El problema del mal actualizado

93

description

El problema del mal actualizadoFecha: 08 mayo de 2009www.pastoraleducativa.comcarpeta espiritualidad urbana

Transcript of El problema del mal actualizado

Page 1: El problema del mal actualizado
Page 2: El problema del mal actualizado

Isaías 49,15: “… Pero puede una mujer olvidarse del niño que cría, o dejar de querer al hijo de sus entrañas? Pues bien, aunque alguna lo olvidase, yo nunca me olvidaría de ti”.

Page 3: El problema del mal actualizado

¿CÓMO SE LE OCURRIÓ LA IDEA DE ESTE DOCUMENTAL?¿CÓMO SE LE OCURRIÓ LA IDEA DE ESTE DOCUMENTAL?

En el 2004 estaba haciendo un reportaje sobre Luis Alejandro Pico, un preso supuesto culpable del homicidio de un suboficial del ejército quien se negó a someterse a los beneficios de la sentencia anticipada, diciendo que si era inocente no tenía por qué admitir un homicidio. Entonces averigüé sobre el tema de las sentencias anticipadas y sobre la feria de rebajas de pena que dejó el gobierno Gaviria para permitir que los narcotraficantes se entregaran.

¿QUÉ ENCONTRÓ EN ESA INVESTIGACIÓN?¿QUÉ ENCONTRÓ EN ESA INVESTIGACIÓN?

Encontré que con las rebajas, peligrosos asesinos se benefician de figuras jurídicas como la de unificación de penas. Una figura que consiste en que si matas a diez personas, te condenan por los diez homicidios pero terminas pagando un solo asesinato. Un abogado me comentó que gracias a la unificación de penas Luis Alfredo Garavito – acusado de violar y matar a más de 172 niños – iba a salir libre en el 2010. Quise saber más de los crímenes, de la personalidad del asesino, saber si Garavito era un psicópata o un sicótico. Y entre más averiguaba, más me horrorizaba.

Page 4: El problema del mal actualizado

¿QUÉ LE HORRORIZABA?¿QUÉ LE HORRORIZABA?

Saber que Luis Alfredo Garavito es un psicópata que no va a cambiar, que si queda libre va a seguir violando y matando. También me sorprendió saber que este señor se unió en la cárcel a un grupo religioso y que tiene convencidos a todos que era un santo. Incluso me contaron que dos fiscales, que son cristianos, simpatizaban con él. Y que los guardias le daban un trato especial que no le dan a ningún otro preso. El grupo cristiano cree que el “nuevo” Garavito es la prueba de que Dios puede cambiar a cualquiera. Ellos desconocen la evidencia científica sobre los psicópatas.

¿CUÁL FUE SU PRIMERA IMPRESIÓN SOBRE GARAVITO?¿CUÁL FUE SU PRIMERA IMPRESIÓN SOBRE GARAVITO?

Sorpresa. Su imagen es diferente a la de los periódicos. La segunda sensación fluctuaba entre la incomodidad y el asco: el tipo es zalamero, excesivamente amable y con un discurso de pastor cristiano que uno no se lo cree. Cuando me dio la mano y se deslizó entre la mía tuve una sensación horrible de pensar que era la mano de quien le hizo terribles vejaciones a tantos niños. Desde el comienzo fui claro y le dije que no iba a defenderlo, que tenía plena libertad de contar su versión iba a ser confrontada por expertos. Él me dio una lista de personas para que lo defendieran, incluso algunos de ellos aparecen en el documental. Pero en realidad ni siquiera lo defienden porque lo suyo es indefendible.

Page 5: El problema del mal actualizado

¿CÓMO TRANSCURRIÓ LA ENTREVISTA?¿CÓMO TRANSCURRIÓ LA ENTREVISTA?

Garavito siempre se pone de víctima y enreda a la gente. Cuando llegué a la cárcel me sorprendió que el guardia me dijera que por favor lo tratara con cariño. Que cuando llegaba la Fiscalía Garavito sufría mucho. Y pensaba que mientras muchos en la cárcel no tienen ningún tipo de garantías por parte del Estado, este tipo las tenía todas, desde celda propia hasta alimentación especial. Además Garavito se ha vuelto una especie de tinterillo que interpone derechos de petición y tutelas por la supuesta violación de sus derechos. Es un asco observar cómo el sistema opera a favor del victimario y no de la víctima.

¿LE AFECTÓ HACER ESA ENTREVISTA?¿LE AFECTÓ HACER ESA ENTREVISTA?

El día de la entrevista no sentí nada diferente al desagrado que sentía por el. Lo duro vino después cuando nos fuimos al Eje Cafetero a conseguir las historias que Garavito nos había contado. Hablamos con las familias, leímos los expedientes, vimos las fotos. Fue horrible cuando nos dimos cuenta que los niños no sólo habían sido asesinados sino sometidos a torturas infames antes de ser asesinados . Ahí es cuando uno se cuestiona ¿Dónde está Dios? ¿Qué hicieron estos niños para merecer una muerte así? Llega el momento en que uno se raya. Un día llegué a mi casa, miré las fotos, apagué la cámara, bajé a la licorera, me compré una botella de whisky y me puse a llorar. Lloraba con una especie de llanto automático, como si quisiera limpiarme por dentro. A veces no puedo dormir, tengo pesadillas.

Page 6: El problema del mal actualizado

Acababa de llegar a mi primera parroquia. Era un caluroso lunes de Febrero cuando mi párroco me pidió que diera el último adiós y la bendición del Señor a una niña que había fallecido por una infección que los médicos no habían sabido explicar. La niña contaba sólo nueve años y cuando supe que tenía que ir a aquella casa, me dio un vuelco el corazón: era la primera vez que como sacerdote iba a ver un niño muerto. Ciertamente me había encontrado ya con la experiencia de la muerte, pero no estaba en modo alguno preparado para enfrentarme a la muerte de una niña. Confundido, con el dolor en el corazón, tomé lo necesario para la liturgia fúnebre y, lentamente, me dirigí a la casa del trágico duelo.

La parroquia donde yo trabajaba se encontraba en un barrio donde había contradicciones evidentes. En medio de ricas viviendas de “señores” había pobres casuchas, con una sola habitación que servía de cocina, comedor y dormitorio. Y yo tenía que ir a una de esas casas.

Mil pensamientos se agolpaban en mi mente durante el trayecto. Como un estudiante antes de un examen, me repetía las palabras que iba a decir a los padres para consolarlos. Mis infinitas buenas intenciones se organizaban para poder decir unas palabras oportunas. Pensaba que, al encontrarme ante gente pobre, sería mejor usar palabras más simples, tener un acercamiento más familiar. Además, en estas ocasiones –me repetía – es mejor que no me preocupe tanto, porque el Señor me dará su Espíritu para que encuentre las palabras adecuadas.

Page 7: El problema del mal actualizado

Imaginémonos la emoción al entrar en aquella pobre casa, cómo mi corazón y mi mente estaban

oprimidos por mil preguntas: “Tal vez si hubieran sido menos pobres, habrían podido “Tal vez si hubieran sido menos pobres, habrían podido cuidar mejor a la niña.cuidar mejor a la niña. Tal vez si también nosotros, como comunidad parroquial, Tal vez si también nosotros, como comunidad parroquial, hubiésemos comprendido mejor el problema de esta familia, habríamos podido hubiésemos comprendido mejor el problema de esta familia, habríamos podido ayudarlos de otra maneraayudarlos de otra manera”.

Mientras seguía atormentándome con un extraño sentido de culpa, allí sobre la cama, estaba puesta la niña, un cuerpecito delgado vestido con el traje de la primera comunión.

Al llegar a la casa, percibí en el aire el dolor que había conmocionado no sólo a la familia de la niña sino a todo el vecindario. En la puerta de la casa había apoyada una corona de flores. Era

toda de claveles blancos con una cinta de color violeta: “A mi pequeño tesoro. Mamá”.

Page 8: El problema del mal actualizado

La familia estaba compuesta por el padre, la madre y cuatro hijos. Con ellos vivía también la abuela materna, mujer del pueblo y regordeta que, ayudaba a la hija a sacar adelante su familia. El padre no tenía trabajo y la madre iba a servir donde la llamaran. ¡Pero eran muy dignos! Querían que sus hijos fueran a la escuela y hacían cualquier sacrificio para mejorar el futuro de los muchachos.

Pobres, si, ¡pero con grandes sueños! Y precisamente en aquella casa el dolor y la desesperación eran más transparentes que en otros lugares.

La madre arrodillada junto al lecho de la pobre niña, el padre en un rincón, la abuela sentada a la mesa con los parientes, mientras los otros hermanitos, todos ellos más pequeños, estaban sentados en el suelo junto al peldaño de la entrada.

Page 9: El problema del mal actualizado

Recordé algo que había leído sobre la segunda guerra mundial a propósito de lo que sucedió en el asedio aliado a los últimos soldados alemanes en Stalingrado. Al final, rodeados y aislados de todo contacto con la base en Alemania, los soldados recibían provisiones por vía aérea. En una de las últimas cartas que llegaron a Alemania en 1942, transportadas por el último avión que consiguió despegar, un joven, que después murió como muchos de sus compañeros, hijo de un pastor protestante, escribía:

Page 10: El problema del mal actualizado

““Plantear el problema de la existencia de Dios en Stalingrado significa negarlo. Tengo Plantear el problema de la existencia de Dios en Stalingrado significa negarlo. Tengo que decírtelo, querido padre, y esto me hace sufrir doblemente.que decírtelo, querido padre, y esto me hace sufrir doblemente.

Tú me educaste, porque murió mi madre, y siempre me has puesto a Dios delante de los Tú me educaste, porque murió mi madre, y siempre me has puesto a Dios delante de los ojos y del alma. Y estas palabras me hacen sufrir doblemente, porque serán las últimas ojos y del alma. Y estas palabras me hacen sufrir doblemente, porque serán las últimas y nunca más podré decir otras capaces de borrarlas o de expiarlas.y nunca más podré decir otras capaces de borrarlas o de expiarlas.

Page 11: El problema del mal actualizado

Tú eres pastor de almas, padre, y en la última carta se dice la verdad, o lo que se considera verdadero. He buscado a Dios en todas las fosas, en todas las casas destruidas, en todos los rincones, en todos mis camaradas, cuando estaba en la trinchera, y en el cielo. Dios no se mostró cuando mi corazón le gritaba. Las casas eran destruidas, mis camaradas eran tan heroicos y tan cobardes como yo, en la tierra había hambre y homicidios, y del cielo caían bombas y fuego. Lo único que no había era Dios.

No, padre, no hay ningún Dios. Lo escribo de nuevo; y sé que es algo terrible y para mi irreparable. Y si tiene que haber un Dios, es sólo junto a vosotros, en los libros de los salmos y en las oraciones, en las palabras piadosas de los sacerdotes y de los pastores, en el sonido de las campanas y en el aroma del incienso. Pero no en Stalingrado”.

Page 12: El problema del mal actualizado

Del mismo modo había que comprender el dolor de aquella madre que no conseguía explicarse por qué tanta injusticia, y se enojaba violentamente conmigo, porque era el representante de aquel Dios invocado pero sordo, buscado pero imposible de encontrar, que ahora, a través de mí, tenía incluso el capricho de someter a aquella pobre gente. No, para aquella madre era inconcebible la aceptación de la existencia de una justicia divina, donde la injusticia se mostraba en toda su evidencia en el cuerpo mudo de su hijita.

Page 13: El problema del mal actualizado

Por el mismo motivo los hermanos Karamazov de Dostoievski, Iván, uno de los protagonistas, quería devolver a Dios el billete de entrada en la creación, porque es inconcebible un mundo donde los niños sufren:

“Me niego decididamente a aceptar la suprema armonía. Ésta no vale ni una sola lágrima de aquella niña torturada, que se daba golpes de pecho con su pequeño puño y oraba en su rinconcito al “buen Dios”, llorando con lágrimas amargas... Aquella armonía ha sido demasiado apreciada y valorada; nuestros bolsillos no pueden pagar un precio tan caro por la entrada. Por ello me apresuro a restituir mi billete de entrada”.

Page 14: El problema del mal actualizado

No me esperaba aquella reacción de la madre, tan dura, tan provocadora y tan despiadada con mis certezas-. Y sin embargo, era comprensible. ¿Qué me esperaba? ¿Qué hacer frente a tanto dolor? el amor de una madre es asunto serio.

Pero me quedé aún más sorprendido cuando la abuela, abrazando entre lágrimas a la hija que seguía protestando, imprecando contra “un Dios” que le

parecía injusto, le gritó: “¡Cállate, cállate, que tienes otros tres hijos!” – como si hubiera querido decir: “Cállate, porque si Dios se enfurece, se lleva también a los otros tres”.

Page 15: El problema del mal actualizado

Esto me puso en crisis, me sentí acorralado. ¿Qué Dios habíamos anunciado, qué monstruosidad había pasado por la mente de aquella pobre gente, si el miedo al castigo divino era más fuerte que la Misericordia de Dios? “¡Cállate!”. Era como si hubiese dicho: “¡Cállate, el enemigo te escucha!”.

Y el enemigo – no el Padre – Madre, el misericordioso, el amor, la vida – era aquel Dios a quien yo había elegido, después de que él me había elegido a mí. ¿Cómo podía aquella pobre abuela no advertir el dolor y el sufrimiento todavía más injusto, lacerante, si en su mente se atribuía la idea de la muerte al poder de Dios? ¿Cómo podía no parecer incomprensible el amor de un Dios que no había querido intervenir? Nuestro Dios no era una buena noticia, se imaginaba al Señor dador de vida, como un justiciero y a veces como un tirano. Un titiritero que juega con nuestra vida: éste era el Dios que conocían en aquella casa. ¿Y cómo no comprender tal condición de desesperación, si el sentido de la vida había sido ocultado, porque el anuncio de vida, la buena noticia, había sido realmente silenciada?

Page 16: El problema del mal actualizado

Y lo más significativo fue que, precisamente aquel grito doloroso, aquella protesta tan verdadera, aquel miedo que se leía en los ojos de la vieja señora me golpeaban terriblemente y se convirtieron en un momento decisivo de mi vida: ¿qué había sucedido si en la experiencia del dolor el hombre siente a Dios tan distante, tan ausente tan cruel, tan insensible, o llega incluso a negarlo? ¿Qué experiencia de fe ha habido, si el consuelo y la esperanza que deberían nacer de nuestra pertenencia a Cristo están ausentes en el momento de la prueba?

Comprendí entonces que había un abismo entre la idea de Dios que yo tenía y la que tenían aquella pobre madre y aquella pobre abuela que, de manera tan violenta, me habían echado encima su rabia y su dolor. Algo que había penetrado tanto en la sensibilidad de las personas que traicionaba la posibilidad misma de dialogar sobre la verdadera imagen de Nuestro Dios.

Page 17: El problema del mal actualizado

Si hoy el hombre contemporáneo, con sus mil “¿por qué?” no respondidos, grita su dolor y su desesperación y no encuentra consuelo en la fe, no podemos refugiarnos simplemente detrás de mil excusas o mil pretextos, echando toda la culpa al consumismo, al materialismo, al hedonismo, al pansexualismo...

Si el hombre contemporáneo vive su drama existencial y no sabe dar respuesta a sus “¿por qué?”, ciertamente depende del hecho de que está inmerso en una cultura, en una sociedad distinta de la de las generaciones anteriores, pero, quizá se deba sobre todo al hecho de no hemos sabido dialogar con él, con sus verdaderos problemas le hemos dado respuestas a preguntas que no nos están haciendo.

Page 18: El problema del mal actualizado

Nosotros, pastores, no hemos sabido adaptar el lenguaje a sus posibilidades; hemos pensado presuntuosamente que nuestra condición de superioridad nos permitía prescindir de la escucha de este mundo, tan complicado, tan fascinado por las mil quimeras que parecen ofrecer gozos fáciles, que después decepcionan. No hemos percibido que este mundo no está hecho de hombres súbditos de una Palabra que es dominio de unos pocos, de personas que ya no son receptores impasibles de nuestros teoremas, ni obedientes catalizadores de nuestras órdenes, sino personas hechas y derechas, que han adquirido nuevos conocimientos, que dialogan con nuevas culturas, con nuevas religiones, que corren a una velocidad nunca experimentada antes en la historia. Y sobre la fe, también sobre todo sobre la fe, no tendríamos que

haber dicho nunca: “Si no haces lo que te mando...”.

Page 19: El problema del mal actualizado

Si la joven madre gritaba su protesta contra “un Dios” considerado ausente, era necesario indagar cuál era la idea que se había hecho de Dios y, aún más, había que comprender por qué la abuela tenía tanto miedo de él. Tal vez en las dos actitudes era posible encontrar sintéticamente los dos motivos por los que el amor de Dios y su presencia en la humanidad son percibidos como ausentes por muchos hombres actuales. Indagar sobre una presunta insensibilidad de Dios sobre el dolor que parece excluir su existencia, reflexionar sobre el miedo a un Dios que castiga, es el punto de partida para reinventar un lenguaje capaz de hablar al hombre de la calle. Hay que salir de aquella perniciosa presunción según la cual, por el hecho de que la mayoría de la gente dice que cree y se dirige a nosotros para pedir los sacramentos y para obtener el apoyo que podamos ofrecerles, el Dios en el que creen, mientras las cosas vayan bien, es el Dios de nuestro Señor Jesucristo.

Page 20: El problema del mal actualizado

“¡Escúchame!”, oh Dios! Me habían dicho que no existías, y yo, como un idiota, me lo había creído. Pero la otra noche, desde el

fondo del agujero abierto por una bomba, vi tu cielo. De pronto me di cuenta de que

habían dicho una mentira. Si me hubiese esforzado por ver bien las cosas que tú has hecho, habría comprendido de inmediato

que aquellas personas se negaban a llamar a las cosas por su nombre. Ahora me

pregunto si me permitirías estrechar tu mano y, no obstante, tengo la sensación de que comprenderás. ¡Resulta extraño que haya sido necesario que yo viniera a este

infierno para tener tiempo de ver tu rostro. Te amo apasionadamente: esto es lo que quiero que sepas. Va a tener lugar una

batalla espantosa. ¿Quién sabe? Puede ser que me encuentre contigo esta noche.

Nunca hemos sido buenos amigos hasta ahora, y ahora me pregunto si me

esperarás a tu puerta. ¡Mira!, he aprendido a llorar: estoy llorando! ¡Precisamente

yo... ponerme a sollozar! Ah, si te hubiera conocido antes... ¡Vamos! Es necesario que

yo parta. ¡Qué extraño! Después de haberte encontrado no tengo miedo a

morir. ¡Hasta la vista!” ¡VEN SEÑOR JESÚS!

(Palabras encontradas en una trinchera)

Page 21: El problema del mal actualizado

Fue un día de septiembre cuando Irma, joven mamá de dos criaturas estupendas, conmovida, después de la celebración de la misa dominical, se acercó para hablarme de su hijo Diego.

Dieciséis años, un muchacho bellísimo y fuerte, de ojos profundos y verdes, de cabellos tupidos que cubrían su frente. Alegre, despreocupado, amante del deporte, líder entre sus compañeros y deseado por las muchachas. Gran soñador y apasionado, con deseo de conocerlo todo. De mayor habría querido pilotear aviones …

Había aparecido un lunar que él había ocultado a los demás, quizá por inconsciencia juvenil o por una vanidad inocua. Sin embargo, su madre logró darse cuenta.

Preocupada, pidió ayuda a los médicos para comprender qué tenía que hacer. Los médicos pensaban que Irma era una madre demasiado protectora y le ordenaron, con una sentencia definitiva, que dejara en paz al hijo y su lunar.

Page 22: El problema del mal actualizado

Pero Irma es madre. Y como todas las madres, conocía a su hijo mejor que los médicos, y con tenacidad – un arte que conocía bien porque había tenido que afrontar muchas dificultades en la vida – empezó a insistir para que le quitaran aquella espina del corazón, extirpando el lunar de la frente de su hijo.

Y así, cuando le entregaron, en un frasquito, aquello que había sido el motivo de sus preocupaciones y le aseguraron que no había nada anómalo, pareció que volvía a renacer. Y cuando Diego le echó en cara su inútil preocupación, Irma, incapaz de reaccionar, recibió el reproche como si fuera un regalo.

Solo tenía que esperar diez días para obtener la confirmación del examen histológico que, según

los médicos, era completamente inútil, pero se hacía sólo para estar más seguros...

Page 23: El problema del mal actualizado

Pasaron los diez días y empezó el calvario: ¡melanoma! Pero por suerte los médicos decían que habían operado bien a Diego y que no habría problemas.

Aquel mes de septiembre el problema era una pequeña glándula que había aparecido en el cuello de Diego. Desde aquel día nos hicimos, más que amigos: padre e hijo. Fue él quien decidió llamarme “Pa’”. Y en aquel sonido truncado percibía yo toda la dulzura de mi ministerio y la belleza de un hijo que el Señor me había dado. Todas las tardes Diego venía a mi despacho y juntos hablábamos de nosotros, de su enfermedad que conocía bien y, aunque tenía dieciséis años, mostraba una madurez extraordinaria. Y sobre todo muchas ganas de vivir, de querer luchar para vivir.

Page 24: El problema del mal actualizado

Sabía que por su dignidad, inimaginable a su edad, iba a llamarme sólo cuando se encontrara sin fuerzas, cuando el dolor fuera demasiado fuerte. Siempre lo encontraba exhausto por los sufrimientos, y permanecíamos juntos hasta que el dolor pasaba. Bromeábamos, nos tomábamos el pelo o, mejor dicho, él me tomaba el pelo y, aunque soy un poco quisquilloso, sus bromas eran cumplidos de amistad.

Y yo con él. Imaginaba lo que podía pasar en el corazón de Irma, si yo, que no era más que un recién llegado, el último, participaba con todo mi ser en aquella dolorosa aventura y hacía míos todos los sufrimientos de Diego. Todas las tardes hablábamos de la curación y sobre todo de Jesús, que no iba a permitir que su vida, tan dinámica, quedara truncada, desviada de su curso natural. Y orábamos juntos, también cuando el dolor era insoportable y los paños calientes no bastaban para calmarlo. Había pedido a Diego que me llamara en cualquier momento, porque yo acudiría, cualquiera que fuera el lugar donde me encontrara.

Page 25: El problema del mal actualizado

Un día me dejó atónito “Pa’”, me dijo: “¿Por qué los curas no se casan?”. Y yo le expliqué que no era una huida del amor, sino un ofrecimiento de amor distinto, que ahora me permitía estar más cerca de él.

“Pero ¿no es un poco egoísta?”, replicó Diego.

Me sorprendió que un muchacho tan profundo me dirigiese un juicio que no me esperaba. “¿Por qué te parece que soy egoísta?”, le pregunté: “¡Piensa lo felices que habrían sido tus hijos teniendo un padre como tú!”.

¡Ha sido lo más hermoso que me han dicho en la vida!

Page 26: El problema del mal actualizado

Diego tenía una constitución atlética y amaba inmensamente el mar. Su deseo, aunque la metástasis se había extendido por todo el cuerpo, era poder zambullirse. Me daba mucho miedo lo que estaba a punto de hacer, pero me armé de valor y, de acuerdo con Irma, tomé la decisión de llevar a Diego a pasar unos días a un lugar tranquilo, lejos de miradas curiosas. Una piscina... y su deseo se cumplió. Pero aquellos días de Junio, los primeros de 1993, fueron terribles. Por las noches los sufrimientos eran atroces y no podía digerir la comida. Regresamos a casa y pocos días después la metástasis afectó a la médula espinal. Diego, joven atleta de un metro ochenta de altura, quedó paralizado en la cama con sólo dieciséis años.

Page 27: El problema del mal actualizado

Todos estábamos preocupados y yo me preguntaba qué podría contarle, cómo estar cerca de él y, sobre todo, cómo hacerle sentir el calor de un Dios que precisamente en aquel momento parecía tan lejano. Pero Diego nos sorprendió a todos: dos días después Irma entró en su habitación y lo encontró llorando. Trató de consolarlo y animarlo con las palabras más adecuadas, abriendo su corazón a la esperanza y garantizándole que podría volver a levantarse muy pronto.

Pero Diego lloraba por otro motivo:

“Mamá, estoy lamentándome porque llevo tres días en este estado. He caminado durante dieciséis años, ¡piensa en las personas que no han caminado nunca!”.

Page 28: El problema del mal actualizado

Las fosas cavadas por los 'paras' abrieron heridas a lo largo y ancho del país. Casi en cada departamento hay alguien que espera que salgan de esas tumbas

del horror los restos de los que un día se llevaron de la casa, de un arado...Testimonios de los que esperan desde distintos lugares el fin de la

incertidumbre.

Page 29: El problema del mal actualizado

Aunque está viva, Rosalba Velásquez dice que se ha muerto cuatro veces. Una por cada hijo que le han desaparecido. Ya casi completa una década de buscarlos entre pilas de cadáveres y listados de policía, pero nada.

-¿Toñito, trajiste cuerpos?

-Sí señora. Pero ninguno de los suyos-, le respondía el conductor que entonces trabajaba en una mina de oro cercana y que, de vez en cuando, cargaba con cuerpos que encontraba por el camino.

Peor que sus muertes -sostiene- es no tener la certeza de si los tiraron al río, a los gallinazos o si levantaron la tierra para meterlos ahí. "Eso último es lo más probable", afirma recia, amargada.

Entonces, se acomoda en un sillón rojo. El calor del mediodía adormece y adentro de su casa grande de Amalfi (nordeste antioqueño) huele a chocolate recién hervido.

Su mirada se pierde y su memoria vuelve sobre la volqueta roja que solía llegar al pueblo con cadáveres.

Page 30: El problema del mal actualizado

Era finales de los noventa, años en que paramilitares y guerrilleros libraban a muerte una guerra por el control del territorio. Muchos de los muertos eran botados a la vera del camino con letreros que prohibían recogerlos.

"Toñito -agrega Rosalba- traía los que podía y los descargaba como piedras en el andén, al frente de la morgue".

Allá fue que Rosalba se acostumbró al olor a muerte. Muchas veces se untó las manos de sangre ajena. "Yo volteaba los cuerpos, los tocaba y ninguno era de los míos", relata.

En la zona operaba el 'Bloque Central Bolívar', comandando por alias 'Macaco'. Los paramilitares se habían llevado a dos de los muchachos y le habían prohibido a Rosalba preguntarlos.

Page 31: El problema del mal actualizado

Eran Jairo y Freddy, el segundo y el tercero de los hijos, de 29 y 28 años. La última vez que su madre los vio fue la madrugada del 21 de julio de 1997, quince días después del entierro de Guillermo, el mayor, que había sido asesinado por guerrilleros de las Farc.

Esa fue la primera vez que Rosalba sintió que moría. Ella resistió, pero su esposo no fue capaz con el dolor.

"Después del funeral del mayor se sentó en el comedor, destapó una botella de brandy y siguió bebiendo durante 14 días, hasta que la sangre ya no le corrió más. Los médicos diagnosticaron paro cardíaco", cuenta Rosalba.

Page 32: El problema del mal actualizado

Fue cuando la muerte tocó otra vez a la puerta. Venía vestida de poncho, sombrero y arma en el cinto. Rosalba abrió como siempre, con una sonrisa seca y una arepa tostada dispuesta en la cocina.

"Doña, llámeme a Freddy, lo necesitamos para una información", le dijo 'Veneno', un jefe paramilitar de poca estatura y ojos verdes.

A esa hora, el muchacho dormía en un cuarto contiguo, separado de la sala solo por una cortina. Rosalba hubiera mantenido la calma si no es porque, por esas cosas de madre, alcanzó a distinguir al hombre que llevaban en la silla de atrás de la destartalada camioneta.

MAMÁ, NO DEJE QUE ME MATEN

Page 33: El problema del mal actualizado

Era Jairo, su otro hijo. Lo acusaban de informante de las Farc. Rosalba entró en pánico. No podía escuchar a su hijo tras el vidrio empañado por el aliento, pero sabía exactamente lo que estaba gritando. "Mamá, mamá, no dejés que me maten".

La mujer entró a la casa llorando. "Escapáte Freddy. Hacelo por el solar. Escapáte, escapáte...". Pero él respondió que no.

"Yo no soy un faltón y Jairo tampoco. Vaya y dígales que me esperen porque yo me estoy poniendo los zapatos. Que si me van a matar, que entren y lo hagan aquí porque yo sin zapatos no salgo".

Sus hijos, cuenta ella, casi que se habían acostumbrado a estar entre el fuego de guerrillos y paramilitares. Todos, a excepción del menor, trabajaban en el río meneando una batea con la ilusión de sacar uno o dos gramos de oro.

Page 34: El problema del mal actualizado

Lo que siguió fueron largas jornadas de búsqueda monte adentro en compañía de Wílmar, el hijo que le quedaba.

Ambos sabían que donde hay fosas comunes hay peladuras en la maleza

porque a los muertos en Amalfi los abrían y los llenaban de cal para que

el olor no llamara a los gallinazos.

Preguntaban aquí y allá, en un pueblo y en el otro, pero nada. "Era como si jamás hubieran

exisitido".

Vinieron años de soledad. Wílmar se había enrolado en el Ejército con la consigna de vengar la muerte de sus hermanos y recuperar sus restos.

Pero también lo desaparecieron los 'paras'. Fue en el 2002, cuando se iba a reunir con un hombre que dizque sabía en donde habían enterrado a sus hermanos.

Page 35: El problema del mal actualizado

La esperanza más cercana de encontrar los restos de alguno de sus hijos fue cuando la Fiscalía viajó a La Viborita, una vereda cerca del pueblo, donde les habían dicho que podían estar.

Removieron la tierra y no encontraron nada. Rosalba dice que después de tantos

años ya no tiene la ilusión de reconocer los restos de sus

hijos por la ropa, pero sí espera que los encuentren y las pruebas de ADN le den la paz que lleva esperando 10

años.

"A mí me han herido tanto en esta vida que hasta el miedo me "A mí me han herido tanto en esta vida que hasta el miedo me lo mataron".lo mataron". Rosalba Velásquez.

Page 36: El problema del mal actualizado

No cabe duda que el mal es lo más irritante que hay en el mundo. Perturba a la vez el corazón y la razón, poniéndolos frente a los grandes interrogantes. ¿Dios o la idea de Dios pueden ayudarnos a pensar en esta realidad desconcertante? Si no hablamos del hombre tal como es en su fragilidad, ¿de quién o de qué estamos hablando? Dejando todo lo demás – el hombre, Dios, el mundo – en suspenso, hay que comenzar por esta cuestión que no permite – no debería permitir – ningún engaño, ninguna trampa del pensamiento. Es una cuestión fundamental.

2.1. INTRODUCCIÓN

Page 37: El problema del mal actualizado

2.2 ASPECTOS CLAVES DE LA CUESTIÒN DEL MAL

La cuestión del mal es de tal categoría que no solamente parece rebelarse ante las respuestas, sino incluso unirse al mismo cuestionamiento. Como si se tratara de un cuestión que se resistiera a sí misma, confesando así una radical irracionalidad. Las grandes preguntas: ¿De dónde viene el mal? ¿A qué se debe el mal? ¿Cómo es posible el mal? ¿Es un misterio insoluble el mal, el sufrimiento?

Page 38: El problema del mal actualizado

Pero, a pesar de todo, a costa de caer en un mal todavía peor, ¿podemos dejar los hombres de seguir llamando a la puerta? No sería eso renunciar a nuestra humanitas? Somos unos seres que no podemos renunciar a preguntar. La cesión de este derecho sería ya conceder la victoria, la más sutil de las victorias, a los que no tienen ningún mérito para ello.

¿Y entonces? Entonces surge la sospecha de que quizás se haya eludido la cuestión por no haber sido bien planteada. Queda en pie la posibilidad de intentar la explicación de las cuestiones sin respuesta. Y entonces, en nuestro caso, cabe plantear una hipótesis y una tesis.

Page 39: El problema del mal actualizado

Nos hemos entretenido demasiado en cuestiones anónimas y “seculares” – de dónde provienen el mal? Por que? De qué manera?, etc.-. No nos hemos atrevido a hacer del cuestionamiento un problema específico del creyente, que consiste en confrontarlo directamente con su nombre propio. Como lo hace por otra parte, a su manera, el hombre de cada día, que no deja, en esta materia, de preguntar a su Dios – “Por qué te duermes Señor?” Sal 43,23; “Señor si hubieras estado aquí”, Jn 11,21.

LA HIPÓTESIS:

Page 40: El problema del mal actualizado

Es que deberíamos intentar en teología esta misma audacia. Convencidos de que allí se encuentra una respuesta original. Es verdad que el mal pueden y deben ser estudiados en sí mismos, filosóficamente, cara a cara, ya que es el mal del hombre, el sufrimiento de la persona humana.

Pero no es ninguna distracción, ningún olvido ni evasión, sino todo lo contrario, mirarlo de cara a Dios. Quizás sea solamente entonces, por haber llegado hasta allí, cuando se vea mejor y Si aquí el hombre levanta a veces sus gritos para “insultar” a Dios. ¿no deberá el creyente ser el que lleva toda esa cuestión “hasta el altar de Dios”?

LA TESIS:

Page 41: El problema del mal actualizado

Por tanto, no hay duda de que a veces hay que llegar hasta el borde de la locura para encontrar las palabras que digan lo que hay que decir. “Esta disputa entre el hombre y Dios podría parecer inconveniente, debido a “la distancia” que los separa. Pero hay que tener en cuenta que la diferencia de las personas no cambia para nada la verdad. Cuando se busca la verdad, sea quien sea el adversario, uno es invencible”.

Page 42: El problema del mal actualizado

Contra Dios: Existe el mal, luego no existe Dios. Dios considerado como responsable directo o indirecto del mal es la forma más clásica, la más popular del ateísmo decepción que recae sobre la imagen que uno se forma de Dios. El Dios que no ha podido o querido impedir el mal no existe, ni puede existir a no ser que se le considere como perverso o inútil y entonces se destroza su imagen.

Su Dios es omnipotente todo lo puede. Si todo lo puede, por qué no evitó el maremoto? Si no lo evitó es señal de que o no es omnipotente o no es bueno – como dijo el poeta: si era para deshacerlo, para qué hacerlo?

Objeción:

Acá está en cuestión no la existencia de Dios, sino la imagen de Dios.El problema adquiere una dimensión muy distinta: una cuestión abierta: cuando el hombre reacciona porque sufre y sangra y porque está animado por un elevado deseo, la cuestión debe ser planteada de nuevo. Excluye a Dios por defecto: no hay Dios.

Page 43: El problema del mal actualizado

En defensa de Dios: Hacer a Dios inocente de toda responsabilidad culpable en el mal, en el sufrimiento. Únicamente se introduce el principio de la permisión del mal a fin de salvaguardar la libertad del hombre.

Objeciones:

Se deja la impresión de querer disculpar a Dios demasiado a prisa, sacarle de un apuro, “El Dios de Job, de Jacob y de Jesús no señaló nunca sus preferencias por los discursos tranquilizantes y prematuros”. “Excusa no pedida, es acusación manifiesta”. Todo depende de la imagen que tengamos de Dios. La teodicea no debe impedir a Dios oír el clamor de su pueblo. La blasfemia suele ser más bien un grito contra el mal, que un grito contra Dios: el mal es algo demasiado monstruoso para que se le pueda mirar con otros ojos que no sean los del escándalo. El discurso sobre Dios, el mal y el sufrimiento no puede acallar el grito que el hombre dirige a Dios.

Excluye a Dios por exceso: está por encima de la cuestión. Se llegaría casi a decir que el mal no le importa.

Page 44: El problema del mal actualizado

Opiniones:

Estos dos tópicos dejan el problema del mal al margen de Dios y esto es una pena ya que esta terrible cuestión ganaría mucho si la relacionamos con él.

Entonces, una de dos. O bien la hipótesis no era pertinente, pero esto está por probar, o bien y es lo que nos parece más acertado la relación que se establece entre Dios y el mal no estaba bien planteada y hay que plantearla de otro modo.

Hay una mayor preocupación por Dios que por el mal y por el hombre. Se excusa o se defiende a Dios y llegamos a olvidar el mal – Heidegger habla del “olvido del ser”. No se ha llegado al fondo de un problema que tiene sus repercusiones incluso en Dios; al orillar a Dios, se ha eludido un problema tremendamente humano. Ha habido preocupación por Dios - su defensa o negación, de qué Dios se trata - no por el hombre – su problema: el mal.

Page 45: El problema del mal actualizado

Hacia Dios: Sin maldecir, pero sin callarse. Hablar diciendo algo. Asumir con valentía este problema. El cristiano y Job se dirigen a Dios con vehemencia. Esta vehemencia es la de la fe: reproche – Gen 3,12 – proceso – Job 13,3 pregunta bien planteada Salmo 115,10. El mayor error en este caso es sin duda el de encerrarse en el silencio frente a Dios. Hay que romper el silencio.

Hablar es creer en una presencia. Y creer en una presencia es creer en la posibilidad de una respuesta. El grito dirigido a Dios no se lo podemos dejar solo a los increyentes.

Jacob, Job y Jesús se dirigieron a Dios, le hablaron bien para preguntarle - “por qué Señor” – bien para orarle- “Padre si es posible...” bien para expresar su rechazo– “Daré rienda suelta a mis quejas” o su aceptación “que no se haga mi voluntad”.

En vez de conservar estas actitudes para si, el creyente las dirige a Dios. Esta actitud vincula la fe con el coraje. Es la lógica de la fe.

Page 46: El problema del mal actualizado

En Dios:

Mientras la teodicea mantenía a Dios a distancia y habla de la permisión del mal, la escritura nos muestra a Dios escandalizado por el mal y en combate contra él. Dios es el adversario del mal. Es el primero que se plantea esta cuestión ya que no pertenece a su plan, a su Proyecto de Vida Plena. Dios “cae desmayado” ante el mal.

El hombre descubre que el combate que ha emprendido, por ser el mismo combate que de Dios, lo lleva a cabo EN DIOS. Nuestro clamor coincide con el de Dios; más aún le permite a Dios manifestarse tal como es el. En el combate contra el mal es Dios quien lleva la iniciativa, es el primero en sentirse afectado. El mal es irracional e inadmisible.

Dios es en cierto modo la respuesta al mal. El mal no es entonces una objeción contra Dios, sino que es más bien Dios el que se convierte en objeción contra el mal. Es el combate de Dios. Es un Dios totalmente distinto el que aquí se descubre Job 42,5.

El Dios de Abraham y de Jesús, el que se conmueve ante el mal, “misericordia motus” – Evangelio – y no “inmóvil” – Aristóteles -, que se pone de parte de las víctimas, haciéndose el mismo víctima y poniendo su poder en este servicio y para este servicio es un DIOS DISTINTO, un Dios que asume el mismo la rebelión.

Page 47: El problema del mal actualizado

Ese Dios en sí, al hacerse Dios para nosotros, nos recuerda que el problema del mal es cuestión teológica. Más aún si hay alguna pregunta teológica, es esta. Mucho más teológica que filosófica. Se trata de “encontrar en Dios la discusión interior del hombre”.

Page 48: El problema del mal actualizado

Objetivo: Dirigir sobre el mal y sobre el sufrimiento una mirada algo distinta de la que solíamos tener hasta ahora; para esto nos apoyamos en la Escritura.

2.3. DIOS EN EL ENIGMA DEL MAL

Page 49: El problema del mal actualizado

Como se presenta el mal al hombre... y a Dios?

Lectura Hermenéutica del Texto: Génesis 3

Para el Génesis, el mal es lo que no estaba previsto. No pertenece al plan, a la idea de la creación. El mal, por tanto, está desprovisto de sentido, es un irracional absoluto, es una SORPRESA.

Pero el mal existe. Después de la creación, el relato bíblico constata la aparición del mal proveniente de un personaje desconocido, del demonio – serpiente única responsable del mal, que no es de este mundo; ha entrado en él, ha venido de fuera.

Page 50: El problema del mal actualizado

La desgracia del mal

Esto nos enseña que el mal, en este nivel primero y radical, no es el de una culpabilidad, ni tampoco el de una responsabilidad sino el de un accidente, de un desastre, de una desgracia, de algo “demoníaco” (“lugar de un enigma”). El supremo sin sentido. Quizás no pueda uno salir a luchar contra el mal más que sorprendido, extrañado, escandalizado.

La aparición del mal no debe buscarse del lado de Dios. Todo en el Génesis – El edén -, el diluvio, Sodoma y Gomorra. Babel – pasa como si Dios se escandalizara, se sorprendiera, se indignara ante el mal. Y en el Nuevo Testamento Jesús también se sorprenderá frente al mal.

En estos relatos de los orígenes la primera aparición del mal tampoco se buscó de parte del hombre. Es verdad que el hombre consciente, pero el mal le precede. Es el adversario.

Page 51: El problema del mal actualizado

La desgracia del mal

Esto nos enseña que el mal, en este nivel primero y radical, no es el de una culpabilidad, ni tampoco el de una responsabilidad sino el de un accidente, de un desastre, de una desgracia, de algo “demoníaco” (“lugar de un enigma”). El supremo sin sentido. Quizás no pueda uno salir a luchar contra el mal más que sorprendido, extrañado, escandalizado.

La desgracia del mal

Esto nos enseña que el mal, en este nivel primero y radical, no es el de una

culpabilidad, ni tampoco el de una responsabilidad

sino el de un accidente, de un desastre, de una

desgracia, de algo “demoníaco” (“lugar de un enigma”). El

supremo sin sentido. Quizás no pueda uno salir a luchar contra el mal más

que sorprendido, extrañado, escandalizado.

Page 52: El problema del mal actualizado

La desgracia del mal

Esto nos enseña que el mal, en este nivel primero y radical, no es el de una culpabilidad, ni tampoco el de una responsabilidad sino el de un accidente, de un desastre, de una desgracia, de algo “demoníaco” (“lugar de un enigma”). El supremo sin sentido. Quizás no pueda uno salir a luchar contra el mal más que sorprendido, extrañado, escandalizado.

Ahora hay un culpable, tiene un nombre: demonio. Como vemos la cuestión de la culpabilidad no ha quedado en el olvido, pero se plantea en su verdadero lugar lo demoníaco. No se trata ni de Dios ni del hombre. El mal no es de este mundo; ha entrado en el; ha venido de fuera. Se le designa como lo no – admisible pertenece a “un orden del desorden”.

El mal tiene la característica de parecerse al azar: des-orienta al hombre respecto a su finalidad.

La Malicia de lo demoníaco

El mal no entra en ningún discurso de justificación, ni moral, ni racional. Es algo impenetrable, incomprensible. Al mal se le llama mal, es su verdadero nombre a saber, irracional. Al mal, que en términos filosóficos se le designa como un desastre, una desgracia, en términos teológicos es llamado demoníaco, sin esperanza alguna de justificación.

Page 53: El problema del mal actualizado

La desgracia del mal

Esto nos enseña que el mal, en este nivel primero y radical, no es el de una culpabilidad, ni tampoco el de una responsabilidad sino el de un accidente, de un desastre, de una desgracia, de algo “demoníaco” (“lugar de un enigma”). El supremo sin sentido. Quizás no pueda uno salir a luchar contra el mal más que sorprendido, extrañado, escandalizado.

La prioridad de la víctima

El occidente cristiano preocupado por la culpabilidad se ha regido por una búsqueda prioritaria del culpable.

Por el contrario el Evangelio se interesa mucho menos por el culpable que por la víctima que se encuentra bajo la presión del mal, por el inocente que sufre un mal inmerecido.

La Parábola del Buen Samaritano, nos muestra claramente la prioridad evangélica no desviar la atención del verdadero lugar en el cual se encuentra el mal irracional y trágico que es donde debe aportarse prioritariamente la salvación.

Así el lugar de “una responsabilidad de perdición” queda ocupado por “una responsabilidad de salvación”.

Page 54: El problema del mal actualizado

La desgracia del mal

Esto nos enseña que el mal, en este nivel primero y radical, no es el de una culpabilidad, ni tampoco el de una responsabilidad sino el de un accidente, de un desastre, de una desgracia, de algo “demoníaco” (“lugar de un enigma”). El supremo sin sentido. Quizás no pueda uno salir a luchar contra el mal más que sorprendido, extrañado, escandalizado.

La lógica desconcertante del Evangelio llega hasta el punto de que esté como ausente del mismo, la persecución del culpable a favor del cuidado de la víctima. Condenar no es olvidarse de que lo importante es combatir el mal en el mismo sitio en que ha dejado los desastres de su “victoria”? si hay que juzgar, condenar, hagámoslo ciertamente porque hay que hacerlo, pero siempre pensando en salvar, no por otras razones. Como dice el comisionado de paz “mi línea es la justicia restaurativa. No creo en las penas largas de cárcel. Ese es un viejo modelo de venganza”.

La Condición Humana

Entramos en un último aspecto: El pecado del hombre. se trata del tema de la tentación. La entrada del hombre en el mal no fue más que un consentimiento.

La culpabilidad humana que ciertamente existe entra en juego relativamente tarde. Por esto, no se debe plantear todo el problema en términos de culpabilidad.

Page 55: El problema del mal actualizado

El hombre frágil: Ante la sorpresa del mal la vulnerabilidad a lo que viene de fuera, a la

seducción: el arte de presentar el mal bajo la apariencia del bien.

2.4. SITUACIONES DE LA PERSONA HUMANA FRENTE AL MAL

La fragilidad ante la emboscada que Satanás había preparado y la magnitud de la tentación.

La fragilidad en el hombre que no puede estar siempre alerta. Alguna vez nos adormecemos todos.

La fragilidad por superficiales más que por malos .

La fragilidad casi infantil, ante el espejismo del mal disfrazado de bien.

Page 56: El problema del mal actualizado

El hombre tentado: Fue sorprendido y cayó víctima de la tentación. Dejó que “el

orden del desorden” “el orden demoníaco” sustituyera el orden divino, el proyecto de

Dios, su plan de Vida Plena.

El pecado no es una perversidad verdaderamente inmanente al

hombre, de lo contrario habría que llamar diabólico al hombre y esto

no es así.

El pecado desvía al hombre de su finalidad. Es un consentimiento no una invención.

El pecado no es el mal, sino el consentimiento en el mal.

El pecado puede ser perdonado; el mal no se puede absolver.

Page 57: El problema del mal actualizado

El hombre desviado: Por la seducción y la tentación que revelan el misterio más profundo del mal, el que mejor manifiesta la alienación

inconsciente que nos amenaza a todos, culpables y víctimas.

Somos desviados desviados impedidos de llegar a ser nosotros mismos. Impedidos de conseguir nuestra plenitud como personas. Nuestra humanidad.

Somos desviados desviados por la tentación. El problema está ahí: Ilustra el tema del mal como extravío, como desliz, como resbalón. El consentimiento abre el camino de entrada para el mal.

Page 58: El problema del mal actualizado

El hombre víctima: Es más urgente la ayuda a las víctimas que la

denuncia de los culpables.

Víctima para el cristianismo, en el tema de la tentación, es el mismo culpable sin que

por esto minimicemos la responsabilidad de los que oprimen y destruyen. A ellos los

debemos combatir.

la víctima como el culpable, el culpable como la víctima, necesitan de salvación. La salvación se dirige al culpable y a la víctima. para la visión cristiana el culpable no es un culpable absoluto

Víctimas somos todos y de la tentación del dinero, del poder, del saber, del placer. En este terreno no hay monopolios.

Page 59: El problema del mal actualizado

El hombre liberado: El mal radical está delante de mi y no en mi mismo

Esta liberación evita que nos hundamos en una culpabilización excesiva. La culpabilidad no es lo único grave y su comprensión y sus castigos no

son lo único importante.

Esta liberación nos hace comprender que el mal puede y debe ser combatido. Es un

adversario seductor al que hay que vencer.

Esta liberación no resta importancia a la seriedad de nuestro pecado que nos hace

perder nuestro horizonte.

Esta liberación nos lleva a insistir más en la víctima que en el culpable.

Page 60: El problema del mal actualizado

La Ética: Des- moralización de la cuestión del mal

El problema del mal más que un problema moral – subjetividad, culpabilidad, conciencia, intenciones... es un problema de destino, de significado.

Aspecto positivo de la moralización del mal: Desfatalizar el mal autorizando la lucha contra él. la culpabilidad solo adquiere sentido con la responsabilidad.

Aspectos Negativos de la Moralización del Mal:

Moralismo de Culpabilidad:

Ha hecho creer que la culpabilidad ocupa todo el terreno del mal. Responsabilidad, no coincide exactamente con culpabilidad. Hay que luchar por la sana culpabilidad.

2.5. CÓMO SE VA ENTRETEJIENDO LA TRAMA DEL MAL?

Page 61: El problema del mal actualizado

Moralismo de Justificación:

No puede ser verdad que todo mal que se sufre sea debido a un castigo. Una teología de “perro guardián”, “una doctrina demasiado abrupta del castigo, no hace justicia ni honra a Dios. No se puede dar una justificación sutil e inconsciente del mal. “El sufrimiento sigue siendo extraño a la razón”.

Moralismo de Culpabilización:

Que puede llevar a una culpabilización excesiva, verdadera intoxicación de la conciencia que conduce a un fatalismo peor, que envenenaría toda nuestra existencia. Seguro que somos culpables pero no exageremos. Cuidado con las obsesiones. No se debe luchar contra el mal apoyados en otro mal. Cuidado con patologías individuales y sociales.

Page 62: El problema del mal actualizado

El problema de Dios: con los discursos de justificación es la misma imagen de Dios la que se ve en entredicho y quizás de una forma definitiva. Hay que correr el riesgo del lenguaje de la verdad. Dios no pide aplausos imbéciles. Dios ha de recobrar su verdadera medida. La de un protagonista en el drama del mal: Es el adversario radical del mal. Con el mal tiene una relación de enfrentamiento y de combate, no ya motivado por un ultraje contra él, sino movido por la injuria que ha cometido el adversario contra nosotros.

Con esta visión de las cosas percibimos a un Dios que se parece más a lo que el mismo parece ser, a aquel de quien hemos recibido el derecho de esperar y aquel a quien buscamos en nuestro destino. La ofensa a Dios no está tanto en que se atente contra sus derechos como en que se atente contra nuestro destino.

La Dogmática: Re-dogmatización del misterio del mal

Page 63: El problema del mal actualizado

El misterio del demonio: Su perversidad está no tanto en engañarnos sobre el bien por adquirir, sino hacernos creer que el pecado es el único medio de acceder al bien. Así es precisamente como el pecado nos hace daño: nos aparta de nuestra realización, de nuestra verdadera humanización. No se trata, por tanto, de un asunto simplemente moral y subjetivo, sino metafísico y objetivo. El mal que es un exceso, en el hombre es un defecto.

Page 64: El problema del mal actualizado

Sabemos que el problema del mal le preocupa seriamente a Nuestro Dios. Los discursos demasiado ligeros a su favor no le honran demasiado, ya que no respetan su propio “aturdimiento”.

Dios, probado en sí mismo, está precisamente a nuestro lado en este asunto. El es el adversario del mal. “Sorprendido” por el mal, escandalizado por el daño que se le hace a su creación que el consideraba buena y hasta muy buena el mal no se le escapa a Dios, que lucha constantemente contra el; pero la lucha es larga pues presupone nuestra libertad que Dios siempre respeta.

Page 65: El problema del mal actualizado

Dios sabe algo que nuestra teodicea racional ignoraba: que el problema del mal no se resuelve con un discurso, sino con un COMBATE. La muerte del Señor en la cruz, en donde “venció a la muerte con la muerte” no tiene nada de la muerte solemne de Sócrates. Es que no se trata de hablar sino de luchar y combatir.

Esta es la verdadera respuesta de la fe, de la Teología al problema del mal. Una cuestión que no soporta ninguna justificación, sino un combate y una victoria.

Page 66: El problema del mal actualizado

INTRODUCCIÓN

El problema del mal, ha sido siempre, incluso para los creyentes, la gran prueba de fuego de la fe. Para el creyente, el mal es una pesada sobrecarga. Además de padecerlo tiene que compaginarlo con la existencia de un Dios bueno y “todopoderoso”

Page 67: El problema del mal actualizado

La Paulina prolongada por San Agustín

MAL CULPABLE – COMETIDO, BUSCADO

La Sinóptica que culmina en LucasMAL DESGRACIA –

SUFRIDA

3.1. DOS TRADICIONES SOBRE EL MAL

Page 68: El problema del mal actualizado

1. Se alimenta del relato del Génesis 3 sobre el pecado original.

1. Hunde sus raíces en el libro de Job punto culminante de esta tradición.

2. El mal es interpretado en clave de pecado.

2. Es el mal que destruye al inocente, y lo que le es más querido: familia, salud, bienes materiales. El mal es interpretado en clave de sufrimiento.

3. Se dice que es un “mal merecido”. Es el fracaso de la responsabilidad

3. Es el “mal inmerecido” – Lucas 10, 25-37.

Page 69: El problema del mal actualizado

4. Pone el acento en los culpables.

4. Pone el acento en las víctimas.

5. Sensible al mal moral. Se preocupa por el pecado del hombre.

5. Sensible al mal físico: se preocupa más por el sufrimiento del hombre.

6. Para enfrentarlo promueve el auge del ascetismo individual y de implacables exámenes de conciencia. Se rige por el miedo.

6. Para enfrentarlo se preocupa por sanar la enfermedad, por luchar contra el hambre, por construir la ciudad de la Misericordia. “La Misericordia libra de la muerte y purifica de todo pecado”.

Page 70: El problema del mal actualizado

7. Ha prevalecido en occidente: la pastoral del miedo. Su gran impulsor fue San Anselmo por la imagen de un Dios severo y exigente. Con dos grandes perdedores:

El Cristianismo sometido a importantes desfiguraciones y, el hombre que ha tenido indecibles sufrimientos y angustias. Hubo épocas en que el mal – desgracia – epidemias, terremotos, guerras, carestías – fue interpretado como consecuencia del mal – culpa.

Esta teología del castigo supuso que el cuerpo era un mal aliado. Sobre el recayeron vigilias, ayunos, azotes y toda clase de desprecios y por otra parte el mal – desgracia el que más subleva tenía una explicación envenenada: no había mal que no fuera culpable.

7. Jesús se alineó dentro de esta tradición Jn 9, 2-3, respondía a la imagen de su Dios: El Dios de la Misericordia; de su proyecto. La llegada del Reino pondría fin al llanto, al hambre, la sed, la persecución. Las Bienaventuranzas anuncian comida, risa, gozo y alegría. Sus “milagros” están en esta línea.

Perdona a todo el que cree en el perdón.

Su Dios no era un contador público.

Page 71: El problema del mal actualizado

4.1. EL MAL ASUMIDO

También Jesús fue víctima del mal – desgracia: Su crucifixión fue el último eslabón de una cadena de rechazos. Sufrió la muerte que todos procuraban evitar, la más humillante. Como dice hermosamente el mártir luterano Bonhoiffer “Jesús murió ante Dios y sin Dios” Marcos 14. 33,34 – 35,37- Salmo 22. Murió como un excluido en un ambiente de sufrimiento y esperanza. La causa de su muerte fue su vida, su proyecto a favor de los más débiles.

Page 72: El problema del mal actualizado

El Antiguo Testamento: Soledad e injusticia

La fe en la resurrección fue un intento atrevido de recuperar la historia de los vencidos, de las víctimas, estar seguros que la soledad y la injusticia no se alzarían con la última palabra. Israel concibe otro mundo para arreglar cuentas con este.

4.2. EL MAL VENCIDO

Page 73: El problema del mal actualizado

El Nuevo Testamento: Atrevimiento definitivo

La resurrección de Jesús es el problema límite del Nuevo Testamento. Evocar este tema es tan difícil como hablar de Dios. Se considera que la fórmula “resurrección de los muertos “ y el término “Dios” son equivalentes. Por esto solo percibe la dignidad de la resurrección quien no dogmatiza sobre ella, quien la evoca y la narra como el despertar del sueño a una nueva vida, quien la evoca con temor y temblor intentando tres vías de aproximación a ella:

El factor visual: Destacar la corporeidad del resucitado. El que de alguna forma se hiciera, visualmente presente. El sepulcro vacío: Fuente de extrañeza, sorpresa y consternación. El testimonio de Pablo: 1 Cor. 15, 3-5

Son el mejor vehículo para aproximarse a la historicidad de la resurrección.

Un texto muy cercano a los hechos que narra. A seis u ocho años de la muerte de Jesús. El contenido de texto es anterior a la redacción del apóstol: Pablo afirma que trasmite “lo que ha recibido”. Es una fórmula de catecismo apta para ser memorizada. Pablo se incluye en la cadena de testigos. En el parece que se produjo una especie de movilización interior, de encuentro con el resucitado que le puso a la escucha de la Palabra de Dios y le dio fuerza para iniciar un nuevo itinerario. Gal 1,15.

Page 74: El problema del mal actualizado

Del mal objeción contra Dios, se pasa a Dios objeción contra el mal. Dios justificado por el hecho mismo de que es el que objeta y combate contra el mal. Dios prueba a Dios. Y prueba también al hombre. Dios no quiere la muerte del hombre, el trabaja para que pueda comprenderse en el encuentro consigo mismo, es decir, como poder divino. Que viva Dios para que viva el hombre. Dios no es la justificación del mal, es la justificación del hombre Dios no es más que SALVACIÓN.

No hay derecho a decir demasiado a prisa que no hay problemas y que todo va bien como en el mejor de los mundos posibles. El redescubrimiento de un Dios ciertamente más frágil y vulnerable es lo único que puede liberarnos. Porque ese Dios que no elude la responsabilidad se muestra mucho más poderoso.

Page 75: El problema del mal actualizado

Pensaremos lo mismo que aquellos de los que habla el Corán: que “no existe ningún refugio contra Dios fuera de él” - 9,118-. Porque Dios soporta la crítica. Si no, ¿creemos de verdad en el? Si la teología estudia a Dios en su revelación, la teodicea lo busca en su objeción – Deus absconditus -. Lugar casi tan sagrado, ya que en él se encuentra el hombre que sufre – res sacra homo, incluso y sobre todo entonces -. Este descubrimiento de un Dios frágil, como desnudo ante la objeción, resulta más glorioso para él que los discursos que lo ocultan en una falsa grandeza.

Hay que acabar cuanto antes con ese Dios falso, que responde a nuestros sueños infantiles, un Dios a imagen de nuestros fantasmas de omnipotencia nunca perturbada. Los “defectos” de Dios que revela una objeción que no tiene miedo de sí misma, no son muchas veces más que los defectos – en el sentido de defectos - de unos atributos que no son dignos de Dios, sino dignos tan sólo de nuestro infantilismo, incapaz de concebir a Dios tal como es, a saber, no en lo que nosotros le atribuimos – “atributos” -, sino en lo que él es, en sus “propiedades” precisamente.

Page 76: El problema del mal actualizado

Tan sólo así recobrarán la teodicea su carácter científico y podrá responder a las cuestiones planteadas. Creo que la teodicea tiene ante sí todo un porvenir. El hombre siempre necesitará salvación, justificación. La teodicea recobrará esta función eminentemente de antropodicea. Llegando hasta el final de la nube. Entonces volveremos a encontrar al hombre, ya que habremos llevado con nosotros su contestación. Los creyentes tienen que evitar el error de no mirar la dificultad cara a cara. De lo contrario, si sólo sienten esa dificultad los no creyentes, acabarán creyendo que nosotros no tenemos oídos ni palabras. Serán ellos los únicos que recuerden la realidad de la objeción y nosotros no tendremos derecho alguno a decir que están equivocados. Así pues, esta nueva teodicea volverá a encontrar al hombre. Y de este modo volverá a encontrar al verdadero Dios, al “Dios verdadero nacido del Dios verdadero”.

Tan sólo después de pasar por el crisol de la probación llegará la gloria de la prueba.

Page 77: El problema del mal actualizado

A la gran narración de tanto mal en el mundo, el cristianismo opone otra gran narración: La de la vida, muerte y resurrección de Jesús. Un Jesús a quien Dios no libró del mal, pero protegió en el mal.

Lo específico de la respuesta cristiana al problema del mal no consiste en reconciliarse con la negatividad, sino en reconciliarse con Dios a pesar de la negatividad. “En dar razón de nuestra esperanza” 1 Pedro 3,15. “En creer contra toda esperanza” Rom. 4,18.

Page 78: El problema del mal actualizado

4.3. ¿QUÉ ENTENDEMOS POR ESPERANZA EN LA REVELACIÓN BÍBLICA?

Rom. 15, 42 Esperanza efecto de la paciencia.Rom. 5,3 Esperanza efecto de la paciencia fundamentada en el amor.Gal. 5,5 Esperanza efecto resultante de la fe.1 Carta a los Tesalonicenses: primer ensayo literario que Pablo hace para configurar de manera unitaria la originalidad del cristianismo.

El eje de la carta es la teología de la elección por medio del Evangelio. No un aparato doctrinal abstracto, sino la acción salvadora de Dios por Cristo Resucitado que acontece en nosotros por su Espíritu.

Su armazón interna gira alrededor de la fe, el amor y la esperanza como componentes esenciales del Evangelio.

Page 79: El problema del mal actualizado

La esperanza por tanto es un don - el Resucitado – que nos salva de nosotros mismos, es decir de nuestra tendencia a encerrarnos en los límites de nuestra propia finitud, a gloriarnos de nuestra propia auto-suficiencia y de nuestro esfuerzo por proteger nuestros propios intereses.

Page 80: El problema del mal actualizado

Érase una vez un viejo que nunca había sido joven. En realidad, en toda su vida no había aprendido nunca a vivir. y como no había aprendido a vivir, tampoco era capaz de morir. No tenía

esperanzas ni preocupaciones; no sabía llorar ni sonreír. Nada de lo que sucedía en el mundo le hacía sufrir, ni siquiera le

impresionaba.

Pasaba los días ocioso a la puerta de su cabaña, sin dignarse mirar nunca al cielo, el inmenso cristal azul que, también para él

el Señor limpiaba todos los días con el suave algodón de las nubes. Algunas de las personas que pasaban le preguntaban. Tenía tantos años que creían que era muy sabio y trataban de

conocer el tesoro de su experiencia secular. “Qué tenemos que hacer para conseguir la felicidad?”, preguntaban los jóvenes.

“La felicidad es un invento de los estúpidos”, respondía el viejo. Pasaban hombres de ánimo noble, deseosos de ser útiles al

prójimo. “¿Dé qué modo podemos sacrificarnos para ayudar a nuestros hermanos?”, preguntaban. “Quien se sacrifica por la

humanidad está loco”, respondía el viejo, con un gesto siniestro. “¿Cómo podemos dirigir a nuestros hijos por el camino del

bien?”, le preguntaban los padres. “Los hijos son serpientes”, respondía el viejo, “de ellos sólo se pueden esperar mordeduras

venenosas”.

Page 81: El problema del mal actualizado

También los artistas y los poetas se acercaban a consultar al viejo, considerado sabio por todos. “Enséñanos a expresar los

sentimientos que tenemos en nuestra alma”, decían. “Sería mejor que os callarais”, gruñía el viejo. Poco a poco sus ideas malignas y tristes contagiaron al mundo. desde su ángulo escuálido, donde

no crecían flores ni cantaban aves, Pesimismo (porque éste era el nombre del viejo malvado) lanzaba un viento gélido sobre la bondad, sobre el amor, sobre la generosidad que, golpeadas por aquel soplo mortífero, se marchitaban y se secaban. Todo esto

disgustó mucho al Señor, que decidió poner remedio. Llamó a un niño y le dijo: “Ve a dar un beso a aquel pobre viejo”. El niño

obedeció.Rodeó con sus brazos tiernos y rollizos el cuello del viejo y le dio

un beso húmedo y ruidoso en la cara llena de arrugas.

Por primera vez el viejo se asombró. De pronto sus turbios ojos se volvieron límpidos. Porque nadie lo había besado nunca. De este

modo abrió los ojos a la vida y después murió, sonriendo”.

Page 82: El problema del mal actualizado

4.4. TEXTOS BÍBLICOSPor qué?

Job 21; 3.3-4. 11-13; 3,20-26

En el principio creó Dios...

Si 4, 1-4;Isaías 45,7:Si 11,14;Jn 9, 1-2;Job 4, 7-91 Cor 15, 54-55

Si hubieras estado aquí:

Jn 1,17-21Mc 4,37-38Mc 4,40;Jn 11,26

Lloró amargamenteSant. 4, 1-3;Sal 22, 10-12;Jn 11, 28-37; 1 Jn 4,7-10Mc 3, 1-6Jn 15,13Mt 25, 34-40.

“Puedo rebelarme contra un Dios que reina felizmente sin ser molestado

o en una trascendencia apática, por encima de todo sufrimiento. Pero no puedo rebelarme contra el Dios

que en el sufrimiento de Jesús me ha revelado toda su compasión.

Puedo rebelarme contra una justicia divina considerada como una

entidad abstracta, y contra una armonía del universo preestablecida para el presente y postulada para el

futuro.

Pero no puedo rebelarme contra el amor del Padre de los perdidos, manifestado en Jesús, contra el amor sin presupuestos y sin límites que abarca también nuestro dolor, aplaca mi indignación, sacude mi frustración y me permite soportar las incesantes desventuras de la vida para resultar al final victorioso.

El amor de Dios no me protege de todo sufrimiento. Pero me protege en todo sufrimiento. De este modo se esboza para mi en el presente lo que se cumplirá... en el futuro: la victoria definitiva del amor de Nuestro Dios que no es un ser indiferente e insensible, sordo al dolor y a la injusticia, sino que ha tomado y se tomará siempre en serio el sufrimiento de los hombres” Hans Kung.

Page 83: El problema del mal actualizado

“¿Qué es morirsino entregarse desnudo al vientoy fundirse con el sol?¿Y qué es dejar de respirarsino liberar el aliento de sus inquietos vaivenespara que pueda elevarse,expandirse y buscar sin trabas a Dios?Sólo cuando bebáis del río del silenciopodréis cantar de verdad.Y cuando hayáis alcanzado la cima de la montaña,entonces empezaréis a ascender.Y cuando la tierra reclame vuestros miembros,es cuando bailaréis de verdad”.

Escándalo y Tentación

1 Cor 1, 22-231 Cor 1, 20-25Mt 16,21-23Mt 26, 30-31Gal 3,131 P 2,4-8Fil 2, 5-8Jn 6

Dios mío, Dios mío por qué me has abandonado?Mc 8, 34-38Mt 11,281 Cor 2,2-5Mt 27, 39-44Is 53, 3-8Mt 12, 18-21Is 42, 1-4

Page 84: El problema del mal actualizado

Libro de la Consolación – Is 44 – 60

La esperanza que el texto nos da: Dios nos amó, nos ama y nos amará siempre:

Is 40,1; Is 51,12; Is 40,29; Is 41,10; Is 60, 9-14; Is 64,7; Is 54, 4-5.

Los cantos del siervo de Yahvé quieren demostrar que la esperanza del siervo es la solidaridad.

Page 85: El problema del mal actualizado

4.5. REALIZACIÓN CONCRETA DE LA ESPERANZA: EL MAL DESDE LA CRUZ Y LA

RESURRECCIÓN

Romper el dilema de Epicuro: “O Dios puede y no quiere evitar el mal, y entonces no es bueno o quiere y no puede y entonces no es omnipotente”. Pensar en un mundo finito sin mal equivale a pensar en un círculo cuadrado. El dilema de Epicuro por esto es anacrónico y carece de sentido.

La coherencia de creer en Dios a pesar del malSi hay mal en el mundo, no es porque Dios – el anti-mal – lo quiera o lo permita sino porque no puede ser de otra manera: porque resulta inevitable. Detrás del mal no se esconde un Dios que abandona, calla o se desentiende, sino de un ABBA, que está volcado en nosotros con toda la fuerza y la actividad de su amor compasivo y liberado.

Page 86: El problema del mal actualizado

Es Dios y no nosotros el primer empeñado en la lucha contra el mal solicitando nuestra colaboración. Ante el mal del mundo seguir repitiéndole a Dios “que escuche y tenga piedad” significa objetivamente una perversión de las relaciones.

Nunca valoraremos bastante el realismo de las nuevas cristologías que, con su proceder “desde abajo”, nos devolvieron a la verdad más elemental: la de ver a Jesús como víctima. Víctima histórica y concreta, golpeada por el mismo mal que, en sus diversas formas, nos acosa a todos. Por esto su destino, ilumina nuestras vidas como acabó iluminando la suya. En la cruz culmina el proceso histórico de la revelación sobre el mal.

La resurrección le quita al mal la última palabra. No niega su terrible fuerza histórica, pero no lo reconoce como absoluto. Por esto es posible la esperanza que sabe que nada existe que la obligue a rendirse o resignarse, pues a la experiencia histórica de los pequeños triunfos sobre el mal suma la promesa firme de la victoria final. En este panorama tantas veces desolado habita el amor de un Dios que pone su gloria en acompañar con ternura incansable a todos los crucificados y crucificadas de la tierra y que empeña su poder en rescatar a todas las víctimas de la tierra.

Page 87: El problema del mal actualizado

Si el mal es una locura, no será otra locura la que pueda oponérsele?

Todo pude ser recuperado; no hay nada irremediable y fatal. No hay nada definitivo todo puede volver a comenzar de nuevo. Todo puede ser salvado. Si el mal no puede justificarse, solo se pude pensar en combatirlo ya que puede ser derrotado de manera responsable. Si se trata de un desastre en el destino, se necesita una salvación. Primero hay que hablar de salvación allí donde todos los esfuerzos humanos, resultan por lo pronto insignificantes. Es la única respuesta posible al carácter radical del mal.

5.1. NECESIDAD DE UNA SALVACIÓN:

Page 88: El problema del mal actualizado

No es esta para nosotros los cristianos la mejor ocasión para recordar que Dios quiere conocer y conoció el mal en su Hijo? El hombre – y este es el mensaje cristiano - no puede pensar en ser responsable más que después de haber comprendido que, en este terreno como en todos los demás, su Señor actuó primero y participó antes de el. Por el perdió el mal todo su prestigio “dónde está muerte tu victoria, dónde está muerte tu aguijón” 1 Cor 15.55. La prioridad absoluta de Nuestro Dios llega hasta estos abismos “Yo os he precedido” – Mt 26,32 “no tengáis miedo” Mc 6,50, “Yo ya he vencido” Jn 16,33 – Ap 1714.

Tomemos conciencia no caigamos en el error de creer que la ética puede bastar contra el mal. Tengamos cuidado de no formular pobres recetas, es preciso ir a la raíz.

Si el mal es un exceso no había que invocar otro exceso, a Dios, cuyo nombre o título – como bien dijo San Pablo – es gratuidad, salida de sí mismo, gracia, locura, prioridad, sobreabundancia, profusión, desmesura, perdón? Entonces se abre una perspectiva muy distinta. No es ya el mal el que constituye una objeción contra Dios. Es Dios el que constituye una objeción contra el mal.

Page 89: El problema del mal actualizado

Está claro que la salvación que trae Dios necesita las mediaciones humanas. Cuáles deben ser?

De todas las virtudes, la justicia es la que a veces parece menos divina. No sucede a veces que la justicia puede implicar en el fondo, ciertos comportamientos arcaicos? Un análisis mostraría quizás los fermentos de agresividad que pueden ocultarse tras las reivindicaciones. La justicia se convierte fácilmente en acusadora, en denunciante, fácilmente se puede dejar animar por la venganza y el resentimiento. Hay en ella una violencia virtual, mal dominada. Se ha hablado de “las enfermedades de la virtud” y hay ciertamente derecho a preguntar si la justicia no es la que se encuentra más expuesta a padecerlas. Hay algo más injusto que una justicia que se absolutiza?.

Discusión sobre la justicia

5.2. LAS MEDIACIONES DE LA SALVACIÓN:

Page 90: El problema del mal actualizado

La justicia es siempre, hágase lo que se haga y dígase lo que se diga, un tanto redistributiva, vindicativa, correctiva y justiciera, viendo fácilmente el bien como simple corrección del mal. No se trata, de que dejemos al margen la justicia sino de reconocer sus límites en el debate y en el combate que nos ocupan.

Pero no tiene esa pasión, esa “orgía”, esa “erótica”, esa patética, que son las únicas capaces de responder a las proporciones de una salvación. Así pues, ¿No tendremos que ver también las cosas del otro lado, del lado de una “revolución” de todos los cálculos, de toda cuenta y equilibrio? ¿No habrá que hablar entonces de la caridad?

Page 91: El problema del mal actualizado

La justicia, en sus exigencias, es mucho más un programa de reparación que un impulso de invención. La justicia es quizás la virtud, no solo más difícil de definir, sino la más difícil de practicar... con justicia. Quizás sea la virtud más corruptible, la que más se estropea y nos estropea. En la búsqueda de la justicia uno se convierte fácilmente en justiciero y hasta en perseguidor. El Espíritu de justicia conoce fácilmente desviaciones patológicas.

Page 92: El problema del mal actualizado

5.3. ELOGIO DE LA MISERICORDIA, DE LA CARIDAD...

Constituye la mediación por excelencia puesto que es pasión, exceso, ausencia de cálculo. Solo busca crear frente a un mal que busca destruir, aniquilar. La re-creación por el amor se corresponde con la primera creación.

No es la misericordia, el amor, el camino escogido por Dios en el combate contra el mal? Jesús se acerca al que sufre “movido de misericordia, de compasión” Mt 20,34. Es “la pasión del amor” tan lejos del Dios pagano, inmóvil, impasible. El mal no grita solamente venganza – que sería la mirada hacia el culpable – sino que grita sobre todo misericordia – compasión – que es la mirada hacia la víctima -.

Page 93: El problema del mal actualizado

La caridad es una virtud teologal y no solamente – como la justicia – una virtud moral. Es el camino de Dios el que se nos propone. No debemos moralizar la caridad. “Aquí está sin duda el gran error histórico del cristianismo”. Se trata de re-inventar la caridad. El amor de Dios es tarea nuestra. Es el verdadero proyecto de Nuestro Dios que nos toca hacer realidad a nosotros empleando toda la diligencia y la vigilancia concreta para que no sea una mera ilusión.

“Nosotros creemos en el amor” 1 Jn 4,16. “Por él se nos reconocerá” Jn 13,25 – Mt. 25.