Educacion Para Todos, Va El Mundo Por Buen Camino

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    Prefacio

    El objetivo de dotar a todos los nios, jvenes y adultos del mundo de un nivel bsico de instruccin escolar ha entusiasmado a todos los pases. Fue un resultado capital de la Conferencia Mundial sobre la Educacin para Todos, celebrada en Jomtien en 1990, y fue ratificado en una serie de reuniones en la cumbre que tuvieron lugar a lo largo del decenio siguiente. Esta meta fue reformulada como uno de los seis objetivos principales del Foro Mundial sobre la Educacin, celebrado en Dakar en abril de 2000, dos de los cuales fueron adoptados como Objetivos de Desarrollo del milenio ese mismo ao. En virtud de estas decisiones, se reconoci que la enseanza bsica es parte esencial de la estrategia mundial para disminuir a la mitad la pobreza existente en el mundo en menos de una generacin.

    En el Foro de Dakar, una nueva resolucin dej claro que todas las partes deberan rendir cuentas de cmo van cumpliendo los compromisos que han asumido. Los gobiernos nacionales convinieron en consagrarse a alcanzar los objetivos mencionados y los organismos internacionales prometieron que ningn pas que hubiese asumido esos compromisos dejara de poder cumplirlos por falta de recursos. Uno de los instrumentos apropiados para una mayor rendicin de cuentas respecto de la puesta en prctica de esas promesas fue la creacin del informe mundial de seguimiento de la EPT.

    Este informe ha sido elaborado por un equipo internacional independiente sito en la UNESCO. Aunque se le encarg la realizacin de esta labor en julio de 2002, el equipo no empez a trabajar con todos sus miembros hasta principios de septiembre y, por consiguiente, la preparacin del presente informe ha topado con graves limitaciones de tiempo. En las ediciones anuales de los prximos aos se establecern ciclos de preparacin ms largos, de 12 a 18 meses. En el informe se consignan los progresos alcanzados con respecto a los seis objetivos de Dakar, se pone de relieve qu polticas y estrategias son eficaces, se alerta a la comunidad mundial sobre los problemas que estn surgiendo en cuanto a la accin y a la cooperacin y, basndose en los datos ms recientes, se sita la reforma en un marco innovador.

    Los objetivos de la EPT tienen una importancia enorme. Si no se progresa de manera constante y firme hacia su logro, no cabe decir que se est produciendo un verdadero desarrollo. El informe muestra que la tarea a que se enfrentan todos los pases del mundo sigue siendo considerable. Aunque est en curso la debida planificacin, es menester reforzarla. El empeo de los gobiernos y la sociedad civil de los pases es esencial para alcanzar los objetivos, pero tambin deben tenerse en cuenta, por ser fundamentales, los costos y los recursos. Aunque la mayora de los pases podrn sufragar estos costos y allegar los recursos necesarios, el informe muestra que una minora importante no lo conseguir si persisten las pautas actuales. Ante esta situacin, la comunidad internacional todava no ha dado muestras suficientes de su propio empeo. A pesar de las grandes promesas formuladas, la asistencia efectivamente prestada (tanto en general como para la educacin) en el decenio de 1990 es motivo de desilusin y preocupacin. Desde Dakar, la cuestin de la educacin, en particular la educacin bsica, ha cobrado nueva importancia en las actividades internacionales, pero queda mucho por hacer para que las corrientes de asistencia sean suficientes y oportunas y estn bien orientadas. En el futuro, habr que actuar de manera distinta a como se ha hecho hasta ahora para asumir nuestras responsabilidades conjuntas y alcanzar los objetivos de la EPT. Este informe es el primero de una forma de nuevo cuo que, estoy seguro de ello, nos ayudar a alcanzar esos objetivos.

    Koichiro Matsuura Director General UNESCO

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    Los anlisis y recomendaciones de poltica del informe no corresponden forzosamente al parecer de la UNESCO. Este informe es una publicacin independiente encargada por la UNESCO en nombre de la comunidad internacional y es fruto de un esfuerzo de colaboracin de los miembros del equipo que lo ha redactado y de otras muchas personas, organizaciones, instituciones y gobiernos. La responsabilidad general de las opiniones y pareceres expresados en el informe corresponde a su director.

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    Resumen

    La Educacin para Todos: Va el mundo por el buen camino?

    El presente informe tiene por tema las oportunidades de aprender. Su finalidad primordial es evaluar en qu medida los beneficios que la educacin comporta estn llegando a todos los nios, jvenes y adultos del mundo y si se estn cumpliendo los compromisos asumidos hace dos aos, en abril de 2000, en el Foro Mundial sobre la Educacin de Dakar. A la pregunta del ttulo -si el mundo va por buen camino para alcanzar la Educacin para Todos (EPT) en el ao 2015- se da en l una respuesta provisional.

    El Foro Mundial sobre la Educacin (2000) estableci seis objetivos en el terreno de la EPT que se consider que eran esenciales, alcanzables y asequibles a condicin de que se pusiese en ellos un empeo y una resolucin internacionales realmente firmes. En el Marco de Accin de Dakar se declara que, a ms tardar el ao 2015, todos los nios en edad de cursar estudios primarios deberan gozar de una escolarizacin gratuita de calidad aceptable y se tendra que haber eliminado las disparidades de escolarizacin entre los nios y las nias. El porcentaje de adultos analfabetos tendra que haber disminuido en un 50%, deberan haber aumentado enormemente las posibilidades de atencin y educacin de la primera infancia y las de aprender de jvenes y adultos y tendran que haber mejorado todos los aspectos de la calidad de la enseanza. Ese mismo ao, se establecieron los Objetivos de Desarrollo del milenio, dos de los cuales -la enseanza primaria universal y la eliminacin de las disparidades entre los sexos en la enseanza primaria y secundaria- fueron considerados esenciales para acabar con la pobreza extrema.

    Este informe consta de seis partes. El Captulo 1 reafirma por qu tiene tantsima importancia la Educacin para Todos. En el Captulo 2 se actualizan los datos que nos permiten comprender los avances alcanzados en cuanto al logro de los seis objetivos de la EPT y las perspectivas existentes de llegar a ellos. El Captulo 3 examina la respuesta internacional al llamamiento a que se elabore y ponga en prctica Planes de Accin Nacionales de Educacin para Todos, la intervencin de la sociedad civil en la planificacin y si se est haciendo frente debidamente a los desafos concretos del VIH/SIDA y los conflictos y las situaciones de emergencia. En el Captulo 4 se valoran los costos que entraar alcanzar los objetivos de la EPT y la existencia de los recursos necesarios para ello. El Captulo 5 analiza si se est cumpliendo los compromisos asumidos en Dakar y posteriormente y, en caso de que as sea, de qu maneras. Por ltimo, en el Captulo 6 varias de esas pistas se utilizan como punto de partida para prever el futuro y determinar qu posibilidades hay de mantener el impulso dado por el Foro Mundial sobre la Educacin.

    El informe se basa en los datos recogidos en el anexo estadstico y de un amplio abanico de otras fuentes1. Estos datos son fundamentales para determinar si se est progresando, detectar las lagunas graves de que adolecen nuestros conocimientos y calcular las pautas anteriores y las perspectivas. Ahora bien, al preparar el informe han aparecido grandes carencias en nuestros conocimientos. Por ejemplo, nos faltan datos acerca de la matriculacin neta en enseanza primaria de bastante ms de 70 pases y apenas se ha desarrollado el anlisis comparado de las polticas y los planes de educacin, a lo que se suma el que la base de datos sobre la ayuda a la educacin sigue plagada de problemas conceptuales e insuficiencias de las informaciones transmitidas. Aunque todava es posible llegar a formular juicios bien fundados, para mejorar la labor de supervisin harn falta ms inversiones en el acopio y el anlisis de datos y en investigaciones y evaluaciones de las polticas.

    1 En el anexo se reproducen los datos administrativos anuales ms recientes recogidos por el Instituto de

    Estadstica de la UNESCO, correspondientes al curso escolar iniciado en 1999.

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    1. La Educacin para Todos es desarrollo

    El valor intrnseco de la educacin salta a la vista de quienes trabajan en pro de ella y de quienes se benefician de su difusin. Para aquellos a quienes no les queda ms remedio que elegir entre prioridades, reformas y la asignacin de recursos, sigue siendo importante defender con razones la importancia de la educacin. Son los seis objetivos de la EPT, uno por uno y en conjunto, realmente de suma importancia? A esta pregunta cabe dar las tres respuestas siguientes:

    La educacin en tanto que derecho humano

    El derecho a la educacin est enunciado claramente en el Artculo 26 de la Declaracin Universal de Derechos Humanos (1948), que reconoce el valor humano intrnseco de la educacin, que descansa en slidos cimientos morales y jurdicos. Conforme a esta visin, la educacin es asimismo un instrumento indispensable para despejar y proteger otros derechos humanos instalando el andamiaje necesario para una buena salud, la libertad, la seguridad, el bienestar econmico y la participacin en la actividad social y poltica. All donde se garantiza el derecho a la educacin, mejora el acceso de la gente a otros derechos y su disfrute de ellos.

    En los ltimos aos ha cobrado fuerza el planteamiento de la educacin a partir de los derechos humanos, gracias a lo cual es posible efectuar valoraciones comparadas del progreso de los distintos pases en lo tocante a los compromisos internacionales, comprendidos los asumidos en Dakar. Hacer viable el derecho a la educacin es un deber de los gobiernos y les obliga a plasmar sus compromisos internacionales en leyes de las que los ciudadanos puedan apelar. Si no existen las oportunas leyes, es difcil supervisar y hacer cumplir las obligaciones; por eso, para llevar a la prctica el Marco de Accin de Dakar, un elemento crtico es movilizar a las autoridades para que desarrollen y modernicen la legislacin nacional.

    La educacin y las capacidades de los seres humanos

    En los ltimos 20 aos, la reflexin acerca del desarrollo humano ha experimentado una mutacin de importancia, impulsada principalmente por Amartya Sen: para corregir la estrechez de miras de considerar que el aumento de la renta per cpita es el indicador esencial del xito de las polticas de desarrollo, ha surgido un nuevo marco que pone el acento en la medida en que se ha mejorado las capacidades de las personas y se ha ampliado sus posibilidades de elegir para gozar de las libertades que hacen que la vida tenga sentido y merezca la pena. De estas libertades forman parte los derechos de acceso a los recursos, gracias a los cuales las personas pueden evitar enfermedades, sentir respeto por s mismas, estar bien alimentadas, tener medios de subsistencia y sostener relaciones pacficas.

    Dentro de este marco, hay por lo menos tres razones que abonan la importancia de la educacin: la primera es que las destrezas que la educacin bsica imparte, por ejemplo saber leer y escribir, son valiosas en s mismas, en tanto que fruto esencial del desarrollo. La segunda, que la instruccin puede ayudar a eliminar otros rasgos ms negativos de la vida (por ejemplo, la enseanza primaria gratuita y obligatoria disminuir el trabajo infantil). La tercera, que la educacin desempea una funcin de primer orden acreciendo la autonoma de quienes adolecen de mltiples desventajas (por ejemplo, las mujeres que han recibido instruccin pueden sobrevivir mejor y ms tiempo). Definida de este modo, la educacin que es universal, impartida a todos, sean cuales fueren su clase, su casta o su sexo, es un potente instrumento para derribar los obstculos sociales y econmicos existentes en el seno de la sociedad y esencial para realizar las libertades humanas.

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    La educacin y otros objetivos del desarrollo

    Si todo el mundo tiene derecho a la educacin, y si su influencia en las capacidades de las personas forma parte de la manera en que entendemos el desarrollo, se sigue de ello que se debe universalizar un nivel bsico de educacin. Es algo evidente y que no tiene vuelta de hoja. Ahora bien, esta conclusin no responde sin ms al interrogante de cunta educacin debe ser impartida universalmente y, si a decir verdad, no tenemos respuestas sencillas ni absolutas y al tratar de hallarlas deberemos tener muy en cuenta las situaciones de los diferentes pases. Ello no obstante, ayuda el comprender las relaciones entre la educacin y otros objetivos del desarrollo, sobre todo en cuanto a definir la educacin como una actividad productiva.

    A pesar de los muy diversos problemas metodolgicos que surgen, existe una masa de pruebas que demuestran convincentemente que la escolarizacin mejora la productividad de los trabajadores autnomos del campo y las ciudades. Gran parte de los beneficios que la educacin reporta se deben a la alfabetizacin, que necesita por lo menos cinco o seis aos de enseanza primaria de buena calidad a tiempo completo. Una buena enseanza primaria tambin influye positivamente por cuanto hace disminuir las tasas de fertilidad, mejora la dieta y permite diagnosticar enfermedades antes y con ms eficacia. El vnculo entre la alfabetizacin y la esperanza de vida es muy slido. Los padres -las mujeres, sobre todo- con ms aos de estudios tienen hijos con mejor salud y que viven ms tiempo. La constatacin de estos hechos en la vida cotidiana pone de manifiesto las interconexiones que hay entre las diferentes partes del desarrollo humano y es un argumento muy persuasivo para invertir en educacin. Adems, una nueva generacin de modelos de crecimiento econmico atribuye a los recursos humanos un lugar central en el aumento del rendimiento del desarrollo.

    Un tro convincente de argumentos

    Los derechos, las libertades y los beneficios del desarrollo constituyen un poderoso tro de argumentos a favor de la Educacin para Todos. Aunados, demuestran que existe una identidad radical entre la EPT y el desarrollo y que cada uno de los objetivos de la EPT encierra posibilidades propias de alcanzar otros. A los pases se les plantea la tarea de reconocer la validez de estos argumentos, determinar sus prioridades polticas propias y fijar la ruta que seguirn para alcanzar todos los objetivos en materia de educacin de la EPT y de la Declaracin del Milenio.

    2. El avance hacia los objetivos

    Va el mundo por el buen camino?

    Dos son los modos principales como podemos determinar el avance hacia la EPT. Lo prioritario es registrar e interpretar el progreso de los pases empleando a modo de patrn cada uno de los objetivos de la EPT y, de ser posible, el conjunto de los seis objetivos. Ahora bien, importa igualmente examinar los medios empleados para alcanzarlos, esto es, las leyes, las polticas, los planes, los recursos, los programas y los niveles de la asistencia internacional, conforme a los compromisos de Dakar y dems acuerdos pertinentes.

    El presente informe confirma una vez ms el diagnstico formulado por el Foro Mundial sobre la Educacin de que casi una tercera parte de los habitantes del planeta vive en pases en los que alcanzar los objetivos de la EPT sigue siendo un sueo y no una propuesta realista, a menos que se haga un esfuerzo enrgico y concertado. Los pases de riesgo elevado se encuentran fundamentalmente en el Asia Meridional y Occidental, el frica Subsahariana y entre los Estados rabes y en frica del Norte. Los populosos pases de Asia Oriental y el Pacfico estn haciendo algunos progresos, pero no llegarn a la EPT si no intensifican sus esfuerzos, y varios

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    pases de Europa Central y Oriental, con una acendrada tradicin educativa, corren peligro de retroceder con respecto a metas que ya haban alcanzado.

    Si analizamos conjuntamente los tres ndices de escolarizacin neta en enseanza primaria2, los niveles de alfabetizacin de adultos y la paridad entre los sexos en la escolarizacin bruta en enseanza primaria3 basndonos en la distancia que falta para alcanzar cada uno de los objetivos empleando los datos ms recientes, junto con una evaluacin de las pautas y los niveles de progreso en el decenio de 1990, podemos extraer las siguientes conclusiones acerca de los 154 pases de los que tenemos datos:

    83 pases ya han alcanzado los tres objetivos o tienen buenas posibilidades de hacerlo a ms tardar en 2015.

    43 pases han hecho progresos en el decenio de 1990, pero es probable que no alcancen por lo menos un objetivo en 2015.

    28 pases corren grave riesgo de no alcanzar ninguno de los tres objetivos.

    La primera de estas categoras representa el 32,4% de la poblacin del mundo, comprendidos todos los pases de Amrica del Norte, Europa Occidental y Asia Central, el 87% de los pases de Europa Central y Oriental, el 81% de los de Asia Oriental y el Pacfico y el 69% de los de Amrica Latina y el Caribe. Cuatro pases del E94 forman parte del segundo grupo -Bangladesh, China, Egipto e Indonesia-, en los que vive el 35,8% de la poblacin del mundo. El tercer grupo, el de riesgo elevado, est integrado fundamentalmente por pases de frica Subsahariana, aunque tambin comprende la India y el Pakistn. Abarca un poco ms del 25% de la poblacin del planeta. All es donde mayor es el reto de la EPT.

    La enseanza primaria universal

    Hay ms de una manera de interpretar y supervisar el objetivo de la enseanza primaria universal (EPU). Segn la interpretacin ms exigente, en el ao 2015 todos los nios del correspondiente grupo de edad deberan estar matriculados y haber concluido el ltimo curso de la enseanza primaria, para lo cual sera precisa una matriculacin universal en 2009 en el primer curso de un ciclo escolar de seis cursos y que en los aos siguientes no hubiese ningn abandono de estudios ni repeticin de curso. La interpretacin ms laxa consistira en que, en 2015, todos los nios deberan poder matricularse en la enseanza primaria y concluir esos estudios posteriormente. Tambin es preciso supervisar el cumplimiento de la obligacin de que la enseanza primaria sea gratuita, obligatoria y de buena calidad. Los indicadores escogidos para supervisar el objetivos del desarrollo del milenio en lo tocante a la EPU son el logro de tasas del 99% de TBE y de conclusin del cuarto curso, esto es, algo muy cercano a la primera interpretacin a que acabamos de referirnos.

    Segn los datos de 1999, el ao ms reciente del que disponemos de estadsticas, hay unos 115,4 millones de nios en edad escolar que no cursan estudios escolares, el 56% de ellos nias. Es decir, que apenas ha variado la cifra de 113 millones correspondiente a 1998, citada en Dakar.

    2 La tasa neta de escolarizacin (TNE) es el nmero de alumnos del grupo de edad oficial de escolarizacin

    expresado en porcentaje del total de la poblacin de ese grupo de edad. 3 La tasa bruta de escolarizacin (TBE) expresa la escolarizacin total de alumnos en un curso, un ciclo o un nivel

    educativo, sea cual fuere su edad, expresada en porcentaje de la poblacin del correspondiente grupo de edad que puede estar escolarizada en un curso escolar determinado.

    4 Los nueve pases ms poblados del mundo: Bangladesh, Brasil, China, Egipto, India, Indonesia, Mxico, Nigeria y Pakistn. En conjunto, vive en ellos ms del 50% de la poblacin del planeta.

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    Cerca del 94% de esos nios vivan en pases en desarrollo. En los pases menos adelantados viva un tercio del total y en el grupo de pases E9 el 49%. Poco ms de una tercera parte de esos nios vivan en frica Subsahariana, otro tercio en Asia Occidental y el 13% en Asia Oriental y el Pacfico.

    En el decenio de 1990, se reanud un aumento rpido de las matriculaciones en Asia Meridional y Occidental, los Estados rabes y frica del Norte y Amrica Latina y el Caribe, sigui siendo lento en frica Subsahariana y Asia Central y disminuy en algunos pases de Europa Central y Oriental. A finales del decenio, los pases con TBE inferiores al 70% se concentraban en frica Subsahariana. Angola, Burkina Faso, Burundi, Eritrea, Guinea, Nger, Sierra Leona, Sudn y Tanzania comunicaron tasas de matriculacin marcadamente bajas. En cambio, en 85 pases de todo el mundo las TBE fueron superiores al 100%, por existir en ellos casos de matriculacin tarda y porcentajes elevados de repeticin de curso.

    Del clculo de las tasas netas de escolarizacin (TNE) se excluye a los nios mayores y menores del grupo de nios en edad escolar determinado oficialmente en un pas. En Europa Central y Oriental, cuyas economas estn en fase de declive y en algunos de los cuales la erosin del capital social ha sido muy pronunciada, las TNE son slo levemente superiores a las de los pases en desarrollo, y son incluso inferiores en los pases en transicin. Ahora bien, los problemas ms agudos de matriculacin se dan en algunos Estados rabes y en frica Subsahariana. Dieciocho de los 25 pases que han registrado TNE inferiores al 70% estn en frica Subsahariana.

    Uno de los criterios esenciales de la EPU es el logro de TNE prximas al 100%. Slo los pases con niveles elevados de matriculacin de nios en la edad escolar oficial conseguirn alcanzar esta meta. Los sistemas que tienen un nmero elevado de matriculaciones por encima de la edad escolar oficial suelen tener tasas elevadas de abandono de los estudios antes del quinto curso. Los pases, como Uganda y Guinea Ecuatorial, con tasas de supervivencia5 de 45% y 16% respectivamente, ilustran cmo los sistemas educativos con cantidades elevadas de ingresados mayores de la edad oficial tienen problemas para retener a los nios matriculados, situacin que se da en especial entre las nias. En cambio, pases como Burkina Faso y Nger tienen tasas elevadas de supervivencia, pero en ellos slo cursa estudios un pequeo porcentaje de los nios en edad de seguir estudios primarios.

    Qu perspectivas hay de que alcancemos la EPU? El anlisis de los datos referentes a la matriculacin neta en 128 pases6 muestra que 50 tienen TNE del 95% o ms y puede decirse, pues, que han alcanzado la EPU. En cuanto a los otros 78 pases, cabe formular cuatro hiptesis: aquellos que tienen TNE del 80% o ms y que son capaces de sostener los progresos que estaban alcanzando en el decenio de 1990, hay buenas posibilidades de que alcancen la EPU. Ahora bien, 16 pases que estaban progresando en ese decenio pero cuyas TNE son inferiores al 80% tienen escasas posibilidades de alcanzar esta meta. En cuanto a los 20 pases que se alejaron de la meta en el decenio de 1990 a pesar de tener TNE superiores al 80%, tendrn que redoblar sus esfuerzos. Por ltimo, 21 pases se enfrentan a la tarea ms difcil, pues tienen TNE inferiores al 80% y avanzan en una direccin que los aleja todava ms de la EPU.

    5 La tasa de supervivencia es, en porcentaje, los alumnos de una cohorte que ingresan juntos en el primer curso de

    la enseanza primaria y que llegan a determinado curso (p. ej., el quinto curso) o al ltimo curso de un ciclo educativo repitiendo o no un curso.

    6 Hemos utilizado los datos administrativos recogidos por el Instituto de Estadstica de la UNESCO correspondientes al curso escolar iniciado en 1999 y los datos de la evaluacin 2000 de la EPT.

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    La igualdad entre los sexos

    En los aos 1990, la escolarizacin de las nias en la enseanza primaria mejor en todo el mundo. La tasa bruta de escolarizacin (TBE) de las nias aument en tres puntos, del 93,1% en 1990 al 96,5% en 1999, mientras que en el mismo periodo la de los nios disminuy del 105,5% al 104%. El ndice de Paridad entre los Sexos (IPS)7 mejor en todas las regiones en casi los dos tercios de los 92 pases de los que se dispone de datos, pero en trminos generales permaneci por debajo de 0,9 y fue favorable a los nios en Asia Meridional y Occidental, los Estados rabes y el frica Subsahariana.

    Si se considera que un ndice de Paridad entre los Sexos de entre 0,97 y 1,03 representa la eliminacin de las disparidades entre los sexos, han logrado este objetivo 86 pases de los 153 sobre los cuales disponemos de datos brutos desglosados relativos a la escolarizacin primaria. De los 67 restantes, slo 18 tienen buenas posibilidades de alcanzarlo en 2015 (pero no en 2005), a juzgar por los progresos realizados en los aos 1990 y su distancia relativa en 2000 del IPS que se proponen alcanzar. De los 49 restantes, apenas menos del 50% se encuentran en el frica Subsahariana. Hay tambin algunos pases de Amrica Latina y el Caribe donde el IPS es favorable a las nias.

    Son menos fciles de conseguir los datos desglosados por sexo relativos a la enseanza secundaria. Los ndices de participacin de las nias estn aumentando, pero se sigue constatando que cuando hay grandes disparidades entre los sexos en la primaria, se amplifican en la secundaria; de ah que algunos de los niveles de escolarizacin secundaria ms bajos de nias se registren en frica Central y Occidental.

    El objetivo fijado para 2005 es particularmente difcil de alcanzar. Sin embargo, existen polticas que pueden ejercer una influencia considerable a corto plazo en la escolarizacin y la retencin escolar de las nias. Se trata de cuestiones que sern uno de los temas centrales del informe mundial de seguimiento de 2003.

    La alfabetizacin de los adultos

    El significado de la alfabetizacin ha cambiado radicalmente desde la Conferencia Mundial sobre Educacin para Todos celebrada en Jomtien en 1990. Concebida ahora en plural (se habla de alfabetizaciones) e integrada en una gran variedad de situaciones de la vida y de la subsistencia, la alfabetizacin difiere segn la finalidad, el contexto, el uso, la escritura y el marco institucional de cada caso. Pero su evolucin conceptual no ha ido a la par de la prioridad que se le concede en las polticas y la asignacin de recursos, en parte debido a que muchos gobiernos consideran que la expansin de la enseanza primaria es el principal medio de erradicar el analfabetismo.

    No obstante, ha habido algunos progresos, aunque stos han sido lentos, y se han registrado tasas de alfabetizacin ms altas de hombres y mujeres de ms de 15 aos. De aproximadamente un 70% de adultos alfabetizados en 1980, el porcentaje aument a un 80% en 2000. En valores absolutos, los progresos son modestos: de los 870 millones de personas consideradas analfabetas en 1980, se pas a 862 millones en 2000, lo cual refleja las elevadas tasas de crecimiento demogrfico de los ltimos 20 aos. La diferencia entre los sexos es muy amplia y disminuye lentamente. Dos tercios de la poblacin analfabeta son mujeres.

    7 El ndice de Paridad entre los Sexos es la relacin entre las tasas de escolarizacin de los nios y las nias. La

    paridad es 1.

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    Se estima que en 2000, de las 862 millones de personas analfabetas, ms de un tercio viva en la India. China, Pakistn y Bangladesh representan juntos un 27% suplementario, lo cual significa que el 61% de las personas analfabetas viven en cuatro de los pases ms poblados del mundo. Basndose en las tendencias actuales, se estima que esos cuatro pases tendrn una parte casi idntica de los 800 millones de personas que est previsto que permanezcan analfabetas en 2015, suponiendo que no haya cambios en las polticas ni en los contextos.

    Si el anlisis se limita a la alfabetizacin de los jvenes (entre 15 y 24 aos de edad) y aun suponiendo una expansin de la enseanza primaria, est previsto que en 2015 habr 107 millones de jvenes analfabetos (de los cuales 67 millones sern mujeres), frente a 140 millones en 2000 (86 millones de mujeres).

    Basndose en un anlisis de 97 pases con tasas de alfabetizacin de adultos inferiores al 95% en 2000, se constata que 18 tienen buenas posibilidades de lograr el objetivo de Dakar a juzgar por el ndice de progreso alcanzado en los aos 1990. De los 79 restantes, 40 tienen tasas de alfabetizacin inferiores al 70% y, segn los ndices de progreso recientes, no lograrn el objetivo de Dakar. De esos pases, 22 estn en el frica Subsahariana, 8 en los Estados rabes y frica del Norte y 4 en Asia Meridional y Occidental.

    El prximo Decenio de las Naciones Unidas de la Alfabetizacin (2003-2012) es una oportunidad importante de centrarse en la alfabetizacin y de mejorar su evaluacin y seguimiento. Si se aplicaran criterios reconocidos internacionalmente, se lograra un gran adelanto en la evaluacin de los progresos con respecto al objetivo convenido en Dakar.

    La atencin y educacin de la primera infancia

    El alcance de la atencin y educacin de la primera infancia (AEPI) sigue siendo relativamente desconocido. Se trata de un mbito de la educacin muy diverso sobre el cual no tenemos buenos datos comparados ni indicadores ampliamente aceptados. Comprende prestaciones educacionales que van desde las escuelas preprimarias de los sistemas educativos nacionales, pasando por los parvularios y otros centros, donde la atencin, el juego y la educacin van de la mano, hasta actividades ms informales, a menudo domsticas. La mayora de las polticas de AEPI se centran en la difusin y el mejoramiento del acceso a la atencin y educacin preprimaria de los nios de tres aos y ms, y se basan en el conocimiento de que los resultados de la enseanza primaria mejoran si la escolarizacin formal va precedida de un aprendizaje durante los primeros aos de la vida.

    Aunque se sigue identificando la AEPI sobre todo con quienes trabajan a tiempo completo en las zonas urbanas, cada vez se la considera ms como un proceso de integracin social de los nios desfavorecidos y sus madres. Cuando los recursos son escasos, lo ms probable es que esta educacin sea domstica o comunitaria.

    Partiendo de una base de datos limitada, que refleja principalmente los programas administrados por los gobiernos, resulta evidente que algunos pases conceden alta prioridad a la AEPI en sus estrategias de educacin. Un anlisis de la matriculacin en muy diversos programas de AEPI de 124 pases en 1999-2000 muestra que hay 25 pases con tasas brutas de escolarizacin superiores al 50%, 36 pases con tasas inferiores al 20% y otros 20 con tasas inferiores al 5%, los tres cuartos de los cuales se encuentran en el frica Subsahariana.

    Aunque hay indicios de que la AEPI va en aumento tanto en los pases desarrollados como en los pases en desarrollo, durante los aos 1990 se registr una tendencia importante y preocupante, a saber, la disminucin de las tasas de escolarizacin en Europa Central y Asia Central. Kazajstn

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    tena una TBE del 72,3% en 1990, pero del 11,4% en 1999; en Bulgaria disminuy del 91,6% al 67,2% y en Georgia del 59% al 37%.

    Las necesidades educativas de los jvenes y los adultos

    El objetivo de Dakar abarca una amplia gama de actividades educativas y est estrechamente vinculado con el objetivo de la alfabetizacin y la educacin permanente de los adultos. No es posible obtener por ahora un cuadro general de la situacin mundial, en parte debido a problemas conceptuales no resueltos. Si bien la naturaleza de la educacin a lo largo de toda la vida qued aclarada hace muchos aos, se sigue debatiendo todava el significado de las competencias elementales para la vida cotidiana. Adems, las tipologas de los programas, los niveles de participacin y las evaluaciones de los resultados de la enseanza son limitados y se suelen referir a pases en particular, lo cual es comprensible.

    Sin embargo, tenemos cada vez ms conocimientos sobre la enseanza con miras a la obtencin de medios de subsistencia duraderos y sobre la importancia de las aptitudes generales, como la capacidad de comunicar y de solucionar problemas. Se reconoce tambin mucho ms abiertamente que es fundamental que los programas de educacin de adultos y de enseanza de competencias elementales para la vida cotidiana se basen en una demanda bien definida que corresponda al deseo de las personas de llevar vidas ms gratificantes y productivas.

    El seguimiento de este aspecto del Marco de Dakar exige un trabajo de anlisis de los resultados de estudios temticos, estudios sobre destinatarios y estudios sobre determinados pases, a los cuales este informe se refiere muy brevemente.

    La calidad de la educacin

    Este objetivo mltiple tiene por finalidad que se preste a la calidad de la educacin la atencin que muchos estiman que no recibi durante el decenio de 1990. Se trata de dar nuevo impulso y mayor peso a la promocin de la calidad de la educacin, abarcando todos los objetivos de Dakar. Ahora bien, en la actualidad la capacidad de evaluar la calidad de la educacin es muy reducida y dependemos en gran medida de sustitutos que distan de constituir una verdadera evaluacin de los resultados de la educacin, por lo que el presente informe se limita a una visin muy preliminar de la calidad de la enseanza primaria.

    Los niveles de inversin en la enseanza primaria son una indicacin parcial de la atencin que se est prestando a la calidad de la educacin. Si se comparan los niveles de los gastos actuales y las tasas de escolarizacin en la enseanza primaria durante el periodo 1975-1999, se observa que las inversiones suplementarias en el frica Subsahariana y en Asia Meridional y Occidental se han destinado principalmente a reforzar las tasas de escolarizacin, mientras que en Amrica Latina y el Caribe, en Asia Oriental y el Pacfico, y en los Estados rabes y frica del Norte, los recursos suplementarios se gastaron en aumentar el gasto por alumno. En este segundo grupo de pases, la proporcin entre alumnos y docentes disminuy y se estabiliz en 25 aproximadamente. En Asia Meridional y Occidental se observa una tendencia a la baja partiendo de aproximadamente 45, mientras que en el frica Subsahariana esa tendencia a la baja se ha invertido y se alcanza ahora una proporcin de 40 alumnos por docente. Estas cifras ocultan enormes variaciones entre pases y dentro de ellos.

    La buena calidad de la enseanza primaria depende de que haya docentes bien formados, de los que hay una necesidad cada vez mayor. Las estimaciones del nmero de docentes suplementarios que se necesitarn en todo el mundo para lograr la enseanza primaria universal para 2015 varan entre 15 y 35 millones. Se necesitan como mnimo 3 millones en el frica

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    Subsahariana. Ahora bien, el nmero de docentes que es posible emplear depende en parte de su costo, lo cual est supeditado a los niveles de sus sueldos. Si son demasiado elevados, la capacidad de contratarlos ser menor y si son demasiado bajos, empeorarn el acceso, la equidad y la calidad de la docencia.

    Los altos niveles de repeticin y desercin escolar denotan bajos niveles de eficacia del sistema y de la calidad de la enseanza. En ms del 50% de los pases del frica Subsahariana, ms de uno de cada 10 alumnos repite por lo menos un curso de primaria. Adems, muchos estudios demuestran que los alumnos no aprenden con la repeticin y siguen repitiendo curso o bien abandonan los estudios.

    Estos y otros indicadores sobre los recursos y su aplicacin son importantes, pero la investigacin emprica comparada de los resultados de la educacin (niveles, rendimiento y aprendizaje efectivo de los alumnos) est cobrando una creciente relevancia. Los estudios relativos a este ltimo factor8 son los que constituyen la fuente ms prometedora de informacin pertinente, en particular cuando responden a las dificultades de carcter poltico a las que se enfrentan los pases interesados. Este tipo de indicios ser decisivo para el seguimiento futuro de la calidad, no slo en el sistema escolar propiamente dicho, sino en todo el espectro de la Educacin para Todos.

    3. La planificacin de la Educacin para Todos

    Los planes de accin nacionales relativos a la EPT

    Si se esperaba que a raz del Foro Mundial sobre la Educacin se produjera para fines de 2002 una serie de planes de accin nacionales relativos a la EPT finamente elaborados y globales, que sentaran las bases de un dilogo inmediato con los organismos internacionales con miras a la obtencin de mejores niveles de financiacin, ese objetivo no se ha alcanzado. Conforme a datos que hemos de tratar con la mayor circunspeccin, 22 pases habrn terminado sus planes de accin nacionales relativos a la EPT a fines de este ao, aunque no se trata forzosamente de planes adoptados por los gobiernos como base para determinar las asignaciones presupuestarias al sector de la educacin, ni tampoco son necesariamente de carcter global.

    Si seguimos una interpretacin ms amplia de la planificacin de la EPT, segn la cual los pases estn revisando sus documentos de estrategia de lucha contra la pobreza (DELP), entonces hay bastante ms que decir acerca de un grupo de pases mucho mayor.

    En algunos casos, una planificacin de la EPT hecha por separado, cuya legitimidad proviene del Foro Mundial sobre la Educacin, corre el riesgo de duplicar los procesos existentes de planificacin de la educacin o de correr paralela a ellos. A la inversa, el Foro de Dakar sirvi en algunos casos para dar nuevo impulso a la EPT, a la que se est concediendo una mayor prioridad en el debate nacional sobre el desarrollo y en la formulacin de polticas.

    Un anlisis de 16 DELP completos indica que la enseanza primaria universal est claramente delineada en todos los casos menos en uno, pero que slo siete pases retuvieron la EPT entre los objetivos del desarrollo del milenio para eliminar las disparidades entre los sexos en la enseanza primaria y secundaria. Las posibilidades de aprendizaje de los jvenes y los adultos se clasific en segundo lugar por orden de importancia. En otro anlisis de planes de EPT y de planes sectoriales recientes de 31 pases se llega a este mismo tipo de conclusiones.

    8 Por ejemplo: Tercera Encuesta Internacional sobre Matemticas y Ciencia (TIMSS); Progress in Reading

    Literacy Study (PIRLS); Consorcio de frica Meridional para la Supervisin de la Calidad de la Educacin (SACMEQ); Programa de Anlisis de los Sistemas Educativos (PASEC); Evaluacin de los Resultados Escolares (EA); Programa para la Evaluacin Internacional de los Alumnos (PISA).

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    En los planes de EPT, los planes sectoriales o los DELP suele haber un nexo poco firme entre el diagnstico relativo a la educacin y la lucha contra la pobreza por un lado, y los resultados y las actividades propuestas en materia de educacin, por otro. Esta situacin es particularmente patente en cuanto a las desigualdades entre los sexos. Es cierto, asimismo, que es relativamente raro que figuren los costos detallados de la educacin en los DELP y en los planes de EPT o sectoriales.

    En el Foro Mundial sobre la Educacin se seal claramente que los gobiernos deban asociar una gama de interlocutores mucho ms amplia a la formulacin de polticas y la planificacin en materia de EPT. Algunas ONG internacionales estn trabajando para determinar si lo estn haciendo o no. No es fcil formarse un juicio a partir nicamente de la documentacin proporcionada por los gobiernos. Aunque se constata un aumento de las consultas formales, como por ejemplo mediante la creacin de foros sobre la EPT, resulta mucho menos claro si esta relacin de carcter tcnico con la sociedad civil se est extendiendo a un proceso poltico mucho ms abierto y continuo. Cuando esto ocurre, hay muchas enseanzas valiosas que extraer.

    La planificacin en materia de VIH/SIDA

    Cada da est ms claro que la planificacin encaminada al logro de los objetivos de la EPT debe tomar en cuenta el VIH/SIDA y que esta epidemia no podr atajarse si no se realizan progresos hacia la EPT. Se trata de un mensaje sumamente importante en un mundo en que 40 millones de adultos y de nios viven con el SIDA y en que el nmero de hurfanos seguir aumentando ms all de su nivel de 2001, estimado en 14 millones de nios.

    Existe un recurso internacional importante y en aumento que propicia nuevas formas de planificacin: la labor del equipo de trabajo interinstitucional sobre educacin de ONUSIDA, as como los nuevos instrumentos de planificacin y las unidades de recursos del frica Subsahariana y las alianzas no gubernamentales innovadoras.

    La planificacin para luchar contra los conflictos, los desastres y la inestabilidad

    Por lo menos 73 pases experimentan una crisis interna o se encuentran en plena reconstruccin posterior a la crisis. Planificar estrategias viables para la EPT en tales circunstancias es difcil y depende en grado sumo del contexto. Se trata no slo de brindar apoyo a los sistemas escolares deteriorados, sino tambin de inculcar competencias para la solucin de conflictos y la paz, y de preparar para la reconstruccin y el desarrollo socioeconmico.

    Las experiencias de Afganistn, Argentina, Kosovo, Palestina y Timor Oriental demuestran la necesidad de una planificacin y una programacin de emergencia bien concebidas para responder a las necesidades inmediatas y a corto plazo, as como de estrategias encaminadas a preparar el terreno para una reconstruccin y un desarrollo a ms largo plazo. Hasta ahora, los organismos internacionales han tenido dificultades para conciliar esos dos aspectos interrelacionados de la planificacin y la prctica de la educacin y para integrar esta labor en los procesos ms amplios de la solucin de conflictos.

    Sin embargo, se ha realizado una cantidad importante y creciente de trabajos de apoyo a la planificacin de la educacin en situaciones de crisis. La Red interinstitucional sobre educacin en situaciones de emergencia y la labor del UNICEF o de la ACNUR sobre el terreno, son iniciativas importantes al respecto.

    Planificacin convincente, planes crebles

    En el Foro Mundial sobre la Educacin se convino en que ningn pas resuelto a establecer la Educacin para Todos vera frustrado este empeo por falta de recursos. Se consider que la

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    existencia de un plan convincente es un indicador de tal voluntad y un requisito esencial para la obtencin de financiacin exterior.

    En parte como resultado del Foro Mundial sobre la Educacin, se estn imponiendo seis criterios principales de credibilidad. El primero es que si la planificacin se concibe como un mero proceso tcnico y apoltico tiene escasas posibilidades de redundar en provecho de las personas pobres y desfavorecidas. El segundo es que la planificacin no debe limitarse a factores como la edad, los diferentes niveles de ingresos de los educandos ni restringirse a un ciclo de enseanza determinado. El tercero es que es esencial una planificacin que tome en cuenta las disparidades entre los sexos. El cuarto es que la planificacin debe ser integradora y responder a la demanda y a la diversidad. El quinto es que se deben fijar las prioridades y el costo de las estrategias debe establecerse plenamente. Por ltimo, el sexto es que el dilogo con los organismos de financiacin debe centrarse cada vez ms en los resultados (y no en las actividades), lo cual exige indicadores bien definidos que se puedan supervisar y evaluar conjuntamente.

    Los diferentes organismos tienen prioridades y criterios distintos con respecto a la planificacin. La UNESCO promueve el plan de accin nacional de la EPT. El Banco Mundial da preferencia a la enseanza primaria universal y se centra en las estrategias encaminadas a su logro. Algunos organismos bilaterales conceden prioridad a los objetivos del desarrollo del milenio, mediante proyectos o apoyo presupuestario. Esta falta de consenso internacional es una desventaja para entablar el obligado dilogo eficaz en el plano nacional.

    4. Los recursos necesarios para lograr la EPT

    Es probable que los costos de la consecucin de los objetivos de la EPT y la disponibilidad de recursos para financiarlos sean determinantes a la hora de alcanzarlos. Para conocer la cuanta y la naturaleza de esos costos es preciso un anlisis minucioso de la situacin de cada pas, pero los pronsticos de las necesidades de recursos son deficientes y ni siquiera sirven de orientacin general para evaluar las necesidades generales de gasto pblico y los niveles de ayuda externa que se precisarn. En lo que respecta a algunos objetivos de la EPT, los datos son muy incompletos o simplemente inexistentes.

    Para alcanzar la enseanza primaria universal y eliminar las disparidades entre nios y nias

    A pesar de lo que se ha dicho, durante los dos o tres ltimos aos la UNESCO, el UNICEF y el Banco Mundial han llevado a cabo estudios destinados a evaluar las necesidades de recursos para lograr el objetivo de la EPU en los pases en desarrollo. A pesar de que los tres organismos utilizaron datos nacionales, adoptaron hiptesis y planteamientos diferentes al estimar el gasto pblico necesario en la enseanza primaria. Segn las previsiones del Banco Mundial relativas a los 46 pases en desarrollo que se incluyeron en cada estudio, los gastos adicionales necesarios superan entre un 70% y un 95% los de los otros dos estudios y ascienden a cerca de 8.400 millones de dlares estadounidenses.

    El estudio del Banco Mundial es el nico de los tres que proporciona estimaciones de los niveles de financiacin externa que se requieren para lograr la EPU en 2015. Prev que se precisar un promedio de 2.500 millones de dlares a lo largo del periodo de 15 aos (aunque alcanzar el nivel mximo de 4.500 millones de dlares en 2015). El frica Subsahariana recibir el 85% de esa asistencia. Se considera que cinco pases9 tendrn que financiar dficit de ms de 100 millones de dlares anuales, lo que representa el 42% de las necesidades de financiacin externa. Segn los pronsticos, otros siete pases10 requerirn una media de entre 50 y 100 millones de dlares al ao. 9 Etiopa, Nigeria, Pakistn, Repblica Democrtica del Congo y Sudn. 10 Camern, Cte dIvoire, Mal, Nger, Repblica Unida de Tanzania, Senegal y Uganda.

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    Estos clculos se basan en gran medida en la capacidad de los pases en desarrollo de generar recursos mediante el crecimiento econmico y la reforma fiscal. Algunas de esas hiptesis parecen optimistas. Si ello fuera as, en 2015 el dficit de recursos podra duplicar, como mnimo, la estimacin del Banco Mundial.

    Los tres estudios se orientaron desde el punto de vista de la oferta. Ahora bien, para eliminar las desigualdades entre los sexos hay que hacer especial hincapi en la demanda, especialmente en lo que atae a las familias ms pobres de los pases de bajos ingresos. El establecimiento de programas de incentivos eficaces destinados a las nias (y, en general, a los nios de las familias ms necesitadas) podra suponer un aumento de, por lo menos, el 5% del costo unitario medio de la escolarizacin primaria que, de aplicarse al anlisis del Banco Mundial, implicara un gasto pblico suplementario de 1.300 millones de dlares en 2015, agregando entre 400 y 600 millones de dlares a los gastos medios anuales que se requerirn.

    Para combatir el VIH/SIDA

    La pandemia del VIH/SIDA tambin influye en el nivel de los recursos necesarios para la educacin y en los gastos domsticos. Es probable que el VIH/SIDA conlleve una reduccin del conjunto de los recursos destinados a la educacin y afecte a la asignacin de los recursos existentes dentro del sector, lo cual tendr consecuencias econmicas para los alumnos y educadores e incidir en la elaboracin de nuevos programas educativos con miras a hacer frente al VIH/SIDA. Es posible que la formacin y la remuneracin de los maestros adicionales, las prestaciones en caso de fallecimiento, la integracin del VIH/SIDA en todo el plan de estudios de las escuelas, la gestin del cambio de los sistemas, el aumento de los servicios de asesoramiento y los incentivos para favorecer la asistencia a la escuela generen costos suplementarios.

    El anlisis de la EPU efectuado por el Banco Mundial demuestra que el VIH/SIDA provoca un incremento notable de los gastos de educacin en conjunto. Indica que en pases como Rwanda, Malawi y Zambia el incremento de costos provocados por el VIH/SIDA aumentar los presupuestos ordinarios en ms del 45%, aunque es probable que las repercusiones presupuestarias del SIDA sean incluso mayores. En lo que atae al logro de la enseanza primaria universal, en este informe se calcula que el total de los costos adicionales de la epidemia ascender a 975 millones de dlares anuales, frente a los 560 millones de dlares estimados en las simulaciones del Banco Mundial. Las consecuencias del VIH/SIDA en los costos son tan amplias y profundas que podran ser ms tiles que ningn otro indicador para demostrar la necesidad apremiante de defender al sector educativo contra los estragos de la epidemia y de utilizar las posibilidades que ofrece la educacin para proteger en mayor medida a la sociedad.

    Para afrontar los conflictos, los desastres y la inestabilidad

    De los acontecimientos recientes se podra deducir que probablemente cuatro o cinco pases, como mnimo, se enfrentarn a grandes crisis humanitarias complejas durante el prximo decenio y que otros muchos padecern catstrofes, conflictos y otros tipos de inestabilidad. En todos esos pases, los costos necesarios para alcanzar los objetivos de la EPT sern superiores a los que se pronostican actualmente, ya que sus infraestructuras, suministros y recursos humanos se vern menoscabados. Adems, los medios de sufragar esos costos disminuirn como consecuencia de la reduccin de los flujos de ingresos, los fallecimientos y desplazamientos de personas y la reasignacin de recursos que podran dedicarse a la educacin para satisfacer otras exigencias igual de urgentes.

    Si esos acontecimientos provocaran un aumento del 25% de los costos anuales adicionales necesarios para lograr la EPU en cuatro o cinco pases, el promedio de los costos anuales de la EPU

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    se incrementara entre 400 y 500 millones de dlares en todos los pases, lo cual supondra una elevacin de entre el 2% y el 3% de los costos totales previstos. Ahora bien, si los pases afectados figuraran entre aquellos que, en principio, se enfrentarn a dficit de financiacin, las necesidades de financiacin proyectadas por el Banco Mundial aumentaran en un quinto aproximadamente.

    En resumen, si partimos de un programa menos exigente en materia de crecimiento del ingreso nacional y de reforma fiscal en los pases beneficiarios, el dficit de financiacin externa medio anual pronosticado en el estudio del Banco Mundial pasa de 2.500 a 4.200 millones de dlares. Si se suman los recursos complementarios que se precisan para aumentar la tasa de matriculacin de las nias, los costos del VIH/SIDA, los conflictos y el apoyo a la educacin en los pases que padecen conflictos y crisis aumentan en 1.400 millones de dlares los recursos externos necesarios, lo que supone un total de 5.600 millones de dlares anuales. Esta estimacin corresponde nicamente a una parte (si bien es cierto, la ms onerosa) del programa de EPT y se basa en un anlisis de 47 pases. Aunque entre ellos figuran casi todos los pases ms desfavorecidos desde el punto de vista educativo, es posible que otros precisen asistencia para conseguir los objetivos de la EPT.

    5. Cumplir los compromisos internacionales: reaccin ante el Foro de Dakar

    El Marco de Accin de Dakar constituye un compromiso colectivo que ha sido asumido por los gobiernos e instituciones de la sociedad civil que colaboran con organismos regionales e internacionales. Se espera que estos ltimos movilicen recursos adicionales con el respaldo de una nueva iniciativa mundial y que colaboren de manera coordinada con otros interlocutores en apoyo de los planes de EPT. Se estima que la tarea plantea especiales dificultades en el frica Subsahariana, Asia Meridional y los pases menos adelantados. Los pases en transicin y los afectados por conflictos y crisis merecen recibir un firme apoyo.

    La UNESCO tiene la importante misin de seguir coordinando a los interlocutores de la EPT, de mantener su impulso colectivo, en particular, por conducto de la labor de un Grupo de Alto Nivel pequeo y flexible que celebra reuniones anuales, y de facilitar la preparacin de un informe de seguimiento anual acerca de los progresos en la consecucin de las metas de la EPT.

    Las corrientes de asistencia en pro de la EPT

    La movilizacin de corrientes de asistencia para la enseanza bsica deber situarse en el contexto ms amplio de la asistencia prestada a los pases en desarrollo en general. Entre 1991 y 2000, el valor real de las subvenciones y los prstamos en condiciones muy favorables concedidos a los pases en desarrollo disminuy en un sexto, de 60.000 a 50.000 millones de dlares al ao. En 2000, el 70% de la asistencia procedi de organismos bilaterales, y el Banco Mundial y la Comunidad Europea prestaron el 64% de toda la asistencia multilateral. A lo largo del decenio, dos tercios aproximadamente del total de la asistencia al desarrollo correspondieron al frica Subsahariana, Asia Meridional y Central y Extremo Oriente.

    La tendencia de los flujos bilaterales que se destinaron a la educacin tambin fue descendente, ya que pasaron de 5.000 millones de dlares al principio del decenio a 4.000 millones de dlares al final del mismo. La reduccin ms espectacular se produjo en 2000, cuando los compromisos descendieron a 3.500 millones de dlares, cifra que supuso una disminucin del 30% en trminos reales desde 1990 y represent el 7% del total de la asistencia bilateral.

    Es difcil obtener informacin fiable sobre la composicin de la asistencia a la educacin porque carecemos de informes completos y una proporcin considerable de ella se aplica a los distintos subsectores y, por tanto, no se puede asignar slo a uno de ellos. No obstante, las

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    estimaciones basadas en encuestas directas entre organismos de financiacin y asistencia tcnica indican que, a mediados del decenio de 1990, el 20% de la asistencia bilateral se dedicaba a la enseanza bsica, cifras que concuerdan con los datos del CAD de la OCDE.

    En 2000, el frica Subsahariana recibi el 47% de los compromisos de asistencia a la educacin, frente al 37% de su parte del total de la asistencia para el desarrollo. En Asia Meridional y Oriental, las cifras fueron del 23% y el 34%. En 2000, cerca del 50% de todos los nuevos compromisos de asistencia bilateral a favor de frica correspondieron a la enseanza bsica.

    Durante el periodo comprendido entre 1991 y 2001, la asistencia multilateral a la educacin tambin experiment un marcado descenso. Los prstamos de asistencia para el desarrollo internacional del Banco Mundial han disminuido aproximadamente en un 50% desde mediados del decenio de 1990, cayendo a 400 millones de dlares en 2001. Pese a ello, el porcentaje destinado a la enseanza bsica fue superior a los compromisos bilaterales y se mantuvo a lo largo del decenio en un 40% aproximadamente. La Unin Europea asign cerca de dos tercios de su asistencia en materia educativa a la enseanza bsica.

    La financiacin externa correspondiente a la enseanza bsica, que ascendi a 1.450 millones de dlares en 2000, equivale aproximadamente a un cuarto de la asistencia externa adicional que probablemente se necesitar cada ao hasta 2015 para alcanzar las dos conjuntos de objetivos del desarrollo del milenio y de la EPT. Ser preciso quintuplicar la ayuda a la enseanza primaria, que se concentra principalmente en el frica Subsahariana.

    Nuevos niveles de apoyo a la EPT?

    Desde el Foro Mundial sobre la Educacin se ha anunciado varios compromisos e iniciativas internacionales nuevos en apoyo de la educacin. La educacin fue una parte importante de los debates de la Cumbre Mundial a favor de la Infancia y de la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible. Ha sido un tema importante del programa de los pases del G8, cuya reunin ms reciente ha tenido lugar en Kananaskis, Canad, donde se aprob una serie de recomendaciones para ayudar a los pases en desarrollo a alcanzar la EPU y la igualdad de acceso a la educacin de las nias, hacindose especial hincapi en el frica Subsahariana.

    Tambin se prest atencin a la educacin en el contexto de un nuevo planteamiento global de la financiacin del desarrollo, determinado en la Conferencia Internacional de las Naciones Unidas sobre la Financiacin del Desarrollo, celebrada en Monterrey en 2002; en la labor de la Nueva Alianza para el Desarrollo de frica (NEPAD) y en la nueva concepcin de las estrategias de la Unin Europea con miras a la educacin para todos.

    Ahora bien, no es fcil evaluar en qu medida los compromisos establecidos en conferencias internacionales recientes y en declaraciones individuales y bilaterales de organismos tienen en cuenta cabalmente el reto econmico a que se enfrentan los pases en desarrollo. Si la cuanta comprometida en Monterrey hasta el ao 2006 -12.000 millones de dlares estadounidenses- se gastase conforme a la pauta actual de los promedios consagrados a cada sector, para el sector de la educacin se dispondra de 1.000 millones de dlares estadounidenses, de los que 300 millones corresponderan a la enseanza bsica. En 2002, el Banco Mundial, el Japn y organismos bilaterales no pertenecientes a la UE prometieron 1.200 millones de dlares estadounidenses ms en asistencia anual. As pues, las promesas de los pases del G8 tendran que atender aproximadamente 4.400 millones de dlares estadounidenses de los 5.600 millones de asistencia exterior que en este informe se calcula que sern precisos para implantar la EPU y alcanzar los objetivos en materia de igualdad entre los sexos en 2015. Estas cifras nos indican hasta qu punto habra que aumentar la cuanta de 300 millones de dlares estadounidenses antes mencionada.

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    El alivio de la deuda de los Pases Pobres muy Endeudados (la Iniciativa para los PPME) fue una importante fuente de financiacin adicional de la educacin en 26 pases en 2002. Al parecer, se dispondr de unos 400 millones de dlares estadounidenses para educacin en el periodo de 2001 a 2005, pero no est claro qu porcentaje de esos fondos representa verdaderos recursos nuevos para los pases de que se trata, ya que no para sus sectores educativos.

    Por todo lo expuesto, para alcanzar la EPT, ser menester aumentar considerablemente los fondos destinados a asistencia para la enseanza bsica. Las promesas de los pases del G8 son actualmente insuficientes para colmar las probables carencias. Habr que reorientar parte de la asistencia destinada a otros sectores educativos (ya que actualmente la enseanza bsica slo recibe el 30% del apoyo al conjunto del sector), pero, aun as, har falta ms asistencia.

    La Iniciativa de la Va Rpida

    La Iniciativa de la Va Rpida fue puesta en marcha en la reunin del Comit de Desarrollo del Banco Mundial de abril de 2002. Se seleccion un primer grupo de 18 pases de rentas y tasas de escolarizacin bajas, en todos los cuales ya se haba elaborado el correspondiente Documento de Estrategia de Lucha contra la Pobreza, a los que se otorgar asistencia exterior para alcanzar los objetivos del desarrollo del milenio en el campo de la educacin. Esta iniciativa se refleja en las recomendaciones del grupo de trabajo sobre educacin del G8 y en el nuevo proyecto de declaracin poltica sobre educacin de la Unin Europea. Tiene tres objetivos principales: un compromiso ms profundo de los pases en desarrollo respecto de la reforma de la poltica de educacin y el uso eficiente de los recursos; una asistencia mayor y mejor coordinada de los pases industrializados, que se prestar en el marco de los DELP; y una mejora de la evaluacin basada en datos ms fidedignos.

    La Iniciativa de la Va Rpida ha sido bien acogida y respaldada por la UNESCO y el UNICEF, los organismos bilaterales, organizaciones regionales como la Unin Europea, y la Campaa Mundial a favor de la Educacin. Ha infundido cierto apremio necesario al dilogo y las actividades internacionales. Ello no obstante, se ha expresado preocupacin por el ritmo y la amplitud de la reforma de las polticas nacionales necesaria para mejorar la eficiencia y aumentar los ingresos; el peligro de pasar por alto a los pases que no cumplan los criterios establecidos; y por el hecho de que se centre exclusivamente en los objetivos del desarrollo del milenio. Slo seis de los 28 pases que en el presente informe figuran como en mayor riesgo de no alcanzar ninguno de los tres objetivos cuantificables de la EPT se encuentran en la va rpida. Tambin se ha puesto en tela de juicio el que la iniciativa de la va rpida est a la altura del compromiso de Dakar de poner en prctica una Iniciativa Mundial. Sin una perspectiva de medio a largo plazo, la iniciativa puede limitar la capacidad de los gobiernos de planear sus intervenciones con flexibilidad. Tambin se corre peligro de que predominen en ella las preocupaciones de una minora de asociados fundamentales en lugar de reflejar, como debe ser, la coherencia y la coordinacin mayores buscadas por los participantes en el Foro de Dakar.

    Coordinacin internacional

    El Foro Mundial sobre la Educacin plante a la UNESCO una colosal tarea tcnica y poltica en lo tocante a sostener el empeo y el apoyo internacionales a la EPT. Dio a la Organizacin la posibilidad de demostrar su capacidad de liderar la comunidad internacional en un momento crtico del esfuerzo mundial por poner en prctica el derecho a la educacin y eliminar la pobreza.

    La UNESCO promueve muy activamente la importancia de disponer de datos fidedignos para poder llevar a cabo una poltica eficaz, por conducto de su Instituto de Estadstica, defendiendo planes de EPT y estableciendo programas emblemticos temticos y haciendo aportaciones a ellos.

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    Ha facilitado los debates en torno a la EPT en Europa. Las consecuencias de la EPT estn siendo integradas en su programa ordinario y en los Institutos de Educacin de la UNESCO. En la actualidad, se consagra a la enseanza bsica cerca del 41% del Presupuesto Ordinario de la Organizacin.

    Ahora bien, le est resultando ms difcil asumir otros aspectos de su funcin internacional, en parte porque es intrnsecamente difcil alcanzar los objetivos de ejercer una importante influencia en los dirigentes polticos del mundo y de movilizar recursos internacionales significativos.

    Con todo, en 2000-2002, la UNESCO ha interpretado prudentemente su mandato, poniendo el acento en facilitar el dilogo y promover alianzas en lugar de tratar de ejercer un firme liderazgo internacional. Las asociaciones y alianzas son importantes, pero, en el contexto de los hechos internacionales recientes, la UNESCO ha tenido la posibilidad de ser ms abiertamente activa analizando y defendiendo la conveniencia de una accin mundial a favor de la EPT.

    Cabe dudar de que la UNESCO pueda desempear este tipo de funcin internacional a menos que cuente con ms recursos, de maneras que conjuguen una gran capacidad tcnica con un anlisis autorizado de polticas como base para ejercer influencia. Es menester una capacidad interna bien coordinada para analizar la evolucin internacional, modificar las modalidades y los requisitos de la asistencia, y una experiencia comparada de reformas de la educacin. Hay que analizar sus consecuencias en foros que tengan realmente posibilidades de hacer que las cosas cambien. A este respecto, el Grupo de Alto Nivel es importante en potencia.

    En general, as como los compromisos, las iniciativas y los programas internacionales recientes demuestran que existe espritu de cooperacin en la comunidad internacional, plasmar todo ello en recursos reales orientados a finalidades prioritarias y llevar a la prctica lo que se dice a propsito de la coordinacin es algo todava lejano. No est claro que los asociados internacionales operen ya conforme a un programa interpretado en comn, frente a los mandatos y los puntos fuertes de cada una de sus organizaciones.

    6. Perspectivas y oportunidades

    Progreso, planificacin, costos y recursos

    El progreso hacia los objetivos es insuficiente: el mundo no est bien encarrilado para alcanzar la EPT en 2015. Son 28 los pases que corren grave riesgo de no alcanzar ninguno de los tres objetivos cuantificables en esa fecha. La inexistencia de la Educacin para Todos infringe los derechos humanos de las personas excluidas e impide mejorar sus capacidades de formas que ellas valoran. En aquellos casos en que est aumentando el nmero absoluto de personas excluidas, es difcil afirmar que se est produciendo desarrollo.

    La planificacin con vistas a la EPT adopta diversas modalidades, que no corresponden necesariamente de forma directa al llamamiento de Dakar a que se elabore y ponga en prctica Planes Nacionales de EPT. Est limitada por la inexistencia de datos fidedignos, sobre todo informacin financiera y acerca de la demanda. Es menester estudiar estrategias alternativas de reforma. La intervencin de la sociedad civil sigue caracterizndose por consultas formales en un nmero demasiado elevado de pases. Las demandas que a los gobiernos hacen los organismos internacionales de que preparen planes para distintas finalidades pueden resultar disfuncionales. Hay que resolver los posibles solapamientos y conflictos, tanto en general como mediante un dilogo en los distintos pases.

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    Los costos que acarrea el logro de la EPT son grandes, pero estn al alcance de la mayora de los Estados, aunque se ha subestimado el nivel de los recursos destinados a asistencia, en parte por haberse omitido o calculado insuficientemente los costos de los problemas de la demanda -sobre todo, en cuanto a la igualdad entre los sexos- y los del VIH/SIDA y de la enseanza de sostn en circunstancias de conflicto y emergencia. Para evaluar acertadamente las necesidades de financiacin es esencial efectuar un anlisis financiero en los pases basado en datos verificados nacionalmente.

    Cooperacin internacional

    En los aos 1991-2000 se produjo una disminucin alarmante de los valores reales de la asistencia total y para la educacin, cuyas consecuencias fueron particularmente graves en frica Subsahariana. Ahora bien, en el nuevo milenio hay indicios de que el ambiente es ms favorable a la reforma poltica que en los aos noventa, pues los gobiernos estn ms deseosos de iniciar un dilogo sobre polticas. Los nuevos instrumentos de asistencia, sobre todo los concebidos para respaldar el desarrollo a largo plazo del sector de la educacin, ofrecen posibilidades de influir realmente y de manera positiva en el logro de los objetivos de la EPT. El ingrediente fundamental de los planes nacionales de EPT, ya sea en el marco de la Iniciativa de la Va Rpida o en el contexto de un apoyo ms general de distintos organismos, es el grado en que los gobiernos asuman realmente un proceso de reforma nacional. Sigue preocupando el que los gobiernos nacionales puedan dar su asentimiento a propuestas de reforma basadas en valoraciones financieras, pero careciendo de la capacidad poltica y tcnica necesaria para ponerlas en prctica. Ser absolutamente necesario llevar los procesos de planificacin ms all de un mero ejercicio de clculo de costos, para que no reaparezcan las anteriores discrepancias entre los planes y la ejecucin.

    Mejorar la existencia y la calidad de los datos

    Un problema grave es la limitacin de la cobertura y la fiabilidad de los datos. Es necesario desplegar grandes esfuerzos para mejorar la cobertura de las informaciones acopiadas internacionalmente sobre el gasto pblico en educacin. Tambin es aguda la necesidad de mejorar la existencia y la calidad de muchos datos nacionales, y debe lograrse su comparabilidad con la base de datos de la UNESCO anterior a 1997. Adems, sigue siendo posible mejorar enormemente la cobertura y la calidad de las informaciones existentes para supervisar las corrientes de asistencia a la educacin. Para conocer realmente los compromisos y desembolsos de los donantes en apoyo de los objetivos de la EPT, apremia hacer ms esfuerzos para comunicar informaciones completas y coherentes.

    La EPT y los objetivos del desarrollo del milenio

    Sera contraproducente considerar que los objetivos de la EPT y los del desarrollo del milenio se oponen de algn modo entre s. El marco general de los objetivos del desarrollo del milenio permite defender la EPT dentro del empeo colectivo por acabar con la pobreza. La EPU y la supresin de las disparidades entre los sexos son prioridades capitales, pero se puede propugnar la EPT en trminos ms generales a partir de la contribucin que la enseanza primaria hace a la obtencin de medios de sustento duraderos, la reduccin de la mortalidad infantil, la mejora de la salud de las madres, la lucha contra el VIH/SIDA y un entorno natural sostenible. En este contexto, la puesta en prctica de la Iniciativa de la Va Rpida ofrece la posibilidad de promover los objetivos ms amplios de la EPT en lugar de interpretar como una limitacin la singularidad de los objetivos del desarrollo del milenio.

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    Tareas de supervisin en el futuro

    En este informe nos hemos esforzado en dar inicio a un sentimiento de responsabilidad pblica respecto de los compromisos asumidos en el Foro Mundial sobre la Educacin. En los aos venideros, ser importante determinar -mucho ms claramente de lo que se ha podido hacer hasta ahora- en qu medida se produce un cambio de consideracin en la poltica y la prctica en apoyo de la EPT. En concreto, habr que atribuir ms importancia a los logros y el progreso de los distintos pases, a las polticas y estrategias que influyen realmente y al estudio emprico de los procesos de supervisin nacionales y a los anlisis internacionales. Tambin habr que seguir atentamente las variaciones de la poltica y la prctica de los organismos internacionales.

    Desde el Foro Mundial sobre la Educacin ha habido cierta ambigedad acerca de si la EPT es el sustento de un movimiento mundial o si se trata fundamentalmente de un vehculo apto para actuar en los pases en desarrollo, ayudar a las personas excluidas y ms desfavorecidas a obtener una enseanza bsica. El fiel de la balanza se ha inclinado hacia lo segundo ms que hacia lo primero, como puede verse en este informe. Ahora bien, gran parte de las tareas de la EPT van mucho ms all de los pases en desarrollo. Las necesidades de quienes viven en la pobreza en las sociedades industrializadas, los problemas de la calidad y la pertinencia, o de la igualdad entre los sexos, de intervenciones de alfabetizacin que tengan en cuenta la revolucin de la tecnologa de las comunicaciones, y el problema gravsimo que para la educacin supone la drogadiccin, son cuestiones a las que se debe prestar atencin internacionalmente. Si tratsemos la EPT como un problema propio de un grupo concreto de pases, correramos peligro de que fuese parcial o de que estuviese separada de cuestiones ntimamente vinculadas a ella. Los futuros informes mundiales empezarn a corregir este desequilibrio.

    Los seis objetivos de Dakar

    7. Por consiguiente, nos comprometemos colectivamente a alcanzar los siguientes objetivos:

    i) extender y mejorar la proteccin y educacin integrales de la primera infancia, especialmente para los nios ms vulnerables y desfavorecidos;

    ii) velar por que antes del ao 2015 todos los nios y, sobre todo, las nias y los nios que se encuentran en situaciones difciles, tengan acceso a una enseanza primaria gratuita y obligatoria de buena calidad y la terminen;

    iii) velar por que las necesidades de aprendizaje de todos los jvenes y adultos alfabetizados se satisfagan mediante un acceso equitativo a un aprendizaje adecuado y a programas de preparacin para la vida activa;

    iv) aumentar de aqu al ao 2015 el nmero de adultos alfabetizados en un 50%, en particular tratndose de mujeres, y facilitar a todos los adultos un acceso equitativo a la educacin bsica y la educacin permanente;

    v) suprimir las disparidades entre los gneros en la enseanza primaria y secundaria de aqu al ao 2005 y lograr antes del ao 2015 la igualdad entre los gneros en relacin con la educacin, en particular garantizando a los jvenes un acceso pleno y equitativo a una educacin bsica de buena calidad, as como un buen rendimiento;

    vi) mejorar todos los aspectos cualitativos de la educacin, garantizando los parmetros ms elevados, para conseguir resultados de aprendizaje reconocidos y mensurables, especialmente en lectura, escritura, aritmtica y competencias prcticas esenciales.

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    Fuente: Marco de Accin de Dakar, Educacin para Todos: cumplir nuestros compromisos comunes, adoptado en el Foro Mundial sobre la Educacin, Dakar (Senegal), 26-28 de abril de 2000, Pars, UNESCO, 2000, prrafo 7.

    Objetivos del desarrollo del milenio referentes a la educacin

    Objetivo 2. Lograr la enseanza primaria universal

    Meta 3. Velar por que, para el ao 2015, los nios y nias de todo el mundo puedan terminar un ciclo completo de enseanza primaria.

    Objetivo 3. Promover la igualdad entre los sexos y la autonoma de la mujer

    Meta 4. Eliminar las desigualdades entre los gneros en la enseanza primaria y secundaria, preferiblemente para el ao 2005, y en todos los niveles de la enseanza antes del fin del ao 2015.

    Fuente: Asamblea General de las Naciones Unidas, documento A/56/326, 6 de septiembre de 2001.

    PrefacioResumenLa Educacin para Todos: Va el mundo por el buen camino?1.La Educacin para Todos es desarrolloLa educacin en tanto que derecho humanoLa educacin y las capacidades de los seres humanosLa educacin y otros objetivos del desarrolloUn tro convincente de argumentos2.El avance hacia los objetivosVa el mundo por el buen camino?La enseanza primaria universalLa igualdad entre los sexosLa alfabetizacin de los adultosLa atencin y educacin de la primera infanciaLas necesidades educativas de los jvenes y los adultosLa calidad de la educacin3.La planificacin de la Educacin para TodosLos planes de accin nacionales relativos a la EPTLa planificacin en materia de VIH/SIDALa planificacin para luchar contra los conflictos, los desastres y la inestabilidadPlanificacin convincente, planes crebles4.Los recursos necesarios para lograr la EPTPara alcanzar la enseanza primaria universal y eliminar las disparidades entre nios y niasPara combatir el VIH/SIDAPara afrontar los conflictos, los desastres y la inestabilidad5.Cumplir los compromisos internacionales: reaccin ante el Foro de DakarLas corrientes de asistencia en pro de la EPTNuevos niveles de apoyo a la EPT?La Iniciativa de la Va RpidaCoordinacin internacional6.Perspectivas y oportunidadesProgreso, planificacin, costos y recursosCooperacin internacionalMejorar la existencia y la calidad de los datosLa EPT y los objetivos del desarrollo del milenioTareas de supervisin en el futuroLos seis objetivos de DakarObjetivos del desarrollo del milenio referentes a la educacinObjetivo 2. Lograr la enseanza primaria universalObjetivo 3. Promover la igualdad entre los sexos y la autonoma de la mujer