Falla cardiaca derecha

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Cartas al Editor Rev Esp Cardiol. 2010;63(8):997-1003 1001 Respuesta Sra. Editora: En respuesta a la carta de Barrios et al sobre nuestro artículo publicado en REVISTA ESPAÑOLA DE CARDIOLOGÍA 1 , queríamos hacer unas aprecia- ciones. El filtrado glomerular (FG) es una variable con- tinua, pero no compartimos que el criterio de 60 ml/ min/1,73 m 2 sea arbitrario. Este valor se escogió con base en criterios de morbimortalidad cuando la ini- ciativa K/DOQI americana elaboró la clasificación de enfermedad renal crónica, posteriormente acep- tada internacionalmente. Coincidimos en las limitaciones de la determina- ción de la creatinina, y consecuentemente de la esti- mación del FG (FGe) mediante fórmulas derivadas de ella, así como que se confirme en dos determina- ciones, con un intervalo de al menos 3 meses, para concluir que un paciente tiene insuficiencia renal crónica (IRC). Sin embargo, es la manera más sen- cilla de estimar el FG, como así lo reconocen tanto las sociedades nefrológicas como otras sociedades científicas, como la AHA. Barrios et al citan un estudio transversal suyo del cual infieren que se utilice la creatinina si ésta está elevada y sólo el FGe si ésta está dentro del inter- valo de referencia para detectar insuficiencia renal oculta. Creemos que es una simplificación excesiva: se ha demostrado que el riesgo de morbimortalidad au- menta a medida que disminuye el FG, y la preva- lencia y la gravedad de la hipertensión aumentan paralelamente a la disminución del FGe. La clasificación de la enfermedad renal crónica en estadios permite al médico conocer en cada mo- mento qué conducta seguir. La IRC se asocia a unas complicaciones (anemia, alteraciones del me- tabolismo osteomineral, etc.) que se debe evaluar y tratar. La farmacocinética está alterada en la IRC. En el estudio MULTIRISC, hemos observado que el uso de fármacos contraindicados o inadecuados (p. ej., metformina, antialdosterónicos, etc.) en pacientes con FGe < 30 ml/min/1,73 m 2 no es despreciable. Ello es atribuible en parte a que los profesionales sanitarios no reconocen el estadio. Finalmente, una remisión temprana al nefrólogo se asocia con una mejor supervivencia. Por todo ello, creemos que debe medirse el FGe en todos los pacientes, no solamente para su cataloga- ción como pacientes con alto riesgo cardiovascular, sino para clasificarlos adecuadamente, retrasar la progresión de la enfermedad, tratar las complica- ciones derivadas de la IRC, evitar la iatrogenia y, en su caso, remitir al paciente al nefrólogo. Aleix Cases-Amenós a , José R. González-Juanatey b , Pedro Conthe-García c , Arantxa Matalí-Gilarranz d y Cristina Garrido-Costa e a Servicio de Nefrología. Hospital Clínic. Universitad de Barcelona. Barcelona. España. b Servicio de Cardiología. Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela. Santiago de Compostela. A Coruña. España. c Servicio de Medicina Interna. Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Madrid. España. d Laboratorios Almirall, S.A. Barcelona. España. e ADKNOMA. Barcelona. España. BIBLIOGRAFÍA 1. Cases Amenós A, González-Juanatey JR, Conthe Gutiérrez P, Matalí Gilarranz A, Garrido Costa C. Prevalencia de insuficiencia renal crónica en pacientes de alto riesgo o con enfermedad cardiovascular. Rev Esp Cardiol. 2010;63:225-8. Antagonistas de la aldosterona: ¿de la cirrosis a la insuficiencia cardiaca? Sra. Editora: Hemos leído con interés el artículo publicado re- cientemente en su revista por Skhiri et al 1 con el tí- tulo: «Tratamiento basado en la evidencia de la insuficiencia cardiaca derecha: una revisión siste- mática de un campo empírico». Los autores rea- lizan una amplia y exhaustiva revisión de los dis- tintos tratamientos farmacológicos que han demos- trado beneficio clínico en el abordaje de la insufi- ciencia cardiaca derecha (ICD). Sin embargo, en el artículo no se aborda el papel que pueden tener los fármacos antialdosterónicos en el manejo clínico de los pacientes con ICD. Por otra parte, las eviden- cias científicas de la utilización de antialdosteró- nicos en ICD son escasas. Éste puede ser uno de los motivos por el cual Skhiri et al 1 no hayan incluido este grupo terapéutico en su revisión. Los enfermos con ICD pueden expresar semiológi- camente elevación de la presión venosa yugular, as- citis y edemas en extremidades inferiores. Esta con- gestión de la ICD puede recordar en parte, desde el punto de vista clínico, a la congestión de la hepato- patía crónica con ascitis. En este sentido, existen as- pectos etiopatogénicos comunes entre la ICD y la ci- rrosis hepática (CH) 2 . Ambas situaciones clínicas se acompañan de una disminución del volumen arterial circulante debido a bajo gasto cardiaco en el caso de la insuficiencia cardiaca y una disminución de las re- sistencias periféricas en el caso de la CH 2 . La activa- ción del eje renina-angiotensina-aldosterona tanto en la insuficiencia cardiaca como en la CH produce va- soconstricción de las arterias renales, retención de agua y sodio e incremento de la congestión venosa.

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Cartas al Editor

Rev Esp Cardiol. 2010;63(8):997-1003 1001

Respuesta

Sra. Editora:

En respuesta a la carta de Barrios et al sobre nuestro artículo publicado en REVISTA ESPAÑOLA DE CARDIOLOGÍA1, queríamos hacer unas aprecia-ciones.

El filtrado glomerular (FG) es una variable con-tinua, pero no compartimos que el criterio de 60 ml/min/1,73 m2 sea arbitrario. Este valor se escogió con base en criterios de morbimortalidad cuando la ini-ciativa K/DOQI americana elaboró la clasificación de enfermedad renal crónica, posteriormente acep-tada internacionalmente.

Coincidimos en las limitaciones de la determina-ción de la creatinina, y consecuentemente de la esti-mación del FG (FGe) mediante fórmulas derivadas de ella, así como que se confirme en dos determina-ciones, con un intervalo de al menos 3 meses, para concluir que un paciente tiene insuficiencia renal crónica (IRC). Sin embargo, es la manera más sen-cilla de estimar el FG, como así lo reconocen tanto las sociedades nefrológicas como otras sociedades científicas, como la AHA.

Barrios et al citan un estudio transversal suyo del cual infieren que se utilice la creatinina si ésta está elevada y sólo el FGe si ésta está dentro del inter-valo de referencia para detectar insuficiencia renal oculta.

Creemos que es una simplificación excesiva: se ha demostrado que el riesgo de morbimortalidad au-menta a medida que disminuye el FG, y la preva-lencia y la gravedad de la hipertensión aumentan paralelamente a la disminución del FGe.

La clasificación de la enfermedad renal crónica en estadios permite al médico conocer en cada mo-mento qué conducta seguir. La IRC se asocia a unas complicaciones (anemia, alteraciones del me-tabolismo osteomineral, etc.) que se debe evaluar y tratar.

La farmacocinética está alterada en la IRC. En el estudio MULTIRISC, hemos observado que el uso de fármacos contraindicados o inadecuados (p. ej., metformina, antialdosterónicos, etc.) en pacientes con FGe < 30 ml/min/1,73 m2 no es despreciable. Ello es atribuible en parte a que los profesionales sanitarios no reconocen el estadio. Finalmente, una remisión temprana al nefrólogo se asocia con una mejor supervivencia.

Por todo ello, creemos que debe medirse el FGe en todos los pacientes, no solamente para su cataloga-ción como pacientes con alto riesgo cardiovascular, sino para clasificarlos adecuadamente, retrasar la progresión de la enfermedad, tratar las complica-ciones derivadas de la IRC, evitar la iatrogenia y, en su caso, remitir al paciente al nefrólogo.

Aleix Cases-Amenósa, José R. González-Juanateyb, Pedro Conthe-Garcíac, Arantxa Matalí-Gilarranzd

y Cristina Garrido-Costae

aServicio de Nefrología. Hospital Clínic. Universitad de Barcelona. Barcelona. España.

bServicio de Cardiología. Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela. Santiago de Compostela. A Coruña. España.

cServicio de Medicina Interna. Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Madrid. España.

dLaboratorios Almirall, S.A. Barcelona. España.eADKNOMA. Barcelona. España.

BIBLIOGRAFÍA

1. Cases Amenós A, González-Juanatey JR, Conthe Gutiérrez P, Matalí Gilarranz A, Garrido Costa C. Prevalencia de insuficiencia renal crónica en pacientes de alto riesgo o con enfermedad cardiovascular. Rev Esp Cardiol. 2010;63:225-8.

Antagonistas de la aldosterona: ¿de la cirrosis a la insuficiencia cardiaca?

Sra. Editora:

Hemos leído con interés el artículo publicado re-cientemente en su revista por Skhiri et al1 con el tí-tulo: «Tratamiento basado en la evidencia de la insuficiencia cardiaca derecha: una revisión siste-mática de un campo empírico». Los autores rea-lizan una amplia y exhaustiva revisión de los dis-tintos tratamientos farmacológicos que han demos-trado beneficio clínico en el abordaje de la insufi-ciencia cardiaca derecha (ICD). Sin embargo, en el artículo no se aborda el papel que pueden tener los fármacos antialdosterónicos en el manejo clínico de los pacientes con ICD. Por otra parte, las eviden-cias científicas de la utilización de antialdosteró-nicos en ICD son escasas. Éste puede ser uno de los motivos por el cual Skhiri et al1 no hayan incluido este grupo terapéutico en su revisión.

Los enfermos con ICD pueden expresar semiológi-camente elevación de la presión venosa yugular, as-citis y edemas en extremidades inferiores. Esta con-gestión de la ICD puede recordar en parte, desde el punto de vista clínico, a la congestión de la hepato-patía crónica con ascitis. En este sentido, existen as-pectos etiopatogénicos comunes entre la ICD y la ci-rrosis hepática (CH)2. Ambas situaciones clínicas se acompañan de una disminución del volumen arterial circulante debido a bajo gasto cardiaco en el caso de la insuficiencia cardiaca y una disminución de las re-sistencias periféricas en el caso de la CH2. La activa-ción del eje renina-angiotensina-aldosterona tanto en la insuficiencia cardiaca como en la CH produce va-soconstricción de las arterias renales, retención de agua y sodio e incremento de la congestión venosa.

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Cartas al Editor

En este subgrupo de pacientes con ICD y ascitis el tratamiento farmacológico está poco evaluado en los ensayos clínicos. En los pacientes con ICD el empleo de fármacos que han demostrado amplio beneficio en insuficiencia cardiaca con disfunción sistólica de ventrículo izquierdo puede ser difícil de tolerar clíni-camente. Muchos enfermos con ICD presentan de-pleción de volumen intravascular y riesgo de hipo-tensión arterial, lo que limita el empleo de fármacos como los bloqueadores beta o los inhibidores de la enzima de conversión de angiotensina (IECA). Por otro lado, en ICD es frecuente encontrar, al igual que ocurre en la CH, cierto grado de resistencia a diuréticos de asa por hiperaldosteronismo secun-dario2. En este subgrupo de pacientes con ICD y se-miología de ascitis, el tratamiento con inhibidores de la aldosterona, como la espironolactona, puede ser útil para controlar la sobrecarga de volumen al igual que ocurre en la CH. El principal factor limitante del empleo de antialdosterónicos a dosis elevadas en in-suficiencia cardiaca es el riesgo de hiperpotasemia y de insuficiencia renal que puede verse exacerbado con el empleo concomitante de otros bloqueadores del eje renina-angiotensina-aldosterona2. En esta forma de ICD los fármacos antialdosterónicos utili-zados de forma aislada o en combinación con diuré-ticos de asa podrían ser eficaces para mantener la eu-volemia sin un incremento importante de la hiperpotasemia2. Sin embargo, somos conscientes que esta aproximación práctica del tratamiento far-macológico de la cirrosis llevado a la insuficiencia cardiaca, aunque puede ser razonable desde el punto de vista etiopatogénico, debería confirmar sus bene-ficios clínicos mediante ensayos clínicos controlados y aleatorizados en este perfil de pacientes.

Manuel Méndez Bailón, Nuria Muñoz-Rivas, Pablo Ryan Murúa y Jesús Troya García

Servicio de Medicina Interna. Hospital Infanta Leonor. Madrid. España.

BIBLIOGRAFÍA

1. Skhiri M, Hunt SA, Denault AY, Haddad F. Tratamiento basado en la evidencia de la insuficiencia cardiaca derecha: una revisión sistemática de un campo empírico. Rev Esp Cardiol. 2010;63:451-71.

2. Bansal S, Lindenfeld J, Schrier RW. Sodium retention in heart failure and cirrhosis: potential role of natriuretic doses of mineralocorticoid antagonist? Circ Heart Fail. 2009;2:370-6.

Respuesta

Sra. Editora:

Queremos agradecer al Dr. Méndez Bailón et al sus comentarios. En los pacientes con insuficiencia cardiaca y disfunción sistólica ventricular izquierda

(DSVI), se ha demostrado que el empleo de anta-gonistas de la aldosterona (AA) mejora la supervi-vencia. Se cree que los efectos de los AA se pro-ducen a través de una modulación neurohormonal, y no fundamentalmente a través de la homeostasis del volumen. Los AA mejoran también el remode-lado cardiaco, al reducir el tamaño ventricular y mejorar su función1. A diferencia de lo que ocurre con sus efectos demostrados en la DSVI, los efectos de los AA en pacientes con insuficiencia cardiaca izquierda y una fracción de eyección ven-tricular preservada2 o en pacientes con insufi-ciencia cardiaca derecha no han sido estudiados de forma amplia3.

Los datos experimentales indican que los AA pueden mejorar la función endotelial y la libera-ción de óxido nítrico4. En la actualidad se está realizando un estudio piloto en Colorado (Estados Unidos) para investigar el papel del hi-peraldosteronismo secundario en los pacientes con insuficiencia ventricular derecha e hiperten-sión arterial pulmonar (Grupo 1 de la Organi-zación Mundial de la Salud)5.

Una de las variables de valoración principales será la determinación de los efectos de la espiro-nolactona en las concentraciones de péptido na-triurético cerebral y en los parámetros hemodiná-micos a los 6 meses. Es de esperar que este estudio aporte una cierta perspectiva sobre el papel de los AA en la insuficiencia cardiaca de-recha.

En los pacientes con transposición de los grandes vasos y ventrículos derechos sistémicos, puede observarse también una elevación de la aldosterona6. De manera más general, en las car-diopatías congénitas se ha demostrado que las concentraciones de aldosterona están elevadas en los pacientes con una disfunción ventricular izquierda asintomática e independientemente del tipo de malformación de que se trate7.

Al menos dos estudios están investigando el efecto de eplerenona o espironolactona en pa-cientes con un ventrículo derecho sistémico (iden-tificador de ClinicalTrials.gov: NCT00703352, España) o con cardiopatías congénitas (identifi-cador de ClinicalTrials.gov: NCT01069510, Estados Unidos).

Estos estudios nos ayudarán a establecer si los AA mejoran las tasas de supervivencia o de hospi-talización en los pacientes con insuficiencia car-diaca derecha.

En este momento parece razonable un enfoque pragmático mediante la adición de AA a los diuré-ticos de asa en pacientes con insuficiencia cardiaca derecha y sobrecarga de volumen refractaria. Por ahora no sabemos si esto se traducirá o no en que mejoren los síntomas o el pronóstico. Debemos re-

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Cartas al Editor

Rev Esp Cardiol. 2010;63(8):997-1003 1003

3. Bogaard HJ, Abe K, Vonk NA, Voelkel NF. The right ventricle under pressure: cellular and molecular mechanisms of right-heart failure in pulmonary hypertension. Chest. 2009;135:794-804.

4. Fels J, Oberleithner H, Kusche-Vihrog K. Menage a trois: Aldosterone, sodium and nitric oxide in vascular endothelium. Biochim Biophys Acta. 2010 17 Mar [E-pub ahead of print].

5. Bansal S, Badesch D, Bull T, Schrier RW. Role of vasopressin and aldosterone in pulmonary arterial hypertension: A pilot study. Contemp Clin Trials. 2009;30:392-9.

6. Szymanski P, Klisiewicz A, Lubiszewska B, Lipczynska M, Kowalski M, Janas J, et al. Gender differences in angiotensin II and aldosterone secretion in patients with pressure overloaded systemic right ventricles are similar to those observed in systemic arterial hypertension. Int J Cardiol 2009 November 5 [E-pub ahead of print].

7. Bolger AP, Sharma R, Li W, Leenarts M, Kalra PR, Kemp M, et al. Neurohormonal activation and the chronic heart failure syndrome in adults with congenital heart disease. Circulation. 2002;106:92-9.

conocer que, incluso en el año 2010, el de la insufi-ciencia cardiaca derecha continúa siendo un campo empírico.

Mehdi Skhiria, André Y. Denaultb y François Haddada

aDivisión de Medicina Cardiovascular. Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford. Palo Alto. California. Estados Unidos.

bDepartamento de Anestesiología. Montreal Heart Institute y Universidad de Montreal. Montreal. Quebec. Canadá.

BIBLIOGRAFÍA

1. Shafiq MM, Miller AB. Blocking aldosterone in heart failure. Ther Adv Cardiovasc Dis 2009;3:379-85.

2. Daniel KR, Wells G, Stewart K, Moore B, Kitzman DW. Effect of aldosterone antagonism on exercise tolerance, Doppler diastolic function, and quality of life in older women with diastolic heart failure. Congest Heart Fail. 2009;15:68-74.

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