Estructuras y procedimientos técnicos en materia de...
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Documento reservado Informe técnico RP/1979-80/2/4.2/01 NICARAGUA
Asistencia a los Estados Miembros para el fortalecimiento de sus políticas científicas y tecnológicas
Estructuras y procedimientos técnicos en materia de políticas científicas y tecnológicas
Por Andrés Pérez Masiá
N.° de serie: F M R / S C / S T P / 8 1 / 1 8 6
Organización de las Naciones Uñidas I I J para la Educación,
la Ciencia y la Cultura
Pans, 1981
N I C A R A G U A
ESTRUCTURAS Y PRCCEDMIENTCS
TSCNICOS EN MATERIA DE
POLITICAS CIENTIFICAS Y
TECNOLÓGICAS
por Andrés Pérez Masiá
Informe preparado para el Gobierno de Nicaragua por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco)
U N E S C O
Informe técnico Rp/1979-80/2/4.2/01 Fí-R/SC/3TP/8l/l86(Pérez Masiá) 30 de septiembre de 1981
Cr Unesco 1981 Printed in France
(i)
INDICE
páginas
ANTECEDENTES 1
PLAN DE TRABAJO 1
ACTIVIDADES LLEVADAS A CABO 3
3.1. Inventario del potencial científico y téc
nico de Nicaragua 3
3.2. Presupuestación nacional de actividades
científicas y tecnológicas 4
3.3. Metodología para la determinación de prio
ridades en ciencia y tecnología 9
3.4. Examen global del proceso de formulación
de la política científica y tecnológica 10
3.4.1. La Dirección de Ciencia y Tecnolo -
gía como órgano del Ministerio de
Planificación 11
3.4.2. Definición, elementos y funciones
de una política científica y tecno
lógica nacional 13
3.4.2.1. Primer nivel funcional de
la política científica y
tecnológica 14
3.4.2.2. Segundo nivel funcional
de la política científica
y tecnológica 15
3.4.2.3. Tercer nivel funcional de
la política científica y
tecnológica 15
3.4.2.4. Cuarto nivel funcional de
(ii)
páginas
la política científica y
tecnológica 16
3.4.3. Estructura institucional para la po
lítica científica y tecnológica 16
3.4.3.1. Instituciones para los ni
veles tercero y cuarto de
la política científica y
tecnológica 16
3.4.3.2. Institución para el primer
nivel de la política cien
tífica y tecnológica 17
3.4.3.3. Institución para el segun
do nivel de la política
científica y tecnológica 18
3.4.4. Tareas de la Dirección de Ciencia y
Tecnología 19
3.4.4.1. Dificultades identificadas 20
3.4.4.2. Acciones propuestas 21
3.4.5. Concreción de la política científica
y tecnológica 32
3.5. Recursos humanos para la ciencia y la tecno
logía 33
4. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES 34
ANEXO I 38
ANEXO II 44
1. ANTECEDENTES.
Esta Misión se realizó a ^petición del Gobierno de Nica
ragua, como primera parte de lo propuesto en el Memorándum fir
mado durante la visita a Managua dei Sr. Director General de la
UNESCO (16-19 Diciembre 1979), párrafo 51 c) , que dice textual^
mente:
"Una misión de consultor de tres meses para la elabora -
ción de una política de desarrollo científico y tecnológico,
misión que se interesará en primer lugar en las cuestiones de
presupuestación y planificación".
El Consultor llegó a Managua el domingo 28 de Junio y sa
lió del país el jueves 16 de Julio.
2. PLAN DE TRABAJO.
Siguiendo las instrucciones recibidas, el Consultor sedi
rigió al Ministerio de Planificación Nacional, donde se le encar
gó trabajase con la Dirección de Ciencia y Tecnología. Dicha D±_ rección, que incluye también los asuntos de cooperación técnica
exterior (su nombre completo es "Dirección de Ciencia y Tecnolo_
gía y Cooperación Técnica Externa") ha sido encargada reciente
mente, por la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional de Ni
caragua, "de elaborar o definir una política nacional de cien -
cia y tecnología".
Consiguientemente y de acuerdo con los deseos expresados
- 2 -
por la citada Dirección y las indicaciones recibidas de la
UNESCO, se decidió que el Consultor dedicaría su estancia en
Nicaragua a colaborar con la misma en una serie de cuestiones
prácticas relacionadas con el proceso de preparación de la po_
lítica científica y tecnológica:
(i) Levantamiento del inventario del potencial cientí
fico y técnico de Nicaragua.
(ii) Presupuestación nacional de actividades científi
cas y tecnológicas.
(iii) Metodología para la determinación de prioridades
en ciencia y tecnología.
(iv) Examen global del proceso de formulación de la po
lítica científica y tecnológica.
El trabajo del Consultor fue, por consiguiente, muy con
ereto y estuvo centrado en una colaboración "inmediata" con la
citada Dirección en el ejercicio de la función que se le ha en
comendado. Apenas se giraron visitas a otras instituciones o
personalidades y éstas fueron breves y estuvieron casi siempre
directamente vinculadas con el trabajo que se estaba llevando
a cabo.
He aquí una relación de las visitas realizadas:
- Oficina del Representante Residente del Programa de
las Naciones Unidas para el Desarrollo.
- Ministro de Educación Dr. Carlos Tunnermann.
- Comisión Nicaragüense de la UNESCO.
- Consejo Nacional de la Educación Superior CCNESL.
- Dirección General de Presupues±os-.
- Dirección de Investigaciones del Ministerio de la Vi
vienda y Asentamientos Humanos.
- Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN).
- Universidad Centroamericana (UCA).
- Instituto Tecnológico Nacional (INTECNA).
- 3 -
No parece justificado, dado el carácter que, en defini -
tiva, ha tenido la Misión, alargar este Informe con un detalle
pormenorizado de estas visitas. A algunas de ellas se hará re
ferencia expresa al tratar las cuestiones sustantivas. Las otras
sirvieron simplemente para ayudar al Consultor a perfilar sus
ideas y opiniones, a la vez que le permitieron - siempre que fue
oportuno - promover los conceptos básicos de la política cien
tífica y tecnológica.
El trabajo en la Dirección de Ciencia y Tecnología se
vio facilitado por la excelente colaboración hallada en su Di -
rector D. René González y todo el personal de la Dirección ,
a quienes el Consultor se complace en expresar su "más vivo agra_
decimiento.
3. ACTIVIDADES LLEVADAS A CABO.
3.1. Inventario del potencial científico y técnico de Ni-
caragua.
La Dirección de Ciencia y Tecnología acaba de iniciar el
levantamiento del inventario del potencial científico y técnico
de Nicaragua. Utilizando las instrucciones metodológicas de la
UNESCO y la OEA, han preparado los cuestionarios e instruccio -
nes para la encuesta, que se va a realizar mediante visitas di
rectas a los centros implicados. De hecho, ya estaban comenzan
do dichas visitas, en forma "piloto" o experimental, para per -
filar los cuestionarios y sus explicaciones. El personal de la
Dirección se ha reforzado con una persona, contratada específi
camente para estas tareas.
El Consultor tuvo oportunidad de revisar y formular al
gunas observaciones sobre los cuestionarios, ciertamente de po
ca importancia, porque el trabajo estaba bien enfocado. Con la
encuesta, se trata de detectar los organismos o instituciones
que realizan actividades científicas y tecnológicas y dentro de
ellos, recoger información sobre los rubros habituales:
- Clase de actividades realizadas y gastos, anuales en las
- 4 -
mismas.
- Origen de estos fondos.
- Distribución administrativa de los gastos.
- Instalaciones y edificios.
- Secciones o unidades de cada organismo.
- Detalle de sus actividades.
- Instrumental.
- Inventario del personal.
- Proyectos en ejecución.
- Proyectos futuros.
- Requerimientos.
3.2. Presupuestación nacional de actividades científicas
y tecnológicas.
La presupuestación nacional de las actividades científi
cas y tecnológicas es una de las tareas propias - por cierto,
muy importante - del llamado "primer nivel" de la política cien
tífica y tecnológica: a través de ella se distribuyen y canali
zan los fondos que el Estado gasta en dichas actividades. Para
poder abordarla de forma práctica, se necesita ser capaces de
identificar con precisión las partidas del presupuesto nacional
de gastos que están destinadas a la realización de las repeti -
das actividades científicas y tecnológicas, sea cualquiera la
institución o departamento .miûisterial a que correspondan.
Ello se logra, de la forma más sencilla, a través del lla_
mado presupuesto funcional. En él, todas las actividades del Es
tado se clasifican, conforme a su finalidad, en una serie de rú
bricas, llamadas convencionalmente "funciones y subfunciones"
(por ejemplo, función "Educación, subfunción "Educación elemen_
tal", subfunción "Educación media básica", etc.). A esta lista
de funciones y subfunciones, que están caracterizadas por los
oportunos códigos, debe incorporarse la función "Ciencia y tec-
- 5 -
nología", para identificar a todas las actividades científicas
y tecnológicas, las cuales se subdividen convenientemente en va
rias "subfunciones", correspondientes a los principales rubros
en que pueden clasificarse dichas actividades (Investigación y
desarrollo experimental, Transmisión de conocimientos científi_
co-tecnológicos, etc.).
El Consultor señaló a la atención de la Dirección de Cien
cia y Tecnología que la V Reunión de la Conferencia Permanente
de dirigentes de los consejos nacionales de política científica
y tecnológica y de investigación de los Estados miembros de la
UNESCO en América Latina y el Caribe, celebrada en Quito, Ecua
dor, durante los días 13-18 de Marzo de 1978, había aprobado
una recomendación en el sentido de incluir efectivamente la va
riable "Ciencia y tecnología" en el presupuesto funcional. In -
dicó asimismo el Consultor la experiencia que posee la UNESCO
en este tema, en el que ya ha colaborado - por cierto, con mu_
cho éxito - con varios países latinoamericanos.
Un análisis del presupuesto nicaragüense nos llevó a ver
que en él no se ha adoptado todavía la clasificación funcional,
por lo que se estimó oportuno girar una visita a la Dirección
General de Presupuestos, para conocer sus planes futuros en re
lación con este tema. La reacción fue tan positiva, que dicha
Dirección General se mostró dispuesta a comenzar a recabar in
mediatamente (van a prepararse ahora las propuestas de presu -
puesto para el próximo año) las informaciones relativas a las
partidas correspondientes a actividades científicas y tecnoló
gicas.
A pesar de que este proceso necesita una preparación ade_
cuada, que incluye - entre otras cosas - la capacitación de los
funcionarios que vayan a intervenir en él, la Dirección de Cien
cia y Tecnología consideró conveniente aprovechar inmediatamente
el ofrecimiento, entre otras cosas, porque ello abriría las vías
de una colaboración con la Dirección de Presupuestos, que se coii
sidera puede resultar muy útil. Las instituciones o departamentos
a los que se va a pedir la información son precisamente los mis-
- 6 -
mos que están siendo visitados por el personal de la Dirección/
en relación con el inventario del potencial científico y técni
co, y a los que - con tal motivo - se está explicando el signi
ficado de los términos "actividades científicas y tecnológicas",
"investigación y desarrollo experimental", etc. Cabe, por ello,
pensar que puedan obtenerse algunos resultados preliminares úti
les.
En vista de ello, y a petición de la Dirección, se pre -
paró una nota con definiciones lo más similares posible a las
que están utilizando para el inventario del potencial científi
co y técnico, conforme al detalle que a continuación figura.
Función "Ciencia y tecnología".
Incluye todas las actividades científicas y tecnológicas,
es decir, actividades sistemáticas que están estrechamente re
lacionadas con la producción, la promoción, la difusión y la
aplicación de los conocimientos científicos y técnicos, en to_
dos los campos de la ciencia y la tecnología. Dichas activida_
des deben ubicarse en alguno de los cinco grupos o srubfuncio-
nes que se definen a continuación:
(i) Subfunción "Administración y reglamentación".
Incluye actividades generales de carácter administrativo
o burocrático, relacionadas con el funcionamiento de todo el
sistema de ciencia y tecnología nicaragüense, como son:
- gestión, reglamentación, supervisión y apoyo de progra_
mas de actividades científico-tecnológicas;
- realización de estudios de base e inventarios específi
cos;
- definición, elaboración y puesta en práctica de mecanis_
mos e instrumentos de carácter normativo;
- evaluación de tecnologías y de sus impactos; etcétera,
(ii) Subfunción "Formación de científicos y tecnólogos".
Incluye:
- programas de capacitación de profesionales universita-
- 7 -
rios para complementar su formación científico - tecnológi_
ca;
- cursos de post-grado;
- enseñanzas especializadas de nivel superior, que vayan
asociadas directamente a las actividades científicas y te£
nológicas.
No deben incluirse en este rubro las tareas de enseñanza
universitaria normal que imparten los centros de educación su
perior.
(iii) Subfunción "Investigación y desarrollo experimental".
Incluye el trabajo sistemático y creador realizado con el
fin de aumentar los conocimientos y/o de utilizar estos cono
cimientos para descubrir nuevas aplicaciones. Comprende las
actividades clasificadas de ordinario en uno de los tres ám
bitos habituales :
- investigación científica básica o fundamental Cía que
tiene por objeto crear nuevos conocimientos- sin prever sus
aplicaciones);
- investigación científica aplicada Cía que se realiza
para generar nuevos conocimientos orientados pincipalmente
hacia una finalidad u objetivo práctico determinadoi ;
- desarrollo experimental Ctrabajo sistemático en el que
se utilicen los conocimientos obtenidos de la investigación
o de la experiencia práctica, para generar nuevos materia-^
les o procesos o para mejorar sustancialmente los que ya
existen).
No deben incluirse en este rubro la recogida sistemática
de datos sobre los recursos naturales o las tareas de pros -
pección minera.
(iv) Subfunción "Transmisión de conocimientos científico-
tecnológicos .
Incluye:
- difusión, es decir, la transmisión escrita, oral o vi -
^ 8 «r
suai de conocimientos científico-tecnológicos, utilizando
folletos, artículos en revistas, libros, conferencias, se_
minarios, emisiones de radio o television, etc.;
- extension, es decir, el suministro específico de info£
mación a personas dé un determinado grupo del sector pro
ductivo (por ejemplo, a los agricultores), con el fin de rae
jorar la productividad de su trabajo;
- asistencia técnica, es decir, el suministro de informa
ción específica, generalmente de carácter tecnológico, para
resolver los problemas que se presentan a una determinada
entidad.
(v) Subfunción "Servicios científico-tecnológicos".
Comprende una serie de actividades, que no están encamina_
das a generar por sí mismas nuevos conocimientos, pero que
constituyen un apoyo importante - a veces, esencial - para el
buen funcionamiento del sistema nacional de investigación y
desarrollo, y que contribuyen — en mayor o menor medida - a
la generación, difusión y aplicación de los conocimientos
científico-tecnológicos.
Incluye, entre otras, las actividades de los servicios si
guientes:
- los relativos a los recursos naturales y el medio, ta
les como los servicios de cartografía, servicios hidrológi_
eos y geológicos, servicios meteorológicos, ecológicos,
prospección de miiñejeales, etc.;
- información y documentación, tales como bancos de datos,
servicios de tratamiento de la información, centros nació -
nales de documentación científica y tecnológica, trabajos
sistemáticos de traducción y edición de libros y revistas
dé ciencia y tecnología (salvo libros de texto);
- museos y colecciones de ciencias naturales;
- calibración y normalización; etcétera.
- 9 -
Ante el interés mostrado por la Dirección General de Pre
supuestos, por el tema del presupuesto funcional/ se preparó -
en contacto con la Dirección de Ciencia y Tecnología - una breve
nota sobre el mismo, que quizá pueda contribuir a mentalizar a
las personas responsables de la preparación de los presupuestos,
acerca del interés de la clasificación funcional. Dicha Nota se
acompaña como Anexo núm. 1 .
3.3. Metodología para la determinación de prioridades en
ciencia y tecnología.
El Consultor presentó al personal de la Dirección de Cien
cia y Tecnología la metodología desarrollada por la UNESCO CEn_
cuestas UNESCO / UNACAST) para la determinación de prioridades en
ciencia y tecnología, en relación con los objetivos del desarro
llo socioeconómico. La identificación de las prioridades se rea
liza por medio de una evaluación de la pertinencia de las disci
plinas científicas y tecnológicas para los objetivos y progra -
mas del desarrollo nacional. Esta „evaluación la llevan a cabo
paneles de expertos pertenecientes a departamentos gubernamenta
les y a instituciones científicas.
La Dirección encontró valiosa esta metodología, no sólo
en sí misma, sino por la utilidad que el procedimiento de las
matrices"" de pertinencia puede ofrecer, para otras tareas rela
cionadas con la planificación.
Se dejó en Managua el núm. 40 de la serie de "Estudios
y documentos de política científica", editada por la UNESCO, don.
de se describe minuciosamente el método. Al mismo tiempo, y para
facilitar su comprensión, se reunieron — en un breve texto más
sencillo - sus pasos principales y se explicaron con detalle. En
el Anexo núm. 2 figura dicho resumen.
Se discutieron, desde varios puntos de vista, los diver -
sos cuadros de prioridad y perfiles que resultan del ejercicio,
para poner de manifiesto su interés en relación con la formula -
ción de la política científica y tecnológica. Particular aten -
ción se prestó, asimismo, a la conjunción de dichos resultados
- 10 -
con los que se obtenga- del inventario del potencial científico
y técnico ahora comenzado, conjunción que permite contrastarlas
necesidades de insumos científicos y tecnológicos con las dispo
nibilidades de los mismos.
Para la aplicación de esta metodología se necesita haber
llegado a una suficiente concreción de los objetivos o programas
del desarrollo socioeconómico, cuya lista hay que comenzar por
clasificar en varios grupos, conforme a su grado de prioridad.
La definición de las metas y objetivos del desarrollo nacional
debe ser lo suficientemente detallada y clara, como para permi
tir una identificación de las relaciones causales entre estas
metas y objetivos, por una parte, y los insumos de ciencia y
tecnología, por la otra.
Parece ser que actualmente se está trabajando en Nicara
gua en la concreción de los objetivos y metas del desarrollo;
pasará algún tiempo antes de que se disponga de los datos pre
cisos. El Consultor señaló que, llegado el caso, la UNESCO po
dría seguramente prestar la colaboración oportuna para la pues
ta en práctica del método, si se considerase necesario.
3.4. Examen global del proceso de formulación de la po
lítica científica y tecnológica.
Como se ha dicho anteriormente, el Consultor fue informa
do de que la Dirección de Ciencia y Tecnología del Ministerio de
Planificación ha sido encargada recientemente, por la Junta de
Gobierno de Reconstrucción Nacional de Nicaragua, "de elaborar
o definir una política nacional de ciencia y tecnología".
La Dirección cuenta con una plantilla reducida, de sólo
4 personas de nivel técnico, que han comenzado a abordar el tema
con gran interés. Se mantuvieron extensas conversaciones sobre
las principales facetas conceptuales de la política científica
y tecnológica y se contrastaron opiniones acerca de la línea pr£
gramática emprendida por la Dirección, con el fin de precisar
- sobre todo - en qué forma podría resultar más útil el resto
de la estancia del Consultor.
- I l
se llegó a la conclusión de que, en el tiempo disponible,
se podría preparar un esquema global, aunque sólo sinóptico, en
el que - con un enfoque eminentemente práctico - se señalaran
los concpetos fundamentales de la política científica y tecno
lógica, pero, sobre todo, se llegaran a concretar una serie de
elementos o componentes de dicha política y un índice de accio
nes oportunas para la formulación de la misma. El propio perso
nal de la Dirección sugirió, en muchos casos, puntos que desa -
ría ver aclarados o comentados, de forma que - con todas estas
indicaciones - el Consultor preparó unas notas, en cierta medi_
da "ad hoc", cuyo contenido se reproduce más abajo.
Estas notas sirvieron de base para más conversaciones y
aclaraciones (dentro del tiempo disponible) y, en definitiva,
quizá puedan ser de alguna utilidad a la Dirección de Ciencia y
Tecnología, para orientar sus trabajos en el cumplimiento de la
tarea que se le ha encomendado. El Consultor indicó a la Direc
ción que la inmensa mayoría de los puntos abordados necesitan
un tratamiento más extenso y detallado, que, en ciertos casos,
pudiera requerir una colaboración más prolongada que la de esta
Misión, expresamente calificada de inicial.
3.4.1. La Dirección de Ciencia y Tecnología como órgano
del Ministerio de Planificación.
Como órgano propio del Ministerio de Planificación Na -
cional, la Dirección de Ciencia y Tecnología debe velar porque
se incorporen los criterios tecnológicos en la planificación
económica, tanto a nivel sectorial, como mediante un programa
global explícito de progreso científico-técnico. Manejando la
tecnología y los conocimientos científicos como un "bien" más,
de los que son objeto de la planificación, la Dirección detecta
rá la demanda actual del mismo y determinará, por proyección,
su demanda futura, en consulta con los sectores productivos y
las restantes unidades de planificación.
De esta forma, estará en condiciones de programarle"! cre
cimiento de dicho "bien" (tecnología y conocimientos científi_
eos), en contacto con los organismos creadores o intermediarios
- 12 -
de oferta, como son - en primer lugar - los centros de investi_
gación.
Las acciones descritas se inscriben en el marco de lo que
serla una política científica y tecnológica nacional, pero son
sólo parte de la misma. Si la Dirección asume, por encargo del
Gobierno, la tarea de elaborar o definir una política nacional
de ciencia y tecnología, debe emprender - como de hecho ya lo es_
tá haciendo - una serie de actividades que van más allá de las
acciones citadas.
En este documento se señalan algunos puntos- orientados al
cumplimiento de dicho fin. Hay que indicar, sin embargo, desde
el principio, que a lo único que puede llegarse en él es a tra*~
tar el tema desde un punto de vista conceptual, sin pretender
formular un esbozo de lo que pudiera ser dicha política "aquí
y ahora". Quede pues claro que hay dos pasos diferentes y su
cesivos:
(i) definir los elementos conceptuales de la política cien
tífica y tecnológica, aprender su esquema funcional más frecuen
te y describir vías para su puesta en práctica:
. (ii) elaborar o definir la política científica y tecnoló
gica nacional de Nicaragua.
A la etapa (ii) sólo puede llegarse después de un proceso
de preparación adecuada, que incluye la adopción de un cierto es
quema institucional, la realización de diversos estudios, el acó
pio de determinados materiales y la evacuación de un buen número
de consultas. Todos estos pasos requieren algún tiempo y son ya,
por cierto, ellos mismos - cuando se ejecutan por decisión del
Gobierno nacional - medidas iniciales de la política científica
y tecnológica nicaragüense. Es de la mayor importancia reflexio
nar atentamente sobre las acciones que se emprendan, consideran
do previamente en cada caso las alternativas que pudiere haber,
porque el acierto inicial acorta dilaciones posteriores innece
sarias y es la mejor garantía de éxito en la formulación de la
política científica y tecnológica.
3.4.2. Definición, elementos y funciones de una política
- 13 -
científica y tecnológica nacional.
La política científica y tecnológica puede definirse co
mo el conjunto de orientaciones y medidas tendientes al manejo
esclarecido y voluntarista de la variable "Ciencia y tecnología",
dentro de una clara visión de los escenarios futuros posibles y
más deseables para el país. Usando palabras de Carlos Tunnermann,
la política científica y tecnológica de un país tiene que defi -
nir la posición nacional frente a una serie de problemas, entre
los que ocupan lugar.destacado los relacionados con el fomento
de la investigación científica y técnica propia y con la trans
ferencia de tecnología.
Sin ánimo de que la enumeración sea exhaustiva, se citan
a continuación una serie de componentes importantes en que puede
concretarse la política científica y tecnológica nacional, los
cuales servirán, a su vez, como elementos básicos pasa su puesta
en práctica:
- Las grandes metas del desarrollo científico y tecnoló -
gico, con asignación de las oportunas prioridades.
- Los programas de acción científica y tecnológica de in
terés nacional.
- El plan nacional de desrrollo científico y tecnológico.
- El presupuesto nacional para actividades científicas y
tecnológicas.
- La orientación, coordinación y financiamiento de los pro_
yectos que ejecute elsistema operativo nacional de investiga
ción y desarrollo experimental (I y D) y de servicios cientí^
fico-técnicos (SCT), que es el responsable de la generación de
nuevos conocimientos y tecnologías en el país.
- Las previsiones a medio plazo de los recursos materia -
les y humanos necesarios para las actividades científicas y
tecnológicas.
- Las medidas para lograr la asimilación de los conocimien
tos en los sectores productivos de bienes y servicios.
- La incorporación de criterios tecnológicos en la plani-
- 14 -
ficación económica.
- Los principios básicos para optimizar la selección, ad
quisición y adaptación de tecnologías extranjeras.
- Las orientaciones fundamentales en relación con las re
percusiones del desarrollo científico y tecnológico sobre la
sociedad, su entorno cultural y el medio ambiente.
- Los lineamientos y metas del plan nacional de formación
de recursos humanos para las actividades científicas y tecno
lógicas (principalmente para I y D) y su adecuada utilización.
- Las bases que definan la posición nacional, en materia
científica y tecnológica, frente a los compromisos internacio_
nales.
- La preparación y adopción de medidas legales o legisla_
tivas pertinentes.
La política científica y tecnológica exige, por consiguieii
te, un amplio abanico de funciones, que es muy importante racio_
nalizar y diferenciar en niveles,bien definidos. La UNESCO, tras
una larga experiencia, contrastada por su cooperación activa con
un buen número de países - entre ellos, muchos de la región lati_
noamericana - ha definido los cuatro niveles fundamentales que
a continuación se citan.
3.4.2.1. Primer nivel funcional de la política científica
y tecnológica.
Se suele llamar también nivel estratégico. Comprende las
funciones de:
- decisión, incluido el proceso de preparación de la mis_
ma;
- planificación:
- presupuestación;
- coordinación interministerial;
- evaluación y control global del sistema nacional de ac
tividades científicas y tecnológicas.
- 15 -
3.4.2.2. Segundo nivel funcional de la política cientí
fica y tecnológica.
Se suele llamar también nivel táctico. Corresponden a
este nivel, la promoción y financiamiento, orientación y coor
dinación de las actividades de investigación y desarrollo ex
perimental (I y D) y de los servicios científico-técnicos (SCT).
Nótense algunas diferencias significativas entre el pr¿
mero y el segundo niveles:
- el primer nivel señala objetivos prioritarios; el se
gundo nivel convierte este señalamiento en proyectos concre_
tos científico-técnicos;
- el primer nivel presupuesta la distribución de los eré
ditos destinados a actividades científicas y técnicas; el se
gundo nivel financia proyectos concretos científico-técnicos
debidamente seleccionados;
- el primer nivel evalúa el funcionamiento global del sis_
tema nacional de actividades científicas y tecnológicas; el
segundo nivel hace el seguimiento de proyectos" científico-té£
nicos específicos;
- el primer nivel coordina y reparte responsabilidades, a
nivel interministerial, en el ámbito de la política científi_
ca y tecnológica; el segundo nivel establece coordinaciones
desntro de las diferentes disciplinas o sectores de actividad
científico-tecnológicos.
De lo que antecede se deduce que la participación de la
comunidad de científicos y teenólogos, que ya desde ahora puede
afirmarse que es esencial para llegar a formular y aplicar con
éxito una política científica y tecnológica, debe ser más intensa en el segundo nivel que en el primero.
3.4.2.3. Tercer nivel funcional de la política científica
y tecnológica.
Es el de ejecución de las actividades de investigación y
desarrollo experimental CI y D), con el fin de aumentar los co
- 16 -
nocimientos y/o de utilizar estos conocimientos para descubrir
nuevas aplicaciones.
3.4.2.4. Cuarto nivel funcional de la política científi
ca y tecnológica.
Es el de operación de los llamados servicios científico-
técnicos , cuyas actividades no generan nuevos conocimientos, pe
ro constituyen un apoyo importante - a veces, esencial - para el
buen funcionamiento del sistema de I y D. En la página 8 de es
te Informe figuran varios ejemplos importantes de servicios cien
tífico-técnicos (cartografía, servicios hidrológicos y geológi
cos, servicios meteorológicos, información y documentación, di
fusión de los conocimientos científicos, si bien esta tarea tam_
bien se lleva a cabo directamente desde los propios centros de
I y D, museos y colecciones, calibración y normalización, etc.).
3.4.3. Estructura institucional para la política científi
ca y tecnológica.
Por conveniencia descriptiva, se mencionan primero los
niveles tercero y cuarto.
3.4.3.1. Instituciones para los niveles tercero y cuarto
de la política científica y tecnológica.
Los niveles tercero y cuarto son los niveles operaciona-
les de las actividades científicas y técnicas. En mayor o menor
medida, existen y han existido siempre en casi todos los países
- también en Nicaragua - organismos o instituciones que corres_
ponden a estos dos niveles (I y D, SCT).
En cambio, sólo en los últimos 10 - 20 años los gobiernos
han ido apreciando la necesidad de dotarse de instituciones res
ponsables de las funciones del primero y segundo nivel, sin las
cuales no es posible elaborar y poner en práctica una política
científica y tecnológica explícita. Concretamente una institu -
ción del primer nivel es la encargada de elaborar o definir di
cha política, para su aprobación por el Gobierno. Su estructu-
-li
ra, composición y ubicación pueden variar de unos países a otros,
pero al decidir estos detalles deben tenerse muy presentes las
funciones que ha de cumplir, las cuales fueron señaladas más
arriba, en 3.4.2.1 (decisión, planificación, presupuestación,
coordinación interministerial, evaluación y control global del
sistema).
3.4.3.2. Institución para el primer nivel de la política
científica y tecnológica.
En base a las funciones citadas, se dan las siguientes
orientaciones - contrastadas por la experiencia de varios paí_
ses - acerca de la institución para el primer nivel de la polí
tica científica y tecnológica:
a) Debe tener fácil acceso al nivel gubernamental de de—
cisión, una de las funciones propias del primer nivel. Aun .
cuando el Gobierno mismo sólo tiene que aprobar las decisio
nes principales, es indispensable que en ellas asuma — de mo_
do expreso y efectivo - toda su responsabilidad. La experien
cia indica que, sin la participación real y el asentimiento
explícito de los gobiernos, no es posible aplicar una efecti_
va política nacional de ciencia y tecnología.
b) No debe adscribirse a alguno de los ministerios com
prometidos en un sector concreto, a fin de que pueda desem
peñar su papel con imparcialidad y promover una autentica coor
dinación interministerial, conforme al reparto de responsabi
lidades que acuerde el Gobierno. En muchos países, ha resulta
do útil su adscripción a la Presidencia del Gobierno.
c) Debe poder apoyarse en toda la comunidad científica y
tecnológica, sin cuyo concurso, la experiencia indica que no _
es posible desarrollar con éxito la política científica y te£;
nológica. Para este fin, la institución de primer nivel debe
contar con un Consejo, de carácter asesor, formado por unos
10 a 15 miembros, nombrados a título personal, por sus cono_
cimientos científicos o tecnológicos, prestigio, vinculación
a determinados sectores, experiencia en asuntos relacionados
con J.a ciencia o tecnología que sean de elevado interés nació-
- 18 -
nal, etc. Conviene que haya alguna persona de los sectores
productivos técnicos. El Presidente de este Consejo debería
ser algún científico o tecnólogo destacado que merezca el res_
peto de la comunidad y que disponga de tiempo suficiente pa
ra poder dedicarlo a esta tarea. La experiencia indica que la
acertada elección del Presidente es de la máxima importancia.
Asimismo es importante, como se indica arriba, que los miem
bros del Consejo no ostenten la condición específica de repre
sentantes de ciertos organismos, proque, en tal caso, las de
liberaciones del Consejo suelen verse esterilizadas por una
pugna de intereses o competencias.
d) Debe contar con una oficina técnica, capaz de preparar
los estudios de base, recoger las informaciones precisas y o£
ganizar las reuniones y contactos necesarios para la formula
ción de la política científica y tecnológica, irla concretando
en los documentos y textos que sea procedente y efectuar las
tareas de planificación y evaluación que van emergiendo de la
propia política.
3.4.3.3. Institución para 'el segundo nivel de la política
científica y tecnológica.
Como se ha dicho anteriormente (pág. 15}, las funciones
del segundo nivel de la política científica y tecnológica (pro
moción y financiamiento, orientación y coordinación de las acti
vidades de I y D y de los SCT) están claramente diferenciadas
de las del primer nivel, por lo que suelen encomendarse a insti
tuciones diferentes. Sin embargo, en algunos países pequeños, de
recursos limitados y sistema científico-tecnológico poco extenso,
se inician las actividades del segundo nivel por la misma insti
tución creada para el primero.
De hecho, y por lo que se refiere a los sectores especí
ficos, sus respectivos ministerios suelen tener algún órgano, que
- en cierta medida - hace las funciones de segundo nivel en su
sector, puesto que tiene capacidad para preparar y evaluar pro
yectos científico-tecnológicos, cuyo financiamiento está asegu__
rado de antemano, por su inclusión en el presupuesto del minis-
- 19 -
terio.
En tales casos, corresponde a la institución del primer
nivel de la política científca y tecnológica coordinar la ac -
ción de todos estos órganos ministeriales y asegurar que sus
respectivas políticas sean coherentes con la apolítica científi
ca y tecnológica nacional.
De todas formas y aun cuando existan estas acciones sec
toriales, es muy eficaz llegar a establecer, lo antes posible,
un Fondo Nacional para la promoción de la I y D (investigación
y desarrollo experimental). Dicho Fondo puede comenzar a funci£
nar con una cantidad modesta, siempre que se asegure su paulati_
no incremento en años sucesivos. En materia de I y D, lo más im_
portante es la continuidad.
El Fondo Nacional complementa, pero no sustituye, a las
líneas ordinarias de financiamiento de los centros y servicios.
A través de él se pueden financiar proyectos o acciones enmarca
das en las prioridades nacionales, con un grado de flexibilidad
muy superior al que se deriva de los mecanismos ordinarios de
planificación y presupuestación. Tal flexibilidad es muy acorde
con el nivel de creatividad que debe acompañar a las acciones de
I y D.
En cualquier caso, si la institución de primer nivel ha
de atender también las funciones de segundo nivel, debe apoyarse
para éstas, muy particularmente, en el Consejo asesor anterior
mente descrito y debe adecuar oportunamente su Oficina técnica, a
la que conviene se incorporen algunas personas con experiencia
directa en tareas de I y D.
3.4.4. Tareas de la Dirección de Ciencia y Tecnología.
Al llegar a este terreno concreto de formular orientacio_
nes que tengan aplicación "aquí y ahora", deben admitirse las
limitaciones de un Consultor que pasa sólo unos pocos días en
el país. Sólo cabe esperar que una fracción de los comentarios
que siguen sean de utilidad.
- 20 -
Se trata específicamente de dar cumplimiento al deseo del
Gobierno nicaragüense de convertir esta Dirección en el órgano
de primer nivel de la política científica y tecnológica nacional.
Una revisión cuidadosa de las observaciones recogidas en páginas
anteriores de este escrito, conduce a señalar inicialmente las
dificultades con que cuenta esta opción, no para que constitu -
yan objeto de desánimo, sino para que su consideración permita a
las autoridades responsables adoptar las medidas oportunas para
superarlas.
3.4.4.1. Dificultades identificadas.
a) La "Ciencia y Tecnología" es sólo una parte de una Di
rección más extensa del Ministerio de Planificación, que tiene
amplias responsabilidades en el ámbito de la cooperación exte
rior. Esto puede minimizar su rango y capacidad de acción ante
un plan de tanta envergadura como es el de abordar la formulación
de la política científcia y tecnológica nacional, a la vez que
establece una "distancia excesiva" del nivel de decisión guberna_
mental.
b) La comunidad científica y tecnológica nicaragüense, en
particular, el área universitaria, podría no sentirse identifica
da con una política formulada en una "oficina de planificación
económica". Esto sería grave, porque la política científica y
tecnológica sólo llega a ser realmente efectiva cuando se logra
una concertación de todas las fuerzas implicadas en ella.
c) Se corre el riesgo de que, al formular la política
científica y tecnológica, primen excesivamente los argumentos
económicos y la visión a corto plazo, que pueden ahogar la creati
vidad científica y tecnológica y cegar definitivamente el autén
tico progreso del país. Se corre asimismo el riesgo de que se in_
tente traspasar - sin más - los criterios de planificación econó_
mica a la planificación científica y tecnológica, que ha de ser
más sutil y flexible, entre otras cosas, por las peculiaridade-
des de un proceso, en el que la creatividad juega un papel esen
cial.
d) El papel central del Ministerio, como órgano de la pía-
- 21 -
nificación nacional, y la frecuencia con que la "ciencia y tec_
nología" se ven implicadas en numerosos temas, pueden desviar la
atención de la Dirección hacia una variedad de asuntos, aparta_
dos del objeto propio de la política científica y tecnológica,
aunque puedan ser muy importantes e incluso urgentes para el
país. Ello constituiría una rémora grave, sobre todo en esta eta
pa inicial, a la vez que puede conducir a "vicios de origen", de
difícil superación posterior.
3.4.4.2. Acciones propuestas.
Las acciones que a continuación se proponen tienden a cum
plir el propósito de convertir la Dirección de Ciencia y Tecnol£
gía en el órgano de primer nivel de la política científica y te£
nológica y a iniciar o reforzar los pasos para la formulación de*
dicha política, que, por cierto, puede decirse que ya han comen_
zado en algunos aspectos. No es posible entrar en el detalle de
los diferentes puntos. Se trata más bien de presentar un índice
o enumeración de actividades significativas. El orden en que se
citan no debe considerarse cronológico. Como se indicó anterior
mente, si el Gobierno de Nicaragua desease mayor cooperación de
la UNESCO en la puesta en práctica de las ideas que se sugieren,
es seguro que la Organización consideraría con el mayor interés
su petición.
(i) Creación del Consejo asesor descrito anteriormente al
tratar de la Estructura institucional para la política científi
ca y tecnológica (véase pág. 17-18). Es del mayor interés la acer
tada elección de las personas que vayan a inegrarlo y, en parti_
cular, de su Presidente. Como allí se dijo, deben ser personas
designadas a título individual (no representantes de organismos),
elegidas para un período de tiempo determinado, en razón de sus
conocimientos científicos y tecnológicos, prestigio, vinculación
a determinados sectores, experiencia en asuntos relacionados con;
la ciencia o tecnología que sean de elevado interés nacional, etc.
El Consejo puede llamarse Consejo Nacional de Ciencia y
Tecnología o designarse con algún otro nombre acorde con los usos
del país. Aunque adscrito a la Dirección de Ciencia y Tecnología,
- 22 -
el Consejo debería ser independiente de la estructura adminis -
trativa gubernamental, para que pueda ejercer mejor su papel
asesor (*). A él acudirá la Dirección para buscar asesoramiento
o apoyo en muchos asuntos, aumentando así su capacidad de acción
mucho más allá de lo que puede lograrse con la plantilla de per
sonal fijo, normalmente limitada. En particular, es muy útil
el apoyo del Consejo para organizar y culminar con éxito el pro
ceso de coordinación y concertación necesario para la formula -
ción de la política científica y tecnológica. A través del Con
sejo debe conseguirse que la comunidad científica y tecnológica
se sienta identificada con dicha política.
El papel del Consejo puede asimismo ser muy útil en fun_
ciones de evaluación, así como si la Dirección fuese a emprender
acciones del segundo nivel de la política científica y tecnoló
gica, a lo cual se aludirá más adelante.
(ii) La Dirección de Ciencia y Tecnología debe abrir una
línea directa y fluida de comunicación con el nivel gubernamen
tal de decisión. Es muy importante que el Gobierno "siga" las
etapas principales de formulación de la política científica y
tecnológica, de modo que vaya percatándose de su importancia y
significado, menos habitual que en otras clases de polfiica, más
familiareas a los hombres públicos.
En este mismo sentido, es recomendable organizar alguna
"mesa redonda" con altos funcionarios que ocupen puestos clave,
para destacar la importancia y significado de la política cien~
tífica y tecnológica y la responsabilidad que incumbe al Gobier
no en su acertada conducción. Como se dijo anteriormente, la ex
periencia indica que, sin la participación real y el asentimien
to explícito de los gobiernos, no es posible aplicar una efecti_
(*) Aunque ello depende de los usos de cada país, puede
indicarse que no es habitual que los miembros de estos Consejos
sean retribuidos, excepto, quizá el Presidente. Sin embargo, te
niendo en cuenta la frecuencia con que vayan a reunirse, sí sue
len percibir "dietas de asistencia" o percibir honorarios por in
formes o documentos cuya elaboración tomen a su cargo.
- 23 -
va política nacional de ciencia y tecnología.
(iii) Debe aprovecharse alguna oportunidad de incremento
de la plantilla de personal de la Dirección de Ciencia y Tecno
logía, para incorporar a ella algún científico que tenga expe
riencia personal en tareas de investigación y desarrollo expe
rimental.
(iv) La Dirección debe emprender los estudios de base ne
cesarios o convenientes para la formulación de la política cien
tífica y tecnológica. El inventario del potencial científico y
técnico nicaragüense ya se está realizando, por cierto, con un en
foque muy acertado, y suministrará, sin dudar información muy va
liosa.
Asimismo, es imprescindible identificar en el presupuesto
nacional las partidas que se dedican a actividades científicas y
tecnológicas y crear el mecanismo para que tal identificación
sea, en el futuro, prácticamente automática. Ello puede lograrse,
en contacto con la Dirección General de Presupuestos, mediante
la introducción de la función "Ciencia y tecnología" y sus sub-
funciones, conforme a la metodología recomendada por UNESCO. A
todo ello se alude con detalle en el apartado 3.2.
Otro estudio de base de carácter general es el referente
a la pertinencia de las disciplinas de las ciencias básicas y
aplicadas para los objetivos o programas del plan de desarrollo
socioeconómico nacional. También para la realización de este es
tudio existe una metodología de UNESCO, a la que se alude en el
apartado 3.3. Dicha realización puede requerir una mayor concre
ción previa de los objetivos o programas del desarrollo socio
económico, puesto que hay que comenzar por priorizar éstos. Sin
embargo, aun cuando tal concreción no sea perfecta, puede, a ve_
ees, convenir realizar el trabajo, para adquirir dominio de la rae
todología y porque algunas orientaciones preliminares pueden lo
grarse sobre la pertinencia de las ciencias. Los resultados del
ejercicio deben aceptarse con un grado de fiabilidad coherente
con el que pueda asignarse a los insumos utilizados y a la capa
cidad y competencia de los paneles que intervengan'. Por cierto,
- 24 -
el Consejo nacional - debidamente completado, según convenga -
puede servir de base para el "panel de científicos y tecnólogos".
(v) Otro insumo necesario para la formulación de la polí
tica científica y tecnológica son las plíticas sectoriales: la po_
lítica agrícola o agraria, la política industrial, la política de
salud, etc., así como las propuestas de políticas científicas y
tecnológicas de cada uno de los sectores, si es que - como es
frecuente - los distintos ministerios disponen de oficinas téc_
nicas capaces de trazar los lineamientos de estas últimas polí
ticas.
Obsérvese que se llama expresamente la atención "sobre la
diferencia entre, por ejemplo, la política agraria y la políti
ca científica y tecnológica agraria, a pesar de la evidente inte-
rrelación entre ambas. La primera marca, por ejemplo, las priori
dades de los cultivos que hayan de efectuarse, los incrementos o
disminuciones de superficies cultivadas, las previsiones de pro
ducción, etc. y debe ser, lógicamente, responsabilidad directa y
exclusiva del Ministerio de Agricultura. La política científica
y tecnológica del sector agrícola se refiere, en cambio, a las
tareas de investigación y desarrollo para la mejora de la produc
ción, Io_s aportes de tecnología que sean necesarios, los planes
para la cartografía de suelos agrícolas, etc. Es importante reco
nocer esta diferencia, porque es sólo esta segunda política, des
pués de contrastada con las de los diversos sectores y sujeta a
las prioridades globales que se establezcan, la que debe incorpo
rarse a la política científica y tecnológica nacional, si bien
debe tenerse también a la vista - en el ejemplo que se está si_
guiendo - la propia política agraria.
(vi) Los centros de I y D (investigación y desarrollo ex
perimental y los SCT (servicios científico-técnicos) identifica
dos en el levantamiento del inventario del potencial, deben pre
parar y remitir a la Dirección de Ciencia y Tecnología sus pro
pios "planes de desarrollo", para un período, por ejemplo, de
3-4 años. En estos planes formularían sus propuestas de crecimien
to, tanto en personas como en equipos, señalando los proyectos
- 25 -
importantes que se propondrían abordar y las razones que aconse
jen su realización, por su incidencia en el desarrollo socioeco
nómico nicaragüense o por su interés para el progreso científico
o tecnológico a plazo algo más largo. Tales planes suelen consti-
, tuir insumos muy interesantes para la política científica y tec
nológica nacional.
(vii) También debe recoger la Dirección de Ciencia y Tec
nología copia de todos los estudios de base que se hayan realiza
do recientemente en Nicaragua y que tengan alguna componente de
ciencia y tecnología. Suelen ser estudios sectoriales o regiona
les, realizados por algunos ministerios o institutos dependien
tes de los mismos; y a veces, por organismos o misiones interna
cionales.
Como en tantos otros casos, al examinar estos estudios de~
be actuarse con un criterio selectivo para identificar aquellos
que impliquen insumos científico-tecnológicos o que de alguna ma
nera interaccionesn con la variable "ciencia y tecnología".
Si faltan o escasean tales estudios en sectores o áreas
científicas que vayan identificándose como potencialmente priori
tarios, puede ser conveniente que la Dirección los realice o en
cargue su realización. Al igual que en muchos otros casos-, el
concurso del Consejo Nacional puede ser muy valioso, sea para
la identificación, sea para la propia ejecución del estudio.
(viii) Otra herramienta útil en este proceso de identifica^
ción o recogida de datos e información que permitan ir cristali-
* zando la política científica y tecnológica nicaragüense, es la
realización de algún simposio o reunión de trabajo ("workshop",
"taller") sobre algún tema científico o tecnológico, que merezca
ser debatido con detalle, por su proyección o implicaciones.
Puede encargarse de su organización algún centro científi
co o tecnológico nicaragüense, o bien, la propia Dirección de
Ciencia y Tecnología, con el apoyo del Consejo Nacional.
(ix) En algún o algunos momentos del proceso que se está
describiendo, debe realizarse, bajo la égida del Consejo Nació-
- 26 -
nal, un coloquio de amplia participación, en que la comunidad
científica y tecnológica nicaragüense tenga la oportunidad de
aportar sus ideas y de participar en la formulación de la poli-
tica científica y tecnológica del país. Este tipo de coloquios
suele tener una parte de promoción de la idea de la política cien
tífica y tecnológica; y otra de participación de la comunidad en
la preparación de la política concreta que se está tratando de
formular en el país.
Particular atención merece la necesidad de atraer a las
universidades para su debida participación en el proceso de for
mulación de la política y, lo que es más importante, en su pos
terior puesta en práctica.
(x) Ya desde las primeras etapas en que se obtenga el in
ventario del potencial científico-técnico o a medida que se vaya
colectando información complementaria, la Dirección de Ciencia y
Tecnología, con el apoyo del Consejo Nacional, debe ir detectan_
do áreas carenciales importantes, sea en I y D o en los servicios
científico-técnicos, a fin de preparar los planes de su paulati
no establecimiento en Nicaragua. Por ejemplo, una de estas áreas
no cubiertas en Nicaragua pudiera ser un Servicio de Metrología
y Normalización, que, entre otras cosas, abordase la adopción por
el país del Sistema Internacional de Unidades.
Aunque la Dirección asumiera la tarea inicial de promover
actividades en áreas carenciales, los correspondientes centros o
servicios, a medida que puedan ser creados, no quedarían ligados
a la Dirección, sino en la misma medida que deben estarlo todos
los centros del país, para que funcionesn correctamente los meca
nismos de la política científica y tecnológica.
(xi) Un hecho que probablemente saltará a la vista en cuan
to vaya recogiéndose información, será la escasez de personal in
vestigador en Nicaragua. El proceso de formación de dicho perso
nal toma mucho tiempo, normalmente de 3 a 5 años de trabajo de
post-grado en un buen centro de investigación, en muchos casos
en el extranjero, por lo que es muy urgente ocuparse en seguida
del tema. El establecimiento y manejo de *un Plan articulado de
— 27 -
formación de personal investigador no es tarea que corresponda
normalmente a una institución del primer nivel de la política
científica y tecnológica/ pero dado su carácter condicionante
de todo el desarrollo científico y tecnológico, puede ser nece
sario que la Dirección examine el problema y trate de encontrar
le la solución más adecuada.
Dada la importancia que tiene el éxito de un Plan nacio
nal de formación de personal investigador, puede ser conveniente
buscar los asesoramientos necesarios para su correcta puesta en
práctica.
(xii) Otro elemento esencial para el desarrollo científi
co y tecnológico es. la existencia en Nicaragua de un buen siste
ma nacional de información y documentación científica y técnica.
Como en el caso precedente, la promoción o el establecimiento de
un sistema de esta clase no es tarea que ordinariamente se enco
miende a una institutción del primer nivel de la política cien
tífica y tecnológica (*). Sin embargo, por su urgencia e impor
tancia puede ser necesario que la Dirección de Ciencia y Tecno
logía aborde con detalle el problema, para tratar de encontrarle
la mejor solución.
(xiii) A medida que fluya la política científica y tecno
lógica, será necesario identificar sus interrelaciones con otras
políticas del Estado, para que mutuamente se fecunden. Está, an
te todo, la política de desarrollo socioeconómico, que debe cons
tituir un elemento fundamental de orientación de la política cien
tífica y tecnológcia. Si el Gobierno se propone formular explíci
tamente un Plan de desarrollo socioeconómico, la interrelación
debe ponerse de manifiesto en todos los sectores, mediante la ade_
cuada incorporación de criterios y metas científico-tecnológicos.
(*) Se trata de una función del segujido nivel de la polí
tica científica y tecnológica (véase pág. 15): promoción y orien
tación de un servicio científico-técnico.
- 28 -
Al mismo tiempo y de forma expresa, debern recogerse en el Plan
las exigencias globales de desarrollo del sistema nacional de
ciencia y tecnología, para que este pueda responder - a corto y
medio plazo - a las necesidades del país.
La política educativa, sobre todo la de nivel superior,
debe recibir orientaciones de la política científica y tecnoló
gica, para que asegure la formación, en cantidad y calidad, de
los recursos humanos necesarios para el desarrollo científico y
tecnológico de Nicaragua. Mención expresa merece el fomento de
la investigación en las universidades, que, a la vez que contri
buye a elevar el nivel de la enseñanza, puede ofrecer aportes
muy valiosos a determinados programas de acción científica y tec_
nológica de interés nacional.
Más sutiles, pero con frecuencia importantes, pueden ser
las relaciones con otras políticas, como la de inversiones y la
de empleo. La política de inversiones se relaciona estrechamente
con la incorporación de nuevas tecnologías, si bien está, en su
mayor parte, dominada por los requerimientos de las políticas eco
nómicas sectoriales. La incidencia de la variable "ciencia y tec
nología" es entonces indirecta. Por otra parte, la repercusión de
esta variable sobre el nivel de empleo está siendo actualmente ob
jetó de expresa consideración y merecería la pena dedicarle aten
ción en Nicaragua, mediante un estudio "ad hoc".
En este tema de la interrelación con otras políticas, por
ejemplo, la política de importaciones, la Dirección debería te -
ner gran cuidado de no asumir responsabilidades que la aparten del
marco de la política científica y tecnológica, sobre todo, respon
sabilidades permanentes. Es, es en cambio, más adecuado asumir la
obligación de realizar, por encargo del Gobierno, estudios "ad
hoc" de asesoramiento a éste, en asuntos de carácter científico-
tecnológico. Como en tantos otros casos, el apoyo del Consejo Na_
cional puede ser muy útil.
(xiv) El tema de la transferencia de tecnología es de tan
to interés para los países en vías de desarrollo, que merece la
pena dedicarle un párrafo más extenso. En la V Reunión de la Con
ferencia Permanente de dirigentes de los consejos nacionales de
- 29 -
política científica y tecnológica y de investigación de los Esta_
dos miembros de la UNESCO en América Latina y el Caribe (Quito ,
Ecuador, 13-18 marzo 1978), se puso de manifiesto que el tema re
cibe "la atención preferente en la mayoría de los países de la
región, hasta el punto de que se aprecia una tendencia a ponerlo
en el primer plano de las preocupaciones de las plíticas cientí
ficas y tecnológicas". Vaya por delante la afirmación de que es
ta preferencia - comprensible, entre otras cosas, por la dificul^
tad que encuentran los países en vías de desarrollo para crear
sus propias tecnologías - no debería ir en detrimento de los es
fuerzos para desarrollar sus capacidades autóctonas.
Son bien conocidas las ventajas que puede aportar al país
un enfoque más correcto del tema de la transferencia de tecnolo
gía: reducción de costes, eliminación de cláusulas lesivas en los
contratos, posibilidad de apertura del llamado "paquete tecnoló
gico".- para adquirir sólo las partes que interesen, absorción y
mejora de la tecnología importada, etc. Se adoptan para ello una
serie de medidas,, que, desde un punto de vista pragmático, se
pueden agrupar en dos fases :
a) Las que se refieren a reconocer el grado de prioridad
de la tecnología que se importa, en función de las necesida -
des del país, y a mejorar, en general, las condiciones y ca -
pacidad de negociación con el vendedor.
b) Las que afectan a la selección concreta de una determi^
nada tecnología, en cada caso específico, y a su asimilación
en el país.
Entre las medidas del primer grupo, se hallan: la crea -
ción de un registro nacional de transferencia de tecnología, la
promulgación de disposiciones legales sobre determinados aspec
tos de los contratos de transferencia, la creación de mecanismos
de evaluación y filtraje para garantizar la pertinencia de la ad
quisición en relación con los planes de desarrrollo económico y
sus prioridades, la mejora de la capacidad de negociación median
te la creación de "equipos negociadores" especializados en esta
clase de transacciones, etc.
- 30 -
Todas estas medidas son, sin duda, importantes y competen
a una diversidad de instituciones, como el Ministerio de Comer
cio Exterior, el Ministerio de Planificación y diversos Institu
tos o entes descentralizados relacionados con ellos. La Direc -
ción de Ciencia y Tecnología puede y debe colaborar en estas ta
reas y, de hecho, forma parte del grupo interinstitucional que
se ha creado en Nicaragua para tratar el tema de la transferen
cia de tecnología. A él se le ha dedicado una atención preferen
te con motivo de la reciente visita de una misión de la UNCTAD.
Frente a una proliferación, a veces excesiva (puede ser
conveniente adoptar algunas simplificaciones agilizadoras) de las
medidas y mecanismos de la "primera fase", suele ser notoria la
debilidad ante la que se ha llamado "segunda fase", es decir, an
te el hecho concreto de elegir en cada momento qué tecnología se
adquiere y como se puede lograr su asimilación, de modo que re -
presente una contribución al acervo tecnológico nacional.
Es éste un punto que debe ser considerado atentamente en
la política científica y tecnológica. Por desgracia, no suele ser
susceptible de adoptar soluciones rápidas, sino que éstas llegan
más bien a plazo medio, como consecuencia del establecimiento de
un buen sistema nacional de información y documentación cientí -
fica y tecnológica y un inteligente y previsor reforzamiento del
potencial científico y técnico en "áreas sensibles", ya que es un
hecho reconocido que el fortalecimiento de la capacidad propia
de ciencia y tecnología es la vía mejor para ser capaces de ele
gir, adaptar y absorber la tecnología externa del modo más efi -
ciente.
Existen - y deben adoptarse - medidas específicas adecua_
das a este fin, tanto por lo que se refiere al sistema de infor_
mación y documentación, como a los institutos de I y D.
(xv) Otro punto muy importante a considerar en la formulé*
ción de la política científica y tecnológica es el que podría lla_
marse, por paralelismo con el tratado en el párrafo precedente,
"transferencia interna de tecnología". Dicho de modo más preciso,
el aprovechamiento, en el propio país, de los conocimientos cientí
fico-tecnológicos que se generen en Nicaragua.
- 31 -
Es éste otro punto debil generalmente reconocido en los
países en vías de desarrollo. Sus causas han sido en muchos ca
sos bien estudiadas: falta de información y difusión de las po
sibilidades científico-tecnológicas nacionales; debilidad técni
ca de las empresas, que les impide identificar adecuadamente sus
propias necesidades de asistencia técnica; falta de confianza en
los científicos y tecnólogos del propio país; comodidad de la
búsqueda en el exterior de soluciones golbales; mala conexión en
tre el sistema de I y D y los sectores productivos, etc.
En cambio, son escasas las '.'soluciones teóricas", probable
mente porque, por su propia naturaleza, el problema requiere so
luciones individualizadas para cada país, en función de las con
diciones y circunstancias del mismo. De ahí la necesidad de que
sea específicamente considerado en el proceso de formulación de
la política científica y tecnológica nicaragüense.
(xvi) No podría terminar esta enumeración o índice de pun
tos relativos a la elaboración de la política científica y tecno
lógica, sin una alusión al tema de la investigación científica bá_
sica o fundamental, es decir, la que se realiza sin un fin concre
to de aplicación inmediata.
Es comprensible que la necesidad de buscar soluciones a
los problemas en un plazo lo más breve posible, induzca a atribuir
una prioridad inferior a la investigación báscia. Es importante,
sin embargo, no ignorarla o marginarla en el proceso de formula
ción de la política científica y tecnológica, reconociendo - por
una parte - su utilidad con fines formativos (universidades); y
considerando, asimismo, que la investigación aplicada y el desa
rrollo experimental se generan, en definitiva, a partir de cono
cimientos adquiridos casi siempre en tareas de investigación bá
sica, de modo que su eliminación crearía una dependencia exterior
total en el terreno donde la creatividad tiene una de sus expre
siones más genuinas.
(xvii) En algunos de los párrafos precedentes se ha aludido
a determinadas actividades que podrían considerarse más bien como
incluidas en el segundo nivel de la política científica y tecno -
lógica. Si se considerase oportuno avanzar en esta línea, debería
crearse el Fondo nacional para la promoción de la I y D (véase
-32 -
pág. 19), acerca de cuyo manejo y aplicaciones existe abundante
experiencia, porque instituciones de esta clase están funcionan
do en numerosos países.
3.4.5. Concreción de la politica científica y tecnológica.
Conforme se avanza en la adopción de medidas, realización
de estudios y consultas, acopio de datos, etc. a que se refieren
los párrafos anteriores, se irá estando en condiciones de concre
tar la formulación de la política científica nicaragüense.
En el apartado 3.4.2 de este Informe, se hace la enumera
ción (pág. 13-14) de una serie de componentes importantes en los
que puede concretarse dicha formulación, por lo que no es nece
sario reiterarlos aquí. Como es lógico, no hay que esperar a que
esté concuído todo un trabajo exhaustivo preparatorio, para que
vayan fluyendo medidas de política científica y tecnológica, si
no que éstas se irán formulando, aprobando y aplicando según lo
aconsejen las circunstancias;
A medida que el Gobierno vaya reconociendo el interés de
las metas que se estén marcando, será necesario que acepte, como
parte integrante de la propia política, la provisión de los me
dios necesarios para su logro. Sería muy importante que pudiera
llegar a aprobarse un Plan plurianual de desarrollo científico-
tecnológico, en el que se consignasen incrementos anuales cohe
rentes de los fondos destinados al presupuesto nacional de acti
vidades científicas y tecnológicas y de los efectivos humanos que
deberían integrar el sistema nacional de I y D y de SCT. En par
ticular, la proporción de los gastos en I y D (investigación y
desarrollo experimental) respecto al producto nacional bruto
(PNB) es un índice muy significativo del esfuerzo del país hacia
el desarrollo científico-tecnológico; sólo cuando dicho índice su
pera ciertas cotas mínimas, se está en. condiciones de lograr un
"despegue" razonable.
No es por azar que concluye este apartado 3.4 (Examen glo
bal del proceso de formulación de la política científica y tecno-
- 33 -
lógica: véase su comienzo en pág. 10) con una alusión específi
ca a los medios materiales necesarios para que tenga éxito una
política científica y tecnológica nacional. Su puesta en prác -
tica puede lograrse con medios inicialmente modestos, ya que se
parte seguramente de cotas muy bajas, pero se necesita asegurar
una continuidad en los incrementos anuales de tales medios, pa
ra que puedan lograrse resultados apreciables.
3.5. Recursos humanos para la ciencia y tecnología.
Ante la aparente escasez de recursos humanos capacitados
para las actividades científicas y tecnológicas y sobre todo, pa_
ra las de investigación y desarrollo experimental, el Consultor
se interesó vivamente por el tema de la formación de dichos re
cursos humanos.
Las visitas a las universidades UNAN (Universidad Nacio
nal de Nicaragua) y UCA (Universidad Centroamericana) pusieron
de manifiesto la falta de mecanismos efectivos generalizados
(hay algunas excepciones) para incrementar su potencial humano
en I y D, con independencia de las dificultades que, asimismo,
se encuentran respecto a instalaciones y equipos.
Ante la existencia de un Consejo Nacional de la Educación
Superior (CNES), que agrupa a todos los centros de educación su
perior (las dos universidades citadas, más la Universidad Poli -
técnica de Nicaragua, UPOLI, y el Instituto Tecnológico Superior
de Nicaragua, ITESNIC), se realizó una visita a dicho Organismo.
El CNES es el organismo rector de la enseñanza de nivel
universitario y tiene a su cargo la tarea de forjar un verdadero
sub-sistema nacional de educación universitaria. Administra un
programa importante de becas de pre-grado, y también adjudica,
en menor proporción, becas de post-grado, pero no parece que es
tas últimas estén integradas en un programa articulado de forma
ción de recursos humanos para las actividades científicas y tec
nológicas, que atienda a la importante tarea de mejorar el ni -
vel de preparación para I y D de los cuadros de las facultades
universitarias y centros de investigación, cuyo grado de movili_
dad parece, por cierto, muy reducido.
Un importante papel en el ámbito de la formación técnica,
- 34 -
a nivel medio, realiza el Instituto Tecnológico Nacional de Gra
nada (INTECNA), donde se dan enseñanzas de Oficialía y Maestría
Industrial. El centro cuenta con instalaciones que pueden ca
lificarse de modélicas y cumple una función de gran interés pa
ra el desarrollo tecnológico de Nicaragua, función que conviene
preservar, ante posibles necesidades de otros niveles educati
vos.
4. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES.
1. Por decisión expresa de las autoridades nicaragüenses,
la presente Misión no ha sido de carácter exploratorio, sino de
colaboración con el órgano al que han encargado de elaborar o
definir una política nacional de ciencia y tecnología: la Direc
ción de Ciencia y Tecnología del Ministerio de Planificación.
2. La decisión adoptada implica la necesidad de convertir
a dicha Dirección en el órgano de primer nivel de la política
científica y tecnológica. Se han examinado, en primer lugar, las
dificultades principales que hay que superar en el marco de esta
opción y en relación con ellas, se formulan las siguientes- reco
mendaciones :
(i) Que se dé o asegure a la Dirección el rango y capaci
dad necesarios para emprender con éxito una tarea de esta en
vergadura y se establezca o refuerce un canal de comunicación
directa y fluida con el nivel de decisión gubernamental.
(ii) Que se adopten las medidas oportunas para asegurarse
la participación de la comunidad científica y tecnológica ni
caragüense. Entre ellas destaca la creación de un Consejo Na
cional de ciencia y tecnología, de carácter asesor, con cuya
ayuda sea posible organizar y culminar con éxito el proceso
de exploración y concertación necesario para la formulación
de la política científica y tecnológica.
(iii) Que se reconozcan las peculiaridades de la planifi
cación científica y tecnológica, frente a los criterios usua
les de planificación económica, peculiaridades que derivan fun
- 35 -
damentaimente de la nota de creatividad esencial en las acti
vidades de investigación y desarrollo experimental. Y que el
proceso global no esté presidido por consideraciones de carác_
ter exclusivamente económico, en el marco de una operación a
corto plazo, impropia para asegurar el éxito de un buen esque_
ma de desarrollo científico y tecnológico.
(iv) Que se evite toda desviación de las tareas de la Di
rección, fuera del papel que se le ha asignado en la formula
ción de la política científica y tecnológica.
3. En el apartado 3.4.4.2 de este Informe se ha recogido
un repertorio de propuestas de acción, que tienden a cumplir el
propósito de convertir a la Dirección de Ciencia y Tecnología
en el órgano de primer nivel de la política científica y tecno
lógica y a iniciar o reforzar los pasos para la formulación de
dicha política. Las propuestas se presentan, en general, de for
ma resumida, como una enumeración de actividades significativas,
(pág. 21 a 32), cuyo índice es el siguiente:
- Creación del Consejo Nacional de ciencia y tecnología.
- Establecimiento de una buena línea de comunicación con
el nivel gubernamental.
- Incorporación a la Dirección de algún científico con ex
periencia en I y D.
- Realización de estudios de base de carácter general.
- Consideración de las políticas sectoriales.
- Planes de desarrollo de los centros de I y D y servicios
científico-técnicos (SCT).
- Estudios de base sectoriales o regionales.
- Simposios o reuniones de trabajo monográficas.
- Coloquio de política científica y tecnológica.
- Detección de áreas carenciales.
- Formación de personal investigador.
- Información y documentación científica y técnica.
- 36 -
- Interrelaciones con otras políticas del Estado.
- Transferencia de tecnología.
- Aprovechamiento de los conocimientos científico-tecnolo^
gicos generados en el país.
- Investigación básica o fundamental.
- Actividades del segundo nivel de la política científica
y tecnológica. Creación de un Fondo nacional.
4. Si las autoridades nicaragüenses considerasen oportuno
disponer de una mayor colaboración en el desarrollo o puesta en
práctica de algunas de las iniciativas sugeridas/ la UNESCO de
bería prestarles el apoyo requerido/ que podría ser de gran uti
lidad, dada la experiencia acumulada por la Organización en el
campo de las políticas científicas y tecnológicas y en particu
lar, el dominio adquirido de varias metodologías aplicables al
proceso de formulación de dichas políticas, como son las de le
vantamiento del inventario del potencial científico-técnico/ in
clusión de la función "ciencia y tecnología" en el presupuesto
funcional nacional y articulación del desarrollo científico y
tecnológico con los objetivos del desarrollo socioeconómico.
5. Nicaragua debería incorporarse de modo efectivo, en la
forma que lo estimen oportuno sus autoridades, a la Conferencia
Permanente de dirigentes de los consejos nacionales de política
científica y tecnológica y de investigación de los Estados miem
bros de la UNESCO en America Latina y el Caribe.
6. A fin de que el desarrollo científico y tecnológico no
sufra retrasos innecesarios, es urgente detectar aquellas áreas
donde proceda iniciar o reforzar acciones tendientes a eliminar
obstáculos insoslayables, a acelerar procesos de los que dependa
esencialmente dicho desarrollo o a llenar vacíos importantes en
el ámbito de las actividades científicas y tecnológicas. Quizá
pudiera convenir examinar con el necesario detalle, entre otros:
- el problema de la formación de recursos humanos para la
investigación y el desarrollo experimental;
- 37 -
- el alcance y eficacia del sistema de información y do
cumentación científica y tecnológica;
- la estimación de los recursos materiales imprescindi
bles para iniciar el "despegue" científico y tecnológico;
- el examen de algún tema específico de amplio alcance,
que esté aparentemente desatendido por completo, como pudiera
ser el de "metrología y normalización".
7. La formación de recursos humanos, de carácter técnico
medio o auxiliar, para las actividades científicas y tecnológi
cas, es asimismo tarea importante, que debería tenerse muy pre
sente en el actual proceso de examen del sistema educativo. Cen
tros como el Instituto Tecnológico Nacional CINTECNA) de Grana^
da, desempeñan con gran eficacia tareas de esta clase, por lo
que habría que cuidar no desviarlos de ellas, ante las posibles
exigencias de otros niveles educativos.
8. Una última observación, reiterada quizá a lo largo de
este Informe: el proceso de desarrollo científico y tecnológico
es laborioso y requiere esfuerzos continuados durante un cierto
período de tiempo, para que puedan apreciarse sus efectos. Sólo
puede tener éxito mediante la adopción de una política científi
ca y tecnológica, en la que el Gobierno del país asuma expresa -
mente sus responsabilidades, entre las que cuentan - de modo im_
prescindible - proveer los medios necesarios para las metas que
quieran lograrse.
- 38 -
ANEXO 1
NOTA SOBRE LA INCORPORACIÓN DE LA CLASIFI
CACIÓN FUNCIONAL EN EL PRESUPUESTO NACIÓ -
NAL DE GASTOS
El presupuesto nacional de gastos contiene el detalle de
todas las líneas presupuestarias, agrupadas normalmente por las
instituciones, agencias, organismos, etc. encargadas de ejecutar
las acciones que corresponden a las mismas.
Las líneas presupuestarias constituyen las unidades ele -
mentales de información presupuestaria, a partir de las cuales y
por agrupación, se llega a formar los cuadros globales, que nor
malmente se presentan en la primera parte del Presupuesto. Cada
línea presupuestaria ha de contener - como mínimo - tres elemen_
tos:
- la institución responsable de su ejecución;
- el objeto del gasto que se ha de efectuar;
- el crédito o asignación presupuestaria, que representa
el monto máximo del gasto autorizado.
Desde el punto de vista de la secuencia planificación —
ejecución, el presupuesto representa el elemento de articula
ción entre ambas actividades: lo ideal sería que constituyese
el producto final de la planificación y el insumo básico de la
ejecución. En este sentido, resulta muy útil la incorporación
al presupuesto de gastos, de una columna en la que, mediante un
código adecuado, se añade a cada partida presupuestaria una in
formación muy valiosa con fines de planificación.
Tal es el caso de la llamada clasificación funcional. To
das las actividades del Estado se clasifican, conforme a su fi-
- 39 -
nalidad, en una serie de rúbricas, llamadas convencionalmente
"funciones" y "subfunciones". Por ejemplo, una de estas funciones
es la "Educación" y subfunciones de ella son, entre otras, la
"Educación elemental" y la "Educación media básica". Todas las
partidas presupuestarias que correspondan a gastos con fines de
educación elemental deben llevar el código propio de la subfun-
ción "Educación elemental", con independencia del sector insti
tucional en el que estén ubicadas. Siguiendo el ejemplo a que
nos estamos refiriendo, el gasto de construcción de una escuela,
aunque la institución responsable sea la Dirección General de
Construcciones del Ministerio de la Construcción, debe llevar
el código funcional propio de la subfunción "Educación elemen
tal".
En el Anejo que figura a continuación de esta Nota, puede
verse un ejemplo de clasificación funcional muy parecida a la
que usan ya muchos países de América Latina. La introducción,
en el ordenador electrónico utilizado para la preparación del
Presupuesto, del código funcional correspondiente a cada partida
presupuestaria, permite obtener fácilmente por agregación, un
cuadro global funcional / institucional, en el que se presenta la
distribución presupuestaria de las acciones gubernamentales, des
de el doble punto de vista de las funciones o finalidades a que
van destinadas, y de las instituciones que las deben efectuar.
Puede decirse que este cuadro constituye la carta política del
Gobierno, expresada a través de sus preferencias presupuesta -
rias.
- 40 -
UN EJEMPLO DE CLASIFICACIÓN FUNCIONAL
Códigos Funciones y subfunciones
110 ADMINISTRACIÓN SUPERIOR
111 Legislación
112 Conducción de Gobierno
113 Administración tributaria y financiera
114 Planeamiento y programación general
115 Relaciones exteriores
116 Desarrollo general e integración territorial
130 JUSTICIA Y SEGURIDAD PUBLICAS
131 Administración general
132 Ministración de justicia
133 Orden público
134 Readaptación social
135 Servicios contra siniestros
150 DEFENSA NACIONAL
151 Administración general
152 Operación de las fuerzas- armadas
310 COMUNICACIONES
311 Administración y reglamentación
312 Correos
313 Comunicación telegráfica y telefónica
314 Radiodifusión y televisión
315 Prensa escrita
320 CULTURA, DEPORTE Y RECREACIÓN
321 Administración y reglamentación
322 Cultura
- 41 -
Códigos Funciones y subfunciones
323 Deporte
324 Recreación
330 EDUCACIÓN
331 Administración y reglamentación
33 2 Enseñanza elemental
333 Enseñanza media básica
334 Enseñanza media superior
335 Enseñanza superior
336 Enseñanza no definible por niveles
337 Actualización y especialización de profesionales
340 SALUD
341 Administración y reglamentación
342 Atención médica y odontológica
343 Medicina preventiva individual y por grupos
344 Saneamiento del medio ambiente .
345 Alimentación y nutrición poblacional
350 SEGURIDAD Y ASISTENCIA SOCIAL
351 Administración y reglamentación
352 Seguridad social
353 Asistencia social
360 TURISMO
361 Administración y reglamentación
362 Promoción del turismo
363 Servicios turísticos
370 VIVIENDA Y SERVICIOS COMUNALES
371 Administración y reglamentación
372 Urbanización y vivienda
373 Servicios de electricidad
374 Servicios de gas
375 Servicios de agua potable
376 Servicios de saneamiento
- 42 -
Códigos Funciones y subfunciones
510
511
512
RECURSOS FINANCIEROS
Organización y reglamentación
Promoción del crédito y del seguro
520
521
522
RECURSOS LABORALES
Organización y reglamentación
Salarios, empleo y productividad
530
531
532
533
534
535
CIENCIA Y TECNOLOGIA
Administración y reglamentación
Formación de científicos y tecnólogos
Investigación y desarrollo experimental
Transmisión de conocimientos científicos
Servicios científico-tecnológicos
610
611
612
613
614
615
616
617
618
RECURSOS NATURALES RENOVABLES
Administración y reglamentación
Conservación y mejora de tierras para producción
Producción y fomento agrícola
Producción y fomento pecuario y avícola
Producción y fomento forestal
Producción, captura y fomento pesquero
Regulación de la tenencia de la tierra
Conservación del medio ambiente natural
620
621
622
623
624
625
RECURSOS NATURALES NO RENOVABLES
Administración y reglamentación
Extracción de petróleo, carbón y gas natural
Extracción de minerales metálicos
Extracción de minerales no metálicos
Producción y transmisión de energía eléctrica
630
631
632
633
INDUSTRIA MANUFACTURERA
Administración y reglamentación
Fomento de la producción industrial
Producción industrial
- 43 -
Códigos Funciones y subfunciones
640 COMERCIO
641 Administración y reglamentación
642 Fomento del comercio interno
643 Comercio interno
644 Comercio externo
650 TRANSPORTES
651 Administración y reglamentación
652 Transporte carretero
653 Transporte ferroviario
654 Transporte marítimo y fluvial
655 Trasnporte aéreo
656 Otros sistemas de transporte
910 DEUDA PUBLICA
912 Deuda pública interior
913 Deuda pública exterior
914 Deuda pública flotante
920 EMERGENCIAS NACIONALES
922 Catástrofes y calamidades naturales
923 Otras emergencias
990 OTRAS
992 Ayudas económicas al exterior
993 Transferencias globales a organismos descentralizados
- 44 -
ANEXO 2
PERTINENCIA DE LAS CIENCIAS PARA LOS OBJETI
VOS DEL DESARRROLLO (notas aclaratorias de
la metodología de UNESCO, encuestas UNESCO-
UNACAST)
1. Clasificación por prioridades de los programas u obje
tivos del plan de desarrollo.
a) Distribuir 100 puntos entre todos los sectores.
b) Distribuir la puntuación de cada sector entre sus- pro_
gramas u objetivos.
c) Hacer la lista de objetivos, por orden de prioridad,
clasificándolos en 4 grupos, no necesariamente iguales.
Este procedimiento de clasificación de los programas no
es la única forma de hacerlo. También puede hacerse así:
a) Se clasifican en cuatro grupos los programas de cada
sector (del sector agropecuario, del sector minero, etc.), de
forma que en el primer grupo estén todos los más prioritarios,
en el segundo grupo los que les siguen, etc.
b) Se reúnen en un grupo I todos los programas- del primer
grupo de cada uno de los sectores. Si, por ejemplo, su número to-<-
tal resulta ser de 28, se hace un examen conjunto comparativo de
todos ellos, para conservar sólo 14 (es decir, la mitad) en este
grupo I, pasando los otros 14 - menos prioritarios - al grupo II.
c) El grupo II estará ahora formado por los 14 programas
que pasaron del I y todos los que estaban en los segundos gru
pos de los diversos sectores. Se analizan comparativamente en
conjunto y la mitad de ellos se mantienen, como más prioritarios,
en este grupo II, mientras que la otra mitad se pasan al grupo II
45 -
d) Se opera de forma similar con el grupo III.
2. Interrelaciòn de los programas u objetivos.
Se construye una matriz cuadrada, que tiene como filas y
columnas los programas.
En los puntos de cruce se puntúa de acuerdo con el apoyo
que el programa de la fila puede proporcionar al programa de la
columna, conforme a estos valores:
Apoyo nulo casilla en blanco
Apoyo escaso 1
Apoyo importante 2
Apoyo crítico 4
Todas las casillas con índice 4 constituyen la malla de nu-
dos críticos, que obliga a incorporar a grupos- de -mayor priori -
dad, a aquellos programas de prioridad inferior que contribuyen
en forma crítica a su logro.
Se llega así a una nueva lista de objetivos o programas
en que éstos aparecen, como antes, clasificados en cuatro grupos.
3. Obtención de perfiles de oferta y de dependencia de
los programas u objetivos.
Sumando por las filas los números de la matriz de interre
laciòn, se obtienen unos índices que forman el perfil denominado
de oferta.
Sumando por columnas, se obtiene el perfil denominado de
dependencia.
En cada uno de los dos casos, y a efectos de mejor compara^
ciön, los programas se agrupan, por orden de índice decreciente,
en 4 grupos, cada uno de los cuales tenga el mismo número de ele
mentos que había en la clasificación de programas.
Luego se hace un cuadro en el que se recojan, por ejemplo,
los 8 programas que van en cabeza en la lista de prioridades y
- 46
en los perfiles de oferta y de dependencia, respectivamente!
Comparación de criterios de jerarquización de programas
Grupo al cual corresponde según el perfil
Prioridad Oferta Dependencia
I
I
II
II
I
II
I
II
IV
Programas
Programa A
Programa B
Programa C
4. Interrelación de las ciencias básicas con las aplica
das.
Se forma una matriz que tenga como filas las ciencias bá
sicas y como columnas las ciencias aplicadas.
En los puntos de cruce se puntúa con números o índices,
conforme a la pertinencia de las ciencias básicas para las apli
cadas, del mismo modo que en la matriz de interrelación de pro
gramas ("en blanco", 1, 2, 4)
5. Pertinencia de las ciencias aplicadas para los progra
mas u objetivos.
Se forma la matriz de pertinencia, tomando en filas- las
ciencias aplicadas y en columnas los programas.
De nuevo se puntúa con números o índices, "usando la esca
la habitual: "en blanco", 1, 2, 4.
6. Obtención del perfil de pertinencia básica de Tas cien
cias aplicadas.
Se obtiene sumando en la matriz por filas.
Este perfil representa la demanda (cualitativa) de insumos
tecnológicos para los programas de desarrollo.
- 47 -
7. Obtención del perfil de pertinencia prioritaria de
las ciencias aplicadas.
En vez de sumar simplemente los números por filas, se mul
tiplica previamente cada uno de elllos por un coeficiente de pon
deración que refleja el grado de prioridad del objetivo o pro -
grama que está en cada columna. Estos coeficientes se hallan así:
- Para los programas u objetivos que estaban en el primer
gxupo de prioridad (supongamos que en él había n_ programas) ,
el coeficiente vale 8 / n^
- Para los programas del segundo grupo de prioridad (su
pongamos que en él había n2 programas), el coeficiente vale
4 / x\2 .
- Para los programas del tercer grupo de prioridad (sean
n3), el coeficiente vale 2 / n3 .
- Para los programas del cuarto grupo : 1 / n^ .
A continuación, se suman por filas todos los productos ob
tenidos. El perfil de pertinencia prioritaria así obtenido tiene
en cuenta las prioridades de los programas.
Para hacer comparaciones entre los perfiles de pertinen
cia básica y prioritaria, estos últimos se multiplican todos
ellos por un factor de normalización, que se obtiene dividiendo
el número total de programas usados por 15 C15 es la saima de los
cuatro números usados en el cálculo de los coeficientes de pon
deración: 8 + 4 + 2 + 1 = 15).
Al comparar los perfiles de pertinencia básica y priori
taria, se observará un valor mayor de la primera para las disci
plinas que son más pertinentes a objetivos o programas menos prio
ritarios. Y viceversa, valores de la pertinencia prioritaria su
periores a los de la pertinencia básica significan que las- corres_
pondientes disciplinas son pertinentes a programas prioritarios.
8. Perfiles de pertinencia de las ciencias básicas o fun~
damentales.
Se obtienen también dos perfiles, uno de pertinencia bá-
- 48 -
sica y otro de pertinencia prioritaria.
Para ello, se utilizan los elementos c.. de la matriz de
interrelación de las ciencias básicas / ciencias aplicadas(véase
apartado 4): se suman por filas, después de multiplicarlos por
unos coeficientes de ponderación que se hallan, para cada colum
na j (es decir, para cada ciencia aplicada), como el valor de la
pertinencia P. de la misma, dividida por la suma de las perti -
nencias de todas las ciencias aplicadas Z P • :
P • Pertinencia de la ciencia básica i = Z c-H . 3
El mismo procedimiento se repite con las pertinencias prio_
ritarias.
i