Gulliver Turista Fantástico Autor: Rocío del Pilar … · Instrucciones Antes de iniciar el juego...
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Gulliver
Turista Fantástico
Autor: Rocío del Pilar Correa Aguilar
Dirigido a: niños de 7 a 10 años
Duración: 5 sesiones de 2 horas cada una
“Escribir para niños tiene que ver con la necesidad de desandar el tiempo para conservar la magia y reinventar el mundo”
Juan Villoro
Introducción
“Cada libro es una isla que propone un destino diferente.Así,la literatura existe
para imaginar otras cosas...” dice Juan Villoro y nada mejor que adentrarnos a una
obra clásica de la literatura universalpara conocer mundos asombrosos:Los viajes
de Gulliver, una novela fantástica de aventuras que transforma la realidad para
hacer que las cosas comunes parezcan raras y extraordinarias. A propósito del
350 aniversario natal de su autor Jonathan Swift (Dublín, 1667-1745),los sucesos
que aquí se cuentanpermitirá a los niños disfrutar de la lectura y reflexionar acerca
de la naturaleza humana.
El taller propone el acercamiento a esta obra literaria porser una narración
imaginativa, ingeniosa y llena de emocionantes aventuras. A través del Turista
Fantástico, un juego de mesa integrado con diferentes casillas, los niños
conocerán los pasajes más asombrosos del capitán Lemuel Gulliver, un médico
que abordo del mercante Antílope emprende viajes que lo llevarán a territorios
inusitados: un reino de personas diminutas, un país de gigantes y una isla flotante
poblada por seres raros y excéntricos que ponen en entredicho la condición
humana.
Así también, los niñostendrán que asumirretos y realizar actividades
creativas que reforzarán en ellos valores como la amistad y el trabajo colaborativo.
Objetivos
Adentrarse a la riqueza simbólica y fantástica de la obra Los viajes de
Gullivera través de un juego que permita a los niños ampliar su universo de
ficción y utilizar diferentes narrativas: oral, escrita, plástica y audiovisual con
el fin de desarrollar sus habilidades comunicativas.
Reforzar en los niños valores como la amistad, la inclusión y el trabajo
colaborativo a través de dinámicas que les permitan reflexionar y expresar
sus opiniones en diferentes situaciones vivenciales.
Turista Fantástico
El Turista Fantástico comprende un tablero alusivo a los viajes que realizó Gulliver
en su travesía por el mar.El tablero está diseñado a modo de rompecabezas en
cinco piezas;cada unarepresenta una sesión de taller yestá acompañada de cinco
casillas que indican actividades a realizaragrupadas por colores diferentes.
Las casillas son:
Lo Fantástico (indica una breve lectura de episodiosemocionantes)
Reto (indica una actividadlúdica o de reflexión que fomenta valores y
normas básicas de convivencia)
Expresión Creativa (procesos de expresión oral, escrita, plástica
yaudiovisual)
Dato curioso (datos para ser comentados al término de cada sesión)
Salida (casilla de iniciodel juego)
Fichas (barcos de diferentes colores para avanzar en el tablero. Pueden
ser elaborados por los niños en la primera sesión)
Se recomienda que amplifiques el tablero tanto como se pueda,para queel grupo
pueda visualizarlo y lo pegues sobre un cartón de modo que pueda ser
manipulado fácilmente. Colócalo sobre una mesa o fíjalo en una pared.
Así mismo los textos para leer pueden ser ampliados o complementados
como el bibliotecario lo considere conveniente según el interés de los
participantes.
Instrucciones
Antes de iniciar el juego organiza al grupo en equipos y pide que cada uno
elabore su ficha-barco. El juego inicia en la casilla de Salida y los barcos irán
avanzando en el tablero conforme vayan terminando las actividades
correspondientes.
El juego se desarrollará en cinco sesiones de tal manera que, en cada
una,habrá una pieza del rompecabezas que será puesta en el tablero eirá
indicando las actividades a realizar según el orden de las casillas. Así, en cada
sesión, las piezas se irán completandopara que, al término de la quinta sesión, el
rompecabezas quede totalmente armado y se dé por terminado el juego.
En este juego ningún equipo gana o pierde, cada uno irá a avanzando en el
tablero conforme vaya terminando las actividades esperadas. Lo que significa que,
respetando los ritmos de trabajoen un margen de tiempo considerable,se espera
que todos los equipos completen las casillas de cada sesión.
Requerimientos:
Turista Fantástico
material de reúso (botones, corcholatas, cajitas,tela, revistas y periódicos)
pintura vinílica ( frasquitos de colores primarios)
pinceles (uno por participante)
plumines (6 estuches de diferentes colores)
pegamento
cartulina blanca (6 pliegos)
tijeras
lápices
hojas bond
hilo cáñamo (un carrete chico)
lápices de colores
Sesión 1. Viaje a Liliput
Inicia la sesión dando la bienvenida a los participantesy llevando a cabo una breve
presentación. Comenta al grupo la dinámica del taller.
A continuación, menciona algunos datos importantes de la obra maestra de
Jonathan SwiftViajes a varios lugares remotos del planeta, titulada
popularmente Los viajes de Gulliver, la cual fue publicada como anónima en 1726
obteniendo un éxito inmediato. El autor tardó seis años en escribirla y se le
consideró como una sátira ya que critica a la sociedad de esa época y plantea
profundas reflexiones acerca de la naturaleza humana.Sin embargo, existen
muchas versiones para niños que resaltan lo fantástico de la obra y su belleza
literaria.
Inicio del juego
Organiza al grupo en equipos;coloca sobre el tablero la pieza del
rompecabezas de esta sesión y pide a los equipos que coloquen su fichaen la
casilla de Salida; así mismo que asignen un nombre a su barco.
Para entrar al tema con una atmósfera adecuada recrea el paisaje
marino.Muestra esta pintura a los niños y pide que la observen con detenimiento.
Motívalos a leer, sentir e imaginar mientras la miran, para ello, pregunta: ¿quién
navega en este barco? ¿a dónde se dirige? ¿qué miran las personas a
bordo?¿qué olores perciben? ¿cómo es el clima?¿qué emociones tienen de
realizar ese viaje?
Así también, pregunta a los niños si han viajado en barco y cuál fue su
experiencia. Si no lo han hecho, pide que comenten cómo se imaginan un viaje
por mar y qué lugares les gustaría conocer. Concluye la actividad cuando se
hayan agotadolas participaciones.
Avanzauna casilla.
Lo Fantástico
Lee en voz alta o en círculo de lectura el texto “Gulliver naufraga y llega al país de
Liliput” (anexo 1).
Avanza una casilla.
Reto
Hundir palabras. Organiza a los equipos para que jueguen en pares. A
continuación proporciona a cada equipo dos hojas cuadriculadas de 10 filas x 10
columnas. Las columnas se señalarán con números y las filas con letras, de modo
que a cada casilla le corresponda una coordenada de letra y número.
Posteriormente, cada equipo seleccionará cinco palabras relacionadas con
la navegación, por ejemplo: barco, marinero, timón, brújula, mar, etc., y las
escribiráen secreto en posiciónhorizontal, vertical o en diagonal; de tal manera,
que cada letra ocupe una casilla. A continuación, los equipos jugarán por turnos
para tratar de encontrar las palabras del otro barco mencionando coordenadas
que les ayuden a descubrir su ubicación. Para ello, irán anotando sus jugadas en
la segunda hoja.La palabra quedará hundida, una vez descubierta. El equipo que
haya hundido más palabras en el tiempo asignado para el juego, será el barco que
haya sobrevivido a la tempestad.
Avanzauna casilla.
Lo Fantástico
Lee en voz alta o en círculo de lectura el texto “Gulliver se gana la confianza del
emperador por ser un hombre pacífico” (anexo 1).
Avanza una casilla.
Expresión creativa
Juego de Animación. Invita a los niños a dar vida a imágenes fijas gracias a la
persistencia de la visión. Para ello, proporciona a cada niño un círculo de
cartulinade 20 cm de diámetro. Después, lee en voz alta la biografía del
emperador de Liliput que viene abajo. A continuación, pide a los niños que dibujen
en una cara del círculoal emperador como lo hayan imaginado y del otro lado, su
castillo. Cerciórate que los dibujos que hagan estén invertidos, así se podrán
“ensamblar” las imágenes cuando estén en movimiento. La animación se
apreciará mejor si se dibuja el fondo oscuro y las figuras de un color que resalte.
Posteriormente se harán dos perforaciones de cada lado del discoy por
éstasse pasará un hilo cáñamo. Sujetando el hilo se podrá hacer que el disco gire
y al extenderlo para que se desenrede, las figuras cobrarán movimiento.
Cuando los niños hayan terminado su trabajo, motívalos para que imaginen
la personalidad del emperador, por ejemplo: cómo es su carácter, sus
pasatiempos, lo que le gusta comer, lo que le disgusta, etc.
El emperador de Liliput
“Es casi el ancho de mi uña más alto que todos los de su corte, y esto por sí solo
es suficiente para infundir pavor a los que le miran. Sus facciones son firmes y
masculinas; de labio austríaco y nariz acaballada; su color, aceitunado; su
continente, derecho; su cuerpo y sus miembros, bien proporcionados; sus
movimientos, graciosos, y majestuoso su porte. No era joven ya, pues tenía
veintiocho años y tres cuartos, de los cuales había reinado alrededor de siete con
toda felicidad y por lo general victorioso. Su traje era muy liso y sencillo, y hecho
entre la moda asiática y la europea; pero llevaba en la cabeza un ligero yelmo de
oro adornado de joyas y con una pluma en la cresta. Tenía en la mano la espada
desenvainada para defenderse si acaso yo viniera a escaparme; la espada era de
unas tres pulgadas de largo, y la guarnición y la vaina eran de oro, avalorado con
diamantes. Su voz era aguda, pero muy clara y articulada; yo no podía oírla
estando de pie”.1
Avanza una casilla.
Dato Curioso
Comenta con el grupo los datos curiosos: “Alimentando a Gulliver” y “¿Por qué
había conflicto entre las islas de Blefuscu y Liliput?” (anexo 2). Concluye la sesión.
Sesión 2.La flota enemiga
Pide a un niño que ensamble la pieza del rompecabezas como corresponde en el
tablero.Realiza una breve charla con el grupo acerca de los peligros a los que se
enfrenta un marinero en alta mar; por ejemplo, una tormenta o el hundimiento del
barco. Platica que es muy importante que los marineros sean hombres muy
preparados para enfrentar esos peligros. Luego, pregunta a los niños: ¿qué
necesita un marinero para navegar? En sus respuestas pueden considerar
objetos, cualidades físicas y de personalidad. Al final, permite que el grupo saque
sus propias conclusiones.
Avanza casilla. 1Swift, Jonathan, Viajes de Gulliver (cap. 2, p.8) en: http://www.edu.mec.gub.uy/biblioteca_digital/libros/s/Swift,%20Jonathan%20-%20Los%20viajes%20de%20Gulliver.pdf
Lo Fantástico
Lee en voz alta o en círculo de lectura el texto “Gulliver evita la invasión a Liliput
con una ingeniosa estrategia”(anexo 1).
Avanza una casilla.
Reto
Los tesoros de la isla. Este es un juego de pistas para encontrar tesoros perdidos
en la biblioteca pública o en un espacio abierto. Para empezar, cada equipo
deberá reconocer el terreno de juego; es decir, tendrá que inspeccionar el territorio
acordado con la finalidad de transcribir la información sobre un mapa donde
deberá localizarse un tesoro que esconderá; por ejemplo: calaveras, banderas
negras, monedas, cuentas “preciosas”, etc.
Es importante que los equipos trabajen coordinadamente y se repartan
funciones. Cuando hayan terminado de elaborar su mapa, los equipos lo
intercambiarán para recorrer un circuito diferente y buscar el tesoro.
Una vez agotado el tiempo asignado para la búsqueda, organiza al grupo
para que se siente en círculo y pide que coloquen al centro los tesoros
encontrados. Después, motiva a los niños para que a partir de los objetos hallados
puedan imaginar personajes, lugares y hasta construir entre todos una fantástica
historia de aventuras. Finalmente, pongan en común las experiencias vividas para
conocer las dificultades que surgieron en la representación e interpretación de
mapas así como sus posibles soluciones.
Avanza una casilla.
Lo Fantástico
Lee en voz alta o en círculo de lectura el texto “Gulliver encuentra el modo de
regresar sano y salvo a su país natal” (anexo 1).
Avanza una casilla.
Expresión creativa
Pon a disposición de los niños material de reúso, así como pinturas de agua,
pinceles, marcadores, pegamento y tijeras. Pídeles que diseñen la insignia de
nardac que le otorgaron a Gulliver por su valentía. Para ello, cada uno tendrá que
imaginar las características de la insignia para obtener una creación muy original y
creativa.
Avanza una casilla.
Dato Curioso
Comenta con el grupo los datos curiosos: “Descripción de los pobladores y su
entorno” y “Costumbres de los liliputenses” (anexo 2). Concluye la sesión.
Sesión 3.El país de los gigantes
Pide a un niño que ensamble la pieza del rompecabezas como corresponde en el
tablero. Platica con los niños sobre cosas del mar; por ejemplo,pregúntales si
saben cuál es el mayor océano, cuál es la mayor isla del mundo y cuál es el mayor
archipiélago que existe. Sugiéreles hacer una breve investigación en el acervo
físico o digital de la biblioteca si es que no conocen las respuestas; así sabrán que
el océano Pacífico es el mayor de la Tierra, ya que abarca una superficie de 165
millones de kilómetros cuadrados y que Groenlandia es la mayor isla del mundo
que ocupa más de dos millones de kilómetros cuadrados. Amplía la información en
El libro de las preguntas y respuestas (bibliografía).
Lo Fantástico
Lee en voz alta o en círculo de lectura el texto “Gulliver es exhibido como una
atracción de feria”(anexo 1).
Avanza una casilla.
Reto
La isla desierta. Coloca en el piso del salón un círculo formado por paliacates
unidos por las puntas, lo cual representará una isla. Después organiza al grupo
para que se siente alrededor de la isla. A continuación, cuenta una historia donde
intervenga la palabra “isla”; de tal modo que cada vez que menciones esta
palabra, los niños se levantarán inmediatamente y se colocarán dentro del círculo.
Los niños que no logren entrar a la isla se quedarán como observadores del juego.
En seguida, retira un paliacate para hacer la isla más pequeña y continúa
narrando la historia; así sucesivamente, hasta que la isla sea tan pequeña que no
quepa ningún niño dentro de ella.
Avanza una casilla.
Lo Fantástico
Lee en voz alta o en círculo de lectura el texto “Gulliver es vendido a la reina de
Brobdingnag” (anexo 1).
Avanza una casilla.
Expresión creativa
“Mi pesadilla”Poema visual. Anticipa al grupo el tema de esta sesión, comentando
que en su segundo viaje, Gulliver vive una de sus peores pesadillas, ya que es
capturado por gigantes que lo ven como una rareza de feria y lo tratan como
mascota. Invita a los niños a platicar cuál ha sido su peor pesadilla. Después,
pídeles que la escriban como un poema visual. Para ello, comenta brevemente
que la poesía visual es la semejanza que existe entre una frase y la imagen.
Muéstrales algunos ejemplos. A continuación, proporciona a cada niño una hoja
bond, un lápiz y plumines de colores. Indícales que deberán dibujar suavemente
con lápiz la figura de su pesadilla, puede ser un gato, un monstruo, una serpiente,
etc.; posteriormente, escribirán su pesadilla con plumín en el contorno de la figura
o rellenándola para que, una vez borrado el lápiz, quede solamente el dibujo con
palabras.
Mientras los niños trabajan puedes poner un fondo musical que facilite su proceso
creativo. Al final, monta una exhibición de los poemas visuales creados por los
niños.
Avanza una casilla.
Dato Curioso
Comenta con el grupo los datos curiosos: “Comiendo con gigantes” y “Gulliver lee
en libros gigantes” (anexo 2). Concluye la sesión.
Avanza una casilla.
Sesión 4.Aventuras en Brobdingnag
Pide a un niño que ensamble la pieza del rompecabezas como corresponde en el
tablero. Aporta a los niños algunos datos acerca de las embarcaciones antiguas;
por ejemplo, cómo estaban construidas y cómo se desplazaban. Así sabránque las
primeras embarcaciones fueron balsas construidas con troncos que utilizaban
remos para desplazarse y que las primeras embarcaciones a vela empezaron a
utilizarse hace unos 6 000 años. Amplía la información en El libro de las
preguntas y respuestas (bibliografía).
Lo Fantástico
Lee en voz alta o en círculo de lectura el texto “Algunas aventuras en el reino de
Brobdingnag”(anexo 1).
Avanza una casilla.
Reto
Gulliccionario. Comenta con el grupo sobre las cosas que tuvo que aprender
Gulliver para sobrevivir en reinos desconocidos, una de ellas fue aprender nuevos
lenguajes para poder comunicarse con personas peculiares. Después, proporciona
a cada equipo una hoja con el Gullicionario (anexo 3); indícales que lean y
comenten las palabras que ahí aparecen. Su reto será ampliar esta relación con
palabras nuevas. Para ello, sugiéreles reunir los nombres de dos objetos para
crear una palabra nueva, como los hizo el poeta Huidobro con violondrina y
golonceloal juntar las palabras golondrina y violoncelo. Indica a los equipos que
escriban sus composiciones en una hoja y las peguen sobre una cartulina como
una lluvia de palabras.
Otra variante es que cada equipo componga trabalenguas con las palabras
del gullicionario. Los trabalenguas deberán ensayarlos para leerlos en voz alta
frente al grupo sin equivocarse. El equipo que lo logre podrá avanzar primero en la
casilla; lo demás equipos, tendrán que seguir practicando hasta conseguirlo.
Avanza una casilla.
Lo Fantástico
Lee en voz alta o en círculo de lectura el texto “De vuelta a casa” (anexo 1).
Avanza una casilla.
Expresión creativa
Tráiler. Anima a los niños a utilizar el audiovisual como una herramienta creativa.
Para ello, en esta sesión pide la colaboración de algunos jóvenes o familiares que
puedan disponer de un dispositivo móvil y ayudar a los niños en la realización de
su video. Indica a cada equipo que deberá hacer un tráileranunciando Los Viajes
de Gulliver como si se tratara de una película.El tráiler tendrá una duración
máxima de 1 minuto. Así, cada equipo escribirá un breve guion, ubicando el lugar
y los personajes para realizarlo. Sugierea los niños que pueden ser ellos mismos
los protagonistas utilizando algunos objetos de miniatura; o bien, algunos
escenarios naturales.El guion puede ser leído o narrado por uno o varios
participantes del equipo. Recuérdalesque el tráiler deberá tener título y al final los
créditos de los realizadores, mismos que podrán escribir en una cartulina.La idea
es motivar a los niños a incorporar elementos plásticos y tecnológicos fomentando
en ellos nuevas alfabetizaciones.
Si no se cuenta con la tecnología necesaria, los equipos llevarán a cabo un
Teatro en Atril para representar elepisodio seleccionado de la obra.
Al final, se harán las presentaciones de los equipos para ser disfrutadas por
el grupo.
Avanza una casilla.
Dato Curioso
Comenta con el grupo el dato curioso de este episodio “Los struldbrugs”(anexo 2).
Concluye la sesión.
Avanza una casilla.
Sesión 5. La Isla Flotante
Pide a un niño que ensamble la última pieza del rompecabezas en el
tablero.Comenta con los niños que en la realidad han existido grandes navegantes
cuyas exploraciones han permitido importantes descubrimientos geográficos; por
ejemplo, el inglés James Cook cuyos viajes realizados en la segunda mitad del
siglo XVIII, permitieron ubicar en el mapa grandes islas y numerosos
archipiélagos, así como confirmar la existencia de un paso hacia el Ártico por el
estrecho de Bering. Consulta “Grandes aventuras de la humanidad” (bibliografía)
para ampliar la información.
Lo Fantástico
Lee en voz alta o en círculo de lectura el texto“Viaje a Lupata” (anexo 1).
Avanza una casilla.
Reto
Debate. Invita a los niños a escucharel último capítulo del audiolibro narrado por
Mario Vargas Llosa (https://www.youtube.com/watch?v=CBXwwYE2YS4) de las
aventuras de Gulliver en el país de los caballos sabios; o bien, cuéntasela a los
niños. Posteriormente, organiza un debate donde los equipos expongan sus ideas
y puedan reflexionar sobre algunos aspectos; por ejemplo, la inteligencia y la
sabiduría que otorga el autor a los caballos sobre las carencias de la raza
humana.
Promueve la aportación de ideas para contribuir a crear una sociedad más
justa y respetuosa con el medio ambiente; es decir, unmundo más armónico y
habitable.
Lo Fantástico
Lee en voz alta o en círculo de lectura el texto“De visita en Balnibarbi” (anexo 1).
Avanza una casilla.
Expresión creativa
Un capítulo imaginario. Motiva a los niños a imaginar un nuevo capítulo de Los
Viajes de Gulliver que el autor no escribió. Para ello sugiere algunas ideas; por
ejemplo, una isla habitada por personajes famosos, robots, superhéroes, árboles
parlantes o donde todos los objetos son espejos. Pide a los equipos que elaboren
un collage donde representen cómo se imaginan ese extraordinario y original país
que pudo haber visitado Gulliver de haber continuado sus aventuras. Proporciona
a cada equipo el material necesario como revistas y periódicos de reúso,
pegamento, cartulina y tijeras. Asigna un tiempo para la realización de esta
actividad.
Por último, cada equipo presentará su creación y expondrá de manera
verbal las ideas plasmadas en su collage.
Avanza una casilla.
Fin del juego
Visualiza con los niños el recorrido que hasta ahora han hecho por el Turista
Fantástico conociendo Los viajes de Gulliver. Escucha sus comentarios. Así
mismo, felicítalospor haber finalizado el juego e invítalos a leer otras historias de
aventuras que podrán encontrar en la biblioteca pública.
Anexo 1. Lo Fantástico2
Gulliver naufraga y llega al país de Liliput donde es hecho prisionero.
Invitado por el capitán William Pritchard, me embarqué como médico en el
Antelope emprendiendo un viaje al mar del Sur el 4 de mayo de 1699.
Al principio la travesía transcurrió sin contratiempos, pero al dirigirse a las
Indias Orientales el barco naufragó a causa de una violenta tempestad. Seis
tripulantes, yo entre ellos, que habíamos lanzado el bote a la mar, maniobramos
para apartarnos del barco y de la roca con la que se había estrellado. Más tarde,
una violenta ráfaga del Norte volcó la barca. Lo que fue de mis compañeros del
bote nada puedo decir; pero supongo que murieron todos. En cuanto a mí, nadé a
la ventura, empujado por viento y la marea.
Exhausto toqué tierra y dormí durante nueve horas, según pude ver, pues al
despertarme amanecía. Intenté levantarme, pero no pude moverme; me había
echado de espaldas y me encontraba los brazos y las piernas fuertemente
amarrados a ambos lados del terreno, y mi cabello, largo y fuerte, atado del mismo
modo. Asimismo, sentía varias delgadas ligaduras que me cruzaban el cuerpo
desde debajo de los brazos hasta los muslos. Solo podía mirar hacia arriba; el sol
empezaba a calentar y su luz me lastimaba los ojos. Oía yo a mi alrededor un
ruido confuso; pero la postura en que estaba solamente me dejaba ver el cielo. 2Fragmentos tomados de Swift, Jonathan, Viajes de Gulliver en:
http://www.edu.mec.gub.uy/biblioteca_digital/libros/s/Swift,%20Jonathan%20-%20Los%20viajes%20de%20Gulliver.pdf
Al poco tiempo sentí moverse sobre mi pierna izquierda algo vivo, que,
avanzando lentamente, me pasó sobre el pecho y me llegó casi hasta la barbilla;
forzando la mirada hacia abajo cuanto pude, advertí que se trataba de una criatura
humana cuya altura no llegaba a 15 centímetros, con arco y flecha en las manos y
carcaj a la espalda.
Me di cuenta, que al menos cuarenta de la misma especie, según mis
conjeturas, seguían al primero. Estaba yo en extremo asombrado, y rugí tan
fuerte, que todos ellos huyeron hacia atrás con terror; algunos, según me dijeron
después, resultaron heridos de las caídas que sufrieron al saltar de mis costados a
la arena.
No obstante, volvieron pronto, y uno de ellos, que se arriesgó hasta el punto
de mirarme de lleno la cara, levantando los brazos y los ojos con extremos de
admiración, exclamó con una voz chillona, aunque bien distinta: Hekinah degul.
Los demás repitieron las mismas palabras varias veces; pero yo entonces no
sabía lo que querían decir.
Finalmente, luchando por liberarme, tuve la fortuna de romper los cordeles y
arrancar las estaquillas que me sujetaban a tierra el brazo izquierdo -pues
llevándomelo sobre la cara descubrí el arbitrio de que se habían valido para
atarme, y al mismo tiempo, con un fuerte tirón que me produjo grandes dolores,
aflojé algo las cuerdecillas que me sujetaban los cabellos por el lado izquierdo, de
modo que pude volver la cabeza unos cinco centímetros
De pronto, se produjo un enorme y agudo vocerío y cuando cesó, oí que
uno gritaba con gran fuerza: Tolpo phonac. Al instante sentí más de cien flechas
descargadas contra mi mano izquierda, que me pinchaban como otras tantas
agujas; y algunas en la cara, que yo me apresuré a cubrirme con la mano
izquierda.
Cuando creyeron que ya me sería imposible desencadenarme, cortaron todas las
cuerdas que me ligaban, y en seguida me levanté. El ruido y el asombro de la
gente al verme de pie y andar no pueden describirse.
Gulliver se gana la confianza del emperador por ser un hombre pacífico.
Más tarde me dejaron con una fuerte guardia, para evitar la impertinencia de la
gente, que se apiñaba muy impaciente a mi alrededor todo lo cerca que su temor
le permitía, y entre la cual no faltó quien tuviera la desvergüenza de dispararme
flechas estando yo sentado en el suelo junto a la puerta de mi casa. Una de esas
flechas estuvo cerca de entrar en mi ojo izquierdo. Entonces el coronel hizo que
detuvieran a seis de los cabecillas y, atados, me los acercó hasta que estuvieron a
mi alcance. Los tomé a todos en la mano derecha, me metí cinco en el bolsillo de
la casaca, y en cuanto al sexto hice como si fuese a comérmelo vivo. El pobre
hombre gritó despavorido, y el coronel y sus oficiales mostraron gran disgusto,
especialmente cuando me vieron sacar mi cortaplumas; pero pronto les tranquilicé,
pues mirando amablemente y cortando en seguida las cuerdas con que el hombre
estaba atado, lo dejé suavemente en el suelo, donde él al punto echó a correr.
Hice lo mismo con los otros, sacándolos del bolsillo uno por uno, y observé que
tanto los soldados como el pueblo tomaron muy a bien mi gesto.
No muy lejos de ahí, el emperador discutía con sus consejeros qué debía
hacerse conmigo. Temían ponerme en libertad, pero también consideraban que
sería muy costoso alimentarme lo que ocasionaría carestías. Algunas veces
determinaron matarme de hambre, o, por lo menos, dispararme a la cara y a las
manos flechas envenenadas que me despacharían pronto; pero luego
consideraban que el hedor de un tan gran cuerpo muerto podía desatar una peste
en la metrópoli y probablemente extenderla a todo el reino. En medio de estas
consultas, varios oficiales del ejército llegaron a la puerta de la gran Cámara del
Consejo, y dos de ellos, que fueron admitidos, dieron cuenta de mi conducta con
los seis criminales antes mencionados, conducta que produjo a su Majestad una
impresión muy favorable de mí. A partir de ese momento, se obligó a todos los
pueblos cercanos a la ciudad a entregar todas las mañanas seis bueyes, cuarenta
carneros y otras cosas necesarias para mi manutención, junto con una cantidad
proporcionada de pan, de vino y de otros licores.
Gulliver evita la invasión a Liliput con una ingeniosa estrategia.
Supe que Liliput estaba amenazada por una invasión desde la isla de Blefuscu, la
cual estaba situada al lado nordeste, separada por un canal de unos ochocientos
metros de anchura. Comuniqué a Su Majestad un proyecto que había formado
para apresar completa la flota del enemigo, la cual, por lo que nos aseguraban
nuestros exploradores, estaba anclada en el puerto, lista para darse a la vela al
primer viento favorable.
Me dirigí hacia la costa nordeste, frente a Blefuscu, y allí, tumbado detrás de una
colina, saqué mi pequeño anteojo de bolsillo y descubrí anclada la flota del
enemigo, constituida por unos cincuenta buques de guerra y un gran número de
transportes. Volví después a mi casa y di orden -para lo cual tenía autorización- de
que me llevasen una gran cantidad del cable más fuerte y de barras de hierro. Con
las barras de hierro, del tamaño de agujas de tejer, hice cincuenta ganchos y
amarré cada uno a una soga. Luego volví a la costa y, quitándome la casaca, los
zapatos y las medias, me interné en el mar.
Llegué a la flota enemiga en menos de media hora. El enemigo se aterró de
tal modo cuando me vio, que saltó de los barcos y nadó a la costa, donde no
habría menos de treinta mil almas. Entonces, me di a la tarea de pasar un gancho
por la proa de cada buque, até juntas todas las cuerdas por su extremo.
Mientras yo procedía a esta maniobra, el enemigo me disparó varios miles
de flechas, muchas de las cuales me daban en las manos y en la cara y, además
de excesivo escozor, me causaban gran molestia en mi trabajo. Luego corté las
sogas que fijaban las anclas de los barcos y, tomando el nudo que había hecho,
comencé a tirar de ello, con gran facilidad me llevé tras de mí cincuenta de los
mayores buques de guerra del enemigo.
El emperador y toda su corte estaban en la playa esperando el éxito de esta
gran aventura. Veían avanzar los barcos formando una extensa media luna; pero
no podían distinguirme a mí, que estaba metido hasta el pecho en el agua. Ya
llegaba yo a la mitad del canal y su zozobra no menguaba, porque las aguas me
cubrían hasta el cuello. Pensaba el emperador que yo me había ahogado y que la
flota del enemigo se aproximaba en actitud hostil; pero en breve se desvanecieron
sus temores, porque, disminuyendo la poca profundidad del canal a cada paso
que daba yo, pronto estuve a distancia para hacerme oír; y alzando el cabo del
cable con que estaba atada la flota, grité en voz muy alta: «¡Viva el muy poderoso
emperador de Liliput!» Este gran príncipe me recibió al llegar a tierra con todas las
alabanzas posibles y me hizo allí mismo nardac, que es el más alto título
honorífico entre ellos.
Gulliver encuentra el modo de regresar sano y salvo a su país natal.
Una noche llego a mi casa un funcionario anónimo a advertirme que Su Majestad
me acusaba de alta traición por, entre otras cosas, negarme a ayudarlo a
convertirse en emperador de Blefuscu y dar muerte a todos los exiliados
partidarios de cascar el huevo por la parte ancha. La acusación consideraba
castigarme sacándome los ojos y despojándome de mi título de nardac.
Ante esta amenaza decidí viajar a Blefuscu y a tres días después de mi
llegada, paseando por curiosidad hacia la costa nordeste de la isla, descubrí,
como a media legua dentro del mar, algo que parecía como un bote volcado.Me
quité los zapatos y las medias, y, vadeando trecientos metros, vi que el objeto iba
aproximándose por la fuerza de la marea, y luego reconocí claramente ser, en
efecto, un bote, que supuse podría haber arrastrado de un barco alguna
tempestad.
Decidí apresurar mi marcha y la corte de Blefuscu ordenó que quinientos
obreros me ayudaran a hacer dos velas para mi bote, según instrucciones mías,
disponiendo en trece dobleces el más fuerte de sus lienzos. Pasé grandes trabajos
para hacer cuerdas y cables, trenzando diez, veinte o treinta de los más fuertes de
los suyos. Una gran piedra que vine a hallar después de larga busca por la playa
me sirvió de ancla. Me dieron el sebo de trescientas vacas para engrasar el bote y
para otros usos. Pasé trabajos increíbles para cortar algunos de los mayores
árboles de construcción con que hacerme remos y mástiles, tarea en que me
auxiliaron mucho los armadores de Su Majestad, ayudándome a alisarlos una vez
que yo había hecho el trabajo más duro.
Transcurrido como un mes, cuando todo estuvo dispuesto, envié a ponerme
a las órdenes del emperador y a pedirle licencia para partir. El emperador y la
familia real salieron del palacio; me acosté, juntando la cara al suelo, para besar
su mano, que él muy graciosamente me alargó, y otro tanto hicieron la emperatriz
y los jóvenes príncipes de la sangre. Su Majestad me obsequió con cincuenta
bolsas de a doscientos sprugs cada una, con más un retrato suyo de tamaño
natural, que yo coloqué inmediatamente dentro de uno de mis guantes para que
no se estropeara.
Abastecí el bote con un centenar de bueyes y trescientos carneros muertos, pan y
bebida en proporción y tanta carne ya aderezada como pudieron procurarme
cuatrocientos cocineros. Tomé conmigo seis vacas y dos toros vivos, con otras
tantas ovejas y moruecos, proyectando llevarlos a mi país y propagar la casta. Y
para alimentarlos a bordo cogí un buen haz de heno y un saco de grano. De
buena gana me hubiese llevado una docena de los pobladores pero ésta fue cosa
que el emperador no quiso en ningún modo permitir; y además de un diligente
registro que en mis bolsillos se practicó, Su Majestad me hizo prometer por mi
honor que no me llevaría a ninguno de sus súbditos, a menos que mediase su
propio consentimiento y deseo.
Gulliver es exhibido como una atracción de feria.
Condenado por mi naturaleza y por mi suerte a una vida activa y sin reposo, dos
meses después de mi regreso volví a dejar mi país natal y me embarqué en las
Dunas el 20 de junio de 1702, a bordo del Adventure, navío mandado por el
capitán John Nicholas, de Liverpool, y destinado para Surat. Tuvimos muy buen
viaje hasta que llegamos al estrecho de Madagascar. Desde allí tormentas y
vientos fuertes nos llevaron hacia el este hasta extraviarnos.
En cuanto tocamos tierra, me interné por mi cuenta en el territorio pero no
encontré nada de interés; sin embargo al regresar a donde había llegado, pude ver
que los hombres se habían embarcado sin mí y se alejaban de la orilla remando
desesperadamente.
Andaba yo buscando por el cercado algún boquete, cuando descubrí en el
campo inmediato, avanzando hacia la puerta, a uno de los habitantes, de igual
tamaño que el que había visto en el mar persiguiendo nuestro bote. Parecía tan
alto como un campanario de mediana altura y avanzaba de cada zancada unos
diez metros por lo que pude apreciar. Sobrecogido de terror y asombro, corrí a
esconderme entre la mies, desde donde le vi detenerse en lo alto de la escalera y
volverse a mirar al campo inmediato hacia la derecha, y le oí llamar con una voz
muchísimo más potente que si saliera de una bocina; pero el ruido venía de tan
alto, que creí ciertamente que era un trueno.
Amedrentado y confuso como estaba, creyendo que me aplastaría con su
enorme pie, grité tan fuerte como pude. El gigante me miró tendido en el suelo, me
levantó. Yo no dejaba de gemir y verter lágrimas, para darle a entender como me
dañaba la presión de sus dedos. Inmediatamente me llevó corriendo hasta su
amo, el granjero.
El labrador, mi amo, tenía una hija de nueve años. Le llamaba yo
Glumdalclitch, o sea mi pequeña niñera. Nunca nos separamos mientras estuve
allá. A esta niña debo principalmente mi salvación en aquel país.
Pronto se corrió la voz de que mi amo había encontrado un extraño animal
en los campos, así que, decidió exhibirme. Me llevó el día de mercado dentro de
una caja a la ciudad vecina y llevó conmigo a su hijita, mi niñera, sentada en una
albarda detrás de mí. La caja era cerrada por todos lados y tenía una puertecilla
para que yo entrase y saliese y unos cuantos agujeros para que no me faltase el
aire. La niña había tenido el cuidado de meter en ella la colchoneta de la cama de
su muñeca para que me acostase. No obstante, quedé horriblemente zarandeado
y molido del viaje, aunque sólo duró media hora, pues el caballo avanzaba unos
cuarenta pies de cada paso y levantaba tanto en el trote, que la agitación equivalía
al cabeceo de un barco durante una gran tempestad, pero mucho más frecuente.
Mi amo se apeó en la posada donde solía parar y me exhibió como un
espectáculo.
Para evitar el agolpamiento, mi amo sólo permitía que entrasen a verme treinta
personas de cada vez. Actué sobre una mesa, obedeciendo las órdenes de la
niña; recitaba, brindaba por el público y blandía mi espada como un espadachín.
Era el designio de mi amo enseñarme en todas las ciudades que cogieran
de camino y desviarse hasta cincuenta o cien millas para visitar alguna aldea o la
casa de alguna persona de condición, donde esperase encontrar clientela.
Empleamos diez semanas en el viaje, y fui enseñado en dieciocho grandes
poblaciones, aparte de muchas aldeas y familias particulares.
Gulliver es vendido a la reina de Brobdingnag.
Desmejorado y lleno de cansancio por tanto trabajo al que fui sometido, un buen
día un emisario de la reina ordenó al granjero me llevase con ella.
Su Majestad la reina y quienes la servían quedaron por demás encantadas
de mi comportamiento. Yo me arrodillé y solicité el honor de besar su imperial pie;
pero aquella benévola princesa me alargó su dedo pequeño -luego que me
hubieron subido a la mesa-, que yo ceñí con ambos brazos y cuya punta llevé a
mis labios con el mayor respeto. Me hizo algunas preguntas generales acerca de
mi país y de mis viajes, a las que yo contesté tan claramente y en tan pocas
palabras como pude. Me preguntó si me gustaría servir en la corte. Yo me incliné
hacia el tablero de la mesa y respondí humildemente que era el esclavo de mi
amo. Entonces preguntó ella a mi amo si quería venderme a buen precio. Él, que
temía que yo no viviera un mes, se mostró bastante dispuesto a dehacerse de mí
y pidió mil piezas de oro, que al instante se dio orden de que le fuesen entregadas.
Inmediatamente solicité a la reina que admitiese a su servicio a
Glumdalclitch, que siempre había cuidado de mí con tanto esmero y amabilidad y
sabía hacerlo tan bien, y continuase siendo mi niñera y mi maestra. Su Majestad
accedió a mi petición y fácilmente obtuvo el consentimiento del labrador, a quien
satisfacía que su hija fuera elevada a la corte, y la pobre niña, por su parte, no
pudo ocultar su contento.
Más tarde, la reina me tomó en sus propias manos y me llevó al rey. El rey,
aunque era persona instruida como la que más de sus dominios, y estaba
educado en el estudio de la Filosofía, y especialmente de las Matemáticas, cuando
apreció mi forma exactamente y me vio andar en dos pies, antes de que
empezase a hablar, pensó que yo podía ser un aparato de relojería ideado por
algún ingenioso artista. Pero cuando oyó mi voz y encontró lo que hablaba lógico y
racional, no pudo ocultar su asombro.
El rey envió a buscar a tres eminentes sabios que estaban de servicio
semanal, conforme es costumbre en aquel país. Estos señores, una vez que
hubieron examinado mi figura con toda minuciosidad, fueron de opiniones
diferentes respecto de mí. No admitieron que fuese un enano, porque mi
pequeñez iba más allá de toda comparación posible, ya que el enano favorito de la
reina, que era el más pequeño que jamás se conoció en aquel reino, tenía cerca
de 9 metros de altura. Después de mucho debatir, concluyeron, unánimes, que yo
era, sencillamente, un relplum scalcatch, lo que significa: lo inexplicable.
Algunas aventuras en el reino de Brobdingnag.
Hubiera vivido bastante feliz en aquella tierra si mi pequeñez no me hubiese
expuesto a diversos accidentes molestos y ridículos, algunos de los cuales me
atreveré a relatar. Un día, Glumdalclitch me dejó en un césped suave para que me
esparciese, mientrasella paseaba con su aya a alguna distancia. En esto se
desencadenó de repente tan violentagranizada, que su fuerza me derribó en tierra;
y, ya caído, los granizos me molieron todo elcuerpo tan cruelmente como si me
hubieran lanzado pelotas de tennis; me las arreglé, sinembargo, para arrastrarme
a un metro y resguardarme, acostándome boca abajo a lo largode la banda de
sotavento de un lomo cubierto de tomillo; pero tan maltrecho de pies acabeza, que
no pude salir en diez días.
En otra ocasión, durante la comida, el enano de la reyna estaba tan
amostazado por algo que le había dicho yo, que, subiéndose al palo de la silla de
Su Majestad la reina, me cogió por mitad del cuerpo, conforme yo estaba sentado,
totalmente desprevenido, y me echó dentro de un gran bol de plata lleno de
crema, y luego escapó a todo correr. Caí de cabeza, y a no ser un buen nadador
lo hubiera pasado muy mal, pues Glumdalclitch estaba en aquel momento al otro
extremo de la habitación, y la reina se aterrorizó de modo que no pudo auxiliarme.
Pero mi pequeña niñera corrió en mi auxilio y me sacó cuando ya había tragado
más de media azumbre de crema. Me llevaron a la cama, y se vio que, por mi
fortuna, no había recibido otro daño que la pérdida de un traje, que quedó
completamente inservible. El enano fue bravamente azotado y, como añadidura,
obligado a beberse el bol de crema en que me había arrojado, y nunca más lo
perdonaron, pues poco después la reina lo regaló a una dama rica.
De vuelta a casa.
Un día, pedí licenciapara tomar el aire fresco del mar con un paje a quien yo
apreciaba mucho y a quien algunasveces me habían confiado.Eljoven me llevó en
mi caja durante una media hora de camino desde el palacio hacia lasrocas de la
costa. Le ordené que me pusiera en el suelo, y levantando una de las
vidrierasmiré melancólica y atentamente hacia el mar.
Me dormí pronto, y todo lo quepuedo deducir es que mientras yo dormía, el
paje, pensando que nada podría ocurrirme, fue a buscar entre las rocas huevos de
pájaros,me despertó de pronto un violento tirón delanillo que tenía la caja en la
parte superior para facilitar el transporte. Sentí mi cajalevantada por los aires a
gran altura y luego llevada hacia adelante con velocidadprodigiosa. La primera
sacudida casi me lanzó de la hamaca; pero luego el movimiento sehizo bastante
suave. Grité varias veces tan alto como pude, pero no me sirvió de nada.
Miréhacia las ventanas y no vi sino nubes y cielo. Oía sobre mi cabeza un ruido
como de batirde alas, y entonces empecé a darme cuenta de la espantosa
situación en que me veía: algunaáguila había cogido sin duda en el pico mi caja
por la anilla con la intención de dejarla caersobre una peña, como una tortuga
dentro de su concha, y sacar luego mi cuerpo ydevorarlo.
Repentinamente, me sentí caer perpendicularmente por espacio de
unminuto y con tan increíble celeridad, que casi me faltó el aliento. Mi caída
terminó en unchoque terrible contra un cuerpo blando, que sonó en mis oídos más
fuerte que las cataratasdel Niágara; después quedé durante otro minuto en
obscuridad completa, y luego mi cajaempezó a subir hasta una altura que me
permitía ver la luz por la parte superior de lasventanas. Me di cuenta entonces de
que había caído en el mar.Supuse entonces y supongo ahora que el águila que se
llevó mi caja en el pico sevio perseguida por otras dos o tres y obligada a soltarme
para defenderse de las que sellamaban a la parte en la rapiña. Más tarde fui
rescatado por un barco inglés y así pude regresar a mi país.
Viaje a Lupata.
Emprendimos el viaje el 5 de agosto de 1706, y llegamos a Fort St. George el 11
de abrilde 1707.No habíamos navegado más de tres días, cuando se
desencadenó una gran tempestad,que nos arrastró cinco días al Nornordeste, y
luego al Este; después de lo cual tuvimostiempo favorable, aunque todavía con
viento bastante fuerte por el Oeste.
En el décimo díanos vimos perseguidos por dos barcos piratas, que no
tardaron en alcanzarnos y nosotros no estábamos en condiciones de defendernos.
Dos piratas entraron ferozmente a lacabeza de sus hombres; pero nos hallaron
con las caras contra el suelo, lo que facilitó que nos amarraran con gruesas
cuerdas y, después saquearon la embarcación. Los insultos que les proferí
hicieron enojar tanto a mis captores que, como castigo, me abandonaron a la
deriva en un pequeño bote.
El quinto día llegué a una isla desierta. Mientras pensaba en mi triste final,
el sol quedó oscurecido por una inmensa masa opaca. Me di cuenta que era una
enorme isla voladora. Agite los brazos y les grité hasta llamar su atención,
entonces bajaron una silla amarrada a una cadena, me senté en ella y mesubieron
por medio de poleas.
La isla se llamaba Lupata, los habitantes vestían ropajes adornados con
figuras desoles, lunas y estrellas, mezcladas con otras de violines, flautas, arpas,
trompetas, guitarras,claves y muchos más instrumentos de música desconocidos.
Puedo decir que los lupatenses no mostraban el menor interés en mí, ni en
cualquier otra cosa que no fuera la matemática, la música y la astronomía. Las
personas de esta isla tienen el entendimiento de tal modo enfrascado en
profundasespeculaciones, que no pueden hablar ni escuchar los discursos ajenos
si no se les hacevolver sobre sí con algún contacto externo sobre los órganos del
habla y del oído.
Las ideas de aquel pueblo se refieren perpetuamente a líneas yfiguras. Si quieren,
por ejemplo, alabar la belleza de una mujer, o de un animal cualquiera,la
describen con rombos, círculos, paralelogramos, elipses y otros términos
geométricos, ocon palabras de arte sacadas de la música.
La imaginación, la fantasía y la inventiva les son por completo extrañas, y nohay
en su idioma palabras con qué expresar estas ideas; todo el círculo de sus
pensamientosy de su raciocinio está encerrado en las dos ciencias: las
matemáticas y la música.
De visita en Balnibarbi.
Luego de dos meses transcurridos en Lupata, Su Majestad me permitió descender
a la gran isla de Balnibarbi, cuya capital se llama Lagado. Allí permanecí como
invitado de lord Munodi.
Experimenté una pequeña satisfacción al encontrarme en tierra firme.
Marché a la ciudadsin cuidado ninguno, pues me encontraba vestido como uno de
los naturales y suficientemente instruido para conversar con ellos. Debo decir, que
la ciudad de Lagado era una ciudad en ruinas y desolada, Munodi me contó que
esa miseria había comenzado cuarenta años atrás, cuando algunos de sus
funcionarios regresaron de Lupata con teorías e ideas extravagantes.
Pronto se me permitió visitar la Gran Academia de Lagado. Ahí vi a un
hombre estudiando un proyecto para extraer rayos desol de los pepinos; otro
trabajaba en reducir hielo a pólvora por la calcinación, también meenseñó un
tratado que había escrito y pensaba publicar, concerniente a la maleabilidad
delfuego.Estaba un ingeniosísimo arquitecto que había discurrido un nuevo
método de edificarcasas empezando por el tejado y trabajando en sentido
descendente- hasta los cimientos, loque justificó ante mí con la práctica semejante
de dos tan prudentes insectos como la abejay la araña.
Otro proyecto era un plan para abolir por completo todas las palabras,
cualesquieraque fuesen; y se defendía como una gran ventaja para cuidar la
salud; así que, en consecuencia, se ideó que sería más conveniente que cada
persona llevase consigo todas aquellas cosas de quefuese necesario hablar. Es
así como he visto a hombres, encontrarse en la calle, echar la carga a tierra,abrir
los talegos y conversar durante una hora; y luego, meter los utensilios,
ayudarsemutuamente a reasumir la carga y despedirse.
Después de visitar el sector de aprendizaje especulativo y la escuela de
planificadores políticos, consideré la posibilidad de regresar a mi casa en
Inglaterra. Así que, después de algunas escalas llegué a Japón y me embarqué
hacia Amsterdam. El 10 de abril de 1710 llegué a mi tierra natal, después de una
ausencia de cinco años y seis meses, y encontré a mi mujer y familia con buena
salud.
Anexo 2. Dato Curioso Alimentando a Gulliver.
Y como estaba casi muerto de hambre, pues no había probado bocado desde
muchas horas antes de dejar el buque, sentí con tal rigor las demandas de la
Naturaleza, que no pude dejar de mostrar mi impaciencia -quizá contraviniendo las
estrictas reglas del buen tono llevándome el dedo repetidamente a la boca para
dar a entender que necesitaba alimento. El hurgo -así llaman ellos a los grandes
señores, según supe después- me comprendió muy bien. Bajó del tablado y
ordenó que se apoyasen en mis costados varias escaleras; más de un centenar de
habitantes subieron por ellas y caminaron hacia mi boca cargados con cestas
llenas de carne, que habían sido dispuestas y enviadas allí por orden del rey a la
primera seña que hice. Observé que era la carne de varios animales, pero no pude
distinguirlos por el gusto. Había brazuelos, piernas y lomos formados como los de
carnero y muy bien sazonados, pero más pequeños que alas de calandria. Yo me
comía dos o tres de cada bocado y me tomé de una vez tres panecillos
aproximadamente del tamaño de balas de fusil. Me abastecían como podían
buenamente, dando mil muestras de asombro y maravilla por mi corpulencia y mi
apetito. Hice luego seña de que me diesen de beber. Por mi modo de comer
juzgaron que no me bastaría una pequeña cantidad, y como eran gentes
ingeniosísimas, pusieron en pie con gran destreza uno de sus mayores barriles y
después lo rodaron hacia mi mano y le arrancaron la parte superior; me lo bebí de
un trago, lo que bien pude hacer, puesto que no contenía media pinta, y sabía
como una especie de vinillo de Burgundy, aunque mucho menos sabroso.
Por qué había conflicto entre las islas de Blefuscu y Liliput? Debido a que en Liliput se había decretado que todos los huevos debían cascarse
por la parte más angosta. Esta ley recibió tanta oposición que provocó rebeliones;
unos once mil partidarios de cascar los huevos por la parte ancha prefirieron vivir
en Blefuscu que cambiar sus hábitos. Desde entonces ambos imperios eran
enemigos.
Descripción de los pobladores y su entorno.
De poco menos de seis pulgadas de alto los naturales de estatura media, hay
exacta proporción en los demás animales, así como en árboles y plantas. Por
ejemplo: los caballos y bueyes más grandes tienen de cuatro a cinco pulgadas de
altura; los carneros, pulgada y media, poco más o menos; los gansos, el tamaño
de un gorrión aproximadamente; y así las varias gradaciones en sentido
descendente, hasta llegar a los más pequeños, que para mi vista eran casi
imperceptibles. Pero la Naturaleza ha adaptado los ojos de los liliputienses a todos
los objetos propios para su visión; ven con gran exactitud, pero no a gran
distancia. Como testimonio de la agudeza de su vista para los objetos cercanos
puedo mencionar la diversión que me produjo observar cómo un cocinero pelaba
una calandria que no llegaba al tamaño de una mosca corriente, y cómo una niña
enhebraba una aguja invisible con una seda invisible. Sus árboles más crecidos
son de unos siete pies de altura; me refiero a algunos de los existentes en el gran
parque real, y a las copas de los cuales llegaba yo justamente con el puño. Los
otros vegetales están en la misma proporción; pero esto lo dejo a la imaginación
de los lectores.
Costumbres de los liliputenses.
La manera de escribir es muy particular, pues no escriben ni de izquierda a
derecha, como los europeos, ni de derecha a izquierda, como los árabes, ni de
arriba abajo, como los chinos, sino oblicuamente, de uno a otro ángulo del papel,
como las señoras de Inglaterra.
Entierran sus muertos con la cabeza para abajo, porque tienen la idea de que
dentro de once mil lunas todos se levantarán otra vez, y que al cabo de este
período la Tierra –que ellos juzgan plana- se volverá de arriba abajo, y gracias a
este medio, cuando resuciten se encontrarán de pie.
Comiendo con gigantes.
La reina se aficionó tanto a mi compañía, que no se hacían a comer sin mí. . Me
pusieron una mesa sobre aquella misma en que comía Su Majestad y una silla
para sentarme. Yo tenía un juego completo de platos y fuentes de plata y otros
útiles, que en proporción a los de la reina no eran mucho mayores que los que
suelen verse del mismo género en cualquier tienda de juguetes de Londres para
las casas de muñecas. Su Majestad solía poner en uno de mis platos un poquito
de comida, del cual yo cortaba y me servía, y era su diversión verme comer en
miniatura; mientras que ella, trituraba entre sus dientes el ala de una calandria,
con huesos y todo, aunque era nueve veces mayor que la de un pavo crecido, y se
metía en la boca un trozo de pan tan grande como dos hogazas de doce peniques.
Bebía en una copa de oro sobre sesenta galones de un trago. Sus cuchillos eran
dos veces tan largos como una guadaña puesta derecha, con su mango.
Cucharas, tenedores y demás instrumentos guardaban la misma proporción.
Gulliver lee en libros gigantes.
En Brobdingnag conocen el arte de la imprenta, como los chinos, desde tiempo
inmemorial; pero sus bibliotecas no son muy grandes. La del rey, considerada
como la mayor, no excede de mil volúmenes, colocados en una galería de doce
mil pies de longitud, de la cual yo tenía licencia para sacar los libros que deseara.
El libro que yo quería leer se apoyaba en la pared; subía yo luego hasta el último
peldaño de la escalera, y volviéndome hacia el libro empezaba por la parte
superior de la página, y así continuaba, andando a la derecha y a la izquierda
unos diez pasos, según la longitud de las líneas, hasta que llegaba un poco más
abajo del nivel de mis ojos, y de este modo bajaba gradualmente hasta el final;
luego subía de nuevo y empezaba la otra página de la misma manera, e
igualmente volvía la hoja, lo que podía hacer fácilmente con las dos manos,
porque era nada mas de gruesa y dura como un cartón, y en los folios mayores no
pasaba de dieciocho a veinte pies de largo.
Los struldbrugs. En el reino de Luggnagg, los struldbrugs, eran seres inmortales, nacían con una
mancha circular roja en la frente, encima de la ceja izquierda, lo que erainfalible
señal de que no morirían nunca. Así, a los doce años la mancha se tornaba verde,
y de este color continuaban hasta losveinticinco años, en que tomaba un color azul
obscuro; a los cuarenta y cinco se volvía negra como elcarbón y del tamaño de un
chelín inglés, y ya no sufría nunca más alteraciones.Reflexión:qué norma de vida
me hubiese yo trazado sihubiera sido mi suerte nacer struldbrug.
Anexo 3. Gulliccionario Antelope: Barco del capitán William Pritchard que emprendió un viaje al mar del Sur.
Drurr: Medida que vale la decimoquinta parte de una pulgada.
Glubbdrubdrib: Isla de los hechiceros o de los mágicos.
Grultond: En Brobdingnag, pregonero.
Langro dehul san: Liberar al prisionero.
Lorbrulgrud: Orgullo del Universo. Metrópoli de Brobdingnag.
Lumos Kelmin peffo defmar lon Emposo: Jurar la paz con el emperador y su reino.
Mildendo: Metrópoli de Liliput.
Quinbus Flestrin: Gran-Hombre-Montaña.
Slardral: En Brobdingnag, es un gentilhombre de que sirve a la corte.
Slumskudask: Un pequeño recuerdo.
Sprugs: La mayor moneda de oro liliputense del tamaño de una lentejuela.
Struldbrugs: Seres inmortales del reino de Luggnagg.
Swallow: Barco mandado por el capitán Abraham Penell.
Tolpo phonac: Lanzar flechas.
Bibliografía
El libro de las preguntas y respuestas,col. El arca de papel. La gran biblioteca de
los niños, Barcelona, Ediciones Euroméxico, 2000.
Grandes aventuras de la humanidad, col. El arca de papel. La gran biblioteca de los niños, Barcelona, Ediciones Euroméxico, 2000.
Swift, Jonathan, Gulliver en Liliput, tr. De Javier Bueno, Madrid, Espasa-Calpe, 1984.
Swift, Jonathan, Los viajes de Gulliver, adap. Martín Jenkins, México, CONACULTA/Barcelona Vicens Vives, 2012.
Swift, Jonathan,Los viajes de Gulliver, México, Ríos de Tinta, 2007.
Swift, Jonathan, Los viajes de Gulliver, Buenos Aires, Visor, 2006.
Swift, Jonathan, Los viajes de Gulliver, vers. Castellana de R. Madero B., México, Trillas, 1989.
Swift, Jonathan, Los viajes de Gulliver a Liliput y Brobdingnag, [grabación sonora], Colombia, Fonolibros Yoyo libros, 2007.
Referencias Electrónicas
Los viajes de Gulliveren: http://www.shmoop.com/los-viajes-de-gulliver/
En este sitio se encuentra una introducción, resumen, personajes y análisis de la
obra bastante claros para introducirse en esta historia de viajes.
Los viajes de Gulliver en: http://www.cuentosinfantiles.net/cuentos-los-viajes-de-gulliver.html
Con un lenguaje sencillo y a modo de cuento se narran las aventuras de Gulliver en la isla de Liliput.
Swift, Jonathan, Viajes de Gulliver en:
http://www.edu.mec.gub.uy/biblioteca_digital/libros/s/Swift,%20Jonathan%20-
%20Los%20viajes%20de%20Gulliver.pdf
En este sitio aparece una breve biografía de Jonathan Swift y una versión
completa de la obra, con las cuatro partes y los capítulos correspondientes de
cada una.