1.- Ama la vida en todas sus formas. Cuida la vida propia y la de los demás, la de los animales y la de las plantas. Todos tenemos un lugar y un propósito en el mundo.

2.- Admira la belleza de la naturaleza. Observa, se sorprende, experimenta, se asombra, la hace propia y actúa sobre ella protegiéndola.

3.- Cuida el agua, no la derrama, la utiliza a conciencia y con moderación. Ella es fuente de vida. Sin agua no hay vida.

4.- Se preocupa por mantener el ambiente y planta un árbol. Cuida de los que ya están e invita a los demás a hacerlo.

5.- Cuida la naturaleza y no la ensucia. Reduce, recicla y reutiliza materiales. Es creativo.

6.- Cuida la energía y administra su uso. Prende luces cuando son necesarias, apaga electrodomésticos cuando no se utilizan. Usa lámparas de bajo consumo, si bien son más caras, duran hasta 8 veces más por lo que rinden más, se ahorra energía y dinero.

7.- Sale a caminar cuando puede prescindir del auto, comparte viajes con otras personas (en autos o transporte público) y mantiene su vehículo en condiciones para que no emita gases mayores a los habituales.

8.- Cuida su salud, no fuma y trata de enseñarlo al resto siendo ejemplo.

9.- Es capaz de hacerse responsable de sus actos. Si nos responsabilizamos, nos hacemos cargo de nuestros actos, podemos ser críticos y autocríticos y tomamos conciencia, podemos pensar en formas de cambio y mejorar.

10.-Cree y confía en Dios Padre, Creador y Todopoderoso. Si Él puso en nuestras manos su creación, nos dio libertad, confió en nosotros como hombres dignos para cuidar y obtener frutos de su creación, sólo queda poner manos a la obra y defender Nuestro Hogar.