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Fruto de este Misterio El primer Misterio Gozoso del Rosario es la Anunciación, cuando el ángel Gabriel se apareció a María para decirle que ella sería ¡la madre de Dios! A pesar de que esto era muy difícil de creer, y María sabía que iba a ser difícil, aun así dijo: “¡Sí!” Mientras rezamos este misterio, imaginemos lo que esta noche debió haber sido. ¿Sintió María miedo cuando el ángel se le apareció? ¿Tuvo paz y alegría al enterarse de que sería la madre de Jesús? ¿Le habrías dicho «sí» al Ángel como María hizo? ¿Qué cosa difícil podría Dios estar pidiéndote? Oremos en este misterio y pidamos la gracia y la fuerza para hacer la voluntad de Dios en nuestras vidas, como hizo María. En el Segundo Misterio Gozoso vemos a María que va a visitar a su prima Isabel. Isabel, que era bastante mayor, también estaba embarazada, pero mucho más cerca de dar a luz que María. Debido a esto, María quiso ofrecer su ayuda a alguien que le necesitaba. Cuando Isabel vio a María, su hijo - Juan el Bautista - saltó de gozo en su vientre, porque reconoció a Jesús en el vientre de María. ¿Cómo podemos llevar a Jesús a los demás al igual que María llevó a Jesús a Isabel? ¿Quiénes son nuestro prójimo, amigos, compañeros de clase, compañeros de trabajo y familiares que nos rodean cada día y que puede ser que necesiten de nuestra ayuda? Vamos a ofrecer sus intenciones mientras rezamos este Misterio, y también recemos para que tengamos la gracia de amar a los que nos rodean. En el Tercer Misterio Gozoso celebramos el nacimiento de nuestro Señor Jesús. Esta es la historia milagrosa de Dios que se hace hombre. ¡Esto por sí solo es increíble! Pero lo que también es importante de la Natividad es que Dios permitió que su Hijo naciera en una cueva sucia, con una cama hecha en el mismo lugar donde los animales comían. Mientras oramos, pidámosle a Dios que nos ayude a contentarnos con los dones espirituales que Él nos da, y oremos también para ser más sabios en nuestras compras, sobre todo cuando estamos tentados a acumular más “cosas” que realmente no necesitamos. Cuando Jesús era sólo un bebé, María y José le llevaron al Templo para ser presentado a Dios. Esta ofrenda no era solamente algo que ellos querían hacer, sino que de acuerdo a la Ley Judía, era algo que debían hacer. Pero ¿por qué era esto necesario si Jesús era el Hijo de Dios? Lo hicieron porque María y José querían ser obedientes a Dios en todas las cosas. Es importante que, incluso cuando es difícil, o cuando no queremos, tratemos de hacer lo que Dios quiere que hagamos. Otro aspecto también muy interesante acerca de este Misterio es que hay otras dos personas en esta historia - Simeón y Ana - que habían esperado años para ver a Dios a cumplir su promesa de enviar al Mesías. De su ejemplo podemos aprender cómo ser pacientes mientras esperamos en Dios, y a confar en que Dios es un Padre que cumple lo que nos ha prometido. Oremos por la fuerza para ser obedientes, confados, y pacientes. Cuando Jesús era un muchacho, viajó con María y José, para una celebración especial lejos de su casa. Mientras que estaban allí, se separó de sus padres. ¡Durante tres días, María y José no pudieron encontrar a su hijo! Cuando fnalmente encontraron a Jesús, Él estaba en el Templo enseñando y escuchando. La gente estaba sorprendida de lo mucho que Jesús sabía acerca de Dios. Y a pesar de que Jesús ES Dios, se fue a casa con María y José, y vivía bajo su autoridad. Al rezar este Misterio, vamos a pedirle a Dios que nos ayude a encontrar a Jesús en nuestras vidas - especialmente en la Eucaristía. También oremos para que nos ayude a aprender a adorarle y ser obedientes a Él. Humildad Amor al prójimo Pobreza de espiritu Obediencia Piedad La Anunciación La Visitación La Natividad La Presentación El Niño Perdido y Hallado Primer Misterio Gozoso Segundo Misterio Gozoso Tercer Misterio Gozoso Cuarto Misterio Gozoso Quinto Misterio Gozoso (Normalmente se rezan los lunes y sábados) Misterios Gozosos UN RECURSO DE LA OFFICE OF EVANGELIZATION & FAMILY LIFE MINISTRIES Copyright © 2014 Archdiocese of Denver Para mayor información visite archden.org/eflm Comenzando en los años 40, el Padre Patrick Peyton lideró una campaña mundial para fortalecer a las familias mediante el rezo del Rosario. Hizo famosa la consigna, “La Familia Que Reza Unida Se Mantiene Unida.” Quizá la oración familiar mejor conocida es el Rosario. Pero, seamos honestos. En un mundo de iPads e iPhones, Netflix y Hulu, Xbox Ones y PS4s, sentarse a rezar el Rosario puede ser un reto muy difícil. Pero he aquí la verdad: Esta oración fortalece a las familias y a los matrimonios, ya que es una manera concreta de vivir la fe. Es una oportunidad para que nos volvamos a nuestra Santísima Madre María - ella quien llevó a Jesús en su seno, y alimentó a Jesús, y meció a Jesús para que durmiese - y le pidamos que nos ayude a conocerle a Él de la manera íntima y amorosa en que ella le conoció. El Rosario nos ofrece un tiempo para profundizar en las Escrituras, para meditar lentamente los misterios de la vida de Cristo. Seguidamente hay una serie de meditaciones sobre cada conjunto de Misterios del Rosario. Para el rezo individual, simplemente medite en un solo párrafo antes de rezar la década correspondiente del Rosario. En el ámbito familiar, los padres pueden utilizar estos párrafos como punto inicial para la enseñanza de la fe en la casa. ROSARIO EL

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Fruto de este Misterio

El primer Misterio Gozoso del Rosario es la Anunciación, cuando el ángel Gabriel se apareció a María para decirle que ella sería ¡la madre de Dios! A pesar de que esto era muy difícil de creer, y María sabía que iba a ser difícil, aun así dijo: “¡Sí!” Mientras rezamos este misterio, imaginemos lo que esta noche debió haber sido. ¿Sintió María miedo cuando el ángel se le apareció? ¿Tuvo paz y alegría al enterarse de que sería la madre de Jesús? ¿Le habrías dicho «sí» al Ángel como María hizo? ¿Qué cosa difícil podría Dios estar pidiéndote? Oremos en este misterio y pidamos la gracia y la fuerza para hacer la voluntad de Dios en nuestras vidas, como hizo María.

En el Segundo Misterio Gozoso vemos a María que va a visitar a su prima Isabel. Isabel, que era bastante mayor, también estaba embarazada, pero mucho más cerca de dar a luz que María. Debido a esto, María quiso ofrecer su ayuda a alguien que le necesitaba. Cuando Isabel vio a María, su hijo - Juan el Bautista - saltó de gozo en su vientre, porque reconoció a Jesús en el vientre de María. ¿Cómo podemos llevar a Jesús a los demás al igual que María llevó a Jesús a Isabel? ¿Quiénes son nuestro prójimo, amigos, compañeros de clase, compañeros de trabajo y familiares que nos rodean cada día y que puede ser que necesiten de nuestra ayuda? Vamos a ofrecer sus intenciones mientras rezamos este Misterio, y también recemos para que tengamos la gracia de amar a los que nos rodean.

En el Tercer Misterio Gozoso celebramos el nacimiento de nuestro Señor Jesús. Esta es la historia milagrosa de Dios que se hace hombre. ¡Esto por sí solo es increíble! Pero lo que también es importante de la Natividad es que Dios permitió que su Hijo naciera en una cueva sucia, con una cama hecha en el mismo lugar donde los animales comían. Mientras oramos, pidámosle a Dios que nos ayude a contentarnos con los dones espirituales que Él nos da, y oremos también para ser más sabios en nuestras compras, sobre todo cuando estamos tentados a acumular más “cosas” que realmente no necesitamos.

Cuando Jesús era sólo un bebé, María y José le llevaron al Templo para ser presentado a Dios. Esta ofrenda no era solamente algo que ellos querían hacer, sino que de acuerdo a la Ley Judía, era algo que debían hacer. Pero ¿por qué era esto necesario si Jesús era el Hijo de Dios? Lo hicieron porque María y José querían ser obedientes a Dios en todas las cosas. Es importante que, incluso cuando es difícil, o cuando no queremos, tratemos de hacer lo que Dios quiere que hagamos. Otro aspecto también muy interesante acerca de este Misterio es que hay otras dos personas en esta historia - Simeón y Ana - que habían esperado años para ver a Dios a cumplir su promesa de enviar al Mesías. De su ejemplo podemos aprender cómo ser pacientes mientras esperamos en Dios, y a confiar en que Dios es un Padre que cumple lo que nos ha prometido. Oremos por la fuerza para ser obedientes, confiados, y pacientes.

Cuando Jesús era un muchacho, viajó con María y José, para una celebración especial lejos de su casa. Mientras que estaban allí, se separó de sus padres. ¡Durante tres días, María y José no pudieron encontrar a su hijo! Cuando finalmente encontraron a Jesús, Él estaba en el Templo enseñando y escuchando. La gente estaba sorprendida de lo mucho que Jesús sabía acerca de Dios. Y a pesar de que Jesús ES Dios, se fue a casa con María y José, y vivía bajo su autoridad. Al rezar este Misterio, vamos a pedirle a Dios que nos ayude a encontrar a Jesús en nuestras vidas - especialmente en la Eucaristía. También oremos para que nos ayude a aprender a adorarle y ser obedientes a Él.

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Primer Misterio Gozoso

Segundo Misterio Gozoso

Tercer Misterio Gozoso

Cuarto Misterio Gozoso

Quinto Misterio Gozoso

(Normalmente se rezan los lunes y sábados)

Misterios Gozosos

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Comenzando en los años 40, el Padre Patrick Peyton lideró una campaña mundial para fortalecer a las familias mediante el rezo del Rosario. Hizo famosa la consigna, “La Familia Que Reza Unida Se Mantiene Unida.”Quizá la oración familiar mejor conocida es el Rosario. Pero, seamos honestos. En un mundo de iPads e iPhones, Netflix y Hulu, Xbox Ones y PS4s, sentarse a rezar el Rosario puede ser un reto muy difícil.Pero he aquí la verdad: Esta oración fortalece a las familias y a los matrimonios, ya que es una manera concreta de vivir la fe. Es una oportunidad para que nos volvamos a nuestra Santísima Madre María - ella quien llevó a Jesús en su seno, y alimentó a Jesús, y meció a Jesús para que durmiese - y le pidamos que nos ayude a conocerle a Él de la manera íntima y amorosa en que ella le conoció.El Rosario nos ofrece un tiempo para profundizar en las Escrituras, para meditar lentamente los misterios de la vida de Cristo.Seguidamente hay una serie de meditaciones sobre cada conjunto de Misterios del Rosario. Para el rezo individual, simplemente medite en un solo párrafo antes de rezar la década correspondiente del Rosario. En el ámbito familiar, los padres pueden utilizar estos párrafos como punto inicial para la enseñanza de la fe en la casa.

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Fruto de este Misterio

En este Misterio Jesús se presenta para ser bautizado como ejemplo para cada uno de nosotros, y así podamos recibir los dones del Espíritu Santo. Estos regalos son sabiduría, entendimiento, consejo, fortaleza, ciencia, pie-dad y temor de Dios. Después de ser bautizado, Jesús se fue, oró y ayunó durante cuarenta días en el desierto, donde fue tentado por el diablo. Al rezar este Misterio, vamos a pedir una abundante efusión de los dones del Espíritu Santo, así como la fuerza para resistir cualquier tentación que tengamos en nuestras vidas que pueda inducirnos a pecar.

El segundo Misterio Luminoso es el banquete de las Bodas de Caná, donde María nos enseña una de las lec-ciones más importantes de la vida. Ella les dice a los sirvientes del banquete que hagan lo que Jesús les diga que hagan. En nuestras vidas, ¿estamos dispuestos a hacer todo lo que Jesús nos diga que hagamos? Pidamos a María que ruegue por nosotros para que podamos tener las gracias necesarias para hacer lo que Jesús nos llama a hacer en esta vida, así como la capacidad de confiar en la intercesión de María por nosotros, de que Jesús responderá como lo hizo a la petición de su madre ese día en Caná.

Durante su vida pública en la tierra, Jesús hizo milagros, curó a los enfermos y resucitó a los muertos. Durante este tiempo de ministerio, Él proclamó el Reino de los Cielos y continuamente llamó a la gente a conversión – a arrepentirse de sus pecados. ¿Queremos ir al cielo cuando muramos? Si es así, ¿estamos dispuestos a arrepen-tirnos de nuestros pecados, confesarlos, y no volver a pecar? Oremos por la gracia de estar verdaderamente arrepentidos de cada una de las maneras en que tropezamos y fallamos, y pidamos la gracia para superar aquello donde continuamos cometiendo los mismos pecados.

En la historia bíblica de la Transfiguración, Jesús deja que tres de sus amigos obtengan un pequeño adelanto de la gloria de Dios. Sus ropas se volvieron de color blanco resplandeciente y había una luz brillante; ¡era como si estuvieran viendo a Jesús en el Cielo! Pero lo que Jesús nos enseñó fue que todos estamos llamados a ser santos, a ser puros y limpios de pecado, para que nosotros, también, podamos estar con Él en el Cielo. Mientras rezamos este Misterio, vamos a rogar no sólo para tener la fuerza para ser puro, sino por el deseo de querer ser santos, como Jesús es santo.

¿Cuántas veces vamos a Misa y decimos las oraciones con nuestros labios pero no con nuestros corazones? En este Misterio vemos como Jesús nos da la Eucaristía – Su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad. La Iglesia Católica nos enseña que la Eucaristía es la fuente y cumbre de nuestra fe. Esto significa que todo lo que tenemos y todo por lo que estamos trabajando (el Cielo), está basado en la Eucaristía, dónde Jesús está verdaderamente presente. En la Misa recibimos a Jesús. Oremos en este Misterio y pidamos la ayuda para no sólo ir a Misa, sino para ¡participar activamente en esta celebración de nuestra fe!

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Primer Misterio

Luminoso

Segundo Misterio

Luminoso

Tercer Misterio

Luminoso

Cuarto Misterio

Luminoso

Quinto Misterio

Luminoso

(Normalmente se rezan los jueves)

Misterios Luminosos

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Comenzando en los años 40, el Padre Patrick Peyton lideró una campaña mundial para fortalecer a las familias mediante el rezo del Rosario. Hizo famosa la consigna, “La Familia Que Reza Unida Se Mantiene Unida.”Quizá la oración familiar mejor conocida es el Rosario. Pero, seamos honestos. En un mundo de iPads e iPhones, Netflix y Hulu, Xbox Ones y PS4s, sentarse a rezar el Rosario puede ser un reto muy difícil.Pero he aquí la verdad: Esta oración fortalece a las familias y a los matrimonios, ya que es una manera concreta de vivir la fe. Es una oportunidad para que nos volvamos a nuestra Santísima Madre María - ella quien llevó a Jesús en su seno, y alimentó a Jesús, y meció a Jesús para que durmiese - y le pidamos que nos ayude a conocerle a Él de la manera íntima y amorosa en que ella le conoció.El Rosario nos ofrece un tiempo para profundizar en las Escrituras, para meditar lentamente los misterios de la vida de Cristo.Seguidamente hay una serie de meditaciones sobre cada conjunto de Misterios del Rosario. Para el rezo individual, simplemente medite en un solo párrafo antes de rezar la década correspondiente del Rosario. En el ámbito familiar, los padres pueden utilizar estos párrafos como punto inicial para la enseñanza de la fe en la casa.

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Fruto de este Misterio

En el Huerto de Getsemaní, Jesús cargó sobre sí la carga más pesada que nadie ha conocido nunca. Sobre sus hom-bros, el cargó el pago de todos los pecados cometidos por todas las personas nacidas y que nacerán. Esta fue una carga inmensa que sólo podía ser alzada por Jesús aceptando el plan del Padre y muriendo en la cruz. Por este acto extremo de amor, Jesús ganó la salvación y el perdón para cada uno de nosotros. En este Misterio, demos gracias a Jesús por amarnos tanto, y pidamos la gracia de poder estar realmente arrepentidos de nuestros pecados, y así poda-mos buscar el perdón que Jesús nos ofrece libremente.

A veces no nos parece justo cuando sufrimos. A veces parece que el dolor - ya sea físico o emocional - no tiene sentido. Pero el sufrimiento de Jesús trajo la salvación al mundo. Nuestro sufrimiento, también puede tener sentido. Si ofrecemos nuestros problemas a Dios, Él puede tomar nuestros dolores y transformarlos en bendiciones para los demás. ¿A quién conoces que necesita ayuda? ¿Qué pasa con las almas del purgatorio? ¿Qué pasa con la gente que conoces que se han alejado de Dios? En este misterio, ofrezcamos a Dios todos nuestros dolores y dificultades, para que Él pueda usar estos pequeños sacrificios en beneficio de los demás – especialmente por las familias que están teniendo problemas.

A pesar de que Jesús ya había sido golpeado y había experimentado el peso de nuestros pecados, cuando los soldados se burlaron de Él y pusieron una dolorosa corona de espinas en su cabeza, Él continuó teniendo valor frente a su sufrimiento. Cuando la gente se ríe de nosotros por lo que creemos, ¿defendemos lo que es justo? ¿O nos dejamos llevar por los demás al pecado y tomamos decisiones incorrectas? En este Misterio, oremos por la gente que se es-fuerza en vivir su fe con valor, y por nosotros, para que podamos proclamar sin miedo el amoroso perdón de Jesucris-to.

A veces la vida nos presenta situaciones difíciles. Podemos tener problemas en nuestro trabajo, en la escuela, o sim-plemente con las personas que nos rodean. A veces tenemos dificultades que parecen insoportables. Jesús nos da un ejemplo de soportar pacientemente los sufrimientos - incluso cuando le duele. Y a veces, cuando nos duele, perdem-os nuestra paciencia con nosotros mismos, con la gente de nuestra familia, y hasta con Dios. Durante este Misterio, cuando pensemos en Jesús cargando su cruz, pidámosle a Dios, no sólo que nos ayude a soportar las pruebas, sino que tengamos la paciencia para soportarlas con amor.

No hay nada que podamos experimentar en la vida - amor y felicidad, tristeza e ira, tentación y traición - que Jesús no haya experimentado también. A través de todas estas cosas, Jesús nos da el ejemplo perfecto de cómo soportarlas con gran amor. Él nos amó tanto que aceptó la muerte de cruz para remisión de todos los pecados del mundo - pas-ados, presentes y futuros. En su muerte, él nos sirve de modelo de cómo podemos morir a nosotros mismos. Morir a nosotros mismos significa estar dispuesto a morir a lo que queremos - estar dispuestos a no tener lo que quere-mos- para que en su lugar, podamos vivir para Dios y para los demás. ¡Gracias, Jesús, por morir en la cruz por nuestros pecados! En este Misterio, por favor danos la fuerza para morir a nosotros mismos y así podamos ser más como tú.

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Primer Misterio Doloroso

Segundo Misterio Doloroso

Tercer Misterio Doloroso

Cuarto Misterio Doloroso

Quinto Misterio Doloroso

(Normalmente se rezan los Martes y Viernes)

Misterios Dolorosos

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Comenzando en los años 40, el Padre Patrick Peyton lideró una campaña mundial para fortalecer a las familias mediante el rezo del Rosario. Hizo famosa la consigna, “La Familia Que Reza Unida Se Mantiene Unida.”Quizá la oración familiar mejor conocida es el Rosario. Pero, seamos honestos. En un mundo de iPads e iPhones, Netflix y Hulu, Xbox Ones y PS4s, sentarse a rezar el Rosario puede ser un reto muy difícil.Pero he aquí la verdad: Esta oración fortalece a las familias y a los matrimonios, ya que es una manera concreta de vivir la fe. Es una oportunidad para que nos volvamos a nuestra Santísima Madre María - ella quien llevó a Jesús en su seno, y alimentó a Jesús, y meció a Jesús para que durmiese - y le pidamos que nos ayude a conocerle a Él de la manera íntima y amorosa en que ella le conoció.El Rosario nos ofrece un tiempo para profundizar en las Escrituras, para meditar lentamente los misterios de la vida de Cristo.Seguidamente hay una serie de meditaciones sobre cada conjunto de Misterios del Rosario. Para el rezo individual, simplemente medite en un solo párrafo antes de rezar la década correspondiente del Rosario. En el ámbito familiar, los padres pueden utilizar estos párrafos como punto inicial para la enseñanza de la fe en la casa.

ROSARIOEL

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Fruto de este Misterio

En Marcos 9,24, el padre de un muchacho dice a Jesús: “Señor, yo creo. Por favor, ¡ayuda a mi poca fe!” El misterio más grande del cristianismo no es sólo que Jesús murió en la cruz por nuestros pecados, sino que Él resucitó de entre los muertos y venció a la muerte, y así nosotros podamos un día experimentar la eternidad gozosa con Él en el Cielo. Pero esto puede ser algo difícil de creer. Incluso Santo Tomás dudó hasta que vio a Cristo resucitado. Aunque tenemos la seguridad absoluta de la resurrección de Jesús, con profunda gratitud, pidamos que nos aumente la fe, que no sólo creamos en la resurrección, sino que podamos proclamarlo dentro de nuestras familias y a todo aquel que nos encontramos cada día.

Como católicos, creemos en la Comunión de los Santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Es la esperanza de la vida eterna lo que nos recuerda que hay mucho más esperándonos en el Cielo, cuando nos uniremos a todo el Cuerpo de Cristo para siempre. En este Misterio podemos imaginarnos a los discípulos cuando contemplaban a Jesús ascendiendo al Cielo. Podemos pensar que se sentirían temerosos o tristes de ver a nuestro Señor separarse de ellos. Pero ellos tenían la esperanza de que volverían a verle de nuevo. Así también nosotros. Oremos durante este Misterio para que nos aumente la esperanza y tengamos un deseo mayor del Cielo para nosotros y nuestros familiares.

¿No es emocionante imaginar lo que habría sido estar allí el día que el Espíritu Santo descendió sobre los Apóstoles? Si es así, entonces ¿no deberíamos también emocionarnos con la idea de que en nuestro bautismo, ¡el mismo Espíritu Santo descendió sobre nosotros!? Si estamos abiertos a sus impulsos, el Espíritu Santo nos fortalece, nos guía, nos da la sabiduría en nuestro camino cristiano, y nos lleva más cerca de Jesucristo. Al rezar este Misterio del Rosario preguntémonos por la abundancia de la gracia que ofrece el Espíritu Santo. ¡Ven, Espíritu Santo! ¡Ven!

Dios escogió a María para un propósito especial que nadie más podía realizar. La escogió para ser la Madre de Dios. La Iglesia Católica enseña que María - la verdadera madre de Jesús y nuestra madre espiritual - fue asunta al cielo, lo que significa que fue “elevada” al cielo por Dios. Después de la muerte de Jesús, la Escritura nos dice que María fue atendida por San Juan, quien más tarde escribió el libro de Apocalipsis. En ese último libro de la Biblia, San Juan describe cómo “Una gran señal apareció en el cielo, una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrel-las.” Esta mujer, creemos que es María, que no se reserva la gloria para sí misma, sino que constantemente nos señala a su hijo, Jesucristo. Oremos y pidámosle a María que nos ayude a crecer en la devoción a ella, para que a través de ella, podamos conocer mejor a su hijo, Jesús.

En la Anunciación, el ángel Gabriel le dijo a María que su hijo “será rey sobre la casa de Jacob para siempre. Y su reino no tendrá fin”. Si Jesucristo es nuestro Rey y Señor, entonces tiene sentido que María, como su madre, sea la Reina. A lo largo de su vida, María fue la perfecta discípula de Jesús. Además de ser elevada al cielo, ¿no le daría Jesús a su querida madre el honor especial de coronarla con la felicidad eterna? Pidamos a María que nos ayude aquí en la tierra para que algún día podamos estar con ella y su hijo en el Cielo para siempre.

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(Typically prayed on Wednesdays and Sundays)

Misterios Gloriosos

Primer Misterio Glorioso

Segundo Misterio Glorioso

Tercer Misterio Glorioso

Cuarto Misterio Glorioso

Quinto Misterio Glorioso

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Comenzando en los años 40, el Padre Patrick Peyton lideró una campaña mundial para fortalecer a las familias mediante el rezo del Rosario. Hizo famosa la consigna, “La Familia Que Reza Unida Se Mantiene Unida.”Quizá la oración familiar mejor conocida es el Rosario. Pero, seamos honestos. En un mundo de iPads e iPhones, Netflix y Hulu, Xbox Ones y PS4s, sentarse a rezar el Rosario puede ser un reto muy difícil.Pero he aquí la verdad: Esta oración fortalece a las familias y a los matrimonios, ya que es una manera concreta de vivir la fe. Es una oportunidad para que nos volvamos a nuestra Santísima Madre María - ella quien llevó a Jesús en su seno, y alimentó a Jesús, y meció a Jesús para que durmiese - y le pidamos que nos ayude a conocerle a Él de la manera íntima y amorosa en que ella le conoció.El Rosario nos ofrece un tiempo para profundizar en las Escrituras, para meditar lentamente los misterios de la vida de Cristo.Seguidamente hay una serie de meditaciones sobre cada conjunto de Misterios del Rosario. Para el rezo individual, simplemente medite en un solo párrafo antes de rezar la década correspondiente del Rosario. En el ámbito familiar, los padres pueden utilizar estos párrafos como punto inicial para la enseñanza de la fe en la casa.