El Expositor Noviembre 2011

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tender esto. ¿Qué es eso que puede provocar a uno que ha invertido muchísi-mo en el reino para repen-tinamente abandonarlo todo?. Algunos se debili-tan pronto porque tienen

poco entendimien-to del llamado de Dios y aun menos compromiso. La primera aproxima-ción de tentación y dificultad los devasta (Luc.8:13). Otros parecen te-ner un profundo compromiso con la justicia, pero no uno en lo absoluto. Su precio por la traición es alto, sin embargo, hay

un precio, y cuando es su-ficientemente alto corren. El joven rico que vino a Jesús era uno de ellos. El estaba dispuesto a entregar mucho, pero no todo (Mat.19:16-23).

E n sus horas finales en Roma, esperando

una ejecución inevitable, el muy solitario apóstol Pablo sufrió una angustia adicional. “Demas” él es-cribió, “me ha desampa-rado, amando a este mundo” (2 Tim.4:10). Somos dejados a especu-lar sobre los parti-culares—que te-mores pavorosos o que atractivos poderosos lleva-ron a este fiel amigo y colabora-dor a abandonar el reino de Dios y a olvidar a su her-mano oprimido. No se trataba de un discípulo que estaba huyendo del campo de trabajo en la primera pre-sencia de problemas. Du-rante el primer encarce-lamiento de Pablo en Ro-ma, Demas evidentemen-

te había sido un compa-ñero firme (Fil.24, Col.4:14). Ahora. Inespe-radamente ocurre esta traición y deserción que rompe el corazón. Sola-mente aquellos quienes

han tenido un compañe-ros fidedigno en Cristo—Uno que ha probado en muchos periodos de crises —para apartarse repenti-namente de Dios y correr tras el mundo puede en-

Como Evitar el Fracaso Espiritual

Paul Earnhart

Noviembre 2011 Vol. 11, Número 11

El Expositor

“Predica la Palabra, in-

siste a tiempo y fuera de

tiempo… ” (1 Tim. 4:2—

LBLA)

Como Evitar el Fracaso Espiri-tual

Paul Earnhart

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La Última Bata-lla Robert Turner

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Cuando Sus Hijos los De-cepcionan

Sewell Hall

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Un Tributo Póstumo a Fer-nando Corona-do

El Editor

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Pablo dijo que Demas lo había desamparado “amando a este mundo”. El “Mundo” es muchas cosas. Juan lo describe como una forma del pen-samiento donde el deseo, el materialismo y el or-gullo abundan (1 Jn.2:15-16). ¿Qué fue lo que ob-tuvo el fiel Demas? ¿Fue el temor a la muerte o al encarcelamiento? O ¿Fue algo mas sutil como una añoranza nostálgica por los tiempos antiguos li-bres de constantes bata-llas? No somos informa-dos cual de estos factores hicieron desertar a De-mas, pero una de ellas lo logro.

Puntos de ruptura pueden venir a nosotros también si no somos muy cuidadosos. Decep-ciones en el matrimonio, fracasos en la disciplina de nuestros hijos. Perdi-da de la salud o prosperi-dad. Algo que nunca nos imaginábamos que nos sucedería. Y muchas ve-ces es solo una clara ne-cedad orgullosa. En todo caso, usted nunca diga que usted no haría lo que otros han hecho. Que usted nunca pudiera es-tar en todos los lugares que pudiera. Pedro aprendió una lección valiosa con respecto a

eso (Mat.26:31-35). Es mucho mejor que conoz-camos nuestra propia debilidad y que estemos alerta y oremos para que no entremos en tenta-ción (Mat.26:41). Satanás ama al hombre arrogante y auto confiado.

Otra lección para aprender del fracaso de otros es que los que al final se apartan, al prin-cipio miraron para ata-rás. Las apostasías apa-rentemente repentinas son realmente el fin de un proceso. Nuestro Se-ñor advirtió que los que ponen su mano en el ara-do en el reino y miran hacia atrás añorando algo en el mundo, no son ap-tos para el reino de Dios (Luc.9:62). Los discípulos que se apartan son aque-llos quienes primera-mente comenzaron a cultivar nuevamente los valores del mundo y co-mo los Israelitas en el desierto se volvieron nostálgicos en medio de sus pruebas por los cen-tros del placer en Egipto. Ellos olvidaron, por su-puesto, la servidumbre exasperante que acompa-ña a la vida de pecado.

Estos son los que gra-dualmente dejan de me-ditar en al Palabra de Dios (Sal.1:1-2), luego

descuidan la oración (Stg.4:1-4), mientras que Dios y Cristo parecen para ellos estar lejos. Primero, esta clase de discípulos dejan de estudiar, luego de orar y finalmente se vuelven des-cuidados. Algunas veces, todo esto comienza con una casual filtración, compromi-sos considerados como inofensivos. También mucho tiempo pasado con compa-ñías mundanas (1 Cor.15:33), demasiado interés en el trabajo (1 Tim.6:9-10), mucha preo-cupación por ser acepta-dos y hacernos notar en el mundo (1 Ped.5:5). Final-mente, esto su vuelve un asunto de amor apasiona-do que nos hace incons-cientes del daño que ha-cemos a nuestro Salvador, a nosotros mismos y a otros.

Satanás es el maestro del “paso rápido” al peca-do, el cambio lento es mas efectivo en producir el colapso espiritual que la apostasía repentina. El peligro de alertar a la vícti-ma de lo que esta sucediendo es eliminado. Podemos ser endurecidos por el engaño del pecado (Heb.3:12-13). Banderas de advertencia necesitan comenzar a ser agitadas en el momento que sentimos primera pérdida de convicción. Cuide su lenta fuga espiri-tual. La respuesta indefe-

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ctible a este tipo de fra-caso espiritual es la disci-plina diaria de una dedi-cación no comprometida que no admite ninguna excepción y hace rápidas y humildes enmiendas por cada transgresión.

Destruya todos los puentes y enfóquese en la meta Celestial (Fil.3:7-14). Y si a pe-sar de todo, sucede que usted tropieza se-veramente, no permita que la desesperación lo destruya. Recuerde que no cualquiera que ha tambaleado no esta destinado finalmente a caer!. Podemos dar gracias a Dios por esto. La penosa deserción de Juan Marcos en Panfilia (Hech.13:13) no fue el fin de él, por-que él no lo permitió!. Pablo envió por él en sus ultimas horas (2 Tim.4:11) y el Espíritu Santo lo eligió parea ser el escritor cuyo evangelio lleva su nombre. No tenemos que ser como Demas. En la misericordia de Dios, tenemos el privi-legio de ser como Juan Marcos o Pedro, y aun como Pablo.

—Fuente: Christianity Magazi-ne, Vol. 1, No.2; Fe-

brero de 1984.

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victoria perdurable—una que no pudiera ser reti-rada de él. Exhortó a Ti-moteo a “echar mano de la vida eterna” (2 Tim.6:12). Esto requirió entrenamiento, perseve-rancia, y sobre todo auto control (1 Cor.9:24-27). El atleta entrenaba su cuerpo para prolongar su resistencia hasta que este se agotaría, Pablo entre-nó el suyo para que pu-diera dar el mejor servi-cio al Señor y así honrar a Sus propósitos eternos.

Todos estamos com-prometidos en una espe-cie de batalla, y en un sentido muy real es “hasta la muer-te” (Apoc.2:10). La fe da propósito a la vida. El Cristiano lucha duro y muy frecuentemente. Pero él se somete a la voluntad de Dios para no luchar “ilegítimamente” (2 Tim.2:5). Y esta lucha nunca es en vano. Jesu-cristo le preverá de una corona y no solamente a el, sino “a todos los que aman su venida” (4:8).

—Fuente: www.migthyisthelord.com

E n las ruinas de un Teatro en Éfeso,

hay un rotulo en memoria de un atleta del siglo II D. C. que dice: “El peleó tres batallas y dos veces fue coronado. Tenga cuidado por su último paso!. Los atletas luchan hasta la muerte. La última batalla del hombre fue siempre fatal. El atleta la perdió y así su corona porque su oponente lo mató. Que diferencia entre esta corona y la del apóstol Pablo quien dijo, “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mi, sino también a todos los que aman su venida” (2 Tim.4:7-8). Pablo hizo mas que luchar “hasta la muerte”, él luchó para la vida eterna. Si esta batalla le costo su vida terrenal, esto simplemente significó que él estaba libre para reclamar la corona de justicia (Apoc.2:10; 2 Cor.5:6). Que diferente de los que mueren sin esperanza (1 Tes.4:13). Pablo buscó una

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¿Porque Tú No? Joe Price

E stamos contentos en responder a las pre-

guntas sinceras de la Biblia. Al hacerlo, ayudamos a considerar la Palabra de Dios y nuestra relación con Él. Podemos conocer la voluntad de Dios y fielmen-te hacer Su voluntad. De hecho, sin conocer y hacer la voluntad de Dios, no somos verdaderos discípu-los de Jesús (Jn.8:31-32, Mat.7:21).

Aquí están algunas pre-guntas típicas en esta época del año:

1. ¿Por qué ustedes no cantan cánticos respecto al nacimiento de Jesús en Navidad? Hay algunos him-nos en nuestro himnario que son tradicionalmente cantados por aquellos que celebran el nacimiento de Jesús el 25 de Diciembre. Sin embargo, debido a que el Señor no autorizó un día de fiesta religioso en honor al nacimiento de Jesús, no cantamos himnos que su-gieran que estamos hacien-do esto en esta época del año. El mensaje de los him-nos puede ser ciertamente Escritural, pero que la Con-gregación los cante en esta época del año, implicaría celebrar un día de fiesta religioso hecho por el hom-bre del nacimiento de Cris-to.

2. ¿Por qué no partici-pan en servicios de Navidad Ecuménicos? Primero que todo, no participamos en tales servicios porque no tenemos autoridad Bíblica para celebrar la Navidad como el nacimiento de Cristo (Col.3:17). Segundo, No tendremos comunión con los que practican cosas que no tienen la aprobación de la palabra de Dios (2 jn.9-11). Tercero, debido a que las denominaciones de los hombres no son la Iglesia de Cristo, no tendremos comunión con ellos en tales cosas (Mat.16:18; 2 Cor.6:14-18). 3. ¿Por qué no tienen (como Iglesia) una fiesta de Navidad o algún tipo de actividad de comunión? Las reuniones sociales no son descritas como “comunión” en el Nuevo Testamento. La obra de la Iglesia incluye la edificación espiritual del cuerpo de Cristo (Efe.4:11-16). Alimentar el estomago no fortalecen el alma. Te-nemos casas en que comer y beber y así las familias pueden arreglar los eventos sociales (1 Cor.11:22, 34). Como Iglesia ofrecemos y nos alimentamos con la Palabra de Dios (Hech.20:32; 1 Cor.14:26).

—Fuente: www.bibleanswer.com

La Última Batalla Robert Turner

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E n Como Evitar el Fracaso Espiritual.

Paul Earnhart hace una introspección cuidadosa del patrón que recurrente que siguen neciamente los hermanos que se apartan de su fe. Démosle una seria consideración. Recientemente dos predicadores amigos han expresando en conversaciones con ellos parte de su complejidad al tratar de entender a su hijos adolecentes quienes se han equivocado en decisiones que han perjudicado sus vidas. Como padre de dos niños (6 y 12) entiendo que enfrentaré tarde o temprano con parte de esto. Pero que hacer Cuando los Hijos lo Decepcionan es verdaderamente crucial para intentar remediar el camino. Aunque no toda la responsabilidad puede ser lanzada al padre de familia que ha instruido con sabiduría a sus hijos, hay mucho que se puede hacer en tiempos difíciles. Sewell Hall tiene estas palabras de aliento y esperanza. En un Tributo Póstumo a Fernando Coronado es un breve historial de cómo la influencia y predicación de nuestro recientemente fallecido hermano nos impactó a muchos de nosotros. Que Dios y Su Palabra continúen gobernado nuestros pensamientos y camino hasta alcanzar la meta!.

intelectualismo fantasioso, por la aceptación de una nueva religión o por de-sencanto (desilusión) con toda religión, o por una reacción extrema a los padres demasiado domi-nantes. Pero indepen-dientemente de la causa,

el trauma sufrido por los padres apenas puede ser imaginado por aquellos que no lo han experimen-tado. Cuando los padres comprenden que su hijo los ha dejado, son agobia-dos por una ola sucesiva de emociones diversas. Al principio son dominados por la ansiedad de la segu-ridad y bienestar de su descendiente. Esto a me-nudo se convierte en ira – ira dirigida hacia el hijo, hacia su compañero, o

UU n niño desaparece de casa inesperada-

mente. Se hace sonar la alarma. La policía expide boletines. Los medios de comunicación hacen cir-cular la foto del ni-ño. Los padres son entre-vistados y una nación responde con com-pasión. Con opti-mismo el niño será encontrado.

Pero hay otro grupo de padres por el que hay po-ca simpatía (o compasión). La policía da poca ayuda y los medios no están interesa-dos. Aun compa-ñeros Cristianos que deberían compartir la carga a menudo hacen muy poco más que criti-car y condenar. Ese gru-po es el de los padres de hijos que se rebelan y se escapan de sus hogares abruptamente después de llegar a su adolescencia.

Tales partidas son más comunes de lo que uno pensaría. Esto puede ser causado por rebelarse contra los patrones mora-les de la familia, por el

alguien más que parecie-ra compartir la responsa-bilidad. A su vez, la ira, se convierte en vergüen-za como padres que tie-nen que enfrentar a sus propios compañeros. Su orgullo se va y sienten que su influencia está

comprometida irreparablemen-te. El desespero se apodera como de todos sus sueños por su hijo y el futuro parece sin esperanza. El re-sentimiento de amargura puede desarrollarse hacia los padres que han escapado a esta dura experiencia y

aun hacia Dios que per-mitió que sucediera.

No obstante, des-tructivas como son estas reacciones, hay otra que puede ser mas perjudicial (o dañina). Es el sentido de culpa que es casi uni-versal entre los Cristia-nos cuyos hijos se ausen-tan sin permiso. Se pre-guntan “¿Qué hicimos de malo?” Algunas veces los padres son los culpables. La delincuencia de los

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Cuando Sus Hijos lo Decepcionan Sewell Hall

COLUMNA EDITORIAL Página 4

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llevaron por el camino que debía ir.

La historia del Hijo Pródigo (Lucas 15:11-32), provee la mejor directriz posible. Nos recuerda que Dios tiene hijos rebeldes; El es el Padre en la Histo-ria. Continuaba amando a su hijo, estuvo listo para perdonarlo y restituirlo a su lugar en la familia. Sin embargo, él aborrecía el pecado de su hijo, nunca comprometió sus propios principios y no le suplicó a su hijo que volviera como un favor para su anciano padre. La puerta estaba abierta, pero el muchacho tenía que decidir por su propia cuenta si iba a en-trar.

Esta historia también ofrece una mano de espe-ranza que algún día tales padres puedan ver, aun “una gran manera de salir” de sus hijos volviendo a casa con arrepentimien-to. Entre tanto, que gran fuente de consuelo puede ser encontrada en la co-munión en oración con Aquel que entiende y comparte nuestro amor y preocupación por ese hijo perdido.

—Fuente: Christianity Magazine, Vol. 2, 1985; Pág..

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de los hijos puede ser el resultado del mal ejemplo de los padres o de un fracaso en disciplinar apropiada-mente. Pero si como padres somos culpables, nada se gana por dejar que esto nos destruya. El preocuparnos no traerá a los hijos de re-greso, ni lo hará el reparar los errores que hemos co-metido. Simplemente nece-sitamos arrepentirnos y orar a Dios” por perdón y luego hacer cualquier cosa que podamos para corregir la condición que originó el problema. Si Pablo, el após-tol, pudo colocar atrás de él su día como perseguidor y proseguir con la obra de predicación de Cristo, segu-ramente debemos poner atrás de nosotros nuestro fracaso como padres, y aun la pérdida de nuestro propio hijo – y continuar con la obra de salvar a los demás.

Pero ¿el pecado de un hijo necesariamente prueba la culpa de los padres? Eze-quiel 18:20 parece decir de otro modo: “El alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del pa-dre, ni el padre llevará el pecado del hijo; la justicia del justo será sobre él, y la impiedad del impío será sobre él” (Ezeq. 18:20). La agencia de libre moral signi-fica que un hijo puede hacer cualquier cosa que pudiera decidir hacer independien-temente de cómo haya sido criado (o educado).

Pero ¿qué acerca de Proverbios 22:6? – “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se

apartará de él”. Primero, la traducción común de este versículo pudiera no ser la correcta. Keil & Delitzsch lo traducen: “Dale al niño una educación conforme a su manera; de manera que cuando sea viejo no la aban-donará jamás”. La Versión Dios Habla Hoy lo traduce así – “Dale buena educación al niño de hoy, y el viejo de mañana jamás la abandona-rá”. Eso quiere decir que las aptitudes e inclinaciones del niño deberían ser consi-deradas en su educa-ción. Esto no es diferente a los otros Proverbios.

Sin embargo, aceptan-do la traducción común deberíamos verla como una regla general valiosa, pero una en la que puede haber excepciones. Hacerlo de otra manera puede llevar a conclusiones erróneas se-rias. Considere lo siguien-te: “La mano negligente empobrece” (Prov. 10:4). “El temor de Jehová aumentará los días; mas los años de los impíos serán acorta-dos” (Prov. 10:27). “Cuando los caminos del hombre son agradables a Jehová, aun a sus enemigos hace estar en paz con él” (Prov. 16:7). Alguien puede co-mentar que Jesús era pobre, murió joven, y fue muerto por sus enemigos. ¿Probaría esto que Jesús era negligen-te, impío y no agradó al Se-ñor? ¡Claro que no! Pero esa es la misma clase de ra-zonamiento que intentará probar que porque un hijo se aparta del camino de la corrección, los padres no lo

EL EXPOSITOR es una publi-cación de artículos sanos, edifi-cantes y relevantes al desem-

peño del fiel expositor de la Palabra de Dios. Cualquier

comentario favor de dirigirlo a su editor: Armando Ramírez 1 de Mayo # 214 Valle Hermoso, Tamps. 87501 México. E-Mail: [email protected]

Preparando a nuestros Jóvenes —William Ramsey

Un número de jóvenes se están graduando de la es-cuela Preparatoria. Mu-chos de ellos dejarán su hogar y serán confronta-dos con la tarea de formar uno por si mismos.

El mundo en que vivi-mos puede ser malo y re-pugnante a veces. Abunda el sexo ilícito, la venta de drogas, las bocas y mentes sucias. Este tiene Colegios y Universidades con un número de profesores y maestros de incredulidad. Declaran su incredulidad en Dios, Su Palabra, y la moralidad Bíblica. Ense-ñan que el hombre es una animal glorificado, el pro-ducto de la evolución del Universo. Las consecuen-cias es que muchos viven por las frases “come, bebe y diviértete”, “Si eso te hace sentir bien, hazlo” Muchos hombres fuertes han caído. Requiere tener una fe fuerte y un corazón preparado para vivir en semejante mundo de peca-do (Luc.5:52; 1 Ped.2:21-22). Padres, sus hijos nece-sitarán mucho más que un beso y un “Adiós” cuando dejen el hogar. ¿Están pre-parados?

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obteniendo su M. A. (Licenciatura) en Educa-ción. La enseñanza de este Colegio junto a la enseñanza de una familia de Cristianos de habla Inglesa, produjeron que él se convirtiera a Cristo y se involucrara en predica-ción del Evangelio años mas

tarde. Como profesor ejerció esta profesión en varias ins-tituciones educativas Texas mayormente en el Valle de Texas. Ocupó varias funcio-nes en esta esfera. Llegó a ser Subdirector de la escuela Pace High School en Brownsville. Años mas ade-

lante continuó siendo bus-cado para impartir cursos de español y otras materias a personas adultas que lo requerían. También impar-tió clases de inglés a perso-nas que arreglaban su per-manencia para vivir legal-mente en los Estados Uni-

dos, así como a un número de hermanos que quería-mos mejorar nuestra pro-nunciación o escritura. Este servidor junto a un número extenso de otros hermanos y hermanas fuimos benefi-ciados por su ayuda.

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Su esposa, Margarita (quien le antecedió a su muerte) también fue profesora y al menos uno de sus hijos tam-bién lo es. El hermano tenía la “voz” del típico profesor, clara, fuerte y bien pronun-ciada. Este herramienta útil siempre la usaría en la pre-dicación. Constantemente decía que los alumnos senta-dos en los pupitres de en-frente eran quienes apren-dían mejor.

Como Predicador

Es en esta esfera donde le conocí mas habiéndole escuchado predicar por pri-mera vez en 1992. Sus pre-dicaciones fueron siempre instructivas, interesantes y desafiantes a la audiencia. Abría espacios en sus ser-mones para los oyentes Cristianos y para los oyentes inconversos y dirigía pala-bras especiales a ambos gru-pos. Aunque podría haber usado el lenguaje académico dada su educación, siempre prefirió usar el lenguaje sen-cillo, el lenguaje que la per-sona común podía compren-der (1 Cor.2:1-5). El conocía bien al hispano (al Mexi-cano especialmente) y sabia que la mayoría de ellos difí-cilmente habrían termina-dos sus estudios medio supe-riores.

“ Cuando es bien em-pleada la vida—decía

Séneca, la vida es suficiente-mente larga”. Es la creencia de muchos que le conocimos que el hno. Fernando Coro-nado llevó una de esas vidas suficientemente larga y de utilidad a su familia, a su comunidad, a sus hermanos en la fe y por encima de to-do, a su Dios. Aunque este periódico ha tenido la finali-dad de publicar estudios exclusivamente, vamos a hacer una excepción dada la influencia y notoriedad que el hermano Coronado nos dejó. Quiero solamente se-ñalar que este breve tributo póstumo a su memoria “La memoria del justo será ben-dita” (Prov.10:7) es com-puesta de unos pocos datos de parte de quien le conoció por los últimos 20 años junto a información de uno que le conoció mucho mas tiempo y quien fue amigo personal del hno. Coronado. El hno. Arturo Rodríguez junto a su esposa (quienes aparecen en la fotografía al lado de él.).

Como Profesor

Después de servir a las fuerzas militares de su país durante la segunda guerra mundial, (1939-1945) el hno. Coronado ingresó al Abilene College (hoy Abile-ne Christian University),

Un Tributo Póstumo a Fernando Coronado

(1923-2011) Educador, Predicador y Cristiano Diligente

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Pero no solamente su pre-dicación fue sencilla, tam-bién lo fue su manera de vivir. Como fue recordado en el primero de los dos servicios fúnebres el día 12 de Octubre por el hno. Arturo Rodríguez, el her-mano sabía adaptarse a las condiciones precarias de algunos hermanos al visi-tar las Iglesias en México desde los años 60 en ade-lante. El consumía la co-mida del Mexicano y dor-mía en medio del calor y los mosquitos del verano en lugares donde los her-manos pobres no tenían más que ofrecer. El fue Formador de predicadores. Viviendo en el área de Sinton, Texas, él impartió clases a predica-dores quienes en esos años eran jovencitos que mas tarde se dedicarían a la predicación tiempo com-pleto. Entre ellos están René García (de Mathis), Rubén Amador (de Hous-ton), y Johnny Buentello (quien lamentablemente apostataría de la fe) entre otros. En una clase impar-tida por él en 1993 en Ma-tamoros, a un grupo exten-so de predicadores madu-ros y jóvenes, nos ilustró que el predicador debía conocer por todos los me-dios la gente a quienes predicaba. El se valió de una de sus muchas visitas a la Iglesia en la zona rural del ejido Francisco Villa dónde una vez el hermano

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Demetrio Zavala le llevó a su tierra de cultivo. Ahí el hno. Coronado observó que el hno. Zavala golpeó con su pie la tierra recién triturada y exclamó “Esta tierra esta lista para sem-brar”. El hno. Coronado dijo que así como un agri-cultor conoce cuando es el tiempo de sembrar, así el predicador debe conocer cuando y que predicar a los corazones de los oyen-tes!.

El fue Consejero de los predicadores. Personal-mente a este servidor dio varias sugerencias de cómo predicar en una manera más efectiva. En una clase, él dijo a un grupo de jóve-nes que el predicador de-bía mantener su vista a la audiencia, usar sus manos para gesticular movimien-tos que ayudarán a enfati-zar un punto de la lección, pero evitando que la au-diencia se fijará más en su manos que en su rostro. Sus consejos no estuvieron limitados al desempeño del predicador en el púlpito, sino también a su habili-dad para enfrentar los pro-blemas que se sucintaban en la Iglesia. El acostum-braba a sugerir a los predi-cadores enseñar todo lo que se podía dar cuando la Iglesia estuviere en paz y en crecimiento, porque vendrían tiempos de con-tiendas y frustración don-de sería mas difícil lograr que los hermanos retuvie-ran la sana enseñanza.

El fue Amigo de los pre-dicadores. Entendiendo lo que esto significaba, él apo-yaba y animaba a los predi-cadores. Una ocasión cuan-do este servidor estaba sen-tado en la banca de enfren-te para iniciar el estudio asignado durante las Lectu-ras Bíblicas efectuadas en la Congregación de la calle Calixto de Ayala (Matamoros) en 1994 el observó que estaba algo inquieto (siendo muy joven en ese tiempo) y ante una audiencia concurrida, él me dijo, “Muchacho, haz tu mejor trabajo, yo estoy contigo”. El hermano Co-ronado disfrutaba el ser visitado por predicadores (sobre todo cuando su espo-sa había fallecido). El hos-pedaba y facilitaba a los predicadores de México en sus viajes al interior de Te-xas o mas allá.

¿Cómo fue la Predi-cación del hermano

Coronado?

Su Predicación fue siem-pre llena de Escrituras. El fue un varón que siempre exponía el texto o pasajes relacionados. Sus sermones comenzaban y terminaban con las Escrituras. Le preo-cupaba la clase de predica-ción de algunos que expo-nían “poca Biblia”. La nece-sidad de la hora—como dicen algunos America-nos—era llenarla de exposi-ción de la Palabra de Dios, no de historietas entreteni-

experiencias de viajes, ex-cursiones o anécdotas hu-morísticas. Cuando el seña-laba su tema apuntando a la Expiación de la Sangre de Cristo (1 Ped.2:21-24) o la Perseverancia en el Sufri-miento (Heb12:1.4), Él ex-plicaba ese preciso pasaje no dejando vacios de infor-mación.

Su Predicación fue siem-pre Persuasiva. Regular-mente había personas vi-niendo a la obediencia des-pués de sus sermones. Evi-dentemente en la conver-sión de un alma varios pro-cesos se efectúan y varios obreros y obreras partici-pan (1 Cor.3:6-9). Pero la predicación del hermano Coronado cosechaba lo que otros sembraron!. Su estilo franco, directo y persuasivo provocaba que muchos Cristianos fueran substan-ciosamente edificados en su fe y que los oyentes incon-versos se motivarán a la obediencia.

Durante el servicio funeral del día 13 de Octu-bre, el cual fue organizado en forma bilingüe (inglés-español) por los hijos e hijas del hno. Coronado, mi es-posa escuchó de varias per-sonas visitantes quienes le escucharon predicar mu-chas veces en la Congraga-ción de la calle Mildred referirse así “El señor Coro-nado tenía un muy grande talento para predicar”. “Te hacia sentir la Palabra muy cerca de ti”.

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“Muy cercano de mi ocaso, yo te bendigo, vida,

porque nunca me diste esperanza

fallida, ni trabajos injustos, ni pena

inmerecida. Porque veo al final de mi rudo camino

que yo fui el arquitecto de mi

propio destino; que si extraje la miel o la hiel de las cosas, fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas; cuando

plante rosales, coseché siempre rosas... Hallé sin duda largas las noches de mis

penas; mas no me prometiste tú solo noches buenas, y en cambio tuve

algunas grandemente

serenas.. Amé, y fui amado, el sol acarició mi faz. ¡Vida, nada me

debes!, ¡Estamos en paz!.

--Amado Nervo

Su Predicación fue siem-pre corta. Como educador él sabía que normalmente la atención de las personas no es la misma y que la mente no podría retener largas pe-riodos de concentración. Él habló muchas veces que los 20 primeros minutos son los que las personas promedio te van a escuchar y retener. El resto será rápidamente olvi-dado. Así que sus lecciones eran por naturaleza cortas y normalmente no excedían a los 35-40 minutos.

Su predicación fue siem-pre Ilustrativa de episodios de la vida diaria. Una vez durante un sermón que ex-plicando la ignominia que Cristo experimentó por los pecadores, él explicaba el pasaje que dice “Entonces le escupían en el rostro, y le dieron de puñeta-zos” (Mat.26:67). El hno. Coronado refirió a la audien-cia de cuando era niño y como su hermanito mayor le escupían el rostro en el jue-go, causándole gran irrita-ción y humillación. Pero él decía, “todo esto y mucho más, Jesús lo soportó por ti y por mi”. El no dudaba en enriquecer sus sermones con sus experiencias en el campo educativo, en el campo inte-lectual y aun en el campo militar, cuando sirvió a las fuerzas militares de los Esta-dos Unidos. Pero esto lo ha-cia con brevedad y cuando estos eventos ilustraban a sus lecciones. El a menudo ha-blaba a la audiencia para que disfrutaran la Palabra.

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Observaciones re-cogidas de su Fune-

ral

Durante el segundo servicio funeral organizado por su familia. Su hijo Ro-bert Coronado habló en inglés y dijo que “Mi padre siempre estuvo predicando, predicaba en ciudades grandes y pueblo pequeños, predicaba a audiencias ex-tensas y audiencias peque-ñas. Lo puedo recordar toda su vida predicado”. Su hija Nelda se refirió a él como un amoroso y disciplinado padre. Sus nietos expresa-ron sus palabras de admira-ción y relataron eventos que nunca los olvidarían al lado de su abuelo. Se ento-naron tres himnos elegidos por la familia (quizás los favoritos de su padre), “Este Mundo no es Mi Ho-gar” (en inglés), “Hay Un Mundo Feliz” y “Mi Dios y yo” en español.

El hno. Vicente Ramí-rez de Brownsville (amigo y colaborador por años del hno. Coronado) dirigió unas palabras en memoria de la larga y productiva vida del hno. Coronado. Un día anterior el hno. Arturo Rodríguez de Matamoros había hecho lo mismo de su cercano amigo. El hno. Re-né García quien vino de Mathis, TX. Habló un breve pero emotivo discurso de sus vivencias con el hno. Coronado. Se reveló que a petición del hno. Coronado

en sus últimos días de luci-dez mental en el hospital había pedido personalmen-te al hno. Vicente Ramírez y Arturo Rodríguez predi-carán en su funeral. Y esto fue gratamente realizado. Hermanos y hermanas de diferentes congregaciones de todo el Valle de Texas y ciudades fronterizas asistie-ron al funeral.

A él le sobreviven sus ocho hijos (3 varones y 5 mujeres) varias nietos y aun bisnietos. Como uno que comenzó a predicar a principios de los años 50`s el hermano Coronado vivió la división que produjo el Institucionalismo con la introducción de Colegios, orfanatorios y asilos paga-dos por tesorerías de Igle-sias locales. Predicó por más de 5 décadas extensa-mente en Texas y Noreste de México. Fue un predica-dor ampliamente llamado a predicar al igual que lo han sido los hermanos Wayne Partain, Bill Reeves y Va-lente Rodríguez. Estamos agradecidos por la influen-cia piadosa que él nos dejó y dichosamente felices que él terminó la carrera con-servando la fe que le salva-rá en el día final. “He pe-leado la buna batalla, he acabado la carrera, he guar-dado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor Juez justo, en aquel día; y no solo a mi, sino también a todos los que aman su venida” (2 Tim.4:7-8).