¡Duc in altum! - Amigos de San José · “¡Duc in altum! Esta palabra resuena también hoy para...

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Una lectura orante de la Carta Apostólica Novo Millennio Ineunte del papa San Juan Pablo II, a la luz de Jesús, María y José en Nazaret. ¡Duc in altum! El papa San Juan Pablo II, nos dice al inicio de su carta:”…resuenan en nuestro corazón las palabras con las que un día Jesús, después de haber hablado a la muchedumbre desde la barca de Simón, invitó al Apóstol a «remar mar adentro» para pescar: «Duc in altum» (Lucas 5, 4). Pedro y los primeros compañeros confiaron en la palabra de Cristo y echaron las redes. «Y habiéndolo hecho, recogieron una cantidad enorme de peces» (Lucas 5, 6)”. (Novo Milenio Ineunte, 1). Esta es la llamada que nos hace hoy el Señor a cada uno de nosotros por medio de María y José: “Rema mar adentro”, esto es, salir del ruido, las prisas, la superficialidad de la vida y paso a paso aprender a vivir atentos a nuestro interior, a nuestra conciencia “ese núcleo más secreto y el sagrario del hombre, en el que este se siente a solas con Dios, cuya voz resuena en el recinto más intimo de aquélla”(Concilio Vaticano II, Const. Past. Gaudium et spes 16). NAZARET, “CASA Y ESCUELA DE LA COMUNIÓN” 2

Transcript of ¡Duc in altum! - Amigos de San José · “¡Duc in altum! Esta palabra resuena también hoy para...

  • Una lectura orante de la Carta Apostólica Novo Millennio Ineunte del papa San Juan Pablo II, a la luz de Jesús, María y José en Nazaret.

    ¡Duc in altum! El papa San Juan Pablo II, nos dice al inicio de su carta:”…resuenan en nuestro corazón las palabras con las que un día Jesús, después de haber hablado a la muchedumbre desde la barca de Simón, invitó al Apóstol a «remar mar adentro» para pescar: «Duc in altum» (Lucas  5, 4). Pedro y los primeros compañeros confiaron en la palabra de Cristo y echaron las redes. «Y habiéndolo hecho, recogieron una cantidad enorme de peces» (Lucas  5, 6)”. (Novo Milenio Ineunte, 1).

    Esta es la llamada que nos hace hoy el Señor a cada uno de nosotros por medio de María y José: “Rema mar adentro”, esto es, salir del ruido, las prisas, la superficialidad de la vida y paso a paso aprender a vivir atentos a nuestro interior, a nuestra conciencia “ese núcleo más secreto y el sagrario del hombre, en el que este se siente a solas con Dios, cuya voz resuena en el recinto más intimo de aquélla”(Concilio Vaticano II, Const. Past. Gaudium et spes 16).

    NAZARET, “CASA Y ESCUELA

    DE LA COMUNIÓN” 2

  • “Atención al interior…” “¡Duc in altum! Esta palabra resuena también hoy para nosotros y nos invita a recordar con gratitud el pasado, a vivir con pasión el presente y a abrirnos con confianza al futuro: «Jesucristo es el mismo, ayer, hoy y siempre» (Hb 13,8). La alegría de la Iglesia, que se ha dedicado a contemplar el rostro de su Esposo y Señor, ha sido grande este año. Se ha convertido, más que nunca, en pueblo peregrino, guiado por Aquél que es «el gran Pastor de las ovejas» (Hb 13,20). Con un extraordinario dinamismo, que ha implicado a todos sus miembros, el Pueblo de Dios, aquí en Roma, así como en Jerusalén y en todas las Iglesias locales, ha pasado a través de la «Puerta Santa» que es Cristo. A él, meta de la historia y único Salvador del mundo, la Iglesia y el Espíritu Santo han elevado su voz: «Maranatha - Ven, Señor Jesús» (cf. Ap 22,17.20; 1 Co 16,22).

    Es imposible medir la efusión de gracia que, a lo largo del año, ha tocado las conciencias. Pero ciertamente, un «río de agua viva», aquel que continuamente brota «del trono de Dios y del Cordero» (cf. Ap 22,1), se ha derramado sobre la Iglesia. Es el agua del Espíritu Santo que apaga la sed y renueva (cf. Jn 4,14). Es el amor misericordioso del Padre que, en Cristo, se nos ha revelado y dado otra vez. Al final de este año podemos repetir, con renovado regocijo, la antigua palabra de gratitud: « C a n t a d a l S e ñ o r p o r q u e e s b u e n o , p o r q u e e s e t e r n a s u misericordia» (Sal 118-117,1)” (Novo Milenio Ineunte, 1).

  • Jesús, María y José vivían en esa atención constante a su interior, conectados al río del amor de Dios, “río de agua viva” que fluye de nosotros hacía los demás, enseñándonos que “la santidad es el camino que va de mí al hermano” (Himno de la Liturgia de las Horas). Su conexión profunda y constante con Dios en su interior los conectaba profundamente entre ellos y con los demás en lo cotidiano de su vida en Nazaret.

    Una vida oculta con Cristo en Dios… Queda claro que ser cristiano, desde siempre a supuesto ir contra corriente de una mentalidad, actitudes y obras que se fundamentan en el egoísmo y dejan de lado al prójimo. Esta mentalidad nos aleja del silencio, la oración, la meditación y nos envuelve en el ruido y el vacío interior.

    El primer paso que hemos de dar, si queremos ser nosotros mismos y seguidores de Jesús como María y José, es aprender amar el silencio, tomando pequeñas decisiones que nos ayuden a estar a solas con nosotros mismos y con Dios. El día tiene 24 horas, ¿cuánto tiempo dedico para estar en silencio para leer, orar y meditar?

    Podemos empezar por cinco minutos al día para pararnos, silenciar el móvil, la tablet, apagar la televisión y el ordenador, respirar profundamente, darme cuenta de que estoy vivo, dar gracias por ello, reconocer todo lo que soy, lo tengo y agradecerlo… Descubrir el punto de la vida al que he llegado y pensar dónde podría estar…

    Si somos sinceros, hacer esto, a lo mejor no nos será fácil de hacer… pero empecemos hoy y no lo dejemos, escuchemos la voz de Jesús que desde dentro de nosotros por medio del Espíritu Santo nos dice: “Duc in altum”-“Rema mar adentro” (Lucas 5, 4)… Sí, rema mar adentro de tu vida, no tengas miedo a lo que puedas descubrir porque no estás solo, no estás vacío pues, “el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que se nos ha dado” (Romanos 5, 5), tu interior esta habitado y es amado; y también estamos profundamente unidos en comunión con todos los santos, especialmente con María y José, a los que nos podemos dirigir en nuestra oración.

    ¡María y José, queremos aprender a estar atentos

    al interior de nuestras vidas como lo estabais

    vosotros!