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  • 7/23/2019 entre el oficio y la disciplina

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    Entre el oficio y la disciplina. Hacia un

    balance del quehacer antropolgico en el

    Valle del Cauca

    Carlos Enrique Prez Orozco

    El

    nmuo

    cosas

    Nchas

    bajo nomb I1ntropoWgla

    es Jimplnnmu infinito; u s t ~ d p u ~ t h l l c ~ r

    roolquier

    coso

    llamart antropo[ogla. ( eo

    N

    tal

    wz

    un poco

    atre

    mo)

    Geertz

    {l

    99

    1)

    1

    Abstract

    lh i

    s an

    id

    e pr

    esents

    the

    results

    ofan investigadon

    on lhe 13Sks

    of

    anrhropologisls

    in rhe

    regio

    n

    o

    r

    he Valle

    d

    el

    Ca uea. It describes (hese

    tasks regarding

    {he practical

    works

    rh

    ey perform, thdr role

    and

    social place, hde academic production

    and thde co

    mr

    ibUlions 10 rhe soci

    al

    seicnce discipline e amhor

    a.sse

    rts

    lI

    lar

    inlcrdisciplinary pracriccs, alrhough positive foc a holis

    fi

    c understandi ng

    of

    cultural problems, dissolve

    me

    methodological and

    of

    Ihe

    lOo

    ls

    nheren 10 lhe s udy of regional anthropo logy. The anide idemifies sorne

    di$linctive fcalures

    of

    (hese pracri

    ces

    and I

    he

    ch

    al1e

    n

    ges

    presented

    10

    (he

    formadon

    of

    new

    anthropol

    og

    iscs in

    Valle del Ca

    u

    ca.

    Introduccin

    Q

    u

    es

    lo que hacen los an

    trop

    logos en l

    Va

    lle del Cau

    ca?

    Puede

    caracterizar

    se

    su quehacer de modo lal

    que

    se admita reconocer en e llos una

    id

    entidad partic

    ular?

    Son esas marcas de identidad conceptuales, te rica

    s.

    disc

    ur

    sivas. o se muestran en experticias profes ional

    es?

    Ex iste acaso un campo

    de accin, como una especie de territorialidad discursiva o profesional. en

    la

    qu

    e construyan un

    es

    pacio soci

    al

    part

    icul

    ar

    y

    se

    reconozcan como sujetos?

    En

    I Tndoccin del cd ilOr. El 1010 original en inglb: Thc number of I",ngs donc unde.

    lOe al

    amhropology is

    jml

    ,nfihilc; you can do anyt ,ngand

    ll

    il anlhropology.

    l

    h.

    1I

    i

    pttluJll

    a ',nle l r t ~

    \

    1

    1

    I

    1

    1

    1

    I

    1

    i

    I

    1

    I

    j

    1

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    2/20

    12

    es

    Enrrc l oncio y la disciplina. Hacia un balance del quehacer

    3n1ropolgico en el Valle del Cauea

    qu

    medida esas prcticas sociales

    y

    discursivas construyen, a

    la

    vez

    que

    a los

    antroplogos, a

    la

    disciplina antropolgica en el Valle del Cauea?

    Dar

    respuesta

    a estas preguntas,

    qu

    e

    orientaron

    la investigacin exploratoria

    de

    la

    que aqu

    se da cuenta, tiene pertinencia para un proyecto social por construir: el

    de

    la

    nueva escuela de antroplogos

    de la

    Universidad Icesi. En el

    momento de

    iniciar

    esre proyecto universitario no se poda desconocer el saber

    y

    el quehacer de los

    antroplogos presentes en la regin, ni tampoco pasa r

    por

    airo

    los

    retos que sus

    prcticas soc

    ial

    es haban planteado. El proyecto

    de

    la

    nu

    eva escuda, de

    una

    u

    otra

    manera, debera redircccionar los caminos

    ya

    recorridos, hacer algo con

    las

    puertas

    que

    ha encontrado abiertas, o cerradas, abordar o desechar

    la

    s preguntas

    que ya han sido planteadas, y hacer suyos los aciertos y conquistas precedentes. Le

    convendra, tambin , aprender

    de

    los extravos.

    El

    objetivo

    de

    esta exploracin

    ha

    sido, precisame

    nt

    e,

    aportara

    una comprensin

    de la

    prctica antropolgica

    en

    la

    regin, para

    que

    la

    formacin de nuevos antroplogos responda a

    las

    demandas

    sociales

    que

    les son hechas y a las lneas

    de

    investigacin

    m

    s pertinentes para

    el momento

    actual.

    La opcin m

    eto

    dolgica asumida toma distancia de lo

    qu

    e

    se ha dado en

    llamar estado del

    ane ,

    y

    se

    aproxima ms a

    la

    perspecfiva del anlisis crtico del

    disc

    ur

    so,

    por

    cuanto, en su

    co

    mprensin,

    las

    reglas di

    sc

    ursivas

    qu

    e posibilitan

    la

    construccin

    de

    los textos coincidiran con

    la

    s

    qu

    e constiruyen a los sujetos

    que

    los enuncian. Se

    pr

    etende relacionar

    la

    s

    pr

    cticas

    que

    configuran a los sujetos

    sociales que hacen

    la

    antropologa con

    la

    di

    sc

    iplina misma, no slo

    por

    el tipo

    de textos

    y

    saberes qu e as se llaman.

    Para co

    mpr

    ender un discurso no slo conviene atender a

    o dicho

    el

    contenido

    referencial del texto),

    pu

    es

    el

    sentido no

    es

    t encapsulado

    en

    el

    tex[O

    , sino

    que

    debe ocuparse por igual del

    decir

    del acto social de su enunciacin y sus

    circunstancias.

    Tanto en lo

    dicho,

    como

    en el decir, hay siempre

    una toma de

    posicin del enunciador en su co

    nt

    ex[O qu e trasciende

    el

    mbito

    de

    la referencia

    de

    los textos.

    Hay

    una experiencia vital

    de

    se

    ntido que

    se co

    nden

    sa

    en

    las

    prcdcas disc

    ur

    sivas. Por

    otra part

    e, el quehacer profesional

    pued

    e tener, o no,

    la

    condensacin en textos acadmicos, pero s

    iempr

    e

    es una

    prctica social;

    por

    ello, un estado del arte centrado en los textos, se ra incompleto. Esto es evide

    nt

    e

    cuando se conStata que lo nico

    que

    hacen los antroplogos no es escribir textos

    acadmicos.

    Es

    su devenir social

    lo que

    les permite reconocerse con

    el

    es tatuto

    particular, diferencial

    de

    antroplogos.

    Responder a qu

    es la

    antropologa? desde

    las

    prcticas profesionales, desde

    el oficio puede parecer un corte

    abrupto

    a

    la

    discusin epistemolgica acerca

    de

    los lmit

    es de la dudplina

    Para definir a

    la

    antropologa

    no

    preocuparan tanto los

    objetos conceptuales

    que

    reclama co

    mo

    propio

    s,

    o las posturas metodolgicas que

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    I

    I

    I

    I

    Carlos E

    nri

    que Prcr. OrolCO

    adopta, ni siquiera

    el qu

    ehacer

    et no

    gr

    co sera lo

    qu

    e construye

    el mbito

    de la

    disciplina. Ms bien, [as reglas del discurso

    an t

    ropolgico habr que encolllrar las

    en

    las

    huellas

    qu

    e s te d e

    ja

    tanto

    en

    el

    deve

    nir

    soc

    ial

    de

    los a

    ntrop

    61ogos co

    mo

    en

    sus texros. Ena

    es

    una manera de entender el decir de Clifford 'a

    antropologa es lo que ha

    ce

    n l

    os

    antrop logos . a antropologa como oficio

    podra

    entend

    erse como ucnl co

    mo

    habilidad o experticia para el desarrollo

    de una actividad transformadora o constructora de objetos; por su parte, la

    antropolog a como disciplina sera la construccin de los objetos conceptuales

    que daran co n

    sis

    tencia

    y

    sentido a tales prctica

    s.

    En la investigacin realizada se us como mtodo la observacin directa

    de

    [a

    s prcticas, la e

    nt rev

    ista personal y la revisin

    docum

    ent a

    l. Se

    fij un

    lmite cron olgico in fe

    ri

    or en la dcada de los se

    tenta

    , pues

    con

    la creacin del

    programa

    de

    ant ropo l

    og

    a de la Un iversidad del

    Ca

    uea, los profesionales

    de

    esta

    disciplina empezaron a ejercer en

    el

    Valle del

    Cauea

    con

    mayor nQ(oriedad.

    si

    n

    desconocer que

    hubo ant

    roplogos profes ionales formados en otras escuelas

    y con

    anter

    ioridad. a frontera espacial. si bien se

    fi

    j para el Valle del Ca uca

    como e

    ntid

    ad

    po l t

    ico

    adm

    in istrativa, t u

    vO

    en cue

    nta que

    la configuracin de

    las

    red

    es

    social

    es

    del surocciclente co lombiano hacen difusos y escurridizos estos

    lmites poltico

    s.

    Esto dejara por fuera todo aqu ello qu e puede reconocerse como discurso

    an tropo lgico pero cuyo e

    nunciador no

    sea un antrop logo un a dec isin

    apa rentemente in justa si se dene en cuenta que en el Valle del Ca uca los

    an troplogos han sido pocos, y los problemas que pudiera n haber sido de su

    tradicional

    competencia han

    sido abordados

    po

    r

    ot

    ros cientficos social

    es

    co n

    solvencia

    y

    prof

    es ionalismo. Sin

    emba

    rgo.

    no

    se hizo esto

    como

    una decisin

    apriorista sin fundamento; el corte tiene ms razones prcticas y

    meto

    dolgicas

    que

    nmdada

    s

    en

    algun a filosofa de la ciencia. Si se decidiera tomar en cuenta

    desde un

    prim

    er

    momento

    toda la produccin multidisciplinar que se mues tra

    como afn a los problem as de la antropologa, si se

    toma

    ra todo esto co

    mo

    parte

    del

    corpus

    de textos y prcticas sociales a considerar, con

    qu

    c

    ri

    terios definir

    los lmites de lo observabl e? Cules seran considerados como verdadera mente

    antropolgicos y cules

    no

    ? Para no complejizar

    mucho

    las posibles respuestas

    epistemolgicas, pues no es ese el objeto de este texto, basta dar algunos ejemplos

    de discursos y prcticas de n

    o-a

    nt

    rop

    logos que

    ponen

    en entredicho los lmites

    disciplinares, y que, de un a u otra forma . tambin constituyen parte de los

    precede

    nt

    es de las prcticas

    de

    la co

    munid

    ad aca

    dmica que

    te

    nd

    rn

    qu

    e ser

    considerados en un balance general de las ciencias sociales en la regin.

    129

    es

  • 7/23/2019 entre el oficio y la disciplina

    4/20

    3

    es

    Elllre

    el

    o

    cio

    y

    la disciplina. Hacia un balance del quehacer

    antropolgico en el Valle del Cau

    ea

    Fronteras interdisdplinares de la

    antropologa

    regional

    No

    es sostenible afirmar

    qu

    e son las disciplinas las

    que

    crean los objetos

    de estudio; esto implicara que preexisten a ellos. Ms bien, son los problemas

    abordados por un racionalis

    mo

    crtico los que encuc

    mran

    en l las formas

    discursivas ms adecuad

    as

    para su comprensin y nacen , as, las disciplinas y la

    delimitacin de sus objclOs conceptuale

    s.

    As

    la

    s cosas, mu cho de lo que han

    hec

    ho

    socilogos, hi smriaclores, comunicador

    es

    y trabajadores social

    es

    en el

    Valle podra considerar

    se

    como a ntropolgico , en tanto

    lo

    s problemas que han

    abordado son aquellos qu e permitieron la gnesis de la disc iplina antropolgica

    propiamente dicha. Si se quiere hacer un balance del conocimiento disciplinar

    no podr desecharse tan abundante

    produccin

    y la

    primera nota

    distintiva que

    sobresale en ella

    es

    su entraa in terdisc iplinar. Es ms, esta caracterstica podra

    se r reconocida como una de l

    as

    marcas di stintivas de la antropologa vallecaucana

    y la lcesi estara en el debe r de dar co

    ntinuidad

    y

    profundid

    ad a tal avance.

    1

    Es

    apenas lg ico

    qu

    e los antroplogos vallecaucanos

    qu

    e se han dese

    mp

    eado en

    la docencia universitaria

    (s

    in

    el

    propsito de formar antroplogos), o han sido

    partcipes de equipos in terdisciplinares de inves tigacin, hayan estado morivados

    a tender de manera natural los pu entes de la in terdisciplinariedad. sta no

    habra sido una tarea fecunda si los actores se hubiesen enfrascado en disc usiones

    epistemolgicas, o infantiles reclamos por el acceso excl usivo a determinados

    territorios del conocimicnro. Veamos un rpido panorama ilustrativo de esta

    produ ccin en las fronteras in terdisciplinares de la antropologa en el Valle del

    Ca uca, hechas desde otras di sc iplinas convergentes.

    Desde

    lo

    s diversos grupos de inv

    es

    tigacin del

    Ce

    ntro

    de Inv

    es

    tigacion

    es

    en Psicologa, Cognicin y C

    ultura

    de la Universidad del Valle se han lle

    va

    do

    a cabo inves tigaciones

    qu

    e bien podran dar res pu es ta a viejas

    pr

    eocupaciones

    antropolgicas acerca e la relacin entre la c

    ultura

    y lo s patrones de

    co

    mport

    amiento personal, la relatividad de categoras como adolescencia ,

    etc. Si bien la merodologa de algunas de estas inv

    es

    tigaciones, dirigidas por

    Mara Cristina Tenorio ent re Otros, se reconocen co mo de etnopsicologa

    o de psicologa cultural y sus ca t

    ego

    ras de anlisis

    no

    son

    propi

    amente

    a

    ntrop

    olgicas, es indudable una gran afinidad co n ellas. Y es que ni sus

    objetos de estudio, ni

    el

    uso de recursos metodolg icos co

    mo

    la etnogra6a y la

    observaci n participa

    nt

    e, pueden ser exclusivos de una u otra disci plina.

    Es

    ms,

    los investigador

    es

    e

    ntienden que

    la complejidad de los objetos slo

    pu

    ede ser

    2 h...:ho. d plan dd p m g r a m ~ antropologa Icesi

    se

    ha previno

    un

    nudeo eomn de marerias

    l

    as c o n ~ r g ~ n cstu

    diantcs l

    os

    programas amropologa,

    soc

    iologa. ciencias polticas y

    ,

    irologa.

    El

    cue

    rpo o c ~ m ~ .

    de

    igual

    manera,

    e s ~ r o r m ~ d o e n d i s c i p n a s d i ~ , s a s . As,

    d

    a b O l d ~ j e d c

    los problc m

    as

    decsludio

    i l ~ , m ~ l o d o l g i c a

    y

    o n e ~ p r u a l m c di t'$a5

    miradas.

    l

  • 7/23/2019 entre el oficio y la disciplina

    5/20

    Carlos Enrique Pircz Orozco

    abordada

    interdisciplinarmente. As, en

    es

    ta escuel

    a, se enC

    Uf'ntra n desarrollos

    ~ r c

    de la nocin de adolescencia en ciudad

    es

    como Buenaventura Cali, la

    definici

    n cultu

    ral

    de

    los ro

    l

    es

    de gnero y

    la

    relacin de stas

    co

    n

    la

    viol encia

    intrafamiliar en a

    li y

    la regin, la caracterizacin cultural de las fam

    il ias

    del

    suroccidente, etc. (vase: Tenorio, 1997) En

    qu

    se ntido esta produccin no

    hara parle del saber antropolgico reg ional?

    Por otra parte, si se da una mirada a la produccin de la escue la de lenguas

    de la mi sma universidad, se encuentra

    que

    slo en tesis de la maestra en

    lingstica

    (se

    contabilizan 88 ttulos), muchos abordan la descripcin crtica

    de forma s lingst icas y de comu

    ni

    cacin propias de comunidad

    es

    del Valle ;

    incluso hay anJ isis de eve ntos comunicati

    vos

    complejos como rituales religiosos

    afro para cuyo es tudio se apropian de ca tegoras analticas de la antropologa

    de

    la comun icacin

    (vase:

    Castellanos y Atencio, 1982). En cuanto a la obra

    de

    lo

    s docentes (investigadores en lingstica terica y aplicada) , se encuentra

    que han trabajado mucho

    ms

    que la riqueza lxica regional: han desarro

    ll

    ado

    creativas propuestas tericas de va lor universal como el enfoque semntico*

    com unica

    ti

    vo para la gramtica (vase: Ov iedo, 1997). De igual manera se

    cuentan in ves tigaciones en el an

    li

    sis argumentativo del discurso, los problemas

    de la traduccin,

    el

    biling

    is

    mo y la educacin en lengu

    as

    indgen

    as. Se

    trata de

    desarrollos que.

    si bi

    en son propios de la lingsrica como ciencia autnoma,

    de manera tradicional (en el esquema boasiano de la di scipli na , por ejemplo)

    se

    co

    nsideraran como una de l

    as

    reas ms significa ti vas para el

    co

    nocimiento

    antropol6gico. En cualquier intento por conocer el mundo simb

    lic

    o de l

    as

    cultur

    as

    del

    VaJl

    e ha bra que recurrir al trabajo de

    es

    tos lingistas.

    El

    caso de

    la

    Escuela de

    omu

    nicacin Social de la Universidad del

    Va ll

    e

    es

    especial.

    Bajo la

    inR

    uencia del polifactico Jess Martn Barbero y la preocupaci6n

    por la c

    ul

    tura popular y su compleja interaccin

    co

    n los medios m

    asivos

    de

    comunicacin, muchas de las investigaciones de los comunicadores se orientaron

    hacia

    la

    comprensin de subculturas urbanas, los cuerpos como escenarios de

    comunicacin y emancipacin, fen

    me

    nos de comunicacin popular y un

    abanico enorme de tem

    as

    en

    lo

    s que el concepto cultura es el denom inador

    comn. Ttulos

    co

    mo Im pacto sociocultural del fenmeno mi gratorio de los

    no rteo

    s

    (Ramos, Ossa, Castrill6n Ga

    lvez.,

    1994) mu

    es

    tran cun difc

    il

    se

    ra definir l

    as

    fronteras discipli nares desde l identificacin de problemas

    objetos ant ropolgicos en esta escuel a. Con metodologas heterodoxas, en l

    as

    que l

    as

    herramient

    as

    cualitativas del parad

    ig

    ma antropolgico

    fu

    eron usad

    as

    con predileccin. los com unicador

    es

    convocaron a semilogos, socilogos

    antroplogos para abordar sus problemas de investigaci6n. De hecho, en la

    primera promocin de la maestra en comunicaci6n social y diseo cultu

    ral

    se

    131

    es

  • 7/23/2019 entre el oficio y la disciplina

    6/20

    132

    es

    Entre

    el

    oficio y la di sci plina. Hacia un balance

    dd

    quehacer

    antropolgico en el Valle del Cauca

    hicieron trabajos entre grupos tnicos como los Wounaan (Paz, 2001)'

    y

    los

    afro-descendientes del Pata, que bien podran pasar como verdaderas tesis de

    antropologa.

    En otro

    es

    pacio completamente diferente,

    como

    el insriruro Cisalva (Centro

    colaborador de salud

    y

    violencia) que estudia con un enfoque epidemiolgico

    el

    problema de

    la

    violencia en Cali, y con el objetivo

    de

    conocer el comportamiento

    de los jvenes de pandillas de comunas conflictivas. se han realizado aurnticas

    etnografas sin la participacin ex plcita de antroplogos, (Vanegas y Bayona,

    1997). Esto da cuenta de que la apropiacin de los mtodos de trabajo de la

    antropologa por parte de otras disciplinas ensancha ellmitede aquellos discursos

    que

    le

    son afines.

    Al explorar

    la

    produccin de

    la

    escuela de sociologa de Univalle sera mucho

    ms complejo diferenciar un discurso amropolgico

    de

    uno

    que

    no lo sea.

    Demro

    del alto volumen de trabajos

    que

    se han realizado sobre las comunidades

    negras. algunos tienen la impronta directa del amroplogo australiano Mimael

    Taussig. quien durame los aos setema rrabaj en

    la

    zona del Pacfico Sur y

    el Valle del Ca uca. En

    la

    produccin del CIDSE. en

    la

    que han participado

    amroplogos como Pedro Quimn. se han articulado esfuerzos co n grupos de

    investigacin internacionales como

    el

    liderado por el antroplogo Peter Wade. a

    investigacin de socilogos como Fernando Urrea para estudios afrocolombianos

    tambin muestra una predileccin por mtodos cualitativos de recoleccin y

    anlisis de datos, haciendo de sus productos textos que bien podran pasar por

    investigaciones amropolgicas, tamo por su objeto como por su mtodo. Esto

    es slo una muestra de cmo en el Valle han sido equipos imerdisciplinarios los

    que

    han abordado problemas que, en otras latitudes, pelearan los amroplogos

    como de su dominio

    excl

    usivo. As. por la va de la definicin de produccin

    antropolgica en trminos disciplinares (por la identificacin de objeros y

    mtodos tradicionales de

    la

    antropologa) no se podra llegar a puerto alguno.

    a delimitacin de un dominio antropolgico. o un tipo de metodolog a

    investigativa. no es una va posible para definir

    el

    objeto de este estudio. pues

    las prcticas antropolgicas podran ser casi cualquier cosa y venir de todas

    las ciencias sociales. a salida propuesta ha sido

    la

    de focal izarse, en primera

    instancia. en el quehacer de los amroplogos profesionales.

    Queda

    por definir

    a quines se les llamar as. a solucin puede sonar a tautologa, pero no es

    extraa cua ndo , para otros estudios, se define un grupo cultural: antroplogos

    se

    ran aquellos

    que

    son reconocidos como tales por

    la comunidad

    acadmica de

    lo

    s antroplogos. El paso

    por

    ritoS formales como la graduacin en programas

    3

    a

    tesis de mac.tr; de MMia Claudia I a>

    .,

    si bien puede entenderse oomoant,opolgica por su metodologa

    la fo,macin de bascdc su ;luto,a,

    e cont,

    en

    el

    cspacio

    de

    la escuela de

    comunicad

    cond icion

    cs

    &vor:mlcs

    para su desarlOllo. Una espttie de antropologa de la cotnunicacin.

  • 7/23/2019 entre el oficio y la disciplina

    7/20

    Ca

    rlo

    s Enrique Prez O rozco

    universitariosde anrropologasera

    el

    marcador de identidad del grupo de

    es

    tudio.

    Cuando ellos se conocen entre s, una de las que se formulan es eres

    antroplogo de d6nd

    e?

    Indagan

    por

    los maestros

    qu

    e los inAuenciaron, por

    l

    ano de graduacin y, finalmente, se e

    nt

    eran de las prcticas actuales en l

    as

    qu

    e ejercen su pto

    fes

    in. Se podra deci

    r,

    e

    nt

    onces,

    qu

    e

    la aut

    o

    ri

    zacin c

    omo

    miembros del grupo de antroplogos la da, en primera in stanc

    ia

    ,

    el

    habe r p

    as

    ado

    por los rituales de

    la

    s instituciones acadmicas.

    4

    Qu

    izs

    es

    to S

    datos les permiten

    reconocer la esc

    ud

    a de pensamiento y lao rienracin terica de sus pares, aunque

    no

    necesariame

    nt

    e.

    As definidos, se contactaron 41 antroplogos que desarrollan su labor en

    l Vall

    e del Cauca. Se entrevistaron a 17 de ellos

    y se

    researon tex

    to

    S de m

    s

    de una ve imena. Adem

    s

    de estos agentes co

    nt

    emporneos de la antropolog

    a

    ,

    se

    han referenciado cerca de

    25

    documentos produci

    do

    s po r antroplogos

    acerca de co

    munidad

    es

    e

    la

    regin. Preci

    sa

    do el o

    bj

    eto y

    la

    perspectiva de esta

    in

    ves

    tigacin,

    la

    tarea sigue abierta hacia

    la

    observacin

    di r

    ecta del quehacer

    de los antr

    opl

    og

    os. el tes

    timonio qu

    e ellos mismos

    dan

    en

    la

    s e

    ntr

    e

    vi

    st

    as

    acerca de su trayectoria y

    la

    definicin de

    la

    agenda para una

    antr

    opolog

    a

    en

    la

    regin

    yel

    anlisis crtico y discursivo de lo s textos que producen. Aun cuando

    faltara mucha informacin por procesar y debatir con

    la

    misma comunidad de

    antroplogos (y an no se puede presentar un anlisis co nsolidado) se propone

    una matriz de clasificacin de las prcticas con la que se espera ordenar los datos

    compilado

    s,

    la cual est basada

    en

    el an

    li

    sis de l

    os

    primeros resultados.

    Es

    ta

    matriz

    ya

    va dando cuenta de ciertas lneas de ide

    nt

    idad

    de

    aquello que hacen

    lo

    s antroplogos.

    Qu

    es, pues, lo que hacen, d icen

    y

    escriben los antroplogos

    en el

    Vall

    e?

    Los resultados que aqu se

    pr

    esentan son preliminares.

    El quehacer antropol6gico condensado

    en

    textos acadmicos

    En los t

    ex

    tos acadmicos se recoge

    r

    a

    el

    trabajo a rquetpico d

    el

    antr

    oplogo

    que hace investigacin de campo

    y

    esc

    ri

    be tales textoS pa

    rac

    irculaci6n, cons

    umo

    y

    retroalimentacin de

    la

    c

    omunidad

    cie

    nt

    fi

    ca. Entre

    lo

    s t

    ex

    tos as ge

    sc

    ados

    se encuentran l

    as

    t

    es

    is presentadas para o

    bt

    ener la titulacin en program

    as

    de

    antropologa, libros, ponencias en eventos acadm

    ic

    os disciplinares. arrfculos e

    informes de inves tigacin. En la historia universitar

    ia

    del Valle del

    Ca

    uca, donde

    no ha habido un programa formal de a

    ntr

    opologa, muchos

    de

    es

    tos textos

    acadmicos son fruto de trabajos interdisciplinar

    e:s,

    de grupos de inves tigaci

    6n

    4

    Una d fCripcin deuJUda de

    l

    culn 'l aoodhn

    ;a

    y

    de

    los

    ri ruks de au fo

    riucin

    y formacin de

    l

    identidad cid f p l o g o puede vme en el

    rr.obajo

    de olinos

    OO]

    .

    l33

    es

  • 7/23/2019 entre el oficio y la disciplina

    8/20

    134

    es

    Elllrc

    el

    oficio la disciplina . Hacia un b .lance del quehacer

    amropolglco en el Valle del Cauca

    donde

    ha encontrado cabida un antroplogo sin que

    el

    grupo

    se

    llame a s mismo

    de antropo log

    a.

    En algunas oportunidad

    es,

    el

    nico t

    ex

    to de

    Jo

    s a

    ntr

    op

    logos escrito para

    circu lacin en el medio acadmico es el de su tes is de pregrado, maestra o

    dOClorado, haya sido publicado o no. Si se tiene e n cuenta que en

    el Va ll

    e del

    C auea no ha existido , hasta aho ra,

    un

    programa universitario de antropologa.

    encontramos un grupo significativo de antroplogos vallecaucanos que se ha

    formado en

    la

    Universidad del Cauea.

    Al

    revi

    sa

    r

    la

    produccin de es ta escuela,

    de m

    s

    de 200 tesis referenciada

    s,

    slo

    17

    fu

    eron rea

    li

    zadas

    n

    comunidades del

    Va lle, no necesariamente por antroplogos vallecaucano

    s.

    De es tos escudios

    s

    3

    se realizaron con

    poblaciones indgenas (entre

    las

    dcadas de

    lo

    s aos setenta

    y ochenta). S en arqueologa o acerca del patrimonio arqueolgico. 3 con

    comunidades campesinas. S con pobladores urbanos marginales y 1 con un

    grupo tnico urbano (judos en

    Ca

    li)

    .

    De

    es

    tos trabajos llaman la atencin

    va rios aspectos: 1)

    La

    tendencia de los estudiantes a trabajar en el Val le temas

    arqueolgicos y en COntextOS urbanos. 2) La falta de tesis de antropologa sobre

    comunidad

    es

    afrodescendientes. pese a que en la regin

    estoS es

    tudios tienen

    un crecimiento notable.

    6

    3) La prdida de inters en la escuela por los g rupos

    indgenas del Valle, pues los estud

    io

    s

    ex

    iste

    ntes

    se

    dieron en

    la

    primera poca

    del programa de Vnicauca, quizs por

    la

    co rriente indigenista en boga en los

    aos

    se

    tenta y ochenta.

    En

    el

    caso de los temas urbanos,

    la

    mirada tiende

    cas

    i siempre hacia

    la

    marginalidad de

    los

    sectores popular

    es,

    como si los estudios de antropologa soc

    ial

    necesitaran de la construccin de un O O extico O en situacin de vu

    ln

    erabilidad.

    I

    )o

    r otra parte, estos proyect

    OS,

    en algun

    as

    ocasiones, se e

    nmar

    can en prcticas

    de intervencin social de e

    ntes

    estatal

    es

    o privados a

    la

    s que se

    vi

    nculan los

    es tudiantes de antropologa. o sus docentes, y revelan que, en situaciones de

    co

    nAiclO

    socialque entraa posturas ticas, aumenta la tensin de

    la

    do

    bl

    e agenda

    de la prct ica antropolgica: la acadmica (o di

    sc

    iplinar) y la ap licada (o

    la

    del

    ejercic

    io

    del

    onc

    io social). An as,

    la

    s tes is mantienen un canon de escritura

    en ter

    cer.:

    persona, con

    el

    monopolio interpretativo del autor; l

    as

    voces de los

    acto

    res sociales entre quienes

    se

    hace

    la

    inves tigacin aparecen como objeto de

    estudio, no co mo

    in

    stancia crt ica de anlisis de los as unt os tratado

    s.

    S

    . t ~ n

    : o c t u ~ J m ~ m e inV'enig:u:ionrs en procao en 1

    .. CUTlpoo

    de: b antropologb biolGgica. pc.o ros

    .aultados aun

    no

    $('

    han wn Olidado.

    6 [)., hecho. b ~ m r g c n c i a d los afrodc:sccndiHltCl como

    u ; c t O

    soc

    ial

    y poltico de:

    gr on

    rKMoriecUd en

    V a l J ~

    dd C:oua ha sido trabajada por grupos de soc ilogos v;alk:cauQnOl en instancias como 1

    C IDSE.

    como

    se ha ,nCllcionado.

    J

  • 7/23/2019 entre el oficio y la disciplina

    9/20

    I

    I

    I

    I

    I

    I

    1

    I

    1

    ,

    I

    Carlos Enrique Prcz Orozco

    Fuera

    de

    las tesis

    de

    grado, llama la atencin

    que el mayor

    volum en de tex tos

    producidos se pueda clasificar en l rea de arqueologa.

    1

    Uno de los factores para

    ello

    es

    la

    existencia en la regi

    n

    de 3 grupos de

    in

    vestigacin arqueol

    g

    ica:

    el

    del

    suroccident'e, liderado por

    el prof

    eso r Digenes

    Patio

    desde la Universidad

    del

    Cauea;-

    el

    ll

    amado Arqueodi

    ve

    rsidad , de la U

    ni

    versi

    dad del

    Valle,

    liderado

    po r Carlos Armando Rodrguez y

    que

    ha promovido numerosas publicaciones;

    yel qu

    e orienran los arquelogos del I

    NC

    IVN

    y Jo

    s Vicente Rodrguez de la

    Universidad Nacional.

    10

    La tradicin de publicaciones como la ~ v i s t a Npukcia

    del INC IVA -- en cuyos ndices se cuentan ms de 50 artculos de arqueologa

    yantropologla regional

    s

    ha estimulado la produccin

    y

    divulgacin de es tas

    inves

    tigacione

    s. Otro

    factor son

    las nuevas

    condicion

    es

    creadas

    por

    la legislacin

    nacional: desde los aos noventa se ha exigido

    que

    para el desarrollo de obras

    civil

    es

    de envergadura se rea

    li

    cen

    pr

    eviamente estud ios de

    im p

    acto sobre d

    patrimonio arqueolgico. lo c

    uaJ

    ha disparado la escri

    tur

    a

    de

    in f

    orm

    es

    de

    este

    tipo. en lo que algunos han llamado arqueologa por c

    omrato

    . De hecho,

    entre algunos jvenes profesionales , se h

    ab

    la

    de

    este tipo de trabajos como

    de d

    machete

    de

    la amropologa .

    es

    decir, el trabajo ms

    duro,

    pero

    al qu

    e

    se

    puede

    recurrir en caso

    de

    necesidad eco nmica .

    En

    el

    caso de la produccin en amropologa social. se ha encomrado que

    son entidades pblicas como Colciencias

    la principal fueme de financiac i n

    de muchas inicialivas ejecUladas desde centros acadmicos. Proyectos como d

    dirigido

    por

    el profesor

    EHas

    & villa

    de

    la U niversidad del

    Va

    lle sobre los amores

    en Cali. el erotismo y la vida sex ual (Sevilla 2003), o el de Ped ro Q uintn.

    antroplogo espaol y profesor

    de

    la m

    is

    ma universidad , quien ha abordado el

    problema

    de

    la migracin de las familias afrodescendienr

    es

    del Pac

    fi

    co a

    Ca

    B.

    fueron de financi acin oficial. De hecho. nuevos proyectos

    pr

    esentados por

    los

    ant

    r

    op

    logos vinculados a la academia siguen recurriendo a esta fuente y a

    otras de carcter pblico, cuya gestin

    mu

    chas veces debe plegar

    se

    a

    in t

    ereses

    institucionales. Aun cuando los

    do

    cemes

    in veSt

    igador

    es

    han

    qu

    erido mantener

    7 Tan slo en los l,imos \les congruos

    de

    :uqu>loga.., un presentado m

    de

    30 ponendas. pues siempre

    JI:

    wt

    abieflo simposio especiales sobre la arqurologa

    valleauana

    .

    l...oJ

    libro.; f'ublic::ulos

    f'Or

    el MuttO Julio

    UJar Cu

    bill

    os

    de la

    UniVCl' idad

    dd

    Valle JOf miCio dc

    r 'l in arqueolgica con frollleraJ mucho mis

    ~ m p w

    que 1

    1

    dd

    iuroccidenle colombi:ano.

    8 Han 'uliZldo proylos de prmpcccin en

    las

    obras de b malla ..

    al

    en el

    Valle

    del Cauea.

    el

    g;uodUCIO

    de

    occi

    dellle

    y

    Ol raJ consu ltoras pata obras

    ci

    vi

    les.

    9

    In 1l

    ilulo

    pan la n v ~ l i a c i n

    y la del

    ~ l r m o n i o

    Cullural y Nalural del V:llk

    dd

    Caua..

    10 Se han hecho recienlemenfe varias publicacion

    es

    en las que $e da cucn , de su di

    oc

    iplinado ltabajo

    (Rodriguu 2007.

    ROO,igun, Blanco

    y

    Bolero

    20(5), adcmis

    de un sinnmero de informes infdi,os de

    plOllpcccio

    n

    es

    y de ;uqucologia k rCS(:lle.

    11

    DcurlamcnIO Adm;ni

    ta';..,

    de Ciencia Tn:nologb e Inno,O(jn.

    135

    es

  • 7/23/2019 entre el oficio y la disciplina

    10/20

    1

    36

    es

    Emrc el oficio y la di sciplina. Hacia un

    balan

    ce

    del

    queha

    ce

    r

    amropolgloo

    en

    el Valle

    del

    Cauca

    el carcter de sus trabajos como d e invest igacin bsica, es decir, liberarse de las

    exigencias de mOstrar la aplicabilidad prctica de los res ultados de su trabajo, se

    quejan de

    que

    las

    cond

    iciones

    de

    Colc

    iencias favo recen ms las

    pr

    opuestas

    qu

    e

    "suenen a ap

    li

    cadas".

    Las

    consultoras

    pa

    ra

    las qu

    e

    li

    citan los ce

    nt

    ros universita

    ri

    os

    y sus grupos de investigacin, en bsqueda de fuentes de financiacin, so n

    muchas

    veces el marco para la

    produ

    cci n de los textos acadmicos. Esta tarea

    tambi

    n se debate en

    una

    do

    bl

    e agenda: la de producir los text

    os

    requerid

    os por

    la entidad patrocinadora, y la de profundizar acadmicamente en la revisin de

    la

    informacin recolectada en

    campo

    desde l

    os

    intereses de los investigadores.

    En algunas universidades p

    ri

    vad as, como la Univusidad Autnoma

    de

    Occidente y la Universidad San Buenaventura, la

    produ

    ccin ant ropolgica sigue

    tambin otras dinmicas. Estas res

    ponden

    a convocato

    ri

    as imernas para proyectos

    de investigacin y son ejecutadas des de grupos interdiscip linarios. algunas veces

    poco

    cohesionados,

    qu

    e art icu lan la

    in

    veStigacin a p rcticas

    de in t

    ervencin o

    de "res ponsabilidad social universitaria" que las instituciones patrocinan . Los

    ant roplogos d ocentes reconocen

    qu

    e en la ltima dcada ha aum entado la

    presin para la produccin acadmica, escrita y publicada , que pueda mostrarse a

    instancias evaluadoras y

    de

    acred itacin, pero los lmites institucionales descti tos

    no permiten un desarro llo acadmico profu

    nd

    o de los asU

    nto

    s.

    Est

    ca

    mbin el trabajo de los an tro plogos

    qu

    e participan en la

    produ

    cci n de

    textos

    de

    divulgacin, de ca rcter argumencacivo

    y

    pedaggico, cuya circulacin

    no

    se limira a la comunidad acadmica sino

    qu

    e se

    de

    stin a al pblico en general.

    La

    funcin

    de

    estos textos. desde los

    int

    ereses de los financiadores.

    s mu

    chas

    veces la reproduccin pblica, legitimada

    por

    el discurso cientfico, de intereses

    ideolgico

    s.

    Cabran

    aqu

    desde los guiones

    mu

    seogrficos

    hasta

    ca

    nillas acerca

    de los derechos d e salud indgena o la resolucin pacifica de co nAictos.

    '

    } Los

    textos producidos

    por

    las inStitucio nes tienen un a finalidad, o bi en pedaggica,

    o bie n de difusi n de un co nocimiento, de un patrimonio material o

    inmate

    rial .

    O tro ejemplo est en la Secretaria de Turismo del Va lle de Cauca, orientada por

    la ant rop loga

    Cla

    udia Pa z., quien public en el ao 2003 el text

    O

    " Los indgenas

    en

    el Va ll

    e del Cauea.. Permanencia

    y

    presencia", cuyo

    mbito

    de ci rculaci n han

    sido instituciones de e

    du

    cac i

    n

    bsica y media, y encre los mismos

    funcionara

    s

    gubernamentales. En el texto es claro el propsico

    de

    responder a las demandas

    12

    Recklllemcmue

    han rccbOOr.ido

    101

    g\lioncs

    de

    lo mU COS

    La

    Me

    rced.

    Julio

    Cesa.-

    Cubillos

    ; \ ~

    ... 1bd

    del Valle)

    a dc

    Exposiciones ltmp0r3Jes Manuel; a.

    con

    b

    ...

    l

    mpnh

    a

    ctilla)iur

    el p'O)'Klo

    del

    MusroArqucol6gicn de I>almira

    MAr , luce

    s i

    mpu

    lSldo

    1' la

    Fundacin

    F.cu

    ....rque LLlIlOgrandc. Co lecd on""

    c nogr:ific,lS

    r q u c o l g i ~ C l n l O las de la

    Un

    iY(1'i

    dad Autooma

    de (Xci

    d

    enle

    rambin han ,i

    do rcorganiudas

    por

    m \ ~

    j>fofo;onalc:s.

    13 s d c;uo dd raNjo de la

    UniYet,idad

    J a ~ r i a n a

    en

    el cual

    un

    equipo

    i'lIcrc1iKi plinar io

    de abogadO .

    o g o s

    antroplogos

    ueo

    r

    :uon

    un proceso

    dc:

    la

    dc

    Jusricia

    de

    Ag

    ...

    bLmc;a

    .

    J

  • 7/23/2019 entre el oficio y la disciplina

    11/20

    Carlos Enrique Pera Orozco

    de las

    comunidades indfgenas de hacerse visibles como sujetos de derechos y de

    hacer

    un aporte a procesos de educacin

    Entidades gubernamentales. como

    el

    Fondo Mixto para la

    Cult

    ura , han

    patrocinado proyectos cuyo fin. ms

    que

    la

    produccin de textos disciplinares.

    es la

    produccin de materiales didcticos para

    el

    aprendizaje esco

    lar,

    o

    la

    difusin

    dd patrimonio cultural de

    la

    regin. Es el caso del c d ~ r o m interactivo sobre

    la

    ofena museogrfica del Valle del

    Ca

    uca. en

    el

    que trabajaron los antroplogos

    Erik

    Marn y Anglica Nnez. La

    cont

    rataci

    n

    de productos puntuales y

    la

    espedfidad de las convocatorias para

    el

    los impiden que trabajos como estos tengan

    continuidad e impacto social y acadmico.

    Vale

    la

    pena anotar. s

    in

    embargo, que

    tambin estas prcticas proveen a los investigadores de un material de primera

    mano para desarrollar su investigacin disciplinar.

    Algunos de los textos de arqueologa de Ca rlos

    A

    Rodrguez (200S) o

    A1exander

    Clavija

    (vase

    Gobernacin del

    Valle

    2003) han tenido

    la

    caracrersrica

    deofrecerse ms como estados del arte. compend ios de

    in

    vestigaciones. miradas

    panormicas y divulgativas de la produccin de los arquelogos para un uso

    Rgico .

    Si en la

    Universidad del Cauca hace escuela

    el

    "detener la excavacin",

    n=Aexionar el

    papel social de

    la

    arqueologa y reinterpretar

    los

    datos del material

    archivado,14 el boom de arqueologas de rescate y por contrato en el Valle no ha

    dado tiempo a ello y

    el

    discurso patrimonial sigue amparando

    la

    produccin de

    textos de divulgacin o de balance.

    Por otra parte, tambin existen las prcticas profesionales de consultora,

    que se conden

    sa

    n en textos que ilustran instancias de toma de decisiones sobre

    asuntos cultural

    es. Los

    antroplogos son contratados coyunturalmen te

    como

    parte de equipos inrerdisciplinares para

    la

    elaboracin

    de

    es

    tudios de impacto

    socio-cultural , o sobre

    el

    patrimonio arqueolgico de una obra civil: consultoras

    sobre polticas socio-culturales, planes de vida de comunidades negras e indgenas.

    planes de manejo ambiental. peritajes para instancias de decisin judi

    ci al,

    etc.

    Por ejemplo, en los estudios que

    se

    real izan para la

    CVO

    sse exigen unos precisos

    trminos de referencia que seconstiruyen

    en

    marcos de produccin del discurso.

    que a su

    vez no

    permiten seguir a

    canon antropolgico Los

    nuevos cnones

    14 F U ~ n I ~ : Comunicxin po-sonal CQn

    el

    p.o(eso. Gn(Cco

  • 7/23/2019 entre el oficio y la disciplina

    12/20

    138

    es

    Entre el oficio y la disciplina. Hacia

    un

    balance

    dd

    quehacer

    antropolgico en

    el

    Val le del

    Ca

    uea

    de produccin son definidos por la fin alidad p

    rag

    mtica de quien contrata

    al antroplo

    go

    para producirlos. As, por ejemplo. los diagnsticos so bre las

    comunidad

    es

    indge

    nas

    del

    Va

    ll

    e del Cau

    ea, rea

    li

    zados por

    la

    antroploga Nancy

    Mona, profesora

    de

    la Univer

    si

    dad del Va lle ,

    se

    ajustan ms a estos cnones que

    al de las etnografas.

    Un caso ilustra

    rivo

    es

    la

    consulto

    r

    a co

    ntr

    atada

    por

    la Alcalda

    de

    Cali

    y

    el

    Ministerio del Interio r para diagnosticar

    la

    situacin

    de la

    s

    com

    unidades

    y

    cabild

    os

    ind

    ge

    n

    as

    presentes en la ciudad. El Estado pide un concepto experto a un

    grupo de cientfi

    cos

    sociales, avalados por una universidad, p

    ara

    tener suficiente

    y

    adecuada informacin para tomar una decisin acerca del reconocimiento poltico

    de estos grupos. La responsabilidad poldca de las decisiones que se tomen no

    recae sobre l

    os

    antroplogos que all han laborado, pero el Estado co nfa en que

    su saber experto permitir tomar la dec isin con conocimiento de ca u

    sa.

    Aun cuando muc

    ho

    s

    de

    estos textos de consultor

    as

    son absurdame

    nt

    e

    voluminosos, l

    os

    contratantes esperan recuperar en ellos la

    in f

    ormacin precisa

    y suficiente para, o bien tomar decisiones, o bien proteger ideolgicamente sus

    intereses. As las cosas, l

    os

    estudios ad hoc (como los llama el maestro Elas

    Sev illa) de l

    os

    que derivan sus ingresos l

    os

    antroplogos que estn por fuera de

    la academia no permiten profundizacin acadmica alguna. Permiten , eso s,

    la recopilacin de datos invaluables, pero que resultan de difcil acceso para la

    academia, pues reposan como material gris en archivos institucionales, cuya

    consulta, en algun

    os

    casos, es restringida.

    Es ms,

    lo

    s

    es

    tudios ad hoc no formulan nuevas preg untas disciplinares, ni

    se cues

    ti

    onan l

    as

    categoras con que se describen o dasifican l

    os

    hallazgos, pese

    a que los mismos datos las pongan en crisiS.16 El volumen de la informacin se

    va acumulando de

    tal

    manera que los arquelogos no han trazado an un norte

    para el anlisis acadmico de los datos, forzados a emitir informes ejecuti

    vos

    con recomendaciones prcticas o puhlicar textos de divulgacin que ayuden a

    crea r conciencia sobre el valor patrimonial de los hallazgos. o g

    rav

    e del asuntO

    es que este tipo de elaboracin t

    ex tu

    al, esperada

    como

    fruto de consultoras,

    es la que domina en vo lumen la produccin textual antropolgica y esto tiene

    repercusion

    es

    sobre la disciplina misma.

    Algunos antroplogos manejan una doble agenda en los

    pr

    ocesos para los

    que son co

    nt

    ratados, es decir, producen los informes de inves tigacin requeridos

    por sus patrocinadores, pero aprovechan

    el

    desarrollo del pro

    yectO

    para su uso

    personal de in vestigacin, el cual puede aj ustarse al canon acadmico. Pero si

    l

    os

    contratados no estn

    vi

    nculados a la academia, quizs no encuentren la

    16

    Los e

    nceplos de

    Cl

    d cugo. los ho, iw n'es cul ,t lIb de y f()C() . Llam a Sonso parecen

    Y

    no servi, para

    muchas Clr>ctc,i ,cl nu . Sin cmhargo. siguen apar

    ec

    icndo en lo. s

    in

    mayor s

    < I"ido

    cr/ico.

  • 7/23/2019 entre el oficio y la disciplina

    13/20

    ;

    I

    Ca rlos Enrique

    PrCl

    Orozco

    opo rtunidad de consolidar la agenda personal, urgidos por encontrar nuev

    os

    contratos para estudios d

    hoc Es

    ms, si los antroplogos de lo s centros

    universitarios patrocinan sus

    es lUdi

    o$ en

    es

    tOS marcos, l

    as

    regl

    as

    di scursivas de

    la antropologa

    por

    contrato terminarn fi ltrando las del ca non acadmico.

    Los

    o6cios de JO

    antroplogos en

    el Valle

    Se ha afi rmado aqu que los ant roplogos profes ionales ejercen un oficio de

    experticia

    que no

    se

    limita

    al de

    su capacidad para la

    in

    vestigacin

    aca

    d

    mi

    ca.

    Este

    se vincu la, muchas veces, con la gestin de programas de intervencin social en

    el

    m

    arco

    de instituciones de

    di

    versa ndol

    e,

    pero tambin en la docencia universita

    ria

    y

    la gestin cuhura . Hay un grupo significa

    ti

    vo de profesionales que trabajan

    en instituciones educativas, ofici

    ales

    o privadas; antroplogos qu

    t

    son doct:ntes

    univ

    t:

    rsitarios, pero que no forman a Otr

    oS

    antroplogos,

    ni

    necesariamenr

    t:

    a

    otros cientficos

    soc

    ial

    es. a

    ma

    yo r

    a

    of

    r

    ece

    una formacin humansti

    ca

    integ

    ral

    a

    estudiantes de di stintas profesio n

    es

    en l

    as

    univers idades

    del

    Val lt

    ces

    i, )ave riana,

    San

    Buena

    ve

    ntura. Autnoma de Occident

    e.

    Santiago deCali, Lumen Genrium

    y Pont

    ific ia Boli

    variana de Palmira. Algunos imparten

    c

    tedr

    as

    especficamente

    antropol

    gicas

    (antropologa general. arqu

    eo

    l

    oga,

    iden tidad,

    famil

    ia y parent

    esco,

    amropologa de la comunicacin, cte.), o

    bi

    en propi

    as

    de ot r

    as

    ciencias social

    es

    o disc iplin

    as

    humansti

    cas

    como historia. comunicacin.

    se

    mitica, resolucin

    de conAictos, jus

    ti

    cia restaurativa, metodolog

    a

    de la investigacin, msica, arte

    y

    cultura

    y

    hasta teologa y ecologa. En

    es

    tas condiciones, los ant roplogos

    r

    ed

    u

    ce

    n sus posibilidades de part

    ici

    p

    ar

    en proy

    ec

    tOS

    de invesdgacin en l

    os

    que

    se

    profundice su especifi cidad

    di sc

    ipl inar, pero. como se dijo anteriormente, se

    cr

    ea

    n

    la

    s

    poSibi

    lidades pa

    ra

    articular su perspectiva a proyectos inte

    rdi

    sci

    plin

    ares,

    dependi

    t

    ndo de l

    as

    condicion

    es

    de cada uni

    vers

    idad.

    Los

    docentes que estn vinculados de tit:mpo co mpleto a las univt:rsidad

    es

    tienen m

    s

    posibi

    lid

    ades de desar

    roll

    ar proyectos a largo plazo y profundizar

    en sus interest:s acadmicos.

    Pero

    t:s

    ros casos son escasos,

    y

    continuamente

    deben

    rec

    lamar un equilibrio entre las lahores docentes. de invest

    ig

    ac in y de

    t x

    tensin para progresar en sus temas de inters, Esto contrasta con

    el

    caso de

    l

    os

    catedr

    ti

    cos a

    sa

    lariados. que dependen eco nm

    ica

    mt nte del nmero de

    horas de clase

    im

    partidas

    (e

    n especi

    al

    en las universidad

    es

    privadas). Para ellos,

    las labores de docencia ocupan totalmen

    te

    su tiempo. y

    se

    redu

    ce

    la

    poSibi

    lidad

    de t

    t:

    ner produccin investigativa o trabajos de ca

    r

    cter social

    y

    a

    pli ca

    do. Es en

    la r

    ea li

    zacin de estudi

    os

    de actualizacin, o cursando ma

    es

    tr

    as

    en

    di sci

    plin

    as

    diversas (hi storia, filoso fla, lings

    ti

    ca, administracin, etc.), dond

    t:

    un grueso

    de los antroplogos docent

    es

    muestra nuevos productos acadmicos.

    Es

    te

    \

    139

    es

    I

    l

    I

  • 7/23/2019 entre el oficio y la disciplina

    14/20

    140

    es

    EllIre el oncio y la

    disciplina. Had

    a

    un

    balance del queh:u:er

    antropolgico en el Valle del Cauea

    material,

    si

    n em bargo, resulta in conexo e

    nlr

    e s, obedece a in tereses particulares,

    a s ituaciones coyuntural

    es

    y.

    no

    sob ra deci rlo, muchas veces son rea lizadas con

    l simple intenci6n de mejorar en

    el

    escalafn salarial con

    l

    ttulo de posgrado.

    Su repercusin en el mundo acadmico de la antropologa resuha mnimo. pues

    no se cuenta con mecanis

    mo

    s

    de

    socializacin

    y

    discusin.

    En

    l

    ejercicio de su experricia

    prof

    es

    ional tambin hay antrop logos

    qu

    e se

    desempean como agentes del Estado en d

    os

    modalidades: 1) como miembr

    os

    algn instituto de gobierno, ocupando ca rgos en instancias como

    las

    secretaras

    departamentales de salud y sesarro llo social, la CVC, etc.; 2) como consultores,

    es dec

    ir

    , desempea

    ndo

    para

    el

    ESlado fu nciones transitorias, como mediacin

    en la resolucin de conAicros, estudios especiales o como miembros de equipos

    temporales para la organizacin de eventos de proyeccin social, etc.

    Ll

    ama la

    atencin que algunos desempeen funcion

    es

    administ rat ivas y de planeacin,

    en donde la expenicia valorada no es la del saber

    ant

    ropolgico, sino

    el

    crite

    ri

    o

    analtico, la capacidad de negociacin y la mirada integral a los procesos sociales

    que gestionan. Habilidades que, indudablemente, deberan ser desarrolladas en

    un plan de formacin profesional Tambin hay algunos antroplogos trabajando

    como funcionarios que pr

    es

    tan sus servici

    os

    a organizaciones sociales, sean

    es

    tas

    ONG s o in stiwciones cultu

    ra

    l

    es.

    Por ejemplo, resulta interesante que la labor de

    direccin y gestin del discurso patrimon

    ial

    en el Museo La Merced, el Museo del

    Oro

    Calima,

    el

    Museo

    Ca

    lima de Darin y

    el

    Museo A

    rq

    ueolgico Julio Cesar

    Cub ill

    os e la U

    ni

    versidad d

    el Va ll

    e estn a cargo de antroplogos.

    Algunas organizaciones sociales como la O rganizacin Indgena del Valle

    del Cauea (O RlVAC), la Asociacin de Cabild

    os

    Indgenas del Valle del Cauea,

    (ACIV

    A)

    o

    Jo

    s consejos comuni tari

    os

    de l

    as comu

    nidades negras del Pacfico

    han contado

    co

    n la ayuda de antroplogos para formular y ejec utar proyectos

    e desarro

    llo,

    o estructurar propues tas con l

    as

    cuales negociar con

    el

    Estado una

    demanda de derechos especiales, por ejemplo, en asuntos como reivindicaciones

    territoriales, de educacin o salud. Entre las funcion es esperadas del anrroplogo

    est la de redactar los documentos necesari

    os

    para t l gestin; se les contrata,

    adems, para que

    se

    desempeen como capacitadores de las comunidad

    es

    en

    el conocimiento de los mecanismos para el reconocimiento de los derechos

    es peciale

    s.

    Co nsultoras para empresas paniculares, como el gremio de los

    caicultores, cabran tambin en esa categora.

    El

    saber experto del an troplogo

    es

    requerido para optimiza r

    las

    acciones soc

    iales

    tendient

    es

    a alcanzar los objeti

    vos

    de la orga

    ni

    zacin que los contrata, o po r medio del acompaamiento a procesos

    sociales como,

    por

    ejemplo, la reubicacin lahoral de los corteros de caa.

    Es

    en

    17

    Si

    bien b rol'll.:acin )' b prictic. . profesional Cario, Arnundo Rod, fIlUC:< director d .1 mlC'O.

    sido ..

    l l l p o

    la arqumloga .. n O1''''')V

    la

    bbor de los : U l l l ~ l t :&sumido como labor

    antropolgica.

  • 7/23/2019 entre el oficio y la disciplina

    15/20

    Carlos Enrique

    Pre7

    ,

    Orol.CO

    este tipo de prcticas donde la antropologa

    se

    reconoce socialmente ms como

    un

    oficio

    que

    como una

    disciplina

    cientfica.

    Un

    caso panicular es

    el de

    antroplogos que

    conforman

    unidades de

    produccin de bienes o servicios diferentes a los propios de

    la

    academia o de

    la intervencin social. Existe un centro de medicina natural dirigido por un

    anuoplogo que incluye entre sus servicios la organizacin de sesiones de toma

    de yag para la cual gestiona

    la

    participacin de mdicos tradicionales de etnias

    amaznicas. Su relacin con pueblos indgenas y

    la

    valoracin de sus lgicas

    le

    permiten ponerlas en dilogo con las representaciones urbanas del cuerpo y

    la

    salud. EJlo sirve de mediacin para un sincretismo cultural que da cuenta de

    dinmicas interculturales que escapan a

    la

    lgica del conRicro o

    la

    contradiccin

    con

    el difereme. Si bien este tipo de prcticas no

    es

    muy

    comn

    parece reforzar

    un

    cierto imaginario social de la idiosincrasia de

    Jos

    antroplogos. Pero el hecho

    de que sea un antroplogo quien realice estas prcticas heterodoxas de salud y

    espiritualidad las envuelve en cierto halode legitimidad.

    Algunas

    reRexiones sobre la demanda social a

    los

    antroplogos

    Si bien son las prcticas profesionales y la produccin disciplinar las que

    permiten precisar un discurso amropolgico particular -aunque hemos visto

    que la diversidad de prcticas hace difcil encontrar ncleos de identidad

    valdra tambin

    la

    pena dar una mirada a las representaciones sociales del lugar

    de los amroplogos en

    la

    regin. En ellas, si bien puede haber simplificaciones

    y arquetipos.

    podra

    condensarse un

    sentido

    social para la prctica de los

    antroplogos.

    Cuando las instituciones sociales abren espacios a la presencia y accin de

    los

    antroplogos, principalmente hay una demanda a lo que podra llamarse

    antropologia aplicada Entidades pblicas y privadas

    lo

    s convocan para trabajar,

    como miembros de equipos interdisciplinarios. en campos de accin como

    en la implementacin de polticas pblicas de salud, educacin en y para la

    interculturalidad, proteccin y promocin del patrimonio cultural tangible e

    intangible de las comunidades incluyendo la exploracin arqueolgica y la

    sistematizacin de un discurso histrico-idenritario que

    la

    integre). Se

    les

    llama a

    participar en el fortalecimiento de proyectos tnico-polticos, el diseo de planes

    de desarrollo, de manejo de ecosistemas estratgicos, ete. Si se espera un aporre

    especfico del antroplogo y por dIo de la antropologa

    que

    se

    define en sus

    discursos y prcticas) podra deducirse

    que

    existe una legitimacin social para

    aqul. Paradjicamente, en los espacios acadmicos

    se

    vive un exceso de reflexin

    4

    es

  • 7/23/2019 entre el oficio y la disciplina

    16/20

    autorreferencial, se habla de la "crisis epistemolg

    ica

    de la disciplina".

    a

    crca

    racional ha puesto en entredicho sus modos de producir discursos.

    Puesto en cuestin

    el

    mecanismo de produccin de textos antropolgicos.

    se pone tambin en entredicho la

    inf

    ormacin que encapsula

    y

    l

    as

    prcticas

    sociales de

    las

    cual

    es

    son fruto l

    os

    textos. Objetado el mtodo, objetados l

    os

    datos

    que arroja. Sin embargo, la "borradura" epistemolgica a la que la academia ha

    sometido al quehacer antropolgico no ha ido de la mano con una objecin al

    papel social del antroplogo. i

    a ev

    idencia va en sentido contrario El quehace r

    y saber de los antroplogos sigue sirviendo para pensar la sociedad y ella lb usa

    para seguirse dinamizando.

    a

    demanda social que sigue habiendo para estos

    saberes y quehaceres expenos los val ida. Despus de Popper, hemos reconocido

    el

    carcter provisional de toda proposicin cientfica.

    As

    l

    as

    cosas, si aquel lo que

    se pretende borrar. por revelarse inadecuado. no es reemplazado por ot

    ra

    prctica,

    entonces aquella seguir siendo provisionalmente operativa. Son

    las

    demandas

    sociales a la disciplina las que

    la

    siguen manreniendo viva y legitiman la forma

    de operar de l

    os

    antroplogos.

    Yen

    estas demandas. qu se espera del antroplogo y de la anr

    ro

    polo

    ga?

    Au

    nque suene a lugar comn . se espera que aporten una visin holtistica del

    problema socialque ocupa a los colectivos a los cuales se les convoca.

    El

    holismo

    sera una de

    esas

    marcas distintivas en trminos terico-metodolgicos que se le

    reconocen a la antropologa como aporte al quehacer social, Muchas veces

    es

    esta

    mirada del antroplogo, su capacidad para articular diversos enfoques. la que

    pe

    rmite

    la

    integracin de los equipos; ellacataliza

    la

    misma interdisciplinariedad,

    que no siempre es una disposicin de todos los miembros de l

    os

    colectivos.

    Otra

    caracters

    ti

    ca de esta demanda

    es

    que

    se

    espera del antroplogo que tenga

    ciena ce rcana afectiva con los sujetos sociales involucrados en

    el

    proceso al cual

    se vincula. El anrroplogo genera una red de relac ion

    es

    social

    es

    insenndose en

    las comunidades, afectndolas y afectndose por ellas; desde all se convierte

    en una especie de emisario plurilinge. en un interlocutor legitimado

    por las

    partes, no

    por

    su imparcialidad, sino

    por

    la profundidad del conocimiento que

    tiene de todos los actores en relacin. Esto es un reconocimiento a un modo

    de inreraccin social que se espera ejerzan los anrroplogos

    como

    parte de su

    id

    entidad. Su cercana a

    lo

    s sujetos social

    es

    es, cualquier cosa, menos motivo de

    ve rgenza. i-[Odo lo contrario A causa de ella no se pone en duda la seriedad

    del ejercicio anrropolgico. sino que se garantiza. Para muestra un caso: en

    Ca

    li

    junio de 1991, duranre la crisis de la toma de

    la

    oficina

    dellNCOR

    s

    por

    parle

    de

    organizaciones indgenas,

    el

    gobernador, en primera instancia.

    rechaz la panicipacin de l

    os

    antroplogos que trabajaban en su oficina de

    18 Inl1;tuto Colombiano de

    Ikforma

    Agraria.

  • 7/23/2019 entre el oficio y la disciplina

    17/20

    Carlos Enrique

    PrC l

    OrolCO

    as

    um os ind

    ge

    n

    as

    en la negociacin con l

    os

    lderes de la protes ta.

    a

    gobernacin

    prtle

    ndi

    manejar d irectamente el asumo con ciena infl exibi lidad autoritaria.

    Al dilatarse

    el

    tie mpo de la ocup

    ac

    in y

    comp

    licarse an ms

    el

    con Aic to,

    uvo

    que

    ll

    amar a l

    os

    antroplogos para manejar

    el

    dilogo, gracias a lo cual

    se ll

    eg a un

    ac

    uerdo satisf3ctorio para las pan es. De

    no

    haber sido por el tipo

    de relaciones interpersonales que manejaban los antroplogos de la oficina con

    los protagonistas del hec ho, otra hubiese sido la his to ria. En efecto, la crisis

    fo

    rtal

    eci la legitimidad de la

    ofi

    cina de as untos indge nas, el estat

    ut

    o poltico

    de l

    os

    antroplogos empoder a

    lo

    s indge nas y sa lv el nombre del gobern ador.

    En procesos sociales donde las di ferencias culturales se exace

    rb

    an y dirimi r el

    ca

    nAi

    cto no puede hacerse con el mejor argumenro dentro de un modelo n ico

    de raciona

    li

    dad,

    el

    psiclogo social no puede competir COIl

    el

    am roplogo, que es

    capaz

    de p

    rese

    ntar a l

    os

    s

    uj

    et

    os

    social

    es

    en pugna una perspectiva autocrtica de

    la

    mirada que tienen de s mismos y de l

    os

    ot

    ros. El

    discurso sobre la ide

    nt

    idad y

    la diferencia - un asunto del dominio de la antropologa

    se

    hace valioso all,

    no

    se

    le considera ni li teratura de propaganda ni nostlgica autoreferencia lidad,

    ni reproduccin de mitologas. Es un

    apone

    social que se espera que haga el

    agente de la antropologa.

    Conclusiones

    No se puede esperar q ue haya una escuela antropolgica en

    l

    Va lle del

    Cauca ante

    ri

    or

    a la

    fo rm

    acin

    of

    rec

    id

    a

    po

    r la Universidad

    Icesi.

    No h

    ay

    ni una

    dinmica gremi al ni de inter

    eses

    discursivos y acadmicos que h

    aya

    congregado a

    los antroplogos de la r

    eg

    in en to

    rn

    o a una prc

    ti

    ca cohes ionad

    a.

    Sin e

    mb

    argo,

    es posible reconocer algunos rasgos que n

    os

    aproximan a un balance de los

    precedent

    es

    recientes del

    qu

    ehacer antropo lgico en la regin y que permiten

    identi ficar l

    os

    retos para el diseo de un plan acadmico de formaci n de

    antroplogos profesionales. omen

    lO

    a cominuacin algu nos de estoS retos.

    La

    a p ~ T f u r a

    a

    lA i n t m l i J c i p l i n a r i ~ d a d a prctica de

    los

    antroplogos en

    actividades acadmicas de Ot ras disciplinas, tanto en la docencia como en la

    in vestigacin, su p.uticipacin en equipos de consultora y la ofena laboral en

    espacios de intervencin social a la que se han insenado, han mold eado una

    habi

    li

    dad integradora de diversas

    vis

    ion

    es

    disciplinares

    y

    su

    apone

    secaracre

    ri

    za,

    precisame

    nt

    e. por mantener esa visin holsdca de l

    os pr

    oblemas que abo

    rd

    an.

    E programa de antropologa de la Uni ve rsidad

    Ices

    i manriene coherencia con

    esta tendencia. Es una dara apuesta del programa formar

    en

    disposiciones para

    143

    es

  • 7/23/2019 entre el oficio y la disciplina

    18/20

    44

    es

    Entre: el

    ofido y la disciplina. Hacia

    un

    balance

    del

    quehacer

    alHropolgico

    en

    el Valle del Cauea

    el trabajo interdisciplinary desarrollar la habilidad para integrar diversas visiones

    tericas

    y

    metodolgicas

    que no

    se limiten 3 la tradicin

    de

    la antropologa.

    a

    cercania a

    lo

    s sujetos sociales de estudio

    El

    compromiso

    social de los

    antroplogos los lleva a asumir una postura tica invaluable. que es reconocida

    por

    la sociedad como una identidad inherente al quehacer de estos profesionales.

    Este es un rero a la formacin de valores y actitudes de los nuevos profesionales.

    El co ntacto

    dir

    ecto

    con

    realidades sociales

    durante

    las prcticas acadmicas.

    y

    el examen crtico de ellas, garantizara conservar y potenciar esta

    nOta

    distintiva

    de la antropologa regional reciente.

    Las limitaciones institucionales p r la

    profundiz cin

    acadmica La

    dependencia econmica de entidades de in tervencin, as como

    de

    la financiacin

    de e

    ntes

    como Colciencias,

    que

    privilegian investigaciones aplicadas, reducen

    el

    margen

    de

    maniobra en el trabajo acadmico.

    a

    precariedad econmica

    de antroplogos

    doc

    e

    nt

    es

    tambin limita la existencia

    de una

    mayor y mejor

    produccin

    reA

    ex iva. La a rqueologa por comrato y la presentacin de informes

    ejecutivos de consuhoras en formalOs inRexibles igualmeme redunda en la

    prdida

    de

    calidad y

    profundidad de

    la produccin acadmica. Por lo

    tamo

    proponer una mima relacin entre los espacios y prcticas de intervencin social

    y

    la

    academia tambin

    es

    un reto del programa acadmico.

    a

    permanencia de una visin exotista Los temas de investigacin

    mami

    enen

    una mirada hacia minoras tnicas, comunidades marginales, grupos sociales en

    vulnerabilidad o wnRictividad social. El hecho de que algunos antroplogos

    trabajen en instituciones de accin social con este tipo de poblaciones mantiene

    el

    imaginario

    de

    qu e

    es

    ta

    es

    la comper, especifica

    de

    los antroplogos, y as

    se

    han.

    :;do de lado

    asunw

    s CUItUl ms complejos, como las dinmicas

    urbanas temporneas, de globaliz.tdn, etc. An asl,

    es

    notorio

    el

    inter

    s

    de

    los jvenes antroplogos por asumir estos nuevos asuntos, pero deben trabajarlos

    de

    mane

    ra

    paralela a las tareas institucionales

    en

    las

    que

    deben inscribirse. Se

    hace necesario abrir caminos y nuevas miradas que superen los clich

    s

    acerca del

    dominio de los amroplogos.

    a

    emergencia

    de

    s estudios afrocoJmbianos En un departamenro con una alta

    poblacin negra, esta es una tendencia notoria

    en

    los imereses de investigacin.

    Este sujeto social y su visibilizacin polticaorganizativa en

    un

    contexto regional,

    donde se expresan no slo como comunidades rurales aisladas y marginales, reta

    a la antropologa a transformar las miradas exotistas antes mencionadas.

    a

    urgencia

    de

    una revisin antropolgica critica de

    abundante prodttecin

    arqueolgica en la regin Si bien

    el

    discurso patrimonial

    es

    el preponderame en el

    entorno

    es

    claro

    que

    los arquelogos entienden

    el

    reto de

    contar

    con una mayor

  • 7/23/2019 entre el oficio y la disciplina

    19/20

    Ca rlos Enrique Prez Orouo

    calidad de tiempo y espacios para el anlisis que se libere de sus limitaciones

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    146

    es

    Ent re

    c l

    oficio

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    Hacia

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    Colombia, Facultad de Ciencias Humanas, Departamenro de Antropologa.

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