"EL ESCENARIO FRONTERIZOEN EL CONTEXTO

~

DE LA GLOBALIZACION~

EN AMERICA LATINA"*Ivette García González**

PREÁMBULOEI mundo está inmerso, desde Ias últimas décadas deI siglo xx, en unfenómeno globalizador complejo, muItifacético y con una tendenciapredominantemente neoliberal. Dentro de esa dinámica de cambios,instrumentos que han regido el funcionamiento deI orden mundial, comoel Estado-nación, evidencian por primera vez, un alto grado de porosi-dad y vuInerabiIidad, que impacta sobre ellos mismos, sus fronteras ysobre Ias interrelaciones regionaIes y mundiaIes.

Una de Ias expresiones más evidentes es Ia que se refiere a Iareconfiguración de Ios espacios. De ahí que aIgunos especialistas de-nominen a Ia gIobalización como "gIocaIización"; concepto que focalizauna especie de neologismo "(...) que refleja (...) Ia inevitabIe percep-ción de los nuevos problemas regionales y 10cales".1 Este punto departida es necesario para comprender el significado de Ias regionesfronterizas.2

A todas luces, Ios resortes que hoy se movilizan como parte de Iaglobalización, se hacen más complejos y peligrosos para los paísesdei Tercer Mundo, por los resultados desventajosos que han obtenidoen todos los órdenes de Ias políticas de dominación que hacia elloshan desplegado durante siglos Ios delllamado Primer Mundo. Tam-bién, por Ias particularidades y complejidades que asumieron en esa

* BajoestetítulopresentamosvariosfragmentosdeItrabajo"EIescenariofronterizoenel contextodeIa globalización: vulnerabilidad, impactos y desafíos" en prensa por AUNA-Cuba.

** La autora es M. Se., Profesora Asistente deI Instituto Superior de Relaciones Internacionales (ISRI)de Cuba.

ABÍNZANO,R.: "Globalización,regionesyfronteras",p. I, [s.f].Copiaenarchivopersonalde Iaautora, extraído de Internet, sin Ia referencia.

Por Ia diversidad de uso deI concepto de región, vale aclarar que aquí se usa como región histórica,como totalidad, es decir, como espacio geográfico social en el cual confluyen una serie de caracterís-ticas económicas, políticas, sociales e ideológicas, que en el tiempo largo producen una identidad queperdura en su trayectoria y que se reconforma en virtud de su propia dinámica y de Ia interacción confactoresy escenarios exógenos.EUoimplicaque su concreción puede emplazarseen el nivel subnacionalo supranacionaI.Ver:GARCÍA, 1.:"Vivir en Ia frontera imperial: Baracoa, Iaprimada de Cuba", RevistaMexicana dei Caribe" p. 108, aõo V,no. 9, 2000.

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periferia, Ia formación dei capitalismo, de los Estados nacionales y deIas naciones, en su sentido ontológico y cultural.

De esa manera, los espacios fronterizos resultan escenarios im-portantes de los variados impactos de Ia globalización. Se propone enesta parte un procedimiento de análisis de 10 global a 10 fronterizo,para 10 cual, ai menos tres vertientes dei impacto permiten mostraralgunas de Ias principales conexiones de los efectos negativos de Iaglobalización en Ias regiones fronterizas, con énfasis en 10 referente aAmérica. Dichas vertientes pueden resumirse como sigue:a) Globalización - comportamiento de Ia "regionalidad" en el interior

de los Estados Nacionales.b) Globalización - situación actual y perspectivas de Ia integración

latinoamericana.c) Globalización - vulnerabilidad de los Estados Nacionales y pro-

pu estas teóricas de su superación, como actores políticos en elorden mundial.

GLOBALIZACIÓN - COMPORTAMIENTODE LA "REGIONALIDAD" EN EL INTERIORDELOSESTADOSNACIONALESEn sentido general, ai proceso globalizador corresponden cualidadescomo el intenso comercio intra-industrial, Ia pérdida dei referente na-cional de los espacios económicos y Ia creación de redes que unificanmercados, sectores, empresas y regiones. La práctica de esas priori-dades provoca una especie de fragmentación de Ias economías nacio-nales y de sus regiones.

La regionalización que impulsara Ia Comisión Económica paraAmérica Latina (CEPAL), desde los anos 90 dei pasado siglo, cuandose empezó a hablar de "regionalismo abierto"3 , se manifiesta entre lospaíses, pero también en el interior de los mismos, 10 cual genera, po-tencialmente ai menos, conflictos que incentivan los problemas de fron-tera históricos y presentes en Latinoamérica.4 Ello se hace tambiénmás complejo debido ai interés y esfuerzo por acceder a recursos im-portantes, para tener una mejor inserción en los procesos regionales,hemisféricos y globales.

Una de Ias principales consecuencias es el sistema de contradic-ciones que surge entre Ia operación global de los mercados y Iascondiciones productivas de Ias regiones internas a escala nacional.Por un lado, porque nuestras naciones tienen profundas diferencias

Para mayor información ver: SECRETARÍA DE RELACIONES EXTERIORES DE MÉXICO: EI Regio-nalismo abierto ell América Latina, Secretaria de Relaciones Exteriores, México D. E, 1994.

Una amplia referenda sobre ese proceso en América Latina y particularmente en países como Argenti-

na, México, Colombia, Venezuela y Brasil, puede encontrarse en: KAPLAN, M.: Fonnación dei Estado

Nacional en América Latina, p. 190, Editorial Universitaria, Santiago de Chile, 1969.

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Política

espaciales internas y por otro, porque no tienen el mismo peso, ni sonnecesariamente Ias mismas, Ias fuerzas de integración entre paísesy Ias que provocan una mayor integración interna de Ias regionessubnacionales.

En Ia mayoría de Ias naciones latinoamericanas, Ia "regionalidad"no ha sido suficientemente atendida, ni antes ni después de Ia forma-ción de los Estados nacionales. Hoy este problema es más agudo eimpone una crisis, incluso posiblemente en mayor medida, a quienesoptaron por el federalismo.5 Los pueblos y Estados nacionales lati-noamericanos, son ahora más vulnerables a Ias implicaciones que traeIa globalización de corte predominantemente neoliberal.

Son variados Ias influencias y resultados que Ias debilidades men-cionadas anteriormente tienen en relación con Ias regiones fronteri-zas. Pero más que todo, éstos han estado impulsados y definidos se-gún potencialidades y alternativas de recursos y de acuerdo también aIa relativa fortaleza de Ias sociedades regionales respectivas. Gene-ralmente son regiones marginadas dentro de los proyectos nacionales,o fragmentadas por Ia fuerza a partir deI poder político que concen-tran los Estados nacionales aIos cuales se vinculan.

GLOBALIZACIÓN-SITUACIÓN ACTUALYPERSPECTIVAS DE LA INTEGRACIÓNLATINOAMERICANAAI pretender realizar un examen sobre Ia cuestión de Ia globalizacióny Ia integración, no puede pasarse por alto eI hecho de que Iasinterrelaciones que hoy se denominan de integración, están tratandode integrar países que no están 10 suficientemente integrados en suinterior, 10 cual está igualmente indicando que se trata de nacionesdébiles y por tanto, fáciles de fragmentar por Ia lógica deI capitaltransnacional.

Hasta donde se conoce, no ha existido preocupación suficiente enrelación con Ia participación de algunas regiones intranacionales enIos procesos de integración vigentes. AIgunos especialistas han con-firmado que hasta ahora esa participación es muy débil. Sin pretenderser absolutos en cuanto a Ias causas, parece imprescindibIe contem-plar aI menos Ias dos siguientes:. La primera se sustenta en el devenir histórico, por Ias particulari-

dades de los respectivos procesos de formación nacional. De re-giones y unidades territoriales colonizadas hacia fuera, en funciónde Ia formación deI capitalismo en Ias metrópolis, a naciones yEstados nacionales igualmente volcados hacia fuera, en virtud deIa continuidad de Ia dependencia, y también porque los proyectospolíticos, salvo en determinadas coyunturas, no buscaron Ia nece-saria integración y equilibrio regional deI territorio nacional.

Ibídem.

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. La segunda causa apunta a Ia debilidad que revelan ]os Estados

nacionales actuales, una de cuyas muestras es Ia faltade voluntad

política para promover una participación equilibrada de Ias regio-

nes en dichos esquemas de integración, o aplicar una alternativa

más democrática respecto a Ia distribución de los beneficios.

Esto último significaque, sipor Iasdesigualdades insolubles en un

plazo corto frente a Ia emergencia dei agrupamiento en bloques regi0-

nales, se hace imprescindible que Ia aludida participación sea selecti-

vo / regionalizada, entonces se debería garantizar que los beneficios

redundasen de manera equitativa sobre Ia sociedad nacional, de acuerdo

a Ias necesidades y otorgando Ia prioridad ai desarroIlo sostenible de

sus respectivas regiones.

Es aquí donde interesa Ilamar Ia atención sobre Ia necesidad de

pensar y estudiar Ias fronteras como regiones históricas, es decir, no

como una línea divisoria que contacta y muchas veces, como en los

casos enunciados antes, contrapone sistemas nacionales y pueblos,

sino como espacio geográfico social "(...) de considerablesy variadasdimensiones, donde los efectos de Ias fronteras internacionales (lími-

tes),se hacen sentiren forma permanente, siendo consustanciales con

Ia vida social misma de esas regiones, con Ias identidades culturales,

con Ias actividades, proyectos y expectativas de Ia mayoría de Ia po-blación. "6

Esa complejidad regional fronteriza no siempre se manifiesta en

términos de conflicto por los límites territoriales en Ias relaciones inter-

estatales. Sin embargo: 1) en algunos casos 10 han sido o pueden Ile-

gar a serIo; 2) en otros, pueden estar asumiendo dentro de esas rela-

ciones políticas, una dimensión no explícitamente fronteriza sino

migratoria, por ejemplo, pero cuya base es el espacio fronterizo, o

impacta especialmente a éste y, 3) en sentido inverso, su existencia

puede favorecer Ia formación de una cultura de Ia integración.

La existencia y dinámica de esas regiones, que se han ido configu-

rando más alIá de delimitaciones políticas y administrativas impacta a

Ias sociedades nacionales, por Ias redes de mercado que instrumentan,

por los matices de sus relaciones sociales, por Ias mezc1as humanas,

Ios conflictos internos, así como por los elementos simbólicos que en

términos de identidad elaboran hacia fuera, y los que elaboran Ias so-

ciedades nacionales respectivas sobre eIlas, todos los cuales violen-

tan, conscientemente o no, Ias fronteras oficiaIes, y por eIlo mismo

resultan expone;ltes de una especie de ensayo de integración directa

entre los pueblos de unas y otras naciones.Los escenarios fronterizos desde el VaIle de San Juan hasta el

norte de Ia costa occidental de Puerto Príncipe y desde Monte Cristi

hasta Cabo Haitiano (región fronteriza haitiano-dominicana); o el que

comprende Ia franja surefia entre Chiapas, Campeche, Tabasco y Quin-

tana Roo, con el norte de Centroamérica (región fronteriza que impli-

ca a México, Guatemala y Belice), son sólo dos ejemplos. Pero igual-

ABÍNZANO, R.: ob.cil., p.4.

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Política

mente podría considerarse a Ias franjas fronterizas de Argentina, Bra-sil y Paraguay, desde Ia provincia de Misiones, que posee fronterasinternacionales divididas entre Brasil y Paraguay y un punto en el cuaIlos tres países se unen en Ias fronteras.

Los argumentos expuestos y otros más, fundamentan que el estu-dio de Ias regiones fronterizas desde una óptica transdisciplinaria, cons-tituye una necesidad y un desafío para Ia academia latinoamericana.Estos deben y pueden asumirse como camino para comprender Iasrealidades fronterizas propiamente, algunas problemáticas de carác-ter nacional y multinacional de acuerdo aI caso que se trate, y tambiénpara encontrar elementos que potencialmente pueden contribuir a fa-vorecer, los necesarios acercamientos intersocietarios y Ia propia in-tegración, sobre todo teniendo en cuenta que en nuestro tiempo, Iasociedad civil se ha convertido en un actor sumamente importante den-tro deI contexto nacional y global.

LA VULNERABILIDAD DE LOS ESTADOS NACIONALES YPROPUESTAS TEÓRICAS DE SU SUSTITUCIÓN COMOACTORES POLÍTICOS EN EL ORDEN MUNDIAL

En Ia proyección que anteriormente se menciona, deben jugar unpapel determinado los Estados nacionales, 10 cual conecta Ia situaciónesbozada con otro problema. Los liderazgos nacionales, de corteneoliberal, son cada vez más incapaces de asumir de manera concilia-dora Ia relación entre 10 transnacional y supranacional y 10 de índolenacional. Guarda razón Manuel Castells cuando afirma que los Esta-dos nacionales se encuentran actualmente en una especie de perma-nente tensión interna, por Ia contradicción presente entre su partici-pación en el proceso globalizador y Ia legitimación que requieren aescala de Ias respectivas sociedades nacionales.7 Y en Ias relacionesNorte-Sur, aIos primeros esto no les preocupa, sino que más bien lesresulta conveniente.

Por otra parte, Ia tendencia a Ia globalización de Ia vida económi-ca y política, y con ello de Ias relaciones internacionales que hastahace poco eran esencialmente inter-estatales, ha generado en el mun-dial, un recurrente cuestionamiento respecto a Ia virtual pérdida depoder deI Estado-nación, aI cual se está concibiendo y percibiendo enno pocos foros y textos, más que como actor dentro deI ámbito global,como gestor de variables para su sustitución.

Ambas razones (evolución de Ia dinámica global e imperfeccionesde los Estados nacionales) constituyen Ia base de algunas de Ias hipó-tesis sobre su reforma y eventual superación. Dentro de Ias posibili-dades se manejan Ia deI Estado (macro) Región, de Zaki Laidi, que

CASTELLS,M.: La eradeIa información:economia,sociedady cultura, AlianzaEditorial,Madrid,1997. Incluso algunas posturas defendidas por figuras de centroizquierda en el continente, tropiezanenseguida con tres mecanismos estructurales, resultados de Ia evolución histórica propia y de Iahe-gemonía primermundista: Ia fuga de capitales, el intercambio desigual y Iadeuda externa.

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opta por una especie de Estado federalizado aI estilo deI esquema UniónEuropea; Ia deI Mega-Estado, de Peter Druker, que sugiere Iareconfiguración a partir de imperios coloniales o semicoloniales (UniónEuropea y colonias, J apón-Asia, exceptuando tal vez India y China,Estados Unidos - América Latina.8 Otras son Ias dei Estado-Red deManuel Castell, con base en Ia tecnología; Ia dei Estado Neo-Medie-vai, de Hedley Bull, Ia dei Estado Postmoderno, de Robert Cooper y IadeI Estado (micro) Región, de Kenichi Ohmae.9

EI problema de Ia "regionalidad" en su conjunto y dentro de ella Iafronteriza, se resentiría o modificaría con cada una de esas propues-tas, pero especialmente se relaciona con Ia dei Estado (micro) Re-gión. En este caso se parte dei significado Ias regiones internas de losactuales Estados nacionales. No de todas, sino de aquellas cuya capa-cidad productiva constituye el "motor" o Ia "Iocomotora" de Ia econo-mía dei país, de manera que son Ias que verdaderamente generan eldesarrollo y el crecimiento, mientras el resto es arrastrado por ellas.

Con esta variante deI Estado (micro) Región, Ias regiones seinterconectarían entre sí, independientemente dei Estado o de Ias po-líticas de su gobierno central. Entre Ias zonas en que pudiera versefavorecido, en el caso de América Latina, se sefialan como ejemplos,ai NOA (Noroeste de Argentina), que se conecta con Chile, Bolivia yPerú, buscando sal ida aI Pacífico y aI mundo asiático; el NEA (Nor-deste de Argentina), que se conecta con Paraguay, Brasil y Uruguaydentro deI marco deI MERCOSUR; Ia región patagónica Sur que co-necta, a través de Chile, el Atlántico y el Pacífico por ruta.

También en Chile Ia zona franca de Iquique (ZOFRI), que conectaaI MERCOSUR con el mundo asiático y deI Pacífico e, igualmente, enBrasil, Ia Zona Franca Industrial que vende ai mundo. 10 De tal suerte,si en otras de Ias hipótesis, el despojo de los atributos deI Estado-nación es por arriba, como en el Estado (macro) Región, o en formapiramidal, como en el Mega-Estado, aquí el mencionado despojo espor "abajo" y por los "costados.""

Ante esos escenarios hipotéticos Ia reflexión que se impone, tantopara Ias sociedades políticas nacionales como para Ia comunidad aca-

ObsérveseIaconexiónentreestapropuestahipotéticayel proyectodeiALCAqueconduceEstadosUnidos.

Un análisis de cada una de esas hipótesis de trabajo puede encontrarse en: DALLANEGRA, L.: "Ten-dencias dei Orden Mundial: el futuro dei Estado Nación ", trabajo presentado en el Congreso inter-nacional de Administración PÚblica y Desarrollo Local en el contexto de SociedadesSlIpranacionales, Medellín, Colombia, 19 - 22 de sept., dei 2000.

Io Recientemente el embajador de Brasil en Cuba, Luciano Martins de Almeida, en conferencia impartidaen el Instituto Superior de Relaciones Internacionales "Raúl Roa García", de Cuba, explicaba unproyecto en ejecución que se aplica en Brasil, para interconectar regiones en el interior dei país, demanera que se garantice Ia integración nacional simultáneamente con su participación en los mecanis-mos dei MERCOSUR, a partir dei reconocimiento de Ia problemática dei eventual desmembramientonacional como resultante de una globalización desproporcionada y peIjudicial para el Estado-nación.

I 1 DALLANEGRA,L.:Ob.cit., p. 12.Tambiénparaexaminarconprofundidadestahipótesis,véase:OHMAE, K.: Elfin dei Estado-nación, Andrés Bello, Santiago de Chile, 1997.

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démica comprometida con los destinos de los pueblos en América La-tina, debería centrarse por 10 menos en cuatro ejes:

1) el lugar que ocupadan y los beneficios que, en esa nuevaredistribución espacial y de hegemonías, podrían alcanzar Ias re-giones deprimidas y fronterizas de hoy;

2) si se resolverían Ias desventajas que los pueblos latinoamericanoshan sufrido a 10 largo de Ia historia de los ordenamientos mundia-les;

3) qué tanto conviene a nuestro subcontinente Ia fragmentación, másalIá de Ia que ya exhibe y,

4) quiénes tendrían una condición subordinada, cuando no simplementeanulada, en el sistema global.A cualquier analista deI ámbito mundial no escapa Ia realidad de

que dentro de Ia globalización de corte neoliberal, que disefía y prota-goniza el capitalismo avanzado, es evidente que los Estados naciona-les periféricos resultan un estorbo y por tanto, sirven más a aquelIosintereses si desaparecen, así como Ias naciones de igual tipo. Peroestá claro igualmente que, tal y como sucedió en mundializacionespasadas, serían los deI Sur los perdedores, incluso aquelIos fragmen-tos de nuestras sociedades políticas que hoy se pliegan aios designiosde Ias potencias hegemónicas.

Y 10 que arriba se enuncia, no se menciona como un escenarioprobable muy a largo plazo, si se observa que de hecho hoy los Esta-dos nacionales dei Tercer Mundo, en particular los latinoamericanos,resultan sustituidos ya, en parte, pero en cuestiones centrales como Iapolítica económica, por Ias transnacionales, el Fondo Monetario Inter-nacional, el Banco Mundial y el Consejo de Seguridad de Ias NacionesUnidas. Es por eso que ya casi nadie duda que en buena parte deAmérica Latina, el ámbito de acción de los Estados es algo bien difícilde precisar.

AMODO DE CONCLUSIONES

La complejidad deI mundo actual y el desarrolIo de Ias CienciasSociales reclaman un mayor tratamiento de Ias regiones fronterizas,así como sus impactos sobre el contexto global y viceversa. Pensar aAmérica Latina desde este punto de vista, significa continuar proyec-tando investigaciones y actuaciones que contribuyan a Ia emergenciade optar por variables de participación "no subordinada" en el procesode globalización y que respondan a Ias necesidades y problemáticasno resueltas aún.

Dentro de Ia dinámica de cambios, una de Ias principales cuentaspendientes de América Latina es Ia cuestión fronteriza: como zonas deconflictos históricos y presentes en Ias relaciones inter-estatales, losque deberían resolverse con una determinada emergencia; como basespara avanzar hacia formas de integración de los pueblos; como garantíade paz y seguridad en Ia región y por Ia inminente necesidad de restar

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causas probables para Ia injerencia de actores hegemónicosextrarregionales.

La imperfección de Ia integración nacional, Ias desigualdades en-

tre Ias regiones subnacionales de hoy, así como Ia falta de voluntad

política y capacidad para lograr Ia superación de tal situación, permite

vislumbrar que Ia integración por encima de nuestras naciones, llevará

sin dudas a un incremento de esas desigualdades. Esto ocurrirá si no

se conduce parejamente con una voluntad política de nivelación de Ias

diferencias internas, 10 cual pasa por el desafío ineludible de atender

Ia cuestión regional de cada uno de los países y dentro de ella, 10 que

corresponde a Ias regiones fronterizas.

Los Estados nacionales periféricos tienen hoy ante sí, un impor-

tante desafío. Ante sus insuficiencias para conciliar 10 transnacional

con 10 nacional y Ia falta de capacidad y voluntad para articular pro-

yectos nacionales que respondan realmente a Ias necesidades de Ias

sociedades subordinadas a ellos, corren el riesgo de anquilosarse y ser

absorbidos por nuevas fórmulas extrarregionales, que tampoco asegu-

ran beneficios para Ias mayorías. De ahí su responsabilidad históricaen este nuevo milenio.

EI estudio de Ias regiones fronterizas en toda su complejidad y

dinámica dentro de Ias condiciones actuales, puede contribuir a enten-

der Ia región, en Ia diversidad y Ia unidad que es América Latina.

También, 10 que cada una puede aportar a Ia integración latinoameri-

cana, como estrategia regional dei subcontinente frente a Iareconfiguración dei orden global. Vale aquí recordar una idea con Ia

que muchos coinciden, aunque no siempre se aplica conscientementeen Ialaborcientífica:«(00') Ia medición dei valor de los intelectuales

latinoamericanos debe hacerse mediante Ia interrogante de: i,qué es 10que aporta su obra a Ia emancipación de América Latina? ."12

12 DIETERICH, H.: ldentidad nacional y Globalización. La tercera via. Crisis de las Ciencias Sociales,p. 153,Editora Abril, La Habana, 2000.

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