Doctrina social de la iglesia

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Doctrina Social de la Iglesia Introducción preparada por el P. Carlos Sánchez, O.P. para los laicos del Convento del Santísimo Rosario.

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Doctrina Social de la IglesiaIntroducción preparada por el P. Carlos Sánchez, O.P. para los laicos del Convento del Santísimo Rosario.

Definición

La Doctrina Social de la Iglesia (D.S.I.) tiene su fuente en la Sagrada Escritura, en particular, en el Evangelio.

Esa doctrina perteneció desde el principio a la enseñanza de la Iglesia misma, a su concepción del hombre y de la vida social y, especialmente, a la moral social elaborada según las necesidades de las distintas épocas.

Siendo la D.S.I. parte del magisterio, es importante dar a conocer su definición y los documentos que forman parte.

Definición

La D.S.I. es la cuidadosa formulación del resultado de una atenta reflexión sobre las complejas realidades de la vida del hombre en la sociedad y en el contexto internacional, a la luz de la fe y de la tradición eclesial.

Su objetivo principal es interpretar esas realidades, examinando su conformidad o diferencia con lo que el Evangelio enseña acerca del hombre y su vocación terrena y, a la vez, trascender, para orientar en consecuencia la conducta cristiana.

Definición

En la Quadragessimo Anno se afirma: A la Iglesia le compete intervenir porque ella tiene el derecho dado por Dios de intervenir con autoridad en todo aquello que toca a la moral. En lo que a esto se refiere, tanto el orden social como el orden económico están sometidos y sujetos a nuestro juicio, pues, Dios nos confió el depósito de la verdad y el gravísimo encargo de publicar toda la ley moral e interpretarla (41).

Documentos

RERUM NOVARUM (Las cosas nuevas), del Papa León XIII, en 1891. Contexto: Revolución industrial, capitalismo liberal, condiciones inhumanas e injustas de trabajo. Contenido: Enumera errores que llevaron a miseria al proletariado (obreros). Habla del derecho de los obreros a asociarse (sindicalizarse). Insiste en el deber del Estado de intervenir en defensa de los más débiles.

Documentos

QUADRAGESSIMO ANNO (A los 40 años) del Papa Pío XI en 1931. Contexto: Crisis económica mundial; monopolios, marxismo como sistema; regímenes totalitarios. Contenido: Restauración del orden social fundamentado en los valores éticos. Solidaridad y cooperación: principio de subsidiaridad.

Documentos

RADIOMENSAJES del Papa Pío XII de entre los años 1949-1958. Contexto: Segunda Guerra Mundial. Avance del comunismo. Guerra fría. Grandes avances tecnológicos. Contenido: Función social de propiedad privada (destino universal de los bienes). Peligros de la tecnología (tecnicismo). Función del Estado. Estado de derecho. Colaboración internacional.

Documentos

MATER ET MAGISTRA (Madre y Maestra) del Papa Juan XXIII, en 1961. Contexto: Economía interdependiente. Brecha entre países por su economía y por su ideología. Contenido: Dimensión planetaria del problema social. Denuncia el problema del subdesarrollo y de la superpoblación.

Documentos

PACEM IN TERRIS (Paz en la tierra) del Papa Juan XXIII, en 1963. Contexto: Crisis de misiles en Cuba con peligro de guerra nuclear. Contenido: Paz fundada en el respeto de los DD.HH. Insiste en la misión de la Iglesia: servir al hombre.

Documentos

GAUDIUM ET SPES (Gozo y esperanza) del Concilio Vaticano II, en 1965. Contexto: El mundo esperaba un mensaje nuevo de la Iglesia. Contenido: Problemática del hombre hoy. Hacia la búsqueda de un nuevo desarrollo.

Documentos

POPULORUM PROGRESSIO (El progreso de los pueblos) del Papa Pablo VI, en 1967. Contexto: La tecnología amenaza al hombre. Marginación del Tercer Mundo. Aumento demográfico. Contenido: Desarrollo integral del hombre. Desarrollo solidario de la humanidad.

Documentos

OCTOGESIMA ADVENIENS (A los 80 años) del Papa Pablo VI, en 1971. Contexto: Sociedad post-industrial (mundo occidental). Contenido: Renuncia al modelo socio-económico único. Propone aplicación de D.S.I. Ofrece criterios para interpretar el marxismo. Introduce reflexión social de la Iglesia frente al problema ecológico.

Documentos

LABOREM EXERCENS (Sobre el trabajo) del Papa Juan Pablo II, en 1981. Contexto: Crisis de la economía mundial. Alza de precios del petróleo. Crece malestar en el Tercer Mundo. Modelos desgastados. Contenido: El trabajo es la clave central del problema social. Pone al hombre por encima del capital. Distribución más equitativa de la riqueza.

Documentos

SOLICITUDO REI SOCIALIS (Preocupación por los problemas sociales) del Papa Juan Pablo II, en 1987. Contexto: Diferencia entre Norte y Sur. Oposición entre bloques oriental y occidental. Carrera armamentista. Obstaculización política frente a solidaridad y cooperación entre naciones. Contenido: Pone al día la visión de la Populorum Progressio. Situación dramática del mundo contemporáneo. Sentido de las condiciones y exigencias de un desarrollo digno del hombre y de todo hombre.

DocumentosCENTESIMUS ANNUS (100 años después) del Papa Juan Pablo II, en 1991. Contexto: Nueva concepción del Estado y de la autoridad. El trabajo como mercancía sometida a la ley de oferta y demanda (capitalismo). División de la sociedad: ricos y pobres. Conflicto ideológico entre capitalismo liberal y socialismo. Conflicto entre capital y trabajo. Ateísmo. Contenido: El error del socialismo es de carácter antropológico. Propiedad privada y el destino universal de los bienes (Empresa, sindicato y deuda externa). Fenómeno del consumismo. Fenómeno de la cuestión ecológica y de la alienación. El hombre es el camino de la Iglesia.

CARACTERÍSTICAS: Universalidad

Como el Señor Jesús, su Fundador, la Iglesia está llamada a servir a todos los hombres. Por esto, su doctrina social está dirigida a todos los seres humanos sin distinción de ninguna clase.

La sociedad no la forman sólo los cristianos sino todas las personas y a todas les compete la construcción de una sociedad más justa y reconciliada.

Si bien la enseñanza social de la iglesia brota de la Revelación confiada a ella, los principios que propone apuntan todos ellos a la realización de la persona humana en la sociedad, son por lo tanto de interés universal.

CARACTERÍSTICAS: Preocupación por las realidades temporalesA la Iglesia, nada de lo humano es ajeno. Todo lo que interesa al hombre le interesa a la Iglesia. Con razón la llama Juan Pablo II “experta en humanidad”. Es por esto que siempre ha sido constante la preocupación por responder a todas las necesidades de los hombres y mujeres concretos de cada época histórica. Esta preocupación se plasma en iniciativas de gran creatividad y realismo en todas las áreas; alimentación, salud, educación, promoción humana, administración, organizaciones de todo tipo.

PRINCIPIOS DE ACCIÓN

Dado que la política debe estar fundada en la preocupación por el bien común, la Iglesia sí promueve la participación de los cristianos en política.

Primero, hay que decir que la Iglesia es “signo de la unión íntima con Dios y de la unidad de todo el género humano”. En esta realidad de la Iglesia hay que distinguir diversos ministerios y estados. Según esta diversidad se dará la participación de sus miembros en la vida social.

PRINCIPIOS DE ACCIÓN

La jerarquía y los religiosos deben ser signo de unidad; no pueden por lo tanto promover la política partidaria dado que los partidos son representantes de intereses que son lícitos pero parciales.

Su servicio se centra en facilitar a quienes ocupan cargos públicos o participan de la política partidaria, principios de acción que permitan elaborar modelos que promuevan la solidaridad, la paz y la justicia entre los ciudadanos.

PRINCIPIOS DE ACCIÓN

La enseñanza social de la Iglesia pertenece al campo de la moral cristiana. Justamente ahí está su aporte: no se queda en las cuestiones coyunturales que competen a otras disciplinas sino que va a la conciencia moral del hombre en su situación concreta.

De la misma manera, a la DSI no le compete definir qué sistema político o económico es mejor. Esta característica le da su verdadera efectividad en la vida social.

FUNDAMENTOS: Dignidad de la Persona Humana

Hemos sido creados a su imagen y semejanza. Dios nos creó con libertad, voluntad e inteligencia para que buscando y amando la verdad fuéramos felices en relación con nuestros hermanos. De esta fuente última brota nuestra dignidad única e inalienable.

Este es el siglo de los grandes humanismos y pero también de las peores violaciones de la dignidad humana.

La Iglesia ha defendido siempre la dignidad humana, especialmente de aquellos que parecen menos “útiles” a la sociedad: los no-nacidos, los ancianos, los enfermos, los más pobres.

FUNDAMENTOS: Derechos Humanos

Son los derechos que se siguen de la dignidad de la persona humana y, como ella, tienen su fundamento en el hecho de que somos imagen y semejanza de Dios.

Los principales derechos humanos son: el derecho a la vida, a la libertad de pensamiento, la libertad religiosa, la intimidad, a la educación y alimentación. Hay que tener en cuenta que estos mismo derechos comportan también los deberes que se siguen en relación a uno mismo y los demás.

FUNDAMENTOS: Persona y Sociedad

Dios nos creó para vivir en sociedad, para formar una comunidad con nuestros semejantes de manera análoga a la Comunión de Amor de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Esto es lo más concreto que encontramos para comprender los fundamentos de la vida social. Siendo imagen y semejanza de Dios, estamos llamados a vivir en comunión con nuestros hermanos porque nuestro origen que es Dios mismo es Uno y Trino.

Ahora bien, la sociedad sólo tiene sentido en relación a la persona humana. No es un individualismo donde lo único que importa es el individuo o un sociocentrismo en que se sacrifica a la persona por la sociedad.

FUNDAMENTOS: Bien ComúnEl Estado tiene su razón de ser en este principio. Un Estado que no busque el bien común, o lo reemplace por otros intereses parciales, está traicionando su naturaleza, se hace por lo tanto ilegítimo y no debe ser obedecido.

Es “el conjunto de aquellas condiciones de la vida social que permiten a los grupos y a cada uno de sus miembros conseguir más plena y fácilmente su propia perfección” (GS.26).

FUNDAMENTOS: Bien ComúnEl respeto a la persona por el hecho de ser persona, sin condicionamiento alguno. Las autoridades están obligadas a velar por el respeto de los derechos fundamentales e inalienables de la persona humana, como son el ejercicio de sus libertades naturales que le permiten el desarrollo de su vocación: “derecho a actuar de acuerdo a la recta norma de su conciencia, a la protección de la vida privada y a la justa libertad, también en materia religiosa” (GS.26,2).

FUNDAMENTOS: Bien ComúnLa paz que implica estabilidad y seguridad.El bien común está orientado hacia el progreso de las personas: “El orden social y su progreso deben subordinarse al bien de las personas (...) No al contrario” (GS.26,3). Este orden se fundamenta en la verdad, se construye en la justicia y se nutre en el amor.

FUNDAMENTOS: SolidaridadLa solidaridad, sinónimo moderno de la caridad, es una necesidad del corazón humano que se plasma en las estructuras sociales. La DSI tiene en esta virtud uno de sus principales fundamentos. Esta solidaridad brota directamente del Evangelio (Lc.6,29; 21,2).

El principio de solidaridad nos enseña que debemos compartir los bienes. Este principio se expresa pues en la justa distribución de las riquezas y en la cooperación mutua por el bienestar común.

FUNDAMENTOS: SubsidiaridadEl principio de subsidiaridad es “el principio que impide que una estructura social de orden superior interfiera en la vida interna de un grupo social de orden inferior, privándole de sus competencias y promueve que esta estructura social superior sostenga a la inferior en caso de necesidad y la ayude a coordinar su acción con la de los demás componentes sociales, con miras al bien común”. (SRS)

FUNDAMENTOS: SubsidiaridadSe puede ver más claro con un ejemplo. Supongamos que un grupo de personas funda un club de fútbol. Este club será la estructura inferior. El deporte está dentro de los objetivos educativos del estado, que será la estructura superior. El club tiene derecho a su propia organización interna e iniciativa privada siempre y cuando sus fines no se aparten de los fines del bien común que es la educación. El estado tiene la obligación de promoverlo en ese sentido.

FUNDAMENTOS: Subsidiaridad

El principio de subsidiaridad evita que el Estado intervenga en todo y limite la iniciativa de las personas y las instituciones. Obliga al Estado a promover las sociedades intermedias y pequeñas con el fin de asegurar la preocupación por la persona concreta. El principio de subsidiaridad es una aplicación concreta de los derechos humanos de libertad de pensamiento, organización y expresión entre otros. Uno de sus principales logros es que defiende la familia como célula fundamental de la sociedad.

Convento del Santísimo RosarioMuchas Gracias!