Final Foucault

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Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Filosofía Catedra de Foucault Profesor: Cristina Conforti Trabajo Final de cátedra Presentado por: Juan Vodniza 26 de Mayo de 2015 De por qué del cambio en la modalidad de ejecución de la pena desde finales del siglo XVIII hasta hoy. Cómo hemos visto, Foucault comienza el primero de sus textos en Vigilar y Castigar, el Suplicio, con un capitulo llamado El cuerpo de los condenados. Tal como nos lo dice el propio Foucault, su labor en ese texto será exponer cuatro puntos clave, a saber: en primer lugar, considerar en su estudio al castigo como una función social compleja 1 ; en segundo lugar, estudiar estos métodos punitivos como técnicas en los procedimientos del poder; en tercer lugar, situar una base común entre el desarrollo del derecho penal y las ciencias sociales y establecer si no dependen ambas de un proceso ‘epistemologico-juridico’; en cuarto lugar, para ver si la entrada en escena del alma y la entrada de un cierto saber científico al ámbito judicial serán los efectos de un cierto tipo de evolución en la visión del cuerpo como sujeto de relaciones de poder 2 , más al comienzo de su escrito, el francés hace recuento de cómo eran 1 Basándose este estudio en ver los efectos positivos que pueden inducir los mecanismos punitivos. 2 Foucault, 30

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genealogia de la pena moderna

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Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Filosofa Catedra de FoucaultProfesor: Cristina ConfortiTrabajo Final de ctedraPresentado por: Juan Vodniza 26 de Mayo de 2015

De por qu del cambio en la modalidad de ejecucin de la pena desde finales del siglo XVIII hasta hoy.

Cmo hemos visto, Foucault comienza el primero de sus textos en Vigilar y Castigar, el Suplicio, con un capitulo llamado El cuerpo de los condenados. Tal como nos lo dice el propio Foucault, su labor en ese texto ser exponer cuatro puntos clave, a saber: en primer lugar, considerar en su estudio al castigo como una funcin social compleja[footnoteRef:1]; en segundo lugar, estudiar estos mtodos punitivos como tcnicas en los procedimientos del poder; en tercer lugar, situar una base comn entre el desarrollo del derecho penal y las ciencias sociales y establecer si no dependen ambas de un proceso epistemologico-juridico; en cuarto lugar, para ver si la entrada en escena del alma y la entrada de un cierto saber cientfico al mbito judicial sern los efectos de un cierto tipo de evolucin en la visin del cuerpo como sujeto de relaciones de poder[footnoteRef:2], ms al comienzo de su escrito, el francs hace recuento de cmo eran ejercidas las penas, analizadas desde la figura de la ejecucin pblica de Damiens El regicida. [1: Basndose este estudio en ver los efectos positivos que pueden inducir los mecanismos punitivos.] [2: Foucault, 30]

En este relato, Foucault nos muestra a Damiens, el cual fue acusado de parricidio por haber intentado matar al rey y finalmente fue condenado al suplicio pblico, exponindole al espectador que se atreviera, a mirar una de las peores y ms crueles ejecuciones pblicas de las que se tenga registro. Acto seguido, Foucault nos muestra que tres cuartos de siglo despus hay noticia de un reglamento completamente articulado, el cual consta de artculos que tratan acerca de la ocupacin del tiempo y el horario de jvenes delincuentes, los cuales se encuentran confinados en un centro penal; el bosquejo de la prisin moderna.

Este fenmeno de la transformacin del acto punitivo es interesante. El filsofo francs nos muestra dos posibles procesos que hicieron posible la transformacin del suplicio como acto punitivo, hacia la prisin moderna: la desaparicin de la ejecucin de las sentencias, especialmente de las capitales, frente al pblico, y un cierto tipo abandono del cuerpo como objeto del suplicio que conlleva la pena, y con esto el abandono de la tortura y la violencia contra el acusado.

Ahora bien, este texto estar orientado, no hacia los cuatro puntos que apunta Foucault, como lo que l quiere tratar en este captulo del Suplicio, sino hacia el problema que genera Foucault al principio del texto, el cual parece un problema digno de ser pensado: Por qu se dio esta transformacin en la pena? Qu fue lo que hizo que se alejara al pblico del teatro en que se haban convertido las ejecuciones, y qu ocasiono que se cambiara el objetivo de la ejecucin, el cual era el cuerpo? En suma Qu hizo que se atenuara el estado del suplicio para los acusados? Para resolver estas cuestiones, es necesario desglosar y mirar el desarrollo de los dos procesos que resalta Foucault en su texto.

Lo primero a tratar ser el cambio de objeto de suplicio en la aplicacin de una norma. No pareciera ser este un asunto de mayor importancia, ms Foucault nota que por este fenmeno, en unas pocas dcadas ha desaparecido el cuerpo que fue otrora vctima de suplicio: el cuerpo(), descuartizado, amputado, marcado simblicamente en el rostro o en el hombro, expuesto vivo o muerto ofrecido en espectculo.[footnoteRef:3] Esto implica que, en un espacio de tiempo no tan largo, el cuerpo fue reemplazado como el objeto de la mayor parte de la represin penal. Esto genera una transformacin importante en la pena y esto es el cambio de sujeto al que esta apunta: ya no se apunta a castigar el cuerpo del acusado, sino el alma del individuo. [3: Foucault, 16.]

Foucault se da cuenta de este cambio de enfoque por una razn; los jueces ya no se dedican a juzgar. El problema que ve aqu la justicia es que esta genera en s misma un cierto tipo de vergenza al aplicar el castigo a un individuo. Esto viene de la idea de que al castigar el cuerpo, tal como en el relato de Damiens, la justicia, encarnada en sus ejecutores, esto es; jueces, jurado y verdugo, se pone al mismo nivel de salvajismo que aquel que intent cometer o cometi el crimen, incluso a veces con unos toques ms de salvajismo. Esto generaba una contradiccin, puesto que se expona al pblico general a esta violencia, violencia que las instituciones normativas penales estaban evitando. Ahora bien, como aquellos que encarnan a la justicia no quieren rebajarse, por as decir, al nivel de los delincuentes, estos dejan de lado lo que se consideraba que era juzgar, lo cual era casi un sinnimo de castigar, y se orientaron ms bien hacia el mbito de corregir, reformar, curar.[footnoteRef:4] Esto implica que la imposicin de la pena ya no ser meramente competencia del juez y del jurado, sino que, al ser el fin de la pena no castigar sino curar, se adicionarn a los criterios judiciales un cierto tipo de criterios cientficos: el del mdico, el del psiquiatra, el del trabajador social. Estos ayudarn al juez y al jurado a tomar su decisin final con respecto al acusado. De esto podemos inferir que se dio un cierto tipo de humanizacin en la pena. [4: Foucault, 17]

Aunque pareciera que se quiere eliminar el suplicio de la ejecucin de la pena, siempre habr un cierto sentido de suplicio en ella. Esto se debe a que, aunque ya no se realicen torturas, la pena est quitando algo constitutivo del hombre: sus derechos[footnoteRef:5]. Se coge al cuerpo y se lo encierra, quitndole as su libertad, hacindolo trabajar, hacindolo hacer ejercicio, en fin, regulndolo en toda manera posible. El cuerpo queda en un espacio entre obligaciones y prohibiciones.[footnoteRef:6] Si ha de tocarse el cuerpo, esto es en caso de pena capital, ser de lejos, limpiamente y tendiendo hacia un objetivo ms elevado; lo que Foucault llama la utopa del pudor judicial[footnoteRef:7], quitar la vida sin causar ningn tipo de dao al reo. [5: Puesto que la transicin hacia este tipo de humanizacin de la pena se dio entre los siglos XVIII y XIX, en los cuales ya haba una nocin de estado, de ciudadano y de este ltimo como poseedor de derechos y deberes.] [6: Foucault, 18] [7: Ibid. 19. ]

Esto ltimo, aunque no lo parezca, genera un problema. Este problema radica ms que todo en la opinin pblica, puesto que los inocentes pueden acusar, y con toda la razn, que un pobre sufrira ms siendo inocente, que un reo en prisin. Es entonces aqu donde se encuentra el matiz de suplicio contra el cuerpo en la prisin moderna y en la ejecucin de una pena: es imposible evitar que en la prisin haya maltrato contra los presos, o maltrato entre los presos mismos. Tambin es posible encontrar el maltrato psicolgico; el aislamiento, la represin sexual, entre otros. Como se puede ver, la privacin que se hace no solo es de derechos, como formas abstractas, tal como la libertad, sino tambin que en el cuerpo siguen recayendo cierto tipo de manifestaciones punitivas, y es completamente visible para el pblico, puesto que se le tienen que dar garantas a este de que aquellos que llevan el mote de culpables no estn llevando una vida mejor que un hombre inocente.

Con respecto al segundo aspecto a tratar; esto es la ocultacin del teatro en el que se haban vuelto las ejecuciones de las penas, su causa se puede aducir fcilmente por algo que se expres ms arriba. El problema con esto se fundamenta en el alejamiento de la violencia que genera la ejecucin de la pena que el ente que imparte justicia quiere realizar con respecto al pblico, y esto es causado por que hay una percepcin de este espectculo contraria a lo que se esperara: al ser la ejecucin de la pena tan cruel, el acusado recibir cierto grado de compasin o de admiracin por parte del pblico que lo est viendo.

Este ocultamiento de la ejecucin de la pena va a traer tambin sus consecuencias, de las cuales se menciona una, tal vez la ms importante para Foucault: ya nadie ser consciente de lo que es la ejecucin de la pena, puesto que ya no se est habituado a verla regularmente, por lo tanto esta ejecucin queda en la abstraccin, dira Foucault: es la certidumbre de ser castigado, y no ya el teatro abominable, lo que debe apartar del crimen[footnoteRef:8]. [8: Ibid. 17]

Ahora bien, se ha visto cmo las penas se han ido humanizando a travs del tiempo y, tal como se ha expuesto, el destino de esta breve exposicin es dar razn de la transformacin de la pena, de una brutal y supliciante tortura pblica a una ejecucin privada y relativamente alejada del cuerpo. Es menester hacer un esfuerzo para contestar estas problemticas que envuelven este texto, que aunque no son estas la finalidad a tratar de Foucault, presentan un problema digno de pensarse. Intentar, por tanto, hacer lo contrario a lo que hace Foucault, que es proveer una genealoga del presente complejo cientfico-legal del cual el poder de castigar deriva sus bases, justificaciones y reglas para as entender cmo un modo especifico de sujecin que fue capaz de alumbrar al hombre como un objeto de conocimiento para un discurso con un estado cientfico[footnoteRef:9], y tratar ms bien de hacer una genealoga de la pena moderna, para as entender el porqu de la humanizacin y ocultamiento de la pena. Para este trabajo, no hay nadie mejor en quien basarse que en Csar Bonessana, marqus de Beccaria, o como es conocido en la obra de Foucault: Beccaria. [9: Smart, 68 (traduccin realizada por el autor del presente texto)]

El marqus Cesare de Beccaria fue un terico de la pena, el cual vivi en el siglo XVIII y claramente presenci los cambios sociales e institucionales que se dieron entre el siglo XVIII y el siglo XIX. En su Tratado de los delitos y las penas Beccaria nos expone, muy concretamente, esta transformacin del sistema punitivo; el cual se aplica al alma del reo, hace tambin la distincin entre acusado y reo[footnoteRef:10], y es l el que nos muestra estos dos aspectos que han sido consecuencias de un cambio mucho mayor en todos los mbitos a nivel mundial. [10: De la cual se identifica al acusado, como sujeto al que no se le ha probado su culpabilidad en un hecho delictivo y al reo, el cual ya es aquel que fue tildado de culpable en un juicio.]

Es importante hablar de Beccaria, puesto que Foucault no hubiera podido construir toda su gnesis de la pena moderna sin l. Dado que aceptamos que el filsofo francs ley el Tratado de Beccaria, podemos suponer tambin que Foucault encontr la razn de ser de esta transformacin de la pena, as no lo haya considerado importante para su ulterior investigacin. Pues bien, leyendo el texto de Beccaria, nos encontramos con que su concepcin del estado es muy hobbesiana, cree profundamente en el estado de naturaleza hobbesiano de que el hombre es un lobo para el hombre y que el estado se crea para prevenir un cierto tipo de conflicto o de guerra entre toda la poblacin, esto bajo la figura de un contrato, que finalmente genera en el Leviatn: aquella figura creada a partir de la entrega de un cierto tipo de libertad de cada uno, lo cual la hace soberana y le da derecho a castigar. Esto genera 3 consecuencias muy importantes en el mbito de las penas, pero la que voy a tocar aqu y la ms importante para los fines de este trabajo ser la tercera:

La tercera consecuencia es, que cuando se probase ser la atrocidad de las penas, si no inmediatamente opuesta al bien pblico, y al fin mismo de impedir los delitos, a lo menos intil; an en este caso sera ella no solo contraria a aquellas virtudes benficas, que son en efecto de una razn iluminada, y que prefiere mandar a hombres felices ms que a una tropa de esclavos, en la cual se haga una perpetua circulacin de temerosa crueldad pero tambin a la justicia y a la naturaleza del mismo contrato social.[footnoteRef:11] [11: Beccaria, 63.]

Este fragmento de Beccaria nos da en qu pensar. En primer lugar, est estableciendo que la atrocidad de la pena es opuesta al bien pblico, al fin mismo de impedir los delitos. Esto nos muestra que ya en la poca de Beccaria se haba producido un cambio monumental en la percepcin de la gente con respecto a al suplicio pblico. Tambin nos da fe del cambio en el fin de la imposicin de la pena, que ya en esa poca est bosquejado en el intento de evitar futuros crmenes del reo, en vez de la aplicacin directa del castigo que imponen las normas, aspirar por el encauce o mejoramiento de la actitud delictiva, en vez de supliciar para dar un cierto tipo de ejemplo.

En segundo y ltimo lugar, Beccaria nos da en este prrafo la razn y la respuesta a las preguntas planteadas en este trabajo, que si bien fue esta respuesta esbozada en la continuidad del mismo, nunca se habl de ella con certeza: la ilustracin. Llegamos aqu a la conclusin del problema que fue la gnesis de este trabajo: Por qu se dio en el mbito penal la transformacin de la pena, haciendo de esta un instrumento de poder un poco ms humanizado? Pues bien, el terico de la pena[footnoteRef:12] nos esboza la respuesta en este prrafo que se acab de citar: la razn iluminada, esto es, la razn ilustrada. [12: El Marqus de Beccaria.]

La ilustracin fue un fenmeno histrico que acaeci en el mundo a finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX. De esta podemos sacar conceptos tales como el de humanidad, dignidad, respeto y no solo esto, sino un cierto tipo de legislacin que ya no vea al hombre como un objeto, sino como un sujeto, y no solo esto, sino como un sujeto de derechos. Se podra tomar, para efectos de este trabajo, a la ilustracin, entonces como una poca en el cual el sentimiento de humanidad se impuso por sobre cualquier mbito social o eclesistico. Esto implica un desprendimiento de la antigua autoridad supersticiosa y el campo para pensar como un sujeto que vive en un presente y piensa en, y acerca de, este presente mismo.

La importancia de esta poca histrica radica, para fines de este trabajo, en que aqu se comienza a dar una proporcin entre delitos y penas, adems de la desarticulacin o un cierto tipo de tolerancia con penas que antes eran impensables, tales como el robo a los padres o la blasfemia. En esta poca se establece a cabalidad un fin para las penas:

El fin, pues, no es otro que impedir al reo causar nuevos daos a sus ciudadanos, y retraer los dems de la comisin de otros iguales. Luego debern ser escogidas aquellas penas y aquel mtodo de imponerlas, que guardada la proporcin hagan una impresin ms eficaz y ms durable sobre los nimos de los hombres, y la menos dolorosa sobre el cuerpo del reo.[footnoteRef:13] [13: Beccaria, 80]

En conclusin, hemos visto aqu la transformacin dada a la pena desde el suplicio pblico a la ejecucin pudorosa de la pena por parte de la justicia. Todo esto se dio debido a la que la ilustracin invadi hasta el ltimo mbito de la sociedad que viva en ese entonces, llevando su mensaje de humanizacin a todo mbito donde ella se encontraba, desde la poltica, hasta la vida cotidiana, pasando, claro est, por la legislacin y todos los pases imbuidos por esta nueva visin del hombre y de su conocimiento. La ilustracin ser entonces la gnesis de la transformacin del sistema penal en Europa en los siglos XVIII y XIX, la cual se propag a nivel mundial, llegando incluso aqu a Amrica. Esta dio un giro a la concepcin que se tena de justicia y de pena.

Quisiera terminar este trabajo con las siguientes cuestiones, que es imposible no hacerse: Luego de que se ha visto y sentido esta humanizacin del derecho penal, del derecho de castigar; luego de que se cambiara de objetivo con respecto a la ejecucin de la pena, luego del intento de resocializar a los criminales, de aadir al acto de la justicia a todos estos tcnicos y cientficos para ayudar a objetivar el alma del reo, comprender su pasado para entender hacia dnde va; en ultimas, luego de que la ilustracin colore lo que era la forma de normas penales, realmente ha habido, luego de caer actualmente en lo que me parece un indiferentismo por el otro, aquel abandono de los ideales ilustrados, mejora con respecto a la delincuencia? Es posible regenerar, curar al reo, ahora que no solo se tienen los problemas bsicos de la prisin, sino que en este siglo XXI, hijo directo del siglo de las luces, se le aaden los problemas del hacinamiento, la tortura extrajudicial, las huelgas de hambre y todos estos problemas que trajo tambin la ilustracin y que an estn sin resolver?

BibliografaFoucault, Michel, Vigilar y castigar, (1975), traduccin de Garzn del Camino, Aurelio, Mxico, Siglo XXI, 1983.

Beccaria, Cesare, Tratado de los delitos y las penas, (1993), traduccin de Cabanellas de Torres, Guillermo, Argentina, Heliasta.

Smart, Barry, Michel Foucault, Critical assessments, London and New York, Routledge, 1998, 7 vol.

The Cambridge companion to Foucault, Edited by Gutting Gary, Cambridge University press, Cambridge, 1996.