EVALUACIÓN Y DISCRIMINACIÓN DE LA SIMETRÍA FACIAL
Transcript of EVALUACIÓN Y DISCRIMINACIÓN DE LA SIMETRÍA FACIAL
1
Universidad de los Andes
Facultad de Ciencias Sociales
Departamento de Psicología
EVALUACIÓN Y DISCRIMINACIÓN DE LA SIMETRÍA FACIAL
Trabajo de grado para optar al título de
PSICÓLOGA
Diana Lorena Caviedes Giraldo
Bajo la dirección de Julio Eduardo Cruz Ph. D
Bogotá, D. C., mayo de 2017
2
Tabla de contenido
Justificación….................................................................................................................. 3
Marco conceptual………………………………………………………………………. 5
Revisión empírica………………………………………………………………………. 6
Función del atractivo desde la teoría evolucionista…………………………….. 6
Juicio de atractivo en elementos de la vida diaria…………………………….... 7
Simetría facial………………………………………………………………...… 7
Detección de la simetría……………………………………………………….... 8
Métodos de análisis de la belleza y la simetría…………………………………. 9
Umbrales de la simetría facial…………………………………………….......... 10
Relación entre el atractivo y las ventajas sociales……………………………… 11
Usos de la simetría facial………………………………………………............. 11
Descripción del problema……………………………………………………………… 12
Formulación de la pregunta de investigación………………………………………….. 13
Objetivos………………………………………………………………………............. 13
Objetivos generales……………………………………………………………. 13
Objetivos específicos………………………………………………………….. 13
Método………………………………………………………………………………... 13
Participantes…………………………………………………………………… 13
Instrumentos y procedimiento………………………………………………… 14
Plan de análisis………………………………………………………………………… 15
Resultados…………………………………………………………………………….. 15
Discusión……………………………………………………………………………… 18
Conclusión...…………………………………………………………………………… 20
Referencias……………………………………………………………………………. 22
Anexos………………………………………………………………………………… 25
3
Evaluación y discriminación de la simetría facial
Justificación
A través de la historia de la humanidad, el atractivo físico ha tenido un papel de gran
importancia, puesto que, cumple con funciones adaptativas al proveer información que guía el
comportamiento social de los seres humanos (Little, Jones & DeBruine, 2011). Varias
investigaciones basadas en la teoría evolucionista señalan que el atractivo es un indicador fiable
de adecuación al medio ambiente y sus cambios, lo cual orienta las opiniones del mismo.
Las opiniones del atractivo que se realizan sobre determinada persona tienen un amplio y
variado conjunto de consecuencias en la vida de ella y en las personas con quien interactúa. De
acuerdo con el resultado de esta valoración acerca del atractivo de una persona, que realizan tanto
otros individuos como ella misma, se observan una serie de comportamientos propios de la
persona y de los demás que resultan coherentes con dicha apreciación (Cowley, 1996). Un
ejemplo emblemático de esta situación son los estudios realizados sobre el estereotipo “lo bello
es bueno” (Dion, Berscheid & Walster, 1972).
Desde una lógica evolucionista, la evaluación del atractivo es el resultado de una
valoración tanto de características físicas como de rasgos comportamentales que reflejan calidad
genotípica y fenotípica de quien es objeto de dicha valoración (Fink & Penton-Voak, 2002; Little
& Jones, 2003). De hecho, autores como Wade (2010) sostienen que existen diferencias de sexo
en algunas de las señales que hombres y mujeres consideran al momento de realizar una
evaluación del atractivo.
De acuerdo con Wade (2010), un hombre es atractivo cuando refleja estatus, dominio,
masculinidad y buena salud, mientras que una mujer luce atractiva cuando muestra buena salud,
potencial reproductivo y rasgos de feminidad. En síntesis, tanto hombres como mujeres prefieren
aquellos individuos que muestren capacidad de contribuir con buenos genes a la descendencia,
pero se observa la diferencia de sexos en tanto la mujer también considera el estatus del hombre.
Del mismo modo, el efecto halo (Thorndike, 1920) predice que cualidades como calidez,
amabilidad, fortaleza, sensibilidad, modestia, sociabilidad y extroversión son con mayor
frecuencia atribuidos a las personas físicamente atractivas y, gracias a dicho sesgo, se legitima el
estereotipo de lo bello es bueno (Dion et al., 1972).
Zebrowitz (1997) explica que dichas evaluaciones más positivas hacia las personas
atractivas crean ventajas sociales ante los demás individuos, ya que, aquellas personas más
4
favorecidas físicamente suelen beneficiarse de una serie de preferencias en aspectos como la
cantidad de citas conseguidas y un mayor número de relaciones interpersonales establecidas.
Adicionalmente, Zebrowitz (1997) muestra que no sólo se piensa que lo bello es bueno,
sino que se considera que lo feo es malo, sugiriendo la existencia de una especie de efecto de halo
negativo para las personas no atractivas. Sesgo que, a su vez, conduciría a efectos socialmente no
deseables en la formación y mantenimiento de estereotipos, prejuicios y discriminaciones en
contra de las personas menos favorecidas físicamente y que se expresarían en diversos ámbitos
como los laborales, interpersonales, familiares, de justicia y salud.
Por otro lado, el efecto de halo conlleva a que las preferencias por el atractivo generen
efectos sociales y consecuencias donde el estereotipo de lo bello es bueno es aceptado y
reforzado por la sociedad. A causa de esto, la auto percepción y el auto concepto que cada
individuo posee es debilitado, lo cual ha generado que las personas busquen mecanismos para
mejorar aquellas falencias que creen tener, por ejemplo por medio de cirugías plásticas o el uso
de elementos que destaquen y marquen ciertas características, como la cintura. De esta manera, se
han formado cambios en la sociedad como el aumento en la cantidad de procedimientos
quirúrgicos, pues según la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética para el año 2010 el
total de procedimientos quirúrgicos fue de 6.735.640 y para el año 2015 fue de 9.641.253
(ISAPS, 2010, 2015).
El atractivo físico de las personas puede ser medido en propiedades faciales, como se
mencionó anteriormente, una de dichas características es la simetría, la cual ha sido probada que
cuenta con una correlación positiva con los juicios de atractivo y con medidas psicológicas (Little
& Jones, 2003; Cárdenas & Harris, 2006). No obstante, es poca la literatura encontrada acerca de
los umbrales de detección de la simetría, pues, las investigaciones relacionadas con la evaluación
y discriminación de esta se han centrado en la conexión entre atractivo y simetría en tanto como
la detección difiere dependiendo de la orientación del estímulo, como aquella realizada por Little
y Jones (2006) donde las caras fueron presentadas en orden inverso e igualmente como la
investigación elaborada por Rhodes, Peters, Lee, Morrone y Burr (2005), la cual mostró las caras
en el sentido inverso y reverso.
Es importante resaltar que las características de la simetría no son utilizadas
exclusivamente con propósitos de juzgar el atractivo humano, pues dichas son elementos
distintivos en diferentes áreas como el arte y la naturaleza en relación a los animales. De esta
5
manera, se percibe que la importancia de la simetría existe a un nivel integral, debido a que
constantemente y en varios ámbitos los objetos, los seres vivos y otros organismos son juzgados
de acuerdo a la simetría que posean.
En consideración de los planteamientos hasta aquí presentados referentes a la relación
entre el atractivo y la simetría, este trabajo investigativo pretende explorar cómo se da la
evaluación y discriminación de la simetría entre un rostro simétrico y uno asimétrico. Esto con el
fin de, por un lado, conocer cuales zonas donde se hagan modificaciones en los rostros son
percibidas y por otro lado, responder cuál es valor mínimo necesario para percibir que una cara es
asimétrica y simétrica, cuánto debe alterarse determinada área para la percepción del cambio, si
los cambios en los rostros en efecto son percibidos y como afectan dichos cambios en el juicio de
atractivo.
Maco conceptual
En la presente investigación se hará uso de los siguientes conceptos:
Por un lado, el concepto de Atractivo es definido por la Academia Real de la Lengua
Española como “dicho de una persona que atrae o tiene fuerza para atraer”, “dicho de una
persona: que por su físico despierta interés y agrado en los demás” (Real Academia de la Lengua
Española, s.f.).
Por otro lado, Simetría alude a la auto similitud, en virtud de una clase de
transformaciones por lo general limitadas a las transformaciones euclidianas en el plano, como
modificaciones de translación, rotación y reflexión. Para uso de esta investigación se considerará
la simetría generada por la reflexión, también conocida como simetría espejo, es decir, similitud
entre la parte derecha de la cara con la parte izquierda de la misma (Wagemans, 1997).
Igualmente, el concepto de Detección será usado en este estudio y se entenderá como la
habilidad perceptual para discriminar entre simetría y asimetría que puede ser consciente o
inconsciente y que no depende necesariamente de la memoria (Jones et al., 2001).
Finalmente, Umbral es “valor mínimo de una magnitud a partir de la cual se produce un
efecto determinado” según la Real Academia de la Lengua Española. Asimismo, Kantowitz,
Roediger y Elmes (2011) diferencian entre umbral absoluto y umbral diferencial. Los
operacionalizan como la capacidad del observador de detectar una señal mediante un juicio
absoluto acerca de un mismo estímulo y los juicios relativos en los que un estímulo de
6
comparación constante se juzga en relación con una serie de estímulos cambiantes,
respectivamente.
Teniendo en cuenta el presente estudio, el umbral representa los valores en milímetros de
discriminación, es decir, aquellas cifras mediante las cuales los individuos empiezan a percibir
cambios en los diferentes rasgos de un rostro.
Revisión empírica
Función del atractivo desde la teoría evolucionista
La teoría evolucionista ha sido la base para varias investigaciones, como la realizada por
Wade (2010), Little et al. (2011), Fink et al. (2005) y Rhodes et al. (2005), debido a la
explicación que da relacionada a las funciones que cumple la belleza. Este razonamiento sostiene
que las evaluaciones físicas y sexuales en la búsqueda de pareja, se dan por adaptaciones
biológicas mediante las cuales se requiere encontrar una pareja que cuenta con calidad fenotípica
para así poder concebir descendencia con buenos genes.
Por un lado, Little et al. (2011) plantean que la selección de pareja y otras decisiones
como las relaciones interpersonales se hacen con base en determinados rasgos de la cara, como la
simetría y las características sexuales secundarias como la masculinidad o feminidad, que
influencian los juicios de atractivo de estas. El meta análisis realizado por los autores evidencia
que las preferencias por esas cualidades se derivan de sistemas que apoyan y promueven
respuestas adaptativas que maximizan los beneficios en cuanto a las decisiones de pareja.
Adicionalmente, Fink et al. (2005) plantean que a pesar de que existen controversias para definir
las propiedades que generan un juicio de atractivo o no atractivo en caras, todos los seres
humanos han evolucionado para considerar agradables determinados rasgos, porque son
exhibidos por individuos sanos.
Asimismo, Scheib, Gangestad y Thonrhill (1999) hicieron un estudio donde se mostró que
existe una relación entre las puntuaciones de atractivo por parte de mujeres hacia hombres y la
simetría, no obstante, también se evidenció que la simetría no es la única señal para acceder a las
condiciones fenotípicas, pues la relación anterior existe aún al presentar solo media cara del
estímulo, es decir, al eliminar los rasgos de simetría.
Por otro lado, Wade (2010) en su artículo, expone que la simetría tanto facial como
corporal es un indicador de la estabilidad del desarrollo pues esta es evidencia de la capacidad de
7
producir un fenotipo simétrico aún con las alteraciones del ambiente como las enfermedades, en
otras palabras, la simetría es un certificado de salud.
Juicio de atractivo en elementos de la vida diaria
Aunque el enfoque principal del presente trabajo no es la búsqueda de pareja, es
importante resaltar que los juicios de atractivo no se dan exclusivamente con estímulos humanos
y no solo afectan el comportamiento hacia una posible pareja. Para ilustrar, Gerger, Leder, Tinio
y Schacht (2011) desarrollaron una investigación donde le presentaron a los sujetos, estímulos
tanto de caras como de patrones para evaluar las reacciones afectivas. Los autores encontraron
que los estímulos atractivos generaban activaciones fuertes del músculo cigomático mayor,
mientras que los estímulos no atractivos activaban el músculo corrugador superciliar.
Adicionalmente, observaron que el atractivo era percibido con ambos estímulos, lo cual sugiere
que las evaluaciones de belleza se presentan igualmente en objetos artificiales.
De igual modo, Schein y Langlois (2015) en su estudio hallaron que el atractivo afecta los
comportamientos que tienen los individuos hacia los bebés. Por un lado, descubrieron que los
bebés menos atractivos causaron movimiento del músculo corrugador superciliar. Por otro lado,
comprobaron que los estereotipos de atractivo, los cuales perciben a los bebés menos atractivos
como menos inteligentes y sociales, se dan por respuestas negativas a caras calificadas con menor
belleza más que respuestas positivas a caras mejor calificadas. La verificación del estereotipo,
adicionalmente, muestra los efectos que pueden existir como el riesgo que afrontan los bebés al
no evocar reacciones afectivas positivas.
La simetría facial
Teniendo en cuenta que una de las propiedades que indican salud y buena calidad
genotípica y fenotípica es la simetría facial, Rhodes, Proffitt, Grady y Sumich (1998)
desarrollaron una serie de experimentos mediante los cuales se confirmó que las variaciones en la
simetría se correlacionan con el atractivo percibido. De esta manera, al presentar a los sujetos un
grupo de fotos que contaban con distintos valores de simetría en los estímulos, estos
manifestaban una preferencia por la cara más simétrica, así como se presentaba mayor selección
de la fotografía con más simetría cuando se les pedía considerarlo como posible pareja.
Siguiendo esta línea de análisis Jones, Little, Penton-Voak, Tiddeman, Burt y Perrett
(2001) realizaron una investigación que consistió, en primer lugar, en confirmar que la relación
de atractivo y simetría está mediada por un vínculo entre la salud aparente del individuo y la
8
simetría facial. En segundo lugar, en encontrar que la valoración de atractivo es influenciada por
el sexo de la persona que genera el juicio, es decir, existe un sesgo al juzgar caras del sexo
opuesto sobre aquellas del sexo propio porque facilita la discriminación de parejas reproductivas.
El sesgo presente en la evaluación se traduce en la dificultad que genera discriminar si existe
simetría o simetría en el sexo opuesto.
Adicionalmente, Zebrowitz (1997a) menciona que la simetría y las mayores proporciones
eran determinantes primarios de belleza en la antigua Grecia donde se hablaban de índices de
proporciones de oro. Entonces, si la distancia entre la parte superior de la cara y la punta de la
nariz es de aproximadamente dos tercios de la longitud total, se consideraban proporciones de
oro. Con este orden de ideas, el autor muestra que la preferencia generalizada por la simetría es
consistente con los juicios hacia las caras simétricas como más atractivas que las caras no
simétricas y con el impacto negativo que causan los dientes torcidos en el atractivo de
adolescentes y adultos jóvenes.
Por otro lado, Zebrowitz (1997a) elabora una recopilación de varios autores donde se
confirma que la simetría es preferida porque esta es una buena indicadora de buenos genes y la
resistencia a los elementos del entorno que causan la asimetría. Asimismo, se hace énfasis en el
vínculo que se genera entre características faciales que reflejan simetría y aptitud, en tanto que
los rostros asimétricos se relacionan con anormalidades congénitas y en los cromosomas, por
ejemplo la asimetría facial es más alta en personas con esquizofrenia.
Detección de la simetría
Autores como Jones et al. (2001) y Rhodes et al. (1998) han indicado que la simetría
facial es un factor que favorece a las personas, al hacerlas ser percibidas como más atractivas, no
obstante no es claro que mecanismos están involucrados en la detección y cómo funcionan. Se
han propuesto teorías que explican la preferencia por la simetría facial, una de estas se vincula
con la adaptación evolutiva por ser indicador de calidad genotípica y fenotípica. Asimismo, otro
teoría está relacionada con el sesgo de visión perceptual la cual propone que los estímulos
simétricos son más fáciles de procesar por el sistema visual (Little et al., 2003)
De acuerdo con Little et al. (2006), las preferencias por la simetría están impulsadas por
un mecanismo que es independiente de la detección consciente, lo cual puede ser resultado de
presiones especificas afrontadas por los antepasados para la elección de pareja. De la misma
forma, Little et al. (2003) presentan un estudio donde las preferencias por la simetría son mayores
9
en estímulos verticales que en estímulos invertidos, este resultado va en contra de la teoría del
sesgo de visión perceptual, ya que, la preferencia debería ser constante a través de los ejes.
Por otro lado, Rhodes et al. (2005) elaboraron una serie de experimentos para comprobar
que en la percepción de la simetría están implicados mecanismos de nivel alto, los cuales son
aquellos que responden a propiedades abstractas de los objetos. Los investigadores encontraron
que en la detección están implicados mecanismos especializados de nivel alto puesto que la
información de la simetría facial es usada en al menos dos dominios biológicos importantes como
lo son elección de pareja y “lectores de mente”. Asimismo, Little y Jones (2003) observaron la
participación de mecanismos de nivel alto pues la detección para estímulos verticales es mayor.
Asimismo, Wagemans (1997) menciona que el sistema visual humano tiene una
preferencia por la simetría espejo, la cual se refiere a la similitud entre la parte izquierda y
derecha del rostro, aunque esto no implica que otro tipo de simetrías no puedan ser detectadas.
Igualmente, el autor indica que la simetría espejo puede ser detectada sin necesidad de focalizar
la atención.
Métodos de análisis de la belleza y la simetría
La psicofísica al estudiar las relaciones entre las reacciones psicológicas a eventos en la
dimensión fisiológica muestra las relaciones cuantitativas existentes entre la magnitud del
estímulo y de la reacción. De esta manera, se han identificado varios modelos que buscan
describir dichos vínculos.
Para ejemplificar, Gustav Theodor Fechner desarrolló un modelo conocido como método
de los límites para obtener un mejor cálculo de los valores de los umbrales. Este procedimiento
consiste en presentar los estímulos en bloques alternados de ensayos, en el primer bloque la
intensidad varía desde muy alta a baja y en el segundo, la intensidad incrementa gradualmente.
Así, el umbral es definido como el promedio de los puntos de cada bloque de ensayos en el que el
observador cambia su respuesta de detectarlo a no detectarlo, y viceversa (Kantowitz et al. 2011).
Los autores, Kantowitz et al. (2011), también exponen la forma en que el método
expuesto por Fechner es representativo del umbral absoluto al generar juicios acerca de un solo
estímulo. Teniendo esto en cuenta, plantean que Ernst Heinrich Weber atribuyo propiedades al
umbral diferencial, el cual consiste en juicios de un estímulo en relación a ciertos estímulos
cambiantes. De este modo, Weber encontró que el tamaño del umbral diferencial en relación con
el estímulo estándar es constante.
10
Por otro lado, se presenta el método de escalera donde las respuestas mostradas por el
individuo se concentran alrededor del umbral. Esta técnica consiste en presentar un estímulo con
una intensidad aleatoria y dependiendo de si la persona lo percibe o no, se exponen diferentes
estímulos con valores cerca al primer ensayo donde si fue advertido el estímulo. Así, se
mantienen valores próximos al umbral de detección, y este es definido como el valor medio de
todos los estímulos presentados a partir del segundo ensayo (Kantowitz, 2011).
Umbrales de la simetría facial
Con el fin de examinar adecuadamente la simetría facial, Cuervo (2000) explica que la
asimetría fluctuante es la desviación respecto a la simetría de un carácter bilateral, consecuencia
de la incapacidad de ejecutar un programa de desarrollo por parte de un organismo. Dicha
desviación se toma como el índice de estabilidad del desarrollo. De igual manera, el autor plantea
que las diferencias entre el lado izquierdo y derecho deben encontrarse en torno a una media de
cero, donde existe una baja asimetría fluctuante y por ende una alta simetría.
Al estudiar la asimetría fluctuante se observan una serie de obstáculos como las pequeñas
variaciones que se dan en un rasgo y la falta de control sobre variables tales como el ambiente
externo y los efectos directos del genotipo. A causa de esto, Swaddle, Witter y Cuthill (1994)
exponen en su artículo las consideraciones que deben ser tenidas en cuenta al momento de
analizar la asimetría. Por ejemplo, hacer medidas de repetitividad de la asimetría para descartar
errores de medición, estimar que las asimetrías están correctamente identificadas como asimetrías
fluctuantes al usar gráficos de probabilidad normal y elaborar una transformación adecuada de los
datos antes de aplicar análisis paramétricos en asimetrías fluctuantes absolutas.
De igual manera, Swaddle et al. (1994) generaron una transformación para los datos de las
asimetrías y al explorar la utilidad de dicha modificación encontraron que valores en torno a 0.3
funcionan bien, es decir, los valores de asimetría 0 se pueden extender hasta 0.3 y se sigue
considerando con una asimetría fluctuante baja y un simetría alta.
Por otro lado, Hume y Montgomerie (2001) exploraron la relación entre el atractivo facial
y ciertas variables que se relacionan con la calidad genotípica y fenotípica en humanos, dentro de
las cuales se encuentra la asimetría fluctuante. En relación a esta, examinaron 19 rasgos tanto
faciales como corporales donde solo las características de cara, boca, nariz y longitud de la oreja
obtuvieron una distribución normal alrededor de la media 0, así mostrando verdadera asimetría
fluctuante; mientras que la mejilla, ojo interno, mandíbula y ojo externo presentaron una
11
distribución normal pero con asimetría direccional significativa, en otras palabras, es la cara, la
boca y la nariz los rasgos mediante los cuales se obtiene un análisis adecuado de la asimetría
fluctuante.
Relación entre el atractivo y las ventajas sociales
El atractivo de una persona tiene efectos en la manera en que esta es percibida y tratada.
De esta manera, Dion et al. (1972) diseñaron un experimento para comprobar la existencia del
estereotipo del atractivo físico que es compatible con la tesis de lo bello es bueno. Así,
confirmaron que los individuos atractivos son juzgados con personalidades socialmente más
deseables, con vidas sociales y profesionales más felices y con mayores probabilidades de
encontrar una pareja aceptable.
Siguiendo este orden de ideas, Zebrowitz (1997) hizo una observación de como las
evaluaciones favorables y las impresiones de rasgos positivos de las personas atractivas crean
ventajas sociales para estas. Por lo tanto, se habla de un efecto halo del atractivo en el cual se
espera que las personas atractivas tengan características tales como calidez, amabilidad, fortaleza,
sensibilidad, modestia, sociabilidad y extroversión. Los individuos atractivos al contar con rasgos
deseables generan a su vez respuestas afectivas positivas, con las que se producen resultados
sociales mediantes los cuales se evidencian las ventajas hacia estas personas. Dichas prelaciones
se dan principalmente en las citas y relaciones amorosas, pues estas personas son más populares y
tienen una mayor cantidad de citas; el efecto también se puede observar en el hecho de que las
mujeres atractivas se casan más rápido que las no atractivas.
Usos de la simetría facial
Teniendo en cuenta que el auto concepto y la autoestima de una persona se desarrollan al
observar aquello que los demás piensan de ella, resulta necesario examinar como estos son
reforzados. Para ilustrar, Cárdenas et al. (2006) realizaron un estudio donde querían investigar si
la decoración con diseños simétricos en forma de pintura facial mejora el atractivo de las caras al
realzar características simétricas. Los autores descubrieron que añadir diseños asimétricos a caras
simétricas disminuye su atractivo y por el contrario pintar una cara asimétrica con diseños
simétricos, aumenta su atractivo. De manera que los mecanismos involucrados en los juicios de
atractivo físico, corresponden a los usados en las prácticas culturales relacionadas con pintar las
caras.
12
Por otro lado, la simetría facial es entendida como un recurso persuasivo para el
comportamiento del consumidor. A causa de esto Zambrano, Agudelo, Javela y Cruz (2016)
elaboraron un estudio con base en el condicionamiento clásico de actitudes, en el que se usaron
rostros con variaciones en la simetría como estímulos incondicionados y tres logos como
estímulo condicionado, para medir la evaluación hacia una marca. En la investigación se encontró
principalmente que la marca asociada a la simetría facial más alta tuvo una mejor evaluación.
Descripción del problema
Se ha encontrado que el atractivo físico tiene un papel importante en el comportamiento
de los seres humanos, pues evolutivamente las personas buscan determinadas características
físicas y sexuales en una pareja, las cuales les aseguran calidad fenotípica en la descendencia
(Wade, 2010; Little et al., 2011; Fink et al., 2005; Rhodes et al., 2005). Dentro de dichas
cualidades que son deseables se observan la simetría facial, características sexuales secundarias
como la masculinidad o feminidad, rasgos faciales promedio, señales de la cara que se relacionen
con atributos de personalidad y piel sana y color de la misma (Little et al. 2011).
En cuanto a la simetría facial, esta es un indicador de la estabilidad del desarrollo, es
decir, la capacidad que tiene la persona con este rasgo de generar un fenotipo simétrico aún con
las alteraciones del entorno (Wade, 2010). De esta manera, existe una preferencia por aquellos
sujetos que tengan una simetría facial más alta, por razones de adaptación biológica al buscar una
pareja con buenos genes.
Se ha propuesto que la detección de la simetría se da por medio de un mecanismo fuera
del alcance consciente e igualmente, mediante mecanismos de nivel alto que son aquellos que
responden a propiedades abstractas de los objetos (Little et al., 2006; Rhodes et al., 2005).
Adicionalmente, en relación a los valores de la simetría se encuentra que una asimetría fluctuante
de 0 significa una simetría alta. No obstante, en el análisis de la asimetría fluctuante surgen
dificultades por la manera en que esta es abordada, por lo cual Swaddle et al. (1994) hacen una
transformación en los datos y toman valores hasta 0.3 como simetría alta.
Sin embargo, no hay estudios que precisen con exactitud cuáles son las variaciones de la
simetría para que un individuo perciba una cara como asimétrica, en otras palabras, la mayoría de
las investigaciones hacen una división de la simetría en baja, media y alta pero no existe una
definición puntual acerca de los valores correspondientes a cada una de estas. Por lo tanto, resulta
de interés académico estudiar cuáles son los rasgos faciales que son más importantes para que los
13
individuos noten cambios de la simetría. Adicionalmente, es primordial examinar cuáles son los
valores que permiten distinguir cambios, es decir, la cantidad de modificación que debe tener
determinado rasgo para que las personas detecten asimetría.
Formulación de la pregunta de investigación
Teniendo en cuenta el problema mencionado anteriormente, surgen las siguientes
preguntas:
¿Cuáles rasgos faciales, entre la boca, nariz, ojos y cejas, son más relevantes para que un
individuo note diferencias en la simetría de dos rostros presentados simultáneamente?
¿Cuáles son los valores de las variaciones en los rasgos fáciles que permiten detectar
cambios en la simetría de dos rostros presentados simultáneamente?
Objetivos
Objetivos generales
Determinar cuáles rasgos faciales, entre la boca, nariz, ojos y cejas, son más importantes
al momento de detectar cambios en la simetría en dos rostros que son presentados
simultáneamente.
Establecer bajo cuales valores en las variaciones de los rasgos fáciles se empiezan a
detectar cambios en la simetría.
Objetivos específicos
1. Determinar qué sentido de la desviación en los rasgos faciales es más sensible de
detección en los cambios de simetría en dos rostros presentados simultáneamente.
2. Definir si existen diferencias entre sexos en cuanto a la detección de los cambios de la
simetría.
3. Implementar una prueba que logre calcular los umbrales perceptuales por medio de la
comparación de dos rostros, donde el primero presenta una alta simetría y el segundo tiene una
desviación con variaciones entre 1 y 10 milímetros, en algún rasgo como la boca, la nariz, los
ojos o las cejas.
Método
Participantes
La muestra del estudio estuvo compuesta por 112 sujetos, 56 hombres y 56 mujeres con
edades entre los 18 hasta los 35 años mediante un muestreo de conveniencia (M=21,7).
14
Instrumentos y procedimiento En principio se explicará cómo se crearon los estímulos y posteriormente se explicarán los
pasos para el desarrollo de la investigación. En primer lugar, se utilizaron seis rostros (3 hombres y 3 mujeres) seleccionados de la
base de datos de caras de Chicago Face Database (Ma, Correll & Wittenbrink, 2015), las cuales
serán seleccionadas con base en la edad (de 18 a 30 años máximo), puntaje de atractivo (los
rostros fueron calificados en una escala de 0 a 5 donde 5 es muy atractivo) y raza (se
seleccionarán rostros blancos o latinos).
Luego, se crearon versiones espejo de cada fotografía mediante el programa Photoshop
CS6, las imágenes se dejaron en escala de grises. Posteriormente, se procedió a crear las
versiones simétricas promediadas de los rostros en el programa Psychomorph versión 6 para
Windows con base al manual de Sutherland (2015), donde inicialmente se ingresaron las
imágenes (versiones espejo del lado derecho e izquierdo del rostro), se hace un Template donde
se delinean aproximadamente 150 puntos en diferentes partes del rostro para obtener la
configuración del mismo. Después se transformaron las imágenes promediando las versiones
espejo del rostro y se obtuvo un rostro con una alta simetría facial. Después, en el mismo
programa se le agregó una máscara a las imágenes para que se vea el rostro sin orejas ni cabello.
Luego, se ingresaron las fotografías a Photoshop CS6, nuevamente, con el fin de desviar
hacia el lado izquierdo y derecho cada rasgo de la cara (boca, nariz, ojos y cejas,
respectivamente) con variaciones de uno a diez milímetros. En total se obtuvieron 480 imágenes
las cuales serán juzgadas por su similitud frente al rostro sin modificaciones.
Finalmente, una vez elaborados los estímulos, se incorporarán en la plataforma Qualtrics.
A cada participante se le mostrará la imagen con alta simetría facial y una con alguna desviación
(por ejemplo la boca desviada en 4mm hacia la izquierda) y se le preguntará ¿Qué tan similares
son los rostros? Y tendrán que calificarlos en una escala de 0 (Nada similares) a 10
(Completamente similares). Cada par de rostros serán mostrados de manera aleatoria y la escala
invertirá ocasionalmente sus polos. Además, se presentarán unas imágenes de “despiste” con el
fin de mantener la atención de los participantes. Se espera que cada condición experimental tenga
una duración en promedio de 35 minutos.
Para la obtención de la muestra se buscó a miembros de la Universidad de los Andes, así
como conocidos a los cuales se les explicó el objetivo de la investigación, aquellos que
15
accedieron a participar en el estudio se les dio el consentimiento informado y se procedió a
aplicar la prueba por medio de un computador que el investigador llevaba consigo. Una vez
finalizado el experimento se le agradeció a los personas por su participación en el estudio.
Plan de análisis
Para el análisis de los datos se utilizarán pruebas no paramétricas en SPSS.
Específicamente, se realizará el test de Friedman con el fin de hallar si hay diferencias en las
calificaciones de cada parámetro del rostro. Sin embargo, este test es como el Anova e indica si
hay diferencias o no en cada condición, pero no indica en qué momento. Por lo tanto,
posteriormente se realizará un análisis pos hoc para encontrar dónde está la diferencia, por lo que
se realizará la prueba de Wilcoxon. Finalmente, se explorará si existen diferencias en las
calificaciones de los participantes por sexo, para lo cual se utilizará la prueba de U Mann
Whitney.
Resultados
Teniendo en cuenta que en la presente investigación se pretendía analizar la evaluación y
la discriminación que hacen los individuos en cuanto a la simetría facial con base en el rasgo
(boca, nariz, cejas, ojos), la dirección (izquierda, derecha) y la desviación (0-10mm) se encontró
que los valores seleccionados para la evaluación presentaron medias entre 6,23 y 8,29 milímetros,
como se observa en la Tabla 1.
Tabla 1. Medias de evaluación y discriminación de cada estímulo
Nota. * media de evaluación ** media de discriminación
Ahora bien, anteriormente se planteó que los principales objetivos de este proyecto son
por un lado, determinar cuáles rasgos faciales, entre la boca, nariz, ojos y cejas, son más
importantes al momento de detectar cambios en la simetría en dos rostros que son presentados
simultáneamente. Por otro lado, establecer bajo cuales valores en las variaciones de los rasgos
fáciles se empiezan a detectar cambios en la simetría. Así como, determinar qué sentido de la
desviación en los rasgos faciales es más sensible de detección en los cambios de simetría en dos
Modelo Descriptivos Derecha Izquierda Derecha Izquierda Derecha Izquierda Derecha IzquierdaMujer * 6,23 6,46 6,60 6,88 7,72 8,11 8,19 8,29
** 4,00 3,67 3,33 3,25 3,00 3,80 4,75 10,00Hombre * 7,13 7,28 7,17 7,48 8,00 8,25 7,14 7,03
** 4,67 7,33 5,67 3,67 5,60 6,80 6,20 7,60
Nariz Cejas OjosBoca
16
rostros presentados simultáneamente. Finalmente, definir si existen diferencias entre sexos en
cuanto a la detección de los cambios de la simetría.
En primera instancia, con el fin de determinar si se presentaban diferencias en la
evaluación de los rostros de acuerdo a las calificaciones de los participantes en cada parámetro,
se realizaron pruebas de Friedman, en las cuales se encontró que existían diferencias
significativas en las desviaciones de boca y nariz con dirección izquierda y derecha para todos los
estímulos (Ver Tabla 2).
Tabla 2. Evaluación de la simetría facial
Nota. * p<0.05 diferencias significativas en pruebas de Friedman.
En cuanto a las modificaciones de ojos y cejas se observan mayores variaciones, pues
como se observa en la Tabla 2, estos rasgos muestran diferencias significativas en ambas
direcciones solamente para dos de los seis estímulos (segundo modelo de mujer, tercero de
hombre). Adicionalmente, los datos exponen que algunas facciones poseen diferencias
significativas según la dirección y el modelo. Por ejemplo, las desviaciones en las cejas hacia la
izquierda cuentan con diferencias significativas en la mayoría de los modelos. Asimismo se
observa valores significativos para ojos en dirección izquierda y cejas hacia la derecha para un
estímulo (segundo modelo de hombre) y ojos hacia la derecha en el primer rostro de hombre.
De acuerdo a lo anterior, en el primer objetivo de la presente investigación se puede
manifestar que los rasgos más importantes para detectar cambios en la simetría de dos rostros que
son presentados conjuntamente son la nariz y la boca, puesto que como se observa en la Tabla 1
hay mayor consistencia en las diferencias significativas que se encontraron.
En segundo lugar, con el propósito de establecer bajo que desviación entre 0 y 10
milímetros y con cuál dirección de los parámetros, hacia la derecha o la izquierda, se empiezan a
percibir las diferencias en cada rasgo de los rostros, se hicieron pruebas de rangos con signo de
Modelo Derecha Izquierda Derecha Izquierda Derecha Izquierda Derecha IzquierdaMujer 1 6,23* 6,51* 6,71* 6,91* 7,84 8,28* 8,33 8,41*Mujer 2 6,22* 6,38* 6,22* 6,69* 7,58* 7,83* 7,88* 7,99*Mujer 3 6,23* 6,48* 6,84* 7,02* 7,72 8,19* 8,36 8,47Hombre 1 6,95* 7,30* 7,40* 7,22* 8,39 8,66* 7,19 7,47*Hombre 2 7,34* 7,51* 6,75* 7,83* 7,59* 7,83* 7,27 6,77*Hombre 3 7,09* 7* 7,36* 7,38* 8,02* 8,24* 6,97* 6,83*
Cejas OjosBoca Nariz
17
Wilcoxon. Los datos arrojados muestran que en relación a las variaciones en nariz y boca para los
rostros de mujeres las desviaciones son percibidas entre los 3 y 5 milímetros. Para los hombres
los mismos rasgos, nariz y boca, cuentan con mayor variación pues la percepción de irregularidad
de la boca con dirección a la izquierda oscila entre 6 y 10 milímetros. Para los estímulos restantes
(boca hacia la derecha y nariz hacia derecha e izquierda) la diferenciación se da entre los 3 y 6
milímetros.
Por otro lado, en cuanto a los cambios en ojo y ceja se observa igualmente bastante
fluctuación. Para el estímulo de mujer donde se encontraron diferencias significativas, las
variaciones se perciben en 9 y 10 milímetros para el ojo y entre 1 y 3 milímetros para la ceja. En
relación a los rostros masculinos los valores oscilan en un amplio rango de milímetros de acuerdo
al rasgo y al modelo como se puede observar en la Tabla 3.
Tabla 3. Discriminación de simetría facial según pruebas de rangos con signos de Wilcoxon.
Nota. Los valores se encuentran en milímetros
Aunque los valores anteriormente mencionados en relación a la discriminación de la
simetría en los estímulos presentados cuentan con bastante oscilación, en la Tabla 1 se pueden
observar los valores promedios para cada estímulo según sexo en relación a la facción del rostro
y la dirección en la que se encuentre. De esta manera, las cifras de discriminación para boca se
encuentran entre 3,67 y 7,33 milímetros y para nariz entre 3,25 y 5,67 milímetros.
Así, en relación al segundo y tercer objetivo del proyecto de establecer cuales valores y en
qué sentido de la desviación, las variaciones de los rasgos faciales se empiezan a detectar
cambios, se pueden formular los valores mínimos necesarios según la Tabla 1. No obstante, en
cuanto a la dirección no arroja evidencia acerca de cuál de estas resulta más importante.
Modelo Derecha Izquierda Derecha Izquierda Derecha Izquierda Derecha IzquierdaMujer1 4 4 3 5 - - - -Mujer2 - 3 3 1, 4 3 1 9, 10 10Mujer3 4 4 4 3 - 1, 8, 9 - -Hombre1 5 5, 9, 10 7 3 4 10 10 5Hombre2 3 2, 7 4 5 6, 7 7 1, 5 7, 9Hombre3 6 6, 8, 9, 10 6 3 4, 7 4, 6, 7 6, 9 7, 10
Boca Nariz Cejas Ojos
18
Finalmente, con el fin de establecer si en la calificación en cada uno de los parámetros
para la detección de variaciones, se presentaban diferencias entre sexos se realizaron pruebas U
Mann Whitney, en donde no se encontraron diferencias significativas. Así, el último objetivo
planteado queda sin soporte alguno.
En síntesis, los resultados obtenidos ayudan a alcanzar el primer objetivo en tanto se
observa que la boca y la nariz son los rasgos más importantes para la detección. Asimismo
favorecen el segundo objetivo pues se encontraron valores mínimos requeridos para la
discriminación de la simetría. Finalmente, los objetivos tres y cuatro no son sustentados pues el
estudio no arrojó diferencias significativas para estos.
Tabla X. Evaluación y discriminación de simetría facial
Nota. * p<0.05 diferencias significativas en pruebas de Friedman
Discusión
Para continuar con la labor de identificar aquellos factores que afectan la percepción de
atractivo de un ser humano y sus efectos en los juicios que se realizan frente a este. El
experimento realizado en la presente investigación se llevó a cabo con base en los planteamientos
acerca de la simetría facial como uno de dichos componentes que favorecen o desfavorecen el
atractivo (Zambrano et. al., 2016). Así pudo poner a prueba la percepción de desviaciones de la
simetría facial y se logró medir varios rasgos del rostro humano con distintas variaciones en
milímetros (0-10) con dirección hacia la derecha y la izquierda.
En la evaluación de la simetría facial ha existido un desacuerdo general acerca de cuáles
rasgos faciales son indicadores útiles de la asimetría fluctuante y por ende de simetría facial.
Modelo Descriptivos Derecha Izquierda Derecha Izquierda Derecha Izquierda Derecha IzquierdaMujer1 6,23* 6,51* 6,71* 6,91* 7,84 8,28 8,33 8,41
Milimetros 4 4 3 5 - - - -Mujer2 6,22* 6,38* 6,22* 6,69* 7,58* 7,83* 7,88* 7,99*
Milimetros - 3 3 1, 4 3 1 9, 10 10Mujer3 6,23* 6,48* 6,84* 7,02* 7,72 8,19* 8,36 8,47
Milimetros 4 4 4 3 - 1, 8, 9 - -Hombre1 6,95* 7,30* 7,40* 7,22* 8,39 8,66* 7,19 7,47*
Milimetros 5 5, 9, 10 7 3 4 10 10 5Hombre2 7,34* 7,51* 6,75* 7,83* 7,59* 7,83* 7,27 6,77*
Milimetros 3 2, 7 4 5 6, 7 7 1, 5 7, 9Hombre3 7,09* 7* 7,36* 7,38* 8,02* 8,24* 6,97* 6,83*
Milimetros 6 6, 8, 9, 10 6 3 4, 7 4, 6, 7 6, 9 7, 10
Boca Nariz Cejas Ojos
19
Estudios como el de Zambrano et. al. (2016) midieron ojo interno, ojo externo, ancho del ojo,
cara, nariz, mandíbula y boca. Mientras que otras, como la realizada por Hume y Montgomerie
(2001) adicionalmente tuvieron en cuenta facciones como la longitud de la oreja y las mejillas.
En el presente estudio al usarse la boca, la nariz, los ojos y las cejas se contrastó empíricamente
aquellos hallazgos producidos por Hume y Montgomerie (2001), pues se observó que la boca y la
nariz son los rasgos más importantes para medir y evaluar las calificaciones de percepción de
simetría.
Es importante resaltar que las cejas y los ojos, influyen en la evaluación de la simetría
facial pero son facciones más inconsistentes para dicha valoración. Asimismo, lo anterior se
relaciona con el estudio de Hume y Montgomerie (2001), pues los autores examinaron que
aunque los ojos se encontraban en una distribución normal alrededor de la media de cero, estos
mostraban principalmente asimetría direccional. Esta asimetría ocurre cuando el valor de un lado
del rasgo es más grande que el otro (Briones y Guiñez, 2008). Por lo tanto, no es un rasgo
confiable para medir la simetría facial en este estudio, el cual se fundamenta en la asimetría
fluctuante.
De la misma forma, el uso de las cejas es cuestionable para la evaluación de simetría
puesto que los resultados de esta investigación muestran rangos muy amplios de detección frente
a este parámetro, lo cual lo convierte en una medida frágil. No obstante, no se encuentra literatura
que soporte este planteamiento.
En la detección de la simetría facial, la presenta investigación resulta importante en el
ámbito de estudio de la simetría facial y sus consecuencias en el juicio de atractivo de las
personas, ya que aporta a un área en el que el conocimiento es nulo. Lo anterior se debe a que no
existe literatura en relación a los valores necesarios para la detección de variaciones entre dos
rostros que son presentados simultáneamente. Siguiendo esta línea de discusión, los estudios
realizados por investigadores como Zambrano et. al. (2016) se fundamentan en una clasificación
de categorías nominales como “simetría baja, simetría media, simetría alta”, sin dar una
estimación numérica. Por lo cual, este proyecto abre el campo para ahondar en los valores bajo
los cuales se empieza a detectar cambios en ciertos parámetros de una cara, en determinada
dirección de la desviación.
Frente a la metodología usada en este estudio, los estímulos dan soporte a los empleados
en investigaciones anteriores, donde se presentan dos rostros conjuntamente. Sin embargo, los
20
resultados encontrados aquí son diferentes a los observados por otros investigadores, lo cual
puede atribuirse a la cantidad de rasgos escogidos, pues la presente se basa en cuatro facciones
principales mientras que otros estudios manejan más rasgos, como el de Hume y Montgomerie
(2001), donde adicional a la boca, la nariz, los ojos, también examinan cara, mejillas y
mandíbula.
Esta investigación en la aplicación de la prueba tuvo una duración aproximada de 35
minutos donde se mostró una secuencia de 120 imágenes, lo cual puede generar algún tipo de
influencia sobre los resultados. No obstante, la literatura no es clara en relación a la duración
adecuada de un experimento de esta modalidad.
Conclusión
El estudio llevado a cabo en esta investigación muestra dos procesos importantes para la
detección de la simetría facial. El primero de estos es la evaluación, donde se establece e indica la
importancia de un determinado rasgo. El segundo proceso es la discriminación, el cual hace
referencia al momento en que las personas señalan diferencias entre un rostro y otro. De esta
manera, se pudo establecer que los rasgos más importantes para detectar la asimetría fluctuante
son la nariz y la boca, pues estos generan valores consistentes y significativos.
Del mismo modo, se logró exponer valores mínimos necesarios donde las personas
empiezan a detectar cambios entre dos rostros, uno simétrico y el otro asimétrico. Dichos valores
aparecen según el sexo de la cara que se esté observando (femenino, masculino), así como según
el rasgo del rostro (boca, nariz, ojos, cejas) y la dirección de la modificación (izquierda, derecha).
A pesar del alcance que tuvo este estudio al poder asignar valores numéricos a la
detección de la asimetría, presento algunas limitaciones. Dentro de dichos obstáculos, se destaca
principalmente la aplicación de la prueba en tanto su duración. El tiempo que debían permanecer
los participantes frente al computador observando las imágenes, fue percibido como muy largo.
Adicional, y en consecuencia la búsqueda de participantes fue complicada, debido a que se
abstenían de participar porque consideraban que era un lapso de tiempo muy prolongado.
Adicionalmente, se encontró la manifestación por parte de las personas que al ser una prueba de
35 minutos, al final empezaban a percibir todos los estímulos como iguales.
Una segunda limitación se relaciona con la búsqueda de sujetos, pues al no querer
participar, fue necesario acudir a un reclutamiento que incluyera principalmente personas de
redes semejantes, generando así menos heterogeneidad.
21
Teniendo en cuenta dichas limitaciones, se sugiere para futuras investigaciones realizar un
estudio donde la duración sea de un tiempo más corto, para evitar los posibles sesgos que se
puedan generar, así como la frustración de la gente por percibir los estímulos como iguales.
Asimismo, se sugiere investigar acerca de otros rasgos que puedan aportar a la evaluación y
discriminación de la simetría facial, como los usados en Hume y Montgomerie (2001).
22
Referencias
Briones, C., & Guiñez, R. (2008). Una revisión de la asimetría bilateral en bivalvos. Revista de
Biología Marina y Oceonografía, 43(1), 1-6.
Cárdenas, R. A., & Harris, L. J. (2006). Symmetrical decorations enhance the attractiveness of faces and abstract designs. Evolution and Human Behaviour, 27, 1-18. doi:10.1016/j.evolhumbevah.2005.05.002 Cowley, G. (1996). The Biology of Beauty. Newsweek 127 (23), 60-66. Recuperado de: https://issuu.com/geoffreycowley/docs/1996_biology_of_beauty Cuervo, J. J. (2000). El estudio de la asimetría fluctuante. Temas actuals en etología. Etologuía, 18, 27-60. Dion, K., Berscheid, E., & Walster, E. (1972). What is beautiful is good. Journal of Personality and Social Psychology 24(3), 285-290. Fink, B., & Penton-Voak, I. (2002). Evolutionary Psychology of Facial Attractiveness. Current Directions in Psychological Sciences 11(5), 154-158. Gerger, G., Leder, H., Tinio, P. P. L., & Schact, A. (2011). Faces versus patterns: exploring aesthetic reactions using facial EMG. Psychology of Aesthetics, Creativity, and the Arts 5(3), 241-250. doi:10.1037/a0024154 Hume, D. K., & Montgomerie, R. (2001). Facial attractiveness signals different aspects of “quality” in women and men. Evolution and Human Behaviour, 22, 93-112. ISAPS (2011). ISAPS International Survey on Aesthetic/Cosmetic. Procedures performed in 2010. Recuperado de:
https://www.isaps.org/Media/Default/global-statistics/ISAPS-Results-Procedures-2010.pdf
ISAPS (2016). ISAPS International Survey on Aesthetic/Cosmetic. Procedures performed in 2015. Recuperado de: http://www.isaps.org/Media/Default/global statistics/2016%20ISAPS%20Results.pdf Jones, B.C., Little, A.C., Penton-Voak, I.S., Tiddeman, B.P., Burt, D.M., & Perrett, D.I. (2001). Facial symmetry and judgements of apparent health support for a “good genes” explanation of the attractiveness-symmetry relationship. Evolution and Human Behavior, 22, 417-429. Kantowitz, B. H., Roediger III, H. L., & Elmes, D.G. (2011). Psicofísica. En C. I. Licona (Ed.), Psicología experimental. (pp. 153-179). México D.F: Cengage Learning.
23
Little, A.C. & Jones, B. C. (2003). Evidence against perceptual bias view for symmetry preferences in human faces. Proceedigs of the Royal Society of London B: Biological Sciences, 270, 1759-1763. Little, A.C. & Jones, B. C. (2006). Attraction independent of detection suggests special mechanisms for symmetry preferences in human face perception. Proceedings of the Royal Society B, 273, 3093-3099. doi:10.1098/rspb.2006.3679 Little, A. C., Jones. B. C., & DeBruine. L. M. (2011). Facial attractiveness: evolutionary based research. Philosophical Transactions of the Royal Society B, 366, 1638-1659. doi:101098/rstb.2010.0404 Ma, D. S., Correll, J., & Wittenbrick, B. (2015). The Chicago face database: A free stimulus set of faces and norming data. Behavior Research, 47, 1122-1135. doi:10.3758/s13428-014- 0532-5 Real Academia Española (s.f.) Diccionario de la lengua española. Edición del Tricentenario
Recuperado de: http://dle.rae.es/?id=4JBleOV Rhodes, G., Proffitt, F., Grady, J.M., & Sumich, A. (1998). Facial symmetry and the perception of beauty. Psychonomic Bulletin & Review, 5(4), 659-669. Rhodes, G., Peters, M., Lee, K., Morrone, M.C., & Burr, D. (2005). Higher-level mechanisms detect facial symmetry. Proceedings of the Royal Society B, 272, 1379-1384. doi:10.1098/rspb.2005.3093 Scheib, J. E., Gangestad, S.W., & Thornhill, R. (1999). Facial attractiveness, symmetry and cues of good genes. Proceedings of the Royal Society of London B, 266, 1913-1917. Schein, S. S., & Langlois, J. H. (2015). Unattractive infant faces elicit negative affect from adults. Infant Behaviour and Development, 38, 130-134. doi:10.1016/j.infbeh.2014.12.009 Sutherland, C. (2015). A basic guide to Psychomorph. University of York. Swaddle, J. P., Witter, M. S., & Cuthill, I. C. (1994). The analysis of fluctuating assymetry. Animal Behaviour, 48, 986-989. Thorndike, E. L. (1920). A constant error in psychological ratings. Journal of Applied Psychology, 4, 25-29. Wade, T. J. (2010). The relationship between Symetry and Attractiveness and Mating Relevant Decisions and Behaviour: A Review. Symmetry, 2, 1081-1098. doi:10.3390/sym2021081. Wagemans, J. (1997). Characteristics and models of human symmetry detection. Trends in Cognitive Science 1(9), 346-352.
24
Zambrano, D., Agudelo, J. D., Javela, L. G., & Cruz, J. E. (2016). Efectos de una simetría facial alta, media y baja en un condicionamiento clásico de actitudes hacia logos. Revista Diversitas: Perspectivas en Psicología 12(1), 37-53. Zebrowitz, L. A. (1997). The advantages of attractiveness. En L. A. Zebrowitz (Ed), Reading faces window to the soul?. (pp. 140-159). Colorado: Westview Press. Zebrowitz, L. A. (1997a). Analyzing Attractiveness. En L. A. Zebrowitz (Ed), Reading faces window to the soul?. (pp. 116-139). Colorado: Westview Press.
25
Anexos
Consentimiento Informado
Universidad de los Andes Departamento de Psicología
Umbrales perceptuales de la simetría facial
La presente investigación tiene como objetivo determinar los umbrales perceptuales de la simetría facial. Su colaboración voluntaria en este estudio consiste en observar por aproximadamente 25 minutos, una serie de imágenes con dos rostros de un hombre o una mujer y responder que tan similares son las caras en una escala de 0 a 10. Por otra parte, este trabajo resulta importante debido a que aportará al conocimiento acerca de cuáles son los umbrales de detección de simetría para discriminar entre un rostro simétrico y uno asimétrico percibir que una cara es asimétrica. Asimismo, se podrá saber cuál es el valor mínimo necesario para percibir que una cara es asimétrica y conocer cuales rasgos faciales son más sensibles de detectar. Vale mencionar que no se espera que haya riesgos psicológicos para usted con la participación en esta estudio, no obstante, su participación es voluntaria y se puede retirar en el momento que desee sin que esto genere algún tipo de consecuencia para usted. De igual forma, es importante que sepa que su identidad será protegida en todo momento, por lo cual no se reportara ningún tipo de información que usted haya brindado. De esta manera, se mantendrá el anonimato y el uso de la información provista será únicamente con fines académicos. Finalmente, al momento de finalizar el estudio usted puede obtener los resultados obtenidos en esta investigación, si así lo desea, al contactar al investigador en los números de contacto. Si tiene alguna pregunta o duda sobre el proceso o su rol en la evaluación se puede comunicar con: Diana Lorena Caviedes Giraldo (+57) 3158527397 o Julio Eduardo Cruz (Docente y Director del proceso de evaluación) (+571) 339 4949. Cabe mencionar que este estudio fue revisado por el Comité de Ética del departamento de psicología lo cual le da la aprobación acerca de los riesgos y beneficios existentes. Sin embargo, si usted tiene alguna duda o queja relacionada con el estudio puede contactar a dicho comité al correo [email protected] y/o al número 332 43 65.
Después de resolver todas las dudas originadas respecto al estudio, usted acepta que entendió su rol en la investigación y que está de acuerdo en participar
____________________ ______________________ __________________
Firma del participante Firma del investigador Firma del testigo