entre el oficio y la disciplina
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7/23/2019 entre el oficio y la disciplina
1/20
/
Entre el oficio y la disciplina. Hacia un
balance del quehacer antropolgico en el
Valle del Cauca
Carlos Enrique Prez Orozco
El
nmuo
cosas
Nchas
bajo nomb I1ntropoWgla
es Jimplnnmu infinito; u s t ~ d p u ~ t h l l c ~ r
roolquier
coso
llamart antropo[ogla. ( eo
N
tal
wz
un poco
atre
mo)
Geertz
{l
99
1)
1
Abstract
lh i
s an
id
e pr
esents
the
results
ofan investigadon
on lhe 13Sks
of
anrhropologisls
in rhe
regio
n
o
r
he Valle
d
el
Ca uea. It describes (hese
tasks regarding
{he practical
works
rh
ey perform, thdr role
and
social place, hde academic production
and thde co
mr
ibUlions 10 rhe soci
al
seicnce discipline e amhor
a.sse
rts
lI
lar
inlcrdisciplinary pracriccs, alrhough positive foc a holis
fi
c understandi ng
of
cultural problems, dissolve
me
methodological and
of
Ihe
lOo
ls
nheren 10 lhe s udy of regional anthropo logy. The anide idemifies sorne
di$linctive fcalures
of
(hese pracri
ces
and I
he
ch
al1e
n
ges
presented
10
(he
formadon
of
new
anthropol
og
iscs in
Valle del Ca
u
ca.
Introduccin
Q
u
es
lo que hacen los an
trop
logos en l
Va
lle del Cau
ca?
Puede
caracterizar
se
su quehacer de modo lal
que
se admita reconocer en e llos una
id
entidad partic
ular?
Son esas marcas de identidad conceptuales, te rica
s.
disc
ur
sivas. o se muestran en experticias profes ional
es?
Ex iste acaso un campo
de accin, como una especie de territorialidad discursiva o profesional. en
la
qu
e construyan un
es
pacio soci
al
part
icul
ar
y
se
reconozcan como sujetos?
En
I Tndoccin del cd ilOr. El 1010 original en inglb: Thc number of I",ngs donc unde.
lOe al
amhropology is
jml
,nfihilc; you can do anyt ,ngand
ll
il anlhropology.
l
h.
1I
i
pttluJll
a ',nle l r t ~
\
1
1
I
1
1
1
I
1
i
I
1
I
j
1
-
7/23/2019 entre el oficio y la disciplina
2/20
12
es
Enrrc l oncio y la disciplina. Hacia un balance del quehacer
3n1ropolgico en el Valle del Cauea
qu
medida esas prcticas sociales
y
discursivas construyen, a
la
vez
que
a los
antroplogos, a
la
disciplina antropolgica en el Valle del Cauea?
Dar
respuesta
a estas preguntas,
qu
e
orientaron
la investigacin exploratoria
de
la
que aqu
se da cuenta, tiene pertinencia para un proyecto social por construir: el
de
la
nueva escuela de antroplogos
de la
Universidad Icesi. En el
momento de
iniciar
esre proyecto universitario no se poda desconocer el saber
y
el quehacer de los
antroplogos presentes en la regin, ni tampoco pasa r
por
airo
los
retos que sus
prcticas soc
ial
es haban planteado. El proyecto
de
la
nu
eva escuda, de
una
u
otra
manera, debera redircccionar los caminos
ya
recorridos, hacer algo con
las
puertas
que
ha encontrado abiertas, o cerradas, abordar o desechar
la
s preguntas
que ya han sido planteadas, y hacer suyos los aciertos y conquistas precedentes. Le
convendra, tambin , aprender
de
los extravos.
El
objetivo
de
esta exploracin
ha
sido, precisame
nt
e,
aportara
una comprensin
de la
prctica antropolgica
en
la
regin, para
que
la
formacin de nuevos antroplogos responda a
las
demandas
sociales
que
les son hechas y a las lneas
de
investigacin
m
s pertinentes para
el momento
actual.
La opcin m
eto
dolgica asumida toma distancia de lo
qu
e
se ha dado en
llamar estado del
ane ,
y
se
aproxima ms a
la
perspecfiva del anlisis crtico del
disc
ur
so,
por
cuanto, en su
co
mprensin,
las
reglas di
sc
ursivas
qu
e posibilitan
la
construccin
de
los textos coincidiran con
la
s
qu
e constiruyen a los sujetos
que
los enuncian. Se
pr
etende relacionar
la
s
pr
cticas
que
configuran a los sujetos
sociales que hacen
la
antropologa con
la
di
sc
iplina misma, no slo
por
el tipo
de textos
y
saberes qu e as se llaman.
Para co
mpr
ender un discurso no slo conviene atender a
o dicho
el
contenido
referencial del texto),
pu
es
el
sentido no
es
t encapsulado
en
el
tex[O
, sino
que
debe ocuparse por igual del
decir
del acto social de su enunciacin y sus
circunstancias.
Tanto en lo
dicho,
como
en el decir, hay siempre
una toma de
posicin del enunciador en su co
nt
ex[O qu e trasciende
el
mbito
de
la referencia
de
los textos.
Hay
una experiencia vital
de
se
ntido que
se co
nden
sa
en
las
prcdcas disc
ur
sivas. Por
otra part
e, el quehacer profesional
pued
e tener, o no,
la
condensacin en textos acadmicos, pero s
iempr
e
es una
prctica social;
por
ello, un estado del arte centrado en los textos, se ra incompleto. Esto es evide
nt
e
cuando se conStata que lo nico
que
hacen los antroplogos no es escribir textos
acadmicos.
Es
su devenir social
lo que
les permite reconocerse con
el
es tatuto
particular, diferencial
de
antroplogos.
Responder a qu
es la
antropologa? desde
las
prcticas profesionales, desde
el oficio puede parecer un corte
abrupto
a
la
discusin epistemolgica acerca
de
los lmit
es de la dudplina
Para definir a
la
antropologa
no
preocuparan tanto los
objetos conceptuales
que
reclama co
mo
propio
s,
o las posturas metodolgicas que
-
7/23/2019 entre el oficio y la disciplina
3/20
I
I
I
I
Carlos E
nri
que Prcr. OrolCO
adopta, ni siquiera
el qu
ehacer
et no
gr
co sera lo
qu
e construye
el mbito
de la
disciplina. Ms bien, [as reglas del discurso
an t
ropolgico habr que encolllrar las
en
las
huellas
qu
e s te d e
ja
tanto
en
el
deve
nir
soc
ial
de
los a
ntrop
61ogos co
mo
en
sus texros. Ena
es
una manera de entender el decir de Clifford 'a
antropologa es lo que ha
ce
n l
os
antrop logos . a antropologa como oficio
podra
entend
erse como ucnl co
mo
habilidad o experticia para el desarrollo
de una actividad transformadora o constructora de objetos; por su parte, la
antropolog a como disciplina sera la construccin de los objetos conceptuales
que daran co n
sis
tencia
y
sentido a tales prctica
s.
En la investigacin realizada se us como mtodo la observacin directa
de
[a
s prcticas, la e
nt rev
ista personal y la revisin
docum
ent a
l. Se
fij un
lmite cron olgico in fe
ri
or en la dcada de los se
tenta
, pues
con
la creacin del
programa
de
ant ropo l
og
a de la Un iversidad del
Ca
uea, los profesionales
de
esta
disciplina empezaron a ejercer en
el
Valle del
Cauea
con
mayor nQ(oriedad.
si
n
desconocer que
hubo ant
roplogos profes ionales formados en otras escuelas
y con
anter
ioridad. a frontera espacial. si bien se
fi
j para el Valle del Ca uca
como e
ntid
ad
po l t
ico
adm
in istrativa, t u
vO
en cue
nta que
la configuracin de
las
red
es
social
es
del surocciclente co lombiano hacen difusos y escurridizos estos
lmites poltico
s.
Esto dejara por fuera todo aqu ello qu e puede reconocerse como discurso
an tropo lgico pero cuyo e
nunciador no
sea un antrop logo un a dec isin
apa rentemente in justa si se dene en cuenta que en el Valle del Ca uca los
an troplogos han sido pocos, y los problemas que pudiera n haber sido de su
tradicional
competencia han
sido abordados
po
r
ot
ros cientficos social
es
co n
solvencia
y
prof
es ionalismo. Sin
emba
rgo.
no
se hizo esto
como
una decisin
apriorista sin fundamento; el corte tiene ms razones prcticas y
meto
dolgicas
que
nmdada
s
en
algun a filosofa de la ciencia. Si se decidiera tomar en cuenta
desde un
prim
er
momento
toda la produccin multidisciplinar que se mues tra
como afn a los problem as de la antropologa, si se
toma
ra todo esto co
mo
parte
del
corpus
de textos y prcticas sociales a considerar, con
qu
c
ri
terios definir
los lmites de lo observabl e? Cules seran considerados como verdadera mente
antropolgicos y cules
no
? Para no complejizar
mucho
las posibles respuestas
epistemolgicas, pues no es ese el objeto de este texto, basta dar algunos ejemplos
de discursos y prcticas de n
o-a
nt
rop
logos que
ponen
en entredicho los lmites
disciplinares, y que, de un a u otra forma . tambin constituyen parte de los
precede
nt
es de las prcticas
de
la co
munid
ad aca
dmica que
te
nd
rn
qu
e ser
considerados en un balance general de las ciencias sociales en la regin.
129
es
-
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3
es
Elllre
el
o
cio
y
la disciplina. Hacia un balance del quehacer
antropolgico en el Valle del Cau
ea
Fronteras interdisdplinares de la
antropologa
regional
No
es sostenible afirmar
qu
e son las disciplinas las
que
crean los objetos
de estudio; esto implicara que preexisten a ellos. Ms bien, son los problemas
abordados por un racionalis
mo
crtico los que encuc
mran
en l las formas
discursivas ms adecuad
as
para su comprensin y nacen , as, las disciplinas y la
delimitacin de sus objclOs conceptuale
s.
As
la
s cosas, mu cho de lo que han
hec
ho
socilogos, hi smriaclores, comunicador
es
y trabajadores social
es
en el
Valle podra considerar
se
como a ntropolgico , en tanto
lo
s problemas que han
abordado son aquellos qu e permitieron la gnesis de la disc iplina antropolgica
propiamente dicha. Si se quiere hacer un balance del conocimiento disciplinar
no podr desecharse tan abundante
produccin
y la
primera nota
distintiva que
sobresale en ella
es
su entraa in terdisc iplinar. Es ms, esta caracterstica podra
se r reconocida como una de l
as
marcas di stintivas de la antropologa vallecaucana
y la lcesi estara en el debe r de dar co
ntinuidad
y
profundid
ad a tal avance.
1
Es
apenas lg ico
qu
e los antroplogos vallecaucanos
qu
e se han dese
mp
eado en
la docencia universitaria
(s
in
el
propsito de formar antroplogos), o han sido
partcipes de equipos in terdisciplinares de inves tigacin, hayan estado morivados
a tender de manera natural los pu entes de la in terdisciplinariedad. sta no
habra sido una tarea fecunda si los actores se hubiesen enfrascado en disc usiones
epistemolgicas, o infantiles reclamos por el acceso excl usivo a determinados
territorios del conocimicnro. Veamos un rpido panorama ilustrativo de esta
produ ccin en las fronteras in terdisciplinares de la antropologa en el Valle del
Ca uca, hechas desde otras di sc iplinas convergentes.
Desde
lo
s diversos grupos de inv
es
tigacin del
Ce
ntro
de Inv
es
tigacion
es
en Psicologa, Cognicin y C
ultura
de la Universidad del Valle se han lle
va
do
a cabo inves tigaciones
qu
e bien podran dar res pu es ta a viejas
pr
eocupaciones
antropolgicas acerca e la relacin entre la c
ultura
y lo s patrones de
co
mport
amiento personal, la relatividad de categoras como adolescencia ,
etc. Si bien la merodologa de algunas de estas inv
es
tigaciones, dirigidas por
Mara Cristina Tenorio ent re Otros, se reconocen co mo de etnopsicologa
o de psicologa cultural y sus ca t
ego
ras de anlisis
no
son
propi
amente
a
ntrop
olgicas, es indudable una gran afinidad co n ellas. Y es que ni sus
objetos de estudio, ni
el
uso de recursos metodolg icos co
mo
la etnogra6a y la
observaci n participa
nt
e, pueden ser exclusivos de una u otra disci plina.
Es
ms,
los investigador
es
e
ntienden que
la complejidad de los objetos slo
pu
ede ser
2 h...:ho. d plan dd p m g r a m ~ antropologa Icesi
se
ha previno
un
nudeo eomn de marerias
l
as c o n ~ r g ~ n cstu
diantcs l
os
programas amropologa,
soc
iologa. ciencias polticas y
,
irologa.
El
cue
rpo o c ~ m ~ .
de
igual
manera,
e s ~ r o r m ~ d o e n d i s c i p n a s d i ~ , s a s . As,
d
a b O l d ~ j e d c
los problc m
as
decsludio
i l ~ , m ~ l o d o l g i c a
y
o n e ~ p r u a l m c di t'$a5
miradas.
l
-
7/23/2019 entre el oficio y la disciplina
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Carlos Enrique Pircz Orozco
abordada
interdisciplinarmente. As, en
es
ta escuel
a, se enC
Uf'ntra n desarrollos
~ r c
de la nocin de adolescencia en ciudad
es
como Buenaventura Cali, la
definici
n cultu
ral
de
los ro
l
es
de gnero y
la
relacin de stas
co
n
la
viol encia
intrafamiliar en a
li y
la regin, la caracterizacin cultural de las fam
il ias
del
suroccidente, etc. (vase: Tenorio, 1997) En
qu
se ntido esta produccin no
hara parle del saber antropolgico reg ional?
Por otra parte, si se da una mirada a la produccin de la escue la de lenguas
de la mi sma universidad, se encuentra
que
slo en tesis de la maestra en
lingstica
(se
contabilizan 88 ttulos), muchos abordan la descripcin crtica
de forma s lingst icas y de comu
ni
cacin propias de comunidad
es
del Valle ;
incluso hay anJ isis de eve ntos comunicati
vos
complejos como rituales religiosos
afro para cuyo es tudio se apropian de ca tegoras analticas de la antropologa
de
la comun icacin
(vase:
Castellanos y Atencio, 1982). En cuanto a la obra
de
lo
s docentes (investigadores en lingstica terica y aplicada) , se encuentra
que han trabajado mucho
ms
que la riqueza lxica regional: han desarro
ll
ado
creativas propuestas tericas de va lor universal como el enfoque semntico*
com unica
ti
vo para la gramtica (vase: Ov iedo, 1997). De igual manera se
cuentan in ves tigaciones en el an
li
sis argumentativo del discurso, los problemas
de la traduccin,
el
biling
is
mo y la educacin en lengu
as
indgen
as. Se
trata de
desarrollos que.
si bi
en son propios de la lingsrica como ciencia autnoma,
de manera tradicional (en el esquema boasiano de la di scipli na , por ejemplo)
se
co
nsideraran como una de l
as
reas ms significa ti vas para el
co
nocimiento
antropol6gico. En cualquier intento por conocer el mundo simb
lic
o de l
as
cultur
as
del
VaJl
e ha bra que recurrir al trabajo de
es
tos lingistas.
El
caso de
la
Escuela de
omu
nicacin Social de la Universidad del
Va ll
e
es
especial.
Bajo la
inR
uencia del polifactico Jess Martn Barbero y la preocupaci6n
por la c
ul
tura popular y su compleja interaccin
co
n los medios m
asivos
de
comunicacin, muchas de las investigaciones de los comunicadores se orientaron
hacia
la
comprensin de subculturas urbanas, los cuerpos como escenarios de
comunicacin y emancipacin, fen
me
nos de comunicacin popular y un
abanico enorme de tem
as
en
lo
s que el concepto cultura es el denom inador
comn. Ttulos
co
mo Im pacto sociocultural del fenmeno mi gratorio de los
no rteo
s
(Ramos, Ossa, Castrill6n Ga
lvez.,
1994) mu
es
tran cun difc
il
se
ra definir l
as
fronteras discipli nares desde l identificacin de problemas
objetos ant ropolgicos en esta escuel a. Con metodologas heterodoxas, en l
as
que l
as
herramient
as
cualitativas del parad
ig
ma antropolgico
fu
eron usad
as
con predileccin. los com unicador
es
convocaron a semilogos, socilogos
antroplogos para abordar sus problemas de investigaci6n. De hecho, en la
primera promocin de la maestra en comunicaci6n social y diseo cultu
ral
se
131
es
-
7/23/2019 entre el oficio y la disciplina
6/20
132
es
Entre
el
oficio y la di sci plina. Hacia un balance
dd
quehacer
antropolgico en el Valle del Cauca
hicieron trabajos entre grupos tnicos como los Wounaan (Paz, 2001)'
y
los
afro-descendientes del Pata, que bien podran pasar como verdaderas tesis de
antropologa.
En otro
es
pacio completamente diferente,
como
el insriruro Cisalva (Centro
colaborador de salud
y
violencia) que estudia con un enfoque epidemiolgico
el
problema de
la
violencia en Cali, y con el objetivo
de
conocer el comportamiento
de los jvenes de pandillas de comunas conflictivas. se han realizado aurnticas
etnografas sin la participacin ex plcita de antroplogos, (Vanegas y Bayona,
1997). Esto da cuenta de que la apropiacin de los mtodos de trabajo de la
antropologa por parte de otras disciplinas ensancha ellmitede aquellos discursos
que
le
son afines.
Al explorar
la
produccin de
la
escuela de sociologa de Univalle sera mucho
ms complejo diferenciar un discurso amropolgico
de
uno
que
no lo sea.
Demro
del alto volumen de trabajos
que
se han realizado sobre las comunidades
negras. algunos tienen la impronta directa del amroplogo australiano Mimael
Taussig. quien durame los aos setema rrabaj en
la
zona del Pacfico Sur y
el Valle del Ca uca. En
la
produccin del CIDSE. en
la
que han participado
amroplogos como Pedro Quimn. se han articulado esfuerzos co n grupos de
investigacin internacionales como
el
liderado por el antroplogo Peter Wade. a
investigacin de socilogos como Fernando Urrea para estudios afrocolombianos
tambin muestra una predileccin por mtodos cualitativos de recoleccin y
anlisis de datos, haciendo de sus productos textos que bien podran pasar por
investigaciones amropolgicas, tamo por su objeto como por su mtodo. Esto
es slo una muestra de cmo en el Valle han sido equipos imerdisciplinarios los
que
han abordado problemas que, en otras latitudes, pelearan los amroplogos
como de su dominio
excl
usivo. As. por la va de la definicin de produccin
antropolgica en trminos disciplinares (por la identificacin de objeros y
mtodos tradicionales de
la
antropologa) no se podra llegar a puerto alguno.
a delimitacin de un dominio antropolgico. o un tipo de metodolog a
investigativa. no es una va posible para definir
el
objeto de este estudio. pues
las prcticas antropolgicas podran ser casi cualquier cosa y venir de todas
las ciencias sociales. a salida propuesta ha sido
la
de focal izarse, en primera
instancia. en el quehacer de los amroplogos profesionales.
Queda
por definir
a quines se les llamar as. a solucin puede sonar a tautologa, pero no es
extraa cua ndo , para otros estudios, se define un grupo cultural: antroplogos
se
ran aquellos
que
son reconocidos como tales por
la comunidad
acadmica de
lo
s antroplogos. El paso
por
ritoS formales como la graduacin en programas
3
a
tesis de mac.tr; de MMia Claudia I a>
.,
si bien puede entenderse oomoant,opolgica por su metodologa
la fo,macin de bascdc su ;luto,a,
e cont,
en
el
cspacio
de
la escuela de
comunicad
cond icion
cs
&vor:mlcs
para su desarlOllo. Una espttie de antropologa de la cotnunicacin.
-
7/23/2019 entre el oficio y la disciplina
7/20
Ca
rlo
s Enrique Prez O rozco
universitariosde anrropologasera
el
marcador de identidad del grupo de
es
tudio.
Cuando ellos se conocen entre s, una de las que se formulan es eres
antroplogo de d6nd
e?
Indagan
por
los maestros
qu
e los inAuenciaron, por
l
ano de graduacin y, finalmente, se e
nt
eran de las prcticas actuales en l
as
qu
e ejercen su pto
fes
in. Se podra deci
r,
e
nt
onces,
qu
e
la aut
o
ri
zacin c
omo
miembros del grupo de antroplogos la da, en primera in stanc
ia
,
el
habe r p
as
ado
por los rituales de
la
s instituciones acadmicas.
4
Qu
izs
es
to S
datos les permiten
reconocer la esc
ud
a de pensamiento y lao rienracin terica de sus pares, aunque
no
necesariame
nt
e.
As definidos, se contactaron 41 antroplogos que desarrollan su labor en
l Vall
e del Cauca. Se entrevistaron a 17 de ellos
y se
researon tex
to
S de m
s
de una ve imena. Adem
s
de estos agentes co
nt
emporneos de la antropolog
a
,
se
han referenciado cerca de
25
documentos produci
do
s po r antroplogos
acerca de co
munidad
es
e
la
regin. Preci
sa
do el o
bj
eto y
la
perspectiva de esta
in
ves
tigacin,
la
tarea sigue abierta hacia
la
observacin
di r
ecta del quehacer
de los antr
opl
og
os. el tes
timonio qu
e ellos mismos
dan
en
la
s e
ntr
e
vi
st
as
acerca de su trayectoria y
la
definicin de
la
agenda para una
antr
opolog
a
en
la
regin
yel
anlisis crtico y discursivo de lo s textos que producen. Aun cuando
faltara mucha informacin por procesar y debatir con
la
misma comunidad de
antroplogos (y an no se puede presentar un anlisis co nsolidado) se propone
una matriz de clasificacin de las prcticas con la que se espera ordenar los datos
compilado
s,
la cual est basada
en
el an
li
sis de l
os
primeros resultados.
Es
ta
matriz
ya
va dando cuenta de ciertas lneas de ide
nt
idad
de
aquello que hacen
lo
s antroplogos.
Qu
es, pues, lo que hacen, d icen
y
escriben los antroplogos
en el
Vall
e?
Los resultados que aqu se
pr
esentan son preliminares.
El quehacer antropol6gico condensado
en
textos acadmicos
En los t
ex
tos acadmicos se recoge
r
a
el
trabajo a rquetpico d
el
antr
oplogo
que hace investigacin de campo
y
esc
ri
be tales textoS pa
rac
irculaci6n, cons
umo
y
retroalimentacin de
la
c
omunidad
cie
nt
fi
ca. Entre
lo
s t
ex
tos as ge
sc
ados
se encuentran l
as
t
es
is presentadas para o
bt
ener la titulacin en program
as
de
antropologa, libros, ponencias en eventos acadm
ic
os disciplinares. arrfculos e
informes de inves tigacin. En la historia universitar
ia
del Valle del
Ca
uca, donde
no ha habido un programa formal de a
ntr
opologa, muchos
de
es
tos textos
acadmicos son fruto de trabajos interdisciplinar
e:s,
de grupos de inves tigaci
6n
4
Una d fCripcin deuJUda de
l
culn 'l aoodhn
;a
y
de
los
ri ruks de au fo
riucin
y formacin de
l
identidad cid f p l o g o puede vme en el
rr.obajo
de olinos
OO]
.
l33
es
-
7/23/2019 entre el oficio y la disciplina
8/20
134
es
Elllrc
el
oficio la disciplina . Hacia un b .lance del quehacer
amropolglco en el Valle del Cauca
donde
ha encontrado cabida un antroplogo sin que
el
grupo
se
llame a s mismo
de antropo log
a.
En algunas oportunidad
es,
el
nico t
ex
to de
Jo
s a
ntr
op
logos escrito para
circu lacin en el medio acadmico es el de su tes is de pregrado, maestra o
dOClorado, haya sido publicado o no. Si se tiene e n cuenta que en
el Va ll
e del
C auea no ha existido , hasta aho ra,
un
programa universitario de antropologa.
encontramos un grupo significativo de antroplogos vallecaucanos que se ha
formado en
la
Universidad del Cauea.
Al
revi
sa
r
la
produccin de es ta escuela,
de m
s
de 200 tesis referenciada
s,
slo
17
fu
eron rea
li
zadas
n
comunidades del
Va lle, no necesariamente por antroplogos vallecaucano
s.
De es tos escudios
s
3
se realizaron con
poblaciones indgenas (entre
las
dcadas de
lo
s aos setenta
y ochenta). S en arqueologa o acerca del patrimonio arqueolgico. 3 con
comunidades campesinas. S con pobladores urbanos marginales y 1 con un
grupo tnico urbano (judos en
Ca
li)
.
De
es
tos trabajos llaman la atencin
va rios aspectos: 1)
La
tendencia de los estudiantes a trabajar en el Val le temas
arqueolgicos y en COntextOS urbanos. 2) La falta de tesis de antropologa sobre
comunidad
es
afrodescendientes. pese a que en la regin
estoS es
tudios tienen
un crecimiento notable.
6
3) La prdida de inters en la escuela por los g rupos
indgenas del Valle, pues los estud
io
s
ex
iste
ntes
se
dieron en
la
primera poca
del programa de Vnicauca, quizs por
la
co rriente indigenista en boga en los
aos
se
tenta y ochenta.
En
el
caso de los temas urbanos,
la
mirada tiende
cas
i siempre hacia
la
marginalidad de
los
sectores popular
es,
como si los estudios de antropologa soc
ial
necesitaran de la construccin de un O O extico O en situacin de vu
ln
erabilidad.
I
)o
r otra parte, estos proyect
OS,
en algun
as
ocasiones, se e
nmar
can en prcticas
de intervencin social de e
ntes
estatal
es
o privados a
la
s que se
vi
nculan los
es tudiantes de antropologa. o sus docentes, y revelan que, en situaciones de
co
nAiclO
socialque entraa posturas ticas, aumenta la tensin de
la
do
bl
e agenda
de la prct ica antropolgica: la acadmica (o di
sc
iplinar) y la ap licada (o
la
del
ejercic
io
del
onc
io social). An as,
la
s tes is mantienen un canon de escritura
en ter
cer.:
persona, con
el
monopolio interpretativo del autor; l
as
voces de los
acto
res sociales entre quienes
se
hace
la
inves tigacin aparecen como objeto de
estudio, no co mo
in
stancia crt ica de anlisis de los as unt os tratado
s.
S
. t ~ n
: o c t u ~ J m ~ m e inV'enig:u:ionrs en procao en 1
.. CUTlpoo
de: b antropologb biolGgica. pc.o ros
.aultados aun
no
$('
han wn Olidado.
6 [)., hecho. b ~ m r g c n c i a d los afrodc:sccndiHltCl como
u ; c t O
soc
ial
y poltico de:
gr on
rKMoriecUd en
V a l J ~
dd C:oua ha sido trabajada por grupos de soc ilogos v;alk:cauQnOl en instancias como 1
C IDSE.
como
se ha ,nCllcionado.
J
-
7/23/2019 entre el oficio y la disciplina
9/20
I
I
I
I
I
I
1
I
1
,
I
Carlos Enrique Prcz Orozco
Fuera
de
las tesis
de
grado, llama la atencin
que el mayor
volum en de tex tos
producidos se pueda clasificar en l rea de arqueologa.
1
Uno de los factores para
ello
es
la
existencia en la regi
n
de 3 grupos de
in
vestigacin arqueol
g
ica:
el
del
suroccident'e, liderado por
el prof
eso r Digenes
Patio
desde la Universidad
del
Cauea;-
el
ll
amado Arqueodi
ve
rsidad , de la U
ni
versi
dad del
Valle,
liderado
po r Carlos Armando Rodrguez y
que
ha promovido numerosas publicaciones;
yel qu
e orienran los arquelogos del I
NC
IVN
y Jo
s Vicente Rodrguez de la
Universidad Nacional.
10
La tradicin de publicaciones como la ~ v i s t a Npukcia
del INC IVA -- en cuyos ndices se cuentan ms de 50 artculos de arqueologa
yantropologla regional
s
ha estimulado la produccin
y
divulgacin de es tas
inves
tigacione
s. Otro
factor son
las nuevas
condicion
es
creadas
por
la legislacin
nacional: desde los aos noventa se ha exigido
que
para el desarrollo de obras
civil
es
de envergadura se rea
li
cen
pr
eviamente estud ios de
im p
acto sobre d
patrimonio arqueolgico. lo c
uaJ
ha disparado la escri
tur
a
de
in f
orm
es
de
este
tipo. en lo que algunos han llamado arqueologa por c
omrato
. De hecho,
entre algunos jvenes profesionales , se h
ab
la
de
este tipo de trabajos como
de d
machete
de
la amropologa .
es
decir, el trabajo ms
duro,
pero
al qu
e
se
puede
recurrir en caso
de
necesidad eco nmica .
En
el
caso de la produccin en amropologa social. se ha encomrado que
son entidades pblicas como Colciencias
la principal fueme de financiac i n
de muchas inicialivas ejecUladas desde centros acadmicos. Proyectos como d
dirigido
por
el profesor
EHas
& villa
de
la U niversidad del
Va
lle sobre los amores
en Cali. el erotismo y la vida sex ual (Sevilla 2003), o el de Ped ro Q uintn.
antroplogo espaol y profesor
de
la m
is
ma universidad , quien ha abordado el
problema
de
la migracin de las familias afrodescendienr
es
del Pac
fi
co a
Ca
B.
fueron de financi acin oficial. De hecho. nuevos proyectos
pr
esentados por
los
ant
r
op
logos vinculados a la academia siguen recurriendo a esta fuente y a
otras de carcter pblico, cuya gestin
mu
chas veces debe plegar
se
a
in t
ereses
institucionales. Aun cuando los
do
cemes
in veSt
igador
es
han
qu
erido mantener
7 Tan slo en los l,imos \les congruos
de
:uqu>loga.., un presentado m
de
30 ponendas. pues siempre
JI:
wt
abieflo simposio especiales sobre la arqurologa
valleauana
.
l...oJ
libro.; f'ublic::ulos
f'Or
el MuttO Julio
UJar Cu
bill
os
de la
UniVCl' idad
dd
Valle JOf miCio dc
r 'l in arqueolgica con frollleraJ mucho mis
~ m p w
que 1
1
dd
iuroccidenle colombi:ano.
8 Han 'uliZldo proylos de prmpcccin en
las
obras de b malla ..
al
en el
Valle
del Cauea.
el
g;uodUCIO
de
occi
dellle
y
Ol raJ consu ltoras pata obras
ci
vi
les.
9
In 1l
ilulo
pan la n v ~ l i a c i n
y la del
~ l r m o n i o
Cullural y Nalural del V:llk
dd
Caua..
10 Se han hecho recienlemenfe varias publicacion
es
en las que $e da cucn , de su di
oc
iplinado ltabajo
(Rodriguu 2007.
ROO,igun, Blanco
y
Bolero
20(5), adcmis
de un sinnmero de informes infdi,os de
plOllpcccio
n
es
y de ;uqucologia k rCS(:lle.
11
DcurlamcnIO Adm;ni
ta';..,
de Ciencia Tn:nologb e Inno,O(jn.
135
es
-
7/23/2019 entre el oficio y la disciplina
10/20
1
36
es
Emrc el oficio y la di sciplina. Hacia un
balan
ce
del
queha
ce
r
amropolgloo
en
el Valle
del
Cauca
el carcter de sus trabajos como d e invest igacin bsica, es decir, liberarse de las
exigencias de mOstrar la aplicabilidad prctica de los res ultados de su trabajo, se
quejan de
que
las
cond
iciones
de
Colc
iencias favo recen ms las
pr
opuestas
qu
e
"suenen a ap
li
cadas".
Las
consultoras
pa
ra
las qu
e
li
citan los ce
nt
ros universita
ri
os
y sus grupos de investigacin, en bsqueda de fuentes de financiacin, so n
muchas
veces el marco para la
produ
cci n de los textos acadmicos. Esta tarea
tambi
n se debate en
una
do
bl
e agenda: la de producir los text
os
requerid
os por
la entidad patrocinadora, y la de profundizar acadmicamente en la revisin de
la
informacin recolectada en
campo
desde l
os
intereses de los investigadores.
En algunas universidades p
ri
vad as, como la Univusidad Autnoma
de
Occidente y la Universidad San Buenaventura, la
produ
ccin ant ropolgica sigue
tambin otras dinmicas. Estas res
ponden
a convocato
ri
as imernas para proyectos
de investigacin y son ejecutadas des de grupos interdiscip linarios. algunas veces
poco
cohesionados,
qu
e art icu lan la
in
veStigacin a p rcticas
de in t
ervencin o
de "res ponsabilidad social universitaria" que las instituciones patrocinan . Los
ant roplogos d ocentes reconocen
qu
e en la ltima dcada ha aum entado la
presin para la produccin acadmica, escrita y publicada , que pueda mostrarse a
instancias evaluadoras y
de
acred itacin, pero los lmites institucionales descti tos
no permiten un desarro llo acadmico profu
nd
o de los asU
nto
s.
Est
ca
mbin el trabajo de los an tro plogos
qu
e participan en la
produ
cci n de
textos
de
divulgacin, de ca rcter argumencacivo
y
pedaggico, cuya circulacin
no
se limira a la comunidad acadmica sino
qu
e se
de
stin a al pblico en general.
La
funcin
de
estos textos. desde los
int
ereses de los financiadores.
s mu
chas
veces la reproduccin pblica, legitimada
por
el discurso cientfico, de intereses
ideolgico
s.
Cabran
aqu
desde los guiones
mu
seogrficos
hasta
ca
nillas acerca
de los derechos d e salud indgena o la resolucin pacifica de co nAictos.
'
} Los
textos producidos
por
las inStitucio nes tienen un a finalidad, o bi en pedaggica,
o bie n de difusi n de un co nocimiento, de un patrimonio material o
inmate
rial .
O tro ejemplo est en la Secretaria de Turismo del Va lle de Cauca, orientada por
la ant rop loga
Cla
udia Pa z., quien public en el ao 2003 el text
O
" Los indgenas
en
el Va ll
e del Cauea.. Permanencia
y
presencia", cuyo
mbito
de ci rculaci n han
sido instituciones de e
du
cac i
n
bsica y media, y encre los mismos
funcionara
s
gubernamentales. En el texto es claro el propsico
de
responder a las demandas
12
Recklllemcmue
han rccbOOr.ido
101
g\lioncs
de
lo mU COS
La
Me
rced.
Julio
Cesa.-
Cubillos
; \ ~
... 1bd
del Valle)
a dc
Exposiciones ltmp0r3Jes Manuel; a.
con
b
...
l
mpnh
a
ctilla)iur
el p'O)'Klo
del
MusroArqucol6gicn de I>almira
MAr , luce
s i
mpu
lSldo
1' la
Fundacin
F.cu
....rque LLlIlOgrandc. Co lecd on""
c nogr:ific,lS
r q u c o l g i ~ C l n l O las de la
Un
iY(1'i
dad Autooma
de (Xci
d
enle
rambin han ,i
do rcorganiudas
por
m \ ~
j>fofo;onalc:s.
13 s d c;uo dd raNjo de la
UniYet,idad
J a ~ r i a n a
en
el cual
un
equipo
i'lIcrc1iKi plinar io
de abogadO .
o g o s
antroplogos
ueo
r
:uon
un proceso
dc:
la
dc
Jusricia
de
Ag
...
bLmc;a
.
J
-
7/23/2019 entre el oficio y la disciplina
11/20
Carlos Enrique Pera Orozco
de las
comunidades indfgenas de hacerse visibles como sujetos de derechos y de
hacer
un aporte a procesos de educacin
Entidades gubernamentales. como
el
Fondo Mixto para la
Cult
ura , han
patrocinado proyectos cuyo fin. ms
que
la
produccin de textos disciplinares.
es la
produccin de materiales didcticos para
el
aprendizaje esco
lar,
o
la
difusin
dd patrimonio cultural de
la
regin. Es el caso del c d ~ r o m interactivo sobre
la
ofena museogrfica del Valle del
Ca
uca. en
el
que trabajaron los antroplogos
Erik
Marn y Anglica Nnez. La
cont
rataci
n
de productos puntuales y
la
espedfidad de las convocatorias para
el
los impiden que trabajos como estos tengan
continuidad e impacto social y acadmico.
Vale
la
pena anotar. s
in
embargo, que
tambin estas prcticas proveen a los investigadores de un material de primera
mano para desarrollar su investigacin disciplinar.
Algunos de los textos de arqueologa de Ca rlos
A
Rodrguez (200S) o
A1exander
Clavija
(vase
Gobernacin del
Valle
2003) han tenido
la
caracrersrica
deofrecerse ms como estados del arte. compend ios de
in
vestigaciones. miradas
panormicas y divulgativas de la produccin de los arquelogos para un uso
Rgico .
Si en la
Universidad del Cauca hace escuela
el
"detener la excavacin",
n=Aexionar el
papel social de
la
arqueologa y reinterpretar
los
datos del material
archivado,14 el boom de arqueologas de rescate y por contrato en el Valle no ha
dado tiempo a ello y
el
discurso patrimonial sigue amparando
la
produccin de
textos de divulgacin o de balance.
Por otra parte, tambin existen las prcticas profesionales de consultora,
que se conden
sa
n en textos que ilustran instancias de toma de decisiones sobre
asuntos cultural
es. Los
antroplogos son contratados coyunturalmen te
como
parte de equipos inrerdisciplinares para
la
elaboracin
de
es
tudios de impacto
socio-cultural , o sobre
el
patrimonio arqueolgico de una obra civil: consultoras
sobre polticas socio-culturales, planes de vida de comunidades negras e indgenas.
planes de manejo ambiental. peritajes para instancias de decisin judi
ci al,
etc.
Por ejemplo, en los estudios que
se
real izan para la
CVO
sse exigen unos precisos
trminos de referencia que seconstiruyen
en
marcos de produccin del discurso.
que a su
vez no
permiten seguir a
canon antropolgico Los
nuevos cnones
14 F U ~ n I ~ : Comunicxin po-sonal CQn
el
p.o(eso. Gn(Cco
-
7/23/2019 entre el oficio y la disciplina
12/20
138
es
Entre el oficio y la disciplina. Hacia
un
balance
dd
quehacer
antropolgico en
el
Val le del
Ca
uea
de produccin son definidos por la fin alidad p
rag
mtica de quien contrata
al antroplo
go
para producirlos. As, por ejemplo. los diagnsticos so bre las
comunidad
es
indge
nas
del
Va
ll
e del Cau
ea, rea
li
zados por
la
antroploga Nancy
Mona, profesora
de
la Univer
si
dad del Va lle ,
se
ajustan ms a estos cnones que
al de las etnografas.
Un caso ilustra
rivo
es
la
consulto
r
a co
ntr
atada
por
la Alcalda
de
Cali
y
el
Ministerio del Interio r para diagnosticar
la
situacin
de la
s
com
unidades
y
cabild
os
ind
ge
n
as
presentes en la ciudad. El Estado pide un concepto experto a un
grupo de cientfi
cos
sociales, avalados por una universidad, p
ara
tener suficiente
y
adecuada informacin para tomar una decisin acerca del reconocimiento poltico
de estos grupos. La responsabilidad poldca de las decisiones que se tomen no
recae sobre l
os
antroplogos que all han laborado, pero el Estado co nfa en que
su saber experto permitir tomar la dec isin con conocimiento de ca u
sa.
Aun cuando muc
ho
s
de
estos textos de consultor
as
son absurdame
nt
e
voluminosos, l
os
contratantes esperan recuperar en ellos la
in f
ormacin precisa
y suficiente para, o bien tomar decisiones, o bien proteger ideolgicamente sus
intereses. As las cosas, l
os
estudios ad hoc (como los llama el maestro Elas
Sev illa) de l
os
que derivan sus ingresos l
os
antroplogos que estn por fuera de
la academia no permiten profundizacin acadmica alguna. Permiten , eso s,
la recopilacin de datos invaluables, pero que resultan de difcil acceso para la
academia, pues reposan como material gris en archivos institucionales, cuya
consulta, en algun
os
casos, es restringida.
Es ms,
lo
s
es
tudios ad hoc no formulan nuevas preg untas disciplinares, ni
se cues
ti
onan l
as
categoras con que se describen o dasifican l
os
hallazgos, pese
a que los mismos datos las pongan en crisiS.16 El volumen de la informacin se
va acumulando de
tal
manera que los arquelogos no han trazado an un norte
para el anlisis acadmico de los datos, forzados a emitir informes ejecuti
vos
con recomendaciones prcticas o puhlicar textos de divulgacin que ayuden a
crea r conciencia sobre el valor patrimonial de los hallazgos. o g
rav
e del asuntO
es que este tipo de elaboracin t
ex tu
al, esperada
como
fruto de consultoras,
es la que domina en vo lumen la produccin textual antropolgica y esto tiene
repercusion
es
sobre la disciplina misma.
Algunos antroplogos manejan una doble agenda en los
pr
ocesos para los
que son co
nt
ratados, es decir, producen los informes de inves tigacin requeridos
por sus patrocinadores, pero aprovechan
el
desarrollo del pro
yectO
para su uso
personal de in vestigacin, el cual puede aj ustarse al canon acadmico. Pero si
l
os
contratados no estn
vi
nculados a la academia, quizs no encuentren la
16
Los e
nceplos de
Cl
d cugo. los ho, iw n'es cul ,t lIb de y f()C() . Llam a Sonso parecen
Y
no servi, para
muchas Clr>ctc,i ,cl nu . Sin cmhargo. siguen apar
ec
icndo en lo. s
in
mayor s
< I"ido
cr/ico.
-
7/23/2019 entre el oficio y la disciplina
13/20
;
I
Ca rlos Enrique
PrCl
Orozco
opo rtunidad de consolidar la agenda personal, urgidos por encontrar nuev
os
contratos para estudios d
hoc Es
ms, si los antroplogos de lo s centros
universitarios patrocinan sus
es lUdi
o$ en
es
tOS marcos, l
as
regl
as
di scursivas de
la antropologa
por
contrato terminarn fi ltrando las del ca non acadmico.
Los
o6cios de JO
antroplogos en
el Valle
Se ha afi rmado aqu que los ant roplogos profes ionales ejercen un oficio de
experticia
que no
se
limita
al de
su capacidad para la
in
vestigacin
aca
d
mi
ca.
Este
se vincu la, muchas veces, con la gestin de programas de intervencin social en
el
m
arco
de instituciones de
di
versa ndol
e,
pero tambin en la docencia universita
ria
y
la gestin cuhura . Hay un grupo significa
ti
vo de profesionales que trabajan
en instituciones educativas, ofici
ales
o privadas; antroplogos qu
t
son doct:ntes
univ
t:
rsitarios, pero que no forman a Otr
oS
antroplogos,
ni
necesariamenr
t:
a
otros cientficos
soc
ial
es. a
ma
yo r
a
of
r
ece
una formacin humansti
ca
integ
ral
a
estudiantes de di stintas profesio n
es
en l
as
univers idades
del
Val lt
ces
i, )ave riana,
San
Buena
ve
ntura. Autnoma de Occident
e.
Santiago deCali, Lumen Genrium
y Pont
ific ia Boli
variana de Palmira. Algunos imparten
c
tedr
as
especficamente
antropol
gicas
(antropologa general. arqu
eo
l
oga,
iden tidad,
famil
ia y parent
esco,
amropologa de la comunicacin, cte.), o
bi
en propi
as
de ot r
as
ciencias social
es
o disc iplin
as
humansti
cas
como historia. comunicacin.
se
mitica, resolucin
de conAictos, jus
ti
cia restaurativa, metodolog
a
de la investigacin, msica, arte
y
cultura
y
hasta teologa y ecologa. En
es
tas condiciones, los ant roplogos
r
ed
u
ce
n sus posibilidades de part
ici
p
ar
en proy
ec
tOS
de invesdgacin en l
os
que
se
profundice su especifi cidad
di sc
ipl inar, pero. como se dijo anteriormente, se
cr
ea
n
la
s
poSibi
lidades pa
ra
articular su perspectiva a proyectos inte
rdi
sci
plin
ares,
dependi
t
ndo de l
as
condicion
es
de cada uni
vers
idad.
Los
docentes que estn vinculados de tit:mpo co mpleto a las univt:rsidad
es
tienen m
s
posibi
lid
ades de desar
roll
ar proyectos a largo plazo y profundizar
en sus interest:s acadmicos.
Pero
t:s
ros casos son escasos,
y
continuamente
deben
rec
lamar un equilibrio entre las lahores docentes. de invest
ig
ac in y de
t x
tensin para progresar en sus temas de inters, Esto contrasta con
el
caso de
l
os
catedr
ti
cos a
sa
lariados. que dependen eco nm
ica
mt nte del nmero de
horas de clase
im
partidas
(e
n especi
al
en las universidad
es
privadas). Para ellos,
las labores de docencia ocupan totalmen
te
su tiempo. y
se
redu
ce
la
poSibi
lidad
de t
t:
ner produccin investigativa o trabajos de ca
r
cter social
y
a
pli ca
do. Es en
la r
ea li
zacin de estudi
os
de actualizacin, o cursando ma
es
tr
as
en
di sci
plin
as
diversas (hi storia, filoso fla, lings
ti
ca, administracin, etc.), dond
t:
un grueso
de los antroplogos docent
es
muestra nuevos productos acadmicos.
Es
te
\
139
es
I
l
I
-
7/23/2019 entre el oficio y la disciplina
14/20
140
es
EllIre el oncio y la
disciplina. Had
a
un
balance del queh:u:er
antropolgico en el Valle del Cauea
material,
si
n em bargo, resulta in conexo e
nlr
e s, obedece a in tereses particulares,
a s ituaciones coyuntural
es
y.
no
sob ra deci rlo, muchas veces son rea lizadas con
l simple intenci6n de mejorar en
el
escalafn salarial con
l
ttulo de posgrado.
Su repercusin en el mundo acadmico de la antropologa resuha mnimo. pues
no se cuenta con mecanis
mo
s
de
socializacin
y
discusin.
En
l
ejercicio de su experricia
prof
es
ional tambin hay antrop logos
qu
e se
desempean como agentes del Estado en d
os
modalidades: 1) como miembr
os
algn instituto de gobierno, ocupando ca rgos en instancias como
las
secretaras
departamentales de salud y sesarro llo social, la CVC, etc.; 2) como consultores,
es dec
ir
, desempea
ndo
para
el
ESlado fu nciones transitorias, como mediacin
en la resolucin de conAicros, estudios especiales o como miembros de equipos
temporales para la organizacin de eventos de proyeccin social, etc.
Ll
ama la
atencin que algunos desempeen funcion
es
administ rat ivas y de planeacin,
en donde la expenicia valorada no es la del saber
ant
ropolgico, sino
el
crite
ri
o
analtico, la capacidad de negociacin y la mirada integral a los procesos sociales
que gestionan. Habilidades que, indudablemente, deberan ser desarrolladas en
un plan de formacin profesional Tambin hay algunos antroplogos trabajando
como funcionarios que pr
es
tan sus servici
os
a organizaciones sociales, sean
es
tas
ONG s o in stiwciones cultu
ra
l
es.
Por ejemplo, resulta interesante que la labor de
direccin y gestin del discurso patrimon
ial
en el Museo La Merced, el Museo del
Oro
Calima,
el
Museo
Ca
lima de Darin y
el
Museo A
rq
ueolgico Julio Cesar
Cub ill
os e la U
ni
versidad d
el Va ll
e estn a cargo de antroplogos.
Algunas organizaciones sociales como la O rganizacin Indgena del Valle
del Cauea (O RlVAC), la Asociacin de Cabild
os
Indgenas del Valle del Cauea,
(ACIV
A)
o
Jo
s consejos comuni tari
os
de l
as comu
nidades negras del Pacfico
han contado
co
n la ayuda de antroplogos para formular y ejec utar proyectos
e desarro
llo,
o estructurar propues tas con l
as
cuales negociar con
el
Estado una
demanda de derechos especiales, por ejemplo, en asuntos como reivindicaciones
territoriales, de educacin o salud. Entre las funcion es esperadas del anrroplogo
est la de redactar los documentos necesari
os
para t l gestin; se les contrata,
adems, para que
se
desempeen como capacitadores de las comunidad
es
en
el conocimiento de los mecanismos para el reconocimiento de los derechos
es peciale
s.
Co nsultoras para empresas paniculares, como el gremio de los
caicultores, cabran tambin en esa categora.
El
saber experto del an troplogo
es
requerido para optimiza r
las
acciones soc
iales
tendient
es
a alcanzar los objeti
vos
de la orga
ni
zacin que los contrata, o po r medio del acompaamiento a procesos
sociales como,
por
ejemplo, la reubicacin lahoral de los corteros de caa.
Es
en
17
Si
bien b rol'll.:acin )' b prictic. . profesional Cario, Arnundo Rod, fIlUC:< director d .1 mlC'O.
sido ..
l l l p o
la arqumloga .. n O1''''')V
la
bbor de los : U l l l ~ l t :&sumido como labor
antropolgica.
-
7/23/2019 entre el oficio y la disciplina
15/20
Carlos Enrique
Pre7
,
Orol.CO
este tipo de prcticas donde la antropologa
se
reconoce socialmente ms como
un
oficio
que
como una
disciplina
cientfica.
Un
caso panicular es
el de
antroplogos que
conforman
unidades de
produccin de bienes o servicios diferentes a los propios de
la
academia o de
la intervencin social. Existe un centro de medicina natural dirigido por un
anuoplogo que incluye entre sus servicios la organizacin de sesiones de toma
de yag para la cual gestiona
la
participacin de mdicos tradicionales de etnias
amaznicas. Su relacin con pueblos indgenas y
la
valoracin de sus lgicas
le
permiten ponerlas en dilogo con las representaciones urbanas del cuerpo y
la
salud. EJlo sirve de mediacin para un sincretismo cultural que da cuenta de
dinmicas interculturales que escapan a
la
lgica del conRicro o
la
contradiccin
con
el difereme. Si bien este tipo de prcticas no
es
muy
comn
parece reforzar
un
cierto imaginario social de la idiosincrasia de
Jos
antroplogos. Pero el hecho
de que sea un antroplogo quien realice estas prcticas heterodoxas de salud y
espiritualidad las envuelve en cierto halode legitimidad.
Algunas
reRexiones sobre la demanda social a
los
antroplogos
Si bien son las prcticas profesionales y la produccin disciplinar las que
permiten precisar un discurso amropolgico particular -aunque hemos visto
que la diversidad de prcticas hace difcil encontrar ncleos de identidad
valdra tambin
la
pena dar una mirada a las representaciones sociales del lugar
de los amroplogos en
la
regin. En ellas, si bien puede haber simplificaciones
y arquetipos.
podra
condensarse un
sentido
social para la prctica de los
antroplogos.
Cuando las instituciones sociales abren espacios a la presencia y accin de
los
antroplogos, principalmente hay una demanda a lo que podra llamarse
antropologia aplicada Entidades pblicas y privadas
lo
s convocan para trabajar,
como miembros de equipos interdisciplinarios. en campos de accin como
en la implementacin de polticas pblicas de salud, educacin en y para la
interculturalidad, proteccin y promocin del patrimonio cultural tangible e
intangible de las comunidades incluyendo la exploracin arqueolgica y la
sistematizacin de un discurso histrico-idenritario que
la
integre). Se
les
llama a
participar en el fortalecimiento de proyectos tnico-polticos, el diseo de planes
de desarrollo, de manejo de ecosistemas estratgicos, ete. Si se espera un aporre
especfico del antroplogo y por dIo de la antropologa
que
se
define en sus
discursos y prcticas) podra deducirse
que
existe una legitimacin social para
aqul. Paradjicamente, en los espacios acadmicos
se
vive un exceso de reflexin
4
es
-
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autorreferencial, se habla de la "crisis epistemolg
ica
de la disciplina".
a
crca
racional ha puesto en entredicho sus modos de producir discursos.
Puesto en cuestin
el
mecanismo de produccin de textos antropolgicos.
se pone tambin en entredicho la
inf
ormacin que encapsula
y
l
as
prcticas
sociales de
las
cual
es
son fruto l
os
textos. Objetado el mtodo, objetados l
os
datos
que arroja. Sin embargo, la "borradura" epistemolgica a la que la academia ha
sometido al quehacer antropolgico no ha ido de la mano con una objecin al
papel social del antroplogo. i
a ev
idencia va en sentido contrario El quehace r
y saber de los antroplogos sigue sirviendo para pensar la sociedad y ella lb usa
para seguirse dinamizando.
a
demanda social que sigue habiendo para estos
saberes y quehaceres expenos los val ida. Despus de Popper, hemos reconocido
el
carcter provisional de toda proposicin cientfica.
As
l
as
cosas, si aquel lo que
se pretende borrar. por revelarse inadecuado. no es reemplazado por ot
ra
prctica,
entonces aquella seguir siendo provisionalmente operativa. Son
las
demandas
sociales a la disciplina las que
la
siguen manreniendo viva y legitiman la forma
de operar de l
os
antroplogos.
Yen
estas demandas. qu se espera del antroplogo y de la anr
ro
polo
ga?
Au
nque suene a lugar comn . se espera que aporten una visin holtistica del
problema socialque ocupa a los colectivos a los cuales se les convoca.
El
holismo
sera una de
esas
marcas distintivas en trminos terico-metodolgicos que se le
reconocen a la antropologa como aporte al quehacer social, Muchas veces
es
esta
mirada del antroplogo, su capacidad para articular diversos enfoques. la que
pe
rmite
la
integracin de los equipos; ellacataliza
la
misma interdisciplinariedad,
que no siempre es una disposicin de todos los miembros de l
os
colectivos.
Otra
caracters
ti
ca de esta demanda
es
que
se
espera del antroplogo que tenga
ciena ce rcana afectiva con los sujetos sociales involucrados en
el
proceso al cual
se vincula. El anrroplogo genera una red de relac ion
es
social
es
insenndose en
las comunidades, afectndolas y afectndose por ellas; desde all se convierte
en una especie de emisario plurilinge. en un interlocutor legitimado
por las
partes, no
por
su imparcialidad, sino
por
la profundidad del conocimiento que
tiene de todos los actores en relacin. Esto es un reconocimiento a un modo
de inreraccin social que se espera ejerzan los anrroplogos
como
parte de su
id
entidad. Su cercana a
lo
s sujetos social
es
es, cualquier cosa, menos motivo de
ve rgenza. i-[Odo lo contrario A causa de ella no se pone en duda la seriedad
del ejercicio anrropolgico. sino que se garantiza. Para muestra un caso: en
Ca
li
junio de 1991, duranre la crisis de la toma de
la
oficina
dellNCOR
s
por
parle
de
organizaciones indgenas,
el
gobernador, en primera instancia.
rechaz la panicipacin de l
os
antroplogos que trabajaban en su oficina de
18 Inl1;tuto Colombiano de
Ikforma
Agraria.
-
7/23/2019 entre el oficio y la disciplina
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Carlos Enrique
PrC l
OrolCO
as
um os ind
ge
n
as
en la negociacin con l
os
lderes de la protes ta.
a
gobernacin
prtle
ndi
manejar d irectamente el asumo con ciena infl exibi lidad autoritaria.
Al dilatarse
el
tie mpo de la ocup
ac
in y
comp
licarse an ms
el
con Aic to,
uvo
que
ll
amar a l
os
antroplogos para manejar
el
dilogo, gracias a lo cual
se ll
eg a un
ac
uerdo satisf3ctorio para las pan es. De
no
haber sido por el tipo
de relaciones interpersonales que manejaban los antroplogos de la oficina con
los protagonistas del hec ho, otra hubiese sido la his to ria. En efecto, la crisis
fo
rtal
eci la legitimidad de la
ofi
cina de as untos indge nas, el estat
ut
o poltico
de l
os
antroplogos empoder a
lo
s indge nas y sa lv el nombre del gobern ador.
En procesos sociales donde las di ferencias culturales se exace
rb
an y dirimi r el
ca
nAi
cto no puede hacerse con el mejor argumenro dentro de un modelo n ico
de raciona
li
dad,
el
psiclogo social no puede competir COIl
el
am roplogo, que es
capaz
de p
rese
ntar a l
os
s
uj
et
os
social
es
en pugna una perspectiva autocrtica de
la
mirada que tienen de s mismos y de l
os
ot
ros. El
discurso sobre la ide
nt
idad y
la diferencia - un asunto del dominio de la antropologa
se
hace valioso all,
no
se
le considera ni li teratura de propaganda ni nostlgica autoreferencia lidad,
ni reproduccin de mitologas. Es un
apone
social que se espera que haga el
agente de la antropologa.
Conclusiones
No se puede esperar q ue haya una escuela antropolgica en
l
Va lle del
Cauca ante
ri
or
a la
fo rm
acin
of
rec
id
a
po
r la Universidad
Icesi.
No h
ay
ni una
dinmica gremi al ni de inter
eses
discursivos y acadmicos que h
aya
congregado a
los antroplogos de la r
eg
in en to
rn
o a una prc
ti
ca cohes ionad
a.
Sin e
mb
argo,
es posible reconocer algunos rasgos que n
os
aproximan a un balance de los
precedent
es
recientes del
qu
ehacer antropo lgico en la regin y que permiten
identi ficar l
os
retos para el diseo de un plan acadmico de formaci n de
antroplogos profesionales. omen
lO
a cominuacin algu nos de estoS retos.
La
a p ~ T f u r a
a
lA i n t m l i J c i p l i n a r i ~ d a d a prctica de
los
antroplogos en
actividades acadmicas de Ot ras disciplinas, tanto en la docencia como en la
in vestigacin, su p.uticipacin en equipos de consultora y la ofena laboral en
espacios de intervencin social a la que se han insenado, han mold eado una
habi
li
dad integradora de diversas
vis
ion
es
disciplinares
y
su
apone
secaracre
ri
za,
precisame
nt
e. por mantener esa visin holsdca de l
os pr
oblemas que abo
rd
an.
E programa de antropologa de la Uni ve rsidad
Ices
i manriene coherencia con
esta tendencia. Es una dara apuesta del programa formar
en
disposiciones para
143
es
-
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18/20
44
es
Entre: el
ofido y la disciplina. Hacia
un
balance
del
quehacer
alHropolgico
en
el Valle del Cauea
el trabajo interdisciplinary desarrollar la habilidad para integrar diversas visiones
tericas
y
metodolgicas
que no
se limiten 3 la tradicin
de
la antropologa.
a
cercania a
lo
s sujetos sociales de estudio
El
compromiso
social de los
antroplogos los lleva a asumir una postura tica invaluable. que es reconocida
por
la sociedad como una identidad inherente al quehacer de estos profesionales.
Este es un rero a la formacin de valores y actitudes de los nuevos profesionales.
El co ntacto
dir
ecto
con
realidades sociales
durante
las prcticas acadmicas.
y
el examen crtico de ellas, garantizara conservar y potenciar esta
nOta
distintiva
de la antropologa regional reciente.
Las limitaciones institucionales p r la
profundiz cin
acadmica La
dependencia econmica de entidades de in tervencin, as como
de
la financiacin
de e
ntes
como Colciencias,
que
privilegian investigaciones aplicadas, reducen
el
margen
de
maniobra en el trabajo acadmico.
a
precariedad econmica
de antroplogos
doc
e
nt
es
tambin limita la existencia
de una
mayor y mejor
produccin
reA
ex iva. La a rqueologa por comrato y la presentacin de informes
ejecutivos de consuhoras en formalOs inRexibles igualmeme redunda en la
prdida
de
calidad y
profundidad de
la produccin acadmica. Por lo
tamo
proponer una mima relacin entre los espacios y prcticas de intervencin social
y
la
academia tambin
es
un reto del programa acadmico.
a
permanencia de una visin exotista Los temas de investigacin
mami
enen
una mirada hacia minoras tnicas, comunidades marginales, grupos sociales en
vulnerabilidad o wnRictividad social. El hecho de que algunos antroplogos
trabajen en instituciones de accin social con este tipo de poblaciones mantiene
el
imaginario
de
qu e
es
ta
es
la comper, especifica
de
los antroplogos, y as
se
han.
:;do de lado
asunw
s CUItUl ms complejos, como las dinmicas
urbanas temporneas, de globaliz.tdn, etc. An asl,
es
notorio
el
inter
s
de
los jvenes antroplogos por asumir estos nuevos asuntos, pero deben trabajarlos
de
mane
ra
paralela a las tareas institucionales
en
las
que
deben inscribirse. Se
hace necesario abrir caminos y nuevas miradas que superen los clich
s
acerca del
dominio de los amroplogos.
a
emergencia
de
s estudios afrocoJmbianos En un departamenro con una alta
poblacin negra, esta es una tendencia notoria
en
los imereses de investigacin.
Este sujeto social y su visibilizacin polticaorganizativa en
un
contexto regional,
donde se expresan no slo como comunidades rurales aisladas y marginales, reta
a la antropologa a transformar las miradas exotistas antes mencionadas.
a
urgencia
de
una revisin antropolgica critica de
abundante prodttecin
arqueolgica en la regin Si bien
el
discurso patrimonial
es
el preponderame en el
entorno
es
claro
que
los arquelogos entienden
el
reto de
contar
con una mayor
-
7/23/2019 entre el oficio y la disciplina
19/20
Ca rlos Enrique Prez Orouo
calidad de tiempo y espacios para el anlisis que se libere de sus limitaciones
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nal es.
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