El Calzoncitos. Primer Tratamiento.docx

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1 EL CALZONCITOS ABRE EN: 1. INT. CASA DE CEREBRINO. DÍA. (SEC. PRESENTE) La acción sucede a principios de los noventas. SALA. CEREBRINO, hombre de unos treinta y dos años. Es gordito y se esta quedando calvo. Su indumentaria es descuidada y tiene carácter neurótico. A su lado, ERUDINA, su esposa. Una joven de unos 28 años, bonita y agradable. Se encuentran sentados en un sillón de su casa. Una pequeña estancia. CEREBRINO, habla directamente al frente. CEREBRINO (CON TONO RESIGNADO) Calzoncitos volvió a hacer de las suyas. 2. EXT. LAVANDERÍA. DÍA ÁNGULO–EN MEDIO DE LA CALLE. CALZONCITOS, un inválido de aproximadamente 45 años de rostro mofletudo y gracioso, se encuentra en plena calle frente a su establecimiento: una típica lavandería en la colonia Roma. En su silla de ruedas, imita un baile rap moviéndose con

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Adaptación del cuento

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1

EL CALZONCITOS

ABRE EN:

1. INT. CASA DE CEREBRINO. DÍA. (SEC. PRESENTE)

La acción sucede a principios de los noventas.

SALA.

CEREBRINO, hombre de unos treinta y dos años. Es

gordito y se esta quedando calvo. Su indumentaria

es descuidada y tiene carácter neurótico. A su

lado, ERUDINA, su esposa. Una joven de unos 28

años, bonita y agradable. Se encuentran sentados

en un sillón de su casa. Una pequeña estancia.

CEREBRINO, habla directamente al frente.

CEREBRINO

(CON TONO RESIGNADO)

Calzoncitos volvió a hacer de las

suyas.

2. EXT. LAVANDERÍA. DÍA

ÁNGULO–EN MEDIO DE LA CALLE.

CALZONCITOS, un inválido de aproximadamente 45

años de rostro mofletudo y gracioso, se encuentra

en plena calle frente a su establecimiento: una

típica lavandería en la colonia Roma. En su silla

de ruedas, imita un baile rap moviéndose con

agilidad ayudado por sus brazos. Chifla y ríe

emocionado. Rodeándolo, numerosos amigos de la

cuadra, le aplauden entusiasmados.

CEREBRINO

(V.O.)

2

Y aunque no tengo la absoluta certeza

de que así sea, ya que siempre se ha

comportado como un individuo muy

amable y exageradamente generoso mi

intuición ahora me dice que,

respecto a esta última cualidad, se

trata de todo lo contrario.

3. INT. LAVANDERÍA. DÍA

Espacio amplio. Contra la pared, numerosas

lavadoras grandes. Delante del mostrador,

CALZONCITOS despacha y platica jocosamente con

ERUDINA. Sus voces se escuchan en segundo plano.

CEREBRINO

(V.O.)

Cada semana se ha encargado de

lavarnos la ropa. Inesperadamente,

hace apenas unos meses…

4. EXT. PARQUE. DÍA

CEREBRINO Y ERUDINA platican y se miran con ojos

enamorados, luego se abrazan. Sus voces en

segundo plano.

CEREBRINO

(V.O.)

…me casé y no me siento del todo

preparado para llevar correctamente

mis obligaciones de conyugue.

5. EXT. CALLE. DÍA

3

CALZONCITOS conduce un destartalado Ford de

principios de los setentas.

CEREBRINO

(V.O.)

¡Entonces Calzoncitos nos cayó a

pedir de boca!

El Ford entra por una cerrada. Vemos perfil de

CALZONCITOS manejando.

CEREBRINO

(V.O.)

Por ejemplo, el importe de lavado,

secado y planchado costaba el

cincuenta por ciento menos que en

cualquiera de las otras lavanderías

de la Roma.

El Ford sale de la cerrada. Se aleja, muy al

fondo, se visualiza la casa de CEREBRINO.

CEREBRINO

(V.O.)

Aparte, nos proporcionaba el servicio

de recoger y entregar la ropa a

domicilio…

6. EXT. CASA DE CEREBRINO. DÍA

EL Ford se detiene frente a la fachada de la

casa.

CEREBRINO

(V.O.)

4

…¡totalmente gratis! Aquello pareció

un regalo del cielo.

ACERCAMIENTO– CALZONCITOS.

CALZONCITOS

(TONO CANTADO)

¡Lavandería!

7. INT. CASA DE CEREBRINO. DÍA

RECÁMARA DE CEREBRINO.

En la cama, CEREBRINO abre los ojos. A su lado

dormita ERUDINA.

CEREBRINO

(V.O.)

Es tan cortes que…

8. EXT. CASA DE CEREBRINO. DÍA

ÁNGULO SOBRE EL FORD.

CALZONCITOS, dentro del coche y conservando su

buen humor, se recarga en el asiento y cierra los

ojos.

CEREBRINO

(V.O.)

…adivinando que podemos no estar

todavía presentables es capaz de

esperarnos entre 10 y 15 minutos.

9. INT. CASA DE CEREBRINO. DÍA

RECAMARA DE CEREBRINO

5

CEREBRINO sentado en la cama. Lanza un bostezo.

Se despabila las legañas. Busca en el piso sus

pantuflas.

CEREBRINO frente al espejo, se moja la cara y se

acomoda el cabello con las manos. Sale de cuadro.

CEREBRINO acomoda la ropa sucia.

CEREBRINO

(V.O.)

Tiempo para que uno se arreglara lo

mejor que pudiera, seleccionar la

ropa sucia…

10. EXT. CASA DE CEREBRINO. DÍA

Se abre la puerta de la casa. CEREBRINO sale

cargando el bulto de ropa. Se acerca a

CALZONCITOS que le recibe el encargo con una

sonrisa. Intercambian algunas palabras en segundo

plano.

CEREBRINO

(V.O.)

…y salir sin ninguna prisa a

recibirlo con sonrisa adormilada.

CEREBRINO regresa a su casa. CALZONCITOS enciende

el coche.

11. EXT. LAVANDERÍA. DÍA

El Ford se estaciona frente a la lavandería.

6

Un MUCHACHO sale del lugar cargando una silla de

ruedas. Va hacia el coche y abre la puerta. Llega

otro JOVEN y entre los dos ayudan a CALZONCITOS a

ponerlo en la silla.

CEREBRINO

(V.O.)

Debido a que la polio lo había dejado

incapacitado desde muy temprana edad,

era constantemente ayudado por sus

hijos y empleados. Muchas veces pensé

que esta situación era producto más

de…

12. INT. LAVANDERÍA. DÍA

CALZONCITOS, en sus muletas, se desplaza con

agilidad por el lugar. En segundo plano, se ven

sus numerosas lavadoras gigantes.

Se acerca a un EMPLEADO y le indica algo con

seguridad. Las voces en segundo plano.

CEREBRINO

(V.O.)

…insolente comodidad que verdadera

incapacidad; ya que, por otro lado,

era digno de verse como se desplazaba

en su changarro de un lado a otro

inspeccionado la efectividad de sus

maquinas.

13. INT. CASA DE CEREBRINO. DÍA. (SEC. PRESENTE)

CEREBRINO comentando hacia el frente, sentado en

el sillón.

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CEREBRINO

Y yo me digo, si es capaz de caminar

como un auténtico robot de la Guerra

de las Galaxias, debería tener el

suficiente orgullo para demostrarte

que personalmente era capaz de

entregarte la ropa en la puerta de tu

casa. ¡Sólo para demostrar lo chingón

que era! ¡Sólo por eso!

14. INT. CASA DE CEREBRINO. DÍA

RECAMARA.

CEREBRINO y ERUDINA discuten. El acostado, ella

sentada en la orilla. Voces en segundo plano.

CEREBRINO

(V.O.)

Naturalmente, Erudina no está de

acuerdo con mi punto de vista.

Las voces vienen a primer plano.

ERUDINA

(EN REPROCHE BURLÓN)

¡No, maestro! ¿Acaso no eres capaz de

hacer conciencia del dolor ajeno?

ACERCAMIENTO–CEREBRINO

Expresión desenfadada.

ERUDINA

¡Me cae que te pasas!

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15. INT. CASA DE CEREBRINO. DÍA. (SEC. PRESENTE)

SALA.

CEREBRINO y ERUDINA en el sillón. ELLA lo ve con

desapruebo.

CEREBRINO

Sin embargo…, la realidad de su

supuesta generosidad comenzó a salir

a la superficie poco a poco. Para dar

un ejemplo…

16. INT. CASA DE CEREBRINO. DÍA

RECAMARA.

CEREBRINO, relajado y contento, sale del baño

secándose con una toalla.

ERUDINA, cerca, trapea el piso ensimismada.

CEREBRINO se observa un momento en un espejo de

cuerpo entero con gesto algo inconforme. Luego se

dirige a su ropero, una pequeña caja de plástico

con cajones. Abre uno de estos y busca durante un

momento algo que no encuentra. Hace una pausa y

se dirige a ERUDINA, que no ha prestado atención

a lo qué él ha estado haciendo.

CEREBRINO

Querida, ¿Y mis calzones?

ERUDINA

En el cajón.

CEREBRINO

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¡No están!

ERUDINA

¡Qué raro! Hay deben estar.

ERUDINA se acerca a la caja–ropero y la revisa.

CEREBRINO se coloca atrás de ella.

CEREBRINO

Sólo hay trusas.

ERUDINA saca una trusa. Se la ofrece.

CEREBRINO

¡No! ¡Quiero mis calzones!

ERUDINA

Es que esos calzones viejos los tiré.

CEREBRINO

¡No, mi amor! Yo tengo unos calzones

extra–grandes, ¿te acuerdas?

ERUDINA

(PAUSA)

Salvo que se hayan ido en el bulto de

sabanas que mandé a la lavar, pero no

creo.

17. EXT. CASA DE CEREBRINO. DÍA

ÁNGULO SOBRE EL FORD DE CALZONCITOS.

CALZONCITOS, subido en su coche, le entrega a

ERUDINA un paquete de ropa cuidadosamente

planchada y en bolsa de plástico.

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CALZONCITOS

¡No, señito! La verdad, yo no

recuerdo que se hayan ido unos

calzoncitos.

ERUDINA

Probablemente en la carga anterior.

CALZONCITOS

¡Eso puede ser posible! Yo no me

encargué de esa ropita. ¡Déjeme

preguntar allá!

ERUDINA

¡Échele un vistazo! Se lo agradecería

mucho.

CALZONCITOS

Si no, si usted está convencida de

que me los dio y no están, yo le

compro…

18. INT. CASA DE CEREBRINO. DÍA (INTERCORTE)

ENTRADA.

La puerta esta abierta, ocultándose a un lado,

CEREBRINO escucha atento la conversación externa.

CALZONCITOS

(FUERA DE CUADRO)

…y le devuelvo en la puerta de su

casa sus calzoncitos. Na´mas me dice

que marquita.

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19. EXT. CASA DE CEREBRINO. DÍA

ERUDINA acercándose a la casa sin dejar de hablar

con el otro.

CALZONCITOS enciende el motor de su coche.

ERUDINA

Le digo. Lo más seguro es que se le

haya olvidado incluirlos. O se los

dieron a otra persona por

equivocación. ¡Se lo encargo, por

favor!

CALZONCITOS

¡Como no, como no! Si no, le digo: yo

me comprometo a regresarle sus

calzoncitos. Ya sea que los

encuentre…

20. INT. CASA DE CEREBRINO. DÍA

ENTRADA

PUNTO DE VISTA DESDE LA ESTANCIA.

ERUDINA, de espaldas, en la entrada.

CALZONCITOS

(FUERA DE CUADRO)

…o de plano se los compre. Sólo me

dice la marquita.

CEREBRINO, a unos cuantos pasos alejado, sigue

escuchando la conversación.

ERUDINA

(FUERA DE CUADRO)

¡Muchas gracias!

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CALZONCITOS

(FUERA DE CUADRO)

¡De nada, hasta luego!

ERUDINA entra cerrando la puerta. Al volverse se

topa con CEREBRINO que la mira con expresión

sería.

CEREBRINO

(REMEDANDO)

¡Yo le devuelvo sus calzoncitos! ¡Yo

le devuelvo sus calzoncitos!

Pausa. Ambos se miran por un instante, CEREBRINO

estalla en una carcajada. ERUDINA desaprueba su

actitud con una sonrisa. Comentan cosas que se

escuchan en segundo plano.

CEREBRINO

(V.O.)

Así fue como surgió el apodo de

Calzoncitos.

21. INT. CASA DE CEREBRINO. DÍA

RECAMARA.

CEREBRINO en el momento preciso de colocarse una

ajustada trusa. La panza se le desborda. Hace un

gesto de incomodidad.

CEREBRINO

(V.O.)

Durante esa semana y la que vino, me

tuve que acostumbrar a la

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insoportable incomodidad de las

trusas…

CEREBRINO camina hacia el espejo. Se observa y

con expresión triste se lleva la mano a la cabeza

revisando la cantidad de cabello que le queda.

CEREBRINO

(V.O.)

… que me recordaban que era incapaz

de adelgazar y que inevitablemente

seguía esa ley que dice que la

mayoría de los intelectuales somos

gordos, feos y calvos.

22. INT. CASA DE CEREBRINO. NOCHE

RECAMARA

En penumbra, CEREBRINO acostado en la cama. Tiene

los ojos abiertos.

CEREBRINO

(V.O.)

Sin embargo, nuevas desapariciones

vinieron a la siguiente semana.

CEREBRINO se levanta y se dirige a su pequeño

closet. Busca inquieto entre sus camisas.

CEREBRINO

(V.O.)

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Una madrugada decidí tan sólo

cerciorarme de que seguía entre mi

ropa una preciosa camisa verde olivo.

¡¡Evidentemente no estaba!!

23. INT. CASA DE CEREBRINO. DÍA. (SEC. PRESENTE)

CEREBRINO Y ERUDINA en el sillón.

CEREBRINO esta a punto de continuar, pero ERUDINA

le hace una seña de que le permita hablar.

ERUDINA

Dos días después de ese incidente no

encontrábamos un par de calcetines

deportivos que él utilizaba cuando se

le ocurría hacer ejercicio, que era

muy de vez en cuando, ¿verdad?

CEREBRINO la mira con molestia.

ERUDINA

También desapareció una falda hindú

que a mí me habían regalado con

motivo de la celebración de la

primavera. Esa que hacen los Hare

Krishnas en el parque México.

24. INT. LAVANDERÍA. DÍA

ÁNGULO SOBRE EL MOSTRADOR.

Unas manos colocan la falda hindú perfectamente

doblada y envuelta en una bolsa de plástico sobre

el mostrador.

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CALZONCITOS es el que la ha puesto. Se encuentra

frente a ERUDINA y CEREBRINO. Ella, en primer

plano.

CALZONCITOS

De los calcetincitos y la camisita

eso si ni sé, señito. ¡Pa´que le

cuento! ¿Dice que son de hombre?

ERUDINA

¡Sí, son de mi marido!

CALZONCITOS

¡Pues no! La verdad, no. Pero déjeme

ver, igual…

El dialogo queda en segundo plano.

ACERCAMIENTO– CEREBRINO

Expresión de coraje contenido.

25. INT. CASA DE CEREBRINO. DÍA

SALA.

ACERCAMIENTO A CEREBRINO

Expresión de coraje contenido (misma de la

secuencia anterior).

Cerca, ERUDINA acomoda un bulto de ropa sucia.

CEREBRINO se encuentra en el sillón viendo la

televisión. Notamos que viste unos jeans bastante

percudidos.

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Afuera se escucha el ruido de un motor de coche

que llega. Ambas le prestan atención. Después de

un momento, el motor se apaga.

CALZONCITOS

(FUERA DE CUADRO)

¡Lavandería!

CEREBRINO y ERUDINA se miran por un instante.

Ella pone la mano en la cintura.

ERUDINA

¿Me los vas a dar o no?

CEREBRINO lanza un resoplido y se levanta

disponiéndose a quitarse el pantalón.

ACERCAMIENTO–ERUDINA

Observa a su marido sonriendo con desaprobación

juguetona.

CEREBRINO, que ha quedado en trusa, le entrega el

pantalón a Erudina.

ERUDINA se dirige a la puerta de entrada y la

abre. Al fondo, vemos a CALZONCITOS sonriendo

dentro de su coche.

CEREBRINO se oculta para que no lo vean desnudo.

26. EXT. CASA DE CEREBRINO. DÍA

ÁNGULO– FORD DE CALZONCITOS

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ERUDINA se acerca y le entrega el bulto de ropa a

CALZONCITOS. Comienzan a platicar animadamente.

Sus voces en segundo plano.

27. INT. CASA DE CEREBRINO. DÍA

SALA.

CEREBRINO se pasea sin saber que hacer. Observa

una revista olvidada a un lado del televisor. La

toma y la hojea. Se detiene en una página.

ÁNGULO–REVISTA

Anuncio de una convocatoria de cuentos.

CEREBRINO lee curioso.

La puerta de entrada se abre, entra ERUDINA.

CEREBRINO deja la revista donde estaba.

CEREBRINO

¿Qué pasó?

ERUDINA

Sólo me pudo adelantar cien pesos.

CEREBRINO

¡Cien pesos!

ERUDINA

Parece que tiene problemas

económicos.

CEREBRINO

(ESTALLANDO)

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¡Me valen sus problemas económicos!

ERUDINA

(CARIÑOSA)

Gordo, no te pongas así, ¿va? No

tienen importancia.

CEREBRINO

Está bien. (PAUSA) ¿Vemos una peli?

ERUDINA

¡Órale!

CEREBRINO

Algo de Scorsese.

ERUDINA

¡¿Otra ves?!

CEREBRINO

Es lo único que me relaja.

CEREBRINO se dirige a buscar la película a un

estante cercano. ERUDINA lo observa con

desaprobación.

28. INT. CASA DE CEREBRINO. NOCHE

RECÁMARA

CEREBRINO dormita roncando con la ropa puesta. De

pronto, se despierta abruptamente. Totalmente

entumido se estira de mal humor. Se incorpora,

después de una pausa, sale.

ÁNGULO– SALA COCINA.

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ERUDINA prepara algo de comer en la estufa.

CEREBRINO camina hacia a ella con expresión

somnolienta.

CEREBRINO

¿Terminaste de ver Toro Salvaje?

ERUDINA

No.

CEREBRINO

¿Por qué?

ERUDINA

Tú eras el que la quería ver, ¡no yo!

CEREBRINO

(PAUSA)

Tienes razón.

CEREBRINO se rasca la cabeza y lanza un bostezo.

Lanza una mirada por la estancia. Sin querer, su

mirada se topa nuevamente con la revista olvidada

en el televisor. Sonríe y va hacia ella.

CEREBRINO

Encontré un concurso de literatura

interesante.

ERUDINA

¿De veras?

CEREBRINO

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¡Sí! ¡Premio único: 150 baros!

CEREBRINO toma la revista y busca la página de la

convocatoria.

CEREBRINO

Sólo que el cierre de la inscripción

parece que es ya y…

Hace una pausa mientras lee. Hace un gesto

convencido. Deja la revista donde estaba.

CEREBRINO

¿Sabes que tengo un cuentito que

desde cuando quiero probar su suerte?

Hace tiempo que lo escribí y…

Mientras habla va a unos cajones y busca con algo

de impaciencia.

CEREBRINO

…te lo quería enseñar pero…

ERUDINA, detiene su labor por un instante.

Observa a Cerebrino con cierto temor.

CEREBRINO sigue buscando en todos los cajones. No

encuentra nada. Va a otro mueble y busca.

Paulatinamente, se va desesperando cada vez más.

ERUDINA se le acerca con los brazos cruzados por

la espalda. Está preocupada.

CEREBRINO

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(CON IMPACIENCIA NEURÓTICA)

¡No puede ser! ¡No está en ningún

lado!

ERUDINA

Mañana lo buscas, amor. Hoy han

pasado muchas cosas. ¡Estás cansado!

CEREBRINO

(ENOJADO)

¡No, no y no! ¡No me digas eso,

caray! Ese cuento es mi vida. ¡No

puede estar perdido! ¡Es imposible!

ERUDINA

Es lo que yo digo: ¡es imposible! Así

que, relájate y mañana vemos qué

onda.

CEREBRINO

(PAUSA)

¡Ayúdame a buscarlo! Sabes que no voy

a descansar sino lo tengo en mis

manos.

ERUDINA lanza un suspiro de cansancio. Se ponen a

buscar por todos lados. CEREBRINO sigue hablando

desesperado (las voces en segundo término).

CEREBRINO

(V.O.)

No aparecieron. Al tener esta

certeza…

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CEREBRINO hace una pausa en su labor con gesto

resignado. Le lanza una mirada a ERUDINA que lo

mira con pena.

CEREBRINO

(V.O.)

…es decir, al darme cuenta que en

verdad no estaban en casa, tomé la

resolución de no aumentar mi enojo.

Respire profundamente y salí…

CEREBRINO camina hacia la salida.

29. EXT. CASA DE CEREBRINO. NOCHE

PANORÁMICA– CALLEJÓN ROMITA

Cerebrino sale de su casa. Cruza la calle y llega

a la plaza. Busca donde sentarse. Por fin lo hace

en una banca cercana a la fuente.

CEREBRINO

(V.O.)

…a la plaza de la Romita.

Me senté en una banca a meditar lo

que realmente pudo haber sucedido.

ACERCAMIENTO

Lentamente hacia donde se encuentra CEREBRINO,

que medita en silencio lo que le ha sucedido.

CEREBRINO

(V.O.)

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Pasó un largo rato en que no hallaba

la respuesta; hasta que por fin, mi

mente fue hilando ciertos

acontecimientos de hacía unos días;

entonces llegue a una forzosa

conclusión…

ACERCAMIENTO–CEREBRINO

Expresión de que ha llegado a una conclusión.

30. INT. CASA DE CEREBRINO. NOCHE

SALA

CEREBRINO frente a ERUDINA desesperado.

CEREBRINO

¡Calzoncitos tiene mis hojas!

ERUDINA

¿Cómo que Calzoncitos? ¡Eso no es

posible!

CEREBRINO

¡Sí! ¡Sí! Sé que suena algo ridículo

pero así es.

ERUDINA

Pero… ¿cómo? ¿A qué horas se lo

robó?

CEREBRINO

¡No, no quiero decir que se lo haya

robado!

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CEREBRINO hace una pausa tomando aire. Se deja

caer en el sillón. ERUDINA se sienta junto a él,

esperando que continúe.

CEREBRINO

¿Te acuerdas que hace unos días fui a

trabajar a las computadoras de la

biblioteca? Por flojo no quise llevar

la mochila. Arranqué las hojas de la

libreta y pus me las metí en los

bolsillos del jeans que acabas de

mandar a lavar.

31. EXT. LAVANDERÍA. DÍA (MISMA SEC.2)

ÁNGULO–EN MEDIO DE LA CALLE.

CALZONCITOS bailando el rap en su silla de

ruedas. Sus amigos lo rodean y aplauden. Risas y

chiflidos.

CEREBRINO y ERUDINA caminan por la banqueta. Se

detienen al toparse con el espectáculo. Se lanzan

una mirada. ERUDINA se adelanta hacia CALZONCITOS

indicándole al CEREBRINO con un gesto que ella se

encarga de la situación. CEREBRINO cruza los

brazos con enfado.

POV DE CEREBRINO– CALLE

ERUDINA se acerca a CALZONCITOS. Este termina su

baile. Hablan. No escuchamos sus voces.

CEREBRINO observa con ojos inquisidores. Después

de una pausa, va hacia los otros.

32. INT. LAVANDERÍA. DÍA

25

FRENTE AL MOSTRADOR.

CALZONCITOS apoyado en sus muletas frente a

CEREBRINO. En segundo término ERUDINA.

CALZONCITOS

¡No, joven! ¡No! Nosotros revisamos,

ahora si que minuciosamente, todas

las bolsas de los pantaloncitos y las

prenditas, y ahora no encontramos

nada en ninguno de ellos.

CEREBRINO

Es que… ¡no es posible!

CALZONCITOS

¡Se lo juro! Ahora si, por la

virgencita santa, ¡se lo juro!

CEREBRINO

Quizá no revisaron o se les olvido

revisar ese pantalón en específico…

¡las hojas pueden seguir ahí!

CALZONCITOS

¡Imposible, joven! Toda la ropita se

revisa. Es nuestra obligación

revisarla. ¿Y sabe por qué? Porque si

quedan moneditas, objetos de metal

dentro de la prendita, nuestras

maquinitas se pueden descomponer. Así

que nuestra primera prerrogativa, es

revisar toda la ropita. Pero mire, su

cargamento ahorita se encuentra en

una lavadora especial, ¡grande!

26

Cuando la saqué, yo la reviso para

que…

CEREBRINO se le acerca con sutil amenaza.

CEREBRINO

¡Quiero ver ese pantalón en este

momento!

CALZONCITOS

Pero si detengo la maquinita se puede

echar a perder. Es importada y me

costó mucho dinero. Además, la ropita

se puede rasgar.

CEREBRINO

¡Quiero verlo ya, por favor!

PASILLO

CALZONCITOS se desplaza con pasos ágiles con sus

muletas. CEREBRINO y ERUDINA lo siguen. Al fondo,

numerosas lavadoras en fila y en tres niveles.

CEREBRINO

(V.O.)

En aquel lugar se respiraba una

fragancia que recordaba a una alberca

dentro de un baño de vapor.

ÁNGULO–LAVADORA GIGANTE.

CALZONCITOS se detiene frente a una lavadora

gigante que se encuentra en el tercer piso

funcionando a toda potencia. CALZONCITOS habla

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con un EMPLEADO que se encuentra cerca. A un lado

de estos, CEREBRINO Y ERUDINA están a la

expectativa (las voces en segundo término).

CEREBRINO

(V.O.)

Llegamos a la supuesta lavadora de la

que nos hablaba. Debía medir unos dos

metros de alto y era la versión de

cualquier lavadora hedionda pero en

jumbo. La detuvo sin ningún

remordimiento y…

CALZONCITOS da indicaciones al EMPLEADO. Este se

sube en una escalera, detiene la maquina y

comienza a sacar la ropa.

CEREBRINO

…ordenó a uno de sus muchachos que

buscara mi pantalón, obviamente yo

tenía que ayudarle a reconocerlos.

El EMPLEADO baja de la escalera con la ropa

mojada, la coloca en una tina. CEREBRINO se le

interpone, comienza a buscar. Sus manos y las

mangas de su camisa se empapan de agua jabonosa.

Encuentra su pantalón y busca con desesperación

en los bolsillos. No encuentran nada.

ACERCAMIENTO– CEREBRINO

Expresión desilusionada.

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ÁNGULO–MOSTRADOR.

CALZONCITOS frente al mostrador. CEREBRINO con su

misma expresión decepcionada.

CALZONCITOS

¡Se lo dije, joven! Aquí nunca nos

olvidamos de revisar la ropita. Si

esas hojas hubieran ido en una de las

bolsitas, las hubiera encontrado

impecables en donde colocamos sus

cositas de los clientes.

33. EXT. CALLE. DÍA

CEREBRINO Y ERUDINA caminan por la banqueta en

silencio.

CEREBRINO

(V.O.)

Salí de la lavandería bastante

desilusionado. Había puesto muchas

esperanzas en ese relato que tiempo

atrás desarrollé con torpe y

descuidada redacción.

ACERCAMIENTO– CEREBRINO

Expresión de triste y desilusionada. Luego,

preocupada.

CEREBRINO

(V.O.)

Pero… ¿qué había sucedido con esas

hojas?

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34. EXT. VERTEDERO DE BASURA. DÍA. (SEC. IMAGINARIA)

Un enorme vertedero que desborda basura. Un

camión llega y arroja toda su descarga.

ACERCAMIENTO– BASURA

Lentamente, entre numerosos desperdicios

visualizamos unas hojas arrugadas en las cuales

se distingue algo escrito a mano.

CEREBRINO

(V.O.)

¿Y si mi mujer al hacer la limpieza,

literalmente la consideró basura y en

este instante iban a ser incineradas

junto con la mayoría de los

desperdicios de los habitantes de la

Ciudad de México?

35. INT. BAÑO PÚBLICO. DÍA (SEC. IMAGINARIA)

ÁNGULO– ESCUSADO

CEREBRINO, sentado en el retrete, se busca en los

bolsillos, encuentra unas hojas, las frota.

CEREBRINO

(V.O.)

¿O si en alguna de mis entradas a un

asqueroso baño público que

frecuentaba, me vi obligado a

utilizar las valiosas hojas— ¡por

equivocación!— como papel higiénico?

36. EXT. CALLE. DÍA

30

ACERCAMIENTO– CEREBRINO

Su expresión de preocupación paulatinamente se

convierte en un gesto de coraje.

CEREBRINO

(V.O.)

Ahora todo era posible; si la

desaparición era tan definitiva y

misteriosa, había mil posibilidades

para justificar su extravío. En medio

de esta crisis reflexiva me vino,

contra mi voluntad, la imagen del

rostro de Calzoncitos sonriéndome de

manera extraña; burlonamente

compasiva, quizás.

37. EXT. LAVANDERÍA. DÍA (MISMA SEC. 2)

ACERCAMIENTO– CALZONCITOS.

En cámara lenta, momento en que Calzoncitos agita

su rostro riendo, chiflando y cantando el rap. El

mismo rap se escucha sobrepuesto.

38. INT. CASA DE CEREBRINO. DÍA

RECÁMARA

CEREBRINO se levanta apresurado de la cama.

ERUDINA duerme profundamente a su lado. Se viste

con lo que encuentra a su lado.

CEREBRINO

(V.O.)

Llegó el día de cierre de las

inscripciones del concurso y no podía

quedarme afuera. Tenía otros cuentos

escritos varios años atrás, con los

31

cuales había tratado de concursar sin

suerte. Escogí uno de ellos tratando

de darme esperanzas.

ÁNGULO– TOCADOR.

CEREBRINO, nervioso, se moja el rostro, se peina

y arregla lo mejor que puede.

CEREBRINO

(V.O.)

Por supuesto, no gané. (PAUSA) Pero

yo no iba a quedarme con la

incertidumbre acerca de quien había

sido el infra estúpido que había

ganado el título de “escritor”.

CEREBRINO sale de cuadro.

39. EXT. AVENIDA. DÍA.

Avenida transitada. CEREBRINO cruza la avenida

sin fijarse que esta en rojo. Los coches le tocan

el claxon.

40. EXT. KIOSCO DE PERIÓDICOS. DÍA

El VENDEDOR se encuentra abriendo las cortinas

metálicas.

CEREBRINO llega apresurado y transpirando. El

VENDEDOR lo mira con desconcierto. Sigue en su

labor.

CEREBRINO

¡Me da la revista Talento Literario,

por favor!

32

El VENDEDOR hace una pausa y luego se dirige al

interior de su puesto. Regresa con una revista en

las manos y se la entrega a CEREBRINO. Este

último paga y sale apresuradamente.

41. EXT. PARQUE. DÍA

ÁNGULO– BANCA.

CEREBRINO camina lentamente hacia la banca sin

dejar de hojear la revista.

CEREBRINO

(V.O.)

Al tenerla en mis manos la hojee

desesperadamente.

CEREBRINO encuentra una página y lee

detenidamente. Se sienta en la banca.

CEREBRINO

(V.O.)

Al fin encontré la página. Me quede

boquiabierto. ¡El cuento se llamaba

de manera similar al que había

perdido!

ACERCAMIENTO–CEREBRINO

Su expresión va del coraje al asombro mientras

sigue leyendo.

CEREBRINO

(V.O.)

33

La primera reacción al volver en si,

fue de instintivo enojo. Luego traté

de comprender las cosas de un modo

más civilizado: ¿se trataba de la

atnósfera? Aquella leyenda que dice:

los escritores tomamos las ideas más

importantes y universales de la

humanidad de un punto que esta más

allá de la atmósfera.

Su expresión se torna de desconcierto. Se detiene

en la lectura

CEREBRINO

(V.O.)

A los cinco párrafos me detuve sin

entender de qué me estaba hablando el

tipo que escribió eso. Era, sobre

todo, la redacción lo que no me

convencía.

La furia regresa lentamente a su expresión. Sigue

leyendo sujetando la revista con brusca ansiedad.

CEREBRINO

(V.O.)

Seguí leyendo, empezaron a llegar

frases que creía haber escuchado en

otra parte y casi terminando la

primera hoja me detuve con la

sensación de que todo aquello era me

era sumamente familiar.

34

Termina la lectura y mira hacia el frente

reflexionando con rabia.

42. INT. CASA DE CEREBRINO. DÍA

RECÁMARA.

ERUDINA, sentada en la cama, todavía entre las

sábanas y somnolienta. CEREBRINO, frente a ella

con expresión iracunda, se mueve de un lado para

otro como león enjaulado. Aprieta con fuerza la

revista entre sus manos.

ERUDINA

(BOSTEZANDO

¡Tranquilo, mi amor! No entiendo,

explícame bien qué sucede.

CEREBRINO

¡Me voló mi escrito! ¡El hijo de la

chingada me voló mi escrito!

ERUDINA

¿Cómo crees que Calzoncitos se va a

robar un cuento tuyo?

CEREBRINO

¡Pues lo hizo! Sé que suena inaudito,

pero así es. (PAUSA) ¡Y además de

todo ganó!

CEREBRINO le arroja la revista a la cama

mostrando la página donde se encuentra el cuento.

35

ERUDINA la toma con tranquila curiosidad y

analiza el texto.

CEREBRINO

(TROPEZÁNDOSE)

¡Y no estoy diciendo que se haya

robado partes! Sino que tuvo el

descaro de volárselo tal cual. ¡Sí…

sí… al… al principio, no lo

reconocía! Había… había cosas que me

recordaban algo, pero no sabía de

quien se trataba. Hasta que… hasta

que caí en cuenta: ¡pasó mi cuento,

escrito de jalón y en bruto, a una

computadora y lo mandó así!

ERUDINA

(RIENDO)

Pero… ¿estas seguro que este es él?

CEREBRINO

(MOLESTO)

¡Claro que es él! ¿No le ves el puto

rostro de niño gordinflón? Y ni

siquiera tuvo la prudencia de mejorar

la redacción y el estilo. ¡Pero

claro! ¡Qué va a saber el pobre

idiota lo que es la redacción y el

estilo!

ERUDINA

Pues parece ser que así funcionó muy

bien.

36

CEREBRINO

¡Lo voy a matar! Te juro que…

CEREBRINO sale de la recámara enfurecido.

ERUDINA se levanta de la cama de un salto.

ERUDINA

¡Por favor! ¡Cálmate! No conoces

como puede ser esa gente.

ERUDINA se viste apresurada con lo que encuentra

a su lado.

43. EXT. LAVANDERÍA. DÍA

ÁNGULO–CALLE

CEREBRINO cruza la calle con paso directo hacia

la lavandería. El establecimiento tiene la

cortina cerrada. CEREBRINO llega e inmediatamente

comienza a tocar con golpes desaforados.

ERUDINA aparece del otro lado de la acera. Al

darse cuenta de lo que hace el otro, se detiene a

la expectativa y con angustia.

ÁNGULO– CALLE ALTERNA

LA CALZONCITAS aparece. Una mujerona fea de no

más de cuarenta años. Es inválida por lo que

también se desplaza en muletas. Su carácter es

jovial y bonachón, parece una versión de

Calzoncitos pero en mujer. Se dirige al

37

establecimiento sin darse cuenta todavía de la

situación.

ERUDINA visualiza a CALZONCITAS y cruza la calle

dirigiéndose a CEREBRINO. AL llegar a él, le

habla casi en secreto.

ERUDINA

Mira, es su mujer.

CALZONCITAS los reconoce y con una sonrisa, que

muestra sus dientes chuecos, se acerca a ellos.

CEREBRINO va a su encuentro con expresión

molesta.

CEREBRINO

Mire, estoy…

CEREBRINO se interrumpe ya que ERUDINA se

interpone entre él y CALZONCITAS.

ERUDINA

¡Disculpe, buenos días! Estamos

buscando a su marido.

CALZONCITAS

¿Se les volvió a perder otra prenda

de vestir?

CEREBRINO se adelanta.

CEREBRINO

38

¿No se encuentra él?

CALZONCITAS

¡No! En la mañana se va hacer

entregas con mi hija. ¡Espérenlo en

casita!

ACERCAMIENTO–CEREBRINO

Expresión de burla contenida observando a

CALZONCITAS.

44. EXT. CAMPO ABIERTO. DÍA. (SECUENCIA IMAGINARIA)

CALZONCITOS y CALZONCITAS caminan, uno a lado del

otro con sus respectivas muletas, hacia el

horizonte. Al fondo un hermoso atardecer. Se

escucha Si nos dejan… interpretada por Luis

Miguel.

45. EXT. PUESTO DE TACOS. DÍA.

PUESTO DE TACOS EN UNA ESQUINA.

Numerosos clientes comen y esperan parados, entre

ellos CEREBRINO Y ERUDINA.

EL TAQUERO le entrega una orden de tacos a

CEREBRINO.

TAQUERO

Como le gustan, güerito: orden de

tripa, suadero y cabeza.

CEREBRINO le agradece con un gesto y comienza a

comer con voracidad. Habla sin dejar de comer.

ERUDINA, que ya tiene su orden, come con más

tranquilidad.

39

CEREBRINO

¿Te das cuenta de la estúpida

caricatura que forman juntos?

ERUDINA

¡Estás grueso, maestro! ¿No eres

capaz de sentir compasión por nadie?

CEREBRINO

¿Por qué lo dices? ¿Por su maldita

invalidez? ¡Me vale madres! ¡Y seguro

que esa estúpida sabe de qué estoy

hablando! Son un par de ladrones.

ERUDINA

¿Cómo estas tan seguro?

CEREBRINO

¡Porque es mi cuento!

ERUDINA

¿Y si es un escrito muy parecido al

tuyo?

CEREBRINO deja de comer por un instante, y la

mira asombrado. No cree lo que ella le dice.

ERUDINA

¡Sucede! ¡Puede suceder! Incluso

hasta la coincidencia del título. ¿No

has oído hablar de la atnósfera?

40

CEREBRINO

(MOLESTO)

¡Sí, si he oído hablar de la

atnósfera! Pero realmente se me hace

imposible ver a Calzoncitos

escribiendo a medianoche.

ERUDINA

¿Por qué no? Todo lleva a pensar que

son las únicas horas que tiene libres

al día. Se ocupa mucho de su

lavandería.

CEREBRINO

¡Aja! Bueno, pues si él es el que

escribe a la hora de la atnósfera,

¡yo no, fíjate! (AL TAQUERO) ¡Otra

orden igual, por favor!

46. INT. CASA DE CEREBRINO. RECÁMARA/SALA. NOCHE

RECÁMARA.

CEREBRINO dormita en la cama. Afuera se oyen las

voces de ERUDINA y CALZONCITOS. No se escucha

bien lo que dicen, pero despiertan a CEREBRINO.

Después de una pausa, este se da cuenta quién

está afuera. Se incorpora lentamente con

expresión molesta.

SALA.

Cerca de la entrada, CALZONCITOS y ERUDINA

platican. El primero sobre sus muletas, carga

también un pequeño morral.

41

CALZONCITOS

Lo siento mucho, señito. ¡De verdad!

ERUDINA

No, no se preocupe…

CALZONCITOS

Miré, ¿le digo la verdad? Ha sido

una época muy mala para mí.

RECÁMARA.

CEREBRINO se arregla en el lavabo. Está atento a

la conversación de afuera.

CALZONCITOS

(FUERA DE CUADRO)

Mi mujercita y yo hemos tenido que

hacer muchos gastitos indispensables.

Gastitos que tienen que ver con el

futuro de mis hijitos.

ERUDINA

(FUERA DE CUADRO)

Yo lo entiendo muy bien. ¡Nosotros

estamos igual! Ahí cuando pueda.

CEREBRINO se dirige a la cortina que separa un

cuarto de otro, y se detiene a escuchar.

SALA.

CALZONCITOS comienza a buscar en su morral.

42

CALZONCITOS

Pasando a otra cosa, le traje a su

marido algo que le va dar gusto y

también pues…, un poquitito de

envidia. (RÍE)

CALZONCITOS saca un ejemplar de la revista que

CEREBRINO compró anteriormente. Se la ofrece a

ERUDINA. Ella la toma.

CALZONCITOS

Es una revistita literaria donde pus…

¡se publicó algo mío! Un cuentito.

Algo que tenía guardado en el baúl

desde hace años. Sinceramente yo ya

no creía en él pero… ¡ya ve!

RECÁMARA.

CEREBRINO frente a la cortina sigue escuchando,

cierra los ojos conteniendo un profundo coraje.

CALZONCITOS

(FUERA DE CUADRO)

Hace poco me volvió, pus ora si que

como dicen, la inspiración. La

esperanza de triunfar como gran

literato. Así que la saqué, la

revisé, la mandé al concurso de la

revistita y… ¡gané!

43

SALA.

Continúa situación entre CALZONCITOS y ERUDINA.

ERUDINA

¡Pues, felicidades! Yo se la entregó.

CALZONCITOS

¡Sí, gracias! Mire, le traje la

revista porque él y yo, recién nos

presentó, tuvimos una…

ÁNGULO–CORTINA.

CEREBRINO la abre sorpresivamente, observa a

CALZONCITOS con mirada felina mientras se le

acerca.

CEREBRINO

(GRITANDO)

¡Eres un plagiario! ¡Estúpido!

¡Ladrón! ¡Embustero! ¡Hipócrita!

CALZONCITOS

¡Joven, no se ponga así! Con insultar

no se gana nada.

CEREBRINO

¡Cállese! Todavía tiene el cinismo de

restregarme en la cara el éxito de mi

propio esfuerzo.

44

Impulsivamente, CEREBRINO trata de tomarlo de las

solapas, pero ERUDINA alcanza a detenerlo

abrazándolo por la cintura.

ERUDINA

¡Mi amor, tranquilízate! ¡Puedes

estar equivocado!

CEREBRINO

¡No estoy equivocado!

CEREBRINO se suelta y enfrenta a ERUDINA.

CEREBRINO

¿Cómo es posible que todavía lo

defiendas después de todas las

pruebas que te estoy dando?

ERUDINA

¡Es que no es suficiente!

CEREBRINO

¿Qué no es suficiente?

ERUDINA

¡Yo no conocí tu cuento! Nunca me lo

enseñaste.

Un momento de silencio. CALZONCITOS se acerca

unos pasos aprovechando para intervenir.

CALZONCITOS

(FUERA DE CUADRO)

45

¿Está enojado porque se le perdió un

escrito? ¿Lo que dice es que yo le

robé su escrito?

CEREBRINO se vuelve y enfrenta a CALZONCITOS.

CALZONCITOS

¡No, joven! Le juro por la

virgencita santa que así no fue. Ese

cuentito yo lo tenía guardado desde

hace muchos años.

CEREBRINO y CALZONCITOS han quedado frente a

frente.

CALZONCITOS

No podemos ponernos en ese plan.

Hace tiempo platicamos de literatura,

¿se acuerda?

CEREBRINO agacha la cabeza.

CALZONCITOS

Yo le dije que, en otro tiempo, quise

ser escritor.

CEREBRINO camina lentamente con aire derrotado

hacia un sillón cercano. Se deja caer.

CALZONCITOS sigue hablando, su voz en segundo

término.

CEREBRINO

(V.O.)

46

Era cierto, no podía negarlo. Fue la

primera vez que llevamos la ropa a

lavar. Hablamos de los escritores que

nos gustaban. De que allá en su

juventud, Calzoncitos había asistido

al taller de José Emilio Pacheco, y

que se sentía influido por Rulfo y

Edgar Allan Poe. También hablamos de

la miseria y la incomprensión por la

que pasa todo escritor que vale y se

obstina en ser auténtico. Todo eso en

verdad había sucedido, pero no le di

importancia, después de todo, era

sólo un lavandero. Me sentí

desarmado.

ACERCAMIENTO–CEREBRINO.

Se enjuga el rostro con aire derrotado.

La voz de CALZONCITOS vuelve a primer término.

CALZONCITOS

Mire, joven, no hay que ser

envidioso. Esta vida a todos, así

como nos da cosas, también nos la

quita.

CEREBRINO le lanza una mirada significativa.

CALZONCITOS

A mi la vida, me quito las piernitas,

o más bien, la gracia de moverme con

mis piernitas. Pero me está

47

compensando con esto. Tardó mucho en

llegar, ¡pero llegó! Y ahora se lo

quiero pa´que lo lea usté y se de

cuenta que, tarde o temprano, pus la

cosas llegan.

CALZONCITOS se acerca y le entrega la revista

abierta en la parte del cuento. CEREBRINO la

recibe sin entusiasmo. Observa algo escrito en

una esquina de la página.

ÁNGULO– ESQUINA PÁGINA DE REVISTA.

Escrito sobre ella en letras de molde de niño de

primaria: Para mi amiguito Cerebrino que

sinceramente creo que tiene talento. Genaro

Barroso.

CEREBRINO se vuelve a mirar a CALZONCITOS. Este

le sonríe.

CALZONCITOS

Sinceramente, ¡lo creo, joven! Yo he

hablado con usted y sinceramente creo

que usted tiene talento. Todavía no

he leído nada que haya escrito, pero

lo sé. ¡Le juro que lo sé!

CEREBRINO

(APAGADO)

Gracias.

47. INT. CASA DE CEREBRINO. DÍA. (SEC. PRESENTE)

48

CEREBRINO comentando hacia el frente, sentado en

el sillón. A su lado, ERUDINA.

CEREBRINO

¿Cuál es la moraleja? ¡No lo sé! Lo

que si sé, es que nunca volví a

llevar ropa a la lavandería de ese

hijo de la chingada que hacia ofertas

de todo tipo.

ERUDINA

Yo no estuve de acuerdo en un

principio, principalmente por los

problemas económicos, pero al fin

accedió. ¿No le iba creer más a un

lavandero que a mi propio esposo,

verdad?

48. Transición.

En fondo negro, vemos la frase: Un año después.

Desaparece y se escucha el Halleluja de Haendel.

49. INT. CASA DE CEREBRINO. DÍA. (SEC. PRESENTE)

La música llena la atmósfera de la secuencia.

CEREBRINO, con expresión sumamente contenta,

observa un recorte pegado en la pared.

ÁNGULO–PARED, RECORTE DE PERIÓDICO.

Se ve escrito: Lista de seleccionados: CEREBRINO

GONZÁLEZ. Premio de narración breve…

ERUDINA, también radiante, se acerca a CEREBRINO

lo abraza y le da un beso. Luego un abrazo

49

fuerte. Intercambian unas palabras que no

escuchamos y CEREBRINO se prepara para salir

entusiasmado.

50. INT. SANBORNS. DÍA.

La música continúa.

SECCIÓN DE REVISTAS.

CEREBRINO, busca con su habitual impaciencia

entre las revistas. Encuentra una y la hojea.

Sonríe al encontrar algo. Lee por un instante,

luego cierra con satisfacción la revista y dirige

apresurado a la caja.

ÁNGULO–SECCIÓN DE LIBROS Y CAJA.

Paneo rápido sobre el estante. En un libro grueso

se advierte velozmente el rostro de CALZONCITOS.

CEREBRINO se detiene en seco dándose cuenta de lo

que acaba de ver. Se encuentra frente al CAJERO

de la caja a quien le entrega mecánicamente la

revista. EL CAJERO hace su labor.

CEREBRINO SE vuelve hacia el estante de libros y

busca aquello que le llamo la atención. Lo

encuentra. Toma el libro lentamente con sumo

asombro. Su rostro comienza a descomponerse.

ÁNGULO–LIBRO.

Una edición de lujo que tiene como título:

Anécdotas de lavandería (Colección de relatos

breves) Genaro Barroso Quintito. Premio Destino

Literario. Abajo, el rostro de CALZONCITOS con su

típica sonrisa.

50

ACERCAMIENTO–CEREBRINO.

Su rostro esta colorado del coraje.

CEREBRINO

(EN VOZ ALTA)

¡Puta madre! ¡Hijo de la chingada!

EL CAJERO lo mira a la defensiva.

CAJERO

¡Perdón!

CEREBRINO

(AVERGONZADO)

¡No! ¡No es a usted! Hablaba conmigo

mismo.

La música sube de intensidad.

CERRAMOS EN: Créditos con música de Haendel.