PRÓLOGO

Descubriendo, que es gerundio es una re-flexión sobre la amistad. Dos amigos se lan-zan a la aventura de imaginar. Se ríen, se enfa-dan, sueñan...

La infancia es el hogar de los grandes des-cubrimientos: cuando eres niño, todo es posi-ble, todo se puede alcanzar, todo sueño puedeser realizado. Nuestras ganas de conocer noencuentran límite ni frontera. Nuestra sed deaventura no entiende de imposibles. La magiaes tan necesaria como el pijama para dormir.Y la magia se encuentra en las pequeñas cosas:una maleta puede ser una barca a la deriva enmedio del mar...; una farola, el mástil de ungran barco velero...

Los personajes de esta obra son niños gran-des, adultos que no quieren crecer, que noquieren dejar de creer que existen tierras aúnsin descubrir. Porque otro mundo es posible;

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un mundo cuyo centro sea el juego, el dejarsefascinar por historias sobre pescadores en laluna, el sentir pena porque dentro del ferry nohaya un teatro... Todo esto y mucho más enapenas una hora, esa hora que tarda en salir elsol, esa hora en la que los niños sueñan aque-llo que recuerdan al despertar. Descubriendo,que es gerundio quiere despertar la curiosidadde los espectadores y, por qué no, que les naz-ca un pálpito, un pálpito en el corazón: descu-brir.

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ARGUMENTO

Cele quiere descubrir tierras aún desconoci-das. Tiene un pálpito en el corazón que le diceque tiene que ser descubridor. Madruga y seva al puerto en busca de un barco que le llevea vivir su aventura, pero nada. Nada de nada.

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Terio, el amigo de Cele, se despierta y veque Cele no está en su cuarto. Sale de casa ensu busca y lo encuentra en el puerto. CuandoCele le cuenta sus planes, Terio decide que lomejor es acompañar a su amigo ya que la pos-teridad es oscura y muy larga, y si uno pasasolo... puede tener miedo. Los dos esperan esebarco que les lleve, pero nada. Nada de nada.

Para aprovechar el tiempo se ponen a pescar.Terio le contará a Cele muchas cosas curiosasdel mar, de la pesca, del puerto, y juntos so-ñarán despiertos grandes aventuras: barcosveleros que surcan los mares, tormentas,naufragios en alta mar, una isla con tesoro...Juntos encontrarán ese tesoro, y aunque nin-gún barco del puerto paró para llevarles adescubrir tierras aún sin descubrir, juntos ha-brán descubierto muchas, muchas cosas.

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ESCENIFICACIÓN

Una de las premisas que deben contemplar-se a la hora de poner en escena cualquier obrade teatro es que el trabajo de los actores, la es-cenografía y el vestuario deben tomar caminosparalelos que enriquezcan el imaginario del es-pectador. En el caso de esta obra que tenemosentre manos se puede apostar por la sencillezen todas las ramas artísticas que conformanun proceso creativo en el ámbito teatral.

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ESCENOGRAFÍAE ILUMINACIÓN

Cuando pensamos en el muelle de un puer-to, ¿qué imagen nos viene a la cabeza? Haytantos muelles y tantos puertos como cabezasque imaginan, así que dependerá del escenó-grafo el tipo de espacio en el que se desarrolle

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la acción. Existe, eso sí, un elemento impor-tante: el mar. Pero, ¿cómo metemos un mar enel teatro? ¿Poco a poco, con mucha paciencia?¿O con un material que, sin ser agua, reflejecomo ella y nos haga pensar en el mar? Hayque hacerse muchas preguntas si uno quierecrear una escenografía que tenga su propiamagia y su propio lenguaje.

Asimismo, el texto marca unas necesida-des como, por ejemplo, un mástil y una granvela... Todo es posible en el teatro, y quizá loque nos parece una farola sea el palo mayor deun gran velero...

En cuanto a la luz... siempre es un elementoimportante, pero en este caso es fundamentalpara recrear las diferentes atmósferas de jue-go: la barca en alta mar, la isla del tesoro, elgran velero... La luz debe hablar y ser muy su-til en su discurso. Otra de sus tareas será si-tuarnos en el tiempo de la acción: desde que elsol está a punto de asomar, hasta que, final-mente, asoma su nariz.

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ESPACIO SONORO

No creo que esta obra necesite músicas queadornen, pero sí sonidos de sirenas, del olea-je, de una tormenta, del viento... es decir, so-nidos que nos sumerjan en un ambiente mari-no y que nos ayuden a ver y a imaginar lo quelos personajes imaginan y ven.

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VESTUARIO Y ATREZO

En el texto está escrito todo lo que se nece-sita para la representación. Es muy importan-te, al igual que en todo lo demás, crear unmundo propio en el vestuario y en el atrezo.Todo pasará por investigar cada detalle de lapersonalidad del personaje y pensar en lo que

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más se adecúe a su forma de ser. Hay tantasposibilidades como personas se encarguen deeste trabajo, pero en ningún caso deberíanapartarse de la sencillez. Nada debe distraer-nos de la acción y del juego entre los dos per-sonajes, verdadero corazón de la obra.

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SUGERENCIAS: LECTURAE INTERPRETACIÓN

LECTURA

Todo está en el texto. No hay que irse muy le-jos para desvelar los secretos de esta obra deteatro, pero hay que hacer un enorme esfuerzode imaginación. En la lectura, debemos otor-garle una imagen a cada palabra, de ese modoencontraremos colores, timbres y tonos de vozdiferentes para una u otra. Las palabras deltexto, y el texto en general, son la materia pri-ma, la base de nuestra lectura, y no debemosempeñarnos en ir más lejos de lo que el texto,las palabras, nos pidan. Hay que dejar quesean ellas las que guíen la interpretación; portanto, es aconsejable estar muy despierto a todoaquello que la lectura provoca en nosotros: ri-sas, enfados, nostalgias, llantos, sorpresas, mie-dos... Esto nos ayudará a ir haciéndonos una

idea de los personajes. Podríamos decir que, enuna obra teatral, las palabras que un personajeutiliza conforman el retrato de su espíritu. Eneste sentido también es muy importante dejar-se impregnar de la musicalidad del texto. En-tender qué dices, a quién se lo dices y por quése lo dices. Teniendo esto claro, la lectura nave-gará hacia las deseadas tierras aún sin descu-brir.

INTERPRETACIÓN

Una vez que hayamos leído el texto y haya-mos averiguado cuál es la «música», tanto ge-neral como la de cada personaje, habrá queponerse manos a la obra y trabajar de unamanera muy artesanal para llevar la función asu lugar natural: el escenario. Habrá que pro-bar muchas cosas, estrujarse los sesos y abrirbien el oído y el corazón para resolver todo elmundo imaginario que los personajes crean enlas diferentes escenas. Yo opino que una bue-na manera de empezar es poniendo en pie laobra entera, aunque las acciones se dibujencon trazo grueso; «Ver primero el pastel quenos vamos a comer», como dijo un día ungran director. Una vez hecho esto podremos

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empezar a adornar nuestro pastel hasta con-vertirlo en una deliciosa tarta. Un peligro quedebemos evitar es querer hacer gracia. La gra-cia está en las situaciones y no en la interpre-tación, al menos en este caso. Recordemos:sencillez. El director será un animador, tantodel trabajo de los actores y del resto del equi-po artístico, como del imaginario del especta-dor. Asumirá la responsabilidad del tono dela función y cargará sobre sus espaldas el con-fiar, hasta el último momento, en el texto quetiene entre las manos y en los artesanos delteatro de los que se ha rodeado. Les daráherramientas suficientes a los actores paraque puedan vivir sus sueños en escena ytransformará los errores de los ensayos en co-sas interesantes que aprovechar y de las queaprender. Y, por último, debemos trabajarcon el mismo rigor y la misma seriedad conque se trabaja cuando uno pone en escenauna obra de teatro de las llamadas «paraadultos». Lo demás, es un misterio. El miste-rio que hace del teatro un arte eterno.

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