FOTO - mellariatarifa.files.wordpress.com · El edificio fue construido a final de los años...

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A la izquierda de la foto la "Casa delIngeniero». Se trata de un edificiosin uso portuario a pocos metros

de un Monumento Histórico Nacio-nal como es el Castillo de Guzmánel Bueno. Lo sorprendente no esque la Autoridad Portuaria de la

Bahía de Algeciras todavía no la hayaderribado, sino que se prolongue enel tiempo la solución de este pro-blema, que pasa por derribarla y

reubicar en otra vivienda a la familiaque vive en esa casa.

Boletín Informativo n° 2Depósito Legal

CA1126-00Edita

Asociación Tarifeña deDefensa del Patrimonio

Cultural «Mellaria»Dirección: Amor de Dios, 3

Apartado de Correos: 3611380 Tarifa

[email protected]/mellaria

ImprimeGrafisur- Tarifa S.L.

Bailén, 1011380 Tarifa

Puetta de .JetezBoletín InioJ1tlativo nO 2

El futuro del Castillode Santa Catalina

Desde hace pocos meses ha quedado desocupado el Castillo de SantaCatalina, en donde estuvo ubicado durante años el Semáforo del Puerto.

El edificio fue construido a final de los años veinte, a imitación de unpalacete renacentista italiano. Se alza en el cerro de igual nombre que elcastillo, en donde con anterioridad estuvo una ermita, un polvorín y unabatería.

Mellaria muestra su preocupación por el futuro del bellísimo edificio yde su entorno. Su reciente abandono significa también la ausencia de cual-quier tipo de mantenimiento, lo que puede traer consigo -ya está ocu-rriendo- un deterioro creciente y tal vez irreversible.

Es necesario la recuperación del Castillo de San Catalina y de su cerro.Paraello hay que definir su futura utilización, decisión que no debe tomar-se a espaldas de la población, por lo que es necesario una amplia consultaantes de tomar una decisión.

Seacual sea el porvenir del Castillo de Santa Catalina creemos que debecumplir con una doble finalidad: que pueda ser visitado por los tarifeños ylos turistas, y que se dedique a una finalidad cultural que pueda ser compa-tible con un uso turístico.

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Catálogo Monumental de Tarifa (1)

Comenzamos en este número con la catalogación de losmonumentos tarifeños. Más de cien conjuntos históricos,etnológicos o arqueológicos de Tarifa tiene catalogado elInstituto Andaluz del Patrimonio Histórico. Un número ele-vado, pero igualmente corto. Nuestro municipio cuenta conmuchos más monumentos, que iremos exponiendo en estasección de Puerta de Jerez.

Cancel de entrada de la Iglesia de San Mateo

El cancel y la puerta de la parro-quia mayor de San Mateo Apóstol secomenzaron a colocar el 14 de juniode 1803 y se terminaron las obras eldía 6 de septiembre de 1804.

El trabajo fue llevado a cabo por elfamoso artista italiano maestro Juan deEscorcia, habiendo tenido un costo de30.192 reales de vellón y 30maravedíes, sin contar las ocho tablasde caoba y dos de naranjillo que dioJerónimo Quintanilla y que mandó des-de Veracruz (México) a fmales del año1796 Felipe Quintanilla, hijo del an-terior que era tarifeño y residente enaquella ciudad mexicana.

Detalle de uno de las leyendas [« Ve-neración y Silencio»¡ realizada enmadera incrustrada y grabada alfuego.

El cancel tiene incrus-traciones de maderas noblesy leyendas alusivas al lugarsagrado con la técnica depirograbado. Es de estiloneoclásico y corresponde a laescuela italiana.

En 1985 se realizó unarestauración por Agustín Es-pejo Dugote, que consistió enla limpieza y reintegración devarias piezas de madera.

En 1988el cancel fue lim-piado y reparado, reponién-dose las dos vigas de hierro

Fachada principal del templo deSan Mateo que contieneimnumerables tesoros artísticos.

Detalle de uno de los ornamentosdel cancel de San Mateo.

que en la parte interior sirven de apo-yo al piso donde se encuentra el órga-no.(Información facilitada por JesúsTerán Gil y Fernando Pére: M ulet).

Espadaña de la Iglesia de Santiago

La antigua iglesia deSantiago o de Jesús se alzaen el antiguo barrio de laAljaranda, luego llamadode Jesús, conserva en piesu espadaña y la capilla dela Concepción, de estilogótico-mudéjar.

Se cree que la iglesiade Santiago se construyósobre una antigua mezqui-ta, remontándose al sigloXIV recién conquistada laciudad por los cristianos.

La fotografíamuestra laespadaña que es el ele-mento más característicode esta edificación religio-sa. Es de época indetermi-nada, y bien visible desde Espadaña de la Iglesia de Santiago, que con-el resto de la población. serva restos de una vistosa decoración.

Su paramento fue de-corado sobre un enfoscado blanco, (Referencias: Tarifa: su patrimonio,sobre el que se trazó una red de cua- Francisco Javier Criado Atalaya,drados dispuestos en forma oblícua, Ayuntamiento de Tarifa, 1992 y «Larestos de los cuales son aún visibles Iglesia de Santiago», Carlos Gómez de

Los cuadrados decorativos están Avellaneda, en el número O depintados en rojo almagra, amarillo y Aljaranda, Ayuntamiento de Tarifa,blanco, con algunos ribetes negros. 1991).

Lápida funeraria visigótica

Al cura regente de laparroquia de San MateoFrancisco de Paula SantosMoreno le fue encomenda-da por el director de la RealAcademia de laHistoriaunaexploración arqueológica,encontrando en el año1908 una lápida funerariacristiana del año 636 en LaPeña.

La meritoria lápida es-culpida en mármol se pue-de contemplar empotrada ala entrada de la capilla delSagrario de la Iglesia deSan Mateo.

Su transcripción del la-tín alcastellanoes la siguien-te: Flaviano vivió en Cris- Lápidafuneraria de la época visigática.fecha-to cincuenta años poco da en ·el año 636.más o menos. En el día dela Cena del Señor recibió este sier-vo de Dios indulgencias con peni-tencia. En 30 de marzo de la era 674[años 636 de la era cristiana]fallecióy descansa en paz.

La lápida es un trozo de mármolirregular, de color blanco veteado deazul y con diez líneas de texto. Sus

medidas son 22 x 22 x 18 cm.(Referencias: Tarifa en la historia,José Armengol Triviño, Servicio dePublicaciones del Ayuntamiento deTarifa, 1998. «Boletín de la Real Aca-demia de la Historia», tomo LIII, in-forme del director de la Real Acade-mia Fidel Fita).

Simbolismo y propaganda en la arquitec ...tura militar omeya de Al ...Andalus.

El caso del Castillo de Tarifa

El presente artículo trata en tomoal significado de las fortificaciones cons-truidas por las autoridades cordobesas des-de la instauración del ernirato independien-te por Abd al-Rahman 1 al-Dajil, hasta elinicio de lafitna -en 1010- que condujo a lacaída del califato omeya de al-Andalus. Entodas ellas latirán una serie de aspectos re-presentativos y formales que serán mues-tra manifiesta del poder estatal que las cons-truyó. Tal y como veremos, el castillo deTarifa, erigido en el año 960 por orden delcalifa al-Nasir, será uno de los ejemplos másdepurado y fiel a este concepto de recintocastral que triunfará en el mundohispanomusulmán hasta finales del siglo X.Dada su destacada importanciahistoriográfica y su insigne papel en el con-junto de nuestra arquitectura medieval, estaconstrucción tarifeña debería fomentar y lle-var asociada una adecuada conciencia pú-blica y un serio planteamientoconservacionista que, desgraciadamente,no es todo lo adecuado que debiera.

Las fortificaciones construidaspor el estado cordobés suelen englobarsefundamentalmente, según su función, en re-cintos de carácter urbano -a los cuales res-pondenlos tipos denominados qasba, qasr,

Pedro Gurríarán Daza. Arquitecto

)o incluso qal'.a y dar- y otros que se iden-tificarían con lo que entendemos propiamen-te como castillo -referidos en las fuentesandalusíes como hisn o bury-. Con inde-pendencia de la etimología correspondien-te a cada uno de estos tipos de fundacio-nes defensivas, sí parece evidente que enestos primeros siglos del mundo andalusílas construcciones militares acometidas porlos ernires y califas omeyas parecen respon-der a unas funciones específicas y concre-tas, que a grandes rasgos se pueden con-cretar en dos grandes grupos

Por un lado, se trata de instaurar elestado islámico en los territorios de al-Andalus, mediante una serie de recintos for-tificados que controlen el carácter levantis-co de una población de naturalezaheterogénea -así sucederá, por ejemplo, enSevilla, Mérida y Toledo-. Además, esta redde fortificaciones "oficiales" servirá paraorganizar el territorio en ciertas regionessegún la relación establecida entre castillo(hisn), donde reside el representante delpoder estatal, y un conjunto de alquerías(qura) organizadas en tomo a aquél.

Además, se pueden identificar unconjunto de fortificaciones de carácter es-tratégico, las cuales se construyen en pun-

)

tos o nodos importantes -tal es le caso deCalatrava la Vieja, El Vacar o Baños de laEncina- o sirviendo de enclaves fronteri-zos, tal es el caso de numerosos recintosque jalonan los límites de la Marca Media ySuperior -destacan así los castillos deGormaz, Madrid, Talamanca o Cáceres, en-tre otros.

ger las fronteras de al-Andalus frente a cual-quier agresión exterior, en este caso losfatirníes norteafricanos. Es preciso apuntarque, desde un punto de vista morfológico,este castillo no será una fundación urbana,ya que no parece asociarse a una importan-te población preexistente, y, desde luego,no parece existir aquí un claro propósito de

organización te-rritorial. Es preci-so recordar al res-pecto que la re-presentación es-tatal y administra-tiva cordobesaestaría estableci-da en la vecinaAlgeciras, cabezade una provincia(Kura), con locual el castillo deTarifa nacería conun propósito me-ramente militar.Los gobernan-

tes omeyas deCórdoba -llega-dos a la penínsu-la Ibérica tras elexterminio sufridopor los abasíes enOriente Medio-tratarán de justifi-carse como legíti-mos gobernan-

tes, dignos herederos de una dinastía regiay poderosa. Así, el primer emir cordobés,conocido además' como "el Emigrado" (al-

LÁMINA 1. Las puertas omeyas representaban auténticos arcosdel triunfo, dotados de una importante carga simbólica. En la ima-gen, puerta del castillo soriano de Gormar.

El castillo de Tarifa se puede en-cuadrar dentro de este tipo de recinto castralde carácter estratégico destinado a prote-

rectangular cuyos muros se encuentranflanqueados por pequeñas torres que seconstituyen casi en contrafuertes; las puer-tas de ingreso no presentarán grandes com-plicaciones poliorcéticas, ya que acostum-brarán a abrirse entre dos torres con acce-so directo, sin quiebros.

Llama poderosamente la atención-como han comentado varios investigado-res- el poco interés que parecían mostrarlos arquitectos cordobeses por las cuestio-nes poliorcéticas y por el perfeccionamien-to de las técnicas de f1anqueo. Aunque escierto que ya conocían las utilidades de lastorres albarranas -como se ve en el castilloemiral de Trujillo- o incluso las ventajas delas puertas en recodo -ya aparece un acce-so acodado en la madina de Calatrava laVieja, posiblemente califal- la mayoría deestas fortificaciones ignorarán estas nove-dades, adoptando el concepto tradicionalde recinto defensivo antes descrito. Hemosde tener en cuenta que este tipo de cons-trucción cumplía con creces con su funcióndefensiva, circunstancia que se manifiestaevidente cuando comprobamos cómo muypocas de estas fortificaciones caerán porasedio -citar, por ejemplo la alcazaba deMérida, tomada por la población local enuna de tantas revueltas- siendo la mayoríade éxitos de los atacantes propiciados pordescuidos de los sitiados -así, la ciudad deÉvora caerá a principios del siglo X en ma-nos cristianas gracias a la montaña de ba-suras que se levantaba frente a sus mura-llas.

El castillo de Tarifa será la últimade todas estas fundaciones oficiales

Dajil) no sólo traerá lejanos recuerdos desu Siria natal-tal y como nos indica la cons-trucción de un palacio en Córdoba, al-Rusafa, a semejanza del erigido por sus des-aparecidos familiares- si no que adoptarácon rigor el peculiar gusto helenista quecaracterizó a la arquitectura del califato deDamasco, y que aparece reflejado con ful-gor en la primera gran construcción de laEspaña musulmana, la mezquita aljama deCórdoba. Pero, ¿cómo se reflejó la justifica-ción dinástica omeya en las fortificacionesde al-Andalus? Como no podía ser menos,la arquitectura militar se convirtió en el prin-cipal medio de propaganda ante los movi-mientos enfrentados al Estado cordobés.Tal y como ha ocurrido siempre a lo largode la historia, las grandes civilizaciones hanmanifestado su poder mediante construc-ciones recias e imponentes, muestras de laimportancia del gobernante que laspromocionaba.

En concreto, las fortificacionesconstruidas por las autoridades cordobe-sas adoptan las formas y motivos ya vis-tos, primero en construcciones romanas yen sus secuelas bizantinas, y más cercanasen el tiempo, en los poderosos castillosedificados por los califas omeyas de Da-masco en las tierras desérticas del PróximoOriente. Queda por ver que aspectos adop-tan las construcciones andalusíes de cadauno de estos precedentes morfológicos,aunque sí será evidente una similitud for-mal con todos ellos. Responde la mayoríade fundaciones castrales hispano-musulma-nas erigidas bajo autoridad cordobesa alesquema de recinto de planta cuadrada o

omeyas que se adaptará al concepto tradi-cional de fortificación andalusí de los pri-meros siglos, y, quizás por ello, será la máspura y significativa de todas ellas. Estacuestión ha sido expuesta por mí en las re-

LÁMINA 2. La autoría oficial en los cas-tillos promovidos por el estado cordobésaparecía reflejada por testimoniosepigráficos de carácter laudatorio. La lá-pida fundacional del castillo de Tarifa esun buen ejeinplo de ello.

cientes VI Jornadas de Historia del Campode Gibraltar -y para consultar las conclu-siones, remito al lector al próximo númerode la revista Almoraima- aunque podemosapuntar algunas cuestiones al respecto.

Señalar, en primer lugar, que la adopción deuna planta regular no creo que sea muestrade propaganda estatal, ya que, aunque estaforma de replanteo hunde sus raíces en laarquitectura del poder de la antigüedad,parece responder más bien a un tipo deconstrucción lógica y eficaz que a cuestio-nes esotéricas, como parecen apuntar al-gunos; además, desde el momento en el queaparecen plantas regulares en construccio-nes promovidas por intereses ajenos al es-tado, se desvirtúa cualquier intento de aso-ciación al poder central. Sí se puede adivi-nar una indiscutible propaganda en otrosaspectos de más fácil aprehensión por par-te de la población, como son la propia cali-dad de la construcción, lo majestuoso desus lienzos y torres, así como lo simbólicode ciertos elementos como lápidasfundacionales o el trazado de sus puertas.Es, en suma, la arquitectura, el aspectoedilicio, el encargado de manifestar poder;así, al-Maqqarí atribuye al califa Abd al-Rahman lIT unos versos que inciden en estacuestión: "Los monarcas perpetúan el re-cuerdo de su reinado mediante el lengua-je de las bellas construcciones. Un edifi-cio monumental refleja la majestad del quelo mandó construir [...]".

Las formas arquitectónicas esta-blecidas y regularizadas por el aparato es-tatal cordobés eran la mejor forma de mani-festar la autoridad de la casa omeya. La si-llería de soga y tizón será uno de los ele-mentos característicos de los alarifes esta-tales, y su empleo es sistemático en el cas-tillo de Tarifa. Tanto tuvo de representativaque, en numerosas ocasiones, cuando se

omeyas pusieron tal empeño y cuidado enla construcción del castillo de Tarifa? Larespuesta no puede ser más evidente: debi-do a la preocupante presión ejercida en elnorte de África por parte de los fatimíes deIfriqiya. El ataque sufrido por Almería cin-co años antes de la construcción del recin-to tarifeño por parte de una flota fatirní pusoen alerta al califa al-Nasir de la convenien-cia de controlar la costa septentrional delEstrecho mediante un poderoso recintodonde emplazar una guarnición. Así, sepuso especial cuidado en las característi-cas de este castillo, ya que se pretendía quefuera una muestra ostensible de la capaci-dad constructiva desarrollada por el esta-do cordobés; con un concepto similar seconstruiría el castillo de Gormaz (Soria), im-presionante punta de lanza del califato frenteal incipiente reino castellano. Ambas fun-daciones estatales de carácter defensivo,más allá de su función militar, eran singula-res elementos fronterizos que servían depropaganda del poder omeya frente a susdos principales enemigos exteriores.

En el caso del castillo conocidohoy día como de Guzmán el Bueno, la arqui-tectura es muestra de la importancia quetenían las artes edilicias, más allá de cues-tiones poliorcéticas, para la representaciónde un estado poderoso. En el caso concre-to del conflicto entre los califatos fatirní yomeya por el control del Magreb al-Aqsa,esta cuestión fue inteligentemente compren-dida por los andalusíes, y no sólo en as-pectos defensivos. De este modo, en la prin-cipal ciudad norteafricana, Fez, la cual cam-bió de manos en numerosas ocasiones, las

en lucían los muros de las fortalezas paraproteger la piedra, la soga y tizón se pinta-ba simulada sobre el revestimiento reciénaplicado. Así ocurrió, por ejemplo, en lamezquita de Córdoba, en la "Casa del Go-bierno" de Sevilla (Dar al-Imarai, y seguroque los muros del castillo tarifeño tambiénrecibieron estos falsos sillares cubriendo lacuidada fábrica pétrea.

Otro punto donde podemos hablarde una verdadera "escenografía del poder"era en las puertas de acceso a las construc-ciones defensivas, las cuales debían mos-trar a todo el que ante ellas se postrara, laautoridad de su promotor. Para ello, acos-tumbraban a mostrar, orgullosas, lápidaspropagandistas, muy comunes hasta la caí-da del califato de Córdoba, que dabanautoría de su origen y que se solían situar auna altura suficiente para que todo el quese aproximara a la puerta pudiera leerla. Laspuertas con ingreso directo flanqueadas pordos torres, aunque más débiles que las quese trazaban en recodo, justificaban su em-pleo merced a su similitud con otras cons-trucciones romanas y bizantinas, verdade-ros arcos del triunfo que fueron adoptadospor el mundo omeya andalusí con una claraintención simbólica. Si a todo ello unimosel hecho de que en el castillo de Tarifa setrazó en el exterior de la puerta de la lápidaun arco con rosca de herradura, del máspuro arte cordobés, a imagen y semejanzade los vistos en las construcciones deMadinat al-Zahra y de la mezquita de Cór-doba, comprendemos el especial interéspuesto en esta fundación defensiva.

Pero, ¿por qué las autoridades

autoridades cordobesas mandaron cons-truir el alminar más esbelto que habían vis-to estas tierras hasta entonces, con el claropropósito de "amedrentar" a los fatinúes,los cuales no construían este tipo de torreen sus mezquitas.

A modo de conclusiónNuestro castillo nació hace ya más de milaños para impresionar con su arquitecturay su esmerada construcción, como símbolode un poderoso estado y un pueblo hoydía desaparecido ... El cuidado con el cuallos alarifes cordobeses dieron forma a susfábricas todavía se manifiesta ante noso-tros cuando contemplamos la recia siluetade sus torres y lienzos. Aún sigue siendoun símbolo, tal y como vio la luz. Es interésde todos el preservar de la manera más puraposible una obra que no desmerece paranada la fama de otras construcciones naci-das de manos hermanas, como son la mez-quita de Córdoba o el conjunto arqueológi-co de Madinat al-Zahra, quizás más atrae-

. tivas por su lustroso ornamento frente aunos muros austeros y desnudos. Sin em-bargo, la importancia del castillo de Tarifa·reside en el hecho de que es el más desta-cado recinto defensivo del califato de Cór-doba que ha llegado a nuestros días -qui-zás junto al castillo de Gormaz- y, desde lue-go, una de las piezas maestras de la primeraserie de fortificaciones de al-Andalus. Aun-que más de mil años de uso intensivo handesfigurado en exceso su obra primitiva, aúnresta mucho de lo encargado por Abd al-Rahman III; es nuestro deber conservartodo ello, para no perder así una obra única

de nuestra arquitectura medieval.El castillo ha sido restaurado re-

cientemente, mediante un pulcro "lavadode cara", lo cual no quita para que aún exis-tan importantes problemas patológicos ensus estructuras. Debemos mencionar, enprimer lugar, dada su seriedad, la presenciade una preocupante grieta -que llega a te-ner 2.5 cm de ancho- al interior del arco ex-terior de la puerta occidental o de la lápida,que arranca desde el nivel del suelo y sedesarrolla hasta la clave de la bóveda decañón que cubre el pasadizo; parece res-ponder a un giro del plano donde se abre elarco respecto al resto del muro. Se deberíacontrolar su evolución mediante la coloca-ción de testigos, interviniendo en caso deque ésta siguiera creciendo.

Es importante, además, la conser-vación de las piezas de sillería original delcastillo, dispuestas a soga y tizón, dado elestado avanzado de meteorización que pre-senta la piedra ostionera que se empleó ensu labra. Esta fábrica es sumamente repre-sentativa y de indiscutible valorhistorio gráfico, y su deterioro y pérdida esun mal que podemos evitar mediante unaintervención científica exhaustiva. Y es que,recordemos, restaurar no consiste sólo enocultar. Finalizar llamando la atención so-bre otro de los elementos señeros de laconstrucción califal del castillo, la lápidafundacional, la cual, quizás, sería conve-niente desmontar de su ubicación actual ysustituirla por una réplica lo más fiel posi-ble al original, ya que nos encontramos anteun importante testimonio epigráfico cuyovalor justifica su protección.

restauración de los Privilegios de Tarifa,comprometiéndose a que se restaurarántodos los documentos en los talleres delArchivo Histórico Provincial. Le transmiti-mos a la Delegada el acuerdo previo a quellegamos con el Casino Tarifeño, compro-metiéndose la Delegada Provincial a visitaren breve el Liceo Tarifeño, considerandoen principio que la restauración podría co-rrer a cargo de la Junta de Andalucía. Entreotros asuntos también le expusimos a laDelegada Provincial la paralización del ex-pediente de incoación de Tarifa como Con-junto Histórico, que se inició en el año 1982y que posteriormente quedó paralizado. Alo largo de la reunión la Delegada Provin-cial mostró su simpatía por la AsociaciónMellada, poniéndonos incluso como ejem-plo a seguir en otras poblaciones.*Reunión con el Presidente de la Autori-dad Portuaria.El 17 de agosto mantuvimos una reunióncon el Presidente de la Autoridad PortuariaBahía de Algeciras Manuel Morón. Entrelos asuntos que tratamos se encuentra nues-tra petición para que la Autoridad Portuariaderribe la «Casa del Ingeniero». Le hicimosuna petición para que la portada de entradade la antigua Estación Naval fuera conser-vada tras la futuras actuaciones que se tie-nen prevista para la zona portuaria de Tari-fa. También le expusimos nuestrapreocuparación por la tardanza en la apro-bación del Plan Especial para Tarifa, en don-de está involucrada la Autoridad Portuaria.

Actividades de la Asociación Jtellaria

*Aprobación de los Estatutos.Por la Delegación de Gobernación de la Jun-ta de Andalucía han sido aprobados losestatutos de nuestra asociación.*Asamblea General de Socios.El pasado día 30 de agosto se reunió laAsamblea General de Socios, en donde serecabó sugerencias para futuras actuacio-nes de Mellada.*Subvención de la Mancomunidad de Mu-nicipios de Campo de Gibraltar.Le ha sido concedida a Mellaria una sub-vención por la Mancomunidad de Munici-pios para la edición de nuestro boletín Puer-ta de Jerez. Nuestro agradecimiento al or-ganismo comarcal por su sensibilidad en ladefensa del patrimonio cultural de Tarifa.*Reunión con la Junta Directiva del Ca-sino Tarifeño.A principios del mes de septiembre cele-bramos una reunión conjunta de ambasentidades para trata como único asunto elfuturo del Liceo Tarifeño. Por parte del Ca-sino Tarifeño hubo un compromiso de prin-cipio para hacer una cesión de uso del his-tórico teatro tarifeño, en el caso de que laJunta de Andalucía se encargara de su res-tauración.*Reunión con la Delegada Provincial deCultura.El 14 de septiembre miembros de Melladanos reunimos en Cádiz con la Delegada Pro-vincial de Cultura Josefa Caro. A la máximaautoridad cultural de la provincia le agrade-cimos la premura en las gestiones para la

El Pozo

Se trata de «El Pozo», en singular, porque es el único pozo público que seconserva en Tarifa, un servicio comunitario tan corriente en épocas pasadas.

El Pozo se encuentra en la calle Pozo, que no es más que el pomerio de lamuralla por la zona oeste, es decir el espacio libre entre la muralla y las vivien-das.

Hoy una verja impide el acceso a esa calle, que debe en un futuro inmediatorecuperarse para uso público.

«PDel'fa de ~Jel'ez»

está patrocinada por laMancomunidad de Municipios

del Campo de Gibraltar

•MANCOMUNIDAD DE MUNICIPIOS

DEL CAMPO DE GIBRALTAR