Generalidades sobre Venezuela/ Situación Político-Social · Informe sobre la situación del...

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1 Informe sobre la situación del VIH/SIDA y los derechos humanos de los privados de libertad en Venezuela ACCSI - Acción Ciudadana Contra el SIDA Equipo de investigación: Edgar Carrasco y Enrique González Los jueces no tienen ni idea de lo que pasa; no saben nada o no nos mandarían aquíTestimonio de un recluso de veintiún años. Internado Judicial de La Planta; Caracas, Marzo de 1996 1 . Generalidades sobre Venezuela/ Situación Político-Social Las últimas cuatro décadas en Venezuela se caracterizaron por un régimen ininterrumpido de democracia representativa, que en las últimas dos década sufrió un grave deterioro institucional. El endeudamiento externo, la crisis del sector petrolero y la corrupción generalizada en la administración pública, así como los sucesivos planes de ajuste aplicados entre 1989 y 1998, significaron un acelerado deterioro de las estructuras públicas en todos sus niveles y el empobrecimiento generalizado de la población. Otras consecuencias de la crisis fueron: el aumento de los índices de delito y el agravamiento de los problemas de inseguridad ciudadana, el desmoronamiento del sistema de administración de justicia y la progresiva pérdida de legitimidad de las autoridades públicas. Si el impacto de esta situación fue severo sobre los sistemas públicos de protección social, en el caso del sistema penitenciario la situación alcanzó una magnitud dramática 2 . En el transcurso de la década de los 90, Venezuela saltó a los titulares informativos de todo el mundo a causa de diversas masacres en sus prisiones – entre ellas la de 1994 en Sabaneta (Edo. Zulia) que se saldó con la muerte de al menos 108 presos –, así como por el número de muertos que anualmente arroja el sistema penitenciario – que a lo largo de toda la década ha arrojado cifras de tres dígitos. El proceso electoral de fines de 1998 trajo consigo el colapso de las fuerzas políticas tradicionales y la emergencia del movimiento bolivariano liderado por Hugo Chávez, sobre el cuál el pueblo venezolano colocó importantes expectativas de cambio. Este vuelco radical del mapa político se concretó en un proceso constituyente, que se extendió a lo largo de 1999, y que concluye con un nuevo texto constitucional 3 . La nueva Constitución, con la que se inaugura un nuevo régimen republicano en el país, incluye diversos avances en materia de derechos humanos – incluida la consagración constitucional de un régimen penitenciario, cuya progresiva puesta en práctica deberá tener importantes efectos sobre la realidad penitenciaria del país. En cuanto a la marcha del proceso político, algunos importantes aciertos en materia de políticas sociales y petrolera no han logrado a la fecha sacar al país de la crisis en la que está inmersa. Los indicadores macroeconómicos comienzan a evidenciar signos de recuperación, mientras que la población sigue enfrentando dificultades relativas a desempleo, pobreza e inseguridad. El gobierno mantiene un alto índice de apoyo entre la población, si bien diversos sectores de la clase media reprueban la actual gestión. Entre tanto, la entrada en vigencia del nuevo Código Orgánico Procesal Penal (COPP) en junio de 1999 y su aplicación progresiva desde entonces ha permitido una disminución drástica de las cifras de hacinamiento carcelario. Sin embargo, estos avances todavía no han tenido mayor impacto sobre el resto de condiciones de las prisiones en el país. Así mismo, existen diversas contradicciones entre la intención de los legisladores y los avances del COPP, y entre los 1 HUMAN RIGHTS WATCH: Castigados sin Condena. Condiciones en las prisiones de Venezuela. Nueva York, Mayo 1998. Pág. 61. 2 Ver, entre otros: Informes anuales sobre la situación de los derechos humanos en Venezuela de PROVEA (Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos), capítulo sobre la situación de las personas detenidas – años 1989 a 2000; Informes anuales del OBSERVATORIO INTERNACIONAL DE PRISIONES, capítulo de Venezuela; Human Rights Watch, op. cit. 3 La nueva Constitución de la República Bolivariana de Venezuela fue aprobada mediante referéndum popular el día 15.12.99; entrada en vigencia el 30.12.99; última versión publicada en Gaceta Oficial de fecha XXX.

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Informe sobre la situación del VIH/SIDA y los derechos humanos de los privados delibertad en Venezuela

ACCSI - Acción Ciudadana Contra el SIDAEquipo de investigación: Edgar Carrasco y Enrique González

“Los jueces no tienen ni idea de lo que pasa; no saben nada o no nos mandarían aquí”

Testimonio de un recluso de veintiún años. Internado Judicial de La Planta; Caracas, Marzo de19961.

Generalidades sobre Venezuela/ Situación Político-SocialLas últimas cuatro décadas en Venezuela se caracterizaron por un régimen ininterrumpido dedemocracia representativa, que en las últimas dos década sufrió un grave deterioro institucional.El endeudamiento externo, la crisis del sector petrolero y la corrupción generalizada en laadministración pública, así como los sucesivos planes de ajuste aplicados entre 1989 y 1998,significaron un acelerado deterioro de las estructuras públicas en todos sus niveles y elempobrecimiento generalizado de la población. Otras consecuencias de la crisis fueron: elaumento de los índices de delito y el agravamiento de los problemas de inseguridad ciudadana,el desmoronamiento del sistema de administración de justicia y la progresiva pérdida delegitimidad de las autoridades públicas. Si el impacto de esta situación fue severo sobre lossistemas públicos de protección social, en el caso del sistema penitenciario la situación alcanzóuna magnitud dramática2. En el transcurso de la década de los 90, Venezuela saltó a los titularesinformativos de todo el mundo a causa de diversas masacres en sus prisiones – entre ellas la de1994 en Sabaneta (Edo. Zulia) que se saldó con la muerte de al menos 108 presos –, así comopor el número de muertos que anualmente arroja el sistema penitenciario – que a lo largo detoda la década ha arrojado cifras de tres dígitos.

El proceso electoral de fines de 1998 trajo consigo el colapso de las fuerzas políticastradicionales y la emergencia del movimiento bolivariano liderado por Hugo Chávez, sobre elcuál el pueblo venezolano colocó importantes expectativas de cambio. Este vuelco radical delmapa político se concretó en un proceso constituyente, que se extendió a lo largo de 1999, y queconcluye con un nuevo texto constitucional3. La nueva Constitución, con la que se inaugura unnuevo régimen republicano en el país, incluye diversos avances en materia de derechoshumanos – incluida la consagración constitucional de un régimen penitenciario, cuya progresivapuesta en práctica deberá tener importantes efectos sobre la realidad penitenciaria del país. Encuanto a la marcha del proceso político, algunos importantes aciertos en materia de políticassociales y petrolera no han logrado a la fecha sacar al país de la crisis en la que está inmersa.Los indicadores macroeconómicos comienzan a evidenciar signos de recuperación, mientras quela población sigue enfrentando dificultades relativas a desempleo, pobreza e inseguridad. Elgobierno mantiene un alto índice de apoyo entre la población, si bien diversos sectores de laclase media reprueban la actual gestión.

Entre tanto, la entrada en vigencia del nuevo Código Orgánico Procesal Penal (COPP) en juniode 1999 y su aplicación progresiva desde entonces ha permitido una disminución drástica de lascifras de hacinamiento carcelario. Sin embargo, estos avances todavía no han tenido mayorimpacto sobre el resto de condiciones de las prisiones en el país. Así mismo, existen diversascontradicciones entre la intención de los legisladores y los avances del COPP, y entre los

1 HUMAN RIGHTS WATCH: Castigados sin Condena. Condiciones en las prisiones de Venezuela. Nueva York,Mayo 1998. Pág. 61.2 Ver, entre otros: Informes anuales sobre la situación de los derechos humanos en Venezuela de PROVEA(Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos), capítulo sobre la situación de las personasdetenidas – años 1989 a 2000; Informes anuales del OBSERVATORIO INTERNACIONAL DE PRISIONES,capítulo de Venezuela; Human Rights Watch, op. cit.3 La nueva Constitución de la República Bolivariana de Venezuela fue aprobada mediante referéndum popular el día15.12.99; entrada en vigencia el 30.12.99; última versión publicada en Gaceta Oficial de fecha XXX.

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diversos actores encargados de hacerlo cumplir (Poder Judicial, Ministerio Público yautoridades con competencia del Poder Ejecutivo).

Situación PenitenciariaEl sistema penitenciario de Venezuela está integrado en la actualidad por un total de 33prisiones a lo largo de toda la geografía del país, casi un tercio de las cuáles se concentran en lazona del central (Caracas y estado Miranda). Administrativamente, el sistema está conformadopor penitenciarías, cárceles nacionales o locales y colonias penitenciarias – destinadas todasellas a albergar a condenados (población que cumple condena), en función del tipo de condena –e internados judiciales – destinados a albergar a procesados (población reclusa en espera desentencia). En la práctica, existe una notable distorsión de la función que cumple cada centro,habiendo algunos cuya población es reflejo de su denominación oficial, y otros donde convivenlos condenados y procesados con criterios laxos de separación4.

• Hacinamiento

Una de las características estructurales del sistema penitenciario durante la última década fue elhacinamiento carcelario, que arrojaba cifras en torno al 100% (capacidad instalada para 1998 de17.000 presos, frente a una población que oscilaba en torno a los 25.000). Asimismo, el númerode presos en espera de sentencia siempre se situaba por encima del número de condenados.Debido a la progresiva aplicación en los últimos 18 meses del nuevo Código Orgánico ProcesalPenal (COPP), así como al decreto de emergencia penitenciaria decretado a finales deseptiembre de 1999 por la Asamblea Nacional Constituyente, la población reclusa se ha ubicadopor primera vez en décadas por debajo de la capacidad instalada en el total de losestablecimientos penitenciarios. Asimismo, la proporción entre procesados y penados se hanivelado en términos absolutos.

CUADRO I: Progresión de la población reclusa en atención a su situación jurídica

Años Población reclusa Procesados Penados

1997 25.575 (al 01.12.97) 17.775 (69%) 7.800 (31%)

1998 24.833 (al 15.09.98) 15.791 (64%) 9.042 (36%)

1999 15.227 (al 28.12.99) 7.868 (52%) 7.359 (48%)

2000 14.196 (al 23.08) 6.338 (44,65%) 7.858 (55,35%)

Fuentes: Cuadro elaborado por PROVEA (Programa Venezolano de Educación y Acción enDerechos Humanos), a partir de informaciones del Ministerio de Justicia y del Consejo de laJudicatura. Datos para 2000 tomados de Reportes Diarios de Población Reclusa.

CUADRO II: Población reclusa según condición jurídica y sexo (al 23.08.00)

Procesados Penados

Hombres Mujeres Hombres Mujeres

6.028 310 7.409 449

6.338 7.858

Total población reclusa 14.196

Fuente: Reporte Diario de Población Reclusa del 23.08.00. Ministerio de Interior y Justicia(MIJ).

4 MIJ: Reporte Diario de Población Penal. 23.08.00.

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• Condiciones generales (violencia, garantías procesales, servicios básicos)

A pesar de la adecuación en términos generales de la población penitenciaria a la capacidadinstalada, en el año 2000 11 cárceles registraron promedios de hasta el 55% de hacinamiento.Asimismo, el descenso en las cifras de la población reclusa “no se ha traducido en una mejoríasostenida de las condiciones de vida de la población penitenciaria”5. Dentro de losestablecimientos persiste un cuadro general caracterizado por los mismos rasgos de abandono yviolencia intracarcelaria que antes de la desaparición del antiguo código: agudo deterioro de lainfraestructura, obstaculización de las garantías procesales, violaciones al derecho a la vida y laintegridad personal, deficiente preparación profesional de las personas encargadas de hacercumplir la ley a lo interno de las prisiones, deficiente atención psicosocial, ausencia de políticasde alimentación y nutrición, deterioro de los servicios básicos, mínimas oportunidades para larealización de actividades laborales y educativas, así como servicios de salud prácticamenteinexistentes.

CUADRO III: Violencia intracarcelaria

Años (enero – octubre) Población reclusa Muertos Heridos

1998 25.425 471 2.014

1999 19.880 460 1.931

2000 (enero a junio) 15.000/14.000 165 734

Fuente: Cuadro elaborado por PROVEA con información suministrada por la Oficina deFiscalización y Control del Sistema Penitenciario del MIJ. Datos para el año 2000: División deMedicina Integral.

CUADRO IV: Hechos de violencia con perdidas humanas en los Centros PenitenciariosNacionales (Enero a junio de 2000)

Hechos violentos Heridos Muertos %Heridos %Muertos

Armas blancas 414 28 56% 17%

Armas de fuego 320 129 44% 78%

Causas naturales - 8 5%

Totales 734 165 100% 100%

Fuente: Dirección de Prisiones. División de Medicina Integral. MIJ. Mimeo

• Carencia de personal capacitado y especializado

Para octubre de 1999, el déficit de vigilantes penitenciarios se calculaba en 1.8006. La deficientepreparación de los custodios facilita su participación en actos contrarios a la ley, segúndeclaraciones a la prensa del entonces Vice Ministro de Justicia, Vassily Flores7. Si bien entreoctubre de 1999 y septiembre de 2000 egresaron al menos 414 nuevos vigilantes en diversoscursos al efecto, su preparación es a todas luces insuficiente, tal y como manifestó a PROVEA8

la Directora de la Escuela de Formación de Custodios, Ofelia Mújica9.

5 PROVEA: Informe sobre la Situación de Derechos Humanos en Venezuela. 1999-2000. Caracas, 2000. Pág. 30 ypágs. 125 a 153.6 Idem, pág. 139.7 Semanario Quinto Día, 29.10.999. Pág. 14.8 Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos, una de las principales ONG de derechoshumanos del país.9 Idem.

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La falta de personal especializado deriva en un régimen condicionado por la actuación de laGuardia Nacional, a la cuál por ley sólo debería competerle la vigilancia del perímetro externode las prisiones. Asimismo, las quejas y denuncias por tratos y penas crueles, inhumanas ydegradantes infligidos por custodios y funcionarios de la Guardia Nacional se mantienen; parala mayoría de los reclusos, las acciones de disciplina consisten fundamentalmente en maltratos yatropellos. Asimismo, persiste un elevado nivel de violencia intracarcelaria. A pesar de que enlos tres últimos años la población penitenciaria ha descendido significativamente, el descensocorrelativo de muertos y heridos por acciones violentas es considerablemente más atenuado,como muestran los siguiente cuadros.

• Actividades laborales y educativas

Las iniciativas adelantadas por las autoridades para fomentar la actividad laboral y la educaciónresultan insuficientes para lograr la rehabilitación del conjunto de población penitenciaria, dadoque benefician a un reducido número de reclusos. Tras realizar una revisión de las principalesestadísticas de violencia intracarcelaria, Una Ventana a la Libertad afirma: “La impunidad es talvez la causa principal de la violencia en nuestras cárceles, aunado al ocio al que diariamentese expone nuestra población penal; según cifras no oficiales el 90 % de nuestra poblaciónpenal no realiza ninguna actividad productiva”10.

El sistema penitenciario cuenta con un total de 19 centros de trabajo comunitario, con unacapacidad de albergue para 473 personas (en estos centros viven los internos que han cumplidoun tercio de su sentencia y se han beneficiado con la fórmula de “destino a establecimientoabierto”, lo que les permite trabajar y readaptarse paulatinamente). De acuerdo al InstitutoAutónomo Caja de Trabajo Penitenciario, adscrito al MIJ, en el año 1999 un total de 650reclusos pudieron adelantar actividades laborales en un total de 10 centros de reclusión (lo quesupone el 3% de la población penitenciaria para la fecha)11. Por otro lado, existe un convenioentre el MIJ y el Instituto Nacional de Capacitación y Aprendizaje (INCE), para proporcionarformación profesional a la población reclusa y fomentar la creación de microempresas; en unperiodo de nueve meses (septiembre 1999-mayo 2000), estos programas favorecieron a un totalde 1.115 reclusos12. En cuanto a las actividades educativas, el promedio de reclusosbeneficiados viene aumentando los últimos dos años; en 1999, alrededor del 20% de lapoblación participó en actividades educativas de alguna naturaleza, fundamentalmente en el áreade educación básica13.

Diagnóstico comunitario

En el transcurso de un evento comunitario organizado en enero de 1999 por la coordinadora deONGs con trabajo carcelario “Una Ventana a la Libertad”14, se realizó un diagnóstico delsistema penitenciario. Algunos de los principales problemas estructurales detectados se reseñana continuación (se han omitido los aspectos relacionados con el hacinamiento y con elotorgamiento de beneficios, debido a los cambios generados en ambos aspectos por la posterioraplicación del COPP):

En el ámbito administrativo

10 UNA VENTANA A LA LIBERTAD: Propuesta de trabajo para elaborar la nueva “Ley Orgánica de RégimenPenitenciario” Papel de trabajo. Caracas, agosto del 2000. Mimeo.11 MINISTERIO DEL INTERIOR Y JUSTICIA: Memoria y Cuenta 1999. Caracas, 2000. Págs. 403 y 404.12 PROVEA: Op. cit., pág. 145.13 MINISTERIO DEL INTERIOR Y JUSTICIA: Op. cit. Págs. 89.14 UNA VENTANA A LA LIBERTAD: II Jornadas de Reflexion y Compromiso ¿Hacia dónde van nuestrascárceles? Conclusiones. Caracas, 29 y 30 de enero 1999. Mimeo. Ver más abajo para una presentación general de estaexperiencia. Una Ventana a la Libertad. Bloque de Organizaciones para la Transformación Penitenciaria es unórgano de articulación de organizaciones que se desempeñan en el ámbito penitenciario. A la fecha, aglutina a catorceorganizaciones de derechos humanos, organizaciones sociales y de voluntariado penitenciario.

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Infraestructura penitenciaria insuficiente, como consecuencia de la mala administración de losrecursos financieros.

Ausencia de una política penitenciaria clara, que defina los planes, programas y proyectos acorto, mediano y largo plazo y que permita la aplicación del Reglamento de InternadosJudiciales.

Indefinición de las jefaturas del Ministerio de Justicia, de donde emanan las instrucciones hacialos centros de reclusión.

El sistema centralizado es considerado inoperante, dados los problemas relacionados con la faltade control y seguimiento del funcionamiento de los centros penitenciarios

Aspectos procesales

Retardo procesal; severas deficiencia en el registro de procesados y penados, con lasconsiguientes fallas en los procedimientos para su agrupación y clasificación.

Atención al recluso

Se destacó la práctica ausencia de programas de atención al recluso.

Recursos humanos

En cuanto al personal, se apuntó al deficiente reclutamiento de custodios y encargados,indefinición del perfil profesional para su selección, ausencia de capacitación para el personal,falta de manuales de procedimiento y de funciones para cada cargo e inexistencia de una carrerapenitenciaria que genere estabilidad laboral

Políticas PenitenciariasTradicionalmente, la administración del sistema penitenciario venezolano ha sido competenciadel Ministerio de Justicia. En el año 1999, se fusionó dicho ministerio con el de Justicia, dandolugar al nuevo Ministerio de Interior y Justicia (MIJ)15, “con el propósito de someter a lapolítica interior y las actividades de seguridad y orden público a una sola coordinación”16. Lareorganización de las competencias de ambos ministerios dio lugar a la creación de la Direcciónde Defensa y Protección Social, quedando encargada de coordinar a la nueva Dirección deCustodia y Rehabilitación del Recluso (antigua Dirección de Prisiones). Esta Dirección cuentaa su vez con una serie de Divisiones, entre las cuáles la División de Salud. En la actualidad, sebarajan diversas políticas y programas de recuperación del sistema, así como de reformasustancial de los procedimientos asociados. Sin embargo, los diversos planes y programasdiseñados y/o implementados en los últimos años no han logrado revertir de manerasignificativa la situación general de prisiones. A continuación se revisan algunos de estosprogramas:

El Plan Justicia 2000 del MIJ, cuyo principal objetivo es “dignificar y humanizar la condicióndel recluso, sustentado en el estricto cumplimiento de los derechos humanos”, se encontró a lolargo de 1999 (su primer año de ejecución) con dificultades en su aplicación y ejecución debido,entre otras causas, “al estado de deterioro de los centros penitenciarios (y) la existencia de unacompleja red de intereses económicos que impiden el control de las personas y recursos queintervienen en el régimen penitenciario”17. En palabras del Viceministro de Justicia, “lasautoridades del Ministerio han sido sobrepasadas” por las circunstancias imperantes en lospenales18.

15 Decreto nro. 253 con rango y fuerza de Ley Orgánica para la Reforma de la Ley de la Administración Central, defecha 30.08.99.16 MINISTERIO DEL INTERIOR Y JUSTICIA: Op. cit. Pág. I.17 Idem.18 Citado en PROVEA, op. cit., pág. 139.

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En marzo de 2000, el Ejecutivo dio a conocer un nuevo plan, el “Plan Nacional deSeguridad”, que incluye una inversión de 6.315 millones de bolívares para la remodelación yequipamiento de nueve centros penitenciarios, el inicio de la transferencia de la gestión de loscentros a los gobiernos regionales y municipales y la creación del Instituto AutónomoPenitenciario19.

Por otra parte, el “Plan Integral de Reforma Penitenciaria”20 fue presentado y aprobado porla Comisión de Funcionamiento y Reestructuración del Poder Judicial. Dado a conocer aprincipios de marzo del 2000, dicho plan - apunta a los siguientes aspectos: a) descentralizacióny creación de un ente autónomo para la atención y administración del sistema penitenciario; b)reforma del marco legal actual en materia penitenciaria para adecuarlo a los cambiosconstitucionales; c) creación y vigilancia de equipos de trabajo penitenciario, d) política deformación universitaria y profesional de personal penitenciario.

Ministerio Público. En cuanto a la fiscalización pública del sistema penitenciario, lecorresponde a la Dirección de Derechos Humanos de la Fiscalía General de la República. Deacuerdo al Instructivo para fiscales con competencia en régimen penitenciario21, cada una de lasprisiones debería recibir al menos tres visitas ordinarias semanales. La Dirección de DerechosHumanos reporta para 1998 un número que apenas supera la tercera parte de las visitasordinarias que le competen, mientras que para el año 1999 la cifra se redujo a casi la mitad22. Enrelación con las dificultades de la Fiscalía para supervisar adecuadamente la situación reinanteen los penales del país, Una Ventana a la Libertad viene exigiendo desde hace años la creaciónde una Dirección de Asuntos Penitenciarios “a la cual estén adscritos los llamados Fiscalespenitenciarios y que tenga como función principal procesar las denuncias que en materiapenitenciaria se tengan, así como vigilar el respeto de los Derechos Humanos en nuestrascárceles”23.

Finalmente, con la nueva Constitución se incorporó la Defensoría del Pueblo al régimen deprotección de los derechos humanos. Entre sus atribuciones constitucionales se encuentra la de“visitar e inspeccionar las dependencias y establecimientos de los órganos del Estado, a fin deprevenir o proteger los derechos humanos” (Art. 281, num 9). La institución cuenta con unaDefensoría delegada en materia penitenciaria, que viene trabajando fundamentalmente en lasupervisión de las condiciones del sistema penitenciario, en el acompañamiento de casosvinculados con el cumplimiento de las funciones de los jueces de ejecución de sentencia, y en laelaboración de propuestas destinadas a acompañar los procesos de reforma penitenciaria24.

Marco legal PenitenciarioEn el marco de una propuesta para desarrollar una ley marco o “código penitenciario” queregule y codifique todos los aspectos relacionados con el sistema penal, Una Ventana a laLibertad presenta un diagnóstico general de la legislación vigente en la materia. Dos son lasfallas fundamentales detectadas: “en primer lugar la inexistencia de una ley marco que reguletodo lo relativo al sistema, esto es, la situación y tratamiento tanto de procesados como depenados; y en segundo lugar la ausencia de mecanismos de sanción para los funcionarios y

19 Ver idem, pág. 126.20 El proceso de elaboración del plan contó con la participación del abogado Carlos Nieto, coordinador de UnaVentana a la Libertad.21 Fiscalía General de la República: Instructivo para fiscales con competencia en régimen penitenciario. República deVenezuela. 1997.22 Número de prisiones: 33. Visitas ordinarias requeridas por procedimiento de Fiscalía: 4.992. Visitas ordinariasrealizadas en 1998: 1.362; año 1999: 702. En: FISCALÍA GENERAL DE LA REPÚBLICA: Informe Anual 1998 y1999.23 VENTANA A LA LIBERTAD: II Jornadas de Reflexion y Compromiso ¿Hacia dónde van nuestras cárceles?Conclusiones. Caracas, 29 y 30 de enero 1999. Mimeo. Ver más abajo para una presentación general de estaexperiencia.24 DEFENSORÍA DEL PUEBLO: Defensoría del Pueblo: Manual. Autor: Enrique González. Caracas, 1999. Pág.213.

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empleados que trabajan en los establecimientos penitenciarios, lo cual abre un gran margen dediscrecionalidad en cuanto a sus acciones”25.

Régimen penitenciario en la nueva Constitución

Con la nueva Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el sistema penitenciario yde protección de los derechos humanos de reclusos y reclusas adquiere rango constitucional,quedando integrado en el Poder Judicial. Su fin primordial es asegurar su rehabilitación y elrespeto a sus derechos humanos; en la administración de justicia los magistrados deben priorizarla aplicación de penas sustitutivas a la privación de libertad. El régimen de administración de losestablecimientos penitenciarios es descentralizado, y puede ser sometido a modalidades deprivatización. Le corresponde al Estado garantizar opciones de formación profesional y ocio a lointerno de los establecimientos, así como adoptar medidas que faciliten la reinserción post-penitenciaria. Una característica relevante de la formulación constitucional es la exigencia deprofesionalización de los directivos de los establecimientos (art. 272). Por otra parte, el artículo43 de la Constitución incorpora una novedosa y progresiva garantía en materia del derecho a lavida de los reclusos, al disponer que "el Estado protegerá la vida de las personas que seencuentren privadas de su libertad...".

Código Orgánico Procesal Penal

Por otro lado, el 1 de Julio de 1999 entró en vigencia el nuevo Código Orgánico Procesal Penal(COPP). Sus principales rasgos son la presunción de inocencia y el establecimiento de unprocedimiento de carácter acusatorio y no inquisitivo, así como la creación de los Jueces deEjecución de Pena, cuya finalidad es vigilar el cumplimiento del régimen penitenciario y lacompetencia en materia de concesión de los beneficios de libertad para penados.

A pesar de los relevantes avances en materia legal que supuso el COPP, su entrada en vigenciano vino acompañada de los cambios necesarios en la forma de administrar las cárceles. Suapresurada aplicación se ha caracterizado por: ausencia de previsión en los cambios querequiere la infraestructura existente; desconocimiento de las nuevas atribuciones que a cadaactor del proceso confiere el COPP; falta de coordinación entre el Ministerio Público, Ejecutivoy sector judicial; escasa coordinación institucional y ausencia de criterios claros y compartidosen torno a la aplicación de beneficios. Asimismo, no se previó aumentar la capacidad de loscentros comunitarios (que albergan a los reclusos que acceden a beneficios de pre libertad), nigarantizar fuentes de trabajo para aquellos reclusos próximos a salir u objeto de un beneficio.Por ello, aún se requiere que los distintos actores involucrados en el proceso penal (Ejecutivo,Ministerio Público y Poder Judicial), consoliden un trabajo coordinado según prácticas comunesdestinadas a mejorar la situación de la población reclusa.

A raíz de la entrada en vigencia del COPP, se produjo un intenso debate público acerca de susupuesto impacto en la crisis de seguridad que vive el país. Tanto el Fiscal General de laRepública como el Ministro de Interior y Justicia presentaron propuestas para su reforma;finalmente, la Comisión Legislativa Nacional aprobó en julio de 2000 una ley de reforma, queampliaba las bases y los lapsos requeridos para que el juez decrete la detención preventiva. Apesar de este retroceso normativo, las presiones de diversos sectores lograron impedir que sereformara regresivamente en materia de flagrancia y presunción de inocencia26.

25 UNA VENTANA A LA LIBERTAD: Propuesta de trabajo para elaborar la nueva “Ley Orgánica de RégimenPenitenciario”. Op.cit.26 Ley de Reforma del Código Orgánico Procesal Penal, 25 de julio de 2.000. Publicada en Gaceta Oficial Nº 37.022del 25.08.00. Ver también PROVEA, op. cit., pág. 58. En mayo de 2001, tanto la Asamblea Nacional como lasautoridades del MIJ retomaron el debate en torno a la reforma del COPP, para endurecer el régimen de beneficios.Ver el Servicio Informativo de Provea "Provea: Derechos Humanos y Coyuntura" nro. 70, semanas del 28 de abril al11 de mayo de 2001.

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Legislación penitenciaria

El COPP y las nuevas disposiciones constitucionales en materia penitenciaria vienen a engrosarel amplio y disperso régimen penitenciario nacional. Las principales normas vigentes queregulan la materia son:

• Ley de Régimen Penitenciario (08.07.81, reformada el 19.06.00)

Regula a las personas que están condenadas y en donde se establecen una serie de medidas depre libertad a partir del cumplimiento de un cuarto de la pena impuesta. Pocos meses después dela entrada en vigencia de la nueva Constitución, la Comisión Nacional Legislativa (comisióndelegada de la Asamblea Nacional Constituyente para facilitar el proceso de transición entre elextinto orden jurídico y el naciente) sancionó apresuradamente la reforma a la ley de RégimenPenitenciario, que desconoce diversas disposiciones constitucionales en materia penitenciaria27.El Reglamento anterior sigue vigente.

• Reglamento de Internados Judiciales (02.09.75).

Regula el régimen de los reclusos que se encuentran en espera de sentencia (procesados).

• Ley de Beneficios sobre el Proceso Penal (25.08.93).

Regula los beneficios de sometimiento a juicio, corte de la causa en providencia y medida desuspensión de la ejecución de la pena.

• Ley de Redención Judicial de la Pena por el Trabajo y el Estudio (15.08.93).

Regula los beneficios relativos a los reclusos que hayan trabajado o estudiado (disminución deun día de pena por cada dos días de estudio o trabajo).

Igualmente existen una serie de resoluciones y normativas dispersas, emanadas del Ministeriode Justicia, que engrosan la normativa en materia penitenciaria. En el año 1998, fue declaradainconstitucional la Ley sobre Vagos y Maleantes , que venía siendo aplicada para la reclusiónadministrativa

• Ley Orgánica de Protección al Niño y al Adolescente ( 01.04.00).

En materia de centros de atención y/o reclusión para niños y adolescentes, con la entrada envigencia de la nueva Ley Orgánica de Protección al Niño y al Adolescente (LOPNA), sesustituyó el paradigma tutelar por uno centrado en el interés superior del niño y en elreconocimiento de la personalidad autónoma del niño y adolescente, como sujeto de derechos.Esta nueva normativa presenta un régimen progresivo de derechos y responsabilidades,inclusive en materia penal, el cuál aplica para los adolescentes entre 12 y 18 años. La leydesarrolla un Sistema de Responsabilidad Penal del Adolescente, que significa elestablecimiento de una jurisdicción especial para conocer de los delitos y faltas previstos en laley, así como de diversas instancias de control y supervisión; la privación de la libertad esconsiderada como medida excepcional.

Aproximación epidemiológica• Situación general en Venezuela

Al 31 de diciembre de 199928, las autoridades sanitarias habían registrado 8.047 casos de SIDA,acumulados desde 1982. Con respecto a estas cifras, el Ministerio de Salud y Desarrollo Social(MSDS) reconoce un subregistro cercano al 70%. Del total de casos registrados, 7.194corresponden a hombres, mientras que las mujeres ascienden a 853 casos; la población adultamasculina comprendida entre los 30 a 34 años representa el 23%. Según un informe elaborado

27 Diversos actores se pronunciaron en contra de esta reforma, entre otros Ventana a la Libertad y Elio Gömez Grillo,experto criminólogo. Este último, tras subrayar su inconstitucionalidad, la calificó de “...triste reforma porque noreforma nada...” (citado en Provea, 1999-2000, pág. 127).28 MINISTERIO DE SANIDAD Y ASISTENCIA SOCIAL: Informe de Vigilancia Epidemiológica. DATOS???Hasta la fecha no ha habido actualización del registro.

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por el Hospital J.M. de los Ríos de Caracas, en Venezuela ha aumentado en los últimos años elSIDA en mujeres, cambiando la relación hombre mujer de 12/1 en 1990 a 6/1 en 1996. Estascifras confirman que el SIDA afecta fundamentalmente a la población joven, en edad productivay reproductiva.

CUADRO V: Nro. de casos de SIDA registrados oficialmente

Nº de casos registrados Total Hombres Mujeres

Nacional 8.047 7.194 853

Prisiones 40 40 ----

Cifras: PNS (1999) y Dir. Prisiones (1999)

La vía de transmisión más frecuente continúa siendo la sexual, que representa el 90,03 % de loscasos notificados, siendo las personas de orientación homosexual y bisexual las más afectadas(casi el 60% del total de casos). La tasa de mortalidad se mantiene por encima del 60%29. Lainformación oficial no contempla datos sobre personas infectadas con VIH, como tampocoestimaciones acerca del subregistro de casos – tanto de incidencia del VIH como de SIDA.Adicionalmente, los informes oficiales no revelan datos sobre la morbilidad asociada a lainfección por VIH. El Programa Conjunto de Naciones Unidas para el SIDA (ONUSIDA)estima, en su informe de junio 2000, que en Venezuela habrían 62.000 casos de VIH/ SIDA –61 mil adultos, de los cuales 9.200 mujeres y 580 niños, niñas y adolescentes. Según elexdirector de la división de SIDA y ETS del MSDS, Dr. Leoncio Barrios, la cifra podríaaproximarse a los 400 mil30.

• Población carcelaria

La ausencia general de una política sistemática de control sanitario a cualquier nivel, inclusiveen materia de ITS y VIH/ SIDA, hace imposible determinar el número de presos que viven conVIH/ SIDA en Venezuela. La División de Medicina Integral revela que los hallazgos de casosson por lo general casuales, y ocurren o bien en el transcurso de operativos de despistajeesporádicos, o cuando se ordenan pruebas a homosexuales, enfermos, heridos por hechos deviolencia o por decisión del juez a petición del preso.

Para 1995, un total de 31 presos habrían dado positivo en las pruebas realizadas hasta la fecha31;mientras que durante el periodo de 1993 a 1999 se registraron y notificaron un total de 40 casosde personas con VIH/ SIDA en las prisiones del país32. En cuanto al año 2000, en los primerosnueve meses del año se reportaron 22 casos nuevos, siendo el VIH/ SIDA la sexta patología demayor incidencia en los registros llevados a cabo en el año (ver Cuadro V). Esta cifra representaa la fecha actual una incidencia aproximada del 0,15 sobre el total de la población (calculado aun promedio de 15.000 presos).

El análisis de estos datos apunta a la identificación y registro de 9 casos para un periodo de 4años (1996-99), frente a un total de 22 casos en los nueve meses siguientes (cifra que a su vezrepresenta más del 50% de casos registrados en los siete años anteriores). Si bien delconsiderable aumento de casos registrados en el último periodo no pueden sacarse conclusionesdefinitivas, estos datos apuntan a una mejora relativa en los métodos de registro en los últimos

29 Estas cifras se refieren a casos acumulados en fechas anteriores o inmediatas al inicio o introducción de lasantirretrovirales combinadas en el país, por lo que en un principio los datos obtenidos no reflejan la realidad actual encuanto a tasa de mortalidad, que debe haber descendido, sobre todo por lo que se refiere a los programas de acceso atratamientos del seguro social.30 Diario El Nacional. 02.07.99.31 MINISTERIO DE JUSTICIA: “Situación del sistema de salud penitenciaria”. Citado en Castigados sin Condena,pág. 79.32 Ver ACCSI: Informe sobre la situación del VIH/SIDA y derechos humanos en Venezuela, 1999. Caracas, 1999.Mimeo. Para el año de 1997, la División notificaba de la atención prestada a seis pacientes con VIH/SIDA en lasprisiones del país; MINISTERIO DE JUSTICIA: Memoria y Cuenta 1997. Caracas, 1998. Pág. 83.

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tiempos. En todo caso, el total de casos de VIH/ SIDA registrados oficialmente desde el iniciode las actividades de control se eleva a 62.

Todos los casos reportados hasta el año pasado eran de sexo masculino. Entre la poblaciónfemenina se han notificado por primera vez de manera oficial dos casos en el transcurso de lostres primeros trimestres del año 2000.

CUADRO VI: Nro. de casos de SIDA en prisiones

Nº de casos registrados Total Hombres Mujeres

Nacional (1982 - 1999) 8.047 7.194 853

Prisiones/Acumulados 93-99

Prisiones/ Ene-Sep 2000

40

23

40

21

--------

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Cifras: PNS (1999) y División de Medicina Integral de la Dirección de Prisiones (1999 -2000).

Por otra parte, las respuestas dadas por las autoridades penitenciarias a los casos de VIH/SIDAson ineficaces y no adecuadas a las recomendaciones internacionales al respecto. En términosgenerales, se procede a su aislamiento y/o traslado a otra prisión, sin que se implementenmecanismos adecuados de seguimiento y tratamiento de los casos – lo cuál da como resultadoque la mayoría de los seropositivos se extravíen a lo interno del sistema penitenciario. Así, lainterrelación entre la falta de políticas para el seguimiento y la desidia – sea o no intencionada –contribuyen a la disipación irresponsable de la problemática asociada, y dificultan y postergan laimplementación de políticas acordes con la misma. En algunos casos, el recluso VIH+ esaislado, por cuanto se considera que la prevención resulta muy complicada en el ámbito de lasprisiones. Inclusive se plantea la posibilidad de crear áreas especiales en los penales, para recluira los seropositivos y garantizar su tratamiento.

El equipo de la Escuela de Bioanálisis de la Facultad de Medicina de la Universidad Central deVenezuela (UCV) cuenta con un Programa de Extensión hacia las Cárceles, que vienetrabajando los últimos años en la realización de las pruebas de despistaje. Durante los meses dediciembre de 1999 y enero del 2000, se realizó en el Centro Penitenciario Duaca (estado Lara)un operativo con reactivos proporcionados por el MIJ y el MSDS, el cuál permitió la realizaciónentre otras de 400 pruebas de anticuerpos contra el VIH. Del total de las muestras, 6 personasresultaron VIH+. La División de Medicina Integral aseguró que las pruebas no son obligatoriasy que se realizan con una hematología completa que incluye despistaje de diversasenfermedades, entre otras de hepatitis. Por lo que se refiere a la confidencialidad de los datos,solo el médico y el Juez manejan la información ante la eventualidad de un caso positivo.Cuando un interno resulta positivo, se le hace una prueba confirmatoria de Western Blot y decontaje linfocitario de CD4 y CD3, y se inicia un proceso de orientación al interno, a la vez quese le aísla.

En las labores de seguimiento a estos operativos, los miembros del programa de la UCV hanconstatado el desconocimiento de las autoridades penitenciarias con respecto a la ubicación delos reclusos que resultan seropositivos. La Lic. Angela Posada, que está a cargo del programa dela UCV, comenta que los reclusos que resultan VIH+ son usualmente trasladados a otrospenales. Cuando en ulteriores visitas intentan hacerle seguimiento a los casos, la respuestahabitual de los directores de los penales es que “fueron trasladados a otros penales y es muydifícil su ubicación”33. Asimismo, en ocasiones han constatado el aislamiento y encierro dereclusos “por tener una sospecha previa de VIH/SIDA”34 – sin la previsión de las condicionesmínimas acordes a las necesidades de la condición de seropositividad. Adicionalmente, se pudoconstatar la existencia de individuos con enfermedades en estado terminal, encadenados a suscamas en zonas de hospitalización. Por otro lado, uno de los reclusos entrevistados en el

33 UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA. FACULTAD DE MEDICINA. CURSO DE AMPLIACIÓNETICA EN MEDICINA: Las cárceles venezolanas y el VIH/SIDA. Angela Posada. Caracas, Julio de 1999.34 Idem.

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transcurso de esta investigación, que era seropositivo antes de ingresar en la prisión de LosTeques (estado Miranda), aseguró que a su ingreso un miembro de la dirección del penal borróde su ficha el diagnóstico de SIDA y en su lugar escribió leucemia.

Políticas Penitenciarias relacionadas a la salud, a las ITS y elVIH/SIDALa nueva Dirección de Custodia y Rehabilitación del Recluso cuenta con una serie deDivisiones, entre las cuáles la División de Medicina Integral, que está a cargo de las áreas deatención médica, nutrición, psicología, farmacia, epidemiología, odontología y enfermería. Apesar de la buena voluntad de los equipos de trabajo con que ha contado esta División desde queACCSI entró en contacto con los mismos – 1999 a la fecha –, su labor está permanentementecondicionada por la falta de recursos y la ausencia de una visión integral del problemacarcelario al más alto nivel ministerial, que incorpore el conjunto de variables sociales, derecursos y de salud que interactúan para condicionar la situación del sector. Como afirma uninforme no oficial de la División al que ACCSI tuvo acceso, uno de los factores decisivos parala situación de los servicios de salud en prisiones es la falta de apoyo oficial efectivo, dado que"la salud no ha ocupado el orden prioritario que debe tener (...) como base o plataforma paraconseguir la rehabilitación de la población reclusa"35. En efecto, continúa el informe, "hasta lapresente fecha no se ha logrado implementar en el Sistema Penitenciario Venezolano unapolítica de salud que responda a las necesidades específicas de los establecimientospenitenciarios (...) generando en consecuencia reacciones reactivas a problemas individualesen nuestras cárceles, sin atacar las causas que originan dichas situaciones".

De acuerdo a la Ley de Régimen Penitenciario, cada prisión del país debe contar con unaenfermería, una farmacia y personal médico suficiente para facilitar consulta médica generaldiaria a los presos (arts. 42 a 49). Sin embargo, una gran parte de las prisiones carecen de losservicios de salud mínimos para cumplir con las necesidades de la población penitenciaria; a suvez, las condiciones sanitarias, ambientales y psico-sociales de las prisiones afectan gravementelas posibilidades de mejora a corto plazo, lo cuál agrava considerablemente los factores deriesgo intrínsecos a la realidad penitenciaria. En un documento de la Universidad Central deVenezuela (UCV), se refieren aspectos generales relativos a la crítica situación de la atenciónmédica en las prisiones venezolanas: falta de asistencia médica, y cuando la hay, ausencia derecursos para la misma; ausencia de condiciones para el control y tratamiento de enfermedades;medicamentos vencidos y falta de preparación de los encargados de los depósitos; existencia deequipos almacenados empacados en sus cajas, mientras las enfermerías presentan problemascrónicos de abastecimiento; falta de agua y acumulación de aguas negras36.

Dos casos ilustran la disociación entre las disposiciones legislativas, los planes adelantados porlas autoridades y su concreción en la realidad de las prisiones. En el centro “La Pica” (Edo.Monagas), un año después de que fueran formalmente inauguradas las instalaciones del serviciomédico odontológico, la población carecía de atención médica. Por otra parte, en 1998 elMinisterio de Justicia adquirió dos clínicas móviles para el centro “Rodeo I”. En un informelevantado en octubre de 1999 por los jueces de ejecución del Área Metropolitana, luego de unainspección a dicha prisión, se señaló que la misma no contaba ni con enfermería ni con médico– el área que le correspondía a la misma estaba siendo utilizada como pabellón para internosprivilegiados37.

En términos generales, las medidas adoptadas por las autoridades se producen ante situacionesde emergencia, beneficiando a un reducido número de reclusos. Esto en la práctica significaque, ante un problema de gravedad, los presos deban ser trasladados a hospitales públicos,donde se ven expuestos al rechazo de la comunidad hospitalaria; mientras que en situacionesnormales dependan fundamentalmente de sus familiares para automedicarse. Asimismo, los

35 Ver apartado siguiente.36 Este diagnóstico coincide en términos generales con el que presenta Human Rights Watch en su informe de 1997.37 Información reseñada por PROVEA, op. cit., pág. 146.

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presos se enfrentan a menudo a la dificultad de lograr que los custodios – que con frecuencia noresponden a sus quejas – hagan caso de sus solicitudes médicas. Según el testimonio de unrecluso: “Si un enfermo tiene una enfermedad que no se puede ver los vigilantes no lo llevan ala enfermería”38.

Diagnósticos internos

En un informe elaborado a mediados de 2000 por la División de Medicina Integral del MIJ,contentivo de los objetivos y metas de la nueva gestión, se presenta un breve diagnóstico de lascondiciones de los servicios de salud, identificando las siguientes dificultades:

• Falta de transporte para la supervisión de los penales y la realización de operativos deemergencia;

• Falta de líneas telefónicas que permitan la comunicación permanente con los penales y conotras instituciones;

• Espacio físico insuficiente;

• Retrasos administrativos en el pago de viáticos39.

Entre tanto, la nueva administración de la División de Medicina Integral viene desarrollandodiversos planes de recuperación del sistema. Las metas y objetivos de la División para el año2000 incluían un amplio programa de recuperación de la capacidad médica de las prisiones delpaís, así como la implementación de las medidas necesarias para garantizar el control de laspolíticas y personal.

Tanto el equipo de la UCV como ACCSI reconocen la existencia de buenas intenciones y eldiseño de planes y estrategias para recuperar los sistemas de salud en prisiones por parte de laDivisión. Sin embargo, estos planes requieren de una adecuada asignación de recursos y lapriorización de las variables de salud y psicosociales por parte de las máximas autoridades, paraque puedan efectivamente llevarse a la práctica. En tanto se concretan, el acceso a la atenciónmédica de los reclusos sigue mediada por la emergencia o los operativos que organizan lasautoridades y las organizaciones o fundaciones que colaboran con la División, así como por lasprecarias condiciones de los servicios de asistencia en los penales donde existen facilidades parala misma.

Por otro lado, ACCSI tuvo acceso a un informe interno de diagnóstico elaborado en 1999 por laex-directora de la División de Medicina Integral de la Dirección de Prisiones40, el cuál arrojaentre otros los siguientes elementos: personal insuficiente para cubrir las necesidades reales delsistema; carencia de personal especializado en el área de alimentación; deficiente supervisión dehorarios y cumplimiento de funciones; presupuesto insuficiente para adquisición demedicamentos, material médico quirúrgico, odontológico y de equipamiento; ausencia derecursos para actividades preventivas; falta de orden, régimen y disciplina en losestablecimientos para poder operar los planes de salud; falta de carácter obligatorio de lasinstrucciones que gira la División.

Atención en salud

La División de Medicina Integral califica la situación de salud en los presidios de crítica. Entérminos generales, las condiciones de las prisiones presentan en sí mismas todo tipo deamenazas a la salud, debido a las deterioradas condiciones en que viven los reclusos, lascondiciones de la infraestructura general y del mantenimiento de los sistemas sanitarios y ladesatención generalizada, así como la violencia intracarcelaria.

38 HRW: Castigados sin condena. Pág. 84.39 MIJ: División de Medicina Integral. Mimeo.40 MINISTERIO DE JUSTICIA. DIRECCIÓN GENERAL SECTORIAL DE DEFENSA SOCIAL. DIRECCIÓN DECUSTODIA Y REHABILITACIÓN DEL RECLUSO. DIVISIÓN DE MEDICINA INTEGRAL: Informe. Autora:Sandra Chacón - Médico Jefe. Julio 1999. Mimeo

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La principal causa que amerita intervenciones de salud está relacionada con las heridas de armasblancas, así como de armas de fuego (ver cuadro IV). Frente a un total de 679 casos de diarreasregistrados en 9 meses del año 2000 (principal patología registrada por la División), sepresentaron 734 casos de heridos por ambas causas en tan solo seis meses. Las tres causas másfrecuentes de patologías son las más frecuentemente asociadas con el SIDA (diarreas, TBC yneumonía). La elevada tasa de tuberculosis evidencia asimismo la persistencia de condicionesde hacinamiento y falta de higiene ambiental.

En todo caso, diversas circunstancias apuntan a una elevada tasa de subregistro, reconocida porla propia División. Aunado a las fallas reconocidas en los métodos de levantamiento deinformación, otros dos factores evidencian que estas cifras arrojan una imagen no acorde conrespecto a la realidad epidemiológica en las prisiones del país: las condiciones de la prestaciónde servicios de salud y la práctica generalizada entre los presos de tratarse las patologías máscomunes ellos mismos.

CUADRO VII: Diez primeras causas de patología (01 de enero a 01 de septiembre 2000)

Causa Nro. de casos Porcentaje

Diarreas 679 64,02%

T.B.C 99 9%

Neumonía 53 5%

Intoxicación alimentaria 47 4,4%

Paludismo 33 3,12%

VIH-SIDA 22 2,08%

Amibiasis 21 1,35%

Hepatitis 19 1,80%

Dengue clásico 16 1,52%

Varicela 17 1,61%

Otras causas 53 4,98%

Fuente: División de Medicina Integral. MIJ.

Salud mental

En cuanto a la salud mental, a pesar de que la Ley de Régimen Penitenciario estipula que cadauna de las prisiones debe contar con servicios de psiquiatría, pocas son las que en realidadofrecen este servicio a los reclusos. Al respecto, la División reconoce un subregistro nodeterminable de hechos y patologías derivadas. En el periodo de enero a septiembre de 2000, seatendieron 1.244 casos en aquellos penales que sí cuentan con especialistas, siendo laspatologías tratadas más frecuentes: psicosis, epilepsias, trastornos de la personalidad ysíndromes mentales orgánicos41. En cualquier caso, el diagnóstico general de prisiones encuanto a infraestructura, trato, violencia, etc., apunta a la existencia de un proceso deretroalimentación permanente de desórdenes asociados al bienestar mental, que sólo puede serrevertido en la medida que se concreten los proyectos de reforma radical hacia el respeto de losderechos humanos de los reclusos y su rehabilitación social. Entre tanto, la propia experienciacarcelaria se erige en sí misma como causa de trastornos psicológicos.

Nutrición/ alimentación

Por otro lado, un grave problema de salud está relacionado con las políticas y prácticas denutrición. Si bien la Ley de Régimen Penitenciario establece que “se suministrará a los penados

41 Idem.

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una dieta alimenticia suficiente para el mantenimiento de su salud” (art. 41), en la práctica laasignación alimentaria por recluso para las tres comidas diarias es muy exigua – actualmenteestá calculada en aproximadamente Bs. 1.150 (menos de USD 2.00), cifra similar a añosanteriores42. Tanto la falta de políticas de nutrición y salubridad como las prácticas decorrupción existentes en las cadenas de alimentación a lo interno de las prisiones afectan lacorrecta administración de tan exiguos recursos. En el mismo orden de ideas, el relato de unrecluso sobre su dieta alimenticia en el I. J. de Anzoátegui ilustra al respecto: “Yo me levanto yme tomo un vaso de agua de chorro con azúcar... después almuerzo. Bueno, esa comida deperros que llaman almuerzo. Que no es otra cosa que pasta larga, mal escurrida y pasada de supunto de cocción. Sin ningún aderezo más que el agua”43.

Una Ventana a la Libertad considera que la alimentación es el aspecto del sistema que generamayor número de abusos por distracción de fondos y apropiación indebida de los artículosrelacionados, “lo que origina una deficiente dieta del recluso en cantidad y calidad, deficientepreparación de los alimentos y reparto en condiciones indignas”44. Así, muchos presosdependen de sus familias para el suministro de su alimentación o de dinero para comprarla45. Afinales de 1997, el Ministerio de Justicia aseguraba que alrededor del 40% de los presos noconsumía la comida ofrecida por los servicios de las prisiones46. En los informes reseñados de laDivisión de Medicina Integral, se evidencia una preocupación específica por el tema de lanutrición. Sin embargo, los esfuerzos por adecuar la dieta y las políticas de nutrición deben iracompañados de soluciones a aspectos estructurales del sistema como la corrupción y las fallasde infraestructura e higiene.

Acceso a tratamientos

Las autoridades de la División de Medicina Integral manifiestan no suministrar los tratamientosantirretrovirales (ARV) por no contar con recursos para ello, responsabilizando de tal obligaciónal MSDS. Sin embargo, la Ley de Régimen Penitenciario establece la responsabilidad del MIJen el suministro de insumos y medicamentos a la población penitenciaria. Por otra parte, dadaslas condiciones reinantes en los penales en cuanto a violencia y salubridad, las posibilidades deque un penado pueda cumplir con un régimen de terapia antirretroviral son muy remotas. Lasuma de los factores políticos e intracarcelarios hacen prácticamente nulas las posibilidades deque los reclusos seropositivos puedan tener acceso a tratamientos como parte de las políticaspúblicas penitenciarias en el ámbito del VIH/ SIDA. Sin embargo, se conoce de casos aisladosde personas que han podido continuar con la terapia ARV con ayuda desde afuera. Uno de losestudios de caso presentados muestra la experiencia de un recluso que, para garantizar sutratamiento, no sólo debió costeárselo, sino que se vio obligado a incorporarse a una dinámicade corrupción para garantizar la continuidad de la medicación (ver estudio de caso más abajo).

Prevención

No existen programas públicos de prevención para el VIH y otras ITS (ni tampoco para otrasenfermedades) lo que se encuentra en consonancia con la práctica ausencia de programas deprevención a nivel de las políticas nacionales. La complejidad de asumir una política preventivaintegral a lo interno de las prisiones en materia de VIH e ITS, se refleja en el hecho de que loscondones de látex son utilizado por los reclusos para impulsar los percutores de las armas de

42 PROVEA, op. cit., pág. 140. Ver también HRW: Castigados sin condena. Pág. 46.43 Diario El Mundo, 01.11.99, pág. 21.44 VENTANA A LA LIBERTAD: II Jornadas de Reflexion y Compromiso ¿Hacia dónde van nuestras cárceles?. Op.cit..45 “Debido a la problemática de la alimentación en los penales ... los presos no la (sic) consumen sino que lascompran en la calle y además se ha fomentado el hábito de cocinar ellos mismos...”. MINISTERIO DE JUSTICIA:Memoria y Cuenta, 1997. Pág. 30. En el caso concreto del Internado Judicial “Puente Ayala” (Edo. Anzoátegui), envista de los enfrentamientos que genera la entrega de las comidas, las autoridades decidieron en mayo de 2000entregar los alimentos crudos a los presos para que sean procesados por los mismos. Ver PROVEA: Informe... 1999-2000. Op. cit. pág. 141.46 HRW: Op. cit. Pág. 48.

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fabricación artesanal. Por ello, la División de Medicina considera que un programa deprevención debe estar enmarcado en un programa más amplio para la prevención de laviolencia. Aún así, las metas planteadas en el último periodo incluían la distribución selectiva decondones – lo cuál implica una revisión de los supuestos establecidos. Junto al tema de laviolencia, otro aspecto que afecta las posibilidades de éxito de los programas de prevención esla prostitución interna ejercida por hombres para hombres, y la que ocurre desde afuera demujeres para hombres. En este escenario, la División de Medicina considera que la prevenciónpuede darse inicialmente a través de la realización de testeos masivos y el aislamiento de losseropositivos, aspectos que caracterizan las políticas implementadas hasta la fecha.

Visitas íntimas

Las visitas de carácter ordinario son llevadas a cabo de acuerdo a las capacidades de cadaprisión. Una Ventana a la Libertad detecta una práctica generalizada, que consiste en realizar lavisita dentro de los pabellones o de las celdas – incluidas las visitas de niños. Asimismo, y apesar de las reiteradas denuncias que generan por causa de los abusos asociados, se mantiene unsistema de requisas a familiares y visitantes previo a su ingreso a la prisión, por el que tienenque pasar sobre todo las mujeres.

En cuanto a las visitas íntimas, mientras que los hombres pueden llegar a gozar de una libertadsexual exenta de controles – que incluye algunas prácticas de prostitución y/o favor sexual entrepresos y visitas femeninas –, las mujeres encuentran serias dificultades para disfrutar de estederecho fundamental. En términos generales, la visita íntima de hombres no suele incluirpruebas de anticuerpos contra el VIH; tan solo se hace un control para evitar tráfico de armas ydrogas. En muchos casos no existen las instalaciones adecuadas para su realización. Confrecuencia las visitas tienen lugar en los propios pabellones, lo que puede significar que variosreclusos estén manteniendo relaciones sexuales al mismo tiempo en el mismo espacio físico,“con una división rudimentaria hecha por una sabanita”47.

En cuanto a las mujeres, una resolución de 199348 acabó con la discriminación de géneronormativa, al establecerla como derecho de las mujeres reclusas. Aún así, la resoluciónestablece una serie de requisitos para autorizar a una reclusa al beneficio: a. que el visitante seael esposo o compañero reconocido por ley; b. la presencia de expediente de conducta excelente;c. el sometimiento a pruebas médicas y psíquicas previas; y d. el compromiso de la reclusa atomar anticonceptivos49 – requisitos que los hombres no están en la obligación de cumplir.

En la práctica, sólo las reclusas que cumplen condena en el INOF pueden disfrutar de la visitaíntima con suficientes garantías y continuidad, debido a la falta de facilidades y delprocedimiento asociado en el conjunto de anexos femeninos de las prisiones del país. Ladirectora del INOF, Petra Arriojas, informa que, una vez que la reclusa solicita por escrito larecámara, se da inicio a un procedimiento50. Una vez consignados los documentos donde constaque su pareja es concubino o esposo y las pruebas de salud – incluida la de VIH –, la trabajadorasocial remite el expediente al jefe del servicio médico, quien se encarga de verificar su certeza yacepta o no la solicitud. En caso de ser aprobada, se oficia desde la dirección del centro a losefectivos de la GN para que permitan la entrada de la pareja beneficiada cada catorce días, conun control de ingresos y egresos. Las pruebas del VIH – que se costean las interesadas – debenrepetirse cada seis meses. Las pastillas anticonceptivas deben ser prescritas por los médicos delretén y ser llevadas por su pareja. “Si una reclusa queda en estado se le suspende la recámara”51, explica la directora del INOF, pudiendo incluso ser trasladada a otro penal. Uno de los

47 UNA VENTANA A LA LIBERTAD: Propuesta de trabajo para elaborar la nueva “Ley Orgánica de RégimenPenitenciario”. Op. cit..48 Resolución Ministerial nro. 402 de fecha 17.02.93. Ministerio de Justicia.49 PNUD/AVESA: Violencia de Género contra las mujeres. Situación en Venezuela. Ed. Nueva Sociedad. Caracas,1999. Pág. 50.50 Información proporcionada por la directora del Instituto Nacional de Orientación Femenina (INOF), Petra Arriojas.Diario Tal Cual, 21/06/00. Pág. 31. “Sexo tras las rejas”.51 Idem.

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testimonios recogidos durante la elaboración de este informe apunta así mismo a la“suspensión” del beneficio de recámara en caso de dar positivo en las pruebas de VIH.

En opinión de una de las promotoras de la puesta en marcha de la visitas conyugales, MercedesPulido de Briceño, exMinistra de la Familia, “No se puede seguir viendo al sexo como un objetode castigo premio, es un derecho del que deben gozar todas las mujeres, independientementedel delito cometido” (...) “Las mujeres se topan con miles de obstáculos y son sancionadascuando quedan en estado, mientras que los hombres pueden recibir a cualquier mujer, como enuna especie de catarsis sexual”. Para esta experta, la solución al problema está en laimplementación de planes de visitas más abiertos, donde se dé mayor contacto con el entornodel recluso y así se sienta parte de la sociedad que en la actualidad la excluye52.

Coordinación Intersectorial, vínculos entre el MinisteriosA fin de conocer los vínculos entre los diversos órganos del Estado para enfrentar la epidemiadel VIH/ SIDA en la prisiones ACCSI envío cartas a: Programa Nacional de ITS/SIDA delMSDS, Consejo Nacional de Protección de Derechos del Niño y el Adolescente, Defensoría delPueblo, Instituto Nacional del Menor, Dirección de Medicina Integral/ MIJ, Instituto de laMujer/ INAMUJER. Solamente el PNS del MSDS respondió, en los siguientes términos:

En enero de 2001 el Programa Nacional de ITS y SIDA del MSDS y la División de MedicinaIntegral de la Dirección General de Custodia y Rehabilitación del Recluso del MIJ, se reunieronpara coordinar acciones entre ambos organismo en procura de mejorar la atención y prevencióndel VIH/ SIDA en los diferentes establecimientos penitenciarios del país. Se acordaron lassiguientes acciones en conjunto:

• Talleres de capacitación del personal de salud penitenciaria.

• Investigación epidemiológica de prevalencia de VIH en cárceles.

• Estudio de alternativas de seguimiento y control de reclusos con VIH/SIDA.

• Estudio de alternativa de suministro de tratamientos.

• Asesoría técnica y apoyo de material informativos y preservativos para campañas deprevención en los centros penitenciarios.

Se desconoce si algunas de la enunciadas acciones se ha llevado a cabo.

Formulas de pena alternativa en caso de VIH/SIDAFormulas alternativas

De acuerdo a la Ley de Régimen Penitenciario, los reclusos con sentencia definitivamente firmeque presenten buena conducta pueden acceder a los siguientes “beneficios” de pena alternativa:habiendo cumplido con un cuarto de su pena, pueden acceder al Destacamento de Trabajo; untercio de condena, al Régimen Abierto; dos tercios, a Libertad Condicional y tres cuartos para elIndulto. Asimismo, toda persona condenada a una pena inferior a 8 años, que no sea reincidentey no haya incurrido en los delitos de violación, hurto agravado, hurto calificado, robo agravadoy secuestro, pueden disfrutar de un régimen de libertad vigilada fuera de la cárcel. Finalmente,la Ley de Redención de la Pena por el Trabajo y el Estudio establece que, por cada dos días deestudio o trabajo dentro de la cárcel, se debe descontar un día de la pena del recluso.

Según un diagnóstico de Una Ventana a la Libertad, la condición socio-económica del recluso“influye notoriamente en la concesión de los beneficios debido a que las diligencias previasnecesarias para tramitarlos, no las ejecuta el Estado a través de los Organismos competentes,sino que el propio recluso debe procurarse los medios para realizarlos”. Esto implica unadiscriminación de facto, debido a que“aquellos que carecen de recursos económicos y apoyo

52 Idem.

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familiar, se ven imposibilitados de tramitar el beneficio, aún cumpliendo con los requisitos paratal fin”53.

Procedimiento

Los Jueces de Ejecución de la Pena son los encargados de determinar quiénes pueden optar auna formula alterna de cumplimiento de condena, previa audiencia oral en la cual podránparticipar los expertos que se estimen necesarios. El Director de la División de MedicinaIntegral, Lic. Wilfredo Pérez, considera que no existe suficiente claridad en los procedimientosque se deben seguir para lograr beneficios en materia de VIH. Cuando un preso resultaseropositivo, remiten el caso tanto al Director de Prisiones como al Juez de la causa, a quien lecorresponde tomar la decisión. En términos generales, para los otorgamientos de estos“beneficios” influye el estado de salud, pues se considera que los presos VIH+ asintomáticos nodeben acceder a ellos sólo por el hecho de ser seropositivos. Las autoridades de MedicinaIntegral se quejan de que no son consultados por los Jueces de ejecución sobre el estado desalud de los penados (as) a la hora de revisar las solicitudes que son presentadas ante losmismos.

Libertad condicional por medida humanitaria

El régimen de ejecución de sentencia previsto en el COPP incluye el otorgamiento de la libertadcondicional en caso de enfermedad grave o en fase terminal, previa certificación médica(medida humanitaria – art. 490). El Voluntariado de Trabajo Penitenciario (VTEP), que formaparte del programa de Extensión a la Comunidad de la Universidad Católica Andrés Bello(UCAB), ha acompañado algunos casos de presos de enfermos terminales de SIDA en susolicitud de beneficios por medida humanitaria. En todos los casos en que VTEP ha sidointermediaria, los trámites ante los Jueces de Ejecución han resultado infructuosos54. Segúnapreciaciones de Karina Villanueva, coordinadora de la organización, el hecho de que no seotorgue este derecho en casos de SIDA no está relacionado con la discriminación, sino con larenuencia a aplicarlo o con el desconocimiento de la solicitud al efecto, debido a que ante otrascausales de enfermedad grave se producen los mismos resultados.

Locales ad hoc

Para el otorgamiento del beneficio de local ad hoc influye el estado de salud, el delito cometidoy el tiempo de pena cumplido. El MIJ considera en términos generales que “desde el punto devista humanitario, los internos que concursan por obtener este beneficio deben ser aquellos quese encuentran en la fase terminal de su enfermedad o los gravemente incapacitados”55. Así, seconsidera que los presos VIH+ asintomáticos no son elegibles a este beneficio, así comotampoco los narcotraficantes o los delincuentes considerados de alta peligrosidad56. Cuando unpreso resulta seropositivo, la División de Medicina Integral remite el caso tanto al Director dePrisiones como al Juez de Ejecución, quien toma la decisión final. En 1997, se otorgaron 4locales ad hoc, mientras que en 1998, el número alcanzó a 657; los informes oficiales no ofreceninformación acerca de las causas o enfermedades que generaron las respectivas solicitudes. Encuanto a 1999, la administración actual de la División de Medicina Integral asegura que lamisma otorgó locales ad hoc por motivo de VIH/SIDA, pero sin poder precisar la cantidad. Por

53 UNA VENTANA A LA LIBERTAD: II Jornadas de Reflexion y Compromiso ¿Hacia dónde van nuestrascárceles?. Op. cit.54 Comunicación por escrito de la Coordinadora de VTEP, Karina Villanueva.55 MINISTERIO DE JUSTICIA: Memoria y Cuenta 1998. Caracas, 1999. Pág. 89.56 Entrevista con el Director de la División de Medicina Integral. Este criterio está en contradicción con lajurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia, que – en resguardo del derecho a la no discriminación – estableciócon fecha 07.08.97 la ilegalidad del Instructivo para el otorgamiento de beneficios de la Ley de RégimenPenitenciario, al excluir del otorgamiento de beneficios a ciertos condenados por motivo del tipo de delito. Citado enPROVEA, op. cit., pág. 149.57 Memoria y Cuenta del Ministerio de Justicia de los años respectivos.

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su parte, el MIJ atribuye al propio Ministro la concesión de 12 locales ad-hoc a lo largo de esemismo año58, sin precisar la causa.

Traslados a centros hospitalarios

Según la nueva Ley de Régimen Penitenciario, los médicos de las penitenciarías estánfacultados para ordenar los traslados a centros médicos no penitenciarios (con anterioridad, estaresponsabilidad recaía discrecionalmente sobre los directores de los penales, lo quegeneralmente hacía que la posibilidad de acceder a este beneficio dependiera de las gestionesfamiliares ante esta instancia59). En la práctica, los Directores de los penales recurren a laDivisión de Medicina, la cual se encarga de tramitarlo. Igual procedimiento se plantea para lospacientes asintomáticos que requieren controles periódicos y traslados a los centros de saludrespectivos. A su vez, de acuerdo al COPP, los propios Jueces de Ejecución son competentespara ordenar los traslados. Durante 1999, la División de Medicina Integral afirma que seconcedieron traslados a hospitales para reclusos seropositivos, pero sin poder precisar lacantidad.

Indultos presidenciales

Los indultos son otorgados por el Presidente de la República entre otras por razones de tipohumanitario, y por su naturaleza discrecional sí pueden considerarse beneficios propiamente.Cuando se trata de reclusos seropositivos, en principio solamente son concedidos en casos deSIDA terminal. La División de Medicina afirma que se han otorgado varios indultospresidenciales por VIH/SIDA, aunque desconoce el número preciso. Uno de los reclusosentrevistados por ACCSI salió en libertad gracias a un beneficio de este tipo (ver más abajo).

Repatriación

La repatriación, permite el retorno a su país de origen de un recluso extranjero que cumplecondena en el país por delitos cometidos en Venezuela, para que continúe cumpliendo la penaen el país de origen, para ello se requiere la previa suscripción de un convenio, entre Venezuelay el país de origen del recluso. Actualmente Venezuela tiene suscrito varios convenios, entreellos con: Colombia, España e Inglaterra. El trámite se realiza por ante el Ministerio del Interiory Justicia. Recientemente, ACCSI supo del caso de un recluso de nacionalidad sudafricana conSIDA en estado avanzado, sentenciado por motivo de tráfico de drogas, a quien se le otorgó conprontitud un beneficio de traslado hospitalario; la solicitud para la medida de extrañamiento nole fue otorgada por la inexistencia de convenios entre los Estados involucrados.

Situación de sectores específicos privados de libertadMujeres

Para agosto de 2000, las mujeres en prisión constituían 5,35% del total de la poblaciónpenitenciaria (759 reclusas), 47% de ellas en carácter de procesadas y 59% cumpliendocondena60. La participación de reclusas en acciones violentas es esporádica; para el período deoctubre 1999 a septiembre 2000, PROVEA registró un total de seis reclusas heridas con armaspunzopenetrantes que ameritaron su traslado a un centro médico.

En cuanto a las facilidades del sistema, sólo existe un centro de mujeres destinado a lapoblación reclusa femenina de manera exclusiva: el Instituto Nacional de Orientación Femenina(INOF), ubicado en las cercanías de Caracas. El resto de la población femenina se distribuye en16 anexos femeninos en otras tantas cárceles, cuyo funcionamiento es fuertemente cuestionado.En un informe presentado por el Consejo de la Judicatura ante la Asamblea NacionalConstituyente en enero de 2000, se refiere la problemática existente en tres centrospenitenciarios el Internado Judicial (I.J.) “La Pica” del Edo. Monagas, el I.J. de Ciudad Bolívar

58 MIJ: Memoria y Cuenta, 1999. Pág. 289.59 Información proporcionada por Vicmar Morillo, experta en sistema penitenciario de Provea.60 Diario El Universal, 07.01.00. pág. 1-12. Información suministrada por el Consejo de la Judicatura.

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y el I.J. de Anzoátegui), donde los reclusos y reclusas convivían sin separación alguna61. En lastres cárceles, la relación preso–presa fue completamente normal hasta la reubicación de lapoblación femenina – existiendo asimismo algunos casos de hijos producto de la unión depresos, que también convivían junto a ellos en la cárcel62.

En términos generales, las condiciones en el INOF y en varios de los anexos femeninos, sonmás favorables que en los internados de hombres, si bien distan considerablemente de losestándares mínimos. Por un lado, la violencia intracarcelaria no reviste la misma gravedad; nosólo los casos de violencia entre reclusas son reducidos, sino que la Guardia Nacional – laprincipal responsable de los abusos – tiene un contacto relativo con las reclusas. Por otro,incluso antes de la entrada en vigencia del COPP, las condiciones de hacinamiento eran muchomás favorables. Asimismo, cuentan con ciertas facilidades para la recreación, y con un nivel demantenimiento de las instalaciones sanitarias aceptable – aunque a menudo no cuentan con aguacorriente63. Con lo que respecta a los servicios de atención a la salud, éstos son en general tanprecarios como para el conjunto de la población reclusa. Un estudio realizado en 1999 en losanexos femeninos de dos prisiones (Tocorón, Tocuyito) y el INOF evidenció la falta de atencióny control sanitario, así como importantes deficiencias en la atención ginecológica de lasreclusas. Según los resultados del estudio, una muestra de 320 mujeres arrojó una tasa de sífilisdel 135,8 por mil64.

Por otro lado, la discriminación en materia de visita íntima (ver discusión infra) afectaseriamente a las reclusas, tanto en su componente afectivo como en su relación con el exterior –al favorecer el posible abandono de sus parejas.

En cuanto a la incidencia del VIH/SIDA entre la población reclusa femenina, como ha sidomencionado se detectaron por primera vez 2 casos en el año 2000, mientras que datos nooficiales hablan del mismo número de casos en años anteriores. No se dispone de mayorinformación al respecto.

Salud y mujer: el testimonio de una reclusa65

María, una presa que cumple condena desde 1998 por dar muerte a su marido en un acto dedefensa personal, recibió un beneficio de pernocta y hoy en día se desempeña como voluntariaen el Consejo Nacional de la Mujer, tras más de cinco años recluida en el INOF. De acuerdo asu testimonio, el procedimiento de control sanitario en el INOF comienza al acceder a prisión lareclusa. Al llegar al centro, se realizan exámenes de sangre, ginecológicos y psicológicos en sucaso. María refiere las dudas acerca de en qué medida las pruebas realizadas son analizadasdebidamente e iniciados los protocolos clínicos pertinentes; en ocasiones, los retenes no cuentancon los reactivos necesarios para las hematologías. A su vez, refiere diversos casos de mujeresque llevaban entre dos y tres años de internamiento, a las que a partir de los exámenes previos albeneficio de visita íntima les fue diagnosticado el virus del papiloma humano (VPH) en estadoavanzado. Asimismo, asegura que durante dichos procedimientos, al menos dos mujeresresultaron seropositivas (un caso en 1996 y otro en 1998), razón por la cuál se les negó elbeneficio de visita íntima. Adicionalmente, no hubo ningún tipo de seguimiento a ambaspersonas; ni se les brindó atención médica ni tratamiento, ni tampoco se buscó brindarlesatención en hospitales, ni se realizaron trámites vinculados con el beneficio de local ad hoc. Porotro lado, comenta que en el año 1999, alrededor de 200 mujeres fueron testeadas para VIH enel INOF, pero las pruebas se realizaron en el marco de un estudio privado; los resultados no

61 PROVEA: Idem, pág. 147. Según informaciones de última hora procesadas por esta organización, en el mes deseptiembre las presas de estos tres centros habrían sido reubicadas en diversos anexos al efecto, cesando entonces lasituación irregular descrita.62 UNA VENTANA A LA LIBERTAD: Propuesta de trabajo para elaborar la nueva “Ley Orgánica de RégimenPenitenciario”. Op. cit.63 Ver Castigados sin condena, págs. 101-114.64 Diario El Universal, 0.10.99.65 Testimonio por escrito de María Hernández. Fax enviado a ACCSI de fecha 31.10.00.

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fueron posteriormente notificados a las reclusas. Estas declaraciones señalan la posibilidad deun manejo no sistemático de la información epidemiológica disponible.

Homosexuales

La información disponible acerca de la situación de los homosexuales y/o transgenero en lasprisiones de Venezuela es prácticamente inexistente. La División de Medicina Integral afirmaque su ingreso en prisión puede colocarles en riesgo como potenciales víctimas de violacionesmasivas; sin embargo, la tendencia a establecerse con parejas fijas los hace menos promiscuos,luego menos expuestos a la transmisión del VIH u otras ITS. Sin embargo, es sabido quealgunos se prostituyen, principalmente para conseguir drogas. En los apartados de violenciasexual y hombres que tienen sexo con hombres se abordan informaciones complementarias.

Niños y adolescentes

La Ley Orgánica de Protección al Niño y el Adolescente (LOPNA), prevé la creación de nuevasinstituciones encargadas de velar por los derechos y la seguridad jurídica de niños yadolescentes – el Consejo Nacional de Derechos del Niño y del Adolescente (CNDNA) y losConsejos de Derechos del Niño y del Adolescente estadales y municipales, los cuáles seencuentran en proceso de instalación –, así como de centros de tratamiento especial paraalbergar a los adolescentes que han violado la ley penal. El sistema se encuentra actualmente enproceso de transición entre el modelo tutelar y el nuevo modelo de responsabilidad, cuya puestaen práctica está enfrentando diversas dificultades derivadas fundamentalmente de laimprovisación y la falta de recursos66. En abril del 2000, René Molina, ex Inspector deTribunales, afirmaba al respecto: “tanto en el área de protección como en el área penal, serequiere de una infraestructura que sencillamente no existe”67. Entre tanto, el tratamiento y/o lasupervisión de la atención de niños, niñas y adolescentes continua bajo la responsabilidad delInstituto Nacional del Menor (INAM).

El INAM cuenta con 120 establecimientos para el “Programa de atención al menor connecesidad de tratamiento” – destinado a brindar atención especializada a niños y adolescentesque han incurrido en algún hecho sancionado por la ley, para facilitar su posterior reinserciónsocial68. La cifra de niños atendidos por el INAM entre 1993 y 1999 en los 150 centros deatención especializada con que cuenta oscila entre 15.000 y 21.000 anualmente, la inmensamayoría de sexo masculino69. En cuanto a la población atendida en los 50 Centros deDiagnóstico y Tratamiento (CDT) – instituciones de régimen cerrado, creados para brindar“atención integral” a adolescentes que han violado la ley penal y que presentan problemas deconducta graves y moderados, los cuáles cuentan con 1988 cupos– se atiende a una media de10.000 niños por año. El INAM afirma que en los dos últimos años no existió índice dehacinamiento en ningún centro excepto en un caso, por un breve periodo de dos meses70.

En 1999, el INAM realizó, junto con un equipo de la Universidad Pedagógica ExperimentalLibertador, un diagnóstico de las condiciones de los centros de atención a cargo de lainstitución, del que destacan los siguientes aspectos: violación sistemática de los derechos delniño en los procesos de atención; ineficacia e ineficiencia de los servicios; planificación noajustada a las necesidades reales; dispersión de esfuerzos y recursos; deficientedemocratización71. El informe concluye afirmando que “la práctica predominante actualmente(en los centros de atención) es negadora de derechos fundamentales de los menores de edad allí

66 Ver: PROVEA: Op. cit. Págs. 149-153.67 Diario El Nacional, 11.04.00. pág D/5.68 MINISTERIO DE SALUD Y DESARROLLO SOCIAL e INSTITUTO NACIONAL DEL MENOR (INAM):Informe Anual 1999. Caracas, 2000. Pág. 71.69 CECODAP: Somos Noticia. Septiembre 1999-Agosto 2000. Caracas, 1999. Págs. 106 y 107. Cecodap (CentrosComunitarios de Aprendizaje) es una organización de derechos del niño que realiza un monitoreo anual de lascondiciones de los derechos del niño en Venezuela, a la luz de la Convención de los Derechos de Niño.70 INAM: Oficio 269 de fecha 09.10.00. Comunicación de la Presidencia a solicitud de Provea.71 Citado en CECODPA: Somos Noticia. Septiembre 1998-Agosto 1999. Caracas, 1999. Págs. 91 y 92.

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internos”. Por su parte, CECODAP, ONG de defensa de los derechos del niño, destaca en sumás reciente informe los siguientes aspectos: condiciones físicas y sanitarias impropias; pautasesencialmente represivas; ausencia de métodos de separación de los ingresados de acuerdo a sucondición y delito; falta de sistematización de la información. Según apreciación de laorganización, “el miedo es la emoción predominante y los métodos más utilizados sefundamentan en esta emoción primaria”72.

ACCSI intentó tener acceso a información relativa a la situación del VIH/SIDA en este entorno.Ni los informes del INAM ni los diagnósticos que el Consejo Nacional de Derechos del Niño yel Adolescente (CNDNA) abordan el tema de manera específica. Tampoco se tuvo noticia deprogramas de prevención en materia de VIH/SIDA73.

Factores de VulnerabilidadViolencia Sexual

La violencia sexual en las prisiones de hombres se despliega en al menos tres dimensiones:como método de retaliación entre bandas rivales, como medio para someter a presos jóvenes oinexpertos y, en definitiva, para sustituir a la mujer en el acto sexual. Por otro lado, la dificultadinherente a conocer con detalle la situación al respecto se desprende de las reticencias de lospresos a referirse al tema, así como de la naturaleza esencialmente psicológica de sus secuelas.En el informe de Human Rights Watch, se recogen diversos testimonios que datan de 1996. Enuno de los casos, un preso encarcelado a los diecisiete años en La Planta (Caracas), fueinmediatamente violado por un grupo de internos, tras lo cuál se trasladó voluntariamente a lazona de aislamiento disciplinario. El recluso refiere cómo los presos más antiguos “quierenhacerte una mujer... quieren usar tu cuerpo...”. Otro preso, violado a punta de revolver porcuatro integrantes de una banda rival, se refirió al hecho como un “problema común”.Asimismo, el director de Tocuyito (Edo. Carabobo) refiere el caso de un joven que fue violadopor veinte reclusos, y al que ulteriormente se le diagnosticó SIDA. No existen elementos en elinforme para considerar esta afirmación como cierta ni para asociar los dos hechos, pero en todocaso refleja uno de los riesgos inherentes a la violencia sexual. Un testimonio denominado “Unahistoria real” elaborado por un preso sudafricano que vive con VIH/SIDA, quien fuera violadopor tres reclusos, revela como la violencia sexual entre hombres en los penales es un factor deelevado riesgo para la infección por VIH/ SIDA, relata: “Me sodomizaron repetidas veces yforzaron a practicar sexo oral. Estaba tan asqueado...sollozaba en silencio, con sangrecorriéndome por el ano y con el sabor asqueroso de semen en mi boca.”

En cuanto a la población reclusa femenina, la única información disponible durante laelaboración de este informe se debió a los testimonios recogidos entre reclusos, evidenciandoque en los penales femeninos como el INOF existen formas no controladas de ejercicio de lasexualidad. En concreto, María Hernández relata dos de las situaciones que facilitan el contactosexual sin control en los retenes para mujeres. Por un lado, la alta frecuencia con que las presastienen intercambios sexuales con los efectivos de la Guardia Nacional que custodian elperímetro de los centros – las llamadas “gariteras”, de las cuales algunas han salidoembarazadas. Estas relaciones sexuales con los guardias en muchos casos se dan por drogas odinero. Adicionalmente, en el Centro de Tratamiento Comunitario para regímenes de prelibertad o régimen abierto, no existe ningún tipo de control. María refiere la existencia dereclusas que se prostituyen; la mayoría están sin trabajo y otras lo hacen para conseguir drogas.

La promiscuidad que se genera en las visitas semanales, durante las cuáles es frecuente elcontacto sexual entre desconocidos, incluye grados de violencia de difícil clasificación. Es

72 CECODAP: Somos Noticia. Septiembre 1999-Agosto 2000. Op. cit. Pág. 110.73 A raíz del caso de una adolescente que fue rechazada por el INAM debido a su condición de seropositiva, ACCSIlogró en septiembre de 1997 que esta institución acordara el seguimiento de las pautas establecidas en la ResoluciónSG439, en cuanto a la no exigencia de pruebas de anticuerpos contra el VIH para ingresar a los centros de protección.Desde entonces, no se ha vuelto a tener noticia de problemas relacionados con rechazo por VIH. Ver:ACCSI/LACCASO: La Historia de Magdalena. FALTA FUENTE COMPLETA.

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habitual por ejemplo que, durante las visitas ordinarias, familiares de presos se presten o seanobligadas a tener intercambio sexual con otros presos, en pago de favores. Sin lugar a dudas, esfundamentalmente la subjetividad de la visitante que se presta a esta actuación – en los casos enque su participación sea voluntaria – la que determinará el grado de violencia sufrido, pero entodo caso estas situaciones muestran uno de los aspectos esenciales del comportamiento humanoque sufre de graves distorsiones como consecuencia de entrar en contacto con la situacióncarcelaria. Asimismo, evidencia de manera dramática la interrelación existente entre la realidadintra y extracarcelaria, con los inevitables efectos que ello conlleva sobre los esfuerzos que sepuedan implementar para combatir la epidemia del VIH/SIDA.

Estudio de caso: Pedro Luis

Pedro Luis es un ex recluso de 52 años. Tras ser detenido por asalto y homicidio en 1979,recibió una condena de 30 años, de los cuáles ha cumplido 16 años y 4 meses en diferentespenales del país. Durante su estancia en la Penitenciaria General de Venezuela (EstadoGuárico), contrajo la primera enfermedad que él atribuye a las condiciones sanitariasimperantes. También tuvo fiebre tifoidea.

Con el objetivo de curarse una infección que tenía en las piernas, comenzó a inyectarse porcuenta propia con jeringuillas usadas, que él mismo lavaba con agua corriente. En el transcursode un motín que duró casi tres meses, Pedro Luis comenzó a sentir los primeros síntomas de loque después fue diagnosticado como tuberculosis. Tras varios intentos de fuga, fue trasladado aotro penal, donde comenzaron las diarreas continuas, fiebre y fuertes dolores estomacales.Gracias a las charlas de un maestro que realizaba trabajo voluntario, tuvo conocimiento por vezprimera de las ETS y del SIDA. Al enterarse que la tuberculosis es una enfermedad asociada alSIDA, decidió solicitar al director del penal la realización de pruebas de VIH. De los 40 internosque se sometieron voluntariamente a la prueba, solamente él salió positivo. Pedro Luis imaginaque se infectó o bien a través de las jeringuillas que usaba, o bien a través de las relacionessexuales que tuvo con mujeres del pueblo que frecuentan el penal para ejercer la prostitución.Después de dar positivo en la prueba de despistaje, lo aislaron en la zona de castigo por 20 días,sin ningún tipo de asistencia sanitaria.

Cuando el SIDA comenzó a manifestarse, le comenzaron las ideas suicidas, pues ni lasautoridades del penal ni el servicio médico atendieron sus requerimientos de salud. Gracias alapoyo de un pastor evangelista, comenzó a escribir y enviar cartas a Amnistía Internacional, a laDirección de Prisiones y al grupo de Voluntarios de Trabajo Penitenciario de la UniversidadCatólica Andrés Bello, que fue la organización que más apoyo le brindó. Con ocasión de lavisita del Papa Juan Pablo II en 1996, logró que se concretara el indulto presidencial que veníasolicitando.

Actualmente, Pedro Luis vive en las cercanías de Caracas, en situación de desempleo, arrimadoen casas de amigos o en pensiones, y sin tratamientos antirretrovirales. Todavía hay gente quecree que mintió a las autoridades diciendo que tenía SIDA, con el objetivo de lograr la libertad.

Si bien afirma que las relaciones sexuales entre hombres son frecuentes en los penales, él niegahaber mantenido relaciones de este tipo. Según su apreciación, en general se trata de jóvenesque por su debilidad son sometidos por otros presos veteranos, que los tratan como sus mujeres.Las violaciones se dan en el contexto de la violencia general, pero luego se convierten en unmedio de protección para los más debiles. También hay homosexuales declarados ytransformistas que se prostituyen internamente. Asimismo, considera que ha aumentado lacorrupción entre los internos, quienes inducen a sus hermanas para que tengan sexo con laguardia nacional a cambio de que dejen introducir armas o drogas en el penal. Su testimonioconfirma que los propios custodios y guardias nacionales participan activamente en el trafico dearmas y drogas. A juicio de Pedro Luis, en la cárcel el preso es el que impone su propiorégimen.

Entrevista con Edgar Carrasco, Caracas, octubre 2000.

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Hombres que tienen sexo con hombres

La División de Medicina Integral sostiene que las relaciones sexuales entre hombres en lospenales son inherentes a la condición carcelaria, y por tanto frecuentes en las cárcelesvenezolanas. Confirman la existencia de violaciones sexuales, en ocasiones por parte de variosindividuos, siendo por lo general los jóvenes los más afectados. Los reclusos que ingresan pordelito de violación son a su vez víctimas de violación. Reconocen que existe una granpromiscuidad sexual entre los hombres, pero que no tienen capacidad operativa para realizartareas preventivas o de información.

Uno de los reclusos VIH+ que prestó testimonio en el transcurso de esta investigación referíahaber sido víctima de violaciones sistemáticas durante el corto periodo que permaneció enprisión. Asimismo, refería la experiencia de un patrón que es ampliamente comentado: confrecuencia, el violador se convierte posteriormente en el protector del recluso violado, comomedio para garantizar la continuidad de las relaciones sexuales.

Consumo de drogas o sustancias sicoactivas

El consumo y el tráfico de drogas en las prisiones venezolanas es un problema de granenvergadura. Sin embargo, las autoridades abordan el tema fundamentalmente a través demedidas de decomiso y de represión asociadas. Según la División de Medicina Integral, lasdrogas de mayor uso son crack, cocaína y marihuana74. No se considera la existencia deconsumidores por vía endovenosa, debido fundamentalmente a las dificultades para obtener lasjeringuillas. Tanto los presos como los funcionarios de prisiones y miembros de la GuardiaNacional toman parte en el tráfico así como en el consumo. Asimismo, con frecuencia losfamiliares aprovechan las visitas para introducir drogas en los penales, motivo por el cuál suelensufrir requisas indiscriminadas altamente vejatorias, especialmente en el caso de las mujeres (labúsqueda de armas es el segundo objetivo de la requisa).

Actualmente, existen dos convenios para la rehabilitación del interno con adicciones, que sedesarrollan con la Fundación José Felix Ribas (de lucha contra las drogas) y Hogares Crea (detratamiento y rehabilitación). Los programas de Hogares Crea se implementan en un Centro deApoyo al Interno Adicto (Estado Aragua); a la fecha de entrevista, un total de 15 internostomaban parte en dicho programa. Previo a su ingreso, los internos con adicciones debensometerse a un testeo de despistaje de VIH.

Por otra parte, la Comisión Nacional de Lucha Contra las Drogas (Conacuid), enteinterministerial encargado de diseñar las políticas en este ámbito, carece de información acercade la problemática asociada al consumo de drogas y al VIH, tanto en términos generales comoen lo relativo a la situación en prisiones. Asimismo, es muy reducida la información que semaneja en torno a la problemática de las drogas en las prisiones.

Estudio de caso: Eduardo

Eduardo fue detenido en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía (Estado Vargas), señalado defacilitar la fuga de su hermano, un supuesto narcotraficante. Fue trasladado al penal El Tocuyito(Estado Carabobo). Para la fecha, hacia más de 5 años que Eduardo conocía su condición deseropositivo, y venía tomando regularmente tratamiento antirretroviral bajo supervisión médica.

Al llegar a la prisión, y a causa de su seropositividad, fue confinado en una zona de aislamientopara internos enfermos o de mala conducta conocido como la “Nevera”. A pesar del estado deabandono del área, se trata de una zona de privilegio, pues las condiciones de violencia entre losreclusos son menores. De hecho, para gozar del “beneficio” de confinamiento en la Nevera, lafamilia de Eduardo debía pagar entre 100 y 200 mil bolívares75 semanalmente al sub-directordel penal y al jefe de regimiento.

74 Estimaciones de uno de los reclusos entrevistados durante la presente investigación situaban la cifra de consumo dedorgas en torno al 90% de la población interna para un penal concreto.75 El equivalente de USD 140 y 290 a cambio actual.

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Tras una fuga masiva, todos los internos de la “Nevera” fueron trasladados al Pabellón I, dondela situación de Eduardo empeoró considerablemente. Recibió amenazas vejatorias de parte delos funcionarios del penal, que le decían que lo trasladarían al Pabellón II para que lo violaran, yasí le “pegaran esa vaina” (le transmitieran la enfermedad, en lenguaje coloquial) a todos losreclusos, para acabar con el problema de la delincuencia.

Eduardo sobrevivió a las condiciones de encarcelamiento gracias a un constante apoyo externode la familia, que se vio obligada a participar de la corrupción del penal para lograr mantenerloaislado. Asimismo, pudo continuar con los tratamientos de ARV, pues los familiares se loshacían llegar semanalmente con abundante agua. Para ello, era necesario realizar pagosadicionales a los funcionarios del penal. Con ocasión del desarrollo de una enfermedad,Eduardo logró que lo trasladaran al hospital del Seguro Social de Puerto Cabello – si bien lasgestiones de sus abogados tomaron más de dos semanas hasta que se concretó el traslado.Mientras permaneció en el hospital, su familia se vio obligada asimismo a pagar al custodio.

Durante su estancia en el penal, que se prolongó durante siete meses, conoció a otro internoseropositivo con un avanzado estado de SIDA, el cuál nunca logró el traslado a un hospitaldurante el tiempo de su permanencia, debido a la falta de apoyo externo. De igual manera,nunca recibió atención médica especializada.

Eduardo considera que los mayores riesgos para una persona reclusa VIH+ son la insalubridad,la falta de agua potable, la putrefacción de los alimentos, las enfermedades dermatológicas y loshongos. La enfermería existente en el penal no funcionaba como tal y también se encontrabaabandonada. La mayoría de las personas con las que compartía padecían de tuberculosis y lascondiciones sanitarias eran pésimas, vivían sin agua potable y las necesidades fisiológicas lashacían en periódicos que lanzaban por las ventanas hacia la parte de afuera. En cuanto a laviolencia, Eduardo nunca presenció violaciones o relaciones sexuales entre hombres, si bien sísupo del vínculo entre visitas conyugales y prostitución interna dentro del penal (confirma laexistencia de internos que prostituyen a sus hermanas).

Entrevista con Edgar Carrasco. Caracas, octubre 2000.

Iniciativas comunitariasEn el ámbito del VIH/ SIDA a nivel general, las iniciativas de las organizaciones del sector nogubernamental contrastan con un esfuerzo limitado por parte de las autoridades para establecerlíneas de colaboración. Asimismo, las pocas experiencias adelantadas enfrentan diversasresistencias internas en el MSDS. A diferencia de la experiencia de otros países de la región, elprograma nacional de VIH/ SIDA no cuenta con una oficina de enlace con el sector ONGs. Apesar de ello, en los últimos meses se están abriendo nuevas perspectivas para la articulación deesfuerzos, gracias a una mayor disposición de las autoridades a enfrentar de manera sistemáticala epidemia, así como a la movilización a nivel país que ha generado la Sesión Especial de laAsamblea General de las Naciones Unidas (UNGASS) sobre el VIH/SIDA.

En cuanto a la involucración de las personas que viven con VIH/SIDA en los programas delPNS, los esfuerzos sostenidos de las redes de personas que viven con VIH/ SIDA, antesituaciones que afectan el correcto suministro de medicamentos, vienen arrojando saldosprogresivamente positivos en la permeabilidad de las autoridades a las iniciativas y propuestascomunitarias. En los últimos meses, se han concretado diversas iniciativas de coordinación, queincluyen la participación conjunta en las comisiones encargadas de elaborar las líneas maestrasdel Plan Estratégico la Respuesta Nacional al SIDA. En todo caso, debido a la limitación derecursos, los esfuerzos de los colectivos de VIH/SIDA no han podido extenderse hasta la fecha ala problemática de la población penitenciaria.

En cuanto a las iniciativas de organizaciones comunitarias que orientan sus esfuerzosespecíficamente al sector penitenciario, no hay a la fecha ninguna que haya incorporado demanera específica la problemática del VIH/ SIDA. En general, toda la problemática vinculadacon la violencia intracarcelaria y la ausencia de apoyo a las actividades de las organizaciones, seextiende y afecta en distinta medida a aquellos actores sociales que pretenden incidir en la

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mejora de las condiciones de vida de los presos. Durante las jornadas organizadas por UnaVentana a la Libertad en 1999, se adelantó un diagnóstico en lo relativo a la participaciónefectiva de las familias en los procesos de mejoramiento de la calidad de vida de la población.Los principales obstáculos que se detectaron para facilitar y promocionar esta participación son:la ausencia de organización entre familiares, debida a la falta de preparación y de recursos, asícomo por temor a represalias contra los internos; y la falta de información acerca delfuncionamiento del sistema penitenciario, así como de los posibles mecanismos para cooperarcon la pacificación de los penales y promover la reinserción social de los presos. Los obstáculospara facilitar la relación entre familiares y grupos de apoyo y población penitenciaria, así comola ausencia de un sistema de información y comunicación intrapenal, son identificados entre“los principales factores generadores de violencia y corrupción carcelaria”76. Además denumerosas organizaciones comunitarias, existen experiencias de personas que a título individualadelantan un valioso trabajo de apoyo a presos, a través de actividades de educación y/oculturales. El movimiento aboga por el reconocimiento y protección del voluntariadopenitenciario por parte de las autoridades, para facilitar y promover su trabajo.

Por su parte, VTEP-UCAB, que realiza una importante labor de voluntariado penitenciario deacompañamiento y asesoría jurídica a la población reclusa, como parte de los Programas deExtensión a la Comunidad de la UCAB, se ha encargado de manera esporádica de tramitar antelos Jueces de Ejecución algunos casos de presos enfermos de SIDA en su solicitud debeneficios. Igualmente ACCSI ha venido prestando apoyo para el traslado de prisioneros ahospitales y realización de exámenes médicos, y mas recientemente para la obtención debeneficios por penas alternativas. Para ello, se han establecido vínculos con la DivisiónMedicina Integral del MIJ, la cual a participado en programas de capacitación, promovidos porACCSI.

Una Ventana a la Libertad viene adelantando en los últimos años diversas iniciativas para latransformación del sistema penitenciario, entre las que se encuentran: la realización de diversosencuentros de diagnóstico y análisis, a menudo contando con la presencia de reclusos; lapromoción de Cátedras de Derecho Penitenciario; la participación en la elaboración del planJusticia 2000 (ver supra); y la presión a las autoridades para favorecer un cambio cultural ypolítico hacia la problemática que les ocupa.

Las acciones comunitarias que tienen como objeto incidir de una u otra manera en laproblemática del VIH/SIDA y las cárceles, se han reducido hasta la fecha a las actividades delPrograma de Extensión hacia las Cárceles de la UCV. Con anterioridad se ha descrito sucarácter esencialmente técnico y académico – si bien es de destacar que de manera progresiva sehan ido incorporando elementos diversos vinculados con la prevención integral. A su vez, desdeel Programa de Extensión se vienen adelantando gestiones para concretar la creación de unaCátedra de Medicina Penitenciaria en la Facultad de Medicina, para potenciar un mejorconocimiento técnico de la problemática asociada y favorecer la participación de estudiantesespecializados. Uno de los saldos positivos de los operativos adelantados en los últimos años esla progresiva incorporación de un número creciente de estudiantes. Sin embargo, Angela Posadarefiere múltiples situaciones que reflejan las dificultades de la División de Medicina paraconcretar las tareas de seguimiento – a menudo relacionadas con problemas administrativos deúltima hora, y en ocasiones con la ocurrencia de motines o situaciones de violencia en lascárceles a visitar.

Respuestas del sector oficialEn cuanto a la respuesta oficial, en los dos últimos años la División de Medicina Integral vieneadelantando diversos esfuerzos para acercar posiciones y aunar esfuerzos con organizacionessociales, para captar su apoyo en la labor de enfrentar la problemática de la salud en lasprisiones. A pesar de las dificultades para concretar formalmente las relaciones de cooperación

76 UNA VENTANA A LA LIBERTAD: II Jornadas de Reflexion y Compromiso ¿Hacia dónde van nuestrascárceles?. Op. cit.

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con los equipos de la UCV, se viene produciendo una relativa intensificación de las actividadesde cooperación entre ambas entidades77. En concreto, está prevista la firma de un convenio parala creación de pasantías penitenciarias para los estudiantes de la Facultad de medicina de laUCV; el mismo proyecto se promueve con la Universidad de Oriente. Entre tanto, las accionesadelantadas no dejan de ser aisladas, signadas a su vez por una reducida capacidad deseguimiento a los resultados alcanzados en las tareas de despistaje y registro.

Por otro lado, entre las metas pautadas por la División de Medicina Integral para el cuartotrimestre de 2000, se encuentra ii) llevar a cabo reuniones con instituciones no gubernamentalesde ayuda a prisiones. Asimismo, se planificó la realización de un taller de VIH/ SIDA paradirectores de los establecimientos penales (meta nro. 41), en el cuál iba a participar ACCSI; eltaller fue pospuesto con una semana de antelación, y hasta los momentos no ha sidoreconvocado. A su vez, se planificó la elaboración de un plan estratégico en el área del VIH/SIDA, “que incluya despistaje, control sanitario de parejas sexuales, distribución de condones,charlas informativas, etc.”78. Entre tanto, el conjunto de iniciativas que se adelantan desde laDivisión se enfrentan con diversas dificultades, relacionadas con la falta de priorización de laproblemática de salud por parte del MIJ.

Finalmente, la Fundación para el Desarrollo Integral del Servicio Penitenciario del EstadoMiranda (FUNSEPEM), adscrita a la Gobernación regional, adelanta actividades de diversanaturaleza para el desarrollo integral del servicio penitenciario estadal, que reúne a ochoprisiones del país. Entre los diversos componentes de su estructura, adelanta anualmentediversos operativos sanitarios y de dotación de equipos y medicamentos, así como talleres ycharlas formativas. El impacto de estas actividades es notable, habida cuenta la escasez derecursos con que cuenta el sistema penitenciario; sin embargo, se trata de una actividad deapoyo que no tiene efectos sobre las políticas públicas penitenciarias. Asimismo, FUNSEPEMha coordinado junto con la UCV los operativos de despistaje adelantados en los penales bajo sujurisdicción.

8. POLITICAS PENITENCIARIAS, VIH/SIDA Y DIRECTRICESINTERNACIONALES SOBRE VIH/ SIDA Y DERECHOS HUMANOS/ SEGUNDACONSULTA INTERNACIONAL SOBRE EL VIH/ SIDA Y LOS DERECHOSHUMANOS. GINEBRA, 23 AL 25 DE SEPTIEMBRE DE 1996.

Cuarta Directriz: Legislación Penal y Sistema Penitenciario

“Los Estados deberían reexaminar y reformar las leyes penales y los sistemas penitenciariospara que concuerden con las obligaciones internacionales de derechos humanos y que no seapliquen indebidamente a los casos de VIH/ SIDA ni se utilicen contra los grupos vulnerables”

La entrada en vigencia de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela – queincorpora un amplio régimen de garantías procesales y un régimen penitenciario progresivo derango constitucional – así como del COPP, han supuesto un avance fundamental en laactualización del marco constitucional y legal de derecho penal y su adecuación de la normativainternacional. Sin embargo, existe la necesidad de adecuar el conjunto de leyes penitenciarias alos nuevos principios y características del proceso, así como de llevar a cabo una reformasustancial del Código Penal para adaptarlo a los parámetros constitucionales, y resolver losproblemas de su obsolescencia e ineficacia. Por otra parte, la adecuación de la normativa debe iracompañada de una capacitación real de todos los actores del proceso, para garantizar tanto laaplicación de las nuevas normas como la coordinación de las actuaciones en los ámbitosprocesal y penitenciario.

77 La División viene procurando concretar un convenio, que permita la integración de los estudiantes demedicina en el plan de atención integral. ACCSI tuvo acceso a copia del borrador de convenio. Verasimismo diario Ultimas Noticias, 02.11.99, pág. 19.78 MIJ. DIVISIÓN DE MEDICINA INTEGRAL: Mimeo.

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En cuanto al sistema penitenciario, este informe ha puesto de relieve las deficienciasestructurales que lo caracterizan en distinta medida desde hace ya dos décadas, y la manera enque estas deficiencias atentan directamente contra los derechos fundamentales de la poblaciónreclusa, tanto procesada como penada. La carencia de personal cualificado, así como la nóminainsuficiente de personal de custodia no policial o militar; la violencia que caracteriza ladistribución de medidas disciplinarias esencialmente reactivas y la ausencia de una políticadisciplinaria preventiva; la violencia intracarcelaria tanto por motivos sexuales como pormotivos de control de bandos, consumo de drogas y otros; la escasez de personal especializadoen enfermería y medicina, así como de equipamiento, insumos, material e inclusos espaciosfísicos; la falta casi total de acciones preventivas en materia de salud y específicamente deVIH/SIDA; son sólo algunos ejemplos de la deteriorada situación del sistema penitenciariovenezolano, que incluye una reducida gobernabilidad a lo interno de las prisiones.

En cuanto a los programas de salud, existe una amplia disposición de la División de MedicinaIntegral de la Dirección de Prisiones para desarrollar programas tanto de atención comopreventivos, inclusive con el apoyo y participación de sectores comunitarios. Sin embargo, lafalta de priorización por parte de las autoridades a un nivel superior, así como los obstáculosestructurales de carácter administrativo que impiden la puesta en marcha de los programas,hacen que la buena voluntad y los esfuerzos se diluyan en escasos escenarios y con reducidosresultados. Las charlas preventivas se limitan a las ocasiones en que se recibe apoyo externopara la realización de operativos de despistaje; la distribución de preservativos ha sido evitadahasta la fecha, que se ha incorporado a los planes de la División. En cuanto al tratamiento yatención, sencillamente no existe ninguna política al respecto – aspecto que por otro ladocoincide con las deficiencias generales en materia de atención a problemas de salud.

Si bien los protocolos para la realización de pruebas de despistaje incluyen mecanismos paragarantizar la confidencialidad, y su realización no tiene carácter obligatorio, la marcada falta desistematización y de capacidad de control del proceso hace imposible determinar en qué medidason respetados. Una vez un recluso resulta seropositivo, la medida más habitual detectada es lasegregación y/o el traslado no controlado del recluso a otras instalaciones, y en ningún caso suexcarcelación – pues la misma está sujeta tanto por norma como por práctica a la condición deenfermo terminal. Asimismo, no sólo no existe una práctica de privilegios vinculada con lacondición de portador del virus, sino más bien una práctica de castigo y segregación.

En cuanto a las medidas de excarcelación por motivo de SIDA, no existe una práctica concretadefinida; si bien la Dirección de Medicina Integral la favorece, su otorgamiento no parece ser lainclinación habitual de los Jueces de Ejecución de Sentencia. En términos generales, losprocedimientos para solicitar cualquier tipo de medida a modo de “beneficio” estáncondicionados por la capacidad de apoyo externo con el que cuente el recluso afectado.

Quinta Directriz: Leyes de protección y contra la discriminación

“Los Estados deberían promulgar o robustecer las leyes que combaten la discriminación uotras leyes que protegen contra la discriminación en los sectores tanto público como privado alos grupos vulnerables, las personas con el VIH/SIDA y los discapacitados, velar por el respetoa la vida privada, la confidencialidad y la ética en la investigación sobre seres humanos,insistir en la formación y conciliación, y aportar medios administrativos y civiles prontos yeficaces.”

El marco jurídico venezolano está en términos generales exento de normas que incurran endiscriminación de jure, de la misma manera que no existe ni una ley específica sobre VIH/SIDAni disposiciones relativas en otras normas, salvo dos excepciones (ver más abajo). La normativaen materia de no discriminación contemplada en la Constitución (así como en la Constituciónderogada) han sido herramientas eficaces y suficientes para desarrollar estrategias dejusticiabilidad por motivo de discriminación.

La Constitución, que reconoce el conjunto de derechos constitucionales, así como aquellosconsagrados en los tratados internacionales de derechos humanos ratificados por la RepúblicaPor otra parte incorpora la llamada cláusula abierta de los derechos humanos, al determinar que

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la enunciación de los mismos en el texto constitucional y en los tratados internacionales no debeentenderse como negación de los que no figuren expresamente en ellos. Una vez más, parecieraexistir suficiente piso para el desarrollo de estrategias de exigibilidad, sin la necesidad dedesarrollar normativas específicas.

Existe en el ámbito administrativo una normativa (Resolución Ministerial SG-439, septiembrede 1994), emanada del Ministerio de Salud y Desarrollo Social (antes Ministerio de Sanidad yAsistencia Social), que restringe la realización de las pruebas de anticuerpos contra el VIH acircunstancias justificadas en la clínica y la epidemiología, para evitar que las misma se utilicencon propósitos discriminatorios para el trabajo, la asistencia en salud y la educación. En lapráctica, esta Resolución es poco conocida entre instituciones/ organizaciones públicas yprivadas. Las autoridades sanitarias carecen de la capacidad coercitiva y de supervisión paragarantizar su respeto. Así como tampoco para su adecuada difusión.

En materia penitenciaria, no se cuenta con los mecanismos adecuados para promover y protegerla confidencialidad por motivo de enfermedad, y sobre todo por lo que se refiere a los despistajemasivos, compulsivo y/o voluntario.

Al igual que en otras partes de la Región y del mundo, en Venezuela existe una extendidatradición sexista, que incide en los patrones de discriminación presentes en la sociedad y que dealguna manera se extienden hacia las normas de la tradición cultural. Los pocos programas deinformación, educación y sensibilización, dirigidos al ámbito específico de la prevención comola ausencia de una cultura de respeto hacia los diversos sectores que componen nuestrasociedad, hace que de alguna manera se mantengan los comportamientos basados enestereotipos. Por cuanto no existe respeto, ni tolerancia hacia la diversidad sexual, su presenciaabierta en la sociedad venezolana es reducida. Ello afecta a la prevención en grupos específicosy a las posibilidades de incidencia en los programas de educación para la promoción de losderechos sexuales.

A pesar de los esfuerzos adelantados durante el pasado proceso constituyente para incorporar laorientación sexual entre los motivos de protección contra la discriminación, esto no se logró. Sibien, no existe ninguna normativa específica de protección de derechos de la minorías sexuales,vale la pena destacar el Decreto 3235, del 20 de enero de 1999, que contiene el Reglamento dela Ley Orgánica del Trabajo, el cual en el Capitulo III, artículo 8, prohíbe la discriminación enel empleo y trabajo, por razones de género y preferencia sexual.

La situación de los hombres que tienen sexo con hombres en prisiones es sustancialmentediferente a la situación en la sociedad abierta. La intolerancia verbal y la relativa intoleranciaque sufren los homosexuales en la calle se torna en “condición inherente” en las prisiones; elloevidentemente afecta los patrones de “condena” asociados, debido a la tácita incidencia del sexoentre hombres en prisiones. Sin embargo, esa “condición inherente” esta asociada así mismo a laviolencia sexual

En cuanto a sectores específicos, no hay una protección legal ni para evitar o reparar de formaadecuada la discriminación por motivo de VIH/SIDA, ni para prohibir la realización de pruebasobligatorias distinta de la resolución Ministerial sanitaria. En términos generales, las mujeresprivadas de libertad – si bien viven bajo un régimen relativamente mejor al de los hombres – nogozan de un régimen de protección específico para evitar la propagación del VIH/SIDA, distintode las medidas limitantes en materia de visita íntima (que incluyen la realización obligatoria depruebas, requisito que no aplica para los hombres que gozan de este derecho).

En cuanto a los niños y adolescentes que reciben asistencia en centros del Estado, o que estánbajo custodia de las autoridades por infringir la ley penal, carecen totalmente de normas,programas o políticas destinadas a evitar la infección por VIH o los abusos asociados a sucondición de seropositivos. La normativa general vigente en materia de protección del niño y eladolescente recoge los principios y disposiciones internacionales generales. Sin embargo, quedamucho para lograr la adecuación de la infraestructura de protección a estas nuevas disposicionesprogresivas. El 28 de septiembre de 1997 el Instituto Nacional del Menor (INAM) acordó laaplicación de la Resolución SG 439 del MSDS para impedir la discriminación de los niños y

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adolescentes VIH+ para el ingreso, permanencia, asistencia, socorro o servicio en losestablecimientos que ejecuten programa de protección a la infancia.

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CONCLUSIONESConclusiones generales

Limitaciones

Sistema penitenciario: Marcado deterioro de la estructura física; ambiente cargado deviolencia y corrupción; falta de personal cualificado; gobernabilidad interna comprometida;excesivo protagonismo de las fuerzas de seguridad; constantes violaciones a la integridad físicade los reclusos.

Legislación: Dispersión de la legislación penitenciaria; normativa penal y penitenciariapendiente para la adecuación al nuevo régimen constitucional y a los principios del COPP.

El proceso: Falta de apropiación de los principios del COPP por los actores encargados degarantizar su aplicación y vigencia; falta de coordinación en su aplicación; matriz de opiniónpública hostil a las garantías procesales que incorpora el nuevo proceso penal.

Políticas penitenciarias: Diseño de políticas estructurales ante situaciones de emergencia, perocon dificultades de coordinación y sin garantía de continuidad; ausencia de coordinacióninterinstitucional y con las ONG; pendiente una reforma estructural del sistema, en el marco dela reforma del Poder Judicial.

Salud en prisiones

Situación de salud: Predominancia de la variable violencia; situación de salud determinada porlas precarias condiciones generales de las prisiones en cuanto a servicios sanitarios deficientes,limitados servicios de agua potable, promiscuidad, pésima nutrición, ausencia de servicios desalud, deficiente vigilancia epidemiológica, subregistro epidemiológico.

Sistema de salud: Deficiencias crónicas en la atención de salud en prisiones (medicina general,odontología, psiquiatría); dependencia de hospitales externos para la atención de emergencias;dependencia del recluso de familiares para la auto–asistencia; políticas nutricionales deficitarias;falta de sistematicidad en los registros y tratamientos.

Políticas de salud: Falta de priorización al más alto nivel de la variable salud; dificultades de laDivisión de Medicina para ejecutar y coordinar planes y políticas; falta de coordinación general;dependencia de apoyos externos.

VIH/SIDA: Conclusiones generales

Situación: Número reducido de casos registrados (66 casos registrados; cifras no confiables);ausencia de sistematicidad en los registros; ausencia de seguimiento y/o aislamiento;dependencia de actores externos para la realización voluntaria de pruebas (universidades).

Atención: No existe atención de salud específica para seropositivos y enfermos de SIDA; nohay acceso a tratamiento antirretroviral ni a tratamiento para enfermedades oportunísticas.

Prevención: Escasos esfuerzos asociados a operativos de despistaje; dificultades relacionadascon la reducida capacidad de coordinación de la División de Medicina y con los factores

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internos de prisiones (violencia, falta de estructura, salubridad, fallas en los programas deeducación y/o promoción).

Beneficios: Se conoce de otorgamientos esporádicos de medidas alternativas al cumplimientode condena; poca disposición de los jueces a dictar estas medidas; falta de coordinación y desistematización de los procesos asociados.

La situación del VIH/SIDA en prisiones y el diseño de posibles estrategias para su control yprevención están condicionados de manera radical por la situación penitenciaria general, y porlas deficiencias en materia de políticas y programas de salud en particular. La División deMedicina se ve desbordada por las condiciones de las prisiones y por las dificultades paracoordinar las políticas y planes sectoriales. Existe en términos generales una falta decoordinación de las políticas y programas carcelarias, que reducen las posibilidades deincidencia de las directrices rectoras al mínimo.

Dada la situación, resulta extremadamente complejo el desarrollo de programas específicos parael VIH/SIDA. Si bien algunas de las acciones ejecutadas tanto por Medicina Integral como porlos propios Directores de Prisiones, no se ajustan a las recomendaciones emanadas de lasDirectrices Internacionales sobre VIH/SIDA y Derechos Humanos (relativas a no–segregaciónde reclusos, acceso a tratamientos, protección de reclusos contra la violencia sexual, consejería,confidencialidad, entre otros), la realidad carcelaria del país y sus consecuencias sobre el temadel VIH/SIDA obligan a una revisión críticas de esas directrices y las modalidades de aplicaciónen el contexto venezolano.

De esta manera, las recomendaciones deben necesariamente comenzar por aquellas de caráctergeneral relativas a la situación del sistema penitenciario en general y a la situación de laspolíticas y programas de salud en particular; para luego abordar, desde la especificidad delcontexto, algunas propuestas en materia de VIH/SIDA. En recuadro aparte, se adelanta unaprimera crítica a la aplicabilidad de las directrices, en el marco de los resultados de la presenteinvestigación.

RecomendacionesAsumir como política de estado la recuperación integral del sistema penitenciario (recuperaciónde la infraestructura física y su mantenimiento, asignación de recursos acorde con lasnecesidades del sistema, gestión administrativa transparente y coordinada, contratación depersonal cualificado y formación permanente).

Adelantar el proceso de descentralización, de manera de promover la gobernabilidad de lasprisiones, y en garantía de la transferencia de los recursos necesarios para adelantar latransformación penitenciaria.

Incorporar como eje de las políticas penitenciarias la participación efectiva del sector nogubernamental de voluntariado y trabajo penitenciario, estableciendo mecanismos decoordinación de políticas y acciones.

Garantizar la compatibilidad de las leyes y normas con las garantías procesales, a través de suposible codificación.

Instrumentar los mecanismos de capacitación y coordinación necesarios para lograr elfuncionamiento coordinado de los sistemas procesal y penitenciario por el conjunto de actoresque participan en el mismo.

Priorización de la variable salud por parte de las autoridades del MIJ, y garantía de autonomía ygestión de las políticas de salud por parte de la División de Medicina.

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Garantizar la adecuada infraestructura y dotación médica y de personal de los servicios deatención a la salud en todas las prisiones del país.

En materia de VIH/SIDA

Lograr que a nivel ministerial se otorgue la debida prioridad a la problemática asociada alVIH/SIDA, como medio esencial para garantizar la viabilidad de las propuestas y como mediode prevención ante las posibles dimensiones de la situación intracarcelaria.

Establecer políticas coordinadas con las autoridades sanitarias, especialmente el PNS, paraasegurar la dotación de reactivos y el cumplimiento de los protocolos asociados a los operativosde despistaje; el diseño e implementación de programas de atención; y de programascoordinados para la prevención del VIH/SIDA.

Garantizar el respeto a la confidencialidad y voluntariedad en los operativos de despistaje, asícomo el debido seguimiento a los casos detectados y el acceso a la información por parte de losafectados.

Implementar programas de despistaje voluntario, con la debida información, confidencialidad yseguimiento.

Establecer mecanismos homogeneos y sistemáticos para el seguimiento y tratamiento de loscasos detectados, acordes con la realidad penitenciaria y en respeto a los derechos humanos delas personas seropostivas.

Diseñar e implementar campañas permanentes de prevención y educación, que involucren a lacomunidad extracarcelaria, con contenidos de derechos humanos, medios de prevención,medidas a tomar ante la condición de seropositividad, etc.

Garantizar, en coordinación con el MSDS, el acceso a tratamiento antirretroviral para losreclusos y reclusas seropositivos, en cumplimiento del mandato judicial que establece elderecho al acceso a tratamiento para todas la población venezolana que lo requiera.

Incorporar al conjunto de funcionarios y trabajadores asociados al sistema penitenciario,incluidos los miembros de la GN, a las labores de prevención, educación y despistaje voluntario,así como a sus familiares.

A nivel del INAM y del Consejo Nacional de Derechos del Niño y el Adolescente, lograr que seasigne la debida prioridad al tema de la prevención en materia de VIH/SIDA a lo interno de loscentros de atención, así como que se desarrollen iniciativas de control permanente con el debidoconsentimiento e información por parte de los niños y adolescentes atendidos. Asimismo,involucrar al funcionariado y a la comunidad en las labores de prevención y educación.

Fuentes:

Informes sobre la situación de los derechos humanos en Venezuela – Provea.

Informe sobre la situación de las prisiones en Venezuela – Human Rights Watch.

Informes sobre la situación en prisiones – Ventana a la Libertad.

Informe anual sobre situación del VIH/SIDA y los DDHH Venezuela 1999 - ACCSI

Documentos de propuestas para la transformación penitenciaria – Ventana a la Libertad.

Informes sobre los derechos del niño – Centro Comunitario de Aprendizajes (CECODAP).

Informes del Programa de Extensión hacia las cárceles de la Universidad Central de Venezuela.

Informes del Ministerio de Interior y Justicia.

Informes de la División de Medicina Integral de la Dir. Prisiones - Ministerio de Interior yJusticia.

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Informes del Instituto Nacional del Menor.

Entrevistas:

Eduardo y Pedro Luís, exreclusos seropositivos.

Dr. Wilfredo Pérez, Director de la División de Medicina Integral de la Dir. Prisiones (MIJ).

Dr. Leonardo González, epidemiólogo de la División de Medicina Integral (MIJ).

Dra. Asia Villegas, exdirectora de la División de Medicina Integral (MIJ) – año 1999 yDefensora Adjunto de Servicios Públicos – Defensoría del Pueblo.

Lic. Angela Posada, Escuela de Bioanálisis de la Facultad de Medicina (UCV) – ProyectoPrisiones.

Dr. Eddy Salazar, director del Programa de Extensión hacia las Cárceles de la Facultad deMedicina de la UCV.

Abg. Carlos Nieto. Coordinador de Ventana a la Libertad, Bloque de organizaciones para latransformación penitenciaria.

Sra. Abigail Bernard. Dirección de Prevención del Consejo Nacional contra las Drogas(CONAUCID).

Abg. María Hernández, reclusa y pasante del Instituto Nacional de la Mujer (Inamujer).

Sra. Vicmar Morillo, especialista en materia penitenciaria, Provea.