ENTRE LA 11 CUMBR[

y LA [)ETENCION DE

P'INOCHET

CHILE 1998

Fl,ACSO • Biblioteca

Flacso-Chile

Entre la II Cumbre y ladetención de Pinochet, Chile 1998

Las opiniones que se presentan en lostrabajos, así como los análisis e interpre­taciones que ellos contienen, son deresponsabilidad exclusiva de sus autores y

. no reflejan necesariamente los puntos devista de FLACSO-Chile, ni de lasinstituciones a las cuales se encuentranvinculados.

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Ninguna parte de este libro/documento,incluido el diseño de la portada, puede serreproducida, transmitida o almacenada demanera alguna ni por algún medio, ya seaelectrónico, mecánico, químico, óptico, degrabación o de fotocopia, sin autorizaciónde FLACSO-Chile.

La publicación de este libro, que recogeparte de las actividades de FLACSO, hasido posible gracias a la colaboración de laFundación Ford, The William and FloraHewlett Foundation y la Fundación JohnD. and Catherine T. MacArthur, a travésdel apoyo a los diversos programas de lainstitución.

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FLACSO-ChileEntre la II Cumbre

Pinochet, Chile 1998,FLACSO-Chile 1999

334 p.ISBN: 956-2Ü5-134-X

y la detención deSantiago, Chile:

ENCUESTAS POLITICAS I DERECHOS HUMANOS ITRANSICION POLITICA I DESARROLLO ECONOMI­CO I DESARROLLO POLITICO I ANALISIS POLITICO IPARTICIPACION POLITICA I PARTICIPACION SO­CIAL I JUVENTUD I MUJERES I POBLACION INDIGE­NA I INTEGRACION ECONOMICA I POLITICA EXTE·RIOR I PARTIDOS POLITICOS I CHILE

© 1999, FLACSO-Chile. Inscripción W 109.675. Prohibida su reproducción.Editado por FLACSO-Chile, Leopoldo Urrutia 1950, ÑuñoaTeléfonos: (562) 225 7357-225 9938-225 9655 Fax: (562) 225 4687Casilla electrónica: flacso@flacso.clFLACSO-Chile en Internet: http://www.flacso.cl

Producción editorial: Indira Palacios, Marcela Zamorano, FLACSO-ChileDiagramación interior: Marcela Contreras, FLACSO-ChileDiseño portada: A-DOS DiseñadoresImpresión: LOM Ediciones

INDICE

PresentaciónFrancisco Rojas Aravena

CHILE Y LAS AMEIUCAS

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Nuestros miedos 11Norbert Lechner

Visiones latinoamericanasi Latinobarómetro 1998 29Marta Lagos C.

El penúltimo año del siglo en América Latina 47Gabriel Gaspar T.

El proceso de Cumbres Hemisféricas: la nueva : .genda de 63cooperación en las AméricasCarlos Portales C.

POLITICA: EL PROCESO CONTRA PINOCHE r y LOSDERECHOS HUMANOS

Balance de la Política de Derechos Humanos en la transición 87chilena a la DemocraciaJosé Zalaquett

Pinochet y la justicia. Una reflexión sobre los cam bíos en el 99derechoRogelio Pérez: P.

El juicio de la historia. Espectros de pasado 113Detle!Nolte

Las agendas del sector Defensa y Pinochet 125José Luis Diaz

Reacciones de la Cancillería chilena durante el caso. ·inochet 137CEDOC

CIUDADANIA, PARTICIPACION y POLITICASSOCIALES

Chile 1997-1998. Las revanchas de la democratización 153incompletaManuel Antonio Garretón M.

Participación en políticas sociales: percepción de los usuarios 167Marcela Noé E.

El control ciudadano de la Plataforma de Beijing: un proceso 191social en construcciónTeresa Valdés E., Indira Palacios V.

Rediseño de los partidos políticosCarlos Eduardo Mena K.

La problemática indígena en el Chile actualGerardo Zuñiga N.

Adolescentes/Jóvenes: que poco sabemos de ellosJosé Olavarría A.

ECONOMIA

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229

255

La economía chilena en 1998 279Osear Muño; G.

Chile en la Cuenca del Pacífico. La importancia de APEC 295Andrés Angula F.

RELACIONES EXTERIORES

Los desafíos de la política exterior chilena durante 1998 303Paz V. Milet G.

Chile-Perú: revisando las agendas con una mirada de futuro 311Francisco Rojas Aravena

El programa de Cooperación Horizontal de Chile 321Sergio Gómez E.

Autores 334

REDISEÑO DE LOS PARTIDOS POLlTICOS

Carlos Eduardo Mena K.

Una de las características centrales del funcionamiento r le la democraciaen nuestro continente en el último tiempo, tiene q le ver con losdesajustes que se han producido entre la política y la SOl iedad. Existe nosólo un retraso en las formas de hacer política, sino también en lasformas de pensar la política. Prevalecen concepcione: tradicionales eimágenes estáticas acerca de lo que es y puede hacer II política. Es deespecial preocupación este inmovilismo, por parte Ie los partidospolíticos independientemente de su signo ideológico Predomina uncierto retraso en el pensamiento político que conduce a esta aparenteausencia de alternativas que caracterizan a nuestra época. Existetambién, una inercia en la ciudadanía, ya que los ciidadanos suelenhacerse ideas y expectativas acerca de la política que nc corresponden ala nueva realidad social.

Uno de los factores que ha influido decisivamente e 1 este desajusteentre la política y la sociedad, dice relación con un ras! o específico delproceso de modernización que ha operado en nuestros P .íses. Me refieroa la velocidad o la celeridad del proceso. Mientras .n Europa y enEstados Unidos el proceso de modernización avanzó I radualmente enmuchas décadas y por lo tanto, muchos de sus efectos le disgregación,de destrucción de las identidades sociales, pudieron s,:r amortiguadospor la continuidad de identidades colectivas y liZOS solidariosanteriores, en América Latina en cambio, la actus I estrategia demodernización fue impuesta con tal rapidez y radicalid id que en pocosaños arrasa con las tradiciones destruyendo los colclu mes protectoresdel tejido social. Adicionalmente, en Estados Unidos I Europa existeuna experiencia acumulada con el régimen democrát co y por tantocierto "sentido común" acerca de sus méritos y defecto :. Esta tradicióncapaz de cubrir la brecha entre lo cotidiano y el funcior amiento real de

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la institucionalidad democrática falta en muchos de nuestros países.Después del término de las dictaduras, los regímenes que han surgidotienen en alguna medida un carácter fundacional, que aumenta lapresión sobre el cumplimiento de las "promesas de la democracia", esdecir, se suele exigir de las instituciones democráticas un "desarrolloideal" sin concederles muchas veces el tiempo necesario para afianzarseen sus rutinas normales.

Tradicionalmente, se ha sostenido que los partidos políticos tienen comofunciones principales la de actuar como mediadores entre la sociedad yel Estado, articulando los diversos intereses de los distintos actoressociales, con el propósito de proponer un proyecto colectivo para toda lasociedad. De esta manera, los partidos también se consideran comoinstrumentos de representación política y de comunicación entre elEstado y la sociedad y la sociedad y el Estado.

Los partidos, no realizan estas funciones de manera independiente, o almargen del entorno en el cual deben operar. Al igual que todaorganización los partidos políticos están implicados en unamultiplicidad de relaciones con su entorno. En consecuencia, loscambios que ocurren a nivel de la sociedad afectan de manera muydeterminante, las características de los partidos su rol y funcionamiento.La literatura ha descrito a través de diversas escuelas y autores lasdistintas. relaciones de las organizaciones con su entorno. Ellas sepueden resumir en dos tipos de tendencias: aquellas que ponen el énfasisen que las organizaciones se adaptan más o menos pasivamente alambiente en que están insertas, y aquellas otras que acentúan por elcontrario su tendencia a dominar el entorno o el ambiente, a adaptarlopor así decirlo a sí mismas transformándolo. Los dos planteamiento,suscitan habitualmente interrogantes de diverso tipo: en el primer caso,por ejemplo, como influye el ambiente sobre la organización, y en elsegundo, como la organización modifica el propio ambiente.

Pero, los cambios que han ocurrido a nivel de la sociedad, y que afectanel funcionamiento de los partidos políticos son de tal envergadura o na­turaleza, que la tendencia de adaptación del partido al ambiente sin unatransformación muy radical de su carácter y estructura para seguirejerciendo las funciones de representación de agregación de intereses, ycanalización de demandas, resultará inviable y profundizará la brechaentre la política y la sociedad. La estrategia de "dominio" del ambiente,también encuentra dificultades significativas para llevarla a la práctica,debido a que también son necesarios cambios muy profundos en el rol,funcionamiento y estructuras de los partidos, para que puedan efectiva-

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Rediseño de los Partidos Políticos Carlos E. Mena K.

mente hacer frente a los desafíos que plantean las transf mnaciones de lasociedad.

Se han producido cambios en el entorno societal, y cam nos en la propiapolítica. Síntoma de ello es la denominada "crisis dea política" o lainsatisfacción acerca de la calidad de la política. En esn contexto debenvisualizarse muchos de los problemas que viven los partdos políticos.

Primer problema. Crisis de representación

Los partidos políticos siempre han procurado la repn :sentación de ladiversidad de intereses sociales existentes en la so ciedad. Pero larepresentatividad, presupone que existan actores rep resentables. Sinembargo, hoy existe un debilitamiento de los actore: sociales y portanto, se hace más difícil su representación. Más aún, hay unadisminución de las llamadas "identidades colectivas" qu ~ eran la base dela representación social que realizaban los partidos. E lo producto quedesde hace varias décadas hay un proceso de diferenci tcián social queha complejizado la estructura social. Las clases sociak s fundamentalesque en el pasado aglutinaban y estructuraban a las poblaciones engrandes identidades colectivas, se diferencian en 11 actualidad enmúltiples grupos sociales con subculturas específicas. 1 a multiplicaciónde espacios más y más autónomos genera una segn entación de losintereses materiales y disminuyen la importancia el ~ los principiosuniversales que servían de anclaje a las identidades .lectivas. En lamedida en que esta diferenciación social da lugar a procesos dedisgregación y de atomización, las entidades colectivas ;e disuelven.

Los actores sociales se han multiplicado pero al rr ismo tiempo sedebilitan. Existe en consecuencia una brecha que se h I generado entrelos representantes políticos de los partidos y lo representados,afectando de una manera muy determinante los perfiles de los partidos ysu capacidad de propuesta que expresen la basta plural dad de actores eintereses para producir una efectiva articulación de los I usmos.

Segundo problema. Crisis en la función mediadc ra de lospartidos

Los partidos ven obstaculizados los roles tradicionales .specialmente ensu función mediadora, por los grupos de intereses y, sobre todo, por

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tendencias existentes en la sociedad a la autonomía de las estructuraspolítico-administrativas, y por la multiplicación de asociaciones que seconstituyen en tomo a problemas concretos. Ello debido a la crecientediferenciación funcional de la sociedad, lo que dificulta y restringe laoperación de los partidos. Esta diferenciación funcional se refiere a quediversos campos y funciones específicas de la sociedad han idodesarrollando racionalidades propias acordes con sus funciones hastaconstituir subsistemas funcionales. Expresión de ello es la relativaindependencia o impermeabilidad que muestran por ejemplo laeconomía, el derecho, la ciencia, la cultura y la misma política, cadacual obedeciendo a su lógica específica. Estas operan como camposautorreferidos en conformidad con sus códigos funcionales específicos ypor tanto sólo asimilan señales externas en la medida en que seanasimilables en la lógica interna de su propio subsistema.

A pesar de los grandes flujos de información la vida social se ha vueltoopaca y por lo tanto, más impenetrable a un ordenamiento deliberado.La diferenciación avanza a un punto tal, que la sociedad pierde lanoción de sí misma en cuanto sociedad. Se desvanecen en consecuencialas representaciones colectivas acerca del "orden" y por lo tanto lossentimientos de arraigo social y de pertenencia a una comunidad. Dehecho, las grandes ciudades de nuestros países anticipan estascaracterísticas de nuestras sociedades: son espacios sin centro. Estosprocesos de diferenciación de nuestras sociedades dejan de tener uncentro único. Este descentramiento del ordenamiento social modifica ellugar de la política: la política ha perdido centralidad. Ha dejado de seraquel núcleo central y exclusivo a partir del cual se ordenaba el conjuntode la sociedad.

La capacidad de convocatoria y la identificación de estas lógicasautorreferidas con un proyecto total que constituye la esencia de unpartido que pretende articular al conjunto de la sociedad, colocanobstáculos muy significativos a la manera y la forma como los partidospretenden conducir y orientar al conjunto de la sociedad.

Tercer problema. Globalización y partidos

Otro rasgo que influye de manera muy determinante en los proyectospartidarios tiene que ver con el actual proceso de globalización. Enefecto, los procesos de globalización han puesto en marcha dinámicascuyo alcance no podemos apreciar ni comprender plenamente. Sinembargo, ya se visualizan transformaciones de gran relevancia como las

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que tienen que ver con el redimensionamiento del es] acio. Existe unamucho mayor interrelación entre las políticas nacional :s y las externas.Siempre hubo esta interrelación, pero en la actualidac hay muy pocosproblemas que pueden ser resueltos o que van a se definitivamentesuperados dentro de las sociedades nacionales. Los problemas de laviolencia, el terrorismo el medio ambiente, el narcotr ifico y el uso delos recursos naturales son todos problemas que no pueden ser resueltosdentro del ámbito estrictamente nacional. La política er consecuencia yano opera en el campo nacional exclusivamente. Cal la día adquierenmayor peso los problemas a escala mundial o region; 1. En síntesis, labrecha entre los procesos transnacionales que tienen que ver con losflujos financieros, productivos y tecnológicos y el alear ce nacional de lagestión política, se profundiza poniendo en entredicho ~l espacio naturalde la política que estaba dado por el marco nacional. El este contexto, lapregunta que surge es cómo damos cuenta cabal de est ~ fenómeno en laformulación de los proyectos partidarios. Cómo se articulan lasestrategias para abordar los problemas globales entre, liferentes fuerzaspolíticas, cómo se generan consensos transnaciona les para diseñarpropuestas e implementar las acciones necesarias que r equieren este tipode problemas como ocurre en nuestra región, con el nai cotráfico.

Cuarto problema. Cambios en el sentido del tie npo

Las ofertas políticas de los partidos políticos, o el pro-ecto político queproponen a la sociedad, constituye una construccion deliberada defuturo. Sin embargo, hoy día, los partidos políticos car ecen de horizontede futuro y de adhesión a una causa que se realice en un tiempohistórico. Con la pérdida de perspectiva, el presrnte se hace enconsecuencia omnipresente. Esto tiene que ver con el redimensiona­miento del tiempo, ya que en los últimos años ha tenido lugar unaaceleración vertiginosa del tiempo. El ritmo de vida SI : hace más y másrápido, acelerando la obsolescencia del pasado inmediato. Lasexperiencias aprendida anteriormente pronto dejan de ser útiles, y esterecorte del tiempo útil afecta también a la política, y :l los partidos, yaque ellos no pueden recurrir al trasfondo histórico dI las experienciasacumuladas para enfrentar los retos del presente. Junto a estaobsolescencia del pasado, se advierte un desvanecin tiento del futuro.Los tiempos de la política, son distintos a los del n ercado. Implicangobernabilidad, manejo de la coyuntura y a la vez pt oyección, sentidode futuro. Los tiempos del mercado caracterizados por la velocidad yvoracidad del consumo tienden a transformar todo en presente. Enépocas anteriores la aceleración del tiempo era domes :icada o controla-

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da por una noción de futuro progresiva que estaba dada por las ideas deprogreso técnico o de emancipación humana. El futuro representaba unhorizonte de sentido en el nombre del cual, se interpretaba el presente.

Lo señalado anteriormente, estimula al interior de cada partido endiversos grados y de distinta forma una exacerbación de la lucha por elpoder inmediato. Se trata de obtener retribuciones simbólicas aquí,ahora, lo más rápidamente posible. La política y la tarea de los partidosmuchas veces se ha transformado en quién obtiene qué cosa, cómo ycuándo.

Esto afecta a las formas como se estructura el poder organizativo alinterior de los partidos y en consecuencia a la percepción de laciudadanía respecto a sus funciones y tareas. Para comprender estefenómeno es conveniente distinguir entre las negociacioneshorizontales, o sea los intercambios que se generan entre los líderes alinterior de un partido, de los contenidos del intercambio entre los líderesy los seguidores, o sea las relaciones verticales. El contenido de losintercambios en ambos casos es diferente. En el caso de lasnegociaciones verticales están dadas por lo que se ha denominado la"teoría de los incentivos". Según ésta, los líderes, intercambianincentivos colectivos y/o selectivos por participación. Los incentivoscolectivos se refieren a la ideología del partido, a los fines oficiales delpartido. Si los fines oficiales pierden credibilidad también se debilitanobviamente los incentivos ideológicos y también los incentivos quetienen que ver con la identidad y la solidaridad partidaria. Esto afecta laconvivencia interna de los partidos.

En definitiva, los "incentivos colectivos", se refieren a los incentivos deidentidad. Los incentivos selectivos en cambio, se refieren a incentivosmateriales de status o de poder. Siempre en todos los partidos haexistido una combinación entre ambos tipos de incentivos. Pero en lamayoría de ellos, anteriormente, había un énfasis en los incentivoscolectivos, que se han ido debilitando últimamente con los cambios quehan ocurrido a nivel societal. En todos los partidos existe un grupo durode militantes cuya participación depende fundamentalmente de losincentivos colectivos. Es lo que podríamos denominar los "creyentes"pero existe otro tipo de militantes que depende más de los incentivosselectivos y que podríamos denominar los "arribistas". Losdenominados arribistas han adquirido una preeminencia importante alinterior de los partidos. Son militantes interesados predominantementeen los incentivos selectivos. Su presencia tiene consecuenciasorganizativas considerables. Son los que viven la vida partidaria en

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función de las maniobras de los juegos entre las fraccic [les o tendenciasy representan un área siempre de mucha turbulencia. .a preeminenciaque estos han adquirido al interior de los partidos dr alguna maneracontribuye al alejamiento de los ciudadanos de la política. La ciudadaníatiende a perder confianza en los proyectos y propuest is partidarias enfunción de que los partidos son vistos como máq tinas de poder,interesados en la lucha entre ellos, con una tendencia a ]1 autoreferencia.En consecuencia generan una desnaturalización de la visión de laciudadanía respecto de los partidos.

Quinto problema. Crisis de la función de lntegrr ción de lospartidos

Los partidos políticos constituían un ámbito integrade r. Generaban unespacio de interracción entre ciudadanos que le daba a Ji democracia y ala vida partidista una dinámica innovadora. En la acn alidad, la esferapública no es que desaparezca, sino que cambió de t orma. El ámbitopúblico se tiende a confundir con el espacio del mercad l. El intercambiode opiniones e intereses se entremezclan con el interca nbio de bienes yservicios. Por otra parte, los límites entre lo público y lo privado sediluyen. Expresión de ello es el papel predominante d. la televisión enla vida social, lo que también ha afectado la función J nediadora de lospartidos políticos. La televisión cambia la forma d : hacer política,fomentando los espectáculos destinados a impacta' al ciudadano­espectador. Este toma el papel de una especie de ju 'ado permanentepero pasivo del teatro político. En el fondo reina u la cultura de laimagen que desplaza a la palabra como soporte de la argumentación yde las decisiones políticas. Tanto los políticos como los ciudadanos,forman sus opiniones ya no tanto a través del debate iartidario, sino através de un conjunto de destellos inconexos de imsgenes fugaces yreiterativas. Esta video-política condiciona la actuació 1 de los partidospolíticos, pues incrementa la volatilidad y la simultane: dad de la agendapública. La televisión es pura imagen simbólica desplazando todoaquello que no se ve, como los conceptos abstrae :os, tales como:democracia, solidaridad y justicia.

Siendo la televisión quizás el principal mecanisrrx de integraciónsimbólica como ocurre con las telenovelas, el fútbol, ]ero también conlos noticiarios informativos, sólo se crea una integreción espúrea. Elproblema no radica tanto en la manipulación de lo p iblico sino en laexcesiva reducción de la complejidad. Es decir, la elevisión por su

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lógica específica no fomenta un debate ciudadano que asuma loscomplejos problemas de hoy. En el fondo, se produce una tendencia areproducir televisivamente la fragmentación y la disgregación social.

A pesar de los cambios en las maneras y formas de hacer política que haintroducido la televisión creo que los partidos tienen un rol fundamentaly principal. Para ello, es importante la distinción entre información ycompetencia cognocitiva. Esta es una distinción esencial. El hecho deestar informado sobre astronomía no convierte a una persona enastrónomo. El estar informado sobre la economía no hace a la personaeconomista; así como tampoco la información sobre física lo transformaa uno en físico. Análogamente, cuando hablamos de personaspolíticamente educadas debemos distinguir entre quienes estáninformados de política y quiénes son cognitivamente competentes pararesolver los problemas de la política. Los partidos, pueden haberdisminuido su injerencia en la información política pero tienen undesafío aún mayor en la formación de ciudadanos competentes pararesolver los problemas políticos. En consecuencia, lo esencial no esconocer exactamente cuantos son los ciudadanos informados que siguenlos acontecimientos políticos, con respecto a los competentes queconocen los modos de resolverlos o que saben que no lo saben. Loimportante será más bien, que cada maximización o perfeccionamientode la democracia, cada crecimiento y aumento de la participación de losciudadanos y de las formas de democracia directa incremente el númerode personas informadas y al mismo tiempo aumente su competencia,conocimiento y entendimiento. En esta última dimensión la tarea yfunción de los partidos pasa a ser fundamental.

Del análisis de algunos de los factores de cambio que han ocurrido anivel societal, que constituye el entorno o el ambiente en el cual operanlos partidos, se concluye con claridad que es preciso pensar en nuevasfunciones y tareas para los partidos. Los partidos deben abandonar sutendencia autorreferencial muchas veces ajena a los intereses ypreocupaciones de la sociedad.

Institucionalización de sistemas de partidos

En este contexto, el rediseño del sistema de partidos políticos debepropender hacia su institucionalización. Dónde existe un sistema departidos institucionalizados, estos son actores principales y estructuranel proceso político; en cambio donde están menos institucionalizados,los partidos no son dominantes, no estructuran el proceso político de una

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manera muy significativa, y por lo tanto, la política tiei de a estar menosinstitucionalizada y por ende, se hace más impredecib e. En general, lainstitucionalización de un sistema de partidos se refien a un proceso envirtud del cual la práctica o la organización está bi en establecida yconocida. Los actores desarrollan expectativas, rrientaciones, ycomportamientos basados en la premisa de que esta práctica uorganización va a prevalecer en el futuro previsib e. Como señalaHuntington "la institucionalización es el proceso en v irtud del cual laorganización y los procedimientos adquieren valor y es abilidad".

Para que un sistema democrático de partidos se instit rcionalice debencumplir por lo menos 4 condiciones:

a. Estabilidad en las reglas y en la competencia i iterpartidaria, esdecir, los modelos de competencia partidaria de ien tener algunaregularidad, lo que no significa que deban mantenerse congelados.

b. Los partidos deben tener raíces estables en la s x iedad. De otramanera no estructuran las preferencias políticas a 1~avés del tiempo,y existe una limitada regularidad respecto a eón la la gente vota.Una de las medidas más significativas para medir en consecuenciala institucionalización de los partidos respecto a aquellos que noestán institucionalizados, se refiere a cuan profunda es lavinculación de los ciudadanos a los partidos.

c. En un sistema de partidos institucionalizados, f stos son actoresclaves en la determinación del acceso al poder.

d. En un sistema institucionalizado de partidos la organizaciónpartidaria importa. Esta no está subordinada a los intereses oambiciones de los líderes, los partidos adquieren en consecuenciaun status independiente y un valor por sí mismo.

Los sistemas institucionalizados de partidos ayudan a los grupos aexpresar sus intereses permitiendo al mismo tien po al gobiernogobernar. Seleccionan, agregan y ayudan a resolvi r los conflictossociales. Canalizan las demandas políticas y puede] amortiguar losconflictos políticos. Desarrollan raíces en la sociedad en la medida enque los individuos y los actores organizados se vinculer a los partidos.

Un sistema de partidos institucionalizados facilita el ge bierno y ayuda agenerar canales más fluidos entre el ejecutivo y los pai tidos, sobre todoen regímenes presidenciales, como son la mayo ía de los queactualmente existen en América Latina.

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Rediseñar los partidos, para hacer frente a los nuevos desafíos queplantean los cambios a nivel de la sociedad, requiere abordar reformaspara la totalidad del sistema de partidos, así como cambiar las prácticas,métodos, e instrumentos de acción política al interior de los partidosmismos. En el ámbito de sistema de partidos, las reformas debieran estarorientadas hacia el cumplimiento de los requisitos que se han señaladopara la institucionalización del sistema de partidos.

Otro factor que contribuye decisivamente a la institucionalización desistemas partidos tiene que ver con la sinceridad de las elecciones. Paraello se requiere transparencia de los sistemas electorales, el controladecuado de las elecciones, la información y la publicidad equitativaentre los partidos, y establecer mecanismos adecuados para la expresiónauténtica y sincera de las distintas opciones de la ciudadanía. En estemarco, adquieren especial relevancia la existencia de padroneselectorales limpios, el establecimiento de un adecuado control en lasmesas electorales, el acceso equitativo y oportuno a los medios decomunicación por parte de todos los partidos, así como la adecuadainformación sobre los resultados electorales. Finalmente, otro factordecisivo para la institucionalización de sistema de partidos tiene que vercon el establecimiento de normas de derecho público, que regulen elfuncionamiento, la estructura interna, los sistema de votación, y elfinanciamiento de los partidos políticos. Se podría pensar en estecontexto en la creación de organismos autónomos, con suficientecapacidad resolutiva y financiamiento propio, que permitan unasupervigilancia del sistema de partidos, en todo lo que tenga que ver consu estructura interna, organización, derechos de participantes militantesy adherentes, elecciones internas, etc. Esto posibilitaría una mayortransparencia a la ciudadanía respecto al funcionamiento adecuado decada uno de los partidos políticos. Estas funciones podrían estarradicadas en los Tribunales Electorales.

Cambios en la gestión y estructura interna de cada uno de lospartidos

Los partidos políticos, deben mejorar sustancialmente la calidad de suvinculación con la sociedad. Se requieren nuevas metodologías detrabajo que permitan mejorar la calidad de la vinculación entre lospartidos y las organizaciones de la sociedad.

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Para que el partido político realice una mediación .fectiva entre lasociedad y el Estado, es preciso que su capacidad de representar,comunicar y canalizar las demandas de los diferentes sectores socialesradique no sólo en la estructura superior, sino que ésta ~ e lleve a cabo entoda la estructura partidaria, desde la base misma. Es preciso, enconsecuencia, en una sociedad compleja como la ectual, establecercanales de participación adecuados para la generación de alternativas yopciones de políticas, y para la evaluación y el seguim ento de políticasy programas, con el fin de que éstas no sólo sean e resultado de lavoluntad o la intuición de determinados dirigentes, sir o el fruto de unproceso de participación acumulativo que se inicia d .sde la instanciaprimaria o básica de cada partido.

Es indispensable reformular la gestión partidaria p ira establecer ynormalizar determinadas funciones básicas que deber an cumplirse entoda la estructura de los partidos, desde la base de la comuna, porejemplo, hasta la dirección nacional. De esta manera, t n los partidos seestablecerán no sólo cargos políticos vinculados a determinadasposiciones de poder, sino que se pondrá más énfasis e 1 las funciones ytareas.

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