Mary Douglas

Fue una antropóloga británica nacida en San Remo, Italia, en 1921. Se graduó en

Oxford en 1951, y fue alumna de Max Gluckman y Meyer Fortes, pero las

influencias que marcaron para siempre su carrera fueron Franz Steiner y Evans-

Pritchard.

Sus aportaciones más destacadas y por las que se le reconoce, son: Pureza y

peligro (1966), donde propuso por primera vez que las leyes kosher contenidas en

el Levítico no debían interpretarse como medidas elementales de higiene o

pruebas arbitrarias de la fidelidad de los judíos a su Señor, sino que su verdadera

función consistía en trazar fronteras simbólicas.

Y posteriormente, en Símbolos naturales (1970), desarrolló una teoría ambiciosa

sobre la forma en que los individuos conciben su relación con la sociedad y

construyen su escala de valores.

Se jubiló en 1985, pero no dejó de producir, brindando incluso entrevistas hasta

poco antes de su muerte, cuando contaba ya con 86 años. Falleció en Londres, el

16 de mayo de 2007.

Baron Isherwood

Capítulo 3. El uso de los bienes

3.1 Una redefinición del consumo

Definir una antropología del consumo desde la “notredad”, implica no sólo hablar

de la sociedad industrial, sino también de utilizar términos que puedan aplicarse a

aquellas sociedades que no están familiarizadas con el comercio y el capitalismo.

Para lograr esto, se deben tomar en cuenta todas las posibilidades que nos lleven

a la confusión y que constituyan una problemática para la definición satisfactoria

que se busca.

Por un lado, hay que considerar una de las ideas más fuertes de la teoría

económica: el consumo no es producto de una imposición, la decisión del

consumidor es libre. Por otro lado, retomar la idea sustraída de la contabilidad

federal: El consumo empieza donde termina el mercado.

¿Cuál es la constante en ambas posibilidades? Dar por sentado que el consumo

es un asunto privado.

Si definimos al consumo como el uso de los bienes materiales que está más allá

del comercio y goza de una absoluta libertad ante la ley, se tendría un concepto

que quizá funcionara en todas las sociedades y que respondiera a estas dos

posibilidades.

Si se retoma la anterior idea, podríamos entender todo lo relativo al consumo

como una parte vital de la cultura.

Pero teniendo en cuenta que la cultura se transforma y que nosotros

representamos un papel importante de cambio, quizá no podría encajar esta idea.

El consumo de los bienes, antes implica una decisión, y por supuesto ésta es

individual, pero también la decisión parte de los recursos (materiales o simbólicos).

Entonces ¿la elección individual es ilimitada y libre? Ejemplo: dinero en efectivo y

regalo

Es decir, que si la decisión que determina al consumo, no es ni ilimitada ni libre, sí

se está viendo regulada por distintos factores en distintos campos:

Campo simbólico: las sanciones sociales, el reconocimiento y todo aquello que

genere límites, control y regulación

Campo material: Ingreso monetario, acceso a los bienes y todo aquello que

condicione la práctica del consumo material.

Retomar factores y campos sería el primer paso para hablar de una teoría del

consumo en términos culturales.

3.2 El universo construido con mercancías

Antes de suponer que los bienes son necesarios para la subsistencia y el

despliegue competitivo, pensemos en los bienes como necesarios para hacer

visibles las categorías de una cultura.

Hablar de bienes materiales, es decir, mercantilizar estas posesiones, requiere

entender que no sólo proporcionan subsistencia, sino que también sirven para

establecer y mantener relaciones sociales.

¿Por qué la gente necesitas bienes? Dicotomía entre la notredad y la otredad.

Error en las ciencias sociales: separar permanentemente el campo teórico-

científico de las conjeturas introducidas por el sentido común.

Regularmente hablamos del uso de los bienes de consumo, desde su utilidad y

eficacia para resolver necesidades como comer, vestirse y protegerse, pero habría

que pensarlos como medios para pensar y racionalizar prácticas y relaciones

sociales.

3.3 El individualismo teórico

Teorías individualistas del conocimiento y de la conducta

Visión Benthamita

El individuo puede ser usado o usar a las demás personas, pero ellas siempre

están en segundo plano

Teoría de Blau

Individualista del intercambio social

Los individuos se asocian con otros porque todos se benefician de la asociación

No es de manera igualitaria, ni se comparte el costo de proveer beneficios

El hombre individual no es útil como base conceptual

Sustraído de su contexto

Individuo existe sólo en la medida en que está inmerso en la cultura de su tiempo

y lugar

Fenomenología

Coloca al individuo en el marco de un contexto social y ve en el conocimiento una

empresa de construcción colectiva

El mundo se construye socialmente: los individuos interactúan entre sí imponen

sus construcciones a la realidad

Etnometodología

Da por sentado que la realidad se construye socialmente

Procedimientos interpretativos

El significado está empotrado en la realidad, de que nunca es fácilmente

distinguible en la superficie de una comunicación

3.4 Establecer los significados públicos

Los rituales sirven para contener el curso de los significados

Rituales: son convenciones que sacan a la luz las definiciones públicas

Algunos rituales son puramente verbales, vocalizados, sin posibilidad de registro,

pero desaparecen en el aire y difícilmente pueden ayudarnos a delimitar el campo

interpretativo

Los rituales más eficaces utilizan objetos materiales, y cuanto más costosos sean

los instrumentos rituales, más persistente tendrá que ser nuestra intención de fijar

los significados

Los bienes son accesorios rituales. El consumo es un proceso ritual cuya función

primaria consiste en darle sentido al rudimentario flujo de los acontecimientos

Su propia racionalidad deberá forzarlos a darle sentido al medio ambiente en que

se desenvuelven. El objetivo más general del consumidor sólo puede ser construir

un universo inteligible con las mercancías que elija

Los bienes de consumo sirven para registrar estos intervalos. Diferenciar a través

del año calendárico y del ciclo vital

Descubrir la manera en que está estructurado ese disfrute y cuánto le debe éste a

la uniformación social.

Aspectos de la vida como: vivienda, atuendo, transporte, salud, aportan señales

en el marco de una estructura espacial y temporal

La elección de mercancías crea incesantemente ciertos modelos de

discriminación, desplaza unos y refuerza otros. Los bienes son entonces la parte

visible de una cultura

Observancia de las reglas seguidas por otros consumidores es una forma de

mantenerse entrenado, rito de recordación (hombre cuchillo mantequilla)

Consumo utiliza a las mercancías para hacer firme y visible una serie particular de

juicios en los cambiantes procesos de clasificación de las personas y los

acontecimientos

El individuo obtiene un juicio referido a la idoneidad de su elección en favor de

determinadas mercancías para la celebración de sucesos particulares, un juicio

acerca de su propia condición relativa de juez y un juicio más sobre la oportunidad

de ocasión celebrada

El individuo utiliza el consumo para decir algo sobre sí mismo, su familia, su

localidad, ya sea rural o urbana, la residencia fija o vacacional

El consumo es un proceso activo en el cual todas las categorías sociales son

continuamente redefinidas

En este punto, la antropología de Douglas es una antropología no sólo de “los

otros”, sino también del “nosotros”; abriendo la puerta a la explicación de una

multitud de fenómenos en la sociedad contemporánea