El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

84
8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 1/84  N l. LITER TUR C T L N . DIS URSO LEIDO 11 l SOI[UN RECEPCIOR I Y .A RE L C DEMI DE BUEN S LETR S DE B RCELON B RCELON IMPRENT DE J IME JEPUS ROVIR LT c rr.a DEL NOTARIADO NÚM. O 1889

Transcript of El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

Page 1: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 1/84

 N l.

L I T E R T U R C T L N

.

D I S U R S O

LEIDO

11

l SOI[UN RECEPCIOR

I Y

.A

RE L C DEMI DE BUEN S

LETR S

DE B RCELON

B RCELON

IMPRENT DE J IME

JEPUS ROVIR LT

c rr.a DEL NOTARIADO NÚM. O

1889

Page 2: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 2/84

@ O S T U M B R E

es, Iiasta aliora casi nunca quebran tada, en

estas solemnes fiestas de la ciencia, e n quien viene an te sil

sagrado recin to á hacer profesión de fe de ella y á pronun-

ciar el temeroso voto de consagrar á su servicio su vida

entera, agotsr las frases de gratitucl y de obsecluio en honor

de los ilustres compafieros, ltls m i s veces sus niaestros de

ayer, que le han guiado y como llevado por la mano ocu-

par uno de esos codiciados sitiales adornados con los laureles

de la gloria, los cuales por lo comiin se une la majestad.

augiista de los aiios. Sabios respetables, irentes inclinadas

bajo el noble peso cle su s méritos y de sus servicios, cuan-

tos eniinentes varones lian alcanzado el favor altisinlo de

sentarse vuestro, lado, ningiino ha desdeñado cumplir con

es te deber, juzgffndolo, y con ra,zón, como sa,gsado trib uto

ofrecido al prestigio del saber y d e la experienc ia., ¡Con

cuánto inayor motivo no tendría yo que extremar esas frases

de afectuosa gratitud , s i no temiera que i t vuestros oídos so-

naran

á

retóricos encareciinien tos, y aún que despojarme de

todo mérito literario que vuestra bondad pudiera atribuirme,

cuando sin ninguno de los que dan derecho

á

penetrar en es-

tos iimbrales, me llamasteis ellos,

y

hastame consideiasteis

digno de compartir vuestras bien aprovechadas tare as, muclio

Page 3: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 3/84

antes de que los Yotos d i toclos me otorgaran q t i t u d oficial

para intentarlo

Mas si me siento ahora como einbarazaclo

y

perplejo, crc-

yendo, y no sin cansa, que

110

lie de acerta r elegir las pala-

b r a . ~ine mejor e s p e s en mi franca gratitocl y más bien solici-

ten vuestra hiclalgn inclulgencia, no 11e esperimeiltado iguales

dudas

y desasosiego al t.mtar ,de escoger asuilto cine o s flieiaa

si~~ip$t,ico,cluc

5

la par correspondiese d los intentos de

esta Acadeniia

y

nlis particulares aficiones. Harto sé que

nunca Iiallan vuestra ate i~ción nclilerente los esfuerzos que

se eiicaminen al esclareciiliiento de la Iiistoria

y

de la litera-

tura. patrias; harto sé tambi6n

que

uno de los principales

íines que seii5Iaron siis esclareci~los undadores B nuestra

Academiafué el estiiilio de aquellos dos trascendenta.lisiiilos

sujetos; y en ciianto d mi, á quien obligan ademds ,lionrosas

t,radiciones de lamilia, no he Iiallado, ni cuento lia1la.r en los

ílias de, mi vida, otros mBs atractivos

á

ini actividacl ansia

de saber que los (los citados.

Por ello, pues, y para corresponder por mi parte, ya (lile

no eii lo cabal del desen~peño,por la iniportslncia 6 interéi

del tenia, ciiaiido menos, á lo qiie es igen de

m i

esl:e acto y

vuestra reconocida il~ istrac ión , ie juzgado digno de uno y

otra, presentar abocetado á grandes tr,azos el cua.dro de las

iilfliiencias greco-latinas en la literatu ra catalana,, y en par-

ticular el del llamado renacimiento cldsico.

Ningíin fenóm eno conozco .el¡ la liistoria literap ia n16s

iadetern~inaclo,nxls vario , niás coniplejo y cle mis iiladecua-

das aplicacioiles, ni m6s diiicil de precisar en sii. rigiirosa y

doble acepciónfilospfica

é

liistórica., que el que se designa con

la i1alabi.a Re ~acN~i ic~zdo.i 110 viniera aquí tra tar cle 61

bajo ni1 aspecto limitado y coi~sicierindole il un desarrollo

histórico parcial,

iciera cleber n ~ i o rociirar con mis flacas

f~ierzasdejar bien daterminadas la multitud de concausas

rlue lo produjeran,

é

iiítlicar cóiilo comenzó en ciertos pueblos

antes que e n otros , por qiié se iiia i~iiestó n algiinos órcleiies

(le la aeiividad intelect,iial con desarrollo niGs

ó

menos prema-

turo , yor donde ofreció cliversos aspectos, según los ele-

nientos sociales y políticos, y Iiasth segiin los recuerdos 6 his-

tóricas iradiciones de cada nnción. Entonces estuviera inuy

Page 4: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 4/84

:-++.

,

..

h.

. -

l . .

- 3 9 -

en si1 lugar expoiier los motivos

á

qiie debió el derecho ro-

mano sil especial renovación en el siglo s i i ~ cuáles los cluc

Iiicieron que la filosofin griega , que en su forma aristotClica~

comenzó á avasa llar las inteligencias en aquella sazón, bajo

el peso de la aiitoridad clel Eshgirita, no desenvolviei-a todos

sus aspectos 1iasi.a el siglo s v ;

y

por iiltimo, tuvie ra que es -

plicar también el despertamiento de la filología y de la erii-

dición clásicas en esc mismo siglo,

y

la resburac ión completa

eii el siguiente de la vida intelectual, artística y política de

recia y Roina.

Esa tenclencia, nunca es tin g~ iid a n los pueblos europeos

en la Edad Media, hacia la renovación de la c~i lti ira llísica,

si bieii adquirió su expansión más poderosa s ~ ioilnla cri-

tica y literaria más brillailte en el siglo svi, llaiuado por

antonomasia del Rcnaciniiento, hablando en rigor filosófico,

no renació entonces, porque nunca Iiabia iuuerto del todo la

influencia civilizadora del saber clksico; latente unas veces,

manifiesta otras, pero sienipre coiltinnii

y

con graclliales

creciinientos, pesar de apareiltes retrocesos, como savia

lecunda

y

vigorosa del organisnio de los pueblos neo-lafinos.

Y

qué es la historia de la Edad M edia, bajo el, p~ iiitode

vista literario, 1116s que la l~lcllano ii~terrunipidaentre la

civilización del iriundo greco-roniaiio la del sep tentrio~ia l,

entre el espíritli gernlinico el latino, entre la inajestad ;o-

niaiia y la ignorancia bárbara, y qué hizo la misma Iglesia,

al foniar parte en csa ctesigual lucha, sino decidir al fin con

..

su poderoso prastigio el triunfo cn favor del veiiciclo clasicis-

mo, acogi8nclole entre sus brazos, colocando la piirpura

y

el

cetro de los Césares bajo la égida de la tiara , y convirtiendo

la moribunda lcngcia del Lacio en lengua

de

sus dogmas, de

sus leyes, de

SLI

predicación

y

de sus pontífices?

Qiie entre el antiguo y el nuevo miinilo no piido liaber, ni

realmente lia habido, solución alguila.de coiitiiiuidad, excusado,

es que os

lo

demuestre, Señores acadéniicos, porque en vues-

t ra i l~is t rachno tenéis ha rto sabido. Por ello e n l a literatura

catalana, conlo en todas, la soinbra augusta de R.oma llena

la Edad Meclia

y

continúa velando sobre ella, como sobre los

Page 5: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 5/84

.

0 -

deniás plieblos que un día congregó alrededor de sus sie te

~

colinas. Díganlo, ei no, los nombres.de San Paciand, obispo de .

Barcelona; de Ascanio, arzobispo de Tarragona; el Cronicón

bizant,ino (le Ju an Biclarense,

y

sobre todo los vivos fulgores

de ciencia clásica que despide en las tinieblas del decimo siglo

la modesta corte pirenáica de Borre ll 11 Alli, al par que se

alzaban esas primitivas basílicas de Coxá, de Besalú y de

Rajes, donde el ar te románico combinaba sus rudinientarios

elementos con los destrozados del arte clásico, renacían las

ciencias, g ra c ia sá los esfiierzos del famoso Attón y á la pro-

tección del Conde catalán. P róceres

y

sabios, gobernantes

y

hombres

d

clerecía, acudían á aqiiel ignorado centro donde el

saber de Isidoro despedía sus últimos destellos, cual Usiiardo

y

Gnaltero

ó

el insigne Gerberto,'elevado luego á la cátedra

de Pedro con el nombre de silvestre 11 cnya ciencia fue tan

extraordinaria, que la fantasía popular le convirtió en una es-

pecie de f i t l s to alemán, no pudiendo esplicársele. de otra

suerte que por demoniaco pacto.

Todavía poco más tarde de un siglo, y bajo el gobierno clel

inerte Berengiier Rainón 1, duraba la estela luminosa &jada

. . o r la escuela de Ausona

y

representaban sus gloriosas tra-

diciones los dos Olivas, el obispo

y

el iuonje de Ripoll, casi

uno de otro conten ~poráneos ,mientras alcazaban en Barcelo-

na sing~tlarenon~breBonfilio su prelado, y Renallo el gra-

b

mático , apellidado el

Maestro

-

Con el ien cio na do Renallo, con l o s escasos fragmentos

latinos de poesía popular histórica que se han salvado de la

incuria de los siglos, como los cantos dedicados

á

Ramón

Borrell 111 Ramón Berenguer IV, al valeroso abad Odón;

con los himnos religinsos en loor (le santo s catalanes, y final-

mente con el can tar latino

del Cid, semi~clásico, emi-caba-

Ileresco, qne, en sentir de Mili

y

lTontanals, li~ ib o le ser

cornpuestq en ~ a h l u ñ a ,ermina en esta región casi por com-

pleto el empleo poético popiilar de la lengua latina;

y

no de-

cimos el lit,era?io, porc~iie'éstecontinuó la rgo tiempo y piiede

decirse que sep ro lo ngó hasta los conlienzos clel presente

siglo.

.

.

1-Iay una época en n~ie str a historia, Señores , de n1As . ó

menos aparente solación cle,continuidadcilla cultura litera-

Page 6: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 6/84

-

ria , en la cual coiiio que cesara de golpe por coiiipleto la ac.

tividad clel ingenio, presa de torpe ~narasrno más bien sumi-

clo en inactiva duda ante el probleiila cle la elección entre las

dos lenguas, dejada aparte la propia, ruda

é

imperfecta toda-

vía,, qne se disputaban la snpreiiiacia del ar te de la palabra:

la latina decrépita y por el piieblo abandonada, y la conven-

cional de los trovadores; por &te sin il~ ida ntendida pero no

hablada.

Y

cuenta que tan larga imCcción, cuyos limites seña-

lan los extintos fulgores de la modesta corte de Borrell y

las maravillosas glorias del rey conquistador, no se acuerda

con

la

actividad política de Cataluña, ni con la plena concien-

cia de su propia individualidad, hondamente sentida

y espre-

sada en la p r o n ~ u l ~ ~ c i ó nde los

Usnlges

afirmación de su

fisonomía característica y nacional, antes que en otro pueblo

ibero aquí realizada. A la verdad que hay alg o de aparente y

mucho de ignorancia de noticias de aquellas oscuras edades

en esa esterilidad literaria;

i e r o también debemos reconocer

que algún hecho real debió contribuir

á

ella, este hecho

hemos debuscarle en el predominio .de l a cultura francesa,

que sjntió Cataluña tan liondamente como otras comarcas de

E ~ irop a, aun quieús mucho más que ellas.

En efecto: 11

er

probable que, agregada nuestra patria

por a lg i~ niempo al Imperio cabolongio cuando magores

y

ni is

espléndidos iueron los liazafiosos hechos clel César ir an -

cés, y más fnlgente el brillo de sil 'Academia pala tina, y

unida más tarde e n su s destinos yoliticos á Provenza, el ver-

gel de la poesía medio-eval, dejase de partic ipar del niovi-

nliento iiitelectual y de experimentar la supremacía de. las

dos cu ltu ras de las 110s Frailc ias, la del Norte

y

la del Me-

diodía. S i la epopeya

iranca fué la verdaderamente 1Iacional

de Europa en la Eclad Media, y si tuvo bastante fnerza para

mata r en Italia toda' eflofesccacia épica, t pesar de hablar

nnalengna niás c1eseinejani;e de la antigua francesa clue la

de oc, j cómo no suponer que había de serlo y de hacerótro

tanto eri nn país como el n~ ies t,ro , ibertado por las arni,as

carolingias y iranco por su c~ il tu ra , or. sil movimiento so-

cial, por muchas cle

sus

instituciones,

y

hasta por la adop-

ción de la escritura francesa , por la sustitución más tem pra-

na que en Castilla del rito romano por el gótico, por la cos-

Page 7: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 7/84

O

S

. 4

t~ irnbre e fechar segiiii los reiilados de los nionarcas france-,

ses y por la introducción en algunas coniuiiidades de la vida

canónica aquisgranense?

,Mas llegó el siglo

s r r r

y con 61 la 6poca en que nuestra

literatu ra se hiciese independiente, alcanzando propia origina-

'lidad, sobre todo en los dominios de la prosa. F'ué esto cuan-.

do tuvo nuestra lengua 1

forfuna inmensa (le hallar un rey

y heroe á la vea, conquistador cic t res reinos, proinulgador

de fueros, fundador de Ordenes religiosas, capitán y escritor,

que la tomó en sus brazos y la sentó en el solio qiie ocuparon

antes la latina y la provenxal, que la ennobleció con sil plii-

ma y la hizo iclioma cle los monarcas, (le la historia y de las

leyes, mientras que con sus dedos de gigant,e ensancliaba

y

deslindaba lo s limites de su herencia m8s allá del Ebro y de

losinares.

.

Difícil es buscar en esta era original y -de esplendores de

la civilización cristiana, como nó sea en la ciencia del dere-

cho, en la moral

y

en la fii'osofia, vest,igios del saber cl&sieo;

y si algun a vez los hallamos en

las

poesías provenzales de los

t,rovadores catalanes Guiraldo de Cabrera, que es el que más

alusiones ofrece de las fAbulas y de las materias &picasanti-

guas l), de Serveri de Gerona (2),

y

en el mismo nombre

(11

Si,

única Coinposicidii coiiscrvacla, dirigicla al juglar Cabra, iii6 eiei.iln

eii

1170 y de

,

h i 6 ~ 0 r c o n s i d c r a d a o i n o i i n i i id i ce i n ii y a u l o ri n cl o d o los cot io c im ic~i to s iccosa i. iosn1j i i-

f ilai .. En tre los m licl ios a su nlo s r luc i t ir l ico,

so

citii C I do1

s e t g e p u e Troj

Ton; tal coiiio lo

I labía popula r izado c l pso udo D ares . AdctnAs s lut lo 3 o t r os a su i il o s e l 8 s i~ os .

Ni Sahs d ' i t i r

Ni de Biblis

N i doCaiirnua nulla laissoii

D e Pira rnús

Qui for l o s m u r s

Sorri ver Tibes possiori.

Ni 00 Paria, etc.

*

. . . . . .

da no silhras

i

d e Tobas, i ii

do

Catoii, olc.

60 refiera Lanil>iGii la iilhiiia de Ncrsisec 6 d c Narciso. (Vid. Milb 1 Forilanals, Do los

l r oundores en Eaprarin BareclonalSGI. o.

P i l v

s i e l .

.

.

i21 Mili da noliciu j a un a perruci ia pnf ta d e , la s camposic iol ies do oslo fcciiiidisinio

poclo.

E n

c l l a s s e lccr i oscasí?iniasali isioi ics cl8sicas; poro

os

pro bab le q u e las longa:ali

o

m a y o r

iiUmero

asinildiiis

pacsÍas

qile

borrna nocen i idditas.

i i i i

i a

que

I lesa cl

niim.

2Ii.1y

iiria

aliici6n al Aleranc l r c (Vid.

Trooador e s

p . 371;:.

Q u ' A l i r a n d r e s ,

Oliuiers ni Racla~is.

En l a paes ia

niiin. iZ lOiilem,

p. 337 se cita B ~ r i s t 6 t e l c s : ' ~ i d o c

o

uolcli Arw f o t i l s

errar

Page 8: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 8/84

 

43

de Dio s le niizor que se clió á Ameneo (le 13scQs,es con fieoiio-

e

iilín tan caballeresca, tan vestidos á la iisanza n~erlio-eval, ue

se confunden con los asiintos bretones y carolingios, de cuyo

coloriclo participail por completo.

S

Caracteriza priilcipal~n ente a rpie ptidiéramos denominar

era literaria de D. Ja.ime 1, primera de nuestras letras, el

ciiltivo eje la historia y de las c iencias morales,-géneros en

los cuales habia de sobresalir la prosa catalaim-y el intento

(le aquel monarca de encerrar l a lengua, las leyes .y el modo.

de ser politico de Aragón cnlos estrechos limites de esta re-

gión, y de extender por elcontrario

á

sus nuevas conquistas

el cspíritii de la civilización catalana

y

de su iclio~na, on cuya

ayuda esperaba Iiacer nacer un día de aqiiéllas y de los restos

de la despsdazada nacionalidad de la lengiia de oc, un estado

poderoso que tuviera Q 13arcelona por capital S e 1 Mediterrá-

neo por la primera de sus provincias 1).

No se apartaron durante largo tiempo la historia y la di-

dáctica (le los senderos que les trazara la plupa del rey in-

velicihle; y así, nlientras en acluélla resa lta con toda su espon-

taneiilad la ruda francllieza de nuestra raza y de nuestra len-

g~1:2, a sencillez sin a rte ,

i

grifica expresión que sin retóricas

¿dardes alcanza pintorescos brillailtisirnos efectos, en la

seg ~in da, parte de su temple gra ve

y

utilitiario, se transparen-

tan con nlarcados trazos las huellas del simbolismo semitico;

introducido en Castilla, en el reinaclo de Alfonso VII, por

D. Raimiindo arzobispo de l oledo..

A la cabeza de este notable moviniiento siinbólico mar-

cha también el legendilrio monarca clae llevó de frente todos

.los conocimientos y las energías de su época.

El

(lúe no

rluiso permanecer indiferente í los halagos de la poesía trova-

doresca que se ainparó eil s ~ iorte; el que arrancó los lauros

deHeroc1oto para la historia patria , cuyo n~agníficopedest,al

alzara como aclukl

la

liistoria griega, jcón ~o ahía.de volver la

espalda al avasallador influjo clue desde las escuelas de Tole-

do amagaba clerramarse por la Europa ente ra? E l

Libre

e

n

Sc~biesa

o liay que diidarlo, continúa el inipulso debido

1 ) acme lc

Coriq<rernnt

o i ri Ai.ccgon,

clc.;

p r C l i d a

Tourlouloii scgunaa purlu

>. 6 ; .

Page 9: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 9/84

á los esi~ ieriosde Fernaiido 111

3

de Alfonso

X ,

procede dc

los mismos orígenes de,dstos

j

contiene igual fondo arábigo

y

j~~dh ico ,in qlie empezca este carkcter de la obra

5

que se

innestre la erudición escoliistica y pagana que los Ilainados

estlidios generales y el clero, con mayor menor acierto, cli-

vlilgaban por doquiera. En acliiella inforiile compilación de

sentencias que parece el ni/~ta lotajr: rovisional (le un trabajo

tod a\~ ia ncon~pleto , os nombres de Salornón y de los Santos

PadFes se ven confusainente citados junto

á

los de Sdneca,

S6crai:es y ~r i s tó t e l e s , á los cle Hoi~aiii-beil-Isl-ia1~olfos

nioralistas o~ientales.

Extraño contraste ofrecen, sin einbargo; los llonores lite-

rarios tribu tados al.sabe r arábico rabínico con la riicla coi¡-

troversia anti-semítica clile el misino rey inic iara y con sn

protección alentaba, o r a eligiendo al sabio 17r. Ram ón Llartí

para esaminar, en unión del obispo de Barcelona y San Ra-

món de Penyafort, los errore s de los libros talmúdicos, ora

promoviendo

en

sil presencia clispiitas tealógicas eiltre j~ id ios

y

doctos religiosos; controversia que

5

la larga procl~ijo na

poderosa reacción contra la ciencia oriental- en algu na i de

SL S

formas, e n . arte alguna más viva clne en C~xtalnfia,

doncle la representan á miravilla el incomparable P ~ rg yi o

ficlei de Marti, siglos nl is tarde :tprovechadopor Pascal,

li-is gigantescas tentxlivas (le Rainón Lpll para abatir i t duros

golpes la f ilo so ii~ rhbigo-hispana,

y

las elocueiiles predica-

ciones del aposta1 valenciaiio San Vicente Ferrer contra los

.judíos.

No se detiene en el siglo s i v considemclo por los liistoria-

dores todos como una época de retroceso en la historia (le la

Edad Media, antes continí~acon vigor y iuerza grandes. el

desarrollo expansivo de la nacionalidad y de la ciencia cata-

lanas. Díganlo, en cuanto la prim era, lalegeildtlriaepopej~a

de Oriente, los laureles de Córceea

y

Cerdeña, y la anexión

de Sicilia

y

de Atenas; díganlo asim isn~ o,e n.cu aiito la se-

gunda , los iiombres de aquellos ires iran de s a.póstoles del

.pensamiento, Ranion L~ill,Arnaldo cle Vilanova

y

Jiian cie

Peratallada, que recorrían ~ 111 os almogávares los inares j

Page 10: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 10/84

las zonas y que, corno iistos' llevalian las barras hasta las

cumbres del

Monte Tau ro , asi hacían se ntir ellos los acentos

vigorosos del

prrs

Oell

ca.tala~ze.sc/z

el

n?on

en las tostadas

plazas de Tnnez y Bugía, en l a corte pontificia de Aviiión y

en la

dp

Sicilia

y

hasta cabe los muros de la tá r h r a Nloscou

y de Viena; díganlo, por último, aq ue llo s ilustres catalanes

que brillan en,la Universidad de P a ~ i s , mporio de la ciencia,

6 que en ella explican con general apla~iso, r a n c i s c oBacó,

por Tritemio apellidado cl cloctor sublime

y

místico, niaes-

tro de t,eologia en acluellas aiiIas; F r . ~ i i a n asso ls, el doctor

orditzntissinzc~x

el más amado dc los discípulos dc Scoto;

Fr Bernardo Oller, profesor dc arliiella famosa csciiela;

Fr

lirancisco M artí, guc la llaniaba nz dre

s[¿~;

F r . A n ~ i e n -

gol Bernat,, Giiillém Rubió, J ~ a n ' B a l l e s t e ~otros y otros

riiAs, que dejaron en sus iliinlerosas

obra^

latinas abundante

cauclal y testimonio (le su doctrina.

Ved, pues, si hay niotico para

afirmar

que el siglo

12-

cimo ci~arto es el áureo y clásico de la literatura

g

de la

civilizabión catalanas; asi le llamo , no s61opor haberilacido

en C ah l~ iñ a ~ i s ás grandes escritores 1),sino porclue en

él florecieron los gkneros qiie más fiierteinenle impreso lle-

van el sello de la nacionalidad y del carác ter catalsn : la his-

toria y la didáctica. No buscluenios e n él más legítima poesía

que la rlue, como encant,ador pe rfunie , sc escapa de las pinto-

rescas frases de nriestra prosa; que niiestra lirica, por lunes to

hado, nació condenada-

á

ser en sil mayor parte académica

á segu ir las pisadas de la m usa provenza l, primero, y iilás

tarde clc la italiana,

lo

que estorbarle no prido que produ-

1 ) E1 orlificial Y c $tl ~ <: ll o 1 ~ o v i 1 ~ e i a I i s ~ ~ i oI I U ~ ~ I . I ~ O , U I ~ R ~ l i l l d o3-llllitlild ti* 11111

v

giariosii ntzit; < ( uc odos < l e h id i . r n~o seco8iocer coii~o

a

rccunocei i l o s p u c b l o s d i u h o

lor iyu portu~itc 'a j ear t i? l lano, io la i i ic i iduk dcslioi iru apell idarso I , i las,puilr i

tal voz

oPiliirl.

s lghi i rol iaro ii l o < i u i i i ol t e x to sn d i c c .

Zn.

r c dpc c to dc r i i i tiotiilirc iliislro: ilu a riias st

Iia visto Joinl?liilo ii j tu i t i i r t l l c l ca i i t~ i i ia l i s~r ioi t a r n i~ io ,

i o i

iilit.opial.oilio5 l.ls'< liairc lea

,.i s ~ a~l i

i i i i

criti ca cacf.sll;iiio; rliio ~ir ot cs la ontrii 61,ya

que de

Iris ~ iu c a t i a a 1~ id i e i .a de c i rs i

r luc adolc ic i i dc l i1ii3iiio iilal <iucon Liis rleiiika rilit~jer~iiio8.1.osruiillu rrluiiioi coiisi<lariili

Luliii

coi110

uoo d sus piii i icros poclas, y al:unos

calalcine?

Ic cxcliiyrii, i:<iriiuIiir*C l S?

iiur

dliial, del eat&logn le sus lroviido ms. Elariano dice : ,,RaiiniiiiUo

roe

calalAii

dc

naci<iii:

~ i a i i r l u

ii

la isla <lo i la l lo rc aa (Lil i.

Xl :

c : i p 1.

i i

erccto, cuoiir lu

Rnii i iu~idu

Lulio Ilriri?-

co; no si: l i l~ i csai.i.olledu

a t i i cio

c s l i i r i t ~ ~a liroi,iiiiiiiliaiito r l i io rcelern

y

cXi;lii?o

lioy rl fll<isoloy iil p u i t a : hijo da cutnlnrics ni en e l espiritu

ni s i z

l i eng in >?<enas

j i r i i ins a r . r i i t i c a s O a~)ill.ka

de

11)s ~ o c t i t s o1 l>r il lc i17ado; si I > i ~ nt r ~ p ~ i j i i c1 sc ' lo <le S

~iar sona l i i la< l todas 12% ooriar

iliio

fi.lizinatilii

hati

selva<lu

a

osciiri<larldi:

lo?

t i c mpos

. l .

hiiiador <lo las llios, Ilistoria c r i l c a ríe i literatura

espar l o l i ,

t ~Y; I> . ' II%,nula

Page 11: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 11/84

jera uii lírico gigante., por veiitiira el iiiBs origiilal

y

coiloce-

dor cle los más misteriosos y ocultos pliegues del corazón

hnrnailo. Ramón Lull M untanw son áridos

é

inagaaiita-

bles cnando ~netri fican on la monótona can iilela de acluella

lengurt convencional y sujetti inflexibles cánones; y en

canibio; es poeta cle veras cuando nos liabla el prinzero de

sus místicos.

airohos, regalados con cantos cle pijaros, coi1

la esplendidez cle cárm enes y vergeles, con el rilu'mnllo de

límpidas corrientes y aromas de primavera; e s poeta á la

par del corazón el ~ en of on te atalán cuando, sin arte al gi~ no ,

nos cuenta las fantásticas aventu ras de aquella odisea incom-

paiable

á

los n~oiltes campos cle la Anatolia;

0

el tierilisinio

idilio de acpella otra mis modesta que, con paternal cariño

y legitimo orgilllo de fidelisimo vassilo, realizó para llevar

salvo

á los bi-azos (le la' re ina Esc laramunda su nieto espera-

clo, el regio vislago clel infante de.Mallorca.

Los imperfectos vestigios clásicos de es ta priinera época

se reducen i a mayor ó inenor popiilarización por los t; oaoe-

? as

y trovadores de las materias ciballerescas d e Alejandro,

derTebas, de Eneas y de Troya , g á la no interruiílpida,trans-

. misión de la cieiicia ética de Séneca, que llena la Edad Media,

y en particular la c~ i lt ~ i r ae Eseaña, gracias al aire moderno

<  

y casi cristiano que supo dar el filósofo pagano

á

las inspira-

ciones de la moral an tigu a. Ta1 veo representa la tradición

senecluista en lenguas an tes que ningiin otro, descle

los tlernpos de San tnMartinDiimieilse, nuestro F r . Lucas,

obispo Ausiniense, de la Orden de predicadores, el cnal

cledicó al papa Cleiliente

VI

una obra de alguna extensión,

clonde muestra mucha copia de doctrina y er~idicióiicli-

sica, confusa compilación y exposición de todos los li-

bros (le Séneca, incliiso sus tra.gedias, anegadas en comen-

tarios

1).

También coi~ti&iaba a l iteratura latina medio-eval viil-

gar itand o en io rn ~ a s opulai-es las obras de algunos clAsicos

á la sazón más en boga, y [le ello ofrece clirioso testimonio

1) Y S. Cilola <lile sc Iial hh a aiilcs

ol

la I lati irrln I l i l~ l iol eia o Sai i .lii;iii 110). uiii \ .ci- .

silaria, y iieiic eitc cyigralo:

~ T n u l n or alpholiel

dc

101s los libi.os dc Siticen

18

c s p o i i i i d rlu oll, Icle Iior

Pi .

,ilcas,

I3ishc Allsilllclls i dc 0 1 . d ~ el3 preycadars l io

Page 12: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 12/84

uiln versión catalana del F a c e ti ~ sovidiano, iioiiibre (le dos

poemas latiilos en erámetros y en disticos, respectivaniente;

que se conip~isieroii obre e l~i ian os eado ema del

m

aman-

di

versión no servil, sino capricliosa

y

amplificada

g

que,

manual escandaloso, con sus ribetes moralizadores, de corte-

sía ninndana y (le arte de amar, viene á representar en nues-

tras le tras e ciclo abundantisinlo cle iniitaciones de Ovidio

-11

lengua vulgar 1).

Parece rlne la clominación dc los catalanes en l a tierra

consagrada por los rec~icrclos el arte clásico liabía de influir

iiiniediataniente, que no

5,

.la I r , en el coiiociiniento de

éste, aca~iclalaclo n las m isnias fucntes,

y

liasta eii su v~ilga-

riaación, beiieficiando las letras con rnBs eficaces reSiilhdos

d e os que hasta alli liabía p,odido esperim entar.

No iué, sin enlbargo, as í,

y

no hay por que n~aravilla.rnos

de ello. Aparie del batallar incesante encine vivieran los solde.

dos de la iainosisima Compañia para mantenerse ex tan Iios-

tiles y lejanas regiones, clonde de cont,in~ioe's cercaban pode-

rosos enemigos, la situación política y social de la antigua

EIelade, en la cual la an torcli i del saber clásico no despedía

iguales fulgores cine e n Biza.ncio, heredera del cetro intelec-

tual

de la

Atenas de Pericles

y

c a l~ ih l el Iieleilismo meclio-

cval, explican por completo que pisarancoii ruda planta la

n~oradade las Musas

y

de las Grac ias, sin cpe los mbs pe-

.

cluelios farores de su Iiermosura gozaran . Tanibikn cs ti i-

vieron alli los franceses, y d~i fan teun período dos veces

secnIar, y sin em bargo no se anticipó por esta causn en Fraii-

cia la alborada del Renacimiento.

&Yque 1116s os diré; Señores, sino que todos los pneblos

neo-latinos vieron cara car al as ril:travillas dela.rte griego,

y le sorprendieron en su nlisma. cnna , cubierto n 1 s veces

con birbaros cendales, sin aprender nada de 4 ni (le aquella

ini;eligente raza, sn fiel custoclia,

B

clpieii iniraban con doble

clesden,: coino lierética y vencida, hasta h l punto, que los tres

cronistas m6s originales dearluclla edad, Villelia.rclouin, Mun-

I j - l3I oiitotidirln

cri l ien fi,nnciis ,\.

Uoicl- i : i l i<i .

h

~ [ u i e i i

uii lo

i Ir lic iiiicrlrU Iiisloi' ia. lile-

I'Bl'iB;<liliiI ~ n ~ ~ o ~ ~ r c r l i i

CI.O ¡I?~

Yccsiii~l,

U~>I I i l i l l a d ~ s

I I IC I .T ~~~ T ~ I I~ .F ,

8 lil I i o n ~ a n i n

Vi 1 .

193 y si.liiiCiilcs.

Page 13: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 13/84

tiner yMa.riiio Sailiito, escribieroii siis iiiiinitables crónicas,

cle sabor cal-iallefesco y con ruda franclrieza dictadas, tlespués

de Iiaber pisado palino paln ~o l paiscle los clisicos recuer-

(los y cle lrn,berse sentado 8 1 s sonibra (le1 I->arteilón de San -

ta Sofía?

Grecia no era entoiices otra cosa que u i l ~ i a c i ó i ~cciclen-

tal

ó

europea.

La

cuarta Cruzada había roto el vinculo que

la unía al hizantinisnio

y

enlaeatlo sris destinos 5 la Europa

católica y latina. Y en ella la cu lt~ imoccidental tlesai*rol.lóse

Con tal loz~inia, ue con no ser pOr su Iiistoria ni por su posi-

ción favorable ella , se convirt,ió en una nación eniinente-

mente francesa, pues 17rancia era en la Edad Media la geilui-

na representante de la civilización europea y cristiana, y

francés para los orientales, ciial .todavía ahora, equivalía lo .

iiiisnio clue europeo.

iQ,uéext,rafio , pues, cine M'lunt,?nerjel fiel cantor del al ie -

roica epopeya de todas nuestras conquistas, desde las cle

Ma-

llorca y Viileiicia li is ta las de Sicilia y Atenas, al pisar los

canlpos de la hnat,oliia las calles de Bizancio, las playas cle

la Tracia y Macedonia

ó

los montes de la Beo~ia,no arhhi-

cionara, conlo el padre de la liistoria griega, los iavores de las

nueve M~rsas, i clial él les consagrara su libro cle ininiitn,ble

sencillez lion18rica; ni se acordara de 1-lector, ni de Acluiles,

del 13órt,ico 6 (le la Acadeinia, de las l'erniópilas 6 de Sala-

mina, de 1'indaro d de Hornero, sino que llenara su corazón

todo con anior intenso al cnsnl

cl.'

Ara, , por cuya gloria

conibatia, y sólo tuviera .piadosas meiiiorias para los sitios

donde cl Crislianisnio esta.n~para us liuellas venerandas, i ~ a -

rrando con cr6cl~ilasencillez los inilagros clel manh de Efeso

en la tumba de San ~ t l i i 1 , 6 e las niancl~as'de angre de los

inocentes en el mar de Mhrmara? Digo mal, una vez sola, si

no me es infiel mi nienloria, viielve su vista la antigiiedad

clásica, sldivisar desde, Ga.lipoli, y notra parte del nlar,

la tierra que por diez años consecutivos sintió el peso de las

ar1iia.s de los soldados e Grecia. Mas no esperéis oir la voz

cle Hornero, sillo el débil eco de las pseudo narraciones t,ro-

yanas, al escticl{ar el candoroso rela to del robo de Helena,

liecho por el ii;&s in&nuo lrisloriador de la +oca rnoclefna.

.La edad antigua Iiermosaniente adulterada por su pliin ~a ,

Page 14: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 14/84

tonia s~ibido inte caballeresco, y acluel pecluelio cuadro en

(pie se describe el laiilosisinlo episoclio clásico, se convier-

te en nn retablo gótico, donde todo es iiiedio-eval ca-

ialán, si qneC6is; los trajes, las fisonomías y las costnm-

brcs

1).

Sin eiiibargo, no era posible y ie , no ya tradiciones, ni

ruinas, ni lugare s, ni el presl.igio de lo pasado, sino un mo-

n~ inlen to erenne, viviente , de imponente grandeza, cual lo

era la. joya arcliiitect,ónica más incomparable rlue el genio de

Grecia lla legado los tiempos inridcrnos, dejara. de (1esperta.r

rcspet~iosaadmiración en quienes gozaron de su contempln-

ción diaria niuclio más de medio siglo, aiin cuando les su-

pongamos, con Iiarta razón, más dados al duro batallar cliie

6 gustar de l s du le~ir as el arte. Y así lué, en efecto; y en

nuestro riyuisiriio Archivo Iia permanecido liasta alioi:?

oculto un doci in~entoencon~iás t ico,e iilo de ih forma, pero

de valor inapreciable, con10 cliiiera rliie bajo iina siinple o r-

den de alistaniienlo clispiiesto por el Rey ceremoiiioso, i~ara

gnarnecer con una cortisima compaiiia de ballesteros la Acrci-

polis de Ate na .~,e enc ierra Lin precioso testim onio de la cul-

tura de

niiestra raza, rli1e lava por sí solo la fea not3 (le bar-

l~a r i csobre ella por los griegos g niuclios estranjeros arro-

ja.dn. Confiesa el sabio Gregorovius, qiiien co rniin iqii~mi

peregrino hallazgo, clue no existe e nescri to r ni en dociimento

algiino de arlilelln época, rluc tan bien conoce, otro fan nota-

ble elogio; elogio cancloroso y expresivo, que est,imaba aque-

lla nlaravilla, aiigiista como l prls r i c h n jo y c ~ r ~ i l rrzo~l

sic

e tal que entre tots los re ys

de

cris t ic~nscr~oicles l a

p o r k n i r senzblant 2); elogio cliie tiene la sencillez de

crónica y cl sabor g rato de leyenda; elogio sorprenden te eil

plena Edatl Media, en que no se sen tían con tan ta pureza

como en la nioclerna las delicadezas del art e clkico ; elogio,

en suma, que espresa mejor que todos los elocuentes encare-

cim iiiltos de la critica presente cl religioso sentimierito de

veneración art.íst,ica que causó en los cata lanes la vista iotn,l

6

intacta,-tal ciial le dejaron las nianos educadas nlodelar

Page 15: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 15/84

lo ideal de los artífices griegos,-del Pa rten ón helénico, en

quien por iliclia no Iiabiaii estampado sil bárbara liuella, to-

.

davía ni turcos, ni venecianos.

Fuerza es clhe nos delengaiu6s en los umbrales del Reiia-

cirnieiito, cuya primera. edad de oro asoriia en Ita lia , y cuya

alborada pririiera llega est8.s -costas orien tales de Es-

palia, antes que las letras castellanas y portuguesas,

en el Ultimo tercio cle este siglo s iv , para dar una ojeada

general al periodb

que

acabamos de atravesa r cleli-

neay í grandes rasgos. Por poco que le observenios, rlos

hechos han de atraer poderosamente nuestra atención: el

prinlero de ellos, el carácter caballeresco y sincrético de la

infl~ienciaclásica,a cual, s~ip~rlitadaor el vigoroso espíritu

propio de la época

y

por--la gnorancia que

en

el a domina,

se herm ana perfedainenie con las tradiciones locales, donde

quie ra que las encuentra , por tal ar te , que :con razón pudo

exclamar entonces e1 troc~acraJu an de Bodel, en la C ~ L C L ~ E -

sorz cles Soissoizs:

Ne son que trois maleres á nu l homm e en landen t

.De Fra nce , de Bretagi ie e l de Rom e l gran t .

A

consecuencia d e este heclio toda la cultura clisica torna

un niarcado tinte gótico, con algo de canclorosa

y

á las veces

de puefil imitación, qiie asem eja las obras por ella procluci-

das á los retablos y miniatiiras de la época, y las convierte

en curioso ienómeno, digno de la .atención y del estnclio del

erudito, que no por eso 'halla en ellas menos incólume ó más

desfigurado

el poderoso original espír itu cpie ,las inspi rara.

P ara acluella civilización espontánea y abo~i~oclaticiala par,

donde Se aclmitía

ó

plagiaba fácilniente todo sin escrúpulo

alguno , Virgilio era un encantador y iin nigrom ante, el ge-

nio de las leyendas, el símbolo de la ccencia del niiinclo aiiti-

~ L I O ,l poeta cristiano que había predicho elna .cimiento del

Sa.lvador; Oviclio, el maestro del amor y de los placeres, un

galanteador cortesallo, cuyo espíiiritn inspiraba los

Fctceli~s

códigos de la sediicción,

4

Vetulcc

de Kichard de Foiiriiival,

a.parecía en el

Tesoretto

de Brunetio L.alino llenaba la gi-

gantesca alegoría del

Ronzniz cZe

l

Rose;

Dyctes y Dares los

verdaderos narradores de la guerra troyana; y H on ~e roun

Page 16: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 16/84

 

falsa.rio que clesfiguró sucesos cliie no li ab ía preieilciado;

(S~iintoCurcio, el inspirador de los libros de caballería J; el

11éroe

macedonia,

el dechado (1.e perte ctos caballero s, cu ya s

hazarias dieron asu nto num erosos poemas épicos y ronian -

cescos; Valerio Má siiiio, preferido por su s sabrosa s anécd o-

ta s y i itile s ~ i~ á s im a s ,l principal historiador latino; Sérieca,

el nloralista

y

filósofo crist.iano, am igo d e S a n Pa blo

y

colo-

cad o a1 nivel de los Pa dre s de la Iglesia por s us sanas en-

serlanzas; Donato y Prisciano , los gramát,icos por excelen-

cia; Bo ecio , 6 quien el clero veiiera.ba conio s ~i ilt o, el ex-

positoi- de Aristóteles, qrie dispu taba Av erro es el canipo

de la ciencia filosófica; Catón , el sev ero mo ralizador, cuy os ,

pretendidos disticos suplantctron al catecismo en las tierna ^

inteligen cias infantiles; Estacio, el rival de Virgilio y el en-

carnizado duelo de los dos I i e rn ianos t ek~nosoiivei~t.idos n

barones ieudales, interesaba tanto conio las aventuras cle

T r o g a de E n ea s

6.

aquella.sociedad senii-11:irbara y pi20iun-

dariieiite cristiama.

En armonía con esa especial interpretación li tcmria

de la antigüedad clBsica s c explicaba tam bién su modo de

se r, identificá.ndole con las costum bres feu dale s, políticas y

religiosas de la Edad Media. Las tradiciones troyanas apare-

ceii eil los cantos de los tro va do ~e s rovenzales, e n e l

rol izar^

de Troie de Reiloit cle Sai nt-M ore, en la na rra ció n de l ine-

sinés Guido Columna, en el

Noliilic~rio

el conde portug ués

Dom Pedro , en las ob ras I iistoriales de D. Alfonso el Sabio

y

l lasta se co ni~ ind en on las leyendas bscaiidinavas de los p ie -

blos del No rte. Lo s iran cos se consideraban dc origen troya-

no , g del rilisnio abolen go glorjitbase de descen der la prosap ia

carolingia. para los catalanes; la AcrUpolis era el

Castell de

Cctir~es;

Mu ntane r l lamaba I lelena la esposa del clocl~ e

Tene.s

(Atenas); en la

ror~ze l~ic~

Tenedos, al decir clel cronis

l a, a c o n ~ p a ñ a l ~ a nPriailio cincuenta

cabulleros;

los caudillos

griegos

se coiiviertcn eil las páginas de nnes tros escritores e11

b u r o ~ t s

d ~ ~ c h s ;ocnbertí, ya en los nlejores días del 1Xena-

cimiento catalbn, apellida.

i~

a lc l~as

Gisbe de TI-OLJU11

faltar8 un a

CI dnica i3oga/zu

ortilguesa que (lar8

B

Eneas el

dictado de I .¿COI~LCI¿ .e tal su er te la E:clad Media se ne ga ba

en cierto inoclo si propia, y ado rab a cl futtiro Re nac imient o

Page 17: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 17/84

 

2

-

cuando buscaba e n los recuerdos clisicos el iunclanieiilo de

sus gloria s, en el Inil~es-io oiiiano sus : tendencias de unidad

y

en

el dereclio del 1,a.cio la uniformidad de s ~ i . oiistit~ucióil

civil, el pocler absoluto de los reyes g la mrierte (le los clere-

chos' feudales

y

forales.

131 seg in do de los Iieclios yiie res alta en el periodo reco-

rrido de nuestra literat,ura,

g

que no cesa del lodo con 61, es,

no dudar lo, el predoriiinio (le la influencia francesa . De

Francia puede decirse qne derivan las corrientes po6ticas,li-

ricas y épicas, ninchas de las s ~a ~ ra ci o n esaballerescas, de

las 1cyenda.s a ~ io ~ r á f ic t t s casi loda la escasa cul tura clási-

ca (le la Bpoca, si se .esceptuan algunos pobres vestigios de

ciencia isidoriana g el caudal rle la snoral senequista. Y 110

hemos de aenclir la ex tre ma vecindad d e acliiella nación

i

nue str8 patria, p ara esp lica res lein flu jo t,zn'avasallador, pues

otro tan to acaecía en otro s pueblos la,t.iilos m ás nlejados

de

ella. Más di? una vez he indicado que Francia fuL: el cenfiro

de la civilizaci6n europea y cristiana en los siglos i~iedios:

Así conio s~ i soldados constit~iyeronel pocler temporal de

los pontífices, arrebatar011 el Sni lto Sepu lcro

(1

los infie es

y

derrocaron el iiiíperio de Biza.ncio, por' igual sue rte su s I ~ o r l -

ocras

popularizaron las gestas. de Carloinagno

y

su s trovaclo-

re s crearon l a poesía m ás o riginal de la Edad i\ledia. La uni-

versidad pa,risiense poilí? coi1 orgullo ape llidarse 1ii;idre

y

cenirci de todas 1as:de'Europti.)' a l lí se dieron cita los sabios

má s eminentes: Raní6n Lull y Dante ; e l ~ rzob i spoD. Ro-

drigo de Toleclo, Brn nelto Latino , Boccaccio y el Pet,rmca.

,

La s obicts. de Jsicyues (le Viti-y, de Vicente de Be auvais

l) ,

e

Uenoit de Saint-More, de Ju an de Meung y G~iillernio e Lo-

rris,;

dc

Brtinetto Latino, di? Richard de Fou miv al, d e Hai-

ton, de La mbe rt le C0ui.l-, de Bonn et 2) g :de muclios y

(1)

Vi,. Inu111cDnini i iccli, n l i o i n i ~ o

o

l 'eilio

I\ , ;al

d*c i i . de

t )?ni. ~i rai i i latn i:

Asle.

eseril>ici

tina

caii ipi laei i in I i is l5r ica

l o i i i oda

del S p s e u l u i ~Bistoi, inle. Vi i l . \loi iil Pwlio,

C a ld l . r la

iinnus.

e i p a g de lr*.U¿L,. iint.,

iiiiiii.

122; p . 61:

y

Villaiiiioi-ir, Tfioje l i l c r n r i n ,

l .

I V . P L I M . L. S\'I11. v 220

a )

1oii8i.6

~ o n i i i i , ¿ ' a r b i . e

d e s

I n i a i l l c r .

Yei.sióne.1lnla~ia.

I iil. W ora i l ~ ' a l i o , d ~ a , i r i ~ i r i ~ r ..? lng,rols. <lo la

Ilili.

le I mis,

inútii.

,103.

E l

tindiictor se

I l e i i ~ i i lorefir lisa cli. (\ id. Lairi li iO ii n l T i r o r i l lo B in , ic l~ . l

Vei'slUii casli lla ia ,Ir; Atitonia

ZuiilU \'.Xii:.

A i i I I ? i i i l .

i isn riel .

l . I I . u. 210. tiola . r hfi~ii.

1.01 Fs l i o ;

i iüiii. 1 5;

01,. ~ i i

Page 18: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 18/84

 

inticlios otros , que por n o 'pecar de prolijo en este '1uga1- no

cito, t,tiviernn mello? resonancia ,

L

no Iiaher nacido en Fra nci a

sus aiitores no Iiaber sido la. lengu a francesa el medio d s

espres ión por ellos eilipleado, leng ua clue se,habla.ba i . l a sa

zón desde Atenas á Lisboa, y que er a calificada' por M arti n

Ca rrale con10 la p l u s

dcll (:(,blc

1

lir e

c t

cl

o ir qrcc r~ ul le

ncrtr r?.

S e acercan, sin embargo , los dias eii que este sobei:tilo in-

liiijo va

á

recibir rudo golpe, del cual no se 1cvaiitar;lri las le-

t r a . ~ rancesas liast,a el reinarlo de L uis S I V , en clue recobra-

r5n el perdido ce tro . Toclas 1:is nac iones iieo k~ tinx s e lo val1

toniando siicesiv ame nte, ciial si recorda ran su ant igu a svli-

claridad, y en este siglo e s Iti lia la qiie se alza con él, y

l i

clesl.inacla por la Providencia

h

ser el centro cle los estudios

Iiunianisticos

y

el prim er foco del vc rdac iuo Kenaciiiiiento.

A l' clasicisino cnballcresco , j niedioeva.1 sucederá. otro n i i s

erudito y proiundo, qrie, n o pagkndose tanto de las materias

como cle la s fornias, p re p e ia rá lii renovación com pleta

y

el

espíritu critico del siglo d4ciiizosext.o. Tr e s gra nde s noilihres

aparec en entonces qiic bastan por si solos para constitiiir un a

edad de oro de la literatrira italiana, m i s digna de atenció n,

si s e 1 compara con e1 estado de cullura intelcclual en aque-

lla

sazón,

que los dos brill antes siglos sucesivcs:' ante, P e -

frarca

y

Boccaccio; los tre s igualnien te enamoraclos de l a ci-

vilizaci6n cliisici~.,pues si cl priiilero toinapor mentor y guía

Virgilio en SL trilogia cristiana, no tuvo aq ~i 6l la 18s celos6

partidario

y

propagzzdor de sus bellezas que el ca nt or de L~LLI-

r a , mi ent ras se arru ina ba el au to r del Decarizc.rorzc por s u

pasión por los libros gkiegos; todos ellos elegantes esci*itores

eii lengua latina, y mtestros y creadores de la vulgar ih lia -

na; los tres tan grandes y originales en sus artísticos proce-

diiiiientos, que se adelan tan

8

su siglo, asonibran

a

sus con:

teiilpoi-Aneos y producen u na iiunierosa legión de im itado res

re~lut~aclan todos los p ~ i s e s u ropeos .

Entre las naciones

peninsulares

Catalulia recibió la pri-

nie ra las seniillas del Rem icimien to itali ano que 1a.s briscls dcl

M e ~ l i t e r ~ á n e olevaron sus p hy a s en el reinado

de

un mo-

na.rca nlás gr an de que simpfitico; el célebre .Pe dro IV, diplo-

i i i ~~ t ic o poeta , y s i n o I i i ~ t o r i a d o ~ ,rorriovedor cie obras

Iiistóricas

y

au to r de iin cddi io sirigiilar,tle palacianns cere-

Page 19: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 19/84

monias, donde iiloraliza y legisla la pa r, descencliendo con

inini~cioso uidado

á

los iíiás pequeiios detalles del servicio

de su casa.

A

impiilsos de la ad n~ ira ción ue las iliuias de Italia cles-

pertaban, del amor 6 lo antiguo

y

de la protecciúil real toma-

ban vuelo inusitado 1a.s le tra s pa trias, la prosa s'e engalanaba.

con latinos arreos, y .en la corte de los tres ultimos solieraiios

,

de la casa ile Rnrceloiia, formando hermosa pléyade, brillabaii

niiestros inks áureos prosist8.s de aquel siglo, cloblemente di-,

choso para la le iig~iay la civilización catalanas; el casl.izo

Frincisco Esiinen is, el -elocuente F r . Antonio Canals, el

elegante Berna t Me@, el senequista Ant,onio V ilaragut, el

histor iador Descoll, el 'Yatirico Tu rnieda, el ap ts tol San Vi-

cente lierrer y el jngenuo Nicolas l'achs, que con sii sencilla

llaneza y con ser el rnás oscu~,'ode estos iliist,res iioinbres,

conipartió los favores de los inonarcas

y

el fervor de todos

por la erudición clásica.. Nada nlá s elociientc,

pa.ra

mos-

tr a r el vilelo clne esta lleg6

á

alcanzar también por aque-

llos días, q u c la enunleración de las versiones clel latín que

en el espacio de medio siglo se hicieran, enum eración iii-

pues no con~prendei Bmás que las clne lian Ilega.do

á nii noticia; pero que fácilinente yodr6ii coiiipletar los posee-

dores

6

coilocedores de recónditps tesoros bibliogrificos.

No me detendré en el estiidio de estas traducciones, al g~ i-

nas' de ellas peregfinas

y

nada. conocidas, porque semejail-

te tarea, para . ser Iieclia

á

perlección, requiere cierta pro-

lijidad, inlpropia d e ' un disciirio de la índole clel presente;

así me contentaré con deciros cliie 1a.s hubo de Valerio

M i -

x in ~ o , na de ellas por Antonio Canals (l),qiie por desdiclia

1 ) 'j'anga i i o l ia ia

(le

los s i ~ i i i o t i l o aúdici . rlc o$la coiin ci i la

i~i:rsi6ii

IrAnloi i io C; i i i : l l i .

1. E l IB Pavis-11. 13 <( u~ .d eD lin ii51ci. I i r r l o i i c i c a l l is c i ir i > .

si fi<>r

i>iar<l i iC*<It: 1 .;

hn i:ir

q,,,: C o,,," a 1 sol¡" c,, v i l c l ~ o ,c i <;1 C,rli,iw.n

1OV

lt, kdl>la c1

 S

~,l,íl,,l~,<; sig,,i<,,,<l:

i ~csp i i os l a r c:iiksi d c i c n i d o n n i ;n Ci,iiscin iie I I O ~ C C ~ O I ~ IU ú s lc : ~ a < ~ ~ ~ l i l . - l ~ l .i l $1,:

1

I í i li l i o loc6 N r c i o n i i l do Ma <l i id , ika i l i> por $allai .i lo.-I l>

lil i i i :

se ci is lo<l i i ic i i ol Ai.clii>'r,

d c

l as Casa3 i : ~ ~ 1 s i s 1 o ~ i ~ I c s10 IIRI~CIO~~B-I ~

e

Pa1 k I c do cc r i b i do l a ll ; ir l e ti ie i ii u c l

s<wii,>i.

M o ~ c lValio o si i Cnfnlogiie des

dlonuserirs e s ~ r r r i n o l s l Biúl io t l i cgue Vntioiinle.

p~emiL i.a 1iu~niaon.- l \ ' . I l i s t o i i e . N ú i i i . 1% En l a e l a s i l i o i i c i d i ~ , a 'lY6il

cs

a l

<:ii<l.

<le1 loildo cspa" . Loli'a do1 si$ lo Tiario

I ?? I i n j as i i l i l c s . lray

c i i

eslo WC~IIIBI. i t l -

g i i i i as

I sg il ii ns -Co i i i i cnn : r iA l i n o l l r c r c ro n i l pnre cri S p i s l ' b

scnyoi . iilcu

r n o l l a l1 i o

si.ii-

yni.

i? i

Jaeini p c r l o 1ii.or ii1tit iu i.1 i l i r i t ia

dc

I n sn i i la eEgli si;i ~.uiii:irin Cs~'~l lei i : \ l l i r l i c

ili

S ; . .

. >in.i

o

~d i i i i i i i s i i ac l o i :

li l

l,i?liiilii:

\ 'a ls i ic iu

ri0i.k:

iIiillii~ iiai i ; i ls , dcl orili: <It,ls

Ii'sii.i s

Page 20: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 20/84

periliailece iilétlita, á pesar cle su niérit,o

y

de qu e los có-

dices no escasean; de las f le io id c ~ s e Ovidio l), l a q u e

coilozco notable bajo

más

de un concepto, sin n;ás lu na re s

que cierta afectación de lenguaje y rigidez de construcción,

defectos que se observ an en rnuclias otr as vepsiones latina s

de esta época; de Boecio, la mAs an tig ua sin diida, escr ita

antes de

1375y dedicada

al

iniante D . Jaim e de Mallorca 2);

d e Cicerón, por F r . Nicoliis Qiiils 3); de l s ciztelzcias de

>

.~~~~~~~~

n .... 1c.ii Consla.

miar. iiie

I i u h o ~ i n u

i i i is

uersio ics

dc

l a l i r i u eii ca1al;in. tr iuchoiinlec

. ,

IB110 11101.8 l l l l l l l l c i d o ill caste l la i io , os d c o ir , i l c s d i iiiodiados do1 sis lo sir.

i l ) E i t t i o los Iprcc iosos ir ianusc i - i lo i

n

l e n g u a ca la l a i i a qiie IJoieo n i i o r t r o d i i l i n g i i i d o

i l t l l i go 01 ~ l l1 l : l ld ido b i b l i6 f i lo y ~at.i.ocl,o Iioola U Mig iiol" T'ictoi.iano Aii ior , sc eunnta e i l i i

c l l l . ioSi1 1nlduccidt l c i i la la i ia

do

l a s

H~i o idns

<lo O 4dio, utid do bis n h r a ~ r o d i l o c l a s

d i o s p r o rl o c o ro i o s i l e l l l c i i a c i t i ii o i i t o .

¡E

51.: An ie r tu vo l a g n la n te r ia do I i o i i c r

h

t iu ist i - t i

r l i sp o a i i i i i n cSta

cur:om

r ihro,

nire

qi ic ,uili+rnm6s coii riias d i l c i i i m i e n l o c x a r n i i i n r l a .

Furiiir iui

r a l u i l i c i i

d c

80 i u j n s i r i -f o l i o , s i n iioinbrc dc traduclr i r , escr i tas eii p a p c l a i i ti g u o .

C alla H e r o i r l a c ~ i p i o z a o n utia l e t ra p i r i l i i i l i i 6 dos co lo ro? .

A

l es 88 hojas s ig r is i i o t ras ciia-

i'o.

l a i i l l i i t i a r lo l as c u a l es i u i i l i a n c

tan

$610 los s ig r iiu r i les pa ls l>ras: ,@in i to ib ro

si

f a u s

e t g l i n . ipo i l n i e n . IIii o slas c u a l r o l i o j a s

en

l i l a i i co

I>ai.ccc

u i d e h i a h ah er sc c o p i a d o la

H ero ide X XI,

ti sca lo aliis1ol;i do S a li li o l w n , Ú r i i i r q t lc fa lta .

Segúii

c l c i lado señor

Aili ir ,

l a d p oc i i

10

l ; i l r ~ i l i i c c i o i i

s

o1 siglo

siu

1%)iialugrado 1). Aiidi'ds JValagucr

y

X o r i n o p i ih l i c ú

e n

1SZ. en l a R c n n i r e n s a :

año

V

niiii , . li;

i i i

f rng ino i i io do o t ro cdr l i co i lo osta mism a l i.adu i<: idn . 1s la

V

I I e r o i d a oii

au

n r i l l l r r a i n i l a d .

I l i l i n l l , l i l u la i lo 1 'i ilo I/ n i i l a g r o s d e S n n l o s .

iiúiii.

1'13; fo li o 161.-EL c ol c cl or la

erce

d e

inicdi;i<lo~ el s1:o xir. La \ ~ c r s i ii i i le l u c i i o p u b l i c o d ~ ii esta ia lec< : idn ,

es u i i a

r lo la i>tas

i.olirodiiilciuiie%s rlo

I;i

alr i l i i l i<l a Uiiiobi.<:<la, i i i i pre sa niiu h r d c

con

p a r t i c u l a r cs1i3eroeii

lil ot rncl;i B i 6 l i o l c c a e a t n l n n n < 1 u a c a i n et i r6 i a c c i i i i ic l i o l ie t i i p o D. f i fa ria lio A ~ i i i l 6 E l6-

< i i ~ : cd u i l o B

iir

I>oi,dslu sc

coriserva

oi>

a a i l i i i i l U i l i l io l c c a

iiiiivei.sil ii.i ~deUercoloiia

a i i t cs

dcSa i iJ i i ; i i i ) , y i i o v i t l ~ ; i i i o i n t i t ig i iu cata logo 1:) i i i i i i i e ra c id i i i ig u i e i i te :

oc l

2-9-23-Uocci.

E6

<Ii:I iglo x, , i i Imp o l

h

do? eo lo t i i i i os . P i ic ohn i

d i

ymn c i t~e i i l a c i ú i> ii su L\lioea. De e l l a

SI sacU

u113

r a r l i icc i ú i i ca s l c l l ~ i i i n , a q i i o

so

I i ic i c i' o n r c i i i i ~ i r e s i o i i c s :ii Rarceloiia (lbD3¡,

S c v i l l i i I I V t l ,

ale.

La ~>i: i i ia i .a

i s

< la Tu la r i i

do

Fi 'a i ic ia( lUY1, poi . Ei i i , i r l i in n lnyer .

Do

sil ~ l i i l o i .i.;ilürciiios tiiAs a x l cn sa n io i i l e a l rl i a a )

qiie

pi i1, li ilu l: t iios i iuestros Ap un les b i-

l i l i o B r a l i c o s s o b i e

t 'ndvcrorei

c l á s i c o s ~ r r t n l a n e s .

n LO que

io C B ~ C u d a OS

cn q l l ~

i lc l l iú ~ s i l ~ i l l i l ~ s ~ a l l e sIc1378: fecha d c la i i ~ i io r l o r le . Ja i t i io , i, ril .i rilo da Ar og 6 n; h i j o r l o r l o i i

13i111C Il: ú l t i t l l o 1 c ~

LIG

\ l i ll l~ l .c : l , l i l l l l a do LOS de esta is la y p r i n i i p e d a

dc aya ,

p i i cs l e sa l&

, , , , ~ l i 9 , , . ,

.,

<:ii

ii Iii

l i b l i o l r e i i N xc io ns i l sc ~ i i a i d ~ i h i ii i l i is <lo

ROS

uri etir l i i t i rol. vitola (U-b-101)

t l i i c i o n l c i i i < iu i i a vo r s i t i i i cs la l a i i s de l os Oficios dc C i c i i t i n , I i e e l ia I i o r Fr. d n lo u io Q l i i l s .

I )iSu q i i c

sc

g i ii ii il e h a , p o i r l i i o s i g " i i ~ i o l i c i o o n iu i i ica d e por

iiii

docto ani i -o D. Rodo l fo

I lcc l ', < l i c i io c t i r i i i a I t i l l a ci i e l la de i r lo a r i l cs de i ique l la fee l ia , cn l a c u a l f u u i i d r i i t i d a 18

s i i s l i n i i i 6 n

por

1).

nyalei io

Bo.3?ell. Giillnt.do ,

yi io

da

dc

a l

i i i i t ii i a , d i c e q u e

es

d e l 6 i g l o x i v .

' rn i'i 'os i r i a t I ii i i ih iOn

se

r c l i c r o o x ;i c la i no t il o o sl o c 6 d i e ~ .V i l l a ii ~ i c \ -a l i i z j e l i t . c te .,

l o i i X \ ' l l I , p . 270) ia bl a d c 011.0 rli il?

S

Ii.i liihii c l i o l h r c l i i \ . o i l o l Pa l i i ~ i : h a ce d e 61

uiis

d<:la l lar l ii <Icse i ' i l ic icn. Por ú l l imo, m i c i i td i lo n ini:o D. U a b ri i l Llnhi,4.s, eii uii p r o y s c l o do

i i i r a ucun 6 i 6l io c e ca e l i s i c n c o t n l n n n , 0 r i l i c ru o t ro edc liee i l i s l i i i tu ,

aunque

nii

s ig i i iüeo d t i i i< Io l o liii \'irlo,

do lii

o l ir a d c ( l u i l s , d e d i ca d a a l l i o i i ~ i i n l i l a i ii d a d i i i ia

fla Rir

Page 21: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 21/84

S.I4neca, de la que ilo lial-rlaré acliii porque iii6 su a~ii:or r . LII-

cas ya citado ailles de aliora; de las

Ili.ct,9cclin.s

del n~isirio

escritor pagan o, qne por vez prim era Iuero n revest,idas en

13spaña eii vu lgar leng tiaje, poi el caballero valenciano Mo-

sénAnt,onio Vila rag~ it l ) , por iiltimo, auilrllie no lo sean

de obras verdad eramente clásicas, c,reo no dcbcr omitir e11

este lu ga r- a versión cle la

C ~ ~ ó ~ z i c a

i -oynr~c~le Colliqiia,

hecha: en 1367 por el protonotario de Pedro IV, Jaime Co-

~ i i l u c i r l i a i i c o r i l i

do

Col i>i i i i i ina. La ra i'si úii di, Qi iila gorU 41 uy I i i i c i i ~ i i ' cd i ca i i i i c i i l u WI

s i i i l i o i a

y

oii tiempos ~ i o s l e r i u r u i ; a i i in ~I ; ii .; il ii a ii lB lo i i l d ic s a l e log io q i ie < lo cII;I I i i r o

i1r.n

li iiilueloi d<rCieoi dn uii

l o i ig i in c i iL i ls i i s ,

b

sal>ci., Atii:i?i. iarniriilo Y i i l i i i l í i l e P, il ii ia, <Ic

~ ~ ~ ~ i ~ ~ ~ , s o

h ; ~

lc I~<ICOT p81.li~lll.ll. 11cl1iidll

11

0510 lri hjo,

(1)

No

l i o ~ ,or I i r ln i i r l i l i i i r i r i i bs i i o1 i i ; i sadc c ' . l cos~ i i lo r

1iior;i

<Ii?a s ~ > o c a sliio <la 1). J iis lo

IPiirloi' l'uslui',oi

su

U ~ b l i o lc c o a lcnc i?nn. \ 'i le r ; ig i il IiiU

iiii

cabal lc i 'o v i i l u i i i i s i io , q i i i c i i ,

a l <li:cii.d<: l is iv l ai io,

i:I yo).

U.

Jiian 1

i i o

bragciii

I i i r o su inaynI ' ilo i t ia

1

ugi.aci6 ~ io i ' i i s

ser.

vii;ios

con

la

i i iercail dc

a 1bai'otii;i <la

Uas

Agitas,

o >

pl . i v i l iS ' i0

dado

o

Moiiriiii i 1 1

da si:~i-

li~1111,i.cIU 3 8 x . ~ i . ~ c i < l j o

t l

i i ~ t i i l i l t d c d ic i i i l ic l i u i c y l as <l?i:~ 1i.agailiiiS <lcS c i i e ~ i , l u

1.w i u u l c a ri)la

piido vor

l ii is lo i. la p r i i i i o i i i , i ~ ~ i c< : s

l<-lrrculca dfe<lcni

u a i i i i s ~ r i l o

li

l o l . i l a

la l r e < lo1siglo xi\ . l i ~ l ood ico sugc i ra inc i i lu en i i lo i i i u les

i i i iere

raslni i l<:s I iñ%ei l ias,poi.i(iio

i i dc i i i i s d c l a rg i i l i i c i i l u da l a ~>i.im oi. ti, l u o

i i o

l ic i ie l i 'ot i l is ,

lo

p r i r n c m i

l ioycdio ol i ld lo

g r r i ~

uror

de

l : r c i i l e s ] ,

s iauui i los a i 'g i i i i i rn lo l < lo las ros lsntos

por

o1 sigu ioi i lo oi 'dct i:

111

segiinria, hiealeu 6 Ati-eu; 1; l o r i a r s , T k e D r i n d : la i ;uii i. la,I /,oli t; la qu i t i la, Ed ip u ; la sc r l i i ,

7 ' roas; le s6pl i inn,

M e d e n ;

lii oc lavn, A gnt i iend,?; la

i io\ -cna,

O rl o n ia (a ic i, la dCeit iia, Er-

w l e s Oc ieun.

nz

a i t o * n e i i n i p e r

la

se lw . O t l <eu ; c n la can1 r i r o r i .

I)o cs1.i rci .si< ili rla Yila i.s $iil ,

q i i o

a l i i i n r r i i i i a r i i i i

i.osotiairiiii

~ u il

inotiiotih i i i

q u e

;i l iai.ci i», y; r l u i c l l a l o < e l p r ii iae r cns ayo do ac l i i ua l i ic i d t i i l c l lc i il l' o < :l:is iio c i i l eng l i a v i i l -

g;i iui i lispi>m;i,so lisriaii I i asrs t il c s i c l i r odu i c i o i i oa , sog ii ii l o i nd i e t i i i l os ~ ú d i co s r i a l c i i -

los. L;i Hi1,l iulec.l Xa cin i in l <Ic Ma ilri d giial.d;i i i t io

(N.

S - Z j i

niio

cot i1 ia iia ínk : l.a~ la ~ l fe r l c n,

a l 7'Izics:es y I n s i i o ~ < r i m s ~s i i l o

o.?

a x tr a cl o la s d c m i i

(cal1

i i l g i i i i ~ r i c i i s i d t i o l I l i p d l i t o 1 .

L l oi ii a Itia o s c ii ia s ~ u p i l o l s . i c ii c

este

e6rlico 13P fol. I:ii ipieza as¡

S e g u e r c n s e

lo*

p r v .

l ieoris r c l e s

c r n g e d i i s de

S c n c c h a e soii diics

l t ,egediea

per

co

coin eonlericn

d i c t n t s p l o -

roaos

<le

c r u e l l a t a

de

r q l s he i le

) r r r n a {>?¿iiecns.

I )o esta d obid 10i li ;i rsc la t ra i l i i c i i 6 i i

c,irl i l l : inn

que cit. on

oi edd ice T-131, <Ic la inist ii :, l l i l> l io laea,

d c

l a c i in l I iob la Gal lar i l< i .

l sl,u esc iiloi. cit lr o ir o ct id ic o ti01 I:iorii~l (1l i i l l . i i1 5 .II; ID);

~ L I C

a l l ? l l i@ l t~ c p l < > c l ~ l c ~ i < i l l

~ ; s l c l l ~ ~ ~ ~ ~ ~el ; a l r í be :da 4 V l l: t r;~gtc l .

M i a i ~ i ig o1). G a I it ~ ia lLl i ibrús, i i ia l lo i . i l i i i i i c i it i i3 iaala r li : i ii i i :s l io lct igi ia

y

l i l a i i i l i t i s ,

v i 6

ú

gi iarda

cii

s r i

~ i o d c r l ro cú dic o d o

I;i

r~ i . s i 6i i i i i lc i ' ior < lo SOti i ~;i , << lo c u al Liiv o 1s

i ii ii o l> i Iid . id da io i i iu i i i e : i t ~ i i i c o s ~> i.b logoc.il ~i i i i i i u i .o omie i i re : si:

.bu pi.iiii<.ra Lriigcdia

i;oi ilU lo gi.$ik rc ~c or <lc i.ciilss, l o q i t d pi 'csci, 1osni: i. il liui i iu o l11?ii i lc L i l i i ~ , i i i pci'sc3eiii ii

w 1 i i ~ i 1 i o i ~ M ~ g o i . a .pcl. 60 i i i i o Uquosla 1r; igci l ia 11"s I l 'a ci l r i r i i l iiii aiilcsa d<:\'atii c i i l oc l i

IC

~ \ I . ~ L I I L I C ~ ~>I~CSSLIYOI I<~ I~C1110

I:ICLLICS1 ~

i l l < lo Al i i io i ia, cii u i i ra

tii;iiioi ii

i1 i i . i r \ l l i i i i a t i s

i i i ~ i l l o i ' d o l i y A n i i l ~ i o i i ~i: la rl i ial sagoiis 1loi i) 'cii los ~io': i, i is l i ic 3i i l> i l i?r o i i ilil cc l loa

l i l l rlo Si i lu rn i i s 1 i; io li a r i~ ie s l111 i o aa I: i 'cuioi. l o qi i : i l

I i i i i u

deossa gartii:iiiti o

iiiii1Ii:i

<Ic l ilil

Ji i l> lbi i .cot i i O~IIIUY ~ ? I c . . . . . ~ ~

11uspii8s

<C

e s c i i l o o3lC li.aI~e.i<i,i i; t i i i i i i lo niasi6, i

do

lect. C:I e:i l: tlogo # le l ln n< ís cr i lo r

C a i n l n n e s d e 1 n U i b i i o r e c n < l eS.

M.,

rcclaclar li i ~0 1 . l ni . i i r li lo

y

j oua i i b i h l i i i l i l o

S 1 \lilsld

y ' l o r r c i i l r , y

187

61 I io v is lo <IIIC S" aiiarrlu oti <l ic l ia I l ib l io l .oc ; i o l io c i i i l i cc < lo V i l t i i ' rg i i l

(Z. 11 l. o l . p a p o l; S i ~ l o s c u 1 l I r a u ii ic i il o

de 1

I lv i i i ia i 'a l r i igodin

qiic

1r;iiisii 'ibo o1

ío i iu r

M il is " c u i n c i d ~ ~ m p I o l ~ t l l l < : ~ ~ I ~o n o1 a t i l o a i l iai rlo, qi ia

iiie

cu[ i id,c l

S r

t l i3 b l . d ~ . l i t l l ~ i i t s a

o i i I d i i i ism; i l l ib l i o lc e a l a s 1 2 c g I e s d c A < n o i ~

p o r ~ l a n i e i i ~

la

uri lio ii y

i c

u n n J c r i r b r n / e t e 8

por

M.

Uorn i r rgo d l n r i o Isiul,

clc.

( V i 8 l o q i i o so l i r c es la o l ir s i

y

l a du<los ;i T rn gs d i i i ,

L l ~ o m iiuoiur«i E

l,,.

feni.nlb~a.8c~tisfeca~

d i e o c l

Si'. D.

IV r~ i i e i scu a i i \ r i l ~ i,

cir

c i

Halci i ' r i

c/c In neri l Aeri i lennin. le l a

IIisror~ia. oiii .

X lll -C ui id ei .i io \'l. Dlii-i:. 1883.1

B < l ~ i i i A s i l v i t ii va

<i

ii vc i ) l a on Loi idrss (C;ilBlogo 18ZGj i i i i

iiiaiiuaci~i1.A

caii a l gr ii ls s d u

las l r i igodi i is dcIT i lara" i i l , q ~ i o i g i ~ i i

iliccc

~IO W c l i i l i i i l o

Sr.

Ddi i i r i le.

Page 22: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 22/84

nein

l ) ,

ni ia rle los fan iosos

d h r n l e s y

D¿¿lloym de San

Gregario

debirl'a. al caballero Berna rdo Oller (le Gerona.

' E1 poder real aiiiparaba el hunianisnio y coinpart,íri.el en-

.

usiasmo (le los eruditos por las obra s cldsicas y l as liistóri-

cas, a sí conio descendía ha sta el palenque cle las justas po4-

ticas. E n el rey D. Ped ro del

t r i ryn le t

conlienza

á

clibujar-

se este cloble.carAcler de Mecenas

y

escrito?, como rluicra rluo

poeta era el niisnio nionarca

y

algu nos de sus cortesanos, y

en

SLI

t,iempo se redactaron gr an parle de los tratados que

f~ ier on có dig os uego del ar te cle trovar. Mas suben de punto

el entiisiasnio por l a G aya Ciencia y por lo clásico

é

italiano,

que se daban am igablemente la mano-así como m ás tarde,

en el apogeo de l a e rudición latrina.,se oían con gusto los can-

tos de los trovadores y leíarise con Verdadero frenesí las fic-

ciones caballerescas-en el reinado de D. Jnan 1, á quien ro-

dean los más famosos escritores de aquel tiempo. Así Be rna t

Metge fué s u cortesano

g

secretario de la reina; Mosén An-

tonio Vilaragut, su mayordomo; Nicolao Pachs, sil alguacil;

Doming~o&Mascó, su vice canciller; Bernat Descoll, su lugar-

teni en te de maestre ra.cionel; Pe dr o Dartes,-el primer protec-

to r

pala.ciego (le Es im en is , que después los halló tahibikn en

los reyes,-su maes tre racional, y bajo los auspicios de

121

reina D. Violante, la dedicaba Antonio Canals su

Libre

de Zcl

co~:fessiú

Ociipaban por conlpleto la atenciOn de acluel rey galante

y

fast~;oso, am ador de toda gentileza y ii lás dado

6

las arte s de

la paz cliie de

la

guerra, la poesía, los libros, la miisica y la

caza. 2),

y le secundaba maravilla la de Bar; su ter cera

esposa, que festejaba á nlúsicos y juglares

y

sentía por los

.

. .

1). Sa conoi:aii t i iuc l ior

codiccs <Ic csln

r r i s i " n c i i l a l a i i i i , do tin obra que t an

n

hoxa

r.;liiró

o i

a Ed ad h l cd i i i .

C i l i i r d loa s i g i i i c i i i . ~ ~ :. S I l i l i l . N t ie io i i a l . l i . ic. 68.-C6d rlo I a a i i li g i i a I l i b l i o l i i a d e l < l u < ~ i i t .

r lc Osiina ( V . i\iliador dc luc Ltios. U i s r e r i l i c n l e n lit esp.

1

l V , 17.

:ligj

nola].-D. l o % &

:\iiiolllci., dc üeroiia p os co o l r o i 6 < 1Oi? I< li.a, a l

parccoi

do1 sig lo xii,.-31. S. d c U. P;ililo

Gi l , y G i l i l c

L i i c ~ : o z ~ .

i k i< I o

01.

U. i \ l a i ii i < , l M i l& . N ote s s u r

trois

monvrerits i o la ":*-

.

,

.

I I

Si-.

Llii11i.o~ lniiiieia

oii s u

~"'oelieelu di: sic

Ril i i iuleei l c l h i e n l a ~ ? u l i l i c a c i d n

e

0t1'0cfidieii de l a n i i s i i i a voraii i i i d is l i i i t o < le 106 o i i l c i . i o r c s .~E i> os i l i v c i i l a i i os d c l as Ili-

IlliillOCaS ~1i:l .cy 1). \I nr l i l l ).del l>i. i icipi: d i Yii i i io, so ha l lan e i t o< lo iM. S. do eslki poprt lar

obra.

l o i i ii s i no

ii

varios docii i>ioi, tus do1 dr<:li i i :o de l

Curo i i a de Ii.a:ún.

21

I l u r t i a l lTe tgo I i a l i l a t i i l u

o i i

s u Sor ~ni

c

l a v i s i ú i i d o r i i lo

CIuisitio roy se

Lc

aparece

l e

rcpresetila

radczido de perros y i l c r a i i d o ii

lii

m ano una rcla i i i i s lr u ( i i e i i10 s ius i ca l ]

Page 23: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 23/84

libros igi.ial pasión. Si por un lado rescatabii D. - J ~ i a i l o r 23

íloriiies de oro un Valerio Máximo ( l ) , or ot,ro nlaiiifestilba

la reina vivas a nsias le lcer las

Crólzicns

.li0oyn~zccs

2);

y á los elos co:isortes ii iteresaban 111is, por ejemplo, las

obi3a.sd e Vegecio, el Flo 9 .scc~i,ctoi.c~n~,as profecías de Riler-

lin, los t:ratados de nig roinan cia qiie, peilsionado pa ra ello,

buscaba; el jiiclio~Cresc iles por toclas partes , lo s .l ib ro s liisL6-

ricos 6 los cle ára bes jlidios 3), qiie 135 giierras <le ~ e r d e -

ña

ó

losintereses de sus gobernados

4).

No

1ia.y

dnda cliie D. Jiian es el Aug usto dc la civilizaci6n.

catalana; sil reinado constituye la etlael le oro de sn s letras;

su corte la. niks espleiiclorosa cle los monaVcas ars,gone-

ses; su s cor tesanos son n uestros 111Bs exirnios escr itores. El

día que el S 0 1 n . i z i de Bepnat Metge, jo ja le la prosa catalana,

salga de la inj nst a oscuridad eil que lia vivido,

(5)

aparecerk

l a f ig iira de aq~ iel ran rey coi no

un^^

cle las inás sinilxit,icas

de niies tra historia,, corno el prinier inonarca qiie en nue str a

patria sintici el es pí ri t~ i el Ren~lcim ieiito ,y coii~o l primer

protector en ella

dc

toda su erte de lil~ era les isciplinas. No

tenemos que eilvicliar

i

Italia sus Gonzaga, Méclicis y

Visconti, ni su s cortes de Nápoles, le RiIiIAn, de Florencia y

le Roin a, pues ltls tuvo ta m bi in Barcelona, la re ina le1 Me-

diterráneo

y la nlás cuita de siis ciudades, en

n

galante aca-

(1) Ai- cli. Coi.. ara:. l i c c 133%; ro l. $8 r i ~ n i l i > ~i l n t i o *ni, D . . \ t i lo i i i i i < lc lo l t i i i i l l , eii li3 0 B ~

.¡tia 21 16: s i l oi.iicli1.0 y i i c t i ~ pc i i i ; i il o< l i s i i i i s u Lo icliprio cnlnlict~r~

onsiilevndn

hirlbri-

r i in?e , t fe .

( 1

I l, i i lcni.

nog .

'I9JF, ín l. (i ?, vi io lla ; cil. rlo {>ni. 1). Vi.;iiiciscri ,di l o l i i r i i l l c i i i i i a Ciii'iosa

i o l a i i i , i i i <La i i i i l n s i i i k l i l a s <lo o slc ro ii ia <lo i ~ ~ ~ i l ~ l i ~ a i l i i si1 l a

Rc~9irln

i i . s fdr icn ,

l 8 i t i .

( 1) Vi tl . la co lacc i i in < locnrlar k <[uo

so

1i;icii

ri la : i i i l , i?i, iorn o l ; i rs íi l .o i ic iu .

n c o i a f n

hiardrica.

,1876, F. < la Ili,l,ii.ull,-I ii Ii i

Sorizni d i

Il u rn ii l ili:1;0se

supo i ie a l

i cy

~i i i ig i i l c

i i i < lo

c i ~

a r i i oso i i aara lio . ii16tii:ni.n i.i:sla i l i r c l l

(es

<I i?~ i i .~). .liiaii 1) < ~ i i a l

~li:;i

qi o

i i c c i i

o.;

Siir iocciis sobro

lii<lil;

i i i i i o i . t i i l i l a l i l u s ~ l i l s ; ii il < ii -i la l s qiic Iia i.ii- li.iiia l 10 ii:eiir r<lii i l u o

a le i i t i a

v z

10 PI.CSL~ 01

~ i c o i d ~ z .i\ t>s

110 p r c s l k ~ 1g111189

d c YC:BIIDS

lillco~ .i,: c1c.n

1)

No I i o r lo r i i i a l i i - a y i i i c li ie as lUCi>o ia c: 1n i i i l ~ io : i

ii rli lii

i i i i l i l i i o i ú i i d o 1 e o i i i i s l i ~ -

v i o i l c l Goy SnI~ei.cn l a t. cc i< i ii ;i , oa ia lu cua l p ro i i i u lgs l , ~ l rcy J i i m

u i i

latiioso piiri1c:ir~.

i l o i iolal i lo sal ior eo ei i lR st i~ o. 'ci'o

ti

o s l i i ri < l a r i i h i i i a d ii q ii c i ino do los l i i i ic l l r loi 'es

<Iii

i i q i i o l l i i

t i i i a

i i i il l i in l c q i io s u l i ~ l , ~i i i l i l i t c i6 i> , < lo i l ondc arranca

CI

ai ae l i r : icacl<i i, ico d i i

i i i i i? sim :si:t iela poclica; I . i i is

do

.\uci.sii, cl

inh

indol io ~ i l ic i i l i? i? s i i i ~ > i ' c c o ~ , l i i l ~ i a ,

u

lil'c-

SCI I,O l> l l ~ ~ íc lo

a

pui.

la s i.a iiii.i cr s ~ l h s i ~ w s ,ii.ilicili;ii iicti1i:

i;iiaiido

l i s l i la i I c

lii

i r i i i c i 6 i i , b

p os ir i l c sug i i i i .cui i i i> li,dos

IJS

i i i c l l as dc

n a i i i u n

Fi<l; i l ,

y i

r o c c s l a s

Legs (1 Ar i l o r

h l a i . ~ i ? l i i ~ o

onCiidcr

yPi:l;iyo, Risroi.in~lc as

ideas

esletiens en Espniín li ii ii o 1, 11. & ti.

1 I)CSI>LIIISU e s i ~ . i t i ? ~s l ~ ~i $ t ~ i l sl c 8 i l o ~ i il l i< l o C C I

i # l l c l i $ ~ n t i c a l ~ l l a 1 1 l ~ I i t

i i i lci i i-:

~ c s i < l c i i l c

ti

I>;ii.is, Sr. Ci inr i l i i i ;

v i i

i ~pub l i c i i r l o i i l i o< Ic ~p i i i o s lu i~ i t c ie s . i i i l i s i i i i a

iI>i.;i:ino

i l o 10s l l~L u<l <,si l ~ ~ u l i e ~ s1735 i ,i .i i. in ii lcs i? i i i . i l ~ s enlnlBi i , rcoi i il ia i ii i r1:i r lc I;i l i i i r l i i c i i d i i

I I~L~~ICCS;~,

o

Iss LI,>~ :~L

n a c c s i ~ ~ i a ~

~ l c

crbi~

~ ~ l l . u d ~ ~ c c i U ~ tl.clet.;ql

SOI>I.U

r3 l i l~ ~ 'B lU l . i l~ l i l l a l l ~ ,

Page 24: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 24/84

demia pala.tina del amador de toda gentileza, verdadera corte

de am or, com o 121s del mediodia de Fra ncia 'e n el siglo si

la de Nápoles del rey Roberto en aqaella misma época.

Muy gra nd e debió (le ser su doctrina, y con ella su fam a,

ci~ an do quel su intimo iainiliar, Bernat Metge, le juzga dig-

no de resolver

n i

ard uo problema filos8fic0, g. 'l e presenta

lleno de proi ~i nd o aber, conocedor de la antigiiedad sagra da

y

prolan a, docto en la ciencia orienta l, especialmente ador-

nndo de erudición clásica, versado en los esc ritores ita-

lianos

y ,

al par de e stas cualidades, dotado de u n espiritu

generoso toleran te que recnerda la libertad intelectiial del

Renaciniiento.

E n este reinado

y

en cl de D. Martíii 1 en q ue se conti-

niia la tradición liter aria con igual brillo, rep res ent ail en toda

su iiierza las nuevas tendencias, cine se dejan sentir aquí

miiclio antes que en Castilla, los ya citados Be rn at Metge y

F r . Antonio Canals, los dos verdaderos y primeros renc~ci(:iz-

¿es de la literat ura catalana, si bien no con un carácter tan

l~unlanis tacorno e n Italia, pues ni-liub o aquí en el siglo

s i v

verdaderos conocedores de los secretos de la lengua l a h a ,

llasta el plinto de n~ an ej ar la ndistintamen te con igual per-

fección que la vulgar,

conlo Dantc, Pe tr ir ca y Boccaccio, ni

eruditos tan conspicuos como estos inismos escritores, ni

siquiera como los

cine tuvo Francia en el benedictino Peclro

~ e r c h e u r c ~n Nicolas Oresnle.

Pero del espiritu del Renacimiento bien penef.rados csta-

ban los ni ~ es lr os , sobre todos ellos Be rna t Metge. Modela-

ban nues tra lengua con u na perfección

y

sol tura. clne son hoy

nuestra admiración,

y

la vez niotivo de desconsuclo, al con-

s jderar có n~ oagamos podido pe,rder ha sta tal punt,o el secreto

de acj~iella leganc ia, de aquella sencillez, de uella riqueza,

Ni siquiera cnando traducían del latín s e mos traban atados

coino los eruditos castellanos de la corte de

U.

Juan 11

ó

los

catalanes de medio siglo m ás tarde; pongo por caso, Aleg re,

lTenollet, Corella

y

otros.

L a lit eratura cliie posee una obra tan acabada conlo el

Soiizni

del faniiliar del rey 1). Jua n, es dign,z de sen tarse al

lado de la. ita lia na? de la castellana en sil más aiortiinada cdad

de oro . U na vez leída aclnfilla, que me at reve ré calificar de

Page 25: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 25/84

re ina,de los diAlogos cle niies lra leiigui~, clornada con aiica o

ciccroniana elegancia,* la discretay correcla versió ndc lasen -

tirla historia de \Valter y G r i s e l d ~ , o hab rá nadie no pro-

clanle

z

Bernat Metge como muy excelente entre niiestros

filósoios, 'como maest,ro en tre niiestros hablistiis y como uno

de los que bebieron con 1115s ent iisia smo en las corri en tes (le

renovación literar ia; así coino nadie habrii que no tenga am -

bas composiciones corno (los joj;as de nuestras letras, con

las C U B ~ C Sse ho nr ar án éstas mientras su vida se dilate, y e11

cuyas p5:ginas i rán 5. sorp rende r los venideros los recónditos

y perdirlos encantos de iluestrainfort,iinada lengua, el dia rloo

Dios aplace , qiie vaya dorn lir el sueíio clc la rillierte y tlel

olvido jiinto so gloi-iosi madre .

En e s t i rApida esciirsión clue l~a ce mo s or nuestra histo-

ria literaria, no caben nlás que abocctados~ iiadros y ligersls

indicaciones. Con harto sentimiento, pues, me ver6 privado

del gns to de tlisc~ irrir arganlente sobre aquella per eg rin i con-

cepción, lirnithilclome~,~.eiialar las infliiencias principales que

en ella se no1;a.n. Trabajo árido

y

antipoético en una obra que

s e lee de punta cabo con sin igual con~placencia,que no se

siielta (le las man os sino la f~ ie rz a,

cine

interesa, deleita,

regocija y aclmira como poca , sobre todo en aquel periodo en

-que las letras, por lo coinún, no habían ericontraclo toclaviael

secreto de la aiilenidad.

L a huclla clásica es lo que prin1ei.o en el So 7zr~ie observa.

No nega r6 por eso,qi ie nliicha d e s i i eriidiciónsea de seglincla

mano. A~ in qi ie o los mencione siempre, se ve alli la sonibra

de las obras la tinas de B o c ~ ~ c c i ode Petrarca y el fonclo clá-

sico popular de la 611oca. E n las citas de auto re s pa&aiios hay,

con todo, may or novcdad que en o tros conlemporáileos, y

ya no sc hallan alli recorcladas las autoridaclesen larga reta-

hila sin orclenni concierto, coniiis anien team alga ~~ iadas ,conlo

sacad asde u n fondo por.tod os esplotado, como lo solian hacer

nuestros er~iditos,desde Se rve ri de Gero na h as ta . NicolAs

Pachs y Exim enis . El rnisnio escritor, por boc ade D. ~ i i a n

,

liace ala rde de sus conociiilientos clásicos, cuando, después de

probar la. inm ortalid ad del alm a, con citas eiltonces no inng

comunes de filósofos g riegos, como Lenón, Empédocles, P la -

,

t,ón, Arist,óteles y otros, dice que no quiere detenerse en V ir -

Page 26: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 26/84

gilio, SCneca., Ovidio, I-Toracio, T,iicino, Esiaeio, J~iveiial

.

muclios otros , porque le son clemasiado conocidos

1).

F bello

episodio de.Eu ridice y OrIeo denota qne se había rccreado .en

Virgilio

y

e n las f i b ~ i l a s viclianas,

y

de

SLI

entiisiasn~o or

Ovidio, por todos los testimonios que citar pudiera, yaldrá

aquel pasaje de l a carta-prólogo qiic cscribió para D. Isa-

bel de Gliiiilerá, donde confiesa con an io r sicluel especial

culto (2).

El hombre tlel Reiinciiuiento esti pintado da cuerpo en1.e-

ro, n o solo en estas al~i sion es e i i su veneración por las an-

tigiias letra s, tan tas veces declarado: rev élanle, más rliie todo,

la admiración que siente por acluellos tr es iliistres italianos

del siglo

s iv ,

de cliyas li~ iel las o sabe apartarse; revélanle

asimisnio siis propias cost~irnbres, u esp iri tii

SLI

atildado

estilo de casta sencillez. H asla

el

epicurismo que echa en cai-a

el rey ainador de l a gentileza 6 su amado corte sano y el niate-

rialismo de que éste desenibozaclaniente hace gala, recuordan

á

Boccaccio, el g ran cpiciireo del Renixcimiento, cuyas tres

iinicas divinidades fueron

la

sabiduria, la riqueza el am or ,

y

liacrn pr ese nlh el desen[ado casi herético de los I ut ~ ir os

hoiilbres del segundo Ren acimiento italiano .

Y

para cliie

la.

se me jan za iuese más completa, Be rnat &ieige vivió tambidn

en la cor te (le

D.

Ju an

1

en intima com~inicación con él,

como Boccaccio en la del rey Robe rto de Nápoles.

S u s elogios de las heroín as [le Ia antig üedad clásica se los

sugirió, sin duda, el libro de

De claris nzulieribus y

el de Ca-

si6iu

oiro<r~/n

¿,

ernitzcira~n lustriz~nz

el auto r del De cn-

nzeronc

asi como en la pintura recargada, crudaniente realis-

ta, de sabor satírico de carácter en. demasía libre de los

(1) ol)c Yi r ~ i l i , i:~ioilis, Oiziili, Oi.aci, Liiclia, Slsci, Jiireti al o niolla alli-os poelcs lc di-

lis: :U clucllllilll bcl.il. \ las tu lias a<iiialla .iiit hiiii1iai.s qiic rio

sir i i i

als sino ckiil>onyi:i';ih

lii i i i i i 1s i i n i i q ~ i : 13 11< 1> \ 'cn t , ,- l'aia m i i i l i ic l io, i i ic i i i iw lirl n di11 c bdic e: al variicr <Ici

sizl<,n.: < i i i

sc

giiaiili>

o

lki Biúl io ceen L'niuers ici írin ,

hajo

cl l i i .

M . S .

. " a r io s c a , zla ri e s

d c ~ l i i i c ~ s - r o s . ;iaiiligi8a niiiner,icioii,Ai.iii. 11.- Ii1.-3. l isle cij i i ic i <:o i liciic, a<lo ii1 8~ ~1 Rnho.

nnmenlJ ecent-c SeipiU r ~ t r i e d . l n i bn l ; ne Canalii; t t i i Ii.atr<li><Ic la C r e c c i d d e l

h o o ~

d e l n>iioia;.nli o ilulaao Del r s fu r i tn n n c iz t d e l n a n i m a s p r i t d e uido ,Le Covvo , q u i

crn

Pnorf

en

l < < c i i r f a f

e

B o l u n y n

e

rie le$ i l e m n n dc s

y u e

l i

forcnJ 'e le i , y

la H i r l o r i n

d e

VVolter e i lr

l < ~ p a c i e i i c

riselrln, rlcl niisiuo Bci. ial blolga.

4

uCai:diii

lo iuaslro

du

aiiior Oi':<li en 105 oliras del qiwl oii lernlls rluc ?u - i i i i iva

iiic

soliii iiioll<lolilnr

n

'id. la tiiuyiiiiica ciliciuii

i ii Uwtor ia

rlc W a l i s r

e

rlr

I L pncienc

G r i s e i d n , pilhliCiidii

nor

i i i i doclo amigo U. M;iriaiio A giiil<i :ii

sii

f l i b l io t e c a r i e abre f e 6

sin-

g i ~ i n r s < f e lan i eo ips

d

i iuscru ie,zguri m o ¿ r r n n , H;ii.celotis, LID lo >\. Verdaguei.;.IWJ.

Page 27: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 27/84

vicios, costunlbres y iu U :~ s if.es de las rii~ijeres, e traiispl-

rentan al punto al despecliaclo a ~ n a n t etaliano

y

las desniide-

ces de

SU

escandaloso

Corbaccio.

P o r otro lado, e s dantesca la bella aljarición del rey don

Ji1a.n

1,

que ta n ariciopado habia sido á la caza, 1 la iiiúsica

y

á

las ar te s ociiltas de adivinación, teniendo

á

sus lados Or-

feo, con una. rota o lira en la mano , y

á

Tiresias, el ciego

adivino tebano, y rodeado de «inolts falcoils e as tors e cans de

cliverses nat ore s clue cridavcii e uclolaven Tort lejanien)); a sí

como dantesca es también la cletallacla descripcion, á lanlanera

clásica,, cle los to rn ientos de los coiirleiia.dos

y

del illfiei-no,

iiiezclada con las creencias cris tianas, que pone cil boca del

inisino O rfeo e11 el lib ro 111. Y para queilada se eche á tilenos

en el

So~~ z l z i

e gusto italiano,

y

para que resulte esliresióii

coiilpleia de SLI primer Renacinliento, acabada síntesis de

SLI

espíritu 3; de sus fendeilcias, se invoca tainbién en él en su libro

11, la autoridad del Pe trar ca eii el tratado De rentediis ~ r t i i u -

p ~ e

ort~incc se aliide en el priniero al

AS/.icr~

de acl~iel n-

n1orta1 esc rit or, del c~ ia l ace aderihs grt~ ridese,logios se

m ~ ie st ra art;icnlar adniirador en sii trad~icciori e la historia

(le W al te r

y

Griselda 1).

Pet,rarcluista también, y asombrado por el triunfo inaudito

que á mita d de este siglo alcanzara el Af?icn del cantor

(:le Ca ur a, poenla. M in o que le valió una serie continua de

ovaciones, cliscle París á Nápoles, los honores de un a coro-

nación solemne y seiiii-pagana, y la adiniración, ray ana en el

delirio, de

sus conten1por6neos, F r . Antonio Can als se apre-

suró

á

an da r tr as la estela l~ in ii no sa e la gloria. tle acluel ins-

pirado poeta,

y

pocos añ os después clo la nirierte de és te es-

cribía el Par- la~nent

e Scipid

e

de

Aii.i6c~l acado (le1 olvido

por esta docta Acatleniia

2 ) ,

obra en la cual se entrelazan

(1) \'id. l:<litarla

d c

U. Ma r ia i io Ag i ii lC .

Si

Filliinuo\.a (011.

iil

11. W I I d i 6

ciicnla

i l c cd.i i81lorei;aiilu i i l ~ r ad o Ca i i s l r , l a ci ial

i l i co I iah c r l~a l< ,ido an l ra

los

> f S. d i a U i l i l iu lac i i c lc l C i i r in r i i i l csce lro , ,lo I lai -co lo iio . . i i

la 11:lt.n i i i I t i i . $1 (a"il<lc) 6,; v c YUC UII &..a CIUC c u t i t i c i ~ c1

accnr

dir . ig i r o1 i i o l r

id1

S e n r ~ o r

o

sengar

d o n

AIJonau

UucP iie

Cnndin,

rorlu l

< c

l l i

en

u ~ r l g n r

ol i t .e lo

i n

honnrnent et

ntr

S c t p i b ~ f i i e a e 4 n i b n l ,

c

In l i n ln l l c i cir6 i.e

e l l s

s e g i ~ l d n ; lira i i id r l i l i i r la

Fr.

I i i l u i i i o C a ii ii ls , < l o

iiii iirdei>.

Cuiil iekic,

eii

o i ~ c c , il ii li il os : l a i ~ i i c r i l ir c ca to vsc i i l i i6

i:i.n~icisco I'< ii~ai.c;~.~~-l ii I O ~ Y C I ~ ~ O10 Sitn

: ~ t s l i t l

d i e i l i i i ia i i io V i i la i i i io \ .a hiihor v is lo

011.0 cú di cc , )'ilc Ia, ri,l., ~ U CO ~ ~ ~ I . C ~ I ~ C1 al>tel.io l' ~.ala<lo< lolii b n l n l l a dc S ~ i p i d . - L a I i c a l

Auode l i i ia d c I l i i onas Lolirs,

i o i i

uy

huaii

i ic i io l i lu, r l ispi iso In ii ii l> i. i:si iin r lc d i c l i i i o l i i i i

eii

Page 28: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 28/84

  6 3

iiilluencias italianas y clBsicas, remiiliscencias del /íf .~cu y

de la aniniacla narr ación , no vu lga r la sazón, del liistoria-

dor patavino.

K o conocenios las obras originales que, sin duda, escribiría

el docto dominico Fr Antonio Canals; las conservadas

son iniitaciones, conlo el Parlunzerzt citado, ó traducciones,

ya (le JJalerio Máximo , ya de la P~oo i d e~ z t i ae-Séneca l),

.a'de S a n Bernardo , y únicamente tenernos noticia del LzDre

de

Z L

conf iss iú cine dedicó la r eina Violante. Sens ible es

la l~6rdi'tl¿;,ú ocultación- de tanto tesoro de eloiiienc ia coiiio

derramaría

SLI

fácil p h m a ; pero, por dicha nuestra, vive aún

aquBlla eii las págin as de oro qu e todos los am an tes de nu est ras

glor ias literarias ad m ira n, del prólogo la traducción de la

carta de S an Bernardo á su he rm ana, dedicado al camarlengo

del r e y D. Mart in, mosén Galcerán de Sentm enat . Leed,

digo mal, recordad aque l soberbio y caluroso panegírico de la

ciencia liuniana con que pretende inducir al noble prócer al

amor

6

los libros,

y

alli ve r li s c6n1o Dios ha. querido 'mani-

festar en ell os la sabidiiria 8 os hombres, la cual es para. el

ent,endimiento celestial m an ja r

g

don divino de la liberalidacl

clel padre de todas las luces, en comparación de quien son

.carbones las piedras jrecio sas, Iango la plata y arena seca el

oro, el sol y la lu na tinieblas

á

la vista, y la miel y el mana

sabroso am arg a .hiel para el gusto; sabiduría por a que mu-

chos hom bres consignen soberanos grados de .honores , y son

lieclios padre s de la cosa piiblica y colaterales de príncipes,

que sin ella fuer an porqueros con el hijo disipador; porque en

los libros Dios la h a en cerra do como en precioso tabernhculo,

y e n ellos Dios, que es incomprensible, es contenido y por

ellos los muertos renacen á vida, y se ven las cosas venideras

c l l o t i i o II

di? i l s

r l lcrnor ins

(p.

üS2 y i o i , I a r c o I o ~ ~ s ,86s. cocar:b#idola al

Sr.

D. A i i l o i i i o

dc lof~ii.oll.-l:ii

imtn

H i l ~ l i o l i? c a i i i v o r s il a ~ . i a a euiii.<la uii i i i a . de os la obra

eii

c l ~ i i i r i l i o

cúd.

i l l i c o o i i l ie t io o1

So,.i,ii de Hei.iia1

Mcloi:.

11) ' lar i i l i iar i V i l la nu svr d i io t ic in

dc

cr la rc i .s i« i i <leSOiioca. de i l i cad i i O. I l a i i i i i i i I l o i l .

Cobcr i indor

de

V a l o~ i c 'a . i11 o r p tw s a r c u i i l c ú<l ic o

tuv

ii

l a r i s i a , l n R c a l

Aw,iili.iiiia ~iii-

i i i i c ~a i t ih ie i i esta n u c r a ii1ii.a (lo Caiinis, j i i i i lo con olras in&<I:las ti< los s ig los x pY xi ;

eii a l l o i i l u Il l a

sus

I e rnor ins la lIljG81, $51

S

B i J B 1:i

CI

~ r o y c d , ~

c

uiio ~ V a e o ~i

I i i i o recn

e l d s i n

c r i l a l r i i c i

;111b3

V ~ S

il llii,

l c . i i i i

d u u

B O I ~ Q O

1 .

C a b l ~ i ~ l d i x l i i c ' ~ ~

o

i l a

cueii ia di?

i t i

~ i i i o ~ oiiiliEi: dc stn \;rr,si<iii d c Cnii;i ls.-Senrebn. lie n P~.ovidenei rc l io i -

riel,

I r c l < iii,nidni ipc'.

Ili.;iz'c

A,i l l in i i i Cai ia ls: i l c l ordc (1s pi.cyc;i<lu ib. iiic3 li.c eti

1;

3;i i ic ln

I o l i , a

1

0 1 1 o l o . o\-i:i.ii;idoi. riel llrl.iiii iIr i ii.

1e1lCiik.m

Page 29: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 29/84

 

y

se tra nspa renta la iiatiiraleza de las celestiales, terkestres

6

infernales;

y

se salva del olvido la ~ l o r i a ntera clel iiiuiido,

y

?

sob re ellos, en fin, los 'cluerUbines tien den sus alas pa ra cluc

el entcndiniieril :~de qu ien los le,?. se silba.

6

lo alto y niice

. .

puesto allí, tlesde una á otra parte delorbe, desde levante d

poniente, d,esde.el sud al mediodía.

Y

después de leíclo esle y

ptros pasa jes, qiie podria iraslac larosdel elocuent~ísiinoCanal:-,

decidme si recordAis e n la prosa (le, aque lla época; galanura ji

facilidad de est,ilo que pueda asen iejárse le, y iin modo de de-

c i r in s niod erno, sin afectac ión ni hipérbal.on violento , ni

mayor fluidez d e expresión , algo anipliiicada

á

veces, e s cier-

.

to, pero siempre agradable

y

regalacla.

Ccrremo s este lierilioso perioclo de la literatura . ca ialana,

qiie parece exting uirse con nu est ra dinnstía nacional,

y

que

lo esc le oro pra aqiuélla, así coiiio par a nliestras libe rt ad es g

1iuesl;ras gloTias; cerréin osle, repito; con otra g ra n figura, la

1n8s colosal cliiieás cle todas,

y

no se tome por retórico enca-

recim iento: la. (le Franc isco Ex imeni s.

No es un hom br e (le1 Renaciniieiito el1 el niás es1;ricto se n .

t,ido de

la

palabra. S i i s obras niiran niAS hacia. la Eclad Me-

dia,

d e a cual giiard an las trad icio ~lc s, a coiifiisa eriidición;

la crítica . crédiila

y

pueril

y

el sabor escolastico, que Iia.cia-

. .

Italia. E s contemporáneo deCa.11als

y

cl'e Bernat Metge , sin

enibargo no se les asemeja en el culto a l ar te italiano, ni en

el aflln de.ren ovac ión lite rar ia. Has t+ en el misnio carácter

enciclop6dico de su

ás

grandioso nionunlento, se muestra

continua.dor en todo del espír itu de la Edad Media, que co -

mienza con la inm en sa labor sintética de las Etir~zo1oyicc.ssi.

lorianns, se afirink con el misnio c a r ic te r e n el Spec r~lu lil

(le Vicent,e (le 13eaiiveais

y

en el Te so ro de Rrunetto Latino,

mapa int,electual cle la ciencia del siglo xrii,

y

se cierra con el

Crcrtiú, si no el último, por lo menos el nuis gigantesco de

.

todos estos esfuerzos.

E n

iiri

cuadro de la literat ura catalana, enip iro, no debe

faltar el nombre de Esi nleni s, pues l solo basta para carac-

t,erizarla y enaljecerla. N uestra ~iv ili za ci ón iii~esl:ra engua

resuc itan e nteras en su mar ivillosa. enciclopedia crist,iana, tle

la cual puede decirse, aun con inás roe611 clue de

San

Isidoro,

nqiiello de yu wr eb ctn~ ibrriti,. et ilzocl~ i iblioil~ eca~lz .211 ello

Page 30: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 30/84

se encuentra coiiipleto e1 rico caudal, el tesoro inmenso

del dominio filológico d e niiest.m .h o y ma ltri ~ta da leng ua,

desconocido por mnchos, negado por gran parte de sus

Ilijos, y por ellos m is n~os , 3nt.o corno por latales circnnstail-

-

cias históricas, dividido cn cuat'ro inlornies jirones, en los

ciiales, pesa r de los falsos -retazosde púrp ura de ajen as cul-

tiiras

y

Icngua. jes con que se han e n g a l a n ~ i o , e muestra to-

davía claraniente la igualdad y labor maravil osa del an tig uo

j~.coniÚn tejido. Leyendo. á Exin ienis, muclias de las iiloder-

nas cuest.iones ortog~áficss, ésicas ó j'graniaticales sonlejan

vanas disputas bizantinas; admiráiidole, se cree iodavia en el

porvenir

y

en

la

vida de nuestra'lengna, amenazada de gene-

ral desconiposición, pasm a parece cosa iinposible inex-

plica.ble cónio un idioiiia tan rico, tan formado,

y

que siguió

tan de-cerca al italiano cn s u elaboración com pleta, como que

se adela iltó en ella al caste llano al francés, no ha.ya vigor¡:

zado SLI esisteiicia, bruscaniente ~ntc rfuinp icla, on la savia

vigorosa q ue brota de aq&llae pSgiiias tan castizas, ta n ame-

nas y tan scncill,zs.

L a civilización aen uin am en te catalana iba inorir con la

desaparición de la dinastía tant as veces secu lar de los condes-

reyes.

Su

testa inen to fu eron 1a.s 6brasininorí:a:les del Tosta do

Ce,tal:iii, del fecuiidisimo obispo de Eliia 1).

Bajo el aspecto cl.é.sico, r l siglo d~iciiiiorluintopertenece

entero

h

la erudici6n: es la epoca de ella g del esplendor del -

(1)

o

~ > i i c < l el i r i~ ia i -sc

i i

a b s u l ~ i l o u i Ea i i i i e i i i s l ue r i i a r l n i f i o a l en i i oc i ii i i c ii l a < Ir: l a r

ub ins d< :

l os

r l i i c

cti

I ta l i i i I ii il ,ion n lrn do la etir<uin<li?lR inac i i i i i o i i l o . Lo que s i I i i t l ~ o s qu

s i manire.ilars>: ii ii li ii il u 1i61.

~ii:iiiia

,le cllar; Tu$ I>a is I> r * lcs la r cuiilrn

su

i i i inoral ospi i . i l i i .

1 Corvnecio eoci,iio

en

1184 y

~ i i i i p

i.oiito ti.aidi> 31 I i ab l a r i l l g i i i , si: I i i i o l a i i ~>opul;,i., ncio

SIIS rcroCI S < l i ~ l r ib a sot811.8 a 6 ~ x i8 l~c8~i110U T I ' ~B I I dc oitt 11 l i oc i l , y si n du< lrt [lill<il PI<C-

~ e i i i i . iis l u i iea los e leu lo l , c ic r i l i iú o1 i lus l ra< la ( i r c l i i f io i i i l i i l h i i sii

11 iur:iioe ralnoso

Libr'e

+les donec . I l o i i a e i o ; coino s i qui s i r rn a le i i i ln r In i i ii ]> l.es idfi d r s il C o i ~ n c c r ' o , o i i i ~ i i s ~ l i i ? i > -

I l 1 <5 l l

C o l l l O

J-R Si?

h3 l l lC l l ~ i l11a

01>1 a

1 tulada:

DC C I ~ P L Su l l ~ . ¿ b ~ ~ .

C ~ 1 1 1 I B l l l b i l iIUiB<ICII

13s

I ~ W I ~ ~ I . O E ~ Sue

c i i

el0;io ú r i l i i ]>e i ' io de l es itiujc:rcs

rc

p r u < \ u j i i o i iCII l i i s dos 1ilel.aliii~;tr

e i is lu l l i i i la y enk i le i in , t losdc I l r i i i io ~ t i s 1 lc r ii ; i l l fa lgc , h' is ta o1 i io to r io Vn ln iansa, i l c l dc C I

de l ' i i larora y las li.;irliiccionei ili <i]>czli?

\ya lt i , l i r * la e l is 6unfo

clc los

Do-

n irr y s l c u i ~ i l ~ l a t i i o i i t gn Cndi rn del

hono r ;

ido

.Iii;tii

l ndr ig i i r i .

do

I : i CRina8 a

qu

I;iiilu

iecui : i i l i i i i la 4 ia l>os i i iú i r y 1;)s idenc d el 1Y l i l i i ' o d a l Sumn i dc I l c ri i at N e l g i .

Por

1s iiiisliiii dpor i se I i ,a i l i i j r rmi i eti calril;iii la Pinrncltri, c l Lleconieiolie ) e l

Co i cn cc io

le Hoccic io.

Page 31: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 31/84

~ c na ci ii ii en to n ia esfera filológica y uii tanto eii la artísti-

ca. LA diiiiración no se Teserva j a líara ka l i t e r a t ~ r ~ aatina,

cle din'eii díaenricliiecida con nuevos atractivos

y

iiiás pere-

gr inos tesoros;, 6uArdase tamb ién p ara las letra s griegas cine

'los sabios bizantinos llev an

á

Italia, como los preciados pena-

tes de sil civilización, cual Ene as ap or ta ra lo s d e 'I'roya

á

las

p 1 a . p ~el Lacio, para av iva r ennif is propiciosuelo los res -

coldos del'saber, en sn cautiva patria a\rentados por la barba-

r i e n~usu ln iana .

Todo ind iia en aquellos días un período de transición, e1

paso de la Edad Media

á

la Moderna: los grandes descubri-

mientos geográficos

y

cient,íficos; la reaccidn co nt ra el l)eripa-

i:ei,isn¡o, repre senta da por la. Creación de la-Academiaplatónica

e

Cosme dc Médicis; el estud io de las be ll ea a, ~ elknico-lati-

na s eii sn s misnios .raudales; la marav illosa 'invención de la

inlprenta., dando alas al pensamiento iinniano, multiplicando

sus fruto s, popiilarizándolos 'y para sieinpre conservBndolos

en indelebles caracteres; la libre fecundidad intelectrial, que

no se detiene en el campo cerrarlo del escolaeticisn~o, ntes se

clilata Ijor las nebulosidacles de la ieosolía y de l a ciba.la, por

los luniinosos senderos de la crítica 6 por las realidades cle.la

e ~ ~ e r i n i e n t a c i ó n ;a vkla artística rebosando poi; todas partes

e n nilevas iorn1as;y sob re toclo esto , éillneclio de es a'fe bri l

actividad y

e

e s a innovación continila, una sed inesiingui-

ble de lo antiguo, tina adoración de la SoJct clásica, supersti-

ciosa rayan a en lo pagano, que hacia consiclerar como pii-

blicos y est Órdinaiios sucesos los hd lazg os

Ó

t r ~ l ucc i o i l e s ,

cada día repet,i'dos, de los Po nt an o, de los Au rispa , cl'e:los Ve-

rona, de los Ficino, de los Bruno de Arezzo,

y

por cima ile

todos, losclel infatigable Poggio, que con sus solas fuerzas

desenterró casi la literatura latina entera.

Príncipes

y

magnates de regia estirpe rivalizaban en re-

compensar liberalniente

á

los eruditos y poetas, óen dispu-

tarles los lauros de la gloria y del trabajo, á imitación de

Salomón y de César, procnraban ilustrarse la vez que con

la

pluina con la. espada. L as brillantes cortes literarias de Cos-

me de Médicis, de NicolBs V, de Alhnso

V

de Aragón, de

Jua.n de .~ a s t i l l a ' yle Doiii Dua rtc de Por tug al casi fueron

conten iporáneus. P o i los peldaiíos del saber sub ía priiicil)al-

Page 32: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 32/84

nlente al trono pontificio Erieas S ilvio,

ó

escalaba la presiden-

cia de la república Cándido Decembrio.

No se escapt á esas entusiastas corrientes (le cultura y de

renovación, á ese culto del ar te, la nueva dinastía que se

acababa de

sentar en el trono arag oné s, ni hizo más que

continuar honrosas tradiciones, pues desde lejanos

tiempos

contemplaba ya el mundo sin asombro en el solio de los

condes-reyes, entreiazados los atributos de la realeza con los

laureles de Apolo. Trovadores habían sido Alfonso 11 P e -

dro 11, Pedro

I V ;

protectores de las letras Borrell 11 y

Ramón Berenguer IV; escritores en prosa Jainie

y

el

niismo rey cerenlonioso

;

amador de toda amable ciencia

Juan 1 ;hiinlanista y orador gt?ntil Martín

el Hr~rnc~rlo

Qué

inucho, pu es , que c~ia nd omás viva ardía la llama del

saber, la dinastia de Trastamara compitiera en esplendores

literarios con las más cultas cortes de Italia, y fuera en

ella el primei. refugio de la ciencia de Rizancio y el más

brillante foco del Renacimiento en el siglo xv mientras qiie

aquí se distinguían Fernando de Antequera,

t a l

vez no sin

miras políticas, po r. la restauración d e . la

cienci g y a

grande D. María de Castilla, por su protección á las letras

catalanas,

g

aquel infort,unado Prín cipe de Vian a amado

por los catalanes hasta el delirio, á quien 'qnizás más que

ningún otro de su regia estirpe las Gracias favore-

cieron

No entra dentro de mi objeto enumerar Lino á uno los poe-

tas adornados con los despojos de la belleza an tigua , de la aca-

déiyiica escuela catalana, quizás superior á la provenzal en

valor moral hasta en sinceridad de sentiniientos; pero ya

que no en sus géneros superiores, en la muchedunibre in-

nlensa de sus secuaces, consumados maestros en el ar te de

metrificar, más pensada que sentida , inás rebuscada que es -

ponhnea, á s escolást,ica que am orosa, mAs pedantesca que

erudita.

Nuestra atención se ha de fijar principalmente en Ausias

March en algunos de sus pedísecuos y poetas

á

él poste-

riore s, co,mo rluiera que las alusiones clásicas se m ani-

fiestan escasamente entre los anteriores á aquel exiniio

lírico, siendo tan sólo dignos de especial n1enci6n Bernat

8

: .

Page 33: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 33/84

Metge 1); el célebre traductor del Uante, Andreu Febrer,

en algunas de sus más vigorosas poesías 2 ) , y aquel Pau de

~ e l l i i u r e , e quien dijo el Petrarca valentinb que p e r

anzar

sa dona tornk /oll.

Quién no conoceá Ausias March, el metafísico, el psicólo-

go, el místico del amor, la gloria m ás grande de nnestra lírica,

originalísimo en tre los más originales poetas de los siglos, de

característica

é

inolvidable fisonomía, grave y pensador como

el Daiite, pero sin su simbolismo y au n más clue él recoiicen-

trado; como el Pe trarca , enanloraclo y embebido con tenacidad

iniatigable en una sola pasión

y

en una contenlplación sola;

mas si11 regalados aromas, sin centelleo de estrellas, sin a ~ i -

ra s cariñosas, sin n~ úl tip les olores, sin imagen eslei,ior que

le distraiga; como Leopardi, cantor melancólico del Anlor

y .

de la M~l er te , ero con sentido cristiano

y

eteiinas esperanzas;

ni cómo hablar sin respetuoso tenior de aquellos solemnes

cantos teinpesluosos, llenos de pasión

y

de encendido afecto,

de soledades y de sombrías tristezas, de desdenes y tardíos

arrepentjnlientos, donde el alma es un vasto desierto, agosta-

do ,.por los desengaños

y

por el helado soplo de la illuerte;

donde la persona amada se convierte enun como símbolo abs-

tracto clel amor, á quien se conteinpla sin los ojos de la car-

ne , sin cuerpo, sin hermosura terrena y con el mismo respeto

con que el creyente entra en el santuario,

y

donde el poeta

despide gemidos de ascética tristeza, ó discurre con avidez

escoliistica,

ó

se recrea en platónicas reminiscencias,

ó

piniu

ltts vanidades de la vida y sus tormentas con crudo realis n~ o,

que se ceba con singular complacencia en la expresión miis

seca, más aspera

y

prosaica, con

tal

de que sea la mis since-

ra

y

exacta 3)?En poeta de tales condiciones, de tan notable

origilialidad y de verdad tan profunda, que se apartaba adre-

de del estilo de los trovadores, qoiper

es nlf

traspnssen

oc

r i tc~t s en vano buscar imitación directa clhsica, aunquo

1 ) Pnnsio

notorta

sticdens

Ooidii~m. Ctiiieio11cro Vcgo-Al<uilá.-Uiik y Yoiiliitinli,

Poe-

¿es

l i p i ? u e ~

nlo nnr,

p.

G

p So h re l pns naicl alniizeric

<le

t a t r q n a t r e , c l c - S e

citan

cii

olla

mtijores

i lRsicai,

GIL otra riua oi

Si..

lil;i o iiiclica,

sc

aiiirio las nvcil luras de

. lasún.-lbirlem.

J)

Meiieiidoz Pclayn oslc iinioi iiictarisico 1. ah?tr:iilo

do

Aiisias Marcl i i ieiic

aircclaiiicrilc do

l i i V i tn A uoua y l i l Co n u i to

cicl

I);inlt.;coii

alyo doi

Ca n c i o > i e ra

d e Pc

l rar ia .

H i s t o r i r ~

Ee

l s

ide s es1Clicas. Toiiio 1. p 391.

Page 34: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 34/84

muestre erudición hunlanista

y

cite con frecuencia los fildso-

los antiguos l),

y

las fábulas gentilicas 2),

y

hable del poe-,

ta Ovidio

3);

pues nada más lejos de

él

qiie las desenvoltti-

ras de este maestro del amor, ni iiiás apartado de su forma

monótona y no cuidada ¿lue los primores de la iactiira homé-

rica

y

virbilia.na. Cuando la risueña concepción anacreóntica

del amor, puesta en boga por Pe trarca , se abre alguna vez

paso en sus versos, desnudos de imágenes, y le sugiere algti-

na alegoría bien pensada, como la del canto LXXII, donde

habla de la calidad

y de

los efectos distintos delas Rechas de

oro, de plata de plomo con

que

aquél hiere, contrasta inme-

diatamente 'con su musa romántica y desgreñada, invocando á

las víctimas de aqiiella funesta pasión:

O

vos mesquins qui

sots

terca jaeu

Dels colps d am o r a b lo co rs s an g u i n en t

Veniu plorant , ab cabel ls escam pats ,

Hu ber ls los pi ls

per

mos t ra r

vostre

cor ,

Com fonch

plagat

ab l a s age ta d o r

Ab q u e am o r p l ag a '1s enamorats .

11)

So uc qiie l os

coiiociii i odos,

i n i l i i s o s l o s que 61 I ls t i is

Escociaiis.

Los i i l a p r i ii c ip a l .

m e n t o cii si is Cants

morals.

V gr. Cant moinlY, pan. , lb1 de la ed ic ión d e C laud i

Borriat,

I l a ~ c e l o i i n ,8130: que es ,le la q u e nie he servido Tiam i s l c o s tu f li o.

Hon es

1 ' a i ig iny d' Ar is tOt i l t roba t

1)

O r i ~ i t ~ c s ,Bncca

y

Plat6

1.0 iio r o c i t tic co rcs p r

m

csles

<loSCiioii i U

i nu l tos n l l res gcs icc ,

e l i

lora1

XI , pBgs

IJG

y

157:

I)o

5 11

[10dl:1.

S U ~ ~ C C BO

dcIC3

d i e i i t

que ' i i

I i ens

íoraiis, os

n l n u n

bo

P i c i i r u s < l i x c l l

ossor?o

< i c l i t

a(

is rals ir i cs 0s p u l u i i s c f l e i i l . . - -

P l al d r n l c l i d i r que 11 no co i i i i i i a l

iio ca do l i l , o l c. . .

2) C a i i l L S S I I I inoii o s p c r it t is s p k s d o L o l l i c 1 fl~iii8.-111 Cant

da Amo r

1,XVI os uiia

lai ga alagoi. in clhsicn, la finita dc asto ]ior;l ti , s i cxc ep l i ia i i ia s 1 1

111

la5 l lec l ias <lo1atuiior do

r luo so I i a l r l ~ r

n el

t c r l o ,

ari l yiic

d i s c u l e . o i e r i a d i 1 Duder

de

cada

dios

6 diosa,

Venus.

Ilaco Ceros, Junio, Nar i n , i's liic , D i ~ n i i , lc ., lirob liclo< ~ i i e uniis r o i i i i i so rc t odos l os

110mbre~

101 dioses.

L o en i ps de l s Doiis c r o l ara i u i ~ s t r a r

car d i i i l r o s i un 1)cucase i i vo l Cir

c i lo ls dasigs

hoi i

C o i r i l u r o l o r

~ o l o i i i i i o s

Ueiis

i

lots

voi: ndorei., etc .

3 ) Uiia sala ver. Csrit

SS1'1 1

rl

Amor:

Ov i d i '1 p rous d i x qu Amar cs crcscut,

olc.

Page 35: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 35/84

A la mitología pide con frecuencia con~paraciones para

encarecer sus males, parecidos á las entrañas de Ixión l ) ,

ó

al suplicio de Tántalo

2) ,

ó

ejemplos de desafortunados

amadores, como lo fueron Ariadna , Dido, Fe dia , Piramo

y

Tisbe

3);

á los moralistas latinos, máximas;

á

los pootas, pen-

sanlientos

ó

imágenes que podrían tonlarse asimismo cual

casuales coincidencias, conlo la imitación del tan conocido

unposlble de Virgilio,

Ante

leoes e/-gopnscei~ti~r.~ z cqilorc

ceroi,

Menys que lo peix es en lo bosch trovat

los leons dins I aygua han llursejorn, elc . ,

Can l

de mor XXVI.)

ó

como cl de clue ha perdido la juventud en cl amor

y

no

lo siente

(4),

idéntico al de los ancianos de Troga en cl

canto de la Ilicicln cuando conteniplan

á

la hernlosa Hc-

lena, y como alguna otm idea que pudiera anto jársenos

lioraciana. Mas á estas pocas rerniniscincias quedan redu-

cidos todo el caoclul de erudición

y

los dejos clásicos del iwSs

grande

y

no dcl rnenos ilustrado é influído por el espíritu, ya

que no por la forma del Renacimiento, de los liricos de la.es-

cuela catalana (5).

( 1 ) Ca i i lXXV di?

Amor:

Cal T ix id i i q u

i l

11u)~lr'e l inuiij o1 fet:c

api es t c r le n i p i 11ro la

la

carll

d o

ilou . . . .

2 ) Coi11

fornl

L\':

L i r cn1i.e carts i i ro pi 3oi io i i ipai 'at

B

Tan la l l i s [iov co i i l i i i u dos ig

(3) C i l i i l

d e

Amo r

xsll :

I l o r i cs JasUii i? ra dsscoiiairoi>(;a

hall 3 T ~ C B O Ul li della(.' >\ l. iadlla

i Yido loc ic l i d oal ic ra i ic i i l i in udiia

q u a l a l r i i h i Eiioai oti c re l i c i i ca

. . .

Cal11 de A m o r s r l i :

Y c I lo ch d ' 8 ~ 1 ~ 0 1 ~ P l ~ o i l r ~1 r o n e l ~ s l o rl a

R o < lu c r ic v o l c li l p o l i l son f i l las l ro

.....

C a i i t d s Amor XLIC:

P i ra l l lus voI~ :h1110ril. pasb al a

1111

bra111

e p c r s c n ~ b l a ? tn o r t T i s l i e i ~ o l c l i>a r io

.

(&) Cnnt

d e mor L I S ,

pi:. GG

3

Coorlas suii l l r i s io t ics c l i i i i cor loAusias &ai-cli, si

so

las co inparn

con

s i i s nuiitei.u

los

co iupos i c i r i c i os ~ io~ t i c i i s ;

ero

iin

s i

EO

li0110

011

iu0111a q11c

OS

uno

de

l os p o c h s

~ U O s

l i i i y o lo

ionihros

pi'nii ios y. do l odo aq l i e l l o quc r i i i cda q iic li ra i . la rc d < lasiis sril i lozas oseci-

Iil st iin d. Si110

t ina

rnr ci ls a l Uagitc, i i iingi i r ia Petrarea, y Uriiciiinenla so s a l v a n d u

aii

in.

e i i c i o l i ~ i d o i lcl icio Aviiali lo IUiinir l: l ' ; i I i l i> do I lo l l r iu i .o, Snti Llahlo, Si i i i Vi.aiicisco y a lgu i i

013.0.

Poro

irlu6

i i i uc l i o s i 11

SA

c i ta Ú i ~ l l ' p i o m8r.qiie o i i i i i ia oce i i d r i , y eii i i l r ü mida in8s

OSClibO C i 110111b1.0

LIC

EU a l l l a ~ l a l l a c l ~ s

S ~ O S

i ~ t c c ~ i l c n l e s , A u r i a sa r i l i

sc

axcod id A si

Page 36: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 36/84

  71

Después de Aiisias Marcli todo parece de secundario va-

lor en aquella legión de

innonierables imitadores, que signen

sus fecundas sendas,

á

escepción deaqucl poeta de tan cen-

drado sentimiento religioso y giisto artístico, de quien dijo

Verdanxa con razón, qo 1 rnuteix Virgili d nquell aprerz-

guern

del valenciano Ju an Roig de Corella, cuya magnífica

o/,ac id, sin rival en aquella epoca, acude sin duda ahora

á

vuestros labios. Es imposible, sin embargo, aun e n an rápida

reseña de la influencia del clasicismo, olvidar los nombres de

Mosén Leona rt de S ors; del notario barcelonds AntonioVall-

manya, ni

11

faii~osa nada reverente Sortfita

en

luhor de

les nzonges de V a l l d o ~ e l l u , onde compara cada monja

una mujer* de la antigüedad, explicando sus hechos en eriidi-

tisimas anotaciones en que hace referencias al Dante,

á

los

T r i i ~ i g o sde Pe trarc a, la En eid a de Virgilio, y principal-

mente las C la r a s mujeres de Boccaccio; de Miguel Ste la,

cuya Conzediu de la sagrucla pnssi6 de Jesuchl-ist encabeza

enfática invocacióii, pidiendo el ausilio delprinze/- A po llo

(l),

y

finalmente, del barcelonés Roinen Lull, Con el mismo Au-

sias March digno de compararse

(2).

Ni la Sor-t de Vallmanya, ni el Consisto ri del ultimo,

pueden ponerse al lado de la dantesca G lor ia d niizor;

de Fr. Bernardo de Rocaberti, la imitación más directa,

y

no

desacertada

á

las veces, de la sublime trilogia cris tian a. Toclo

en ella respira la influencia del Renacimiento italiano. Por

so concepción, por su forma métrica, por

su erudición, por

sus inihgenes, por su estilo seco

y

sentencioso, pertenece de

lleno

á

la escuela del cantor de Beatriz; el clasicismo es allí

d e segunda mano, como el de toda la poesía catalana: n i alcan-

za

á

las form as, ni pasa de un Pedanteseo alarde de erudici6n.

Y esta erudición no reconoce otras fuentes quc las de la cien-

cia clásica de aquellos tres padres del Renacimiento, tanta s

veces citados, á los cuales consagra el cauto VI de su Glo-

misino

n

prodigar,

relatiramciitc

liahlundo, 10s iiomhros

c l~s i c a s mi t o ld s i c o s ; ~

l

repe3

lir

lal l lo los

d c

Amar

y

lo

Vcnus

eii

sus

eoiitus

de amor

r

inomlcs

11

F O C ~ivina1

creman

rlol

rncs

a lt p o l o .

l i n c k i

d

üinor

i i i lus oques musses

h t i ~ i l i rach d . aqiiel ~primrrApollo, ele

2) o Coiisislorá

e

m r

i uiia

lc ori da

giista

i18sico.

Page 37: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 37/84

ri

y

sendos elógios. Si habla de Pirro; es porque el Dan-

te le coloca en el círculo de los tiranos; recuerdo dantesco es

igualmente la presencia de las tres Gracias en los jardines de

Amor; la reina amazona ~ n t i o p eomo roser a c ~ b u t e flor ir ,

está alli evocada do la Th ese ida de Boccaccio; los rasgos

satíricos contra las mujeres del canto VI los tomó el autor

del Cofbaccio,

y

del Filico po nluchos personajes del penúl-

timo canto de este extraño poema.

En su peregrinación por los jardines clonde el dios del

-Am or preside, el poeta halla todos los am antes célebres de la

historia

y

de la.m itolog ía, desde los héroes de Homero

5

los

contemporaneos, despertando de esta suerteun doble interés

.histórico y d e circunstancias que indemniza al lector de las

durezas

y

sequedades de su forma. En lugar de Beatriz, acom-

páiiale una ninfa por Venus enviada, que le dice, clue su

nombre es

d

ls unaunts connxenpa ,

y

al final de su viaje,

en vez de la gloria

ae los bienaventurados, le es dado con-

templar cara á cara ald ios 'Amor, con toda la majestad de

su poder y de su belleza.

No

siendome dable detenerme en

más

minucioso análisis,

señalaré ún ican ~ente omo dignos de atención bajoel particular

punto de vista de este estudio, una tradición sobre Aquiles del

canto V sugerida por el pseudo-Dares; el famoso episoaio de

Hero

y

Leandro, popularizado por un a'H ero idu

de

Ovidio, con

que termina el canto VII, y

con ten~ plado travks de una con-

cepción dantesca según la cual el poeta, por pn milagro de

amor, ve con sus propios ojos Sestos, Abydos y el Helesponto,

que atraviesa

á

pie enjuto con Leandro

y

su conductora;

y

el

prólogo, 'escrito en pedantesca prosa, esmaltado de palabras

latinizadas y de alusiones mitológicas, y dislocado por violen-

tas transposiciones 1).

.'El predonlinio del Renacimiento no se. ha de estud iar

únicamente e n estas alusiones eruditas o pueriles en hartas

ocasiones, de nuestra poesía, nunca con todo llevadas tan

(1)

Para

esla coi.tisin;o e ~ l u d i o e

lo

G l o r i a

d i

m o r

mo

Iio

va l i do rlcl te rlo : i coi.i.cclo

no

eomplsto, publicado

por l docto

Cainlialiu, heiicii i6ritu d c

las

lotias

catalanas,

en

su

E s ~ n i ~ w ~ l h i ~ t ~ i ~ e

e

l l i lerntar e Catnlane,

rleuriCiiii: ctli lioi i, augineti1P.e de

la Co-

mediad

nn or

defrriiiocaberti, etc.

Paris;l&S.

La Glordn da

mor

ocup las phgiiias

77.

Page 38: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 38/84

vicioso extrem o coino en ciertos ingcnios cIe los reinados de

D.

Juan 11

y

de

D.

Enrique IV de Castilln, sino en las obras

en prosa

y

prin cip alien te en las traducciones

6

imitaciones

clásicas-ya que los gbneros histórico y didáctico-moral, en

general, siguie ron la antigua t1;adición genuinam ente nacional

-y

además en los esluerzos delos l iun ~a nis tas atalanes para

resta urar , al ejemplo ae Italia, las lengua

y

prosodia latinas,

rest,auración que fueron los primeros en llevar Acabo en Es-

paña. Ya os he indicado ante riorm ente cómo desde mediados

del siglo antei-ior había penetrado esta corriente ctásica, pro-

cedente de aquella península, en el tronco de nriestra cultu-

ra,

y

aquí me cumple añadir únicamente que no se interrum -

pió jamás, an tes bien experimentó recrudecimientos más

menos sensibles, según fueran las dotes de los ilustres escri-

tores que la encauzaban 6 la proinovían.

Un ario después de la muerte de D. Fernando de Ante-

quera un prócer de regia estirpe-

y

de castellano origen, que

de aquella corte fuera el nihs preciado ornamento que des-

d e Castilla había venido res taa rar las fiestas de la gaya

ciencia, interrumpidas por las discordias que la muerte cle

D . Martín se levantaron para la sucesión del re ino, daba

lu z en catalán, para verterlo luego su idioma nativo, un

extraño l ibro titulado, D e los doce tr ab q os de ~ fd rc ~ tl es . D e

vertladera novedad lite raria califica el Sr. Amador de los

Ríos 1) esta producción semi-clásica y semi-caballeresca,

alegórica

y

did áct ih la par,

y

lo fue en efecto as í para

nuestras letras como para las castellanas. En ella aspiraba

tanto da r conocer su erudición latina; mostrando que le

eran familiares Virgilio L uc an o, Ovidio y Juvenal, César

y Valerio, cuanto su dominio de la forma popularizada por

el cantor de Beatriz, entrando por Ultinio en el campo de la

filosofía nlora l bajo la guía de Pla tón y d e Séncca, de Aris-

tóteles y de Boecio, de San Agiistin y de San Jerónimo.

P o r testimonio del mismo eruditisimo D. Enrique de Vi-

llena, sabemos qiie en ácluella época,

y

antes que en la litcra-

tu ra castella.na, existió , rtunclilc sólo

i i n i r ~ u t i u n n z e ~ z e

rizen-

Page 39: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 39/84

i a n d n una versión 6 compendio dela Encida en lengua (a-

hla na ; quizás parecida al libro it,alianoFati d

Ei~ea a

erial

le servirín

tle

acicate para emprender la suya completa, una

de las más antiglias en romances neolatinos, cpie realizó Q

ruegos del infante

D.

Juan de Aragón, edonces ya rey de

Navarril 1).

P o r ignorar la 6poca de su public&ción. por no estarbien

seguro de sil procedencia, mencionaré tan s61o aquí algiinas

versiones cat,alan s, de las cuales la índole de este traba jo no

m e consiente 'liablar extensamen te. Consta qlieexistió una de

Liicano y que de ella se sac6 otra castellana, conservada con

mejor fortuna que

SLI

matriz

(2).

También se escribió en

,este siglo una tradiicción de las Epistolns L~~ci l ioe Skneca;

que se conserva en el fondo español de l a Biblioteca Nacional de

Paris

(3). Esta última se hizo de otra francesa, como lo dice

SLI

lenguaje, á vneltas de oscuro, sembrado de galicismos, y

( I i .

En

e l g r u p o

de

o l i n s que cori.espuii i lon

i i1 . i~

l i i cn a l ~>r in io l . o r iodo d c l Ro ii ;i ci -

m i e n l o ca l ii l b i i

qiio

a l segundo,

tios

parece

dehcriios

co locar unauo i 's ión I ioc l ia por o r r lc i i de l

in fn i i to D. F i ii r in iie , l i i j o < lo D. Fornaiido de Antncli icra, que

con

c l t ' t ii l o r lc Libro r l e I s o p e r ,

so

I l i z o p o p u l u r i s i m ~ 1111ucs11.a liler:iliira, versiúii que n n "03 alrevomos

h

1l;itiiar cl:isica,

pucs

es

si ih ido

r[ i ic

co i i e1 ~ i o i n l i r e e E s o l ~ or?d iuu lgaha i i iu iu l l i l i i d de I i ib i i lns do o t ras

co-

l ece ipnes o r icn la les

o

In t ino-eclcsikr l icas, qiio: co mo os i ia t i l r a l . l ic. io i

eoii

c l in i l i co b , l> i iln -

i i o r uii psro i i lesco m i i y le jano. F$l t .echn seiiicjniiza

con

h ta o b r a d i d b c l i ca g iia i' <l a o t r a

i r i i l -

ga i ' i rac id i i (le igua l ca rbe lcr dc l l i b r o l i l i i l a dn Uibt ic l rn C ntoni s , que la i i ta autat. idad a lcanzo

e i i l o ss ig l o s m e d io s y

q ~ i o criin scr i i i i u

cspcc io do

catecismo

i i i o r a i , c n l r a ro l a r l o i l o

iiih-

x i i n e s d o Snt it os I~ a i l r s s nii i i i l o l E r .~n g c l i n y

de

li lú so ro s pa:oi,os, cii1i.o la s c il a la s ocupa-

ban l q a r p r ~ le i .e i i t c a s .~ li .i bu ir li is a l f i lú so le l o l i i i n . C o r r i 6 ce li i n bi .i la co r i g ~ n n plailso ci i

IBE escuelas para cnseiiiiiiro

de

l os i i i i i us ; y una <Ic si is v cr i io i ic s rcib I;t d c quc : i~ in ra a -

nlOS i o l i c ie . oub l icada U escr i ta oi i

t GZ.

l e cua l r i i& i lie lk i ida eii l as OCLLOI~ I I LOSi f e ? . d ~ ; o s

..

< z ,,,,<,y

/e,t,, .#,,,,,<,< 2,,.*le.." <,,.l,l.l . > r D l...<::.L: al0 IIcI 11 l.,,,,"111

p

,l,Tl.

2 , r i i sdd i 1 I > i

H

03 I 1 i . r r i ca le <i

> l < r n r . , r i

r v m d o n VI 11.

2

8 . ~ 1 1 1.c'

..:

i:~:.

:il~.i~,.

~ ~ l r ; i i i i r ini>

$10;

.

I:

Il

, l i , i r c . . S ~ ~ : . o ~ ~ a l ,u ~ t o a l ~ ,

i

.S

# w t? l r t

e:

.

. .

~ ~ ~

- .

~ . . ~

~~~-

~ . ~~~.

~.

l a r i ti u so ~ u n r i l o

iii

m;ii iuscrlto' eii l n u i h . N a c . roi ido fr,iiic0a. i i l i lri . 2PJS.-lil 1r.ldiielor c:i

ta lan sigue ore cta iuei i le e l or i s i na l r rat ic6.3 lhastn la car ln SC lI l ; <ier1 ia6salirei.ia i i i i ici in.

I h i t a

a

l o m o n o s

iina hcj.1 iil i i i

d e l c j c t ii [ il a r. 1 t e x t o i l c l a e av la C S S I V os th i i i t o r r ~ i i i i -

11ido sli,ijo do1 rol. ,ISi i'ua lto; co i i estas palabras:

ail ias i i o

os ¡>as

cn

ler be voi.1 l in s ton1 vil"

es ~ e r f e l o q o ~ kra es assaoiial

.n Alxunos

f i a ~ i n c i i l o s lo osbi vo i s i d r i le l a s

i-arias

B

Lii

c i l i o si i a l i ~ n

ii

e l uluseo I l r i lR i i ico,

io

s. I l u r i i e y ,

niiin. S .

Ú<I. Pap el. ,IC7 rol.-Clesin ea-

c i o i i

dc

1860, i i i i i r i . 7.-(\ . Morc l F i i l in : Cncc<lo~rzeles d nuse,~irs es,ingnols d e In Ui6lio-

i 8sqire

Wacionnle d e Pai:ú. Soc cidi i 111, i i ú ~> i 21, Las epislo las t i .a i l i ic ldas soti 4%). Eii l a

i l i l i l i i ~ t o c a ~ l eUe in i i< loO n h la r ia Coleccion i l e d u e u r n e n l o s Ilisl6 ~icor,elc., 187 )sc c i l s n

i i i ias

pirloles

d e S e n c c i '

obi.eujrirlcs

( i i i lm.

%I I .C o r i i i e i i r a ~ i :

e n e e n f o u

.B

h a m

molr

s no i .

I i r IA ~ r ~ r i l ú i iiarcio on odo l a n i i s l i i a o h r a quu se Susrcla en París. Lo i r i r l i e sn e la r a i~ i cn lo

18 i i l ~ l ) n ~ l a t l c i ac ser 31111>8s ab la ViR da s S le comoniar d e l n ~ i s t R o>iodo. MatiOndaz P clay o

qlln l i e i i i i c o pi a d o c l p r ól og o d c l a

S.

enlalRn,

do

Paris, m d i ce q i i c a i n p ie i a ss i : Scnoca

foil

l lor r l ~ 8 ~ 1ex ch l e ( le a l t r c Ss> ' i

hoin <[tic

I iac riotii Ph o l i o i i

do

l a socta i le ls s loyc io i i r . . .

Page 40: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 40/84

  5

que presenta adem ás la sinbularidad de coincidir so prólogo

cusi textualmente con el de la vulgarizac ión de Fernán Péi-ez

de Guzrnán, que

á

su vez la mandó Iiacer de otra italiana; eni-

brollos en la Edad Media muy frecuentes, pe ro no tan dis-

c~ilpablesen una época en que la critica y la investigación

propia comenzaban

á

matar la credulidad y el plagio

1).

A pesar de estos cortos ensayos mitaciones tan distan-

tes,-bien qne contem poráneos

ó

riluy cercanos-del espír itu

y de las tendencias de los ingenios que decoran las cortes de

Italia, nos hallamos

j a

en Cataliisa en plena edad de oro del,

~ e ~ a c i m i e n t o ,n aquella en que rige sus destinos un monar-

ca conquistador, sabio y niagnánimo, d e an alta gloria quc

sólo lograrán eclipsarla los vivos fulgores do la Academia de

Lorenzo de .Médicis, y los mayoves aíin que forman la aureo-

la magniGca del solio pontificio de León

X.

Los vencedores del Atica y de la Beocia acaban de ense-

ñorearse de la Magna Grecia, tierra t,an clásica como la patria

de Hornero y de Cicerón, donde todacia se oyen los ecos de la

elegíaca musa de Catulo y de Ovidio, de los dulces can tos

de Virgilio, y donde parecen renaccr la an tigi ia initología y

la antigua historia; los temidos escollos de Scila y Caribdis,

la gru ta de la hechicera Circe, los sagrados oráculos de Cu-

laas , las ruinas de Ponipeya y de Ilerculan o, las fig~1ra.s e

Anibal y de Espartaco. Acaba de abrir siis puertas al victo-

rioso monarca aragonés la liermosa Parténope, y en majes-

tiloso triunfo, que trae á la nienioria el de los Césares roma-

nos, precedido de apuestas doncellas con albas vestiduias,

arrastrado

SL

átlreo carro por blanquísimos caballos, ceñidas

sus sienes de laurel, recorre Alfonso V las calle s.de la heléni.

ca ciudad, escoltado por valerosos soldados ~ a t ~ i l a n e sara-

goneses, y ensalzado por los varoniles acentos de la musa

catalana, que va á celebrar también su postrera apoteosis

an te fastnoso sq u i to de ingenios griegos, latinos, castella-

nos, aragoneses é italianos.

Con la triun fal entrada de Nápoles en 1443, se abre aquel

il I oriio c o i i o c e r l ~ i u i s u c r uria ior la reforenciu del Sr . l i i iodo r

do

los íos iup. ci t .

t.

V I I p . 27 i iotu inoalisterigo dn

~iio i ic ionar n

e l tcrto La rcrsiúri ia la la i i i i

de

l s

~ I f o r a

l s

d e s e n e c n

curi c l i i om l i r r do L i b r e d

o rtuosus

eoatiinipi. hacha

por

<iiloiiio Il ln? y

C011Sc~~i ldü

n l l n t a b l ~ úrliee ilo l a Uib . Ilscurialo nse rl. 111 2.

Page 41: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 41/84

 

esplendoroso período 'literario que el nlunclo entero conoce

con el nombre de Alfonso V. iQ ~ ié orte tuvo este monarca,

grande

á

la vez que aiortonado,

qu<

poetas cantaron sus he-

chos, qué historiadores celebraron sus hazañas, clué corte-

sanos se clisputaron sus favores, qué eruditos ambicionaron

sus liberales recompensa.sl No bastaba una sola lengua, ni

una sola literatu ra para ensalzar .tan ta gloria, jamás por mo-

narcaalguno antes alcanzada, y allí, rendidos

á

sus plantas,

hallábanse el genio de la antigüedad, represoniarlo por los in-

fatigables er u d i to ~ ue desentraiiaban siis riquezas, la vetusta

y caduca lengua de Honiero

y

de Peric les, I~ ig itiva el a1fa.n-

je de Mahometo, los sabios bizantinos cubiertos con el polvo

de las ruinas de Constantinopla, la musa del Dante, la de

-Ausias March y la de Ju an cle Mena.

Ardi t f ranco y dorzoso llamaba

s

aquel monarca el ara-

gonés Pedro de Santa Fe; el Marques de Santillana dudaba

de compararle 5 Virgilio; Juan de Andújar celebraba en 61 la

gran providencia de Augusto y

de Trajano; Ausias March no

temía que le venciera la adulacihn, él que tan parco

iuB

de

elogios,, lourzt ccq ~~el lui totes lenyues locn; Francisco Fe rr er

le incitaba

á

la reconquista de Constantinopla, y la cristiandad

toda, ansiosa, esperaba de su brazo la restau ración del solio de

Bizancio. Inmortalizaban sus liechos grandezas, en cicero-

niana prosa, nada menos que un Pan orm ita, iin Bartolomé

Fazzio y un futuro pontífice, Eneas S ilvio . El elegantísimo

File lfo recibía de sus manos, por sus gallardos versos, la co-

diciada corona de 'lau re l, las insignias de la caballería y la

honra de blasonar su escudo con las ba.rras catalanas; el infati-

gable Poggio traducía por sil ~na nda to a Ciropedia; el aristo-

télico Jorge de Trebizonda ciir=iba su mayor vanagloria en ser

su bibliotecario,

y el fastuoso rey no se hacia indigno de aco-

meter aquella. maravillosa obra del Renacimiento, traducien-

clo al castellano las E pís to la s de Séneca, incitando al príncipe

de Viaua que vertiera

á

Aristóteles, respetando en sus con-

quistas, cual niievo Alejandro, las ciudades de S~ilm on a, iy-

niiona

y

Mantua, por haber nacido en ellas Ovidio, Cát~ilo

Virgilio l), uspendiendo una batalla y tratando de paz por

1) Viclor 1lala:uev.-Alro isa d e raudng u corre

l i l e r n r i e .

Toino VI1 do 1s iolcc

Page 42: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 42/84

el solo presente de un códice de Tito Livio,

y

hasta según

cuentan peregrinas tradiciones, haciendo callar regalada m ú-

sica para saborear la lectura de un a uto r clásico, buscando su

salud más en las páginas de Quinto Curcio

y

del patavino his-

toriador, que en los cuidados

y

en la ciencia de los médicos,

J' exigiendo que su gentil Lucrecia tuviera que añadir á sus

encantos, para con~placerle, elornato de la lengua latina 1).

Qué sen timientos de entusiasnlo

y

qué inipulsos de noble

emulación produciría aquel espectáculo en el á.nimo de los

eruditos catalanes que desde su pa tria

ó

en el mismo suelo de

Italia seguían la marcha del Renacimiento

y

los triunios de

su soberano á ella enlazados, lo di rjn los nombres de Luciano

Colomer, de Ju an Llobet, de Jerónimo Pa u; de Ramón Fe-

rrer, de Jaime Ripoll

y

Fernando Valentí, discípulos, émulos

ó

amigos de los Fazzio, Tralla, Filelfo, Poggio

y

Beccadelli.

Fué el rosellon6s Luciano Colomer apasionado cultiva-

dor de la poesía an tigua ,

y

en su

Grnmúticcc

en versos latinos

se adelantd en el inten to á Antonio de Lebrija, ya que no en

la fortuna de sus resultados. El luliano catalán Ju an d e Llo -

.bet, con su s dos libros

De

jtbre et reyimine

acreditó sus es-

tudios clásicos,

y

en su obra de Ldyica y

etafisica

su en-

t~ is iasm o por el doctor iluminado. La ciencia jurídica de

Jaime Pau y su amor á las humanidades llegaban á noticia

de los ingenios de Italia, quienes admiraban la elegancia de

sus oraciones, la concisión de su estilo

y

teníanle por oráculo

del derecho romano

y

maestro en las letras latinas.

ci6ii dosusobras,

pjg.

209.Bii este inleresai lle estudio dice Iiaber roc0:ido eslos Llatos

en

el

~ >r i~ i i e riajeque l l i ~o Italia,

y l lu

ilahlan

d s l

Iicelio los guie.5 d e la s ~~~~~~~~~~ as pohlii-

cionos

oti

rcferenciit

k sus

propios arciiivos.

(1) Ciilre otros documeiitos por exl rem o iniiiorliliitcs, rruo

~ r u s b a n

l empciio que puso

nllonso

ii

18 i\<lquisici611

dc

lihros C ~ ~ E ~ C O S ,opiaremos el qiio sollro el particular

se con-

sorva en

el Aicliivo de la

Corona

de

.Aro~6i i (Re:.

tiúm.

general

Z G Y i

lol. 1610). Dice

asi:

- E oi lo dit Seiiyor [Rey r[ue la dit Claver, quoii sia

oii Venecia Y

ciitre iiela, si alii

6 el1

en aitw

P B L . ~

e l l i~ ~ n

e

trol>sseii,os libres domll scrits; los quals lo di1 Seiiyor rol iier la

SUB libreria , qu e sian ben Ecrila ?ertadere o aqiials coinprara

e

li tramelra por aquella llus

scgitra

r ia que por,?,

110

SIieriiiil liarcilus tots.

mas n r i com iio haurh

compratuti 6

dos

ines .

iixi lar lraii>etl'%

o

spersiit los altres.

E

son los libres qucs sc3ueren:-Ouidius,

Me

tha i > i o rpk os e oa rO \ . i i l i us e ias1is;-Epiatole, 0iiidii:-OviOiils, De Rentedco amoris -

Slaeius,

D e

Bello che6ano;-Acl~ilefi

d c

S1acii;-di.gonaurieon, Vale"¡ F1acii;-Orla, Ornlii;

-Sermones, Orati¡;-Enistolce, 0i.ltii;-Poetiea, 0rstii;-Claudiaiiul, e laudibus Scili-

conis;-Ciaridianiis,

Ds

aptu Proserpinm;-Lucritim,

De

noluro

re?.um;-SiliusItalicliS

De

Bello Pvnico;-Elegia ., Propsr1ii;-L'le~iro, Tibu1li;-Yelcrius, Catiillus Veroiien;-

Periicus;-lipigrommata, \'alerji

hlartiali3;-Seiviusi-Donalus

Sap er Teiert t ium;

ek.-

Casleionouo, Neapolis, die XSXI dl aii, aniio mille3simo CCCCLIII

irnnrlur de

los

Ríos

Hisloria cri l i r n

le

ln lil ernli rr ae ipa iro la , 113g.313, toino TI, nota.)

Page 43: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 43/84

  7 8

.

Mayor gloria clue estos ilustres catalanes grailjeábase Ju an

Ramón Ferrer, filósofo y poeta, jurisconsulto y nlkdico,

quien unía estrecha correspondencia con Fazzio, Valla, el Pa-

normit,a

y

otros. D e, su elocuencia alarde6 en su libro De l a ~ ~ -

dibus scientiar~~ria;e su numen poético en dos poemas lati-

nos religiosos; de sus conocimient,os jiirídicos en sus

Senzitu,

ji~risc a ~ ~ o i ~ i c i ,de su amor 5 la ciencia médica, sonlet.ida Ala

autoridad clásicn, en su traducción en verso latino de los

A-forisnzos de H dcr-ates y en sus comentarios inktricos á

las doctrinas de Galeno, micntras que en prosa y en verso

tambihn cultivaba su m aterna lengua catalana.

Per o sobre todos descolló en época algo posterior 1465)

e l famoso lielenista, tal vez primero ent,re los peninsu lares,

Jerónimo P au , hijo del docto Jaime P an , consejero de don

Juan

11

ediicado en la escuela del Panorm ita g e n la de Rolo-

nia por tantos catalanes freciientn.da, y que, joven todavía,

seguía las huellas de Boccaccio en su aplaudido tratado D e

fllcnzirtibl~set rnontibzrs z~triz~sp~e~ispnrzice,haciendo más

farde o stentación en sus epigramas, en sus cartas, en sus

versos, en sris elegias y en sus epitafios de sil inmensa erudi-

ción, de su copiosa lectura de los clisicos,

6

empleando, como su

amigo Tes eo Valenti

y

como el padre de Oste, Fernando, re-

miniscencias gentilicasque lejos recuerda,n las herejías pa-

ganas de Ficino, de Besarion g de Ponlponio Leto. Dan tes-

timonio del cendmdo humanismo deeste conspicuo re~zacientc

catalkn, entre otras obras suyas, su Epigranznza morale, el

dirigido las armas de Aragón

y

d e Sicilia, su T r i z ~ m p l ~ u s

le

Czpidilzc,y

el notable epitafio en que se duele, como buen pa-

triota , de la muerte del príncipe de Vialla.

De esta s~ierte, por medio de sus eruditos, diremos con

u n elocuentisimo tribuno español, la lit ~i ra tu ra atalana en el

siglo

v

establece la re,¡ación

más

estrecha entre Italia y Es-

pañ a, de igual ma.nera que la politica catalana e n la Edad

i\ledia había establecido la relacidn nf is estrecha ent re Espa-

ñ a

y

Europa 1).

Mas no exageremos los lieclios, ni larab solu ta ransmisión

(I)

Emilio Castalar CoiitestaciUii al rliseursodoD. iclor Ilalugucreti u recopciúiieti

la

Acadomia

lispaiiola.

Page 44: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 44/84

 

9 - .

del human ismo en Castilla por la s letras catalanils, ni tainpo-

co el impulso que en 6sta obró, con ser grande, el brillo de

la corte alionsina. En cada nación venia11 preparando el Re-

nacimiento las universidades ji monasterios, que eran otros

tantos centros clonde se conservaloa viva la tradición clásica.

Ni era necesario tampoco de todo punto la existencia deacliie-

lla academia cosmopolita del rey aragonés, para que se apro-

ximara la ciencia clásica del Oriente á la occidental 3; se

pusieran en contacto los ingenios españoles

g

de otras nacio-

nes con los italianos, pues que en gran parte ya lo habían

logrado el preclaro cardenal Carrillo de Albornoz, ioildaildo

en Bolonia en 1365 el famoso colegio de Sa n Clemente pa.ra

estudio de espafioles,

y

n18s que todo, aqiiellas lastuosas

g

es-

plendidisimas asanibleas de Lyón, de Constanza, de Florencia

e Basilea, convocadas en nombre (le la de la cristian-

dad

ó

de la nnión de

Icis

dos Iglesias, las cuales pusieroil en

comunicación á los sabios todos y coincidieron ademhs con

los portentosos t,rabajos de los Verona, Pogg io, A~ii-ispay

Gasparino. E l griego Cryso laras, anticipliildose

á

los bizanti-

nos fugitivos de Constantinopla, iormó cntonces un admirador

entusiasta en el Poggio,

y

uii discípulo ferviente en el famo-

so Leonardo de Arwzo, y éste á su turno transmitía algo de

su saber y de su pasión por la antigüedad

á

los eruditos de

Catalnña y de Castilla, á Fernando V alen ii, y Alonso de Car-

tagena, entre o tros, an ies de que 6stos conocieran los esplen-

dores de Nápoles 1).

En Basilea se encontraron tan~ bidn dos eminentes sa-

bios espafioles: el prelado castellano cuya fama

y

ciencia Iiacia

exclamar

á

Eiigenio IV: «Si el obispo de Hiirgos en n~iestra

corte viene, con gr an vergüenza, nos asentaremos en la silla

de San Pedro.), y el esclarecido calal8n .J uan de Pa lom ar,

canónigo de Barcelona, que presictió por encargo del Papa

(1) E l

Sr.

Amador

da

loa Rios

iiiraig<i

c i i i i

su

aiitoridad. s i empre raspclablc, cl error do

< UDValet lt i 6 Pernaiirla r l i Yalci icia,cu irio le Ilairia: doliiii Lod;i su ciciicia i os iiig,siiius d c

la corte dc dlloiiso lT y qii fud a pi-ir iic ra 1i;iira rlc nlieitrii 1leii;icirnieiilu. Ni iluctu a i i l i -

gi>

1).

GnbrielLlabrCs

ha

piicsto

I i inra

<le

dud~i

ii

siis

criiditas

iiiv-tigacioi>cs

acerca

dc

Fer

l1ul1do \'ale ilí:<liie 6110 sc rclirú i\lalloraa. s u ~,ati.in,eii IVJS cs

decir:

sci

aNua iiiii i i i la

inuoite de Ai e r i o

y cincu

de

1

ciitriida

Ii.iiiiit~81

i

U hlforisi, en Y;ipol<is,

<lila o

rsnliiri

oir 1641. Leaso e l ciirloso arliculu

M i c o

I irriinrlo

VnlenCÍ:

l>u li<:ado r ii

i 1

useo Balear

Segiiiidu i pu e a

'roiiio I; p3gs. SIL$;.

Page 45: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 45/84

- 8 0 - ,

aquella cisinática asanlblea,

y

fiié enviado por los Padres

del Concilio á reformar las universidades de Viena

y

de 130-.

iieniia

i).

Lo que si no p oden~ os egar es cluela mejor y mayor par-

te del Renacimiento nos vino de Italia,

y

que, entre los er u -

ditos italianos,. quedaron grabadas principalmente en nuestro

suelo las liuellas luininosas del Aretino, del Panorinita, que

formó en Jerónimo P au unverdadero lielenista, del fecuildisi-

mo Pedro Cándido Decembrio ó Deziinbre, en quién aprendió

Luis de F enollet á traducir á Quinto Curcio, g de Bartolbme

Fazzio, cuyo tratado D e oiris illustr ibas , ltimos de este si-

g lo , imitaba -Miguel Carbonell, el cronista, en su De oh-is

iLZustribas ca ta la nis sl m ternpeslalis, obra la cua l, debe-

1110s el conocimiento completo del niovimiento clásico de la

corte de Alfonso V, y que lia sido aprovechada por cuantos

Iian querido enterarse de 61 2).

.

Mas ninguno de los autores italianos ante s citados dejó

tan pro fun do . surco en Cataluña g Castilla como Leonar-

do Bruno de Arezzo. Valentí confiesa deberle t,oda su c ien-

cia; el príncipe de Viana calcaba serv ilmente en su celebra-

da versión de Aristóteles la de las Eticas,

y

en su biblioteca

guardaba dos de sus preciosas obras latinas 3); Martin de

Viciana t rad~ icia e Arezzo ás que de Aristóteles, en su ma-

terna lengua catalana Ias E ~ o n d m ic as ; uan Ferrer, al publi-

U) Tarros d n i a t , Dic r ion nr io c le cscr ilores ca tala nes ,

~i

7

21 Se i i iues t ra eii o l l a un proíui ido Lal in is la, así ioiiio oii siis c a r t ~ r ,o i i l r e las cuales , la

~ I U B

: S i l . i b i ~ i

1

d ia an l c r i o r

3

l i ts calc i idas

de

nasic iiil1i.c il c 1603 h li:i8cl P6 i . c ~ \linnz +ii,

sccro tai.io i l o 1). Farti;indn

s l Cn td l ico ,

8oli i.o la lot i i i i do G lni ia da olros Lracoi loti la lcs s l ico-

los 35

~ l l l i% i a i i i i is i r i s l> i redu di? i 8 D;iginiir lotitias

y

l 1i ; t i c o i i vi n c c ii l o ~ i r i i c b a

l qiio oii

SLI

~U I C I I~~~ ~I

l i lb i i) 10ir l0

y

~ s L l l t l i ~ d o

C O I I C ~ ~ I ~ C ~ U

3% ohras < le os

grdli i lc i

maos t i os de

a i i l i -

g i ic< la il . As i lo c l i cc o1 i l o i l n

1

M s t i i i o l

{IB

l o í ; i ri i l li d ig i i i s i t i io sucesor de a p i ic l i ii - c l ii vo ro ,

oti

c l j i t i i i n

r[ii<; oriiia

do i i i s ub i -a i, p u i 61 coi> tanla r l i l igc nc ia oi1udi;idns y siie;idas 6101 olvi-

do. \'id. SU mu;isll.al li.aljajo Oj i i i s~~110 .sn d i i i lo s de l c r o n is ln

cnrn rin

e~ l ro l i g n c l Car -

h uiz cll, i l u ~ i , ~ a ~ o si .ccci l idos d e

su

bio rnn d o cam en ln d n .

íoir:o

1, I l i a l o r i n li bgs. '1.10

6135.-Hnrcol< i1~a,1865. (C~le CC iún c do c i i i i i c i i t o i i i iC d i l oS de l A r c h i v o < lo In Coi.oiiti 116

A r a -

g6n. ' loc i io SS\ ' I I I . ) Bcorii i d e los rosl ; ii ilos op i i i c i i lo s I i is lú r ico s I ; i l i i ios )'< le ski coiros l io i i -

iloiicia liiei-;ii.io

on

ni is iii a leii:un, oii la

iiuo

so l o \ o

on

i c l d c i ú i i

con

los I ionib i .c i iiiis

i l i is1r;iilor rlc sii +jpnc;i, y

ci

psrl i i ; i i lai.coti sii r ;i li io p; i r io nl c I l . Jcr i j i i i i i io I>ai i , t .«t i ii l it i ios a l

l o c l n i

6

l a in i i s~> io~ i s n t e ,

iiios

o1

ci,ito

e s p i c i o

d c i i i i

r l i s i u i s u a i li i l 4 t ii i c o t ia i ios co i is ic r i le

cx1i : i i i i i i t ios oii l da ic r i p i io n < lo 1;1 i i i lo rusa t i l c

flgiii.;i

l i t c i ~ i ~ i aIc Ciii .br ii iel1, [i i i i io i i l ia i-

~ i i n

r ivcs ligadot. nnam ora<lo < lo

ni iostre

I i i r t ov i r

y

<lo i ii leS1i;is :lor ias. Sus.ig;ici<lad c l i l i ia ,

o iii>ci.o,

i io

c o r r i ú s io i ii li v o ~ i l r c . i s s

oi1

s i i l a l> o i i os i i l a il . I l o i poc lo

l

obiw

qi io l o oolocai. ia

Iil a i i o ori i i i i o s l r ~ jpiclii

r iciiii

,101 H oi i i ic imi e#i lo, < la l ionios ar lv or l i r iiu i i o c s o r i g i l l s l

siiyn. 121 Iw i inor ponsam io i i lo do o l la l o l u v o Jo r ú n i ni o Pail . C ~ r l i a i i c l l o s i rv i " de sus aputi-

te3 y

10s

i011711181ú.

3)

Las l i l u l ads s C o m n i e n t a r i a m r erarn gt.q?carumy e " < l a t i r a n n i e n .

Page 46: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 46/84

  >

81

car los comentarios de Sardo Tomás á I a E ti cc ~ & laPoli t icu

del Estagirita, corregía el texto, arreglándole conforme la

autorizada redacción del hnnianista italiano; sobre ella soste-

nía discreta y larga contro~ersiaAlonso de Cartagena, hon-

rándose de ser cspeciul

trlizigo

de aquel discrepfo ornclor; el

aragonés niosan Pero de la Pan da regresaba satislecho de

Florencia, por llevar entre otros preciososlibros, el de la Cct

balleric~

ue ponía en lengua castellana

y

dedicaba al conde'

de Paredes; vanagloriábase con sus celebradas 1Spistolus el

rey D. Juan 11de Castilla, que le enviaba frecuentes embaja-

das y ricos

presentes,

g

por último muchas otras de sus obras

pasaban también por aquel tiempo

13

lengua castellana

1).

Nadie ha parado mientes, clue yo sepa, .con

la

atenciOn

que se merece, e n el movimiento hiimanista de l a s Bal+eares

en este segundo siglo del Renacimiento. La s activas y conti-

nuas relaciones literarias y

nlercantiles que sostenia Mallorca

con Italia, llevaron allá, si no antes, al menos al niismo

tiempo que á Barcelona. sus semillas, JI como éstas hallaron

el terreno fecundado por los esfuerzos continuos del incansable

propagandista de la ciencia, Ramón Lull, que, annque de un

orden d istinto, contribuyeron 5 la general cultura; produje-

ron muy luego entusiastas y iervorosos admiradores de aque-

lla renovación en un Miguel Veri

,

en nn J uan Galens, en

un Fernando Valenti, en un Arnaldo Descós

y

en tantos otros

que, ora en lengua catalana, ora en la del Lacio, siguieron

el $eneral impulso.

Ent re todos los. hum anistas haleares lleva la .palma, por

su reput,aciOn, Fernando Valenti,. conocido generalmente por

4)

e e m p o r i b l ~ a u i r :

d e cabollcrin ,:le bel lo

gotb ieo .

l a

i s a g o g e ,

l a r i i i i sn i r i s npiiiglo

las a l r o y J i l a n 11, < le e s q i i i o x i 5 li ii i i i i i d i l i c c CLI L l i l > r a r ia d c D.r l i n h c l , CIC.er io

o b j o l ~o tiii;i cur iosa i#ioiiu:ralia o1 Oeter i i i i i iav lo i l rs liis ol i rea lodos los efeelos l i l e r a i i us

do l a i l i l l i i o l i c i a < lo

AI.CEZO

II l as l i l e ~ a l l l r n s l~llin~lliill.~s,-.Pde~u Snvros Aiilat

da

no l i c i i i

< l c uiia l r o< l i i c c i d i i ca la la i ia a i ió i i i t i ia dc esto

autor,

e01irundiOnrlola

coii

o l Tesoro do I l r u i l c -

LO Luliiio;

B t i t i q ~ e s

e

Ar is to i i

r

A'ieoninclio

nrrom nsndei per nsestrc U r u n e t

Ln r i ,

o t i .

(2) nr iguol \ ~ r i , 110~18a l i ~ 1 0 I c ~ a t ~ t í ~ i m o ,e csp ii ,i l, ii ron ae i c i i lo , l ie ro c r is t iano ,

y

r luo

I ~ O ~ ~ C I I C C I : ~ ~ l c t l n BIc

OS LI ILI

c10s Vida ,

Sannerero

y P o l i c i a ~ i o ,u i i a t u r a l do Meiiorcs.

T u l

vez

l a s ~ s s ~ ~ i ' a c i o n e s p a y a n a ae l c ru do Rc i i ; ie i in ion lo de l s i ; lo rv , - ll c rado5 i i inyor v i -

c i oso os l r o i i i o cii e l s ig i iion la , -guo eoiiocoiíei

oti

s i i u s l n n i i i i i n nonia; Ic i i c i e r a t i s l > l i c s r,i

iodo dc iral les la, 1 lorinii elRsica i

asuntos

inol;ilcS loina dos d e l Eclcssircrics

d c

l a S a b i -

c ~ ~ L P I Z

c1c

OLUO i i l l ~ o ~\e a U i l il ia , r lhndo lc ~ > i c

ira

s i is ,cc le l> i~adosd is l i cos Is l inos ; r luo

I S.~D L X I ~ UD I c l i v 1 1 1 ~ t v 0 ~ ~

JS

i rensns i ev c i i t i nas . M i i r i d

aslc

procoz i iig i: i iio . cas i ~ i i f io ;

l a cdad < lo d ioc ioc l i o aiins; p i Jt i ICo Angclo I 'o l ic ia i io cnnl t i s u V i r ~ i r i a l i iu o rl e cii

uii

l i l > d ocp i ta l io 1110 l e

ha ilzda

c o n o c i r l an to c o i i i o sus c i is l ia i ia s obras .

Torrus

h i i ia t ,

o p .

c i l . ,

p a g s üw

y

sigs.

Page 47: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 47/84

Fernando de Valencia, sin duda porque se creyii latinizado su

apellido catalán y considerado por igual razón conlo liijo de

la ciudad del Turia. Idas prec io~ asnvestigaciones de un doc-

to mallorquín 1) Iian dejado fuera de duda su procedencia,

fijándola en F elanitx, de Mallorca, ge l c~ir iosodescubrimien-

to cle su versión catalana de las

Paradojas

de Cicerón, ha

venido á aunienta r la confusión qne acerca de él ya existía,

poniendo en tela de juicio su extraordinario saber

y

los retó-

ricos encarecimientos clc nuestro diligentísimo Amador de los

Ríos, que le coloca por cima de todos los huinanistas penin-

sulares.

A

juzgar por el extrarlo cuanto interesante

pró-

logo de las

P u ~ n c l o j u s

lenaban por igual el ánimo de

Valenti e l amor tl

SLI

lengua nativa, á la cual las tradujo,

ccmg á la latina, en la que se declara, no bastante adcc-

trinado, y según parece el culto cl~ic e tribiitara no pasó de

admiración nlis fervorosa que sólida. y discreta. Allí nos

cuenta, con igual Iranqueza, que sus cliscipulos la ignoraban

por completo,

no sin cliie por ello deje de traslucir el presti-

gio, ya r q a n o en lo vicioso, del Renacimiento, cuando invo-

ca la disculpa (reproducida luego liartas veces por los princi-

pe s de la prosa ca.stellana),para cohonestar si1viilgar version,

cle que 12ámón Lull, Bernat Meige, Nicolis Quils y otros ta-

les, y aun muchos sabios ex tranjeros, iis tie ron en lenguas

romances sus n~ á s ltos pensamientos.

El

prólogo de Fernando Valenti

y

su traducción cice-

roniana todavía inédita, se resienten del clefecto de una

inliiación de las formas clásicas sobrado ciega y supers-

ticiosa, la cual le hace sacrificar la construcción catalana

la latina, sin un acabado con ocimiento de una y otra,

y

su-

jetar los periodos á violentas dilaceraciones, huyendo de toda

manera de expresión natural, atropellando la antigua gentil

llaneza de nuestra lengua y castigando de sobra la frase,

conlo su maestro el Are tino, que por ven tura adoct,rinó con

exceso á

su discípulo en este defecto. Valentí adoraba en la

ciencia de acliicl hu-manista y le llamaba ornar ne~ tt e clure-

da ¿ de la lengua latina Ize grega r/ gloric~ze ho nor de la

toscaiza

y sin duda en su escuela aprendió acl~iellos lásicos

1) El p ? i tar lo D

Gi bi.icl

Llahr s

Page 48: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 48/84

desafiieros cine le llevan a l est,rem o de apellid ar k la niadre

del Señor Santis ima' Sibi la , y d.e anleponer en sii pfopio

Iiijo cl iiorribre de Te seo al d c su padre Beiieto

(1).

La

in fl~ iencia e l~ crna ~i id oTalen t,í, eiiidos en cnentn. los

datos a,ct,iiales, no trascendió m i s a l l i de sil patria, ; iio al-

cz i~ zó , ual pretende Arriador delo s Río s, 1iast:l ari.astra.r tr as

dc si la'l11cid.J. pléyade de ing en ios ca ta lan es d e la. corte de

Alfoiiso V. Q ui zi s fue ra Luciario C o li ~ ii c r l íinico rle ellos

rlue se acogiera f t su amparo , c iiando s e tms ladh Paln ia

nc:~ bar os uli,'imos aiios de

i u

vida. Ma s cn cambio lia-

110 digno continu ador c n sri liijo Se sc o, iailloso ju rista -

compilado~, uien colnió las esperanzas de

~ L I

adrc, no solo

en Nápoles, sino en Boloiiia.

Xqui

lc iiniU estrec lio lazo de

niiiistad Jertiniiiio P a u , conquistiiiidose Iania y

admiración

entre s u s conipatr icios

2).

M i e n t r a s ' q ~ i e e nos placeres de Kkpolesy en tre las lison-

j2.s

y

los lilei-arios discrcteo s de sil Acadeinia palatina., y los

liala gos de la lie rmosa L ~ ic re c ia le Ala nyó, olvidaba A1.Eon-

so

V

sus deljeres para.con ~ L Isposa g los catalanes, y se Iia-

cía sorcio

h.

la s an1orosa.s qu eja s de la priniera

y

la s :arriargas

recoiivenciones de los últimos, la ilu stre

D.

María de Casti-

Ila., hij a de un suelo fecundo en gra nd es rcinas, procuraba

siiaviear la s aspet%zas'cntre el iilonarca sus a as al los d e n -

cler con solicitud extrema.

á

los we iiar cs deseos cle SLI ingrato

conso rte, rcm over todos los obstftculos yile el de sam or dc su s

súb ditos opoiiía siis lcja.iias y brillante^, niis que frr ictuo-

sas, em pre sas, dentificarse sob re todo con aque lla lengna.y

:

arl~iella iiltura pa ra clla estrafias, p ero que considero como

propias desde el inornento en clrie la

Providencia

la 11am6

A

1-egir, iiiás bien qiie

d

sil ma rido, los destinos de este pue-

blo

i l~ist,re . l la presidió con varonil f irnicza~ y r~ide ncia on-

suiilada la s cortes todas celebradas en ausencia d e Alfonso

V,

quien apenas conocieron los catalanes; ella a~e nbó ~u ch os

trabajos l i terarios que en su época se publicaron, y i~copiti

11 As i coi>iotri I l a l i a rrcibinn otro3 i i iu c l i os Ir is i io i ri l> i .ec dc I l i c l o r , Ar{iii es, l l r ' r c u -

l e s ,

clc. , rs

ici1

dlnl1ai.c.i

coiitainiiiabn a r r i ic l

i l e t i r i o

renn ienle

l

f tcmi l in Valet i t i .

y . &

iiti'ns. y ol i t i c ol las ii lo Sillalan:a, que

tuvo

un t l o r r r i o y

toda

uiia r l inal l ia i i evr ia~ i ior .

(2) Nucslro Cei'boiictl Iiece dsrn j j

graiideo

eii,qios rl l a e rud ic i :i i i In t i r i i y gi.iuga

<lo

103 in> i l lo r i l i i ines G at~ r ic ClayCs

.

Fcrrei R a i a r d o - \ ' i d Aiiiiid¿r

de

l o s lliori op. c i t .

VI FA-

giiia 107 nola .

9

Page 49: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 49/84

  4

rica colección de obras ca talanas, elocuentísimo tesiiinonio de

que llegó

h

poseer con perfección aquel irlioma, no aprendiilo

el1

11

cuna

1 ) .

Imliosible se l i a ~:giiir en todas Ins obras de este siglo

el predpmiilio del clasicisirio, siu inciirrir e n insufrib le niono-

tonía , piies bien piiede decirse que no hay género liter ario

que de 41 acierte

á

iibra,rse, ni orden alg uno d e la intelectiial

actividad que no ceda la gene ml corriente. Yi io eiupece

aclii6l yue cstos g8neros sea11 po r

s u

índole

6

por sil objeto

campos cerrados h todo viento estrafio, conio la novela calla-

lleresca, donile parece yiic reinar clebía sólo el espiritii gótico

rliie le infiincliern. a l i e n i :~e vida; coino la historia. iiacional,

;irbol s ii gr~ti o limentado po r le. savia clel sent,iiiliento patrió-

tico, coi? ezclusitin de cualquier n.tro,

ó

colllo la oratorir~

PO-

litica inflarriada :.ll calor de los ii1i;ereses de

1:~

tierra caíalana..

Los n~ is nlo s ibkos (le cnhalleria , Unica creación iiiedio-eval

iq~ic es istió la i,ir:mía

rc~zacieirtc ,

rlne se tlesnrrolló lozana.

6

su

propi:~.ombra, pres4ntonnos curiosos testin ~oiiio s n niies-

i r a literatura,, de un iiiaridaje eztrafio, de

una

niezcln singii-

la r de goticisnlo y clasicisnio, que tiiie 1n.s ~ 6 g i n a sonde se

nilrrrin los ainores cle

Cr~r,ictl Gi~clfn

éolgra iuerteiiiente

la reina

y

inaesira. dc iliieet,ias obras de inia.ginncióri, el in-

con~parn.ble

irntzt

lo Blrcrrcl~,.

1 ) Qiac

».a

blilti

i i t

11'13c i i ~ lgi~ i i l

oiivil~iil

por

103 illli l.?%ili 1>01il$~:o.' ~ I C o~ .11 i~111ura

e

si i

y i i c l ~ l i > , qitc

ni>

f i iO

iriil igii;>

piti si l

i I i i$ l i . i i i : i< i t i ida

S ' i I ~ i oslioro

lo

rlciiiiinslrnii cla-

rL,n,c,,tc ~orr,:s~,~,,,,l~t,ci~~,

l, 12

<,,:,1

c

< , I l~S ~ ,~~ t <> f>

cC$ IC ~ A v C I ~ ~ , ~ ~ ~~ I ~ L , I , : , S car tas (\T.'ro-

r ies

A i n ; > l : 013.

c t . 11.

1127): ) s i l ~i:ii liciil;ii bibliiitacii rica c i i o l > i u rs$i:i licna, ii,írtiias ] 8iioi.a-

lcs. Xoi.iblc

os

s in ilii<lii:

y

<lisiiade lc i icrao eii ciiciito Iiaia

Iioiicr fue ra d e

Lela

r i c j u i ~ i o l

erpiiilii cala ldn <ic ailiiclln r:i.o::a

%obci.ali.i, 1-

el tisceiiditwlo d e I ; i

ciiriliiaei(>ii

c n l n l i i i i ; ~

< l i l e

dnlin

l n i m y i;$r,'ir:li,i. ii l a

ciiiilciler:ici<iri,

U i i t i

IlU.io u n a cliiiastia coiisi<lerUdo COIIIO ex-

lracr~jcro,

i ~

~ ~ c ~ ~ ~ ~ s l ~ o c i a

l ~ ci# Ih8 4 71 l i l~ t~os

I K :

l:18r:l11 n

> I ~ I I P I I ; ~

oloccl(>t~:~>riosa, a-

ieci.li,esci.iios

ci

i iucrfro

iii:il?i.lio 1oii:ii;i ,;:>si

l o i l n s ,

r iiilo i:inili.ii aii c;islell;ino. 1Io1ni.i:-

r n n t s i i r:l

i v ~ c i r i o i i l n i;iaico

qiio i io

~iorli;~e i

: ib i i t i i l ; i i i l i :

l i . ; i l u i ~ i l i i s o

Ic t i t i t i

Isiii;i. iiii.is 1:)i s-

rol i i ?

iIr SBiicca:

i i i i

Ii.;il:iiln <Ir

Saii .loriíiiiiiio.

oicicii <lo :SIC liliisofii

(>;igano,

y dos

I luo i iu i ,

i i i i o ilc l o s ciia1i:s Iiareci:

sci.

rl

,Ir

Giiiclii~n<l;i.

:nli.i?

los innl<>l.t s e:llillilt#cs

I I ~ O S

I ~ I ~ I I I ~ R S

O'

, . I IW I :

~ , l ~ ~ ~ r e c : o l l

, , I O

I ~ ~ ~ , , ~ , L

I ~ V O V ,

E X ~ , , , C ~ ~ S ,

r j ~ ~ ~ ~ i ~ l ~

I . C S . U ~ L C

, ~ , : ~ C ~ O , ,

I

C ~ I A -

10.0 i io c i ~ i ~ l o r o i i

a

<ili.ii i:iis:i qiic rlc c n i i l i n i i o r . eii

gcnernl o*

iiimilii cs nc

1;is i > l l i a ~ id..

Inieittnri de la lilii d e lnsetigorn cloiinn dlor¿ri :

re in

( c . l e s

S i c r l i e

c

rle

,Ii.ngO.

h l a i l r i ~ l ~482.

C<ilccciGti ilu

dociiiiioiiloe

I> i r t r i~ . i co~i > i l i l i c a i l n si >

11 Reaisln rlr i lrclt i ior,

RiOIiotecna

y Miireos. l i l i iveiilaiii, si Iiiro c i i

los

< l ia r

II .

l i i ;

I C

y

Q

rlc

ael>iicinl~rolel.(BY,

a60

y

ineqdn le ,iiiit rte d o l o reiria:

Page 50: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 50/84

- S>-

Abrid por cuxlqiiier lado ese libro de oró , que con se r d e piiYa'

fantasía lleva i ~ n p re so l sexcero

y

poco idealista carkcter de

nu estro s escritores en prosa, conlo único resplandor rom an-

cesco el brillo real de n~ ie st ra s lorias de O riente, de cl~iienes

as pi ra ser poéiico reflejo; csc libro , del ciial dijo Cerva1 lt.e~

~ I E er a tesoro (le contciito ym in a de pasaticnlpo, por sue stilo

el illejor del iriunclo, en el que los caba lleros conlen y dueiineil

y

Inuercil en sus camas

y

Iiaceil testamento a.ntcs de su mu cr-

e-elogio peregrino de la. tendencia i.ea1ist.a de n ~ i e s i r a

raza.,-y os convenceréis do crihn acertad a y es ac ta es mi

afirmación. Porqiie desde el prólogo, e11 que sc habla ya de

Hornero, d e Tito Livio y de Virgilio, de Alejandro, de Escipión

y de i-lnibal, y de cua ntos, p ra perp etua rlas, ha n escrito 1a.s

hazeiias de loshéroes , 6 las han ejecutado dignas dc ser cscri-

tas, Iiasta la afectada lamentación que el emp erador hace por la

mu ertedel valeroso Ti/-arzt en la qnesc duele de que no seael

niismo Ovidio cluieii cle su adorado caudillo

dljr~í saim s ersos

csr~zn;lle on tin~ iam ente e. tropieza con nom bres mitológicos,

con clichos. de filósofos paganos. con 11éroes de lii an tigi iedad,

con hazaií is de laIi ist ,oriagriega jr o m an a ; y las mismas don-

cellas

y

princesas hace11 a lard e de pedantesca erud ición y de

ciencia escolAstica, y saben como la hermosa Carmesina prc-

sentar y defende r, con copiosas citas d e sabios

y

poetas, suti-

les cuestiones iie ya los tro va do res llicieron propias,-'

sobre cuál sea ma.yor bien, si valor

6

sabidi~rín.;6 como

P l n e ~ ~ d e m c i w d alaciega celest,ina, ecliar largas y eni;i-

dosísiinas réplicss' j resp ~ies tas, mpedradas con textos de

Aristóteles, Séneca, Vil-gilio, Salomón

y

San Juan Cr i sós-

toino, sin m ás objcto que el de imp lorar la niisericordia del

caudillo afortiinado par a los h ah ta n te s de un a ci~1da.d ma-.

gin aria. con todo, y si n clet,enei-nie encarccc r lo ccr -

vantesco de su estilo esmaltado de rnult,itud de palabras

latinas fclizinenlc acaudaladas por la restauración clásica,

J eni*icl~~ecicloon giros de' belleza

incomparable ,

pocas

obras conozco de sabor inBs real, de m ás sincero natura-

lismo, de espiri t,u n ~ h s atalán, de la. c ~ i a l iás curiosas no-

t,icias poetlan sac ars e de

la

vida de una época determinada;

pues por e lla se conocen, intlrinlent,aria, ar te i~ iil ita r,na-

vegación, pric ticas coriesanas, cos t~iin bre s, ike de familia,

Page 51: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 51/84

los 1n8srecónditos dctalles cloniésticos y, en snina, cuanto

consi it~ i'yó l se r d ailiiell;l sociedad cataln.na, á pesar del

barniz o rienta l con (lile cluiere preseiilArsela. Sii s cu adros

llenos de moviii~ientoy colorido, se nos aiitojaii lierniosos

tapices giit,icos de delicada labor, (lont:le, xl travbs de cando-

rosos ai~rtcronisiilos, obran esistencia j vigoroso rea.lce per-

soiiajes y Iieclios de pasados tieinpos.

E l caráct er escolástico-iiloral de la. ora tor ia polii.icaen los

íiii.iinos arios de la dinesi.ia cii.te,li~nn.,l~ ie ta :í los diciirsos~ le

los regesel tono inagistral de los serniones religiosos, con su.

erndición bíblica

y

ci ta s de Sa.nt,os Padres , Cué l iaciéndose cl'e

día en dia iii:is clásico, ya desde el reinado de D. Martin, que

en su notable panegirico de los cat ila nes rliiiso Incir es ten i-

poránea erudición, y en las Cortes de 1413 leelnos sin soil

presa'clue la contestación al clisc~irsode la corona no fué

otra cosa yne un presuntiioso y pesado serinón latino, en el

cua.1 se veía11 confnndidos 131at,ón

y

Sa.n i\grisiín, Shie ca.

g

Sa.n Isido ro de Sevi lla, el Libro de los R eyes g el de

sc i i s

de C icerón

(1).

E s verdad qLie la His to ria lardó en inmresar en las vías del

Renaciniiento, y que en algíin modo se libró d e la iinit.a.cióii

tlc Ixs iori iias po r Cste int;rod~icida.s, iian tas veces se valio

(le1 lengu aje patrio, conservando sieinpre aqli el'n o aprendido

air e iarniliar y candoroso que herisinna i.odos nucst ros histo-

riado res (le la-Ed ad Media, desde Miinta.ner Ii esi i Tomich 6

Boarles. P e ro ilo .cs iucnos cie rto rliie el espí ritli crítico de

aqnella rev ol~ición iteraria invad ió isrmbién., comu n o podia

nienos, 11n gbnero en que por ventiira n15s que en otro algiino

era indispensable. A principios d e este siglo clclero catalbn

c~ilt~ivaliaficazmente, conio prelim inare s de la Ilistor ia, no

sólo 1a.s lengua s le.tina y gr ie ga , sino la ciencia de los diplo-

inm, de les lii.pidiis

y

cle las medallas,

y

en una palabrii, es-

taba en pleno Renacin~iento 2), y quien d e ello nos o irece un

cla ro testirnonio es cabalm ente el einipAtico Berii;lt Ro ade s.

E l cual pesar (le su eruclición

y

de: ser el prime r iiivestigador

de profesión, de niiestros cron istas, que cita escrtipulosa-

as

ortcr

colnlanns no8'D. Jos Coro le t i y B. JosO Pella 1 223

(Xi

1 .

Pido1

Fita, i d Geri lnr let isej ,

l

spalia

primitiva p. Iü.

Page 52: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 52/84

 

.

mente las Ecientcs cliie coiisiilt.a para la ~v erig,.o acion . e los

origen es, o sea los aiitores griegos y latinos qric se ocuparon en

la

J<sliaiía primiiiva ,

y

rloe escuclriña diligente arcliivos

y

bi-

bliotecas, no abandona jarrlas

las

sencillas iormas de Manta-

ne r, ni aquel tono nar rativ o popular ya tradicional en niiestros

Iiistoriadores, salpicando

LIS

sabrosas pkgiilas de aliisiones

los heclios presentes, de con~ide~acioiiest'inadas sobre los

pasadGs, de oporiunas pinceladas que diestramente caracteri-

zan n11a situac ión ó un personaje y de nn ccndrado cspiritii

cntaliin que no dalia ncinca á su lionrado enipefio de impar-

cialiclzid

y

cle

j

~isticia

.

Otras veces la historia catalana, como e11 T~ ir e l l ucedé,

á juzgar por el elcganie elogio cle Alfonso V de Aragón, úni-

co fragmento importante

rluc t,ranscriben de sus.

A t ~ t i q i r i t a l s

cle

C n t - l i ~ ~ z y a , s p n t y u F t . n n , s n los eruditos que Iian lo-

~ r a d o erlas ( 2 ) , loma fornias criltas y afectadas, en que se

ven trazados los vestigios de la rcstaiiración ac6 tra ída por

Italia. Otras, por iiltirilo,

y y

fines clc este siglo, el genio de

la Historia produce iin liombre excepcional,

cine

si no se ade-

lanta en cl intento 6 Rodrigo Sinc liez cle Arkvalo, (lile pre -

tendió dar foriwa clásica í su

fIistoria

hiqxlnicn le vence,

siil enibargo, en sagctcidad, en amplitud dc miras

y

en alteza

de crit.ica. 12efiéronie al famoso obispo do Elna de Gerona,

cardenal iii6s tarde, D. Juan de Margarit, cliplon16tico in-

signe , varon de est,rao rdin aria infliiencia en los destinos de

sii patria, preclarisimo entre iiuestros oradores parlamenta-

(1) Libre d c l s jb/¿ iltudoi.me~le Ciilali< npa. idiciúii A. 'uil ti . Nu ca lro llu ad cs ii6 iliii-

r h x

c l ~ ) r i # n ~ t . ~ l ) i " l i t l i i t i ~1 1 u m i s m h t i c 0 e s ~ i l i ~ o l , lo ~ ~ . u c b l l l

US

lllis11iilr 18itlahlaS P I I e1

i , \ p

11

11

'17. ,,l)a<liiesl lai'cl> Cal6 ti ' lio vial rinlls i.aiorls sirils oii pcilioa iiiarlircs rliiii

eii lo ilia d o vuy scii trulicii i i s l y ~ i i i siu i l i s

dc;

Cataluni-a; cd r i q uer l e r ei lc

mal t es clr~lt, es

n , . epensarnei it def erj te un gi.nrilibre horl riirb

l

deelnracio d e a p e l l e s escr ip l i i r ' e r ,

o de le8 irilinides rnooedes quen

r r n ch riuleyades

d e nqu ll len> iso p r ro i i i in

dic h ar [u i

twso

n o

h a

Iiies que

1beiir l io.u-Su erudicidii dil i$oniio,

y s u

ar i i i ( le ac i id i r 3 la s iiiiaiiioJ

ruicilcs aiitcntic .is;lo inriic~iti iirios liasaje.i,

y

i? ii lre ~11 0s

I

i i g ~ ~ i c n l r i :1110 1101leja

de sc1.m~ -

curioso: cnp.-. Y, 1 : 31: .iPcr taril i i i la uiuliil ili Giiicritii

rarcii

Iticr

tiiiirir

1io;alscii

uiia Sraii

Iilgla~~rlla).gtllil I>nn;ivonliiralsssnct s I lo rinogali o »oiiall soyoiia I iu 1ii t iobUt rcii la l

n

liipiia riili.'ues

c

oii

~ii7Üiics l lrcs scrip li i ics di:

r.iii

ant iq i i i tn t ,

de

les

11iia 5 h e

oiis

t res -

lisls i:n la

tiii;i

l i l , ro r i ;~, aen es p ro

Doiru

e

m n

caalirdepc<:uniafnolla r i c i c c s c yracias

I I I O SJ C I I Y O I . lnolt ri?i.ei,ente niull iioi>lcc i i iol? vir t~ii is n 1)al inai i de \ lu r [ b ishe

d e

Gerona ,

i l r i i , v i y c i i l l<r r r ~ i i ~ult gi an

q p c i ú

e n e e r c n r oi i t iqui t r i l . - , per unes b a n d e s e

al -

~ I D J llcn

11" lnoll

Iia

r o i o r r e u t

e

iiicn socorre

por

i i a r c r l i l> r ea ,co i . o

sol iio i i

poria Ilari-

1ar.a

2 ) Tor~ . e ~Ami l t ;11. Cit.

Page 53: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 53/84

rios, en tre nues tros historiadores en len gua latina el pri-

111ero.

K i en ciencia ni en erudición sagrada

y

profana, como ni

en solidez y proiiindidad de ingenio, imaginación brillante

y belleza de estilo, tuvo el au to r clnien se le aventaja se en tre

los españoles é ita.lianos de aquellos tienipos, dice de él un

eminente poligraio conterráneo' nuestro l), hablando de su

Te~. lp lon tDo~~lh i ( i i ) ,~en ioria l aliente que presentó al rey

sobre los disturbios .de Cata luña clespués de l a niuer te del

príncipe cle Viana, en los.qrie tomó pa rt e ashz activa y con

espíritu poco iavorable para l a causa qne l o i catala nes defen-

clíiin, años despri0s de Iiaber proilriilciado en la s Cortes de

1454

el 111ás elocuente panegírico,

y

5 la

vez

fúnebre nenia que de

nuestras glorias y cle nue stra pa sa da gr an de za haya sonado

cn Parlarncntos cata,lanes.

La obra que, entre otras cle menor importancia, con más

razón clii derecho

8

Jn an (le Margarit

8

sentarse en tre lo s más

eininentes escr itores de l esc~ iela istórica m oderna, es aque-

lla tan maltr atada por los criticos de los siglos xv11

y

x v i ~ r ,

el Pni~~u~zpdnzenoi-.ledicztdo los Reyes Cat,ólicos. E n po-

cas resplandece con más vivo Cnlgor la antorcha del Rena-

ciiniento. SLI s p i r i t , ~ ~ecundo vive. y palpita en todos s us po-,

ros; e n el modo de abarcar con mirada poderosa

y .

serena la

ixa rch s política de los. sncesos; e n el sentim iento de unidad

espafiola qrie la ani ma , I~ermosa.niente xpresado en aquellas

Iix ses dirigidas los Reyes CatDlicos: ((subiendo al trono de

vnestros padres y progenitores habéis devuelt,o con vuestro

lazo matrimonial á las Españas citerior y iilterior arlnella nni-

dad qne edescle el tiempo d e inoinanos

y

visigodos habian per-

clido, y no log rai~o n ecobrar en medio de sn agitación ince-

nn.n'e»; en la misma concepción sintélica de t ntl verdatlera

'.i-'~~i.iii. eneral; en la man era de dilucidar y planBar las m is

i I i f . ~ i l e s uestiones de la moderna Arqueología, y de servirse

i w n o l i i ins tr~i inentospreciosos [le investigación de Ia G e o -

1 ) P

FidcI Pi la

GL nrunr lc i isc lo Espniia

pr imitiua.

Disiursii leido ni i lc

la

Rcal

Acadcniia Ic 1lislori;i

lid segunda,

18iD:p . 31.

2) El iliisli,ado

{irosbitera

Sr

Goo Iia

public do ur lraduccirin CaYlellaiIa del

Tern-

ptr im Uoinini

c i la nesisl

l i ler ri de Gei.o,tr .

Page 54: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 54/84

gra fia , de la Linguistica, de la Epigrafia y de casi todas las

inoderiias ciencias ailxiliares (le la Historia.; en s i tlesprecio

por la Eclad kledia.,

un

tanto desdelioso

y

soberbio,

y ,

para

tlecirlo lodo de nila. vez, en su e sp íri tu critico y clásica ex-

presión. El al-irió, a¡?ia.desu ilustre biógrafo citado, la marcha

cjue siguieron Antonio de Lebrija, hfariana., Vasco, Moi-ales

y tantos otros escritores de nliestrosiglode oro, cliie supieron

colorear su estilo al resplanilor de la edad

Az~gusten

i bien

no le aventajaron ni alcanzaron en el citar fide lisim an~ enteos

textos origii~alesconlo sostén de la critica, ni en el sondear

las puras y caiidalosas fuentes del repertorio griego, ni mli-

cho menos en su examen comparativocon las del 1,acio 1).

En estos iiltiinos dias de nuest.i.0 desperiainiento clásico ,

hallaiiios algunas a.preciables tradiicciones é imitaciones ca-

talanas de obras latinas, que la imprenta, recientemente des-

cubierta,

contribiigo fomentar y- á popiilarizar. Tales son,

en tre otras que se habrán escapaclo á nuestra diligencia, la de

las A~~tigiicclncles c Josefo, liecha directamente del latin

y

publicada en

1482,

sin nombre dc autor (2); la de Quinto

Ciircio del valenciano Luis de Fenollet

3,

mpresa en Bar-

celona; la del catalái~.l~ranciscolegre, y l a s imitaciones

ovidianas de Corella, figura literaria de notable relieve, dig-

na de cerrar el periodo de la influencia clásica, con tanta glo-

ria iniciado por Canals

y

Be-rnat Metge.

Bien merecen algunos pálidos elogios las ninchas obras

poéticas

y

prosaicas del fecundo valenciano Joan Hoig de Co-

sella, única es trella que en el cielo de n~ ic s tra oesia despide

ráfagas de luz tan viva conlo las

del

que es cn él el as-

(1) l,, k'iclcl b i tn , G,>. GIL.: l> .l & 'l .

(21 Torres b i ri i i t i l c r c ii l i c e x l u i i ~ ~ i i i c i i l i :s la I rnd i icc i6 t i ci n r c f e r o i l i i a l B t i d e r . -

i d p o ~ ~ n f < aspaiioln, l u i i i . 1 1  JS. E l

1 .

Caro-mar d iú l a ii o l i t i ia es l c o rud i lo , de la

e r i s l i >ne id i l u eslii ubrii, cli ic eoi i i i s i i i i i l l c d cii e l l ca ta ce tr.lrliicc i4n (lo 1;is

Aitrig2cdodes

y 110 de l a l i s c o r i a il Jolasefo.

rJJ

3 a I v i G t> ll ar do c i l t ~ n O L 1 ~ ~ 0 l i i i d A c lsk,~c ~ l i c i t i ~ ~ .

<l

\ \ ~ l d r It<cl;~ra imIl+x

4,)-

iiiado

also

dc

Plu ta rco

liara

s i i l i l i r 105 l ibros I lerd i r los r lo la h is tor ia i lo Qu i i i lo Curc io . Taiii-

i i i en con l l esn I i a l i c r se va l i d o o l a I i a d u c c ic j i i i l a l i a n i i d e Podre Candido De c i i i ih ro: y a i in de

o t ias aux i l ia roa . I i i d . ' c i i l o cn la i nsc r j l i c i i i n i i ne l :

ci1.a

[irosenf e1e:atilissinia

6

i l i o l l

oi.n+da

abra d c 13 hystoria de l o r i i i i d r e l'ei. Q i i i n lo c t i rc i o riimo I i y s t o r i a l fuu i l o gi i cii l a l i

e

per

P o l ro i a i i d i d i i d o l a l i

i ii

Ius iA, per L u i s de i c n u l l c t ui la pi'cscii l lc i igununloie i~~nalana.

for ida

o

nia

a h l o i l i t l a t i; l o a i ii

e

rticiiru w s l c l l l ; il lr cs . I i ng li os < l i l i ge n l i i i on l eo r r e l i da :

01?11>rc11li1da ii ka i i ob l c r i i i t a l < lo Rarcc lona

] cr

iora1li.c~ 1 ci.c Y u i a p ic l i e re c . i l i i l i cPci.e

lrii r a v o y o i i c i i c o n i p a n y a i is B ael rc i l c l iiies

dc

Jul io1

dcl atiy

n i i l r ~ i i q lr a c e i i lsv i i i l ~ i i l i i ~

r e ~ l , ~ ~ c ~ > t ,C O W ~ L C S (~IICII ,,

Page 55: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 55/84

tro-rey, $~,i~icoambién que penetró en los secretos de la ar-

nioilia rítinica coi1 arte hasta entonces no igualado. Qliien

I i a p leido tina vez siquiera los. versos dirigidos

i

la Virgen

Madre, teniendo en SLISbrazos sil hijo Jesiis, os- abrasa-

clos encareciiilientos y terrib les nialdiciones qiie su pasión por

Calclesa le sugie re, ni olvidará ac l~iellas egaladas estancias

llenas de unción y sentiniientos, ni s ~ i s rdientes quejas, ni la

respriesta encendida que un amor niás ó menos sincero pudo

'hacer brotar de labios de una mujer in~indana.Conio

clue

no

presenta nuestra poesía enclecasi abos conlo,aq~~ellos,i son

frecuentes e n aquel tiempo en ningiin otrn. Lastimosa-

niente no está 6 la misilia altu ra la sobrado 'acicalada y Ao-

rida prosa. de siis obras inisticas y de sns numerosas imitacio-

nes clisicas, las más de ellas ovidianas, convertidas niuchas

veces en animaclas na.rraciones de carácter gotico clásico 1).

Lejos de mi ánim o negarle flniclez y conocimiento (le la

lengua, y rn is lejos aún ocnltar siis esfuerzos no infruct,~io.sos

para enrirluecerki. y Iiacer cle ella nn tejido de priniores de

dicción, de libertades en los giros y de licencias no todas ina-

cepiables.. Sin embargo, hemos de reconocer que llevo sus

deseos niás al l i de los limites clebidos; que la violentó es tre-

niaclaiilente en el techo cle Procusio de la constrncción latina,

g que por querer ser deiiiasiado artístico degeneró en ama-

nerado y Iiasta en de fatigosa lect~ira.Coinieiiza sentirse

en

41 una especie de gongorisino cl<~sicb ,.intonia fatal de

decadencia

y

miis fatal loclavia parx nuestra le n g ~ ia , quien

iio esperaban más anclios horizoiites donde espaciarse ni

nuevas auras regenadoras.

Igual gongorismo se observa en el valenciano I ~ i se Fe-

nolletly, alinclue en menor grado, en el catalán lirancisco Ale-

gr e en las versiones antcs ciladits. Florecen los dos fines clel

siglo sir c~iaii(:loos hcimanistas latinos cle la corte de AlCon-

11 Soe imihci r , i ioe, ya r lo la r i I le ton id r (us is . ya < le

l 1~

Ie i , o id ni , iiiuostinii

q i i i 1it

niu]

dada

31 esludiu

dc

los

e l i s i c o i s

o

s i ú i i r l u l i

extrtiiios

l os

i is i i t i los i i i i lo lógicos.

l i i i

o l las

allera

coi,

l i l > c r l a< l

i i i i in

dc la l los , dose i . i l i c io i i i?3 yd id logos , ~ i f i6 i idosc la r liiic s gc i i c r a l c s

[lo l a

i A l > i i

a. Ci lu r c i> io iLo r r r i ~ o n r i n t c n l d e

i 'elr'oib

e ULisca

s0iir e l e s ai oaes rle

Aolri-

lea

Ilili.S l l l

r l l ~ r i i n ia r ~ o s i ~ ,

a Isloi.in d e I.enniler i l l e r a i d a o r i d ia i > o X V l l l

i

S IS I ,

L<L

ln tnenlne io <leD1ir.r n l i l l r ~ e Ciiiicrn Idfutain Xi ajainiclo dc ~ \ ~ a r e i s o

l i l

III),

ri

f a u l r ~

de Je oi% lIi.dea (Irl. VIL);

La

fhicla

rle O r f h

( I d . X S I ] : Lafiru lrc

I I

Sillrc

l i l l ~

c1

l l r g Niso lil l l l ) ,

clc ., c tc .

Page 56: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 56/84

so V liabiaii sorprencliclo la riclueza de las formas clhsicas en

siis

misinas i~ientes,cuando e¡ espirltii cle la critica liabia

prodticido talento conlo PI larprit , ciiando el idioma cata-

1811 a.cababa de llegar la mela tle su perieccion, y sin em-

bargo señalan un iiisible retroceso, asi c n e l conocimiento de

los escrito ics a~ igú steos , omo en el dominio de la forma.

Al cl~iedar

ruscsmeiiteinterrunipida-

la i~iarclia e mies-

tras letras por los sentleros del Renacimiento, aun no Iiabían

iibarirlonado sil nlaestro

y

guía el genio de Italia. Luis de

lTenollet en

sn

aiectadisiiiia versión, ttivo nias presente la

italiana de Pedro Cintlido Decembrio 6 Dezinibre que los

textos originales de Quinto C~ircio;Francisco Alegre en siis

alegorías ó morales esposiciones cada una de las tmnsior-

macioiies que de Ovidio traslada, presenta uan Boccaccio

guiando y ~resicliendo l cliilogo sostenido por veintc doctores

antiguos cliie la Virgen le envía . En los brazos de Italia le

alcailz6, pues, nuestra literatura , el golpe de muerte, que la

privó (le gu sta r todos los irlitos del Renac i~nie nto .Desposeída

coi1 la unidacl española,-iimt de las consecuencias de aquel

.misillo Renaciriliento

in

la die ra vida-cle su propia corte;

privada del Pavor de los ii~onarcas;.ediicida esirechos linii-

tes, su decixdeilcia no putlo scr m i s espan tosa y riipicla, es-

tiiiguiéndose de

súbito como lirillante fuego de artificio,

cabalmente c ~i an do a imprenta,

2

la cual se abrazó anhelosa,

antes que la cas tella in, corno tabla de salvación, corria en

su auxilio para ampariirla y fortalecerla.

Rfas cerca clue su herm ana de las f~ ie ilt es e la renovación

literaria, se adelantó ella en fe c~ in cl a~onsu riego sus ame-

nos campos. Y sin embargo, esta venturosa anticipación fué

tan efímera y estéril, como la dc las grkndes glorias politicas

de nuestra raza, cluizis también por demasiaclo premat~ira.

Es rliic no liabia llegado tod avía la hora de la verdaclera

er~ idició n, i se habiail desprendido las letras catalanas de

todas las ligadliras dc la Edad .Rleclia..

Los esi~ierzos e los Villenas y cle los Cartagcnits, de los

Madrigales, cle los Gnzinailes

y

RIenclozas, inferiores por lo

común, ios de 10s Valenti, Rfaigsrit, Jcróiiimo P ~ L IR a -

món Fer re r, vencieron la postre 5 éstos, por el arraigo y

preclominio inconteslable rjue da 1 u11 idiorria la protección

Page 57: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 57/84

real í oficial, jn-incipalniente en acjuella época en que

los reyes iban á serlo todo. Eii los iiltinios arios clel siglo

v

se tracl~iceii

al

castellano ~iii ls obras cl isicas rlue el1

todo 61, y eso qlie

i1.16

iec~ind o, en lengria catalana; y no

cl~lieropasar ni sadelante , ni coilteinplar los progresos cle

los est,~idios de Iiun~ anidadesy de los orientales, valioso

Cesultado del favor del gcaii Cisneros, ni en tra r en pleno

siglo xvr, la edad cle o ro clel Renaciniieiilo espaifol, época

critica y artística por excelencia,

ni evocar los augustos

noinbrcs ile los

Luis Vives, 170x Alorcille, Giilés cle Se-

púlvet:la, Francisco Sáncliez

y

Melcliop Cano,

ni

los de

io t l ;~aqciella serie de poetas Eni~ilos le Vida, de Snn nszaro y

tle E'oliciano, ni por fin las

le

aqnellzl legióii de filólogos

y

p~ecepiisiascliie nilzil intenlntilm liqrrel-e porcilie la coinpa-

ración para nuest.ras letras seria tlesventxjosa,

y

desigual so-

bre loclo en altisinlo grado.

*Significará esto por veiltura

cjue

los paises donde se ha-

blaba la lengua catalana dejaran de tomar parte en las

glorias de este n iovimiento, cluiztrsel i11Lis notableclesp~i8s el

de Italia? Replicarán por

m i

elocuentemente el genio audaz

y sintktico del valenciano Luis V ives, la iecundidad asornbro-

sa cle Viccnte Marin er, hijo hmbie ii de la ciudad del Turia,

la dulce afluencia del alicantino Pe rpiñá , el sabei. profundo

(le1 catalári Hoytoli, I~iinbrera e Trento, la fama del retorico

balear Antonio Lul l, la erudición gr iega el barcelon6s Vile-

ta, y algo niás ta rd e la ciencia eslraordinaria de aquel por-

tent,o, milagro de su seso, de Juliana cle Nlorell, por Lope de

Vega tan liiperbolicainente ensalzatla. No tralo de seguir por

este camino, co~iio luiera que no he venido á lisblar aquí del

I.iun~anisrno n gene , sino de su influencia en lal ite ra tu ra

c?ittzlana. El Renacim iento clásico pd em o s darle por term i-

natlo en los reinaclos tle 4lfoiiso tle don Juan 11, bastante

en él nie Iie detenido para cliie por nlks tieiiipo abuse de

vuestra benüuolencia.

No tenitrii ahora, Señores, que sea muy prolijo eii las bre-

ves coi~sideracion~scerca (le1 carácter general que el Rena-

Page 58: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 58/84

cimiento reviste en nues tra patria, con yue voy term ina r

est e abocetado ensayo.

An te todo honviene dejar inclicatlo, es te le tengo conlo

hecho casi inco ntro vcrt iblc , iilterpre(anc10 la deiiominacion

asaz compleja de Renacimiento, por el con ocir~ie ilto otal de

las dos litera tura s clásicas ant igu as, en lo cual nie parecelie-

nlos de hallarno s todos co~ifo rn?es, lile nuestro s escritore s

de la época de oro solo pudieron contem plar, y aun no en

toda su hermo sora, una de las caras de su doble faz, la de la

cultura latina; sin que nada o, mejor, muy poca parte les al-

canzase clc la influencia Iielénica, la cnal, desnrrollada e n

s l

i~ux~oio.uerza e n el siglo zvi llesó tard e auesii,n patria?; en

ocasión en yue la. lengria de Muil tan cr Iiabia tlcscendido del

solio dc los mon arcas y del pedestal de sil grandeza. Del des-

per tam iento gen eral del siglo dGciniosesto, de

la

verdadera

restauración clisica, de arl~iellayue dominó las n~atcsiasy

mucho má s las fornias, de la maravillosa res~irrc cción e uila

civilización ent era , an te s casi por conlpleto sepultada en el

fondo de los archivos y monasterios ó bajo la tinta.de carco-

rnidos palimsestos,

y

aho ra volanclo co n. la s ala s de la im-

pr en ta por nliindos regiones para aclti4lla ignoraclos, a lgo

pudo entrev er, es cierto, pero i ~ i o y oco saborear la y a en-

tonces decnclente literatura catalana.

M a s s i tan poco fruto recabó de acluella rei~ova 'ción de

la filosofía, de la poesía y de la h isto ria greco-latina, ni de

l

vida artis tica reju ven ecid a en toc1;rs sus fo rn la s por el

soplo de la an tig ua sabidiiria, que en sil pristina belleza

contem plaba el mu ndo absorto; si aquel pocleroso lralito de

inspiración no la librci cle postración tan triste cuanto

inevitable; si iinica entre todas las neo-latinas, no alcan-

zo I i cliclisr de templar y acrecentar s~i'suerzas, coiiio

ellas, e n las ni t i d a s corriente s del nuilieii horaciailo, por

iliiicn la moderna poesía volvió se r reina dc la rt e j l cng~ia -

je de los dioses; si rlc aqiiel rayo l i ~ r n i ~ ~ o s oe la antigiiedad

y

de aquel beso iec~iildono sacó más rico color para la

frase, inás fijeza y dulzura para la forma, y el aire dc aristo-

cratica elegancia que tomaro n luego sus herm anas; en cambio

l~ ie n iiede envanecerse de la gloria de haberse adelantado

en toclo la litera tiir a ciislellana, de liaber sentido an tes clue

Page 59: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 59/84

e l l j 13. necesidad del c~iltocle las iornla.s y visli in~brado

tanto venero de ii~ ag oi ab le iqiiezn, griiacla por 61 gel de

Ilalisi, merecientlo que iiiiitla

í

él, en estreclio abrazo, lja-

seara en nlajest~iosoriunio

y

con la pompa. de los antiguos

vencedore? el suelo de la Magna Grecia.

Qtiecla con es to iiidicudo rlix la época. de ni iest ro verdade-

r o renacimiento no pasó de los siglos s i v

sv

y la inflnen-

cia q ue sintió niás ilirectainente I: L del genio latiiio, y esta

no en tocla,s su s nianiiestac iones n i de u n nioclo serio

y

pro-

f~ ii id o. La poesia, conlo cllieda diclio, nad a conoció de los

primores de la i'actlira lioraciana, ni puede dar se cosa in i s

apartada de la soberbia concisión y del secreto de la arn~oilia

qu e niás cllie nad ie aclivinó el lírico vcnusiiio, qu e las seque-

dades> dureza.s

y

la rústic a aspereza clue hacen, por

lo

co-

ii liin, la n~ ie st ~ raa n clesab'ricla.

.

N ~ ~ e s i r ocnacimieilt,o, es niis italiano. qile clásico, y

iiriestra lite~ *a tiira a qtie sufrio la influencia de la penin-

sula\gecina eiiproporcióil i:a.l vez iliayor q ue todas las europeas.

.Toda 1a.eriidicióii nlitologica cle iiiiestros p o t c ~ s tlc iiuesL

lros prosadores brota lira~iclales n gr a n parte, y en Bernat.

a11etgey eii Rocaberti tuv e omsiúil de demostrarlo, no (le los

iliitores latinos, sino de las obras de los tre s grand es escritores

italianos del siglo

s i u

Da1iie;E'etrarca

y

Boccaccio. Junto

~

estos vercladcros soberanos cle ii~ ie s tr as etra s, clue lo Ilenaii

todo, asoman algu nos eruditos de

la

nlisma nación, que

impriilieil titiella e,n mliclios autores catalanes, tales como

Giiido Coloiina, Cándido Decembrio, Bruno' tle Areszo,

el Panormita

y

Bartolon14 l'azzio,. po r no c itar otros acliii

no tan coilociclos, inspiradores

y

nlaestros de Conesa, cle

Fenollet, de Valentí, (le Jerónimo Pau, de Raiiión Ferrer

y de Carbone ll.'Las iorm as. tan to ritrnicas conlo n o métri-

cas, en aquella época adoptadas, son también principalmente

italianas; el ei~decasílab o ibre

y

encadenado, el mo vin~ iento

~

1116s yilmbico que tonikn algrinos cle ellos, sobre 'todo eil

Corella, la solt~irii.de la prosa,

y

liasta ac(iiella Iiip4rbaton

graciosa

y

menos afectada qn e la de la lengu a castellana.

De Francia es mu y escasa la derivilción c l ~ s i c a ue se in-

iiinde en nuestro orgaiiisnio literario, y -casi tolla ella debe-

mos biiscarla en pleria Edad Meclia,

ó

por lo iiieiios antes del

Page 60: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 60/84

primer renacimiento italiano,

y

a.un reducida ii los asuntos

Bpicos antiguos, con Corinas trovado rescas, de Ro ma, T ro jn ,

Telias Alejandro, 6 groseras im ita eio i~es le Ovidio, ii tina

rliie otra trad~icció il e Stn eca ,

:

e n lg ~ii io s i6co.s au to res

in#s que tal vez yo no conozca. Castilla , por s u parte, no iii-

1 1 ~1 ~6n la iiiarclia y progreso de iiiiestra erudición ant,igua,

sino que'l,or el contra rio, más Iiien por nosot,ros conocit ronse

al18 muclias obras (le la cirilizaeióii pa.gana.. ii pe na s en la s

bibliotecas.&l rey 13

Nsrbiii,

tle

D.

María

y

del príncipe de

Via na se ei lc~ ient rai i er sion es clásicixs cas'ellantis,

5.

escep-

ción de en la del condestable (le F'ortugal

D.

Pe dro, q ue j a

por 'su pu lr e ó por si n~ is nl o uvo ocasión de apreciar de

ter-

n o. etil t~ira.iiiinaiiist,a ile la corte de D. .Juan ; en cninbio,

en la. prin iera mitad del siglo

s v

5. fines del anierior, són

1xtstant:e frecuentes la s vulgarizacioiies casi.ella.nas de a.titores

lat,inos, tonlatías del cataI6n.

1).

Sin que apoqiien n~ ie st roAnimo los janseiiistns escriipu-

los del fa.nloso abate Gauiilc ni rle sus al.dorosos secuaces,

que eii el Kenaciiniento ven la causa (le lad os los inales que

nfligieron a Iglesia primero?; la sociedad más tarde, des-

de la pseudorelorma de Liitero liasta la voltcriau a y cru enta

revolución francesa.; desde el carh cte r a.nticrist.inno (le la mo-

derna filosoCía liasta el paganisnlo del ar ie , no l?odenlos me-

nos d e reconocer,

i t

iiier de católicos

y

de

imparciales,

que

aque l inov iniiento de adiniraciiin eszi.gerado, ina l dirig ido

y

peor entendido, produjo execrables frutos de inn~oralidad

impias alierraciones, en el orden literario, un es pí ri t , ~~e

intolerancia contrario

8.

la libertad del ari.e, q~icialiía de ina-

tar e n gernlen inuclias originales aspiraciones

?

de desfigurar

el carhcte r espontkneo de la eflorescencia poBtica de algu nos

pueblos. P o r fortuna., no pucdcn echarse c rud am ente en rGs-

tro estos cargos al renacimiento cataliin, yu ieis porque

se

vió contrari ado en s u clesarrollo por circuns tancias

histórica.^

y

literarias deshvorables; tal vez,

y

es lo in is probable, por

el teiilple grave

y

sesudo de nuestra raza, q ue opuso obs-

Page 61: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 61/84

táculo invencil~leí lales extravíos.

Aquí

no raya ron, adeiiiLi.s,

á

.tan alto pun to como en 1i:alia las esag erac iones pagxnas,

porqne no 1a:s exacerbal?:i el n~ &lancólico patriótico re c~ ie rd o

de pasadax gran dezas. Aquí, al con trario de lo que siicedía en

aqiiella pen insula , presa sieiiipre de doniinaciones estr:i.njeras,

I n

pi'osperidad política de la. paíria co iria parejas coi1 s ~ ipo-

yeo intelectua.1, si es que no le superaba,

y

no ecli:íljaii~os t

iiiciios

l a

gloria cle los rom ano s ilil os espleiidores de : Ttn-

lia nnl:igna,cjue no eral1 iiriestros esplendores ni

nuestra.^

glorias. P o r eso no fl16 acjuí posible el sacrílego fervor de Fi-

cino, dando cult,o á I'latón; y liiibieya sido t,enido por loco

Pom ponio Le to , c(ae al arroclillarse diariamente ante el ali ar

de lió mulo, adoraba l a iiiajesta.cl de la cesArea Roma; iio

liallara in~ikiclores l ejeinplo de arlilel Sa iiilazaro, que s ~ ip r i -

mía sieilipre el nonlbro de Jesíis, por n o juzgarle asaz M in o.

Los ~ a g a n o sncarecim iei~tos e Valentí, cle Jerún iii~o a u

otro s, er an m i s 11i~ii legniicias de clicción que esp-sión (le

ciego J'anatisnlo

o

vei.daderas' I-1ere;jia.s. 3 in6s fervoroso

de

los renacien tes cat,alan~es,Corella, es el

ás

subliinedeiiiies-

tro s poetas religiosos,

y

el angelica l Veri iio eiilpleó sti iii~ isa,

sino en asuiilos c ristianos.

Con ser tan iliertes 16s cargos cliie se clirigen a res tan -

r a r i ó i ~ agana, en el orden literario, como eii las esferas rno-

].al J religiosa., todavía a lg ~ in a xeiición alcaiiza A iiiiesti;z

litera tura, que nun ca dejó llevarse por fanáticos impiilsos re-

Iiidos con la. i:emplaiiza clel biieil sentido. No encerra .roii a l

a.rte e n formas mue rtas ,nuestros innova~1ores;porc~iie a v er -

dad es que su excl~ isiv ism o o les llevU al punto

de

despre-

ciar la lengua v,tilgar, cua.1 aconteciera en la ipoca cle inayor

I'ervor rerzncie~tte coii la caste llan a.

De

la cual puede decir-

se cliie, poco ante s de qu e p ~ s a r a or gentileza liablarla eii las

tlemis naciones; parece coiiio que se corrie ran de usiirla, o

la eniplearan con encogimiento sas mis conspicuos eru-.

tlitos, J Iiasta el ]>riiicipe cle ello s, el il~e iit isi iiioNebrijn., sc

aílelanta.bi1

k

acusarla cle pobre de palabra.^, ue p o r rie/ztclr.,a

o

p o c l ~ i r ~ ~ iclji,-e.iei,zlnr. oclo lo r / l be

el

art $cio l a l i ~ r o ~ J L -

tenirl.

Muy

de o t r a m a n e r a procedian nuestros escr itores

y poetas, en quienes n o engendro nuiica soberbio desprecio

del romance, que Muntaner Ilainara

lo

pus be l l ca ta la~aesc l~

Page 62: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 62/84

  el

nzoii, ta n ta inagnificencia como decoraba. el a.rle clh.sico.Va-

lenti escribió en ca talán y en Iat,ínindistiniarnente; otro ian to

piidiera decirse de Jerónimo Pa u, de Ram ón Fe rrer de Car-

bonell; Marga.rit eiiipleaba las foriiias clásicas en la liistoria ,

y

con inus itada elegancia su ina.terna lengua. e n los politicos

13a,rlaiiientos. iN i cRiiio ~~ ii tl ic rn nariifis los C ~ ~ ~ ~ R . I I C Cesprc-

cinr su idionia, 1i.ast:l para encarnar en i.1 las iii$ s altas con-

cepciones (le la niente, cu an d o .s ~ i iia.j-or ilósoIo Ramóii Lu ll,

conio con singular acierto 1ia observado Menbndez Pelayo,

Eiié el ~ r i i i i e r o il Ilonrarle elevBndole ileng ua d e l a filosofia.,

anrilando el divorcio e nt re la ciencia y el lenguaje viilgar

consoma.do por lo s eriiclitos, ya desde los pr ii ~ ie ro s ías (le la

13da;l Nreclia,

y

ciimdo en 61 no se desdeñaroii nu is tr os reyes de

dirig irse, as í siispu eblo s, conio los pontífices

y

R los prín -

cipes inás poderosos de la tierra?

Qu e nu est ra lengua, como las clcmhs, abusó en acluella s a-

zón , sobre todo en los escritores de niediaclos y iiltimos del

siglo s v , iio ta n nat,urales' y scncillos conio los del post rer

tercio del si , de la inanía de la imi tació n latina, y se dejó

deslu mb rar en ocasiones por un a eru(1icióii tan pueril como

indigesta.; que n o escaseó las transposiciones violentas, los

pxr6iltesis intolerables, la afectada y perenne colocacióil final

del verbo en la. frase; que se no ta eces en ella., ora cierta

seclnedad d e estilo, or a un a concisión oscuridad viciosas,

7 iina abundancia a t r ~ p e l l a d ~ ~t~niilultuosa,cuindo violen-

ta s dislocaciones de niieiiibros, cuán do la [alta de esponta-

neiclad ó el exceso cle neolog ismos, todo es iiiny cierto; n ias

~ c ~ u

on e sto s defectos qLie iio d esn atu ral iza ron n ne st ra cons-

triicción, l a m á s latina sin duda de todas, comparados c o n

otra s positivas ventajas entonces obtenidas, talescomo la ma-

yor soltura y snriedad en los giros, la mayo r liber ti~d n el

hip6rbaton, In,copia de palabras noble elegaiicia y la armo-

iiia

y

fa.cilitlad que cnracterizan principalinenle los mejores

autorcs clel siglo de oro de niiestri~setras?

Y sin embargo, esa evolución natural, más premataro

y

bien entendida que en ning una otr a litera tura ibérica, pero

Instiniosamente detenida eii so marcha progresiva, se realizó

sin grande esfuerzo, gi-acias á encontrarse el catalán m á s

form ado y gracias las letras italianas, que dalcificaban las .

Page 63: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 63/84

asperezas de una t,ransición sobraclo repeiltina , y que mejor

p r e j~ w a da spo r nna nlAS rerinacla cu ltu ra poiv nn ii ia jo r'co -

nociniiento de los modelos que 1,iaiaban de inii tar, servía11

como (le interniedi%iqiasy atloci;rinadoras en esa labor coiii-

]ilicnda, adiesireildo

i

nuest,ros ingen ios iencer las dificiil-

iacles.

De esta suerte , las Sorilias eruditas

los ileolog ismos iii-

trotlticidos con pretensión ciilia, no nliogan eiitre nosotros,

con una sobi-ada

rá,pida

efiorescencia, lils Sormas mAs popula-

res , ni se da el caso, conioacon tece en 130+tugal'en el siglo 217

de rluc se cr ea ra otra leng ua' literaria. convencional,

i

cluicn

el rey Don1 Dii;zrte dis ling ~i ia oi1 el significativo no mbre de

l i i lgrrq

l a c l i ~ ~ l ~maiite la cual 12 vnlgar pareció tan arcaica,

(pie it16 preciso traduci r clla los cloc~imeilt:,os ficia.les fi11es

(le nrluel mis1110 siglo.

De estos iieolo gis~ ~iosliuilclnn niiestros escr iiores, y sobre

todo los que florecen cerca. en i seguncla initnil del si g lo s\ ;;

corno Martorell,R,ocaberl.í, Corellii.; Aii sia.~Mal-cli, etc ., y aun

de algunos de ellos, introducidos en la Eilarl Media por el es-

colasi,icismo

y

1:is sut,ilezas propias d e él, nos pieseiitaii ejeni-

1110s au tores ta.n a rcaicos -como Ra.iiión Liill. 'l'oii~~abanlosos

er~iclitos p r i i i c i ~ ~ n l ~ ~ ~ e n i ee 'iiieni,c la ti tia., 6 procedia.11 por

lo com iii~d c escritores italianos,

y

sri misma. abundanciil ,

no i.an. da.ñosa conio los giros arcl iilat i~ii zadosdc cierl.os

aiitores castellanos y porlug~~eses,s testiiiionio evideri-

te de que ilo echó en olvido niieslro nat ivo idionia la co no -

cida sentencia de Horacio:

Licuil

s e n i p e r q u e

licébit

Sygna lum p r e s e n t e

n o t a p r o c u d e r e n o m e n .

Y

3110~8., nt es de conc luir, 1x lile parece ocioso pregiiii-

ta r: i i ~ " esgra.cin para nue stras letras yue recibieran iiior-

tal golpe en su esisteilcia-del cua l Dios cliiiera acierten d

c ~ i r a r l eos esf~ie rzosle t.odos,-coi1 la privaci61i de nues tr a na-

cioiialidatl politica, a nte s (le qiie la o bra del i3enaciiilient.o

liubiera]~roclucido ,odos s ~ i srutos? Tengo pa.ra mí que si lo

fuA, y s i n o idcur able, cuando nienos de dificilísimo remedio.

No cabe duda que el baiitismo / -ei~acic nle ino li ser como la

Page 64: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 64/84

patente de nacionalidad literaria que Koiiia,desde s u tuinba ,

concedió á siis hijas e n cua nto l as vid may ores de edad y dis-

puesí:as enlpre nder el vuelo nuevo s mu ndos

ó

á

preparar-

se l ilhs alto s destinos. Tal vez líoy ser ia un heclio la anh e-

lada unión ibbrica, si la ancxióil de Porlugal, en l n p r de

realizarse en los tiempos d e Felipe 11

es decir, cuando

ya

la

lengua y la lit er at ~i ra usitana s se Iiabian fortificado en las co-

rrientes del Tib er y del Cefiso, huluieqa ocur rid o al tienipo que

el desposorio de Isabel de Fer nand o. Porq ue Renacimiento

no significa sólo resurr ección liter ari a, sino renovación coin-

pl et ;~ n todas las esferas de la vida, y enc ierr a cii su complejo

sentido tan ext rao rdi nar ios sucesos, conlo el casi t.otal conoci-

iiiiento de nuestro planeta , la invención de la iin pre nta , la

iiidependencia filosófica, la mue rt e de la s libertades medio-

evales, la difusión d e las anl igu as lenguas

5

nuevos continen-

tes

y

la realizaci0n de los ensueños de unidad cesárea;

y l

pueblo que se halló entonces libre del todo en su coilstitación

politica

6

integro en susfronteras y diieño de u lengua.je,

recibió par a siempre en s i l espíritu los gértileiles renovadores

de tan tas inflnencias

y

en su organisino la savia rcgeilera-

dora de tanta s corrientes de vida,

y

e n una palabra, cambió

el traje 111edi.o-eval por el moderno de otra ciyilizacióii, pa-

sando definitivariiente de prolongada infancia

á

mayor g du-

radera edad viril. Mas ei que, cual el catalán, experimentó to-

das estas niodificaciones como de recliazo y formando parte

de otro organismo más i i~ er te ,más viviente, y con mayor

cohesión constituido, asimiló entonces su vida 6 otra vida

superior,

y

se privó en adelante de existencia propia, ro bus-

ta y estable.

Adeniás, se ha d e tener en cuenta que nuestra ra z an o se

Iiallaba uiiificada conio l a castellana

J

la portugnesa; porclue

a l extende rse por Nlallorca y por Valencia, li ul ~ o e confede-

-rar-obligada por s ~ ispecial iilodo de ser político-estospai-

ses, e n lu ga r de asiinilárselos, conio 1-iicieron Castilla y Po r -

tugal con todas s ~ i sonquistas.

Y

lo peor de. todo es que, al

pa rti r en tre s fraccion es seilii-autónoiiias su iiacionalidad, des-

t,ruyÓ,

ó

porn1ejor decir, ame nazó serianie nte la futura unidad

de la leil g~ ia, on este forzoso regio~zcilis~izo omo diriamos

liop;

y

iioporclue niinca, felizmente, hay a dejaclo (le s er uii s

1

Page 65: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 65/84

la catalana que liablan ilia1Iorcluines.y valenciaiios, JJ Iiabla-

nios nosot,ros, sillo porclne habia. de lial sgar n i i s cltie no lo fue-

ra

i

aquellas regíones (pie, no t,enieildo it lion ~a ropio, sino

importatlo, Ics dolía bautimrle con el nombre (le una comarc:i

cl~rien n o coiisideraban coi110 cabeza, y iiiadre, sino coi110

lierrnana. iCóilio explicar de otntauér1:e la es ist ei ~c ia e estas

[aiil, isticas lenguas lenl osina y valenciana, que no se eiicueii-

trnn eil ningúil iiia.pa filológico y (pie no reconoce11 m8s or i-

gen rlne una pneril vanidad á une. inconcebible ignorancia

por pa rte e niiiclios escritores?

:

Agregad

i

oclos esos males, que explican nuestra dasapn-

rición del niimero de las ilacioiies eu ropeas , (lile e sa iliisriia

raza, no uniticacla eil Espaiia, tciviera

iii1

pié en liiczncia

J

otro en I.talia, y os convenceréis d e q ne la naciúil catalan a,

conlp~iesta e eleiiientos tiin Iiei:erogéneos, ba~itizadacoi1 un

nonlbre ii.rt;ificial, adlierido

ti11

pueblo para ella ext raií o,

que no se ~~r eoc upa bn118s que de sus fueros y la m iraba con

recelo, constituida por tresreinos y otros esiailos ~ilt rain ari-

nos, en que se liab1,ibaií tres leiiguas distintils, j privada poi.

s ~ iit,tiación especial en el Mediterdneo, al igiial que las

repúblicas italianas, de extend er sil idio~iia. en~iinanient,e

nacional,-cnal el iiiisillo Portu ga l pudo hacerlo-6 nuevos

coni,iiientes, liabia de q iie~ lars e rz os ail ien te sin propios des-

tinos y sin liter atu ra, en acluella er a le la creaci6n de la s

grai~des.iiaciorididatlespolit,icas y 1itei:arias.

l3ieii podeiilos do lernos de tal1 t ri sl e sueri:e, auiiqiie iicci-

tenlos soberanos decretos prov idenciales , ta l vez irrevoca-

l~ le s , in que s e toineil. k rmala pa rt e riiiestras ls~ ilen tac ion es.

Bien podcmos iuirar con filiales ojos de amiuga conlpasión

:i

a

i11ú.s tlesdichacla de las le ng uas neo-latinas, que se sentó

u11 dia en el solio de los reyes, ; en las cktedras cle los sabios,

y

en los sit,iales de los n1h.s libres pa r la ~~ le ii to sel n~uiitlo ,

bajo el dosel tle todas las cortes meridionales, y á la soml~i a

del lDart,enón

y

tle la Cadnieii., al co nten ~p la rla ioy con I i

túnica. de esclava, ar ri n~ ad aunto al Iiogar clonlést;ico, desce-

liiila su condnl corona

y

su régio manto, Iiriyendo de los

sli

loiles do la

1117

de 121s plazas y calles doilde en otro tieinpo

i ilil vigorosa tronari~..Bien podenios con~patlece rla, epito,

y

acariciar 1egitima.s esperanzas de iest anració n y de desa.gra-

Page 66: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 66/84

vio,

y

liacerla reina y sefiora de nnestros corazones, sindes-

garrar por eso un solo pliegue de 121 g lh io sa bandera qiie nos

cobija: que no liay nada más doloroso

y

repugnante, Señores

académicos, para la dignidad liu n~ ai la para libres inteligen-

cias, rlue asistir esas ejecuciones le n ta s de los idiomas,

que el cesarismo centralizador nos tiene por desgracia acos-

t,~inlbrados, rivanclo, como dice Ticlmor 1); al miindo de una

parte de su pensanliento y nosotros misnios de nnestra Iie-

rencia intelec t~ ia l, la que tenemos tan to dci.eclio coino

acluellos que la destruyen.

Mas recordemos que la postración a c t u ~ le nuestro idioiila

no se remedia con llorosas elegías , y con ciega y estéril ad-

iliiracici6i1 cle nues tras pasadas glorias, evocando todas ho ras

y

convirtiendo c n l~ ig a re s omunes

y

retoricos nombres res-

petables cine se achican y acanallan fuerza de manosearlos.

Sepanios, ;tnte todo, niult,iplicar noestráac tividad

y

fortificar

nuestra constancia, para alionciar mas más en los secretos

de niiestra historia política y litera ria, para remover de cori-

tinuo el campo donde enterrados yacen tantos tesoros lin-

gü ís ti co ~ , ara sacarlos la ltiz

y

la admiración

de

los con-

teinpoi. neos, ara prestarnos mutuamente sincero

y

desinte-

resado apoyo con fraternal amor.

y

catalana Llaneza. Cuidé-

monos también (le alzar el pedestal de nuestra literatura, más

que el de nuestra propia personalidad, que no tiene nlás valer

ni 1118s brillo que el que le prestai ilo s,gran de s ideales B qiiie-

nes sirve; clesarraigne~nosde nues t~ocampo las facciones

que le cinper~ueñecen, trabajemos por el arte con abnega-

ción y entusiasino inagotables, llevando en nuestro cinimo el

convencin~ieniole que todas las lenguas y todas las literaturas

caben en el grandioso templo de -la belleza, porque no hay

para ella lenguas parias ni liter atu ras desheredadas; y sobre

todo, Señores acadéinicos, apliquemos de tina vez la hoz ho-

~ a c i a n a las malezas del artificial jardín de niiestra poesla

contemporánea, aliogatlo por una vegetación

ni l

sana

y

por

cuidados indiscretos cle tienden atropelladamente producir

Page 67: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 67/84

iniicho, niás que

6

producir bien, y que los l in~p idosauda-

les de la pureza

y

de la seilcillez clásicas, cjue no se ag ota rán

nu nca, porque de rivan le la iiiisnia iilexliausta fuente de la.

belleza y son celeste rocío del ideal qu e acari ciar8 sienipre el

a r te huiiinno, vivifiqueii la. inspiración cle nuestros ingen ios

que, conlo los an tig uo s escolást,icos, languidecen en las llanas

luclias de los poeticos certHineiles.

Page 68: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 68/84

CONTEST CI~N

111 1

SR

V I D L D E V L E N C I N O

Page 69: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 69/84

4h

@ \S son [le jiihilo, para los que vamos rlescendiendo la

pendien te de la vida, aqilellos e11 cliie la Acadenlia ab re stis

puertas á los que , por s t i sn~ér i tosingulares

y

por SL Saficio-

ne s ntiilca des me ntid as, Iia juzgado dignos d e ocirliar sitio

pre fere nte, en tr e los qu e consa gra n sris vigilias al esl.~idio lc

1a.s ma teria s rlrie son objeto de nu es tro I ns tit uto . Ha.y e n ello

algo clel regocijo legitinlo y (le la satislaccióil placentera con

que el padre de fainilia amante

y

previsor ve penetrar en e1

Iiogar doméstico, ceiiida la fren te con los laur eles conquis-

laclos en 121s au la s ~i ii iv er si ta ri as , l niozo iiiiberbe que , tra s-

puestos apena s los linderos de la juventud, garan fia oirecc,

por sli. cor dar a y sensatez, de qiie sab rá conserva .r,

y

acre-

cen tar tanihihn la pingiie herenc ia acnm ulada en el tran s-

curso de los t i e~npo s o r s ~ i s adres y i~rogcnitores .

Y

si esto acontece todos los dias y á cada inonienlo, ;(liih

se rá c~ iai ld o l qu e pisa estos iimbrales llega Bellos por clere-

clio propio,, n i i s bien rliie en v irtud de elección Iiecha libre-

iilente por la Academia De mí sé dcciios q ~ i e an sido me-

nester todo el rigor de los precepto s reglam entarios

y

totlo

el poder de los dulces lazos del afecto y del con ~p aiier ism o

qiie m e une n con el Aca.déniico electo , pa.ra qu e 111e deter-

niinara

á

acep tar el cargo Iionrosisin~o, pero en ignal grado

espinoso-y jiizgo no estim arbis imp ropio, por exa.gerado , el

Page 70: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 70/84

ca,liFicativo-de llevar la voz de nuestra Corporación en el

n ~ o n ~ e n t ooleiiine en que se trata do dar plácen~cs l recikil

venido,

y

de darnos, al par,

la

entiorabuena, por contar en-

tre los individuos de niiniero de e s ti Real Academia al señor

don Antonio Kiibió y L,loclr.

Y para comprender que cs iundada la ciesconfianza rlne

irie embarga el Animo, respecto que Iia

de

ser punto nlenos

quc iniposible hacerme eco, en la pre sen te coyi~nt ti~ a. ,e los

sentimientos de la Academ ia, basiafii con recordar que no son

fruto s prinierizos del ingenio, conio tales entecos y poco sazo-

nados, los que han traido nuestro seno al nuevo Acarlémico.

No; el sefior Iiiibio

y

Lliicl-i, muy jovenaún, casi niño, ponía

el sello os estudios correspondient,es la l aculiac1 de 17ilo-

sofia y Letras, Iiaciendo sujeto de sil tesis doctornlal cantor

cle Baco y de Airodita; aquel para clnien la vida habría sitlo

piramo tristísimo sin los encantos y atractivos del vino y la

amistad, el amor y los placeres; al i,ierno Anacreonte, en

tina palabra, cuyos afectos y sen timientos suenan como., ecos

mal apagados en las liras de Villegas y Meléndez, Iglesias

y

Cadalso.

Y

.a l llenar es te rerliiisito, mero cumplinliento cle

una disposición reglamentaria, no se contento con desflorar

el astinto tocarlo como de paso, ante s inspirándose en el

proveclioso ejemplo de su predilecto aniigo y coiidiscipulo el

eximio Menéndez y Pelayo, que con sus Solaces 1itcrnrio.s

agotó l i ~ ateria eil lo que se refiere

Horacio en

Espnñc~

no se d i6 por satisfecho en tanto no logró disipar cuantas

dtidas existían respecto de la vida y de las obras del lírico de

Teos,

y

haciendo Iiincapié en las investigaciones de la Critica;

en los clescubrimientos llevados cabo por la Bihliogi'aiia; y

en las Inciibraciones hijas de sil propia experiencia, en sitiia-

ción favorable se liallo para exponer cuanto lioy se sabe res-

pecto del fiindador del género anacreóntico: cle'la snerte que

sus obras I ~ a n orrido: ediciones que de ellas se lian Iiecho:

influencia que en las literatiiras modernas han llegado ejer-

cer : caracteres distintivos de las mismas, y traductores é imi-

iadores cluehan tenido en las tres regiones en pie, bajo el

punto d e vista literario,

y

teniendo en clienta el distinto idio-

nia'cle cline se valen su s respectivos inoraclores, puede divi-

dirse y se divide la península Ibérica.

Page 71: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 71/84

Poco n ~ i s e un aiio Iiabia. ti;l.nsciirrido desde que diera

Iiiz t,an cdrnpieta y magistral monografia . R ~ ~ e s t r academia,

Danosa de a.sociarseal testinionio dc admiración

y

entusiasmo

con qiie

la

nación entera se disponía

á

conmeniorar el se-

gundo centenario del fallecimiento tlel inás.proinndo inspi-

rado d e los dramá.ticos espailoles, ofrecía galardonar, en la.

medida de siis fuerzas, á aqiiel que en público certamen

con

inás acierto discnrriera sobre el tema <(El sentinliento

del lionor en el teatro de C alderón));y al term inar el breve

plazo previaniente señalado, gozábase concediendo el preriiio

oirecido,

y

con 61 la consideración

y

honores de AcaciBmico de

la de Buenas Letras de Barcelona, al señor Rubio y Ll~ich-

qne lo era ya de otra s

corporaciones

oxtrangeras-por su

trabajo, q u e todos conoceis,

y

del cual ha dicho el celebkrri-

111 aiitor de la

Hisloric~ le l a s ideas esteticns en Espaíiu;

que ofrece n~iiestrasaveiitajaclasde investigación

y

de critica,

penetración y firnlcza en el juzgar, sentido verdadero per-

sona.1 de la be lle za ar tís tic a, cu lt ~ ir a ntelect,nal cie la clne no

es irecuente en nuestra patrikt, fácil y ameno estilo, y ciei*t,o

reposo

y

elevación moral que cuad im perfectaniente con la

escuela de que el autor procede.

P or lo mismo clue de entonces acá ha vivido en tre nos-

otros, jnzgo ocioso detallaros los niéritos rlue tiene contraídos

v~ ~cstra consicler ació n los servicios que Iia prestado á la

Historia y á las Letras patrias. E ntr e aquéllos se c ~i en ta l

liaber ganado en reñida oposición la plaza que había de darle

derecho a la cátedi-a cle Literatiira general

y

española que

actualmente desempeña en nuestra Universidad: son elo-

cuente testimonio do los segunclos el Bosquejo hktdrico del

jratz senescal de Cnlalrbrin clon Gz~illcrnzo a r n ú i ~ e Afoiz-

c a d a escrito con motivo de la colocación de

s

retrato en la

galería de catalanes ilust,res que está formando el Municipio

barcelonés en 1a.s Casas Consistoriales, la s monografias titu-

ladas: La

exped ic idn

y

clot~~tznciúrze los cnla.lunes eit

Oriente

y

Los rlcionrros en Grecia y el d~icnclo catalati de

Atenas e12

I L

época cLe sstc Uzoasidn

(le las cwles nada debo

deciros, por lo mismo que no sólo las juzgasteis dignas de

alabanza, sino también nierecedoras de que vieran la luz

formanao parte de la colección de

Mcmot.iccs

que publica

Page 72: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 72/84

nuest ra Aca dem ia. Juzgo, sin eiiibargo, debe r 1nío afiadir que

la critica est rai lge ra lia sanc ionad o viiestra opinión, y qiie

el Gobierno de Grecia se ha lieclio un debe? en galardona r

al autor con unareco ~iipeiisa r i l~iypocos concetlicla.: la. cruz

de caballero de la Ord en del Salvaclor, única exist ente en la

antigua. patria de Tenlistoeles

y

Milciades.

Hoy se presenta an te vosotros hacer l~rofesiónpiiblica

cle consagrarse eonaliiia y vida al estndio de los asun tos, a l

esclareciniiento de los prob lemas rlrie son obje to de 11~iest1-as

tareas, y, para nlás obligaros, despliega ante viiestros ojos el

c~iaclro ranclioso de las iiiíiuencias clásicas en la lit er at~i ra

catalana, y en particiilar la del Renaciniient,~.

Y

pues l-iabéis

podido aprec iar el cúiniilo de -d at os

y

la escluisita eriidición

que acalora n este trabajo;

y

ac l~ i i l a t a~o atinado

d

las consi-

rleraciones

y

lo profundo de los juicios que siigieren al nuevo

Académico, as í las figiiras cirie, art,íst,icainente ~tgr'riipadas,

campean en los clistintos términos clel innienso lienzo, como

las obras en virtud de las c~ia lesian sido ex p~ ies tas v~iestrii.

atención, empeño vano seda eii mi,

y

ad en ~ ks cioso

é

in-

oportnno, hacer de este trabajo anilisis detenida, ya rlrie,

por inks que otr a cosa. me propLisiei.s,, hab ía por iiierza. de

resultar clesiiiedrada y fria paráfrasis.

Sé am e licito, con todo-siq~1iei.a para corresponder al

cargo de confianza cíiie la hcac leii~ ia i ~ cia conferido-aven-

trirar algiinas consicleraciones respec to del a sunto rliie aquí

fe ha tratado, por lo i~iis mo n e ,

ó

miictio me enga iio, en-

cie rra un problenla de granclisiiila imp ortancia para Iaihis-

toria cle la s Let ras cat alanas . Diclio problema priede plantearse

en los siguientes términos: Existióen Ca.taiuña el RE N A C I-

AIIENTO?ejor aún: Las varias influeiicias que, singlilar-

rilentc cn los s i d o s décimo.sesto y décimo septinio, iniorm an

las distiñtas rnaniiestacioi~esdel cspiritu en oi:ros Iiigares de

nilestra Pe nínsula, y deterininan la evoliición clue con el

nombre cle ((Reiiaci~iiieiiloclisico»e coiioce, *se encuentran

en la. tie rra catal:ana?

Yo no debo recorclaros, señores, cliie la patria cle los 13e-

reng oere s, los Jaiines, los Ped ros

y

los Alfoiisos liabia de-

jado cle ex is ti r coino ilación y Estado independiente, en el

punto y hora en que podían liaber producido en ella los fr ~ i -

Page 73: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 73/84

  09

tos iiriis ópiinos

y

sazon ados las iliievas cor rien tes ciuo, no

bien finidos los revueltos siglos de l i Ed ad Media, ibüilse

tliiuildiendo por todos los áiilbitos de 'la Eiiropa culta. Yo n o

debo recordaros aquella serie inmensa de trasc end ei~ta lisin~ os

aconteciiriientos que, realizhndose poco inenos qtie sitnult8-

neam ente en los diferentes Estados del mu ndo an tiguo, deter-

min an iin cainbio coiiipleto en el modo (le se r de los pueblos

y

de os individ~ios.U n ob rerocle noble estirpe lleva. cabo, en

ill em an ia , u n clescobrimiento nia.racilloso, clue lia clecon trib~iir

poderosanlent,e cloe se dis ipen las nieblas de la ignorancia.,

y,

teriiiinados los calamitosos tienipos d e la lucha material,

germinen

y

iriictifiq~ien las semillas del saber, c~iid ado sa-

me nte conservadas, conio tesoro de inestimable valor, por los

que, Iiuyendo el frag or de los combates

y

los desapacibles

sones de todo inu ndana l ruido, acogiiironse la paz de los

cenobios y al silencio de os clá ~is t,ro s.El seg und o Malio-

meto, penetrando tri ~i ni an te n 1aa.ntigiia Bizancio, destruye

el Imperio

f~inclaclo n Orien te po r los últ~iiiios eprese ntantes

de aquel pueblo rlue llevó su s ar m as ven cedoras hasta los

confines m i s remotos del mund o conocido; ave nta

y

dispersa

los gérm enes de una civilización que en cierta m aner a se ha-

bía visto libre del espíritu y tendencias que son rasgo carac-

terístico de lo s tiempo s medio-evales,

y

siembra el espanto

y

el terror en los piieblos cristianos, que tenien ver debelados

sus cailipos; entre gada s las llamas sus villas

y

ciudades, y

convertidos en pesebres para lo s corceles de los sectarios del

Isla m, los templos levantados po r la

fe án?ay or honra

p

gloria

del Seiio r de cielo tier ra. -Isabel de Castilla y Fe rna nd o

de Aragón se postran de hinojos ante el argentado lábaro

que, herido por los rayos del sol, fulgiira con deslumbrante

resp land orso bre el ada rve de la morisca Alhaiilbra, baluarte

postrero d e los que hacia ocho siglos habían penetrado en

n ~ ie s tr o iielo tremolando el estan darte del Profeta.-Un liu-

mildo navegante, prestando obediencia 8 aquclla voz interior

que en las circunstancias más dificiles de s u existencia av iva

en su espíritu los incendios de la fé con in ten to cle a lleg ar los

tesoros que juzga indispensables pa ra resca tar dcl iiifiel la

tum ba del Sa lva do r, descubre un Nuevo M undo, cliie en-

treg a gozoso los que hall <le enriquecerlo diiundiendo en él

Page 74: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 74/84

los :.frat,e rna les preceptos [le la doctrina evang6lica.-A la

autonomía de los Mtinicipios; á acliiellos i~ ie io s , rivilegios,

inn~unidades

y

prerroga tivas, alcanzados unas veces como

justa recompensa, de servic ios eiieroeamente prestados; con-

seguidos en otras ocasiones al

término d e conlinliada porlía.

y

tr as la realización de sacrificios inmensos;

á

aquellas Cortes

siem pre dispiiestas a de fen sa del dereclio vuln erad o, de

l

razón menospreciada, de la debilidad oprimida, se sobrepone

la autoriclad abso luta de lo s reyes, que no cejan eil

u

propó-

sito en t.anto no ha n lograclo an on ad ar á los que de a~i xi l io

poderoso les sirvieron en la enipresa de someter

á

su voliin-

takl los rep resentantes de aqúella aristoc racia ambiciosa,

desatenlada.

y

tornadiza, pronta siempre á liacer ar m as con-

tra el soberano á desplegar al viento el estantlarte de la

rebelión.-la. predicación de las indulgencias concedidas por

León X los cpie le auxiliaron e n la obra de erigir c il la an-

.tigua Roma el mayor templo de la Cristiandad,

y

las aiíejns

rivalidades existentes cntre dos coniiinidades religiosas, en-

cienden en el ánimo de Martin Lutero el espiritii de desobe-

diencia cllie, oireciéndose en sus comieiizos con10 niera pro-

{;esta

y

liillando terreno periectainente aconiodado para sil

desenvolvimiento en las potestades teiilporales ganosas de

enlanciparse de toda jiirisdicción espiritlial, convi6rt,ese,

transcurrid o breve espacio, en aque lla fornlidable ReJor~nn

que, clespliés de sum ir los pueblos <ten os ho rro res de las

giierr as de religión, en la s tinieblas del fatalisnio, en los

absurdos de la interprcta.ciói1 privad a

y

en los a.bismos (le la

tiranía, de la barbarie, del fanatismo

y

de la impiedad)), ht~ bia

tle dejar establecidas prem isas mi l, iiitrincaclas

y

pavorosas,

cugas legitiinas

y

fatales consecuencias sólo podrían ded~i-

cirse mediante el tran scnr so de siglos.

T al es, señores Acadéinicos,

y

lo sab6is perfectamente, el

cuadro que se olrece á l a s miraclas del Iiistoriador cu ando

fija su s.tención en los hechos .que se realizan en los Ultimos

de la. Edad h Ie d ia ,y en los 'primeros de la Moderna,

y tales los factores qu e, por lo nleilos, para lo qne nu est ra

patria dice relación, inte gra el problema del llamado R cn a -

cinzieiato.

Si recordáis aliora que las dos fuentes cine en el concepto

Page 75: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 75/84

 

111

literario lo deterinin aron en Euro pa, brotaron , casi al par,

de clos sitios, pun to nienos que dian ~e ti.aln ~ente puestos- .

del cen tro de Aleiilania, n ~e rc ed la pereg rina invención de

G ~i te nb er g; del interior de Constantinopla, por medio de

Italia, consecuencia d e- aquel suceso tre ii~e bu nd o que

Iiace poco lile refería;-si reco rdá is, po r un lado, el lie rvor

res ulta nte de la fermentación t8umultiiosa que se Iiallaban

sonletidos los principios del dereclio píiblico ant iguo yuc se

pretendía anicluilar,

3

que. desacreditaba despiad adam ente la

acoinodaticia diplomacia de la época por cu an to sn ~ ed io senía.

á s u alcan ce,

y

por otro las bases sobre las cuales se traba-

jaba en erigir la gobernación.de los Estados, diaiiletralmente

opuestas en

s ~

spíritu y tendencias Alas que li a s h entonces

liabian regido; si co nsi de dis , finalmente,

cine

de esta lucha

de direccioiies opuestas y de foerzas encon tradas había de

' resul tar , dad as la s especiales condiciones de la abasion ada

naturaleza h um ana, que se extreniai-an por amba s partes las

referid as tendencias, ya no os sorprdnderá que, llevándose

liasta la esa ge rac ión el enlpciio, llegara un d ía e n que se con-

fundieran

y

ar ro ja ra na l olvido los sen timientos que iniornian

6 deben informar por lo inenos , las ~ e t 1 . a ~las Artes de la

~miigiiedad clisica, y las Artes

y

las Letras de los t iempos

modernos, y con la cegtiedad de la exaltación por su am or a l

Reilacinziento

aceptaran unos hasta el cieno del paganismo,

y

por el entusiasnio q ue la R ~fo ~ol.~iza'lesnspiraba, abomina-

ra n los otro s liasta de las bellezas de mayor precio, sólo por

lo que de «roiilanas» tenían, por más que de ellas se des-

preiidieran aro ma s de la. fra gan cia nlás exquisita.

Por fort.una,

11

se si diga por desgr acia, este día n o

llegó pa ra la patria catalana. L as cansas que en ello iilfluye-

ron son harto no torias para qué nle ocupe en recordarlas.

Y

al exp resar me en estos térmiiios, no se crea en ma ner a

a gnna que ine separ e del comíin sen tir respecto de la niarch a

que siguieron nues tras Letr as, ni que desconozca las evo lu-

ciones por las mism as realizadas, liasta llegar aquella época

en que brillar011 con resplan dor má s ri vo . S i así fuera , ha-

briam e sacado del er ro r y conduciclo de nuev o al cailiino de

la ve rdad, el concienzudo traba.jo yiie acabalilas de escucliar.

No; lo ilue cluise decir es rliie el He~~acir~aioltolevado

Page 76: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 76/84

cabo en el siglo r v i , no influyó ni pudo iiif hi r eil las Le tias ca-

iala.iias, por la razón seacillisinia de q ~ i estas quetlaron redu-

cidas

2

a lrisle condicióii de sonibra

ó

inera apa.riencia. de lo

rllie en los clos anteriores habian sido, desde el punto j Iiora

en que s e fnnd ieran en uno, p ara coilstit,nir la imcionalidnd

espaiiola, los antigilos reinos de Castilla

y

Ara,gói~.

Y

sin eiilbargo, se dirb, no cabe desconocer y ~ i e l estudio

de las letras cl6sice.s inlloyó poderosaniente en el proz reso

y clesarrollo de nu estr a lite ratu ra. iQuC diids tiene? ~ P L I ~ So

acabanios dc oirlo? *No liemos visto desfilar ant e ntiestros

ojo s.esa lar ga ser ie (le escritores-y no se olvicle que el nue-

vo i\ciideillico, teniendo en cuen ta la s especiales condiciones

que son rasgo característico de niiestros likicos priiicipal-

niente, sólo en los prosistas se ha ocupado-q~ie, comenzantlo

en Ra11ión Lull y Ari~aldo e Vilanova,

g

pasailclo por Ber-

na t ililetge y Antonio Canals, teriiiinan en B er na rt Boades,

J0e.n de Mar gar it

y

Francescli Alegre, los c~ia le s rille.ron en

los siglos sr17 xv, es decir, cuando, s~iponieilcloque se l i~ i-

biesen echado los ciiilientos, no se lia l~ íaevantado a ún el edi-

ficio del ~ e n a c i r i t i o ~ t o ? ~ eilanera que, lejos de in fi ~ ii i n

i l~iestrasLetras los nuevos cbnones por 6 misiiio estableci-

dos, la perCección á ~ L I Uas iiiisiiías liabían l legado , mercecl al

continnado estudio de las obras de la antigüedatl clBsica,

griega y latina,

y

l-iasta el conocimiento de las lengiias orien-

tales, inIluy6 poderosament.e e n los escrito res del siglo s\;r

conlo an tes los poetas de niiestro suelo, aniamantados e n las

escuelas provenzal

é

italiana, habian influido en los d e la

corte literaria del segundo de los Juanes de Castilla.

Y secomprende: y son obvias, por todo ex treiilo, las razo-

nes que pucde alegar la Crítica para la esplicacion cle seme-

j nte fenónieiio. Catalnfia,-y al decir Cataliiiia, me refiero á

los diierentes pueblos que constituyeron

u n

dia la nlonerquía.

aragonesa-Cata l~ifia, por causas y inotivos que os son de so-

bra conocidos,

llevó, y creo que lleva aiin, mii.s, iiiuclio m i s ,

de un siglo de ventaja 6 otras regiones yuc debían concurrir

inás tarde la formación (le la nacioiialidacl espanola.

Los castellanos, y coi1 ellos los nat,bralcs de lo sd ife rent es

reinos que en las regiosies septen trionales de l : ~ 3eninsula se

f o r n ~ i ~ r a nn los priiiieros tienipos de la Reconcliiista, J illie al

Page 77: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 77/84

calio, y e n fuerz a (le aconteciniientos que no tengo por qué

~e co rtlti r , on Castilla y sólo con Castilla se fnn die ron , des-

iiiteresatlaineiite auxiliatlos por los aragoneses: pugnaban

a ú n en los iiltiiiios aiios del siglo

sv

ara lanzar del s~ ie lo

anda lnz los postreros rep rese nta nte s de acjiiellos ilae, ocho

siglos an tes , Ilabíail iiivatlitlo las com arca s cle la an tigu a EIis-

paiiia. cual torrente asolador, y entretanto Cataluña, Eor-

iiiando ilestle iliediados del siglo

s r r

con el reino de Aragóil,

un solo Estado libre é iridepeiidieilte, (la por terminada la

ioriilidable eiilpresa de reivind icar la tie rra patria tlel pode r

clel invasor, el (lía en rliie el primero de los Jair~ies ngarza

en su diadeina los prec iado s floroiles (le Pl'lallorca J Va-

lencia, aconteciinieiitos q ue, coino bien sabkis, se realizan

an te s (le nietliar el siglo s i i i

y ,

l a v~ ie l t ade breve periodo,

llega

í

f o r i i ~ a ~iiapotericiit formidable

y

de las de prim er or-

cleii, especialmeiitc en lo que al comercio y a la inarina dice re-

lación. P a r a que C~ st,il la e clecida salir del estado de semiais-

lam ien to en qu e vivió tliirante el dilatado periodo de la Eclad

Media, coilvirt.iéndose a1 par en pueblo conquistador, cuailclo

;i.los in te res es cle la ilación in lpo rta ba miiclio niAs qiie se hu -

biese reducido al menos deslumbran te, pero sin duda alg un a

más glorioso y m ás trascendente, de colonizador, fuc nienester

que ttivieraii efecto las gu err as de Nápoles de Na varra , en

t iempo de Fernando

e

Cctl6lico; ilue Colón des cn brie w el

Nuevo Mnndo, y que el hijo de la desv eiit~i rada ua na

l

Locic, iio como rey de España , sino en su calidad d e enipera-

dor de Alemania, sost~ ivier a on las amias sus pretensiones

en los diferentes Estad os de Italia, en los canipos. de Alema-

nia , e n los l'aises B ~ t jo s , n F7ra.ilcia,en las regiones i:oclas de

Eu rop a Al rica , que alg o pesaba11 entonc es en los dest,inos

del iiiiiiido; y el reino' de A ra gó n, (lile rebosa ba vida

y

activi-

dacl desde el plinto y llora en (lile se vió definitiv am ente cons-

l:itiiido, ceiiía.

6

i.is sienes la corona de Sicilia en la persona

cle Peclro 111; l:rabajaba clesde fines del siglo s en la atrevi-

da empresix (le dilatar sus doniinios con la s isla s de Có rce ga j;

Cerdefia, que al caba fiieroii arago nesas; ace pta nd o eii 10s co-

nlienzos del

s i v

la invitación de Andrón ico Palelo go SI, pene-

trab a en el Iiiiperio griego, vencía á los turcos,rlue lo dispu-

taban ya po r-s iiy o, se Iiacia ciiielio de los d ucados ile A te-

Page 78: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 78/84

 

4 -

iias y ?\reopatria, cliie clnrante sete nta ali os co nservó en sil po-

der, y iiiás ade lan te, desp ués cle hab er llevado cabo la con-

iliiisia de Niipoles, Iiacia seiitii su influencia en otros puntos

de Italia, preparando nilevas concluistas que debían Ile\farse á

ei e ct oá la vuelta de algunos arios. Co\wloiiga, Calatañazor,

I oledo, La s Navas, Sev illa, Córdoba, M álaga y Granada son

las piedras miliaria s levan tadas po r Castilla en el canlino. de

n Reconqu ista, epopeya gloriosisim a qiie se desen\/uelve ~ L I -

rante el perioclo cle ochocientos años,

y

en tr e tan1.o los cala-

lames

y

aragones es, ~iniclos en estrecho lazo; fiinclidas sus le-

yes y sns costiirnbres e n un a sola ye le o ad a aspiracióii, en

las gu er ra s que sosiiienen con Venecia, coii Génova, con Pi sa ,

coii Castilla, con F ran cia

y

con Nava rra, al par que de su va-

lor y nlilitar pericia, dan prueba patente de su sagacidad di-

ploniática, ~iierced lo cual burlan

y

clestruyen los planes lile-

jor coinbinados cle sus adversarios

y

enemigos,

y

enarbolado

en los mástiles de sus galeras, pasean el glorioso estandarf:e

de las barras por todos los puertos ilel Mediterin6neo. ~ Q L I ~

rnás? Entrado era ya,

y

i i i u ~ ntr ad o, el siglo s v i al s er ven-

ciclos en las 1la n~ ii .a ~e \rillalar los que en Castilla se levan-

taron en defensa de stis fneros é inmuniclades torpenlent e

110-

llados y escarnecidos por los clue acom pañaron a l pi inler 17e-

lilje en sil ven ida 6 Es paña ,

y

mAs adelante su hijo Carlos

de Gante, y s610 mediaba - e l s i v cuanclo Peclro al Cweino

rlioso vencía en Epila os arag one ses que en defensa de sus

clerechos peleaban,

y

rasgaba juego con s il propio pufial el c6-

lebre privilegio l la n~ ad o e la Unión.

E n sum a, Seño res Académicos-pues bastan los lieclios que

pFecedei1, enti-e los muclios que podría ci ta r, para Iiacer buena

1s.proposición ijne dejo cstablecida-el ant igu o reinoa rag onés,

con10 sabéis pei;iectaiiiente, recorre todas la s etapas

y

pasa

por todas las vicisit~id esclue, por pun to general, siguen

y

esp erinie ntan los pueblosg Estados desde su origen

y

con~ie i i -

zos Iiasta su completo desarrollo, y desde que Iian llegado

la ciimbre de s i i esplendor, liasta que ca en postrados, después

de prolongada decadencia, en el perioclo Iiistórico, re lat iva-

mente b re ve , coniprendido en tre el aiio

1151

eii que s e veri-

ca el casainiento del conde de Barcelona, Ram ón Be ren -

guer IV, con 13, iiiocente Pe tro ni la cli Arag ón , y el cle

1469,

Page 79: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 79/84

en el cual el que había de ser segundo Fernando de Aragón

se enlaza con la virtuosa princesa que se llamará Isabel pri-

mera de Castilla.

Ahora bien; si es cierto , como lo es, que ((sienipre la len-

gua iué con~ pañ era el Imperio, é de tal manera le siguió, que

juntamente comenzaron, crecieron florecieron, é después

junta fué ia caída de entrambos» , según sient a en su T/*u ta-

do de Gram ~nú l i cc~l docto maestro de la reina Catblica; si,

según sen tir de muy -ente.ndidos filólogos, «las lenguas no

pueden considerarse fijadas en tanto no t,ienen una literatu ra

propia, rica y completa», y a q u e la nuestra lo fué, y lo

ha

hecho bueno el Académico

á

quien en vuestro nombre con-

testo, hemos de convenir en que disponiainos de un idioma

perfectamente apropiado para la expresión de todas las ma-

nifestaciones del espíritu, en los diferentes géneros literarios

que en aquellos siglos se cultivaban, y que dicho idioma,

si

guiendo la opinión del Nebrisense, debió

eclipsarse

al perder

su personalidad autonómica el antiguo reino aragoiiés.

De lo primero dan razón satisfactoria la corte poetica que

tan esplendorosamente brilla duran te los reinados del

Ama

do r de tod a gentilean

y

de su inmediato sucesor Bla rtin el

H ~m za no , la corte literaria de aquel Alfonso que conoce la

Historia con los dictados de el Sa bio

y

el Mugnunimo. Pr ue .

ba m anifiesta de lo segundo es la escasez de nombres de ver-

dadera valía que podeinos citar congos terioridad al oomienzo

del siglo décimosexto.

12ecordémoslo si no; recordeinos, siquiera sea. de pasada,,

y

j7a que el nuevo Acádemico ha liecho, intenc ionadam ente,

hincapié en los escritores en prosa, aquella pléyade de poe-

tas en que brillan conio estrellas de primera magnitud Pere

Marcli, de quien dijo Santillana «que fizo asaz fermosas co-

sas, en tre las cluales escribió proverbios de g ra n morali-

dat»: Domingo Mascó, el primero acaso que cultiv6 entre

nosotros el género dramático, si es cierto que Iiizo represen-

tar en el palacio Real de Valencia l a ragedia titulada L ho ln

enainor.at

la

fembru satisfetu: Bernat Metge, que con

gra n primor

y

sencillez trajo

á

nuestra lengua la ejemplarisi-

ma.leyenda de l~r inc esc o etrarca, W c~ lt er Griselda,. de

la cual podemos disfrutar al presente los i f cionados las le-

Page 80: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 80/84

tras patrias, merced al entusiasnlo deaquel de nosotros que

la ha publicado, por vez primera, en la

Biblioteca d obretes

sr>.yulai-s del bon t e n y s

cle

izostrci ler ~g z~u atern a;

Mossén

Jord i de S en t Jord i, singularnlente conocido por su célebre

,canción de opósitos, que transcu rrido un siglo im itaba, por

no decir parafraseaba, el autor de la PI-opaladiuen aquella

canción en la cual, entr e otros muchos que podríanios tr an s-

cribir, se encuentran los siguientes conti-astes:

«Tristeza m e sobra, publico alegría

.

Con

carga pesada

m e hallo

ligero

..

.

No

salgo del

cielo y estoy en l t ierra

. . . . . . . .

Prométenme

paz, yo pido

la guerra»,

y otros muchos que, como dstos, estin tomados casi á la le-

tr a de los que escribió el discreto poeta valenciano, de qu ien

decía en su famoso proemio a l Condestable de Po rtu gal ; el

ingenioso a utor de las

ser.~~arzas uayueyr,as

((que cierta-

men te conlpuso asaz iermosas-cosas, las cuales el mismo aso-

naba , ca iué niúsico excelenten: P er e Serrad ell,

ó

como se

llamase el aul,or del célebre

Testamento,

que, encerrando en

uno el elenlento satírico y el moral, ofrece sus lejos y vislum-

bres de ac~iiellos

ueños

con que debía regocijar

á

los con-

temporáneos de los 17elip.e~111

y IV

D. Francisco de Queve-

do, y desempefia papel iinportantisimo en el ciclo de aquellas

obras que, e n nuestra literatu ra, tienen por fin principal el

concepto del

rrzu~zdo inoisible:

el í-enombrado Alguacil de

Alfonso V , aquel Andreii Fe brer, que, además de haber escrito

varias poesías, alguna de ellas notable por su inspiración y

entonación dpica, contenidas hoy e n diversos

Cancleneros,

trasladó el prim ero del toscano al catalán el poema sublime

en que pusieron mano cielo y t ierra, y que por lo misnio que,

al hacerlo, «no menguó punto en el orden de ~i ie tr if ic a~

consonar)), según consigna el señor du Hita y Buitrago, ha

podido servir su fidelísima versión, com oeloc uente nlen te de-

mostró el conspicuo Fanfani, para i.establecer el texto origi-

nal, viciado e n no escasos pasajes, en. el transcurso del tiein-

po, por descuido, desidia, é ignorancia tambiénj de copistas y

,

Page 81: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 81/84

editores: Hugo de Rocaberti, ferviente admirador de la con.^-

i~ ze di a imitador ieliz clel vate florentino, en sil Po er na de

l Gloria cl'Anzor: el picaresco

é

intencionado Jacme Roig:

lTogassot, autor de una verdadera elegía á la muerte del ma-

logrado príncipe cle Yiana: Torriiella; Masclovelles;. Valnia-

nyá; Fenollar; R o iq de Corella; Cavaller; Vinyoles y otros y

otros que fuera prolijo enum erar, y en tre todos y sobre todos

el g ra n Ausias March; el inspirado cantor de aquella dam a

que, viva, juzgó siempre ((lirio ent re cardos)), y, mu ert a,

arran có de su lira sones ardientes, apasionados, desgarradores,

y

clel cu al seria pálido cua nto yo dijera, despiids de la acábada

caracterización que del poeta acabáis, de oir ,

y

de lo que de

151 dejaro n consignado, Milá en su Re ss cn ya I~ist6r:ica

y

cri-

t ic a deZs a r z t i ~ h s ~ o e l u satalarzs, en su laureada monogra-

fia, nuestro, a ctnal presidente e l señor Rubió y Ors.

Ydespués? Reminiscencias d e la perdida gran deza: ecos

ma l est ing uid os (le aq uel pasado glorioso: chispazos refiil-

gentes de aquel rescoldo que yacía bajo

un

montón de yertas

cenizas, que, reavivandose á veces, despedía destellos des-

lum bran tes, siquiera pasajeros, y qne al caba de mu y cerca

de cuatro siglos había de encenderse nuevame nte, p ara pro-

diicir la asombrosa restauracion en que todos tenemos parte.

Y

en la s obras de los poetas

á

quienes liace un momento

m e referia, lo mismo q ue en l as de los prosistas qiic escribie-

ron en aquellos siglos

cle glor ia pa ra la monctrquia catalano'

aragonesa,'podréis apreciar, sin el menor esftierzo, el estlidio

qiie tenían hecho de los gra nde s maes tro s de la antig uedad

clásica, e n general, y inás especialmente de Sócrates y cte

Aristóteles, de Séneca, Virgilio y Ovidio. Así, y para no inul-

tiplicar ejemplos, nos encont,ramos con clue Jaime 1 a l rcdac-

ta r el L a r c e

ln

suoie sa, inspirandose, acaso, en el ejeni-

plo,

ó

coincidiendo con el intento de su contemporáneo el

décimo Alfonso de astilla, acude á las fuentes de la ant,i-

gnedad griega y rom ana, sin olvidar las doctrinas de Salo-

món, la ciencia de los Sa nto s Pa dre s y el saber de los pue-

blos de Oriente : que Gi ral t de Cabrera y Cerveri de Gironri.

aluden frecuentan iente en sus obras S. la wuerra cle T ro ga , á

h

Priarno y á Alejandro: que el obispo anxin ense , F r. Lucas,

del orden de predicadores, vertia 'y comentaba todas las o bra s

S2

.. .  

s.

  . 

, -

.

..

 

~ ~ . .. 

.~~ >

Page 82: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 82/84

de Séileca., ii~cl usa s a.s t,ragcdias: cpie Aiit,onio Valnia ilyá, en

sil ingen ios poesía en alabanza cle la s mon jas de Valldonce-

Ila, va comparando las esposas de Jesncristo con las ilustres'

nlu jere s cle la gentiliclrid, iliistrando su trab ajo con anotacio-

nes cle excliiisita eriiclición, que revelan profundo conocimien-

t,o de las obras del autor de las edrgicns y cle

la Encicln

en tre los antiguos, de Dante, Pe tra rca y Bocaccio, entr e los

niodernos: que Francesch Alegre traduce y dedica la cles-

ventiirada doña Ju an a, hija de Fern ando II de Ar'qón, las

Mctnmorfo.sis de Ovidio, cuya

A r s atliat zdi

era poco nlenos

que de patrimonio comiin en tr e la gente docta do la época; y

que la personalidad de Virgilio figuraba en p rim era linea- eii-

tre los elementos de niiestm literatura senii-erudita, semi-

popular.

Bien se m e alcanza, y lo contrario seria cer rar los ojos

la evidencia, que la causa de Iiallarse nues tros escritores tan

fainiliarizados con las obras escritas en la lengua del Lacio,

debe verse en la circnnst'ancia (le cons tituir entonces las le-

tras latinas, así las de la época de la gent,ilidad, corno las de-

bidas la plunia de los Sa nto s Pad res, la base

y

i~indamento

de los estudio s sag rados proEaiios. Tampoco es posible des-

conocer la influenciapoclerosa que en el desarrollo de la cul-

t,iira catalana ejerció la vida. de relación que esfos natura les

sostuvieron con la Provenza, en sus comienzos; más adelan-

fe con las regiones centrales de Francia; por últ in~ o, final-

mente, por las razones que ante s se ha n apuntado, con las

clel mediodía de Italia. Mas creo tanibién,

y

presiimo- que no

he de se r único en discurrir cleesta siierte, qne mucha parte

tenía en ello lo eliie en cie rto modo podríamos llainkr esen-

cia y vida de nuestro suelo.

Mejor que yo sabéis que, e ntr e las m anifestaciones dele s-

piritli hiiniano

y

de 18 civilización de los pueblos, ningiina

más intima, más inmediata y más propia que el Icngiiaje:

que las palabras, los giros, los niodismos, las Irases de cada

idioma vienen se r algo como cifra

y

compendio, así de los

usos

y

costuinbres, de los sentimientos y creencias del piie-

blo clne lo habla, como (le las relaciones más

ó

menos Mi-

mas

y

duraderas que con otros ha sostenido: que al paso que

los rasgos fisonóinicos,

y

losele ment os internos, se modifi-

Page 83: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 83/84

can, alteran

y-

desaparecen m ediante el transcurso del tiempo

y

rnerced ai cambio de las condiciones climatológicas; de la s

invasiorics

y

conclnist,as'; de la niezcla

y

co ni~i sió n o p ieblos

J de razas, n a ~ i d a s l calor de las nuevas necesidades que

unos

y

otros ex perim entan al recorrer el camino de la civiLiza-

ción,-el len aoa je es permanente en mediode su ext rao rdinar ia

P

movilidad, sin que el tiempo, n i la. distancia, ni o tr as influen-

cias, naturales ó extrañ as, sea,n bastantes borra r sus ele -.

nientos constitutivos, pudiendo decirse, en consecuencia, se r

éi

el rasgo. más saliente, deter m ina doé indeleble ent re los que

sirven para distinguirlos caracterizarlos. P u es bien; no se

olvide que lluestra s risueñ as playas, besadas por las jugiie-

tonas aguas del Mediterráneo, desde Rosas

y

Arnpurias,

Iiasta la ant igu a Zacintum;

y

desde el templo de la Venlis

pirenaica, hasta el promontorio de Diana, iiieron la s p r i-

meras que e n ntiest,ra Peninsnla escncharon los arn ~o nio sos

acentos de las lenguas en que se. espregaron Hoinero y Vir-

gilio. Que hija prikog kni ia de la lat,ina, la lengiia. catalan a

conservaba nias puras las facciones

y

lineamientos de la ma-

dre, hall6ndose por lo mismo en mejo res condiciones p ara

suplir, mediante el auxilio de ésba, lo que, en los primeros

tiempos de su existencia, acaso, por sí sola, no habr ía podido

alcan zar, empeñada como estaba en dictar códigos, na rr ar

historias,

y

establecer &nones p ara toda Ilum in a disciplina.

Que el ambiente que respiraba Catalilña, lo mismo c~ ia nd o

sus Iinestes peleaban en Mallorca, en Valencia, en Córcega,

en Cerdeña, en Sicilia, en XApoles

y

en Grecia;

cine

cuando

sus naves, henchidas de las ricas nianuiacturas que en abun-

dancia prodigiosa brotaban de los inodestos talleres de sus

honrados

y

e-prendedores men estrale s, echaban el an c la en

los puertos de hfarsella, de Genova, de Pis a, de Rom a; de

Venecia (le Alejandria, estaba hasta tal punto satura do de

los recuerdos de la antigüedad, que miraba como propios los

venerandos nionlimentos de aquellas pasadas civilizaciones,

con ~p ren dié ndo se, or t anto, sic1liiera cause admiración y sor-

presa, que el monarca

Gel-en~otlioso

en un arran que de legi-

timo entusiasnio, dijera ser el Partlienon, torpemente profa-

nado por los que en este nuestro siglo hans e arrogado el ti-

tulo de representantes de la cultura europea, «la pus richa

Page 84: El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

8/18/2019 El Renacimiento Clásico en La Literatura Catalana

http://slidepdf.com/reader/full/el-renacimiento-clasico-en-la-literatura-catalana 84/84

joya que al mon sia,.

é

tal clue en tr e tots los reys de cristians

en vida la porien ie r sem blant».

Mas observo , señores, que, dejándome llevak de la cos-

tumbre en la enseñanza adq ~iirida,va tomanclo todo el sesgo

le conIerencia pronunciada

c x

c á t e d ~ . ~o qiie debía ence-

rr ar se dentro de los limites de mero disciirso de contestación.

Perd onad nie por ello; y pues iempo heme acord uio que me

salía de la acostumbrada senda, y como Iie podido, mas no

como hiibiese querido, he procurado climplir el encarro que

me conferisteis, apro\> écho me de la ad verten cia, 6 iniagi-

nando qiie no lia de faltar qtiien desde la puerta me diga «Se-

ñor doctor, es la hora », pongo termino á mi brea manifes-

tand o al cliie dentro de un instante ha de recibir la insignia

de iIcaddmico, que nuestra Academia le recibe batiendo pal-

mas J d6ndose el parabién por conta rle de hoy más ent re

sus individuos de niimero, ya que, á los muchos títulos que

de ello le han heclio merecedor, debe agr eg arse la erudi ta y

concienznda ~non ogr aiia ue para este acto ha es cr it: ~, apí-

t ~ i l o mportantisirno de un a historia le la Lite ratura catalana,

por lo m is n ~ o ue merced a

é l

queda ftiera de duda que el

es t~ id io onsta nte de las lctr as clásicas hocho por los escrito-

res ca talanes, les pnso en condición por demás ventajosa para

aprovecharse de las primeras manifestaciones del Renctci-

~~z i ox t o

inlliiii. en su posterior

y

completo desarrollo.