Fumar El Humo Asesino - Como Dejar de Fumar

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www.naturalysano.net SALUD FUMAR: EL HUMO ASESINO El tabaco y sus peligros. Cómo dejarlo. “Con nerviosa inquietud, Siento que el aire a mis pulmones falta Mi pecho en sórdida agitación palpita, Y el golpe seco al retumbar imita Del martillo clavando el ataúd!”. JOAQUIN CASTELLANOS - “El Temulento" “Doctor, por favor ayúdeme, éste es mi tercer embarazo y tengo miedo de perderlo, ya lo veo que va mal". Era una hermosa y bien formada mujer treintona de negra cabellera, piel trigueña y ojos grandes, rasgados, negrísimos; una verdadera belleza meridional. Mientras esto decía, sacó de una coqueta cigarrera un cigarrillo rubio y pretendió prenderlo. Le pedí por favor que no lo hiciera, que no tenía ningún interés en ver envenenado el aire de mi consultorio, que pagaba impuestos por ese aire y como estaba al día lo quería limpio. Me miró con asombro y con un mohín desdeñoso lo volvió a guardar. Su marido, qué la acompañaba, un señor de unos 40 años, bajo y robusto, le dijo: “Viste, Pocha, yo te lo dije, sí no dejas de fumar, no vamos a poder ser padres”. Yo, para lograr una situación más efectista, agregué preguntándole “¿Por qué no la castiga?, se lo merece'1; la morocha abrió los ojos y con la furia pintada en el rostro, me dijo: “Doctor, ¡lo que usted dice es una barbaridad!”, “No, señora, le expliqué, póngase usted tranquila y piense lo siguiente. Hay un niño en una carpa de oxígeno y viene alguien, desconecta el tubo por donde pasa el oxígeno y le intro- duce una mezcla de gases venenosos, altamente tóxicos. ¿Qué haría usted con esa persona? Por supuesto que la agrediría Pues bien, usted, al hijo de ese señor, su esposo, le está haciendo lo mismo. El niño está en depósito de su vientre y usted al fumar le insufla vértenos tabáquicos por la arteria placentaria. La tensión se relajó, la señora tuvo que reconocer:"Huerto, listo así, tiene usted razón, no lo había pensado. Pero si yo dejo el cigarrillo quiero que él también lo haga. ¡Que lo prometa delante suyo". De resultas de esta conversación ambos se depusieron a dejar de fumar, algo muy fácil de lograr, pues ya MÁIIK TWAIN dijo que "es tan fácil que ya dejé como cien veces el cigarrillo”. El tabaco es la planta solanácea Nicotiana Tabacum y de sus hojas debidamente secadas y preparadas se fabrican los cigarrillos, cigarros y demás especialidades que son consumidas por los adictos pren- diéndoles fuego y aspirando el humo o masticándolas u oliéndolas. Es una planta originaria de América y su partida de nacimiento puede considerarse el 13 de octubre de 1492, cuando Cristóbal Colón menciona en su libro de bitácora el hecho del ofrecimiento de hojas de esa planta que le ofrendaron los indios. Los nativos las usaban con fines religiosos, como parte de prácticas mágicas y como uso cotidiano fumándolas; existe todavía el calumet o pipa de la paz entre indígenas del norte de América usado para sellar tratados, concertar la paz o estipular contratos. No tardaron los exploradores españoles en imitar a los aborígenes. Hernán Cortés fue el primero en traer

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Como dejar de fumar

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  • w w w. n at u ra l ys a n o. n e tSALUD

    FUMAR: EL HUMO ASESINOEl tabaco y sus peligros. Cmo dejarlo.

    Con nerviosa inquietud,Siento que el aire a mis pulmones falta Mi pecho en srdida agitacin palpita,

    Y el golpe seco al retumbar imita Del martillo clavando el atad!.JOAQUIN CASTELLANOS - El Temulento"

    Doctor, por favor aydeme, ste es mi tercer embarazo y tengo miedo de perderlo, ya lo veo que va mal".

    Era una hermosa y bien formada mujer treintona de negra cabellera, piel triguea y ojos grandes, rasgados, negrsimos; una verdadera belleza meridional.

    Mientras esto deca, sac de una coqueta cigarrera un cigarrillo rubio y pretendi prenderlo. Le ped por favor que no lo hiciera, que no tena ningn inters en ver envenenado el aire de mi consultorio, que pagaba impuestos por ese aire y como estaba al da lo quera limpio. Me mir con asombro y con un mohn desdeoso lo volvi a guardar. Su marido, qu la acompaaba, un seor de unos 40 aos, bajo y robusto, le dijo: Viste, Pocha, yo te lo dije, s no dejas de fumar, no vamos a poder ser padres.Yo, para lograr una situacin ms efectista, agregu preguntndole Por qu no la castiga?, se lo merece'1; la morocha abri los ojos y con la furia pintada en el rostro, me dijo: Doctor, lo que usted dice es una barbaridad!, No, seora, le expliqu, pngase usted tranquila y piense lo siguiente. Hay un nio en una carpa de oxgeno y viene alguien, desconecta el tubo por donde pasa el oxgeno y le intro-duce una mezcla de gases venenosos, altamente txicos. Qu hara usted con esa persona? Por supuesto que la agredira Pues bien, usted, al hijo de ese seor, su esposo, le est haciendo lo mismo. El nio est en depsito de su vientre y usted al fumar le insufla vrtenos tabquicos por la arteria placentaria.

    La tensin se relaj, la seora tuvo que reconocer:"Huerto, listo as, tiene usted razn, no lo haba pensado. Pero si yo dejo el cigarrillo quiero que l tambin lo haga. Que lo prometa delante suyo".De resultas de esta conversacin ambos se depusieron a dejar de fumar, algo muy fcil de lograr, pues ya MIIK TWAIN dijo que "es tan fcil que ya dej como cien veces el cigarrillo.

    El tabaco es la planta solancea Nicotiana Tabacum y de sus hojas debidamente secadas y preparadas se fabrican los cigarrillos, cigarros y dems especialidades que son consumidas por los adictos pren-dindoles fuego y aspirando el humo o masticndolas u olindolas.

    Es una planta originaria de Amrica y su partida de nacimiento puede considerarse el 13 de octubre de 1492, cuando Cristbal Coln menciona en su libro de bitcora el hecho del ofrecimiento de hojas de esa planta que le ofrendaron los indios. Los nativos las usaban con fines religiosos, como parte de prcticas mgicas y como uso cotidiano fumndolas; existe todava el calumet o pipa de la paz entre indgenas del norte de Amrica usado para sellar tratados, concertar la paz o estipular contratos. No tardaron los exploradores espaoles en imitar a los aborgenes. Hernn Corts fue el primero en traer

    semilla de tabaco a Europa. En 1518 Fray Romano Pane remiti al Rey Carlos V semillas que fueron cultivadas. Francisco Hernndez, mdico personal de Felipe II sembr y cultiv tabaco. Jean Nicot, embajador de Francia en Portugal dio a conocer esta planta en su pas y de ah proviene el nombre de Nicotina con que se conoce a su alcaloide principal. Walter Raleigh, el favorito de la Reina Isabel, lo difundi en Inglaterra; los Cardenales Santa Croce y Toma Bona lo hicieron conocer en Italia.

    La palabra cigarrillo y cigarro derivan de una plantacin que tena un tal Don Rodrigo de Xers en Espaa y a las huertas de las casas solariegas se las llamaba cigarrales por ser en verano invadidas por cigarras.

    Al principio, durante casi un siglo, se crey que el tabaco tena virtudes curativas y se le llamaba herba sancta, herba medicae o herba panacea' y se recetaba en pomadas y jarabes para dolencias diver-sas. Pero hubo gobernantes que lo prohibieron al ver los efectos negativos de este vicio, Jacobo I de Inglaterra, el sultn turco Amurat IV, los zares Miguel I y Alejo II dictaron leyes que establecan que se cortara la nariz del fumador y luego la decapitacin por practicar el vicio. Los protestantes suizos aa-dieron un nuevo mandamiento despus del 6o y era no fumar. El Papa Urbano VII amenaza con exco-mulgar a los fumadores e Isabel La Catlica tambin combate y desaprueba este vitad. Pese a las prohibiciones, el mal hbito se difundi explosivamente y tuvo un gran auge durante las dos guerras mundiales, siendo una prspera industria en la actualidad, fumando entre la tercera parte y la mitad de la poblacin del globo.

    ltimamente la toma de conciencia y la evidencia de los daos que a la salud provoca su uso han determinado una merma notable en su consumo que es de desear se acreciente.El tabaco contiene gran cantidad de txicos, como ser: nicotina, que es un poderoso veneno; 2 gotas matan a un perro; un cigarrillo contiene 25 mgrs. de nicotina y se inhalan al fumarlo 4 mgrs.; es decir que 21 mgrs. pasan al aire, daando a quien sin fumar lo respira; por lo tanto el fumador no es solamen-te suicida sino tambin un asesino.

    Ahora viene el problema fundamental: cmo dejar de fumar!

    Ante todo se debe aclarar que es un vicio psquico, de la mente. No se ha podido demostrar hasta el presente un intermediario qumico en sangre que fuera causante de dependencia farmacolgica. Se comienza por lo general desde joven por imitacin, curiosidad, por snobismo y luego se cae en brazos de la adiccin; siendo difcil desprenderse de ella. Es un vicio idiota. Ya lo deca Richet catalogando como homo stultus (hombre estpido) al fumador.

    El Doctor M. Fleury pudo agregar: la naturaleza nos dio algunas necesidades, la civilizacin nos dio mil y la tontera humana diez mil, siendo el fumar la ms tonta de todas.

    La mentalidad del fumador como la del vicioso en general es infantil. Se basa en ilusiones de poder. De creerse superior al resto de los mortales. Es por dos palabras que se rigen: Suerte y Fuerte. Si juegan es porque ellos tienen ms suerte. Y si fuman, beben o cometen otros desatinos es porque se creen sper fuertes. Hechos de un material especial. Superior y distinto al de los dems. Porque lo que a otros les pasa, jams les va a pasar a ellos. Por eso pueden ver caer fortunas con el juego y siguen jugando porque ellos tienen suerte y los otros no. Pueden ver las consecuencias fatales del consumo de drogas, tabaco o alcohol sin inmutarse por creerse ms fuertes que el resto de la humanidad. Y es con este concepto simplista, ingenuo hasta las lgrimas, que encaran la vida. Siendo que el resultado tambin rima y es Muerte. Fsica y econmica. Un amigo mo deca: yo cometo todo tipo de desarreglos y nunca

    los voy a pagar porque la suerte, la fortuna, la salud, la fuerza son mujeres y a m no hay mujer que se me resista. Lo pag caro. La suerte lo abandon y tuvo muerte econmica. No era tan fuerte como crea y tuvo muerte fsica. El infantilismo de creerse con suerte y fuerte lleva inexorablemente a la muerte.

    Si algn observador extraterrestre nos contemplara no nos acabara de comprender. Y en el informe a la gente de su planeta expresara: los humanos son ilgicos. Temen a la muerte y a las enfermedades. Sin embargo de los tres tipos d alimentos que ingieren, envenenan al ms vital. Pues sin alimentos slidos pueden vivir hasta un mes, sin lquidos una semana. Pero sin aire, sin oxgeno, que es su alimento gaseoso, apenas unos minutos y sin embargo lo ensucian. Adems aman el dinero que repre-senta poder. Sin embargo pagan sumas altas para envenenarse. Si alguien propusiera a los terrqueos encerrarse en un recinto pagndoles por respirar aire contaminado con tabaco, casi ninguno entrara. Sin embargo, pagan, y buen precio, por hacerlo".

    Pero dejemos el hipottico informe del extraterrestre y veamos cmo se puede encarar la deshabitua-cin del vicio de fumar.

    Hay algunas sustancias que pueden ser tiles como el Acoro (Acorus Calamus). Parece causar desa-grado y rechazo al cigarrillo. Se usa la raz, masticndola cada dos horas. El Orozuz (Glycyrrhiza Astra-galina), la Lobelia Inflata, el Plantago Major, la raz de Genciana, el Crataegus seran de efectos y usos similares.

    En realidad todo tratamiento antitabquico guarda semejanza con el amor. Se compone de dos partes que deben colaborar. Si no el resultado es dudoso. El enfermo debe poner F.V. o sea Fuerza de Volun-tad en un 50% y al otro porcentaje restante lo puede dar el mdico con distintos mtodos y procedimien-tos. Es necesario lograr la deshabituacin en el hombre antes de que caiga en impotencia total. Pues

    entonces, pareciera que no le interesa curarse y que incluso intentara usar el tabaco como una forma lenta pero segura de suicidio.

    Si se decide iniciar un tratamiento de deshabituacin deber observarse lo siguiente: 1) Ante todo deber saber que la supresin brusca es la que mejores resultados ha dado. 2) Levantarse temprano y practicar ejercicios respiratorios inspirando profundamente. 3) Realizar gimnasia, aerobismo y camina-tas, 20 minutos a la maana y 20 a la noche. 4) Cepillarse los dientes con dentfricos mentolados varias veces por da. 5) Usar pastillas de menta. 6) Usar gomas de mascar (chicles). 7) Alejarse de excitantes como caf, t, alcohol y si fuera posible de la carne por lo menos por una semana. 8) Beber mucha agua y jugos de fruta. Un mnimo de ocho vasos por da de lquidos. 9) Tener un tomillo y una tuerca para efectuar una manualidad que distraiga. 10) Es muy buena costumbre baarse 2 3 veces por da, con jabn de tocador de olor fuerte y cambiar la ropa de cama, pues la transpiracin tiene fuerte olor a tabaco que trae remembranzas sutiles al subconsciente del fumador. 11) Deben rehuirse los lugares donde se pueda ser tentado a fumar. 12) Crearse una frase que resuma la firme voluntad de no dejarse vencer por el vicio, como podra ser: No voy a fumar ms, el tabaco es peligroso y fatal. Nunca jams lo volver a probar.

  • Con nerviosa inquietud,Siento que el aire a mis pulmones falta Mi pecho en srdida agitacin palpita,

    Y el golpe seco al retumbar imita Del martillo clavando el atad!.JOAQUIN CASTELLANOS - El Temulento"

    Doctor, por favor aydeme, ste es mi tercer embarazo y tengo miedo de perderlo, ya lo veo que va mal".

    Era una hermosa y bien formada mujer treintona de negra cabellera, piel triguea y ojos grandes, rasgados, negrsimos; una verdadera belleza meridional.

    Mientras esto deca, sac de una coqueta cigarrera un cigarrillo rubio y pretendi prenderlo. Le ped por favor que no lo hiciera, que no tena ningn inters en ver envenenado el aire de mi consultorio, que pagaba impuestos por ese aire y como estaba al da lo quera limpio. Me mir con asombro y con un mohn desdeoso lo volvi a guardar. Su marido, qu la acompaaba, un seor de unos 40 aos, bajo y robusto, le dijo: Viste, Pocha, yo te lo dije, s no dejas de fumar, no vamos a poder ser padres.Yo, para lograr una situacin ms efectista, agregu preguntndole Por qu no la castiga?, se lo merece'1; la morocha abri los ojos y con la furia pintada en el rostro, me dijo: Doctor, lo que usted dice es una barbaridad!, No, seora, le expliqu, pngase usted tranquila y piense lo siguiente. Hay un nio en una carpa de oxgeno y viene alguien, desconecta el tubo por donde pasa el oxgeno y le intro-duce una mezcla de gases venenosos, altamente txicos. Qu hara usted con esa persona? Por supuesto que la agredira Pues bien, usted, al hijo de ese seor, su esposo, le est haciendo lo mismo. El nio est en depsito de su vientre y usted al fumar le insufla vrtenos tabquicos por la arteria placentaria.

    La tensin se relaj, la seora tuvo que reconocer:"Huerto, listo as, tiene usted razn, no lo haba pensado. Pero si yo dejo el cigarrillo quiero que l tambin lo haga. Que lo prometa delante suyo".De resultas de esta conversacin ambos se depusieron a dejar de fumar, algo muy fcil de lograr, pues ya MIIK TWAIN dijo que "es tan fcil que ya dej como cien veces el cigarrillo.

    El tabaco es la planta solancea Nicotiana Tabacum y de sus hojas debidamente secadas y preparadas se fabrican los cigarrillos, cigarros y dems especialidades que son consumidas por los adictos pren-dindoles fuego y aspirando el humo o masticndolas u olindolas.

    Es una planta originaria de Amrica y su partida de nacimiento puede considerarse el 13 de octubre de 1492, cuando Cristbal Coln menciona en su libro de bitcora el hecho del ofrecimiento de hojas de esa planta que le ofrendaron los indios. Los nativos las usaban con fines religiosos, como parte de prcticas mgicas y como uso cotidiano fumndolas; existe todava el calumet o pipa de la paz entre indgenas del norte de Amrica usado para sellar tratados, concertar la paz o estipular contratos. No tardaron los exploradores espaoles en imitar a los aborgenes. Hernn Corts fue el primero en traer

    semilla de tabaco a Europa. En 1518 Fray Romano Pane remiti al Rey Carlos V semillas que fueron cultivadas. Francisco Hernndez, mdico personal de Felipe II sembr y cultiv tabaco. Jean Nicot, embajador de Francia en Portugal dio a conocer esta planta en su pas y de ah proviene el nombre de Nicotina con que se conoce a su alcaloide principal. Walter Raleigh, el favorito de la Reina Isabel, lo difundi en Inglaterra; los Cardenales Santa Croce y Toma Bona lo hicieron conocer en Italia.

    La palabra cigarrillo y cigarro derivan de una plantacin que tena un tal Don Rodrigo de Xers en Espaa y a las huertas de las casas solariegas se las llamaba cigarrales por ser en verano invadidas por cigarras.

    Al principio, durante casi un siglo, se crey que el tabaco tena virtudes curativas y se le llamaba herba sancta, herba medicae o herba panacea' y se recetaba en pomadas y jarabes para dolencias diver-sas. Pero hubo gobernantes que lo prohibieron al ver los efectos negativos de este vicio, Jacobo I de Inglaterra, el sultn turco Amurat IV, los zares Miguel I y Alejo II dictaron leyes que establecan que se cortara la nariz del fumador y luego la decapitacin por practicar el vicio. Los protestantes suizos aa-dieron un nuevo mandamiento despus del 6o y era no fumar. El Papa Urbano VII amenaza con exco-mulgar a los fumadores e Isabel La Catlica tambin combate y desaprueba este vitad. Pese a las prohibiciones, el mal hbito se difundi explosivamente y tuvo un gran auge durante las dos guerras mundiales, siendo una prspera industria en la actualidad, fumando entre la tercera parte y la mitad de la poblacin del globo.

    ltimamente la toma de conciencia y la evidencia de los daos que a la salud provoca su uso han determinado una merma notable en su consumo que es de desear se acreciente.El tabaco contiene gran cantidad de txicos, como ser: nicotina, que es un poderoso veneno; 2 gotas matan a un perro; un cigarrillo contiene 25 mgrs. de nicotina y se inhalan al fumarlo 4 mgrs.; es decir que 21 mgrs. pasan al aire, daando a quien sin fumar lo respira; por lo tanto el fumador no es solamen-te suicida sino tambin un asesino.

    Ahora viene el problema fundamental: cmo dejar de fumar!

    Ante todo se debe aclarar que es un vicio psquico, de la mente. No se ha podido demostrar hasta el presente un intermediario qumico en sangre que fuera causante de dependencia farmacolgica. Se comienza por lo general desde joven por imitacin, curiosidad, por snobismo y luego se cae en brazos de la adiccin; siendo difcil desprenderse de ella. Es un vicio idiota. Ya lo deca Richet catalogando como homo stultus (hombre estpido) al fumador.

    El Doctor M. Fleury pudo agregar: la naturaleza nos dio algunas necesidades, la civilizacin nos dio mil y la tontera humana diez mil, siendo el fumar la ms tonta de todas.

    La mentalidad del fumador como la del vicioso en general es infantil. Se basa en ilusiones de poder. De creerse superior al resto de los mortales. Es por dos palabras que se rigen: Suerte y Fuerte. Si juegan es porque ellos tienen ms suerte. Y si fuman, beben o cometen otros desatinos es porque se creen sper fuertes. Hechos de un material especial. Superior y distinto al de los dems. Porque lo que a otros les pasa, jams les va a pasar a ellos. Por eso pueden ver caer fortunas con el juego y siguen jugando porque ellos tienen suerte y los otros no. Pueden ver las consecuencias fatales del consumo de drogas, tabaco o alcohol sin inmutarse por creerse ms fuertes que el resto de la humanidad. Y es con este concepto simplista, ingenuo hasta las lgrimas, que encaran la vida. Siendo que el resultado tambin rima y es Muerte. Fsica y econmica. Un amigo mo deca: yo cometo todo tipo de desarreglos y nunca

    w w w. n at u ra l ys a n o. n e tSALUD

    los voy a pagar porque la suerte, la fortuna, la salud, la fuerza son mujeres y a m no hay mujer que se me resista. Lo pag caro. La suerte lo abandon y tuvo muerte econmica. No era tan fuerte como crea y tuvo muerte fsica. El infantilismo de creerse con suerte y fuerte lleva inexorablemente a la muerte.

    Si algn observador extraterrestre nos contemplara no nos acabara de comprender. Y en el informe a la gente de su planeta expresara: los humanos son ilgicos. Temen a la muerte y a las enfermedades. Sin embargo de los tres tipos d alimentos que ingieren, envenenan al ms vital. Pues sin alimentos slidos pueden vivir hasta un mes, sin lquidos una semana. Pero sin aire, sin oxgeno, que es su alimento gaseoso, apenas unos minutos y sin embargo lo ensucian. Adems aman el dinero que repre-senta poder. Sin embargo pagan sumas altas para envenenarse. Si alguien propusiera a los terrqueos encerrarse en un recinto pagndoles por respirar aire contaminado con tabaco, casi ninguno entrara. Sin embargo, pagan, y buen precio, por hacerlo".

    Pero dejemos el hipottico informe del extraterrestre y veamos cmo se puede encarar la deshabitua-cin del vicio de fumar.

    Hay algunas sustancias que pueden ser tiles como el Acoro (Acorus Calamus). Parece causar desa-grado y rechazo al cigarrillo. Se usa la raz, masticndola cada dos horas. El Orozuz (Glycyrrhiza Astra-galina), la Lobelia Inflata, el Plantago Major, la raz de Genciana, el Crataegus seran de efectos y usos similares.

    En realidad todo tratamiento antitabquico guarda semejanza con el amor. Se compone de dos partes que deben colaborar. Si no el resultado es dudoso. El enfermo debe poner F.V. o sea Fuerza de Volun-tad en un 50% y al otro porcentaje restante lo puede dar el mdico con distintos mtodos y procedimien-tos. Es necesario lograr la deshabituacin en el hombre antes de que caiga en impotencia total. Pues

    entonces, pareciera que no le interesa curarse y que incluso intentara usar el tabaco como una forma lenta pero segura de suicidio.

    Si se decide iniciar un tratamiento de deshabituacin deber observarse lo siguiente: 1) Ante todo deber saber que la supresin brusca es la que mejores resultados ha dado. 2) Levantarse temprano y practicar ejercicios respiratorios inspirando profundamente. 3) Realizar gimnasia, aerobismo y camina-tas, 20 minutos a la maana y 20 a la noche. 4) Cepillarse los dientes con dentfricos mentolados varias veces por da. 5) Usar pastillas de menta. 6) Usar gomas de mascar (chicles). 7) Alejarse de excitantes como caf, t, alcohol y si fuera posible de la carne por lo menos por una semana. 8) Beber mucha agua y jugos de fruta. Un mnimo de ocho vasos por da de lquidos. 9) Tener un tomillo y una tuerca para efectuar una manualidad que distraiga. 10) Es muy buena costumbre baarse 2 3 veces por da, con jabn de tocador de olor fuerte y cambiar la ropa de cama, pues la transpiracin tiene fuerte olor a tabaco que trae remembranzas sutiles al subconsciente del fumador. 11) Deben rehuirse los lugares donde se pueda ser tentado a fumar. 12) Crearse una frase que resuma la firme voluntad de no dejarse vencer por el vicio, como podra ser: No voy a fumar ms, el tabaco es peligroso y fatal. Nunca jams lo volver a probar.

  • Con nerviosa inquietud,Siento que el aire a mis pulmones falta Mi pecho en srdida agitacin palpita,

    Y el golpe seco al retumbar imita Del martillo clavando el atad!.JOAQUIN CASTELLANOS - El Temulento"

    Doctor, por favor aydeme, ste es mi tercer embarazo y tengo miedo de perderlo, ya lo veo que va mal".

    Era una hermosa y bien formada mujer treintona de negra cabellera, piel triguea y ojos grandes, rasgados, negrsimos; una verdadera belleza meridional.

    Mientras esto deca, sac de una coqueta cigarrera un cigarrillo rubio y pretendi prenderlo. Le ped por favor que no lo hiciera, que no tena ningn inters en ver envenenado el aire de mi consultorio, que pagaba impuestos por ese aire y como estaba al da lo quera limpio. Me mir con asombro y con un mohn desdeoso lo volvi a guardar. Su marido, qu la acompaaba, un seor de unos 40 aos, bajo y robusto, le dijo: Viste, Pocha, yo te lo dije, s no dejas de fumar, no vamos a poder ser padres.Yo, para lograr una situacin ms efectista, agregu preguntndole Por qu no la castiga?, se lo merece'1; la morocha abri los ojos y con la furia pintada en el rostro, me dijo: Doctor, lo que usted dice es una barbaridad!, No, seora, le expliqu, pngase usted tranquila y piense lo siguiente. Hay un nio en una carpa de oxgeno y viene alguien, desconecta el tubo por donde pasa el oxgeno y le intro-duce una mezcla de gases venenosos, altamente txicos. Qu hara usted con esa persona? Por supuesto que la agredira Pues bien, usted, al hijo de ese seor, su esposo, le est haciendo lo mismo. El nio est en depsito de su vientre y usted al fumar le insufla vrtenos tabquicos por la arteria placentaria.

    La tensin se relaj, la seora tuvo que reconocer:"Huerto, listo as, tiene usted razn, no lo haba pensado. Pero si yo dejo el cigarrillo quiero que l tambin lo haga. Que lo prometa delante suyo".De resultas de esta conversacin ambos se depusieron a dejar de fumar, algo muy fcil de lograr, pues ya MIIK TWAIN dijo que "es tan fcil que ya dej como cien veces el cigarrillo.

    El tabaco es la planta solancea Nicotiana Tabacum y de sus hojas debidamente secadas y preparadas se fabrican los cigarrillos, cigarros y dems especialidades que son consumidas por los adictos pren-dindoles fuego y aspirando el humo o masticndolas u olindolas.

    Es una planta originaria de Amrica y su partida de nacimiento puede considerarse el 13 de octubre de 1492, cuando Cristbal Coln menciona en su libro de bitcora el hecho del ofrecimiento de hojas de esa planta que le ofrendaron los indios. Los nativos las usaban con fines religiosos, como parte de prcticas mgicas y como uso cotidiano fumndolas; existe todava el calumet o pipa de la paz entre indgenas del norte de Amrica usado para sellar tratados, concertar la paz o estipular contratos. No tardaron los exploradores espaoles en imitar a los aborgenes. Hernn Corts fue el primero en traer

    semilla de tabaco a Europa. En 1518 Fray Romano Pane remiti al Rey Carlos V semillas que fueron cultivadas. Francisco Hernndez, mdico personal de Felipe II sembr y cultiv tabaco. Jean Nicot, embajador de Francia en Portugal dio a conocer esta planta en su pas y de ah proviene el nombre de Nicotina con que se conoce a su alcaloide principal. Walter Raleigh, el favorito de la Reina Isabel, lo difundi en Inglaterra; los Cardenales Santa Croce y Toma Bona lo hicieron conocer en Italia.

    La palabra cigarrillo y cigarro derivan de una plantacin que tena un tal Don Rodrigo de Xers en Espaa y a las huertas de las casas solariegas se las llamaba cigarrales por ser en verano invadidas por cigarras.

    Al principio, durante casi un siglo, se crey que el tabaco tena virtudes curativas y se le llamaba herba sancta, herba medicae o herba panacea' y se recetaba en pomadas y jarabes para dolencias diver-sas. Pero hubo gobernantes que lo prohibieron al ver los efectos negativos de este vicio, Jacobo I de Inglaterra, el sultn turco Amurat IV, los zares Miguel I y Alejo II dictaron leyes que establecan que se cortara la nariz del fumador y luego la decapitacin por practicar el vicio. Los protestantes suizos aa-dieron un nuevo mandamiento despus del 6o y era no fumar. El Papa Urbano VII amenaza con exco-mulgar a los fumadores e Isabel La Catlica tambin combate y desaprueba este vitad. Pese a las prohibiciones, el mal hbito se difundi explosivamente y tuvo un gran auge durante las dos guerras mundiales, siendo una prspera industria en la actualidad, fumando entre la tercera parte y la mitad de la poblacin del globo.

    ltimamente la toma de conciencia y la evidencia de los daos que a la salud provoca su uso han determinado una merma notable en su consumo que es de desear se acreciente.El tabaco contiene gran cantidad de txicos, como ser: nicotina, que es un poderoso veneno; 2 gotas matan a un perro; un cigarrillo contiene 25 mgrs. de nicotina y se inhalan al fumarlo 4 mgrs.; es decir que 21 mgrs. pasan al aire, daando a quien sin fumar lo respira; por lo tanto el fumador no es solamen-te suicida sino tambin un asesino.

    Ahora viene el problema fundamental: cmo dejar de fumar!

    Ante todo se debe aclarar que es un vicio psquico, de la mente. No se ha podido demostrar hasta el presente un intermediario qumico en sangre que fuera causante de dependencia farmacolgica. Se comienza por lo general desde joven por imitacin, curiosidad, por snobismo y luego se cae en brazos de la adiccin; siendo difcil desprenderse de ella. Es un vicio idiota. Ya lo deca Richet catalogando como homo stultus (hombre estpido) al fumador.

    El Doctor M. Fleury pudo agregar: la naturaleza nos dio algunas necesidades, la civilizacin nos dio mil y la tontera humana diez mil, siendo el fumar la ms tonta de todas.

    La mentalidad del fumador como la del vicioso en general es infantil. Se basa en ilusiones de poder. De creerse superior al resto de los mortales. Es por dos palabras que se rigen: Suerte y Fuerte. Si juegan es porque ellos tienen ms suerte. Y si fuman, beben o cometen otros desatinos es porque se creen sper fuertes. Hechos de un material especial. Superior y distinto al de los dems. Porque lo que a otros les pasa, jams les va a pasar a ellos. Por eso pueden ver caer fortunas con el juego y siguen jugando porque ellos tienen suerte y los otros no. Pueden ver las consecuencias fatales del consumo de drogas, tabaco o alcohol sin inmutarse por creerse ms fuertes que el resto de la humanidad. Y es con este concepto simplista, ingenuo hasta las lgrimas, que encaran la vida. Siendo que el resultado tambin rima y es Muerte. Fsica y econmica. Un amigo mo deca: yo cometo todo tipo de desarreglos y nunca

    w w w. n at u ra l ys a n o. n e tSALUD

    los voy a pagar porque la suerte, la fortuna, la salud, la fuerza son mujeres y a m no hay mujer que se me resista. Lo pag caro. La suerte lo abandon y tuvo muerte econmica. No era tan fuerte como crea y tuvo muerte fsica. El infantilismo de creerse con suerte y fuerte lleva inexorablemente a la muerte.

    Si algn observador extraterrestre nos contemplara no nos acabara de comprender. Y en el informe a la gente de su planeta expresara: los humanos son ilgicos. Temen a la muerte y a las enfermedades. Sin embargo de los tres tipos d alimentos que ingieren, envenenan al ms vital. Pues sin alimentos slidos pueden vivir hasta un mes, sin lquidos una semana. Pero sin aire, sin oxgeno, que es su alimento gaseoso, apenas unos minutos y sin embargo lo ensucian. Adems aman el dinero que repre-senta poder. Sin embargo pagan sumas altas para envenenarse. Si alguien propusiera a los terrqueos encerrarse en un recinto pagndoles por respirar aire contaminado con tabaco, casi ninguno entrara. Sin embargo, pagan, y buen precio, por hacerlo".

    Pero dejemos el hipottico informe del extraterrestre y veamos cmo se puede encarar la deshabitua-cin del vicio de fumar.

    Hay algunas sustancias que pueden ser tiles como el Acoro (Acorus Calamus). Parece causar desa-grado y rechazo al cigarrillo. Se usa la raz, masticndola cada dos horas. El Orozuz (Glycyrrhiza Astra-galina), la Lobelia Inflata, el Plantago Major, la raz de Genciana, el Crataegus seran de efectos y usos similares.

    En realidad todo tratamiento antitabquico guarda semejanza con el amor. Se compone de dos partes que deben colaborar. Si no el resultado es dudoso. El enfermo debe poner F.V. o sea Fuerza de Volun-tad en un 50% y al otro porcentaje restante lo puede dar el mdico con distintos mtodos y procedimien-tos. Es necesario lograr la deshabituacin en el hombre antes de que caiga en impotencia total. Pues

    entonces, pareciera que no le interesa curarse y que incluso intentara usar el tabaco como una forma lenta pero segura de suicidio.

    Si se decide iniciar un tratamiento de deshabituacin deber observarse lo siguiente: 1) Ante todo deber saber que la supresin brusca es la que mejores resultados ha dado. 2) Levantarse temprano y practicar ejercicios respiratorios inspirando profundamente. 3) Realizar gimnasia, aerobismo y camina-tas, 20 minutos a la maana y 20 a la noche. 4) Cepillarse los dientes con dentfricos mentolados varias veces por da. 5) Usar pastillas de menta. 6) Usar gomas de mascar (chicles). 7) Alejarse de excitantes como caf, t, alcohol y si fuera posible de la carne por lo menos por una semana. 8) Beber mucha agua y jugos de fruta. Un mnimo de ocho vasos por da de lquidos. 9) Tener un tomillo y una tuerca para efectuar una manualidad que distraiga. 10) Es muy buena costumbre baarse 2 3 veces por da, con jabn de tocador de olor fuerte y cambiar la ropa de cama, pues la transpiracin tiene fuerte olor a tabaco que trae remembranzas sutiles al subconsciente del fumador. 11) Deben rehuirse los lugares donde se pueda ser tentado a fumar. 12) Crearse una frase que resuma la firme voluntad de no dejarse vencer por el vicio, como podra ser: No voy a fumar ms, el tabaco es peligroso y fatal. Nunca jams lo volver a probar.

  • Con nerviosa inquietud,Siento que el aire a mis pulmones falta Mi pecho en srdida agitacin palpita,

    Y el golpe seco al retumbar imita Del martillo clavando el atad!.JOAQUIN CASTELLANOS - El Temulento"

    Doctor, por favor aydeme, ste es mi tercer embarazo y tengo miedo de perderlo, ya lo veo que va mal".

    Era una hermosa y bien formada mujer treintona de negra cabellera, piel triguea y ojos grandes, rasgados, negrsimos; una verdadera belleza meridional.

    Mientras esto deca, sac de una coqueta cigarrera un cigarrillo rubio y pretendi prenderlo. Le ped por favor que no lo hiciera, que no tena ningn inters en ver envenenado el aire de mi consultorio, que pagaba impuestos por ese aire y como estaba al da lo quera limpio. Me mir con asombro y con un mohn desdeoso lo volvi a guardar. Su marido, qu la acompaaba, un seor de unos 40 aos, bajo y robusto, le dijo: Viste, Pocha, yo te lo dije, s no dejas de fumar, no vamos a poder ser padres.Yo, para lograr una situacin ms efectista, agregu preguntndole Por qu no la castiga?, se lo merece'1; la morocha abri los ojos y con la furia pintada en el rostro, me dijo: Doctor, lo que usted dice es una barbaridad!, No, seora, le expliqu, pngase usted tranquila y piense lo siguiente. Hay un nio en una carpa de oxgeno y viene alguien, desconecta el tubo por donde pasa el oxgeno y le intro-duce una mezcla de gases venenosos, altamente txicos. Qu hara usted con esa persona? Por supuesto que la agredira Pues bien, usted, al hijo de ese seor, su esposo, le est haciendo lo mismo. El nio est en depsito de su vientre y usted al fumar le insufla vrtenos tabquicos por la arteria placentaria.

    La tensin se relaj, la seora tuvo que reconocer:"Huerto, listo as, tiene usted razn, no lo haba pensado. Pero si yo dejo el cigarrillo quiero que l tambin lo haga. Que lo prometa delante suyo".De resultas de esta conversacin ambos se depusieron a dejar de fumar, algo muy fcil de lograr, pues ya MIIK TWAIN dijo que "es tan fcil que ya dej como cien veces el cigarrillo.

    El tabaco es la planta solancea Nicotiana Tabacum y de sus hojas debidamente secadas y preparadas se fabrican los cigarrillos, cigarros y dems especialidades que son consumidas por los adictos pren-dindoles fuego y aspirando el humo o masticndolas u olindolas.

    Es una planta originaria de Amrica y su partida de nacimiento puede considerarse el 13 de octubre de 1492, cuando Cristbal Coln menciona en su libro de bitcora el hecho del ofrecimiento de hojas de esa planta que le ofrendaron los indios. Los nativos las usaban con fines religiosos, como parte de prcticas mgicas y como uso cotidiano fumndolas; existe todava el calumet o pipa de la paz entre indgenas del norte de Amrica usado para sellar tratados, concertar la paz o estipular contratos. No tardaron los exploradores espaoles en imitar a los aborgenes. Hernn Corts fue el primero en traer

    semilla de tabaco a Europa. En 1518 Fray Romano Pane remiti al Rey Carlos V semillas que fueron cultivadas. Francisco Hernndez, mdico personal de Felipe II sembr y cultiv tabaco. Jean Nicot, embajador de Francia en Portugal dio a conocer esta planta en su pas y de ah proviene el nombre de Nicotina con que se conoce a su alcaloide principal. Walter Raleigh, el favorito de la Reina Isabel, lo difundi en Inglaterra; los Cardenales Santa Croce y Toma Bona lo hicieron conocer en Italia.

    La palabra cigarrillo y cigarro derivan de una plantacin que tena un tal Don Rodrigo de Xers en Espaa y a las huertas de las casas solariegas se las llamaba cigarrales por ser en verano invadidas por cigarras.

    Al principio, durante casi un siglo, se crey que el tabaco tena virtudes curativas y se le llamaba herba sancta, herba medicae o herba panacea' y se recetaba en pomadas y jarabes para dolencias diver-sas. Pero hubo gobernantes que lo prohibieron al ver los efectos negativos de este vicio, Jacobo I de Inglaterra, el sultn turco Amurat IV, los zares Miguel I y Alejo II dictaron leyes que establecan que se cortara la nariz del fumador y luego la decapitacin por practicar el vicio. Los protestantes suizos aa-dieron un nuevo mandamiento despus del 6o y era no fumar. El Papa Urbano VII amenaza con exco-mulgar a los fumadores e Isabel La Catlica tambin combate y desaprueba este vitad. Pese a las prohibiciones, el mal hbito se difundi explosivamente y tuvo un gran auge durante las dos guerras mundiales, siendo una prspera industria en la actualidad, fumando entre la tercera parte y la mitad de la poblacin del globo.

    ltimamente la toma de conciencia y la evidencia de los daos que a la salud provoca su uso han determinado una merma notable en su consumo que es de desear se acreciente.El tabaco contiene gran cantidad de txicos, como ser: nicotina, que es un poderoso veneno; 2 gotas matan a un perro; un cigarrillo contiene 25 mgrs. de nicotina y se inhalan al fumarlo 4 mgrs.; es decir que 21 mgrs. pasan al aire, daando a quien sin fumar lo respira; por lo tanto el fumador no es solamen-te suicida sino tambin un asesino.

    Ahora viene el problema fundamental: cmo dejar de fumar!

    Ante todo se debe aclarar que es un vicio psquico, de la mente. No se ha podido demostrar hasta el presente un intermediario qumico en sangre que fuera causante de dependencia farmacolgica. Se comienza por lo general desde joven por imitacin, curiosidad, por snobismo y luego se cae en brazos de la adiccin; siendo difcil desprenderse de ella. Es un vicio idiota. Ya lo deca Richet catalogando como homo stultus (hombre estpido) al fumador.

    El Doctor M. Fleury pudo agregar: la naturaleza nos dio algunas necesidades, la civilizacin nos dio mil y la tontera humana diez mil, siendo el fumar la ms tonta de todas.

    La mentalidad del fumador como la del vicioso en general es infantil. Se basa en ilusiones de poder. De creerse superior al resto de los mortales. Es por dos palabras que se rigen: Suerte y Fuerte. Si juegan es porque ellos tienen ms suerte. Y si fuman, beben o cometen otros desatinos es porque se creen sper fuertes. Hechos de un material especial. Superior y distinto al de los dems. Porque lo que a otros les pasa, jams les va a pasar a ellos. Por eso pueden ver caer fortunas con el juego y siguen jugando porque ellos tienen suerte y los otros no. Pueden ver las consecuencias fatales del consumo de drogas, tabaco o alcohol sin inmutarse por creerse ms fuertes que el resto de la humanidad. Y es con este concepto simplista, ingenuo hasta las lgrimas, que encaran la vida. Siendo que el resultado tambin rima y es Muerte. Fsica y econmica. Un amigo mo deca: yo cometo todo tipo de desarreglos y nunca

    los voy a pagar porque la suerte, la fortuna, la salud, la fuerza son mujeres y a m no hay mujer que se me resista. Lo pag caro. La suerte lo abandon y tuvo muerte econmica. No era tan fuerte como crea y tuvo muerte fsica. El infantilismo de creerse con suerte y fuerte lleva inexorablemente a la muerte.

    Si algn observador extraterrestre nos contemplara no nos acabara de comprender. Y en el informe a la gente de su planeta expresara: los humanos son ilgicos. Temen a la muerte y a las enfermedades. Sin embargo de los tres tipos d alimentos que ingieren, envenenan al ms vital. Pues sin alimentos slidos pueden vivir hasta un mes, sin lquidos una semana. Pero sin aire, sin oxgeno, que es su alimento gaseoso, apenas unos minutos y sin embargo lo ensucian. Adems aman el dinero que repre-senta poder. Sin embargo pagan sumas altas para envenenarse. Si alguien propusiera a los terrqueos encerrarse en un recinto pagndoles por respirar aire contaminado con tabaco, casi ninguno entrara. Sin embargo, pagan, y buen precio, por hacerlo".

    Pero dejemos el hipottico informe del extraterrestre y veamos cmo se puede encarar la deshabitua-cin del vicio de fumar.

    Hay algunas sustancias que pueden ser tiles como el Acoro (Acorus Calamus). Parece causar desa-grado y rechazo al cigarrillo. Se usa la raz, masticndola cada dos horas. El Orozuz (Glycyrrhiza Astra-galina), la Lobelia Inflata, el Plantago Major, la raz de Genciana, el Crataegus seran de efectos y usos similares.

    En realidad todo tratamiento antitabquico guarda semejanza con el amor. Se compone de dos partes que deben colaborar. Si no el resultado es dudoso. El enfermo debe poner F.V. o sea Fuerza de Volun-tad en un 50% y al otro porcentaje restante lo puede dar el mdico con distintos mtodos y procedimien-tos. Es necesario lograr la deshabituacin en el hombre antes de que caiga en impotencia total. Pues

    entonces, pareciera que no le interesa curarse y que incluso intentara usar el tabaco como una forma lenta pero segura de suicidio.

    Si se decide iniciar un tratamiento de deshabituacin deber observarse lo siguiente: 1) Ante todo deber saber que la supresin brusca es la que mejores resultados ha dado. 2) Levantarse temprano y practicar ejercicios respiratorios inspirando profundamente. 3) Realizar gimnasia, aerobismo y camina-tas, 20 minutos a la maana y 20 a la noche. 4) Cepillarse los dientes con dentfricos mentolados varias veces por da. 5) Usar pastillas de menta. 6) Usar gomas de mascar (chicles). 7) Alejarse de excitantes como caf, t, alcohol y si fuera posible de la carne por lo menos por una semana. 8) Beber mucha agua y jugos de fruta. Un mnimo de ocho vasos por da de lquidos. 9) Tener un tomillo y una tuerca para efectuar una manualidad que distraiga. 10) Es muy buena costumbre baarse 2 3 veces por da, con jabn de tocador de olor fuerte y cambiar la ropa de cama, pues la transpiracin tiene fuerte olor a tabaco que trae remembranzas sutiles al subconsciente del fumador. 11) Deben rehuirse los lugares donde se pueda ser tentado a fumar. 12) Crearse una frase que resuma la firme voluntad de no dejarse vencer por el vicio, como podra ser: No voy a fumar ms, el tabaco es peligroso y fatal. Nunca jams lo volver a probar.

    w w w. n at u ra l ys a n o. n e tSALUD

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    www.naturalysano.net

    FIN