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    Luis DElia y los negros: identificaciones raciales y de clase en sectores

    populares

    Alejandro F rigerio 1

    A salir en Claroscuro8. 2010. Revista del Centro de Estudios sobre Diversidad Cultural de la Universidad

    Nacional de Rosario.

    Resumen:El artculo parte del supuesto de que el uso de la palabra negros para referirse a los sectoressubalternos de la sociedad portea se ha convertido actualmente en la ms poderosa forma de

    justificar prejuicios y en la fuente principal de comportamientos discriminatorios en nuestra vida

    cotidiana. Sugiere que dada la naturaleza polismica del trmino, la variacin contextual en suutilizacin y su ubicuidad en la vida cotidiana son necesarios estudios que permitan comprender susmltiples significados y las consecuencias sociales que se desprenden de su uso. Para ello examinaen detalle la manera en que el trmino es utilizado por Luis DElia, un conocido lder piquetero,cuya insistencia en la profunda divisin de la sociedad argentina entre negros y blancos desatcontroversias mediticas recientes. El trabajo intenta discernir las diversas connotaciones que leatribuye: culturales, sociales, polticas y raciales, focalizando la atencin principalmente en estaltima dimensin. Examina si el lder piquetero establece alguna relacin entre el colectivonegros (sectores subalternos) y el de los negros (personas de raza negra) para ver en qumedida su visin desafa o contina la narrativa dominante de la nacin argentina respecto de este(supuestamente desaparecido) segmento de la poblacin.

    NEGROSAFROARGENTINOSIDENTIDADPIQUETEROS

    Abstract:The article advances the hypothesis that the growing use of the word negro (black) to refer tosubaltern groups in Buenos Aires has become a powerful tool for the spread of denigratingstereotypes and the main basis for discriminatory behavior in our daily life. It suggests that giventhe polysemic nature of the word, the contextual variation in its use and its popularity, studies thatshow its multiple meanings and the social consequences that its use entail are much needed.Therefore it analyzes in detail the way the term is used by Luis DElia, a well-known piqueterosocial movement leader whose insistence that Argentine society is divided between disenfranchisedblacks and affluent whites created media controversies of national proportions. After

    establishing the cultural, social, political and racial connotations of the term, this last dimension isespecially explored, in order to see what relationship if any he establishes between the subalternnegros and Afro-Argentines. Finally, the paper discusses to what extent the view of this well-known grassroots leader defies or continues the dominant narrative of the Argentine nation that incorrectly- postulates the early disappearance of this segment of the population.

    1Investigador Independiente del CONICET. Profesor de la Maestra en Antropologa Social de FLACSO.E-mail: [email protected]

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    BLACKSAFROARGENTINESIDENTITYSOCIAL MOVEMENTS

    En los ltimos aos se pueda apreciar un uso cada vez ms frecuente (y despectivo) de

    la palabra negropara referirse a determinados individuos (es un negro) o a un colectivo

    social (los negros). La palabra se puede utilizar sola, o acompaada por adjetivos como

    cabeza, villero, de mierda. Como el trmino es fuertemente denigratorio, su uso -

    pese a ser frecuente en la vida cotidiana- se realiza en contextos en los cuales el que lo

    emplea tiene confianza o al menos presume una cierta complicidad con quienes lo

    escuchan, y habitualmente refirindose a terceros que no estn presentes. Se puede utilizar

    tambin como insulto, con fuertes consecuencias entre adultos, pero de manera ms

    cotidiana entre jvenes en los colegios y otros mbitos. Raramente es empleado por

    profesionales de los medios de comunicacin, -aunque se lo puede escuchar en televisin

    en boca de jvenes entrevistados en la calle por distintos temas, o en programas de cumbia.

    Es en estos ltimos, principalmente durante la ejecucin del gnero cumbia villera, donde

    se dan las pocaspero quizs ahora crecientes- ocasiones en que en el trmino es utilizado

    de manera reivindicativa (aunque con variaciones regionales, ver Martn 2008 y Blzquez

    2008). La creciente popularidad del vocablo, que sin duda acompaa el contexto post-crisis

    del 2001 y la mayor brecha entre los estratos socio-econmicos medios y bajos todava no

    ha recibido por parte de las ciencias sociales toda la atencin que se merece.No resultaraarriesgado afirmar que el trmino se ha convertido actualmente en la ms poderosa forma

    de expresar y transmitir estereotipos, de justificar prejuicios y quizs sea la fuente principal

    de comportamientos discriminatorios en nuestra vida cotidiana. Al mismo tiempo su

    empleo no encuentra la fuerte condena social que merece. Propongo que esto sucede por

    dos motivos. El primero, porque sectores an mayores que quienes se animan a utilizarlo

    pblicamente estn de acuerdo con sus valoraciones. El segundo, porque quienes lo

    emplean suelen afirmar que slo lo utilizan para referirse a cualidades morales,

    intelectuales y gustos estticos de quienes son as catalogados y que por lo tanto no estaran

    incurriendo en una forma de racismo. Dadas las semejanzas en los fenotipos de los

    estigmatizados, cuesta pensar que stos no estn relacionados con los (pre)juicios.

    La naturaleza polismica del trmino, la variacin contextual en su utilizacin y su

    ubicuidad en la vida cotidiana sugieren la necesidad de mayores estudios que nos permitan

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    comprender sus mltiples significados y las consecuencias sociales que se desprenden de su

    uso. Es preciso, asimismo, establecer mejor su relacin con vocablos similares que han

    gozado de mayor popularidad en otras pocascomo cabecita negra, villero(ver Ratier

    1971, Guber 1999 y 2004, Cravino 2002). Todos estos trminos expresan valoraciones

    culturales, intelectuales, morales, espaciales, polticas y tambin raciales. De todas ellas, la

    dimensin racial es la que menos ha sido estudiada y considerada. En la medida en que las

    cualidades desfavorables que se le asignan a los negros generalmente estn

    concientemente o no, explcitamente o no- relacionadas con determinados fenotipos, es una

    forma de racializacin, por ms que quienes lo utilizan acostumbren a negarlo.

    En este trabajo pretendo continuar contribuciones propias al tema (Frigerio 2006)

    enfatizando la necesidad de cruzar este naciente campo de anlisis con otro igualmente

    embrionario, el de estudios sobre los afroargentinos desde la antropologa (ver una researeciente de los mismos en Frigerio 2008). Una buena oportunidad para profundizar en este

    cruzamiento de temas habitualmente ignorados por las ciencias sociales se da a partir de la

    controversia social generada por las diversas declaraciones, durante 2008 y 2009, del lder

    piquetero Luis DElia sobre la profunda divisin de la sociedad argentina entre negrosy

    blancos. El nfasis reiterado y explcito en esta brecha (cuasi?) racial como eje ineludible

    del anlisis de la realidad argentina, por parte de un conocido y visible lder social, result a

    la vez novedoso, mediticamente atractivo y revulsivo. 2

    Su empleo del par negrosy blancoses particularmente interesante ya que va ms

    all del uso general y cotidiano de los trminos y parece apuntar a una mayor y explcita

    racializacin de los sectores sociales involucrados, en una sociedad en la cual las

    categorizaciones e identificaciones raciales se supone estn ausentes. Es por ello que en

    este artculo me propongo profundizar en la manera en que el trmino es utilizado por

    DElia, intentando discernir las diversas connotaciones que le atribuye: culturales, sociales,

    polticas y raciales, focalizando mi atencin principalmente en esta ltima dimensin.

    Examinar si es que establece alguna relacin entre el colectivo negros (sectores

    populares o subalternos) y el de los negros (personas de raza negra) para ver en qu

    2 Estas declaraciones incluso lo hicieron merecedor de una biografa no autorizada editada por Planeta:Negro(contra) Blanco: Luis DElia y el recurso del odio . En la contratapa, arriba del resumen sobre el contenido dellibro, figura en gran tamao la frase Odio a los blancos. Los odio con todo mi corazn.

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    medida su visin se aparta de -o contina- la narrativa dominante de la nacin argentina

    respecto de este (supuestamente desaparecido) segmento de la poblacin.

    Como resulta particularmente apropiado para estos objetivos, focalizar mi anlisis en

    el discurso del lder piquetero cuando fue invitado por un grupo de activistas negrosde la

    agrupacinAfrica y su Disporapara discutir la relacin entre los movimientos sociales de

    base y los afrodescendientesy cmo lograr un mejor ensamble entre ambos colectivos.

    Negrosy negrosen la sociedad argentina

    Antes de examinar el discurso de DElia, presentar algunos presupuestos que van a

    guiar mi anlisis, que provienen tanto de mi perspectiva terica como de anlisis previos

    que he realizado acerca de la realidad argentina. 3

    a) Sobre la narrativa dominante de la nacin argentina

    Como he propuesto en otro trabajo, las narrativas dominantes proveen una identidad

    nacional esencializada, establecen las fronteras externas de las naciones y su composicin

    interna y proponen el ordenamiento correcto de sus elementos constitutivos (en trminos de

    etnia, religin y gnero) (Frigerio 2002). Contienen (justifican) el presente mientras que

    construyen un pasado legitimador. Estas narrativas, sin embargo, no son unvocas ni tienen

    una supremaca absoluta, ya que son confrontadas por narrativas contrarias o son sometidas

    a lecturas opositoras (en el sentido de Hall 1993) que tienen un dispar grado de xito o

    aceptacin social en diferentes momentos histricos.

    La narrativa dominante de la nacin argentina, al contrario de las vigentes en otros

    pases latinoamericanos, no glorifica el mestizaje (Martnez-Echazbal 1998), sino la

    blanquedad. Esta imagen ideal de cmo es y cmo se habra desarrollado la Argentina es

    transmitida a travs de la educacin formal, pero tambin de manera informal a travs de

    una multiplicidad de interacciones en la vida cotidiana que deben ser mejor estudiadas y

    comprendidas-. Llega a formar parte del sentido comn de los argentinos (principalmente

    3 A lo largo de este trabajo utilizar negros (negros con comilla) para referirme al uso cotidiano del trminoen nuestro pas (sectores subalternos) y negros(negros en cursiva) para aludir a personas de raza negra.

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    de los porteos) e influye en la manera en que se relacionan con -y clasifican a- los

    distintos individuos y grupos que encuentran.

    Esta narrativa dominante presenta a la sociedad argentina como blanca, europea,

    moderna, racional y catlica. Para ello, invisibiliza presencias y contribuciones tnicas y

    raciales y cuando aparecen las sita en la lejana, ya sea temporal o geogrfica -en el

    pasado o en los mrgenes geogrficos de la nacin. Se caracteriza por una notable ceguera

    respecto de los procesos de mestizaje e hibridacin cultural. Supone que el crisol de razas

    a travs de una suerte de alquimia social- habra fundido todos los aportes tnicos originales

    dando nacimiento a un nuevo tipo social, diferente de todos sus elementos constitutivos. A

    partir de la accin de este crisol, no existiran ya comunidades diferenciadas cultural o

    racialmente como parte del cuerpo de la nacina excepcin de remanentes de poblaciones

    indgenas en territorios alejados de la capital blanca. Respecto de los afro-argentinosespecficamente, enfatiza su temprana desaparicin (a fines del siglo XIX) y la irrelevancia

    de sus contribuciones a la cultura (y an a la gentica) local.Contra la narrativa dominante

    de la nacin y el sentido comn de sus habitantes que los consideran ya desaparecidos, es

    necesario remarcar que un nmero an no bien determinado de negrosargentinos contina

    habitando el territorio nacional y realizando contribuciones significativas a nuestra cultura.4

    b) Sobre la lgica del sistema de clasificacin racial

    Junto con una narrativa dominante de la nacin que enfatiza su blanquedad, unsistema

    de clasificacin racialha operado, durante al menos gran parte del siglo XX, en direccin a

    una progresiva invisibilizacin de los negros en la sociedad argentina y a un predominio

    cada vez mayor de la blanquedad portea. Principalmente a travs de dos formas: mediante

    la asignacin de la categora negro a una cantidad cada vez ms reducida de personas,

    invisibilizando determinados rasgos fenotpicos (y an a determinados individuos que los

    4El nmero no slo no est an bien determinado sino quizs nunca lo sea, ya que como la raza es unaconstruccin social y no una realidad biolgica, quines son considerados y se consideran negrosvara desociedad en sociedad, de regin en regin, y tambin de acuerdo a los distintos momentos histricos. Enalgunos contextos sociales como el norteamericano la raza se constituye en uno de los principaleselementos de asignacin y autoatribucin identitaria, en otros como el latinoamericano es importante pero surelevancia esta matizada por consideraciones de clase y por un mayor grado de mestizaje que hace posible unmayor (aunque no ilimitado) uso estratgico de las identificaciones raciales.

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    poseen, en las historias familiares) permitiendo de esta manera un predominio naturalizado

    de la blanquedad portea. Por otro lado, a travs de la insistencia en que la categora

    negro (entre comillas) o cabecita negra asignada a buena parte de la poblacin de

    escasos recursos no involucra una dimensin racial sino meramente socio-econmica.

    Esta ceguera cromtica de los porteos no se debe a que ser considerado negroo

    no negro sea irrelevante, sino que, por el contrario, la ubicacin dentro de la primera

    categora es considerada peyorativa para el caso argentino, tanto para el individuo como

    para la sociedad a la que pertenece. La categorzacn de una persona como no negro se

    produce a travs de un trabajoconstante (en el sentido de trabajo de construccin social de

    la realidad) de invisibilizacin de los rasgos fenotipicos negros a nivel micro. Esta

    invisibilizacin a nivel de las interacciones micro sociales, se corresponde a nivel macro

    con la invisibilizacin -constante tambin- de la presencia del negro en la historia argentinay de sus influencias en -y aportes a- la cultura argentina.

    La blanquedad (whiteness) portea no es problematizada como categora social pero

    s precisa ser construda constantemente a nivel micro, a travs de la adscripcin de la

    categora de negro tan slo a quienes tienen tez bien oscura y cabello mota. De hecho,

    negro mota es el trmino ms frecuentemente utilizado para afirmar inequvocamente que

    una persona es negra, negra, que pertenece a la raza negra.

    Con esta lgica de clasificacin racial, los negros (verdaderos) siempre sern cada

    vez menos. Esto es socialmente necesario porque:

    a) la existencia de un nmero importante o visible de negros -as como el

    reconocimiento de que tuvieron un rol de una determinada importancia en nuestra cultura o

    nuestra historia- va absolutamente en contra de la narrativa dominante de nuestra historia y

    en contra de nuestro sentido comn

    b) adems, y principalmente,porque ser negroes considerado una condicin negativa

    Propongo, entonces, que la invisibilizacin de los negros, se produce no slo en la

    narrativa dominante de la historia argentina -aspecto ms tratado y sobre el cual existe

    bastante consenso-sino tambin en las interacciones sociales de nuestra vida cotidiana.5

    5Para tratamientos recientes de la invisibilizacin histrica de los afroargentinos, ver Solomianski(2003) y Geler (2006). Esta invisibilizacin tambin se produce -de muy diversas y an no bienestudiadas maneras- en nuestra vida cotidiana. Basta ver cmo en los colegios y celebraciones

    pblicas los negros slo aparecen en las festividades que celebran el 25 de mayo de 1810 (cuando

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    La blanquedad portea, que habitualmente es considerada un dato objetivo de la

    realidad, resulta de un proceso socialmente construido y mantenido por: 1) una determinada

    manera de adscribir categorizaciones raciales en nuestras interacciones cotidianas, 2) el

    ocultamiento de antepasados negros en las familias y 3) el desplazamiento, en el discurso

    sobre la estratificacin y las diferencias sociales, de factores de raza o color hacia los de

    clase (Frigerio 2006).

    c) Sobre las identidades/identificaciones

    Siguiendo el resumen que Weigert et al. (1986) realizan de los aportes de distintos

    autores ubicados dentro de la corriente del interaccionismo simblico, podemos definir a la

    identidad como "una definicin socialmente construida de un individuo (1986: 34). Msespecficamente, como una dimensin tipificada o socialmente expresada del self . Segn

    Weigert et al., un individuo posee un selfque es tipificado situacionalmentea travs de

    una variedad de identidades. Las identidades constituyen elselfen el contexto de la accin

    social " (1986: 40) -o sea, nuestro self slo es socialmente asequible a travs de las

    identidades que se atribuye o le atribuyen.

    Una caracterstica de los individuos en sociedades complejas es que varias y

    cambiantes definiciones del selfestn disponibles como identidades. Una u otra identidad

    puede ser presentada por el actor o impuesta por otros interactuantes mientras cada uno

    negocia por el control de la situacin o, al menos, por establecer un consenso de trabajo.

    Los individuos deben enfrentar la tarea de continuamente manejar identidades mltiples

    dentro - y a travs- de situaciones sociales. (Weigert et al. 1986: 46).

    El ordenamiento de las identidades en trminos del grado y tipo de compromiso que

    cada actor tiene con ellas constituye la estructura de compromisos identitarios. Los

    individuos ofrecen para su validacin una identidad principal o maestra (master identity)

    que representa una organizacin implcita de todas las otras identidades (Weigert et al.

    1986: 51; 53). As, un individuo que en distintos contextos puede identificarse como

    en la narrativa dominante llegan, al menos, hasta la cada de Rosas). Asimismo, se puede apreciarcmo en los libros recientes sobre historia del tango, y en la continua representacin de esta historiaen los espectculos teatrales tangueros, el rol de los negros en su origen es cada vez msdesenfatizado.

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    obrero, padre, correntino, catlico, peronista, negro y murguero, puede -

    aunque no siempre- reivindicar una de estas identidades como la principal y las otras como

    subordinadas. La principal ser reivindicada en una mayor cantidad de contextos sociales

    que las subordinadas. Podr, adems, afectar el desempeo de los roles que expresan a sus

    otras identidades. 6

    Sostendr aqu que el hecho de que un individuo posea varias identidades con las

    cuales puede llegar a identificarse es una caracterstica comn de las sociedades complejas

    -explicitada desde los primeros estudios realizados desde la perspectiva del interaccionismo

    simblico, y no es una condicin reciente caracterstica de las sociedades posmodernas.

    Las identidades son siempre situadas, emergentes, recprocas y negociadas (Gekas

    1982: 11). El carcter eminentemente situado y performativo de las identidades hace que,

    para una adecuada conceptualizacin de la identidad quizs sea ms correcto, en vez deutilizar este vocablo, hablar de actos de identificacin, puntuales, momentneos, cuya

    coherencia en el tiempo depende de la relevancia de esa identidad dentro de la estructura de

    compromisos identitarios del individuo.

    El movimiento de activismo afro en Buenos Aires

    El grado casi total de invisibilidad social alcanzado por los afroargentinos durante el

    siglo XX, y especialmente, durante su segunda mitad, comenz a resquebrajarse en alguna

    medida hace poco ms de una dcada, con la formacin de una agrupacin de militantes

    negros que adquiri visibilidad en distintos mbitos. En 1997 dos afroargentinas, una

    descendiente de los esclavizados negros y otra de inmigrantes caboverdeanos, fundaron la

    agrupacin Africa Vive, con la intencin de ayudar a la promocin social y a la

    6La reivindicacin de una identidad maestra puede ser establecida por los deseos del individuo opor las exigencias de un movimiento social o grupo religioso al que ste pertenece, o puede, endeterminadas ocasiones, ser impuesta por el medio social. Tal es el caso de la raza en EEUU que setransforma habitualmente, lo quieran los individuos o no, en la identidad principal que afecta

    principalmente casi todas las interacciones sociales. La mayor o menor injerencia en elestablecimiento de una identidad principal por parte del individuo, de un grupo al que pertenece odel medio social en que se desenvuelve resulta vital para comprender la lgica de los actos deidentificacin que un individuo realiza y sus estrategias de reivindicacin identitaria.

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    visibilizacin de los afroargentinos y de su aporte a la cultura nacional, as como la

    eliminacin del racismo en la sociedad. 7

    La aparicin deAfrica Vivedio inicio a un ciclo de reclamos local y al surgimiento de

    otras agrupaciones, ya fuera por escisiones o por la incorporacin de otros activistas negros

    a la lucha -ya no slo argentinos, sino tambin de distintos orgenes nacionales: afro-

    uruguayos, afro-brasileros, afro-ecuatorianos, afro-peruanos o an, africanos. 8

    Pese a verse fuertemente condicionados en su accionar por la narrativa dominante de la

    nacin y el sistema de clasificacin racial imperante en la sociedad argentina que los

    invisibiliza, los militantes aprovecharon una estructura de oportunidades polticas

    (McAdam 1982) internacional, constituida por redes de movimientos negros

    latinoamericanos que contaban con el apoyo de algunos organismos multilaterales de

    financiamiento/crdito como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el BancoMundial (BM) y lograron integrarse a un movimiento transnacional de reclamos a nivel

    continental. Paulatinamente, los militantes pudieron tambin aprovechar una estructura de

    oportunidades local, brindada por el desarrollo de una nueva narrativa multicultural de la

    ciudad de Buenos Aires, que favorece la reivindicacin de identidades tnicas y la

    promocin de sus culturas creando mbitos de expresin para la presencia simblica de

    minoras tnicas locales y migrantes (Frigerio y Lamborghini en prensa).

    Aunque no cuentan con apoyo estatal y su nmero an es reducido, los activistas afro

    han logrado en esta ltima dcada restituir un grado de visibilidad a la poblacin negra en

    general, y afroargentina en particular, a partir de su aparicin en notas importantes en los

    medios de comunicacin masiva (diarios y revistas) de mayor alcance, la participacin en el

    rodaje de dos documentales cinematogrficos sobre el tema (Afroargentinos, estrenado en

    2002 yNegro Che, en 2006) y la obtencin del apoyo de algunos -pocos an- funcionarios

    gubernamentales (mayormente los que se encargan de grupos marginales, como el INADI y

    7 Un paso importante para la consecucin de estos objetivos era la construccin de una identidad colectivaafroargentina, ya que para muchos miembros de este (posible) grupo social el ser negro no necesariamenteconstitua una parte importante de su identidad personal. Dadas las consecuencias sociales negativas de serpercibido como negro, muchos de quienes pueden pasaren el sentido de Goffman (1963)- en la vidacotidiana lo hacen. Y an quienes reivindican o no pueden evitar que se les atribuya una identidad social denegrono necesariamente se sienten motivados a participar en acciones grupales en beneficio del colectivo.

    8 La Casa de la Cultura Indo-Afro-Americana de Santa F preexiste a Africa Vive, pero su ubicacinprovincial la hace poco visible en Buenos Aires. Para un anlisis detallado del desarrollo del movimiento deactivismo afro en Buenos Aires, ver Frigerio y Lamborghini, en prensa.

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    la Defensora del Pueblo). Su mayor xito, adems de la repercusin en los medios, ha sido

    la realizacin junto con el INDEC de una prueba piloto para la captacin de poblacin

    afrodescendiente que estableci, para dos localidades, un barrio de la capital y otro de la

    ciudad de Santa Fe, un porcentaje de 3.8 % de la poblacin, correspondiente al 6.2% de los

    hogares relevados (Stubbs y Reyes 2006: 19). Gracias a los esfuerzos de la agrupacin

    Africa y su Dispora , el censo nacional a realizarse en 2010 contar con una pregunta

    sobre afrodescendencia. Con todos estos logros, sin embargo, los militantes afro an no han

    logrado llamar la atencin del Estado argentino (con la excepcin de los organismos

    mencionados), ni han tenido grandes avances en la construccin de una identidad colectiva

    entre la poblacin mayor de afrodescendientes.

    No creemos que el grado de desarrollo de este proceso de movilizacin merezca el

    mote de etnognesis (Lpez 2005) sino que ms bien estamos ante la creacin de unmovimiento social, basado por ahora en el activo desempeo de algunas organizaciones de

    movimiento social cuyo grado de organizacin tampoco es muy formal.

    DElia, un negro que odia a los blancos: controversias mediticas

    A fines de marzo del 2008, en pleno conflicto del gobierno de Cristina Fernndez de

    Kirchner con el campo, los medios se ocuparon largamente de una escaramuza que, casi

    sobre la Plaza de Mayo, mostr a los dos sectores en pugna: la oligarqua representada

    por los caceroleros de clase media (alta?) que manifestaban su desaprobacin del

    gobierno en Plaza de Mayo, y un sector de piqueteros oficialistas que, comandados por

    DElia, intentaron (con xito) desalojarlos de la plaza. 9 Entre los varios incidentes, los

    medios enfatizaron un intercambio de insultos entre DEliay un manifestante opositor, que

    culmin con un puetazo del dirigente en el rostro de su interlocutor. Al da siguiente

    reprodujeron, especialmente, las declaraciones de DEliaa una radio:

    Tengo un odio visceral contra los blancos, de Barrio Norte, spanlo de mi bocaUstedes piensan que nosotros somos inmundicia, escoria, barbarie. Tengo el mismo odio

    9Entiendo que cualquier descripcin y utilizacin de trminos para calificar a los grupos en conflicto en estecontexto polmico no es inocente.

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    que nos tienen ustedes, los del norte, a nosotros. Lo nico que me mueve es el odio contraustedes, contra la puta oligarqua (mi nfasis)10

    Tanto o ms polmica que sus manifestaciones de odio contra los blancosy la puta

    oligarqua result una frase que se le atribuy: no tengo problemas en matarlos a todos.

    Sin embargo, al da siguiente, la desgrabacin de la entrevista mostr que DElia en

    realidad haba dicho: no tienen problemas en matarnos a todos. La verdadera frase de

    DEliatena un sentido radicalmentedistinto a la que reprodujeron los medios: expresaba

    un miedo ms que un deseo y mostraba a los piqueteros no como posibles victimariossino

    como vctimas. Con pocas excepciones, los medios no reflejaron sus palabras exactas, y se

    limitaron a sealar que DEliaafirmaba no haber dicho la frase.

    Otro pequeo escndalo meditico se cre a los pocos das cuando en dilogo telefnico

    con Fernando Pea, DEliareiter su odio a los blancos:

    Pea: Tenemos una nota de color . color negro porque esta Luis DEliadel otro ladode la linea

    () (intercambio de insultos)Pea: Contanos por que le pegaste a la genteDElia: Porque los odioOdio a la puta oligarquia Odio a los blancos Te odio Pea,

    te odio.. Odio tu plata, odio tu casa, odio tus coches, odio tu historia, odio a la gente comovos, que defiende un pais injusto e inequitativo odio a la puta oligarquia argentina con todala fuera de mi corazn.. Ya deca Sarmiento en 1880 : no hay que ahorrar sangre degauchos, no? O sea, no hay que ahorrar sangre de negros. Nosotros somos bosta, caca,basura, para vos y para la lacra que es igual que vos.(mi nfasis) 11

    En esta nueva controversia, lo que ningn medio resalt es que Pea el da anterior

    haba llamado a la casa de DElia para interrogarlo acerca de los incidentes en Plaza de

    Mayo. Lo atendi su hijo Pablo, a quien entonces le pregunt qu pensaba de los hechos.

    Durante la charla Pea llam al joven "negro de mierda" y terminada la conversacin, se

    refiri a l de modo despectivo diciendo: El nivel intelectual del hijo de D'Ela es una cosa

    10 Segn la versin del periodista Jorge Fontevecchia enhttp://www.perfil.com/contenidos/2008/03/28/noticia_0043.html?commentsPageNumber=4. Fontevecchia, aligual que sus colegas de otros medios, hilvana aqu diversas frases dichas por DElia a lo largo de unreportaje radial. La desgrabacin de la entrevista se puede leer enhttp://criticadigital.com/tapaedicion/diario__27_entero_web.pdf

    11Desgrabado del audio de la entrevista en http://www.youtube.com/watch?v=fTK9ww7yrSc

    http://www.perfil.com/contenidos/2008/03/28/noticia_0043.html?commentsPageNumber=4http://www.perfil.com/contenidos/2008/03/28/noticia_0043.html?commentsPageNumber=4http://www.perfil.com/contenidos/2008/03/28/noticia_0043.html?commentsPageNumber=4
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    lacrimgena; menos mal que no es puto. 12Esta agresin previa, que va en la direccin

    previstaun blanco insultando a un negro- no llam la atencin de los medios.

    Propongo que en estos dos episodios, lo que result particularmente irritante para los

    periodistas y los centenares de argentinos que dejaron comentarios en las ediciones onlinede los diarios- fue no slo que DElia reivindicara a los negros, sino que para hacerlo

    utilizara a su par contrastante blancos. Y particularmente, que invirtiera la usual carga

    valorativa, diciendo que odiaba a los blancos (cuando siempre los odiados son los

    negros).13

    Ya no era slo algn annimo televidente que usaba la palabra negros para denostar a

    alguien, o un cantante de cumbia villera que se la autoatribua orgullosamente entre meneos

    femeninos en un contexto televisivo pero negro. Ahora era utilizada de manera

    reivindicativa en contextos polticos y comunicativos serios, por un lder social que

    representaba a miles de (espacialmente movilizables) miembros de los sectores ms

    vulnerables. Y repito: invirtiendo el uso habitual que se realiza. Un negro declarando

    explcita y repetidamente en los medios que odia a los blancos(y no al revs) llegando al

    extremo de decrselo personalmente a un conocido periodista de radio.

    Los comunicadores sociales parecen tener tan naturalizado el odio de los blancospor

    los negros lo compartan o no- que las declaraciones de DEliaacerca del racismo que

    sufran por parte de los blancos y oligarcas, que motivaba su propio desprecio, no

    fueron tomadas en cuenta. Como tampoco fue considerado como atenuante o disparador de

    12Durante los cuatro minutos que dura la charla, el joven (23 aos) de buena manera pero algo nervioso seniega a opinar sobre la pelea de su padre el da anterior. En un momento, se produce el siguiente intercambio:Pea: Vos sos gay?Pablo DElia: No, ni locoPea: Quers decir que yo soy un degenerado?Pablo DElia: (espontneo) No, boludo..Pea: (irnico) No, a m boludo no me digas, negro de mierda

    Desgrabado del audio de la entrevista en http://www.youtube.com/watch?v=tNDAURNjj6g&feature=related

    13 En al menos otras dos oportunidades los medios registraron similares declaraciones racializadas deDElia. Con ms destaque, cuando en mayo del 2009 hizo referencia a los candidatos de las prximaselecciones parlamentarias. Dijo: No queremos listas blancas y marketineras, queremos pueblo, queremostrabajadores, queremos morochosque nos representen" (mi nfasis).Con menos repercusin, en octubre del2009 defendi las expresiones de Maradona respecto de los periodistas (que la chupen) diciendo que losmedios lo criticaban porque era negro y villero, y que en cambio no se haban horrorizado por laexpresin igualmente soez de Reutemann que se metan la candidatura en el . porque era blanco ysoldado de los poderosos.

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    los dichos de DEliael que Pea llamara a su hijo negro de mierda, o que comenzara la

    charla diciendo tenemos una nota de color negro porque est DElia. Esta manifestacin

    previa de discriminacin e injuria no mereci la reprobacin de ningn periodista, y no fue

    considerada como posible causa de los insultos.

    Las palabras de DElia resultaron particularmente provocativas e irritantes porque no

    slo llamaban la atencin hacia la enorme brecha social que caracteriza en estos momentos

    a la sociedad argentina, sino porque tambin se apartaban notablemente de la narrativa

    dominante de la nacin al postular la existencia de dos colectivos enfrentados, uno negro

    y otro blanco, en un pas que idealmente se concibe a s mismo como blanco y como

    cultural y socialmente homogneohasta hace poco al menos.

    En qu medida, sin embargo, esta visin de DElia de la sociedad argentina es

    realmentey no quizs metafricamente- racializante? A continuacin examinaremos susopiniones en una charla a la que fue invitado por una agrupacin militante afro.

    Un negro con los negros

    En noviembre de 2009, laAsociacin Civil Afrca y su Dispora, una agrupacin negra

    liderada por dos afro-uruguayos, un africano, un afro-peruano y una afro-argentina

    organiz el Primer Encuentro de Derechos Humanos y Cultura Afro en Argentina. A

    diferencia de otros eventos que son primariamente culturales, para ste convidaron a lderes

    de movimientos sociales para debatir sobre la articulacin de sus organizaciones y los

    afrodescendientes; y a legisladores y funcionarios de las reas de juventud para tratar sobre

    la posibilidad de polticas afirmativas y contra el racismo. Aunque no todos los referentes

    sociales convidados asistieron, s lo hicieron dos invitados de peso: Eugenio Zafaroni, Juez

    de la Corte Suprema y Luis DElia. Las sedes del evento fueron una sala de la Legislatura

    de la Ciudad de Buenos Aires, y el Auditorio de la Jefatura de Gabinete de Ministros lo

    que demuestra la buena insercin poltica de la agrupacin. 14El encuentro mereca ms

    pblico del que tuvo, y mayor presencia de afrodescendientes en la audiencia, pero de todas

    14 La agrupacin coordina la Comisin de Afrodescendientes y Africanos/as del Consejo Consultivo de laSociedad Civil de la Cancillera Argentina, pertenece a la Central de Movimientos Populares que presideDElia y, en un interesante cruce de activismo afroy de defensa de la diversidad sexual, tambin forma partede laFederacin Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans

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    maneras result significativo por los temas tratados, los espacios en que se realiz y la

    relevancia social de algunos de los oradores.

    a)DEliay los negros africanos

    Luis DElia fue convidado a participar del panel La articulacin del movimiento afro

    con otros colectivos y movimientos sociales junto con otros conocidos lderes de

    organizaciones sociales que no se hicieron presentes.15 La actividad fue presentada y

    moderada por Balthazart Ackhast, un inmigrante africano con varios aos en el pais, y el

    primero en acercarse al activismo afro local. En sus palabras introductorias, Balthazart

    sugiri que esta articulacin se puede realizar de dos maneras. Primero, a travs de la

    presencia de los movimientos afro en los planes sociales y en posibles polticas de accinafirmativa. Luego, a travs de la reflexin acerca del uso local de la palabra negro (pobre,

    subalterno) en relacin con su sentido original, racial. Dijo Balthazart:

    Por mucho tiempo el movimiento social en la Argentina siempre fue criticado comonegros, perolos mismos que criticaban a los negros no reconocen que hay negros. Es unapregunta que siempre nos hacemos, si no hay negros en la Argentina por qu les llamannegros?

    Pese a este pie para relacionar la situacin de los negros con la de los negros enArgentina, toda la primera parte de la exposicin de DEliase alej de la situacin local,

    dedicndose, en cambio, a contar sus experiencias en Africa como si por movimiento

    afro hubiera entendido africanos. Comenz de la siguiente manera:

    Yo voy a contar una experiencia que no es muy conocida que tiene que ver con la fuerterelacin que tenemos los movimientos sociales de Argentina con el movimiento socialafricano. Varios de nosotros estuvimos en frica varias veces, particularmente en Sudfrica,en Zimbawe, Kenia y tomamos contacto all con lo que se llama en frica los Slum Dwellersque es la Asamblea Mundial de Pobladores que tiene caractersticas muy particulares.

    Muchas de estas caractersticas a nosotros de Argentina nos cuesta entenderlas, pero esosviajes nos permitieron encontrarnos con el alma del frica negra y con los problemas, losdramas de frica.() Tuvimos posibilidad de visitar dos de los guetos ms duros de frica:Soweto en Sudfrica y Kibera en Nairobi, particularmente Kibera nos sorprendi porque la

    15 Los convidados, adems de DElia, fueron: Hugo Yasky (Central de Trabajadores Argentinos); EdgardoDepetris (Frente Transversal Nacional y Popular); Emilio Prsico (Movimiento Evita) y Roberto ankucheo(Confederacin Mapuche de Neuqun). Slo Emilio Prsico envi una representante (su compaera) quehabl en nombre de la agrupacin.

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    realidad de la pobreza es muy dura, mucho ms dura que en Amrica Latina. Yo dira eso esquinto o sexto mundo..16

    Como para otros argentinos, esta relacin con Africa fue para DElia principalmente

    una de profunda extraeza. Confes sentir un alejamiento cultural respecto de los negros

    (africanos) pero que tambin podra ser entendido en trminos raciales:

    A mi me fue muy bueno estar en frica, con Juan Carlos Alderete de la CCC siemprecomentbamos la ancdota de que en frica fue el nico lugar en la Tierra dond e mesentblanco y digo blanco como una cosa muy profunda, como elementos culturalesconstitutivos que uno tiene adentro como ficha, (mi nfasis)

    La primera relacin que, en su discurso, estableci con el contexto local fue a travs de

    una mencin a la reciente oleada de inmigracin africana:

    Nosotros hemos percibido en los ltimos aos, que se ha dado una fuerte corrientemigratoria de frica a nuestro pas, ustedes pueden ir por los centros urbanos ms fuertes,inclusive en el conurbano, en mis pagos La Matanza, en el centro en la ciudad de San Justohoy hay mucho caboverdianos, gente de Costa de Marfil, en fin sobre todo de la costaoccidental. La verdad que se percibe una corriente migratoria muy fuerte, nosotros hemossalido al encuentro de estos hermanos, de estos compaeros, hemos intentado ayudar en lamedida de lo posible

    Adems de sta, hizo otras dos menciones a colectivos migrantes negros en nuestro

    pas: una sobre las mujeres dominicanas y otra sobre los refugiados polticos haitianos:

    El holocausto negro que es el peor que ha tenido la humanidad jams, que de algunamanera sigue porque el trfico de negros sigue existiendo de otra manera, an aqu en la

    Argentina. Cuando uno ve la prostitucin en Buenos Aires y ves centenares de chicasdominicanas, negras y decs Cmo llegaron estas chicas aqu? Esto no es trfico depersonas? Esto de alguna manera no es reduccin a la esclavitud?

    Despus, se detectan tambin migraciones que no son ni econmicas ni sociales sinoque son polticas como en el caso de nuestros hermanos haitianos. Hoy hay una fuertecantidad de haitianos que han entrado a la Argentina por razones polticas

    b)DEliay los negros

    16 Todas las citas textuales provienen de desgrabaciones de lo dicho durante el evento.

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    Recin en la segunda parte de su exposicin, aparecieron menciones a los negros(ya no

    migrantes sino) deArgentina. Esta relacin se estableci en su discurso nuevamente a partir

    de la presencia actual de migrantes africanos:

    (Debido a la inmigracin africana de la que hablaba) Es como una relacin que se vareconstruyendo, aqu tuvimos una fuerte corriente inmigratoria negra que fuedevastada, fueron los negros los que fueron mandados al frente en la guerra delParaguay. Fueron las vctimas de las grandes epidemias de fines del Siglo XIX yprincipios del XX; y prcticamente fueron devastados. Ahora, es interesante lo queplante Baltasar al comienzo, hay un lu gar tn ic odel negro en nuestro pas y hay unlugar simblicodel negro.Qu significa ser negro en la Argentina? Que por ah esuna categora ms socio-poltica que tnica y que nosotros tendramos quereelaborarla, repensarla.

    Yo creo que una de las enfermedades ms profundas en nuestro pas es el racismo, laxenofobia, (). Creo que la presencia de nuestros hermanos africanos nos va a ayudara los argentinos a seguir profundizando estos debates.

    Este trecho de la charla resulta particularmente significativo porque dialoga de manera

    ambivalente con la narrativa dominante de la nacin argentina blanca. Por un lado provee

    de una lectura opositora (en el sentido de Hall) de algunos de sus postulados importantes,

    principalmente de las valoraciones que se suelen realizar de los elementos constitutivos de

    la nacin. Sin embargo, en otros aspectos especficamente en lo referido al lugar de los

    negrosen la historia y cultura- coincide con ella. Esta ambivalencia se resume y ejemplifica

    en su propuesta de que hay un lugar tnico del negro y un lugar simblico del negro.

    El lugar simblico del negro fue definido ms claramente hacia el final de la charla

    cuando, ante una pregunta, seal:

    El temade la negritud en la Argentina hay que instalarlo (ante el pblico), yo cuando dijeOdio a los blancos y a la puta oligarqua, porque en realidad es la ideologa blanca, esponer el tema, no es que a mi me agarr un ataque de locura. Y uno cree que el problema dela negritud hoy es un problema cultural pero tambin es social, poltico, econmico, es unproblema tremendo, es quizs uno de los problemas ms serios que tenemos en nuestrasociedad. Porque en realidad negro no es solamente el negro, negro es el pobre ennuestro pas. () La negritud compaeros es un problema amplio, profundo quefractura a la sociedad desde hace mucho tiempo ac que tiene que ver con lasidentidades histrico polticas ac,tiene que ver con esas identidades profundas por esono es un tema menor, hay que instalarlo el tema de la negritud.Los tipos estn furiososconmigo porque entiendo que es un tema central, a ver, el desprecio por Eva Pern en estepas es el desprecio por la negritud, por los cabecitas negras, esa es la negritud en este pas.La problemtica de la negritud es amplia, es profunda, ustedes no la tienen que percibircomo corriente migratoria, como que estn aislados de ese fenmeno, pero que esmuy bueno sumarse a ese fenmeno histrico que hay ac en este pas y sentirlocomo propio. () yo en esto soy medio jauretcheano, lo negro y lo blanco no sonproblemas raciales solamente, son problemas polticos, culturales, sociales muy

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    profundos. Esta compaera que est ac a mi lado (nota del autor: fenotpicamente blanca)es una negra estamos? Pel es blanco, por qu? Porque ha sido un forro del imperio todasu vida, entonces ese va a ser recordado en la memoria histrica como blanco. Entonces lonegro y lo blanco es una problemtica que tendramos que ir trabajndola y que yo creo queest en el corazn de la injusticia ms profunda que tiene este pas. Detrs de cualquierasimetra social, poltica, econmica y cultural, est este tema que es la concepcin racista yxenofbica de mierda de las elites dominantes de nuestro pas. (mi nfasis)

    Es en esta insistencia en que el racismo est en el corazn de la injusticia ms

    profunda que tiene este pas y detrs de cualquier asimetra social,que su pensamiento

    se aparta ms de la narrativa dominante de la nacin. Este es el lugar simblico del negro

    al que haca referencia antes: el negro es el pobre en nuestro pas. Por el contrario, sus

    ideas parecen acompaar ms la narrativa dominante al referirse al lugar tnico (racial,

    dira yo) del negro. Varias veces durante la charla afirm que este lugar tnico del negro

    qued eliminado de la Argentina, devastado por las guerras y la epidemia brindando asuna versin algo ms revisionista de la narrativa, al sealar que hubouna fuerte presencia

    negra y que estos fueron mandados al frente en las guerras.

    Esta apreciacin es consistente con la actitud manifestada en la primera parte de la

    charla en la cual para hablar de negros actuales se remita a Africa y a corrientes

    migratorias forneas. Tambin con la invitacin que realiz, en la cita de arriba, a los

    integrantes de Africa y su Disporaa sumarse a ese fenmeno histrico que hay ac en

    este pas (la negritud local)y sentirlo como propio. Segn la visin de DElia, eliminado

    este lugar tnico (racial, dira yo) del negro quedara tan slo, entonces, el lugar

    simblicoal cual convid a sus interlocutores negrosa sumarse.

    La siguiente cita diferencia claramente ambos lugaresel simblico, denigrado por la

    sociedad blanca, y el tnico, que ser reemplazado por corrientes inmigratorias del

    interior:

    Qu significa la negritud en Argentina? Hay que intentar ir a fondo en un pas dondesomos 42 millones de tipos donde por lo menos la mitad, 30 veces por da dicen negros demierda, y lo dicen como una prctica naturalizada que est ms o menos bien. Yo sientoque a las corrientes migratorias del interior de la Argentina, cobrizas, mezclada deindio con espaol,se les dio el lugar de los negros, heredamos el lugar que haban tenidolos negros en la guerra de Paraguay, en las grandes epidemias.(mi nfasis)

    En la lnea argumental de DElia, en otro trabajo (Frigerio 2006) he afirmado que,

    efectivamente, gran parte del estereotipo de los cabecitas negrasest basado en el que ya

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    exista para los subalternos porteos de la primera mitad del siglo XX los negros de

    Buenos Aires que, pese a lo que se cree, no haban desaparecido-. Sin embargo, tambin he

    sealado que, dadas las altas cifras de negros y zambos en el interior del pas en siglos

    anteriores, sin duda que parte significativa de las cobrizas corrientes migratorias del

    interior de la Argentina no eran slo mezcladas de indiocon espaol sino tambin, en

    buena medida, afrodescendientes . 17Como sugerir ms abajo, esta exclusin u olvido

    histrico- de los negroscomo parte constitutiva del mestizaje de los cabecitas negras

    an por quienes reivindican esta identidad y esta mezcla en contraposicin a la Argentina

    blanca- ayuda a mantener su invisibilidad e irrelevancia actual.

    c)DEliay los negrosargentinos

    Ahora bien, an cuando DEliase define como negro una identificacin elaborada

    en base a dimensiones cultural, social y fundamentalmente polticas- l mismo parece no

    ubicarse -racial o genticamente- como formando parte de estas corrientes cobrizas

    llegadas de las provincias del interior. En una parte de su charla, al hacer una referencia a

    su ascendencia biolgica, seal que:

    ...estamos muy impregnados de pensamiento de los gringos europeos que bajaron de

    los barcos.Yo soy hijo de ellos, mi abuelo espaol, mi mam espaola(mi nfasis)

    Para usar sus propios trminos, parece sentirse incluido en el lugar simblicodel negro,

    pero estar por fuera de su lugar tnico.

    Al pasar en la reunin para las preguntas del (algo exiguo y mayormente blanco)

    pblico asistente, me apresur a interrogarlo acerca de dos temas que, me pareca, podan

    ser reveladoras respecto de la relacin que podra haber entre los negrosy los negros. La

    primera pregunta fue sobre el rol que cumpli una activista social negraen su iniciacin en

    la militancia: 18

    17Ver Guzmn (2006) para el tema del mestizaje en el interior y Grosso (2008) para un estudio de caso en unaprovincia argentina de la invisibilizacin de la herencia negra.18 Haba ledo al respecto en un extenso reportaje en Pgina 12 y tambin en el libro Negro (contra) Blancode Young. En ambos escritos se refieren a ella como la negra Thatcher. Supongo que DElia da su nombreverdadero.

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    Frigerio: En algunas entrevistas que te hicieron siempre mencionas una figura que paravos fue importante en tu militancia. Algunas veces veces aparece como la mulata, otrasveces aparece como la negrano me acuerdo bien si se llamaba Thatcher .

    Luis DEla: Ema Leiva de Torres ...Frigerio: Pods decir algo de esa persona?Luis DEla: Bueno la lder nuestra en Matanza era una negra como u stedes, negra en

    serio, no negra de Argentina, era negra posta. Y era nuestra lder, Ema Leiva de Torres.Yo siempre cuento una ancdota, yo era un docente recin recibido que laburaba en elbarrio, que iba con mi delantalcito y daba clase y volva Claro, una toma de tierras como ladel 86 en La Matanza, fue una cosa impresionante. Un da ante una represin que hubo, yosent que no me daban las fuerzas, que no me daba el pin para estar ah agarr a mi mujery a mi hijo que era muy chiquitito en ese momento y me volv a cinco cuadras de ah queviva mi suegra. Fue esta negra a buscarme. Era una seora de 60 aos, anlfabeta -todo supatrimonio poltico era una fotito que ella tena en el ranchito pegada con Carlos Mujica y lotocaba-. Vino a mi casa, toca la puerta y sal a atenderla, me peg un bife, una cachetadacon la mano abierta y me amonest gravemente, me dice vos tens que volver ah porque tenecesitamos. Fue ella la que me llev ah y era una lder, lder. Despus la mataron a Ema,la mat la polica.Y todos sus hijos que hoy viven en el barrio y comparten la vida con

    nosotros, que son los que por supuesto generaron la murga del barrio, murga quetodava existe, son los hijos de la negra.(mi nfasis)

    Este trecho, que reproduce ms o menos fielmente lo ya expresado por DElia en otras

    oportunidades resulta particularmente interesante. 19En primer lugar, porque muestra una

    participacin activa y relevante en la poltica y la cultura local contempornea de negros

    argentinoscuando an para quien relata los hechos ellos ya no existen ms. Ema Torres -

    negra en serio, negra postasegn las palabras de DElia- era una lder poltica en La

    Matanza, pese a su analfabetismo y pobreza. Sus hijos, como dice, por supuestogeneraron la murga del barrio. 20 En segundo lugar, porque revela actitudes comunes

    respecto de los afroargentinos en nuestra sociedad. Pese al rol activo que su relato les

    asigna en la vida cultural y poltica de su barrio, todo el discurso de DElia hasta el

    momento reflejaba una coincidencia casi total con la narrativa dominante de la nacin que

    19 Luis Bruchstein relata el mismo episodio en Pgina 12: En 1985, miles de pobladores ocuparon variashectreas de tierras fiscales en El Tambo para exigir a las autoridades que se las vendieran financiadas. Era uncampamento con centenares de carpas y DEla participaba en el movimiento. Se acababan los vveres, lascondiciones de vida en el campamento era muy duras, cientos de personas discutan y se enfrentaban en las

    asambleas mientras el Gobierno se negaba a escucharlos. El joven DEla, de 25 aos, no quera ser dirigentey se senta desmoralizado. Levant la carpa y se fue a su rancho con su mujer. Esa noche golpearon a supuerta. Era la Negra Thatcher, una mulata retacona, madre de 12 hijos, la lder de la toma. La mujer le dio unacachetada y lo rega: Pendejo cagn, vos sos el nico que puede conducir esto. Yo soyuna negra bruta, tenecesitamos all. DEla regres a El Tambo y all est todava. La Negra Thatcher muri al otro da de un

    balazo durante la represin. DEla organiz la cooperativa Unidad, Solidaridad y Organizacin, que con eltrabajo y el aporte de los vecinos transform el asentamiento en barrio y as fueron organizando otrosasentamientos en La Matanza. Enhttp://www.pagina12.com.ar/2001/01-07/01-07-29/pag14.htm

    20 Sobre los afroargentinos en las murgas, ver Martn (1994).

    http://www.pagina12.com.ar/2001/01-07/01-07-29/pag14.htmhttp://www.pagina12.com.ar/2001/01-07/01-07-29/pag14.htmhttp://www.pagina12.com.ar/2001/01-07/01-07-29/pag14.htmhttp://www.pagina12.com.ar/2001/01-07/01-07-29/pag14.htm
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    pregona la temprana y absoluta desaparicin de los negrosen Argentina an cuando su

    propia experiencia cotidiana deba desmentirla. Como parece suceder frecuentemente, la

    disonancia cognitiva entre la internalizada narrativa dominante de la nacin y la experiencia

    cotidiana es resuelta desenfatizando la presencia y agencia (social, cultural, poltica) de

    cualquier afroargentino; vindola como una mera excepcin que confirmara la regla de su

    desaparicin. De esta manera, an cuando los hechos parezcan desmentirlo, se construye

    cotidianamente su invisibilizacin. 21

    Pero hay ms. A esta imperceptibilidad de los negrosen su barrio, y de la influencia de

    una persona negra en el rumbo que tomar su propia vida personal y poltica, se agrega una

    todava ms ntima y cercana al protagonista de este trabajo. 22

    La segunda pregunta que le hice, hace referencia a una situacin que parece ser bastante

    comn en familias argentinas de diversos sectores sociales:

    Frigerio: Yo soy antroplogo, algunos pensamos que muchos de los negros delconurbano son afrodescendientes y no lo saben, porque en esas zonas migratorias habamuchos que descienden de indgenas y muchos otros de negros, pero eso queda ocultoincluso en las historias familiares.

    Aunque la pregunta no fue contestada en ese momento la formul junto con la referida

    a Ema Torres, que concentra su atencin- ms adelante, en medio de una respuesta a otra

    pregunta, DElia realiz una confesin reveladora, que confirma que el mecanismo de

    invisibilizacin de los negros excede en mucho su temprana desaparicin en la narrativa

    dominante de la nacin y se extiende, implacable, dentro de las propias historias familiares:

    Yo en mi historia familiar tengo una bis o tatarabuela que dicen que fue negra y yome miro al espejo y digo, alguna cosa hay ac. Mi familia la neg siempre, de esa abuelano se habla. Un poco en la lnea de lo que vos planteas, no? (en referencia a miafirmacin anterior) 23(mi nfasis)

    21 Repito las palabras de DElia: era una negra como ustedes, negra en serio, no negra de Argentina, eranegra posta (mi nfasis). Aunque se entiende que quiere decir que era negray no negra, la frase no eranegra de Argentina le quita a cualquier negro su lugar en la nacin. En lnea con la narrativa dominante,afro-argentino deviene casi un oxmoron.22 La biografa no autorizada de Gerardo Young resalta la importancia del reto de la negra Thatcher aDElia (pendejo cagn, sos el nico que puede conducir esto) de la siguiente manera: De todas lasimgenes o escenas de la vida de Luis DElia es sta la que marcar su rumbo () el instante exacto en quedecide dejar las fotos de su vida en su barrio de clase media y resuelve volver a El Tambo (p.74)23 A rigor de verdad, como DElia tambin haba hablado antes de la invasin Mora a Espaa, no queda deltodo claro si esa abuela o bisabuela negra poda haber sido afro-espaola o afro-argentina.

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    De sus palabras no queda claro si su abuela era afro-Moro-espaola o afro-argentina

    dado el ocultamiento al que hace referencia, quizs ni lo sea para l mismo-. Esta

    revelacin, luego de haber dicho explcitamente que l era un hijo de gringos europeos ,

    muestra el trabajo de invisibilizacin que se realiza o realiz diariamente en muchas

    familias argentinas para librarlas del estigma de la afro-ascendencia.

    Discusin

    Queda claro de la exposicin de DElia hasta aqu analizada que, contra lo que podra

    suponerse a partir de la lectura de sus declaraciones en los medios, lo que prima en su

    construccin discursiva-ideolgica del par negros - blancos son ms elementos o

    dimensiones polticos, culturales, sociales como seala en una de las citas antestranscriptas- que propiamente raciales. Est claro que no intentamos aqu hacer una

    evaluacin de lo adecuado o no de su ideologa poltica, pero si sugerir algunas

    consecuencias que se pueden derivar de esta construccin identitaria.

    En primer lugar, a diferencia de otras construcciones de la palabra negroen la

    cumbia, o el cuarteto cordobs- la suya conlleva una fuerte connotacin poltica. Est

    propuesta como una identidad netamente poltica. En segundo lugar, al plantearla

    inequvocamente como una contra-identidad de blanco, seala ntidamente un/os

    adversario/s polticos. Otras construcciones de negro, como las que se realizan en los

    gneros musicales mencionados, tambin presentan identidades contrastantes, pero no tan

    claramente definidas o identificadas la de chetos en las letras de cumbia villera, por

    ejemplo. En las oportunidades en que, durante el 2008 y 2009, DElia llam la atencin de

    los medios por reivindicarpblicamente a los negroslo hizo explcitamente en oposicin

    a los blancos.

    El nfasis que le otorga a la palabra negroest de acuerdo con determinadas visiones

    revisionistas, nacionales-populares, de la historia argentina -no en vano en la charla aqu

    analizada cita dos veces a Jauretche-. Sin duda motivado por la agrupacin de activistas

    afroque lo convid, elabora la interesante distincin lugar simblico lugar tnicodel

    negro, identificndose principalmente con el primero, y distancindose del segundo. Segn

    su visin que contina la narrativa dominante de la nacin- como los negros resultaron

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    devastados, slo queda ahora el lugar simblico del negro. Esta distancia respecto de

    los negros se evidencia cuando en gran parte de su discurso espontneo se refiere a sus

    experiencias en Africa y cuando para hablar de negros presentes en Argentina hace

    referencia a las migraciones africana, dominicana y haitiana. Cuando finalmente menciona

    a los negros argentinos, seala que stos han sido eliminados por las guerras y las

    epidemias.

    Ante mis preguntas, sin embargo, reconoce o recuerda que una activista social negra

    (negra posta, negra como ustedes) lo empuj a tomar un rol relevante en la toma de

    tierras en La Matanza, que la familia de esta mujer an vive en el barrio y que por

    supuesto dio origen a su murga. Mas an, hacia el final de la charla reconoce que l

    mismo podra tener ascendencia negra (no queda claro si moro-espaola o argentina) -

    hecho que es desenfatizado en su historia familiar.El ejemplo aqu analizado muestra claramente el trabajo cotidiano de invisibilizacin de

    la presencia y la ascendencia negraque operan en nuestra sociedad an en sectores que

    reivindican abiertamente a los negros. Tambin, la preferencia explcita en el caso de un

    importante dirigente de organizaciones sociales como DEliapor hacer del trmino negro

    una identidad poltica de clase, y no una racial. Sin duda, a los efectos de crear un

    movimiento social, esta modalidad de identificacin permite una mayor aglutinacin de

    individuos que si se entendiera por negro a afrodescendienteporque por ms que s sean

    morochos u oscuros, es claro que no todos los negros tienen ascendencia negra. Y

    muchos de los que s la tengan, no lo sabeno puedan apenas sospecharla, como el propio

    DElia. Un nfasis explcito en la diferencia de fenotipos negros ms oscuros y ms

    claros- tambin podra llevar a una segmentacin indeseada en esta novedosa y no del todo

    establecida construccin identitaria. 24

    Dada la historia poltica de la Argentina y su contexto actual, la estructura de

    oportunidades favorece ms claramente una identificacin de clase que una racial. A

    diferencia de otros pases, en la Argentina el desarrollo de un fuerte partido poltico de

    masas subordin las (posibles) identidades raciales y tnicas a las de clase. Exceptuando,

    24 Sera interesante saber si al interior de las organizaciones piqueteras las caractersticas fenotpicas cumplenalgn rol en el acceso desigual a recursos de distinto tipo.

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    quizs, las actuales identificaciones como pueblos originarios, anrinde ms esta ltima

    modalidad de identificacin que las primeras.

    Por otro lado, dado que los sectores que reivindica DElia se encuentran sin acceso al

    trabajo formal, resulta difcil que sufran las discriminaciones que suelen impedir el ascenso

    social en base al fenotipo (buena presencia)aunque seguramente s se ven sujetos a la

    sospecha policialy social-por portacin de rostro.

    La insistencia de DElia con el trmino negros tambin sealara que identificaciones

    como trabajador o peronista ya no resultan enteramente eficaces para las

    reivindicaciones de determinados sectores que sobrellevan situaciones de progresiva

    precariedad social. Este proletariado plebeyo, como lo denomina la sociloga Maristella

    Svampa, corre el peligro de quedar fuera de la estructura partidaria peronista como ya

    qued fuera del alcance del trabajo formal-. De all la exigencia de DElia, antes de lasltimas elecciones legislativas, en tener listas de trabajadores, de morochos y no listas

    blancas, marketineras. Ese morochos que el dirigente le agrega a trabajadores

    parecera sugerir la necesidad de un nuevo matiz para diferenciar entre distintos tipos de

    trabajadores, y siempre insinuar, por ms que su discurso lo niegue, una dimensin racial

    que, an dentro de la misma clase, podra estar (est, de acuerdo con mi perspectiva)

    funcionando como unplusde segregacin. El uso de DElia del trmino negros-utilizado

    continuamente con su par contrastante blancos, si bien no est, como vimos, racializado,

    es sin duda potencialmente racializante. Por otro lado, no puede dejar de llamar la atencin

    que el dirigente piquetero que ms ha insistido con el trmino es aquel cuyo fenotipo

    denota una posible ascendencia afro. En boca de otro dirigente piquetero con un fenotipo

    ms blanco, el empleo del trmino hubiera resultado menos creble y quizs menos

    revulsivo para los medios.

    La preferencia de una identificacin polticade clasepor sobre una racialal menos

    para el sector que dentro de las agrupaciones piqueteras pueda, eventualmente, llegar a

    identificarse como afrodescendiente- puede cambiar si alguna vez el Estado argentino

    implementa alguna poltica de accin afirmativa y de reparaciones histricas lo que por

    ahora parece lejano. La posibilidad de que cuando un negro se mireal espejo pueda ver

    tambin a un negro -o su descendiente, ese alguna cosa hay ac que menciona DElia

    sobre su persona y que intenta capturar el trmino afrodescendienteest tan obstruida por

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    la narrativa dominante de la nacin como por la fuerte construccin de identidades de clase

    que por el momento conspiran contra las probabilidades de identificacin racial.

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