El Trato de La Tierra a Luz de Levitico 25

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    EL TRATO DE LA TIERRA A LA LUZ DE LEVTICO 25:8-23.Por: Gonzalo Chamorro M.

    Introduccin

    El presente artculo es un esbozo al problema de la crisis ecolgica. Se pretende buscar lascausas y efectos de esta problemtica, y realizar un pequeo estudio de Levticos 25 con unespecial nfasis al trato de la tierra como un aporte a Los retos ecolgicos en Amrica Latina.Para cumplir dicho objetivo, habr una exposicin del Jubileo como parte de la Ley Mosaica y unabreve exposicin del captulo 25 de Levtico en dialogo con escritos de ecoteologa y pastoral de latierra.

    Crisis ecolgica en el planeta tierra.

    Hasta la llegada de la ciencia moderna, con los padres fundadores del paradigma actual,Descarte, Galileo Galilei y, sobre todo, Francis Bacon, la tierra se senta como una realidad viva e

    irradiadora que inspiraba temor, respeto y veneracin. Leonardo Boff dice que:A partir de la razn instrumental-analtica de los modernos empez a considerarse mera resextensa, un objeto inerte y desprovisto de inteligencia, entregado al ser humano para queeste expresase en ella su voluntad de poder y de intervencin creativa y destructiva. Estepunto de vista permiti que surgiera el deseo de explotar de forma ilimitada todos susrecursos y servicios hasta llegar a la situacin actual, en la que asistimos a una verdaderadevastacin de la biodiversidad, a la ruptura del equilibrio de los ecosistemas y alcalentamiento global.1

    La llamada crisis ecolgica2que constituye una situacin indita en el planeta, ha sido unproceso de modificacin del ritmo de la naturaleza que durante toda su larga historia habaconocido el influjo de sus propias fuerzas.3 Esta modificacin es fruto de la actividad del serhumano, que a travs de su tcnica ha logrado distorsionar prcticamente la totalidad de losecosistemas de la tierra.4

    La tierra ha sido transformada en un banco de negocios donde todo es mercantilizado.Todominerales, plantas, semillas, aguas, genesse vende y es objeto de lucro. No serespeta la autonoma de la tierra y su subjetividad como Gaia. Se desconocen nuestras

    1Leonardo Boff, La tierra como Gaia: Un desafo tico espiritual, Concilum331 (junio 2009): 3552La ecologa es una divisin de la biologa que estudia la relacin entre los organismos y su medio ambiente.

    Los cientficos han descubierto que hay un balance entre las plantas, el aire, y el agua, y hay una dependencia mutua.

    James Giles, Bases bblicas de la tica(El Paso: Casa Bautista de Publicaciones, 2004): 315.3 Lucio Florio, El Mensaje bblico sobre la naturaleza. Nueva visin de la ecologa , en Comentario bblicolatinoamericano(Navarra: Editorial Verbo Divino, 2007): 97.

    4El problema ambiental que sufre Amrica Latina y el Caribe, como muchas otras partes del mundo, desnudauna crisis de convivencia que pone en duda la sobrevivencia de millones de personas y de especies enteras. Lacalidad de vida, especialmente en trminos econmicos pero tambin existenciales, no es defendible para grandessectores de latinoamericanos y caribeos. La crisis no es casual. Obedece a polticas de desarrollo estructuradas porelites, tanto nacionales como transnacionales, que slo han tomado en cuenta la sociedad de hombres (sic) y decriaturas todo indivisible realidad fundada y conocida en Dios. Roy May, tica y medio ambiente, hacia una vidasostenible(San Jos: DEI, 2004): 19.

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    races telricas y nuestro origen comn como hombres y mujeres que venimos de la tierra,del humus, de la tierra frtil. Como hijos e hijas de Adn, procedemos de la tierra fecunda.5

    Segn el consenso las cuatro puntas del iceberg ecolgico son: (I) La contaminacin, (II) lasuperpoblacin, (III) La extenuacin de los recursos naturales, y (IV) La carrera armamentista.6

    Esta realidad no slo ha sido denunciada por reconocidos institutos de investigacin preocupadospor el estado global de la Tierra, sino tambin por la Cruz Roja Internacional y varios organismoscomo la ONU.7De tal manera que se hace imperativo reconocer que:

    Durante las ltimas dcadas se ha construido el principio de la autodestruccin. Laactividad humana, irresponsable ante la mquina de muerte que ha creado, puede causardaos irreparables a la biosfera y destruir las condiciones de vida de los seres humanos. Enuna palabra, vivimos bajo la grave amenaza de un desequilibrio ecolgico que puedeafectar la tierra como sistema integrador de sistemas. Nuestro planeta es como un coraznsi sufre un dao grave, todos los dems rganos vitales sern afectados.8

    La cuestin que plantea la crisis ecolgica -en especial para los cristianos deLatinoamrica-, es si la ecologa puede aadirse simplemente a los varios enfoques de la teologacontextual o al paradigma de la justicia que los anima, o si est llamada a ser algo realmentenuevo.9El autor de este artculo cree que es parte constitutiva de la agenda teolgica actual yque resulta indispensable involucrarse en la temtica debido a que:

    La crisis de la tierra se convierte tambin en crisis de Dios y crisis de los seres humanoscuando la naturaleza deja de ser manifestacin de la divinidad. Si la crisis nos brinda laoportunidad para reflexionar y cambiar, entonces tenemos que analizar las relaciones conrespecto a este problema sin precedentes que aflige a nuestro planeta.10

    5Leonardo Boff, La opcin-Tierra, la solucin para la tierra no cae del cielo, trad. Jess Garca (Santander:Editorial Sal Terrae, 2008): 34.

    6 Juan L. Ruiz de la Pea, Teologa de la creacin (Santander: Editorial Sal Terrae, 1987): 182. La crisisecolgica se simboliza en (a) los tugurios de miseria que atraviesan las enromes ciudades. (b) La deforestacinmasiva. (c) la contaminacin txica de las aguas y el aire. (4) la agricultura monocultivista que depende de insumosqumicos. (d) la degradacin de las franjas litorales y los humedales de los manglares. Cada una de estas realidadesafecta directamente la vida sostenible. Roy May, tica y medio ambiente, hacia una vida sostenible: 20; cp. DavidAtkinson, David Field, Medio ambiente, en Diccionario de tica cristiana y pastoral (Barcelona: Editorial Clie, 2004):797.

    7Sin duda la ecologa amenaza con convertirse en uno de los temas dominantes de la ecologa de la polticacontempornea. Ello en alguna medida, se expresa en la gravitacin electoral que han adquirido los llamados partidosverdes, sobre todo en pases europeos. Fernando Mires, El discurso de la naturaleza, ecologa y poltica en AmricaLatina(San Jos: DEI, 1996): 15.

    8Leonardo Boff, tica Planetaria, para un consenso mnimo entre los humanos, trad. Paula Abramo (Mxico:

    Ediciones Dabar, 2004): 11.9Elaine Wainwright, Cmo leer el libro de la Genealoga?, Concilum 331 (junio 2009): 346.10Felix Wilfred, Haca una ecoteologa interreligiosa, trad. Jos Prez, Concilum 331 (junio 2009): 380. La

    misma lgica que explota a las clases y subyuga naciones depreda tambin los ecosistemas y extena el planetatierra. La tierra al igual que sus hijos e hijas, necesita liberacin. Todos vivimos oprimidos por un paradigma decivilizacin que nos ha exiliado de la comunidad de vida, que se relaciona violentamente con la naturaleza y que noshace perder la veneracin por la sacralidad y la majestad del universo. De esta clase de percepciones ha nacido unateologa ecolgica segn la cual la injusticia social se transforma en injusticia ecolgica, porque afecta a la personahumana y a la sociedad, que son parte integrante de la naturaleza. Leonardo Boff, Del Iceberg al Arca de No, elnacimiento de una tica planetaria(Santander: Editorial Sal Terrae, 2003): 92.

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    No se puede olvidar que Dios cre los cielos y la tierra y todo lo que hay en ellos.Encomend a los seres humanos la responsabilidad de seorear y ser mayordomos de toda lacreacin. Durante siglos se ha utilizado el aire, las aguas y la tierra junto con todos sus recursossin mucha consideracin de la posibilidad que los recursos naturales que se brindan podranacabarse algn da. Christopher Wright dice:

    La tierra, en todas sus dimensiones (promesa, conquista, posesin compartida, uso yabuso, prdida y recuperacin) era fundamentalmente una entidad teolgica. La historia deIsrael es la historia de la redencin y se ha visto que la estructura social de Israel era partedel propsito y el patrn de la redencin. Ahora se puede decir lo mismo del papel de latierra dentro de la historia veterotestamentaria de Israel. La tierra tambin formaba parte delpatrn de la redencin, porque la estructura social de Israel estaba relacionada con lostemas econmicos de la reparticin, arrendamiento y utilizacin de la tierra.11

    Por lo tanto como la tica del AT es inseparable y dependiente de la teologa del AT, laconsecuencia es que algo tan importante para esta teologa como lo era la tierra tena que ser

    igualmente para su tica.12

    Por eso la teologa en dialogo con la ecologa debe formular conceptoticos a partir de la fusin de horizonte del texto bblico, tanto para la comunidad de fe cristianacomo tambin un aporte a la tica universal.

    El trato de la tierra a la luz de levtico 25.

    Comnmente Levticos 25 habla de la tierra en los siguientes trminos: [a] como suelocultivable [sembrar 3, 4, 11, 20, 22; podar: 3, 4; cosechar: 3; segar: 5, 11; producir alimento paracomer: 6, 12, 29]; [b] como lugar habitable [v. 9: para ti y para tus siervos, tu sierva y para tujornalero]; y [c] las leyes del ao sabtico y el ao de jubileo13se refieren a este tipo de tierra [Lv.25:3, 4, 11, 20, 22]. De aqu resaltan dos temas relevantes para la tica cristiana [1] la tierraconcebida como el sustento de la vida y [2] Yahv como dueo de la tierra [Lv. 25:23]. Paraanalizar este tema es necesario partir de la siguiente premisa:

    Recordemos que la Biblia, escrita desde el trasfondo de una cultura semidesrtica, se iniciacon la creacin de una tierra provista de todo tipo de rboles frutales, peces, aves, ganados

    11Christopher Wright, Viviendo como pueblo de Dios, la relevancia de la tica del Antiguo Testamento , trad.Daniel Menezo (Barcelona: Publicaciones Andamio, 1996): 56.

    La teologa debe interesarse por el debate de la ecologa y afrontarlo como un dialogo, necesario y urgente,entre las ciencias de la fe y las ciencias de la naturaleza. No puede ser de otro modo, porque lo que en l se cuestionaes la realidad del mundo y el futuro del hombre, cosas ambas que importan a la razn teolgica tanto al menos comopuedan importarle a la biologa, la sociologa, la economa o a la ecologa. Juan L. Ruiz de la Pea, Teologa de la

    creacin: 176.12Ibid.13La apertura de la dimensin del descanso, la recreacin y la recuperacin de la creacin toda, asume el

    jubileo como una clave interpretativa de toda la historia de la salvacin. De aqu que el ao del jubileo como institucindel rescate de la tierra [posibilidad de recuperacin de la tierra por parte de los desposedos], suspensin y prohibicinde la venta e institucin de las leyes de reforma agraria [Lev. 25], a partir del criterio de pertenencia de la tierra a Dios.De tal manera que la recuperacin de la tierra como eje conceptual central en el jubileo bblico: es un don de Yahvque implica responsabilidad humana frente a ella, y as mismo, una amenaza y tentacin de adquirir seguridadeconmica y prosperidad, para consecuentemente, olvidar la alianza con Yahv. Loida Sardias, El jubileo bblico yla lucha por la vida, Vida y pensamiento 18 (julio-diciembre, 1998): 135.

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    y bestias. Esta tierra es dada a la primera pareja humana, no slo como espacio vital, sinocon el mandato de crear all condiciones que permitan el bienestar de todos.14

    El Jubileo y la ley Mosaica

    Un desfile de trompetas y la declaracin de la libertad enmarcan el jubileo bblico15

    . Elfestival y sus consecuencias sociales se presentan en Levtico 25. Aunque la seccin mencionadaanteriormente representa el foco del jubileo, hay que entender que el captulo est ubicado en elcentro de una discusin ms amplia acerca de este tema. Dos corrientes de la tradicin de Israelse unen en Lv. 25. La primera consiste en las leyes del ao sabtico [Ex. 21:2 -6;1623:10-11; Dt.15:1-18] que regulan el pago de las deudas y establecen un ao de reposo agrcola. Y la segundacorriente de la tradicin que contribuye a las leyes del jubileo en Lv. 25 consiste en varios decretosreales de amnista o liberacin encontrados en la cultura cercana de Mesopotamia,17 comotambin en relatos bblicos [Jr. 34:822; Ne. 5:1-13]. Estos decretos acentan aun ms la conexinentre la confesin de Dios como soberano -dueo de la tierra- y la obediencia a las leyes queexigan justicia social. Sharon Ringe dice que:

    Las tradiciones del jubileo bblico se expresan en una variedad de formas literarias y enmateriales que surgen de diversas circunstancias histricas. Cada una de estas tradicionesnecesita ser investigadas en su propio contexto social e histrico para que surjan susimplicaciones particulares. Las imgenes en las que hayamos estas tradiciones no siempretiene la misma connotacin y tampoco hay una clara trayectoria que demuestre el desarrollode una hacia otra.18

    14Jos Ramrez, La tierra como posesin ltima de Yahv, en Tierra prometida: Abraham, Josu y tierra sinexclusin (Ecuador: Editorial Abya Yala, 2002): 67. Por otro lado hay que recordar que la historia bblica de laredencin comienza con la promesa de Dios a Abraham. Un constituyente fundamental de esa promesa, tal como serevela y repite en la narrativa patriarcal, es que Dios dara a Abraham y a sus descendientes una tierra. ChristopherWright, Viviendo como pueblo de Dios, la relevancia de la tica del Antiguo Testamento: 51.

    15Despus de la observancia del ao sabtico, llegaba el ao del jubileo. Se anunciaba por el clamor de lastrompetas en el dcimo da de Tishri, el mes sptimo. De acuerdo con las instituciones dadas en Lv. 25:8-55, estemarcaba un ao de libertad en el cual la herencia de la familia era restaurada a aquellos que haban tenido ladesgracia de perderla, los esclavos hebreos eran puestos en libertad y la tierra era dejada sin cultivar. SamuelSchultz, Habla el Antiguo Testamento, trad. Francisco Cazarola(Grand Rapids: Outreach Publications, 1982): 69.

    16Estos texto tratan de los esclavos que haban perdido su libertad por no pago de sus deudas. El esclavoqueda libre al sptimo ao, cuando cumpla seis aos de esclavitud, aunque no fuera todava el ao sabtico oficial. Elesclavo no poda esperar. El tiempo de liberacin (que es el tiempo de Yahv) no sigue el calendario oficial. No hay enIsrael un mercado de esclavos. La liberacin de esclavos era una exigencia, sin pago de la deuda que aun podraquedar por pagar. La vida humana se afirma por encima de toda la ley de contratos y deudas. Cualquiera fuera el

    monto de la deuda, nadie poda ser esclavizado ms de 6 aos. Era un lmite no negociable a la explotacin. PabloRichard, Ya es tiempo de proclamar un jubileo, Vida y pensamiento18 (julio-diciembre, 1998): 11.

    17Esa preocupacin por la propiedad perpetua de la tierra tambin era evidente en los documentos ugarticossobre cuestiones inmobiliarias. Entre los Heteos y Mesopotamia se haca peridicamente declaraciones de devolucinde tierras a sus dueos primitivos y de liberacin de esclavos a menudo en el primer ao de un nuevo reinado y estnatestiguadas por proclamaciones de antiguos reyes como Uruinimgina y Ammisaduqa. Jhon Walton, Victor Matthews,Mark Chavalas, Levtico, en Comentario del contexto cultural de la Biblia, Antiguo Testamento, eds. Juan CarlosCevallos, Humberto Casanova, trad. Nelda Bedford (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2008): 142.

    18Sharon H. Ringe, La liberacin y el jubileo bblico (San Jos, Costa Rica: Editorial Departamento Ecumnicode Investigaciones, 1997): 40.

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    El jubileo y el cdigo de la alianza

    Las leyes bblicas ms antiguas que fundamentan el jubileo son parte del cdigo de laalianza19[Ex. 21-23]. Esta coleccin de leyes que gobernaba la vida religiosa y social de Israelfue incorporada al relato del xodo en el momento de la teofana del Sina y detalla las

    obligaciones de los israelitas para con el Dios que haba establecido una alianza con ellos. Lasdos partes del cdigo de la alianza que ms relacin tiene con el jubileo son Ex. 21:2-6 y 23:10-11.En estas leyes Dios es representado como soberano y libertador mediante la liberacin deesclavos20y la garanta de un descanso para la tierra.

    La tierra es la primera en gozar del privilegio divino del descanso. El verbo dejar descansarliteralmente significa aqu:El ser humano tiene el derecho de trabajar la tierra y sacar suproducto, pero Dios tambin defiende el derecho de la tierra a su descanso. Los primerosque tiene beneficio de esta liberacin, son los pobres y luego los animales, aqu Diosimpone un lmite, para defender los intereses de la tierra y de los pobres.21

    El jubileo y el cdigo Deuteronmico

    Deuteronomio es el nombre con el que se conoce el quinto libro de la Biblia. Proviene delgriego y quiere decir segunda ley, y se le asign en la Septuaginta. La designacin Deuteronomiohabla del contenido a partir de la relacin del libro con los otros escritos del Pentateuco. Sesupone que existe una primera ley y que en Deuteronomio se recuenta esa ley, esta vez dentrodel marco de una alianza renovada.22

    19Recientemente ha podido esclarecerse el trasfondo cultural especfico del pacto del Sina. El pacto tiene unparalelo cercano a la estructura literaria de un tratado internacional del antiguo cercano Oriente que se celebrabaentre el Seor y su sbdito (vasallos). Aunque la frmula era conocida y tuvo amplia difusin durante el segundomilenio, la mayor cantidad de ejemplos y los ms completos- del tratado seor-vasallo se encuentran en los textoshititas de Boghazky de los siglos XIV y XIII. La mayora de los elementos de esta frmula constan en los textosreferidos al pacto mosaico. E. Campbell, Freedman eds.,The Biblical archaeology Reader3 (Gran Rapids: 1981), 53,citados en William Sanford, David Allan, Frederic William, Panorama del Antiguo Testamento, Mensaje, forma ytrasfondo del Antiguo Testamento(Grand Rapids: Libros Desafos, 1999): 144.

    20El cdigo de la alianza se destaca sobre los dems conocidos por los reglamentos ms humanitarios en eltrato de los esclavos (Lev. 25:3955). La esclavitud era muy dura entre los dems pueblos; sin embargo, no lo eratanto entre los hebreos por razn del espritu humanitario de la ley mosaica. Aun el esclavo tena derechos que suamo no poda ignorar (ver 21:2627). Haba maneras por las cuales un hebreo poda caer en la esclavitud: (1) porventa de los padres, (2) por robar y no poder pagar la restitucin o multa correspondiente (22:13), (3) por deudas nopagadas o por insolvencia (Ams 2:6;), (4) por voluntad propia por causa de la pobreza (Lev. 25:39), o (5) por naceresclavo. Evidentemente la mayora de ellos eran deudores insolventes, y probablemente servan como esclavosdomsticos. Eran considerados como enseres, sin embargo, como seres humanos, tenan sus derechos inalienables.La esclavitud israelita no era permanente como la de los cautivos de la guerra y la de los extranjeros (Lev. 25:4455).

    Andrs Glaze, xodo, Comentario Bblico Mundo Hispano (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2003): 191.21Pablo Richard, Ya es tiempo de proclamar un jubileo: 11. La tierra gime por el dolor de la opresin social ypoltica, por la violencia sin piedad, la injerencia extranjera, la degeneracin econmica, y por una marcadadestruccin ecolgica. El anhelo profundo de los habitantes de Centroamrica como de otras partes del mundo,implica una paz que signifique un verdadero descanso. Los pueblos desean espacio para respirar tranquilamente, sinmiedo y con seguridad. Quieren una naturaleza protegida y restaurada, frtil y productiva. Quieren tiempo para hacerpoesa, cantar y bailar. Verdaderamente buscan un reposo sabtico. Roy May, Tierra: Herencia o mercanca?,

    justicia, paz e integridad de la creacin(San Jos: DEI, 1993): 75.22 Edesio Snchez, Deuteronomio, en Comentario bblico iberoamericano, eds. C. Ren Padilla, Luciano

    Jaramillo(Buenos Aires: Ediciones Kairs, 2002): 17.

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    En Dt. 15:1-18 no hay mencin especfica del ao de reposo agrcola, pero la terminologade liberacin y la referencia a un periodo de siete aos vincula a este conjunto de leyes a Ex. 21:2-6 y 23:10-11. Se puede apreciar que estos textos de Deuteronomio estn compuestos por tressecciones principales. 1) liberacin o cancelacin de deudas [Dt. 15:1-6]. 2) Prestamos a lospobres [Dt. 15:7-11]. 3) Procedimientos para la liberacin de los esclavos hebreos [Dt. 15:12-18].

    La imagen detrs de estas leyes es la de una sociedad bajo la jurisdiccin de una administracincentral con una economa relativamente compleja.23Es interesante como la tradicin sabtica-jubilar exige una ruptura histrica que permite a la

    tierra y a las personas recuperar su libertad. En la teologa de esta tradicin, la tierra y laspersonas son de Dios y nadie puede apropirselas en forma limitada o injusta. 24A continuacin elpresente estudio es una exposicin de Lev. 25 en torno a las leyes para la observancia del jubileocon nfasis al trato de la tierra como un aporte a Los retos ecolgicos en Amrica Latina.

    Exposicin de Levtico 25:1-23

    Este captulo sigue el tema del cap. 23 [las fiestas solemnes]. Es la continuacin de los

    festivales con significados religiosos. El tema principal de este captulo es la explicacin del aodel jubileo, con una introduccin sobre el ao sabtico. Es como si el ao del jubileo fuera unaextensin del ao sabtico.25

    Levtico 25:8-13

    A cada sptimo ao sabtico, cada cuadragsimo noveno ao26, deba seguir el ao dejubileo.27Este ao tambin aparece como el ao 50 despus del sptimo ao sabtico, aunquealgunos eruditos opinan que realmente era el ao 49. Tambin se ha sugerido que ste era unao corto de 49 das, inserto dentro del sptimo mes del ao 49, a fin de alinear el calendario lunar

    23 Sharon H. Ringe, La liberacin y el jubileo bblico: 44. La ley deuteronmica limitando la esclavitud pormotivos econmicos es una revisin de la ley del esclavo hebreo en xodo 21:16. En xodo el esclavo comenzabasu perodo de esclavitud sin nada y sala sin nada. Despus de servir seis aos de esclavitud, el esclavo sala de lacasa de su seor con las manos vacas. La ley deuteronmica cambia la ley del esclavo hebreo para ayudar alesclavo a empezar una nueva vida. Este cambio ensea la preocupacin del deuteronomista por los esclavos y haceun esfuerzo de mejorar su situacin. El seor del esclavo debe acordarse de que los israelitas haban sido esclavosen Egipto y Jehovah los haba rescatado (Ex. 3:21, 22). Claude Mariottini, Deuteronomio, Comentario Bblico MundoHispano (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2003) 3:433; Rainer Albertz, Historia de la religin de Israel en tiemposdel Antiguo Testamento(Madrid: Editorial Trotta, 1999): 451.

    24Lo que hace que el tema de la tierra permee la tica del Antiguo Testamento es la creencia de que Diosposee la tierra y exige de sus arrendatarios una responsabilidad por el uso que hagan de ella. Christopher Wright,

    Viviendo como pueblo de Dios: 66.25James Crawford, Levtico,Comentario Bblico Mundo Hispano (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2003)3:123.

    26 F. Duane Lindsey, Levtico, en El conocimiento bblico, un comentario expositivo, trad. BernardinoVzquez (Puebla, Mxico: Ediciones las Amricas, 2003) 1:244.

    27No hay evidencia de que el jubileo se haya puesto en prctica efectivamente. Roland de Vaux, AncientIsrael: Its life and Institutions(Londres: Longman & Todd, 1976): 175-77. Ante esto, es muy probable que el silencio alrespecto en el A. T. se deba a que los israelitas practicaban el jubileo regularmente de modo tan natural que losautores del A. T. simplemente no considera necesario mencionar ese hecho. C. Ren Padilla, Economa humana yeconoma del reino de Dios (Buenos Aires: Ediciones Kairs, 2002): 24.

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    de Israel con el ao solar.28As comienza el ao de jubileo. El nombre jubileo es la traduccin dela palabra, lbeAyque viene del sonido del instrumento musical del cuerno de carnero.29El lemade ese ao, deba ser #r,a'B'rArD ~t,ar'q.WProclamar liberta en la tierra.30El propsito de laproclamacin era recuperar la propiedad familiar y reunir a la familia.31(v.10).

    Las normas relativas a la inalienabilidad de la tierra familiar, y los procesos corroborativosde la redencin y el jubileo, en Levtico 25, apuntaban a evitar que la tierra pudiera ser unobjeto de lujo en el mercado. En Israel era tcnicamente imposible especular con el terreno,o amasar grandes haciendas privadas mediante adquisiciones permanentes de terrenos. Latierra no poda venderse de forma permanente [Lv. 25:23].32

    Es as como en el v. 11 se insta al pueblo a no cosechar ni segar, porque es el tiempo del jubileo,y es el ao en que los esclavos quedan en libertad.33

    Levtico 25:14-17

    Los vv. 1416 y 2022 tratan de leyes sobre venta y compra de terreno. La misma ideasigue en el v. 23. El terreno vendido vuelve a su dueo original en el ao jubileo, pero el precioser segn el nmero de aos que el nuevo dueo lo tiene. El precio ser proporcionado segnlos aos de cosecha.34

    28Gordon Wenham, The Book of Leviticus, International commentary on the Old Testament (Grand Rapids: B.Eerdmans Publishing Company, 1979): 319.

    29 Roland Faley, Levtico, Nuevo comentario bblico San Jernimo Antiguo Testamento, eds. RaymondBrown, Joseph Fitzmyer, Roland Murphy (Navarra, Espaa: Editorial verbo Divino, 2005): 120.

    30En hebreo, #r,a, transmite, por lo menos, cuatro niveles de sentido: cosmolgicamente designa la tierra (enoposicin al cielo) o a la tierra firme (en oposicin al agua); fsicamente, el suelo; geogrficamente, regiones; ypolticamente, determinados pases. H. Schmidt, Tierra, pas, Diccionario teolgico manual del Antiguo Testamento,eds. E. Jenni, C. Westermann (Madrid: Ediciones Cristiandad, 1978) 1:343.

    31Quienes haban incurrido en deudas eran libres de lo que an quedaba sin pagar (el AT presupone quedebe hacerse cualquier esfuerzo por pagar las deudas) y de cualquier responsabilidad que su deuda hubierademandado. De esta manera, ellos podan regresar a tomar posesin de cualquier terreno que la familia hubiera sidoforzada a entregar a un acreedor como garanta sobre cualquier prstamo. Por lo tanto, la ley tena el efecto de reunira la familia en la tierra de sus antecesores, no ms all de una generacin despus de que haban incurrido en lasdeudas originales. Christopher J. H. Wright, Levtico, Nuevo Comentario Bblico: Siglo Veintiuno, eds. Carson, D.A.;France, R.T (El Paso: Casa Bautista de Publicaciones, 2000).

    32Christopher Wright, Viviendo como pueblo de Dios: 95.33Las herencias, por cualquier causa, y cun frecuentemente hubieran sido enajenadas, volvan a las manos

    de sus dueos antiguos. Esta ley de mayorazgo, por la cual el heredero legtimo nunca podra ser despojado, era unadisposicin de gran sabidura para conservar en su orden a las familias y tribus, y fielmente registradas susgenealogas, a fin de que todos pudiesen tener pruebas para establecer sus derechos a las propiedades ancestrales.R. Jamieson, A. Fausset.; D. Brown, Levtico Comentario exegtico y explicativo de la Biblia(El Paso: Casa Bautistade Publicaciones, 2003) 1:117.

    34Aunque vender no era lo ideal, a veces era necesario. As que se tena que hacer con justicia. El preciodeba calcularse con base en el nmero de los aos despus del jubileo, tomando en cuenta el nmero de los aosque la tierra producira sus frutos hasta el siguiente jubileo, en el que la tierra retornara a su dueo original. En otraspalabras lo que uno realmente venda era el nmero de cosechas, el usufructo limitado de la tierra era pagado en sutotalidad por adelantado. F. Duane Lindsey, Levtico: 245.

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    Levtico 25:18-22

    Este estmulo a observar las regulaciones sabticas prometa bendiciones especiales enel ao que lo preceda, como respuesta a una pregunta muy natural [v. 20]. El principio teolgicoera que la obediencia a la legislacin econmica de Israel requera fe en que Dios poda

    proveerles lo necesario por medio de su control sobre la naturaleza, as como de la historia.Como Israel era un pueblo agrcola, su vida dependa de la tierra. Se dejaba reposar stapara que produjera los recursos para la vida. Sin duda la razn prctica de la poltica deldescanso de la tierra fue ecolgica. Dejarla descansar es una prctica antiqusima paracontrolar las plagas y reponer la fertilidad del suelo. En el pensamiento teolgico, estaprctica implica respeto bsico a la tierra misma y, por extensin, al Dios que daba losrecursos de la vida, pues la tierra era la fuente de la vida.35

    Levtico 25:23

    La tierra como propiedad divina es la afirmacin ms clara que se aprecia en Lv. 25:23. Enel contexto de una serie de leyes sobre el rescate de tierras perdidas por deudas, este textoplantea una idea que permite ver el problema de la posesin de tierra desde una nuevaperspectiva. Ahora la tierra no es vista aqu como propiedad exclusiva de ninguna comunidadhumana sino, como posesin ltima de Yahv. Frente a este hecho quedan relativizadas laspretensiones particulares. Delante de Yahv y en las tierras de su propiedad son los israelitas tanforasteros como los otros.36Los siguientes captulos de Levtico 25, hablan acerca del rescate decasas en ciudades [29-34]; La prohibicin de la esclavitud Israelita [39-43]; y rescate del siervo[47-54].

    En sntesis, la tierra deba quedar libre de la mano del hombre, que exhausta su poder conpropsitos terrenales, como su propiedad, y disfrutar el santo reposo con el que Dios hababendecido la tierra y todos sus productos despus de la creacin.

    Israel como nacin de Dios, deba aprender por un lado, que aunque la tierra fue creadapara el hombre, no fue meramente creada para que l le extrajera sus poderes para su usopropio, sino para ser santa al Seor y participar en su sagrado descanso.37

    Se puede deducir de esta exposicin, que la tierra es un pacto, un compromiso para vivir deacuerdo a la voluntad de Yahv. Si la tierra es concebida como el sustento de la vida entoncesdebe ser bien administrada para aprovechar a su justa medida los recursos que entrega. Y porotro lado si Yahv se presenta como dueo de la tierra, entonces quienes habitan en ella no tiene

    35Roy May, Tierra: Herencia o mercanca?, justicia, paz e integridad de la creacin: 80.36Jos Ramrez, La tierra como posesin ltima de Yahv: 79.37Keil Delitzch, Levtico, en Comentario al texto hebreo del Antiguo Testamento, trad. Ivo Tamm (Barcelona:

    Editorial Clie, 2008): 363.El jubileo invita ante todo a reconocer la dimensin social de la fe bblica y a adoptar el punto de vista del

    legislador divino. De ah la necesidad de investigar realsticamente de que modo podan implementarse en la sociedadcontempornea los grandes objetivos del programa de Levtico, especialmente los que tratan de promover laequitativa distribucin de las riquezas y la utilizacin racional de los recursos naturales (el descanso sabtico de latierra). Armando Levoratti, Levtico, en Comentario bblico latinoamericano, Antiguo Testamento(Navarra: EditorialVerbo Divino, 2005): 516.

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    ninguna autoridad para deshacerse de un bien que se a prestado para el beneficio del serhumano. Levtico hace un llamado a recordar que hay recursos que no son renovables y por lotanto debe ser bien gobernado. A continuacin y a la luz de lo expuesto se entrega una brevepastoral de la tierra como un aporte a la comunidad cristiana y latinoamericana.

    Pastoral de la tierraPreliminares filosficos-teolgicos.

    La palabra de Dios tiene una dimensin ecolgica. Su concepcin positiva del cosmos y delhombre debe ponerse de relieve como fundamento de la benevolencia divina sobre el ecosistemaplanetario, sin el cual toda la obra buena de Dios se desmoronara.38 Es necesario que loscristianos paguen el precio de la redencin de la tierra en los trminos de un cambio total de losvalores, los estilos de vidas, los objetivos polticos y econmicos e incluso el tipo de ciencia ytecnologa que se practican.39Roy May dice que:

    La funcin de la tica ambiental se centra en la toma de conciencia de nuevas relacionesentre las cosas y su propia realidad humana y en orientacin de las mediaciones y lasrelaciones. Se trata de la asignacin de valor intrnseco/valor instrumental comolegitimacin y deslegitimacin de ciertas mediaciones y relaciones. La ambigedad de losdos valores tiene importancia terica en vista de que el valor intrnseco excluye el valorinstrumental, prcticamente se prohbe el uso de la naturaleza; deslegitima la presenciahumana. Me parece que tal tica absolutista y exclusivista, no tiene cabida en la tica enpro de la vida sostenible. La tica ambiental requiere un concepto de valor que legitimetanto el valor intrnseco como instrumental, no en forma de exclusin mutua, sino en suambigedad.40

    Como aspecto metodolgico se debe reconocer que la tica ambiental es una ticacontextual,41 por cuanto responde a la realidad histrica ambiental. Si se apega a un marcodeontolgico, con base en principios y normas abstractas, absolutas y universales, pierde sucapacidad orientadora en situaciones o contextos histricos concretos, como es la crisis del medioambiente.

    Preliminares de una pastoral de la tierra.

    Para desarrollar una pastoral de la tierra, se debe: [a] recalcar el propsito social del uso dela tierra. Cuando la pastoral se preocupa por el uso mismo de la tierra, se relaciona directamente

    38Lucio Florio, El Mensaje bblico sobre la naturaleza. Nueva visin de la ecologa: 100.39 Armando Levoratti, Ante la crisis de la ecologa, en Comentario bblico latinoamericano, NuevoTestamento(Navarra: Editorial Verbo Divino, 2007): 105.

    40Roy May,tica y medio ambiente, hacia una vida sostenible: 121.41Estos conceptos de tica contextual comienza en pensadores como Dietrich Bonhoeffer, tica, trad. Lluis

    Duch (Madrid: Editorial Trotta, 2000): 315 pgs. El telogo brasileo Marcelo de Barros Souza, recuerda conreferencia a la pastoral y la teologa de la tierra, que: No se trata de una reflexin sobre el suelo ni sobre el planetatierra. Es ms bien una reflexin teolgica hecha partiendo del problema de la tierra para el pueblo que vive en elcampo y para los que trabajan con os agricultores. Marcelo de Barros Souza, La tierra, palabra de Dios. Apuntespara una teologa de la tierra, Misiones Extranjeras 117 (Mayo-Junio 1990): 234.

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    con las polticas agrarias. Tambin se relaciona con el bienestar ecolgico de la tierra, puesdestruir sta es destruir la fuente misma de la vida, no slo para una persona, sino para toda lacolectividad, ahora y en el futuro,42 [b] Leer la Biblia y hacer teologa a partir de la lucha por latierra. La relectura y la recuperacin de la tradicin bblica de la tierra para la teologa y la pastoralde hoy resulta un reto eclesiolgico y pastoral ineludible en el continente. La tarea pastoral debe

    incorporar en su agenda la elaboracin de una tica que quite la legitimidad moral a los quedominan la tierra hoy en da.

    La pastoral de la tierra puede revelar lo que cree: que la fe cristiana es agitadora, destinadapor Dios a transformar permanentemente la humanidad. La revelacin cristiana pone latierra a disposicin de todos como un don divino, digno de todo respeto y cario,sacramento de Dios, fuente de vida y lugar de trabajo que har realidad la libertadhumana.43

    Como ya se ha apreciado a lo largo de toda este artculo, los problemas ambientales dehoy, estn reclamando respuestas ticas, acompaadas estas de un grado de sensibilizacin y de

    comprensin, falta en todo esto liderazgo. Luis Bentez dice:Ante el impacto de las actividades humanas en el entorno insisten, como en otrasocasiones, en la importancia de la educacin y la formacin medioambiental. Se debeensear a preferir la esttica de lo natural frente a lo artificial. Toda apuesta a laconcientizacin por los problemas medioambientales, debe saber que la vida en todas susmanifestaciones, forma conjuntamente con el hombre, un solo y gigante organismo, paraellos es necesario un nuevo paradigma cientfico en la educacin medioambiental.44

    La importancia de formar y educar a las comunidades de fe resulta un imperativo categricoen torno al cuidado de la tierra. Amrica latina debe experimentar un avivamiento ecolgico en prode una vida sostenible.

    Necesitamos sacar a la luz ciertas tendencias que estn tambin presente en nuestrasmentes y corazones: la solidaridad, la compasin, el cuidado solcito, la comunin y laarmonizacin. Tales valores y fuerzas interiores podrn instaurar un nuevo paradigma decivilizacin: la civilizacin de la humanidad reunificada en la casa comn que es el planetatierra.45

    42Roy May, Tierra: Herencia o mercanca?, justicia, paz e integridad de la creacin: 33.43Marcelo de Barros Souza, La tierra, palabra de Dios. Apuntes para una teologa de la tierra: 243.44Luis Bentez, Ecologa y pensamiento Franciscano, Franciscanum 145 (enero-abril 2007): 136-37.45Leonardo Boff, Del iceberg al arca de No,El nacimiento de una tica planetaria: 93.