Diez años del PT en el Gobierno: Logros y desafíos

10
Luego de las movilizaciones que sacudieron al país hace algunos meses, el PT se encuentra en una encrucijada. A poco más de diez años de su llegada al poder se pueden observar cambios innegables en materia económica y social que mejoraron las condiciones de vida de millones de brasileños, pero aún persisten continuidades con los modelos anteriores. La gran incógnita es hasta dónde se animará el PT a tensar sus alianzas con los sectores más conservadores para poder dar una respuesta a la “voz de la calle” y que las viejas estructuras “terminen de morir”. DIEZ AÑOS DEL PT EN EL GOBIERNO: LOGROS Y DESAFÍOS agosto 2013 / www.portaldelsur.info AGENCIA LATINOAMERICANA DE NOTICIAS DIARIO DEL SUR

description

Luego de las movilizaciones que sacudieron al país hace algunos meses, el PT se encuentra en una encrucijada. A poco más de diez años de su llegada al poder se pueden observar cambios innegables en materia económica y social que mejoraron las condiciones de vida de millones de brasileños, pero aún persisten continuidades con los modelos anteriores. La gran incógnita es hasta dónde se animará el PT a tensar sus alianzas con los sectores más conservadores para poder dar una respuesta a la “voz de la calle” y que las viejas estructuras “terminen de morir”.

Transcript of Diez años del PT en el Gobierno: Logros y desafíos

Page 1: Diez años del PT en el Gobierno: Logros y desafíos

Luego de las movilizaciones que sacudieron al país hace algunos meses, el PT se encuentra en una encrucijada. A poco más de diez años de su llegada al poder se pueden observar cambios innegables en materia económica y social que mejoraron las condiciones de vida de millones de brasileños, pero aún persisten continuidades con los modelos anteriores. La gran incógnita es hasta dónde se animará el PT a tensar sus alianzas con los sectores más conservadores para poder dar una respuesta a la “voz de la calle” y que las viejas estructuras “terminen de morir”.

diez años del PT en el gobierno: logros y desafíos

agosto 2013 / www.portaldelsur.info

AGENCIA LATINOAMERICANA DE NOTICIAS

diario del sUr

Page 2: Diez años del PT en el Gobierno: Logros y desafíos

| Diez años del PT en el gobierno EsPEcial agosTo DE 2013 2

www.portaldelsur.info

El PT y el desafío de pasar a otra etapa

Las trabas impues-

tas al avance de

la reforma política

propuesta por la

presidenta Dilma Rousseff

pusieron de manifiesto, una

vez más, que el Partido de

los Trabajadores (PT) no tie-

ne todavía la fortaleza para

disciplinar a sus aliados

políticos y, de esta mane-

ra, poder avanzar en las

reformas institucionales que

Brasil necesita. Si estos diez

años permitieron sentar las

bases para organizar una

sociedad más justa y saldar

la deuda histórica que

Brasil tenía con los sectores

más desfavorecidos de la

sociedad, la etapa que se

abre a partir de las históri-

cas movilizaciones (las más

multitudinarias desde el

retorno de la democracia)

plantea la necesidad de

ampliar los márgenes de

la democracia brasileña,

para poder consolidar una

sociedad diferente.

Es verdad que durante

los primeros días de las

protestas hubo silencio y

confusión, pero cuando las

cartas ya estaban sobre la

mesa y era sabido que las

movilizaciones respondían a

un reclamo que iba más allá

de cuestiones partidarias o

de planteos radicalizados

sin ningún asidero en la rea-

lidad, la mandataria Dilma

Rousseff y el ex presidente

Lula da Silva se manifesta-

ron sin titubeos, celebraron

las manifestaciones y se

comprometieron a “oír la voz

de la calle”.

Con una decisión política

clara, tomando nota de

que era el momento justo

para poder realizar la tan

ansiada reforma política

que duerme en los cajones

de muchos de los legisla-

dores brasileños desde

hace más de 15 años, Dilma

impulsó un “gran pacto” con

gobernadores y alcaldes de

todo el país, para atender

esas “voces de la calle”,

poniendo como prioridad

hacer un plebiscito para una

reforma del sistema político

brasileño, cuyo eje principal

está en el financiamiento

público de las campañas

y un cambio en el sistema

electoral.

Pero se chocaron con los

sectores conservadores que

todavía pretenden que los

márgenes de la democracia

brasileña sean angostos.

Esto no es novedoso en un

país caracterizado por tener

un alto desarrollo económi-

co en convivencia con eleva-

das tasas de desigualdad,

lo trágico es que muchos de

estos sectores son aliados

políticos del PT. Es por eso

que la intención de llevar

a cabo un plebiscito en el

menor tiempo posible –de

modo que la reforma polí-

tica entre en vigencia para

las próximas elecciones

presidenciales de 2014–

fue frenada por los jefes

de todos los bloques de la

Cámara baja, incluido Henri-

que Eduardo Alves, miembro

del Partido de Movimiento

Democrático Brasileño

(PMDB), principal aliado del

gobierno de Dilma.

Por María Constanza Costa

Page 3: Diez años del PT en el Gobierno: Logros y desafíos

EsPEcial agosTo DE 2013 Diez años del PT en el gobierno | 3

www.portaldelsur.info

Esto demostró, una vez

que más, que si bien el PT

fue ganando madurez como

fuerza política, no puede

prescindir de sus aliados

para llevar adelante su pro-

pia agenda parlamentaria.

El PT no escapa a las refor-

mas del sistema político que

la sociedad demanda y el

gobierno está dispuesto a

motorizar.

En diálogo con Portal del

Sur, el sociólogo brasile-

ño Emir Sader reflexionó

acerca de los obstáculos

que tiene el PT para lograr

la reforma. Sader señaló: “La

estrategia, apoyándose en

el descontento revelado en

las calles con “los políticos”

en general, fue la de hacer

pasar una consulta popular

que permitiera, sobre todo,

aprobar el financiamiento

público de campañas electo-

rales. El PT tiene dificultades

para aprobarla, por el peso

que tienen los partidos

aliados, como el PMDB, o

los opositores. Esto no ha

cuajado, porque una convo-

catoria como esa depende

del mismo Congreso que fue

elegido por financiamientos

privados”.

Y aclaró que “no hay

alternativa mayor que no

sea llegar a obtener una

mayoría de izquierda en las

próximas elecciones. Antes

de eso, hay negociaciones

parciales sobre temas espe-

cíficos, pero grandes temas

encuentran obstáculos

infranqueables”.

Meses después de las

movilizaciones, en una

columna publicada por el

sitio web del diario esta-

dounidense The New York

Times, Lula da Silva elogió

el rol que tuvo el PT, del cual

es fundador y presidente

honorario (además de ser

la fuerza política que los

llevó a él y a Dilma a la

presidencia), en la moderni-

zación y la democratización

de la política en Brasil,

pero señaló que el partido

necesita una “renovación

profunda” y para ello debe

recuperar sus “conexiones

diarias” con los movi-

mientos sociales y ofrecer

nuevas soluciones para

los nuevos problemas, sin

tratar a los jóvenes de una

manera “paternalista”.

El PT fue fundado en

1980, durante la lucha por la

recuperación de la democra-

cia en Brasil y en el marco

de la “transición democrá-

tica” iniciada durante el

gobierno de Ernesto Geisel

(1974-1979) con el restable-

cimiento de los derechos

civiles y políticos, hasta el

retorno de la democracia

con José Sarney en 1985.

Identificados con el

socialismo democrático

en sus inicios, el PT se

reconoce como un partido

de masas. Sus fundado-

res fueron sindicalistas

del campo y la ciudad,

activistas del movimiento

popular, integrantes de la

Iglesia católica identifica-

dos con la Teología de la

Liberación, militantes de

agrupaciones de izquier-

da que operaron en la

clandestinidad, algunos

de ellos incluso en la lucha

armada, grupos feministas,

y intelectuales de renombre

en el país, entre otros. Fue

una fuerza disruptiva en la

política brasileña y algo de

ese espíritu transformador

que supo aglutinar una

pluralidad de intereses y

transformarlos en logros

políticos concretos es lo

que Lula propone hoy. En

este caso, el sujeto al que

hay que convocar es la

juventud que salió a las

calles, los hijos de la clase

trabajadora que acceden

por primera vez a ciertos

derechos. Para Lula y Dilma

la presencia de los jóvenes

en las calles está estrecha-

mente relacionada con la

movilidad social ascenden-

te que se dio en Brasil en

estos deiz años de gobier-

no del PT, un hecho inédito

para la historia del país.

El PT tuvo una prueba

de fuego, en 2005, de la

cual salió fortalecido: altos

funcionarios del gobierno

fueron acusados de pagar

mensualidades (de allí que

el escándalo fuera conocido

con el nombre de mensa-

lao) a legisladores oposi-

tores para que votaran las

leyes propuestas por el

oficialismo en el Congreso.

El caso terminó en la Corte

Suprema y lejos de perjudi-

car la popularidad de Lula

–quien logró su reelección

en 2006–, este hecho obligó

a una renovación dentro

de las filas del partido

produciendo el ascenso de

figuras como la misma Dil-

ma o de Fernando Haddad,

candidato a intendente

de San Pablo, que ganó

las elecciones en 2012,

venciendo a José Serra, una

figura histórica del Partido

de la Social Democracia

Brasileño (PSDB). Pero esa

renovación todavía tiene

que ser profundizada.

Lula le pidió a su partido

que esté más cerca de los

sindicatos y de los movi-

mientos sociales. Uno de los

movimientos sociales que

fue aliado del PT hasta la lle-

gada de Lula al poder es el

Movimiento de los Sin Tierra

(MST), actualmente propone

una “reforma agraria popu-

lar” y defiende la agroeco-

logía, la soberanía alimen-

taria, la democratización de

la tierra y la construcción de

escuelas que difundan la

agricultura ecológica.

Para el gobierno ha sido

difícil mantener está rela-

ción y el cuestionamiento

a un modelo de desarrollo

que ha permitido financiar

la política pública que

permitió sacar a millones

de brasileños de la pobreza

extrema. Luego de las mo-

vilizaciones, una salida por

izquierda es la apuesta más

fuerte del MST. Su principal

dirigente, João Pedro Stédi-

le, señaló que Dilma precisa

enfrentar a la clase domi-

nante en todos los aspectos,

esto incluye a la burguesía

rentista. Para ello, sostiene

que es necesario llevar

adelante reformas políticas

tributarias, impulsar un

proyecto de democratización

de los medios de comunica-

ción, llevar adelante la refor-

ma política y por supuesto

impulsar una reforma

agraria para terminar con el

“agronegocio” a favor de las

trasnacionales.

Dilma enfrenta la batalla

más dura: poder generar un

nuevo entramado institu-

cional que permita crista-

lizar esa “voz de la calle”

que durante semanas se

escuchó en todo el mundo.

La pregunta es hasta qué

punto se pondrán poner en

tensión los acuerdos que

permiten la gobernabili-

dad en un país que, hasta

la llegada del PT al poder,

parecía tener naturalizado

que crecimiento y desigual-

dad iban de la mano. •

Page 4: Diez años del PT en el Gobierno: Logros y desafíos

| Diez años del PT en el gobierno EsPEcial agosTo DE 2013 4

www.portaldelsur.info

A poco más de diez años de la llegada del Partido de los Trabajadores (PT) al gobierno brasileño, en materia económica y social se pueden

observar tanto cambios estructurales como ciertas continuidadescon las anteriores gestiones neoliberales.

Luces y sombras dela política económica

Desde la asun-

ción de Luis

Ignacio Lula

da Silva como

presidente de Brasil, las

novedades más importantes

pueden encontrarse en el

campo social. Mediante po-

líticas activas de revaloriza-

ción del salario y planes ma-

sivos de asistencia social, el

PT puso como meta central

de su plan de gobierno la

lucha contra la pobreza. En

materia de política económi-

ca, en cambio, se observan

muchas continuidades con

el período precedente.

Sin embargo, la gran rup-

tura fue revalorización del

salario, los planes sociales

y la lucha contra la pobreza

como prioridad. Tanto la ad-

ministración de Lula como la

de Dilma Roussseff llevaron

a cabo distintas medidas

destinadas a beneficiar a

los grupos sociales más vul-

nerables. En particular, se

destacan la implementación

de los programas “Hambre

Cero” y “Bolsa de Familia”,

dos paquetes importantes

de ayudas monetarias. Este

último beneficiaba en 2011

(último año con información

disponible) a más de 13,3

millones de personas, con

una ayuda promedio de 120

reales (aproximadamente

60 dólares en 2013) por mes

por familia.

A su vez, desde el go-

bierno federal se otorgaron

sucesivos aumentos de los

salarios mínimos que bene-

ficiaron a los trabajadores

de menores ingresos, esti-

mulando el consumo de las

familias más vulnerables.

La transferencia de ingresos

no fue sólo a través de los

mayores sueldos de los

trabajadores que perciben

el haber mínimo, sino tam-

bién a través de los mayores

beneficios previsionales

(jubilaciones y pensiones),

pues aproximadamente el

60% de ellos está atado a

las variaciones que expe-

rimente el haber mínimo.

Como resultado, desde 2003

el poder de compra de la

remuneración mínima (y de

las jubilaciones y pensio-

nes) creció más del 70%,

según información del Insti-

tuto Brasilero de Geografía y

Estadística (IBGE).

Esta recuperación del

poder de compra de los

salarios mínimos y de la

mayor parte de las jubila-

ciones y pensiones, junto

con la implementación de

los programas sociales

arriba mencionados, mejoró

sensiblemente la calidad

de vida de la población más

vulnerable. Según datos de

la Comisión Económica para

América Latina y el Caribe

(Cepal), la pobreza cayó de

27,5% de la población total

a 14,9% entre 2003 y 2011;

es decir, prácticamente a

la mitad. Por su parte, la

indigencia pasó del 14% de

la población en 2003 a 6,1%

en 2011. El índice de Gini

mostró una reducción en la

desigualdad de ingresos

desde 0,62 en 2003 a 0,56

en 2011 (último dato dispo-

nible). Si bien esta caída es

un dato muy positivo, Brasil

continúa siendo uno de los

países más desiguales del

mundo, sólo superado por

algunas naciones africanas

y centroamericanas.

ConTinuiDAD En PoLíTiCA

EConómiCA

La configuración ma-

croeconómica desplegada

por el PT es bastante similar

a la heredada del período

anterior. En particular, esta

continuidad se vio reflejada

en tres grandes aspectos:

metas de inflación, tipo

de cambio apreciado y

contención de la demanda

agregada.

Brasil sostiene desde

1999 hasta la actualidad

un modelo de metas de

inflación, utilizando como

principal herramienta de

políticas la tasa de inte-

rés de referencia (Selic).

Ante la amenaza de que la

inflación supere las metas

preestablecidas, el Banco

Central aumenta las tasas

de interés para enfriar la

economía y contener el

aumento de los precios. En

este marco, ante las fuertes

presiones inflacionarias

desatadas en 2003 a partir

del incremento en el precio

de los commodities, el Ban-

co Central de Brasil aumen-

tó considerablemente la

tasa Selic, ubicándola entre

las más altas del mundo.

Como consecuencia del alto

costo del crédito derivado

de la política de controlar

la inflación por sobre el

crecimiento de la economía,

Por Portal del Sur

Page 5: Diez años del PT en el Gobierno: Logros y desafíos

EsPEcial agosTo DE 2013 Diez años del PT en el gobierno | 5

www.portaldelsur.info

Page 6: Diez años del PT en el Gobierno: Logros y desafíos

| Diez años del PT en el gobierno EsPEcial agosTo DE 2013 6

www.portaldelsur.info

Brasil registra los niveles

de inversión productiva más

bajos de la región después

de Bolivia y Paraguay, con

un 19,7% del producto bruto

interno (PIB) en 2012.

A su vez, el aumento

de las tasas de interés

trajo aparejado un fuerte

incremento en el ingreso

de capitales de corto plazo

y, consecuentemente, una

considerable apreciación

de su moneda. De hecho, el

tipo de cambio poco com-

petitivo marca un segundo

punto de continuidad

con respecto a la política

cambiaria del “Plan Real”

de Fernando Henrique

Cardoso (1995-2002). Este

elemento de continuidad

merece atención especial,

por su sesgo contrario al

desarrollo del sector indus-

trial, que se refleja por

ejemplo en la “primariza-

ción” de las exportaciones

brasileñas. Mientras que

en el período 1995-2002,

la participación de los

productos primarios en el

total de las exportaciones

fue en promedio 25,3%, en

la etapa de Lula y Dilma

esa proporción aumentó a

36,3%.

Este corset macroeco-

nómico limitó considera-

blemente el potencial de

crecimiento de la economía.

Al estallar la crisis interna-

cional de 2008, el gobierno

se vio obligado a tomar una

serie de medidas tendientes

a proteger la industria bra-

sileña. Así, por ejemplo, el

plan “Innovar-Auto” impuso

un aumento de 30 puntos

porcentuales en el Impuesto

sobre Productos Industriali-

zados (IPI) para los produc-

tos que no cumplieran, entre

otros aspectos, con determi-

nados niveles de contenido

local, sesgando a favor de

la producción doméstica de

automóviles y autopartes.

Por otro lado, a fines de

2010, Brasil comenzó a des-

plegar un nuevo régimen

de “compre nacional”, que

prevé, entre otras caracte-

rísticas, una preferencia

para los bienes y servicios

nacionales de hasta un 25%

y una reserva de mercado

para aquellas contratacio-

nes públicas relativas a la

implementación, mante-

nimiento y mejora de los

sistemas de tecnología de la

información y comunicación,

considerados “estratégicos”

para el desarrollo nacional.

Estas medidas fueron acom-

pañadas por una agresiva

política comercial externa

que se manifestó en el uso

extensivo de las medidas

antidumping. El año pasado,

Brasil fue el país que más

investigaciones inició, con

un total de 47, que represen-

tan el 23% del total iniciado

por los socios de la Organi-

zación Mundial del Comer-

cio (OMC) en 2012.

En TiEmPoS DE CriSiS

En los últimos años,

la crisis económica con

epicentro en las naciones

desarrolladas comenzó

a afectar severamente al

conjunto de los países

emergentes, en particular a

Brasil. Tras sufrir una fuerte

desaceleración en 2008 y los

tres primeros trimestres de

2009, el PIB brasileño mos-

tró –en un contexto de fuerte

reducción de las tasas de

interés y medidas crediticias

y fiscales expansivas– una

recuperación rápida a partir

del último trimestre de ese

año.

A partir de la asunción de

Dilma Rousseff el 1 de enero

2011, la política económica

brasileña se ha mostrado

errática. En tal sentido, se

observan dos etapas clara-

mente definidas en materia

de política económica. La

primera, de carácter con-

tractivo, ocupa los primeros

dos trimestres del gobierno

de Dilma, mientras que

la segunda, de tono más

expansivo, tuvo lugar desde

mediados de 2011.

Durante el primer pe-

ríodo se desplegaron una

serie de medidas moneta-

rias y fiscales contractivas

que frenaron la rápida

recuperación que había ex-

hibido la economía durante

2010. En particular, apenas

asumido, el gobierno

federal retomó el ajuste al

alza de la tasa de interés,

que llegó a un máximo de

12,5% en agosto de 2011,

en comparación con el piso

de 8,75% que tuvo en 2009.

Asimismo, el equipo econó-

mico adoptó otras medidas

monetarias contractivas

–referidas como “macropru-

denciales” por las autorida-

des económicas de Brasil–

que incluyeron la suba de

encajes bancarios y otras

disposiciones de retracción

crediticia.

Paralelamente, el

gobierno impulsó durante

todo 2011 un marcado

ajuste fiscal. Se dispusieron

medidas de reducción del

gasto para alcanzar la meta

del 3,1% de superávit pri-

mario, que en realidad se

trataba de un sobrecumpli-

miento en relación al rango

previamente establecido.

Este paquete de medidas

impactó de lleno sobre la

inversión pública, que pasó

a ser la variable clave en

el ajuste realizado por el

Estado brasileño. La inver-

sión de la administración

pública, que había exhibi-

do un crecimiento anual

medio cercano al 15% en

el período 2004-2010, tuvo

una caída real interanual

del 12% en 2011.

En materia cambiaria,

durante los inicios del go-

bierno de Dilma se continuó

convalidando la tendencia

a la apreciación del real

–iniciada a principios de

2009– hasta llegar a un

máximo en agosto de 2011,

momento en que el tipo de

cambio nominal alcanzó

los 1,58 R/US$. Se trató de

una apreciación nominal

del 9,6% respecto del nivel

observado un año atrás y

del 33% respecto del pico

alcanzado en febrero de

2009 (2,37 R/US$).

No es extraño que el

resultado de este conjunto

de políticas monetarias,

fiscales y cambiarias de

carácter contractivo haya

sido una desaceleración

muy fuerte del crecimiento y

de la producción industrial:

en 2011 el crecimiento del

PIB fue del orden del 2,7%,

con un nulo crecimiento de

la industria. Vis-à-vis el 6,9%

y 10,1% en 2010, respectiva-

mente.

A partir de entonces,

se produjo una reversión

de la política monetaria

contractiva y, con poste-

rioridad, se impulsó un

paquete de expansión

fiscal, con el objetivo de

dinamizar la actividad y

sostener la generación de

empleo. La política alcista

de las tasas de interés se

revirtió y el Banco Central

de Brasil implementó,

Page 7: Diez años del PT en el Gobierno: Logros y desafíos

EsPEcial agosTo DE 2013 Diez años del PT en el gobierno | 7

www.portaldelsur.info

entre septiembre de 2011 y

octubre de 2012, diez bajas

consecutivas de la tasa

Selic, que pasó, de forma

gradual, de 12,5% a 7,25%

en ese período.

Los agregados mone-

tarios también revelaron

el cambio adoptado por el

Banco Central: mientras que

en 2011 la base monetaria

creció sólo un 3,6%, en 2012

se expandió al 8,9%. Sin

embargo, desde mayo de

2013, debido a la aparición

de nuevos temores frente a

un posible “desborde” de la

meta inflacionaria para este

año, la tasa de interés –que

permaneció fija durante seis

meses– está experimen-

tando una leve tendencia al

alza.

En ese sentido, la ten-

dencia de apreciación del

real se interrumpió a partir

de septiembre de 2011.

Con oscilaciones, el tipo de

cambio nominal fue aumen-

tando gradualmente hasta

alcanzar una depreciación

nominal de un 40% entre

agosto de 2011 y junio de

2013, pasando de un nivel

de 1,58 R/US$ a 2,21 R/US$.

Dado el elevado nivel de

reservas internacionales

con que cuenta el Banco

Central del Brasil, la deva-

luación cambiaria mejoró la

posición fiscal del gobierno:

en términos interanuales,

la deuda pública cayó en

2012 el equivalente al 1,3%

del PIB, mientras que el

pago de intereses lo hizo

en 0,9% del PIB. En ese

contexto, el gobierno redujo

impuestos al consumo

(sobre la venta de automó-

viles, electrodomésticos y

materiales de construcción,

entre otros) y eliminó la

contribución previsional de

los empleadores en diver-

sos sectores. El gasto fiscal,

por su parte, se incrementó

nominalmente un 11% en

2012; el énfasis estuvo en

las partidas de gasto social:

asistencia social +18% inte-

ranual (i.a.), salud +15% i.a.,

educación +13% i.a. Pese a

la expansión fiscal referida,

Brasil continuó exhibiendo

un superávit primario en

2012, aunque menor al del

año anterior (2,4% del PIB

versus 3,1% del PIB).

Finalmente, en materia

salarial, el gobierno dispuso

en 2012 un aumento del

salario mínimo que alcanzó

en términos reales el 8,3%

i.a. Esta decisión contrastó

fuertemente con la política

salarial implementada en

2011, cuando el incremento

nominal dispuesto apenas

había sido suficiente para

cubrir la inflación.

Pese a la reversión de

las políticas contractivas y

a la devaluación cambiaria

que el gobierno brasile-

ño dispuso a partir del

último trimestre de 2011,

los resultados económi-

cos alcanzados en 2012

fueron decepcionantes.

La actividad se expandió

tan sólo 0,9% (versus 6,9%

en 2010 y 2,7% en 2011) y

el producto industrial cayó

un 2,5% (versus 10,1% en

2010 y 0,1% en 2011). En el

sector externo, se observó

una fuerte reducción del

superávit comercial en la

balanza de bienes y una

agudización del déficit en

servicios. Asimismo, por

quinto año consecutivo,

Brasil mostró déficit en su

cuenta corriente.

En suma, si bien las

administraciones de Lula y

Dilma han mostrado impor-

tantes avances en materia

social los principales

indicadores macroeconómi-

cos no presentan mejores

resultados respecto de la

etapa de Cardoso. La com-

binación de las metas de

inflación, el tipo de cambio

apreciado y la contención

de la demanda agregada se

tradujeron en tasas de cre-

cimiento del PIB de Brasil

inferiores al promedio de

América Latina. En el perío-

do 2002-2012, el crecimien-

to promedio del PBI fue de

3,6%, mientras que la región

registró un incremento del

orden del 4,1%. En contra-

posición, entre 1995 y 2002,

el crecimiento de Brasil fue

levemente superior en rela-

ción a América Latina (2,3%

respecto de un 2,2%). •

Page 8: Diez años del PT en el Gobierno: Logros y desafíos

| Diez años del PT en el gobierno EsPEcial agosTo DE 2013 8

www.portaldelsur.info

¿Cuál es la caracterización que hace usted sobre las pro-

testas que sacudieron a Brasil el mes pasado?

Son expresión de un doble malestar, por un lado, vivir en las grandes ciudades, con la preca-riedad de las políticas públicas y por el otro, la forma de hacer política que prevalecen en Brasil, especialmente en amplios sectores de las elites oligárquicas. Este último afecta en su mayoría a jóvenes hijos de obreros y a jóvenes trabajadores.

Evidentemente, no se tra-ta de un único movimien-to, homogéneo, sino que hay una disputa entre la izquierda y la derecha por la hegemonía del proceso y la narrativa de lo que realmente ocurrió.

Teniendo en cuenta que el ex presidente Lula dijo al diario The new York Times que el PT debe recuperar sus “conexiones diarias” con los movimientos sociales y ofrecer nuevas solucio-nes para los nuevos pro-blemas, sin tratar a los jóvenes de una manera “paternalista”, ¿cómo se da la discusión al interior

del partido para lograr su renovación?, y ¿cuáles son los ejes sobre los que consideran que hay que trabajar?

La declaración de Lula es la correcta. Sin embar-go, ni él ni el conjunto de la izquierda ni el conjunto del PT tiene claridad sobre lo que hay que hacer y mucho menos demues-tran coherencia entre la observación hecha por Lula y la acción práctica, cotidiana, de nuestras organizaciones políticas y sociales. En mi opinión, el PT debe renovar su programa, su estrategia y su conducta. Debe recu-perar sus compromisos

socialistas, su estrategia democrática y popular y su conducta de partido de masas, militante, comba-tivo. Al hacerlo, reconec-taremos con las bases. El problema de fondo es político.

¿Cuál es la estrategia del PT para apoyar el ple-biscito que la presidenta Dilma rousseff está tra-tando de impulsar y que tanta resistencia causa en los sectores políticos más conservadores?

La única estrategia posi-ble es la disputa pública. La lucha ideológica, para afirmar que los problemas básicos del país requieren

En diálogo con Portal del Sur, el dirigente nacional del PT, habló sobre las movilizaciones que sacudieron a Brasil en los últimos meses, la reforma política que intenta llevar adelante el gobierno, la necesidad de la renovación del Partido de los Trabajadores planteada por Lula y el futuro de los procesos de integración regional.

Entrevista a Valter Pomar*

“Es hora de polarizar, movilizar las calles, tensionar de ‘afuera para adentro’ las instituciones conservadoras ylos aliados decentro-derecha”

“Es hora de polarizar, movilizar las calles, tensionar de ‘afuera para adentro’ las instituciones conservadoras ylos aliados decentro-derecha”

Por María Constanza Costa

Page 9: Diez años del PT en el Gobierno: Logros y desafíos

EsPEcial agosTo DE 2013 Diez años del PT en el gobierno | 9

www.portaldelsur.info

consultar a la población, para que se haga una pro-funda reforma del Estado y la política. Y la lucha política para derrotar a los sectores conservadores que están en la oposición que nos hacen y también a los sec-tores conservadores que integran nuestro gobierno.

¿De qué manera la reforma política transfor-mará el funcionamiento del sistema político brasi-leño? ¿Qué cosas cree que van a cambiar si se llegara a implementar?

La reforma política tiene dos focos clave: la amplia-ción de los mecanismos de participación y control popular sobre el Estado y la eliminación de los mecanismos de influencia, el control y la corrupción de las grandes empresas en la democracia. Es decir: acabar con el financia-miento privado de las campañas electorales.

Teniendo en cuenta la dificultad de lograr consenso debido a que la fragmentación en el Con-greso inviabiliza la apro-bación de las propuestas impulsadas por el gobier-no. ¿Cuál es el margen que usted considera que tiene Dilma para tensar los acuerdos que permiten la gobernabilidad como por ejemplo la relación con el PmDB?

La mayor parte del PMDB se encuentra ahora en la oposición. Por lo tan-to, para disputar el apoyo de sectores del PMDB y de otros partidos, se tendrá que abandonar la idea de que un mal acuerdo es me-

jor que una buena disputa. Es la hora de polarizar, mo-vilizar las calles, tensionar de “afuera para adentro” las instituciones conser-vadoras y los aliados de centro-derecha.

Por último, nos intere-saría una breve reflexión sobre la situación de los procesos de integración regional, el debate sobre la unasur, el mercosur y ahora la aparición de la Alianza del Pacífico. ¿Cómo incide la presión de los intereses económicos concentrados en Brasil en esta discusión?

Estamos en una nueva etapa en la región, prin-cipalmente marcada por la contraofensiva de la derecha local y sus aliados en Estados Unidos y Euro-pa. En esta nueva etapa, hay dos retos principales: profundizar el proceso de cambio en cada país y acelerar el proceso de integración regional. La integración regional es un proceso en disputa. En primer lugar, disputa contra el imperialismo, que desea una integración subordi-nada a ellos, como en el proyecto del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA). En segundo lugar, la disputa contra la gran burguesía, que quiere una integración centrada en los mercados y los beneficios a corto plazo, lo que conduce a una integración que pro-fundice las desigualdades regionales y sociales, que nos termina conduciendo a una integración subordina-da a los gringos. En tercer lugar, una disputa entre diferentes ritmos y vías de

desarrollo e integración. Es, por lo tanto, un proceso en caliente, desde el punto de vista de la izquierda, precisa ser simultánea-mente político, económico y cultural. Tareas en las que los gobiernos son esencia-les pero no suficientes. Los partidos políticos, así como los movimientos sociales y la cultura mundial son esenciales en este proceso.

¿Cuáles cree que son los desafíos que presenta la integración regional?

Uno de los desafíos de la integración, además de la conducta del imperialis-mo de Estados Unidos y las burguesías locales, es el proceso de desaceleración de China, que está hacien-do un cambio hacia el mer-cado interno. Esto puede tener dos consecuencias: o bien volver al “estado normal” de las economías dependientes, víctimas de la desigualdad en térmi-nos de intercambio entre productos de bajo y de alto valor añadido, o hacer un cambio hacia un ciclo de desarrollo económico regional, impulsada por el Estado y sobre la base de la expansión de la infra-estructura, las políticas universales y la capaci-dad de consumo. Este es el telón de fondo de la profundización de la lucha de clases en la región, así como la intensificación de conflictos entre algunos países de la región, por no hablar del agravamiento de nuestra relación con las potencias imperialistas.

¿Cómo ve la situación política de la región?

Hay un agotamiento de la primera etapa del ciclo progresiva y de izquierda, que se inició entre 1998 y 2002, con la elección de Hugo Chávez y Lula, y que en algún punto terminó con el estallido de la crisis internacional y la toma de posesión de Barack Obama. A partir de este momento, entra-mos en una nueva etapa, marcada por la crisis, la contraofensiva de la derecha y el agotamien-to del patrón adoptado en todos los gobiernos progresistas y de izquier-da. Este patrón fue en Venezuela, Brasil, Bolivia y Argentina, en todos los lados, redirigir para otros sectores sociales la renta y la riqueza generadas por el modelo heredado. Este modelo se ha agota-do. Ahora es tiempo para construir otro modelo, si tenemos éxito viviremos un cambio cualitativo. Las fuerzas de la derecha sa-ben esto y están en plena ofensiva contra nosotros. Ellos confían en sus propias fuerzas, que son enormes, con sus aliados internacionales, y en las debilidades de nuestros gobiernos. La derecha está jugando su papel, la Alianza del Pacífico tiene que ver con eso. El reto consiste en reaccionar a esto, corrigiendo errores, superando debilidades, ampliación de la coope-ración entre nosotros. •

* Valter Pomar es miembro de la dirección nacional del Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil y también secretario ejecutivo del Foro San Pablo. Durante varios años ha estado a cargo de las relaciones internacionales de su partido. Es Doctor en Historia Económica por la Universidad de San Pablo.

Page 10: Diez años del PT en el Gobierno: Logros y desafíos

diario del sUrAGENCIA LATINOAMERICANA DE NOTICIAS