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DEPARTAMENTO DE LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA El alumnado que tenga que presentarse a la prueba EXTRAORDINARIA de 1º Bachillerato en la materia de Lengua Castellana y Literatura deberá atender a lo que cada profesor refleja en el informe. Rocío Pérez Carmona Páginas de 2 a 3 + Método Ortografía Álvaro Cid Auñón Páginas de 4 a 5 + Método Ortografía Carmen Elena Martínez Ortega Páginas 6 a 7 Auxiliadora Ruiz Páginas 8 a 9 Método Ortografía Páginas 10 a 148 Junio de 2014

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DEPARTAMENTO DE LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA

El alumnado que tenga que presentarse a la prueba EXTRAORDINARIA de

1º Bachillerato en la materia de Lengua Castellana y Literatura deberá

atender a lo que cada profesor refleja en el informe.

Rocío Pérez Carmona Páginas de 2 a 3 + Método Ortografía

Álvaro Cid Auñón Páginas de 4 a 5 + Método Ortografía

Carmen Elena Martínez Ortega Páginas 6 a 7

Auxiliadora Ruiz Páginas 8 a 9

Método Ortografía Páginas 10 a 148

Junio de 2014

DEPARTAMENTO DE LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA

INFORME INDIVIDUALIZADO

ÁREA LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA

CURSO: 1º BACHILLERATO A

PROFESOR/A Rocío Pérez Carmona

OBJETIVOS

1. Utilizar la lengua para expresarse con corrección oralmente y por escrito de la forma más adecuada en cada situación

comunicativa.

2. Distinguir los diferentes tipos de textos orales y escritos y sus distintas estructuras formales, así como textos escritos

específicos (humanísticos, científicos, periodísticos, etc.).

3. Dominar la lectura y la escritura como formas de adquisición de nuevos conocimientos, de reflexión, de

autoaprendizaje y de enriquecimiento personal.

4. Redactar textos argumentativos y expositivos atendiendo a sus estructuras formales básicas, adecuándolos a la

situación comunicativa y utilizando la lengua con precisión y riqueza.

5. Conocer los principios fundamentales de la gramática española, reconociendo las distintas unidades de la lengua y sus

posibles combinaciones.

6. Valorar la realidad plurilingüe y pluricultural de España, conociendo el origen y el desarrollo de las distintas lenguas

constitucionales y de sus variedades.

7. Conocer las características generales de los períodos más representativos de la Literatura Española, así como sus

autores y obras más destacadas.

8. Leer y valorar obras literarias representativas de las lenguas constitucionales y de la tradición occidental.

9. Emplear técnicas de búsqueda, elaboración y presentación de la información utilizando medios tradicionales y nuevas

tecnologías.

DEPARTAMENTO DE LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA

CONTENIDOS RELACIONADOS CON LOS OBJETIVOS NO ALCANZADOS

UNIDAD 1. La comunicación y el lenguaje. Los niveles de la lengua.

UNIDAD 2. Las variedades de la lengua. Clases de palabras. UNIDAD 3. Las lenguas de España. Las palabras y su significado.

UNIDAD 4. El texto y sus propiedades. Enunciado, sintagma y oración.

UNIDAD 5. Los géneros orales. La estructura de la oración. El sujeto. UNIDAD 6. Los modos del discurso. Narración, descripción y diálogo. El predicado.

UNIDAD 7. La exposición. Los argumentos y los complementos verbales. UNIDAD 8. La argumentación. La oración simple. UNIDAD 9. El texto periodístico. La oración compuesta. Coordinación.

UNIDAD 10. El texto publicitario. La oración compuesta. La subordinación.

UNIDAD 11. Literatura. Géneros y lenguaje.

UNIDAD 12. Los orígenes de la lírica.

UNIDAD 13. La narrativa y el teatro medievales.

UNIDAD 14. Los géneros literarios del siglo XV.

UNIDAD 15. La lírica de los Siglos de Oro. El siglo XVI.

UNIDAD 16. La prosa de los Siglos de Oro. El siglo XVI

UNIDAD 17. La lírica de los Siglos de Oro. El siglo XVII

UNIDAD 18. La prosa de los Siglos de Oro. El siglo XVII UNIDAD 19. El teatro de los Siglos de Oro. El siglo XVII

PROPUESTA DE ACTIVIDADES Y ORIENTACIONES PARA LA RECUPERACIÓN.

Realización de la prueba escrita correspondiente a la convocatoria de septiembre, según el

calendario propuesto por la Jefatura de Estudios del Centro.

Lecturas obligatorias sobre las que deberán contestar preguntas de comprensión lectora en la

prueba extraordinaria.

Cuadernillo de ortografía.

El alumnado con la asignatura calificada negativamente en la evaluación ordinaria tiene

la OBLIGACIÓN de presentarse a la PRUEBA EXTRAORDINARIA, para poder así valorar

su madurez académica y decidir sobre su promoción y/o titulación.

Palma del Río a 20 de junio de 2014

Fdo: ROCÍO PÉREZ CARMONA

Profesora de Lengua castellana y Literatura

DEPARTAMENTO DE LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA

INFORME INDIVIDUALIZADO

ÁREA LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA

CURSO: 1º BACHILLERATO B

PROFESOR/A Álvaro Cid

OBJETIVOS

1. Utilizar la lengua para expresarse con corrección oralmente y por escrito de la forma más adecuada en cada situación

comunicativa.

2. Distinguir los diferentes tipos de textos orales y escritos y sus distintas estructuras formales, así como textos escritos

específicos (humanísticos, científicos, periodísticos, etc.).

3. Dominar la lectura y la escritura como formas de adquisición de nuevos conocimientos, de reflexión, de

autoaprendizaje y de enriquecimiento personal.

4. Redactar textos argumentativos y expositivos atendiendo a sus estructuras formales básicas, adecuándolos a la

situación comunicativa y utilizando la lengua con precisión y riqueza.

5. Conocer los principios fundamentales de la gramática española, reconociendo las distintas unidades de la lengua y sus

posibles combinaciones.

6. Valorar la realidad plurilingüe y pluricultural de España, conociendo el origen y el desarrollo de las distintas lenguas

constitucionales y de sus variedades.

7. Conocer las características generales de los períodos más representativos de la Literatura Española, así como sus

autores y obras más destacadas.

8. Leer y valorar obras literarias representativas de las lenguas constitucionales y de la tradición occidental.

9. Emplear técnicas de búsqueda, elaboración y presentación de la información utilizando medios tradicionales y nuevas

tecnologías.

DEPARTAMENTO DE LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA

CONTENIDOS RELACIONADOS CON LOS OBJETIVOS NO ALCANZADOS

UNIDAD 1. La comunicación y el lenguaje. Los niveles de la lengua.

UNIDAD 2. Las variedades de la lengua. Clases de palabras. UNIDAD 3. Las lenguas de España. Las palabras y su significado.

UNIDAD 4. El texto y sus propiedades. Enunciado, sintagma y oración.

UNIDAD 5. Los géneros orales. La estructura de la oración. El sujeto. UNIDAD 6. Los modos del discurso. Narración, descripción y diálogo. El predicado.

UNIDAD 7. La exposición. Los argumentos y los complementos verbales. UNIDAD 8. La argumentación. La oración simple. UNIDAD 9. El texto periodístico. La oración compuesta. Coordinación.

UNIDAD 10. El texto publicitario. La oración compuesta. La subordinación.

UNIDAD 11. Literatura. Géneros y lenguaje.

UNIDAD 12. Los orígenes de la lírica.

UNIDAD 13. La narrativa y el teatro medievales.

UNIDAD 14. Los géneros literarios del siglo XV.

UNIDAD 15. La lírica de los Siglos de Oro. El siglo XVI.

UNIDAD 16. La prosa de los Siglos de Oro. El siglo XVI

UNIDAD 17. La lírica de los Siglos de Oro. El siglo XVII

UNIDAD 18. La prosa de los Siglos de Oro. El siglo XVII UNIDAD 19. El teatro de los Siglos de Oro. El siglo XVII

El alumnado con la asignatura calificada negativamente en la evaluación ordinaria

tiene la OBLIGACIÓN de presentarse a la PRUEBA EXTRAORDINARIA, para poder así

valorar su madurez académica y decidir sobre su promoción y/o titulación.

Palma del Río a 20 de junio de 2014

Fdo: ÁLVARO CID AUÑÓN

Profesor de Lengua castellana y Literatura

PROPUESTA DE ACTIVIDADES Y ORIENTACIONES PARA LA RECUPERACIÓN.

Realización de la prueba escrita correspondiente a la convocatoria de septiembre, según el

calendario propuesto por la Jefatura de Estudios del Centro.

Lecturas obligatorias sobre las que deberán contestar preguntas de comprensión lectora en la

prueba extraordinaria. Además de haber realizado el trabajo correspondiente.

Cuadernillo de ortografía a entregar el día del examen.

DEPARTAMENTO DE LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA

1º Bachillerato D

Profesora: Carmen Elena Martínez

OBJETIVOS NO ALCANZADOS

1. Utilizar la lengua para expresarse con corrección oralmente y por escrito de la forma más

adecuada en cada situación comunicativa.

2. Distinguir los diferentes tipos de textos orales y escritos y sus distintas estructuras formales, así como textos escritos específicos (humanísticos, científicos, periodísticos, etc.).

3. Dominar la lectura y la escritura como formas de adquisición de nuevos conocimientos, de reflexión, de autoaprendizaje y de enriquecimiento personal.

4. Redactar diferentes tipos de textos (humanísticos, periodísticos, científicos, etc.) atendiendo a sus estructuras formales básicas, adecuándolos a la situación comunicativa y utilizando la lengua con precisión y riqueza.

5. Conocer los principios fundamentales de la gramática española, reconociendo las distintas unidades de la lengua y sus posibles combinaciones.

6. Valorar la realidad plurilingüe y pluricultural de España, conociendo el origen y el desarrollo de las distintas lenguas constitucionales y de sus variedades ; dedicando, además, una especial atención al español de América.

7. Conocer las características generales de los períodos más representativos de la Literatura Española, así como sus autores y obras más destacadas.

8. Leer y valorar obras literarias representativas de las lenguas constitucionales y de la tradición occidental.

9. Emplear técnicas de búsqueda, elaboración y presentación de la información utilizando

medios tradicionales y nuevas tecnologías.

CONTENIDOS NO ALCANZADOS

Tema 1. La comunicación y el lenguaje. Los niveles de la lengua. Análisis morfológico.

Tema 2: Las variedades de la lengua. Clases de palabras.

Tema 3: Las lenguas de España. Las palabras y su significado.

Tema 4: El texto y sus propiedades. Enunciado, sintagma y oración. La oración simple.

Tema 5: Los géneros orales. La estructura de la oración. El sujeto.

Tema 6: Los modos del discurso. Narración, descripción y diálogo. El predicado.

Tema 7: La exposición. Los argumentos y los complementos verbales.

Tema 8: La argumentación. La oración simple.

El texto periodístico. La oración compuesta. Comentario crítico. Tema. Resumen. Organización de las ideas. La coordinación.

Tema 9 y 10: El texto publicitario. La oración compuesta. La subordinación.

Tema 11: Literatura. Géneros y lenguaje.

Tema 12: Los orígenes de la lírica.

Tema 13: La narrativa y el teatro medievales.

Tema 14: Los géneros literarios del siglo XV.

Tema 15: La lírica de los Siglos de Oro. El siglo XVI.

Tema 16: La prosa de los Siglos de Oro. El siglo XVI.

DEPARTAMENTO DE LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA

Lecturas obligatorias sobre las que deberán contestar preguntas de

comprensión lectora en la prueba extraordinaria:

- La Celestina, de Fernando de Rojas.

- El Lazarillo de Tormes.

- El alcalde de Zalamea, de Pedro Calderón de la Barca.

PROPUESTA DE ACTIVIDADES Y ORIENTACIONES PARA LA RECUPERACIÓN

□ Realización de la prueba escrita correspondiente a la convocatoria de

septiembre, según el calendario propuesto por la Jefatura de Estudios del

centro.

El alumnado que lo desee puede encontrar una información más detallada

en:

http://materialesparalenguas.jimdo.com/

DEPARTAMENTO DE LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA

INFORME DE RECUPERACION DE LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA

1ºBACH-C

OBJETIVOS NO ALCANZADOS

1. Utilizar la lengua para expresarse con corrección oralmente y por escrito de la forma más

adecuada en cada situación comunicativa.

2. Distinguir los diferentes tipos de textos orales y escritos y sus distintas estructuras formales, así como textos escritos específicos (humanísticos, científicos, periodísticos, etc.).

3. Dominar la lectura y la escritura como formas de adquisición de nuevos conocimientos, de reflexión, de autoaprendizaje y de enriquecimiento personal.

4. Redactar diferentes tipos de textos (humanísticos, periodísticos, científicos, etc.) atendiendo a sus estructuras formales básicas, adecuándolos a la situación comunicativa y utilizando la lengua con precisión y riqueza.

5. Conocer los principios fundamentales de la gramática española, reconociendo las distintas unidades de la lengua y sus posibles combinaciones.

6. Valorar la realidad plurilingüe y pluricultural de España, conociendo el origen y el desarrollo de las distintas lenguas constitucionales y de sus variedades ; dedicando, además, una especial atención al español de América.

7. Conocer las características generales de los períodos más representativos de la Literatura Española, así como sus autores y obras más destacadas.

8. Leer y valorar obras literarias representativas de las lenguas constitucionales y de la tradición occidental.

9. Emplear técnicas de búsqueda, elaboración y presentación de la información

utilizando medios tradicionales y nuevas tecnologías.

CONTENIDOS RELACIONADOS CON LOS OBJETIVOS NO ALCANZADOS

1ª EVALUACIÓN

-La comunicación y el lenguaje. Los niveles de la lengua. -Las variedades de la lengua. Clases de palabras. -Las lenguas de España. Las palabras y su significado. -El texto y sus propiedades. Enunciado, sintagma y oración. -Los géneros orales. La estructura de la oración. El sujeto -Literatura. Géneros y lenguaje. -Los orígenes de la lírica. -La narrativa y el teatro medievales. LECTURA OBLIGATORIA: La Celestina, Fernando de Rojas

DEPARTAMENTO DE LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA

2ª EVALUACIÓN -Los modos del discurso. Narración, descripción y diálogo. El predicado. -La exposición. Los argumentos y los complementos verbales. -La argumentación. La oración simple. -La oración compuesta: Coordinación. -Los géneros literarios del siglo XV. -La lírica de los Siglos de oro. El siglo XVI. -La prosa de los Siglos de oro. El siglo XVI. LECTURA OBLIGATORIA: El Lazarillo de Tormes. 3ª EVALUACIÓN -El texto periodístico. Análisis y comentario crítico. -El Texto publicitario. Análisis y comentario crítico. -La oración compuesta. La Subordinación. -La lírica de los Siglos de oro. Siglo XVII. -La prosa de los Siglos de oro. El Quijote. -El teatro de los Siglos de oro. Siglo XVII. LECTURA OBLIGATORIA: El alcalde de Zalamea, Calderón de la Barca

PROPUESTA DE ACTIVIDADES Y ORIENTACIONES PARA LA RECUPERACIÓN

□ Obligatoriedad de presentarse a la prueba extraordinaria para valorar la madurez

académica.

Ortografía

Método práctico

ÍNDICE

ORTOGRAFIA DE LETRAS

Lección 1: Uso de las mayúsculas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4

Lección 2: Uso de la B (l) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7

Lección 3: Uso de la B (2) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10

Lección 4: Uso de la V (1) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13

Lección 5: Uso de la V (2) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16

Lección 6: Uso de la B y de la V (homófonas) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .19

Lección 7: Uso de la H. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .23

Lección 8: Uso de la H (homófonas) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26

Lección 9: Uso de la G. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .31

Lección l0: Uso de la J. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .34

Lección 11: Uso de la I y de la Y. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37

Lección 12: Uso de la M y de la N. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .40

Lección 13: Uso de la R y de la RR. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43

Lección 14: U so de la D y de la Z al final de palabra. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .46

Lección 15: Uso de la S y de la X. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49

Ejercicios de repaso: Ortografía de letras. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52

ACENTUACION

Lección 16: Acentuación 1 (Introducción) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63

Lección 17: Acentuación 2 (Palabras agudas, llanas, esdrújulas, sobreesdrújulas) . . . . . . . . . . . . . . 66

Lección 18: Acentuación.3. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .69

LecciónI9: Acentuación 4. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73

Lección 20: Acentuación diacrítica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 76

Ejercicios de repaso: Acentuación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81

SIGNOS DE PUNTUACION

Lección 21: Signos de puntuación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 90

Lección 22: La coma. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 94

Lección 23: Punto y coma. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97

Lección 24: Punto, puntos suspensivos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 100

Lección 25: Dos puntos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 103

Lección 26: Interrogación y exclamación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 106

Lección. 27: Guión. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .109

Lección 28: Raya, paréntesis. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .111

Lección 29: Comillas, diéresis. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 114

Ejercicios de repaso: signos de puntuación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 117

Ejercicios de repaso: Ortografía total. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 126

Ortografía de las letras

Ortografía: LECCION 1

Uso de las mayúsculas

Reglas para el uso de las mayúsculas:

Después de leer atentamente cada regla, escribe en tu cuaderno la palabra o palabras que en cada ejercicio han

sido escritas incorrectamente.

1. Se escriben con letra inicial mayúscula la primera palabra de un escrito y la que vaya después de punto. Ej.:

Querido amigo. Te escribo esta carta... Todos los nombres propios. Ej.: Europa, Tajo, José.

- Hoy hace buen tiempo. luce el sol.

- nadie da lo que no tiene. es muy lógico.

- maría, adela y Rosa son nombres de mujer.

- mi amigo juan regresó ayer de méjico.

- no tiene más razón quien más grita.

- bucéfalo y Rocinante son caballos famosos.

- Nevaba en la sierra. los cazadores...

- El río tajo pasa por toledo.

2. Se escriben con letra inicial mayúscula los atributos divinos, como Creador y Redentor; los títulos y nombres

de dignidad, como Sumo Pontífice, Marqués de Cádiz; los nombres y apodos con que se designa a

determinadas personas, como Gran Capitán, Alfonso el Sabio.

- Los Evangelios contienen la doctrina del salvador.

- Jesucristo es el redentor de todos los hombres.

- El sumo pontífice reside en Roma.

- El marqués de villena es una dignidad.

- Los reyes Católicos conquistaron Granada.

3. Se escriben con letra inicial mayúscula las jerarquías o cargos importantes cuando equivalen a nombres

propios y no van acompañados del nombre de la persona a que se refieren. Ej.: El Rey...

- El rey visitó la ciudad de Barcelona.

- El ministro de Relaciones Exteriores llega hoy.

- El papa ha nombrado un nuevo cardenal.

- El Presidente Bush llegó hoy a Londres.

- El jefe del Estado español inauguró la feria.

- El duque de Cádiz visita oficialmente la India.

4. Se escriben con letra inicial mayúscula los tratamientos, especialmente si están en abreviatura, como Sr. D.

(Señor Don), Ud o Vd. (usted). Usted, cuando se escribe con todas sus letras, no debe llevar mayúscula.

- El exce1entísimo señor Gobernador presidió el acto.

- El sermón corrió a cargo del reverendo padre.

- El sr. Martínez fue atendido en el botiquín.

- No se moleste usted en acompañarme.

- Dimitió el excelentísimo señor Ministro de justicia.

5. Se escriben con letra inicial mayúscula los sustantivos y adjetivos cuando forman parte del nombre de una

institución, de un cuerpo o de un establecimiento. Ej.: Tribunal Supremo de Justicia, Museo de Bellas Artes,

Colegio Naval, Real Academia de la Historia.

- Se reunió el consejo de seguridad de la ONU.

- He obtenido un préstamo del banco industrial.

- El instituto de cultura hispánica concedió becas.

- Vamos a visitar el museo de arte moderno.

6. Cuando haya que escribir con inicial mayúscula palabras que empiezan por Ch o Ll, sólo se escribirá con

mayúscula la primera letra. Ej.: Chile, Chimborazo, Llerena, Llorente.

- llovía torrencialmente durante la excursión.

- Juan llorente está de vacaciones.

- El chimborazo es un pico muy alto.

- El Embajador de chile acaba de salir.

7. La numeración romana, usada frecuentemente para indicar número de orden de siglos, reyes, emperadores,

papas, asambleas, congresos, tomos y capítulos de obras, etc., se escribe con mayúscula. Ej.: Fernando VII,

Juan Carlos 1, siglo XX.

Sustituye lo que va entre paréntesis por numeración romana.

- En el siglo (quince) se imprimió el primer libro.

- Juan Pablo (segundo) visitó recientemente Polonia.

- Los inventos del siglo (veinte) han sido asombrosos.

- Mañana comienza la (decimotercera) Asamblea.

Ejercicios:

1. Escribe en tu cuaderno la forma correcta:

- el pisuerga pasa por la ciudad de valladolid.

- esa novela la leí en la biblioteca nacional.

- el compositor beethoven nació en alemania.

- hoy es lunes. mañana, martes.

- el monarca marroquí recibió al emperador.

- el jefe del departamento está de vacaciones.

- el gobierno representa al estado.

- el consejo de ministros se reunió ayer.

- el ejército es muy disciplinado.

- la península ibérica comprende españa y portugal.

- luis y pablo son hermanos.

- el gran capitán luchó en italia.

- carlos II, el hechizado, sucedió a felipe IV.

- jacinto benavente es premio nobel.

- crucé el atlántico haciendo escala en canarias.

- el presidente de las cortes fue recibido con aplausos.

- el caballo de don quijote se llamaba rocinante.

2. Corrige estos textos poniendo mayúsculas donde convenga. A la derecha encontrarás la clave de corrección:

A)

un día se enteró, por fin, de quién era «pipa».

-la muñeca- explicó la niña.

-enséñame1a...

la niña levantó en su mano terrosa un objeto que

doña clementina no podía ver claramente.

-no la veo, hija. échame1a...

la niña vaciló.

-pero luego, ¿me la devolverá?

-claro está...

la niña le echó a «Pipa» y doña clementina se quedó

pensativa cuando la tuvo en sus manos. «pipa» era,

simplemente, una ramita seca envuelta en un trozo

de percal sujeto con un cordel.

Un día se enteró, por fin, de quién era «Pipa».

-La muñeca- explicó la niña.

-Enséñamela...

La niña levantó en su mano terrosa un objeto que

doña Clementina no podía ver claramente.

-No la veo, hija. Échamela...

La niña vaciló.

-Pero luego, ¿me la devolverá?

-Claro está...

La niña le echó a «Pipa» y doña Clementina se que-

dó pensativa cuando la tuvo en sus manos. «Pipa»

era, simplemente, una ramita seca envuelta en un

trozo de percal sujeto con un cordel.

B)

con la tía marcelina ocurrió en casa algo muy cho-

cante. en realidad, la tía marcelina era tía nuestra por

parte de madre, y yo pensaba que siempre fuera tan

viejecita y desmedrada como la conocí, aunque

padre asegurara otra cosa. mas, así y todo, tenía una

sonrisa infantil y bondadosa y era ella la única vieja

soltera del pueblo que tenía el valor de sonreír así.

yo la apreciaba y ella me quería a mí también. en su

casa todo era orden y pulcritud y frescura y silencio.

y padre decía que su casa era como una tumba, pero

si las tumbas son así no debe ser cosa mala estar

muerto. la tía marcelina coleccionaba hojas,

mariposas, piedrecitas y las conservaba con los

colores tan vivos y llameantes que hacía el efecto de

que las había empezado a reunir ayer.

Con la tía Marcelina ocurrió en casa algo muy cho-

cante. En realidad, la tía Marcelina era tía nuestra

por parte de madre, y yo pensaba que siempre fuera

tan viejecita y desmedrada como la conocí, aunque

padre asegurara otra cosa. Mas, así y todo, tenía una

sonrisa infantil y bondadosa y era ella la única vieja

soltera del pueblo que tenía el valor de sonreír así.

Yo la apreciaba y ella me quería a mí también. En su

casa todo era orden y pulcritud y frescura y silencio.

Y padre decía que su casa era como una tumba, pero

si las tumbas son así no debe ser cosa mala estar

muerto. La tía Marcelina coleccionaba hojas,

mariposas, piedrecitas y las conservaba con los

colores tan vivos y llameantes que hacía el efecto de

que las había empezado a reunir ayer.

DICTADO:

El Papa Benedicto recibió en el Vaticano al Marqués de Puente Arce y a la Baronesa de Castillejo,

Grandes de España, que entregaron al Sumo Pontífice un ejemplar del Reino de Dios, obra del Exmo. y

Reverendísimo Sr. Arzobispo de Madrid.

Son célebres en la Historia de España los Reyes Católicos, el Gran Capitán, Felipe II y Carlos I.

El Ejército es muy disciplinado.

El Gobierno representa al Estado.

El Presidente del Consejo de Ministros, a propuesta del Gobernador, aprobó la supresión de la Junta.

Cristobal Colón, pratocinado por Isabel la Católica, descubrió América.

Ortografía: LECCION 2

Uso de la “B” (1)

Reglas para el uso de la “b”.

Lee atentamente las reglas, escribe en tu cuaderno las palabras incompletas y comprueba tus aciertos.

1. Se escriben con b el sonido final -bir de los infinitivos y todas las formas de estos verbos. Se exceptúan

hervir, servir y vivir y sus compuestos. Ej.: escribir, recibir, prohibir; hervir, servir, vivir, sobrevivir.

- Te prohí_o que llegues tarde.

- En esta casa vi_imos siete familias.

- Te escri_iré cuando reciba tu carta.

- No hier_as demasiado el agua.

2. Se escriben con b los infinitivos y todas las formas de los verbos beber y deber. Ej.: bebíamos, bebemos;

debíais, debe.

- Es perjudicial be_er demasiado.

- De_íamos tanto, que hubimos de pedir prestado.

- Beber y de_er son dos verbos.

- No be_as tanto y no de_as demasiado.

3. Se escriben con b los infinitivos y formas verbales de caber, haber y saber. Ej.: cabíamos, habíamos,

sabíamos.

- Me castigaron por no sa_er la lección.

- En este autobús no ca_emos todos.

- Si os sa_éis la lección, podéis jugar.

- Ca_er, ha_er y sa_er son tres verbos.

4. ¡Muy importante! Se escriben con b las terminaciones -ba, -has, -bamos, -bais, -ban del pretérito imperfecto

de indicativo de los verbos de la primera conjugación. Ej.: amaba, cantabas, jugábamos, tirabais, escalaban.

- El agua llega_a hasta el borde.

- Está_amos sentados a la orilla del río.

- Vosotros juga_ais en el patio del colegio.

- Todos trabajá_amos con ahínco.

5. Se escribe con b el pretérito imperfecto de indicativo del verbo ir. Ej.: iba, ibas, íbamos, ibais, iban.

- Aquel jueves nos í_amos de excursión.

- Vosotros i_ais al mar; nosotros í_amos al monte.

- Los colegiales i_an saliendo apresuradamente.

- Nadie conocido i_a en aquel tren.

- Mi amigo se i_a a Inglaterra.

- Cuando i_as a salir, llegué. 6. Se escriben con b los vocablos que principian con el sonido bibl- (biblioteca, Biblia, bibliografía) o con las

sílabas bu-, bur- y bus- (burro, burla, buscar ).

- Todas las tardes estudiamos en la _ib1ioteca.

- La _iblia es un conjunto de libros sagrados.

- Indícame _ibliografía suficiente sobre el tema.

- En invierno nos abrigamos con _ufanda.

- No hagas _urla a tus compañeros.

- El perro _usca la presa por todas partes.

Ejercicios:

1. Lee atentamente la siguiente lista de palabras. A continuación que alguien te las dicte para que las escribas en

tu cuaderno:

deber – obedecer – iban – bien – estaba – también – bonito – beber – saber – deberes – bandera – bueno – besar –

Sebastian – subir – viajaban – Belén – belenes – absorber – bebidas – barco – obedecer – billete – bastante – bajar

– bañar – buscar – bicicleta – buen – boca – beneficioso - nochebuena – sábado – urbanidad

2. Escribe en tu cuaderno las palabras incompletas, empleando “b” o ” v”.

- No be_as tanta agua en las comidas.

- Hace tiempo que no escri_imos cartas.

- El agua estaba hir_iendo en el fuego.

- El excursionista esca1a_a la montaña.

- Be_er y de_er son verbos.

- La _iblioteca del colegio es amplia.

- Nadie toca_a el violín o la guitarra.

- El _urro está comiendo hierba.

- Causa alegria ser_ir a los demás.

- Cada uno reci_e 1o que merece.

- En la reunión nadie da_a su opinión.

- Todos _uscamos al compañero extraviado.

- El sa_er no ocupa lugar.

- El payaso se _ur1aba de su compañero.

- Está_amos jugando en el patio del colegio.

- Los esquimales vi_en cerca del polo.

- De_es acostumbrarte a estudiar.

- Ca_er, ha_er y sa_er terminan en er.

- Los montañeros i_an a escalar el pico.

- Los niños juga_an al balón en la calle.

- I_a, i_as, i_an son formas del verbo ir.

- Her_imos es una forma del verbo her_ir.

- El portero para_a el balón, atenazándo1o.

- Nadie da_a de comer a las palomas.

- De_en ser las doce horas.

- En esta sala no ca_emos todos.

- Los alumnos esta_an en la _iblioteca.

- El profesor explica_a el verbo vi_ir.

- E1 _urro es un animal muy terco.

- Leí mucho en la _iblioteca del colegio.

- El hombre _ive en todas partes.

3. Completa las letras que faltan en los textos de la izquierda y comprueba tus aciertos en los de la derecha.

A)

Yo, como esta_a hecho al vino, moría por él, y

viendo que aquel remedio de la paja no me aprove-

cha_a ni valía, acordé, en el suelo del jarro hacerle

una fuentecilla y agujero sutil, y delicadamente, con

una muy delgada tortilla de cera, taparlo, y al tiempo

de comer, fingiendo ha_er frío, entrá_ame entre las

piernas del triste ciego a calentarme en la pobrecilla

lum_re que teníamos, y al calor de ella, luego

derretida la cera, por ser muy poca, comenza_a la

fuentecilla a destilarme en la boca, la cual yo de tal

manera ponía, que maldita la gota se perdía.

Cuando el po_reto i_a a _eber, no halla_a nada.

Yo, como estaba hecho al vino, moría por él, y

viendo que aquel remedio de la paja no me aprove-

chaba ni valía, acordé, en el suelo del jarro hacerle

una fuentecilla y agujero sutil, y delicadamente, con

una muy delgada tortilla de cera, taparlo, y al tiempo

de comer, fingiendo haber frío, entrábame entre las

piernas del triste ciego a calentarme en la pobrecilla

lumbre que teníamos, y al calor de ella, luego

derretida la cera, por ser muy poca, comenzaba la

fuentecilla a destilarme en la boca, la cual yo de tal

manera ponía, que maldita la gota se perdía. Cuando

el pobreto iba a beber, no hallaba nada.

B)

En las calles bajas, el agua, al extenderse, se cola_a

por debajo de las puertas. Las mujeres y los chicos

refugiá_anse en los graneros, y los hombres,

arremangados de piernas, chapotea_an en el líquido

fangoso, poniendo a salvo los aperos de labranza o

tirando de algún borriquillo, que retrocedía asustado,

metiéndose cada _ez más en el agua.

_oda aquella gente de los arrabales, al verse en las

tinieblas de la noche, con la casa inundada, perdió la

calma _urlona de que ha_ía hecho alarde durante el

día. La domina_a el pavor de 1o sobrenatural, y

_uscaba con infantil ansiedad una protección, un

poder fuerte que atajase el peligro. Tal vez esta riada

era la definitiva. ¿Quién sa_e si serían ellos los

destinados a perecer con las últimas ruinas de la

ciudad?

En las calles bajas, el agua, al extenderse, se colaba

por debajo de las puertas. Las mujeres y los chicos

refugiábanse en los graneros, y los hombres,

arremangados de piernas, chapoteaban en el líquido

fangoso, poniendo a salvo los aperos de labranza o

tirando de algún borriquillo, que retrocedía asustado,

metiéndose cada vez más en el agua.

Toda aquella gente de los arrabales, al verse en las

tinieblas de la noche, con la casa inundada, perdió la

calma burlona de que había hecho alarde durante el

día. La dominaba el pavor de lo sobrenatural, y

buscaba con infantil ansiedad una protección, un

poder fuerte que atajase el peligro. Tal vez esta riada

era la definitiva. ¿Quién sabe si serían ellos los

destinados a perecer con las últimas ruinas de la

ciudad?

DICTADO:

Un pobre labriego, que se dedicaba a la ímproba labor de remover la tierra, arrancando raíces de árbol en

la isla de Milo, súbitamente descubrió, en 1820, una abertura subterránea de cuya abovedada cavidad se extrajo la

mutilada estatua griega, universalmente conocida por la Venus de Milo, obra grandiosa, en noble actitud, de

cabeza pequeña, frente baja, garganta vigorosa, labios y boca impecables y grave belleza.

Ortografía: LECCION 3

Uso de la “B” (2)

Reglas para el uso de la “b”:

Lee atentamente las reglas, escribe en tu cuaderno las palabras incompletas y comprueba tus aciertos.

1. Se escriben con b las terminaciones -bundo, -hunda y -bilidad (nauseabundo, furibunda, amabilidad), excepto

movilidad y civilidad.

- El mori_undo no había hecho testamento.

- La mo_ilidad de la ardilla es prodigiosa.

- Me han encargado la conta-ilidad del negocio.

- La vaga_unda pedía limosna de puerta en puerta.

- La ci_ilidad es típica de los buenos ciudadanos.

- El olor era nausea_undo.

- El monje permanecía medita_undo.

2. Se escriben con b todas las palabras en que dicho sonido precede a otra consonante. Ej.: amable, flexible,

brazo, lóbrego, abdicación, abnegación, absolver, obstruir, obtener, obvio, subvenir. (Esta regla incluye las

sílabas bla, ble, bli, blo, blu y bra, bre, bri, bro, bru, que siempre se escriben con b.)

- La ta_la flota_a sobre las olas.

- La ló_rega noche amedrenta_a al viajero.

- El atleta o_tuvo el primer galardón.

- La _rasa de la chimenea _rilla_a en la noche.

- El flexi_le cuerpo de la bailarina giraba.

- El juez a_solvió al reo.

- Los a_negados soldados lucharon hasta el fin.

- Vivía en un piso ló_rego.

- La _risa de la- playa es agradable.

- El accidente o_struía el tráfico.

3. Los prefijos bi-, bis-, biz- (que signüican dos o dos veces) se escriben con b. Ej.: bilingüe, biznieto, bizcocho,

bisiesto, bivalente.

- Las palabras de dos sílabas se llaman _isílabas.

- De puro viejo, llegó a _isabuelo.

- Estudió inglés con una profesora _ilingüe.

- Compramos un _izcocho para merendar.

- El año _isiesto tiene 366 días.

- _iznieto y _isnieto son palabras equivalentes.

4. Los prefijos bien- y bene-, que signüican bien, se escriben con b. Ej.: bienhechor, bienintencionado,

bienaventurado, beneplácito, benévolo, beneficio.

- El alcalde dio la _ienvenida al huésped.

- Fue declarado _ienhechor de la ciudad.

- El juez trató con _enevolencia al reo.

- Esta operación no reportó ningún _eneficio.

- Sé _enévolo con tus semejantes.

- El árbitro parecía _ienintencionado.

5. Se escriben con b los compuestos y derivados de voces que llevan esta letra. Ej.: contrabando, de bando;

abanderado, de bandera; rebote, de bote; rebullicio, de bullicio; rebuscar, de buscar.

- El contra_andista fue detenido por la policía.

- El a_anderado encabezaba el desfile.

- El boticario se encontraba en la re_otica.

- El _otones nos subió las maletas.

- La dama presidió la _otadura del barco.

- No es prudente hacer _orricadas.

Ejercicios:

1. Lee atentamente la siguiente lista de palabras. A continuación que alguien te las dicte para que las escribas en

tu cuaderno:

abeja – abogado – abollar – abrir – amable – batalla – bicicleta – bien – bípedo – boca – blusa – bonito – bracear –

bueno – sobre – trabajo – turbar – embobado – labor

2. Escribe en tu cuaderno las palabras incompletas.

- Me han encargado la conta_ilidad.

- Juan o_tuvo el primer premio.

- El _izcocho esta_a muy rico.

- La ta_la flota_a en el mar.

- La _rasa _rilla_a en el fogón.

- Este año es _isiesto.

- Es admira_le la mo_ilidad de la ardilla.

- El juez a_solvió al reo.

- En España hay regiones _ilingües.

- La vaga_unda apela_a a la ci_ilidad.

- Mi abuelo fue muy a_negado.

- La ciudad dio la _ienvenida al rey.

- Prefiero ser _ienintencionado.

- El _eneficio no ha sido grande.

- El a_anderado enca_eza_a el cortejo.

- El _otones abrió la puerta del hotel.

- Fue proclamado _ienhechor de la ciudad.

- ¡Sé _enévolo con tus semejantes!

- El acto de la _otadura resultó solemne.

- El gimnasta gira_a en el escenario.

- El mori_undo ya no habla_a.

3. Completa las letras que faltan en los textos de la izquierda y comprueba tus aciertos en los de la derecha.

A)

Todo su mundo se encerra_a en aquel aposento, y si

algún día, por cualquier circunstancia, su espíritu

f1aquea_a o sus pies no pisa_an firme, la muchacha

se encerra_a allí, se ponía a ordenar la repisa o la

caja de la calcomanía y así, poco a poco, i_a

reco_rando la serenidad. Y si ni aun así se sentía

llena de algo, prendida de algún estímulo, toma_a de

so_re la cómoda la foto de las fiestas del 50 y la

contemp1a_a fija, insistentemente, hasta que las

figuras termina_an por animarse y el Picaza la

sonreía o le guiña_a un ojo. En estos casos el rostro

romo de la muchacha se a_1anda_a, se le ahueca_an

los agujeros de la nariz, el agrietado labio inferior se

estremecía 1e_emente, y sus ojos, de ordinario de

una opacidad mate, se i1umina_an con el brillo de

una lágrima.

Todo su mundo se encerraba en aquel aposento, y si

algún día, por cualquier circunstancia, su espíritu

flaqueaba o sus pies no pisaban firme, la muchacha

se encerraba allí, se ponía a ordenar la repisa o la

caja de la calcomanía y así, poco a poco, iba

recobrando la serenidad. Y si ni aun así se sentía

llena de algo. prendida de algún estímulo, tomaba de

sobre la cómoda la foto de las fiestas del 50 y la

contemplaba fija, insistentemente, hasta que las

figuras terminaban por animarse y el Picaza la

sonreía o le guiñaba un ojo. En estos casos el rostro

romo de la muchacha se ablandaba, se le ahuecaban

los agujeros de la nariz, el agrietado labio inferior se

estremecía levemente, y sus ojos, de ordinario de

una opacidad mate, se iluminaban con el brillo de

una lágrima.

B)

Tu_imos tiempo, sin em_argo, para _uscar a tientas

y recoger a los dos camaradas que ha_ían caído

durante la refriega, y luego que salimos cerramos la

puerta, ta_icándo1a por dentro con piedras,

escom_ros, vigas, toneles y cuanto en el patio se nos

ino a las manos. Al suir, el que nos manda_a

repartió algunos hom_res en distintos puntos de la

casa, dejando un par de escuchas en el patio para

atender a los golpes de la zapa enemiga, y a mí me

tocó salir fuera con otros para traer un poco de

comida, que a todos nos hacía muchísima falta.

Tuvimos tiempo, sin embargo, para buscar a tientas

y recoger a los dos camaradas que habían caído

durante la refriega, y luego que salimos cerramos la

puerta, tabicándola por dentro con piedras,

escombros, vigas, toneles y cuanto en el patio se nos

vino a las manos. Al subir, el que nos mandaba

repartió algunos hombres en distintos puntos de la

casa, dejando un par de escuchas en el patio para

atender a los golpes de la zapa enemiga, y a mí me

tocó salir fuera con otros para traer un poco de

comida, que a todos nos hacía muchísima falta.

DICTADO:

La aleve espada desenvainada que, cohibiendo los vacilantes movimientos de Damocles, pendía de un

débil hilo sobre su cabeza, amenazaba avanzar constantemente para clavársele.-Descubierto por Recaredo el

burdo plan de conspiración contra su vida, tramado por el avaricioso palaciego Arguimundo, caviló una original

venganza, al pasearle por las calles toledanas de arriba abajo, y viceversa, burlescamente montado en burro, con el

cabello rasurado y cortada la mano derecha, convertido en una verdadera birria o esperpento.

Ortografía: LECCION 4

Uso de la “V” (1)

Reglas para el uso de la “v”:

Lee atentamente cada regla, escribe en tu cuaderno las palabras incompletas y comprueba tus aciertos.

1. Se escribe v después de d. Ej.: advertencia, adviento, advenedizo, adverbio, adversario, adverso.

- Te ad_ierto que no puedes fallar.

- El ad_iento precede a la navidad.

- El conductor recibió una ad-ertencio.

- El viento era ad_erso para la navegación.

- El ad_ersario era más fuerte.

- El ad_erbio modifica la significación del verbo.

2. Se escriben con v el presente de indicativo, imperativo y subjuntivo del verbo ir (voy, vas; ve, vaya; vayas,

vayamos) y el pretérito indefinido, el pretérito imperfecto y el futuro de subjuntivo de los verbos estar, andar

y tener y sus compuestos (estuve, estuviera, estuviere; anduve, anduviera, anduviese; tuve, tuviera, tuviese).

- Es probable que _ayamos al fútbol.

- Sería penoso que andu_iéramos descalzos.

- Mi madre dijo: «_e te al colegio».

- Todos los días -oy al trabajo.

- Ayer tu_e que ir al especialista.

- El profesor dijo que estu_iésemos quietos.

- Si tu_iera dinero, invertiría.

- Mi tío estu_o en Venezuela.

3. ¡Muy importante! Se escriben con v las terminaciones de adjetivos -ava, -ave, -avo; -eva, -eve, -evo; -iva, -

ivo. Se exceptúan árabe y sílaba, y sus compuestos. Ej.: octava, suave, bravo, nueva, leve, Medievo, nociva,

decisivo, árabe, mozárabe, bisílaba, trisílaba.

- El partido de mañana es decisi_o.

- Cochero es una palabra trisíla_a.

- Mañana se celebra la octa_a sesión.

- Los días festi_os son muy agradables.

- Los ára_es invadieron España.

- El payaso nue_o fue recibido con aplausos.

- Los bra_os soldados fueron condecorados.

- Los mozára_es eran cristianos entre árabes.

- La sua_e brisa rizaba las aguas.

- Un 1e_e dolor intranquilizaba al enfermo.

- La demasiada bebida es noci_a para la salud.

- La concurrencia fue masi_a.

- A la Edad Media también se le llama Medie_o.

4. Los prefijos vice-, villa-, villar- se escriben con v. Ej.: vicealmirante, Villalobos, Villarcayo.

- El _icepresidente levantó la sesión.

- En la obra triunfó la _icetip1e.

- Yo nací en _illaconejos. - Varios pueblos de España se llaman _illafría. - «Tomar las de _illadiego» es una expresión.

- E1_icea1mirante mandaba la escuadra.

- Los alumnos obedecen al _icerrector.

- Hemos veraneado en _illarcayo.

- La _icesecretaria cierra los sábados.

- En la junta se le otorgó la _icepresidencia.

- Pensaba llevar al baile un disfraz _illanesco.

- Dijo despectivo: «Es un _illano.».

Ejercicios:

1. Lee atentamente la siguiente lista de palabras. A continuación que alguien te las dicte para que las escribas en

tu cuaderno:

van – viene – ver – sirve – lavar – manivela – tranvía – levantar – divertido – estuve – vinimos – vestir – llevar –

veces – nieve – vuelta – provecho – vuelve – ventana – venir – vaca – vela – grave – grave – primavera –servilleta

– viejo

2. Escribe en tu cuaderno las palabras incompletas.

- Los ára_es invadieron España en el 711.

- Un sua_e viento oteaba el campo.

- El _icea1mirante tomó la iniciativa.

- _ete de paseo y descansa.

- El equipo ad_ersario era fuerte.

- La ad_ertencia no causó efecto.

- Pentasíla_a significa cinco sílabas.

- El nue_o fichaje satisfizo a la afición.

- Si no estu_ieras distraído, aprenderías.

- El tiempo ad_erso impidió la escalada.

- El bra_o torero puso en pie la plaza.

- La masi_a asistencia llenó el estadio.

- La ad_ersidad no detuvo al montañero.

- Los días festi_os hacemos deporte.

3. Completa los textos de la izquierda y comprueba tus aciertos en los de la derecha, ¡Suerte!

A)

-Ese perrito -prosiguió la madre- lo trajo el abuelo

de _adrid. _oso tros no os acordaréis de que tenía

una pata rota. Un día los muchachos le tiraron una

piedra y se la rompieron. El abuelo se la curó; pero

el perrito ya no pudo andar _ien. Fue un aconteci-

miento en la casa; hu_o un gran disgusto.

-Era _ueno el abuelo Juan- o_serva Clara María.

-Era muy bueno -dice el padre-. Le gusta_a también

mucho el silencio. No quería que nadie hiciese ruido

en la casa. Todo lo tenía en orden y limpio, Cuando

esta_a enfermo, en sus últimos tiempos, se ponía

muy triste si alguien deja_a algo en desorden.

-¿Estu_o muy enfermo?- dice Pedro Antonio.

-Ese perrito -prosiguió la madre- lo trajo el abuelo

de Madrid. Vosotros no os acordaréis de que tenía

una pata rota. Un día los muchachos le tiraron una

piedra y se la rompieron. El abuelo se la curó; pero

el perrito ya no pudo andar Bien. Fue un aconteci-

miento en la casa; hubo un gran disgusto.

-Era bueno el abuelo Juan -observa Clara María.

-Era muy bueno -dice el padre-. Le gustaba también

mucho el silencio. No quería que nadie hiciese ruido

en la casa. Todo lo tenía en orden y limpio. Cuando

estaba enfermo, en sus últimos tiempos, se ponía

muy triste si alguien dejaba algo en desorden.

-¿Estuvo muy enfermo?- dice Pedro Antonio.

B)

Una mujer hallá_ase sentada en el sofá del estrado.

Yo sólo distinguía sus manos _lancas. _1 cuerpo era

una sombra negra.

Quise acercarme, y _i cómo sin ruido se ponía de

pie y cómo sin ruido se aleja_a y desaparecía. Hu-

_iérala creído un fantasmal engaño de mis ojos, si al

dejar de _erla no llegase hasta mí un sollozo. Al pie

del sofá estaba caído un pañuelo perfumado de rosas

y húmedo de llanto. Lo _esé con afán. No duda_a de

que aquel fantasma ha_ía sido María Rosario.

Una mujer hallábase sentada en el sofá del estrado.

Yo sólo distinguía sus manos blancas. El cuerpo era

una sombra negra.

Quise acercarme, y ví cómo sin ruido se ponía de

pie y cómo sin ruido se alejaba y desaparecía. Hu-

biérala creído un fantasmal engaño de mis ojos, si al

dejar de verla no llegase hasta mí un sollozo. Al pie

del sofá estaba caído un pañuelo perfumado de rosas

y húmedo de llanto. Lo besé con afán. No dudaba de

que aquel fantasma había sido María Rosario.

DICTADO:

Doña María de Pacheco, esposa del valiente y avasallado jefe de los Comuneros, Juan Padilla, devota de

sus debatidas convicciones, fue severamente perseguida por los imperiales, y, disfrazada, tuvo que evadirse de

Toledo por la histórica puerta del Cambrón. Atravesando Portugal, resolvió buscar albergue en Oporto. Grabada

sobre su sepultura, reza una inscripción cuyos primeros versos dicen: «María, de alta casa derivada, de su esposo,

Padilla, vengadora,-honor del sexo, yace aquí enterrada...»

Ortografía: LECCION 5

Uso de la “V” (2)

Reglas para el uso de la “v”:

Después de leer atentamente cada regla, escribe en tu cuaderno la palabra incompleta.

1. Se escriben con v las terminaciones -viro, -vira e -ívoro, -ívora, excepto víbora. Ej.: decenviro, Elvira,

carnívoro, herbívora.

- Los animales carní_oros comen carne.

- Voy a ir de paseo con El_ira.

- La ví_ora es un reptil ofidio.

- El decen_iro romano aplacó al pueblo.

2. Se escriben con v las terminaciones -servar y -versar de los verbos. Ej.: conservar, observar, reservar,

conversar.

- El farero obser_a el horizonte marino.

- El café conser_a todo su aroma.

- No debes tergi_ersar lo que te dije.

- Los viejecitos suelen con_ersar en el parque.

3. Se escriben con v las formas de los verbos que no tienen b ni ven su infinitivo. Ej.: tuve, estuve, anduvieron,

tuviéramos, vayamos. Se exceptúan las terminaciones -ha, -bas, -bamos, -bais, -ban, del pretérito imperfecto

de indicativo, que ya estudiaste en las reglas de la b. Ej.: andaba, iban.

- Aquella noche no tu_e miedo. - Los montañeros andu_ieron perdidos por la sierra. - Estu_e estudiando hasta muy tarde.

- Juan anda_a muy atareado.

- Los enemigos tu_ieron que rendirse.

4. Se escribe v después de las letras b, d, n. Ej.: obvio, adverso, invierno.

- La in_estigación no dio resultados.

- El gobierno sub_enciona las escuelas.

- Los actos manifestaban su ob_ia intención.

- Muchos males provienen de la en_idia.

- El ad_ersario no descansa nunca.

- Este in_ierno va a se! muy frío.

5. Se escriben con v los compuestos y derivados de palabras que lleven esta letra. Ej.: prevenir, de venir;

virtuoso, de virtud; revuelta, de vuelta; contraventana, de ventana.

- En el estadio se prohibía la re_enta.

- Tras la recta, había una re_ue1ta pronunciada.

- Es mejor pre_enir que lamentar.

- Era de admirar el _irtuosismo del maestro.

- El in_idente tanteaba la acera con su bastón.

Ejercicios:

1. Lee atentamente la siguiente lista de palabras. A continuación que alguien te las dicte para que las escribas en

tu cuaderno:

cueva – curva – dividir – enviar – envolver – invierno – labor – llevar – mover – navegar – novedad – nuevo –

renovar – revuelto – valer – valor – velar – ver – verdad – vestido – vez – vida – viento – vino – virtud – volcar –

voluntad – volver – voz - vuestro

2. Escribe en tu cuaderno las palabras incompletas.

- El frigorífico conser_a los alimentos frescos.

- Aquella semana andu_imos atareados.

- El tigre obser_a_a su presa con atención.

- Al subir la cuesta, andá_amos lentamente.

- El león es un animal carní_oro.

- La re_enta de entradas es delictiva.

- El resultado del partido nos fue ad_erso.

- Ayudé al in_idente a cruzar la calle.

- Los manifestantes tu_ieron que reti_arse.

- Obser_a cómo el gato persigue al ratón.

3. Completa los textos de la izquierda y comprueba tus aciertos en los de la derecha.

A)

Desde aquel momento la tripulación se achicó: de

gigante se con_irtió en enano; desapareció el valor,

y comprendimos que era indispensa_le rendirse. La

consternación de que yo esta_a poseído desde que

reci_í en mis _razos al héroe del San Juan no me

impidió obser_ar el terri_le efecto causado en los

ánimos de todos por aquella desgracia. Como si una

repentina parálisis moral y física hu_iera in_adido la

tripulación, así se quedaron todos helados y mudos,

sin que el dolor ocasionado por la pérdida de

hom_re tan querido diera lugar al bochorno de la

rendición.

Desde aquel momento la tripulación se achicó: de

gigante se convirtió en enano; desapareció el valor,

y comprendimos que era indispensable rendirse. La

consternación de que yo estaba poseído desde que

recibí en mis brazos al héroe del San Juan no me

impidió observar el terrible efecto causado en los

ánimos de todos por aquella desgracia. Como si una

repentina parálisis moral y física hubiera invadido la

tripulación, así se quedaron todos helados y mudos,

sin que el dolor ocasionado por la pérdida de

hombre tan querido diera lugar al bochorno de la

rendición.

B)

Yo recorría un sendero orillado por floridos rosales.

Las luciérnagas brillaban al pie de los arbustos, el

aire era fragante y el más le_e soplo basta_a para

deshojar en los tallos las rosas marchitas. Yo sentía

esa _aga y romántica tristeza que encanta los ena-

moramientos ju_eniles, con la leyenda de los gran-

des y trágicos dolores que se _isten a la usanza

antigua. Considera_a la herida de mi corazón como

aquellas que no tienen cura y pensaba que de un

modo fatal decidiría mi suerte. Soñaba superar a to-

dos los amantes que en el mundo han sido, y por in-

fortunados y leales pasaron a la historia, y aun aso-

maron más de una _ez la faz lacrimosa en las

cantigas del vulgo. Desgraciadamente, quedéme sin

superarlos porque tales romanticismos nunca fueron

otra cosa que un perfume derramado sobre todos mis

amores de ju_entud. ¡Locuras gentiles y fugaces que

dura_an algunas horas, y que, sin duda por eso, me

han hecho suspirar y sonreír toda la _ida!

Yo recorría un sendero orillado por floridos rosales.

Las luciérnagas brillaban al pie de los arbustos, el

aire era fragante y el más leve soplo bastaba para

deshojar en los tallos las rosas marchitas. Yo sentía

esa vaga y romántica tristeza que encanta los ena-

moramientos juveniles, con la leyenda de los gran-

des y trágicos dolores que se visten a la usanza

antigua. Consideraba la herida de mi corazón como

aquellas que no tienen cura y pensaba que de un

modo fatal decidiría mi suerte. Soñaba superar a to-

dos los amantes que en el mundo han sido, y por in-

fortunados y leales pasaron a la historia, y aun aso-

maron más de una vez la faz lacrimosa en las

cantigas del vulgo. Desgraciadamente, quedéme sin

superados porque tales romanticismos nunca fueron

otra cosa que un perfume derramado sobre todos mis

amores de juventud. ¡Locuras gentiles y fugaces que

duraban algunas horas, y que, sin duda por eso, me

han hecho suspirar y sonreír toda la vida!

DICTADO:

Estaba reservado al impávido don Juan de Austria el triunfo naval de Lepanto, que convulsionó a España.

La flota cristiana constaba de 258 barcos, y la de los turcos, de 290 buques. La veloz y cruenta lucha enturbió de

sangre las aguas. Agotada en bombardeos la pólvora de las embarcaciones, se llegó al abordaje, y, embistiendo

con extraordinaria movilidad contra los jenízaros, se batió ventajosamente a la bayoneta sobre crujía. En

sustitución del estandarte turco, se divisaba, momentos después de la eversión, una gran cruz que pregonaba la

victoria. Los supervivientes fueron recibidos con salvas y parabienes.

Ortografía: LECCION 6

Uso de la “B” y de la “V” (Homófonas)

Definición y grupos:

Son palabras homófonas las que tienen igual sonido (horno-fonos), pero distinta grafía y distinto significado. Es el

significado el que te indicará qué letra has de emplear. ¡Atención!

Lee atentamente, escribe en tu cuaderno las palabras incompletas y comprueba tus aciertos.

Primer grupo

tubo: pieza hueca, generalmente cilíndrica. tuvo: del verbo tener.

rebelar: sublevar.

revelar: manifestar un secreto; descubrir.

hierba: planta pequeña.

hierva: del verbo hervir.

- El obrero colocó el tu_o en su sitio.

- El delantero tu_o que retrasar el balón.

- El espía no quiso re_elar el secreto.

- El estudiantado se va a re_elar.

- Esta hier_a está muy verde.

- No apagues hasta que hier_a.

Segundo grupo

cabe: del verbo caber.

cave: del verbo cavar, mover la tierra.

valla: vallado, estacada, obstáculo.

baya: fruto de ciertas plantas.

vaya: del verbo ir.

- La _aya es un fruto jugoso y carnoso.

- Di a tu hermano que _aya al colegio.

- El atleta no pudo saltar la _alla.

- Este cuadro no ca_e en el portaequipajes.

- Que el jardinero ca_e el jardín.

Tercer grupo

bello: hermoso.

vello: pelo suave del cuerpo humano, pelusilla.

bienes: hacienda, posesiones, capital, riqueza. vienes: del verbo venir.

cabo: extremo, porción de tierra que se interna en el mar, rango militar.

cavo: del verbo cavar.

- Era un hombre con mucho _ello.

- El colorido del cuadro era muy _ello.

- Si _ienes conmigo, te invito.

- Muchos de sus _ienes los heredó.

- El ca_o de Palos se adentro en el mar.

- Ya no ca-o más, estoy cansado.

- Tiene el cuerpo cubierto de _ello.

- El _ello paisaje llamaba la atención.

Cuarto grupo

basta: del verbo bastar, ser suficiente; tosca, ordinaria.

vasta: extensa, amplia, grande.

base: fundamento, apoyo.

vase: del verbo ir más pronombre.

basar: asentar sobre una base, apoyar, fundar.

bazar: tienda de variados artículos.

vasar: anaquelería para poner vasos.

- Desde la cima se divisaba una _asta llanura.

- La madera del mueble era muy _asta.

- El anciano _ase de paseo todas las tardes.

- La _ase de esta torre es poco resistente.

- Todos los vasos están en el _asar.

- Es menester _asar las sospechas en hechos.

- El _azar es una tienda bastante completa.

- El mueble era muy _asta.

- Desde la cima se divisaba un _asta valle.

Quinto grupo

grabar: esculpir, fijar: una idea en el ánimo.

gravar: cargar, imponer tributos.

combino: del verbo combinar.

convino: del verbo convenir.

botar: arrojar, saltar, echar un buque al agua.

votar: emitir el voto.

- El portero no dejó de _otar el balón.

- Nos dieron tiempo libre para _otnr en las elecciones.

- No nos con_ino irnos aquellas tardes.

- Para el cóctel, yo com_ino las bebidas.

- El grabador no podía gra_ar aquel día.

- Este impuesto va a gra_ar a pobres y a ricos.

Sexto grupo

baca: parte superior de un carruaje, donde se colocan los equipajes.

vaca: hembra del toro.

bacilo: bacteria infecciosa.

vacilo: del verbo vacilar, titubear.

bale: del verbo balar, dar balidos.

vale: del verbo valer, documento comercial.

- Las maletas van en la _aca del coche.

- La _aca no quiere entrar en el establo.

- ¿Cuánto _ale este libro?

- A mí me gusta que el cordero _ale.

- El _acilo de Koch produce la tuberculosis.

- No _acilo al tomar esta decisión.

Ejercicios:

1. Escribe en tu cuaderno las palabras incompletas.

- El tu_o era suficientemente largo.

- El reo no quiso re_e1ar el secreto.

- El acusador con_ino en perdonar al acusado.

- El _ello del rostro afeaba su figura.

- Si _ienes esta tarde, trae el libro.

- Los fines de semana ca_o el jardín.

- Este lienzo no ca_e en este marco.

- La _aya estaba muy jugosa.

- En la _oca no cabían todos los bultos.

- No _acilo al decir que te equivocas.

- Este producto no _ale ese precio.

- La tela del traje era _asta.

- La discusión no tenía _ase.

- El _asar estaba muy sucio.

2. Completa las letras que faltan en los textos de la izquierda y comprueba tus aciertos en los de la derecha.

A)

Era una noche de prima_era, silenciosa y fragante.

El aire agita_a las ramas de los árboles con blando

mo_imiento, y.la luna iluminaba por un instante la

som_ra y el misterio de los follajes. _entíase pasar

por el jardín un largo estremecimiento y luego todo

queda_a en esa amorosa paz de las noches serenas.

En el azul profundo temblaban las estrellas, y la

quietud del jardín parecía mayor que la quietud del

ci_lo. A lo lejos, el mar misterioso y ondulante

exhala_a su eterna queja. Las dormidas olas fosfo-

rescían al pasar zumbando los delfines, y una _ela

latina cruza_a el horizonte _ajo la luna pálida.

Era una noche de primavera, silenciosa y fragante.

El aire agitaba las ramas de los árboles con blando

molimiento, y la luna iluminaba por un instante la

sombra y el misterio de los follajes. Sentíase pasar

por el jardín un largo estremecimiento y luego todo

quedaba en esa amorosa paz de las noches serenas.

En el azul profundo temblaban las estrellas, y la

quietud del jardín parecía mayor que la quietud del

cielo. A lo lejos, el mar misterioso y ondulante

exhalaba su eterna queja. Las dormidas olas fosfo-

rescían al pasar zumbando los delfines, y una vela.

latina cruzaba el horizonte bajo la luna pálida.

B)

Después su_ió otro pájaro al azul de la tarde, como

un dardo de _ida. Se oyen los secos truenos de las

_izarras escopetas. No acertaron. Y el a_e se interna

so_re el mar; llega a perderse en la desolación de las

aguas; un aliento inmenso y húmedo moja sus

plumas; está rendida de huir, y no halla reposo en

las soledades. Y vuel_e. Desde lejos ve las

montañas, una tranquila ar_oleda en el a_rigo de un

barranco; el refugio de un casal campesino. Su

pasada prisión se funde en la ru_ia claridad de la

costa...

Después subió otro pájaro al azul de la tarde, como

un dardo de vida. Se oyen los secos truenos de las

bizarras escopetas. No acertaron. Y el ave se interna

sobre el mar; llega a perderse en la desolación de las

aguas; un aliento inmenso y húmedo moja sus

plumas; está rendida de huir y no halla reposo en las

soledades. Y vuelve. Desde lejos ve las montañas,

una tranquila arboleda en el abrigo de un barranco;

el refugio de un casal campesino. Su pasada prisión

se funde en la rubia claridad de la costa...

DICTADO:

El monje, obispo y después Rey, Ramiro 11 de Aragón, para precaverse de las borrascosas turbulencias,

vituperables rivalidades, diabólicos disturbios, malévolas divergencias y aviesos manejos de la Nobleza, tomó la

aprobada y bellaca providencia de decapitar en la provincia de Huesca, en 1136, a quince magnates, combinando

con sus cabezas, en bóveda subterránea, un óvalo llamado «Campana de Huesca», de cuyo centro colgaba,

convertida en badajo, la cabeza de un significado preboste. No permaneció célibe, pues dispensado Ramiro 11 de

sus votos, se casó y tuvo una hija, en la que abdicó.

Ortografía: LECCION 7

Uso de la “H”

Reglas para el uso de la “h”:

Lee atentamente cada regla. No intentes hacer los ejercicios si no entiendes la regla. ¡Despacio!

1. Se escriben con h los prefijos hidr-, hiper-, hipo-. Ej.: hidráulico, hidrógeno, hipérbole, hipócrita.

- El _idrógeno es un cuerpo simple.

- En el _ipódromo se corría una gran carrera.

- El _idroavión no pudo posarse en el agua.

- La _ipocresía es un defecto desagradable.

2. Se escriben con h todas las palabras que empiezan por el diptongo ue. Ej.: hueco, huelga, huella, huérfano,

huerto.

- La _uérfana se encontraba muy sola.

- Se partió el _ueso por dos sitios.

- Aún no ha acabado la _uelga.

- La _uerta poseía un buen regadío.

- El _uésped no quiso salir de su habitación.

3. Se escriben con h los prefijos hecto-, hepta-, hexa- y hemi- de las palabras compuestas. Ej.: hectómetro,

heptasílabo, hexágono, hemiciclo.

- El _ectómetro mide cien metros.

- Las autoridades se sentaban en el _emiciclo.

- Aquel verso era _eptasílabo.

- El _exágono es un polígono de seis lados.

4. Se escriben con h los compuestos y derivados de palabras que tienen h, excepto los derivados de hueso,

huevo, hueco, huérfano. Ej.: huelguista, horticultura; osario, óseo, osamenta, óvulo, ovario, oval, oquedad,

orfandad, orfanato.

- Aquellos huérfanos fueron acogidos en el _fanato de la ciudad.

- La _samenta del animal fue aprovechada.

- La _rfandad de los niños daba pena.

- Todos los huesos se guardaban en el _sario.

- Se introdujeron en la tienda por una _quedad.

5. Se escriben con h todas las formas de los verbos cuyo infinitivo lleva h. Ej.: haber, habitar, habituar, hablar,

hacer, halagar, hallar, helar, heredar, herir, herrar, hervir, hojear, honrar, hospedar, humillar, hundir,

hurtar.

- El aldeano no se _abituaba a la ciudad.

- Hemos sido _umillados públicamente.

- Mi padre se _ospedó en el hotel.

- Estuvimos _ojeando el libro.

- Los policías _irieron a los delincuentes.

Ejercicios:

1. Lee atentamente la siguiente lista de palabras. A continuación que alguien te las dicte para que las escribas en

tu cuaderno:

hacer – ir – echar – era – hago – han – iban – ahorrar – allí – Herodes – helado – hicieron – hablar – buhardilla –

cohesión – inhábil – bahía – vaho – rehén – truhán – vehículo – anhelo – ahuecar – dehesa – deshojar – albahaca –

almohada – higiene – hemorragia – hincar – hedor – hechicero – herencia – hermoso

2. Escribe en tu cuaderno las palabras incompletas.

- El _ipermercado no abrió aquel día.

- Miles de rosas p1agaban el _uerto.

- Un derivado de _ueco es _quedad.

- Ese día nos _spedaremos en tu casa.

- El verso de siete sílabas se llama _ptasílabo.

- E1_idroavión se posó en el agua.

- Los osos _abitan en los bosques.

- Esta noche ha _e1ado mucho.

3. Completa los textos de la izquierda y comprueba tus aciertos en los de la derecha.

A)

El maestro, don Hilario, era un castellano viejo que

se _abía empeñado en enseñarnos a _ablar y a

pronunciar _ien. Odia_a el vascuence como a un

enemigo personal, y creía que _ablar como en

_urgos o como en _iranda de _bro constituía tal

superioridad, que toda persona de _uen sentido,

antes de aprender a ganar o a vivir, de_ía aprender a

pronunciar correctamente.

A los chicos nos parecía una pretensión ridícula el

que don Hilario quisiera dar importancia a las cosas

de tierra adentro. En vez de ha_larnos del ca_o de

_uena Esperanza o del barco de Terranova, nos

habla_a de las viñas de Haro, de los trigos de

Medina del Campo. Nosotros le temíamos y le

despreciábamos al mismo tiempo.

El maestro, don Hilario, era un castellano viejo que

se había empeñado en enseñarnos a hablar y a

pronunciar bien. Odiaba el vascuence como a un

enemigo personal, y creía que hablar como en

Burgos o como en Miranda de Ebro constituía tal

superioridad, que toda persona de buen sentido,

antes de aprender a ganar o a vivir, debía aprender a

pronunciar correctamente.

A los chicos nos parecía una pretensión ridícula el

que don Hilario quisiera dar importancia a las cosas

de tierra adentro. En vez de hablarnos del cabo de

Buena Esperanza o del barco de Terranova, nos

hablaba de las viñas de Haro, de los trigos de

Medina del Campo. Nosotros le temíamos y le

despreciábamos al mismo tiempo.

B)

Mas en lo que toca al cumplimiento de las tareas que

esta_an encomendadas a su cuidado, bien puede

decirse que ningún perro le ponía el pie delante. Era

esc1a_o de sus deberes. Así que sentía en el cuello

el cascabel de caza y veía a su amo tomar la

escopeta, se le _inchaban las narices de contento y

empezaba a ladrar como un energúmeno, mani-

festando por todos los medios posibles que el de_er

no era para él una carga, antes por el contrario es-

ta_a deseando ser útil en todo lo que pudiera. Por

esta cualidad sobresaliente, y por su mara_illosa

aptitud y _abilidad para quedar _echo una estatua

delante de las perdices y para co_rarlas, aunque se

ocultasen en el centro de la tierra, se _abía captado

la estima y admiración de todos los cazadores del

contorno.

Mas en lo que toca al cumplimiento de las tareas que

estaban encomendadas a su cuidado, bien puede

decirse que ningún perro le ponía el pie delante. Era

esclavo de sus deberes. Así que sentía en el cuello el

cascabel de caza y veía a su amo tomar la escopeta,

se le hinchaban las narices de contento y empezaba

a ladrar como un energúmeno, manifestando por

todos los medios posibles que el deber no era para él

una carga, antes por el contrario estaba deseando ser

útil en todo lo que pudiera. Por esta cualidad

sobresaliente, y por su maravillosa aptitud y

habilidad para quedar hecho una estatua delante de

las perdices y para cobrarlas, aunque se ocultasen en

el centro de la tierra, se había captado la estima y

admiración de todos los cazadores del contorno.

DICTADO:

La nación africana de los almohades, henchida de orgullo al destruir el imperio de los almorávides,

acechaba con avieso ahínco a los estados cristianos, pero éstos, aviando sus refulgentes y nunca enmohecidas

moharra s, exhibieron con habilidad sus huestes, saliendo hacia el enemigo apenas le otearon. Habituados a la

lucha, rompieron las hostilidades en Sierra Morena, con empuje de huracán, y coartando los movimientos del

adversario, desahogadamente los ahuyentaron en la batalla de las Navas de Tolosa.

Ortografía: LECCION 8

Uso de la “H” (Homófonas)

Grupos:

La única forma de escribir bien palabras homófonas es fijándote en el significado. ¡Atento!

Primer Grupo

Construye una frase con cada palabra según el ejemplo.

ora: del verbo orar, rezar.

hora: parte del día.

ola: movimiento del mar.

¡hola!: interjección.

onda: ola, ondulación.

honda: profunda.

echo: del verbo echar.

hecho: del verbo hacer.

Segundo grupo

Completa las frases de abajo con la palabra que corresponda.

atajo: camino más recto

hatajo: pequeño hato de ganado

aprender: adquirir conocimiento.

aprehender: asir, prender

azar: casualidad

azahar: flor blanca

abría: del verbo abrir

habría: del verbo haber

asta: cuerno, mástil

hasta: preposición

aya: cuidadora de niños.

haya: del verbo haber; árbol

ojear: dirigir los ojos, mirar.

hojear: pasar hojas.

- Hubiéramos llegado antes por el ________.

- El jefe mandó ________ al caco.

- Lo encontré por puro ________.

- La puerta no ________ bien.

- El ________ del toro era afilada.

- El ________ se encargaba del bebé.

- Estuvimos ________ la orilla del río.

Tercer grupo

ice: de izar, levantar.

hice: del verbo hacer.

yerro: error, equivocación.

hierro: metal.

uso: de usar, costumbre.

huso: utensilio para hilar.

desecho: de desechar, desperdiciar.

deshecho: de deshacer.

Escribe en tu cuaderno las palabras incompletas.

- Ordena al soldado que _ce la bandera.

- Ayer _ce mal en venir.

- El _erro es un metal duro.

- Cualquier _erro tiene solución.

- Hizo _so indebido del permiso.

- Sin el _so es difícil hilar.

- La tempestad ha des_echo el dique.

- Des_cho toda solución fácil.

Cuarto grupo

¡Atención! Estas palabras son muy usuales y el saber escribirlas te evitará muchas faltas.

ha: del verbo haber. Ej.: Luis ha llegado en el tren.

a: preposición. Ej.: Este verano iremos a la playa.

¡ah!: interjección. Ej.: ¡Ah! ¡Qué sorpresa!

Completa estas frases.

- Vamos _ jugar.

- El perro _ quedado cojo.

- Mi primo _ de venir hoy.

- A ver si vienes _ mi casa.

- Hoy _ venido mi hermano.

- Al enterarse dijo: ¡_!

- Me voy _ Sevilla.

- El señor _ salido.

- ¡V amos _ ver!

Quinto grupo

Igualmente es muy importante que sepas bien estas tres palabras. Son muy usuales.

ahí: adverbio de lugar. Ej.: Ahí no está.

¡ay!: interjección. Ej.: ¡Ay de mí!

hay: verbo haber. Ej.: Hay mucha gente.

Completa estas frases en tu cuaderno.

- Quédate quieto _.

- Aquí _ muchos árboles.

- ¡_ qué miedo!

- Aquí no _ nada que hacer.

- ¡_ de nosotros si perdemos!

- Si quieres puedes sentarte _.

- ¡_ qué guapa estás!

- No dejes los guantes _.

- _ que estudiar la lección.

- Aquí _ opiniones para todos los gustos.

Sexto grupo

Conviene que sepas que existen una serie de palabras cuya escritura es admitida por la Academia de la Lengua

con h o sin ella. Léelas y tenlo en cuenta.

alhelí alelí

buhardilla buardilla

desharrapado desarrapado

harmonía armonía

harpa arpa

harpía arpía

hiedra yedra

hierba yerba

hurraca urraca

sabihondo sabiondo

Copia en tu cuaderno la forma que te parezca más usual.

Séptimo grupo

Igualmente conviene que sepas que un grupo de interjecciones muy usuales se escriben con h. ¡Apréndelas!

¡ah! ¡eh! ¡oh! ¡hala!

¡bah! ¡hola! ¡huy!

Copia dichas interjecciones en tu cuaderno y construye tres frases con ellas.

Ejercicios:

1. Escribe en tu cuaderno las palabras incompletas.

- En el café siempre _cho azúcar.

- En principio, no des_cho la duda.

- No hay _tajo sin trabajo.

- Si _bría la puerta, hacía frío.

- Mi hermana no ha _cho la tarea.

- Aún no he des_echo la madeja.

- ¡_ de mí!, dijo al caerse.

- En aquella parte la piscina era _onda.

- El aroma del aza_r era penetrante.

2. Escribe las letras que faltan en los textos de la izquierda y comprueba tus aciertos en los de la derecha.

A)

Oyó el ruido de los pasos de los _ombres en la ace-

ra. Esperó a que dejaran de oírse, y cuando esta_a

dispuesto a salir, bajó una mujer vieja al zaguán y

_chó la llave y el cerrojo de la puerta.

Martín se quedó encerrado. Vol_ieron a oírse los

pasos de los que le perseguían.

«No se van», pensó.

Efectivamente, no sólo no se fueron, sino que lla-

maron en la casa con dos aldabonazos.

Apareció de nuevo la vieja con un farol y se puso al

_abla con los de fuera sin _brir.

-¿_a entrado aquí algún _ombre?- preguntó uno de

los perseguidores.

Oyó el ruido de los pasos de los hombres en la ace-

ra. Esperó a 'que dejaran de oírse, y cuando estaba

dispuesto a salir, bajó una mujer vieja al zaguán y

echó la llave y el cerrojo de la puerta.

Martín se quedó encerrado. Volvieron a oírse los

pasos de los que le perseguían.

«No se van», pensó.

Efectivamente, no sólo no se fueron, sino que lla-

maron en la casa con dos aldabonazos.

Apareció de nuevo la vieja con un farol y se puso al

habla con los de fuera sin abrir.

-¿Ha entrado aquí algún hombre?- preguntó uno de

los perseguidores.

B)

I_an aprisa, con ganas de _er el río. Cruzaron la

carretera y continua_an por un camino perpen-

dicular. Dijo Mely:

-¿Está lejos?

-Aquellos árboles, ¿no ves?

Asomaban enfrente las puntas de las copas. Debía

de _aber un brusco desnivel, cortado sobre el cauce

y la arboleda.

-¿Es grande?

-Ya lo _erás.

No llegaron a verlo _asta que no alcanzaban el

borde del ribazo. Apareció de pronto. Casi no pa-

re_ía que _abía río; el agua era también de aquel

color, que continua_a de una parte a otra, sin alte-

rarse por el curso, como si aquella misma tierra co-

rriese líquida en el río.

Iban aprisa, con ganas de ver el río. Cruzaron la

carretera y continuaban por un camino perpen-

dicular. Dijo Mely:

-¿Está lejos?

- Aquellos árboles, ¿no ves?

Asomaban enfrente las puntas de las copas. Debía

de Haber un brusco desnivel, cortado sobre el cauce

y la arboleda.

-¿Es grande?

- Ya lo verás.

No llegaron a verlo hasta que no alcanzaban el

borde del ribazo. Apareció de pronto. Casi no pa-

recía que había río; el agua era también de aquel

color, que continuaba de una parte a otra, sin alte-

rarse por el curso, como si aquella misma tierra co-

rriese líquida en el río.

DICTADO:

Un himno en loor del héroe portugués Duarte Almeida, que en la ínclita batalla de Toro, desorbitados sus

ojos y horadada su enjuta carne, asido tenazmente a la inhiesta bandera, la defendió con las fuerzas exhaustas.

Herido primeramente, cortados ambos brazos después, en el espantoso y caótico desorden del combate, con los

dientes, prohibió al enemigo que le arrancara la honrosa insignia hasta haber exhalado el último hálito de su

existencia en aras de la Patria.

Ortografía: LECCION 9

Uso de la “G”

Reglas para el uso de la “g”:

El uso de g o j antes de a, o, u no ofrece dificultad. La dificultad surge cuando el sonido “g-j” precede a “e” o “i”.

Lee atentamente cada regla y, una vez comprendida, comienza los ejercicios.

1. Se escribe con g el prefijo geo- de las palabras compuestas. Ej.: geografía, geometría, geodesia, geología.

- Los _eógrafos estudian la descripción de la Tierra.

- La _eometría es parte de la matemática.

- En esta ciudad hay un congreso de _eólogos.

- Nos reunimos en la Facultad de _eología.

2. Se escribe con g la terminación -gen de los nombres. Ej.: origen, margen, aborigen.

- Por fin, encontramos el ori_en del problema.

- Abori_en significa originario de donde se vive.

- Al escribir, hay que dejar un mar_en suficiente.

- Los aborí_enes nos impidieron desembarcar.

- Aún hay pueblos mar_inados.

3. ¡Atención, muy importante! La g con la e y la i tiene sonido gutural fuerte. Ej.: gente, gigante.

Para representar ese mismo sonido suave, se coloca una u muda entre la “g” y la “e” o “i”. Ej.: guerra, guisar.

Cuando se quiere que suene esa u intermedia, se ponen dos puntos (diéresis) sobre la u. Ej.: cigüeña, pingüino.

- El _igante no se quiso rendir.

- Aún no ha terminado la _erra.

- La ci_eña retornó a su nido de la torre.

- Mi ami_o se encuentra enfermo.

- Este coche es muy anti_uo.

- Toda la _ente se dirige al fútbol.

- Saber _isar es muy conveniente.

4. Se escriben con g las terminaciones -gélico, -genario, -géneo, -génico, -genio, -génito, -gesima_ -gésimo y

-gético y sus plurales y femeninos. Ej.: angélico, sexagenario, homogéneo, fotogénico, ingenio, primogénito,

cuadragesimal, vigésimo, apologético.

- Mi hermana es muy foto_énica.

- Luis es el primo_énito de la familia.

- Con in_enio se resuelven los problemas.

- Aquel hombre llegó a sexa_enario.

- El ciclista ocupa el puesto vi_ésimo de la general.

5. Se escriben con g las terminaciones en -gia, -gio, -gión, -gional, -gionario, -gioso y -gírico. Ej.: magia, regia,

frigia, demagogia, liturgia, litigio, religión, regional, legionario, prodigioso, panegírico.

- La comitiva re_ia entró en palacio.

- El liti_io fue resuelto por el juez.

- Los le_ionarios lucharon hasta el fin.

- La actuación del tenor fue prodi_iosa.

- Como por arte de ma_ia, comenzó a nevar.

6. Se escriben con g las terminaciones -ger y -gir de los infinitivos. Ej.: proteger, escoger, recoger; fin,. gir,

corregir, dirigir. Se exceptúan tejer y crujir y sus compuestos.

- El prisionero fin_ió estar enfermo.

- El cru_ido de la rama atemorizó al fugitivo.

- El profesor corre_ía con precisión.

- Te_er y deste_er son acciones contrarias.

- Piensa y esco_e bien.

- La gallina prote_ía a sus polluelos.

- Los braceros reco_en la aceituna.

Ejercicios:

1. Lee atentamente la siguiente lista de palabras. A continuación que alguien te las dicte para que las escribas en

tu cuaderno:

coger – gente – cogido – gemelo – gentil – gigante – género – diligente – elogiar – gente – higiene – registrar –

elegir – general – girar – prodigio – agitar – ágil – agitación – álgebra – diligencia – corregir – refugio – genio –

vigilar – agente – gemir – generoso – inteligencia – regir – plagio

2. Escribe en tu cuaderno las palabras incompletas.

- La ma_ia del ma_go embobaba a los asistentes.

- Se atascó el desa_e del baño.

- La anti_ua estación fue demolida.

- La ce_era es una enfermedad.

- Juan es el primo_énito de esa familia.

- Ni siquiera pudo fin_ir enfermedad.

- Su actitud era muy ambi_a.

- El gitano te_ia una cesta de mimbre.

- La ci_eña ya ha regresado a la torre.

- El ori_en del problema es muy antiguo.

- El enfermo fin_ia su enfermedad.

- Es tradiciona11a va1entia de los 1e_ionarios.

- Es dificil corre_ir con imparcialidad.

- Los pin_inos visten con elegancia.

- Es oportuno distin_ir el bien del mal.

- El puente cru_ia peligrosamente.

- Hay que saber ele_ir.

3. Completa los textos de la izquierda y comprueba tus aciertos en los de la derecha.

A)

Yo, todavía en este tiempo, era demasiado pequeño

para corretear por el puerto, subir a las gabarras y a

los lanchones. Sin embar_o, entra_a en los barcos

con los compañeros de clases, ju_aba en el arenal de

la Concha, _aciendo pequeños estanques en la arena,

y me _ustaba enterrar al_unas cosas sin valor en

cualquier a_ujero y mirar cinco o seis días después

si se_uían allí. También solíamos ir a un almacén de

la plaza de Lasala, en donde _abía sacos de azúcar

terciada, y comíamos de este azúcar a puñados, o

por lo menos nos _acíamos esta ilusión.

Yo, todavía en este tiempo, era demasiado pequeño

para corretear por el puerto, subir a las gabarras y a

los lanchones. Sin embargo, entraba en los barcos

con los compañeros de clases, jugaba en el arenal de

la Concha, haciendo pequeños estanques en la arena,

y me gustaba enterrar algunas cosas sin valor en

cualquier agujero y mirar cinco o seis días después

si seguían allí. También solíamos ir a un almacén de

la plaza de Lasala, en donde había sacos de azúcar

terciada, y comíamos de este azúcar a puñados, o

por lo menos nos nacíamos esta ilusión.

B)

A la derecha y casi a plomo del balcón, el principio

de un corral que se_uía fachada aba_o y daba vuelta

en án_ulo recto hacia la otra, lo mismo que el

cobertizo que le cercaba por el lado del río, y estaba

destinado, por las muestras visibles, a cuadras,

leñeras y pa_ares. Por estorbo de estos te_adillos y

de la lar_a línea de fachada de la casona, sólo se

alcanzaba a ver, por la derecha, una estrecha fa_a de

terreno cultivado, paralela al río y perteneciente al

valle, que, se_ún todas las trazas, se extendía hacia

aquella parte, es decir, a la derecha del río. Ya todo

esto, el patio y sus te_ados, y el terreno de afuera, y

las zarzas, y los helechos, y la baranda del balcón;

en fin, cuanto se veía o se palpaba desde mi

observatorio, húmedo, reluciente y _oteando.

A la derecha y casi a plomo del balcón, el principio

de un corral que seguía fachada abajo y daba vuelta

en ángulo recto hacia la otra, lo mismo que el

cobertizo que le cercaba por el lado del río, y estaba

destinado, por las muestras visibles, a cuadras,

leñeras y pajares. Por estorbo de estos tejadillos y de

la larga línea de fachada de la casona, sólo se

alcanzaba a ver, por la derecha, una estrecha faja de

terreno cultivado, paralela al río y perteneciente al

valle, que, según todas las trazas, se extendía hacia

aquella parte, es decir, a la derecha del río. Y a todo

esto, el patio y sus tejados, y el terreno de afuera, y

las zarzas, y los helechos, y la baranda del balcón;

en fin, cuanto se veía o se palpaba desde mi

observatorio, húmedo, reluciente y goteando.

DICTADO:

San Ignacio de Loyola, de noble linaje, se dedicó a las armas. Tomó parte en la ejemplar y legítima

defensa que en Pamplona hicieron los indígenas, con valeroso empuje, contra los franceses, y en la que una bala

de los fugitivos extranjeros vino a agujerear la pierna de Ignacio. Durante su larga convalecencia, la sigilosa

lectura de la vida de los Santos le llegó a causar tan honda impresión, que decidió servir a Dios por entero y, a la

edad de treinta y tres años, empezó a estudiar para sacerdote.

Ortografía: LECCION 10

Uso de la “J”

Reglas para el uso de la “j”:

El uso de la j delante de a, o, u no ofrece dificultad. La dificultad surge cuando el sonido j precede a e o i.

Lee atentamente cada regla y, una vez comprendida, resuelve los ejercicios correspondientes.

1. Se escribe con j la terminación -jería. Ej.: cerrajería, conserjería, relojería.

- La cerra_ería ya estaba cerrada.

- Dejé el reloj en la re1o_ería.

- Recoge el mensaje en conser_ería.

2. Se escriben con j los tiempos de los verbos cuyo infinitivo lleva esa letra. Ej.: cruje, de crujir; trabaje, de

trabajar; ejecute, de ejecutar.

- Dicen que traba_emos con entusiasmo.

- La pobre vieja tra_ina demasiado.

- Los dos ejércitos can_earon prisioneros.

- El puente cru_ía en demasía.

- Dibu_ábamos un hermoso paisaje.

3. Se escriben con j las palabras derivadas de otras que llevan j. Ej.: cajita, de caja; herejía, de hereje; lisonjear,

de lisonja; cojear, de cojo.

- Aquel hombre era muy ba_o.

- El defecto del pie le obligaba a co_ear.

- Desconfía del excesivamente lison_ero.

- Guardo mis alhajas en una ca_ita.

4. Se escribe j en las formas verbales con sonido je, ji, si los infinitivos correspondientes no llevan g ni j.

Ej.: distrajimos, de distraer; dedujimos, de deducir; dijimos, de decir; tradujimos, de traducir; trajimos, de

traer.

- Me distra_e viendo pasar los trenes.

- Tra_isteis poca merienda para tantos.

- Di_iste que no te molestáramos.

- Luis dedu_o una solución falsa.

- Nosotros no di_imos inconveniencias.

- Todos tra_imos un regalo.

- La primavera tra_o el buen tiempo.

Ejercicios:

1. Lee atentamente la siguiente lista de palabras. A continuación que alguien te las dicte para que las escribas en

tu cuaderno:

jugar – viajes – dejar – cerrajero – viejecito – viajeros – cojo – ajedrez – mujer – empuje – extranjero – tejido –

extrajeron – traje – jefe – aduje – viajero – ajeno – condujimos – equipaje – jergón – perejil – carruaje – jícara –

vejiga – crujir – paisaje – ejercer – tejer – sujeto – bujía

2. Escribe en tu cuaderno las palabras incompletas.

- El _uez pidió al testi_o que di_ese la verdad.

- El señor ba_ito co_ea bastante.

- Al lle_ar, la cerra_ería estaba cerrada.

- Ca_ita es un diminutivo de ca_a.

- Hoy me distra_e en clase de _eografía.

- En el cole_io dibu_amos todos los días.

- Obli_aron al ca_ero a entregar el dinero.

- Dedu_e que dormías, por la luz apa_ada.

- Aún no habían abierto la relo_ería.

- El payaso lison_eaba al gi_ante.

- Me distra_e viendo la película.

- El co_o no disimula su co_era.

- El profesor de _eografía dibu_a mapas.

- El cerra_ero arregla cerro_os.

- El artista co_eaba aparatosamente.

- La relo_ería estaba cerrada.

3. Completa los textos de la izquierda y comprueba tus aciertos en los de la derecha.

A)

Yo creo que cuando nací ya esta_a en casa el Ford

color _erde de aceituna. Por las tardes de _erano, en

medio del patio, Emilio -que era el chófer- 1o la_aba

con una espon_a y una _amuza de esas que cuando

se mo_an brillan y están muy sua_es, y cuando están

secas se ponen duras como un cartón. La a_uela

también ayudaba a la_arlo, porque quería que

tu_iese mucho _rillo. Y cuando ya estaba limpio y

seco, quedaba en el centro del patio, brillante como

un _aspe, dándole el sol en el para_risas con muchos

refle_os, y en el tapón del motor, que era una mu_er

con alas, niquelada, que mi tío llama_a Victoria, y

decía que era de Samotracia, que es un pueblo de los

que ya no están en el mapa.

Yo creo que cuando nací ya estaba en casa el Ford

color verde de aceituna. Por las tardes de verano, en

medio del patio, Emilio -que era el chófer- lo lavaba

con una esponja y una gamuza de esas que cuando

se mojan brillan y están muy suaves, y cuando están

secas se ponen duras como un cartón. La abuela

también ayudaba a la_arlo, porque quería que

tuviese mucho brillo. Y cuando ya estaba limpio y

seco, quedaba en el centro del patio, brillante como

un jaspe, dándole el sol en el parabrisas con muchos

reflejos, y en el tapón del motor, que era una mujer

con alas, niquelada, que mi tío llamaba Victoria, y

decía que era de Samotracia, que es un pueblo de los

que ya no están en el mapa.

B)

Y con el agua se desató el _iento y, por la noche,

ululaba lú_ubremente batiendo los tesos. El bramido

del huracán descorazonaba al niño. Se le anto_aba

que los muertos del pequeño camposanto,

conducidos por la abuela Iluminada y el abuelo Ro-

mán, y las liebres y los zorros y los tejos, los pá_a-

ros abatidos por Matías Celemín, el Furti_o, con-

fluían en manada sobre el pueblo para exi_ir cuen-

tas. Pero esta _ez el viento se limitó a desparramar

la gran nu_e sobre la cuenca y amainó. Era una nube

densa, plomiza, como barri_a de topo, que durante

tres días con tres noches descar_ó sobre el término.

Y con el agua se desató el viento y, por la noche,

ululaba lúgubremente batiendo los tesos. El bramido

del huracán descorazonaba al niño. Se le antojaba

que los muertos del pequeño camposanto,

conducidos por la abuela Iluminada y el abuelo Ro-

mán, y las liebres y los zorros y los tejos, los pájaros

abatidos por Matías Celemín, el Furtivo, confluían

en manada sobre el pueblo para eximir cuentas. Pero

esta vez el viento se limitó a desparramar la gran

nube sobre la cuenca y amainó. Era una nube densa,

plomiza, como barriga de topo, que durante tres días

con tres noches descargó sobre el término.

DICTADO:

Nadie hubiera podido conjeturar que el Domingo de Ramos, 19 de abril de 1886, se escribiría una página

sangrienta en la misma Catedral de Madrid. Galeote, el enajenado presbítero de subversivo carácter, cejijunto el

rostro y enrojecidas las mejillas, se colocó vigilante, en escogido y estratégico lugar, y sin que adujese motivo

alguno, imbuido y aguijoneado por enigmáticas razones, asesinó de tres tiros de revólver al casi sexagenario

Narciso Martínez Izquierdo, primer obispo de Madrid, al que acompañaba su paje.

Ortografía: LECCION 11

Uso de la “I” y de la “Y”

Reglas para el uso de la “i” y de la “y”:

El uso de las letras i - y apenas ofrece dificultad. No obstante, conviene que sepas algunas reglas para solucionar

las dudas que se te puedan presentar.

Después de leer atentamente cada regla, escribe en tu cuaderno la palabra incompleta.

1. Al principio de palabra se escribe i cuando va seguida de consonante, e y cuando va seguida de

vocal. Ej.: Ignacio, ilustrísimo, Isabel, invierno; yacimiento, yate, yegua, yema.

- El _ugo uncía la pareja de bueyes.

- Este clima es muy _nsano.

- En _nvierno suele llover mucho.

- El _a cimiento de pe_róleo parecía grande.

- _gnacio e _sabel van de paseo.

- El herrero martillea en el _unque.

- En el puerto descansaban lujosos _ates.

- El caballo y la _egua pacían en el prado.

2. Al final de palabra se escribe i si esta letra va acentuada, e y si esta letra no va acentuada. Ej.: oí, reí, leí,

comprendí; hoy, rey, ley, convoy.

- La le_ obliga a todos los ciudadanos.

- Comprend_a finalidad del convo_.

- Ho_ hemos visto al re_ en el desfile.

- En el viaje le_ una novela.

- El re_ refrendó la le_.

- Ayer aprend_ mucho en clase.

3. Se escriben con y los plurales de las palabras que en singular terminan en y. Ej.: leyes, reyes, convoyes,

bueyes.

- Todas las le_es han de cumplirse.

- En la feria compré una pareja de bue_es. Me sé algunos re_es godos.

- Los a_es del moribundo se oían desde lejos.

4. La conjunción y se escribe en todos los casos y. Ej.: Juan y María, cielo y tierra, éste y aquél.

- Los perros _ los gatos no suelen ser amigos.

- El mar _ la montaña se juntan en el horizonte.

- Juan _ Pedro han ido de excursión.

5. Se escribe y en los tiempos de los verbos en que figura este sonido, si los infinitivos correspondientes no

tienen ni y ni 11. Ej.: poseyendo, de poseer; rectuyó, de recluir; cayóse, de caer; vayamos, de ir; oyen, de oír.

- El caudal del río estaba disminu_endo.

- Le hemos dicho que se ca_e.

- Estuvimos constru_endo una cabaña.

- El ciervo se ca_ó por el barranco.

- El rey Carlos I se reclu_ó en un monasterio.

6. Se escribe y en la sílaba “yec”. Ej.: proyectar, inyectar, proyección, inyección.

- Nos gustó mucho el pro_ecto del chalé.

- El practicante vino a poner la in_ección.

- Pro_ectábamos un viaje a fin de curso.

Ejercicios:

1. Lee atentamente la siguiente lista de palabras. A continuación que alguien te las dicte para que las escribas en

tu cuaderno:

ya – yo – allí – llevar – mayor – desayunar – llegar – muy – ellos – ayudar – suyo – y – inyecciones – desmaya –

leyendo – pillar – bueyes – gitanilla – oye – arroyo – cayeron – desarrollar – escabulle – escayolar – estoy –

ladrillos – Magallanes – yendo – yeso

2. Escribe en tu cuaderno las palabras incompletas.

- Se ha estropeado el pro_ector de cine.

- El cirujano usa el bistur_ con precisión.

- Juana e _sabel salieron con sus amigas.

- El enfermo se reclu_ó en su habitación.

- El secretario le_ó el párrafo de la le_.

- El _acimiento de oro era prometedor.

- El plural de bue_ es bue_es.

- El orador conclu_ó su discurso.

- El objeto ca_ó desde el balcón a la ca_e.

3. Completa los textos de la izquierda y comprueba tus aciertos en los de la derecha.

A)

Desde entonces dicen que, cuando _ega la noche de

Difuntos, se o_e doblar sola la campana de la

capi_a, y que las ánimas de los muertos, envueltas

en jirones de sus sudarios, corren como en una ca-

cería fantástica por entre las breñas y los zarzales.

Los ciervos braman espantados, los lobos aúllan, las

culebras dan horrorosos silbidos, y al otro día se han

_isto impresas las _uellas de los descarnados pies de

los esqueletos. Por eso en Soria le _amamos el

monte de las Animas, y por eso _e querido salir de

él antes que cierre la noche.

La relación de A1onso conc1u_ó justamente cuando

los dos _óvenes llegaban al extremo del puente que

da paso a la ciudad por aque1 1ado. Allí esperarían

al resto de la comitiva, la cual, después de in-

corporárse1e los dos jinetes, se perdió por entre las

estrechas y oscuras ca_es de Soria.

Desde entonces dicen que, cuando llega la noche de

Difuntos, se oye doblar sola la campana de la

capilla, y que las ánimas de los muertos, envueltas

en jirones de sus sudarios, corren como en una ca-

cería fantástica por entre las breñas y los zarzales.

Los ciervos braman espantados, los lobos aúllan, las

culebras dan horrorosos silbidos, y al otro día se han

visto impresas las huellas de los descarnados pies de

los esqueletos. Por eso en Soria le llamamos el

monte de las Animas, y por eso he querido salir de

él antes que cierre la noche.

La relación de Alonso concluyó justamente cuando

los dos jóvenes llegaban al extremo del puente que

da paso a la ciudad por aquel lado. Allí esperarían al

resto de la comitiva, la cual, después de in-

corporársele los dos jinetes, se perdió por entre las

estrechas y oscuras calles de Soria.

B)

-Perdone usted.

-No ha_ de qué.

-Si usted me permite, vo_ a poner la maleta en la

re_illa.

-Con mucho gusto.

-Mamá, aquí ha_ un asiento; no _an más que dos. -

¡Qué frío _ace!

-Regular.

-Amparito, estate en la _entanilla por si viene el tío

Antonio.

-No, mamá; le di_e ya anoche que no _iniera a la

estación.

-Poca _ente.

-Regular.

-Perdone usted.

-No hay de qué.

-Si usted me permite, voy a poner la maleta en la

rejilla.

-Con mucho gusto.

-Mamá, aquí hay un asiento; no van más que dos. -

¡Qué frío hace!

-Regular.

-Amparito, estate en la ventanilla por si viene el tío

Antonio.

-No, mamá; le dije ya anoche que no viniera a la

estación.

- Poca gente.

- Regular.

DICTADO:

El religioso agustino Martín Lutero, promovedor del cisma protestante en Alemania, armó gran batahola

entre los creyentes, exhortándoles a combatir esencialmente los votos monásticos, el celibato de los sacerdotes, el

Purgatorio, el dogma de la transustanciación del pan y del vino y la Comunión bajo una sola especie. Tradujo la

Biblia en lengua vulgar. Murió en 1546. De aquí salieron las iglesias protestantes. La Iglesia condenó dichas

doctrinas en el Concilio de Trento y excomulgó a los adictos.

Ortografía: LECCION 12

Uso de la “M” y de la “N”

Reglas para el uso de la “m” y de la “n”:

Después de leer atentamente cada regla, escribe en tu cuaderno la palabra incompleta.

1. Se escribe m y no n antes de b y p. Ej.: ambiguo, imperio, trampa, cambiar, compás.

- El futbolista aso_braba con sus pases.

- Las tro_pas son descubiertas tarde o temprano.

- Los me_brillos huelen muy bien.

- No por mucho madrugar amanece más te_prano.

- El toque de las ca_panas anunciaba la fiesta.

2. La m suele preceder a la n en palabras simples. Ej.: columna, gimnasia, indemne, himno, alumno.

- Hoy tenemos clase de gi_nasia.

- El piloto salió inde_ne del accidente.

- Los alu_nos de bachillerato festejaron a su patrono.

- Colu_nas dóricas adornaban la entrada.

3. Se escribe m final en algunas palabras procedentes de otros idiomas. Ej.: álbum, ídem, vademécum,

currículum.

- La palabro íde_ significa «el mismo» o «1o mismo».

- Necesito un álbu_ para coleccionar fotos.

- Un vademécu_ es un libro de poco tamaño.

- Es preciso presentar un currículu_.

4. El prefijo in- se convierte en im- antes de b y p (Ej.: imborrable, imposible), en ir- si la palabra a la que

precede empieza por “r” (Ej.: irrepetible, irreal), o pierde la n delante de 1 (Ej.: ilegal, ileso, ilícito).

- Parece i_posib1e superar este obstáculo.

- El atleta salió _1eso de la caída.

- La hazaña del ciclista parece i_epetible.

- Lo que cuentas se me antoja _real.

- Este púgil es i_batible de momento.

Ejercicios:

1. Lee atentamente la siguiente lista de palabras. A continuación que alguien te las dicte para que las escribas en

tu cuaderno:

empezar – gimnasia – instrucción – monstruo – enfermo – limpiar – enfermedades – microbios – sin embargo –

inventar – hombre – zambomba – conveniente - construir

2. Escribe en tu cuaderno las palabras incompletas.

- El tenista tuvo una actuación i_egular.

- Es _lícito pretender esa injusticia.

- Debe i_portarte el criterio de los demás.

- El artista ha adquirido fama i_borrable.

- Los alu_nos repasaban las lecciones.

- El hi_no se cantó en el acto inaugural.

- Aún es te_prano para salir a cazar.

- La gi_nasia es muy conveniente.

- Las ca_panas anunciaban la alegría de la fiesta.

- El equilibrista salió inde_ne de su caída.

- Aquel negocio era _legal.

- El piloto salió _leso del accidente.

- El cazador colocaba tra_pas en el bosque.

- La abuela tiene un álbu_ de fotos.

3. Escribe las letras que faltan en los textos de la izquierda y comprueba tus aciertos en los de la derecha.

A)

Las lanchas atracaban difícilmente; pero a pesar de

esto, una vez transbordados los heridos, el e_barque

fue fácil, porque los marineros se precipitaban en

ellas deslizándose por una cuerda o arrojándose de

un salto. Muchos se _charon al agua para al-

canzarlas a nado. Por mi imaginación cruzó como

un problema terrible la idea de cuál de aquellos dos

procedimientos e_plearía para salvarme. No había

tie_po que perder, porque el Rayo se desbarata_a;

casi toda la popa estaba _undida, y los estallidos de

los baos y de las cuadernas medio podridas

anunciaban que bien pronto aquella mole iba a de_ar

de ser un barco. Todos corrían con presteza hacia las

lanchas, y la balandra, que se mantenía a cierta

distancia maniobrando con ha_ilidad para resistir la

mar, les recogía.

Las lanchas atracaban difícilmente; pero a pesar de

esto, una vez transbordados los heridos, el embarque

fue fácil, porque los marineros se precipitaban en

ellas deslizándose por una cuerda o arrojándose de

un salto. Muchos se echaron al agua para alcanzarlas

a nado. Por mi imaginación cruzó como un

problema terrible la idea de cuál de aquellos dos

procedimientos emplearía para salvarme. No había

tiempo que perder, porque el Rayo se desbarataba;

casi toda la popa estaba hundida, y los estallidos de

los baos y de las cuadernas medio podridas

anunciaban que bien pronto aquella mole iba a dejar

de ser un barco. Todos corrían con presteza hacia las

lanchas, y la balandra, que se mantenía a cierta

distancia maniobrando con habilidad para resistir la

mar, les recogía.

B)

A la salida de la escuela le pregunté:

-¿Qué le _as dicho a la maestra?

Ivo me miró de través y vi rela_paguear sus ojos

azules.

-Le hablé del árbol de oro.

Sentí una gran curiosidad.

-¿Qué ár_ol?

Hacía frío y el camino estaba húmedo, con grandes

charcos que brilla_an al sol pálido de la tarde.

Ivo e_pezó a chapotear en ellos, son_iendo con

misterio.

-Si no se 1o cuentas a nadie...

- Te 1o _uro, que a nadie se lo diré.

Entonces Ivo me explicó:

- Veo un árbol de oro. Un árbol co_pletamente de

oro: ramas, tronco, hojas... ¿sabes?

A la salida de la escuela le pregunté:

-¿Qué le las dicho a la maestra?

Ivo me miró de través y vi relampaguear sus ojos

azules.

- Le hablé del árbol de oro.

Sentí una gran curiosidad. -¿Qué árbol?

Hacía frío y el camino estaba húmedo, con grandes

charcos que brillaban al sol pálido de la tarde. Ivo

empezó a chapotear en ellos, sonriendo con

misterio.

-Si no se lo cuentas a nadie...

- Te lo juro, que a nadie se lo diré.

Entonces Ivo me explicó:

- Veo un árbol de oro. Un árbol completamente de

oro: ramas, tronco, hojas... ¿sabes?

DICTADO:

Alfonso XI fue sucedido por su hijo Pedro 1, llamado el Cruel; pero el bastardo Enrique, escudado en su

esclarecida procedencia, le disputó, exasperado, la Corona, y en los aireados campos de Montiel, la malicia del

subvencionado caudillo Duguesclín vio el modo expeditivo de enfrentarlos. Como una exhalación, excitados, se

fueron a las manos Pedro y Enrique, ansiosos de exterminarse. Como aquél era más forzudo y de mejor salud,

cayó con estrépito encima de Enrique, que yacía estrujado, medio descoyuntado, asfixiado y con las fuerzas

exhaustas.

Ortografía: LECCION 13

Uso de la “R” y de la “RR”

Reglas para el uso de la “r” y de la “rr”:

Las reglas de la r y de la rr son pocas, pero importantes, pues son muchas las palabras que se escriben con estas

letras. ¡Presta atención!

Después de leer atentamente cada regla, escribe en tu cuaderno la palabra incompleta.

1. En general, el sonido fuerte se escribe con rr y el sonido suave con r. Al final de palabra se escribe r.

Ej.: barril, carro, perro, parra, cerro, cerrojo, arroyo; cara, pereza, perla, olivar, placer, amor, carecer.

- El pe_o del gitano caminaba debajo del ca_o.

- La cerveza del ba_il estaba fresca.

- Pobreza es ca_ecer de 1o indispensable.

- Hoy caza_emos en el oliva_ grande.

- El amo_ hace olvida_ las penas.

- El ce_ojo de la puerta chi_iaba.

- La pa_a trepaba por la pa_ed.

2. Aunque el sonido sea fuerte, se escribe una sola r al principio de palabra y cuando va precedida de 1, n, s.

Ej.: razón, regla, risco, rumor, rosa; honra, israelita, alrededor, enriquecer.

- Los is_aelitas atacaron en varios frentes.

- La hon_adez es privilegio de pocos.

- A1_ededor de la casa crecían matas de _osa1es.

- No trates de en_iquecerte a costa del prójimo.

- El _umor del crimen se extendió con _apidez.

- Nadie suele tener toda la _azón.

3. Se escribe” rr” siempre que vaya entre dos vocales, aunque sea una palabra compuesta cuya simple lleve una

sola “r”. Ej.: contrarréplica, autorretrato, grecorromano, vicerrector, radiorreceptor.

- La contra_ép1ica no se hizo esperar.

- El auto_etrato es tema común en pintura.

- La lucha greco_omana se practica mucho.

- El vice_ector sustituyó al rector en la asamblea.

4. Algunas palabras compuestas pueden escribirse con guión y sin guión:

hispanorromano grecorromano francorruso hispanorruso

hispano-romano greco-romano franco-ruso hispano-ruso

- A Migue11e encanta la lucha greco_omana.

- Por fin se firmó el convenio hispano_omano.

Ejercicios:

1. Lee atentamente la siguiente lista de palabras. A continuación que alguien te las dicte para que las escribas en

tu cuaderno:

arreglar – barrendero – ocurrir – ahorrar – Barrabás – escurrir – tierra – resurrección – derrite – correr – alrededor

– arriba – para – coro – arte – orla – decir – turrón – ribera – rubio - antirreglamentario

2. Escribe en tu cuaderno las palabras incompletas.

- La valla está cubierta de en_edaderas.

- El precio de la casa parece i_isorio.

- El estudio por co_espondencia es práctico.

- El juez inte_ogó a varios testigos.

- La _uptura de conversaciones agravó el problema.

- Los aficionados concu_ieron al encuentro.

- La contra_éplica del fiscal aplanó al acusado.

- Es necesaria la des_atización de la ciudad.

3. Completa los textos de la izquierda y comprueba tus aciertos en los de la derecha.

A)

El viaje_o trata de hacerse ama_1e, y el niño, poco a

poco, vuelve a la alegría de antes de decir: «Sí, to-

dos tenemos el pelo _ojo; mi papá también lo tiene.»

El viaje_o le cuenta al niño que no va a Za_agoza,

que _a a darse una vueltecita por la Alca_ia; le

cuenta ta_bién de dónde es, cómo se llama, cuántos

_ermanos tiene. Cuando le habla de un primo suyo,

bizco, que vive en Málaga y que se llama Jena_o, el

niño va ya muerto de _isa. Después le cuenta cosas

de la gue_a, y el niño escucha atento, emocionado,

con los ojos muy abiertos.

El viajero trata de hacerse amable, y el niño, poco a

poco, vuelve a la alegría de antes de decir: «Sí, to-

dos tenemos el pelo rojo; mí papá también lo tiene.»

El viajero le cuenta al niño que no va a Zaragoza,

que va a darse una vueltecita por la Alcarria; le

cuenta también de dónde es, cómo se llama, cuántos

hermanos tiene. Cuando le habla de un primo suyo,

bizco, que vive en Málaga y que se llama Jenaro, el

niño va ya muerto de risa. Después le cuenta cosas

de la guerra, y el niño escucha atento, emocionado,

con los ojos muy abiertos.

B)

Al encontramos a_iba, saltamos de alegría. Espar-

cimos la vista por los techos del a_abal, y vimos a lo

lejos las baterías francesas. A gatas avanzamos buen

trecho, explorando el te_eno, después de dejar dos

centinelas en el boquete con orden de desce_ajar un

tiro al que quisiese escu_irse por él; y no habíamos

andado veinte pasos, cuando oímos gran _uido de

voces y _isas, que al punto nos parecieron de

franceses. Efectivamente: desde un ancho

buhardillón nos miraban _iendo aquellos malditos.

No tardaron en hacernos fuego; parapetados noso-

tros tras las chimeneas y tras los ángulos y _ecor-

taduras que allí ofrecían los tejados, les contesta-

mos, a los tiros con tiros y a los juramentos y excla-

maciones con otras mil invectivas, que nos inspiraba

el fecundo ingenio del tío Garcés.

Al encontramos arriba, saltamos de alegría. Espar-

cimos la vista por los techos del arrabal, y vimos a

lo lejos las baterías francesas. A gatas avanzamos

buen trecho, explorando el terreno, después de dejar

dos centinelas en el boquete con orden de desce-

rrajar un tiro al que quisiese escurrirse por él; y no

habíamos andado veinte pasos, cuando oímos gran

ruido de voces y risas, que al punto nos parecieron

de franceses. Efectivamente: desde un ancho

buhardillón nos miraban riendo aquellos malditos.

No tardaron en hacemos fuego; parapetados noso-

tros tras las chimeneas y tras los ángulos y recor-

taduras que allí ofrecían los tejados, les contesta-

mos, a los tiros con tiros y a los juramentos y excla-

maciones con otras mil invectivas, que nos inspiraba el fecundo ingenio del tío Garcés.

DICTADO:

Entonces, el traidor lacayo Duguesclín, que a la expectativa espiaba la lucha, lejos de inhibirse, se valió

de la excelente estratagema de darles la vuelta, pronunciando la paradójica frase «Ni quito ni pongo rey, pero

ayudo a mi señor». El ambicioso Enrique llevó a cabo la heroicidad de hundir su daga en el corazón del indefenso

hermano, sin experimentar aflicción alguna al contemplarlo yerto. Así fue como subió, incólume, al Trono, el

asesino Enrique II, primero de la dinastía de los Trastámara.

Ortografía: LECCION 14

Uso de la “D” y de la “Z”

Reglas para el uso de la “d” y de la “z”:

La d y la z en medio de palabra no ofrecen dificultad. Por eso vas a estudiar sólo el uso de d y z al final de

palabra.

Después de leer atentamente cada regla, escribe en tu cuadernola palabra incompleta.

1. Se escribe d al final de palabra cuando su plural termina en -des. Ej.: pared, paredes; habilidad, habilidades;

virtud, virtudes; vid, vides; red, redes.

- Realizó la tarea con exactitu_.

- Pedro posee gran habilida_ para el deporte.

- Me han encargado la contabilida_ del negocio.

- El mar contiene gran cantida_ de sal.

- Mi hermana estudia técnicas de publicida_.

- La pare_ se había derrumbado.

- Al final siempre resplandece la virtu_.

2. Se escribe z al final de palabra cuando su plural termina en –ces. Ej.: nuez, nueces; pez, peces; veloz, veloces;

cruz,. cruces; portavoz, portavoces; incapaz, incapaces.

- La escase_ de viviendas preocupa al país.

- El porta vo_ de los alumnos cursó la protesta.

- El viento arrancó de raí_ los árboles.

- Aquella tarde no pesqué ni un solo pe_.

- El revisor dudaba de la valide_ del billete.

- La sentencia fue dictada por el jue_.

- El portero se mostraba incapa_.

3. Se escribe d al final de la segunda persona del plural del imperativo. Ej.: comprad, apuntad, servid, traed,

llevad.

- Cueste 1o que cueste, compra_ esa medicina.

- Antes de salir, deja_ entrar.

- Toma_ nota de las explicaciones de clase.

- Sali_ antes de que cierren la puerta.

- Antes de iros, deja_ todo en orden.

- Deci_ siempre la verdad.

Ejercicios:

1. Lee atentamente la siguiente lista de palabras. A continuación que alguien te las dicte para que las escribas en

tu cuaderno:

salud – enfermedad – ciudad – Madrid – Navidad – tomad – utilidad – urbanidad – volved –

idos

2. Escribe en tu cuaderno las palabras incompletas.

- Tras varios combates, se restableció la pa_.

- El mecánico reparó el vehículo con rapide_.

- Hay que respetar el céspe_ del parque.

- El maí_ y la vi_ son dos cultivos.

- La actri_ tuvo mucho éxito en la obra.

- Lleva_ el uniforme al colegio.

- El avión sale a las die_ en punto.

- La nue_ es.el fruto del nogal.

- Asumo la responsabilida_ de mis hechos.

- La vo_ baja denotaba su timide_.

- La rapide_ de los bomberos evitó el desastre.

- I_ en pa_, dijo el anciano.

- El coletazo del pe_ volcó la barca.

- Las raí_es de la vi_ eran profundas.

- La cru_ es el símbolo del cristianismo.

3. Completa los textos de la izquierda y comprueba tus aciertos en los de la derecha.

A)

Sal pronto de a_í y aíslate por primera pro_idencia;

vete al campo, y en la soleda_ conversa con el

universo si quieres, _ab1a a la congregación de las

cosas todas. ¿Que se pierde tu vo_? Más te _ale que

se pierdan tus palabras en el cielo i_menso a no que

resuenen entre las cuatro paredes de un corral de

vecinda_, sobre la cháchara de las comadres. Vale

más ser ola pasa_era en el Océano, que charco

muerto en la _ondonada.

Sal pronto de ahí y aíslate por primera providencia;

vete al campo, y en la soledad conversa con el

universo si quieres, hab1a a la congregación de las

cosas todas. ¿Que se pierde tu voz? Más te vale que

se pierdan tus palabras en el cielo inmenso a no que

resuenen entre las cuatro paredes de un corral de

vecindad, sobre la cháchara de las comadres. Vale

más ser ola pasajera en el Océano, que charco

muerto en la hondonada.

B)

Silencio a_so1uto. La muchedumbre, guardando un

recogimiento religioso, esta_a allí, en plena p1a_a,

como en un templo. El rodar de los carruajes, el chi-

rriante deslizamiento de los t_an_ías, todo el estré-

pito de la vida moderna, pasaba sin ro_ar ni con-

mover la antiquísima institución, que permanecía

tranquila en este lugar como quien se _alla en su

casa, insensible al paso del tiempo, sin fijarse en el

cambio radical de cuanto le rodeaba, incapa_ de

reforma alguna... Y el público, no queriendo perder palabra, hombres,

mu_eres y chicos, estrujá_anse contra la verja, re-

trocediendo algunas ve_es con violentos mo_i-

mientos de espaldas para librarse de la asfixia.

Silencio abso1uto. La muchedumbre, guardando un

recogimiento religioso, estaba allí, en plena p1aza,

como en un templo. El rodar de los carruajes, el chi-

rriante deslizamiento de los tranvías, todo el estré-

pito de la vida moderna, pasaba sin rozar ni con-

mover la antiquísima institución, que permanecía

tranquila en este lugar como quien se halla en su

casa, insensible al paso del tiempo, sin fijarse en el

cambio radical de cuanto le rodeaba, incapaz de

reforma alguna...

Y el público, no queriendo perder palabra, hombres,

mujeres y chicos, estrujábanse contra la verja, re-

trocediendo algunas veces con violentos movi-

mientos de espaldas para librarse de la asfixia.

DICTADO:

Hernán Cortés, hidalgo extremeño, se esforzó en organizar espontáneamente una expedición marítima, y

fundó con feliz éxito la ciudad de Veracruz.-La Ley sálica excluye taxativamente del Trono al sexo femenino y a

sus descendientes.Próximo a Plasencia, cuya Catedral de gótica estructura es notabilísima, se halla el histórico

Monasterio de Yuste.-Como su malhadado esposo Luis XVI, murió en la guillotina, en 1793, María Antonieta, a

quien condenó la inflexibilidad de un inexorable tribunal revolucionario, en conmovedor espectáculo.

Ortografía: LECCION 15

Uso de la “S” y de la “X”

Reglas para el uso de la “s” y de la “x”:

Son muy pocas las reglas sobre la s y la x que no tienen excepciones. Para escribir correctamente estas dos letras,

conviene que te fijes mucho cuando leas, usando tu memoria visual.

Después de leer atentamente cada regla, escribe en tu cuaderno la palabra incompleta.

1. Se escriben con x las preposiciones latinas extra o ex (fuera de). Ej.: extraordinario, extraterrestre,

extralimitarse, extravío, extremo, excursión, exposición, exportar.

- El árbitro decretó la e_pulsión del jugador.

- Muchos emigrantes se fueron al e_tranjero.

- El éxito de la obra fue e_traordinario.

- El quinto curso ha ido de e_cursión.

- Mi amigo se ha disfrazado de e_traterrestre.

2. Se escriben con s las palabras que empezando por estra o es no proceden de las preposiciones latinas citadas,

y no significan «fuera de», como:

estratagema

estrado

estreñido

espectáculo

espontáneo

estructura

estéril

estremecer

estentóreo.

estrambótico

espléndido

estrategia

estrato

espectro

estrada

estricto

Construye una frase con tres de las palabras anteriores.

3. Se escriben con x intermedia:

asfixia

auxilio

máximo

oxígeno

paroxismo

flexible

tóxico

léxico

nexo

óxido

próximo

saxofón

conexión

axioma

ortodoxo

texto

luxación

laxar

sintaxis

sexagenario

tórax

taxi

elixir

filoxera

maxilar

textil

pretextar

boxeo

sexo

taxativo

Pronuncia en voz alta las palabras anteriores.

Busca en el diccionario el significado de las palabras desconocidas y anótalo.

Construye una frase con cada una de las diez palabras que consideres más usuales de entre las treinta expuestas.

Fíjate en el ejemplo.

4. Ten en cuenta:

estirpe: raíz o tronco de una familia.

extirpe: del verbo extirpar.

espiar: observar, acechar.

expiar: sufrir la pena, borrar las culpas.

Construye cuatro frases con estas cuatro palabras.

Ejercicios:

1. Lee atentamente la siguiente lista de palabras. A continuación que alguien te las dicte para que las escribas en

tu cuaderno:

explicar – exponer – examinar – extremos – extraordinario – explicación – excursión – asfixiar

– boxeo – exigir – existir – explorar – expedición – escaso – especial – esplendor – espontáneo

– estricto – estrercho – estirar – estómago – esperanza – estúpido – contestar – espiar –

espectáculo – espectador – especular – convexo – excelente – exhuberancia – auxilio – laxante

– reflexivo – flexión – lesión – extraño – texto – expiar – extender – excusa – extranjero

2. Escribe en tu cuaderno las palabras incompletas.

- Mi amigo Miguel jugaba de e_tremo.

- El e_pontáneo saltó a la plaza.

- La e_cursión' fue suprimida por mal tiempo.

- No te e_tralimites en tus afirmaciones.

- Hacía un tiempo e_p1éndido.

- El torero se e_tremecía de dolor.

- La industria te_til predomina en Cataluña.

- El ta_i pasó de largo, sin parar.

- Me limito al e_tricto cumplimiento del deber.

- La e_trategia del general ganó la batalla.

3. Completa los textos de la izquierda y comprueba tus aciertos en los de la derecha.

A)

Un chiquillo me achucha, riendo, el perro. Su risa no

deja de tener gracia, porque e_presa el vivo deseo de

que el perro me muerda. Los mocetones ríen

también; mucho les agradaría me mordiera el perro.

El porqué, ellos mismos no sa_rían e_plicárselo; yo,

sí: la Paramera.

El alma no se encoge tanto como podría presumirse

ante la visión de la sabana infecunda. Esos pe-

dregales, yesares, escotaduras aridísimas, conmue-

ven menos que los _ombres que viven en ellos. Jun-

to a la fuente, un viejo, sentado sobre fusca menuda

de las camadas del ganado, _ace cestones, empa-

_ados, recompone aperos. Otro viejo _abla con él, y

este _iejo cromo castellano de los que se e_portan al

e_tranjero está baldado.

Un chiquillo me achucha, riendo, el perro. Su risa no

deja de tener gracia, porque expresa el vivo deseo de

que el perro me muerda. Los mocetones ríen

también; mucho les agradaría me mordiera el perro.

El porqué, ellos mismos no sabrían explicárselo; yo,

sí: la Paramera.

El alma no se encoge tanto como podría presumirse

ante la visión de la sabana infecunda. Esos pe-

dregales, yesares, escotaduras aridísimas, conmue-

ven menos que los hombres que viven en ellos. Jun-

to a la fuente, un viejo, sentado sobre fusca menuda

de las camadas del ganado, hace cestones, empa-

jados, recompone aperos. Otro viejo habla con él, y

este viejo cromo castellano de los que se exportan al

extranjero está baldado.

B)

Perico se lan_ó otra vez al interior, a pesar de que

las _amas salían ya por todas partes y era inminente

el derrumbamiento del techo. Poco después asoma_a

con otro niño.

-¡Refrescadme! ¡Refrescadme!

Esta vez _enía tan desfigurado que apenas se le

podía reconocer. A simple vista se notaba que tenía

_eridas las manos y el rostro. Parecía que i_a a caer

e_ánime.

-¡Basta, Perico, _asta!- _ritaron algunos.

-¡No basta, que hay un niño dentro toda_ía!

Y en cuanto le _charon otra herrada de agua sobre la

cabeza se lanzó de nuevo al interior.

Perico se lanzó otra vez al interior, a pesar de que

las llamas salían ya por todas partes y era inminente

el derrumbamiento del techo. Poco después asomaba

con otro niño.

-¡Refrescadme! ¡Refrescadme!

Esta vez &tenía tan desfigurado que apenas se le

podía reconocer. A simple vista se notaba que tenía

heridas las manos y el rostro. Parecía que iba a caer

exánime.

-¡Basta, Perico, Basta!- gritaron algunos.

-¡No basta, que hay un niño dentro todavía!

Y en cuanto le echaron otra herrada de agua sobre la

cabeza se lanzó de nuevo al interior.

DICTADO:

Nos figuramos a Cristo de aventajada y no excesiva estatura, y de rostro venerable; de agraciada cara sin

arrugas; la frente, llana; la nariz y la boca, excelentemente perfectas; los ojos, azules claros; la barba, pequeña y

poblada, partida en medio; poca abundancia de vello, sus cabellos de color avellana no madura, lisos hasta las

orejas, y desde éstas, rizados sin exageración, y según costumbre de los nazarenos, largos y divididos en medio de

la cabeza; la conformación del cuerpo simétrica; brazos y manos, muy bonitos; afabilidad que acreditaba "

exquisito tacto; aspecto sencillo y expresión grave.

EJERCICIOS DE REPASO SOBRE LA ORTOGRAFÍA DE LAS LETRAS

En estas páginas no vas a encontrar más que ejercicios. A medida que los vayas resolviendo demostrarás

si sabes aplicar las reglas que has aprendido en las lecciones anteriores.

Forma de trabajar:

a) Repasa las reglas ortográficas.

b) Busca en el diccionario el significado de aquellas palabras que desconozcas en el texto. (Es muy importante

para perfeccionar tu ortografía que conozcas con precisión el significado de las palabras, para lo cual el

diccionario es una ayuda insustituible.)

c) Completa en el texto de la izquierda las letras que faltan.

d) Cuando dudes qué letra debes emplear y no puedas salir de dudas de otra forma, consulta el diccionario.

e) Una vez completado el texto de la izquierda, comprueba tus aciertos comparándolo con el de la derecha.

f) Si has cometido errores, escribe correctamente, en tu cuaderno, el vocablo o vocablos equivocados, repitiéndolo

varias veces.

¡No corras ni pretendas hacerlo todo de una vez! ¡Suerte!

1)

España es una península, o con más rigor, «la penín-

sula», porque no _ay península que se a_erque más a

ser isla que la nuestra. Los _irineos son un istmo y

una mura_a; no i_piden las in_asiones; pero nos

aís1an y nos permiten conser_ar nuestro carácter

independiente. En realidad, nosotros nos _emos

creído que somos insulares, y quizá este error

e_p1ique muchas anomalías de nuestra _istoria.

Somos una isla colocada en la con_unción de dos

continentes, y si para la vida ideal no e_isten istmos,

para la vida _istórica existen dos: los Pirineos y el

Estrecho; somos una «casa con dos puertas», y, por

1o tanto, «mala de guardar», y como nuestro partido

constante fue de_ar1as a_iertas, por temor de que las

fuerzas dedicadas a _igi1ar1as se _olvieran contra

nosotros mismos, nuestro país se con_irtió en una

especie de parque internacional, donde todos los

pueblos y razas _an _enido a distraerse...

España es una península, o con más rigor, «la penín-

sula», porque no hay península que se acerque más a

ser isla que la nuestra. Los Pirineos son un istmo y

una muralla; no impiden las invasiones; pero nos

aíslan y nos permiten conservar nuestro carácter

independiente. En realidad, nosotros nos hemos

creído que somos insulares, y quizá este error

explique muchas anomalías de nuestra historia.

Somos una isla colocada en la conjunción de dos

continentes, y si para la vida ideal no existen istmos,

para la vida histórica existen dos: los Pirineos y el

Estrecho; somos una «casa con dos puertas», y, por

lo tanto, «mala de guardar», y como nuestro partido

constante fue dejarlas abiertas, por temor de que las

fuerzas dedicadas a vigilarlas se volvieran contra

nosotros mismos, nuestro país se convirtió en una

especie de parque internacional, donde todos los

pueblos y razas han venido a distraerse...

2)

Cuando él esta_a en Santo Domingo envidia_a la

vida ancha y libre de un _errero cercano, cuyos

cantos y el marti_eo de su forja penetra_an albo-

rozadamente por todas las _entanas, in_adiendo el

silencio de los estudios; en_idiaba a un señor

Rebollo, mercader de chocolates ela_orados a brazo,

y al pasar por su portal todos los colegiales se

miraban, recogiendo con delicia el rumor del rodillo

y el ti_io aroma del cacao; envidia_a a los hombres

que esta_an sentados a la ori_a del río fumando y

mirando las _urbujas de la corriente; envidiaba a un

cochero que i_a a la estación restallando la tralla,

que sona_a como un co_ete de fiesta, piropeando a

gritos a las _uertanas, y se imagina_a que ese

hombre estaba hecho a la santa emoción de todos los

_ogares, porque en su vetusto coche llega_an casi

todos los padres de los internos.

Cuando él estaba en Santo Domingo envidiaba la

vida ancha y libre de un herrero cercano, cuyos

cantos y el martilleo de su forja penetraban albo-

rozadamente por todas las ventanas, invadiendo el

silencio de los estudios; envidiaba a un señor

Rebollo, mercader de chocolates elaborados a brazo,

y al pasar por su portal todos los colegiales se

miraban, recogiendo con delicia el rumor del rodillo

y el tibio aroma del cacao; envidiaba a los hombres

que estaban sentados a la orilla del río fumando y

mirando las burbujas de la corriente; envidiaba a un

cochero que iba a la estación restallando la tralla,

que sonaba como un cohete de fiesta, piropeando a

gritos a las huertanas, y se imaginaba que ese

hombre estaba hecho a la santa emoción de todos los

hogares, porque en su vetusto coche llegaban casi

todos los padres de los internos.

3)

Espesos _osques de gigantescos árboles _odean la

ensenada, y entre la masa incierta del folla_e

sobresalen los penachos de las palmeras reales. Un

río silencioso y dormido, de aguas _lanquecinas

como la leche, _bre profunda _erida en el _osque, y

se derrama en _olganza por la playa que llena de

islas. Aquellas aguas nu_ladas de blanco, donde no

se espe_a el cielo, arrastra_an un ár_ol desarraigado,

y en las ramas medio sumergidas re_olotea_an

algunos pá_aros de quimérico y legendario plumaje.

Detrás, descendía la canoa de un indio que rema_a

sentado en la proa. Vola_an los celajes al soplo de

las brisas y _ajo los ra_os del sol naciente, aquella

ensenada de color _erde esmeralda rielaba llena de

gracia, como un mar divino y antiguo _abitado por

sirenas y tritones.

Espesos bosques de gigantescos árboles rodean la

ensenada, y entre la masa incierta del follaje

sobresalen los penachos de las palmeras reales. Un

río silencioso y dormido, de aguas blanquecinas

como la leche, abre profunda herida en el bosque, y

se derrama en holganza por la playa que llena de

islas. Aquellas aguas nubladas de blanco, donde no

se espeja el cielo, arrastraban un árbol desarraigado,

y en las ramas medio sumergidas revoloteaban

algunos pájaros de quimérico y legendario plumaje.

Detrás, descendía la canoa de un indio que remaba

sentado en la proa. Volaban los celajes al soplo de

las brisas y bajo los rayos del sol naciente, aquella

ensenada de color verde esmeralda rielaba llena de

gracia, como un mar divino y antiguo habitado por

sirenas y tritones.

4)

Pero, lector, prosigamos nuestro _iaje; no nos en-

triste_camos. Las quie_ras de la montaña le_ana ya

se _en más distintas; el color de las faldas y de las

cumbres, de a_ul claro _a pasado a azul gris. Una

a_utarda cruza lentamente, pausadamente, sobre

nosotros; una _andada de gra_os, posada en un

_ancal, le_anta el _uelo y se ale_a gra_nando; la

transparencia del aire, e_traordinaria, mara_illosa,

nos de_a ver las casitas blancas remotas; el llano

continúa monótono, yermo. Y nosotros, tras _oras y

horas de caminata por este ca_po, nos sentimos

abrumados, anonadados, por la _anura inmutable,

por el cielo infinito, transparente, por la lejanía

inaccesible. Y a_ora es cuando comprendemos

cómo _lonso Quijano _abía de nacer en estas

tierras...

Pero, lector, prosigamos nuestro viaje; no nos en-

tristezcamos. Las quiebras de la montaña lejana ya

se ven más distintas; el color de las faldas y de las

cumbres, de azul claro ha pasado a azul gris. Una

avutarda cruza lentamente, pausadamente, sobre

nosotros; una bandada de grajos, posada en un

bancal, levanta el vuelo y se aleja graznando; la

transparencia del aire, extraordinaria, maravillosa,

nos deja ver las casitas blancas remotas; el llano

continúa monótono, yermo. Y nosotros, tras horas y

horas de caminata por este campo, nos sentimos

abrumados, anonadados, por la llanura inmutable,

por el cielo infinito, transparente, por la lejanía

inaccesible. Y ahora es cuando comprendemos

cómo Alonso Quijano había de nacer en estas

tierras...

5)

Mientras el jo_en habla_a, una sonrisa imperceptible

se dibujó en los la_ios de Beatriz, que cuando hu_o

concluido e_clamó, con un tono indiferente y

mientras atizaba el fuego del _ogar, donde salta_a y

cru_ía la leña arrojando chispas de mil colores:

-¡Oh! Eso, de ningún modo. ¡Qué locura! ¡Ir a_ora

al monte por semejante friolera! ¡Una noche tan os-

cura, noche de Difuntos, y cua_ado el camino de

lo_os!

Al de_ir esta última frase, la recalcó de un modo tan

especial, que Alonso no pudo menos de comprender

toda su amarga ironía; mo_ido como por un resorte,

se puso en pie, se pasó la mano por la frente, como

para arrancarse el miedo que esta_a en su ca_eza, y

no en su corazón, y con vo_ firme exclamó,

diri_iéndose a la _ermosa que esta_a aún inclinada

sobre el hogar, entreteniéndose en re_olver el fuego:

-¡Adiós, Beatriz, adiós! Hasta... pronto.

Mientras el joven hablaba, una sonrisa imperceptible

se dibujó en los labios de Beatriz, que cuando hubo

concluido exclamó, con un tono indiferente y

mientras atizaba el fuego del hogar, donde saltaba y

crujía la leña arrojando chispas de mil colores:

-¡Oh! Eso, de ningún modo. ¡Qué locura! ¡Ir ahora

al monte por semejante friolera! ¡Una noche tan os-

cura, noche de Difuntos, y cuajado el camino de

lobos!

Al decir esta última frase, la recalcó de un modo tan

especial, que Alonso no pudo menos de comprender

toda su amarga ironía; movido como por un resorte,

se puso en pie, se pasó la mano por la frente, como

para arrancarse el miedo que estaba en su cabeza, y

no en su corazón, y con voz firme exclamó,

dirigiéndose a la hermosa que estaba aún inclinada

sobre el hogar, entreteniéndose en revolver el fuego:

-¡Adiós, Beatriz, adiós! Hasta... pronto.

6)

Y la voz del padre labrador se _inchaba de mandato.

Por eso Andrés _uscó otro perro y 1o trajo uncido al

dogal del «Noble». El nue_o era rojo, trasijado, sin

cola ni orejas, siempre tembloroso de cala_bres y de

sustos. Los _ombres y los chicos le apedrea_an; le

apedreaban sin querer; era de esos perros sin raza,

_uido de todas las aldeas, que pasan corriendo

torcidamente, y de sú_ito se paran porque alguien

_iene, y vu,elven a escapar, y entonces el que venía

se dobla, alcanza un gui_arro y se 1o tira por ver si

le acierta, y siempre atina, que el perro re_ata y

plañe y se aparta co_eando... Cuando llega a los

muladares, sus _ermanos, los perros nómadas, le

acometían aunque estu_iesen _artos. Sólo un

hombre le dio pan y le rascó la cerviz desollada: fue

Andrés, que de paso 1o ató. Todos los perros salían

a ladrarle, escarneciéndole su cauti_erío; algunos le

mordieron en la matadura de la última cuerda.

Y la voz del padre labrador se hinchaba de mandato.

Por eso Andrés buscó otro perro y lo trajo uncido al

dogal del «Noble». El nuevo era rojo, trasijado, sin

cola ni orejas, siempre tembloroso de calambres y

de sustos. Los hombres y los chicos le apedreaban;

le apedreaban sin querer; era de esos perros sin raza,

buido de todas las aldeas, que pasan corriendo

torcidamente, y de súbito se paran porque alguien

viene, y vuelven a escapar, y entonces el que venía

se dobla, alcanza un guijarro y se lo tira por ver si le

acierta, y siempre atina, que el perro rebota y plañe

y se aparta cojeando... Cuando llega a los muladares,

sus hermanos, los perros nómadas, le acometían

aunque estuviesen hartos. Sólo un hombre le dio pan

y le rascó la cerviz desollada: fue Andrés, que de

paso lo ató. Todos los perros salían a ladrarle,

escarneciéndole su cautiverio; algunos le mordieron

en la matadura de la última cuerda.

7)

El _iajero, a la caída de la tarde, _aja hasta, el río. A

la i_quierda, Tajuña arri_a, va el camino de

Masegoso y de _ifuentes; a la derecha, Tajuña abajo,

el de Archilla o el de Budia. El viajero está inde_iso

y se sienta en la _uneta, de espaldas al pue_lo, de

cara al río, a esperar el momento de la decisión.

_ecostado sobre la mochila, está cómodo y

descansado. La mochila le coge justo la espalda,

_asta los riñones, y le _ace un respaldo alto, aco-

_edor, un poco duro quizás.

Por poniente cruzan, lentas, alargadas como cule-

_rillas, unas nubeci_as rojas, de _ardes precisos,

_ien di_ujados. Dicen que las nu_es de color de

fuego, a la puesta del sol, eresa_ian calor para el día

si_iente.

El viajero, a la caída de la tarde, baja hasta el río. A

la izquierda, Tajuña arriba, va el camino de

Masegoso y de Cifuentes; a la derecha, Tajuña

abajo, el de Archilla o el de Budia. El viajero está

indeciso y se sienta en la cuneta, de espaldas al

pueblo, de cara al río, a esperar el momento de la

decisión. Recostado sobre la mochila, está cómodo y

descansado. La mochila le coge justo la espalda,

hasta los riñones, y le hace un respaldo alto, aco-

gedor, un poco duro quizás.

Por poniente cruzan, lentas, alargadas como cule-

brillas, unas nubecil1as rojas, de bordes precisos,

bien dibujados. Dicen que las nubes de color de

fuego, a la puesta del sol, presagian calor para el día

siguiente.

8)

El patriota eufórico encuentra cuanto _a sucedido y

su_ede en su país 1o más perfecto y sobre e_o no

a_mite discusión. Pasa por o_timista, pero no

siempre 1o es, fuera de la apariencia, porque muchas

_eces es sa_ido que el gesto e_pansivo disimula un

efecti_o encogimiento interior. El patriota crítico

afánase, por el contrario, en _uscar los defectos de

su país, pero no sie_pre con pesimista a_andono,

sino, muchas veces, para tratar de corre_irlo. Su

efica_ia no puede discutirse; en la _ida de los

pue_los, como en la de los indi_iduos, la perfe_ión

no nace de la satisfacción sistemática, sino, al re_és,

del e_amen permanente de la conciencia y de la

dolorosa, pero fecunda, contrición.

El patriota eufórico encuentra cuanto ha sucedido y

sucede en su país lo más perfecto y sobre eso no

admite discusión. Pasa por optimista, pero no

siempre lo es, fuera de la apariencia, porque muchas

meces es sabido que el gesto expansivo disimula un

efectivo encogimiento interior. El patriota crítico

afánase, por el contrario, en buscar los defectos de

su país, pero no siempre con pesimista abandono,

sino, muchas veces, para tratar de corregirlo. Su

eficacia no puede discutirse; en la vida de los

pueblos, como en la de los individuos, la perfección

no nace de la satisfacción sistemática, sino, al revés,

del examen permanente de la conciencia y de la

dolorosa, pero fecunda, contrición.

9)

Mairena era, como e_aminador, e_tremadamente

_enévolo. Suspendía a muy pocos alu__os, y

siempre tras e_ámenes bre_ísimos. Por ejemplo:

-¿Sa_e usted algo de los griegos?

-Los griegos... los griegos eran unos bárbaros...

-Vaya uste_, _endito de Dios.

-¿...?

-Que puede usted retirarse.

Era Mairena -no o__tante su apariencia seráfica- -

hombre, en el fondo, de malísimas pulgas. A _eces

reci_ió la visita airada de algún padre de familia que

se queja_a no del suspenso adjudicado a su _ijo,

sino de la poca seriedad del examen. La escena

violenta, aunque tam_ién rápida, era ine_itable.

-¿Le _asta a usted ver a un niño para suspenderlo?-

decía el visitante abriendo los brazos con ademán

irónico de asombro admirativo.

Mairena era, como examinador, extremadamente

benévolo. Suspendía a muy pocos alumnos, y

siempre tras exámenes brevísimos. Por ejemplo:

-¿Sabe usted algo de los griegos?

-Los griegos... los griegos eran unos bárbaros...

-Vaya usted, bendito de Dios.

-¿...?

-Que puede usted retirarse.

Era Maírena -no obstante su apariencia seráfica- -

hombre, en el fondo, de malísimas pulgas. A meces

recibió la visita airada de algún padre de familia que

se quejaba no del suspenso adjudicado a su hijo,

sino de la poca seriedad del examen. La escena

violenta, aunque también rápida, era inevitable.

-¿Le basta a usted ver a un niño para suspenderlo?-

decía el visitante abriendo los brazos con ademán

irónico de asombro admirativo.

10)

Santiago es una ciuda_ monumental. Al ver sus altas

torres labradas que se ele_an al cielo, alguien la _a

llamado «el bosque de piedra». Un _osque de

místicos _ipreses. empapados casi siempre en esta

finísima llu_ia que -como el pan y los grelos- es una

especialidad de _antiago, y que más que _uvia

parece una nu_e. Lo que se _cha de menos en

Santiago son los ciceroni. Los santiag_eses no se

resi_nan a con_ertir a Santiago en un museo.

Santiago es una ciudad. y una ciudad _iva, aunque

con una vida que al forastero le parece remota. Las

catedrales son en todas partes una curiosida_ para

atraer turistas, menos en Santiago. En todas partes

sobre las ciudades monumentales _an le_antando

casitas modernas los ciceroni, los fondistas y los

alquiladores de carrua_es. En Santiago, no. Santiago

es, tal ve_. el caso único de una ciudad medie_al con

un espíritu apenas influido de modernidad.

Santiago es una ciudad monumental. Al ver sus altas

torres labradas que se elevan al cielo, alguien la ha

llamado «el bosque de piedra». Un bosque de

místicos cipreses. empapados casi siempre en esta

finísima lluvia que -como el pan y los grelos- es una

especialidad de Santiago, y que más que lluvia

parece una nube. Lo que se echa de menos en

Santiago son los ciceroni. Los santiagueses no se

resignan a convertir a Santiago en un museo.

Santiago es una ciudad. y una ciudad viva, aunque

con una vida que al forastero le parece remota. Las

catedrales son en todas partes una curiosidad para

atraer turistas, menos en Santiago. En todas partes

sobre las ciudades monumentales han levantando

casitas modernas los ciceroni, los fondistas y los

alquiladores de carruajes. En Santiago, no. Santiago

es, tal vez. el caso único de una ciudad medieval con

un espíritu apenas influido de modernidad.

11)

El Cid es el triunfo de la _oluntad. que supera lo

insuperable, y en esto tam_ién es representati_o de

su nación más que cualquier figura eminente de otra

clase. Entre los caracteres _ispánicos más salientes

se _alla el predominio de la volunta_, el querer que

arro_a las dificultades, que se sobrepone al

pensamiento. La a_ión, descuidada de la perfección,

cara_teri_a lo mismo nuestra obra descuBridora que

nuestra literatura o nuestra industria.

Las circunstancias _istóricas -que tanto son acci-

dente e_terno como produ_to íntimo- contri_uyeron

a educar esa propensión racial _acia las empresas de

la voluntad. En la lucha _abitual y en las

emigraciones de población a que les obliga_a la

reconquista. se ha_ilitaron los españoles para

e_tenderse por el mundo.

El Cid es el triunfo de la voluntad. que supera lo

insuperable, y en esto también es representativo de

su nación más que cualquier figura eminente de otra

clase. Entre los caracteres hispánicos más salientes

se halla el predominio de la voluntad, el querer que

arroja las dificultades, que se sobrepone al

pensamiento. La acción, descuidada de la

perfección. caracteriza lo mismo nuestra obra

descubridora que nuestra literatura o nuestra in-

dustria.

Las circunstancias históricas -que tanto son acci-

dente externo como producto íntimo- contribuyeron

a educar esa propensión racial hacia las empresas de

la voluntad. En la lucha habitual y en las

emigraciones de población a que les obligaba la

reconquista. se habilitaron los españoles para

extenderse por el mundo.

12)

«Aquí mi _istoria se confunde y se pierde. Sé que

perseg_í al delator a tra_és de negros corredores de

pesadi_a y de _ondas escaleras de _értigo. Moon

conocía la casa muy bien, _arto mejor que yo. Una o

dos _eces lo perdí. Lo acorralé antes de que los

soldados me detu_ieran. De una de las panoplias del

_eneral arranqué un alfan_e; con esa media luna de

acero le rubriqué en la cara, para siempre, una media

luna de sangre. Borges: a usted, que es un

desconocido, le _e _echo esta confesión. No me

duele tanto su menosprecio.»

Aquí el narrador se detu_o. Noté que le tembla_an

las manos.

-¿Y Moon?- le inte_ogué.

-Cobró los dineros de _udas y _uyó al _rasil. Esa

tarde, en la plaza, vio fusilar un maniquí por unos

_orrachos.

«Aquí mi historia se confunde y se pierde. Sé que

perseguí al delator a través de negros corredores de

pesadilla y de hondas escaleras de vértigo. Moon

conocía la casa muy bien, harto mejor que yo. Una o

dos veces lo perdí. Lo acorralé antes de que los

soldados me detuvieran. De una de las panoplias del

general arranqué un alfanje; con esa media luna de

acero le rubriqué en la cara, para siempre, una media

luna de sangre. Borges: a usted, que es un

desconocido, le he hecho esta confesión. No me

duele tanto su menosprecio.»

Aquí el narrador se detuvo. Noté que le temblaban

las manos.

-¿Y Moon?- le interrogué.

-Cobró los dineros de Judas y huyó al Brasil. Esa

tarde, en la plaza, vio fusilar un maniquí por unos

borrachos.

13)

El pobre chico de este modo _urlado se _ama Lui-

sito Cadalso, y era _astante me_quino de talla, corto

de alientos, descolorido, como de ocho años, quizá

die_; tan tímido, que esqui_aba la amistad de sus

compañeros, temeroso de las bromas de algunos y

sintiéndose sin bríos para devol_erlas. Siempre fue

el menos arrojado en las tra_esuras, el más soso y

torpe en los juegos y el más formalito en clase,

aunque uno de los menos a_entajados, quizá porque

su propio encogimiento le impidiera decir _ien lo

que sa_ía o disimular lo que i_noraba. Al doblar la

esquina de las Comendadoras de Santiago para ir a

su casa, que esta_a en la ca_e de Quiñones, frente a

la cárcel de mu_eres, uniósele uno de sus

condis_ípulos, muy cargado de libros, la pizarra a la

espalda, el pantalón _echo una pura rodi_era, el

calzado con tragalu_es, _oina azul en la pelona y el

_ocico muy parecido al de un ratón.

El pobre chico de este modo burlado se Dama Lui-

sito Cadalso, y era Bastante mezquino de talla, corto

de alientos, descolorido, como de ocho años, quizá

diez; tan tímido, que esquilaba la amistad de sus

compañeros, temerosos de las bromas de algunos y

sintiéndose sin bríos para devolverlas. Siempre fue

el menos arrojado en las travesuras, el más soso y

torpe en los juegos y el más formalito en clase,

aunque uno de los menos aventajados, quizá porque

su propio encogimiento le impidiera decir bien lo

que sabía o disimular lo que ignoraba. Al doblar la

esquina de las Comendadoras de Santiago para ir a

su casa, que estaba en la calle de Quiñones, frente a

la cárcel de mujeres, uniósele uno de sus

condiscípulos, muy cargado de libros, la pizarra a la

espalda, el pantalón lecho una pura rodillera, el

calzado con tragaluces, boina azul en la pelona y el

hocico muy parecido al de un ratón.

14)

Francia _a puesto al fin el pie dentro de aquella

ciuda_ edificada a las orillas del clásico río que da

su nom_re a nuestra Península; pero la _a con-

quistado sin domarla. Al ver tanto desastre y el as-

pe_to que ofre_e Zaragoza, el e_ército imperial, más

que _encedor, se considera sepulturero de aquellos

_eroicos _abitantes. Cincuenta y tres mil _idas le

tocaron a la ciudad aragonesa en el contin_ente

doscientos millones de criaturas con que la

_umanidad pagó las glorias militares del Imperio

Francés.

Francia ha puesto al fin el pie dentro de aquella

ciudad edificada a las orillas del clásico río que da

su nombre a nuestra Península; pero la ha con-

quistado sin domarla. Al ver tanto desastre y el as-

pecto que ofrece Zaragoza, el ejército imperial, más

que vencedor, se considera sepulturero de aquellos

heroicos habitantes. Cincuenta y tres mil vidas le

tocaron a la ciudad aragonesa en el contingente

doscientos millones de criaturas con que la

humanidad pagó las glorias militares del Imperio

Francés.

15)

Pero aque_a mañana, a _einte metros mal contados

de la ori_a, donde ya no _acía pie, el señor Souto

sufrió un calambre; sintió que los músculos de sus

piernas se entorpecían, se inmo_ilizaban... Le

sacudió sú_itamente la idea de la muerte; dio unos

chillidos, manoteó en _ano y tragó, al _undirse, un

gran sor_o de agua. En la arena, la gente comenzó a

gritar. Un bañero se _chó a nado en su au_ilio.

Pero aquella mañana, a veinte metros mal contados

de la orilla, donde ya no hacía pie, el señor Souto

sufrió un calambre; sintió que los músculos de sus

piernas se entorpecían, se inmovilizaban... Le

sacudió súbitamente la idea de la muerte; dio unos

chillidos, manoteó en vano y tragó, al hundirse, un

gran sorbo de agua. En la arena, la gente comenzó a

gritar. Un bañero se echó a nado en su auxilio.

16)

El Monasterio del _scorial se levanta sobre un

co_ado. La ladera meridional de este collado des-

ciende _ajo la co_ertura de un _oscaje, que es a un

tiempo robledo y fresneda. El sitio se llama «La

Herrería». La cárdena mole e_emplar del edificio

modifica, según la estación, su cará_ter merce_ a

este manto de espesura tendido a sus plantas, que es

en in_ierno co_rizo, áureo en otoño y de un _erde

oscuro en estío. La prima_era pasa por aquí rauda,

instantánea y e_cesiva, como una ima_en erótica por

el alma acendrada de un cenobiarca.

El Monasterio del Escorial se levanta sobre un

collado. La ladera meridional de este collado des-

ciende bajo la cobertura de un boscaje, que es a un

tiempo robledo y fresneda. El sitio se llama «La

Herrería». La cárdena mole ejemplar del edificio

modifica, según la estación, su carácter merced a

este manto de espesura tendido a sus plantas, que es

en invierno cobrizo, áureo en otoño y de un verde

oscuro en estío. La primavera pasa por aquí rauda,

instantánea y excesiva, como una imagen erótica por

el alma acendrada de un cenobiarca.

17)

Alrededor de la mesa ca_ían doce personas. Pocas

_eces _abía tantos lectores, a no ser a la _ora del

correo. La mayor parte de los socios amantes del

sa_er no leían más que noticias.

El más di_no de consideración entre los abonados al

gabinete de lectura era un ca_allero apoplético, que

_abía lle_ado grano a _ng1aterra y se creía en la

obligación de leer la prensa e_tranjera. L1ega_a a

las nue_e de la noche indefectiblemente, tomaba

«Le Figaro», después «The Times», que coloca_a

encima, se ponía las gafas de oro, y arru_ado por

cierto sil_ido tenue de los mecheros del gas, se

queda_a dulcemente dormido sobre el primer

periódico del mundo. Era un derecho que nadie le

disputa_a. Poco después de morir este señor, de

apoplejía, sobre «The Times», se a_eriguó que no

sa_ía inglés.

Alrededor de la mesa cabían doce personas. Pocas

veces había tantos lectores, a no ser a la hora del

correo. La mayor parte de los socios amantes del

saber no leían más que noticias.

El más digno de consideración entre los abonados al

gabinete de lectura era un caballero apoplético, que

había llevado grano a Inglaterra y se creía en la

obligación de leer la prensa extranjera. llegaba a las

nueve de la noche indefectiblemente, tomaba «Le

Figaro», después «The Times», que colocaba

encima, se ponía las gafas de oro, y arrullado por

cierto silbido tenue de los mecheros del gas, se

quedaba dulcemente dormido sobre el primer

periódico del mundo. Era un derecho que nadie le

disputaba. Poco después de morir este señor, de

apoplejía, sobre «The Times», se averiguó que no

sabía inglés.

18)

Buscó en el _olsillo interior de su levitón, y fue sa-

cando un pañuelo muy planchado y doblado, un Se-

manario chico, y por último una cartera de tafilete

negro, ce_ada con elástico, de la cual e_trajo una

carta que entre_ó al marqués. Los perros de caza,

despegados y an_e1antes de fatiga, se _abían

sentado al pie del crucero; el aba_ picaba con la uña

una tagarnina para liar un pitillo, cuyo papel

sostenía ad_erido por una punta al _orde de los

1a_ios; Primiti_o, descansando la culata de la es-

copeta en el suelo, y en el cañón de la escopeta la

bar_a, c1ava_a sus o_ue1os negros en el re_ién

_enido con pertinancia escrutadora. El sol se ponía

lentamente en medio de la tranquilidad otoñal del

paisa_e. De impro_iso el marqués soltó una carca_a

da. Era su risa, como su_a, vigorosa y pu_ante, y,

más que comunicativa, despótica.

Buscó en el bollsillo interior de su levitón, y fue sa-

cando un pañuelo muy planchado y doblado, un Se-

manario chico, y por último una cartera de tafilete

negro, cerrada con elástico, de la cual extrajo una

carta que entregó al marqués. Los perros de caza,

despegados y anhelantes de fatiga, se habían sentado

al pie del crucero; el abad picaba con la uña una

tagarnina para liar un pitillo, cuyo papel sostenía

adherido por una punta al borde de los labios;

Primitivo, descansando la culata de la escopeta en el

suelo, y en el cañón de la escopeta la barba, clavaba

sus ojuelos negros en el recién venido con

pertinancia escrutadora. El sol se ponía lentamente

en medio de la tranquilidad otoñal del paisaje. De

improviso el marqués soltó una carcajada. Era su

risa, como suya, vigorosa y pujante, y, más que

comunicativa, despótica.

19)

Al olmo viejo, _endido por el rayo

y en su mita_ podrido,

con las _uvias de abril y el sol de mayo,

algunas hojas _erdes le han salido.

¡El olmo centenario de la colina

que lame el _uero! Un musgo amarillento

le mancha la corteza blanquecina

al tronco carcomido y pol_oriento.

No será, cual los álamos cantores

que guardan el camino y la ri_era,

habitado de pardos ruiseñores.

Ejército de _ormigas en _ilera

va trepando por él, y en sus entrañas

urden sus telas grises las arañas.

Antes que te derribe, olmo del Duero,

con su _acha el leñador, y el carpintero

te con_ierta en melena de campana,

lanza de carro o yugo de carreta;

antes que rojo, en el _ogar, mañana,

ardas de alguna mísera caseta,

al _orde de un camino;

antes que te descuaje un tor_ellino

y tronche el soplo de las sierras blancas;

antes que el río _asta la mar te empuje

por _alles y barrancas,

olmo, quiero anotar en mi cartera

la gracia de tu rama _erdecida.

Mi corazón espera

tam_ién, hacia la luz y _acia la vida,

otro milagro de la primavera.

Al olmo viejo, hendido por el rayo

y en su mitad podrido,

con las lluvias de abril y el sol de mayo,

algunas hojas verdes le han salido.

¡El olmo centenario de la colina

que lame el Duero! Un musgo amarillento

le mancha la corteza blanquecina

al tronco carcomido y polvoriento.

No será, cual los álamos cantores

que guardan el camino y la ribera,

habitado de pardos ruiseñores.

Ejército de hormigas en hilera

va trepando por él, y en sus entrañas

urden sus telas grises las arañas.

Antes que te derribe, olmo del Duero,

con su hacha el leñador, y el carpintero

te convierta en melena de campana,

lanza de carro o yugo de carreta;

antes que rojo, en el hogar, mañana,

ardas de alguna mísera caseta,

al borde de un camino;

antes que te descuaje un torbellino

y tronche el soplo de las sierras blancas;

antes que el río hasta la mar te empuje

por valles y barrancas,

olmo, quiero anotar en mi cartera

la gracia de tu rama verdecida.

Mi corazón espera

también, hacia la luz y hacia la vida,

otro milagro de la primavera.

Acentuación

Ortografía: LECCION 16

Acentuación I: (Introducción)

Reglas generales de la acentuación:

Vas a comenzar el estudio de los acentos. El saber escribir bien los acentos tiene tanta importancia corno

saber usar bien la h o la v, por ejemplo, corno podrás ver a continuación. Quizás la principal finalidad de la

Ortografía sea «unificar» la expresión escrita para evitar la dispersión de formas, que llegaría a hacer el lenguaje

ininteligible por polivariado. Los acentos contribuyen a unificar la pronunciación y escritura de las palabras.

1. Acento prosódico es la mayor intensidad de voz con que se pronuncia una palabra. Todas las palabras, incluso

las monosílabas, llevan acento prosódico. Ej.: arboleda, tirano, lapicero, tú, cáscara.

Escribe en tu cuaderno y subraya la sílaba tónica de las siguientes palabras:

Castaña Caníbal cantátbrico fe

2. La sílaba en la que recae el acento prosódico se llama tónica (que lleva el tono). El resto de las sílabas de la

palabra se llaman átonas (sin tono). Ej.: macarrones (sílaba tónica: rro; sílabas átonas: ma, ca y nes).

Escribe en tu cuaderno y subraya la sílaba tónica de las siguientes palabras:

martillo campanario tíralo melocotón

3. Acento ortográfico o acento es una rayita oblicua llamada tilde que se escribe sobre la vocal de la sílaba

tónica de algunas palabras. (Observa que el acento siempre va sobre vocal.) Ej.: cartón, andáis, tú, échamelo,

balcón, dátil.

Escribe en tu cuaderno y subraya la vocal en la que recae el acento ortográfico en las siguientes palabras:

Autobús

revolución

dámelo

día

canción

carácter

estímulo

volcán

4. Todas las palabras tienen acento prosódico, y sólo uno. Algunas palabras tienen un acento ortográfico y sólo

uno. Siempre que una palabra lleva acento ortográfico, éste se coloca sobre la vocal de la sílaba tónica.

Observa en los ejemplos que la sílaba tónica va subrayada, y el acento, si lo hay, va sobre la vocal de la sílaba

tónica: jardín, canela, lapicero, cantábamos, secador, tú, invento, lápiz.

Escribe en tu cuaderno y subraya la sílaba tónica de las siguientes palabras:

Mesa

Divertida

Carpeta

Baile

Fábrica

Disco

Amistad

equitación

5. Las palabras polisílabas, por razón del lugar que ocupa el acento prosódico, se dividen en:

- Agudas, que llevan el acento en la última sílaba. Ej.: ca-mión.

- Llanas, que llevan el acento en la penúltima sílaba. Ej.: hués-ped.

- Esdrújulas, que llevan el acento en la antepenúltima sílaba. Ej.: tí-ra-lo.

- Sobreesdrújulas, que llevan el acento antes de la antepenúltima sílaba. Ej.: llé-va-te-lo. Escribe según el ejemplo:

Palidez

Bolígrafo

libro

carretera

diversión

almacén

cómpratelo

Ejercicios:

1. En tu cuaderno, separa las siguientes palabras en sílabas, rodeando en cada caso la sílaba tónica:

está – además – así – están – tiré – último – fútbol – mecánico – algún – útiles – pues – árboles

– eléctrico – muchísimo – demás – película – Belén – rápido – esté – médico – cáscara – aquí –

levanté – difícil – pasó – Jesús – estén – ningún – úlceras – llegué – plátano – bien – empezó –

detrás – líquido – tendrá – ejército – máquina – sábado – satélite – estómago – línea –

indígenas – cómodo – útil - volcó

2. Resuelve los siguientes ejercicios.

- La mayor intensidad con que se pronuncia una de las sílabas de una palabra se llama acento...

- La sílaba en la que recae el acento prosódico se llama sílaba...

- Todas las palabras llevan acento... .

- El acento ortográfico se coloca sobre la vocal de la sílaba...

- ¿Qué tipo de palabras son, por razón del acento, mesa, tintero, perfume?

- ¿Qué tipo de palabras son, por razón del acento, canción, recibí, según?

- ¿Qué tipo de palabras son, por razón del acento, lógica, víbora, océano?

- ¿Qué tipo de palabras son, por razón del acento, llévatelo, dígamelo, tíramelo?

3. Haz en tu cuaderno una columna con las palabras agudas; otra con las llanas; y otra con las esdrújulas.

Exceptúa las monosílabas.

Cerca de dos días duraba aquel diluvio. Cerró la noche, y en la oscuridad sonaba lúgubre el mugido del

río. Sobre su negra superficie reflejábanse, como inquietos pescados de fuego, las luces de las casas ribereñas y

los farolillos de los curiosos que examinaban las orillas.

4. Toma en tu cuaderno las sílabas tónicas del siguiente texto. Exceptúa las monosílabas.

Ese espectáculo de las olas, tan pronto tranquilas en su marcha como lanzadas a la carrera en un furioso

galope, tiene, a pesar de su monotonía, un inexplicable interés. Es un líquido cargado de sales movido por el

viento con un ritmo mecánico en su circulación, y, sin embargo, da la impresión de una fuerza espiritual de algo

infinito.

Los días de viento sur, los promontorios lejanos se ven con una claridad diáfana, y la costa de Francia y la de

España se dibuja como en un plano en el mar.

DICTADO:

- Saúl emprendió la huida en el regio automóvil de Matías.

- Continuó el continuo sacrificio como yo lo continúo.

- Perdisteis las púas y confiáis en que se encuentren.

- El dúo del barítono y la tiple fue magnífico.

- Aunque mediéis, no confiéis, si continuáis con Elías.

- Influimos con el farmacéutico para daros la cocaína.

- Sería que mi tía estaba seria al llegar a Valparaíso.

- Los amigos Sáenz y Sainz presenciaron cómo en mi finca de Ondárroa había fluido agua del

manantial sobre el que pasaban los cables conductores del fluido eléctrico.

Ortografía: LECCION 17

Acentuación II: (Palabras agudas, llanas, esdrújulas y sobreesdrújulas)

Reglas generales de la acentuación:

Las reglas que vas a aprender en esta lección son muy importantes y abarcan numerosas palabras. Si tienes alguna

duda, consulta la lección anterior.

1. Las palabras agudas se acentúan cuando terminan en vocal, “n” o “s”. Ej.: café, corazón, después.

Escribe estas palabras acentuando convenientemente:

virtud

aquí

aclaracion

palidez

balcon

caracol

abedul

cancion

2. Las palabras llanas se acentúan cuando terminan en consonante que no sea nos. Ej.: cáncer, níquel, huésped.

Escribe estas palabras acentuando correctamente:

marmol

mesa

angel

tintero

silla

casa

dificil

3. Las palabras esdrújulas se acentúan todas. Ej.: fábrica, cántaro, eléctrico.

Acentúa las siguientes palabras:

medico

codigo

academico

aplica

triangulo

éxito

enfasis

maquilla

apendice

musica

4. Las palabras sobreesdrújulas se acentúan todas. Ej.: dígamelo, tíramelo, mándamelo.

Acentúa:

escribeselo

pasamela

corrigemelo

olvidaselo

permitaseme

Ejercicios:

1. En tu cuaderno, organiza las palabras siguientes en cuatro columnas: agudas, llanas, esdrújulas y

sobreesdrújulas:

Huéspedes – muéstraseme – asado – salud – oí – temperatura – relámpago – escuché – zaherir – exhorto –

comparación – libro – exhibir

2. Vas a demostrar que sabes las cuatro reglas que has estudiado:

alcazar

malaga

jamas

Caceres

grafico

tunel

inedito

germen

anonimo

joven

alferez

carácter

romper

anis

ademas

heroe

marmol

atun

Cesar

oleo

Cadiz

nacar

lapiz

carcel

3. Acentúa los textos de la izquierda, y comprueba tus aciertos en los de la derecha.

A)

-Muy cerca-, respondio el Comandante. Pedro

Santa1o tenia una barca catalana que, habiendo dado

a la vela para Cadiz, sufrio un temporal y naufrago

en la costa. Todo se perdio, el buque y la gente,

menos Pedro, que iba con su hija; como que a e11e

redoblo las fuerzas el ansia de sa1varla y pudo llegar

a tierra, pero arruinado; y quedo tan desanimado y

triste, que no quiso volver a la suya. Lo que hizo fue

labrar una choza entre esas rocas con los destrozos

que habian quedado de la barca, y se metio a

pescador. El era el que proveia de pescado al

convento, y los Padres en cambio le daban pan,

aceite y vinagre. Hace doce años que vive ahi en paz

con todo el mundo.

-Muy cerca-, respondió el Comandante. Pedro

Santa1o tenía una barca catalana que, habiendo dado

a la vela para Cádiz, sufrió un temporal y naufragó

en la costa. Todo se perdió, el buque y la gente,

menos Pedro, que iba con su hija; como que a é11e

redobló las fuerzas el ansia de sa1varla y pudo llegar

a tierra, pero arruinado; y quedo tan desanimado y

triste, que no quiso volver a la suya. Lo que hizo fue

labrar una choza entre esas rocas con los destrozos

que habían quedado de la barca, y se metió a

pescador. Él era el que proveía de pescado al

convento, y los Padres en cambio le daban pan,

aceite y vinagre. Hace doce años que vive ahí en paz

con todo el mundo.

B)

Una senda que sigue el curso del arroyo que cruza el

valle serpenteando por entre los cuadros de los

trigos, verdes y tirantes como el paño de una mesa

de billar, sube dando vueltas a los amontonados pe-

druscos sobre que asienta el pueblo, hasta el punto

en que un pilarote de ladrillos con una cruz en el re-

mate señala la entrada. Sucede en estos pueblecitos

tan pintorescos, cuando se ven en lontananza tantas

líneas caprichosas, tantas chimeneas arrojando pila-

res de humo azul, tantos arboles y peñas y acciden-

tes artísticos, 10 que con otras muchas cosas del

mundo, en que todo es cuestion de la distancia a que

se miran; y la mayor parte de las veces, cuando se

llega a ellos, la poesia se convierte en prosa.

Una senda que sigue el curso del arroyo que cruza el

valle serpenteando por entre los cuadros de los

trigos, verdes y tirantes como el paño de una mesa

de billar, sube dando vueltas a los amontonados pe-

druscos sobre que asienta el pueblo, hasta el punto

en que un pilarote de ladrillos con una cruz en el re-

mate señala la entrada. Sucede en estos pueblecitos

tan pintorescos, cuando se ven en la lontananza

tantas líneas caprichosas, tantas chimeneas

arrojando pilares de humo azul, tantos árboles y

peñas y accidentes artísticos, lo que con otras

muchas cosas del mundo, en que todo es cuestión de

la distancia a que se miran; y la mayor parte de las

veces, cuando se llega a ellos, la poesía se convierte

en prosa.

DICTADO:

- Me dio Sebastián el parabién, ebrio de alegría.

- Después averigüé la causa de su ausencia.

- Ya sabía yo que la savia del árbol es útil.

- Del miércoles al sábado llegará José Luis Díaz.

- El espléndido huésped fue héroe en Guipúzcoa.

- El prócer Cristóbal González nació en E lgóiba r.

- Compraríamos maletas si no tuviésemos baúles.

- Tu número será aproximadamente el decimoséptimo.

- Cuídate y corrígete ese carácter de hiel..

- Atiéndasemele hoy con afán. Leí toda la lección.

- Gayton fue un escritor. No soporto ese pandemónium.

- Como no abreviéis, me agobiáis.

- Éramos veintiséis dentro del convoy a Espeluy.

- Son sustantivos las palabras dátil, óleo, Cádiz, nácar, anea, mártir, lápiz, cárcel, náuseas, urea, éter,

flúor, liquen, limpiaúñas, petróleo y oboe.

- Son adjetivos los vocablos fácil, fútil, difícil, volátil, empíreo, etéreo, ágil, estéril, asiduo, mutuo,

epicúreo, instantáneo y melifluo.

Ortografía: LECCION 18

Acentuación III:

Reglas de acentuación:

Ya has estudiado las reglas de acentuación de palabras agudas, llanas, esdrújulas y sobreesdrújulas. Ahora vas a

estudiar casos especiales. ¡Atención!

1. Cuando una vocal tónica débil va delante o detrás de una vocal átona fuerte, no hay diptongo, sino hiato, y la

vocal tónica llevará acento ortográfico. Ej.: país, poesía, acentúo, Jeremías, María, baúl.

Escribe y acentúa correctamente:

navio

pastelería

anuncio

grua

pais

biologia

desvio

2. La h muda, colocada entre dos vocales, no altera el diptongo o el hiato. Por tanto, cuando alguna de dichas

vocales, en virtud de la regla general, haya de ir acentuada, se pondrá el acento ortográfico como si no

existiese la h. Ej.: desahucio, sahumerio, vahído, búho, rehúso, prohíben, ahíto, ahúman.

Escribe y acentúa correctamente:

prohibas

prohibiamos

ahumo

ahumabamos

vahido

prohibes

prohiban

3. Las palabras que terminan en una vocal tónica, seguida de un diptongo y s final, lo cual ocurre en ciertas

personas verbales, llevarán acento ortográfico en dicha vocal tónica. Ej.: comprendíais, decíais, escondíais.

Escribe y acentúa correctamente:

debiais

sabriais

entendiais

dariais

veiais

4. Los infinitivos terminados en -uir se escribirán sin tilde. Ej.: construir, contribuir, derruir, huir.

Escribe correctamente:

imbuir

sustituir

destruir

incluir

instruir

5. Las palabras de una sola sílaba (monosílabas) no llevan, en general, acento gráfico. En esta regla se incluyen

las formas verbales fue, fui, dio, vio. Ej.: fin, pan, luz, en, por, con.

Escribe correctamente:

fe

fue

tras

fui

pan

dio

sin

vio

6. El triptongo se acentúa en la vocal intermedia. Ej.: despreciáis, apreciéis, averigüéis.

Escribe y acentúa correctamente:

arnortiguais

diferenciais

diferencieis

apreciais

rnenguais

Ejercicios:

1. En tu cuaderno, organiza las palabras siguientes en cuatro columnas: agudas, llanas, esdrújulas y

sobreesdrújulas:

desahuciar – médico – entrega – marfil – virtud – tenía – termómetro – después – revoluciones – general – súbito

– verdad – sabes – literario – mármol - cómpratelo

2. Escribe y acentúa correctamente las siguientes palabras.

Maria

ferreteria

prohibes

retahila

sabriais

despreciais

pan

incluir

pasteleria

reiais

dariais

entendiais

sequia

desvio

arnortiguais

instruir

Alrneria

sin

diferencieis

construir

vahido

3. Acentúa correctamente los textos de la izquierda y comprueba tus aciertos en los de la derecha.

A)

Garcia de Paredes contaria cuarenta y cinco años;

era alto y seco y mas amarillo que una momia; dije-

rase que su piel estaba muerta hacia mucho tiempo;

llegabale la frente a la nuca, gracias a una calva

limpia y reluciente, cuyo brillo tenia algo de fosfori-

co; sus ojos, negros y apagados, hundidos en las

descarnadas cuencas, se parecian a esas lagunas

encerradas entre montañas, que solo ofrecen oscuri-

dad, vertigos y muerte al que las mira, lagunas que

nada reflejan; que rugen sordamente alguna vez,

pero sin alterarse; que devoran todo 1o que cae en su

superficie; que nada devuelven; que nadie ha podido

sondear; que no se alimentan de ningun rio, y cuyo

fondo busca la imaginacion en los mares antipodas.

La cena era abundante, el vino bueno, la conversa-

cion alegre y animada.

Los franceses reian, juraban, blasfemaban, cantaban,

fumaban, comian y bebian a un mismo tiempo.

García de Paredes contaría cuarenta y cinco años;

era alto y seco y mas amarillo que una momia; dijé-

rase que su piel estaba muerta hacía mucho tiempo;

llegábale la frente a la nuca, gracias a una calva

limpia y reluciente, cuyo brillo tenía algo de fosfóri-

co; sus ojos, negros y apagados, hundidos en las

descarnadas cuencas, se parecían a esas lagunas

encerradas entre montañas, que solo ofrecen oscuri-

dad, vértigos y muerte al que las mira, lagunas que

nada reflejan; que rugen sordamente alguna vez,

pero sin alterarse; que devoran todo 1o que cae en su

superficie; que nada devuelven; que nadie ha podido

sondear; que no se alimentan de ningún río, y cuyo

fondo busca la imaginación en los mares antípodas.

La cena era abundante, el vino bueno, la conversa-

ción alegre y animada.

Los franceses reían, juraban, blasfemaban, cantaban,

fumaban, comían y bebían a un mismo tiempo.

B)

Sobre la arena de la playa, y agitandose todavia

dentro de los cestones de caña, estaba toda aquella

hermosura: los salmonetes de roca, como palpitantes

petalos de camelia, contrayendo el lomo de suave

bermellon con el estertor de la asfixia; los viscosos

calamares y los pulpos, moviendo su maraña de

patas, apelotonandose y enroscandose en la agonia,

los lenguados, planos y delgados como suelas de

zapato; las rayas, estremeciendo su titilante mucosi-

dad, y sobre todo los langostinos, la pesca preciosa,

que asombraban aquel año por su cantidad, trans-

parentes como el cristal, erizando sus tentaculos con

desesperacion y destacando sobre las negruzcas

cestas sus dulces tonos de nacar.

Sobre la arena de la playa, y agitándose todavía

dentro de los cestones de caña, estaba toda aquella

hermosura: los salmonetes de roca, como palpitantes

pétalos de camelia, contrayendo el lomo de suave

bermellón con el estertor de la asfixia; los viscosos

calamares y los pulpos, moviendo su maraña de

patas, apelotonándose y enroscándose en la agonía,

los lenguados, planos y delgados como suelas de

zapato; las rayas, estremeciendo su titilante mucosi-

dad, y sobre todo los langostinos, la pesca preciosa,

que asombraban aquel año por su cantidad, trans-

parentes como el cristal, erizando sus tentáculos con

desesperación y destacando sobre las negruzcas

cestas sus dulces tonos de nácar.

DICTADO:

- ¡Adiós!, me voy a otro país en busca de salud.

- Bíceps es de origen latino.

- Orleáns es ciudad francesa, y Canals, española.

- Ese buey vino del Paraguay.

- Si congeniáis, pues ¿por qué rabiáis?

- Para mí y para ti era un semidiós.

- El desahuciado tomaba cafeína y caseína.

- Esas ganzúas las compré en el Brasil por cien reis.

- Seguís siendo tan pusilánimes como erais.

- Cuando leéis, parecéis un moscardón.

- ¡Ojalá remediéis mi mal! ¿No os santiguáis.

- Tú no has poseído una fortuna igual a la mía.

- Ínterin vuelvo, recoge del árbol toda la nuez.

- Teúrgia es la magia de los antiguos gentiles.

Ortografía: LECCION 19

Acentuación IV:

Reglas de acentuación:

Nuevamente, en esta lección vas a estudiar reglas especiales de acentuación. ¡Presta mucha atención!

1. Los tiempos de verbo que llevan acento ortográfico lo conservan aun cuando acrecienten su terminación

tomando un enclítico. Ej.: pidió-pidióla; conmovió-conmovióme; rogó-rogóles; convencióconvencióles.

2. También se acentúan cuando del conjunto resultan vocablos esdrújulos o sobreesdrújulos. Ej.: búscalo,

diciéndome, antójasele.

Escribe y acentúa correctamente:

tirose

volviose

dijoles

mirala

habiendosenos

pidioles

informese

diríjase

3. La conjunción “o”, aunque monosílaba, lleva acento gráfico cuando va entre cifras, para que no se confunda

con el cero. Ej.: 27 ó 28; 3 ó 4.

Escribe correctamente:

30 o 40

dos o tres

12 o 13

doce o trece

9 o 10

nueve o diez

4. Cuando un vocablo simple entre a formar parte de un compuesto como primer elemento del mismo se

escribirá sin el acento ortográfico que como simple le habría correspondido. Ej.: decimoséptimo, asimismo,

baloncesto, balompié, decimonono. Se exceptúan los adverbios terminados en -mente, que llevarán en el

adjetivo el acento gráfico que les corresponde como simples. Ej.: ágilmente, cortésmente, lícitamente.

Escribe y acentúa correctamente:

rioplatense

decimotercero

decimoquinto

balonmano

asimismo

facilmente

docilmente

sabiamente

friamente

comunmente

mansamente

casualmente

5. En los compuestos de dos o más adjetivos unidos con guión cada elemento conservará la acentuación

ortográfica que le correspóndiere como simple. Ej.: hispano-belga, anglo-soviético, cántabroastur.

Escribe y acentúa correctamente:

franco-aleman

hispano-americano

historico-critico

teorico-practico

greco-turco

fisico-quimico

6. Los términos latinos usados en nuestra lengua se acentuarán según las leyes fonéticas para las voces

castellanas. Ej.: ítem, accésit, memorándum.

Escribe y acentúa correctamente:

curriculum

deficit

desideratum

idem

superavit

ultimatum

vox populi

Ejercicios:

1. Lee con atención las palabras siguientes y busca después alguien que te las dicte:

También – día – después – tranvía – frío – tenía – tío – quería – mercancías – periódicos – gustaría – río – vía –

Sebastián – caídos – podía – hacía – decía – podría – podríamos – María – sería – oír – policía - estación

2. Escribe y acentúa las siguientes palabras.

pidiola

fiase

27 o 28

decimoseptimo

agilmente

hispano-belga

item

accesit

anglo-sovietico

cortesmente

asimismo

3 o 4

buscalo

conmoviome

rogoles

diciendome

tres o cuatro

licitamente

3. Acentúa correctamente los textos de la izquierda y comprueba tus aciertos en los de la derecha.

A)

Su padre entendia que esto era progresar; Daniel, el

Mochuelo, no 1o sabia exactamente. El que el estu-

diase el Bachillerato en la ciudad podia ser, a la lar-

ga, efectivamente, un progreso. Ramon, el hijo del

boticario, estudiaba ya para abogado en la ciudad, y

cuando les visitaba, durante las vacaciones, venia

empingorotado como un pavo real y les miraba a to-

dos por encima del hombro; incluso al salir de misa

los domingos y fiestas de guardar, se permitia corre-

gir las palabras que don Jose, el cura, que era un

gran santo, pronunciara desde el pulpito. Si esto era

progresar, el marcharse a la ciudad a iniciar el

Bachilleroto constituia, sin duda, la base de ese pro-

greso.

Pero a Daniel, el Mochuelo, le bullian muchas dudas

en la cabeza a este respecto. El creia saber cuanto

puede saber un hombre. Leia de corrido, escribia

para entenderse y conocia y sabia aplicar las cuatro

reglas.

Su padre entendía que esto era progresar; Daniel, el

Mochuelo, no 1o sabía exactamente. El que el estu-

diase el Bachillerato en la ciudad podía ser, a la lar-

ga, efectivamente, un progreso. Ramón, el hijo del

boticario, estudiaba ya para abogado en la ciudad, y

cuando les visitaba, durante las vacaciones, venía

empingorotado como un pavo real y les miraba a to-

dos por encima del hombro; incluso al salir de misa

los domingos y fiestas de guardar, se permitía corre-

gir las palabras que don José, el cura, que era un

gran santo, pronunciara desde el púlpito. Si esto era

progresar, el marcharse a la ciudad a iniciar el

Bachilleroto constituía, sin duda, la base de ese pro-

greso.

Pero a Daniel, el Mochuelo, le bullían muchas dudas

en la cabeza a este respecto. El creía saber cuanto

puede saber un hombre. Leía de corrido, escribía

para entenderse y conocía y sabía aplicar las cuatro

reglas.

B)

Los chillidos, las risas, los dichos agudos se suce-

dian sin cesar, y mientras esto pasaba de un lado, del

otro los paseantes se agitaban, bebian agua del Santo

en la fuente milagrosa, intentaban penetrar en la

ermita, y la turba saliente les obligaba a volver a

bajar las gradas, penetrando al fin en el cementerio

proximo, donde reflexionaban sobre la fragilidad de

las cosas humanas, mientras concluian los restos del

mazapan y bizcochos de galera. En la parte elevada de la ermita, algunos cofrades

asomaban a los balconcillos, ostentando en medio el

santero vestido con un traje que remedaba al del

Santo Labrador, y en 1o alto de las colinas cerraban

todo este cuadro varios grupos de muchachos que

arrojaban cohetes al aire.

Los chillidos, las risas, los dichos agudos se suce-

dían sin cesar, y mientras esto pasaba de un lado, del

otro los paseantes se agitaban, bebían agua del Santo

en la fuente milagrosa, intentaban penetrar en la

ermita, y la turba saliente les obligaba a volver a

bajar las gradas, penetrando al fin en el cementerio

próximo, donde reflexionaban sobre la fragilidad de

las cosas humanas, mientras concluían los restos del

mazapán y bizcochos de galera.

En la parte elevada de la ermita, algunos cofrades

asomaban a los balconcillos, ostentando en medio el

santero vestido con un traje que remedaba al del

Santo Labrador, y en 1o alto de las colinas cerraban

todo este cuadro varios grupos de muchachos que

arrojaban cohetes al aire.

DICTADO:

- Ya leímos la lección los alumnos Víctor Martínez, Andrés Sánchez, Dámaso Álvarez, Cesáreo López y

César Jiménez.

- Huiste tú a la vez que huisteis todos los que nunca debisteis huir de Túy ni de Bernuy.

- Séanos dado enseñar al nérveo transeúnte, de sáxeo corazón, el viejo saúco del jardín que poseo en Lyón.

- El baloncesto se juega con un balón semejante al que se emplea para el balompié.

- ¡Qué hombre más atento es este donjuán!

- ¿Cuáles de las siguientes formas verbales llevan acento ortográfico y cuáles no, según «las nuevas

normas» de la Academia?: aislado, aíslo, aupado, aúpo, buido, cohibido, cohibo, embaír, freír, oír,

prohibido, prohíbo, rehúso, rehúyo, reír, reúno.

Ortografía: LECCION 20

Acentuación V: Acentuación diacrítica.

Reglas especiales de acentuación:

Las palabras monosílabas, en general, no llevan acento gráfico. Sin embargo, hay monosílabos que tienen la

misma forma y distinto significado. El acento diacrítico sirve para diferenciados.

Ej.: Estuvimos tomando té (nombre). Digo que te vayas (pronombre ).

1. “Tú, mí, él” se acentúan cuando son pronombres; no llevan acento cuando son adjetivos posesivos y artículo,

respectivamente. Ej.: Tú tienes frío. Confía en mí. Habla con él. Tu coche es rápido. Dame mi encendedor. Se

fue en el tren.

Escribe y acentúa correctamente:

- Llegó mi madre.

- Creo que ello sabe.

- Tu eres el culpable.

- Esto es para mi.

2. Los relativos “que, cual, quien, cuyo”, y los adverbios “cuando, cuan, cuanto, como y donde”, llevarán acento

cuando se usen con sentido interrogativo, exclamativo o con énfasis, y no en los demás casos.

Ej.: ¿Qué quieres? Que vengas. ¿Cuál te pones? El cual me respondió... ¿Quién ha venido? Quien llamó.

¡Cuánto tarda el tren! En cuanto llegue el tren... ¡Dónde te has metido! En el lugar donde estuve ayer.

Escribe y acentúa correctamente:

- ¿De donde vienes?

- ¡Como estás!

- Voy donde quiero.

- ¿Cuanto ganas?

- Quien sea, que se vaya.

3. Los pronombres “éste, ése, aquél” y sus femeninos y plurales llevarán normalmente acento ortográfico. No lo

llevarán cuando sean determinantes. “Esto, eso, aquello” (neutros) no llevan nunca acento ortográfico. Se

puede prescindir del acento cuando no haya riesgo de anfibología (doble sentido). Ej.: Con este coche no

ganaré. Me voy al extranjero con éste. Dile a ése que venga. Con ese esquí no irás lejos.

Escribe y acentúa correctamente:

- Aquello me llegó al alma.

- De este no comeréis.

- No hagas eso.

- Ponte este abrigo.

- No cojas ese.

- Por fin nos fuimos con aquel.

- No te consiento esto.

4. Observa:

SE ACENTÚAN:

dé: del verbo dar.

sí: adverbio de afirmación; pronombre.

sé: de los verbos ser y saber.

té: nombre.

porqué: nombre.

más: adverbio de cantidad.

NO SE ACENTÚAN:

de: preposición.

si: conjunción condicional.

se: pronombre.

te: pronombre.

porque: conjunción.

mas: conjunción (equivale a pero).

Ejemplos:

Dé Ud. limosna.

Dijo que sí.

Se lo guardó para sí.

Sé bueno.

Yo sé.

Tomo té.

Dime el porqué de tus actos.

Quiero más agua.

Vengo de Valencia.

Te lo daré si vienes.

Juan y Pedro se pegan.

Te mando el regalo.

Me voy porque es tarde.

La llamé, mas no me oyó.

Escribe y acentúa correctamente:

- Si llueve, no iré.

- No se 1o que quiere.

- Quiso venir, mas no llegó.

- Deseaba comer mas.

- Dice que le de el billete.

5. La partícula “aun” llevará tilde cuando se pueda sustituir por “todavía”. La palabra “solo” podrá llevar acento

cuando pueda ser sustituida por “solamente", únicamente.

Ejemplos:

Aún está enfermo.

Aun los sordos han de oírme.

Lo encontrarás solo en casa.

Lo encontrarás sólo en casa.

Escribe y acentúa correctamente:

- Estuve solo (nada más) una hora en el trabajo.

- Estuve solo (sin compañía) en la montaña.

- Leí solo (únicamente) el primer capítulo.

- No ha llegado aun el tren.

- Aun no da línea el teléfono.

- No aprobó, ni aun 1o intentó.

6. Existen algunas palabras con dos formas de acentuación, ambas correctas:

amoniaco, amoníaco

atmosfera, atmósfera

austriaco, austríaco

cantiga, cántiga

cardiaco, cardíaco

dinamo, dínamo

egida, égida

etiope, etíope

ibero, íbero

medula, médula

olimpiada, olimpíada

omoplato, omóplato

osmosis, ósmosis

pelicano, pelícano

periodo, período

poliglota, políglota

reuma, reúma

saxofón, saxófono

torticolis, tortícolis

Copia en tu cuaderno la forma que te parezca más habitual y observa la colocación del acento gráfico.

Ejercicios:

1. Lee con atención las palabras siguientes repasando por qué llevan acento y busca después alguien que te las

dicte:

Más – cómo – mí – él – sólo – qué – sé – éste – sí - dónde

2. Escribe de nuevo estas frases, acentuándolas correctamente.

- Aun es pronto para que llegue el tren.

- Me han dicho que de la luz.

- Te he comprado un paquete de te.

- ¿Quien ha traído esta carta?

- Ya me explicarás el porque de tu enfado.

- Dice que si; que ha sido el.

- Pido mas sueldo, mas no me 1o dan.

- Me dicen que de 1o que me sobra.

- Lo se de buena fuente.

- ¡Cuanta guerra sin sentido!

- ¡Que contento estás tu!

- ¡Mas te valiera estudiar!

- Dices que si y luego no cumples.

- ¡Se consecuente con tus teorías!

- No me importa como ni cuando.

- Tu y el sois los responsables.

3. Acentúa correctamente los textos de la izquierda, comprueba tus aciertos en los de la derecha.

A)

Nuestro capitan Oyarbide me pregunto varias veces.

-¿Tu tienes buenos informes de Chimista?

-Sí, ¿por que me 1o dice usted?

-Porque a mi me ha parecido oir que los del barco

pirata han dicho: Ahi va Chimista.

El caso es que a mi me pareció 1o mismo. Luego

aquello de que el barco se llamara el Relampago me

escamaba.

Oyarbide sospechaba que Chimista era pirata o tenia

relacion con los piratas.

Intente averiguar algo en la propia fuente.

-¿Tu no oiste -le dije yo a Chimista- que del barco

pirata te llamaban a ti?

-¡Ca, hombre!

-Pues a mi se me figuro que decian: Ahi va

Chimista. A Oyarbide le ha parecido 1o mismo.

-No creo. No es que no conozca uno granujas que

andan por tierra y por mar, pero no 1o creo. Me pa-

rece que sois unos fanaticos y que veis visiones.

Nuestro capitán Oyarbide me preguntó varias veces.

-¿Tú tienes buenos informes de Chimista?

-Sí, ¿por qué me 1o dice usted?

-Porque a mi me ha parecido oír que los del barco

pirata han dicho: Ahí va Chimista.

El caso es que a mí me pareció 1o mismo. Luego

aquello de que el barco se llamara el Relámpago me

escamaba.

Oyarbide sospechaba que Chimista era pirata o tenía

relación con los piratas.

Intenté averiguar algo en la propia fuente.

-¿Tú no oíste -le dije yo a Chimista- que del barco

pirata te llamaban a ti?

-¡Ca, hombre!

-Pues a mí se me figuró que decían: Ahí va

Chimista. A Oyarbide le ha parecido 1o mismo.

-No creo. No es que no conozca uno granujas que

andan por tierra y por mar, pero no 1o creo. Me pa-

rece que sois unos fanáticos y que veis visiones.

B)

En marcha, pues. Y ten cuenta no se te metan en el

sagrado escuadron de los cruzados bachilleres, bar-

beros, curas, canonigos o duques disfrazados de

Sanchos. No importa que te pidan insulas; 1o que

debes hacer es expulsarlos en cuanto te pidan el iti-

nerario de la marcha, en cuanto te hablen del pro-

grama, en cuanto te pregunten al oido, maliciosa-

mente, que les digas hacia donde cae el sepulcro. Y

haz como el Caballero: endereza el entuerto que se

te ponga delante. Ahora 1o de ahora y aqui 1o de

aqui.

¡Poneos en marcha! ¿Que adonde vais? La estrella

os 1o dira: ¡al sepulcro! ¿Que vamos a hacer en el

camino mientras marchamos? ¿Que? ¡Luchar!

Luchar, y ¿como?

En marcha, pues. Y ten cuenta no se te metan en el

sagrado escuadrón de los cruzados bachilleres, bar-

beros, curas, canónigos o duques disfrazados de

Sanchos. No importa que te pidan ínsulas; 1o que

debes hacer es expulsarlos en cuanto te pidan el iti-

nerario de la marcha, en cuanto te hablen del pro-

grama, en cuanto te pregunten al oído, maliciosa-

mente, que les digas hacia dónde cae el sepulcro. Y

haz como el Caballero: endereza el entuerto que se

te ponga delante. Ahora 1o de ahora y aquí 1o de

aquí.

¡Poneos en marcha! ¿Que adónde vais? La estrella

os 1o dirá: ¡al sepulcro! ¿Qué vamos a hacer en el

camino mientras marchamos? ¿Qué? ¡Luchar!

Luchar, y ¿cómo?

DICTADO:

- Tú no adviertes que tu proposición es ventajosa para mí.

- ¿Quién asegura que este gabán es de éste?

- Cuál más, cuál menos, dice que sí, si le preguntan.

- ¿Cuánto recabó él para sí? Pues cuanto quiso.

- ¿Dónde compras tú el té? Lo compro donde te dije ayer.

- ¿Qué quieres que haga con esa carta de ésa?

- Sé más claro en tu escritura y aun en tu expresión.

- El solo es una jugada de tresillo.

- Aquél es mi primo, y éste, mi cuñado.

- Ese lapicero es de aquélla.

- Mi novia tiene mucho aquel.

- Éstos no saben aún lo que aquéllos dirán.

- Visité a tu paisano, cuya fortuna es inmensa.

- ¿Cuándo llega el tren? Cuando sea la hora.

- ¿Oís ese solo de flauta? .

- Sólo así me convencerás; mas si me faltas un solo día, no pienses más en mi ofrecimiento, el cual no

será cumplido.

- Aún tengo esperanza de que se dé por vencido, pues sé de buena tinta cuán apesadumbrado se halla.

- El premio es tan bueno cuan fue tu conducta.

- Me respondió con un rotundo sí.

- Porque soy curioso, quiero averiguar el porqué.

- No ignoro el cómo y el cuándo.

- Por unas causas y por otras te doy muchas gracias.

EJERCICIOS DE REPASO SOBRE LA ACENTUACIÓN

En estas páginas sólo vas a encontrar ejercicios. A medida que los vayas resolviendo demostrarás si con lo que has

estudiado en las lecciones anteriores has aprendido a acentuar correctamente.

Forma de trabajar:

a) Repasa las reglas de acentuación.

b) Busca en el diccionario aquellas palabras que aparezcan en el texto y cuyo significado desconozcas.

c) Completa el texto incompleto de la izquierda.

d) Consulta la regla ortográfica oportuna cuando no sepas acentuar una palabra determinada.

e) Una vez acentuado el texto de la izquierda, comprueba tus aciertos, comparándolo con el de la derecha.

¡No pretendas correr! Dosifica tu esfuerzo. ¡Suerte!

1)

En un arroyo grande, que la lluvia habia dilatado

hasta la viña, nos encontramos, atascada, una vieja

carretilla, perdida toda bajo su carga de hierba y de

naranjas. Una niña, rota y sucia, lloraba sobre una

rueda, queriendo ayudar con el empuje de su pechi-

11o en flor al borricuelo, mas pequeño, ¡ay!, y mas

flaco que Platero. Y el borriquillo se despechaba

contra el viento, intentando, inutilmente, arrancar

del fango la carreta, al grito sollozante de la chiqui-

lla. Era vano su esfuerzo, como el de los niños va-

lientes, como el vuelo de esas brisas cansadas del

verano que se caen, en un desmayo, entre las flores.

Acaricie a Platero y, como pude, 1o enganche a la

carretilla, delante del borrico miserable. Lo obligue

entonces, con un cariñoso imperio, y Platero, de un

tiron, saco carretilla y rucio del atolladero, y les

subio la cuesta.

¡Que sonreir el de la chiquilla! Fue como si el sol de

la tarde, que se quebraba, al ponerse entre las nubes

de agua, en amarillos cristales, le encendiese una

aurora tras sus tiznadas lagrimas.

Con su llorosa alegria, me ofrecio dos escogidas na-

ranjas, finas, pesadas, redondas. Las tome, agrade-

cido, y le di una al borriquillo debil, como dulce

consuelo; otra, a Platero, como premio aureo.

En un arroyo grande, que la lluvia había dilatado

hasta la viña, nos encontramos, atascada, una vieja

carretilla, perdida toda bajo su carga de hierba y de

naranjas. Una niña, rota y sucia, lloraba sobre una

rueda, queriendo ayudar con el empuje de su pechi-

llo en flor al borricuelo. más pequeño, ¡ay!, y más

flaco que Platero. Y el borriquillo se despechaba

contra el viento. intentando, inútilmente. arrancar

del fango la carreta. al grito sollozante de la chiqui-

lla. Era vano su esfuerzo. como el de los niños va-

lientes, como el vuelo de esas brisas cansadas del

verano que se caen, en un desmayo, entre las flores.

Acaricié a Platero y, como pude, lo enganché a la

carretilla, delante del borrico miserable. Lo obligué

entonces, con un cariñoso imperio, y Platero, de un

tirón. sacó carretilla y rucio del atolladero, y les

subió la cuesta.

¡Que sonreír el de la chiquilla! Fue como si el sol de

la tarde, que se quebraba, al ponerse entre las nubes

de agua, en amarillos cristales, le encendiese una

aurora tras sus tiznadas lágrimas.

Con su llorosa alegría, me ofreció dos escogidas na-

ranjas, finas, pesadas, redondas. Las tomé, agrade-

cido, y le di una al borriquillo débil, como dulce

consuelo; otra, a Platero, como premio áureo.

2)

Comio Martin lo que le trajeron, se tendio envuelto

en la manta y, despues de un momento de siesta, se

levanto a tomar una resolucion.

-¿Que podria hacer yo? -se dijo-. Sobornar al alcaide

exigiria mucho dinero. Llamar a Bautista es com-

prometerle. Esperar aqui a que me suelten es expo-

nerme a carcel perpetua; por 1o menos a estar preso

hasta que la guerra termine... Hay que escaparse, no

hay mas remedio.

Con esta firme decision, comenzo a pensar un plan

de fuga. Salir por la puerta era dificil. La puerta,

además de ser fuerte, se cerraba por fuera con llave

y cerrojo.

Comió Martín lo que le trajeron, se tendió envuelto

en la manta y, después de un momento de siesta, se

levantó a tomar una resolución.

-¿Qué podría hacer yo? -se dijo-. Sobornar al alcaide

exigiría mucho dinero. Llamar a Bautista es com-

prometerle. Esperar aquí a que me suelten es expo-

nerme a cárcel perpetua; por 1o menos a estar preso

hasta que la guerra termine... Hay que escaparse, no

hay mas remedio.

Con esta firme decisión, comenzó a pensar un plan

de fuga. Salir por la puerta era difícil. La puerta,

además de ser fuerte, se cerraba por fuera con llave

y cerrojo.

3)

- Hasta aqui llego el extremo de su jamas vista locu-

ra. Pero el generoso leon, mas comedido que arro-

gante, no haciendo caso de niñerias ni de bravatas,

despues de haber mirado a una y otra parte, como se

ha dicho, volvio las espaldas y enseño sus traseras

partes a don Quijote, y con gran flema y remanso se

volvio a echar en la jaula; viendo 1o cual, don

Quijote mando al leonero que le diese de palos y le

irritase para echarle fuera.

-Eso no hare yo -respondio el leonero-, porque si yo

le instigo, el primero a quien hara pedazos sera a mi

mismo. Vuesa merced, caballero, se contente con 1o

hecho, que es todo 1o que puede decirse en genero

de valentia, y no quiera tentar segunda fortuna.

- Hasta aquí llegó el extremo de su jamás vista locu-

ra. Pero el generoso león, mas comedido que arro-

gante, no haciendo caso de niñerías ni de bravatas,

después de haber mirado a una y otra parte, como se

ha dicho, volvió las espaldas y enseño sus traseras

partes a don Quijote, y con gran flema y remanso se

volvió a echar en la jaula; viendo 1o cual, don

Quijote mandó al leonero que le diese de palos y le

irritase para echarle fuera.

-Eso no haré yo -respondió el leonero-, porque si yo

le instigó, el primero a quien hará pedazos será a mí

mismo. Vuesa merced, caballero, se contente con 1o

hecho, que es todo 1o que puede decirse en genero

de valentía, y no quiera tentar segunda fortuna.

4)

Otra vez se ha empañado el cristal de nuestro cata-

lejo; nada se ve. Limpiemosle. Ya esta;

enfoquemos1o de nuevo hacia la ciudad y el campo.

Alla en los confines del horizonte, aquellas lomas

que destacan sobre el cielo diafano han sido cortadas

con un cuchillo. Las rasga una honda y recta

hendidura; por esa hendidura, sobre el suelo, se ven

dos largas y brillantes barras de hierro que cruzan

una junto a otra, paralelas, toda la campiña. De

pronto aparece en el costado de las lomas una

manchita negra; se mueve, adelanta rapidamente, va

dejando en el cie1o un largo manchon de humo.

Otra vez se ha empañado el cristal de nuestro cata-

lejo; nada se ve. Limpiémosle. Ya está;

enfoquemos1o de nuevo hacia la ciudad y el campo.

Allá en los confines del horizonte, aquellas lomas

que destacan sobre el cielo diáfano han sido cortadas

con un cuchillo. Las rasga una honda y recta

hendidura; por esa hendidura, sobre el suelo, se ven

dos largas y brillantes barras de hierro que cruzan

una junto a otra, paralelas, toda la campiña. De

pronto aparece en el costado de las lomas una

manchita negra; se mueve, adelanta rápidamente, va

dejando en el cie1o un largo manchón de humo.

5)

Mirado de medio abajo, parecia tenedor o compas;

las piernas, largas y flacas; el andar, muy espacioso;

si se descomponia algo, le sonaban los huesos como

tablillas de San Lazaro; la habla, etica; la barba,

grande, por nunca se la cortar (por no gastar); y el

decia que era tanto el asco que le daba ver las manos

del barbero por su cara, que antes se dejaria matar

que tal permitiese; cortaba1e los cabellos un

muchacho de nosotros. Traia un bonete los dias de

sol, ratonado con mil gateras y guarniciones de gra-

sa. La sotana era milagrosa, porque no se sabia de

que color era.

Mirado de medio abajo, parecía tenedor o compás;

las piernas, largas y flacas; el andar, muy espacioso;

si se descomponía algo, le sonaban los huesos como

tablillas de San Lázaro; la habla, ética; la barba,

grande, por nunca se la cortar (por no gastar); y el

decía que era tanto el asco que le daba ver las manos

del barbero por su cara, que antes se dejaría matar

que tal permitiese; cortaba1e los cabellos un

muchacho de nosotros. Traía un bonete los días de

sol, ratonado con mil gateras y guarniciones de gra-

sa. La sotana era milagrosa, porque no se sabía de

que color era.

6)

Mire los muros de la patria mia,

si un tiempo fuertes, ya desmoronados,

de la carrera de la edad cansados,

por quien caduca ya su va1entia.

Salime al campo, vi que el sol bebia

los arroyos del ye1o desatados,

y del monte quejosos los ganados,

que con sombras hurto su luz al dia.

Entre en mi casa; vi que, amancillada,

de anciana habitacion era despojos;

mi bacu1o, mas corvo y menos fuerte.

Vencida de la edad senti mi espada,

y no halle cosa en que poner los ojos

que no fuese recuerdo de la muerte.

Miré los muros de la patria mía,

si un tiempo fuertes, ya desmoronados,

de la carrera de la edad cansados,

por quien caduca ya su va1entía.

Salíme al campo, vi que el sol bebía

los arroyos del ye1o desatados,

y del monte quejosos los ganados,

que con sombras hurto su luz al día.

Entre en mi casa; vi que, amancillada,

de anciana habitación era despojos;

mi bácu1o, mas corvo y menos fuerte.

Vencida de la edad sentí mi espada,

y no hallé cosa en que poner los ojos

que no fuese recuerdo de la muerte.

7)

Mi casa estaba fuera del pueblo, a unos doscientos

pasos largos de las ultimas de la piña. Era estrecha y

de un solo piso, como correspondia a mi posicion,

pero como llegue a tomarle cariño, temporadas hubo

en que hasta me sentia orgulloso de ella. En realidad

1o unico de la casa que se podia ver era la cocina,

1o primero que se encontraba al entrar, siempre

limpia y blanqueada con primor; cierto es que el

suelo era de tierra, pero tambien pisada la tenia, con

sus guijarillos haciendo dibujos, que en nada

desmerecia de otras muchas en las que el dueño

habia echado por1am por sentirse mas moderno.

Mi casa estaba fuera del pueblo, a unos doscientos

pasos largos de las últimas de la piña. Era estrecha y

de un solo piso, como correspondía a mi posición,

pero como llegue a tomarle cariño, temporadas hubo

en que hasta me sentía orgulloso de ella. En realidad

1o único de la casa que se podía ver era la cocina,

1o primero que se encontraba al entrar, siempre

limpia y blanqueada con primor; cierto es que el

suelo era de tierra, pero tanmbién pisada la tenía,

con sus guijarillos haciendo dibujos, que en nada

desmerecía de otras muchas en las que el dueño

había echado pór1am por sentirse más moderno.

8)

Tenia que levantarse el muchacho al amanecer, abrir

el puesto, soltar los fardos de verdura que subia un

mozo de la plaza de la Cebada, e ir tomando el pan

que traian los repartidores. Despues, barrer la tienda

y esperar a que se levantara el tio Patas, su mujer o

su cuñada. Al llegar alguno de ellos, Manuel

abandonaba el mostrador, y con una cesta pequeña a

la cabeza iba con el pan a las casas de los

parroquianos de la vecindad. En ir y venir se pasaba

toda la mañana. Por la tarde era mas pesado el

trabajo: Manuel tenia que estarse quieto detras del

mostrador, aburriendose, vigilado por el ama y su

cuñada.

Acostumbrado a los paseos diarios por las rondas, le

desesperaba tal inmovilidad.

La tienda del tio Patas, pequeña y maloliente, tenia

un papel amarillo, que se despegaba de puro viejo,

con unas cenefas verdes. Un mostrador de madera,

unos cuantos vasares sucios, un quinque de petroleo

en el techo y dos bancos constituian todo el.mobi-

liario.

Tenía que levantarse el muchacho al amanecer, abrir

el puesto, soltar los fardos de verdura que subía un

mozo de la plaza de la Cebada, e ir tomando el pan

que traían los repartidores. Después, barrer la tienda

y esperar a que se levantara el tío Patas, su mujer o

su cuñada. Al llegar alguno de ellos, Manuel

abandonaba el mostrador, y con una cesta pequeña a

la cabeza iba con el pan a las casas de los

parroquianos de la vecindad. En ir y venir se pasaba

toda la mañana. Por la tarde era más pesado el

trabajo: Manuel tenía que estarse quieto detrás del

mostrador, aburriéndose, vigilado por el ama y su

cuñada.

Acostumbrado a los paseos diarios por las rondas, le

desesperaba tal inmovilidad.

La tienda del tío Patas, pequeña y maloliente, tenía

un papel amarillo, que se despegaba de puro viejo,

con unas cenefas verdes. Un mostrador de madera,

unos cuantos vasares sucios, un quinqué de petróleo

en el techo y dos bancos constituían todo el mobi-

liario.

9)

Llegaron a un patio cuadrado cercado de celdas

pequeñas por arriba y por abajo, que cada una de

ellas ocupaba un personaje de los susodichos. A la

puerta de una de ellas estaba un hombre muy bien

tratado de vestido, escribiendo sobre la rodilla y

sentado en una banqueta sin levantar los ojos del

papel, y se habia sacado uno con la pluma, sin sen-

tirlo.

El Cojuelo le dijo:

-Aquel es un loco arbitrista que ha dado en decir que

ha de hacer la reduccion de los cuatro y ha escrito

sobre eso mas hojas de papel que tuvo el pleito de

don Alvaro de Luna.

-Bien haya quien le trajo a esta casa -dijo don

Cleofas-, que son los locos mas perjudiciales de la

republica.

-Esotro que esta en esotro aposento prosiguio el

Cojuelo- es un ciego enamorado que esta con aquel

retrato de su dama en la mano y aquellos papeles

que le ha escrito, como si no pudiera ver 1o uno ni

leer 1o otro, y da en decir que ven los oidos.

Llegaron a un patio cuadrado cercado de celdas

pequeñas por arriba y por abajo, que cada una de

ellas ocupaba un personaje de los susodichos. A la

puerta de una de ellas estaba un hombre muy bien

tratado de vestido, escribiendo sobre la rodilla y

sentado en una banqueta sin levantar los ojos del

papel, y se había sacado uno con la pluma, sin sen-

tirlo.

El Cojuelo le dijo:

-Aquél es un loco arbitrista que ha dado en decir que

ha de hacer la reducción de los cuatro y ha escrito

sobre eso más hojas de papel que tuvo el pleito de

don Álvaro de Luna.

-Bien haya quien le trajo a esta casa -dijo don

Cleofás-, que son los locos mas perjudiciales de la

república.

-Esotro que esta en esotro aposento prosiguió el

Cojuelo- es un ciego enamorado que esta con aquel

retrato de su dama en la mano y aquellos papeles

que le ha escrito, como si no pudiera ver 1o uno ni

leer 1o otro, y da en decir que ven los oídos.

10)

Era un hombre de edad avanzada, pero en vez de la

decrepitud propia de sus años mostraba entereza,

vigor y energia. Su cara era huesosa, irregular, su-

mamente abultada en la parte superior; la frente te-

nia una exagerada convexidad, mientras la boca y

los carrillos quedaban reducidos a muy mezquinas

proporciones. A esto contribuia la falta absoluta de

dientes, que, habiendo hecho de la boca una conca-

vidad vacia, determinaba en sus labios y en sus me-

jillas depresiones profundas que hacian resaltar mas

la angulosa armazon de sus quijadas. En su cuello,

los tendones, huesos y nervios formaban como una

serie de piezas articuladas, cuyo movimiento

mecanico se observaba muy bien a pesar de la piel

que las cubria. Los ojos eran grandes y revelaban

haber sido hermosos. Por extraño fenomeno,

mientras los cabellos habian emblanquecido entera-

mente, las cejas conservaban el color de la juventud

y estaban formadas de pelos muy fuertes, rígidos y

erizados. Su nariz, corva y fina, debio tambien de

haber sido muy hermosa, aunque, al fin, por la fuer-

za de los años, se habia afilado y encorvado mas,

hasta el punto de ser enteramente igual al pico de un

ave de rapiña.

Era un hombre de edad avanzada, pero en vez de la

decrepitud propia de sus años mostraba entereza,

vigor y energía. Su cara era huesosa, irregular, su-

mamente abultada en la parte superior; la frente te-

nía una exagerada convexidad, mientras la boca y

los carrillos quedaban reducidos a muy mezquinas

proporciones. A esto contribuía la falta absoluta de

dientes, que, habiendo hecho de la boca una conca-

vidad vacía, determinaba en sus labios y en sus me-

jillas depresiones profundas que hacían resaltar mas

la angulosa armazón de sus quijadas. En su cuello,

los tendones, huesos y nervios formaban como una

serie de piezas articuladas, cuyo movimiento

mecánico se observaba muy bien a pesar de la piel

que las cubría. Los ojos eran grandes y revelaban

haber sido hermosos. Por extraño fenómeno,

mientras los cabellos habían emblanquecido entera-

mente, las cejas conservaban el color de la juventud

y estaban formadas de pelos muy fuertes, rígidos y

erizados. Su nariz, corva y fina, debió también de

haber sido muy hermosa, aunque, al fin, por la fuer-

za de los años, se había afilado y encorvado más,

hasta el punto de ser enteramente igual al pico de un

ave de rapiña.

11)

Hector me habia citado a las siete y cuarto y no me

cabe en la cabeza el faltar a una cita. Las ocho y

cuarto, las ocho y veinte, las ocho y veinticinco, las

ocho y media, y Hector sin venir. Yo estaba positi-

vamente helado: me dolian los pies, me dolian las

manos, me dolia el pecho, me dolia el pelo. La ver-

dad es que si hubiese llevado mi abrigo cafe, 1o mas

probable es que no hubiera sucedido nada. Pero esas

son cosas del destino y les aseguro que a las tres de

la tarde, hora en que sali de casa, nadie podia

suponer que se levantara aquel viento. Las nueve

menos veinticinco, las nueve menos veinte, las

nueve menos cuarto. Transido, amoratado. Llego a

las nueve menos diez: tranquilo, sonriente y satisfe-

cho. Con su grueso abrigo gris y sus guantes forra-

dos:

-¡Hola, mano!

Asi, sin mas. No 1o pude remediar: 1o empuje bajo

el tren que pasaba.

Héctor me había citado a las siete y cuarto y no me

cabe en la cabeza el faltar a una cita. Las ocho y

cuarto, las ocho y veinte, las ocho y veinticinco, las

ocho y media, y Héctor sin venir. Yo estaba positi-

vamente helado: me dolían los pies, me dolían las

manos, me dolía el pecho, me dolía el pelo. La ver-

dad es que si hubiese llevado mi abrigo café, 1o más

probable es que no hubiera sucedido nada. Pero esas

son cosas del destino y les aseguro que a las tres de

la tarde, hora en que salí de casa, nadie podía

suponer que se levantara aquel viento. Las nueve

menos veinticinco, las nueve menos veinte, las

nueve menos cuarto. Transido, amoratado. Llegó a

las nueve menos diez: tranquilo, sonriente y satisfe-

cho. Con su grueso abrigo gris y sus guantes forra-

dos:

-¡Hola, mano!

Así, sin más. No 1o pude remediar: 1o empujé bajo

el tren que pasaba.

12)

Los trajes de Leonardo eran un conflicto; pero pron-

to le fueron. bien las ropas de su padre, que en su

cuerpo adquirian una gracia especial y un apresto

elegante. Presumia con aquellos trajes macerados,

como si acabasen de ser hechos para el, y reincidia

en ellos una sombra de padre, un algo po1tron, sose-

gado, con cenizas mezcladas a aquellos trajes gene-

ralmente grises.

No sabia nadie donde iba a parar aquel tipo nacido

en la obscura cuajadera de los tipos; ni el mismo 1o

sabia, porque mas que pensamiento sobre su porve-

nir, esperaba hacia donde vagase su destino.

Los trajes de Leonardo eran un conflicto; pero pron-

to le fueron. bien las ropas de su padre, que en su

cuerpo adquirían una gracia especial y un apresto

elegante. Presumía con aquellos trajes macerados,

como si acabasen de ser hechos para el, y reincidía

en ellos una sombra de padre, un algo po1tron, sose-

gado, con cenizas mezcladas a aquellos trajes gene-

ralmente grises.

No sabía nadie donde iba a parar aquel tipo nacido

en la obscura cuajadera de los tipos; ni el mismo 1o

sabía, porque mas que pensamiento sobre su porve-

nir, esperaba hacia donde vagase su destino.

13)

Nos apeamos y entonces salio una tipa con jeta

como de mora y dijo la tia que era la niña de mano y

ella nos miraba todo el tiempo sin dejar1o y el tio

dijo que era una mapucha de Temuco. Yo, por 1o de

la curiosidad, le dije que que era mapucha y el que

india araucana y que Temuco, la reduccion. Iba a

preguntar1e que era la reduccion, pero se me hizo

que la cosa olia ya a cachondeo y 1o deje. Luego, en

la cena, apenas pudimos abrir el pico, porque el tio

se 1o dice todo. La casa no vale dos reales, por mas

que el como si fuera un palacio. Nos acostamos

temprano y anduvimos cuchicheando hasta las tan-

tas.

Nos apeamos y entonces salió una tipa con jeta

como de mora y dijo la tía que era la niña de mano y

ella nos miraba todo el tiempo sin dejar1o y el tío

dijo que era una mapucha de Temuco. Yo, por 1o de

la curiosidad, le dije que qué era mapucha y él que

india araucana y que Temuco, la reducción. Iba a

preguntar1e que era la reducción, pero se me hizo

que la cosa olía ya a cachondeo y 1o deje. Luego, en

la cena, apenas pudimos abrir el pico, porque el tío

se 1o dice todo. La casa no vale dos reales, por más

que el como si fuera un palacio. Nos acostamos

temprano y anduvimos cuchicheando hasta las tan-

tas.

14)

Una tristeza humeda, pegajosa, le iba calando lenta-

mente. Le parecio que los ojos del hombre gordo es-

taban vacios, como dos cavernas. Y su voz tambien

era de cueva. Tenia unos gestos de cortesia exage-

rada, tan exquisita para el publico de 1a Artamila

que 1evantaba groseras carcajadas de burla. Enton-

ces, se doblaba en un saludo y aceptaba las mofas

como un aplauso. De pronto, Juan Niño le vio las

manos: grandes, duras como rocas, brutales. Hacia

daño ver1as, e instintivamente vol vio los ojos hacia

los cuerpecillos de los niños, hacia sus brazos y sus

piernas flacas, donde los muscu1os aparecian mons-

truosamente maduros, resecos.

Una tristeza húmeda, pegajosa, le iba calando lenta-

mente. Le pareció que los ojos del hombre gordo es-

taban vacíos, como dos cavernas. Y su voz también

era de cueva. Tenía unos gestos de cortesía exage-

rada, tan exquisita para el público de 1a Artamila

que 1evantaba groseras carcajadas de burla. Enton-

ces, se doblaba en un saludo y aceptaba las mofas

como un aplauso. De pronto, Juan Niño le vio las

manos: grandes, duras como rocas, brutales. Hacía

daño ver1as, e instintivamente vol vió los ojos hacia

los cuerpecillos de los niños, hacia sus brazos y sus

piernas flacas, donde los múscu1os aparecían mons-

truosamente maduros, resecos.

15)

La primera casa que se encontraba era una primo-

rosa vivienda infanzona, grande, solida, alegre, res-

taurada y pintada recientemente, con cortafuegos de

piedra, aleros labrados, y ancho escudo circundado

de follaje granitico. Antes faltara en ella el escudo

que la parra, cuyos sarmientos, cargados de hojas,

parecian un bigote que aquella tenia en e11ugar

correspondiente de su cara, siendo las dos ventanas

los ojos, el escudo la nariz y e11argo ba1con la

boca, siempre riendo. Para que la personificacion

fuero completa, salia del ba1con una viga destinada

a sujetar la cuerda de tender ropa, y con tal acceso-

rio, la casa con rostro estaba fumandose un cigarro

puro.

La primera casa que se encontraba era una primo-

rosa vivienda infanzona, grande, sólida, alegre, res-

taurada y pintada recientemente, con cortafuegos de

piedra, aleros labrados, y ancho escudo circundado

de follaje granítico. Antes faltara en ella el escudo

que la parra, cuyos sarmientos, cargados de hojas,

parecían un bigote que aquella tenía en e11ugar

correspondiente de su cara, siendo las dos ventanas

los ojos, el escudo la nariz y e11argo ba1con la

boca, siempre riendo. Para que la personificación

fuero completa, salía del ba1cón una viga destinada

a sujetar la cuerda de tender ropa, y con tal acceso-

rio, la casa con rostro estaba fumándose un cigarro

puro.

16)

No llegaron a verlo hasta que no alcanzaban el bor-

de del ribazo. Aparecio de pronto. Casi no parecia

que habia rio; el agua era tambien de aquel color,

que continuaba de una parte a otra sin a1terarse por

el curso, como si aquella misma tierra corriese liqui-

da en el rio.

-Pues vaya un rio... -dijo Me1y-. ¿Y eso tambien es

un rio?

-Sera que esta revuelto -le replicaba Luci.

Se habian detenido a mirarlo en el borde del terra-

p1en, que levantaba de diez a quince metros sobre el

nivel de la ribera.

No llegaron a verlo hasta que no alcanzaban el bor-

de del ribazo. Apareció de pronto. Casi no parecía

que había río; el agua era también de aquel color,

que continuaba de una parte a otra sin a1terarse por

el curso, como si aquella misma tierra corriese líqui-

da en el río.

-Pues vaya un río... -dijo Me1y-. ¿Y eso también es

un río?

-Será que está revuelto -le replicaba Luci.

Se habían detenido a mirarlo en el borde del terra-

p1én, que levantaba de diez a quince metros sobre el

nivel de la ribera.

17)

El besamanos estaba señalado para las tres de la

tarde, pero comenzo lindando las cuatro. La clara

luz de la tarde madrileña entraba por los balcones

reales, y el sequito joyante de tornasoles, plumas,

mantos y entorchados, evocaba las luces de la corte

de Carlos IV. La Reina Nuestra Señora, revestida de

corona y armiños, empechada como una matrona

popular, entro con mucha ceremonia en el Salon del

Trono. E1.Rey Don Francisco daba1e el brazo:

Vestido de capitan genera1, muy perejil, todo

colgado de cruces y bandas, casi desaparecia al

flanco pomposo y maduro de la Señora: Asidos

levemente de la mano, subieron las gradas del trono:

Se saludaron...

El besamanos estaba señalado para las tres de la

tarde, pero comenzó lindando las cuatro. La clara

luz de la tarde madrileña entraba por los balcones

reales, y el séquito joyante de tornasoles, plumas,

mantos y entorchados, evocaba las luces de la corte

de Carlos IV. La Reina Nuestra Señora, revestida de

corona y armiños, empechada como una matrona

popular, entro con mucha ceremonia en el Salón del

Trono. E1.Rey Don Francisco dába1e el brazo:

Vestido de capitán genera1, muy perejil, todo

colgado de cruces y bandas, casi desaparecía al

flanco pomposo y maduro de la Señora: Asidos

levemente de la mano, subieron las gradas del trono:

Se saludaron...

18)

La situacion llego a ser un dia tan extremadamente

angustiosa, que la heroica anciana, cansada de mirar

a cielo y tierra por si inopinadamente caia algun

socorro, perdido el credito en las tiendas, cerrados

todos los caminos, no vio mas arbitrio para conti-

nuar la lucha que poner su cara en vergüenza sa-

liendo a pedir limosna. Hizolo una mañana, creyen-

do que 1o haria por unica vez, y siguio luego todos

los dias, pues la fiera necesidad le impuso el triste

oficio mendicante, privandola en absoluto de todo

otro medio de atender a los suyos.

La situación llegó a ser un día tan extremadamente

angustiosa, que la heroica anciana, cansada de mirar

a cielo y tierra por si inopinadamente caía algún

socorro, perdido el crédito en las tiendas, cerrados

todos los caminos, no vio más arbitrio para conti-

nuar la lucha que poner su cara en vergüenza sa-

liendo a pedir limosna. Hízolo una mañana, creyen-

do que 1o haría por única vez, y siguió luego todos

los días, pues la fiera necesidad le impuso el triste

oficio mendicante, privándola en absoluto de todo

otro medio de atender a los suyos.

19)

Aprovecharon aquel instante los otros para interve-

nir y obligarlos a hacer las paces, y el mismo don

Hernando les pidio que se dieran la mano, y aun

Lope de Aguirre 1o abrazo.

Habia dias -decia Pedrarias- que el calor hacia en-

loquecer a la gente, y por eso repetia a veces que

todo el mundo debia descontar en la intemperancia y

en la irritabilidad de los demas 1o que correspondia

a la fatiga nerviosa de aquellos calores, a la que

Pedrarias llamaba el paroxismo ecuatorial, y otros,

la tarumba del equinoccio. Se suponia que en aque-

llas latitudes cada cual tenia derecho a una cierta

incongruencia ya una cierta irresponsabilidad.

Aprovecharon aquel instante los otros para interve-

nir y obligarlos a hacer las paces, y el mismo don

Hernando les pidió que se dieran la mano, y aun

Lope de Aguirre 1o abrazó.

Había días -decía Pedrarias- que el calor hacía en-

loquecer a la gente, y por eso repetía a veces que

todo el mundo debía descontar en la intemperancia y

en la irritabilidad de los demás 1o que correspondía

a la fatiga nerviosa de aquellos calores, a la que

Pedrarias llamaba el paroxismo ecuatorial, y otros,

la tarumba del equinoccio. Se suponía que en aque-

llas latitudes cada cual tenía derecho a una cierta

incongruencia ya una cierta irresponsabilidad.

20)

SIRENA. - (Triste.) ¡No me besas! (Alegre otra

vez.) ¡Ah! es porque tarde mucho, ¿verdad? No fue

mia la culpa; no querian decirme donde estabas.

¿Pero y tu? ¿Quien te dijo que iba a venir hoy?

Porque tu me estabas esperando. Fue una idea muy

delicada la tuya de plantar esas enredaderas del

balcon para que yo trepara por ellas. ¿Y esta casa?;

¿es esta nuestra casa? Muy negra, Ricardo; me

gustara mas azul. Y muy grande para los dos solos;

tendremos que recortarle todo 1o que sobra... No,

perdoname; si tu la prefieres asi... Nuestra casa. (En

la ventana.) ¡El mar! ¿Por que tienes el.mar tan

lejos? No entrara nunca en la casa; no llegara hasta

aqui. Veras; mañana mismo la correremos un poco

hacia alla. ¡Que entren a gritos el sol y el mar! Y

tendremos una terraza de algas.

SIRENA. - (Triste.) ¡No me besas! (Alegre otra

vez.) ¡Ah! es porque tardé mucho, ¿verdad? No fue

mía la culpa; no querían decirme donde estabas.

¿Pero y tú? ¿Quién te dijo que iba a venir hoy?

Porque tu me estabas esperando. Fue una idea muy

delicada la tuya de plantar esas enredaderas del

balcón para que yo trepara por ellas. ¿Y esta casa?;

¿es esta nuestra casa? Muy negra, Ricardo; me

gustará más azul. Y muy grande para los dos solos;

tendremos que recortarle todo 1o que sobra... No,

perdóname; si tu la prefieres así.. Nuestra casa. (En

la ventana.) ¡El mar! ¿Por qué tienes el.mar tan

lejos? No entrará nunca en la casa; no llegará hasta

aquí. Verás; mañana mismo la correremos un poco

hacia allá. ¡Que entren a gritos el sol y el mar! Y

tendremos una terraza de algas.

Signos de puntuación

Ortografía: LECCION 21

Signos de puntuación:

Aunque tradicionalmente, en el estudio de la Ortografía, se ha insistido más en Reglas de letras y

Acentuación, los signos de puntuación tienen gran importancia, «porque sin ellos podría resultar dudoso y oscuro

el significado de las frases». ¡Fíjate en el siguiente ejemplo!:

1. Gracia imposible que 1o ahorquen.

2. Gracia imposible; que 1o ahorquen.

3. Gracia; imposible que 1o ahorquen.

El primer ejemplo resulta confuso. En el segundo y tercero, la distinta colocación del punto y coma

cambian totalmente el sentido de la frase.

Si él te quisiera, mal podría perderte.

Si él te quisiera mal, podría perderte.

Tan importante como saber cuándo una palabra se escribe con b o con v, por ejemplo, es saber escribir

los signos de puntuación donde el sentido de la frase lo exige. ¡Aplícate! El saber usar los signos de puntuación

con precisión clarificará tus escritos y te proporcionará seguridad y satisfacción.

Reglas para el uso de los signos de puntuación:

1. Los signos de puntuación usados en castellano son éstos:

Punto “.”

Dos puntos “:”

Puntos suspensivos “...”

Coma “,”

Punto y coma “;”

Principio de interrogación “¿”

Fin de interrogación “?”

Principio de exclamación “¡”

Fin de exclamación “!”

Paréntesis “()”

Diéresis “ ¨ ”

Guión “-“

Comillas “ “

Raya “—“

2. Significado de los signos de puntuación:

- La coma, los puntos y el paréntesis indican las pausas más o menos cortas que en la lectura sirven para dar a

conocer el sentido de las frases.

- La interrogación y la admiración denotan lo que expresan sus nombres, y la segunda, además, queja, énfasis o

encarecimiento.

- La diéresis sirve para indicar que la u tiene sonido.

- Las comillas señalan las citas o dan significado especial a la palabra que comprenden.

- El guión es signo de palabra incompleta.

- La raya es signo de diálogo o de separación de palabras, oraciones o párrafo.

3. Ten en cuenta:

Es prácticamente imposible indicar reglas exactas para el uso de algunos de los signos de puntuación, en

especial de la coma.

(En las lecciones siguientes encontrarás unas cuantas normas para casos generales. El estilo de cada autor o

escritor, la forma de redacción, la intención del escritor y otras causas exigen el uso determinado de signos de

puntuación que escapan a toda regla.)

Ejercicios:

1. Escribe el signo de puntuación correspondiente.

Punto.

Dos puntos.

Puntos suspensivos.

Punto y coma,

Principio y fin de interrogación.

Principio y fin de admiración.

Paréntesis.

Diéresis.

Comillas.

Guión.

2. En este texto debes señalar todos los signos de puntuación que encuentres.

Púseme a un cabo del portal y saqué unos pedazos de pan del seno, que me habían quedado de los de por Dios. Él,

que vio esto, díjome:

- Ven acá, mozo. ¿Qué comes?

Yo 1leguéme a él y mostré1e el pan. Tomóme él un pedazo de tres que eran: el mejor y más grande. Y díjome:

-Por mi vida, que parece éste buen pan.

-¡Y cómo! ¿Agora -dije yo-, señor, es bueno?

-Sí, a fe -dijo él-. ¿Adónde 1o hubiste? ¿Si es amasado de manos limpias?

-No sé yo eso -le dije-; mas a mí no me pone asco el sabor de e11o.

-Así plega a Dios- dijo el pobre de mi amo.

y 11evándo1o a la boca, comenzó a dar en él tan fieros bocados como yo en 1o otro.

-Sabrosísimo pan está -dijo-, por Dios.

2. Escribe el nombre de los signos de puntuación usados por el autor en este texto.

Llegóse en esto a él Sancho y díjole:

-Señor, por quien Dios es, que vuesa merced haga de manera que mi señor don Quijote no se tome con estos

leones; que si se toma, aquí nos han de hacer pedazos a todos.

-¿Pues tan loco es vuestro amo -respondió el hida1go- que teméis que se ha de tomar con tan fieros animales?

-No es loco- respondió Sancho, sino atrevido.

- Yo haré que no 1o sea- replicó el hidalgo.

3. Intenta poner los signos de puntuación a estos textos de la izquierda, que aparecen mutilados. Cuando dudes o

no lo sepas -¡sólo por esta vez!- mira los textos de la derecha.

A)

Don Roberto llama al timbre de su casa se había

dejado las llaves en el otro pantalón siempre le pasa

1o mismo y eso que no hacía más que decirlo

Cambiarme las llaves del pantalón cambiarme las

llaves del pantalón Le sale a abrir la puerta su mujer

Hola Roberto

Hola

La mujer procura tratar1o bien y ser amable el hom-

bre trabaja como un negro para mantenerlos con la

cabeza a flote

Vendrás con frío ponte las zapatillas te las tuve

puestas a11ado del gas

Don Roberto se puso las zapatillas y la chaqueta

vieja de casa una americana raída que fue marrón en

sus tiempos con una rayita blanca que hacía muy

fino muy elegante

Don Roberto llama al timbre de su casa, se había

dejado las llaves en el otro pantalón, siempre le pasa

1o mismo y eso que no hacía más que decirlo:

“Cambiarme las llaves del pantalón cambiarme las

llaves del pantalón.” Le sale a abrir la puerta su

mujer.

- Hola, Roberto.

- Hola.

La mujer procura tratar1o bien y ser amable: el

hombre trabaja como un negro para mantenerlos con

la cabeza a flote.

- Vendrás con frío, ponte las zapatillas, te las tuve

puestas a11ado del gas.

Don Roberto se puso las zapatillas y la chaqueta

vieja de casa, una americana raída, que fue marrón

en sus tiempos, con una rayita blanca que hacía muy

fino, muy elegante.

B)

Los relámpagos se sucedían sin intervalos el monte

continuamente lleno de luz temblaba y palpitaba con

el fragor de la tempestad y parecía que iba a hacerse

pedazos

No hay que retroceder se decía Juan a sí mismo

La hermosura del espectáculo le admiraba en vez de

dar1e terror en las puntas de los hastiales de ambos

lados de esquistos agudos caían los rayos como

flechas

Juan siguió a la luz de los relámpagos a 1o largo de

aquel desfiladero hasta encontrar la salida

Al llegar aquí se detuvo a descansar un instante

Los relámpagos se sucedían sin intervalos, el monte,

continuamente lleno de luz, temblaba y palpitaba

con el fragor de la tempestad y parecía que iba a

hacerse pedazos.

-No hay que retroceder- se decía Juan a sí mismo,

La hermosura del espectáculo le admiraba en vez de

dar1e terror; en las puntas de los hastiales de ambos

lados, de esquistos agudos, caían los rayos como

flechas.

Juan siguió, a la luz de los relámpagos, a 1o largo de

aquel desfiladero hasta encontrar la salida.

Al llegar aquí, se detuvo a descansar un instante.

DICTADO:

Vuelva usted dentro de quince días.

Volví, y el señor viejo me dio una nota que ponía: "Aviraneta, Eugenio, Archivo Clases Pasivas."

Marché a este Archivo y empezaron las dificultades.

El archivero me advirtió que no se podían ver los legajos. Yo le expliqué que no se trataba de obtener

ninguna pensión, sino de un estudio histórico. El archivero hizo como que me oía y me dijo que volviera al cabo

de quince días.

Volví, y el archivero no estaba; no había más que un mozo. Expliqué al mozo lo que me había prometido

el archivero.

El mozo sacó un cuaderno y me preguntó:

-¿En qué fecha murió este señor?

-No sé a punto fijo; es lo que busco.

-¿Cómo se llamaba?

-Aviraneta e Ibargoyen, Eugenio.

El mozo repasó el cuaderno muy serio y me dijo:

-No está.

-¿Usted quiere dejarme ver el cuaderno? -le pregunté. -V éalo usted si quiere. Es inútil. N o está.

Ortografía: LECCION 22

Signos de puntuación: la coma.

Reglas para el uso de la coma:

1. El vocativo se escribirá seguido de coma si va al principio de palabra, y entre dos comas si va en medio de la

frase. Ej.: Luis, ven en seguida. Repito, Julián, que oigas lo que te digo.

Escribe de nuevo estas frases con las comas oportunas:

- Camarero, tráiganos otro café.

- No sabes Juan cuánto 1o siento.

- ¡Cielos valedme!

- Luisa haga el favor de venir.

- No me has entendido tío.

2. Se escribe coma para separar palabras o frases de una misma clase que forman una serie, a menos que

mediare alguna de las conjunciones y, e, ni, o. Ej.: Juan, Pedro y Antonio. Sabio, prudente e inteligente. Vine,

vi y vencí. Ni el joven ni el viejo. Bueno, malo o mediano.

Escribe con las comas oportunas:

- La tarde estaba gris fría y triste.

- Hay trajes verdes rojos azules y grises.

- María Juan Luis e Inés van de paseo.

- Se produjo mucho trigo arroz y maíz.

3. Se escribe coma para separar unas oraciones de otras en las oraciones largas que constan de varias, vayan o

no precedidas de conjunción. Ej.: Todos mataban, todos se compadecían, ninguno sabía detenerse. Al

apuntar el alba cantan las aves, y el campo se alegra, y el ambiente cobra movimiento y frescura.

Escribe, usando las comas oportunas:

- Unos subían otros bajaban nadie paraba.

- Juan estudia mi primo lee yo juego.

- Las fuentes la entretienen los prados la consuelan los árboles la desenojan y las flores la alegran (Cervantes).

4. Cuando se interrumpe el sentido de la oración y se intercalan palabras o frases, éstas irán entre comas, Ej.: La

verdad, escribe un político, se ha de sustentar con razones y autoridad. Los vientos del sur, que en aquellas

abrasadas regiones son muy frecuentes, ponen en grave conflicto a los viajeros. Por ese mismo motivo, van entre comas o seguidas de coma expresiones como éstas: esto es, es decir, en fin, por

último, por consiguiente, sin embargo, no obstante, etc.

Escribe, usando las comas oportunas:

- El convoy aunque tarde salió ayer.

- Este caballo según dicen es el mejor.

- Sin embargo triunfó el otro.

- Dime por último la capital de Francia.

- El accidente según la policía fue provocado.

5. Cuando se invierte el orden regular de las palabras en la oración, debe escribirse coma al fin de la parte que se

adelanta (orden regular: sujeto, verbo, atributo o complementos). Ej.: Donde se gasta más que se gana, viene

pronto la ruina. (El orden normal sería: Viene pronto la ruina donde se gasta más que se gana.) Porque las

cláusulas no estaban claras, nadie firmó el contrato.

Escribe, usando las comas oportunas:

- Si quiere entrar deje salir.

- Con arbitrariedad el árbitro pitó gol.

- Cuando paró de llover salió el sol.

- Con serenidad el capitán sujetó el timón.

- Si eso es verdad hiciste bien.

6. La ausencia o supresión del verbo se suele suplir con coma. Esto es muy corriente en los refranes.

Ej.: El mejor alcalde, el rey. Año de nieves, año de bienes.

Escribe, usando las comas oportunas:

- Mujer ventanera mala mujer casera.

- Luisa es alegre; Juana triste.

- El tren llegó tarde ayer; hoy también.

- Papá está en el despacho; mamá en el jardín.

- La mejor estufa el sol.

Ejercicios:

1. Escribe estas frases con las comas oportunas.

- El gitanillo que apenas tenía ropa tiritaba aterido de frío.

- El juez oídas las partes dictó sentencia.

- La ballena en efecto es un mamífero.

- Suprimid la mentira dijo un filósofo y habréis hecho imposibles las relaciones sociales.

- Juego de manos juego de villanos.

- En casa del herrero cuchillo de palo.

- Júpiter rey de los dioses gobernaba el Olimpo.

- El tigre carnívoro fe1ino vive en Asia.

- Niño estáte quieto ya.

- Los mares ríos vientos montes selvas y llanos manifiestan la grandeza del Creador.

2. En los textos de la izquierda faltan las comas. Colócalas y comprueba tus aciertos en los de la derecha.

A)

Platero es pequeño peludo suave; tan blando por

fuera que se diría todo de algodón que no lleva

huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son

duros cual dos escarabajos de cristal negro.

Lo dejo suelto y se va al prado y acaricia tibiamente

con su hocico rozándolas apenas las florecillas rosas

celestes gualdas... Lo llamo dulcemente: «¿Platero?»

y viene a mí con un trotecillo alegre que parece que

se ríe en no sé qué cascabeleo ideal...

Come cuanto le doy. Le gustan las naranjas manda-

rinas las uvas moscateles todas de ámbar los higos

morados con su cristalina gotita de miel...

Es tierno y mimoso igual que un niño que una

niña...; pero fuerte y seco por dentro como de pie-

dra. Cuando paso sobre él los domingos por las

últimas callejas del pueblo los hombres del campo

vestidos de limpio y despaciosos se quedan

mirándolo:

-Tien’asero...

Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por

fuera, que se diría todo de algodón que no lleva

huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son

duros cual dos escarabajos de cristal negro.

Lo dejo suelto, y se va al prado, y acaricia tibia-

mente con su hocico, rozándolas apenas, las flo-

recillas rosas, celestes, gualdas... Lo llamo dulce-

mente: «¿Platero?», y viene a mí con un trotecillo

alegre que parece que se ríe, en no sé qué cascabeleo

ideal...

Come cuanto le doy. Le gustan las naranjas manda-

rinas, las uvas moscateles, todas de ámbar, los higos

morados, con su cristalina gotita de miel...

Es tierno y mimoso igual que un niño, que una

niña...; pero fuerte y seco por dentro, como de pie-

dra. Cuando paso sobre él, los domingos, por las

últimas callejas del pueblo, los hombres del campo,

vestidos de limpio y despaciosos, se quedan

mirándolo:

-Tien’asero...

B)

En los caminos marcábanse filas de puntos negros y

movibles como rosarios de hormigas que marchaban

hacia la ciudad. Por todos los extremos de la vega

sonaban chirridos de ruedas canciones perezosas

interrumpidas por el grito arreando las bestias y de

vez en cuando como sonoro trompetazo del

amanecer rasgaba el espacio un furioso rebuzno del

cuadrúpedo paria como protesta del pesado trabajo

que caía sobre él apenas nacido el día.

En las acequias conmovíase la tersa lámina de cristal

rojizo con sonoros chapuzones que hacían callar a

las ranas y ruidoso batir de alas; y como galeras de

marfil avanzaban los ánades moviendo cual

fantásticas proas sus cuellos de serpiente.

En los caminos marcábanse filas de puntos negros y

movibles como rosarios de hormigas que marchaban

hacia la ciudad. Por todos los extremos de la vega

sonaban chirridos de ruedas, canciones perezosas

interrumpidas por el grito arreando las bestias, y de

vez en cuando, como sonoro trompetazo del

amanecer, rasgaba el espacio un furioso rebuzno del

cuadrúpedo paria como protesta del pesado trabajo

que caía sobre él apenas nacido el día.

En las acequias conmovíase la tersa lámina de cristal

rojizo con sonoros chapuzones que hacían callar a

las ranas y ruidoso batir de alas; y como galeras de

marfil avanzaban los ánades, moviendo cual

fantásticas proas sus cuellos de serpiente.

DICTADO:

Cogí el cuaderno, y en la primera página, el primer nombre ponía: Eugenio de Aviraneta e Ibargoyen.

-Pues está aquí- le dije al mozo.

-Aviraneta..., Aviraneta. Usted no me lo ha dicho así. -Quizá me haya equivocado -dije, y pensé entre mí:

«¡Con qué gusto le pegaría un puntapié a este imbécil!»-. Vamos a ver dónde está.

-Armario tantos..., estante tantos..., número de legajos tantos...- leyó el mozo.

Marchó después; cogió un legajo; lo miré yo; no había nada de Aviraneta.

-¿No nos habremos equivocado de número?- le pregunté yo, ya escamado, y fui a ver el catálogo.

Efectivamente, el mozo se había equivocado de número, y en otro legajo estaba la hoja de servicios de

Aviraneta.

-Déjeme usted leerla.

Ortografía: LECCION 23

Signos de puntuación: punto y coma.

Reglas para el uso de punto y coma:

1. Usamos punto y coma en un período de cierta extensión para separar entre sí oraciones que llevan comas, sin

que sea inconveniente el que vaya una conjunción detrás del punto y coma. Ej.: Vinieron los aquilones de

noviembre, glaciales y recios; arrebataron sus hojas a los árboles, llevándolas...; se guareció el rabadán en

su cabaña...

Pon puntos y coma donde sea necesario:

- Los árboles nos ofrecen leña los frutales, fruta las viñas, uva.

- Y dijo Jesús: «Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios bienaventurados los

misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia bienaventurados...»

- La puntuación correcta aclara el pensamiento la incorrecta, la enturbia.

- Espero que puedas mandarme los ejemplares que te pedí en caso contrario, avísame.

- Si saco buenas notas, podré ir de vacaciones en caso contrario, tendré que quedarme en casa.

2. En todo período de alguna extensión se pondrá punto y coma antes de las conjunciones adversativas más,

pero, aunque, etc. Cuando la oración sea corta, bastará una coma antes de la conjunción. Ej.: Salieron los

soldados a media noche y anduvieron nueve horas sin descansar; pero el fatal estado de los caminos

malogró la empresa. Vendrá, pero tarde. Lo hizo, aunque de mala gana.

Coloca las comas o puntos y comas oportunos:

- Todo en el amor es triste mas triste y todo, es 1o mejor que existe (Campoamor).

- Venció mas no convenció.

- No hemos podido presentar hoy toda la documentación pero la presentaremos mañana sin falta.

- Fue reprendido por su mala conducta sin embargo, todo fue inútil.

- Lo limpió aunque de mala gana.

- De toda ocupación se saca provecho pero del mucho hablar sólo miseria.

3. Se escribe punto y coma para separar oraciones cuyo sentido podría confundirse por la proximidad con otras

oraciones. Ej.: Apunta los teléfonos; luego no te acordarás. Se escribe punto y coma delante de una oración

que abarca o resume todo lo expresado en incisos anteriores, ya separados por comas. Ej.: El incesante

tránsito de coches, la notable afluencia de gente, el ruido y griterío en las calles, la desusada animación en

la ciudad; todo me hace creer que se da hoy la primera corrida de toros.

Pon punto y coma donde sea necesario:

- Cuadros, joyas, tapices todo se quemó.

- Vinieron tíos, primos, hermanos toda la familia.

- Ambiente, paisaje, compañía todo era delicioso.

- Unos bailaban, otros cantaban nadie se entendía.

- Campos inundados, casas destruidas, vías rotas un desastre.

Ejercicios:

1. Pon coma o punto y coma donde sea necesario:

- La carta, la factura, el cheque todo se recibió ayer.

- Usted cumpla con su deber que él haga 1o que quiera.

- Si obtengo el primer puesto, podré ir a París si no, tendré que quedarme en casa.

- Vendrá pero tarde.

- Le llamamos la atención sobre su conducta sin embargo, fue inútil.

- Venció mas no convenció.

- El asno sufre la carga pero no la sobrecarga.

- Todo depende de Luis sólo él puede arreglarlo.

- Encontré los documentos estaban sobre la mesa.

- Ha sido un año catastrófico los pobres 1o pasarán mal.

2. Coloca los puntos y comas que faltan en los textos de la izquierda y comprueba tus aciertos en los de la

derecha.

A)

A poder, pues, déste vine, y en su poder estuve con

don Diego la noche que llegamos nos señaló nuestro

aposento, y nos hizo una plática corta, que, aún por

no gastar tiempo, no duró más. Díjonos 1o que

habíamos de hacer estuvimos ocupados en esto hasta

la hora de comer. Fuimos más allá comían los amos

primero, y servíamos los criados. El refitorio era un

aposento como un medio celemín sentábanse a una

mesa hasta cinco caballeros. Yo miré primero por

los gatos y como no los vi, pregunté que cómo no

los había a otro criado antiguo, el cual, de flaco,

estaba ya con la marca del pupilaje. Comenzó a

enternecerse, y dijo: «¿Cómo gatos? ¿Quién os ha

dicho a vos que los gatos son amigos de ayunos y

penitencias? En 1o gordo se os echa de ver que sois

nuevo.» Yo, con esto, comencéme a afligir y más

me afligí cuando advertí que todos los que vivían en

el pupilaje de antes estaban como leznas...

A poder, pues, déste vine, y en su poder estuve con

don Diego; la noche que llegamos nos señaló nues-

tro aposento, y nos hizo una plática corta, que, aún

por no gastar tiempo, no duró más. Díjonos 1o que

habíamos de hacer; estuvimos ocupados en esto

hasta la hora de comer. Fuimos más allá;comían los

amos primero, y servíamos los criados. El refitorio

era un aposento como un medio celemín; sentábanse

a una mesa hasta cinco caballeros. Yo miré primero

por los gatos; y como no los vi, pregunté que cómo

no los había a otro criado antiguo, el cual, de flaco,

estaba ya con la marca del pupilaje. Comenzó a

enternecerse, y dijo: «¿Cómo gatos? ¿Quién os ha

dicho a vos que los gatos son amigos de ayunos y

penitencias? En 1o gordo se os echa de ver que sois

nuevo.» Yo, con esto, comencéme a afligir; y más

me afligí cuando advertí que todos los que vivían en

el pupilaje de antes estaban como leznas...

B)

Los esfuerzos de nuestras guerras civiles no prue-

ban, ciertamente, falta de virilidad en la raza 1o fu-

turo ¿quién 1o sabe? No suelen venir dos siglos de

oro sobre una misma nación pero mientras sus ele-

mentos esenciales permanezcan los mismos, por 1o

menos en las últimas esferas sociales mientras sea

capaz de creer, amar y esperar mientras su espíritu

no se aridezca de tal modo que rechace el rocío de

los cielos mientras guarde alguna memoria de 1o

antiguo y se contemple solidaria con las generacio-

nes que la precedieron, aún puede esperarse su re-

generación, aún puede esperarse que, juntas las al-

mas por la caridad, torne a brillar para España, la

gloria del Señor y acudan las gentes a su lumbre y

los pueblos al resplandor de su Oriente.

Los esfuerzos de nuestras guerras civiles no prue-

ban, ciertamente, falta de virilidad en la raza; 1o fu-

turo ¿quién 1o sabe? No suelen venir dos siglos de

oro sobre una misma nación; pero mientras sus ele-

mentos esenciales permanezcan los mismos, por 1o

menos en las últimas esferas sociales; mientras sea

capaz de creer, amar y esperar; mientras su espíritu

no se aridezca de tal modo que rechace el rocío de

los cielos; mientras guarde alguna memoria de 1o

antiguo y se contemple solidaria con las generacio-

nes que la precedieron, aún puede esperarse su re-

generación, aún puede esperarse que, juntas las al-

mas por la caridad, torne a brillar para España, la

gloria del Señor y acudan las gentes a su lumbre y

los pueblos al resplandor de su Oriente.

DICTADO:

Todo el caserío se arrebata por un otero, y sube triangularmente. Las cuencas de las ventanitas y de los

desvanes; los labios de los postigos; todas las casas, se fijan en Sigüenza, y le preguntan atónitas, fisgonas,

durmiéndose; y las que tienen la sombra en un rincón de la ceja del dintel, le miran de reojo. Algunas rebullen sin

frente, porque en seguida les baja la visera pardal del tejado; otras tienen la calva huesuda y ascética del muro que

prosigue. Arriba, la parroquia, de hastiales lisos, y en medio, el campanario, con una faz quemada de sol y la otra

en la umbría; un esquilón a cada lado de la nariz de la esquina; en lo alto, la cupulilla, con las graciosas asas de los

contrafuertes chiquitines, como un cántaro dorado; el follaje de la veleta se embebe y se sumerge en el azul.

Ortografía: LECCION 24

Signos de puntuación: el punto, puntos suspensivos.

Reglas:

1. El punto, que indica una cierta pausa en la lectura, se usa:

- Al final de un escrito: punto final.

- Al final de una oración, para indicar que lo que precede tiene sentido completo. Se llama punto seguido

cuando se sigue escribiendo sobre el mismo tema en el mismo renglón. Se llama punto y aparte cuando el

período siguiente se refiere a un tema diferente y se escribe en distinto renglón.

Coloca puntos y mayúsculas en este texto mal escrito:

Por fin llegamos a la sierra había caído una gran nevada el puerto de acceso estaba en malas condiciones

Mientras el conductor colocaba cadenas en las ruedas posteriores del autocar, nos entretuvimos cantando así

pudimos llegar a la cima al llegar, el autocar quedó vacío en un momento.

2. También:

- Se escribe punto detrás de las abreviaturas. Ej.: etc., Vds., Srta., SS.MM.

- Cuando en el diálogo se usen rayas, el punto irá después de la raya. Ej.: Sí -dijo el interventor-. Llegaré

pronto. Recoged los libros -dijo el profesor-. Y todos obedecieron.

- Después de los signos de interrogación y admiración, no se pondrá punto, pues tales signos sustituyen al

punto. Ej.: ¿Estás cansado? Sí, lo estoy. ¡Qué pronto has venido hoy!

Coloca los puntos necesarios:

- No te preocupes -dijo el doctor- Y nos fuimos.

- D Juan nos recibió muy amablemente.

- ¿Cuántos habéis venido?

- ¡Qué barbaridad! No logro entenderlo.

- SSMM los Reyes llegaron de Suecia.

- Llévate todo: libros, cuadernos, etc

- La abreviatura seuo significa salvo error u omisión.

- ¡Cuánto has tardado!

3. Se usan puntos suspensivos:

- Cuando conviene al escritor dejar la oración incompleta y el sentido suspenso. Ej.: Te atreves a hacer cargos

a ese infeliz, cuando ayer, tú mismo... Pero más vale dejarlo; el tiempo lo anulará todo.

- Cuando se hace una pausa para expresar duda, temor o algo sorprendente. Ej.: Se citó a junta, distribuyéronse

centenares de esquelas, y llegamos a reunirnos... cuatro personas.

- Cuando se copia algún texto o autoridad y se omite algo. Ej.: El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la

Mancha empieza así: «En un lugar de la Mancha...»

- Cuando no se completa una enumeración. Ej.: Margaritas, amapolas, madreselvas... formaban un precioso

ramo silvestre.

Escribe los puntos suspensivos que faltan:

- Aquella fábula dice así: «Por entre unas matas.»

- Disparó mil veces y mató un pajarillo.

- Me gustaría que viniera, pero.

- Así empiezan las coplas: «Recuerde el alma dormida.»

Ejercicios:

1. Al texto de la izquierda le faltan puntos y puntos suspensivos. ¡Ojo! Algunas mayúsculas se han cambiado

por minúsculas para no dejarte pistas. Pon puntos, puntos suspensivos y mayúsculas. Luego, comprueba tus

aciertos en el texto de la derecha.

No son las noches del chozo las que le derrengaron

el espinazo, fue la semilla de arveja: se escurrió en

la harina, y si fuera ello sólo; pero también padece

vómitos, resultas de andar entre centeno; ese

cornezuelo

La fuente es una preciosa acuarela para verla

pintada. Aquí, en la realidad mísera, los colores hie-

den y las líneas tiemblan el caño de la fuente es una

teja y el agua viene cuando quiere en el estiaje, por

ese caño no sale una gota un arca de piedra podrida

recoge el agua y embalsa el caudal por adorno en

ese túmulo, incrustados y sujetos además por

garabatos de hierro oxidado, hay otros cuatro

azulejos talavereños con otra imagen de Nuestra

Señora de la Chopera a uno y otro lado de ese

monolito los labriegos arreglan unos montones de

estiércol

No son las noches del chozo las que le derrengaron

el espinazo, fue la semilla de arveja: se escurrió en

la harina, y si... fuera ello sólo...; pero también

padece vómitos, resultas de andar entre centeno; ese

cornezuelo...

La fuente es una preciosa acuarela para verla...

pintada. Aquí, en la realidad mísera, los colores hie-

den y las líneas tiemblan. El caño de la fuente es una

teja y el agua viene cuando quiere en el estiaje, por

ese caño no sale una gota. En arca de piedra podrida

recoge el agua y embalsa el caudal por adorno. En

ese túmulo, incrustados y sujetos además por

garabatos de hierro oxidado, hay otros cuatro

azulejos talavereños con otra imagen de Nuestra

Señora de la Chopera. A uno y otro lado de ese

monolito los labriegos arreglan unos montones de

estiércol.

2. En los textos de la izquierda se han omitido diversos signos de puntuación. Puntúa los correctamente. Luego,

comprueba tus aciertos en los de la derecha.

A)

El caso de ahora es terrible no se ha visto nunca

cosa semejante nunca ha entrado nadie en una

propiedad -casa o tierra- de este viejo señor y el

viejo señor ante hecho tan peregrino estupendo

decide ir él mismo a comprobar el desafuero a

remediado a echar del establo a esos vagabundos

-¿Qué gente era?- le pregunta al pastor

-Pues eran pues eran -replica titubeando el pastor-;

pues eran un hombre y una mujer

-¿Un hombre y una mujer? Pues ahora veréis

Y el viejo de la larga barba ha cogido su sombrero

ha empuñado el bastón y se ha puesto en camino

hacia la era próxima al pueblo

El caso de ahora es terrible no se ha visto nunca

cosa semejante; nunca ha entrado nadie en una

propiedad -casa o tierra- de este viejo señor. Y el

viejo señor, ante hecho tan peregrino, estupendo,

decide ir él mismo a comprobar el desafuero, a

remediado, a echar del establo a esos vagabundos.

-¿Qué gente era?- le pregunta al pastor.

-Pues eran..., pues eran -replica titubeando el pastor-

; pues eran un hombre y una mujer.

-¿Un hombre y una mujer? Pues ahora veréis.

Y el viejo de la larga barba ha cogido su sombrero,

ha empuñado el bastón y se ha puesto en camino

hacia la era próxima al pueblo.

B)

Al niño Raúl, aquella temporada, 1o que le preocu-

paba era tener una oreja más grande que otra el niño

Raúl se miraba al espejo constantemente, pero el

espejo no le sacaba demasiado de dudas en los

espejos que había en casa del niño Raúl jamás po-

dían verse las dos orejas a un tiempo

El niño Raúl preocupado por sus orejas, pasaba

largos baches de tristeza y depresión

-¿Qué te pasa? ¿Por qué estás con esa cara?- le decía

su padre a la hora de comer

-Nada Lo de las orejas -contestaba el niño Raúl con

el mirar perdido

Al niño Raúl, aquella temporada, 1o que le preocu-

paba era tener una oreja más grande que otra. El

niño Raúl se miraba al espejo constantemente, pero

el espejo no le sacaba demasiado de dudas; en los

espejos que había en casa del niño Raúl jamás po-

dían verse las dos orejas a un tiempo.

El niño Raúl, preocupado por sus orejas, pasaba

largos baches de tristeza y depresión.

-¿Qué te pasa? ¿Por qué estás con esa cara?- le decía

su padre a la hora de comer.

-Nada... Lo de las orejas...- contestaba el niño Raúl

con el mirar perdido.

DICTADO:

Si terminase así el pueblo, resultaría de una fórmula de perfección, o de simulación intelectualista. Pero, no;

todavía hay un derrocadero, crispado, roído, de belén de corcho, con figuritas aldeanas tendiendo ropa; y en cada

lienzo que ponen a secar se precipita una hoguera de sol. La cima, de escombros antiguos, está tapiada; un

portalillo, en la punta de la caperuza, una cruz: el cementerio sin ciprés... Desde allí se verá el mar. Viene su aire

salino; palpita entre los almendros, y parece que se hinchen unas velas gloriosas, muy blancas. La lumbre, de

mediodía de Oriente, aquí no ciega; aquí unge la carne torrada de los bardales, de las techumbres, de la piedra; se

coge a todos los planos y aristas, modelando con paciencia lineal las cantoneras, los pliegues, los remiendos, los

paredones de albañilería agraria, la paz del tejido, la prisa de una cuesta...

Ortografía: LECCION 25

Signos de puntuación: dos puntos.

Reglas:

1. Se escriben dos puntos cuando a una o varias oraciones sigue otra que es consecuencia o resumen de lo que

antecede. Ej.: La ley debe ser clara, precisa, uniforme: interpretarla es corromper la (Napoleón).

Escribe dos puntos en estas frases:

- Sólo deseo preguntar una cosa la verdad de lo ocurrido.

- Tesón y trabajo esas son las armas del triunfo.

- Lo siento su solicitud ha sido rechazada.

- Mis padres y yo estamos de acuerdo aceptamos.

- No pudieron entrar habían olvidado las llaves.

2. Se usan dos puntos para indicar que lo que viene después es una enumeración de lo que se dice en la frase

anterior. Ej.: Las partes del cuerpo son tres: cabeza, tronco y extremidades.

Escribe dos puntos en las frases siguientes:

- Las cualidades más visibles son dos puntualidad y orden.

- Los puntos cardinales son cuatro Norte, Sur, Este y Oeste.

- Su riqueza era inmensa fincas, casas, empresas...

- En la reunión había cuatro personas una mujer y tres hombres.

- Todo en él eran achaques vejez, pobreza, enfermedad...

3. Citando palabras textuales, se han de poner dos puntos antes del primer vocablo de la cita, el cual suele

principiar con mayúscula. Ej.: Cicerón, en sus «Oficios», dice a este propósito lo siguiente: «No hay cosa que

tanto degrade al hombre como la envidia.»

Escribe dos puntos en las frases siguientes:

- El famoso «Don Quijote» comienza así «En un lugar...»

- El jefe gritó «Esto no puede seguir así.»

- Dice el refrán «Piensa mal y acertarás.»

- Así dice el romance «Que por mayo era, por mayo...»

- Y el presidente dijo «Se levanta la sesión.»

4. Se emplean dos puntos después del Muy señor mío y otras expresiones semejantes con que suelen comenzar

las cartas, así como en solicitudes e instancias después de hace constar, expone, suplica, etc. Después de estos

dos puntos, el vocablo siguiente se escribe indistintamente con mayúscula o minúscula. Ej.: Muy Señor mío:,

Querido amigo:, Suplica:, Expone: que teniendo que ausentarse...

Escribe dos puntos en las siguientes frases:

- Estimado señor lamentamos comunicarle...

- Señoras y señores al comenzar mi charla...

- Expone que teniendo en cuenta...

- Amigo mío no te puedes imaginar...

- Suplica que vistos los antecedentes...

Ejercicios:

1. Escribe correctamente estas frases:

- Hay tres clases de seres animales, vegetales y minerales.

- Querido Luis me alegro que hayas disfrutado.

- En resumen siempre hace lo que estima más conveniente.

- Distinguido amigo te agradezco mucho el interés...

- Nerón exclamó al morir «¡Qué gran artista pierde el mundo!»

- Si no viene, sólo nos queda un recurso buscarlo.

- Suplica que siendo ciertas las...

- Los continentes son cinco Europa, Asia...

- Siento decírselo su solicitud no consta.

- Amigo mío tengo que felicitarle...

2. Escribe los signos de puntuación que faltan en los textos de la izquierda y comprueba tus aciertos en los de la

derecha.

A)

Este era un pobre viejo que iba por un camino y se

le apareció el malo y le dijo

-Dime las doce palabras retorneadas

El pobre viejo le contestó

-No las sé

El malo entonces le dijo

- Tienes que decirme las doce palabras

retorneadas.

Y otra vez le contestó el viejo

-No las sé

Y a esto le contestó el malo

-Bueno; si para las doce no las sabes, te llevo Y se

desapareció el malo y se fue el pobre viejo muy

triste y se encontró con un viejecito que era San José

y San José le dijo...

Este era un pobre viejo que iba por un camino y se

le apareció el malo y le dijo:

-Dime las doce palabras retorneadas.

El pobre viejo le contestó:

-No las sé.

El malo entonces le dijo:

-Tienes que decirme las doce palabras retorneadas.

Y otra vez le contestó el viejo:

-No las sé.

Y a esto le contestó el malo:

-Bueno; si para las doce no las sabes, te llevo. Y se

desapareció el malo y se fue el pobre viejo muy

triste y se encontró con un viejecito que era San José

y San José le dijo...

B)

La porta de fuegos estaba abierta y un crepúsculo

escarlata mantenía los ojos fijos de José María

Nunca supo Juan si canturreó o rezó

En el puente dijo el patrón

-Esto va mal, muy mal, muy mal, muy mal, muy

mal, muy mal

Y siguió repitiendo «muy mal».

Fueron diez horas hasta el crepúsculo Cuando en-

traron por las aguas del abra era mediodía Cuando

atracaron, alguien se acercó a la amura y gritó

-Fue mal, ¿no?

-Muy mal- respondió el patrón.

La tripulación se reunió en Casa Manolo.

-Fue mal, ¿no?- preguntó Manolo

-Muy mal- dijo el patrón.

La tripulación se perdió luego por los bares cono-

cidos La tripulación iba de visita y de resurrección

-Fue mal, ¿no?

-Sí, muy mal.

La porta de fuegos estaba abierta y un crepúsculo

escarlata mantenía los ojos fijos de José María.

Nunca supo Juan si canturreó o rezó.

En el puente dijo el patrón:

-Esto va mal, muy mal, muy mal, muy mal, muy

mal, muy mal...

Y siguió repitiendo «muy mal».

Fueron diez horas hasta el crepúsculo. Cuando en-

traron por las aguas del abra era mediodía Cuando

atracaron, alguien se acercó a la amura y gritó:

-Fue mal, ¿no?

-Muy mal- respondió el patrón.

La tripulación se reunió en Casa Manolo.

-Fue mal, ¿no?- preguntó Manolo.

-Muy mal- dijo el patrón.

La tripulación se perdió luego por los bares cono-

cidos La tripulación iba de visita y de resurrección.

-Fue mal, ¿no?

-Sí, muy mal.

DICTADO:

Castilla... ¡Qué profunda, sincera emoción experimentamos al escribir esta palabra! La escribimos después de

un largo período motivado por una enfermedad, en la que no hemos puesto la pluma sobre el papel. A Castilla,

nuestra Castilla, la ha hecho la literatura. La Castilla literaria es distinta -acaso mucho más grata- de la expresión

geográfica de Castilla. Ahora, cuando después de tanto tiempo volvemos a escribir, al trazar el nombre de Castilla,

se nos aparecen en las mientes cien imágenes diversas y dilectas de pueblecitos, caminos, ríos, yermos desam-

parados y montañas. ¿Qué es Castilla? ¿Qué nos dice Castilla? Castilla: una larga tapia blanca que en los aledaños

del pueblo forma el corral de un viejo caserón; hay una puerta desmesurada. ¿Va a salir por ella un caballero

amojamado, alto, con barbita puntiaguda y ojos hundidos y ensoñadores? Los sembrados se extienden verdes

hacia lo lejos y se pierden en el horizonte azul.

Ortografía: LECCION 26

Signos de puntuación: interrogación y exclamación.

Reglas:

1. Los signos de interrogación (¿?) y de exclamación (¡!) se ponen al principio y al final de la oración que deba

llevarlos. Ej.: ¿Dónde estás? ¿A qué vienes? ¿Te veré mañana? ¡Qué asombro! ¡Ay de mí!

2. Si la pregunta no es directa, no se utilizan los signos de interrogación. Ej.: Le pregunté qué buscaba. Quisiera

saber de dónde vienes. Ayer supimos quiénes eran.

Escribe los signos de puntuación oportunos en las siguientes frases:

- Dónde has estado

- No digas tonterías

- Responde: qué has hecho

- Qué barbaridad

- Pobres de nosotros

- Pudo averiguar qué quería

3. Si las oraciones interrogativas o exclamativas son varias, breves y seguidas, no hay necesidad de que,

exceptuada la primera, empiecen con mayúscula. Ej.: ¿Dónde has estado?; ¿qué has hecho en tantos días?;

¿cómo no te pusiste en camino así que recibiste mi carta? ¡Cuánto engaño!; ¡cuánta perfidia!; ¡qué

imprudencia!

Escribe en estas frases los oportunos signos de puntuación.

- Qué dice qué piensa qué hace.

- Que ritmo qué movimientos.

- Quién eres a dónde vas de dónde vienes.

- Qué tontería qué necedad.

- Ay de mí ay de los míos ay de mis bienes.

4. El signo de principio de interrogación o exclamación se ha de colocar donde empieza la pregunta o el sentido

admirativo, aunque allí no comience el período. Ej.: Opino que tienes razón, pero ¿sabes lo que haría yo en

tu lugar? Juan se hizo con el balón y ¡qué exhibición dedicó al equipo contrario!

Coloca los signos de puntuación que faltan:

- En iguales circunstancias, qué habrías hecho tú.

- No 1o estoy castigando; por qué 1o habría de hacer.

- Privado de la razón, qué es el hombre.

- A pesar de la lluvia, que día tan claro.

- Qué estás haciendo, dijo su madre.

- Llegó la noche y sabéis 1o que pasó.

- Y entonces me preguntó: tienes hambre.

5. Aunque no es frecuente, hay oraciones que son interrogativas y exclamativas a la vez, y en ellas habrá de

ponerse signo de admiración al principio y de interrogación al final, o viceversa. Ej.: ¡Que esté negado al

hombre saber cuándo será la hora de su muerte? ¿Qué persecución es ésta, Dios mío!

Colocando los oportunos signos, escribe y convierte esta oración: “Hasta cuándo durará tanto sufrir, madre mía”,

en:

- interrogativa: ¿Hasta cuándo durará tanto sufrir, madre mía?

- exclamativa:

- interrogativa-exclamativa:

- exclamativa-interrogativa:

Ejercicios:

1. Escribe de nuevo estas frases colocando los signos de puntuación que faltan. Comprueba tus respuestas.

- A las armas, rugió el capitán.

- Te refieres a mí, verdad.

- ¡A las armas!, rugió el capitán.

- No te consiento que digas eso, entiendes.

- Te refieres a mí, ¿verdad?

- Qué tontería; qué necedad.

- No te consiento que digas eso, ¿entiendes?

- Qué es de Miguel; está enfermo; por qué no escribe.

- ¡Qué tontería!; ¡qué necedad!

- Le pregunté en qué mes había nacido.

- ¿Qué es de Miguel?; ¿está enfermo?; ¿por qué no escribe?

- Con su permiso, señor, puedo pasar.

- Le pregunté en qué mes había nacido.

- Opino que tienes razón, pero merece la pena que te enfades.

- Con su permiso, señor, ¿puedo pasar?

- -Acaso te culpo a ti- contestó Juan a Luis.

2. En los siguientes textos mutilados de la izquierda faltan los signos de interrogación y admiración. Colócalos y

comprueba tus aciertos en los textos de la derecha.

A)

Qué tengo yo que mi amistad procuras

Qué interés se te sigue, Jesús mío,

que a mi puerta, cubierto de rocío,

pasas las noches del invierno oscuras

Oh cuánto fueron mis entrañas duras,

pues no te abrí Qué extraño desvarío,

si de mi ingratitud el hielo frío

secó las llagas de tus plantas puras

Cuántas veces el ángel me decía:

«Alma, asómate ahora a la ventana,

verás con cuánto amor llamar porfía»

Y cuántas, hermosura soberana:

«Mañana le abriremos» respondía,

para 1o mismo responder mañana

¿Qué tengo yo que mi amistad procuras?

¿Qué interés se te sigue, Jesús mío,

que a mi puerta, cubierto de rocío,

pasas las noches del invierno oscuras?

¡Oh cuánto fueron mis entrañas duras,

pues no te abrí! ¡Qué extraño desvarío,

si de mi ingratitud el hielo frío

secó las llagas de tus plantas puras!

¡Cuántas veces el ángel me decía:

«Alma, asómate ahora a la ventana,

verás con cuánto amor llamar porfía»!

¡Y cuántas, hermosura soberana:

«Mañana le abriremos» respondía,

para 1o mismo responder mañana!

B)

- Me da tres cuartos de tomates

- Eh

La verdulera es sorda como una tapia.

- Que si me da tres cuartos de tomates

La verdulera ni se mueve; parece una verdulera su-

mida en profundas cavilaciones.

-Están verdes.

-No importa; son para ensalada.

- Eh

- Que me es igual

La verdulera piensa, probablemente, que su deber es

no despachar tomates verdes.

- Va usted a Zaragoza por una promesa

-No, señora.

- Eh

- Que no

-Pues antes iban muchos a Zaragoza; llevaban tam-

bién el equipaje colgando.

-Antes sí, señora. Me da tres cuartos de tomates

- ¿Me da tres cuartos de tomates?

- ¿Eh?

La verdulera es sorda como una tapia.

- ¡Que si me da tres cuartos de tomates!

La verdulera ni se mueve; parece una verdulera su-

mida en profundas cavilaciones.

-Están verdes.

-No importa; son para ensalada.

- ¿Eh?

- ¡Que me es igual!

La verdulera piensa, probablemente, que su deber es

no despachar tomates verdes.

- ¿Va usted a Zaragoza por una promesa?

-No, señora.

- ¿Eh?

- ¡Que no!

-Pues antes iban muchos a Zaragoza; llevaban tam-

bién el equipaje colgando.

-Antes sí, señora. ¿Me da tres cuartos de tomates?

DICTADO:

Canta una alondra; baja su canto hasta el caballero, y es como el cuartito en que murió Quevedo, allá en

Villanueva de los Infantes; una vieja vestida de negro nos lo enseña y suspira. Pensamos si suspira todavía,

porque ésta es la misma viejecita que tenía piadosamente una vela encendida en tanto que a Don Francisco le

estaban poniendo en pies y manos los sagrados aceites. Castilla: en León, en un mediodía de primavera, hemos

dejado la ciudad y hemos salido al campo, y ya en el campo, caminando por este camino bordeado de enhiestos

chopos -cuyas hojas temblotean-, nos hemos detenido y nos hemos sentado en una piedra. ¡Minutos de serenidad

inefable, en que la historia se conjunta con la radiante Naturaleza! A lo lejos se destacan las torres de la catedral;

una campana suena; torna el silencio. Los siglos han creado todas esas maravillas artísticas; ante nosotros, átomos

en la eternidad, se abren arcanos e insondables los tiempos venideros.

Ortografía: LECCION 27

Signos de puntuación: guión.

Reglas:

1. Guión (-) es el signo que indica que se corta una palabra al final de renglón.

2. Las palabras no pueden separarse o cortarse más que por sílabas enteras. Ej.: protes-ta, sub-si -guien -te.

Separa con guión las sílabas de estas palabras: picapedrero, alguacil, manicomio, alquimia.

3. Las palabras compuestas se pueden separar también, mediante guión, por sus elementos de composición,

además de por sílabas enteras. Ej.: nos-otros y no-so-tros; des'-atender y de-sa-ten-der.

Separa, mediante guión, estas palabras de las dos formas posibles:

- vosotros:

- desamparo:

- desalentar:

- desunión:

4. Cuando la primera o la última sílaba de una palabra sea una vocal, se evitará escribir esta letra sola al final o

al principio del renglón. Ej.: ate-neo, pero nunca a-teneo o atene-o.

Separa correctamente, mediante guión, las siguientes palabras:

- careo:

- etapa:

- mareo:

- arruinar:

- examen:

- correo:

5. Ni “ll” ni “rr” ni “ch” pueden dividirse o separarse. La doble c (cc) debe separarse. Ej.: po-llo, ca-rro, ca-che-

ar, ac-ción, re-ac-cio-nar.

Separa correctamente, mediante guión:

- valle:

- mancha:

- inyección:

- perro:

6. Cualquier diptongo o triptongo no forma siempre más que una sílaba; por tanto, no deben separarse las letras

que lo integran: Ej.: gra-cio-so, tiem-po, apre-ciáis, ave- ri -güéis.

Separa correctamente, mediante guión, las siguientes palabras:

- hueco:

- travieso:

- apacigüéis:

- ansioso:

- ruidoso:

- diéresis:

7. Los monosílabos, las siglas y las abreviaturas no pueden dividirse. Ej.: buey, UNESCO, Excmo.

Ejercicios:

1. Separa correctamente, mediante guión, las siguientes palabras:

llovizna

ballena

anchura

pie

vio

fue

barroco

patria

neutro

guantes

egregio

térreo

2. Escribe este texto dividiendo en dos cada renglón, mediante guiones, por el lugar más cercano -y acertado- al

que marca la raya vertical ¡Fíjate en el comienzo!

El tren avanza entre chopos por la vega.

León es la ciudad de los chopos,

del árbol fiel a toda la meseta,

árbol leonés y castellano.

Dondequiera se encuentran sus fustes gentiles,

acompañando un rato la carretera solitaria,

agrupándose en torno a un manantial que las palomas frecuentan.

Altos, esbeltos, sacudidos de hoja,

algunos como altísimas banderas enrolladas.

Es el galgo de los árboles. ¿Chopo, galgo?

DICTADO:

Yo, señor, no soy malo, aunque no me faltarían motivos para serlo. Los mismos cueros tenemos todos los

mortales al nacer y sin embargo, cuando vamos creciendo, el destino se complace en variarnos como si fuésemos

de cera y en destinarnos por sendas diferentes al mismo fin: la muerte. Hay hombres a quienes se les ordena

marchar por el camino de los cerdos y de las chumberas. Aquéllos gozan de un mirar sereno y el aroma de su

felicidad sonríe con la cara del inocente; éstos otros sufren del sol violento en la llanura y arrugan el ceño como

las alimañas para defenderse. Hay mucha diferencia entre adornarse las carnes con arrebol y colonia, y hacerlo

con tatuajes que después nadie ha de borrar ya.

Ortografía: LECCION 28

Signos de puntuación: raya y paréntesis.

Reglas:

1. La raya (-) se emplea para separar en el diálogo las expresiones correspondientes a cada interlocutor.

Ej.:

Poco después llegó el padre de la oficina.

- Vino del colegio a las cinco. Tiene bastante fiebre.

-Voy a verle.

-Ahora duerme.

-Se habrá resfriado.

-No sé. No le duele nada. A lo mejor, si suda, se le pasa.

...y le dijo: -¿Cómo te llamas? -Andrés Pereda -contestó el valiente. -¿De dónde eres? -De Castilla. -¿De qué

pueblo? -De Bercimuel.

Lee el texto siguiente y después lo copias poniendo las rayas correspondientes:

Cuando se estaba desvistiendo, la madre dijo:

Habrás tornado algún helado después de comer.

No, con el día que hace...

Te habrá hecho daño la comida, entonces.

Se acostó.

Te traeré otra manta.

2. Se emplea también raya al principio y al fin de incisos que están completamente desligados, por el sentido, de

la oración en que se introducen. Ej.: Los celtíberos -no siempre habían de ser juguete de Roma- ocasionaron

la muerte de los dos Escipiones. Pero -y esto es importante- ¿cuál es el fin de esta reunión?

Escribe y coloca las rayas oportunas en estas frases:

- Entre sus obras son muchas las que ha escrito destaca...

- No tenía miedo ¿miedo de qué? pero la fiebre le hacía temblar.

- La poesía es decía Mairena el diálogo del hombre...

3. El paréntesis ( ) se usa con la misma finalidad que la raya: separar, dentro de la oración, incisos. Se emplea

también para encerrar en él noticias o datos aclarativos, explicaciones de abreviaturas, etc.

Ej.: Acostados todos en un género de lechos que rodeaban la mesa (pues los romanos comían tendidos y

soslayando el cuerpo sobre el codo izquierdo), empezó a echarles en cara la tibieza de su fe. El hijo del rayo

de la guerra, Carlos V (Don Juan de Austria).

Escribe y coloca en estas frases los paréntesis oportunos:

- No se curó de estas razones el arriero y fuera mejor que se curara, porque fuera curarse en salud , antes,

trabando de las correas, las arrojó gran trecho de sí (Cervantes).

- Mozart 1756-1791 a los seis años ya era un excelente pianista y violinista.

- La erupción del Vesubio 79 d. de ].C. ocasionó la destrucción de Pompeya.

Ejercicios:

1. Vas a escribir este texto en forma de diálogo, empleando la raya (-).

El rapaz le contempla perplejo. Pronto, empero, la sonrisa y la cordialidad le vuelven a los labios y a los ojos.

¿Trabajas? Pido. ¿Limosna? Sí. El rapaz mira piadosamente las muletas del lisiado. Te falta una pierna. Sí. ¿Te la

cortaron? No sé; siempre he tenido una. El rapaz advierte el estupor con que le contempla el niño cojo.

2. Escribe los signos de puntuación que faltan en estos textos mutilados de la izquierda y luego comprueba tus

aciertos en los de la derecha.

A)

Mira Abel le dijo solemnemente Joaquín así que

se encontraron solos vengo a hablarte de una cosa

grave de una cuestión de vida o muerte

De mi enfermedad

No pero si quieres de la mía

De la tuya

De la mía sí Vengo a hablarte de nuestro nieto

Y para no andar con rodeos es menester que te vayas

que te alejes que nos pierdas de vista te 1o ruego

te 1o suplico

Yo Pero estás loco Joaquín Y por qué

El niño te quiere a ti más que a mí Esto es claro

Yo no sé 1o que haces con él No quiero saberlo

Lo aojaré o le daré algún bebedizo sin duda

-Mira, Abel - le dijo solemnemente Joaquín, así

que se encontraron solos-, vengo a hablarte de una

cosa grave, de una cuestión de vida o muerte.

- ¿De mi enfermedad?

- No, pero si quieres de la mía.

- ¿De la tuya?

- ¡De la mía, sí! Vengo a hablarte de nuestro nieto.

Y para no andar con rodeos es menester que te

vayas, que te alejes, que nos pierdas de vista, te, 1o

ruego, te 1o suplico.

- ¿Yo? ¿Pero estás loco, Joaquín? ¿Y por qué?

- El niño te quiere a ti más que a mí. Esto es claro.

Yo no sé 1o que haces con él. No quiero saberlo.

- Lo aojaré o le daré algún bebedizo, sin duda.

B)

Dale al aspa molino

hasta nevar el trigo

Dale a la piedra agua

hasta ponerla mansa

Dale al molino aire

hasta 1o inacabable

Dale al aire cabrero

hasta que silbe tierno

Dale al cabrero monte

hasta dejarlo inmóvil

Dale al monte lucero

hasta que se haga cielo

Dale Dios a mi alma

hasta perfeccionarla

Dale que dale dale

molino piedra aire

cabrero monte astro

dale que dale largo

Dale que dale Dios

ay

hasta la perfección

Dale al aspa, molino,

hasta nevar el trigo,

Dale a la piedra, agua,

hasta ponerla mansa,

Dale al molino, aire,

hasta 1o inacabable,

Dale al aire, cabrero,

hasta que silbe tierno,

Dale al cabrero, monte,

hasta dejarlo inmóvil.

Dale al monte, lucero,

hasta que se haga cielo.

Dale, Dios, a mi alma,

hasta perfeccionarla,

Dale que dale, dale,

molino, piedra, aire,

cabrero, monte, astro,

dale que dale largo.

Dale que dale, Dios

¡ay!,

hasta la perfección.

DICTADO:

Nací hace ya muchos años -lo menos cincuenta y cinco- en un pueblo perdido por la provincia de Badajoz; el

pueblo estaba a unas dos leguas de Almendralejo, agachado sobre una carretera lisa y larga como un día sin pan,

lisa y larga como los días -de una lisura y una largura como usted, para su bien, no puede ni figurarse- de un

condenado a muerte.

Era un pueblo caliente y soleado, bastante rico en olivos y guarros (con perdón), con las casas pintadas tan

blancas, que aún me duele la vista al recordarlas, con una plaza toda de losas, con una hermosa fuente de tres

caños en medio de la plaza. Hacía ya varios años, cuando del pueblo salí, que no manaba el agua de las bocas y

sin embargo, ¡qué elegante!, nos parecía a todos la fuente con su remate figurando un niño desnudo, con su bañera

toda rizada al borde como las conchas de los romeros.

Ortografía: LECCION 29

Signos de puntuación: comillas “ “ y paréntesis ( ).

Reglas:

1. Se emplean las comillas ( « » / “ “ ) para encerrar una cita o una frase reproducida textualmente; para dar

cierto énfasis o sentido irónico a una palabra o para destacarla; para escribir una palabra poco conocida o una

voz extranjera.

Ej.:

- Y dice el proverbio: «En vientre grueso no cabe espíritu sutil.»

- Los «buenos modales» del chiquillo tenían asustado al vecindario.

- Tres equipos españoles participaron ese año en el «tour» de Francia.

Escribe y coloca las comillas oportunas en estas frases:

- Ya 1o dijo Séneca: Una discusión prolongada es un laberinto en el que la verdad se pierde siempre.

- El proyecto fracasó aunque estaba avalado por gran número de expertos.

- Ha comprado un precioso bungalow en la costa alicantina.

Observa cómo Ramón de Mesonero Romanos emplea las comillas en el siguiente texto, ironizando el

Romanticismo.

Fuertemente pertrechado con toda esta diabólica erudición, se creyó ya en estado de dejar correr su pluma, y

rasguñó unas cuantas docenas de «fragmentos» en prosa poética, y concluyó algunos «cuentos» en verso prosaico;

y todos empezaban con puntos suspensivos, y concluían en «¡maldición!», y unos y otros estaban atestados de

«figuras de capuz», y de «siniestros bultos», y de «hombres gigantes» y de «sonrisa infernal», y de «almenas

altísimas», y de «profundos fosos», «Y de «buitres carnívoros», y de «copas fatales», y de «ensueños fatídicos», y

de «velos transparentes», y de «aceradas mallas», y de «briosos corceles», y de «flores amarillas», y de «fúnebre

cruz». Generalmente estas «composiciones fugitivas» solían llevar títulos tan incomprensibles y vagos como ellas

mismas, V.g.: «¡¡Qué será!!» - «¡¡¡No!!!...» - «¡Más allá!...» - «Puede ser» - «¿Cuándo?» - «¡Acaso!...» -

«¡Oremus!»

2. El uso de la diéresis ( ¨ ) es preceptivo para indicar que ha de pronunciarse la u en las combinaciones güe, güi.

Ej.: pingüe, pingüino, vergüenza, argüir.

Escribe diéresis en las palabras que deban llevarla:

agua

guadaña

averigué

aguinaldo

guisado

bilingüe

arguiremos

paraguas

averiguar

antigüedad

desague

pedigueño

desahogue

fragua

guerra

Ejercicios:

1. Coloca las comillas oportunas:

- Nerón exclamó al morir: ¡Qué gran artista pierde el mundo!

- La novela se convirtió en un bestseller en pocos días.

- El conferenciante aludió a la docta ignorancia de muchos.

- Lo peor de la humanidad son los hombres y las mujeres, dice Enrique Jardiel Poncela.

- Le Figaro trae la noticia en primera página.

2. Escribe diéresis en las palabras que deban llevarla:

lengua

guitarra

contiguo

aguijón

antigüedad

guarida

guardia,

guasón,

pingue

cigüeña

deguello

yegua

3. Escribe en los textos de la izquierda los signos de puntuación que faltan. Después, comprueba tus aciertos en

los de la derecha.

A)

Ya expiraba el plazo de nueve días que el rey daba

al Cid para salir del reino El Campeador se despide

de su mujer y de sus hijos se separa de ellos con el

dolor de la uña que se desgarra de la carne El des-

terrado y sus vasa11os cabalgan él va el último vol-

viendo atrás su mirada a cada instante Álvar Fáñez

le anima Cid dó son vuestros esfuerzos en buena

hora naciste de madre Andemos nuestro camino que

aun todos estos duelos en gozo se tornarán Dios que

nos dio las almas nos ha de dar amparo

Ya expiraba el plazo de nueve días que el rey daba

al Cid para salir del reino. El Campeador se despide

de su mujer y de sus hijos, se separa de ellos con el

dolor de la uña que se desgarra de la carne. El des-

terrado y sus vasa11os cabalgan; él va el último,

volviendo atrás su mirada a cada instante, Álvar

Fáñez le anima: “Cid, ¿dó son vuestros esfuerzos?;¡

en buena hora naciste de madre! Andemos nuestro

camino, que aun todos estos duelos en gozo se

tornarán. Dios, que nos dio las almas, nos ha de dar

amparo.

B)

Érase un hombre a una nariz pegado

érase una nariz superlativa

érase una nariz sayón y escriba

érase una alquitara pensativa

érase un peje espada muy barbado

era un reloj de sol mal encarado

érase un elefante boca arriba

era Ovidio Nasón más narizado

érase un espolón de una galera

érase una pirámide de Egipto

las doce tribus de narices era

érase un naricisimo infinito

muchísimo nariz nariz tan fiera

que en la cara de Anás fuera delito

Érase un hombre a una nariz pegado,

érase una nariz superlativa,

érase una nariz sayón y escriba,

érase una alquitara pensativa,

érase un peje espada muy barbado,

era un reloj de sol mal encarado,

érase un elefante boca arriba,

era Ovidio Nasón más narizado,

érase un espolón de una galera,

érase una pirámide de Egipto,

las doce tribus de narices era,

érase un naricisimo infinito,

muchísimo nariz, nariz tan fiera,

que en la cara de Anás fuera delito.

DICTADO:

No hay nación más reacia que la nuestra a admitir la superioridad de unos pueblos sobre los otros o de

unas clases sociales sobre otras. Todo español cree que lo que hace otro hombre lo puede hacer él. Ramón y Cajal

se sintió molesto, de estudiante, al ver que no había nombres españoles en los textos de medicina. Y, sin

encomendarse a Dios ni al diablo, se agarró a un microscopio y no lo soltó de la mano hasta que los textos

tuvieron que contarle entre los grandes investigadores. Y el caso de Cajal es representativo, porque en el momento

mismo de la humillación y la derrota, cuando los estadistas extranjeros contaban a España entre las naciones

moribundas, los españoles se proclamaron unos a otros el Evangelio de la regeneración. En vez de parafrasear a

San Agustín y decirse que la verdad habita en el interior de España, se fueron por los países extranjeros para

averiguar en qué consiste su superioridad, y ya no cabe duda de que el convencimiento de que podemos hacer lo

que otros pueblos, nos está, en realidad, regenerando.

EJERCICIOS DE REPASO SOBRE LOS SIGNOS DE PUNTUACIÓN

En estas páginas sólo vas a encontrar ejercicios que te van a permitir demostrar lo que has aprendido sobre signos

de puntuación.

Forma de trabajar:

a) Repasa las reglas de signos de puntuación.

b) Busca en el diccionario aquellas palabras que aparezcan en el texto cuyo significado desconozcas. Esto es muy

importante.

c) Completa en el texto incompleto de la izquierda los signos de puntuación que faltan.

d) Consulta la regla ortográfica oportuna cuando no sepas puntuar un caso determinado.

e) Una vez puntuado el texto de la izquierda, comprueba tus aciertos contrastándolo con el de la derecha. (Si al

comparar los textos no estás muy de acuerdo con algo del texto modelo, sal de dudas consultando la regla

correspondiente.)

No debes correr. Un ejercicio cada vez es suficiente. ¡Suerte!

1)

El tío Lucas era más feo que Picio Lo había sido

toda su vida y ya tenía cerca de 40 años Sin em-

bargo pocos hombres tan simpáticos y agradables

habrá echado Dios al mundo Prendado de su viveza

de su ingenio y de su gracia el difunto obispo se 1o

pidió a sus padres que eran pastores no de almas

sino de verdaderas ovejas Muerto su ilustrísima y

dejado que hubo el mozo el seminario por el cuartel

distinguiólo entre todo su ejército el general Caro y

1o hizo su ordenanza más íntimo su verdadero

criado de campaña Cumplido en fin el empeño

militar fuele tan fácil al tío Lucas rendir el corazón

de la señá Frasquita como fácil le había sido

captarse el aprecio del general y del prelado La

navarra que tenía a la sazón veinte abriles y era el

ojo derecho de todos los mozos de Estella algunos

de ellos bastante ricos no pudo resistir a los

continuos donaires a las chistosas ocurrencias a los

ojillos de enamorado mono y a la bufona y constante

sonrisa llena de malicia pero también de dulzura de

aquel murciano tan atrevido tan locuaz tan avisado

tan dispuesto tan valiente y tan gracioso que acabó

por trastornar el juicio no sólo a la codiciada beldad

sino también a su padre y a su madre.

El tío Lucas era más feo que Picio, Lo había sido

toda su vida, y ya tenía cerca de 40 años. Sin em-

bargo, pocos hombres tan simpáticos y agradables

habrá echado Dios al mundo. Prendado de su viveza,

de su ingenio y de su gracia, el difunto obispo se 1o

pidió a sus padres, que eran pastores, no de almas,

sino de verdaderas ovejas. Muerto su ilustrísima, y

dejado que hubo el mozo el seminario por el cuartel,

distinguiólo entre todo su ejército el general Caro y

1o hizo su ordenanza más íntimo, su verdadero

criado de campaña. Cumplido, en fin, el empeño

militar, fuele tan fácil al tío Lucas rendir el corazón

de la señá Frasquita, como fácil le había sido

captarse el aprecio del general y del prelado. La

navarra, que tenía a la sazón veinte abriles, y era el

ojo derecho de todos los mozos de Estella, algunos

de ellos bastante ricos, no pudo resistir a los

continuos donaires, a las chistosas ocurrencias, a los

ojillos de enamorado mono y a la bufona y constante

sonrisa, llena de malicia, pero también de dulzura,

de aquel murciano tan atrevido, tan locuaz, tan

avisado, tan dispuesto, tan valiente y tan gracioso,

que acabó por trastornar el juicio, no sólo a la

codiciada beldad, sino también a su padre y a su

madre.

2)

Momo que traía al hombro unas alforjas bien re-

llenas y tenía prisa preguntó al Comandante si iba al

fuerte de San Cristóbal

Sí respondió y de camino a ver a la hija del tío

Pedro San taló que está mala Quién la Gaviota preguntó Momo No 1o crea

usted

Si la he visto ayer encaramada en una peña y

chillando como las otras gaviotas

Gaviota exclamó Stein

Es un mal nombre dijo el Comandante que Momo

le ha puesto a esa pobre muchacha

Momo, que traía al hombro unas alforjas bien re-

llenas y tenía prisa, preguntó al Comandante si iba al

fuerte de San Cristóbal.

-Sí –respondió- y de camino a ver a la hija del tío

Pedro San taló, que está mala.

-¿Quién, la Gaviota? -preguntó Momo- No 1o crea usted.

Si la he visto ayer encaramada en una peña y

chillando como las otras gaviotas.

-¡Gaviota!- exclamó Stein.

-Es un mal nombre -dijo el Comandante- que Momo

le ha puesto a esa pobre muchacha.

3)

No queriendo dar a entender que desconocía este

enérgico modo de anunciarse ni desairar el agasajo

de quien sin duda había creído hacérme1e más que

mediano dejándome torcido para todo el día traté

sólo de vo1verme por conocer quién fuese tan mi

amigo para tratarme tan mal pero mi castellano

viejo es hombre que cuando está de gracias no se

ha de dejar ninguna en el tintero Cómo dirá el lector

que siguió dándome pruebas de confianza y cariño

Echóme las manos a los ojos y sujetándome por

detrás quién soy gritaba alborozado con el buen

éxito de su delicada travesura. Quién soy Un

animal iba a responder1e pero me acordé de

repente de quién podría ser y sustituyendo

cantidades iguales Brau1io eres le dije.

No queriendo dar a entender que desconocía este

enérgico modo de anunciarse, ni desairar el agasajo

de quien sin duda había creído hacérme1e más que

mediano dejándome torcido para todo el día, traté

sólo de vo1verme por conocer quién fuese tan mi

amigo para tratarme tan mal; pero mi castellano

viejo es hombre que, cuando está de gracias, no se

ha de dejar ninguna en el tintero. ¿Cómo dirá el

lector que siguió dándome pruebas de confianza y

cariño? Echóme las manos a los ojos, y sujetándome

por detrás, ¿quién soy? Gritaba, alborozado con el

buen éxito de su delicada travesura. ¿Quién soy? Un

animal, iba a responder1e; pero me acordé de

repente de quién podría ser, y sustituyendo

cantidades iguales, -Brau1io eres- le dije.

4)

A la habitación daban dos puertas la del dormitorio

de los padres y la de de los dos hijos mayores em-

pleados el uno de manguero del Ayuntamiento el

otro en un taller de mecánica En el jergón de la

cocina-comedor dormía Paquito el niño enfermo

Llamaron a la puerta con los nudillos y sonó fuerte

la voz de un hombre

Abre Pilar Soy yo César

Fue el niño a abrir la puerta Le costó correr el ce-

rrojo con que estaba cerrada Apareció César Yustas

el pocero

Pero hombre si me ha abierto el pequeñajo dijo

A la habitación daban dos puertas, la del dormitorio

de los padres y la de de los dos hijos mayores, em-

pleados el uno de manguero del Ayuntamiento, el

otro en un taller de mecánica. En el jergón de la

cocina-comedor dormía Paquito, el niño enfermo.

Llamaron a la puerta con los nudillos y sonó fuerte

la voz de un hombre:

-Abre, Pilar. Soy yo, César.

Fue el niño a abrir la puerta. Le costó correr el ce-

rrojo con que estaba cerrada. Apareció César Yus-

tas, el pocero.

-Pero hombre, si me ha abierto el pequeñajo- dijo.

5)

El tribunal se indignó ante la energía y la falta de

respeto con que protestaba aquel hombre

Si no guardaba silencio se le impondría una multa

pero gran cosa eran las multas para su reconcen-

trada cólera de hombre pacífico Siguió protestando

contra la injusticia de los hombres contra el tribunal

que tenía por servidores a pillos y embusteros como

Pimentó

Alteróse el tribunal las siete acequias se encrespa-

ron

Cuatre saus de multa dijo el presidente

Batiste dándose cuenta de su situación calló

asustado por haber incurrido en multa mientras

sonaban al otro lado de la verja las risas y los aulli-

dos de alegría de sus contrarios

Quedó inmóvil con la cabeza baja y los ojos em-

pañados por lágrimas de cólera mientras su brutal

enemigo acababa de formular la denuncia

El tribunal se indignó ante la energía y la falta de

respeto con que protestaba aquel hombre.

Si no guardaba silencio, se le impondría una multa,

pero ¡gran cosa eran las multas para su reconcen-

trada cólera de hombre pacífico! Siguió protestando

contra la injusticia de los hombres, contra el tri-

bunal, que tenía por servidores a pillos y embusteros

como Pimentó.

Alteróse el tribunal, las siete acequias se encrespa-

ron.

-¡Cuatre saus de multa! -dijo el presidente.

Batiste, dándose cuenta de su situación, calló

asustado por haber incurrido en multa, mientras

sonaban al otro lado de la verja las risas y los aulli-

dos de alegría de sus contrarios

Quedó inmóvil, con la cabeza baja y los ojos em-

pañados por lágrimas de cólera mientras su brutal

enemigo acababa de formular la denuncia.

6)

Los taberneros de quien cuanto más encarecen el

vino no se pueden decir que 1o suben a las nubes

antes que bajan las nubes al vino según le llueven

gente más pedigüeña del agua que los labradores

aguadores de cuero que desmienten con el piezgo

los cántaros estaban con un grande auditorio de

lacayos esportilleros y mozos de sillas y algunos

escuderos bebiendo de rebozo seis o siete de ellos en

maridaje de mozas gallegas haciendo sed bailando

para bailar bebiendo

Dábanse de rato en rato grandes cimbronazos de vi-

no andaba la taza de mano en mano sobre los dos

dedos en figura de gavilán

Uno de ellos que reconoció el pantano mezclado

dijo Rico vino a un picarazo a quien brindó El otro

que por 1o aguanoso esperaba antes pescar en la

copa ranas que soplar mosquitos dijo

Este es verdaderamente rico vino y no otros vinos

pobretones que no llueve Dios sobre cosa suya

El tabernero sentido de los remoquetes dijo

Beban y callen los borrachos

Beban y naden ha de decir replicó un escudero

Los taberneros, de quien cuanto más encarecen el

vino no se pueden decir que 1o suben a las nubes,

antes que bajan las nubes al vino, según le llueven

gente más pedigüeña del agua que los labradores;

aguadores de cuero, que desmienten con el piezgo

los cántaros, estaban con un grande auditorio de

lacayos, esportilleros y mozos de sillas y algunos

escuderos bebiendo de rebozo seis o siete de ellos en

maridaje de mozas gallegas, haciendo sed bailando,

para bailar bebiendo.

Dábanse de rato en rato grandes cimbronazos de vi-

no: andaba la taza de mano en mano sobre los dos

dedos en figura de gavilán.

Uno de ellos, que reconoció el pantano mezclado,

dijo: “¡Rico vino!” a un picarazo a quien brindó. El

otro, que, por 1o aguanoso, esperaba antes pescar en

la copa ranas que soplar mosquitos, dijo:

-Este es verdaderamente rico vino, y no otros vinos

pobretones, que no llueve Dios sobre cosa suya.

El tabernero, sentido de los remoquetes, dijo:

-Beban y callen los borrachos

-Beban y naden, ha de decir- replicó un escudero.

7)

Se destacaron tres hombres de la guardia del Cura

Egoscué les dejó las riendas y se apeó entre ellos

Santa Cruz se había arrimado al muro de la iglesia y

el otro cabecilla se le acercó con la mano tendida

Pues aquí estoy con mi gente don Manuel

Corno siempre a media misa y cuántos son los

tuyos

A trescientos no llegan

Tienen municiones

No tienen ni un cartucho

El Cura se quedó con la vista en el suelo y levan-

tándola lentamente miró a través de los voluntarios

que había en la plaza Eran corno cien hombres y

entre ellos no se contaban veinte de la partida de

Egoscué Los otros corrían las casas en busca de

alojamiento Don Manuel Santa Cruz estrechó con

fuerza la mano del otro cabecilla y le miró a la cara

Pues soldados sin cartuchos para nada valen... Y no

te agradezco la ayuda que me traes Tener a la gente

sin cartuchos en la otra guerra fue de traidores y en

ésta también

Se destacaron tres hombres de la guardia del Cura.

Egoscué les dejó las riendas y se apeó entre ellos.

Santa Cruz se había arrimado al muro de la iglesia, y

el otro cabecilla se le acercó con la mano tendida:

-¡Pues aquí estoy con mi gente, don Manuel!

-Corno siempre a media misa, ¿y cuántos son los

tuyos?

-A trescientos no llegan.

-¿Tienen municiones?

-No tienen ni un cartucho.

El Cura se quedó con la vista en el suelo, y levan-

tándola lentamente miró a través de los voluntarios

que había en la plaza. Eran corno cien hombres, y

entre ellos no se contaban veinte de la partida de

Egoscué. Los otros corrían las casas en busca de

alojamiento. Don Manuel Santa Cruz estrechó con

fuerza la mano del otro cabecilla y le miró a la cara:

-Pues soldados sin cartuchos para nada valen... Y no

te agradezco la ayuda que me traes. Tener a la gente

sin cartuchos, en la otra guerra fue de traidores y en

ésta también.

8)

Yo no creo que sea posible llevar más adelante el

heroísmo Nuestros soldados se han conducido con

bravura portentosa y si no vencieron fue porque la

superioridad de los enemigos y su mucho número 1o

han hecho imposible

Eso será 1o que tase un sastre dijo el Gran Capitán

Por dónde anda ahora San Juan Porque yo

entiendo que fingió retirarse para atacar después en

mejor posición

Qué ha de fingir hombre qué ha de fingir repuso

el oficial San Juan si es que vive andará fugitivo

corno yo y sin un solo soldado

Eso no puede ser caballero Cómo se entiende Si

eso fuera cierto señor mío significaría ni más ni

menos una especie de derrota

Pues ya 1o creo pero les contaré punto por punto

San Juan tornó buenas posiciones en el paso de

Somosierra y puso una vanguardia en Sepúlveda

Atacaron ésta los franceses anteayer de madrugada

mas no pudieron romper su línea y tuvieron que

retirarse

Yo no creo que sea posible llevar más adelante el

heroísmo. Nuestros soldados se han conducido con

bravura portentosa, y si no vencieron, fue porque la

superioridad de los enemigos y su mucho número 1o

han hecho imposible.

-Eso será 1o que tase un sastre -dijo el Gran Capi-

tán-. ¿ Por dónde anda ahora San Juan? Porque

yo entiendo que fingió retirarse para atacar después

en mejor posición.

-¡Qué ha de fingir, hombre, qué ha de fingir! -repuso

el oficial-. San Juan, si es que vive, andará fugitivo

corno yo y sin un solo soldado.

-Eso no puede ser, caballero, ¿Cómo se entiende? Si

eso fuera cierto, señor mío, significaría ni más ni

menos una especie de derrota.

-Pues ya 1o creo; pero les contaré punto por punto.

San Juan tornó buenas posiciones en el paso de

Somosierra y puso una vanguardia en Sepúlveda.

Atacaron ésta los franceses anteayer de madrugada;

mas no pudieron romper su línea y tuvieron que

retirarse.

9)

Diole voces Sancho diciéndole

Vuélvase vuestra merced señor don Quijote que

voto a Dios que son carneros y ovejas las que ya a

embestir Vuélvase desdichado del padre que me

engendró Qué locura es ésta Mire que no hay

gigante ni caballero alguno ni gatos ni armas ni

escudos partidos ni enteros ni veros azules ni

endiablados Qué es 1o que hace pecador soy yo a

Dios

Ni por ésas volvió don Quijote antes en altas voces

iba diciendo

Ea caballeros los que seguís y militáis debajo de

las banderas del valeroso emperador Pentapolín del

Arremangado Brazo seguidme todos veréis cuán

fácilmente le doy venganza de su enemigo

Alifanfarón de la Trapobana

Esto diciendo se entró por medio del escuadrón de

las ovejas comenzó a lancearlas con tanto coraje y

denuedo como si de veras alanceara a sus mortales

enemigos

Diole voces Sancho, diciéndole:

Vuélvase vuestra merced, señor don Quijote; que

voto a Dios que son carneros y ovejas las que ya a

embestir. Vuélvase, ¡desdichado del padre que me

engendró! ¿Qué locura es ésta? Mire que no hay

gigante ni caballero alguno, ni gatos, ni armas, ni

escudos partidos ni enteros, ni veros azules ni

endiablados. ¿Qué es 1o que hace, pecador soy yo a

Dios?

Ni por ésas volvió don Quijote, antes, en altas voces,

iba diciendo:

-Ea, caballeros, los que seguís y militáis debajo de

las banderas del valeroso emperador Pentapolín del

Arremangado Brazo, seguidme todos, veréis cuán

fácilmente le doy venganza de su enemigo,

Alifanfarón de la Trapobana.

Esto diciendo, se entró por medio del escuadrón de

las ovejas, comenzó a lancearlas, con tanto coraje y

denuedo como si de veras alanceara a sus mortales

enemigos.

10)

La catedral es fina frágil sensitiva La dañan los

vendavales las sequedades ardorosas las lluvias las

nieves Las piedras areniscas van deshaciéndose

poco a poco los recios pilares se van desviando las

goteras le aran en los muros huellas hondas y comen

la argamasa que une a los sillares

La catedral es una y varia a través de los siglos

aparece distinta en las diversas horas del día se nos

muestra con distintos aspectos en las varias

estaciones En los días de espesas nevadas los

nítidos copos cubren los pináculos arbotantes

gárgolas cresterías florones se levanta la catedral

entonces blanca sobre la ciudad blanca En los días

de lluvia cuando los canales de las casas hacen un

ruido continuado en las callejas vemos vagamente

la catedral a través de una cortina de agua En las

noches de luna desde las lejanas lomas que rodean

la ciudad divisamos la torre de la catedral

destacándose en el cielo diáfano y claro Muchos

días del verano en las horas abrasadoras del

mediodía hemos venido con un libro a los claustros

silenciosos que rodean el patio el patio con su

ciprés y sus rosales

La catedral es fina, frágil, sensitiva. La dañan los

vendavales, las sequedades ardorosas, las lluvias, las

nieves. Las piedras areniscas van deshaciéndose

poco a poco; los recios pilares se van desviando, las

goteras le aran en los muros huellas hondas y comen

la argamasa que une a los sillares.

La catedral es una y varia a través de los siglos;

aparece distinta en las diversas horas del día; se nos

muestra con distintos aspectos en las varias

estaciones. En los días de espesas nevadas, los

nítidos copos cubren los pináculos, arbotantes,

gárgolas, cresterías, florones, se levanta la catedral

entonces, blanca, sobre la ciudad blanca. En los días

de lluvia, cuando los canales de las casas hacen un

ruido continuado en las callejas, vemos vagamente

la catedral a través de una cortina de agua. En las

noches de luna, desde las lejanas lomas que rodean

la ciudad, divisamos la torre de la catedral

destacándose en el cielo diáfano y claro. Muchos

días del verano, en las horas abrasadoras del

mediodía. hemos venido con un libro a los claustros

silenciosos que rodean el patio: el patio con su

ciprés y sus rosales.

11)

Sus conocidos y amigos no le asistían a una sola cita

ni avisaban cuando faltaban ni respondían a sus

esquelas Qué formalidad y qué exactitud

Qué os parece de esta tierra míster Sansdé1ai le

dije al llegar a estas pruebas

Me parece que son hombres singulares

Pues así son todos No comerán por no llevar la

comida a la boca

Presentóse con todo yendo y viniendo días una

proposición de mejoras para un ramo que no citaré

quedando recomendada eficacísimamente

A los cuatro días volvimos a saber el éxito de nues-

tra pretensión Vuelva usted mañana nos dijo el

portero El oficial de mesa no ha venido hoy

Grande causa le habrá detenido dije yo entre mí

Fuímonos a dar un paseo y nos encontramos qué

casualidad al oficial de la mesa en el Retiro

ocupadísimo en dar una vuelta con su señora al

hermoso sol de los inviernos claros de Madrid

Sus conocidos y amigos no le asistían a una sola ci-

ta, ni avisaban cuando faltaban ni respondían a sus

esquelas. ¡Qué formalidad y qué exactitud!

-¿Qué os parece de esta tierra, míster Sansdé1ai?- le

dije al llegar a estas pruebas.

-Me parece que son hombres singulares...

-Pues así son todos. No comerán por no llevar la

comida a la boca.

Presentóse con todo, yendo y viniendo días, una

proposición de mejoras para un ramo que no citaré,

quedando recomendada eficacísimamente.

A los cuatro días volvimos a saber el éxito de nues-

tra pretensión. -Vuelva usted mañana -nos dijo el

portero-. El oficial de mesa no ha venido hoy.

-Grande causa le habrá detenido- dije yo entre mí.

Fuímonos a dar un paseo, y nos encontramos, ¡qué

casualidad!, al oficial de la mesa en el Retiro,

ocupadísimo en dar una vuelta con su señora al

hermoso sol de los inviernos claros de Madrid.

12)

Y ahora se apercibe de que se hallan frente a frente

dos tullidos El uno apoyándose en dos muletas el

otro con un brazo baldado y los dedos en ambas

manos engarbitados

No 1o habías visto sin dejar de sonreír pregunta

el pastorcillo

No

Desde que nací dicen

Y eres pastor

Claro

Puedes

Claro

Entonces, comes

Tú no comes

Y tienes casa

Tengo padres Tú no los tienes

Los tengo

Dónde

Hoy piden en Ramacastañas Nos encontraremos en

Arenas de San Pedro

Mendigos

Ah

Y ahora se apercibe de que se hallan frente a frente

dos tullidos. El uno apoyándose en dos muletas, el

otro con un brazo baldado y los dedos en ambas

manos engarbitados.

-¿No 1o habías visto?- sin dejar de sonreír pregunta

el pastorcillo.

-No.

-Desde que nací, dicen.

-¿Y eres pastor?

-Claro.

-¿Puedes?

-Claro.

-¿Entonces, comes?

-¿Tú no comes?

-¿Y tienes casa?

-Tengo padres. ¿Tú no los tienes?

-Los tengo.

-¿Dónde?

-Hoy piden en Ramacastañas. Nos encontraremos en

Arenas de San Pedro.

-¿Mendigos?

-Sí.

-Ah...

13)

El alcaide se fue dejando a oscuras a Martín y vino

poco después con un jergón y las mantas pedidas Le

dio Martín un duro y el carcelero amansado le

preguntó

Qué ha hecho usted para que le traigan aquí

Nada Venía distraído silbando por la calle Y me

ha dicho el sereno No se silba Me he callado y sin

más ni más me han traído a la cárcel

Usted no se ha resistido

No

Entonces será por otra cosa por 1o que le han en-

cerrado

El alcaide se fue, dejando a oscuras a Martín, y vino

poco después con un jergón y las mantas pedidas. Le

dio Martín un duro, y el carcelero amansado, le

preguntó:

-¿Qué ha hecho usted para que le traigan aquí?

-Nada. Venía distraído, silbando por la calle. Y me

ha dicho el sereno: “No se silba.” Me he callado, y

sin más ni más me han traído a la cárcel.

-¿Usted no se ha resistido?

-No.

-Entonces será por otra cosa por 1o que le han en-

cerrado.

14)

En esto descubrieron treinta o cuarenta molinos de

viento que hay en aque1 campo y así como don

Quijote los vio dijo a su escudero

La ventura va guiando nuestras cosas mejor de 1o

que acertamos a desear porque ves allí amigo

Sancho Panza donde se descubren treinta o pocos

más desaforados gigantes con quien pienso hacer

batalla y quitarles a todos las vidas con cuyos

despojos comenzaremos a enriquecer que ésta es

buena guerra y es gran servicio de Dios quitar tan

mala simiente de sobre la faz de la tierra

Qué gigantes dijo Sancho Panza

Aquellos que allí ves respondió su amo de los

brazos largos que los suelen tener algunos de casi

dos leguas

En esto, descubrieron treinta o cuarenta molinos de

viento que hay en aque1 campo, y así como don

Quijote los vio dijo a su escudero:

La ventura va guiando nuestras cosas mejor de 1o

que acertamos a desear, porque ves allí, amigo

Sancho Panza, donde se descubren treinta, o pocos

más desaforados gigantes, con quien pienso hacer

batalla y quitarles a todos las vidas, con cuyos

despojos comenzaremos a enriquecer, que ésta es

buena guerra, y es gran servicio de Dios quitar tan

mala simiente de sobre la faz de la tierra.

-¿Qué gigantes?- dijo Sancho Panza.

-Aquellos que allí ves -respondió su amo- de los

brazos largos, que los suelen tener algunos de casi

dos leguas.

15)

Saliéronse los dos a sestear en un portal o cobertizo

que delante de la venta se hace y sentándose

frontero el uno del otro el que parecía de más edad

dijo al más pequeño

De qué tierra es vuesa merced señor gentilhombre

y para dónde bueno camina

Mi tierra señor caballero respondió el preguntado

no la sé ni para dónde camino tampoco

Pues en verdad dijo el mayor que no parece vuesa

merced del cielo y que éste no es lugar para hacer

su asiento en él que por fuerza se ha de pasar

adelante

Saliéronse los dos a sestear en un portal o cobertizo

que delante de la venta se hace, y sentándose

frontero el uno del otro el que parecía de más edad

dijo al más pequeño:

-¿De qué tierra es vuesa merced, señor gentil

hombre, y para dónde bueno camina?

-Mi tierra, señor caballero -respondió el preguntado-

no la sé, ni para dónde camino tampoco.

-Pues en verdad -dijo el mayor- que no parece vuesa

merced del cielo, y que éste no es lugar para hacer

su asiento en él que por fuerza se ha de pasar

adelante.

16)

Hay un libro tesoro de un pueblo que hoy es fábula

y ludibrio de la tierra y que fue en tiempos pasados

la estrella del Oriente adonde han ido a beber su

divina inspiración todos los grandes poetas de las

regiones occidentales del mundo y en el cual han

aprendido el secreto de levantar los corazones y de

arrebatar las almas con sobrehumanas y misteriosas

armonías Este libro es la Biblia el libro por

excelencia

En él aprendió Petrarca a modular sus gemidos en

él vio Dante sus terroríficas visiones de aquella

gran fragua sacó el poeta de Sorrento los espléndi-

dos resplandores de sus cantos

Hay un libro, tesoro de un pueblo, que hoy es fábula

y ludibrio de la tierra, y que fue en tiempos pasados

la estrella del Oriente, adonde han ido a beber su

divina inspiración todos los grandes poetas de las

regiones occidentales del mundo, y en el cual han

aprendido el secreto de levantar los corazones y de

arrebatar las almas con sobrehumanas y misteriosas

armonías. Este libro es la Biblia, el libro por

excelencia.

En él aprendió Petrarca a modular sus gemidos; en

él vio Dante sus terroríficas visiones; de aquella

gran fragua sacó el poeta de Sorrento los espléndi-

dos resplandores de sus cantos.

17)

La luna viene con nosotros grande redonda pura

En los prados soñolientos se ven vagamente no sé

qué cabras negras entre las zarzamoras Alguien se

esconde tácito a nuestro pasar Sobre el vallado un

almendro inmenso

níveo de flor y de luna revuelta la copa con una

nube blanca cobija el camino asaeteado de estrellas

de marzo

Un olor penetrante a naranjas Humedad y silencio

La cañada de las brujas

Platero qué frío

La luna viene con nosotros, grande, redonda, pura.

En los prados soñolientos se ven, vagamente, no sé

qué cabras negras, entre las zarzamoras... Alguien se

esconde, tácito, a nuestro pasar... Sobre el vallado,

un almendro inmenso, níveo de flor y de luna,

revuelta la copa con una nube blanca, cobija el

camino asaeteado de estrellas de marzo...

Un olor penetrante a naranjas... Humedad y silen-

cio... La cañada de las brujas...

-¡Platero, qué... frío!

18)

Al llegar a la plaza el viajero ve a su amigo el viejo

con el burro «Gorrión» al lado

Le estaba esperando

Sí señor quería despedirme

Pero adónde se va usted

No me voy me quedo Me ha salido una chapuza y

me quedaré hasta que termine tres o cuatro días

Usted me figuro que seguirá andando

El viajero está un momento indeciso

Sí yo seguiré andando a mí no me ha salido

ninguna chapuza

El viejo habla fingiéndose distraído mirando para la

cabeza de «Gorrión» como para quitarle impor-

tancia a sus palabras

Poco es pero si usted quiere la mitad es suya

Al llegar a la plaza, el viajero ve a su amigo el viejo,

con el burro «Gorrión» al lado.

-Le estaba esperando.

-¿Sí?

-Sí, señor, quería despedirme.

-Pero ¿adónde se va usted?

-No me voy, me quedo. Me ha salido una chapuza y

me quedaré hasta que termine, tres o cuatro días.

Usted, me figuro que seguirá andando.

El viajero está un momento indeciso.

-Sí, yo seguiré andando; a mí no me ha salido

ninguna chapuza.

El viejo habla fingiéndose distraído, mirando para la

cabeza de «Gorrión», como para quitarle impor-

tancia a sus palabras.

-Poco es, pero si usted quiere, la mitad es suya.

19)

Griten cuanto quieran los desesperados la corriente

de los progresos continuos les arrastrará

Como la sabia Química de hoy fue Alquimia y la

sabia Astronomía Astrología nuestro cuerpo estuvo

en e11imbo de la tierra y nuestra alma en el limbo

de la barbarie Hemos vivido en las cavernas

1acustres como el mastodonte y hemos clavado el

puñal de piedra en las entrañas de las víctimas para

ofrecer ese holocausto a nuestros dioses

antropófagos Y aquí de la leyenda tan sabida en

Alemania Allá en nuestra madriguera digna de las

aves nocturnas entró la tea de Prometeo encendida

por la chispa que arrancaba el hierro al pedernal y

la creímos el resplandor y el fuego de la vida y

deseamos poseer1a y mirar1a eternamente Y una

noche salimos de nuestras cavernas y a través de la

vegetación columbramos la Luna y creyéndo1a

e11uminar por excelencia pedimos que nos dejaran

vivir y morir en el éxtasis de una eterna

contemplación

Griten cuanto quieran los desesperados; la corriente

de los progresos continuos les arrastrará.

Como la sabia Química de hoy fue Alquimia, y la

sabia Astronomía, Astrología, nuestro cuerpo estuvo

en e1 1imbo de la tierra y nuestra alma en el limbo

de la barbarie. Hemos vivido en las cavernas

1acustres como el mastodonte, y hemos clavado el

puñal de piedra en las entrañas de las víctimas, para

ofrecer ese holocausto a nuestros dioses

antropófagos. Y aquí de la leyenda tan sabida en

Alemania. Allá en nuestra madriguera, digna de las

aves nocturnas, entró la tea de Prometeo, encendida

por la chispa que arrancaba el hierro al pedernal, y

la creímos el resplandor y el fuego de la vida, y

deseamos poseer1a y mirar1a eternamente. Y una

noche salimos de nuestras cavernas, y a través de la

vegetación columbramos la Luna, y creyéndo1a

e11uminar por excelencia, pedimos que nos dejaran

vivir y morir en el éxtasis de una eterna

contemplación.

20)

Tigre Juan de cintura arriba iba vestido a 1o ar-

tesano camisa sin corbata almilla de bayeta

amarilla que le asomaba por el chaleco y éste de

tartán a cuadros De cintura abajo se ataviaba como

un labriego de la región calzones cortos de

estameña polainas de paño negro abotonadas hasta

la corva medias de lana cruda y zuecos de haya

teñidos de amatista con entalladuras ahuecadas

Andaba siempre a pelo Su pelambre era tupido

lanudo entrecano que casi le cubría frente y orejas

como montera pastoril de piel de borrego Al hablar

enarcaba o frucía las cejas con metódico ritmo y

rapidez este recio capacete piloso resbalaba de una

pieza hacia adelante y hacia atrás como 1ubrificado

sobre la gran bola del cráneo También al hablar se

le agitaban en ocasiones las orejas

Tigre Juan, de cintura arriba, iba vestido a 1o ar-

tesano: camisa sin corbata, almilla de bayeta

amarilla, que le asomaba por el chaleco, y éste de

tartán a cuadros. De cintura abajo se ataviaba como

un labriego de la región: calzones cortos, de

estameña; polainas de paño negro, abotonadas hasta

la corva; medias de lana cruda y zuecos de haya,

teñidos de amatista, con entalladuras ahuecadas.

Andaba siempre a pelo. Su pelambre era tupido,

lanudo, entrecano, que casi le cubría frente y orejas,

como montera pastoril de piel de borrego. Al hablar,

enarcaba o fruncía las cejas con metódico ritmo y

rapidez, este recio capacete piloso resbalaba, de una

pieza, hacia adelante y hacia atrás, como

1ubrificado, sobre la gran bola del cráneo. También

al hablar se le agitaban, en ocasiones, las orejas.

EJERCICIOS DE REPASO: ORTOGRAFÍA TOTAL.

En estas páginas sólo vas a encontrar ejercicios. Los textos están muy mutilados e implican una triple dificultad:

tienes que completar las letras de ortografía dudosa, los acentos y los signos de puntuación.

Forma de trabajar:

a) Busca en el diccionario aquellas palabras que aparezcan en el texto cuyo significado desconozcas.

b) Completa el texto mutilado de la izquierda: letras, acentos y signos de puntuación.

c) Consulta las reglas ortográficas oportunas cuando no sepas resolver un caso determinado.

d) Comprueba tus aciertos, contrastando el texto de la izquierda con el de la derecha.

e) Si has cometido errores, escribe correctamente, donde dice «Corrección», la palabra o palabras con faltas de

letras o acentos, repitiéndolas varias veces.

No corras. Cada ejercicio es más que suficiente para una sesión de trabajo. ¡Suerte!

1)

Aqui hizo otra pausa el boticario Algunos franceses

demostraron querer contestarle pero el le-

vantandose e imponiendo a todos silencio con su

actitud empuño convulsivamente un vaso y ex-

clamo con voz atronadora

Brindo señores porque maldito sea mi abuelo que

era un animal y porque se halle ahora mismo en los

profundos infiernos Vivan los franceses de

Francisco I y de Napoleon Bonaparte

Vivan respondieron los invasores dandose por

satisfechos

Y todos apuraron su vaso

Oyose en esto rumor en la calle o mejor dicho a la

puerta de la botica

Habeis oido preguntaron los franceses Garcia de

Paredes se sonrio

Vendran a matarme dijo

Quien

Los vecinos del Padron

Por que

Aquí hizo otra pausa el boticario. Algunos franceses

demostraron querer contestarle: pero él, le-

vantándose e imponiendo a todos silencio con su

actitud, empuñó convulsivamente un vaso, y ex-

clamó con voz atronadora:

-¡Brindo, señores, porque maldito sea mi abuelo,

que era un animal, y porque se halle ahora mismo en

los profundos infiernos!... ¡Vivan los franceses de

Francisco I y de Napoleón Bonaparte!

-¡Vivan!- respondieron los invasores dándose por

satisfechos.

Y todos apuraron su vaso.

Oyóse en esto rumor en la calle, o, mejor dicho, a la

puerta de la botica.

-¿Habéis oído?- preguntaron los franceses. García

de Paredes se sonrío.

-¡Vendrán a matarme!- dijo.

-¿Quién?

-Los vecinos del Padrón.

-¿Por qué?

2)

El encanto fijo de España de Madrid sobre todo es

que se habla siempre de 1o mismo de una esperanza

de una felicida_ con la que se cuenta tanto que nadie

puede arre_atarla que siempre esta viva como en un

«termo» entre las cuatro paredes de cada casa

En otros sitios se habla _asta de adquisiciones pero

en el Madrid cerrado a los _ientos que todo se 1o

llevan a la nada hay la misma conversacion tierna

lenta compungida con sonrisas después de ha_er

usado el pañuelo para las lagrimas del frio Por eso

un brasero es la adquisicion suprema con su barata

prudencia de calor

La espontanea repeticion es ingenua pero 1o malo

en la vida es la redundancia y por eso el teatro que

repite 1o que se habla con tan buena fe en la intimi-

dad _entrilocuo del mundo es 1o mas a_ominable

de 1o abominable porque 1o convierte en habladuria

en _alago descomponedor _olviendo pecado mortal

1o que no 1o seria al no repetirse ante la

abominacion del espejo

El encanto fijo de España, de Madrid sobre todo, es

que se habla siempre de 1o mismo, de una

esperanza, de una felicidad con la que se cuenta

tanto que nadie puede arrebatarla, que siempre está

viva como en un «termo» entre las cuatro paredes de

cada casa.

En otros sitios se habla hasta de adquisiciones; pero

en el Madrid cerrado a los vientos, que todo se 1o

llevan a la nada, hay la misma conversación tierna,

lenta, compungida, con sonrisas después de haber

usado el pañuelo para las lágrimas del frío. Por eso

un brasero es la adquisición suprema con su barata

prudencia de calor.

La espontánea repetición es ingenua; pero 1o malo

en la vida es la redundancia y por eso el teatro que

repite 1o que se habla con tan buena fe en la intimi-

dad -ventrílocuo del mundo- es 1o más abominable

de 1o abominable, porque 1o convierte en ha-

bladuría, en halago descomponedor, volviendo

pecado mortal 1o que no 1o sería al no repetirse ante

la abominación del espejo.

3)

Vienes a consultarme a mi y tu e_piezas por

discutirme mi propia e_istencia despues el derecho

que tengo a _acer de ti 1o que me de la real gana si

asi como suena 1o que me de la real gana 1o que

me salga de

No sea uste_ tan español don Mig_el

Y eso mas mentecato Pues si soy español

Español de nacimiento de educacion de cuerpo de

espiritu de lengua y _asta de profesion y oficio

español sobre todo y ante todo y el españolismo es

mi religion y el cielo en que quiero creer es una

España _elestial y eterna y mi Dios un Dios español

el de Nuestro Señor don Quijote un Dios que piensa

en _spañol y en español dijo Sea la lu_ y su ver_o

fue verbo español

Vienes a consultarme, a mí, y tú empiezas por

discutirme mi propia existencia: después, el derecho

que tengo a hacer de ti 1o que me dé la real gana; sí,

así, como suena: 1o que me dé la real gana, 1o que

me salga de...

-No sea usted tan español, don Miguel.

-¡Y eso más, mentecato! ¡Pues sí, soy español!

Español de nacimiento, de educación, de cuerpo, de

espíritu, de lengua y hasta de profesión y oficio;

español sobre todo y ante todo, y el españolismo es

mi religión, y el cielo en que quiero creer es una

España celestial y eterna, y mi Dios un Dios

español, el de Nuestro Señor don Quijote; un Dios

que piensa en español y en español dijo: “¡Sea la

luz!”, y su verbo fue verbo español...

4)

La presencia nuestra le contu_o unos instantes en el

umbral de la ca_erna pero rehaciendose en seguida

avanzo dos pasos menospreciando las protestas de

Canelo y se incorporo sobre sus patas traseras

dando al mismo tiempo un _errido y alzando las

manos hasta cerca del _ocico como si exclamara

Pero estos hombres que se atreven a tanto son

mucho mas brutos que yo

Al ver que se incorporaba la fiera dijo a Pito Salces

Chisco

Tu al oju yo al corazon Estas Pues a una

Sonaron dos estampidos batio la _estia el aire con

los brazos que aun no habia tenido tiempo de bajar

abrio la boca descomunal lanzando otro bramido

mas tremendo que el primero dio un par de vueltas

sobre las patas como cuando _ailan en las plazas los

esclavos de su especie y cayo redonda en mitad de

la cue_a con la ca_eza hacia mi

La presencia nuestra le contuvo unos instantes en el

umbral de la caverna; pero, rehaciéndose en seguida,

avanzó dos pasos, menospreciando las protestas de

Canelo, y se incorporó sobre sus patas traseras,

dando al mismo tiempo un berrido y alzando las

manos hasta cerca del hocico, como si exclamara:

-¡Pero estos hombres que se atreven a tanto, son

mucho más brutos que yo!

Al ver que se incorporaba la fiera, dijo a Pito Salces

Chisco:

-Tú al oju, yo al corazón... ¿Estás? Pues... ¡a una!

Sonaron dos estampidos; batió la bestia el aire con

los brazos que aún no había tenido tiempo de bajar;

abrió la boca descomunal, lanzando otro bramido

más tremendo que el primero; dio un par de vueltas

sobre las patas, como cuando bailan en las plazas los

esclavos de su especie, y cayó redonda en mitad de

la cueva con la cabeza hacia mí.

5)

Los chinos de los juegos de salon ahora de coci-

neros estrella_an hue_os para el almuerzo mientras

se asaba la carne y solta_a humo tufoso a mar el

caldo de pescado Hablaban en chino o como decia

Pispis en cochino porque no se les entendia nada

Ratos se reian entre ellos ratos se quedaban ca_ados

como o_endo el aire Al mas viejo le _acian ruido

los huesos Articulaba casi palabras chinas con los

huesos _ocablos de articulaciones que bajo la piel le

con_ersaban Era temeroso Por todo se encogia Su

mirar de soslayo su timidez sus la_ios delgaditos y

su pelo ralo de muñeco en forma de surtidor desde la

coronilla hacianle inconfundible entre los otros

chinos iguales tan iguales tan e_actamente iguales

entre ellos

Los chinos de los juegos de salón, ahora de coci-

neros, estrellaban huevos para el almuerzo, mientras

se asaba la carne y soltaba humo tufoso a mar el

caldo de pescado. Hablaban en chino o, como decía

Pispís, en “cochino”, porque no se les entendía nada.

Ratos se reían entre ellos, ratos se quedaban

callados, como oyendo el aire. Al más viejo le

hacían ruido los huesos. Articulaba casi palabras

chinas con los huesos, vocablos de articulaciones

que bajo la piel le conversaban. Era temeroso. Por

todo se encogía. Su mirar de soslayo, su timidez, sus

labios delgaditos, y su pelo ralo de muñeco en forma

de surtidor desde la coronilla, hacíanle in-

confundible entre los otros chinos iguales, tan

iguales, tan exactamente iguales entre ellos.

6)

La noche es clara 1impida diafana brillan como

las moneditas de oro antes las estre_itas en el cielo

Todo esta sosegado el silencio es grato profundo

El anciano va caminando solo ner_iosamente

vibrando de colera Da fuertes golpazos con el

ca_ado en el suelo La silueta del establo ante la

blancura de la era se perci_e a 1o lejos sobre el

cielo de un azul oscuro Ya va llegando el anciano a

las paredillas ruinosas La puerta esta cerrada La

mano i_quierda del viejo pasa y repasa por la

1uenga _arba No quiere el viejo penetrar de pronto

por la puerta Se detiene un momento y luego

despacito se va acercando a la _entona que da a la

era Se ve dentro un vi_o resplandor El anciano va a

aplicar su cara a la ventana Ya sus ojuelos

_ivarachos estan cerca del angosto _ueco La mirada

del anciano penetra en 1o interior

La noche es clara, 1impida, diafana; brillan -como

las moneditas de oro antes- las estrellitas en el cielo.

Todo está sosegado; el silencio es grato, profundo.

El anciano va caminando solo, nerviosamente,

vibrando de cólera. Da fuertes golpazos con el

cayado en el suelo. La silueta del establo, ante la

blancura de la era, se percibe a 1o lejos, sobre el

cielo de un azul oscuro. Ya va llegando el anciano a

las paredillas ruinosas. La puerta está cerrada. La

mano izquierda del viejo pasa y repasa por la

1uenga barba. No quiere el viejo penetrar de pronto

por la puerta. Se detiene un momento, y luego,

despacito, se va acercando a la ventana que da a la

era. Se ve dentro un vivo resplandor. El anciano va a

aplicar su cara a la ventana. Ya sus ojuelos

vivarachos están cerca del angosto hueco. La mirada

del anciano penetra en 1o interior.

7)

Desde un principio se ad_ierte que Castillo sabe

mandar No hay mas que ver la energia con que

acierta a mandarse a si misma Ser e_perador de si

mismo es la primera condicion para imperar a los

demas Castilla se afana por superar en su propio

corazon la tendencia al _ermetismo aldeano a la

vision angosta de los intereses inmediatos que reina

en los demas pueblos i_ericos Desde luego se

orienta su animo _acia las grandes empresas que

requieren amplia co1a_oracion Es la primera en

iniciar largas complicadas traye_torias de po1itica

internacional otro sintoma de genio nacionalizador

Las grandes naciones no se han _echo desde dentro

sino desde fuera solo una acertada po1itica

internacional politica de ma_nas empresas _ace

posible una fecunda po1itica interior que es siempre

a la postre politica de poco calado

Desde un principio se advierte que Castillo sabe

mandar. No hay más que ver la energía con que

acierta a mandarse a sí misma. Ser emperador de sí

mismo es la primera condición para imperar a los

demás. Castilla se afana por superar en su propio

corazón la tendencia al hermetismo aldeano, a la

visión angosta de los intereses inmediatos que reina

en los demás pueblos ibéricos. Desde luego se

orienta su ánimo hacia las grandes empresas, que

requieren amplia co1aboración. Es la primera en

iniciar largas, complicadas trayectorias de po1itica

internacional, otro síntoma de genio nacionalizador.

Las grandes naciones no se han hecho desde dentro,

sino desde fuera; sólo una acertada po1ítica

internacional, política de magnas empresas, hace

posible una fecunda po1ítica interior, que es

siempre, a la postre, política de poco calado.

8)

Sin alterar su paso de rata fisgona su_io a la re-

camara donde se recluia la hija Al abrir la puerta

o_o las voces adementadas

Hija mia no habeis vos servido para casada y gran

señora como pensaba este pecador que horita se ve

en el trance de quitarte la vida que te dio hace _einte

años No es justo quedeis en el mundo para que te

gocen los enemigos de tu padre y te baldonen

llamandote hija del chingado Banderas

O_endo tal suplica_an despa_oridas las mucamas

que tenian a la loca en custodia Tirano Banderas las

golpeó en la cara

So chingadas Si os dejo con vida es porque habeis

de amortajarme1a como un ange1

Saco del pecho un puñal tomo a la _ija de los

ca_ellos para asegurar1a y cerro los ojos

Un memorial de los re_eldes dice que la cosio con

quin_e puñaladas

Sin alterar su paso de rata fisgona, subió a la re-

cámara donde se recluía la hija. Al abrir la puerta

oyó las voces adementadas.

-¡Hija mía, no habéis vos servido para casada y gran

señora, como pensaba este pecador que horita se ve

en el trance de quitarte la vida que te dio hace veinte

años! ¡No es justo quedéis en el mundo para que te

gocen los enemigos de tu padre, y te baldonen

llamándote hija del chingado Banderas.

Oyendo tal, súplicaban despavoridas las mucamas

que tenían a la loca en custodia. Tirano Banderas las

golpeó en la cara:

-¡So chingadas! Si os dejo con vida, es porque

habéis de amortajárme1a como un ánge1.

Sacó del pecho un puñal, tomó a la hija de los

cabellos para asegurar1a, y cerró los ojos.

Un memorial de los rebeldes dice que la cosió con

quince puñaladas.

9)

La pieda_ del zagal tu_ido se trueca en carida_ y

ternura Del zu_on con los dedos anqui1osados y

retorcidos e_trae un trozo de _ogaza blanca y prieta

Y ofrece la da di_a en un _esto de clara _ermandad

Toma

No

Yo comi denantes

No

El mendigo _a ol_idado su oficio y por primera ve_

rechaza la limosna Y reanuda el paso su paso cojo

y lento ese andar su_o _echo a todos los caminos

sin prisas para llegar y sin _egar jamas Pedir pedir

la vo_ _orona y el ademan _endido Pedir y no

pensar andar y no pensar Las _oras y los dias se

repiten y se repiten los caminos las cue_as y los

mendrugos

La piedad del zagal tullido se trueca en caridad y

ternura. Del zurrón, con los dedos anqui1osados y

retorcidos, extrae un trozo de hogaza blanca y prieta.

Y ofrece la dádiva en un gesto de clara hermandad.

-Toma.

-No.

-Yo comí denantes.

-No.

El mendigo ha olvidado su oficio y por primera vez

rechaza la limosna. Y reanuda el paso, su paso cojo

y lento, ese andar suyo hecho a todos los caminos,

sin prisas para llegar, y sin llegar jamás. Pedir,

pedir; la voz llorona y el ademán rendido. Pedir y no

pensar andar y no pensar. Las horas y los días se

repiten, y se repiten los caminos, las cuevas y los

mendrugos.

10)

He _uelto a ver los alamos dorados

alamos del camino en la ri_era

del Duero entre San Polo y San Saturio

tras las mura_as viejas

de Soria bar_acana

hacia Aragon en castellana tierra

Estos chopos del rio que acompañan

con el sonido de sus _ojas secas

al son del agua cuando el viento sopla

tienen en sus cortezas

gra_adas iniciales que son nombres

de enamorados cifras que son fechas

Alamos del amor que ayer tu_isteis

de ruiseñores vuestras ramas llenas

alamos que sereis mañana liras

del viento perfumado en prima_era

alamos del amor cerca del agua

que corre y pasa y sueña

alamos de las margenes del Duero

conmigo _ais mi corazon os lle_a!

He vuelto a ver los álamos dorados,

álamos del camino en la ribera

del Duero, entre San Polo y San Saturio,

tras las murallas viejas

de Soria -barbacana

hacia Aragón, en castellana tierra-

Estos chopos del río, que acompañan

con el sonido de sus hojas secas

al son del agua, cuando el viento sopla,

tienen en sus cortezas

grabadas iniciales que son nombres

de enamorados, cifras que son fechas,

¡Álamos del amor que ayer tuvisteis

de ruiseñores vuestras ramas llenas;

álamos que seréis mañana liras

del viento perfumado en primavera,

álamos del amor cerca del agua

que corre y pasa y sueña;

álamos de las márgenes del Duero,

conmigo vais, mi corazón os lleva!

11)

Al sig_iente dia Barbarita que no queria dar su

brazo a tor_er lle_aba unos papelitos muy raros de

pasta todos _enos de gara_atos chinescos Despues

de darse mucha importancia _aciendo que 1o

enseña_a y volviendolo a guardar con 1o cual la

curiosidad de las otras llegaba al punto de la

desazon nerviosa de repente ponia el papel en las

nari_es de sus amigas diciendo en tono triunfal

Y eso

Quedabanse Castita y Eulalia atontadas con el aro-

ma asiatico _acilando entre la admiracion y la

envidia pero al fin no tenian mas remedio que hu-

millar su soberbia ante el olorcillo aquel de la niña

de Arnaiz Le pedian por Dios que las dejase catarlo

mas

Al siguiente día, Barbarita, que no quería dar su

brazo a torcer, llevaba unos papelitos muy raros de

pasta, todos llenos de garabatos chinescos. Después

de darse mucha importancia haciendo que 1o

enseñaba y volviéndolo a guardar, con 1o cual la

curiosidad de las otras llegaba al punto de la

desazón nerviosa, de repente ponía el papel en las

narices de sus amigas, diciendo en tono triunfal:

-¿Y eso?

Quedábanse Castita y Eulalia atontadas con el aro-

ma asiático, vacilando entre la admiración y la

envidia; pero al fin no tenían más remedio que hu-

millar su soberbia ante el olorcillo aquel de la niña

de Arnáiz. Le pedían por Dios que las dejase catarlo

más.

12)

El guardia y el sereno tienen desde hace ya varios

meses una con_ersacion que les gusta mucho a los

dos una conversacion sobre la que vue1_en y

vuelven noche a noche con un pa_iente regodeo

Entonces usted dice que es de la parte de Porriño

Eso es de cerca yo 1o _engo a ser de Mos

Pues yo tengo una _ermana casada en Sa1vatierra

que se llama Rosalia

La del Bure1o el de los cla_os

Esa si señor

Esa esta muy bien e_

Ya 1o creo esa caso muy _ien

La señora del entresuelo sig_e en sus conjeturas es

una señora algo coti_a

El guardia y el sereno tienen, desde hace ya varios

meses, una conversación que les gusta mucho a los

dos, una conversación sobre la que vue1ven y

vuelven, noche a noche, con un paciente regodeo.

-Entonces, -usted dice que es de la parte de Porriño?

-Eso es, de cerca: yo 1o vengo a ser de Mos.

-Pues yo tengo una hermana casada en Sa1vatierra,

que se llama Rosalía.

-¿La del Bure1o, el de los clavos?

-Esa; sí, señor.

-Esa está muy bien, ¿eh?

-Ya 1o creo, ésa casó muy bien.

La señora del entresuelo sigue en sus conjeturas, es

una señora algo cotilla.

13)

Algunas veces nos llevaban en carretela asi se decia

antes a una especie de 1ando a un caserio de doña

Ursu1a viuda de Laffite que creo que se llamaba

To1edo Tengo una idea vaga de haber visto allí una

mujer que estaba loca Tambien recuerdo haberme

asomado a un pozo muy profundo en donde se veia

muy abajo una media luna de agua muy negra 1o

que me dio mucho miedo y haber visto un piano

mecanico con unos muñecos muy bonitos que se

movian al mismo tiempo que tocaba la musica He

buscado muchas veces a1gun piano parecido pero

no 1o he llegado a encontrar Estos juguetes con

muñecos mecanicos siempre me han gustado y si

hubiera encontrado alguno 1o hubiera comprado si

me hubiera sido posible pero no he encontrado

ningun juguete de estos antiguos que funcionara

bien El unico que vi en Paris fue en una tienda de

antiguedades de la rue Chome1 pero estaba invalido

y no funcionaba tampoco

Algunas veces nos llevaban en carretela, así se decía

antes a una especie de 1andó, a un caserío de doña

Úrsu1a, viuda de Laffite, que creo que se llamaba

To1edo. Tengo una idea vaga de haber visto allí una

mujer que estaba loca. También recuerdo haberme

asomado a un pozo muy profundo, en donde se veía

muy abajo una media luna de agua muy negra, 1o

que me dio mucho miedo, y haber visto un piano

mecánico con unos muñecos muy bonitos, que se

movían al mismo tiempo que tocaba la música. He

buscado muchas veces a1gún piano parecido: pero

no 1o he llegado a encontrar. Estos juguetes con

muñecos mecánicos siempre me han gustado y si

hubiera encontrado alguno, 1o hubiera comprado si

me hubiera sido posible; pero no he encontrado

ningún juguete de estos antiguos que funcionara

bien. El único que vi en París fue en una tienda de

antigüedades de la rue Chome1; pero estaba inválido

y no funcionaba tampoco.

14)

Entonces compro un _illete de primera en el mas

ostentoso vapor de lujo que sa1io de La Habana

despues de la fecha en que liquido sus asuntos y

desem_arco en La Coruña seco como si toda la

_umedad de su organismo la _ubiese sudado en

aquellos cuatro lustras de calores torridos con el

estomago a_eriado hundidas las sienes bai1ando1e

las canillas dentro de un blanco pan talon y oculta la

precoz calva bajo un jipi de quinientas pesetas Su

familia se habia ido extinguiendo La casa de la

gandara (un viejo y enorme edificio de piedra de

esos que los antiguos señores _acian alzar

estrategicamente como centro para el cobro de sus

rentas fora1es) estaba casi derruida El la reconstruyo

confortablemente Mientras las obras se rea1iza_an

vi_ia en la capital donde su pesada cadena de oro y

los puros con su retrato en la anilla le ha_ian dado

una reputacion y consecuentemente una

consideración de hombre riquisima

Entonces compró un billete de primera en el más

ostentoso vapor de lujo que sa1ió de La Habana

después de la fecha en que liquidó sus asuntos y

desembarcó en La Coruña, seco, como si toda la

humedad de su organismo la hubiese sudado en

aquellos cuatro lustros de calores tórridos, con el

estómago averiado, hundidas las sienes, bai1ándo1e

las canillas dentro de un blanco pan talón y oculta la

precoz calva bajo un jipi de quinientas pesetas. Su

familia se había ido extinguiendo. La casa de la

gándara (un viejo y enorme edificio de piedra, de

esos que los antiguos señores hacían alzar

estratégicamente como centro para el cobro de sus

rentas fora1es) estaba casi derruida. El la

reconstruyó confortablemente. Mientras las obras se

rea1izaban, vivía en la capital, donde su pesada

cadena de oro y los puros con su retrato en la anilla

le habían dado una reputación y consecuentemente

una consideración de hombre riquísima.

15)

Cada vez se ro_ustecia mas su estatura y avanzaba

con mas prisa en sus estudios

Solo al llegar al tercer año de Derecho se planto

Surgian en el mundo miles de cosas que un hombre

podia reso1_er y explotar sin necesidad de carrera

ninguna No queria el carriles a_surdos

El mundo se aprestaba a ser comido por su apetito y

perder tiempo era un cargo de con_iencia

Disciplinarse cuando quedasen menos treguas entre

cosa y cosa cuando la _igilancia y la obligacion

dominasen al mundo A_ora en esta ultima y larga

epoca de transicion y engaño habia que ser como la

epoca e_igia

En los _illares le habian preparado con esa especie

de envenenamiento astronomico en que son duchos

_iendo correr las bolas sobre los estanques verdes se

habia aleccionado en la vida

Cada vez se robustecía mas su estatura y avanzaba

con más prisa en sus estudios.

Sólo al llegar al tercer año de Derecho se plantó.

Surgían en el mundo miles de cosas que un hombre

podía resolver y explotar sin necesidad de carrera

ninguna. No quería el carriles absurdos.

El mundo se aprestaba a ser comido por su apetito, y

perder tiempo era un cargo de conciencia.

Disciplinarse cuando quedasen menos treguas entre

cosa y cosa, cuando la vigilancia y la obligación

dominasen al mundo. Ahora, en esta última y larga

época de transición y engaño había que ser como la

época exigía.

En los billares le habían preparado con esa especie

de envenenamiento astronómico en que son duchos.

Viendo correr las bolas sobre los estanques verdes

se había aleccionado en la vida.

16)

Justito adelanto timidamente una mano

Aguarda Jefe ese _ombre no pordiosea

Tiene su oficio

Que _ace

Caza ratas

Es eso un oficio Para que quiere las ratas

Las _ende

Y quien compra _atas en tu pueblo

La _ente Se las come

Comeis ratas en tu pueblo

Por estas Jefe por estas Fritas con una pinta son

mas finas que codorni_es

Fito Solorzano esta_o de pronto

Eso no 1o puedo tolerar Eso es un delito contra la

Salu_ridad Publica

El Justito trata_a de aplacarle

En la cuenca todos las comen Jefe Y si te pones a

ver no comemos cone_os Hizo una

Pausa Luego agrego Una rata 1o mismo es

cuestion de costumbre

Justito adelantó tímidamente una mano:

-Aguarda, Jefe, ese _ombre no pordiosea.

Tiene su oficio.

-¿Qué hace?

-Caza ratas.

-¿Es eso un oficio? ¿Para qué quiere las ratas?

-Las vende.

-¿Y quién compra ratas en tu pueblo?

-La gente. Se las come.

-¿Coméis ratas en tu pueblo?

-Por estas, Jefe, por estas Fritas con una pinta son

más finas que codornices.

Fito Solorzano estalló de pronto:

-¡Eso no 1o puedo tolerar! ¡Eso es un delito contra

la Salubridad Pública!

El Justito trataba de aplacarle:

-En la cuenca todos las comen, Jefe.Y si te pones a

ver, ¿no comemos conejos? -Hizo una

pausa. Luego agregó-: “Una rata 1o mismo, es

cuestión de costumbre.”

17)

Desque vi ser las dos y no venia y la _ambre me

aqueja_a cierro mi puerta y pongo la _ave do

mando y tornome a mi menester Con baja y en-

ferma vo_ e inclinadas mis manos en los senos

puesto Dios ante mis ojos y la lengua en su no_bre

comienzo a pedir pan por las puertas y casas mas

grandes que me parecia Mas como yo este oficio le

_ubiese mamado en la leche quiero decir que con el

gran maestro el _iego 1o aprendi tan suficiente

discipulo sal_ que aunque en este pueblo no _abia

caridad ni el año fuese muy a_undante tan buena

maña me di que antes que el reloj diera las cuatro

ya yo tenia otros tantas li_ras de pan ensiladas en el

cuerpo y mas de otras dos en las mangas y senos

Desque vi ser las dos y no venía y la hambre me

aquejaba, cierro mi puerta y pongo la llave do

mandó y tornóme a mi menester. Con baja y en-

ferma voz e inclinadas mis manos en los senos,

puesto Dios ante mis ojos y la lengua en su nombre,

comienzo a pedir pan por las puertas y casas más

grandes que me parecía. Mas como yo este oficio le

hubiese mamado en la leche, quiero decir que con el

gran maestro el ciego 1o aprendí, tan suficiente

discípulo salí, que, aunque en este pueblo no había

caridad ni el año fuese muy abundante, tan buena

maña me di, que antes que el reloj diera las cuatro

ya yo tenía otros tantas libras de pan ensiladas en el

cuerpo y más de otras dos en las mangas y senos.

18)

Mira Sancho por el mismo que denantes _uraste te

juro dijo don Quijote que tienes el mas corto

entendimiento que tiene ni tu_o escudero en el

mundo Que es posible que en cuanto ha que andas

conmigo no _as echado de ver que todas las cosas de

los ca_lleros andantes parecen quimeras necedades

y desatinos y que son todas _echas al reves Y no

porque sea e_o ansi sino porque andan entre

nosotros siempre una cater_a de encantadores que

todas nuestras cosas mudan y truecan y las vuel_en

segun su gusto y segun tienen la gana de

fa_orecernos o destruirnos y asi eso que a ti te

parece _ocia de barbero me parece a mi el yelmo de

Mambrino...

-Mira Sancho, por el mismo que denantes juraste, te

juro -dijo don Quijote- que tienes el más corto

entendimiento que tiene ni tuvo escudero en el

mundo. ¿Que es posible que en cuanto ha que andas

conmigo no has echado de ver que todas las cosas de

los caballeros andantes parecen quimeras, necedades

y desatinos, y que son todas hechas al revés? Y no

porque sea ello ansí, sino porque andan entre

nosotros siempre una caterva de encantadores que

todas nuestras cosas mudan y truecan, y las vuelven

según su gusto, y según tienen la gana de

favorecernos o destruirnos; y así, eso que a ti te

parece bocía de barbero, me parece a mí el yelmo de

Mambrino...

19)

Y de repente el viejo lanza un grito un grito que se

esfuerza un segundo despues por reprimir La

sorpresa ha paralizado los movimientos del anciano

A la sorpresa sucede la admiracion a la admiracion

la estupefaccion profunda Todo el cuerpo del

anciano esta clavado junto a la pared con solida

inmovilidad La respiracion del viejo es anhelosa

Jamas ha visto el viejo 1o que ha visto ahora esto

que el anciano contempla no 1o han contemplado

sin duda nunca ojos humanos No se aparta la

mirada del viejo de 1o interior del establo Pasan los

minutos pasan las horas insensiblemente El

espectáculo es maravilloso sorprendente Cuanto

tiempo ha pasado ya Como medir el tiempo ante tan

peregrino espectaculo Tiene la sensacion el anciano

de que han pasado muchas horas muchos dias

muchos años El tiempo no es nada al lado de esta

maravilla única en la tierra

Y, de repente, el viejo lanza un grito, un

grito que se esfuerza, un segundo después,

por reprimir. La sorpresa ha paralizado los

movimientos del anciano. A la sorpresa

sucede la admiración; a la admiración, la

estupefacción profunda. Todo el cuerpo del

anciano está clavado junto a la pared con

sólida inmovilidad. La respiración del viejo

es anhelosa. Jamás ha visto el viejo 1o que

ha visto ahora; esto que el anciano

contempla no 1o han contemplado, sin

duda, nunca ojos humanos. No se aparta la

mirada del viejo de 1o interior del establo.

Pasan los minutos, pasan las horas

insensiblemente. El espectáculo es maravi-

lloso, sorprendente. ¿Cuánto tiempo ha

pasado ya? ¿Cómo medir el tiempo ante tan

peregrino espectáculo? Tiene la sensación

el anciano de que han pasado muchas

horas, muchos días, muchos años... El

tiempo no es nada al lado de esta maravilla,

única en la tierra.