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Una Huerta Social para el Barrio España y La Rondilla

Proyecto social y educativo

PROYECTO SOCIAL Y EDUCATIVO

- I N D I C E -

PRIMERA PARTE NUESTRO PUNTO DE PARTIDA

UNA HISTORIA QUE VIENE DE LEJOS 3

… Y QUE QUIERE LLEGAR LEJOS 4

¿UNA HUERTA PARA QUÉ? 5

LOS ASPECTOS DEL PROYECTO 6

SEGUNDA PARTE MATERIALIZANDO EL PROYECTO.

EL ESPACIO. 9

ESPACIO 1 10

ESPACIO 2 11

ESPACIO 3 12

ESPACIO 4 13

LOS RECURSOS MATERIALES 14

LOS RECURSOS HUMANOS Y SOCIALES 15

EXTENSIÓN 18

ACTIVIDADES SOCIALES Y DE COMUNICACIÓN 19

TEMPORALIZACIÓN 21

GESTIÓN 22

Huerta Social del Barrio España y La Rondilla – Proyecto Social y Educativo 2

- PRIMERA PARTE -

Nuestro punto de partida

Antaño las ciudades estaban rodeadas de huertas que abastecían a la población de la mayoría de sus alimentos. La misma Rondilla y la zona del barrio España eran una sucesión de huertas. Pero conforme las ciudades fueron creciendo, esas huertas fueron desapareciendo o desplazándose hacía las afueras, hasta llegar a la situación más reciente donde la periferia agrícola de las ciudades ha sido totalmente destruida y sustituida por "cultivos de edificios". Y mientras tanto nuestros alimentos nos llegan de sitios cada vez más lejanos, sin que sepamos ni dónde ni cómo se producen.

"De vuelta a la huerta" sería un intento a pequeña escala y a nivel simbólico de darle la vuelta a este estado de cosas y las consecuencias desastrosas a que nos ha llevado, recuperando la tierra de los barrios, el consumo de proximidad, los productos naturales y el trabajo en las cosas realmente necesarias, al mismo tiempo que cultivamos la participación, el intercambio y los bienes comunes.

Una historia que viene de lejos …

Los huertos urbanos no representan ninguna novedad en nuestro entorno ni en nuestro tiempo. En Europa su existencia nos devuelve a la memoria las grandes guerras, cuando ciudades como Londres o Berlín tuvieron que convertir algunos de sus jardines en huertas para garantizar el abastecimiento de productos frescos a la población. Tras la caída de la Unión Soviética lo solares de La Habana se transformaron, igualmente, en cultivos para conseguir alimentos básicos y baratos.

Si bien estas experiencias históricas relacionan los huertos urbanos con la mera provisión de alimentos, hoy los objetivos son otros: la Green Guerrilla (el movimiento ciudadano referente en la rehabilitación, limpieza y cultivo de solares abandonados en Nueva York) tuvo sus orígenes allá por los años 70, cuando un grupo de personas vio la oportunidad de movilizar a la ciudadanía en un proyecto conjunto: la creación de huertos como centros sociales de reunión y acción. Hoy la ciudad cuenta con más de 600 huertos comunitarios. Y Detroit, la metrópoli símbolo de la industria del automóvil, ha visto los huertos como posible reconversión de una parte de su ruinoso tejido urbano. Más cerca de nosotros Madrid y Barcelona, ayuntamientos y vecinos han llegado a acuerdos para la creación y mantenimiento de huertos en lo que fueron solares abandonados o en desuso.


... Y que quiere llegar lejos

Quizá el ejemplo más sugestivo de hasta donde se puede llegar con las iniciativas de huertos urbanos nos viene actualmente de Inglaterra, en la misma cuna de la revolución industrial:

“ A veinte minutos de Manchester, en un frondoso y abigarrado valle, se está cociendo una sabrosa revolución que responde al audaz nombre de Increí-bles y Comestibles. La idea es así de simple: se plantan a discreción verduras, hierbas y árboles frutales en 70 espacios públicos. Se mantienen gracias a la la-bor de 280 voluntarios que le dedican dos mañanas al mes a la faena. Y todo el pueblo puede servirse gratis y a placer cuando llega la hora de la cosecha.

El pueblo en cuestión se llama Todmorden, tiene apenas 15.000 almas y se ha convertido en el epicentro de un movimiento –Incredible Edible- que se está pro-pagando por el Reino Unido a la velocidad de las esporas, bendecido en persona por el príncipe Carlos y replicado ya al otro lado del estrecho de Calais.”

(El mundo, 2012)

El valor y la trascendencia de iniciativas como éstas ha quedado bien de manifiesto después de que la reciente crisis nos hiciera ver la fragilidad de los fundamentos sobre los que se levanta nuestra economía.

Hay quien se dedica a atesorar oro para las épocas de grandes incertidum-bres económicas, cuando uno no puede fiarse de los bancos ni de las monedas. Nosotros queremos hacer una inversión de otro tipo: aprendiendo a cultivar nuestros propios alimentos y a encontrar los espacios de nuestra ciudad que permitan hacerlo, teniendo un sentido de comunidad que incluya a todos y apo-yándonos en iniciativas similares en nuestro entorno, creemos que no solo esta-mos fabricando una red para “los malos tiempos” sino que contribuimos a crear un presente y un futuro mejores y más seguros. Esta es la semilla que queremos plantar.

Ya existen cuatro huertos en Valladolid que llevan en activo desde hace dos años: en la Victoria, desde hace un año en Villa del Prado y en Pajari-llos, y desde este otoño en el Barrio Belen, que ha firmado un Convenio de Colaboración con la Universidad de Valladolid. Ellos son nuestra referencia más próxima y con ellos queremos seguir avanzando por el camino que emprendie-ron.


¿Una huerta para qué?Los HUERTOS COMUNITARIOS son normalmente

promovidos por comunidades de vecinos y vecinas con la finalidad de aprovechar sus múltiples beneficios sociales, educativos y recreativos, entre los que destacan:

• Facilitar la interacción entre generaciones.

• Promover sentimientos de pertenencia y orgullo comunitario.

• Promover la transferencia cultural y el contacto con la tierra y los procesos naturales.

• Potenciar la cooperación, la solidaridad y el respeto.

• Extraer cultivos de la tierra y divertirse en un ambiente comunitario acogedor

Aportaciones de los huertos comunitarios Los huertos comunitarios son una herramienta que puede satisfacer de manera simultánea múltiples necesidades, demandas y problemas. Algunos de sus principales aportes en el entorno urbano serían

• Recuperación de espacios degradados o con una percepción social negativa.

• Aumentar el interés y la responsabilidad por el buen uso y mantenimiento de las zonas verdes del barrio.

• Experiencias de participación ciudadana novedosas e inclusivas, ya que atraen perfiles sociales diversos y heterogéneos.

• Generación de nuevos espacios de encuentro y convivencia, que promueven la identidad barrial y el sentido de pertenencia.

• Espacios privilegiados para una educación ambiental significativa, fomentando la reflexión y la implicación ciudadana hacia la sostenibilidad.

• Una alternativa de ocio. Los huertos urbanos se pueden convertir en una alternativa intergeneracional de ocio, que resulte atractiva a personas de todas las franjas de edad y procedencias.

• Promover hábitos de vida saludables y servir de puente con cuestiones como la alimentación y la producción agroecológica.


Queremos alcanzar estos objetivos prestando atención a los siguientes aspectos.

Los aspectos del proyectoSOCIAL

• Queremos crear un espacio común, en el que airear la tierra, escardar, plantar, regar o colectar sean excusas para conseguir una mayor cohesión social entre los hortelanos y entre éstos y el barrio en el que viven.

• Se pretende que la huerta sea un espacio para la unión, el dialogo, el debate y porque no, también la discusión… una excusa para el encuentro entre vecinos.

• Sin descuidarla, daremos menos importancia a la versión puramente productiva de la huerta para hacer crecer poco a poco su cara más social. Se pretende que personas de distintas edades, distintas maneras de hacer, distintos gustos o distintas aficiones haga de la huerta un lugar donde encontrarse y, entre ostros aspectos, llegar a acordar cómo gestionarlo. Queremos que la riqueza que genere la huerta no sea económica sino de valores humanos.

ECOLÓGICO

• Queremos producir como producían nuestros abuelos en sus huertas del pueblo o las afueras de la ciudad. Queremos que nuestros productos vuelvan a tener el sabor, el olor, el aspecto y el color de antaño,

• Planteamos un modelo de huerta donde no tienen cabida los abonos, pesticidas, herbicidas o cualquier otro producto que suponga la obtención de hortalizas de baja calidad desde el punto de vista ecológico.

• Se utilizarán las técnicas tradicionales y otras más modernas, pero todas ellas basadas en evitar la incorporación de cualquier producto químico para respetar y conservar al máximo el suelo, el patrimonio de todos.

• Incidir en la recuperación de las variedades hortícolas locales o de entornos próximos. Para ello habrá que recurrir a los bancos de semillas donde se guardan celosamente las variedades tradicionales para que no se pierdan para siempre, y también a algunos hortelanos que aún siguen cultivando variedades hortícolas locales, o a redes sociales de intercambio de semillas locales.


INTEGRACIÓN EN EL BARRIO

• La huerta quiere ser un elemento más del entramado urbano, quiere estar a la vista de todos, quiere incitar a la participación, a la curiosidad del viandante. No es un espacio cerrado, su actividad es transparente y abierta para todo aquel que quiera acercarse a la tierra.

• En torno a la huerta girarán actividades públicas, participativas, ofrecidas a las gentes de los barrios en que se ubica. Son muchas las formas de hacer de la huerta un espacio para el acercamiento entre vecinos: jornadas de puertas abiertas, festejo de fechas señaladas en el calendario hortícola, actividades con escolares, donación de los productos de la tierra para fines sociales, etc.

• La huerta será parte del barrio y como tal participará de su vida cotidiana dando y recibiendo de sus convecinos. Recibiendo un espacio en el que crecer y las manos que trabajarán la tierra, y dando la excusa para el contacto entre personas, entre vecinos y vecinas… aprendizaje social, valores compartidos, cohesión vecinal, solidaridad, diálogo, nuevas amistades e implicaciones con un proyecto común.

ORGANIZADO Y COMPARTIDO

• Todas las tareas a realizar serán decididas y consensuadas en tiempo y forma por los propios hortelanos,. Tanto los vecinos como las entidades sociales implicadas en la huerta serán participes activas de su gestión.

• Los acuerdos y las decisiones sobre maneras de hacer serán la excusa para el contacto entre los vecinos, para la puesta en común de ideas y conocimientos.

• De una buena organización dependerá el éxito en los resultados, de modo que una buena campaña de recolección de productos hortícolas también habrá sido una buena campaña de colectividad y esfuerzo conjunto.

CON COMPROMISO

• Cada persona que decida trabajar la tierra será parte de un proyecto común, va a ser depositario de la gestión de un proyecto compartido por el barrio, de un terreno que le ha sido cedido y de unas prácticas respetuosas con el adecuado mantenimiento del espacio y en devolver a la sociedad parte de lo que ésta le ha cedido con el uso de la huerta deberá ser firme y explícito.


DISCRETO, PERO CAPAZ

• La superficie de tierra a labrar dependerá de las manos que quieran trabajarla y disfrutarla, pero siempre será de un tamaño acorde al entorno, no para distorsionar el paisaje urbano sino para embellecerlo.

• Por ello debemos ser cautos y conscientes de las fuerzas con que contamos, y también del lugar en que nos encontramos, para empezar poco a poco e intentar conseguir algo de lo que el barrio y sus vecinos se sientan orgullosos.

• La huerta quiere ser para el barrio un espacio de colores, de sensaciones, de aromas, de descubrimiento, de miradas asombradas, pero nunca debe ser un incordio o un impedimento para el normal discurrir de la vida del barrio.

• Por todo ello, entendemos que la superficie útil podría oscilar entre los 100 y los 400 metros cuadrados. En términos comparativos, esa superficie equivaldría de 1 a 4 parcelas del proyecto de Huertos de Ocio de INEA y el Ayuntamiento de Valladolid.

PRODUCTIVO

• La producción no tendrá un fin comercial, aunque unas cuantas familias podrán alimentarse parcialmente de una forma sana, económica y autogestionada.

• Sobre todo, la huerta producirá capital social, a través de su propia existencia como espacio de encuentro; pero también por su carácter de espacio de aprendizaje, con la donación a colectivos sociales desfavorecidos, a través de su venta en fiestas benéficas, de su cesión directa o de cualquier otra fórmula que sirva para rentabilizar esta iniciativa.

• Las huertas no pretenden crear riqueza económica ya que nadie podrá comerciar con lo obtenido, sin embargo podemos crear riqueza “hortícola” en solidaridad, en valores y en cooperación.


– SEGUNDA PARTE –

Materializando el proyecto

El Espacio

El espacio en el que desarrollar esta iniciativa es, sin duda, el aspecto más crítico de este proyecto. Teniendo en cuenta los criterios de integración en el barrio, carácter público y social del proyecto, de tamaño suficiente, se proponen alternativamente los siguientes espacios, que aparecen en la primera imagen:


ESPACIO 1

• DIMENSIONES APROXIMADAS: 26x32, 832m2

• TITULARIDAD: Pública, Ayuntamiento de Valladolid

• INDICACIONES URBANÍSTICAS: Suelo urbanizable, equipamiento deportivo.

• ACCESO AGUA: No tiene. El ayuntamiento puede habilitar una toma de agua unida al sistema de riego del parque.

• OBSERVACIONES Se encuentra en el barrio de la Rondilla, junto a la piscina municipal cubierta. Parte de esta parcela tiene un uso deportivo con la participación diaria de un gran número de usuarios que aumenta en el fin de semana y que aprovechan las instalaciones existentes: campos de fútbol sala, cancha de baloncesto y campo de voleibol. La otra parte de esta parcela es la que quiere utilizar esta iniciativa.


ESPACIO 2

• DIMENSIONES APROXIMADAS: 19mx47m, 893m2


• INDICACIONES URBANÍSTICAS: Zona verde y equipamiento deportivo.


• OBSERVACIONES: Se encuentra en el barrio España, cercana al Punto Limpio y a un campo de fútbol de tierra en desuso.


ESPACIO 3

• DIMENSIONES APROXIMADAS: 32mx86m, 2.752m2


• INDICACIONES URBANÍSTICAS: Zona verde


• OBSERVACIONES: Se encuentra en el barrio España, cercana a la orilla del río Pisuerga.


ESPACIO 4

• DIMENSIONES APROXIMADAS 22mx30m, 660m2

• TITULARIDAD Pública, Ayuntamiento de Valladolid

• INDICACIONES URBANÍSTICA Suelo urbanizable,

• ACCESO AGUA No tiene. El ayuntamiento puede habilitar una toma de agua unida al sistema de riego del parque.

• OBSERVACIONES Se encuentra en el barrio España, cercana del frontón y junto al vivero de empresas.

De cualquiera de las maneras, estas propuestas deben entenderse de manera tentativa, y los promotores del proyecto estamos abiertos a contemplar cualquier otra posibilidad que brinde el ayuntamiento, dentro del marco establecido en las páginas previas de este documento.


Los Recursos Materiales

Un proyecto de estas dimensiones necesita una suficiente dotación de recursos. Algunos de los que entendemos son necesarios en un primer momento son:

AGUA. Deberá contarse con toma de agua de riego en la parcela. En la actualidad las parcelas no disponen de esta toma de agua para lo cual se pide colaboración al ayuntamiento habilitando la misma. Si esto no fuera viable se haría necesario instalar un depósito de un metro cúbico para almacenar el agua.

SISTEMA DE RIEGO. El sistema de riego a utilizar será por goteo o manguera exhudante, a fin de minimizar el gasto de agua y dar más coherencia al aspecto ambiental del proyecto.

COMPOST. A fin de generar el soporte de suelo adecuado para el cultivo, es preciso incorporar una cantidad suficiente de compost al terreno. Con el tiempo se podrá incorporar el compost de elaboración propia con una sencilla instalación de maderas recicladas ó pales. Para el primer año se podrá utilizar el compost procedente del Centro de Tratamiento de Residuos Urbanos del Ayuntamiento de Valladolid, que puede ser adecuado para la puesta en marcha de este proyecto, además de facilitar de esta manera una salida interesante a ese producto.

SISTEMA DE CULTIVO. Basado en los principios de la agricultura ecológica y el de “bancal profundo”, este sistema de cultivo permite un mantenimiento más cómodo de la huerta, una mayor productividad por unidad de superficie y un control más preciso del riego y las hierbas adventicias.

PLANTAS, SEMILLAS. Los plantones o las semillas para la producción de planta del primer año se proveerán preferentemente a través de redes de intercambio de semillas. De esta forma garantizamos la utilización de variedades locales y/o adaptadas a las condiciones del terreno, así como la recuperación de esas variedades. Los años siguientes nos proveeremos también de nuestra propia producción.

APEROS. Palas, azadas, escardadores, etc. serán necesarios para el trabajo en la huerta. Todas las herramientas que se precisen serán de tipo manual, evitando el uso de maquinaria industrial en la medida de lo posible.

SEÑALIZACIÓN. Para garantizar el seguimiento de la actividad de la huerta se podrá marcar el terreno o aprovechar los cerramientos existentes, de modo que se limite el espacio pero no suponga un obstáculo visual, ni impida la entrada a los vecinos, de modo que la huerta quede integrada en la vida del barrio.


Los Recursos Humanos y Sociales

El éxito o fracaso de esta iniciativa recaerá sin duda sobre las espaldas (y pocas veces este símil será más acertado) de los vecinos de La Rondilla y Barrio España que, voluntariamente, quieran sumarse al proyecto. Pero el reparto de funciones y las numerosas tareas hace que deba articularse con cuidado la organización de los recursos humanos, a fin de determinar adecuadamente todas las responsabilidades y, por otro, permitir un funcionamiento tranquilo y adecuado del proyecto.

Planteamos la organización de los recursos humanos y sociales mediante la creación de dos órganos: una comisión y una plataforma.

• La comisión es el órgano que lleva la iniciativa y realiza todas aquellas tareas necesarias de puesta en marcha y mantenimiento de la huerta.

• La plataforma está formada por aquellos colectivos sociales que se adhieren al proyecto y lo respaldan.

Detallamos el significado y los cometidos de ambas

PLATAFORMA PRO-HUERTA SOCIAL

• Constituida por aquellas asociaciones de la Rondilla y Barrio España, así como otros colectivos de la ciudad interesados en el desarrollo de la iniciativa.

• Tendrá un carácter abierto a la incorporación de nuevas asociaciones que podrán unirse a la iniciativa en cualquier momento.

• Su misión será la de proporcionar el soporte social al proyecto, avalarlo ante terceros y evaluar su desarrollo.

• Es posible estar en la plataforma sin formar parte de la comisión.

• Las asociaciones que forman parte de la Plataforma adquirirán los siguientes compromisos y facultades:

• Autorizar que su nombre aparezca en los escritos que la COMISIÓN envíe a las administraciones.

• Difundir entre sus socios los documentos y las actividades que a ese fin les envíe la COMISIÓN.


• Tendrán un conocimiento previo de las acciones que se proponga llevar a cabo la COMISIÓN y de los escritos en que figure su nombre.

• Podrán intervenir en la COMISIÓN enviando representantes a la misma e implicándose en sus tareas hasta donde estimen conveniente.

• Igualmente podrán presentar en cualquier momento las objeciones, sugerencias o iniciativas que consideren oportunas.

Hasta este momento son doce las entidades sociales que han manifestado su adhesión al proyecto:

• Allende Mundi

• AMPA Gonzalo de Berceo

• AMPA IES Ribera de Castilla

• AMPA León Felipe

• Asociación Cultural Eclipse

• Asociación de Mujeres de la Rondilla

• Asociación de Vecinos del barrio España “Unión Esgueva”

• Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono de Valladolid

• Asociación Vecinal Rondilla

• Ecogermen

• Ekoactivo

• Teatro Dram

Además se cuenta con el apoyo y colaboración de la Red de Huertos Urbanos de Valladolid, que cuenta con la puesta en marcha y mantenimiento de cuatro experiencias similares en los barrios de La Victoria, en Villa de Prado, en Pajarillos y el Barrio Belén.

Seguimos contactando con nuevas asociaciones y grupos para ampliar lo más posible la base social del proyecto.

COMISIÓN HUERTA SOCIAL.

• Tiene el carácter de promotora del proyecto.

• Está formada inicialmente por aquellas personas que, bien a título individual o bien como representantes de las asociaciones a las que pertenecen, se han propuesto sacar adelante este proyecto.

• Las asociaciones que se adhieren a la plataforma pueden enviar si lo desean un representante para que forme parte de la comisión.

• La comisión se apoya en la plataforma y comunicará a la misma previamente todas las acciones que se proponga llevar a cabo.


Son funciones de esta COMISIÓN:

• Promover la consecución de la Huerta Social.

• Redactar los documentos necesarios para la creación de la huerta y para su funcionamiento interno, como son el Proyecto, el Reglamento y el Convenio de Colaboración.

• Realizar los trámites necesarios con la administración para la puesta en marcha y el mantenimiento de la huerta social.

• Gestionar la obtención de cuantas licencias, permisos y/o autorizaciones fueren precisas, al margen de este convenio, para el desarrollo de sus actividades en caso de que se estimen necesarias.

• Vigilar el correcto desarrollo de la iniciativa conforme al proyecto validado por el movimiento social del barrio.

• Adecuar los tiempos para que los distintos colectivos sociales puedan integrarse de forma coordinada en el proyecto de la huerta.

• Comunicar al barrio y al resto de la ciudad la existencia, funcionamiento y posibilidades de la huerta social.

• Servir de conexión entre los hortelanos y el barrio. Vincular la huerta con otras iniciativas del entorno con las que establecer redes de colaboración.

• Fomentar las acciones educativas, sociales y solidarias de la huerta y la incorporación de estás en las actividades de las asociaciones de los barrios.

• Promover la formación de las correspondientes Comisiones de Trabajo y coordinar las tareas comunitarias derivadas del proyecto.

• Coordinar el establecimiento de los calendarios y horarios de las tareas comunitarias.

• Construir estructuras para la huerta: compostero, tablón de anuncios, semilleros, almacenamiento de materiales y herramientas, depósito de agua…

• Velar por el buen uso, reparación y conservación de los espacios (bancales, huertas, caminos…), instalaciones, zonas comunes, utensilios y herramientas.

• Los cultivos: elección de variedades, manejo, siembra y recolección, y tratamientos fitosanitarios permitidos.

• Realizar un uso eficiente del riego.


Además de la Comisión y la Plataforma contaremos con:

COLECTIVO DE HORTELANOS

Que serán los responsables del mantenimiento de la huerta en términos generales, por lo que también serán beneficiarios de una parte de su producción.

VECINOS y VECINAS VOLUNTARIOS/AS

Que en temporadas concretas o momentos específicos quieran dedicar su tiempo libre y aportar su trabajo en la huerta social.

Extensión

Aunque es pronto para concretar alguna de las actividades que se fueran a desarrollar alrededor de la Huerta Social, debido básicamente a que deben definirse con detalle cuando lancen sus actuaciones la Comisión de Seguimiento, apuntamos a continuación alguna de las posibilidades que están encima de la mesa y que se pondrán en marcha con toda probabilidad en los próximos meses:

ACTIVIDADES EDUCATIVAS. Queremos que la sensibilización ambiental y el componente educativo del proyecto tengan un gran peso en la Huerta Social. Para ello proponemos colaborar con los Centros Educativos, AMPAs, y otras entidades que trabajen con niños como CEAs, Allende Mundi, Grupos Scouts y asociaciones vecinales. Con estas entidades se propone actuar en dos niveles distintos:

1. HUERTA, ESPACIO EDUCATIVO. La Huerta se ofrecerá a estos centros y entidades como espacio de uso colectivo donde llevar a cabo sus proyectos educativos propios. De este modo, los docentes y educadores podrán desarrollar sus proyectos de forma autónoma, integrados en sus programaciones curriculares y contarán con el espacio, los recursos y las herramientas de la huerta a su disposición. Desde la COMISIÓN se compaginarán los ritmos de trabajo y necesidades de la comunidad escolar para adecuarlas al desarrollo del resto de actividades de la huerta.

2. HUERTA EDUCADORA. Se programarán actividades educativas desde la huerta para ofertar a los centros educativos. De carácter fundamentalmente práctico, los escolares realizarán alguna de las tareas propias de la huerta: semilleros, siembra, riego, recolección, preparación de la tierra, etc. de la mano de alguno de los hortelanos en actividades que quieren tener un marcado carácter intergeneracional, de modo que los niños aprendan de la mano de los mayores como realizar cada tarea.


Actividades Sociales y de Comunicación

La puesta en marcha de la Huerta Social, ha de ir acompañada de acciones de comunicación para dar a conocer de forma generalizada la iniciativa al conjunto del barrio, y acciones de captación de quienes deseen unirse al “acuerdo” y sumarse al grupo de hortelanos y hortelanas iniciales. Pero además, como ya se ha apuntado, la huerta quiere tener otro significado en el barrio por lo que la propuesta de actividades sociales, culturales o de ocio a su alrededor será una de las tareas prioritarias. Aunque es pronto para determinar que iniciativas se desarrollarán, a modo de batería, se recoge una serie de propuestas que pueden implementarse en las diferentes fases del proyecto:

JORNADAS de información y difusión: concierto de bienvenida, juegos infantiles, etc. Una de ellas será la de la inauguración y puesta en marcha de la huerta.

ACTIVIDADES LÚDICAS. Fiestas estacionales con jornadas culinarias e intercambio de recetas y viandas; actuaciones musicales, teatro, títeres, cine de verano, talleres de lectura al aire libre, talleres de pintura…

CHARLAS INFORMATIVAS en asociaciones, colectivos, centros educativos y centros cívicos para presentar el proyecto de la Huerta Social.

TALLERES FORMATIVOS y de capacitación sobre horticultura ecológica, consumo responsable, etc.

Estas actividades serán propuestas por la COMISIÓN de la huerta pero también estarán abiertas a las que propongan personas o entidades interesadas en desarrollar sus iniciativas en este espacio recuperado para los ciudadanos.

Por otra parte, tanto en nuestra ciudad como en otras localidades son cada vez más frecuentes las iniciativas ciudadanas que reclaman la apropiación y el uso compartido de diferentes espacios públicos. El contacto con experiencias similares, además del enriquecimiento y el aprendizaje, puede tener un interesante efecto multiplicador.


ACTIVIDADES SOLIDARIAS. Uno de los resultados del desarrollo de este huerto será, deseamos, una cosecha de productos hortofrutícolas de calidad. Como ya se ha apuntado, una parte de ella la aprovecharán los hortelanos más directamente vinculados con el trabajo en la huerta. Otra parte, entendemos que debe ser aportada por los hortelanos a la ciudad como devolución por lo que ésta les ha aportado.

Aquí, de nuevo, se abre un amplio abanico de posibilidades que la COMISIÓN deberá estudiar:

MERCADILLO SOLIDARIO de venta de similar formato al que se desarrolla en los Huertos de Ocio del Ayuntamiento de Valladolid en INEA para fines solidarios o para recaudar fondos para financiar los gastos de la huerta, al menos en su primer año de vida.

DISTRIBUCIÓN de los productos entre personas necesitadas del barrio a través de entidades como Cáritas, Entrevecinos o el Banco de Alimentos de la ciudad.

INTERCAMBIO DE PRODUCTOS con el banco del tiempo de La Victoria o alguna otra iniciativa de trueque “desmonetarizado”.


Temporalización

La huerta impone un ritmo de trabajo al que amoldaremos el resto de actividades previstas. El invierno es la época de descanso de la tierra, por tanto queremos aprovecharlo para organizar todas las cuestiones necesarias para poner en marcha la huerta en esta primavera.

A continuación se ofrece un calendario aproximado de las tareas que proponemos realizar en los próximos meses:

ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC

Preparar tierra y abonar

Crear semilleros

Inaugurar huerta social

Plantar variedades de primavera

Actividades educativas

Crear semilleros

Plantar variedades de verano

Plantación popular

Regar, escardar, mantenimiento.

Mercadillo solidario

Cosecha


Gestión

Para el desarrollo de esta iniciativa, el acuerdo entre iniciativa pública y privada es inexcusable. Y la necesidad de configurar algún tipo de acuerdo entre ambas partes, la mejor forma de dotar seguridad, rigor y transparencia a esta iniciativa.

El modelo que, desde nuestro punto de vista, más se parece a lo que pretendemos los vecinos de la Rondilla y del Barrio España con esta propuesta es la “custodia del territorio”, que se entiende como el acuerdo entre los propietarios de un territorio con aquellas personas o entidades que lo usan para promover la conservación de sus valores naturales, culturales y paisajísticos, con un uso responsable de los recursos.

Hasta el momento, estas iniciativas se han aplicado en espacios fluviales y costeros, en terrenos forestales, en el medio natural. Sin embargo, la “custodia urbana” puede convertirse también en una estrategia de participación activa de los ciudadanos para la recuperación de espacios en las ciudades. La reapropiación de dichos espacios para la satisfacción de necesidades educativas, sociales, culturales, ambientales, de cohesión, de alimentación…, por parte de la ciudadanía puede ser la materia prima necesaria para la estructuración y funcionalidad del ecosistema urbano.

Los acuerdos de custodia se reflejan por escrito mediante un contrato entre la entidad que aporta el terreno1 y el grupo de personas que va ha hacerse cargo de una serie de tareas. De esta forma, ambas partes tienen garantías: la entidad, del cumplimiento de la misión y de cierto reconocimiento social, al contribuir en el desarrollo y difusión de nuevos valores (ambientales y sociales) y el grupo implicado, de cierto soporte técnico, logístico y económico para llevar a cabo las funciones pactadas. En nuestro caso proponemos un acuerdo entre dos partes, cada una de las cuales aporta:

EL AYUNTAMIENTO: el terreno, el agua y los recursos que pueda disponer.

LOS VECINOS Y LAS VECINAS: el trabajo voluntario para sacar del abandono un solar, mantener un ajardinamiento hortelano, proporcionar alimentos ecológicos a sus vecinos y crear un espacio de animación socio-comunitaria.

1 Las Entidades Locales pueden ceder el uso de sus bienes patrimoniales en virtud del artículo 92 del Reglamento de Bienes de las Entidades Locales aprobado por Real Decreto 1372/1986, de 13 de junio.


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