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FUENTES VIVAS EN EL BORDE Investigación y experiencias colaborativas para la gobernanza de un sur sostenible en Bogotá

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FUENTES VIVASEN EL BORDEInvestigación y experiencias colaborativas para la gobernanza de un sur sostenible en Bogotá

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Narrativas y dinámicas de los actores del agua en el borde

FUENTES VIVAS EN EL BORDE

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Narrativas y dinámicas de los actores del agua en el borde

FUENTES VIVAS EN EL BORDE

Fuentes vivas en el borde [e-book] : investigación y experiencias colaborativas para la gobernanza de un sur sostenible en Bogotá / Dolly Cristina Palacio, María Clara Van der Hammen, Amparo de Urbina (editoras). – Bogotá : Universidad Externado de Colombia. Centro de Educación Virtual. 2018.

1 1 recurso electrónico (varias páginas) : ilustraciones, gráficas, mapas.

ISBN: 9789587900002 e-book

1. Conservación del agua -- Aspectos sociales -- Bogotá (Colombia) -- Libros electrónicos 2. Abastecimiento de agua rural -- Bogotá (Colombia -- Libros electrónicos 3. Desarrollo de recursos hídricos -- Bogotá (Colombia) -- Libros electrónicos I. Palacio Tamayo, Dolly Cristina, editora II. Van der Hammen Malo, María Clara, editora III. De Urbina González, Amparo, editora IV. Universidad Externado de Colombia VI. Título

LE 333.91 SCDD 21

Catalogación en la fuente -- Universidad Externado de Colombia. Biblioteca. EAP.

ISBN 978-958-790-000-2

© 2018, María Clara Van der Hammen, Dolly Cristina Palacio, Amparo de Urbina (editoras)© 2018, Universidad Externado de Colombia Calle 12 n.º 1-17 Este, Bogotá Teléfono (57 1) 342 0288 [email protected] www.uexternado.edu.co

Primera edición digital: noviembre de 2018

Diseño de cubierta: Centro de Educación Virtual, Universidad Externado de Colombia Corrección de estilo: José Ignacio Curcio PenenComposición: Centro de Educación Virtual, Universidad Externado de Colombia.

Prohibida la reproducción o cita impresa o electrónica total o parcial de esta obra, sin autorización expresa y por escrito del Departamento de Publicaciones de la Universidad Externado de Colombia. Las opiniones expresadas en esta obra son responsabilidad de los autores.

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Narrativas y dinámicas de los actores del agua en el borde

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ÍNDICE GENERAL

Redes de investigación colaborativa en los territorios del agua en bordes urbano rurales, la experiencia del sur de Bogotá

La iniciativaLa red tripartita: acuerdos conceptuales y sus intencionesEl proceso metodológicoEl libroAguas interiores

1. Área de estudio, descripción y problematización de los territorios del agua del borde sur del D. C.Introducción1.1. Ubicando y caracterizando el “borde urbano-rural sur del D. C.”1.2. Caracterización sociodemográfica del borde sur1.3. El papel del agua en la relación del borde sur y Bogotá

1.4. Bordes urbano rurales en los instrumentos de ordenamiento territorial. ¿hacia dónde y cómo crecer?

2. Los territorios del agua del borde y su historiaIntroducción2.1. Historia ambiental del sur de Bogotá. ¿para qué una historia ambiental?2.2. Una historia dentro de las historias de la ciudad2.3. Los gestores y sus gestas. Enlazando historias de los acueductos comunitarios del borde urbano rural sur de Bogotá

3. Narrativas y dinámicas de los actores del agua en el bordeIntroducción3.1. Narrativas y dinámicas organizativas comunitarias alrededor de las prácticas agrícolas y ambientales en el borde rural 3.2. Narrativas y dinámicas de los actores de la acción colectiva en el borde urbano3.3. Narrativas e interacciones de los actores institucionales e institucionalizados. Entre las leyes, las experiencias y los vínculos con la comunidad, el agua y el territorio

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3.4. Dinámicas y narrativas de la gestión de los acueductos comunitarios y sus problemáticas

4. Creando vínculos colaborativos para la sostenibilidad de los territorios del aguaIntroducción. Experiencias de gestión colaborativa del agua en el territorio 4.1. Acompañamiento de la eaab en la calidad del agua de los acueductos comunitarios 4.2. Acueductos comunitarios y saneamiento básico. Una perspectiva desde el andar con sus habitantes4.3. Chocolatadas con usuarios de Aguas Claras y Quiba4.4. Entusiasmando jóvenes4.5. Vínculos entre el agua y los sistemas productivos emergentes. El caso del turismo rural y de naturaleza4.6. la educación de Remona4.7. Experiencias con la Red de Monitores del Agua: creando vínculos entre los acueductos comunitarios y las instituciones educativas

5. Hallazgos, aprendizajes y pistas para una gobernanza de redes situadas y reflexivas en contextos de borde urbano-rurales. el caso del sur de bogotá

Recogiendo las voces de la experiencia en la investigación colaborativaHallazgos desde las voces locales y la mirada de esta red tripartita

RecursosVideoComité de aguas y saneamiento ambiental de UsmeCuento del pececitoHistoria Normativa. Normas en torno al agua, el territorio y el medio ambienteResumen ejecutivoBibliografía

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ACTORES: NARRATIVASY DINÁMICAS

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LA RED TRIPARTITA: ACUERDOS CONCEPTUALES Y SUS INTENCIONES

Dinámicas y narrativas de la gestión de los acueductos comunitarios y sus

problemáticasDOLLY CRISTINA PALACIO,

CON LA COLABORACIÓN DE MIRYAM MEJÍA, RAFAEL HURTADO, EDNA VARGAS,DIANA MORALES, JAVIER RODRÍGUEZ Y JANETH CALAMBÁS*

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La gestión de los acueductos comunitarios (AC) del borde urbano-rural del sur de Bogotá, como todos los AC comunitarios en Colombia, es el producto de los vínculos socioambientales que se van construyendo a partir de las acciones conjuntas entre los habitantes, sus organiza-ciones, y las instituciones públicas y privadas, con los territorios y el agua, en cada lugar. Estos vínculos socioambientales tienen una doble ca-racterística, una es material y otra es inmaterial, con lo que las personas, los elementos naturales y culturales, y los procesos, son parte integral de la gestión de los AC.

La característica material se refiere a los vínculos que se establecen entre las personas y sus ins-tituciones, los seres vivos y el agua, a partir de conectores biológicos, ecológicos (por ejemplo, los ecosistemas de páramo y bosque andino) y los objetos producidos por la cultura (por ejem-plo, infraestructura, redes y equipos, entre otros), para el acceso, la captación, la distribución, el uso y la disposición del agua que mantienen tanto en su cantidad como en su calidad.

La propiedad inmaterial de los vínculos, por su parte, se atribuye a los aspectos simbólicos que dan valor y significado a los elementos materiales y que permiten la coordinación y la colaboración

entre las personas que participan del proce-so. Estos vínculos inmateriales se refieren a los conocimientos individuales y colectivos, pero también a los valores, acuerdos y reglas que se establecen entre los habitantes de un territorio y sus organizaciones para el uso, apropiación y disposición del agua. Estos vínculos pueden ser tácitos o explícitos –es decir, que se dan por entendido a partir de la costumbre, como las ser-vidumbres, o, por el contrario, están claramente enunciados y escritos como las concesiones–. Pueden ser formales o informales, es decir que hay documentos firmados o expresados median-te leyes, normas locales, acuerdos asamblearios vinculantes, para realizar los procesos adminis-trativos o penales, o acuerdos entre vecinos (por ejemplo, la Ley 142, Decretos para la calidad de agua, o acuerdos asamblearios para tarifas y penalidades por incumplimiento de pago para los primeros o acuerdos de palabra entre vecinos para los segundos).

Ambas características de los vínculos, las mate-riales y las inmateriales, se entretejen forman-do vínculos socioambientales que construyen y mantienen el funcionando los AC.

A partir este enunciado, el grupo que abordó el tema de la historia y la gestión de los AC com-parte en este texto un análisis sobre los vínculos socioambientales de los AC del borde urbano-ru-ral del sur de Bogotá. Estos vínculos se abordan desde sus propiedades materiales e inmateriales en el desarrollo de su gestión, a partir de los re-latos de 13 líderes de 10 acueductos, 5 de Ciudad Bolívar y 5 de Usme, y el análisis de los archivos de 10 años (2005-2015) de acompañamiento a

este proceso por parte de la Dirección de Gestión Comunitaria (DGC) de la EAB-ESP.

La primera fuente (los 13 relatos de los líde-res) permiten evidenciar la dinámica que se va configurando entre los elementos materiales e inmateriales que se requieren para formar un acueducto en el sur de Bogotá, así como la di-námica entre las comunidades, sus líderes y la institucionalidad, representados en 53 actores del ámbito nacional, regional y local, como un acumulado histórico que se representó usando la metodología del Análisis de Redes Sociales, ARS (Wasserman & Faust, 1994; Palacio, D. C., 2015; Palacio, D. C., 2017).

El ARS es una herramienta de análisis que per-mite ver los componentes de un conjunto de actores y sus patrones de relación. Dicho análi-sis, además, permite su visualización mediante grafos diseñados con Ucinet (Borgatti, Everett & Freemann, 2002) o imágenes que representan las interacciones, donde los nodos o puntos son los actores y las líneas representan la interacción entre pares de actores, que en este caso son las que corresponden a las interacciones que tienen los líderes de los AC para lograr su contruc-ción, gestión y sostenibilidad en el tiempo. Este análisis permite entender tanto la centralidad o importancia de los actores como la cohesión o intensidad y reciprocidad entre los conjuntos de actores en torno a la gestión de los AC. En cuanto a la centralidad, observamos la de grado, que evidencia la cantidad de vínculos de un actor en el sistema, y la centralidad de intermedia-ción, que muestra la capacidad de mediar que tiene un actor por su función de articular varios

* Estas personas hacemos parte del Grupo de Historia y Gestión de los AC en el sur, compuesto por Dolly Cristina Palacio, Miryam Mejía, en el texto, y Edna Vargas, Diana Morales y Janeth Calambás, quienes acompañaron la sistematización de datos. La animación cartográfica es de Javier Rodriguez, con la colaboraciónde de Rafael Hurtado en el análisis cuantitativo y la graficación, y con la participación de los relatos de Carlos Martínez, Valentín García, Fanny Guerrero y José Sechagua

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actores en el sistema. En este caso, los grafos que mostramos aquí son representaciones que dan cuenta del sistema de relaciones que se ha ido configurando en el D. C. con la construcción y organización social de los AC.

Con la segunda fuente, el archivo de 10 años de la DGC de la EAB-ESP (la Empresa), evi-denciaremos el esfuerzo institucional que está ligado al interés de un conjunto de funcionarias que han ido tomando el liderazgo sobre este tema de los AC dentro la Empresa, mostrando la construcción de alianzas territoriales de la DGC de la EAB-ESP para la gestión del los AC, desde la perspectiva del agua como un bien común. Dichos vínculos evidencian que existe una gran fortaleza en el proceso, debido a la consistencia en el liderazgo de sus gestores y el acompañamiento institucional que mantiene el proceso. Con este esfuerzo se argumenta que la EAB-ESP, mediante su Dirección de Gestión Social, como actor público, estaría llamado a mantener el liderazgo de la gestión colaborativa de acueductos en el territorio.

Para facilitar la exposición, este texto está di-vidido en seis partes. En la primera parte del texto mostramos directamente las represen-taciones gráficas o grafos que dan cuenta de las interacciones que están en la memoria de los representantes de los acueductos. Si bien son memorias parciales y subjetivas sobre el proceso de construcción y gestión de la AC, podemos reconstruir con estos fragmentos de su memoria, la riqueza de las interacciones so-ciales y socioambientales involucradas en este esfuerzo humano.

En la segunda parte hacemos una exposición de los diferentes momentos de la estructura-ción de los AC mediante la materialidad de sus elementos y del establecimiento de reglas cada vez más complejas que van moldeando el sis-tema hasta el día de hoy, con una animación multimedia que ilustra la configuración de esta red material y simbólica.

En la tercera parte mostramos cómo se comple-menta esta dinámica con la movilización que ha generado la acción de los programas de acom-pañamiento social por parte de la Dirección de Gestión Comunitaria de la EAB-ESP y sus retos para el futuro.

En la cuarta parte puntualizamos algunos de los principales problemas que enfrentan hoy los acueductos comunitarios en el borde urbano-ru-ral del sur de Bogotá, desde las narrativas de sus líderes, con el fin de aportar a la reflexión colec-tiva sobre la necesidad de incluir estos temas en una política pública integradora y con una con-ciencia de los desafíos que tienen los territorios del agua y su sostenibilidad en este lugar.

En la quinta parte se presenta con un testimonio el papel y los desafíos que enfrentan los fon-taneros, que son el puente más directo entre el sistema operativo de acueductos, sus redes, bocatomas y medidores, los usuarios, habitan-tes y agentes que interactúan con los primeros, así como con las directivas de las juntas admi-nistradoras –JAA– de los mismos. Ellos son el nodo de paso obligado y el vínculo directo entre el agua, el sistema operativo que la distribuye

y las directivas que administran el acueducto y sus usuarios.

En la sexta y última, a manera de cierre, se plan-tean unas reflexiones sobre la gestión colaborati-va de los AC y sus retos en el territorio del borde urbano-rural de Bogotá.Los vínculos

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Los vínculos sociales queestablecen los AC

Según los relatos de los líderes de los 10 acueductos entrevistados (Tabla 30), se pueden reconocer un conjunto de 53 actores del entorno institucional y social (Tabla 31) que se van articulando a su acción a través de interacciones que van emergiendo, complejizando el campo de la gestión a medida que va pasando el tiempo (grafos del 1 al 11)..

ID NOMBRE DEL ACUEDUCTO LOCALIDAD SIGLA AÑO LIDER ENTREVISTADOAÑO

DE LA ENTREVISTA

1ACUEDUCTO COMUNITARIO

DE PIEDRA PARADACIUDAD BOLÍVAR PIEDRA P. 1998 POLIDORO CASTILBLANCO 2016

2 ACUEDUCTO COMUNITARIO DE QUIBA CIUDAD BOLÍVAR QUIBA 1995 CARLOS MARTÍNEZ 2016

3 ACUEDUCTO COMUNITARIO DE AACUPASA CIUDAD BOLÍVAR AACUPASA 1980 FLORALBA DÍAZ 2016

4 ACUEDUCTO COMUNITARIO DE ACUACAT CIUDAD BOLÍVAR ACUACAT 1992 VALENTÍN GARCÍA 2016

5 ACUEDUCTO COMUNITARIO ACUAVIDA CIUDAD BOLÍVAR ACUAVIDA 1985 JOSÉ MUÑOZ 2016

6 ACUEDUCTO COMUNITARIO EL DESTINO USME EL DESTINO 1982 WILSON RIVEROS 2015

7 ACUEDUCTO COMUNITARIO AGUAS CLARAS USME A.ACLARAS 1980 LIBARDO LÓPEZ 2015

8ACUEDUCTO

COMUNITARIO AGUAS DORADASUSME A.DORADAS 2007 ESTELA CELIS 2015

9 ACUEDUCTO COMUNITARIO ASOAGUALINDA USME ASOAGUALINDA 2006 JOSÉ SECHAGUA 2016

10ACUEDUCTO COMUNITARIO

AGUAS CRISTALINASUSME ACRISTALINAS 1990 FANNY GERRERO 2016

Tabla 30. Lista de acueductos entrevistados en el borde urbano-rural

Fuente: elaboración propia a partir de la investigación

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Tabla 31. Actores que están en la interacción de los relatos de los ac

ACTOR SIGLA ACTOR SIGLA

SUPERINTENDENCIA DE SERVICIOS PÚBLICOS DOMICILIARIOS

SSPD DEFENSORÍA DEL PUEBLO -BOGOTÁ DP

COMISIÓN DE REGULACIÓN DE AGUA POTABLE Y SANEAMIENTO BÁSICO

CRA CÁMARA DE COMERCIO DE BOGOTÁ CCB

DESARROLLO RURAL INTEGRADO Y PROGRAMA PARA LA

ALIMENTACIÓN Y NUTRICIÓN

DRI- PAN BIENESTAR SOCIAL DEL DISTRITO BSD

SENADO DE LA REPÚBLICA SENADO UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA SEDE BOGOTÁ

UNSB

DIRECCIÓN DE IMPUESTOS Y ADUANAS NACIONALES

DIAN UNIVERSIDAD MINUTO DE DIOS UNIMINUTO

SERVICIO NACIONAL DE APRENDIZAJE SENA RED TERRITORIAL DE ACUEDUCTOS COMUNITARIOS DE

BOGOTÁ Y CUNDINAMARCA

RETACO

INSTITUTO HUMBOLDT IAVH ALCALDÍA LOCAL (USME Y CIUDAD BOLÍVAR)

AL

CORPORACIÓN AUTÓNOMA REGIONAL CAR

CAR FONDO DE DESARROLLO LOCAL FDL FDL

CENTRO DE INVESTIGACIÓN Y EDUCACIÓN POPULAR - CINEP

CINEP JUNTA ADMINISTRADORA LOCAL JAL JAL

ENDA AMÉRICA LATINA ENDA UNIDAD DE EJECUCIÓN LOCAL UEL UEL

CENSAT AGUA VIVA CENSAT UNIDAD LOCAL DE ASISTENCIA TÉCNICA AGROPECUARIA

ULATA

RED NACIONAL DE ACUEDUCTOS COMUNITARIOS

RNAC HOSPITAL LOCAL (USME, CIUDAD BOLÍVAR Y SUMAPAZ)

HL

ASOCIACIÓN PENCA DE SÁBILA APS MESA DE ACUEDUCTOS (USME Y CIUDAD BOLÍVAR)

MA

ALCALDÍA MAYOR DE BOGOTÁ AMB MESA DE PACTO DE BORDE MPB

SECRETARIA DE GOBIERNO DEL DISTRITO

SGD MESAS CAMPESINAS MC

SECRETARIA DE HACIENDA DEL DISTRITO

SHACD COMITÉ DE AGUA Y SANEAMIENTO DE USME

CASU

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SECRETARIA DE HÁBITAT DEL DISTRITO

SHD CONSOCIO AGUAS DE USME CAU

SECRETARIA DE SALUD DEL DISTRITO SSD JUNTA DE ACCIÓN COMUNAL JAC JAC

SECRETARIA DE AMBIENTE DEL DISTRITO ANTES DAMA

DAMA-SAD OTROS ACUEDUCTOS COMUNITARIOS DEL BORDE SUR

OTROS AC

SECRETARIA DE DESARROLLO ECONÓMICO DEL DISTRITO

SDED CONTRATISTAS FONDO DE DESARROLLO EAAB

C_FDL-EAB

MESA INTERINSTITUCIONAL DECRETO 552

MID552 LADRILLERAS Y CANTERAS L&D

EMPRESA DE ACUEDUCTO, ALCANTARILLADO ASEO DE BOGOTÁ

EAB-ESP TRUCHERAS TRUCHERAS

EAAB GESTIÓN COMUNITARIA EAB-GC DUEÑOS DE PREDIOS INSTALACIONES DE BOCATOMAS

DPBOCAT

PERSONERÍA DE BOGOTÁ PB COMUNIDADES COMUNIDADES

JÓVENES JÓVENES

Fuente: elaboración propia a partir de la investigación

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Los actores arriba mencionados se ven reflejados abajo en las gráficas o grafos, o representaciones relacionales, en los que los cuadrados azules son los entrevistados y los círculos rojos son los actores nombrados por los entrevistados en sus relatos. Las líneas, por su parte, representan las interacciones que se establecen entre actores en sus acciones de gestión de los AC. El conjunto de grafos, del 1 al 11, denota claramente el proceso de crecimiento de las interacciones entre los AC y otras organizaciones e instituciones para su gestión en los últimos 40 años.

Los primeros acueductos que se crearon fueron el de Olarte (Aguas Claras-A. Claras) y El Destino en Usme, y Aacupasa en Ciudad Bolívar. Ambos sostienen el liderazgo en la zona junto con El Destino y Piedra Parada, también con una permanencia en el liderazgo que tiene casi 40 años en la gestión de los AC en el borde rural del D. C. –Grafo 1 y Grafo 2–.

Grafo 1. 1980, centralidad de grado.Grafo 2. 1980, centralidad de intermediación.

Fuente: elaboración propia a partir de la investigación

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En la misma década y la siguiente, además de los acueductos iniciales emergen nuevos acueductos, como Acuavida y Aguas Cristalina –Grafo 3 y Grafo 4–. Los dos últimos no se consolidan hasta la década del 2010. Por lo pronto, Aguas Claras y El Destino en Usme y Aacupasa en Ciudad Bolívar sostienen el liderazgo, tanto en el conjunto de interacciones con las organizaciones del entorno para ese momento como en la intermediación. Es decir, estos tres acueductos conectan el sistema a través de sus interacciones. En el grafo 5 vemos la centralidad de los actores del entorno, que sin lugar a dudas en las dos primeras décadas, 1980 y 1990, la mantuvieron la CAR y las JAC.

Grafo 3. 1990, centralidad de grado.

Grafo 4. 1990, centralidad de intermediación.

Fuente: elaboración propia por la investigación

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En la década del 2000 crece la red de interacciones significativamente. De una red inicial de cuatro acueductos y cinco organizaciones gubernamentales y sociales pasamos a un escenario de siete acueductos y 26 actores institucionales y sociales. Es decir, además de que emergen nuevos acueductos, sobre todo, se evidencia la integración de nuevas entidades asociadas, como las Alcaldías Locales, los Fondos de Desarrollo Local y las Unidades de Ejecución Local, y la Empresa de Acueducto de Bogotá (EAB-ESP) que empieza a ejecutar los presupuestos para acueductos, y el acompañamiento que surge de los componentes sociales de las obras que se va formalizando en la Dirección de Gestión Social –DGS– de la EAB-ESP desde 2006. También surge en la red la Unidad Especial de Servicios Públicos que regula los servicios públicos domiciliarios.

Grafo 5. 1990, dos modos, grado de El Entorno

Fuente: elaboración propia por la investigación

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Grafo 6. Interacciones año 2000, centralidad de gradoGrafo 7. Interacciones año 2000, centralidad de intermediación

Fuente: elaboración propia por la investigación

En este período las instituciones centrales en el entorno de la gestión de los AC continúan viendo a la CAR con una centralidad tanto de grado (con mayor número de conexiones) como de intermediación (que une más actores a partir de sus relaciones) importante, y emergen las Alcaldías Locales (AL), el Fondo de Desarrollo Loca (FDL), la EAB-ESP y la Dirección de Gestión Comunitaria (EAB-GC), con algunas un poco menos centrales, como la UAESP y el DAMA-SDA (más adelante Secretaría Distrital de Ambiente), y con las JAC aún presentes. En el último período es clara la centralidad de la Mesa de Acueductos, que juega un papel importante como articulador de los procesos en el territorio. Esta mesa tiene aún fuerte vínculo con Aguas

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Grafo 8. Interacciones año 2000, centralidad de grado El EntornoGrafo 9. Interacciones año 2000, centralidad de intermediación para El Entorno

Fuente: elaboración propia por la investigación

Fuente: elaboración propia por la investigación

Grafo 10. Interacciones 2010 -2017, modo gradoGrafo 11. Interacciones 2010 -2017, modo entorno

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Claras (A.Claras) de Olarte-Usme, quien muestra su centralidad en la red de manera evidente, así como El Destino; ambos muy cerca en la red de interacciones, lo que muestra que los dos presentan dinámicas muy parecidas. Es también el caso de Aacupasa y Piedra Parada en Ciudad Bolívar. Si bien el grafo da cuenta de los 10 acue-ductos entrevistados, hay que tener en cuenta que existen 19 para Usme y Ciudad Bolívar y 33 integrando a la localidad de Sumapaz, con un escenario de entorno institucional y social mucho más nutrido y complejo, con más de 45 actores institucionales y sociales que interactúan con estos AC para su gestión.

En resumen, el histórico de las interacciones resultantes de los 10 relatos de los líderes en-trevistados muestra que hay un proceso en el que se complejiza la gestión de estos AC. En su primer momento, la intención se concentró en el acceso al agua cruda en las zonas rurales, lo que comprometió la coordinación de unas pocas entidades y organizaciones locales, donde las Juntas de Acción Comunal y la CAR jugaron un papel fundamental. Pero con el proceso de descentralización política y las nuevas leyes de Servicios Públicos Domiciliarios, y más tarde con los decretos sobre Calidad de Agua y los Sistemas de Regulación y Gestión impartidos por los ministerios correspondientes y los entes de control, el compromiso de las JAC se desbordó y las comunidades tuvieron que crear nuevas organizaciones para enfrentar y asumir el reto. En este sentido, las asociaciones de acueductos y sus juntas administradoras debieron organizarse, formalizarse, capacitarse y asumir las nuevas responsabilidades.

Los vínculos socioambientales dominantes en distintos momentos de los ac

Mapa 46. Relaciones socioambientales dominantes en las etapas de desarrollo de los acueductos comunitarios. Etapa 1

Fuente: elaboración propia por la investigación, Dolly Cristina Palacio y Myriam Mejía. Relatos orales, 2015-2016: Polidoro Castilblanco, Piedra Parada, presidente aac, tesorero Retaco; Carlos Martínez, Quiba, presidente aac; Carlos Martínez, Quiba, presidente aac; Floralba Díaz, Aacupasa, presidente aac, vicepresidente Retaco; Mercedes Castillo, Aacupasa, tesorera Aacupasa; Valentín García, Acuacat, pre-sidente aac; José Muñoz, Acuavida, secretario Acuavida; Dilia Beltrán, El Destino, expresidente El Destino; Norberto Riveros, El Destino, presidente de El Destino; Fernando Garzón, El Destino, tesorero Junta de Acción Comunal; Libardo López, Olarte (Aguas Claras), tesorero de la Junta de Acción Comunal; Estela Celis, Aguas Doradas, tesorera del Acueducto Comunitario; José Sechagua, Asoagualinda, fon-tanero Acueducto Agualinda Chingaza; Fanny Guerrero, Aguas Cristalinas, presidenta Asociación Aguas Critalinas Los Soches.

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Mapa 47. Relaciones socioambientales dominantes en las etapas de desarrollo de los acueductos comunitarios. Etapa 2

Fuente: elaboración propia por la investigación, Dolly Cristina Palacio y Myriam Mejía. Relatos orales, 2015-2016: Polidoro Castilblanco, Piedra Parada, presidente aac, tesorero Retaco; Carlos Martínez, Quiba, presidente aac; Carlos Martínez, Quiba, presidente aac; Floralba Díaz, Aacupasa, presidente aac, vicepresidente Retaco; Mercedes Castillo, Aacupasa, tesorera Aacupasa; Valentín García, Acuacat, presidente aac; José Muñoz, Acuavida, secretario Acuavida; Dilia Beltrán, El Destino, expresidente El Destino; Norberto Riveros, El Destino, presidente de El Destino; Fernando Garzón, El Destino, tesorero Junta de Acción Comunal; Libardo López, Olarte (Aguas Claras), tesorero de la Junta de Acción Comunal; Estela Celis, Aguas Doradas, tesorera del Acueducto Comunitario; José Sechagua, Asoagualinda, fontanero Acueducto Agualinda Chingaza; Fanny Guerrero, Aguas Cristalinas, presidenta Asociación Aguas Critalinas Los Soches.

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Mapa 48. Relaciones socioambientales dominantes en las etapas de desarrollo de los acueductos comunitarios. Etapa 3

Fuente: elaboración propia por la investigación, Dolly Cristina Palacio y Myriam Mejía. Relatos orales, 2015-2016: Polidoro Castilblanco, Piedra Parada, presidente aac, tesorero Retaco; Carlos Martínez, Quiba, presidente aac; Carlos Martínez, Quiba, presidente aac; Floralba Díaz, Aacupasa, presidente aac, vicepresidente Retaco; Mercedes Castillo, Aacupasa, tesorera Aacupasa; Valentín García, Acuacat, presidente aac; José Muñoz, Acuavida, secretario Acuavida; Dilia Beltrán, El Destino, expresidente El Destino; Norberto Riveros, El Destino, presidente de El Destino; Fernando Garzón, El Destino, tesorero Junta de Acción Comunal; Libardo López, Olarte (Aguas Claras), tesorero de la Junta de Acción Comunal; Estela Celis, Aguas Doradas, tesorera del Acueducto Comunitario; José Sechagua, Asoagualinda, fontanero Acueducto Agualinda Chingaza; Fanny Guerrero, Aguas Cristalinas, presidenta Asociación Aguas Critalinas Los Soches

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Mapa 49. Relaciones socioambientales dominantes en las etapas de desarrollo de los acueductos comunitarios. Etapa 4

Fuente: elaboración propia por la investigación, Dolly Cristina Palacio y Myriam Mejía. Relatos orales, 2015-2016: Polidoro Castilblanco, Piedra Parada, presidente aac, tesorero Retaco; Carlos Martínez, Quiba, presidente aac; Carlos Martínez, Quiba, presidente aac; Floralba Díaz, Aacupasa, presidente aac, vicepresidente Retaco; Mercedes Castillo, Aacupasa, tesorera Aacupasa; Valentín García, Acuacat, presidente aac; José Muñoz, Acuavida, secretario Acuavida; Dilia Beltrán, El Destino, expresidente El Destino; Norberto Riveros, El Destino, presidente de El Destino; Fernando Garzón, El Destino, tesorero Junta de Acción Comunal; Libardo López, Olarte (Aguas Claras), tesorero de la Junta de Acción Comunal; Estela Celis, Aguas Doradas, tesorera del Acueducto Comunitario; José Sechagua, Asoagualinda, fontanero Acueducto Agualinda Chingaza; Fanny Guerrero, Aguas Cristalinas, presidenta Asociación Aguas Critalinas Los Soches

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Los momentos que se exponen a continuación no necesariamente obedecen a una cronología literal. Esta fue la que encontramos en el borde urbano-rural del sur de Bogotá. Aún algunos sistemas se encuentran en el momento 1 o el 2, otros están sincronizados con el momento 3 o el 4. Pero en cada sistema se adoptan formas combinadas de esta relación material y simbólica que construye el sistema como un todo.

Momento 1. Domina una relación orgánica y biofísica con el agua. Antes de la década de 1980: aljibes, pozos, acequias, zanjas, nacederos, fuentes compartidas, mangueras, baldes, burros, canecas, pilas, tanques de agua para compartir agua entre familias (Mapa 46).

Momento 2. Domina una relación de tecnolo-gía-naturaleza que aplica una ingeniería básica. 1980-2000: motobombas, tanques de captación y almacenamiento, tuberías, bocatomas, desa-renadores (Mapa 47).

Momento 3. Domina una relación jurídico-ad-ministrativa y ecológica. 2001-2010: nuevos diseños, estatutos, personerías jurídicas, con-cesiones, pagos de impuestos, medidores (ma-cro), nuevos diseños, redes, reforestación, res-tauración y cuidado de las fuentes y las rondas, calidad del agua con sus normas respectivas (decreto 1575 y resolución 2115) que proponen el Índice de Riesgo de la Calidad del Agua para Consumo Humano (IRCA), dosificación de clo-ro por goteo, potabilización fluorculador, medi-dores (Mapa 48).

Momento 4. Domina una relación formal y tecno-científica. 2011-2017: incorpora los ele-mentos desarrollados en la etapa anterior, y se agrega el Decreto 552 que habilita la Mesa Interinstitucional para los AC, tanques desare-nadores, micro medidores, afiliaciones SSPD (Sistema de Servicios Públicos Domiciliarios), sistemas automáticos de dosificación de cloro con paneles solares, sistema de tarifas diferen-ciales, subsidios, NIF (sistema de contabilidad internacional), kits de monitoreo del agua para fontaneros, planos de los acueductos, redes de alcantarillado, plan de uso eficiente y ahorro del agua-PUEAA (Mapa 49).

Esta evolución socioambiental, socio-técnica y jurídico-administrativa ha hecho que los AC como entidades complejas requieran de una profesionalización. La profesionalización exige por su parte nuevos retos para la administración y manejo de los asuntos ambientales, sociales, técnicos y administrativos de los acueductos, además de los problemas que emergen con las dinámicas territoriales como la expansión urba-na, la contaminación de las fuentes hídricas y las limitaciones de uso del agua relacionadas con los volúmenes del caudal y las concesiones. En este orden de ideas, el proceso de fortalecimiento de los acueductos a partir de la profesionaliza-ción y la formalización de sus procesos pone en peligro su carácter comunitario, el que permite la cohesión mediante decisiones asamblearias y el sostenimiento de sus socios, asunto que facilita una soberanía local sobre el agua.

Dinámica de acompañamiento a los ac desde Gestión Comunitaria del eab-esp, 2006-2016

Formalmente, la Dirección de Gestión Comunitaria integra en sus actividades regulares contratos para el acompañamiento de los AC. Esta actividad poco a poco va convirtiéndose en una programa con presupuesto propio para su funcionamiento. Es importante destacar el compromiso que esta dirección hizo con las Asociaciones de AC, quienes solicitarion expre-samenta ser acompañadas directamente por la Empresa de Acueducto de Bogotá, evitando contratos que no obedecen a las necesidades y al proceso de consolidación y manejo de estos (véanse los relatos de Miryam Mejía y Nubia León, en la sección de Historia de los AC).

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Narrativas y dinámicas de los actores del agua en el borde

FUENTES VIVAS EN EL BORDE

LÍNEA DE TIEMPO 19. Contratos de la Dirección de Gestión Comunitaria para acompañamiento de los AC

Fuente: elaboración propia de la investigación, con base en el archivo de DGC de la EAB-ESP.

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Narrativas y dinámicas de los actores del agua en el borde

FUENTES VIVAS EN EL BORDE

Este proceso cumplió 10 años ininterrumpidos, entre el 2006 y el 2016, en el que se realizaron nueve contratos por un monto total de $ 226’173,800, teniendo en cuenta el valor nominal de cada uno de ellos.

Según los registros de participación en reuniones, incluyendo actas de asistencia y de formación de juntas, en este proceso intervinieron 245 organi-zaciones, de las cuales 109 son estatales, 127 de la sociedad civil (entre representantes de las veredas, juntas de acción comunal, juntas de acueductos veredales, consorcios y entidades privadas), 2 internacionales (entre las que se destacan Enda América Latina y la Organización Panamericana de la Salud) y 6 sin clasificar. La organización con mayor presencia es la EAAB que involucró aproximadamente 12 dependencias o unidades en el apoyo a este proceso. En cuanto a las personas, participaron 196 personas en 282 reuniones. Las personas que asistieron representado organizaciones con más participación fueron las que se relacionan en la Tabla 32.

ORGANIZACIONES PRESENTES CON MAYOR PARTICIPACIÓN

REPRESENTANTES DE ORGANIZACIÓN,

INSTITUCIÓN O ENTE TERRITORIAL

SIGLAPARTICIPACIÓN,

NÚMERO DE REUNIONES

REPRESENTANTES DE ORGANIZACIÓN,

INSTITUCIÓN O ENTE TERRITORIAL

SIGLAPARTICIPACIÓN

NÚMERO DE REUNIONES

REPRESENTANTE DIRECCIÓN DE GESTIÓN

COMUNITARIA EAABEAAB - DGC 378

REPRESENTANTE DE LA VEREDA MOCHUELO BAJO

MOCHUELO BAJO 18

REPRESENTANTE DE HOSPITAL DE VISTA HERMOSA, CIUDAD BOLÍVAR

HVH 76REPRESENTANTE DE

ACUEDUCTO EL DESTINOAV* EL DESTINO 17

REPRESENTANTE DE HOSPITAL DE NAZARETH,

CIUDAD BOLÍVARHN 75

REPRESENTANTE DE ACUEDUCTO

ARRAYANES-ARGENTINA

AV ARRAYANES ARGENTINA

17

REPRESENTANTE DE LA VEREDA EL TOLDO

VEREDA EL TOLDO 62REPRESENTANTE DEL PARQUE NACIONAL NATURAL SUMAPAZ

PNNS 16

REPRESENTANTE DE LA VEREDA NUEVA GRANADA

VEREDA NUEVA GRANADA

59REPRESENTANTE DE

SECRETARÍA DISTRITALSDG 15

REPRESENTANTE HOSPITAL DE USME

HU 56SECRETARÍA

DISTRITAL DE HÁBITATSDHT - SSP 15

REPRESENTANTE DE LA VEREDA CONCEPCIÓN

CONCEPCIÓN 64 HOSPITAL PABLO VI HPVI 15

Tabla 32. Composición y dinámica de participación en reuniones de acompañamiento a los ac.

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Narrativas y dinámicas de los actores del agua en el borde

FUENTES VIVAS EN EL BORDE

REPRESENTANTE UNIDAD DE EJECUCIÓN LOCAL DE LA EMPRESA DE AA Y BOGOTÁ

EAAB - UEL 37REPRESENTANTE

DE LA VEREDA SAN JUAN (SUMAPAZ)

VEREDA SAN JUAN 15

REPRESENTANTE SECRETARÍA DISTRITAL DE AMBIENTE

SDA 37REPRESENTANTE DEL

ACUEDUCTO LAS MARGARITASAV LAS MARGARITAS 14

REPRESENTANTE DE LA VEREDA SAN ANTONIO

VEREDA SAN ANTONIO 37REPRESENTANTE DEL ACUEDUCTO

ASOCRISTALINAS-LOS SOCHES

AV ASOCRISTALINAS LOS SOCHES

14

REPRESENTANTE DE ALCALDÍA

LOCAL DE SUMAPAZ

ALCALDÍA LOCAL DE SUMAPAZ

36REPRESENTANTE DEL ACUEDUCTO

ASOCERRITO BLANCOAV. ASOCERRITO BLANCO 14

REPRESENTANTE DEL ACUEDUCTO

AGUAS CALIENTESAV AGUAS CALIENTES 34

REPRESENTANTE DE LA VEREDA CHIGUAZA

VEREDA CHIGUAZA 14

REPRESENTANTE DE LA

AL CB

ALCALDÍA LOCAL CIUDAD BOLÍVAR

29REPRESENTANTE DE LA

VEREDA TUNAL ALTOTUNAL ALTO 13

REPRESENTANTE DE LA VEREDA OLARTE

VEREDA OLARTE 27REPRESENTANTE

DE LA ZONA 4 EAABEAAB - ZONA 4 13

REPRESENTANTE DEL SECTOR BARRANQUITOS

BARRANQUITOS 27DIRECCIÓN

DE APOYO TÉCNICOEAAB - DAT 12

SECRETARÍA DE AMBIENTE DEL DISTRITO

SDA - SER 26REPRESENTANTE DE

GESTIÓN COMUNITARIAEAAB - GCSC 12

REPRESENTANTE DE ACUEDUCTO ACUAVIDA

AV ACUAVIDA 26 ACUEDUCTO DE ASOQUIBA ASOQUIBA 12

EMPRESA DE ACUEDUCTO Y ALCANTARILLADO DE BOGOTÁ

EAAB 25 REPRESENTANTE DE PASQUILLA PASQUILLA 12

ACUEDUCTO AACUPASA AV AACUPASA 25REPRESENTANTE DE

ALCALDÍA LOCAL DE USMEALCALDÍA LOCAL

DE USME11

REPRESENTANTE DE LA SECRETARÍA

DISTRITAL DE SALUDSDS 23

REPRESENTANTE DE LA VEREDA QUIBA

QUIBA 11

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Narrativas y dinámicas de los actores del agua en el borde

FUENTES VIVAS EN EL BORDE

REPRESENTANTE ACUEDUCTO

ASOPICOS-BOCAGRANDE

AV ASOPICOS DE BOCAGRANDE

23REPRESENTANTE DE LA

VEREDA EL HATO EL HATO 11

ACUEDUCTO AGUAS CLARA-OLARTE

AV ASOAGUAS CLARAS OLARTE

22CONTRATISTA PARA DISEÑO CARTILLAS

DISEÑO CARTILLAS 11

CORPORACIÓN AUTÓNOMA REGIONAL CAR

CAR 21REPRESENTANTE

ACUEDUCTO AGUAS DORADASAV AGUAS DORADAS USME 10

REPRESENTANTE DE ACUEDUCTO

ASOCRISTALINAS-CURUBITAL

AV ASOCRISTALINAS CURUBITAL

21REPRESENTANTE DE ACUEDUCTO

PASQUILLA CENTROAV PASQUILLA CENTRO 10

REPRESENTANTE DE FONDO DE DESARROLLO

LOCAL - UNIDAD DE EJECUCIÓN LOCAL EAAB

EAAB - UEL - FDL 21REPRESENTANTE DE LA

VEREDA LAGUNITASLAGUNITAS 10

REPRESENTANTE DE LA VEREDA PATICOS

PATICOS 21ASOCIACIÓN COLOMBIANA

DE INGENIERIA SANITARIA Y AMBIENTAL

ACODAL 9

REPRESENTANTE DE ACUEDUCTO

ASOAGUALINDA -CHIGUAZA

AV ASOAGUALINDA CHIGUAZA

20REPRESENANTE DEL ACUEDUCTO AGUAS

CORINTO –CERRO REDONDO

V MANANTIAL DE AGUAS CORINTO CERRO REDONDO

9

REPRESENTANTE DE ACUEDUCTO ASOPORQUERA

AV ASOPORQUERA 19REPRESENTANTE DEL

CONSORCIO AGUAS SUMAPAZCONSORCIO

AGUAS DE SUMAPAZ9

REPRESENTANTE DE ACUEDUCTO PIEDRA PARADA

AV PIEDRA PARADA 19REPRESENTANTE DE LA

VEREDA SANTA BÁRBARAVEREDA SANTA BÁRBARA 9

REPRESENTANTE DE LA VEREDA SAN JOSÉ

VEREDA SAN JOSÉ 1 I

Fuente: elaboración propia a partir de la investigación.

* Av: Acueducto veredal. Denominación para los ac por parte de la eab-esp

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Narrativas y dinámicas de los actores del agua en el borde

FUENTES VIVAS EN EL BORDE

Adicionalmente, durante el período 2013 a 2017, Miryam Mejía, desde la Dirección de Gestión Comunitaria, ha estado fortaleciendo las Mesas de Acueductos en las dos localidades de Usme y Ciudad Bolívar. Dicho espacio se reúne mensual-mente desde que se instauró en Ciudad Bolívar en 2010 y en Usme desde 2013. Así mismo, en coordinación con la Ing. Nubia León, de la Dirección de Ingeniería Especializada, han estado acompañando el fortalecimiento de los AC en temas de mejoramiento de infraestructura y ca-lidad de agua. Su mayor esfuerzo fue consolidar la Mesa de Usme y orientar y hacer seguimiento a la Mesa de Ciudad Bolívar, generando procesos de aprendizaje y fortalecimiento técnico y social de los AC con los fontaneros y las directivas de los AC interesadas en participar de los procesos de capacitación. Dicho proceso se expone con detalle en la sección “Procesos de monitoreo del agua con fontaneros”, en este libro.

Este esfuerzo institucional y comunitario sienta las bases para una verdadera gobernanza del agua situada, es decir, que se ubica en el lugar donde nacen las fuentes que abastecen tanto las zonas rurales, periurbanas y urbanas del sur del Distrito Capital. Allí es desde donde no sólo debe hacerse el seguimiento a estos peque-ños prestadores, sino donde deben tomarse las decisiones de manejo y gestión del agua y los ecosistemas estratégicos asociados, teniendo en cuenta sistemas de vida tanto productivos como de vida doméstica de las comunidades y los acuerdos de solidaridad y justicia ecológica. Es aquí donde se deben hacer los acuerdos que tienen impacto directo para el territorio de la ciudad y de los sistemas productivos rurales

asociados a sus necesidades y los ecosistemas estratégicos que la sostienen, pero también ha-cen parte de él.

A pesar de esta visión integral que reconoce la relevancia de estos sistemas, este programa de apoyo a los AC sigue siendo marginal dentro de la EAAB. Si bien se observa una permanencia entre el período 2006-2016, esta es frágil y ahora empieza a mostrar incertidumbre con respecto a su continuidad debido a los cambios de política ambiental y social en el Distrito.

A pesar de sus logros –incluyendo el Premio sobre Responsabilidad Empresarial a nivel na-cional que ganó la empresa con el programa de apoyo a los acueductos1–, este programa re-quiere de un compromiso mayor por parte del Distrito Capital y sus habitantes a largo plazo. Todos dependemos de este territorio del agua para acceder al servicio de acueducto y por lo tanto la Empresa podría perfilarse en una líder fuerte de esta red de prestadores de servicios comunitarios del agua, que además de captar el agua tienen la responsabilidad de mantener las fuentes y hacerse cargo de su conservación y su uso sostenible.

1. Premio Andesco, Premio de Responsabilidad Social Empresarial, 2017, por mejor entorno social de sostenibilidad que hace refe-rencia al programa de apoyo a los acueductos comunitarios de la ruralidad del Distrito Capital.

Fuente: elaboración propia a partir de la investigación.

Tabla 33. Actividades que se enuncian en el desarrollo de los contratos

Actividades desarrolladas en los contratos

Planeación de actividades

Informar y discusión de dificultades y avances

Coordinación de actividades

Construcción estrategias de comunicación

Construcción colectiva plan de trabajo

Realización de talleres

Nombrar juntas administradoras de acueductos

Identificación de problemáticas de gestión

Formulación de términos contratación

Socialización normas y contratos

Definición de presupuestos e informes financieros

Divulgación de informes financieros

Interacción con otros actores del agua

Asambleas

Logística

Construcción documentos

Informe de actividades

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Narrativas y dinámicas de los actores del agua en el borde

FUENTES VIVAS EN EL BORDE

Problemáticas y desafíos de la gestión de los ac: una mirada desde sus líderes

A pesar de los logros ya detallados en la historia de los AC del sur, a partir de las alianzas estra-tégicas que los líderes de las juntas adminis-tradoras han hecho con expertos, instituciones y organizaciones sociales para avanzar en la construcción de la infraestructura y desarrollar procesos de autogestión comunitaria del agua, estos AC tienen desafíos no solo frente a la cap-tación, purificación y administración del servicio, sino en el cumplimiento de otros procesos mu-cho más complejos, como el saneamiento, que muchas veces van más allá de sus capacidades y sus responsabilidades. Dichos esfuerzos cada vez son más exigentes por la creciente carga de obligaciones que un sistema de abasteci-miento de agua potable tiene. La normativa es compleja (véase la sección Normatividad), pero no sólo las dinámicas urbanas que enfrentan estos acueductos en el borde urbano rural del sur del Distrito Capital están por fuera de las capacidades de movilización y respuesta de los líderes locales.

A continuación mostraremos algunas de las si-tuaciones particulares que enfrentan los AC des-de los testimonios de sus juntas administradoras

de Quiba, Mochuelo Bajo en Ciudad Bolívar y Los Soches en Usme.

Ciudad Bolívar

Acueducto de Quiba. Relato de don Carlos Martínez

Los acueductos comunitarios de Ciudad Bolívar en el borde urbano rural enfrentan invasiones de expansión urbana informal, solicitudes de agua que desbordan las capacidades de la concesión, y alcantarillados que no funcionan. Este es el relato de Carlos Martínez, presidente de Quiba (entrevista, 2016).

Desde el año 2000, con 88 usuarios, un fonta-nero y fondos apenas suficientes para comprar el tanque, empezamos a formalizarnos en el AC de Quiba. Hoy tenemos 367 acometidas, sin contar con las que están solicitando las nuevas urbanizaciones informales usando la tutela como mecanismo de solicitud.

Aumentaron los usuariosDespues de muchas bregas, la gente empezó a darse cuenta de que era mejor tener acueducto que acceder al agua por acequias y pozos. Al comienzo la gente decía que no quería el acue-ducto, porque eso era para encarecer la vida. Eso eran peleas y peleas, porque decían que

iba a quedar igual que en Bogotá. Cuando la gente empezó a darse de cuenta de que era un beneficio para todo el mundo, eso se disparó y empezaron a inscribirse nuevos usuarios.

Es que resulta que aquí hay una cosa, por decir algo –sigue su narración don Carlos–, yo le digo mi hijo o mi hija, de pronto se consiguió marido mi hija, o mi hijo se consiguió mujer, ¿y pa’ dónde agarran? El uno hace un taller, el otro hace su rancho ahí, ¡qué podemos hacer! ¡Entonces aquí hay mucha gente, los muchachos empiezan a hacer aquí su vida también!

Cuando yo recibí el AC había una concesión, yo iba a todos los talleres que se citaban para formalizarlo bien. Pero hacia 2003, que le dieron la concesión a Soacha, en la misma fuente hubo una pelea que hasta hubo muertos. Dividieron el acueducto en dos partes. Pero la Alcaldía de Soacha compró el predio para declarar una cate-goría de área protegida y resulta que esos eran terrenos de Ciudad Bolívar, es decir, del Distrito. Eso aún no se comprende.

Expansión urbanaComo del 90 para acá empezaron a urbanizar. El dueño de ese predio de aquí abajo, la primera vez sacó la gente, la segunda vez la sacó, pero ya después no los pudo sacar a todos. Aquí las invasiones, usted sabe, de la noche a la mañana, llegaban. Uno se acuesta y no había ranchos, y amanecía, 10, 3, 4 ranchos: ¡entonces eso era un lío! Esa gente amenazaba. Entonces muchos dueños, muchos dueños, ¿qué hacían? Pues de-jaban eso botado y se iban. Lo claro que tengo

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Narrativas y dinámicas de los actores del agua en el borde

FUENTES VIVAS EN EL BORDE

ahorita es que, ¿sabe qué?, por ejemplo ahí hay gente del mismo gobierno: eso es un complot, eso es un complot verraco, y eso es hasta peli-groso. Ahí está metida hasta la Policía, las mis-mas alcaldías. Yo le decía doctora, ¿recuerda el día que les dije?: unas camionetas oficiales. ¿Qué hacían ahí a las 11, 12 de la noche? ¡Ah! Yo no me voy a meter en una vaina de esas porque me meto en una vaca loca.

La verdad quiero mucho a Quiba, pero, por decir algo, Rafael Forero estaba urbanizando esto a como diera lugar. En 2010 ya tenía vendidos como unos 5.000 lotes, y entonces yo decía: el día que llegue a posesionarse toda esa gente, ¿qué vamos a hacer nosotros en el acueducto?, ¿de dónde vamos a sacar el agua?, ¿Y qué po-demos hacer? Pues darles el agua. El problema es que […] como les cuento, hay cinco usuarios que son natales de aquí, no hay más.

Los invasores iban cogiendo puntos –continúa don Carlos– y los iban vendiendo; entonces, como estaba dentro de la jurisdicción, ¿qué po-día hacer? ¡pues darles! Porque o si no la gente se va poniendo brava.

De esta cantidad de gente ya con acometidas surge el problema del alcantarillado. Ahí es don-de tenemos el problema, porque resulta que, por acá, en la zona rural, tenemos los pozos sépticos; pero allá donde está urbanizado… eso mire… eso hay un reguero de agua por todo lado, y eso es lo que nosotros no sabemos cómo organizar.

La figura de parque minero y la declaratoria de centro poblado: ¿una solución a la expansión urbana?

La figura de parque minero nos tiene frenados. Por ese tema nosotros no tenemos apoyo del Estado. En el MPOT de la alcaldía del Dr. Gustavo Petro, el que salió, estábamos a punto de que Quiba Alta quedara como centro poblado. Él nos ayudó, ya estábamos a punto de que firmaran esa resolución, pero el MPOT se echó para atrás. Ahora nos dicen que la CAR es la que tiene la potestad de verificar que esto pueda quedar como centro poblado. En planeación me dieron un plano, en el cual se muestra que iba quedar centro poblado aquí, y el resto que eran fincas y que no… Incluso una ingeniera de allá nos dijo que si quedábamos como centro poblado se frenaban esas urbanizaciones. Pero al mismo tiempo no se dan permisos oficiales para cons-truir una casa porque esto está declarado en el polígono del parque minero. Ahí estamos en el limbo porque, no sabemos… Y esto es día tras día… nos está tragando la zona urbana.

En esa administración ya he tenido dos entre-vistas con el alcalde local. Le he dicho al alcal-de: “¿Doctor, qué vamos hacer con esto?”. Y él responde que no pueden hacer nada. Estamos bregando para traer los medios de comunicación acá para ver si podemos poner el tema en otros ámbitos –concluye don Carlos–.

Con la comunidad hemos hecho estrategias para poder defender esto; pero resulta que

no contamos con apoyo jurídico de la misma Alcaldía, o de alguna otra entidad. Y me pre-gunto siempre: ¿hasta dónde puede llegar esta situación? Hay mucha demanda en los barrios informales, y si voy y les corto el agua a los de esta urbanización, créame que al otro, día una de dos, estoy en la cárcel o estoy muerto.

Con la doctora Zaida, de la Defensoría del Pueblo, y con Miryam, del Acueducto de Bogotá, hemos hablado. Yo tengo alrededor de unos 400 oficios con la Alcaldía y otras entidades. Pero no logro que me apoyen. Yo propongo que le metan una sanción al terreno por medio de la CAR, digo, háganlo por cualquier entidad, métanle una san-ción. Señalo que se están construyendo, pero uno avisa y no hacen nada. La realidad es que el propietario del lote dice, esta finca es de él, y yo no me presto para vender lotes, y pida apoyo para que saquen a esa gente, sáquenla a como dé lugar. Pero créame que ahí hay gente que tie-ne mucha plata, eso mueven mucha plata.

Mochuelo Bajo. Relato de Valentín García

Calidad de agua y cambios administrativos

Cuando empezó el acueducto de Mochuelo Bajo la gente se amenazaba, se agredía por el tema de las mangueras. En esas grescas llegaban hasta darse con peinilla; hubo varias grescas duras por el agua. A unos sí les llegaba el agua, a otros

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Narrativas y dinámicas de los actores del agua en el borde

FUENTES VIVAS EN EL BORDE

no. A unos con presión, a otros no. A unos les llegaba sucia. Y decían, allá el vecino sí llenó más vasijas, yo no alcance a llenarlas todas […] Cantidad de problemas, cantidad de problemas –cuenta don Valentín–.

Entonces, en 2010, vino una investigación grande por el tema del mercurio. Se pudo determinar que no era la fuente, sino que eran manos a propósito que hicieron una maldad, para que aparecieran trazas de mercurio, para despresti-giar el acueducto y dárselo a administrar a otra entidad diferente de la comunidad, es decir, que esto se volviera un acueducto privado. Entonces desde ahí empezó un trabajo duro de parte mía y se pudo comprobar que este acueducto no tenía afectación de mercurio.

Cuando yo cogí el acueducto había muchos problemas, con la calidad del agua y adminis-trativos. El agua nunca cumplía los estándares en la Secretaría de Salud, y por lo tanto había sanciones en la Superintendencia, donde había un expediente grande

Como razón social Aguas Calientes teníamos ya una hoja de vida muy manchada. Entonces contacté unos abogados especialistas y me dijeron que la única solución era liquidar la empresa. Así que se hizo la constitución de la nueva empresa a finales del 2010, como hacia diciembre, algo así, entrando el 2011. Desde entonces hacemos un gran esfuerzo en los as-pectos administrativos, técnicos y operativos del Acueducto Acuacat.

Se sustituyó el equipo de trabajo, se contrata-ron más fontaneros, ya se consiguió un con-tador, un revisor fiscal, se trabaja articulada-mente con todas las entidades, es decir, con la Secretaría de Hábitat, la Defensoría del Pueblo, el Acueducto de Bogotá, la Alcaldía Local, la CAR. Es decir, se forma una empresa supre-mamente avanzada.

En ese momento contacté unos ingenieros y les dije que no teníamos plata pero que nece-sitábamos una planta de tratamiento. ¿Cómo hiciéramos?, les dije. Entonces yo me acuerdo que dijeron: “Don Valentín, pues si quiere yo tengo una planta semi-compacta, pues se la arrendamos mientras que miramos a ver cómo solucionamos. Yo, como le dije, trabajé con ellos en Bogotá. Ellos manejan plantas de potabiliza-ción con otros acueductos nacionales, porque ellos trabajan a nivel nacional.

Así que me arriendaron una planta semi-com-pacta. Empezamos a dar un agua de mejor calidad. Poco a poco, con una plática que ya habíamos recogido, le dije al ingeniero que me vendiera la planta y que me contaran el arrien-do como parte del pago, como un leasing, y ellos aceptaron. Esa planta ahora es un activo de la Asociación.

Como es una planta semi-compacta, la empe-zamos a agrandar, a medida que se iba necesi-tando, le íbamos anexando más tanques y mu-cho más grandes. nosotros en este momento tenemos 1.200 acometidas, más o menos unos 7.000 beneficiarios. En este momento somos una empresa sostenible.

Es la cosecha de un trabajo que se ha venido haciendo, con el Distrito, quien nos favoreció con los subsidios desde 2014. Es una plática importante la que le entra al acueducto men-sualmente y con la que hacemos las inversiones que se están haciendo.

Las tarifas, los subsidios y el trabajo social

Poner tarifas a partir de un acuerdo de asamblea, con más de mil asociados, es difícil. Por estatutos tienen que ir siquiera el 10 %, o sea que con 120 que vengan podemos hacer asamblea, entonces decidimos ir explicando a los usuarios a través de unas cartillas. Les deciamos que si cambian la medición, hay un cambio total. Algunos en-tendían, otros no. Entonces empecé a aplicar las facturas para tener los subsidios.

Los usuarios me hicieron el alboroto, en la asam-blea de ese año me destituyeron y nombraron nueva junta. Entonces me tocó recurrir a mis abo-gados, se pudo echar abajo esa decisión y volví con mi junta directiva, mi representación legal. ¡Eso es una lucha jurídica tenaz! Prácticamente había sido como un golpe de Estado. Pero vuelvo a tomar el mando de la empresa. Volví a con-vocar asamblea, y entonces invité a los funcio-narios de Hábitat, de la Defensoría del Pueblo, de la Empresa de Acueducto, y me apoyaron, y empezó el trabajo con la comunidad.

Los de la Secretaría de Habitat les dijeron: “Ustedes van a ver el cambio, déjenlo que él im-plemente los subsidios, después de tres meses, si lo quieren sacar, entonces nosotros con mucho

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Narrativas y dinámicas de los actores del agua en el borde

FUENTES VIVAS EN EL BORDE

gusto también participamos para que no les violen los derechos ni a él ni a ustedes. Entonces esas personas, que antes estaban en contra mía, pues han sido mi mano derecha y es con ellos que básicamente he venido trabajando.

Total, muy, muy complicado, más en la parte social. Aquí tengo un equipo que atiende esa parte social. Ellas van atendiendo los casos y se le va dando respuesta uno a uno.

Cuando nosotros hacemos asambleas, cada año, organizamos puntos específicos, con los que se le da la oportunidad al usuario de que ponga su queja, platee su problemática, y nosotros, a través de nuestro equipo social, vamos ano-tando y vamos dándole solución. Con la tarifa siempre la cogen en contra de nosotros, contra el fontanero, contra la niña que digitó la factura; vienen y acá nos insultan. Hay gente que es muy grosera, otros son muy decentes, y hay veces que captan muy fácilmente la explicación, pero hay otros que no.

Con mi equipo de trabajo vamos asumiendo cada tema y vamos a campo y respondemos las demandas. Por ejemplo, unos de los casos que me toca intervenir con los fontaneros son los que generalmente tienen que ver con el medidor. Miro la queja y encuentro la solución. Muchas veces es por fugas que ellos no perciben. Tengo una máquina que detecta las fugas; entonces yo voy y le hago la visita, les muestro y les pido que corrijan el escape interno. Con el 70 % del valor de la factura que el Distrito nos aporta sostemos la administración, contratamos mano

de obra y vamos respondiendo a las necesidades cotidianas del AC.

La expansión urbana es el talón de Aquiles de este sector

El tema de los servicios y el agua barata es una bomba de tiempo, porque permite la expan-sión urbana: ese es el talón de Aquiles de este sector. De hecho nosotros ya estamos viendo la manera de que una empresa privada más competente suministre el agua potable a la comunidad, porque nosotros no somos ca-paces de darle agua a tanta gente. Este es un tema que lo tiene que retomar la Empresa de Acueducto de Bogotá.

En este momento estamos prestando el servicio a medias, porque no lo estamos haciendo las 24 horas. En el tiempo de verano se racionaba en el día, ahoritica se está racionando de noche, pero el agua ya no está alcanzando. El crecimiento urbano es un hecho. Y en este sector aún falta todavía por desarrollarse. Por lo menos un 40 % de los predios faltan por construirse.

Este desarrollo urbano no lo puede detener na-die. ¡Eso es muy elemental! ¿Por qué? Porque no se está urbanizando por fuera de lo que ya son los barrios, lo que se está urbanizando son los predios que están dentro del mismo barrio.

Así que corresponde al Distrito solucionar el agua, agua es lo que se necesita acá. Agua porque gas no hay problema, luz no hay problema, teléfono no hay problema: el problema es agua.

Usme

Aguas Doradas, Los Soches. Relato de Fanny Guerrero

Los pagos, administración e imprevistos

Bueno, hablemos de lo malo. La gente no se ha empapado bien de que el acueducto es de todos nosotros, y que cualquier cosa que lo afecte, pues afecta a todos. Adicionalmente, la gente no es muy asidua al pago, y eso que manejamos una tarifa de $4.200 pesos mensuales de cargo fijo, más $1.100 pesos por metro cúbico. Pero igual aquí es muy poca la gente que paga más de 4.200, porque como tenemos los subsidios, entonces son 6 metros y el 40 % de lo del cargo fijo. Hay gente que paga solo eso, y si se le sube un metro, ¡eso mejor dicho!

Estos acueductos tienen su problema, fueron mal construidos y a veces cuando llueve se rom-pen los tubos y hay que hacer reparaciones, y eso sale costoso. Este acueducto fue de los últimos que se construyeron, se hizo como en 2009 con la Alcaldía.

Y con lo que cobramos no hay para imprevistos, ¡imagínese! Nunca pensamos eso de los impre-vistos y vea, al poquito tiempo nos robaron el sistema de bombeo y eso vale supuestamente como 4, 5 millones. ¿Y de dónde se saca eso? Donde llegue a fallar una máquina, un tanque

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Narrativas y dinámicas de los actores del agua en el borde

FUENTES VIVAS EN EL BORDE

de esos –esos son tanquecitos, pero eso valen también su plata–, y los usuarios: ¡No! ¡No te-nemos para eso! Entonces son muchas fallas que se cometen.

Los usuarios piensan que el acueducto es como llegar a un barrio, que ellos pagan el recibo y ya, porque hay gente que tiene propiedades acá en lo rural, y en lo urbano, entonces dicen: allá pagamos el recibo, aquí también pagamos el recibo y no vamos ni a reuniones ni a nada. Pero no tienen en cuenta que aquí el gasto del agua es más barato, lo administramos la misma comunidad y tiene mejores beneficios de pron-to que en lo urbano; porque en lo urbano si le suben el recibo como les llegue lo tienen que pagar, y hay veces que ni le aceptan el reclamo que usted hace. Entonces acá usted va donde el vecino y le dice: “Vea que me llegó más caro el recibo porque yo el otro mes yo pague...”, ¡Bueno! Venga y nos ayudamos y llegamos a un acuerdo, pues esto es una empresa, pero esta es sin ánimo de lucro y comunitaria.

La expansión urbana, servicios e inseguridad

Uno no dice que la urbanización también se ne-cesita, pero lo malo de la urbanización es que por ejemplo, para el lado de San Cristobal, de Juan Rey, Nueva Deli, ¡huy!, qué cantidad de casas las que van a meter. Pero esas constructoras hacen es construcciones, ¿pero los equipamientos? Por eso es que viene toda la lucha: ¡necesitamos hospitales! ¡necesitamos colegios! ¡agua!

Mire el Uval, nos toca siempre hacer algo, exi-gir por vía de hecho para que a nuestros hijos les den cupo en el único colegio que tenemos aquí cerquita, que es el del Uval. Cada año es lo mismo. Este colegio del Uval es muy peleado porque es muy sano, no hay vicios.

Y ahorita toda esta gente que va a llegar a Usme y a San Cristóbal, ahí es donde se necesitan parques, todo eso es lo que deberían hacer, las obras correspondientes. Acá, a este lado, ¡ne-cesitamos una universidad o sedes, pero no! Se dedican a traer gente y nada más.

Nuestra agua la vemos peligrando. La quebrada Yomasa la cogió toda el Acueducto de Bogotá, que dijo que su agua va para la parte urbana del sur, donde cada vez hay más barrios.

Aquí colindamos con El Portal del Divino Niño, Tibuaque, Las Violetas, La Flora; y por el oriente con el municipio de Chipaque. También tene-mos un barrio vecino que es una invasión, hace rato está ese barrio que se llama El Bosque. De allá fue que vinieron y nos robaron el sistema de bombeo.

Lo otro que pasa es que de pronto aquí en la vereda la mayoría somos primos y familiares. Lo que es Uval y Soches, somos la mayoría fa-miliares. Entonces, la gente comienza a crecer, y tras de una pareja que se viene a vivir a la vereda vienen los hijos, los hijastros, y a cons-truir, entonces falta ordenar un poquito más, no sé, por ejemplo, si con ingenieros nos pre-guntamos, ¿cómo?, ¿cuáles quebradas hay en tal vereda? Esto para hacer la repartición de

los acueductos mejor, para pensar, pensar en 10, 20, 50 años adelante.

La minería de materiales, permisos y conflicto de intereses con el AC

Ya vamos logrando cerrar dos canteras y ahorita apenas miraron que subió Peñalosa las volvie-ron abrir y nadie les dice nada, y eso que están por Fiscalía y todo. Ya los procesos se ponen otra vez difíciles.

En esta parte hay tres reseveras2 que afectan ese acueducto y las dejan operar, pero el acue-ducto en cambio lo critican porque queda en la zona de reserva3. Entonces, ahí casi a las malas lo hicimos porque donde se podía hacer no lo dejaron hacer; y por eso se instaló un sistema de bombeo, que es más costoso para el acueducto, porque gasta energía. Así que tocó poner un transformador; menos mal que el lote se dio para esas cosas. Pero ahorita pasó que se ro-baron el sistema de bombeo y tenemos unas familias sin agua.

Tenemos ahora que cumplir y cumplir y cumplir…

La líder nos cuenta que los de la junta anterior dejaron vencer la concesión de aguas, faltaba lo de la facturación, las tenían pero apenas a mano llenaban los papeles; tenían problemas con declaraciones de renta, no había una con-tabilidad desde que empezó.

2. Trituradoras de arena y piedra para la construcción.3. Se refiere a la Reserva Forestal de la Cuenca Alta de Río Bogotá.

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Narrativas y dinámicas de los actores del agua en el borde

FUENTES VIVAS EN EL BORDE

Yo la dejé al día, teníamos la resolución de facturación, concesión de aguas nueva, en la que nos le bajaron al caudal –¡Sí, le bajaron!–, el RUT, todas esas exigencías administrativas están, la personería… Pero es que hay unos requerimientos que son absurdos. Por ejem-plo ese de la CAR que pide que siembre 100 árboles, así sean 100 árboles es un trabajo duro. Mire, aquí en esta vereda, y en todas, se ha hecho una arborización como uno ha podido, pero se han sembrado árboles, pero irse a meter al terreno que no es de uno eso es grave. Si la misma CAR, que es la autoridad ambiental, no se hace respetar para que dejen el metro de ronda, imagínese la Asociación. ¿Qué puede hacer ahí? Y ellos solamente dicen: “¡Tienen que hacerlo y ya!”. Si no lo hacemos los sancionados somos nosotros. Entonces, tenemos que cumplir, que cumplir y que cumplir, si no vendrán sanciones.

El problema de gestión de estos acueductos comunitarios en el borde urbano rural del sur es que tienen que enfrentar desafíos que mu-chas veces están fuera de su alcance. Si bien estos AC serían la base para instaurar una ver-dadera gobernanza del agua, se desgastan en un gran esfuerzo por lograr una participación de las comunidades y mantener su carácter comunitario y territorial. Todos estos AC están preocupados por el agua y su capacidad de abastecimiento; también están preocupados por el crecimiento urbano desmedido y por la falta de apoyo de comunidades que entran muy fácil en conflicto debido a la fragilidad de la vida cuando falta el agua.

Estos AC, a pesar de reconocer el apoyo puntual que funcionarios y principalmente funcionarias comprometidas aportan a su fortalecimiento, no ven con claridad cómo las autoridades gu-bernamentales enfrentan la expansión urba-na que ya se ha convertido en un fenómeno muy complejo y con pocas posibilidades de gobernabilidad.

Así mismo, es claro que hay una cultura cam-pesina que está acostumbrada a prácticas de uso y apropiación del agua que es renuente a reconocer las particularidades de una gestión del agua tan compleja como es la de estos acue-ductos que cada vez son más grandes. Aquí la paradoja es que un actor comunitario, consciente de la importancia del agua, como son los AC, se ve imposibilidado para actuar de manera efi-caz en el territorio. Ellos requieren de entidades competentes que sean líderes en la articulación de una gobernanza del agua en este territorio, para que con ello fortalezcan su acción.

La fontanería y el fontanero. Conectando el agua y la comunidadDOLLY PALACIO Y JOSÉ SECHAGUA

La fontanería, un oficio realizado por el fonta-nero o la fontanera, es uno de los oficios más

importantes desde que se inventaron los acue-ductos en el mundo desde las civilizaciones an-tiguas. El fontanero y la fontanera son personas que, por su conocimiento de la fuente, del siste-ma de conducción y del desagüe, se encargan de mantener el sistema en funcionamiento, el agua corriendo, el caudal, la calidad. Las palabras fon-tanería, fontanero y fontanera vienen justamente del latín fontana, que significa fuente.

Los fontaneros, como intermediadores directos entre el agua y el sistema operativo, mantienen el proceso de conducción, articulación y man-tenimiento de la calidad del agua que llega a cada una de nuestras viviendas o sistemas pro-ductivos, en su base material. Él o ella cuidan y vigilan que la fuente esté bien en su punto de captación, cuidan que la conducción sea efectiva, revisan las averías y las reparan, están atentos sobre cada punto y juntura del sistema.

En las zonas rurales, en particular, ellos son los que vigilan y mantienen la calidad del agua, pero también llevan los recibos, hacen los cobros y avisan a los usuarios sobre cualquier novedad, convocan a los usuarios a las asambleas y reci-ben todo el peso de la crítica cuando el sistema de conducción del agua falla. La fontanería y sus ejecutantes son pues un rol y una posición de suma importancia en el sistema del acueducto. Son un “nodo de paso obligado”4 entre la es-tructura material y los usuarios del sistema. El fontanero, la fontanera, mantienen el vínculo en-tre la fuente y los usuarios del acueducto.

4. Concepto que, como sus mismas palabras lo indican, son actores o actantes que articulan, que cumplen el papel de la conectivio

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Narrativas y dinámicas de los actores del agua en el borde

FUENTES VIVAS EN EL BORDE

Un fontanero va temprano todos los días a dar vuelta, a monitorear y registrar todos los eventos importantes que observe en la cuenca como un todo, los nacederos, la fuente y sus condiciones ambientales y ecológicas, la bocatoma, las válvulas, el desarenador, la cámara de quiebre de presión, la planta de tratamiento, la aducción, la conducción y las redes de conducción, acometidas domiciliarias, macro y micromedidores. Maneja herra-mientas que permiten hacer reparaciones, como el soplete, los alicates, las llaves fijas, cierras manuales, cortadores de tubos, repuestos. Igualmente, debe manejar equipos para medir calidad de agua, caudales y, por supuesto, un sistema de registro para llevar el historial o bitácora de lo que va registrando día a día.

A manera de homenaje a estas personas, en la Tabla 34 se presentan los nombres de algunos de los que en la actualidad cumplen con esta misión esencial y muchas veces poco reconocida y agradecida.

entre otros componentes de la red. Es un concepto acuñado por los sociólogos de la Teoría del Actor Red (Latour, 2008)

USME VEREDAS DEL ESTUDIO CIUDAD BOLÍVAR VEREDAS/AC

CARLOS JULIO MORENO OLARTE JUAN DIAGO SANTA BÁRBARA

CARLOS ENRIQUE AGUILAR EL DESTINO BERNARDO GUTIÉRREZLAS MERCEDES, SANTA

ROSA, PASQUILLA

JOSE SECHAGUA CHIGUAZA ARMANDO RODRÍGUEZPIEDRA

PARADA, PASQUILLA

LUIS GUILLERMO VILLALBA SOCHES ENRIQUE MAYORGA QUIBA

JAIRO CHIPATECUA UVAL, REQUILINA AUACACT

OTROS DE USME: JOSÉ MARCELINO RODRÍGUEZ, LUIS ALFONSO AVENDAÑO, LIBARDO SALAMANCA,

JOSÉANSELMO CORTEZ, ANA ELFA ZAMBRANO.

UNIÓN-ANDES, CURUBITAL, ARRAYANES, LAS MARGARITAS.

OTROS CIUDAD BOLÍVAR: DARÍO RODRÍGUEZ, JORGE

WILLIAM GUTIÉRREZ.

Tabla 34. Los fontaneros de Usme y Ciudad Bolívar

Fuente: elaboración propia a partir de la investigación

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FUENTES VIVAS EN EL BORDE

A partir del relato de uno de los fontaneros más admirados, pero también controvertidos de esta zona del Tunjuelo, don José Sechagua, comparti-remos algunas de sus experiencias y reflexiones, así como sus dificultades y logros, ya que ha sido fontanero por más de 10 años en Chiguaza. Es una voz que seguramente representa la de muchos de sus colegas en el territorio.

Esta narración está en primera persona, como fuente viva de un territorio que está en el filo de las problemáticas urbanas y ambientales ya narradas en gran parte de este libro.

José Ignacio Sechagua Gutiérrez, fontanero de Chiguaza desde 2007

Nací en 1959, un primero de noviembre, día de todos los santos, y estoy guiado por un signo de agua: debe ser por esto que mi trabajo lo siento como una verdadera misión. Soy nativo de Usme, de familia muy humilde. He vivido toda la vida en la zona. Vivo con mis hijos en un lotecito central que nos dejó mi mamá en la vereda de Chiguaza. Soy padre de familia de dos niños. No vivo con su madre.

La vida que me tocó vivir es muy distinta a lo que mis hijos viven. La parte social de la comu-nidad y los habitantes de la región ha cambiado. La gente nativa de la región no existe. Esa que conoce y respeta el territorio ya se fue.

Éramos 25, entre hermanos y medios hermanos. Hermanos éramos 9, ya murió uno. La mayoría hemos vivido en la zona. Somos campesinos. Labramos la tierra, conocemos la tierra, sabemos qué tan útil es la tierra para el ser humano. La gente que ahora la compra la ve desde el pun-to de vista comercial, pero no sabe los efectos positivos que tiene la tierra.

Mi apellido es español. La historia de este ape-llido se remonta hacia 1600, cuando llegaron unos recaudadores de impuestos. El primero que se conoce como Francisco Sechagua. En esa época esto era todo selva, ellos hacían vi-gilancia y control del territorio. Hay Sechaguas en Nazareth y otras partes de Sumapaz, pero no somos de los mismos.

Cuando yo nací, la tierra se manejaba con ani-males; no había carros ni tractores. El agua a la casa la llevábamos en vasijas. Pero donde quiera que haya agua se hacen las ciudades. En Usme podemos decir que somos ricos en agua y por eso Bogotá tomó el agua de esta región. Pero ahora con el agua que se llevó la ciudad y los acueductos se han descuidado los aljibes y nacederos, están todas estas fuen-tes en peligro.

Mi papa era carbonero, mucho mayor que mi mamá. Fue uno de los depredadores más gran-des de por aquí. Quemó mucha leña para ha-cer carbón para llevar a Bogotá. Víctor Manuel Sechagua, se llamaba. Iba desde el sector que llaman la Cabaña, en Chipaque, para Bogotá, y en Bogotá hacía la remesa para llevar a la hacienda. Salía de la Cabaña a las 3 de la madrugada y

volvía en la noche. Él atravesaba toda la cordillera del boquerón hacia abajo, mejor dicho, desde la Victoria al Centro. Eran caminos de herradura. Hoy en día no existen.

Tenía sus hijos en Chipaque, pero tuvo problemas con su primera mujer y vino a Usme y se metió con mi mamá. Cuando nació mi hermano, a mi mamá la atendió la partera que todavía vive aquí en Usme. Cuando ella iba a tener el hijo le pidió habitación a mi abuela y desde allí se acomodó en Usme. Ella no volvió pal páramo. Mi papá dejó lo que tenía allá y empezó a ser jornalero de las haciendas de Usme. Nunca de arrendatario y tampoco de aparcelero, mi papa fue obrero… Nunca hubo mucho ni para comer ni para el estudio. Cuando yo empecé a estudiar aprendí mucho, aunque solo tengo segundo de primaria. El año pasado logré validar el quinto de primaria. Pero en ese entonces uno aprendía mucho. Eran dos jornadas, uno estudiaba por la mañana y por la tarde. Francisco Antonio Zea se llamaba el colegio. Como en esa época no había luz, ni vías, ni carros, yo hacía las tareas en la escuela o por el camino. Me sentaba en cualquier piedra y hacía mis tareas. A las 6 de la tarde ya no había luz, entonces se acababa el día y no había tiempo para hacerlas. Era una vida muy bonita. Ahora con el facilismo la gente no quiere hacer nada. Con el facilismo la mente y el cuerpo no se ejercitan. En esa época la mamá le decía a uno: “mijo hace falta una esperma”5, entonces uno iba a oscuras al pueblo, ni linterna había. El que tenía linterna era el hacendado.

5. Esperma es el nombre que le dan a la vela o pieza de cera para iluminar en las noches

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FUENTES VIVAS EN EL BORDE

Uno se desplazaba de noche como un gato y se iba compraba la esperma y se devolvía. En ese tiempo me desplazaba desde Usme, desde Chiguaza a Quiba y me gastaba dos horas.

Comienzo la fontanería

Yo comienzo en la fontanería en el 2007. Cuando hicieron el acueducto de Chiguaza. Las obras las empezaron 2006 y las entregaron en 2007. La comunidad me nombró veedor de obra. En ese momento el Acueducto era manejado por la Junta de Acción Comunal. En una de esas reuniones, y de acuerdo con unas capacitaciones que hicieron los constructores del sistema, que fue el Consorcio Aguas de Usme, con la UEL6 de la EAAB, me nombraron veedor de obra. Con ese consorcio se construyó Uval-Requilina, Chiguaza, Curubital, Unión-Los Andes.

En esa etapa me escogieron porque yo conozco de construcción y como veedor pude aportar al proceso con los ingenieros. Gracias a mi apren-dizaje en la vida yo no entro en conflicto con los funcionarios. Yo hago preguntas, pero no entro en conflicto.

Cuando entregaron la obra, los ingenieros nos hicieron un cuestionario para resolver unas pre-guntas, por decisión de los que me hicieron la evaluación quedé como fontanero. Desde ese día mi vida cambió. Cambió porque me tocó aguan-tarme y enfrentarme a amenazas, groserías,

6. Unidad de Ejecución Local.

vainazos, que aun todavía oigo, y sin embargo, me sigo sosteniendo ahí en la fontanería con sus cosas buenas y malas.

Acueducto chiquito, infierno grande

Cuando entré a ser fontanero, siento que a nivel personal estaba muy atrasado. Con este trabajo he aprendido mucho de la parte social. He tenido la oportunidad de viajar a La Guajira, Santander, a acompañar acueductos desde el punto de vista técnico y social. Me he enriquecido mucho a nivel social, porque muchas veces se nombra al fontanero no tanto por sus conocimientos técnicos sino porque toca pelear con el pobre, con el rico, con el borracho, con el propietario, con la señora, con el sinvergüenza. Uno debe explicar a la gente por qué pasan las cosas.

Cuando recibí el acueducto Chiguaza tuve que enfrentar un problema muy bravo. El 70 % de la vereda antes del acueducto tenía agua potable 24 horas al día. Porque cuando la EAAB hizo la planta de la laguna, botó los residuos a la laguna y en contraprestación la EAAB nos dejó unas pilas, pero por la presión en la parte baja de la vereda recibía agua 24 horas. Entonces el primer monstruo que me tocó enfrentar fue cortarles el servicio bueno, potable, por un ser-vicio bien malo.

Le voy a contar cómo resolví el problema. Me senté con la Junta Administradora que nombra-ron con la entrega del Acueducto. Cuando me

entregaron ese monstruo no tenía ni idea qué era calidad del agua. Cuando llegue el primer día a la planta y veo un poco de barro. Y digo, ¿esto es un acueducto? Llamé al ingeniero que implementó la planta para resolver la cuestión y el ingeniero me dijo: —Don José, bótele un poco de sulfato de aluminio hasta que aclare. Y yo le dije: —Pero ¿cuánto le echo? —Pues hasta que aclare –me respondió. Eso le eché y no le hizo nada. Yo no podía dormir. La gente gríteme, regáñeme, que nos va envenenar con esa agua, que estas y que las otras...

Un día me lo encontré por el camino, estábamos en época de invierno, y le dije: —Mire, ingeniero, ¿cómo manejo eso del agua? Ustedes nos die-ron capacitación en la parte técnica de cómo remendar un tubo, las junturas, el manejo del tanque, pero nada de agua potable. Resulta que él no sabía tampoco. El tipo trajo un poco de soda caústica e hizo pruebas en un jarro. Y yo le dije que esas cosas no eran lo mismo en el cono ese.

Pasaron 3 o 4 meses hasta que la Secretaría de Salud nos dictó por primera vez el curso sobre la calidad del agua, eso fue a finales de 2007. Como había ya otros acueductos a nivel del Distrito nos hicieron la capacitación. Nos dijeron que estábamos suministrando agua contaminada. Nos reuníamos una vez al mes en el salón co-munal de El Destino. Una ingeniera nos explicó en qué consistía un acueducto y que caracterís-ticas debía tener, y nos sacó los decretos 2115 y 1575 del 2007. Nos dijo que los miráramos y los analizáramos. Yo lo leí y no vi nada que no

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FUENTES VIVAS EN EL BORDE

podía cumplir. Pero duramos un año entregando agua contaminada.

Un día les dije a los de la Secretaría que aquí todos teníamos el mismo problema. No hay buenos ni malos, y le pedí que nos gestionara una capacitación a nivel técnico, a nivel quí-mico, para convertir el agua cruda en agua potable. Ella gestionó desde la Secretaría de Salud una capacitación con el Sena para pota-bilización de agua.

Mientras esto ocurría, con los productos que me dejó el ingeniero me puse a hacer pruebas y me inventé la prueba de la jarra. Corté por mitad las botellas de gaseosa y le echaba cantidad diferente para ver cómo funcionaba el sulfato, la soda, el polímero, la piedra lumbre. Ensayé con todo eso. No sabía la fórmula para eso.

Se necesita tener una fórmula

Empezamos a ver que el problema mayor no era la turbiedad y el color, sino los coliformes (Escherichia coli). Entonces ensayamos con un pote de 5 pastillas de cloro. Trabajé con eso por un rato pero no me gustó.

Entonces empezó la capacitación con el Sena. El instructor era un ingeniero chocoano, a quien le pregunté sobre las concentraciones. Él, con una capacitación de 40 horas, nos enseñó a manejar concentraciones y dosis.

Después de ese curso pasó un año. Había una reunión con los operarios de los acueductos

para organizar una manifestación porque iban a protestar porque no nos habían entregado acueductos sino unas líneas de conducción y no teníamos cómo hacer manejo técnico de estos sistemas. El lunes iban a hacer la protesta y el miércoles era entrega de resultados del análisis de calidad de agua de la Secretaría de Salud, el IRCA7. Ese día llegaron los de la Secretaría y me felicitaron: “Don José, salió cloro en el agua, salió apta para el consumo humano”. En la reunión se pararon otros representantes y me miraron desafiantes, diciendo: “Usted la acaba de emba-rrar porque ya no podemos pelear con el alcalde porque dirá que si usted pudo todos podemos”. Y yo dije: “Pues no sé, a mí me nombraron de fontanero y estoy haciendo mi trabajo”.

Más adelante, en 2010, cuando la Empresa de Acueducto de Bogotá nos invitó a la Planta Wiesner8 por primera vez, me empezaron a mo-lestar como el mago del agua, entre los distintos fontaneros. El acueducto de Chiguaza tiene un historial muy bueno. Yo llego a la casa y me pongo a hacer cuentas y números y cuando llego a la planta ya llego a aplicar la fórmula.

Aquí hay mucha gente que maneja los acue-ductos, pero no tiene los conocimientos para el manejo porque necesita mucho número, aquí la gente sabe de vacas, de carros, pero no de números. Incluidos muchos ingenieros, aquí se hacen las pruebas sin medidas, todo al ojo. Tenemos una fórmula que no comprendemos

7. Índice de Riesgo de Calidad de Agua para Consumo Humano.8. Planta de la EAB-ESP que potabiliza el agua de Chingaza.

muy bien y eso es lo que nos mata. Nosotros no somos estudiados, somos campesinos y eso no lo han podido entender las entidades. Al cam-pesino hay que hablarle con palabras castizas y no con palabras técnicas. La gente se duerme si le hablan raro.

Ahora tenemos un mini laboratorio que nos dio la EAAB que mide 8 parámetros de calidad. Nos hace falta la parte de microbiología, pero el resto nos ha servido mucho. Pero muchos de nosotros no tenemos el conocimiento ni la paciencia para hacerlo.

Gusto, voluntad y mucha precisión

El problema no es decir las cosas sino entender-las. Lo importante es que cada persona haga las cosas por gusto. Una de las fallas más grandes en el aprendizaje de nuevos conocimientos es que la gente hace porque le toca o porque necesita la plata y no por el gusto. Uno sabe cuándo a la persona le impacta una cosa y cuando la persona rechaza.

En mi caso, yo hago esto porque lo siento como una misión, porque me apasiona el agua. Yo llevo registros diarios, camino desde temprano, voy miro cada vez y los incluyo en la bitácora. Cada información está actualizada. En muchos acueductos está a la mitad, menos de la mitad, no está toda. Los que administran y los fonta-neros tienen que ponerse de acuerdo para que

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las medidas se hagan bien, y muchos miembros de las juntas no entienden esto.

Tenemos muchas asesorías, de Secretaría del Hábitat, la EAB-ESP, de la Secretaría de Salud, pero muchas veces no tenemos las que nece-sitamos. Cada entidad maneja las propuestas a su manera. Nosotros, como acueductos, en cambio tenemos unas necesidades muy con-cretas. Mientras eso no se corrija no hay manera de mejorar el funcionamiento de los AC. Pero eso sí, yo no capacito a nadie porque para eso hay entidades. El día de mañana intoxican un poco de gente y me echan la culpa a mí.

Reflexión finalComo se observa en esta exposición, construir, mantener y sostener en el tiempo los AC es un ejercicio que requiere conocimiento, coor-dinación y un esfuerzo colectivo grande entre un conjunto muy diverso de actores sociales e institucionales. Todos ellos en sus prácticas de uso, gestión, regulación y control, apropian materiales y elementos de su entorno, principal-mente el agua, pero también miles de especies de los ecosistemas asociados a ella que hacen posible el funcionamiento de los AC. Así mismo, entre ellos median un conjunto heterogéneo y diverso de acuerdos sociales y normas para su gestión y control. No obstante, mantener este proceso no es fácil, como dicen sus líderes y los funcionarios que directamente han estado

acompañándolos. Es un proceso muy frágil que enfrenta varias situaciones:

El crecimiento indiscriminado de la ciudad como fenómeno está afectando la gestión, debido a las fuertes demandas por el agua por parte de los nuevos habitantes de los asentamientos infor-males que buscan siempre las condiciones eco-nómicas más favorables, teniendo en cuenta sus condiciones de precariedad económica.

Se evidencia, por los relatos y las denuncias que hay, unas así llamadas mafias de la producción de la ciudad informal, que hacen su riqueza con alianzas que usan estratégicamente la institucio-nalidad a costa de pasar por encima de la vida de muchos otros. Es el caso de las denuncias en Quiba y en Mochuelo Bajo, sobre el loteo per-manente y las componendas entre estos grupos y la institucionalidad, fenómenos que van más allá de fuero y las capacidades de un AC.

El aumento de requisitos para su buen funcio-namiento, si bien permiten mejorar el manejo de estos sistemas, no se implementan a través de un proceso de formación de los líderes y de los grupos de trabajo que están al frente de la gestión. Estos requisitos no tienen en cuenta su naturaleza, ni los perfiles sociales y culturales de sus habitantes y lo que ello implica en las veredas donde estos AC están funcionando. Las normas y las instituciones que las hacen cumplir no son entidades abstractas, son, por el contra-rio, conjuntos de personas que actúan muchas veces en vía contraria de las normas y cuyas consecuencias ponen en riesgo a la población y al agua en este territorio. En este sentido, es

importante hacer una reflexión sobre la ciudad y las ciudadanías que tenemos para construir un futuro común más equitativo y justo.

Es aquí clara la paradoja: el agua, que es el prin-cipio vital, la estamos captando para producir una urbe que no cumple con las necesidades fundamentales de sus habitantes. Es decir, ac-tores concretos productores de la ciudad e insti-tuciones que no pueden abordar su planeación, comunidades que viven lógicas cotidianas desde nociones y prácticas culturales diversas, estamos produciendo un hábitat que no es digno para los habitantes, donde el agua, que es el principio de vida, está siendo captada para ser distribuida como agua potable, pero con problemas en el manejo de las fuentes arriba y la disposición de las aguas abajo.

Este proceso propicia la situación que nos in-terpela a pensar sobre las formas en las que determinados conjutos de actores están pen-sando y haciendo el hábitat en Bogotá, y por lo tanto los ciudadanos que vivimos esta realidad nos preguntamos por nuestra capacidad de in-tervenir a partir de nuestra participación en la gobernanza del agua en este territorio con los gobiernos y las instituciones que tenemos. Nos preguntamos si en redes colaborativas podemos o no reorientar tendencias de urbanización, tanto formal como informal, que van en contra de una vida digna y en contra de la sostenibilidad de ecosistemas que se mantienen a partir de otros seres que coexisten y conviven con los seres humanos que habitamos este territorio.

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FUENTES VIVAS EN EL BORDE

Los AC son sistemas complejos que integran elementos ambientales, técnicos, sociales y administrativos, en los que la experiencia y el conocimiento de las personas concretas juega un papel crucial. El liderazgo y el conocimiento acumulado son relevantes, y también la crecien-te necesidad de promover una memoria social y una capacidad colectiva que sostenga estos actores tan importantes para la sostenibilidad ambiental y social del territorio; pero ellos solos no pueden ser eficaces en sus objetivos y menos en lograr sostenibilidad territorial. Mantener el agua y sus sistemas ecológicos y sociales aso-ciados es problema de todos.

Tabla 35. Fuentes orales.

Fuente: elaboración propia por la investigación

Fuentes orales

ID LIDER ACUEDUCTO FUNCIÓN

1 Polidoro Castiblanco Piedra Parada Presidente AAC, Tesorero

2 Carlos Martínez Quiba Presidente AAC

3 Floralba Díaz AACUPASA Presidente AAC, Vicepresidente

4 Mercedes Castillo AACUPASA Tesorera AAC AACUAPASA

5 Valentín García ACUACAT Presidente AAC ACUACAT

6 José Muñoz ACUAVIDA Secretario ACUAVIDA

7 Dilia Beltrán El Destino Presidente El Destino

8 Norberto Riveros El Destino Presidente El Destino

9 Fernando Garzon El Destino Tesorera JAC

10 Libardo López Olarte (Aguas Claras) Tesorera JAC

11 Estela Celis Aguas Doradas Tesorera JAC

12 Jose Sechagua ASOAGUALINDA Fontanero AAC Agualinda Chingaza

13 Fany Guerrero Aguas Cristalinas Fontanero AAC Aguas Cristalinas Los Soches