Gamboa-Mi Diario 3

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escritor mexicano Federico Gamboa

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  • MI DIARIO

  • POR EL MISMO AUTORDel Natural. Esbozos Contemporneos, B. Gmez

    le la Puente, editor, Ma. ('(licin, Mxico, 1915,1 volumen

    Apariencias, .1. Penter, editor, Buenos Aires, 1892,000) agotada

    Impresiones y Recuerdos, A. Moen, editor, BuenosAira. L898, (2,000) agotada

    Suprema Ley, \da. de Oh. Bouret, editor, Pars-Ifxfoo, 1.896, I .".,000) agotada

    Metamorfosis, Guatemala, 1899, (4,000) agotadaSant n da la Puente, editor, 5a. edicin,

    leo, 1919, (30,000) 1 volumenReconquista, K. (mez de la Puente, editor, Ma-

    drid-Mxico, 1908, (2,000) 1 volumenMi Diario: Intimidades, literatos y literatura,

    1' La Gaceta de Guadalajara, ' ' editor, 1er. to-mo .le la la. serie, 1908, (4,000) 1 volumen

    Mi Diario, E. Gmez de la Puente, editor, Mxico,P.HC. 8o. tomo de la la. serie, (2,000) 1 volumen

    La Llaga, K. Gmez de la Puente, editor, Madrid-Mxico, 1913, (4,000) 1 volumen

    La Novela Mexicana, Conferencia, E. Gmez dela Puente, editor, 1914, (1,000) 1 folleto

    TEATRO:La Seorita Inocencia, arreglo del vaudeville-ope-

    reta "Mamz'lle Nitouehe," Mxico, 1888. . . . agotadaLa Moral Elctrica, arreglo del vaudeville "Le

    Fiacre 117, ' ' Guatemala, 1889 , . . agotadaLa Ultima Campaa, comedia original en tres ac-

    tos y en prosa, Mxico, 1894, 2a. edicin, Gua-temala, 1900 agotada

    Divertirse, monlogo en prosa, original, Mxico,1894 agotada

    La Venganza de la Gleba, drama original en tres.K tos y en prosa, Washington, D. C. (E. U.de A.) 1904 agotada

    A Buena Cuenta, drama original en tres actos y enprosa, San Salvador, C. A., 1907 1 volumen

    PRXIMO A PUBLICARSE:Mi Diario, 1er. tomo de la segunda serie 1 volumen

    EN PREPARACIN:La Confesin de un Palacio, Ensayo sobre Histo-

    ria Nacional 3 volms.Todas estas obras se hallan de venta en las principales li-

    breras; para pedidos al por mayor, dirigirse a la casa edito-rial de Eusebio Gmez de la Puente, Apartado Postal 59 bis,en la ciudad de Mxico, o a las de sus corresponsales y agen-tea en la Repblica y en el Exterior.

  • FEDERICO GAMBOAC. i>k la Hkal Academia EbpaSola

    MI DIARIO

    PRIMERA SERIEIII

    "......no te enojes si algunos tuvie-"ren mala opinin de , y dijeren lo"que no quisieras or. T debessentir de ti peores cosas, y tenerteporel ms flaco de todos "

    Toms de Kempis

    0S

    4-*rs^

    MXICOEUSEBIO GMEZ DE LA PUENTE, EDITOR

    Q9

  • Quedan asegurados los derechos depropiedad, conforme a la ley.

    NOTA DEL AUTOR: Kl presente volumen debi de haber aparecidohace cinco ann; mi expatriacin estorb que entonces se realisaraaquel propsito.

  • MXICO1901

    1. de enero.En el preciso instante en que cohe-tes, dianas, repiques de templos y silbatos de mqui-nas atruenan los aires saludando a este primer aodel siglo XX ; cuando vibra todava la campanada l-tima de las 12 de la noche que ha muerto, mi mujery mi hermana anse prosternado a rezar las viejasplegarias de las casas catlicas, que desde nio uno,viene escuchando en las fechas memorables y sa-cras .... Las beso a las dos, y me llego a la cama demi hijo, que, sin drsele un ardite dentro de sus die-cisiete meses de vida el que los siglos vayan y vengan,duerme apacible y filosficamente. Cuidando de nodespertarlo, beslo tambin, y lo bendigo, convencidode que las bendiciones o maldiciones de los padres, al-canzan a los hijos ! . .

    .

    Cunto bien le deseo ; cmo anhelara acumularsobre su rubia cabecita, dicha, dicha, siempre dicha,la que a muy duras penas disfrutan los afortunadosde veras!

    Dios slo sabe lo que ser de este pedazo de mialma!Yo apetezco que, as sufra mucho, sea ante todo ca-

  • F. GAMBOA

    hallen, caballero a toda costa, aun a costa de la muer-ir Pero no caballero del cuo corriente, n; caba-llero a la antigua, a la antiqusima, de los que ya na-da ms van quedando borrosos y vagos en el recuer-do dr los descendientes de las familias linajudas, yen los euadros vetustos de los museos y catedrales.

    Que su propia conciencia lo nico insobornable! seasn jiux y su gua; y que el da que se considere irre-vocablemente honorable y honrado, cuando crezca yllegue a hombre, si yo estoy muerto, piense en m, ymis flaquezas, a l en fortalezas se le tornen, y escar-miente en mis penalidades, y no incurra en mis de-fectos e imperfecciones; y en compensacin de loiue yo he sufrido y luchado, l luche y sufra lo me-

    posible. Si estoy vivo para entonces, que me pa-gue estos besos que a modo de aguinaldo y de prsta-mo deposito en su frente inmaculada de ngel que ig-nora el pecado, las pasiones y los vicios, con rditosde rditos, como deudor de una inmensa deuda usu-raria y sin saldo . .

    .

    Luego, me acuesto; y a obscuras me ro de lo quea nhelaba desde muchacho alcanzar esta vigsima cen-turia. Ya sucedi!- y qu?... pues, nada; lo mis-mo que cualquiera otra noche de cualquier mes y decualquier ao. La transicin ha sido meramente sub-.)

  • MI DIARIO

    triea en que, es fama, una loba dentro de ella es-condida, devor a dos pequeos hijos de un jardine-ro que moraba en el alczar, quienes en ahorro dedistancia y tiempo, por la gruta se aventuraron; to-da una leyenda de hace muchos aos, cuando SantaAmia o cuando Maximiliano : la madre, muerta tam-bin entre las ensangrentadas fauces de la fiera, porhaberse lanzado al rescate de los chicos que tanto tar-daban; el padre, luego, en singular combate conel animal, en plenas tinieblas, armado de un mal cu-chillo.

    . . Hoy, vense lacayos, vidrieras grabadas ygiratorias, ' k marquesa" de cristales apagados; en elcorredor subterrneo, pasillo muelle, de yute, ilumi-nacin elctrica, estufas encendidas, tintineo de cam-panillas, y, a los fondos, ascensor de lujo en cuyosinteriores harmonzanse el apagado tono de un plu-chi rojo, la opacidad metlica de les rejas caladas, yla broncnea color del criado de uniforme, reverentey mudo, que maneja la infantil maquinaria del apa-rato. De improviso, inundacin de luz cenital, y elascensor detnese muy blandamente en una terrazaesmaltada de flores, con fuente a su mitad, y hastamedia docena de servidores enfracados que nos des-pojan de abrigos y sombreros.No conoca yo la residencia, antjaseme sencilla-

    mente imperial ; me explico, las preferencias de quela han hecho objeto todos nuestros gobernantes, delos aztecas ac.

    Qu lontananzas ! Todo el valle, to-

    do nuestro valle soberano y profundamente melanc-lico a pesar de su sol : all, los volcanes ; all, la me-trpoli erizada de torres que se esfuman; all, en emi-nencia verdegueante, Dolores, la necrpoli, la rival

    i

  • [MB&A

    de la turb viva, a la que ya se habra tragado si noturra por las reservas que de otras partes le llegan;a(|i y all, los arbolea que bordean las calzadas o seagrupan, lejos, en los pueblecillos suburbanos, pare-cen procesiones msticas de quimricos peregrinosque caminaran lenta y majestuosamente, vestidos dehojas y ramas, en busca del agua que suspira en losanales indios y en los lagos distantes y azules, quealguna vez han de apagar la sed de la populosa ciu-dad colonial, la de los recuerdos de oro. . .Hemos sido de los primeros. La esposa del Presi-

    dente, Carmelita,y conste que si la menciono con

    llaneza tamaa, dbese a que nadie la denomina deotro modo, es un diminutivo afectuoso con que el p-blico premia sus bondades y virtudes,Carmelita nosrecibe y saluda con su modesta distincin y su sinpar dulzura. En su voz suave y meldica de copa deboceara vaca, el nombre de mi mujer y el apellidomo me suenan gratamente.El General, serio siempre, siempre en su papel;

    sin sonrisas, sin inclinaciones de su cuerpo alto yInerte; su rostro, que nunca lo traiciona, en el quenadie puede descubrir cundo est contento y cun-do disgustado, perpetuamente enigmtico. Charlabreves instantes con Limantour y conmigo, de nada,futesas que deletrea despacio, semivuelto al panora-ma delicioso.

    Y yo me hago una serie de preguntas, lo que me hepreguntado desde la vez primera que le habl:Cmo se las compondr para engendrar afec-

    tos, a-fec-tos, n las adulaciones y los respetos o mie-dos egostas y facticios con que lo tratan y se le acer-

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  • MI DIARIO

    can los que se proclaman sus amigos, sus partidarios,lase, las tres cuartas partes de los pobladores dela Repblica ? . . . Cmo se las compondr ? . .

    .

    Habr alguien, o algo, que lo haga vibrar?Tendr expansiones, intimidades?...Para formar mi juicio, no me basta con la emotivi-

    dad de que en ocasiones da muestras, sobre todo sihabla en pblico ; ello tiene que reconocer una neuro-sis pasajera y resultante del surmcnage en que decontinuo vive a causa de lo mucho que trabaja. Yoquerra saber de sus amores, de sus debilidades, desus pequeneces. En lo ntimo, en lo muy ntimo,ser diverso ?

    . . . cmo amar a sus hijos, cmo loshabr amado cuando fueron pequeos ? . . . Cmoamara a su primera esposa, y hoy a Carmelita, quees mucho ms joven que l, ms afinada, tan cauti-vante y dulce ? . .

    .

    Las "Memorias" que del General corren publica-das, no bastan, ni dan la fisonoma interior de estehombre a quien Emerson habra considerado, por susmltiples merecimientos a favor y en contra, entrelos

    '

    ' representativos. " Porfirio Daz es una granafirmacin y todo un carcter. Su. misma idea fija dellegar al solio presidencial,

    que fu el norte, la

    orientacin de su vida entera,su propsito, (clara-mente exteriorizado por cierto,) de no abandonar elpoder, estn revelando una voluntad poco comn en-tre los originarios de nuestra Amrica,enferma des-de su independencia, y aun desde antes, de anarquamedular y abulia superaguda. El General Daz ofre-ce caractersticas y rasgos que a perpetuidad lo colo-can por encima de casi todos nuestros gobernantes

  • F. GAMBOA

    sus mitcccsores, y quizs de muchos \ue vengan tras.1 ; pues do es frecuente ver reunidas en un solohombre tantas y tan varias calidades. Todo en l re-viste forma extraordinaria: desde sus estudios (susbigrafos afirman que curs principios de jurispru-dencia, lo que en aquel entonces, y dada su condicin

    1, es de tomar en cuenta), hasta la austeridad desu vida; que austero ha sido siempre, aun a pesar demis hijos naturales. Acerca de este importantsimocaptulo ;sean rendidas a Dios infinitas gracias! puessi llega a poseer temperamento sensual y amoroso,con su voluntad, que es de roca, y nuestro servilismo,que ha sido sin lmites vayan ustedes a saber los es-tragos que sus ansias no habran causado en todas lasesferas sociales, y lo que habramos disculpado, y aunaplaudido, desmanes tamaos!... Dichosamente, esun casto, partidario y practicante de los hogares le-gtimos, de las existencias familiares y prolficas; su

  • MI DIARIO

    Nez, en Colombia ; Garca Moreno, en El Ecuador,mal grado su repblica teolgica "del Sagrado Co-razn de Jess"; el Doctor Francia, en el Paraguay;en el Uruguay, Artigas ; Pez, en Venezuela, y encierto modo, tambin Guzmn Blanco; en el Imperiodel Brasil, el P. Feij ; en Centroamrica, Morazn

    . .

    .

    Los dems, y cuenta que no escasean, son negativosms o menos, pero negativos al fin.Ahora bien, la pluralidad y continuidad del fen-

    meno, debe de llamar la atencin. Por qu en lasAmricas los dictadores y dspotas nacen con esa pro-fusin, se multiplican, afirman nacionalidades, con-suman progresos incuestionables, y a su desapareci-miento,

    por derrocacin, crimen o muerte natural,

    sus herederos salen equivocados, idelogos y hastanocivos a las vegadas ? . .

    .

    La respuesta se impone por s sola: porque la Re-pblica,hablo de la ideal, la que representa la su-prema aspiracin de los pensadores y altruistas, laque simboliza una suma perfeccin, la que tal vezpueda alcanzarse al cabo de muchos siglos,la Re-pblica nos result, cuando no una aberracin, unaequivocacin trascendental que slo ha producido losgobiernos desatentados y trgicos que con aquel nom-bre venimos fabricndonos en el Continente, de la In-dependencia ac. . . Ya yo s, por supuesto que lo s,que el da que estas pginas se asomen por ah a verla luz, a m me harn ver todas las estrellas de. la VaLctea, los de casa y los vecinos, con las catilinarias yfilpicas que me disparen en castigo de mi afirma-cin, por otra parte incontrovertible. Pero .as como

    el . movimiento se demuestra andando, con hechos

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  • \MBOA

    no)i vn-ba!, demostrar la incontrovertibilidad

    (jqn palabraza ! ) , de mi afirmacin.

    i De dnde procedemos unos y otros, los de las tresAmrieas, es decir, los que de indios y espaoles des-

    cendemos ?I'ins. de indios, iberos y africanos; y de africanos,

    dos veces, por lo mucho que los iberos tienen de fri-ca, y por los negros importados de all, durante laI nlonia.

    Desdo entonces, eran los iberos un producto de ra-zas diversas: Fenicios y cartagineses, los fundadoresde la Espaa martima; bereberes, los abuelos de losespaolea del Medioda; almohades, los responsablesde la reconciliacin entre rabes y cristianos.Los indios, nuestros ancestros, de cuntas razas

    no provenan?. . . La ojeada ms superficial y pro-fana a la Carta Etnogrfica de Mxico, que acompa-a a la obra magistral " Geografa de las Lenguas"de don Manuel Orozco y Berra,y vaya que en ma-terias tales es autoridad respetabilsima!turulatosnos deja en cuanto a pluralidad de razas aborge-nas.

    . . El mismo autor nos ensea en el texto del li-bro citado (captulo XII, " Tabla general de clasifi-cacin"), que subsisten hoy, hasta once familias dis-tintas y esparcidas por las anchuras de nuestro terri-torio. Copio a la letra: Mexicana; Othom; Huaxte-ca-Maya-Quich ; Mixteca-Zapoteca ; Matlatzinca; Ta-rasca; Opata-Tarahumar-Pima ; Apache; Seri; Guai-cura, y Cochim . .

    .

    Cmo, sobre cimientos semejantes, edificar una re-pblica 1 . .

    .

    Aparte la mescolanza tnica, arraigadsimos traa-

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  • MI DIARIO

    mos usos y prcticas de la sumisin,y aun servilis-mo,ms perfecta y acabada.Por el lado indio, que es el mayor, un imperio feu-

    dal con monarca absoluto, y porcin de caciques, go-bernadores de provincias dilatadas cual otros tantosreinos ; un despotismo rudo y brbaro, al decir de va-rios escritores, harto inferior al de los Incas, en elPer; un despotismo ebrio de sangre humana, conun Huitzilopoxtli, que en nada la cede a Moloch. Prcticas ? . . . tan monrquicas y suntuosas, que losConquistadores, habituados al esplendor de su cortehispana, no daban crdito a sus ojos:

    "... de que vimos cosas tan admirables no sa-4

    ' bamos qu nos dezir, o si era verdad lo que por de-' lante pareca . . . ' 'exclama Bernal Daz del Casti-llo en su

    *

    ' Historia Verdadera de la Nueva Espaa. '

    '

    Y cuando describe el recibimiento que hiciralesMoctezuma en la ciudad de Mxico, la sola lecturanos maravilla y suspende, pues antojase ceremoniababilnica, artstico embuste de Marco Polo o cuentode hadas y hechicera:

    '

    ' . . . desde all se adelantaron el Cacamaci, S-'

    ' or de Texcoco; y el Seor de Ixtapalapa ; y el Se-

    "or de Tacuba; y el Seor de Coyoacn a encon-trarse con el Gran Moctezuma, que vena cerca en"ricas andas, acompaado de otros grandes seores"y caciques que tenan vasallos. Ya que llegbamos"cerca de Mxico, adonde estaban otras torrecillas,"se ape el Gran Moctezuma de las andas, y traan-lo de brazo aquellos grandes caciques debajo de un"palio muy riqusimo, a maravilla, y la color de plu-"mas verdes con grandes labores de oro, con mucha

    13

  • F. GAMBOA

    'argentera y perlas, y piedras chalchivis que colga-ban

  • MI DIARIO

    cia republicana ! Los blancos, de amos de los de tues-te ms subido, lase, de la gran masa. (Este respetoal color blanco, ha persistido ; dgalo, si no, la pre-ponderancia que tan pronto adquieren los extranje-ros en nuestro suelo, as sean unos maulas y buenospara nada ... Es la tradicional profeca que doble-g a Moctezuma : de los mares vendrn a sojuzgarnoshombres blancos y barbados!)Lo peor es que tambin hayan venido y continen

    vinindonos con idnticos propsitos, de allende elBravo ; ro limtrofe que, para lo mal que ha cumpli-do su misin de estorbar el paso de intrusos con avie-sos fines, mejor debiera de apellidarse el "Manso". .

    .

    nicamente la Iglesia, a poco de la conquista, seimpuso por igual a caciques indios y a virreyes go-dos, gracias a las convincentes razones que esgrima:excomuniones, azotes, exilios, autos de fe . . . Unoscuantos santos varones, los Las Casas, los Gantes, se

    preocuparon y defendieron a los indios, a los nios

    ;

    sin ellos, se declara y trata a los conquistados conmenos miramientos que a las bestias ...O yo no entiendo palotada, o con antecedentes de

    ese jaez se funda cualquier cosa, excepto una rep-blica.

    Pero nosotros s la fundamos, y nos fundimos conla tal fundacin!Ya Bolvar, en su clarividencia de genio, (y conste

    que respetndolo cuanto se merece, lo quiero menosque a su rival San Martn, y aun tngolo por menosgrande, sindolo tanto ;el renunciamiento de SanMartn, a raz de la nunca conocida conferencia deambos en Guayaquil, ni tuvo modelo ni ha tenido

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  • F. GAMBOA

    par!) ya Bolvar, y otros que tal, hablaron claro enel asunto, segn lo puntualiza el socilogo peruanoP. Garca Caldern en su bien escrita obra ''Las De-mocracias Latinas de Amrica". Belgrano, querauna monur

  • MI DIARIO

    "ca y su corte; las clases inferiores, temerosas de la"desigualdad y preponderancia de la aristocracia,"los generales y los ambiciosos, no se conformaran"con la idea de verse privados del mando supremo;"la flamante nobleza, indispensable a toda monarqua,"saldra de la masa del pueblo con todas las envidias"y codicias, por una parte, con todos los orgullos e"intolerancias, por la otra. Nadie tolerara aristo-cracia tan miserable, revestida de ignorancias y po-'

    ' brezas, animada de pretensiones ridiculas ..."La vida de Bolvar, y sus opiniones sobre todo, son

    grandes enseanzas que convendra propagar paraescarmiento y ejemplo; con ello se habra apartadode los constituyentes de nuestra Amrica, la espesavenda que a ellos los ceg y a nosotros nos ha hechodesgraciados Dios sabe por cunto tiempo

    !

    Ejerci Bolvar la dictadura; crey en los benefi-cios de las presidencias inamovibles. Enamorado deJuan Jacobo Rousseau, el nocivo idelogo enfermizo,juraba que "la voluntad del pueblo es el nico po-der que existe sobre la tierra", a reserva de corre-gir ms tarde enormidad tamaa y declarar que "la"soberana popular no puede ser ilimitada". Desde- las pompas imperiales; le ofrecieron una corona,que se rehus a ceir

    ;palade los acbares de la trai-

    cin y la revuelta ; Pez y Santander se le rebelaron,y en tierra de Colombia, a los 47 aos, muri prema-turamente. Entre muchas virtudes, posey la adivi-nacin: como palpara de lo que es capaz el carc-ter (?) americano, y vaya si sera sastre conocedor

    del pao, l, que cort nada menos de cinco sayos pa-ra otras tantas nacionalidades que le deben el ser . . . !

    ;

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  • / G i ItBO i

    y a raz de mis triunfos viese asomar la Taz torva

    de la anarqua medular que nos aflige, formul pro-.

    s. qne, a causa de la verdad irrefragable que lasanima, nos asustan y desconsuelan:

    "La permanencia en el poder de un mismo indi-"yiduo, frecuentemente da al traste con los gobiernos

    iiocl-lieos.

    pero:

    "La libertad indefinida, la democracia absoluta"mu los escollos en pie zozobran las mejores espe-ranzas republicanas. . .

    "

    "LOS QUE SERVIMOS A LA CAUSA DE LA INDEPEN-DENCIA AMERICANA, HEMOS ARADO EN EL MAR !!!..."

    "Ni en las naciones ni en los hombres de Aniri-"ca anida la fe: sus convenios, son papeles mojados;"sus constituciones, letra muerta; sus elecciones, pe-

    "leas y batallas: su libertad, anarqua, y su vida, un"tormento sin trmino..."

    " . . . considero a Amrica en estado de crisli-"da: sufrir en la existencia fsica de sus pobladores'una metamorfosis; alguna vez habr en ella una"nueva casta, resultante de la mezcla de todas las ra-"zas, que produzca la homogeneidad del pueblo. . . "

    "Abandonemos lo del Triunvirato del Poder Eje-cutivo, y reconcentremos ste en un Presidente, al"que ungiremos con la autoridad necesaria para que"logre mantenerse en el mando. . . "

    Por ltimo, y en lo que a Mxico se contrae, leo enel libio arriba citado de Garca Caldern que he ve-nido extractando:

    "Por la naturaleza de su localidad, riquezas, po-"blacin y carcter de los mexicanos,habla el Li-

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  • MI DIARIO

    "bertador,imagino que al principio intentarn el"restablecimiento de una repblica representativa,"en la que disponga de grandes atribuciones el poder"ejecutivo reconcentrado en un solo individuo, quien,"si gobierna con justicia y cordura llegar, casi na-' turalmente, a conservar una autoridad inamovible ! '

    '

    iEs la anunciacin de Porfirio Daz

    !

    Y la condenacin de la Repblica, no por culpa deella, sino por no hallarnos suficientemente prepara-dos para alcanzarla. Aun nos faltan quin sabe cun-tas dictaduras! dado que por otra parte, acaecimien-tos posteriores y trascendentales proclaman que laidea monrquica en Amrica, no es viable ni se acli-mata tampoco : Iturbide, Maximiliano de Austria yhasta Pedro II del Brasil son elocuentsimas pruebas.Sin duda ninguna que nosotros en el Norte, los delCentro y los del Sur rumbo a la Repblica camina-mos; aqu y all, creerase que excepcionalmente yaalguien la afianz. Hay, pues, esperanzas, fundadasesperanzas,certidumbres, dira yo,de que llegare-

    mos todos; pero para la mayora de nuestras nacio-nalidades, apenas si la vislumbramos, all, muy all,como suprema conquista y recompensa suprema. . .Antes tenemos que recorrer muchas leguas, muchsi-mas, y ms morales que materiales; tenemos que pu-rificarnos, que enmendarnos siquiera segando, orti-gas, abriendo surcos, enderezando tallos, seleccionan-

    do simientes; tenemos que realizar sobrehumanos es-fuerzos, porque el dao es milenario y hondo . . .

    Porfirio Daz es slo una resultante fatal,no con-fundir este vocablo con funesto, segn suele hacerse,y ya quisiramos que los muchos dictadores que

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  • /'. 9A HBAdesdichadamente todava han de gobernarnos, so pe-na, si no. de
  • MI DIARIO

    vnica palabra que le es aplicable,ostenta manchascmo se ha de pretender que individuo de carne yhueso no las ostente, y en nmero mucho mayor delconveniente ? . .

    .

    S! el General Daz ha derramado sangre huma-na, de hermanos y de extraos; ha conculcado dere-chos s ! ; ha mutilado libertades s ! ; ha perpetradoporcin de cosas censurables s ! . . . pero en qurincn de la tierra ha habido nunca hasta hoy, un go-bernante limpio de tales culpas, y conste que meto enla colada hasta a los reyes apodados santos, como SanLuis? (1) cul es la tierra bienaventurada que loposey? cul es el nombre de ese gobernante fnix?...Y a Mxico, Porfirio Daz qu le ha dado en cam-

    bio ? . . . Ah ! no cabe en estas pginas la enumera-cin de beneficios reales, tangibles, perdurables variosde ellos, por ms que la mayora haya sido impuestaa la fuerza. Diversamente, no habran sido acepta-dos. Y aqu viene que ni de molde, aunque al pron-to paradoja parezca, el que asiente yo algo que deaos h est escarabajendome

    :

    Con ser tanto lo que ha hecho, el General Dazes y ser ms grande todava por lo que espontnea-mente ha dejado de hacer!

    Qu n ? . . .

    .

    Vemoslo. Llmese a juicio secreto y personalsi-mo cada uno de los lectores mexicanos que la suerteme depare, y as nunca externe sus respuestas, respn-

    dase en lo ntimo al siguiente interrogatorio que re-

    (1).Segn el historiador Joinville, fu el rey San Luis quiendijo: "Cuando discutas sobre Teologa con alguien, no trates de con-vencerlo: traspsalo con tu espada!"

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  • MBOA

    dusc proporciones mnimas, aunque tela yasunto sobren para prolongarlo indefinidamente:

    Despus de afirmarse en el solio, ha podido o nel Genera] Daz gobernar pasando por encima de le-

    gbinetes, magistrados, soberana dete. !,-.?.

    . .

    ; Ks o ni', cierto de toda notoriedad, que en lugar

    de ello ha gobernado,hasta donde la estricta obser-vancia de leyes, decretos, ordenamientos y costum-

    00 ha pugnado con su poltica reconstructora,i y dursima,respetando las formas y procu-

    rando revestir sus actos, aun algunos balades, de le-galidad y rectitud ? . .

    .

    Es o n de asegurar, que hasta en el supuestode que se hubiese encastillado en el ms odioso de losdespotismos, a los prximos y remotos, a los menes-terosos de pan

    el estmago vence siempre a la ver-

    genza, y hasta para que el cerebro y la voluntad fun-cionen reclama lastre previo y continuado !a los me-nesterosos de pan y a los ahitos y acaudalados, a lina-judos y plebeyos, a polticos y politicastrosstossiempre ms abundantes que aqullos,a los que po-dan ser independientes perpetuamente y a los quepara vivir tienen perpetuamente que depender de au-toridades y gobiernos, a usted, a m, a aquel, a casi

    todos en fin,salvo contadas personas, porque todos

    los dems somos, segn el fenmeno se considere, ocmplices o coautores de la actual situacin,nos ha-bran faltado manos para aplaudir, labios para elo-giar, ductilidad para conformarnos con su rgi-

    men ? . . .

    Es o n verdad que al General Daz se ha ido

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  • MI DIARIO

    dejando la resolucin de lo pblico y lo privado; lomismo el aprendizaje del latn y griego que el uni-forme municipal de los cocheros ; los divorcios de ma-trimonios desavenidos que los enlaces de las ricas he-rederas con extranjeros ms o menos nobles y azu-les; los lmites de los Estados y la poltica con veci-nos y parientes ; el resultado de las cosechas y lo quecada cual haya de comer en su domicilio ; lo trascen-dental y lo infinitamente nimio?Como la respuesta es crudelsima, qudese dentro

    de los repliegues de las conciencias a que no asomannunca mirares extraos; pero quede tambin mi ase-veracin en pie: Con ser tanto lo que ha hecho, el General Daz

    es y ser ms grande todava por lo que espontnea-mente ha dejado de hacer

    !

    ## #

    Sigo examinndolo, en la postura que guarda y amaravilla cuadra, segn mi leal saber y entender, asu personalidad y su obra: as, de pie y descubiertofrente al valle, desde las alturas de este alczar asen-

    tado en rocas y secularmente histrico, inmensamentemexicano; semivuelto al panorama elocuente y gran-dioso hacia el cual apunta su brazo extendido ; abier-

    ta su mano de sembrador y hombre de accin ; firmesu pulso, de cazador certero, en tanto contina ha-blando con Limantour y conmigo, de nada, de fute-sas que silabea despacio por dificultad orgnica de

    elocucin, y por recurso, transmutado en hbito, de

    hombre astuto y cauto que vigila sus propias pala-bras grficas y tardas, y no les da suelta sino muy po-

    23

  • MA60 a poco, a fin de qfi cuando sus interlocutores yoyentes las desfiguren al repetirlas y propagarlas, nidesfiguradas vayan a telier alcance muy diverso delque el les imprimi entre sus labios plidos, por des-gracia poco prcatieantes d la sonrisa...:

    Sigo examinndolo, hago mentales comparaciones,pienso fii sus metamorfosis, en sus virtudes y defectos.Su tsico promete longevidad incalculable, es un

    fsico casi de vegetal, de encina o roble tallado a ha-cha, triunfador de vendavales y huracanes; enhies-to, macizo, ancho de espaldas, levantado de trax; elmirar, felino, con irisaciones de gata, medio escondi-do bajo las cejas emblanquecidas, tras los prpadosdespestaados, pero inquieto y acerado; all, muy enel fondo de las pupilas hmedas, como que palpitaranimplacabilidades agazapadas y prisioneras dulzuras...Repaso su vida . . . admirable ! Honradez acriso-

    lada y nata, desde obscuro guerrillero; dominio ab-soluto sobre s mismo ; rara facultad de disimulacin

    ;

    profundo conocimiento del prjimo, de sus flacosprincipalmente, que con habilidad nada comn hasabido explotar y utilizar ; una flexibilidad, un poderde adaptacin y una paciencia portentosos; un ego-tismo hiperestesiado, y, sin embargo, domeado yoculto; un aparente olvido hacia las ingratitudes \

    las injurias cometidas contra su persona. . .Ant.'.jascme, que colmada su incurable ambicin de

    mando absoluto sin restricciones ni trabas,comoquizs no lo disfrutaron los Rajes y Sultanes de quese guarda memoria,

    ya en el poder soado, lo inva-

    di la idea-matriz que hoy lo anima y mueve. Y comobajo pena de la vida ha seguido soando, supuesto

    24

  • m DIARIOque vivir es soar, este hombrazo.a quien con el cri-terio cannico habra que bautizar de "hombre pro-videncial", al despertarse dentro de la realidad delpoder mximo que ejercita, se ha puesto a soar unnuevo sueo, ms alto y difcil de llevar a cabo queel primero : reedificar una Patria !Empresa tal, ardua en cualquiera latitud, en-

    tre nosotros sube de punto hasta lo inconmensurable,por causa" de orgenes histricos y tnicos, de rebel-das nativas, de vicios heredados y vicios adquiridos,de temperamento, de clima, de ignorancia, de abu-lia.

    ..Y para su lenta reconstruccin, ha tenido que

    causar innmeros daos individuales y pasajeros.La materia prima, reacia y hostil, hubo que golpear-la, que cortarla en lo vivo de la carne, en los anhelose ideales

    que son lo vivo del espritu ! Por lo impe-

    rativo de las amputaciones indispensables, hubo queverter sangre, que desor lementaciones y protestasde los que era fuerza desposeer y mutilar ; fu precisocometer injusticias del momento, oprimir para ama-sar, aplicar cauterios sin hilas ni bizmas, propinardrogas amargusimas, apelar a extremos recursos.Muchas lgrimas han quedado sin enjugar, muchosderechos con las manos tendidas, cual si en vez deser derechos fuesen mendigos. . . No es tarea senci-lla la de edificar patrias ! Y escarbando en los cimien-tos de las ms grandes, civilizadas y prsperas, esose encuentra en todos : sangre y llanto ; que sin llanto

    y sangre, nada grande y humano se realiza ni la vi-da misma, slo producida a costa del sin igual doloraugusto de los alumbramientos, con el que la madrerescata el placer de la fecundacin de la hembra ! . .

    .

    25

  • /'. GAMBOA

    (por qu rilas nada ms, y no tambin nosotros, quecompartimos .! deleite?. .

    )

    i'.s que

  • MI DIARIO

    pasible, sin sonrer nunca. Es la Esfinge, hasta porsu color y por su origen, es la Esfinge

    !

    Avaro de la idea que lo anima

    (cul, a cienciacierta?.

    ..)a nadie se la muestra; y porque psico-

    lgicamente pertenece a los reconcentrados y solita-rios, ha de recrearse a sus solas con ella, como todoslos avaros.

    La serie portentosa de sus transformaciones,

    aun

    en lo fsico es otro !

    se deber a influjo conyugalo a un autodominio jams visto antes?

    Porfirio Daz es un epnimo : ha dado nombre a unpueblo y a una poca.

    Creer en Dios ?.....

    Por inesperada asociacin de ideas, vinenseme alas mientes dos inolvidables reminiscencias que a pro-psito de l conservo muy guardadas, de infancia laprimera, de juventud la segunda, que en este propioinstante se levantan y toman forma.

    Corra septiembre del 1876, y en mi casa nm. 4de la 2a. calle del Relojlos sucesos polticos, a gran-des y chicos nos traan con marcada inquietud y des-asosiego. A nosotros los rapaces, decididamente senos expuls de los concilibulos que la familia, alle-gados y simpatizadores de la causa celebraban fre-cuentsimamente, a puerta cerrada, en los dos salonesde la vivienda, en el despacho de mi padre y en lasantesalas, que, todava sta es la hora en que no meexplico por qu las llamaramos "galeras." A causa,sin duda, de mis doce aos de valle de lgrimas, po-co se me dio de desconfianza tamaa, al contrario

    !

  • F. GAMBOA

    resultaba yo ms dueo de la casona, que enfocabacinco de sus diez balcones, en la calle de San [ldefon-s, Frente al ruinoso templo de Santa Catalina y;i mi amante cuartel de Infantera.

    H;i de beber sido parte a que nuestra casa oonvir-ttrase en loco central del *' Fgl esi sino" o ''Legali-dad." el que mi padre era hennano poltico de donJos Mara Iglesias e ntimo amigo suyo, y ademsde su experiencia y grado militar facultativo, lle-vaba aos de un absoluto alejamiento de la cosa p-blica, trabajando en el F. C. Mexicano como Ingenie-ro, y esto acentuaba su independencia personal, lomismo de los gobiernos que caan que de los que pu-dieran levantarse. De ah, el entrar y salir de conju-rados y damas; los apartamientos y runrunes porrincones y pasillos; el golpear de puertas y el azotarde muebles; el divisar manos, que sin dueo visible,se alzaban desde los huecos de ventanas y balconesabiertos, cual si algo demandaran de las lejanas azu-les de los cielos; la alteracin ms perfecta en el r-gimen familiar, trastornadas las horas de las comi-das y del reposo, quebrantadas las consignas a por-teros y fmulos, las noches en vela, los rostros des-

    conocidos, y en los rostros amados, muchas desconoci-das expresiones: de esperanza, de ansiedad, de con-goja, de incertidumbre, de alegra ... La casa ente-ra,en la que mi ta, mis primos, la esposa de Joa-qun M. Alcalde, y qu s yo cuntos ms se pasabanlas horas,

    palpitaba al unsono con los deudos que

    andaban por Salamanca, tratando del triunfo.de sucausa. Nosotros los chicos, al fin contaminados por lagravedad de las circunstancias, por el ambiente do-

    28

  • MI DIARIO

    mstico, medio nos dbamos cuenta de la situacinatando fragmentos de frases, examinando fisonomas,interrogando a emisarios y " propios" que en la coci-na restaurbanse. Tras de las puertas y cortinas po-namonos a escuchar, y a atisbar por los ojos de lasllaves. ... Y as me percat de cmo en la parte bajade los dos pianos verticales que tenamos, por entrelos gruesos alambres de los pedales fu escondida laedicin, hmeda todava y oliente a imprenta, delprimer manifiesto de mi to; con tan buena suerte,que la tarde del cateo de nuestra casa, escaparon lashojas a las pesquisas policiales, y en tiempo y saznpudieron ser distribuidas. As me enter de que mito se haba partido de Mxico, sigilosamente, en aquelseptiembre tan movido y dramtico, y refugidose enalgn lugar del Estado de Guanajuato, apoyado porel gobernador Gral. Antilln, que ms tarde recono-ciralo por suprema autoridad legal

    ; y de que los mis-nos

    '

    ' porfiristas, " tambin lo reconocieran y aun en-traran en arreglos con l. . .

    .

    Nuestra casa continuaba, exteriormente, de sospe-

    chosa y vigilada por la polica, en tanto el Gobiernodel seor Lerdo vacilaba, vacilaba ms cada da, has-ta parecer casi fuera de su centro de gravedad, co-mo la torre de Pisa. Interiormente, continuaba vibran-do con las noticias, con los rumores ora halageos,ora adversos: Porfirio Daz reconocera a su vez laautoridad legtima de Jos Ma. Iglesias. Persistan

    los concilibulos, las precauciones, el entredicho dic-

    tado contra la gente menuda .... Y se vino encimanoviembre, a aumentar la ansiedad; la victoria de

    Tecoac, precediendo a la rendicin de Puebla, apre-

    29

  • /'. CAMHOA

    Eraba l;i solucin anhelada: el regreso triunfal de la' Legalidad"V el da 21j amanecimos sin Presidente; la vspe-

    ra en la noche, el seor Lerdo dolo ayer!nicamente acompaado de los seores Romero Rubio y6. Paz, y de los Generales Meja y Escobedo, sin otroequipaje que desengaos y amarguras, haba tendidoel vi i. lo. a Toluca por lo pronto, para de ah enca-minarse a Michoacn y Guerrero, y al cabo embarcar-se en Acapulco a fines de enero del 77, rumbo al des-tierro que l mismo prolongara hasta su muerte, ocu-rrida en la ciudad de Nueva York el da 21 de abrilde 1889....

    Aquella maana del 21 de noviembre se me grab aperpetuidad, sobre que desde nuestros balcones de lacalle del Reloj, tan desierta y asustada como el restode la metrpoli,tambin las ciudades reflejan en lascalles, que son su semblante, los estados de alma poi-que atraviesan: las calles empalidecen, se anemianpor la carencia de transentes; ren y lloran; aplau-den y silban ; se arrepienten y anhelan ; se ensombrecene iluminan

    ;perdonan y condenan ; callan y aturden .

    .

    sus puertas y ventanas, sus fachadas adquieren per-sonalidad, hablan, temen, confan,desde nuestrosbalcones del Reloj pudimos presenciar cundo los sol-dados que daban guardia en la * * Puerta Mariana ' \ delPalacio desertaron, y tirando tiros lanzronse por ah,en plena revuelta A piedra y lodo mandaion ce-rrar los balcones y el zagun de casa, y a m trunc-ronme esa segunda leccin que por el sistema objetivose encargaban de darme los acontecimientos, acercade nuestro respeto a la ley. democracia prctica, cul-

  • MI DIARIO

    to por la libertad, por el orden, y otras zarandajasparecidas

    Valirame haber recibido la primeracuando tena yo siete aos! Somos o no somos tro-picales y precoces?

    # #

    La primera leccin, me la dieron la tarde y nochedel lo. de octubre del 71, con el pronunciamiento enla Cindadela de los Generales Toledo, Coso Pontones,Carrillo, y Negrete dijeron entonces que tambin, con-tra el Gobierno del seor Jurez, autor principal dela 2. a independencia nacional y acreedor a variasgratitudes. A costa de no poca sangre sofoc esa rebe-lin el Gral. D. Sostenes Rocha,lustros ms tardentimo y muy querido amigo mo, a pesar de los demque nos distanciaban,

    quien fusil, entre otros, al

    joven Subteniente don Benjamn Andrade. El des-venturado de Benjamn era mi ntimo, deslumhrban-me su uniforme, su espada, su condicin de hombreformal si a m comparbalo; por lo que la noticia desu trgico y prematuro fin me afligi de veras, has-ta donde las infancias se afligen con la muerte. Pe-reci, asimismo, el Gobernador del Distrito, Coroneldon Jos Ma. Castro', y nada se diga de las muchasvctimas menores y annimas que en funciones talesse multiplican y que los propios filntropos estadis-tas acostumbran a enumerar por cantidades alzadas

    y aproximativas : ciento, doscientas, mil bajas, quebajan a los sepulcros y los olvidos, sin que nadie ma-yormente se preocupe de los desamparos, viudeces

    y orfandades que con su opaco desaparecimiento se

    originan. Quin les manda carecer de entorchados,

    31

  • /'. GAMBOA

    de i>> rsn

  • MI DIARIO

    patones sobre el empedrado; el huir d vecinos, pe-gndose a los muros, refugindose en los vanos de laspuertas cerradas. La caballera pas al galope, conrepique de sables y estribos, los bridones arrancandochispas de guijarros y adoquines; y la artillera, queiba al trote de las muas azotadas, haca retemblar losedificios, sonaba fatdicamente a cadenas y hierros,a mquina pesada y torpe que, dando tumbos, camina-ra a ciegas azuzada por los hombres.

    . . De tiempoen tiempo, escuchaba voces de mando, despticas yroncas, que estrellbanse contra los cristales que medefendan, y que por instantes se posaban en mis oidosinocentes y vidos:

    "Ms de prisa, ajo, pguenle a las muas!...,""i Aprenle, muchachos, aprenle I ," "Guar-den silencio !...."Y sin cornetas ni parches, en la penumbra de las

    calles hundase el fantstico desfile, para a poco re-comenzar con los refuerzos nuevos.

    Cunto me sorprendi que hiciese luna ! . . . Notendra miedo, como yo? cmo sera que viendo lossucesos derramara su luz de plata, apacible e indife-rente ?

    Tan medroso andaba, que mi madre me llev a sucama, la ancha cama matrimonial de altas columnas

    y corona de bronce, en la que los vastagos slo acos-tbamonos con motivo de sealadas y excepcionalsi-mas circunstancias. El corazn no se me aquietaba ymis labio no paraban de balbucir preguntas, hastaque bien arropado, sintiendo que mi madre junto dem me acariciaba, explicbame los acaecimientos conexplicaciones a mi alcance, ms por sus caricias que

    33

  • F. GAMBOA

    per sus explicaciones me volvi el alma a su almario

    3 por invulnerable tvome qu le puede a uno suce-das al lado de su madre,ni quin es capaz de osar ata-ca mus. si *lla nos defiende y ampara?... Ya podanrebelante y caer todas las ciudadelas del mundo!...I ) fijo que los pronunciados que en aquel punto ydora estaran muriendo, hallaranse lejos de la suya

    y por . so moran* ... Y cuanto a los soldados que losmataban, tambin andaran lejos de su madre, quesi no, no mataran ! . . .

    .

    Verdad, mam? inquir medio dormido,aunque sin soltarme de su mano.Y todava parceme que oigo su respuesta, tierna-

    mente melanclica:PJdele a Dios por todos, y durmete . . . pero pide

    ms por las pobres madres que maana amanecernsin hijos

    Cumplido el piadoso encargo, me dorm tan tran-quilo, para despertar al cabo de las horas, sobresalta-do con los gritos que suban desde la calle:\ ' Viva el Supremo Gobierno ! *! " j Viva el

    Presidente de la Repblica! "

    Eran las tropas leales que regresaban triunfantesde la fratricida hecatombe, y ahora reintegraban suscuarteles sin curarse de ruidos ni de alarmar al vecin-dario, lanzando a.los aires la buena nueva de su victo-ria sangrienta y rpida. . .

    .

    Spose,despus,

    que a cierto curioso que se aso-m a verlos pasar desde su balcn y que sejieg a vi-torear al "Supremo," me lo haban dejado seco de untiro, doblado sobre el barandal donde el cadver que-d oscilante y trgico.

    34

  • MI DIARIO

    Por qu gritan? le pregunt a mi madreen voz baja, sin desasirme de ella.Porque ya se acab todo . . .me repuso muy que-

    do.

    Y a los de la Ciudadela qu les habrn he-cho?...Durmete, durmete, y reza por ellos. . . .De entonces a hoy,y cuenta que ha llovido!

    nunca he gritado vivas a gobernantes ni gobiernos, asse haya tratado de los de casa o de los de fuera ; ni lohar jams, supuesto que en aquella primera leccinaprend que para que vivan cualesquiera gobierno ygobernantes, fuerza es que mueran sus opositores yenemigos.

    #* #

    Encerrados, pues, dentro de casa el 21 de noviem-bre de 1876, pude darme cuenta de que en la planamayor de la familia y entre los partidarios de la ' '.Le-galidad" que nos frecuentaban, principiaba a descon-fiarse del reconocimiento, por el General Daz, de losderechos que reclamaba don Jos Mara Iglesias. Ha-ba ya barruntos en contrario, sospechosos indicios,probabilidades de mala catadura

    El 22 hubo ms, la certidumbre del rompimiento, lavspera consumado en una hacienda del distrito deQuertaro, nombrada "La Capilla," en la cual ce-lebraron reservadsima conferencia el Presidente dela Suprema Corte de Justicia y el triunfante caudillorevolucionario, con resultados del todo negativos. Los

    expertos en esta clase de lides, atribuan la rupturade las negociaciones a maquiavelismo de don Justo

    35

  • /' GA MBOA

    Benftes, presunto autor de la reforma de Palo Blancoal plan original de Tuxtepec. Decan los orculos, que la cuestin fundamental de interinidad del Ejecu-tivo, en el plan te, en el sitio denominado la Unin de los Adobes, ape-

    36

  • MI DIARIO

    as si lleg a escaramuza. Luego, con su grupo de fie-les,mi hermano poltico Ramn Alcalde, en cuenta,mi to habra de emprenderla desde el Estado deGuanajuato hacia Guadalajara, por lo pronto, y lue-go a Manzanillo, donde todos ellos se embarcaran enel vapor "Granada" de la Mala del Pacfico, el 17de enero del 77, rumbo a San Francisco de Califor-nia.

    . .

    El General Daz, regres de "La Capilla" a la ciu-dad de Mxico, en la que se incaut del poder, sinrivales ni tropiezos.

    El da 23, como si se hubiese roto alguna presa, des-de temprano dio principio la inundacin de esta bue-na metrpoli virreinal por las fuerzas "regenerado-ras :

    '

    ' millares y millares de serranos,

    principalmen-te zacapoaxtlas,

    que no paraban de desfilar por las

    calles, de anegarlo todo, cuarteles, escuelas, plazas,,atrios ... No era tranquilizador su aspecto ; mal ves-tidos, calzados de "huaraches" que producan des-apacible ruido en su roce contra los adoquines ; arma-dos de rifle, bayoneta y repletas cartucheras ; confun-didos los oficiales con "clases" y soldados; torvos,callados, siniestros. La horda !

    Cerr el comercio sus aparadores y tiendas; el ve-cindario se atrincher dentro de sus domicilios, y por

    las calles persista el inacabable desfile, aquel rumor

    de agua embravecida y suelta que suba, suba sin des-canso, venida de montes y sierras con quin sabe quapetitos, qu hambres atrasadas, qu propsitos si-niestros. .

    .

    Frente a las tremendas interrogaciones, apoder-ronse del nimo de los moradores pacficos y asusta-

    37

  • di /.os de la capital,la gran mayora,la incertidum-bre y la angustia, a pesar de que se ech a volar la

    ir d que

  • MI DIARIO

    cubierto,su sombrero charro reposaba en la ban-queta frontera del vehculo,semi inclinado hacia ade-lante, en traje de camino, contestando y agradeciendola ovacin.

    . . Yo, que no lo conoca, que por prime-ra vez lo miraba, durante esos pocos instantes logrexaminarlo y se me fij para siempre; segn se nosfijan las impresiones tempranas que por una causau otra, sacuden y agitan nuestra infancia .... Des-tacbase el busto macizo, de vastas espaldas y cuellofuerte; la cabeza, erguida, virilmente encajada en loshombros; muy quemada la tez plida; el bigote ne-gro y gacho ; la mirada dominante, profunda y resuel-ta, clavada en la mesa, en las calles, en los edificios;el ceo, ligeramente rugoso ; las cejas pobladas ; el ca-bello abundante y bravio; nerviosa la nariz pronun-ciada, cual olfateando el medio circundante ; la frenteamplia, y acentuada la mandbula inferior las orejas,de probable longevo, grandes y rojas. . . . Un acabadotipo de masculino, que en un momento perd de vista,al que no volvera a ver en mucho tiempo ....

    Moralmente, no me resultaba "persona grata," de-bido a la atmsfera familiar de los ltimos das. Envez de haber sido el mantenedor de los derechos demi to, era su enemigo, el que se le interpona, el quelo alejaba de la suprema magistratura, porque dis-pona de fuerzas y elementos mayores. .

    .

    Y por una lgica meramente infantil, me di a con-siderarlo como el enemigo de todos y cada uno de nos-otros; nos haba arrebatado algo, y me amohinaba nopoder precisar qu sera lo que a m en lo personal mehabra quitado ... Ni siquiera ilusiones, pues lastiernsimas que hubieran debido ir creciendo a par

    39

  • de mis poros aos, habainelas tronchado de raz, latragedia, para m imperecedera, del pronunciamientode la Cindadela

    !

    Ya era yo estudiante de segundo curso de polticavrrncula .... ( Asistir a un tercero?

    #* *

    La vminiset'iicia segunda, es de orden ms ntimo.A mediados de septiembre del 83, sucumba mi pa-

    dre a vieja lesin cardaca insospechada, en unas cuan-tas horas. No he de consignar aqu nuestro dolor, esa lase de dolores se prostituyen cuando se hacen del do-minio pblico. . . .

    Fallecido la noche del 14, no lo sepultamos hasta latarde del 16. Eramos un puado de deudos y amigosde veras, pues los entierros de persona pobre, sue-len verse escasamente concurridos; no hay nada quealcanzar en ellos.

    En los momentos que nos disponamos a sacar elcuerpo, es decir, en momentos que nuestra penarseacrecentaba lo increble con ese comienzo de la sepa-racin absoluta,mi padre haba muerto de visita enla modesta casa de mi hermano, entonces juez de loCorreccional,toques militares rompieron el silencio

    y quietud de la calle. . .A poco, fuimos avisados de que por orden de la Se-

    cretara de Guerra, presentbanse tropas de lnea atributar al cadver de mi padre los honores debidosa su grado de General de Brigada ! . . . . Nuestra es-tupefaccin no tuvo lmites.

    . . Mi padre haba si-do imperialista, despus de que, al igual de otros mu-chos que siguieron en su xodo al Gobierno de Jurez,

    40

  • MI DIARIO

    hasta San Luis Potos, en San Luis les declar solem-nemente el Presidente de Bronce (por el temple ypor la raza!) :" La Repblica, exhausta, no puede con-tinuar pagando a todos sus servidores y tampoco pue-de, en consecuencia, imponer sacrificios imposibles:los que de vosotros puedan, a su vez, ir adelante consus propios recursos hasta donde nos lleve el azar quenos empuja, sed bien venidos ; los que no puedan hacerlo mismo, vayan en paz y con la conciencia tranqui-la." Y as, autorizados de una parte y compelidos deotras imperativas e ntimas, ah dispersronse a su pe-sar, una porcin de hombres honrados y tan mexica-nos como el que ms. A la cada del Imperio, psosea buscar la la vida en cuanto sali libre de la prisin de"La Enseanza," (nombre de edificio que ms parecaentonces el de un escarmiento para los imperialistasqu enseanza, en efecto, tan inolvidable!) trabajan-do con su profesin de Ingeniero

    ; y pas mil vicisitudeshasta no ser admitido en el Ferrocarril Mexicano de Ve-racruz, en cuya construccin particip y en el que llega ocupar el puesto de director. Despus de varios aos,perdi el empleo, y de nuevo cruz todos los calvariosinconfesados que en nuestro pas recorren las personasdecentes y desprovistas de bienes de fortuna, de sbi-to privadas de recursos. . , . Durante este cruel pero-do, en el que bajamos sin cesar l, mi hermana la me-nor y yo, me alcanz a m la juventud, gracias a lacual no me hicieron mayor mella las innmeras pri-vaciones que escoltan a la pobreza ; si en ocasiones ve-nanseme la boca los acbares y hieles de las priva-ciones y anhelos defraudados, pronto la risa y la es-peranza los vencan, prometanme todas las compen-

    41

  • F GA HBOA

    saciones, ni,, brindaban goces baratos, los que despusno 9e Logran ni con los millones de todos los mag-

    nates-, posea yo salud, esbozos de novias, realidades

    de besos y caricias, brazos inquietos y fuertes con los

    i|iir estrechaba quimeras y soaciones. . . Lo que parami padre fuera una tortura, fu para m un deslum-bramiento y un hechizo: aquel xodo nuestro a Nue-va York, del que harto hablo en mis IMPRESIONESY KKCCERDOS, que son, en realidad, los precursoresde MI DIARIO. Al cabo de dos aos, tambin esedestino se desmoron,era la representacin del Go-bierno, conjuntamente desempeada por mi padre yun seor Ibarrondo, cerca de la junta directiva delferrocarril de Tehuantepec, radicada en la metrpoliyanqui,

    y hubo que regresar a Mxico, a recomenzar

    la ingrata brega. Ello dio al traste con las energasnunca desmentidas de mi padre, dobl las manos ysin decrnoslo, yo estoy cierto de que se reconoci to-talmente vencido y empez a disponer el ltimo via-je, que al fin emprendi casi a los dos aos de su vuel-ta.

    Varias veces propusironle que se le reconocera,como a tantsimos otros, su grado en el Ejrcito. Pe-ro, lo que l me deca en las plticas con que tratabade que su experiencia y su ancianidad aleccionarana mi juventud, lo que l me deca:

    "No debo aceptar, porque nada hay ms justoque pagar ntegramente las equivocaciones que cam-bian para siempre el curso de una vida ..."

    Lo que se callaba, pero que yo he podido descubrir

    y con cunto orgullo ! conforme me enter de la tota-lidad de su existencia, lo que se callaba era que la cau-

    42

  • MI DIARIO

    sa de su oposicin radicaba en la honradez de que nun-ca se apart un punto j mi padre fu un rectilneo entodos y cada uno de sus actos y de sus pensamientos.Plegu a Dios que mi hijo diga de m otro tanto ! . .

    .

    Y en esos dos aos del 81 al 83, mi padre vio algu-nas ocasiones al Gral. Daz, con quien tendra, supon-go, relaciones antiguas y ms o menos superficiales.Y lo supongo, porque hasta creo que medi entre ellosun episodio estrictamente militar, all en los maldeci-dos aos en que andbamos a la grea los hijos de es-ta tierra nuestra tan ensangrentada. No lo afirmara,mas parceme que de labios de mi padre escuch la na-rracin pormenorizada del sucedido. (1).

    (1).Con el fin de cerciorarme de aquel hecho, y supuesta mirelativa proximidad con el Gral. Daz, voluntariamente expatria-do en Pars, hoy que en el mes de noviembre del 1912 alisto en laciudad de Bruselas estos materiales para el tomo III de la primeraserie de "MI DIARIO," firme en mi propsito de no hablar de acae-cimientos y personas hasta despus de transcurridos diez aos por lomenos, aqu reproduzco dos cartas que al asunto se refieren. La res-puesta del Gral. Daz es, adems, prueba palpable de lo admira-blemente que conserva, a pesar de la edad, sus extraordinarias fa-cultades mentales

    :

    Seor General de Divisin, D. Porfirio Daz,etc., etc., etc.,

    Pars.Mi siempre muy respetado seor General:Terminada y ya en prensa mi novela LA LLAGA,de la que al

    igual de mis libros anteriores he de ofrecer a Ud. uno de los pri-meros ejemplares,me he puesto a alistar los originales para el to-mo III de MI DIARIO, que aparecer, Dios mediante, en junio ojulio del ao venidero.

    Mucho me ocupo de Ud. en esas pginas, pero encuntrome, en-tre otros hechos que no recuerdo con la precisin que_ quisiera, unsuceso que se relaciona ntimamente con Ud. y el seor Gral. D.Manuel Gamboa, mi padre.

    He aqu el suceso:Durante una de nuestras tantsimas guerras nacionales en que

    Ud. cay prisionero, estuvo bajo la custodia de mi padre, y l pudoprestar a Ud. \m servicio que, entre militares hidalgos, se ha registra-do ms de una vez, aunque quien lo solicita y quien lo presta figu-ren en filas enemigas: unos instantes de libertad para ir y ejecu-tar algo urgente y personalsimo, sin ms garanta que la palabrade honor que el prisionero empea de volver en tiempo oportuno,y as no sacrificar al hermano de armas que con riesgo de la propiavida facilita la suelta momentnea y secreta.

    Querra Ud., seor, precisarme sitios y fechas?Me permito anticipar que mi pregunta y la respuesta de Ud.

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  • /
  • MI DIAIUO

    to, han ido llegando ; todos los miembros del Gabinete,con sus esposas, excepto la de Limantour, que no con-curri; todos los miembros del Cuerpo Diplomticoextranjero, con las suyas. Apenas si yo conozco a na-die.

    Mustranme al seor don Ramn Corral, nuevo Go-bernador del Distrito recin salido de Sonora, de don-de es oriundo y donde ha sido personaje, hasta pri-mera autoridad. Agrganme que ha sido periodista,y fsicamente no me resulta antiptico ; lo hallo joven,con aspecto sano y ademanes resueltos, quiz un tan-to lugareos.

    Son indudablemente mucho ms provincianos losmodales y palabras del seor Gral. Mena, Secretariode Comunicaciones, un hombrazo recto y honrado acarta cabal, enemigo jurado de chanchullos, trampan-tojos, adulaciones y bajezas, al que le tiemblan todos,por su mana de decir la verdad desnuda a quien lemueve la lengua ; cuntanse de l, a este respecto, anc-dotas de feroz implacabilidad: a uno, le rehus unabrazo, a otro no le tendi la mano, al de ms all lepuntualiz las barrabasadas de su progenitor. . . AlGral. Daz, con quien cultiva aosa amistad ntima,lo trata con gran franqueza, y no tolera, cuando lodescubre a tiempo, que se arruine o perjudique a al-guien con las arteras armas de la calumnia, tan em-pleadas en los ambientes palaciegos.

    El Gral. don Manuel Gonzlez Coso, Secretario dela Gobernacin, es un liberal de antigua cepa, de losque guerrearon contra los franceses.

    El Lie. Garca Pea, Subsecretario de Justicia eInstruccin Pblica, de puro modesto, se pierde, no

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  • F. GAMBOA

    N Le \.': por Lo que yo me le acerco ms de una vez,proel siempre me ha dispensado benevolencia y no seme olvida que fu maestro de mi hermano, en la Es-cuda de Derecho.

    YA Ingeniero don Leandro Fernndez, flamante Mi-nistro de Fomento, es tipo muy especial. Goza, y en-tiendo qne muy merecidamente, de envidiable reputa-cin como tcnico y como individuo, pero tiene susvistas a filsofo pesimista, con sus ribetes de misn-tropo; no gusta de relumbrones ni vanidades, no seafana porque sepan que es Ministro, ni porque lo vean

    cerca del Presidente; gasta pocas palabras y menosamibos: tiende a la austeridad y a la reserva; suelemostrarse custico y aun agresivo en las respuestas,con las que ni a s mismo se indulta : corre por ah laque diera un da a persona que se informaba del esta-do de salud de su familia:

    "La familia de Zarco, querra Ud. decir. . . Pues,se halla sin novedad "

    Es de advertir que cas con la viuda del inolvida-ble orador parlamentario don Francisco Zarco; queha sido un padre para los hijos de ste, y que l, Fer-nandez, carece de sucesin.

    Del seor Mariscal y de su esposa qu he de opinarque no redunde en su elogio?

    Faltan en lista los seores Limantour y Gral. donBernardo Reyes, uno de los cuales,a creer en zaho-nes y orculos polticos,ser el Presidente de la Rep-hlica. Hoy por hoy, sin vacilar votara yo a favor delprimero, aunque no suponga a ninguno de los dos po-seedor de los grandes merecimientos que para aspi-rar a puesto tamao debieran de atesorarse; mas, bien

    46

  • MI DIARIO

    mirado, lo propio ocurre en todas las naciones del glo-

    bo, igual en la vieja y cultsima Inglaterra, en Fran-cia, Rusia, Alemania o Estados Unidos, que en Ecua-dor, Bolivia o Nicaragua. En unas, suben los prnci-pes por sus mritos dinsticoscuando las dinastaslos poseen aunque personalmente luzcan ms viciosy mculas que los combatidos por fray Luis de Grana-da ensu" Gua de Pecadores, " y en las otras, los hom-bres suben a virtud del imbcil e inmoral sufragio uni-versal; o gracias al fraude, a la corrupcin, a la violen-

    cia ...Qu le hemos de hacer ! . . . . Lo importante

    es que una vez arriba, honradamente se preocupen porlo poqusimo bueno que es dable alcanzar en este mun-do. Mritos ? . . . Qu contados son los que se encum-bran debido a ellos; en la ntegra "Historia Univer-sal," pueden enumerarse con los dedos de una solamano. . . En cambio, abundan los que los adquierenen las alturas y desde las alturas los aplican. Se com-

    prende, pues basta y sobra con la rectitud de espri-

    tu para labrar felicidades, si a discrecin dispnese

    de enorme suma de poder y de poderes, y de enorme

    suma de elementos.En el caso actual, no s, quiz mi preferencia de-

    penda de simpata personal. Mi candidato es Liman-tour, salvo que andando el tiempo me lo descompon-gan o se me descomponga l solo.

    El banquete, tan desaborido y tedioso como todoslos de su especie, dondequiera que los sirven.Despus del caf y los licores, apurados en los salo-

    nes de desahogo y en el billar, audicin de un octeto

    godo, cuyo director me suelta cada vuecencia, que ni

    47

  • MBOA

    en el mismsimo sitio real de Aranjuez se han de ortn/is deletreados y sonoros.

    Muy satisfecho salgo de la palatina fiesta, confiadoen que la generacin a que tai lujo pertenece no se pa-rezca en nada a la nuestra, tan plagada de defec-

    ara sin voluntad, tan poco estimable, cvicamentehablando.

    < otnien/.a el bosque a ensombrecerse, todo se ve som-bro, hasta las cabelleras de heno que cuelgan de losahnehnetefi venerables, los viejos druidas unidos, perocon alma y memoria, (pie tanto han presenciado...S. nuestros hijos y los que les sigan, tinten (pie serms educados, ms dignos, ms homhns que nosotrospie slo liemos sido los intermedios entre los proceres

    y los hroes de nuestras dos independencias, y ellos,los de maana

    Salimos del bosque y entramos en el Paseo de laReforma, que hoy por hoy es smbolo y anhelo.Reforma! pero bien entedida. . . . y el pas

    reaccionar. Poco importa que la evolucin tarde al-gn :s aos, muchos aos; para la vida de los pueblos,el tiempo no cuenta lo mismo que para la vida de loshombres.

    10 de enero. Lo propio acaceme en todos mis re-gresos!

    En cuanto me cercioro de cmo andamos poltica, so-cial e individualmente, me ataca una morria sin l-mites y doy de bruces en un pesimismo enfermizo.Con mis repetidas y largas ausencias hseme aumen-

    tado hasta la idolatra el hondo amor que por naci-miento y raza nutro desde pequeo hacia Mxico.

    48

  • MI DIARIO

    Cuando a l he vuelto de pases que a todas luces leson superiores, Europa, los Estados Unidos, la Argen-tina en ciertos aspectos, he llegado con la ilusin dehallrmelo, si no a la par de lo ajeno, s aproximn-dosele, con probabilidades positivas de igualar a loque por mil razones y causas de que no somos direc-tamente responsablesnos queda tan por encima. Ycuando a Mxico he vuelto de pases que como los cin-co Estados de Centroamrica le son innegablementemuy inferiores, hame reanimado la certidumbre deque a cada dasalvo un cataclismo poltico o social

    les quedamos ms adelante, ms, msMenudo que ha sido el desengao en aqullas y

    en estas ocasiones!

    Cierto que continuamos a ventajosa distancia de lastrgicas repblicas centroamericanas

    ;pero cierto tam-

    bin que Europa y los Estados Unidos, consideradosen su conjunto y a pesar de sus sendas imperfeccionesmaysculas, a cada instante van dejndonos ms a suzaga. Y all vamos Dios sabe a dnde ! dolientes, sinorientacin ni ideal, sin curarnos de pasados ni futu-

    ros, superficiales, indiferentes, viciosos; slo preocu-

    pados de tesaurizar coute que coute, de proporcionar-nos, segn los temperamentos, el mayor nmero deplaceres y comodidades, a trueque del menor trabajoy del esfuerzo menor ; sin nada noble, ni alto, ni eter-no ! ... . .

    Si dice usted que cree en Dios, las clases directoras

    (?) y las pensantes (?), por obligacin administrati-

    va y jacobinismo indigesto, se le ren en las barbas,o en la cara si uno es lampio. Nos la damos de na-cin atea, y por ende, adelantadsima; sin reflexio-

    49

  • \ MliO

    A

    nar que ninguna de las que valen y pesan, ni unasola ! ! ! alardea de error tamao, al contrario, todasson reyentes, todas invocan a Dios para el mejor lo-gro de cualquiera de sus empresas. ... No sabemosIm t. nos liemos olvidado de rezar; somos espritus

    fuertes ( !) que no creen en Dios,qudese tal pue-rilidad para hembras y rapaces,

    pero en retorno, de

    tanto creer en el General Das hoy, en Iturbide, San-ta Anna, Jurez y Lerdo ayer, y maana en el quevenga, sea quien fuere, casi en vez de hablarle, le reza-mos, casi de rodillas osamos acercrnosle, y a fin de

    no desmentir de nuestros ancestros indios, poco nosfalta para no sentirnos dignos ni de mirarlo a la ca-

    ra, segn es fama nadie miraba a Moctezuma el Divi-no

    Si dice usted que cree y espera en el Arte, sus es-cassimos y discutibles sacerdotes y monagos lo nega-rn a usted, o lo mordern vivo hasta no dejarle rodoel esqueleto; y el pblico, la masa, la turba, lo bauti-

    zar de vago mal entretenido y pernicioso . .

    .

    Si habla usted de libertades, de vida propia y res-petable ; si pregunta qu planes hay para lo porvenir,para conjurar el peligro perpetuo de nuestros bien-intencionados vecinos del Norte, esos hunos ms te-mibles que los otros, porque aqullos murieron, y s-

    tos viven sin trazas de extinguirse ni de variar de pro-psitos; si pregunta cualquier cosa puesta en razn,

    como nacionalmente nos hallamos en crnico perodode sinrazn, le suprimirn a usted el saludo, lo amena-zarn con inmediata prdida de empleo y total sus-pensin de vveres, lo denunciarn a las autoridades,o, si buen ao alcanza, lo declararn despechado, en-

    50

  • MI DIARIO

    vidioso, selenita y antipatriota ; a una lo llamarn po-co prctico, locucin que de grandsima boga disfru-ta, porque escuda porcin de contemporizaciones y elas-ticidades inconfesables. Y no se diga que es culpa delGeneral Daz, por ser quien hoy se encuentra arriba

    ;

    con sus predecesores ha sido la misma tonada, la cual,de tanto tocarla, raya en perfecta, y nosotros, los eje-cutantes, pues, rayamos en virtuosos.

    . . .

    .

    Esperemos que a mi regreso venidero, note yo sig-nos de alivilo se me quite la mana de escribir jere-miadas inoportunas que a la mayora de los comprado-res de "MI DIARIO," quizs los incomoden o con-traren. Y como entre ellos los puede haber extraos,y aun malquerientes de Mxico, que batiran palmasde que un mexicano legtimo d a la estampa porida-des tantsimas, pongo punto al abundante captulo,me embozo en aquello de que "al buen callar llamanSancho," y en memoria a los refranes del famoso es-cudero, aqu imprimo uno que si no lo fuese, merecaserlo

    :

    "La ropa sucia, se^lava en casa!"

    15 de enero.Influjo irresistible del medio oinflujo, ms irresistible todava, de la abulia que meaflige y en Mxico se exacerba ? . . .

    .

    En buen amor y compaa con uno de mis muchos"hermanos," corro la borrasca nmero primero, es-coltada de su correspondiente destrozo en salud y cau-dales.

    Proyecto de una temporada en el balneario de Te-huacn, y proyecto de no reincidir en nuevas calave-radas. . . . Veremos a ver cul de los dos se realiza.

    51

  • F. GAMBOA

    26 M fehkero.Un mes de mala catadura, y con-forme a las Partidas, de \ ' malos fechos ' ' consiguiente-mentc. tirado a las cuatro esquinas, dejndome llevarde pasiones y debilidades; mucho ms loco yo que elmismsimo febrero, a pesar de su fama. Lo principicon dolencia fsica que me tumb en la cama.Me admitieron como socio subscriptor en el Casino

    Nacional, el primero de nuestros centros sociales des-pus del Jockey Club, que es nuestro centro aristo-crtico y exquisito. Este otro, n; presume de vistasms amplias y liberales, se entra en l con facilidadmayor, y su fisonoma no carece de inters y varie-dad.En cierto modo, es un club poltico, no porque en

    las sesiones de su directiva, de poltica se trate, sinoporque una buena parte de sus miembros, polticosson, y militantes y de enjundia muchos de ellos. Curio-ssimo resultara un catlogo biogrfico de sus compo-nentes. Hay Generales de verdad y de mritos, y Ge-nerales de pega, unos cuantos rezagados de nuestraspocas turbulentas y turbias; hay Senadores y Dipu-tados propietarios, suplentes, en agraz y en salmue-ra; Gobernadores de antecedentes limpios y de an-tecedentes sucios; Gobernadores que han sido y Go-bernadores que lo sern ; Magistrados de la Corte, delTribunal ; Jueces Civiles, Penales, Correccionales y deDistrito; hacendados y terratenientes, domiciliados ode vacaciones en la metrpoli; extranjeros con mshumos que floresta incendiada ; Corredores de Minas

    espiritualmente bautizados de " Coyotes' ' en el hablafamiliar de la ciudadmanirrotos o cautos segn an-dan las bonanzas de sus acciones y corretajes; seo-

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  • MI DIARIO

    ritos y vejetes, viciosos y ociosos; en suma, el abiga-rrado total que pulula en todos los crculos donde sejuega. Porque a este respecto, el Casino corre parejascon el Jockey : hay laceara y poker, tresillo y malilla

    ;

    1 paco monstruo, ' ' y otra porcin de monstruosidadesnaipescas.

    He resultado concurrente asiduo, y tal asiduidadnada bien me presagia. Soy de los que casi siemprepierden, y lo que es peor, de los que quieren desqui-tarse.

    De tiempo en tiempo, la cariosa voz de Jess Con-treras, me predica y aconseja la abstencin; peroqui ! estoy muy herido y necesito restaarme la san-gre de las heridas que yo mismo me causo.Y mis modestsimas economas, mis sueldos casi n-

    tegros se me escurren y liquidan por manera alar-mante.

    29 de marzo.Contino en el vrtice, a un puntotal, que ni en este MI DIARTO vuelco ya las idease impresiones que prjimos y sucesos me producen.

    Conoc en la Subsecretara de Relaciones Exteriores,a Francisco A. de Icaza, primer Secretario de nuestraLegacin en Espaa, y poeta bastante distinguido.Ha venido a Mxico, al cabo de aos de ausente, enuso de licencia y trae consigo su "Examen de Crti-cos/' recin publicado en Madrid, en el que trata muyacerbamente a doa Emilia Pardo Bazn.Nos presentan, y cruzamos poqusimas palabras ; las

    suyas, pronunciadas totalmente a la espaola.

    10 de marzo.Invitado por Jess E. Valenzuela,

    53

  • F. GAMBOA

    director de la "Revista Moderna" actualmente ins-talada 60 una de las muchas viviendas en que se hasub^dividido el antiguo y monumental palacio levan-tado en la es juina de San Francisco y Coliseo,

    por

    aquel don Manuel de la Borda, de argentfera memo-ria, minero afortunado, que, es fama tendi desde laspuertas de su morada hasta las del Sagrario Metro-politano doble ringlera de barras de plata el da delbautizo de su primognito, para que dentro de ellascaminaran las carrozas de la comitiva,le ayer loscaptulos I y II de "Santa," mi novela en prepara-cin

    ; y dentro de unos das, leer el III.Hallbanse presentes casi todos los de la redaccin

    y aun algunos extraos a ella.Buena idea la de "Tute," estas lecturas y reunio-

    nes, inauguradas por Jess IJrueta poco ha, con el bri-llantsimo verbo que le es propio. Jess Urueta, queacaba de regresar de Europa, a la que fu pensionadoparticularmente por un rico banquero de Chihuahua,Enrique C. Creel, segn me cuentan, se halla en es-tos momentos, si no en la plenitud de su talento, quees mucho y tiene de dar todava en los aos que lequedan por delante y que yo le deseo, mayores y me-jor sazonados frutos,salvo que su salud que no esbuena se lo estorbe, o que su temperamento, que allse las disputa con su salud, lo descarre,s se halla

    en la cspide de la popularidad y de la fama. No slohabla de perlas, sino que ha trado de ultramar unamanera de accionar y de decir, que cautiva y arran-ca aplausos, casi siempre ovaciones; no hace uso dela tribuna, ni siquiera la consiente, va y viene por el

    tablado, se aproxima o aleja de su auditorio, modula

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  • MI DIARIO

    muy bien, declama, dispone de inesperados arranques,la voz es agradable, su figura juvenil lo ayuda. ....vamos, que es un actor de genio.

    Comienzan a llamarlo "el divino " y "el griego/

    '

    y l se rie, se alza de hombros, pero en el fondo ha desentirse halagado. La juventud intelectual est for-mndole aura envidiabilsima.

    Dicen que trae, escrito en Europa, un prlogo delque se cuentan maravillas, intitulado " Dulcinea.' ' Seespera con ansia que lo publique, y sobre todo, queacabe el libro que ha de seguirlo.

    20 de marzo.Camino de casa, dentro de un simn,advierto todos los preparativos oficiales que las au-toridades y el Ayuntamiento han hecho para recibiral Presidente, que hoy debe de regresar de un viajeal Balsas, Huitzuco y Cuernavaca, en el que por pocono sucumbe despus de una de sus acostumbradas ca-ceras. Enferm gravemente del estmago, a tal pun-to, que los polticos, alarmados, cuntase que se acer-caron al General don Bernardo Reyes, Ministro de laGuerra y uno de los dos candidatos a la Presidenciade la Repblica, con el fin de saber lo que hara en elsupuesto de que el Gral. Daz falleciera ....Muy elocuente ha estado la fisonoma de la ciudad

    durante todos estos das en que la muerte ha amena-zado al Presidente : ha habido cabildeos y reuniones,ansiedad y congojas, ambiciones que ya no se disimu-laban, inquietudes, pronsticos, censuras, alabanzas.

    .

    qu s yo lo que no ha habido ! . .

    .

    Contra lo que* s protesto es contra la palabra "trai-

    cin," que algunos, los archigobiernistas, han lnza-

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  • F. (iAMBOA

    do a manera de anatema sobre la cabeza de los que sellegaron al Gral. Reyes en demanda de su persona pa-ra el evento de una acefalia. Por qu traicin ? . . .

    .

    La tal maniobra, caso de haber existido,lo que yono dudo,

    podra justificarse plenamente, dado que

    llevse a cabo bajo el supuesto de que el General Dazsucumbira

    ; y no s que haya traicin para con unmuerto. Traicinase a los vivos, cuando se trata dearrebatarles lo que tienen o de desposeerlos de jerar-quas y alturas. A lo sumo, podr haber habido pre-mura, apresuramiento, festinacin, pero nada ms.Sea como quiera, ya se habla de castigos y escarmien-

    t ingratos, ambiciosos y descastados; y por lo pron-to, la ciudad mrase colgada de trofeos, banderas yguirnaldas, con tropas tendidas a lo largo de las ca-lles del trnsito, con focos y farolitos suplementariosque la iluminarn con exceso en cuanto la noche,

    que no tarda,la cobije del todo.Frente a la conmocin real que ha embargado a la

    metrpoli y buena parte del pas, mientras la vida delPresidente pendi de un hilo, yo me pregunto qu serde veras de nosotros, el da que el Caudillo desaparez-ca 1 ... . Comprendo y reconozco que es inmoral y fal-sa la teora de los hombres indispensables ; que los des-tinos de un pueblo no deben depender de lo efmerode una existencia humana, por prolongada y benefi-ciosa que resulte, pero ... lo cierto es que a juzgar deapariencias e indicios, Porfirio Daz, si no indispen-sable en lo absoluto, s es necesarsimo a la tranquili-dad y progreso de Mxico. Ocurre con l, lo que segnGoethe ocurra con Napolen el Grande:"C'est un etre d'ordre supricur. Mais la cause

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  • MI DIARIO

    "principle de sa puissance, c'est que les hommes"sont surs, sous ses orares, d'arriver a leur but.Voila"pourquoi ils se rapprochment de lui, comme de qui-" conque leur inspirera une certitude pareille."

    31 de marzo.Domingo de Ramos hoy, que param se ha anunciado psimo: al despertar mi hijitoesta maana, nos lo lleva su cuidadora Juventina, alar-mada de notarlo jadeante y con una tos muy sospe-chosa. . .

    .

    Por puro instinto paternal, diagnostico desde lue-go que se trata de pulmona; y el doctor Licaga, aquien acudimos en el acto, desdichadamente confirmami diagnstico aventurado.' Es, en efecto, una pulmo-na, y seria, su principal foco se halla en la base delpulmn derechoUn mazazo en la mismsima nuca me habra pro-

    ducido menor aturdimientoLicaga no podr tratar el caso, pues debe partir a

    Guanajuato por el tren de la tarde ; nos enviar a undoctor que suele hacer sus veces y en quien tiene lmxima confianza .....

    4 de abril.Jueves Santo.Mi hijo, en una gravedad suma, una gravedad es-

    pantosa, la de los nios que todava ni a las derechashablan, ni nada saben de vidas y muertes. . . . Tum-bado en su camita, amodorrado con la altsima fiebreque lo consume, apenas si se queja ; slo habla para lla-mar a su mam y para pedir agua y ms agua . . . He-mos pasado unos das, que nicamente los que seanpadres sabrn avalorar . . . Anteayer, como el mdico

    57

  • F. GAMBOA

    de cabecera lardaba y mi hijo se nos pusiera peor,

    una de las tantas alternativas de la pulmona,enlo-quecidos llamamos a un facultativo de las cercanas,

    que boy qued en volver; y hoy se han encontrado ly el de cabecera, a quien no ocult la aparente incon-

    secuencia. Despus de que juntos y separados exami-naron a nuestro enfermito, de que leyeron sus mutuasrecetas, renense a hablar, a solas, y cuando conclu-yen su concilibulo saben Uds. lo que me comunicanentrambos?... que ni uno ni otro puede seguir cu-rando al nio, supuesta mi desconfianza en su aciertoy conocimientos profesionales!Me dejan mudo, con vivos deseos de rmeles enci-

    ma, espantado de que pueda haber individuos que asse comporten en un caso grave que reclama tcnicaasistencia incesante. ... De nada sirven mis instan-cias, nuestra infinita congoja. . . . Los dos se despiden,entre aspavientos y frases que no percibo a las cla-ras ; los dos se marchan, al propio tiempo, a tomar sussendos carruajes y a seguir ejerciendo su augusto ( ? ?)ministerio!!! Casi me vi tentado de llamar a un gen-darme, para que los detuviera y se los llevara presoscomo a dos criminales que se fugan. . .

    .

    Mi hijo mucho peor, es la de hoy una de las nochesde mayor peligroEl nico mdico constante que no nos ha abandona-

    do desde un principio, es Manuel Zubieta, que viveal lado; hijo de un justo, don Jos, de quien he deintentar un retrato moral en estas pginas.

    5 de abril.Viernes Santo.En el colmo de la desesperacin, me lanzo en bus-

    58

  • MI DIARIO

    ca de un mdico queme salve a mi hijo, si es que Diosha de permitir que salve de sta. Las calles, hasta elcentro de la ciudad, pletricas de gente que recorre lostemplos.

    No doy con Gregorio Mendizbal, que es amigo mo

    ;

    pero en la calle de Montealegre interumpo la lecturao estudio de Jos Terrs, quien luego de orme, no slono se niega a hacerse cargo de mi hijo, sino que meaade

    :

    "Yo no tengo que saber si otros mdicos lo hanvisto. Ud. quiere que yo lo vea, y eso me bastaVamos!"....No son bendiciones las que mentalmente le prodi-

    go! Le besara los pies, vaya si se los besara

    !

    Mi hijito casi ha agonizado esta noche, materialmen-te vi que la muerte nos lo arrebataba cuando bamos ameterlo en el bao ....

    7 de abril..Bendita mil y mil veces sea esta Pas-cua de Resurreccin en que Dios quiso hacerme el in-menso milagro de que mi hijo tambin resucitara ! . .

    .

    La pulmona ha cesado . .

    .

    Y la frase que un buen amigo, de los varios que noshan acompaado durante la dursima prueba, me for-mul noches atrs, a guisa de consuelo, por dondequie-ra la veo centellear, sobre todo por cima de la cainitade mi hijo que ya nos pide la mano con las suyas fla-qusimas y difanas

    :

    .

    "Dios se lleva rara vez a los hijos nicos !"

    Que as sea, es lo que imploro con todas las verasde mi alma. No apetezco nada, nada, nada fuera demi hijo. Es mi tesoro, la flor y el fin de mi vida

    !

    59

  • AMBOA

    9 ni: \hril.Llevamos dos das de iniciada la conva-lrccnri.i ; mi hijito en una debilidad tal, que dirase pie ti ms tenue (\o los soplos poda derribarlo. Noatina a tenerse en pie; y con el enflaquecimiento y laextrema palidez, sus ojos, sus ojazos han adquiridounas proporciones extraordinarias. Quietecito se es-t las horas de las horas, frente a un montn de ju-guetes que contempla ms que como nio, eual si fue-ra fabricante de ellos o esperara descubrirles secretosy misterios Y cuando nos mira a nosotros, cuan-do se medio re, especialmente, hay un no s qu ensu mirada y en su sonrisa que a su madre y a m nosenternece hasta las lgrimas

    11 de abril.No cede el mal. . .A cierta hora, nohay poder humano que me estorbe el ir y sentarme albaccara del Casino. Durante el da, hago la resolucinde no flaquear, de apartarme de este hbito condena-do que nunca padec a extremo tan alarmante; y encuanto cae la tarde, invento pretextos, esquivo com-promisos, rehuso invitaciones, y me encamino al des-plumaderoLuego, en las madrugadas, contrito y maltrecho,

    impnense los derivados de existencia semejante: seva uno a cenar y a beber a las fondas nocturnas y depelea, a sufrir vecindades abochornantes, a codearsecon toda clase de gente Y por remate, los regresosal hogar, presa de remordimientos e iracundias, deanhelos y tristezas, ni ms ni menos que un delincuen-te que ha escapado de la polica, pero que no aciertaa escapar de su propia conciencia

    Ansias secretas de que alguien o algo venga a sa-

    60

  • MI DIARIO

    caraos de la inmunda cinaga que va tragndonos ytragndonos mientras ms multiplicamos los esfuerzospor libertarnos de sus zarpas despiadadas y visco-sas

    4 de mayo.Arreglada por Jess Contreras, la no-che de hoy dio Francisco A. de Icaza en la Sala Wag-ner de la calle de Zuleta, una conferencia sobre c Cam-poamor ntimo."No concurr.Y la noche de hoy la noche de hoy! yo me la he

    pasado con Ana Radcliffe, Hoffmann y Poe, en unapesadilla imborrable, que quin sabe si no me dejarlacrado para siempre. .

    .

    1. de julio.Despus de estos dos meses en que nohe tenido nimo para asentar en MI DIARIO porcinde sucesos infaustos y gratos, ni impresiones, ni na-da; dos meses que seguramente me cuentan por dosdcadas lo menos ; dos meses durante los cuales he po-dido palpar satisfacciones dulcsimas de verdaderaamistad,dganlo principalmente Antonio de la Pe-a y Reyes, y Alfredo de la Portilla, que no me haudesamparado un solo instante ; mi hermano Pepe, queme ha mostrado una fraternidad amorosa y poco co-mn ; el seor Mariscal, que si mi padre hubiese sidono se comportara mejor (aun le oigo sus profundasfrases en nuestra ntima y solemne conferencia de des-

    pedida en su casa de Tacubaya: "Todos olvidarn,lo que importa es que Ud. no olvide nunca! . . .

    "

    y amarguras y decepciones hondo grabadas, enunin de mi mujer y de su hermano Rafael, de mi

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  • G AMBO

    A

    hijito y de su aya, parto a las 9 de la noche, por el Fe-rrocarril Mexicano, rumbo a Veracruz, y a Guatema-la por la tercera vez. En cambio, es la primera queno experimento el gran dolor que siempre me origi-na partirme de mi tierra. ... Al contrario! anhelabasalir, anhelo no regresar en varios aos. . . Que lasmisericordias del tiempo caigan y caigan sobre las me-morias y las maledicencias. .

    .

    Lleno el paradero: mi hermano, mis gentes, misntimos, un indiferente que otro cuya silueta esfma-se en el conjunto de afectuosa simpata que a ausen-tariiH'cs inmlame. Los muchos brazos que me estrechande verdad, las lgrimas, que al aproximarse nuestrosrostros para murmurar las palabras truncas y emocio-nadas de los adioses sinceros, se confunden con lasmas; todo me alienta y reanima. . . .Y cuando el tren se hunde en la noche y nosotros

    en nuestras yacijas, la carrera del monstruo, las som-bras negras que contemplo al travs del cristal de miventanillo me reconfortan y alegran; no duermo, n,ruego mentalmente que el tren corra ms, que corramucho, mucho, hasta donde no me alcancen mis pro-pios pensamientosPor Crdoba despierto, en plena gloria de una ma-

    ana costea, el aire que dejo penetrar a sus anchas,me huele a monte y a gardenias

    Qu inmenso prodigio el de la vida

    !

    2 de julio.En Veracruz desde temprano, con tem-peratura sofocante y muy justificados temores de quela fiebre amarillaimplacable este aoataque a al-guno de los mos. Sin que ellos lo adviertan, a cada

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  • MI DIARIO

    momento paso revista muda de sus semblantes, y metranquiliza el no descubrirles nada. Mi hijo, a quienla pulmona me lo ha dejado muy desmedrado y fia-cucho, re de lo que suda, de lo que contempla, prin-

    cipalmente del falderillo de la casa, persiguiendo asaltos y ladridos unas " canicas" que le arrojan laschicas de Manuel S. Iglesiasen cuya casa, segnuso y costumbre, hemos parado hoy,un veracruza-no por acaso, desde hace doGe aos que vino a fijarsu residencia en este puerto tres veces heroico. En laactualidad, no nada ms ejerce su profesin de mdi-co, sino que es el delegado del Consejo Superior deSalubridad y catedrtico en la Escuela Naval.El da entero se nos pasa en muy ntimo charloteo,

    por lo que hemos dejado de vernos y por lo que dejare-mos, durante esta nueva ausencia ma

    ;pues a Manuel

    y a m nos ocurre el fenmeno harto frecuente de ser,desde chicos, ms amigos que parientes, a pesar deque el parentesco es ya de suyo demasiado prximo:primos hermanos.A la tarde, camino del muelle, nos entramos en la

    Parroquia, a cristianar el hasta ahora ltimognito deManuel, a quien yo tendr en la pila de parte de Fer-nando Iglesias Caldern, otro primo nuestro. La cere-monia ritual, rpida, con escaso inters fuera del in-trnseco que es enorme ; solos el prroco y nosotros, yuna pobre vieja que se deshace en augurios por la di-cha futura del recin nacido.

    Y a las 5 en punto, a bordo del ' Yucatn, ' ' inmun-do barquichuelo nacional de los armadores godos Ro-mano y Barreteaga, levamos anclas ....

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  • F. GAMBOA

    3 de julio.En Coatzacoaleos.El calor, tan intenso o ms, si cabe, que el de Ve-

    racruz; pero, en retorno, ni en el "Coln" ni en surival el ' ' Tabasqueo

    ' ? hay habitaciones disponibles.4 Dnde paso yo la noche con mi tribu 1 . . . . Ni el

    recurso de irse a la playa en busca de fresco, puespor aqu abundan los paludismos, los mosquitos y otrasalimaas mayores Sin embargo, no nos movemosde junto a nuestros equipajes, para menos sudar si-quiera. . . Al cabo de Dios te guarde, el astur propie-tario del " Coln' [ nos anuncia un par de cuartos, acual peor, pero que antjansenos regios cmarinos.

    4 de julio.En Coatzacoaleos.Da de inmovilidad y poca ropa, de mucho abani-

    co y gran copia de limonadas y tamarindos helados . . .En la tarde, cuando el " Astro-Rey' ' vaya un rei-

    nado ! se hunde tras-os-montes despus de habernosachicharrado sin misericordia, descubro a mi hijo enbrazos de Juventina, entregado a un pasatiempo queal pronto me horroriza : sentados a la sombra en el pisode vigas que forma el delantero del hotel, se entre-tienen, Juventina, en hostigar por los intersticios dela madera al sinnmero de cangrejos de distintos ta-maos, que al cabo salen a luz, enfurecidos y lvidos,sus antenas erectas, caminando de lado, con rapidezpasmosa y agresiva ; y mi hijo en rer, en rer sin tre-gua frente al hervidero de los bichos odiosos, frentea sus carreras y movimientos descompasados; hastase le conocen las ganas de aprisionarlos entre sus de-ditos sonrosadosEl que un cangrejo vivo pueda ser equiparado a

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  • MI DIARIO

    un juguete, da al traste con porcin de ideas hechasy aceptadas. Ser cuestin de latitud y clima

    ;quiz

    los nios costeos, al igual de mi hijo, jueguen deveras con los repugnantes y antipticos animaluchos.Por ms que lo procuro, no hallo huellas que pue-

    dan evocar en esta villa de ' ' Guazacualco ' ' la menormemoria de su ilustre regidor don Bernal Daz delCastillo, mi grande y dilecto amigo.

    5 de julio.Casi catorce horas de tortura en el in-quisitorial ferrocarril que cruza este istmo de Tehuan-tepec desde Coatzacoalcos, hasta Salina Cruz, dondeDios mediante habremos de embarcarnos rumbo aGuatemala.Parece que debemos de darnos con un canto en los

    pechos: no hemos descarrilado ni una sola vez; casoraro en la lnea,

    que se encuentra en reconstruccin

    total por la firma britnica de Pearson & Son,enla que era de ordenanza descarrilar lo ms posible,y detenerse en medio de los bosques, y mal dormir abordo de los coches, en deliciosa y antihiginica pro-miscuidad los pasajeros de 1.a

    ,2.a y 3.a clases, con

    mutua prestacin de mantas y abrigos, con recpro-cas ddivas y probaduras de provisiones, fiambres ypanes desmigajados..

    .

    Tehuantepee al atardecer. Invasin del convoy por labrigada mvil de vendedoras indias ; casi todas bellas,altas y bien formadas, frescas, agresivos los senos tras

    los sueltos y policromos corpinos grciles, acentuados

    los muslos mrbidos y las duras caderas amplias dehembras fecundas y prolficas, capaces de repoblar losmundos'-; las dentaduras, que ponen al descubierto las

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  • F. GAMBOA

    sonrisas y los pregones de frutas y flores, como perlasiguales y vivsimas; las gargantas de paloma, colga-das de collares con amuletos, medallas y monedas has-la de oro: las sayas estrechas, pegndose a las curvastentadoras de sus nubiles cuerpos femeninos, que hue-len a limpio; los ojos, expresivos y rasgados, de ga-cela; las crenchas de azabache, trenzadas con cintasde colores, o medio ocultas dentro de las albas cofiastradicionales que usan de siglos . . . Algunas sonblancas, con carnaciones a la moda de Flandes, comolas que pintaba Rubens .... Y todas, hasta las chiqui-llas precoces que en otros climas todava no fueranmujeres, todas son provocativas y voluptuosas, se arri-man al comprador y consienten que ste las palpe,para enardecerlo, todas se ofrecen con sus ademanes ymirares de animal n celo ; ninguna propuesta las ru-boriza, ningn trato rechazan, ningn contacto lasacobarda..... Ren de todo, de frases y manoseos,ren del hombre que las codicia, que las respira, que adiario pasa en el tren sin que a ellas les importe dednde viene ni a dnde va, que a las veces, dominado,humilde y pedigeo, opta por pernoctar en el pueblo,con ellas, entre sus brazos tropicales, bebiendo en suslabios hmedos y rojos l filtro de su lascivia atvi-ca, con la que nacen, viven y mueren victoriosas delmacho, ignorantes quizs de que pecan, inconscientesde su amoralidad, contentas y sanas, locas hamadra-das de la tierra caliente ....

    Mientras dura la provocacin, por el andn discu-rren individuos sospechosos que han de ratificar loscontratos infames y rpidos, cuyos precios cobran ade-lantado, y que se esfuman, calles dentro, precedien-

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  • MI DIARIO

    do a las parejas enlazadas y mudas que comienzan aamarse

    Desde los ventanillos del tren, el pueblo divsaseenano, coronado de palmeras, de algunas torres, dearboledas rumorosas y perfumadas, con ambiente ar-bigo Sigue obscureciendo, hay lucirnagas quese encienden y apagan en la atmsfera clida; llegarumor de risas, de los que se marcharon asidos a lastehuanas; la paz crepuscular principia a extenderseblandamente ; se adivina una tierra ertica, sensual ybrava .... Ya prendieron las luces de los coches, y pa-labras guturales, en ingls, de los empleados yanquis,rompen el hechizo PartimosDe Tehuantepec a Salina Cruz, cierra