La vida de McLuhan estuvo centrada, en sus primeros años, por la cercanía a su padre Herbert y el desencuentro con su madre Elsie, quien terminó abandonando a su padre, razón por la cual siempre la culpó del desastre familiar. Esos años fueron tan difíciles que tuvieron un profundo efecto en su vida, principalmente en su afán discutir y debatir que siempre lo acompañó en su vida profesional. En 1928 ingresó a la Universidad de Manitoba para estudiar la carrera de ingeniería, aunque para el año siguiente decidió estudiar literatura, estuvo a disgusto hasta que conoció a Ruprt C. Lodge y a Noel Fieldhouse de profesores provenientes de Oxford y Cambridge respectivamente, a quienes respetó y admiró. En 1932, luego de haber viajado a Inglaterra leyó un libro Gilbert Keith Chesterton que iba a tener influencia en sus libros posteriores con el argumento de la escisión entre el corazón y la cabeza, además de que lo llevó al catolicismo. De hecho su primer ensayo significativo lo escribió sobre Chesterton, al que consideró como una influencia determinante en su vida.

En 1933 obtuvo su B.A. y la medalla de oro en artes y ciencias e inició el trabajo de su tesis de maestría sobre un escritor inglés, George Meredith, quien lo entusiasmaba particularmente. Se enamoró por vez primera de una mujer llamada Marjorie Norris, dos años mayor que él. Su medalla de oro y la recomendación del profesor Lodge lo llevaron a ser aceptado en el Trinity Hall de Cambridge. Su tía Ethel le prestó el dinero necesario y además obtuvo la beca de la Imperial Order of Daughters of the Empire. Sin embargo tuvo que empezar desde abajo en Cambridge, lo que significó un duro golpe para su orgullo. Ahí conoció y fue influenciado por los profesores I.A. Richards y Leavis. Otra influencia determinante en su vida fue el su maestro Mansfield Forbes.

Regresó en 1936 a la Universidad de Wisconsin, donde modificó el curso que iba a impartir convirtiéndolo en un análisis de la cultura contemporánea, desde la perspectiva moralista de Leavis. En 1939, ya convertido al catolicismo, casó con Corinne Keller Lewis, pese a la oposición de los padres de la novia, estadounidenses sureños y bautistas. Los recién casados viajaron a Europa y pasaron los siguientes dos años en Cambridge donde Marshall preparaba su tesis doctoral. Regresaron a Estados unidos en 1940 y fueron padres dos años después de Thomas Eric. No obstante, cuando la fama llegó a su vida, él mismo aceptó que sus inquietudes básicas eran su trabajo, Dios y su familia, precisamente en ese orden. “Marshall no estaban muy en armonía con los niños. Era un hombre amable, pero sus pensamientos y percepciones estaban en otra parte”. (Fernández & Hernández, 2004, p. 33).

Terminado su doctorado pudo aspirar a una mejor posición en Canadá, integrándose en el Saint Michael´s College de la Universidad de Toronto, siendo el único laico entre la planta docente; en el Instituto de Estudios Medievales tuvo la oportunidad de profundizar sobre filosofía tomista, donde conoció a Jacques Maritain y a Etienne Gibson.

Pasó mucho tiempo para que McLuhan escribiera sobre los medios; él mismo aceptó que no lo hizo hasta que conoció a Lewis Mumford, sociólogo, historiador y filósofo de la tecnociencia y a Siegfried Giedion; luego de un arduo proceso escribió The Mechanical Bride: folklore of industrial man en el que hizo un análisis de los medios masivos de comunicación y cómo éstos manipulan a la opinión pública a través de la publicidad y la

industria mediática. Considera que el objetivo de los medios es “penetrar, manipular y controlar la mente colectiva” (Fernández et. al, 2004, p. 44). Dice que sólo un público sonámbulo soporta la publicidad moderna. En este texto McLuhan recurre a Eliot a Lewis y Joyce para ilustrar el folklor del hombre industrial, donde buscaba que el hombre recuperara su libertad de pensamiento y sentimientos. “Sin el espejo de la mente, nadie puede vivir una vida humana frente a l presente sueño mecanizado” (Fernández et. al, 2004, p. 46).