FUNDACIÓN UNIVERSITARIA CATÓLICA DEL NORTE

Especialización pedagogía de la virtualidad

Educación, comunicación y tecnología

ENSAYO – Los retos de la tecnología en la educación colombiana desde la gestión virtual en los nuevos

escenarios de aprendizaje

Desarrollado por:

Jaime Hernán Tejada Llano

Santa Fe de Antioquia, Agosto 4 de 2012

Los retos de la tecnología en la educación colombiana desde la

gestión virtual en los nuevos escenarios de aprendizaje

Documento ensayo elaborado por Jaime Hernán Tejada.

En la realidad moderna, envueltos sin opciones y obligados nos guste o no a

estar bajo la dependencia de las tecnologías digitales, pues si no estamos

inmersos en el mundo moderno de los bit quedaríamos como islas apartadas del

resto de la humanidad, situación que también se debe analizar y que es

originaria a partir de un modelo dominante.

El enfoque del presente documento se orienta a los desafíos tecnológicos y

administrativos de estas tecnologías desde el área de formación y educación.

Para comenzar, el primer reto tecnológico que se plantea en Colombia es el

cultural; el Estado Colombiano a través de su programa de gobierno Vive digita y

Colombia en línea ha tenido gran tino en el sentido que al estrechar la brecha

digital entre población con facilidades de acceso a la información y a la

tecnología y aquellos que están marginados sin oportunidades de conocer ni

acceder a computadoras conectadas, hace que también como efecto secundario

se estrechen brechas culturales y de oportunidades, si bien no es la solución

absoluta a la desigualdad social, la tecnología aporta significativamente a

generar espacios de oportunidades, conocimientos e inclusión, tal como la

internet impactó el desarrollo de la globalización.

En la actualidad hay un gran choque de conceptos entre lo digital y lo tradicional,

existen hoy una cantidad de personas, en su mayoría de edades medias

avanzadas que incluso son profesionales e individuos de alto perfil, hasta

dirigentes que toman decisiones importantes; en las que la tecnología no les

cuadra en sus esquemas de realizar las cosas, es decir, la resistencia al cambio en

la actualidad es una realidad, y es una realidad que está combatiendo por decirlo

de alguna manera contra los paradigmas digitales desde hace más de una

década en Colombia. Si bien cada vez son menos estos inconvenientes culturales

no sería correcto aislarlos y muchos aguantarse hasta la vergüenza por no decir

públicamente, “es que yo no sé”.

Para enfrentar este reto tecnológico y cultural se deben propiciar espacios y

campañas de desvergonzar la falta de conocimiento de elementos tecnológicos

para que las personas que se alejan de la tecnología por miedos y vergüenzas

tengan mejores condiciones de superar estas dificultades, lo comparo con las

campañas de la compra de preservativos, en las que anteriormente la cultura

veía con vergüenza la compra o adquisición de estos productos, lo cual se

superó en gran medida por las campañas y facilidades de adquisición de estos

elementos de salud pública.

Se debe también desde las escuelas en las primeras edades, fomentar a los niños

sobre el cambio cultural que a ellos no les tocó pero que están inmersos por ser

tan reciente, a un adulto le incomoda que su hijo de 5 o 6 años tenga que

ponerle a sonar la alarma de su celular para despertarse a sus compromisos al

día siguiente; es usual que los jóvenes y niños se burlen de esta situación; si bien

puede pasar como una situación de poca importancia se evidencia el

descontexto del niño o joven en los cambios culturales, ellos no se explican

cómo sus padres u otro adulto no pueda realizar acciones tecnológicas “tan

simples” convirtiendo al adulto como un ser que entra a ser maltratado y

minimiza su capacidad cognitiva produciendo un choque en contra de las

tecnologías.

Otro reto tecnológico es sin duda el acceso a las universidades de las tecnologías

y métodos de educación vanguardistas; los temas pedagógicos y técnicos se

enfocan principalmente a los individuos, pero en Colombia particularmente

desde la ley 30 de 1982, soporte jurídico para que cualquier ente público o

privado abra instituciones de educación superior se formó una ola de

“universidades de garaje”; en décadas pasadas quizás no era tanto problema

(aunque si se diferencia mucho la calidad de educación) pero hoy es inaudito que

instituciones de educación superior no tengan infraestructura ni metodologías

con base en tecnologías de la información y comunicación, la mayoría de estas

instituciones no tienen la capacidad económica ni el respaldo metodológico para

la inversión que se requiere en este tema.

El reto se enfoca entonces a los dirigentes de las instituciones para apuntar sus

inversiones y gestiones a la aplicación de infraestructura y métodos pedagógicos

asertivos, los nuevos estudiantes tanto de secundaria como la formación de los

profesionales; invertir en este asunto para las instituciones hoy no se convierte

en una innovación sino en un requisito mínimo para garantizar un aprendizaje

significativo de las exigencias de la educación.

Desde los dos aspectos anteriores, el cultural y la capacidad de las instituciones

en la adopción de modelos de aprendizaje basado en TIC es de gran impacto

para una sociedad que genera oportunidades sociales y de conocimiento.