Fray Alonso de Burgos Promotor Artístico

7/25/2019 Fray Alonso de Burgos Promotor Artstico

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Recibido: 30/07/13 LOPE DE BARRIENTOS. SEMINARIO DE CULTURA, 6Aceptado: 13/05/14 2013, pp. 93-124

ISSN: 1888-9530

ESCUDOS CON FLOR DE LIS O LA HUELLA DE UN PRELADOPROMOTOR: ALONSO DE BURGOS, OBISPO DE CUENCA

(1482-1485)

ESCUDOS CON FLOR DE LIS OR THE MARK OF A PRELATEAND PATRON: ALONSO DE BURGOS, BISHOP OF CUENCA

(1482-1485)

DIANA OLIVARES MARTNEZ

UniversidadComplutensede MadridGEMA PALOMO FERNNDEZ

Universidad Autnomade Madrid

Resumen: Fray Alonso de Burgos fue obispo de Cuenca entre 1482 y 1485, un breveperodo de tiempo que no impidi que el dominico dejara cierta huella en el temploconquense. El objetivo de este estudio es analizar las empresas artsticas de frayAlonso en la Catedral de Cuenca y aclarar cul fue su aportacin y en qu circuns-tancias se realiz. El conocimiento de su papel en la corte de los Reyes Catlicos en

paralelo al estado de la fbrica catedralicia permite comprender, tanto su escasa pre-

sencia en la dicesis, como su poca implicacin en las obras de dicho templo. El pre-sente artculo revisar la presencia de los escudos del prelado en la catedral, aportandopara ello imgenes inditas de los restos del triforio financiado por fray Alonso. Tam-bin atender al esplndido cliz con las armas del dominico conservado en el MuseoDiocesano de Cuenca, ofreciendo una nueva lectura iconogrfica de esta pieza.Palabras clave: Alonso de Burgos, catedral de Cuenca, siglo XV, Reyes Catlicos.

Abstract: Friar Alonso de Burgos was bishop of Cuenca between 1482 and 1485,but the shortness of his administration did not prevent the Dominican from leavinghis mark on the city's cathedral. The aim of this paper is to analyse the artistic pa-tronage of Friar Alonso in the cathedral of Cuenca, and to shed light on what his con-tribution was and how it was carried out. The knowledge of its role in the CatholicMonarchs court, in parallel to the state of works in the cathedral, allows us to under-stand both his scarce presence in the diocese as well as his involvement in the con-struction of the building. This article will reexamine the presence of the coat of armsof this prelate in the Cathedral, along with unpublished images of the remains of thetriforium funded by him. We will also deal with the magnificent chalice displayingthe coat of arms of the Dominican, offering a second reading on the iconography ofthis silverware.

Keywords: Alonso de Burgos, Cuenca Cathedral, 15th Century, Catholic Monarchs.

Seminario.qxp:Maquetacin 1 15/12/14 18:09 Pgina 93


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1. ESCUDOS CON FLOR DE LIS O LA HUELLA DE UN PRELADO PROMOTOR: ALONSODE BURGOS, OBISPO DE CUENCA (1482-1485)1

Escudos con flor de lis, as se indica en el Plano de la Santa Yglesia Cathedralde Cuenca de Ascencio de Morales (1750) la presencia de las armas de fray Alonsode Burgos, cuya memoria como obispo conquense se perdi hasta el punto de que suemblema herldico se convirti en un completo desconocido. Sin embargo, Alonsode Burgos, como seal Nieto Soria, fue uno de esos intelectuales eclesisticos quese esforzaron en apoyar con su pensamiento las aspiraciones de soberana de los mo-narcas, al igual que haban hecho otros prelados tambin convertidos en las cabezas

polticas ms relevantes del reino, como Pedro Tenorio o Alonso de Cartagena2. Enel plano artstico ha destacado por sus empresas arquitectnicas en las sedes episco-

pales que ocup, Crdoba, Cuenca y Palencia, si bien sobresale especialmente la quefue su principal fundacin, el Colegio de San Gregorio de Valladolid3.

El objetivo de este estudio es analizar las empresas artsticas de fray Alonso en laCatedral de Cuenca y aclarar cul fue su aportacin y en qu circunstancias se realiz.El conocimiento de su papel en la corte de los Reyes Catlicos en paralelo al estadode la fbrica catedralicia permitir comprender, tanto su escasa presencia en la di-cesis, como su aparentemente exigua implicacin en las obras de dicho templo.

1.1. Origen y paso por la corte

El origen de fray Alonso de Burgos oFray Mortero, como fue apodado, se ha si-tuado en las montaas del valle del Mortera, en la provincia de Burgos en su lmite conCantabria, pudiendo haber dado lugar al apodo con el que era conocido, aunque tambin

podra deberse a sus afanes constructivos. A falta de una biografa sobre el dominico4

,se desconoce el honesto y noble linaje5 al que perteneca y, por el momento, no hayevidencias documentales de que se tratase de una familia de conversos. Segn Goyri 6proceda de padres judos y habra sido convertido al catolicismo en su infancia7, sibien otros autores lo desmienten, al igual que su supuesto parentesco con los SantaMara8, a cuyo servicio estuvo trabajando durante su juventud mientras se iniciaba enla carrera eclesistica. Alonso de Palencia, cronista de Enrique IV9, le presenta comodiscpulo de fray Martn de Santa Mara, maestro en Teologa y confesor de Pedro Fer-nndez de Velasco10. La cercana entre dichos personajes se ha querido justificar a partirdel escudo de Alonso de Burgos, una flor de lis de oro sobre campo de sinople con bor-dura cargada de cuatro cruces de la orden de Santo Domingo11 (fig.1).

Tom el hbito y profes como dominico en el convento de San Pablo de Burgos,y posteriormente recibi los grados de la Orden en el convento de San Pablo de Va-lladolid12. All complet su formacin, fue Lector y alcanz el cargo de Prior tantoen Valladolid como en Burgos, una posicin elevada que le permiti iniciar una ful-gurante carrera eclesistica ligada a los Reyes Catlicos. Alonso de Palencia13 aportadatos esenciales sobre la temprana adhesin del dominico a la causa de la futura reinaIsabel, en primer lugar junto a su hermano Alfonso y posteriormente al lado de la Ca-tlica. Alfonso, ya erigido como rey tras laFarsa de vila, habra conocido a Alonsode Burgos en junio de 1465 durante una visita a Valladolid, momento en el que frayAlonso obtuvo permiso para acompaar al nuevo monarca en su lucha contra EnriqueIV. Mrtir Rizo, adems de sealar cmo algunos Grandes de Castilla le habran sa-

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cado del recogimiento monacal para servirse de sus habilidades en la Corte y cola-borar con la reina Isabel, recoge la letra de un cantar popular acerca de este prelado:

Crdenas y el Cardenal,Y el obispo Fray Mortero,

Traen la Corte al retortero14.

Segn narra Palencia, fray Alonso particip en la batalla de Olmedo junto a lastropas de Alfonso, tras cuya muerte pasara a apoyar a la princesa Isabel, gozandodel favor del arzobispo de Toledo, Alonso Carrillo. Los servicios que el dominico

prest a la Catlica se remontan a estos aos, incluso lleg a interceder en la llegadade las tropas del arzobispo de Toledo para rescatar a Isabel en Madrigal y facilitar elmatrimonio de sta con Fernando de Aragn15. A partir de ese momento, Palencia

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Fig. 1. Escudo de fray Alonso de Burgos. Detalle de la capilla del Colegio de San Gregorio deValladolid.Fotografa de Diana Olivares.



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presenta a Alonso de Burgos como alguien muy cercano a Isabel, un consejero degran confianza de la Reina que se enemist con Alonso Carrillo16, y es citado en pri-mer lugar entre los que califica de principales cortesanos y aduladores de la Reina17

por delante de Gonzalo Chacn y Gutierre de Crdenas incluyndole entre losque se atrevan a decir a la mujer que, conforme al derecho, su marido no deba enmanera alguna llamarse Rey, sino solo Regente18, en relacin a los acontecimientosque tuvieron lugar en enero de 1475.

En la escasa documentacin conservada sobre los primeros aos de Alonso deBurgos en la corte castellana encontramos varias referencias que complementan loshechos narrados por Palencia. En 1465, Alfonso, como rey de Castilla, concedi unamerced a Diego de Santander y a su hermana Constanza Garca a peticin de el de-voto religioso fray Alonso de Burgos mi confesor19. Se trata de un dato de gran re-levancia que confirma el apoyo del dominico a Alfonso en 1465, y que antes de serconfesor de Isabel I lo fue de su hermano, demostrando cmo la estrecha relacin

con su causa se remontaba a este temprano momento. Una fidelidad que, en gran me-dida, fue el origen del favor y posicin que obtuvo aos ms tarde.Alonso de Burgos se convirti en un importante miembro del consejo privado de

la princesa Isabel en Madrigal, habiendo llegado a celebrar en Valladolid la misa develaciones de los Reyes Catlicos el 19 de octubre de 146920. En 1473 Fernando, encalidad de rey de Sicilia, solicit la intercesin de su padre, rey de Aragn, para con-seguir la provisin del obispado de Catania para Alonso de Burgos, apareciendo endicha carta como maestro en sacra theologia, mi confesor e del mi consejo21. Aun-que finalmente no saliera adelante, se trata de una noticia de gran alcance que evi-dencia cmo trataron de recompensarle por ser tal persona que meresce muy mayordignidat que sta los muchos grandes, aceptos e senyalados servicios quel dicho fray

Alonso me ha fecho e de cada dia fazer non cesa22

con una dignidad episcopal en elnico reino que verdaderamente posean en aquellos momentos, el de Sicilia. En esemismo ao, Alonso de Burgos consta documentalmente como capelln mayor y delConsejo de la Princesa de Asturias23, en cuya proclamacin como reina el 13 dediciembre de 1474 pudo haber estado presente24.

A pesar de los desafortunados incidentes en los que fray Alonso se vio implicado25,su posicin se fortaleci tras la subida al trono de Isabel y Fernando, que le conce-dieron en noviembre de 1475 un privilegio de 100.000 mrs. anuales, dados los mu-chos e buenos e leales e grandes e sealados e continuos servicios que el reverendo

padre maestre fray Alonso de Burgos confesor e capelln mayor de mi la Reyna e denuestro Consejo de largos tiempos ac nos ha fecho e face de cada da26.

La carrera episcopal del dominico comenz el 19 de agosto de 1476, cuando fueelegido como obispo de Crdoba tras haber sido presentado por la Reina27. Pese alnombramiento, continu acompandola como haba hecho hasta entonces28, tanto enla campaa de Extremadura en 147729 como en Sevilla durante el ao de 1478, dondeestuvo presente en la firma de la capitulacin de los Reyes con el duque de MedinaSidonia30 y particip en la Asamblea General del Clero31. 1478 fue un ao clave parafray Alonso puesto que tom posesin del obispado de Crdoba32, recibi bula paratestar sus bienes33 y beneficios impositivos como obispo de Crdoba34. Adems, par-ticip del nacimiento de la Inquisicin mediante la bulaExigit Sincerae Devotionis35,y se convirti en pesquisidor real sobre los conversos de Sevilla, aparte de ejecutoreclesistico de la concesin papal para nombrar dignidades, canonjas y prstamos36.

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Alonso de Burgos hizo su primera entrada en la ciudad de Crdoba como obispojunto a los monarcas mediante una aclamacin festiva en octubre de 147837. Crdobaera uno de los principales obispados del reino38, por lo que el volumen de rentas per-

cibido por nuestro obispo aument notablemente con este nombramiento. Dedicprcticamente entero el ao de 1479 a realizar visitas pastorales por toda su dicesise insisti especialmente en el establecimiento de un Tribunal de la Inquisicin enCrdoba, instituyndose finalmente en 148239. Tambin celebr al menos un snododiocesano, ya que se conoce una constitucin suya en la que se aborda un asunto degran importancia, como era el del vestido, porte y corona de los clrigos40. Esto de-muestra que, a pesar de su retraso en la toma de posesin del cargo, se preocup porla dicesis que presida en la lnea reformista impulsada desde la corona.

En estos aos el contacto con la corte era continuo, prueba de ello es que en 1480Alonso de Burgos no solo estuvo presente en abril en la jura del Prncipe don Juan41,sino que fue proclamado presidente del Consejo de la Santa Hermandad, alcanzando

una posicin de poder en una institucin clave para el nuevo estado castellano42

. Ade-ms, el 22 de diciembre los Reyes solicitaron para nuestro prelado la provisin de laabada de Alcal la Real, un puesto de confianza en previsin del importante papelque desempeara este enclave en la Guerra de Granada43. Se conocen pocos aspectosde su posible promocin de obras de arte en esta abada, a excepcin de exiguas re-ferencias, como la construccin de una capilla dedicada al Santo Cristo de la Columnay el retablo de la capilla mayor de la iglesia vieja, en el que figuraran sus armas 44.

No contamos con noticias documentales relativas a una posible promocin artsticadurante su episcopado cordobs, simplemente consta que 1480 se ejecutaba una si-llera de coro alto y bajo para la capilla de Villaviciosa de la catedral de Crdoba,

pero figuraba como un encargo del Cabildo a Guillermo Alemn y Francisco de Ho-landa45, por tanto, sin vinculacin aparente con fray Alonso.

2. ALONSO DE BURGOS, OBISPO DE CUENCA

La llegada de Alonso de Burgos al obispado de Cuenca no fue fcil, dado que sevio envuelta en medio de un conflicto entre la Corona y el papa Sixto IV46. En agostode 1479, tras la muerte del hasta entonces obispo de Cuenca, Antonio Jacobo de V-neris, cardenal de San Clemente, el Sumo Pontfice realiz sin dilacin la provisinde la Iglesia de Cuenca en Rafael Sansoni Riario, cardenal de San Jorge y su sobrinode 19 aos. Los monarcas no estaban de acuerdo con esta decisin al tratarse de unreligioso extranjero, al que segn seala Azcona, se le haban asignado diversos be-neficios de las iglesias espaolas con anterioridad que los reyes desaprobaban47.

Se trata de un conflicto que se alarg durante intensos aos de negociaciones di-plomticas entre el papa y los reyes, incluyendo el envo de embajadas a Roma. Estasituacin tuvo lugar en un momento de gran inters para la poltica religiosa de losReyes Catlicos, entre la Asamblea General del Clero celebrada en 1478, y las Cortesde Toledo de 1480. La provisin de obispados por nombramiento real se haba con-vertido en una prioridad para los monarcas antes de iniciarse el problema conquense,y de hecho, en una embajada realizada en 1478 haban exigido una promesa formalde que ninguna provisin sera expedida en Roma sin su antecedente presentacin.Francisco de Santillana, obispo de Osma, fue el embajador de los Reyes en Roma yquin ocup la primera lnea en la negociacin con Sixto IV, hasta que el Pontfice leencerr violentamente en el Castillo de SantAngelo48.

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Mientras tanto, la dicesis de Cuenca era administrada por Gabriel Condulmario,arcediano de Alarcn, protonotario apostlico y consejero real, a quien antes de sumuerte, el propio Vneris haba arrendado los frutos del obispado por 4.000 ducados

anuales. Fue el rey Fernando quien inform al cabildo conquense de que iban a pedirla revocacin de la provisin del cardenal de San Jorge, ordenndole adems que siles presentaban las bulas pontificias, prendiesen a aquel que las trajese. El cabildo sevio inducido finalmente a firmar una concordia el 19 de diciembre de 1479 en la quelos Reyes justificaban su conducta asegurando que su objetivo era proveer las iglesiasen personas dignas y fiables para conservar los bienes eclesisticos. Ciertos conflictoscon el Cabildo llevaron incluso a la encarcelacin del nuncio papal, Francisco Ortiz.

Las negociaciones continuaron con avances notables a partir de 1481 mediante laintercesin del comendador Gonzalo de Beteta, Alcaide de Soria, y de Alfonso deSan Cebrin, Vicario Provincial de los Dominicos. Los reyes se mantenan inflexiblesen cuanto a la provisin de Cuenca en Alonso de Burgos, as como en otras peticiones

con las que pretendan satisfacer las necesidades de todos los interesados. DomingoCenturin, mercader genovs, se convirti finalmente en el representante papal, nom-brado con nimos de buscar la concordia. sta se produjo en Crdoba el 3 de julio de1482, y en ella se concedi la iglesia de Cuenca a Alonso de Burgos, la de Salamancaal cardenal Riario, la de Osma al cardenal Mendoza y la de Crdoba al obispo deOsma, poniendo fin a todos los litigios surgidos a cuenta de dichas provisiones. Nose trataba de una concesin general en cuanto a la presentacin o suplicacin de obis-

pados, pero al menos termin con la tensin que haba reinado en las relaciones Mo-narqua-Pontificado durante los tres ltimos aos49. La bula que confirmaba el trasladode Alonso de Burgos a Cuenca est fechada a 8 de julio del mismo ao50, aunque fueen octubre cuando se le nombr obispo de Cuenca, tras haber sido revocada por el

Papa la provisin inicialmente hecha al cardenal Riario51

.La prelatura de Alonso de Burgos en Cuenca fue breve pero fructfera, pues con-servamos un importante documento que ha dejado constancia de parte de su labor enla dicesis: las constituciones sinodales del obispado de Cuenca, otorgadas en octubrede 1484 e impresas poco despus de su promulgacin en Huete52. Estas constitucio-nes, estudiadas por Daz Ibez, se inscriben en el ltimo perodo de la reforma ecle-sistica de la Castilla del siglo XV, que se abre con el Concilio de Aranda de 1473 ycoincide con el reinado de los Reyes Catlicos. Se trata de una actuacin ligada a losasuntos que haban sido tratados en la Asamblea General del Clero de Sevilla, en laque como mencionamos, Alonso de Burgos estuvo presente53. Su participacin enestas reuniones y la convocatoria de snodos, tanto en Crdoba como en Cuenca,muestra la preocupacin del Dominico por los aspectos relativos a la reforma ecle-sistica. De hecho, Fray Alonso convoc un snodo previo en 1482 en la villa epis-copal de Pareja, presidido por el vicario general del obispado de Cuenca, ya que recinnombrado obispo quiso conocer el estado de su nueva dicesis54.

De los asuntos tratados, interesa la normativa relativa a la formacin cultural delbajo clero, ya que supuso una preocupacin constante para Alonso de Burgos que re-percuti tambin en su promocin artstica, con la futura fundacin del Colegio deSan Gregorio de Valladolid en 1487. Otros temas abordados fueron el del concubi-nato, el atuendo de los clrigos, las obligaciones eclesisticas y el cuidado y limpiezadel material litrgico de la iglesia, as como normativas referentes a los laicos acercade la catequesis, la comunin o el silencio en las iglesias, entre otros. Adems, realiz

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importantes disposiciones en beneficio de las fbricas, parroquiales o de la catedral,consecuencia de las penas impuestas a los clrigos55.

3. LA CATEDRAL DE CUENCA

En qu estado se encontraba la fbrica de la catedral de Cuenca a la llegada deAlonso de Burgos? Desde el punto de vista artstico el siglo XV haba sido intenso ymuy fructfero. Adems de las necesarias obras de retejado y mantenimiento, se des-arroll una importante labor de embellecimiento, ligada a objetos suntuarios y mobi-liario litrgico, a la vez que se ampliaba el templo con diversas dependencias56. Sinnimo de ser exhaustivos, a lo largo de las ocho dcadas largas de centuria previas asu toma de posesin, se haban acometido las obras que a continuacin se enumeran:

a) En las primeras dcadas se renov y repar el claustro gtico con la inter-vencin ya desde los ltimos aos del siglo XIV de Ferrand y Juan Alfonso,

miembros de una familia de canteros que haba trabajado en la catedral de To-ledo al servicio del arzobispo Pedro Tenorio. El segundo acab convirtindoseen maestro de obras de la catedral (1420)57.

b) A mediados de siglo se procedi a la construccin una nueva sala capitularen sustitucin de la dedicada al Corpus Cristi situada en el claustro que a suvez haba reemplazado a otra anterior del siglo XIII58.c) En los aos centrales del siglo se trabajaba en la bveda, chapitel y otrosaderezos de la torre de campanas, que haba sufrido las consecuencias de unincendio en 145959; la malograda Torre del Giraldo, que se desplom en abrilde 1902.d) En 1464 don Ruy Gmez de Anaya cannigo de Cuenca y arcediano de

Alarcn y el chantre don Nuo lvarez de Osorio fundaron y dotaron sus ca-pillas, advocadas a San Bartolom y San Miguel respectivamente, ambas enla nave del lado norte: la primera, junto a la torre de las campanas, la segunda,en los tramos inmediatos al hastial, esta ltima desaparecida como consecuen-cia de la intervencin de Lamprez60.e) Asimismo, se desarrollaron otras tareas como cerrar ventanas con vidrieras61,dotar a la iglesia de un reloj62, campanas, rganos63, adems de retablos parael altar mayor y la sala del cabildo64, tallar una nueva sillera, facistoles y obrasde mazonera y entalles en los plpitos de la Epstola y el Evangelio, coinci-diendo con los episcopados del dominico fray Lope de Barrientos (1445-1469)y de su sucesor en la silla de Cuenca, el cardenal Antonio Jacobo de Vneris(1469/70-1479).

En el enriquecimiento de la fbrica conquense tuvo importancia excepcional elepiscopado del primero, don Lope de Barrientos, quin se preocup por favorecerlaeconmicamente. Por estatuto de diciembre de 1448 le concedi las medias annatas,la mitad de los frutos y rentas de cualquier beneficio eclesistico que vacare en laciudad y en la dicesis, excepto por causa de permuta65 y consigui una bula papal,en 1452, contra los usurpadores de sus rentas66.

Una fuente literaria coetnea, losAnales de Garci Snchez (h. 1469)67, adjudicaal prelado dominico la factura del retablo mayor, de las sillas del coro y de la torre dengel68. Ni los restos arquitectnicos y decorativos subsistentes en la actualidad nila documentacin conservada en el archivo capitular, permiten constatar las mencio-

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nadas obras en la linterna, aunque no puede excluirse que acometiera las reparacionesnecesarias como consecuencia de los daos que haba provocado el incendio acaecidoel 19 de mayo de 1432, afectando el fuego a las torres del ngel, del Gallo y de la

Saeta estas dos ltimas en la fachada, en especial a los chapiteles69. Por el contrario,s hay constancia del encargo de rganos, facistoles, plpitos y retablos para el altarmayor y para la sala capitular. La sillera, vendida en el siglo XVIII a la Colegiata deBelmonte, donde se encuentra hoy, es una pieza de gran calidad la primera del grupode silleras tardogticas castellanas con relieves figurados en respaldos y misericor-dias que fue contratada por el cabildo con los hermanos Egas Cueman y Hanequnde Bruselas. Los maestros dieron por concluida su labor en 1457, pero entre 1479 y1481 se realiz una ampliacin a cargo de un maestro de nombre Lorenzo, carpinteroentallador70, probablemente el mismo Lorenzo Martnez, entallador, que en 1477haba contratado la portada de la Capilla del Obispo y que en enero de 1479 asumaciertas obras de mazonera en los plpitos71.

El obispo que precedi a fray Alonso de Burgos, Antonio Jacobo de Vneris, re-sidi permanentemente en Roma. Durante su episcopado, la sede de Cuenca queden manos de su provisor, Gabriel Condulmario, que tambin se hizo cargo de todoslos asuntos de la catedral en los aos de sede vacante (1479-82). Fue Condulmarioquien encarg las obras en los plpitos o la mencionada ampliacin de la sillera, conla ejecucin de 20 estalos ms, al entallador Lorenzo Martnez en 1479. Igualmentefue durante el perodo de sede vacante, en 1480, se contrat al maestro Cristbal, ve-cino de Segovia, en cuyo claustro haba trabajado a las rdenes de Juan Guas72. Elobjetivo fundamental de la llegada de Cristbal Flrez a Cuenca fue reordenar la pri-mitiva cabecera gtica de cinco bsides paralelos y escalonados, sustituyndola porotra de doble girola y formas tardogticas, la ms radical transformacin de la fbrica

conquense. La obra se desarroll, en lo fundamental, entre los aos 1480 y 1505/1506,aunque se prolong con la ejecucin de diversas capillas y otras dependencias hastala prelatura de Rafael Galeote Riario (1493-1518). Parece que en los primeros aoslos esfuerzos de la fbrica se centraron en aprovisionamiento del material necesario73y en la preparacin del terreno perteneciente al antiguo corralde la catedral, hasta elCamino de la Limosna, parcialmente visible hoy junto a los bajos de la llamada Ca-

pilla Honda. El 12 de septiembre de 1483 tuvo lugar la ceremonia inaugural que re-frendaba oficialmente el inicio de las obras: ovo proesyon que mandaron faer lossennores para poner la primera piedra en el imiento del traschoro que se fae 74,aunque los escudos ms antiguos que figuran en las claves y soportes de la girola co-rresponden al obispo Alfonso de Fonseca (1485-1493).

4. INTERVENCIN DE FRAY ALONSO EN LA FBRICA CATEDRALICIA

La brevedad de la prelatura de Alonso de Burgos en Cuenca (1482-1485) y susobligaciones propias de los cargos de poder que ocupaba en la corte de los Reyes Ca-tlicos, invitan a pensar que no hubo tiempo de realizar obras de envergadura.

En abril de 1483 la capilla del Corpus Christi utilizada como sala capitular, almenos desde mediados del siglo XIV entonces vaca y exenta y perteneciente a laIglesia, fue otorgada en patronato a Juan Hurtado de Mendoza, seor de la villa deCaete, para su enterramiento y el de sus familiares y allegados. En el documento decesin, fray Alonso, en calidad de cabeza de la dicesis, argument desconocer los

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usos y costumbres de la iglesia de Cuenca, puesto que estaba atendiendo los negociosque le ocupaban al servicio de los reyes. Por esta razn deleg en su protonotario,Gabriel Condulmario, para que junto con el cabildo decidiese sobre el deseo expre-

sado por don Juan Hurtado:porque no somos tanto informado de la costumbre de la dicha nuestra Iglesia y porquetodas estas cosas vos sois ms informado [] porque al presente somos impedidos deotros negoios mas arduos que tocan al serviio de Dios nuestro Seor y del rey ereina75.

Durante estos aos, Alonso de Burgos continu muy ligado a los Reyes Catlicos,contando con una gran presencia en la Corte, lo cual provoc las ausencias continua-das en la sede conquense y que delegara sus obligaciones en otras personas. Fueronlos propios monarcas, a quienes fray Alonso estaba tan unido, los que lucharon porque le fuese concedida la provisin de Cuenca, por lo que ste se deba igualmente a

sus compromisos con los Reyes. Por ejemplo, el 15 de mayo de 1483 acompa alcardenal Mendoza en la visita que hicieron a Burgos la Reina y el prncipe don Juan,recibiendo el Dominico varios das despus un obsequio del concejo burgals por sucolaboracin en los actos76. Meses despus, el 14 de octubre del mismo ao, frayAlonso asisti en Crdoba junto a los obispos de Palencia, Jan, y Calahorra a lasfiestas reales celebradas en conmemoracin de las victorias obtenidas sobre los mu-sulmanes en Granada77. En 1484, siendo presidente del Consejo de la Santa Herman-dad, asign las leyes de la Hermandad y Orden Judicial en junta que se reuni enOrgaz78. De hecho, ese mismo ao volvi a disculparse por no poder visitar cada unade las parroquias de su dicesis, lo que demuestra tanto su ausencia, como cierto in-ters por la dicesis que encabezaba:

ansy por nuestra indispusiion corporal como por la grandeza y numerosidat de los ar-duos negocios que el rrey e rreyna nuestros sennores para la governaion de sus rreynose sennorios continuamente nos cometen79.

A pesar de que se trat de un episcopado corto, estos aos fueron cruciales parala trayectoria de Alonso de Burgos. Su llegada a Cuenca supuso un aumento en losfrutos de la mesa episcopal respecto a Crdoba y es a partir de 1484 cuando constaque comenz a recibir su cuantiosa ayuda de costa, suponiendo todo ello un notableincremento de los ingresos del prelado que desembocara en la promocin de desta-cadas obras en los aos siguientes80. La actividad desarrollada entre 1482 y 1485tanto en su dicesis como en la corte al servicio de los monarcas, situ a fray Alonsoen una posicin privilegiada para la continuidad de su cursus honorum, desembo-cando en su nombramiento como obispo de Palencia el 26 de agosto de 1485.

Cmo saber entonces qu intervenciones pudo haber promovido este obispo du-rante los aos de su episcopado conquense? No es tarea fcil responder a esta pregunta,puesto que no se han conservado las Actas Capitulares entre 1465 y 1485 y tampocoel libro de cuentas de Fbrica correspondiente a los aos de fray Alonso81. Ante la au-sencia de documentos que nos aporten datos esenciales para rastrear el paso de Alonsode Burgos por Cuenca, debemos atender a las evidencias que hemos conservado.

Sabemos con certeza que el escudo de armas de Alonso de Burgos se encontrabadistribuido por distintos lugares de la catedral de Cuenca82. Esta circunstancia puedecomprobarse en elPlano de la Santa Yglesia Cathedral de Cuenca conservado en el

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Archivo Histrico Nacional, un plano topogrfico realizado en 1750 por Ascencio deMorales tras su visita a Cuenca, acompaado de una relacin numerada de capillas,altares, puertas y todo aquello que su autor juzg de inters83 (fig. 2).


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Fig. 2.Plano de la Santa Yglesia Cathedral de Cuenca. Asencio de Morales (1750). A.H.N.Estado, leg. 3.190.



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En este dibujo se sealaron expresamente distintos escudos de Alonso de Bur-gos como se ha sealado, flor de lis de oro sobre campo de sinople con bordura deoro cargada con cuatro cruces de la orden de Santo Domingo, aunque el autor no

identifica al propietario de las armas, limitndose a mencionar unos escudos conflor de lis. En dicho plano, uno de ellos est dibujado en la clave del arco sobre laverja del primitivo coro84. Actualmente se conserva un emblema herldico timbradode capelo con las armas del obispo en la clave de la bveda sexpartita que cubre eltramo del presbiterio inmediato al crucero85, aunque no parece que fuera ste el lugardonde lo vio Morales86 (fig. 3). No consta en tal disposicin en su plano, y adems se

trata de una clave de madera que oculta otra mucho ms primitiva de piedra -la co-rrespondiente a la fbrica original- con el aspecto propio de un escudo que penderade la clave de un arco, segn describe el autor. Es muy probable que estas armas fue-sen reubicadas durante las intervenciones que en el siglo XVIII afectaron a la capillamayor.

En todo caso, la presencia de este escudo sobre el arco de acceso al coro planteainterrogantes acerca del papel del prelado dominico en las obras de la catedral con-quense y en el entorno del presbiterio. Hemos de tener en cuenta que durante el pe-rodo de sede vacante como se ha visto en las lneas precedentes se haba encargadola ampliacin de la sillera con un total de 20 estalos, obra que habra sido concluidaen octubre de 1481, poco antes de la toma de posesin de Alonso de Burgos. Por ello

podra sugerirse siempre con las oportunas reservas que la presencia del escudode nuestro obispo en este lugar pudiera estar relacionada con un nuevo cerramiento

para el coro, o cualquier otro aderezo en la recientemente renovada sillera coral.Morales presenta en su plano otros escudos de Alonso de Burgos, hoy desapareci-

dos, en los cuatro pilares situados a la entrada de la catedral, al reverso del hastial yen los primeros exentos desde la fachada87 (fig. 4). Toda esta zona fue completamenterenovada por el arquitecto restaurador Vicente Lamprez y su inmediato sucesor, Mo-desto Lpez Otero, por lo que nada se ha conservado. Resulta llamativa tan numerosaagrupacin de escudos de fray Alonso en el entorno de los pies del templo, y junto a


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Fig. 3. Detalle de la clave de bveda. Catedral de Cuenca. Fotografa de Gema Palomo. Detalle delplano de Ascencio de Morales. A.H.N. Estado, leg. 3.190.



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su fachada, pero no contamos contestimonios materiales ni documen-tales que nos aporten datos sobre el

tipo de intervencin que habra mo-tivado la colocacin de sus armas enesta zona del recinto catedralicio.

Sin embargo, s hay respaldo do-cumental respecto a la galera lla-mada de los Doce Pares, unadenominacin que se confirma do-cumentalmente desde finales del

siglo XIV, aunque la existencia de tal estructura arquitectnica es coetnea a la cons-truccin de la fachada88. Se trataba de un pasadizo relativamente ancho ubicado a lospies del templo, abierto a modo de loggia a la plaza de Santa Mara, por un lado, y a

la nave del Perdn o de los Reyes -nave central- por el otro, comunicando ambas ga-leras del triforio. Dicho paso se menciona tambin en las distintas obras de restaura-cin que, desde el siglo XVI y en adelante, se acometieron en la fachada y tramooccidental de templo89, as como por el propio Vicente Lamprez en su conocido tra-bajo sobre la fachada de la catedral90. Cabe la posibilidad de que los cuatro escudosde fray Alonso se correspondiesen con algn tipo de reacondicionamiento de esta ga-lera, de otro modo resultara difcil de explicar semejante concentracin de sus armasen un rea de gran importancia por su carcter representativo; una vez ms, la falta deapoyo documental y material no permite, por el momento, ahondar en esta hiptesis.

An contamos con elementos herldicos adicionales que estuvieron situados enel interior del templo. Lamprez dej constancia, en fotografas anteriores a su propia

intervencin91

, de la presencia del escudo de Alonso de Burgos en el antepecho tar-dogtico del triforio que asoma a la nave central (fig. 5). Solo disponamos de im-

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Fig. 4. Detalle de la zona de fachada. Plano de Ascen-cio de Morales. A.H.N. Estado, leg. 3.190.

Fig. 5. Triforio en la nave central, lado septentrional. Fotografa previa a la intervencin de V. Lamp-rez y estado actual. GODDARD KING, G., Algunos elementos ingleses en las fundaciones de Al-

fonso VIII,Arquitectura: rgano de la Sociedad Central de Arquitectos, n 44, 1922, p. 455.Fotografa de Diana Olivares



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genes del lado septentrional de la nave, pero afortunadamente hemos conservado enun sala hasta hace poco utilizada como trastero de la catedral, bajo la Capilla Hondados escudos de fray Alonso de Burgos con restos de la tracera del triforio, que se si-

tuaran a ambos laterales de la nave, en los sealados antepechos. Los escudos, delos que mostramos fotografas inditas en su estado actual, son de piedra, tienen restosimportantes de policroma rojo en bordura y capelo, amarillo y negro en la tracerasuperior y miden aproximadamente 55 cm de ancho por 83 cm de alto92 (fig. 6).

Dado que no conservamos noticias documentales sobre ninguna intervencin de

Alonso de Burgos en la catedral de Cuenca, en un primer momento se sugiri questa podra haber consistido en un reacondicionamiento del templo que habra in-cluido el antepecho del triforio93, realizado en piedra con traceras tardogticas. Estetipo de encargo est en la lnea de la actuacin de Luis de Acua, obispo de Burgos,quin contrat con Juan de Colonia la elaboracin de unos antepechos para cerrar el

triforio de su catedral94 (fig. 7). Esta-mos ante un fenmeno similar, tanto enBurgos como en Cuenca se realizaronen una cronologa muy prxima ante-

pechos tardogticos de piedra calada enlos que se ubicaron las armas delobispo que promovi la obra.

En ambos casos el vaco documen-tal impide conocer el motivo por el cualse decidi realizar tales antepechos, si

bien podra haberse debido a la necesi-dad de utilizar los espacios que guarda-

ban, muy estrechos pero quizs ligadosa algn tipo de trnsito en el piso supe-

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Fig. 6. Escudos de Alonso de Burgos procedentes del triforio.Fotografas de Gema Palomoy Diana Olivares.

Fig. 7. Triforio de la catedral de Burgos. Foto-grafa de Elena Martn Martnez de Simn.



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rior del templo. Adems, pudieron estar orientados a renovar la imagen de la catedral,ofreciendo unas formas novedosas propias del ltimo cuarto del siglo XV.

Los vnculos entre las obras llevadas a cabo por Alonso de Burgos y Luis de Acua

no se limitan al cerramiento del triforio conquense. Hacia 1488, fray Alonso encargGil de Siloe y Diego de la Cruz un retablo para su capilla funeraria en el Colegio deSan Gregorio de Valladolid que, segn el Libro Becerro, deba ser de la misma formaque el que haban hecho en la catedral de Burgos95. Esta noticia evidencia que el do-minico conoca bien las obras promovidas por Acua en Burgos, dado que se refiereal retablo de la capilla de la Concepcin, espacio elegido por el obispo burgals parasu descanso eterno.

Dados sus orgenes y su relevante papel en la corte, es indudable que fray Alonsoestaba familiarizado con el templo burgals. No obstante, est documentada su pre-sencia en Burgos el 15 de mayo de 1483, cuando el obispo conquense viaj acompa-ando al cardenal Mendoza en la visita que hicieron a la ciudad Isabel la Catlica y

el prncipe Juan96

. Pocos meses despus, es muy probable que Alonso de Burgos asis-tiese como obispo a la ceremonia inaugural que refrend oficialmente el inicio de lasobras de la girola o trascoro de la catedral de Cuenca, el 12 de septiembre de 1483.La noticia documental que menciona dicha ceremonia, procedente del Libro de Pi-tancera de ese ao, es muy breve y no aporta ningn dato que permita confirmar la

presencia del prelado, pero parece razonable pensar que el obispo pese a no residiren Cuenca asistiese a dicha ceremonia, ya que de hecho, tuvo lugar aos despusde haberse comenzado las obras97. En octubre de ese mismo ao fray Alonso fue aCrdoba, donde se encontraba junto a los obispos de Jan, Palencia y Calahorra y elCardenal Mendoza para asistir a las fiestas realesen conmemoracin de las victorias sobre los mu-

sulmanes de Granada98

, pero entre mayo y octubreno consta impedimento alguno para su presencia enun acto tan importante para la fbrica de la que en-tonces era su sede.

Pudo haber sido durante esa visita a Cuencacuando fray Alonso orden la ejecucin del antepe-cho del triforio, de un modo similar a lo que habravisto recientemente en Burgos. Puesto que los es-casos aos de gobierno y su continua ocupacin alservicio de los reyes no le habran dado la oportu-nidad de acometer obras de envergadura, quizshubo de conformarse con favorecer la continuacinde las ya emprendidas, como la prevista construc-cin de la girola. Es conocida la aficin del domi-nico por hacer propaganda de su persona ordenandocolocar por doquier su escudo, en solitario o juntocon el de los Reyes Catlicos99, por lo que puedeque tratase de dejar alguna marca ms personal conesa intervencin en el triforio; no es descartabletampoco alguna obra en la fachada o en la mencio-nada galera de los doze pares, dado que conec-taba con los dos pasadizos del triforio.

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Fig. 8. Cliz de Alonso de Burgos sinostensorio. Museo Diocesano de laCatedral de Cuenca. Fotografa deDiana Olivares.



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El Museo Diocesano de Cuenca alberga la nica pieza de orfebrera vinculada conAlonso de Burgos y su paso por la sede conquense: un magnfico cliz convertidoen custodia tras la adicin de un viril de doble crestera en su base durante la segunda

mitad del siglo XVII100 en el que est presente su escudo de armas (fig. 8).La documentacin catedralicia podra ofrecer una pista al respecto. El 27 de no-

viembre de 1499 el cabildo conquense otorgaba licencia a Juan Lpez de Cigales,cannigo, para reclamar a los testamentarios o herederos de Alonso de Burgos, yafallecido, ciertas piezas de orfebrera:

una capilla nueva, asi de plata commo ornamentos e todas las otras cosas que perte-nesen para una capilla nueva que dixeron que deva a la dicha iglesia por aver seydoobispo della101.

No se conservan evidencias que permitan saber si el cliz conservado pudo formarparte de esa capilla que habra llegado a la catedral tras la muerte de fray Alonso

o si, por el contrario, habra sido depositado por el propio obispo antes de abandonarla sede.En todo caso, se trata de una pieza de gran calidad que carece de un estudio en

detalle102, puesto que nicamente ha sido analizada de manera tangencial en diversoscatlogos103. Est realizada en plata dorada, con decoracin repujada, cincelada y ca-lada, y se adorna con excelentes esmaltes translcidos de color azul, verde, rojo y

blanco. Ha sido fechada hacia 1485, aunque la cronologa podra ampliarse hasta1499104. Dado que el cliz no est marcado, Cruz Valdovinos lo ha relacionado conla escuela toledana, sin descartar que fuese obra de un platero del mbito cortesano.Sobresale la riqueza de los materiales utilizados y la labor escultrica en el nudo, ascomo por su abundante figuracin. Las medidas del cliz sin el viril son: 33 cm de

altura, 22 cm. de dimetro en su base y 11 cm. de dimetro en la copa, y segn el in-ventario de bienes catedralicios de 1584, la pieza pesaba nueve marcos, cinco onzas,el equivalente a algo ms de 2.200 gramos105.

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Fig. 9. ngeles. Detalle del Cliz de Alonso de Burgos. Museo Diocesano de la Catedral de Cuenca.Fotografa de Diana Olivares.



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La subcopa o rosa consta de nueve gallones sobrepuestos de borde rizado, queimitan los spalos de una flor106. Dichos gallones, coincidentes en nmero con loscoros anglicos, estn decorados con esbeltas y elegantes figuras de ngeles esmal-

tados sobre oro y nielados para los detalles de rostros, cabellos y manos portadoresde lasArma Christi o atributos de la Pasin. Uno de ellos lleva en sus manos el escudode Alonso de Burgos y, en orden hacia la derecha, los siguientes portan dos flagelos,la tnica, la cruz, el martillo y los clavos, la escalera, la lanza, la columna y, por l-timo, las tenazas para quitar los clavos y el portaesponjas107 (fig. 9).

La presencia de esmaltes traslcidos sobre oro de la rosa y el gollete hacen de estecliz una pieza nica. Cruz Valdovinos ha afirmado al respecto:

En el estado actual de conocimientos son probablemente los mayores y ms completosesmaltes que se conocen en piezas castellanas de la poca, en las que se ven escudos es-maltados con mucha frecuencia, pero rara vez figuras o escenas, que, sin embargo, nodebieron ser inusuales108.

El esmalte traslcido es una tcnica que surgi en Italia a fines del siglo XIII mo-mento en que sustituye al esmalte opaco, y que permite efectos pictricos. Desde lazona de Siena irradi por toda Italia, el reino de Aragn, Provenza y el norte de losAlpes, llegando posteriormente a los talleres de Pars y del Rhin109. Sin embargo, noes de tradicin italiana, sino francesa, la generosa aplicacin en este cliz del esmaltetraslcido de color rojo, tcnicamente mucho ms complejo de lograr y, por tanto, mscostoso y preciado110. Esto denota la gran calidad de la pieza encargada por frayAlonso, acorde con el tipo de empresas artsticas que llev a cabo en Valladolid y Pa-lencia con artistas de primer nivel como JuanGuas, Simn de Colonia o Gil de Siloe.

El astil es de planta hexagonal, mostrandoa uno y otro extremo del nudo sendos cuerposcortos con tracera calada y red de rombosentre contrafuertes. El nudo de mazoneratiene carcter arquitectnico y se divide en doscuerpos: el superior est formado por torreci-llas cilndricas y almenadas en las esquinasque delimitan las seis caras del hexgono, encada una de las cuales se labr un vano cono-

pial con traceras tardogticas y remate encrestera; en el inferior y principal cada caradel hexgono se desdobla en otras dos, donde

bajo capillitas rematadas en arcos conopialesse sitan las doce figuras que conforman unapostolado, de las cuales se han perdido dos(fig. 10). Es posible identificarlos claramente,

pues portan sus atributos habituales: San Pedrocon las llaves, San Pablo con espada y barba,Simn el Zelote con serrucho, San Bartolomcon un diablo atado a sus pies, San Juan conla copa, San Judas Tadeo con el hacha, San Fe-lipe con la cruz, Santiago con el sombrero de

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Fig. 10. Nudo. Detalle del Cliz de Alonsode Burgos. Museo Diocesano de la Cate-dral de Cuenca.Fotografa de Gema Pa-lomo.



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peregrino, Santo Toms con la lanza, Santiago el Menor con la clava hacia abajo; fal-tan las figuras de San Andrs y San Mateo.

El nudo se cierra con un cuerpo decorado con hojas sobrepuestas y una moldura

circular lisa, dando paso al gollete, de seis lbulos con cubierta de gallones entre to-rretas cilndricas y almenadas, con sus ventanas en aspillera, que separan los bustosesmaltados y nielados de seis santas mrtires111 (fig. 11). Todas ellas portan la palma

de martirio, nimbo y excepto una sus correspondientes atributos: Santa Catalinade Alejandra con corona, rueda y espada, Santa Apolonia con las tenazas, Santa Br-

bara con la torre, Santa Luca con un cuenco en la mano112

. Otras dos santas no hanpodido identificarse, la primera de ellas porta un libro y la segunda no muestra atri-buto alguno. Posiblemente se trata de dos santas mrtires de los primeros tiempos delcristianismo, al igual que el resto de figuras que las acompaan.

El pie es de perfil estrellado y mixtilneo, alternando las puntas con las escotadu-ras, y se adorna con seis figuras sedentes que hasta ahora haban sido identificadascon varias santas113 (fig. 12). Entre estas representaciones femeninas se intercalan seis

bajorrelieves de los reyes deJud con filacterias, en unacomposicin ligada al rbolde Jes114. Durante una in-vestigacin en curso hemos

podido comprobar que estasseis figuras femeninas sonrepresentaciones alegricasde las virtudes, debido a losatributos que portan.

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Fig. 11. Santas mrtires. Detalle del Cliz de Alonso de Burgos. Museo Diocesano de la Catedral deCuenca.Fotografa de Diana Olivares.

Fig. 12. Base con virtudes y reyes.Detalle del Cliz de Alonso de Bur-gos. Museo Diocesano de la Cate-dral de Cuenca. Fotografa deGema Palomo.



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La iconografa de las virtudes goz de gran fortuna durante el siglo XV, teniendosu principal repercusin en los monumentos funerarios, donde era muy frecuente aso-ciar esta alegora a las bondades del difunto. Sin embargo, el tipo iconogrfico desarro-

llado en este perodo es algo diferente del que sola utilizarse durante los siglos XIII yXIV, cuando las virtudes no portaban atributos que permitieran diferenciarlas y, en mu-chas ocasiones, aparecan representadas en oposicin a los vicios correspondientes115.

El primer paso para el cambio fue la separacin de las virtudes y los vicios, a partirde la cual aquellas se convirtieron en protagonistas, siendo representadas triunfantes,sentadas o de pie116. Adems, se introdujo un orden nuevo para los artistas en la clasi-ficacin de las virtudes, distinguiendo las tres teologales Fe, Esperanza y Caridadde las cuatro cardinales Fortaleza, Justicia, Prudencia y Templanza aunque el nmerode virtudes poda variar en funcin de las necesidades de la obra de arte que se quisierailustrar. La literatura y algunas miniaturas mostraban a las virtudes como jvenes co-ronadas que transmitan impresin de pureza, pero desprovistas de atributos117.

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Fig. 13. Detalle del manuscrito de Aristteles de Rouen. Ms. I 2 fol. 17v. Bibliothque Municipale deRouen. Imagen tomada de:

http://bibliotheque.rouen.fr/repons/portal/armadillo/image/6986 [consultado: 30/10/2014]



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A mediados del siglo XV surgi un nuevo tipo de virtudes simblicas cargadas deatributos iconolgicos difciles de descifrar. El origen de esta iconografa fue situado

por Mle en Francia118, pero estudios posteriores han demostrado que, a pesar de des-

conocerse la fuente primaria que la conform, habra aparecido en el ambiente francsy flamenco, habiendo llegado a Castilla mediante la circulacin de manuscritos ilu-minados119. Los manuscritos conservados que han sido estudiados en relacin a estaiconografa, son principalmente libros de horas y compilaciones histricas realizadasentre 1430 y 1480 que, dada su difusin, extendieron esta nueva iconografa por todaEuropa. En este sentido, merecen especial atencin un Libro de Horas parisino(h.1430) conservado en la Pierpont Morgan Library, un manuscrito hecho para sirJohn Falstolf (h. 1450) acompaado por una versin francesa del Breviloquium deVirtutibus, de John of Wale, un libro de horas de Jan van Amerongen, sheriff deUtrecht, conservado en Bruselas (1460), una compilacin histrica escrita por JacquesdArmagnac, duque de Nemours (h. 1470) la representacin encabeza la traduccin

del tratado Martin de Braga Formula Vitae Honestae conocido comoDe Quatuor Vir-tutibus Cardinalibus, errneamente atribuido a Sneca120 y el manuscrito de Arist-teles de la Biblioteca de Rouen (2 mitad s. XV)121 (fig. 13).

Esta particular iconografa fue descrita en alguna de las obras mencionadas conel objetivo de facilitar su comprensin, pero autores como White122 defienden quelos versos que acompaan las imgenes del manuscrito de Nemours seran una ex-gesis de un tema preexistente. En todo caso, exponemos una sntesis de estos smbolosde las virtudes, con el fin de contrastarlos con los que muestran las figuras de nuestrocliz.

-Fe: iglesia en la cabeza, libro y un cirio encendido en las manos, smbolos de la

Biblia y la luz que ilumina las tinieblas.-Esperanza: en las manos una colmena, una pala y una hoz, smbolo de la espe-ranza del agricultor en la cosecha y recogida de la miel, igual que el cristiano esperarecoger lo que siembra, navo con velas infladas en la cabeza, dado que el cristianorecibe su recompensa como el navo cuando entra al puerto, y con los pies sobre una

jaula con un pjaro, como el cristiano que ser libre el da que su alma abandone laprisin del cuerpo.

-Caridad123: en las manos el anagrama de Jesucristo brillando como el sol y elcorazn, elevndolo al cielo, en su cabeza un pelcano alimentando a sus cras con lasangre de su pecho. En ocasiones aparece junto a un horno, asociado al fuego de lacaridad.

-Templanza: reloj en la cabeza, freno de caballo en la boca, gafas en la mano, es-puelas en los pies sobre molino de viento. Los smbolos se asocian a la templanzacomo virtud del sabio, que regula su vida mediante un reloj, es dueo de sus palabras,sabe refrenar su lengua, utiliza las gafas para discernir, y trabaja regularmente, comoel molino.

-Justicia: balanza y dos espadas, para pesar las razones y hacer cumplir la sen-tencia con las espadas, siendo la que mira al cielo, la espada de Dios. En ocasiones

junto a una cama, para tomar las decisiones siempre descansado.-Prudencia: tamiz, para separar el grano de la paja y un espejo para observarnos

y elegir nuestra conducta, el fretro en la cabeza es smbolo del pensamiento constanteen la muerte.

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-Fortaleza: prensa y yunque sobre cabeza o espalda, ya que resiste a la fuerza, ytorre agrietada de la que arranca un dragn, el triunfo del alma que consigue extraeral pecado.

Esta exitosa iconografa se extendi, llegando a ser utilizada en otras artes figu-rativas, si bien en el entorno de 1500 los artistas llevaron a cabo una seleccin entreestos sobreabundantes atributos, suprimiendo los ms extravagantes, como los toca-dos, y conservando lo esencial124. Dicha solucin conllev que los atributos en lasdistintas series de virtudes, tanto en Francia como en Flandes o en Castilla, sean va-riables y ms difciles de identificar.

En Italia, la tradicin presentaba a las virtudes como mujeres triunfantes asociadasa la escultura funeraria, y continuaron apareciendo en muchas obras en oposicin alos vicios, como en la Capilla Scrovegni en Padua, de Giotto (1305). Los atributosutilizados en Italia, que son los que compil Ripa en suIconologa125, son algo dife-rentes a los franceses: ms simples, menos abundantes y de ms fcil interpretacin.

As, la Fe lleva cliz y cruz; la Esperanzaporta cuerno de la abundancia, ramo deflores y corona; la Caridad muestra su corazn inflamado, que ofrece a Cristo, y serodea de nios; la Templanza verte lquido de un recipiente a otro, para mezclar elagua con el vino; la Prudencia muestra dos caras y dos edades, como Jano, mirandoal pasado y al futuro; igualmente puede llevar un espejo; la Fortaleza se asocia conel len o la piel de este animal, as como con una columna; y la Justicia lleva balanzacon platillos y espada.

En el mbito italiano, las virtudes se convirtieron incluso en un cortejo que acom-paaba al difunto triunfante tras la muerte, por lo que pas a ser un tema comn enla escultura funeraria desde el siglo XIV. Dado que el nmero impar no siempre seacomodaba a la decoracin, se lleg a aadir una octava virtud como la Obediencia,

cuyo smbolo es un yugo126

. Uno de los ejemplos ms reseables es el Arca de SanPedro Mrtir, esculpida en 1339 por Giovanni di Balduccio para la iglesia dominicade San Eustorgio de Miln127. En esta obra, al igual que en nuestro cliz, tambinaparece la Obediencia. Recordemos que estamos ante el cenotafio de uno de los prin-cipales santos de la Orden de Predicadores, la misma a la que perteneca fray Alonsode Burgos.

Las seis virtudes del cliz de Alonso de Burgos estn representadas como mujeresjvenes, de largos cabellos, amplias y ricas vestiduras todas diferentes entre s, si-guiendo la moda de la poca. Adems, estn sentadas en tronos, igualmente indivi-dualizados en su decoracin, y cada una porta un atributo, salvo en uno de los casosen el que la figura porta dos atributos diferentes. Proponemos una nueva identificacinde estos bajorrelieves en funcin de la iconografa descrita.

En la misma vertical que el ngel portador del escudo de Alonso de Burgos y lasanta mrtir Catalina de Alejandra, aparece la Obediencia, que sujeta un yugo conambas manos, siguiendo la tradicin italiana128 (fig. 14). A continuacin, bendiciendocon la mano derecha y con un cliz en la izquierda, la Fe, de nuevo segn la icono-grafa italiana. Ms compleja es la siguiente figura, que porta dos smbolos ligados aesa nueva iconografa francesa, se trata de la pala, propia de la Esperanza, y el frenode caballo, asociado a la Templanza, que sujeta en su mano derecha en vez de llevarloen la boca, como era habitual en los libros de horas. Dado el carcter poco estticode ese tipo de representacin, es posible que los artistas optaran por representar esteinstrumento en la mano, como aparece en la representacin de la Templanza en la

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serie de virtudes que conforman el monumento funerario del cardenal Charles H-mard de Denonville en la catedral de Amiens, obra de Mathieu Laignel (1543) (fig.

15). No es habitual que en una figura se agrupen alegoras de dos virtudes en especialtratndose de una teologal y una cardinal, pero en este caso los atributos no dejanlugar a dudas. Portando corona y sealando un corazn inflamado o ardiente que sujeta

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Fig. 14. Virtudes (Obediencia, Fe, Templanza y Esperanza). Detalle del Cliz de Alonso de Burgos.Museo Diocesano de la Catedral de Cuenca.Fotografa de Diana Olivares.

Fig. 15. Esperanza (manuscrito de Aristteles de Rouen. Ms. I 2 fol. 17v), detalle del cliz del MuseoDiocesano de Cuenca y Templanza con freno en la mano (monumento funerario del cardenal Charles

Hmard de Denonville en la catedral de Amiens, 1540).http://bibliotheque.rouen.fr/repons/portal/armadillo/image/6986 [consultado: 30/10/2014]



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con su mano izquierda, junto al pecho, aparece la Caridad, con un smbolo asociado aambas tradiciones, francesa e italiana. La Fortaleza vuelve a la tradicin francesa, sos-tiene una torre con tres ventanas sobre sus rodillas, elemento que ha hecho que en oca-

siones fuese errneamente identificada con Santa Brbara. Por ltimo, la sexta figuraha de identificarse con la Justicia, que en su mano derecha ostenta una gran espadahacia arriba, mirando al cielo (fig. 16).

Para componer la iconografa de este cliz se utilizaron ambas tradiciones, la ita-

liana y la francesa. Se trata de una dinmica bastante frecuente, incluso en Francia,donde se incorporaron elementos propios de la versin italiana, dando lugar a obrascomo el sepulcro del duque Francisco II de Bretaa en Nantes, de Michel Colombe(1502)129. Dentro de la natural difusin de este tema en el arte de Castilla durante elltimo cuarto del siglo XV, en unos aos de fructfero intercambio artstico con Flan-des, podemos encontrar este fenmeno en distintas obras. Un ejemplo de ello es elsepulcro de Isabel de Portugal y Juan II en la Cartuja de Miraflores (Burgos h.1489),donde se representan las siete virtudes con muchos de los atributos franceses, perotambin algunos elementos italianos, como ya estudi Gmez Brcena130. Ms cer-cano a la figura de Alonso de Burgos es el caso de la fachada de San Pablo de Valla-dolid131, encargada por el dominico a Simn de Colonia en 1499. En la parte alta delos pinculos laterales aparecen de nuevo las siete virtudes, estudiadas por AndrsOrdax132, quien las relaciona con los ejemplos burgaleses dada la presencia de ele-mentos iconogrficos que remiten al mbito francs. Por ltimo, hemos de mencionarun ejemplo ms, se trata del sepulcro de lvaro de Luna, en la capilla de Santiago dela Catedral de Toledo, encargado por Mara de Luna a Sebastin de Toledo en 1489133.En el contrato se estipula que deben figurar cuatro virtudes asentadas, alternandouna cardinal y otra teologal, identificadas por Prez Monzn con la Justicia, Fortaleza,Constancia o Prudencia y Magnanimidad134.

Los tres ejemplos mencionados tienen una cronologa muy cercana a nuestro cliz,si bien el de Toledo resulta especialmente interesante porque, aunque la iconografadifiera, el tipo de representacin es muy similar: mujeres jvenes, de cabellos largos,

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Fig. 16. Virtudes (Caridad, Fortaleza y Justicia). Detalle del Cliz de Alonso de Burgos. Museo Dioce-sano de la Catedral de Cuenca.Fotografa de Diana Olivares.



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sentadas en tronos con decoraciones tardogticas y vestidas con ropas ricas a la modade la poca. Estamos, por tanto, ante un modelo que estaba circulando en Castilla al-rededor de la dcada de los 80 del siglo XV.

En el caso del cliz conquense, la novedad radicara en la fusin en una sola figurade dos atributos, los de la Templanza freno de caballo y Esperanza pala, y la in-clusin de la Obediencia. Dado que fray Alonso perteneca a una orden mendicantey que sta aparece en el sepulcro de uno de los santos ms importantes para la Orden,San Pedro Mrtir de Verona, no resulta extraa la inclusin de esta virtud, que ademsse sita alineada con el escudo del prelado en los gallones de la subcopa, y con SantaCatalina de Alejandra, en el astil, otra importante santa ligada a la devocin dominica.

Como se ha podido comprobar, se trata de un programa iconogrfico original queincluye a los reyes del Antiguo Testamento, las virtudes, santas mrtires, apstoles yngeles con los instrumentos de la Pasin. Una secuencia jerarquizada, muy propiade la espiritualidad del momento, que alude al sacramento para el que este instru-

mento va a ser utilizado: la Eucarista.Tras el anlisis de este cliz, no puede dudarse de su calidad y singularidad, ca-ractersticas presentes en las empresas artsticas de Alonso de Burgos llevadas a cabo

principalmente a partir de 1488. La capacidad del prelado para encargar obras deplata de calidad fue destacada por Cruz Valdovinos135, recordando la donacin reali-zada a la catedral de San Antoln de Palencia de una imagen relicario en plata blanca,que se destruy en 1760136.

A modo de sntesis, hemos de destacar cules fueron las principales aportacionesde fray Alonso de Burgos como obispo a la catedral de Cuenca. Pese a la brevedadde su episcopado y a su ocupacin en asuntos cortesanos, los testimonios materialesy documentales sugieren cierta intervencin en el templo conquense que habra con-

sistido, al menos, en la instalacin de antepechos en el triforio ligado a un potencialuso renovado de este espacio, y posiblemente, una obra ligada a la zona de los pies,quizs en relacin a la galera de los doce pares, debido a la sobreabundancia deemblemas herldicos del prelado. A esto, se sumara el hipottico nuevo cerramientodel coro, en el que de nuevo constaba su escudo de armas, y el excepcional cliz con-servado en el Museo Diocesano de Cuenca, que pudo ser donado en el momento dela partida del dominico, o bien tras su muerte y la reclamacin de una capilla por

parte del cabildo. De esta pieza, se ha destacado su gran calidad y riqueza, as comola singularidad de su decoracin y de las tcnicas empleadas. A pesar de que se tratade un estudio en curso, hemos podido comprobar cmo una nueva lectura de su ico-nografa lleva a vincularlo con la espiritualidad dominica en la que se encuadra su

promotor, fray Alonso de Burgos.Por todo ello, aunque las obras de fray Alonso en Cuenca no sean tan prolijas

como las que desarroll poco despus en Palencia y, sobre todo, en Valladolid, pode-mos concluir que el prelado trat de dejar su huella en el templo conquense. Dadaslas circunstancias, parece que lo consigui, si bien el tiempo se ha encargado de borrargran parte de su memoria.

1 Investigacin realizada en el marco del proyecto Arte y reformas religiosas en la Espaa medieval, HAR2012-38037 financiado por el Ministerio de Economa y Competitividad. Este material forma parte de una Tesis Doctoralen curso, dirigida por el Dr. Javier Martnez de Aguirre en la Universidad Complutense de Madrid, gracias a una

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beca FPU del Ministerio de Educacin, Cultura y Deporte. Nuestro ms sincero agradecimiento a todos aquellos quenos han aconsejado y guiado durante la elaboracin de este artculo, en especial a: Fernando Collar de Cceres, Car-men Gmez Urdez, Santiago Manzarbeitia Valle, M Luisa Martn Ansn, Olga Prez Monzn, Francisco Her-nndez y M Jess Lpez Montilla.2NIETO SORIA, J. M.,Iglesia y gnesis del estado moderno en Castilla (1369-1480), Madrid: Editorial Complu-tense, 1993, pp. 187 y 285.3 A este particular dedica una de las autoras, Diana Olivares, su tesis doctoral. Un estado de la cuestin puede encon-trarse en: OLIVARES MARTNEZ, D.,Alonso de Burgos y la arquitectura castellana en el siglo XV. Los obispos yla promocin artstica en la Baja Edad Media, Madrid: La Ergstula, 2013.4 El primer acercamiento a su biografa lo realiz Fray Juan Lpez en un captulo de su obra: LPEZ, J., Terceraparte de la Historia General de Santo Domingo y de su orden de predicadores, Valladolid, Francisco Hernndez deCrdoba, 1613, III, fol. 388. Algunas de las obras en las que se puede encontrar un estudio biogrfico son: MRTIRRIZO, J.P.,Historia de la muy noble y leal ciudad de Cuenca, Madrid: Herederos de la viuda de Pedro de Madrigal,1627; TOURON, A.,Histoire des hommes illustres de lordre de Saint Dominique, III, Paris: Chez Babuty-Quillau,1746, fols. 693-697; GMEZ BRAVO, J., Catlogo de los obispos de Crdoba y breve noticia histrica de su IglesiaCatedral y Obispado, Crdoba: Juan Rodrguez, 1778; ARRIAGA, G.,Historia del Colegio de San Gregorio de Va-lladolid(ed. de Manuel de Hoyos), Vol. I, Valladolid: Tipografa Cuesta, 1928 (Texto de 1634); DAZ IBEZ, J.,Fray Alonso de Burgos y el snodo conquense de 1484,Hispania sacra, 47 (1995), pp. 299-346; SANZ SANCHO,I., Los obispos del siglo XV,Hispania Sacra, 110 (2002), pp. 605-678. Debemos destacar tambin la semblanzade carcter prosopogrfico que se incluye en el Catlogo Onomstico de: NOGALES RINCN, D., L a representacinreligiosa de la monarqua castellano-leonesa: la Capilla Real (1252-1504), Madrid: Universidad Complutense, 2009,pp. 1998-2000. Ningn autor ni documento menciona la posible fecha de nacimiento ni la edad en el momento de sumuerte, si bien en el DHHE sealan el ao de 1415, sin aparente apoyo documental: ALDEA VAQUERO, Q., MARNMARTNEZ, T. y VIVES GATELL, J. (eds.),Diccionario de Historia Eclesistica de Espaa, Madrid: Instituto En-rique Flrez CSIC, 1973, I, p. 295. En el transcurso de la edicin de este artculo, hemos tenido noticia del siguientetrabajo, an en prensa, que presenta una completa sntesis acerca de la figura de Alonso de Burgos. Agradecemos asu autor el habernos proporcionado el texto indito: DAZ IBEZ, J., Fray Alonso de Burgos. Un prelado al ser-vicio de la monarqua castellana en la segunda mitad del siglo XV, Os eclesisticos e a construao da monarquamedieval, Lisboa, 2015 [en prensa].5 GMEZ BRAVO, J., Catlogo de los obispos de Crdobap. 364.6 GOYRI, N.,Apuntes para las biografas de algunos burgaleses clebres, Burgos: Imprenta de Timoteo Arniz,1878, p. 168.7 Para Gmez Bravo, proceda de honesto y noble linaje, pero segn Cantera Burgos, perteneca a la familia de

conversos de los Garca de Santa Mara de Burgos: GMEZ BRAVO, J., Catlogo de los obispos de Crdoba, p.368 y CANTERA BURGOS, F.,Alvar Garca de Santa Mara y su familia de conversos: historia de la Judera deBurgos y sus conversos ms egregios, Madrid: CSIC, 1952, p. 522. Pereda, remitiendo a las notas del padre Hoyos,ha sealado que el Santo Oficio investig si haba lazos de sangre con los Cartagena, pero lo encontr limpio: PE-REDA, F., La morada del salvaje. La fachada selvtica del colegio de San Gregorio y sus contextos, en RUIZALONSO, B. (ed.),Los ltimos arquitectos del gtico, Madrid: Elec, 2010, p. 185.8 LPEZ, J., Tercera parte de la Historia..., fol. 388; ARRIAGA, G.,Historia del Colegio, p. 179 Dada la escasez de estudios y documentos relativos a la biografa de Alonso de Burgos, las crnicas se presentancomo un complemento de gran inters. PALENCIA, A. de, Crnica de Enrique IV (h. 1500) [Ed. de PAZ Y MELIA,A.], Madrid: Tipografa de la Revista de Archivos, 1904, Dcada II, Libro II, Cap. I, p. 237.10 Cantera Burgos, basndose en documentos de 1432 y 1435, afirma que fray Martn era maestro de Teologa y re-presentante de los predicadores de San Pablo de Burgos, dado que fue prior del convento en 1430 y 1435. Tambinseala que tuvo un hermano llamado Alfonso de Burgos cuya hija cas con Payo Contreras, siendo ambos sobrinosde Pablo y Alvar Garca de Santa Mara. CANTERA BURGOS, F.,Alvar Garca de Santa Mara, p. 522. La re-ferencia de su relacin con Pedro Fernndez de Velasco, primer conde de Haro, ha sido extrada de un documento

firmado en Medina de Pomar el 24 de junio de 1438: Archivo Histrico Nacional (A.H.N.), Nobleza, Fras, C.238,D. 51.11 FERNNDEZ DE MADRID, A., Silva Palentina, siglo XVI [Edicin de Jess San Martn Payo: Palencia: Dipu-tacin Provincial, 1976], p. 516; Resulta similar al de la familia Santa Mara, pero es el propio del apellido Burgos,muy comn en la homnima ciudad. FERNNDEZ DEL PULGAR, P., Teatro clerical, apostlico y secular de lasiglesias catedrales de Espaa. Parte I, Tomo II. Libro III de la Historia secular y eclesistica de la ciudad de Palencia,Madrid: 1680, fol. 138. GARCA CARRAFFA, A. y A.Diccionario Herldico y genealgico de apellidos espaolesy americanos, Tomo XVII, Madrid: Imprenta de Antonio Marzo, 1925, p. 150; MOGROBEJO, E.,Diccionario his-panoamericano de herldica, onomstica y genealoga, V. 22, Bilbao: Mogrobejo-Zabala, 1995, p. 80.12 LPEZ, J., Tercera parte de la Historia, fol. 388; ARRIAGA, G.,Historia del Colegio, p. 19.13 La mordaz descripcin que Palencia realiza de Alonso de Burgos y las sucesivas referencias a este dominico a lolargo del texto merecen una lectura completa: PALENCIA, A., Crnica de Enrique IV, esp: Dcada II, Libro II,Cap. I.

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14 MRTIR RIZO, J. P.,Historia de la muy noble p. 175.15 Este pasaje tambin ha sido narrado por ZURITA , J., Anales de la Corona de Aragn [Ed. de A.CANELLASLPEZ], Zaragoza: Diputacin, 1977. Vol. VII, Libro XVIII, cap. 24.16 Sobre estos episodios PALENCIA, A., Crnica de Enrique IV, esp: Dcada II, Libro V, Cap. IX y Libro VIII,

Cap. V.17Ibidem, Dcada III, Libro I, Cap. III.18Ibidem.19 Archivo General de Simancas [en adelante AGS], Escribana Mayor de Rentas [en adelante EMR], Mercedes yPrivilegios, Seccin 1, 105-77. Este documento ha sido mencionado en las siguientes publicaciones, atendiendo aotros asuntos contenidos en el mismo: MARTN POSTIGO, M. S., Un falso documento colombino, Homenaje aDon Agustn Millares Carlo, Tomo II, La Laguna: Ceca, 1975, p. 582 y MORALES MUIZ, M.D.,Alfonso de vila,rey de Castilla, vila: Institucin Gran Duque de Alba, 1988, p. 313. Su transcripcin completa, as como la de otrosdocumentos mencionados en esta publicacin, se encuentra en: OLIVARES MARTNEZ, D., Documentos para elestudio de Alonso de Burgos y el Colegio de San Gregorio de Valladolid,Estudios Medievales Hispnicos, 3 (2014),pp. 43-70.20 PAZ Y MELIA, A.,El cronista Alonso de Palencia. Su vida y sus obras, sus dcadas y las crnicas contemporneas.Ilustraciones de las dcadas y notas varias, Madrid: Tipografa de la Revista de Archivos, 1914, p. 421; SERRANO,L.,Los Reyes Catlicos y la ciudad de Burgos (Desde 1451 a 1492), Madrid: Diana Artes Grficas, 1943, p.107;CASILLAS GARCA, A.,El Convento de San Pablo de Burgos: historia y arte, Salamanca: San Esteban, 2003, p.499.21 Esta carta fue publicada por: PAZ Y MELIA, A.,El cronista, p.125.22 De hecho, en la carta insiste en que parece que si non fuese proveydo de aqueste obispado, todas las gentes diranque yo era ingrato, pues a persona que tanto servido me ha ninguna mercet fasta aqu le he fecho en que mantener sepueda. El 27 de enero de 1474, Fernando solicita de nuevo esta provisin.Ibidem,p. 157.23 Segn el documento, de 17 de abril de 1473, reciba 35 mrs. diarios de racin y 17.000 mrs. anuales de quitacin,un total aproximado de 30.000 mrs. anuales. En adelante utilizaremos mrs. para maravedes. AGS, Casa y Des-cargo de los Reyes Catlicos, Seccin X, Casa y Sitios Reales, 11-2.24 AZCONA, T.,Isabel la Catlica: estudio crtico de su vida y su reinado, Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos,1964, p. 212.25 Uno puede situarse entre mayo y junio de 1475, durante la batalla de Tordesillas, cuando fray Alonso se enfrentcon un heraldo portugus que vesta las armas de Castilla, al cual arranc sus ropas. PALENCIA, A., Crnica de En-rique IV, esp: Dcada III, Libro III, Cap. VI; PUYOL, J. (ed.), Crnica incompleta de los Reyes Catlicos, Madrid:Tipografa de la Revista de Archivos, 1934, Ttulo XXXVII. En clave de la propaganda poltica, el suceso ha sido

analizado en: CARRASCO MANCHADO, A.I.,Discurso poltico y propaganda en la corte de los Reyes Catlicos(1474-1482), Madrid: Universidad Complutense, 2000, Vol. I, pp.356-357.26 AGS, EMR, MyP, Seccin 1, 44-57.27 Lo habitual era la eleccin capitular, aunque implicaba intervencin regia. La entrega de los bienes de la mesaepiscopal se realizaba tras la confirmacin papal, dada por Sixto IV el 30 de abril de 1477. SANZ SANCHO, I.,LaIglesia de Crdoba (1236-1454). Una dicesis de la provincia eclesistica de Toledo en la Baja Edad Media, Madrid,2006, p.92; C. EUBEL,Hierarchia Catholica Medi Aevi sive Simmorum Pontificum S.R.E Cardinalium EcclesiarumAntistitum Series, Ab anno 1431 usque ad annum 1503 perducta, Vol. II, 1914, p.136; TOURON, A.,Histoire deshommes illustres de lordre de Saint Dominique, III, Paris: Babuty,1746, fol. 693.28 En abril y mayo de 1476 habra estado al lado de la Reina en Madrigal, durante la suscripcin del ordenamientode la Santa Hermandad. Adems, Alfonso Carrillo en una carta al rey de Navarra seala que fray Alonso haba habladocon el Condestable de Castilla: PAZ Y MELIA, A.,El cronista, p. 229.29 GMEZ BRAVO, J., Catlogo de los obispos de Crdoba, fol. 365. Se encontraba en Cceres el 9 de julio de1477 con la Reina. Cronicn de Valladolid, Madrid, 1848, p.130.30 Archivo General de Simancas (A.G.S.), Patronato Real, 11-38.31 Convocada por los Reyes, buscaba asegurar la provisin de obispados por nombramiento real, excluir a cualquierextranjero en la concesin de beneficios eclesisticos de Castilla y hacer preceptiva la residencia en el lugar que seocupase el beneficio. FITA, F., Concilios espaoles inditos: provincial de Burgos en 1261 y nacional en Sevilla en1478,Boletn de la Real Academia de la Historia, n 22, 1893, pp. 209-257; VILLALBA RUIZ DE TOLEDO, F.J.,Aproximacin al Concilio Nacional de Sevilla de 1478, Madrid: Universidad Autnoma, 1984; DAZ IBEZ, J.,Fray Alonso p.31.32 La toma de posesin por poderes tuvo lugar el 10 de enero de 1478, pero la entrada en la ciudad se dio el 21 de oc-tubre. Cronicn de Valladolid, Op. cit., p. 139; GMEZ BRAVO, J., Catlogo de los obispos de Crdoba, p. 365;RAMREZ DE ARELLANO, R., Historia de Crdoba desde su fundacin hasta la muerte de Isabel la Catlica, TomoIV, Ciudad Real: 1919, p. 283.33 10 de febrero de 1478. ARRIAGA, G.,Historia del Colegio, III, p. 416. Segn Lpez, tuvo una gran enfermedade hizo con licencia del Papa un largo testamento, pero san y mand a su mayordomo que cumpliese todo lo ordenado.No se han encontrado ms referencias, si bien al tratarse de un miembro de la Orden de Predicadores, necesitaba

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bula para poder testar, por lo que en un momento en el que empezaba a acumular rentas, tiene sentido que la solicitase.LPEZ, J., Tercera parte de la Historia, fol. 389.34 Ciertas licencias de saca del pan y una confirmacin de privilegios a la iglesia de Crdoba. AGS, Registro Generaldel Sello [en adelante RGS], Legajo 147801, 108; SANZ SANCHO, I., Los obispos del siglo XV,Hispania Sacra,

n110, 2002, p.663.35 La Bula del 1 de noviembre de 1478 entr en vigor el 27 de septiembre de 1480. GMEZ BRAVO, J., Catlogode los obispos de Crdoba, p. 368 y RBADE OBRAD, M.P., Cristianos nuevos, Medievalismo, n13-14,2004, p.282. A pesar de su implicacin en los inicios de la Inquisicin, otros documentos indican su oposicin a losEstatutos de Limpieza de Sangre. Este asunto ha sido estudiado en: OLIVARES MARTNEZ, D., Toms de Tor-quemada y Alonso de Burgos: dominicos enfrentados en la corte de los Reyes Catlicos a la luz de su promocin ar-tstica, Os Dominicanos no mundo luso-hispnico, Lisboa, 2015 [en prensa].36 SERRANO, L.,Los Reyes Catlicos y la ciudad, p.245 y 265; SANZ SANCHO, I., Los obispos, p.661.37 Cronicn de Valladolid, Op. cit., p. 139; GMEZ BRAVO, J., Catlogo de los obispos de Crdoba, p. 368; RA-MREZ DE ARELLANO, R.,Historia de Crdobap. 283.38 CABRERA MUOZ, E., Renta episcopal y produccin agraria en el obispado de Crdoba en 1510, Actas del ICongreso de Historia de Andaluca. Andaluca Medieval, Crdoba: Publicaciones del Monte de Piedad y Cajas deAhorros, 1978, I, pp. 397-412.39 GMEZ BRAVO, J., Catlogo de los obispos de Crdoba,p. 368.40 Sanz Sancho realiza esta deduccin a partir de la lectura de las Constituciones del Obispado de Crdoba, justifi-cndola debido a que ese tipo de asuntos se suelen abordar en los snodos: SANZ SANCHO, I., Los obispos,, p.663.41 PULGAR, F., Crnica de los Reyes Catlicos (Ed. de MATA CARRIAZO, J.), Madrid, 1943, Vol. I, Cap. XCVI,p. 425.42 Ocup el cargo hasta 1498, ao en que desapareci la Hermandad. LUNENFELD, M., The Council of the SantaHermandad. A Study of the Pacification Forces of Ferdinand and Isabella, Florida: University of Miami Press, 1970;LADERO QUESADA, M.A.,La Hermandad de Castilla. Cuentas y memoriales. 1480-1498, Madrid: Real Academiade la Historia, 2005. En 1480 consta una libranza de 50.000 mrs. como parte de ayuda de su costa de 150.000 mrs.por carta de libramiento de 10 de marzo. ORTEGO RICO, Pablo,Hacienda, poder real y sociedad en Toledo y sureino (siglo XV- principios del XVI), Madrid, Universidad Complutense, 2013, Vol. II, p.98.43 AGS, RGS, Legajo, 148012, 14; JUAN LOVERA, C., El final de la frontera alcalana (1474-1492),Estudios defrontera, Alcal la Real y el Arcipreste de Hita: Congreso Internacional celebrado en Alcal la Real del 22 al 25 denoviembre de 1995, Jan, 1996, pp. 351-362. GARRIDO ESPINOSA DE LOS MONTEROS, D.,Historia de la Aba-da de Alcal la Real, (texto de 1731) Jan: Instituto de Historia Eclesistica y las Instituciones, 1996, pp. 13 y 38.44

Segn figura en unas anotaciones del siglo XIX sobre uno de los manuscritos que se conservan del texto de GarridoEspinosa de los Monteros, la capilla construida por Alonso de Burgos era la que a comienzos del siglo XIX albergabaal Seor de la Misericordia: GARRIDO ESPINOSA DE LOS MONTEROS, D.,Historia de la Abada, pp. 13 y 38.45NIETO CUMPLIDO, M.,La catedral de Crdoba, Crdoba: Caja Sur, 1998, p.548.46 Sobre el poder de los obispos conquenses: DIAZ IBEZ, J., El poder episcopal en la dicesis de Cuenca durantela Edad Media,Espacio, tiempo, forma. Historia medieval, 9 (1996), pp. 41-88. Adems, en este artculo su autorseala la existencia de un sello de cera roja de fray Alonso de Burgos, en un documento del 11 de abril de 1485 enCrdoba que contiene el nombramiento del obispo de Cuenca para entender en las causas sobre conservacin debienes eclesisticos del cardenal Pedro de Mendoza). Archivo de la Catedral de Toledo (ACT), I.5.C.1.16/L.47 Este conflicto es narrado por: PULGAR, F., Crnica de Vol. I, pp. 452-455. Tambin aporta numerosos detalles:AZCONA, T.,La eleccin y reforma del episcopado espaol en tiempos de los Reyes Catlicos, Madrid: InstitutoEnrique Florez, 1960, pp. 109-136.48 AZCONA, T.,La eleccin p. 113.49 Tambin supone el acuerdo definitivo de otra serie de conflictos que Azcona detalla: AZCONA, T.,La eleccinp. 129.50 SANZ SANCHO, I.,La Iglesia de Crdoba, p. 665.51 GMEZ BRAVO, J., Catlogo de los obispos de Crdobap. 371.52 Se trata de un documento fundamental dado que, es una de las primeras obras impresas en el territorio de la dicesisde Cuenca y el nico ejemplar de aquella edicin que se conserva en la British Library de Londres. Las analiza ytranscribe ntegramente: DAZ IBEZ, J., Fray Alonso p. 300.53 El texto de esta Asamblea de 1478 fue publicado por: FITA, F., Concilios pp. 209-257. La principal obraacerca de esta reforma eclesistica es: AZCONA, T.,La eleccin En todo caso, tambin se pueden considerar an-tecedentes las cinco convocatorias de snodos realizadas por Juan Cabeza de Vaca (1396-1407), las de Diego deAnaya (1407-1418), lvaro de Isorna (1418-1445) y Lope de Barrientos (1445-1469). DAZ IBEZ, J., FrayAlonso p. 309.54Ibidem, p. 310.55 PALOMO FERNNDEZ, M. G.,La catedral de Cuenca en el contexto de las grandes canteras catedraliciascastellanas en la Baja Edad Media, Cuenca: Diputacin de Cuenca, 2002, Vol. II, p. 57.

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56 Un resumen muy sinttico en PALOMO FERNNDEZ, G, La catedral de Cuenca (siglos XII-XV), en IBEZ,P.M., Cuenca, mil aos de arte, Cuenca, 1999, pp. 170-175. Una exposicin detallada con el soporte documental co-rrespondiente en PALOMO FERNNDEZ, G.,La catedral de Cuenca en el contexto, vol II, pp. 58 y ss.57 Toda la informacin documental al respecto se public por primera vez en: PALOMO FERNNDEZ, G, "Algunas

precisiones y nuevos datos en torno a los Alfonso: una familia de canteros en el arzobispado de Toledo (1383-1431)",Archivo Espaol de Arte, n 292, 2000, pp. 341-360. Tambin en PALOMO FERNNDEZ, G., La catedral de Cuencaen el contexto, p. 58 y 65-77.58 De la sala del cabildo del siglo XIII las noticias ms tempranas se corresponden con la prelatura del obispo donDiego Martnez (1279). No obstante, desde las dcadas centrales del siglo XIV hay constancia de la construccin deuna nueva sala en la claustra, advocada al Corpus Cristi, que como tarde en 1399 daba ya cabida regularmente a lasreuniones capitulares: PALOMO FERNNDEZ, G.,La catedral de Cuenca en el contexto,vol II, p. 30. y n. 145a 151, pp. 43-44. De la nueva sala que sustituira a la de Corpus Christi poco sabemos ms all de los requerimientosrealizados a los sucesivos obreros a partir de 1452, apremindoles a su realizacin y conclusin. As, las Actas capi-tulares de 1452 recogen el encargo del cabildo a Franciso Bordallo, entonces cannigo obrero para, entre otras cosas,acabar una sala sita en el corral de la iglesia: Archivo Capitular de Cuenca (ACC.), Secretara, Actas capitulares(AC.) 5, f, 192 v. y 193 v. (enIbidem, vol. II, docs. n 41 y 42, p. 346), Igualmente, con fecha 13 de abril de 1453 sele conmina para que adobe luego las torres de la dicha eglesia, e acabe la sala, e faga fezer las vedrieras e el frontaldel altar (ACC, Fbrica, Lib.10. f.80 v. enIbidem, vol II, p. 458). Desde entonces se reiteran las menciones a dichasala, sin especificar su funcionalidad ni aportar ningn dato sobre su construccin o configuracin arquitectnica.En cambio, s hay algunos datos referentes al retablo que para la sala del cabildo se haca en aquellos aos. Concluidao no entonces, lo cierto es que no se hablar del nuevo cabildo hasta avanzada la dcada de los ochenta, al mismotiempo que se encuentra referencia al viejo; por ejemplo, en el encabezamiento de la sesin capitular del 23 de febrerode 1487; en el cabildo nuevo, que es conjunto con la librera de la iglesia catedral (ACC. Secretara. AC.9 f.103 v. Publicado en Ibidem, vol II, doc n 99, pp. 368-369). Igualmente, Alfonso de Fonseca promulga estatutos en1487 y 1491, reunindose en el cabilldo nuevo, que es conjunto con la librera de la yglesia cathedral de NuestraSeora Santa Mara (ACC. Secretara, Estatutos, Lib. 717. Libro de Estatutos, f. CXII v. y CXVI r.). Pero al mismotiempo se seguan reuniendo los capitulares dentro, en el cabilldo viejo, que es conjunto con el sagrario de la yglesiacathedral de nuestra sennora Santa Mara (24 de abril de 1489: ACC. Secretara. AC. 10, f. 16 r., enIbidem, vol II,doc. n 100, p.368). En todo caso conviene avanzar que en 1483 la capilla de Corpus Christi, antigua sala capitular,es cedida en patronato a los Hurtado de Mendoza: dado que para entonces estaba vacante, hemos suponer que yaexista otro lugar habilitado para la celebracin de las reuniones capitulares. Cul es entonces el cabildo viejo?Se trata de la capilla de Corpus Cristi, ya bajo la advocacin del Espritu Santo y propiedad de don Juan Hurtadode Mendoza? O, por el contrario Estaba an en pie la ms antigua sala capitular del siglo XIII?59

PALOMO FERNNDEZ, G.,La catedral de Cuenca en el contexto,vol II, p. 125 y notas 683-689, p. 204, Elcontrato y condiciones de la obra que deba hacer el carpintero Juan de Crdoba (24 de julio de 1459) en la torre delas campanas en ACC., Secretara, AC., 6, ff. 120 r-121 v. y 124 r (los documentos no figuran en el orden cronolgicocorrecto). Se puede consultar la transcripcin completa enIbidem., vol II., doc. n 65, pp. 354-356. En cuanto a loscontratos con maestre Guilln (25 de julio de 1459) y Nicols Alemn (20 de agosto de 1459) para las campanas:ACC. Secretara, A C., 6, ff. 124 v./125 r. ; 125 r./ v. y 132 v./133 r. (Ibidem, vol II., docs, 66, 67 y 69, pp. 356-358.Son tambin de inters en relacin con el asunto que nos ocupa los docs, 71 a 73, pp. 358-359)60 PALOMO FERNNDEZ, G., La catedral de Cuenca en el contexto,vol II, p. 127-130. ACC. Secretara, AC.,8,ff, 15 r./v, y 20 v. (enIbidem, vol II, docs. n 83-86, pp. 362-363).61Ibidem, vol II, pp. 123-124. A lo largo de ms diez aos -entre el requerimiento hecho a Francisco Bordallo en1453 y el efectuado a lvaro de Verdejo y Gil Muoz, en 1465- se suceden algunas noticas relativas al cer

Fray Alonso de Burgos Promotor Artístico

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