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EN TUS REDES: CRÍTICA DE ARTE EN LA WEB SOCIAL Raquel Herrera Ferrer [email protected] http://www.raquelherrera.blogspot.com Uno de los aspectos más impopulares del fluctuante universo del arte contemporáneo actual debe de ser probablemente el de la crítica. La tarea de asistir a las exposiciones, reflexionar sobre su contenido y elaborar un texto que transmita sus ideas principales tanto para los propios compañeros profesionales como para el público general parece haberse reducido a unos cuantos suplementos culturales y revistas especializadas que sólo leen otros críticos, o, en muchos casos, parece verse subsumido al conjunto de tareas de comisariado que tienden a limitar la posibilidad de que el crítico critique realmente algo... y sea reconocido por ello. En un mundo paralelo, florecen las oportunidades gratuitas y fáciles de publicar en medios digitales. A los estímulos aportados por los medios de comunicación tradicionales (prensa, radio y televisión) se suman los vídeos, textos, conferencias e incluso las visitas guiadas que pueden verse o descargarse de Internet. Por lo tanto, propongo un doble planteamiento en relación a este texto: por un lado, intentar detectar y retratar los principales problemas de reconocimiento, validación y trascendencia de la crítica en el sistema del arte actual; por el otro, tratar de identificar las posibilidades de superación (si las hay) de tales “dolencias” a través de los medios digitales en su versión 2.0. 1 Deseadme mucha suerte. 1 Todos los términos del contexto Internet como contrapartida a los problemas de la crítica de arte se han extraído, adaptado y analizado de este Mapa Visual de la Web 2.0., en http://internality.com/web20/.

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Propuestas de cómo hacer crítica de arte con la web 2.0.

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EN TUS REDES: CRÍTICA DE ARTE EN LA WEB SOCIAL

Raquel Herrera Ferrer

[email protected]

http://www.raquelherrera.blogspot.com

Uno de los aspectos más impopulares del fluctuante universo del arte contemporáneo

actual debe de ser probablemente el de la crítica. La tarea de asistir a las exposiciones,

reflexionar sobre su contenido y elaborar un texto que transmita sus ideas principales

tanto para los propios compañeros profesionales como para el público general parece

haberse reducido a unos cuantos suplementos culturales y revistas especializadas que

sólo leen otros críticos, o, en muchos casos, parece verse subsumido al conjunto de

tareas de comisariado que tienden a limitar la posibilidad de que el crítico critique

realmente algo... y sea reconocido por ello.

En un mundo paralelo, florecen las oportunidades gratuitas y fáciles de publicar en medios

digitales. A los estímulos aportados por los medios de comunicación tradicionales

(prensa, radio y televisión) se suman los vídeos, textos, conferencias e incluso las visitas

guiadas que pueden verse o descargarse de Internet.

Por lo tanto, propongo un doble planteamiento en relación a este texto: por un lado,

intentar detectar y retratar los principales problemas de reconocimiento, validación y

trascendencia de la crítica en el sistema del arte actual; por el otro, tratar de identificar las

posibilidades de superación (si las hay) de tales “dolencias” a través de los medios

digitales en su versión 2.0.1 Deseadme mucha suerte.

1 Todos los términos del contexto Internet como contrapartida a los problemas de la crítica de arte se han extraído, adaptado y analizado de este Mapa Visual de la Web 2.0., en http://internality.com/web20/.

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1) Mediación desactivada

Las profesiones de mediación2 en el arte contemporáneo parecen cada vez más

pensadas para anularse las unas a las otras: el poder del periodista no es el del profesor

(universitario), y éste no posee la misma legitimidad (ni en los mismos aspectos) que la

del crítico de arte o el comisario.3

En el contexto actual, el periodista parece el mediador por defecto: recibe ingentes

cantidades de notas de prensa que reproduce fielmente sin saltarse ningún evento

importante. Su trabajo consiste en informar y no en opinar, aunque sí debe rendir cuentas

ante los propietarios del medio de comunicación para el cual escribe (pensemos en lo que

le sucedió a Ignacio Echevarría).4 Tiene acreditaciones para todo, pero es raro que le

2 He tratado anteriormente estos roles profesionales en “Tempus Fugit. Cuando arte y tecnología encuentran a la persona equivocada”, Inclusiva-net Nuevas dinámicas artísticas en modo web 2 (Medialab Prado, 2007), e-book disponible en http://medialab-prado.es/mmedia/1129 .

3 Se entiende que al establecer estas distinciones no puedo evitar remitirme a la realidad profesional que mejor conozco, la española, considerando que probablemente sean extrapolables al contexto global. Aun así, no está de más señalar tres ejemplos particulares para entender la idiosincrasia de cada lugar:

- Los años de la transición española trajeron consigo un incremento considerable de estudiantes en las aulas universitarias. La formación que tradicionalmente sólo había resultado accesible a las clases pudientes se ha extendido hasta alcanzar a una parte significativa de la juventud. Muchos padres nacidos en la denominada “generación del baby boom” (años cincuenta y sesenta) consideraron que lo mejor para sus hijos era cursar estudios universitarios para acceder a mejores oportunidades laborales. Actualmente España carece de un sistema económico capaz de absorber a tantos jóvenes preparados, por lo que los estudios universitarios tienden a perpetuarse hasta bien entrada la treintena, al tiempo que tienden a inflarse las expectativas de los estudiantes en torno a la realidad profesional porque se saben mucho más preparados que las generaciones anteriores.

- En los países sudamericanos sigue sin ser tan habitual que el grueso de los jóvenes acceda a la universidad, por lo que muchos profesionales (periodistas o críticos) lo siguen siendo más de oficio que por la formación reglada que acreditan. En los últimos años han proliferado los grados y posgrados en arte, comunicación y similares, pero básicamente dentro de la formación privada. España absorbe asimismo a un número significativo de jóvenes de las élites de estos países ansiosos de tener experiencia y estudios en Europa, por lo que estudian y pueden competir profesionalmente con sus homólogos europeos.

- En cambio, en EEUU, hace generaciones que los profesionales del sector artístico poseen estudios de tercer ciclo. La formación universitaria no está al alcance de muchos bolsillos, pero existen diversos tipos de becas para fomentar una cierta meritocracia.

Ante estas variaciones, puede que el nexo común entre estas tres realidades sean los compartimentos creados para legitimar una u otra publicación: artículos de prensa, publicaciones científicas y revistas especializadas de arte las hay en todos los países.

4 El crítico y editor literario Ignacio Echevarría se despidió del suplemento literario Babelia del diario El País después de que el periódico le reprendiera por hacer una crítica negativa de la novela El hijo del acordeonista, del escritor Bernardo Atxaga. Presumiblemente, la “reprimenda” se debió a que la novela

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consideren escritor o gestor cultural si no se ha prodigado en otros campos.

El profesor universitario forma a los estudiantes de grado y posgrado en un mundo cada

vez más obsesionado por educar a sus jóvenes para evitar a toda costa que se

introduzcan en un mercado laboral incierto que no sabe qué hacer con ellos. Así, no es de

extrañar que pese al retroceso de cierto tipo de saber humanístico, la formación variopinta

sobre arte, cada vez más pragmática5, contemple los planes curriculares. Hasta la fecha,

muchos profesionales que no eran profesores se han encargado de la docencia de tales

cursos. Sin embargo, con la introducción de la reforma educativa de Bolonia, el objetivo

último es que todos los docentes sean doctores. Según este nuevo sistema, el pasado

del profesor o candidato a serlo como crítico cultural o periodista queda invalidado, pues

para el recuento académico sólo se consideran las publicaciones revisadas a pares, que

son más bien escasas y no alcanzan necesariamente hasta las manifestaciones artísticas

más actuales.

Más allá del profesional de los medios de comunicación, o del profesional del profesorado,

nos encontramos con el arquetipo del crítico y/ comisario. Ambos trabajos, el del crítico y

el del comisario, se confunden, aunque escribir un texto crítico y preparar y organizar una

exposición basada lógicamente en elementos espaciales y visuales deberían ser tareas

cuando menos complementarias y no intercambiables. Muchos críticos son comisarios la

mayor parte del tiempo, o ejercen de periodistas o dan clases en la universidad. No existe,

por lo tanto, una dedicación especifica a tiempo completo, de manera que la mediación

fue publicada por la editorial Alfaguara (perteneciente al Grupo Prisa, editor asimismo del diario El País). Echevarría se desquitó con una carta abierta al director adjunto del periódico en la que explicaba los motivos de su renuncia, y que por ejemplo puede leerse en http://www.escolar.net/MT/archives/001876.html.

5 Pensemos por ejemplo en esa curiosa institución de enseñanza de posgrado en arte que se anuncia en prensa, IART, y en el perfil de cursos que ofrece, orientados a la gestión empresarial del arte y la cultura, en http://www.iart.es .

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evidente y efectiva que lo identifique como “profesional de un cierto tipo de escritura”

queda desactivada.

Así que si el crítico se nos presenta como un hombre sin rostro, un personaje

desmemoriado, un montón de órganos sin un cuerpo definido... no le queda más remedio

que reinventarse.

Una de las opciones es añadir otro instrumento a su orquesta. Impedir ser clasificado: yo

no soy periodista, yo no soy profesor, yo no soy crítico... sino todas esas cosas, y algunas

más. Ante esta indefinición, puede que no le tomen muy en serio, pero entonces puede

recurrir a la segunda opción: identificarse como gestor cultural. O a la tercera: esperar a

que lleguen tiempos mejores de la mano de alguna estructuras menos jerarquizadas,

como es el caso de Internet. En el contexto en línea, los viejos modos de relacionarse no

se esfuman, pero aparecen algunos nuevos, a saber:

− La participación> todos los usuarios de Internet pueden asumir un rol participativo. La

cuestión, como siempre, no es solamente la pericia con las herramientas, sino la

capacidad de expresar cosas y captar el interés de los demás. Los actuales servicios

en línea corren el riesgo de entablar una relación extática con la idea de “participación”

(“Si puedes participar, es que algo haces”), pero aunque algunos debates en línea son

exitosos, en general se ven muchos comentarios de agradecimiento o saludo y no de

reflexión. Las anticuadas fuerza de voluntad, imaginación y empatía con el

lector/espectador potencial siguen totalmente vigentes para supera tales inercias.

− Las conversaciones> la conversación tiende a constituir la forma preponderante de

comunicarse, ya que en las entrada de los blogs o bitácoras personales se esperan

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comentarios, y todo el mundo tiene ocasión de comentar todo lo que lee. Los diálogos

de besugos o las descalificaciones anónimas pueden campar a sus anchas6, pero

también permiten poner en evidencia ante el público favoritismos políticos, intereses

creados o desvíos presupuestarios cuyo conocimiento de otro modo se circunscribiría

a las paredes de algunos despachos, hogares y barras de bar.

− La reputación> la autoridad de una publicación se decide por una compleja y

cambiante ponderación de visitas, clics, citas en otros medios, etc, es decir, una

combinación de estructuras cuantitativas y cualitativas.7 Reproducimos esquemas del

mundo físico (lo más escandaloso, como el despido de un director de museo, siempre

resultará más popular que el comentario sobre una estupenda muestra en una calle

escondida), pero también tenemos la oportunidad de saltarnos los organigramas de las

instituciones museísticas, los medios consagrados o la jerarquía universitaria para

expresar una sencilla opinión.

− La larga cola> según esta teoría acuñada por Chris Anderson en la revista de

tecnología Wired8, todo lo que se lee acaba llegando a muchos más lectores, y mucho

mas interesados. No obstante, no hay que olvidar que por muy virtuales que sean

algunos mundos, amplían la difusión pero no acaban generando diferencias

espectaculares e inéditas respecto a mundo físico: aunque las minorías crezcan, las

escrituras minoritarias siempre lo serán... o entablarán una relación de amor-odio con

las instituciones (véase Institucionalización inevitable).

6 Tengo en mente interesantes plataformas de denuncia en línea como e-barcelona (http://www.e-barcelona.org), e-sevilla (http://www.e-sevilla.org) , etc, donde en ocasiones comentarios anónimos insultantes desvirtúan el proceso de recopilación de noticias críticas sobre cultura.

7 Pensemos por ejemplo en el buscador de blogs Technorati, que no se limita a “buscarlos”. Véase http://technoratimedia.com/about/).

8 http://es.wikipedia.org/wiki/Larga_Cola .

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2) Misticismo laico

Los pensadores Alan Sokal y Jean Bricmont cobraron cierta fama hace una década

cuando intentaron (y consiguieron) colar un falso artículo científico en una publicación

académica. Alentados por la polémica suscitada por esta travesura, Sokal y Bricmont

escribieron el ensayo Imposturas intelectuales, donde arremeten contra varios filósofos

famosos que, para decirlo llanamente, utilizaron el nombre de la ciencia en vano. Uno de

los conceptos clave de la crítica en esta obra es el de “misticismo laico”, que los autores

definen como “misticismo, porque el discurso intenta producir efectos mentales que no

son puramente estéticos, pero sin apelar a la razón; laico, porque las referencias

culturales no tienen nada que ver con las religiones tradicionales"9.

Me gustaría citar un claro ejemplo de misticismo laico que resulta tan instructivo como

divertido: en el film Caro Diario de Nanni Moretti (Italia, 1993), el director narra diferentes

episodios reales o imaginados de su vida. En uno de ellos, sale catatónico del cine tras

seguir la recomendación de un crítico e ir a ver Henry, retrato de un asesino, film de John

McNaughton cuyo protagonista es un asesino en serie . En venganza, Moretti se va a

casa del crítico a leerle la críticas que ha publicado.

(...) Moretti (off): “Henry mata a la gente, pero es casi bueno, de pocas palabras, lo que importan

son los hechos. En cambio, su amigo Otis es despreciable. Henry establece una enorme

solidaridad con sus víctimas, es un príncipe de sangre azul de la aniquilación y promete una

muerte piadosa. Otis no. El director despierta al público en una pesadilla aún peor con una ducha

final de salpicadura. Ojos atravesados, carne martirizada, la abominación. Henry es quizás el

primero que desprecia con semejante lucidez la filosofía criminal de los lombrosianos de

Hollywood...”

Bien, pienso, pero, ¿quién escribe estas cosas? ¿No tendrá por la noche, antes de dormirse, un

9 SOKAL, Alan y BRICMONT, Jean, Imposturas intelectuales, Paidós, Barcelona, 1999, pág. 51.

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momento de mala conciencia?

Moretti (en la cama del crítico): Pero, ¿cuándo comenzó todo esto?

El crítico (sollozando): ¡No lo sé, no lo sé!

Moretti: Quizás cuando escribiste:

“Aquel film coreano era un melodrama con trajes, vestidos y sobre todo sombreros delirantes.

Superfeminista, llameante y demoníaco. Rodado como si fuese un trip al estilo de Spielberg, con

ritmos y espacios futuristas. Y luego está El almuerzo desnudo de Cronenberg, puro pus

underground de alto coste.

El crítico: ¡Basta, basta!

Moretti: ¡Una verdadera película de culto!

No es que las mujeres para Jonathan Demme sean mejores o equivalgan sólo a aquello que para

Lin Biao eran los proletarios o subproletarios de los tres mundos circuncidados, pero es cierto que

sólo sus mujeres consiguen sostener de manera justa la guerra del imaginario reparto de

operaciones quirúrgicas.

Y en efecto, antes de que Lula y Sailor se abracen en el final feliz, susurrando 'love me tender',

años de prisión esperan a Sailor, volarán cabezas humanas destrozadas, perros vagabundos

cogerán manos cortadas, fumarán en un bello paraje centenares de Kool, Merit, Marlboro...

(...) 10

Pero para que alguien incurra en el misticismo laico, también tiene que haber alguien, en

términos de Sokal y Bricmont, que haga una “exégesis reverente”11 de los autores.

Por desgracia, ni el contexto del arte contemporáneo consagrado ni los caminos

perfilados por el arte electrónico, tecnológico o digital están exentos de tales fenómenos,

e incluso los comparten: Walter Benjamin o Gilles Deleuze, las “cartografías” o las

“desterritorializaciones” aparecen con igual frescura e impunidad en publicaciones de

10 Si no se indica lo contrario, la traducción de todas las citas es mía.

11 Ibid.

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ambos contextos.

El name dropping (expresión anglosajona que define el fenómeno de darse importancia

citando a gente importante) tiene su continuidad natural en el papel, pero existe una

responsabilidad compartida: la de los autores, que no deberían dejarse llevar por la

tentación de soltar nombres a diestro y siniestro para epatar al público, y la de los

lectores, que deberían desenmascarar el uso indiscrimando de tales nombres.12

Puede que la construcción de un canon sea una tendencia humana inevitable, pero

debemos percatarnos de que lo estamos construyendo y tratar de bajarlo del pedestal del

que tendemos a encumbrarlo... hay que destruir para seguir construyendo.

En la web actual, a la facilidad con la que se pueden crear los blogs (casi como “escribir y

publicar”) que dan cabida a una polifonía inédita en los medios de comunicación se

suman tendencias de fragmentación que podemos aprender a jugar a nuestro favor para

superar la “arrogancia terminológica”:

− Las etiquetas> Las etiquetas que clasifican las entradas de blogs y similares no sólo

sirven para quienes las buscan, sino para que el crítico vea literalmente13 cuál es su

universo conceptual, en qué mundos se maneja… las etiquetas que elige pueden

arrojar información sorprendente sobre sus gustos e intereses y reconfigurarlos una y

otra vez: enriquecen la definición intelectual. Además, las etiquetas se pueden

12 Soy consciente de que se me puede acusar de incurrir precisamente en el “misticismo laico” al comparar el desarrollo de la crítica de arte actual con los conceptos más significativos de la web 2.0. Para evitarlo, pues sí considero pertinente introducir tales conceptos, he procurado presentar y/o definir todos y cada uno de ellos. No presupongo ni mucho menos que quienes lean estas páginas tengan que saber a qué conceptos me refiero, y sí me gustaría que los conocieran conmigo.

13 Gracias a herramientas de visualización como la nube de etiquetas, véase http://es.wikipedia.org/wiki/Nube_de_etiquetas.

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compartir con otros usuarios gracias a herramientas de clasificación de enlaces

favoritos en línea como del.ici.ous.14

− La folksonomía> Es el sistema mediante el cual los propios usuarios clasifican la

información usando etiquetas que aspiran a crear significados compartidos15. En una

sociedad donde se habla mucho de inteligencia colectiva, Internet fomenta la

acumulación de subjetividades empeñadas en definir significados comunes. Como en

cualquier sistema democrático, el riesgo consiste en que por el bien de la

“inteligibilidad social” (es decir, de entendernos entre todos con unas pocas etiquetas)

renunciemos a significados minoritarios pero justas expresiones de tales

subjetividades.

3) Institucionalización inevitable

Empecemos hablando de institucionalización con otro ejemplo cinematográfico: en el film

Half Nelson (Ryan Fleck, EEUU, 2006), un joven profesor trata de inculcar el amor por la

historia a unos chavales estadounidenses latinos y negros de clase baja enseñándoles la

teoría dialéctica. Acompaña sus clases de vídeos sobre el Movimiento de Derechos

Civiles, como éste:

(...)“Hay un momento en el que el funcionamiento de la máquina se vuelve tan odioso, te asquea

tanto, que no puedes participar, ni siquiera pasivamente, y tienes que poner el cuerpo sobre los

engranajes y sobre las ruedas, sobre las palancas, sobre todo el aparato, y tienes que hacer que

se detenga. Y tienes que señalar a la gente que la maneja, a la gente que la posee, que si no eres

libre, ¡la máquina no funcionará en absoluto”.16

14 Véase una definición en http://es.wikipedia.org/wiki/Del.icio.us.

15 Véase una definición en http://es.wikipedia.org/wiki/Folcsonom%C3%ADa.

16 Este fragmento de discurso pertenece al activista Mario Savio, líder del Free Speech Movement (Movimiento por la Libertad de Expresión), y fue pronunciado en los escalones del Sproul Hall de Berkeley el 2 de diciembre de 1964, donde se llevaba a cabo una sentada estudiantil motivada por la

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Profesor: ¿De qué máquina habla? Nos somete. ¿Qué es?

Estudiante: ¿Son robots o algo así?

Profesor: Podrían ser robots. Podrían ser robots. Pero yo… digamos que es una metáfora. Él

dice que esta máquina me somete. ¿Qué es eso? ¿Qué es lo que no nos deja ser libres, señorita

Drey?

Señorita Drey: La prisión.

Profesor: Por supuesto, por supuesto, las prisiones. ¿De acuerdo? Las prisiones forman parte de

ello. ¿Qué más?

Estudiante: El hombre blanco.

Profesor: También el hombre blanco forma parte de eso. El hombre...

Estudiante: La escuela.

Profesor: La escuela, exacto. Todo, todo el sistema educativo. ¿Qué más?

Estudiante: Tú eres la máquina.

Profesor (bromeando): No, no puede ser que hayas dicho eso… ¿Qué has dicho?

Estudiante: Tú eres la máquina.

Profesor: ¿Dices que yo soy la máquina?

Estudiante: Sí. Eres blanco, eres de la escuela...

Profesor: Sí, ya veo. Si yo soy parte de la máquina, entonces vosotros también. Todos lo somos.

De eso se trata. ¿Os acordáis? Todo está hecho de fuerzas opuestas. Quizás nos opongamos a

ella, pero también somos parte de ella. Yo trabajo para el gobierno, para la escuela. Pero también

me opongo a muchas de sus directrices. Vosotros odiáis venir a la escuela, ¿verdad?

Estudiantes: ¡Siiií!

Profesor: Ahora sí que me estáis escuchando. La odiáis, pero venís de todos modos. (...)

Este ejemplo escolar me ha parecido sumamente ilustrativo para hablar de las dificultades

a las que se enfrenta la crítica para conservar su independencia, y de si la está enfocando

del modo adecuado. Dado que siempre habrá un pagador, el nivel de compromiso (en el

prohibición de toda actividad política y recaudación de fondos en el campus. Puede encontrarse en línea: http://mx.youtube.com/watch?v=tcx9BJRadfw.

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sentido de compromiso social y político, pero también de “ponerse en una situación

comprometida”) vendrá marcado por una negociación constante que todavía tiende a

contemplarse como un movimiento vertical, pero que depende de todos y cada uno de los

engranajes del sistema. Andrea Fraser lo ha explicado mucho mejor que yo:

(...) “Hay, por supuesto, un “exterior” de la institución, pero no posee rasgos fijos ni sustantivos. Lo

único que sucede es que, en cualquier momento dado, no existe como objeto de discursos y

prácticas artísticas. Pero al igual que el arte no puede existir fuera del campo del arte, no

podemos existir fuera del campo del arte, al menos no como artistas, críticos, comisarios, etc. Y lo

que hacemos fuera de ese campo, en la medida en que permanece fuera de él, no puede tener

ningún efecto en su interior. Así que si no hay ningún exterior para nosotros, no es porque la

institución esté perfectamente cerrada, o exista como aparato de una “sociedad totalmente

administrada”, o haya llegado a abarcarlo todo por sus dimensiones y alcance. Es porque la

institución está dentro de nosotros, y no podemos salir de nosotros mismos”.

(...)“Son los artistas -tanto como los museos o el mercado- quienes, en sus mismos esfuerzos por

escapar de la institución del arte, han motivado su expansión. En cada intento de eludir los límites

de la determinación institucional, de abarcar un exterior, de redefinir el arte o reintegrarlo en la

vida cotidiana, de llegar a la gente “normal” y trabajar en el mundo “real”, expandimos nuestro

marco de referencia y le añadimos más elementos del mundo. Pero nunca escapamos de él.”17

El vídeo que se muestra en Half Nelson puede también aprovecharse en un sentido literal

para reflexionar sobre cómo se piensa la crítica en el arte basado en la tecnología:

− Si pensamos que existe una peligrosa tendencia a caer en una especie de tecnofobia:

“¡Lo que importa es la obra, el arte!”, fue la réplica airada que, para mi estupefacción,

se reiteró en una mesa redonda de la feria de videoarte Loop 05 cuando Gerfried

17 FRASER, Andrea, “From the Critique of Institutions to an Institution of Critique”, pp. 130-131, en WELCHMAN, John C. ed; Institutional Critique and After. Volume 2 of the SoCCAS [Southern California Consortium of Art Schools] symposia, JRP|Ringier, Zúrich, 2006.

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Stocker, director del festival de media art Ars Electronica, se lamentó de que muchos

de los vídeos de la feria se exhibían en formatos de pantalla inadecuados y mal

iluminados.

− O cuando se incurre en una acititud próxima a la tecnofilia, que puede consistir en

confundir el proceso con los resultados, la herramienta con sus efectos, la obra con el

gadget... como ocurre en ocasiones cuando en ciertas obras o piezas electrónicas se

destaca básicamente que incluyen una placa de Arduino o que se han “escrito” con

Processing, y no se habla de los resultados obtenidos con ellas.18

Entre ambas posturas extremas, la sensatez llama a aprovechar lo mejor de la tecnología

con cierta cautela, y es esa cierta idea de novedad y renovación la que anima a romper

con ideas que han tendido a petrificarse.

Un ejemplo interesante al respecto es el artículo “Cyborgs/ Procesos críticos al borde del

mundo”, de la crítica y ex-directora del Museo Nacional de Artes Visuales de Uruguay

(MNAV) Jacqueline Lacasa. En su artículo Lacasa toma prestada la figura del ciborg19

ideada por Donna Haraway para plantear una figura del crítico que logre plantear su

trabajo en términos de hibridación, de gustosa mezcla como forma de evolución cultural:

18 Como puede deducirse, la placa de Arduino es hardware, y Processing es software o lenguaje de programación que puede (o no) implementarse en proyectos que lleven Arduino. Ambos se caracterizan por ser muy fáciles de usar/ aprender y de código abierto (accesible/manipulable por parte de todos los usuarios), cualidades que los hacen aptos para artistas y diseñadores. Véase las correspondientes definiciones en http://es.wikipedia.org/wiki/Arduino y http://es.wikipedia.org/wiki/Processing.

Hasta cierto punto, podríamos decir que la preponderancia de estas herramientas equivaldría a hablar de las técnicas empleadas en otros medios sin tener tanto en cuenta qué objetos, ideas, discursos se derivan de ellos. La cuestión resulta muy complicada si tenemos en cuenta que los artistas de estas disciplinas defienden que es imposible entender su trabajo si no se conoce perfectamente cómo se ha llevado a cabo en los aspectos puramente técnicos. Asimismo, tienden a establecer la diferencia terminológica que he mencionado en el texto: no se habla tanto de obras como de piezas, en clara alusión a la maquinaria de la que forman parte.

19 El DRAE ha incorporado recientemente esta castellanización del término, pero en las citas que siguen lo dejo tal y como lo escribió su autora.

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“Algunos cyborgs manejan la posibilidad de capturar eventos de la realidad, produciendo una

mutación. Por ejemplo, consideran la desaparición de una historia oficial del arte como el inicio de

una nueva vertiginosa forma de crear estudios visuales. La escena de los cyborg es aquella

donde cae el disciplinamiento, entienden que que el estado de crisis debe ser parte de la

organización. Se sumergen en sistemas de inestabilidad y allí bucean si grandes dificultades.

Cuando entran en territorios instituidos, como el cuerpo territorial de la historia del arte, proponen

la rapidez de los estudios visuales para acelerar la velocidad y el tiempo”.20

Aunque debo contemplar un pero (la presencia de lenguaje “misticista” sobre todo al

principio del texto, a mi entender innecesario) y un paréntesis (la referencia al contexto

uruguayo, pese a que creo que puede extrapolarse a otras realidades), el texto de Lacasa

tomado como contexto y no al pie de la letra puede resultarnos muy útil dado que:

− La creación de estudios visuales plantea, al menos, el paso de la historia del arte a las

historias del arte (o incluso de las artes). Los terrenos que no cubran los estudios

visuales pueden complementarse con fascinantes estudios cada vez más

desarrollados: pensemos por ejemplo en las figuras pujantes de expertos en música

con conocimientos museísticos que piensan en cómo “mostrar” arte sonoro.

− Lo que nos interesa del ciborg no es solamente la hibridación biológica sino la

intelectual: su capacidad de volverse permeable a diversas ideas, de adoptar una

identidad móvil que le permita entender diversos contextos y “escurrirse” de los

servilismos de un poder único. Lacasa lo expresa de manera bastante clara:

20 “Cyborgs/Procesos críticos al borde del mundo”, pág. 1, en www.aica-int.org/IMG/pdf/04.060720.JLacasa.pdf. El texto se presentó y publicó previamente en el XL Congreso de la AICA (Asociación Internacional de Críticos de Arte), Valoración Crítica Revisitada, 15-20 de octubre de 2006, París.

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(...)“Así como un sujeto puede vivir en más de una cultura al mismo tiempo y producir en función

de esta circunstancia, su naturaleza es moldeada en una frontera subjetiva donde la tolerancia y

la ambigüedad forman parte de su opinión”(...). 21

(...)”Esta movilidad de roles, en un campo rizomático (donde red e hipertexto se transforman en

diferentes dimensiones del mismo fenómeno) cuestiona y reactiva la posición de quien detenta la

actividad crítica”. (...) 22

Dejando de lado la también atractiva figura del hacker (término que quizás, al emplearse

tanto en los últimos años, ha llegado a desgastarse y perder sentido), puede que uno de

los ejemplos discursivos más atractivos donde se ha intentando casar una actitud crítica

con la aceptación de la tecnología sea la “Introducción al net.art” de los net.artistas Natalie

Bookchin y Alexei Schulgin, que en clave de humor recogía preceptos como :

2. Interface con las Instituciones: El loop Cultural

a. Trabajar fuera de la institución

b. Declarar que la institución es malvada

c. Retar a la institución

d. Subvertir la institución

e. Convertirte tu mismo en institución

f. Atraer la atención de la institución

g. Repensar la institución

h. Trabajar fuera de la institución23

No obstante, textos como éste han quedado como “manifiestos de vanguardia” a la

21 Ibid, pág. 4.

22 Ibid, pág. 5.

23 Véase la introducción completa traducida al castellano por David García Casado en “Introducción al net.art (1994-1999)” Natalie Bookchin, Alexei Schulgin, en http://aleph-arts.org/pens/intro-net-art.html.

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espera de que los críticos o incluso los propios artistas se interesen por escribir la(s)

“historia(s)” de tales prácticas.

Asimismo, Internet ha abierto las puertas para el desarrollo de la denominada “ visibilidad”

(“Si no te ven, no existes”), y en última instancia, del apogeo del concepto de

“transparencia” en la web social (un fenómeno global cuya máxima expresión deben de

ser probablemente los reality shows televisados).

El ideal de transparencia indica que en Internet se comparte toda la información posible,

se minimizan los secretos. Ay qué complicado: somos animales sociales que sobrevivimos

estupendamente con unas cuotas regulares de mentira, autoengaño y simple y llana

despreocupación. Que se hable de una cosa no quiere decir que automáticamente se

“libere”: los mecanismos institucionales de absorción son muy poderosos (hacer público

un dato escandaloso como una subvención otorgada a dedo puede y debe causar

revuelo, pero, ¿estamos seguros de que tendrá consecuencias reales?).

La desactivación de discursos está a la orden del día por dos motivos: porque hay mucha

información y porque se devora enseguida. La falta de censura no es sinónimo de

transparencia con repercusiones positivas.24 Obviamente, las “conversaciones”

24 Tengo en mente el curioso proyecto Rock the jury dirigido por la comisaria y crítica Mery Cuesta, que retransmitía por radio las deliberaciones de los jurados que seleccionaban entre otros a los becarios españoles a enviar al centro artístico Fonca Cenart de México. Rock the jury planteaba dos problemas principales:

- El formato radiofónico de varias horas de duración es muy duro, y fácilmente se vuelve aburrido aunque haya cortes musicales. Hay que abordar el género desde el punto de vista de la comunicación pura y dura y no del arte para hacerlo soportable durante horas.

- El hecho de escuchar a los jurados no implica que digan realmente lo que piensan (pueden haberlo pactado perfectamente para no herir sensibilidades, o pueden retraerse mucho al saberse escuchados). Es muy fácil que el discurso se vuelva banal, como si le pusieras una grabadora en casa a alguien mientras hace las tareas domésticas. Acceder al flujo de información no implica necesariamente que esa información sea interesante y relevante, y sobre todo, “sincera”.

Véase la referencia en http://www.centredartsantamonica.net/files/files/butlleti/33esp.pdf.

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mencionadas en el apartado de Mediación desactivada y la aquí mentada “transparencia”

son las dos caras de la misma moneda.

La “excusa crítica” (me niego a usar un neologismo como “criticalización”) puede

convertirse en el vacío más invasivo e invisible, por lo que una vez más, Andrea Fraser

recomienda ser muy conscientes de su inoperancia:

(...)“Claro que hay otros momentos y circunstancias, como por ejemplo el circuito internacional

basado en proyectos de manifestas y bienales, donde las cosas se complican más. En estos

casos, muchos comisarios, instituciones, teóricos y artistas se han identificado, de manera

implícita o no, con algunas de las premisas de la Crítica Institucional. Basta con pensar en la

manera en que ciertos comisarios reciben favorablemente las investigaciones “críticas”, o todos

aquellos comunicados de prensa en los que que la “criticidad” se expone de manera esquemática

y se atribuye, como si fuera casi evidente, a esta u aquella obra. Pero como este carácter crítico

suele afirmarse en vez de definirse, y asumirse en vez de volverse específico de un modo

efectivo, el resultado suele ser la neutralización de las posibilidades mismas de generar una

práctica artística auténticamente crítica: crítica, en el sentido de plantear objeciones y causar

problemas en una situación en particular”(...).25

4) Escritura ineficaz

La ineficacia en la comunicación de cualquier mensaje puede deberse principalmente a

dos tipos de fallos: que no esté bien expresado y no pueda descodificarse correctamente

o que no esté bien canalizado y no llegue a los destinatarios adecuados.

Si admitimos que los críticos de arte no son necesariamente los mejores escritores del

mundo (al menos no figuran como tales), y que no tienen muy claro si quieren llegar a

25 “From the Critique of Institutions to an Institution of Critique”, p. 139.

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sus colegas o si quieren enviar mensajes a uno, dos o cien públicos, podemos situar un

par de raíces del problema.

Escribir bien es cuestión de talento y práctica. No hay recetas, pero quizás una de las

claves antes de empezar a escribir sea plantearse realmente qué tipo de mensaje se

quiere enviar. ¿Se potenciará el aspecto persuasivo? ¿Se redundará en complementos

filosóficos? ¿Se apelará a discursos políticos?

Hace más de un año, el crítico y comisario Iván de la Nuez escribió el demoledor artículo

“La crítica de arte y su próxima desaparición”26, donde parece sugerir que si la crítica de

arte se ha quedado chica para los que desean establecer puentes entre el arte y la

expresión crítica, lo mejor que pueden hacer es ampliar sus horizontes. ¿En qué sentido?

Nada de ceñirse a la crítica de lo que está sucediendo (esta exposición por aquí, esta

bienal por allá, la retrospectiva de este artista por acullá), sino cultivar un género propio

(del que cita múltiples referentes tan dispares como Bataille o Vázquez-Montalbán),

basado en una premisa : que no hay que temer al ensayo de arte, aunque se tenga que

llegar al extremo de generar o crear de la nada el o los objetos de estudio. Cito un par de

párrafos del artículo a modo de ejemplo:

(...) “El ensayo crítico, especialmente el artístico, puede ser entendido en su aserción teatral: es

una aproximación previa e imperfecta a una realidad que no está constituida del todo (no es

todavía la "función real"). Más bien, sus tareas están encaminadas a armar los planos de un

escenario futuro, a una posibilidad por venir.

Ensayar sin complejos desde, por y más allá del arte no parece un mal remedio para esa crítica

26 El artículo se puede consultar íntegro en http://www.elpais.com/articulo/arte/critica/arte/proxima/desaparicion/elpepuculbab/20071229elpbabart_1/Tes .

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que hoy deambula como una especie en peligro de extinción. Sin conceder la menor importancia

a las cápsulas que la encierran en un gueto sin salida, desde el que sus enunciados alcanzarán

siempre la importancia de un pimiento.” (...)

De la Nuez parece abogar por la subversión y la indisciplina. Es probable que este tipo de

pensamientos calaran en autores como John Berger cuando se lanzó a ensayos como

Modos de ver, que acumula filosofía en el sentido etimológico del término. A una escala

mucho más modesta, supongo que quien quiera generar discurso crítico sin anquilosarse

debe intentar “trascender” los formatos preestablecidos a sabiendas de que imponen su

dominio.

La tecnología digital puede contribuir con herramientas audiovisuales y textuales

que alimenten el caudal teórico, y facilitar la creación de estructuras para que algunos sus

destinatarios preferentes (léase aquellos que poseen una relación más estrecha con la

tecnología, aunque cada vez son más27) puedan nutrirlas y darles la réplica. Veamos

algunos de los términos en los que sostienen sus planteamientos, y qué virtudes y

peligros comportan:

− La web como plataforma> El don de la ubicuidad: puedo actualizar mi blog desde el

móvil. Qué practico. La pregunta es si deseo y necesito hacerlo. ¿Acaso no puede

convertirse en un compulsión? Aunque muchos de los que están siempre conectados

a Internet pagarían porque alguien reprodujera en su blog (o twitter28) el comentario

que ha puesto en evidencia a un conferenciante segundos después de pronunciarlo. 27 A mi entender, la figura del “nativo digital” está un tanto sobrevalorada: ni siquiera yo misma que nací

casi en los años ochenta puedo considerarme “nativa digital”. Una cosa es conocer las herramientas y otra saber cómo usarlas para obtener resultados con ellas. Entiendo que cualquier crítico, con un poco de voluntad e interés, podría manejarse en Internet y más con herramientas fáciles de utilizar de la web 2.0.

28 El equivalente de un blog, pero con solo 140 caracteres (o el mensaje de texto de móvil subido a Internet, si se prefiere entender así). Véase una definición en http://es.wikipedia.org/wiki/Twitter .

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Lo cual también significa que la anécdota puede volverse muy trascendente. Una

opción cómoda ideal para mentes inquietas, pero que exige cierta reflexión.

− La remezcla> A riesgo de plagiar, pero los hiperenlaces, los vídeos, los favoritos de

del.icio.us, etc, superan las limitaciones de la nota al pie. Un ejemplo claro: cuando el

crítico cita la obra puede enlazarnos a imágenes o vídeos donde la veamos y a textos

que remitan a ella sin tener que buscarlos. Si cita todas sus fuentes, no se trata de una

remezcla (a menudo se entiende remezcla en sentido creativo, artístico, no “textual”),

pero sí lo es para el lector: una remezcla de referentes que no se circunscribe a las

palabras escritas por el crítico.

− Las licencias Creative Commons29> Aparte de utilizarse para paliar las limitaciones de

los sistemas tradicionales de gestión de derechos del autor, fomentan que la gente se

anime a publicar en línea sus textos (no sólo entradas de blog, sino textos íntegros de

publicaciones de todo tipo) para diseminarlos: aunque no medie remuneración, es una

excelente publicidad que otros los compartan.

− El filtrado colaborativo> Afinidades electivas en línea: conozco a profesionales de otros

países con los que comparto los favoritos de del.icio.us, los videos y charlas, etc. Pero

como en el mundo físico, se generan grupos de interés con opiniones dominantes,

como un efecto de agenda setting30 en línea. Algo así como “Lo que deben ver/leer/oír

los curators en Internet…”

− Las redes sociales> No soy sólo yo y mi circunstancia, sino también el conjunto de

29 Véase una definición y las circunstancias de aplicación según la ley española en http://es.creativecommons.org/pmf/

30 El efecto por el cual los medios de comunicación imponen determinadas noticias y el enfoque se les da. Véase una definición en http://es.wikipedia.org/wiki/Agenda-setting

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blogs a los que enlazo/me enlazan, las entradas que publico y los comentarios que

hago a las entradas de otros, el número y variedad de publicaciones que consulto, y

ah, lo más importante, los autores con los que me comunico. Todo lo cual resulta muy

estimulante, siempre y cuando procure vigilar qué hacen las empresas con todos los

datos que voluntariamente y sin ser muy consciente de ello les proporciono, y que

ellas utilizan para identificar mejor posibles nichos comerciales...

5) Precariedad profesional

Pese a que entidades asociativas como la ACCA (Asociación de Críticos de Arte de

Cataluña) recomiendan unas determinadas tarifas31 para los distintos tipos de

colaboraciones que pueden realizar los críticos, los trabajos mal o no remunerados están

a la orden del día, en el mundo laboral en general y en el contexto de los profesionales

jóvenes y de la cultura en particular.

En el caso concreto de la escritura, muchos se desaniman o desvían hacia otros campos

ante la imposibilidad de comer de lo que escriben (aunque históricamente hay que ser

realistas y reconocer que tales circunstancias han acompañado a cualquier persona que

quisiera dedicarse a escribir en cualquiera de los géneros existentes y no contara con

mecenas o recursos familiares para cubrirle las espaldas).

En la situación actual, a la ya asumida dificultad de abrirse paso entre muchos se añaden

las perversiones en la iniciación profesional como inacabables becas y prácticas que

difícilmente suponen un cambio cualitativo (y cuantitativo) en el estatus profesional.

En el contexto de Internet, darse a conocer es muy importante, pero resulta peligroso

31 Véase la información correspondiente a 2007 entrando en http://www.accacritics.org/home.htm y luego en Documents>Tarifes.

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dejarse llevar por una dinámica de colaboraciones que nos convierta en “granjeros de

oro”32 de la cultura. Como recibir un rédito directo por escribir en línea resulta muy

complicado (y sé lo que me digo), prefiero dejarme inspirar por las palabras del fragmento

de conversación que reproduzco a continuación entre Sarah Cook, comisaria

especializada en nuevos medios, y Régine Debatty, blogger que ha convertido su afición

en trabajo mediante la plataforma wemakemoneynotart, que le reporta ingresos de

manera indirecta:

Sarah Cook: ¿Cómo mantienes tu blog (y cómo te mantienes al dedicar tu vida a escribir)? ¿Qué

compromisos has contraído? (Por ejemplo, ¿te paga la gente los gastos para ir a ver un proyecto,

y te gusta cuando lo hacen, o implica que tú tienes que escribir algo a cambio?

Régine Debatty: Hay un poco de publicidad. A veces funciona muy bien, a veces sencillamente

es penoso. Así que escribo para revistas y catálogos para poder pagar el alquiler. No me gusta.

Preferiría centrarme en mis propias cosas. Además, el inglés no es mi lengua materna, así que

me siento un poco en desventaja por mi ignorancia de la gramática y el vocabulario: en el blog no

pasa nada porque siento que los lectores me conocen y pueden mostrarse más tolerantes. Por

otro lado, quejarse sería mezquino . Me halaga mucho cuando alguien me pide que escriba para

ellos.

Ahora los viajes están cubiertos. A veces. Si el festival es bueno y lo organiza gente con talento y

sin dinero no me importa, me pago el billete de avión, doy una charla y registro en mi blog el

evento. Conflux en Nueva York es un evento de esas características. Hay otros festivales o

32 En el contexto de los juegos por Internet, en los llamados “juegos en línea multijugador”, los “granjeros” son jugadores profesionales que se dedican a recolectar posesiones virtuales para que prosiga el juego, ya que los jugadores más avanzados no quieren dedicarse a ello.

Tales “granjeros” suelen encontrarse en países en vías en desarrollo, donde reciben un salario más elevado de lo habitual, pero conforman asimismo la “cara oculta” de la industria del entretenimiento: en contextos de crítica cultural se entiende a estos “granjeros” como piezas del engranaje de las industrias culturales que no tienen acceso ni a la estructura general ni al reconocimiento que merecen (ni necesariamente a determinadas prestaciones económicas, pese al ejemplo chino).

El teórico e investigador medios Alex Galloway ha llegado incluso a afirmar a este respecto que “todos somos granjeros”. Véase “Entrevista a Alex Galloway”, pp. 83-88, en FUNDACIÓN RODRÍGUEZ y ZEMOS98 eds, Panel de control: interruptores críticos para una sociedad vigilada, comenzemos empezemos, Sevilla, 2007.

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conferencias a los que siento que tengo la obligación de asistir como Ars Electronica. Ahorro un

poco de dinero, voy a Ars y disfruto todo lo que puedo. En otros casos no puedo permitirme viajar

y alojarme en un hotel. La mayoría de las veces me piden que dé una charla, así que los

organizadores me cubren los gastos y me pagan la conferencia como hacen con cualquier otro

participante en el evento. A veces me piden que vaya y cubra una conferencia o festival en el

blog, ni siquiera tengo que dar una charla o taller pero me cubren todos los gastos.

Si el evento pinta interesante y el programa es bueno, ¡fantástico! Voy directa. Si el programa no

me convence, entonces declino la oferta.

Aunque muchas veces, la gente se pone en contacto conmigo y me dice: “¿Por qué no vienes a

cubrir mi festival en Canadá”? Algunos asumen que soy una organización grande con grandes

cantidades de dinero y colaboradores por todo el mundo. ¡Pero vamos! Si soy sólo yo que escribo

desde la mesa de la cocina... El blog no es un negocio. Es una plataforma que utilizo para

compartir con los demás lo que descubro cada día.33

He tratado de dibujar un pentágono con los aspectos que me parece más acuciante tratar

en relación al estado y desarrollo de la crítica de arte actual, pero evidentemente hay

muchos otros y cada uno de ellos podría desglosarse en múltiples temas secundarios de

idéntico interés. Asimismo, he procurado esbozar aspectos de la denominada web 2.0. o

“web social” que pueden repercutir positivamente en la evolución de tal crítica, tanto en

términos formales como discursivos. Existen muchos otros elementos tecnológicos a

considerar, pero escapaban al enfoque de este un artículo pensando como punto de

partida para establecer puentes entre crítica y tecnología, como puntos de suspensión

que permitan a la crítica darse un respiro mirando con ojos digitales.

33 La entrevista completa puede consultarse en CRUMB INTERVIEWS Régine Debatty http://www.crumbweb.org/getInterviewDetail.php?id=28&op=3 .

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Referencias complementarias

A-Desk

http://www.a-desk.org/29/index.php

arte-nuevo

http://arte-nuevo.blogspot.com/

Blog del Guerrero

http://blog.centroguerrero.org/

Curatoria Forense

http://www.curatoriaforense.net/niued/

frontera_incierta

http://www.fronteraincierta.blogspot.com/

salonKritik

http://salonkritik.net/

YPSITE BLOG

http://www.ypsite.net/blog/

ARCHER, Michael, “Can critics remain impartial?” en

http://www.guardian.co.uk/artanddesign/artblog/2008/jan/22/cancriticsremainimpartial

“Blogosfera y media art en España” en http://www.zemos98.org/spip.php?article616?rubrique=21

“Dos octogenarios renuevan la crítica en la era YouTube” en

http://www.elpais.com/articulo/cine/octogenarios/renuevan/critica/era/YouTube/elpepuculcin/20080