El mejor verso de San Juan de la Cruz por Luce López-Baralt

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  • 7/29/2019 El mejor verso de San Juan de la Cruz por Luce Lpez-Baralt

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    El mejor verso de

    San Juan de la Cruz

    Luce Lpez-Baralt

    A Hugo Gutirrez Vega,

    celebrando sualtsima poesa y su

    solidaridadpuertorriquea.

    Oh quanto corto il dire,

    gema Dante en la

    Comedia, sabiendo que leera imposible explicar el

    Amor que mueve el Soly las dems estrellas. Latarea de comunicar el

    xtasis mstico, en efecto,siempre est condenada

    al fracaso, porque es imposible traducir un trance

    suprarracional y sin lmites a travs del instrumento

    limitante del lenguaje.Pocos escritores han asumido la derrota verbal inherente a

    la comunicacin de la experiencia exttica con la lucidez

    de San Juan de la Cruz. Lo nico que queda claro de la

    experiencia abisalel misterioso aquello que le ocurri enotro plano de concienciaes su condicin indecible: delxtasis yo no querra hablar, ni an quiero; porque veo

    claro que no lo tengo de saber decir, y parecera que ello

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    es menos si lo dijese. La experiencia fruitiva de Diosdesafa el frgil entendimiento humano: Dios, a quien vael entendimiento, excede al [mismo] entendimiento, y as

    es incomprensible e inaccesible al entendimiento; y portanto, cuando el entendimiento va entendiendo, no se va

    llegando a Dios, sino antes apartando.

    Los sentidos tampoco pueden percibir esesecreto lenguaje

    de Dios, por lo que no lo saben ni lo pueden decir, nitienen gana, porque no ven cmo. De ah que San Juanaconseje el silencio como la manera ms apropiada para

    celebrar lo que ha vivido ms all del espacio-tiempo: nohay vocablos para aclarar cosas tan subidas de Dios []de las cuales el propio lenguaje es entenderlo para s, y

    sentirlo y gozarlo, y callarlo el que lo tiene. Y callarlo elque lo tiene. Recordemos estas palabras, porque arespaldar su lapidario aserto dedico estas pginas.

    Paradojalmente, en el ttulo de este ensayo anuncio quehabr de explorar un verso de San Juan de la Cruz. Y un

    verso siempre es un constructo verbal, por sublime que

    sea. El poeta ha advertido, como nos consta, eldesvalimiento del lenguaje para testimoniar la vivencia

    mstica. Pero, desoyndolo respetuosamente, intentarrastrear ese altsimo verso, el ms sapiente de toda la

    poesa de San Juan, que se encuentra inscrito en elCntico espiritual.

    Muy en la lnea del Cantar de los cantares, a lo largo delpoema vamos acompaando a una enamorada que se lanza

    tras su Amado. La protagonista potica sobrevuela los

    espacios, que mira desde lo alto, sin realmente hollarlos.Despus de evadir majadas, oteros, montes y riberas, y tras

    interrogar sin fortuna a los pastores y a los bosques por el

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    paradero de su Amor, la Esposa se detiene de sbito ante

    una fuente de aguas plateadas. Expresa, exaltada, un

    extrao deseo:

    Oh cristalina fuente!

    si en esos tus semblantes plateados

    formases de repentelos ojos deseados

    que tengo en mis entraas dibujados!

    La luz plateada del agua delata el brillo de una tenue luz

    lunar: ha anochecido. Tambin los sentidos de laprotagonista se anochecen, porque las secretastransformaciones del alma se dan ms all del mundo

    corpreo, que queda a ciegas.

    La Esposa tiende su mirada en el manantial, y el intento de

    auscultar su persona en el azogue plateado podra, en

    principio, ser peligroso: ya sabemos del destino de Narciso

    frente a las aguas. Pero los prodigios se suceden: cuando

    la protagonista potica se mira en la fuente, se enfrenta auna sorpresa descomunal: ha perdido su rostro, porque las

    aguas no lo reflejan. La alfaguara encendida le devuelve

    en cambio unos ojos. Parecera que son suyos, pues los

    lleva dibujados en sus entraas, pero a la vez son los delAmado, que desea recuperar al fin. Advirtamos que la

    Esposa habla con actitud desiderativa, usando el sicondicional: si en esos tus semblantes plateados /formases de repente / los ojos deseados... An no poseeesos ojos: los anhela. San Juan pinta de manera magistral

    la unin que est a punto de sobrevenirle a la enamorada:

    los ojos que le devuelve la fuente por anticipado sonsimultneamente de l y de ella, ya que estn grabados en

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    las entraas de la que se mira en el manantial, grvida deuna mirada, como dej dicho Jos ngel Valente.

    El ansioso Adnde te escondiste, Amado? que inaugurael poema se comienza a contestar. La respuesta es

    sobrecogedora: En m misma. La Esposa,fons sellata,descubre que su Amado estaba todo el tiempo en su propioser. Su narcisismo ante el espejo no era pues peligroso,

    pues lo trasciende para vivir el misterio sobrecogedor del

    unus ambo.

    No es posible establecer diferencias entre ambas miradasque se autocontemplan: ha quedado slo una miradaencendida flotando sobre las aguas. Al menos as lo anhela

    la esposa. El condicional si y el adjetivo deseados,como adelant, nos dejan ver que la emisora de los versos

    intuye la unin, pero no ha llegado an a ella. Estamos en

    la antesala misma de la unin transformante. San Juan no

    ha descrito el xtasis: se ha limitado a comunicar el deseodel xtasis.

    Pero en la prxima lira la protagonista sale de su ensueo

    contemplativo y exclama, conmocionada: Aprtalos,Amado,/ que voy de vuelo! Los ojos deseados se hansalido de la fuente, cobrando vida propia. La lneadivisoria que separa al alma de Dios es sutilsima, y acaba

    de romperse. La Esposa teme cegarse ante la Luz de estosojos que ahora son brasa viva, pues hemos pasado del

    deseo a la certeza. Las nupcias ultramundanas del almacon la divinidad se acaban de cumplir. La Amada

    comprende ahora que nunca traz camino, porque ir hacia

    el Amado no era otra cosa que ir hacia ella misma, quesumergirse en el hondn de su ser. La intuicin del cese de

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    la dualidad que haba experimentado al inclinarse sobre la

    alfaguara ha fructificado.

    El Amado reencontrado bautiza a su pareja con un nombre

    areopaloma

    pues ontolgicamente es un ser nuevo

    dotado de la capacidad de vuelo: Vulvete paloma,/ queel ciervo vulnerado/ por el otero asoma/ al aire de tuvuelo/ y fresco toma. Volverse significasemnticamente tanto ir como venir, por lo quehollamos un extrao camino anulado. El poeta sabe biende estas sendas inexistentes: Ya por aqu no hay camino.Aquel que le hua a la Esposa como el ciervo, dejndolaherida, en la lira inicial del Cnticocomo el ciervohuisteahora le muestra su presencia viva. Ahora, elvulnerado es l: la herida era canjeable, pues es de los dos

    a la vez, y da igual quien la ostente, pues ya son Uno. Laprotagonista potica se ha transmutado en quien ms ama.

    Atrs qued pues el deseo y el humilde si condicional queinterpona la esposa al inclinarse sobre el espejo de la

    fuente buscando al Amado. Algo crucial sucede

    justamente entre las dos liras: en una se intua la uninmstica; en la otra, sta se celebra con asombro. El xtasis

    o salida de s queda patente cuando la esposa pideclemencia: Aprtalos, Amado,/ que voy de vuelo!

    Sabemos de cierto que el trance unitivo ocurre porque, alcomienzo de esta nueva lira, atisbamos la presencia

    fulgurante del Esposo-ciervo, otrora fugitivo, que ahora

    toma la palabra en un plano trascendido de conciencia

    donde los espacios y los tiempos se anulan.

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    Pero cmo nos

    comunica San Juan el

    paso inimaginable del

    plano terrenal al planoeterno? Cmo sugiere el

    momento en cspide

    donde el alma pasa a compartir la esencia infinita de Dios?

    San Juan no puede decir nada de ese vuelo del espritu. Haquedado sin palabras. Es oportuno recordar su precaucin

    solemne: no hay vocablos para aclarar cosas tan subidas

    de Dios [], de las cuales el propio lenguaje es entenderlopara s, y sentirlo y gozarlo, y callarlo el que lo tiene. Fiela su magisterio, el poeta calla. Elude articular palabra

    alguna sobre las particularidades del trance mstico. Lo

    pasa en silencio y lo coloca, eso s, en el intersticio

    reverente que separa ambas estrofas. En el espacio de eseimpronunciable alles donde se ha rasgado la tela del

    encuentro. Entre la splica desiderativasi [] formasesde repente/ los ojos deseados/que tengo en mis entraas

    dibujadosy el hallazgo descomunalAprtalosAmado,/ que voy de vuelo!hay un instante al blancovivo que contiene, en el espacio amoroso de su oquedadinvisible, el mismsimo xtasis infinito que todo el

    Cntico celebra. Imposible decirlo: el que lo sabe, no lodice; y el que lo dice, es porque no lo sabe. Lo nico que

    nos es dado percibir es el preado silencio que separa lasdos liras del poema. El ms total, el ms respetuoso, el

    ms sapiencial de todos los silencios posibles.

    Del xtasis yo no querra hablar, ni an quiero. San Juansabe que no debe hablar, y calla, rehusando encomendar a

    unos pocos signos verbalespor hermosos que pudieran

    serel Misterio ltimo. Nos veda pues el acceso a susbodas ultramundanas, y slo nos permite intuirlas de lejos.

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    Nunca mejor dicho: que nadie lo miraba. El Doctor de las

    Nadas labra con aire la escena secreta y acalla la meloda

    del verso, componiendo su ms alta msica callada. Deja

    su palabra potica inviolable, como su unin con Dios. Noquiere profanarla urdiendo a su alrededor ritmos e

    imgenes poticas intiles que desdigan la vivencia que ha

    experimentado. Estamos ante el mejor verso de San Juan

    de la Cruz: el verso que inscribi en el silencio, queesculpi en el viento, que supo proteger de la tosca

    envoltura de la palabra, el que sustrajo de la cadencia

    rtmica, al que le neg imagen. El que se las arregl paraesconder, cual tesoro palpitante, en el intersticio invisiblede las liras culminantes del Cntico. El mismo verso quesurge centelleante, a salvo de las palabras desvalidas, para

    convocarnos a aprender de su silencio grvido de infinito.

    Tomado dehttp://www.jornada.unam.mx

    Presentado ensusurrodedios.wordpress.com

    http://www.jornada.unam.mx/http://www.jornada.unam.mx/http://www.jornada.unam.mx/http://susurrodedios.wordpress.com/http://susurrodedios.wordpress.com/http://susurrodedios.wordpress.com/http://susurrodedios.wordpress.com/http://www.jornada.unam.mx/