gestion residuos

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y respetuosos con el medio ambiente. El compostaje es un proceso controla- do y acelerado de descomposición de las partes orgánicas de los residuos que da lugar a un producto estable lla- mado compost. Está formado por res- tos orgánicos, microorganismos, oxígeno y agua, y se puede usar para abonar suelos, alimentar ganado, construir carreteras, obtener combus- tibles y otros diversos cometidos. Para que se pueda utilizar el compost sin problemas es fundamental que la ma- teria orgánica no esté contaminada con sustancias tóxicas: es frecuente que un exceso de metales tóxicos con- vierta en inútil al compost para usos biológicos, al ser muy cara y difícil su eliminación. Y la biometanización es el tratamiento de fermentación de la materia orgánica que da como resul- tado la producción de metano, gas cu- ya combustión produce energía. Este proceso, además de en residuos sóli- dos urbanos, se aplica a lodos de depu- radoras. Los críticos de la biometani- zación la acusan de generar olores nauseabundos en el entorno, de ocu- par gran cantidad de suelo y de produ- cir mayor impacto visual que una incineradora y, como consecuencia de todo ello, también de no admitir usos residenciales en las proximidades de la zona en que se produce esta biometa- nización. Propuestas normativas Los proyectos más avanzados de normativa medioambiental en nues- tro país apuntan a que entre el recicla- do y el aprovechamiento de la materia orgánica se deberían tratar en torno al 50% ó incluso el 60% de los residuos generados. El vertido se debería redu- cir a un 10%, y el resto (entre el 30% y 40%) se trasladarían a plantas de inci- neración. Por su parte, la directiva eu- ropea sobre vertido de residuos, aprobada en 1999, establece que cual- quier tratamiento que contribuya a la eliminación de los residuos debe ser consecuente con el medio ambiente y favorecer el reciclaje. Sin embargo, el reciclaje, aunque en aumento, es toda- vía una práctica minoritaria (en Espa- ña sólo se recicla el 11% de los RSU). Asimismo, se establece una gestión controlada y adecuada del tratamien- to de residuos mediante su depósito en instalaciones que reúnan las mayores garantías. En fechas recientes, la Co- misión Europea adoptaba la Estrategia Temática de Prevención y Reciclaje de Residuos y la Estrategia Temática de Recursos Naturales, junto con una propuesta de enmienda de la Directiva Marco de Residuos. Organizaciones como Ecologistas en Acción han criti- cado que esta Estrategia dé la misma importancia al reciclaje y a la incine- ración, lo que significaría promover la incineración. • SUS DEFENSORES sostie- nen que es la mejor de las al- ternativas de tratamiento de residuos, puesto que, además de reducir de manera conside- rable su volumen y peso, gene- ran energía eléctrica. Y aunque reconocen que una incinerado- ra produce gases nocivos como CO 2 , SO 2 , óxidos de nitrógeno, cloruro de hidrógeno y floruro de hidrógeno o sustancias co- mo benzopirenos y alquitranes, muchos de ellos cancerígenos, aseguran que todos ellos son finalmente eliminados. Y que la emisión de dioxinas, sustan- cias tóxicas con efectos cance- rígenos, se reduce hasta valo- res mínimos e inocuos. Dicen también que los residuos me- tálicos que quedan tras la inci- neración (no pueden ser des- truidos), son tratados con pos- terioridad y se elimina su toxicidad. En resumen, recono- cen que las incineradoras no están exentas de riesgos pero las defienden como opción más conveniente. Asimismo, alegan que, si bien las prime- ras incineradoras no cumplían todas las medidas de seguri- dad deseables, las actuales instalaciones cuentan con sis- temas para depurar y eliminar posibles elementos tóxicos. Es- paña aprobó en su Plan Nacio- nal de Residuos (2000) una norma que endurecía los lími- tes permitidos para las emisio- nes de varios contaminantes, entre los que se encontraban los generados por las incinera- doras. • LOS DETRACTORES DE LAS INCINERADORAS reba- ten las razones de sus promo- tores. Aseguran que destruyen recursos que podrían aprove- charse, dicen que se trata de un sistema caro que frena el desarrollo de tecnologías lim- pias, le acusan de que es muy contaminante y que resulta in- compatible con el desarrollo de programas de separación de basuras. Otro de los proble- mas que adjudican sus enemi- gos a las incineradoras es que estas plantas industriales re- quieren de inversiones millo- narias, por lo que se hace es- pecialmente necesario conocer si se están gestionando de una forma eficaz y adecuada. Asi- mismo, plantean la exigencia de que se compruebe si se es- tán realizando las medidas de análisis y control pertinentes. MEDIO AMBIENTE 27 ABRIL 2006 ¬ Los argumentos: a favor y en contra Las incineradoras son plantas de tratamiento y reducción de RSU. No sólo los reducen a cenizas sino que generan ingresos por la venta de energía producida en la combus- tión. Sin embargo, su implantación ha recibido fuertes críticas de quienes las consideran un riesgo para el medio ambiente y para la salud. El tratamiento y eliminación de las ba- suras domésticas, o Residuos Sólidos Urbanos (RSU), es uno de los proble- mas medioambientales más contro- vertidos de estos últimos años. Se sabe que en una ciudad cada habitante pro- duce al día más de un kilo de residuos, cantidad que, además, crece sin que nada lo evite: en los últimos diez años, los países europeos ha aumentado el volumen de residuos per cápita en más de un 60%. Hasta hace pocas décadas, el proce- dimiento fundamental para dar solu- ción a las basuras era acumularlas en vertederos. Pero la falta de espacio en las grandes urbes y los problemas de contaminación que causaban propi- ciaron en los últimos años la urgente búsqueda de alternativas. Así, la inci- neración se ha convertido en el siste- ma de tratamiento de basuras con mayor aceptación en Europa, pero nuestro país es uno de los estados ¿Son necesarias las incineradoras? EL USO DE ESTAS INSTALACIONES INDUSTRIALES QUE QUEMAN LA BASURA Y CREAN ENERGÍA GENERA CONTROVERSIA POR SU ACCIÓN CONTAMINANTE miembros de la UE con menor implan- tación de incineradoras: sólo funcio- nan doce incineradoras, todas ellas de titularidad municipal, y únicamente hay dos proyectos de nuevas plantas de incineración, si bien varias fábricas cementeras tienen o han solicitado permiso para incinerar residuos, in- cluso los tóxicos o peligrosos. Las diferencias entre unos y otros planteamientos se traducen también en una disyuntiva social sobrevenida: por una lado, los ciudadanos exigen a sus municipios una solución para la in- deseable acumulación de basuras, pero se niegan rotundamente a que cerca de su casa se instale una planta incinera- dora que ayude a resolver el problema. Alternativas a las incineradoras Hay otros métodos de tratamiento de residuos, que los detractores de las incineradoras consideran más viables MEDIO AMBIENTE RESIDUOS SÓLIDOS URBANOS (RSU) 26

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y respetuosos con el medio ambiente.El compostaje es un proceso controla-do y acelerado de descomposición delas partes orgánicas de los residuosque da lugar a un producto estable lla-mado compost. Está formado por res-tos orgánicos, microorganismos,oxígeno y agua, y se puede usar paraabonar suelos, alimentar ganado,construir carreteras, obtener combus-tibles y otros diversos cometidos. Paraque se pueda utilizar el compost sinproblemas es fundamental que la ma-teria orgánica no esté contaminadacon sustancias tóxicas: es frecuenteque un exceso de metales tóxicos con-vierta en inútil al compost para usosbiológicos, al ser muy cara y difícil sueliminación. Y la biometanización esel tratamiento de fermentación de lamateria orgánica que da como resul-tado la producción de metano, gas cu-ya combustión produce energía. Esteproceso, además de en residuos sóli-

dos urbanos, se aplica a lodos de depu-radoras. Los críticos de la biometani-zación la acusan de generar oloresnauseabundos en el entorno, de ocu-par gran cantidad de suelo y de produ-cir mayor impacto visual que unaincineradora y, como consecuencia detodo ello, también de no admitir usosresidenciales en las proximidades de lazona en que se produce esta biometa-nización.

Propuestas normativasLos proyectos más avanzados de

normativa medioambiental en nues-tro país apuntan a que entre el recicla-do y el aprovechamiento de la materiaorgánica se deberían tratar en torno al50% ó incluso el 60% de los residuosgenerados. El vertido se debería redu-cir a un 10%, y el resto (entre el 30% y40%) se trasladarían a plantas de inci-neración. Por su parte, la directiva eu-ropea sobre ver t ido de res iduos,

aprobada en 1999, establece que cual-quier tratamiento que contribuya a laeliminación de los residuos debe serconsecuente con el medio ambiente yfavorecer el reciclaje. Sin embargo, elreciclaje, aunque en aumento, es toda-vía una práctica minoritaria (en Espa-ña sólo se recicla el 11% de los RSU).Asimismo, se establece una gestióncontrolada y adecuada del tratamien-to de residuos mediante su depósito eninstalaciones que reúnan las mayoresgarantías. En fechas recientes, la Co-misión Europea adoptaba la EstrategiaTemática de Prevención y Reciclaje deResiduos y la Estrategia Temática deRecursos Naturales, junto con unapropuesta de enmienda de la DirectivaMarco de Residuos. Organizacionescomo Ecologistas en Acción han criti-cado que esta Estrategia dé la mismaimportancia al reciclaje y a la incine-ración, lo que significaría promover laincineración.

• SUS DEFENSORES sostie-nen que es la mejor de las al-ternativas de tratamiento deresiduos, puesto que, ademásde reducir de manera conside-rable su volumen y peso, gene-ran energía eléctrica. Y aunquereconocen que una incinerado-ra produce gases nocivos comoCO2, SO2, óxidos de nitrógeno,cloruro de hidrógeno y florurode hidrógeno o sustancias co-mo benzopirenos y alquitranes,muchos de ellos cancerígenos,aseguran que todos ellos sonfinalmente eliminados. Y quela emisión de dioxinas, sustan-cias tóxicas con efectos cance-

rígenos, se reduce hasta valo-res mínimos e inocuos. Dicentambién que los residuos me-tálicos que quedan tras la inci-neración (no pueden ser des-truidos), son tratados con pos-terioridad y se elimina sutoxicidad. En resumen, recono-cen que las incineradoras noestán exentas de riesgos perolas defienden como opciónmás conveniente. Asimismo,alegan que, si bien las prime-ras incineradoras no cumplíantodas las medidas de seguri-dad deseables, las actualesinstalaciones cuentan con sis-temas para depurar y eliminarposibles elementos tóxicos. Es-paña aprobó en su Plan Nacio-nal de Residuos (2000) unanorma que endurecía los lími-tes permitidos para las emisio-nes de varios contaminantes,entre los que se encontrabanlos generados por las incinera-doras.

• LOS DETRACTORES DELAS INCINERADORAS reba-ten las razones de sus promo-tores. Aseguran que destruyenrecursos que podrían aprove-charse, dicen que se trata deun sistema caro que frena eldesarrollo de tecnologías lim-pias, le acusan de que es muycontaminante y que resulta in-compatible con el desarrollode programas de separaciónde basuras. Otro de los proble-mas que adjudican sus enemi-gos a las incineradoras es queestas plantas industriales re-quieren de inversiones millo-narias, por lo que se hace es-pecialmente necesario conocersi se están gestionando de unaforma eficaz y adecuada. Asi-mismo, plantean la exigenciade que se compruebe si se es-tán realizando las medidas deanálisis y control pertinentes.

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Los argumentos: a favor y en contraLas incineradoras son plantas de tratamiento y reducciónde RSU. No sólo los reducen a cenizas sino que generan ingresos por la venta de energía producida en la combus-tión. Sin embargo, su implantación ha recibido fuertes críticas de quienes las consideran un riesgo para el medioambiente y para la salud.

El tratamiento y eliminación de las ba-suras domésticas, o Residuos SólidosUrbanos (RSU), es uno de los proble-mas medioambientales más contro-vertidos de estos últimos años. Se sabeque en una ciudad cada habitante pro-duce al día más de un kilo de residuos,cantidad que, además, crece sin quenada lo evite: en los últimos diez años,los países europeos ha aumentado elvolumen de residuos per cápita en másde un 60%.

Hasta hace pocas décadas, el proce-dimiento fundamental para dar solu-ción a las basuras era acumularlas envertederos. Pero la falta de espacio enlas grandes urbes y los problemas decontaminación que causaban propi-ciaron en los últimos años la urgentebúsqueda de alternativas. Así, la inci-neración se ha convertido en el siste-ma de tratamiento de basuras conmayor aceptación en Europa, peronuestro país es uno de los estados

¿Son necesarias las incineradoras? EL USO DE ESTAS

INSTALACIONESINDUSTRIALES

QUE QUEMAN LABASURA Y CREANENERGÍA GENERA

CONTROVERSIA POR SU ACCIÓNCONTAMINANTE

miembros de la UE con menor implan-tación de incineradoras: sólo funcio-nan doce incineradoras, todas ellas detitularidad municipal, y únicamentehay dos proyectos de nuevas plantasde incineración, si bien varias fábricascementeras tienen o han solicitadopermiso para incinerar residuos, in-cluso los tóxicos o peligrosos.

Las diferencias entre unos y otrosplanteamientos se traducen tambiénen una disyuntiva social sobrevenida:por una lado, los ciudadanos exigen asus municipios una solución para la in-deseable acumulación de basuras, perose niegan rotundamente a que cerca desu casa se instale una planta incinera-dora que ayude a resolver el problema.

Alternativas a las incineradorasHay otros métodos de tratamiento

de residuos, que los detractores de lasincineradoras consideran más viables

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