El Problema de La Alienación y El Hombre en Marx

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Somero análisis acerca del concepto de alienación en Hegel, Feuerbach y sobre todo Marx. Algunos apuntes sobre la toma de contacto con el problema por parte de Adam Schaff en la Polonia socialista de los 60.

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    EL PROBLEMA DE LA ALIENACIN Y

    EL HOMBRE EN MARX

    Antropologa II.

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    NDICE

    1. Introduccin

    2. Sobre el concepto de alienacin antes de Marx

    2.1. Hegel

    2.2. Feuerbach

    3. El humanismo marxista. Los manuscritos de Economa y Fi-

    losofa.

    3.1. El trabajo alienado y la esencia humana.

    3.2. El comunismo

    4. Conclusin: El problema del Hombre en la tradicin poste-

    rior del marxismo.

    4.1. Adam Schaff. Hacia una tica marxista y humanista.

    5. Bibliografa:

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    1. Introduccin

    Este trabajo pretende analizar un problema muy olvidado en general por el marxismo oficial,

    en concreto por el marxismo-leninismo oficial de las repblicas populares del este, a saber: la

    concepcin del Hombre que Marx desarrollara en sus primeros escritos y que lo llev a formular

    su teora econmica y filosfica posterior; as como la cuestin de la irreductibilidad del indivi-

    duo, asunto que apenas ha llamado la atencin (o directamente ha sido censurado) de los socilo-

    gos marxistas de las distintas experiencias de socialismo real.

    Efectivamente, gran parte de los filsofos e intelectuales marxistas, as como los lderes co-

    munistas que continuaron la obra del filsofo alemn tras su muerte, consideraron que la produc-

    cin filosfica posterior a las obras La ideologa alemana y Las tesis sobre Feuerbach, (1845

    aprox.) es la nica porcin del pensamiento marxista que puede ser calificada de cientfica, con lo

    que se establecera la diferencia entre el Joven Marx y el Maduro. No obstante, en mi opinin, es

    imposible separar estas dos etapas como hace, por poner un ejemplo, el estructuralista marxista

    Louis Althusser. La teora cientfica del materialismo histrico y la teora poltico/econmica del

    comunismo seran incomprensibles sin la existencia previa de una antropologa marxista justifica-

    dora, influida por el pensamiento hegeliano y por la crtica de la izquierda hegeliana, sobre todo

    por el atesmo y el materialismo de Feuerbach. La musculatura econmica recubre un corazn

    filosfico del que recibe sangre y vida. Es decir, que sin la conciencia de la alienacin del Hombre

    durante el trabajo realizado dentro del contexto de una sociedad basada en la propiedad privada,

    y sin el rechazo que esto hace sentir al joven Marx debido a la barbarie que supone, no podra

    existir un periodo de madurez cientfica o, en todo caso, la teora quedara reducida a un con-

    junto de fras leyes histrico-econmicas que condenaran al hombre a una existencia completa-

    mente determinada por la economa, sin posibilidad de libertad, sin estatus ontolgico reconoci-

    do, ni motivacin por tanto, para ser atrado por la revolucin (para qu luchar si todo va a ocu-

    rrir independientemente de m?1). Es esta la parte del marxismo donde se puede apelar tranquila-

    mente a sentimientos de empata, libertad, moralidad incluso, es decir, de aspectos no cientfi-

    cos, y donde quedan, quizs, ms restos de socialismo utpico Sin embargo, la esperanza, la

    lucha contra la injusticia, el humanismo en definitiva, es posiblemente el motivo fundamental que

    1 El filsofo y revolucionario marxista Plejnov desarroll ampliamente esta cuestin en su obra El papel del indivi-duo en la Historia, donde expone que aunque sean las masas (la sociedad) las responsables de la existencia de un cierto determinismo histrico, los acontecimientos singulares de la Historia se producen siempre a causa de la activi-dad concreta de los individuos, que son los autores y los actores de su poca, porque, en sus palabras, la libertad no es ms que la necesidad hecha conciencia y el determinismo, o la creencia en este, no impide la accin, es decir, no conlleva el quietismo.

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    impulsa a luchar a los miles de revolucionarios que an quedan en el mundo, y no tanto el cmu-

    lo de las mastodnticas leyes histricas, que simplemente son los apoyos racionales del marxismo;

    o lo que es lo mismo: un complemento al imperativo tico que en buena medida impele a luchar

    contra la opresin del capitalismo.

    En consecuencia considero que es muy interesante estudiar esta parte de la produccin del

    filsofo de Trveris, condensada sobre todo en los Manuscritos de Economa y Filosofa, don-

    de se explica que el ser humano no tiene ms esencia o naturaleza que la de hacerse a s mismo

    por su actividad, pero que al vivir bajo una sociedad capitalista que lo aliena y que lo saca de lo

    que le es propio, le impide realizarse universalmente.

    La aceptacin de esto ltimo como punto central de la filosofa es la base del llamado

    Humanismo Marxista, corriente de pensamiento considerada como revisionista por los comunis-

    tas ortodoxos, y muy desprestigiada sobre todo en los pases del Este durante el periodo del so-

    cialismo real. Y no poda ser de otro modo, pues el dogmatismo casi religioso del PCUS y los

    otros partidos de la III Internacional, impeda muchas veces reconocer a los propios revoluciona-

    rios los errores cometidos en la praxis. Muchas veces, el solo cuestionamiento del economicismo

    desde un punto de vista humano, o el tema de si la desaparicin de la alienacin bajo el socialis-

    mo se haba producido o no, era suficiente causa para no ser escuchado y ser calificado de revi-

    sionista, reaccionario, agente del enemigo...etc.

    Tambin, en la lnea de esto ltimo, analizar brevemente algunos aspectos antropolgicos

    analizados por Adam Schaff, filsofo marxista preocupado por la situacin concreta en la Polo-

    nia socialista de los aos 60 del siglo XX, que dedic algunas de sus obras (El marxismo y el

    individuo, por ejemplo) a plantear cuestiones relativas al individuo y la antropologa marxista,

    convirtindose en uno de los primeros en reconocer la ausencia de desarrollo terico en el campo

    del individuo y de los llamados problemas existenciales desde el punto de vista del marxismo y

    frente a la antropologa existencialista y cristiana.

    El pensamiento de Schaff, me permitir plantear algunas cuestiones relacionadas con la vida

    del hombre socialista, que sigue siendo un tema interesante y de actualidad, pues an hoy pervi-

    ven pases con proyectos comunistas ms o menos sinceros, como Cuba desde hace ya ms de 50

    aos, o ms recientemente Nepal, donde triunf en el ao 2006 una revolucin campesina de

    tendencia maosta liderada por el Partido Comunista que expuls al rey del pas e instaur un

    sistema republicano de Nueva Democracia2.

    Comenzar, primero, por indagar acerca del origen del concepto alienacin, fundamental para

    entender la antropologa marxista.

    2 http://www.rebelion.org/noticia.php?id=154436 (Consulta realizada el 10 de diciembre de 2013)

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    2. Sobre el concepto de alienacin antes de Marx.

    Qu significaba para otros autores la palabra alienacin? Es la pregunta que tenemos que

    hacernos para comprender la evolucin del concepto hasta ser utilizado por Marx con sentido

    propio, es decir, plenamente marxista. Con este propsito tenemos que considerar que el filsofo

    que consolid el uso del trmino en la filosofa fue Hegel, y ms tarde, en su misma lnea aunque

    con matizaciones importantes, su discpulo Feuerbach. Este concepto es fundamental y conviene,

    por ello, estudiarlo ms a fondo.

    2.1. Hegel.

    En el caso de Hegel alienacin tiene el significado usual. Algo alienado es algo extraado,

    algo que est fuera de s o que no se corresponde a su verdadera forma de ser3. Para Hegel lo real,

    es decir, lo racional, ser siempre el Espritu (identificado con lo absoluto), y este se alienar cada

    vez que deje de ser espritu y se materialice. Hegel es un filsofo idealista que aplica la dialctica a

    la Historia en su obra La fenomenologa del Espritu. Veamos qu dice en l:

    Hegel considera que el sujeto histrico, el Espritu, al principio era unitario, total, perfecta-

    mente subjetivo. Luego, el Espritu se objetiva y nos encontramos con la situacin propia de la

    polis griega, donde an no existe el individuo como persona, sino que entiende la polis en un

    sentido colectivo unitario. En esta poca el Espritu, al principio satisfecho, pronto desea profun-

    dizar en s mismo, progresar y eliminar sus certezas intelectuales evidentes e ingenuas. Con el

    progreso de la filosofa y la ciencia, los conceptos cambian al igual que la realidad, y la estabilidad

    inicial se quiebra. Comienza ahora una poca dolorosa de negacin en la que la guerra es inevita-

    ble, los individuos se rebelan, las familias rien, las ciudades guerrean entre sTodo se sume en

    la lucha y la contradiccin, se pierden las viejas costumbres y se divide la Humanidad. En este

    punto, en la Edad Media, es cuando el Espritu se deshace y se materializa en mltiples abstrac-

    ciones: la unidad y la totalidad han dado lugar a la lucha de las partes en un mundo cada vez ms

    atomizado. Hasta que las mltiples escisiones no desaparezcan, proyecto iniciado por la religin

    cristiana que conoce el absoluto pero de manera rudimentaria; continuado por la Filosofa mo-

    derna idealista y logrado mediante el conocimiento sistemtico y dialctico proporcionado por el

    mismo Hegel, el Espritu continuar fuera de s, alienado. Pero a partir de ese momento, cuando

    3 Segn la RAE la alienacin es un proceso mediante el cual el individuo o una colectividad transforman su concien-cia hasta hacerla contradictoria con lo que deba esperarse de su condicin, aunque tambin tiene otros significados relacionados con la medicina y la psicologa (locura etc).

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    regrese la unidad de la sntesis, volver a ser absoluto, subjetivo, y mucho ms completo que al

    principio, pues ser superacin de todo lo anterior.

    Otra cosa que hay que tener en cuenta es que para Hegel, la alienacin, de por s, no es algo ne-

    gativo, perverso, sino que se trata de un proceso necesario, un paso previo que, aunque doloroso,

    conduce a la superacin y a la aparicin del Espritu desplegado. Marx tambin entender as la

    alienacin, como necesaria y dada por el desarrollo histrico, hasta que llegado el momento tam-

    bin se podr eliminar.

    La filosofa hegeliana es la cumbre del pensamiento del idealismo alemn y tuvo gran cantidad de

    discpulos, entre los que se encuentran los llamados hegelianos de izquierda4 que continuaron la

    tradicin de su maestro discrepando en algunos puntos desde una perspectiva democrtica, atea y

    muchas veces influida por el socialismo o el izquierdismo, como ser el caso de Feuerbach y ms

    tarde de Marx.

    2.2. Feuerbach.

    En este autor se pueden encontrar ya las bases que sentarn el pensamiento marxista y su con-

    cepcin antropolgica. Feuerbach, en su libro La esencia del cristianismo y en algunos otros

    ms desarrolla una gran crtica de la religin cristiana en general y de la filosofa hegeliana de la

    religin en particular, por lo que puede ser considerado como el padre del atesmo humanista.

    Con l se empieza a establecer que el punto de partida de la filosofa, y concretamente la antropo-

    loga, est en lo natural, lo sensible, en el hombre concreto y corporal: en la materia. Las ideas

    abstractas del Espritu, la Razn, Dios etc. pasan a ser consideradas ahora simples proyecciones

    que el Hombre hace de s mismo, que lo alienan al separarlo de su naturaleza. El idealismo

    alemn queda as superado.

    El politesmo no es ms, segn Feuerbach, que la deificacin de las cualidades que diferen-

    cian a unos hombres de otros; el monotesmo, a su vez, significar la proyeccin total de la esen-

    cia del hombre en Dios.

    La naturaleza humana est constituida por la voluntad, la razn y el sentimiento, que son cua-

    lidades inherentes y perfectas. Feuerbach razona que cada una de ellas es pensable aisladamente

    como ilimitada, y por eso identificamos a Dios en esa infinitud. Sin embargo, en realidad se trata

    de una cualidad humana hipertrofiada, una proyeccin o una ficcin que no hace sino poner la

    4 Entre los que podemos encontrar a los propios Feuerbach y Marx que veremos a continuacin, y otros como Max Stirner y Bruno Bauer.

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    esencia del hombre fuera de s: Dios pasa a ser infinito, perfecto, bueno, todopoderosoPor el

    contrario, el hombre es finito, pecador, carente de poder, etc.5

    En este punto, el filsofo dice que es necesario reducir la Teologa a Antropologa, es decir,

    desalienar al hombre, devolverle su esencia, o, lo que es lo mismo, hacer del hombre un Dios. Esta

    superacin est preanunciada en el cristianismo, sobre todo en la encarnacin de Dios y en la

    doctrina de la Trinidad, que no es sino una expresin de la esencia comunitaria del ser humano.

    El Yo se relaciona siempre con un T, personificndose el Yo en Dios-Padre y el T en el Dios

    Hijo. El Espritu Santo sera la relacin que media entre ambos. Adems, la Encarnacin, por su

    parte expresa la unin existente entre Dios y el Hombre. Y parece claro que el Dios hecho Hom-

    bre est a un solo paso de ser un Hombre hecho Dios, es decir, de descubrir que el supuesto Dios

    no era sino el Hombre mismo.

    Esto cambia mucho las cosas, porque este nuevo planteamiento permite al Hombre recuperar

    su confianza en sus propias fuerzas, cosa que no poda hacer cuando, alienado, se consideraba

    imperfecto, malvado etc. En este momento el Hombre proyectar su esencia, aunque esta vez no

    de forma alienada, en el Estado, cuya forma suprema de organizacin es, segn Feuerbach, la re-

    pblica democrtica.

    3. El humanismo marxista. Los Manuscritos de Economa y Fi-

    losofa.

    Ahora explicar la concepcin del Hombre de Marx tomando como referencia bsica lo pos-

    tulado en la obra Manuscritos de Economa y Filosofa, donde hay que tener en cuenta la cen-

    tralidad del concepto alienacin, sobre todo la producida por el trabajo asalariado, del que deri-

    van multitud de otras enajenaciones y penurias del gnero humano.

    Con esta obra, escrita en 1844, Marx supera la antropologa de sus predecesores, y en concreto la

    influencia de Hegel y Feuerbach, que a pesar de todo sigue siendo fuerte. No en vano tom del

    primero la dialctica y del segundo el materialismo. Este materialismo, sin embargo quizs debera

    ser llamado naturalismo porque se refiere ms a la sensibilidad o sensualidad del Hombre y la

    necesidad de partir desde ah para hacer filosofa, que de una interpretacin del tipo todo es

    materia. En el caso de Marx esto es bastante evidente: l nunca dice en su obra que la materia sea

    el sustrato de todas las cosas, como s hace Feuerbach en su intento de escapar definitivamente de

    5 En palabras de Marx cuando explica el pensamiento feuerbachiano: Cuanto ms pone el Hombre en Dios, tanto menos guarda en s mismo MARX, Karl, Manuscritos de Economa y Filosofa, Madrid, 2007, p 107.

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    la sombra de Hegel renunciando a la dialctica y a la religin bruscamente, de manera que queda

    atrapado en un materialismo mecanicista. En el fondo, el atesmo de Feuerbach, al igual que su

    hombre teolgico, no deja de ser una nueva abstraccin sin una propuesta positiva de accin o

    superacin, no plantea ningn modo de cambiar el mundo6: Feuerbach solo apela al amor univer-

    sal, a la capacidad intelectual etc. Por eso, es probable que el materialismo en Feuerbach sea sim-

    plemente una justificacin para reafirmar su atesmo, su deificacin del Hombre, y no una ex-

    haustiva definicin de lo que es materia, sus propiedadesetc., algo que tampoco analizar Marx

    pero que Engels s tratar en su teora del Diamat7.

    Si bien Marx no dice nada al respecto, su teora acarrea implcitamente el materialismo y conlleva

    un atesmo absoluto; pero debido a su rechazo a la especulacin metafsica, probablemente Marx

    se abstuviera de desarrollar el tema. As pues, el materialismo de Marx es ms bien naturalismo y

    como la naturaleza se identifica con el ser genrico del Hombre, este naturalismo tambin es

    humanismo y viceversa8.

    Marx tomar tambin, como he dicho, el mtodo dialctico y elogiar a Hegel por aplicarlo a la

    Historia y concebir el desarrollo del mundo sensible como el conjunto total de la actividad de los

    individuos que lo forman. En palabras de Marx: [] lo grandioso de la Fenomenologa y de su

    resultado final (la dialctica de la negatividad como principio motor y generador), concibe la

    autogeneracin del hombre como un proceso, la objetivacin como desobjetivacin, como enaje-

    nacin y supresin de esta enajenacin; capta la esencia del trabajo y concibe al hombre objetivo,

    verdadero porque real, como resultado de su trabajo.9 Aunque guarde para l otros reproches por

    idealista; como contrapartida tambin criticar a Feuerbach precisamente por olvidar la dialcti-

    ca10.

    En los Manuscritos hay una buena parte del texto dedicada a la crtica de la Economa Poltica y

    a sus principales autores: J. B. Say, David Ricardo, Adam Smithporque en su estudio del fun-

    cionamiento de la Economa pecan de positivismo, parten del hecho de la propiedad privada pero

    no la explican: simplemente describen lo que hay. Segn Marx los economistas se limitan al estu-

    dio del funcionamiento del sistema capitalista, de los engranajes de su movimiento, y no se dan

    cuenta de que en este anlisis superficial no prestan atencin a la miseria del proletariado indus-

    trial ni a la totalidad social dentro de la que est inmersa. Simplemente, con la inhumanidad ms

    6 El comunismo empieza enseguida con el atesmo, el atesmo inicialmente est an muy lejos de ser comunismo, porque aquel atesmo es an ms bien una abstraccin.Ibd., p. 140. 7 En su apologtica obra Anti Dhring. 8 [] la sociedad es, pues, la plena unidad esencial del Hombre con la Naturaleza, la verdadera resurreccin de la Naturaleza, el naturalismo realizado del Hombre y el realizado humanismo de la naturaleza. Ibd., p. 141. 9 Ibd., p. 187 10 Marx encuentra a Feuerbach demasiado hegeliano en su contenido y demasiado poco en su mtodo. Ibd., p. 185

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    grande del mundo dicen de l: El hombre es una mquina de consumir y producir; la vida

    humana un capital; las leyes econmicas rigen ciegamente el mundo.11. Es decir, la Economa

    Poltica, considera al hombre como una mercanca, algo que se compra y se vende, no como un

    ser humano. Adems lo separan de algo que le es propio: el control de la economa, es decir de la

    administracin material de su mundo. En vez de eso, la relacin se invierte y es el mundo material

    el que controla a los Hombres. Esto es real porque la economa poltica es algo real: el capitalis-

    mo domina nuestras vidas, pero adems se presenta en la teora y Marx se propone superar desde

    ella a la Economa Poltica mediante su humanismo, mediante la crtica de la alienacin vital del

    hombre, es decir, del extraamiento, producidos por la propiedad privada. Sin embargo, no se

    quedar en la crtica terica y considerar necesaria la accin real: Para superar la propiedad pri-

    vada basta el comunismo pensado, para superar la propiedad privada real se requiere una accin

    comunista real.12.

    Veamos ahora qu es el humanismo marxista tal y como est expuesto en los Manuscri-

    tos. La unin de la Economa y la Filosofa, por lo que hemos visto, es un primer paso ineludible

    para comenzar a estudiar seriamente la sociedad moderna, y este descubrimiento que es el funda-

    mento de todos sus restantes hallazgos, lo hace Marx precisamente en esta obra. Por ello, en el 1

    Manuscrito comienza haciendo un anlisis del papel del salario y la vida del obrero dentro del

    capitalismo, calificndola, en el mejor de los casos, es decir, en pocas de bonanza econmica,

    como miseria estacionaria13. Despus aadir que precisamente es el sistema capitalista, que en-

    frenta el Capital al Trabajo, el que provoca esta miseria. An ms: es el responsable de la aliena-

    cin del hombre entendida como desnaturalizacin, deshumanizacin, desrealizacin de s mismo,

    cosificacin14Segn Marx va exponiendo los diversos tipos de alienacin que existen, va deter-

    minando de manera negativa lo que es el Hombre, qu hace, cmo acta, cul es su objetivo bajo

    el capitalismo, pero tambin determina lo que podra ser potencialmente el hombre desalienado,

    libre y capaz de desarrollar universalmente su esencia. El modo de lograr esto es la desaparicin

    de la propiedad privada, la consecucin del Comunismo, que se explica en el 3 Manuscrito y que

    se puede considerar como su antropologa positiva.

    11 Cita de David Ricardo, incluida por Marx en Ibd., p. 83. 12 Ibd., p161. 13 Ibd., p 59. 14 La desvalorizacin del mundo humano crece en razn directa de la valorizacin del mundo de las cosas. El trabajo no solo produce mercancas, se produce tambin a s mismo y al obrero como mercanca y justamente en la propor-cin en que produce mercancas en general. Ibd., p. 106.

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    3.1. El trabajo alienado y la esencia humana:

    Una vez que Marx ha expuesto la cosificacin a la que es sometido el trabajador con los eco-

    nomistas se propone mostrar por qu es el trabajo enajenado, es decir, el trabajo asalariado, el

    origen de la propiedad privada, el capitalismo, y el impedimento para la autoafirmacin humana.

    Bsicamente se da cuenta de que lo que hace el trabajo es alienar al hombre, impedir su sano desa-

    rrollo vital, limitarlo en sus capacidades (divisin del trabajo, automatizacin de las labores hasta

    convertirlas en gestos repetitivos y mecnicos) y adems sumirlo en la miseria y la explotacin,

    pues crea el hambre, la miseria, la competencia, el egosmoetc. Y as, del mismo modo que [el

    obrero] se ve rebajado en lo espiritual y en lo corporal a la condicin de mquina, de hombre

    queda reducido a una actividad abstracta y un vientre.15. Esta alienacin es responsable de la

    infelicidad general de los trabajadores (consciente o inconsciente) y Marx acusa duramente a los

    economistas: La finalidad de la Economa poltica es, evidentemente, la infelicidad de la socie-

    dad.16.

    Definir en primer lugar, para hacer una aproximacin, qu le es propio al hombre segn

    Marx (al menos en potencia) para comprender mejor despus los distintos tipos de alienacin:

    En primer lugar, el Hombre es un ser concreto, sensible, real, natural y meneste-

    roso. Cada individuo, cada persona forma parte del genrico Hombre; con su

    vida, su trabajo, sus pasiones, su relacin con la sociedad. Es sensible porque per-

    cibe la realidad, tiene sensaciones: padece, sufre, ama etc., por todo ello tambin

    es real. Adems, necesariamente el ser humano ha de ser natural ya que no est

    separado de la naturaleza17, no proviene de un lugar distinto; la naturaleza es su

    hbitat y biolgicamente est ligado a ella; es adems, el lugar de donde pro-

    vienen sus recursos para subsistir y donde puede encontrar su gozo. La naturaleza

    es como el miembro inorgnico del Hombre, de donde extrae todo lo necesario

    para mantenerse vivo; y a la vez es el resultado de su actividad. Marx, con todo

    esto, rechaza la existencia de una naturaleza abstracta del Hombre, algo as como

    una especie ser esttico y eterno que se repite en todas las pocas histricas y lu-

    gares.

    En segundo lugar, es fundamentalmente un ser Transformador. Esto significa

    que lo que caracteriza al Hombre es su capacidad para modificar la naturaleza y a

    15 Ibd., p. 55. 16 Ibd., p. 57. 17 Que la vida fsica y espiritual del Hombre est ligada con la naturaleza no tiene otro sentido que el de que la naturaleza est ligada consigo misma, pues el hombre es una parte de la naturaleza Ibd., p. 112.

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    s mismo. Mediante su trabajo es capaz de producir, de autorealizarse, de afir-

    marse en el mundo y construir ste. Por eso, el trabajo entendido como creacin,

    sea este del tipo que sea, y las relaciones entre los humanos con la produccin,

    son lo que condicionar la sociedad en general y al individuo en particular.

    Adems, este trabajo o accin transformadora es consciente, libre y universal. Es

    consciente porque a diferencia del animal, el hombre hace de su actividad vital

    objeto de su voluntad y, en la medida en que es capaz de decidir y de elevarse al

    nivel de la conciencia, puede ser libre y producir todo. El hombre produce uni-

    versalmente, libre de la necesidad fsica y reproduce la naturaleza entera y es ca-

    paz de producir segn las leyes de la Belleza.18 La autorrealizacin genrica se

    producira solamente elaborando el mundo objetivo, pues solo entonces la natu-

    raleza parece ante todos los Hombres como su obra y realidad.

    En tercer lugar y como consecuencia de los anteriores puntos, el ser humano es

    un ser histrico, determinado por la sociedad en la que vive, por la herencia de

    sus antepasados e inscrito en un determinado modo de produccin con unas re-

    laciones sociales peculiares. Adems, las sociedades evolucionan y se transforman

    por las leyes de la dialctica cuyo principal actor son las masas de individuos;

    aunque esto no quiere decir que se elimine la individualidad, la persona19. Este

    aspecto histrico apenas aparece detallado en los Manuscritos aunque se puede

    deducir por las referencias que Marx hace del modo de produccin feudal, capi-

    talista y comunista, as como a la necesidad de sustitucin de uno por otro. Se

    entiende que si cada modo de produccin desarrolla unas relaciones sociales pro-

    pias, tambin crea un Hombre particular en cada momento histrico del desarro-

    llo humano. En cualquier caso, el historicismo siempre est presente en Marx.

    En cuarto lugar, el ser humano tambin es un ser social, genrico y universal res-

    pecto a la naturaleza. El hombre vive en sociedad, es decir, es genrico porque se

    relaciona consigo mismo como el gnero actual, viviente, porque se relaciona

    consigo mismo como un ser universal y por eso libre. Y porque tiene como obje-

    to el gnero, tanto el suyo como el de las cosas.20 La universalidad humana tiene

    mucho que ver con la naturaleza porque en su relacin con ella la tiene por obje-

    to en la conciencia como teora (en las ciencias naturales y el arte, por ejemplo) y

    18 Ibd., p. 114. 19 La Historia la hacen los hombres y, por lo tanto, la actividad de los individuos no puede dejar de tener importan-cia en ella. PLEJANOV, Gueorgii Valentinovich , Barcelona, 1974, p.62. 20 Op. Cit., p. 110.

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    en la prctica la utiliza de sustento y subsistencia inmediata (alimentacin, vi-

    vienda, indumentaria etc.). Es decir que hace de la naturaleza la proyeccin de

    sus necesidades, su cuerpo inorgnico.

    En resumidas cuentas, la esencia humana no es algo abstracto inherente a cada

    individuo; es, en realidad, el conjunto de las relaciones sociales21, de su relacin

    con los otros.

    Veamos ahora los distintos tipos de enajenacin fundamentales que, como consecuencia de lo

    anterior, se derivan del trabajo asalariado:

    Respecto al producto del trabajo: El objeto que produce el trabajo, su producto u objeti-

    vacin, se enfrenta al obrero como un ser extrao, como un poder independiente del que

    se apropia el capitalista. Si la realizacin del hombre proviene de su trabajo, de su disfru-

    te, bajo la Economa Poltica o capitalismo, la objetivacin del trabajo (el producto) apa-

    rece como prdida del objeto22 y servidumbre a l. La apropiacin del objeto, creado por

    el hombre no es tal, sino que el productor lo percibe como extraamiento, como enajena-

    cin, casi como un robo, pues cuantos ms objetos produce, tantos menos llega a poseer y

    tanto ms queda dominado por ellos, por el capital que se los lleva. Todo lo anterior es

    consecuencia de que el trabajador percibe el producto como un objeto extrao, como algo

    externo y que existe fuera de l, una potencia hostil; y encima, cuanto ms trabaje, ms y

    ms extrao se le ir haciendo el mundo creado por l. Adems, todo el producto de su

    trabajo deja de ser l, es decir, que la alienacin respecto al objeto creado puede sinteti-

    zarse como prdida de uno mismo. Esto es an ms terrible si se tiene en cuenta que el

    hombre particular es mortal y que todo ese tiempo y esfuerzo que pierda o extrae ser

    vida que regalar a otros a cambio, nicamente, de la mera subsistencia. No solo eso: en

    su progresiva prdida del mundo, el hombre genrico cada vez estar ms desorientado

    pues no podr reconocer su objeto en l. De la naturaleza el trabajador recibe la materia

    sobre la que ejercer su actividad, pero tambin recibe de ella su sustento, vveres. Por eso,

    cuanto ms trabaje, es decir, cuanto ms deshumanice la naturaleza, de menos vveres dis-

    pondr: le ser ms difcil subsistir como sujeto fsico y crear verdaderamente la naturale-

    za sensible, hasta el punto de que el colmo de esta servidumbre es que ya solo en cuanto

    trabajador puede mantenerse como sujeto fsico, y que solo como sujeto fsico es ya tra-

    21 MARX, Karl, Tesis sobre Feuerbach, Madrid, 1998, Sexta Tesis. 22 La objetivacin aparece hasta tal punto como prdida del objeto que el trabajador se ve privado de los objetos ms necesarios no solo para la vida, sino incluso para el trabajo. Op. cit., p. 106.

  • 13

    bajador.23 Esto es, el obrero est condenado a trabajar si quiere sobrevivir, dado que no

    tiene otra opcin en un mundo capitalista que ha obligado a construir a sus asalariados

    un mundo a su imagen y semejanza, un mundo del trabajo forzado.

    Respecto a la actividad productiva misma. Ya que el resultado del trabajo es un producto

    alienado, razona Marx, el proceso por el que se produce el objeto debe ser tambin una

    actividad enajenada. Se podra decir que el objeto extrao no sera ms que un resumen

    de la actividad productiva enajenada, una materializacin de sta. La alienacin se produ-

    ce porque el obrero no es dueo de su trabajo, es externo a l. Adems tampoco lo ha ele-

    gido libremente y no pertenece a su ser. Trabajando siente que se niega en vez de afirmar-

    se porque no puede desarrollar sus deseos, no es dueo de su vida. Para sentirse bien el

    hombre tiene que estar fuera de su trabajo, y cuando trabaja est completamente a disgus-

    to; si todos los das est en su puesto es solo para mantenerse vivo y, a lo sumo, disponer

    de tiempo de ocio. Si el hombre puede realizarse transformando la realidad, produciendo,

    en el caso del capitalismo, en vez de eso, se desrealiza y se da la paradoja de que el hom-

    bre (el trabajador) solo se siente libre en sus funciones animales, en el comer, en el beber,

    engendrar, y todo lo ms en aquello que toca a la habitacin y al atavo, y en cambio en

    sus funciones humanas se siente como animal. Lo animal se convierte en lo humano y lo

    humano en lo animal,24 Esta alienacin se manifiesta en la realidad de forma ms eviden-

    te con la divisin del trabajo y la simplificacin exagerada de la actividad transformadora,

    con la consiguiente indignidad y embrutecimiento del hombre.

    Respecto a los otros hombres y la naturaleza. El Hombre es un ser genrico y eso quiere

    decir que vive de la naturaleza inorgnica de manera universal; la naturaleza es siempre

    objeto para l de alguna manera, tanto si es como sustento (vveres) o como si es el objeto

    y el instrumento de su actividad vital. En la actividad vital de una especie radica su carc-

    ter fundamental y en el caso de los animales su actividad se identifica con ellos mismos,

    se funde la esencia con la existencia. El hombre es el nico ser genrico (la nica especie)

    libre y consciente, lo que nos distingue de los animales. De este modo, la elaboracin del

    mundo objetivo es la afirmacin del hombre como un ser genrico consciente, y por ello

    el objeto del trabajo es la objetivacin de la vida genrica del hombre. Por tanto, el traba-

    jo alienado, al arrancar al hombre del objeto de su produccin le aparta de su vida genri-

    ca, aquello que lo diferencia respecto a los otros animales. Adems, degrada el trabajo, la

    23 Ibd., p.108. 24 Ibd., p. 110.

  • 14

    actividad vital en cualquiera de sus mltiples posibilidades, en un medio para sobrevivir,

    no en un fin de la vida.

    En el capitalismo, la vida genrica se reduce a un medio de existencia individual, a una

    asociacin de egosmos de la que nace la alienacin del hombre respecto del otro hombre.

    Los hombres individuales, concretos, respecto con el trabajo de otros, tienen la misma re-

    lacin que con su propio trabajo. Es decir, que si el trabajo del resto es trabajo alienado,

    el producto tambin es algo extrao a sus productores. Como dice Marx: En general, la

    afirmacin de que el hombre est enajenado de su ser genrico quiere decir que un hom-

    bre est enajenado del otro, como cada uno de ellos esta enajenado de la esencia humana

    [] toda relacin del hombre mismo, solo encuentra realizacin y expresin verdaderas

    en la misma medida en que el hombre est con el otro.25.

    Por otro lado, el hombre est alienado respecto de la naturaleza, que, como he dicho, es

    su apndice orgnico. Si existe la propiedad privada, esta tambin afecta necesariamente a

    la tierra, los bosques y los recursos naturales en su conjunto, que pasan a tener un dueo:

    otro hombre, mejor dicho, un hombre concreto que posee la naturaleza, la obra genrica.

    La naturaleza solo tendr inters para los desposedos en tanto medio de existencia indi-

    vidual.

    Otras alienaciones: A consecuencia de la enajenacin del trabajo aparecen otras alienacio-

    nes, como la religiosa, la ideolgica (muy relacionada con la anterior), la poltica, que se

    convierte en burocrtica y coercitiva (debida al Estado y a las instituciones que protegen

    la propiedad privada), la alienacin familiarSu existencia tiene mucho que ver con la

    superestructura de la sociedad, concepto que Marx todava no maneja en los Manuscritos

    de 1844.

    Es claro que si el trabajador es desposedo de su trabajo y de su actividad vital alguien

    tendr que recibir lo enajenado. Ese alguien, evidentemente, es el capitalista, el patrono, el no-

    ble feudal, que se beneficia del trabajo de los otros hombres. Es decir, otro hombre, un hombre

    extrao que no trabaja, que no transforma, recibe de manos del obrero (ms bien arrebata) el

    mundo objetivado a su imagen y semejanza, a su gusto, pero no elaborado por l mismo, sino por

    otro. En palabras de Marx: El ser extrao al que pertenece el trabajo alienado es el hombre mis-

    25 Ibd., p.114.

  • 15

    mo, otro hombre. Si su actividad es para l dolor, ha de ser goce y alegra vital de otro.26 . Desde

    el punto de vista del no trabajador aquello que en verdad es enajenacin se convierte en apropia-

    cin, en su apropiacin. Es posible no obstante que el otro que se apropia del trabajo se oculte o

    mixtifique a travs de la ideologa dominante, por ejemplo si el trabajador cree que trabaja para

    los dioses, un ideal etc.

    Hasta aqu simplemente he hablado de la relacin del obrero con su trabajo alienado, pero hay

    otra posible relacin: Qu ocurre con el capitalista, con el no trabajador respecto al trabajo ex-

    trao de otros?

    Marx lo tiene muy claro: lo que para el obrero es actividad de la enajenacin, aparece en el no-

    trabajador como estado de la enajenacin. Esto significa que no solo se aliena el trabajador, sino

    que tambin, en la misma medida, el explotador lo est. Adems, el capitalista es responsable del

    estado de las cosas que obliga a la inmensa mayora de la Humanidad a venderse para sobrevivir,

    porque todo lo que el obrero hace contra s mismo (cuando trabaja o moldea el mundo y a s

    mismo) se lo hace el capitalista de manera indirecta.27.

    3.2. El Comunismo:

    La conclusin que Marx obtiene de todo esto es que el causante de la alienacin es el trabajo

    enajenado y que su consecuencia inmediata es la propiedad privada. La diferencia entre estos dos

    conceptos es que el primero solo observa la relacin trabajador/actividad/objeto, y la segunda

    incluye la anterior adems de la relacin no-trabajador/actividad-de otro/producto-de otro. La

    propiedad privada, entonces, surge como consecuencia del trabajo alienado y no al revs, porque

    es la primera relacin la que engendra a la segunda.

    Ante esta situacin social, Marx propone el comunismo. El comunismo ser la superacin dialc-

    tica de la propiedad privada y el trabajo alienado. Esto supondr la emancipacin de los trabaja-

    dores de manera activa, pero lo ser tambin de toda la humanidad, pues como hemos visto los

    burgueses viven tambin en estado de alienacin.

    Sin embargo, aunque el comunismo es la superacin de la propiedad privada, esta superacin no

    es inmediata, no es completa, y se manifiesta en primer lugar como propiedad privada general.

    Esta primera forma de comunismo, es llamada por Marx Comunismo grosero, y no se trata ms

    26 Ibd., p.115. 27 La enajenacin aparece tanto en el hecho de que mi medio de vida es otro, que mi deseo es la posesin inaccesible de otro, como en el hecho de que cada cosa es otra, que por ltimo (y esto tambin es vlido para el capitalista) domina en general el poder inhumano. Ibd., p. 163.

  • 16

    que de una generalizacin de la propiedad privada, de la posesin colectiva de todo. En conse-

    cuencia, este comunismo quiere aniquilar todo lo que no es susceptible de ser posedo por todos

    como propiedad privada; quiere prescindir de forma violenta del talento etc.28 Esto quiere decir

    que se niega por completo la personalidad del hombre y la comunidad (el aspecto genrico) sigue

    reducida a la comunidad del trabajo y de la igualdad de salario entregado por el capital colectivo

    al trabajador. Es decir, la sociedad se constituye como capitalista general. La existencia, el sentido

    de todo se reduce a la posesin de todo por todos; sigue triunfando el tener sobre el ser. Por ello

    pervive el trabajo alienado, y la condicin de obrero no es superada, sino extendida a todos los

    hombres. En conclusin: este comunismo grosero no es ms que una forma de mostrarse la vile-

    za de la propiedad privada que se quiere instaurar como comunidad positiva.29. Este anlisis que

    hace Marx, sin haber conocido nunca algo parecido al comunismo vulgar aplicado en la realidad,

    podra resultar, quizs, revelador para juzgar algunas de las formas que ha tomado el socialismo

    real en el siglo XX, y es tambin una fuente que permite realizar crticas a estos procesos socialis-

    tas desde el punto de vista del marxismo, lo cual es bastante interesante. Volver luego sobre esto.

    En segundo lugar, Marx habla de lo que l entiende por comunismo real, aunque todava no lo-

    grado del todo (lo que se ha dado en llamar socialismo en la categorizacin marxista). Esta es la

    doctrina de las etapas: En la primera etapa todava se trata de un comunismo donde pervive el

    Estado, aunque de naturaleza democrtica, y lo que parece marcar la diferencia con la segunda

    sera la superacin del Estado y el reconocimiento del propio comunismo de estar en camino de

    la supresin total del trabajo alienado; an as, ste resiste todava.

    En tercer lugar, tras los periodos de transicin anteriores, se llegara al comunismo pleno, positi-

    vo, en el que el hombre produce al hombre, se construye a s mismo y a los dems, as como es la

    sociedad misma la que produce al hombre en cuanto al hombre, as tambin es producida por

    el.30. En el comunismo pleno se daran todas las caractersticas esenciales del hombre que expuse

    antes, el trabajo alienado desaparecera realmente (y en consecuencia la propiedad privada), el

    hombre participar plenamente de su ser genrico, se autoafirmar en la naturaleza y la naturaleza

    se humanizar. El comunismo ser la verdadera solucin del conflicto entre hombre y naturaleza,

    entre el hombre y el hombre [] entre existencia y esencia, entre objetivacin y autoafirmacin,

    28 Ibd., p. 136. 29 Ibd., p. 138. 30 Ibd., p. 141.

  • 17

    entre libertad y necesidad, entre individuo y gnero. Es el enigma resuelto de la Historia y sabe

    que es la solucin.31.

    Marx no describe cmo es ese comunismo perfecto, en sentido pragmtico. Define lo que debe

    superar y quizs la pretensin o proyecto de esencia que debe alcanzar el hombre en tal grado de

    desarrollo histrico, pero no las formas de organizarse, el modo en que se desarrollar el trabajo

    etc. S que predice, por otro lado, la desaparicin de la alienacin religiosa, estatal, familiar etc.,

    producidas por las diferentes confesiones, el Estado, la Familia etc. en el sentido de que, o bien

    estas instituciones desaparecen completamente, o bien persisten con formas totalmente nuevas e

    irreconocibles en la actualidad. Tambin pronostica el avance de las ciencias, que confluirn todas

    en una misma: la Ciencia Humana. Esto recuerda en buena medida a la religin universal del

    Hombre planteada por Comte.

    4. Conclusin: El problema del Hombre en la tradicin poste-

    rior del marxismo.

    Los Manuscritos de Economa y Filosofa, aunque fueron escritos en el ao 1844, junto con gran

    parte de la produccin del Marx joven, no fueron publicados hasta los aos 30 en Occidente y

    hasta 1956 en la URSS debido a la prohibicin estalinista, y por tanto fueron desconocidos por

    importantes marxistas como Rosa Luxemburgo, Lenin o Gramsci, lo que tendra importantes

    consecuencias en el desarrollo de la experiencia socialista y la deriva ideolgica de los partidos

    comunistas marxistas-leninistas del mundo, con el PCUS a la cabeza.

    Lo que ocurri fue que tras su publicacin, junto a otras obras como La Ideologa alemana, los

    primeros en ocuparse de los textos fueron los intelectuales marxistas revisionistas de los partidos

    socialdemcratas europeos que hallaron en ellos una estupenda excusa para criticar el socialismo

    revolucionario desde su perspectiva reformista, lo que en el fondo no era ms que oportunismo,

    pues su praxis poltica tambin podra ser muy criticada desde el mensaje terico de los Manus-

    critos y de la antropologa marxista. La cuestin trascendi, lamentablemente, de eso, y pronto, de

    manera voluntaria o involuntaria desde los rganos ideolgicos de Mosc se desconfi de los

    Manuscritos e incluso se los lleg a prohibir durante bastantes aos. Quin sabe hasta qu punto

    una buena asimilacin del contenido de la antropologa marxista hubiera evitado la deriva bu-

    31 Ibd., p. 139.

  • 18

    rocrtica de algunos pases socialistas; pero, desde luego, lo peor que se pudo hacer fue olvidar y

    actuar como si no hubiese sucedido nada, como si no existiera la obra y la cuestin filosfica que

    plantea. Esta omisin fue superada tras la muerte de Stalin, pero posiblemente ya era demasiado

    tarde, y la influencia de los Manuscritos solo se hizo notar en medios intelectuales restringidos,

    muy acadmicos, y adems con desconfianza y reticencias. En este contexto, Adam Schaff, un

    filsofo polaco conocedor de las filosofas existencialista y personalista, advirti esta laguna

    enorme en el pensamiento marxista oficial y ofreci una explicacin de los motivos del olvido

    del Hombre en las democracias populares:

    En la ltima etapa del marxismo hubo dos motivos para que se subestimara el problema del

    individuo. El primero es de carcter objetivo y deriv de la concentracin de fuerzas, escasas,

    como eran en comparacin con el poder del enemigo, en la tarea a la que en ese momento se con-

    ceda primordial importancia: la lucha de masas. El segundo es de carcter subjetivo y deriv,

    particularmente durante el proceso de rpido desarrollo del movimiento y ante la perspectiva de

    una lucha prolongada, de la tendencia de muchos integrantes del movimiento a olvidar la diferen-

    cia entre el verdadero objetivo de la lucha y los mtodos y medios que conducen a este fin.32

    En realidad, habra que aadir que, probablemente, el leninismo dogmatizado y simplificado, sin

    un conocimiento del ncleo radical del marxismo, conduce inevitablemente a una hipertrofia de

    lo social separado en vez de atender al individuo integrado en su ser genrico. Cabra discutir si la

    forma que tom el socialismo desde la muerte de Lenin en 1924 en adelante fue la nica forma

    posible que ste poda adoptar por sus condiciones concretas: las injerencias externas, la contra-

    rrevolucin interna etc. No obstante, en los esquemas organizativos leninistas ya, de por s, existe

    un alto grado de alienacin poltica y un riesgo de aparicin de nuevos grupos sociales burocr-

    ticos. El fenmeno leninista, en cuanto a sus implicaciones ticas y prcticas, se debe a una praxis

    que exiga disciplina frrea, centralismo, profesionalismo, etc. y que lo justifica histricamente,

    pero que tambin, a la larga, debido ciertamente a los excesos, puede terminar convirtiendo el

    socialismo en podredumbre.

    Otra cuestin, a la que me refer antes, es si el socialismo real se adeca a la definicin que ela-

    bor Marx de comunismo en su primera etapa (es decir, socialismo), o, si en realidad se ajusta

    ms al comunismo grosero que el filsofo revolucionario tanto despreciara. Si esto fuera as

    sera verdaderamente problemtico y un motivo de autocrtica para el movimiento comunista

    actual, que en gran parte contina an encerrado en los estrechos lmites de la ortodoxia simplifi-

    cadora. He dicho antes qu se entiende por comunismo grosero y la verdad es que a primera vista

    podra parecer que los pases socialistas, sobre todo la URSS, se ajustaban bien a un capitalismo

    32 SCHAFF, Adam, El marxismo y la filosofa del hombre, Mxico, 1967, pp. 161-162.

  • 19

    de la sociedad o un capitalismo de estado; adems continu existiendo el trabajo alienado, el di-

    nero Ha sido entonces, hasta ahora, el socialismo real, al menos el de la URSS, comunismo

    grosero?

    Puede que s, puede que no. Es una cuestin difcil de aclarar, porque Marx cuando lo describe

    solo trata aspectos econmicos, relacionados con la existencia de propiedad privada o social de

    los medios de produccin etc., pero no menciona nada acerca de las formas sociales y polticas

    concretas que lo caracterizaran. Sin embargo, en otro fragmento del manuscrito tercero dice lo

    siguiente: Cuando los obreros comunistas se asocian, su finalidad es inicialmente la doctrina, la

    propaganda etc. Pero al mismo tiempo adquieren con ello una nueva necesidad, la necesidad de la

    sociedad, y lo que pareca medio se ha convertido en fin.33 Esto puede ser entendido como un

    alegato a la lucha, a la accin liberadora como fin ltimo del comunismo. Con la lucha consciente

    el obrero se redime, se vuelve a erigir en ser humano libre, aunque siga viviendo en una sociedad

    esencialmente alienada. Por tanto cabe preguntarse: Qu hay del soviet? Qu hay del empodera-

    miento de las masas en la toma de decisiones polticas en el socialismo? Desde luego est claro

    que estas instituciones tenan mucha fuerza al comienzo de la revolucin bolchevique y sera nece-

    sario estudiar su funcionamiento (y decadencia) a lo largo de la vida de la URSS como poder, en

    ocasiones contrapuesto al del Partido Comunista, y ver hasta qu punto estaban las masas des-

    alienadas polticamente hablando mientras participaban del poder popular. Una manera muy

    didctica ad hoc es, por ejemplo, el estudio (lo que significa tambin participacin en ellas) del

    funcionamiento de la democracia directa actual cubana, con todas sus ventajas y sus inconvenien-

    tes.

    Como conclusin coincido con Schaff, en que, al menos, en comparacin con el capitalismo (la

    dictadura democrtica de la burguesa), el socialismo (la dictadura democrtica del proletariado)

    se muestra con intencin de superar las distintas alienaciones, es decir, de luchar por una sociedad

    sin clases, lo que es de por s encomiable y responde a la necesidad histrica.

    4.1. Adam Schaff. Hacia una tica marxista y humanista.

    Como otros muchos intelectuales y filsofos, entre los que se cuentan Erich Fromm, Garau-

    dy, Sartre etc. Adam Schaff lleg a la conclusin de que si el marxismo quera de una vez tener

    rostro humano, tena que superar el pasado dogmtico y avanzar en el desarrollo de un humanis-

    mo marxista centrado en la antropologa y en los problemas del individuo; pues como l dice:

    No podemos desembarazarnos de los problemas realmente existentes mediante una negacin

    33 Op. Cit., pp. 161-162.

  • 20

    puramente doctrinaria de su existencia.34. Si el marxismo oficial hizo esto durante muchos aos

    es hora de cambiarlo de una vez, porque es un problema real que afecta a los individuos reales que

    quieren respuestas a preguntas de temtica existencial que hasta ahora el marxismo solo ha res-

    pondido con un rotundo silencio e incluso con el desprecio. Esto le ha valido al marxismo mu-

    chas crticas desde posiciones ideolgicas diversas referidas a la supresin del individuo por el

    colectivismo y por el vaco terico. En Polonia, durante los aos 60, esta necesidad parece acen-

    tuarse pues segn el filsofo polaco el existencialismo y otras filosofas relacionadas con pocas

    de crisis de valores morales, desazn general, alienacin, soledad del hombre etc. se ponen am-

    pliamente de moda. Esto es as, razona Schaff, porque el marxismo se ha negado a responder a

    estas inquietudes cuando podra haberlo hecho, y ahora encuentra su lugar usurpado por el

    idealismo y el subjetivismo existencialista -al que califica de humanismo inhumano35 , aunque

    hace una excepcin con Sartre.

    Sin embargo, Schaff est convencido de que el marxismo puede enfrentarse a estos problemas

    desde su filosofa, con su propio mtodo y con su propia terminologa. Evidentemente reconoce

    que la respuesta del marxismo en este mbito no puede ser cientfica en el sentido de las ma-

    temticas, el materialismo histrico o la fsica, pero que s puede hablar desde el papel del sabio,

    en vez del cientfico.36 Una vez que se tiene claro esto hay que saber escoger qu temas tratados

    por otras filosofas rivales pueden merecer la atencin del marxismo, de la tica marxista, para

    lograr un socialismo pleno.

    Las cuestiones dentro de la antropologa que han tenido algn desarrollo dentro del marxismo

    son la Sociologa y el papel del individuo en la historia, as como la conjugacin entre libertad

    individual y necesidad social. Pero hay otros temas que apenas se han tocado: la responsabilidad,

    los conflictos morales concretos, la obediencia y el sentido de la vida en el contexto del individuo.

    Estos ltimos deberan ser estudiados concienzudamente, pues si eran temas tiles en los aos 60

    cuando an perduraba el bloque socialista, ms lo son ahora cuando hay que mirar atrs y hacer

    autocrtica de los errores del pasado. Con ms razn an cuando en el continente latinoamericano

    el movimiento popular dice luchar por el socialismo en varios pases como Venezuela, Bolivia,

    Ecuador, Colombia o la misma Cuba. Es muy posible que una de las causas fundamentales de la

    cada del socialismo sovitico y de la supuesta cada en desgracia de Marx, haya sido ese despis-

    te histrico, radica,l de los comunistas bolcheviques, origen de las burocracias estalinistas, as

    34 SCHAFF, Adam, La concepcin del individuo en la filosofa, Mxico, 1960., p. 25. 35 Ibd., p. 33. 36 Esto, en el fondo, puede suponer un regreso a la metafsica, algo que ira en contra del propio marxismo. Por eso Schaff en su exposicin se muestra siempre muy prudente.

  • 21

    como la desconfianza del ideal emancipador. No queda ms remedio que recuperar el terreno

    perdido y hacer los deberes pendientes mediante la autocrtica, pues no hay nada ms trgico en la

    historia que una revolucin que repite una y otra vez los mismos errores.

    5. Bibliografa.

    - PLEJANOV, Gueorgii Valentinovich, El papel del individuo en la Historia, Barcelona,

    1974.

    - MARX, Karl, Manuscritos de Economa y Filosofa, Madrid, 2007.

    - MARX, Karl., Tesis sobre Feuerbach, Madrid, 1998.

    - SCHAFF, Adam, El marxismo y la filosofa del hombre, Mxico, 1967.

    - SCHAFF, Adam, La concepcin del individuo en la filosofa, Mxico, 1960.

    -ELSTER, Jon, Una introduccin a Karl Marx, Madrid, 1991.

    - Sobre la alienacin: http://lema.rae.es/drae/?val=rae (7 de diciembre de 2013).

    - Sobre la revolucin comunista en Nepal del ao 2006:

    http://www.rebelion.org/noticia.php?id=154436 (8 de diciembre de 2013).