EDUCACIÓN

PARA LA

SUSTENTABILIDAD

AMBIENTAL:

una perspectiva

necesaria

Lucía Almeida-Leñero Irama Núñez Tancredi

Ana Barahona Echeverría COORDINADORAS

Contenido

5 PRESENTACIÓN

Lucía Almeida-Leñero, 'rama Núñez y Ana Barahona

Parte 1. EDUCACIÓN Y COMUNICACIÓN AMBIENTAL

11 LOS VALORES EN LA CIENCIA

Ana Barahona

25 LA EDUCACIÓN AMBIENTAL EN MÉXICO

Bárbara Reachy e Dama Núñez

37 LA COMUNICACIÓN AMBIENTAL EN MÉXICO

Dama Núñez

Parte 2. PROBLEMÁTICA AMBIENTAL Y CONSERVACIÓN: ALGUNOS ESTUDIOS DE CASO

55 LAS ÁREAS NATURALES PROTEGIDAS DE MÉXICO.

PASADO, PRESENTE Y FUTURO

Eugenia García y Vladimir Cachón

77 Los ECOSISTEMAS FORESTALES Y EL CAMBIO CLIMÁTICO EN MÉXICO José Antonio Ordóñez

101 ¿DE QUÉ MANERA BENEFICIAN LOS ECOSISTEMAS A LAS SOCIEDADES?

Alya Ramos, Julieta Jujnovslcy, María de Jesús Ordóñez y Lucía Almeida-Leñero

115 Los CAMINOS DE LA CONSERVACIÓN. LA ZONA PROTECTORA

FORESTAL CAÑADAS DE CONTRERAS, DISTRITO FEDERAL

María de Jesús Ordóñez, Emma Alicia Canales, Alya Ramos y Lucía Almeida-Leñero

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¿De qué manera

benefician los ecosistemas

a las sociedades?'

Alya Ramos, Julieta Jujnousky

María de Jesús Ordóñez Lucía Almeida-Leñero

INTRODUCCIÓN

Es fundamental concebir a los ecosistemas como indispensables para el bien-estar de los seres humanos, ya que de ellos se obtiene un gran número de beneficios. En este capítulo se analiza qué son los ecosistemas y cuáles son las funciones y los servicios que éstos brindan a la humanidad y cómo pueden ser evaluados. Además, se describen los beneficios que generan los bosques tem-plados y se ejemplifican algunos servicios ecosistémicos (SE) relacionados con el agua, poniendo como ejemplo un área boscosa del Distrito Federal (D.F.).

LOS ECOSISTEMAS Y LOS SERVICIOS QUE NOS BRINDAN

A finales del siglo XIX y principios del XX los científicos cambiaron la manera de conceptualizar la naturaleza cuando empezaron a entender el ambiente de forma más incluyente, es decir, consideraron la existencia de una liga inseparable entre los organismos que actúan recíprocamente entre sí y el medio físico (Odum, 1987).

' Este capítulo está relacionado con la cuarta actividad de la parte 3: Diversidad biológica y servicios ecosistémicos de Carlos Guevara, Lucía Almeida-Leñera e Irama Núñez.

10 1

Estas bases fueron fundamentales para que en 1935 Tansley propusie-ra el término de ecosistema, concepto que ha ido evolucionando y que se re-fiere a que en las comunidades, los elementos físicos (como el suelo, el agua y la atmósfera) y los biológicos (como los microorganismos, las plantas y los animales) interactúan entre sí, ocupan un área determinada y, considerados en conjunto, guardan una interdependencia relativa y una afinidad conside-rable (Arana, 1982).

Esta relación parece simple, sin embargo, cada especie tiene determi-nados requerimientos e interactúa de forma específica tanto con el ambiente físico como con el biológico. Además, los ecosistemas mantienen un flujo constante de materiales responsables del ciclo del agua, la productividad biológica, el almacenamiento y los ciclos de nutrientes, la descomposición de la materia y el mantenimiento de la diversidad biológica, éstos son pro-ducidos por la interacción de sus componentes y en conjunto se les llama funciones del ecosistema.

Los seres humanos forman parte de los ecosistemas, por lo que depen-den de sus funciones tal como lo hacen otras especies; esto quiere decir que son importantes para su propio bienestar. Sin embargo, dentro de la cultura occidental esto no siempre se ha entendido así. Fue hasta hace poco más de 4o años cuando diversos autores empezaron a señalar que los seres huma-nos forman parte de los ecosistemas, dependen de sus funciones y obtienen beneficios de ellos.

Estas ideas fueron tomando fuerza al paso de los años en el ámbito científico y político, al grado que en el año 2000 el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró la inseparable relación que existe entre el incremento de la pobreza mundial y el deterioro del am-biente. Fue así como se formó una organización dependiente de la ONU, e integrada por científicos de todo el mundo, encargada de hacer la Evaluación del Milenio de los Ecosistemas (MA), el cual es un diagnóstico actualizado que trata de buscar el equilibrio entre la conservación de los ecosistemas y el bienestar humano. Con base en dicho diagnóstico surge el concepto de Servicios Ecosistemicos, que se define como:

todos los beneficios que se derivan de un ecosistema ha-cia una sociedad (Daily,1997; MA, 2003).

Es decir, las condiciones y procesos en donde los ecosistemas naturales y las especies que habitan en ellos satisfacen las necesidades del ser humano independientemente de si tienen un valor de uso o de no uso. Los valores de uso se refieren al valor de los SE usados por las sociedades con propósitos de producción o consumo, que se aprovechan de forma directa (extrayéndolos o no de su ambiente natural), indirecta o que tienen un valor de opción. Por ejemplo, de un bosque se puede extraer la madera de los árboles (valor de uso directo extractivo) y realizar actividades de ecoturismo (valor de uso directo

102 I Alya Ramos, Julieta Jujnovsky, María de Jesús Ordóñez y Lucía Almeida-Leñero

no extractivo), al mismo tiempo que secuestra el carbono atmosférico pro- porcionando oxígeno (valor de uso indirecto), o bien, en el futuro se podrían utilizar algunas plantas por su valor medicinal, pero que aún no se ha descu- bierto (de opción). Los valores de no uso se refieren al valor intrínseco y/o de los SE, es decir, al valor que éstos tienen por el simple hecho de existir y a la posibilidad de que las generaciones futuras conozcan la biodiversidad actual.

Esta definición retorna dos principios básicos: el concepto de "ecosis- tema" de Costanza et al. (1997) que incluye tanto al ambiente natural como al transformado y el concepto de "servicio" de Daily (1997), el cual puede ser tangible e intangible.

Según el MA los SE se clasifican en servicios de provisión, de regula-ción, culturales y de soporte (Fig. 1).

SERVICIOS DE PROVISIÓN

Produdctos obtenidos del ecosistema

SERVICIOS DE REGULACIÓN

Beneficios obtenidos por la regulación de los procesos

ecosistémicos

SERVICIOS CULTURALES

Beneficios no materiales obtenidos del ecosistema

• Alimento

• Agua

• Combustible

• Fibras naturales

• Productos bioquímicos

• Recursos genéticos

• Regulación del clima

• Control de enfermedades

• Regulación del agua

• Purificación del agua

• Polinización

• Control de deslaves e inundaciones _

• Espiritual y religioso

• Recreación y ecoturismo

• Estético

• Inspiracional

• Educacional

• Sensación de placer

• Herencia cultural

SERVICIOS DE SOPORTE

Servicios necesarios para la producción del resto de los servicios

• Formación y retención de suelo • Ciclo de nutrientes • Producción primaria

Figura I. Clasificación de los servicios ecosistémicos según el MA, 2003.

¿DE QUÉ MANERA BENEFICIAN LOS ECOSISTEMAS A LAS SOCIEDADES? I 103

SERVICIOS ECOSISTÉMICOS

Servicios de provisión

Servicios de regulación

Servicios culturales

FACTORES DETERMINANTES Y CONSTITUYENTES DEL BIENESTAR

Seguridad Seguridad personal Acceso seguro a recursos Reducir la vulnerabilidad a desastres ecológicos

Material básico para una buena vida

Suministros adecuados Suficiente alimento nutritivos Acceso a bienes

Salud Fortaleza Sentirse bien Acceso al agua potable Contar con aire limpio

Buenas relaciones sociales Cohesión social Respeto mutuo Capacidad para ayudar a los demás

Servicios de

soporte

Libertad de

elección y acción

Los servicios de provisión son aquellos productos que se pueden adquirir del ecosistema, como los alimentos silvestres o producidos por la agricultura, el agua para beber, las fibras para la elaboración de textiles y los recursos genéticos que mediante la aplicación de tecnologías se pueden aprovechar en distintas formas, como por ejemplo en medicamentos. Los servicios de provisión son tangibles, a diferencia de los servicios de regula-ción, de soporte y culturales.

Los servicios de regulación se refieren, como su nombre lo indica, a los beneficios que obtiene el ser humano por la regulación de los procesos ecosistémicos, como la regulación del clima por medio de los bosques y los océanos, el control de inundaciones gracias a la cobertura vegetal que permi-te la infiltración del agua hacia el suelo, o como el control de enfermedades al tener acceso a agua, aire y alimentos limpios, mejorando las condiciones de salubridad.

Los servicios de soporte aluden a aquellos servicios que son necesa-rios para la producción de otros servicios, como la formación del suelo que permite el establecimiento de otras especies, y la producción primaria con la conversión del dióxido de carbono atmosférico en tejidos vegetales y con su consecuente liberación de oxígeno a la atmósfera. Cabe mencionar que aun-que la diferencia entre los servicios de regulación y de soporte no es del todo clara, se distinguen en que los primeros tienen una implicación directa sobre el bienestar humano.

Por último, los servicios culturales son los beneficios no materiales que ofrece el ecosistema, como la inspiración a un artista o el simple hecho de disfrutar el paisaje. También el valor religioso que una sociedad otorgue a cierto elemento es un servicio cultural.

Sin la presencia de los SE ninguna sociedad en el mundo podría existir, debido a que aspectos tan importantes como la seguridad, el acceso a bienes materiales, la salud y las relaciones culturales y sociales están íntimamente relacionados con la salud del ecosistema y forman parte integral del bienestar humano (Fig. 2). Por ejemplo, en 2007, en el estado de Morelos se planteó un proyecto inmobiliario que impactaría áreas de recarga de mantos acuíferos cercanos, lo cual tendría influencia en la ya de por sí poca disponibilidad de agua en las comunidades afectadas. Este hecho generó conflictos sociales, económicos y políticos ya que, ante la posible falta de agua, las comunidades rechazaron el proyecto, manifestándose con marchas e incluso procediendo con acciones jurídicas, argumentando que este proyecto atentaría contra la seguridad, la salud y el ambiente. Con este ejemplo se puede observar cómo si se afecta un SE —en este caso de provisión de agua— se afecta no sólo el acceso al recurso, sino también la cohesión social.

104 I Alya Ramos, Julieta Jujnovsky, María de Jesús Ordóñez y Lucía Atmeida-Leñero

Figura 2. Relación entre los servicios ecosistémicos y el bienestar humano según el MA, 2003.

Las modificaciones a los ecosistemas condicionan la salud de los mismos y por lo tanto los SE que éstos brindan. Estas modificaciones son causadas por múltiples factores o impulsores que trabajan en diferentes escalas de tiempo y espacio. El MA define a un impulsor de cambio como cualquier factor o in-dicador, ya sea natural o causado por el hombre, que causa daños directos o indirectos en el ecosistema. Un impulsor directo actúa sobre los procesos de un ecosistema como, por ejemplo, el cambio climático, el uso de fertilizantes que altera las propiedades químicas del suelo, cambios en la cobertura vegetal y la introducción de especies invasoras que compiten con las nativas. Por otro lado, los impulsores indirectos de cambio operan mediante la activación de uno o más impulsores directos. Los factores demográficos, económicos, so-ciopolíticos, científicos, tecnológicos, culturales y religiosos son considerados impulsores de cambios indirectos (MA, zoos). Por ejemplo, un impulsor de cambio indirecto es el crecimiento demográfico exponencial que se ha dado durante los últimos 5o años en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México (imcM), lo que ocasionó el cambio de uso de suelo (impulsor de cambio di-recto) de bosque a zonas agrícolas y posteriormente a zonas urbanas.

iDE QUÉ MANERA BENEFICIAN LOS ECOSISTEMAS A LAS SOCIEDADES? I 105

VALORACIÓN DE LOS SERVICIOS ECOSISTÉMICOS La importancia que tienen los SE es incuestionable, independientemente si tienen un valor de uso o de no uso. Sin embargo, hacer una valoración de éstos no es tan fácil dado que deben tomarse en cuenta factores como eficien-cia, equidad y sustentabilidad (Costanza et al., 1997).

La eficiencia o valoración económica tiene como propósito comparar servicios distintos en términos monetarios. Parte de la premisa de que las acciones humanas obedecen a sus preferencias e intereses personales de bienestar y crecimiento económico, relaciona la productividad de los SE y establece la rentabilidad de los mismos.

Para la valoración económica existen diferentes métodos de medición. Por ejemplo, para conocer el valor que tiene un bosque se puede estimar el precio real de la madera en el mercado y extrapolar este valor a todo el bosque, este es un método de mercado real. Sin embargo, no todos los SE tienen un precio, por lo que se crean mercados sustitutos o contingentes; en el primero, lo que se hace es que se separa el componente ambiental y se compara el precio, como por ejemplo al calcular el valor adicional que tiene en el mercado una vivienda que cuenta con una agradable vista, en relación con una que no la tiene. En el segundo, lo que se calcula es el precio que la gente está dispuesta a pagar para que siga existiendo cierto SE.

En teoría todos los SE pueden ser evaluados por métodos económicos, ya que el valor total de los ecosistemas toma en cuenta valores de uso y de no uso. Sin embargo, incluir a estos últimos es muy complejo y controversial, por lo que la estimación únicamente se hace con aquellos de uso directo, sin embargo, para la toma de decisiones se deben de tomar en cuenta los SE intangibles, como los éticos y culturales.

La valoración de los SE desde el enfoque de la equidad, se refiere al valor que éstos tienen por su existencia, en donde se reconoce su importancia para el mantenimiento de la vida. Este punto de vista incluye el valor de opción.

El enfoque de sustentabilidad involucra factores fisicos, químicos y biológicos. Lo que se evalúa es el cumplimiento de las funciones del ecosis-tema; por lo tanto, para hacer la valoración se requiere de un alto nivel de conocimiento científico. Por ejemplo, para estimar la productividad prima-ria, es necesario tener un conocimiento de la fisiología de las plantas que habitan cierto ecosistema, pues la fijación de carbono varía de una especie a otra. Asimismo, para saber cómo se da el servicio de provisión de agua, es necesario evaluar distintas características, como las propiedades del suelo, la cobertura vegetal y la geomorfología de la zona, entre otros.

Cualquiera que sea el enfoque (eficiencia, equidad o sustentabilidad), la valoración de los SE es dificil y escasas, debido al limitado peso político que tiene hasta el momento. Sin embargo, e independientemente de que sean evaluados o no, todos los ecosistemas del planeta brindan servicios específi-cos a la humanidad. Para ilustrar la importancia de los SE en las sociedades,

106 I

en este capítulo se abordan los bosques templados y se ejemplifican algunos SE relacionados con el agua, dado que este recurso es quizás el aporte prin-cipal de servicios del ecosistema a la especie humana; desde la provisión de agua para uso doméstico, la regulación de inundaciones o la recreación, ade-más de que los servicios ecosistémicos hidrológicos son probablemente los beneficios que los seres humanos perciben mejor.

SERVICIOS ECOSISTÉMICOS DE LOS BOSQUES TEMPLADOS Dentro de los bosques, el agua, la vegetación y el suelo mantienen una estre-cha relación; si alguno de éstos cambia, se modifica el comportamiento de los demás. Por ejemplo, los bosques son un complejo terreno-raíces que funcio-na como una esponja que se llena de agua durante la temporada de lluvias y la libera paulatinamente durante los periodos secos, además este complejo retiene el suelo evitando deslizamientos y disminuye la fracción de agua que escurre superficialmente. Si el bosque se tala el "efecto esponja" se pierde y la producción del recurso disminuye.

Otros servicios que brindan los bosques son la disminución de inun-daciones y la prevención de la erosión. Si se cuenta con una adecuada cober-tura vegetal, el flujo del agua disminuye durante las tormentas, y protege la superficie del suelo contra el impacto de la lluvia, además la erosión rara vez es significativa.

Cabe resaltar que entre todos los tipos de vegetación que existen en el mundo, los bosques son los que brindan la mayor cantidad de

SE a nivel glo-bal y regional. Podemos encontrarlos en regiones de dificil acceso o cercanos a grandes urbes, tal como sucede en los bosques del D.F.

Dentro del D.F. aún existen grandes extensiones de bosques (Fig. 3), los cuales forman parte de la cuenca de México, zona donde evolucionó una rica flora como resultado de factores como su ubicación en la confluencia de dos regiones biogeográficas, la neártica y la neotropical, el clima templado y las barreras naturales, entre otros.

Según Rzedowski (1978) de los io tipos principales de vegetación de la cuenca de México, cinco son bosques. Desafortunadamente todos los tipos de bosques de la cuenca de México han disminuido a causa del crecimiento de la ZMCM, generado por las altas tasas de crecimiento poblacional y por la cenrali-zación de la industria. Esta disminución de los bosques es especialmente grave en las laderas y cañadas localizadas en el sur y poniente de la cuenca de México, ya que constituyen una importante zona de recarga de sistemas de aguas subte-rráneas que abastecen al propio D.F.

EL SERVICIO ECOSISTÉMICO AGUA EN EL DISTRITO FEDERAL La Ciudad de México está edificada en el lecho de una cuenca endorreica que en el pasado albergó un sistema de cinco lagos. Los mexicas utilizaban

¿DE QUÉ MANERA BENEFICIAN LOS ECOSISTEMAS A LAS SOCIEDADES' I 107

Alya Ramos, Julieta Jujnovsky, María de Jesús Ordóñez y Lucía Almeida-Lec-levo

Figura 3. Río Magdalena, Distrito Federal.

el agua de pozos artesianos localizados en la zona lacustre y de acueductos al oeste, por lo que eran completamente autosuficientes en el uso de este servicio ecosistémico.

Hoy en día quedan reminiscencias del lago de Texcoco (que es un re-servorio artificialmente mantenido), y algunos de los canales chinamperos de Xochimilco, Chalco y San Luis Tlaxialtemalco en los alrededores de la presa Zumpango.

La extracción del agua subterránea empezó en 1847 y se extendió significativamente entre 195o y 1960 proporcionando suficiente agua para abastecer a sus habitantes hasta alrededor de 1965. Desde entonces se ha extraído agua adicional de dos cuencas externas, la de Lerma, localizada en el Estado de México, y la de Cutzamala en los estados de México, Guerrero y Michoacán.

Resulta paradójico que para muchos habitantes del D.F. el SE de pro-visión de agua sea un problema crucial y que se tenga que importar agua de zonas circundantes a precios altos. La falta del servicio se debe a los impulso-res de cambio indirectos, como la explosión demográfica y el desorganizado crecimiento urbano. El D.F. cuenta actualmente con 8,720,916 habitantes (la ZMCM con cerca de 18 millones de habitantes) (INEGI, 2005), muchos de ellos instalados en barrios mal comunicados con la red de agua potable.

En lo que se refiere al SE de calidad de agua, es un problema generado por la expansión urbana que afecta cada vez más al D.F. El agua presenta bacterias patógenas, rotavirus y enterovirus, muchos de ellos asociados con contaminación fecal que representa un riesgo para la salud de la población, particularmente cuando el agua se usa sin el tratamiento adecuado.

La calidad del agua se ha visto afectada también por otros factores, co-mo la explotación excesiva del acuífero (al hundirse el estrato arcilloso libera iones) y la contaminación por desechos domésticos. Este último representa un problema serio, los residuos son arrojados directamente al drenaje sin tratamiento previo y se desconoce cuál es el impacto actual en el ambiente y la salud; si el ecosistema no puede brindar el servicio de calidad de agua se afecta la salud de los habitantes y, por lo tanto, se pone en riesgo el bienestar humano.

A pesar de la crítica situación de provisión y calidad del SE agua, en el D.F. aún existen lugares en los que la calidad del recurso es buena y po-tencialmente pueden proveer del servicio a un gran número de habitantes. Tal es el caso del agua proveniente de la cuenca del río Magdalena (CRM) (Fig. 3).

108 I Alya Ramos, Julieta Jujnovsky, María de Jesús Ordóñez y Lucía Almeida-Leñero

UN EJEMPLO DE SERVICIOS ECOSISTÉMICOS RELACIONADOS CON EL AGUA EN UN-ÁREA BOSCOSA EN EL D.F.

En la delegación Magdalena Contreras, se encuentran los bosques de la CRM,

los cuales, a pesar de estar alterados por ubicarse en el D.F., continúan sien-do importantes desde el punto de vista ecológico, social y económico. A todo lo largo de la cuenca corre el río Magdalena, uno de los cuerpos

de agua más importantes de la megalópolis debido a que es prácticamente el único abastecimiento de agua superficial y contribuye con el 4% de los reque-rimientos de agua de la ciudad (PAOT, 2003).

La CRM es un buen ejemplo de un ecosistema que brinda a la sociedad un gran número de SE; en este capítulo sólo abordaremos algunos de estos servicios relacionados con el agua.

La CRM presenta tres unidades ambientales: bosque de pino (Pinos hartwegii) en la parte alta, bosque de oyamel (Abies religiosa) en la parte media y bosque mixto y de encino en la parte baja. Con base en la detección de las tres unidades ambientales, Jujnovsky (2006) identificó los siguientes SE relacionados con el agua en la CRM.

PROVISIÓN DE AGUA Dentro de la CRM se genera y se consume agua. Para conocer la cantidad que se genera primero se mide la cantidad del recurso que entra y sale mediante un cálculo denominado balance hídrico; esta información es comparada con los datos de la estación hidrométrica más cercana. La cuenca genera anual- mente 20 millones de m3 de agua (Jujnovsky, 2006). En la época de lluvias, el caudal podría abastecer al lo% de la población del D.F.

¿DE QUÉ MANERA BENEFICIAN LOS ECOSISTEMAS A LAS SOCIEDADES? 1109

Servicios de provisión

Servicios de regulación

Servicios culturales

• Agua dulce* • Control de erosión • Belleza escénica • Trucheros y mantenimiento del • Ecoturismo

suelo • Herencia cultural* • Calidad de agua • Control de

inundaciones y remoción en masa

• Regulación de agua subsuperficial y basa!

Figura 4. Servicios ecosistémicos relacionados con e agua en la cuenca del río Magdalena. * Servicios ecosistémicos que se abordarán en este capítulo.

En lo que se refiere al consumo de agua se da principalmente de dos formas:

• Consumo directo: por los comerciantes que tienen puestos de comida en las zonas donde las actividades de recreación son importantes; la utilizan para los servicios de vivienda, estanques de engorda de trucha y para el uso de sanitarios y para lavar trastes y cocinar.

• Consumo urbano: el agua de río es tratada por las plantas potabilizadoras ubicadas en la parte baja de la cuenca y se distribuye principalmente a los habitantes de la porción noroeste de la delegación Magdalena Contreras (Delega-ción Magdalena Contreras, D.F., 2004).

REGULACIÓN DE LA CALIDAD DE AGUA

La regulación de la calidad de agua es quizás el SE más tangible por su rela-ción directa con la salud humana y está ligado al servicio de provisión, ya que los pobladores aprovechan el agua del río.

Según estudios realizados en la zona (Cantoral et al., 1999; Bojorge-García, 2002), en las partes altas del río la calidad es alta y apta para beber, cocinar y bañarse, ya que el río presenta algas nativas que indican que el agua no ha sido alterada, además las algas diatomeas encontradas corresponden a la flora original de corrientes de montaña para México, lo cual permite ca-racterizarlo como un sistema de aguas limpias.

110 I Alya Ramos, Julieta Jujnovsky, María de Jesús Ordóñez y Lucía Almeida-Lefiero

Cuando el agua llega a la parte media, la calidad disminuye, lo cual afecta directamente la composición de las algas. En la parte baja de la cuen-ca, la calidad del agua disminuye aún más, hecho que es corroborado por el incremento de especies como bacterias y algas cianofitas que son indicadoras de contaminación, las cuales se ven favorecidas con la presencia de sulfatos, fosfatos y nitratos, debido a que los desagües domésticos se vierten directa-mente al río.

Además, la calidad del agua disminuye en época de lluvias cuando el río sube, ya que arrastra basura, heces fecales y animales muertos, y/o durante los periodos vacacionales; esto se debe principalmente a las actividades hu-manas. Aunque de forma natural los procesos ecológicos controlan su calidad, las causas de contaminación humana rebasan la sustentabilidad del sistema.

El gobierno del D.F. ha realizado esfuerzos para evitar la contamina-ción del río en la zona urbana construyendo un tubo colector, que corre de forma paralela al río conectado a las casas. Sin embargo, la fuerza del agua ya ha arrasado los tubos colectores y la descarga vuelve al río. También se puede observar que durante la época de lluvias el agua del drenaje se desborda.

HERENCIA CULTURAL

La herencia cultural es un servicio intangible, difícil de evaluar en términos monetarios, pero que sin duda es fundamental en las relaciones y desarrollo de las comunidades.

En la época prehispánica se ubicaron grupos humanos cerca del río, de donde obtuvieron los recursos necesarios para satisfacer sus necesidades básicas. En esa época el río tuvo gran importancia religiosa; incluso los po-bladores actuales han encontrado material arqueológico en zonas cercanas al

de Tláloc. río donde se construyeron diversos centros ceremoniales dedicados al culto

Posteriormente, en la época colonial, el río fue importante debido a la instalación de batanes (máquina hidráulica, compuesta de gruesos mazos de madera, movidos por un eje, para golpear, desengrasar y encurtir las pieles y telas), trayendo consigo diversos conflictos por el uso del agua; los habi-tantes más cercanos tendían a retener buena parte del recurso, dejando sin él tanto a las comunidades indígenas de la región como a los poblados más alejados.

En la época independiente la zona tuvo un desarrollo industrial, prin-cipalmente textil, que utilizó la energía hidroeléctrica generada por el río Magdalena. Las fábricas fueron sumamente importantes para el crecimiento de los pueblos colindantes al bosque, ya que emplearon un gran número de personas como obreras, tanto a nativos como a gente externa, por lo que este momento fue fundamental en la historia de la comunidad, pues cambió la forma de trabajo (del sector primario al secundario) y ocasionó el asenta-miento de un gran número de personas.

¿DE QUÉ MANERA BENEFICIAN LOS ECOSISTEMAS A LAS SOCIEDADES? 1111

Hacia la mitad del siglo XX los bosques sufrieron la mayor extracción forestal debido al aprovechamiento que hizo la fábrica de papel Loreto y Peña Pobre. A pesar de que los bosques de la CRM se han utilizado desde la época prehispánica, no fue sino hasta finales del siglo XX cuando sufrieron el mayor impacto debido al acelerado crecimiento urbano. Actualmente dentro de la CRM se realizan algunas actividades productivas en baja pro-porción. Además, es una zona de esparcimiento que recibe miles de perso-nas al año donde el atractivo principal es el río Magdalena.

IMPULSORES DE CAMBIO Dentro de la CRM existen diferentes impulsores directos de cambio que causan daños al bosque y, por lo tanto, a los servicios ecosistémicos rela-cionados con el agua, éstos son el crecimiento de la mancha urbana, la tala clandestina, el turismo no controlado, la contaminación del río, las prácticas agropastoriles y los incendios forestales, los cuales se activan mediante los impulsores indirectos de cambio, como la situación legal y los diferentes con-flictos y litigios entre los dueños de la tierra (Almeida-Leñero et al., 2007).

¿QUÉ SE PUEDE PROPONER CON BASE EN ESTOS ESTUDIOS PARA PROTEGER EL BOSQUE Y EL AGUA QUE PROVEE? Los bosques de la CRM generan prácticamente todos los SE de los bosques templados, y son particularmente importantes por ser uno de los pocos luga-res que le quedan al D.F. donde se está generando agua de forma permanen-te, por lo que es fundamental proponer acciones particulares encaminadas al mantenimiento de los SE, de acuerdo con las particularidades topográficas, de suelo, vegetación y problemática de uso.

Con la crisis hídrica que vive el D.F. no se debería permitir que aguas limpias se contaminen en lugar de ser utilizadas por los ciudadanos de las colonias vecinas; además, el mal uso y desaprovechamiento del recurso puede ocasionar conflictos entre los habitantes de la zona. La planeación del agua, que es de competencia federal, debe de incluir la participación de la comuni-dad para no aumentar la problemática existente.

Con la información generada por este tipo de estudios pueden hacerse sugerencias en cuanto a las políticas públicas. Por ejemplo, una alternativa es el pago de servicios ambientales directamente a los dueños de la tierra como incentivo para el mantenimiento y cuidado de los SE; sin embargo, la comunidad Magdalena Atlitic, que es la que tiene los derechos sobre la tierra, ya ha tenido pagos por SE, lo que desafortunadamente ha causado muchos conflictos internos. Es por esto que la propia comunidad debe es-tar involucrada en todo el proceso, informando qué son los SE, cuáles están proveyendo sus bosques y por qué es importante conservarlos. Además es necesario motivar a la comunidad para que se comprometa a cuidar sus bos-ques a cambio de un pago monetario, de tal forma que conservar el bosque se

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vuelve un trabajo remunerado. Para garantizar que el proyecto funcione, es necesario que las autoridades competentes tengan un monitoreo constante de todo el proceso.

Para que el gobierno pueda tener recursos económicos para financiar este tipo de proyectos se deben implementar mecanismos de recaudación más eficientes, de tal forma que al menos una parte de los recursos econó-micos obtenidos se designen al cuidado no sólo de la CRM, sino de todas las cuencas aledañas. En otros lugares del mundo se ha observado que este tipo de programas son mucho más baratos que traer agua de lugares más alejados o hacer sistemas de filtración más avanzados.

REFLEXIÓN FINAL

El estudio de los ecosistemas es de vital importancia para las sociedades hu-manas, ya que sólo podemos conservar aquello que conocemos. Este capítulo es un ejemplo de lo que se puede hacer a partir de la incorporación de esta nueva concepción, que ve al ecosistema como un proveedor de servicios para el beneficio de las poblaciones humanas y no como un sistema separado de los seres humanos al cual no se le debe tocar.

BIBLIOGRAFÍA

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Los caminos de la conservación.

La Zona Protectora

Forestal Cañadas de Contreras,

Distrito Federal María de Jesús Ordóñez

Emma A. Canales de la F. Lucía Almeida-Leñero

INTRODUCCIÓN

Un concepto es una idea que se construye en torno a algo, éste evoluciona, cambia, se desarrolla y el hombre lo enriquece dándole contenido. Tal es el caso del concepto "conservación", el cual proviene del latín conservare de cum, con y servare, guardar. Significa mantener una cosa o cuidar de su per- manencia. Mantener algo de manera que no cambie, hacer que dure. Así, la conservación se refiere a la protección.

La aplicación de este concepto al ambiente y a los recursos naturales ha pasado por diferentes épocas. Su significado ha evolucionado tanto por la magnitud de los problemas ambientales, como por el reconocimiento de los mismos y la incorporación de conceptos novedosos provenientes de todas las ramas de la ciencia.

El presente capítulo realiza una travesía por los caminos de la historia de la conservación de los recursos naturales en México. El eje conductor es el concepto de conservación, su evolución en el tiempo y su aplicación en la Zo- na Protectora Forestal Cañadas de Contreras (ZPFCC), ubicada en la cuenca del río Magdalena, en el Distrito Federal.

CONSERVACIÓN EN MÉXICO EN EL SIGLO XIX

En el siglo XVIII, bajo el influjo del movimiento de la Ilustración, la naturaleza se convierte en algo para ser estudiado con objetividad científica o para ser

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