Ensayo La Ciencia Busca a Dios

3
LA CIENCIA BUSCA A DIOS En el devenir de los tiempos, en el transcurso de todas las edades póstumas y aun hoy, la única especie pensante se hace una serie de interrogantes cósmicos ¿Existe Dios? ¿Cómo surgió la vida? ¿Cómo llegamos y qué hacemos aquí?... y un sin fin de preguntas más que a la data no tienen réspices contundentes y fiables. Por consiguiente, en este panorama difuso se encuentran dos grandes instituciones desafiándose para responder a las dudas del hombre, por un lado la Ciencia y por el otro la Religión. Durante siglos han sido totalmente opuestas, contradictorias y supuestamente eternamente rivales; la primera por su parte, busca las respuestas a través de la experimentación y la segunda, tiene las respuestas sin evidencias, basadas en la fe. La ciencia no se ha compaginado con la religión porque sigue buscando a Dios en el laboratorio, en vez de adentrarse en el interior del hombre, escudriñarlo y encontrarlo. Esto puede parecer gracioso o quizás suela confundirse con una película de suspenso, pero es totalmente la realidad que hoy se palpita. Mientras la humanidad espera contestaciones a la pregunta clave, ¿si Dios existe? la ciencia a toda prisa explora los rincones más remotos del firmamento, y aun así no halla satisfacción y plenitud en el conocimiento; en contraste,

description

Un interesante ensayo que habla acerca del debate más grande siempre ha existido.

Transcript of Ensayo La Ciencia Busca a Dios

Page 1: Ensayo La Ciencia Busca a Dios

LA CIENCIA BUSCA A DIOS

En el devenir de los tiempos, en el transcurso de todas las edades póstumas

y aun hoy, la única especie pensante se hace una serie de interrogantes

cósmicos ¿Existe Dios? ¿Cómo surgió la vida? ¿Cómo llegamos y qué

hacemos aquí?... y un sin fin de preguntas más que a la data no tienen

réspices contundentes y fiables. Por consiguiente, en este panorama difuso

se encuentran dos grandes instituciones desafiándose para responder a las

dudas del hombre, por un lado la Ciencia y por el otro la Religión. Durante

siglos han sido totalmente opuestas, contradictorias y supuestamente

eternamente rivales; la primera por su parte, busca las respuestas a través

de la experimentación y la segunda, tiene las respuestas sin evidencias,

basadas en la fe.

La ciencia no se ha compaginado con la religión porque sigue buscando a

Dios en el laboratorio, en vez de adentrarse en el interior del hombre,

escudriñarlo y encontrarlo. Esto puede parecer gracioso o quizás suela

confundirse con una película de suspenso, pero es totalmente la realidad que

hoy se palpita. Mientras la humanidad espera contestaciones a la pregunta

clave, ¿si Dios existe? la ciencia a toda prisa explora los rincones más

remotos del firmamento, y aun así no halla satisfacción y plenitud en el

conocimiento; en contraste, la religión sin mucho esfuerzo sigue llenando los

vacios de la mente, sosteniéndose y siendo arraigada en dogmas.

La ciencia de última generación y la conjetura de la evolución han pretendido

suprimir sin anestesia la existencia de un Ser Superior; bajo la insignia de

“hasta no ver no creer”, ésta rama sigue buscando evidencias físicas de

Dios; día a día, se efectúan nuevas investigaciones y se invierten sumas

millonarias, para buscar al caporal de este mundo mediante centros

especializados con exuberantes aparatos sofisticados.

Page 2: Ensayo La Ciencia Busca a Dios

Rolf Heuer dijo cierta vez: "el poder de la ciencia es incierto. Todo es incierto,

pero la ciencia puede definir esa incertidumbre", por eso la ciencia está de

moda, porque deja al descubierto lo que expresa. Aun cuando se diga que

Dios existe, las palabras pueden ser vanas y las dudas siempre socavarán la

mente. El hecho es que la ciencia no se cansa y con esfuerzo y

perseverancia intenta armar un rompecabezas que parece tener fichas

colosales, tratándose así de encontrar a Dios.

A la ciencia le han salido canas, tratando de buscar al Altísimo, sin tener

éxito; en discrepancia, la religión vive contenta sabiendo que Dios, el

fundador de todo cuanto existe, vive en el fondo del corazón de cada ser

humano que cree y confía por fe. Lo seguro es que mientras se siga

buscando al Hacedor en lo material, no se tendrá victoria y se vivirán vidas

desahuciadas, corriendo detrás de una paloma blanca que no está dispuesta

a descender su vuelo.

El Capataz Celestial desafía a la ciencia incrédula a través de su palabra. Un

prototipo de ello es el verso categórico consignado en el libro de Job 38:4,

allí Él habla: “¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra?  Házmelo

saber, si tienes inteligencia”. Esta es una viva muestra de que la mente

humana es finita y limitada, lo cual no la acredita para especular sobre

cuestiones magnas y divinas.

En virtud de culminar estas líneas de conocimiento descomunal, es propicio

decir que Dios no es palpable, simplemente se deja sentir en lo más

recóndito del corazón. El supremo resulta ser una clarividencia universal que

conduce el cosmos en función de un propósito divino. La ciencia en

constancia se encuentra aminorada y restringida ante lo que es inescrutable,

sin embargo la cuestión es atrayente ¿Existe Dios?