EL MODERNISMO TEOLÓGICO Y LA COMUNIÓN EN LA MANO

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Por ALBERTO CATURELLI.-Editorial Gladius. El Director.10º parte“ EL MODERNISMO TEOLÓGICO Y LA COMUNIÓN EN LA MANO “.

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LA IGLESIA CATLICA Y LAS CATACUMBAS DE HOY. Por ALBERTO CATURELLI.-Editorial Gladius. El Director.10 parte EL MODERNISMO TEOLGICO Y LA COMUNIN EN LA MANO . 1.-Un poco de memoria Entre el 21 y el 27 de agosto de 1983, particip en Montreal en las jornadas del XVI Congreso Mundial de Filosofa. El domingo debamos asistir a la Misa y el R.P. Ismael Quiles nos indic una Iglesia de la Compaa muy cercana a nuestra residencia. Durante la Misa nos llam la atencin la presencia de dos servidoras que lucan tnicas de color celeste grisceo que se confundan casi con dalmticas. Cuando lleg el momento de la Comunin , nos adelantamos para comulgar en la boca ; el celebrante se irgui y en tono autoritario orden a mi mujer : Put your hands !. Esa fue la nica vez y la ltima, en que, bajo una coaccin sorpresiva, comulgamos en la mano .En la Argentina el indulto llegara trece aos ms tarde. Mientras tanto, reflexionamos llenos de profundo disgusto porque nos haba sorprendido por completo. En cambio, no Nos sorprendi cuando fuimos a san Pablo en mis habituales cursos organizados por el P. Stanislav por esa misma poca. Llegamos por la tarde y como iba a celebrarse la Santa misa, sin deshacer las valijas fuimos a la Capilla de la Facultad Nossa Seora Medianeira. Cuando lleg el momento de la Comunin, el celebrante puso el copn a un costado del altar y fue a sentarse en la silla, mientras los fieles se servan la Sagrada Hostia del copn. Nos retiramos de la fila y retornamos al banco sin recibir la Eucarista. Cuando termin la Misa, el celebrante fue a hablarnos muy afligido, preguntndonos por qu nos habamos retirado. Le dije que en modo alguno aceptbamos ese modo de distribuir la Comunin. Al da siguiente, todo volvi a la normalidad y la comunin fue distribuida en la boca de los fieles. Qu estaba ocurriendo ?Se nos dijo que era una opcin en el espritu del Concilio Vaticano II ( ? ). En la Argentina ignorbamos lo que estaba ocurriendo. Pero tanto en Brasil como en Canad ( sobre todo aquel domingo en Montreal ) haba sido una imposicin. 2.ANTECEDENTES HISTRICOS. Es conveniente recordar ahora algunos antecedentes histricos : pero me parece mucho ms importante preguntarnos si existen o no motivos teolgicos que expliquen por qu algunos han preferido ir eliminando la suncin de la comunin en la boca para recibirla en la mano. Antes de responder a esta cuestin de fondo, echemos una mirada a la historia. Dejo de lado, porque est supuesta la institucin de la Eucarista por Nuestro Seor, y a los doctos, la consideracin de los textos de San Mateo ( 26, 26s )y San Marcos ( 14,22s) para quienes no parece haber distancia temporal ante la consagracin del pan y del vino, y los de San Lucas (22,19s) y San Pablo ( I cor 11,23 s) que parece poner un intervalo_ Cf. Mario Righett, Historia de la Liturgia, vol II,p.7-8; trad.de C.Urtasun Irisarri, 2 vols., BAC, Madrid,1956-.De los textos, sumamente parcos, no se sigue que los Apstoles tomaran el pan consagrado con la mano o la recibieran en la boca de manos del Seor. Los autores defensores del primer modo no pueden sostener con fundamentos que los Apstoles comulgaran recibiendo el Pan en la mano .Menos an el vino porque debe haber circulado el Cliz con la sangre del Seor de boca en boca. El P.Jungmann en su insuperada obra Missarum Sollemnia nos cuenta cmo el rito de la Comunin cambi en el siglo IX y posiblemente antes : el alejamiento sacramental de la esfera

de lo cotidiano a causa en una parte al menos, de la sustitucin del pan fermentado por el pan zimo ; eran preferibles las puras y blancas hostias, que fcilmente podan partirse sin desperdicios ; los fragmentos no representaban el inconveniente de endurecerse rpidamenteJos A. Jungmann. S.I., La Misa, Tratado histrico- litrgico, I, p.126, 2 vols.en un tomo, B:A:C:, Madrid,1951- Ya no fue necesario el ancho plato en forma de fuente, sino un platito adaptado a la forma del Cliz; aument as la adorante reverencia al Sacramento, no colocando la hostia en la mano sino sobre la lengua, lo que no poda con el pan fermentado ; los fieles deban pasar por un lavatorio de las manos antes de comulgar, por eso haba una fuente en el atrio de las baslicas. El mismo Jurgmann informa que recibir la Comunin en las manos traa consigo el peligro de abusos-Op.cit.II,p.1092- : la comunin en la lengua, de rodillas, requera una mesa baja, que es el origen del comulgatorio ; la profundizacin del dogma mostr tambin que no era necesario comulgar en las dos especies ; por eso, sin excluir la comunin en las dos especies en ciertas circunstancias consideradas por el celebrante, se hizo la comunin slo con la donde est Cristo entero-Op.cit. II,ps. 1096.-El rito de la comunin en la boca se mantuvo intacto por mil doscientos aos. 3. LOS MOTIVOS TEOLGICOS QUE IMPULSAN , HOY, LA COMUNIN EN LA MANO. Sin embargo, en los ltimos trescientos aos el inmanentismo filosfico convivi de modo paralelo tanto con la filosofa realista trascendentista como con la tradicin teolgica. Fue cercando y alterando a la primera y, sobre todo, fue contaminando a la segunda .La primaca ontolgica de la razn ( para expresarlo en lenguaje hegeliano ) subordin el proceso del pensamiento humano ( Arte , Religin, Filosofa en la Fenomenologa del Espritu ) a la autonoma suprema y final de la razn ; no existe por lo tanto, el misterio sobrenatural porque es ahora resuelto y disuelto por la razn. Todas las vertientes de este principio de inmanencia provienen de esa instancia ; no es menester ni siquiera la alteracin del texto de la Escritura porque la Revelacin es autorevelacin del Espritu a S mismo. Cristo es el encuentro de lo finito con el infinito y el reino que hace uno con el mundo como mundo .Todo el modernismo teolgico ( como ya profticamente lo proclamaba SAN PO X ) proviene de esta fuente: de ella toma la iglesia horizontal. La Iglesia Catlica- el Cuerpo Mstico peregrino en el tiempo histrico - es visto como Iglesia-Institucin opuesta a la Iglesia democrtica : la katholik Eckklesa se convierte de un modo u otro en la ciudad secular .Por eso Cristo-Jess ( desde Bonhoeffer a Kng ) va perdiendo su carcter divino y ganando su carcter humano, hace ya casi cuarenta aos seal que se trata de un monofisismo invertido porque el monofisismo de Eutiques en el siglo V consista en declarar aparente la humanidad de Cristo, absorbida por la naturaleza divina, y ahora el inmanentismo teolgico absorbe la divinidad de Cristo en su humanidad.. pues nada existe allende la inmanencia de la razn y la experiencia humana. Aunque no tuviera conciencia crtica de las fuentes de su propio error, el movimiento de Sacerdotes del Tercer mundo dependa de una cristologa secularizada y secularizante ; la jesuloga hace de Cristo, ese hermano nuevo , el amigo , que hace uno con el pueblo democrtico : Cabeza de las comunidades de base que son la Iglesia. ; l es ahora el fenmeno de la panificacin , el gran Smbolo , el Flaco , a quien podemos tratar sin la adorante reverencia de los catlicos conservadores como SAN PIO X o EL PADRE PO ; ahora es posible consagrar una galleta en la mesa de t y consumir la sagrada Forma con la mano. En una localidad provincial he asistido a una Misa que fue un aquelarre donde laicos y laicas predicaban , otros se balanceaban rtmicamente y algunos masticaban chicles La presin de esta actitud desacralizante ( no siempre consciente en los innumerables partidarios que son sinceros cristianos ) acepta y acept sin crtica la comunin en la mano. Algunos creen laudablemente que obedecen a sus Obispos. Concientes o no, lo cierto es que responden al modernismo teolgico subyacente, explcito en cambio en muchos seminarios y Facultades eclesisticas .El monosofismo invertido ha obtenido su victoria. Falta hora analizar la reaccin del Magisterio en 1969 al exponer la recta doctrina ; el indulto del Santo Padre, su repercusin en las Conferencias Episcopales y sus consecuencias en el pueblo fiel.