnobotánica.

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De hecho, está siendo aceptado como un campo de la medicina y más recientemente, se ha re-significado como el conocimiento de los saberes ancestrales y en nuestro caso concreto, el que proviene de los pueblos amerindios. Esta es la delimitación que aquí preciso.

No hay que olvidar que esta tradición no es solamente de América, debido a que viene de épocas muy antiguas. Para el caso de España, proviene desde la época árabe, siendo celebres los médicos y obras de este campo medicinal, como es el caso de Abü-l- ‘Alã’ Zuhr (c.1060-113 l).

La investigadora Luisa María Arvide Cambra, destaca el interés contemporáneo sobre prácticas tan antiguas, que a pesar del tiempo siguen siendo de interés para ciencias como: la antropología, la psicología, la etnopsicología y hoy en día, la etnofarmacognosia; en la medida en que tales prácticas y conocimientos, han sido eficaces y dado respuesta a las necesidades humanas en un campo muy especial como la cosmética y los gustos refinados. La investigadora señala:

“La temática del curanderismo, la magia o la hechicería, es decir, la medicina popular, entendida como aquella que, en líneas generales, basa su terapéutica en el uso de talismanes, amuletos, entre otros; el consumo de brebajes y pócimas de extraordinarias propiedades para la curación de los males y dolencias. Tampoco faltan en estas prácticas las recetas y fórmulas magistrales de asombrosos resultados”. Esta actividad, de carácter evidentemente esotérico, ha existido siempre a lo largo de la Historia en todas las civilizaciones y ha estado arraigada en el hombre desde épocas remotas; y hoy en día, lejos de haber desaparecido, persiste en determinadas comunidades, incluso, en pueblos de cierto nivel cultural. El curanderismo, ha sido una de las prácticas más extendidas de la medicina popular. En la actualidad, tiene aún, un auge muy considerable, sobre todo en las sociedades folk y en algunas zonas rurales. En esta práctica dista de haber uniformidad de técnicas. Entre los principales tipos de curanderos, deben citarse los ensalmadores, que sólo curan mediante oraciones y los charlatanes, vendedores de cualquier producto que, por lo general, en forma de ungüento, que nominalmente, sirve de verdadera panacea. Junto a ellos, debe citarse también, a la persona especializada en la reducción de luxaciones y fracturas. Desde un punto de vista histórico, el curanderismo alcanzó notable extensión en casi todos los países y subsiste, como ya he apuntado, incluso actualmente. Destaca en este punto Gran Bretaña, cuya historia médica está llena de curanderos famosos que llegaron a tratar, incluso, a los monarcas y, en

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Francia... (obras relevantes de autores como: Casas Gaspar, Gudiño, Castillo, Pazzini o Glasscheib, dan cuenta de estos hechos).

Como vemos, con diferentes términos y particularidades locales, el campo de la etnofarmacognosia, históricamente, ha sido de permanente interés y desarrollo en las sociedades humanas. Tiene sus orígenes en lo más antiguo de los sistemas curativos: el chamanismo. Pero, se expresa hoy en cualquier lugar y sociedades, rurales o urbanas, sociedades del primer mundo o del tercero.

El término etnofarmacognosia reúne tres componentes:

1. Lo etno, referido específicamente, a la organización humana, sociedades humanas. Su significado preciso es pueblo. Ha sido utilizado por cerca de 100 años para referirse a minorías, reemplazo al término más generalizado hasta la Segunda Guerra Mundial: raza. Refiere en todo caso, a sociedades pequeñas que tienen un bajo grado o nivel de inserción con la cultura y sociedad dominante occidental (o de mercado). Capitalista. En especial, refiere a los pueblos indígenas.

2. Fármaco, alusivo a farmacia, de manera específica, a las de origen natural (farmacia vegetal). Recordemos que este término, tiene su origen en el término griego fharmacon, que refería a remedio y veneno a la vez, diferenciado, básicamente en la dosis.

3. Gnosis, derivado de conocimiento. “Conocimiento absoluto e intuitivo, especialmente de la divinidad, que pretendían alcanzar los gnósticos”. Complejo e importante fenómeno que ha dado lugar a múltiples doctrinas y sabidurías.

Podría señalarse que la etnofarmacognosia, se encuadra en el campo de las etnociencias, que tuvieron su emergencia inicial en Europa a comienzos del siglo XX, luego tuvieron un declive, pero con la antropología y los estudios culturales reapareció en los años 70, con nuevas revaloraciones. Siguiendo a Beatriz Nates, esta señala:

Dicho auge reaparece un tanto ligado al estructuralismo francés, muy a pesar de los esfuerzos de la época por marcar la diferencia. De las muchas acepciones con que se reescribe esta forma de hacer ciencia están la de “nueva etnografía” o “etnosemántica”. Es llamada “nueva etnografía” por su enfoque

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etic y emic que no lo contemplaba exactamente la etnografía antigua. Etic en el sentido del análisis nuestro y emic en el sentido del análisis de los “otros” con quienes investigamos. Exponentes centrales en esta cuestión han sido Goodenough (1964) y Tyler (1969), entre otros. Por su parte, la denominación de etnosemántica se le da debido al fuerte componente lingüístico de los estudios etnocientíficos, en cuanto al abordaje clasificatorio del conocimiento (para nuestro caso botánico) étnico.

Luego y para finales del siglo XX y en la actualidad reemerge el interés por las etnociencias.

Desde la antropología, se hacía investigaciones más desde el punto de vista taxonómico, es decir desde el modo y sentido de cómo “la gente con quien se investiga” nombra las cosas de su entorno (cultural, social, entorno ecológico), y su articulación, mediante organizaciones que además de ser actuales, en cuanto se refieren al presente en que son utilizadas, son el producto de la historia que las ha contenido o recreado, a partir de lo que parafraseando a Lowie (1978) podemos llamar piezas y fragmentos, que las necesidades de la práctica impelen a tomar prestados, sometiéndolos continuamente a reestructuraciones y reformas inconscientes (sin necesaria reflexión) e intencionales (por necesidad práctica o teórica) que tienden a integrarlos en el sistema de la cultura vivenciada... (Nates, 2006).

La etnofarmacognosia, esta intrínsecamente articulada a la etnobotánica y la etnofarmacología.

Hay dos vertientes por lo menos, en la etnofarmacognosia:

1. La tradicional de la biomedicina alopática, la cual, es un campo específico de conocimiento de plantas llamadas medicinales y muy comúnmente “aromáticas”. Al menos en Colombia. Este campo progresivamente aumenta en importancia por circunstancias y condiciones sociales de la crisis en materia de salud, en especial, cuando el sistema de salud en el marco de los estándares e indicadores internacionales, dado el enfoque institucional gubernamental-estatal, ha convertido a la salud en una mercancía. Por ello, debe recurrirse entonces, de nuevo a prácticas tradicionales con plantas medicinales y las antiguas recetas de las abuelas; la divulgación, por múltiples medios de las propiedades de las plantas y demás, ha mantenido las tradiciones sobre las hierbas y la herbolaria y, ha propiciado un espacio socio-medico-social y medicamente significativo, que se llama medicina naturista.

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Es ilustrativo que en el 2007, se publicara una investigación sobre usos de plantas medicinales en Iberoamérica, titulada: “Etnofarmacología en Iberoamérica. Una alternativa a la globalización de las prácticas de cura”, de la investigadora Isabel María Madaleno, del Instituto de Investigaciones Científicas Tropicales. Programa de desarrollo Global. Estudios de Etno-desarrollo en América Latina, África, Asia y el Pacifico, en la cual, se publican resultados parciales de un estudio realizado por cerca de 10 años, de la herbolaria medicinal y su conocimiento ancestral, realizado en grandes ciudades: Ciudad de México, Lima, Santiago y Belém de Para. La investigación, ilustra la presencia real e importante de estas prácticas, lo cual, es un indicador de la necesaria relación existencial entre las plantas y los seres humanos. Los mamos, de los cuatro pueblos indígenas de la Sierra Nevada en el Caribe colombiano (Sierra Sagrada, la llaman ellos), aseguran mantener una tradición superior a 3000 años; por su parte, los Wintukwas, Koguis, Wiwas y Kankuamos, señalan que las plantas son nuestras abuelas.

Como un dato más de la revaloración de las plantas para sus usos medicinales en la actualidad, el actual gobierno colombiano, registra que el Ministerio de la Protección Social, elaboró y puso a disposición abierta en su página de Internet, un completo vademécum llamado: Plantas Medicinales en Colombia. Actualmente, los médicos vinculados al sistema de salud, en sus consultas, sugieren el uso de determinadas plantas a sus pacientes.

2. De otro lado, está la etnofarmacognosia, orientada al conocimiento que, podría proponerse como “inter-científico”, que integra y permite la interculturalidad, entre el conocimiento científico de las disciplinas, con las sabidurías y saberes prácticos y eficaces, que poseen por tradición ancestral los pueblos indígenas, en especial, el que conservan hombres y mujeres de conocimiento. Este campo se circunscribe, al campo especializado de las plantas conocidas, como: “doctores”, en la amazonia peruana; o también denominadas “sagradas” o “visionarias”, en otras tradiciones culturales; igualmente, el mundo fúngico denominado: “hongos sagrados”, “niños santos” (psilocíbicos, especialmente) y tradiciones mágico-religiosas andinas, que incluyen la sagrada hoja de coca (Erythroxylum coca), los cactus de San Pedro (Trichocereus pachanoi, T. peruvianus) y en Mesoamérica el peyote (Lophophora williamsii, L. diffusa).

Uno de los términos que ha venido adaptándose a diversas culturas y campos del conocimiento, es el de enteogénico, concepto acuñado hacia 1979 por Wasson, Ruck y

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Ott, el cual, ha ido adquiriendo una aceptación más amplia de carácter intercultural. Algunos chamanes indígenas en Colombia ya lo usan, lo que expresa una aceptación intercultural y se destaca además, que en la actualidad, hay científicos que lo aceptan como concepto, no sin contradicciones y reacciones adversas, en la medida en que es un término, que de alguna forma caracteriza la experiencia enteofarmacognósica, a partir del mundo cultural cristiano occidental. Siguiendo a Fericgla:

La etimología de enteógeno deriva del griego clásico y viene a significar “que genera dios dentro de mí” o más libremente “dios en de mí”. La matriz de este término es theus (dios) y gen (que genera o despierta), el cual era usado en el mundo helénico para describir la inspiración poética o profética y para describir el estado de catarsis sagrada, producida por el consumo de plantas psicótropas, práctica que estuvo vigente en la Grecia clásica durante más de 2000 años. Los griegos iniciados en los sacros misterios eleusinos, délficos o de samotracia, eran aquellos que habían pasado por la experiencia extática superior, denominada epopteía o percepción y experiencia de la divinidad en el interior y eran llamados: epoptes  , que significa “testigo ocular” y a la vez “vidente que ha alcanzado la más alta iniciación en los misterios sagrados”. A pesar del secretismo mantenido durante más de veinte siglos, hoy en día, se conoce que tal epopteía o éxtasis sagrado, era conseguido por medio del consumo ritual, de hongos enteogénicos (Wasson, Hofmann & Ruck, 1980; Wasson, Kramrisch, Ott & Ruck, 1996) y que ello, constituyó, el origen del misterio central y ulterior adoptado por los primeros cristianos en su ceremonia ritual, la Eucaristía (Allegro, 1985); aunque con posterioridad, tal consumo de embriagantes sagrados, fuera cambiado por el de un placebo.

En el presente artículo, me refiero específicamente, a este tipo de etnofarmacognosia, la cual integra el conocimiento, con la dimensión espiritual y cognitiva en el más amplio y profundo sentido e incluye procesos y métodos especialmente ancestrales, como el ritual, que integra humanamente, a sus cultores, a la rigurosidad científica y los avances de la química y la biología, por ejemplo. Quizá la genómica, podría tener algo que aportar.

En relación con el consumo de enteógenos y otras drogas, está documentado científicamente, que estos consumos no son exclusivos del ser humano y que cada vez más, se demuestra la hipótesis de su incidencia en el proceso evolutivo de la hominización, tales sustancias algo o quizás más, de lo hasta ahora tímidamente sostenido, tienen que ver con:

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No solo los humanos consumen estas sustancias, también lo hacen los animales; lo documenta ampliamente Samorini (2003). Esto confirma la hipótesis que, los animales poseen al menos una conciencia perceptiva o la capacidad de elaborar formas simples de pensamiento con recuerdos o pensamientos de objetos y eventos.

La búsqueda de la ebriedad por medio de drogas es una… motivación primaria en los seres vivos… la búsqueda de… embriagantes es más una regla que una aberración… la ebriedad en animales o en los hombres tiene un valor evolutivo adaptador (Samorini, 2003: 70).

Esta tendencia es anterior a la existencia humana y “recorre toda la evolución animal, desde los insectos, a los mamíferos, al hombre” (Ibíd.: 66), aunque los efectos en los animales, deben deducirse de su comportamiento o de registros neurofisiológicos. A los loros y perros, les gusta el café; a los gatos, la valeriana y el humo del opio; a las ratas, el opio; a los simios, el café, el cigarrillo y la cerveza; al elefante, el alcohol; a las mariposas nocturnas, el néctar de las daturas; a los caribúes, la amanita muscaria; a los petirrojos americanos, los frutos de bayas. Mulos, caballos, vacas, ovejas, antílopes, cerdos, conejos y gallinas, buscan la “hierba loca”, hierbas psicoactivas de la familia de las leguminosas. Elefantes de Bengala, monos, orangutanes, zorros voladores, tigres de Sumatra, se embriagan con el fruto fermentado del durián. Una especie de carpintero, los sapsuckers, colibríes y ardillas, consumen la savia fermentada que produce alcohol. A los caracoles, les gusta el alcohol, la cerveza y el vino, igual que a los erizos. Muchos felinos buscan gramíneas o menta de gato (nébeda) y la matatabi. El reno, gusta de la amanita muscaria, como las ardillas, tamias estriados y moscas. Cabras y perros, buscan los hongos Psilocybe. Las cabras, también gustan del café. Los pájaros, se embriagan con un tipo de rosa: espino de fuego o piracanta. La paloma rosa, se embriaga con fandamón, fangam y una especie de lantana. Gorriones y papagayos, usan las semillas de cáñamo. La cabra montesa, busca los líquenes. Los koalas, se embriagan con las hojas de eucalipto; los jabalíes, puercoespines, mandriles y gorilas, con iboga. Ratones y cerdos, usan la kava. Vacas, caballos, ratones, mangostas, ciervos, simios y coderos, con marihuana. Las hormigas con ipomea y algunas secreciones de coleópteros.

Otros animales buscan las plantas como medicina: los gatos, comen gramíneas como vomitivo. Los chimpancés, una variedad de Aspilia, como antibacterial, antimicótico y antihelmíntico. Los babuinos, comen el fruto de Balanites aegyptiaca, contra lo trematodos (Gallego: 2010: 97).

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En una entrevista de campo realizada a finales del 2009, al antropólogo William Torres (carismático líder de la maloca Nabi Nunhue (Gente Jaguar)), al sur de Colombia, anota:

Específicamente, en relación con el yagé, algunas especies que lo consumen han dado origen al nombre de ciertas variedades de la planta. Por ejemplo: tigre huasca (yagé tigre), culebra huasca (yagé culebra), kinde huasca (yagé colibrí), etc. Como lo comenta más adelante William Torres en su entrevista (Gallego, 2009: 91-92).

Respeto a la hipótesis de la relación entre las drogas, el proceso evolutivo y la hominización, la autora señala:

Hay una asociación evolutiva plantas maestras, humanos y culturas. Las plantas se comunican mediante colores, olores, señales químicas, y ondas electromagnéticas. Las visiones de los humanos pueden ser mensajes de éstas, decodificados por su complejo cerebro.

Al incorporar nuevos alimentos se descubrieron las plantas maestras que ampliaban las capacidades sensoriales, la conciencia, afectaban el apetito, la sensibilidad al dolor, la inmunoresistencia; les hablaban sobre su historia, sus ancestros, la naturaleza y sus destinos. Fueron complementos esenciales en la evolución individual y grupal, permitiendo el autoconocimiento, provocando el fenómeno de selectividad de la especie, según si se consumían o no. Actuando sobre el sistema nervioso, afectaron directamente el cerebro; favorecieron el desarrollo del pensamiento simbólico, la imaginación, el lenguaje y la expansión espiritual; evolucionó la cultura: rituales, códigos Lingüísticos, ciencia y tecnología.

Con la “revolución agrícola” la diversidad vegetal disminuyó; sobre todo en las culturas suramericanas, grandes agricultores que vivieron en comunión con la naturaleza, cuyas mujeres se encargaron de la siembra y recolección, comunidades matriarcales con diosas madres y ancianas sabias basadas en la cooperación y la paz.

Posteriormente, se instala el poder varonil que arrasa elementos culturales femeninos, instaura su religión, relegando, persiguiendo y sacrificando a las mujeres. Quedan pocas comunidades con respeto y comunión hombres-naturaleza-plantas sagradas. Muchas de estas plantas desaparecieron con

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la colonización europea. El uso medicinal y espiritual que los pueblos de las montañas y selvas americanas daban a las plantas maestras como el tabaco, la ayahuasca, la coca, daturas, y yerba mate, en contextos ritualísticos, ha sido paulatinamente distorsionado o prohibido. En ocasiones, gracias al prohibicionismo y a la desnaturalización de estas sustancias por los procesos a los que son sometidas, han dado origen a adicciones y a otros productos altamente nocivos (Antón, 2007) (Ibíd.: 92-93).

Siguiendo a Fericgla, citado anteriormente, y un especialista reconocido sobre el tema, antropólogo y terapeuta, este plantea:

La Etnofarmacognosia reúne las principales características de las tendencias más vanguardistas hacia la integración de diversos campos científicos, y con ello permite caminar de nuevo por terrenos de investigación amplios. Se enclava en el gran y actual interés hacia los fenómenos relacionados con la cognición y la mente en tanto que espacio clave para entender la producción cultural del ser humano. La Etnofarmacognosia no hubiera podido disfrutar del auge que está adquiriendo lentamente de no ser per la doble actitud émica y transdisciplinaria de sus investigadores, ya que los efectos visionarios de los enteógenos tan solo pueden ser estudiados a fondo con carácter global y sistémico, por medio de la auto-experimentación. Por otro lado, tales estudios no podrían avanzar si no fuera intensificando la integración disciplinaria, de aquí que no se trate ya de una rama multi, sino transdisciplinar.

Al mismo tiempo, la actitud forzosamente émica de los etnofarmacognólogos ha llevado a comprender y asumir las propias categorías del pensamiento indígena como probablemente nunca antes en la historia de nuestra disciplina, ya que los diversos estados y formas de procesar de la consciencia humana no son ni expresables ni comprensibles más que por medio de las grandes metáforas, que constituyen uno de los aspectos más sutiles de cada cultura. Ningún antropólogo investigador puede afirmar que ha analizado una cultura seriamente en tanto no pueda entender el sentido profundo de las grandes metáforas que el pueblo objeto de estudio usa para crear su mundo, proyección de su cosmovisión. Esta vicisitud ha ampliado los propios horizontes de la Antropología cultural al punto de que, eventos hasta hace poco tiempo considerados inexplicables, han entrado a formar parte de las especulaciones o de los conocimientos científicos sin que ello supusiera rebajar ninguna exigencia en el rigor metodológico de la investigación, sino al contrario. En este sentido, el uso de enteógenos por parte de la inmensa mayoría de pueblos ágrafos y de sus líderes religiosos, chamanes, creadores inspirados o místicos y el intento de codificación científica de ello abre

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unas gigantescas puertas a la investigación de la mente humana y de su objeto más preciado: la cultura (Fericgla, J.M., 1997.VIII Congreso de Antropología en Colombia, Universidad Nacional, Bogotá, los días 5 a 7 de diciembre.).

No se puede soslayar en este momento, el interés cada día mayor por escuelas alternativas en psicoterapia y psicología transpersonal y humanista, y la investigación en la neurofarmacología y neurofisiología, en especial, por los efectos especiales y los estados que provoca, que la tradición psiquiátrica calificaba como estados psicóticos. Desde estas ópticas, en el medio científico, se alude a estas sustancias de manera incorrecta y peyorativa como alucinógenas. De hecho, el término enteógenos, reemplazó en diversos espacios académico y científicos, el de “alucinógenos” o “psicodislépticos”, que con sus connotaciones negativas de psicosis y alucinación, eran de uso científicamente inadecuado. Nunca fue correcto decir, que los chamanes toman “psicodislépticos” o “alucinógenos”; y tampoco es literal decir que, consumen “narcóticos”, como aparece por ejemplo, en el diccionario de la lengua castellana para referirse a la ayahuasca. Así, en el diccionario de 1936, se utiliza el término de ayahuasa (no ayahusca) y se refiere a: “Planta narcótica, cuya infusión toman los indios ecuatorianos para embriagarse y tener visiones fantásticas”.

En la revisión del DRAE para el 2004, se señala a estas definiciones:

“Ayahuasca: (del quichua aya, muerto, y huasca, cuerda).1. f. Ecuad. y Perú. Liana de la selva de cuyas hojas, se prepara un brebaje de efectos alucinógenos, empleado por chamanes con fines curativos”.

Retomo lo antes expuesto, para señalar que en este contexto etnofarmacognósico, los preparados o pócimas chamánicas, con base en estas plantas y sus rituales, fundamentan un método cognoscitivo, a través de lo que se denomina “experiencias cumbres” o “místicas”, propiciado por los principios activos y farmacológicos, según la ciencia occidental y que, en contextos culturales ancestrales, se han traducido por los antropólogos y viajeros, como “espíritus” o mediadores para conectarse con sus aliados, seres o presencia de conocimiento. Este enfoque, es decir, la descripción del fenómeno desde las valoraciones y significados de tales tradiciones, es el enfoque más reciente desde las etnociencias y en este caso, es lo que denominamos etnofarmacognosia, la cual, en su dimensión intercultural, a partir de las experiencias, valora el campo semántico con metáforas, las cuales desde la ciencia positivista, no son aceptadas.

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Con esto, nos introducimos en lo que se conoce en el mundo académico actual como chamanismo, el cual, refiere a ancestrales prácticas de conocimiento que, al interior de las sociedades cumplía una función integradora, tanto a nivel individual, como social. Las técnicas arcaicas del éxtasis fueron denominadas por M. Eliade, y en este contexto emergen, las visiones ancestrales indígenas amerindias, las cosmovisiones y la estructuración de los mitos de origen. En este campo, la enseñanza de la curación es una experiencia vivencial que se produce en el ritual visionario con las pócimas o remedios de plantas o los seres fúngicos, como es el caso de la Psilocibina, clasificado en la farmacología, como drogas psicodélicas o psicodislépticas y que desde el enfoque etnofarmacológico, se le denomina enteógeno.

La definición de Wikipedia sobre este fármaco y contrastada bibliográficamente, para este efecto, es adecuada: “la Psilocibina (también conocida como 4-PO-DMT), es un alcaloide pro-fármaco del clásico compuesto alucinógeno: psilocina, responsable del efecto psicoactivo de la droga. Ambas drogas son miembros de las clases de drogas del  indol y la riptamina... La Psilocibina es producida naturalmente por alrededor de 200 especies de  hongos, incluyendo los del género  Psilocybe  como:  P.  cubensis, P. semilanceata y P. cyanescens”.

También, se ha publicado, que es posible aislar desde una docena de géneros. Se los conoce colectivamente como: hongos psilocibios. La posesión y en algunos casos el uso de la psilocibina o la psilocina, es ilegal en muchos países alrededor del mundo.

Según Isaza M. G & C., Fuentes y Marulanda:

su uso estuvo siempre ligado a prácticas chamánicas, ceremonias religiosas, rituales iniciáticos y otro tipo de actividades de gran valor cultural; muchos investigadores han vinculado su consumo a los orígenes mismos de las religiones y de los mitos, vinculo que ha sido puesto en evidencia en un sinnúmero de expresiones pictóricas, escultóricas y literarias que en Asia, Europa, África y América dan cuenta de su milenario y trascendencia impacto en la evolución misma de la identidad de los pueblos; no falta quien incluso intente ligar los orígenes mismos de la conciencia, la emergencia misma de la humanidad, al uso de estas sustancias psicoactivas que en su mayoría no solo actúan mediante el estímulo de importantes receptores en el cerebro sino que, la mayoría de las veces, sus principios activos más importantes como la dimetiltriptamina, la psilocibina, la psilocina, la mezcalina y el ácido lisérgico son estructuralmente casi idénticos a los más importantes neurotransmisores cerebrales (dopamina,

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serotonina, norepinefrina). Desde el punto de vista molecular estas sustancias “visionarias” son todas estructuras similares que pertenecen a dos grandes grupos, las indolaminas y las fenetilaminas… (2006: 302).

Es necesario realizar una precisión sobre el término espíritu (ser inmaterial dotado de razón, don que da poder, entre otros); con un significado occidental y de base católico-cristiano, sin embargo, para mi criterio no es el adecuado, debido a que los indígenas o el chaman, que participan en un ritual, aluden a ellos, como seres. El significado de espíritu como se entiende comúnmente en nuestro medio cultural, se refiere a “seres” diferentes al ser humano; que excluyen al ser humano; tienen diversas características, poderes. De allí, la función del chaman como mediador con estos “espíritus”. Esta denominación nos puede confundir.

Como lo he registrado personalmente, en mi trabajo de campo, este significado al que aluden los chamanes, se refiere a un estado de trascendencia, de relación intima con la naturaleza, con la vida, refiriéndose a una conexión vivenciada de manera profunda por el ser que la experimenta, en un contexto que es claramente, precisado por el ritual. Es una experiencia que culturalmente tiene sus significaciones, su contexto y que, el individuo intencionalmente y con un fin de conocimiento o curación, generalmente, busca de manera voluntaria y libre, cuando situamos esta experiencia intercultural desde los occidentales, con su contexto especifico y las pautas con que dialoga en la experiencia.

En el caso de los integrantes de una comunidad indígena, por medio de las tradiciones y costumbres establecidas, la experiencia tiene su contexto y su pauta que integra al individuo y la comunidad a través de ésta. Lo interesante y nuevo en el caso de nuestra región, es el intercambio cultural, en el cual, finalmente, es la experiencia cognitiva y espiritual, la que integra y de alguna manera diluye, los límites de lo estrictamente cultural, por la experiencia vital y profunda, como seres humanos totales, incluido, en algunos casos, las reconfiguraciones de género, revisiones de vida y toma de decisiones, por encima de los parámetros, colocando con especial delicadeza, las dimensiones reales de determinados códigos culturales.

Como ahora lo entiendo -a partir de mi trabajo de campo-, en los caminos de la etnofarmacognosia enteogénica, se trata de que los participantes, tengan una experiencia de trascendentalidad que de alguna forma resuelva los problemas de salud y otras necesidades que resultan importantes en la vida cotidiana.

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Se busca llegar a una experiencia transformadora de unión con tiempos y espacios de la naturaleza por medio de la experiencia, en la cual, se experimente la unión del sí mismo, con un no mismo, en el que todo se integra como realidad. Los psicólogos denominan: unión/integración de opuestos. Fericgla, las denomina EXACES, que significa, experiencias desestructuradoras.

Un investigador de temas como estos, desde la psicología transpersonal, como Maslow, define a este tipo de experiencias como: CUMBRE; según este autor, tendría entre otras, las siguientes características:

1. Universo como todo integrado y unificado.2. Se acepta todo como es.3. Desapego de lo material.4. Trascender el ego.5. Valor intrínseco.6. Todo tiene significado.7. Universales y eternas.8. Aceptación y comprensión del mundo.

Vivencia que en otras culturas como la hindú, se denomina avatar (del sánscrito avatara: descenso o encarnación de un dios. Encarnación terrestre de una deidad), en la cual, el iniciado o el buscador, avanza en un camino cognitivo a través y con la mediación del preparado de la planta o el fungi “hongo” sagrado, en el contexto de los rituales de la tradición ancestral y que se han insertado en el mundo urbano, mestizo y occidental, en términos de dinámicas interculturales, que crean una realidad, la cual podría definirse como un estado de trascendencia que vivencia el sujeto. Así, el mundo espiritual es una experiencia transformadora de conocimiento y curación. A dichos estados que se vivencian, hoy comúnmente, se les denomina y acepta, como estados modificados de conciencia (EMC) o estados no ordinarios de conciencia. Es aquello que, simplemente, se le define como embriaguez chamánica.

El físico Fred Alan Wolf (2009), estableció una conexión directa entre el chamanismo, la física cuántica, la psicología y la ciencia en general. Elaboró nueve hipótesis sobre los chamanes y afirma que, el mundo occidental,

debe empezar a tener un punto de vista más tolerante con respecto a las substancias sagradas y productoras de visiones, en particular cuando

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dichas substancias se toman bajo la guía de un chamán; una persona con conocimiento sobre el mundo de las plantas (Wolf, 1993).

Sus hipótesis son:

i) ver el universo como hecho por vibraciones; ii) ver el mundo en términos de mitos y visiones que en un principio parecen contrarias a las leyes de la física; iii) percibir la realidad en un estado de conciencia “alterada”; iv) utilizar cualquier truco para alterar las creencias del paciente sobre la realidad; v) escoger lo que es físicamente significativo y ver todos los acontecimientos como universalmente comunicados; vi) penetrar en mundos paralelos; vii) trabajar con una sensación de gran poder; viii) utilizar el amor y la energía sexual como energía curativa; ix) penetrar en el mundo de la muerte para alterar su percepción en este mundo (Gallego, 2010: 112).

Una precisión necesaria sobre los conceptos relacionados con los estados de conciencia. En una amplia literatura, incluso como esta, se utiliza el término de “alterados”, como sinónimo de modificados y que a mi juicio, siguiendo a Grof, conviene separar. Los “alterados”, son estados de conciencia no buscados, que no hacen parte de tradiciones culturales o prácticas, que se producen por accidentes, situaciones personales y emocionales intensas, que inducen a ciertos estados psíquicos, intoxicaciones, enfermedades, entre otras. Lo importante, es que al referirse a estos estados, los conceptos sean diferenciados de manera clara.

loS EMC PotENCial CoGNitiVo EN diNÁMiCaS iNtErCUltUralES

Como punto final de este artículo que devela el campo etnofarmacognosico y las dinámicas interculturales en que nos encontramos insertos, específicamente, en lo relacionado con los EMC, producidos por experiencias con enteógenos, quiero compartir, datos, informaciones y aproximaciones, a partir de los trabajos investigativos adelantados en nuestro grupo de investigación y que se reflejan en las diversas tesis de maestría y doctorado presentadas. Me referiré, básicamente, a la información de fuentes primarias, las cuales, devienen del trabajo intercultural que se refleja en el campo científico, pero también, en los conocimientos y prácticas propias de las tradiciones y reelaboraciones realizadas por el campo fenomenológico.

Comenzaré, por compartir una entrevista inédita que realizamos en la Maestría en Culturas y Droga, en el año 2008, a Jonathan Ott, cuando éste, dirigió el seminario

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de “Etnobotánica y Etnofarmacognosia de Plantas y Hongos Psicópticos [Visionarios] en las Américas”.

Ott, químico y etnobotánico, con una obra monumental y de obligada referencia, es uno de los científicos de mayor reconocimiento mundial en el campo de la etnofarmacognosia.

La entrevista, como referencia, ilustra el intercambio de conocimientos en este campo interdisciplinario.

Pregunta: ¿Cuánto se demora el yagé en el cuerpo después de consumirlo?Respuesta: Grof y Mackenna, han hecho estudios en esta cuestión, de lo que se llama la vida media fisiológica de los alcaloides. En el yagé el compuesto más importante es la harmina y, en la chacruna y la chagropanga, es la dimetiltriptamina. Se ha medido por pruebas en tomas de sangre, la vida media fisiológica de estos compuestos. Así, la vida media de estos compuestos como en el caso de la harmina, tiene una duración aproximadamente de dos horas, es decir, si la dosis contiene 400 mg de harmina y esta se absorbe a tal grado que haya un cierto nivel en la sangre; la medida se especifica normalmente por nanogramos y por mililitros de sangre. Normalmente, en la Amazonía, aplican una dosis más fuerte de yagé, mucho más de la que se necesita para activar el DMT por vía oral, gracia a esto, se sigue teniendo efecto un par de horas más, más de tres quizás y si después de la toma se puede realizar otra y seguir teniendo este efecto de ingerirlo por vía oral, entonces, normalmente, el efecto es cosa de tres o cuatro horas; aproximadamente, en una hora comienza a hacer efecto, más o menos una hora o dos de viaje y luego, otra hora de descenso, normalmente, a las cuatro o cinco horas se termina el efecto, pero hay personas que lo metabolizan más lentamente, entonces, ese también es otro factor.

P.: ¿Pero es posible que una persona, pasados cuatro y cinco días todavía tenga alguna sensación producto de la toma?R.: Sí, pero esto no sería propiamente farmacológico…

P.: ¿Sería psicológico?R.: La cuestión es que nadie podría metabolizar tan lentamente, como para seguir sintiendo efectos farmacológicos varios días después, lo máximo que yo he visto es un efecto de 10 u 8 horas. Y esto es excepcional, normalmente, el tiempo máximo es de

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cuatro a cinco horas, pero muchos lo siguen tomando o se toman varias dosis, esto es común y de nuevo depende de… el problema es que en el occidente se busca el efecto del DMT, un efecto estimulante; la harmina de Banisteriopsis caapi, es sedante y esto hace que la DMT llegue del estómago al cerebro, sin embargo, esto inhibe el efecto del DMT en el cerebro; para los que buscan el efecto máximo del DMT, es necesario tomar una carga mínima de Banisteriopsis y una carga alta de DMT, pero ese es un interés occidental; los chamanes lo ven distinto y ellos siempre suelen usar… en Perú, por ejemplo, un trozo de tallos de liana, así (señalando el tamaño de un dedo) para una dosis y eso es muchísimo, de nuevo, varía de acuerdo al centro de la planta y la concentración del alcaloide, pero puede funcionar nada más con el tamaño del dedo, más o menos así de largo (lo muestra de nuevo), pero de nuevo para activar el DMT, muchas veces, sobre todo aquí en Colombia, se usa yagé solo, no entran hojas u otros aditivos; lo más común en Colombia, es una infusión en agua fresca con batidos del tallo, filtrado y tomado, este es un psicotrópico en sí (harmina y banisteriopsis), pero es más sedante que otra cosa, por ello, cuando es usado así, dicen, que la persona no se puede acostar, porque puede llegar a dormirse y para los chamanes esto está mal, es como la pérdida del alma, afirman en el Ecuador. Las tribus quechua, utilizan la chamiloca para la chacruna o psychotria viridis, ellos plantean que lo usan simbólicamente, no con efectos farmacológicos. La hoja que mayormente emplean es guayusa, la cual es fuertemente cafeínica, para contrarrestar el efecto sedante de la banisteriopsis, no obstante, no se ha estudiado nada sobre la interacción entre la cafeína y la harmina, que sería este caso; por otro lado, ellos si usan chacruna, pero muy poco, no es indicativo propiamente, pero esto es lo más común, buscan el efecto purgante del yagé de por sí; en Ecuador y también en Perú, vulgarmente, se llama la purga, le dicen la purga, para hablar de la planta, es purgante, debido a que hace a la gente vomitar, desparasitando, teniendo esta función medicinal, entonces… y tampoco esta estudiado, la interacción de la escopolamina, que sería el alcaloide principal del borrachero o la mezcla de brugmansia con banisteriopsis y brimina; también la cocaína, las hojas de coca, la nicotina y las hojas de tabaco, son aditivos muy importantes en la bebida, globalmente visto. Se conocen como 100 aditivos y a veces combinan varios, pero suelen ser… los más importantes son los estimulantes, las hojas cafeínicas, nicotina o cocaínicas, el DMT, también es un estimulante en este sentido, es visionario, pero contiene efectos estimulantes; por ello, pueden combinarse para tener efectos, para contrarrestar los sedantes que son la banisteriopsis, y ahí, habría que especificar. De aplicarse las pruebas psicológicas, tendría que ser en base a una cierta receta, digamos una cierta bebida, sin variar cada vez la mezcla, obviamente, controlando este punto y asegurándose que todos estén tomando lo mismo, dentro de… hay variaciones dentro de cada bebida, las plantas varían en la cantidad del alcaloide,

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la dosis también, sin medirla; o sea, pero se puede tratar de controlar estos elementos, lo ideal sería tener una sola, contratar un taita para hacer una tanda grande de la bebida y usarla siempre… la misma tanda de la misma receta, para aplicar las pruebas si es posible.

P.: ¿Hay alguna contraindicación para tomar yagé?R.: La verdad, es que no se sabe a ciencia cierta, no es muy tóxico, pero la gente si varía mucho en torno a la cantidad de la monoamino-oxidasa, es decir, la enzima y esto tiene su impacto neuroquímico, muchos de los antidepresivos son inhibidores de la monoamino-oxidasa, análogos a la harmina, pero suelen ser efectos que son comunes… por ejemplo, isopor-carboxamida, que se toma por… es medicinal, como prototípico de estos, tarda como una semana para ejercer el efecto en el cerebro y tarda una semana en desvanecerse, por esto, es muy importante en la psiquiatría, el uso de inhibidores de mono-amino-oxidasa; por su parte, la harmina, es un inhibidor de la mono-amino-oxidasa, pero es de efectos cortos y se metaboliza rápidamente, no es acumulable en el cerebro, como los que utilizados en la medicina, por ello, hay gente que está tomando IMAOs y por ejemplo, son menos los efectos en la bebida del yagé, porque tienen altos niveles de inhibidores de IMAO en el cerebro y esto bloquea el efecto del DMT, pero en estudios realizados a pacientes que están IMAO de manera diaria o periódicamente, ellos se vuelven inmunes al efecto del LSD, DMT, Psilosibina, entre otros, debido a que es efectivamente, un efecto contrario en el cerebro.

P.: ¿No hay riesgo de muerte, ni de complicación alguna?R.: No, nunca. Por regla, no. No es así de tóxico, pero si hubo un caso en Canadá, recientemente, en que una anciana estaba… no me acuerdo qué condición tenía, pero sí sé que se murió en una toma de yagé con un taita peruano, se me hace que estaba invitado por grupos de allá y creo que se quedó detenido o acusado por lo menos de complicidad. En esto no se puede decir que haya riesgo o grave riesgo, porque esto se ha utilizado desde tiempos coloniales; por lo menos, en Perú, esto de combinar plantas de DMT con Banisteriopsis y el yagé colombiano, se ha hecho desde hace miles de años atrás con grupos indígenas aquí, sin embargo, ellos no hablan de esto, o sea que, se tiene que ser delicado en términos de sobredosis de muerte, por efectos farmacológicos directos.

P.: ¿Qué pudo haber causado la muerte de la anciana?R.: No se sabe lo suficiente sobre este caso, pero pudo haber sido nada más por el entorno, por el estrés, por cuestiones de… no sé, la verdad no sé las cuestiones particulares de este

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caso y es el único que yo conozco. La UDV, Santo Daime lo administra, ellos lo toman las dos semanas todo el grupo, como sacramento, invitan a todo el público y no se ha dado problemas de este tipo. Cuando trataron de legalizarlo en Brasil lo hicieron dos veces, como lo mencioné en el seminario, una comisión de estudios le dio el visto bueno, mientras que expertos médicos y farmacólogos, dijeron que no eran estupefacientes, que no tenían problema de toxicidad y que no representaba un riesgo para la salud pública.

Aditivos como la brugmansia o la escopolamina, sí tienen una fuerte toxicidad; ahora bien, este tipo de recetas sí podría tener un mayor impacto tóxico, por mi parte, no lo he probado con brugmansia (¿?); también el taita y la taita de Sibundoy y el caso de María Inés Gallego de Manizales, afirman que ellos tenían dos bebidas, una con brugmansia y otra con una solanácea que se llama brunfelsia, bebida que no administran y a la cual, no se le conoce el principio psicotrópico, pero evidentemente es muy tóxica, un colega difunto, alumno de Schultes, la probó e informó que poseía una fuerte toxicidad. Se cultiva mucho en esta región, como ornamental, se ve mucho en la ciudad de Manizales, la grandiflora, la flor cambia de color de blanca a morada y es muy bonita, muy aromática y se cultiva también en México y Perú, aunque esto aún está por estudiarse; me parece que lo más probable es que ellos tengan brugmansia con psychotria o con diploteris, o sea DMT, con harmina y esta bebida, por lo general no es tóxica, no se conocen muertes por sobredosis, ni de harmina, ni de DMT, en donde me parece que el riesgo es factible por estudiar y ver todas las pruebas en torno a una bebida, en torno a sus características, lo más estandarizadas que se puedan.

P.: ¿Personas que tengan una tendencia a la esquizofrenia o a la psicosis, pueden entrar en una crisis?R.: Sí; no es recomendable ningún visionario para este tipo de personas, debido a que una de estas personas (nerviosas) pueden sentirse incómodas en algún momento o con ansiedad, por esto, no deben de tomar estas sustancias, pero de la gama de sustancias visionarias, como el peyote, mescaLina, hongos psilocíbicos, LSD, lo más seguro para ellos sería tomar el “yagé”, porque tiene este aspecto sedante; en el caso de la mescalina y la NDMA, estas afectan los receptores de noradrenalina, también el de la adrenalina misma, el cual nos da la respuesta de miedo, de ansiedad, supervivencia… pero sí, no deben de tomarlo personas que están en estos estados, por eso tampoco se recomienda para adolescentes, hasta que hayan establecido una identidad; lo más prudente, es restringirlo a los adultos, esto es lo que hacen los taitas, no lo dan normalmente a niños… (Gallego, 2010: 82).

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Ofelia Gallego, realizó una entrevista a un neochamán para su tesis de magíster en Culturas y Droga, un hombre que se ha convertido en nuestra región en un líder espiritual y que se ha formado en el chamanismo yagecero, y que previamente, se había formado en el budismo. Se trata de Hernando Arango. Es interesante en esta entrevista anotar de qué forma, en una persona como él, se integran los saberes y sabiduría ancestral, y como lo asume en un camino de vida. Es lo que ocurre con los enteógenos. Las características de cultura e identidades se difuminan y se centran en lo esencial: lo humano y vital.

P.: ¿Cómo es una iniciación?R.: Es en una toma. Le dan a uno un yagé diferente; un yagé que es para aprender; es fuerte y si no se enloquece uno con esto, se lo siguen dando a tomar; es muy fuerte. Es para aprender a mantener la calma, es fuertecito. Empezó a darme otras plantas como el andaki, el páramo yuyo para fortalecerme y cuando uno toma, aprende a ver lo que tiene que ver y poder ayudar; para eso son esas otras plantas. Empezó a compartirme eso y un día me regaló una botella como de tres litros (explica estirando la mano): “para que empiece a compartir con sus amigos”. Y así empezamos hasta hoy.

P.: ¿Qué clases de yagé se utilizan en las tomas (Manizales)?R.: Ocasionalmente, el cielo-huasca y tigre-huasca. El que más utilizamos es el cure-huasca, que es un bejuco grueso, combinado con el chagro. El tigre también es un bejuco grueso, pero no se enreda en los árboles mucho; igual, se combina con el chagro, pero genera otras cosas; más como para confrontarse uno; y el cielo que es un bejuco delgadísimo, ese sí se enreda en las plantas; también se combina con el chagro y permite otras visiones, es otro proceso.

P.: ¿Para qué sirve el cielo-huasca?R.: El cielo-huasca, es una planta para conectarse muy espiritualmente, con los espíritus de la naturaleza. Según la religiosidad de uno, así mismo, nos conecta. Por decir algo, si uno es Hare-Krishna, ve a Krishna; si es católico, ve a san Pedro, san José. Según lo que uno tenga por dentro, él lo conecta con esto, de una manera vívida.

P.: ¿De qué depende de que utilicen uno u otro?R.: De lo que se pretenda en la toma.

P.: ¿Qué los hace pensar que en esta toma el objetivo es este y que en aquella es el otro?R.: El mismo espíritu del remedio… el yagé… lo guía… o sea, el maestro es el yagé

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realmente, ese es el maestro; no es el taita. El taita es como un enfermero y a través de él, el espíritu del médico es el yagé; este es el que actúa.

P.: ¿Cuál es la función del yagé en todo este proceso de la Escuela, en todo el trabajo que ustedes hacen?R.: únicamente médico. Es para curarnos. En un proceso sin fin: si no es una cosa, es otra, pero siempre hay algo que lo aqueja a uno. Este cuerpito demanda mucha atención realmente.

P.: ¿Siempre hay tomas de yagé y en todos los rituales lo utilizan?R.: No; no en todos. Una cosa es el ritual del yagé como tal y otra cosa son los procesos de la Escuela; la Escuela, ha asumido como parte de su aprendizaje el yagé, pero tenemos otro tipo de rituales según lo que pretendamos: prosperidad, sanación, sanación emocional, sanación del cuerpo; adquirir valor ante las circunstancias de la vida y otras técnicas de la medicina, como el masaje, la acupuntura, la bioenergética… y hay una técnica de sanación oriental que se llama upasana, que es muy bonita; es muy efectiva y también la aplicamos aquí. Esa técnica la aprendí en el proceso del budismo; es como decir, el chamanismo budista, porque es igual, manejar la tierra, el aire, el agua, el fuego, algunas plantas, su modo de ingerirlas. Trabajar con las cosas naturales, pero desde un punto de vista espiritual.

En otro apartado de la entrevista sobre el conocer y el saber en estos diálogos interculturales, se hace evidente el potencial cognitivo existente y sus efectos con personas iniciadas en el conocimiento, pero que inciden en el aprendizaje de otras personas, que no necesariamente, están en el mismo camino o buscando el mismo rol.

Si queremos aprender la esencia del saber que ellos tienen, debemos entregarnos y esperar a ver qué nos quieren compartir. Con ellos, he aprendido que lo importante no es lo que uno quiere aprender, sino lo que ellos quieren enseñar. Es complicado. “Sé de personas que se han estrellado, no sólo con Floro, sino con otros. Los sacan; mejor dicho se ponen a tomarles del pelo, no les dicen nada. Pero si se logra tener una relación más íntima, personal, tranquila, en la que ellos advierten que uno es el otro, se sueltan. Cuando ellos se dan cuenta que pueden caminar con uno horas enteras, sin tener alguna pretensión; cuando advierten que uno está allí porque le interesa estar, sólo eso. Entonces, empiezan a contarle qué pasó con el papá, qué le pasó con la mamá… le van contando a uno cosas que uno sabe que no son historias que les

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pasó y ya, sino que lo que quieren es enseñarle a uno cosas; es una tradición oral”. Es muy bonito; difícil, lleno de muchos misterios; aprende uno que los misterios no hay que pretender descubrirlos y eso, para nosotros los occidentales es muy difícil. Un niño quiere desbaratar todo, descubrir lo que hay por dentro, con ellos no es así. Por ejemplo, los misterios que tiene la planta del yagé, lo sagrado que es para ellos, para nosotros, es difícil entenderlo; difícilmente, llegaremos a comprenderlo. Para nosotros es una planta que te pone a vomitar, a ver cosas y que purga; de repente, “le mete a uno una pela” y “uno no sabe ni por qué”, pero entender esa visión sagrada, como lo es para ellos, ese respeto tan profundo… para ellos la planta es el taita; la planta es el chamán realmente.

“En ese proceso de aprendizaje con el taita Floro, en una ocasión un compañero de la escuela, que tiene como un año de estar viniendo, fue a una iniciación”… pero es algo que lleva tiempo, uno lo sabe porque le ha costado; yo llevo 23 años “bregando” a aprender una cosita y ahí medio-medio, algo descubre. “Este muchacho muy intelectual, egresado de la Universidad del Valle, químico… estaba diciendo que era muy difícil ser aprendiz y trataba de que yo le ratificara eso; entonces yo le dije “yo creo que debe de ser duro llegar a ser aprendiz; estar puesto allí en esos zapatos”. Entonces, se estaba enojando: ¡cómo así!, que le debía aclarar cuál era su posición, dónde es que está, qué es él. Entramos en diálogo de que en la Escuela y lo he observado siempre con Floro, uno espera que las personas vengan con una formación, con una educación mínima, “que no coja algunas cosas que no deben ser cogidas”, respeto por lógicas, no irse metiendo a un lugar si no es mandado a entrar... Floro estaba escuchando. Luego llegamos a la toma y Floro, me pregunta: “¿a ti te ha parecido duro ser aprendiz?”. Entonces, le dije: “Florito, espero que no me dé duro cuando llegue ahí. Espero que toda esta preparación me sirva de algo para cuando llegue ahí”. Nos reímos”. El saber es infinito y uno se encuentra con personajes… “hace poco conocí un taita, el taita Hipólito, ese señor, su trabajo… yo no alcanzo, aunque he tratado y le he marchado y tratado de ser austero, con sacrificio… pero no; hay cosas que no”. Yo no creo llegar hasta allá.

P.: ¿Qué otros taitas le han aportado?R.: Tengo un amigo que trabaja en el Perú, el taita Humberto, no es experto en dar yagé; él sabe mucho de otras plantas. Yo fui allá investigando sobre una planta que se llama chiricaspi. A Floro y a mí, nos tocó ver morir a una persona víctima de una agresión con esta planta y no hubo manera de ayudarle. Eso lo manejan en el bajo Putumayo, algunos. Así, como nosotros tomamos yagé y la planta nos enseña a curar, hay gente que toma chiricaspi y la planta les enseña a matar, a enfermar. Conocí a

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este personaje y entablé una relación con él, “muy chévere” y me ha compartido cosas muy interesantes: me regaló un ritual que me permite, en un momento dado de necesidad, valerme de su conocimiento. Conocí la planta, allá vi y entendí, más de cerca, lo del respeto a las plantas. Me llevó a conocer el bejuco del yagé y antes de llegar a él, a conocerla, la llamaba: “comadre”, le cantaba “ya voy, ya voy” y cuando estuvimos a cierta distancia, entró como entra un perro regañado a algún lugar. Llegó hasta debajo del árbol donde estaba ese bejuco. Antes de llegar, me dijo “yo no sé del yagé”; yo conozco un amigo que le puede enseñar, pero le puedo mostrar la planta. Luego, él llegó y empezó a cantarle ahí, sudaba y lloraba cantándole a la planta y de repente, se detuvo y me dijo: “ella le quiere regalar un bracito para que se lleve; ¿para qué lo quiere?” Le dije, para curar. Siguió cantando y cantando y ¡me fue cogiendo esa chuma!… ¡ni siquiera nos habíamos fumado un tabaco, ni nada!, ¡de vomitada y de cagada, de visiones y tembladera y de sudor frío!, yo ahí, parado al pie de esa planta… y entonces, pensaba dentro de mí: “Dios mío, si este es el que no sabe… cómo será el que sí sabe”. Entonces, me mostraba las plantas, pero no me decía: “esta es malva o esta es ruda”; me decía “este es un médico y sirve para esto; este es un abogado y sirve para esto”. Cuando llegamos a la planta chiricaspi, planta larga con una bellota y cuya bellota tiene una forma, que es la viva imagen del mismo al que le tememos todos. Estando ahí le pregunté: “bueno, ¿cuál es el remedio entonces contra esta planta?”. Me habló de otras cosas y cuando ya íbamos lejos, me dijo: “yo sé cuál es el remedio contra esa planta, pero es que no podíamos hablar al pie de ella, ¡nos coge y nos da un pela!”. Son muchos caspi. Por aquí hay un caspi que se conoce, al que le decimos manzanillo; es una planta brava: el que se le acerca se hincha, le sale erupción, le da fiebres. No es manzanilla la plantica, es un árbol: manzanillo. El remedio, cuando ya uno cae en la cuenta, es “orinársele al pie” o “insultarlo”; este lo conocemos aquí, pero allá, son más braveros, matan gente con eso.

UNa EXPEriENCia EN UNa CErEMoNia (toMa) dE YaGÉ

Las siguientes son algunas trascripciones de mi trabajo de campo, que ilustran el proceso y las formas de conocimiento por parte de blancos u occidentales, que aprenden con los indios a partir de las experiencias del yagé...

El taita introdujo el ceremonial con orientaciones específicas acerca de cómo realizar la experiencia. Indicó, que él era el guía y cuidador del grupo. Le habló al yagé en su lengua. Yo pienso (supongo en ese instante), que le pidió orientación y sabiduría.

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También le sopló. Sé que el sopló, es una forma de comunicación y de establecer mediaciones de energía. Se santiguó con la cruz cristiana antes de proceder. En esto tomó cerca de unos 15 minutos.

Por mi parte, me había colocado en su diagonal izquierda. Me había quitado los zapatos. Llevaba dos pares de medias muy gruesas. Todos los elementos metálicos también los dejé con el bolso. Me abrigué muy bien. Con una sudadera con capota. El frío que viene con el efecto del yagé, es muy fuerte para mí. Por esto, me preparó. Es incómodo.

Hugo, ofreció a quienes quisieran tomarla. Pedí hacerlo en primer lugar. El taita sirvió aproximadamente 3/4 de un pocillo del “remedio”, como ellos le dicen. Primero revolvió bien el yagé que estaba depositado en una botella de Coca Cola de 2 litros. Esta se veía muy transparente. Él me lo ofreció y me miro a los ojos. También lo hice. Me sentí cómodo y tranquilo. Salivé bastante antes de hacerlo.

Me lo tomé ofreciéndole a él y al grupo. Usé la frase colectiva proveniente de su cultura y que hemos asimilado como yageceros urbanos en prácticas “neochamánicas” de “buena pinta”, para expresar el deseo de que la experiencia ayude en los propósitos personales y al grupo. Tomé un trago de agua que tenía dispuesto en la mesa. Sentí el sabor muy amargo, como siempre, pero en menos grado que la última vez. Lo sentí muy suave. Poco espeso. El olor es el característico del yagé, con aroma de un tipo de madera y a tierra. El de la madera, que no conozco su nombre, tampoco lo he preguntado, pero lo he percibido similar, casi en todas las ocasiones. Después de tomarlo, volví a mi lugar seleccionado y me senté. Observé desde allí, el paso de cada una de las personas que estaban en el grupo. Después me acosté horizontalmente. Hugo, comenzó a cantar y a sonar sus collares. Su ritmo ya conocido por mí, invadió el espacio… Canto al yagé: “sana gente, yagesito, sana gente, gente sana...” La verdad este ritmo y letra me gusta. De verdad, es así. Puedo ver que la mayoría de los humanos estamos enfermos. Estamos en una sociedad enferma. No sólo en mi tierra y mi país. Siento una dimensión planetaria de la vida. La Humanidad está ¡enferma!

Luego, la sensación de apretar y sentir una especie de calor en el estómago se manifestó. Siempre ocurre. Finalmente, comienzo a irme. Sé que el grupo esta y hago

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parte de él. Pero el grupo está en mí. Incluido el taita. Tengo clara la pregunta. Cierro los ojos. Todo está oscuro. Lentamente, veo el punto que siempre me indica a dónde dirigir el viaje. En esta ocasión es un punto suave de claridad y el entorno es oscuro. Pero hacia el punto me dispongo a partir.

Seguirlo… Es así como lo hago. Es mi experiencia. El amargo del yagé me acompaña. El punto al rato, toma un color como aguamarina oscuro. Me siento viajar en un medio acuoso. Al comenzar a entrar en él, éste se amplía y comienzo a ver figuras negras, moviéndose. Parecen como minúsculos animalitos que se mueven, como en un baile, una danza. Asemejan a animales submarinos, como en un fondo muy profundo. No siento temor. Pero sé que cada uno de estos animales son mis temores. Siento que son los puntos o las cosas oscuras que debo aclarar. Son muchas. Pero sé, que debo atravesar este túnel. Sigo el viaje y comienza a aparecer en la visión, un fondo total, de cuadros muy pequeños de colores dorados amarillos, rojos y azules, principalmente. Pero son una especie de cuadrados conformando una red que esta al fondo. Es la “pinta”, así lo pienso y quiero meterme en esta red. Sigo mi viaje. De pronto, siento que estoy metido en la red y que ella se mueve. Estoy completamente envuelto en ella. La red se mueve, pero no deja ver hacia fuera. Estoy metido en ella. Siento un peso en mi pecho. Yo veo mi cuerpo como si estuviera fuera de mí. Esta allí, encerrado en la red que ahora ha ampliado sus cuadros. Son ahora muy grandes y toman formas distintas, aunque cuadrangulares, que se alargan o se encogen, a lo ancho o a lo largo. Pero la red tiene límites precisos. Los observó. Es como si estuviera mi cuerpo en el interior de una tolda de acampar, movida por el viento, siempre suspendida.

En mi estómago siento en ese momento una presión y sé que debo ir a vomitar. Es curioso, pero en ocasiones anteriores, cuando llega lo que denomino “pinta” (visiones de formas, movimientos y colores que a mi juicio son “señas”), sé de antemano, que en ese momento debo ir a vomitar. Tal vez, en dos o tres ocasiones, no he vomitado. De todas maneras, se que al pararme, debo hacerlo con cuidado. La borrachera (ataxia), me obliga a caminar con lentitud. Sin embargo, es un estado que me permite saber exactamente en donde estoy. Con quienes. Todo el tiempo en mi viaje, sabía en qué experiencia me encontraba. Es decir, el mundo externo está completamente claro y diáfano. Cada persona y espacio están en su lugar.

Así, que me paro con cuidado, relativamente rápido. Se adonde dirigirme. Hugo, que está pendiente, me mira. Le digo que todo está bien. Le hago una seña. Le miro y

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él me mira. Camino. Salgo hacia fuera. Camino cerca de 8 metros. Busco el espacio adecuado para vomitar. También sé, que al vomitar, debo pensar sobre qué es lo que vomito. ¡Qué quiero vomitar! Así, lo hago. Mis miedos, mis cobardías. Pienso en muchas situaciones vividas en donde este sentimiento de actuar, más por presión o conveniencia externa “me obliga”. Ahora bien, lo entiendo como incapacidad y falta de poder conmigo mismo. En muchas ocasiones, cuando dije sí, a algo, siento, ahora lo sé, debía decir no. ¿Por qué lo hice? ¿Para qué? Vienen a mi mente muchas situaciones. Busco mi verdad. Como llevar la vida sin mentiras. Por ejemplo, por qué aceptar una invitación por formalidad, cuando ¿no quiero asistir a tal invitación? Porque gastar mi tiempo en cosas ¿qué no quiero? ¿Por qué estar con quienes no deseo hacerlo y no estar con quienes quisiera estar? Este momento del vomito, me permite, cada vez que lo hago, tener una especie de relación con distintos momentos. Como si estuviese en varios lugares y entre esos, yo y éste ser que vomita, somos simultáneamente varios. Veo en este momento con mucha claridad, que debo soltar muchas cosas. Situaciones que me amarran. Hechos que yo mismo construyo y me ato a ellos, sin pensar mucho en las implicaciones y consecuencias. Luego, el sentido de cumplir con lo que en un momento dije, no muy convencido, pero se lo dije a los demás, me obliga. Es una obligación autoimpuesta. Ahora, pienso que debo tener muy claro en mí, las palabras que digo. Se en este momento, me lo dice el yagé, que debo controlar más, lo que digo.

Esa noche había luna llena. Todo estaba muy claro. La ciudad lejana, sus luces se divisaban en el horizonte. El cielo es muy claro. Las siluetas de arboles y montañas cercanas las veo muy bien. Me siento descansando cada vez que vomito. No es un vomito de enfermedad. Es un vomito liberador. Muchas imágenes, de situaciones, de mentiras, de personas, vienen a mi mente. No solo de ahora, sino de atrás. Es como un recorrido. Cuando tomo el yagé en un momento me voy hacia a tras o desde un momento, que de atrás en mi tiempo, me trae al presente. Permanezco mucho tiempo. Uno de mis compañeros esta allí, también en lo mismo. Hablamos algo. Sentimos que estamos abriendo el mundo en nosotros. Decido ir a caminar y dar una vuelta. Lo hago. Regreso después de un tiempo al lugar inicial. Veo que varios están tomando por segunda vez. Hugo me ofrece. Yo le digo que no. Estoy muy bien. Me acuesto nuevamente. Vienen a mi conciencia, situaciones. Son como otras conciencias que me hablan. Me dicen: haz esto. Has esto otro. No lo hagas. Yo asiento o digo que no. Sé que me está hablando el yagé. Es la experiencia. Así, me ha ocurrido en situaciones anteriores. Especialmente, en ese momento, me dice que

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debo cambiar cosas en mi vida. Soltar procesos, soltar “amarras”. Que debo abrir nuevos caminos de mayor libertad. Veo situaciones de mi trabajo. De personas que interactúan conmigo y veo que les dedico demasiado tiempo. Debo pensar y dedicarme más tiempo. Con todo aquello que me significa: gustos, juegos, tipos de trabajo... Por el contrario, siento que debo estar más con otras personas. También alejarme de otras. Veo quienes me rodean y no me hace bien estar con ellas. Por el contrario, otros que están menos presentes y debo estar más con ellos. Comienzo un recorrido o un viaje de relaciones con cada uno de mis hijos, con mi madre, con mi padre ya fallecido. Trato de centrarme en la imagen de una fotografía en que estoy de niño junto a ellos y me concentro para intentar volver a recrear la situación. No me llega ninguna imagen viva de aquel momento de niño. Solo la misma imagen de la fotografía. Camino de la mano por una calle de Cali con mis padres. Ahora, siento a mi madre muy tranquilamente. Distante, pero tranquila. La entiendo como es y simplemente esta allí. Siento que debo agradecerle infinitamente el existir. Tener esta vida. Igual a mi padre. Pero nada más. Aquí estoy. Independiente de ellos. Vuelvo a recorrer, a viajar en situaciones de tiempos pasados con mis hermanas, con mi abuela fallecida. Vienen imágenes de su presencia. La oigo. Me río. Ella me juega. Estoy conversando con cada una de ellas, en diversas situaciones. Es como si pasara varias películas. Son muchos momentos, largos tiempos en cada situación. Vienen muchas imágenes. Juegos, peleas, discusiones, risas. Lugares y demás. Días y noches. Objetos de cada situación. Me acuerdo y veo muy bien nuestra casa de Cali. La sala, las sillas. Mi madre, “la “radiola”, la música. María Luisa Landini. Su cálida voz. Siempre la recuerdo con mi padre. Esa voz seguro llegaba a su corazón. También, quedó conmigo. Cuando la escucho, ocasionalmente, siento a mi padre fallecido.

Son todas situaciones muy lucidas. Plenas de conversaciones acerca de los que vivimos en esos momentos y que quedaron en mí. Como lo asimilé. Cuál era la verdad. Cuál la mentira. Cómo somos, de cómo nos relacionamos, cómo estamos de cerca o de lejos. Me veo en mi actual situación. Con mi compañera. Veo cosas de nuestra relación. Lo que disfruto. Su risa. Lo que me disgusta... a veces su estado lacónico. Quizá sus molestias. Háblale y dile lo que te gusta. Ahora me siento también con capacidad de actuar con ella. Además, de preocuparme menos por lo que hace o quiere hacer. Me siento más libre, ocupándome menos por las cosas que imagino y no son. Vive con ella lo que tengas que vivir, Deja de preocuparte. Esto me da fuerza y vigor. Lo otro me agota. Siento que estoy recobrando energía.

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Siento un retorcer en el estómago. Me alegra sentirlo. También sé, que si voy al baño, me sentiré más liviano. Me paro y salgo hacia allá. Busco el más distante para sentirme más cómodo. Poder “cagar” con soltura y sentir que estoy sacando cosas negativas, fuerzas negativas, rabias atravesadas... esto me libera. Realmente, esta experiencia, sentida analmente, libera. Ahora siento mi cuerpo muy liviano. Salgo del baño y voy a caminar. La noche sigue radiante con luna. Busco otro lugar y me recuesto en un sillón. Desde allí, veo el resplandor de la luna. He caminado por el pasto. Me siento perfecto. Hablo con varios personajes que están dentro de mí y responden a diversa situaciones y con cada uno de ellos, son tres o cinco con quienes converso. Pienso en las conciencias dialógicas. Recuerdo el texto de Txema. Yo le dijo Ajá, Ajá, cada vez que veo algo o el yagé me habla. ¡Ajá! ¡Aja! Y vienen y llegan las respuestas. Tomar decisiones y sobre todo actuar con mucha tranquilidad. En todo este viaje, creo que ha pasado un larguísimo tiempo. Calculo que pueden ser las 3 o 4 de la mañana. Comienzo a sentir que el yagé se despide. Está bajando. No he querido tomar nada más, debido a que me he sentido bien. Lo he pensado. Pero también quiero salir. Muchas son las respuestas. Me siento muy contento. Pude hablar conmigo mismo y sentí y vi, como muchos planos de mi vida me hablaban...

Me levanté. Todos están acostados. Antes le había dicho a MIG que saldría. El grupo, como individuos y Hugo, como taita de la ceremonia, los sentí como parte de mí. Sin duda necesarios como ambiente relacional. Como el todo humano, del cual hago parte. Todo el tiempo me sentí acompañado. Hugo me dio mucha seguridad. Agradecí, mentalmente. Todos estaban acostados. Salí silencioso. Me siento cómodo. También alegre. Liviano. Muy bien. Mentalmente diáfano. Relajado. Descansado. Busco mis pertenencias. Sé donde las deje. Todo en su lugar. Los zapatos. Las llaves del carro. Salgo nuevamente. Estoy solo. Salgo de la casa. Abro el carro y abro el estuche. El reloj alumbra. Apenas son la una de la mañana. No han pasado, sino tres horas. Me quedo sorprendido. Tanto viajé. Que dimensión del tiempo. Siento alegría de lo vivido en conciencia, en el viaje y regresar. Tengo muchas cosas que hacer. Debo cambiar cosas y asumir otras. Agradezco mentalmente a Hugo y al grupo. He logrado quizás el mejor de mis viajes. Especialmente, en ver cosas precisas que debo dejar. Soltar. Siento que debo liberar ataduras.... ¡Ya veremos!!!

Para CoNClUir

Como epílogo, les traigo a colación, un apartado de un artículo publicado por mí, hace algunos años, en la revista Cultura y Droga No. 8, el cual ilustra el potencial

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cognitivo y espiritual de los EMC, en el plano estrictamente humano de la experiencia enteogénica, permitiendo acercarnos y posibilitando a su vez, campos y caminos de encuentro intercultural, entre los científicos (la ciencia positiva), los chamanes (sabedores y sabios), el hombre y las mujeres de cualquier etnia; los cuales, sin la pretensión de seguir estos caminos en su vida, encuentran respuestas y resuelven problemas centrales de su existencia y, con ello, poseer una mayor comprensión de la vida y sus misterios.Respecto a la proyección del chamanismo moderno, se afirma que, este campo posibilita la “integración de la biomedicina con las visiones tradicionales del mundo” (Mehl Lewis, 1998: 177)3. Por su parte este autor afirma que:

La biomedicina moderna manifestaba auténtico desdén para con las medicinas tradicionales. Los orígenes de dicho desdén se remontaban, por lo menos, a la Iglesia católica en la época del imperio Romano. La medicina quedó relegada a la Iglesia y los sacerdotes. A quienes la practicaban sin formar parte de la institución se les calificaba de herejes... cuando la religión y la medicina comenzaron a separarse durante el renacimiento, se evitaba comprensiblemente todo concepto no mecanicista. El paradigma dominante consistía en interpretar el cuerpo como un artefacto mecánico. Gracias a dicho paradigma, se logró eludir el siniestro control de la iglesia (Ibíd.: 178).

De hecho, al menos la tendencia dominante de la biomedicina moderna, considera a las medicinas tradicionales de un modo nefasto y análogo, como aquel que utilizó, para rebelarse contra la Iglesia católica. Agregando el autor:

[…] hay muchos pacientes con enfermedades crónicas a quienes la biomedicina moderna puede ofrecer poca o ninguna ayuda. Para ellos no existen medicamentos ni técnicas quirúrgicas capaces de efectuar la curación milagrosa. Por ejemplo, muchos pacientes sufren tanto a causa de los efectos secundarios de la medicación como por su enfermedad y, sin embargo no se les puede interrumpir la medicación porque la enfermedad avanzaría de un modo descontrolado. Así pues el médico moderno se encuentra a menudo en un callejón sin salida, de que haga lo que haga, no logrará aliviar el sufrimiento del paciente, ni por supuesto, acelerar su curación... No obstante, a pesar del veredicto oficial, ¿quién no ha oído hablar de curaciones milagrosas por parte de esos curanderos de “tercera categoría”?... existen casos documentados

3 Así, también se llama un artículo suyo, en una publicación amplia y varias veces editada, con el título: El Viaje del chaman, obra que es aquí referenciada.

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como los estudios sobre el brasileño Ariga4 o la excelente obra sobre Eduardo5, curandero peruano, que confirman la veracidad de dichas curaciones (Ibíd.: 179).

En cuanto a lo que aquí respecta, en este proceso, especialmente, en el comportamiento y las subjetividades humanas del plano religioso tradicional, como neo-religioso, se han ido creando condiciones subjetivas y objetivas, para el acercamiento progresivo hacia opciones espirituales alternativas ancestrales en la vida moderna, donde el componente de lo mistérico reaparece re-significado y con potencia en el marco de las sociedades racionales y científicas. Es un fenómeno de sincretismos y eclecticismos culturales y contraculturales, que relacionan curación y religiosidad. Por tanto, lo anterior, presenta una relación referencial en la visión chamánica del mundo, que resulta de interés e importancia en los enfoques clínicos que los incorporan. Para Mehl Lewis, son ellos:

1. Todas las partes del mundo, están interconectadas a todos los niveles de la realidad, de modo que, cualquier cosa que le ocurre a un individuo, afecta a todos los demás y lo que le ocurre a los demás, afecta al individuo, a todos los niveles, desde el físico hasta el espiritual.

2. Los objetos perceptibles a los sentidos humanos, son manifestaciones locales de pautas más amplias de energías.

3. Para la enfermedad, tan importante es, lo imperceptible a los sentidos humanos, como lo que puede ser medido y comprobado por los mismos.

4. La conciencia es omnímoda; o dicho de otro modo, “todo tiene vida”.

5. El universo en su conjunto es sagrado y esta dotado de un propósito y de un significado (Ibíd.: 180).

Como lo anota el autor, estos conceptos, resultan extraordinariamente parecidos a los elaborados por la mecánica cuántica, la física molecular, las matemáticas de la topología y la teoría de las catástrofes.

4 Mehl, L. (1986). Mind and matter: healing approaches to chronic disease. San Francisco. Mind-body-Health Resources Press.

5 Calderon, E., Cowan, R., Sharon, D., Sharon, F. K. (1982). Eduardo el curandero: the words a peruvian healer. Richmond California: North Atlantic Books.

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En los neo-chamanismos modernos y urbanos, existen fuentes ideológicas y filosóficas provenientes de diversas corrientes del pensamiento y prácticas culturales, como son: las orientales, el resurgimiento de tradiciones gnósticas, espiritistas y mágico-religiosas populares, de tendencias neo-cristianas y de tradiciones chamánicas raizales americanas, una de ellas precisamente la que nos ocupa, relacionada con las medicinas tradicionales de origen amazónico, como es el yagé�. Estas corrientes buscan, justamente, situarse en el marco etnofarmacognosico y en la dimensión que he planteado. Todo lo cual, resulta de gran interés y con posibilidades prácticas para individuos y grupos de amplia diversidad social, tanto en hombres, como en mujeres, jóvenes, adultos e incluso ancianos, de diversos niveles educativos, pero en donde predominan los profesionales y estudiantes universitarios, que encuentran atractivos espirituales, de sanación, de curación y del mejoramiento en general de su salud, además de la búsqueda de esa pauta cognitiva que conecta la integralidad de la “vida” y en la cual, los contextos interculturales, de estas prácticas, se acercan y a veces, en la experiencia misma se diluyen, quedando la experiencia entendida y clara del individuo, como una realidad humana socializada que, se adapta a sus propios contextos micro o macroculturales.

BiBlioGraFia

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Medicina de la tierra: el sendero de la madre ancestral

MEdiCiNa dE la tiErra: El SENdEro dE la MadrE aNCEStral

WILLIAM TORRES1

Recibido: 29 de junio de 2011Aprobado: 7 de julio de 2011

Para ti Haba Saka,y para ti, Wanble Ska Chikila.

Maestras del Vivir.

rESUMEN

El sendero de la Madre Ancestral, nuestra Madre Tierra, es vivido desde la antigüedad por todos los pueblos y las gentes como una virtud con la cual honramos lo más sagrado de nuestra existencia. En esta época de desprestigio del amor a la vida, nos corresponde revitalizar este sendero sagrado, para encontrarnos con la bondad de curación y sanación que nuestra Madre Tierra nos ofrece, como un don de medicina ancestral en los rituales y ceremonias sagradas que han recibido y nos comparten las Abuelas de la Tierra.

Palabras clave: arte de la vida, ceremonias, curación, Nepal, sendero sagrado, tradición andina.

EartH MEdiCiNE: tHE PatH oF tHE aNCEStral MotHEr

aBStraCt

The path of the Ancestral Mother, our Mother Earth, has been lived since antiquity by all the peoples and the persons as a virtue with which we honor the most sacred in our existence. In these times of love for life loss of prestige, it is our responsibility to revitalize this sacred path in order to find ourselves with the goodness of recovery and healing offered by our Mother Earth as a gift from ancestral medicine in the

1 Antropólogo. Líder espiritual de la Maloca Nabi Nunhue. Universidad Nacional de Colombia. Director Fundación Chamanística de Colombia. Email: [email protected].

cult.drog. 16 (18): 137 - 148, 2011ISSN 0122-8455

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rituals and sacred ceremonies that have received and share with us the Earth gradmothers.

Key words: art of life, ceremonies, healing, Nepal, sacred path, Andean tradition.

I

Aquí, en tu lugar, en el infinito desde cuando aún no existía el Mundo, desde antes del tiempo y en el tiempo. Allí, donde todo se junta y se diversa, la Abuela Madre aviva el Espíritu de Vida. En este pequeño e infinito lugar de tu morada, que eres tú misma, tu Misterio, que emana de ti misma. Desde el murmullo del silencio de tus actos la Vida está surgiendo, la Vida estás donando. Espíritu y Materia se conjuntan en tus actos. Desde tu sentir y tu pensar, Aluna, Madre Aluna, todo va naciendo. Desde tu Visión Sagrada de la Vida.

Así naciste tú, tú misma, sin otra Madre que tú misma. Abuela Madre. Y de una emanación de tu Voluntad de Vida emergió de ti el Infinito Cosmos. Esta morada en la que habitas. El Infinito Huevo Cósmico de Cuarzo, la Maloca Ancestral, el Universo múltiple e infinito.

En el Huevo Cósmico fue creando todo lo existente. En el inicio todo estaba oscuro. No había ni Sol, ni Luna, ni Estrellas. Aún no había amanecido. La Madre no era gente, la Madre es puro espíritu y pensamiento, Aluna: puro espíritu de todo lo que ha de existir. Y de ella surgió el Mar. Ella era el Mar y todo lo inundaba, estaba en todas partes. Todo era Agua, así como ahora, en todo está el agua, en todo lo viviente. En el centro del Mar surgió la Madre Tierra: bella virtud femenina de la Vida. Así, creó la Abuela Ancestral a su hija, nuestra Madre Tierra.

Abuela Madre creó la virtud masculina ancestral, al Padre sagrado Ancestro y le encomendó fertilizar a la Madre Tierra. Surgió la Vida, en el Agua y en la Tierra: las Madres y los Padres de todo lo existente, y de ellos, sus hijos: las gentes árboles, las gentes plantas, las gentes peces, las gentes aves, las gentes animales… las gentes humanas, todas las gentes de la Tierra, y todas las gentes compartimos y convivimos desde el origen, el mismo espacio sagrado, el cuerpo de nuestra Madre Tierra.

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Medicina de la tierra: el sendero de la madre ancestral

II

Todos somos Hijos de la Tierra, las aguas, los nevados, los hielos de los extremos de la Tierra, los nacimientos de agua, las lagunas, los lagos, los arroyos, las quebradas, los ríos, las cascadas, los humedales, los mares, la lluvia, el granizo, la nieve, y todas las gentes, y los espíritus que habitamos en las aguas. Las montañas, los volcanes, los bosques, las selvas, las praderas, las llanuras, las estepas, las mesetas, las planicies, las hondonadas, las playas… y todas las gentes y los espíritus que habitamos en estos lugares. El aire, el viento… y todas las gentes y los espíritus que habitamos en ellos. Todos somos parientes, todos somos hermanos. Todos somos Hijos de la Tierra.

Las gentes humanas fuimos creados con una misión muy especial. No somos los primeros, no somos los más antiguos de la creación, ni los más importantes, pero si tenemos una misión y un destino muy importante. Fuimos creados con el único propósito de ser los cuidadores y propiciadores de todas las manifestaciones y expresiones de la Vida en nuestra Madre Tierra. A cada pueblo de las gentes humanas, se le entregaron tradiciones ancestrales sagradas para cumplir con este propósito. Todas las tradiciones ancestrales sagradas tienen este mismo y único fin, aunque se expresen con modos ceremoniales diferentes, nos fueron donadas con el único propósito de cuidar y propiciar toda la vitalidad sagrada de nuestra Madre Tierra.

A todas las gentes, a todos los Hijos de la Tierra, nuestra Madre Ancestral nos ha creado perfectos, y nos ha entregado todo lo necesario para vivir en armonía, felicidad y prosperidad. Hemos sido creados con la misma sustancialidad que está formada nuestra Madre Tierra. Todas las gentes, todos los Hijos de la Tierra, estamos hechos con los mismos componentes de la Tierra. Así, como el cuerpo de nuestra Madre Tierra está conformado por elementos químicos, por minerales, por sales, por cristales, por agua… y por espíritu, asimismo, están conformados nuestros cuerpos, con los mismos componentes, desde las gentes más diminutas micro y mono celulares, hasta los cuerpos más grandes como el pueblo de las ballenas. Y no es solo esto, sino que, al mismo tiempo nuestra Madre Tierra nos dona a cada quien con los alimentos adecuados que están conformados con su misma sustancialidad, de la cual nos nutrimos; donándonos los espacios adecuados, en Ella misma, como los hábitats y territorios específicos para cada una de las gentes y los pueblos; y nos permite utilizar su misma sustancialidad para construir todo lo necesario para vivir en Ella, y con Ella, adecuadamente. Esta inmensa y generosa virtud de nuestra Madre Tierra es nombrada en lengua Uitoto como: Puinora Rigño, cuya traducción nos es

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donada por el abuelo Óscar Román2 como: “Madre Procesadora”, Madre que desde sí misma, y en sí misma, genera y procesa todo lo viviente.

Nuestra Madre Tierra es un ser vivo. Desde siempre, todos los pueblos y gentes que han vivido de acuerdo a las tradiciones ancestrales sagradas, lo sabemos y percibimos así3. De este modo no sólo se sabe que hay vida en la Tierra, sino que, sabemos con certeza que la Tierra es un ser vivo corporal y espiritualmente. La vida en Ella se manifiesta de un modo infinito, múltiple, diverso y diferenciado. Todos los hijos, todas las gentes, todos los pueblos de la Tierra, somos su Vida misma. Desde la más pequeñita brizna de polvo, desde el más pequeñito grano de arena hasta el más grande ser conocido, todos hacemos parte del cuerpo y del espíritu de este maravilloso ser vivo: nuestra Madre Tierra.

En la antigua tradición de los Andes, la Madre Ancestral es nombrada Pacha Milli. Es la Madre (Milli), de todo lo manifiesto y existente en el espacio-tiempo viviente. Pacha, es el todo y su diversidad, es el Cosmos, el Universo, el Mundo, el espacio, la Tierra; es un lugar, comarca o región; es el tiempo y esta época; es el momento y el instante; es el rostro y es el vientre; es la manta, la ropa, el vestuario; y es también el remolino y el movimiento espiral; y es la hierba medicinal… e incluso es un parásito. Pacha Milli, es todo el Cosmos viviente diseminado en el espacio-tiempo, en cuyo vientre habitamos. Todo lo que conforma el Cosmos, es el rostro de Pacha Milli. Su rostro, es el rostro de lo viviente. Tres dimensiones sagradas conforman su cuerpo: 1) el gigantesco e infinito Huevo Cósmico de Cuarzo: Hananpacha, el mundo de arriba, lo celeste, donde habitan los seres más sagrados, 2) Kaipacha, el mundo de aquí, nuestra Madre Tierra, nombrada Allpamilli, y 3) Ukupacha, el submundo interior, el mundo de las profundidades de nuestra Madre Tierra. En este misterio sagrado, el Cosmos, el Mundo, el Universo es Huarmik, femenino, y se manifiesta y expresa en el cuerpo, y Huarmi, en el cuerpo y la vida de la Mujer.

2 El abuelo Óscar Román, es un sabio del pueblo Uitoto, quien pertenece a la gente Enokayi (mafafa roja). Vive en la región de Araracuara, en las márgenes del río Caquetá (amazonia colombiana).

3 Sólo muy recientemente los conocimientos académico-científicos han reconocido esta realidad. Hasta hace muy pocos años, este conocimiento sólo se atrevía a decir que: “en la tierra existe vida”, pero no que la Tierra es un ser vivo. Con las investigaciones científicas de James Lovelock, sobre la hipótesis de Gaia publicadas en 1988, la comunidad académica-científica, empezó a admitir, no sin ciertos escrúpulos, que la Tierra es un ser vivo. Al respecto se puede consultar: James, Lovelock. (1993). Las Edades de Gaia. Una biografía de nuestro planeta vivo. Barcelona: Tusquets.

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Medicina de la tierra: el sendero de la madre ancestral

La virtud sagrada ancestral masculina es nombrada Pachakamak Pachayachachik. Su bondad y poder es la sabiduría (yachachik) del Cosmos (Pachamilli) con la cual cuida (kamak) de él, y propicia su armonía y permanente renovación. En su actuar se gesta el poder sagrado Sinchi, la virtud ancestral del guerrero. El misterio sagrado del guerrero no es el del peleador, no es el del pugilato, no es el del gladiador, no es el del combatiente, no es el del soldado, ni el del policía. El misterio sagrado del guerrero, es el cuidar con sabiduría la armonía y la renovación sagrada de la vida en todo lo existente. Él es quien posee los tres rostros que miran y ven, atenta y permanentemente con su cuidado y sabiduría el pasado, el presente y el futuro, y al mismo tiempo, y en el mismo instante las dimensiones del espacio: Hananpacha, Kaipacha y Ukupacha. En su actuar se gesta el poder sagrado: Yachak, la virtud ancestral de la sabiduría, la sabiduría del Cosmos, la sabiduría Pachamilli, y asimismo, es su gran maestro. Nos enseña la sabiduría y el conocimiento del Cosmos. Quien cuida de Pachamilli con sabiduría, es quien sabe y conoce la virtud Ambina, la virtud sagrada de curar, activa en su magisterio. Nos enseña el arte de curar. Cuidador-Guerrero, Sabio, Maestro, Curador… Pachakamak Pachayachachik es Yaya, es el Padre Sagrado Ancestral. Él es la virtud sagrada, y masculina de Pachamilli, que se gesta en su misterio ancestral y se manifiesta en todo lo existente.

III

En las montañas del Himalaya, en Nepal, vive una abuela chamán quien ha recibido las virtudes sagradas de la Abuela Ancestral. Ella tiene el honor de haber recibido el nombre de la Abuela Ancestral, que en su tradición es Parvati, como una premonición de su existencia Jhankri (chamán). La abuela Parvati Rai pertenece a la etnia Kirati, nació en el año de 1946 en Bjojpun Chhinakhu, en la región oriental de Nepal. Su primera experiencia de iniciación chamánica la tuvo siendo niña, a los nueve años de edad, y fue consagrada Jhankri a los dieciséis años. Durante sus años de aprendizaje vivió en las montañas selváticas y en las cuevas del Himalaya. Allí, experimentó y aprendió los misterios de todas las plantas, y de los espíritus sagrados que le fueron revelados por Ban Jhankri (Shiva-Parvati) el Chamán Ancestral, y así, conoció toda la sabiduría de sus ancestros para devenir y ser reconocida como una mujer Jhankri por su pueblo Kirati. Hoy en día, vive en Katmandú, donde comparte su sabiduría y arte chamánico.

La abuela Parvati Rai, está sentada frente a su altar, que ya ha instalado, para realizar la Chinta, ritual sagrado de curación e invocación de los espíritus. Es un altar pequeño,

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si se compara con el que está permanentemente instalado en su hogar. Este es el altar que ella lleva consigo, cuando va a uno u otro lugar. Frente a todo, está el recipiente del Fuego Permanente, un recipiente metálico con brazas de carbón en el que se ofrenda el incienso a todo lo viviente, el Cosmos Sagrado, a Ban Jhankri (Shiva-Parvati, el Padre y la Madre Ancestrales). Es el fuego que mantiene la Vida. Frente a él, en una bandeja de cobre en el centro, hay una pequeña escultura en bronce del Padre Shiva, quien está sentado en posición de loto sobre una piel de Baag (tigre), quien es su espíritu animal vehículo.

Shiva, tiene la palma de la mano derecha hacia delante donando protección y armonía al todo viviente; de su pecho pende el collar mala de 108 cuentas con las que se invoca los mantras de protección, curación, armonía y renovación de la Vida; en su frente vibra el tocado de pétalos de loto; detrás de él, en la misma escultura, en su costado derecho, se levanta el Tridente en el que se encuentra el Cosmos, con las tres dimensiones del espacio-tiempo: el mundo de arriba, el mundo de aquí y el mundo interior de lo profundo en el presente, el pasado y el futuro. En la misma bandeja metálica, frente al Señor Shiva, hay un pequeño pebetero de bronce en forma de ánfora en el cual hay aceite vegetal, esta pequeña ánfora se proyecta en su frente en una cavidad donde se coloca una pequeña porción de su aceite y en la cual está una pequeña mecha de algodón para avivar otro fuego permanente: la Luz del Cosmos. A su lado, en un pequeño recipiente de cobre, hay arroz para ofrendar a Shiva y a todo lo sagrado en los Senderos Ancestrales del Cosmos. En otro pequeño cuenco de cobre, está el polvo rojo del achote para realizar las mismas ofrendas. Hay también: un cuarzo, una raíz de jengibre, un huevo: el Huevo Cósmico, y cuatro varitas de incienso incrustadas en el cuerpo de media papa. Así está llena la bandeja de cobre, que está poblada de pequeñas flores de colores amarillo y rojo, y con los pétalos de las flores blancas que nacen de las semillas del árbol de Naga, la serpiente sagrada, el vehículo de la vida. Al lado izquierdo de la bandeja, hay una pequeña ánfora de bronce que contiene agua, flores y hojas de plantas curativas. Junto a esta, hay otra ánfora-canasto tejida con fibras vegetales, llena de arroz, en la que se yerguen el Tridente Cosmos, hecho de cobre, tres Phurba4, y una hoz metálica. Al lado derecho 4 Phurba, en lengua nepalí significa literalmente “daga”, es un objeto chamánico de las tradiciones ancestrales de

Nepal y de los Lamas del Tibet, usado para la protección del chamán y con él, a su vez, realizar curaciones. Fue creado por Ban Jhankri, al materializarse en él como Phurba Jhankri para destruir a los demonios y las fuerzas oscuras-negativas. Es un pequeño bastón que puede estar hecho de madera, hierro, plata, bronce, oro, cuarzo o hueso de algún animal de poder, y está conformado por tres partes: una parte superior con tres rostros que invocan las tres dimensiones espacio-temporales del Cosmos, sobre las cuales se talla la cabeza de un animal de poder (águila, tigre, mono…); una parte media, que constituye su empuñadura, y que conforma en su talla el Diseño

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de esta bandeja, está el recipiente del incienso Dhoopa, constituido por siete resinas naturales diferentes, una por cada uno de los Senderos naturales del Cosmos, para conformar con su sahumerio un campo de energía purificador y protector como lo es el Huevo Cósmico, con el cual se ofrenda permanentemente el recipiente de las brazas de carbón. Al lado de este recipiente de incienso, sobre el suelo, hay un ramo de fibras de paja de las montañas que será usado para limpiar y curar. Y continuo a este ramo se encuentra el Tambor del Cosmos, el Dhyangro. Junto a él, hay otra pequeña ánfora, conformada por un calabazo, con agua, flores y plantas curativas. Todo el altar conforma, invoca y convoca la presencia de Parvati, la Madre Ancestral.

Entre el altar y Parvati, frente a la abuela, está su ajuar chamánico: una corona de plumas de pavo real, con la virtud, que los ojos de estas plumas le permitirán ver todas las dimensiones sagradas del Cosmos, al conectarse con el tercer ojo de Parvati. Un largo tocado conformado por dos telas de algodón, la una blanca y la otra roja, que se trenzan para cubrir la frente, amarrándosela sobre la nuca y colgando sobre su espalda. Sobre este tocado, se posará la corona de plumas de pavo real. También, está su vestido blanco y la faja blanca, ambos de tela de algodón, con al cual ceñirá su vestido. Tres collares de cuentas de semillas que conforman tres malas de 108 cuentas cada una, para invocar y convocar con los mantras correspondientes a los 108 espíritus protectores del Cosmos y a Shiva-Parvati, por tres veces consecutivas, una con cada mala, de acuerdo a las tres dimensiones del tiempo y del espacio. Además, de dos collares de piel, de los cuales penden pequeñas campanas de bronce.

La abuela Parvati está sentada frente al occidente. Se ha colocado su vestido blanco y la faja; en ella, en su costado derecho, ha introducido la hoz. Saluda a todo lo sagrado existente, juntando sus manos y llevándolas a la frente y al pecho por tres veces, al tiempo que enuncia las palabras sagradas del saludo: Namaste, “el Espíritu Sagrado está con nosotros”. Ofrenda arroz e incienso a los ancestros en las direcciones del Cosmos. Purifica en el incienso cada una de las malas, y con ellas invoca los mantras correspondientes. Con la primera mala, al terminar el primer círculo mántrico, la dobla por la mitad conformando dos círculos con ella, y se la cuelga del cuello, bajo

Sagrado del Cosmos: Vajra, en esta parte se atan tres cordones de tela de algodón con los tres colores básicos de este saber chamánico: el azul para el mundo femenino, el rojo para el mundo masculino y el blanco para el Cosmos; y una parte inferior que termina en tres lados en las que pueden estar talladas las presencias de naga, la serpiente vehículo de la vida. Las phurba lama, a diferencia de las chamánicas, presentan en su parte superior e inferior sólo un lado, o un círculo. Para la abuela Parvati, la hoz de cegar tiene el mismo valor y uso de la phurba. Dhyangro, el tambor chamánico de Nepal termina también en una phurba, de donde se coge el tambor.

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su brazo derecho; con la segunda mala, al terminar el segundo círculo mántrico, conforma dos círculo como con la primera, y se la cuelga del cuello, bajo su brazo izquierdo; con la tercera mala, al terminar el tercer círculo mántrico, se la cuelga del cuello sobre el pecho, en un solo círculo, a la manera de un collar. Con cada círculo mántrico ha invocado a los 108 espíritus sagrados del Cosmos, a sus ancestros y a Ban Jhankri, y al colocarse estas malas sobre su cuerpo se une a ellos con todo su poder. Ahora, se coloca, en la misma forma de las dos primeras malas, los collares de campanas. Un asistente le ayudará a ponerse el tocado de las telas blanca y roja trenzadas, sobre su frente, rodeando la cabeza y atadas a la región occipital, para pender en todo su largo sobre la espalda; luego sobre este tocado, le pondrá en su frente la corona de plumas de pavo real, la cual va amarrada en la nuca debajo del tocado trenzado de las telas blanca y roja.

La abuela Parvati se levanta y va delante del altar, al centro del recinto, para saludar juntando sus manos sobre la frente y el pecho a las direcciones y los espíritus sagrados del Cosmos, y a los concurrentes al ritual, con las mismas palabras del saludo sagrado: Namaste, “el Espíritu Sagrado está con nosotros”. De este modo, da con su cuerpo un círculo completo, y al mismo tiempo que realiza este saludo, se está despidiendo ritualmente de esta dimensión de realidad para adentrarse en la dimensión sagrada y ritual de todo lo existente.

Retorna a asentarse frente al altar, ofrenda de nuevo arroz y toma su tambor, lo purifica en el incensario. El humo del sahumerio estará continua y permanentemente purificando la Chinta, la Ceremonia. Por la phurba del tambor, con su mano izquierda lo coge y lo apoya sobre la Madre Tierra, con la mano derecha sostiene el tocador arqueado con forma de serpiente. Con el tocador golpea suavemente la parte superior del Dhyangro, luego la parte externa derecha, enseguida la parte externa izquierda, seguido golpea suavemente la parte frontal, y girándolo golpea la parte posterior del tambor, lo gira nuevamente y golpea suavemente la phurba del tambor, siempre apoyado sobre la Madre Tierra. De este modo saluda e invoca al Cosmos en el Dhyangro, en el Tambor Cósmico.

Ahora, procede a tamborearlo en su parte frontal y a enunciar en su voz el canto sagrado. Su percusión empieza suave, rítmica, invocadora; su canto lleva la misma intensidad, al tiempo que el Cosmos se silencia para escuchar su invocación. Ella, va nombrando en su cantar todo lo sagrado y los espíritus van llegando, mientras

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Parvati va ingresando a ese otro y mismo mundo. El ritmo va cambiando, ahora su tono va subiendo, mientras su canto es más profundo y rápido. Su cuerpo sentado se mueva al ritmo de la música y el canto, y las campanas que penden de su cuerpo empiezan a tintinear acompasadamente. Su respiración se aúna más profunda a la música y el canto, su cuerpo sentado danza en ella, y de pronto un sonido fuerte de su voz acompasa el tintinear, el tamborear y el cantar propiciando que su cuerpo sentado empiece a cabalgar en su espíritu animal vehículo que ha llegado a llevarla al trance chamánico. El Cosmos se ha detenido para abrir el umbral en el trance chamánico de la abuela Parvati. Ella ahora ve el todo de la realidad sagrada, y puede enfocar su actuar en el espacio-tiempo de la sagrada Chinta, sus ojos ven, y su cuerpo habita en el todo espacio-tiempo multidimensional. En el trance-canto-música-soplo, la abuela Parvati, actúa para armonizar las dimensiones de lo creado y nos involucra en ello; en su cabalgar danzante en el espacio-tiempo-Chinta que se prolonga y diversa en este mismo espacio-tiempo otro. Ahora, la abuela Parvati se levanta sin dejar de tamborear y cantar, y empieza a danzar de pie frente al altar. Es una danza suave que suaviza el toque del tambor y el ritmo de su canto. Sus pies con su cuerpo se mueven suavemente sobre nuestra Madre Tierra, se desplaza y salta suavemente acompañado por el tintinear de las campanas que penden de su cuerpo. Se desplaza en danza-canto hacia el centro del recinto; se puede ver y sentir el acto chamánico armonizador de la Abuela Ancestral que habita en ella. Su danzar en círculo circunda el Cosmos Viviente y lo impregna de armonía. La abuela Parvati continúa en trance. Su danza es un vuelo en el espacio desplazándose en el Suelo Sagrado de la Tierra. Es el tiempo de la curación.

Retorna a su altar y coloca su tambor en él. Toma en sus manos la raíz de jengibre. Se acerca a quien está recibiendo la curación, sentado en el centro del recinto. Ella saca de su faja la hoz, y sin haber suspendido su cantar y danzar, va cortando rodajas de jengibre lanzadas hacia el cuerpo de quien recibe la curación. Algunas de estas rodajas de jengibre, en un primer momento, rebotan del cuerpo energético del enfermo. La abuela Parvati las observa y ve en ellas la dimensión energética de la enfermedad. Cada rodaja de jengibre que rebota es llevada al fuego. De pronto, hay una que cae directamente sobre el cuerpo del enfermo y queda sobre él. Al mismo tiempo la abuela Parvati se sacude fuertemente en su danza emitiendo un sonido de poder: la enfermedad ha cedido, el poder curativo del jengibre la ha doblegado. Esta rodaja de jengibre le es entregada al paciente para que la guarde como emblema de su curación. Al mismo tiempo, la abuela Parvati danza en trance alrededor de él,

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enviándole el sonido del tambor hacia su cuerpo y su espíritu. Sin detenerse, coloca sobre la cabeza del paciente, sobre su nuca, sobre sus hombros y su corazón la phurba del tambor, danzando curativamente alrededor de él. En seguida, deja el tambor en el altar, y coge las pequeñas ánforas de bronce y de calabazo que contienen agua, flores y plantas medicinales, y continúa curándolo con ellas mientras su danza y su canto son cada vez más suaves y maternales. Irriga agua sobre su cuerpo, lo toca y unge con las flores y las plantas…

La abuela Parvati se dirige a su altar, se sienta frente a él, retoma su tambor y a su ritmo va retornando a este espacio-tiempo presente. Aquí y ahora, renueva las ofrendas a todo lo sagrado, ofrece y entrega en su altar el arroz propiciatorio, el incienso, y saluda como en el inicio de esta Chinta a todo lo sagrado y agradece a Shiva-Parvati por esta bella bondad.

En las montañas del Imbabura, en Ecuador, vive otra abuela chamán quien ha recibido las virtudes sagradas de la Abuela Ancestral. Ella vive en la pequeña aldea de Iluman. Ella lleva en su nombre la virtud sagrada de la Luz, a la cual hace honor en cada uno de sus actos. La abuela Yachak (chamán) Luz María Otavalo, pertenece a la etnia Inbaia, recibió su sabiduría por la vía de los sueños. Cuando nació, su padre quien fue un gran Yachak, recibió la visión que ella sería una gran maestra de sabiduría, pero él murió cuando su hija era muy pequeña para enseñarle todos sus conocimientos. A la edad de 15 años, la abuela Luz María Otavalo, empezó a soñar todas las noches con su padre, y por la vía de los sueños él le entregó toda la sabiduría ancestral que ella ejerce en su noble vivir.

La abuela Luz María Otavalo, nos enseña una práctica milenaria para honrar, ofrendar y renovar la armonía de la Vida en nuestra querida Madre Tierra. Ella realizó esta ceremonia ancestral para cerrar el Encuentro de Culturas Andinas que se realizó en Pasto durante el mes de agosto del pasado año (2009):

Es necesario escoger, determinar con precisión el sitio en nuestra Madre Tierra y el momento adecuado para propiciar este acto sagrado. Preferiblemente una Yachak será quien oficie este sacramento. Cada uno de los asistentes y participantes se harán cargo de conseguir las ofrendas: una olla-vientre de cerámica hecha y diseñada especialmente para este propósito, maíz y harina de maíz, diversos alimentos crudos que nos obsequia nuestra Madre Tierra, flores, plantas medicinales, algodón, coca y

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Medicina de la tierra: el sendero de la madre ancestral

tabaco, agua, piedritas y cuarzos, incienso, fuego…Cada una de estas ofrendas son llevadas por los asistentes y participantes en un recipiente particular y adecuado.

Todos los asistentes y participantes nos ubicamos en círculo alrededor del sitio propiciatorio. La ofrendante estará ubicada iniciando y cerrando el círculo, mirando hacia el occidente. Le hablamos a nuestra Madre Tierra de este propósito, le expresamos nuestra intención y gratitud, y le pedimos permiso con nuestra oración para proceder a abrir en su cuerpo el hueco donde será realizada la ofrenda, incensando previamente el sitio escogido. El hueco será del ancho y profundidad correspondiente a la olla recipientaria de la ofrenda. La tierra que sale del hueco se coloca alrededor de él, en círculo. Una vez hecho el hueco, se purifica con incienso y se le ofrenda tabaco, coca, agua y harina de maíz. Para fertilizar y honrar este sitio. Esto se hace acompañado de cantos y oraciones. Se procede a purificar el recipiente de cerámica, y a darle gratitud a la arcilla con la cual se hizo, además de dar gratitud a quienes elaboraron este vientre sagrado, el cual será colocado frente al oficiante, entre ella y el hueco hecho en la Tierra. Ahora será llenado con todas las ofrendas que se han llevado, ofrendándolas con oración y gratitud a nuestra Madre Tierra. Primero, se coloca en el fondo un poco de Tierra, de la misma que se sacó al abrir el hueco, colocando un poquito por cada uno de los senderos sagrados, en seguida se vierte un poco de agua, y un poco de tabaco y hojas de coca, allí, en el centro se ofrenda un cuarzo y a su alrededor otros cuarzos y piedritas en honor a lo más antiguo que conforma el Cuerpo de nuestra Madre Tierra. En seguida, se ofrenda la harina de maíz, el maíz y los alimentos. Luego las plantas medicinales y se cubre todo con las flores, en el centro de ellas se pondrá un poco más de tabaco y hojas de coca, y se vierte de nuevo sobre todo el recipiente un poco de agua. Frente al hueco, en el sitio del occidente, estará presente todo el tiempo que dure la ceremonia, un brasero con el fuego sagrado de la vida, en el que se estará ofrendando permanentemente incienso, y en el que se purificarán todas y cada una de las ofrendas antes de colocarlas en el recipiente-vientre de cerámica. Se consagran con oración y cantos con el propósito de honrar, ofrendar y renovar la armonía de la Vida en nuestra querida Madre Tierra. Y así, la Yachak procederá a colocar esta ofrenda-vientre sagrada de la Vida, propiciatoria y de gratitud dentro del Cuerpo Sagrado de nuestra Madre Tierra. Se procede entonces, a cubrirlo con la tierra que se sacó al hacer el hueco, y la Yachak enunciará su oración y gratitud a nuestra Madre Tierra, por permitirnos este acto sagrado. Con un nuevo canto realizado por todos los participantes se cerrará este sagrado propósito.

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William Torres

En la antigua tradición de los Andes, es muy propicio y adecuado realizar esta ceremonia frecuentemente, y de un modo muy especial durante el equinoccio del mes de marzo, debido a que, este es el momento que en el antiguo calendario y conocimiento de los Andes se consagra como Pacha Pukui Killa: “Luna de Maduración de la Tierra” y de la Siembra de la Vida.

…Y así en todos los lugares, y a todos los pueblos, la Abuela Ancestral, nuestra Madre Tierra, ha entregado a sus hijas y a sus hijos virtudes, conocimientos, sabiduría sagrada y ancestral, para propiciar Curación y Armonía de la Vida, para la Vida. Ceremonias y artes de existencia sagradas que constituyen la Medicina de la Tierra.

IV

Todos somos Hijos de la Tierra. En esta bella época en la que vivimos una crisis generalizada de turbulencias, cambios fuertes y profundos, crisis provocada por nosotros mismos; todos los Hijos de la Tierra necesitamos con urgencia realizar una profunda y decidida transformación en nuestra conciencia y nuestro arte de vivir. En esta bella época, es urgente y necesario, no sólo sentirnos y vivir como verdaderos Hijos de la Tierra, sino también, sentirnos y vivir como parte de este Sagrado Cuerpo de nuestra Madre Tierra. Para sentirnos y vivir de este modo, es necesario recibir en nuestro espíritu, en nuestro corazón y en nuestro vivir, en cada uno de nuestros actos, esta Sagrada Medicina: La Medicina de la Tierra. Retomando de nuevo y definitivamente, el Sendero Sagrado de la Madre Ancestral. Ofrendando así, nuestro vivir en él.

Mama Nabi Kajuyali Tsamani Wichapishinteton Luta Nabi Nunhue.

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Revisión de la legislación referente a las drogas en Colombia desde 1920 hasta 1994

rEViSiÓN dE la lEGiSlaCiÓN rEFErENtE a laS droGaS EN ColoMBia dESdE 1920 HaSta 1994

FEDERICO CÁRDENAS JIMÉNEZ1

Recibido: 20 de mayo de 2011Aprobado: 7 de julio de 2011

rESUMEN

La presente revisión tiene como objetivo, dar cuenta de la evolución jurídica del tema de la dosis mínima en Colombia, hasta el momento en que la Corte Constitucional emitió la sentencia C-221 de mayo 5 de 1994. Esta información es clave para que los medios de comunicación entiendan el contexto histórico-jurídico en que se adoptaron estas medidas y poder así, hacer una posterior revisión analítica de la mencionada sentencia.

Palabras clave: dosis mínima, drogas, medios de comunicación, sentencia C-221.

rEViEW oF lEGiSlatioN rEFErriNG drUGS iN ColoMBia FroM 1920 to 1994

aBStraCt

This review aims to account for the legal evolution in the topic of possession of small amounts of drugs in Colombia until the time in which the Constitutional Court issued sentence C-221 from May 5, 1994. This is key information so that mass media understand the historical-legal context from which these measurements were adopted so that they can make a subsequent analytic review of the above mentioned sentence.

Key words: small a mounts of drugs, mass media, sentence C221

1 Comunicador Social y Periodista. Tesista Maestría Culturas y Droga, Universidad de Caldas, Manizales, Colombia. Correo electrónico: [email protected].

cult.drog. 16 (18): 149 - 165, 2011ISSN 0122-8455

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Federico Cárdenas Jiménez

iNtrodUCCiÓN

Los medios de información y comunicación en la mayoría de los casos hablan del fenómeno sociocultural, político y económico que representan las drogas, sin un conocimiento objetivo, es decir, los periodistas, al hacer los abordajes informativos, se guían por su intuición y por una información circulante que no necesariamente es de corte científico-analítico.

La idea de recapitular históricamente la discusión sobre la dosis mínima en Colombia, tiene el pretexto de exponer sus dimensiones a todo nivel y por supuesto, comprometer la mirada que los medios de información y comunicación han tenido acerca de este fenómeno.

El recorrido por la legislación referente a estupefacientes en Colombia agrupa tres grandes momentos hasta 1994 -que pueden concebirse incluso, como etapas de maduración conceptual y jurídica-, a saber: un primer momento, en que se hablaba jurídicamente de ilegalidad en el ámbito de la comercialización al margen de algún control médico y en lugares diferentes a botica o farmacia, a las sustancias categorizadas como drogas que formaran “hábito pernicioso”, según el artículo 1º de la Ley 11 de 1920. Así mismo, el Congreso de la República, reconocía a la Comisión de Especialidades Farmacéuticas, como el órgano encargado del control científico-químico, sobre estas sustancias en el país, de acuerdo a los artículos 3 y 4 de dicha ley2, descalificando, por supuesto, la importación o representación comercial de sustancias que no estuviesen autorizadas por dicha comisión.

Casi ocho años después, a través de la Ley 118 de 1928, el Congreso de la República, aumentó los controles sobre el comercio ilegal de estas drogas, así como la cantidad de las mismas al agregar, según lo reglamentó la entonces denominada Dirección Nacional de Higiene, nuevas sustancias a la lista de “drogas que forman hábitos perniciosos” y sancionó además, con multas, decomisos de mercancía y prisión, a quienes protagonizaran estos ilícitos. Es decir que, quienes hicieran uso indebido de las drogas relacionadas en la Ley 11 de 1920, serían castigados con prisión (art. 5) y con reclusión en casa de salud, en un hospital o en algún otro asilo durante el tiempo que señalara la autoridad sanitaria y bajo tratamiento conveniente (art. 6).

2 Cabe señalar también, que la venta de jeringuillas o agujas hipodérmicas quedó relegada a la prescripción médica (art. 5).

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Hay que decir que, por primera vez en Colombia, a través de la Ley 118, se habló de sanciones, como las ya mencionadas, lo que indiscutiblemente marcó la tendencia hacia la coacción por parte del Estado sobre aquellos que se relacionaran con estas sustancias.

Poco a poco hubo mayor presión gubernamental. Por ejemplo, en 1930, a través de la expedición del Decreto 1377, el gobierno nacional, prohibió la entrada al país y su consiguiente comercialización de “cualquier forma de preparación conocida con el nombre de MARIHUANA” (Hincapié, 1989: 23)3. Simultáneamente, Colombia manifestó su adherencia a la Convención y Protocolo firmados en la II Conferencia del Opio (Ginebra 1925) en la Ley 68 de 1930, lo que significó, formar parte de un movimiento internacional en contra de las drogas catalogadas como ilícitas y que lo llevaría a imponer en 1933, a través de la Ley 18, nuevas limitaciones y controles a la manufactura y distribución de narcóticos.

Una década después y tras haberse discutido internacionalmente en el Congreso de Ginebra de 1936, algunas medidas relativas a la represión del tráfico de drogas en el mundo, Colombia emitió la Ley 12 de 1943, por la cual, se aprobó la Convención Internacional de 1936 para la represión del tráfico ilícito de drogas peligrosas, con el objetivo de reforzar las medidas de represión que resultaron de la Convención Internacional del Opio en 1912, Ginebra 1925 y 1931, limitando aún más, la fabricación y distribución de narcóticos al interior del país, estableciendo “mojones” conceptuales y jurídicos, para lo que en adelante se entendería por narcótico, extracción y producción.

De igual forma, en esta ley, se determinó castigar severamente la fabricación, transformación, extracción, preparación, posesión, oferta, venta, distribución, compra, cesión, corretaje, despacho, transporte, importación y exportación de drogas narcóticas; y de cooperar internacionalmente, en lo relacionado a disposiciones legislativas para el castigo a los infractores. Se aclaró, además que, los casos acordados en la Convención de 19364, serían causales de extradición y, por ende, cada uno de los países pactantes establecería una oficina central que se encargaría de vigilar y coordinar las acciones a nivel local.

3 En el rastreo bibliográfico realizado por el investigador, no fue posible encontrar el mencionado decreto.4 Como recomendaciones resultantes de la convención de 1936, se destacaron aquellas en las que se sugirió a

los gobiernos que adoptaran prontamente las medidas necesarias para abolir el Opio y crear, llegado el caso, un servicio especializado de policía dispuesto para este fin.

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Federico Cárdenas Jiménez

Luego en 1946, la Ley 45 del mismo año, subrogó algunas disposiciones del Código Penal, como sucedió en el caso de los artículos 270 y 271, en los que se les llamó “drogas estupefacientes”, a las que anteriormente, se conocían como: “sustancias narcóticas”, una distinción más de forma que de fondo, puesto que incluso hoy en día, a la una se le conoce como sinónimo de la otra y viceversa. Adicionalmente, añadió sanciones para quienes clandestina o fraudulentamente elaboraran, distribuyeran, vendieran, suministraran, cultivaran y conservaran, drogas estupefacientes o las plantas de las cuales pudieran extraerse, así como quienes destinaran local o establecimiento para el uso o la permisión del uso.

Cinco años después, a propósito de la Ley 48 de 1936 que definió en su art. 6º, lo que se entendería por maleante y sus implicaciones jurídicas, se incluyó en esta clasificación a quienes cultivaran, elaboraran, comercializaran o de cualquier manera hicieran uso o indujeran a otro, a hacer uso de la marihuana (Cannabis Sativa o Cannabis Indica) (Ibíd.: 58).

A los nueve años de vigencia de la Ley 45 de 1946 y al detectarse un incremento en el tráfico y consumo de la marihuana, se expidió, en uso de las atribuciones del Estado de Sitio, el Decreto 0014 de enero 12 de 1954, por medio del cual, se dictaron disposiciones sobre prevención social, considerándose como “estados de especial peligrosidad”, entre otras conductas, el entrar y/o sacar del país productos que fuesen clasificados prohibidos, así como comercializar armas, explosivos, municiones o drogas estupefacientes.

En 1964, el Decreto 1699 de julio 16 de 19645, llamado: “Estatuto de las Conductas Antisociales” -que fuera uno de los decretos integrantes de la denominada “Reforma judicial”-; consideró como “conducta atentatoria contra el orden social”, la intoxicación crónica por alcohol o por cualquier otra sustancia y prescribió tratamiento médico para el intoxicado por estas causas.

El Decreto 1699, estableció que, quien vendiera o hiciera propaganda a drogas sin licencia o les atribuyera efectos que no tuviesen, incurriría en relegación a colonia agrícola por un término de seis meses a dos años (art. 6); también que, quien suministrara bebidas alcohólicas o cualquier otra sustancia tóxica o estimulara la embriaguez o intoxicación de menores de dieciocho años, incurriría en arresto de

5 No aparece en ninguna fuente de las que indagó el investigador, algo relacionado con este nombre dado a dicho decreto.

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uno a tres años y en los casos atinentes, a la clausura del establecimiento, así como para quien expendiera licores adulterados (art. 18).

Especificó en los artículos del 25 al 29, el modo de actuar jurídico frente a contravenciones que afectaran el orden social, como el caso de la venta de bebidas alcohólicas a menores de 18 años (art. 25), o quien almacenara, elaborara, distribuyera, vendiera o de otro modo suministrara, cualquier droga o sustancia estupefaciente o alucinógena (art. 26); o a quien portara sustancia estupefaciente o alucinógena sin acreditar su tenencia legítima en lugar público o abierto al público (art. 27); o a quien auspiciara el uso de sustancia estupefaciente o alucinógena en casa, local o establecimiento (art. 28); y a quien sin permiso, cultivara o conservara planta de la que pueda extraerse sustancia estupefaciente o alucinógena (art. 29).

En 1970 se emitió el Decreto 1118, que dio lugar al Estatuto de Contravenciones el cual derogó al Decreto 1699 de 1964. En ese mismo año, a través del Decreto 1136 o Estatuto de Protección Social6, se establecieron una serie de regulaciones para quien perturbara la tranquilidad pública bajo los efectos de intoxicación crónica producida por alcohol, por enfermedad mental o por consumo de estupefacientes. Adicionalmente, a quien fuese encontrado en este estado, se le sometería a tratamiento médico con o sin intervención clínica, en casa de reposo u hospital, hasta que estuviese “curado o rehabilitado”, especificando además que, estos establecimientos deberían tener pabellones especiales para recluir a dichas personas.

Un año más tarde, este decreto fue derogado por el Decreto 522 de 1971, a través del cual, se dictaron nuevas disposiciones que se clasificaron como “contravenciones especiales que afectan la seguridad y la tranquilidad públicas” y que fueron incorporadas al Capítulo Segundo del Código Penal. Estas contravenciones especiales tenían que ver con el almacenamiento, elaboración, distribución, venta de droga o sustancia estupefaciente o alucinógena (art. 5); el cultivo o la conservación de plantas de las que podrían extraerse drogas o sustancias estupefacientes o alucinógenas (art. 6); y el uso de dichas sustancias en casa, local o establecimiento (art. 7 y 8).

Como novedad, al artículo 214 del Decreto-Ley 1355 de 1970 o Código de Policía Nacional -que tenía que ver con contravenciones que daban lugar a la suspensión

6 No aparece en ninguna fuente de las que indagó el investigador, algo relacionado con este nombre dado a dicho decreto.

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Federico Cárdenas Jiménez

del permiso o licencia por parte de los alcaldes o a quienes hicieran las veces-, se adicionó el numeral 3, que reza:

Al que suministre, auspicie o tolere en su establecimiento el uso o consumo de marihuana, cocaína, morfina o cualquiera otra droga o sustancia estupefaciente o alucinógena, sin perjuicio de la sanción penal a que hubiere lugar.

En 1973, la Ley 17, revistió al presidente de la república, de facultades extraordinarias para elaborar un estatuto que regulara íntegramente el fenómeno de aquellas drogas o sustancias que hasta el momento se habían tratado de controlar en sus aspectos de prevención, represión y rehabilitación; además, podía crear un organismo administrativo que diera cumplimiento a este estatuto e incluyera las apropiaciones necesarias en el presupuesto nacional, entre otras.

Los aspectos considerados en esta ley, estuvieron relacionados con multas y presidio para quien cultivara y conservara plantas de las cuales se extrajeran sustancias o drogas que produjeran dependencia física o psíquica (art. 1); para quien las transportara, llevara consigo, almacenara, conservara, elaborara, vendiera, ofreciera, adquiriera o suministrara a cualquier título (art. 2)7; para quien destinara lugares para su uso y expendio (art. 3); para quien estimulara su uso (art. 4); para el profesional de las ciencias médicas que prescribiera, suministrara o aplicara estas drogas, en cantidad superior a la necesaria (art. 5); con agravantes de pena, si estuvieran involucrados menores de 21 años, enfermos o deficientes mentales (art. 6); y la competencia exclusiva de los jueces penales y promiscuos del circuito, así como la policía judicial y los jueces de instrucción criminal, para la investigación de estos casos (art. 8).

Es necesario, igualmente, tener presente, según lo asegura Hincapié8, algunas disposiciones generales de salubridad pública con respecto a drogas, tales como: Ley 68 de 1930; Ley 18 de 1933; Ley 116 de 1937; Decreto 2214 de 1937; Ley 36 de 1939; Decretos 1959 de 1939, 645 de 1939, 96 de 1940, 1727 de 1940, 808 de 1941, 578 de 1941, 2801 de 1942, 2290 de 1942, 25 de 1947; Resolución 639 de 1944; Ley 45 de 1946; Decreto 550 de 1946; Ley 32 de 1948; Decreto 939 de 1950 y Decreto 1174 de 1950 (1989: 20).

7 En este artículo se habló por primera vez de dosis personal.8 A cuyos archivos el investigador no pudo tener acceso.

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SEGUNda EtaPa

Puede definirse una segunda etapa a partir de la expedición del Decreto 1188 de 1974, conocido como el primer “Estatuto de Estupefacientes”, a través del cual, se integró lo discutido desde la Ley 11 de 1920 hasta ese momento, armonizando desde el punto de vista jurídico, la heterogeneidad de las concepciones que se tenían sobre lo que se entendía por “fármaco” o “droga”, “drogas” o “sustancias que producen dependencia física o psíquica”, “dependencia” o “fármaco-dependencia”, “dependencia física”, “dosis personal”, “dosis terapéutica” y “plantación” (Ley 118 de 1928. Principios Generales).

Adicionalmente, se creó el Concejo Nacional de Estupefacientes (CNE), como entidad encargada de dar cumplimiento a este Estatuto -y me atrevo a decir-, que representaba una visión más clara del gobierno frente al abordaje de este fenómeno; de hecho, el CNE, estuvo integrado por las carteras de: Justicia, Salud Pública, Educación, Procuraduría, Jefe del DAS, Director General de la Policía, de Aduanas y del ICBF; lo que puede interpretarse, como una preocupación interdisciplinaria sobre un asunto polifacético-multifactorial.

Este Estatuto de Estupefacientes, reguló lo concerniente a las campañas publicitarias y programas educativos relacionados con la producción, el tráfico y el consumo de drogas o sustancias que producían dependencia física o psíquica; exigió, que los mensajes fueran sustentados científicamente y que todas las radiodifusoras y canales de televisión del país, transmitieran las campañas destinadas a combatir este fenómeno y que éstas campañas, deberían tener el aval del Ministerio de Salud (arts. 8-12). Así mismo, estipuló lineamientos frente al consumo de alcohol y otras sustancias de uso ilícito como el tabaco, entre las que pueden destacarse lo respectivo a las etiquetas y a las advertencias a los consumidores frente a su nocividad (“el alcohol es una sustancia perjudicial para la salud” (art. 16) y “el tabaco es nocivo para la salud” (art. 18)).

Otras disposiciones consideradas dentro del Estatuto, tenían que ver con el control de fabricación y distribución de sustancias que producían dependencia física o psíquica, la tipificación de los delitos relacionados con estas drogas y que venían discutiéndose años atrás, la destrucción de las sustancias incautadas y el tratamiento y rehabilitación de los fármaco-dependientes con el propósito de lograr su reinserción como personas útiles a la comunidad, a través de programas de prevención, tratamiento y rehabilitación en centros públicos y privados, destinados para tal función.

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Federico Cárdenas Jiménez

En marzo 21 de 1984, el Decreto 669, clasificó como contravenciones el comercio, porte o almacenamiento sin justificación “de gasolina, explosivos o elementos químicos tales como acetona, éter, ácido sulfúrico, ácido clorhídrico, solventes, disolventes, carbonato liviano y otros similares, empleados en la fabricación de sustancias susceptibles de producir adición psíquica o física” (Decreto 669 de 1984).Un mes después, el gobierno nacional, asignó a la Justicia Penal Militar, mediante el Decreto 670, la competencia para conocer los delitos relacionados con narcotráfico, sobre todo en los departamentos de: Caquetá, Huila, Tolima y Meta. Transcurrido un mes, mediante el Decreto 1060 de mayo 5 de 1984, el gobierno, complementó el control sobre los estupefacientes, extendiendo las medidas al transporte marítimo, fluvial, terrestre y aéreo, señalándole la competencia contravencional a los gobernadores, intendentes y comisarios; basando su procedimiento en la Ley 2ª de 1984, autorizando a la destrucción de pistas de aterrizaje.

Diez días después, mediante el Decreto 1042, el gobierno, generalizó para todo el país, la competencia de la Justicia Penal Militar para conocer los delitos sobre estupefacientes. Posteriormente, el Decreto 3065 de diciembre 14 de 1984, reglamentó el transporte de hidrocarburos y sus derivados, concordante con el Código del Petróleo (D-1056 de 1953) y la Ley 1ª de 1984, en lo relacionado al uso de estos materiales para el procesamiento de estupefacientes. En febrero del siguiente año, mediante la Resolución 00168, el gobierno, reglamentó la distribución, transporte y comercialización de hidrocarburos y sus derivados, señalando la competencia a los gobernadores, comisarios, intendentes y al alcalde mayor de Bogotá (Ibíd.: 21).

En septiembre del mismo año, a través del Decreto 2689, el gobierno nacional, devolvió la competencia a la justicia ordinaria para conocer los delitos relacionados con estupefacientes. Un año después (diciembre 17 de 1986), a través del Decreto 3665, el gobierno nacional, dictó medidas sobre control y tráfico de estupefacientes mientras subsistiera la turbación del orden público. Dichas medidas tenían que ver, con que, tanto las unidades especiales de las fuerzas militares, como las de la policía nacional, destinadas al control de estupefacientes, podrían desarrollar procedimientos para “…inutilizar pistas de aterrizaje, destruir plantaciones de marihuana, coca y adormidera en los casos previstos por la Ley 30 de 1986” (art. 2) y adicionalmente, que las mismas autoridades, en los casos tratados por ésta ley y en el art. 2 de este decreto, estarían facultadas “…para destruir los insumos químicos y demás sustancias que se hayan utilizado en el procesamiento de estupefacientes” (art. 3).

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En ese mismo año, mediante el Decreto 3667, el gobierno, facultó nuevamente a los comandantes de las unidades operativas, bases navales y aéreas para, previos indicios de vinculaciones con el tráfico de estupefacientes, suspender las licencias al personal aeronáutico, marítimo, fluvial y terrestre y los permisos de operación en aeródromos o pistas, puertos, muelles o terminales marítimos, fluviales y terrestres.

Dos días después, por medio del Decreto 3671 de diciembre 19 de 1986, se complementó el Decreto 1042 de 9/84, relacionado con disposiciones sobre competencia y procedimiento en materia de narcotráfico, para que los Comandantes debBrigada, Fuerza Naval, la Base Aérea “Germán Olan” y el Comando Unifica el Sur, tuvieran conocimiento y juzgamiento de los delitos de estupefacientes en cuanto se refiere a cantidadesy calidades y delitos conexos.

tErCEra EtaPa

Comenzó a partir de la expedición del nuevo Estatuto Nacional de Estupefacientes o Ley 30 de enero 31 de 1986, en el cual, se recogieron todas las normas dispersas y enumeradas atrás desde 1984 y por primera vez, se definió una terminología sobre la cual se legislaría en esta materia; para ello, este estatuto determinó en su art. 2, lo que en adelante se entendería por: droga, estupefaciente, medicamento psicotrópico, abuso, dependencia psicológica, adicción o drogadicción, toxicomanía, dosis terapéutica, dosis para uso personal, precursor, prevención, tratamiento, rehabilitación, plantación y cultivo.

Para efectos de esta investigación, interesa la definición que estableció la Ley 30, sobre la dosis personal:

Es la cantidad de estupefacientes que una persona porta o conserva para su propio consumo. Es dosis para uso personal la cantidad de marihuana que no exceda de veinte (20) gramos; la de marihuana hachís que no exceda de cinco (5) gramos; de cocaína o de cualquier sustancia a base de cocaína que no exceda de un (1) gramo, y de metacualona, la que no exceda de dos (2) gramos. No es dosis para uso personal, el estupefaciente que la persona lleve consigo, cuando tenga como fin su distribución o venta, cualquiera que sea su cantidad (Ley 30 de 1986, art. 2, literal j).

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Federico Cárdenas Jiménez

Sin embargo, esta última aclaración fue detallada en el art. 4 del Decreto 3788 de 1986, al decir que:

Cuando la cantidad de estupefacientes no supere la indicada como dosis para uso personal y se tenga para su distribución o venta, la conducta del sujeto activo se sancionará conforme a lo previsto en el art. 33 de la Ley 30 de 1986.

Por su parte, el art. 5, expresa:

Cuando se trata de sustancia estupefaciente distinta de marihuana, hachís, cocaína o metacualona, el Instituto de Medicina legal determinará la cantidad que constituye dosis para uso personal.

En relación a la Ley 30 de 1986, su art. 3, habló claramente de limitar sólo a fines médicos y científicos el uso de los estupefacientes (no de las drogas, debido a que ya estaba claro para la Ley, que los primeros eran los que producían dependencia).

Por otro lado, reconoció al Consejo Nacional de Estupefacientes (CNE), como el ente encargado de definir las drogas y medicamentos que podrían importarse, producirse y formularse en Colombia (art. 4), así como de reglamentar el control de las áreas donde se cultivaran plantas para la obtención o producción de drogas (art. 5), autorizar la posesión de semillas, de las que se produzcan sustancias estupefacientes (art. 6) y reglamentar el cultivo de plantas, de las cuales se produzcan sustancias estupefacientes, así como su consumo por parte de poblaciones indígenas, de acuerdo con los usos y prácticas derivadas de su tradición y cultura (art. 7).

Fue característico de este estatuto, que centralizó lo concerniente a las campañas preventivas, programas educativos y la comercialización de bebidas alcohólicas y del tabaco (ver Cap. II y III); que delegó al Ministerio de Salud, las funciones de control a la importación, fabricación y distribución de sustancias que producían dependencia; y una atribución especial, de regular a los profesionales en medicina quienes eran los encargados, tanto de formular drogas y medicamentos clasificados por el Ministerio de Salud, como del control especial por sus potencialidades de adicción, a personas farmacodependientes, por ello, tendrían la obligación de remitir dicha información al Fondo Rotatorio de Estupefacientes, adscrito al Consejo Nacional de Estupefacientes, que a su vez, estaba adscrito al Ministerio de Justicia.

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Es de anotar que, fue evidente la preocupación del gobierno por controlar este fenómeno, pero que no era lógico que quisiera centralizar la información que de los farmacodependientes emitieran los médicos, con el objetivo de llevar un Registro Nacional de Farmacodependientes (art. 27), cuando el ente que tenía el máximo poder de decisión era el Ministerio de Justicia, no el Ministerio de Salud y cuando además, el Consejo Nacional de Estupefacientes, estaba compuesto por: los Ministerios de Justicia, Defensa, Educación, Salud Pública, Relaciones Exteriores, Director Nacional de Estupefacientes, Procuraduría, DAS, Dirección de Policía Nacional y el Fiscal) (Cap. IX) y que, los temas tratados allí, serían reservados al presidente o a los miembros de dicho consejo.

Este estatuto, concentró también la legislación en cuanto a delitos y contravenciones, vistos años atrás (Cap. V y VI respectivamente) y el procedimiento para la destrucción de plantaciones y sustancias incautadas (Cap. VII).

Respecto del tratamiento y rehabilitación, asumió como objetivo principal de estos procesos, que el farmacodependiente fuese reincorporado como persona útil a la comunidad (art. 84), para lo cual, estipuló que, en todos los departamentos, intendencias, comisarías y en el distrito especial de Bogotá, funcionará un Consejo Seccional de Estupefacientes, integrado por el respectivo gobernador, intendente, comisario o alcalde mayor (en el caso de Bogotá), los secretarios de salud, educación, procurador regional, Director seccional DAS, comandante de policía del lugar, Director regional ICBF y Jefe de Oficina de Medicina Legal, dejando claridad sobre el hecho de que cada consejo seccional, podría integrar a otras personas según fuera aprobado previamente por el CNE y que el Fondo Rotatorio, financiaría los programas de prevención, control y asistencia en materia de farmacodependencia (art. 30).

Al finalizar ese año (1986), en diciembre 31, a través del Decreto 3788, el gobierno nacional, hizo unos ajustes conceptuales a la Ley 30, al especificar, por ejemplo que, cuando se hablara de adicción o drogadicción, se haría referencia, tanto a la dependencia física, como a la psíquica; que cuando se mencionara la palabra planta, se evocaría, no sólo el ser orgánico que vive y crece, sino el que ha sido arrancado de la tierra o del cual se conservaran sus hojas y que, respecto de aquellas plantas de las cuales puedan extraerse sustancias estupefacientes, es decir, que crean dependencia, se consideraría que 100 gramos de hojas de coca en promedio, corresponderían a una planta y que 200 gramos de hojas de coca, podrían producir un gramo de cocaína.

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De otro lado, se establecieron otras definiciones como: “materia prima o droga de control especial”, “precursor o sustancia precursora”, “medicamento” y “medicamento de control especial” (art. 7).

El Decreto 3788, demostró un gran interés por los consejos seccionales, a los que empoderó para desarrollar las campañas que fuesen necesarias y convenientes en las regiones para impedir el narcotráfico y evitar que la población juvenil resultase víctima de la farmacodependencia y que estas actividades, serían sometidas semestralmente a evaluación por parte del CNE, el cual recibiría informes mensuales de desarrollo de actividades. Su art. 14, aclaró que la secretaría de los consejos seccionales de estupefacientes, estaría a cargo del respectivo Jefe del Servicio Seccional de Salud y que estos consejos, conformarían comités cívicos integrados por: los gremios, la prensa, los sindicatos, asociaciones de padres de familia, la Iglesia, los educadores y otros miembros de la comunidad (art. 15) y que estos, se encargarían de implementar acciones cívicas contra la producción, el tráfico y el consumo de drogas.

Así mismo, este decreto, enfatizó en que toda institución educativa debería desarrollar semestralmente campañas de prevención que llevaran a constituir y fortalecer organizaciones juveniles e infantiles; del mismo modo, tendría que poner a circular la información relacionada con la farmacodependencia en niveles de primaria, secundaria, media vocacional y no formal, y serían los secretarios de educación en cada ente territorial, los responsables del desarrollo de los programas de prevención directamente o a través de los consejos seccionales de estupefacientes.

En lo que tiene que ver, con las universidades públicas y privadas, deberían estructurar un servicio obligatorio y gratuito de consultorías clínicas para la atención del farmacodependiente (entiéndase bien, que la mirada clínica prevalece en esta legislación).

Por medio del Decreto 1202 de junio 30 de 1987, el gobierno creó la figura de Juzgados Especializados en las ciudades de Cúcuta, Ibagué, Neiva, Popayán, Tunja y Valledupar, y les asignó la competencia para conocer entre otros delitos, los relacionados con los estupefacientes y que son descritos en los arts. 32, 33, 34 y 35 de la Ley 30 de 1986.

En el Decreto 1203 de junio 30 de 1987, por medio del cual, se dictaron disposiciones sobre competencia y procedimiento en materia de narcotráfico, el presidente de

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esa época Virgilio Barco, volvió a dar competencia a los Jueces Especializados para conocer las conductas establecidas en la Ley 30 de 1986, en los arts. 32, 33, 34 y 35, complementando así, los Decretos 1806 de 1987 y 466 del año en mención.

Adicionalmente, estableció que quienes fueran procesados por dichos delitos (Ley 30 de 1986, en los arts. 32, 33, 34 y 35), no tendrían derecho a la libertad provisional, ni a la condena condicional (art. 4 Decreto 1203 de 1987).

En el Decreto 1198 de junio 30 de 1987, el gobierno, elevó a la categoría de delito, la contravención descrita en el artículo 64 de la Ley 30 de 1986 y las demás previstas en los literales b), c) y d) del artículo 65 de la misma, las cuales serían sancionables con pena de prisión de tres a diez años, además, dio el aval para que unidades especiales de las fuerzas militares y la policía nacional, destinadas al control de estupefacientes, desarrollaran procedimientos de inutilización de pistas, destrucción de plantaciones de marihuana, coca y adormidera, siempre y cuando, las operaciones fuesen realizadas en la zona rural (art. 2).

En adelante, la discusión jurídica nacional, se daría en torno a las libertades del ser humano y a los límites que tiene el Estado colombiano de intervenir dichas libertades y el espacio para ello, fue a través de la sentencia C-221 de mayo 5 de 1994, dictada por la Corte Constitucional, siendo, uno de los tantos casos a este respecto, que son subestimados por los medios de información y comunicación, en tanto formadores de opinión.

Esta sentencia ha sido una de las más polémicas de los últimos tiempos, de hecho, se discuten artículos de la Constitución Nacional como el 5º, en el que el Estado, da prioridad a los derechos inalienables de la persona; el 16, en el que se reconoce el derecho que tiene toda persona a desarrollar libremente su personalidad, sin más limitantes que los derechos de sus congéneres y el orden jurídico; el 28, en el que se reconoce a toda persona como libre y se ratifica que en ningún caso, podrá haber detención, prisión ni arresto por deudas, ni penas y medidas de seguridad imprescriptibles; el 29, en el que se asegura el debido proceso a toda persona que no podrá ser juzgada, sino conforme a leyes preexistentes al acto que se le imputa, ante juez o tribunal competente y con observancia de la plenitud de las formas propias de cada juicio; el 34, en el que se prohíben las penas de destierro, prisión perpetua y confiscación; el 37, donde se permite a toda persona reunirse y manifestarse en

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público y pacíficamente; el 49, en el que se destaca que toda persona tiene el deber de procurar el cuidado integral de su salud y la de su comunidad; el 95, en su numeral 1, donde dice que, se deben respetar los derechos ajenos y no abusar de los propios; y el 366, en el que, se estipula que el bienestar general y el mejoramiento de la calidad de vida de la población, son finalidades sociales del Estado.

Será objetivo fundamental de su actividad, la solución de las necesidades insatisfechas de salud, de educación, de saneamiento ambiental y de agua potable, que se relacionan, no sólo con las condiciones individuales de las personas, sino con la infraestructura con la que cuenta el Estado para satisfacer las necesidades en salud de los ciudadanos.

Adicionalmente, fue un ciudadano en ejercicio de la acción pública de inconstitucionalidad, quien solicitó a la Corte, que declarara inexequibles el literal j, del art. 2 de la Ley 30 de 1986 y el art. 51 de esa misma ley9; y fue un voto el que marcó la diferencia en esta sentencia (en una relación de 5 a 4), por lo que bien interesa conocer, no sólo el encuentro argumentativo de las partes en cuestión, sino también, reflexionar acerca de la necesidad que, los medios de información y comunicación, conozcan los presupuestos argumentativos y promuevan un conocimiento acerca de las condiciones necesarias para ser ciudadano, en las que se configura un sentido de ciudadanía y se asume la figura del Estado Social de Derecho, con base en la Sentencia C-221 de mayo de 1994, la cual, será discutida en otro momento.

CoNClUSiÓN

Esta revisión da cuenta de la dinámica jurídica que el tema de la dosis mínima tuvo en Colombia hasta el momento en que la Corte Constitucional, emitió la sentencia C-221 de mayo 5 de 1994. Es todo un recorrido por coyunturas jurídicas, que se desarrollaron con base en coyunturas sociales en torno al tema de los estupefacientes en el país y que permite ver claramente que, en ningún momento el gobierno nacional, abordó de manera integral esta situación que, según lo muestra la misma ley, fue minuciosamente problemática, llena de detalles y de acciones “pequeñas” orientadas al control y a la persecución; y que por esta razón, de manera paulatina, se convirtió en todo un fenómeno socio-cultural sin precedentes.

9 Por cierto, fue este mismo ciudadano, quien en 1997, demandó por inexequibilidad a diez de las once estrofas del Himno Nacional y las normas que lo adoptaron oficialmente (art. 1 de la Ley 33 de 1920 y 4 de la Ley 12 de 1984).

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Es claro también, que la legislación revisada da cuenta de un sesgo jurídico hacia los derechos del Estado y del deber ser del ciudadano que, desde los derechos inherentes al ciudadano; es decir, el hecho que a un consumidor de sustancias ilegales, se le dé radicalmente el carácter de enfermo que debe ser tratado como tal e internado para su tratamiento, da muestra de la unilateralidad de este abordaje.

Asimismo, es evidente el fortalecimiento de la capacidad jurídica y aprensiva de la fuerza pública, como reflejo del sesgo jurídico.

Esta información es clave para que los medios de información y comunicación entiendan el contexto histórico-jurídico en que se adoptaron estas medidas y puedan hacer una posterior revisión analítica de la mencionada sentencia C-221.

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Pablo Amaringo. Análisis y comentarios de su obra

PaBlo aMariNGo. aNÁliSiS Y CoMENtarioS dE SU oBra

HUGO FERNANDO TANGARIFE PUERTA*

Recibido: 18 de julio de 2011Aprobado: 7 de noviembre de 2011

“Nuestro mundo, que creemos ser único y absoluto, es solo un mundo dentro de un grupo de mundos consecutivos. Y aunque hemos sido condicionados para percibir únicamente

nuestro mundo, efectivamente tenemos la capacidad de entrar en otros, que son tan reales, únicos, absolutos y absorbentes como lo es el nuestro” (Castaneda, 1979: 24).

“El hombre siempre ha tratado por diferentes caminos de conjurar, de suscitar la presencia, de lo que oscuramente -y a falta de mejor palabra- califica como “sagrado” y el arte ha sido siempre la herramienta o el puente para realizar esta búsqueda: con

oraciones, blasfemias, imprecisiones, o visualmente con estatuas, pinturas, espacios cerrados, cuevas, altares o también con sonidos, ritmos y cánticos dentro del mundo que

llamamos música”Fernando de Szyszlo.

* Hugo Fernando Tangarife Puerta. Maestro en artes plásticas. Candidato a Magister en Culturas y Droga de la Universidad de Caldas. Email: [email protected].

cult.drog. 16 (18): 167 - 175, 2011ISSN 0122-8455

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Hugo Fernando Tangarife Puerta

rESUMEN

Este artículo busca acercarse a los planteamientos estéticos del pintor peruano Pablo Amaringo, a través de la observación y análisis de sus obras, teniendo en cuenta sus raíces indígenas y la relación intima con el yagé.

Palabras clave: arte, chamanismo, imagen, ritual, visión, yagé.

PaBlo aMariNGo: aNalYSiS aNd CoMENtS aBoUt HiS WorK

aBStraCt

This article pretends to approach the aesthetic view of the Peruvian painter Pablo Amaringo through observation and analysis of his work, taking into consideration his indigenous roots and the intimate relationship with yagé.

Key words: art, shamanism, image, ritual, vision, yagé

iNtrodUCCiÓN

Artistas como Pablo Amaringo, Domingo Cuatindioy1 y Juan Bautista Agreda2 han llevado el arte visionario a posiciones importantes en el ámbito artístico mundial. Los dos últimos han incursionado a partir de sus propuestas en importantes eventos artísticos como los salones regionales y nacionales de artistas, además de haber expuesto en diferentes salas del mundo.

Pablo Amaringo (1938-2009), fue uno de los pintores peruanos más importantes de los últimos tiempos, llegando hacer reconocido a nivel mundial por su gran talento artístico, relacionado con un importante conocimiento sobre prácticas ritualísticas asociadas con el yagé3 (Banisteriopsis caapi). Sus pinturas además de ser interesantes obras de arte, son documentos significativos donde pueden apreciarse la 1 Médico tradicional y artista de la cultura Inga. Putumayo.2 Médico tradicional y artista de la cultura Kamsá. Putumayo.3 El yagé es una bebida amazónica compuesta básicamente por dos plantas: el bejuco y la chagropanga (Banisteriopsis

caapi y psychotria Viridis).

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Pablo Amaringo. Análisis y comentarios de su obra

gran diversidad cultural, zoológica y botánica de la región amazónica. Las pinturas se constituyen de esta forma en instrumentos informativos importantes para el conocimiento de determinada región y cultura, teniendo en cuenta, que el artista siempre procuró llevar el detalle hasta un alto nivel realista. Lévi-Strauss afirma: “(…) para interpretar correctamente los mitos y los ritos (…) es indispensable la identificación precisa de las plantas y de los animales que se hacen mención, o que son utilizados directamente en formas de fragmentos y despojos” (Lévi-Strauss, 1990).

El contexto en el que se encontraba Amaringo le permitió abordar directamente dinámicas referentes a su condición de chamán y artista, y todo esto lo demuestra con gran virtuosismo en todas sus obras. Luis Eduardo Luna4 dice que Amaringo asumió el papel de chamán por varios años. “…7 años practicó como vegetalista5 pero a raíz de una crisis espiritual dejó de ejercer” (Luna, 1996: 50). Esta experiencia lo llevo a conocer directamente las dinámicas rituales con todas sus connotaciones simbólicas, descubriendo además las principales plantas medicinales de su región.

El artE ViSioNario

El arte visionario está relacionado específicamente con el resultado plástico de las visiones e imágenes surgidas a partir de experiencias directas con enteógenos. Estos artistas logran ver e interpretar sus prácticas a partir de conocimientos surgidos desde el interior mismo, y relacionarlo con imágenes del trasegar cotidiano, característico del mundo.

El arte visionario hace parte de una amplia concepción visual y plástica relacionada con la interpretación de fenómenos naturales que se relacionan con creencias culturales propias constituyéndose y transformándose a partir de experiencias con su entorno, en este caso la selva con todas sus connotaciones mágicas y ritualísticas que posee. Estos espacios agrestes de gran dinamismo y belleza están relacionados con los ritos, los que, a su vez, surgen como expresión vital de estos pueblos, convirtiéndose en una necesidad innata importante para crear, mantener y conservar los mitos y costumbres a través del tiempo, como nos dice Ariel James: “El mito es generalmente la realidad, la realidad es casi siempre el mito” (James, 2004: 15). El ritual de esta

4 Luis Eduardo Luna, publicó junto con Pablo Amaringo el libro llamado Ayahuasca Visions. The religious Iconography of a Peruvian Chaman. 1991.

5 Según Luis Eduardo Luna, este término se refiere al origen de su conocimiento, debido a que este proviene del espíritu de ciertas plantas (vegetales) que son las verdaderas maestras del chamán. (Luna, 1996: 12).

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forma se constituye como una especie de acoplamiento sensitivo con la naturaleza desde estados modificados de conciencia.

Las representaciones del arte visionario están cargadas de un fuerte simbolismo, ninguna se justifica por sí misma. Todos los componentes están allí por una motivación específica, y cada una es parte indispensable de toda la unidad. Estas manifestaciones artísticas han estado relacionadas siempre con el hacer del chamán, que gracias a un frecuente estimulo de la imaginación por el contacto con otras dimensiones perceptivas y el afán de comunicar sus experiencias visionarias representa a través de símbolos o códigos sus relaciones con animales de “poder”, plantas y espíritus. “(…) Siempre y en todas partes del mundo, ha existido una relación estrecha entre el chamanismo y el arte, y en algunas tribus el chamán incluso sigue siendo un artista o un artesano consumado” (Dolmatoff, 1990: 50).

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Esta corriente artística se ha sostenido a través del tiempo como expresión importante de los pueblos indígenas, en este caso el chamán o el taita, es el responsable de transmitir sus sensaciones a partir de representaciones vistas en el trance del yagé.

aNÁliSiS dE la oBra

La obra del pintor peruano Pablo Amaringo, se presenta a través de atmosferas surrealistas, donde el tiempo se transforma en complejas manifestaciones atemporales, no existe nada establecido, sólo imágenes documentales consistentes en contar historias mágicas donde todo es posible. “(…) Hay pues infinidad de imágenes; pero la invariante es un modelo del cosmos claramente estratificado diferenciándose cada estrato del otro por ciertas características únicas, sean personificaciones sobrenaturales benévolas o malévolas, el país de los muertos, los animales, plantas

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medicinales, música celeste, soles y lunas propias, más un gran número de otros aspectos” (Dolmatoff, 1990: 24).

Las visiones interpretan conjuntos de proyecciones generadas a partir de experiencias con el yagé, la composición trata de hallar un equilibrio entre la forma y un significado ilusorio, es decir, la representación figurativa actúa como un conector simbólico a la realidad, pero, a su vez la deja a un lado sutilmente para entrar a reflejar lo que verdaderamente se encuentra implícito en la composición. Otras realidades pertenecientes a un vasto sistema sensitivo. Las pinturas pueden estar concebidas desde el punto de vista del “ver”, tomando este concepto como el de la capacidad de entender quizás de una manera pragmática este tipo de percepciones. “(…) un aspecto fundamental de la práctica chamánica es no solo “ver”, sino saber contar lo que se ha visto, de tal manera que la gente también lo “vea” (…)” (Luna, 1996: 69).

El lenguaje pictórico de Amaringo trata de ofrecer un conocimiento de su cosmovisión para posibilitar así, la comprensión de las emociones y percepciones del ritual del yagé. No existe un orden secuencial en la estructuración y organización de las formas en el espacio, más bien, se constituye como un collage donde los elementos que componen la superficie tienen una intención y un significado especifico, cada escena representa una historia de “poder” donde se ven involucrados seres mágicos, animales mitológicos con características zoomorfas, ofídicas y ornitomorfas. “Los espíritus pueden adoptar la forma de varios animales -a menudo de extraordinarias proporciones- chamanes indígenas o mestizos, negros empresarios extranjeros, patrones del caucho, princesas de cuentos de hadas occidentales, ángeles con espadas de la iconografía cristiana, oficiales armados, doctores occidentales famosos ya fallecidos etc., o incluso, como se pueden ver en algunas de las obras de Pablo Amaringo seres extraterrestres de planos y sistemas solares distantes” (Luna, 1996: 76).

Las diferentes tonalidades de colores crean una atmosfera bastante dinámica, rica en texturas e impresiones profundas. En la mayoría de ellas aparece en primer plano el taita o chamán que se caracteriza por realizar una acción de sanación, de “limpieza”, de dolor, o de expulsión de espíritus maléficos a través de la purga (vomito y diarrea).

Los seres espirituales que hacen parte del imaginario colectivo de los habitantes de la selva amazónica aparecen constantemente en las composiciones, entre ellos: el chullachaki, las sirenas, el bufeo colorado, la sachamama, la yakumama, la yakuruna,

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Pablo Amaringo. Análisis y comentarios de su obra

el tunchi, la patasola, la madremonte, los duendes; todos relacionados además, con las llamadas plantas sagradas: el borrachero, el tabaco, los hongos, el yopo, entre otras. “El neófito cuando toma estas plantas está, en realidad incorporando algunas de sus cualidades, pareciéndose a ellas” (Luna, 1996: 60) Muchos de los dibujos tienen estas características de transformación, dando a entender la posibilidad de transmisión del “poder” de las plantas a los hombres. Estos seres tienen un rol importante en la configuración de su mundo e incide indudablemente en el comportamiento habitual.

La transmisión de estos mitos y leyendas hace parte de la conservación de su cultura, es por esto que, las pinturas de Amaringo han trascendido enormemente, la importancia que denotan repercute considerablemente en la preservación y subsistencia de la cosmovisión indígena.

Por otro lado, su técnica demuestra un gran virtuosismo, el manejo del color, el claroscuro y las formas inspiran sentimientos encontrados. El contraste entre las imágenes maléficas y malévolas repercuten innegablemente en la conciencia del espectador que se ve a sí mismo inmerso en sus propios dilemas. “… La emoción estética proviene de esta unión instituida en el seno de una cosa creada por el hombre, y por tanto, también, virtualmente por el espectador, que descubre su posibilidad a través de la obra de arte, entre el orden de la estructura y el orden del acontecimiento”

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Hugo Fernando Tangarife Puerta

(Lévi-Strauss, 1988: 45). Los acontecimientos reflejan rituales internos y externos, es decir, la observación de la obra podría constituirse como una reflexión propicia para estimular procesos emotivos que de alguna forma se ritualizan al entablar un dialogo sensitivo con la obra.

“…A mitad del camino siempre entre el esquema y la anécdota, el genio del pintor consiste en unir un conocimiento interno y externo, un ser y un devenir; en producir con su pincel, un objeto que no existe, como objeto y que, sin embargo, sabe crearlo sobre su tela…” (Lévi-Strauss, 1988: 25).

Lévi-Strauss, mediante esta cita sintetiza acertadamente las posibilidades que tiene el pintor de abrir nuevos caminos de conocimiento, dando a conocer diferentes formas de “ver” las múltiples realidades que nos rodean.

Para finalizar, cabe señalar que un factor de importancia para lograr un entendimiento y una comprensión cercana de estas obras, es conocer el contexto natural del artista con todas sus implicaciones simbólicas. El estar en contacto directo con el ritual es dar un paso importante que implica una relación de otro tipo, no como simple espectador, sino como parte dinámica y funcional de la obra, es decir, al observar las composiciones de Amaringo, existe un reconocimiento propio que repercute en un acto reflexivo de observación subjetiva, que se activa al ver el reflejo de nuestro

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Pablo Amaringo. Análisis y comentarios de su obra

propio ser inmerso en las profundidades del cuadro. La experiencia directa con el yagé permite entender de alguna forma las escenas representadas, debido a que a veces se presentan de forma repetitiva como queriéndonos recordar que hacemos parte de infinidad de mundos “reales” donde la intención o el intento es la llave que permite el acceso a reconocernos como parte de ellos.

BiBiloGraFÍa

Castaneda, C. (1979). Una realidad aparte. Bogotá: Fondo de Cultura Económica.Dolmatoff, R. (1990). Orfebrería y chamanismo. Un estudio iconográfico del museo del oro. Medellín:

Editorial Colina.James, J. (2004). Chamanismo. El otro hombre, la otra selva, el otro mundo. Bogotá: ICANH.Lévi-Strauss, C. (1988). El pensamiento salvaje. México: Fondo de Cultura Económica.Luna, L. (1996). Vegetalismo. Chamanismo entre los ribereños de la Amazonia Peruana.

Nota al editorVer también revista Colombiana de Antropología. XXIV. Bogotá. 1985

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Corridos al oleo

CorridoS al olEo

ELINA CHAUVET*

Recibido: 2 de junio de 2011Aprobado: 7 de julio de 2011

La primer alusión musical que recuerdo haber hecho en mi obra, fue en el año de 1999, esto sucedió en la Ciudad de Culiacán, Sinaloa, con una obra a la cual no titule, sin embargo, en la parte superior escribí: “Pareces amapolita cortada al amanecer”; en la obra aparece una mujer bonita de cuyo vientre emergen varios hombres, algunos muertos y otros armados, ella se sostiene en un pie sobre un cráneo del que surgen flores de amapola, en la mano izquierda sostiene una bandera de México y en la derecha la virgen de Guadalupe.

Al momento de realizar la obra, se vino repentinamente a mi memoria el pequeño verso de esta canción que escuchaba frecuentemente en el trayecto de mi casa a la escuela, cuando era niña y vivía en la ciudad de Camargo, Chihuahua México, esta canción la interpretaba Cornelio Reina, y para mí era música prohibida, debido a que en casa no se escuchaba música ranchera ni popular, prohibición hecha por mi padre amante de la música clásica, sin embargo, extrañamente mis recuerdos de Camargo siempre están acompañados de:

Ya vine de donde andabase me concedió, volvera mí se me a figuraba

que no te volvería a verPareces amapolita cortada al amanecer…

Mis recuerdos no están acompañados de Mozart, Beethoven, Mendelsson, o Bach, por decir algunos, a ellos los tenía a la mano, disponibles para escuchar, me eran permitidos.

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* Artista Mexicana. Correo electrónico: [email protected]

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Elina Chauvet

Esa linda mujer que pinte es Sinaloa, o mi visión de Sinaloa, un Estado hermoso y de una gran generosidad, su pie hace equilibrio sobre la muerte, y se sostiene con una sola pierna, una pierna fuerte que representa la fortaleza de sus habitantes, para no caer, también sus brazos como una balanza hacen equilibrio entre la fe y el patriotismo, los hombres que emergen de sus entrañas y que casi son expulsados de ella, son sus hijos, los del narcotráfico, los hermanos, primos, amigos, vecinos, a los que se le quiere y a veces no, pero que están ahí y son parte de ella.

Once años más tarde, esta pintura representa lo mismo, es tan actual como si la hubiese terminado de pintar ayer, el cual no es el caso de algunas otras obras que he pintado en años posteriores, algo parecido a sucedido con la obra que inicie en el 2006, año en que obtengo una beca del Fondo Estatal Para la Cultura y las Artes del Estado de Sinaloa, gracias a un proyecto en el que propongo pintar 10 obras basadas en corridos y narco-corridos interpretados por el grupo norteño Los Tigres del Norte, originarios de Mocorito Sinaloa.

Siendo de formación arquitecta, mis aspiraciones siempre fueron artísticas, y este momento se dio para mí en Sinaloa, originaria del estado de Chihuahua y radicada en ciudad Juárez hasta 1991, año en que cambió mi residencia a la ciudad de los Mochis Sinaloa, al siguiente año un doloroso acontecimiento familiar definiría mí producción artística: los sujetos y temas de interés, en mi obra.

Dicen que nadie es profeta en su tierra, pero también es cierto que conquistar un lugar en tierra ajena es difícil, y en alguna ocasión me sentí atormentada y culpable por ser una artista a la cual algunos colegas catalogaban de anecdótica, y sí, siempre fui culpable de serlo, por más que lo intente mi obra siempre terminaba contando una historia, y fue por eso que en cierta ocasión al escuchar un corrido interpretado por los Tigres del Norte, las imágenes no se hicieron esperar, sin embargo, lo que más llamó mi atención fue el alto contenido social de la letra, claro quién no ha escuchado “Contrabando y traición”, este legendario corrido que los hiciera tan famosos en los 80s, esto era lo único que yo conocía de ellos.

Intrigada por la letra que había escuchado y que narraba la historia de “José Pérez León”, un joven migrante que dejó a su familia para ir a Estados Unidos a trabajar encontrando allí la muerte; para mí, esta historia fue contundente, toda una revelación, esta música que me fue prohibida en mi infancia, contenía una temática con un alto interés para mí y mi obra, al investigar más sobre estos corridos descubrí

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Corridos al oleo

infinidad de temas de suma importancia del devenir del país, y para mi sorpresa, encontré una fuente informativa de muchos tópicos de los cuales la prensa no habla, entiendo muy bien que no todo es veraz, y que seguramente también hay mucho de imaginación. Sin embargo, para mí son una fuente de inspiración demasiado grande, como ellos y yo somos anecdóticos, por ende, hacemos una simbiosis casi perfecta, creo yo (esto para no pecar de egocéntrica).

Luego de escuchar y leer una buena cantidad de corridos interpretados por este grupo musical, me vi en la difícil situación de seleccionar los temas que pintaría, debido a que eran muchas las letras que me agradaban, sin embargo, quería hacer un balance entre los temas que propondría. Así que, seleccione temas políticos, sociales y obviamente de narcotráfico, las canciones seleccionadas fueron las siguientes: La neta de las Netas, Crónica de un cambio, Los tres gallos, El dolor de un padre, Pakas de a kilo, La reina del sur, Jefe de jefes, La bronco negra, Pedro y Pablo, Las mujeres de Juárez, Contrabando y traición y José Pérez León.

El hacerme beneficiaria de esta beca por parte del gobierno de Sinaloa, que por medio de estos estímulos reconoce el trabajo y la trayectoria de sus artistas, me permitió trabajar durante todo el 2006-2007, en el desarrollo de este proyecto, ya concluida la obra venia el enorme esfuerzo que representa para un artista el buscar el o los lugares en que será exhibida, y así poder cumplir su cometido como obra de arte.

Fue entonces que en el 2008, el Gobierno del Estado de Chihuahua, acepto mí propuesta de exhibir en mi tierra natal “La Neta de las Netas”, como titule a este proyecto, invitándome a formar parte del Cuarto Festival Internacional Chihuahua, cuyo país invitado ese año fue Brasil, y el Estado mexicano invitado, Sinaloa, mí exposición no se celebraría en la Ciudad de Chihuahua capital, sino en Casas Grandes Chihuahua, una pequeña ciudad al noroeste del Estado, y de la cual soy originaria, “La Neta de las Netas”, fue inaugurada el martes nueve de septiembre en la Casa de la Cultura Municipal Antigua Estación del Ferrocarril, para mi sorpresa la exposición fue inaugurada por el entonces presidente municipal y todo estuvo perfecto hasta el momento en que el presidente inicio el recorrido para ver la obra, y se encontró con el retrato del “Jefe de Jefes”.

Desde mi perspectiva, y conociendo perfectamente que el “Jefe de Jefes” era el narcotraficante: Félix Gallardo, actualmente preso; yo realice una lectura diferente en la obra, y pinte el retrato de un joven sicario, imaginando el poder que deben

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Elina Chauvet

sentir al tener en sus manos estas poderosas armas, R-15 o Cuerno de Chivo, por demás molesto, el presidente municipal, sin despedirse abandonó la exposición, al día siguiente me entero que el presidente municipal había sido amenazado de muerte.

En el 2008 inicia la guerra contra el narcotráfico, la violencia empieza a desbordarse, Chihuahua es militarizada “La Neta de las Netas” es censurada, y las puertas de la sala de exposición permanecen cerradas al público durante los 15 días que dura el festival.

La obra regresa a Sinaloa, ya que por más que solicite en Chihuahua el apoyo para exhibirla, no faltaron las excusas.

Fueron casi dos años que la obra permaneció guardada en mi estudio, casi oculta, culpable, silenciosa, los acontecimientos de los últimos años en el país la convirtieron en casi indeseable, la saque a la luz pública nuevamente, animada por una amiga fotógrafa, realizamos una corta exposición con el apoyo del museo arqueológico de Mazatlán y su joven director, inauguramos el 11 de Noviembre del 2010, y la obra se exhibió durante cinco días en una de las más cortas exposiciones individuales que ha tenido Mazatlán, por lo menos en los últimos diez años. Aún hay quien me reclama no haberla visto, debo decir que a diferencia de Casas Grandes, en esta ocasión el público fue numeroso, y la exposición resulto ser un éxito, agregue además un performance que si bien fue corto el tiempo que duro, impacto a muchos en su memoria.

En el verano del 2009, se me otorgó una beca en el Estado de Chihuahua para dar unos talleres de arte en una colonia de ciudad Juárez, llamada Arroyo del Indio, dirigida a población en estado de vulnerabilidad, durante este tiempo que viví en ciudad Juárez, la ciudad en la que solía vivir con mi familia, donde estudié y crecí, pude constatar el grado tan terrible de violencia en el que vivía su población, y al terror al que diariamente era sometida.

Una de las experiencias más fuertes que experimente, fue una mañana en la que acompañe a mi hermana y a su esposo a un centro comercial llamado Galerías Tecnológico, a realizar un pago de la factura de la luz, todo transcurría normalmente, entramos, mi hermana realizo el pago, y al momento de dirigirnos a la salida del centro comercial, y al momento en que se abrieron las puertas eléctricas, escuchamos un balazo y luego otro, todo empezó a transcurrir en cámara lenta, las personas que

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Corridos al oleo

entraban, y las que salíamos, nos paralizamos llego un momento en que no sabíamos si corríamos hacia adentro o hacia afuera, recuerdo la cara de una señora anciana que me miro como suplicándome que no la dejara ahí, en otro instante veo venir hacia mí a un hombre con un gesto que difícilmente olvidare, paso a mi lado con una pistola que sostenía con ambas manos, pero, apuntando hacia abajo y con el cuerpo un poco inclinado como escondiéndose, este era seguido por otro hombre también armado y con el mismo gesto que denotaba una gran tensión, a los pocos segundos se escucharon los cuernos de chivo, y entonces todos a correr hacia adentro, el pánico fue total, por instinto, mi hermana, mi cuñado y yo corrimos al mismo lugar del que recién acabábamos de salir, sentí alivio cuando vi a la anciana de quien en el momento de la huida me había olvidado, aguardamos hasta que no se escucharon mas disparos, es como si las personas ya supieran cuanto tiempo tenían que esperar para volver a salir, definitivamente lo saben.

Los hombres armados que pasaron a mi lado, hombres comunes, nadie en particular, nada los hacía diferentes de los muchos hombres con los que me podría topar al caminar en la calle de cualquier ciudad, sin embargo, sus armas los hacía, los disparos que habíamos escuchado seguramente ellos los habían disparado, el resultado de todo esto fue un hombre muerto a escasos metros de la salida del centro comercial, por las noticias al día siguiente me enteré que se trataba de un ex-policía, a los pocos días volví al lugar de la ejecución y tome impresiones de los impactos de bala en el pavimento, no como un recuerdo, porque ese lo tengo en la memoria, sino como un testimonio palpable de un hecho que pronto se extendería a otras ciudades del país.

A mi regreso de ciudad Juárez todas las emociones contenidas se desbordaron en una serie de piezas cuyo tema no podía ser otro que el narcotráfico, entiendo perfectamente que si fuera compositora seguramente todo lo vivido estaría escrito en uno o varios corridos, será muy interesante cuando dentro de algunos años se haga una revisión de la producción artística de los creadores del país en que todos hablamos del mismo tema, debido a que creo difícilmente que algún artista por lo menos en una ocasión no lo haya mencionado en su obra. Sin duda alguna en el área que más se reflejara es en la música popular.

Y no es de extrañar que surjan nuevos movimientos musicales populares con características propias de la juventud, debido a que ellos tienen un lenguaje y una visión diferente a las generaciones que les precede.

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Elina Chauvet

“La Neta de las Netas”, volvió a ser exhibida esta vez en la ciudad de Culiacán, con el apoyo de la Universidad Autónoma de Sinaloa, en la galería Frida Kahlo, se inauguró el 25 de Marzo y permaneció hasta el 25 de abril del 2011, fue inaugurada por el Director General de la Dirección de Extensión de la Cultura: Carlos Maciel Sánchez, y el Director de Artes Visuales, el artista Alejandro Mojica Díaz, al día siguiente y para pagar una manda fui a la capilla de Jesús Malverde, a depositar como ofrenda un catalogo de la exposición, debido a que, varios años antes había ido en compañía de mi amiga Claudia, luego de entregar la solicitud para este proyecto, para esta ocasión también fui acompañada de Claudia, quien pacientemente observó todo el ritual, y es que por supuesto no podía faltar la imagen de este popular santo en una de las obras “Pakas de a Kilo”.

Todo esto ejerce una fascinación para mí en términos artísticos, y jamás hubiese pensado que detrás de los corridos existiría todo un mundo de investigación, de antropólogos, sociólogos, catedráticos, estudiosos del tema a un nivel intelectual muy alto.

Supongo que en algún punto existe una convergencia que me incluye, y es mi visión como artista de donde parte el interés que siento por ellos, siendo claramente una ventana hacia el sentimiento y el pensar del pueblo que los canta en el momento que los vive, me parece que al juzgarlos como buenos o malos, su valor sigue siendo innegable.

Pintar corridos ha sido una experiencia muy gratificante, convertir música en un objeto visual que logra un diálogo entre la obra y el espectador, me parece que enriquece los dos géneros, no trato de enaltecer al narcotráfico, sino de ofrecer otra versión de lo ya dicho, creo que cada persona debe ser libre de sacar sus propias conclusiones. Así como el arte debe ser libre de ser expresado, ningún país pude presumir de democracia si reprime la libertad de expresión, debido a que en el arte se refleja el momento histórico del país en cuestión.

La próxima ciudad que visitará esta obra es Los Mochis Sinaloa, será exhibida en el Museo Regional del Valle del Fuerte, con el apoyo del Instituto Sinaloense de Cultura, es bien sabido que Los Mochis es la ciudad de donde es originario el gobernador Mario López Valdez Malova, quien ha sido fuertemente criticado nacional e internacionalmente, por haber tomado la mala decisión de prohibir los

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Corridos al oleo

narco-corridos , sólo espero tener la libertad de mostrar mi trabajo, logrado a base de mucho esfuerzo, pero que además, fue apoyado por el gobierno cultural del Estado, la verdad, sería verdaderamente ridículo prohibir ver Corridos.

Actualmente, estoy terminando otro proyecto de beca, otorgado también por el Fondo Estatal para la Cultura y las Artes del Estado de Sinaloa, esta vez fue beneficiado en su edición 2010-2011, el proyecto “Camelia la Tejana y su Dinastía Monarca”, esta obra habla de las reinas del narcotráfico.

No tengo la menor duda al respecto, mi obra seguirá hablando de los corridos y prohibidos o no siempre espero encontrar un lugar, y gente para compartirlos.

Hoy le canto a la concienciade un país que lleva a cuestas

crisis que vienen y vanno es un canto de protestade derecha ni de izquierda

es la neta y nada más1.

Nota al editorArtículo enviado especialmente para la revista Cultura y Droga a través del magister Luís Omar Montoya Arias. CIESAS, Peninsular, México.

1 Corrido de los Tigres del Norte.

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VI SImPOSIO INTERNACIONAL CULTURA Y DROGA

BIOéTICA, SALUD, ESPERITUALIDAD Y ETNICIDADES

mANIZALES, OCTUBRE 12-14 DE 2011

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Performance body paint “el cuerpo como vía de expresión”

PErForMaNCE

Los discursos se objetivan y se aplican sobre los cuerpos, a cada sociedad le corresponden determinados tipos de cuerpos. A una sociedad sustentada en el capitalismo como la nuestra, donde es fundamental la especialización del trabajo, generando una concepción difundida del hombre como “apéndice” de las máquinas, se necesitan cuerpos estándar, fácilmente intercambiables, cuerpos normales que no posean alteridad alguna. El cuerpo es reducido a fuerza de trabajo.

El cuerpo como vehículo de comunicación, como medio natural e inmediato del hombre, se convierte en la máxima expresión hoy y siempre de ideas, propuestas, sueños, ilusiones y un sin número de sentimientos. Expresiones corporales como el tatuaje se encontraron en un cazador neolítico congelado hace 5300 años. Nuestro propósito es transmitir un mensaje por medio del lenguaje universal del cuerpo, cuestionar las representaciones que cotidianamente se imponen y sutilmente se legitiman del significado del cuerpo, del arte, para contribuir a la transformación de estas; y qué es más significativo que el arte hecho cuerpo, el cuerpo hecho arte.

No es un tema nuevo, debido a que,  el hombre aplicaba diferentes pigmentos sobre su cuerpo para afirmar su identidad, y la pertenencia a su grupo; además, lo utilizaba para alejarse del grupo que no le satisfacía, y situarse en una nueva relación con su ambiente. Esta práctica ilustrada se convierte en un instrumento de transformación en el mundo moderno y contemporáneo, donde es común la

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Vi SiMPoSio iNtErNaCioNal dE CUltUra Y droGa.

PErForMaNCE BodY PaiNt “El CUErPo CoMo VÍa dE EXPrESiÓN”

Integrantes del Grupo Body Paint-Universidad de Caldas.Fotografía: Ginna Lizeth Beltrán

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VI Simposio Internacional De Cultura Y Droga Octubre 12 De 2011

representación del cuerpo como un objeto sexual, esta visión se impone inconscientemente en las estructuras mentales de los individuos que materializan tal significado en su accionar, pero la verdadera importancia radica en la reivindicación de la tendencia ancestral desde el arte como medio de expresión natural. Ha sido necesario personalizar algo tan perfecto como lo es el cuerpo, para expresarle a la sociedad un pensamiento diferente que comúnmente es presentado por los mass-media, la educación y el Estado. Evidentemente, el hombre se ha encargado de distanciar por su pensamiento maquiavélico la relación natural entre el cuerpo y el consumo de plantas sagradas, debido a los usos que se le han dado, pasan de ser Plantas Maestras, para convertirse en drogas amaestradoras que nos sumen en un estupor, haciendo soportable las condiciones a las que se enfrenta nuestro cuerpo. Drogas que en general son controladas por quienes detentan el poder, control que se ejerce ya sea de forma abierta con las drogas legales, o de forma clandestina con las drogas de carácter ilegal. Sin embargo, la intervención del hombre que con su discurso hegemónico se encarga de erradicar y fumigar no solo los territorios colmados de plantas sagradas, sino también, el pensamiento diferente y estrechamente relacionado con éstas, por eso se requiere, una postura crítica pero con argumentos culturales ancestrales de uso ritual y medicinal de las plantas.

Y es precisamente a través de cuerpos pintados de forma libre, que se expresa la naturaleza en abstracto, un juego de multiplicidad de colores, texturas, líneas y figuras con el fin de llegar a todos, y transmitir no un mensaje cargado de morbo por la desnudez de los cuerpos, sino, por la necesidad del uso cultural del cuerpo, la naturaleza de las plantas maestras y el arte, como rituales sagrados y vehículos de expresión.

Encarnar la poesía, adentrarnos al reconocimiento de un mundo material, en donde el verbo y la palabra son gesto y danza, nuestro Body Paint es un reencuentro con la sensualidad y la piel, con eso que inexorablemente nos hace sentir, hablamos con los sentidos, pensamos como praxis, y expresamos hoy una dimensión más que toma nuestros cuerpos, debido a que, como humanidad, somos culturas y drogas, y hoy estamos en pro de dicho reconocimiento.

Integrantes del Grupo Body Paint-Universidad de Caldas.Fotografía: Ginna Lizeth Beltrán

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Drogas entre adolescentes de Porto Alegre

droGaS ENtrE adolESCENtES dE Porto alEGrE, rio GraNdE do SUl, BraSil-SoB o PoNto dE ViSta BioÉtiCo

IVAN SÉRGIO FELONIUK1

Recibido: 9 de octubre de 2011Aprobado: 7 de noviembre de 2011

rESUMo

O presente trabalho é uma releitura da pesquisa feita para UMSA (Universidad de Museo Argentino), no primeiro semestre de 2011, sob orientação do professor: Jorge Ronderos Valderrama, a qual pesquisou as práticas e imaginários sociais sobre o uso de álcool e maconha por jovens entre 12 e 18 anos. A realidade do uso das drogas passou por mudanças ao longo dos últimos séculos, em especial nas últimas décadas, a dessacralização das drogas e sua passagem para o mundo laico como forma de prazer hedonista desvinculado do sentido, do valor original, agregado a uma sociedade em que o consumo é o “objetivo”, são as molas propulsoras ao grande consumo de drogas na sociedade ocidental, sejam elas legais ou ilegais, a esse consumo é dado uma visão lúdica de um lado e do outro são buscadas como a solução para os males gerados pela sociedade, como ansiedade, depressão, falta de perspectivas, não se dão conta nem a sociedade e nem o ser humano que a solução não é a droga, mas a revisão dos valores hedonistas que nos comandam. A seu turno cada sociedade escolhe a droga que lhe é própria e qual deve ser coibida. A forma de controle adotada com relação as drogas tem sido ineficaz, justamente por centrar-se nas conseqüências e não nas causas, não se estabelece uma relação bioética em termos de políticas públicas e relação social que leve em conta ao menos algum dos quatro princípios. Nossos adolescentes estão cheio de informações obtidas em internet, jornais, revistas, a questão básica não está em informar ou coibir, e sim rever os valores da sociedade, das famílias, da organização social, enfim num novo processo educacional e civilizacional.

Palavras chave: adição, adolescentes, álcool, bioética, drogas, educação maconha, políticas públicas, valores, violência.

1 Graduado em Direito. Universidade do Vale do Rio dos Sinos. Especialista em Ciências Penais pela PUCRS em 1997. Especialista em Projetos Sociais pela UFRGS em 2001. Cursando Especialização em Direito Público pelo IDC. Mestrando em Bioética pela UMSA. Pesquisador da UMSA em 2011 sobre drogas. Currículo Lattes em: http://lattes.cnpq.br/2802280180725397.

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Ivan Sérgio Feloniuk

iNtrodUÇÃo

O presente trabalho é uma releitura da pesquisa feita por mim e a Dra. Liselaine Marques para UMSA (Universidad de Museo Argentino), no primeiro semestre de 2011, sob orientação do professor: Jorge Ronderos Valderrama, no qual se pesquisou as práticas e imaginários sociais, sobre o uso de álcool e maconha por jovens entre 12 e 18 anos de Porto Alegre, Rio Grande do Sul, Brasil.Na presente releitura, partimos do quadro geral, de uma visão do mundo, e depois retomamos os levantamentos feitos em nosso trabalho inicial, atualizando e revisando conceitos e conclusões, para chegar a uma generalização ante ao que se observa em termos de bibliografia e dados nacionais e mundiais sobre o consumo de drogas, sendo o presente trabalho mais de teorização e construção de algumas idéias que prático como foi inicialmente.

Feitos esses esclarecimentos que os servem de justificativa ao presente ensaio, podemos ora introduzir algumas noções que temos sobre as drogas para depois trabalhar melhor ao longo do ensaio.É sabido que as drogas são tão antigas quanto o homem, mas embora tenham sido usadas de todas as maneiras, como remédios para cura de doenças, como veículo nas práticas xamânicas, ou mesmo como meio “lúdico” de convívio social, como forma de protesto contra um estado de coisas e aproximação a um meio “natural de viver”, nunca na história da humanidade as mesmas foram tão agressivas a essa, como agora.

A lembrar que no final do século XIX drogas eram usadas até mesmo nos bailes reais do Rio de Janeiro, havia fábricas de pasta de coca na Alemanha e outras partes da Europa que fabricavam cocaína e a vendiam como remédio, os refrigerantes eram produzidos a base dessa mesma coca.

Ao longo do século XX essa relação do homem com as drogas foi tomando novos rumos, ao ponto de se chegar ao que temos hoje. A droga, no Brasil, deixou as altas rodas sociais e entrou nas favelas, não apenas como meio de vida, mas como essencial à vida de uma série de seres que já não tem seu lugar no mundo a custa da desagregação familiar, e passa a ser consumida por pessoas cada vez mais jovens.

Aqui quando se fala em droga, se falam no álcool, na maconha, na cocaína, benzodiazepínicos, anfetaminas, etc., muito do que era “chique” a ponto de que os “bacanas” é que morriam de overdose seja com barbitúricos (Elvis Presley), ou uma

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Drogas entre adolescentes de Porto Alegre

mistura exótica de uísque com guaraná, digo, cocaína (Elis Regina), subiu o morro, e a overdose passa a ser coisa de pobre (crack e oxi). Não se fuma mais escondido dos pais, aliás, fumar é até normal, a idade para beber é cada vez mais cedo, para “pertencer” a um grupo tem de adotar as suas práticas senão não faz parte da tribo, gang ou bonde, como preferirem.

Os dados que temos são de assustar, o II Levantamento Domiciliar sobre o Uso de Drogas Psicotrópicas no Brasil, (2005), nos dá a noção de que as drogas são como uma verdadeira epidemia, a ponto de termos: 12.3% da população dependente de álcool, 10.1% é dependente de tabaco, 1.2% é dependente de maconha, 0.5% é dependente de benzodiazepínicos, 0.2% é dependente de estimulantes e a mesma porcentagem da população é dependente química de solventes.

As causas dessa epidemia são sociais, químicas, psicanalíticas, biológicas, afinal o que sabemos disso, José Fericgla, vai nos dizer que sabemos muito pouco, usamos termos inapropriadamente e não conceituamos corretamente os tipos e uso das drogas, Claude Olievestein, diz que muitas drogas são simplesmente uma escolha do tipo de sociedade, por exemplo, nos países muçulmanos enquanto o álcool é proibido a maconha é liberada.

Qual a interação da droga com a violência, será ela instigadora ou resultado, para tentar responder essa questão, seguimos os ensinos de Freud, analisando aquilo que ele nos traz e o que diz um de seus intérpretes, o psicanalista brasileiro Jurandir Freire Costa, com isso é que podemos analisar que a droga não é causa direta da violência, mas sim conseqüência dessa violência como instrumentalizadora da defesa de um poder estabelecido, e que combater as drogas na forma como os “Estados” vem fazendo é combater uma das conseqüências e não a causa da violência como parece ser o senso comum.

De outro lado, aonde se encaixa a Bioética no agir social e do Estado no trato a drogadição, outros questionamentos podem ser agregados a esses, como práticas nos levaram a isso, o que se pensa a respeito, quais as perspectivas, qual noção temos disso tudo, como encarar essa nova realidade, aonde vamos e aonde queremos chegar, e nesse caldeirão de coisas fazer o que, reprimir, tratar, prender, liberar geral e cair na gandaia e seja o que “Deus quiser”, como costumamos dizer, e aí “mano” qual o caminho, aliás, tem caminho, pois bem, é nesse mar de incertezas que iremos navegar nesse trabalho, procurando jogar luz sobre a discussão.

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Ivan Sérgio Feloniuk

iMPrECiSÃo CoNCEitUal

Os debates atuais em redor do tema “drogas” têm sido, quase que exclusivamente, policial, e mais precisamente liberação de que tipo de drogas ou não. Políticos, técnicos, advogados, juízes, promotores, jornalistas, tecem considerações do tema como se estivessem servindo um prato feito e não houvesse mais o que discutir e nem o que fazer.

Afinal de contas, quando falamos de drogas, é preciso conceituar o que é mesmo que entendemos sobre as mesmas, e quando falamos do viciado é preciso dizer quem é esse sujeito do qual falamos, aliás, cometi aqui uma impropriedade, no Brasil do politicamente correto se fala em “usuário”, o termo “viciado” ficou para o jogador compulsivo, o termo vício para o “fumante”.

O que se questiona é quem é esse usuário, e o que entendemos por usuário, viciado, traficante, “vapor”, “aviãozinho”, “soldados”. Liberar drogas, quais, porque, para quem, e porque se drogam. Para quem tudo sabe, isso já está respondido, será mesmo?

Josep Fericgla no artigo “El arduo problema de la terminologia”, diz textualmente:

“Es obvio que no se sabe qué hacer con las drogas. Ni con los que las usan. Ni tan siquiera se sabe cómo hablar de ello, que es más grave. En unas ocasiones, para defenderlas, se invoca a los placeres y ebriedades de tan difícil descripción. En otras ocasiones se apela a causas demasiado falsas, vagas e inexactas para atacar los psicotropos. Afirmar que la droga mata es tan necio como declarar que el agua ahoga o que las drogas iluminan.

Nuestros gobiernos, la burda prensa de masas y un aparente gran número de occidentales dicen estar contra el consumo de ciertas substancias psicoactivas. Bueno. Cuando uno se interesa por sus argumentos, descubre que su grosero bagaje lingüístico se limita al término drogas. Máxime lo amplían con las drogas matan o con un mal usado estupefacientes o narcóticos. Lo que queda así reflejado es la descomunal ignorancia y confusión que reina sobre nuestro tema, que mal conjuga con opiniones pretendidamente sólidas y con actitudes enjuiciadoras. Por ejemplo, hay la costumbre de hablar de alucinógenos como genérico de todas las substancias prohibidas cuando, en realidad, solo se conocen cuatro compuestos que sean literalmente alucinógenos y ninguno es de uso popular ni están perseguidos… porque no son usados por el pueblo llano (me refiero

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a la ketamina, escopolamina, hiosciamina y atropina). Así mismo, se habla de narcóticos para referirse, por ejemplo, a la cocaína o al MDMA cuando se trata de estimulantes del SNC. Sería, literalmente, como etiquetar de hortaliza al hígado de oveja porque ambos son alimentos y se desarrollan en el campo” (Fericgla, 2000: 3).

É preciso entender, por primeiro, que quando se fala em “drogas” esse termo é qualquer substância biologicamente ativa, ou seja, entra nessa classificação de uma inocente aspirina ao fármaco mais potente.

O correto então é dizer drogas legais ou ilegais, e aí nos situamos no campo correto e precisamente definido, mas isso é só o começo.

Existem drogas legais que tem potencial letal se utilizadas com abuso ou inadequadamente, e isso também não defini o usuário em si, porque esse pode ser “usuário” de droga legal e na qual se viciou (caso do alcoólatra, ou de quem é viciado em remédios para dormir), ou pode ser “usuário” de droga ilegal.

Conforme apontado na introdução, cerca de 12% da população brasileira é dependente de álcool, algo como a módica quantia de 22 milhões de pessoas (se considerarmos uma população de 190 milhões de habitantes), ora isso é mais que o dobro da população do Rio Grande do Sul, quase a metade da Colômbia (45.659.709 milhões conforme o Banco Mundial em 2009), é cinco vezes a população do Uruguai (3.344.938 conforme o Banco Mundial em 2009), ou seja, é um número assustador, mas paradoxalmente só nos preocupamos com o número de alcoólatras quando eles aparecem nas estatísticas de trânsito como “motoristas” (como atropelados são só números), ou nas páginas policiais como “assassinos”.

Os “tabagistas” no Brasil representam 10.1% da população, mas nos preocupamos com eles apenas nas estatísticas de câncer de pulmão ou quando tem um fumando ao nosso lado.

Agora, com o 1.2% da população que depende de maconha (algo como 2.28 milhões de pessoas), número expressivo, e pouco superior ao número de pessoas que se declara de umbanda (1% segundo o datafolha em pesquisa realizada em 2007).

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Agora, são esses pequenos percentuais, agregados ao número de dependentes de todos os demais tipos de drogas ilegais é que causam o “temor” social.

É claro, e seria cegueira negar os prejuízos que causam determinados tipos de drogas mais pesadas como cocaína, crack, heroína, LSD, oxi e merla, elas são capazes de destruir um ser humano em pouco tempo, por exemplo, o oxi mata em 1 ano e sua entrada em Porto Alegre foi descoberta em maio de 2011, assim como agora em setembro a polícia apreendeu produto para limpeza de teclado de computador que era vendido como droga.

Dito isso, aos nos preocuparmos com “drogas” no presente trabalho, estamos definindo com precisão nossa posição, nos preocupamos com aquelas substâncias, legais ou ilegais, mas potencialmente danosas ao ser humano e que são capazes de gerar “dependência” química, estando ligadas diretamente à violência, ao tráfico e a mortalidade; essa é a nossa preocupação central.

a droGa CoMo QUEStÃo CUltUral

“Un aspecto que ha puesto el tema en el centro de grandes contradicciones actuales, en diversas sociedades de los cinco continentes, es la división jurídica entre drogas prohibidas y legales. Esta división fundamentada en parte en algunos hallazgos científicos y médicos, ha concluido que existen” drogas adictivas “que atentan contra la salud pública, por lo que tales drogas se deben prohibir y perseguir hasta su extermínio total de la vida humana. Esto es desconocimiento e ignorancia crasa según se constata biológica, histórica y culturalmente. Las drogas entendidas como principio biológicamente activo, existen desde antes de la presencia de la especie humana en la isla cósmica y vital que hemos habitado. Están relacionadas con la transformación ecológica del planeta cuando surgieron las plantas angiospermas, hace aproximadamente 125 millones de años, plantas que casualmente contienen los alcaloides o drogas y de las cuales algunas sirvieron de alimentación de nuestros antecesores primatoides hace cerca de 8 ó 9 millones de años. Igual sucede con los hongos, que incluso pudieron existir también en periodos anteriores” (Ronderos, 2009: 1).

O professor Claude Oliveinstein, divide as drogas em cinco categorias: as euforizantes (como a heroína), as excitantes, das quais as anfetaminas e a cocaína são exemplos,

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as inebriantes como o álcool, as sedativas como tranqüilizantes, soníferos, e a quinta categoria que ele chama de ideológicas, assim ditas em virtude do debate que existe em torno delas, discutindo se são perigosas ou não, essas ele classifica em duas subcategorias; as alucinógenas (cogumelos, LSD) e a “cannabis”.

Ainda o refere em termos de senso comum teórico a opinião geral do público (ainda hoje, prevalente), de que se dermos uma droga a alguém ele se viciará, opinião essa que não tem sustentação, o traz o exemplo da guerra do Vietnã em que embora a maioria dos soldados americanos estivesse intoxicada com drogas pesadas ao retornarem para casa apenas uma pequena parte deles se tornou toxicômano, ou seja, ficou evidenciado que não somos iguais perante as drogas e muito depende das condições socioculturais em que se vive.

Sob certo aspecto essas mesmas considerações serão feitas pelo professor Fericgla, o qual exemplifica sua posição com diferentes acontecimentos, cita o exemplo do tabaco que era consumido pelos índios americanos para se atingir etapas espirituais, ou o exemplo da uva que no velho mundo é usada para extrair álcool que tem função espiritual na própria missa católica.

Mircea Eliade, que estudou os xamanismos nos traz vários exemplos como a cura xamânica feita pelos paviotsus da América, usando cachimbos.

Karina Malpica, em seu trabalho sobre o xamanismo, afirma que a planta usada pelos xamâs tem como características:

“1) las plantas se consideran sagradas; 2) son utilizadas en ceremonias o rituales específicos que sostienen y renuevan la cosmovisión del grupo cultural; 3) existe un mundo distinto a éste al cual se tiene acceso por medio de las plantas, en ese ámbito secreto de la existencia tienen lugar experiencias provechosas y se adquieren valiosos conocimientos; 4) el empleo de estas sustancias forma parte reconocida de la membrecía del grupo, o algún subgrupo significativo; 5) estas plantas pueden ser utilizadas por quienes tienen la habilidad para curar y para producir otras cambios en el mundo ordinario mediante su aplicación”.

O professor Roberto Garcia Salgado diz que:

“En efecto, la salud es una de las preocupaciones naturales y creadas entre cualquier grupo humano, y una de las posibles causas del consumo de drogas;

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por otro lado, la moral es un consenso que determina lo Bueno y lo malo de un colectivo, lo sano de lo insano, lo adecuado de lo inadecuado. Bajo esta concepción se han privilegiado los discursos medicalistas que, respaldados en los supuestos alfabetizados y su consecuente estatus social, han satanizado el discurso y la práctica de las drogas y de aquellos que las consumen, etiquetándolos como inconscientes, perversos, viciosos e insanos, entre otros calificativos” (Salgado, 2006: 3).

Por outro lado o professor, Jorge Alberto Yaría, alerta dos perigos das drogas, afirmando, por exemplo, que na Argentina a idade do consumo de álcool tem baixado cada vez mais, estando já na casa dos 12 anos a idade em que o consumo de álcool é iniciado, afirma o caráter epidêmico da drogadição, e que não existem drogas inocentes.

O mesmo professor Yaría relata que o comércio da droga produz um mercado de trabalho e de serviços, tanto um espaço de trabalho e serviços lícitos já que o Estado tem de recrutar mais gente para o combate, como um clandestino em que existem profissões ilegais nascidas para dar sustentação ao tráfico.

Segundo Yaría, jovens que começaram nas drogas, e aí incluído o álcool, antes dos 16 anos apresentam forte estado de deterioração mental, tem a saúde debilitada, aliás, alerta ele para a existência de uma cultura da droga em nossa sociedade, afirma a existência do “jovem crônico” como sendo aquele que já nasce dependente da droga para o resto da vida.

O professor Yaría, na sua obra A existência tóxica, o qual lista as estruturas das personalidades em risco são: a) Transtornos de conduta antissocial: personalidade que se desenvolve em um quadro familiar caótico; b) Transtornos ligados à vinculação afetiva: quadro que se desenvolve em virtude do isolamento afetivo, num quadro de apatia e indiferença, revelando-se desde a primeira infância; c) Depressão púbero-adolescente: pessoas que escondem o quadro de depressão e que se revelam depressivos pelos transtornos de comportamento.

Em séria advertência ao uso da maconha o professor A. Almeida Jr, em Lições de Medicina Legal, adverte que o uso da “cannabis sativa” dificulta a atividade ordenada, tanto somática como psíquica, causando distúrbios de percepção e do raciocínio, podendo de acordo com a quantidade consumida perder o viciado o controle de

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suas emoções o levando a reações violentas, ainda que sem ser provocado, alerta para a penetração da mesma nos meios estudantis e os problemas causados pela dependência nestes meios. Neste aspecto diverge do professor Olievenstein que classifica a “cannabis sativa”, como uma droga social e sem maiores repercussões física, ou seja, de um lado ou de outro existem posições antagônicas em jogo, e posições respeitáveis.

QUEM É o ViCiado

O professor Claude Olievenstein, na palestra realizada em Porto Alegre em 26 de setembro de 1987, afirma que durante a infância cria-se a personalidade das pessoas e que essa é um espelho, assim conforme a formação dada resultará em pessoas com o espelho bem formado e que se enxergam completamente, outras que poderão ter sofrido pequenos traumas terão a sua imagem arranhada no mesmo, e, ainda, existem aqueles que terão o espelho totalmente fragmentado, o que o professor chamou de espelho impossível.

Esse ponto parece consenso, as dificuldades que levarão a pessoa ao vício se formam lá atrás, na infância, uma má relação familiar, a presença de um pai que, na verdade, não traz a lei, mas é a presença constante de uma ausência, de uma mãe possessiva, causam a desestrutura que levam a falência da família e essa a do indivíduo.

“O serviço prestado pelos veículos intoxicantes na luta pela felicidade e no afastamento da desgraça é tão altamente apreciado como um benefício, que tanto indivíduos quanto povos lhes concederam um lugar permanente na economia de sua libido. Devemos a tais veículos não só a produção imediata de prazer, mas também um grau altamente desejado de independência do mundo externo, pois se sabe que, com o auxílio desse amortecedor de preocupações, é possível, em qualquer ocasião, afastar-se da pressão da realidade e encontrar refúgio num mundo próprio, com melhores condições de sensibilidade. Sabe-se igualmente que é exatamente essa propriedade dos intoxicantes que determina o seu perigo e a sua capacidade de causar danos. São responsáveis, em certas circunstâncias, pelo desperdício de uma grande quota de energia que poderia ser empregada para o aperfeiçoamento do destino humano (Freud, 1930). Freud, estando consciente disso ou não, estabelece uma ponte que é usada por psicólogos profissionais até os dias de hoje. Ele claramente considera o uso de tóxicos uma fuga da realidade, estabelece que esse tipo de relação

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sejas natural do homem e estabelece também que as drogas são de um alto nível de periculosidade para o aparelho psíquico do ser humano. Neste mesmo texto, Freud discorre longamente sobre as dificuldades dos seres humanos em tamponar seus instintos com o objetivo de viver harmoniosamente em sociedade. Tarefa essa extremamente difícil e que cobra dos sujeitos submetidos à cultura um alto preço. O autor compara o uso de tóxicos à religião como uma forma de lidar com as pressões vindas do aparelho psíquico na busca do prazer que vão à contramão das regras impostas pela sociedade” (Silva Bento, 2006).

Acrescento aqui, por primeiro a colocação do Professor Jurandir Freire Costa, que em sua obra Violência e psicanálise, refere o caso de um “jovem delinqüente” caracterizando como filho de mãe separada que o deixava aos cuidados de uma empregada e que foi currado aos cinco anos por garotos de um morro próximo de sua casa, local para onde foi levado por essa empregada tendo se perdido dela, ainda que foi induzido pela mesma empregada a fumar maconha e a ingerir bebidas alcoólicas, isso pelos 8 e 9 anos, que essa empregada foi demitida somente após a mãe o ver, por acaso bêbado, e que as babás seguintes não foram cruéis, mas também não conseguiram demonstrar afeto por ele, reporta muita a ausência do pai, o qual o visitou uma vez aos 12 anos e lembra de ter passado por essa idade cerca de 3 meses com o pai, relata dificuldades emocionais, ter trocado cerca de 19 vezes de colégio em curto espaço de tempo, em especial porque aí já começara seu forte envolvimento com drogas, enfim, o que Jurandir mostra com esse caso é a “violência” como fator importante de formação do drogadito, a desagregação familiar com influência, a ausência das funções materna e paterna como determinantes nessa formação.

Assim também em Drogas. SEM, as professoras Analice Gigliotti, Elizabeth Carneiro e Gisele Aleluia, por meio de exemplos de famílias desagregadas “pela droga” que a questão é que num mundo corrido em que não se tem tempo para nada, os pais esquecem do principal, de sua tarefa de educadores, de estabelecer o devidos limites e fronteiras, e com isso o resultado são “crianças sem noção de limites, adultos sem fronteiras, relações envoltas em caos” (2008, 50), vale dizer que esse caos é anterior a drogadição de um ou de vários membros da família, ou seja, a droga é a conseqüência e não a causa.

Isso faz com que nos perguntemos, mas quem é o doente, o viciado ou a sociedade, quem afinal de contas é que tem a patologia? O certo é que o viciado deve a sua formação a desagregação familiar ou a não adaptação social, não menos verdade é que se a família sofre pela desagregação, e o homem pela busca do prazer, o problema é social.

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Estamos diante de uma sociedade patológica. Yaría cita F. Dolto, e ensina que: “Se uma criança não recebe de alguma pessoa conhecida os elementos verbais sobre o que percebe, sua função simbólica será exercida na solidão...” (Yaría, 1995: 24), aqui Yaría diz que a solidão da criança é um problema que se instala não apenas pelos conflitos entre os pais, mas também pelo fato de que a nossa atual sociedade impôs condições sociais e culturais que acabam por afastar a criança dos pais, a nova divisão do trabalho trouxe para a criança uma grande perda, tendo o valor dessa como “esperança” sido tomado por outros valores ditados pela sociedade de consumo, valores mais efêmeros como realização e perfeição (estética do corpo, objetos, etc.).

“Los hombres modernos son gente que se han puesto a resguardo de revelaciones... Tenemos a nuestra homogénea y prosaica versión de la realidad y a nuestro estado interior cotidiano y sobrio por algo tan normal y normativo que todo el resto sólo es considerado como ilusión y desvarío. Nada habría para nosotros más perturbador que la irrupción de nuevas manifestaciones de un más allá que reclamara derechos de validez como cultura oficial” (Salgado, 2006: 5).

É necessário reconhecer que o “viciado” atual é fruto da sociedade e resultado de uma batalha de pelo menos 200 anos, as drogas em nosso passado era o refúgio de intelectuais, artistas, cientistas, mais do que isso a droga, mesmo na Grécia, ainda é considerado o espaço do “xamã” (segundo Mircea Eliade o grande especialista em alma humana que tem capacidade de fazer viagens ao mundo dos espíritos) tinha o tom do sagrado, a droga era sacra, ritualizada.

O homem moderno, fruto de uma sociedade de consumo, é um homem em que impera o racional, fruto dessa racionalidade, e as drogas têm o efeito substitutivo das crenças, desapegadas do sagrado passam a ser perseguida, e nisso consiste a guerra contra as drogas, dito isso é claro de modo muito simplista, mas a questão é que a sociedade moderna rompe o equilíbrio tradicional ao se transformar e gera com isso suas próprias doenças sociais.

Essa nova racionalidade do mundo faz com que a sociedade só reconheça validade em duas drogas substituidoras, o dinheiro e o sucesso, relegando todo o resto a ilegalidade, dessa forma, dessacralizada a droga que não encontra respaldo na sociedade vai servir de bálsamo a quem não obtém prazer nem com dinheiro e nem com sucesso, o sujeito passa a entrar em contato direto com substâncias que se antes

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controlada pelo sagrado, hoje sem controle impõe um contato direto desse com substâncias poderosas e que acabam por produzir os resultados atuais, e como na palavra de Sloterdijk citado por Salgado: “En cuanto desaparecen los asideros rituales que, en el consumo de drogas sacras, protegen al sujeto, éste se halla en una relación directa y sin protección alguna con aquello que, según toda experiencia, es más fuerte que el próprio Yo profano” (2006, 6).

O fato de vivermos em uma sociedade estimulante do consumo, é causa basal no aumento do consumo de drogas, assim ver os amigos consumindo drogas, mais do que a velha idéia de “más companhias”, ou a necessidade de “pertencimento” a um dado grupo, necessidade comum na adolescência em que se busca a identificação consigo e com o mundo, é um incentivo pelo simples fato de que a ordem imanente implantada em nossas mentes pela sociedade é uma só: “consuma”.

“El valor de la amistad es interesado, desde el punto de vista económico y de acuerdo a su estilo de vida. La moral del placer, según lo afirma Aranguren (1985), trae consigo dos formas de vida vigentes en la actualidad: la delincuencia y la drogadicción. Estamos viviendo una sociedad en la que se fomenta el consumo”.La percepción del consumo de drogas en los amigos, han sido identificados como los predictores más fuertes para el consumo de drogas en adolescentes como factor de alto riesgo” (Medina, 2009: 20).

Essa questão do consumo, do lucro, como novos horizontes e deuses culturais, é um processo que vem com a chamada modernidade, Eduardo Bittar vai nos dizer que há por conta de uma paulatina suplantação da ética pública pela privada, da substituição de um modelo impositivo absolutista de ética por uma pluralidade ética, em verdade o mundo sofreu um processo de deterioração da ética a ponto de haver uma série substituição de valores, no qual o individualismo, o hedonismo, passa a imperar, desestruturando o modo de pensar, assim é que impera, hoje “...no lugar da transcendência, a racionalidade, no lugar do manual, o técnico, no lugar da virtude, o lucro, no lugar da unidade, a multiplicidade, no lugar da integração, a fragmentação” (2009, 85), assim em virtude dessa mudança há uma descrença na ética e com isso se opta pela “contingência” e com ela, como fala Chaui, se opta pelo fragmentário, pelo efêmero, pelos microdesejos, pelo presente sem passado e sem futuro.

O drogadicto de hoje é aquele que sofre e sofreu pela desagregação familiar, pelos seus desajustes com o meio, pela necessidade de pertencimento, e por ter introjetado

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em si a ordem social: “Consuma”, pela ausência de freios e noções de ética numa sociedade individualista, hedonista, consumista.

Esse é o “usuário”, o viciado, aquele que leva a sério a ordem máxima da sociedade de consumo, consumir. Esse processo perverso que transforma seres humanos em máquinas de consumir, que substitui valores humanos por coisas e que sacraliza “dinheiro” e “sucesso”, é o que constitui o “drogadicto”, fruto então da falência da ética e da falência familiar.

Drogadicto esse que pode ser viciado seja em drogas legais ou ilegais, pouco interessa o rótulo dado à droga, e essa preocupação é que tem que estar presente, o vício não é mais grave por ser em álcool do que em maconha, ou de ser nos dois, o vício é grave por ser vício, e o remédio para ele é um só e com certeza passa longe da idéia de repressão, está visto que enquanto gastam valores milionários no combate ao tráfico, gastam-se valores ínfimos no tratamento do viciado, o consumo e produção de drogas sobem anualmente, é como se o esforço em nada resultasse.

O custo do Rio de Janeiro com as unidades de polícia pacificadoras são valores que não tem como se sustentar em longo prazo, sem que haja uma política educacional por detrás e que essa seja o freio a dar a fortaleza para que o humano sobreviva em cada um.

droGaS E ViolÊNCia

O censo comum diz que drogas geram violência, que o viciado alimenta o trafico de drogas e a ilegalidade, que o viciado para satisfazer o vício rouba e mata. Bem em termos existem coisas verdadeiras no chamado censo comum. O que não se vê, é que se tratam tais reconhecimentos da ponta do iceberg, além de inverter a relação causa/conseqüência.

Ao dizer que a droga gera violência, e que o drogadito alimenta o tráfico e a violência, por conseguinte, é uma metonímia indevida e que geram problemas de análise, e, portanto confunde na hora de encontra a solução, talvez sendo o principal responsável pelo que o Estado combata sempre a conseqüência em vez da causa.

Duas coisas devem ser separadas inicialmente, a violência enquanto mola motriz social, e a violência enquanto formadora da identidade individual.

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No primeiro passo, é necessário retornar a analise de Freud, de Lévi-Strauss, e mais recentemente o que nos trás Hanna Arendt e Walter Benjamim, sem querer aqui esgotar a temática. Arendt e Benjamim vão consertar o que passa na obra dos dois primeiros, ao desmistificar a violência no ato do parricídio fundamental, como visto em Totem e Tabu, como o fundador da norma e, portanto da organização social.

Em verdade, para que haja a culpa no parricídio fundamental é preciso que houvesse uma norma anterior, afinal ninguém pode se sentir culpado se não estiver agindo contra aquilo que acredita e lhe foi imposto, trocando em miúdos, a violência do parricídio é a violência não pela qual se instala o poder, mas pela qual se muda o poder de mãos e se estabelece uma nova forma de organização social, e onde se instaura o trauma da norma.

Em verdade a norma é dada pelo simbólico. Assim da mesma forma as normas passadas pelos pais para a criança não o são por meio de violência, ou da sedução violenta como muitos querem fazer crer, mas sim pela criação de signos e significados que assim ditam a norma. Por outro lado, a criança vai interagir e se constituir no seu “eu” por meio do chamado “segredo”, ou seja, aquilo que só ela sabe dela mesma, é assim numa dialética com o social e com o outro que se forma o “eu”, da mesma forma que a sociedade muda de forma dialética, com base nos símbolos e significados existentes e na interpretação que se tem deles, ou mudanças que neles se queira fazer.

Conforme dito no item anterior, quando se tratou de quem é o viciado, não é esse que gera a violência e que dá razão ao mercado, ao contrário, ele no máximo retro-alimenta esse processo, ele em si é fruto da violência, violência no seu abandono, nos maus tratos, na desagregação, na fragmentação da família, nos traumas direto que possam lhe ser impingidas pelas mais variadas formas de violência.

Sem saída, o viciado vai em direção a droga, não como fuga, mas como solução para seus problemas, para poder enfrentar a realidade que frente a seu espelho turvado, fraturado ou totalmente estilhaçado, não tem como dar conta.

Freitas, vai nos dizer que nesse processo dialético de formação do eu, que envolve o que socialmente cerca, mas também aquilo que acima chamamos de “segredo”, incluindo “corpo”, o “EU” para uma perfeita identificação tem de operar um tríplice reconhecimento, qual seja de que o corpo é mortal, é fonte de prazer e é fonte de sofrimento. Todavia para reconhecer a mortalidade do corpo, a fim de que não

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desista desse corpo, afim de que constantemente reinvista nele afeto, energia, o “Eu” deve inocentar esse corpo da morte, assim colocando a causa morte em questões externas como a doença, o acidente, o poder e desejo de morte do outro, questões que agridem ao corpo, e que sem elas ele não morreria, do mesmo modo quanto ao reconhecimento do corpo como fonte de prazer, esse mesmo “Eu” deve encontrar cenas reais que lhe firmem a existência dessas propriedades.

Ora, quando nem o corpo pode ser inocentado, e quando a realidade não lhe dá fatos que sustentem esse corpo como fonte de prazer e dor, o “Eu” passa a viver uma realidade persecutória em relação ao corpo e com o ambiente circundante. Quando o que lhe dão é sofrimento e dor, e não se consegue essa absolvição, a droga pode ser o caminho encontrado para absolver o corpo e assim sentir prazer com ele, ao mesmo tempo cria “o segredo” que falta, pois se trata de um ato e de um prazer que só ele (viciado) sente e que os outros desconhecem. Aliás, Winnicott fez ver que a gula, a droga, o furto representam para muitos adolescentes uma cobrança com juros do que lhes é devido, em atenção, valores, prazer.

Essa desagregação que Freire traz no exemplo pela vivência do paciente “Y”, ou que vem estabelecido pelos pacientes relatados em Drogas. SEM, são frutos de uma sociedade em que as crianças são deixadas na solidão, em que a figura dos pais aparece fragmentada, em que valores não são implantados, e num processo educacional descomprometido com o “EU” e com o social, portanto mais fácil reconhecer a culpa no “outro” e colocar na “droga”, no “traficante”, no “viciado” a culpa pelo caos do que no próprio desvaler social, com isso se combate a ponta visível do Iceberg e esquece-se do resto, quando o dever estatal seria de combater as crises morais e éticas da sociedade, de combater o hedonismo, o individualismo e a cultura do consuma, consuma, consuma, você vale pelo que tem, e não pelo que é o problema está que é justamente essa carga de valores individualistas, consumistas, é que sustentam o modelo social hoje em voga.

Trocando em miúdos, o que queremos dizer em poucas linhas é que o viciado é fruto de uma violência anterior que lhe faz trilhar o caminho da droga. No que se refere à violência dos traficantes, da polícia, etc., essa é uma violência instrumental, o fator determinante não é a droga, mas a procura do espaço de poder, do poder de ter um nicho de mercado e local seguro para a prática de sua atividade, o exercício do poder do Estado para manter o controle sobre todo o seu território.

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A venda de drogas é um instrumento, um produto aceito pelo mercado e que dá retorno e assim serve de negócio lucrativo para financiar o projeto de poder de certos grupos, não que almejem mandar na nação, no país, mas poder mandar no “seu pedaço”, manter-se protegido da lei dos “outros” e obter aqueles bens individuais e gozá-los hedonicamente, essa é a questão, a violência, ao contrário do mero instinto de agressividade é instrumento do poder, poder que só se mantém se subjacente a ele houver um acerto social que permita essa manutenção, do contrário, parece claro que na violência contra violência, simplesmente, a do Estado tem mais chance de vencer.

Se o tráfico se manteve por tanto tempo junto aos morros sem contestação, estando o Estado imponente, é porque gozavam os traficantes de um poder que vai além da mera violência, havia ali um acerto social que permitia e permite a manutenção desse poder inconteste do tráfico, seja, por meio de uma rede de benefícios mútuos, em especial a proteção, auxílios, seja por meio de intimidação e outros laços sociais, na verdade a população é tida como vítima, a qual é conivente com a situação, demonstrando essa conivência pela proteção dada pela lei do silêncio.

Agora, isso, independe da droga ou do tipo da droga, o ato criminoso tem um fim que é a obtenção de lucro, e a máquina criminosa se volta a esse, se o lucro é a droga, é para esse que escorre o investimento, se for o seqüestro, o roubo, a prostituição, então esse será o caminho da máquina criminosa, quando “a virtude” é o “lucro” em uma sociedade, esse é o resultado.

Esse é o entendimento, a droga é mero instrumento de prazer por um lado, de meio para evitar a dor, ou de lucro do outro, sua relação com a violência é meramente acidental.

CriSE da ÉtiCa

Parece evidente que nada pode ser visto, comparado e analisado senão dentro do quadro em que vive a sociedade, seus valores, éticas, enfim o modo de pensar o mundo, não é diferente com a questão da droga, ela não é uma questão isolada e estanque e faz parte de um quadro maior, aliás, isso vimos amiudando ao longo do trabalho.

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Desde que Nietzsche proclamou a “Morte de Deus”, do Deus Cristão, da sua moral, niilismo que vem sendo aprofundado ao longo do século XX por diversos filósofos, aliado ao desenvolvimento da Psicanálise por Freud que vai desvendar ao homem a sua psique e a teia de desejos que o movem, a sociedade vem rumando nessa desconstrução de toda uma moral cristã, vem fazendo a passagem que Nietzsche dizia ser necessária do homem para o super-homem, a questão está que destruindo a moral cristã, o que colocamos no lugar?

Vivemos, em verdade, um momento de incertezas, em que a única medida é o lucro, aliás poderíamos dizer que se na moral Renascentista que resgata a tradição greco-romana de que o “Homem é a medida de todas as coisas”, como diria “Protágoras”, na atual fase tomamos o rumo para o “Lucro é a medida de todas as coisas”, você não vale pelo que é, mas pelo quando produz, e pelo que tem acumulado (não é saber, a não ser que esse possa ser vertido em cifrões).

“...Percebe-se uma espécie de doença que se espalhou por toda a sociedade, contaminando as mentes, as intenções, os sentimentos, o comportamento e a educação dos jovens: nada é feito sem um cálculo escrupuloso de vantagens e desvantagens, lucros e recompensas materiais. Cada individuo é valorizado pelo que produz e não pelo que é” (Bittar, 2011: 101).

O estabelecimento desse patamar de situação, em que tudo é lucro, é individualismo, é o “eu” em primeiro lugar, aonde as éticas se multiplicam para éticas pessoais desconexas, é o cenário próprio de um mundo que tudo relativiza, tudo é experimentável, e não há freios, tudo é negócio, esporte, saúde, educação, religião, cultura, ou seja, tudo que puder se transformar em cifrões. Numa cultura assim tudo é permitido, nada é sacralizado, nada é proibido, nesse caldeirão, volta-se a dizer o “homem” encontra-se perdido, como que na música Ideologia de Cazuza:

“...Meus heróis Morreram de overdose, Meus inimigos Estão no poder, Ideologia! Eu quero uma pra viver, O meu prazer Agora é risco de vida, Meu sex and drugs. Não tem nenhum rock ‘n’ roll Eu vou pagar a conta do analista Pra nunca mais Ter que saber Quem eu sou Ah! saber quem eu sou. Pois aquele garoto Que ia mudar o mundo Mudar o mundo Agora assiste a tudo Em cima do muro Em cima do muro...”.

Exatamente esse desvanecer da moral, essa fluidificação dos conceitos e sua relativização, que fazem o mundo chegarem ao patamar atual, veja que a música do

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final da década de 80 é muito atual, e demonstra o desespero de uma mente que não tem no que crer, e que o que resta é o hedonismo, e o prazer do “sex and drugs”, em que só sobra procurar o analista, não para se achar, mas para se perder de vez, tamanho o sofrimento desse mundo, isso é o que Weber vai chamar de “a renúncia mística do mundo” (Weber, 1992: 152), ou ainda nas palavras de Eduardo Bittar “...o homem moderno vive a dor da diferença da diferença de ser tão sem limites que acaba por viver no nada...” (1992, 103), é um mundo, como nos traz Bittar em que “...Nada é proibido, tudo pode ser experimentado; tudo é válido, não importa o que seja...” (1992, 103).

Bom, mas diante desse estado de caos, o que trilhar, embora aqui não seja o canal apropriado para aprofundar esse debate, já se nota que a própria pós-modernidade começa a dar a sua crítica a esse racionalismo exacerbado, se de um lado Maffesoli afirma que a existência de um “fascínio ambiental” parece fazer ressurgir a magia pagã como que “um mundo reencantado” (Rüdiger, 2002: 21), de outros pensadores como Bittar, Erik Jaime, Bobbio, vão valorar os “direitos humanos” como princípios e valores éticos que seguidos possam nos levar a essa nova moral, aos novos valores para um mundo diferente daquele que se tem hoje.

Pessoalmente iria mais além, e a plêiade de éticas práticas surgidas, notadamente, após a 2ª metade do século XX já denota uma reação a esse estado de coisas, pelo que a ecoética, em especial a Bioética, no sentido de uma ética da vida, calcada na dignidade do homem, na preservação da vida humana, de valores que denotam o respeito a toda forma de vida, seja a saída encontrada para combater esse individualismo, esse hedonismo que se esquece do outro e faz com que o homem fique perdido, clamando por uma “ideologia para viver”.

aNÁliSE doS dadoS da PESQUiSa E lEVaNtaMENto dE oUtroS dadoS ParalEloS

Colocamos na introdução do presente ensaio, que o mesmo tinha por origem uma pesquisa feita ainda nesse ano de 2011 para a UMSA, então antes de nos encaminharmos para o debate bioético, para as conclusões e recomendações, achei por bem registrar aqui as impressões que colhi quando das entrevistas, e demonstrar o quanto do que foi dito até agora se encontra confirmado pela pesquisa, além de agregar alguns dados colhidos por outras pesquisas feitas também em Porto Alegre.

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É necessário antes de tudo dizer que a percepção do professor Fericgla, acerca da grande ignorância sobre o tema se confirmou na presente pesquisa, muita das questões propostas tiveram respostas ou na base do “desconhecido” ou aquilo que se imagina ou se pensa saber destoam do que realmente é.

aNÁliSE daS PrÁtiCaS

Sobre um aspecto gerais ambos os grupos referem que o consumo de alimentos com drogas costuma ser concomitante quando essa droga é exclusivamente o álcool, tendo nesse caso consumo com “batatas fritas”, pizzas, hamburgers, como sendo mais comuns, o consumo de maconha não costuma ser concomitante ao de alimentos, mas costuma ser anterior ao consumo de alimentos.

É senso comum de que o consumo de maconha dá o que se chama de “larica”, ou seja, fome, necessidade de comer, sendo então acompanhada pelo seqüente consumo de alimentos.

Esse senso comum guarda relação com o que se conhece dos efeitos da maconha no consumidor da mesma, tanto que essa tem sido usada em alguns países no tratamento de pessoas com AIDS como tópico para que as mesmas consumam mais alimentos e assim combater o efeito indesejado que é a perda de peso por ausência de fome.

Nota-se que a não serem aqueles que já passaram pelo consumo e que conseguem apontar práticas com o uso de alguns apetrechos usados para o próprio consumo de cigarro de palha, como é o caso do “esmorrugador” que é um instrumento para triturar o fumo em rolo, e pode ser usado para triturar pequenos pedaços de maconha, o desconhecimento da técnica predomina.

Quanto à bebida, a questão é mais prosaica, e os instrumentos listados vão de baldinhos com gelo, recipientes térmicos para colocar garrafas de cerveja, copos descartáveis ou próprios para cerveja, conforme o local se é festa ou barzinho e preferência do consumidor.

De outro lado, entende-se que a forma e maneira de se consumir, mesmo o acesso, o uso da bebida (cerveja) e/ou da maconha é totalmente cultural e cíclica, afirmam que

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em tempo idos, três décadas passadas, sim, a bebida era uma coisa que se pegava até de casa, era a primeira busca pela significação dentro da família, principalmente os adolescentes.

Com o passar dos anos e as mudanças na sociedade, advindas de uma maior abertura política, e transformações dos valores morais, hoje é diferente, vêem em nível de prática, que a bebida está banalizada, não é mais encarada com significação anterior, ficou em segundo plano e geralmente se começa direto pelo consumo da droga. A prática vai pelo imaginário, que não se tem um caminho estruturado para se chegar a isso, ao contrário é tudo bem desestruturado.

Quando se fala em lugares, não existe uma precisão, mas no geral o consumo de bebida é feita em bares, e o de maconha em pequenas rodas, pelas ruas, sem maior cerimonial, e nem cuidado, ou seja, o consumo de maconha é um consumo visível, não há mais esconderijos.

Tanto assim o é que foram apontadas praças públicas em que o consumo ocorre abertamente em pequenos grupos, durante o dia, e misturados a população em geral, como é o caso do “Parque Germânia”, situado na zona norte do município de Porto Alegre, e vizinho do primeiro Shopping Center da cidade, o Iguatemi, e do Clube de Golfe, localizado em zona nobre, portanto, freqüentado por ricos e pobres que se misturam na paisagem.

Os entrevistados em sua maioria concordam que o consumo da maconha é um ato solidário, feito em grupos, e sem maior ritualística.

O que assusta os entrevistados é o fato de que o consumo de álcool, mais do que o de maconha tem se dado em idades cada vez mais precoces, e se referem de forma especial ao crescente aumento no consumo, não de cerveja entre os menores, mas sim o consumo de destilados, ainda que exista uma legislação repressora na venda de álcool para menores (o Estatuto da Criança e do Adolescente-ECA), sempre tem um maior que se encarrega de comprar a bebida, sendo essa consumida misturada com refrigerantes, ou na forma mais usual, pura.

Falam os entrevistados dos pais de hoje que mais do que ausentes seriam permissivos, concordando sempre com os filhos e os protegendo mesmo no erro, ou seja, a ausência total de repressão e de educação.

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Aliás sobre o acesso as drogas e a bebida, interessante é esse depoimento pinçado de tantos outros tomados nas entrevistas, em que o entrevistado (adicto), confessa como entrou nesse mundo e sua dificuldade de entender a “gurizada” de hoje, diz ele.

“A gente não entende como o mundo porque ficou virado dessa maneira, venho de uma geração cachaça, briga, mulher e jogo, era o que eles faziam como foi falado de Elis Regina tava esperando pelo meu batismo de cachaça, era amargo, mas tem esse ingrediente para ser aceito, fiquei insistindo e a partir de um tempo e por outros também fui tomar conhecimento de maconha, até hoje me questiono, foi na minha casa, numa reunião, um sujeito convidou - vamos dar uma banda e depois fiquei pensando de prisioneiro mas qual é dessa cara se hoje eu fosse oferecer alguma coisa pra alguém, nunca eu iria abrir essa porta para alguém, pra ninguém. Ele dizia que era meu amigo. Ficou essa necessidade, despertou algo desconhecido-uma maneira de viver, resolvi meus problemas, pertenço a alguma coisa. Como usar drogas e não sofrer comportamento doentio? Não existe, como tomar um copo e não ficar bêbado e não sentir tudo o que a droga oferece”.

Os entrevistados em geral listam como sensação mais freqüente na hora do consumo a euforia causada pela droga. Seja o álcool, seja a maconha, e, principalmente na sensação de que os problemas acabaram que nada de ruim existe, e assim se volta a ela para encontrar esse prazer, essa sensação boa, conforme o parecer de um adicto.

“A droga entra exatamente aí a gente vê que na verdade ela traz uma experiência de alguma forma, a sujeira é varrida por debaixo do tapete, a pessoa quer repetir aquela experiência como uma criança, imagino que assim que funcionam as pessoas, repetem os comportamentos, a comida te deixa gordo, mas a droga te traz uma falência em todos os aspectos, anti-social, adoece, não cresce, fica lá com 15 anos, não evolui, porque ela te traz a sensação de que agora “não tenho mais problemas”.

É interessante a colocação do termo “euforia”, colocada pelos entrevistados, o que demonstra o acerto de Fericgla, ao dizer da falta de conhecimento da droga, porque nem todas tem esse efeito, aliás as drogas classificam-se em psicoanalépticas (estimulantes), piscolépticas (depressoras), psicodislépticas (perturbadoras ou alucinógenas, também chamadas de psicodélicas), portanto nem todas tem o mesmo efeito, nem todas causam euforia, o álcool, por exemplo, é uma droga psicolépticas, pois deprime o sistema nervoso central assim como tem esse mesmo efeito os

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ansiolíticos, os barbitúricos, os opiaceos (como a morfina) e os solventes, ao passo que a maconha é um alucinógeno, ou seja, uma droga perturbadora do sistema nervoso central (psicodisléptica), assim como seriam “estimulantes” as metanfetaminas, a cafeína e a cocaína.

da aNÁliSE doS iMaGiNÁrioS

Existe entre os entrevistados um sentimento geral de que o consumo de maconha é mais barato que o de álcool, sendo que no consumo de álcool pela quantidade que existe no consumo de cerveja o gasto é muito mais elevado, agora a quantificação exata desse custo não foi obtida, e os poucos que disseram algum valor, foram muito discrepantes entre cerveja e maconha, e, entre um entrevistado e outro.

Há uma visão generalizada de que as campanhas anti-drogas são meros gastos, não surtem efeito, e o que surtiria efeito seria um misto de educação com mais repressão.

Os entrevistados fixam seus pontos de vistas sempre nas conseqüências negativas das drogas, associando essas a várias doenças tais como: cardio-respiratórias, câncer, problemas mentais, estados neuróticos, perda de rendimento escolar, pouco desempenho no trabalho, afirmando uma visão preconceituosa da sociedade e da família em que o viciado é visto na maioria das vezes como um pervertido, “cara que se viciou, fez porque quis”, não havendo uma análise mais generosa do usuário.

Os entrevistados se dividem quando falam se a droga legal leva a droga ilegal, uma parte acredita que o uso das drogas lícitas não leva obrigatoriamente ao uso de drogas ilícitas, não existe, assim, um imperativo que diga “isso leva àquilo”, ou seja, pode levar, mas necessariamente não, o outro grupo relata por experiência própria que as pessoas só chegam às drogas ilegais depois de experimentarem as legais.

Interessante o posicionamento do grupo misto (adictos e profissionais da saúde mental) que colocaram que as questões do fumo e da bebida, em termos usado por eles, é “meio chinelagem” e hoje, o “grande barato” é “entrar na onda” e começar direto com as drogas ilegais, ou seja, as essas ganham um “ar chique”, um jeito moderno de se relacionar, fazendo ser esse o consumo da moda na visão dos entrevistados, ou seja, passa do que eles dizem do “consumo da coca com vermute” de três décadas (ou

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uísque com guaraná na versão da Elis Regina) para o consumo direto da droga ou de destilados sem qualquer veículo que sirva para adoçar o mesmo (coca, guaraná, fanta, etc.)

No ponto de vista dos entrevistados há como que uma frouxidão da repressão em vista do entendimento vigente no país e assegurado na legislação anti-drogas de que o consumidor não deve ser apenado, mas apenas o traficante, o que tem acendido debates sobre o que seria quantidade para consumo próprio ou não, e, se fumar em grupo, constitui crime de tráfico também para este que forneceu o cigarro ao amigo da roda fumar, pois esse estaria, em tese, fornecendo droga, daí que sempre que uma rodinha é abordada, só um admite estar fumando.

Ainda sobre a questão repressão, há uma visão geral de que essa é fraca, e que o usuário deveria ser apenado, salta aos olhos a expressão de um dos adictos em que ele mesmo defende a punição do usuário, dizendo que “...não punem o usuário porque ele apenas consome um farelo, mas para atender a todos que usam um farelinho é preciso alguém que tenha um moinho de farelo...”, dizendo que só existe quem trafica, porque tem quem consome, e que o consumidor é o responsável por alimentar a indústria do tráfico.

Essa colocação demonstra a forte presença na sociedade desta visão punitiva e a necessidade constante de mais repressão, como diria Foucault-Vigiar e Punir.

Aliás sobre isso tive a oportunidade de refletir em minha monografia de conclusão da Especialização de Ciências Penais pela PUCRS (Pontifícia Universidade Católica do Rio Grande do Sul) em 1997, dizendo sobre esse clamor de repressão da sociedade o seguinte.

“O que, a um primeiro momento, transparece é que a opinião pública, uma vez indignada só arrefece os seus sentimentos pela vingança, a punição seria o bálsamo para a dor sentida pela sociedade. O que dá azo, por exemplo, a colocação do professor Robert Park de que “(...) sempre estamos aprovando leis na América. Por que não nos levantamos e dançamos? “As leis são, na sua maior parte, para atenuar emoções e as legislaturas estão inteiramente cientes deste fato” (Feloniuk, 1997: 5).

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Finalmente, no seio da família os entrevistados acreditam que o viciado pela sua presença, pela sua forma de agir tumultue a vida familiar, e abale o emocional de todos os membros deste núcleo aprofundando ainda mais os traumas que o levaram à droga, aprofundando a desestruturação familiar. Nossa análise permite questionar essa afirmação em partes, visto que o viciado ele em si já é o fruto dessa desestruturação, apenas ele a retro-alimenta e uma vez descoberto o seu vício faz a família descobrir a sua desestruturação já jazia acobertada pela lei do silêncio e do “cada um sofre num canto”, o viciado retira as pessoas da sua posição de inércia, ele desacomoda a família.

alGUMaS rEFlEXÕES SoBrE o QUE Foi PESQUiSado E alGUNS oUtroS dadoS

Se por um lado, as pessoas demonstram um certo desconhecimento com relação as práticas e mesmo em separar os tipos de drogas, e seus efeitos, tem contornos nítidos que as pessoas notam os fenômenos que vem sendo expostos ao longo do trabalho de que o viciado é fruto do descaso, do abandono, da desfragmentação familiar, de pais que já não tem a noção do seu dever no processo educacional e nem sabem o que é educar, aonde por os freios, os limites, não existem.

Se de um lado existe a crítica ao pensamento da modernidade, a um mundo consumista e hedonista, e de outro o alerta da psicanálise de que esse estado de coisas é que tem gerado o consumo de drogas, esse certo caos social, indivíduos que se podem caracterizar como em processo de disnomia, não se pode deixar de anotar que a sociedade tem ciência desses fatos, reconhece esses acontecimentos, mas está perdida, e o que entendem é que deve haver educação com mais repressão, ou seja, é sempre o clamor do vigiar e punir, numa roda que não se esgota e não resolve os problemas.

Em recente artigo Alexandre Marques Cabral, nos traz com propriedade essas conclusões; não precisa ser acadêmico para notar essa crise, as pessoas sentem isso, as pessoas notam a destruição dos valores e a crise, mas não sabem o que colocar no lugar, daí a supervalorização de desejos e anti-valores.

“Não é preciso estar situado no mundo acadêmico para que se compreenda ou apreenda o fenômeno contemporâneo da crise dos paradigmas éticos na e da cultura ocidental. Todos nós já nos movemos sempre nesta crise. Por isso,

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por todo lado, a toda a hora e de múltiplas formas diz-se que vigora, na cultura hoje vigente, uma crise dos valores outrora instituídos como norte do agir humano; vige a cultura da anti -cultura- isto é, chegamos ao ponto máximo da mentalidade “criticista-iconoclasta”, que a nada se submete e que tudo destrói, demole e abala, sem que nenhum valor novo, nenhuma norma nova nasça como norte para a cultura ocidental; pelo contrário, a nossa cultura é justamente uma anticultura, isto é, uma  dinamite  que deve explodir toda e qualquer possibilidade de organização dos múltiplos setores ou matizes da sociedade -ou até vigora, como valor, o que já fora anti-valor- por isso, a hipervalorização da atividade sexual humana assume, hoje, o caráter de valor, quando já fora um anti-valor, algo a ser superado ou suprimido, como na moral clássica cristã...”.

Deve-se a isso agregar alguns dados significativos sobre o consumo de drogas, e que demonstram, por exemplo, a correta preocupação do grupo com o uso e abuso de álcool entre os adolescentes, veja o caso dessa pesquisa de 2002:

Veja que em 48,3% dos pesquisados entre 12 e 17 anos já consumiram álcool, isso em 2002, e que 5,2% do total já estão em dependência, numero que mais que dobra quando a idade vai dos 18 aos 24 anos, ou seja bem na etapa da vida em que o cérebro está em formação e que os danos do álcool no mesmo são devastadores, sendo esse um indicativo de que estamos criando uma geração de pessoas inabilitadas para a vida sadia em sociedade, e que ali adiante vão apresentar problemas em vários campos da vida, como trabalho, vida pessoal, e aqui estamos falando de uma droga legal.

Da mesma pesquisa, temos os seguintes dados:

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Agora se vê, por exemplo, que o vicio em tabaco chega a 9% da sociedade e que maconha é de cerca de 1% sendo quase que a maioria dos viciados compostas de homens.

Outra pesquisa feita em Pelotas-RS, pelo Departamento de Saúde Mental da Faculdade de Medicina da Universidade Federal de Pelotas, nos revela os seguintes dados, Tabela 2.

Tão interessante quanto a pesquisa em si, é análise feita:

“...Quanto à situação conjugal dos pais, aqueles cujos pais haviam se separado referiram um uso superior em mais de 50% em relação aos jovens cujos pais viviam juntos (RP=1,55; IC 95%: 1,26-1,90). Aqueles cujos pais nunca viveram juntos ou que um ou ambos os pais morreram, não apresentaram diferenças em relação àqueles cujos pais viviam juntos. Adolescentes que referiram um relacionamento ruim ou péssimo com o pai ou com a mãe apresentaram consumo de drogas significativamente maior do que os que referiram um relacionamento ótimo ou bom, respectivamente, com o pai (RP=2,04; IC 95%: 1,44-2,88) ou com a mãe (RP=2,77; IC 95%: 1,90-4,03). Da mesma forma, referiram maior uso de drogas os que consideravam o pai liberal (RP=1,34; IC 95%: 1,05-1,70) ou a mãe liberal (RP=1,26; IC 95%: 1,02-1,57) quando comparados, respectivamente, àqueles que consideravam o pai ou a mãe autoritários. No que se refere ao relacionamento entre os pais, relataram maior

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uso de drogas os estudantes cujos pais tinham um relacionamento regular (RP=1,34; IC 95%: 1,04-1,74) e aqueles cujos pais tinham um relacionamento ruim ou péssimo (RP=1,61; IC 95%: 1,13-2,28), em relação àqueles cujos pais mantinham um ótimo ou bom relacionamento...”(Tavares, 2004).

Essa análise vem corroborar o que dissemos até agora em termos de nosso entendimento sobre a sociedade, adolescentes e uso de drogas, visto que fica evidenciado os fatos desagregação e liberalidade na educação como os que levam a drogadição.

Tese feita sobre crianças e adolescentes em situação de rua em Porto Alegre no ano de 2008, afirma que assim “...como ocorre com adolescentes que não estão em situação de rua (Galduróz, Noto, Fonseca e Carlini, 2004), as drogas mais usadas tanto ao longo

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da vida, como no último ano e no último mês foram as drogas lícitas. No presente estudo, o álcool foi a droga com maior experimentação (uso na vida, Tabela 13), seguido do Tabaco...” (Neiva-Silva, 2008: 96). O que demonstra a correção por parte dos participantes do sentimento de que o álcool tem sido a droga mais consumida, de forma liberta em todos os níveis, aliás, os dados da amostragem para Porto Alegre não diferem dos dados de amostragem de outras cidades, conforme demonstrado anteriormente pela pesquisa feita para cidade de Pelotas.

a droGa, o EStado, E a BioÉtiCa

A Bioética como se sabe assenta-se em quatro princípios básicos qual seja da beneficiência, da não maleficiência, da autonomia e da Justiça vista aqui como equidade. Essa é a questão, como adequar a questão das drogas, ou melhor, o olhar do Estado para este questionamento, levando em conta esses princípios, já que a ética tradicional está em crise, os paradigmas não respondem mais, sobra a nós o socorro à ética prática, à Bioética, e quem sabe aos direitos humanos a resposta a essa questão.

De qualquer sorte, salta aos olhos que hoje, a ação do Estado de modo algum é Bioética, primeiro porque se centra na questão da simples repressão, onde o Estado gasta milhões por ano com resultados, no mínimo, questionáveis para não dizer pífio, é necessário lembrar que o assessor para assuntos anti-droga do Governo Clinton chegou a dizer que mesmo gastando bilhões de dólares anuais e aumentado o gasto de ano para ano, o consumo de drogas continuava a crescer.

Em verdade enquanto o Estado continuar a tratar a questão das drogas de um ponto de vista policial, não irá ver que o problema é mais uma questão de saúde pública. As drogas antes de ser um problema criminal é um problema social que nasce no seio da família enquanto fruto de sua desagregação, a partir daí há uma necessidade de uma substância que substitua os problemas não tratados na fase inicial da infância e da adolescência, e como bálsamo aos problemas criados pela sociedade de consumo, a qual gera um mercado que, como proibido pelas leis, vai se formar a margem do Estado, gestando tudo aquilo que se conhece a cerca do crime organizado. Ou seja, ao combater apenas o aspecto criminal, visível, o Estado cega-se ao iceberg e combate apenas o topo.

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Agora, cuidar apenas como questão de saúde pública, ou seja tratar o viciado, pouco muda, pois continua-se a tratar a conseqüência sem entrar na raiz do problema; já se trataria de um avanço, pois não criminalizando o viciado, se afasta um fator criminógeno a gerar mais pessoas excluídas, e se pode ter a chance de recuperar vidas perdidas e devolvê-las sãs a sociedade. Como se vê o debate é maior do que mera descriminalização ou legalização.

Aliás, descriminar sem legalizar é um contra-censo, pois enquanto você diz para um “pode consumir”, você diz para o outro, “não pode vender”. Ora se já há necessidade de consumir e há quem esteja ávido pelo consumo, então há mercado, e onde tem mercado, tem quem queira suprir, e aí não justifica tu liberar uma ponta e restringir outra deixando ser drenado para os ralos milhares de dólares que poderiam ser arrecadados e investidos em saúde e educação.

Fica claro que o agir do Estado não gera beneficiência, em muitos casos gera maleficiência, não respeita a autonomia do individuo, e não se guia por um princípio de justiça.

A questão das drogas nos coloca diante de questões bioéticas fundamentais, a começar pelo princípio da autonomia, ora qual a autonomia de um adolescente para decidir sobre o uso de drogas, qual utilizar e em que quantidade, ademais, que autonomia tem alguém que vai para esse meio para “solucionar seus problemas” que tem desde tenra idade e para os quais não encontra espaço seja em casa, seja na escola, e vê forçado a encontrar a solução em uma substância que lhe dê o prazer que o mundo lhe nega.

De outro lado, no atual estágio como falar em beneficiência e não maleficiência das drogas, só dá para falar em maleficiência, pois se um lado o bem que causa é fantasioso, de outro a verdade é que gera o mal da dependência.

Vejam, as drogas, tiveram em sua história um trato bioético enquanto restritas as suas comunidades de origem, ou no máximo, enquanto explorada a planta da qual é feita a droga de uma forma tão natural quanto a utilização pela comunidade indígena, a cocaína, por exemplo, enquanto folha é usada no alti-plano andino e tem servido as comunidades como substância que evita a fome e dá energia para aguentar horas de trabalho, é um excelente tônico cerebral. Na Europa enquanto na forma de vinho,

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que inclusive recebeu uma medalha do Papa Leão XIII, era também um excelente tônico, foi a partir da sua sintetização em pó, ou seja na forma pura, a ser aplicada, por exemplo, em pastilhas, que se passou a ter noção do seu poder viciante, e ante ao abuso, a proibição. Não sem antes notar seus excelentes poderes terapêuticos, inclusive em cirurgias de catarata.

Histórias parecidas se darão com o ópio, a maconha, lembrando que a heroína chegou a ser patenteada pela Bayer e era feita base de cocaína, assim como, hoje acontece com as anfetaminas e barbitúricos, que tem uma ação boa para o organismo, mas acaba sendo usados para fins diferentes que não aquele para o qual foram produzidos.

Veja que há pessoas que se viciam em solventes, produto lícito usado para limpeza ou diluição de outros produtos. Recentemente em Porto Alegre, foi apreendido um produto para limpeza de teclado de computador que estava sendo vendido como droga.

O que se quer, então, é que o Estado atue em termos mais amplos, e comece pela estrutura familiar, não é possível que não se encontrem soluções para o desamparo das famílias, e que Estado e a Escola se ausentem do atendimento das famílias e sua desestruturação. De outro não é aceitável que o Estado deixe os dependentes químicos e que necessitam e querem o tratamento, sem opção terapêutica a não ser o de “ONG’s” vinculadas, em especial, à Igrejas das mais variadas matices.

Por exemplo, o Governo Federal prometeu para este ano de 2011 construir 136 centros de tratamento de dependentes de crack, desses apenas 9 foram feitos sob a desculpa de se estar estudando a melhor forma de financiar o aumento de leitos para dependentes químicos (notícia do Correio Brasileiense em 04.09.2011), ora isso é empurrar com a barriga o tratamento em um país com mais de vinte milhões de dependentes de álcool, cerca de 4 milhões de usuários de maconha (pouco mais de 1 milhão de dependentes) e cerca de 400 mil a 2 milhões de dependentes de crack pois essa cifra ainda é imprecisa.

O Sindicato Médico do Estado Do Rio Grande do Sul (SIMERS), conforme notícia do site “RS Virtual”, divulgou os seguintes dados para leitos psiquiátricos:

Em 1992, o Brasil tinha 91.330 leitos psiquiátricos pelo Sistema Único de Saúde (SUS) e, neste ano, o número caiu para 44.473. No Rio Grande do Sul não é diferente. Dos

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3.806 disponíveis pelo SUS há 15 anos, em 2007 a queda foi de 31,9%, com apenas 2.592 leitos. E em Porto Alegre, os número são ainda mais assustadores. Neste mesmo período, os leitos psiquiátricos também disponibilizados pelo SUS apresentram uma queda de 62%, passando de 1.835 para 534.

Ora, como conduzir uma política séria de recuperação do dependente químico e da saúde mental da população quando num município de 2 milhões de habitantes como é Porto Alegre, o número de leitos cai para 1/3 em 15 anos. Ainda que se compreenda que foi implementada uma política de desinstitucionalização do paciente, o fato é que o dependente químico que usa esses leitos psiquiátricos em sua fase de desintoxicação vem aumentando em número e necessidade de leitos, logo tal redução da forma brutal como foi feita só pode redundar em sérios prejuízos à saúde da população.

Apenas para repetir os dados aqui passados e comentados, e para demonstrar a gravidade da situação em Porto Alegre, trabalho feito pela ex-procuradora Geral de Justiça do Estado do RS, Simone Mariano da Rocha, em 2002 para a Fundação da Escola do Ministério Público revela, em relação em Porto Alegre:

“...ser Porto Alegre a capital brasileira com maior consumo de drogas entre os jovens, novo e mais detalhado levantamento publicado em 2002, pela UNESCO, intitulado Droga nas Escolas13, apurou que a capital gaúcha lidera o ranking dos usuários regulares de drogas lícitas – álcool(14,4% dos entrevistados) ou cigarro( 8,4%)- e de ilícitas (6%), sendo dessas a mais usada a maconha com 4,7% dos usuários, seguida por cocaína(1,4%) e inalantes(1,1%).Foram ouvidos em Porto Alegre 3.107 estudantes de vinte e quatro escolas, com faixa etária entre 13 a 24 anos. Um dado geral ainda se mostra preocupante: 23,1% dos alunos disseram que drogas são consumidas no interior das escolas” (Da Rocha, 2002: 20).

Isso demonstra não somente a gravidade, como a falência de qualquer política pública anti-droga, e a própria falência do sistema de educação, na medida em que há consumo dentro das escolas.

A conclusão é evidente para um trato bioético da questão pelo Estado e pela sociedade muitas coisas terão de serem transformadas, não sendo aceitável que perdure o atual estágio, principalmente o estágio de descaso do estado e da sociedade, e o desvalor imperante em que tudo é possível, nada é proibido e o que for proibido que o seja pela repressão.

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Ivan Sérgio Feloniuk

CoNClUSÕES E rECoMENdaÇÕES

A nosso ver, o caminho para a solução ideal para o problema passa por uma mudança de paradigmas e a construção de uma nova moral, mas isso não será possível se não forem adotadas medidas como a proposta por Medina como sendo a educação para a saúde, o esclarecimento, a assistência à família, ou seja, com base na rediscussão dos valores trazidos de casa pelo indivíduo, e uma nova postura educacional, preparar o sujeito para resistir ao consumo, sendo ele dono de seu destino e não vítima da busca pelo prazer, um indivíduo assim caracterizado teria as armas que lhe possibilitam a resistência.

“De acuerdo a lo descrito anteriormente, en el contexto de lo que significa la estratégia socioeducativa en el problema del consumo de drogas, el marco conceptual que sirve de sustentación para la formación de valores en edades tempranas de la vida de un ser humano, es la educación para la salud, luego la acción educativa (denominada por otros, intervención educativa) y la incorporación de la promoción de la salud como función primordial del maestro en la formación del educando; conformando una tríada; integrada por las categorías estudiadas como factores protectores contra el consumo de drogas, en relación directa con los espacios sociales como la familia, la escuela, grupos de amigos y la colectividad” (Medina, 2009: 25).

Com essa posição o professor Yaría certamente concorda, pois os seus 10 passos para ajudar o adolescente de 10 a 14 anos a escapar das “drogas” e que consta do seu trabalho “A Existência Tóxica” se resume à palavra “Educação”. Hoje temos uma cultura social que educa para as drogas, é preciso combater isso com uma educação familiar e escolar que esclareça sobre as mesmas.

Mais do que caso de polícia, o combate a drogadição é questão cultural e educacional, é caso de rever paradigmas.

Ora, está cristalino que se vive em uma sociedade que cria dependências, que leva ao consumo de drogas até como realização do seu máximo, consumir.

Nossa sociedade é tipicamente uma sociedade de consumo, ver o outro consumir, ver um grupo consumir, já é um incentivo ao consumo, nesses estado de coisas, a abordagem de Medina que afirma ser o caminho da educação o caminho pela qual

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Drogas entre adolescentes de Porto Alegre

a sociedade irá se libertar desse jugo, a combater a cultura da droga, o antídoto é a educação, é o esclarecimento do mundo das drogas (legais ou ilegais) e que seu abuso possa vir a causar, repete-se como sendo o melhor caminho a se seguir.

Medina em seu trabalho que usou uma pessoa (Luiz Carlos) para chegar ao todo, nos dá dimensão exata do que a falta ou deturpação dos “valores” pode causar no ser humano, demonstra ela:

“El informante acepta que sus valores fueron trastocados por factores de riesgo tales como: conflictos familiares, problemas de identidad, rechazo de su padre adoptivo, entre otros. Los valores ideales se atenuaron y dieron paso al inicio de un estilo de vida en el mundo de las drogas. El valor adquiere un sentido subjetivo. Son circunstancias que valen según el momento histórico y la situación física en que surgen; en cambio, en la perspectiva psicológica los valores son de naturaleza subjetiva, valen si el sujeto dice que valen; los valores se pueden comportar como factores protectores y de riesgo según sean las circunstancias de la trayectoria de la vida del sujeto en el submundo de la droga.” (Medina, 2009: 20).

A Recomendação que se faz é nesse sentido de que haja investimento em educação e programas sociais de assistência a família, ao amparo as mulheres e crianças em situação e “risco”, mas que os pais, das classes médias e altas, aonde também a questão da drogadição tem chegado sejam informados, educados para terem o conhecimento dos melhores mecanismos para preservar os valores do ser humano e driblarem a ordem consumista que uníssona manda “consumir”.

Educação é a chave, mas não a única. A lei brasileira criminaliza não drogas especificamente, sendo uma lei penal em branco, na verdade criminaliza a comercialização, a posse e a distribuição ou fabricação de drogas de forma ilegal, de modo que mesmo drogas “em tese” legais podem vez por outra a sua posse e distribuição ou comercialização fazer incidir no tipo penal, é o caso da distribuição ilegal de anfetaminas.

Em verdade as drogas são legais ou ilegais de acordo com a forma de venda, distribuição e fabrico estar de acordo ou contra portarias do Ministério da Saúde, o qual alia é competente para dizer o que e como pode ser consumido ou circular no país.

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Ivan Sérgio Feloniuk

Assim sendo, além de educacional, a questão é de regulamentação, ora, considerando a possibilidade do uso de algumas substancias com fins medicinais e isso fica mais claro no uso da maconha e mesmo da cocaína como anestésicos, além de educar, para o bem da sociedade a sugestão é de seja, como já é feito em outros países, melhor regulamentado o uso, ou seja, uma melhor regulamentação é mais profícua do que a total proibição.

Então aqui o que se recomenda é um misto de educação sobre o uso e suas consequências, uma melhor regulamentação do que pode não ser aceito e de que forma, uma firme investida de recursos financeiros e humanos, de tratamento das famílias em situação de risco, um apoio ao usuário que queira deixar de ser e o que precise deixar de ser quando já não se encontra em situação de decidir por conta própria como investimento em redes de atendimento aos dependentes e seus familiares, mas em especial quando se fala em educação que se marche para o estabelecimento de novos paradigmas e valores culturais que levem em conta os direitos humanos, a natureza do homem e os princípios bioéticos que devem nortear a nossa vida.

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Corporalidades, feminidades y drogas proscritas

CorPoralidadES, FEMiNidadES Y droGaS ProSCritaS

JANIS TATIANA RESTREPO DUQUE1

Recibido: 9 de octubre de 2011Aprobado: 7 de noviembre de 2011

“Le pasó a Eva con la manzana, y les pasa a los jóvenes con las drogas; por eso que alejar del consumo con la prohibición sea efectivo cuando se enquista el temor a la sanción, pero su efectividad se diluya cuando trata con espíritus

inquietos”. Felipe Ghiardo.

CUErPo, GÉNEro Y PodEr, UN aCErCaMiENto dESdE la Bio-ÉtiCa

A partir del cuestionamiento sobre la moralidad de “mejorar” la naturaleza humana (en parte gracias al uso de sustancias hoy por hoy prohibidas o reguladas), el siguiente artículo aborda el tema del cuerpo y el género, para evidenciar de cierto modo las paradojas de la prohibición del consumo de sustancias. En realidad no se pretende responder a tal pregunta, más bien, se busca que ésta sea el hilo conductor de la siguiente reflexión. Esta reflexión no se centra específicamente en el abuso de sustancias o sus adicciones, se enfoca en la construcción de tipificaciones culturales y estereotipos en torno al cuerpo. En tanto, las dinámicas de proscripción de los consumidores y las sustancias son similares; de la misma manera que se construye la idea del cuerpo “bello” o “feo”, también se construye la idea de drogas “buenas” o “malas”.

El cuerpo como protagonista e instrumento de comunicación, no sólo es el receptor-emisor de ésta, también es el elemento, que posee las funciones aptas para ello, es aquel que habla sin palabras, el que se comunica con el ademán, el gesto y la mirada. Protagonista de la incertidumbre de lo comunicado por otro cuerpo (del gesto de duda en tanto la existencia del otro me es significativa) gracias a la condición de seres inter-corporales, intra e intersubjetivos; tengo el poder de comunicar: efectivamente, eficiente y eficazmente, “realmente” y metafóricamente...

1 Antropóloga. Tesista Candidata a Magíster en Culturas y Droga. Integrante Grupo de Investigación Cultura y Droga, funcionaria ICBF Rio Sucio - Caldas - Colombia.

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Janis Tatiana Restrepo Duque

De igual manera, existen muchas formas de inter-corporalidad, de percibir ese mundo co-habitado en que el cuerpo se comunica, como: cuerpo social y cultural, cuerpo orgánico, cuerpo imaginado y anhelado, cuerpo percibido, cuerpo proyectado, cuerpo erótico o cuerpo sin vida. El cuerpo en el tiempo también presenta variadas relaciones: el cuerpo en el recuerdo, el cuerpo pasado, el cuerpo futuro, el cuerpo como expresión moral, el cuerpo anhelado, el cuerpo imaginado.

Ahora bien, en la medida en que el cuerpo comunica es cuerpo signo o cuerpo símbolo. Es cuerpo signo cuando el cuerpo -por ejemplo en el área de la salud- presenta síntomas que se pueden leer e interpretar, comunican un estado de salud o enfermedad. Es cuerpo símbolo en la medida en que conforma unos imaginarios colectivos (“sex’s symbol”), señales que apuntan hacia lo que se percibe en general de éste, reafirmando estereotipos de “normalidad”, “belleza” y conducta “apropiada”.

“Paralelamente nosotros hemos observado que el cuerpo, cuya materia nos parece esencial en la constitución de los dispositivos simbólicos, corresponde tanto a la esfera del significante, como a la del significado, en el sentido trivial de estos términos, lo mismo que la naturaleza en general que no puede simbolizarse sino mediante elementos que ella misma propone a la experiencia humana” (Augé, 1998: 135).

En éste sentido, la contemporaneidad, nos propone un dilema moral que tiene que ver con las significaciones del cuerpo y con las transformaciones culturales que la sociedad le “impone”. Al respecto, las ideas pluralistas tan típicas de la modernidad reflejan las posibilidades que tiene el cuerpo como escenario, y en este sentido como objeto de transformaciones culturales, las cuales, están íntimamente asociadas con las ideologías. El cuerpo como escenario es el medio primario de comunicación, por lo cual en el mundo globalizado, las expresiones corporales son múltiples y diversas. Sin embargo, se observa una serie de tendencias relacionadas específicamente con las ironías de la sociedad de consumo y por supuesto, con la ideología institucionalizada del capitalismo moderno, en el cual el cuerpo es semantizado para servir como medio del consumismo.

Los contenidos altamente eróticos y generalmente bastante explícitos emitidos por los medios masivos de comunicación (MMC), salvaguardan la dinámica entre los conceptos institucionalizados de lo bello-feo, lo masculino-femenino, lo correcto-incorrecto, entre otros. Imponiendo unos estándares de belleza, de masculinidad o de feminidad que, pensados en términos de género, son un reflejo de las condiciones

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de dominación impuestas por las tradiciones patriarcales de la sociedad occidental, siendo éstas últimas, retroalimentadas por las industrias lúdicas y estéticas en las que -como ya se comentó- la tecnología de las telecomunicaciones ha sido garante de su afianzamiento.

En este sentido, los estereotipos devienen de los sistemas ideológicos, los cuales configuran cosmovisiones que a su vez configuran complejos ideológicos sobre los que se sustentan las estructuras socioculturales de los pueblos o, al decir de Foucault, los dispositivos de poder. Por ende, en la sociedad global, esos complejos ideológicos, pueden generar choques, esto se debe a que los procesos ideológicos están mediados por el lenguaje, lo que implica que se negocien significados, y así, la práctica social quede inscrita en la ideología. Sin embargo, “…no se puede concluir correctamente que no existe nada sino ideología… En otras palabras, la ideología tiene efectos reales en cuerpos, espacios, relaciones, acciones y omisiones. La ideología deviene efectiva y se materializa en sus intrincadas conexiones con las fuerzas sociales” (Restrepo, 2004: 53-54).

Para el caso se quiere abordar, encontramos entonces dos complejos ideológicos que están íntimamente ligados con los conceptos de libertad, dignidad y género (conceptos liberales y nociones liberadoras), al respecto de las transformaciones del cuerpo y su estatus moral:

1) “Ideología estética”: la belleza tipificada culturalmente como tal en relación con el deseo de verse como el parámetro lo indica (aunque la mayoría de los sujetos no concuerde con la tipología). Las transformaciones del cuerpo, asociadas con el anhelo de alcanzar los estándares de lo bello, de la moda y de las efemérides de lo impuesto por la sociedad de consumo, que moldean lo anhelado del cuerpo.

2) “La ideología sexual” y la “definición hegemónica de la virilidad o feminidad”: las transformaciones relacionadas con el tema de la identidad sexual y los transgenerismos. Ambas tendencias impulsadas por los sorprendentes avances de la ciencia y la tecnología, específicamente de las cirugías estéticas y el cambio de sexo.

Sistemas de dominación que engendran sistemas ideológicos que marcan pautas culturales relacionadas con las transformaciones culturales del cuerpo en la sociedad de hoy, nos permite observar la complejidad de las realidades que debemos enfrentar

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los estudiosos del fenómeno de las drogas, en tanto la realidad, pese a ser simbolizada, es también definitiva, en el sentido de las condiciones materiales de existencia que determinan las posibilidades reales del sujeto, al respecto de un pensamiento bio-ético.

Me explico, “…el Homo vive en un mundo de símbolos, de re- flexión, y no en un mundo de (simples) cosas. De tal forma (y ¿cómo explicar esto biológicamente?) que lo invisible (símbolo o concepto) tendrá más importancia que lo visible (material), determinando el primero el orden, el sentido vital, del segundo…” (Lorite Mena, 1982: 34) y, es en ese sentido que se piensa en los regímenes ideológicos como determinantes de las tendencias estéticas y de los movimientos sociales.

Así, se ponen en discusión dos tendencias observadas en la sociedad occidental, las cirugías estéticas que buscan que las personas -generalmente mujeres- alcancen un prototipo impuesto socioculturalmente, y que es modelado por los grandes capitales financieros que se lucran de la industria recreativa y estética, haciendo del cuerpo una figura maniquea que exalta las condiciones psicosociales de un sujeto altamente alienado; y, las cirugías de cambio de sexo que buscan la reivindicación del sujeto en tanto ser moral y sujeto de derechos que -gracias a diferentes movimientos sociales- busca su espacio en una sociedad aparentemente pluralista. El punto de encuentro se evidencia en el uso de drogas para aliviar el dolor que deviene de los procedimientos quirúrgicos.

Ahora bien, pensemos las dos situaciones de experiencia vital corpórea (la cirugía) en términos de “cismogénesis” o de fenómenos tipológicos en relación a las adicciones. La cismogénesis, “…designa proceso de interacción en el que se da un cambio de dirección en un sistema que aprende” (Bateson, 2006: 263) (por ejemplo, una célula, un ser vivo o una organización se genera a sí mismo a través de la interacción con su medio). Es así, como, para el caso de los sistemas ideológicos operantes en cada situación, el individuo se va modelando a través de la interacción con la institucionalidad o la cultura en general. Siendo que lo colectivo no puede ser observado, como una experiencia biológica reservada exclusivamente para Homo Sapiens Sapiens, de hecho, los elementos necesarios para “aprender” se dan gracias a la experiencia de la alteridad.

Sin embargo, las estructuras institucionales alienantes adquieren sentido, valor y vigor en el sujeto aunque le antecedan y precedan, por lo cual, un modelo epistemológico

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convencional cerrado, permite argumentar las diferencias sexuales como parte de la naturaleza, así, a partir de la naturalización de la cultura se avalan estereotipaciones gestadas por los sistemas de dominación masculinos, no solo respecto de la mujer como objeto sexual, sino también, al respecto de la exclusión o proscripción de la diversidad de las identidades sexuales y de género, incluyendo las masculinidades.

La diversidad garantiza la continuidad de una organización, por ello, existen cuerpos de diferente tipo con sexos diferenciados, el punto clave es que el desarrollo científico-tecnológico ha “abierto una caja de Pandora” que posibilita la solución a la “dismorfía corporal”, pero, ¿qué es la dismorfía sino la exaltación homogenizante de la pauta cultural, de la norma de un cuerpo bello en occidente? Y, en ese sentido, es que la alternativa de parecerse al estereotipo puede vincular cuestionamientos bio-éticos al respecto de la dignificación del sujeto a través del sometimiento a la “mutación” quirúrgica.

En el caso de las “narco-estéticas”, la transformación corporal es denigrante para con el género femenino, dado que reproduce y afianza las relaciones de poder masculino, al darle al cuerpo una realidad estética aniquilante de su completud, de su conciencia e inhibiendo sus potencialidades a merced del contrato social. El cuerpo es convertido en una ficción, en la medida en que pretende presentarse como el todo de la existencia de lo femenino, desligándolo de su conciencia fenomenológica.Para el caso del cambio de sexo, la “mutación” quirúrgica, muchas veces adquiere la condición de procedimiento dignificador del sujeto, en la medida en que le permite autorrealizarse. La conciencia de sí mismo es tan fuerte que le exige un cambio, aunque éste valla en contra de lo instituido y definido socialmente como masculino o femenino.

Estos cambios, observables en la irrupción quirúrgica del cuerpo, también plantean dilemas éticos al respecto del auto-reconocimiento y el amor propio, o autoestima. Nuevamente, la ideología estética y/o sexual irrumpe en el sujeto generándole la ilusión de auto-cuidado y salud, aunque verdaderamente lo que existe es una gran inseguridad sobre sí mismo (acaso producto de la desazón de la vida moderna), generada por la verticalidad de las relaciones intersubjetivas e inter-género. Verticalidad devenida, nuevamente, de las definiciones hegemónicas de lo femenino y lo masculino, que bloquean el desarrollo de lo que se ha denominado: “la democratización del afecto”.

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Por otra parte, si pensamos las organizaciones en términos de un sistema abierto y de alta complejidad, es posible pensar al sujeto como una entidad característicamente intersubjetiva, pero basada en la experiencia individual, la individualidad garantiza la diversidad y la continuidad del sistema. Ello implicaría, la posibilidad de auto-composición del sujeto, desde una perspectiva bio-ética, acorde con las exigencias contemporáneas de dignificación, equidad y autorrealización de los seres humanos. Lo que nos permite pensar en que los aportes de la bio-ética, serían trascendentales en la búsqueda de un “mejor” futuro, entre las posibilidades de “lo mejor”, para la sociedad humana.

El respeto, el acceso equitativo a los recursos y la justicia social, la discriminación positiva, entre otros; serían plausibles en la actualidad si existiese una voluntad política y una posición pluralista que trascendiese del discurso a la realidad objetiva de los pueblos. Sin embargo, las paradojas de la modernidad, continúan dejándonos en la sin salida que refleja la falta de concordancia entre lo dicho y lo escrito con la realidad de la experiencia.

la ParadoJa dE la ProHiBiCiÓN

La paradoja, al ser una afirmación aparentemente verdadera (gracias a innumerables recursos retóricos) permite, en el caso colombiano, la expresión de la política de gobierno actual, la cual implica un retroceso jurídico -por los menos al respecto de política sobre las drogas- en tanto, retoma el pensamiento prohibicionista en desmerito de la política de reducción del daño que se había venido construyendo al respecto de promoción y prevención en salud pública.

El acto legislativo de 2009 que reforma el artículo 49 de la constitución política, prohíbe el porte y consumo de drogas -salvo prescripción médica- bajo el recurso argumentativo, del deber del Estado de velar por la salud de sus ciudadanos, colocando el fenómeno de las adicciones en el marco ya no de una decisión personal e individual, sino en el marco de una patología que desde el discurso biomédico casi que infantiliza al individuo en la medida en que éste es supuestamente despojado de su capacidad de elección voluntaria como resultado del uso de las drogas.

Encontramos entonces, diferentes recursos discursivos a partir de los cuales presentar como verdaderos los argumentos a favor de la prohibición. Tales discursivas tienen

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que ver primordialmente con aspectos biomédicos y con aspectos relacionados con las presiones internacionales en torno a la lucha antidrogas. Aunque haciendo una revisión suspicaz se encuentra que dichos elementos no justifican la prohibición como parte del control represivo del Estado, en la medida en que por una parte, el control de bienes y servicios con potencial nocivo para la salud humana, se basa más en intereses económico-políticos de algunas élites o, en la contemporaneidad, de los capitales financieros transnacionales. Por otra parte, también es injustificada la prohibición en la medida en que esas presiones internacionales están basadas en una idea bastante purista de “un mundo sin drogas”, que además se cae por su propio peso, (solamente pensar en el desarrollo de la farmacología y su incidencia por ejemplo en la esperanza de vida nos desmonta tal idea).

Ahora bien, esas estrategias discursivas deben ser analizadas desde la noción de libertad, en la medida en que es la institucionalidad que representa al Estado la que las emite y les da fuerza. El discurso a favor de la prohibición, no nos dice nada por sí mismo, sólo es performativo en la medida en que es divulgado por el Estado, el cual a su vez, está basado en el ejercicio de las libertades individuales y el respeto a los otros. Así, esa libertad del ser humano, al estar fundamentada en la facultad de decisión intrínseca a éste, implica unas normas que a su vez “exigen un juicio de responsabilidad” y que se concretizan en el lenguaje dada su naturaleza normativa.

Pero, ¿qué es lo normal o lo anormal?, pensado esto en el marco de una sociedad donde cada individuo tiene la oportunidad de disentir, de desviarse y de cuestionar lo normal, siempre y cuando sus actos no le causen daño a otros. Hasta hace muy poco -y también basado en un discurso médico- el homosexualismo era una desviación resultado de una patología psiquiátrica, actualmente, esa supuesta patología sale del listado de enfermedades psiquiátricas y se convierte en una elección individual en torno a la que se congregan individuos en busca de la reivindicación y reconocimiento de sus derechos.

La historia de la sociedad occidental está cargada de ejemplos de éste tipo, desde los que se puede observar la contradicción intrínseca de la estructura misma del Estado liberal: libertades individuales en un colectivo que debe ser regulado por el Estado, libertad y regulación.

Uno de estos ejemplos es la satanización del consumo de alcoholes y “embriagantes” que comienza a pronunciarse en el siglo XIX con la idea del uso del alcohol como

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Janis Tatiana Restrepo Duque

adicción. Tal idea fue desarrollada por los estudios del Dr. Benjamín Rush (1810) que impulsaron el surgimiento del Movimiento por la Sobriedad (Temperance movement) en la América anglosajona, lo que impulsa una mirada moralizante sobre el fenómeno y que deviene posteriormente (1842) en la descripción de los efectos del consumo como enfermedad física, definiéndose la embriaguez o el deseo de beber como “adicción”. Esto nos permite observar cómo la profesión médica va adquiriendo los matices de una institución de control social desde la cual se define como enfermedad -a partir de la construcción del concepto de adicción- lo que otrora era simplemente una práctica desviada o anormal desde la perspectiva puritana de la sociedad anglosajona. En éste sentido, las miradas con respecto al consumo de cannabis adquieren una dinámica similar, en la cual la planta pasa de ser un elemento medicinal a ser un elemento de uso delictivo, debido a que la corona inglesa al gravar con impuestos el consumo tradicional del cannabis en la India, va produciendo concomitantemente prácticas de resistencia por parte de los nativos, como decimos en Colombia “hecha la ley, hecha la trampa”.

Así, encontramos que el tema de drogas finalmente nos lleva a la reflexión del fenómeno, la cual debe estar basada en la necesidad de pensarse desde su problematización en términos morales, médicos y jurídicos. Así, lo que se deduce es que el problema en torno a las drogas es un problema construido desde los discursos del poder en donde se naturalizan como problemas morales, de salud pública o de orden delictivo. Por tanto, la tendencia es camuflar las consecuencias sociales del fenómeno de uso de drogas a partir de la construcción de un problema que finalmente, presentado en los términos actuales del prohibicionismo, es un problema que sirve a los intereses del mercado de las drogas y las armas. Encontrando “cómo nuestra cultura occidental hace de ciertas prácticas y comportamientos ‘problemas’ y define ‘sujetos’”.

Las drogas en sí mismas no se caracterizan por ser problemáticas (malas, nocivas, perjudiciales, letales…), debido a que son las construcciones sociales, las que desplazan estos calificativos a las sustancias que por sí mismas nunca serían tales, de no ser por el uso que los hombres y las sociedades -en particular la sociedad occidental- hacen de ellas. Es así, como encontramos que si bien existe una realidad ontológica, también existe una realidad construida socialmente y es a partir de esa construcción social de la realidad, como le damos sentidos y significaciones a las cosas que por ejemplo consumimos como en el caso de las drogas que, si bien no son “malas” en sí mismas, si se les ha dado una carga negativa y una categorización asociada con el crimen, la inmoralidad y los malos hábitos en materia de salud.

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Categorización que sólo es posible explicar mirando el fenómeno desde lo histórico, y comprendiendo que esa supuesta racionalidad y objetividad científicas desde las que se califica el fenómeno no son más que otras discursivas que sustentan esos discursos que problematizan convenientemente -en términos de las dinámicas del poder- el fenómeno de las drogas.

Ahora, las miradas sobre éste fenómeno son múltiples y diversas, por lo cual la perspectiva foucaultiana, no sólo brinda la posibilidad de contrastar dicha perspectiva, sino que también, permite observar cómo se van creando instituciones para controlar o disciplinar a los sujetos que tienen diferentes prácticas en torno a las drogas, lo cual no sólo corrobora la eficacia de estos discursos construidos en torno al fenómeno de las drogas, sino que logra que dichos discursos se cristalicen en políticas e instituciones de control social en las que el individuo desaparece como sujeto colectivo, siendo absorbido por una masa descalificada y/o relegada de seres incógnitos que son calificados y autocalificados (en tanto algunos sujetos interiorizan esas evaluaciones del sujeto desviado que hay que controlar) como inmorales, enfermos o criminales.

El peligro de una avanzada -por ejemplo- comunista ha desaparecido, ahora, aquellos que mueven los hilos del poder, “…van a esperar y a solicitar por medio de extraños encantamientos una nueva encarnación del mal, una mueca distinta del miedo, una magia renovada de purificación y de exclusión” (Foucault, 1993: 6).

En éste sentido, se ha de aclarar que, si bien el fenómeno no se explica únicamente desde la perspectiva de la dominación y los “discursos del poder”, dada su multi-determinancia y polivalencia en términos de fenómeno complejo, es necesario hacer énfasis en el gran protagonismo que los grupos financieros y de la esfera política internacional tienen sobre las políticas de drogas en el mundo. Lo cual, aunado a las dinámicas que se dan al interior de la política colombiana, muestra un panorama desolador, frente al ejercicio del derecho al libre desarrollo de la personalidad, el ejercicio de la libertad y la autonomía personal.

La noción de democracia es lo suficientemente abstracta como para que ese “pueblo” pierda sus libertades y sea infantilizado de manera tal que ni siquiera se dé cuenta. Las condiciones del pueblo colombiano son muy favorables para ello, en la medida en que las maquinarias políticas regionales deforman el criterio de voto de los electores

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Janis Tatiana Restrepo Duque

gracias a la conjunción de necesidad y retórica, debido a que el criterio de voto, tiene que ver más con el paquete escolar que le dieron al votante para sus hijos, que con las propuestas políticas del candidato. Así es como el emperador le quita la libertad a su pueblo, “con una mezcla de miedo y gozo”. De las restricciones más mínimas se pasa a las más descabelladas, así comienzan todos los regímenes, restringiendo libertades bajo la escusa de proteger a los ciudadanos de amenazas terribles. “Se ha grabado la palabra, pero también el diseño de la emoción. Ya nadie puede estar seguro”, y seguramente es el papá Estado el único que la pueda garantizar siempre y cuando no se cuestione -en éste caso- la maldad de las drogas, lo que no tiene remedio “…y lo que no tiene remedio, ya se sabe, remediado está” (Saramago, 2004: 34).

Al respecto, las reflexiones que resultan de esa inhabitual jornada de votación narrada en Ensayo sobre la lucidez, son bien esclarecedoras de cómo la democracia contrasta muy bien con el sujeto moderno, sujeto complejo y altamente problemático en la medida en que su indeterminación le inunda. “El código genético de eso a lo que, sin pensar mucho, nos contentamos con llamar naturaleza humana, no se agota en la hélice orgánica del ácido desoxirribonucleico, o ADN, tenemos mucho más que decirle y tiene mucho más que contarnos, pero ésa, hablando de forma figurada, es la espiral complementaria que todavía no conseguimos hacer salir del parvulario, pese a la multitud de psicólogos y analistas de las más diversas escuelas y calibres que se han dejado las uñas intentando abrir sus cerrojos” (Saramago, 2004: 33-34).

El actual panorama político que se observa en Colombia, nos presenta los efectos de un proyecto hegemónico de nación que, a pesar de lo que significó la constituyente como punto de partida hacia el pluralismo y el reconocimiento de la diversidad y las libertades individuales, sigue acelerando su carrera a favor de grupos financieros nacionales e internacionales y élites políticas regionales. Por tal motivo, el acto legislativo prohibicionista que reforma la constitución política es una demostración del interés del gobierno actual en beneficiar a los grandes señores del mercado negro interno e internacional (en tanto la prohibición excluye de los marcos jurídicos y de control estatal a quienes participan de su mercado), mostrando falsos positivos y capturando a pequeños expendedores, haciendo extinción de dominio a las casuchas de los barrios empobrecidos y a las pequeñas parcelas de los campesinos, haciéndose el de la oreja mocha con las multinacionales que sacan ilegalmente los recursos maderables y mineros de las selvas colombianas, o con las escandalosas cifras y datos del Agro Ingreso Seguro2.

2 Este artículo fue escrito en 2010 durante el último año de mandato del ex-presidente Álvaro Uribe Vélez.

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Corporalidades, feminidades y drogas proscritas

Asimismo, al pasar la época electoral, no queda sino esperar que pase la marea y el nuevo gobierno defina el rumbo de la política nacional en materia de drogas, al tiempo que se deben buscar estrategias para hacer eco a la invitación al boicot general que, “frente a los desmanes totalitarios del régimen quedan la resistencia y la desobediencia civil. De la existencia de leyes injustas surge la obligación moral de resistirlas y desobedecerlas” (Borrero Navia, 2009). Ah!! “y sea lo que dios quiera, que para eso está” (Saramago, 2004: 31).

BiBlioGraFÍa

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Drogas entre adolescentes de Porto Alegre

“loS oJoS dE la PaStora” Y El PodEr dE la adiViNaCiÓN.

SalVia diViNorUM, Y “la droGa dE la CUltUra YoUtUBE”

JOHN H. ARCIA G.1

Recibido: 9 de octubre de 2011Aprobado: 7 de noviembre de 2011

La ponencia presenta una reflexión hermenéutica sobre la salvia divinorum, o “la droga de la cultura youtube”, en la cual se evidencia que los enteógenos que están relacionados con la adivinación no son bien recibidos en algunas culturas patriarcales, como la antigua Grecia, y la cultura relacionada con la virtualidad.

La salvia divinorum, desde el punto de vista arquetípico, es la planta que acompaña el ritual en que lo dionisiaco se presenta intempestivamente. Prueba de ello, son una serie de videos colgados en Youtube, que muestran a personas que utilizan la planta, graban sus comportamientos observables y luego cargan el video. Se puede ver que las expresiones no corresponden a la “misma persona” que hace pocos segundos atrás se presentaba.

La ponencia sustenta que la “lucha contra las drogas” es un problema que crece cada vez más, y lo seguirá haciendo, hasta que el ser humano reconozca que los enteógenos no son los culpables, y que aquello que se considera como flagelo social, hace parte de una exigencia vital de la naturaleza humana; el encuentro con la vida misma.

Palabras clave: arquetípico, cultura, Dionísio, Salvia divinorum, Youtube.

1 Psicólogo. Magister en Educación. Psicólogo. Coordinador de Investigación Universo ARKE S.A.S. Integrante Grupo de Investigación y docente de la Maestría en Culturas y Drogas, Universidad de Caldas, Manizales - Colombia.

cult.drog. 16 (18): 237, 2011ISSN 0122-8455

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Cantos curativos chamánicos que hacen ver y su representación performática interactiva

CaNtoS CUratiVoS CHaMÁNiCoS QUE HaCEN VEr Y SU rEPrESENtaCiÓN

PErForMÁtiCa iNtEraCtiVa

Mauricio Rivera Henao1

Recibido: 8 de octubre de 2011Aprobado: 7 de noviembre de 2011

La presente ponencia expone algunos cantos chamánicos curativos americanos, desde representaciones artísticas e interacciones mediadas con el uso de tecnologías diseñadas para establecer relaciones de coautoría. Se abordarán concepciones filosóficas, estéticas, antropológicas, de diseño y artísticas, con el propósito de evidenciar los hallazgos de la experiencia de creación e investigación ligada al reconocimiento de saberes ancestrales.

En particular, se comentará la obra paisaje sonoro titulada Unificanción, realizada a partir de cantos curativos chamánicos del Tibet, Cuba y Colombia, los cuales han sido grabados en Costa Rica, Cuba y Colombia, en el transcurso del año 2010 y 2011, por medio del intercambio cultural entre cantores. La composición del paisaje sonoro se estructura a través de la dialéctica entre sonidos tradicionales y contemporáneos, como sentido ancestral-curativo sobrepuesto a diferencias territoriales, por medio del diálogo multicultural entre las diferentes tradiciones. El paisaje sonoro Unificanción, está programado para el simposio como presentación artística.

Palabras clave: arte, chamanismo, diseño, interacción, paisaje sonoro.

1 Licenciado en Artes Plásticas. Universidad Tecnológica de Pereira. Magíster en Diseño y Creación Interactiva. Universidad de Caldas. Ha participado en eventos internacionales en: Argentina, Bolivia, Brasil, Cuba, Costa Rica, México, Francia, Holanda, Italia, España, Venezuela y Colombia. Docente de la Fundación Universitaria del Área Andina de Pereira, Colombia. www.mauriciorivera.com.

cult.drog. 16 (18): 239 - 240, 2011ISSN 0122-8455

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Mauricio Rivera Henao

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PErForMaNCE

“No todo el tiempo estamos, a veces simplemente lo creemos. Como el viento, como el agua siempre en movimiento. Pero no todo es lo mismo. Un hombre allá en la imagen, en ese espacio. La luz como principio de la imagen. La luz y la oscuridad. No importa cuánto intentemos la claridad, siempre queda algo sin explicar. Lo desconocido. La duda. La incertidumbre. Ante esto sólo cabe la meditación. La concentración. El tiempo que somos. El espacio que somos. La acción que somos. La contemplación no se enfrenta a nada. La memoria tiene su propia vida igual que la naturaleza. La búsqueda es un impulso natural. El vacío también. El olvido. La muerte y la vida. El misterio. La magia. El color. Todo esto es natural. Como la roca, como el paisaje, como las montañas, como los árboles, como la ciudad. Los autos también son naturales. El tráfico. La gente. La multitud. El estrés. El hacinamiento. La soledad. El registro, este registro. La visión borrosa. El extrañamiento. La distancia. La intimidad. El espíritu. El Alma. La mente. El cuerpo. La inmensidad. El infinito. El video. La imagen. El arte. La expresión. La comunicación. La actuación. La improvisación. El performance. La realidad. La locura. La genialidad. El individuo. El colectivo. La limpia. El exorcismo. La sanación. El ritual. La rutina. El origen. La causa. El efecto. Dios. El análisis. El discernimiento. La sabiduría. El caminante, el caminar y el camino. El descubrimiento. La esperanza. El amor. La unión. La conciencia. Las sombras. La urbe. La transparencia. La sutileza. La imaginación. El pensamiento. La reflexión. La subjetividad. El reencuentro. El círculo”.

PErForMaNCE “El CÍrCUlo M.a.r (Meditación-Acción-Reflexión)”

Y CortoMEtraJE EXPEriMENtal “VaCÍo”

James Delgado

cult.drog. 16 (18): 241, 2011ISSN 0122-8455

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Adicción y transformación espiritual una introducción a la ibogaína

adiCCiÓN Y traNSForMaCiÓN ESPiritUal UNa iNtrodUCCiÓN a la iBoGaÍNa

HOWARD MARKS M.1

Recibido: 27 de octubre de 2011Aprobado: 7 de noviembre de 2011

“A la memoria de Roberto Venosa, amigo y artista visionario”

HiStoria

Durante miles de años los seres humanos han evolucionado a la par de las plantas, a la vez que las ha utilizado para sanarse. Tabernathae Iboga es una planta enteogénica, medicina sagrada que tiene una larga historia de uso ceremonial y rituales de paso, sacramento de transición. Conocida por los Pigmeos de la cuenca del Congo durante más de 20.000 años, y durante los últimos 300 años ha sido usada por los adeptos de la religión Bwiti. La Iboga crece en los bosques de la zona central del Oeste Africano. La palabra Iboga se deriva del verbo Tsogo “Boghaga”, que significa “importarle a uno”. La Ibogaína, es uno de los doce alcaloides encontrados en la corteza de la raíz de la planta. El espíritu de la Iboga es un maestro que puede llevarnos hacia un cambio auténtico. La Ibogaína es una herramienta increíblemente útil que nos puede liberar de las dependencias químicas.

En Occidente, la ibogaína es usada primordialmente para la desintoxicación y síndrome de abstinencia. Es una medicina muy efectiva en la recuperación del abuso de drogas. Tiene la cualidad única de dar alivio rápido a los dolorosos síntomas de abstinencia de substancias tales como: heroína, metadona y otros opiáceos. Puede también, reducir el ansia del uso de drogas como: opiáceas, cocaína, metanfetamina, alcohol y nicotina por varias semanas, meses incluso años.

1 Master en Educación especial. Especialista en implementación de programas estatales para la prestación de servicios para individuos con discapacidades de desarrollo para el Concejo Estatal de Hawaii, Estados Unidos. Correo electrónico: [email protected]

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Howard Marks M.

La psicoactividad de la Ibogaína proporciona momentos de realización profunda de gran importancia en la comprensión de los orígenes de los procesos de adicción y de patrones conductuales no saludables, reconectándonos con nuestra verdadera naturaleza.

La Ibogaína crea una experiencia onírica intensa que activa la memoria a largo plazo, así la información inconsciente causa una introspección profunda, que ayuda a la comprensión y resolución de asuntos relacionados con las adicciones. El uso de la Ibogaína en la interrupción del síndrome de abstinencia de opiáceos y sus cualidades psicoactivas como droga onirofrénica, la diferencian de los psicodélicos clásicos como: LSD, Mescalina y Psilocibina.

En 1962 Howard Lotsof, descubrió por casualidad la capacidad de la Ibogaína para interrumpir el síndrome de abstinencia de la heroína. Howard, era miembro de un grupo interesado en la experimentación y evaluación de drogas psicodélicas, y en ese tiempo era adicto a la heroína. Después de probar la Ibogaína se dio cuenta que no presentaba síntomas de síndrome de abstinencia. A partir de ese momento, continuó trabajando el resto de su vida intentando establecer la Ibogaína como medicamento aceptado.Los estudios científicos continúan mostrando que la Ibogaína es un interruptor efectivo de opiáceos, cocaína, alcohol, nicotina, metanfetaminas y uso de múltiples drogas.

La Ibogaína es una ventana de oportunidad en la interrupción de la adicción, no una cura. El tratamiento con Ibogaína crea una ventana de oportunidad que de otra manera no existiría en la interrupción del síndrome de abstinencia de opioides y conductas de ansia de droga. Aquellos individuos que son exitosamente desintoxicados con una sola dosis de Ibogaína, no experimentan síndrome de abstinencia nuevamente.

La evidencia de la efectividad de la Ibogaína, incluye la reducción del uso de drogas y menos síntomas de síndrome de abstinencia en animales y humanos. Dicho de manera sencilla, una rata adicta a las drogas dejará de pulsar el dispensador de drogas una vez administrada la Ibogaína. La rata no fue a terapia ratonil, ni experimentó introspección comprensiva respecto a su conducta auto-destructiva, y a su infancia traumática. Por ende, ¿Qué fue lo que sucedió?

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Adicción y transformación espiritual una introducción a la ibogaína

CÓMo FUNCioNa

Aún no sabemos exactamente cómo funciona la Ibogaína pero sabemos que funciona. Los mecanismos de acción de la Ibogaína y su capacidad única de detener el síndrome de abstinencia han creado un nuevo paradigma científico para comprender la adicción.

El mecanismo de acción de la Ibogaína es el resultado de complejas interacciones entre múltiples sistemas de neurotransmisores. La modulación simultánea de varios neuro-mecanismos podría ser un enfoque efectivo en el tratamiento farmacológico para la drogadicción. Así, la Ibogaína es la sustancia conocida más efectiva para la interrupción del síndrome de abstinencia de opioides; ésta merece más investigaciones como paradigma neurológico y del desarrollo farmacéutico.

La Ibogaína restablece el funcionamiento correcto de la neuroquímica del cerebro. El tratamiento restituye en el cerebro el estado pre-adictivo, dando como resultado un “restablecimiento”, o “normalización” de las adaptaciones neuronales relacionadas con la drogadicción. Esto es de suma importancia para los pacientes que viven con el temor del síndrome de abstinencia.

La acción múltiple de la Ibogaína en diferentes sistemas de neurotransmisores sugiere que la modulación simultánea de varios mecanismos neurológicos puede ser un enfoque efectivo en el tratamiento farmacológico de la drogadicción. La acción múltiple de la Ibogaína crea en el cerebro un estado de plasticidad que facilita la consolidación de memorias traumáticas, invirtiendo las funciones anormales del cerebro, y disolviendo patrones habituales asociados con la adicción.

La Ibogaína ayuda a restaurar las neuronas dañadas por el abuso excesivo de substancias. El Factor Neurotrófico Derivado de la Célula Glial (GDNF por su nombre en inglés) expresado a través de la Ibogaína ocasiona el surgimiento de fibras dopaminérgicas, permitiendo la reparación de áreas dañadas del cerebro. La expresión de GDNF a través de la Ibogaína, podría ser también una aplicación clínica para la enfermedad de Parkinson, pero aún se requiere trabajo clínico sobre el tema.La Ibogaína actúa además como un potente antidrepesivo de larga duración, mejorando el estado de ánimo de la persona durante largo tiempo después del tratamiento. La Ibogaína afecta el complejo receptor NMDA y la evidencia a

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Howard Marks M.

señalado al receptor N-Metil-d-aspartato como objetivo terapéutico potencial en el tratamiento de la depresión profunda.

No existe ninguna otra sustancia conocida que actúe en estos sistemas de manera tan importante. Estos sistemas definen la farmacología de la conducta humana, afectando el dolor, el placer, la ansiedad y la depresión. La comprensión de las acciones de la Ibogaína podrá revelar información importante sobre la memoria, el aprendizaje, los sueños, el dormir, la dependencia química, la tolerancia y el abuso. La Ibogaína es útil en el tratamiento de afecciones psico-espirituales que acompañan los procesos de adicción. La Ibogaína ha demostrado su efectividad en el tratamiento de la depresión, trauma de Infancia, síndrome de stress post-trauma y trastornos de pánico.

Los efectos de la Ibogaína tienen una duración mayor a la de su permanencia física en el cuerpo, proporcionando una elevada disponibilidad de energía, que a su vez, permite incrementar la renovación metabólica, lo que facilita una rápida desintoxicación y renovación de tejidos. La Ibogaína ayuda a limpiar el cuerpo de las drogas, mientras restaura la neuro-química del cerebro.

La Ibogaína también tiene propiedades antibacteriales, antihongos y antivirales (HCV) las investigaciones han demostrado que puede ser efectiva en el tratamiento de la Hepatitis C. La dosificación baja y repetitiva con Ibogaína ha proporcionado una disminución continua de la carga viral. Así mismo, se observó una disminución de carga viral después de dejar la terapia con Ibogaína. Además, se ha comprobado que la Ibogaína es muy efectiva en el manejo del dolor.

ProPiEdadES EXtraordiNariaS Y aSPECtoS dE SEGUridad

El tratamiento con Ibogaína puede ser un último recurso ante una muerte inevitable. Ofrece una oportunidad de vida a muchos que, de otra manera, morirían. Una estadística anual reciente, mostró que 26.000 muertes por sobre-dosis en los EE.UU. fueron atribuidas a farmacéuticos: las muertes relacionadas con opiáceos se duplicaron en los EE.UU. entre 1999 y 2004, siendo el incremento atribuido a la Oxicodona y a la Metadona.

Las extraordinarias propiedades de la Ibogaína, deberían estar disponibles para todo aquél que las necesite, siempre y cuando se apliquen los criterios de seguridad

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Adicción y transformación espiritual una introducción a la ibogaína

para el tratamiento. El tratamiento debería suministrarse únicamente de acuerdo con los estándares de la medicina moderna siguiendo los protocolos de seguridad adecuados. La Ibogaína es una medicina altamente efectiva si se usa correctamente. NO ES ADICTIVA, y es de fácil administración en forma de cápsulas. Si no es usada correctamente puede llevar a la muerte. El principal asunto de seguridad es la salud cardíaca, particularmente en casos de intervalos QT prolongados. El uso de opiáceos o estimulantes durante o después del tratamiento ES SUMAMENTE PELIGROSO, por la potenciación de la toxicidad y peligro de sobredosis.

ForMaS dE iBoGaÍNa Y SUS EFECtoS

La Ibogaína se usa de tres formas: corteza de la raíz seca, extracción total de alcaloides e Ibogaína Hcl. Cada una de ellas tiene diferentes tiempos de inicio y duración de la acción.

Los efectos de la Ibogaína ocurren en tres fases: la primera es la fase de visualización que dura entre 3 y 6 horas. La experiencia a menudo empieza con un sonido invasivo oscilante acompañado de visiones rápidas descritas como una película en cámara rápida, una lectura panorámica de la memoria a largo plazo o una visita al reino de los ancestros.

La segunda fase es la evaluación cognitiva que dura entre 8 y 20 horas. Esta fase incluye la evaluación de experiencias y decisiones que a menudo han llevado a la persona a la adicción.

La tercera fase es la estimulación residual, que dura entre 12 y 72 horas. Muchas personas reportan una disminución de la necesidad de sueño durante varios días o semanas.

Los efectos secundarios de la Ibogaína son náusea, vómito y ataxia.

oBStÁCUloS Para El trataMiENto CoN iBoGaÍNa

El abuso de drogas y adicciones, afectan a personas de cualquier raza, cultura u origen socio-económico. Un estudio reciente del Instituto Nacional de Abuso de

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Howard Marks M.

Drogas (NIDA por su nombre en inglés) muestra que el abuso de drogas le cuesta a los EE.UU. más de 484.000 millones de dólares al año. Tanto la dependencia química como la terapia farmacológica para tratarla han sido criminalizadas en los EE.UU. La drogadicción se trata como un crimen, no como una enfermedad. Los EE.UU. gastan miles de millones de dólares cada año para poner en prisión a los adictos o forzarlos a programas de tratamiento con muy poco éxito.

El gobierno, la industria farmacéutica y la comunidad médica, han sido incapaces hasta ahora de desarrollar la Ibogaína como un medicamento. En los EE.UU. NIDA financia el 85% de la investigación en drogadicción en todo el mundo, y no ha apoyado la investigación y desarrollo de la Ibogaína, con lo que el tratamiento farmacéutico para el abuso de substancias en los EE.UU. aún se limita a dos tipos básicos de terapia: terapia de reemplazo y terapia de aversión. El tratamiento con Ibogaína ofrece otra opción a los consumidores de drogas.

Los tratamientos con Ibogaína deben ser ofrecidos allí donde puedan ser accesibles para aquellos que los necesitan; en las grandes ciudades y al menor costo posible. La Ibogaína permanece inalcanzable para la mayoría de los adictos en todo el mundo, debido a que la prohibición determina los campos de investigación y desarrollo.

La Ibogaína es un alucinógeno y, por tanto, es ilegal en los EE.UU. Ha sido erróneamente clasificada como sustancia controlada tipo 1, bajo la premisa de no tener valor médico aceptado y tener un alto potencial de abuso, lo cual no es cierto en ningún caso. En los EE.UU., según lo dictamina la ley, los médicos pueden usar únicamente medicamentos aprobados.

Las empresas farmacéuticas no han mostrado interés en el desarrollo de la Ibogaína como medicamento por varias razones. La molécula de la Ibogaína se encuentra en la naturaleza, no puede ser patentada y, por tanto, no es rentable. Otra posible razón es que la Ibogaína no es una droga de mantenimiento y no es necesario tomarla diariamente lo cual limita su rentabilidad. Además, los drogadictos son una población de pacientes estigmatizada con una tasa de mortalidad de 3 a 7 veces mayor que la de la población en general, lo cual puede percibirse como una desventaja para las compañías farmacéuticas.

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Adicción y transformación espiritual una introducción a la ibogaína

la SUB-CUltUra dE la iBoGaÍNa

Todos los obstáculos descritos han contribuido a la falta de disponibilidad de la Ibogaína, lo cual ha generado un fenómeno de rápido crecimiento: la sub-cultura de la Ibogaína. La sub-cultura de la Ibogaína, de rápido crecimiento en todo el mundo, es una clara demanda del tratamiento como una alternativa que no está disponible en el actual escenario médico.

En los EE.UU. y en otros países en los que la Ibogaína es ilegal, tiene lugar una serie de tratamientos clandestinos. Por lo general, una persona es tratada por alguien que previamente ha recibido tratamiento con Ibogaína. Estos tratamientos suelen tener lugar en habitaciones de hotel y a menudo sin los protocolos médicos de seguridad necesarios. Existen clínicas de Ibogaína para aquellos que pueden permitírselo en México, Brasil, Canadá, Sur África, Costa Rica y Nueva Zelanda. De nuevo, es importante enfatizar que los tratamientos con Ibogaína deben ser llevados a cabo, en lugares accesibles para aquellos que lo necesitan, en las grandes ciudades del mundo y al menor costo posible.

CoNClUSiÓN

“En un mundo devastado por las adicciones, deseoso de reconectarse con Dios, la Ibogaína tiene profundas implicaciones”.

BiBlioGraFÍa

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Reflejos psíquicos y visionarios

rEFlEJoS PSÍQUiCoS Y ViSioNarioS

HUGO FERNANDO TANGARIFE, DUVÁN RIVERA ARCILA1

Recibido: 20 de octubre de 2011Aprobado: 7 de noviembre de 2011

Interior-exterior; adentro-afuera; el mundo: una dualidad ad infinitum de opuestos. Lo uno y lo otro. Principio de no contradicción. Rigidez de pensamiento. Miopía intelectual. El mundo fluctúa entre lo uno y lo otro, entre el adentro y el afuera, entre el interior y el exterior, es lo mismo. Al fin de cuentas, somos UNO y la misma cosa.

En el mundo de las plantas, existe una serie de ellas, que en el misterio de su existencia llevan consigo llaves especiales que encajan perfectamente en algunas cerraduras que 1 Hugo Fernando Tangarife. Maestro en Artes Plásticas de la Universidad de Caldas, actualmente se encuentra

culminando la Maestría en Culturas y Droga. Duván Rivera Arcila. Profesional en Filosofía y Letras de la Universidad de Caldas. Magíster en Culturas y Droga. Coordinadores del semillero Plantas y Arte. Correo electrónico: [email protected].

cult.drog. 16 (18): 251 - 253, 2011ISSN 0122-8455

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Hugo Fernando Tangarife, Duván Rivera Arcila

se encuentran en nuestra psique, y cuando se abren, un universo (que es más bien multiverso) se devela, sumergiéndonos en las insondables y misteriosas aguas de nuestra psique personal, pero también colectiva. Su espíritu, sí, su espíritu, porque ellas tienen su propio espíritu, puede conducirnos a profundidades terroríficas o alturas divinas, o a ambas al mismo tiempo, para luego dejarnos en algún lugar, ¿en el centro?, quizás, pero ¿cómo saber cuál es el centro en la inmensidad del Espíritu?; pero, en fin, en algún lado nos dejan; tal vez solos, a la deriva, en una canoa en la inmensidad de los mares de la psique, luego de haber navegado bajo las fuerzas intempestivas de los dioses. Allí estamos, tras la tormenta, solos en la canoa, rodeados por una cálida bruma violácea, tenuemente iluminada por una luz que la abriga. La suave caricia del viento sobre nuestro rostro, nuestro cuerpo, nos invita a levantarnos, abrir los ojos, y entonces… llega la Visión…

La Visión es un obsequio de las fuerzas divinas. Visión que traspasa todo nuestro ser, que ilumina hasta las oscuridades más recónditas de nuestro espíritu. No. Ya no podemos ser los mismos. Imposible que arribes inerme a la orilla de tu mundo habitual. Ha sido trastocado. La fuerza lógica que regía tus pensamientos y tu ser se diluye entre tus dedos. Has vuelto, pero ya no eres el mismo.

La Visión abre horizontes. La experiencia transforma nuestra relación con el entorno. Éste ya no es simplemente un reflejo de la cultura heredada; así, tras la experiencia, nuestro entorno, empezando por el más inmediato, nuestro hogar, comienza a desvelarse en múltiples perspectivas, contornos, relaciones insospechadas.

Comenzamos a aprender a ver. Y, en esta medida, se transforma y lo transformamos, debido a que nuestra psique ha sido también trastocada. Se establecen entonces, nuevos vínculos con él; los cuales inevitablemente se reflejarán en él, de una u otra forma.

Este reflejo es nuestro objetivo, al registrar en vídeo los ambientes personales de aquellos que nos abrieron sus espacios, narrados a través de sus experiencias con plantas enteógenas2.

2 Neologismo acuñado por un grupo multidisciplinario de investigadores, con el fin de caracterizar un tipo particular de plantas y sustancias que, por tradición, se han consumido en ambientes rituales, y que poseen como principal característica la de provocar experiencias de tipo religioso o sagrado. Para tal efecto, el neologismo significa: devenir dios dentro de uno.

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Reflejos psíquicos y visionarios

Semillero de investigación Plantas y Arte3

Adscrito al Grupo de Investigación Cultura y Droga, conformado por Hugo Fernando Tangarife y Duván Rivera, realiza investigaciones sobre el yagé, planta sagrada y medicinal que se consume en ambientes rituales y cotidianos, proporcionando experiencias de tipo religioso y psicológico. En la actualidad el fenómeno de las tomas de yagé es cada vez más popular como alternativa de sanación y denota un renovado interés de la cultura urbana del interior del país por búsquedas más espirituales. Esa experiencia con plantas sagradas, que originariamente connotan “devenir dios dentro de uno”, aparecen en la instalación de dibujo Reflejos psíquicos y visionarios. Una figura humana sentada de espaldas, en posición de recibir una “limpia” por parte del taita, está acompañada de frases construidas con textos en diferentes tipo-grafías que simulan voces extraídas del ámbito ritual de la “toma” dentro del contexto urbano.

3 Escrito por Viviana Ángel, curadora del Banco de la República encargada del Eje Cafetero.

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La bioética, nueva perspectiva de culturas y drogas: una reflexión necesaria

cult.drog. 16 (18): 255 - 264, 2011ISSN 0122-8455

la BioÉtiCa, NUEVa PErSPECtiVa dE CUltUraS Y droGaS: UNa rEFlEXiÓN NECESaria

ZOILA ROSA FRANCO PELÁEZ1

Recibido: 21 de octubre de 2011Aprobado: 7 de noviembre de 2011

Antes de iniciar la reflexión del presente artículo es indispensable ilustrar al lector en el concepto de bioética parte central del título, debido a que la novedad del término, aún lo hace desconocido en muchos contextos sociales e institucionales incluida la academia.

Tomando como referencia conceptual, la Enciclopedia Bioética (1978), para no entrar en análisis alrededor de la polisemia que encierra el término, el cual posee diferentes versiones según las doctrinas éticas que lo fundamentan, los autores que lo abordan desde diferentes lecturas, intereses, ideologías políticas o religiosas (todas ellas muy respetables), encontramos que el concepto bioética: “es el estudio sistemático de la conducta humana en el área de las ciencias de la vida y el cuidado de la salud, por cuanto dicha conducta es examinada a la luz de los principios y valores morales derivados de la esfera ética de hombres y mujeres de ciencia que intervienen en procesos vitales humanos y de otras especies de la naturaleza”.

Se conceptúa además, como el estudio sistemático de las dimensiones morales, incluyendo las decisiones, la conducta y las políticas públicas que inciden en las ciencias de la vida y el cuidado de la salud, empleando una variedad de metodologías éticas en un espacio interdisciplinario (Reich Warren, 1978, 1995: 95-96).

Cuando reflexionamos sobre los elementos expresados en los conceptos anteriormente citados, no deja de animar a la autora, el afán de explicitar abiertamente los sujetos que encarnan las dimensiones o mejor dicho, las esferas morales, éticas y políticas dentro de las cuales un ciudadano común en cumplimiento de cualquier rol social, como puede ser: político, gobernante, administrador del Estado, gerente, líder,

1 Enfermera. Magíster en Filosofía y Ciencias Jurídicas. Docente Titular, Departamento de Desarrollo Humano, Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, Universidad de Caldas, Manizales. E-mail: [email protected].

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Zoila Rosa Franco Peláez

presidente, en fin, para no ser demasiado exhaustiva en la infinidad de roles que debe asumir o asume cada ser humano durante el tránsito por su proyecto vital desde su concepción hasta su muerte, señaló específicamente los desempeños que implican la responsabilidad social y política, debido a que estos deberes se relacionan directamente con el bien común y el interés general que prima sobre lo particular.

En la era de la dignidad humana, como valor intrínseco con el cual nace cada ser en el seno de la especie homínida, que lo convierte automáticamente en sujeto de derechos, además de deberes, vale la pena recordar que la bioética surge precisamente de los antecedentes históricos ubicados en el marco de la Segunda Guerra Mundial, debido al gran conocimiento demostrado por parte de investigadores médicos en seres humanos quienes sometieron a millones de personas a la más vil degradación de su dignidad, esto obligó a los organismos internacionales entre ellos al Tribunal Internacional de la Haya y a la ONU, a realizar propuestas de reconocimiento y reivindicación de lo humano basado en el respeto, aceptación realización o cumplimiento de las normas plasmadas en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, promulgada el 10 de diciembre de 1948, además del establecimiento de los tribunales de Nuremberg, para aplicar justicia y proscribir los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dominación Nazi en Europa.

Reza el preámbulo de la declaración:

“Considerando que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienable de todos los miembros de la familia humana; Considerando que el desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos han originado actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad, y que se ha proclamado, como la aspiración más elevada del hombre, el advenimiento de un mundo en que los seres humanos, liberados del temor y de la miseria, disfruten de la libertad de palabra y de la libertad de creencias; Considerando esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen de Derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión; Considerando también esencial promover el desarrollo de relaciones amistosas entre las naciones;

Considerando que los pueblos de las Naciones Unidas han reafirmado en la Carta su fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana y en la igualdad de derechos de hombres y mujeres, y se

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han declarado resueltos a promover el progreso social y a elevar el nivel de vida dentro de un concepto más amplio de la libertad; Considerando que los Estados Miembros se han comprometido a asegurar, en cooperación con la Organización de las Naciones Unidas, el respeto universal y efectivo a los derechos y libertades fundamentales del hombre, y Considerando que una concepción común de estos derechos y libertades es de la mayor importancia para el pleno cumplimiento de dicho compromiso;

La Asamblea General proclama:

LA PRESENTE DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS  como ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto los individuos como las instituciones, inspirándose constantemente en ella, promuevan, mediante la enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y libertades, y aseguren, por medidas progresivas de carácter nacional e internacional, su reconocimiento y aplicación universales y efectivos, tanto entre los pueblos de los Estados Miembros como entre los de los territorios colocados bajo su jurisdicción” (ONU, 2007: 4-5).

A propósito de todo lo anterior y del tema que nos ocupa, el artículo 22 de la Declaración en comento reza: “Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida cuenta de la organización y los recursos de cada Estado, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad” (ONU, 2007: 14).

Por su parte, los artículos 26, 27, 29, 30, proclaman:

Artículo 26: 2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz.

Artículo 27: 1. Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso científico y en los beneficios que de él resulten.

Artículo 29: 1. Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad, puesto que sólo en ella puede desarrollar libre y plenamente su personalidad.

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2. En el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus libertades, toda persona estará solamente sujeta a las limitaciones establecidas por la ley con el único fin de asegurar el reconocimiento y el respeto de los derechos y libertades de los demás, y de satisfacer las justas exigencias de la moral, del orden público y del bienestar general en una sociedad democrática.

Artículo 30: Nada en esta Declaración podrá interpretarse en el sentido de que confiere derecho alguno al Estado, a un grupo o a una persona, para emprender y desarrollar actividades o realizar actos tendientes a la supresión de cualquiera de los derechos y libertades proclamados en esta Declaración”2 (ONU, 2007: 17, 18, 19, 20).

Partiendo de este marco normativo de referencia, el cual da cuenta de cómo se articula la bioética con los postulados universales plasmados en dicha declaración, que recoge de alguna manera las características de esta área del conocimiento que pretende tender puentes en vez de ahondar abismos, promoviendo la comprensión y la tolerancia entre los pueblos y miembros de la familia humana, con características como: pluralidad, interdisciplinariedad, respeto por la diferencia; mediante la utilización del método dialógico, para generar consensos y reconocer disensos como estrategia de consideración de lecturas diferentes de la realidad estudiada y la problemática planteada en la mesa de negociación y acuerdos.

Así, fue que incursiono la bioética en el programa de Maestría en Culturas y Drogas de la Universidad de Caldas; producto de un conflicto de tipo ético planteado entre docentes de la Facultad de Ciencias para la Salud y la dirección de la Maestría, debido a posturas contradictorias, las unas basadas en las evidencias empíricas del daño sobre el abuso de las drogas psicoactivas o sustancias alucinógenas a la población juvenil, atendida en las unidades de Psiquiatría y Atención mental de los hospitales y clínicas de la ciudad, y por otro lado, las acusaciones de padres de familia y otros miembros de la comunidad de Manizales contra el programa, señalándolo como inductor al consumo en los colegios y demás espacios donde se intervenía.

Luego de diversos diálogos entre los actores involucrados, y tratar de realizar acercamientos con el fin de presentar diferentes posturas o lecturas a la luz del conocimiento científico y humanista, se abrió el Seminario de Bioética e

2 Negrillas agregadas por la autora para resaltar aspectos que relacionan la reciprocidad que exigen los derechos humanos y los deberes ciudadanos en el seno de la sociedad.

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Interculturalidad y Drogas, para tender un puente de comprensión y tolerancia mediante el estudio juicioso para que acercara a las partes en conflicto, esto dio origen a la investigación cualitativa realizada por la autora, titulada: La bioética como una ética del cuidado de la vida y la salud para el desarrollo humano integral; con la participación de los estudiantes de la primera cohorte de la Maestría como unidad de trabajo.

Se determinaron tres categorías de análisis: los significados que atribuían los estudiantes a la bioética, a la ética del cuidado y el desarrollo humano; los imaginarios que poseían sobre la bioética, como una ética del cuidado y resignificar el cuidado esencial de la salud a partir de la bioética, para promover una conciencia crítica capaz de transformar hábitos nocivos a la vida y la salud desconociendo el autocuidado.Entre los significados que atribuyeron los estudiantes participantes a la bioética se encontraron: comportamientos, aprendizajes y cuidados para mantener el cuerpo sano, respetar al otro; protección total de la vida con la naturaleza; reconocer la fragilidad humana, por causa del dolor que afecta todas sus esferas; y los cambios que se producen en todos los ciclos de la vida y que finalmente conducen a la muerte; asumir la vida como ejercicio de la libertad con los demás, y la naturaleza. Estudia el origen del universo como un campo de conocimiento humano.

Los significados de la ética del cuidado se expresan en los siguientes términos: La actitud que se asume en las prácticas diarias del cuidado de la salud y el entorno urbano, natural y de interacción con los demás. Es la responsabilidad para preservar la vida y la salud generando mejor calidad de vida como único e invaluable patrimonio. Depende del sentido que cada uno le da a su salud, es diferente en cada persona según la información que posee; tranquilidad o riesgo en las prácticas diarias, estar atentos y conscientes, quererse y respetarse, es lo que dicta la conducta, el comportamiento, las acciones en las relaciones humanas y con el entorno. Es justamente el sentimiento como pacto interno de acuerdo con la personalidad y la cultura que impone condiciones determinadas para el desarrollo humano. Son los hábitos adquiridos en el manejo de los aspectos físicos y psicológicos; trascender con base en la ética y teniendo en cuenta a los demás.

En cuanto a los significados sobre desarrollo humano integral, estos se identificaron como los espacios en los que se convive, y las dimensiones del ser que deben desarrollarse de manera armónica; tener en cuenta el potencial como lo esencial

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del ser humano; crear condiciones materiales que lo hagan posible, sin parecer una utopía, porque no existen en cantidad y oportunidad; si no es posible partir de las necesidades humanas, no tiene sentido hablar de desarrollo humano integral; para lograr la salud hay que potenciar la mente, la creatividad y el desarrollo cognitivo que se obstaculiza con la desnutrición que crea angustia y marginalidad en una sociedad injusta, porque no es lineal sino circular o pendular, se va ajustando a un ideal en busca de la perfección del hombre, superando los errores para poder ubicar la totalidad de la vida, será posible si hay acuerdos, tareas y aplicaciones para el desarrollo de las capacidades autógenas. Tener suficiencia en el acceso a servicios oportunos y de calidad. Tener pertenencia al Estado para obtener beneficios sin discriminación (Franco Peláez, 2009: 99-102).

El conflicto es inherente a la vida, y constituye un desafío a la inteligencia humana, para crear modelos de resolución pacífica de tal manera que las soluciones aporten al mejoramiento de la calidad de vida de las personas y los grupos (Poineman, 2005: 30-31. Citado por Franco Rosa 2011).

La tercera categoría de análisis referida a concienciar la Bioética como una ética del cuidado para promover el desarrollo humano integro, cuenta con propuestas de parte de los participantes en el sentido de fomentar una consciencia ciudadana en la vivencia diaria, con alegría y respeto por la intimidad de los demás, dar ejemplo de auto-cuidado de la vida y la salud, realizando acciones protectoras y asumiendo comportamientos coherentes con lo presentado en el discurso. Emplear los fundamentos bioéticos para iluminar la toma de decisiones cotidianas, compartir para disuadir, más que imponer en diferentes momentos clave: 1) conocer el contexto real de una sociedad de consumo que cosifica al ser humano mediante publicidad engañosa, para crear el habito de comprar y comprar productos que a lo largo de la vida pueden causar daño a su salud, 2) crear redes sociales que apoyen y propicien la creación de una nueva consciencia de defensa de la vida como prioridad existencial, 3) conocer y difundir la ética del cuidado que promulga la bioética y el auto-cuidado como disciplina personal y estrategia cognitiva critica para realizar juicios que orienten constructiva y solidariamente las elecciones, decisiones y acciones a todo nivel, 4) conocer a profundidad la Constitución Política para asumir cabalmente los derechos y los deberes, 5) fomentar programas incluyentes, donde todos y cada uno de los participantes inicien procesos de autoconocimiento y compasión en los espacios de interacción cotidiana: familia, barrio, comuna, ciudad, además de los

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ámbitos laborales y disciplinarios, partiendo de la escucha paciente y respetuosa sobre todo a los niños y jóvenes con miras a un futuro mejor.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos se encuentra contemplada en la Constitución Política de Colombia, debido a que nuestro país es miembro de la ONU, por tal razón es vinculante en el orden jurídico colombiano. Al respecto los participantes de la investigación manifestaron sus puntos de vista sobre su aplicación efectiva; expresando actitudes de frustración con afirmaciones como: si se aplicaran las directrices constitucionales con relación al derecho a la vida y la salud como derechos fundamentales esenciales asumiendo su carácter de inviolabilidad que prohíbe matar, violentar, agredir, lesionar o dañar de alguna manera a otra persona, no se vería lo que transmiten los medios de comunicación a través de los informativos diarios.

El Estado se ha constituido para hacer cumplir los postulados y articulados de la Carta Magna, y los gobernantes como autoridades para velar por ello, siendo su responsabilidad política y administrativa, sobre todo en Colombia, república consagrada como un Estado Social de Derecho. Lo prioritario es proteger y asistir a los más vulnerables, promoviendo oportunidades laborales, para poder acceder a los servicios básicos de salud y educación, con el fin de neutralizar los factores de riesgo de enfermar y morir prematuramente.

Se debe prestar atención a la salud mental de los colombianos desplazados por causa de la violencia que agudiza la crisis humanitaria que vive el país.

El no reconocerse sujeto de derechos perpetua la desigualdad y la injusticia social, la pobreza y la discriminación que afecta a estos compatriotas avocándolos a tener que vender sus cuerpos y sus conciencias, llevándolos a la auto-aniquilación. La consciencia retraso en el desarrollo debido a subjetividades demasiado arraigadas, originadas en creencias tradicionales carentes de conocimiento sobre sí mismos, toda vez que las condiciones adversas no les permite un viaje hacia su interior, por tener que atender las urgencias manifiestas en las necesidades básicas no satisfechas y que son impostergables.

No hay claridad sobre lo que es ciudadanía, ciudad y menos civilización, porque los arraigos culturales hacen difícil su comprensión y cambio, en sentido del derecho de

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las etnias y el respeto a su idiosincrasia, así mismo, el Estado es proteccionista por no decir paternalista, o policía frente al reconocimiento y respeto de sus prácticas ancestrales (Franco Peláez, 2010: 110-124).

Tanto la bioética, como la ética del cuidado y el desarrollo humano son concepciones que parten de los postulados esenciales que sustentan los articulados de las Declaraciones Universales de Derechos Humanos de la ONU, y la UNESCO y la Carta Magna de Colombia de 1991, lo que implica ganar en comprensión sobre sus contenidos axiológicos y políticos (Galvis, 2008: 44-51).

Respecto al equilibrio, vale la pena reconocer avances en cuanto a la protección de la mujer, y el respeto al pluralismo. El conocimiento que la Constitución forma excelentes ciudadanos cuando se apropian e incorporan sus normas, para convertirlas en acción cotidiana y transformadora de la realidad fáctica, es una opción válida que debe adoptarse con seriedad y compromiso de todos y todas como ejercicio consciente de ciudadanía.

CoNClUSioNES

Los significados que atribuyen los estudiantes a la bioética como ética del cuidado de la vida y la salud para un desarrollo humano integro, recogen muchos de los elementos que se mencionan en los conceptos correspondientes, postulados, principios y valores que promulga la bioética como nuevo campo del saber humanístico, aplicado a la cotidianidad de la existencia humana en el seno de la naturaleza que la sustenta.

En cuanto a los imaginarios y compromisos expresados por los participantes sobre la imperante necesidad de formar en bioética a las presentes y futuras generaciones, con el fin de repensar la importancia del cuidado para alcanzar un desarrollo humano digno, incluyente e integral, para dar vida a la normativa plasmada en la Declaración Universal de los Derechos Humanos promulgada por la ONU, reformado el rumbo correcto que oriente al norte la razón y la sensibilidad para encontrar el sano equilibrio que permita plantear propuestas y cursos de acción, que ayuden a transformar las condiciones adversas en oportunidades de avance hacia el logro de una vida digna.

El estudio de todas las esferas que constituyen el ser humano, es la base para una educación totalizante, que abarque ampliamente el ejercicio de la dignidad,

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los derechos, y los deberes de las personas como sujetos centrales de su propio desarrollo, lo que requiere un control social con una ciudadanía consciente de sus responsabilidades para neutralizar los vicios morales que cada vez ahondan las crisis que afectan la posibilidad de instaurar una verdadera justicia social.

La Maestría en Cultura y Drogas, bajo la responsabilidad de sus directivos y docentes ha asumido el compromiso del estudio serio y juicioso sobre las implicaciones que tiene los abusos en consumo de drogas y sustancias psicoactivas que rompen el equilibrio homeostático del organismo humano, desestabiliza la sociedad y, afecta la cultura y los grupos étnicos que se ven estigmatizados por sus prácticas ancestrales que tanto los beneficia, viéndose sometidos a explotación y utilización de sus insumos para satisfacer la codicia y la avaricia de grupos al margen de la ley que sólo buscan enriquecerse a costa de usos ilícitos, y que constituyen verdaderos problemas sociales que originan graves conflictos en el mundo contemporáneo.

El marco filosófico, axiológico, y político que encierra la bioética, en la Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos, promulgada por la UNESCO el 5 de octubre de 2005 en Paris, recoge los compromisos de los países miembros de la ONU de educar en sus postulados, principios y valores para fomentar el respeto a lo planteado por la Declaración de Derechos Humanos, reconociendo que la vida de la naturaleza es la que hace posible la vida humana digna y el reconocimiento de los derechos económicos, sociales y culturales de la humanidad.

BiBlioGraFÍa

Franco Peláez, Zoila R. (2004). Desarrollo humano y de valores para la salud. 2º Edición. Manizales: Universidad de Caldas.

__________________. (2009). La bioética y la ética del cuidado para el desarrollo humano integral. En: Revista Hacia la Promoción de la Salud, No. 1, No. 2. Manizales: Universidad de Caldas.

__________________. (2010). Conciencia, voluntad, autonomía y responsabilidad en Bioética como ética del cuidado para un desarrollo humano con altura humana. En: Revista Hacia la Promoción de la Salud, No. 2. Manizales: Universidad de Caldas.

__________________. (2011). El desarrollo humano y su relación con la bioética. Manizales: Universidad de Caldas.

Galvis Ortiz, Ligia. (2004). Comprensión de los derechos humanos. Bogotá: Ediciones Aurora.Heidegger, Martín. (1999). Diccionario de filosofía Ferrater Mora. Barcelona: Ariel. León Correa, Francisco J. (1997). Libertad humana, dignidad y bioética. En: Revista Persona y Bioética,

No. 1. Chía Cundinamarca: Universidad de la Sabana.

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Zoila Rosa Franco Peláez

Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. (2007). Declaración Universal de los Derechos Humanos. Bogotá: Nuevas Ediciones Ltda.

Reich, Warren. (1978). Enciclopedia de bioética. Washington: Georgetown University.

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La experiencia originaria de lo otro. Una mirada hermenéutica

cult.drog. 16 (18): 265 - 281, 2011ISSN 0122-8455

la EXPEriENCia oriGiNaria dE lo otroUNa Mirada HErMENÉUtiCa1

ADOLFO LEÓN GRISALES VARGAS2

Recibido: 23 de octubre de 2011Aprobado: 7 de noviembre de 2011

Este Simposio resulta bastante interesante e inaudito, entre muchas cosas, por una que quiero destacar ahora: constituye un espacio de encuentro inesperado entre científicos, artistas y hombres de pensamiento mágico. Desde la óptica de la Ilustración moderna, de la que somos hijos, se vería como un encuentro imposible, algo surrealista, como el encuentro del paraguas y la máquina de coser del conocido poema de Lautremont, ya que el monopolio de la verdad, de la autoconciencia, de la racionalidad, del conocimiento, incluso de la risa, pertenecería al hombre ilustrado, al artista sólo correspondería la zona difusa del sentimiento y al hombre de pensamiento mágico la irracionalidad, la ingenuidad y el pavor derivado de su ignorancia. En lo que sigue quiero ofrecerles una reflexión acerca de los límites entre Ilustración y pensamiento mágico, desde una perspectiva que, hasta cierto punto, podría llamarse con Foucault, “arqueológica”, no pues desde la superficie en la que parece evidente su distancia, sino desde el suelo más profundo en el que ambos arraigan y que en último término nos remite a lo más elemental de la condición humana.

1. Razón y verdad en el mito: sobre los límites entre apariencia y realidad

¿De qué hablamos cuando decimos “mito”? Hoy, con esta expresión nos referimos a varias cosas: un cuento fabuloso; un prejuicio o una creencia arraigada en el saber popular que carece de justificación racional o de confirmación científica, como cuando de los “cazadores de mitos”, o cuando se habla de “mitos urbanos”; también quiere decir simplemente mentira, de ahí “mitómano”; o lo asociamos a

1 Conviene aclarar que en el Simposio al que fue llevada inicialmente esta ponencia, por razones de tiempo, sólo fue posible presentar una parte, ahora, para su publicación, se han hecho algunos ajustes y se presenta el texto completo. He considerado bueno mantener el tono coloquial de la conversación, en lugar del lenguaje más impersonal del ensayo académico.

2 Profesor del Departamento de Filosofía, Universidad de Caldas. Ponencia presentada en el VI Simposio Internacional Culturas y Drogas. Nuevas perspectivas. Correo electrónico: [email protected]

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Adolfo León Grisales Vargas

un modo de pensar y de conocer propio de los pueblos primitivos, caracterizado por ser un tipo de conocimiento ingenuo, del que ahora por fin habríamos salido gracias a la ciencia, así, por ejemplo, habríamos desplazado la explicación mítica del arco iris por su verdadera explicación científica. También lo asociamos a un cierto comportamiento irracional inevitable en los seres humanos y que incluso hoy, en las sociedades modernas e ilustradas podemos observar: así, por ejemplo, de habla de mitos modernos como el automóvil, el éxito, las estrellas de rock, etc. O lo asociamos a un cierto tipo de religiosidad pagana e idolátrica, donde se toman los fenómenos naturales por personificaciones divinas: Poseidón el dios del mar, Zeus el dios del trueno, etc. Y este modo de religiosidad habría sido superado por una religión llamada verdadera, el cristianismo, en la que se trata de un dios que por primera vez declara que cualquier otro dios es falso (antes no tenía sentido hablar de dioses verdaderos o falsos, sino sólo de dioses más eficaces que otros). Y en un sentido más académico y técnico se suele pensar el mito como un estadio pre-racional que es opuesto al logos, y es entonces desplazado por la filosofía. El mito pues es entendido en esta perspectiva como lo opuesto al logos, es decir, a la razón. Ahora bien, en todas estas maneras de entender el concepto de mito, uno de los aspectos filosóficamente más relevante es que se piensa el mito como algo falso e irracional, opuesto al logos, a la ciencia, a la filosofía e incluso a la religión verdadera.

Si echamos una mirada a la historia encontramos que en la Edad Media, y aunque el cristianismo emprende una campaña contra el paganismo, se llega a admitir el mito como alegoría, como historias que encierran moralejas. En el Renacimiento habrá una formidable recuperación del mundo antiguo, con toda su mitología, y ésta será vista como la expresión de un mundo ideal, casi como una especie de Paraíso. Luego, con la Ilustración y a partir del nacimiento de la ciencia moderna, el mito será visto como una creación estética, fruto de pueblos que vivían inmersos en una fantasía desbordada. Y dirán entonces que si todavía seguimos leyendo los mitos antiguos, especialmente los griegos, es para deleitarnos con su gran belleza y su derroche de fantasía. Aunque por esta misma época, finales del siglo XVIII, habrá otros, los poetas y filósofos románticos, que verán el mito como la forma más originaria y auténtica del saber humano que desafortunadamente habríamos perdido por la arrogancia de la Ilustración, de la ciencia y de una razón eminentemente instrumental. Y en nuestros días unos lo han tratado de explicar y de justificar diciendo que corresponde a una estructura profunda y universal de la conciencia; sicólogos como Carl Jung, de la escuela de Eranos, se han referido al mito como un

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La experiencia originaria de lo otro. Una mirada hermenéutica

arquetipo de la conciencia que estructura toda nuestra orientación y aprehensión de la realidad, y lo han definido como una especie de “inconciente colectivo”. Otros, parados en enfoques fenomenológicos y hermenéuticos, han asociado el mito con un modo primario y básico de nuestra comprensión del mundo, sobre el que se monta, secundariamente, cualquier otra forma especializada del conocer. Para Heidegger, por ejemplo, se corresponde con lo que denomina el “saber práctico”, y se trata de un saber legítimo, aunque diferente del “saber teórico”, y para el que saber algo de una cosa significa saber “arreglárselas” con esa cosa, entendérselas con ella o, en otras palabras, saber usarla.

Platón fue el primero en definir el mito como un relato falso, y esto quiere decir, entre otras cosas, que Platón vino a marcar una diferencia donde antes no la había; entre mito y logos. Sucede que el significado más arcaico de las palabras griegas “mito” y “logos” era el mismo, eran sinónimas, ambas querían decir “palabra”, “lenguaje”. Todavía en la obra de Homero, autor de la Ilíada y la Odisea, se manejan indistintamente y como sinónimos mito y logos. Y esto nos da una primera pista, quiere decir que la importancia que tenía el mito en la vida de la antigua Grecia era fundamentalmente el reconocimiento de la gran importancia concedida a la palabra en general, y el mito viene a ser en ese contexto algo así como la palabra por excelencia. Algo de esto sobrevive en el cristianismo y se evidencia en expresiones como “palabra de Dios”, una palabra que es verdadera sin más, y la que resultaría absurdo tomar como una proposición y aplicarle el criterio lógico de las tablas de verdad. Y hay algo de eso en otra experiencia cotidiana, la de nuestro propio nombre; sentimos que nuestro nombre es nuestro nombre verdadero, de ahí la extrañeza que experimentamos cuando nos topamos con un tocayo.

Y lo que introduce Platón es algo inaudito en su contexto: la diferencia entre palabras verdaderas y falsas. Digamos de paso que en una posible historia de la mentira ese habría sido, por así decirlo, el momento de su fundación. Sólo es posible mentir cuando diferenciamos entre palabras verdaderas y falsas o, en un plano más abstracto, entre apariencia y realidad.

Hoy nos parece que es absolutamente evidente y necesaria esa distinción y que no hacerla es señal de ingenuidad, porque equivaldría, por ejemplo, a creer que si destrozo un foto con ella le estoy haciendo daño a la persona de la foto, o que basta con saber el verdadero nombre de alguien para ganar algún poder sobre él. Este tipo

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de confusiones, pensaríamos hoy, corresponden a un tipo de conciencia pre-racional, a una conciencia mítica.

Pero, por lo mismo, por lo que nos parece tan evidente la distinción, nos da mucha dificultad comprender lo que quiere decir una “palabra verdadera”, y se nos dificulta comprender cómo puede ser la existencia en el contexto de semejante mentalidad. Para nosotros, hoy, las palabras y las imágenes son sólo convención y apariencia, y por ello no creemos que puedan revelarnos alguna verdad o algún conocimiento de las cosas. De ahí concluimos que aquellas personas y pueblos que parecen confundir las palabras y las cosas son ignorantes y terriblemente ingenuos.

Por lo tanto, para poder comprender en toda su complejidad y profundidad esa conciencia mítica tenemos que poner en suspenso por un momento nuestro juicio actual sobre dicha conciencia. Tenemos entonces que dejar de juzgar como irracional e ignorante una mentalidad que parece confundir apariencia y realidad, las palabras y las cosas, las fotos y las personas o también los fenómenos naturales con fuerzas divinas, para así poder preguntar ¿cómo es que opera o funciona una racionalidad que procede de esa manera? O incluso ¿qué tipo de lógica puede subyacer a tal modo de razonar?

Decíamos ahora que hay experiencias cotidianas actuales en las que de alguna manera sobrevive ese tipo de racionalidad. Hicimos mención del modo como nos comprendemos y relacionamos con nuestro propio nombre. Pero hay otras experiencias cotidianas que nos pueden abrir una puerta de entrada a esa pregunta. Una es nuestra experiencia común con cierto tipo de imágenes, que tienen algo así como una connotación mágica; tal vez todos alguna vez le habremos pintado bigotes a la foto de una modelo en el periódico o le habremos pinchado los ojos con un alfiler a la foto del presidente Bush, o en un arrebato de ira e intenso dolor hemos rasgado en mil pedazos la foto de la persona amada, o nos hemos quedado dormidos viendo una foto y repitiendo el nombre de ella como si fuera un exorcismo para cancelar su ausencia. Aquí las imágenes no funcionan como simples apariencias carentes de verdad o de realidad, son significativas, nos dicen algo, tienen una cierta consistencia de realidad y verdad, tanto que si de pronto, en un arrebato de racionalidad dijéramos: “Bah, es sólo una mancha de tinta en un trozo de papel brillante”, nos sentiríamos más solos y sería más difícil soportar la ausencia del ser amado.

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Otra experiencia cercana probablemente para todos es una que suele ocurrir cuando nos trasteamos a una casa nueva: lo primero es por lo general el rito higiénico, primero hay que limpiar la casa; sin embargo, aquí suele haber mucho más que razonables consideraciones higiénicas, se trata también, y sobre todo, de apropiarse de la nueva casa, de limpiar más que hongos y bacterias cualquier rastro de una presencia ajena, y es también como una especie de bautizo. Esta experiencia nos permite captar otro aspecto inquietante: las cosas pueden ser algo más que simples cosas inertes, son también significativas, y esto quiere decir que pueden encerrar en sí mismas una presencia, ser manifestación de una presencia, como si fueran alguien vivo.

Y la última experiencia cotidiana que quiero mencionar es la de cierto tipo de palabras, donde la más sobresaliente es “hijueputa”. Que seguramente debió causar alguna conmoción entre ustedes por el hecho de haberme atrevido a decirla en público en un evento académico, y eso ya es un primer indicio de la singularidad de esta palabra. Se trata de una palabra con tantos y tan distintos sentidos, pero lo decisivo es que en cualquier caso su posible sentido no se puede decidir por fuera de su realización concreta en un determinado contexto. Como insulto, por ejemplo, yo no la puedo reemplazar por la posible definición que nos da el diccionario, porque entonces pierde todo su efecto. Es una palabra cargada de potencia, de fuerza, es significativa por excelencia, y es por lo mismo un claro ejemplo, muy prosaico tal vez, de lo que es una “palabra verdadera”. Son palabras que son eso mismo que dicen, que no significan algo sino que lo realizan, lo exponen. Hay por supuesto otros ejemplos de “palabras verdaderas” más adecuados y menos prosaicos: uno de los mandamientos dice “no pronunciarás su santo nombre en vano”, y es un nombre, una palabra tan potente, que Dios ni siquiera se atreve a revelarlo: “Soy el que soy” le dice a Moisés cuando éste le pregunta quién es. También decimos “empeñar la palabra”, o se enuncia como una virtud ser “un hombre de palabra”. Otro caso eminente es el de la poesía, también aquí las palabras no se pueden entender como proposiciones que significan algo y cuya verdad no puede ser decidida conforme a unas tablas de verdad; la palabra poética no significa, sino que es eso mismo que significa. Y para entender esto también puede ser útil verlo en relación con la diferencia entre un lingote de oro que vale el mismo valor que representa, y un billete de papel que sólo representa un valor pero que él mismo no vale casi nada.

Ahora bien, lo que ha ocurrido es que nuestras nociones de verdad y racionalidad se las ha restringido a una dimensión lógico-formal que necesariamente tiene

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que asumir una diferencia absoluta entre la realidad y las imágenes, las palabras o cualquier otra forma de representación, por ello a la luz de dichas nociones formales de verdad y de racionalidad no se puede entender una mentalidad que no parte del supuesto de esa diferencia en términos absolutos. Lo que encontramos en el caso de la conciencia mítica es que las palabras y las imágenes no se toman sólo como signos vacíos o etiquetas que señalan hacia otra cosa que es la que propiamente tendría contenido o realidad, sino que las palabras y las imágenes participan de ese contenido o realidad como si fueran, por así decirlo, su esencia o, con una expresión más mítica, su espíritu.

Hay algo de ingenuidad o de torpeza cuando creemos que las gentes de conciencia mítica piensan que el océano es un dios, se trata de algo muy distinto, aunque muy sutil. Pensemos en lo que somos nosotros mismos. Día a día somos otro, no sólo nuestras células están permanentemente muriendo y renaciendo sino que hay una enorme distancia entre el niño que fuimos y el adulto que somos; pese a todo consideramos que algo permanece, y al margen de toda consideración teológica que hiciera consistir esa permanencia en un alma inmortal e inmutable, la confirmación inmediata de dicha permanencia es nuestro nombre, es él quien puede garantizar la integridad de lo que somos, el que me permite hablar de mi niñez o de mi juventud, y el que articula incluso la integridad orgánica de mi cuerpo, que no lo miro como si fuera un pegote de partes. Pues bien, el mito procede de la misma manera, nos revela el verdadero nombre de las cosas, su nombre propio. En tal sentido, el mito es una estrategia profundamente racional porque equivale o expresa el conocimiento de la integridad y permanencia del Cosmos. Decir que el océano es Poseidón equivale a reconocerlo como algo que tiene identidad, integridad y permanencia, es reconocerlo como el mismo océano que conocieron mis padres y mis abuelos, como el mismo que baña las costas de mi tierra y la de otros lugares extraños. Reconocerlo, llamarlo Poseidón es percatarse de que sigue siendo él a pesar de sus cambios. Así, ante la vista de los embates del mar contra las rocas, decir que Poseidón está furioso, es exactamente lo mismo, en términos de operación racional, que decir ante un amigo que palmotea y grita que fulano está bravo; aquí lo decisivo en términos del logos es la manera efectiva como se logra articular una situación pasajera o accidental con algo permanente.

Aun alguien podría argumentar que no es clara la justificación de por qué personificar un fenómeno natural, que ello es muestra de cierta ingenuidad, como la que muestra

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quienes todavía tiene que acudir a los dedos para poder contar, que son entonces incapaces de manejar conceptos abstractos. Frente a esa objeción sólo diré que tal planteamiento lo que muestra es nuestra propia ingenuidad frente a la conciencia mítica, porque más que incapacidad para la abstracción lo que hay en la conciencia mítica es una profunda y compleja economía del lenguaje: una metáfora, un relato mítico, implica muchísimas más posibilidades de sentido que una proposición empíricamente verificable. Las metáforas y los relatos míticos, al igual que los chistes, hay que comprenderlos pero no pretender agotarlos o reducirlos a una explicación o a una traducción. En suma, lo que muestra esa objeción es más bien nuestra incapacidad para comprender metáforas.

2. Ilustración y conciencia mágica

Se suele pensar la Ilustración, en términos muy generales, como la mayoría de edad de la razón, como una confianza en la capacidad de la razón, como autonomía del sujeto, etc. Y esto tiene dos caras complementarias: la reflexividad, la autonomía y el giro a la subjetividad son el reverso del reconocimiento de la radical “otredad” del otro. El “atrévete a pensar por ti mismo” sólo se realiza plenamente en “el otro puede tener razón”. No puede darse primero la decisión de saber y pensar por sí mismo y de no aceptar como argumento simplemente a la autoridad, y luego la renuncia a la autoridad; más bien es a la inversa, es porque la autoridad ha perdido su eficacia y ya no es evidente su reconocimiento, que es posible y necesario pensar por sí mismo3. Es previo pues un extrañamiento de la autoridad, y esto quiere decir que lo que ella dice ya no lo experimentamos como propio sino como ajeno. En buena medida la eficacia de la autoridad reposa en una cierta indistinción entre el pensamiento propio y el de la autoridad, de modo que en el seno de la inmanencia de tal indistinción la autoridad no es necesariamente reconocida y padecida como autoridad, o como exterior a la propia voluntad; dicho reconocimiento significa, antes que nada, el reconocimiento de su exterioridad; antes que por ser arbitraria o tiránica se la rechaza porque ya no se la reconoce como propia sino como puramente exterior, como la voluntad y el 3 En el desarrollo del argumento que sigue es necesario reconocer que, además de Blumenberg, nos estamos

apoyando en la reivindicación que hace Gadamer del “prejuicio” y en la crítica que hace a la manera como la Ilustración se entiende a sí misma en relación con la autoridad. Esta postura le ha valido a Gadamer el calificativo de “conservador”, en especial por parte de Habermas, ya que se suele malinterpretar su planteamiento como una simple defensa de la autoridad, cuando su intención es más bien mostrar que la autoridad, y de paso la tradición y los prejuicios, no es de suyo un obstáculo para la autonomía de la razón sino que juega un papel productivo, si bien es cierto que puede llegar a derivar en un bloqueo.

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pensamiento de otro. Y sería pues ese reconocimiento del otro como otro, que es a su vez la fundación de la exterioridad misma, lo que estaría a la base de la Ilustración. Si esto es así, entonces se podría afirmar que a la base de la distinción entre apariencia y realidad, supuestamente propia del pensamiento ilustrado, habría una distinción más fundamental: la del sí mismo y el otro. Aunque esto no implica discontinuidad entre ambas distinciones, ya que más bien se implican y se refuerzan mutuamente, ya que ambas sólo son posibles en virtud del establecimiento o el reconocimiento de la exterioridad como tal. Al margen de querer remontarnos a las fronteras entre la animalidad y la humanidad, o al límite del absolutismo de la realidad, de todos modos parece correcto sostener que el camino de la humanización inicia con el misterioso reconocimiento del otro, y al darse esto se abre simultáneamente una fractura en la realidad. Digámoslo con una imagen: no tiene mucho sentido suponer que el animal siente o “cree” que vive toda su vida a la intemperie, en su existencia no hay una ruptura de continuidad entre la guarida y el exterior, la exterioridad no existe como tal para él y, por lo mismo, para él tampoco existe propiamente “el otro”.

Cuando se oponen el pensamiento mítico y el ilustrado sobre la base de la distinción o no entre apariencia y realidad se olvida que la misma posibilidad del pensamiento mítico se instala sobre un distanciamiento radical del hombre con respecto a la naturaleza; el primer modo bajo el cual el ser humano sabe de sí es el de la experiencia de estar a la intemperie. El pensamiento mítico se instala, como nos dice Blumenberg, en el “más acá” de lo humano. Cuando desde la perspectiva ilustrada se insiste en ver el pensamiento mítico a partir de la indistinción entre apariencia y realidad se está ocultando el hecho de que en tal pensamiento hay en realidad una profunda distinción más fundamental: de hecho la justificación y eficacia del mito y de la magia es precisamente el reconocimiento de un mundo poblado de “otras” y múltiples voluntades, exteriores, que amenazan, en tanto que otras y exteriores, y a las que por lo tanto es necesario tratar de seducir, convencer o aplacar. La vida del hombre de pensamiento mítico no transcurre como un puro deslizarse indiferente y fundido a la naturaleza como una gota de agua en el mar. Incluso, como sostiene Blumenberg, habría que decir que la misma Ilustración es posible, y es prueba, del triunfo logrado por el pensamiento mítico; y la consumación de dicho logro le abre al ser humano nuevas posibilidades en la determinación de sí mismo, pero siempre sobre la base de la determinación y delimitación del otro, sobre la base del reconocimiento del otro.

El ser humano es, pues, esencialmente ilustrado en tanto que lo que lo configura y constituye como ser humano es el encuentro con el otro. Se puede decir entonces que

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la religión o el mito no son simplemente lo opuesto de la Ilustración, son también formas refinadas de la misma4. Desde la perspectiva ilustrada, la ingenuidad del hombre de pensamiento mítico consistiría en creer en la realidad de lo que son apenas ilusiones o fantasmas, pero al verlo así se nos escapa el hecho de que los mitos y los dioses son eficaces para preservar la distancia, para no disolvernos en la pura indiferenciación. A lo sumo podríamos decir que el ilustrado cree que ya puede prescindir del mito y de la religión, ya que se trata, como decía Nietzsche a propósito de Dios, de estrategias muy drásticas que ya no resultan necesarias.

Resulta equivocada esa imagen que suele hacerse la Ilustración del hombre de pensamiento mítico como una especie de sonámbulo, incapaz, por ejemplo, de reír, a menos que lo haga en un contexto ritual, o incapaz de disfrutar “gratuitamente” con una representación. Es cierto que el hombre religioso cree en la realidad de su dios; también lo es que podemos diferenciar entre la actitud del hombre griego ante las imágenes de la divinidad y la actitud del cristiano, pero cuando vemos las cosas sólo desde esta perspectiva olvidamos la ruptura tan radical que implica la propia idea de divinidad. El creyente oye voces y ve visiones que lo confunden y lo encantan, pero esto no es tanto porque ingenuamente confunda apariencia y realidad, lo significativo es la densidad que alcanza la realidad transfigurada en “otro”, es esta densidad la que hace de la realidad propiamente tal y no un mero continuum en el que se disuelve la existencia indiferenciada. Hay una profunda reflexividad en la mera visión ganada como tal, es decir, como perspectiva desde la que la realidad se transfigura y densifica como “otro”. Cuando se ve desde una perspectiva se abre un abismo entre la visión y lo visto. Los mitos y la religiosidad serían pues expresión del logro de esa reflexividad de la sensibilidad. La “creencia” entonces no es pura ingenuidad, es más bien la estrategia para preservar el espacio ganado a una realidad absoluta que siempre amenaza con degullirlo todo en la indiferenciación. Esa realidad absoluta se puede, en cierto modo, dominar cuando se la mantiene a raya, a la distancia de lo “otro”.

4 Vattimo desarrolla un argumento en este mismo sentido cuando sostiene que la Ilustración moderna es una consecuencia radical del cristianismo antes que su negación. Al respecto dice: “[lo que] me ha abierto el camino es, brevemente, una concepción de la secularización característica de la historia del Occidente moderno como hecho interno del cristianismo, ligado positivamente al sentido del mensaje de Jesús; y una historia de la Modernidad como debilitamiento y disolución del ser (de la metafísica). [...] si lo sagrado natural es aquel mecanismo violento que Jesús vino a desvelar y desmentir, es muy posible que la secularización sea justamente un efecto positivo de la enseñanza de Jesús y no un modo de alejarse de ella. En resumen: quizás el mismo Voltaire es un efecto positivo de la cristianización (auténtica) de la humanidad, y no un blasfemo enemigo de Cristo”. VATTIMO, Gianni. Creer que se cree. Barcelona: Paidós, 1996. Traductor: Carmen Revilla. pp. 40-41.

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Es innegable que el mito y la magia “funcionan”, no por supuesto en el sentido de que puedan curar enfermedades o dominar las fuerzas naturales como lo hace la técnica moderna, sino en tanto que preservan abierto un espacio en el que se hace posible la diferenciación, esto es, en el que se hace posible lo humano. Aunque sí podemos hablar de otro tipo de indistinción que contrastaría con el hombre ilustrado: la tarea de preservar abierto ese espacio que hace posible la vida y la actuación humana es a la vez en lo que consiste la vida y la actuación humana. Para el ilustrado ese espacio abierto se da por descontado y supuesto, de modo que se siente, o se cree, liberado de esa tarea, así que vivir consiste ahora para él en darse autónomamente sus propios fines sin estar constreñido por la exigencia de orientarse por la finalidad de preservar abierto el espacio de lo humano. El viejo reclamo agustiniano de que no hay propiamente un mundo humano, de que somos demasiado pesados para el mundo divino y demasiado ligeros para el mundo animal, se disuelve para el ilustrado con la afirmación decidida de que hay un único mundo, el mundo humano.

Pero esta distinción no debemos pensarla desde el esquema ilustrado e idealista de la historia como el despliegue de la libertad, que finalmente se logra en los períodos históricos de la Ilustración. No se trata de la simple oposición entre necesidad y libertad, que desplazaría al plano ético la cuestión ontológica de las oposiciones entre apariencia y realidad, o entre naturaleza y cultura. No es menos libre el hombre de pensamiento mítico, si bien se cree más libre el hombre ilustrado; lo que marca una diferencia importante es más bien una actitud hacia la vida, que podría caracterizarse en general como un temple trágico y pesimista —incluso “realista” en el sentido práctico de la expresión— del lado del hombre de pensamiento mágico; y un carácter optimista e idealista del lado del ilustrado.

Hace parte del optimismo del ilustrado creer que son más felices quienes no son ilustrados por cuanto son ignorantes, pero, de haber algo de verdad en tal creencia, habría que preguntar más bien qué es lo que ellos saben y nosotros no.

En conclusión, también el hombre de pensamiento mítico es capaz, para decirlo con una imagen, de reírse de sí mismo, de tomar distancia y de disfrutar gratuitamente una representación. Nada más gratuito que la creencia en mitos y en dioses si se lo ve desde la perspectiva global de una economía de la existencia. Y no sólo es capaz de mentir el hombre ilustrado; este tipo de mentira posible por el abismo abierto entre apariencia y realidad es, digámoslo así, un refinamiento trivial frente a la descomunal

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mentira que son, en términos globales, el hombre y la cultura. Juzgamos como ingenuos y como incapaces de mentir a los hombres de pensamiento mítico sólo en tanto damos por supuesto, por “natural”, obvio y justificado el mundo humano. De otro lado, no hay que entender esto como la afirmación romántica de una fundación originaria del mundo por los hombres de pensamiento mítico; la “gran mentira” sólo se preserva a partir de una permanente renovación, creer lo contrario es la gran ingenuidad del hombre ilustrado. También el modo refinado y trivial de la mentira del ilustrado habría que entenderla desde la perspectiva de su función con respecto a la renovación de la “gran mentira”.

Suponer que el “primitivo” es incapaz de mentir dada la manera ingenua en la que cree en la realidad de sus dioses es partir de una definición muy restringida de las nociones de verdad y mentira, en términos de una reflexividad reducida al ideal de una autoconciencia plena. Es obvio que no tiene sentido imaginarse a los primeros humanos deliberando en torno a cuáles serán las estrategias adecuadas para construir y preservar su humanidad y llegando entonces a la conclusión de que deben “inventarse” los mitos (o en general el lenguaje); es claro que, como lo plantea Eliade, para estos seres humanos los mitos y sus dioses son lo verdadero por excelencia, pero el punto es precisamente que lo verdadero no es, por así decir, un dato previo, no es lo obvio y natural, sino que su posibilidad es fundada por los mismos mitos, y sólo en tanto que ellos han abierto esta posibilidad es que luego se puede llegar a declararlos como relatos falsos. La verdad y la falsedad no pueden tener todavía el sentido meramente lógico y proposicional que llegarán a tener, es necesario entenderlas en función de la experiencia vital, y en ese sentido lo que designan es una relación entre el afuera y el adentro, la intemperie y la casa, los otros y la propia comunidad. Así entonces el mito viene a tener una doble función: por un lado, abre o funda la posibilidad del afuera y del adentro y, por otro, preserva la existencia humana en los confines seguros del adentro manteniendo a raya la pura exterioridad.

El ilustrado y el “primitivo” podrían conversar de tu a tu, en un diálogo íntimo y hasta confidencial, si el primero fuera capaz de reconocer en el segundo el mismo impulso para la acción frente a una naturaleza hostil y un cosmos para los cuales resulta completamente injustificada y carente de sentido la existencia humana; pero, también, si el “primitivo” fuera capaz de, digamos así, “desalejar” al ilustrado, de verlo como próximo y no desde la radical densidad de lo otro. El diálogo por lo general se ha roto porque mutuamente se excluyen de la esfera de lo humano; el ilustrado ve al

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“primitivo” como un pre-hombre, y el “primitivo” ve al ilustrado como una potencia, como una divinidad, que es el rostro densificado como otro y mantenido a distancia. Y que el diálogo se rompa por esto es precisamente la prueba más clara de lo que tienen en común.

Hay pues una simplicidad engañosa en la idea de una escueta oposición entre pensamiento mítico e ilustración, entre mito y filosofía. Ya el mito y la religión son de suyo ilustración, y no se trata sólo de algún eufemismo o de un malabarismo conceptual, cuando no se reconoce el carácter ilustrado de la religión y del mito la razón se extravía a sí misma, deja de reconocer sus propios límites, deja de autocomprenderse en función de la vida. Aunque, de otro lado, reivindicar la condición ilustrada del mito es muy distinto a lo que sucede en el debate moderno entre Ilustración y Romanticismo. Lo que se pretende es, antes que querer negar artificialmente que haya en efecto un giro histórico significativo con el inicio moderno de la Ilustración, o antes que pretender subordinar la racionalidad a la religiosidad o al sentimiento, la idea es mostrar cómo esa ruptura radical que ha sido la Ilustración, antes que marcar una discontinuidad en la condición humana, es expresión de un rasgo decisivo de lo humano. La fundación y la preservación de la posibilidad del mundo humano se sostienen sobre una ruptura, y ésta tiene que ver fundamentalmente con el encuentro con el otro.

El pensamiento mítico es una descomunal ruptura, es la expresión originaria de una voluntad autónoma: ¡cómo no sorprenderse del hecho de que de pronto, en un cosmos indiferente, unos cuantos seres “decidan” creer en dioses! La creencia en dioses rompe todas las expectativas del cosmos; ni el estudio del big-bang, ni la astrofísica, ni el estudio de los volcanes o el de la biología podrían dar cuenta del hecho abrupto de que en cierto momento unos seres crean en lo divino. El asunto ya no nos parece sorprendente, lo damos por descontado y obvio. Y esta ruptura, cuyas posibilidades de comprensión real se nos escapan por implicar un “más allá” del límite de lo humano, sólo nos resulta accesible por un fenómeno del “más acá”: el encuentro con el otro, que es a la vez el reconocimiento de sí mismo desde el otro. Con la Ilustración no ganamos algo que nos hiciera más propia o verdaderamente humanos, pero tampoco hemos perdido algo o nos hemos alejado de lo más esencial u originario del ser humano, como creían los románticos. Y exactamente lo mismo podríamos decir de la religión y del mito. En tal sentido, tanto Ilustración como religión corren los mismos peligros: por lo mismo por lo que la religión se volvió

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una amenaza para el hombre y se hizo necesaria y posible la Ilustración, también la Ilustración puede llegar a ser una amenaza. El riesgo es siempre el de una confiada autonomía, algo así como la embriaguez que sucede a la celebración del triunfo, una vez más, sobre el absolutismo de la realidad. Y esto se refleja en el modo como pueden terminar autocomprendiéndose: digamos que el problema es que la Ilustración o la religión pueden terminar tomándose demasiado en serio a sí mismas. Esto quiere decir, pierden sus proporciones, se desconectan de la realidad. La celebración de su victoria es su derrota. Desde una perspectiva cósmica su desconexión de la realidad podría verse más bien como la reintegración pasiva en la que podríamos llamar “la gran verdad”, que no es otra cosa que el dominio del absolutismo de la realidad, y en el consecuente olvido de la “gran mentira”. El cosmos de la “gran verdad” es aterradoramente serio. Visto superficialmente, la ruptura que hace posible la instalación del espacio humano en el cosmos está caracterizada por la risa.

Aclaremos por qué presentar la cuestión en términos de verdad y mentira. Partamos de la vieja y reputada pregunta de Pilatos: ¿qué es la verdad? No entremos en trivialidades epistemológicas, sin embargo, hagamos caso a lo que sostienen ciertas posturas analíticas y positivistas en su debate con la hermenéutica. Una de sus ideas de fondo es la de que los planteamientos hermenéuticos disuelven el problema de la realidad al radicalizar la condición histórica de la verdad y la esencial “lingüisticidad” de la experiencia. Su prueba reina es la imbatibilidad de la naturaleza; el universo seguiría ahí sin importar si todavía hay seres humanos ni cuáles sean sus creencias: los volcanes son capaces de arrasar un pueblo así ningún filósofo haya llevado ese volcán a la palabra. La gran verdad es entonces que el universo es brutalmente indiferente, es por completo injustificado y gratuito, está ahí, sin más; la existencia humana es así mismo enteramente injustificada, y las capacidades humanas, cualquiera de ellas, son insignificantes frente a la potencia absoluta de la realidad. No importa lo que hagamos o cómo lo hagamos, un día todo será triturado por la realidad, y no importa que sea dentro de algunos millones de años cuando estalle el sistema solar. Esa es la “gran verdad”; lo mismo que Blumenberg denomina el “absolutismo de la realidad”. Y en el medio de esta potencia absoluta de la realidad se instala abruptamente el hombre y toma distancia desafiante. Pero la “gran verdad” no es toda la verdad o, mejor, tiene que poder ser relativizada y contradicha, esa es la condición para la permanencia, así sea fugaz, de la parcela que ha delimitado y hurtado el ser humano a la realidad. Desde la escala del universo, el mundo humano tiene la pretensión de ser la negación de la “gran verdad”; pero como, en últimas,

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y en una escala temporal cósmica, ninguna negación de la “gran verdad” se puede sostener, podríamos decir que esa parcela es una “gran mentira”; las verdades que se pueden generar en su interior siempre tiene la fragilidad de una limitación temporal, son inevitablemente históricas, ninguna victoria puede ser definitiva, la vida humana es un suma de pequeñas victorias. El mundo humano es imposible a la intemperie del absolutismo de la realidad. Y también sería imposible desde la desgracia de una memoria permanente de esta verdad palmaria. Sin embargo, es necesario recordarlo de tanto en tanto, la dificultad reside en el hecho de que precisamente el logro de cada pequeña victoria es un poco de olvido, quisiéramos una victoria definitiva pero eso no es posible.

Ahora bien, traer a colación semejante drama de proporciones cósmicas no debe entenderse como un reclamo místico, o como una invitación a la quietud arrastrados por la angustia existencial dada la insignificancia del ser humano; ni es tampoco una crítica a la frivolidad y banalidad de nuestros días. Tal vez es un recurso drástico, pero puede ser conveniente precisamente para no dejarnos arrastrar por la angustia y para reivindicar el sentido profundo de la frivolidad, de la mentira y de la alegría5. Una cosa es el recurso a la frivolidad movidos por la angustia y la desesperanza, o apelar a la mentira y al relativismo desencantados por la impotencia humana o, incluso, enceguecidos por la creencia en la victoria definitiva; y otra cosa es cuando la frivolidad y la mentira constituyen a la vez una pequeña victoria y su celebración. Y la diferencia no es algo imperceptible o puramente teórico, podemos darnos cuenta cuándo el lujo y la decoración son expresión del esplendor y la vitalidad de un pueblo o de una persona, o cuándo son el claro indicio del hartazgo de sí mismo y de su decadencia. Igualmente nos podemos percatar de la diferencia entre un mundo para el cual la ciencia constituye una posibilidad genuina de preservar la “gran mentira”, y otro para el cual la ciencia se ha convertido en amenaza y, en consecuencia, la pasión por la verdad ha perdido su eficacia en la tarea de mantener los límites de la cultura, del espacio en el cual es posible la vida humana.

La potencia absoluta de la realidad no sólo puede destrozarnos con un terremoto o con una colisión estelar, también se puede filtrar lentamente y conducirnos dormidos al olvido y a la indiferencia absolutas. Cada vez que los logros humanos se tornan plenamente autónomos y absolutos, vamos camino al olvido y la disolución. Es la 5 No hay que entender esto, sin embargo, en un sentido propiamente nietzscheano; no se trata de una reivindicación

de la existencia como fenómeno estético. La postura de Nietzsche no expresa tanto el talante práctico del hombre de pensamiento mítico como el desencanto del ilustrado.

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gran paradoja: una victoria total se convierte automáticamente en derrota. Aunque suene duro y polémico: el ser humano es por esencia un perdedor. Y no se trata de una visión pesimista y resignada de la condición humana o, podrían pensar algunos, tercermundista; porque esto no es sino el reverso inevitable del otro rasgo esencial que verdaderamente cuenta: sólo por ello tiene sentido la alegría de la victoria, y en eso consiste minuto a minuto la vida humana. La victoria sólo lo es cuando se soporta en la posibilidad de la derrota. Y, a la inversa, la derrota sólo tiene sentido cuando se creyó que era posible la victoria. La alegría, la frivolidad y la mentira pierden todo su sentido cuando se ha perdido la ilusión de la victoria, dejan de ser expresiones de la vida y se tornan en meras máscaras de la muerte, una manera de anestesiarse en espera de la derrota definitiva.

Es necesario enfatizar que aunque pueda parecer un panorama desolador, esto no pretende ser una —otra— crítica a la situación de nuestros días, ni una condena a la ciencia, o a la racionalidad o al arte, a partir de una reivindicación de la vida primitiva, pastoril e “irracional”. La intención es tratar de mostrar la profunda continuidad entre los diversos modos como hemos tratado de preservar la posibilidad del mundo humano. No hay que quedarse, por supuesto, en el nivel profundo de esa continuidad, eso sería a su vez paralizante y amenazaría esa parcela de lo humano, pero, al mismo tiempo, si lo olvidamos totalmente entonces podemos perder las proporciones de las cosas y desconectarnos de la realidad. Sería absurdo no querer ver que son distintos un médico y un chamán, o un astrónomo y un astrólogo, o el mito y la filosofía; pero también resulta torpe suponer que el arte, la astronomía o la filosofía constituyen una superación de algo, o una manera más eficaz y definitiva de lo humano. Las cosas se trastocan cuando lo que comparamos son logros en abstracto y eludimos mirarlos desde una perspectiva esencialmente humana. La ciencia o el arte no tienen que ver con la Verdad o con la Belleza, con mayúscula, sino con los esfuerzos que hacemos para tratar de darle algún sentido a la existencia humana.

Quisiera cerrar esta reflexión recordando algunas ideas de Peter Winch de su libro “comprender una sociedad primitiva”. Dice allí Winch: “Lo que podemos aprender al estudiar otras culturas no son sólo posibilidades de manera diferentes de hacer las cosas, otras técnicas. Aún más importante es que podemos aprender diferentes posibilidades de hallar sentido a la vida humana, diferentes ideas acerca de la posible importancia que el llevar a cabo ciertas actividades pueda tener para un hombre que trata de contemplar el sentido de su vida como un todo [...] (lo que quiero) es sugerir

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Adolfo León Grisales Vargas

que el concepto de ‘aprender de’ que está implicado en el estudio de otras culturas está claramente vinculado al concepto de sabiduría. No nos hallamos sólo frente a técnicas diferentes, sino frente a nuevas posibilidades de lo bueno y lo malo en relación con las cuales los hombres pueden adaptarse a la vida”6.

BiBlioGraFÍa

BAJTIN, Mijail. La cultura popular en la Edad Media y en el Renacimiento. El contexto de Francois Rabelais. Madrid: Alianza, 1987. Traducción: Julio Forcat y César Conroy.

BATAILLE, Georges. Teoría de la religión. Madrid: Taurus, 1981. Traducción: Fernando Savater.BLUMENBERG, Hans. El mito y el concepto de realidad. Barcelona: Herder, 2004. Traducción: Carlota

Rubíes. ________ Paradigmas para una metaforología (1997). Madrid: Trotta, 2003. Traducción: Jorge Pérez de

Tudela Velasco.________ La legibilidad del mundo. Barcelona: Paidós, 2000. Traducción: Pedro Madrigal. ________ Las realidades en que vivimos. Barcelona: Paidós, 1999. Traducción: Pedro Madrigal.________ Naufragio con espectador. Madrid: La Balsa de la Medusa, 1995. Traducción: Jorge Vigil.________ Trabajo sobre el mito. Barcelona: Paidós, 2003. Traducción: Pedro Madrigal.DETIENNE, Marcel. La invención de la mitología. Barcelona: Península, 1985. Traducción: Marco-

Aurelio Galmarini.DUCH, Lluís. Mito, interpretación y cultura. Barcelona: Herder, 1998. Traducción: Francesca Babí.ELIADE, Mircea. Lo sagrado y lo profano. Barcelona: Labor, 1985. Traducción: Luis Gil.________ Mito y realidad. Barcelona: Labor, 1985. Traducción: Luis Gil.DURAND, Gilbert. Ciencia del hombre y tradición: el nuevo espíritu antropológico. Barcelona: Paidós,

1999.GADAMER, Hans-Georg. Los caminos de Heidegger. Barcelona: Herder, 2002. Traducción: Angela

Ackerman Pilari.________ Acotaciones hermenéuticas. Madrid: Trotta, 2002. Traducción: Ana Agud y Rafael de Agapito.________ Estética y hermenéutica (2ª ed.) Madrid: Tecnos, 1998. Traducción: Antonio Gómez.________ Mito y razón. Barcelona: Paidós, 1997. Traducción: José Francisco Zúñiga________ Arte y verdad de la palabra. Barcelona: Paidós, 1998. Traducción: José Francisco Zúñiga y

Faustino Oncina. ________ El problema de la conciencia histórica. Madrid: Tecnos, 1993. Traducción: Agustín Domingo

Moratalla.KERÉNYI, Karl. La religión antigua. Barcelona: Herder, 1999. Traducción: Adan Kovacsis y M. León.KANT, Immanuel. Ideas para una historia universal en clave cosmopolita y otros escritos sobre filosofía de

la historia. Madrid: Tecnos, 1987. Traducción: Concha Roldán y Roberto Rodríguez.KIRK, G. S. La naturaleza de los mitos griegos. Barcelona: Paidós, 2002. Traducción: Isabel Méndez.MAYR, Franz K. La mitología occidental. Barcelona: Anthropos, 1989. Trad.: Andrés Ortiz-Osés.VATTIMO, Gianni. Creer que se cree. Barcelona: Paidós, 1996. Traductor: Carmen Revilla.

6 WINCH, Peter. Comprender una sociedad primitiva. Paidós: Barcelona, 1994. pp. 77-78.

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La experiencia originaria de lo otro. Una mirada hermenéutica

WINCH, Peter. Comprender una sociedad primitiva. Barcelona: Paidós, 1994. Traducción: Ma. José Nicolau y Gloria LLorens.

Nota del EditorSe publica el texto original enviado por el autor por solicitud expresa del mismo.

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Algunas reflexiones sobre las representaciones sociales del consumo de drogas

alGUNaS rEFlEXioNES SoBrE laS rEPrESENtaCioNES SoCialES dEl CoNSUMo dE droGaS

MÓNICA ARISTIZÁBAL GÓMEZ, LUISA FERNANDA GÓMEZ GARCÍA,

ÓSCAR HERNANDO GAVIRIA GIRALDO1

Recibido: 7 de octubre de 2011Aprobado: 7 de noviembre de 2011

Primera advertencia: se considera a la familia, como la constructora de institución, la cual a-cultura al individuo en la sociedad, internalizando pautas culturales que éste asocia de forma natural a manera de memoria. En las siguientes páginas se tomará como eje central dicha institución primaria, la familia.

Segunda advertencia: se partirá de tres supuestos:

1. Existe una marcada ignorancia sobre el tema de las drogas en todos los sectores de la sociedad, y en la mayoría de las personas.

2. Esta ignorancia es causada casi de forma absoluta por la des-información que se mueve dentro de la sociedad a la hora de hablar de las drogas.

3. Existe una voluntad de desinformar por parte de los medios de comunicación, la cual es causada por intereses de manipulación política, económica y social. También, se puede afirmar que esta voluntad de desinformación, es causada por el hecho que los medios mismos son víctimas de la desinformación.

Tercera advertencia: los datos arrojados en la siguiente ponencia, nacen por de las entrevistas realizadas, y del devenir de años de trabajo del semillero de investigación: Visionari@s Cultura y Droga.

1 Mónica Aristizábal Gómez, Luisa Fernanda Gómez García. Estudiantes del Programa de Sociología. Universidad de Caldas. Óscar Hernando Gaviria Giraldo. Estudiante del Programa de Antropología. Universidad de Caldas. Ponencia del semillero Visionari@s Cultura y Droga, Universidad de Caldas.

cult.drog. 16 (18): 283 - 289, 2011ISSN 0122-8455

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Mónica Aristizábal G., Luisa Fernanda Gómez G., y Óscar Hernando Gaviria G.

Cuarta advertencia: el lector no debe esperar una descripción completamente objetiva en el siguiente documento, por el contrario se hará una crítica constante a los imaginarios creados dentro de la ciudad Manizales, como sociedad.

El primer paso fue la indagación sobre la relación existente entre familia como eje, y las drogas, a lo cual se concluyó lo siguiente: en la familia, las drogas son vistas comúnmente como una problemática social, asumiendo la “desintegración familiar” como la principal causante de la drogadicción, ésta última, entendida como una enfermedad, enfermedad degenerativa física y psicológica, virulenta, infecciosa, que posee todos los atributos biológicos de un parasito, bacteria o virus, es decir, ataca células sanas convirtiéndolas en focos de infección, atacando los tejidos y rompiéndolos.

La noción de droga, es una visión de sustancia ilícita, corrupta, jamás se pensó que un “fármaco” fuese una “droga”, ni se podría creer, dentro del imaginario común, que una taza de café fuera una droga estimulante del sistema nervioso central, apenas se le llego a atribuir un extraño poder sobre el cansancio y/o el sueño. Como si la sustancia, droga, en sí misma, tuviese la voluntad de corromper, de degenerar.

La droga se extiende de manera infecciosa, como una epidemia, convirtiéndose en “drogadicción”, ajena al individuo, como demonio transformador de adentro hacia afuera, efervesciendo las personalidades, creando una extraña manipulación hacia los comportamientos, todos degenerados, aberrantes, “malos”.

Parece como si los enfermos compartieran una condición inicial; el ser joven, todos ligados a una carencia afectiva, donde se pierden los valores familiares de la soledad, y religiosos en la falta de fe, repercutiendo, ambas carencias, en la formación de personas jóvenes, de nuevo se recalca el joven, ahora débil, extraño a sí mismo, el que quiere ser aceptado, así sea como el débil dentro de sus grupos, aceptado, con la imposibilidad de “decir no”.

Lo anterior, en cuanto al inicio de la investigación. Posteriormente, se quiso conocer cuál era el imaginario que existía desde la familia con relación a las instituciones cohesionadoras de lo social, y el trabajo de las mismas en materia de drogas. Se tuvo en cuenta: la educación, la seguridad, la religión, la salud. Es decir, se tuvo como eje central a la “familia”, aquella que conoce el operar de estas instituciones frente a la droga.

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Algunas reflexiones sobre las representaciones sociales del consumo de drogas

En la educación, pareciese existir una satisfacción, tal vez, una fe de erratas sobre la formación del joven por parte del Estado por medio de las instituciones públicas, viviendo en un círculo constante de contradicciones, donde la familia critica abiertamente la formación de sus jóvenes, pero a la vez está satisfecha con el trabajo de las instituciones que los forman. Asimismo, el Estado es el formador, pero alude, que el tejido social esta maltrecho, y es necesario intervenirlo de forma autoritaria y represiva; lo cual lleva a la opinión de la familia en cuanto a la seguridad estatal, vista en las políticas del Estado en materia de drogas, las mismas parecen ser aceptadas, y tomadas como el camino correcto, se evidencia una sed de justicia, una necesidad de protección, de dominar al salvaje, al adicto, al enfermo, incluso, al “aficionado”, como se respondió absurdamente en una ocasión a la pregunta de ¿qué es adicción?

Para este momento de la entrevista, se abordó el imaginario de la familia sobre la institución de la salud, esto es complejo, porque ni siquiera se está muy seguro de qué es salud, la prevención va a recoger todo el aspecto médico y las formas de vida “sana” van a ser la concepción de salud, por tal motivo, toda mención de droga o drogadicción va directamente en contra de ambas, tanto, como el sujeto irresponsable que no le hizo caso a las campañas de prevención “tan bien impartidas”, como a la persona que no lleva una vida “sana”, es decir, una persona enferma, siendo la cura a esta enfermedad: la hospitalización, el tratamiento intensivo; regresamos a la metáfora del virus, como si la droga en el organismo fuera una infección.

Es evidente, la carencia de información que habita en los supuestos manejados por las personas en general, en el momento en que las mismas llenan de significados un objeto, en este caso la droga, se crea una acción, el repudio al drogadicto, como internalización del significado del objeto “droga”. Es decir, al asumirse que el objeto efectivamente asignado, nace de la información recibida en primer lugar, por los sujetos que dan al significado, una especie de voluntad de desinformar, lo cual da pie para trabajar el último punto de análisis, ¿qué ha llevado a las personas a tener este imaginario?

Existe una memoria que legitima el imaginario ya recalcado sobre la droga, memoria que es alimentada por experiencias de vida y que, por tanto, se convierte en una memoria de hechos vividos y sentimientos experimentados. Pero, a su vez parece que esa memoria es reproducida a través de otros discursos, y no sólo el subjetivo, dichos discursos son los que anteriormente habíamos mencionado, y que de hecho tienen la voluntad de desinformar. Es decir, son discursos históricos.

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Mónica Aristizábal G., Luisa Fernanda Gómez G., y Óscar Hernando Gaviria G.

En este punto, se hace necesario aclarar a que nos referimos con memoria e historia. Partiendo de la teoría que presenta Maurice Halbwachs, en su texto La memoria colectiva, ambas nacen en un pasado, y recuerdan hechos, pero hasta ahí llega su similitud; la memoria comprende y limita, a los ciclos de vida de los individuos que la albergan, abarcando no sólo los hechos, sino las subjetividades individuales, desprendidas de las experiencias vividas por las personas, reiteramos, hasta el momento en que éstas mueren, además de los juicios de valor desprendidos de ella, de la persona, o de estos, los hechos. Por otra parte, la historia va abarca los hechos que se le escapan a la memoria, las experiencias no vividas, así como las memorias muertas, esto quiere decir que, en ella no están las subjetividades individuales, sino una posible subjetividad colectiva, al ser al tiempo la historia de todo el mencionado conglomerado.

Esta forma que toma la historia en el pensamiento, si bien no posee una carga individual subjetiva por el hecho de ser historia, sí viene cargada de, en un mínimo, de ideas, identidades e ideologías, albergadas no en la historia, sino en los imaginarios que la reciben, construyéndolos y transformándolos, jugando un juego de subterfugios, adormeciendo el pensamiento anómalo o único, y buscando una homogeneidad de imágenes históricas en quienes se encuentran inmersos en el conglomerado (Halbwachs).

Se tiene, por ende, un juego terminológico triangular entre: historia, memoria e imaginario, incidiendo cada uno en el otro de forma: (1) progresiva, (2) regresiva y (3) degenerativa, a manera de “juego de tensiones”, cada uno incidiendo en los otros dos al estar íntimamente relacionados, en tanto construcción simbólica del individuo. Dentro del caso de estudio, se observa como la historia bajo el papel de primer aculturador, va a construir en los individuos un primer repudio hacia las drogas, insertando en el imaginario, las connotaciones atroces que para ésta, poseen las mismas, pero ¿por qué poseen connotaciones atroces?

Al parecer existen tres motivos históricos, primero el fracaso de las políticas sociales emprendidas por el gobierno, claramente vistas, si abandonamos incluso este recinto y caminamos unas 3 cuadras hacia cualquier dirección, de igual forma si encendemos un vehículo y se dispone un viaje por cualquier carretera, el estado social de la región, el país y en general del continente va a estar seriamente comprometido en todas las

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Algunas reflexiones sobre las representaciones sociales del consumo de drogas

esferas sociales. Así como, la interacción de las mismas, aparentemente o según los artífices de estas políticas, y en igual medida, por el imaginario impreso en las mentes de la sociedad, como el caso de la ciudad de Manizales, por ese monstruo devorador de bienestar y enfermedad social ¡droga!, es una manera de satanización y una necesidad de defensa constante.

Por tanto, el envió de información constante, el cual escuda el fracaso, por el carácter absolutamente diabólico de las drogas; segundo, la voluntad de desinformar a la población a través de los medios de comunicación, ayudando a encubrir el fracaso anterior, motivados por intereses oscuros de control y poder.

por tal motivo, existe un deseo de la “guerra contra las drogas”, un deseo de control social, ideológico, sentimental, sumado a un gusto por el prohibir, encarcelar y crear un aparato leviatanesco militar-estatal, una especie de placer erótico por el poder y en el poder; finalmente, existe una capacidad sorprendente de olvido histórico por parte de los propios pueblos, en su propia historia, por no querer extendernos a niveles de historia universal y hegemónica, pero, queriendo acotar y traer a sus mentes a los Estados Unidos de los años veinte, prohibitivo y en guerra urbana contra las mafias adormecidas por muchos años luego de la legalización de lo antes prohibido.

Es posible justificar, el anteriormente mencionado “olvido”, en el continuo devenir de un trauma en los pueblos latinoamericanos en general, y de los individuos en particular, donde las tradiciones ancestrales van a ser los blancos de este olvido, siendo precisamente el problema, un olvido que ataca y desmantela la cultura propia, con una historia que ensambla un imaginario ajeno, en una capacidad, y un defensa inocua, donde se compromete el bienestar social, para quién lo dude le recordamos, salir a la calle, y verá una sociedad maleable por las ya mencionadas políticas sociales, aunada la voluntad de des-informar.

Se aclara, que los autores asumen la existencia de unos voluntariosos des-informantes, que manipulan la información; información que penetra a toda una sociedad, haciéndolo a través de la historia; o como dirá el sociólogo Pierre Bouedieu: “es evidente la necesidad de los dominantes de todo el campo de poder para manipular la información e imponerla a los dominados; siempre para algunos fines, ya sean colectivos o personales, pero en este caso diríamos, que son fines políticos, económicos y sociales”.

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Mónica Aristizábal G., Luisa Fernanda Gómez G., y Óscar Hernando Gaviria G.

Es necesario, con un fin de contrastantes, serpentear sobre los planteamientos de Josep María Fericgla, y señalar lo absurdo, que por su propio peso, de lo anteriormente expuesto, ya lo es en sus mentes.

Fericgla, dará dos ítems para el entendimiento de lo anterior, primero del uso de las drogas y segundo sobre los problemas referentes a la concepción general de las mismas. Respecto al uso, se parte de la idea que toda sociedad usará drogas, sea la sociedad que sea, y sea la droga que sea, el punto es que para cada sociedad existirá una serie de drogas y una serie de usos, al tiempo que la misma se adaptará y condicionará su transcurrir diario, de tal forma que la droga pasará como natural, o como parte misma de la sociedad, no queriendo decir con esto, que la droga en cierto sentido sea anti-natural.

Sin embargo, se afirma, que las drogas extranjeras o foráneas a una cultura, poseen un carácter de artificiales a este transcurrir diario, en el caso de este estudio, diremos que drogas como el alcohol en todas sus presentaciones, y el tabaco, también en todas sus presentaciones, parecen naturales frente a la sociedad manizaleña, mientras el uso de una multitud de drogas, parecen artificiales, tanto las catalogadas ilegales, e incluso las ancestrales.

Lo anterior, se puede enmarcar de forma acertada, al olvido precoz de los pueblos americanos, el proceso de hibridación en el que fuimos sumergidos nos dejo, en una “madurez” (como lo va a decir Fericgla) casi nula respecto a las formas culturales en torno a las drogas, en una lobotomización respecto a los ritos ancestrales, y su relación hacia y con las plantas-drogas de nuestro entorno.

Los problemas referentes a la concepción general de las drogas, en este caso, los imaginarios sobre las mismas, partirán del enorme desfalco en las terminologías empleadas por todos, cuando decimos todos, es todos, sin encontrar excepción, al referirnos a las drogas, ¿por qué?

Veremos como ejemplo más aberrante, el uso por parte del periodismo que actúa casi en forma de espejo pero sin mayores preocupaciones epistemológicas, con el derecho; no queriendo decir que el derecho se preocupe mucho más por este asunto, el punto está en que, ni siquiera en las clasificaciones médico-químicas podemos encontrar un acuerdo. Mientras tanto, en la sociedad, de plano, como se

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evidencia en las entrevistas, las drogas, o bien son sólo sustancias ilícitas, o sólo son entendidas como: marihuana, cocaína y éxtasis, pasando el extremo de todo tipo de clasificaciones, apodos, suposiciones, y argumentos basados en la memoria, y sobre todo en la desinformación extendida por los voluntariosos desinformantes, incluso, si quisiéramos abrir el campo lo más posible y decir que la droga es toda sustancia biológicamente activa, estaríamos cerca de algo cierto, es sin duda una definición en sobre medida airada, simple, que deja una serie grave de impuntualidades e imprecisiones, es simplemente reduccionista.

Con lo expuesto anteriormente a manera de conclusión, y de nuevo apoyándonos en Fericgla, diremos que toda sociedad y cultura, busca coordinarse, organizar sus principios, normas y leyes de acuerdo a la manera en que entiende su realidad como resultado del filtro de experiencias y sensaciones, así como las teorizaciones sobre la misma.

Si la sociedad manizaleña construye sus principio y sus reglas en materia de drogas, como es tangente en el transcurso de este trabajo de investigación, entendidas de forma errada y bajo suma ignorancia; los principios y normas serán sumamente equívocos, todo generado por los imaginarios que se albergan en los individuos.

De esta manera, una posible solución, sería la de realizar una oposición a la voluntad des-informadora, un acto informador, permitir constantes espacios como éste (como las reuniones semanales del semillero), espacios de tolerancia, de apertura al otro, y sobre todo, de construcción de un nuevo paradigma sobre, y con las drogas, tal vez al final, podrá o podría, crearse un nuevo sistema de clasificaciones, un marco para entender por todos con otro lenguaje a las drogas.

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PErForMaNCE

“¿Cuál entonces es la finalidad del arte? Después de una crisis tan profunda que me hizo pensar en el suicidio llegue a la conclusión de que la finalidad del arte era sanar. Si el arte no sana no es arte”.

Alejandro Jodorowsky. 

Usted puede o no creer en el poder de los sahumerios, pero debe tener en cuenta que el solo hecho de encender un aromatizante en el ámbito de su casa o trabajo, genera una onda positiva que contrarresta todo elemento negativo del ambiente.

En la antigüedad se usaban diferentes fragancias para agradar a los dioses, purificar ambientes, alejar influencias negativas y despertar sutiles estados de conciencia.

Su uso varía según la religión y la escuela de pensamiento; cada individuo siente, percibe, experimenta, vibra y se sintoniza de manera diferente con una particular emanación aromática.

Los sahumerios son una apelación a estados de consciencia muy peculiares, estimulan la parte psíquica del individuo poniéndolo en sintonía con niveles que no son los cotidianos.

El artE CoMo ForMa dE SaNaCiÓN“El SaHUMErio”

cult.drog. 16 (18): 291 - 292, 2011ISSN 0122-8455

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El arte como forma de sanación “El sahumerio”

Quizás la utilización de sahumerios o esencias para lograr una mejor relación con lo espiritual sea simplemente la repetición, grabada en lo más profundo del inconsciente humano, de un ritual sagrado en el cual se elegían las mejores maderas aromáticas para encender el fuego y comunicarse con los dioses. Sin embargo, el empleo de un sahumerio cuando se va a realizar algún tipo de práctica espiritual, nos permite lograr una cierta calma en la mente y la elevación a otros grados de consciencia.

Performance semillero de investigación experimental “Plantas y arte”. Grupo de investigación: Cultura y Droga. Universidad de Caldas.

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Corridos al oleo

CoSMoViSiÓN SalUd-ENFErMEdad Y CoNtradiCtorioS MarCoS lEGalES dE la CortE CoNStitUCioNal

ALBA LUCÍA VÉLEZ ARANGO*

Recibido: 7 de octubre de 2011Aprobado: 7 de noviembre de 2011

En el marco de la Constitución de 1991 se consagró un conjunto normativo de respeto a la diversidad cultural, étnica y regional. El Art 7º de la Carta dispone: “el Estado reconoce y protege la diversidad étnica y cultural de la Nación colombiana”, además de otros desarrollos normativos que se plasman en los artículos: 8º, 10º, 63º y 70º de la misma. Esta ha sido llamada la constitución de la diversidad, este tópico es considerado como uno de los grandes aciertos de la constitución, su intento por superar un orden homogeneizante y excluyente, a fin de construir una sociedad plural, diversa y más incluyente. Sobre este avance de la carta del 91 Uprimny, plantea: “la del 1886 señalaba que la nación colombiana se reconstituía como una república unitaria, y que la religión católica era un elemento esencial del orden social, de suerte que solo eran aceptados los cultos y prácticas que no fueran contrarios a la moral cristiana […]. En cambio, la Constitución de 1991 proclama que nuestro país es una república pluralista, que reconoce la autonomía de las entidades territoriales y protege la diversidad étnica y cultural como bases de la nación colombiana” (Uprimny, 2011).

Por tal motivo, Uprimny, explica como la idea del ciudadano de la carta de 1886 era la de un hombre blanco, católico, hijo legítimo, que vivía preferiblemente en la capital, que pertenecía a alguno de los partidos tradicionales, y que obviamente no se divorciaba, no tenía ninguna inclinación sexual, a contrario sensu, los rasgos del ciudadano de la Constitución de 1991 no están claramente delimitados, precisamente, porque la Carta busca incluir la diversidad étnica y cultural, además de conferir a las personas la responsabilidad de definir su identidad, este ciudadano es un colombiano mayor de edad, que goza de derechos y tiene ciertas obligaciones, pero puede ser hombre, mujer o incluso hermafrodita; puede ser blanco, negro, indígena, mestizo, mulato; sus preferencias sexuales no pueden ser motivo de discriminación; y desde

* Enfermera. Abogada. MSP. Docente Maestría Cultura y droga. E-mail: [email protected], [email protected]

cult.drog. 16 (18): 293 - 306, 2011ISSN 0122-8455

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Alba Lucía Vélez Arango

luego no tiene por qué hacer parte de un determinado partido o de una religión en particular para poder participar en política, o gozar plenamente de sus derechos.

En el marco de este pluralismo, incluso previendo que la Constitución fuese traducida en diversas lenguas en sus capítulos de mayor interés para las comunidades indígenas “buscando transformar el lenguaje abstracto, formalista y muy vinculado a la cultura europea de la constitución, en un texto comprensible; es así como, una de las interpretaciones lingüísticas de la Carta lo es “hojas sabias” o en el “libro del árbol que alimenta la vida” (Melo, 2011: 23).

En este contexto de diversidad étnica y cultural, las concepciones de salud y enfermedad, entendidas bajo las diversas cosmovisiones, marcan un punto de interés, debido a su referencia a otras prácticas medicinales de carácter ancestral con una visión diferente del modelo occidental, que aborda el proceso salud enfermedad y la atención en salud bajo sus niveles de: promoción, protección, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación. En este sentido dispuso la Corte en sentencia de constitucionalidad C-377 de 1994:

Todo lo dicho no implica que en algunos grupos especiales, tales como las tribus indígenas, no puedan existir brujos, chamanes o curanderos que se dediquen a su oficio según sus prácticas ancestrales. Su actividad está protegida por el artículo 7º de la Constitución, que asigna al Estado la obligación de reconocer y proteger la diversidad étnica y cultural. Lo resuelto en esta sentencia no impide que el Congreso legisle sobre otras formas de medicina, que hoy genéricamente se conocen como medicina alternativa.

Es así, como a través del Congreso de la República se han expedido diferentes normas que en forma más o menos amplia, legislan aspectos relativos al ejercicio de la medicina alternativa, entre estas se destacan:

Ley 14 de 1962, por medio de la cual se dictan normas relativas al ejercicio de la medicina y cirugía, en su artículo 1º, dispone:

[…] para todos los efectos legales, se entiende por ejercicio de la medicina y cirugía, la aplicación de medios y conocimientos para el examen, diagnóstico, prevención, tratamiento y curación de las enfermedades, así como para la rehabilitación de las ciencias o defectos ya sean físicos, mentales o de otro orden que afecten a las personas o que se relacionen con su desarrollo y bienestar.

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Cosmovisión salud-enfermedad y contradictorios marcos legales de la corte constitucional

Igualmente la norma establece los títulos de idoneidad para el ejercicio de la medicina y la cirugía.

La Resolución No. 2927 de 1998, reglamenta la práctica de terapias alternativas en la prestación de servicios de salud y define las terapias alternativas como:

Conjunto de conocimientos y procedimientos terapéuticos derivados de algunas culturas médicas existentes en el mundo, que han alcanzado un desarrollo científico, empleados para la promoción de la salud, la prevención y diagnóstico de la enfermedad y el tratamiento y rehabilitación de los enfermos, en el marco de una salud integral y considerando al ser humano como una unidad esencial constituida por cuerpo, mente y energía.

En dicha resolución, se establece normas técnicas, científicas y administrativas, que incluye: terapias alternativas, bioenergética, homeopatía y sus modalidades, la acupuntura y procedimientos asociados, la terapia neural, la terapia con filtros y las terapias manuales. Se destaca la visión comprehensiva del ser humano plasmada en la medicina alternativa, así el hombre es una unidad in-escindible de cuerpo, alma y espíritu. En su artículo 4º dispone que las terapias alternativa, sólo podrán ser ejercidas por médicos titulados en universidades reconocidas por el Estado de acuerdo con la Ley 14 de 1962, con formación específica en la, o las terapias alternativas que practique, y que acrediten el registro profesional vigente. Es así como la práctica de este tipo de medicina está sujeta a la acreditación de títulos de idoneidad y reconocida experiencia en este tipo de terapias, quedando excluida en su mayor parte la medicina de tipo ancestral ejercida en el ámbito de la diversidad étnica y cultural por chamanes y médicos tradicionales.

El Decreto 806 de 19981 dispone que las Entidades Promotoras de Salud (EPS), podrán incluir el tratamiento con medicinas alternativas autorizadas para su ejercicio en Colombia, de conformidad con su eficacia y seguridad comprobada.

La ley 1164 de 2007, en su artículo 19 reitera el ejercicio de la medicina y las terapias alternativas y complementarias por parte de profesionales autorizados para ejercer 1 Ministerio de Salud. Decreto No. 806, abril 30 de 1998. Diario Oficial No. 43.291, del 5 de mayo de 1998. Por el cual

se reglamenta la afiliación al Régimen de Seguridad Social en Salud y la prestación de los beneficios del servicio público esencial de Seguridad Social en Salud y como servicio de interés general, en todo el territorio nacional. [Documento en línea] Disponible en: http://www.pos.gov.co/Documents/Archivos/Normatividad_Regimen_Contributivo/decreto_806_98.pdf. [Consultado el 21 de octubre de 2011].

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Alba Lucía Vélez Arango

cualquier profesión del aérea de la salud (títulos de idoneidad), “para lo cual deberán acreditar la respectiva certificación académica de esa norma de competencia, expedida por una institución de educación superior legalmente reconocida por el Estado”.

La Ley 1438 de 2011, por medio de la cual se reforma el sistema general de seguridad social, consagra dentro de sus principios en el artículo 3º, el enfoque diferencial en el que reconoce que hay poblaciones con características particulares en razón de su edad, genero, raza, etnia y condición de discapacidad entre otras, para las cuales el sistema general de seguridad social en salud ofrecerá especiales garantías y esfuerzos encaminados a la eliminación de situaciones de discriminación y marginación. En su artículo 13º en relación con la implementación de la atención primaria en salud consagra un listado de principios entre los cuales se destaca el de interculturalidad que incluye: “los elementos de prácticas tradicionales, alternativas y complementarias para la atención en salud”.

En este orden de ideas, es claro el espíritu de las disposiciones por el respeto a la diversidad y la etnicidad, son enfáticas en que el ejercicio de otro tipo de medicina diferente a la occidental, debe ser ejercida por profesionales que ameriten títulos de idoneidad y de competencia.

CoSMoViSioNES SalUd-ENFErMEdad

Entendiendo cosmovisión como: “la organización del mundo” según una cultura. Es también la forma en que un pueblo o una cultura perciben, entienden y describen su mundo y el universo. Sirve para describir y explicar la relación entre los seres humanos y la naturaleza (elementos tangibles), así como “el rol de los poderes sobrenaturales dentro el mundo espiritual (intangible) y la forma en que ocurren los procesos naturales” (Organismo Andino de Salud, 2010: 18), representando las premisas sobre las cuales los pueblos se organizan y determinan la base filosófica para la intervención humana en la naturaleza. Sustentando las diferentes interpretaciones sobre cómo funciona y está organizado el mundo en el que vive y se desarrolla una cultura.

La noción salud-enfermedad ha evolucionado desde las visiones mágico- religiosas, pasando por la corriente biomédica; visión biologística de la enfermedad, las dimensiones mentales, psíquicas, espirituales y en general la consolidación de una

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visión de salud, más allá de la ausencia de enfermedad y, “[…] el reconocimiento de un conjunto de factores que determinan socialmente las causas de enfermar y morir, el papel de los servicios de salud, de los hábitos comporta-mentales, de los estilos de vida y de los factores ambientales como generadores de salud y/o enfermedad, es decir, el modelo social de la salud, que ha permitido que emerjan otras categorías de análisis, como la de normalidad dentro de un margen de variación, el de proceso vital humano, la adaptación al ambiente en el que se vive, el entendimiento de la salud y de la enfermedad como fenómenos colectivos y, finalmente, la concepción de la salud, como parte del conjunto de capacidades y titulaciones fundamentales, tesis que abanderan A. Sen y Martha Nusbaum”. En resumen las categorías salud enfermedad se han dimensionado la una desde el punto de vista de armonía, equilibrio, normalidad, la enfermedad entendida como la perturbación y el desequilibrio o la desarmonía, también puede ser principalmente el esfuerzo de la naturaleza en el hombre para obtener un nuevo equilibrio. En la Grecia antigua se definía la enfermedad como alteración morbosa del buen orden de la naturaleza, entendiendo el orden como el equilibrio entre los cuatro elementos: agua, aire, fuego y tierra; la enfermedad es entonces la perturbación de ese estado de armonía y así la enfermedad “no está en alguna parte del hombre. Está en todo el hombre y le pertenece por completo” (Canguilhem, 1981: 18).

Para Galeno la salud: “era ausencia de dolor y posibilidad de funcionar en la sociedad” (Ballester, 1972).

Galeno, involucraba el elemento de la funcionalidad del ser humano como requisito sin el cual no era posible su desarrollo y su autonomía.

Desde las explicaciones de tipo ontológico, hasta las dinámicas y totalizantes, se ha orientado la cosmovisión de salud-enfermedad como lo afirma Canguilhem a: “[…] la iniciativa para cualquier teoría ontológica de la enfermedad hay que atribuirla a la necesidad terapéutica. Ya significa tranquilizante, en parte, considerar a todo enfermo como un hombre al cual se le ha agregado o quitado un ser. Aquello que el hombre ha perdido, puede serle restituido; aquello que ha entrado en él, puede salir de él. Incluso cuando la enfermedad es maleficio, en imagen, brujería o posesión, cabe tener la esperanza de vencerla. Para que toda esperanza no esté perdida, basta con pensar que la enfermedad es algo que le sobreviene al hombre” (Canguilhem, 1981: 17).

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Sin duda hay una estrecha relación en la concepción salud-enfermedad con la cultural, H. Sigerist afirma: “la medicina […] es una de las cosas más estrechamente vinculadas con el conjunto de la cultura, puesto que toda transformación en las concepciones médicas está condicionada por transformaciones en las ideas de la época” (Canguilhem, 1981: 73).

Más tarde, en el saber medieval la enfermedad es considerada como un castigo por los pecados cometidos, siendo esta la idea más antigua que se tenga de la causa de una enfermedad, como lo expresa Susan Sontag es esta “una idea que se opone a todo cuidado que merece un enfermo” (Sontang, 1989: 179).

En la visión positivista de Augusto Comte, afirma que la identidad real de los fenómenos patológicos y de los respectivos fenómenos fisiológicos, la salud bajo este paradigma con base en un enfoque anatomopatológico, es la ausencia de lesiones y, por tanto, la ausencia de signos; desde el punto de vista fisiológico la salud es el funcionamiento normal de los diferentes procesos, impera el concepto de función, y la valoración que se hace para diferenciar una u otra categoría es el funcionamiento, que debe obedecer a un conjunto de estándares considerados como normales, y aquellos que no obedecen a estos estándares considerados como normales, son catalogados como enfermedad y, desde la dimensión etiopatológica, la salud-enfermedad se da en términos del equilibrio entre el agente, el huésped y el medio ambiente, cuando esta armonía se interrumpe se entra al periodo patogénico con la presencia del conjunto de signos, síntomas y complicaciones que identifican cada proceso patológico. Bajo este conjunto de explicaciones de la salud-enfermedad, Canghilhem, retomando lo anotado por Pinel explica cómo bajo este paradigma: “todas las enfermedades admitidas sólo son síntomas y que no podrían existir desordenes de las funciones vitales sin lesiones de órganos o más bien de tejidos” (Canguilhem, 1981: 17).

Así en esta forma de entendimiento de las categorías salud-enfermedad, se comprende la afirmación de Leriche: “la salud es la vida en el silencio de los órganos y, por consiguiente, que lo normal biológico sólo es relevado […] por las infracciones a la norma, y que sólo hay conciencia concreta o científica de la vida por obra de la enfermedad” (Canguilhem, 1981: 86). Allí, una explicación centrada en lo mórbido, lo patológico, ante la presencia de la lesión, la anormalidad, es la concepción de enfermedad.

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otraS CoSMoViSioNES

De las explicaciones centradas en el síntoma, la lesión, la anormalidad, se abre paso a cosmovisiones más comprehensivas, en las que el ser humano es considerado como un todo, el holón de la naturaleza. Por ende, la salud en las poblaciones originarias es una construcción colectiva, en la que el médico tradicional es un poblador más, que más allá de conocer y tener experiencia en la promoción y la restauración de la salud, es alguien que tiene un amplio conocimiento de su comunidad. En la cosmovisión de los pueblos andinos, “el hombre no aparece como la cúspide de la creación. Al contrario se muestra como un ser más de la naturaleza, ni mejor ni peor que los otros seres, y esta ubicación lo incluye junto a seres que los occidentales consideran inanimados como las montañas, las rocas, la salud, y con elementos tales como el aire, el agua y el fuego” (Organismo Andino de Salud, 2010: 61). Es esta una relación de respeto, regida por normas sociales que recuerdan permanentemente el respeto que se debe a los otros seres de la naturaleza, hay una convivencia armónica con la naturaleza; así desde el principio de su vida, cada individuo tiene conciencia de su igualdad con los otros seres vivientes del entorno.

Para los andinos, “la vida es el resultado de la presencia de una fuerza vital o Camaquen, que da lugar no solo a las manifestaciones propias del ser vivo sino que, además, permite que una vez muerto el individuo pueda volver a nacer en el futuro luego de un complejo proceso” (Organismo Andino de Salud, 2010: 67). Sobre la vida dice Porfirio Alconz de Cochabamba: “¿qué es la vida? Es difícil de explicar porque la vida es todo. Es pacha…Todo lo que vemos están viviendo…Hasta los muertos están viviendo, pero en otro lugar lejos de aquí” (Organismo Andino de Salud, 2010: 67).

En la cosmovisión Andina, se reconoce que la vida no es simplemente una serie de manifestaciones biológicas, sino que, además necesita de un elemento anímico que le da una característica propia a cada ser, sin que puedan existir dos seres iguales. En conclusión, en las culturas andinas el ser humano, es ante todo un ente social en interacción con el entorno y el cosmos, existiendo una visión holística integral, el ser humano es completo: cuerpo, mente y espíritu; el vivir implica el gozo, la plenitud de la vivencia, vivir con “ganas”, pero al mismo tiempo se acepta la muerte, como parte de un proceso natural, el inicio de otro tipo de vida. Concuerdan estas cosmovisiones con los nuevos enfoques de comprensión del proceso salud-enfermedad; como parte del ciclo vital, se nace, se desarrollan las potencialidades como ser humano

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y luego deviene el declive de la vida. También la salud como parte de una visión de eudaimonía, de felicidad, defendida como esencia del hombre en su paso por el mundo, desde la filosofía antigua por Epicuro y Aristóteles, entre otros. Hay entonces una visión comprehensiva de este proceso, el entorno, el ser en su conjunto, el medio social, cultural hacen parte de la cosmovisión.

En las cultura andinas la salud es explicada como: “una palabra en aymara que signifique salud?... No se…nunca me he puesto a pensar… me parece que puede ser “Suma Jakanda” (“Buena vida”), porque… porque… si tenemos… si estamos sanos, sin enfermedades… entonces es una buena vida… podemos trabajar, podemos hacer, producir… […]”(Organismo Andino de Salud, 2010: 77).

Sin duda, propiciando una visión más comprehensiva sobre salud la OMS en su declaración de constitución, la definió como: “completo estado de bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de enfermedad” (OMS, 1948). Para estas culturas “curar implica reordenar el caos, rediseñar la trama de la vida en el cuerpo del doliente […]”.

Es claro que este tipo de cosmovisiones que representan enfoques diferentes a la medicina occidental y que compendian el conjunto de creencias, ritos, y en general explicaciones de las categorías salud-enfermedad abanderan una visión holística del ser humano en sus diferentes dimensiones: cuerpo, alma, espíritu, energía; es decir, es un entendimiento del hombre como el holón, como el todo y de acuerdo con esta visión asumen el proceso curativo, tomando al ser humano en su integralidad, no como un conjunto de capas superpuestas que puedan ser separadas en lo biológico, en lo social, en lo espiritual, en lo mental, es una concepción comprehensiva del ser humano.

la MEdiCiNa altErNatiVa Y SU iNClUSiÓN EN El PlaN oBliGatorio dE SalUd dEl SiStEMa GENEral dE SEGUridad SoCial. ProNUNCiaMiENtoS dE la CortE CoNStitUCioNal

A través de la acción de tutela, figura contemplada por la Constitución de 1991, se ha brindado protección inmediata de derechos fundamentales, entre estos al contemplado en el artículo 7º sobre el derecho a la diversidad étnica y cultural. Se realizó una exploración de la página Web de la Corte Constitucional, sobre sus

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pronunciamientos y ámbitos relacionados con la medicina alternativa y su posibilidad de ejercicio y suministro a través del Sistema general de seguridad social en salud (SGSSS). Para el efecto se utilizó en la búsqueda el descriptor “medicina alternativa”; se encontraron 6 sentencias en las cuales la corporación se ocupa de esta temática. A continuación se listan las sentencias:

· T-076 de 1999: Entidad Promotora de Salud. Solicitud de remisión a un profesional de medicina alternativa.

· T-214 de 1997: Medicina alternativa para recluso indígena. Ponderación de circunstancias.

· T-654 de 2010: Medicina alternativa. Alcance y límites del POS.· T-993 de 2008: Medicina alternativa. La demandante solicita la atención

médica con tratamientos alternativos.· T-990 de 2008: Medicina alternativa. La demandante solicita atención médica

para su hija con tratamientos alternativos.· T-076 de 1999: Evaluación de su eficacia.

A continuación se destacan algunos de estos pronunciamientos:

En Sentencia T-214 de 1997, la Corte se pronunció sobre la solicitud de traslado de un recluso a la cárcel de la ciudad de Leticia (Amazonas), habida cuenta de su condición de indígena de la comunidad de Yaguas, es un anciano de 72 años de edad y, miembro de este resguardo quien padece un cáncer de próstata. En su condición de preso, se encuentra alejado de su grupo étnico y familiar, los cuales se encuentran en el departamento del Amazonas. En su pronunciamiento la Corte considera que la curación es un fenómeno global y complejo que incluye aspectos físicos y síquicos, destaca la autonomía del paciente, y la importancia que tiene en el tratamiento, así sea de carácter paliativo; la comunicación entre médico y paciente no sólo es importante desde el punto de vista del respecto a la dignidad humana, sino también desde la perspectiva terapéutica.

La Corte afirma en este caso: “el paciente necesita, además de querer la curación, creer en ella y en la capacidad de la medicina y de su agente para lograrla” y en preeminencia de los principios de dignidad, autonomía y diversidad cultural, afirma: “sin embargo, como se trata de una persona que supera la edad de la vida probable, que culturalmente ha pertenecido a una etnia y que tiene una enfermedad terminal

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(cáncer), el traslado hacia el sitio donde están los suyos es una petición razonable […]”, y como hubo desprecio por esos planteamientos, se deduce que se afectó la dignidad del recluso, porque ni siquiera se examinó la factibilidad, en el caso concreto, de ir a morir cerca a su familia y a su tribu, de respetársele su condición de minoría y de aceptársele que el libre desarrollo de su personalidad le permite rechazar la medicina que se le ofrece y, en su lugar, proponer que para mitigar la enfermedad y llegar digna y autónomamente a sus últimas días de vida esté recibiendo la medicina alternativa de su entorno cultural cerca a la comunidad indígena de los Yaguas.

Protegiendo el derecho a la diversidad étnica y cultural la Corte tutelo los derechos del paciente indígena bajo la siguiente consideración:

[…] no es obligación del Estado darle medicina alternativa a un recluso, salvo que ya exista infraestructura para prestar este servicio asistencial especial, de todas maneras se protegen las actividades de los “curanderos” indígenas, de lo cual se deduce que no se rechaza la medicina alternativa que ellos proponen, luego hay que ponderar en cada caso particular la autonomía y la protección a la diversidad étnica y cultural (artículo 7º C.P.), especialmente si el recluso no pide que se le dé medicina vernácula, sino que se le facilite recibir esa medicina que el Estado no le va a dar, porque ya no se trata de dar una determinada medicina sino de colaborar para el ejercicio concreto del derecho a la autonomía y al derecho a la protección como minoría racial y cultural.

Es evidente que la tutela de estos derechos se hace en cumplimiento de la preceptiva del art 7º de la Carta, dando primacía a la protección de la diversidad étnica y cultural. Sin embargo, en este caso, se está protegiendo no el derecho a dar una determinada medicina, sino el ejercicio del derecho a la autonomía del paciente sobre su decisión de estar cerca de su grupo étnico, y poder beneficiarse así, de la medicina ancestral en la cual tiene cimentadas sus creencias en torno a los cuidados requeridos en el declive de su vida.

En la sentencia T-654 de 2010, la Corte se pronuncia sobre la medicina alternativa-alcance y límites del POS. Es el caso del Sr. Acuña que según su historia clínica, padece la patología “fibromialgia” desde hace 3 años y no presenta mejoría con los tratamientos convencionales, dejando en claro que consumió el medicamento denominado tansulozin durante año y medio, sin haber presentado avance alguno. Se remitió al médico especialista adscrito a la EPS COOMEVA quien le ordenó 20

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sesiones de terapia neural, así como 20 sesiones de campo magnético, las cuales no fueron autorizadas por la EPS. El paciente acudió a este tipo de tratamiento y experimentó mejoría.

Afirma la Corte: “el Estado ha aceptado y regulado la prestación de tratamientos de medicina alternativa, dejándola como potestad de las entidades promotoras de salud. Igualmente la jurisprudencia constitucional la ha reconocido como tal”.

Se pregunta la Corte en esta sentencia:

¿Vulnera los derechos fundamentales a la vida, la dignidad humana, la salud y la seguridad social de una persona, la negativa de una EPS de suministrar el tratamiento de medicina alternativa formulado por el médico tratante ante la ineficacia del tratamiento previsto en el POS?

Hace la Corte una amplia argumentación sobre las características de integralidad y continuidad que debe de tener la prestación de los servicios de salud, así expresa:

[…] los principios de integralidad y continuidad, inmersos en las garantías de acceso al servicio de salud, inciden claramente en la construcción de la fundamentalidad del derecho a la salud. Este fenómeno implica que el servicio sea prestado de forma ininterrumpida, completa, diligente, oportuna y de calidad.

Así, en esta sentencia, la Corte Constitucional protegió el derecho a la continuidad del tratamiento y ordenó a la EPS autorizar las terapias prescritas (terapia neural) por el médico tratante. En este caso la EPS tenía contratado un especialista en medicina homeopática.

En la sentencia T-076 de 1999, se analizó el caso de una paciente a la que no le generaban resultados los procedimientos de medicina tradicional, produciéndole sólo efectos paliativos. Ella solicitó su remisión a una clínica de medicina alternativa que no estaba vinculada con la EPS, petición denegada por la entidad. En este caso, la Corte adujo que:

ordenar por vía de tutela su remisión a un profesional no vinculado a la entidad demandada, es decir, a alguien que no es el ‘médico tratante y sobre el cual la

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E.P.S. no tiene ni relación contractual, ni control, ni conocimiento de sus prácticas médicas, no sólo implica un cambio drástico en el tratamiento de la paciente que no responde a la naturaleza del servicio del POS sino que incluso puede poner en peligro real la vida de la paciente.

En vista de lo expuesto, decidió la negación del amparo, toda vez que:

para el caso de los tratamientos de medicina alternativa, éstos única y exclusivamente pueden ser considerados dentro del POS una vez aprobada y evaluada su eficacia, si la infraestructura paulatina que se consolide permite ampliar la actividad de las E.P.S. a servicios de éste tipo.

Es claro, que para la Corte la protección del derecho a la salud está dado a través del conjunto de procedimientos, medicamentos e intervenciones previstas en el Plan Obligatorio de Salud (POS) del sistema de seguridad social y el suministro de medicina alternativa está supeditado a la voluntad de las EPS de contar con la infraestructura necesaria para ofrecer este tipo de alternativa terapéutica, que en todo caso queda absolutamente por fuera de la denominada medicina ancestral. Esta situación queda evidenciada de forma expresa en la sentencia T-993 de 2008, la Corte adujo:

se considera que si bien se ha aceptado la existencia y la práctica de la medicina alternativa y, se ha reconocido su aporte bienhechor a la salud, tal aceptación no implica la obligatoriedad de la inclusión de estos servicios en el portafolio de las entidades promotoras de salud. Así los derechos invocados en la presente tutela no han sido vulnerados por parte de la EPS Coomeva, como se extrae de la normativa y el precedente jurisprudencial analizado, puesto que al cumplir con la prestación del servicio de acuerdo con los lineamientos del POS, se está salvaguardando el derecho a la salud en conexidad con la vida.

En síntesis, el Estado ha aceptado y regulado la prestación de tratamientos de medicina alternativa, dejándola como potestad de las EPS. Asimismo, la jurisprudencia de la Corte Constitucional lo ha reconocido como tal, sin embargo, no ha protegido la prestación de estos servicios en el contexto del derecho a la salud, debido a la carencia de elementos que comprueben su eficacia científica.

Es evidente la dificultad de aplicación de la preceptiva del artículo 7º de la carta, ya que al tratarse de un principio incorporado a una norma (lo que le confiere a ésta un

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carácter específico), el postulado de la protección y el reconocimiento de la diversidad cultural consagrado en el art. 7º C.N. del estatuto superior presenta como dificultad: primero su generalidad que le imprime un alto grado de indeterminación y en segundo término su naturaleza conflictiva que implica la necesidad de ponderación respecto a otros principios constitucionales que gozan de igual jerarquía. En este orden de ideas en caso de colisión entre un derecho de carácter fundamental y el derecho a la diversidad étnica y cultural tendrá primacía la protección del derecho fundamental.

En resumen para el intérprete por regla general se acepta: “la maximización de la autonomía de las comunidades indígenas y, por tanto, la de minimización de las restricciones a las indispensables para salvaguardar intereses de superior jerarquía”.

Por último, es importante lo afirmado por la Universidad de los Andes en concepto solicitado por la Corte en Sentencia T-129 de 2011:

La realidad del futuro de las comunidades indígenas no puede plasmarse en leyes, no podemos legislar sobre su pensamiento, imponer nuestras normas salidas de nuestros hábitos y entendimiento del mundo, sin haber investigado las de ellos, sin saber cuál es su entendimiento del mundo.

BiBlioGraFÍa

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¿Es posible la institucionalización de la medicina del yagé?

¿ES PoSiBlE la iNStitUCioNaliZaCiÓN dE la MEdiCiNa dEl YaGÉ?

RICARDO DÍAZ MAYORGA1

Recibido: 7 de octubre de 2011Aprobado: 7 de noviembre de 2011

rESUMEN

El yagé como medicina ha llegado a la sociedad urbano-industrial actual, y allí funciona en niveles importantes pero desconocidos. Es preocupante que la utilización improvisada e indiscriminada de esta medicina esté ocasionando accidentes que ponen en cuestión su práctica y plantean la búsqueda de soluciones inaplazables a los interesados.

Es también creciente el número de profesionales de la salud alopáticos que la conocen y utilizan. Pero estas experiencias permanecen en penumbra. Parece llegado el momento para que se dé un encuentro o confluencia, legítimo e informado, de dos visiones terapéuticas que aún con metodologías y epistemologías diferentes, pueden ser complementarias.

El propósito de este artículo es mostrar el avance en la visibilización, encuentro, reconocimiento y complementación de ambas medicinas, que puede llevar en un plazo mediano/largo, al objetivo de “institucionalización” de la medicina del yagé y su incorporación al Sistema Nacional de Salud.

iNForMalidad, dESiNForMaCiÓN, PrEJUiCioS

El yagé, recurso de purga de la medicina tradicional indígena del Putumayo, ha tenido, por lo menos en las últimas dos décadas, un gran auge en su demanda en el país, principalmente en los centros urbanos. El crecimiento ha sido de tales proporciones que puede considerarse que hoy en día la mayor demanda para esa medicina proviene de los habitantes occidental-urbanos, y no de sus comunidades de origen, además, que dicha terapéutica hace parte informal de los servicios de salud que utilizan los colombianos.

1 Sociólogo. Director de la revista y página Web www.visionchamanica.com. Correo electrónico: [email protected], [email protected]

cult.drog. 16 (18): 307 - 318, 2011ISSN 0122-8455

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Ricardo Díaz Mayorga

Esta aseveración no está aún sustentada con estadísticas que la cuantifiquen y es, por ahora, una “percepción” de quienes han transitado por los escenarios rituales del yagé desde hace unos 20 a 30 años. La inexistencia de datos estadísticos o de estudios analíticos de instancias institucionales remite a otras características de esta evolución: su informalidad y su invisibilidad.

Otros indicadores indirectos, también sin estudios y mediciones oficiales, pueden ser revisados para comprobar el crecimiento anteriormente mencionado: aumento en el registro del tema en los medios de comunicación -con todo el registro de amarillismo o de exotismo que convoca audiencias a través del morbo- y la creciente presencia del tema en el gran medio de información y comunicación de nuestro tiempo, la Internet, con la misma mezcla de poca buena información, verdades a medias y mucha basura sensacionalista. También puede registrarse un aumento en la realización de trabajos de grado sobre el tema, particularmente en carreras como: antropología, sociología y psicología. Vale la pena mencionar la lenta apertura que se está haciendo en los programas académicos de medicina y psicología a asignaturas nuevas como la etnomedicina y la etnopsicología.

Varias razones pueden aducirse para esta especie de “clandestinidad” en la que se practica el yagé en el medio urbano: antiguos prejuicios de satanización de los rituales indígenas, que reaparecen y se reproducen en los imaginarios populares y religiosos; la indefinición y ambigüedad de su estatus, entre sí es una práctica médica o una práctica espiritual-religiosa; su limbo jurídico, aunque se consagran como derecho constitucional las prácticas propias de las culturas étnicas, su medicina no está reglamentada ni incorporada al conjunto institucional, y en consecuencia, es ignorada por las autoridades del campo de la salud. También la política norteamericana de “guerra de las drogas”, adoptada por los gobiernos locales, enrarece el ambiente e impone factores de interdicción para los principios activos de Banisteropsis caapi y Diplopteris cabrerana -plantas componentes del brebaje-, incluidos dentro de la lista de sustancias estupefacientes del Departamento de Estado de EE.UU.

Asimismo, se da el crecimiento de accidentes, incluso mortales, registrados en los medios masivos, por lo general de manera sensacionalista, sin seguimiento y especificación rigurosa de lo realmente ocurrido en estos casos -sin conocerse, por ejemplo, los informes de las necropsias realizadas por Medicina Legal- y que producen detrimento en la opinión y en la consideración misma de esta medicina como una alternativa seria para la salud.

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¿Es posible la institucionalización de la medicina del yagé?

diVErSidad dE loS CoNoCiMiENtoS MÉdiCoS

Concomitante con el crecimiento de la demanda, quienes conocen y siguen la práctica de la medicina del yagé, tienen la percepción que cada vez más se da la utilización de este recurso de la medicina indígena del Putumayo por profesionales de la salud “occidentales” o no-indígenas, sea de consuno con taitas o médicos indígenas, o directamente como otro procedimiento o acto médico a sus pacientes. Una parte de esta medicina es proporcionada por los médicos indígenas mismos, y otra parte, muy creciente pero también indefinida, es proporcionada por terapeutas empíricos o curanderos mestizos, e incluso por profesionales de la salud que han incorporado este recurso a partir de su experiencia personal a su práctica médica. Más difícil de cuantificar, los casos en que los pacientes acuden a ambas medicinas sin que haya vínculo de complementación entre ellas -el vínculo lo hace el paciente mismo-.

Sin conocer en detalle las modalidades de este intercambio, puede hablarse de “complementación” o colaboración médica, y del encuentro de dos metodologías de abordaje de los pacientes, encuadradas en cosmovisiones muy diferentes. Dicha complementación es aún más problemática en su análisis y cuantificación por los antiguos prejuicios del establecimiento médico hacia los médicos indígenas calificados como brujos o charlatanes.

Los profesionales que han experimentado la medicina del yagé y la incorporan a su práctica médica, lo hacen en muchos casos de manera vergonzante, por temor a la reprobación de sus colegas y por no disponer de una sustentación convincente -en términos académicos y del lenguaje médico alopático- para justificar esa incorporación de un recurso proveniente de otra cultura. La complementación enunciada puede comprenderse, de una manera muy general, como el encuentro entre un énfasis en la parte biológica y orgánica -de la medicina alopática- con un énfasis en la parte psico-espiritual e integral que se obtiene con la purga del yagé.

La desinformación y prejuicios de parte del establecimiento médico y de las instancias académicas de la salud sobre las prácticas médicas indígenas -y las terapéuticas alternativas en general-, a las que califican de “supersticiosas” o “pre-científicas”, parten de paradigmas desuetos sobre la “Unicidad” del conocimiento, cuando se habla del conocimiento y de “la Ciencia” como si estos fuesen sólo patrimonio de la tradición de la cultura occidental, y no de “los conocimientos” y prácticas de los

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diferentes pueblos, incluso con ideas, abordajes y acentos propios tal como lo propone el enfoque poscolonial, que plantea el reconocimiento de las voces propias de los pueblos y de sus actores, por oposición a la “violencia epistémica” de la colonialidad del saber (Castro & Grosfoguel, 2007).

El reconocimiento de múltiples visiones en el abordaje del complejo salud/enfermedad debería llevar a plantear una “multiculturalidad médica” que reconozca la intrincada red de relaciones e interacciones entre las culturas médicas y terapéuticas diversas en la actualidad.

SitUaCiÓN iNStitUCioNal

Como es frecuente en nuestro país, los hechos y las realidades avanzan al margen de las teorizaciones y de las políticas, de las instituciones y de la jurisprudencia misma.

Si bien la Constitución de 1991, reconoció el carácter multiétnico y pluricultural de la nación colombiana, aún no se ha pasado de la enunciación a la recomposición en la realidad, de los derechos y espacios para los múltiples componentes culturales, tanto de los pueblos indígenas y de los inmigrantes establecidos a lo largo de nuestra historia, como de las variantes mestizas, que se expresan también en los usos y comportamientos entorno a la salud, las técnicas y las terapéuticas para su recuperación cuando estas se han perdido. En buena parte de las instituciones de salud sigue prevaleciendo la versión “blanca”, cristiano-occidental, de una ciencia médica dogmática y autoritaria que desconoce otras terapéuticas, y que a su vez desconoce incluso, la autonomía de los pacientes a decidir sobre las diversas alternativas frente a su salud.

Pero, más allá de reconocer a la medicina tradicional indígena, y la satisfacción de su derecho al ejercicio de una práctica cultural propia; asimismo, la utilización de dicha medicina y de sus recursos entre el conjunto de la población rebasa su consideración como un problema exclusivamente étnico. En los niveles actuales de difusión, esta cuestión no tiene que ver solamente con las autonomías indígenas, sino con las orientaciones y políticas de la Salud Pública. Por eso, un enfoque adecuado debe estar dentro de la temática de las diferentes terapéuticas a las que accede el conjunto de la población, y no como si, unas terapéuticas fuesen para un pueblo y otras para otro. Lo peor, y más retardatario, es la segregación del mundo indígena, y considerar que

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sus prácticas médicas no pueden salir del espacio geográfico de sus comunidades; esta es la peor interpretación de la multiculturalidad, o mejor, su negación, y una pérdida para la riqueza cultural de nuestra nación.

Un enfoque multicultural de la medicina, y no exclusivamente étnico o político, permitirá poner la cuestión en términos de posibilidad de aproximación y entendimiento entre las terapéuticas, y no en términos políticos de derechos de las culturas, aunque sean legítimas las reclamaciones de cada cultura a su existencia y derechos.

La disponibilidad de diversas terapéuticas y recursos para la salud enriquece las alternativas de vida para el conjunto de la población. Valga la pena decir, por ejemplo, solamente resaltar en la medicina del yagé su carácter de Medicina Preventiva, en la que la purga y limpieza del cuerpo físico vigoriza y previene enfermedades, además de propiciar la conciencia personal sobre el autocuidado de la salud. Puede concretarse así, la aspiración sobre el empoderamiento de los pacientes que desencadene mecanismos de autosanación. El reflejo de esto en la cuestión de los costos del sistema de salud puede ser muy importante, como se ha señalado insistentemente en estos tiempos de “crisis de la salud” (Gómez, 2011).

El avance institucional y jurídico en la multiculturalidad médica y en el reconocimiento de la medicina del yagé pasa por lo menos por tres niveles: 1) las regulaciones indígenas autónomas para la salida, desde las comunidades hacia la ciudad de sus operadores y de sus recursos médicos, 2) la inserción de las peculiaridades de la medicina indígena dentro del marco jurídico general que regula la prestación de servicios de salud, 3) la creación, por consenso y a partir de las prácticas conjuntas, de una nueva juridicidad multicultural que institucionalice los avances del encuentro de las medicinas.

No podemos eludir una consideración sobre el marco jurídico internacional creado por la llamada “guerra de las drogas” impuesta al mundo por el gobierno estadounidense. Debe recordarse que en la declaratoria de dicha guerra, a comienzos de los años 70, se extendió la prohibición a la utilización de enteógenos en investigaciones y aplicaciones clínicas, por ejemplo el LSD y la ketamina, las cuales se utilizaban en tratamientos psiquiátricos y casos de adicción. Al parecer esta moratoria -concomitante con la crisis misma que presenciamos de la susodicha “guerra”- está menguando, o ha sido atenuada, al ser autorizado el reinicio de investigaciones y la utilización de sustancias

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enteogénicas en el tratamiento de adicciones (Mac Niven). Pienso que es el camino sensato, como lo será el del cese definitivo de esa guerra sin sentido -aunque todas lo son- que tanto dolor y depredación causa.

doS EPiStEMoloGÍaS diFErENtES QUE SE aProXiMaN

El saber de los chamanes aborígenes -de cualquier geografía- es práctico y experiencial; no tiene libros y su transmisión es oral (sin defecto de que integrantes de las etnias estén hoy día analizando intensivamente los estudios de antropólogos y etnógrafos sobre sus propias culturas). Aprenden haciendo; los taitas del Putumayo dicen que el yagé se aprende tomando, harto y muchas veces. La idea que ellos manejan sobre su brebaje es que éste es un purgante, y que al purgarse sale todo lo malo, aún lo espiritual y las malas costumbres: “si estamos limpios prevenimos enfermedades, estar limpio es pensar bonito” dice el sinchi inga Víctor Jacanamijoy.

Es esta idea de la purga integral, la que ha sido retomada por estudiosos occidentales -y no solo respecto del yagé, sino de otras plantas, preparaciones y técnicas tradicionales- y que ha sido nominada como: Enteogénesis o Estados Expandidos de la Conciencia.

En 1977 los científicos Gordon Wasson, Albert Hofmann y Carl Ruck, proponen el nombre de enteógenos para las sustancias que hasta ese momento se denominaban, de manera peyorativa y macartizante, como “alucinógenos” (Wasson, 1980). Son las sustancias o “plantas maestras”, o de conocimiento que inducen un estado expandido en que la conciencia amplía su percepción de la realidad hacia áreas desconocidas o “dormidas”, y que informan o recuerdan al ser humano una comprensión más amplia de lo que es el mundo, “su mundo” y de su lugar en él. Dentro de este tipo de experiencia está la purga con yagé. Y en general la experiencia con otras sustancias y plantas utilizadas para la consecución de estados de trance o éxtasis en tradiciones chamánicas de diversos pueblos.

Es este contacto el que ha sido calificado como experiencia mística, espiritual y/o religiosa. También ha sido entendida como una experiencia liminal o sagrada. Y son todos estos adjetivos y calificativos, la opción sobre uno u otro, lo que ha dificultado o confundido su comprensión. El neologismo mismo, enteógeno, conlleva una acepción de la divinidad: en-teo-geno: “dios en mí”, que propicia o genera la experiencia de Dios.

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Por tal motivo, se propone la validación del término, entendiendo que la denominación Dios es genérica y extensa, incluyendo todas las posibles representaciones de la divinidad, o todos aquellos términos que por la extensión de significado o simbología rebasan la comprensión humana misma: El Todo o La Totalidad, El Uno, La Eternidad, El Infinito, El Cosmos, El Misterio, El Gran Espíritu… se puede entender el término como una forma de nominar lo indefinido, lo incognoscible -o lo innombrable-, o como una forma de nominar una experiencia que se vive, que es real pero que no se puede describir, esto es, algo fenoménico e inefable. De esta manera, como expresión multisémica, Dios puede ser también la “trama de la vida”, o el “flujo de la energía” o “la insondable presencia del Espíritu”.

La enteogénesis como experiencia induce una comprensión totalizadora de la salud, como experiencia única, personal e íntima propicia la clarificación y/o actualización del sentido de vida y la seguridad de tener un lugar específico en el mundo. Experiencia que puede nominarse también como “psicointegración” según la expresión acuñada por el antropólogo estadounidense Michael Winkelman. A diferencia de la medicina convencional no es sólo una “técnica de sanación”, de atenuar los síntomas, sino una visión integral y profunda de la salud del ser humano. Aunque esa concepción implique considerar campos “no medibles”, o zonas de incertidumbre, que solo pueden tener explicación o significación para el individuo mismo.

A pesar de la terminología y la materia misma en este tipo de experiencias, se considera que no es un tema religioso, o que necesariamente tenga que serlo. No religioso en el sentido de configuración religiosa, de asociación o empresa de culto, a la que deba estar inscrito como prosélito el paciente. Religiosa sí, o mejor espiritual, en el sentido de creencia personal en una determinada configuración simbólica, que puede tener o no elementos de las religiones existentes, pero que es válida solo para la persona y en la forma única como ella la percibe y la representa.

La comprensión y aceptación de esta conexión particular es fundamental en el acto médico. Compromete a la persona misma con el destino de su salud, y no quita nada de cientificidad al acto médico, solo que esa “cientificidad” no puede ser otro dogma que reemplace los de las religiones. Como he dicho en otra parte: “de alguna manera se deben aceptar las representaciones sobre el Misterio, o sobre la Trascendencia como componente de la salud psíquica de las personas, y por ende, de su salud física. Esas representaciones sobre el sentido de la vida o sobre la Trascendencia, se

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expresan a través de “elementos simbólicos”, a los que no se puede aproximarse solo con los criterios racionalistas de la epistemología occidental, sino también, desde una aproximación estética que no califica ni asume pretensiones de verdad sino que, los registra, describe y analiza en sus diferencias respecto de otros. “[…] La aproximación estética en forma de símbolos es uno de los componentes fundamentales de la experiencia enteogénica -con plantas o substancias de conocimiento- que se manifiesta en los rituales indígenas, pero también en otros formatos de la experiencia mística, como los más formalizados de las configuraciones eclesiales” (Díaz Mayorga, 2010).

Según lo dicho, podemos delimitar dos formas de abordar la salud y la enfermedad: la biológica, o biomédica, y la que tiene en cuenta la dimensión espiritual -entendida como el ámbito íntimo de las personas-. La relación entre estos dos enfoques médicos no es fácil. Supone en primer lugar el reconocimiento que se interrelacionan concepciones y epistemologías diferentes. Pero, avanzar en la comprensión del otro, puede significar el entender que las dos metodologías pueden llegar a ser complementarias, o que son dos caras de la misma realidad.

Tal vez dos condiciones sean fundamentales, una de cada parte. De los bio-médicos alópatas, el reconocimiento de la dimensión espiritual como factor de la salud y destino de las personas, en la comprensión que el sentido último de la existencia constituye base primordial del equilibrio del ser humano y que puede determinar su estado de salud o enfermedad. De los terapeutas enteogénicos, su deslinde de charlatanes de todo tipo y de sus verborreas, con prácticas y concepciones discutibles cuando no denunciables, y el reconocimiento que la forma de las creencias y la fe son asunto de la intimidad personal que cada quien resuelve en su particular abordaje de la Trascendencia.

Una tercera condición, válida para cualquiera de las dos orientaciones terapéuticas: el reconocimiento del paciente, de su autonomía, de su percepción y conocimiento sobre su salud, de su responsabilidad en el cuidado personal. No propiciar la dependencia del paciente, creando una especie de clientelismo comercial y espiritual, sino el respeto a la autonomía e independencia y la contribución del empoderamiento personal.

La presencia de la religión en los actos terapéuticos es inevitable aunque problemática. Pero, insisto en que debe verse y tratarse como algo de la intimidad de los pacientes

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y no de la intervención de organizaciones de culto. Las representaciones sobre lo trascendente no son exclusivas de las formaciones religiosas. Tampoco los intermediarios son indispensables. Por eso creo que la mejor manera de manejar este aspecto es el laicismo, o sea, la no preeminencia de una determinada creencia, el no poner una determinada representación de la divinidad al mando. En últimas, para cada individuo, la representación que cuenta es la propia.

Sin desconocer la dimensión comunitaria de la religión: el religare del grupo, de la comunidad, por ejemplo, en las prácticas colectivas de sanación de lo comunitario. En este sentido, la aspiración religiosa se manifiesta, desde una perspectiva individual, como necesidad de pertenencia al grupo, de reconocimiento y aceptación en el sentimiento; y desde lo grupal mismo, como expresión intersubjetiva de factores de identidad y cohesión de los grupos sociales.

Hoy en día es muy importante y urgente deslindar institucionalmente la cuestión religiosa de la intervención terapéutica, ante la proliferación de sectas y agrupaciones religiosas que utilizan el yagé en sus ceremonias, más como elemento de proselitismo y cohesión de sus grupos, que como elemento propiamente terapéutico.

CarÁCtEr idioSiNCrÁtiCo dE la EXPEriENCia HUMaNa Y dE la iNtErVENCiÓN MÉdiCa

La experiencia de cada ser humano es única. Quizás el lenguaje y la descripción del mundo recibida desde niños nos hacen olvidar o renunciar a eso, y nos somete a modelos y marcos normativos e institucionales para entender nuestra realidad. Es precisamente la experiencia enteogénica la que permite reencontrar la senda de nuestra peculiaridad.

Esto, el carácter único y propio de la experiencia de vida, que parece ser algo obvio, innecesario de enunciar, también ha sido tematizado por integrantes de la comunidad científica occidental como los biólogos chilenos Maturana y Varela, quienes han acuñado el término “autopoiesis”, comprendido como “la propiedad de los seres vivos -entendidos como sistemas- de producirse a sí mismos, que pueden crear o destruir elementos del mismo sistema, como respuesta a las perturbaciones del medio” (Maturana & Varela, 2006).

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Por tal razón, en el acto médico debe estar incluido también el saber, los sentimientos y percepciones del paciente. No puede argüirse que el “saber experto” del médico obvie la percepción del paciente sobre sí mismo, y que la relación se dé en términos de saber/poder que derive en prácticas autoritarias. No puede aceptarse un “secuestro de nuestra experiencia” por parte de los saberes expertos, como plantea el sociólogo Anthony Giddens.

Así, en el acto médico está implicado el saber experto del médico, sus conocimientos generales, con el saber y la percepción propia del paciente. Vale recordar el principio hipocrático de que: “Existen enfermos, no enfermedades”.

La evolución de la sociedad humana a partir de la “modernidad” -últimos 200 a 300 años- que acentuó el valor del individualismo y también cambió la forma de los vínculos comunitarios -ahora por adhesión voluntaria y dentro de marcos normativos precisos-, el aumentó también del valor de la responsabilidad individual. La nueva situación de la individualidad humana determina también un nuevo papel, o por lo menos un proyecto, frente a las vivencias de salud/enfermedad, en que el individuo sea más autónomo y más responsable de su propia situación: que esté más informado y más a cargo de sí mismo. La experiencia enteogénica puede contribuir a esa conciencia y propiciar un paciente empoderado a cargo de su vida, de su situación y de su destino. Según sea el grado de conciencia se establecerán los grados de intervención del médico.

Ha de ser el paciente mismo el que establezca un compromiso con su tratamiento, que a su vez significa un compromiso con un estilo de vida sano y funcional o adaptado a sus circunstancias. La responsabilidad sobre sí mismo puede ser la cuestión fundamental de la ecuación terapéutica, y punto de ruptura con los estilos de vida de la sociedad consumista: excesos e inadecuación alimentaria, ausencia de ejercicio físico, consumos inadecuados y excesivos de alcohol, estupefacientes, tabaco, azúcar, sal… entre otros.

La confluencia de la experiencia enteogénica con el reconocimiento de la complementación de las terapéuticas, puede propiciar la aparición de un nuevo paradigma médico en el que el empoderamiento de los pacientes es apoyado desde diferentes perspectivas terapéuticas, contribuyendo a un verdadero sentido de la libertad humana.

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UN traYECto Por rECorrEr

La confluencia de las dos perspectivas terapéuticas reseñadas, plantea a los interesados recorridos tareas diversas y múltiples, de construcción de lenguajes, “juegos de lenguaje”, que delimiten temas y prácticas; de divulgación de teorías y propuestas nominativas. Así, de resultados en la utilización de la enteogénesis o los EEC en otros países; de construcción de alternativas en el orden jurídico e institucional que proporcionen marcos válidos y legítimos para la acción; de visibilización de experiencias que se están dando en nuestro país, y de fijación de pautas y protocolos para la mejor utilización de esta experiencia en el marco de tratamientos médicos. Se hace, por tanto, necesario una mejor información y una mayor comprensión de lo que significa esta medicina, de su “tecnología”, de sus condiciones y de la mejor manera de aplicarla, además de sus potencialidades y proyección.

Planteo como objetivos inmediatos de acción: 1) ampliar hacia la comunidad médica alopática y sus instancias académicas, la información sobre los Estados Modificados o Expandidos de Conciencia, utilizados como recurso terapéutico genérico, 2) visibilizar las experiencias de utilización de la medicina del yagé por parte de operadores médicos alopáticos, 3) fijar protocolos mínimos para la utilización de manera segura, legítima y provechosa la medicina del yagé por parte de operadores médicos alopáticos, 4) establecer términos y condiciones para un diálogo comprensible y fructífero entre operadores médicos alopáticos y operadores médicos indígenas y otros operadores alternativos.

Una primera fase divulgativa tendrá que darse dentro de los espacios académicos y por iniciativa de aquellos de sus integrantes que hayan asumido una actitud abierta en el tema planteado, utilizando todos los recursos que proporcionan hoy en día los sistemas de comunicación e información. De manera simultánea deberán adelantarse estudios y mediciones estadísticas específicos sobre la utilización de los EEC, y más específicamente, sobre la utilización de la medicina del yagé.

La dinámica que se establezca desde estas iniciativas irá marcando el paso y las rutas en el objetivo del reconocimiento y práctica de la multiculturalidad médica y del reconocimiento e institucionalización de la medicina del yagé, como recurso terapéutico único y propio de la nación colombiana y como aporte a la humanidad entera.

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Ricardo Díaz Mayorga

BiBlioGraFÍa

Castro Gómez, Santiago & Grosfoguel, Ramón. (2007). El giro decolonial: reflexiones para una diversidad epistémica más allá del capitalismo global. Bogotá: Siglo del Hombre Editores.

Díaz Mayorga, Ricardo. (2010). Ética y Medicina Ancestral. Ponencia al II Encuentro Internacional de Culturas Andinas, Pasto. [Documento en línea] Disponible: http://www.visionchamanica.com/Medicinas_alternativas/Etica-Medicina-Ancestral.htm.

Giddens, Anthony. (1995). Modernidad e identidad del yo: el yo y la sociedad en la época contemporánea. Barcelona: Ediciones Península.

Gómez Buendía, Hernando. (2011). Para cuidar la salud. En: El Malpensante, No. 122.Jacanamijoy, Víctor. (2008). Yagé es vida. [Documento en línea] Disponible: http://www.visionchamanica.

com/yage_EMC/Yage-es-Vida.htm.Mac Niven, Rodrigo. (2010). Cortina de Fumaça. [Película documental en línea] Disponible: http://

www.neip.info/index.php/content/view/2933.html.Maturana, Humberto & Varela, Francisco. (2006). De máquinas y seres vivos. Autopoiesis: la organización

de lo vivo. Santiago de Chile: Editorial Universitaria.Wasson, Gordon; Hoffman, Albert; Ruck, Carl P. (1980). El camino a Eleusis: una solución al enigma de

los misterios. México: Fondo de Cultura Económica.

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Acto de protocolización en el marco del VI Simposio Internacional Cultura y Droga, de convenios internacionales entre la Universidad de Caldas de Colombia y la Universidad Museo Social UMSA-de Buenos Aires-Argentina y con el Centro de Rehabilitación de Toxicómanos y de Investigaciones de Medicinas Tradicionales (Laboratorio de productos naturales y medicina amazónica) de Tarapoto-Perú.

De izquierda a derecha: Dr. Jorge Ronderos Valderrama. (Profesor Titular de la Universidad de Caldas, coordinador académico de los convenios. Dra, Paulina Pozo, coordinadora de investigaciones del Centro Takiwasi; Dra. Paula A, Henao, Directora Oficina Internacionalización Universidad de Caldas; Dra. Teodora Zamudio, Directora Maestría Bioetica de la UMSA.

Fotografía: Angela P. Zea B.

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NorMaS EditorialES

rEViSta CUltUra Y droGaPublicación anual del Grupo de Investigación Cultura y Droga de la Universidad deCaldas. Año inicio: 1994. Está adscrita al Departamento de Antropología y Sociología de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la misma universidad.

Presenta artículos científicos e información de actualidad sobre investigación y desarrollo de conocimientos y experiencias referentes a las fuentes y aplicaciones culturales de enteógenos y otras sustancias psicoactivas. Acoge artículos de diversas disciplinas: sociales y humanas, naturales, médicas, artísticas, filosóficas y botánicas, entre otras. Igualmente, conocimientos indígenas tradicionales. Se divulga por medio de canje y actividades académicas o de divulgación de la Universidad. Opcionalmente se comercializa.

La revista está en proceso de indexación, para lo cual se realizarán los ajustes pertinentes. En este contexto, la revista fue priorizada por la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales y la Vicerrectoría de Investigaciones y Postgrados a través del proyecto Revistas Científicas.

oBJEtiVoS1. Publicar resultados sobre trabajos científi cos multidisciplinarios que realizan investigadores sobre las fuentes y aplicaciones de psicótropos en distintas sociedades y culturas, tanto del pasado histórico como contemporáneas.2. Estimular a los investigadores a escribir y exponer ante las comunidades científicas interesadas en el tema, trabajos de investigación sobre drogas psicoactivas, los usos y prácticas socioculturales, las potencialidades y riesgos neurofisiológicos, emocionales y comportamentales para la vida y la salud humana, las funciones de las drogas como dispositivo de socialización y tensiones culturales, los fenómenos ecológicos y ambientales actuales, las características bioquímicas, farmacológicas y farmacocinéticas y las demás que aportan las ciencias.3. Constituirse en foro permanente donde se someten a examen crítico las teorías e hipótesis de los científi cos sobre la relación cultura y droga.4. Servir de escenario para la divulgación de las actividades investigativas de la Maestría Cultura y Droga para América Latina de la Universidad de Caldas.

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CaraCtErÍStiCaSLa Revista Cultura y Droga tiene dos características principales:1. Revista primaria de investigación, por medio de la publicación de desarrollos y resultados científicos de procesos investigativos originales, con todos los detalles necesarios para evaluar su validez.2. Revista divulgativa de nuevos desarrollos en el campo científi co, técnico, educativo y cultural de las fuentes y usos de sustancias psicoactivas en contextos culturales, por medio de artículos y notas breves de carácter general y no detallada.

PUBliCaCiÓN dE artÍCUloSLos manuscritos presentados por los autores se someterán al análisis de dos especialistas. Su concepto será tenido en cuenta por el Comité Editorial quien será responsable colegiadamente de su aprobación definitiva, sin que ello implique compartir las opiniones expresadas por el autor.ISSN (Número internacional normalizado para publicaciones seriadas): 0122-8455.Formato: (160 x 210,5) según Norma 946, Icontec. Tipo letra: Arial 12.

tiPo dE artÍCUloS Y SECCioNES dE la rEViSta1. Artículos originales. Recuento comprensivo de un estudio teórico o experimentalen un proceso de investigación o experimentación que ha alcanzado su etapa fi nal.Contiene los datos relevantes para que un lector, si lo desea, pueda repetir el proceso y evaluar las conclusiones.2. Notas técnicas. Artículo corto sobre resultados de investigación que hayan sido publicados.3. Comunicaciones breves. Informe preliminar de investigaciones o trabajos experimentales de aplicación.4. Estudios de casos. Presentación de experiencias que incluyan innovaciones con su tratamiento metodológico.5. Reseñas. Artículo especializado basado en revisiones bibliográfi cas, que incluye valoración temática y cubre períodos históricos o el estado actual del tema.6. Opiniones. Intercambio de opiniones e interpretaciones sobre los tópicos de la revista.7. Noticias. Información sobre eventos científi cos, seminarios, congresos, reseñas de libros, otras publicaciones y cualquier tema que estimule la cooperación entre autores, instituciones y corporaciones que trabajan sobre el tema.

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PrESENtaCiÓN dE artÍCUloS1. Encabezamiento. Título corto y descriptivo (ocho palabras máximo, sin abreviaturas ni siglas). Subtítulo, si es necesario para aclarar o completar el sentido del título. Nombre(s) del(os) autor(es) y sus títulos académicos o cargos que indiquen la autoridad en la materia.2. Resumen. Presentación breve del propósito, metodología y resultados de la investigación. Máximo 250 palabras. Va como primer párrafo, después del título ylos autores. En idioma original y con traducción al inglés.3. Ilustraciones (tablas y fi guras). Se presentan en página aparte del texto, lo más cerca posible de la parte del texto donde se mencionen. Numeradas consecutivamente en arábigo llevan título breve en la parte superior de la ilustración. Si llevan notas se colocan al pie. El texto debe remitir a la ilustración por su número.4. Siglas. Deben ir precedidas de su forma completa, cuando aparezcan por primeravez: Ej. Instituto Andino de Etnofarmacognosia, IADE.5. Descriptores. Cuatro a seis palabras clave por las cuales se pueda indexar el artículo.6. Introducción (enunciado del problema, enfoque del autor, intentos anteriores de solución, proceso seguido).7. Descripción de metodología y resultados (ilustrados con tablas, cuadros, diagramas, figuras, cuando sea caso).8. Discusión. Evaluación del autor de sus propios hallazgos, sus contribuciones, diferencias con otros estudios similares.9. Listado bibliográfico. La revisión bibliográfica debe incluirse en la introducción o en sección aparte.10. Contribuciones de otras personas o entidades, apoyos y agradecimientos de cualquier tipo.

NotaS Y CitaSLas notas a pie de página deben dedicarse a adiciones, ampliaciones o complementos a una idea, que se considera necesaria, y que de colocarse en el texto rompe la secuencia lógica o la argumentación. Deben ser cortas.

Estas notas deben llamarse en el texto con asteriscos o símbolos similares, colocados al final de la palabra a la que se refieren. Las notas extensas deben recomponerse como partes del artículo principal.

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Las referencias bibliográficas van entre paréntesis indicando: Apellidos en mayúscula del autor y letra inicial del nombre. Punto seguido y el año respectivo. Dos puntos y el número de página. En la bibliografía, al final del artículo, se identifican los datos complementarios de la cita.

Referencias posteriores a la primera se remiten a esta, señalando los datos variables, por ej., página. Se utiliza el ibídem o el ibíd, según el caso.

BiBlioGraFÍaLibros: Autor. Título completo del libro (en cursiva). Número de edición. Editorial. Lugar: año de publicación.

Artículos de revista: Autores (todos, apellido completo e iniciales de nombres).Título del Artículo (en cursiva). Título de la revista. Volumen y número. Año de publicación. Primera y última página del artículo.

Tesis: Nombre del autor. Título de la tesis. Tipo de tesis. Universidad y sede. Año de terminación.

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aUtHor GUidEliNES

CUltUra Y droGa JoUrNalAnnual publication of the Research Group “Cultura y Droga” of the Universidad deCaldas, Manizales, Colombia. Initiation year: 1994. Said journal is ascribed to the Department of Anthropology and Sociology of the Faculty of Juridical and Social Sciences from the same University.

It presents scientific articles and current information on research, development of knowledge and experiences related to the sources and cultural applications of entheogens and other psychoactive substances. Articles of diverse disciplines are welcomed, such as: social and human sciences, natural, medical, artistic, philosophical, botanical, as well as traditional indigenous knowledge and some others. The journal is disclosed by means of exchange and academic activities or by means of popularization carried out by the University. Optionally it is also marketed.

Cultura y Droga has begun the indexation process, for which the necessary adjustments will be carried out. In this context, the journal was prioritized with this goal in mind by the Faculty of Judicial and Social Sciences and the Vice-rectory of Research andGraduate programs through the Scientific Journals project.

oBJECtiVES1. To publish the results on multidisciplinary scientific works that researchers carry out regarding the sources and applications of psychotropic substances in different historical and contemporary societies and cultures.2. To stimulate the writing process in the researchers, as well as presenting before the interested scientific communities research works on psychoactive drugs; socio-cultural uses and practices; the neurophysiologic, emotional and behavioral potentialities and risks in the life and human health of the users; the functions of the drugs as a socialization and cultural tensions device; the current ecological and environmental phenomena; the biochemical, pharmacological and pharmacokinetic characteristics, as well as others contributed by different fields.3. To become a permanent forum in which the theories and the scientists’ hypothesis on the relationship culture and drug undergo a critical exam.4. To serve as a scenario for the popularization of the investigative activities of the Master’s Cultura y Droga for Latin America of the Universidad de Caldas.

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CHaraCtEriStiCSThe Cultura y Droga Journal has two main characteristics:1. Primary research journal, by means of the publication of developments and scientific results of original investigative processes, with all the necessary details toevaluate their validity.2. Revealing journal of new developments in the scientific, technician, educational and cultural fields of the sources and uses of psychoactive substances in cultural contexts, by means of articles and brief general notes.

PUBliCatioN oF artiClESArticles sent to the Cultura y Droga Journal should be originals. Their previous, simultaneous or later publication in other journals should be informed in order to make the appropriate annotations. The manuscripts presented by the authors will undergo the analysis of two specialists. Their concept will be kept in mind by the Editorial Committee who will be responsible of its definitive approval, without implying that said Committee shares the opinions expressed by the author. Its sources and applications should be inedited originals, except when dealing with adaptationsand translations. The author expressively authorizes the reproduction of the article in digital archives and web pages belonging to the Universidad de Caldas, or othersauthorized by the journal director.ISSN (International Standard Serial Number): 0122-8455.Format: (160 x 210.5) according to Norm 946, Icontec. Letter Type: Arial 12.

tYPE oF artiClES aNd SECtioNS oF tHE JoUrNal1. Original articles. Comprehensive recount of a theoretical or experimental study in a research process or experimentation that has reached its fi nal stage. They contain the relevant data so that if a reader wishes to, he/she can repeat the process and evaluate the conclusions.2. Technical notes. Short articles on research results that have already been published.3. Brief communications. Preliminary Reports of researches or applied experimental works.4. Case studies. Presentation of experiences that include innovations with their methodological treatment.5. Reviews. Specialized articles based on bibliographical revisions that include thematic valuation that cover historical periods or the current state of the topic.

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6. Opinions. Exchange of opinions and interpretations on the topics covered by the journal.7. News. Information on scientifi c events, seminars, congresses, book reviews, other publications and any other topic that stimulates the cooperation among authors, institutions and corporations that work on the topic.

PrESENtatioN oF artiClES1. Heading. Short and descriptive title (eight words maximum, without abbreviations nor initials). Subtitle, if it’s necessary to clarify or to complete the sense of the title... Author(s) name(s) and their academic titles or positions that indicate their authorityon the matter. Author’s electronic mail.2. Abstract. Brief presentation of the purpose, methodology and results of the research. Maximum 250 words. It is the fi rst paragraph after the title and the authors. It should be written in the original language of the article and with an English translation.3. Illustrations (charts and fi gures). They should be presented in pages different from the text, as close as possible to the part of the text where they are mentioned; numbered consecutively in Arabic numbers; and they should have a brief title in theupper part of the illustration. If they have notes, they should be placed at the bottom. The text should remit to the illustration by its number.4. Initials. They should be preceded by their complete form when they appear for the fi rst time: E.g. Instituto Andino de Ethnopharmacognosia, IADE.5. Keywords. Four to six passwords that can index the article.6. Introduction (problem statement, the author’s focus, previous tries of solution, executed process).7. Methodology description and results (illustrated with charts, tables, diagrams, figures, whenever possible).8. Discussion. The author’s evaluation of his/her own discoveries, contributions, and differences with other similar studies.9. Bibliographical listing. The bibliographical revision should be included in the introduction or in separate section.10. Contributions of other people or entities, supports and acknowledgements of any type.

NotES aNd CitESThe foot notes should be devoted to additions, amplifications or complements to an idea that is considered necessary and that if they are placed in the text, they would break the logical sequence or the argument. They should be short.

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These notes should be marked in the text with asterisks or similar symbols, placed at the end of the word to which they refer. Extensive notes should be integrated as of the main article.

The bibliographical references are placed in parenthesis indicating author’s last names in capitals and initial letter of the fi rst name, followed by a period and the respective year, semicolon the page number. In the bibliography, at the end of the article, the complementary data of the citing are identified.

Later references to the fi rst are remitted to the latter, pointing out the variable data, for example the page number. Idem or ibid is used, according to each case.

BiBlioGraPHYBooks: Author. Complete title of the book (In italics). Edition Number. Editorial Company. Place: publication year.

Journal articles. Authors (all, complete last name and fi rst name initials). Title of the Article (In italics). Title of the journal. Volume and number. Publication year. First and last page of the article.

Thesis. Name of the author. Title of the thesis. Thesis type. University and campus.Termination year.

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Esta revista se terminó de imprimiren el mes de noviembre de 2011

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