Entrevista a Miguel Ángel Font Bisier

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Séptimo Arte CINE Y CRÍTICA Mayo 2012 12 Aún le quedan varios años para cumplir los treinta y ya tiene a sus espaldas una decena de vi- deoclips, tres fashion films (de los que hablaremos más ade- lante), un mediometraje y dos cortometrajes. Todo ello, bajo el sello de la pequeña produc- tora, pero con gran proyección, que dirige junto a otros cola- boradores. Tiene capacidad de trabajo y, sobre todo, interés por moverse. En estos compli- cados años no ha descendido su lista de proyectos si no que se ha multiplicado. Cuando aún no ha terminado completamen- te uno, se lanza al siguiente y así sucesivamente. Miguel Ángel Font Bisier, un joven valencia- no, estudió Comunicación Au- diovisual. Desde el primer día tuvo las ideas claras y cuando se compró una pequeña cáma- ra, supo que iba a parar. Más allá de abatirse con una rutina continua de rodajes, Miguel Ángel tiene su propia filosofía de trabajo: “Esto es vocacional, el tiempo que una persona puede invertir en tomarse algo con los amigos, yo lo invierto en hacer lo mismo mientras le propongo a un actor un proyecto. Estoy hacien- do lo mismo pero pensando en mi futuro”. “No puedo tomármelo como un trabajo pero si como una diversión vocacional que, de mo- mento, da sus frutos. Probable- mente si me lo tomara como un trabajo no lo disfrutaría”, añade el joven director. Tenaz, sabe que existen nu- merosas vías para poder produ- cir un proyecto audiovisual. No obstante prefiere ir haciendo por su cuenta y esperar a que lleguen los resultados: “Aún no he toma- do la vía rápida de solicitar una subvención, una beca, trabajar para una empresa grande…pre- fiero ir pasito a pasito y hacer las cosas sin prisa pero sin pausa y labrarme mi propio camino”, nos cuenta Miguel Ángel muy seguro de si mismo. La financiación para sus pro- yectos es muy distinta. Algunos, como el fashion film con el que ganó el Premio Proyecta en 2010 y se puso en el punto de mira, no le han costado nada. Otros como los videoclips, corren a cargo del grupo o cantante que los encar- ga. “Yo hago trabajos que se me piden en los que saco un dinero y luego ese dinero lo invierto en mis trabajos de producción per- sonal”. Miguel Ángel admite que desconocía que había creado un fashion film hasta que vio que así se referían a él en una publi- cación. “Es un formato más libre, en el que tienen cabida todo tipo de propuestas”, apunta. “Lo úni- co imprescindible es que utilices una marca como continente para transmitir una idea pero sin esa finalidad que tiene la publicidad de intentar vender”, añade. Su primer fashion film, “Eié- nesis: In search of light”, vino motivado por las ganas del direc- tor de crear un proyecto plástico y de belleza visual. Para ello re- currió a un diseñador joven para que su colección fuera la protago- nista de la parte más onírica de la historia. Después decidió rematar la jugada con la colaboración de Tono Sanmartín a la cabeza de peluquería y maquillaje. Así, y rodado en un solo día, surgió un producto armónico que trataba el consabido tema de la búsqueda de la inspiración por parte de un artista que no logra encontrarla. Pese a su, dice, “nula capa- cidad para el arte”; sus fashion films lo delatan como un director con gran ojo artístico. “Una cosa es no saber pintar y otra cosa, saber lo que quieres”, matiza Miguel Ángel. Y es cierto. Tanto en Eiénesis como en su segundo cortometraje sobre moda, “Aeter- na; In search of love”, (en el que colabora Francis Montesinos) nuestro protagonista se ha involu- crado y ha cuidado muy de cerca el diseño de las joyas que apare- cen, el escenario, la colocación de elementos etc. Todo porque “el espectador no debe adaptarse a la obra si no que la obra debe adaptarse al espectador”, declara. El fin de esta trilogía de búsqueda personal será “Heraion: In search of live” que será, según su direc- tor, “espectacular”. Sin embargo, Font admite que no es suyo el mérito de que es- tas creaciones resulten tan bien: “Cuando te rodeas de gente muy especializada en su campo, muy capaz y muy inteligente, surgen este tipo de creaciones”. Productoras, directores y pro- fesionales del mundo del cine de- clararon hace un par de años, una guerra abierta contra la difusión por Internet de sus creaciones. En cambio, Miguel Ángel aboga por su explotación dadas las facilida- des que ofrece. “El cine es una empresa que tiene que vender y la gente está acostumbrada a unas tarifas excesivas. Antes, unos pocos se beneficiaban económi- camente, ahora el negocio se les ha venido a pique porque la gente puede valorar una película antes de verla en el cine”, puntualiza Font Bisier. “Ahora los creadores estamos obligados a tener y realizar un buen proyecto para poder traba- jar e Internet es un amigo que nos puede dar una publicidad gratuita enorme. Pero hay que saber ex- plotarlo al máximo”, matiza Mi- guel Ángel. La moda como telón de fondo para narrar El director valenciano Miguel Ángel Font Bisier. /ARCHIVO Fotograma del último fashion film de Miguel Ángel Font ‘Aeterna: In search of love’. /ARCHIVO Internet como sistema de difusión Ganas de superarse en tiempos difíciles Miguel Ángel Font Bisier es un joven director que no le teme al trabajo y a la producción propia para abrirse camino en el mundo del cine ÁLVARO MONFORT Y NURIA MORENO Texto: CRÍTICA -Título y Año: Dos días en Nueva York (2011) -Dirección: Julie Delpy. -Nacionalidad: Francesa -Género: Drama -Actores: Chris Rock, Ju- lie Delpy y Albert Delpy. Por: CLAIRE NOËL Cuatro años después de su estancia en Paris, Julie Delpy viaja a Nueva York para visitar a su novio. Esta vez, intercambian los papeles: ella es la invitada. Durante este tiempo Marion ha cambiado de novio, ya no es Adam Golrdberg, sino el po- pular cómico Chris Rock. Aunque se avecinan algunos cambios, la protagonista todavía conserva el mismo humor picante y le perseguirán las mismas situacio- nes embarazosas. Julie Delpy, con este film, hace hablar una vez más de su gran talento como realizadora y actriz. Sin embargo, es una de les pri- meras veces que Chris Rock apa- rece en la gran pantalla. Tras esta película, entendemos porqué tuvo tanto éxito siendo actor en el teatro: este hombre es increíble. Esta familia es como la mayoría de las familias, incluso seguro que se parece un poco a las nuestras por lo que no puede no gustarnos. Los reproches, las incomprensiones, las vergüenzas, todo eso nos ha tocado vivirlo a cada uno de nosotros en alguna ocasión siendo miembros de nuestra familia. La de Marion po- dría ser la nuestra, en eso esta pelí- cula es un éxito porque (casi) nunca cae en la caricatura y si en el reflejo fiel de lo que realmente sucede. Si debemos echarle en cara algo a Delpy es que repite los mismos esquemas que tanto éxito le dieron en Dos días en París. Aunque la directorano quisiera que esta obra se quedara en una mera segunda parte de Dos días en Nueva York. Pero, ¿si no es una segunda parte, por qué mantiene a la mayoría de los personajes? Resulta contradic- torio. No sabríamos precisamente donde situamos, y con quien. Este es el principal defecto que podemos achacarle a la película que trata de la familia como el choque de las culturas. Y este choque de cultu- ras, que ya habíamos encontrado en Dos días en París puede parecer re- dundante, aunque igual de gracioso y entretenido que la primera vez. Esta película, que viene acuña- da bajo el género de una comedía romántica, es más una historia de familia, conmovedora más por sus defectos que por sus virtudes. Es también por sus defectos, siempre perdonables, por lo que nos gusta Julie Delpy.

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Entrevista al realizador audiovisual Miguel Ángel Font.

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Séptimo Arte CINE Y CRÍTICAMayo 2012 12

Aún le quedan varios años para cumplir los treinta y ya tiene a sus espaldas una decena de vi-deoclips, tres fashion films (de los que hablaremos más ade-lante), un mediometraje y dos cortometrajes. Todo ello, bajo el sello de la pequeña produc-tora, pero con gran proyección, que dirige junto a otros cola-boradores. Tiene capacidad de trabajo y, sobre todo, interés por moverse. En estos compli-cados años no ha descendido su lista de proyectos si no que se ha multiplicado. Cuando aún no ha terminado completamen-te uno, se lanza al siguiente y así sucesivamente. Miguel Ángel Font Bisier, un joven valencia-no, estudió Comunicación Au-diovisual. Desde el primer día tuvo las ideas claras y cuando se compró una pequeña cáma-ra, supo que iba a parar.

Más allá de abatirse con una rutina continua de rodajes, Miguel Ángel tiene su propia filosofía de trabajo: “Esto es vocacional, el tiempo que una persona puede invertir en tomarse algo con los amigos, yo lo invierto en hacer lo mismo mientras le propongo a un actor un proyecto. Estoy hacien-do lo mismo pero pensando en mi futuro”. “No puedo tomármelo como un trabajo pero si como una diversión vocacional que, de mo-mento, da sus frutos. Probable-mente si me lo tomara como un trabajo no lo disfrutaría”, añade el joven director.

Tenaz, sabe que existen nu-merosas vías para poder produ-cir un proyecto audiovisual. No obstante prefiere ir haciendo por su cuenta y esperar a que lleguen los resultados: “Aún no he toma-do la vía rápida de solicitar una

subvención, una beca, trabajar para una empresa grande…pre-fiero ir pasito a pasito y hacer las cosas sin prisa pero sin pausa y labrarme mi propio camino”, nos cuenta Miguel Ángel muy seguro de si mismo.

La financiación para sus pro-yectos es muy distinta. Algunos, como el fashion film con el que ganó el Premio Proyecta en 2010 y se puso en el punto de mira, no le han costado nada. Otros como los videoclips, corren a cargo del grupo o cantante que los encar-ga. “Yo hago trabajos que se me piden en los que saco un dinero y luego ese dinero lo invierto en mis trabajos de producción per-sonal”.

Miguel Ángel admite que desconocía que había creado un fashion film hasta que vio que así se referían a él en una publi-cación. “Es un formato más libre, en el que tienen cabida todo tipo de propuestas”, apunta. “Lo úni-co imprescindible es que utilices una marca como continente para transmitir una idea pero sin esa finalidad que tiene la publicidad de intentar vender”, añade.

Su primer fashion film, “Eié-nesis: In search of light”, vino motivado por las ganas del direc-tor de crear un proyecto plástico y de belleza visual. Para ello re-currió a un diseñador joven para que su colección fuera la protago-nista de la parte más onírica de la historia. Después decidió rematar la jugada con la colaboración de Tono Sanmartín a la cabeza de peluquería y maquillaje. Así, y rodado en un solo día, surgió un producto armónico que trataba el

consabido tema de la búsqueda de la inspiración por parte de un artista que no logra encontrarla.

Pese a su, dice, “nula capa-cidad para el arte”; sus fashion films lo delatan como un director con gran ojo artístico. “Una cosa es no saber pintar y otra cosa, saber lo que quieres”, matiza Miguel Ángel. Y es cierto. Tanto en Eiénesis como en su segundo cortometraje sobre moda, “Aeter-na; In search of love”, (en el que colabora Francis Montesinos) nuestro protagonista se ha involu-crado y ha cuidado muy de cerca

el diseño de las joyas que apare-cen, el escenario, la colocación de elementos etc. Todo porque “el espectador no debe adaptarse a la obra si no que la obra debe adaptarse al espectador”, declara. El fin de esta trilogía de búsqueda personal será “Heraion: In search of live” que será, según su direc-tor, “espectacular”.

Sin embargo, Font admite que no es suyo el mérito de que es-tas creaciones resulten tan bien: “Cuando te rodeas de gente muy especializada en su campo, muy capaz y muy inteligente, surgen este tipo de creaciones”.

Productoras, directores y pro-fesionales del mundo del cine de-clararon hace un par de años, una guerra abierta contra la difusión por Internet de sus creaciones. En cambio, Miguel Ángel aboga por su explotación dadas las facilida-des que ofrece. “El cine es una empresa que tiene que vender y la gente está acostumbrada a unas tarifas excesivas. Antes, unos pocos se beneficiaban económi-camente, ahora el negocio se les ha venido a pique porque la gente puede valorar una película antes de verla en el cine”, puntualiza Font Bisier.

“Ahora los creadores estamos obligados a tener y realizar un buen proyecto para poder traba-jar e Internet es un amigo que nos puede dar una publicidad gratuita enorme. Pero hay que saber ex-plotarlo al máximo”, matiza Mi-guel Ángel.

La moda como telón de fondo para narrar

El director valenciano Miguel Ángel Font Bisier. /ARCHIVO

Fotograma del último fashion film de Miguel Ángel Font ‘Aeterna: In search of love’. /ARCHIVO

Internet como sistema de difusión

Ganas de superarse en tiempos difícilesMiguel Ángel Font Bisier es un joven director que no le teme al trabajo y a la producción propia para abrirse camino en el mundo del cine

ÁLVARO MONFORT Y NURIA MORENOTexto:

● CRÍTICA

-Título y Año: Dos días en Nueva York (2011)-Dirección: Julie Delpy.-Nacionalidad: Francesa-Género: Drama-Actores: Chris Rock, Ju-lie Delpy y Albert Delpy.

Por: CLAIRE NOËL

Cuatro años después de su estancia en Paris, Julie Delpy viaja a Nueva York para visitar a su novio. Esta vez, intercambian los papeles: ella es la invitada. Durante este tiempo Marion ha cambiado de novio, ya no es Adam Golrdberg, sino el po-pular cómico Chris Rock.

Aunque se avecinan algunos cambios, la protagonista todavía conserva el mismo humor picante y le perseguirán las mismas situacio-nes embarazosas. Julie Delpy, con este film, hace hablar una vez más de su gran talento como realizadora y actriz.

Sin embargo, es una de les pri-meras veces que Chris Rock apa-rece en la gran pantalla. Tras esta película, entendemos porqué tuvo tanto éxito siendo actor en el teatro: este hombre es increíble.

Esta familia es como la mayoría de las familias, incluso seguro que se parece un poco a las nuestras por lo que no puede no gustarnos. Los reproches, las incomprensiones, las vergüenzas, todo eso nos ha tocado vivirlo a cada uno de nosotros en alguna ocasión siendo miembros de nuestra familia. La de Marion po-dría ser la nuestra, en eso esta pelí-cula es un éxito porque (casi) nunca cae en la caricatura y si en el reflejo fiel de lo que realmente sucede.

Si debemos echarle en cara algo a Delpy es que repite los mismos esquemas que tanto éxito le dieron en Dos días en París. Aunque la directorano quisiera que esta obra se quedara en una mera segunda parte de Dos días en Nueva York. Pero, ¿si no es una segunda parte, por qué mantiene a la mayoría de los personajes? Resulta contradic-torio. No sabríamos precisamente donde situamos, y con quien. Este es el principal defecto que podemos achacarle a la película que trata de la familia como el choque de las culturas. Y este choque de cultu-ras, que ya habíamos encontrado en Dos días en París puede parecer re-dundante, aunque igual de gracioso y entretenido que la primera vez.

Esta película, que viene acuña-da bajo el género de una comedía romántica, es más una historia de familia, conmovedora más por sus defectos que por sus virtudes. Es también por sus defectos, siempre perdonables, por lo que nos gusta Julie Delpy.