Deseo vs Apetencia en Hegel-Carlos Pérez

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 Sobre la diferencia entre apetencia y deseo en Hegel Carlos Pérez Soto Universidad ARCIS La idea que Hegel tiene del placer puede ser reformulada a través de la idea de erotización del mundo. En la sección Razón de la Fenomenología del Espíritu, Hegel pone al placer en los individuos, y lo entiende o como propensión natural, o como estado más  primitivo de la autoconsciencia: a penas distingue entre apetencia y deseo. La diferencia entre autoconsciencia y deseo, sin embargo, es clara en el mismo texto, en la sección Autoconsciencia, donde la apetencia se convierte en lucha debido a que cada autoconsciencia sólo encuentra su satisfacción en otra autoconsciencia, es decir, donde la apetencia, que caracteriza, como tensión, a lo vivo en general, se convierte en deseo en la esfera de la autoconsciencia: el deseo desea el deseo del otro, más que al otro como objeto, o como cosa. Si se lleva esta noción de deseo, ahora, al placer, en la Razón Activa, es decir, si el placer se entiende no como posición de la apetencia en el plano social, sino como posición del deseo, entonces la unidad que se alcanza en el placer cambia de carácter. Ya no es el círculo del deseo y la necesidad solamente, sino que  puede ampliarse, como Espíritu. ley del corazón y la erotización del mundo. Si el deseo no es naturaleza, o no es un en sí incompleto de la El punto preciso es si es suficiente con considerar al autoconsciencia, entonces el impulso del individuo  placer bajo la doble determinación de natural e  por convertir su deseo en ley social no es, tampoco, individual. O, de manera más técnica, el punto es de simplemente la ley de su corazón. Cuando el individuo qué manera la unidad del placer alude o no a la realidad intenta convertir en ley social la ley del despliegue del Espíritu. O, de otra manera, el punto es la relación libre del deseo lo que hace es un eco de la voluntad que  posible entre el deseo y la volunt ad: la posibilidad de lo constituye. Pero es un eco enajenado si no se que la voluntad sea la realidad espiritual del deseo. reconoce como tal, y se hace a sí mismo, naturalizándose, una unidad vacía, o un desvarío Los individuos tienen deseo, pero pertenecen a una  presuntuoso. Reconocer a la voluntad en el deseo, voluntad. Los individuos están constituidos de su reconocer al deseo como momento de una voluntad: en deseo (en su deseo) en la medida en que el deseo es el eso consistiría la erotización del mundo. momento particular, y eficaz, de la voluntad que los constituye. El Espíritu se hace política concreta Pero la naturalización, o la abstracción lógica, que cuando se expresa como voluntad, es decir, como ley opera en la confusión entre apetencia y deseo, tiene moral concreta, que expresa un concepto en actos también como efecto el que la ley del corazón sociales. El deseo es el vínculo material entre ese conduzca a la guerra de todos contra todos, o a una Espíritu y los individuos. En los individuos la voluntad generalización de la dialéctica del amo y del esclavo a se constituye como deseo. nivel social. La idea de que el encuentro entre Si esto es así, habría que distinguir entonces entre la autoconsciencias conduce a una lucha a muerte se Caronte Revista Caronte N°2 Año 2002 www.psicochile.cl

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  • Sobre la diferencia entre apetencia y deseo en HegelCarlos Prez SotoUniversidad ARCIS

    La idea que Hegel tiene del placer puede ser reformulada a travs de la idea de erotizacin del mundo.

    En la seccin Razn de la Fenomenologa del Espritu, Hegel pone al placer en los individuos, y lo entiende o como propensin natural, o como estado ms primitivo de la autoconsciencia: a penas distingue entre apetencia y deseo. La diferencia entre autoconsciencia y deseo, sin embargo, es clara en el mismo texto, en la seccin Autoconsciencia, donde la apetencia se convierte en lucha debido a que cada autoconsciencia slo encuentra su satisfaccin en otra autoconsciencia, es decir, donde la apetencia, que caracteriza, como tensin, a lo vivo en general, se convierte en deseo en la esfera de la autoconsciencia: el deseo desea el deseo del otro, ms que al otro como objeto, o como cosa.

    Si se lleva esta nocin de deseo, ahora, al placer, en la Razn Activa, es decir, si el placer se entiende no como posicin de la apetencia en el plano social, sino como posicin del deseo, entonces la unidad que se alcanza en el placer cambia de carcter. Ya no es el crculo del deseo y la necesidad solamente, sino que puede ampliarse, como Espritu.

    ley del corazn y la erotizacin del mundo. Si el deseo no es naturaleza, o no es un en s incompleto de la El punto preciso es si es suficiente con considerar al autoconsciencia, entonces el impulso del individuo placer bajo la doble determinacin de natural e por convertir su deseo en ley social no es, tampoco, individual. O, de manera ms tcnica, el punto es de simplemente la ley de su corazn. Cuando el individuo qu manera la unidad del placer alude o no a la realidad intenta convertir en ley social la ley del despliegue del Espritu. O, de otra manera, el punto es la relacin libre del deseo lo que hace es un eco de la voluntad que posible entre el deseo y la voluntad: la posibilidad de lo constituye. Pero es un eco enajenado si no se que la voluntad sea la realidad espiritual del deseo.reconoce como tal, y se hace a s mismo, naturalizndose, una unidad vaca, o un desvaro Los individuos tienen deseo, pero pertenecen a una presuntuoso. Reconocer a la voluntad en el deseo, voluntad. Los individuos estn constituidos de su reconocer al deseo como momento de una voluntad: en deseo (en su deseo) en la medida en que el deseo es el eso consistira la erotizacin del mundo.momento particular, y eficaz, de la voluntad que los

    constituye. El Espritu se hace poltica concreta Pero la naturalizacin, o la abstraccin lgica, que cuando se expresa como voluntad, es decir, como ley opera en la confusin entre apetencia y deseo, tiene moral concreta, que expresa un concepto en actos tambin como efecto el que la ley del corazn sociales. El deseo es el vnculo material entre ese conduzca a la guerra de todos contra todos, o a una Espritu y los individuos. En los individuos la voluntad generalizacin de la dialctica del amo y del esclavo a s e c o n s t i t u y e c o m o d e s e o .nivel social. La idea de que el encuentro entre Si esto es as, habra que distinguir entonces entre la autoconsciencias conduce a una lucha a muerte se

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    Revista Caronte N2 Ao 2002

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  • repite en la figura en que el placer concebido bajo la lgica de la apetencia conduce a una unidad vaca. El el resultado natural de este origen momento abstracto del amo y del natural es, efectivamente, la guerra esclavo, que tiene su correlato histrico hobbesiana del estado de naturaleza, en en la ruptura de la eticidad antigua y en el que el peligro de muerte impera sobre la dominacin universal del Emperador, el mundo.como encarnacin de la potencia del destino, implica el desafo radical en que Pero si el placer es pensado bajo la la consciencia se ve obligada a generar lgica del deseo, es decir, si una el orden del pensamiento como refugio. au toconsc i enc i a encuen t r a su Para que esta radicalidad sea posible la satisfaccin en el deseo de la otra, ser en lgica que opera en ella debe ser la del ese deseo, ms que aniquilarlo, sera la d e v o r a m i e n t o , e s d e c i r , u n a satisfaccin. El placer est interesado en autoconsciencia no slo alcanza su conservar el objeto del deseo, de la

    misma manera como la apetencia est interesada en aniquilarlo en el devoramiento. El deseo no anula al otro en la unidad del placer aniquilndolo sino que, precisamente, conservndolo como un s mismo en la unidad. No es lo mismo aniquilar la otredad del otro que aniquilar al otro mismo. Pero, para hacer esta diferencia, es necesario conceder que el otro no est constituido slo como otredad (que es lo que ocurre en la dialctica del amo y del esclavo; y es de ah que proviene su radicalidad mortal). Es necesario conceder que hay un s mismo en el otro que permite su conservacin en la unidad, es decir, que el otro es un ente de nuestra misma clase, que el deseo que lo constituye es

    satisfaccin en otra autoconsciencia en el mismo que me constituye, o que el general sino, precisamente, en su deseo es un espacio comn, o deriva de aniquilacin, en su muerte. Esta lgica un espacio comn. O, que la diferencia abstracta, que pone en el mximo entre el yo y el otro es una diferencia peligro a cada particular, es la lgica interna en la unidad espiritual.natural de la apetencia, y prefigura, de Y esto es lo que parece decir Hegel un modo abstracto an, la guerra de cuando dice que el placer consuma la todos contra todos. Si el placer es unidad, en principio espiritual, pero

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  • como unidad vaca. En el placer hay unidad, de la sutileza de la construccin freudiana, en el momento apetencia se sigue la lucha y el seoro: eso el lo decisivo, Freud asimila el deseo a la apetencia. En esencial. Reich, en cambio, el placer es legtimo por s mismo, y Qu clase de unidad es la que podra producir el propiamente humano, y, la energa libidinal placer que se reconoce como momento particular de desplegada en el ejercicio libre del sexo abunda: una voluntad?. O, incluso antes, puede el pacer alcanza para contagiar a los objetos, al ambiente, y reconocerse como momento particular de una reforzara los lazos sociales. No es raro que Reich voluntad?. La discusin entre Freud y Reich, leda haya credo en una poltica sexual, y haya pensado hegelianamente, puede aclarar esta cuestin. La (1922 - 1932) los lazos sociales como arraigados en la postura de Freud contiene dos determinaciones sexualidad.caractersticas: el placer es un incentivo natural para la funcin biolgica de la reproduccin, y, una pareja De la escasez y naturalizacin libidinal freudiana slo que ejerce libremente el erotismo tendera a puede surgir una poltica represiva, que legitime a la concentrarse sobre s misma, y a debilitar los lazos cultura como represin necesaria para la estabilidad sociales que la unen a la sociedad. A pesar de la social, que se vera en peligro con la liberacin

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    ertica. De la abundancia y humanizacin libidinal muestran la necesidad de radicalizar la humanizacin reichiana puede surgir una poltica no represiva, en de la libido, y de vincularla ms activamente a la que la liberacin sexual puede ser el vnculo material voluntad, como su contenido. Es por esto que la del reconocimiento. diferencia entre liberacin sexual y erotizacin del La diferencia entre Reich y Marcuse es relevante, sin mundo es necesaria. Es, en trminos hegelianos, la embargo, en este punto. La sexualidad reichiana est diferencia posible entre entender el placer como siempre al borde de la naturalizacin, sobre todo si es expresin de la apetencia, o como realizacin del entendida como genitalidad generalizada. La deseo.preocupacin por establecer criterios objetivos, casi cuanti tat ivos, de orgasmo sat isfactorio llev Una poltica de erotizacin del mundo, pensada naturalmente al naturalismo de Reich a la hegelianamente, consiste en concebir al erotismo sustancializacin abstracta de la libido, en la figura del como sustancia tica, es decir, como contenido orgn. Esto, y la crtica de Marcuse al carcter material de la voluntad, y a la voluntad como espacio represivo de la liberalizacin de la genitalidad, en que la individualidad es producida como deseo.

  • Esta imagen cambia de manera esencial las figuras de la necesidad y la virtud propuestas por Hegel.

    El deseo est condenado a la repeticin mientras la unidad que produce sea, efectivamente, una unidad vaca. Es decir, una unidad que no reconoce el espacio del que proviene y en el que se despliega como momento particular. En esa repeticin aparece como necesidad la otredad que no se reconoce, ni se satisface. Aparece como necesidad la sustancia espiritual enajenada, que se despliega como otredad pura inabarcable, sin mostrar la mismidad que hace posible la unidad. La libertad es la necesidad reconocida como propia. Es lo que surge del reconocimiento de que somos nosotros mismos los productores de la ley, o el reconocimiento de la materialidad de la sustancia tica que, en clave actual, podra ser el reconocimiento mutuo entre voluntad y deseo.

    Y, por otro lado, cuando Hegel distingue entre la Si es as, entonces la virtud no sera necesariamente el virtud individualista, en que el individuo se enajena a mbito palabrero de la presuncin del individuo la manera de una consciencia desventurada, y la moderno, ni el auto sacrificio, real o ficticio, de la virtud antigua, enraizada en el espritu del pueblo, se individualidad ante los ideales, sino el mandato de podra pensar en la unidad de esos momentos de una moralidad ertica enraizada tanto en el deseo individuacin y pertenencia, en la postulacin de una individual como en el espacio de la voluntad en que se nueva virtud, una moralidad, en que el lazo tico de expresa un pueblo. En el lenguaje hegeliano esto ya las individualidades reconocidas sea la materialidad no es, propiamente, la virtud, cuyo elemento propio es del erotismo generalizado. la palabra, sino la obra, es decir, la accin.