Fototeca CHOCOLATE Y Ecos de la

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Domingo 32 T.O. (C) Si siempre estás enfadado y triste verás como la gente no te dedica ni tiempo ni atención. Stephen HAWKING Pª MARE DE DÉU DE LA MERCÈ I SANT MIQUEL ARCÀNGEL www.basilicadelamerce.cat [email protected] Ecos de la HOJA DOMINICAL. Nº 45 Domingo 10 noviembre 2019 ¿Quieres recibir los “Ecos” en tu email?. Solicítalo escribiendo a [email protected] Esta semana celebramos Lunes, 11: Martín de Tours, Menas Martes, 12: Josafat, Nilo, Emiliano Miércoles, 13: Estanislao de Kostka Jueves, 14: Serapio, Dubricio, Teódoto Viernes, 15: Alberto Magno, Marino Sábado, 16: Gertrudis, Edmundo Domingo, 17: Isabel de Hungría, Lázaro Peregrina a Tierra Santa Fototeca La Basílica de la Merced organiza para el mes de marzo una peregrinación a Tierra Santa, del 12 al 19 de marzo de 2020. No pierdas esta oportunidad, con acompañamiento espiritual de los Padres Mer- cedarios. Inscripciones: RUTH TRAVEL, C/ Valencia, 247, 1º dcha. Tlf: 934 673 244. Web: www.ruthtravel.es Un santo triste El pasado domingo por la tarde, se dio a conocer en la Basílica de la Merced (en la capilla del Descenso) en un solemne acto, el inicio de las celebraciones por los 50 años de la Hermandad de Ntra. Sra. del Rocío en Barcelona. En la foto su presidente D. Angel Pajarón con otros miembros de la Hermandad del Rocío de Barcelona y de otros procedentes de Huelva. Muchas feici- dades Nuevo aspecto del hueco de la escalera que sube al camarín de la Virgen. Aunque todavía inacabado, el espacio está ocupado en el centro por San Ramón, santo patrono y protector de las mujeres gestantes. La basílica de la Merced quiere ser un espacio de acogida y ayuda para todas aquellas mujeres con dificultades para llevar a buen término su embarazo. De ahí nuestra invocación a San Ramón: verdadero estandarte Pro Vida. A su lado San Serapio y San Pedro Armengol... CHOCOLATE Y DEL BUENO Ya tienen en la tien- da a su disposición chocolate artesanal de calidad superior, elaborado por la Fundación Casa Dalmases (Cervera, Lleida), que ayuda, acoge y da trabajo a personas con minus- valías. De momento lo tienen en dos sabores: a 70% de cacao y negro con trazas de naranja. Ambos con un sabor sublime, para consumir o hacer un excelente regalo. Tengan cuidado, de lo bueno que es, es adictivo... - Amor, ¿qué te dijo el médico en tu cita? - Que mis riñones hacen sumas y restas o algo así. - ¿No serán cálculos renales? - Sí, ¡eso!. La maldición del creyente: - ¡Qué Dios te guarde…. Y se le olvide dónde!. - Nunca entenderé el conflicto entre judíos y musul- manes¿por qué no lo solucionan todo como buenos cristianos? Un preso le dice a su compañero de celda: - Cuando salga de la cárcel, me voy a casar - Bueno, hombre, bueno. ¿Llevas tres años preso y ya no sabes vivir en libertad?. Una esposa a su esposo: - Pepe, anoche tuve un sueño muy raro- ¿Ah, sí?. ¿Qué soñaste?. - Soñé que me habías comprado un anillo de diaman- tes. ¿Qué significará eso, Pepe? - Que soñabas, querida, que soñabas. - He decidido perder algo de peso, ¿qué dieta me reco- miendas? - La dieta de la fe - No la conozco, ¿en qué consiste? - Come todo lo quieras y espera un milagro. Celebramos este próximo jueves la fiesta de San Serapio. En el interior de la presente hoja tiene una semblanza de su vida, así que no me detendré demasiado en ella si no es para destacar un aspecto. San Serapio fue un caballero Cruzado, supo lo que era la guerra, la austeridad, las carencias, el dolor, la crueldad, la sangre y la muerteEran otros tiempos, y los soldados lucha- ban por su alma, el honor y la gloria, y las guerras tenían mucho de enfrentamiento entre culturas, no sólo de confrontación de intereses políticos y comerciales. La guerra entre religiones era la guerra entre distintas maneras de entender lo que es el hom- bre, su origen y su destino, su libertad, la sociedad, la familia e incluso la muerte y el más allá…. Hoy todo se ha envilecido tanto que todo se reduce, en una palabra, a tener más poder para ganar más dinero. No entran demasiado en juego los valores intangibles, como en otras épocasPues bien, en el corazón de San Serapio algo debió pasar mientras regresaba de Tierra Santa. Ya no era el mismo hombre guerrero y ansioso de gestas bélicas que cruzó toda Europa para luchar contra los seguidores de Alá con el ánimo de vencerles y expulsares del país de Jesús, y re- gresar a casa cargado de méritos. No. Ese Serapio se extravió o murió en algún combate, bajo el tórrido sol de Oriente. Y surgió uno nuevo, más sabio, que veía las cosas de una manera totalmen- te diferente, con serenidad, con reflexión, desde el corazón. Ese fue el Serapio que, cansado de las leyes del mundo, interiorizó las leyes de Dios. El hombre espiritual que ya no veía enemigos, sino hermanos. El Serapio que valoraba tanto la vida de un hombre que acabó entregando la suya, des- membrado, por otros más débilesEn estos tiempos que corren de exacerbación de la violencia, convendría tomarle como modelo de conversión y de sabiduría; de saber qué es realmente el hombre y de cómo elegir las causas justas que conducen al bien y a la verdadera salvación de los demás y de uno mismo. El próximo jueves celebramos su fiesta y bendeciremos el aceite salutífero. ¿Te apuntas?.....

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Domingo 32 T.O. (C)

“Si siempre estás enfadado y triste verás como la gente no te dedica ni tiempo ni atención.

Stephen HAWKING Pª MARE DE DÉU DE LA MERCÈ I SANT MIQUEL ARCÀNGEL

www.basilicadelamerce.cat [email protected]

Ecos de la

HOJA DOMINICAL. Nº 45 Domingo 10 noviembre 2019

¿Quieres recibir los “Ecos” en tu email?. Solicítalo escribiendo a

[email protected] Esta semana celebramos Lunes, 11: Martín de Tours, Menas Martes, 12: Josafat, Nilo, Emiliano Miércoles, 13: Estanislao de Kostka Jueves, 14: Serapio, Dubricio, Teódoto Viernes, 15: Alberto Magno, Marino Sábado, 16: Gertrudis, Edmundo Domingo, 17: Isabel de Hungría, Lázaro

Peregrina a Tierra Santa

Fototeca

La Basílica de la Merced organiza para el mes de marzo una peregrinación a Tierra Santa, del 12 al 19 de marzo de 2020. No pierdas esta oportunidad, con acompañamiento espiritual de los Padres Mer-cedarios. Inscripciones: RUTH TRAVEL, C/ Valencia, 247, 1º dcha. Tlf: 934 673 244. Web: www.ruthtravel.es

Un santo triste

El pasado domingo por la tarde, se dio a conocer en la Basílica de la Merced (en la capilla del Descenso) en un solemne acto, el inicio de las celebraciones por los 50 años de la Hermandad de Ntra. Sra. del Rocío en Barcelona. En la foto su presidente D. Angel Pajarón con otros miembros de la Hermandad del Rocío de Barcelona y de otros procedentes de Huelva. Muchas feici-dades

Nuevo aspecto del hueco de la escalera que sube al camarín de la Virgen. Aunque todavía inacabado, el espacio está ocupado en el centro por San Ramón, santo patrono y protector de las mujeres gestantes. La basílica de la Merced quiere ser un espacio de acogida y ayuda para todas aquellas mujeres con dificultades para llevar a buen término su embarazo. De ahí nuestra invocación a San Ramón: verdadero estandarte Pro Vida. A su lado San Serapio y San Pedro Armengol...

CHOCOLATE Y DEL BUENO

Ya tienen en la tien-da a su disposición chocolate artesanal de calidad superior, elaborado por la Fundación Casa Dalmases (Cervera, Lleida), que ayuda, acoge y da trabajo a personas con minus-valías. De momento lo tienen en dos sabores: a 70% de cacao y negro con trazas de naranja. Ambos con un sabor sublime, para consumir o hacer un excelente regalo. Tengan cuidado, de lo bueno que es, es adictivo...

- Amor, ¿qué te dijo el médico en tu cita? - Que mis riñones hacen sumas y restas o algo así. - ¿No serán cálculos renales? - Sí, ¡eso!. La maldición del creyente: - ¡Qué Dios te guarde…. Y se le olvide dónde!. - Nunca entenderé el conflicto entre judíos y musul-manes… ¿por qué no lo solucionan todo como buenos cristianos? Un preso le dice a su compañero de celda: - Cuando salga de la cárcel, me voy a casar… - Bueno, hombre, bueno. ¿Llevas tres años preso y ya no sabes vivir en libertad?. Una esposa a su esposo: - Pepe, anoche tuve un sueño muy raro… - ¿Ah, sí?. ¿Qué soñaste?. - Soñé que me habías comprado un anillo de diaman-tes. ¿Qué significará eso, Pepe? - Que soñabas, querida, que soñabas. - He decidido perder algo de peso, ¿qué dieta me reco-miendas? - La dieta de la fe - No la conozco, ¿en qué consiste? - Come todo lo quieras y espera un milagro.

Celebramos este próximo jueves la fiesta de San Serapio. En el interior de la presente hoja tiene una semblanza de su vida, así que no me detendré demasiado en ella si no es para destacar un aspecto. San Serapio fue un caballero Cruzado, supo lo que era la guerra, la austeridad, las carencias, el dolor, la crueldad, la sangre y la muerte… Eran otros tiempos, y los soldados lucha-ban por su alma, el honor y la gloria, y las guerras tenían mucho de enfrentamiento entre culturas, no sólo de confrontación de intereses políticos y comerciales. La guerra entre religiones era la guerra entre distintas maneras de entender lo que es el hom-bre, su origen y su destino, su libertad, la sociedad, la familia e incluso la muerte y el más allá…. Hoy todo se ha envilecido tanto que todo se reduce, en una palabra, a tener más poder para ganar más dinero. No entran demasiado en juego los valores intangibles, como en otras épocas… Pues bien, en el corazón de San Serapio algo debió pasar mientras regresaba de Tierra Santa. Ya no era el mismo hombre guerrero y ansioso de gestas bélicas que cruzó toda Europa para luchar contra los seguidores de Alá con el ánimo de vencerles y expulsares del país de Jesús, y re-gresar a casa cargado de méritos. No. Ese Serapio se extravió o murió en algún combate, bajo el tórrido sol de Oriente. Y surgió uno nuevo, más sabio, que veía las cosas de una manera totalmen-te diferente, con serenidad, con reflexión, desde el corazón. Ese fue el Serapio que, cansado de las leyes del mundo, interiorizó las leyes de Dios. El hombre espiritual que ya no veía enemigos, sino hermanos. El Serapio que valoraba tanto la vida de un hombre que acabó entregando la suya, des-membrado, por otros más débiles… En estos tiempos que corren de exacerbación de la violencia, convendría tomarle como modelo de conversión y de sabiduría; de saber qué es realmente el hombre y de cómo elegir las causas justas que conducen al bien y a la verdadera salvación de los demás y de uno mismo. El próximo jueves celebramos su fiesta y bendeciremos el aceite salutífero. ¿Te apuntas?.....

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San Serapio E n aquel tiempo, se acercaron algunos saduceos, los que dicen que no hay resurrección, y preguntaron a Jesús: «Maestro, Moisés nos dejó escrito: “Si a

uno se le muere su hermano, dejando mujer pero sin hijos, que tome la mujer como esposa y de descendencia a su hermano . Pues bien, había siete hermanos; el primero se casó y murió sin hijos. El segundo y el tercero se casaron con ella, y así los siete, y murieron todos sin dejar hijos. Por último, también murió la mujer. Cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será la mujer? Porque los siete la tuvieron como mujer». Jesús les dijo: «En este mundo los hombres se casan y las mujeres toman esposo, pero los que sean juzgados dignos de tomar parte en el mundo futuro y en la resurrección de entre los muertos no se casarán ni ellas serán dadas en matrimonio. Pues ya no pueden morir, ya que son como ángeles; y son

hijos de Dios, porque son hijos de la resurrección. Y que los muertos resucitan, lo indicó el mismo Moisés en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor: “Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob”. No es Dios de muertos, sino de vivos: porque para él todos están vivos». Lucas 20,27-38

Recaudaciones

Conoce tu basílica

- Colecta del domingo, 3 noviembre: 262,10€ - Colecta de la semana del 28 de octubre al 2 de noviembre: 222,06€. - Colecta Misa mensual de la Hermandad: 162,36€

Han pasado dos mil años y todavía nosotros segui-mos con la mentalidad de un Dios metido en un sepulcro. Seguimos pensando más en un Dios muerto y de muertos que en un Dios vivo y para los vivos. El Evangelio de hoy nos habla claramente de que Dios no es un Dios de muertos sino un Dios de vivos y para los vivos. Cuentan de un monje ilusio-nado por visitar el Santo Sepulcro. Cuando consi-guió el dinero se puso en camino. En esto oyó que alguien le seguía: - ¿A dónde vas, padre mío? - Al Santo Sepulcro de Jerusalén. Ha sido la ilusión de mi vida. - ¿Cuánto dinero tienes para eso? - Treinta libras Dame las treinta libras: tengo mi mujer en-ferma, mis hijos con hambre. Dámelas y da tres vueltas alrededor de mí, arrodíllate, póstrate ante mí y luego vuelve al monasterio. El monje sacó las treinta libras y se las dio. Dio las tres vueltas, se arrodilló y volvió al monasterio. Más tarde com-prendió plenamente que el mendigo era el mismo Cristo. Somos capaces de gastarnos nuestros ahorros de treinta libras para visitar el Sepulcro de Cristo, y nos olvidamos que Jesús ya no está ni en Jerusalén, ni en el Sepulcro, sino que lo tenemos a nuestro lado, compañero nuestro de camino de cada día. También las mujeres de la mañana de Pascua lo imaginaban en el Sepulcro, cuando en realidad, Él se estaba paseando tranquilamente por el jardín. No nos duele gastar nuestro dinero en una peregrina-ción a Tierra Santa. Y no me parece mal. Yo la visité unas cinco veces. Y no estoy arrepentido. De lo que sí me arrepiento es que luego de haber ido tan lejos, luego no sea capaz de verlo y reconocerlo en el hermano que tengo a mi lado. Porque la ver-dadera presencia de Jesús hoy la tenemos muy cerca de nosotros: Lo tenemos en el Sagrario donde nos espera cada día. Lo tenemos en los Sacramen-tos donde lo podemos encontrar a diario. Lo tene-mos en el hermano que está a nuestro lado. Lo tenemos en el mendigo que nos alarga su mano porque tiene hambre. Lo tenemos en el enfermo que sufre y con frecuencia está demasiado solo. Lo tenemos en el que tiene sed y al que nos cuesta

darle un vaso de agua. Lo tenemos en el anciano que se muere de soledad más que de años. Lo tene-mos en el encarcelado que se pudre años entre unas rejas. El Dios de nuestro fe no es un Dios de muer-tos. Es el Dios que vive en los que están vivos. Es el Dios que nos invita a encontrarlo entre los vivos. Es el Dios que está en nosotros para darnos viva. Anthony de Melo cuenta la historia de aquellos discípulos que le preguntaban al maestro si había vida después de la muerte, y el maestro respondió con una sonrisa. Extrañados le volvieron a pregun-tar el por qué de su respuesta evasiva, a lo que el Maestro respondió: “¿No habéis observado que los que no saben qué hacer con esta vida son precisa-mente los que más desean otra vida que dure eter-namente?” Cuando no somos capaces de vivir de verdad la vida entonces preguntamos por la vida eterna. Cuando no somos capaces de vivir a Dios en nues-tra vida, preguntamos por el Dios de la vida eterna. Cuando no somos capaces de ver a Dios en esta vida, nos preocupamos si lo veremos en la otra. Cuando no somos capaces de ver a Dios en el her-mano, preguntamos si Dios existe. Cuando no so-mos capaces de ver a Dios en el que sufre, pregun-tamos por la felicidad eterna. Y tal vez lo peor es que para justificar la ausencia de Dios en medio de nosotros, preferimos poner en duda el Dios del más allá. Pero como tampoco nos resignamos a quedar-nos en el vacío, nos inventamos un mundo parecido al nuestro un tanto mejorado, aunque luego esto nos vaya a crear problemas matrimoniales. Dios es el Dios de los que han muerto y siguen viviendo en El. Pero antes es el Dios de los que aún seguimos vivos. Porque solo la experiencia de Dios en la vida puede ser garantía del Dios después de la muerte. Necesitamos vivir a Dios no solo cuando estamos de luto. También necesitamos vivir a Dios cuando estamos vestidos de fiesta y disfrutamos de los gozos y las alegrías de nuestra vida. Dios no co-mienza después de nuestra muerte. Dios comienza con nosotros cuando nacemos. Dios no comienza cuando nos encontramos en el más allá. Dios co-

mienza en nosotros cuando estamos en el más acá. “El que come mi carne y vive mi sangre tiene vida eterna”. Para encontrarnos con Dios no hace falta ir al Santo Sepulcro. Basta encontrarlo en el propio hogar: en la esposa, en el esposo y en los hijos. Basta encontrarlo cuando salimos a la calle y nos topamos con el hermano necesitado. Si queremos un Dios para la eternidad, primero debemos encon-trarnos con el Dios que está en nosotros y nos está dando la nueva vida. Es un Dios para vivir.

Juan Jáuregui

Sobre el dintel de la puerta, hay una lápida de pie-dra con una inscripción en latín, que procede del libro del Apocalipsis: “EN SIGNUM MAGNUM: QUE ENIM IN CAELO MULIER AMICTA…”, que traducido significa: “He aquí un gran signo en el cielo: una mujer vestida de sol y encinta, adornada con una estrella y con la luna bajo sus pies; ella misma, que tenía que engendrar estos hijos redentores, eligió Barcelona y descendió y dio a luz el 2 de agosto del año 1218. Afortunada Barcelona, he aquí que María se ha convertido en conciudadana tuya, patrona y madre, y asi-mismo merced esplendorosa para el conjunto de todo el mundo”. Y sobre las puertas laterales de la fachada: “no lo has hecho con ninguna otra na-ción” (puerta derecha) y “Mirad, que aquí están las huellas de sus pies” (puerta lateral izquierda). Ahora, cuando pases por debajo, ya sabes lo que significan esas letras elegantes y, hasta ahora, mis-teriosas: todo un piropo dirigido a Aquella a quien va dedicado todo este maravilloso edificio. Una razón más para cuidarlo y mantenerlo esplendoroso entre todos, para que todos lo sintamos como nues-tra casa y nos sintamos a gusto en ella. Madre nues-tra de la Merced, ruega por nosotros.

Nació el año 1178 en Londres. Participó, siendo aún un niño, el año 1190 en la cruzada de Ricardo Corazón de León a Tierra santa, quedan-do muy defraudado. Entre 1191 y 1194 estuvo preso en Ale-mania. En 1212 vino a España para contri-buir a la Reconquis-ta. En 1222 conoció a san Pedro Nolasco y su Orden, pidiendo el hábito que vistió en Barce-lona en el convento del palacio real. Ya profeso, pero lego, se dedicó a obras de cari-dad, evangelización y colecta de limosnas para la redención de cautivos, recorriendo toda España. En 1229 participó activamente en la conquista de Mallorca, sirviendo a los enfermos y estimulando a las tropas. Inmediatamente realizó una redención de cautivos en Argel. San Pedro Nolasco lo envió a visitar Inglaterra, Escocia e Irlanda con el proyecto de hacer funda-ciones y dar a conocer la Obra redentora. En 1240 practico una redención en Andalucía y Murcia. Luego redimió 87 cautivos en Argel, que-dándose en rehenes, un año, porque no llegó el dinero para la compra convenida. Por manifestar delicadeza con los cautivos fue maltratado, encarcelado y condenado a muerte. El 14 de noviembre de 1240 fue atormentado en la plaza pública con extraña fiereza hasta el punto de ser abierto en canal y seccionado miembro por miembro. Es por ello que su fiesta la cele-braremos juntos el próximo jue-ves, acompañán-dola con el signo de la bendición del aceite de oliva en cada Misa, signo de salud y de ac-ción de gracias por los dones recibidos, y que encontraréis en la tienda de la basílica: un acei-te de calidad extra.