La Sana Doctrina 1

La Sana DoctrinaLa Sana DoctrinaEnero-Febrero 2019

2 La Sana Doctrina

LA SANA DOCTRINA

“Toda la Palabra de DiosPara todo el Pueblo de Dios”

Revista bimestral publicada por asambleascongregadas en el Nombre del Señor Jesucristo

en Venezuela.

Año LVIII Nº 359Enero-Febrero 2019

Redactores:Guillermo Williams (Fundador: 1958-61)Santiago Saword (1961-76)Santiago WalmsleyAndrew Turkington (Redactor)

Tlf. (0416) 4373780 E-mail: andrewturkington@gmail.com

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Contenido

Artículos:

3 La Doctrina de Cristo (27)

Samuel Rojas

6 Semejanzas entre el Tribunal de

Cristo y el Gran Trono Blanco

Andrew Turkington

9 Una Mujer (1)

Gelson Villegas

11 Criterios Espirituales (2)

Neal R. Thomson

14 La Cultura de las Celebridades

La Perspectiva Cristiana de Nuestra Sociedad (XIII)A. J. Higgins

19 El Sermón del Monte (27)

Estudios Bíblicos sobre Mateo 5-7David Gilliland

22 Lo que Preguntan

24 Página Evangelística:

¡Asombrosa Salvación!

Andrew Turkington

Portada: De: Pixabay.com

La Sana Doctrina 3

o son pocos los que consideranque las palabras del Señor Jesu-cristo en Mateo 24:9-22 expo-

nen el Sello 5 de Ap. 6, en forma extensay total. Es el momento cuando el Anti-cristo, el hombre que no tiene ley(inicuo), rompe el pacto que él había es-tablecido con el Israel apóstata tres añosy medio antes. Entonces, quita el sacrifi-cio diario en Jerusalén, introduce la abo-minación desoladora en el Lugar Santo yél mismo se pone en el templo de Dioscomo “Dios”. Luego destruye al SistemaApóstata de culto religioso (“Babilonia lagrande, la madre de las rameras y de lasabominaciones de la tierra”, Ap. 17:5,16-17) y centra toda adoración en él mismo.También es, entonces, cuando los piado-sos huyen de Judea y comienza la ferozpersecución, cuando muchos santos seránasesinados. Es el tiempo de La Gran Tri-bulación: los últimos tres años y mediode la semana 70 de Daniel.

N

El Sello 6 corresponde exactamentecon las palabras del Señor en Mateo24:29: “E inmediatamente después de latribulación de aquellos días, el sol se os-curecerá, y la luna no dará su resplandor,y las estrellas caerán del cielo, y las po-tencias de los cielos serán conmovidas.”

En el desarrollo de la revelación divinaen el Apocalipsis, el capítulo 7 es un pa-réntesis, en el cual se nos da otro aspectode este período desde la manifestacióndel Anticristo hasta el fin de los 7 años.Los 144.000 sellados (son judíos, porqueson 12.000 de cada tribu mencionada) yel resultado en convertidos de su ministe-rio de predicar el Evangelio del Reinopor todo el mundo, “una gran multitud, lacual nadie podía contar, de todas nacio-nes y tribus y pueblos y lenguas”.

El séptimo Sello conduce a las 7Trompetas de juicio, y la séptima Trom-peta conlleva a las siete Copas de oro,llenas de la ira de Dios. Estos juicios sonal principio parciales, “la tercera parte”,aunque se advierte de “ayes” más gravespor venir. Empero, bajo las Copas de ira,los juicios son completos y finales. “Elgran día de Su ira ha llegado”. Todos losejércitos del mundo estarán rodeando ydestruyendo a Jerusalén. “ENTONCESaparecerá la señal del Hijo del Hombreen el cielo; y entonces lamentarán todaslas tribus de la tierra, y verán al Hijo delHombre viniendo sobre las nubes del cie-lo, con poder y gran gloria” (Mat. 24:30).“Todo ojo LE verá” (Ap. 1:7).

La Doctrina de Cristo (28)Samuel Rojas

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4) La Parousía, Revelación y Aparición del Rey de reyes y Señor de señores a la tierra.

La recuperación de la Tierra para Diosno será el fruto de la predicación delEvangelio sino de Su poder en juicio. ElEjecutor de estos juicios de la ira de Dioses el Cordero Quien está en medio delTrono, Único en Su capacidad de abrirlos sellos. Por haber sido inmolado,muerto en la cruz, y por haber resucitadoÉL tiene la capacidad para implantar lavoluntad de Dios de nuevo sobre toda latierra.

Hay tres palabras las cuales el EspírituSanto usa en el Nuevo Testamento en re-lación con el Señor Jesucristo; es necesa-rio considerarlas otra vez, para entenderlos diferentes matices en el significado.Parousía: generalmente significa ‘pre-sencia’ en el sentido de una llegada, unavenida. Aparece 24 veces en el N.T. Seisveces es usada de ciertos individuos (p.e.,1 Cor. 16:17; 2 Cor. 10:10; Filip.1:26) y18 veces del retorno del Señor. Mencio-namos, por ejemplo, las veces en lasEpístolas Proféticas del apóstol Pablo:1ra. Tesalonicenses 2:19; 3:13; 4:15;5:23; 2da.Tes. 2:1,8. Nunca se usa en re-lación con Su primera venida a la tierra.Epifanía: significa brillo o resplandor,manifestación, apariencia o aparición.Una sola vez se usa de la primera venidadel Señor a este mundo (2 Tim. 1:10). Es-pecial es la mención en 2 Tes. 2:8 - “elresplandor(=epifanía) de Su venida (=pa-rousía). Las otras veces son 1 Tim. 6:14;Tito 2:13; 2 Tim. 4:1,8. Apocalupsis: re-

velación, manifestación, descubrimiento.El verbo, ‘apocalupto’ significa revelar,quitar el velo, descubrir, hacer visible.

Su primera venida a la Tierra solo fueconocida por pocos en comparación contodo el mundo; el mundo no Le conoció.En Su resurrección ÉL no se mostró atodo el pueblo sino a los escogidos de an-temano, Hch. 10:41. Cuando venga alaire para arrebatar a Su pueblo celestial(la Asamblea, o iglesia, Dispensacional)solo los creyentes lo verán. Hubo, encambio, un gran contraste con Su muerte:aquello fue un espectáculo; algo que nose hizo en un rincón. Y, cuán diferenteserá cuando ÉL venga en gloria, Su pre-sencia será resplandeciente y todos LEverán claramente. ÉL vendrá con los Su-yos (Su Esposa, la Iglesia dispensacional)y será admirado en ellos. Apoc.19:11-16nos da la visión dada a Juan de este mo-mento cumbre. Los tres apóstoles a quie-nes ÉL llevó al Monte de laTransfiguración tuvieron una mirada de lamajestuosa gloria y el esplendor en loscuales ÉL se hará visible en este instante.

¿Cómo estará la tierra y sus morado-res en ese instante? La O.N.U. habrá de-cidido unánimemente pelear contra Diosy contra Su Ungido (Cristo), Salmo 2.Los millones de los ejércitos de la tierraestarán congregados en un lugar llamadoArmagedón = Har Megiddo, Montaña deuna gran Multitud, o la Montaña de laMasacre. En Israel no hay un sitio que sellame así. Pero, en el Simbolismo Proféti-co ‘un monte’ es una excelente figura deun Gobierno, el cual a su vez representa a

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todo el Estado al cual gobierna (ver Ap.17:10,11). Dios tiene un día de juicio detodas las formas del orgullo humano, re-sumidas en cuatro pares en Isa. 2:11-17.El primer par es ‘cedros y encinas’, v.13.Estos son los más nobles de los árboles,las figuras aptas de hombres más eleva-dos en la escala social. Luego, ‘montañasy collados’ (v.14), es decir, todos los Go-biernos y Estados organizados. Entonces,‘torre y muro’ (v.15), todo lo que tieneque ver con preparativos militares. Y, porúltimo, ‘naves y pinturas’ (v.16), todas lasformas de comercio y arte. En el Progra-ma del Reino que Dios tiene está este lu-gar donde ÉL va a destruir al hombre contodo su orgullo.

Desde ese punto avanzarán sobre Jeru-salén y la rodearán y la atacarán. Ya lamitad de la ciudad estará totalmente des-truida pero el Señor aparecerá y pondráSus pies sobre el Monte de Los Olivos yentonces el Señor lanzará directo al Lagode Fuego a sus principales líderes, la pri-mera bestia y la segunda bestia (dos hom-bres, el anticristo político y el religioso ofalso profeta). Con la espada aguda de Suboca matará a los ejércitos atacando ydestruyendo a la ciudad de Jerusalén. ÉLpisará “el lagar del vino del furor y de laira de Dios”. La masacre será tan grandeque la sangre de los muertos correrácomo un río profundo y extenso(Ap.15:20). ¡Nadie podrá sostenerse enpie ante ÉL! ÉL es la “Piedra cortada nocon mano” que demolerá totalmente a losreyes y gobernantes de la tierra, y a sus

ejércitos. Las aves de los cielos comeránsus carnes en la Gran Cena de Dios.

Entonces “todo Israel será salvo”: elremanente es reconocido por Dios comoel verdadero Israel. Habrá una confesióny mucho llanto ante ÉL; usarán las pala-bras de Isaías 53, a lo menos. ¿Cómo seráaquello? Será muy impactante aquellaconversión. La Fiesta de la Expiación erafigura de este suceso.

La Gran Tribulación dura 1260 días(=tres años y medio, 42 meses, Dan.7:25;12:7; Apoc.13:5). Pero en Daniel 12 seañaden 75 días más a esta cuenta (Dan.12:11-12). No se relata explícitamentequé ocurrirá en este intervalo de 75 días,entre el fin de la gran tribulación y labendición plena del Reino Milenario. De-ducimos que permitirá limpiar la tierra dela sangre y escombros de la masacre (Da-niel 2:35 dice “y se los llevó el viento sinque quedara rastro alguno”), construir elnuevo Templo descrito en Ezequiel, reco-ger a todos los israelitas desde todo elmundo, alcanzar a todos los habitantes dela tierra de Israel y de toda la tierra, reali-zar el Juicio de las Naciones.

El Señor, entonces, efectuará el Juiciode las Naciones. Será en el Valle de Jezre-el y ÉL separará a las personas como elpastor separa a las ovejas de los cabritos.ÉL juzgará a las naciones que queden vi-vas y lo que va a determinar Su juicio so-bre ellas será la actitud que ellas tomaronpara los convertidos en el tiempo de Tri-bulación. La sentencia será vida eternapara unos y castigo eterno para otros.

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e mencionan tres ocasiones futurascuando el Señor Jesucristo va asentarse para juzgar: el tribunal de

Cristo, el juicio de las naciones y el grantrono blanco (2 Cor. 5:10; Mat. 25:31-46); Ap. 20:11-15). El primero será en elcielo, el segundo sobre la tierra, y el ter-cero en el espacio. En el primero estaránsolamente creyentes, en el segundo cre-yentes e inconversos, y en el tercero sola-mente inconversos serán juzgados. Eltribunal de Cristo será después del arre-batamiento de la iglesia, el juicio de lasnaciones será al menos siete años des-pués, cuando el Señor venga en gloria; yel gran trono blanco será después del mi-lenio, o sea mil años después de los dosprimeros.

S

En el juicio de las naciones, el SeñorJesucristo juzgará a los que queden vivosal final de la gran tribulación, “y apartarálos unos de los otros, como aparta el pas-tor las ovejas de los cabritos” (Mat.25:32). Los creyentes (las ovejas) entra-rán al reino milenial de Cristo, y los in-conversos (los cabritos) irán al castigoeterno. Lo que distingue a las ovejas delos cabritos es su actitud hacia los judíoscreyentes en la gran tribulación (los queel Señor llama “mis hermanos más pe-queños”). El Señor dice que “en cuanto

lo hicisteis a uno de estos mis hermanosmás pequeños, a mí lo hicisteis” (v. 40).De manera que, al igual que en esta dis-pensación, lo que una persona hace conCristo es lo que decide su destino eterno.

Pero ni el tribunal de Cristo, ni el grantrono blanco serán para decidir el destinoeterno de los comparecerán ante ellos.Ante el tribunal de Cristo estarán los cre-yentes, ya en el cielo, salvados para siem-pre; ante el gran trono blanco estarán losque murieron en sus pecados, ya perdi-dos, para ser lanzados al lago de fuego.

Como ya hemos notado, hay diferen-cias notables entre el tribunal de Cristo yel gran trono blanco. Pero vamos a desta-car algunas semejanzas:

El Juez es el mismo.

Es un consuelo para nosotros saberque el mismo Salvador que hemos cono-cido, y que nos ha conocido, en esta vida,es el que va a evaluar nuestro serviciopara Él en aquel día. “No me avergüenzo,porque yo sé a Quién he creído, y estoyseguro que es poderoso para guardar midepósito para aquel día” (2 Tim. 1:12).Pero qué terror para el pecador saber queel mismo que quiso ser su Salvador aquí,será el que estará sentado en el gran tronoblanco, ya no como Salvador, sino como

Semejanzas entre

el Tribunal de Cristo

y el Gran Trono BlancoAndrew Turkington

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Juez. Los que no quieren doblar la rodillay confesarle como su Señor ahora, ten-drán que hacerlo obligatoriamente en elgran trono blanco, ya no para salvaciónsino para perdición.

La justicia es la misma.

Abraham dijo: “El Juez de toda la tie-rra, ¿no ha de hacer lo que es justo?”(Gén. 18:25). Pablo estaba sufriendo pe-nalidades, hasta prisiones a modo demalhechor, pero tenía la confianza que leestaba guardada la corona de justicia, lacual el Señor, juez justo, le daría en aqueldía (el tribunal de Cristo, 2 Tim. 2:9;4:8). Si estamos sufriendo injusticiasaquí, aun de nuestros hermanos, la reco-mendación es: “Encomienda a Jehová tucamino, y confía en Él; y Él hará. Exhibi-rá tu justicia como la luz, y tu derechocomo el mediodía. Guarda silencio anteJehová, y espera en él” (Sal. 37:5-7).

Así también, en el gran trono blanco,nadie podrá acusar a Dios de ser injusto.“¿Será injusto Dios que da castigo?”“Mas sabemos que el juicio de Dios con-tra los que practican tales cosas es segúnverdad.” “Para que toda boca se cierre ytodo el mundo quede bajo el juicio deDios” (Rom. 3:5; 2:2; 3:19). Dios queda-rá vindicado, demostrando su perfectajusticia en la perdición de los impíos.

La Palabra de Dios en ambos juicios.

En el tribunal de Cristo, el Señor nova a sacar un nuevo código de leyes. Laevaluación que Él hará de nuestras vidasestará basada en el mismo Libro que no-sotros ahora poseemos –la Biblia. “La

obra de cada uno cuál sea, el fuego laprobará” (1 Cor. 3:13). ¿Qué es el fuego?“¿No es Mi Palabra como fuego, dice Je-hová, y como martillo que quebranta lapiedra?” (Jer. 23:29). No tenemos porqué llevarnos sorpresas en el tribunal deCristo, porque todo será evaluado segúnel Libro que ahora tenemos en nuestrasmanos. Cualquier servicio realizado endesacuerdo a los preceptos y principiosbíblicos, resultará en pérdida de recom-pensa en aquel día.

La Biblia también estará presente enel gran trono blanco, porque el Señordijo: “El que me rechaza, y no recibe mispalabras, tiene quien le juzgue; la palabraque he hablado, ella le juzgará en el díapostrero” (Jn. 12:48). ¡Qué solemne parael pecador ver en ese día el Libro por me-dio del cual pudo haber obtenido salva-ción! Pero nunca se interesó en leerlo, ymenos en créelo. Ahora el mismo Libroque le ofrecía vida eterna, le condena a lamuerte eterna.

Individual y Público

En casi cada escritura que trata del tri-bunal de Cristo se destaca la individuali-dad de este juicio –“cada uno”. “Demanera que cada uno de nosotros dará aDios cuenta de sí” (Rom. 14:12). No po-dremos excusarnos por las faltas de otros.Pero, aunque es individual, también espúblico, porque “es necesario que todosnosotros comparezcamos ante el tribunalde Cristo” (2 Cor. 5:10). Esta palabra“comparezcamos” significa ser manifes-tado, hacer visible o conocido lo que haestado escondido o desconocido. No será

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un misterio para nadie por qué algunos re-ciben más recompensa que otros, porquetodo será manifestado.

El juicio del gran trono blanco tam-bién será individual –“el cual pagará acada uno conforme a sus obras” (Rom.2:6). Nadie podrá echar la culpa a otrospor no haber creído en el Señor. Y será unjuicio público “porque nada hay oculto,que no haya de ser manifestado, ni escon-dido, que no haya de ser conocido, y desalir a luz” (Lc. 8:17). Ese es “el día enque Dios juzgará por Jesucristo los secre-tos de los hombres” (Rom. 2:16).

Los registros divinos

En el gran trono blanco “los libros fue-ron abiertos… y fueron juzgados losmuertos por las cosas que estaban escritasen los libros, según sus obras”. Dios llevaun registro minucioso de cada hecho, pa-labra y pensamiento pecaminoso de losperdidos. Los juzgados tendrán que en-frentarse a su pasado como si estuvieranviendo una película de toda su vida. Si elhombre ahora puede almacenar miles ymiles de páginas de información en unadiminuta memoria electrónica, cuántomás podrá Dios guardar en sus registrosel más mínimo detalle de la vida de cadaser humano.

Es un alivio para el creyente saber que,en cuanto a su vida pasada en el pecado,Dios dice: “Yo, yo soy el que borro tus re-beliones por amor de mí mismo, y no meacordaré de tus pecados” (Is. 43:25).Pero, para “que cada uno reciba según loque haya hecho mientras estaba en elcuerpo, sea bueno o sea malo” (2 Cor.

5:10), el Señor tiene sus registros de todoslos detalles de nuestra vida como creyen-tes. David sabía que “Mis huidas tú hascontado; pon mis lágrimas en tu redoma;¿No están ellas en tu libro?” (Sal. 56:8).El Señor no se olvidará de ninguna cosa:“Cualquiera que dé a uno de estos peque-ñitos un vaso de agua fría solamente, porcuanto es discípulo, de cierto os digo queno perderá su recompensa” (Mt. 10:42).

A mayor privilegio, mayor responsabilidad

El Señor declaró este principio: “Atodo aquel a quien se haya dado mucho,mucho se le demandará; y al que muchose le haya confiado, más se le pedirá” (Lc.12:48). En el tribunal de Cristo, el Señorespera más del que recibió cinco talentosque del que solamente recibió dos o uno.Santiago nos advierte de la responsabili-dad que asume el que enseña: “Hermanosmíos, no os hagáis maestros muchos devosotros, sabiendo que recibiremos mayorcondenación” (Stg. 3:1).

Para el pecador en el gran trono blan-co, el haber tenido mayores privilegios vaa significar un castigo más severo. “Y tú,Capernaúm, que eres levantada hasta elcielo, hasta el Hades serás abatida; porquesi en Sodoma se hubieran hecho los mila-gros que han sido hechos en ti, habría per-manecido hasta el día de hoy. Por tanto osdigo que en el día del juicio, será más to-lerable el castigo para la tierra de Sodo-ma, que para ti” (Mat. 11:23,24).

En el tribunal de Cristo, todos son sal-vos, pero no todos tendrán la misma re-compensa. En el gran trono blanco, todos

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están perdidos, pero no todos tendrán elmismo grado de castigo eterno.

La anticipación

La realidad de estos juicios en el futu-ro debe tener su efecto sobre nosotros enel presente. Inmediatamente después dehablar de comparecer ante el tribunal deCristo, Pablo dice: “conociendo, pues eltemor del Señor” (2 Cor. 5:11). Él procu-raba, o ausente o presente, serle agrada-ble (vers. 6-9). Es decir, aquí, ausente delSeñor, procuraba serle agradable, paraque en ese día, presente al Señor, tam-bién le fuera agradable la revisión de su

vida terrenal. “Y todo aquel que tieneesta esperanza en Él, se purifica a sí mis-mo, así como Él es puro” (1 Jn. 3:3).

Para el creyente, el gran trono blancono infunde temor. Tenemos “confianzaen el día del juicio; pues como Él es, asísomos nosotros en este mundo” (1 Jn.4:17). Es decir, para nosotros el juicio yapasó, así como para el Señor, allí en lacruz. Pero, la realidad de que nuestros fa-miliares y prójimos sin Cristo tendránque estar allí para ser lanzados al lago defuego, debe despertar en nosotros un fer-vor evangelístico.

Una Mujer (1) Gelson Villegas

“Y de la costilla que Jehová Diostomó del hombre, hizo una mujer, y latrajo al hombre” (Gén. 2:22).

El hombre (Adán) fue una obra direc-ta de la mano de Dios y para ello el Crea-dor utilizó como materia prima el polvode la tierra; la mujer (Eva) también fueformada por Dios, pero esta vez el Crea-dor usó como materia esencial hueso ycarne del varón (Gén. 2:23). Cierto, elDios que “en el principio creó…los cielosy la tierra” (Gén, 1:1) de la nada, bienpudo hacerlo igualmente con la primerapareja humana, pero no podemos cuestio-nar los métodos divinos, al igual que lavasija de barro (Rom. 9:20) no puede, nidebe, altercar con el alfarero. Contraria-

mente, el alma espiritual, sumisa y respe-tuosa hacia su Dios Creador va a ir des-cubriendo la perfecta sabiduría y laspoderosas razones por las cuales Dioshizo las cosas como quiso.

Así, sólo Adán y Eva llegaron a existirpor creación, pero todos los demás sereshumanos existimos por un proceso de re-producción biológica y ello no hubierasido posible sin la mujer que Dios formóy trajo a Adán “por cuanto ella era madrede todos los vivientes” (Gén. 3:20). Yaunque es verdad que “la mujer procededel varón, también el varón nace de lamujer” (1. Co. 11:12). De manera, pues,que en un primer sentido una mujer estáíntimamente asociada a la maternidad,pero esta verdad biológica nos permite

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pasar los límites para llegar a un planoespiritual y, entonces, una mujer creyen-te puede ser madre en ese plano más ele-vado, como Débora quien se levantó“como madre en Israel”, según Jueces5:7. O, también, como Sara “de la cualvosotras habéis venido a ser hijas, si ha-céis el bien…” (1 Ped. 3:6).

Trayendo esta verdad de otro contex-to, una querida hermana que reparte lite-ratura, que da el mensaje en formapersonal o que habla a los niños en la cla-se bíblica puede aspirar ser madre en me-dio del pueblo de Dios y clamar a su Dioscual Raquel: “Dame hijos, o si no, memuero” (Gén. 30:1). Mucho debe la obrade Dios a queridas hermanas que tienenuna pasión santa por ver a otros salvadosy se esfuerzan por ver cristalizado talpropósito. Sirva, pues, a ellas estos co-mentarios como una animación para se-guir adelante.

También, en el texto que estamos con-siderando se ve que esta una mujer estáíntimamente relacionada a la idea de gé-nero (femenino) por contraste con elhombre como ser masculino. Y es que,como leemos, Dios “varón y hembra loscreó” (Gén. 1:27). Este es no sólo el pro-grama original de Dios, sino su voluntadpermanente. Dios no ha cambiado ni lohará, al respecto. Como alguien ha dicho,Dios hizo a Adán y a Eva, no a Adán y aEsteban para juntarlos en matrimonio. Seve, pues, que el matrimonio según el plandivino compromete a un hombre y a unamujer.

La unión de un hombre con otro hom-bre y de una mujer con otra puede ser

cualquier cosa y llamarse como se llama-re, pero nunca matrimonio según la men-te y los designios de Dios. Nosotros,como pueblo de Dios, “en medio de unageneración maligna y perversa” (Fil.2:15) no hemos de pensar y actuar enconsonancia a los de este siglo, sino res-plandecer como luminares en el mundo.

Leemos que Dios “hizo una mujer”,pero “Adán fue formado primero, des-pués Eva” (1 Tim. 2:13), siendo esta unade las razones por las cuales la mujer nodebe llevar la enseñanza pública ni ejer-cer dominio sobre el varón (1 Tim. 2:12),demostrando con esto que cuando Dioscreó a la mujer no hizo un mero pedazode carne, sino que implicó en ello suplan, su propósito y su rol para ella en re-lación a La Iglesia. Entonces, ver en laasamblea a cada querida hermana comoel específico plan de Dios para esa comu-nidad de creyentes nos hará apreciarlasaún más. Y, verlas cumplir su rol en si-lencio y en sujeción a Dios y al varón,será para nosotros los varones un estímu-lo a cumplir el nuestro, apegados a losprincipios divinos.

Pero Dios “hizo una mujer, y la trajoal hombre” (Gén. 2:22), de modo que, ensu sentido inmediato, Dios desplegó susabiduría perfecta haciendo una mujerpara socorrer al hombre en su necesidady soledad. Ya lo había dicho: “No es bue-no que el hombre esté solo; le haré ayudaidónea para él” (Gén. 2:18). Tocante aesto, tal vez alguno piensa que conoció asu esposa “por pura casualidad” o queella llegó a ser su esposa porque siendoun galán tan irresistible ella cayó cautivaa sus pies. Al pensar así estaría sacando a

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Dios de la historia de su matrimonio y ve-ría a su esposa, al igual que muchos,como un mal necesario y no como un dontan perfecto y precioso hecho y dado porel mismo Dios del cielo. Mi hermano, sireconoces que Dios fue quien te trajo tuesposa, apréciala a ella y agradece a tuDios. Si, contrariamente, reconoces quetú fuiste quien la buscó y no esperasteque Dios proveyera según su perfecta vo-luntad, entonces sopórtala. Si ella no es laesposa idónea, pide al Señor la graciapara llegar a ser tú el esposo idóneo.

Finalmente, aun cuando la expresión“una mujer” no llevase primariamente unsentido numérico, no hay duda de que talcosa está implícita y que ello nos enseña

que el propósito de Dios ha sido el matri-monio monógamo, nunca la poligamia.Dios no hizo para Adán “mujeres” en plu-ral. De manera que aquellos que citancomo ejemplo algunos hombres mencio-nados en La Sagrada Escritura como polí-gamos, están realmente mirando larealidad pervertida del hombre fuera de lavoluntad de Dios y no el ideal divino ex-presado claramente en el Nuevo Testa-mento: “Que cada uno sepa tener supropia esposa en santidad y honor” (1Tes. 4:4), pues “a los fornicarios y a losadúlteros los juzgará Dios” (He. 13:4).

(continuará, D.M.)

Criterios Espirituales (2)Neal R. Thomson

2. El Conservadurismo

Habiendo considerado anteriormenteel Liberalismo, ahora tratamos la actitudcristiana de retener la doctrina sana de losapóstoles, como el Señor mandó en Sucomisión: “Haced discípulos a todas lasnaciones, bautizándolos en el nombre delPadre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;enseñándoles que guarden todas las cosasque os he mandado” (Mt.28:19). Esto eslo que llamamos El Conservadurismo,siendo una actitud de obedecer a la letrala Palabra del Señor, conservando lasmismas prácticas que el Señor mandó pormedio de los apóstoles y profetas que es-

cribieron el Nuevo Testamento, aun hastala venida del Señor. Vamos a considerarejemplos de este carácter en el AntiguoTestamento:

a) Moisés. Moisés nos da ejemplo deesto en la construcción del Tabernáculo.Dios le había advertido: “Conforme atodo lo que Yo te muestre, el diseño deltabernáculo, el diseño de todos sus utensi-lios, así lo haréis... Mira y hazlos confor-me al modelo que te ha sido mostrado enel monte” (Ex.25:9,40).

Dios se complació en su obediencia.Leemos 17 veces en los últimos capítulosdel Éxodo en cuanto a la hechura de cada

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cosa del Tabernáculo, realizada “comoJehová había mandado a Moisés”. Diosdestaca Su agrado por esto en Hebreos3:5, “Moisés a la verdad fue fiel en todala casa de Dios, como siervo”. Estebanreveló por el Espíritu que “fue enseñadoMoisés en toda la sabiduría de los egip-cios; y era poderoso en sus palabras yobras” (Hch.7:22). Los egipcios habíanconstruido las Pirámides siglos antes delos días de Moisés, de modo que Moiséstenía conocimiento de la construcción.Pero él no cambió nada de los planos deDios, ni añadió a ellos, para ajustarlos asu propio conocimiento y sabiduría. Elreconoció que Dios fue el gran arquitectoe ingeniero, y él, como siervo, solo unhumilde maestro de obras.

Los años han pasado desde que Pablopuso el fundamento a la iglesia en Corin-to y dejó que otros sobreedificaran (1Co.3:10-13). Él indicó que los planoseran de Dios, de tal modo que las otrasiglesias que él formó fueron establecidastambién con el mismo diseño (l Cor. 1:2;4:17; 11:16; 14:33-34,37). ¿Ha cambiadoeste diseño? ¿Podemos mejorar el mode-lo divino? Ser “conservador” es perseve-rar en la doctrina de los apóstoles comolos discípulos en Hechos 2:42.

b) Los reyes Ezequías y Josías.Ezequías se crio en días cuando su padreAcaz había hecho grandes cambios en elTemplo y en el servicio de Dios. La genteestaba acostumbrada a la nueva rutina enla Casa de Dios, pero el mismo hijo delrey Acaz no estaba conforme. Cuandomurió su padre, él subió al trono con pro-pósito firme, y en el primer mes de su

reinado, teniendo apenas 25 años deedad, llegó a ser reformador, no confor-mándose con las costumbres estableci-das. Al empezar a reparar el Templo,“hizo venir a los sacerdotes y levitas...yles dijo: ¡Oídme, levitas! Santificaos aho-ra, y santificad la casa” (2 Cr. 29:3).

Los capítulos siguientes revelan comoEzequías restableció la celebración de laPascua, y animó a los divisionistas delreino de Samaria a volver a unirse conlos judíos para servir a Dios en el lugardonde Él había puesto Su nombre (en Je-rusalén), y conforme a lo escrito en los li-bros de Moisés. Muchos “se reían y seburlaban de ellos. Con todo eso, algunoshombres de Aser, de Manasés y de Zabu-lón se humillaron, y vinieron aJerusalén”. Luego, está escrito: “Desdelos días de Salomón hijo de David rey deIsrael, no había habido cosa semejante enJerusalén” (2 Cr. 30:10,26).

El hijo de Ezequías no siguió los pa-sos de su padre, ni el nieto, y el Templofue corrompido por la idolatría y la inmo-ralidad. Pero el bisnieto, Josías, llegó aser otro reformador. Se convirtió al Señora los 16 años, y a los 20, empezó a resta-blecer el orden antiguo del Templo.Cuando se halló en el Templo el libro dela Ley de Dios, él puso cuidado en sulectura, y resolvió obedecer todo lo queestaba escrito. El resultado fue que cuan-do celebró la Pascua, evidentemente secorrigieron faltas que habían existido enla pascua de Ezequías, porque los archi-vos divinos declaran: “Nunca fue cele-brada una pascua como ésta en Israeldesde los días de Samuel el profeta... con

La Sana Doctrina 13

los sacerdotes y levitas, y todo Judá e Is-rael” (2 Cr. 35:18).

Son pocos los conservadores. Los hi-jos y los nietos de Josías se apartaron tan-to de la Palabra de Dios que les sobrevinoa ellos, y a toda la nación, el juicio con elcual Dios había amenazado; fueron lleva-dos en cautiverio a Babilonia. Después de70 años hubo un avivamiento, y un buennúmero de Israel regresó bajo Zorobabel,y volvieron a edificar el Templo y resta-blecer su servicio santo. Pero Esdras yNehemías lograron más. Avivaron la lec-tura pública de toda la Palabra de Dios.Hallaron escrito que en la Fiesta de losTabernáculos, Dios había ordenado quetodo el pueblo dejara sus casas para vivirpor una semana en cabañas de ramas, re-cuerdo de los días de su peregrinación.“Desde los días de Josué hijo de Nun has-ta aquel día, no habían hecho así los hijosde Israel” (Neh. 8:17).

El hecho de que los grandes reforma-dores, Ezequías y Josías, no habían hechoasí, no desanimó a aquéllos. El pueblocumplió la Palabra de Dios por primeravez en muchos siglos.

Todos admiramos el denuedo y la fir-meza de los grandes Reformadores comoWycliffe, Huss, Lutero, Calvino, etc.Como Ezequías. llamaron al pueblo al re-tomo a la obediencia a La Biblia, en vezde seguir las tradiciones de la iglesia tra-dicional. Grande será su galardón, perono lograron un retorno total a la sencillezdel orden apostólico. Ellos siguieron conun dominio sobre sus iglesias, y mantu-vieron la jerarquía del clero por encimade los laicos. Cuando otros llaman a una

obediencia total a las prácticas de los díasapostólicos, algunos dicen que son unosjactanciosos, porque quieren ser mejoresque aquellos grandes mencionados. PeroDios no consideró que, en los días de Es-dras y Nehemías, aquel pueblo actuó so-berbiamente. Ellos obedecieron lo quehallaron escrito en La Biblia.

Ciertamente David fue afectado porlas tradiciones establecidas en la nacióncuando hizo bien en procurar devolver elArca del Pacto a la Casa de Dios. Dioshabía mandado a utilizar carros (carretas)de bueyes para llevar las tablas y cortinasdel Tabernáculo, y todo había resultadobien cuando los filisteos devolvieron elArca a Israel, llevado por un carro tiradopor dos vacas. De modo que David pre-paró un carro nuevo con sus dos bueyespara llevar el Arca a Jerusalén. Su motivofue bueno, pero la manera no fue segúnlo que Dios había ordenado, por lo queDios intervino en juicio.

La grandeza de David se ve en su hu-millación para buscar la causa, reconocersu falta, y luego corregir su error. Dijopor fin: “El arca de Dios no debe ser lle-vada sino por los levitas... reunió David alos sacerdotes...y los hijos de Coat…puespor no haberlo hecho así vosotros la pri-mera vez, Jehová nuestro Dios nos que-brantó, por cuanto no le buscamos segúnSu ordenanza... los hijos de los levitastrajeron el arca de Dios puesta sobre sushombros en las barras, como lo habíamandado Moisés, conforme a la palabrade Jehová” (1 Cr. 15:2-15).

Para muchos, de criterio liberal, es le-galismo insistir en hacer todas las cosas

14 La Sana Doctrina

hoy día conforme a la Palabra de Dios.Pero, al contrario, es legalismo insistir enhacer todas las cosas conforme a las tra-diciones de los hombres. Samuel declaróa Saúl: “¿Se complace Jehová tanto enlos holocaustos y víctimas, como en quese obedezca a las palabras de Jehová?Ciertamente el obedecer es mejor que lossacrificios, y el prestar atención que lagrosura de los cameros” (1 S. 15:22).Dios se agradó en los sacrificios que sehacían según Su voluntad, especialmenteel ofrecimiento de los animales más gor-dos y sanos. Pero todo servicio rendido aDios con sacrificio no valía nada si se ha-

cía en una forma según el parecer huma-no.

¿Estamos perdiendo tiempo en nues-tro servicio a Dios? ¿Hacemos grandesesfuerzos como David cuando llevaba elArca sobre el carro nuevo? En aquel en-tonces, “David y todo Israel se regocija-ron delante de Dios con todas sus fuerzas,con cánticos, arpas, salterios, tamboriles,címbalos y trompetas” (1 Cr. 13:8). Aun-que tuvo el apoyo de la mayoría, toda laalegría, las alabanzas a Dios y la activi-dad no apelaron al corazón de Dios mien-tras el Arca no fuese llevada sobre loshombros de los levitas. (continuará, D.M)

La Perspectiva Cristiana de Nuestra Sociedad (XIII)

La Cultura de las CelebridadesA J Higgins / Trad. D R Alves

Truth & Tidings, Worldview

ientras escribo, los medios es-tán lamentando la situacióntriste de un medallista de las

Olimpiadas, quien, por su conducta deborracho, ha perdido varias oportunida-des de promover uno que otro producto.Se está midiendo la magnitud de sus ac-ciones por los dólares perdidos y no porel carácter que él desplegó. A la mismavez, están especulando que a lo mejor ala larga él podrá ganar otros contratospara promover marcas y así recuperaralgo de lo que ha perdido.

M

Hay una carrera frenética y competiti-va entre empresas, políticos y aun reli-

giosos para lograr que sus productos, oaun sus creencias, sean promocionadospor famosos. La Cientología, uno de losmuchos cultos que nos rodean, se jactade las celebridades que se han afiliado aella. Todo esto da a entender que, si unfamoso piensa que usted es un buen pro-ducto o religión, entonces de hecho ustedvale la pena y es deseable.

Ahora, antes de que me tilden de he-reje, debo enfatizar que nosotros, comocristianos, debemos dar honra a quienmerece honra, Romanos 13.7, Filipenses2.29, 1 Pedro 2.17. No es una evidenciade espiritualidad despreciar a todos ni su-

La Sana Doctrina 15

bestimar a los demás. No hay nada maloen reconocer el talento de un individuo sies usado apropiadamente. Podemos apre-ciar los dones, pero por encima de todo,debemos valorar la piedad.

En un tiempo se honraba a los quemostraban virtudes en beneficio de otros:la negación propia, coraje, humildad, fi-delidad, etc. En contraste, en las socieda-des occidentales actuales, se honra a losque nos entretienen y divierten. Lo quese valora es la arrogancia, el enfoque ensí mismo, la jactancia, el hacer caso omi-so a todo límite moral, y los grandes con-tratos multimillonarios. Somos unasociedad que está controlada en buenamedida por las personas famosas, las ce-lebridades.

Posiblemente usted se siente inmune atodo esto y que vive en una esfera moralmás elevada. Pruébese, sin embargo, aver si está siendo influenciado por el cul-to a los famosos que existe en nuestromundo. ¿Tiene que comprar ropa de mar-ca? ¿O zapatillas deportivas promociona-das por cierto atleta? ¿El hecho de quecierta celebridad vista determinada marcade ropa, maneje determinada marca devehículo, siga determinada dieta y fre-cuente determinado lugar de veraneo,hace que usted quiera hacer lo mismo?Sutilmente (o no tan sutilmente) todossomos influenciados por esto en ciertogrado.

El Espíritu de Dios aborda esto en Ro-manos 12.1,2. La mundanalidad no esprimeramente lo que hacemos sino cómopensamos. Tiene que ver con nuestra ac-titud hacia la vida y los valores que abra-

zamos y defendemos. En última instan-cia, ella controla nuestras acciones. Peroel llamado a una “renovación de vuestroentendimiento” trata de ver las cosascomo Dios las ve y no como lo hace lasociedad en derredor. Bombardeados adiario por los valores de nuestra socie-dad, debemos más bien “aprobar lo me-jor” en lenguaje de Filipenses 1.10.

Su opinión de la vida

Que hubiéramos estado de acuerdo ono con sus conclusiones, los intelectualesy filósofos eran en un tiempo los quecontrolaban la opinión que la sociedad te-nía de la vida. Desde la antigüedad, loshombres debatían los méritos relativos dediversas filosofías, buscando lo “bueno”y lo “correcto” por su razonamiento. Porsupuesto, aquéllos alumbrados por lasEscrituras eran guiados por la verdad deeste Libro. Sin embargo, el punto es quelas percepciones del mundo eran estable-cidas por procesos de razonamiento y nopor impulsos emocionales o el estilo devida de gente rica y popular.

En nuestra sociedad actual, los filóso-fos nuevos que fijan la cosmovisión sonlos presentadores de programas de entre-vistas cuyos invitados célebres discurrensobre su enfoque de la vida y sus criteriossobre todo, desde la moralidad hasta laespiritualidad. Los oyentes adictos estánpendientes de cada palabra y pronto em-piezan a discutirlas como si ésta fuera lasabiduría de las edades que acaba de lle-gar a ellos. Los medios sociales solamen-te comunican la más novedosa “filosofía”para la vida.

16 La Sana Doctrina

Sus virtudes

Una consecuencia necesaria de todoesto es que toda perspectiva del mundo sebasa en un supuesto que ciertas formas deconducta y ciertos rasgos de carácter sonvirtudes y otros no son dignos de imitar.¿Sobre qué base hemos determinado losvalores morales en una sociedad moder-na? Habiendo rechazado la base de lamoralidad bíblica para la sociedad occi-dental, nos hemos vuelto al estilo de vidade las celebridades para informarnos lobueno y lo malo.

Muchas fuerzas diferentes han llevadoal vergonzoso estado moral de la socie-dad occidental del siglo 21, donde se con-funden los géneros y se re-define elmatrimonio. Entre las más eficaces hasido la aprobación que dan los famososque ocupan los medios a estos estilos devida. Un porcentaje grande de las pelícu-las de la televisión y de Hollywood pre-senta estilos de vida alternos, bien comoel tema de la historia o un sub-tema ob-vio. Su interpretación aprueba tácitamen-te estos modales anormales e inmorales,confirmando a los televidentes que sonnormales y aceptables. No es de dudarque los medios presentan los bajos valo-res de moralidad y virtud a propósito,empleando famosos para reafirmar todoesto. Y, por cuanto los célebres lo aprue-ban, la generalidad de los espectadores loaplauden y aprueban también.

Sus valores

Relacionado con esto está la forma-ción de valores en la vida. Una expresiónen boga entre la generación anterior eraque usted podía tener sus “quince minu-

tos de fama”. Todos quieren ser famosos.Hacerse famoso, ser una celebridad, esser un éxito. Poco se toman en cuenta lasvidas arruinadas, los matrimonios deshe-chos, o la trágica suerte final de la mayo-ría de los que se habían hecho “famosos”.Ser famoso es lo que importa. Por consi-guiente, la búsqueda insaciable de la feli-cidad por medio de fama y fortuna es elvalor supremo que motiva a muchos. Noes de extrañar que la depresión haya al-canzado proporciones de epidemia a lavez que la gente se despierta a la realidadde que nunca alcanzarán el estrellato, nien los medios ni en el mundo del deporte.

Generaciones atrás, el honor se atri-buía a aquellos que se sacrificaban por lapatria o valientemente se oponían a loscaprichos de opinión humana para haceralgo moralmente virtuoso. Aquellos queasumían una posición moralmente eleva-da eran respetados no obstante lo que leshaya costado. La constancia, devoción,honestidad, valores, y virtudes similareseran lo que la gente respetaba. Precisa-mente, esos mismos valores se ven ahoracomo innecesarios si impiden lograr la“felicidad” personal o fama. Cito ciertacelebridad de fama reciente: “Preferiríaser conocido como un mentiroso quecomo un fracasado”.

Esta actitud puede expresarse en elámbito de la asamblea por un espíritucompetitivo – un deseo de ser prominentey reconocido por mi don, mi posición deliderazgo o aun mis nexos familiares.Una falta de “fama” puede permitirme ira otra parte para disfrutar del perfil quepienso que me corresponde. El antídoto

La Sana Doctrina 17

contra esto, como contra la mayor partede nuestro sentido de importancia propia,es una apreciación de la gracia de Dios apecadores que merecen el destierro eter-no. Los hermanos de José no sintieronenvidia por Benjamín por tener cinco ve-ces más que ellos. Más bien, el estar en lapresencia del señor de la tierra en vez deen la prisión, alejaba todo pensamientode envidia, Génesis 43.33,34.

También relacionada con la búsquedade fama está la necesidad de “exhibirse”,o lucirse. Los medios sociales lo han he-cho sobremanera posible y común para lamayoría. La tentación ofrecida al SeñorJesús en el desierto por Satanás fue exac-tamente esto – presentarse a las multitu-des. “Lánzate del pináculo del templo, eimagínate la sensación entre el gentío”.La tentación de mostrarse ha sido presen-tada a cada generación de una u otra ma-nera. La diferencia en la sociedad nuestraes que ahora se ha hecho la fuerza motoraen muchas vidas. Los “reality shows”,los programas de televisión que persi-guen estrenar el próximo “ídolo”, o quepresentan talento con la esperanza detriunfar en grande con uno, apelan al pú-blico que anhela la oportunidad de serconocido y famoso.

Los medios sociales pueden ser utili-zados de una manera positiva para comu-nicase y mantener contacto con otroscreyentes. Pero cuando los varios sitiosde redes sociales se convierten en unaavenida para publicar mi vida encantado-ra y desplegar a la vista de todos mis“selfies” más recientes, ellas se convier-ten en un sitio de promoción propia. Trá-

gicamente, amigos procuran superar aamigos al describir sus vidas y el resulta-do puede ser una presentación irreal de larealidad.

La búsqueda de la felicidad se ha he-cho una obsesión de nuestra generación.Cualquier relación, cualquier compromi-so, cualquier responsabilidad es prescin-dible si no cuadra con mi afán de serfeliz. Es, pues, lo que más se toma encuenta en la toma de decisiones de la ma-yoría de la gente, y la justificación de loshechos y las decisiones más egoístas.

Pablo escribió sobre los “postrerosdías”, advirtiendo que los hombres serían“amadores de los deleites”, 2 Timoteo3.4. Ciertamente esto es verdad respectoa los inconversos, ¿pero es posible quenosotros hayamos sido infectados coneste modo de pensar? ¿Usted valora el finde semana de una conferencia en funciónde cuán “divertido” haya sido? ¿El valorde un mensaje se mide por cuán entrete-nido sea el predicador, o por la ayuda es-piritual que usted recibió? Los oradoresdeben captar la atención, pero esto esmuy diferente de entretener. El peligro deesto es que puede influenciar nuestra pre-sentación del evangelio y nuestros méto-dos de evangelizar.

Viviendo vicariamente

¿Se ha fijado en los titulares y los artí-culos de fondo en su computadora o pe-riódico? Sin duda ha llegado a oír laconversación en su lugar de trabajo. Ellagira en torno a lo que vistió aquélla al ca-minar elegantemente por la alfombraroja; revela quién es el ídolo del momen-to. Tal vez la plática versa sobre las rup-

18 La Sana Doctrina

turas de relación y los escándalos en losnoticieros. La gente se apresura a leer losperiódicos sensacionales o escuchar losmedios para conocer los sórdidos datosde la vida de su celebridad favorita.

En otra época la gente usaba el entre-tenimiento para escapar de la realidad,pero ahora es su realidad. Viven vicaria-mente las vidas de aquéllos a quienesidolatran. Literalmente, viven de los elo-gios colocados a los pies de su estrellafavorita.

Una de las lecciones sobrias de la his-toria es que los seres humanos son idóla-tras de corazón. Separados de laadoración del Dios verdadero, nos reba-jamos y adoramos a la criatura más queal Creador, Romanos 1.25. El hombre fuehecho para adorar. Tenemos un sentidoinnato de nuestra propia insignificancia yla consciencia de algo mayor que noso-tros mismos, digno de adoración. La es-cogencia no es si voy a adorar, sino aQuién. Habiendo rechazado la adoracióndel Dios verdadero, nos postramos ahoraa los pies de ídolos nuevos. Algunos ado-ran a la madre naturaleza, quienquierasea ella, y otros encuentran satisfacciónen adorar la ciencia.

Posiblemente algunos se opongan yconsideren que esta opinión de los famo-sos es demasiado severa. Escuche, sinembargo, la conversación de sus amigosen la escuela, en la oficina, y lo que saleconstantemente en los medios. No cabeduda que la gente sueñe en adoración deaquéllos a la cúspide de la fama.

Aquellos que viven sus vidas vicaria-mente por medio de una celebridad persi-

guen esa vida con un interés ávido. Con-sumen apasionadamente la canción delmomento, la película estrenada, y la en-trevista objeto de publicidad. Cada deta-lle es revelado; su dieta y norte son laropa, el lenguaje corporal, el tono de lavoz, el chisme más reciente y el últimoéxito disfrutado por su estrella. Quitar desu vida el culto a la celebridad dejaríauna caverna, un vacío que para muchossería más de lo que podrían soportar.

Su vanidad

Fácilmente podemos ser atrapados enel remolino del circo de los medios decomunicación. Inundados cada día porellos con sus escándalos, chismorreo, in-moralidad y los detalles de sus vidas pri-vadas, de hecho, seremos influenciados… y contaminados.

Hace siglos, Santiago planteó una pre-gunta entre las más perspicaces encontra-das en las Escrituras: “¿Qué es vuestravida?” 4.14. Fue lanzada en el contextode una búsqueda masiva de tesoros mate-riales e iniciativas sin un sentido de la so-berana manera de Dios en la vida.Cuánto más aplicable es cuando se tratade la búsqueda de entretenimiento. San-tiago nos enseña que la vida fuera de lavoluntad de Dios es solamente un vaporque se desvanece. Tiene poca capacidadde permanencia, poca sustancia y pocainfluencia.

En contraste con toda la vida vicariaque caracteriza la sociedad en nuestro en-torno, Pablo podía hablar acerca de supropio caso: “Para mí el vivir es Cristo”,Filipenses 1.21. En otra parte podía de-cir: “Ya no vivo yo, mas vive Cristo en

La Sana Doctrina 19

mí; lo que ahora vivo en la carne, lo vivoen la fe del Hijo de Dios, el cual me amóy se entregó a sí mismo por mí”, Gálatas2.20. Pablo vivía Cristo ante el mundo.Hacerlo no le trajo nada de la fama dehombres, sino parecía traer tristeza, cargay adversidad en vez de felicidad. Pero erauna vida que dio placer a Dios, bendiciónal mundo, beneficio a las asambleas y ho-nor futuro en el tribunal de Cristo.

Era, además, una vida que le trajo a élsuprema satisfacción y sentido de realiza-ción. Escuche sus palabras en la víspera

de su deceso: “He acabado la carrera”, 2Timoteo 4.7. Otro, Juan el Bautista, al vera Cristo honrado, pudo decir: “este migozo está cumplido”, Juan 3.29. Pablo,Juan y una lista larga de santos han en-contrado su gozo y su cumplimiento envivir para el Señor Jesucristo. Le segui-mos, encontramos sustancia en Él y con-tinuamos fieles a Él y a su Palabra.

¡La vida es demasiado corta para noinvertirla en una eternidad que es suma-mente larga!

Estudio #10. Mateo 7:13-29 (concluido)

Edificando sobre el fundamento correcto.

¿Por qué el Rey utiliza ilustracionestan sencillas al final de Su mensaje? Através de todo el Sermón las ilustracioneshan sido muy sencillas –sal, luz, las aves,los lirios, etc. Al Señor le encantaba tra-bajar con ilustraciones familiares paraaclarar Sus enseñanzas. Aquí habla dedos constructores con dos casas edifica-das sobre dos fundamentos. Él enfatiza laimportancia de tener el fundamente co-rrecto. En el v. 21 Él enfatiza la impor-tancia de hacer la voluntad de Su Padreque está en el cielo. ¿Cómo podemos sa-ber la voluntad de Dios? La respuesta

está en el v. 24: “Cualquiera, pues, queme oye estas palabras…” Si quiero saberla voluntad del Padre, debo escuchar laspalabras del Hijo. Cristo es el gran Intér-prete de la voluntad del Padre, y el Porta-dor de la autoridad del Padre.

El constructor insensato. Realmente laarena, geotécnicamente hablando, es unfundamento bueno. Entonces, ¿qué demalo tiene edificar sobre ella? Aunque elSeñor no estaba hablando a ingenieros ci-viles, sigue siendo verdad lo que él dijo.Lo que comprueba que la arena es unfundamento malo es la prueba de la tem-pestad. El constructor no tomó en cuentala tempestad que venía. El lecho de un ríoseco estaría bien para construir una casa¡si nunca fuera a venir una tempestad! Se

El Sermón del Monte (27)Transcripción de Estudios Bíblicos sobre Mateo 5-7

David Gilliland

20 La Sana Doctrina

recalca la ferocidad de la prueba. Se hadicho que la lluvia impactó el techo, elviento dio contra las paredes, y los ríosprobaron el fundamento (aunque no sedebe expresar de una manera tansencilla). ¡El punto principal es que lainundación socavó el fundamento, y eledificio se cayó! El trabajo de su vidaquedó en un montón de escombros. ¡Esserio pensar en cualquiera que esté edifi-cando en la arena de la profesión y descu-briendo al final que es una desilusiónamarga!

El constructor prudente. Es el que usalas palabras de Cristo como su fundamen-to. Son la base de su vida. El fundamentoestá bien; es roca. En Luc. 6:48 cavó yahondó; ¡vence todo obstáculo y no per-mite que nada en la tierra le impida llegara la Roca! La infraestructura es correctatambién. Así, cuando viene la tempestad,no puede causar ningún daño.

La Roca. La manera en que las personasresponden a las afirmaciones de Cristo vaa determinar cómo quedarán al final. Laspalabras que habló Cristo son “la roca” eneste pasaje. El que oye Sus palabras y lashace, está edificando su vida sobre el fun-damento de una roca firme. Las palabrasde Cristo son la base de todo lo que haceel hombre prudente. De modo que su vidapermanecerá intacta cuando vienen lastempestades, sea en esta vida presente, oen el día del juicio.

7:28-29. “Y cuando terminó Jesús es-tas palabras, la gente se admiraba de sudoctrina; porque les enseñaba comoquien tiene autoridad, y no como los es-cribas.”

a. La alocución que concluyó.

“Cuando terminó Jesús estaspalabras”. ¡Qué hermoso comentario! ElSeñor siempre llegaba al fin de sus men-sajes. Sabía exactamente qué decir en eltranscurso del mensaje, cuánto tiempo pa-sar en cada punto, y cuándo terminar.¡Nunca alargó demasiado su discurso!Aquellos que hacen eso (y son muchos)generalmente echan a perder lo que handicho. El Discurso no solamente terminó,sino que fue completo. No había nadamás que decir.

b. El asombró que creó.

¡Qué fue lo que les hizo reaccionarcon tanto asombro ante Su autoridad! Fueel puro poder de Su persona y de las pala-bras que habló. Los escribas y fariseos so-lamente apelaban a la tradición, ageneraciones anteriores. Todos los profe-tas vinieron con mensajes diciendo: “Asídice el Señor”. ¡Pero el Salvador nuncadijo así! Él dijo: “Yo os digo”. Se paró enla dignidad de Su propia Persona. Habíauna frescura, un peso y una autoridad quela gente nunca había recibido de los escri-bas ni de más nadie.

Hay cuatro referencias a la genteasombrada en Mateo. El verbo literalmen-te significa aturrullar, quedar pasmado,boquiabierto, atónito. En cada ocasión fueproducida por la enseñanza de Cristo:

a. 7:28. Su tema fue la justicia

b. 13:54. Su tema fue las relaciones

c. 19:25. Su tema fue las riquezas

d. 22:33. Su tema fue la resurrección.

La Sana Doctrina 21

Su enseñanza sobre esos cuatro temasdejó a la gente sin poder hablar. No im-porta cual era Su tema, la gente se mara-villaba. Tal era el efecto que Él tuvosobre ellos.

c. La autoridad que comandaba.

¡Ciertamente poseía una autoridad in-creíble! Era una autoridad divina. Fue laautoridad de:

a. Su Persona –quién era Él.

b. Su Presentación –“Yo os digo”

c. Su Práctica –Él lo practicó todopor más de 30 años antes de ense-ñarlo.

Hay un orden meticuloso en el desa-rrollo del ministerio de Cristo en Mateo.En los caps. 5-7 habló a Sus discípulos encuanto a la justicia; en cap. 10 les hablóde poder. Sin embargo, antes de ampliarsobre la justicia, Él mismo cumplió todajusticia en 3:15. Antes de ampliar sobre elpoder en cap. 10, Él demostró Su poderen 10 milagros en los caps. 8-9. Es decir,el Señor no habló a Sus discípulos acercade una justicia que Él mismo no habíapracticado, ni de un poder que Él mismono poseía.

Sus derechos. “Les enseñaba como quientiene autoridad”. Su autoridad será enfati-zada en la próxima sección de Mateo,siendo mencionada en cada uno de lospróximos tres capítulos; 8:9, 9:6, 10:1.(En 8:9, “también yo soy hombre bajo au-toridad”, implica que la posición del cen-turión era paralela a la de Cristo).

Mateo muestra en su evangelio los de-rechos de Cristo de ser Rey, como sigue:

a. Su derecho real, en cap. 1

b. Su derecho profético, en cap. 2(alista 4 profecías cumplidas porÉl).

c. Su derecho personal, en cap. 3.(Dios dijo: “Este el mi Hijo ama-do, en quien tengo complacencia).

d. Su derecho moral, en cap. 4. (ven-ció en la tentación)

e. Su derecho judicial, en caps. 5-7.¡Nunca ha habido un Rey con tallegislación! Suyos son los están-dares perfectos de justicia.

f. Su derecho dinámico, en caps. 8-9. Sus milagros demuestran el as-pecto poderoso de Su autoridad.

Nuestra respuesta. Al llegar al final denuestros estudios, también podemos decirque nos asombramos de Su autoridad. Nonos sorprende que los primeros oyentesse asombraron del poder de Su enseñan-za. A nosotros también nos ha cortadoprofundamente. ¡Hemos sido escudriña-dos por los estándares de este Sermón!

Queda una pregunta para ser contesta-da. ¿Cuántos de nosotros que hemos oídotodas estas cosas, como dice 7:24, las va-mos a hacer? Solamente así se recibiráun verdadero beneficio de estos mensajesdel Cristo. Escuchar todas estas verdadesno es suficiente; solamente es el comien-zo. Todos debemos ser mejores Cristianoscomo resultado de estudiar este preciosoSermón de los labios de nuestro Señor. Ylo seremos, si practicamos lo que Él nosha dicho.

“Así que, por sus frutos los conoce-réis.” (7:16,20)

22 La Sana Doctrina

¿Cualquier hermano puede levantar-se para repartir los símbolos en la reu-nión de La Cena del Señor?

Es un culto público donde todos losmiembros se conocen. Si alguien conoci-do por su mal testimonio se levanta a pa-sar los símbolos, puede herir laconciencia de otros allí presentes. Igual-mente, puede estar en la reunión algún in-docto o incrédulo (1 Cor. 14:24) quienesconocen a los creyentes. Ver la actividadpública de personas no piadosas no ayu-dará a esas personas quienes, aunque nopertenecen a la asamblea, por alguna ra-zón están en la reunión. Además, la acti-vidad sin espiritualidad tampoco harábien al creyente descuidado; antes bien,debe ajustar su conducta a los principiosbíblicos: “Así que, si alguno se limpia deestas cosas, será instrumento para honra,santificado, útil al Señor, y dispuesto paratoda buena obra” (2 Timoteo 2:21) y “Pu-rificaos los que lleváis los utensilios deJehová” (Isaías 52:11).

Si Dios mismo ordenó los sacrificiosdel Antiguo Testamento, ¿cómo entende-mos lo que está escrito: “Holocaustos yexpiaciones por el pecado no te agrada-ron” (He. 10:6)?

Leyendo todo el capítulo primero dellibro del profeta Isaías entendemos que elculto que Dios ordenó para la nación de

Israel se había convertido en una religio-sidad meramente formal, tanto que Diostuvo que decirles: “Son iniquidad vues-tras fiestas solemnes” (Is. 1:13). En otraspalabras, una nación impía y corrupta enla práctica, pero pretendiendo servir yagradar a Dios ritual y ceremonialmente.Realmente, es la misma realidad presenteen cuanto a la iglesia nominal cristiana, ala llamada cristiandad en general.

Por otra parte, llegado el cumplimien-to del tiempo, las sombras y figuras deaquellos sacrificios darían paso a la per-fecta realidad por ellos prefigurada, locual fue anunciado por el mismo que se-ría el sacrificio perfecto de redención:“Vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad”(He. 10:9). Entonces, teniendo Dios per-fecto agrado en el sacrificio del AmadoHijo, ya aquellas sombras ceremoniales,cumplida su labor, pasaron.

Si ambos, María y Aarón, hablaroncontra Moisés (Núm. 12:1), ¿por quésólo María se convirtió en leprosa y fueechada del campamento por siete días?

El hecho de que María es nombradaprimero (“María y Aarón hablaron contraMoisés”) puede sugerir que fue ella lapromotora, arrastrando posiblemente a suhermano Aarón hacia aquel pecado demurmuración. Por otra parte, es de laboca de Aarón que oímos palabras de

Lo que preguntanGelson Villegas

La Sana Doctrina 23

confesión y arrepentimiento: “Locamentehemos actuado, y hemos pecado” (Núm.12:11). En Miqueas 6:5, Dios expresa suquerer en cuanto a que su pueblo conozca“las justicias de Jehová” y, más adelante,le conmina diciendo: “Prestad atención alcastigo, y a quién lo establece” (6:9).Quien lo establece “Es el Juez de toda latierra” y Él “¿no ha de hacer lo que esjusto?” (Gén. 18:25).

El día cuando un creyente es puestofuera de la comunión de la asamblea,¿es espiritual que al terminar la reuniónhaya hermanos riendo y que se observeun ambiente festivo en el local?

Si entendemos bien la gravedad de laexcomulgación de un miembro del cuer-po local, deberíamos evidenciar una pro-funda tristeza, pues “ninguna disciplina alpresente parece ser causa de gozo, sino detristeza” (Heb. 2:11), tanto al infractorcomo a los miembros de la asamblea.Como expresa Pablo a los corintios, elpecado necesariamente debe causar dolory tristeza: “Vosotros estáis envanecidos.¿No debierais más bien haberos lamenta-do, para que fuese quitado de en mediode vosotros el que cometió tal acción?” (1Cor. 5:2). Concerniente a la cita, quienesconocen el idioma griego nos dicen quela palabra ‘lamentar’ tiene el sentido dellorar amargamente, como quien llora pormuerte o luto. También el gran apóstolseñala que “si un miembro padece, todoslos miembros se duelen con él” (1 Cor.12:26).

La expresión de que el Hijo delHombre estaría tres días y tres nochesen el corazón de la tierra (Mat. 12:40),¿puede decirse también de todo mortalque yace en el sepulcro?

Es de interés que, a lo menos en laversión Reina-Valera, la expresión “en elcorazón de la tierra” es única en toda laSagrada Escritura y sólo mencionadaacerca de la realidad de la sepultura delSeñor Jesús. Verdad es que se trata de unaexpresión figurada, pero demasiado ex-plícita y elocuente que no sólo patentizala verdad del cuerpo del Cristo en el se-pulcro, sino que es una contundente certi-ficación de su muerte, pues sólo uno queha muerto debe ser sepultado. Fue un he-cho público que las autoridades romanassólo entregaban el cuerpo una vez que ha-bía certificado la muerte de crucificado.Al respecto, la enseñanza completa, enpluma de Pablo es que “Cristo murió pornuestros pecados…fue sepultado… y re-sucitó…” (1. Co.15:3,4). No basta, pues,al apóstol decir que Cristo murió y resu-citó. Necesita presentar la verdad de lasepultura como prueba fehaciente de lamuerte del Señor, negada por muchosdesde el primer siglo hasta hoy. Pero elhermano pregunta si se puede decir de to-dos los que mueren y son sepultados queestos están en “el corazón de la tierra”. Elque quiera decirlo que lo haga, pero Diosen su Libro sólo usa la expresión acercadel Señor Jesucristo.

onik, un chino de 28 años, residenteen Yining, estaba estacionando su ca-rro a lado de un edificio cuando escu-

chó gritos. Un niño de dos años y medio sehabía encaramado en la ventana de su apar-tamento en el quinto piso, y estaba cayendoa una muerte segura en el pavimento abajo.Sin pensarlo, Tonik se apresuró a abrir lapuerta de su carro, y abriendo sus brazos, secolocó justo debajo. Un instante después, elniño cayó sobre él, desplomándole al piso.Otros viendo el peligro, hubieran queridosocorrerlo, pero no pudieron hacer nada.Una cámara de seguridad captó la impac-tante escena, y el video fue difundido en lasnoticias. El niño fue llevado al hospital,donde el chequeo médico reve-ló que estaba sano y salvo, po-día caminar y llamar a suabuela. Por su parte Tonik, queen el momento quedó desmaya-do, sufrió abrasiones en su ca-beza y brazos, pero sinmayores consecuencias.

T

Esta asombrosa salvaciónnos recuerda la “salvación tangrande” que el Señor Jesucristo logró paranosotros. Como aquel niño, tú y yo, caídospor causa del pecado, nos esperaba ese te-rrible fin de la muerte eterna –“una horren-da expectación de juicio, y de hervor defuego que ha de devorar a los adversarios”(Hebreos 10:27). Éramos incapaces de sal-varnos a nosotros mismos; otros seres hu-manos o angélicos tampoco podíansalvarnos. Pero hubo Uno que vio el granpeligro en que estábamos, y sin pensar enSu propio bienestar, vino a salvarnos.

El valeroso Tonik recibió un fuerte im-pacto y pudo haber sido herido de grave-dad, pero no sufrió mayor cosa. Pero elSalvador nuestro tuvo que soportar el golpede la vara justiciera de Dios por causa denuestros pecados allí en la cruz. “¿No os

conmueve a cuantos pasáis por el camino?Mirad, y ved si hay dolor como mi dolorque me ha venido; porque Jehová me ha an-gustiado en el día de su ardiente furor. Des-de lo alto envió fuego que consume mishuesos” (Lam. 1:12,13).

El niño no tenía que hacer nada parasalvarse de la muerte. Tonik lo hizo todo,deteniendo la caída con sus propios brazos.Igualmente, el pecador que quiere escaparde la muerte eterna, solamente tiene queconfiar en el poder infinito del Salvador,porque Él lo hizo todo en la cruz. Antes deentregar Su espíritu, Él dijo: “Consumadoes”, anunciando una obra completa y sufi-ciente para nuestra salvación. No hay nada

más que hacer, ni buenas obras,ni penitencias, ni guardar man-damientos. “¿Qué debo hacerpara ser salvo?... Cree en el Se-ñor Jesucristo y serás salvo”(Hechos 16:30,31).

Si Tonik no hubiera actuadocon la mayor rapidez, hubierallegado demasiado tarde parasalvar al niño. Nuestro Gran

Salvador se ha movido para proveer salva-ción a tiempo para nosotros. Pero ahora tetoca a ti actuar con urgencia –“Date prisa,escápate allá”. Dios dice: “He aquí ahora eltiempo aceptable, he aquí ahora el día desalvación”. (Génesis 19:22; 2 Corintios6:2). No pierdas tu oportunidad de ser sal-vo.

Según el video, el golpe de la caída delniño fue tan fuerte, que Tonik lo soltó, perosin causarle daños serios. Pero cuando elBuen Pastor encuentra su oveja perdida, lopone sobre sus hombros donde está perfec-tamente seguro. Además, Él dice: “Yo lesdoy vida eterna; y no perecerán jamás, ninadie las arrebatará de mi mano.” (Lc. 15:5;Jn. 10:28).

Andrew Turkington

¡Asombrosa Salvación!