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COMUNICACIÓN Y PEDAGOGÍA e un tiempo a esta parte, los que nos dedicamos a estos asuntos de la tec- nología educativa sólo oímos hablar de nuevas tecnologías: Internet en la es- cuela, interactividad con las redes, utili- dad de las weblogs, trabajo colaborati- vo en red, multimedia,... En ocasiones, damos la sensación de que hubiesen desaparecido el resto de medios a los que denominamos, no sin cierto tu- fillo a alcanfor, como “medios tradicionales”. Pero cuando uno se acerca a la realidad de la enseñan- za la perspectiva cambia, resultando que el libro de texto sigue siendo el rey y que la integración de nuevas tecnologías en la enseñanza no es tan real como creíamos. Y efectivamente si acertamos a acordar que el libro de texto es el rey de los medios en las escue- las, tendremos igualmente que admitir que su corte está integrada por todo tipo de materiales impresos y fotocopiados, en definitiva, materiales en soporte de papel. ¿Dónde han quedado las buenas intenciones que se tenían de renovar la enseñanza con nuevas tecnologías? En su momento el vídeo, luego el or- denador, más adelante Internet,... pero todos estos proyectos han acabado chocando con el muro de la realidad y el olvido de un agente educativo que ha de ser, necesariamente, la piedra angular de cual- quier innovación educativa: el docente. Y digo inno- vación educativa, que no tecnológica, pues la tec- nología ha de insertarse en un contexto de cambio más amplio. Es por ello que no deja de tener interés el análi- sis y reflexiones acerca de los medios impresos: su diseño, su uso, su evaluación... creemos, con de- masiada frecuencia, que no hay nada que añadir en un tema que creemos cerrado, pero puede que no sea tan cierto. Realmente es frecuente que no sepamos ni siquiera usar bien la pizarra. Con los libros de texto parece que tenemos to- dos nuestros problemas resueltos: nos definen los objetivos, vienen seleccionados y secuenciados los contenidos, la propuesta de actividades y ejerci- cios,... en fin, una bicoca para los docentes. Pero ¿qué modelo de enseñanza subyace?, ¿qué crite- rios de selección se aplican?, ¿qué valores se transmiten?, ¿qué tipo de alumno se promueve?, ¿se ajusta a mi contexto de aplicación?,... En fin, éstas y muchas otras preguntas debería preguntar- se un docente antes de utilizar un manual en la cla- se. LOS LIBROS QUE ENSEÑAN El libro ha sido el medio didáctico tradicional- mente utilizado en el sistema educativo occidental, e incluso, en el momento actual, caracterizado por los intentos de incorporación de las NTIC en la es- cuela, podemos decir que continúa siéndolo. A pe- sar de las voces que claman su decadencia, ningún medio de los incluidos dentro de las nuevas tecno- logías ha podido arrebatarle el lugar que ocupa, so- bre todo en la enseñanza reglada no universitaria. Así, “la práctica totalidad del tiempo de trabajo del escolar se realiza sobre o en relación con un tipo específico de material, el libro de texto. Gran parte del trabajo del profesorado en la planificación, de- sarrollo y evaluación se realiza sobre o en relación Análisis y reflexión sobre los medios impresos (diseño, uso, evaluación, etc.) como herramienta educativa en el aula. D Enseñar con materiales impresos Mª Paz Prendes Espinosa* 41 RECURSOS DIDÁCTICOS Material impreso

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Materiales de estudio para educación de adultos

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e un tiempo a esta parte, los que nosdedicamos a estos asuntos de la tec-nología educativa sólo oímos hablar denuevas tecnologías: Internet en la es-cuela, interactividad con las redes, utili-dad de las weblogs, trabajo colaborati-

vo en red, multimedia,... En ocasiones, damos lasensación de que hubiesen desaparecido el restode medios a los que denominamos, no sin cierto tu-fillo a alcanfor, como “medios tradicionales”. Perocuando uno se acerca a la realidad de la enseñan-za la perspectiva cambia, resultando que el libro detexto sigue siendo el rey y que la integración denuevas tecnologías en la enseñanza no es tan realcomo creíamos.

Y efectivamente si acertamos a acordar que ellibro de texto es el rey de los medios en las escue-las, tendremos igualmente que admitir que su corteestá integrada por todo tipo de materiales impresosy fotocopiados, en definitiva, materiales en soportede papel.

¿Dónde han quedado las buenas intencionesque se tenían de renovar la enseñanza con nuevastecnologías? En su momento el vídeo, luego el or-denador, más adelante Internet,... pero todos estosproyectos han acabado chocando con el muro de larealidad y el olvido de un agente educativo que hade ser, necesariamente, la piedra angular de cual-quier innovación educativa: el docente. Y digo inno-vación educativa, que no tecnológica, pues la tec-nología ha de insertarse en un contexto de cambiomás amplio.

Es por ello que no deja de tener interés el análi-sis y reflexiones acerca de los medios impresos: su

diseño, su uso, su evaluación... creemos, con de-masiada frecuencia, que no hay nada que añadiren un tema que creemos cerrado, pero puede queno sea tan cierto. Realmente es frecuente que nosepamos ni siquiera usar bien la pizarra.

Con los libros de texto parece que tenemos to-dos nuestros problemas resueltos: nos definen losobjetivos, vienen seleccionados y secuenciados loscontenidos, la propuesta de actividades y ejerci-cios,... en fin, una bicoca para los docentes. Pero¿qué modelo de enseñanza subyace?, ¿qué crite-rios de selección se aplican?, ¿qué valores setransmiten?, ¿qué tipo de alumno se promueve?,¿se ajusta a mi contexto de aplicación?,... En fin,éstas y muchas otras preguntas debería preguntar-se un docente antes de utilizar un manual en la cla-se.

LOS LIBROS QUE ENSEÑAN

El libro ha sido el medio didáctico tradicional-mente utilizado en el sistema educativo occidental,e incluso, en el momento actual, caracterizado porlos intentos de incorporación de las NTIC en la es-cuela, podemos decir que continúa siéndolo. A pe-sar de las voces que claman su decadencia, ningúnmedio de los incluidos dentro de las nuevas tecno-logías ha podido arrebatarle el lugar que ocupa, so-bre todo en la enseñanza reglada no universitaria.Así, “la práctica totalidad del tiempo de trabajo delescolar se realiza sobre o en relación con un tipoespecífico de material, el libro de texto. Gran partedel trabajo del profesorado en la planificación, de-sarrollo y evaluación se realiza sobre o en relación

Análisis y reflexión sobre los medios impresos (diseño, uso, evaluación, etc.)

como herramienta educativa en el aula.

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Enseñar con materiales impresos

M ª P a z P r e n d e s E s p i n o s a *

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con un libro de texto. El mercado editorial muevetodos los años cientos de millones de pesetas en lapublicación y venta de libros de texto. Y las familiasvaloran a menudo lo que se enseña a sus hijos porel avance en el temario del libro de texto” (MartínezBonafé, 1.992b, 8). Esta realidad sigue mantenién-dose en el año 2005 en nuestros centros de ense-ñanza.

Hay distintos tipos de libros (novelas, ensayos,libros de arte, enciclopedias, diccionarios,...) y aun-que todos ellos pueden ser utilizados como recur-sos didácticos de forma óptima, diremos que hayun grupo de libros que específicamente han sidodiseñados y producidos para enseñar (ya sea co-mo recurso en contextos formales o no formales).Estos últimos serán los libros didácticos, y dentrode esta categoría no todos serán manuales escola-res. Así pues, dentro de ese amplio concepto queserían los “libros que enseñan”, podemos hacer asu vez distinciones: manual escolar, libro infantil, li-bro universitario, libros de instrucciones de apara-tos, libros técnicos para especialistas,...

Tomando como punto de partida la distinciónentre libro didáctico (específicamente diseñado pa-ra contribuir al proceso de enseñanza) y libro técni-co (diseñado como ayuda técnica especializada obien con carácter divulgativo, libros que formanparte de la cultura en general), incluiremos en estaprimera categoría de libros didácticos tres tipos:

Los libros infantiles (diseñados para que de for-ma amena los más pequeños vayan aprendiendoconceptos básicos y desarrollando sus habilidadesintelectuales), que en su mayoría se diseñan enfo-cados a la lectura en casa por parte de un adultopero, evidentemente, también llegan a las escue-las, especialmente a través de las bibliotecas es-colares y los programas de incitación a la lectura.

Los manuales escolares (libros de texto para laenseñanza reglada en contextos formales).

Los libros universitarios (manuales destinadosa la enseñanza superior, con lo cual su relacióncon los aspectos de la enseñanza reglada es me-nos estrecha, convirtiéndose en tratados sobreuna disciplina o campo del saber que puede serutilizado para distintas situaciones de enseñanza oincluso como libros de consulta más allá de la en-señanza reglada).

Para facilitar una definición que concrete laidea, diremos que entendemos como manual es-colar (libro didáctico escolar o libro de texto) elproducto editorial construido específicamente parala enseñanza. Un material impreso escolar o un li-bro de texto es aquel editado para su utilizaciónespecífica como auxiliar de la enseñanza y promo-tor del aprendizaje. Podemos afirmar, por tanto,que han sido diseñados específicamente para en-señar, por lo que son didácticos no porque llevanasociado el adjetivo escolar, ni porque se utilice enun contexto escolar, son didácticos por la finalidadcon la que han sido diseñados. Como característi-ca más significativa, presentan una progresión sis-temática que implica una propuesta concreta delorden del aprendizaje y un modelo de enseñanza.

Para el Ministerio de Educación y Ciencia (R.D.388/1.992 de 15 de Abril, BOE 23-4-92), los libros

de texto son materiales curriculares que los pro-fesores y los alumnos utilizan en los centros do-centes, públicos y privados, para el desarrollo yaplicación del currículo establecido oficialmente. Elconcepto de material curricular añade otro rasgosignificativo referido al respeto obligado y generali-zado que ha de tenerse hacia la normativa vigente.

LOS LIBROS DE TEXTO Y LA ENSEÑANZA

TRADICIONAL

Sea cual sea el modelo organizativo para eluso de los libros, es incuestionable, como decimos,su importancia en la enseñanza. El libro como me-dio didáctico tiene una tradición que se remonta aEgipto –aunque en aquel momento histórico no po-díamos hablar de libro tal y como lo conocemos–;posteriormente encontramos indicios en la EdadMedia donde el libro se usó de forma sistemáticacomo recurso de aprendizaje, y por último se gene-raliza su uso con la invención de la imprenta.

Si observamos lo que ha sido el manual escolara lo largo de su historia, es fácil comprobar cómoha ido evolucionando en su diseño. Desde aquelloslibros enciclopédicos sin apenas ilustracioneshasta los actuales manuales con profusión de colore ilustraciones, el diseño de estos materiales hasufrido una constante evolución que no sólo se haobservado en cuanto a sus contenidos. Se puedenrevisar en la Red numerosas investigaciones ybases de datos con información de alto interés his-tórico sobre los manuales escolares1. El libro detexto se ha convertido así en un medio que se haconsolidado como transmisor cultural y escolar.

Sobre esta cuestión, en un informe elaboradopor las Cortes en 1999, se consideró que “el sopor-te impreso será siempre necesario, es deseableque así permanezca y de modo muy especial enlos niveles básicos de la enseñanza. No podemos,sin embargo, obviar el hecho incuestionable de quelos denominados materiales multimedia van a te-ner cada día mayor importancia en la enseñanza”(25-11-19992).

En los proyectos curriculares de la enseñanzaen la España actual, los libros de texto de formaconcreta y los materiales impresos de modo másgeneral juegan un papel preponderante. Y ya noúnicamente en la planificación de la enseñanza, si-no en la acción práctica del día a día para los do-centes son recursos básicos. Es, además, objetoconstante de discusión su financiación, pues supo-nen a las familias desembolsos importantes de di-nero cada año.

La política con respecto a los textos escolaresvaría según cada contexto. En España, todos los pa-dres conocemos lo que supone adquirir los libros es-colares a comienzo de cada curso, dada la políticade un niño, un libro; o mejor expresado: un niño, unlibro nuevo. Pero no es éste el único modelo factible,se podría optar por formas alternativas de organiza-ción. Por sugerir algunas:

Una biblioteca de aula con libros que no son pro-piedad de cada niño sino del centro;

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Campañas de recogida de libros al finalizar loscursos;

Libros adquiridos con presupesto del centro y/odel APA que luego se ceden al colegio;

Hábitos de trabajo diferentes: no escribir en los li-bros, tratarlos con mayor cuidado,...

Ello implicaría un cambio metodológico impor-tante, pues el procedimiento habitual en un contextoen el cual cada alumno tiene su libro para su usoexclusivo y como propiedad privada –que de hecholo es–, no puede ser el mismo que en escuelasdonde los libros son de la institución. Es algo queaunque aquí en España pueda sonar extraño y difí-cil, en otros países se hace desde hace tiempo.

OTROS MATERIALES IMPRESOS

No obstante, no hemos, en ningún caso, de ol-vidar que además del libro de texto son numerososlos materiales impresos de todo tipo que se utilizanen las escuelas. Entre éstos aparecen las obras deconsulta y referencia que no implican, a diferenciade los manuales escolares, una organización deaprendizajes. Y también se utilizan para enseñarlos cuentos, las novelas, la prensa, revistas de todotipo, tebeos, postales, fotos, murales, mapas, fi-chas,... materiales impresos todos ellos que seconvierten así en medios de enseñanza –cuandoson utilizados con tal fin–. Vamos a comentar aquíbrevemente tres de ellos que consideramos de es-pecial interés: los tebeos, la publicidad y las foto-grafías.

Cómic

El cómic es una secuencia de viñetas con es-tructura narrativa que combina dos lenguajes: elicónico y el verbal. Los cómics aparecen por prime-ra vez en Alemania a finales del siglo XIX, aunqueen su forma moderna se considera que nacieron enEstados Unidos en 1896. Es la industria periodísti-ca y editorial la que hace del cómic, junto a la foto-novela, un medio de comunicación de masas deenorme interés sociológico. Ha ido adquiriendo sus

características actuales paulatinamente gracias ala influencia, fundamentalmente, de la caricatura, elchiste gráfico, los avances en las técnicas de repro-ducción impresa, el periodismo de finales del XIX yla evolución de la industria editorial. Llegó a su mo-mento cumbre en 1929 con la publicación y difu-sión universal de los cómics norteamericanos “Tar-zán”, “Buck Rogers”, “Dick Tracy”, “Flash Gor-don”,...

Como parte de su repertorio verbal, incluye losglobos o bocadillos (locuciones de personajes), loscartuchos o textos de apoyo (en tercera persona) ylas onomatopeyas que en ocasiones poseen un im-portante valor iconográfico con una textura plásticapropia. En cuanto al repertorio icónico, ha de anali-zarse el encuadre, la perspectiva y la configuraciónexterna de cada viñeta, así como los repertoriosgestuales de los personajes, códigos vestimenta-rios, códigos escenográficos y elementos cinéticosque expresan movimientos y trayectorias.

La utilidad pedagógica del cómic viene dadapor su eficacia comunicativa, su poder de estímulopara el niño y su posible uso como test. En la ac-tualidad, dada la influencia de los medios audiovi-suales y las dificultades para adquirir el hábito de lalectura, puede ser un importante elemento de moti-vación y aprendizaje para los niños. Además, es fá-cilmente manejable, de bajo coste y se presta a lamanipulación tanto para el juego con los textos co-mo con las imágenes.

Publicidad impresa

La publicidad impresa suele presentar, al igualque el cómic y el libro de texto, la conjunción deimagen y texto. No obstante, hemos de señalar queen los mensajes publicitarios la imagen asume undestacado protagonismo, mientras que el texto ac-túa como anclaje. El origen de la publicidad ha deser indagado en Grecia (s. V a.C.), Roma, e inclusoEgipto y Babilonia, aunque cobra entidad propia enla Edad Media, comienza a definirse en su concep-to moderno ya en el siglo XIX y se desarrolla es-pectacularmente en las últimas décadas de nuestrahistoria. El cartel publicitario sufre una profundatransformación y comienza a adquirir la entidad conla que lo conocemos actualmente en la época de laBauhaus.

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Buck Rogers (http://www.buck-rogers.com).

Flash Gordon (http://escena.ya.com/temerario/).

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Es la publicidad uno de los modos de comunica-ción masiva que resultan más característicos denuestro entorno social cotidiano actual. Vivimos ro-deados de mensajes publicitarios que nos conven-cen de cómo tenemos que lavar, cómo tenemosque conducir, cómo tenemos que vestir,... nos per-suaden sutilmente y condicionan nuestros compor-tamientos. Es importante también considerar, desdeun enfoque pedagógico, que la publicidad es un me-dio paradigmático en cuanto a la inclusión de este-reotipos en sus mensajes. Es importante en educa-ción el uso de la publicidad no únicamente como ve-hículo para promover otros aprendizajes (enenseñanza de lenguas extranjeras, por ejemplo, esfrecuente), sino también como objetivo en sí mismopara contribuir a la formación de ciudadanos críticosmás difícilmente manipulables, un objetivo que nodebe reducirse al análisis de anuncios de forma ais-lada sino más bien debe orientarse sobre campa-ñas, comparación de medios, análisis de los meca-nismos de influencia,...

Fotografía

La fotografia es la reproducción en dos dimen-siones de lo que en realidad tiene tres, una repro-ducción que de forma habitual presenta un alto gra-do de semejanza con aquello que representa (ico-nicidad), y de ahí el valor habitual de uso educativoque se le confiere: mostrar la realidad. Su origen hade buscarse en los primeros experimentos a me-diados del siglo pasado de Niepce y sobre todo Da-guerre. A finales del siglo XIX, tres científicos (Da-guerre, Talbot y Herschel), de forma separada ycon enfoques distintos, consiguieron una verdade-ra fotografía utilizando el principio básico de la cá-mara oscura, ya conocido en tiempos de LeonardoDa Vinci (ss. XV-XVI). El que obtuvo un mayor éxitoy se popularizó con rapidez fue el de Daguerre,procedimiento que permitía obtener reproduccio-nes de gran nitidez y claridad. Y en 1861, Maxwellmostró en la Institución Real de Londres la primerafotografía en color del mundo gracias a una técnicade superposición de imágenes proyectadas.

El nacimiento de la fotografía permitió a la pin-tura el poder liberarse de su función figurativa, de lanecesidad de retratar la realidad, aunque tambiénla fotografía busca ser un acto de comunicaciónmás allá de su concepción como una herramientade reproducción. La imagen fotográfica aparececompuesta por la interacción de tres elementos: larealidad, el fotógrafo y el medio fotográfico. Algu-nos de los procedimientos que la fotografía utilizapara connotar son de tipo técnico(el trucaje –modi-ficaciones de laboratorio–, los encuadres, la ilumi-nación, la perspectiva, la angulación o la profundi-dad de campo) o bien de tipo expresivo (la compo-sición de los objetos, las poses, las formas ycolores,...)

Destacar la habitual relación analógica de la fo-tografía con la realidad, tampoco significa afirmarque es inmediatamente comprendida por los alum-nos: su lectura exige el conocimiento de su código.Por ello, pueden ser de gran interés las actividadespara introducir la fotografía en el aula como conte-nido a estudiar.

Es importante considerar previamente la evolu-ción de la comprensión de la imagen fotográfica en

los niños, pues sólo a partir de los 10 años es cuan-do aparecen diferencias entre el espacio de acciónreal y la escena figurada, los dos planos de la reali-dad fotográfica. A esa edad, ya los niños reconstru-yen el punto de vista del otro, a partir de este mo-mento es cuando los niños representan gráfica-mente en sus dibujos los diferentes puntos de vistautilizando para ello la perspectiva.

CON LAS NUEVAS TECNOLOGÍASTAMBIÉN SE GASTA PAPEL

Si en algún momento se pensó que las nuevastecnologías iban a reducir el consumo de papel, lapráctica ha demostrado justamente lo contrario: seconsume más papel que antes. De hecho, es muyprobable que todos tengamos que reconocer nues-tra excesiva tendencia a imprimir la informaciónque nos interesa, con el gasto de papel que ello su-pone. Y además nos gusta imprimir en color, quese ve más bonito pero sale más caro y no siempreestá justificada la inversión económica. Probable-mente, nos acostumbraremos a los soportes virtua-les de información cuando estemos tan seguros deque van a funcionar como estamos seguros de quesaldrá agua cuando abrimos el grifo... ¡y a veces nosale! Pero no pensamos en ello. También influye lacapacidad de los soportes de información, pues ca-da vez nos permiten almacenar mayores cantida-des de datos en menos espacio y eso evita muchasimpresiones de documentos en papel.

Por otra parte, también las propias nuevas tec-nologías acarrean en sí mismas el uso del papel. Eluso de nuevos aparatos y herramientas exige laedición de completos manuales con instruccionessencillas (a veces no tan sencillas), o el software sevende con folletos a todo color que además de ex-plicar cómo se instala te convencen de que el pro-grama adquirido es el mejor del mundo.

En cualquier caso, es necesario reconocer quela digitalización facilita tanto el envío como la mani-pulación de información (reedición, escaneo, im-presión,...), y es una de las características más sig-nificativas de las nuevas tecnologías. Cada vezmás, los docentes editan materiales impresos degran calidad, y el hecho de que ellos mismos editen

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Bauhaus (http://www.bauhaus.de/english/).

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materiales hace que éstos se ajusten mejor a sucontexto y a sus usuarios. Y es igualmente ciertoque el avance de la tecnología ha acercado las má-quinas a los usuarios. No es necesario un conoci-miento especializado para manejar un ordenador, opara editar documentos,... y esas facilidades redun-darán en la calidad de los materiales que los do-centes vayan animándose a producir, más allá delos materiales que puedan ofrecernos las empresascomerciales.

ALGUNAS RECOMENDACIONESDE USO

Evaluar y analizar con rigor cualquier material an-tes de usarlo en el aula.

Utilizar el medio como elemento del curriculum ypor tanto en relación directa con el resto de varia-bles que lo configuran (reflexionar especialmentesobre la metodología).

El libro podrá seguir siendo el soporte básico dela enseñanza, pero ha de tenderse a una enseñan-za multimedia que integre múltiples y diferentes me-dios.

No hay por qué limitarse a un único libro, pense-mos en la cantidad de libros que nos ofrece el mer-cado.

No es complicado producir material impreso pro-pio, ha de animarse al profesorado a hacerlo.

Las nuevas tecnologías también pueden utilizar-se para compartir los materiales que se editen yademás que otros puedan ajustarlos a su realidad.

Animamos igualmente a la formación de gruposque en colaboración se planteen el análisis, evalua-ción y producción de materiales impresos.

Notas:

1.- Recomendamos algunas webs de interés sobre estacuestión. El proyecto MANES de investigación sobre losmanuales escolares de España, Portugal y América Lati-na en los siglos XIX y XX (http://www.uned.es/manesvirtual/portalmanes.html). O para aquellos nostálgicos que quie-ran recordar la escuela y los libros de otros tiempos,(http://www.museodelnino.es/principal/principal.htm). Encuanto a documentación escrita, es igualmente interesan-te el monográfico de la Revista Interuniversitaria de Histo-ria de la Educación (“Los manuales escolares en la histo-ria”, nº 19) del año 2000.

2.- Se puede leer en http://www.senado.es/boletines/D0509.html.

* Mª Paz Prendes Espinosa. Profesora del Área de Didáctica yOrganización Escolar de la Universidad de Murcia.

E-mail: [email protected]