ENSAYO SEGURIDAD NACIONAL MÉXICO. CAP. IV

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Capítulo IV Escenario Temporal -Seguridad Pública-.-Narcotráfico-.-Terrorismo-.-Grupos Contrarios al Estado-.-Migración-.-Corrupción-.- Inteligencia-.-Sistemas de Riesgo-.- Encuesta-.-Fuentes de Inflexión.- IGOR JOSHUE BEJARANO MELENDEZ Marzo 2008 Registro INDAUTOR: 03-2015-060110070900-01

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  • Captulo IV

    Escenario Temporal

    -Seguridad Pblica-.-Narcotrfico-.-Terrorismo-.-Grupos

    Contrarios al Estado-.-Migracin-.-Corrupcin-.-

    Inteligencia-.-Sistemas de Riesgo-.- Encuesta-.-Fuentes

    de Inflexin.-

    IGOR JOSHUE BEJARANO MELENDEZ

    Marzo 2008

    Registro INDAUTOR: 03-2015-060110070900-01

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    NDICE:

    CAPTULO IV Pgina

    Escenario Temporal

    1.- SEGURIDAD PBLICA 5

    1.1.- Realidad Relativa 6

    1.2.- Escenario Actual 11

    1.3.- Percepcin de la Polica 15

    1.4.- Delincuencia Organizada 41

    2.- NARCOTRFICO 59

    2.1.- Narcotrfico de Bajo Perfil 67

    2.2.- Narcotrfico Organizado 71

    2.3.- Crteles de Droga 73

    3.- TERRORISMO 133

    3.1.- Terrorismo de Estado 137

    a) Exterior 139

    b) Interior 151

    3.2.- Terrorismo de Particulares 160

    a) Islmico 165

    b) Pro-occidental 169

    3.3.- 11 de Septiembre 175

    3.4.- Neo terrorismo 187

    4.- GRUPOS CONTRARIOS AL ESTADO 204

    4.1.- Forma y Sustento Social 207

    4.2.- Ejrcito Zapatista de Liberacin Nacional EZLN 229

    5.- MIGRACIN 249

    5.1.- Referencia Estatal 250

    5.2.- Migracin Sistmica y Eco-sistmica 256

    5.3.- Migracin Mexicana 270

    5.4.- Interior y Trans-territorial 295

    6.- CORRUPCIN 300

    7.- INTELIGENCIA 315

    7.1.- Centro de Investigacin y Seguridad Nacional 322

    7.2.- Inteligencia Politizada 330

    7.3.- Inteligencia Institucional vs Delincuencial 334

    7.4.- Reciprocidad de Espionaje 337

    7.5.- Agencia Central de Inteligencia CIA 347

    8.- SISTEMAS DE RIESGO

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    8.1.- CONTRA EL TERRITORIO

    8.1.1.- Antropognicos

    8.1.1.1.- Riesgo por Voluntad Poltica 357

    8.1.1.2.- Riesgo por Particulares 358

    8.1.1.3.- Riesgo por Apreciacin Errnea 359

    8.1.1.4.- Violacin Territorial Temporal 361

    8.1.1.5.- Riesgo por Potestad Estatal Exterior 362

    8.1.1.6.- Riesgo por Entidades de Menor Jerarqua 363

    8.1.2.- Naturognicos 365

    8.2.- CONTRA LA POBLACIN

    8.2.1.- Antropognicos

    8.2.1.1.- Armas de Destruccin Masiva 369

    8.2.1.2.- Intervencin Terrorista 408

    8.2.1.3.- Intervencin Armada Exterior 415

    8.2.1.4.- Intervencin Armada Interior 421

    8.2.1.5.- Incidentes y Atentados en Eventos Pblicos 429

    8.2.1.6.- Incidentes y Atentados en el Transporte 436

    8.2.1.7.- Incidentes y Atentados por Materiales Peligrosos 451

    8.2.1.8.- Epidemias 465

    8.2.2.- Fenmenos Naturognicos

    8.2.2.1.- Hidrometeorolgicos 470

    8.2.2.2.-Volcnicos 475

    8.2.2.3.- Ssmicos 477

    8.2.2.4.- Csmicos 481

    8.2.3.- Riesgo por Perturbaciones Climatolgicas y del Entorno

    8.2.3.1.- Sequas 486

    8.2.3.2.- Incendios 487

    8.2.3.3.- Inviernos, Heladas y Tormentas Invernales 488

    8.2.3.4.- Tornados y Ventarrones 489

    8.3.- CONTRA EL GOBIERNO

    8.3.1.- Atentado 498

    8.3.2.- Intervencin Armada 505

    8.3.3.- Golpe de Estado 510

    8.3.4.- Disturbio, Irrupcin y Provocacin 527

    8.3.5.- Incidente en el Transporte 549

    8.3.6.- Riesgos Especiales 560

    8.3.7.- Instalaciones Estratgicas y Servidores de Primer Nivel 567

    8.3.8.- Sujetos No Gubernamentales 572

    8.4.- POTENCIAL DE RIESGO Y AMENAZA (CLASIFICACIN) 575

    8.4.1.- Capacidad Total 578

    9.- ENCUESTA 587

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    10.- FUENTES DE INFLEXIN EN LA SEGURIDAD NACIONAL (ANEXO)

    10.1.- Alteracin y Colapso de Bienes y Servicios 594

    10.2.- Amenaza Ciberntica y de Potencial Inteligencia Artificial 598

    10.3.- Vecindad y Proximidad Territorial 602

    10.4.- Trasnacionales 604

    10.5.- Sanciones Internacionales y de Corte Unilateral 606

    10.6.- Supresin de Amenaza Externa 607

    10.7.- Procesos Cclicos de la Seguridad Nacional 609

    10.8.- Intervencionismo Econmico y Militar 610

    10.9.- En Nombre de la Seguridad Nacional 612

    10.10.- Desastre / cataclismo Sinrgico 615

    10.11.- Supuesto de Vida e Inteligencia Extraterrestre 617

    CONCLUSIONES Y CONCEPTO DE SEG.NAC. 627

    PROPUESTAS TCNICO-NORMATIVAS 632

    BIBLIOGRAFA 633

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    1.- SEGURIDAD PBLICA

    Cuando estaba en ciernes la capacidad para erigir lo que se convertira en un estado, haba en las aglomeraciones sociales, un pensamiento con el que daban cuenta que la vida, bienestar y actividad integral, necesitaban por obligacin una garanta de proteccin a los elementos de funcionamiento vital, de sus partes individuales, y colectiva . Ese parmetro ya denotado como inherente al hecho de estar relativamente unidos bajo un contexto de orden social, signific Seguridad Pblica. La percepcin depositada en tiempos remotos sobre la improrrogable necesidad de proteccin y confianza para el desenvolvimiento de la vida misma, fue el camino para la bsqueda constante de los satis factores que pudieran imponer ese espectro de procedencia saludable de las acciones humanas. Claro que la utilidad en la facultad para auto-determinarse gracias al poder normativo concreto y efectivo, fue el mecanismo ms elocuente y asequible con el que se comenzara el proceso de supresin del libertinaje de los individuos, para adecuarlos ante la nueva frontera visualizada en el campo de la integracin social. Es claro cmo la disposicin de las masas para ser constreidas por el poder organizado del orden comn de las cosas y los hechos de la vida; establecido por etapas de la evolucin colectiva, ira aportando sus resultados benficos sobre el panorama social que sobresala sobre el parmetro en el cual se efectuaba el intercambio constante de voluntades. Y sobre las que en no pocas ocasiones se producan conflictos que terminaban bajo el poder del ms fuerte, o que nmeros considerables de individuos depositaran su deseo lesivo sobre la figura de sus semejantes, ocasionando la conformacin de afrentas ms serias para la misma organizacin social. Se producan consecuencias en las que se imponan voluntades por encima de otras y terminaban imponindose por encima de la colectiva. La configuracin de aspectos negativos para el ser social, y para la esfera de particulares; fue a pesar de todo, uno de los patrones de desarrollo de la colectividad. Hubo entonces, hay en la actualidad y siempre habr al menos una voluntad decisiva que se enfrente a la realidad organizada y normada en la que habita, y exponga su deseo para causar un detrimento directo o indirecto ante la integridad social y personal. Siendo as, se observa cmo la evolucin de las sociedades ha estado manchada por esas pocas o muchas ocasiones, en que la exposicin de capacidad, necesidad, gusto y disposicin de alguna voluntad personal, grupal o extraordinariamente general (comunin social para derrocar regmenes gobernativos internos o amenazas masivas externas); ha sido el detonante permanente en el que se ha depositado un parmetro de ilicitud e inseguridad pblica frente a la esencia de las mayoras por disfrutar de un halo suficiente de proteccin, certidumbre y confianza pblica. Como dijimos, la procedencia de las acciones humanas sujetas a los rdenes jurdicos y morales, dan la visin para que desde el seno de la sociedad y la funcin del ente gobernativo; sean conciliadores para tratar de reducir a su mnima expresin, cualquier sentido que tome la voluntad fundadora de inseguridad colectiva. Es un acuerdo intrnseco de la organizacin social, en la que se nota como intervienen todos los factores para tener constante un cierto parmetro incidental de acciones perniciosas teniendo enfrente el inters comn.

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    Se toma como referencia ms prctica y responsable, la etapa de las sociedades en que adquirieron la calidad formal de estado; es ah donde se muestra ms la conjuncin social. Y se muestra responsabilidad directa en el ente gubernamental e indirecta de la sociedad, para el entendimiento de razones y consecuencias en los ndices de faltas al inters general. (Aunque es en parte vlido decir que en pocas de anarqua de la humanidad, el inters general no era precisamente el del bienestar, la paz, la tranquilidad, la sana convivencia, sino la costumbre rencillosa dictaba lo contrario; algo tradicional que slo con el paso evolutivo regulado en insistencia, pudo reconfigurarse). Se nota que la evolucin normativa de los organismos estatales, dara paso a la consecucin de normas jurdicas expeditas para regular y frenar en la forma, las voluntades causantes de dao al bien pblico y particular. La oportunidad era palpable, para que en resolucin del hombre, se tomaran las exigencias sociales en la materia, y lograran disponer de mecanismos punitivos que tarde o temprano terminaran por preservar la concepcin y estructura funcional; en donde ahora acta el poder del estado para prevenir y reprimir actuaciones de tal naturaleza. Gradualmente se fue conformando el caudal coercitivo necesario, con el que se dispuso del deseo social y estatal, para impedir que ms acciones negativas sobre la seguridad pblica se siguieran presentando. Para que fueran manteniendo un relativo y limitado rango de aplicaciones impropias, y que ms adelante no tuvieran la oportunidad de evolucionar hacia ms y mejores medios de imposicin de dao al inters colectivo y personal. 1.1.- REALIDAD RELATIVA

    Es notable como el fenmeno de la criminalidad afecta tan hondamente la actividad y la percepcin de la sociedad mexicana en la actualidad. Existe comunin entre las acciones ilcitas y el temor personal y social ante ellas. Es claro que la apertura nacional a la presencia y arraigo de todo el caudal de inseguridad pblica, se debe a mltiples, relativos y no tan objetivos factores. A saber podemos sealar dos grandes responsabilidades: Las del estado, que podran ser en parte las siguientes:

    1.- La prdida, falta y subdesarrollo nacional en materia de fuentes de trabajo suficientes; frente al ndice demogrfico creciente, corresponsabilidad directa del sector pblico.

    2.- El margen parcial de corrupcin institucional y social en el que se desarrolla el pas; y que sostiene la percepcin pblica de ineficacia y desconfianza en el sistema punitivo.

    3.- La insolvencia decisiva del estado creadora de la impunidad, para aplicar con firmeza su facultad disuasiva, represora y sancionadora en todo el territor io nacional. No de este rgimen, sino de muchos anteriores.

    Por medio de programas sexenales en colaboracin directa con las entidades federativas; campaas sociales de prevencin; mecanismos de combate al crimen de ms impacto social; profesionalizacin de las corporaciones policacas, etc. Encontrando un estndar nacional: Slo 5 de cada 100 delitos cometidos, se sanciona con condena del responsable.

    4.- La pasividad del rgimen gubernamental en el pasado, para la creacin e imposicin de operativos conjuntos temporales y permanentes de prevencin y persecucin de delitos en todos los niveles de

    gobierno.

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    5.- El relativo margen de comunin de servidores pblicos en los tres niveles de gobierno; y los mismos

    individuos delincuentes, durante el proceso de planeacin y consumacin de il citos. Entre autoras materiales e intelectuales en este caudal de delitos.

    6.- La ineficiencia del sistema de readaptacin social federal y de los estados; en donde los condenados lejos de readaptarse en prisin, en buena medida adquieren la idea, la capacidad y la resolucin que les convierte, al momento de cumplir su sentencia, en amenazas an mayores que cuando ingresaron. Riesgo mayor para la sociedad en caso de reincidir.

    7.- La desproporcin entre el caudal creci ente de delincuentes en reclusin, en espera de sentencia o compurgando una pena; y el Sistema Penitenciario Nacional. Rebasado en sus espacios fsicos de prisin, por

    el nmero tan elevado de procesados. 8.- La pobre disposicin de recursos humanos y materiales, para que desde mucho tiempo atrs, en los municipios, en las entidades federativas y en la Federacin; se hubiera creado y sostenido un sistema

    integral de seguridad pblica. Se hubiese creado una fuerza policaca confiable, y sobre todo correl acionada independientemente del nivel gubernamental en que trabajasen, y en colaboracin directa con instancias ministeriales.

    9.- La falta de legislacin directa, a tiempo, y en forma, para solventar los rezagos profundos en materia de seguridad pblica en el pas, en los estados y municipios. Edificados desde dcadas atrs.

    10.- El desfase generacional en donde la amplitud del sistema jurdico nacional, no fue el basto y suficiente como para haber creado los parmetros operativos comunes para las autoridades encargadas de perseguir el crimen; encargadas de sancionar a los causantes; y encargadas de solventar un adecuado sistema de readaptacin.

    11.- El desfase generacional entre el caudal de procesados en la va penal y el sistema judicial, rebasado desde hace aos.

    12.- La inoperancia relativa de la estructura en el pago de condenas, ya que parcialmente, los condenados reciben ms beneficios de ley, que impedimentos para poder salir en libertad antes de cumplir debidamente, como la sociedad lo exige, dicha sancin.

    13.- La falta de dureza y aplicacin en las condenas, para todos aquellos delincuentes reincidentes; aunado al margen divergente en el que proceden las resoluciones judiciales sobre el particular de acuerdo a cada entidad federativa.

    14.- La falta de compaginacin relativa de la normatividad jurdico-punitiva de cada entidad federativa y de stas con el de la Federacin.

    Siendo este ltimo caso ms elocuente por la existencia del fuero local y federal en los delitos; no obstante, sera procedente disponer de un solo Cdigo Penal para toda la Repblica (propuesta reciente de la Presidencia, remitida para su estudio al Congreso); en donde se dispusieran claramente responsabilidades del orden estatal y de la federacin, pero que se expresaran dispositivos de comn aplicacin para todos.

    Que contuvieran sanciones y calificaciones de delitos de comn aprecio nacional. Que los delincuentes en su primer delito, en su acumulacin de il citos, concurso, o subsecuentes cometidos en reincidencia, sean acreedores a penalidades equitativas en todo el pas, de acuerdo al grado de valoracin de su condicin

    personal y el dao causado. Que la persecucin de delitos fuera tomada apropiadamente por el grado lesivo para la sociedad y el individuo, y no tanto por la diferenciacin en la responsabilidad entre el mbito local y federal.

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    15.- La falta de adecuacin institucional desde hace bastantes aos, para que la persecucin de delitos no se

    rigiera tan estrictamente como se dispuso hasta hace poco; en donde todos los cuerpos policacos del pas, seguridad pblica preventiva y policas al servicio del ministerio pblico local y federal, funcionaran con mayor conciliacin y sin tantos obstculos legales debido a las competencias expresas en los cdigos

    penales. Que no se tomaran el fuero local y el federal de la forma tan enrgica en que an se hace, sino buscar los medios ms oportunos en donde cualquier instancia policaca pudiera intervenir en casi cualquier clase de

    delito, algo que en la realidad tenemos en parte: _La intervencin de las instancias federales en la persecucin de secuestros y la intervencin de instancias locales en la persecucin de delitos contra la salud (narcomenudeo), por citar dos ejemplos.

    16.- El relativo manejo institucional divergente entre instancias judiciales y procuradoras de justicia; para la sancin, persecucin y consignacin de delincuentes, en formas conciliadoras y de retribucin al inters general de la nacin.

    En no pocas ocasiones la disposicin de la autoridad judicial se ve a fectada por un prejuicio ante la autoridad ministerial y viceversa, lo que no deja avanzar en el desarrollo comn de los propsitos de justicia; y todava ms all, la falta de entendimiento y cordura entre policas preventivas e instancias procuradoras pa ra la puesta a disposicin ministerial de los presuntos delincuentes, existiendo tambin prejuicio relativo.

    Y an, un desarreglo funcional en el entendimiento correcto y constante entre las mismas corporaciones policacas del pas en sus tres rdenes.

    17.- El relativo pero cierto y constante marco de ineficiencia en que proceden las actuaciones de los ministerios pblicos del fuero local y federal; habiendo baja calidad en la integracin de las averiguaciones previas y su posterior improcedencia parcial o total ante la valoracin de la autoridad judicial (sujeto en parte, por esa masiva cantidad de actos tpicos bajo investigacin, y los no suficientes ministerios pblicos).

    18.- La significativa esfera de actuacin de los rganos jurisdiccionales, loc ales y federales; en los que se deja ver recurrencia de tecnicismos en la superficie de los procesos penales, pero en el fondo afectados por campos probatorios carentes de la integridad acotada en la ley.

    Es comn el uso de medios probatorios de la calida d de la prueba Instrumental de Actuaciones (deducciones finales de todo lo presentado en el expediente), y Presuncin Legal y Humana, sobre las que recae en la mayora de las veces el decisivo poder resolutor de los juzgadores penales.

    19.- La des proporcional demora en la aplicacin de justicia al caso particular, haciendo notar todo, menos la aplicacin pronta y expedita que se observa en los supremos designios de la ley. Consiguiendo que tanto la sociedad, los directos perjudicados, como el procesado, salgan afectados desde distintos puntos de vista:

    _Que el procesado no cuente con resolucin judicial de su caso, y esto le signifique ganancia de tiempo para buscar los medios legales propicios para levantar una defensa mejor; y que an siendo responsab le por la

    obra i l cita, salga de prisin preventiva, haciendo que la sociedad y la vctima terminen lesionadas en su inters por la injusta impunidad en que son colocadas. _O que el procesado en la espera larga de resolucin judicial, sin ser responsable del i l cito, termine en

    libertad, pero bajo el detrimento causado durante el tiempo de la prisin preventiva en que estuvo mientras se resolva su caso; haciendo que tanto el victimario, como la sociedad y la vctima, resulten afectadas en el inters respectivo.

    20.- La realidad judicial en donde se sobre extienden en el tiempo los procesos penales, gracias a la oportunidad representada por los recursos de la va ordinaria y extraordinaria con que cuenta la normatividad constitucional y reglamentaria, local y federal.

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    En la cual el procesado tiene el beneficio de la ley, para interponer apelaciones, recursos de amparo y

    revisin, ante lo cual se esgrimen como apegado a la legalidad y juridicidad sin prrroga alguna; solo que esto crea a la larga, la satisfaccin o insatisfaccin al inters del procesado ante la resolucin totalmente a favor, en contra o parcialmente a favor o en contra, en la ltima instancia judicial permitida en su caso

    particular. Y a la vez crea satisfaccin o perjuicio al inters de la sociedad, la vctima o el tercero perjudicado, terminando por concretarse un perjuicio efectivo, afectando a una figura determinada desde la perspectiva contrastante:

    El hecho de mantener por espacios de tiempo exagerados, la ltima e imprescriptible resoluci n judicial final del proceso penal, existiendo sentencia en un solo sentido a lo largo del trayecto judicial desgastante, desde la primera instancia, la segunda y el amparo (con su revisin, o el resto de recursos judiciales vigentes en

    materia penal), o existiendo sentencia en distinto sentido durante cada una de estas etapas jurisdiccionales. 21.- La falta de adecuacin, progresin y vigencia de medios alternativos de sancin-condena. Faltando ese parmetro conciso que ayudara a sanear parcialmente la desproporcin numrica de los centros de

    reclusin y los procesados que los habitan por obligacin. Compurgando entonces con medios alternos, que bien podran mejorar, incluso la percepcin social, la no contaminacin de presos por delitos menores, con presos por delitos graves, la economa penitenciaria, la readaptacin; pero siendo objetivos, podra costar mucho ms, que dejar las cosas en el actual estado que

    guardan; de pretender recambiar algunos medios privativos de libertad, por mecanismos ajenos a esto (obligadamente beneficio a procesados por delitos menores del fuero comn).

    Como prisin domicil iaria, trabajo social en la comunidad, prisin con libertad condicionada por das, sancin pecuniaria ejemplar a quienes tengan capacidad econmica, trabaj os en determinado centro externo controlado por la autoridad, l ibertad condicionada forzada en una comunidad, etc.

    Mientras que por parte de la responsabilidad de la sociedad podemos establecer: 1.- La prdida, falta y subdesarrollo nacional en materia de fuentes de trabajo suficientes; frente al ndice

    demogrfico creciente, corresponsabilidad directa del sector privado. 2.- El estado de necesidades bsicas en lo material de algunos individuos, para resolver en sus razones, en un momento y lugar determinado, como fundado el accionar i l citamente para satisfacer ese apremio

    urgente; por lo regular, para beneficio de s mismo y su familia, claro que despus de esto, muchas personas recaen en lo mismo, an y que no tengan ms, dicha necesidad primaria (delitos del orden patrimonial).

    3.- La ociosidad en que caen muchos individuos y les conduce a saltar la coercin del orden integral. 4.- La conducta personal y la condicin social que permite en algunas personas, develar un gusto por actuar as, una satisfaccin personal ante la consumacin de un cierto acto il cito.

    5.- El consumo permanente, regular u ocasional de cualquier tipo de drogas y sustancias que alteren la condicin normal de la persona; en donde se crea un entorno general en el que fci lmente se puede cruzar

    la l nea entre la autocontencin volitiva y el desenfreno il cito; hacia cualquier sentido en donde se centre la visin alterada de esos individuos. Precisamente por el dao y trastorno directo e indirecto que las drogas les ocasionan.

    6.- El orden progresivo en la resolucin ilcita de los individuos: Delitos menores ir refrenados, evolucionan hacia delitos graves y bien organizados. 7.- La concepcin en el seno de cierto tipo prfido de convivencia familiar, en el que se toma la resolucin

    tcita o expresa para adecuar conductas i l citas dentro del entorno de dicha vida familiar.

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    8.- La desintegracin familiar que lleva a muchos individuos a unirse a grupos vandlicos; que terminan en la mayora de los casos por realizar acciones i l citas. Y que tambin provoca prdida parcial o total de valores sociales en la persona, que le conduzca a proceder i l citamente por su cuenta.

    9.- La concepcin actual de parte de la formacin en el ncleo familiar; en donde se carece parcial o totalmente en ciertas ocasiones, de la observancia y respeto de valores humanos, cvicos y sociales desde la misma infancia hasta la adultez. Ocasionando la deformacin en la sana e ntegra percepcin y resolucin

    privada de esos individuos, de cara a la vida social que les espera. 10.- La bsqueda de identificacin personal de primo delincuentes con criminales consumados.

    11.- La desproporcin del desarrollo nacional en trminos de cultura y educacin de las personas. Sin que esto implique un precedente general, si predispone la aptitud il cita de algunos de estos individuos.

    12.- Las mismas predisposiciones sico patolgicas de algunas personas ms proclives a actuar i l citamente que otras. 13.- La predisposicin en donde se muestra como vlido para el individuo, delinquir para obtener beneficios

    propios, teniendo enfrente la representacin de su sancin jurdica, de forma menos cuantificable que el riesgo mismo implicado en la obtencin del propsito tipificado.

    14.- La misma sociedad, que no ha sabido encauzar desde hace tiempo, sus pretensiones comunes de seguridad pblica exigindola ante la figura gobernativa; por centrarse la realidad social del pas, en la profunda desigualdad que an persiste. En centrarse en la inequidad en las prioridades divergentes de los ricos y los pobres.

    15.- La enorme desconfianza relativamente fundada de parte de la soci edad, en donde vctimas, sus familiares y testigos presenciales de delitos recurrentes graves y comunes; omiten, desde pedir el auxil io de la polica preventiva en el lugar de los hechos, hasta presentar la correspondiente denuncia o querella,

    segn sea el caso, ante la autoridad ministerial, y la ratificacin de la denuncia, querella, o ser parte activa en la acusacin formal del inculpado.

    16.- La desproporcin persistente en todo el mbito geogrfico del territorio nacional, en donde existen comunidades apartadas del poder jurdico; apartadas prcticamente de la civil izacin conocida en que se vive en los centros urbanos. Lo que ms pronto que tarde, conduce a la conciencia y apreciacin de esos individuos, an desde

    generaciones atrs, de que el poder normativo del estado no est presente ah, por lo que su resolucin muchas veces es acorde a conductas antijurdicas, an y que ni siquiera sepan que lo son, en algunos casos de delitos menores.

    17.- Las costumbres arraigadas en lugares sobre todo rurales, en donde los individuos resuelven sus diferencias personalmente; mediante el uso de recursos i l citos de defensa de sus respectivos intereses.

    18.- La decisin concisa de delincuentes por organizar grupos criminales, manteniendo vigente su poder i l cito desde hace bastante tiempo; arraigndolo en el seno social. Creando conductas tipificadas consuetudinarias, por lo regular l levadas a cabo en grupos de individuos total o parcialmente organizados; los que lejos de frenar sus mpetus i l citos, l levan una forma de vida acorde con la situacin que viven a

    diario. Toman del margen de impunidad y corrupcin imperante, toman de la ambicin personal y del poder que sin duda les significa imponerse por encima de la voluntad social y personal, el deseo de llevar una vida

    antisocial bajo una agrupacin de personas destinada en todo momento a planear, supervisar, disponer,

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    conjuntar y aplicar todos los medios humanos y materiales disponibles para lograr sus propsitos

    sustentadores de un crimen organizado. Todo lo anterior, conforma bajo someras apreciaciones generales, el fenmeno magistralmente envolvente

    por el que se reproduce todos los das en suelo nacional, una esfera relativa de inseguridad pblica, daando permanentemente los principios esenciales de la s eguridad que se desea en el seno del estado.

    1.2.- ESCENARIO ACTUAL

    Como vemos, la forma actual que posee la seguridad pblica en el pas, significa simple y llanamente una de las encomiendas ms importantes que sobresalen; tanto de la funcin del sector gubernamental, como de la pretensin de la sociedad. Una de las prioridades nacionales del Gobierno de la Repblica, de la mayora de las entidades federativas y de innumerables municipios, lo sea la cuestin del combate a la inseguridad, que afecta desde hace bastantes aos el seno del estado en proporciones vlidas como para concebirse ms generalizada que particularizada a determinada regin del territorio nacional. Resulta cierto en la percepcin general, que existe un desfase de tiempo y espacio, de voluntad y decisin concreta para la interposicin de medios gubernamentales, ms eficaces posibles para el ataque frontal a la inseguridad; teniendo enfrente la peticin y la exigencia implcita y explcita de la sociedad por ser poseedora de la garanta superior que le deviene para su existencia normal: El sentido de seguridad colectiva. Ante lo que se observa que el estado en s, bajo la directriz ineludible de brindar el suficiente halo de seguridad, ha fallado en el rumbo mismo de la capacidad de prevencin, persecucin y sancin del caudal de acciones antijurdicas que ms golpean a la sociedad. Se ha creado y se mantiene la idea, la percepcin y la conciencia social, de que no existe precedente fundamental, basado en la aplicacin de voluntad del gobierno, para frenar la inseguridad y su avance paulatino. Mientras que la poblacin, siendo el elemento regularmente pasivo de la relacin estatal; no ha hecho ms que manifestar intrnseco, su anhelo, su voluntad social s decisiva en torno a la peticin de gozar de seguridad. La actual presencia que posee la inseguridad pblica, ha ido modelando un sentido casi general en el que se aprecia la desconfianza de las personas; desde el hecho de dejar de realizar actividades que en un pasado s pudo efectuar, hasta ser vctima directa de una accin ilcita, que sus familiares lo sean, o conocer de alguien que lo fue.

    La sensacin, la percepcin general acerca de la ahora dbil garanta de seguridad colectiva, no ha sido ms que la conjuncin real de un sinnmero de factores tangibles y abstractos, en los que se ha depositado la fe pblica de las personas, deseosas de sentirse seguras en todo momento y lugar.

    Es claro que la difusin aportada por los medios de comunicacin masivos acerca de acciones ilcitas llevadas a cabo con toda la carga lesiva posible; sobre todo de parte de grupos criminales organizados, ha ido golpeando y transformando gradualmente la sensacin consciente e inconsciente de los individuos de cara a la idea que tienen predeterminada; de lo que se supone debe de ser la seguridad pblica para ellos y los qu e le rodean.

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    Cambindose la situacin hacia la modelacin externa de esa opinin personal, gracias a las recurrentes cargas de acciones ilcitas mostradas en buena parte de esos medios de comunicacin, prcticamente a diario.

    Para nada queremos manifestarnos en contra de la difusin sistemtica que realizan la mayora de los medios de comunicacin en el pas, sobre todo alrededor del panorama en el que acta el crimen organizado, y tampoco queremos decir que se escondan o se obvien acontecimientos de tal naturaleza, o que simplemente se acuerde no difundir tales acciones; sobre todo en la televisin, siendo que la realidad nacional exige que se den a conocer. A lo que queremos llegar, es a valorar el impacto social que producen sin duda, demostraciones de semejante calidad lesiva, mostradas a travs de las pantallas. En donde explcitamente se ofrece una gama diversa de actos ilcitos, organizados y ordinarios que suceden en gran parte del pas; lo que sin duda ha llevado a mantener una verdadera simbiosis de necesidad por comunicarlas y de necesidad por conocerlas, dando pie a que se eleven y sostengan los rangos de la apreciacin general de la inseguridad. Y ms all an, se esgrime con certeza, la actualidad de las polticas internas de las empresas encargadas del manejo de la televisin nacional. En donde se tiene algn presupuesto relativo, para dar a los televidentes, las noticias que saben de antemano sern recibidas con inters. Expresando lo que en trminos coloquiales se conoce como amarillismo (no es grato que exista esta parcial tendencia televisiva, en bsqueda de mayores niveles de audiencia; acompaada de expresiones, algunas veces desmedidas de los comunicadores al momento de transmitir); la forma predeterminada en que se ofrece a la opinin pblica noticias de impacto social, como lo son todas las relacionadas con la inseguridad de estado. _________________________________________________________________________

    Es notable cmo la generalizacin de la inseguridad, aportada como dijimos en medida por la televisin y otros medios de comunicacin; ha conformado la percepcin pblica que ahora se tiene. An en poblaciones o regiones del pas en donde los ndices delictivos nunca han sido tan marcados, y an en individuos que no tenan la preocupacin casi permanente en la inseguridad, se ha producido la concepcin relativa de que en todo lugar y momento, ms fcil que difcilmente, seremos golpeados por una accin criminal. Es indudable que la fortaleza lesiva que imprimen las acciones de la delincuencia organizada, han arrastrado a la gama de delitos comunes hacia la compaginacin de lo que se conoce como inseguridad pblica. Lo que ha abierto la posibilidad de que la sociedad entienda y presuponga el grado tan elevado en el que se haya su vulnerabilidad ante semejantes situaciones. Si por un lado la percepcin social enfocada sobre los delitos comunes, se conformara dentro de esos lmites, muy distinto sera el panorama nacional en el que se mantienen los ndices de desconfianza en la garanta de proteccin brindada por el estado. Mientras que la suma de estas acciones con las ms perjudiciales: Las del crimen organizado, son las depositarias del temor social. La delincuencia organizada, en proporciones reales y abstractas, bien pudiera por s sola ser el objeto de mayor miedo para la poblacin. La fuerza avasallante con que en ocasiones se muestran a la opinin pblica acciones de tal naturaleza, frente a la inoperancia relativa del poder gobernativo represor, ofrecen el verdadero marco de inseguridad en donde, desde hace unos aos a la fecha, se comprende la magnitud del problema nacional, la magnitud del sentido de vulnerabilidad que la bsica percepcin personal y social demuestra tener.

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    En el tenor, es propio establecer como el poder de perjuicio ofrecido por las recurrentes acciones del crimen organizado, han servido para levantar, ms all de la zona y los individuos que directamente se afecta, la elemental idea social de que en un momento dado en cualquier lugar se podra ser tambin vctima de tales acciones. Algo en lo que relativamente se discrepa, y se demuestra una vez ms el estado que guarda la comprensin y el razonamiento de la poblacin general acerca de la inseguridad en su parte ms daina: La del crimen organizado. Claro es que el temor social sea fundado en la forma tan explcita en la que operan las organizaciones criminales y el dao causado; no obstante, la realidad objetiva ha demostrado en los mrgenes de ilicitud en las acciones de estas, la no concordancia entre esos mrgenes de maniobra y el dao directo causado en las personas ajenas a su poder; las que pueden ser y son mayormente afectadas por delitos del orden comn. Ante lo cual, es vlido dirigir la idea ms objetiva, en que la mayor inseguridad pblica, la creada por el crimen organizado; no es el instrumento directo que infunde temor a la poblacin, ni tampoco totalmente lo es el crimen del orden comn -el que s golpea directamente al comn denominador de la sociedad-, sino que existe una conjuncin formal, en que acciones del crimen organizado demuestran su mayor poder de inferir temor social, no porque afecten expresamente. (Aqu es oportuno sealar, como el ejemplo ms prctico, las ejecuciones de personas relacionadas con el narcotrfico, en donde se golpea directamente a ciertos individuos; solo que en estos casos, por lo general estaban tambin relacionados a tal crimen).

    Sino que afectan de forma colateral, abstracta y constantemente el inters general por disfrutar de seguridad pblica. Y es que la poblacin general, an sin ser parte de las vctimas directas que se producen en las pugnas del narcotrfico, como la fuente de mayor poder del crimen organizado en el pas, recibe una gran carga de temor y miedo por el simple hecho de notar el grado de alcance y decisin que ltimamente han demostrado tener las acciones de ese tipo. Y como vimos, an y que se centren los ajustes de cuentas en regiones y zonas histricamente preestablecidas o que vayan aumentando moderada o desmesuradamente (como fue el caso del estado de Michoacn desde el 2005); la opinin pblica ya detenta la percepcin de que esta clase de delincuencia organizada, es la de mayor capacidad de dao para s, y para el resto de factores del estado (incidiendo la proclama meditica del gobierno federal, que tambin induce

    una carga a la sociedad, respecto del mal habido en semejante criminalidad) . Al fin del camino, se han mostrado de forma conjunta las dos prioridades del estado y de la poblacin de cara a su seguridad. De forma implcita y gradual ha sobresalido en ltimos aos la fijacin de la sociedad por el temor que le ocasionan las acciones del crimen organizado, sobre todo las ejecuciones del narcotrfico. Y ha sobresalido la prioridad del estado, tambin por la misma causa, solo que esta tarea, de forma explcita, directa y permanente desde hace aos; desde la consolidacin de las organizaciones de la delincuencia organizada. Solo que histricamente no se ha sabido y no se ha podido, por muchos factores, aplicar el aparato estatal para tratar de reducir este tipo de crimen estructural.

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    La seguridad pblica para el estado de bienestar, es uno de los factores ms importantes con el que la actividad general, en lo econmico, social, poltico y jurdico (y sus infinitas vertientes); podr ser llevada hasta propsitos de mejoramiento de las actuales condiciones de vida. Es prctica la utilidad de la seguridad, en ella se desahoga todo tipo de preocupacin que pueda tener la poblacin acerca de la confianza, certidumbre y proteccin necesarias para llevar a buen trmino su existencia. Claro que en nuestro caso est fallando la integridad con que debe de estar construida toda la estructura de esta seguridad colectiva. En lo esencial y en lo real, en lo pasado, en lo presente y en lo futuro, en la concepcin natural y modelada de cada individuo y de la sociedad en su conjunto, en la idea aplicativa de parte del ente gubernamental, en la conciliacin de todos los elementos del Estado Mexicano; se encuentran las bases en las que descansa el supremo inters nacional enfocado en la seguridad pblica. Una seguridad total de las personas, de las instituciones, del sector pblico y privado, que intervienen cotidianamente en la transformacin del pas. Es claro que si en la actualidad no denotamos los cambios tan drsticos que se han sufrido gracias a la falta de seguridad suficiente, s ha habido una reordenacin gradual de las visiones y las formas en que se nota todo lo relacionado con el factor de la seguridad colectiva. Ahora ms que nunca, la modelacin de la conciencia y la opinin pblica ha tenido lugar para demostrar con poder manifiesto, la necesidad nacional que deviene el contar con los medios reales de satisfaccin de la actividad y el desarrollo armnico de vida, bajo estndares de normalidad, tranquilidad y respeto de las ms elementales garantas humanas sustentadoras de la esencia humana, libre de las voluntades dainas, ilcitas, intransigentes, lesivas. Que envuelven la tendencia actual de la inseguridad general, creada y mantenida por una parte de la poblacin en franca divergencia con el bien comn, en franca contrariedad a los principios que rigen los destinos generales de la nacin; y en franca contraposicin a la vida regulada del resto de individuos que no rompen la barrera moral y jurdica para cometer actos delictuosos. Como antes sealamos, existen factores externos e internos que sirven como catalizadores para la adecuacin de voluntades en torno a la comisin de delitos en los fueros federal y local. Existen responsabilidades que pudiramos denotarlas por la figura del rgimen de estado, el sector gubernamental y por la sociedad, con el fondo particular que conllevan. Ante lo que podemos concluir, es que todo parece indicar que este problema nacional que representa la inseguridad pblica, ha sido un fenmeno general en el que se han visto involucrados mltiples elementos directos e indirectos, en los que se nota cmo la actividad del estado, de la sociedad y de los particulares; en una pirmide formalmente edificada, han llevado -en tiempo y espacio- hacia una verdadera conciliacin -parcial- alrededor de dar estructura base a la delincuencia comn y organizada; ambas formas, sostn de la inseguridad que se vive en el pas de forma generalizada. Pero que est particularizada, contabilizada en estadsticas e incidencias en la gravedad o en lo ordinario de tal o cual gama de delitos, y totalmente des proporcional en unos lugares del territorio nacional frente a otros. As es como en la realidad objetiva y cruda, se tiene tambin en el pas a la inseguridad.

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    Ante lo que procede subrayar, que si ahora no existe entendimiento entre ambas realidades acerca del crimen en el pas, es muy importante que en determinado momento llegue a alcanzarse ese punto de comunin:

    * Que tanto las instancias del gobierno encargadas de regir la vigencia de una seguridad pblica; como la sociedad, que cada vez exige ms esa garanta. Concuerden en la apreciacin de llevar a cabo una sola idea, encaminada hacia la reduccin progresiva de la delincuencia.

    En esos trminos ser procedente que exista la pauta para dicho entendimiento nacional. De lo contrario se mantendrn las relativas posiciones divergentes entre gobierno y pueblo; de alguna manera, cada uno protegiendo su parcial inters. En donde como ahora, se estipulen sistemticamente avances institucionales en la reduccin de la incidencia criminal, frente a los pocos adelantos y retrocesos que se aducen sobre lo mismo, por parte de la opinin pblica. Es decir, hasta en este punto -negativo- para el estado tenemos discrepancias, quizs lgicas en parte, pero que al ltimo nivel auxilian a llevar ms lejos el punto de existencia del pas, en el que se puedan alcanzar los satis factores suficientes como para no percibir ms a la seguridad como inseguridad. 1.3.- PERCEPCIN DE LA POLICA

    Tenemos que hacer hincapi en la figura coercitiva que significa la autoridad administrativa-policaca en todos los niveles del gobierno:

    Los cuerpos preventivos. Y al servicio de la procuracin de justicia.

    En los que tenemos primero que hacer notar la clasificacin genrica en que son creados y funcionan dentro del pas.

    POLICAS AL SERVICIO DE LA PREVENCIN:

    1.- POLICAS MUNICIPALES PM. Que dependen directamente de la ms singular estructura gobernativa del organigrama del estado; el orden que rige la esfera privada de todos los municipios del pas durante un periodo de gobierno de tres aos: Las Presidencias, Ayuntamientos o Alcaldas Municipales. Estas policas funcionando ordinariamente bajo un

    concepto institucional como Direccin de Seguridad Pblica Municipal DSPM. Estas direcciones, en la mayora de las ocasiones se encuentran bajo convenios de colaboracin directa con las localidades vecinas para el apoyo en acciones preventivas del delito, y tambin poseen convenios

    directos con instancias policacas del estado en el que se encuentran, con policas federales, y de procuracin de justicia para la implementacin de operativos conjuntos en caso de as requerirse. Claro que lo anterior no lo podemos catalogar como algo estrictamente prctico y real, en apego a la

    legalidad y normatividad respectiva -tanto local como federal -; sino que ms bien lo que se demuestra en la realidad, es que existen los precedentes suficientes como para tener, bajo las circunstancias ordi narias y extraordinarias en los requerimientos de la participacin conjunta de ms de una corporacin policaca en tiempo y espacio determinado, el hecho de que estas corporaciones, de distinto mbito de competencia por

    materia y por territorio, l leven a cabo lo necesario, legal y an por sentido comn y de urgencia extrema, los mecanismos de colaboracin expresa para montar las acciones que sean necesarias para prevenir y/o perseguir los delitos.

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    En medida lo anterior, si bien es cierto que an no podramos concebirlo en trminos satisfactorios del todo,

    si dejan ver una organizacin relativa en los niveles del desarrollo particular de las instancias de polica frente a sus homlogos. Y podemos dar una parte de ese mrito, gracias a los avanzados sistemas de comunicacin radial que hoy en da se encuentran funcionando en las redes municipales, estatales y

    nacional de comunicaciones privadas y clasificadas de esta naturaleza. -La que por cierto an est por alcanzar toda la cobertura y enlace del territorio nacional; mediante la creacin paulatina desde hace varios aos, desde las principales zonas urbanas, irradindose al resto, de un

    sistema de comunicaciones satelitales y por repetidores terrestres, conocido como C-4 (al cual se le conoce tambin como 066: Lnea de emergencias): Centros de Comunicacin, Cmputo, Control y Comando . Utilizando vas de radiocomunicacin: Locales por Repetidor. Y MATRA (satelital): Que representa la va

    privad, de Red de Comunicacin Interinstitucional de Mxico, en servicio tanto para dependencias civiles como militares. * La circunscripcin de las policas municipales, es para su respectivo municipio, para garantizar la paz y

    tranquilidad pblica del municipio; solo que en los casos antes vistos de apoyo y urgencia, claro que sus indicaciones se basarn en el mejor y ms elocuente de los casos, en brindarlo; an y que eso signifique extralimitar su competencia territorial. Y de la misma manera se entienden las acciones en que tengan que proceder ms all de la competencia por materia local que les constrie.

    Las policas municipales, al contrario de todas las dems corporaciones de este tipo, por su propia condicin, son las instancias ms aejas dentro del sistema policiaco preventivo del pas (igualmente existen en algunos

    estados o municipios, las denominadas Policas Intermunicipales que cubren ms de un municipio, pero en esencia son Policas Municipales). 2.- POLICA ESTATAL PREVENTIVA PEP.

    Operando en el estado de Michoacn y en muchos otros (esperando que sea ntegra la suma de todas las entidades federativas a esta nueva reestructuracin policaca). Gracias al aporte legislativo local de la Ley de Seguridad Pblica y Trnsito del Estado y del Sistema Nacional de Seguridad Pblica. En donde se plantea a nivel nacional la creacin y especificacin de la estructu ra

    administrativa y operativa que sirve para hacer funcionar esta corporacin de nivel estatal. Dentro de sus encomiendas:

    * Claro es que la competencia territorial y por materia en los delitos del fuero local y las recientes modificaciones jurdicas para permitir una participacin en delitos del orden federal, al igual que las policas municipales. Son las directrices de funcionamiento que rigen a la PEP, la que ha sido configurada para l levar

    a todos los rincones de un estado (funcionando en trminos operativos en Michoacn gracias a la creacin de primera instancia de la Secretara de Seguridad Pblica y Trnsito del Estado de Michoacn ), la fuerza disuasiva y represiva suficiente:

    * En casos ordinarios o extraordinarios en que las policas municipa les no puedan resolver una situacin de riesgo. En casos de colaboracin y apoyo directo o indirecto en operativos de prevencin y persecucin de delitos.

    * En casos de operativos a nivel nacional aplicados por instancias federales en una entidad. En cas os de urgencia y requerimiento de personal en todos los rincones de un estado, para la proteccin y salvaguarda de los centros penitenciarios locales; y para garantizar de forma general la paz y tranquilidad pblica,

    haciendo respetar y restituyendo el estado de derecho. Se establece la existencia de Bases Regionales dentro del territorio de un estado; permanentes y temporales de la Polica Estatal Preventiva. Desde las cuales asisten en las necesidades de la poblacin, y sobre todo se

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    preparan las acciones operativas que regular o sbitamente son llevadas a cabo para mitigar acciones i lcitas

    de impacto social, sirviendo en las dos vertientes: De prevencin. Y persecucin de delitos. Desde luego que existen los mecanismos de comunicacin permanente entre las policas municipales y la estatal preventiva, para la pronta accin en colaboracin ante circunstancias que as lo exijan (en algunos

    estados se han creado Agencias de Seguridad Estatal ASE, pero en esencia son PEP). 3.- POLICA FEDERAL (ANTES POLICA FEDERAL PREVENTIVA PFP). Recalcando la puesta en marcha de la unificacin operativa para crear a la Polica Federal. Desde el pasado

    15 de Octubre 2007); tambin de creacin en comienzos de la pasada Administracin Federal; delegando funciones en los estados mediante bases regionales. La cual es la ltima instancia encargada de mantener el orden y la tranquilidad social del pas antes de recurrir a la fuerza ms determinante del estado: Las Fuerzas Armadas Nacionales.

    Se esgrime que ante la creacin de la Secretaria de Seguridad Pblica Federal SSPF (igual, a inicios del sexenio anterior), era imprescindible contar con una estructura policaca que alcanzara todos los rincones

    del pas en el corto plazo, precisamente para empezar a abatir los profundos rezagos en la materia. Las otrora corporaciones absorbidas por la PFP fueron: la Polica Federal de Caminos y Puertos PFCyP, que en instancias administrativas y de mandos se revir a ser parte de la recin creada PFP. La Polica Fiscal Federal. Y la Polica de Migracin.

    Siendo las referencias prcticas con las que se cont para empezar a edificar esta nueva polica; la que ahora muestra signos de funcionalidad e integridad en la delegacin de atribuciones. Es loable que en la actualidad se goce de tal figura contenedora de la seguridad pblica del pas, como

    quiera que sea la situacin en que se desenvuelve el mbito de percepcin acerca de la inseguridad. La PFP (Polica Federal), como fuerte instancia preventiva de deli tos en el pas, es la que acta en base a encomiendas operativas que tengan que ver con circunstancias comunes y fortuitas en donde intervengan

    fuerzas lesivas para el bien nacional, estatal o local, pero que sea tal la calidad de los agentes que intervienen; que haga imprescindible asignacin de la responsabilidad principal, del comando de las acciones, precisamente sobre la capacidad y deber de la Polica Federal.

    Se establecen las prioridades de esta corporacin: * En las vas terrestres de comunicacin.

    * Portuarias y aeroportuarias del territorio nacional. * Fronteras. Aduanas. Combustibles. Petrleo. Electricidad; es decir, prcticamente toda clase de

    instalaciones de infraestructura estratgica nacional. Advirtiendo la delimitacin de responsabilidades y acuerdos de colaboracin y apoyo con las Fuerzas Armadas, tambin agentes de proteccin de dichas instalaciones.

    * Tambin se tienen claras las finalidades de accin supletoria en los casos en que no est presente la figura policaca y de orden pblico en una determinada zona del territorio nacional, tenindose la encomienda de la imposicin del estado de derecho; ante toda circunstancia que lo vulnere o pretenda hacerlo.

    * La participacin en acciones en contra de la delincuencia organizada. Se tiene el derecho legal para intervenir en instalaciones de educacin pblica autnoma en el pas. Para hacer cumplir los mandamientos judiciales de la Federacin en los casos en que se requiera.

    * Para intervenir en casos extraordinarios en que se pretenda vulnerar la condicin de recintos legislativos, ejecutivos y judiciales federales o en auxilio de los locales. Para salvaguardar recintos de toda la gama de instituciones de la federacin. Para supervisar y resguardar las instalaciones de:

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    Centros Federales de Readaptacin Social

    * Numero 1.- CEFERESO del Altiplano, ubicado en el municipio de Almoloya de Jurez, Estado de Mxico. * Nmero 2.- CEFERESO de Occidente, ubicado en el municipio de Puente Grande, Jalisco. * Nmero 3 CEFERESO del Noreste, ubicado en el municipio de Matamoros, Tamaulipas. * Nmero 4 El Rincn, ubicado en el municipio de Tepic, Nayarit.

    * Colonia penal de Islas Maras, ubicada frente a costas de Sinaloa. * Centro Federal de Rehabilitacin Sico-social CEFEREPSI, ubicado en el municipio de Ayala, estado de Morelos. Integrada en especial para este caso, la Fuerza Federal Penitenciaria de la SSPF.

    * Para trasladar condenados y procesados entre las prisiones del sistema nacional de centros de readaptacin social, federales y locales.

    * Desde luego para participar en los convenios de colaboracin existentes entre los tres niveles de gobierno, y sus respectivas fuerzas policacas al servicio del inters pblico, entre otras funciones. Entre otras.

    POLICAS AL SERVICIO DE LA PROCURACIN DE JUSTICIA:

    1.- POLICA MINISTERIAL DEL ESTADO PME. Que en algunos todava siguen denominndose como Polica Judicial del Estado PJE. Este tipo de

    corporacin estatal es la herramienta de servicio y auxilio con que disponen las Procuraduras Generales de Justicia de los Estados y del Distrito Federal.

    * Para l levar a cabo las diligencias y los mandamientos del ministerio pblico del fuero comn; y desde luego que brindan apoyo a las instancias judiciales -estrictamente- en cuanto a la cumplimentacin de mandamientos como rdenes de presentacin, aprehensin y reaprehensin (aunque habr que decir l a apreciacin integral de que se sirve al inters directo del ministerio pblico, en base al obsequio judicial

    acotado). * Participan en la presentacin de personas indiciadas. Recaban pruebas en investigacin de campo.

    Realizan dil igencias en apoyo a actuaciones ministeriales en campo. Participan en operativos de prevencin y persecucin de delitos en conjunto con policas preventivas locales o federales. * Mantienen convenios de colaboracin con sus similares en otros estados de la Repblica, y con el

    extranjero; para la pronta recepcin o deportacin de indiciados o procesados que importen la esfera privada de la procuracin de justicia en el estado. Resguardan la integridad de los ministerios pblicos. * Participan de acciones de colaboracin con otras entidades para poder acceder a su territorio, con o sin

    apoyo de su semejante de ese estado para la bsqueda y detencin de presuntos delincuentes, entre otras funciones.

    La actuacin de la Polica Ministerial se rige por la asignacin institucional de las procuraduras de justicia locales, en base a Subprocuraduras Regionales de Justicia en los principales municipios del territorio de la entidad federativa (en algunos estados se ha creado la figura de la Agencia Estatal de Investigacin AEI, pero en esencia es Polica Ministerial).

    Aqu es oportuno recalcar las acciones que desde hace aos se vienen llevando en conjunto entre policas preventivas locales y/o estatales, policas ministeriales o judiciales, policas federales y elementos del Ejercito Mexicano, para la prevencin y persecucin de delitos del fuero comn y federal, en zonas urbanas,

    rurales y puntos de comunicacin terrestre, la denominada Base de Operaciones Mixtas BOM. Adems,

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    funcionando temporalmente sobre todo en puntos carreteros, estn los l lamados PRECOS, Puntos de

    Revisin Carreteros. 2.- POLICA FEDERAL (ANTES AGENCIA FEDERAL DE INVESTIGACIN AFI). (Recalcando la puesta en marcha operativa de la fusin de sta con la PFP para dar paso a la Polica

    Federal), predecesora de la Polica Judicial Federal PJF, al servicio y auxilio de las funciones operativas de la Procuradura General de la Repblica PGR. La cual cuenta con una figura conocida de operacin, la Subprocuradura de Investigacin Especializada en

    Delincuencia Organizada SIEDO; entre muchas ms instancias. La AFI opera en todo el territorio nacional para el servicio de las directrices encomendadas por el Ministerio Pblico de la Federacin.

    - Por medio de Delegaciones Estatales de la PGR. - Y stas a su vez delegando funciones al nivel local por medio de Subsedes Regionales de la PGR en los

    principales municipios de los estados. Los encargos de la polica ministerial de la federacin, son:

    * La persecucin de delitos del fuero federal. Se tienen delineadas estructuras internas, por las que la Agencia Federal de Investigacin, tambin al igual que la PFP, de relativa reciente creacin al principio del pasado mandato presidencial, designa toda la gama de responsabilidades en varias fiscalas, direcciones y subprocuraduras especializadas en determinada variedad de il citos.

    _Sirviendo esto, como el mejor y ms lgico mtodo institucional para demarcar los encargos que por s mismos requieren de toda la atencin posible dentro de un nico parmetro humano y material enfocado en el mismo propsito -permanentemente-.

    * Se tiene la encomienda de funcionar como agentes de custodia y proteccin de reos, indiciados y asilados polticos. Dentro de los parmetros de los tratados internacionales suscritos por Mxico en materia de extradicin, deportacin y asilo poltico, sea que la situacin importe a la Federacin, o que se acte en

    auxilio de una entidad federativa, o que por lo delicado del asunto se recurra al apoyo de la AFI. * Sirven para el resguardo y traslado de procesados o indiciados dentro del territorio nacional por la va que se requiera.

    * Apoyan las actuaciones ministeriales en el lugar de los hechos.

    * Realizan labores de investigacin contra el crimen organizado en todas sus modalidades. * Efectan acciones sobre il citos del fuero comn siendo solicitadas por la PGR mediante la Facultad de Atraccin de que dispone para asuntos delicados que sobrepongan posibles repercusiones para el inters de

    la sociedad. * Mantienen convenios de colaboracin entre corporaciones policacas y los rdenes de gobierno estatales

    para la suma de esfuerzos enfocados en exclusivas circunstancias en donde por lo regular se requiera del apoyo externo para cumplimentar las dil igencias del Ministeri o Pblico de la Federacin. * Tiene tambin la encomienda de salvaguardar la garanta de orden y paz social en los casos de expresa

    flagrancia de delitos, claro que esto sera dentro de las ltimas instancias de urgencia. * Tienen el encargo de brindar proteccin a la integridad de los agentes ministeriales; entre otras funciones. Entre otras. (Sealando que la AFI, directamente proporciona agentes para INTERPOL Mxico, delegacin

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    nacional de la corporacin mundial de la Polica Internacional que tiene su sede en Francia. Para la

    operacin de bsqueda y detencin de criminales internacionales alrededor de los pases miembros de la organizacin).

    Nota: Respecto de las responsabilidades determinadas antes, sobre la figura de la Agencia Federal de Investigacin y la Polica Federal Preventiva; recordando slo la existencia de dependencias desglosadas del panorama general de ambas corporaciones. Tenemos que decir que a partir del 15 de Diciembre de 2006 (en que se dio por orden presidencial, la unificacin del mando de ambas, en la persona del general Ardelio

    Vargas Fosado. Titular hasta marzo 2007). Es que se ha venido evolucionando en cuanto a las directrices, marcos reglamentarios internos, el caudal administrativo e imagen institucional; as como la asi gnacin de estructuras internas para un mejor

    funcionamiento tctico de las instituciones, de cara a las necesidades producidas por la implantacin de operativos locales y regionales en contra del crimen organizado y la delincuencia comn. Sellando entonces en practicidad sucinta, la elevacin estructural -institucional del Cuerpo Federal de

    Polica; el que contiene entre sus 6 unidades: Divisin de Proximidad Social. Divisin de Inteligencia Policial.

    Divisin de Informacin y Anlisis. Divisin de Fuerzas Federales de Apoyo. Divisin de Servicios Judiciales y Ministeriales.

    Divisin Antidrogas. Sobreponindose entonces como nunca antes, una realidad que oblig a reflejar las necesidades operativas del gobierno contra la criminalidad, mediante la unificacin, en esta supercorporacin. Acompaada desde

    luego de la integracin de varias subsecretari as de la SSPF. Citando nuevamente como el pasado 15 de Octubre de 2007, arranco de manera prctica y operativa la fusin de ambas entidades policacas. Denominndose como Polica Federal.

    En tiempos recientes se ha conformado una instancia conjunta de participacin local y federal entre corporaciones policacas, en lo especfico para combatir la incidencia creciente del narcomenudeo en el pas; esto por medio de la fuerza denominada Unidad Mixta de Atencin al Narcomenudeo UMAN . En servicio

    en parte de la Repblica. Dando resultados y englobando la participacin constante de elementos de la AFI, de policas ministeriales y de policas estatales preventivos. Cabe hacer cita respecto de una exclusiva forma de prevencin del delito que existe en el pas y que no es

    l levada a cabo por ninguna autoridad policaca, sino por el Ejrcito, Fuerza Area y Armada, de forma temporal y en casos especiales de manera permanente. Hablamos de retenes, fi ltros de revisin y puestos de control instalados sobre todo en vas primarias de

    comunicacin terrestre. Por lo general exceptundose carreteras de cuota, en donde los elementos militares l levan a cabo tareas en cumplimiento de disposiciones de leyes generales y federales, en materia de delitos contra la salud, portacin de armas prohibidas y dems, en violacin:

    La Ley General de Salud, El Cdigo Penal Federal, La Ley Federal Contra la Delincuencia Organizada; Y la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos.

    Aducindose como de realce dichas acciones que sirven para brindar sin duda, por sobre la imagen similar que pueda aportar la polica, el halo de seguridad y confianza que al menos en ese momento y lugar tendrn

    las personas que observen esas acciones preventivas de las fuerzas armadas.

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    PERSONIFICACIN.

    Como vemos, existe una gama de fuerzas policacas dispuestas a lo largo y ancho del territorio nacional para el combate de la inseguridad, solo que no se han alcanzado las metas idealizadas en los ltimos aos, en que ms se ha acentuado la tendencia de la criminalidad ordinaria; y ms la organizada en el pas. Es de exponer los principios que rigen la existencia y funcionamiento de toda corporacin de esta ndole, en donde notamos que la disposicin y la aptitud para brindar el servicio a la sociedad, son las bases primordiales en que se sustenta la actuacin policaca; aunado a salarios decorosos, en apego al grado de profesionalizacin alcanzado por nivel educativo que tenga la persona que aspire a ser polica. Es importante, sin llegar a ser determinante en su totalidad: la condicin humana, la formacin familiar, personal, los valores cvicos y de respeto al orden jurdico y social; todos sirven para referenciar las aptitudes y actitudes en que se basa la actuacin de las personas que asumen la autoridad de la polica. Es de ver que la sociedad mexicana, histricamente dej a un lado el desarrollo de la carrera policial, de la profesionalizacin absoluta de la polica, que ya para nuestra poca hubiera surtido los deseados efectos en materia de servicio eficaz para mantener la seguridad donde debe estar. El foco de atencin sin duda, lejos de la contraparte que significan las voluntades criminales, lo es la condicin de la mayora de los policas que trabajan en el pas bajo las rdenes del Poder Ejecutivo en los tres niveles de gobierno.

    * En donde se observa un grado de relativa insolvencia integral en los individuos para desempear con propiedad el encargo. Se nota que ms all de la capacidad que puedan tener, todo termina en la cali dad relativa de la labor en que esa capacidad es demostrada ante la sociedad.

    * Un sinnmero de vicios heredados del pasado y que surgen y se actualizan con esta realidad, estn vigentes en la idea de parte de los policas; ms aquellos que tienen en ser vicio varios o muchos aos. Que son parte de los rezagos profundos que llegan de ese pasado para seguir causando estragos en la forma en

    que se desarrolla la actividad policial. * Es un crculo vicioso que por desgracia se sigue manteniendo; an no se exigen parmetros de probidad, capacidad y espritu de servicio en los aspirantes a polica; an no existen los programas unificados en los

    niveles estatales -sobre todo-, para ir creando los pasos institucionales necesarios para sistematizar una educacin profesional de carrera en el servicio policial.

    Es obtuso que se exijan requisitos personales de renovada calidad, cuando se siguen

    sosteniendo bajas percepciones salariales (directamente en policas del orden local). Es de ver por ejemplo, en la Academia de Polica del Estado de Michoacn, nicamente sean tres meses de instruccin bsica los necesarios para dotar de un arma a un individuo que apenas tiene el grado bsico de preparacin acadmica, con apenas la mayora de edad cumplida, y as salga a las calles con la responsabilidad integral, con la presin personal y laboral para desempear la funcin de ser un polica ms, dentro de la estructura parcialmente corrompida en que todava se manejan policas en los estados y municipios principalmente.1

    1 Como generalidad, as es en casi toda entidad federativa: 3 meses, Curso Bsico de Polica Preventivo.

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    Pero que se hace ante una cierta presin social por elevar salarios de policas, frente a la presin del gobierno, que exhibe la necesidad de una preparacin mayor; para que sean sujetos de un beneficio econmico mayor. Porque todo parece indicar que as es , no necesariamente la difcil tarea de ser polica es la determinante por s sola de que el gobierno tenga que aumentar el salario, sino que esto debe estar aunado a la eficiencia y preparacin personal que demuestren tener primero los individuos para des pus ser policas y ganar mejor.

    * Sin embargo a lo dicho, el escenario histrico, el planteamiento metdico del sistema nacional que todava rige alrededor de las convocatorias, exmenes, internados, capacitacin, adiestramiento, evaluacin y aprobacin de ciudadanos como agentes de polica (preventiva-local); no obedece precisamente a eso idealizado: Necesidad gubernamental-respuesta personal-preparacin del polica-trabajo de polica-buen salario. Superado por lo que tenemos: Baja exigencia convocada, en la necesidad gubernamental para emplear a personas como agentes del orden, y la respuesta en el mismo sentido, de parte de los aspirantes (ms que nada, necesitados de UN trabajo. No porque terminantemente deseen y tengan la aptitud para desempear tal responsabilidad, en posteridad).

    Es un punto sin acuerdo, junto al histrico complejo de pasividad que tuvieron los regmenes gubernamentales -en este caso- en su faceta econmica y exigencia profesionalizada; como para haber desde antes, dispuesto la salvedad de contar con recursos suficientes como para dotar de mejores remuneraciones a los policas; y en reflejo, verlos actuar profesionalmente. Y no tener que llegar a la actualidad en la que se discute con amplitud, la necesidad de pagar mejor para recibir mejor seguridad pblica, algo que no resulta cierto:

    * Si la deformacin parcial que sin lugar a dudas se tiene en parte de corporaciones policacas, se

    encuentra an en su apogeo, es incuestionable que en la superficie de ese problema de principios elementales; se tenga por configurado el suficiente panorama como para impedir que el solo hecho de mejorar las percepciones salariales, vaya a ser el detonante de la reestructuracin esencial que se requiere en el sentido y ubicacin de la labor policaca.

    Cuestiones tan complejas, como es un margen de deficiencia, de corrupcin, de falta de aptitud, de ineptitud y de falta de voluntad de servicio en parte de la actividad desempeada por los individuos-policas frente a la sociedad. Jams en el corto o mediano plazo sern reorientadas por el solo hecho de mejorar el salario; sin embargo, no por ello tenemos que dejar de notar la importancia toral que implica el no percibir un buen salario. Bajas percepciones en individuos, con baja calidad moral y laboral; no crea otra cosa ms que un ser corrupto o proclive a ello, en todo momento y lugar. Crea un perjuicio constante para la esencia misma de la loable labor policaca. Y es que no queremos decir que fue primero: Si la baja percepcin que causa la baja calidad personal en los policas, o la calidad personal ya estaba baja, antes de percibir el poco salario; lo que s se concuerda, es que un factor sirve al otro y viceversa (un calculo aproximado, en Mxico la mayor parte de los policas, que pertenecen a los Municipios, perciben un estimado promedio de 1500 a 2500 pesos a la quincena. Es decir, entre 2 y 3 salarios mnimos al da. Lo que para mantener a una familia, por muy menor que sea en miembros, difcilmente alcanza, mas que para subsistir lo elemental.

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    Mientras, de la calidad personal de esos ciudadanos, tenemos que acotar lo casi genrico, en que

    observamos que si las exigencias institucionales en la preparacin acadmica que deben tener los aspirantes a polica, no son progresivas; por obvias razones, y por ende, ante la falta de ms requisitos, las personas se presentarn con grados bsicos de preparacin. Con lo indispensable, que ser acorde entonces, con lo que

    se pide para aspirar a ser un polica ms (de nuevo preventivo-local).

    Donde una vez ms, tenemos que manifestar exponencialmente la no generalizacin de tener concebida a una persona bajo estndares en la calidad moral, humana e integral, estrictamente de acuerdo al grado de estudios o preparacin alcanzados; lo que nos da baja calidad humana en la persona si no tiene un grado alto. Ante lo que decimos, por desgracia para nuestro particular asunto, que parece lo anterior ir de la mano -en parte- con la disposicin en que se encuentran policas en el pas. Sobre todo en el rea de prevencin, de corporaciones municipales y estatales, y en el rea de procuracin, con las policas ministeriales (estatus promedio que aplica como enlace general, sobre una parte del resto de la poblacin mexicana: baja calidad personal x baja preparacin, y viceversa. Supeditado a la educacin, y sta a la economa).

    Es concordante que la voluntad institucional de algn tiempo para ac, haya sido concretada a medias para satisfacer las exigencias generales por contar con mejores policas. Algo que an no brinda los impactos en el seno de la actividad respectiva.

    Es difcil y verdaderamente intrincado el camino en el que se centran las directrices aportadas por las estructuras institucionales de las policas en el pas, de frente a la labor formidable que implica adentrarse al fondo de la concepcin misma de la actividad desarrollada da tras da por miles de esos individuos; en el carcter de servidores pblicos en el rea de seguridad pblica.

    Es significativo analizar la esencia y la forma en que proceden en la realidad las corporaciones, integradas para dar servicio de seguridad a la poblacin.

    Es casi pragmtico notar diferenciacin entre encomiendas idealizadas por las instancias superiores encargadas de dirigir las acciones administrativas y operativas de corporaciones policacas; y encomiendas prcticas en las que se basa la actividad al momento de ser aplicada en la cotidianeidad.

    Se establece un gran o reducido margen, segn sea la integridad y profesionalismo de la corporacin, en el que las disposiciones institucionales distan en buenas ocasiones de lograr los propsitos esperados, al momento en que llegan a las voluntades personales de los policas para que sean aplicadas. Se erige un campo distorsionado, ms en el fondo que en la forma, en el que se tienen pactadas especficas y genricas directrices superiores, y cuando stas derivan hacia la misma estructura base en que funciona la actividad comentada, son en no pocas veces tomadas de una forma que para nada conviene a los intereses de la seguridad pblica. Palabras, discursos y convenios institucionales han quedado en el papel, y seguirn quedando, mientras no se recomponga el camino parcialmente distorsionado en el que muchos cuerpos policacos actan. Para dar objetividad, tenemos que esgrimir algo ya antes visto, sobre una tendencia social para generalizar toda forma de perjuicio que se muestre en contra de su inters; y ante lo que nos corresponde ahora:

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    * Contamos para dilucidar, en el pasado y presente, que se vive en materia de actuacin de autoridades

    policacas; acontecimientos en los que se ha mostrado a la opinin pblica con amplitud, innumerables actos de corrupcin, incontables acciones i l citas del orden comn y federal; en las que han participado directa o indirectamente policas.

    Acciones en las que han vuelto dolo tpico, para confi gurar lesiones abstractas sobre la conciencia y la opinin de la sociedad, frente a esa imagen representada por quienes se supone, tienen la responsabilidad de protegerla.

    Esta psima representacin mental que tiene la sociedad de sus policas, desde luego que gran parte del mrito lo tienen esas acciones perjudiciales; en las que se nota cmo estos servidores pblicos proceden en contra del bien social, en contra de las personas bajo conductas de verdadero poder criminal. Ante lo cual, en concordancia con el presupuesto versado sobre la disposicin social para generalizar, sobre todo las formas negativas en que se le afecta, debemos comentar que si bien es cierto que gran cantidad de policas han cado en las redes de la delincuencia, han actuado en contra de la sociedad y sta lo ha notado; ha sido solo una parte minscula de todo el capital humano dispuesto sobre las corporaciones policacas. Sin embargo, han sido ms que suficientes las muestras de voluntad ilcita, en el pasado y en el presente, en las cantidades nfimas en que se observan algunos servidores pblicos para actuar contrario a los designios formales por los que se le inviste del cargo de autoridad; algo que gradual y sin retroceso se ha arraigado en el seno de la concepcin social acerca de la figura general forjada en los individuos llamados policas. Sin importar mucho la condicin especfica en la que laboren dentro de las instancias locales, estatales o federales de prevencin y procuracin de justicia.