Encuentro Con La Nostalgia

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  • Cierto sabor a pasado, cierto olor a recuerdo

    Fue un encuentro con la nostalgia: lugares, escenas, nombres, voces, rostros volvieron

    a vivir en la intensidad de un da. Los aos recuperaron la nitidez del recuerdo, con sus

    sombras, su polvo, su aoranza. La memoria recorra sensaciones, ecos, ancdotas. Y

    se enfrentaba al presente de una maana clara y soleada, que habra de dejar

    enrojecida la piel. Era el domingo 22 de febrero de 2004, da del agrnomo y fecha en

    que se cumplieron los 150 aos de la Escuela Nacional de Agricultura (ENA),

    convertida desde 1976 en Universidad Autnoma Chapingo (UACh), donde estudi

    siete aos, trabaj dos y en cuyas cercanas sobreviv otros dos.

    Poco despus de las diez de la maana, Daro Alejandro Escobar, Antonio Jos

    Garca (conocido en el inframundo como Con) y yo (en otros tiempos el Pelusso, ms

    una sarta de sobrenombres) recorramos la Calzada Principal de Chapingo. Daro,

    quien envi por correo electrnico la invitacin emitida por Difusin Cultural, haba

    llegado la noche anterior de Oaxaca, donde recoge informacin para su tesis doctoral.

    Nos reunimos con Con en la TAPO y a las 8:30 abordamos el autobs rumbo a

    Texcoco. Daro muestra inequvocos signos de calvicie en la tupida cabellera lacia que

    le vali el mote de Brochas; est ms fornido y no ha escapado a la tendencia que

    tambin y manifiesto de guardar algunos kilos de ms, pese a su aficin a los ejercicios

    aerbicos. Con exhibe canas en su barba de candado; presume de que la madurez le

    ha favorecido: segn l, resulta muy atractivo para las jovencitas.

    En la entrada de la universidad, una veintena de jvenes uniformados con

    pantaln azul y playera blanca con el logo del aniversario esperaban algo, no supimos

    si un acontecimiento o a la gente que llegaba, pues no les preguntamos ni ellos se

    acercaron a darnos informes, aunque queramos saber cul era el programa del da.

    Durante el trayecto por la calzada compar la universidad de mis recuerdos con

    la que vea: faltaba el jardincito ubicado al pie del Edificio Administrativo, entre cuyas

    plantas sobresala una extica que ahora es muy popular en las llamadas medicinas

    alternativas: el Ginkgo biloba, mostrada por mi maestra de botnica como confera

    gimnosperma. En su lugar, el informe piso de loza gris. Pareca que la vejez hiciera a

    los fresnos reverdercer poco. Quizs es por el fro del invierno, me consol, pero ya no

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  • pude quitarme la sensacin de entrar en un mundo ajeno. Los jardines de los edificios

    que pertenecieron al Colegio de Posgraduados, en cuyos pastos estudi, le y dorm

    ms de una vez, hoy carecen de la variedad de flores que tenan. Otros cambios:

    trasladaron los bustos de la Calzada de los Agrnomos Ilustres (antes ubicados detrs

    de la fuente de las Circasianas) a la Calzada Principal. Busqu en vano el nombre de

    don Gonzalo Robles, a cuya biografa me acerqu mientras trabajaba en un libro sobre

    don Manuel Bravo. Otra novedad: la fuente azul de la Biblioteca Central (refugio de

    tantas lecturas y sueos) no estaba funcionando. Ante ello comentaramos nuestra

    decepcin, pues esperbamos una celebracin ms pomposa. Ms adelante nos

    asombrara descubrir que la prdiga Ceres de pechos abundantes haba sido relegada

    al jardn del costado del Edificio Principal (tal vez porque su desnudez incomoda) y en

    su lugar estaba un len. Tambin faltaban las palmeras de antao.

    En el Patio central el movimiento de unas doscientas personas indicaba que algo

    iba a suceder. Haba una escolta y una banda de guerra enfrente del Edificio Principal.

    Entre la gente buscamos rostros de nuestros ex compaeros de estudio, pero no haba.

    En una mesa situada frente al rbol de los Acuerdos, vimos a Marcos Portillo, maestro

    de Economa, hoy director acadmico. Nos acercamos a saludarlo. No nos reconoci,

    pero se mostr amable. De pasada, saludamos a otros personajes: Tayde Morales,

    secretaria particular del rector, quien apenas sonri; Con dio un abrazo muy efusivo a

    Jos Sols, director de administracin; Emilio, profesor de Sociologa, quien al vernos

    fingi sorpresa; Fernando Rodrguez, pelado a rape, y Jaime Peralta.

    Entonces llegaron corriendo los jvenes uniformados que vimos a la entrada,

    precedidos por una escolta. Gritaban Cha-pin-go!, Cha-pin-go! Uno de ellos portaba

    un pebetero en llamas. Micrfono en mano, un maestro de educacin fsica inivit a

    hacer honores a la bandera. Cantamos desentonadamente el Hinmo Nacional,

    acompaados por la banda de guerra. Luego, las llamas del pebetero porttil pasaron a

    uno fijo y la gente aplaudi. Fernando coment que el fuego se haba trado desde San

    Jacinto, Distrito Federal, donde estuvo originalmente la Escuela Nacional de Agricultura,

    y que se haba apagado tres veces. El rector, Sergio Barrales, improvis un discurso

    sobre la importancia del deporte y, de pasada, de leer un buen libro, para olvidar

    nuestras frustraciones o algo as. Recalc el gran logro que significa contar con una

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  • banda de guerra y una escolta, inexistentes en mis tiempos de estudiante y que

    parecen, ms bien, una especie de aoranza del pasado militar de Chapingo.

    Al terminar este acto, en el pasillo de entrada al Edificio Principal abrac a

    Gabriela Arias y le pregunt por su marido, Moiss Zurita. Dijo que luego vendra y

    quedamos de reunirnos ms tarde. Ya no nos vimos, pero con ella record al Colectivo

    Cultural Chapingo (Cocucha), conocido malamente como los Cocuchos, al que

    pertenec de refiln y en el que militaban de una u otra forma Andrs Zurita, hermano

    mayor de Moiss y principal impulsor, Csar Rodrguez Zrate (el Breick), Hilda Luna,

    Pati la Flaca, Alicia Mndez, Csar el Esclavo, Mercedes Hernndez, scar Neri, el

    Negro Jos, los Chupios (Artemio, hoy pintor de cierto reconocimiento, y su hermano

    mayor) y otros que no recuerdo. Su principal aportacin consisti en proponer opciones

    culturales alternativas a las oficiales, entre ellas conciertos de rock.

    Luego fuimos al patio del Comedor Central. En los muros de la primera

    compaa le unos carteles en los que el Comit Ejecutivo Estudiantil convocaba a

    tomar autobuses para que los permisionarios respetaran los acuerdos de otorgar 50 por

    ciento de descuento a los estudiantes. sta sera la noticia que durante las dos noches

    siguientes aparecera en los canales 34 y 40. Con ello afloraran imgenes de otras

    tomas de camiones: una con Rutilio (o Ratilio, segn sus detractores), quien ante unas

    quejas de estudiantes golpeados por choferes, en una asamblea dijo que era ingenuo

    esperar que nos iban a recibir con un ramo de rosas; la otra, con Andrs Valds, para

    lucir a sus candidatos al comit, pues luego supimos que no avis del cambio en el

    formato de la credencial, por lo que no se otorgaba el descuento. Y de ah al despertar

    de mi inters por la poltica, a las movilizaciones por presupuesto, a los paros, las dos

    marchas a pie hasta la Ciudad de Mxico, las canciones de protesta, las jornadas de

    solidaridad con Centroamrica Una poca en que la grilla se confunda con la cultura,

    la juventud y la vida.

    En el Patio de Honor, una lona cubra dos mil sillas (que nunca se llenaron del

    todo), al frente de las cuales estaba un estrado. Poco a poco lleg ms gente.

    Saludamos a Silvano Aureoles y a Cigala, presentados como el representante del

    gobernador de Michoacn, Lzaro Crdenas Batel, y como diputado federal,

    respectivamente. Ambos egresados de la Divisin de Ciencias Forestales, uno fue

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  • secretario general del comit estudiantil cuando estuve en prensa y propaganda; el otro

    intent serlo sin lograrlo. Apresurado salud a Juan Pablo de Pina, de nuevo director de

    Difusin Cultural, que verificaba el funcionamiento del sonido. Me encontr con dos ex

    alumnos de la prepa, cuyo nombre no recordaba; pregunt a uno de ellos, originario de

    Santiago Papasquiaro, Durango, por Salvador de la Cruz, egresado de Economa e

    integrante del taller de teatro que dirigi Fabin Armando Garca. Me inform que

    Chava trabaja en el gobierno del Distrito Federal y que haba estado el da anterior, en

    el Encuentro de Generaciones. Con coment que por ah andaba Gustavo Snchez

    (Lenin). A saludarme lleg Rosa Mara Rodrguez, profesora de prepa. Ya se te

    empiezan a notar los aos, me dijo. No puede ser de otra forma: me estoy acercando

    peligrosamente a los cuarenta, respond.

    Me dio gusto ver a Jos Luis Hernndez Stefanoni, egresado de Bosques y

    hermano de Ral; ambos pertenecieron al taller de creacin literaria en los tiempos en

    que Leo Eduardo Mendoza era el coordinador y del que luego se hizo cargo con mayor

    fortuna mi maestro de maestros Rolando Rosas. Tambin integraron el taller Ral de

    Len, Helio Guzmn, Vernica, Francisco Gonzlez Jaime (el Coquitos, el mejor poeta

    del grupo), Miguel ngel Morales, Luis Ramn Gmez, Juanito Vargas, Csar Castillo,

    Tefilo Hernndez, Alberto Lern, el otro Ral, Carlos Rodrguez Rojas, con quienes

    compart el amor a la palabra, lecturas pblicas de nuestros poemas y cuentos, la

    emocin de nuestros primeros textos publicados, la organizacin de dos encuentros de

    jvenes escritores en Chapingo, algunas borracheras memorables, recorridos nocturnos

    por la Ciudad de Mxico y sus antros.

    La Ceremonia Conmemorativa, iniciada despus de las once de la maana,

    result un desfile de representantes de los invitados de honor: del secretario de

    Agricultura, del gobernador del Estado de Mxico, de los rectores de las universidades

    Autnoma de Mxico (UNAM) y Autnoma del Estado de Mxico (UAEM), del director

    del Politcnico Nacional (IPN) y de otros, ms la presencia de algunos ex directores y

    ex rectores. Luego se hicieron honores a la bandera. Y al final se dijeron muchos

    discursos: uno que envi el presidente Vicente Fox, el del rector, el de la presidenta de

    la Asociacin Nacional de Egresadas (que en lugar de 150 dijo 100 aos) y como siete

    ms, incluso de la alumna con el mayor promedio de la universidad.

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  • No los soportamos todos, por supuesto. Fuimos a Servicios Asistenciales por los

    pases para la comida. Para variar, no abrieron a tiempo. Mientras esperbamos, nos

    sentamos en el pasto y recordamos a los ausentes de nuestro grupo de Economa (La

    Playa, formado por puros granos, es decir, de poco apetecibles y algunos francamente

    desechables, como decamos en nuestro argot), algunos con su nombre completo,

    otros slo por su apodo: Atayde Nango Mazariegos (quien lleg a romper el rcord de

    sobrenombres al acumular ms de cien, poeta de un poema: A Manuela Palmern,

    clebre entre la tropa por sus descripciones onanistas), Jos Luis Guzmn Bello (a

    cuya creatividad, mala leche y vocacin bautismal se deben muchos de los motes de

    ese tiempo), Alberto Lern Mestas (uno de mis mejores amigos de entonces), Cristbal

    Cuevas, Carmen Ruiz Villaseor, Rosa Rivas, Lara Ixmucan Caldern, Emilio

    Rodrguez, Zenn Bocanegra, Gaspar Nez, Misael Caballero, Jorge Negrete Hueso,

    Juan Hernndez, Luis Camacho, Manuel Mendoza Alegra, Armando Hernndez,

    Octavio Santiago, Juan Meja, Alberto Nez, Miguel, Gilebaldo Guilln, Manuel

    Ochoa, Humberto Islas, Ignacio vila, Francisco Delgado, Martn Elizarrarz, Enrique

    Palacios, Digenes Lozano, Santos Tristn. Intercambiamos chismes y ancdotas

    sobre ellos, los muchachos de ayer. Con muchos me une la complicidad de varias

    ocurrencias, el hermetismo de algunas revelaciones, las horas de estudio y de tareas, la

    tensin durante los exmenes, las preocupaciones por cierta calificacin, sucesos en

    los viajes de estudio, discusiones sobre poltica econmica y poltica a secas, proyectos

    y sueos compartidos.

    Lern, Emilio, Aurelio Mireles (Falcao), de Fitotecnia, y yo realizamos nuestra

    contribucin al muralismo en Chapingo, que en esa poca contaba con dos buenos

    ejemplares, uno en Sociologa (Retazo con Hueso) y otro en Difusin Cultural. Semana

    a semana durante no s cunto tiempo pegamos en la cafetera estudiantil (entonces

    llamada cooperativa, nuestro lugar de encuentro) un peridico mural: La Caguama,

    espacio en que nos divertimos con la realidad nacional y local, generando no pocas

    reacciones adversas.

    La entrega de los pases fue rpida, pese a que la computadora no registr la

    solicitud que envi por internet el viernes. Nos vendieron tres pases, a veinte pesos

    cada uno, y desanduvimos la calzada, para hacer tiempo y dejar en el autobs a Con,

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  • quien deba regresar a la Ciudad de Mxico. De lejos vimos que se acercaban dos

    personas en otro tiempo antagnicas y combativas: Meza, maestro de topografa en la

    prepa, y Vivas, quien como estudiante haba pertenecido a los bolchos. Los

    saludamos y bromeamos un poco.

    Al regreso nos encontramos con Alfredo Rodrguez, profesor de filosofa y actual

    coordinador de Radio Chapingo (que este marzo cumple sus 15 aos), donde trabaja

    ahora Emiliano de la Vega. Fue otra vuelta hacia el pasado, a las primeras noches de

    emisin, con la camaradera de el Breick, Hilda (su esposa), Leonardo Reyes, Claudio

    Flores e Irene, su novia, entre un montn de jovenzuelos que hicieron posible de nuevo

    una radioemisora en Chapingo. Daro fue a los departamentos de becarios de posgrado

    a buscar un amigo. Quedamos de vernos en las Circasianas. Platiqu todo el camino de

    regreso con Alfredo. Jaime Peralta lo llam para que se encargara de algo que no

    alcanc a escuchar y nos despedimos.

    Fui por una botella de agua y al regresar descubr a Daro con Magdalena, que

    estuvo en el taller de danza contempornea y en Irrigacin, donde es profesora.

    Comentamos que haba poca gente de nuestro tiempo y ms de generaciones

    anteriores. Luego llegaron algunos egresados de Economa: Arturo Ruiz Sandoval (ex

    miembro del taller de periodismo y ahora lleno de canas) y su esposa Beatriz, Susana

    (musa en un tiempo de Helio Guzmn) y otros ms cuyos nombres nunca pude

    precisar, uno de los cuales haba venido de la hermana Repblica de Mrida. Ante la

    mencin de nombres, concluimos que era ms fcil acordarse de los apodos e hicimos

    un breve recuento de algunos clebres: la Cebolla, porque slo de verla te daban ganas

    de llorar; su novio, el Cuchillo, porque se picaba a la Cebolla; la Nopalita, la Piel Roja,

    amante secreta de Lern; la Tintorera; hablamos de la inmortalidad de el Parntesis, un

    teniente que, se deca, nunca iba a estirar la pata. En eso lleg Pablo Montes, egresado

    de Fitotecnia, vestido con chamarra y overol de mezclilla negros, lejano en kilos del

    joven delgado que asista al taller de danza folclrica. Entonces surgieron otros

    nombres: Estela, Chayo, Norma, Mara Reyes, Pancho Chvez, David Soto, Hctor

    (autodenominado la Panochita Gonzlez), Maricela Maldonado, Sergio Martnez, la

    Seorita Malote, la Nacha Pop Nos acercamos a Alejandra, sin estar seguros de que

    era ella. Cuando se volte y agach un poco, Pablo y yo pudimos apreciar el todava

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  • esplndido trasero, que result la prueba irrefutable de que ella era ella.

    Queramos observar la Siembra de Manos, pero mucha gente se amontonaba

    para entrar. Daro, Pablo y yo fuimos a la recin develada estatua de la Diosa del Maz,

    una mujer cubierta por un velo y de formas voluptuosas, de cuyo vientre surge una

    planta de maz que debajo del pecho remata en una gran mazorca. All encontr a mi ex

    alumno Eric, quien presumi de saber los nombres de todos sus maestros, pero nunca

    se acord del mo. Saludamos a Beatriz de la Tijera, maestra del centro regional de

    Morelia, y a mi tocayo Pedro Carrillo, de la prepa. Recorrimos luego la exposicin de

    libros. Daro aprovech para presumir que su nombre apareca en la portada de uno,

    aunque al ltimo, y no me qued atrs: le mostr Ensayos de literatura. La poesa

    modernista, donde est mi nombre tambin al final.

    Fui al bao a la segunda compaa, en el que not cierto descuido, ms notorio

    por ser un da de fiesta. Despus nos dirigimos al Comedor Central, pues ya sentamos

    hambre. Casi eran las tres de la tarde. Al igual que antes, hicimos cola. Al entrar en el

    comedor nos entregaron un refresco de Jarritos y escuchamos la msica y la voz de los

    mariachis. Creamos haber perdido la prctica de recoger la charola, pero no pasaron

    accidentes. La comida: cecina roja de yecapixtla, nopales, sopa de fideos, frijoles de la

    olla, una pasta, guacamole, dos tortillas, y chicharrn crujiente para botanear. Adems

    de su sabor habitual, haba en los alimentos cierto sabor a pasado, cierto olor a

    recuerdo. Rememoramos las veces en que el hambre adolescente nos llev a dobletear

    la comida o cuando salamos cargados de fruta para aguantar toda una noche de

    estudio.

    Al salir nos detuvimos un rato a escuchar una banda mixe de Oaxaca que asisti

    al Encuentro de Bandas de varios lugares del pas, de los que recuerdo la de Santa

    Catarina del Monte. Luego pasamos al Edificio Principal, donde recorrimos dos salas

    del Museo Nacional de Agricultura que no nos convencieron: en una predomina la

    visin tcnica (los personajes son los instrumentos, con notas sobre su nombre, regin

    de donde proceden y uso), pero parecen sin conexin museogrfica con los contextos

    socioculturales en que surgieron. En la otra se exhiben unos textos en francs sobre

    agricultura y banderines de la ENA-UACh. Observamos un rato las blancas manos

    sembradas en grava, sin precisar su significado. Luego lleg un grupo de concheros

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  • que hizo unas danzas en el patio y quem incienso. Al marcharse, entramos en la

    galera de directores y rectores, un acervo pictogrfico de importantes pintores

    mexicanos, entre los que recuerdo a Agustn Lazo, Diego Rivera, Mara Izquierdo y

    Ral Anguiano. Los grandes marcos que acompaan a muchos retratos parecen un

    sntoma de mal gusto en una produccin artstica que no necesita adornos.

    Despus vino la inmersin en la magia, gracias a los pinceles de Diego Rivera.

    Record la primera vez que entr en la capilla, en 1982. Nunca haba conocido en vivo

    una pintura y ver los murales represent todo un acontecimiento: me concentr en la

    belleza de las formas; me maravill la soltura y la desnudez de las mujeres, los trazos

    en perspectiva de los hombres incrustrados en la pared, la viveza de las llamas, la

    perfeccin de las manos. Me sent enfebrecido y en cierto momento ya no quera

    moverme. En esta nueva visita, coincid con Daro en que el mural que ms nos gusta

    es el de La tierra dormida, que muestra a Tina Modotti desnuda, con el vientre un poco

    abultado y la cabellera sobre la frente, un brazo extendido sobre el cuerpo y el otro

    flexionado sobre la tierra, cuya mano protege el embrin de una planta. La imagen da

    una sensacin de reposo, a lo que contribuyen los escasos colores usados: el azul del

    fondo, el negro de la cabellera, el verde de las plntulas, el color de la tierra. Una

    imagen serena que contrasta con el lema de la institucin: Ensear la explotacin de la

    tierra, no la del hombre, producto de otra poca, que tal vez debera revisarse a la luz

    de los aportes ambientalistas.

    En la pequea tienda del torren salud a Rosita, maestra de historia de la

    prepa, y adquir Capilla riveriana (gua realizada por Consuelo Muoz, a quien me

    habra gustado ver) y el llavero conmemorativo: un valo de fondo azulado, sobre el

    cual van grabadas en maysculas las letras del 150 aniversario en la parte superior;

    abajo, los aos 1854-2004. Inserta y en relieve, una reproduccin bien trabajada del

    escudo, con fondo tambin azul, y del Edificio Principal, con sus torreones, sus

    araucarias y su pintura blanca; debajo, el nombre de Chapingo en cursivas.

    Al salir, vimos a Jos Luis (conocido mundialmente como el Chino), ex

    estudiante de Chapingo. La tarde declinaba y estbamos cansados. Daro, Pablo y yo

    fuimos a tomar unas cervezas al restaurante La Cava de Len, lleno de egresados. All

    vimos de nuevo a Silvano y a Cigala, y salud a Lenin, su esposa Lucy y Juan Manuel

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  • de Luna. Lenin no dej de reparar maliciosamente en mi gordura. Le hice el comentario

    que me encarg Con: Dijo que te dijera que ests ms negro de lo que te recuerda.

    Sonri. Ya en la mesa con Pablo y Daro, probamos unos escamoles y nos tomamos

    tres cervezas. Platicamos poco, pues una de las bandas, contratada por un grupo de

    egresados, estuvo tocando como dos horas, sobre todo msica oaxaquea: Dios

    nunca muere, La sanmarquea Anocheca cuando salimos rumbo a Texcoco,

    donde Pablo se quedara; Daro y yo tomaramos el autobs rumbo a la Ciudad de

    Mxico y todava iramos al cine a ver Swimming pool, de Francois Ozon.

    As termin el recorrido por el espacio de un da, en el que la celebracin de 150 aos

    de la universidad se conjunt con los 15 aos de nuestro egreso; haciendo clculos, se

    puede decir que somos la generacin de diez por ciento. El recuento de nombres

    necesariamente est incompleto y no voy a justificar las fallas de la memoria. Adems

    de la carne de las ancdotas, faltan los amores, desamores, contrincantes (que no

    mencionar) y la galera de afectos, Margarita Bastida, Judith Bez, Hilda rciga

    Cruzaley, Valentina Trueba, Mara Nava, Andrs Mercado, Jos Luis Salinas, Francisco

    Zavala, Rosalinda Martnez Nieves, Jos Luis Murillo, Octavio Ramrez, Leonardo

    Rodrguez, Lucio Estvez, Arlett Rodrguez, Irina Trueba, Javier Martnez, Armando

    Garca y su mujer, Alejandra, Alejandro Musalem, Violeta Vidal Otras presencias

    queridas siguen ah, en la labor cotidiana de la universidad: Patricia Castillejos,

    Concepcin Pitala, Gildardo Montoya, Georgina Ros, Jorge Daz, Sandra Laura

    Prez, Germn y Adelina Schultz, Jacobo Montoya, Chela, Tere, Tito Y, por

    supuesto, resiento la dolorosa ausencia de Toms Rosas, Rovirosa, el Tlacoyo

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