Universidad de ChileFacultad de Ciencias Sociales

Carrera de PsicologíaCurso Optativo Inclusión Educativa y Atención a la Diversidad

El defecto y la compensaciónEsteban Droguett V.

Referencia (formato APA)

Vygotsky, L. S. (1997). El defecto y la compensación. Obras Escogidas, V- Fundamentos de defectología, 41-58.

Síntesis y principales

conclusiones:

El autor hace una reflexión en torno al concepto de supercompensación como un aspecto de relevancia a considerar en la educación de las personas con problemas de discapacidad. Parte por entender la supercompensación como un proceso orgánico que transforma la enfermedad en un estado de mayor salud. Esto se da gracias a que el organismo posee una gran reserva de energía potencial y de fuerzas latentes, que se activan en respuesta al deterioro o acción perjudicial sobre el organismo. Además, el organismo no sólo compensa el daño inferido, sino también, elabora excedentes, posicionándolo en un estado superior de defensa al que tenía antes del peligro. La supercompensación desempeña un papel importante en el sistema de la personalidad. Es por esto que Adler prestó atención al hecho de que los órganos deficientes, cuyo funcionamiento se ve dificultado o perturbado a consecuencia de defectos, necesariamente entran en conflicto con el mundo exterior, al que deben adaptarse. La lucha entraña elevadas posibilidades de supercompensación. Así también, el autor señala que la sensación de insuficiencia de los órganos es para el individuo un estímulo constante al desarrollo de su psique. Por otro lado, Adler también señala que el desarrollo de la personalidad es impulsado por la contradicción, entendiendo que el defecto, la inadaptación, o la insuficiencia, no son sólo una magnitud negativa, sino también un estímulo para la supercompensación. También, aquí se identifica una idea de la base social del desarrollo de la personalidad y una idea de la orientación final de este proceso. Lo que decide el destino de la personalidad son sus consecuencias sociales. Por ende, es importante que el psicólogo comprenda cada acto psicológico no sólo en vinculación con el pasado, sino también, con el futuro de la personalidad. Esta corriente psicológica ayuda a comprender el desarrollo y la educación infantil, ya que en la inadaptación de la infancia está dada la fuente de la supercompensación, Es más, la garantía del desarrollo supereficiente está dada por la presencia de la

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insuficiencia, por eso, las fuerzas motrices del desarrollo del niño son la inadaptación y la supercompensación.En esta oposición entre la deficiencia orgánicamente dada y las tendencias a la compensación, están implícitas el punto de partida y las fuerzas motrices de toda educación. En otros términos, gracias a la dificultad, o el obstáculo, se hace posible el objetivo para otros procesos psíquicos. De este modo, el defecto y las alteraciones en el funcionamiento de la personalidad se convierten en el objetivo final para el desarrollo de todas las fuerzas psíquicas del individuo. Es por esto que construir todo el proceso educativo siguiendo las tendencias naturales a la supercompensación no significa acentuar las dificultades, sino tensar todas las fuerzas para compensarlo. Así, es importante también que la educación no se apoye sólo en las fuerzas naturales del desarrollo, sino también en el objetivo final hacia el que debe orientarse. Cuando hay un órgano dañado o perdido, no es precisamente que haya otras funciones que sean impulsadas a reemplazarlo, sino que se resuelven las dificultades de su ausencia mediante el desarrollo de una sobreestructura psíquica. De esta manera, cualquier defecto no se limita a la pérdida aislada de una función, sino que conlleva una reorganización radical de toda la personalidad y pone en vigencia nuevas fuerzas psíquicas, imponiéndoles una nueva dirección.Podemos percibir el carácter final de los actos psicológicos en las formas elementales de conducta. Pero para que este reflejo del objetivo se manifieste plenamente hace falta tensión del mismo. Además, la reacción puede ganar intensidad y rapidez en presencia de excitaciones que signifiquen oposición y obstáculo. En resumen, el trabajo de la supercompensación está determinado por dos momentos: por un lado, la inadaptación del niño, la divergencia de su conducta y las exigencias sociales presentadas en su educación, y por el otro, el fondo compensatorio y diversidad de funciones. Además, este proceso está determinado por dos fuerzas. Las exigencias sociales presentadas en su desarrollo y educación, y las fuerzas de la psique.Como último punto, el educador debe saber en qué radica la particularidad de la pedagogía especial, y qué hechos responden a esa particularidad, para guiar al niño de la mejor manera de acuerdo a sus características.

Breve comentario:

Claramente, la teoría de la supercompensación sirve de base psicológica para la teoría y la práctica de la educación del niño

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con defectos. Es importante comprender este fenómeno como una dialéctica entre la deficiencia dada orgánicamente y las tendencias psíquicas a la compensación. Por lo tanto, el defecto no es una mera carencia, ya que el organismo posee potenciales fuentes de riqueza compensatorias que deben ser estimuladas para el desarrollo y la educación.

Citas textuales:(útiles para ser

recogidas en informes y

publicaciones)

“Todo deterioro o acción perjudicial sobre el organismo provoca por parte de éste reacciones defensivas, mucho más enérgicas y fuertes que las necesarias para paralizar el peligro inmediato.” (Vygotsky, 1997, p. 42).“El organismo no sólo compensa el daño que se le infiere, sino que siempre está elaborando un excedente, una ventaja sobre el peligro, que lo pone en un estado más elevado de defensa del que tenía antes de la aparición del peligro.” (Vygotsky, 1997, p. 42).“El sentimiento o la conciencia de la minusvalía, que surge en el individuo a consecuencia del defecto, es la valoración de su posición social y ésta se convierte en la principal fuerza motriz del desarrollo psíquico.” (Vygotsky, 1997, p. 43).“La garantía del desarrollo supereficiente está dada por la presencia de la insuficiencia; por eso, las fuerzas motrices del desarrollo del niño son la inadaptación y la supercompensación.” (Vygotsky, 1997, p. 45).“Construir todo el proceso educativo siguiendo las tendencias naturales a la supercompensación, significa no atenuar las dificultades que derivan del defecto, sino tensar todas las fuerzas para ocmpensarlo.” (Vygotsky, 1997, p. 47).

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